Antonio el Pipa y Andrés Marín en la prensa escrita Resumen de

Transcripción

Antonio el Pipa y Andrés Marín en la prensa escrita Resumen de
12/09/2016
Índice
Andrés Marín y Antonio El Pipa, dos maneras de abordar el flamenco
3
@ DIARIO DE SEVILLA ­ 11/09/2016
Andrés Marín y Antonio El Pipa, dos maneras de abordar el flamenco
5
@ DIARIO DE JEREZ ­ 11/09/2016
El Pipa y el fresquito de Sevilla
8
El Correo de Andalucía ­ 12/09/2016
El Pipa, un bailaor de museo
9
ABC Sevilla ­ 12/09/2016
El Pipa baila Orobroy'
10
Diario de Sevilla ­ 12/09/2016
P.2
URL: www.diariodesevilla.es
UUM: 155000
PAÍS: España
UUD: 22000
TARIFA: 284 €
TVD: 28400
TMV: 3.33 min
11 Septiembre, 2016
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P.3
URL: www.diariodesevilla.es
UUM: 155000
PAÍS: España
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11 Septiembre, 2016
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P.4
URL: www.diariodejerez.es
UUM: 39000
PAÍS: España
UUD: 9000
TARIFA: 137 €
TVD: 13700
TMV: 2.68 min
11 Septiembre, 2016
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P.5
URL: www.diariodejerez.es
UUM: 39000
PAÍS: España
UUD: 9000
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TVD: 13700
TMV: 2.68 min
11 Septiembre, 2016
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P.6
PAÍS: España
FRECUENCIA: Diario
PÁGINAS: 26
O.J.D.: 4242
TARIFA: 3811 €
E.G.M.: 37000
ÁREA: 875 CM² - 100%
SECCIÓN: CULTURA
12 Septiembre, 2016
El cuerpo
debaile de estaobrafoeflojito, aunque
cononbonitoy variadovestuario./Fotos:PepoHerrer~
E1 Pipa y el fresquito
FLAMENCO
Manuel Boh6rquez
Como
suelo elaparcar
casi
siempm
coche lejos
de los escenarios de la Bienal, como muy cerca en el
Charco de la Pava, cuando
un espect~iculo no me gusta
tengo tiempo para que el
fresquito de Sevilla me baje
el cabreo. Anoche sali muy
cabreado del Lope de Vega,
al horde de un ataque de
nervios, con 1o ilusionado
que iba pot la tarde dando
un paseo pot el rio para vet
de cerca el Europa, que no
seria mal crucero para perderse, solo o acompafiado.
El bailaor jerezano Antonio
El Pipa siempre me ha gustado, quizas pot mi afici6n a
todo lo que huela a Jerez. Lo
vengo viendo bailar desde
que era un adolescente y jam&sme habia aburrido tanto en un espect~culo suyo,
como anoche viendo Gallardla. Si, segfin el raquitico
programa de mano, esta es
su coreografia mSs gallarda
de Sevilla
y el baile flamencom~sgitano, es que mehe perdido todo 1o anterior, ~(Es un montaje para derribar t6picos~b
nos dicen tambi0n. No, es
para derribarlo entero. Puedo entender que el bailaor
de Santiago haya querido
dar un giro en su estilo, algo
muyloable si se sabe al sitio
donde se quiere ir. A mi me
gustaba cuando su baile sabia al paisaje, al de su tierra.
Cuando se plantaba en un
[[zD6nde
qued6 aquella
gitaneria del
bailaor de
Santiago?
