Mi amigo es el enemigo más cercano - No

Transcripción

Mi amigo es el enemigo más cercano - No
El Cayapo
Mi amigo es el enemigo más
cercano
O ¿cuándo haremos memoria histórica de la amistad?
(Quinientos años sin pensarnos como nosotros es demasiado)
Ediciones El Cayapo
Título: Mi amigo es el enemigo más cercano o ¿cuándo es que haremos memoria
histórica de la amistad?
(quinientos años de no pensarnos como nosotros es demasiado)
Autor: Colectivo
Editorial: Ediciones El Cayapo.
Correo electrónico: [email protected]
Teléfono: 0416.089.79.85
Registro legal: Sin Deposito de ley
Tercera edición: Febrero 2015
Grabación: Adriana Sánchez, Juan Manuel Mendoza,
Marcos Cordero, Maroa Reyes
Transcripción: Adriana Sánchez
Correción y aportes fuera de conversas:
Yadira Ferrer, Anibal Tobón, José Roberto Duque,
Luís Cedeño, Juan Manuel Mendoza
Impreso en la República Bolivariana de Venezuela
(En pleno proceso revolucionario, pensando como clase construir el
socialismo, sin obreros ni patrones)
Se permite la reproducción parcial o total de este libro sin la autorización
de nadie.
Derecho reservado única y exclusivamente a quien quiera usarlo.
Autor colectivo
Carlos Javier Mendoza, Angel David Mendoza, Matilde Mendoza, Juan
Manuel y Livia Lucero Mendoza, Trina Paredes, Freddy Mendoza, José
Miguel Mendoza, Ramón Mendoza, Marlene Rodríguez, Luis Cedeño,
Grenchy Martínez, Mariana Martínez, Juan Carlos y Moisés Ascención,
Juan Fernández (Macuro), Antonio Ayaro, Argemiro Palencia, la gente de
Tiuna el Fuerte que estuvo en El Cogollo (por no saber todos los nombres),
Armando Rodríguez, Ruth Sánchez, Maribel Matute, Adriana Sánchez,
Marcos Matute, Belkis Corso, Luis Ignacho Tapia, Yelitza Machado, Carlos
Angulo, Ignacio Padrón, Gino González, César Leal, Napoleón Barreto,
Alexander Narvaez, Ramón Carpio, Rafael Suárez, José Roberto Duque,
Roosevelt Prado, Juancho Tapia, Gustavo Borges Revilla, Heizel Patiño,
Andy Franco, Jorney Madriz, Miguel Angel Rojas, Julia Mendez, Rodolfo
Sarmiento, Douglas Salas, Pompilio Santeliz, Aguasalá, Raúl Brito, Edree
Pineda, Juan Pérez, Liz Sandoval, Iskanawayu y Jaime Sandoval, Dulce
Rumbos, Denis Rumbos, Minerva Rumbos, Rolando Chacín, Braulio
Y Neida Boada, Violeta Moreno, Ricardo Arias (Negrín), Elina Tineo,
Carlos León, Marcos Cordero, Maroa Reyes, José Manuel Armas, Maritza
Sánchez, Vilma García, Alberto Valderrama, Magaly Castro, Pedro y
Beltrán Ballesteros, Caribay Barreto, Luis García, Pierre Gorrin, Laura,
Elizabeth, Felix de la Cruz Millán, José y Yormary Bolívar, René Barco,
Asdrúbal Medina, Yamelys Gómez, David Arráez, Diego Sequera, Daniel,
Dulce, César y Carmen Rojas, Heli Bravo, Nereida Ferrer, Anibal Tobón,
Yadira Ferrer, Helis Briceño, Félix Caraballo, Evaristo Pino, Rafael
Echeverría, Jarvis Rojas, Gabriel Gil, Joel Pineda, Frai Silvera, David
Sánchez, Braulio Alvarez, Lalo, Victor, Carlos, y Francisco Moreno, Rocío
e hij@s, Edgardo Peña, Salvatore, Yonson y Gerson, Jorge Delgado, Juan
Pablo Rodríguez, Mireya Rodríguez, Omar Pérez, Eduardo Piñero, José
Mendoza, Luis de la Cruz, Elizabeth Campos, Lorena Villegas, Carolina
Saavedra, Mirna Sojo, Maryann Hanson, José Antonio Negrín, Maritza
León, Pedro Tarache, Osmar Romero, Asdrubal Rivero, Enrique Irigoyen,
César y Enrique Cordero, José Villegas, Mota, Joel Millán (el magnífico),
María de los Angeles, Yanair, Matias Cibanik, Tomás Cabrera.
(No todas las personas nombradas en este libro están de acuerdo con
estos escritos, pero sí participaron en estas conversas y su aporte es tan
importante como los aportes de quienes participaron y están de acuerdo.
Este libro no sería posible sin alguno de ellos)
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Dedicatoria
A todos los que puedan perder la esperanza porque
tendrán la certeza de que no entrarán al reino de los
cielos ni a su complemento el infierno, pero tampoco los
cuidará un robot en el disfrute de la ociosa felicidad.
A todos los muertos del capitalismo, a todos los muertos
de dogmas e ideologías, a ti y a mi, los que debemos
separarnos del capitalismo para poder andar juntos.
En lo cercano a todo lo que huela a Cayapo, Ignorares
y Hip Hop para enterrar la cultura capitalista.
Por último a nosotros los amigos,
que somos el enemigo más cercano.
Aclaratoria (y advertancia)
Antes de ser escrito, este libro fue hablado, conversado, discutido.
Es decir, no es esa clase de libros tradicionales que pasan directo
de la mente enferma de un autor enfermo (de individualismo) al
papel. Nada de eso: este libro pasó por varias mentes enfermas,
de allí a varias lenguas viperinas, luego a un grabador digital, más
tarde a una computadora, posteriormente a un asunto misterioso
llamado fotolito y luego al papel. Pero ahorrémonos unos cuantos
pasos y concretemos para ir a la verdad de la gestación de estos
materiales: buena parte de ellos fue producto de discusiones y
conversas al borde o en el centro de parrandas y reuniones, y
al final convertido en libro. Digamos que es un libro hablado y
conversado, y que el trabajo editor de Ramón Mendoza, Adriana
Sánchez, Matilde Mendoza, José Roberto Duque, Yadira Ferrer,
Anibal Tobón, Juan M. Mendoza, Marcos Cordero, Rafael Suarez,
Gustavo Borges Revilla, Maroa Reyes y Luis Cedeño le ha dado
forma de libro convencional.
Respecto al título de esta especie de introducción, la advertencia
tiene que ver con la forma, y la aclaratoria con el fondo. Advertencia:
en vista de que muchos de estos trabajos provienen directo de la
oralidad es natural que le hagan honor y concesiones al ritmo oral,
al lenguaje oral, a los códigos orales de la conversa, el contrapunteo
y el mano-a-mano. Usted se perderá aquí una parte importante
de ese sabroso discurseo oral y presencial, compuesto de muchos
gestos, muchas sensaciones, interrupciones, giros, alzadas de voz,
miradas y señas, mentadas de madre y tal. Pero aquí atrapará usted
la otra parte esencial de la conversa, que es el sentido de la palabra,
la idea resumida y despojada de comentarios al margen y cortes
comerciales. Puede que de pronto le parezca que hay unas comas
que deberían ir, que hay un punto y seguido que no está, unas
pausas y unas velocidades que no le cuadran COMO LECTOR.
Cuando lleguen esos párrafos, no los lea: escúchelos. Entrómpelos
como oyente y no como lector; este es, en muchos de sus pasajes,
un libro para ser oído. Así que párele un poco menos a la ortografía
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y a las reglas de la sintaxis y toda esa mariquera academicista y
seudosabia, relájese y comprenda que este libro está escrito en un
idioma remotamente parecido al que trajeron para acá los europeos
hace 500 años, pero que hoy no es exactamente “eso”. Esto no es
castellano: es lengua de gentes en exploración de sus rebeldías.
Y la aclaratoria: la otra mitad “legible” de este libro es un compendio
de artículos, reflexiones, propuestas, construcciones y provocaciones
de El Cayapo, así que no se extrañe si de pronto le pasa el ojo a
unas líneas y una vocesita adentro le indica “Epa, esta verga la
leí yo antes”; lo que pasa es que muchos materiales aparecieron
antes en el periódico ese horroroso que uno puede desdoblar pero
no volver a doblar. Es, en cierta forma, un autoplagio, y va que
chuta porque todas las obras del “saber universal”, la historia del
pensamiento y toda esa paja enciclopédica son también plagios,
pero no autoplagios como este sino robos descarados de la gente
“culta” en contra de soñadores y poetas pobres y anónimos.
Una vez usted comprende que las ideas no tienen dueño (allá los
que creen en derechos de autor y criterios de autoridad) ya le será
más fácil asimilar que la cultura, los saberes e ignorares no tienen
precio, no se compran ni se venden, no son una mercancía.
La mitad de la calle es el lugar exacto de este decir
Individuas e individuos, agremiados o no, Gremios de todos los
signos, símbolos, colores, oficios, religiones, intereses, militantas
y militantes de cuanto partido de pensamiento único ha parido
este universo; filósofas y filósofos de cuanta creencia ha querido
explicar y justificar la hijoeputés del trabajo esclavo; científicos y
científicas, alabantes de la narco guerra y los laboratorios traficantes
de la enfermedad y el hambre; usuarios y usuarias de todo tipo de
vainas u objetos; adoradores y adoradoras de cuanto fetiche tiene
este mundo; compradores y compradoras de cuanta mierda se
vende y se compra en este planeta copado por la cultura capitalista.
Por medio de este escrito inicial queda advertido, que todo aquel
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que entre a este libro creyendo que es una alabanza al gobierno y sus
hechuras, será atropellado por una gandola de setenta y dos ruedas
y le serán escachapados los dientes y la lengua. Pero si a ustedes,
sean quienes sean, se les ocurriera, despotricar, maldecir y culpar
de todos los males habidos y por haber al comandante Chávez y
sus hechuras, entonces a ustedes les ocurrirá exactamente lo mismo que a los anteriores, pero por partida doble, porque este libro
no nació para el ejercicio de prácticas chismosas, perpetuadas en
miles de años de la existencia de las culturas poderosas. Este libro
no busca corregirle la plana a nadie, no es una receta, no es una
solución, sólo es una interrogante que nos hacemos como parte
de un pueblo que tiene quinientos años de mal vivir pensado por
otros y que considera que en tiempos revolucionarios debemos y
estamos obligados a ser nosotros. Este libro no está pidiendo ni
proponiendo soluciones mágicas, ni mucho menos quiere recargar
de trabajo a quien con su equipo tiene la tarea histórica de coordinar
el entierro de la cultura capitalista y nosotros acompañarlo con pico,
pala, corazón y conciencia para acelerar el entierro de lo fallecido.
Las conversas realizadas y resumidas en este libro son el producto
de quinientos años de los pobres no pensarnos colectivamente.
Buscamos, sí, desprendernos de todo ese boato de los intelectuales
académicos o no, que en este planeta sólo avalan el hacer poderoso, justificado en el conocimiento que sirve a la explotación. Y
no estamos hablando de un bando o de otro, de una ideología o
de otra, a todos los estamos metiendo en un mismo saco, porque
todos provienen de allí, de la misma raíz que originó a la cultura
capitalista.
En estas letras expresamos con toda claridad la necesidad de someter a la hoguera revolucionaria todas las ideologías, todas las
filosofías, y las que salgan fortalecidas nos servirán para construirnos como pueblo.
Aquellos que desde la excepción crean que ellos no, les diremos que
también, porque la honestidad no es un hecho de uno, es de todos
o no es. Porque el uno es la muestra bien pagada para el engaño
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de las mayorías empobrecidas. Este libro estará al servicio de todas
aquellas personas, que reconociéndose culturalmente capitalistas,
están intentando un desprenderse de esta cultura, y de todas las
ideologías existentes, gente que busca en su proceso de separación,
la soledad para encontrarse con las demás personas, gente que
se restriega el cerebro, que se despegosta la miseria mental, que
se estruja las ideologías para deslumbrarse, para encandilarse, y
con su gaguería, con su torpeza de recién nacido, salir con todo el
cuerpo desnudo al encuentro del arte, y nos referimos al asombro
en colectivo, no de lo que sirve a las putas y putos para venderse al
mejor postor en nombre de sus copias aprendidas en escuelas de
maestros castrados y frustrados por los códigos capitalistas, nos
referimos al que produce la interrogante desde la humildad, la que
haga posible la otra cultura.
Este libro es un comprimido de las muchísimas conversas ocurridas en el marco del primer encuentro mundial de los ignorares,
iniciado el año del cayapo, y su objetivo es continuar promoviendo
esas conversas por todos los medios a su alcance.
Estamos en tiempo de revolución y la mitad de la calle es el lugar
exacto de este decir.
Las elites aman la flojera
Nosotros como pobres tenemos que revisar la historia para entender ¿cómo se valora un pescador, un albañil, un campesino, un
herrero, un carpintero?, si cuando le muestras un cuadro histórico,
los que aparecen son personas blancas bien vestidas. Una señora
que lava y plancha, ¿Cómo se valora? si los modelos que tiene de
la sociedad son los burgueses que la ponen a lavar y planchar, no
se pueden valorar, porque no tienen un modelo propio.
La cultura por construir, debe valorar a quienes trabajan y no a
quienes disfrutan el producto del trabajo. La cultura predomi-
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nante en todos los tiempos, ha preponderado siempre al mas
fuerte, al héroe, a la flojera, como distinción, las élites han odiado
al trabajo y como consecuencia a quienes lo ejercen; es por ello,
que prevalidos de la fuerza, han creado mecanismos que separan
a una clase de otra. La cultura por pensar, tiene como tarea, crear
los mecanismos que hagan posible la eliminación de ese hecho.
Nosotros tenemos que elaborar nuestra propia historia. Una serie de
claves que están allí, desde que llegaron los europeos hasta ahorita,
que uno las va revisando y dice toda esa vaina es inconsistente.
Tanto los de la derecha como los de la izquierda, te hablan de un
Guaicaipuro que dirige veinte mil hombres y te llegan hasta decir
de cuarenta mil soldados, ¿te imaginas un hombre que dirige un
ejército de cuarenta mil soldados y que lo terminan matando solo
en una choza quemado por cuatro tipos, en una velada historia
de traición?, que diferencia tiene ésto con la película de “Rambo”
¿No tenía un “cuartel”, un hombre que dirigía a cuarenta mil? Es
toda una ciudad que tienes que tener, para mantener armados a
cuarenta mil soldados. Cuando hablas de cuarenta mil o de veinte
mil soldados, con conocimiento pleno del territorio, y sacas la
cuenta de cuántos españoles habían aquí, entonces dices, que los
españoles son unos héroes arrechos, que jodieron a ese coñazo
de indios, y no se habla de la verdadera historia del crimen y el
saqueo; porque no es lo mismo que un bandido cuente que se
enfrentó a cuatro bandidos bien armados y los venció a todos, a
que cuente que él y cuatro más, entraron a una choza y mataron a
una anciana, a unos niños y violaron a una mujer y se robaron una
mano de topocho, (porque de paso los españoles nunca pasaron,
según la historia oficial, de ochenta a trescientos hombres en sus
incursiones) Cuando revisas los datos históricos de cuantas personas venían por barco, que no eran más de cuarenta personas por
barco, te das cuenta que es un grandísimo mojón, todo ese coñazo
de gente combatiendo, todo ese poco de indios y Guaicaipuro con
dos metros; esas vainas a lo único que contribuye es a quitarte la
capacidad de lucha, que puedas tener como pueblo, te avergüenza. Eso tenemos que investigarlo, tenemos que necesariamente
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decírnoslo como pueblo, para poder valorarnos. Mañana, es once
de abril, el noventa por ciento de nosotros que participó en estos
berenjenales, que hicimos la historia, no nos valoramos, no estamos
preparado para sus conmemorativos. La comodidad de la clase
media que dirige los medios del gobierno y deja hablar a los que a
ella les da la gana, lo que le es más fácil, lo que le es más cómodo,
lo que se parece y es como ella, cualquier tontera que esa persona
diga es santa palabra, cero investigación ¿La gente que murió ahí
no tenía familia, no tenían una historia, atrás de esa familia?, ¿qué
están haciendo esas familias, cómo están viviendo?(¡ah! pero hay
un micro en la televisión de un tipo clase media diciendo que él
dirigió la resistencia en Puente Llaguno y lo sacaron ya en VTV,
imagínate. ¿Cómo alguien dirigió eso? eso es mentira, eso no es
posible, esa resistencia, quién la va estar dirigiendo; quién puede
dirigir la esencia, el corazón de un pueblo) Pero como hay una
historia burguesa con todos sus mecanismos, dispuestos para la
exaltación del individuo y los agremiados; y nosotros quedamos
para ser nombrados en las fechas patrias, como los extras en el
relleno de la película, y no se trata de sustituir entrevistados ricos
o clase media, por entrevistados pobres, se trata es de dar fuerza
en este tiempo, al accionar de las mayorías. Está demasiado claro
que el tiempo de los individuos pasó a un segundo plano; por
ejemplo, si Chávez, que es el tipo que mejor expresa el sentimiento
mayoritario, comienza a desviarse de ese camino, simple y llanamente la gente lo aparta; pudiéramos decir que Chávez es como el
último de los individuos que está facilitando la transición entre
la cultura individualista y la posible cultura colectiva, la que aun
no ha sido discutida en su esencialidad.
Desmontar la historia burguesa, desde el presente y de ahí
remontarnos al pasado, es una tarea en donde estamos obligados
a inventar los métodos de investigación; incluso se puede tornar
agradable ese trabajo, sobre todo si lo hacemos gente de los barrios
y los campos en grandes grupos de investigación. Además tenemos la ventaja, de que entre todos, podemos sufragar los gastos,
basta con que sepamos leer y escribir bien y tengamos nociones
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de espacio tiempo, volumen; sepamos medir y sacar cuentas, pero
en su defecto podemos aprender por vía práctica, lo que hay es
que tener la chispa, la voluntad, y sobre todo la conciencia de la
importancia de esa tarea.
Es tan simple, tu vas por ejemplo con una cinta métrica, para la
avenida Bolívar de Caracas y la mides (porque en ella fue donde
los chavistas hicimos las grandes demostraciones de fuerza, las
grandes concentraciones), tantos metros cuadrados tiene eso,
multiplicaste ancho por largo y ya, metes la cantidad de persona
que caben en un metro cuadrado, te va a dar casi con exactitud la
cantidad de personas que de verdad llegaron, y eso desmonta la
gran mentira de los dos millones de personas, así como también
desmonta la gran mentira de los escuálidos,que decían tener cuatro millones, porque la vaina más grande que concentra gente es
la avenida Bolívar de Caracas y los únicos que la llenamos hasta
los tequeteques, fuimos los chavistas y rebasábamos las avenidas
aledañas, cada vez que Chávez hablaba; porque los escuálidos jamás pudieron, por la simple razón de que nunca movieron tanta
gente, con la salvedad del once de abril que fue la culminación de
su plan golpista y pudieron mover a sus disciplinadas huestes. De
acuerdo a lo que uno sospecha, más o menos visionando el tamaño
de esa avenida, ahí no había más de ciento cincuenta mil personas,
desbordada y todo las avenidas. Los escuálidos lo más que llegaron a reunir, en sus concentraciones fuertes, fue un promedio de
cuarenta mil personas, eso te va a decir con exactitud el pasado.
Si nosotros no desmontamos como pueblo esa idea, de lo magno de
una historia, que no la puedes asir, porque está muy lejana, porque
es muy poderosa, porque no es controlable por nosotros, como
obrero, albañil, carpintero, lavadora o planchadora, siempre nos
dará la impresión de que eso es para estudiosos, para tipos arrechos,
y jamás podremos valorarnos como colectivo en acción, sino que
siempre tendremos que depender de los líderes por siempre. De
tender ese manto de misterio, se han encargado los poderosos,
porque eso les preserva el poder, sobre nosotros las mayorías.
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La idea es que asumamos como colectivo, ese tipo de trabajo; que
individualmente, por nuestras limitaciones, no nos es posible realizar, o si los realizamos, los costos son muy altos. Lo importante
es entender, que juntos no es complicado; que no se requiere ser
académico, que no se requiere ser un erudito, o sabio, que no se
requiere ser nada de esas cosas, nosotros lo podemos hacer, de
manera muy sencilla. Por ejemplo, un grupo que averigüe ¿Cómo
era el tamaño de los barcos hace quinientos años, cuántos cabían,
quiénes viajaban, por qué viajaban, cuánto duraba el viaje, qué
comían? entonces, desmontar todo ese mojón; incluso desmontar
el peo de los gremios indígenas, de los gremios de negros, de los
gremios mujeres, todo tiene que ser desmontado. La gente del
IVIC dijo que la mayoría en Venezuela éramos de descendencia
hispánica, eso es verdad hermano, porque los españoles acabaron
con los indígenas, a los africanos no se les permitía acostarse con
blancas y fueron concentrados en los centros de producción de
los dueños, y cuando se fugaban sólo conseguían refugio en las
birongueras o cumbes, o palenques controlados por sus iguales,
cuando mucho se relacionaban indios con negras, negros con indias, mientras que los españoles se cogían a quien les daba la gana,
además de que podían viajar por todo el territorio y poblar lo que
les diera la gana y quien se les oponía, lo mataban.
Este era un territorio casi despoblado, hermano; los tipos vinieron
y asesinaron a todo el que había, sólo se salvaba el que huía, o los
que se dejaban esclavizar, así de simple, todo el que consiguieron lo
mataron, violaron, jodieron, eso fue lo que hicieron los europeos
aquí, no vinieron a construir, vinieron inicialmente fue a robar, a
matar, a saquear y después se instalaron ellos. Ellos vinieron a repetir lo único que sabían, la experiencia de la que fueron víctimas:
ser invadidos y esclavizados, en toda su historia.
Mientras nosotros sigamos en la trampa de defender gremios, que
si afrodescendientes, indiodescendientes, blancodescendientes,
europodescendientes, mujeresdescendientes, hombresdescendientes, obrerosdescendientes; vamos a terminar descendiendo
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al foso de la esclavitud más profunda, con todas esas divisiones y
atomizaciones, que sólo remachan la explotación y con ello, a la
cultura capitalista.
La tarea de los juntos en este tiempo revolucionario, no está en
gremializarse y defenderse, está en tomar la ofensiva, que pasa
por descubrir nuestros orígenes realmente; no desde el mito y la
leyenda del poderoso, sino desde la realidad de la explotación. No
es posible que nos sigamos manejando con cifras extraídas de los
Archivos de Indias, cifras abultadas o reducidas, de acuerdo con
la conveniencia del asesino; toda esa confusión de cifras y hechos,
no permiten que sepamos, a ciencia cierta, qué fue lo que pasó,
sino que la repetimos e incluso inventamos, de acuerdo a la conveniencia del gremio, de ahí es que tenemos un Guaicaipuro con
cuarenta mil hombres en armas, sin medir el tamaño o grado de
desarrollo, del modo de producción, para ese momento, o que si
trajeron millones de negros, sin importar el tamaño de los barcos
y sus dificultades al viajar, por los océanos, el tiempo de viaje y los
costos, Nosotros estamos obligados, a no mentirnos con la historia
que estamos viviendo; porque de ello depende el cambio.
No podemos seguir sosteniendo como proletarios, la historia de
la burguesía, ni construir la nuestra a partir de sus motivaciones;
porque si no, no podemos realizar la que nos corresponde. Nosotros somos una construcción burguesa, no a la inversa, nada de lo
que ha hecho la historia burguesa, nos beneficia, así la publicidad
lo diga y lo remache la escuela y la iglesia; véalo por donde lo vea,
sólo hemos sido y somos, un instrumento más en la historia de la
burguesía; búsquelo por donde lo busque es así.
La idea es tratar de hacernos historia, (verdad histórica) de hacernos dibujo, de hacernos palabra, de hacernos poema, de hacernos
cine y video y canciones, de hacernos el arte transformador de la
realidad; para proponer otra forma de vida, para no repetir el
poder, para deshacernos del miedo, del hambre y la ignorancia;
que nos vuelve poderosos, los unosunas contra los otrosotras. Es
de ahí de donde se ha de construir la otra historia, en donde ya
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nosotros tampoco estaremos, cuando desaparezca el capitalismo
como cultura.
El hiphop o la miseria no es bonita
No es casualidad que las revoluciones auténticas o realmente
transformadoras tengan como base y columna vertebral el nacimiento de un discurso y un pensamiento propio, fresco y descontaminado de todas las ideologías obsoletas, balurdas, malversadas
y manipuladas por la inútil academia o las enormes máquinas
de la desinformación. En Venezuela es imposible no hablar de
participación. O mas bien, es imposible no participar en un proceso
comparable a un huracán que se lleva lo viejo, lo débil, pero que
deja a su paso las condiciones y el terreno virgen y caótico para que
se haga y se piense en colectivo un modelo de vida nuevo, apartado
de la lógica irónicamente natural que nos impuso el capitalismo.
No es coincidencia que nos dividan por géneros, por raza, por
gustos o por ideología; pero tampoco es coincidencia que al calor
de éstas divisiones invisibles nazcan gritos de rebeldías propios
de una misma clase, que muchas veces incomunicada se expresa
con la fuerza suficiente para encender la mecha de lo que puede
ser el comienzo de un sueño de sociedad diferente. Así pasó con
el HipHop, un movimiento cultural que nació al calor de uno de
los periodos de marginación mas atroces que vivió la comunidad
latina y negra de los Estados Unidos, se masificó y se transformó
en una especie de grito que no entendió ni se hizo parte de palabras
extrañas ni de autores consagrados, mucho menos de ideología,
ni de organización, pero si canalizó un cúmulo de arrecheras
colectivas y unos años después era un movimiento regado por la
mayoría del mundo. Hoy casi 30 años después el capitalismo intenta
transformarlo aplicándole la misma fórmula de compra-venta con
la que domina al mundo. Pero también, más por instinto que por
conciencia hay colectivos y procesos visibles en todo el mundo que
hacen entender y ver al movimiento Hip-hop como un intento de
mmkorganización de una parte de la clase pobre, en su mayoría
joven, que de frente y sin atajos escupe al capitalismo, pero que
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contradictoriamente aun no logra dar con el dato colectivo que
lo separe de él. No se trata de una oda estéril al Hip Hop, se trata
de entender este movimiento como una mínima parte de un todo
gigante y transformador que estamos llamando desde hace 11 años
ya, Revolución. El Hip Hop en Venezuela tiene una responsabilidad histórica que no está ni cerca de ser teórica sino mas bien
directa y práctica, de comunicación, pero de comunicación para
la acción, no para el regocijo ni para el estúpido masaje al ego. Es
una responsabilidad que ya no está en manos de los poetas universitarios ni de los pintores de la academia y que además si no es
asumida en colectivo, pensada en colectivo y discutida en colectivo
está destinada a desaparecer o en el mas triste de los casos a ser
absorbida por el mercado, la industria, la televisión, los eventos o
como los justificadores de oficio quieran llamarle al capitalismo.
Así lo hemos entendido en HipHopRevolución, atrás quedaron las
discusiones estúpidas sobre el tipo de baile o el estilo de trazo de
tal o cual grafitero o sobre el coqueteo sospechoso de los grandes
festivales gringos o europeos. Nuestro esfuerzo diario apunta a un
tipo de comunicación que mueva, que moleste, que cause dolor,
que haga que cuestionemos nuestra práctica diaria, pero que con
el mismo impulso nos invite a pensar en conjunto, nunca solos,
que nos haga vernos como clase y nos entendamos en nuestras
impuestas diferencias y asumamos que somos reproductores de
esa comunicación transformadora que se necesita para echar adelante un proceso revolucionario que aparenta estancarse. Aquí
estamos intentando ubicarnos y entender el momento histórico
del cual somos parte. Desde hace 6 años estamos pensando un
movimiento que amplifique la voz del Hip Hop Latinoamericano,
que haga visible su carácter de clase, de muchos pelabolas que deciden asumir una postura que es totalmente política, no sólo
artística. Pensamos e impulsamos un movimiento que se piense y
se escuche desde la conciencia y no desde la necesidad. En el 2009
después de un año largo de discusión y tras la muerte de uno de
los nuestros, (Ardilla, asesinado por los mismos malditos órganos
represores del pasado y que siguen vivos después de 12 años de
revolución) nace el proyecto EPATU, un proyecto con estructura
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de escuela que intenta experimentar otro tipo de organización que
sirva para la discusión, para la generación de un discurso propio
pero con la palabra genuina de nosotros los pobres, los feos, los
lacras, para generar también el arte, la música, la pintura desde
el colectivo. La EPATU debe entenderse en este contexto, aquí se
niega todo tipo de arte o de intelectualidad de individuos solos,
egoístas, propios del capitalismo, aquí estamos todos los bichos
que en el camino andamos explorando nuestra propia rebeldía,
nuestra rabia legítima por la carencia heredada, nuestro grito impotente en contra de una sociedad enferma, pero entendiendo que
sólo con el grito no daremos el paso definitivo que nos separe del
capitalismo. Estamos regados por todo el país, entendiendo que
el territorio es grande y debe ocuparse en colectivo, todo el país
en conjunto, como campesinos, como obreros, como niños, como
pobres, como todo en un experimento de organización comunal,
inherente a todos, somos parte de esto, desde las costas orientales
hasta el páramo andino, cada escuela con su dinámica discute y
decide apartarse de todo germen de farándula, proponiendo que
este grito ya debe dejar de ser instintivo para convertirse en un
grito consciente y genuino, apartado del poder que intenta día a
día corroerlo y neutralizarlo, como ya ha hecho con la gran parte
de movimientos artísticos que nacieron desde las raíces de este
pueblo. No estamos exigiéndole derechos al capitalismo, poco nos
importan las tarimas, los eventos, las luces. No nos verán pidiendo
comodidades propias de grandes artistas, seudorevolucionarios que
esconden su miseria detrás de la comodidad de sus viajes y de su
clase media egoísta y reaccionaria, que intenta hablar por nosotros
(los pobres), que intenta ser como nosotros, que se vende hablando
de nosotros. Pero que poco tienen que ver con nosotros aquellos
cantores de protesta necesaria o cualquier otra copia propia de
otra clase, de otra gente y de otros tiempos.
El Hip Hop no es el objetivo, mucho menos es la solución, el
Hip Hop es sólo la manera de nuestra lucha, un método, una
herramienta. Nos queda mucho por discutir, por aprender, por
experimentar. También tenemos mucho de lo cual despojarnos.
Sabemos que este momento que nos toca vivir es clave, pero
también es doloroso, por eso no es bonito nuestro grito, por eso
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nuestras canciones escupen, insultan, interpelan, porque la miseria no es bonita. Ese es sólo un discurso de algún traficante del
dolor, de algún burgués que habla de la revolución bonita desde
su comodidad, sin saber la angustia del hambre, lo oscuro de la
muerte o lo ensordecedor de la soledad. Estamos apartados de
sus dogmas, de sus pegostes ideológicos y creemos que esta es
una ventaja grande para hablarnos desde aquí, desde la horda
para la horda con nuestros pantalones anchos, con nuestras caras
feas y nuestro lacreo. Cuestionando todo, porque todo vive en
capitalismo. En eso andamos, con muchísimas contradicciones,
reproduciendo sin duda fórmulas agotadas, pero inventando en
la marcha, cambiando a diario nuestras maneras de enseñar
y de escuchar. Aquí estamos en las EPATU, sabemos que, no basta
el discurso, tampoco es suficiente el llamado talento sin la conciencia de clase instalada en la sangre. Es necesario la unión de
todo esto para seguir haciendo y pensando en la marcha. En esta
marcha nosotros seguiremos rayándole las paredes al capitalismo,
seguiremos cantándole a nuestra gente sin instrumentos creados
para limitarnos, seguiremos bailando al son de nuestros gritos y
seguiremos haciendo música con los puños salpicados de saliva
mientras otros sueñan con pianos y teatros.
El grito de una sociedad enferma
Los pobres como clase, en este tiempo revolucionario, tenemos que
luchar contra las fuerzas que se oponen al cambio; y en paralelo
crear o proponer, la otra cultura.
Por ejemplo, el grito de una sociedad enferma está reflejado en
el hip hop, con sus tremendas letras (me refiero al hip hop que se
entiende en el cambio que asume su grito, desde el saberse jodido;
no el hip hop chatarra que se vende por lo que sea), porque el tipo
está diciendo, mira como me escoñetaron la vida, ahora, él no sabe
quién se la desbarató, él cree que fue dios, la mamá, el papá, pero
no se ubicó, en aquel momento, en pensar que hay un sistema que
lo volvió trizas (porque la conciencia primero se manifiesta por lo
que se siente, de ahí el grito, luego se transforma, en la medida en
19
que se descubre, dolor colectivo) es después de trajinar su grito que
descubre que no es su grito, sino el grito de todos, el grito de toda la
sociedad pobre, pero tú no puedes convertir toda esa basura, todo
ese grito, en lavar la cara del sistema y decir que bello es ese grito.
Ese grito no es bello, porque no puede ser bello el dolor, el hambre, la carencia en general, las frustraciones, el abandono, como
no fueron bellos los gritos del rock en los cordones industriales
de Inglaterra, Estados Unidos, ni el blues, ni el jazz, ni el tango, ni
el bolero, ni la ranchera, ni el pasaje, ni el vallenato; ni toda otra
expresión artística, nacida de las carencias y la tragedia; claro, que
una parte del grito se aliena y se vende y la que no, es perseguida
y sometida por distintos medios; como la expresión del jipismo,
que fue llenada de drogas y uno de sus máximos exponentes, John
Lennon, fue asesinado por la CIA; porque definitivamente el tipo
había cruzado el umbral de lo farandulérico; para convertir el grito
(el dolor) en conciencia, y eso no lo podía permitir el poder, porque
la verdad, le es corrosiva, atenta contra sus planes.
