programa de radio especial sobre bretaña

Transcripción

programa de radio especial sobre bretaña
PROGRAMA DE RADIO ESPECIAL SOBRE BRETAÑA
HISTORIA
1.-Prehistoria.
En Bretaña (que se llamó Armórica hasta las invasiones del siglo V) se han
encontrado numerosos restos megalíticos: Dólmenes, túmulos, menhires y
cromlechs.
Entre los pueblos que la ocuparon antes que los romanos, destacaron los
vénetos, que fueron derrotados por Craso y por Bruto en los años 58-57
A.C. Posteriormente desempeñó un papel secundario en la Galia romana y
el cristianismo tardó en penetrar en ella.
2.- Los primeros siglos.
Bretaña quedó al margen de las invasiones germánicas, pero más tarde fue
el refugio de muchos bretones del otro lado del canal de la Mancha que
huían de los anglos y sajones en los siglos III y VIII.
En la época merovingia (442-752) fue un territorio independiente.
Los carolingios crearon la “Marca de Bretaña”, que estuvo en las manos de
Rolando, el héroe del cantar de gesta.
Uno de sus jefes locales, Nominoé, vasallo de Ludovico Pío, acentuó su
independencia y dio al país su primera organización civil y eclesiástica.
Sólo a finales del siglo X, Conan I, conde de Rennes, logró unificar el
“ducado” bajo su autoridad nominal.
Los Foulques de Anjou y los duques de Normandía se disputaron su
posesión.
3.- Cambios políticos de alcoba.
En el siglo XI, estuvo bajo la égida de la Casa de Cornualles, a la que
sucedió la de Plantegenet a consecuencias del enlace de Geoffroi, hijo de
Enrique II, con la heredera del ducado.
Felipe Augusto, rey de Francia, dio el país a Pedro I Manclerc (1213-1237),
de la familia de Dreux, y lo convirtió en feudo real.
La dinastía de Dreux reforzó la organización de Bretaña:
En el siglo XIII, aparecieron un embrión de cámara de cuentas y un
parlamento y el país se dividió en 8 bailías. Jurisdicciones gobernadas por
el baile que representaba al señor feudal ante sus vasallos y que estaba
encargado del gobierno de una determinada zona.
A causa de las invasiones y las luchas intestinas, Bretaña no prosperó
económicamente ni culturalmente hasta el siglo XIV.
4.- La guerra de los 100 años.
Al morir Juan III sin descendencia en 1341, estalló una violenta crisis,
paralela a la primera mitad de la guerra de los 100 años. La guerra de
Sucesión en Bretaña enfrentó a Juana de Penthièvre, sobrina de Juan III,
aliada de Felipe VI, rey de Francia, se enfrentó a Juan de Montfort,
hermano de Juan III, que se había aliado con Eduardo III, rey de Inglaterra.
Juan de Montfort venció en la batalla de Auray (1364) pero no logró ver
reconocidos sus derechos hasta el tratado de Guérande (1365), cuando se
comprometió a prestar homenaje al rey de Francia.
El reinado de su hijo, Juan V (1399-1442) fue el más brillante para Bretaña,
que se equiparó en importancia y poder a los grandes estados feudales de
Borgoña, Anjou y Berry.
5.- Otra vez las alcobas.
El último de sus duques, Francisco II, (1458-1488), intentó preservar la
independencia mediante alianzas con Inglaterra, Borgoña y el emperador
Maximiliano. Su hija Ana se casó sucesivamente con Carlos VIII y Luis
XII de Francia. La hija de éste último, Claudia de Francia, se casó con
Francisco I y así el ducado de Bretaña se incorporó a la corona de Francia
en la persona de Enrique II (1547).
En las tareas de gobierno el duque el duque estaba asistido por un canciller,
un procurador general y un consejo.
El parlamento general equivalía a los estados de los demás feudos.
6.- La riqueza del mar y la tierra.
En el siglo XV se produjo una prosperidad inusitada:
Progreso en la ganadería, de las industrias de paños, de las actividades
marítimas (pesca de altura, comercio de la sal y del vino).
Introducción temprana de la imprenta.