escenario y era capaz de bailar de una manera muyflamencapot alegrias, soleares
y bulerias. Cuando afin no
se habia amaneradoni habia
decidido set Antonio Gades,
v~ilgame Dios. En ese mismo
teatro
donde anoche me
aburri6, el Lope de Vega, le
he visto momentos verdaderamente sublimes, de una
jondura increible. Gallardia
es una obra desfasada, sin
nada interesante en el trabajo coreogr~fico, con un cue> El Pipasigueteniendo
unamagnifica
figoray buena
planta,
po de baile flojito y sin buen
nivel en el cuadro de acompafiamiento. Claro que esto
podria haberlo disimulado
con su halle, pero no bail6
bien. O ser$ que llevaba
tiempo sin verlo bailar sobre
un escenario y que tenia at~n
fresco el recuerdo de tiempos mejores, sobre todo m~s
flamencos. Es verdad que,
aunque los afios dan solera,
tambiOnte quitan elasticidad, agilidad y garra, algo
que echo de menos en las
alegrias yen el taranto, aunque le cantaran cartageneras. Luego, con la aparici6n
en escena de Dorantes, el artista invitado de la noche,
GelemGelem, el himno gitano, y Orobroy, composiciOn
musical que est~ ya m~squemada que los palos de un
churrero. Lo $iento, maestro,
pero esto no es presentable
para una Bienal, pot muyentusiasmado que estuviera el
pfiblico. Usted es duefio de
su carrera y de su vida y no
tiene por quOimportarle mi
amor pot Jerez, pot el arte
natural de los gitanos, los suyos, su fangllia, su genre. No
mequed6 a verle la sole&Gitanerfa, porque necesitaba
que me diera el fresquito de
Sevilla en la cara. ¯
P.8
«Flamenco Escencial
Escénicas de España organiza
tema flamenco en Santa Clara y el
PAÍS: España
FRECUENCIA: Diario
Workshop», un taller de creación
una mesa redonda con destacaCasino de la Exposición. Hora83 profesionales sobre
O.J.D.:
de vestuario flamenco escénico PÁGINAS: dos
las21084
rios: de 10 a 14 horas. Tardes: de 17
dirigido por Yaiza Pinillos. En laTARIFA: 4864
luces
Espacio
a 20 horas en el Casino y de 17:30
€ para el flamenco.
E.G.M.:
106000
UNIA, de 10 a 14 horas.
Santa
Clara
a
las
12
horas.
a 21 horas en Santa Clara.
ÁREA: 446 CM² - 49%
SECCIÓN: CULTURA
12 Septiembre, 2016
El Pipa, un bailaor de museo
∑ El jerezano tuvo en
el Lope la gallardía
de bailar más allá
de las modas
A.G.R.
SEVILLA
Es un bailaor pintado por Zuloaga. Un gitano salido de un cuadro
costumbrista. Tesorero calé de ese
baile juncal de talle alto y chaqueta corta que no busca efectos, sino
estampas. Que no quiere contratiempos en el compás, sino poses
en el aire. Que no vive del artificio, sino de salir clavado en la foto.
Es un bailaor pinturero, de zajones y caireles. El fuego de una fragua en la que el martinete se baila entre ocho. Así empezó Antonio el Pipa, estirpe del baile por
derecho, su gañafón al tiempo. Haciendo alcayatas con el martillo
de la debla en la coreografía que
le sirvió de telón para su aparición por cartageneras. El de Jerez
es una espiga que bracea como un
molino del Estrecho con el cante
que le viene de Levante. Se desplantó mil veces con intenciones
de imaginero. Tallándose en el espacio. Defendiendo una escuela
que por tangos habita en la cintura y que no danza sobre la madera, sino para el cante. Sacó a las
voces de una en una y le puso flecos de mantón antiguo a cada remate. Habrá quien diga que ahí
falta destreza con los pies, sobre
todo en las escobillas de las alegrías de tabaco y azabache toreadas en terrenos cortos, pero el Pipa
conserva cánones que son esen-
Antonio el Pipa, bailando por tangos
ciales para el flamenco. La gestualidad. La gracia en la cara por cantiñas y el dolor por soleá. El hombro escondiéndose en la barbilla.
La cabeza esculpida. Los andares.
Ese patrimonio lo conserva ya
muy poca gente. Por eso Antonio
GALL ARDÍA !!!
Dirección: Antonio el Pipa.
Intérpretes: Felipa del
Moreno, Carmen
Cantarota, Juan José Alba,
Javier Ibáñez. Artista
invitado: Dorantes. Teatro
Lope de Vega. 11 de
septiembre de 2016.
J.M. SERRANO
sigue siendo un ejemplo de gallardía. Porque baila más allá de las
modas. Baila por encima de su
tiempo. Metido en la bota de palo
cortado en la que se cayó de niño,
pócima de héroe de las Galias jondas con la que mantiene en pie los
vestigios sobre los que se yergue
actualmente el flamenco.
Sobró el solo del guitarrista cantándose una canción, pero luego
Dorantes le dio la tecla ancestral
del himno romaní, el Yelem Yelem de los zíngaros, que el Pipa
bailó descalzo, colgado para siempre en la pared del museo de la
jondura, donde el tiempo pasa y
no puede vencerse a sí mismo
nunca.
