Memoria Albaidel 2015

Memoria del curso de natación y actividades acuáticas impartidas en el centro ALBAIDEL por parte de Jesús López Fernández y Víctor Martínez González. 1. Primeras Impresiones: Comenzamos el curso con el inicio del mes de Junio, tras haber visitado el centro para conocer su funcionamiento y protocolo, el primer día recibimos a los chicos en la piscina. El conjunto del centro se dividía en dos grupos, A, de edades comprendidas entre 17 y 19 y el grupo B, con edades de entre 14 y 17 años. La primera toma de contacto consistió en explicar el trabajo que íbamos a realizar con ellos, recordar las actividades, juegos y funcionamiento del año anterior a los chicos que ya conocíamos del año pasado así como las actividades y el funcionamiento que seguiríamos durante las clases que impartiríamos. El grupo A, pese a contar con menos chicos y menos participativos recibió de mayor agrado el trabajo que realizamos, quizá por el hecho de ser un grupo más reducido y de edades más concretas puesto que con el grupo B fue más difícil atraer su atención al ser un grupo de mayor amplitud de edades y mas disperso (su número era de unos 17 integrantes de edades muy dispares). Desde el primer día establecimos unas normas de respeto común entre todas las personas que estábamos en el recinto de la piscina al igual que establecimos un sistema de trabajo en el que ellos se sentían cómodos, este consistía en que, sin presión, ellos iban entrando al agua sin obligarlos nosotros y conforme iban entrando, comenzábamos a enseñarles ejercicios o corregirles el estilo de natación para posteriormente y con la mayoría en el agua, comenzar actividades mas lúdicas(con balón) como waterpolo y enseñarles algunas pautas de este deporte El trato y el recibimiento fue positivo, a excepción de algunos chicos que se mostraban reacios al curso y decidieron no bajar, o bajar a la piscina sin bañador durante las primeras semanas si bien casi al final del verano, el grupo B llegamos a contabilizarlo en diecisiete. 2. Actividades Realizadas: Respecto a las actividades que propusimos para las clases con los alumnos, se dividían principalmente en dos, natación y waterpolo. Los ejercicios de natación iban desde lo más básico, que era la iniciación, con ejercicios con tablas, enseñando prácticamente desde cero, (aunque salvo un par de alumnos, los demás ya sabían nadar) hasta ejercicios de natación con los 4 estilos, (mariposa, espalda, braza y crol). Pasando por ejercicios de buceo y apnea, siempre en función de las actitudes de los chicos y sus capacidades. Los ejercicios de waterpolo eran más lúdicos, e iban desde juegos de pases, y tiros, hasta realización de partidos de waterpolo y voleibol. Cabe destacar que las primeras semanas, todos los alumnos estaban muy comprometidos con la realización de las actividades que proponíamos, pero conforme pasaban las semanas comenzaron a perder interés y a dejar de participar, por lo que tuvimos que ingeniárnoslas para que volvieran a tomar parte en las actividades, y para ello, realizamos una especie de competición entre cada módulo, premiando su trabajo y esfuerzo con los puntos que el centro nos propuso otorgarles a los que más largos hicieran, mas bucearan, más tiempo estuvieran en apnea, etc… Durante esas semanas varios alumnos nadaron entre 1000 y 1500 metros, llegando a estar nadando sin descanso durante toda la hora. Aunque las dos últimas semanas los chicos perdieron el interés por la actividad, y dejaron de participar, por lo que lo único que hicieron ese tiempo era remojarse cuando ellos querían. 3. Incidencias: Durante todo el tiempo que llevamos a cabo las actividades en la piscina, el trato fue amistoso y agradable. Los chicos mostraban respeto y recibían respeto por parte de todas las personas que estábamos en la piscina, monitores, jóvenes, y trabajadores del centro. Solo tuvo lugar un incidente aislado entre dos chicos que acabo en una agresión física de un chico a otro con una rama de un árbol, hecho este que trajo consigo una sanción para ambos implicados y demas participantes. Con esa excepción, y algún cabreo típico por parte de los chicos, que se enfadaban y contestaban mal a los educadores (a nosotros nunca) el comportamiento fue tan bueno, que se podían mantener conversaciones de todo tipo en un tono amistoso y cordial tan agradable que incluso los mismos chicos reconocieron estar muy a gusto con nosotros. 4. Conclusiones: Las conclusiones que obtenemos del trabajo realizado este verano es que aunque no ha sido tan fácil como por ejemplo impartir clases de natación a otro grupo de gente que esté fuera del centro, los chicos nos han acogido bastante bien otro año más, no hemos tenido problemas con ellos, y mientras han estado interesados en las actividades, han respondido estupendamente. Los chicos que ya conocíamos del año pasado estaban encantados de que volviéramos a estar allí trabajando y nosotros de volver a trabajar con ellos pues los chicos con los que volvimos a coincidir este verano eran gente trabajadora y con un comportamiento excelente en la actividad que realizábamos. También el hecho de jugar algún partido de fútbol con ellos les hacia retomar las ganas por la piscina al salir de su “rutina” de todos los días de la piscina por lo que estamos muy contentos con el trabajo de los chicos. Respecto al trato recibido, como ya hemos dicho anteriormente, el trato por parte del director, los trabajadores del centro, los educadores e incluso de los propios chicos del centro, ha sido inmejorable, por lo que podemos decir que hemos estado encantados de realizar nuestro trabajo en Albaidel.