En ésta época floreció el arte flamígero, característico de Bretaña.
La monarquía francesa respetó el particularismo bretón.
Aunque la Reforma no arraigó en Bretaña, el país se vio agitado por las
guerras de religión.
Si la Fronda apenas tuvo eco, en cambio en 1675 estalló una revuelta
llamada “del papel mojado”, contra los abusos de los impuestos indirectos,
que fue severamente reprimida.
7.- El esplendor del mar.
A lo largo del siglo XVIII, se repitieron los episodios de lucha entre el
poder real y los intereses del Parlamento bretón (conspiración de
Pontcallec, lucha del procurador general La Chalotais contra el duque de
Aiguillon, agitación subsiguiente a la reforma de Lamoignon de 1788).
De los siglos XVI al XVIII, Bretaña se convirtió en región marítima por
excelencia. De los puertos de Saint-Malo y Morlaix partían barcos
pesqueros a Islandia y Terranova.
Nantes, relacionado con Bilbao desde el siglo XVI, se convirtió en un
centro del comercio colonial (comercio de esclavos de África y de azúcar,
ron y tabaco en las Antillas).
Lorient fue el gran puerto de las Indias orientales y Brest una importante
base militar. En Rennes, Nantes y Vannes creció una numerosa burguesía
de negociantes y funcionarios.
El campo siguió muy atrasado y durante estos siglos asistió a una
revitalización religiosa.
Durante la Revolución francesa, Bretaña se convirtió en un foco de los
chuanes, que no aceptaban la unidad nacional (intentos federalistas en
1793-4).
A partir de la Revolución francesa, Bretaña se divide en 5 departamentos.
8.- Desde el siglo XIX.
A lo largo del siglo XIX, el nacionalismo bretón subsistió de forma latente
y a comienzos del XX se constituyeron la Unión Regionalista Bretona y la
Unión de la Juventud Bretona en 1911.
En el período de entreguerras, el movimiento nacionalista bretón alcanzó su
auge (Partido autonomista en 1927 y Partido Nacional Bretón en 1931.
El colaboracionismo con los nazis por parte de una minoría de los
nacionalistas del “Breizh atao” fue duramente castigada en 1944.
El gobierno colaboracionista de Vichy separa el departamento de LoireAtlantique de Bretaña.
En la posguerra subsistió la discriminación política y cultural de Bretaña, y
su subdesarrollo se vio agravado más tarde con la emigración masiva
(1954-68).
9.- A partir de los sesenta.
Nacen nuevas organizaciones:
Unión Democrática Bretona en 1964.
Frente de Liberación de Bretaña y Ejército Republicano Bretón en 1966. A
la unión táctica de ambas siguió la escisión en 1973 del FLB por la
liberación nacional y el socialismo, que, al igual que otras organizaciones,
fue declarada ilegal por el gobierno francés en el otoño de 1973.
En la ley de las regiones de Francia de 1972 se consolida la separación de
Bretaña que realizaron los nazis. Aunque la mayoría de sus habitantes
quieren la unificación de Bretaña según las últimas encuestas de noviembre
del año 2000 donde han sorprendido por el alto porcentaje que están a favor
de la independencia de Bretaña.
En estos momentos se vive una esquizofrenia política, ya que las ansias de
autonomía de la mayoría de los bretones no se ven reflejada en las urnas a
la hora de votar por varias razones:
1.- Siguen prefiriendo a los partidos franceses. Los intelectuales de París
demonizan permanentemente la cuestión bretona.
2.- La enorme división del nacionalismo bretón con la paradoja que los
actuales grupos se sitúan en el terreno ideológico de la izquierda:
UDB (Autonomista Socialista), Emgann (Independentista extrema
izquierda) y POBL (independentista).
3.- Los grandes medios de comunicación resaltan la conexión de ETA con
un minúsculo grupo bretón lo que origina un rechazo social general.
LENGUA
El bretón hablado al Oeste de la península armoricana pertenece al grupo
britónico de las lenguas célticas.