P.9
PAÍS: España
35
FRECUENCIA:
Diario
PÁGINAS: 35
O.J.D.: 14251
TARIFA: 979 €
E.G.M.: 80000
ÁREA: 138 CM² - 16%
SECCIÓN: CULTURA
12 Septiembre, 2016
El Pipa
baila
‘Orobroy’
Crítica de Flamenco
GALLARDÍA
★★★★★
Cía. Antonio El Pipa. Baile: Antonio El Pipa, Fabiola Barba, Cristina
Vidal, Ofelia Márquez, Vanesa Reyes, Laura Bejines, Celia Martínez,
Pilar Ramírez, Margarita Ruiz de
Castro. Cante: Felipa del Moreno,
Carmen Cantarota, Sandra Zarzana,
Estefanía Zarzana. Guitarra: Juan
José Alba, Javier Ibánez. Piano:
Dorantes. Dirección artística y
coreografía: Antonio El Pipa. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha:
Domingo 11 de septiembre. Aforo:
Lleno.
J. V.
MIGUEL ÁNGEL MOLINA / EFE
ariencias’ al Teatro Maestranza
del flamenco. Acompañan a la Premio Nacional de Danza el guitarrista y
compositor Paco Jarana, el percusionista Antonio Coronel y las voces de
José Valencia, Alfredo Tejada y Alana Sinkëy, vocal del grupo Cosmosoul.
esenta mañana
mo artista invitado
e Sanlúcar
que no oculta su gusto y afición
por el jazz, se ha curtido en los tablaos y ha colaborado con artistas
como Antonio Fernández Farru,
Concha Jareño, María Toledo,
Jorge Pardo o Remedios Amaya,
llega con el afán de demostrar las
posibilidades jondas de sus instrumentos (toca el saxofón, el clarinete, la flauta travesera y la armónica). “No quiero sonar limpio
ni perfecto; prefiero ensuciar el
sonido o buscar recursos que se
alejan de lo que toco pero que tengan la emoción y el pellizco que
precisa lo jondo”, reconoce el
Explora las posibilidades
jondas del saxofón,
el clarinete, la flauta
travesera y la armónica
propio en San Luis de los Franceses.
del reto que supone debutar en la
cita sevillana, y de los inevitables
nervios previos que manifiesta,
Villegas confía en “las horas de
trabajo, la dedicación, la delicadeza, el gusto y el amor” que ha depositado en este trabajo y que
ahora podrá mostrar en directo
“en un sitio precioso que es perfecto para que la música, el arte y
los sentimientos fluyan”.
Pero además Villegas, que aun-
sanluqueño al tiempo que recuerda con orgullo cuando empezó a
trabajar con Remedios Amaya
porque ésta al oírlo le dijo: “a mí
los pitidos no me gustan, pero tú
suenas muy flamenco”.
En su actuación estará acompañado de su banda compuesta por
Pedro Pimentel a la guitarra, Daniel Arjona al bajo eléctrico, Naice
Ponce al cante y Carlos Merino a la
percusión, además de la colaboración de Ruibal. Todo para que el
concierto termine siendo una conversación directa con el público en
la que “lo voy a dar todo para que
se lo pasen bien”, apunta.
3 Diego Villegas: Bajo de Guía
Iglesia de San Luis de los Franceses. Martes 13, 19:00.
El espectáculo tiene dos partes
muy diferentes y una coda por
soleá. Tan diferentes que podemos considerar que se trata de
dos espectáculos distintos. En
la primera, disfrutamos del baile por tarantos, tangos y alegrías del bailaor jerezano. También de martinetes, seguiriyas y
alegrías a cargo de un cuerpo
de baile muy desaprovechado:
hacía tiempo que no veía a ocho
o nueve bailaoras haciendo los
mismos pasos, al mismo tiempo, todo el rato. Lo bueno de El
Pipa es que sus coreografías son
accesibles para todo tipo de públicos. El espectador sabe perfectamente donde está, qué está viendo. Y no sólo porque las
coreografías sean muy sencillas, también porque el mensaje se repite una y otra vez.
En la segunda parte, El Pipa
le baila al piano de Dorantes,
que también ofreció un número en solitario, el que da título
a su último disco, Sin muros.
