20121107 LUIS M. SOBRADO - ponencia

Transcripción

20121107 LUIS M. SOBRADO - ponencia
PRIMER CONGRESO TERRITORIAL DEL NOROESTE IBÉRICO
TÍTULO DE LA PONENCIA.- ORIENTACIÓN PROFESIONAL PARA EL
EMPRENDIMIENTO EMPRESARIAL: LAS RELACIONES ESCUELAEMPRESA
Dr. Luis Sobrado Fernández
Universidad de Santiago de Compostela
e-mail: [email protected]
1
Ponencia: Orientación Profesional para el emprendimiento empresarial: las
relaciones escuela-empresa.
Dr. Luis Sobrado Fernández
e-mail: [email protected]
Universidad de Santiago de Compostela
Palabras clave: Empresa, Escuela, Emprendimiento, Orientación, Profesión
Introducción
1. Espíritu y cultura emprendedora en el ámbito educativo y empresarial.
2. El desarrollo de la cultura emprendedora en la política educativa y
empresarial europea.
3. La concepción emprendedora en la educación primaria y secundaria en
España.
4. Iniciativas emprendedoras en la Formación Profesional en el contexto
español.
5. El desarrollo emprendedor en la Universidad española.
6. Experiencias innovadoras de prácticas emprendedoras en la Educación
para el fomento de la cultura empresarial
Conclusiones.
Referencias bibliográficas.
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INTRODUCCIÓN
Las dos últimas décadas del siglo XX y los primeros años del actual generaron
una etapa amplia fortaleza y prosperidad económica en muchos países del
mundo y sin embargo repentinamente en los últimos años se halla la sociedad
experimentando una grave recesión, semejante a la existente a finales de la
década de 1920 y comienzos de 1930.
Una cantidad de la población mundial cada vez superior se halla afectada por
la amenaza del desempleo, la pobreza,descualificación profesional y exclusión
social. La repercusión de la actual crisis económica sobre la vida de las
personas, su desarrollo personal, social, educativo y laboral así como su
participación activa e inclusión en la sociedad, es muy grave e incide en la
estabilidad social y política en muchos países del orbe y es previsible su
duración para los años próximos.
La orientación y el asesoramiento profesional fundamentadas en las
necesidades, habilidades, intereses y actitudes personales y sociales, están
pensadas básicamente para ayudar a los sujetos en la elaboración y en la
gestión de sus carreras personales, sociales y profesionales durante toda su
vida.Asimismo poseen un rol vital que ejercer en la consolidación de un
personal altamente cualificado y de una sociedad económicamente viable, así
como desempeña también un papel relevante en el apoyo al desarrollo y
crecimiento económico sostenible y a la estabilidad social (Kraatz y Ertelt,
2011).
Como reconocimiento de los efectos potenciales de la Orientación Educativa y
Profesional, los Ministros de Educación europeos aprobaron una resolución en
2008 que destacaba el impacto positivo de la Orientación sobre el
funcionamiento y efectividad de los sistemas educativos, el ámbito laboral, la
ciudadanía activa y la inclusión social de las personas.Desde entonces los
retos a abordar por los profesionales de la orientación de la carrera se han
agrandado y en la actualidad se ha multiplicado por la crisis económica
existente en los últimos años.
Los Orientadores Profesionales no poseen condiciones de generar nuevos
puestos laborales, ni ofertar oportunidades formativas y tampoco pueden
alterar la realidad económica general, pero sí pueden ayudar a las personas a
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enfrentarse a la expansión y evolución de sus necesidades sociales,
personales y económicas en esta coyuntura compleja y difícil en su vida.
Los países, para atender esta situación real, deben disponer de profesionales
altamente cualificados y competentes en el ámbito de la orientación de la
Carrera para apoyar a las personas desvalidas y vulnerables para enfrentarse a
las situaciones descritas.
Integrar el potencial científico y el educativo con la exigencia de las
cualificaciones empresariales, a través del desarrollo de competencias
emprendedoras, posibilitará el aprovechamiento de los resultados de la
investigación científica y los logros académicos para conseguir progresos en la
innovación, creatividad y mejora tecnológica y económica de la sociedad actual
(Sobrado y otros, 2009).
Las tendencias presentes en el marco europeo relativas a la educación
manifiestan la relevancia de las competencias instrumentales básicas: lectura,
escritura y matemáticas, y de cinco cualificaciones innovadoras: tecnologías de
la información, lenguas extranjeras, cultura científico-tecnológica, espíritu
emprendedor y habilidades sociales (Parlamento y Consejo Europeo, 2005).
La formación de las actitudes, creatividad e iniciativa emprendedora debe
desarrollarse en todos los niveles, ciclos y etapas educativas y en el ámbito
investigador en la totalidad de sus sectores (Perrenoud, 2002).
