Taller “Sistema Braille: Investigación, modernización y difusión del

Transcripción

Taller “Sistema Braille: Investigación, modernización y difusión del
Taller
“Sistema Braille: Investigación, modernización y
difusión del sistema de lectoescritura para ciegos en
América Latina”
Montevideo, del 22 al 26 de marzo de 2010.
“MUSICOGRAFÍA BRAILLE”
Autoras: Belén Fernández Álvarez y Ana María Crespo Quevedo (Servicio
Bibliográfico de la ONCE –Madrid).
ASPECTOS HISTÓRICOS DE LA MUSICOGRAFÍA
El primer sistema de escritura musical para personas ciegas fue creado por el
propio Luis Braille, de forma paralela al código literario. En 1829, en la obra
«Procédé pour écrire les paroles, la musique et la plainchant au moyen de
points», Braille proponía, junto al alfabeto, un sistema de caracteres musicales
basado en los seis puntos. Si bien el alfabeto ha permanecido esencialmente
invariable hasta nuestros días, el código musicográfico fue totalmente
modificado por el propio Braille a lo largo de su vida, desarrollando la notación
básica de nuestro código actual.
Por esta misma época aparecieron varios códigos musicográficos que fueron
eclipsados rápidamente por el de Luis Braille. Éstos se basaban
fundamentalmente en la escritura visual, con lo cual, a la dificultad de su
lectura, se añadía la imposibilidad de ser escritos por los propios ciegos.
A finales del siglo XIX, comenzaron a aparecer publicaciones de códigos de
música: la primera en Londres en 1871, otra en Alemania en 1879 y una nueva
en París en 1885. Al existir discrepancias entre estos tres compendios, se
constituyó una comisión internacional (con representantes de Francia,
Inglaterra, Alemania y Dinamarca), al objeto de unificar el código musicográfico
Braille. Los trabajos culminaron en 1888 en el Congreso de Colonia, donde se
sentaron las bases de la actual Musicografía.
Los dos siguientes grandes congresos internacionales se celebrarón en París,
en 1929 y en 1954. Aquí ya hay representantes de todo el mundo y esto
supone un gran progreso para la Musicografía Braille. Se adoptan importantes
acuerdos técnicos, con lo que se da un gran paso para unificar la escritura
musical de los ciegos en todo el mundo.
A partir de 1954 surgen dos tendencias: de una parte, quienes desean
conseguir la mayor claridad posible para el lector ciego aun a costa de
renunciar a la transcripción de algunos detalles secundarios de la partitura
visual, mientras otro grupo defiende a ultranza la transcripción literal. Entre
1
estos últimos figuran muchos profesores ciegos que enseñan a alumnos no
ciegos, que, lógicamente, necesitan conocer los detalles de las partituras que
utilizan sus alumnos.
Durante las tres décadas siguientes se celebraron algunas reuniones
propiciadas fundamentalmente por países europeos, con dos objetivos
principales: a) tratar de recuperar la unidad perdida en 1954 y b) intentar dar
respuesta a la nueva signografía aparecida en la escritura visual, sobre todo en
el terreno de la música contemporánea.
A principio de los años ochenta se creó el «Subcomité para la Notación Musical
en Sistema Braille» dependiente del Comité de Cultura de la Unión Mundial de
Ciegos, que se reunió por primera vez en Moscú en 1982, cuyo principal
objetivo era crear un “Nuevo Manual Internacional de Musicografía Braille”, que
unificara todos los manuales y tendencias que había en este momento.
Este Subcomité celebró una serie de conferencias y talleres entre 1982 y 1994
(Moscú, 1982; Praga,1985; Marburg (Alemania),1987 y Saanen (Suiza),1992),
en los que se debatió largamente y se alcanzaron acuerdos importantísimos
que afectan a prácticamente todas las áreas de la signografía musical. De aquí
salió el «Nuevo Manual Internacional de Musicografía Braille», que se publicó
en 1996, en lengua inglesa, compromentiéndose la ONCE a realizar la
traducción al español, la cual apareció en 1999.