Pero como “los pobres también somos arte” dentro de nuestra
tragedia, sobran los carajos que viven de nosotros, es esa cantidad de cantores que cantando una vaina, que llaman la canción
necesaria o protesta, o revolucionaria, los ves exigiendo que los
reconozcan, al igual que los extranjeros en vez de pedir que los
extranjeros, vengan de gratis, en condiciones sencillas, a cantar,
a compartir la experiencia maravillosa de vivir una revolución,
(no por ello agradable) pero en vez de hacer esto, su falta de conciencia y la exaltación de sus egos, los convierte en pedigüeños, y
piden lo mismo que exigen los extranjeros. Entonces ese grito aún
cuando parte de la realidad, en esas voces no es real; es ficticio, es
sospechoso, es copia, es panfleto, y con él traficas, para vivir de eso.
Esa es la misma conducta del traficante de drogas, el vendedor de
armas, el falsificador de títulos “profesionales”, o el que lo emite
por vía académica que es decir lo mismo, porque estás traficando
con la más rancia miseria, y hay gente que confía en la palabra,
que estas emitiendo y por tanto también confía en quien la emite.
Ahora bien, si se critica esa conducta, entonces es condenado quien
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critica, pero es la realidad, la que está diciendo: si un carajo que
canta, baila, pinta, escribe, de revolución, cobra, igual que el que
promueve la propaganda comercial, ¿qué lo hace diferente a los
modelos que promueven la cultura capitalista? Esas son discusiones
que debemos promover. Hay un grito que se enajena y te enajena,
hay una gran industria que vive del dolor, lo han hecho con el pasaje
llanero, con la ranchera, con el tango, con el bolero, con el vallenato,
además reproduce ese llorerío, ese despecho: que me botaste, que
me dejaste, que estoy sin trabajo, que estoy jodido; porque es una
canción, que te toca la nostalgia que cargas en el cuerpo. Esa es una
parte, pero la industria también sabe apropiarse, de Calle Trece
o Silvio Rodríguez o el hip hop.
Hay gente que desenvolviéndose en ese mundo del arte del sonido,
cree que desarrollando toda la cadena productiva, él resolverá algo,
por ejemplo, produce disco, tiene una radio, distribuye, canta y
tiene una agencia de espectáculos, aquí hay un ciclo, ahí el pasaría
a ser un centro de información, pero resulta que a la larga, esos
que hacen esa tarea, tienen que comer, vestir, cumplir con el ciclo
de consumo, tienen que empezar a vender, no les queda de otra,
porque los tipos, no están conectados a otro nivel de la producción,
inocentemente empiezan a reproducir, tú tienes que ser albañil, tú
tienes que ser carpintero, tú tienes que vivir de algo, (lo que decían
ayer del poeta, ¡ah! el es poeta, ¿y de qué vive?) porque en aquel
momento, en que tú inviertes en la industria, ya te volviste la puta
de la partida, porque si tú no estás sembrando, tú no estás pegando
bloque, tú no estás haciendo herrería; si tú no estás haciendo lo
que tienes que hacer, tienes que convertir el canto-grito en una
industria, de la que pasas a vivir, y por tanto tienes que maquillarlo,
y ponerle faralaitos y operarle las costillas y las tetas, para que se
vea bonito, de acuerdo con el mercado.
Nosotros somos ego, fuimos construidos como ego, puede ser que
tengamos un nivel de conciencia. En las discusiones que hemos
tenido, decidimos no voy a cobrar por esa mierda, yo no voy a
vender el grito, ahora voy hacer otra mierda, me voy a convertir
21
en un activista político desde el grito mismo. Hay gente que lo ha
hecho originalmente, tenemos el caso de Alí Primera. Pero cuando
tenemos al grito o expresión artística como el objetivo, si uno ve
eso como un objetivo, entonces estamos jodidos, por ejemplo, el
rap no es el objetivo, el rap es la herramienta, el objetivo es otro.
Bueno voy a concluir la idea: ¿Cómo resolver un problema que nos
quita el tiempo que jode?, porque la gente puede saber mucho de
política, pero la gente no te para bolas, si no tiene con que comer.
Hay una vía, que a mi me parece, que nunca hemos tocado, que es
que colectivamente podemos producir para comer, lo puedes hacer
y que te de tiempo para hacer la labor política, claro, que para esa
vaina, tenemos que llegar a una convicción, que el zapato que
cargues, que la ropa que te pongas, no puede ser determinado por
la marca de moda, que sea sólo para cubrirte, porque la sociedad
te exige esa convención social, eso evitaría trabajar tanto y, mejor
aun, se puede hacer colectivamente. Hacer ese experimento, la
posibilidad de ser muy elemental, muy sencillo, nos reduce las
horas de trabajo, entonces esas horas, que decidiste como cuerpo,
no entregárselas al capitalismo se las dedicas a ese actuar político,
a la guerra, (porque nos obligan a guerrear), estamos en una guerra
de clase. La gente vive en el capitalismo, en el capitalismo no puedes
hacer guerra sin cuartel, tienes que tenerlo. Imagínate, un gentío
consciente, con cuarteles en todo el país; investigando, experimentando, propagando el grito, desde el arte como herramienta.
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Verga, ayúdame a pensar
“Coño!!! estoy pensando seriamente que no se me dan los trabajos porque en
el fondo no quiero trabajar, digo sí quiero trabajar pero de otra forma, también descubrí que me gusta estar en casa, cuidar a los chamos, llevarlos al
colegio, to esa vaina, también descubrí que no quiero pasá esa angustia
de ¿dónde dejo a los chamos?, los chamos todo el día con otros, que no los
veo, que coño, que el peo, que el pato, que la guacharaca. También descubrí
que no quiero anda turquiando, y en ese sub mundo de avon y su combo.
Verga, ayúdame a pensar, ¿qué puedo hacer? porque igual con algún trabajo
coñoemadre que consiga no voy a resolvé el peo, sin embargo, si voy a tené
más peo ¿o tú crees que la opción es joderme en un trabajo pa pode resolvé lo
otro? ¿qué dices?”
Adriana Sánchez
No es posible la otra cultura sin que se creen los mecanismos, formas, espacios, condiciones, en donde las mujeres proletarias, con
nosotros sus iguales proletarios discutamos, pensemos, amasemos,
construyamos la nueva cultura a la imagen de sueños y semejanzas
que en conjunto decidamos.
Las mujeres son las que han hecho posible la perpetuación del
capitalismo y los antiguos modos de producción al conservar los
afectos, reproducir la familia célula fundamental de la explotación
en cualquiera de sus formas; y por encima de todas las cosas donarle al capitalismo la mitad de la plusvalía acumulada en tragedia
contra todos.
Pero eso no lo pensaron las mujeres, les fue impuesto por como
se desarrolló la historia de la humanidad inicialmente y luego por
la necesidad de las clases dominantes (en cada contexto histórico)
que desarrollaron la ideología de la inferioridad no sólo contra las
mujeres sino contra todo aquello que les sirviera para ser explotado
o explotada, puede conseguirse expresión de esto en la literatura de
todo tipo por ejemplo “La naturaleza debe ser sometida y moldeada
por el hombre a su libre albedrío para su mejor aprovechamiento
y beneficio”, “todo lo existente fue puesto para que el hombre lo
23
sometiera y conquistara en nombre de Dios primero y de los poderosos después” Lo último es la ironía de la verdad, “los esclavos
no son gente, ni los indios, ni los bárbaros, ni los extranjeros”. “Las
mujeres no tienen alma”. “La mujer es hija del diablo y su deber
es sufrir para expiar el pecado original”, “son inferiores porque
fueron sacadas de una costilla”. Así como esas, existe una gran
cantidad de principios ideológicos que se remachan en dichos
refranes, tratados académicos, religiosos, científicos, artísticos,
literarios; que han fortalecido la cultura del sometimiento, en todos
los tiempos hasta ahora ocurridos.
Esta revolución que nos acontece obligará a las mujeres a pensarse
y a pensarnos con ellas y los hombres también debemos pensar
y pensarnos con ellas, sin que priven antiguos o nuevos prejuicios, estamos obligados a crear un mundo productivo que nos
incluya a todos, por tanto no discriminatorio, pero no basta con
nombrarlo socialismo, es necesario el acto práctico, tampoco se
soluciona con un decreto o con una ley o unas leyes si no son
costumbre en el cuerpo colectivo; si antes no se experimenta y la
costumbre nos muestra su viabilidad.
Las revoluciones, todas las ocurridas, son hijas de la necesidad, pero
toda nueva sociedad es producto de la conciencia, el socialismo
como cultura no será distinto, él también ha de ser producto de la
conciencia, ninguna ideología le hará posible, para ello se hace necesario que las mujeres jueguen un papel preponderante, necesario
es que se deje a un lado la malsana idea de pobrecita las mujeres,
y de que necesitamos leyes para proteger sus derechos, cuando
lo que hace falta es que se incorporen masivamente a la creación
maravillosa del socialismo y eso no se logra buscando satisfacer las
necesidades creadas por el capitalismo, solicitando más trabajo o
igualar a los hombres en los puestos de trabajo, ¿qué de revolucionario tiene luchar por ser igual esclavo que los hombres?, ¿qué de
revolucionario tiene, ser tres veces esclavo, tal y como lo ha sido la
mujer en la historia moderna de la explotación? Sólo quienes viven
de los gremios le hacen creer a las mujeres que tienen derechos en
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el capitalismo y las utilizan para crear y perpetuar leyes que sólo
sirven a los intereses de los vividores y vividoras de los gremios y
por tanto mantienen intacta la explotación capitalista y la separación de los proletarios por géneros que en nada nos benefician.
Todas las proletarias y las mujeres conscientes de otras clases están
(al igual que los hombres de la misma característica) obligadas a
producir y practicar la política que nos conduzca al entierro definitivo del capitalismo, para que se piense en otra sociedad en
donde por igual trabajemos y entreguemos los afecto a los hijos y
al planeta en su conjunto, valorando y valorándonos en los otros
y a los otros.
Sudores y tierras en donde todos habitamos
A las personas que estén dispuestas a separarse del capitalismo,
les hacemos llegar estas angustias, no terminadas, la mayoría
son interrogantes nacidas de estos sudores y estas tierras que son
sudores y tierras en donde todos habitamos. ¿Cómo comeremos
en el socialismo, cómo haremos casas, cómo serán las casas, si las
del capitalismo son unifamiliares y de acuerdo con la cantidad de
robo de cada quien, su arquitectura individualizada? ¿Cómo trabajaremos, cómo haremos el amor, de dónde nos vendrá la comida,
qué herramientas usaremos, en qué territorio se construirá el
socialismo, lo invadiremos, mataremos, sostendremos ejércitos,
mantendremos iglesias, para perpetuar el miedo, remacharemos
las organizaciones actuales o dejaremos que las necesarias nazcan frescas, en base a las necesidades, qué conocimientos impulsaremos, cómo los adquiriremos, cómo los transmitiremos, será
compleja o simple la nueva sociedad, el arte que nacerá será a
partir de la carencia, como el actual, o dejaremos que se manifieste
a partir de la satisfacción, sostendremos los museos del crimen y
el robo, ilustrados con cadáveres (fósiles de toda especie de vida),
para ser contemplados en la veneración de lo inerte como en la
actualidad o sólo perpetuaremos la vida saludable, dependerá
de los grandes laboratorios o dependerá del conocimiento que
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todos tengamos del cuerpo, no sólo como forma de vida, sino en
conjunción con otras formas de vida. Cómo nos divertiremos en
la otra cultura, igual competiremos, hasta cargarnos de drogas,
unos jugarán y otros seremos fanáticos, o todos jugaremos, o unos
vivirán de la esclavitud de los atletas, los frustrados, los exitosos o
todos seremos atletas, sin competencia. El deporte seguirá siendo
la mina de quienes esclavizan adultos y niños, en nombre de la
patria, o sólo seremos jugadores por placer, el deporte seguirá
siendo un botiquín, donde se venderán tantas drogas como hoy, o
será el sitio donde el cuerpo a conciencia se divierte. El arte será
una mercancía, al igual que las chinchurrias, que deberá promoverse como espectáculo, o será la comunión de una cultura, que se
junta para satisfacerse afectivamente, los artistas se venderán como
actual o compartirán al igual que los demás, luego del trabajo o en
medio del trabajo, el trabajo se realizará en fábricas de particulares, serán necesarias las fábricas tal y como las sufrimos hoy, se
cambiarán, mantendrán su anarquía productiva, o se planificará
la producción, las mujeres discutirán que modes usar, o seguirán
sometidas a la esclavitud de los vendedores, fabricarán sus propias
máscaras, o seguirán sosteniendo a los fabricantes de cosméticos,
en una sociedad que valore al todo, las personas de cualquier sexo
necesitarán máscaras o uniformes de moda, para poder venderse,
diseñarán su propio vestido al igual que los hombres, o seguiremos
siendo esclavos de los fabricantes, seguiremos haciendo ropas de
plástico, o fabricaremos ropas con materiales adecuados al clima
y la geografía? Son interrogantes, que deseamos conversar en
el marco de los distintos encuentros que nos hacen ignorares, son
interrogantes que requieren de otro verbo, otra mirada y otro abrazo, que se parezca o refleje el nosotros, son angustias que requieren
el valor de desprendernos del lenguaje poderoso que nos impuso
el invasor de este planeta, desde sus púlpitos, caballos, espadas,
bombas atómicas y academias universitarias o no.
La conversación que hoy proponemos a todos los preocupados
por lo que ocurre, no está signada por dogmas o clichés mal o
bien aprendidos. Es la desnudes de la conciencia, la desazón por
lo mirado y vivido, la que nos impele al encuentro sin traumas.
Son ignorares que requieren de otra manera de hablar y de encon-
26
trarnos, de acentuarnos y enraizarnos. Son preguntas que sólo lo
afectivo puede responder desde el adentro, desde la cultura interior,
no tocada por la cultura capitalista. Todo ello posible siempre y
cuando se reúna como fuerza, como energía, transmutándose en
conciencia que permita diseñar la otra cultura, la que haga posible, los juntos, dejando para siempre lo individual, engendrado
en quince mil años de poder.
El socialismo de paja y barro
Debemos pensar que la cultura socialista nos llevará por un
camino en donde la recuperación de los ríos sea práctica cotidiana,
por que esa cultura nos obligaría a sembrar la caña brava, por que
no puedes deteriorar un río y después irte y dejar esa mierda escoñetada, como ha ocurrido ahora con el capitalismo; así entendemos
la idea del socialismo, esa idea que soñamos posible físicamente
en el futuro, porque nosotros no vamos a vivir el socialismo, de
verdad no vamos a estar, en eso que sería la cultura del socialismo.
La que imaginamos en una primera etapa, como reconstructora de
ríos; por otro lado, del lado natural, nuestro papel histórico ha sido
depredador, pero nosotros podemos dejar de ser depredadores y
pasar a ser controladores naturales en el futuro, cuando dejemos
de ser egoindividualistas y nos convirtamos por medio del trabajo
colectivo, en los juntos que se valoran desde el otro, como especie,
colectivamente renovable en el tiempo.
Nosotros podemos proteger un río, reconstruir ríos. Por ejemplo
en Venezuela, tenemos, desde la llegada de los españoles hasta
ahorita, la desaparición de dos mil ríos, de los cuales setecientos
eran navegables. Para reconstruir este país haría falta la cultura
del barro, porque la cultura del barro nos llevaría a resembrar
las cabeceras de los ríos, a crear culturas que vivan alrededor de
los ríos, que aprendan no a comerse, desviar o contaminar los
ríos, (como en la cultura capitalista) sino a convivir con ellos, se
deben crear espacios o laboratorios para el estudio de los ríos, la
caña brava, el bambú y su comportamiento en el paisaje y como
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el paisaje, al igual que otras maderas y pajas renovables, sus usos;
crear comidas que tengan que ver con esa cosmogonía, que incluye
de manera noble y natural al río, su ribera, la caña brava, el barro,
el bambú y todo aquello que no dañe las condiciones que hacen
posible nuestra existencia, (porque en definitiva no se trata del
planeta o del universo, ellos siempre estarán allí como parte de la
vida, mucho después que nosotros desaparezcamos como especie.
Que una especie tan estúpida como nosotros no forme parte de la
vida, en absoluto desequilibra al planeta, mucho menos al universo)
Tendría que crear vestidos adaptados al trópico, (toda esa ropa
que nosotros usamos es contraria a nuestro modo de ser) nosotros
tenemos que usar ropa que tengan que ver con el algodón, incluso,
ropa que tengan que ver con la palma, vestidos de palma, de paja
y otras fibras naturales del trópico, puede que también, no se use
ropa o se use ropa ligera, eso pasaría porque la gente cambiara de
mentalidad, eliminara la propiedad sobre las personas, los objetos
y en general sobre todo lo existente. Las casas se harían no para ser
heredadas, sino en función de la vida y el menor costo energético,
al igual que todas las demás cosas.
La gente debe pensarse armónicamente con el todo. Nada de lo
construible, debe estar fuera de lo estimable necesario. Hasta que
la especie no actúe por la conciencia; la necesidad nos mantendrá
esclavizados.
La otra casa
Cuando ves todas las casas que se han hecho en la cultura capitalista con su carga de miedo, de hambre, de ignorancia, de rabia,
de odio, sean estas las de los ricos hechas por los pobres, sean las
de la clase media, hecha por los pobres, o sean los ranchos donde
vivimos los pobres, también hechos por los pobres; son casas
con secretos, con seguridades, casas privadas, casas de y para el
sostén de la cultura capitalista, la competencia, la acumulación,
la formación del individuo, en los valores capitalistas; de explotar
o dejarse explotar, en fin, casas para reproducir a su célula funda-
28
mental, la familia. Si de algo estamos seguros es que la casa en el
socialismo no debe ser eterna, debe variar, adaptarse siempre a las
nuevas generaciones, debe ser derrumbada o desaparecer, cuando
así lo desee naturalmente la gente o cuando ya lagente no esté, eso
nos indica que los materiales deben ser fácilmente desmontables
y precederos en el tiempo; sin convertirse en estorbo o contaminante; su elaboración, extremadamente sencilla, en donde deben
participar, desde las niñas, hasta los ancianos. En su construcción
debe participar toda la comunidad, no puede ser individual, debe
ser colectiva, respondiendo a la comodidad, salubridad, bienestar;
no puede ser gallinero, para estar montados unos encima de otros,
no puede ser vendible, ni comprable, porque se considera un bien
colectivo. Vamos a estudiar las cosas. En las grandes ciudades o a
las orillas de las autopistas, usted ve unas hermosas construcciones,
de barro madera y paja y usted entra y son agradables, frescas,
suaves a la vista, no agreden como las construcciones de cemento
y a su alrededor unos camionetones, unos carros, que cuestan un
ojo de la cara, son de personas con dinero, que están comiendo y
bebiendo cómodamente, pero resulta que usted no puede hacer
una casa de barro, con techo de paja, porque enseguida, lo catalogan de rancho miserable. En el trópico estamos obligados, por
razones energéticas, estéticas, de salud, clima, economía, ecología,
a pensar las casas; en el trópico las casas tienen que ser de barro,
paja y madera, con el cemento y la piedra en lo necesario; donde
no haga daño; cualquiera dirá, pero es que el barro y la paja traen
y alojan animales e insectos dañinos, se caen con los terremotos, el
agua las daña fácilmente, todos son argumentos valederos y tienen
razón, en tanto que eso corresponde a una condición miserable
de la construcción, pero veamos ¿Cómo es que los ricos pueden
comer cómodamente en esos sitios, y no los dañan los insectos
y los animales? Simple; la razón: lo bien construidas que están,
se estudió la luz, el paso de los vientos y las protecciones contra
insectos, en los lugares necesarios se hizo un buen replanteo del
terreno, se hicieron los desagües correspondiente, se ampliaron
los corredores.
29
¡Que se caen con los terremotos! ¿y los edificios y la cantidad de
urbanizaciones y barrios de hierro, vidrio y cemento que se
destruyen con la ya consabida cantidad de muertos y heridos en
las grandes ciudades? Si contabilizamos los muertos producidos
por uno y otro modelo, creemos que el “premio” mayor se lo lleva la construcción y arquitectura de la cultura capitalista. En la
arquitectura socialista se debe tomar en cuenta el tamaño de las
construcciones, una casa de adobe como las de Tinaquillo, Valencia, Caracas, hechas en la época de la colonia, unos monstruos, con
unas paredes que se hicieron para la guerra, entonces necesitaban
una pared que no le entrara una bala de cañón y los volara. Por
supuesto que una casa hecha con esos miedos, primero es muy
cara, es imposible de construir sin esclavos y cualquier movimiento
sísmico la destruye, eso es obvio, como destruye cualquier edificio, y
claro, se te cae un techo de tejas muy pesado, obviamente que te va
a matar igual que te cae una platabanda encima; en cambio es más
difícil que te joda la vida un techo de paja, una pared de abobe, con
el diseño que hemos hecho, aunque debe profundizarse el estudio
sobre el comportamiento del barro y desarrollar tecnologías para
su procesamiento de manera sencilla. Esos datos que niegan la
posibilidad de trabajar estos materiales y esa arquitectura, están
signados en las mayorías; por el hambre, el miedo y la ignorancia;
pero en los dueños por la mera ganancia. El barro no produce
plata si está en manos colectivas.
En el socialismo, debemos prepararnos para convivir con la
naturaleza, siendo y considerándonos parte de ella; el movimiento
sísmico no hay ningún problema ¿Quién puede pelear contra un
sismo? lo único que puedes es minimizar los daños que te causará,
un maremoto, un huracán, una vaguada, un desborde de río, ¿Cómo
evitarlo? estudiando, tomando conciencia que no puedes pelear
contra la naturaleza; tú tienes que adaptarte a la naturaleza, por
que la naturaleza no es tuya, eres parte de ella, eres ella, tú no tienes
por que pelear contra ella, por ejemplo si en esta zona pasa un río
y decidimos construir en sus orillas entonces debemos estudiar
de dónde viene ese río, cuántos años tiene, por dónde pasaba
antes, los ciclos de sus crecientes; para poder radicarte o realizar
las labores que has pensado; de esa manera, evitas todas esas trage-
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dias que por ambición ha creado y produce diariamente la cultura
capitalista. Ahí tienes el Golfo de México, China, Paquistán, Haití,
la vaguada de Vargas, las constantes tragedias, ocurridas todos los
años, en los barrios de las grandes ciudades o en los campo del
país, todo eso se pudo haber evitado (no los movimientos naturales, sino los asentamientos) si viviéramos en una cultura que
acepte a la naturaleza como lo fundamental. Lo que el poder ha
construido hasta ahora, está sostenido sobre un modo de producción esclavo, donde la energía gastada no le pertenece, por tanto
no la valora; es un modo de producción, que por su característica
es depredador, es invasor, es sometedor; un modo de producción
que acabó con la Biosfera, la Litosfera y contaminó la atmósfera.
La concepción humanista de que el planeta nos pertenece y por
tanto debemos dominarlo, de que somos una especie exógena a la
naturaleza, la creencia de que la vida sólo es si estamos nosotros,
todos esas ideas que superponen a los seres humanos sobre todas
las demás especies, es un estado de inconsciencia que debe ser
trascendido, es imposible crear un modelo de producción distinto
al que actualmente conocemos si primero no nos asumimos parte
de un sistema, que se llama vida, que pertenecemos a y no que
somos dueños de, partiendo de esa lógica, la construcción de una
casa ya no sería un problema a resolver sino la resultante de un
pensamiento, que comprende que el diseño de la misma debe ser
la continuación de la vida en un planeta.
Y donde me queda la tierra para echar raíces
Hasta que la especie no actúe por la conciencia,
la necesidad nos mantendrá esclavizados.
Uno no puede vivir pegado al mar, porque no sabe en que momento
se produce un maremoto, un ciclón, un huracán; así mismo pasa
con las orillas de ríos, las montañas. La gente sabe que ahí no se
puede vivir, por eso hacían las casas alejadas de esos sitios, ninguna
cultura natural (que no haya nacido de la guerra) construyó casa
fuera de la lógica natural; pero la cultura capitalista, el poder, la
guerra, la ambición, no lo saben, ni les interesa saberlo, simple y
31
llanamente se cogen a punta de machete y bomba atómica todo lo
que consiguen a su paso y a quien se le oponga, le vuelan la cabeza. Esa ha sido la historia en el territorio venezolano; de manera
que hoy estamos millones de seres, arrinconados, en barrios
de las periferias de las ciudades, en los copitos de las montañas,
destruyendo los pocos acuíferos de agua dulce, o en las orillas de
carreteras y autopistas; mientras que la vista se nos pierde extasiada,
en la soledad de la tierra con un solo dueño.
Los pobres somos una isla rodeados de tierras por todas partes,
sin tener siquiera seguro el pedacito donde descansar definitivamente.
Nosotros debemos ir dando conversas sobre todos esos hechos,
debemos preguntarnos ¿Quiénes éramos, de dónde veníamos y
cómo se nos cortó de raíz? ¿Cuándo nos cortaron nuestras raíces?
¿Por qué cada uno de nosotros tiene un descendiente andino,
oriental o llanero? ¿Por qué, cada uno de nosotros que vive en
Caracas o las grandes ciudades, tiene a alguien que viene de un
pueblo, esa es la historia que cada quien tiene en su pasado como
pobre, es nuestra historia, es la historia de los sacados por los terratenientes, por el taladro petrolero, el que estableció cercas de ciclón
por primera vez, los que construyeron pueblos mineros, sin tomar
en cuenta lo que dañaban, sólo les interesaba la riqueza, lo demás
no le importaba, porque además odiaban y odian este territorio,
ellos no eran de aquí y en nombre de la plata, nos impusieron su
cultura, hasta los nombres y apellidos nos cambiaron, nos cambiaron la decencia, por la trampa, el saqueo, el robo y el crimen,
que trajeron de sus lejanas tierras, la humildad por la prepotencia
del ignorante con plata, la sensatez por la ordinariez, lo comedido
por la prosistura, la chabacanería y el machismo; hasta que nosotros, hoy como pobres, imitamos todas las malas costumbres, que
nos llegaron del extranjero y se nos remacha por los medios de
información, con el inmenso mal gusto, que allí se refleja y que
nosotros, como esponjas, absorbemos; al final también terminamos
odiando donde vivíamos, su arquitectura, su comida, su paisaje,
sus habitantes, sus árboles y animales, nos volvimos extranjeros en
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el territorio que nos vio nacer. Nos enseñaron a ser delincuentes
contra nosotros mismos.
Vivimos en un extraño país atomizado, negros viviendo en
puntos donde no eran de negros, andinos viviendo en puntos
que no eran de andinos, llaneros viviendo en puntos que no eran
de llaneros; había un cruce de cultura, que más que quererse, se
odiaban, se vacilaban entre si, se generaban piques (en medio de
toda esta vaina, a partir de los setenta, el país se llenó de pino y
grama en los jardines, para aparentar ser extranjeros de verdad,
eso lo hicieron los ricos, si no la clase media y uno que otro pobre
pendejo, que en sus delirios demagógicos, el gobierno de turno, les
había regalado una casa) Como pueblo, nos fuimos odiando y eso
en alguna medida lo alimentaron los ricos, a través de los medios
de información, y generaron en los programas humorísticos, todo
eso de joder al maracucho, al andino, al barloventeño, al oriental, a
los llaneros, a los guaros; a los coreanos, a los negros, a los indios,
a cada uno nos jodieron, que ese es bruto, este es ladrón, el otro
es gafo, el otro es feo, el de allá es salío; nos estereotiparon, nos
dividieron y nos escoñetaron; por eso debemos preguntarnos,
sobre esos hechos, en donde la clase media, sólo esperaba que la
burguesía vendiera el país al mejor postor y le diera su migaja, para
irse a vivir a Miami. Esa era la propaganda que se dejaba colar,
porque este país y que era una mierda, que el Estado no servía, que
la industria básica, la petrolera, la CANTV y cuanta vaina costara
una plata, había que venderla; hasta tenían armada una propuesta,
de Venezuela, como franquicia turística.
Hoy en medio de esta revolución los pobres en cada punto, cada
caserío debemos averiguar qué decían, cómo hablaban, los que
se quedaron, los que tienen algo que contarnos, los que todavía
tocan un tambor, un cuatro y no lo venden, los que todavía
cantan a capela, los que todavía curan gusaneras con oraciones,
para descubrir detalles, como el de que la gente puede vivir sin
dinero, la gente puede vivir agradablemente sin medio, saber
cómo un pobre en medio de una pea regala plata, porque no sabe
qué hacer con ella, o el cuento de Andrés un tremendo amigo,
músico campesino que vivía de ganarle el jornal día a día a quien
lo contratara, un día lo fuimos a visitar y entre tragos, conversa y
33
música terminamos en medio de una pea hablando de lo bonito
de la amistad y de que la plata no era necesaria para vivir y que la
plata no era importante, entonces Andrés nos dice yo si necesito
plata, mucha plata, muchísima plata, entonces nosotros sorprendidos (porque Andrés siempre ha sido una persona muy humilde
en su cotidianidad, no por pobre, sino por su sencillez, que hace
presumir que todo le sobra; es un hombre con mucha dignidad) le
decimos, coño Andrés, pero para qué quieres tanta plata, entonces
él nos responde, yo necesito mucha plata, para sacarme una foto
con ustedes mis amigos, y mandarla a montar y tenerla ahí en la
pared del rancho, para cuando ustedes no estén, recordarlos como
si estuvieran.
Esa es la gente que en algún lugar recóndito de este país, conserva
la raíz, la savia, que algún día hará posible, construirlo con otra
ética o con la ética de los Andreses de este mundo.
En medio de esta revolución, debemos tratar de conseguir gente,
que imagine país, que construya país, desde lo sencillo, valorándolo todo, no como lo mío o mi pertenencia, sino como a lo que
pertenecemos y estamos obligados a cuidar. No seguir sosteniendo
un país de carajos, en su gran mayoría con un gran ego, y una ambición, que aun siendo todos, músicos, pintores, poetas, el país le
importa un carajo, sólo lo quieren para ellos comérselo, disfrutarlo,
venderlo, descuartizarlo.
Vendemos peretos o promovemos otra cultura
Tú puedes terminar traicionando todo lo que creías, abandonarlo,
negarlo, lleno de angustia y atapusao de droga hasta donde no te
quepa más,(y droga es todo en la cultura capitalista) lleno de carro, casa, estupefaciente, sicotrópicos, campanitas, café, caramelo,
helados, sexo, aguardiente, cerveza, trabajo hasta el cansancio,
(sobredosis de trabajo), televisión, deporte, deporte extremo, (sobredosis de deporte) religión..., sin embargo, el hecho de que la
miseria de tu cuerpo, no tenga la fuerza para sostener la idea, no
quiere decir que la idea no sirva. Pero en el caso de “la guerrilla
comunicacional”, no era un peo sólo del cuerpo, era también de la
idea, que no fue madurada como debía hacerse, por la prisa del
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cuerpo en querer decir: tengo algo que me parece bueno, y se tira
al ruedo sin medir las consecuencias, porque no puede ser, que una
idea la destrocen tan rápido. Cuando el golpe de abril del 2002, la
gente decía, hay que defender la revolución. Chamo, una revolución que debe ser defendida, está jodida, no tiene autenticidad,
que la escoñeten. En aquel entonces nosotros no manejábamos el
concepto de revolución como lo manejamos ahora, manejamos la
revolución como el lado bueno, nosotros los de pinga y el lado malo
los escuálidos, entonces, resultó que efectivamente, la revolución
era auténtica y funcionaron los mecanismos que la hacen vida: las
clases históricas; los burgueses y los proletarios. Primero los burgueses arremeten, el once y doce de abril con sus huestes; en una
maniobra bien planificada, logran tomar circunstancialmente,
parte del poder, pero el doce en la tarde noche, los proletarios
se lanzan en un contraataque y retoman hacia el trece el poder,
mientras muchos de los clase media que veías todos los días en
televisión, “vamos a defender la revolución”, fueron los primeros
que agarraron hotel rápido, esos eran los que pedían la defensa de
la revolución , mientras que la revolución, la real y la auténtica se
tiró a la calle, ¿Quién en el futuro, nos podrá decir que, “yo salí a
dirigir y coordinar las batallas del doce trece y catorce, contra el
estamento burgués”? de bolas que lo dirán y lo dicen a cada rato,
los dueños de grupos y partidos, o saltimbanquis de la política; el
problema para ellos es que nadie les creerá, la revolución como era
de carne, huesos y clases cayéndose a coñazos; sobrevivió a todo
eso que llaman la incomunicación; porque cuando es de verdad,
crea sus propios mecanismos o se apropia de los existentes y los
coloca a su servicio.
En el ataque, la burguesía tenía todos los medios de información
bombardeando permanentemente. Durante muchos días, miles
de mentes sucumbieron al bombardeo, (porque no solamente
asesinaron gente con armas de fuego, sino que también, anularon
a combatientes débiles de mente) pero la gran mayoría resistió
estoicamente el combate. Cuando ya la burguesía, creía ganada la
batalla y celebraba en los grandes salones su victoria, el proletariado se apropió de distintos medios a su alcance, entre ellos la
voz, la marcha, el celular, las pintas, el papel de regalo, cartones,
megáfonos, una que otra radio comunitaria y con eso y su convic-
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ción, desarrollaron el contraataque, que en pocas horas arrasó
con las huestes burguesas, quienes huyeron como ratas, a
refugiarse en sus mansiones y otras se fueron al exterior, siendo
detenidos los que quedaban en las trincheras o los que celebraban
despreocupadamente.