Para consolidar el rol de la formación en una cultura más emprendedora en la
sociedad europea se necesita disponer de un escenario integrado y coherente
de servicios y acciones docentes, orientar a las instituciones educativas y al
profesorado sobre todo en su desarrollo profesional, fomentar la participación
de agentes sociales y empresas y motivar las competencias empresariales en
la educación, especialmente en el marco universitario.
El carácter emprendedor hace referencia a dos tipos de competencias; las
genéricas y válidas para toda la sociedad y para el alumnado, en el sector
educativo, y las específicas, relacionadas con el desarrollo profesional como
empresario/a y que se basan en aquéllas (Rychen y Salganik, 2004, 2006).
Existen dos interpretaciones sobre las competencias emprendedoras: la
primera es una perspectiva amplia de dominio de capacidades y actitudes
empresariales y la comprensión de términos económicos básicos; incluye
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también el desarrollo de determinadas cualidades personales y no se refiere
aquí a la creación de organizaciones sociolaborales. La segunda considera el
ámbito específico dirigido ya a la generación de empresas (Cámaras de
Comercio/MEC. 2006).
1. ESPÍRITU Y CULTURA EMPRENDEDORA EN EL ÁMBITO EDUCATIVO Y
EMPRESARIAL
En la sociedad actual con una acusada y sostenida crisis económica y social
debido a múltiples variables de naturaleza política, socio-económica y cultural,
es necesario fortalecer las iniciativas de diversa naturaleza para lograr un
mayor crecimiento económico y más sostenible y duradero en el tiempo, así
como generar más y mejores empleos. Las nuevas tendencias de vinculación
entre el crecimiento y el empleo, subrayan la importancia del fomento de una
cultura más emprendedora en el marco formativo y empresarial, así como
generar entornos de apoyo al autoempleo y a las pequeñas y medianas
empresas. En este nuevo escenario, la Orientación Profesional, para favorecer
la comunicación y el tránsito entre la escuela en su sentido más holístico y la
empresa, ocupa un lugar destacado en las nuevas políticas y estrategias del
desarrollo social y económico en la situación actual (Echeverría, 2008).
La creación y el sostenimiento empresarial y la gestión adecuada de
instituciones empresariales son estrategias imprescindibles para que la
economía pueda crecer y competir de una manera exitosa.
Existe una correlación positiva entre el espíritu empresarial y el desarrollo
económico. Un crecimiento consolidado fundamentado en la innovación
demanda un número creciente de nuevas organizaciones empresariales que
puedan facilitar más y mejores empleos.
Si España en concreto, desea mantener con éxito un modelo económico y
social, e igualmente Europa, precisa un mayor y mejor desarrollo económico,
nuevas empresas, más empresarios formados y con predisposición favorable a
emprender proyectos de innovación, más autoempleo y pequeñas y medianas
empresas con un ágil crecimiento económico.
El desarrollo del espíritu empresarial mediante la educación puede posibilitar el
ingreso en el mercado laboral de las personas y grupos sociales desempleados
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y con una mayor vulnerabilidad socioeconómica, también puede incrementar el
potencial emprendedor de los mejores y facilitar la cohesión social de los
contextos territoriales menos desarrollados.
Existen causas variadas que repercuten en el espíritu empresarial, entre ellas
los aspectos educativos y culturales de gran significación. En nuestra sociedad
asimismo, es preciso estimular más el trabajo autónomo y la creación de una
cultura y actividad empresarial.
Los
programas educativos, la Orientación Profesional, las campañas de
sensibilización y promoción empresarial a través de los mass media, Internet,
etc., ofrecen una correlación positiva con el número, variedad y calidad de las
actividades empresariales en nuestro contexto sociocultural y económico
(Planas, 2012).
Es necesario crear en la sociedad un clima más positivo para desarrollar la
cultura empresarial, basado en políticas y estrategias educativas, culturales,
etc., con vistas a la concienciación y a incrementar la formación y
cualificaciones de las personas y a eliminar o aminorar en su caso las barreras
que dificultan la creación de empresas, su consolidación y expansión.
Se precisa además la integración del potencial investigador y el formativo con
la cualificación empresarial, mediante el fomento y orientación de competencias
emprendedoras, lo que repercutirá en el aprovechamiento de los resultados del
avance científico y los logros en la creatividad, innovación, mejora social y del
crecimiento económico (Luna, 2012).
Desde la perspectiva educativa, la formación adecuada de actitudes, talento
creativo e iniciativa emprendedora deben desarrollarse en todos los escenarios
y niveles educativos y en el marco de la investigación e innovación en todos los
sectores.
Las orientaciones en el sistema europeo referentes a la educación expresan el
interés y la importancia de las capacidades instrumentales básicasy las
cualificaciones innovadoras.
Para fortalecer el papel de la formación en una cultura empresarial más
emprendedora es necesario disponer de un marco integrado y congruente de
servicios y acciones docentes, orientar adecuadamente a los Centros
educativos, al profesorado en su desarrollo profesional y al alumnado,
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especialmente en el aprendizaje de competencias emprendedoras y en su
tránsito al empleo. Asimismo, es preciso fomentar la participación de agentes
sociales y empresas y estimular el desarrollo de las competencias
profesionales en el ámbito educativo, singularmente en la formación profesional
y enseñanza universitaria (Sobrado y Cortés, 2009).