Todos los signos y reglas que figuran en este Manual fueron aprobados por los
delegados asistentes a la conferencia de Saanen, gran parte de ellos por
amplia mayoría. Es de esperar, por tanto, que su uso se generalice a nivel
mundial, utilizándose con todo rigor en las transcripciones de música Braille, lo
que facilitará considerablemente el intercambio de partituras entre los distintos
países, sin que el idioma suponga un obstáculo insalvable, por ser la música un
lenguaje universal.
MANUAL DE MUSICOGRAFÍA: UNA HERRAMIENTA DECISIVA
La Musicografía Braille es una herramienta indispensable para los estudiantes
y músicos ciegos. Es la única manera de poder leer, aprender, conocer y
estudiar con detalle una partitura musical. A pesar de ello, hay que añadir y
reconocer que tiene una serie de limitaciones y complejidades inherentes al
propio sistema Braille y a la lectura táctil.
La Musicografía Braille es un código ingenioso pero complejo. Su complejidad
es, en parte, consecuencia de intentar capturar todo un universo de sonidos
musicales en grupos de seis puntos. Esto hace inevitable que muchos signos
tengan dos o más significados y que la opción correcta sólo sea discernible
atendiendo al contexto en que tiene lugar. El hecho de que el significado de
una larga sucesión de signos pueda depender de uno o varios que la preceden
presenta un problema especial, ya que un error inicial por parte del transcriptor
o lector afectaría a todo un pasaje.
2
Otra gran limitación que presenta la escritura musical Braille deriva de su
representación en horizontal poco adecuada para el lenguaje musical. Mientras
que un músico vidente, por ejemplo, puede leer música a varias partes
mediante un rápido examen vertical y horizontal de la página, el lector de
Braille tiene que seguir individualmente las líneas de cajetines horizontales
para obtener la misma información. La partitura en tinta facilita una audición
interna de la música, ya que su escritura refleja la “línea” sonora, pero el
sistema Braille no ofrece este tipo de pistas.
Todo ello conduce a que, para poder hacer uso de la Musicografía Braille con
un buen rendimiento, se precisa un alto grado de musicalidad, incluyendo un
oído bien desarrollado y una memoria musical que permitan que los símbolos
Braille “cobren vida” como sonidos imaginados antes de yuxtaponerlos
mentalmente para formar frases, acordes y texturas polifónicas completas.
También es necesaria la capacidad intelectual para manejar un código
gobernado por una extensa y compleja serie de reglas, que añade a la
dificultad conceptual de la notación musical las exigencias del Braille.
Habitualmente, los niños y jóvenes ciegos se inician en la Musicografía Braille
al mismo tiempo que empiezan a tocar un instrumento, lo que implica dos
procesos de aprendizaje, diferentes y paralelos. El siguiente ejemplo práctico
ilustra las dificultades a las que se enfrentan los estudiantes ciegos que asisten
a centros educativos ordinarios: ¿cómo equilibrar las exigencias que supone
aprender el código Braille con el deseo de una programación convencional de
música? Por ejemplo, un curso de iniciación al teclado, cuya notación puede
ser bastante sencilla para el lector de música en tinta, en la versión Braille
requerirá un nivel de conocimientos avanzado, debido a la necesidad de usar
signos de octava e intervalos desde el principio.
ESTADO ACTUAL EN EUROPA Y ESPAÑA DE LA MUSICOGRAFÍA
La música es un lenguaje universal y dispone de un sistema de escritura
también universal que permite el intercambio de partituras entre todos los
países. Después de décadas de trabajos conjuntos, esta universalidad se ha
conseguido también para la música escrita en Braille, que ha quedado
plasmada en el «Nuevo Manual Internacional de Musicografía Braille». Si este
Manual es aplicado por igual en todos los países, se logrará un intercambio de
partituras inteligibles para todos los músicos ciegos. Este hecho es de especial
importancia, precisamente en un momento de gran escasez de transcriptores
de música Braille en todo el mundo.
En Europa, y en España en particular, se está respetando por supuesto el
Manual Internacional para la transcripción de partituras. Si en un momento
dado es necesario introducir o adaptar signos que no están contemplados en
dicho Manual, se explican adecuadamente mediante notas y tablas
confeccionadas para la ocasión.