La revolución no necesita de esas herramientas para existir, ni de
la tecnología, ni la televisión, ni la radio, ni la música. Ahí está
esa clave, que es la que nos permite (si logramos descifrarla con
claridad) saber, lo que uno tiene que hacer, tratar de sostener esas
claves, pensarlas bien, ¿Por qué se emiten? ¿Quién las emite? ¿A
través de qué las emite? Hay gente que pretende incluso de buena
fe, hablar a favor de lo colectivo, por la radio, los periódicos, la televisión y todos los otros medios de publicidad; pero ninguno de los
que hablan por nosotros, son como nosotros y me refiero a como
visten, como hablan, como gesticulan, porque aun siendo negros
o indios, se avergüenzan, y se esfuerzan por hablar en el lenguaje
del poderoso, el que impusieron los blancos, desde hace más de
quinientos años; ahí vemos que los animadores de programas,
que dicen estar a favor del cambio, sean de opinión o noticieros,
imitando hasta en el modo de caminar a los animadores de los
canales escuálidos, lo único que no hacen es vender el producto
y eso fue porque los criticaron, pero en los primeros años de
la revolución los veías vendiendo cuanto pereto les daban para
publicitar, hasta una estafa médica vendían por Venezolana de Televisión. Fíjate bien, un programa que exista o nazca diciendo que
es bueno y quienes dirigen se nombran como unos sacrificados
por nosotros, que son los más entregados, hay que preguntarle
¿cuánto estás ganando? Porque seguramente, ya están picados de culebra, ya se debe sospechar de eso; no se trata de seres
superiores, que nos hablen, se trata de expresar una idea, que nos
mancomune, y quienes la expresen, deben tener ese brillo del
fuego, que generan las convicciones, esa fuerza interior, que
más allá del medio, comunica. Ahí tienes a Chávez, infinidad de
personas no lo conocen, pero lloran, cantan, ríen, saltan, se entristecen, lo odian y se arrechan con él, ¿Por qué? es simple, hay una
transmisión de fuerza, en ambos sentidos; en cambio, muchos
doctos y sabihondos comunicacionales, hablan y hablan y sólo,
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de vez en cuando, arrancan un bostezo de la concurrencia. Hay
gente que cree que el problema son los medios, que no debemos
usarlos, que debemos inventar otros, pero la realidad es que esas
son unas herramientas, si a usted le dan una escardilla y se pone a
teclear con ella, obviamente que los resultados serán desastrosos,
la ignorancia en el uso de la herramienta, no convierte a la herramienta en la culpable del desastre. Los medios existen y deben
ser usados, el problema es: ¿Qué vamos a decir por esos medios,
cómo lo vamos a decir, quiénes lo van a decir, cuándo lo van a decir, de qué manera se dice? Por ejemplo, ¿Cuál es el mensaje del
proletariado en las circunstancias actuales en que todo el planeta
está convulsionado y se vuelve reaccionario? ¿andar pidiendo
aumentos de salario o mejores condiciones de trabajo? cuando
lo fundamental, es estar preparando las trincheras de ideas, para
responder ofensivamente a la debacle de la cultura capitalista, eso
ya son dos visiones del problema, o si nos dedicamos a defender
gremios de cuanta gente necesitada hay o si nos organizamos a
partir del todo y con los todos. A nuestra manera de ver, poraí van
los tiros, de la contradicción.
De acuerdo con lo que se decida que sea el mensaje, se tomaran
los medios existentes y se inventarán los otros que hagan falta y
diremos lo que tenemos que decir; estamos seguros de que ese
mensaje, se parecerá a nosotros, y no nos creará ronchas o dudas,
al escucharlo, como nos ocurrió con el alzamiento de Chávez el
noventa y dos, más claro no canta un gallo. Esas son las claves
necesarias, asumámoslas.
Un detalle, nosotros tenemos un infiltrado en el poder, que es
Chávez, es un buen comunicador, tiene un mensaje y eso lo lleva
a infiltrarse. Ahora, si nos infiltramos para repetir la misma vaina,
entonces es tiempo perdido, estamos jodidos, el problema es cuando tú te pareces al enemigo, a la larga terminas siendo el enemigo.
Los cambios en la revolución no se harán solamente desde el estado,
necesaria es la gente, su participación masiva, Chávez está ganado
para esa idea, lo que pasa es que no haya como conectarse, hay
una pared hecha de clase media, que evita que se construya el
mensaje definitivo, que nos conduzca a realizar la transformación.
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Tan es así que Chávez sabe eso, que el otro día dijo en televisión,
por Aló Presidente, el programa que más se ve en este país, que la
vivienda no tiene solución en el mundo del capitalismo, vamos a
ver cómo hacemos, para resolver este problema; es arrecho que
un presidente diga eso, porque no es cualquier cosa, es revisar
todo lo que se ha hecho y buscar otros mecanismos; eso lo lleva a
descubrir que no basta la plata y quienes se la roban, sino que es
vital crear otra metodología, buscar otros materiales, diseñar otros
modelos, estudiar el territorio, en fin, no sólo, lo ha hecho con la
vivienda, lo ha planteado con el transporte, con la salud, con la
educación, hasta que un día; si ya no lo sabe, se dé cuenta que todo
lo aprendido, no sirve para lo que nos proponemos: construirnos
como cultura socialista.
¿Quién se come ese kilo de carne?
En el capitalismo nadie lo hará mejor que un capitalista, en cualquier rama u oficio que busquen, pero en el socialismo, el capitalista no será necesario por muy bueno que sea.
Una idea para el socialismo. Necesario es que pensemos, trabajemos, elaboremos, viajemos, averigüemos, investiguemos la
geografía, las características de la gente, del territorio, y de allí
produzcamos una idea; del transporte por ejemplo, ¿Es qué no
hace falta el carro? o ¿hace falta diez millones de carro mas, o no?
¿es mejor andar a pie?, presentamos la idea, ella a su vez, debe
ser sometida a la práctica; porque el capitalismo no se hizo en el
aire, ¿y nosotros vamos a regirnos por qué? aquí está el recurso del
método, aquí está, el fin justifica los medios, filosofía de la política,
los tipo hicieron toda la vaina, diseñaron el Estado, diseñaron la
vivienda, diseñaron la máquina, diseñaron el transporte, todo
eso lo diseñaron, hicieron las leyes que justificaban el robo, el
crimen, en fin el capitalismo, con esa ley “tengo el derecho y la
libertad de joder al otro hasta que él tenga tanta plata (es decir
igualdad de poder) como yo y me pueda joder”. Eso lo hicieron los
capitalistas. Diseñaron mil años, mil años incubando ese sistema.
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Entonces unos carajos apurados y mágicamente pretenden,que en
diez años, veinte, cuarenta, un carajo de ahí de Sabaneta, les resuelva el peo, sin que de paso ellos participen, pero si lo que no ha
resuelto el capitalismo, cómo coño le vamos a pedir que lo resuelva
un carajo como uno, cómo le vamos a pedir eso, es imposible. La
cultura capitalista execró y sigue execrando a millones de personas, entonces es imposible, que hoy de la noche a la mañana,
se incorporen a la sociedad de la que fueron expulsados, sin una
coñaza de por medio, hay que quitarle toda la plata a los burgueses,
para poder mantener, para darle de comer (comer nada más) a
los carajos, porque tampoco es que la riqueza alcanza, para que
tengamos piscina y mansiones, igual que los ricos, no da para eso,
de vaina podríamos medio comer, un paquete de harina de Mercal,
hasta ahí puede llegar la plata (un recurso limitado, muy limitado),
porque es, que la riqueza es muy poca. Una de la características
del capitalismo es, que es extremadamente ineficiente (aun cuando
parezca altamente eficiente, cuando vemos las vidrieras repletas de
mercancías que jamás comeremos, beberemos o usaremos; que
incluso aun mirándolas no sabemos que son) para producir
por ejemplo un carro, el capitalista invierte de la sociedad y de
la naturaleza en su conjunto, el doble de recursos, cobra bastante,
y los daños colaterales los pagamos el resto. Tienes una inversión
masiva, hay siete mil millones de habitantes, entonces el capitalista
produce tres veces la cantidad necesaria de alimentos. Tú puedes
decir hay comida para alimentar tres veces a siete mil millones de
carajos, teóricamente es verdad, el problema es que para tú sostener a esos siete mil millones comiendo, necesitas veintiún mil
millones más de pobres; es verdad, produce alimento que jode
y lo bota, para mantener la ganancia, fin último o supremo del
individuo, capitalista. Cuando tú sacas la cuenta, es verdad, en el
capitalismo se produce tres veces mas alimentos que la capacidad
de consumo que hay, pero intenta darle de comer a los carajos que
están muriéndose de hambre, y sabrás que es imposible.
Todo es finito, absolutamente todo, Pero montados en el tobogán
de la cultura capitalista, se torna aun mayor la carencia, y el costo
natural y social es muy alto.
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Eso es lo que hay que analizar, la sociedad, la llamada sociedad
socialista o cultura socialista, tiene que ser altamente planificada y
tiene que ser en pequeña escala, controlable, discutible, lo que debe
producir y lo que no debe producir, por ejemplo, el mercado no
puede existir en una sociedad socialista, en ninguna de sus formas,
incluido ese que andan vendiendo por ahí del trueque (la primera
forma del mercado fue el trueque, que luego se vuelve moneda a
través de la tela, las piedras, los caracoles y otras diversas y distintas
vainas que sirvieran de mercancía dinero) todo se mercantiliza,
evolucionamos hacia eso, dinero mercancía dinero. Lo que nosotros tenemos que plantearnos es una sociedad, que no parta de
la necesidad, para que el mercado no tenga sentido; ningún tipo
de necesidad, por lo siguiente, el mercado se establece en función
de las necesidades que cada quien tiene. Si tú tienes la necesidad
de tela los cambias por cambures que tú produces, cada quien se
pone de acuerdo en la cantidad de trabajo invertido en la tela o en
el cambur, de allí su precio o su valor es la cantidad de fuerza de
trabajo invertida. Ahora si la producción no estuviera en base a
esa necesidad, sino que fuera en base a lo que realmente requiere
una sociedad para vivir; la sociedad, no el individuo, entonces no
importa cuánto se invierte en trabajar para producir telas, o cuánto
se invierte para trabajar y producir cambures, si en definitiva todos
tenemos que vestirnos y comer cambures (en la zona donde haya
cambures). Ahora qué es lo que no puede ser en una sociedad
socialista, que una comunidad que vive a orilla de la playa, quiera
comer todos los días mute andino, porque tienes que invertir en
un transporte para traer esa comida o los ingredientes crudos,
esa, realmente no es una necesidad, no lo necesitas, es un antojo
que le costaría en inversión de trabajo, mucho esfuerzo adicional
para vivir, entonces ya no vivirían, sino que trabajarían para
pagar antojos y se les complicaría la existencia. Tienes la opción
de comer camarones, puedes comer camarones, pero un andino,
no puede comer camarones, esa no es su necesidad, ahora él puede
hacerlo, al igual que la gente de la playa el mute, en la medida en
la que viajen, como placer, aventura, y compartas culturalmente,
con la gente.
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La sociedad es pequeña y la sociedad se pone de acuerdo, comparte,
se supone que la sociedad socialista, va a partir de la conciencia,
no de la necesidad, como el capitalismo, además que la necesidad
individual desaparece, porque la necesidad individual es infinita,
mientras que la necesidad colectiva, es la exactamente necesaria,
lo que realmente un colectivo requiere. Si eso está planificado de
verdad, entonces tú no tienes que estar produciendo más comida
de la necesaria, porque entonces tú valorarías, la energía, tanto la
humana como las demás, por que más comida, implica que trabajes
más, eso, es así, tienes que valorar todo, tienes que valorar al otro
y al otro, significa la otra persona, que esta ahí: el río, la piedra, la
tierra es todo, el viento, todo es el otro, (las estrellas), ese es el otro,
tienes que valorarlo, puedes reducir la producción de alimentos a
la mínima expresión, a la que exactamente necesitas, para que la
energía necesaria se reproduzca.
En una sociedad socialista, el crecimiento económico, la importación y exportación de mercancías, la oferta y la demanda,
serán conceptos anacrónicos, que pertenecerán a la prehistoria
socialista, deberán ser estudiados como parte de un modelo de
producción absurdo que atentaba contra la vida, los seres de la
cultura socialista deberán catalogar la producción y acumulación
de riqueza como una repetición de la experiencia basada en la
necesidad.
Así terminó esta conversa
Por ejemplo si yo me tengo que comer este kilo de carne me lo como
yo solo, pero esa vaina, yo no se qué milagro hicieron y alcanzó para
este poco de gente. Si me lo dan me como mi mierda yo solo por
que yo tengo hambre, entonces yo ñaña ñaña, ahora mira el coñazo
de gente que comió, a lo mejor la gente quedaría con hambre, pero
el tipo se adapta y respeta que este colectivo compartió esa vaina, si
yo lo hago entre la familia, bueno yo me como medio kilo, porque
soy el jefe y punto. Esta conversa asoma la conducta que se puede
asumir (sin obligar a nadie) sólo con el ejemplo, a comprender las
diferencias entre lo individual y lo colectivo como concepto.
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Qué de lágrimas, me dice Otilio Galíndez
…Y esa luna que amanece/Alumbrando pueblos tristes/
Qué de historias/Qué de penas/Qué de lágrimas me dice
Otilio Galíndez
En este retazo de canción están reflejados quinientos y más años
de tragedia colectiva, pero está dicho con tanto afecto, que el llanto
se nos vuelve pensamiento.
Los pueblos pueden destruirse o ser destruidos de mil formas y
maneras por diversos intereses; pero siempre dentro de ellos
habrá seres que protegerán la ternura y la dignidad para días propicios. Otilio, es uno de esos seres que atesoró un sentimiento, una
manera de ver y ser la vida que se vivió en este territorio convertido en mina por el miedo, el hambre y la ignorancia; para cuando
dejemos de ser el minero que somos, podremos valorar en cada
parranda este tierno legado que la tierra nos heredó por la vía del
cuerpo de Otilio Galíndez.
En estos días de grandes batallas en el campo de las ideas, sirva de
agarradero la obra y conducta de Otilio, para decir cosas necesarias,
que nos permitan aclarar está pesadilla de la cual venimos y que nos
obliga a soñar la posibilidad de ser país desde otra perspectiva; la
del corazón colectivo. Por ahora digamos lo pensado sobre lo vivido.
Pesadilla I
Ministerio de cultura invita a la región barloventeña al taller de Culoepuya, Mina y Curbeta dictado por experto alemán quien enseñará
novedosas técnicas.
Éramos un bandón de gente, buscando gente, como quien dice,
buscando lo que no se nos había perdido. ¿O sí? Andábamos por
todo el país, recorriendo calles, de barrios miserables, caseríos
de orilla de carreteras y copitos de montañas, donde nos había
arrinconado el terrateniente, o la voracidad del capital, rumiando
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la rabia, siempre ahogada en violencia, droga televisiva y física,
(llámese alcohol o cualquier otra), mirándonos hacia dentro, doliéndonos, buscándonos, como gente con raíz, preguntándonos
¿dónde está ese amoroso territorio que el cuerpo nos dice desde lo
profundo que existió, que existe o puede existir?, porque el otro,
(el minero, el imitador, el que siempre quiere irse del territorio,
el de las prosperidades y los desarrollos y los progresos, el que
siempre quiere ser o compararse, con lo llamado primer mundo,
como si fuéramos varios planetas, el que dice que sin el celular y la
televisión nos moriríamos, que sin la internet el planeta colapsaría,
olvidándose de los miles de años de existencia sin esa tecnología), se
había perdido en el fragoroso mundo de los papeles estatales y las
artimañas de los empresarios delincuentes, dueños de la propiedad
privada en la que nunca invirtieron ni trabajaron; pero que se
chupaban y chupan, apoyados por políticos de mala maña que por
comisiones y viajes a Houston entregaban a las transnacionales,
toda la materia prima y la mano de obra barata, sin importar la
cantidad de mochos, tuertos, tullidos, ñecos, ciegos y drogados,
que engrosaban las filas de la pobreza extrema, sin tomar en cuenta
la desaparición de ríos, contaminación de mares, destrucción de
montañas. Dueños que pululaban y aun pululan conspirando
desde hace quinientos años contra la posibilidad de ser país. Propietarios añorantes de lo extranjero, adoradores de lo otro, odiantes
y avergonzados de lo originario que, transcurrido el tiempo, por
vía de sus escuelas y medios de información, nos transmitieron sus
miedos, sus hambres y sus ignorancias, logrando que todos como
pueblo, nos convirtiéramos en un arreo de consumidores silenciosos de sus porquerías, al punto de que lloramos y nos caemos a
coñazo por entrar de primero, cada vez que se inaugura un centro
comercial. ¡Mierda carajo!
Pesadilla II
Experto argentino será contratado por el Ministerio de Agricultura
y Tierra, para dictar talleres a los campesinos venezolanos, sobre la
siembra del topocho y el ocumo chino.
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Eran los años ochenta, la derrota de la izquierda había dejado unos
retazos de organizaciones, que por un lado habían pactado o se
habían acogido a la rutina de la vida cotidiana del capitalismo, con
su compra venta, y por otro, un sinfín de grupos, que iban desde
lo moderado, hasta la loquetera sin rumbo, que mágicamente,
aspiraban a que los gobiernos cayeran, pero que no tenían un
proyecto de país, como no fuera lo imaginado desde los pegostes
ideológicos venidos de Europa, Asia y después, de la revolución
cubana. Todo parecía no tener salida, la sociedad se deterioraba
aceleradamente, los planes era vender el país a como diera lugar e
irse a vivir a Mayami, cuanto antes, y que los gringos resolvieran
su problema como mejor les parezca, porque de todos modos esa
mina siempre había sido de ellos. Venezuela, hasta en el humor;
era franquicia.
Mientras tanto nosotros éramos los desarraigados, los odiados
de siempre, los calificados como: “chusma”, “turba”, “facinerosos”,
“borrachos”, “flojos”, “vagos”, “pata en el suelo”, “sucios”, “zarrapastrosos” “monos”, “lumpen”, “perraje”, “malandros”; buscando
respuesta a tanto abandono, a tanto no querer a un país, por parte
de sus élites gobernantes, de sus dueños, legalizados en el crimen
de la propiedad privada, de sus llamados poetas encumbrados, de
sus pintores, de sus músicos, de sus teatreros, ministriles de arepa
y ron, con nombre de vino y cabiar, en pulidos salones; de donde
después del espectáculo, eran expulsados y sólo les quedaba la voz
del amargo chisme, o cuando mucho el jalabolismo eterno, en la
búsqueda del ansiado premio que los nombre, cayéndose a piña
limpia, por controlar ateneos y casas de culturas o agregadurías
en las embajadas; de sus sindicalistas vendidos al mejor postor,
de los gremialistas defensores de parcelas conuqueras que les
permitían satisfacer sus pequeñas miserias.
Pesadilla III
Taller sobre preparación del sancocho de Busco, será dictado a la
población venezolana del oriente del país, por sabio austriaco,
quien fue contratado por el ministerio de turismo.
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Éramos los indígenas y campesinos, expulsados de la tierra por el
terrateniente o las máquinas del progreso y el desarrollo, transmutados en obreros, deambulando soledades, rumiando incomprendidos despechos por las calles de ciudades, sin concierto ni
armonía, de ritmo enfermizo, hechas desde el apuro de quien
debe saquear e irse, porque no tiene ninguna relación afectiva o
telúrica con la tierra, eramos solamente un “invasor”, aun cuando
hayamos nacido aquí, porque así fuimos criados, con rabia, odio,
sudores, sangre, lágrimas; las nuestras. Eramos todo el despojo
acumulado como mercancía en desecho, en un territorio devastado, expoliado, contaminado, con hijos añorando vivir en el
extranjero, extrañados en la conciencia que les geneneró la escuela, la iglesia y toda la institucionalidad que nos obliga a no ser
nosotros, a ser imitadores, a buscar en el afuera lo sobrado en el
adentro. Eramos en esencia el desarraigo telúrico cultural heredado
por el capitalismo.
Pesadilla IV
Taller sobre fabricación de churuatas, caneyes y chabonos, se efectuará en las inmediaciones de la Estancia, dirigido por el arquitecto
italiano, saquiandetti goriletti, quien enseñará a los indígenas la
antigua técnica.
Éramos los mal viviendo y comiendo en ranchos, multiplicándonos
como conejos y llenando el cerebro, con la cultura máquina, que
nos niega en permanencia; perdiendo en cada esquina, el baile, la
inteligencia a flor de labios, la gestualidad, la culinaria, la manera
del abrazo y el pensamiento calmo; mientras que, en medio de las
peas y las drogas, tratábamos de hacer un sancocho de pescao
fresco en fogón, en la sala de un apartamento o a la orilla de una
carretera, tal y como antiguo lo vimos o nos lo contaron en los
campos de donde veníamos, negándonos como si fuéramos lo
indeseable, perdiendo la dignidad en cada gesto, dándole la razón
por un plato de caraotas a quien menos la tenía, apoyando políticos
de mala entraña, para que nos entregaran, cada vez que quisieran, a los dueños de las transnacionales y sus secuaces internos,
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fomentando lo extranjero, como una salvación, conciliando los
desprecios, con tal y los hijos salgan de abajo, negando lo interior
para ponderar lo foráneo, aplaudiendo el miserable espectáculo,
en nombre de la belleza.
Éramos una trulla de gente buscándose así misma, en los caminos
de Juan Gregorio Malave, de Pio Alvarado, José Romero Bello, de
Andrés Rodríguez, El gallo de Quiriquire, de José “Chele” Romero,
de Tomás Montilla, de José “Chele” Romero, de Guadalupe García,
de Juan Esteban García, de Guillermina Ramírez, de Luis Mariano
Rivera, de Luís Lozada el Cubiro, de José Romero Bello, de Dámaso
Figueredo, de Augusto Sánchez, de Cantalicio, de Magín Bericote,
de Pancho Prin, De Pablo la Ñema, de Raúl Orozco, de Micaela
Marcano, de Eneas Perdomo de Alfredo Almeida, de Eduviges
Molina, del Caimán de Sanare,de Julio Chacín, de Reyita Tapia,
de María Rodríguez, de José Ramón Villarroel, El Huracán del
Caribe, de Aquiles Nazoa, de Otilio Galíndez, que nos seguimos
buscando en el alma de Rafael Martínez El Cazador Novato, de
José Farías Anjá mi Maestro Anjá, de Perucho Aguirre, de Rogelio León, de Chelías Villarroel, de Ignacio Muñoz, El Ruiseñor de
Oriente, de Asciclo Rodríguez, El pollo de los Morros, de Rafael
Echeverría, el Fin Fin de La Pastora, de Evaristo Pino, El Grillo, de
Los Hermanos Camacaro, de Roosvelt Prado, de Teresa Mendoza,
de Margarito Aristiguieta, de Teresa Cedeño, de Mario Cedeño, de
Genaro Prieto, de Manuel Luna, de Francisco Subero, El Cocuyo
del Cafetal, de José Antonio Bolívar, de gino gónzalez, de Hernán
Marín, de Beto Valderrama, de Ramón Copete, de Gregorio Mota,
de Violeta Moreno y de muchísimos otros cayapos, que habitaron
y habitan playas y campos, sosteniendo por encima de todo avatar,
la por sencilla, maravillosa cultura, que puede construirnos como
país; sin pose, sin imitaciones, sin copiaderas costosas, porque
sabiéndolo o sin saberlo, estos hombres y mujeres, se encargaron
de recopilar la sensibilidad de un pueblo sano, en ese gesto de no
moverse de la tierra, de no pescar en el río de la ilusión, de creer
en si mismo, de sostenerse, de la raíz del corazón; cuando nada
queda, como única respuesta a tanto desdén.
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Estas claves nos harán árbol aferrado con todas las fuerzas a la
tierra que con alegría habremos de volver.
Pesadilla V
Con el fin de promover nuestro turismo, el ministerio construirá
siete imitaciones de Disney World que serán administradas como
núcleos endógenos.
Éramos la horda buscándose en el adentro, venciendo la vergüenza
de mirarnos a nosotros mismos, tratando de saltar el muro
vergonzante de la imitación, el arribismo y la chabacanería, con
que se nos construía, desde la fábrica, la radio, la televisión, las
iglesias, los periódicos, las escuelas; quitándonos los ruidos de la
cultura, del divino hacer, de las bellas artes, de lo sinfónico, del
boato y la parafernalia, de los grandes salones; para darnos cuenta
del inmenso saqueo espiritual del que fuimos y somos objeto por
parte de los piratas del arte, tanto internos, como extranjeros, percatándonos que en vez de exaltarnos, como pueblo, nos hundían
en la miseria intelectual; quitándonos las vendas, para ver con
claridad que el llamado (teatro, música, pintura, baile) arte nuestro,
expresado en los grandes teatros del regodeo y los pulidos salones,
no era más que la vulgar imitación de lo extranjero y ni siquiera
de buena fe, sino por imposición, sin darnos cuenta que por muy
buenos imitadores que seamos, siempre seremos el otro, que nos
aplaudirá con un dejo de burla, “son muy buenos para imitar, lo
hacen como si fuéramos nosotros”, los imitadores no se dan cuenta,
que por muy bueno que sea un alemán tocando culoepuya, sólo
será un buen imitador de los barloventeños.
Éramos la gente, preguntándonos ¿Cuándo fue que una caterva de
académicos, dueños, promotores de espectáculos y seudos artistas;
se dieron a la tarea de, por un lado, ningunear la cultura originaria,
campesina, conuquera, pesquera, artesanal, y por el otro robarle
lo vendible de ella, sus cuentos, sus mitos, su música, su artesanía
su pintura, desprovista de todo el entorno colectivo que le hace
posible, la forma como se produce, esa que no tiene la necesidad
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de ser más de lo que ya es, la que no requiere del espectáculo, la
que no necesita venderse, ser nombrada, premiada, concursada,
subastada, la que en fin no busca reconocimiento para vivir?
Éramos nosotros preguntándonos ¿cómo fue que nosotros mismos
nos catalogamos de folcloristas o cultores populares, dándole fuerza
a la palabra del dominador?
Sueño uno
Hasta que hicimos posible el 1989, año que habrá de cambiar para
siempre esta historia de pesadillas; porque aquí se termina la
relación umbilical con el capitalismo y comienza la posibilidad, de
que seamos nosotros. Sólo la ignorancia, la fuerza de la costumbre
y la cobardía de los líderes, nos devolverá por un ratico; pero
nosotros insistiremos hasta dejar de ser lo que somos, y nuevamente ser raíz.
Recordar o exaltar a Otilio Galíndez, (que de paso fue chavista y
como él todos los demás, aun antes de que Chávez existiera; incluso, muchos de ellos contribuyeron a que Chávez fuera chavista;
sin que a lo mejor él se diera cuenta) no tiene que ver con el ego
miserable, sino con la necesidad del sano inventario, que debemos
hacer como pueblo, para cuando todo este sistema cultural se
vaya por el desaguadero de la historia y podamos pensar, qué país
construir, dónde construirlo, con quién construirlo, y por encima
de todo, qué ética habrá de sustentarlo, qué modelo de producción
nos hará juntos. Estamos seguros que el legado de estos artistas es
una fuente primaria (en donde debemos sumergirnos, ya no
como saqueadores, sino como aprendedores, para saber, de dónde
vienen las cosas tiernas y que entorno las hacen posible) a la hora
de escoger camino.
Ojalá, el marasmo no continúe tapando nuestras mentes y seamos
capaces, colectivamente, de inventar el país que soñamos a partir
de la sencillez y la ternura de estos seres que tanto nos amaron en
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el tiempo del odio foráneo, que aun amenaza con aplastarnos, con
su tecnología depredadora y, que ciegamente nuestra tecnocracia, se empeña en imitar como salida, en vez de mirarnos en el
adentro, preñado de vida. Digamos de una vez, de afuera nos llegó
la tragedia y sólo los miserables se conforman con la cura, pero
nosotros, como pueblo, estamos obligados a ser nosotros y eso no
puede ser posible, sino en la medida que amemos cada partícula
del territorio, cada acto creador que nos enaltezca.
El afuera, aun de buenas intenciones, mientras no seamos nosotros, es una grave amenaza; sólo el cobarde, el endeble, añorará
la cultura de los amos, con el justificativo de lo bello y sublime;
como si los cantos de Otilio o Luís Mariano no lo son. Amaremos
verdaderamente al que venga, cuando aprendamos a querernos
sin empalizada alguna.
Tan viejo y no ser uno mismo
¿Cuál es la pelea que estamos obligados a librar los pescadores, los
campesinos, los obreros, mujeres y hombres, que deseamos cambiar
el mundo social desde Venezuela? Mirarnos a nosotros mismos y
no estar pendiente como pueblo, de mirarnos en un espejo, de estar
imitando, de copiar, para que los dueños del mundo, nos aplaudan
y digan, que bueno son estos esclavos venezolanos, nos imitan a
la perfección; mira al maestro Abreu, mira a los filósofos, como
interpretan a Mozart, como leen y copian a Marx o a Foucauld,
son unos fenómenos.
La pelea es valorarse, no necesitamos que nadie de afuera nos
valore, necesitamos crear los hechos necesarios, para andar en la
vida de forma natural, sin que el concepto nos determine o nos
niegue; valorar las hechuras colectivas.
Somos una fuerza, que tiene la necesidad de existir como conciencia
y construirse como sociedad; somos, por ahora, la horda siguiendo
líderes, con necesidad de dejar de ser, para mirarnos en círculo y
ser la horda, para la horda, en lo que la horda, quiera ser.
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Ya pasó el tiempo de los dioses, de dios, del individuo, a quienes
todos obedecíamos, por hambre, miedo e ignorancia. La creación
consiste en preparar las condiciones productivas, que posibiliten la
desaparición de la esclavitud, y que vuelva costumbre lo colectivo;
en la medida en que nos valoremos desde y con lo otro.
Eso pasa por saber como pueblo, que no podemos seguir imitando a los intelectuales, académicos, busca títulos, esgrime privilegios; por entender que las escuelas, del signo que sean, sólo
nos devuelven a la esclavitud colectiva, aunque puedan salvar
del hambre, a unos pocos trepadores, individualistas, egoístas;
estamos obligados a entender, que un pueblo constituido en
fuerza revolucionaria, debe cuestionar y poner en tela de juicio,
todo valor ideológico, que remache la servidumbre, expresada
entre otras cosas, en el pensamiento que se imita; no puede ser,
que hagamos una canción, un cuadro, un poema, desnudando las
llagas del sistema y deseemos con todo el corazón, que los dueños
del mercado, nos lo reconozcan, y si no lo reconocen, entonces descargamos una sarta de amarguras, porque no hay aplausos. Como
sea, sin esperar nada a cambio, debemos decir lo que atormenta
en el cuerpo colectivo, brotar, procesar, digerir, vomitar, lo único
que somos, en compañía de los otros naturales que somos, es eso;
no es más nada; de allí nacer en los otros, que ya no seremos.
Tan viejos y no intentar en revolución, ni siquiera ser uno mismo;
eso es una aberración de cualquier pueblo, que no merece sino
la esclavitud para siempre. Un pueblo que ande pendiente de una
pantalla, para que vean con quien se echa palos, está perdiendo el
tiempo; tenemos que morir es luchando, por el sueño, a sabiendas
que los dueños, no nos aplaudirán; al contrario nos perseguirán
hasta en el cuerpo de aquellos, que nada tienen que perder, pero que
aún viven la ilusión de tener y están dispuestos a matar a sus iguales, a favor de los dueños. Nosotros como pueblo, debemos morir
contentos de que otros vivirán, como los hemos soñado. Hagamos,
inventemos el mundo, sí, somos caudal, río, en alguna medida el
universo; y si ese universo no se muestra en su totalidad, algo se
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frustra ahí; imagínate un universo mirándose en otro universo,
no puede aparecer nunca como un universo, porque va invertir el
tiempo en el otro universo que lo mira, deseando ser nombrado
desde el otro, cuando no necesitamos ser nombrados, porque ya
somos; necesitamos es cambiar, ser el universo mismo, más nada.
Nosotros generamos una revolución que por tanto es única, en vez
de reforzar esa fuerza, convertirla en conciencia, nos preocupamos
de que otros nos digan si vamos bien o mal, cuando el planeta entero, tiene los ojos puestos en este territorio, cuando no tenemos
nada más que demostrar, porque al contrario la realidad es que
en el planeta, se nos está pidiendo el para dónde vamos, hay un
coñazo de gente, que tiene que ver con eso, y que no son el fanático
estúpido ese que anda por ahí, sino una gente, que anda pensando,
que lo desea, que lo comparte, en un tiempo donde ningún país, está
desarrollando ninguna idea colectivamente. Agarre usted, busque
de ejemplo a cualquier país, sin menosprecio, desde el movimiento
más pequeño, hasta el más grande, veamos quién está poniendo a
pensar a nadie, sea de izquierda o sea de derecha, ¿quién?. ¿Quién
te está poniendo a reflexionar?
¿Cuáles jóvenes?
Cuando hablamos de los jóvenes, generalmente nos referimos a
un conglomerado generacional que no pasa de los treinta años,
pero cuando preguntamos, ¿Cuáles jóvenes? ¿Qué jóvenes? Nos
encontramos, por ejemplo con Goicochea, Ricardo Sánchez, reconocidos jóvenes, opositores al gobierno del presidente Chávez,
pero aún más, opositores a todo tipo de cambio que signifique tocar
sus privilegios, y ambos, luchando al lado de sus iguales de clase,
por lo que tienen que luchar y quizás mueran por lo que defienden,
que son sus privilegios de clase.