El desarrollo de habilidades y competencias generales, según los niveles
educativos (De Miguel, 2006), constituye la base del la mentalidad empresarial,
que sirve para facilitar un conocimiento mejor del mundo de la empresa.
Subrayar la relevancia del espíritu empresarial responsable posibilita hacer
más atractiva la carrera en este ámbito (Morris et al., 2011).
El espíritu empresarial se puede definir como la competencia de una persona
para transformar ideas en realizaciones e incluye la innovación, el talento
creativo, el asumir riesgos y la capacidad de planificación y gestión de
proyectos orientados a conseguir objetivos. Esto hace que el empleado sea
más consciente de su trabajo, de aprovechar sus oportunidades y que los
empresarios puedan establecer una actividad social y económica.
Formar en el espíritu empresarial incrementa las posibilidades de generar
empresas, organizar el trabajo por cuenta propia o autoempleo y aumenta la
satisfacción personal y empresarial de la persona.
El espíritu empresarial ayuda a los sujetos a ser más creativos, a tener más
confianza en sus acciones y a actuar de un modo socialmente responsable,
además de generar nuevas empresas más innovadoras y a que se creen más
empleos (Guichard y Huteau, 2007).
Actualmente, el espíritu empresarial se halla incluido en el marco de referencia
de las ochos competencias clave para la formación permanente y que son
precisas para el desarrollo personal, la integración social, el empleo y la
ciudadanía activa.
Tradicionalmente la educación formal no ha facilitado el crear espíritu
empresarial ni el autoempleo, sin embargo consideramos que el sistema
educativo puede ayudar mucho a responder con éxito al desafío empresarial en
los diversos contextos, debido a que las actitudes, disposiciones y referencias
sociales, culturales, formativas y empresariales se pueden formar ya desde la
educación básica.
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El espíritu empresarial puede y debe adquirirse desde la escuela primaria hasta
la educación permanente y en todos los niveles educativos intermedios
(enseñanza secundaria, formación profesional y universitaria).
2. EL DESARROLLO DE LA CULTURA EMPRENDEDORA EN LA POLÍTICA
EDUCATIVA Y EMPRESARIAL EUROPEA
Las propuestas actuales efectuadas desde el marco europeo en torno a la
educación contemplan la importancia de incluir además de las competencias
básicas, nuevas cualificaciones formativas (Comisión Europea, 2002).
Se observa, por otra parte, la ausencia de un proyecto integrado en las
diferentes etapas del proceso educativo (educación infantil, primaria o
secundaria). Es preciso crear un soporte que posibilite asimilar actitudes para
poder aplicar en el futuro como persona emprendedora, especialmente en la
educación obligatoria (Comisión de las Comunidades Europeas, 2006).
Hay además un desconocimiento importante de los recursos didácticos idóneos
para posibilitar la enseñanza de conceptos y contenidos conexionados con la
educación en valores que estimulen las actitudes y el espíritu emprendedor.
Las expectativas sobre el papel del profesorado está orientado principalmente
a dos funciones básicas: la transmisión de saberes y el mantenimiento de la
disciplina y orden en el aula, poco relacionadas con la motivación de conductas
de innovación y aprendizaje.
Existe una necesidad de formación específica del docente y de generar
recursos de apoyo didáctico. Si no se involucra al personal pedagógico, si no
se le motiva y forma, si no se le facilitan herramientas educativas, poco se
podrá conseguir ese propósito de desarrollo emprendedor en la escuela. A ello
se añade la escasez de interés y el desconocimiento del mundo empresarial,
en muchos casos, por parte del profesorado, así como la carencia de acciones
de sensibilización sobre la importancia social y pedagógica de la integración del
espíritu emprendedor dentro del ámbito escolar.
Debería existir más conciencia social de las ventajas que el aprendizaje de
fundamentos empresariales básicos representa para la sociedad en general y
al propio alumnado ya desde los primeros cursos de la educación primaria, en
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los que se puede formar la creatividad y el espíritu de iniciativa que puede
ayudar a desarrollar actitudes empresariales. Esto se puede adquirir a través
de métodos pedagógicos activos basados en la curiosidad natural del niño.
Asimismo, en el estudio del medio social se debería integrar el conocimiento
temprano del mundo empresarial y una toma de contacto con él para
comprender el valor de la empresa en la comunidad, el rol de los empresarios,
etc.
La metodología
pedagógica
y orientadora
para fomentar una mejor
comprensión del espíritu empresarial deben incluir actividades sobre proyectos
empresariales, estudios de casos sencillos, visitas a empresas de la localidad o
del entorno, juegos de roles, etc.Mediante estas tareas se pueden apoyar
diversas unidades temáticas y fortalecer la motivación del aprendizaje a través
de la práctica y de la experiencia (CEDEFOP, 2009).