Sin embargo, no es un resto del galo, desaparecido desde el siglo IV, sino
una lengua emparentada con él, que los emigrantes trajeron consigo, en la
época de las invasiones anglosajonas en Gran Bretaña (Siglos V-VI).
Su dominio no se extendió nunca al conjunto del territorio del antiguo
ducado. Fue reducido en un tercio en el siglo X, en circunstancias mal
conocidas, al parecer debido a cierta desorganización después de las
incursiones normandas.
La mayor extensión de este dominio ha dejado huellas claras en la
toponimia de zonas actualmente de lengua francesa.
Hoy se habla en la totalidad del departamento de Finisterre y en la mitad de
los departamentos de Côte-du-Nord y del Morbihan, al Oeste de otra línea
imaginaria que va oblicuamente de Plouha, en la bahía de Saint Brieuc,
hasta la parte Este de la península Rhuys, en la costa atlántica.
Existen cuatro dialectos principales: el de León, el de Tréguier, el de
Cornualles y el de Vannes.
A pesar de que se haya asegurado cierto predominio en el plano literario, el
primer dialecto no presenta una pureza de vocabulario mayor que la de los
otros.
El bretón ha estado prohibido en la enseñanza durante décadas. Por eso hay
tan pocos alumnos que aprendan su lengua.
En éstos momentos hay unos 2500 escolares en las escuelas bretonas
Diwan, además de otros 7500 entre las bilingües Públicas y Católicas.
En la Universidad hay diez mil estudiantes en bretón.
En la actualidad hay un millón de hablantes lo que sitúa a la lengua bretona
a la cabeza de los diferentes idiomas célticos.
Desde septiembre 2000 se ha puesto en marcha un canal privado de TV en
lengua bretona, lo que viene a reforzar los otros medios de comunicación
existentes como radios y publicaciones.
Ésta es la última oportunidad que tiene la lengua bretona para poder
mantenerse ante el dominio de las “lenguas imperiales internautas”.
ECONOMÍA.
El permanecer aislada durante mucho tiempo, contribuyó al mantenimiento
de rasgos singulares arcaicos, y un bajo nivel de vida de su población,
densa y prolífica.
Desde hace algunos decenios, esta situación ha evolucionado
considerablemente y, actualmente, Bretaña no puede considerarse un país
pobre.
La nueva agricultura se caracteriza por los cultivos forrajeros acompañados
de progresos cualitativos de la ganadería. Los cultivos de huerta han
enriquecido algunos sectores del litoral.
La pesca, secundaria en las costas septentrionales, ha experimentado un
fuerte incremento en los puertos atlánticos.
Las costas bretonas mantienen gran actividad turística.
La industria es secundaria y está representada, esencialmente, por la
metalurgia y las construcciones navales de Brest, Lorient y Saint-Nazaire.
Automóviles cerca de Rennes y refinería de petróleo en Vern-sur-Seiche.
Nantes es su centro más importante.
La reducida importancia del número de puestos de trabajo que ofrece la
industria obliga a los bretones a emigrar hacia la región parisina.
TURISMO
Bretaña es una región geográfica natural del Oeste de Francia.
El pico más alto del Macizo Armoricano es de 384 m.
El clima tiene una influencia dominante del mar que es causa de
abundantes precipitaciones. Inviernos benignos y veranos frescos.
Tiene infinidad de rías bellísimas y penínsulas singulares.
El paisaje de Bretaña es de los más bellos del mundo y se pueden apreciar
toda la gama de tonos verdes y azules.
Recomendamos “La chaumière de Keraluic”. Camping rodeado por la
belleza y hotelito reconstruido en casas de campo de la Edad Media. El
propietario, Lluís, es de Vilassar y está casado con Irene una holandesa
políglota.
A cinco kilómetros del mar.
Ciudades:
Todas las ciudades y pueblos de Bretaña son singulares... Pintadas de
blanco con los tejados negros de pizarra... Igual que su bandera: Blanca y
negra.
Caben destacar: Nantes, Rennes, Brest, Kemper, Vannes, Lorient, Morlaix,
St. Nazaire,....
En Bretaña las autovías son gratuitas.
Juan F. Vergara, diciembre 2000

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