El problema que nos toca discutir a los pobres, es que un muchacho
siendo pobre, se afilia al discurso del burgués por los NIKE, por
la franela, por la moda, por el Twiter, por el Facebook, ¿Cómo es
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que termina teniendo el discurso de Goicochea? Las preguntas
son estas entre muchas otras, ¿Cuál es el papel de los jóvenes pobres, en este momento histórico? (porque los burgueses lo tienen
clarísimo, los he visto manitas blancas, nalgas pelá, defendiendo lo
que tienen que defender, sus intereses, están defendiendo sus carros
para salir a matar en la autopista, matarse entre ellos, con drogas
de todo tipo, joder gente y no ir preso, ese es el joven burgués, que
vive en este país), ¿Antes de llegar Chávez al gobierno, se había visto
a estos muchachos en las calles manifestando contra o a favor de
algo? jamás, ¿Los habías visto metido en la política en este país?
una que otra rareza, ni siquiera se sabía si estos jóvenes existían,
la única manera de verlos era por intermedio de quienes lavaban
y planchaban, los jardineros, los choferes y los que no teníamos
acceso a esas casas o colegios de ricos, los veíamos en el cine, como
modelos protagonistas. Pero bastó que ocurriera está revolución, y
apareciera Chávez en escena, y se iniciara un conjunto de tímidos
cambios, donde por ejemplo se aplicarán leyes que se suponen para
todos, y cuando ya no pueden jugar drogados a matar y matarse
en las autopistas a cada rato, porque pueden ir presos, entonces se
dieron cuenta que a ellos, (los hijos de papá y mamá) un gobierno
dirigido por un negro, les estaba prohibiendo que salieran con los
carros en contra corriente en la autopista a matar gente; o sea, sus
diversiones, sus deportes extremos, y sintieron que su libertad,
su igualdad, su fraternidad y su democracia, se las estaban prohibiendo, ya no la podían ejercer, como de costumbre, es lo que
hemos hecho siempre, dijeron los burgueses, entonces salió el
carajito burgués, por primera vez en la historia, a realizar la labor
que antes pagaban los padres, a sus mayordomos de la clase media,
(profesionales, académicos, políticos de oficio, sindicalistas, curas,
y ¡eeee… estudiantes!)
El carajito en un segundo de revolución, se percató de miles de año
de explotación que su clase había ejercido en el planeta, por
mil vías o modos de producción, él no necesitó de propaganda e
ideología para comprender que estaban perdiendo lo que por costumbre era el ejercicio del poder; cosa que consideran es natural.
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De la noche a la mañana, ese poco de indios, esos negros, los pela
bolas, hablando libremente de política en las calles de mi ciudad,
saliendo por mis televisoras, hablando por mis radios, escribiendo
por mis periódicos, reclamando derechos que no les hemos dado,
proponiendo leyes, queriéndole imponer restricciones a mi poder,
fue como una iluminación, mi papá tenía razón, un día de estos,
no te vas a dar cuenta, pero esos pata en el suelo se alzarán y van a
querer quitarnos la riqueza y la cabeza, eso y no otra cosa (la conciencia de clase) es lo que explica la clarividencia de estos jóvenes,
su furor, y empezaron las manitos blancas, copiado de Europa,
pagados por la CIA, como sea, (porque al final “el capital no tiene
patria” como no lo debe tener el internacionalismo proletario, esa
también es la conciencia de clase) pero ahí están los tipos, haciendo
política y proponiéndose para diputados, la interrogante es ¿de
este lado nosotros tenemos que tener a un Serra que se parece a
Goicochea, (igualito que ellos pero vestidos de rojo), la misma
manera de decir el discurso?, se me vuelve dudoso, ¿la clase media
en plena revolución, haciendo política a favor de los pobres?,
clase media que hace política, sólo está negociando pobres para
venderlos al mejor postor. La pregunta es ¿cuándo, los carajitos de
los barrios, los carajitos del campo, los que jalan escardilla de verdad; no el que anda disfrazado de prole y de izquierdoso, sino ese
muchacho hijo de obrero y campesino que carga quinientos años
de explotación en el lomo, va a decir, yo también voy a defender el
derecho histórico que tengo de enterrar a la burguesía, para que
la explotación no sea más un estigma en la historia humana, ese
es mi gran tarea, en la historia humana, mi tiempo ha llegado?
¿Cuándo es, que los jóvenes pobres construirán su propio discurso?
¿Cuáles son los pasos que se están dando para fomentar esa idea,
dónde están los cuarteles de la propaganda para la promoción de
la nueva idea que se adapte a estos tiempos? (porque no es posible,
enfrentar a la burguesía con los viejos esquemas discursivos, con
los viejos métodos organizativos, supremamente conocidos por
ellos, y a los cuales ya le tienen respuestas exitosas, ensayados con
dolorosos resultado para los pobres) Porque hasta ahora, los
discursos que oyes de los muchachos que aparecen del lado
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del chavismo, es un discurso ideologizado, sin carne ni hueso
que los conecte con la realidad, un discurso cargado de consignas
huecas, no es un discurso que hable sobre la verdad de las cosas,
su profundidad, sus ¿por qué?, la interrogante, siempre la interrogante a flor de cerebro, ¿qué hay que hacer?, ¿qué significa una
revolución? ¿cómo se construye el socialismo?, ¿cómo se piensa,
quién lo debe pensar?, ¿cuándo se debe realizar?, ¿cómo está el
planeta? ¿por qué está como está?, ¿cómo se estudia la realidad?, ¿por qué se manifiestan en estos momentos, con tanta
claridad los altos niveles delincuenciales, en las altas esferas de la
sociedad, (los banqueros, empresarios, industriales, académicos,
intelectuales, artistas, deportista, políticos, funcionarios, jueces,
fiscales, abogados o profesionales de toda laya, estamentos armados (siempre las excepciones justifican las reglas) en fin todo lo que
se vende como valor o modelo en la sociedad)? ¿por qué estamos
viendo obreros muertos, campesinos muertos, algunos burgueses
presos, otros huyendo? Si los jóvenes pobres no se preguntan todo
esto y muchísimas otras cosas más, sino que se creen el cuentico
de que como son jóvenes tienen derechos, van a terminar como
nosotros sus padres, esclavos de los Goicochea de siempre, que
pueden llamarse Serras en un futuro.
Los jóvenes pobres deben averiguar la verdad, deben saber que
estamos en guerra contra la burguesía, porque ella se niega como
clase, a cambiar las condiciones de vida, porque está cómoda, está
bien como está. Deben saber que estamos en guerra de clases,
porque las condiciones de subsistencia de la burguesía, pasa por
la eliminación de la especie, porque el modo de producción que
la sostiene está colapsado y la única manera de salir a flote, creen
ellos, es apoderándose oficialmente de todo los recursos de la tierra, imponiendo una dictadura absoluta, conllevando a una total
esclavitud a las grandes mayorías, pero su miedo, su hambre y su
ignorancia, no les permite comprender, que esas mismas acciones,
le conduce a su desaparición, pero en condiciones catastróficas,
porque la capacidad de destrucción instalada en el planeta, es
altamente efectiva, a pesar de que se les ha dicho de mil formas,
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no lo quieren reconocer, ni aceptar y obstinadamente, se niegan a
cambiar, y solamente nosotros los pobres, seamos obreros, campesinos, viejos, negros, jóvenes, mujeres, niños, necesitamos acabar
con las condiciones que hacen posible la explotación, y si los jóvenes
pobres, no se colocan, como punta de lanza y guía de la clase a la
que pertenecen, (como ya lo están haciendo los burgueses, que
hablan y practican la política, porque tienen que defender sus
intereses y no aceptarán, tranquilamente perder sus privilegios y
comodidades), estarán jodidos para siempre, por eso los jóvenes
pobres, están obligados a discutir, hablar, comer, soñar, con la
política, como una herramienta de vida o muerte.
No hagamos como la clase media, que dice ser chavista y se la pasa
criticando a Goicochea, porque defiende sus intereses, eso no es
criticable, lo criticable es que pierdas el tiempo criticando a tu
enemigo, porque lo ejerce.
En definitiva, los jóvenes pobres tienen una tarea impostergable,
crear las condiciones que le hagan posible enterrar al capitalismo
y prefigurar la otra sociedad, donde como dijera Marx, ya las
clases no existan.
EL PLANO QUE NO RESUELVEN LAS ELECCIONES
“Sólo ignoramos que sabemos mucho” “somos sabios de capitalismo”
¿Cuándo empezaremos a pensar en el socialismo que no sabemos?
Tengo los ojos rojos, como una Catalana recién salida del agua.
Después de las elecciones del 26 de septiembre del 2010, he leído
miles de sesudos y sabios análisis, desde los más científicos, hasta
los más delirantes y mágicos, buscando dar explicación a triunfos
y derrotas.
Eso me llevó a pensar que una opinión más no encarataría el
asunto. Agregaré que en la confrontación de clases este es un plano
no resuelto de la revolución que, se supone, debió resolverse en las
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penúltimas elecciones para diputados, en donde las fuerzas de la
reacción, se retiraron porque no estaban en condiciones de dar una
batalla que sabían perdida de ante manos, en condiciones desastrosas y que posiblemente su recuperación sería larga y complicada
y por tanto prefirieron preservar las pocas fuerzas y prepararse
para combates futuros, el resultado es obvio (El capitalismo sabe
por viejo, no por zorro) las fuerzas vuelven a estar en ese punto,
nada ha variado, y eso es lo que debemos analizar, ¿Qué hace que
aparentemente se estanque un plano de la revolución?
¿Qué hemos hecho, las fuerzas del cambio en la revolución, para
fortalecer el pensamiento que debe sustituir al capitalismo, a la
cultura capitalista? ¿Por qué no se ha disuelto este plano en la revolución que vivimos? está allí preñado, lleva seis años de preñez
y no termina de reventar, ¿Qué hay en la barriga de la sociedad
que no termina de estallar? ¿Qué es lo que la gente todavía no
define? ¿Habrá que salvar a los ministerios o no? ¿Hay que tener
corruptos, hay que dejarles el país a los empresarios criminales y
ladrones nuevos y viejos?
¿Es el presidente el encargado de hacer estallar o no la vaina?¿Soy
yo, nosotros, o no somos? ¿Cuál es mi papel, o no es mi papel, o
nuestro papel será el toalet? Todas esas interrogantes están dentro
de esa preñez en la que de paso nos encontramos como líquido
amniótico y no como feto, y por supuesto que genera desazón a
la sociedad en su conjunto.
Hace siglos dijeron: “problema que no se piensa no tiene solución”
Este plano de la revolución no se resuelve porque no ha sido pensado en el entendido de no saberlo, y eso nos lleva a dar respuestas
conocidas, sabias, y no las que deben ser. Un problema que debe
ser resuelto por el colectivo se deja en manos de un individuo,
partiendo del principio, de que es sabio, porque tiene la profesión
que corresponde, pero nadie se pregunta ¿Por qué, tiempo después
del ejercicio del cargo, el problema sigue igualito luego de los paños
calientes con ingentes recursos? nadie se pregunta, sino que
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inmediatamente las respuestas son mágicas, “voten al ministro”,
“expulsen al diputado”, “ese director no sirve”, “pongamos uno
idóneo”, o el mas fácil de todos, “Chávez tiene la culpa”. Hemos visto
pasar por los diferentes cargos a distintas personas, todas sabias en
sus áreas, pero ninguna con la suficiente humildad para decir no
sé lo que hay que hacer, los convoco a todos.
Todo lo signa el apuro, las soluciones deben ser para ayer, a nadie
se le ocurre que ya fue ayer, antier, y tras antier, cuando se dijo que
la solución era para ayer.
Veamos el problema de la vivienda, a nadie se le ocurre pensarlo
como un negocio necesario para el capitalismo, que barrios y urbanizaciones, por muy bonitos que los pongan, son el alimento
del capitalismo, y por tanto no tienen solución en el marco del
capitalismo, ¿cómo es que no se le dice la verdad a la gente para
que busquemos entre todos la solución? y seguro estoy, que la
encontraremos, porque hemos hecho no sólo las casas de los ricos,
sino también los ranchos donde vivimos, pero no, cada vez que el
ministro no da pie con bolas, enseguida aparece la barita mágica de
otro ministro, con otros directores con los métodos constructivos
rápidos, del ahora sí, con los chinos, uruguayos, japoneses, rusos,
y nosotros por fuera como la guayabera; siendo los necesitados,
¿Qué ocurre? lo de siempre, una gran fuga de riqueza para otros
países y nos dejan peor que antes, así en la salud, el deporte, la educación, la comida, la agricultura, el arte, el pensamiento; siempre
buscar en el afuera, lo que nos sobra en el adentro, porque quienes
gobiernan están educados por el afuera y están ciegos, sordos y
soberbios en su sabiduría, porque cuando intentan comunicarse
con nosotros, no pueden porque hablamos lenguajes distintos en el
mismo idioma, son gestos, modos de vivir, que hacen que veamos
los problemas con distintas ópticas y al final siempre mandan.
Todos somos productivistas, a cada problema, la solución es producir más, nadie discute el modo de producir, nadie entiende que
más riqueza es más pobreza, que la riqueza es quieta y siempre debe
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ser producida, mientras que la pobreza es viva, expresada en gente,
ríos, aire, tierra, vegetal, mineral, luz, agua; que se deteriora viva
y se reproduce como deterioro, que la producción de más riqueza
nos deja más basura y más pobreza.
En una revolución y particularmente en esta que vivimos las
respuestas del pasado, todos sabemos que no han resultado sino
en beneficio del capitalismo. ¿Es que acaso La Unión Soviética,
China y todas las demás experiencias, que se han experimentado
en nombre del socialismo y el comunismo no han terminado en
el ámbito del mercado capitalista, de la cultura capitalista? Nadie
se pregunta ¿Dónde está la casa modelo socialista que creo la
Unión Soviética, que obligó a las personas a cambiar de la cultura
individualista del capitalismo a la cultura solidaria y colectiva
que debe ser el socialismo? Y no me refiero a los discursos, todos
bellos sobre la solidaridad, la paz y todo eso que nos viene del no
matarás, no codiciarás, no robarás, o el nunca practicado amaos
los unos a los otros, sin que por ello, en esos dos mil años se haya
hecho un solo esfuerzo por destruir el aparato poderoso, que nos
esclaviza hasta estos días.
La solución de este plano está en el otro experimento, en el otro
pensamiento, en su confrontación futura, no en el cambio de gente
por gente, sino en el cambio del dato cultural con el que vive la
gente, no de una partícula de la gente, sino de todos, y para ello
se debe concebir una idea o miles de ideas que converjan en la
necesidad de crear una cultura, una sociedad; en donde todos
participemos de tú a tú, no como dueños y esclavos o, directores,
supervisores, gerentes, dirigentes de obreros, no como maestros
de la escuela capitalista, creadores de dueños y esclavos y gerentes o
supervisores, directores, o médicos que deciden tu cuerpo, o gente
que se encargue de la seguridad de otros, a quienes siempre roba
él o quien le paga a él tal y como nos ocurre en el hoy.
Necesitamos una cultura, que no siga pidiendo que le resuelvan
la inseguridad desde el Estado, la escuela, en fin la vida, porque
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el Estado no es ningún resolvedor de problemas a nadie, porque
el Estado es una maquinaria que legaliza la violencia de quienes
detentan el usufructo de la riqueza que produce la mayoría, pero
con el tiempo, la lucha de clases le fue otorgando otros deberes que
le son extraños, como la asistencias social permanente; es por ello
que hoy el Estado no le sirve a la burguesía. Desde los años setenta,
los burgueses buscan convertir el Estado en una maquinaria mas
acorde con los tiempos actuales, que le permita el control directo
sobre todos los recursos planetarios sin que los frenen leyes que
le entorpezcan el robo.
Para quienes deseamos cambiar, aparte de luchar por destruir el
viejo modelo opresor, nos toca diseñar otra cultura. Mal podemos
pensar que esa escuela, que esa fábrica, que ese ejercito, que esas
iglesias de cualquier signo promotoras de miedo y sumisión nos
puedan servir para la otra cultura. Este plano nos pide con urgencia
el pensamiento masivo, que quienes ambicionen el cambio y ejerzan algún control en el aparato estatal inviertan masivamente para
que las grandes mayorías tengamos acceso a la verdad que generan
los problemas y por el otro para que pensemos en las soluciones
que más convienen, porque lo demás es el acto mágico de
seguir creyendo que un líder o un grupo de iluminados líderes, nos
resolverá un problema, que sólo y exclusivamente nos atañe a todos.
Nos toca hacer posible, en el ámbito físico el nuevo concepto de
lo participativo y protagónico; porque no es cambiar a unos por
otros, para volver a la representatividad en el gobierno, la asamblea, los tribunales, las fábricas, porque al final, seremos obreros
administrando viejas fábricas, que nos volverán nuevos ricos.
Esto no se logrará dando más, enseñando más; se logrará en la
discusión, en el experimento y su difusión. Cuando el capitalismo
se instauró, creo su propia arquitectura, su arte, los edificios, las
urbanizaciones, los barrios, y dejó los castillos como museos o
depósitos para mostrar el poder, la memoria de lo enemigo, cambió
estilos de vestir, comer, calzar, reestructuró la familia a conveniencia, creó pues, otra cultura radicalmente distinta al feudalismo; mal
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puede pensarse la otra cultura, como continuidad del capitalismo.
¿Porqué si los europeos son “desarrollados”, han “progresado”, no
viven en ranchos insalubres, tienen estándares de vida elevados;
están en huelga, y temerosos de perder los privilegios?, entonces
es válida la pregunta ¿Qué necesidad tenemos los venezolanos
de crecer y ser desarrollados, si después los descendientes estarán
haciendo huelgas e invadiendo países para sostener el progreso, el
desarrollo y el crecimiento económico tal y como ocurre con los
Estados Unidos y los europeos? Por eso la otra pregunta ¿dónde
está, con el corazón en la mano, la muestra de la vivienda colectiva, que no porque sea un edificio o una casa de vecindad es
colectiva? ¿Dónde el experimento de la siembra, la creación del
vestido, el calzado, junto con la casa, la herramienta, el territorio,
la comida, la salud, la diversión y el aprendizaje integral; la otra
producción que debemos diseñar entre todos, que nos estabilice
y no sigamos siendo mineros desterrados en la propia tierra, tal
cual hace quinientos años? ¿Dónde la producción para no seguir
siendo agrocriaminero tecnoexportadores de riqueza de mil formas y compraadoradores de cuanta basura se produce en otras
partes? ¿Dónde la producción que no nos haga ser copia, papel
carbón, marionetas de los otros? ¿Cuándo será la dignidad por
comer, vestir, calzar, saber y construir lo que nos toca? ¿Para qué
estamos en medio de una revolución, si seguiremos imitando o
esperando el pensamiento crítico y la aprobación del extranjero? ¿Cuando coño dejaremos de ser de derecha o de izquierda,
como si tuviéramos un rey, y nos decidimos a ser venezolanos?
¿Cuándo es que nos deslastraremos de las miserias mentales en
que nos sumió el capitalismo? ¿Cuándo decidimos que nos toca
y no cuando otro lo quiera? ¿Dónde el sistema de transporte que
no sea la autopista y los carros y los macro trenes. para seguir
trasladando mercancía?
¿Cuándo pensaremos por nosotros mismos? En quinientos
años sólo hemos repetido y practicado como focas y loros el
pensamiento europeo, en todas sus formas y variantes, incluido
el socialismo o comunismo en todas sus vertientes, necesitamos
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con urgencia ser nosotros. Cuando hablemos de eso, sabremos
quién ganará la batalla final, porque entonces ya no estarán los
salta talanquera, los traidores, los buscadores, los mentirosos, y
tendremos los combatientes que prevalidos de una idea, lucharán
a conciencia por ella; pero hasta ahora, estamos empeñados en
resolverle las carencias al capitalismo, como si nosotros las hubiéramos creado. O la inseguridad, como si nosotros tuviéramos
fábricas de armas; o el problema de las drogas, como si desde antes
no existe la ansiedad y angustia de quienes la consumimos como
trabajo, alcoholes, deporte, diversión televisiva o deporte extremo,
como arte, o cocaína, anfetamina o sexo, internet, o lo que usted
prefiera para evadir los estados de alienación; porque es insoportable vivir esta tragedia, que es la cultura capitalista; pero no lo
sabemos. Aun hay más; el problema de la droga no es atacable sin
el concierto internacional, porque es un negocio internacional; es
iluso pedirle a un Estado que resuelva un problema que a lo sumo,
sólo puede ser minimizado con inversiones altísimas para el país
que lo intenta. Mucho menos podemos resolverlo en Venezuela,
donde el vecino produce miles de toneladas diarias y el norte las
consume y para la guinda, son los enemigos mas acérrimos que
tenemos en la revolución, o los huecos de las carreteras que produce
el capitalismo o la escuela o la falta de agua o energía de cualquier
tipo, que se chupan las fábricas, o toda la mierda que en definitiva
estamos viviendo; no perdamos el tiempo en buscar solución a lo
que no lo tiene.
Cuando criticamos lo no resuelto en el capitalismo y decimos que
la revolución está en peligro olvidamos lo vivido en estos veinte
y tantos años desde el 1989. Se han cuestionado y desbaratado
formas orgánicas que eran pilares del sistema, como los partidos,
hoy todos los partidos de derecha e izquierda ya no existen con la
fuerza que antes tenían en el imaginario colectivo, las instituciones del sistema todas han sido cuestionadas, dándose en su seno
grandes batallas; se ha experimentado, vía misiones, una gran
cantidad de opciones, que al inicio entusiasman a las mayorías,
pero la fuerza de la costumbre devuelve su accionar al marco
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tradicional, se hacen esfuerzos diarios por crear diversas formas
orgánicas fuera de la institucionalidad; en el marco de esas batallas
hemos logrado lo más importante, acumular una fuerza constante
de cinco millones de personas, que no los arredra nada, que se
ha curtido en mil batallas y que está dispuesta a experimentarse
en las nuevas ideas que todavía no surgen o andan de parto en
conversas, en Rap, fritaliándose en las calles y callejones, escritas
en papeles, sueltos o reunidos, en revistas, periódicos y libros, y
que intuimos necesarias; se ha puesto en evidencia que los viejos
métodos de lucha de la izquierda, en cualquiera de sus variantes,
han sucumbido ante el empuje de las fuerzas revolucionarias. Hoy
el conocimiento que tiene cualquier obrero sobre su papel en la
historia es superior. Todos los estamentos de la sociedad han sido
movidos, todos los miembros de la sociedad participan de una
forma u otra en el proceso transformador; esta es la gran ganancia,
en esta guerra de clases enmarcada en la revolución.
La sociedad está extremadamente enferma, pero no es culpa de la
revolución, es la enfermedad social la que posibilita a la revolución.
El tejido social está carcomido, la manifestación delincuencial está
en los dueños de bancos, en las empresas, en el Estado, en la clase
media y en los sectores más empobrecidos; pero la cagazón de la
clase media, presiona la aparición de la férrea dictadura; buscando
abortar el proceso de cambio a nombre de su aparente estabilidad;
desconociendo que está despertando un monstruo de mil cabezas
que la arrasará en segundos.
Lo que nos toca hacer como pobres, es producir ideas en el otro
plano de la revolución, no puede nacer aquello que no se ha pensado, no puede nacer aquello que no se ha soñado. No porque
digamos muera el capitalismo o el capitalismo esta muerto o se
está muriendo; es un hecho. No porque tú digas socialismo o comunismo o marxismo o chavismo se resuelve algún problema de
la humanidad; no lo puede resolver, porque la palabra, la ideología,
no contiene en si misma ningún tipo de solución. Porque es acto
mágico, cuando no tiene relación vital, no es práctico.
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Una sociedad que todavía no está discutiendo casa, no está
discutiendo comida, sino que está pidiendo que se le satisfaga o
que se le resuelvan los problemas, generados por la cultura capitalista durante quinientos años en este país; no está preparada para
cambiar. Por lo tanto estamos obligados a pensar esos hechos,
porque los recursos son finitos y las riquezas también.
El gobierno está tratando a través de sus políticas o de sus diseños,
de resolver un problema que le corresponde al capitalismo, pero
como es una consecuencia de la existencia de nuestra cultura,
jamás podrá tener solución. Los pobres del mundo debemos
abandonar esta cultura y crear otra en donde ya no existamos
como tales, (la vivienda, el agua, el paisaje, la luz, los ríos, el mar,
los bosques lo que sea no tiene solución de continuidad dentro
del capitalismo) todavía no nos hemos pensado como parte
de un territorio, no hemos soñado la idea de país; por ejemplo,
si las casas serán unifamiliares, multifamiliares, como comerán, si
tendrán cocinas colectivas que no industriales, si habrá hospitales
o no, si ejercito o no, si escuelas o no.
El malestar de la gente es, que cómo no tiene claro que está ocurriendo, tiene la desazón, no tiene la información, no puede
decidir sobre cosas que puede hacer y decir, todos lo sabemos; si se
nos entrega información a las grandes mayorías, podemos resolver
problemas, no del capitalismo, sino de lo que toca hacer, de cómo
resolver con nada de recursos, pero el plano donde está instalado
el gobierno, lo maneja la tecnocracia, la burocracia; ellos creen en
el desarrollo, en el progreso, en el crecimiento económico, porque
allí son sabios; hablar de lo que no se sabe, desequilibra y el poder
siempre necesita la seguridad y ésta, siempre está, en lo que se sabe.
No podemos ni siquiera alertar, pero debemos invitar a ver las
cosas de otra forma; no es sencillo, asusta; pero no tenemos otro
camino. Soñar, pensar, averiguar, experimentar al socialismo; aun
cuando el capitalismo no nos deje.
63
Epílogo para quienes creen que lo anterior no tiene que ver con el
26 o viceversa
Desde hace tiempo cada vez que se avecinan campañas electorales, del lado del chavismo hay risas en los medios oficiales y hasta
un dejo de burla, porque las marchas de los escuálidos son poquitas,
no les va gente, no tienen una gran organización y no tienen líderes
carismáticos. Que las de nosotros son que jode, que tenemos un
gran partido, un líder carismático, y unos carajitos más arrechos
que Goicochea. Pero hay una constante, todos ellos van a votar. La
burguesía tiene conciencia de clase y usa las herramientas que tiene
a su favor para atraerse a la estúpida clase media y algunos ilusos
pobres ideologizados con el cuento de que todos podemos ser
ricos. No necesita líderes carismáticos, ni maquinarias partidistas,
los medios de información le sirven para resolver la convocatoria,
y nosotros en vez de fortalecer políticamente a nuestro ejercito de
cinco millones y medio de combatientes, estamos es pendientes
de saber si la tarúpida media clase, quiere un carro nuevo, una
nevera, un pantalla plana, un cargo, que le aumenten los sueldos,
que si no le han pagado las deudas; que le arreglen los huecos de
la autopista, que les den seguridad, que les den, que les den, que
les den, una patá por el culo. Señores, el hambre, la ignorancia y
el miedo de la clase media, es infinitamente grande, no se saciará
jamás; cambiar, le cuesta mucho.
Sólo el fortalecer la conciencia, en la construcción de otra cultura,
es lo que hará que los desfiladeros de la historia, reciban en su seno
toda la tragedia humana.
LA HISTORIA O CÓMO DEBEN DESAPARECER LAS
CLASES
Hay problemas que son nodales para nosotros, se nos sigue remachando la conducta colonialista, por ejemplo, con el problema
de la historia y de la geografía, hay gente que sigue discutiendo
con la derecha: si Guaicaipuro existió o no existió, si Guaicama-
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cuto era arrecho, que si medían tres metros, que si eran chamanes
o no, que si reunieron a cuarenta, veinte, treinta mil carajos en
guerra, sin comprobar la certeza de tamaño disparate, sin
preguntarse, qué modelo de producción existía para la época,
que permitía la existencia de tanta gente; lo peor de todo, es que
lo hacían desde la óptica o el método de análisis marxista, (pobre
Marx, que ha servido para que los académicos vivan cómodos a
costillas de él) y nada de eso tiene certeza; esa son historias, que en
definitiva las está escribiendo la misma academia que escribe para
la derecha y que escribe para la izquierda. Los Archivos de Indias,
es la misma academia, no es otra, es de los españoles, los Archivos
de Indias no son nuestros, por muy de izquierda que seamos, vas
al Archivo de Indias y terminamos siendo Los Agustín Blanco
Muñoz, de siempre, que al final, le da igual ser de derecha, que ser
de izquierda, un día estás defendiendo negros, estás defendiendo
indios y al siguiente eres el defensor de los blancos de este mundo,
siendo negro, como Agustín Blanco Muñoz.
Necesitamos crear un mecanismo o unos mecanismos, que nos
permitan estudiar creativamente la historia, porque la metodología conocida no puede ayudarnos, sólo ha servido (y no hablamos
del tránsfuga de Agustín, sino de gente amiga que de buena fe,
ha creído en esas metodologías y ha terminado mancada en el
cerebro, por las universidades) para acentuar la esclavitud. Necesitamos una metodología, que nos permita explicar, desde el ahora,
la historia de la explotación en estos territorios, que nos permita
comprender el papel que nos toca jugar.
La historia es un arma que necesitamos saber manejar, su
lectura es una técnica, a los trabajadores, por mucho que uno
quiera estudiar, nos cuesta, porque no tenemos el hábito, apenas medio aprendimos a leer y a escribir, no es sencillo que nos
enfrentemos a un libro escrito con criterios académicos, porque
siempre estaremos leyendo otros libros, que nos expliquen, el que
supuestamente dice todo. El otro problema es el tiempo: a los
obreros y campesinos, hembras o varones, el tiempo siempre nos
falta, porque está dedicado al trabajo, estamos obligados a luchar,
65
para que el patrón nos devuelva horas de la plusvalía, porque el
gobierno, planifique en sus fábricas e industrias el estudio de la
realidad, que nos den el tiempo, no que nos reduzcan la jornada,
sino que ella sea planificada en la fábrica, como escuela y trabajo:
estamos obligados a crear otro lenguaje, otros códigos, que nos
permitan comprender los hechos, por ejemplo toda la historia
está escrita, dibujada, pintada, cantada, visualizada, esculturizada,
arquitecturizada a partir de la valoración del individuo, en todos
los bandos enfrentados, jamás se coloca, en primer plano, a las
fuerzas actuantes, las que hacen posible las revoluciones, sino que
todo se explica, como consecuencia de los intereses particulares,
de los dioses o individuos que “transforman” la historia, sus rabias, sus sometimientos, sus odios o sus “valores superiores”, que
conducen a las grandes mayorías, a darle la gloria que el dios o
individuo detenta, sin que nadie se la dispute, como no sea otro dios
o individuo. De allí que en nuestra historia tengamos héroes como
Guaicaipuro, Guaicamacuto, Tiuna, en las mismas dimensiones
que Cristóbal Colón, Diego de Lozada, Garci González da Silva,
y toda la caterva de asesinos y ladrones que están en las plazas en
forma de estatuas o placas, en todo el país.
Necesitamos una historia que valore lo colectivo, estamos obligados
a escarbar los escondrijos donde ha sido ocultada por la historia
oficial la verdadera historia, porque la que conocemos está cargada
de medias verdades, que es la mejor manera de mentir y sostenerse
en el poder.
El dibujo y la historieta, es fácil de usar, podemos empezar por ahí,
hasta que le agarremos el gusto a la lectura y a la escritura, después
nos entusiasmarán los libros (siempre y cuando no sean como los
que se editaron en el Ministerio de Cultura, en donde no sé si de
buena fe o en la creencia de que somos brutísimos, editaron libros
explicados, como el Don Quijote de La Mancha) en donde podamos descifrar los vericuetos de la lucha de clases, de una manera
amena, profunda, pero sin remilgos ni adornos de intelectuales
que no tienen nada que decir y se valen del palabrerío hueco, que
66
sólo sirve, para engatusar culebras; lo otro es que tiene que tener
nuestro propio lenguaje, un primer guión debería contener una
idea general de la otra historia, para después rellenar entre todos,
ojala todos lo intentáramos, pero por ejemplo, eso no podrá ser
para exaltar las bondades individuales de por ejemplo, los héroes patrios o los antihéroes, eso no tiene que ver, con si quieres
mentarle la madre a alguien en particular, sino en tomar en su
conjunto y explicar la cultura capitalista y la necesidad colectiva,
que tenemos de salir de ella.
Por ejemplo la historia del pueblo venezolano, si nosotros contamos la Guerra de la Independencia a partir del Bicentenario y los
individuos que aparecen destacados, estamos es exaltando y remachando, como únicos participantes, a la clase burguesa, porque los
beneficiados de esos hechos, son los burgueses, aun cuando desde
los pobres actúen otros individuos, que al ser destacados afirman
la historia de la burguesía, de los poderosos. Si nos seguimos vendiendo esa historia de los individuos y no exaltamos el papel de
las mayorías en los procesos históricos actuales, entonces vamos a
seguir creyendo, a seguir sintiendo la necesidad de un maldito rey
Fernando, es decir, si no tengo un jefe, no funciono.
Debemos recoger, recrear, contar la historia, con conciencia de lo
colectivo, sin salvar las miserias que nos hicieron ser lo que somos.
Si nosotros nos ponemos a rescatar héroes, entonces los negros
tienen sus héroes, los indios sus héroes, aquellos sus héroes, las
mujeres sus héroes, en fin terminaríamos combatiendo héroes
pobres, contra héroes pobres.
Está bien, esa historia ocurrió, pero resulta que esa historia en
definitiva, si bien nosotros pusimos los muertos, no era nuestra
historia, es la historia de la burguesía, hermano, porque si Boves
por ejemplo, no lo hubieran matado, hubiese triunfado, igual la
burguesía se cogía todas estas tierras, tal y como lo expresan en el
acta de independencia, porque nosotros los proletarios, no teníamos en ese momento conciencia, ni instinto de clase, como para
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tomar el poder y construir una cultura, en donde la explotación,
no fuera el mecanismo que permitiera la acumulación de riquezas
y obligara, a la aparición de una nueva clase social en la historia,
como lo fue la burguesía, que era, desde Europa, la clase que tenía
conciencia para sí, era la clase que estaba naciendo de la revolución,
surgida en el seno de la sociedad feudal europea, pasara lo que pasara, porque simple y llanamente esa no era nuestra historia, aun
cuando contribuimos masivamente a que ella ocurriera, no era el
tiempo histórico, en donde estamos obligados a deshacernos, de
jefes y a seguirnos a nosotros mismos en el detenernos.