En los últimos cursos de la educación primaria, las acciones educativas
referentes al espíritu empresarial pueden combinar adecuadamente la
creatividad, la innovación y un concepto simple de empresa a través de la
compra-venta de productos en mercados de carácter escolar, etc.
En la educación secundaria se debería concienciar al alumnado de que el
trabajo autónomo (por cuenta propia) y el de empresario son opciones para
considerar
en
su
futura
carrera
y
orientarles
en
las
competencias
emprendedoras que puedan fomentarse mejor con el aprendizaje y las
experiencias prácticas por medio de proyectos y actividades concretas.
La Unión Europea debe desarrollar estrategias que la transformen en una zona
favorable para la actividad empresarial. Se precisa también una actitud más
emprendedora con motivación para los valores empresariales (Comisión
Europea, 2004).
La educación en el fomento del espíritu emprendedor, según la Comisión
Europea, debería existir sobre todo en las universidades (Ibáñez, 2007) –pero
también en las demás opciones de formación de profesionales–tanto para los
estudiantes como para la comunidad investigadora de todos los campos
(Comisión de las Comunidades Europeas, 2006; Cámaras de Comercio MEC,
2006). Combinar el potencial científico con las cualificaciones empresariales
contribuirá a aprovechar mejor los resultados de la investigación a través de
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“empresas vivero” y nuevas organizaciones sociolaborales en sectores
basados en el conocimiento.
Europa, para ayudar a lograrlo, pretende utilizar los ejemplos de prácticas
innovadoras existentes dentro de su ámbito y que muestren gran respeto al
entorno empresarial.
Referente a la perspectiva de estos años el desarrollo del espíritu emprendedor
en la etapa de 2007-2013 considera el ámbito financiero de la Unión
congruente con el propósito de ésta de relanzar la Estrategia de Lisboa. En
este sentido las prioridades fijadas para las políticas de cohesión entre 2007
hasta el 2013 son:
1ª. Incrementar el atractivo de los Estados miembros, de las regiones y las
ciudades, con mejora de la calidad, un nivel adecuados de servicios y
preservar su potencial ecológico.
2ª. Promover la innovación, la iniciativa empresarial y el crecimiento de la
economía del conocimiento a través de las competencias de
investigación e innovación, con inclusión de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC).
3ª. Generar más y mejores empleos, atraer a más sujetos al trabajo o a la
actividad empresarial, desarrollar la adecuación de los trabajadores y de
las empresas y aumentar la inversión en capital humano.
En síntesis, el fomento del espíritu emprendedor se está convirtiendo en una de
las estrategias de la Unión Europea, realidad que se expresa en las políticas y
directivas de educación, innovación, empleo y competitividad.
3. LA CONCEPCIÓN EMPRENDEDORA EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA Y
SECUNDARIA EN ESPAÑA
De un modo paulatino hay preocupación y actuaciones específicas que
pretenden potenciar el espíritu y actitud en las escuelas, pero la perspectiva no
es todavía satisfactoria. Existe aún escasa orientación hacia el emprender en
los programas y acciones educativas.
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Los Centros docentes desarrollan algunos valores laborales, pero casi ninguno
empresarial, sin integrar términos económicos de un modo específico o
transversal. La solución del problema no puede ser aislada, ya que las causas
son múltiples y de orientación principalmente (conformación del currículo
formativo, ausencia de materiales didácticos, organización de las escuelas,
planificación de las actividades extraescolares, rotación de los docentes, etc.),
lo cual demanda asimismo soluciones de carácter estructural e integral, que no
se restrinjan a reformas sectoriales. Es muy difícil poder realizar cambios e
introducir nuevos valores a través de la realización de simples adaptaciones de
una organización pensada para otras finalidades.
Se cree que el enfoque actual de la educación está estancado, más que
motivando la creatividad del alumnado desde los primeros años de su
escolaridad. Se busca más la uniformidad dentro de las clases que potenciar
las cualidades personales de cada estudiante e incluso, cuando se aplican
proyectos diferenciados, suelen basarse en estrategias compensatorias de
apoyar a quienes fracasan, pero en pocas ocasiones de motivar a quienes
presentan mayor iniciativa, creatividad o talento emprendedor (Sobrado y
Cortés, 2009).
4. INICIATIVAS EMPRENDEDORAS EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL
EN EL CONTEXTO EXPAÑOL
El modelo de formación profesional anterior a la LOGSE de 1990 tuvo su origen
en la Ley de Educación de 1970. Debido, en gran medida, a las
recomendaciones del Banco Mundial y de otras organizaciones como la
UNESCO, la política española en aquellos años apostó por la extensión de la
educación universitaria y la Formación Profesional quedó relegada como
modalidad subordinada.
La reforma de la LOGSE de 1990 implicó cambios relevantes de la formación
profesional en relación con el modelo anterior y sus principales aspectos
positivos son los siguientes:
1º. Se construye sobre módulos temáticos que configuran ciclos o carreras
de especialización y de corta duración, que a su vez se integran en
familias profesionales muy cercanas al concepto de sector económico.