El Pipa se dio el gusto de bailar Orobroy, una de las músicas más reconocibles del flamenco contemporáneo. También se vistió de andrajos, en
un cambio radical respecto a
su imagen habitual, para hacer el Gelem, gelem. El Pipa
nos ofreció su manera de entender a los gitanos errantes y
apátridas. Como siempre en
los espectáculos del bailaor jerezano, el acompañamiento
fue espectacular. Brillantes
voces femeninas, precisas pero también cálidas. Del grupo
destacó Felipa del Moreno,
que emuló además a La Paquera por fandangos en un solo de cante donde Javier Ibáñez, muy seguro toda la noche, hizo de Parrilla de Jerez.
El otro guitarrista de la noche,
Juan José Alba, hizo también
sus pinitos con el cante e, incluso, nos ofreció un solo
acompañándose él mismo a la
guitarra, una canción sentimental ligera aflamencada.
P.10
12/9/2016
La Musa y el Duende: "Carta Blanca", sinónimo de libertad
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"Carta Blanca", sinónimo de libertad
Carta Blanca, un encargo del Museo Picasso de París estrenado el pasado 17 de sep embre en el Teatro Alameda por impera vos
climá cos —estaba programado en la Torre de Don Fadrique— vuelve a Sevilla actualizado después de su paso el 19 de enero por el
Fes val de Nimes.
© La Musa y el Duende.
ISSN 2445-4214.
Derechos reservados.
Edita: Libros con Duende, S.L.
Sevilla 2016.
Suscripción
Carta Blanca es muchas cosas: un grito de libertad, una genialidad, un montón de ocurrencias, un homenaje al cante, un
reencuentro consigo mismo, un ejemplo vanguardista de flamenquería, un fér l ejercicio de crea vidad…
Te puedes suscribir enviando
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"suscripción" a
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y lo recibirás gratis en tu
correo.
De todo hay en ella. Está el sombrero del maestro de Marchena —una constante en la obra de Andrés—. Hay una magnífica seguiriya
y una excepcional farruca. Hay un recuerdo a Pastora y su asturianada, que Andrés interpreta caminando al son de dos cencerros.
Hay mimo cuando se viste de arlequín con un sombrero de papel. Hay juego de sexos cuando se cubre con una máscara del teatro
kabuki —el hombre tenía que interpretar los papeles femeninos en esa versión dramá ca japonesa—.
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12/9/2016
La Musa y el Duende: "Carta Blanca", sinónimo de libertad
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Andrés canta. Andrés le baila en una losa a José Valencia —así decían que se bailaba en los cafés de cante—. En uno de los muchos
rasgos de humor que hay en Carta Blanca, Marín y todo su cuadro se dedican a espantar unas moscas imaginarias.
Todo ello expresado desde la sinceridad y el compromiso, mediante unos prodigiosos pies con sonido metálico y unos brazos
expresivos en su singularidad. Unas figuras que subyugan por la compostura y la belleza plás ca de sus formas. Y es que Andrés
posee un vocabulario propio, me culosamente codificado.
Carta Blanca es finalmente un reto al espectador, que vive su actuación viajando de sorpresa en sorpresa hasta que queda atrapado
en la red imagina va del bailaor sevillano.
Con él hay dos magníficos cantaores, Segundo Falcón y José Valencia, una guitarra imagina va, Salvador Gu érrez, una guitarra
eléctrica y una zanfoña que toca Raúl Can zano, el clarinete de Javier Trigos y la batería y los pla llos de Daniel Suárez. Todos
dirigidos por Andrés Marín.
¡Enhorabuena, Andrés!
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TARIFA: 2355 €
TVD: 235500
TMV: 3.1 min
12 Septiembre, 2016
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El Pipa y Andrés Marín reúnen en la Bienal a todos los
públicos del flamenco
Con dos formas absolutamente lejanas de entender el baile, el de Jerez optó por la tradición y el sevillano, por la
transgresión
El broche a la jornada del domingo lo puso sin duda un Andrés Marín en perfecto estado de gracia La noche del primer
domingo de Bienal fue una sucesión de símbolos desde el inicio hasta el final. Alfa y Omega del Flamenco. Comenzó en
el epicentro de la Sevilla de la Exposición del 29 y terminó en La Cartuja, eje de los fastos de la Expo Universal de 1992.