Es distinto el hoy. La única clase, en la revolución de este tiempo
llamada a fortalecer los cambios, somos los pobres, porque somos
los únicos que podemos comprender, que con nuestra desaparición, desaparecerá la explotación y podrá, a partir de la conciencia,
generarse otra cultura, la que ha de ser potenciada por los hechos
colectivos, sobre todo porque el capitalismo entró en la etapa de la
repetición, permitiéndonos analizar con tranquilidad, la película;
descubriendo sus detalles y el como fue realizada.
LA OTRA PRODUCCIÓN
Una idea que no es errada, es que toda la sociedad debe participar del aparato productivo, incluso los niños desde su edad de
comprensión. Pero resulta que en la cultura capitalista, eso sólo
ha servido para que más de la mitad de la población, le entregue
al capital, casi de gratis, la plusvalía, por la vía de las mujeres y los
niños, sobre todo las mujeres, quienes no sólo le aportan el trabajo
directo en la fábrica, sino que además les preparan a los proletarios
para que asistan a las fábricas, en condiciones productivas, porque te imaginas a los hombres, lavando, planchando, cocinando,
cuidando carajitos, llevándolos a las escuelas, (toda regla tiene su
excepción) las fábricas funcionarían a media máquina, y esto
ha sido práctica, no sólo de los pueblos, que siempre han vivido
en la época moderna, bajo la dictadura de la cultura capitalista,
sino que también los soviéticos, los cubanos, los chinos y todas
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las otras experiencias realizadas, en nombre del socialismo, han
desarrollado esas prácticas, planteándose competencia, a ver quien
producía más y mejor. Los mismos peretos, en función de satisfacer,
generalmente necesidades ficticias en la población. Incorporar a
las mujeres, al aparato de producción capitalista, fue una equivocación de los camaradas, ellos pasaron por eso porque no tenían
otra experiencia a mano, nosotros en este tiempo, debemos pensar
y analizar bien esa situación, no debemos repetir historia, que no
sea en vano la lucha y la experiencia realizada por esos compañeros,
en otras latitudes y épocas.
Los capitalistas y sus seguidores, dicen que el comunismo y el
socialismo acabaría con la familia, la propiedad privada y el estado, ese era el coco y sigue siendo el coco, con el que pretenden
engañar a las grandes mayorías, pero resulta que el capitalismo,
con su desarrollo, acabó con esas tres premisas de un solo guamazo, en primer lugar la propiedad, está en muy pocas manos, pero
cada día que pasa la ruina de las mayorías es palpable, basta una
enfermedad para quedar en la ruina, no pagar una hipoteca o las
cuotas del carro, para desaparecer del sistema, en segundo lugar,
el estado sólo es una entelequia, en manos de los dueños de las
grandes transnacionales, que como dictadores del planeta, ordenan todas las pautas a seguir, sin que nadie pueda chistar. Existe
una madeja de convenios entre los aparentes estados en donde
deporte, salud, comida, tecnología, agua, energía y cuanta vaina
produzca ganancia, deben ser contratados por vía de las transnacionales, que sostienen instituciones que controlan al planeta,
como: La OMC, OPS, OMS, LA FIFA, EL COMITÉ OLIMPICO
INTERNACIONAL, la ONU, la OEA, y muchas otras, a través de
las cuales, se amarran a los Estados y son chantajeados, para que
entreguen los jugosos contratos a las transnacionales del ramo, y
por último; esas mujeres, todas tienen que ir a trabajar, para que
sean felices, también los hijos y los padres, porque mientras más
plata tengan, más felices serán, y el planeta entero se enfiló, como
uno solo, al paraíso de la explotación masiva; que a los pequeños
los metan en guarderías, que aprendan a leer antes de nacer, de esa
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manera desmembró a la familia, su célula fundamental. El noventa
y nueve por ciento de esos atracadores chamos, que tú vez por ahí,
son desafectados, chamos sin afecto, porque la lógica te indica,
que el afecto es un dato natural, el afecto no se dice, no se escribe,
sólo se puede sentir, y esa vaina sólo se palpita y sólo se construye,
cuando eres chamo, que como mínimo debes estar con la madre
hasta los siete años sin interrupción, esa vaina te genera un gran
afecto, que te sirve para andar en la vida, así la tipa no te abrace, así
la tipa te dé un correazo, hay un dato natural, que te genera afecto,
si al lado de esa mujer, pudiera estar también el marido, sería lo
ideal, pero aún más, si el chamo lo asumiera la comunidad como
esencia criadora, porque el niño no siempre será niño, sino que la
mayoría de su vida, será adulta y debe ser educado para compartir
afectos, ese chamo difícilmente, lo pudieras involucrar en cosas,
para dañar a los demás.
El capitalismo requería del chamo, de la mamá, del papá, de las
abuelas, de los abuelos, del perro, de todo cuanto en ese núcleo o
célula pudiera producir y comprar. Empezó en los cuarenta, las
mujeres pobres, usaban menos prendas que los hombres pobres,
eran ellos, los que se acicalaban, (estoy hablando de la mayoría
pobre, no estoy hablando de la clase media, ni de la burguesía, esa
es una minoría que siempre despilfarra la riqueza, que produce el
colectivo, estoy hablando del proletariado, del campesinado en
general) las mujeres poco se acicalaban, se acicalaban los hombres,
se ponían mancuernas, leontinas, chalecos, pantalones bien planchados, sombreros, tirantes, se afeitaban y perfumaban y después
se iban a caer a palos y a coñazos a los botiquines y volvían vueltos triza y la pobre loca, a lavar y planchar otra vez, para que el
sábado el pantalón estuviera como dicen los tipos, de punta en
blanco, a partir de los cincuenta es que las mujeres comienzan a
maquillarse, a ponerse pantalones, a usar abalorios, zarcillos. En
los noventa no hay diferencia entre hombre y mujer, todos somos
consumidores extremados, no hay hombre ni mujer que ya no use
abalorio, todo el mundo anda con un tatuaje y comprar mierda y
botar mierda, tú ves por ejemplo, los tipos que se mueven en el
70
mundo de las computadoras, los carajos todos los años traen la
vaina nueva que salió, el tipo cree, que no puede vivir, sin los nuevos
artefactos, tengo amigos de mi misma edad (57) que dicen que no
pueden vivir sin la computadora y el celular, creen que su cerebro,
quedará descontinuado.
De manera que el capitalismo acabó con todos sus mitos, si uno
no se da cuenta de esos detalles, de cómo se fue deteriorando una
sociedad, uno no puede producir la otra idea, porque uno se
quiere convertir en salvador de los pobres, los pobres no somos
salvables, porque los pobres no somos pobres porque nos dé la gana
de ser pobres, los pobres somos pobres porque hay una máquina,
una cultura, que nos necesita, somos ganado de doble propósito
para generar la riqueza y para comprar su desecho. Cuando los
tipos andan en avión nosotros andamos en camioneticas o Metros
hediondos, eso también es la riqueza, pero en unos se transporta la
mercancía y en otros quienes la disfrutan, la máquina capitalista,
produce muchos pobres, por un lado y poquitos ricos por el otro.
Cuando tu mides, la cantidad de riquezas, es proporcionalmente a
la cantidad de pobreza, ¿cuál es el peo del capitalismo que acumuló
tanta riqueza y en su misma proporción la pobreza? El problema
es que la riqueza no se multiplica, sino en la ficción del dinero, en
cambio que la pobreza si se multiplica y está concentrada en el
barrio que va creciendo, creciendo, creciendo y el capitalismo no
puede hacer nada, como no sea aplicar sus drásticas medidas, que
es el asesinato en masa, por medio de la guerra, con la salvedad,
de que en estos momentos, ya no los beneficiaría, podrá matar
al planeta, pero como dijo el poeta Aquiles Nazoa, no les quedará
territorio que repartirse; se está comiendo a si mismo, se está
mordiendo el rabo el capitalismo.
Estamos obligados a pensar mas allá del capitalismo, estamos
obligados a pensar como separarnos, lo menos doloroso posible
del capitalismo, a pensar en cómo abandonar el capitalismo, pero
no como individuo, no como grupo, sino como sociedad en su
conjunto; entonces toca discutir a la clase, por su papel histórico,
71
lo de enterrar al capitalismo, no era caerse a tiros con los tipos y
abrir una tumba y enterrarlo, no chamo, enterrar quiere decir
otra cosa distinta a matarlo, nadie dijo en ninguna parte, tú no
ves al señor Marx, escribiendo que los obreros están destinados
a matar al capitalismo, no, el carajo dijo que los obreros son los
sepultureros del capitalismo, el tipo dijo, cuando ese sistema llegue
a un grado de desarrollo tal, aparece la revolución y los obreros
por tanto su papel histórico como clase, es enterrar al capitalismo
y pensar la otra sociedad, ese es el planteamiento en general de la
vaina, porque resulta, que el que está del otro lado de la trinchera,
es un obrero, el que va defender a la burguesía, no es un burgués,
ese no va a caerse a tiros nunca, tú te vas a caer a tiros contra un
proletario siempre, los policías que están presos allí, por el caso de
Puente Llaguno, a parte de Simonovis, que era mayordomo de
los ricos, los otros ocho guevones, que están presos, que fueron los
que mataron a la gente en Llaguno, son pelabolas, todos pelabolas,
degenerados por el capitalismo. Todo debe ser analizado, nada
debe ser dejado al garete, pensemos más allá de la ideología, no
temamos al compromiso de ser otros, sepultando al capitalismo,
hagamos posible la desaparición de las clases.
YO AMO LA CORRUPCIÓN
Quiero decir a todos, que amo la corrupción, me gusta la corrupción, defiendo la corrupción, porque sin ella, no es posible un acto
revolucionario, no hay manera de que ocurra una revolución. Mucha gente pierde masivamente el tiempo en atacar la corrupción,
si sacáramos la cuenta de la cantidad de horas hombre y mujer
que se invierte en condenar la corrupción, no nos alcanzarían las
computadoras del planeta para la sumatoria; si ese mismo tiempo lo utilizáramos en hablar de la revolución, tal vez hubiésemos
avanzado, de manera masiva en el cambio, en la transformación de
la sociedad; pero todo el día vivimos condenando la corrupción,
maldito corrupto, que se roba la plata, que no me da la comida.
Veámoslo por donde lo veamos, eso le hace muy poco favor al
proceso de cambio.
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En cinco mil años, la corrupción nunca ha tenido solución; sin
embargo ha sido el problema fundamental, planteado por las
sociedades en la historia humana. Conozcan ustedes el código
de Hamurabí, la Biblia, córtale la mano, sácale el ojo, córtale los
dedos, mételo preso, fusílalo, apedréalo, y ¿hemos acabado alguna
vez con eso? ¿Existe una sociedad, un modo de producción, que
hace eso posible?
Lo que hace que se produzca una revolución en el mundo es el
proceso de corrupción de un sistema, se hace evidente, luminosa.
Hoy una gran mayoría de personas, no tiene la misma valoración
de un obispo, un cura, un cardenal, que la que tenían hace once
años, porque la luminosidad con que fueron vistos en el golpe
de estado, del doce de abril del dos mil dos, fue tal, que aquella
imagen impoluta de un cura, que se supone te da la bendición,
que te protege, que te lleva hasta la muerte, aquello sagrado, aquello bello, de repente se desvanece, cuando ves a los tipos, celular
en mano, diciendo, yo si soy adeco y todo el mundo lo escucha y
ve por televisión, o al otro como cardenal, llamando a un militar.
Aquel escondrijo de la realidad, que habita en los cuentos de curas maricos, de monjas putas, que aun cuando es real, se oculta
como un secreto a voces en la cotidianidad del pueblo que somos,
se pone de manifiesto ante todos, ya no sólo son pedófilos o
borrachos o tragones; también le meten a la dictadura, cuando
ven que sus intereses son tocados. Entonces todo aquello con lo
que nos metían miedo para que respetáramos a la iglesia y por
supuesto a sus representantes, so pena de pasar toda la temporada
de la muerte en el infierno, hoy ya no genera el mismo miedo a
los curas, hoy, producto de la revolución, ya sabemos quienes son
y lo que representan. Hoy dudamos de la supuesta sabiduría de
Rafael Caldera, cuando en un botiquín se hablaba de política y a
un simple mortal se le ocurría criticar a Caldera, enseguida saltaba alguien y le decían, un momentico, el doctor Rafael Caldera,
es el presidente más sabio que hemos tenido, como será que dio
un discurso en inglés en la ONU; resulta que cualquier persona
73
de conocimientos elementales, como saber leer y escribir, podía
estudiar inglés, en una academia y ponerse a dar clases de inglés,
no se requería ser sabio, para aprender un idioma impuesto por
el imperio del poder al mercado mundial. Hoy sabemos que fue
un vulgar presidente, que contribuyó a destrozar al país, a entregárselo por pedazos a cuanto extranjero llegara con poder; ese
proceso corruptivo del sistema, se nos volvió luminoso, todo está
como en una vidriera muy pulida, ahí vemos a los políticos, vemos
a los artistas, ya no es Marcel Granier, aquel señor, que se paraba
en “Primer Plano”, a ponderar de lo bueno y de lo malo, ya Marcel
Granier, es un tipo que camina igual, come igual que cualquier
persona; todos los mantos sacros que le rodeaban, dando la imagen
de grandes señores con derecho a mandar, hoy sabemos que eran
de mentira, que su sabiduría, se reducía a la administración del
poder sobre los demás, todos los políticos del partido que fueran,
o los que se mencionaban independientes, nos dimos cuenta que
eran vulgares tipos, que andaban buscando, un cargo por aquí, un
cargo por allá, el del Mas, el de Podemos, el de Quinta República,
nos fuimos dando cuenta que los de izquierda y los de derecha
eran los mismos; eran igual que nosotros, andaban en la misma
búsqueda, en el mismo deseo de poder, en que andábamos nosotros.
En el proceso corruptivo acelerado que hemos sufrido en los
últimos cuarenta años (la corrupción siempre ha estado presente,
pero era controlada por los resortes coercitivos del poder, pero a
estas alturas, no es posible contenerlo, porque toda la sociedad
se volvió corrupta) todos descubrimos algo que era muy importante, que para comprar y obtener beneficios, lo que se necesita es
plata, no trabajar, no es trabajando como se obtiene la plata para
el consumo excesivo, la gente descubrió que es robando, que es
la mejor manera de obtener más plata, por que cuando tú vas a
la tienda, al centro comercial, no le dices al tipo, te cambio estos
zapatos, por esta bandeja, vas con una tarjeta, o con un cheque o
con dinero en efectivo y el tipo te entrega el objeto y tú le entregas
el dinero, el tipo no te pregunta, ¿eso te lo ganaste haciendo zapatos
o como carpintero? no te pregunta nada de eso, porque a él lo
que le interesa es la plata, nada más que la plata, toda la sociedad
74
descubrió que es robando como se obtiene mayor beneficio, mayor
cantidad de objetos; obviamente ese proceso de corrupción, nos
conduce a una revolución, si ya sabemos todo eso, en la sociedad
que se construya ¿se permitirá que los niveles del poder existan?
Por ejemplo vas a construir una sociedad vertical? ¿vas a construir
una sociedad para la guerra? ¿Vas a construir una sociedad donde
se explote a los trabajadores sean hembras o varones? ¿Vas a construir una sociedad, donde los privilegios existentes, en la iglesia,
en la escuela, en el ejército, la fábrica, la junta, el condominio, el
consejo comunal, la asociación de vecinos, persistan?
Por ejemplo, los pobres no somos un problema, pero todo el mundo
ataca el problema de la pobreza, cuando somos una consecuencia.
A nosotros nos produce la máquina capitalista. Una vez nos produjo, la máquina feudal, antes nos produjo la máquina esclavista,
veámoslo desde miles de puntos de vista, tantos como persona somos, veamos el problema de transformarnos en la sociedad, desde
millones de forma de ser, no nos encajonemos, no digamos que
el socialismo es como dijo Bolívar, o como dijo Marx, o como dijo
Lenin, o como dijo Mao, o como dijo el Ché Guevara, o como dice
Fidel, o como digo yo, o como dice Chávez, nosotros los pobres,
no podemos ser loros, porque nos cuesta demasiado la vida, para
no tener sentido común, nosotros tenemos que pensarnos, porque
tenemos la capacidad de construir otro mundo, porque somos los
únicos que trabajamos, porque somos los únicos que sabemos
hacer arepas, empanadas, hacer muebles, carreteras o caminos o
hacer pintura o poesía o música. Somos los pobres, porque usted
no conoce a ningún rico, que haga música y que pinten y que haya
hecho arte, se hacen rico con el arte sí.
Estamos en un tiempo, en donde los pensadores colectivos, deben
tornarse en provocadores cerebrales, lograr que la gente se
moleste desde el cerebro, porque el cerebro está muy oxidado,
con mucha ideología, son muchos pegostes ideológicos. La religión,
la escuela, el consumo, la televisión, son pegostes que tenemos,
porque no son pensamientos elaborados. Desde que nacemos
75
nos van llenando de cosas inconexas, que todas nos conducen
a trabajar y a consumir, pareciéndonos lo más natural, pero la
realidad es que ese proceso, no nos permite ver con claridad los
fenómenos de principio a fin y sacar conclusiones acertadas; si
logramos colectivamente, crear sistemas para analizar con precisión
y desnudar los parámetros sociales que nos dirigen, entonces, se
puede violentar la dictadura del pensamiento único; ejercido por
la cultura capitalista.
Provocar, para que despierte el cerebro y el cuerpo se sacuda, la
enorme fuerza de la costumbre, es importante, porque ése engrase
nos pone a funcionar, claro que en los inicios, por la falta de hábito, se generan molestias, pero eso le ocurre a la mayoría de las
personas, al final terminamos pensando que debemos pensar y
eso es lo importante.
Todos queremos que la corrupción, se acabe, que el ministro no
robe, que el portero te abra la puerta, que la señora de mantenimiento limpie, que tapen los huecos, que no se cojan la plata
del presupuesto, en fin que administremos bien al capitalismo.
Atacamos el Estado desde el entendido, que es él quien debe resolver
el problema de la corrupción, pero no vemos al sistema Capitalista,
quien se basa fundamentalmente, en la apropiación de plusvalía
producida por la mano de obra, el sistema se sostiene en el robo, de
él depende, nada podría ser sin el robo, la acumulación de riqueza
sería imposible sin el robo inicial de la plusvalía, la corrupción
entonces tiene dos parte el que corrompe y quien se corrompe, son
necesarios ambos polos y los mismos totalizan a la sociedad, nadie
queda por fuera. Es entonces la corrupción el menor de nuestros
problemas, inclusive no es el problema, es más bien nuestro punto
de partida para construir una sociedad distinta.
EL EGO NO SE PUEDE GUARDAR EN EL ESCAPARATE
El ego no lo puedes poner fuera de tu cuerpo, guindarlo en un
escaparate, guardarlo mientras regreso, necesario es saber, que eso
76
está ahí, que lo cargo, que convivimos con él, pero que nuestra
lucha está, en superarlo, fortaleciendo el dato de lo colectivo, en
el individuo.
Hay una cantidad de cosas que nosotros disfrazamos para no
asumir tareas, para no asumir responsabilidades. Nosotros no
estamos valorando lo que estamos produciendo, no valoramos el ser
Venezuela, quien produce una revolución, y eso está en las elites que
gobiernan, en las elites que no quieren que el gobierno gobierne
y en las elites de quienes estando con el gobierno o en contra del
gobierno eso desean. Todo el mundo tiene el problema de
no quererse a si mismo, dentro de un territorio, dentro de un
país, todos somos imitadores de guevonadas de afuera, ninguno
quiere construirse desde aquí y cuando digo desde aquí, no estoy
diciendo, me voy a poner a pintar como Cleto Rojas, me voy a poner
a cantar como Eneas Perdomo, o como los galeronistas, no, no; no
me estoy refiriendo a eso, me estoy refiriendo, a que nosotros vivimos en una ciudad vuelta mierda, escoñetada, repetida en miseria
que nos viene de afuera, de donde como pobres no podemos salir,
no te vas a poder ir porque eres pobre, no te queda otro camino
que quedarte, a menos que ganes la lotería del atraco (y ni éstos,
porque sucede que los pobres no estamos conformados para asaltar y obtener grandes botines, tan sólo somos rateros, ladrones de
carteras, una bicicleta, gallinas) y te corones y te puedas ir, como se
van los presidentes, como se van los ladrones empresarios, estamos
obligados a construirnos aquí, no tenemos otro camino. Ahora, hay
que pensar ¿Cómo vamos a vivir en este país? si el país que somos,
no nos deja vivir, porque tiene dueño, este país tiene dueño, no hay
forma de que los pobres vivamos como soñamos, no hay manera,
tiene dueño y apellido, nosotros estamos obligados a cambiar a
como de lugar, a través de lo que sea, pero para eso necesitamos
fortalecer una idea posible, nosotros hemos hecho experimentos
y los hemos individualizados, por no querernos, estas casas que
hemos construido, los periódicos, los dibujos, las canciones, los
libros, todo lo que hemos hecho, no lo hemos valorado como producto de un colectivo, sino que al final decimos, no, eso lo hice yo,
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eso es mío, chamo no es tuyo, es mentira la vaina, te está jodiendo,
te está escoñetando el ego, porque tú sabes que eres lo que eres
porque existe este colectivo, hermano, no por otra razón, pero
no queremos fortalecer eso, porque está la gran contradicción en
nuestro cuerpo, del ego y lo colectivo. Colectivo es lo que sueño, el
ego es lo que soy (en nuestro cuerpo y en lo social, no es una cosa
que tú la inventas, es una cosa que estás viviendo) pero me refiero
a la vaina individual, es eso lo que nos toca discutir.
Está por encima de nuestras miserias lo que estamos produciendo
como idea, de bolas que nos asusta, nos caga, que nos llamen locos, sollaos, por estar diciendo todas estas vainas, pero es la única
idea que hay que fortalecer, revisen en cada uno de nosotros, en
la conciencia, libros de Lenin, de Marx, de los venezolanos, todos
los intelectuales, que ustedes quieran, de los latinoamericanos,
los que ustedes quieran y pregúntense, si en alguno de esos libros
se habla de la casa socialista, pregunten si se habla de cómo se
come en el socialismo, pregunten si habla de cómo se trabaja en
el socialismo, pregunten si en un libro de esos se habla de cómo
van a ser los ríos en el socialismo, pregúntense eso y verán que por
ninguna parte aparece, y si nosotros, nos estamos percatando de
eso, en plena revolución.
Cuando el planeta se está volviendo trizas, cuando el capitalismo
se va a la mierda, cómo no vamos a valorar el diseño de esa idea,
el concepto que estamos pensando desde aquí, que no lo están
pensando ni en Japón, ni en La China, ni en los Estados Unidos,
ni en Francia, se está pensando es aquí, donde hay un pueblo en
revolución, por qué no valorar eso, por qué no hacer ese esfuerzo
de querernos, de querer lo que estamos diciendo y lo que estamos
haciendo, ¡ah no! ¿Qué quiero fortalecer todo este palabrerío, para
ganar plata, para cogerme un culo?
Pararnos hermano, la idea es muy poderosa, para que la sostengamos los miserables individuos que somos; nosotros fuimos
construidos como individuos, no como dato colectivo, nosotros no
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estamos pensando, porque somos súper arrechos, no vale, es que
hay una intracultura en el cuerpo natural, que nos está diciendo,
tú no naciste solo en el mundo, vale, obedeces a un hecho colectivo, expresado en toda la vida, por eso eres un acto colectivo en
sí mismo, habita en ti la vida de miles y millones de formas, pero
somos tan miserables, que estamos valorando de hace quinientos
años, el humanismo, el individualismo. Estamos tan ciegos en la
miseria, que es más importante mi individualismo, que la idea que
estoy produciendo como colectivo, pero el señor ego, cuando
menos uno acuerda, aparece y nos dice: todo es tuyo, eres el gran
genio que nadie quiere reconocer, dedícate a lo tuyo, no pierdas
tú tiempo, con esa gente que no te quiere, pendejo vas a terminar
como Bolívar.
Esa es la gran contradicción entre lo individual y lo colectivo ¿Qué
cultura ha de prevalecer en el futuro? Hagamos el esfuerzo por
darle mayor fuerza a lo colectivo como dato cultural. Esa es la tarea
del momento, sin negar el valor histórico y las bolas que Chávez
le está echando a esta vaina; pero no nos puede dar una receta, él
tiene que hacer el trabajo que a él le toca, pero él no nos puede
hacer el trabajo a nosotros. En este tiempo, nosotros como pueblo,
le estamos exigiendo a Chávez, que piense por nosotros, señálame
un camino, pero cómo hace, si eso no le toca a él, porque no puede
ser un hecho individual; si no, resultará en lo mismo de siempre.
EL QUE TODO IGNORA, TODO APRENDE; QUIEN NADA
TIENE, TODO GANA
El mundo de sabios en el que hemos nacido ha colapsado, el aparato de producción se derrumba, sus instituciones sólo repiten
inercialmente su ideología, el sistema de compraventa superó los
inimaginables parámetros de la especulación, el modo de acumulación del dinero, como representatividad de la ostentación del
poder ha estallado, la acumulación y malbaratamiento de energías
tocan sus techos y fondos, los bancos, seguros y reaseguros, muestran su verdadero comportamiento, pero también el bodeguero
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y el conuquero, el pescador y los políticos, los académicos y los
ideólogos, los que limpian, y los que escriben, los que pintan y
los mesoneros, los actores, y saltimbanquis, los periodistas y los
cocineros, los hacedores de todo y los vagos; todos, absolutamente
todos, comportamos la ética del robo y el crimen. Hemos vuelto a la
piratería. ¡Viva el capitalismo! Estamos maravillados ante el deslumbramiento que nos produce ver el funcionamiento del sistema
en sus exactas dimensiones, mirar sus podridas carnes y su
endeble esqueleto. Lo bueno es que está desnudo en medio de
la sabana; ya no le calza ningún disfraz. Morderse la cola nunca lo
imaginó, ser la decrepitud, no estaba en sus planes, hoy busca con
todas sus fuerzas rejuvenecer, ser brioso de nuevo, pero comerse
todo el universo, no le será suficiente, aun así lo intentará, y allí su
inmenso peligro. Está como necesidad, de quienes no queremos
morir como especie, detener semejante desbarajuste.
LA MADRE QUE ALIMENTA HA MUERTO
La muerte instalada en nuestros cerebros, no nos permite ver lo
obvio, ha muerto la cultura capitalista y nos arrastra a todos nosotros, quienes lo seguimos de forma inercial al fozo más profundo,
que será la tumba del modelo capitalista.
Sin prisa pero sin pausa seguimos montados en este carrusel,
que pareciera destinarnos a la desaparición como especie. Así la
irresponsabilidad del capitalismo no asume sus culpabilidad con
lo que esta ocurriendo en Japón, ocultándole a las grandes mayorías la información necesaria para tomar las medidas (si aún
hubiese alguna que tomar) para contrarrestar la desgracia que se
nos viene encima.
Prefiere bombardear a pueblos indefensos antes de asumir la responsabilidad que le corresponde, pretendiendo con esto ocultar lo
inocultable, porque bajo este cielo que nos ha cobijado los últimos
diez mil años sin pedir nada a cambio, hace tiempo que ya nada
esta oculto. Las transnacionales en este círculo de la muerte no se
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detienen ni por instinto de supervivencia, las fábricas siguen produciendo y la energía sigue siendo utilizada de forma desmedida.
El agua potable imprescindible para la vida de la especie desaparece para transformarse en agua mal oliente y contaminada, que no
podrá consumirse en cientos de años, los mismos que al parecer,
ya no tenemos. El aire puro al igual que el agua es sustituido por
cientos de miles de gases contaminantes producidos por las millones de fábricas, inútiles pero existentes que sostienen el modelo de
consumo actual, el cual crea necesidades que el mismo se encarga
de satisfacer, eso si todo se compra y se vende.
Las condiciones objetivas que necesita la especie humana para
vivir sobre el planeta Tierra, desaparecen, al parecer no nos percatamos de ello y confundimos no se si por estúpidos o por ignorantes
nuestra desaparición con la del planeta. El planeta continuará
su viaje por el universo, que lo haga sin nosotros para él no representa mayor diferencia. Nos brindó alojamiento sin cobrar
arriendo y le devolvimos la pieza dañada con las tuberías rotas
las paredes rayadas, las ventanas caídas y al marcharnos pareciera
que lo haremos con un portazo.
Entre tanto en este país en REVOLUCIÓN, unos ancianos que
son sólo jóvenes circunstanciales (en su mayoría no pasan de
treinta años), del lado que usted los escoja, (Nalgas blancas o
cachetes rojos rojitos) se han vuelto necrofílicos crónicos, adoran
a los muertos, pelean por ellos, pretenden repartirse sus partes, y
ambos lados juran que tienen la razón. La universidad esa muerta
putrefacta y con gusanera, se ha vuelto el plato predilecto de
ambos comensales, que al parecer lo único que los diferencia es
la supuesta posición ideológica y no sus gustos.
Las universidades son instituciones que obedecen a un modelo de
producción, no son puras ni neutrales, tienen un fin y lo cumplen por todos los medios, la universidad es parte de la estructura
escolar de la cultura capitalista, y sólo a ella obedece, no nacieron
para ayudar a los pueblos, por el contrario siempre fueron utilizadas
y sirvieron a la perfección para la preparación y la reproducción de
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este modelo que hoy ha muerto, esta parranda de muchachos no
lo comprenden y creen en la foto doctrinaria de esa universidad a
la que nos enseñaron a adorar. Pero hoy esta institución no es más
que un objeto de culto pertenece ya a una de esas cortes santeras,
a las cuales se le piden favores para salir de abajo y se le paga con
penitencia, aun cuando no te cumpla el favor.
A ninguna REVOLUCIÓN de las que ocurrieron en el siglo
20, la universidad le sirvió para nada por el contrario fue puntal
imprescindible del resultado negativo de esos experimentos sociales, los rusos implosionaron gracias a su muy preparada población quienes no pudieron contra la necesidad de consumir, la
universidad los separó del pueblo, los subió unos escalones y se
convirtieron en parte de esa escalera social que crea la universidad,
es así que el sacrificio de millones de rusos para hacer una REVOLUCIÓN terminaron favoreciendo a una clase social que terminó
hundiendo cualquier posibilidad de cambio en el más odiosos
y asqueroso pozo séptico de la mafia capitalista.
Los chinos hoy son la mayor maquila del mundo, su universidad
sirvió para formar una excelente mano de obra calificada al servicio del capital global, hoy en China gran parte de la población
vive bajo condiciones de pobreza y esclavismo que le permiten
sostener los históricos ritmos de crecimiento económicos en el
marco del capitalismo. Millones murieron tras la posibilidad de
otra sociedad, la universidad como parte de un conjunto de instituciones burguesas que se mantuvieron inamovibles, se encargo
de asesinar cualquier chance.
Dice Fidel cada vez que puede en sus reflexiones que el imperio
aplica permanentemente el robo de cerebros, los cuales fueron
formados en la Isla a un alto costo, olvida señalar que los seres
humanos son mercancía que piensa, y que aunque puede ser robada
comprada y vendida, al final es el individuo quien toma la decisión
de marcharse, porque para eso lo formó la universidad para ser
exitoso y en las condiciones objetivas de Cuba, ese no lo podría
lograr, por eso todos los años cientos desertan buscando un futuro
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capitalista mejor, y les sabe a mierda que millones de cubanos se
hallan jodido ese lomo para que ellos estudiaran y se formaran
para al final traicionar de nuevo la posibilidad de otra sociedad. Hoy
Cuba aplica medidas económicas capitalistas, porque ya toda
la generación que hizo la REVOLUCIÓN a muerto o está a punto
y los que van asumiendo cargos de responsabilidad reclaman lo
que todos los profesionales reclaman su parte de la torta.
De la universidad salieron las plantas nucleares, los misiles y las
bombas que caen sobre los pueblos de cualquier parte del planeta, salieron los venenos y los remedios que hoy nos mantienen
narcotizados, las fábricas inútiles que pueblan el mundo y para
cerrar con broche de oro en esa institución se formaron y forman
los dueños del mundo y sus jalabolas y defensores. (Claro que en la
venezolanas se forman los jalabolas, jamás los dueños del planeta.
La universidad está muriendo dolorosa y lentamente, y se llevará
con ella a sus llorones y dolientes, lo lamentable de este hecho es que
sino se actua para acelerar su entierro, nos atrasará la posibilidad
de pensar y construir la otra cultura, porque no podrá construirse
otra sociedad si se sigue formando a la gente con los métodos de
la cultura capitalista. Nada ha producido la universidad en su
historia que no nos haya jodido a todos, en casos como los de
Venezuela, el pueblo le paga la educación a una caterva de ratas
que saldrán de ahí látigo en mano a joder a los que les pagaron
sus estudios.
Nosotros como pueblo debemos mandar bien largo al carajo a la
universidad, nuestra REVOLUCIÓN no puede estar signada por las
instituciones existentes, y mucho menos por sus defensores. Alma
Mater (La madre que alimenta), nunca dejó de ser hasta el final lo
que su nombre decía, sació al capitalismo de todo lo que necesito
para ser hoy lo que es. Lo hartó hasta el ocio, hoy todo ese conocimiento no le sirve de nada y lo vomita sobre nosotros. Defender
esta vaina es un acto de suicidio, lo revolucionario es dejarla ahí
quietica que se termine de podrir, pero no, estos viejos muchachos
se empeñan en darle respiración boca a boca sin importar el herpes
la pudrición y la gusanera que le supura.
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Que los briosos músculos de la invención colectiva se disparen
para que nasca el asombro que nos haga enterrar para siempre el
hambre el miedo y la ignorancia santa trinidad que nos acompaña desde los inicios en este planeta.
POR MÁS PLANETAS QUE SOÑEMOS COMO MINA Y
MERCADO
Nunca lograremos saciar lo perdido, no hay acumulación que
valga para satisfacer las necesidades ancestrales que se volvieron
infinitas en el cerebro de los consumistas que somos.