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2º. Los contenidos curriculares se han elaborado a partir de propuestas de
aproximación de la escuela a la empresa, con lo que queda asegurada,
al menos en parte, la conexión entre ambas.
3º. Complementariamente, un módulo (el de prácticas o de Formación en
Centros de Trabajo) se realiza en la empresa.
La formación profesional ha experimentado a lo largo de las dos últimas
décadas retoques de mejora, la mayoría de ellos ya previstos en la LOGSE,
que repercuten favorablemente en la vinculación escuela-empresa. El Catálogo
Nacional de Cualificaciones Profesionales favorece la adaptación de los ciclos
formativos y la interconexión con el subsistema de formación continua.
Asimismo, como logro de los esfuerzos habidos a lo largo de los últimos años,
la Formación Profesional tiene una valoración social creciente (pero aún inferior
a la de la universidad) y una apreciación positiva, tanto por parte de las
empresas como de los titulados en este ámbito (Sobrado, 2004).
Con relación a este subsistema, se expresan a continuación alguna de las
consideraciones fundamentales:
1ª. Permanece todavía clara una desvinculación entre la escuela y el
entorno laboral y empresarial, expresada en la ausencia de experiencias
próximas y sistemáticas de conocimiento y conexión con el mundo
profesional. Así, el autoempleo se sigue percibiendo como la última
modalidad de inserción laboral y se mantiene una óptica poco adecuada
de lo que es una empresa o ser empresario.
2ª. Cuando se generan actividades dirigidas a la creación de funciones
emprendedoras, la proyección suele ser de carácter más técnico (cómo
crear una empresa) que basada en el desarrollo de las competencias
necesarias (cómo promover la cultura emprendedora como parte de
valores y capacidades del sujeto).
3ª. Hay escasez temporal para poder formar los valores emprendedores de
un modo efectivo (un curso escolar no es suficiente). Se necesitan, por
consiguiente, acciones coordinadas e integradas con los niveles
formativos anteriores de educación primaria y secundaria.
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En
la
Formación
Profesional
las
acciones
emprendedoras
pueden
fundamentarse específicamente en el aprendizaje experiencial y práctico de la
actividad empresarial, por ejemplo, a través de la puesta en marcha de miniempresas por el propio alumnado.
El objetivo de las mini-empresas dirigidas por los estudiantes en los Centros
educativos es desarrollar una actividad económica real a pequeña escala o
simular de modo experiencial la forma en la que operan las organizaciones
empresariales. El alumnado aprende con ello las habilidades de trabajo en
equipo y desarrolla su autoestima.
En la Formación Profesional inicial es muy efectiva la preparación específica
sobre cómo crear una empresa, pues los estudiantes en este nivel educativo se
hallan próximos a iniciar su vida laboral y el trabajo por cuenta propia puede
representar para ellos un alternativa muy beneficiosa.
En el escenario de la formación profesional en Alemania, en el denominado
“sistema dual”, la preparación se imparte tanto en la escuela como en la
empresa y se orienta profesionalmente a los jóvenes en la fase experiencial
sobre la manera de crear su propia empresa. La formación y orientación
profesional facilita al alumnado de esta manera las competencias de gestión
necesarias y motiva sus capacidades y cualificaciones empresariales.
5. EL DESARROLLO EMPRENDEDOR EN LA UNIVERSIDAD ESPAÑOLA
Hay en España actualmente cerca de 80 Universidades con aproximadamente
1’2 millones de estudiantes, aunque la cifra de matriculados desciende desde
hace unos años y se prevé que en el año 2015 el número de estudiantes pueda
ser menor de un millón.
La población universitaria española es de las más altas en el contexto europeo.
Esta elevada proporcionalidad de alumnado universitario tiene un claro sesgo
hacia carreras de Ciencias Sociales (Economía, Empresariales, Derecho y
Psicología).
Este sesgo de solicitud de carreras de contenido social frente a las carreras
técnicas (las Humanidades y Ciencias Sociales alcanzan un 56% de matrículas
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universitarias) es probablemente una de las causas del distanciamiento de la
universidad respecto a la realidad económica, a pesar de que, entre las
carreras no técnicas, tengan una ponderación elevada las de Economía. Por
ello hay una clara disociación entre el tipo de profesional que el tejido
empresarial requiere y el de formación que se desarrolla en las instituciones de
Educación Superior.
El profesorado, además, suele distanciarse de la empresa. Se le exige
dedicación completa a la docencia y no se le facilita compaginar actividades
académicas con el desempeño profesional dentro de los sectores productivos
para los que está enseñando. Asimismo, los intentos de aproximación de la
Universidad a la empresa o viceversa, se ven como una posible invasión a su
autonomía en vez de oportunidades de mejora y, por tanto, se dificulta una
retroalimentación mutua.