Corrientes regionalistas y diálogo con las vanguardias. El orto y el ocaso en dos espacios que no pudieron estar mejor
elegidos. También los artistas.
El primero de ellos, Antonio El Pipa, quintaesencia de la gitanería de Jerez de la Frontera, presentaba ‘Gallardía’, lo que
parece tras contemplar el espectáculo –en un teatro Lope de Vega hasta la bandera- que pretende ser para Antonio el
espectáculo de su vida, un compendio de su carrera, la obra final. En recursos, desde luego, no ha escatimado: un
cuerpo de baile de ocho bailaoras, un cuadro de atrás con cinco voces femeninas –lo mejor- y dos guitarras, artistas
invitados de lujo (el pianista David Peña Dorantes) y un derroche en el vestuario (mantillas negras, batas de cola,
vestidos de fiesta….) que hacen suponer que El Pipa ha sacado toda su artillería flamenca al mundo. Ahora veremos
con qué resultado. Fijémonos antes en otro símbolo, una carambola literaria más bien: la Bienal permitió anoche, en
apenas un rato, viajar de Jerez a Sevilla –con el baile flamenco como transporte- en lo que fue el ideal del poeta
Fernando Villalón: “El mundo se divide en dos: Sevilla y Cádiz”. Los mundos del flamenco al menos sí se dividieron ayer
de este modo, pudiendo congregar también a todos los públicos que aglutina este arte, y dando una muestra de que el
flamenco es todo un mundo, complejo y diverso, de rancias costumbres pero también de lejanísimos horizontes aún por
conquistar. Porque si en el Lope de Vega apostaron por la reivindicación del Pipa del baile gitano, en la Cartuja se
produjo un milagro: la de un Andrés Marín en estado de gracia, bendecido por las vanguardias pero también por los
espíritus de todos los viejos flamencos que han hecho historia siglos atrás.
Así que empecemos por el final porque ‘Carta Blanca’, el espectáculo con el que cerró la noche Marín, fue una joya.
Quizás pasado de metraje –permitan el símil cinematográfico- pero con una ambición, una exhibición de técnica y forma
física y una jondura incuestionables. A saber, este sevillano del barrio de la Feria se ha dado ‘Carta Blanca’ en un
espectáculo encargado por el Museo Picasso de París –creado ex profeso en sus inicios para ese espacio- que pudiera
dialogar con los cuadros del genio malagueño. A partir de ahí, absoluta libertad, lo que supone un compromiso mayor,
una atadura: estar a la altura de un artista universal.
Se acercó el bailaor al maestro de la pintura con su rostro picassiano y la creatividad en sus más altos estándares de
calidad, acompañado por las voces de José Valencia y Segundo Falcón, que además de encogernos el alma con sus
voces, hicieron mucho más en el escenario; y nos enseñó Marín que el flamenco mira al mundo, que le habla de tú a tú a
otras disciplinas y transita por nuevos lenguajes. Y todo, desde los principios más ortodoxos: pregones y cantes
campesinos, llamadas a un flamenco casi ancestral, distintas formas de folclore (como los cuatro muleros de Falcón),
unos maravillosos toques de comicidad (la pieza de la ‘loseta obsoleta’ con Joselito Valencia) y una seguiriya sublime
que bien hubiera merecido sola un espectáculo, confirmaron a Andrés Marín ante un público exigente, compañeros de
profesión, espectadores de múltiples nacionalidades y músicos de muy diversos géneros. No en vano contó en el
escenario con la guitarra eléctrica de un bien medido Raúl Cantizano, acompañado de percusión y clarinete a los que
también es de justicia destacar.
El baile ecuestre de El Pipa, de Escuela de Jerez, fue sin embargo a menos. Venía conforme el del barrio de Santiago
con ver entregado a su público, que agotó las entradas del teatro, pero no convenció a pesar del derroche de recursos
escénicos. Acertó con el siempre exigente Dorantes –la historia del flamenco lo compensará en el futuro- pero se perdió
en una sucesión de ambiciosas coreografías, ocho largas secuencias que empezaron por martinete y siguieron por
seguiriyas y tarantos para darle pronto al espectador lo que buscaba: tangos, alegrías… Y demasiados plantes en busca
de un aplauso que ya tenía asegurado.