Está ocurriendo el colapso de un sistema único, en todos los sentidos, no de cualquier sistema, es nada más y nada menos, que el
capitalista; aglutinador de todos los sistemas poderosos que han
existido hasta el momento; es la maceración de diez mil años
atentando contra la vida en todas sus infinitas formas. Un sistema
por demás sabio, manipulador de todos los miedos, de todas las
hambres, de todas las ignorancias, en todos los tiempos y lugares.
Adaptándose a todas las circunstancias, atrayendo para si, todo lo
que se le manifieste contrario, utilizando esas creatividades, hasta
convertirlas en piezas indispensables, de su propio engranaje.
Un sistema con la virtud de dividirnos en tantas partículas, como
sea su necesidad, en su nombre o en su contra, (es lo mismo) somos
gremio, género, color de piel, religión, trabajador, campesino, sexo,
partido, individuo; en la ilusión de que somos el todo.
En el pensamiento mágico que nos habita, creemos ver solucionados los problemas, en la medida en que logramos resolver el
nuestro inmediato, sin percatarnos que no somos solos, que no es
posible nuestra existencia sin el otro.
Todo pensamiento que no supere este accionar de la dialéctica
capitalista está destinado a sostener lo existente.
Hablamos de corrupción y honestidad, sin saber que ambas accio-
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nes son parte de un mismo decir. Como gusanos trabajamos y nos
reproducimos en el cadáver, desconociendo que al final seremos
mariposas.
Todo esfuerzo por arreglar, acomodar, salvar, reformar este sistema, será inútil.
Lo macro construyó un mundo social incontrolable, en donde la
mercancía sustituyó toda otra opción. La gente mercancía; nos
compramos y vendimos hasta la saciedad, de allí la molestia, el
hastío y el no saber a dónde ir, qué más hacer. Cada día se requiere
de otras emociones consumibles, imposibles de producir.
Los centros comerciales, son los modernos templos de la religión
del consumismo, cada cual compite por tener su propia iglesia,
mientras las grandes mayorías somos conducidas a las piras del gran
holocausto comercial, que se transporta en las bolsas de valores
de la guerra, en todo el planeta.
Mientras esto ocurre, desde la teoría religiosa de la salvación de
los pobres y la autoayuda de la clase media se extiende como
AH1N1(en su envoltorio Bronfield) por todo el planeta, que
la culpa es mía o suya, confundiendo en la gran torre de babel
televisiva, a todos los pobres, quienes terminamos creyendo en
pajaritos preñados.
También se nos confunde, con la idea de salvar a la tierra, aterrorizándonos desde todas las pantallas, con el cuento de que el planeta
se acabará, intentando desviar la atención de donde debemos mantenerla enfocada, que es en el desmontaje del sistema capitalista, si
bien no es combatible como contrario, si debe pensarse y trabajarse
su desmantelamiento, olvidémonos de la tierra, ella continuará su
viaje, con o sin nosotros, preocupémonos por la especie, pensémonos en otra sociedad, todo lo que somos, será molido por el
devenir histórico, y no por determinismo o religiosidad, sino por
consecuencia de un hacer, que nos viene desde lejos.
85
EL CORAZÓN NO ES UNA MÁQUINA
Ahora estamos detenidos, con más miedo, ignorancia y hambre que los ancestros. Por hambres ancestrales, la ignorancia nos
conducirá a comernos la semilla y con ello, vendrá lo que tanto
se ha temido.
En esta revolución planetaria, donde todo está muriendo, también
estamos pariendo un mundo, lo distinto, lo que no se puede nombrar, ni calificar, ni señalar, si no cuando ya sea. Todo término
como, revolución, cambio, transformación será cuestionado por
los hechos.
Nada es pacífico o violento, es diferente, señalará sus propios hilos y
necesidades; su ética no se corresponderá con nada de lo conocido.
Es cierto que en el pasado, la historia del planeta la signó la lucha
de clases, siendo su rasgo distintivo la violencia como sistema de
cambio. Ello obliga a rasguñarnos el cerebro, a torcérnoslo, porque se requiere pensar, ya no como acumuladores de poder, sino
como eliminadores de poder, ya no como constructores del mundo
preconcebido, sino como inventores de lo distinto.
CON SU ÉTICA JAMÁS CONSTRUYERON PAÍS
Señores de la empresa superproductiva de la información desinformante, dictadores de la iglesia, acomodados diputados,
dogmáticos de partidos, amorfos gobernantes, políticos acéfalos,
militares, agentes policiales institucionales- represivos, reproducidos intelectualesloros seudoeuropeos, seudojaponeses, seudogringos, seudonada, cuadrados académicos, aislados y nebulosos
universitarios, integrantes y dueños de gremios y géneros y raza
y colores y mujeres y hombres indios o indígenas, todos productores consumidores extremados en la angustia, pedidores de más
productividad sin saber qué, ni cómo, ni cuándo, ni con qué, en
fin señores sindicalistas, levanta manos de señores empresarios
y viceversa.
86
Todos ustedes, (nosotros) dueños y esclavos modernos, individuos
e individuas con o sin conciencia, de los acontecimientos, en plena
globalización o muerte de la cultura capitalista, les avisamos
que es con la venia de ustedes, e independiente de ustedes, que
está ocurriendo la revolución, en la cual participan denodadamente, unos por cambiar y otros porque no ocurra el cambio, pero
defiendan lo que defiendan, estén seguros que su accionar en la
revolución, contribuirá como un grano más, como un sudor, como
una risa; a perfilar un planeta del que aun no formamos parte;
de carne, hueso y sangre, que ha de dolernos como las heridas,
no dramático, no cuadrado, no cobarde; ni nominal, de escudo,
bandera, himno y fecha patria, de instituciones cascarón; sino ese
que nombramos y nos nombra, con alegría o con llanto, pero en
pleno, con todos, sus ríos y montañas y lagos y llanos y costa, pleno
de otros animales, sintiéndolo caminar en los pies de los juntos,
sabiendo que será algo más que positivo o negativo, tuyo o mío, un
planeta hecho por todos y sobre todo, para vivir todos sin dueños.
Porque un país o planeta, no debe ser el hato, la mina, la fábrica o
la nómina particular, de alguien.
Vengo a bañarme de nosotros
los que cargamos los alambres y las fábricas a cuestas.
Vengo a teñirme de estos colores, de esta risa y de este llanto
toda la vida compartida.
Vengo a escucharnos en los cantos
que nos nombran tal y como somos en lo íntimo
En lo que jamás entregaremos al trabajo esclavo.
TENGO ALGO QUE DECIR.
¿POR QUÉ NO LO DIGO, SI ESTOY EN UNA REVOLUCIÓN?
Se insiste en creer que hay buenos y malos, y en esa disyuntiva,
se activan las más descabelladas teorías sobre la manera de decir,
informar o comunicar; en ese marco se cree por ejemplo, que hay
una ética de los periodistas, como si tal hecho fuera cierto, como
si fueran personas independientes de la dinámica de la lucha de
87
clases, en donde la ética es la que la cultura impone y no la que
desean los individuos o las profesiones que estos ejercen; en estos
tiempos se impone como verdad, la falacia de que la ética, es de
profesión y no de la cultura productiva dictatorial que siempre ha
generado la conciencia de la gente.
Esa misma idea crea la ilusión en los pobres, de que como no
aparecemos en los medios, de ninguna de las formas deseadas,
inmediatamente se dice que hay ausencia de contenido, una cosa
es que nosotros no aparezcamos como deseamos en la conciencia
colectiva y otra muy distinta, que los mensajes en los medios que
expresan a los dueños, no estén cargados de contenidos. Lo que
ocurre es que esos son sus intereses y no los nuestros, y para eso es
que ellos usan sus medios, para transmitir sus mensajes; por tanto,
la llamada falta de contenido en los medios es una idea fantasma
de quienes creen en la imparcialidad o neutralidad de los mismos,
como si estos no tuvieran dueños, con necesidades muy concretas
y ganancias muy precisas o muy jugosas.
Quienes deseamos que el mundo sea otra cultura, debemos inventar los medios que puedan transmitir sin traumas el mensaje
exacto de esa otra cultura o usar los medios actuales, previendo
en el tiempo, los distintos planos en los que se desenvuelve una
revolución, (con la conciencia de que esos medios deben ser
abandonados hasta tanto se cumpla el plano en que su uso es
necesario) pero lo que no podemos seguir, es con el lloriqueo ignorante, de que los medios deben ser imparciales, cómo si cuando
Bolívar trajo la imprenta para sacar el Correo del Orinoco, estaba
pensando en prestársela a Morillo para que éste escribiera sus
encendidas proclamas contra los patriotas. Dejémonos de guevonadas. Inventemos nuestra comunicación, estudiemos las claves que
a diario y en toda nuestra historia hemos emitido como pueblo;
los ejemplos son muchísimos.
¿Qué tengo que decir? ¿Lo tengo?, esas interrogantes son básicas
para comprender y actuar en los varios planos de la comunicación,
88
en el proceso revolucionario. Por eso, dime con qué periodistas
andas y te diré cuánto te incomunicas; porque en la revolución,
los que estamos con el cambio no necesitamos periodistas, necesitamos personas que se comuniquen entre nosotros; que nos
transmitan nuestros mensajes, no desde el altar de sus gremios,
en donde negocian los sudores de las mayorías.
Yo me organizo, luego te informo, que como te jodo, está bien.
Pero el nosotros, debemos preguntarnos ¿Por qué tú me informas?
¿No será mejor que hablemos? ¿Con qué se come eso que llaman
información? Con: ¿Sordo, mudo, ciego, tapao o cerebro alcancía,
de conocimiento rumiado por otros? La libertad de información
de quienes tienen un medio, no es más que la esclavitud de quienes
no lo tenemos.
Nosotros sabemos que el patrón nos informa siempre dos cosas:
que nos dejemos explotar y que luego le compremos el producto de
ese robo-crimen, con alegría de Sábado Sensacional; es decir, Polar
somos todos, pero con los culos de mis curas no te metas, porque
te mato, si no que lo digan los millones de obreros y campesinos
que en el mundo han muerto por nada más pedir un pedazo de
tierra o exigir un salario digno; por esa simple pendejada, cómo no
van arrecharse, si les dicen que su costumbre de mandar está en
peligro, si la manera de ganar sin invertir, está en pico de zamuro.
Yo te informo, tú escuchas, hueles y si te da la gana lo crees o no.
De todas maneras como dueño yo tengo la razón y eso es lo que
importa.
La comunicación al parecer es un acto mágico, producido por un
pensamiento mágico, donde basta que quienes tienen el poder se
manifiesten, y ya está la comunicación, los nosotros no importa.
En los albores del miedo, el hambre y la ignorancia humana, la
invención de los dioses fue usada por los dueños para justificar su
crimenrobo; la información fue convertida en comunicación, la
excepción en totalidad, la ética rapiña en honestidad, pero siempre,
desde los profetas, pasando por la ciencia, hasta los periodistas; la
vida en su totalidad ha sido explotada por los dueños, sustentados
en el poderío de las armas. Dejando como herencia la histórica
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tragedia de la lucha de clases. Hablandoescuchandoabrazandomirandobesando entretodos? Esa, entonces es otra ética, la de la
cultura colectiva; la que no es necesaria vender o someter a juicio,
la que podemos expresar sin temor al qué dirán, la que volveremos
costumbre, la que será norma desde lo íntimo sin contradicción
con el afuera, porque el afuera también será el nosotros que, no
puede ser dañado, sin dañar el adentro. En esta ética hablaremos
claro, cumpliremos, es una manera de decir y decirnos, donde
todos confiemos en el cuerpo del otro porque hablamos desde el
nosotros, porque hablamos y nos tocamos y nos emocionemos sin
instituciones intermediando.
En el mundo del poder, hablamos de institución a institución,
porque nadie confía en nadie y con toda razón, desde el poder el
engaño es un cotidiano.
De aquí que nunca más hablar fuera de nosotros, porque no se
trata de convertirnos, de llenar de nuevo el cuerpo, con conceptos,
se trata de desconceptuar, de ser y ser, es nuestra discusión, no
necesitamos ser nombrados, ya somos, partiendo de lo que somos,
decidir que ser y con quien ser. Esta conversa es subterránea, es de
los adentros, debe ser individual y con los juntos, sin el disfraz, sin
la careta; con la desnudez por todos los lados, ir por otros caminos,
los de los encuentros, los convergentes, los cercanos, los que juntan,
los que comparten sin dolor, los que se buscan y ayudan; no para
quedarse en la cultura capitalista, sino para salir de ella.
¿CUÁL ÉTICA?
No puede ser la ética, cual cadena de perros de la bicicleta filosófica,
desde Aristóteles o aun antes, (coloque usted su filósofo favorito
y la época preferida) y quienes la soltaron hasta Hegel y mucho
después (salte usted a la escuela o fábrica filosófica de su antojo).
No, la ética por construir, puede ser ética, pelética, pelada, peluda,
pelempempuda; producto de las tres yucas del pensamiento de
aquí. Y si es así, lo más ético es decir que no existe tal ética, tenemos
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que hacerla con la intervención negra de los haitianos ayudando
a Bolívar, de Los Caribes, indígenas desprendidos hasta de la vida
misma, para que el otro viva, sin necesidad de cámaras, que vean lo
que hago por el otro, y sin transmisores que expongan a los cuatro
vientos, nuestras acciones de políticos ambiciosos, hambrientos e
insatisfechos de siempre; como cualquier empresario insaciable,
comedor de montañas, río, y acumulador de basura en todo paisaje que se le atraviesa en el camino, pero también, la ética de la
cultura colectiva, debe estar signada por el coñazal de gente bobera, zamorana, pobres que acompañando líderes, siempre hemos
terminado no siendo nosotros, sino los seguidores de, o la turba
que sin conciencia, puede acompañar los peores crímenes contra
sí misma, y el territorio donde habitamos o al que pertenecemos.
La ética no puede nacer estética de minorías con rostros de otro
sitio, estítica no paridora de ideas, diarreica de discursos sin sangre pueblo, compulsiva del apuro de cuanto hay paeso. Ha de ser
fresca, ligeramente controla el Poder Moral, del mural de rostro
que somos, sin instituciones tradicionales. La otra ética, ha de ser
para la vida. No puede ser de la mortandad, elitesca, remediera,
maquilladora de cualquier proyecto, nombre de prócer, una ética
socialista, que diga que hace mucho tiempo que no vivimos en
sociedad; que nuestra economía, aunque esto es guerra, es atrasada
e inmoral, bien sea de computadora o del cambur, de la iglesia, de
universitas, o la bolsa de comida y la lata de zinc para el barrio.
Una ética que sea política del justo y nunca para gobernador y
alcalde, mucho menos el te meto (porque te meto en ascensor)
una ética sin cultura, (de cultores) como si la gente no fuese una
sola y que este sistema, todos los días nos duerme, tratando, sin
diferenciarnos, de vendernos su oportunismo a punta de cultura,
populorum, folclore, escuelas de músicas, danza, saltimbanqui,
sinfónica de carrizo, donde nos roban hasta el canto natural de los
pájaros para venderlo en Alemania, como unos buenos copiones
que somos y hasta de pico pico de los periféricos, del gran boom.
Una ética para muchos encuentros, que históricamente nos dice
que no estamos solos, sino juntos, a punto de seguir siendo vida,
en esta gran casa llamada tierra.
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En fin, una ética, sudada de nuestras sombras y que no hieda a
bicho muerto.
EL SER COLECTIVO
NO APUESTA POR EL SUICIDIO
No es un secreto. La cultura capitalista se desliza por el tobogán
que la hará cadáver.
A los objetos y a las palabras se le endilga desde los aparatos de
propaganda o transmisión de ideología, el valor de la esencia, aun
cuando cada uno sabe en su íntimo ético, la mentira que le hace
vacío.
En esencia, el ser colectivo no apuesta por el suicidio, por el contrario, buscamos los mecanismos intelectuales, que nos hagan
ver la luz y la oscuridad, como parte de lo mismo.
Las personas que hemos entrado en un proceso ignoraresreflexivo,
entendemos que esta tarea no es sólo de nosotros, por lo que nos
impera comunicarnos con los otros inmediatos, que son el cuerpo
planetario, atravesado de cabo a rabo, por la cultura capitalista en
su totalidad.
Al intentar un balance, se nos torna en apariencia intocable, escuela,
académico, excelencia, aparato de producción, fábrica, profesor,
autoridades; autonomía, ética de la razón, ciencia, cultura, arte,
(agregar todo lo demás que se considere deba ser cuestionado) y
en lo más cercano nosotros, los familiares y compañeros de trabajo,
porque se nos condenaría al cuarto de los leprosos, por decir lo
menos; sin embargo, es precisamente lo intocable, por donde hay
que empezar. Que se coloque en la claridad de la sabana revolucionaria, todos y cada uno de estos conceptos, todas y cada una de
estas relaciones, todas y cada una de estas estructuras, y con toda
seguridad, conseguiremos la razón de la palabra hueca e insustancial que le sostiene; permitiendo luego del doloroso llanto que
nos produce el cadáver, construir sobre realidades, lo que ha de
ser vivo y sano, en condiciones armónicas.
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Nos intenciona el poder hurgar en lo hondo, en los recovecos de
nuestro ser planetario desangrado por la cultura capitalista, no para
la crítica regodeante del remedio calmante en la enfermedad crónica, que en lo irremediable, nos conducirá a la muerte, sino porque
es preferible detenerse a rearmar o armar lo distinto, separarse
de lo que se sabe y esto, para con un asombro en la mirada, salir
a emocionarse con el Universo, en otro modelo de comprensión.
Aun cuando pueda parecer ataque el nacimiento de las nuevas
ideas, (por lo de la fuerza de la costumbre) lo que hoy emprendemos, no tiene nada que ver, al contrario, es la enorme gana de
vivir, la que conduce a liberarnos del pensamiento acartonado,
que nos obliga a permanecer en instituciones de funcionalidad
inercial, (fábrica, escuela, iglesias, ejércitos, familias, partidos,
sindicatos, y gremios de todo signo y género) repitiéndose hasta
la saciedad, en planes, horarios, balances, informes, notas de
temporalidad espasmódica, pero infinita, con voces muertas; de
excelencia, crecimiento, pro competitividad, reingeniería; pero con
una inversión en paralelo, para crecimiento personal, autoestima,
valoración interior y toda cuanta falsa literatura busca reinsertar
a la gente en el aparato productivo; con una mueca por sonrisa,
desconociendo que es quieta la alegría de los muertos.
El cadáver de la cultura capitalista, se alimenta cada segundo, con
millones de trillones sobre mil trillones de células vivas; a las que
convierte en cánceres consumidores de toda otra forma de vida,
que habita en este planeta.
La cultura capitalista, se recicla a lo infinito, regurgitándonos como
alienados zombies que deambulamos en los templos del comercio
mundial.
Condenados estamos desde ya, por las voces del pensamiento
muerto, sabemos de lo incontestable de sus monumentales argumentos, sobradamente demostrables, en grave error, incurre quien
piense confrontarse con lo estático. No es esa nuestra intención.
Quien aún es sensación y mirada, comprenderá.
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Nos hemos decidido a pensar y a comprender desde lo más íntimo, no tenemos seguridad de a donde vamos, sólo hay certeza
del partir, lo demás es la vida.
DICTADURA Y DEMOCRACIA
Hasta que la dictadura de la fábrica y sus instituciones transmisoras
de ideología, no desaparezcan, la democracia será siempre un acto
hipócrita, en desmedro de nosotros los pobres. La democracia es
una forma de gobierno de los dueños, nacida en plena sociedad
esclavista, en donde el esclavo no era reconocido como gente. Todos
los gobiernos capitalistas actuales, son dictatoriales, son gobiernos
que obedecen a los mandatos de los dueños. Son gobiernos de los
individuos sobre los individuos. Es esencia de la cultura capitalista.
La sociedad o cultura socialista debe crear sus propias formas,
todo lo que nace trae su propio molde y contenido; el socialismo
debe cambiar sus viejos enunciados individualistas y diseñarse en
el marco de lo colectivo. No para su uso, sino para su costumbre.
LA LENGUA ES UN INSTRUMENTO, NO EL MENSAJE
Es evidente que hay un problema planteado de este lado de la
revolución y es que no tenemos resuelto el problema comunicacional.
A nuestro entender, lo que no da pie con bola, es una visión de
izquierda, que cree que las revoluciones se hacen de determinada
manera y forma; por ejemplo si se usa el término guerrilla, eso es
impactante, porque vives en un país en donde fue estigmatizado,
ligado a las peores causas y sus representantes fueron derrotados
o comprados. A nivel mundial el aparato propagandístico de las
transnacionales lo relaciona al terrorismo y al narcotráfico, pero
pareciera ser, que eso no le dice nada, a quienes pensaron la brillante
idea, como si guerrilla, fuera algo muy revolucionario, como si no
fuera una forma de lucha, como la electoral, la armada formal o
cualquier otra, de las miles de forma que adquiere la guerra, desde
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que el mundo del poder es mundo, y la lucha de clases su rasgo
distintivo; si la guerrilla está a favor de los burgueses franceses e
italianos que lucharon contra Hitler y Mussolini, entonces será
proyectada por todo su aparato de propaganda, como una imagen
romántica, valerosa y martirizada, pero si la guerrilla, es en África,
Asia o América Latina y el Caribe, a favor o en ejercicio de los pueblo pobres, en función de su liberación, será la peor abominación,
como ocurrió con la guerrilla colombiana o la venezolana, para
nombrar dos, bien conocidas.
Resulta que no analizamos a profundidad ese concepto de guerrilla comunicacional, no fue sopesada su magnitud, porque una
vaina es, que hagas la guerrilla, pero no le puedes decir a nadie, que
vas hacer una guerrilla, eso es una estupidez: Mira mañana te voy
atracar, si alguien me avisa eso y además se lo comunica a todo el
barrio y lo veo entrenando, bueno caballero, yo lo espero con un
escopetón, para darle un solo tortazo por el lomo, porque no lo
voy a esperar de frente, le tiro una emboscada, eso es lo que va a
pasar; por ejemplo, los cubanos un día se cansaron de Batista, y
un grupo de vanguardia hizo un plan clandestinamente y fueron
a tomar el Moncada, bueno por bisoños, por que no eran militares,
por desconocimiento, por distintas variantes que se presentan en
la guerra, los militares batistianos los derrotaron; sin embargo esa
acción sorpresa que dirigió Fidel, prendió un verguero, que terminó con el triunfo del Movimiento 26 de julio, seis años después;
es verdad, tuvieron presos, se fueron a la guerra de guerrillas, pero
los carajos, nunca le dijeron a nadie con una madre pancarta,
señores, nosotros vamos a tomar el cuartel Moncada, después nos
vamos a entrenar en México, luego regresaremos en el Gramma,
nos vamos a La Sierra Maestra a desarrollar una guerrilla y por
último tomaremos el poder.
El problema con nosotros, es que no es la forma lo que tenemos
que usar, sino que no tenemos contenido, porque estamos llenos
de conceptos que no nos pertenecen, que son aprendidos de
otras latitudes, y la revolución que está ocurriendo es radicalmente
distinta a lo que los conceptos aprendidos pregonan.
95
Entendemos por guerrilla, sistema organizado, de fuerza pequeña,
que teniendo claro un objetivo, se mueve ligeramente, ataca y se
retira, generando gran daño al enemigo, que por lo general es de
mayor fuerza. Su rasgo distintivo es la sorpresa, su táctica fundamental, la emboscada, por tanto se mueve clandestinamente,
dentro del pueblo, que es su protector y cantera y a quien se obedece. Nosotros hicimos exactamente lo contrario, con bombos y
platillos estatales, creamos un aparato, que desde el principio nace
manco, porque es oficial, en segundo lugar, su objetivo es difuso,
y su mayor fuerza, la pierde al anunciarse.
Entendemos, en primer lugar, que debemos crear el mensaje, estar
de acuerdo en todas sus partes, saber manejar sus claves, estar
en sintonía con quien queremos que lo sepa, saber reproducirlo
y manifestarlo en distintos lenguajes; con eso en las manos, es
que podemos usar las distintas herramientas, o medios, incluido
como tal en este caso, la guerrilla comunicacional. Tomemos
como ejemplo la lucha de Chávez, desde que decidió luchar, primero todo un recorrer, un conversar, crear las incipientes formas
orgánicas, hasta risibles, como las que a veces cuenta, luego el
MBR200 clandestino, y después todo lo que conocemos. En cada
uno de esos pasos, primero decía, lo que se debía hacer, es decir el
mensaje, aun todavía antes de hacer cualquier cosa, nos dice lo que
va hacer, el objetivo, la forma y manera, lo revela con el tiempo,
pero primero nos convence de la necesidad de ese objetivo y da
tiempo para la reflexión.
Cuando ya tienes el mensaje, qué es lo que necesito para decirlo,
unos spray o necesito un megáfono o necesito una cámara o necesito equis herramienta, ¿dónde? bueno en una pared, en una
plaza ¿cuándo? el día tal, ¿a qué hora? a tal hora, entonces vas a la
hora que fijaste y le caes, al día siguiente amanecen esas pintas ahí
o el escrito o el afiche, o el mural o el baile, lo que sea que hagas,
buscando crear el efecto deseado, que es el mensaje a transmitir.
El concepto esta errado porque no parte de la realidad, es de trasnochados, lo que ocurre es que en esta revolución, quienes estamos
96
por el cambio, todavía no elaboramos el discurso que necesitamos,
por tanto no lo podemos comunicar, estamos en estado de coñaza
pura y simple, el dato primario de la coñaza de clase; en esa etapa
estamos en la revolución, tan es así, que todavía no tenemos un
espacio acorde con los tiempos revolucionarios que nos permita
elaborar la propaganda necesaria, que haga balance cotidiano de
lo que ocurre, a fin de ir creando memoria y capacidad reflexiva,
en los militantes y activistas del cambio, porque la revolución no
son un bando, son dos bandos, dos bandos que se mueven en una
negociación, que genera tres, cuatro, cinco, diez, quince, veinte
bandos; porque la revolución no es un lado de las cosas, la revolución es todo eso, es tan revolucionario Globovisión, como tan
revolucionario esa guerrilla comunicacional, como revolucionaria
es venezolana de televisión, todo eso es la revolución, todos somos
revolucionarios en esos exactos términos.
En ese proceso se está cuestionando todo el discurso burgués,
desmontando sus códigos, sus claves, sus formas y sus medios de
expresión, que aún permanecen entronizados en quienes manejan
los medios, que intentan promover el cambio. Ahora la gente que
plantea cambiar, dentro de una revolución, estamos obligados a
pensar, porque toda la conceptuación hasta ahora existente, no ha
resuelto el problema, ni lo que produjo la unión soviética, ni lo
que proponen los chinos, ni lo que produjeron los cubanos, eso
no ha resuelto el problema. Estamos obligados como gente a
pensar, si nosotros seguimos repitiendo, si nosotros no tenemos
la capacidad de detenernos, entonces nosotros estamos jodidos,
porque nosotros vamos caminando sobre lo establecido, sobre
caminos abiertos, porque no nos hemos detenido a decir para
dónde, sino que vamos dando pingasos y ¿dónde te metes? en lo
que está abierto que es más papaya ¿entiendes?, soy socialista, soy
comunista, soy no se qué coño. No tenemos que ser lo que somos,
entender la vaina de la vida real, qué nos está planteando el tiempo
histórico, eso es lo que uno tiene que hacer.
Ahora ¿qué se nos plantea a nosotros, desde lo que estamos pensando? insistir en la vaina de conectarse con otras cosas, porque debe
haber muchas vainas por ahí haciéndose, un buen día aparecen
los chamos del hip hop, los del joja, los del ruan rin, oye tienen
97
organizado un verguero, se entraron a coñazo, los tipos decidieron
coger una línea, decidir un mundo, un tiempo histórico, diseñar
un país, en donde vivir, cómo vivir, a través de qué vivir, y dicen
coño esta es la mierda y se disponen a dar la pelea por ese sueño
que amasaron entre todos, y nosotros debemos conectarnos a lo
que está naciendo siempre, ese es nuestro deber ser, para juntos
generar una ética, generar una conducta, eso es lo que en alguna
medida tendríamos que tratar de hacer cotidianamente, como gente
que propone el cambio.
NO SOÑEMOS VIVIR EN EL SOCIALISMO, IMAGINEMOS
AL SOCIALISMO
I
Es en la edad adulta, cuando podemos hablar de tener una conciencia, se puede morir a los dieciocho, en una guerra, en nombre
de una revolución o en nombre del fascismo o en nombre de lo
que sea; se puede morir a los catorce años, diciendo viva Hitler,
viva Stalin, viva Fidel o viva Chávez, se puede a los catorce años ser
héroe, pero realmente cuando adquieres un estado mental propio,
después de haber vivido, si aun estas vivo, es a partir de los treinta
años, más o menos.
II
Si viviéramos en el socialismo lo dañaríamos todo, porque somos
culturalmente capitalistas, es claro que todo el mundo desea vivir
en sus sueños pero con las comodidades del tiempo presente. En
realidad se sueña otra sociedad, porque la carencia y condiciones
que hacen posible el bienestar, en la sociedad donde se vive, es
altamente costoso para las grandes mayorías, de allí que más allá
de los sueños, la realidad se impone y fabrica revoluciones cuando
menos se esperan, esa necesidad de satisfacer carencias diversas,
obliga a que independiente de los sueños y el soñador, el ser real,
el de carne y hueso; busque desesperadamente satisfacer esas
necesidades, es por eso que las revoluciones, no son el producto de
los sueños, sino de la necesidad de los irredentos, los hambrientos,
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los pobres en general, no es cosa de sacrificios, que si nosotros nos
vamos a sacrificar para que la próxima generación, no, no, no, es
una vaina que es independiente de nosotros, ese es el otro elemento, que no es un problema de los individuos, como lo reflejan los
pensadores de la clase media y que todos los burgueses aplauden,
es un problema de la sociedad enferma en su conjunto, de cómo
se desenvuelve la lucha de clases; en estos momentos, a lo mejor
hay unos tipos preparando un golpe de estado, mientras nosotros
estamos discutiendo estas guevonadas aquí y echándonos palos,
hablando de socialismo, pero la lucha de clases sigue su curso,
está allá afuera, dura, cabilla, dándose pingazo la gente de verdad,
ahorita hay un poco de burgueses y clase media y hasta pela bolas
(porque también hay su poquita gente que siendo pobre asumen
el comportamiento y la creencia de los ricos) pensando en cómo
tumbar a Chávez, como matarlo, pero no sólo pensándolo, hay
gente que lo está planificando, otros que lo desean ejecutar y otros
que lo intentan ejecutar, todos los días (en estos días agarraron a
Chávez Abarca) y del lado de Chávez, hay un poco de gente, evitando que lo maten; en ese abanico inmenso se desenvuelve la
lucha de clases, en ese acordeón, todos los días hay muertos, heridos, presos, renegados de bando y bando, traidores, escupe fuegos,
los inmolados, los desea guerra, los que no la quieren, siempre de
bando y bando, pero nadie en particular podrá torcer el rumbo que
trazan las revoluciones, que al final es curar la sociedad enferma, lo
que nadie se percata es que esa cura es tan radical que la sociedad
enferma desaparece y da paso a otra.
Mal puede alguien hablar de sacrificios particulares, como no sea en
función de ser reconocido para cobrar a futuro y muchos lo hacen,
aun sin realizar el sacrificio o simulándolo cobran constantemente
y sonante, casi siempre por adelantado. Lo que se intenta decir, es
que debemos pensar, a partir de lo que somos, no de lo que queremos ser, el peo es que hay gente que parte, juzga, analiza, a partir
de lo que quiere ser, por ejemplo quieren ser comunistas, quieren
ser socialistas, pero no parten de lo que se es, ¿Qué somos nosotros ahorita, ya, en este instante?, esa mierda da miedo, cuando
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tú empiezas a conciencia a revisarte, qué eres, qué hago, dónde va
mi cuerpo, mi discurso va por allá hablando, ¡aja! y tu cuerpo por
dónde va? ¿Luchando en El Congo?, exacto tu discurso esta allá
en El Congo, con el Che Guevara, está en Haití, está en Cuba, ¿Y
tu cuerpo dónde está? ¿Está en McDonald, en Tropiburguer, en los
centros comerciales, en los bancos en las fábricas?.
Un ejemplo de eso Maquiavelo, cuando él rompe con todo lo que
se había escrito sobre la filosofía política y coloca al desnudo la
verdadera razón del poder, sus motivaciones y de cómo el logro
de esos fines justificaba los medios que se usaron; (sólo los príncipes de las leyendas eran buenos y rescataban princesas dormidas)
demuestra la realidad, los poderosos eran una caterva de hijos
de puta y aun siguen siéndolo con el “por qué no te callas”, que
para seguir en el poder si hay que matar matan, si hay que ser
bondadoso, es bondadoso, si hay que usar la maldad se usa, para
nada de eso les tiembla el pulso, a los dueños del mundo (Que
hoy ya no son príncipes, o reyes, o presidentes, sino empresarios,
industriales) con tal de lograr sus objetivos, aquí la política no es
buena ni es mala, es una vaina que hay que lograr y ya. Así como
los burgueses aceptaron como ética valedera el crimen y el robo
y es esa la raíz que nos hace posible, eso es lo que somos, así se nos
construyó, y eso debemos saberlo para entonces diseñar la ética que
hará posible a los futuros, porque si nosotros aceptamos que la
política es inmutable en sus métodos y que siempre será así, que
el fin justifica los medios sin importar que se jode, entonces no
tiene sentido hablar de cambios, se trata de ubicarnos para saber,
dónde estamos y que debemos hacer.
El carajo de esta época que crea que en el socialismo, él será feliz,
está jodido porque no hay tiempo natural en el cuerpo para eso.