A causa de todo esto, la mayoría de las universidades tienen una relación
empresarial débil y variable según facultades o escuelas. Por otra parte, las
Fundaciones Universidad-Empresa refuerzan las prácticas rígidas del propio
sistema de funcionamiento universitario.
Las OTRIs (Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación)
necesitan, además, de una reestructuración que las hagan más efectivas frente
a la empresa, aunque se debe reconocer en algunos casos, la existencia de
éstas con iniciativa y bastante proactivas.
Asimismo, en la vinculación de la Universidad con el mundo de la ciencia y la
investigación existen dificultades. Así, se suele primar la elaboración de
artículos científicos y su publicación en revistas especializadas, lo cual es muy
positivo, pero no se valora suficientemente la producción de patentes o la
tecnología aplicada que se puedan derivar de las actividades de investigación
efectuadas.
Por otra parte, la Universidad ha ido evolucionando desde una función docente
(transmitir conocimientos) a otra investigadora (crear conocimiento), hallándose
inmersa actualmente en una “segunda revolución” que le añade a las anteriores
la actividad esencial de contribuir a generar riqueza en el entorno económico,
empresarial, etc. (Sobrado y Fernández Rey, 2011).
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A lo indicado anteriormente, hay que añadir el problema del debate continuo
sobre su organización y funcionamiento, especialmente por la adaptación
compleja al Espacio Europeo de la Educación Superior de las reformas
propugnadas por el denominado proceso de Bolonia.
Entre algunas, en este contexto, de las acciones vinculadas a la Universidad se
pueden mencionar las siguientes:
1ª. En la formación del alumnado se sigue poniendo más énfasis en la
competencia memorística que en la creadora, en los saberes que en las
capacidades y actitudes personales, lo cual dificulta su espíritu
emprendedor e innovador.
2ª. Hay carencia de profesores especializados que posean experiencia
laboral y empresarial, con particular repercusión en quienes se dedican
a la orientación profesional. Cada vez es más frecuente que el docente
universitario no tenga experiencia ocupacional, no sólo empresarial, sino
ni siquiera profesional en una empresa de su sector.
3ª. El autoempleo se percibe como una posibilidad de inserción laboral que
sólo es asumida como una alternativa a emplear si han fallado las
restantes. Por el contrario, se considera el trabajo por cuenta ajena
como el más seguro, aun en la realidad actual, en que el desempleo, la
movilidad generada por el mismo y de los entornos económicos son una
situación constatable.
6. EXPERIENCIAS INNOVADORAS DE PRÁCTICAS EMPRENDEDORAS EN
LA EDUCACIÓN PARA EL FOMENTO DE LA CULTURA EMPRESARIAL
6.1. ENSEÑANZA PRIMARIA Y SECUNDARIA
A) Programa EME (Una empresa en mi escuela). Consejerías de
Educación e Industria del Gobierno del Principado de Asturias
Esta innovación es el primer estadio del plan de desarrollo de la cultura
emprendedora en el sistema educativo que se inicia en la educación primaria y
termina en la Universidad. El proyecto está coordinado por la Ciudad
Tecnológica Valnalón, que depende de la Consejería de Industria de Asturias,
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en colaboración con la de Educación y se desarrolla interdisciplinarmente en
las diversas materias del Currículo escolar. Se prevé además una metodología
didáctica en la que el alumnado es el protagonista y destinatario de su
autoaprendizaje que posee una naturaleza activa, dinámica, significativa y
cooperativa, en la que se halla presente generalmente la colaboración estrecha
entre la escuela y la comunidad.
La experiencia de educación primaria “Una empresa en mi escuela”, conexiona
la educación y la empresa y se basa en la creación, en cada aula, de una
cooperativa escolar de elaboración de productos a través de un aprendizaje
significativo y transversal en un escenario lúdico. Durante el curso académico,
el alumnado crea y gestiona una cooperativa en la que se generan productos
que venden en el mercado de su localidad una vez al año.
En el Proyecto participa toda la comunidad educativa: alumnado, profesorado,
familia y administraciones públicas y privadas (Ayuntamientos, Agencias de
Desarrollo
Local,
entidades
financieras,
etc.).
Para
más
información:
www.valnaloeduca.com.
El planteamiento metodológico docente se centra en el modelo de proyectos
que prevé la participación efectiva y real de los escolares en la sala de clase en
la que éstos, de una manera colaborativa toman las decisiones respectivas. El
papel del profesorado es el de apoyo, asesoramiento y propuesta de nuevos
desafíos.
B) Programa EJE (Empresa Joven Europea). Consejerías de Educación e
Industria del Gobierno del Principado de Asturias
La Ciudad Tecnológica Valnalón coordina también un proyecto que se ha
incorporado al sistema educativo de Asturias como materia optativa de
iniciación profesional en 4º curso de la Educación Secundaria Obligatoria
(ESO). Las actividades formativas son nuevos retos que comienzan con el
análisis respectivo, para luego extraer las conclusiones adecuadas, tanto
personales como grupales.