P.19
46
PAÍS: España
FRECUENCIA: Diario
PÁGINAS: 46
O.J.D.: 5768
TARIFA: 3591 €
E.G.M.: 27000
CULTURA Y OCIO
ÁREA: 864 CM² - 100%
Domingo 11 de Septiembre de 2016 | DIARIO DE JEREZ
SECCIÓN: CULTURA Y OCIO
11 Septiembre, 2016
XIX BIENAL DE FLAMENCO 3 El festival encara su primer domingo cargado de propuestas
Andrés Marín y Antonio El Pipa,
dos maneras de abordar el baile
● El sevillano mostrará en el Central su ‘Carta blanca’, concebida para el Museo Picasso de París
●
El jerezano regresa con ‘Gallardía’, que llega al Lope de Vega con todas las entradas agotadas
Rosalía Gómez SEVILLA
Sevilla y Jerez, tradición y vanguardia, baile de grupo y baile
unipersonal… Todo eso y mucho
más es lo que podrán ver hoy si
acuden a las dos citas oficiales de
la Bienal de Flamenco, concretamente en los teatros Lope de Vega (20:30) y Central (23:00). Sus
protagonistas: dos bailaores de
larga trayectoria y gran reconocimiento internacional: Antonio El
Pipa y Andrés Marín.
El primero, Antonio El Pipa, regresa a la Bienal y al Teatro Lope de
Vega –con las localidades agotadas– después de un largo paréntesis en el que un accidente le afectó
al riñón y casi le cuesta la vida. Pero
El Pipa salió adelante y lo ha hecho
con Gallardía, que así se llama el
espectáculo que estrenó en 2015
en el Festival de Jerez y esta noche
presenta en Sevilla. “No he hecho
ni más ni menos que lo que siempre
ha hecho mi pueblo: salir adelan-
‘Gallardía’ se estrenó
en el año 2015 en el
Festival de Jerez y hoy
se presenta en Sevilla
te”, afirma el jerezano, perteneciente a una conocida dinastía flamenca y cuya compañía cumplirá
20 años en 2017. “Durante este
tiempo he hecho cosas preciosas;
he coreografiado El amor brujo para el Ballet Nacional de Cuba por
invitación expresa de Alicia Alonso
y una Carmen en Salzburgo con la
Filarmónica de Berlín. Por eso pensé que podía hacer algo grande para mí mismo, una especie de catarsis de emociones, así que miré lo
que tenía en el banco y me hipotequé con toda gallardía para reunir
en este trabajo a 8 bailaoras, cuatro
cantaoras gitanas de Jerez que son
increíbles, dos guitarristas y unos
invitados de excepción”, cuenta.
En el estreno, efectivamente,
contó con Esperanza Fernández
para cantar el emocionante himno gitano Gelem Gelem y con el
pianista David Peña Dorantes.
Hoy no estará Fernández, que tiene su propio espectáculo en la Bienal y no ha podido colaborar, aunque la compañía bailará su himno
(es la primera vez que se coreografía y se baila el Gelem), pero sí
Dorantes, tocando también por
JUAN CARLOS VÁZQUEZ
Andrés Marín, Cristóbal Ortega (director de la Bienal) y Antonio El Pipa ante la sevillana Torre del Toro.
vez primera para el baile, su conocido Orobroy. “Es como pasar del
horror que supuso el holocausto
para los gitanos, presente en la letra aterradora del Gelem, a la esperanza que lleva dentro el Orobroy. Esta pieza se ha convertido
en el nuevo himno del pueblo gitano”, dice Antonio El Pipa, que se
confiesa tan ilusionado como el
primer día que pisó la Bienal.
MARÍN Y SU CARTA BLANCA
Hombre inquieto donde los haya,
desde que fundó su compañía en
2002 Andrés Marín ha creado espectáculos tan diferentes como
Asimetrías, El cielo de tu boca o La
Pasión según se mire. En su última
presentación en la Bienal, en
2012, su complejo trabajo Tuétano resultó tan incomprendido como lo fue al principio Antonin Artaud, el teórico del teatro en el
que se inspiraba. Desde entonces
Marín ha trabajado en Francia,
país que lo ha encumbrado como
artista y que, según sus palabras,
“está a una maratón de distancia
de España en cuanto a políticas
culturales”. Allí ha compartido escenario con el genio del teatro
ecuestre, Bartabas, con el que ha
realizado más de cien funciones,
y se ha dejado dirigir en Yatra por
Kader Attou y por el camerunés
Manuel.