Nosotros nacimos en el preciso momento en que una cultura habrá de morir por sus contradicciones y otra habrá de nacer de ese
berenjenal, pero ni veremos morir, ni veremos nacer, Hablando
en términos meramente de edad finita, que tenemos nosotros;
porque lo que ha de morir, apenas comienza su partida y lo que ha
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de nacer, aun no define, si persigue el sueño o lo construye desde
el cuerpo colectivo pero, si hablamos de lo aprendido, ¿Cómo me
sacas veintiséis años de educación formal del cuerpo? el famoso
cuento de desaprender, uno no desaprende nada, ¿Cómo te quitan
la escuela y la universidad? Ese es un cuartel, las universidades son
una empresa creadora de títulos del que nadie desea desprenderse,
a mí me enseñaron que la propiedad privada es una vaina, que
tú haces con esa vaina lo que a ti te dé la gana, como a tí te dé la
gana, y cuando a ti te dé la gana, porque eso es tuyo, y después,
leyendo, entiendo que la propiedad privada como hecho natural no
existe, yo no puedo comprar un carro, cambiarle la luz y manejar
en sentido contrario, no puedo atropellar a quien a mi me de la
gana, porque esa mierda es mía, yo la compré con mi plata, es mi
propiedad privada, está a nombre de Enrique Irrigorri y yo hago
con esa vaina, lo que me salga del forro, esa es mi libertad, eso es
democracia, pero la verdad verdadera es que tienes que tener plata,
no para comprar un carro y un apartamento y una piscina y una
casa, sino que tienes que tener plata, para comprar a todo al que
a ti te dé la gana, para poder ser libre y democrático y ejercer tu
propiedad privada. Si tienes plata, tienes una Homer y puedes
atropellar a un nadador olímpico, pero si tú tienes un apartamento,
un carro y una que otra guevonaita, que tienes que andar pariendo
para pagarlas, entonces tú no tienes propiedad privada un coño,
tú lo que eres es un rolitranco de endeudao, que con cualquier enfermedad o un accidente se te esfuma esa ilusión de propietario.
La propiedad privada existe siempre y cuando tengas plata y poder
para ejercerla, la propiedad privada no existe para los pendejos, yo
compro un apartamento, entonces ando maldiciendo a Chávez,
porque me quiere quitar mi propiedad privada, pero resulta que
yo tengo una hipoteca en primer grado a favor del banco y si yo
no tengo HCM la casa es lo primero que yo pierdo, para curarme
cuando estoy enfermo y la clínica me exprime hasta el último
centavo aun teniendo seguro.
Si personas como nosotros minamos el socialismo, solamente
seríamos una plaga, una peste, que contaminaría todo, por eso es
101
que no podemos habitar el socialismo, mas si debemos soñar, luchar
y morir alegremente, porque un día eso sea realidad y la especie
supere el sacrificio, como condición de vida. Estamos obligados a
diseñar ese mundo social. Nunca habrá algo más emocionante que
pensar lo que no existe y más aun hacerlo realidad. No perseguir
más el sueño o la utopía, amasarlo entre todos, porque el sueño
no está en ninguna parte, ni lo trae ningún animal mítico, sea alado,
terrestre, o el Cayapo, ni los héroes, súper arrechos y sacrificados,
sino en el cuerpo colectivo, que decida pensarlo y amarlo, desde
su concepción, hasta verlo caminar, en el cuerpo de todos; como
una cotidianidad.
PROPAGANDA NO QUITA VICIOS
De ser así los religiosos fueran perfectos. Con sus: No fumes, no
mames, no cojas, no mates, no robes, no codicies, y ahí están, cogiendo carajitos, matando en nombre de dios, robando, traficando
con armas, drogas, aliados a mafias, lavando dinero en el banco del
Vaticano, siendo tenderos, manifestando sus lujos ante el mundo
entero. Cada uno compitiendo, a ver quién los mira más, de
manera que no es con propaganda que se elimina el sistema o
desaparece. La invitación es, ir masivamente con la gente, a coñacearnos cerebralmente; hay que discutir, ya no se puede seguir
creyendo que las cosas están resueltas en la teoría, no; debemos hoy
más que nunca pensar, estrujarnos el cerebro, mandar la ideología
bien largo al carajo, es vital expulsarla de la mente. Por ejemplo,
nosotros somos un equipo de trabajo, tenemos unas discusiones,
unas preocupaciones, sobre la vivienda, la salud, el deporte, el arte,
la comida, el aprendizaje, el trabajo, la diversión, toda esa vaina en
la que cotidianamente nos desenvolvemos, que es lo que nosotros
debemos hacer, tratar de ir disciplinando esa vaina, afinar la investigación, generar los mecanismos de la experimentación y crear
los medios para la difusión y siempre vuelta al mismo proceso,
hasta que éste se vuelva costumbre en el cuerpo, de otra manera
no seremos, es mejor invertir todos los esfuerzos en lo por venir,
pensado por nosotros, que temer y volver al pasado, porque entonces la inversión será mayor y el resultado el suicidio colectivo.
102
¿En qué deriva toda esta aparente habladera de paja? ¿En qué se
transforma? ¿Qué referencia vamos a dejar? ¿Qué experimento
vamos asumir que vaya más allá del discurso? Todas estas interrogantes y muchísimas otras son necesarias, porque nos ayudan
a descubrir, desde la duda, los peñascos del camino. Nosotros no
sabemos y debemos decirlo con todas las letras del cuerpo para
que por lo menos en eso no haya duda, en quienes puedan atacar esta propuesta de discusión y en quienes estén dispuestos a
entromparla para desarrollarla, pero insistimos, quienes estén de
acuerdo y quienes no, harán sus aportes aun sin querer. Estamos
en el proceso de violar un principio de la cultura del capitalismo,
que son sus metodologías investigativas, la academia, nosotros
estamos mandando un método científico pal carajo porque descubrimos que sólo remachan la esclavitud, que muchas de sus cosas
sirven, es posible; pero antes de decidir qué cosas sirven y que no,
sometámoslas a la hoguera de la revolución y después veremos su
fortaleza vital, necesaria. Por los momentos sin desespero, estamos
dándonos coñazos por descubrir otras vainas, el apuro es propio
del poder que nos habita en el cuerpo individual, ahora, nosotros tenemos que crear equipos de trabajo que investiguen, que
experimenten. El problema, parece ser, está en el apuro, queremos
tener casas y promesas que se nos hicieron en el capitalismo, y
en nuestro corto periodo de existencia queremos coronarlos en
nombre del socialismo, como si esta cultura que no existe, nos
los hubiera ofrecido, o peor aún, fuera la causante de los males que
en ella queremos o en su nombre solucionar. Nosotros tenemos
que ir viendo o generando o posibilitando, la idea de que debemos
investigar desde el cuerpo en colectivo.
Suponte que nosotros estamos proponiendo la idea de trabajar
con barro y paja y palma y caña brava, madera de ese tipo, entonces
eso implica que tienes que investigar cómo es que vas a reproducir
la caña brava? ¿Cómo vas a reproducir la palma, la paja? ¿Cómo
haces para el uso del barro, como alivianar el barro y eso requiere
centros de investigación y de experimentación para que eso ocurra,
pero si nosotros no tenemos claro el problema, es maldad que nos
103
pongamos, si mañana tenemos el centro de investigación? No, no
lo podemos tener todavía, estamos en ese proceso de discusión, de
¿Cómo es, cuál es la metodología de ese centro de investigación,
cuál va a ser su forma, cómo va lograr un resultado? Porque es
muy fácil, un carajo llega y te dice vamos aplicar ensayo y error y
no sé que vaina y tal, ese es un principio del capitalismo nacido
de la guerra, en donde los dañados colaterales eran y son quienes
pagan las consecuencias, no importa cuántos muertos y muertes
naturales, le generen al planeta, con tal de lograr sus resultados, la
mayoría de ellos por azar.
¿Qué es lo que nosotros vamos a usar como método? El capitalismo
creó un método, ellos generaron un método, ellos crearon las
universidades y en el marco de los territorios tomados y saqueados
experimentaron todos sus sueños, eso fue una coñazera que esos
tipos se dieron durante siglos, pero nosotros pretendemos construir una sociedad que sustituya al capitalismo en diez años, en
veinte años, en cien años, nosotros no queremos estudiar la vaina,
nosotros queremos es, que con una vara mágica nos solucionen el
problema. Hermanos, como están las cosas, debe ser una preocupación constante, el crear, el diseñar, el concebir la casa socialista,
¿Cuáles son las características de la casa socialista, Es colectiva, no
es colectiva, es multifamiliar, es unifamiliar?
¿Qué material se usa en la elaboración de la casa socialista, vamos
a seguir echándole cemento o no lo vamos a usar, o sólo será en
lo estrictamente necesario, vamos a usar barro, vamos a usar caña
brava, qué es lo que vamos a usar? esa es una discusión que nos
va llevar años, pero la propuesta es que discutamos haciendo, y
no seguir haciendo casa con cemento porque necesito casa para
vivir, mientras discuto la de barro o el material que decidamos,
porque entonces estaremos reproduciendo al infinito al capitalismo
como cultura. Discutir también el otro trabajo, ¿Cómo vamos a
trabajar, qué trabajamos, en función de qué trabajamos, con qué
herramientas, con qué materiales, qué producimos?
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Así como eso debemos discutir todas las demás cosas, nos debemos asentar, por ejemplo, eso de andar cayéndose a golpes
con aquel que es comunista, con el otro que es socialista, porque
Marx dijo, porque Lenin, porque Trosky, porque Stalin; esa vaina
es una gran ociosidad. Esa ociosidad le ha costado por ejemplo, al
planeta, la mitad de la Amazonia, la mitad de los árboles perdidos
en el Amazonas. Están dedicados a escribir a favor y en contra de
Marx, un coñazo de libros que hay sobre esa vaina y no está una
sola solución, porque seguimos entrampados en la misma jugada,
creer que el problema se soluciona, con la buena fe de la gente,
que porque hay un tipo honesto, porque hay un carajo de pinga, se
va resolver el problema de las casas, se va resolver el problema de
la salud, se va resolver el problema de la educación y del transporte y del trabajo y todo eso; que la honestidad nos va a resolver el
problema, eso es mágico, ni la honestidad, ni el robo, ni un coño e
la madre de esos principios, nos va resolver el problema, estamos
obligados como clase a discutirlo, ahora si como clase, la forma
son estos pequeños grupos, bueno será en estos pequeños grupos
donde se terminarán encontrando y se terminarán diciendo vainas.
Esta discusión que nosotros tenemos aquí y que la tenemos todos
los días, a cada rato y constantemente, está también en otras partes, no sólo nosotros estamos discutiendo. Antes uno no veía en
ninguna parte un concepto distinto a los expresados en el marco
de la cultura capitalista, incluidos los de la llamada izquierda, y
si los conseguías aisladamente, eran tratados cómo locos, ahora
consigues a un Chávez Pidiendo a gritos que inventemos, que
busquemos nuevas formas de decir y hacer, a un Fidel, a un Evo,
a un Correa, expresando la necesidad de nuevos enfoques, que ya
lo existente no da respuesta a los viejos y nuevos problemas, que
nos presenta la incógnita, de la ecuación cultura capitalista, en
su pleno derrumbe. Estamos escuchando en la calle, a cualquier
persona, cuestionando la historia, cuestionando a las iglesias,
las universidades, a las instituciones en general; pero fundamentalmente estamos viendo, que por primera vez, se comienza a
cuestionar a las fábricas y a desnudar al modo de producción y a
105
todo su andamiaje, de manera masiva ya no es sólo Marx, somos
todos, quienes comenzamos a hablar del hecho, ya se comienza a
cuestionar los principios y valores del trabajo esclavo, que no se
cuestionaban, era sacrosanto, no se tocaba el concepto trabajo, no
se tocaba el concepto fábrica, hoy ya hay otra gente, que no sólo
somos nosotros, que está tocando esos conceptos, ahora no nos
pidamos nosotros, que de la noche a la mañana, seamos los puros y
castos, ángeles y santos de la sociedad que se avecina, porque para
empezar somos capitalista, no somos más nada.
Nosotros tenemos ideas, creemos que el capitalismo llegó a su punto
final y que toca discutir la otra sociedad, ¿Cómo va a ser, a través
de qué va ser? porque es independiente a lo que podamos decir
y decidir, nosotros como grupo discutidor, esa es una echonería,
decir que nosotros sí tenemos la verdad y que sí vamos a derrotar
al capitalismo, cuando no pudieron millones de soviéticos, no
pudieron millones de chinos, no pudieron cubanos, no pudieron
todos los europeos peleando contra el capitalismo, nosotros si,
nosotros somos los arrechos, que vamos a escoñetar al capitalismo.
Lo que se percibe en este tiempo es que el capitalismo está cerrando su ciclo como sistema, su continuidad, sólo es posible
como bodrio, como Frankenstein, a costa de todo el planeta y
fundamentalmente, a costa de la especie, que lo hizo posible como
concepto, elaboración y producto.
Si fracasó o no fracasó, si triunfó o no triunfó, eso ya es un problema que quedará para el mundo de los viejos y los cuentos, nosotros
como esclavos que somos, ya no podemos salvar a los muertos
que fueron explotados por los muertos que los explotaron, a nosotros no nos interesa, si eso fue o es de pinga, nosotros tenemos
es que abandonarlo. Nosotros estamos obligados, como esclavos
en tránsito, a pensar una sociedad no esclava, no le pidamos a la
pequeña burguesía y a los burgueses que piensen, a ellos no les
interesa eso, ellos quieren seguir viviendo aquí y hasta que
quede un último esclavo, nos van a seguir exprimiendo, nosotros
como esclavos, estamos obligados a discutir la sociedad no esclava,
la otra cultura no esclava.
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Ahora, por qué tenemos que andar demostrando a nadie, que
andamos por el camino correcto, cuál es esa necesidad, preguntémonos eso, ¿Qué queremos ganar con eso, queremos que nos
vean, que nos reconozcan, queremos que la sociedad burguesa, nos
haga un reconocimiento, porque estamos pensando construir otra
cultura, en donde ella ya no sea posible? De ser así, entonces es
sospechosa la vaina, ¿queremos que los socialistas estén de acuerdo
con nosotros, que los comunistas, que los adecos, los copeyanos,
los demócratas, los empresarios, los todoelmundo, los yonosequé,
si queremos que todos esos estén de acuerdo con nosotros, inventemos un discurso y entreguémoslo y complazcamos a todos,
para que veamos, como nos aplauden como focas, eso es lo que
queremos? ¿No lo queremos? Entonces, mientras más evadamos
esa vaina, mejor para nosotros. Tenemos que enterrarnos en lo que
tenemos que hacer, en trabajar.
Hay que trabajar y discutirse todos los días, clavas un pico, echaste
una pala y discutes, ¿Por qué, por qué, por qué; siempre por qué.
Eso todos los días debe ser discutido, debe ser analizado, debe ser
investigado y debe devolverse, eso no tiene por que ser exitoso,
no tiene por que producir plata, eso tiene que ser lo que es y hay
que vivirlo como experimentación. Esa es la criatura, nos toca a
nosotros sostener esa criatura, pero esperar que se nos reconozca,
a que se nos monte en la tarima, (cuando el tiempo nos exige es el
derrumbe de todas las tarimas, con todo y los santos, sin importar quienes sean y de quienes sean) es una soberana pendejeada,
para satisfacer los egos. Qué la gente pide resultado, habrá que
decir que lo soñado no es para la gente de este tiempo, no es para
vivirlo nosotros.
Que por eso la gente cree que estamos contra el gobierno, no importa; que crea la gente, lo que le dé la gana, para eso somos esclavos
y nos remacharon lo del creer y no lo del pensar. Lo del pensar, es
lo que nos generará la conciencia.
107
TRABAJAR COMO ESCLAVOS, SOÑAR COMO AMOS
Conversa del encuentro mundial de ignorares o de cómo es la
coñaza por construir nuestra propia teoría o hasta cuándo nos
calamos el pensamiento occidental dominante que disfrazado
de nacionalista, internacionalista, académico o revolucionario
también nos somete.
Estoy haciendo un esfuerzo, por abrir una discusión seria y profunda de por qué coño e la madre existe el capitalismo y de cómo
nos separamos de él y diseñamos otro mundo cultural, y no si mi
hijo se mete droga o no se mete droga. Eso es una inmensa estupidez, porque eso no tiene salvación, la gente vive en la dinámica
de una sociedad, en la cultura capitalista. Coño, esos muchachos
verán lo que van hacer, hay una tragedia todos los días, si la ven
o no la ven, no cambia el mundo, si mi hijo está aquí, no cambia
el mundo y si no está tampoco lo va a cambiar, esa es una guebonada, vamos a discutir vainas de verdad, profundas, reales. Aquí
nosotros vinimos a una reunión de trabajo y todavía no se ha
entrado a la reunión, esa discusión que se plantea es tema de un
encuentro, que se caigan a coñazo los que creen que deben salvar
a la familia, en el encuentro que corresponde a esa cuestión, no
aquí, esto es para discutir un método, para discutir logística, para
discutir cosas que están planteadas en un documento que elaboraron o que aprobaron veintidós colectivos en un encuentro, cómo
se implementa esa política, eso es de lo que vinimos a discutir, se
avanzó en dos vainas: vamos a darle al capitalismo y vamos a darle
al peo del Estado, hay dos conceptos que hay que caerles a pedrá ya.
Que eso lo discutieron los intelectuales de afuera y los loros y
focas de adentro, está bien, pero nosotros cómo pueblo, no lo
hemos discutido y si somos una parte importante, entre quienes
hacemos la revolución, bueno nos toca discutir,
¿Cómo hacemos, nos dividimos en comisiones de trabajo, asumimos esa vaina colectivamente, no las asumimos?
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¿Cómo es que vamos a discutir eso? de eso se trata, porque aquí,
todos tenemos la razón, desde nuestro punto de vista, cada uno
tiene una razón, coño pero esa razón, no se le impone a los demás,
no es posible vale, dentro de una revolución, todo el mundo tiene
la razón, los burgueses, la clase media, los proletarios, los malandros de cuello blanco y los prole, los lacras y los lacritas, cada uno
desde sus intereses, la tiene, el que salva a la familia, el que salva
a los hijos, el que salva a los mariguaneros, el drogado, la puta, el
marico, todo es una razón que cada quien tiene, si señor, esa razón
sólo es discutible, en una vaina donde nos calmemos, y aceptemos
que hay vainas que deben ser discutidas, después sabremos cual
de esas razones asumir o no o si las desechamos todas y armamos
otras, porque yo escucho a todo el mundo condenar al gobierno,
coño que Chávez no mete preso aquel, que no bota a tal ministro,
que no mete preso al malandro, que no pone a las putas a cobrar
la mitad, que no hace aquello, que no escoñeta a la vieja aquella
coñoemadre, que no me firmó la vaina, todo el mundo tiene razón
en eso, que son sus intereses individuales miserables, (Como si en
una revolución se resuelven los intereses individuales o grupales o
gremiales, como si una revolución no fuera para desbaratar aquello
que no permite estructural, sistémicamente, resolver esos problemas, porque esa es su naturaleza como sistema, usar, aprovechar
y expulsar lo poco que queda, luego que se exprime la vida en el
planeta, sea esta en forma de gente o de mineral o de vegetal, o de
lo que sea, acumulando en un lado la riqueza y en el otro la pobreza
y basura o… ¿Esto es lo mismo para el sistema?).
Ahora, el problema es que todos mágicamente, estamos pidiendo que un individuo (un humilde vendedor de arañas de ahí de
Sabaneta) nos resuelva un problema, que tiene diez mil años, que
es el problema de la construcción del poder, por hambre miedo
e ignorancia en el planeta, pretenden que un carajo, de ahí de los
topochales de Barinas, se lo resuelva de un plumazo, coño que
mantequilla, a siete mil millones de coñosemadre, que arrecho,
ah por que además, creen que si se resuelve el peo en el barrio en
donde yo vivo, el planeta será feliz, si el hijo mío es un guevo pelao,
109
el mundo será feliz, coño vale, el mundo cultural capitalista ,es
una mierda, sea el hijo mío marico, puta o sea ladrón, el mundo
es una mierda, o sea el huevo pelao de los huevos pelaos, no va
serví pa un coño e la madre el hijo mío, si yo me dedico a criarlo
como si fuera el único hijo existente en el mundo (a menos que
yo sea un guevón clase media, que cree que si su hijo está bien,
todos los hijos del mundo están bien, por tanto el mundo es una
maravilla, lleno de pajaritos y flores, pero si está mal, todos los
hijos del mundo estarán mal y el mundo será una plasta de mierda, rodeada de inseguridad por todas partes, menos por una que
es donde habitan los dueños de los medios de información) por
que él vive es en un sistema, él no vive en mi familia, él va a una
escuela, él se reúne en una calle, coño va a un centro comercial,
ese es su verdadero mundo y vida cotidiana, no la casa mía, ¿me
entiendes? y en mi casa tiene un sentido de propiedad, y la familia
que tiene es dictatorial, ¿tú me entiendes? y la escuela donde va
es dictatorial, y la fábrica donde trabaja es dictatorial. Ah pero tú
le quieres decir al tipo de Miraflores que sea demócrata, que sea
democrático, participativo y patagónico además, pero ni puercoño
le dices tú al miserable patrón, “yo quiero discutir la producción
de esa fábrica” dime cómo coño se la dices, siendo obrero, dime
cómo coño le discutes en el aula, a un maestro que “yo quiero la
clase de una manera o de cual” dime cómo coño le dices a un cura,
que elimine la liturgia, porque la quieres de otra manera, y que
además deje de coger carajitos, sea el papa o no, dime de cómo se
lo dices a un general, que “yo quiero que este ejercito sea así o asao”
tienes veinticuatro horas de dictadura en un país, ah pero pretendes
que el gobierno sea democrático, contigo particularmente, en un
mundo que es dictatorial, que tú toques la puerta de Miraflores
y salga Chávez de mil amores, ¿qué quieres?, pasa adelante, ven y
te atiendo”, “no que la mujer mía está pariendo y un coñoemadre
que no la quiere atender” “llámame ahí al coñoemadre ese que
no la quiere atender, y si no viene pronto tendré que atenderla yo
mismo” no vale, discutamos el problema en serio, hay unas propuestas políticas, que mal que bien se necesita que se conviertan
en acción, hagámoslo, metámonos en ese paquete, no en lo que
110
yo creo que el mundo va ser, porque yo creo, que el mundo me
gustaría que fuera una maravilla, a mi me gustaría que el mundo
fuera una maravilla, caerme a tragos todos los días con cotejo y con
casicura, con el otro, coño qué bello y escuchar al poeta, el cuatrico
y la guitarrita y la cosa y la muchacha, me gustaría, el mundo bello
para mi y amanecer al otro día ahí en el chinchorro espernancao,
vas a trabajar no, no voy pa un coñoelamadre que me traigan el
sueldo aquí a la casa, eso me gustaría, eso sería una felicidad, pero
no es así vale, entiendo que no estoy solo en este mundo y los que
vengan no lo serán y necesitarán trabajar en un mundo en donde no se practique la esclavitud, porque es antinatura, lo mismo
que su contraparte la libertad y es por eso que los burgueses la
aman tanto y están dispuestos a morir por ella, esa condición, en
aparente contradicción, nos hace a las grandes mayorías trabajar
como esclavos y soñar como amos.
La idea de los Ignorares es concebir un mundo productivo y
social que no sea religioso, ni ideológico, en ninguna forma, un
mundo que abandone definitivo el existente, que nos hace creer
en pajaritos preñaos. Los Ignorares es poner pie en tierra, es otra
ética, es diseñar una sociedad altamente planificada nacida de la
conciencia, no de la necesidad, no es continuar produciendo en la
anárquica e ineficiente cultura capitalista.
ELLOS SOBRE NOSOTROS EJERCEN LA POLÍTICA
Los obreros y campesinos no podemos ejercer la política de manera práctica, ya que trabajamos, puede que participemos, siendo
miembros del partido, asistiendo a reuniones en las noches o
los sábados y domingos, pero las decisiones no las tomamos los
obreros ni los campesinos, las decisiones que terminan moldeando
nuestras vidas, las toman los dueños del mundo, de las transnacionales de cualquier vaina, los políticos profesionales, los que
viven de la política.
Una demostración práctica son los consejos comunales, en la comunidad, ¿Quién puede participar en el consejo comunal?, el que
111
tiene tiempo, el que tiene una profesión liberal, pero el obrero y el
campesino no participan del consejo comunal de manera directa,
vamos a la asamblea, votamos por los miembros y aprobamos
políticas, que ya vienen decididas; pero luego, el ejercicio de ir a
comprar, de ir a una oficina, de relacionarse con el mundo representativo, (que es la política real, determinada por la producción)
ese ejercicio, no lo ejercemos los obreros ni los campesinos, seamos
hombres o mujeres.
¿Cómo sería la democracia productiva? Primero hay que abrir
una discusión profunda sobre el control de los medios de producción, campesinos y obreros tenemos que definir, qué se produce,
cómo se produce, cuándo se produce, dónde se produce, cuánto
se produce, para qué se produce y para quién se produce, para
eso deberían ser los consejos de obreros, campesinos y comunales.
Lo que pasa es que se ha utilizado más bien como un instrumento
para elecciones, este consejo de obreros está conmigo, aquel está
conmigo, y nunca permiten realmente tomar una decisión, por
lo que al final terminamos pensando que lo nuestro es: mejores
salarios, el seguro, los guantes, las botas y el uniforme, acompañado de mejores prestaciones y las cesta tiques, pero no podemos
decidir en una empresa privada, que es la gran mayoría, (por que
el Estado no controla la empresa privada) ni siquiera en la pública
puede el trabajador participar de las decisiones políticas, de qué
se produce, qué no se produce, no podemos participar.
En el entendido de que vivimos un periodo de transición, entre el
capitalismo y el socialismo, a los trabajadores, inicialmente en la
industria pública o en la empresa pública, se le deberían devolver
dos horas diarias de su plusvalía, e invertirlas en un plan de formación en la misma industria, donde él discuta, estudie, dentro
de la fábrica, de la oficina, dos horas que él paga de su plusvalía,
porque no es un regalo, es que le corresponde como tiempo de su
vida, porque si tenemos o intentamos, un estado revolucionario,
que propugna la democracia protagónica, estamos obligados a
promover esa formación, que es lo que puede transformar el aparato productivo y con ello transformar la cultura de la sociedad, lo
112
único que puede transformar las decisiones políticas masivamente,
pero no es a la inversa, la política no va a transformar al aparato
de producción, la política productiva, transforma a la sociedad. La
política no la puedes inventar, la producción no la puedes inventar,
la decisión política no la puedes inventar. (Se aclara, la podemos
inventar, pero siempre termina en desastre, porque no toma en
cuenta la realidad y no hay ficción que supere a la realidad) Un
consejo comunal es un invento, que sirve para demostrar que esa
no es la vía de resolver los problemas, porque el consejo comunal,
es una vía para repartir riquezas, pero llegará el momento en que
ésta se agote, pero los problemas no, las necesidades no, porque
la riqueza es muerta, es un producto, mientras que la pobreza no,
y para más riqueza, más pobreza, y hablamos de pobreza en su
sentido más amplio, empobrecimiento de los suelos, el subsuelo, el
aire, los bosques, las aguas, los otros animales y la gente, y eso no es
posible, tú no puedes repartir riquezas, como medio de solución
de problemas. Las leyes están hechas para avalar la costumbre milenaria de robarse las riquezas colectivas un puñado de poderosos
circunstanciales; porque el para qué se produce, en la actualidad
y desde siempre, sólo busca satisfacer la necesidad del individuo
y no la del colectivo, y las políticas que debemos diseñar es el
cómo producir para el colectivo, para eso se hace necesario que
los obreros y campesinos que somos los pobres, los afectados,
diseñemos la otra cultura, en donde definitivamente desaparezcamos como mercancía y los futuros se conviertan en gente
y no en pobres esclavos ilusionados con que un día saldremos de
la pobreza, porque el gobierno nos ayuda, o nos ganamos la lotería
o dios se apiade de nosotros.
Pensar de esta manera cambiaría radicalmente las condiciones
de producción y la visión de la producción. Generar un aparato
de producción que haga que la producción sea exactamente la
necesaria, que sea controlable por las personas que afecta, o les
afecta ese acto productivo. Si construyes una represa o le sacas
agua al río y te la llevas para otro lado, la gente de allí no tiene
ninguna decisión, las comunidades que viven en torno al agua,
113
generalmente no tienen agua, por que la decisión política no está
en sus manos, porque es una decisión de la macro producción, de
sostener la gran industria, entonces el agua se traslada kilómetros
y kilómetros hasta las grandes ciudades, mientras las personas
que viven en torno al agua no la tienen o si la tienen, la tienen en
condiciones precarias, muchas comunidades en el mundo entero
no tienen acueducto, pero están rodeadas de agua dulce por
todas partes. Pero se mueren de sed en cambio que en Las Vegas,
un desierto de los Estados Unidos el agua se vota a cántaros en
sus deslumbrantes edificaciones o Dubay o los Emiratos Árabes,
mientras que la gente con tanta agua alrededor, tienen que ir a lavar,
a buscar el agua de cocinar, a bañarse, en un manantial; pasándole
agua por todos lados; y lo peor es que cada cierto tiempo, por las
obligadas condiciones de insalubridad, por la miseria, se ven
atacados por enfermedades o vaguadas, deslaves, crecidas de ríos.
¿Cómo es que no hay una decisión política de dotar de agua a esa
gente? porque ellos no están decidiendo esa política, ellos están
es arrimados, como prestados al territorio, ellos no deciden sobre
ese territorio, ni las aguas que están en ese territorio, ni las minas
que están en ese territorio, así tengan milenios de estar viviendo
ahí, ellos ven un buen día, que se aparecieron un poco de camiones le destrozaron, o le hicieron las carreteras, le aparecieron los
botiquines, las putas, el tráfico de drogas y ellos no saben de dónde
le llegó eso, ellos no pueden detener eso, no pueden decidir eso,
eso lo decide el aparato productivo a nivel internacional y luego va
derivando hacia lo nacional, hacia lo regional, hacia lo municipal,
entonces esa decisión política no está en manos directas de la gente,
que es lo que se llamaría la democracia participativa y protagónica.
Pero debe ser en el aparato de producción, en la materia prima
o en el decidir sobre la materia prima, decidir sobre el territorio,
decidir sobre el agua, de eso se trata, decidir sobre el aire, eso tiene
que ver con, qué casa construyo, dónde la construyo, con quién la
construyo, para qué la construyo; esas son las decisiones políticas
reales, esas no se están tomando, no las estamos tomando los
obreros y campesinos, cuando viene una política, viene cocinada.
Nos enseñaron a no tomar la decisión.
114
Por ejemplo el turismo, el turismo invade un territorio, un espacio
hermoso, y le instalan construcciones que no tienen que ver con
ese entorno, construcciones que luego se ven como un platillo
volador, se lo instalan a la gente, donde la gente no está tomando
decisiones, está políticamente inhabilitada para decidir, cuando se
obstina por que le llegó el malandraje, el desastre, y cierran carreteras, ponen cauchos y barricadas y queman la carretera; entonces
viene la policía y es cuando los toman en cuenta, la gente cuando
reacciona, ya tiene toda la aplanadora en el lomo, empieza a pegar
gritos, ya no puede decidir, ya no tiene poder sobre las cosas, ese
es el problema; la democracia tiene que ser en la producción y
generar cambios en la conducta, cambios culturales, generar otra
manera de comer, de cantar, de hacer el amor, todo lo cambia, lo
transforma, porque te adapta a esa condición de la participación.
Pero en este momento la participación es dictatorial, absolutamente
dictatorial, porque son los dueños, los gobernadores, los alcaldes,
el presidente, los diputados, los ministros, los que deciden, los
directores de cosas, los dueños de la iglesia, del ejercito, eso son
los que deciden las cosas, el maestro, el profesor, el académico, el
intelectual, ellos son los que deciden las cosas, no uno como pueblo,
incluso su lenguaje es exógeno porque ellos hablan del pueblo allá,
de la comunidad allá, porque ellos no están insertos adentro (hay
que ir al pueblo, hay que subir allá, hay que bajar allá, pero no son
de allá) no, ellos no son de aquí, incluso así hayan nacido aquí de
padres y madres como los que nos parieron, no pertenecen, ellos
sobre nosotros, ejercen la política.
DE IGNORARES Y SABIOS
Como humanidad, estamos pasando por una vaina que no es
sencilla, entiendo que no es sencilla, no es sencillo, librarnos de lo
sabio que somos, no es simple, no es fácil; cada uno de nosotros es
extremadamente sabio, y nos cuesta que nos digan que no sabemos.
La diferenciación entre ignorantes y sabios es una contrapuesta
que hizo el enemigo, el enemigo construyó entre ignorantes y
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sabios, y excluye al otro y jode al otro y escoñeta al otro y no te
pones a pensar, entonces tú tienes respuestas a todo, cualquiera
que seamos tiene respuestas, demasiadas respuestas a todo, no
hay aquí uno solo, tú me hablas de una señora, un señor, una persona, un heladero, un diputado, un ingeniero; cada carajo de esos
tiene una respuesta a su cotidianidad y es sabio en su hacer, pero
qué sabe, carajo, sabe de explotar o de ser explotado, es lo único
que sabemos, ¿pero sabemos de otra sociedad?, no sabemos una
mierda de otra sociedad, por el simple hecho de no haberla vivido con el cuerpo, alguien nos dijo a nosotros, que debíamos ser
socialistas o comunistas, más nada carajo, dime qué venezolano ha
vivido en el socialismo o en el comunismo, dímelo, uno solo que
haya vivido en el comunismo, para hablar de eso con la prepotencia que a diario hablamos de eso, ¿no podemos reconocer que no
somos socialistas y que no somos comunistas? somos capitalistas
hermanos, culturalmente capitalistas explotadores y explotados,
ladrones, criminales, es lo que somos, eso es lo que hemos sido
toda la historia, quinientos años, desde que llegaron los hijo e puta
europeos a esta mierda, nos convirtieron en ladrones y criminales,
en tramposos, en hipócritas, en jaladores de bolas, eso es lo que
somos nosotros.