Durante un año escolar el alumnado gestiona una cooperativa de exportación e
importación en la que intercambian productos con cooperativas de estudiantes
de otras comunidades autónomas y países y luego venden en el mercado local
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los productos importados. Las cooperativas distribuyen los beneficios logrados
igual que cualquier empresa.
Además de los Centros educativos asturianos, en el Proyecto EJE participan
instituciones educativas de otras Comunidades Autónomas como Andalucía,
Canarias, Castilla y León, Islas Baleares, Madrid, Navarra, País Vasco y
Valencia. Los centros escolares colaboran, a su vez, con instituciones
formativas de países extranjeros.
EJE aparece como modelo europeo de buenas prácticas en el informe BEST
“Minicompañías en educación secundaria”, publicado en el año 2005. Para más
información: www.valnaloneduca.com
C) Experiencia en la Formación Profesional. Programa Educativo “PreEmprender” – Asociación Vasca de Agencias de Desarrollo
El Programa Formativo “Pre-Emprender” se basa en el fomento del espíritu
empresarial de los ciudadanos en general y del alumnado de Ciclos Formativos
de Formación Profesional en particular, para el que se establecen como
objetivos concretos la concienciación, motivación, promoción, asesoramiento y
orientación de los estudiantes de Formación Profesional hacia el autoempleo
con el fin de desarrollar las posibilidades del trabajo por cuenta propia, así
como las iniciativas a adoptar para que sean capaces de implementar su propio
proyecto empresarial.
Para favorecer la realización de las actividades de dicho programa,
fundamentalmente, de carácter informativo y formativo, se dispone de diversos
materiales y recursos didácticos de apoyo, entre los que sobresalen
herramientas e instrumentos multimedia, cómics, el juego didáctico “Imagina tu
Empresa”, asó como un manual de ayuda y recursos para el profesorado
responsable de la implementación del programa formativo en cuestión. Si se
consideran los diferentes recursos disponibles en dicho proyecto, se trata de un
recursos didáctico dirigido, especialmente, al alumnado de Formación
Profesional, cuyo objetivo principal se basa en potenciar las cualificaciones
requeridas a la mentalidad emprendedora, así como favorecer la adquisición de
actitudes emprendedoras en esta modalidad educativa.
Para más información: www.garapen.net/castellano/index.html
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D) Fomento del Espíritu Emprendedor. Cofre de trabajo “Aprender a
emprender” – 2ª Edición (Junta de Castilla y León)
Se trata de un cofre que abarca cuatro volúmenes en forma de carpetas de
fichas: “Emprender y el emprendedor”, “Herramientas y recursos”, “Trabajando
las actitudes y habilidades” y “Habilidades y material didáctico”. En ellas se
reúnen los instrumentos didácticos y sistemas multimedia que se han
elaborado a lo largo del proyecto, actualizados y modificados en las cuestiones
que han sido sugeridos por el profesorado y el alumnado que los han utilizado.
Para más información: www.aprendeaemprender.com
6.2.INICIATIVAS EN LA UNIVERSIDAD
a) Plataforma Athenea para el Desarrollo de Empresas Innovadoras
(Universidad Complutense de Madrid)
Athenea realiza un conjunto de actividades agrupadas en cuatro ejes:
información, asesoramiento, formación y servicios a empresas y entre ellas se
pueden citar: talleres de sensibilización, talleres de identificación de ideas,
evaluación de ideas, y evaluación de la viabilidad de proyectos, programas
formativos para la creación de empresas innovadoras, seminarios para el
desarrollo de habilidades para directivos, asesoramiento personalizado para la
realización del Plan de Empresa y de Internacionalización, servicios
especializados (jurídico, comercial, fiscal, contable), información profesional,
etc.
Para
más
información:
www.ucm.es/info/icei/queIcei/organizacion/contenidos/conte05.html
b) Uniemprende (Universidad de Santiago de Compostela)
Es un Plan para la creación de Empresas de la Universidad de Santiago de
Compostela que tiene como finalidad fundamental aumentar la vocación
empresarial entre los miembros de la comunidad universitaria y prestar especial
atención a aquellos procesos de investigación científico-tecnológica existentes
en esa Universidad, con potencialidades suficientes para transformar una idea
inicial en una empresa con expectativas de futuro.
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Para la consecución de estas metas se han implementado una serie de
medidas orientadas a la articulación de un sistema de apoyo a iniciativas
emprendedoras mediante el Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica
(CITT). Entre otras destacan como experiencias y prácticas innovadoras:
1º. Emprendia: Puntos de Información y Servicios de emprendimiento
universitario. Para más información: www.emprendia.es/
2º. Uninova: Incubadora de Empresas de la Universidad. Para más
información: www.uninova.org/ga/default.asp
3º. Uniban (University Business Angels Network): sirve de nexo de unión
entre emprendedores e inversores privados. Para más información:
www.uniban.org/
4º. Unirisco Galicia: Se trata de una sociedad de capital-riesgo cuyo objetivo
es financiar empresas que empleen el conocimiento producido por la
universidad a través de operaciones de inversión temporal en el capital
de esas empresas y otros procedimientos económicos según criterios de
rentabilidad
y
creación
de
empleo.