Carta blanca toma el nombre de
un programa con el que el Museo
Picasso de París quería ofrecer a
sus visitantes la oportunidad de
contemplar las obras desde un ángulo diferente. Dicho programa
propició la entrada del flamenco
por vez primera en el Museo y un
tête a tête entre los dos artistas andaluces. De los 45 minutos de danza itinerante creados por Marín
surgiría luego este espectáculo, estrenado en 2015 en el ciclo Septiembre es flamenco. La lluvia impidió que Marín llevara a cabo la instalación que tenía preparada para
la torre de Don Fadrique debiendo
refugiarse en el teatro Alameda;
ahora de seguro encontrará en el
Central su espacio natural. “Carta
blanca es un espacio de libertad en
el que yo me puedo mover sin censuras. Yo me saturo a veces de hacer siempre lo mismo y aunque me
gusta tenerlo todo muy atado,
aquí puedo reinterpretarme, interactuar con las músicas y los sonidos. Es una necesidad mía para no
anestesiarme”, confiesa el bailaor.
Amante del cante como todo
buen flamenco, Marín bailará con
las voces de José Valencia y Segundo Falcón, “dos grandes cantaores, con un oficio y una sabiduría a
la espalda”. Con ellos, la guitarra
flamenca de Salvador Gutiérrez,
la zanfoña y la guitarra eléctrica
de Raúl Cantizano, la percusión de
Daniel Suárez y el clarinete de Javier Trigos. Unos músicos que a veces se vuelven locos cuando trabajan con él porque, según aclara,
“les quito la comodidad, los saco
de su zona de seguridad, de lo que
saben hacer ya que el flamenco no
es siempre igual; está lo plástico y
lo bello pero también lo áspero,
como en todas las artes. A mí me
gusta mucho la diversidad”.
Preguntado sobre sus sentimientos al salir al escenario, Marín
responde: “Yo me olvido de mí, dejo mi ego a un lado para pensar,
con una especie de rezo espiritual,
en los grandes artistas que ya no
están”. Un raro ejercicio de humildad que podría servir de ejemplo
para todos aquellos que tienen en
sus manos la cultura de este país.
P.20
48
PAÍS: España
FRECUENCIA: Diario
PÁGINAS: 48
O.J.D.: 2741
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SECCIÓN: CULTURA Y OCIO
Domingo 11 de Septiembre de 2016 | EUROPA SUR
CULTURA Y OCIO
11 Septiembre, 2016
XIX BIENAL DE FLAMENCO 3 El festival encara su primer domingo cargado de propuestas
Andrés Marín y Antonio El Pipa,
dos maneras de abordar el flamenco
● El sevillano mostrará en el Central su ‘Carta blanca’, concebida para el Museo Picasso de París
●
El jerezano regresa con ‘Gallardía’, que llega al Lope de Vega con todas las entradas agotadas
Rosalía Gómez SEVILLA
Sevilla y Jerez, tradición y vanguardia, baile de grupo y baile
unipersonal… Todo eso y mucho más es lo que podrán ver hoy
si acuden a las dos citas oficiales
de la Bienal de Flamenco en los
teatros Lope de Vega (20:30) y
Central (23:00). Sus protagonistas: dos bailaores de larga
trayectoria y gran reconocimiento internacional: Antonio
El Pipa y Andrés Marín.
El primero, Antonio El Pipa,
regresa a la Bienal y al Teatro Lope de Vega –con las localidades
agotadas– después de un largo
paréntesis en el que un accidente
le afectó al riñón y casi le cuesta la
vida. Pero El Pipa salió adelante y
lo ha hecho con Gallardía, que así
se llama el espectáculo que estrenó en 2015 en el Festival de Jerez
y esta noche presenta en Sevilla.
“No he hecho ni más ni menos que
lo que siempre ha hecho mi pueblo: salir adelante”, afirma el jerezano, perteneciente a una conocida dinastía flamenca y cuya
compañía cumplirá 20 años en
2017. “Durante este tiempo he hecho cosas preciosas; he coreografiado El amor brujo para el Ballet
Nacional de Cuba por invitación
expresa de Alicia Alonso y una
Carmen en Salzburgo con la Filarmónica de Berlín. Por eso pensé
que podía hacer algo grande para
mí mismo, una especie de catarsis
de emociones, así que miré lo que
tenía en el banco y me hipotequé
con toda gallardía para reunir en
este trabajo a 8 bailaoras, cuatro
cantaoras gitanas de Jerez que
son increíbles, dos guitarristas y
unos invitados de excepción”.