Estamos discutiendo ahorita que hay una revolución, que me está
permitiendo dejar de ser la plasta e mierda que soy, para pensar
otra sociedad, otra cultura, coño y estoy defendiendo si sigo siendo
sabio o coño e la madre por qué me dices ignorante, esa es la pelea
que tenemos, de bolas que somos ignorantes en otra cultura y
somos sabios extremados en esta, quién aquí no es sabio, quién
discute eso, quién no es ingeniero, quién no es abogado, quién no
es maestro, quién no es pintor, quién no es albañil, quién no es
herrero, quién no lava piso, quién no plancha, quién no sabe de
eso, quién no es sabio en eso, alguien que me diga que no lo es por
favor, quién no es tramposo, quién no es hipócrita, que alguien me
lo diga, que alguien se atreva en su conciencia y en su corazón, a
decirme que no lo es, que no es sabio ahí, pero yo quisiera que
alguien me dijera a mí que es sabio en socialismo, que es sabio en
116
comunismo, yo quisiera que alguien me lo dijera, y eso es lo que
yo estoy discutiendo, cuando propongo ignorares, verga porque
me he cálao a todos los sabios de este planeta hablando mierda con
sus libros, con sus películas, con su hijoeputada, con sus armas,
con toda esa mierda me lo he cálao, pero no me responden a la
posibilidad de que los seres humanos, vivan en un planeta limpio,
no me responden a salvar un río, no me responden a salvar un
árbol, no me responden a salvar una flor, no me responden a que
yo no pueda dar un abrazo sincero y que no me entreguen abrazo
sincero, entonces somos o no somos ignorantes en eso, que es lo
que estamos planteando en medio de una revolución, una cultura
de quince mil años de sometimiento y de poder contra una cultura
posible, sonable, manejable, controlable, no buscable, sino construible por nosotros, por los pobres de este planeta, de eso estoy
discutiendo ahora, tú quieres seguir discutiendo y defendiendo tu
sabiduría, échale bola pues, pero me responderás siempre con el
poder, siempre tu repuesta será poderosa, porque tu sabiduría es
poderosa, carajo, no me vengas con hipocresía con esa mierda, dije,
ignoro el socialismo, ignoro el otro mundo, el sonable lo ignoro
y pido a los que están conmigo que juntos construyamos, que
no lo busquemos, no andemos tras utopías estúpidas, que nos
vendieron otros hijos de puta dominantes, sino construyamos
nosotros el sueño y para eso hay que trabajar, hay que pensar, hay
que idear, hay que discutir, pero hay que desprenderse de lo sabio
que somos, y estoy de acuerdo con lo que dice mi compadre, no es
lo mismo ignorancia, que ignorares, son dos cosas radicalmente
distintas; no es andar por la vida sin leer un libro, sin escuchar
una canción, sin meterse en internet, o sin hacer un mural, no
estamos hablando de eso, hablamos hermano, simple y llanamente
de que en lo particular, por lo menos verga, ignoro qué carajo es el
socialismo, pero coño, ¿lo estoy diciendo a partir de mi o a partir
de un hombre tan sabio como Fidel Castro? cincuenta años, sesenta
años, haciendo una revolución y descubrió que no sabía que era
el socialismo, tú me vas a pedir, que yo haga la práctica de Fidel,
después que el hombre hizo lo que hizo, con toda su gente, (que
no sólo luchó en Cuba sino que luchó en África, en América, en
117
Asia, demostrando como ninguno la práctica del internacionalismo proletario) que yo me alce en guerrilla, que tome El Bachiller,
que yo vaya y tome Miraflores y cincuenta años después diga, coño
verdad, el socialismo es una mierda, no sirve, no se puede hacer,
por favor ya el hombre lo dijo, por qué no lo discuto, noventa años
de los soviéticos, setenta años de los chinos, lo están diciendo hermano, no es, ese no es el camino, y no hablo de formas de lucha y
de toma, retoma y pérdida de poder, que esos pueblos y sus líderes
demostraron que sabían hacerlo, estamos hablando de socialismo,
hay que inventarlo, tiene que ser inventado, nuestra sabiduría no
sirve para inventar; ah, que tienes dudas, estoy de acuerdo con
mi compai Nacho, de bolas que es nervioso no saber, de bolas
que es doloroso no saber, de bolas que causa miedo que jode no
saber, pero es eso lo que somos, somos los pobres de este planeta,
tratando de construir otro mundo, porque si construimos a partir
de la sabiduría de la burguesía y de los poderosos, construiremos
poderosos y sólo seremos unos güevones, que seguiremos apoyando
a poderosos, que seguirán sometiendo a pobres y güevones, hasta
que la hijaeputa especie desaparezca.
¿Pero es posible detener esta mierda? Es lo que nos preguntamos,
¿lo podemos detener mas allá de nuestras pequeñas miserias, de
mi hijoeputa ego, de la hijoeputa miseria, que soy, que lo reconozco, que estoy cargado de poder, que estoy cargado de ego, que
reconozco esa mierda ante todo el mundo; y no tengo duda sobre
ese poder que tengo, pero reconozco que con todo ese maldito ego
y todo ese poder, no me sirve para construir un mundo cultural
agradable bonito, abrazable, bello como una flor.
EL PEO ES QUE NO SABEMOS DE SOCIALISMO
Estamos incubando un nuevo pensamiento, porque este mundo social se va al coño con coño y todo. Este sistema llegó a un
punto de no retorno, un punto donde no se puede regenerar,
su regeneración sería un franskinstein, un monstruo, un cáncer.
118
La revolución es una cura traumática, pero necesaria, es una
invasión masiva de antibiótico social, que acabará con el capitalismo, ella no va a construir nada, porque las revoluciones
no construyen nada, las revoluciones destruyen todo el sistema
existente. Mientras en la misma molienda va naciendo con fuerza
otra cultura.
Han sucedido muchas revoluciones en la historia humana, muchas
no han llegado mas allá de derrocar a un gobierno y montar otro,
pero ésta en particular, tiene una característica; coloca en tela de
juicio todo lo creado por la humanidad. Toda la conceptuación
humana la acaba, esta es su tarea.
La discusión del otro modo de producción, de la otra manera de
andar es la gran tarea.
Toda la historia humana es un líder y una horda que obedece al
líder, a través de mil formas orgánicas; llámese estados, naciones,
llámese castillos, llámese ejércitos, cuarteles, todo lo que quieras
organizaba a la horda en función de el líder o el líder en función
de su interés, en este caso la revolución pasa por destruir el concepto líder, individuo y el concepto horda, los dos conceptos los
pulveriza, porque obliga a que la horda se mire a sí misma, porque
hasta ahora, la horda no se ha mirado a sí misma, ha sido llevada,
guiada, para distintas vainas en “su propio bien” siempre, todo en
su propio bien y todo el mundo termina jodido, pero claro en
función “del bien supremo”, “la felicidad absoluta”, la nota de la
nota que tu quieras.
La horda no ha podido mirarse ella misma, por lo tanto no tiene
su aceptación, ha superado el concepto de los dioses, ha superado
el concepto de dios, y en este momento inicia el camino de superación de lo individuo, para encontrarse como colectivo, superando
todas las formas orgánicas que genera la representatividad, para
dar paso a las formas orgánicas que ha de crear la participación
protagónica; superando la lucha de clases.
119
Cuando la horda se mire a sí misma tendrá que comprender, que
no puede ser propietaria porque no alcanza el planeta para darles
un metro de tierra a los propietarios, que está obligada a verse
en el otro concepto, en lo colectivo. Creíamos tener todas las
respuestas como sabios, pero el problema del sabio es que está
jodido, porque sabe mucho del presente y el pasado, y lo que se
avecina es un mundo que tienen que discutir y construirlo los que
nada tienen y los ignorantes.
Ese es el gran peo, que no sabemos nada. Podemos echar historias
y cuentos pero eso no sirve para lo que hay que hacer.
EL SANTO LACREO DE LA LIBERTAD
En tiempos de descomposición de la Iglesia ayer y hoy, cuando
eran los dueños del mundo terrenal y divino, y tenían el santo
derecho de empalar, de quemar, colgar, torturar, descuajaringar
y cogerle las mujeres, los niños y toda cuanta vaina se les antojara
a todo aquel que lo tuviere; porque esa era su libertad, hasta que
los buenos y santos burgueses no se la calaron más y mandaron a
dios bien largo al carajo (con todo y sus representantes o disfrutadores de los bienes terrenales), y también se dedicaron a quemar y
a colgar curas y a cogérselos como mejor les placía y a mandarlos
bien largo al carajo, hasta que hoy, los curas desde el papa pa bajo
siguen violando carajitos sin que se les agüe el guarapo y además
acusando a los niños de bien hecho porque son pecadores originales, todo ello en los santos centros comerciales o cuándo
coño es que nos vamos a dar cuenta que la libertad es necesidad de
los dueños de los santos de los últimos días del capitalismo y no
de los proletarios o asalariados o violados del mundo que tenemos como la necesidad de este mundo mandársela a meter por el
hueco el culo a los capitalista y a todo aquel idiota que cree que el
huevo del burro es corneta. No se asombren, que la vaina es así, o
nosotros los pela bolas inventamos nuestro propio lenguaje, que
debe arrancar por negar el poderoso anterior quitándole por la
vía de los hechos todo su falsa nobleza, empezando por destrozar
120
toda la conceptualidad histórica, toda la prosopopeya intelectual
que sólo avala el crimen del capital.
Porque uno está aquí intentando decir una vaina sobre lo de irse
del capitalismo, separarse para andar juntos, pero la academia, los
intelectuales, los artistas, están empeñados en quedarse, en decir
que es la falta de gente honrrada; en lavarle la cara, en maquillarle las llagas, en quererle defender sus valores y principios, y es
ahí donde se vuelve sospechoso, que los esclavos defendamos los
mismos valores y principios de los amos, que si la libertad que si la
democracia, que si el estado de derecho, que si la igualdad, que si
es deber hacer que el capitalismo funcione de nuevo, se recupere;
en nombre del progreso y el desarrollo y toda esa mamaguevada
con las que nos siguen jodiendo, como que si hubiese sido una
nota, una vaina de pinga, las miles de guerras, el escoñetamiento
absoluto del planeta en todas sus formas de vida, el sangrero, el
mierdero, vertido para hacer posible los placeres de una minoría
que desde su óptica justifica que siga en existencia esta cultura.
La gente parece guevona, todo el día con esa mariquera, que casa
para todo el mundo o aunque sea para Edmundo, que empleo, que
estudio, que acaben con la corrupción, que, que carajo; uno se pone
a pensar en el 12 de abril de 2002 y se va para el cuatro de febrero del
92 o para el 27,28 1989, y las cuentas dan claritas por donde usted
las saque, las claves de esta revolución no es andarle resolviendo
problemas a nadie en el capitalismo, ni haciendo que las escuelas
funcionen, ni que los malparidos banqueros dejen de robar, o
que los gremios, los colectivos, los géneros, los colores, los sexos,
se cojan por pedazo al planeta; ni que los miserables sindicalistas
estén pidiendo reivindicaciones, que en tiempo revolucionario
son conductas capitalistas que remachan lo existente, (porque
un obrero que pide más salarios, quiere seguir siendo obrero) ni
que los funcionarios se porten bien y no roben y le administren
la plata al capitalismo, como lo han hecho algunos amigos y que
igual terminan acusados de ladrones o en profunda sospecha; pero
son incapaces de comprender y de aportar medio, para financiar el
121
trituramiento de la cultura capitalista, creyendo ser revolucionarios porque protegen el fruto del capitalismo, se convierten es en
sus cacris, para seguirlo engordando, para sostener el ciclo, pan,
mierda, pan; arepa, mierda, arepa.
Sí, gente, es muy claro el mandato de esta revolución, expresada
en sus claves antes mencionadas, en sus diferentes momentos, no
arreglar nada, desbaratarlo todo, sin cagazón alguna, el deber
revolucionario es minar a conciencia las bases de la cultura capitalista, no darle ninguna concesión, no permitirle rearmarse,
en nombre de ninguna hambre o ambición permitirle que como
cadáver, nos siga cagando la vida.
Vamos a pensar colectivamente (en medio de la lucha de clases
que nos obliga a cambiar en el marco de la revolución) la mejor
manera de salir de esa relación. Por los pocos afectos que todavía
habita en la intracultura del cuerpo, por la poca agua limpia que
aun queda; hagamos el supremo esfuerzo y abandonemos al capitalismo; dispongámonos a pensar, en otra manera de vivir.
Porque definitivamente socialismo, no es Mercal, ni Petrocasa,
ni arreglar los barrios del capitalismo, ni construir más
urbanizaciones acumuladoras de odio, ni sostener el comercio de
la educación que castrantemente nos devuelve al capitalismo, ni
sostener el deporte que nos obliga a la competencia, que remacha
la vida cotidiana del capitalismo, para sostener algunos pocos
egos en el planeta y la explotación esclavista, de niños dedicados
a producir implementos deportivos, en distintas partes del
mundo; ni es el aberrante negocio de la salud; que sostiene a las
grandes transnacionales que trafican con la enfermedad, incluso
produciéndola y que sin darse cuenta o sabiéndolo, da lo mismo,
los revolucionarios nos prestamos a ese juego hijoeputa; ni
es ese arte que a diario se vende, como las mujeres y hombres
hambrient@s que entregan el cuerpo para satisfacer miserables
necesidades, no gente, el socialismo no puede ser andar curando
drogos fruto de la maquila capitalista y mostrarlos como logro;
122
ni puede ser aspirar atender millones de turistas, y construir miles
de hoteles que seguirán acumulando mierda y orina inservible,
contaminando todo aquello, en donde antes hubo vida.
En homenaje a los muertos por el capitalismo y en su contra, a
partir de este doce de abril, hagamos el esfuerzo por pensar otro
mundo, por pensar, planificar, investigar, experimentar masivamente el socialismo.
Nosotros no somos culpables de lo existente, pero repetirnos,
por hambre miedo e ignorancia, si es un acto contrarrevolucionario;
todo el que hoy se acomoda, en nombre de la tarea revolucionaria,
no es mas que una piltrafa que en nombre de su egoísmo y sus
grandísimas miserias, retraza la tarea que debemos cumplir sin
demora.
La libertad, la bonita libertad.... La libertad es sólo de los dueños,
todo el que aspira ser libre aspira a ser dueño, sólo en una sociedad
capitalista se puede aspirar la libertad, porque es la única manera
de joder sin ser jodido y sin embargo va a depender de que nivel
de dueño estamos hablando, sino pregúntenle a Javier Vidal
quien siendo burgués, tenía menos libertad que quien lo mató,
porque este último era mas dueño que él.
Para ser libre necesitas esclavos que realicen por tí el trabajo que
hace posible tu ocio y vagancia, necesitas ejércitos y corporaciones que te garanticen tu libertad, lo demás es pajerío loco,
disfraz para ocultar la verdad. La única libertad que conocemos es
ésta, no hay otra, tendremos que decidir si peleamos y matamos
por ella como lo hacen los burgueses, o pensamos una sociedad
distinta sin dueños ni esclavos. Nosotros los esclavos añorantes,
deseamos la libertad que el dueño ejerce sobre nosotros. Somos
unos pobres pendejos que presumimos de cosas que no tenemos.
La libertad es un concepto práctico, eres libre o no lo eres, no admite
medias tintas, la libertad necesita de un complemento para existir
que es la esclavitud del otro, porque sino, no existe.
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LIBERTAD=ESCLAVITUD
Es una ecuación perfecta, la libertad viene del pánico al trueno,
o sea a Dios, sólo eres libre cuando asesinas a Dios, Si puedes matar a Dios que es el Rey de todos tus miedos ancestrales, puedes
matar al otro.
El esclavo grita impunidad, cada vez que el dueño ejerce la libertad, La impunidad no es mas que una ranchera para matar los
dolores del despecho.
DESAPARICIÓN DE LAS CLASES
Las clases deben desaparecer condición obligante si se quiere construir otra cultura, ellas desaparecen en la medida en que se abrazan
en la confrontación, se funden y se destruyen. Eso incluye sus
valores, sus creencias, sus manifestaciones artísticas, sus modos,
usos y costumbres. En medio de esa confrontación, va naciendo el hecho intelectual que cuestionando las prácticas sociales
de la cultura, se interroga sobre lo por venir, por ejemplo ya no es
posible que este hecho intelectual sea igual a como se prefiguró la
cultura capitalista, desde el individuo egoísta, sino que la práctica
indica que la heroicidad, el martirio, los sacrificios, están en los
actos colectivos,(si es que deben ocurrir) por tanto, eso se tornará
costumbre en el cuerpo social y se convertirá en cultura. Algunas
claves de este tiempo revolucionario nos hacen adelantar tal
hipótesis por ejemplo lo sucedido el 27 y 28 de febrero de 1989
cuando por primera vez en la historia humana, sin que nadie (me
refiero a líder, organización política, religiosa, ideológica, social)
se colocará al frente del más vigoroso acto sublevatorio contra
los iconos o fetiches del capitalismo, tal y como lo hicimos desde
la absoluta soledad y orfandad el pueblo venezolano, por cuanto
fuimos sometido a toda clase de insultos, crímenes, vejámenes
por intelectuales, artistas, políticos, religiosos, informadores
de oficio, historiadores, empresarios, clases poderosas, clase
media, gremios, quien diga que no lo hizo, como siempre
ocupará las páginas de la excepción que validan la regla. Debemos
analizar, ¿cómo fue posible este acuerdo?
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¿Qué desprendimiento o desgarramiento hizo posible la desobediencia? Sobre todo, cuando se daba por sentado el reinado definitivo del capitalismo en el mundo total, (se habían conquistado los
mercados de China, Rusia y los países del este europeo; celebrado
hasta en la literatura de la época, (El Fin de la Historia; Francis
Fukuyama) Sólo la miseria del fracasado le dará padrinazgo a este
hecho, por el que debemos, insisto, interrogarnos, ¿Muerte de
un sistema productivo?
¿Maduración de las condiciones objetivas y subjetivas desde las
entrañas sociales, sin que ideología o ambición poderosa alguna
motive la insurgencia? ¿Pérdida de los iconos éticos ideológicos
que nos conectaban al aparato productivo, contra el cual atentamos
y nos separamos? Porque es claro que la sedición no fue solamente
contra un gobierno o un gobernante o una mala política gubernamental (recordemos que esto sucedió a días de la coronación
de Carlos Andrés Pérez, el demagogo con más ascendencia en el
seno del pueblo) Una segunda clave que refuerza la hipótesis es
el cuatro de febrero de 1992, donde de nuevo desde las entrañas
pobres del ejército burgués venezolano, nos insubordinamos y
nos apoyamos instintivamente, desde los barrios, los campos, las
fábricas, pero nuevamente fuimos condenados, excomulgados,
por todo el orden establecido, incluidos sus opositores, de nuevo
nos quedamos solos, pero esta vez, con una claridad, con una certeza de que estábamos bien en el camino escogido.
Otra clave, fueron todas la batallas electorales, donde acompañamos contra todo pronóstico las propuestas hechas por el
presidente Chávez y ganamos en la única en la que hemos perdido
fue cuando se intentó reformar la constitución, mientras nosotros
veíamos lo favorable, la dirección, clase media, que supuestamente
apoya la idea de cambiar, se asustó y vio en peligro, sus ilusorios
intereses, conduciéndonos por abandono en la batalla, a la derrota.
Otra clave, el doce, trece y catorce de abril del 2002, como en las
anteriores veces, pareciera repetirse la historia pero en distintas
circunstancias, volvimos a la calle, con un plan y un objetivo
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definido, presionar a las fuerzas golpistas para que entregaran al
presidente; ambos objetivos logrados. Otra clave, cada vez que
termina una batalla ganada, se inventa una forma de organización, en apariencia nueva, pero con el contenido de lo viejo a la
que se nos obliga sutilmente conformar; nunca hemos dicho que
no, pero siempre su práctica nos devuelve a la realengura, porque
repite lo que nos niega, la dirección verticalizada, la orden a ciegas,
la obligatoriedad de aprender y repetir ideologías, la imposición
de dirigentes, la conceptualidad de lo de arriba como indiscutible,
y lo de abajo como obediencia ciega, característica de todas las
formas de organización burguesas. En raíz, todas las claves la
constante es una aparente desorganización, un sin sentido en los
planes, un negarse a la organización tradicional, pero los resultados
siempre nos son favorables, es tiempo tal vez de buscarse en esas
claves, porque las teorías anteriores no explican este hecho, no
explican lo que ocurre, la clase media instruida paga y busca en la
intelectualidad foránea las respuestas que solamente podemos dar
nosotros como colectivo, para eso debemos cambiar la concepción
de lo que es una revolución, quién la dirige, cómo se desarrolla,
hacia dónde marcha, nos marcha, marchamos si es que eso ocurre,
porque puede estar ocurriendo, que no vamos a ninguna parte,
sino que es necesario quedarse, sembrarse, echar raíces.
MI AMIGO ES EL ENEMIGO MÁS CERCANO
En las relaciones laborales cotidianas, no sólo entre patrón y obrero,
sino entre obreros y obreros, lo que predomina es la conducta de
enemigo, porque cada uno compite por tener más que el otro, es
la naturaleza del sistema, su deber ser, la ética, porque es la enseñanza práctica, que se inserta en el cuerpo, desde que eres niño,
en la familia, en la escuela, la fábrica y todas las demás instituciones
donde se estructura la cultura capitalista, por tanto culturalmente
somos enemigos. Es por ello que el ser inventó la amistad, una
manera diplomática que evita la matanza sin sentido por cualquier
pendejada, ahora bien, eso no ocurre de la noche a la mañana;
todos los días estamos obligados a ratificar la amistad, es por
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ello que la gente se jura amor eterno, tú eres mi mejor amigo, yo
te quiero mucho, con usted pa lo que sea, se práctica la regaladera (aunque hoy ya eso no corresponde a un acto meramente
diplomático, sino a la aberrante práctica de la compra venta
que nos obliga a comprar y vender compulsivamente por la vía
de la publicidad, lo que se produce), pero como somos enemigos,
la búsqueda del interés nos obliga permanentemente a violar las
reglas diplomáticas, de la amistad, y entonces somos hipócritas,
jalabolas, sobadores, y nos valemos del uso de los lenguajes, bien
sean corporales, gestuales, hablados o cualquier otro que sirva
para conseguir los fines, a eso lo llamamos política. Si eso no funciona entonces aparece la guerra, el arrebatón, la violación; y toda
la cosa bonita que decíamos ser, se transforma y la dura realidad se
manifiesta, y aparecen los comentarios de “yo nunca pensé que
tú eras así”, pero eso no es solamente, un comportamiento individual eso está institucionalizado en los estados, en las empresas, y
en las transnacionales religiosas, muestran una cara de buena
gente, pero como dice el dicho, no te metas con esa cuaima, por
ejemplo, cuando arrecie la crisis del capitalismo, veremos de nuevo
la calidad, de asesinos, criminales y saqueadores que siempre han
sido los europeos, los gringos y en general los dueños del planeta,
pero que lo han sabido ocultar muy bien con sus aparatos de
propaganda, vendiéndose como civilizados, estilizados, educados, exquisitos, magnánimos, Trabajadores, honestos, honrados,
ayudadores de pobres, salvadores de negros, indios, mujeres,
niños de la calle; matadores del hambre en los llamados por ellos
continentes pobres o tercermundistas, combatientes incansables
del tráfico de drogas y la delincuencia, perseguidores contumases
de la corrupción en el mundo entero, en fin los paladines de la
justicia, la libertad, la moral y las buenas costumbres. Permanentemente nos equivocamos, confundimos los actos hipócritas que
dejan los eventos, sean celebraciones de cualquier tipo o parrandas,
con la cotidianidad, como tú la pasas bien, en ese compartir del
trabajo, tú crees que el otro, por ello va dejar de ser enemigo, el
no va a dejar de ser enemigo, nosotros ninguno vamos a dejar de
ser enemigos, es nuestra característica fundamental, eso es lo que
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nosotros somos, pero ¿Qué hacemos nosotros cuando exaltamos
la amistad como un deber ser? creamos ideología a partir de una
falsa percepción de la realidad, y eso trae como consecuencia, que
volvemos lo que no es cultura en cultura, porque que si yo digo
comunista, comunista se supone comporta una ética, pero esa es
sólo una suposición, porque no puede existir un comunista, porque
no existe el comunismo, porque nosotros somos cultura enemiga,
cultura capitalista, eso debemos comprenderlo para tener una
clara percepción de la realidad. Si aceptamos que somos enemigos,
nadie puede ser amigo, (aun cuando diariamente se hagan esfuerzos
por hacer lo contrario, generándose algunas excepciones) eso no
condiciona a que tú digas la amistad no sirve, no, eso es lo que tú
vas a cultivar, eso se debe expresar culturalmente en comunismo
o en otro modo de producción, si la amistad (como parece ser, es
mejor que ser enemigo) es un fin a conseguir, magnífico, eso debes
asumirlo como tu ética, es tu ética no la del otro, y debes asumir
los riesgos que ello comporta, para poder cultivar la otra cultura,
porque en esta sociedad culturalmente capitalista no se valora la
amistad como para que tu dejes de ser enemigo, siempre vas a ser
enemigo mientras exista una sociedad que produce enemigos.
El aparato de producción en el que estamos engranados produce
enemigos, porque todos los días, la gente sale a tragarse el mundo.
Tenemos detrás toda una carga histórica, que se ha hecho experiencia, como conducta enemiga, no hay ninguna carga histórica
sobre la amistad, no hay memoria de la amistad, no es importante
la amistad, la sociedad no tiene memoria histórica de la amistad,
porque no es una constante, un interés, una necesidad, de la humanidad, es excepcional; mientras que la enemistad si tiene memoria, y
el arte comprado o ideologizado, ha sido su principal promotor, las
batallas, los museos, las bibliotecas, las universidades, las escuelas,
las fábricas, Las plazas, las calles; están llenas de recuerdos de los
grandes criminales, que han asolado a la humanidad en nombre
de cualquier futuro; bien sea la felicidad, la libertad, el cielo, la
justicia, el pan, la tierra, el trabajo, agregue todos sus carencia y
en su nombre todo crimen.
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Si queremos que la amistad sea culturalmente la cotidianidad,
vamos a tener que construirla, en medio de una inmensa coñaza
que es la lucha de clases, librándose hoy en todo el planeta.
CUANDO NOS INVADAN LOS GRINGOS
¡AY QUE CHEVERE!
Mascaremos chicle, comeremos hotdog y hamburguesas en Mcdonald. Los niños desayunarán conflei de kelou, Tendrán nintendos y
verán nikelodeon. Amaremos por feijbuk y nos arrullaremos con
el sonar de los tuiter por blacberry. Manejaremos computadoras y
navegaremos por internet. Iremos a la universidad, Hablaremos
inglés, vestiremos rangler y levis. Tendremos carro y andaremos
felices en las colas de las autopistas, practicaremos piques fangueros, pasearemos en los centros comerciales disfrutando de los
aires acondicionados. Celebraremos la navidad con papá Noel,
el espíritu de la navidad y el hallowen. A punta de aguardiente,
marihuana y cocaína, perrearemos con reguetón y nos llenaremos
de tatuajes y pircen.
Cuando nos invadan los gringos
Aprenderemos a jalar bolas, a vender barato el petróleo y el territorio con todo y gente. Compraremos dólares al precio que nos de la
gana. Seremos 100 por ciento polar. Tendremos izquierdas radicales
o no que se vendan al mejor postor de la derecha empresarial.
Cuando nos invadan los gringos
Nuestras ciudades serán por fin norte sur este y oeste, Usaremos
céspedes, Tendremos como modelos a rubios 1.80 y ojos azules,
Jugaremos tenis y golf haremos un country club, un club de leones y un rotary club. Compraremos hospitales con barredoras de
nieve para instalarlos en Maracaibo. Aprenderemos a jugar beisbol,
Seremos fanáticos del Caracas y Magallanes, Andaremos en
hummer, Gino no cantará más en esta mierda, Nadie se preguntará
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dios madre como va el mundo. Veremos películas de hollivud.
Nuestros hijos serán sabios sabrán que la leche viene de la nevera.
Tendremos tv por cable, Escucharemos la mega. Fabricaremos
satélites, Chávez usará tuiter. Estaremos en todos los mundiales
de este mundo desde las sillas de las casas. Seremos competitivos
proactivos y reingeniéricos. Cada vez que robemos nos iremos a
Miami. Lloraremos las tragedias de nuestros artistas favoritos, y
asistiremos a sus bodas por televisión. Tendremos tetas y culos de
silicón. Cuando nos pongan donde haiga nos robaremos todo
y culparemos a los otros, seremos empresarios criminales y ladrones. Sufriremos de estrés. Nuestras empresas se llamarán Cachapa
Factory, Tapara Factory, nos iremos de vacaciones a Disney World
y en las universidades haremos verano y tendremos autoridades
que escribirán “No acateremos la nueva ley de universidades”
Tendremos nuestro american drim en un suit drim. Tendremos canales pornográficos. Sabremos quien se robo mi queso y
culparemos a la vaca. Tendremos nuestro marlboro y comida lai
con todo y calavera. Jugaremos Mario combat. Ganaremos el miss
Venezuela el miss universo y el miss mundo. Alicia machado será
nuestra principal filosofa y Rosales el maestro. Ya no tendremos
que pensar: citaremos.
Cuando nos invadan los gringos
Se acabarán los uribes quedarán los santos Y uno que otro moco.
Se instalarán en Colombia las bases militares. Seremos tan irreverentes que le pelaremos el culo a las cámaras, gritaremos e, e,
estudiantes y nos pintaremos las manos de blanco. Y los estudiantes
de izquierda y derecha defenderán la universidad hasta la muerte
y se pondrán de moda las huelgas de hambre. Barney dará clases
en los preescolares. Tendremos history chanel y animal planet.
Dejaremos nuestros hijos al cuidado de los santos representantes de
la iglesia. Tendremos gremios y partidos y bajaremos tranquilos a
los sepulcros. Cuando nos invadan nuestros adorados gringos.
Todos aprenderemos a gritar ¡ohmaygod! Yes, yes, ¡ok! ¡yea! De
biutifull la energía nuclear y el escoñetamiento de los libios.
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YA NO ESTAREMOS Y USTEDES TAMPOCO
Ustedes los sanos de espíritu, los perfumados,
los magnánimos, los justos, los fraternos, los libres, los iguales,
los ilustrados, los civilizados, los lógicos, los formales, los serenos, los
educados, los dulces, los refinados,
los intelectuales,
los sexuales y asexuados, los prosexos y antisexos, los concavos y convexos, los trans y los requetrans, los bien vestidos y bien comidos, los
sabios,
los doctos, los universitarios, los maestros,
los bien hablados, los ecologistas, los racistas, los gremialistas, los defensores de generos, sexos, colores, razas, religiones,
los tecnócratas, los burócratas, los demócratas,
los militares, los héroes, Los sacrificados, los mártires, los libertarios, los
iguales, los fraternos, los humanistas, los anarquistas, los capitalistas,
los imperialistas,
los comunistas, los socialistas, los globalizados, los neos de cualquier tipo,
los fascistas, los nacistas, los nacionalistas, los contrarios, los a favor,
los internacionalistas, los pacifistas, los guerreristas, los políticos,
los académicos, los rebeldes, los radicales,
los dueños de las artes y las religiones, de las drogas y la comida, de la
máquina y los afectos, del privilegio y la basura,
del mundo la palabra y el silencio.
Ustedes nos han condenado en su nombre y placer a vivir en la miseria.
Pero pronto ya no estaremos…
y ustedes tampoco.
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Índice
Aclaratoria (y advertancia)
La mitad de la calle es el lugar exacto de este decir
Las elites aman la flojera
El hiphop o la miseria no es bonita
El grito de una sociedad enferma
Verga, ayúdame a pensar
Sudores y tierras en donde todos habitamos
El socialismo de paja y barro
La otra casa
Y donde me queda la tierra para echar raíces
Vendemos peretos o promovemos otra cultura
¿Quién se come ese kilo de carne?
Así terminó esta conversa
Pesadilla I
Pesadilla III
Pesadilla IV
Pesadilla V
Sueño uno
Tan viejo y no ser uno mismo
¿Cuáles jóvenes?
El plano que no resuelven las elecciones
Epílogo para quienes creen que lo anterior
no tiene que ver con el 26 o viceversa,
La historia o cómo deben desaparecer las clases
La otra producción
Yo amo la corrupción
El ego no se puede guardar en el escaparate
El que todo ignora, todo aprende; quien nada tiene, todo gana
La madre que alimenta ha muerto
Por más planetas que soñemos como mina y mercado
El corazón no es una máquina,
Con su ética jamás construyeron país
Tengo algo que decir. ¿Por qué no lo digo, si estoy en una revolución?
¿Cuál ética? EL ser colectivo no apuesta por el suicidio
Dictadura y democracía,
7
8
10
16
19
23
25
27
28
31
34
38
41
42
44
45
47
48
49
51
55
64
68
72
76
79
80
84
86
87
90
92
La lengua es un instrumento, no el mensaje
No soñemos vivir en el socialismo, imaginemos el socialismo
Propaganda no quita vicios
Trabajar como esclavos, soñar como amos
Ellos sobre nosotros ejercen la política
De ignorares y sabios
El peo es que no sabemos de socialismo
El santo lacreo de la libertad
Libertad=Esclavitud,
Desaparición de las clases
Mi amigo es el enemigo más cercano
Cuando nos invadan los gringos ¡Ay que chevere!
Ya no estaremos y ustedes tampoco
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Este libro se terminó de imprimir en Valencia
República Bolivariana de Venezuela en el 2014

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