En cuanto a los programas informáticos, cada país está utilizando programas y
códigos ASCII Braille diferentes. A pesar de esta diversidad, la flexibilidad que
3
ofrecen las impresoras Braille para ser configuradas con el fin de reproducir
todo tipo de tablas Braille, permite el intercambio de partituras informatizadas
entre países con distinto código ASCII.
En España, para la transcripción musical, estamos utilizando el mismo
programa informático que para el texto: Quick Braille. Se trata de un editor de
textos en Braille en el cual la música se introduce directamente en Braille a
través del teclado de seis puntos. Por tanto, los transcriptores y correctores
musicales deben poseer una sólida formación, tanto musical como en
Musicografía Braille.
En la actualidad, los avances de la tecnología, unidos a la cualificación humana
necesaria, nos permiten una mayor calidad y cantidad en la producción de
materiales musicales, con lo cual estamos logrando un importante incremento
de los fondos bibliográficos de la ONCE, con una profesionalidad y una calidad
altamente aceptables.
En otros países europeos están utilizando, para la transcripción musical, otros
programas informáticos tales como el BME -Braille Music Editor-, el Goodfeel,
el ToccoFinale (editores de música), el Italbra, el Duxbury (editores de texto
Braille), etc.
El BME ha sido desarrollado en Italia. Permite, por una parte, la introducción de
datos a través de un teclado Braille y, por otra, el aprovechamiento de todos los
ficheros editados en el formato del editor musical Finale. Posee un conversor
Braille-tinta y viceversa, que permite la impresión en ambos códigos. Este
programa puede utilizar las partituras capturadas en tinta a través de un OCR
musical y transformarlas con su conversor, siempre que los ficheros tengan el
formato adecuado.
El Goodfeel es un editor Braille musical americano. Para introducir la
información se hace a través de Lime (editor de música en tinta), ya sea con un
teclado MIDI o de ordenador, y el programa hace la transformación cuyo
resultado final aparece en Braille. Puede utilizar las partituras extraídas con el
OCR musical SharpEye.
FUTURO DE LA MUSICOGRAFÍA
A pesar de la gran herramienta que supone la tecnología informática aplicada a
la transcripción musical en sistema Braille, es imprescindible seguir avanzando
en este campo, con el fin de poder abordar eficazmente las necesidades
crecientes que el futuro nos plantea.
Concretamente en el área de la transcripción musical, por mucho que avancen
los medios tecnológicos, nunca podrán suplir la figura del transcriptor y del
corrector, ya que no se trata de un simple reconocimiento de caracteres, sino
de una correcta interpretación y adaptación del conjunto de la partituta y de
cada una de sus partes. Este trabajo minucioso siempre requerirá de las
4
facultades del cerebro humano, cuya creatividad no la podrán suplir nunca las
máquinas creadas mediante la ciencia aplicada a la tecnología.
Los escáneres y OCRs para partituras musicales, junto con los programas
conversores al Braille musical, suponen un gran avance en la automatización
de la transcripción musical, pero los que existen en la actualidad dan resultados
aceptables solamente para partituras sencillas. Conviene reiterar que, en la
transcripción de obras complejas, deberá intervenir un experto con sólida
formación, tanto musical como en Musicografía Braille, que decida en cada
caso la manera de transcribir pasajes complicados, para cuya transcripción no
es posible establecer reglas.
Un proceso que no podrá resolver ningún procesador de partituras, por
avanzado que sea, es el de la corrección, que deberá continuar realizándose
como en la actualidad. En un lenguaje subjetivo como es la música, no se
puede utilizar la corrección automática, como ocurre con los procesadores de
texto. Por esta misma razón, la corrección de partituras deben realizarla dos
personas para poder cotejar la transcripción Braille con el original en tinta.
La Musicografía Braille siempre será una herramienta imprescindible y
fundamental para los músicos ciegos. Gracias a ella, les es posible disfrutar
plenamente de la música y dedicarse a ella de manera profesional. Con la
Musicografía Braille han trabajado y siguen trabajando muchos buenos
músicos ciegos, algunos de los cuales han alcanzado un gran prestigio
internacional.
5

Documentos relacionados