En el estreno, efectivamente,
contó con Esperanza Fernández
para cantar el emocionante himno gitano Gelem Gelem y con el
pianista David Peña Dorantes.
Hoy no estará Fernández, que
tiene su propio espectáculo en la
Bienal y no ha podido colaborar,
aunque la compañía bailará su
himno (es la primera vez que se
coreografía y se baila el Gelem),
pero sí Dorantes, tocando también por vez primera para el baile, su conocido Orobroy. “Es como pasar del horror que supuso
el holocausto para los gitanos,
presente en la letra aterradora
del Gelem, a la esperanza que
lleva dentro el Orobroy. Esta pieza se ha convertido en el nuevo
himno del pueblo gitano”, dice
JUAN CARLOS VÁZQUEZ
Andrés Marín subirá a las tablas del Teatro Central a partir de las 23:00.
Picasso de París quería ofrecer a
sus visitantes la oportunidad de
contemplar las obras desde un ángulo diferente. Dicho programa
propició la entrada del flamenco
por vez primera en el Museo y un
tête a tête entre los dos artistas andaluces. De los 45 minutos de danza itinerante creados por Marín
surgiría luego este espectáculo, estrenado en 2015 en el ciclo Septiembre es flamenco. La lluvia impidió que Marín llevara a cabo la instalación que tenía preparada para
la torre de Don Fadrique debiendo
refugiarse en el teatro Alameda;
ahora de seguro encontrará en el
Central su espacio natural. “Carta
blanca es un espacio de libertad en
el que yo me puedo mover sin censuras. Yo me saturo a veces de hacer siempre lo mismo y aunque me
gusta tenerlo todo muy atado, aquí
puedo reinterpretarme, interactuar con las músicas y los sonidos.
Es una necesidad mía para no anestesiarme”, confiesa el bailaor.
Amante del cante como todo
Marín cree que Francia
“está a un maratón de
distancia de España”
en políticas culturales
JUAN CARLOS VÁZQUEZ
Antonio El Pipa, listo para reencontrarse con sus admiradores a partir de las 20:30 en el Lope.
Antonio El Pipa, que se confiesa
tan ilusionado como el primer
día que pisó la Bienal.
MARÍN Y SU CARTA BLANCA
Hombre inquieto donde los haya,
desde que fundó su compañía en
2002 Andrés Marín ha creado espectáculos tan diferentes como
Asimetrías, El cielo de tu boca o La
Pasión según se mire. En su última
presentación en la Bienal, en
2012, su complejo trabajo Tuétano
resultó tan incomprendido como
lo fue al principio Antonin Artaud,
el teórico del teatro en el que se
inspiraba. Desde entonces Marín
ha trabajado en Francia, país que
lo ha encumbrado como artista y
que, según sus palabras, “está a
una maratón de distancia de España en cuanto a políticas culturales”. Allí ha compartido escenario
con el genio del teatro ecuestre,
Bartabas, con el que ha realizado
más de cien funciones, y se ha dejado dirigir en Yatra por Kader
Attou y por el camerunés Manuel.
Carta blanca toma el nombre de
un programa con el que el Museo
buen flamenco, Marín bailará
con las voces de José Valencia y
Segundo Falcón, “dos grandes
cantaores, con un oficio y una sabiduría a la espalda”. Con ellos,
la guitarra flamenca de Salvador
Gutiérrez, la zanfoña y la guitarra eléctrica de Raúl Cantizano,
la percusión de Daniel Suárez y el
clarinete de Javier Trigos. Unos
músicos que a veces se vuelven
locos cuando trabajan con él porque, según aclara, “les quito la
comodidad, los saco de su zona
de seguridad, de lo que saben hacer ya que el flamenco no es
siempre igual; está lo plástico y lo
bello pero también lo áspero, como en todas las artes. A mí me
gusta mucho la diversidad”.
Preguntado sobre sus sentimientos al salir al escenario, Marín responde: “Yo me olvido de mí, dejo
mi ego a un lado para pensar, con
una especie de rezo espiritual, en
los grandes artistas que ya no están”. Un raro ejercicio de humildad que podría servir de ejemplo
para todos aquellos que tienen en
sus manos la cultura de este país.
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