Para
más
información:
www.unirisco.org/home.html
c) Programa Innova (Universidad Politécnica de Cataluña)
Este Programa dota de apoyo institucional a los proyectos empresariales
promovidas desde ésta que posee y explota un fondo de capital-semilla,
promueve el uso de los viveros de empresas, difunde -mediante ofertas de
formación- la cultura emprendedora entre los estudiantes, y fomenta las
actividades de investigación y de doctorado. El Programa coopera en la
creación de nuevas empresas basadas en las diferentes áreas de conocimiento
de la Universidad, en las que participan directamente el alumnado, titulados o
profesorado. Para más información: www.pinnova.upc.es/Innova/
19
d) El Juego Serendipia (Universidad Fontys de Holanda)
Consiste en un recurso para el diagnóstico y orientación del talento potencial
para el trabajo emprendedor. Es un proyecto del Departamento de Desarrollo
Profesional de la Universidad Fontys de Tilburg, en Holanda.
Serendipia es un término oriental de origen persa y significa el hallazgo no
buscado. Se trata de encontrar algo valioso que no se está explorando
realmente.
Desde el ámbito educativo y profesional existen situaciones impredecibles y
acontecimientos críticos inesperados. Desde esta perspectiva hay una serie de
competencias que se precisan por las personas para hacer frente a la
incertidumbre y a lo inesperado, que desempeñan un rol principal en el
diagnóstico del talento emprendedor como son: la intuición, la curiosidad,
exploración, mente abierta, la capacidad de observar desde ópticas diversas, la
reflexión, sensibilidad, el conocimiento táctico, etc.
El juego Serendipia ayuda a los sujetos a enfrentarse a la incertidumbre y a
descubrir talentos ocultos e inesperados.
Las habilidades emprendedoras a explorar a través del mismo son:
a) Vinculadas a los sentidos: sintonía, silencio, capacidad de espera,
control mental, tacto, equilibrio, etc.
b) Relacionadas con el espacio: disponibilidad, sentido común, virtualidad,
diálogo orientado, etc.
c) Conexionadas con la temporalización: decisión, esperanza, sentimiento
histórico, presente, confianza en los procesos, la duda, el olvido, etc.
d) Ligadas con el movimiento: resistencia, retardo, serpenteo, seguimiento,
efecto, etc.
El juego Serendipia ayuda a explorar, desarrollar y orientar las competencias y
cultura emprendedora, así como las actitudes y concienciación empresarial en
las instituciones educativas.
20
CONCLUSIONES
Se está consolidando una estrategia política y legislativa de la necesidad de
desarrollar iniciativas, tanto en la Unión Europea como en España, en la que se
contempla la relevancia de la cultura emprendedora, una política que pone el
acento en incorporar ésta desde la formación inicial hasta los últimos niveles
que integran el sistema educativo.
Todo ello representa un gran reto a afrontar, por el sistema educativo actual
que, desde la perspectiva de su estructura, contenidos, recursos humanos y
materiales, está lejos aún de integrar en el mismo como una competencia
transversal o especializada la cultura emprendedora (Barlach, 2011).
Pero progresar en este escenario, desde la educación primaria, secundaria,
formación profesional y universidad -con los enfoques concretos y necesarios
para cada caso- es fundamental el posicionamiento estratégico. Un progreso
que ha de partir del reconocimiento del problema, que ha de disponer de una
estrategia y unos fines claramente definidos, un marco regulador flexible,
espacios
y
estructuras
adecuadas,
las
necesarias
cooperaciones
institucionales, un liderazgo activo y, sobre todo, disponer de unos recursos
humanos (profesorado) motivados, preparados y especializados para afrontar
el desafío.
La Orientación Profesional puede ofrecer una gran ayuda a las instituciones
educativas y el contexto empresarial en su labor de apoyo al alumnado para
una inserción y posterior mantenimiento en el marco empresarial, facilitando las
transiciones académicas y profesionales (Sobrado y Cortés, 2009).
La sociedad debe tomar conciencia de la importancia de esta temática, mejorar
la imagen que tiene del colectivo empresarial y comprender que la empresa no
es sólo un centro productivo que genera salarios y beneficios más o menos
relevantes, sino también un motor de innovación y de creación de riqueza
colectiva.
Actualmente, desde el punto de vista del contexto social, político y cultural, aún
hallándonos en plena crisis económica y social nos encontramos en una
situación favorable para desarrollar iniciativas, de orientación y asesoramiento
profesional en este escenario y unas circunstancias de carácter educativo y
21
social que deben ser adecuadamente utilizadas para la inserción y transiciones
académicas y sociolaborales así como una orientación y formación a lo largo
de la vida de todas las personas para prevenir los peligros de la marginación y
exclusión social.
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