Los guerreros de Xi`an

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La milenaria cultura china estará presente en
Barcelona mediante tres exposiciones, dedicadas
respectivamente a Confucio, los bronces arcaicos de
Shangai y los guerreros de Xi’an. Esta última
mostrará por primera vez en Europa una selección
del ejército de terracota hallado en 1974 en torno al
mausoleo del emperador Qinshihuang.
n septiembre de 2002 se iniciaron las conversaciones con la
embajada de China en Madrid para traer a Barcelona Los
guerreros de Xi’an, exposición organizada por el Shaanxi
Cultural Heritage Bureau y la National Administration for Cultural
Heritage, que se exhibió en el Museo de Historia de Hong Kong a
finales del citado año.
El objetivo es acercar al público una completa muestra de arte funerario chino de las dinastías Qin y Han procedente de los hallazgos de los
mausoleos de Qinshihuang y de Hanjingdi, descubrimientos arqueológicos recientes y de incalculable valor histórico. Las obras expuestas
revelarán cómo la cultura china evoluciona de la guerra a la paz: veremos a los poderosos guerreros de terracota Qin junto a las figuras de los
cultivados funcionarios civiles Han, tendremos temibles armas de la
dinastía Qin junto a figuras de cerámica de algunos animales domésticos, reflejo de la vida cotidiana de las comunidades rurales Han.
Las dinastías Qin (221-207 a. C.) y Han (206 a. C. - 220 d. C.) son dos
de los períodos fundamentales en la formación y consolidación del
imperio chino. Al primer emperador, Qinshihuang, se le reconoce el
hecho de haber unificado el hasta entonces caótico y descentralizado
sistema de reinos independientes que habían prevalecido a través de los
períodos de Primaveras y Otoños (519-453 a. C.) y de los Reinos
Combatientes (453-222 a. C.). Con la nueva unidad política se dan
también una serie de medidas para todo el imperio: se unifican los sistemas de pesos y medidas, la moneda y el sistema chino de escritura, y
mejora el sistema de transporte, comunicaciones y red viaria. A este
emperador se debe también la unificación de los tramos de la muralla
septentrional, conocida como la Gran Muralla. Pero el imperio Qin
duró poco tiempo, fue derrocado por una rebelión general de la que
surgió la nueva dinastía Han, que permaneció durante cuatrocientos
años y fue contemporánea del Imperio romano. La dinastía Han proporcionó la estabilidad necesaria para el desarrollo económico y cultural adoptando la escuela taoísta de pensamiento. Heredó de la dinastía
Qin un sistema centralizado de poder y lo reforzó mediante la creación
de una fuerte administración basada en el sistema de exámenes civiles.
Durante esos años se ampliaron las fronteras chinas con la ocupación
de una parte importante de Asia Central y el control de las grandes
rutas comerciales de Eurasia. A su vez, se alargó la Gran Muralla para
proteger los nuevos territorios.
Las 120 piezas Qin y Han que conforman la exposición proceden de
diversas instituciones y museos de la zona de Shaanxi, provincia rica en
reliquias culturales y en la que se han dado algunos de los descubrimientos arqueológicos más importantes de China.
En 1974, un campesino que cavaba un pozo desenterró el primer soldado de terracota de Xi’an. Se descubrió entonces que el emperador
E
Pixtal / Agefotostock
Los guerreros
de Xi’an
TEXTO Salvador Pons
Director de Producción del
Fórum Barcelona 2004
Imma Mora
Directora de Exposiciones del
Fórum Barcelona 2004
LOS MONOGRÁFICOS DE B.MM NÚMERO 4
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Luis Castañeda / Agefotostock
El ejército de terracota de Xi’an, descubierto
en 1974, rodea el mausoleo del emperador
Qinshihuang.
Arriba, estatua china de Confucio, sobre quien
se ofrecerá una muestra en CaixaForum.
Pixtal / Agefotostock
Qinshihuang, unificador de China, había rodeado su mausoleo con un
ejército completo de terracota, perfectamente alineado, en el que convivían soldados, arqueros, palafreneros con sus caballos, mozos de cuadras..., cerca de 8.000 hombres entre guerreros y funcionarios civiles para
que supervisaran todo su aparato militar. Todos ellos, de tamaño real y
con características físicas diferentes, formaron el impactante ejército de
terracota testimonio de la conquista del territorio que acompañó a la
unificación de China y del que expondremos una muestra.
Los hallazgos de las piezas Han son anteriores. Desde 1949 se han excavado más de 10.000 tumbas de emperadores y personalidades del imperio Han, extendidas por todo el territorio chino. Los Han creían que, al
morir, una parte de su alma se desprendía del cuerpo y por ello era necesario protegerla con amuletos que le aseguraran el viaje a la otra vida.
Pero también creían que la otra parte del alma se quedaba unida al cuerpo y que a ésta se le debían proporcionar los símbolos del estatus que se
había tenido en vida, como los sellos y los ornamentos de jade que equivalían a su rango y que, como el escarabajo, le ayudaban a mantener su
cuerpo incorrupto. Como en otras culturas, también hacía falta proporcionar al cuerpo y al alma todas aquellas comodidades de las que habían
disfrutado en vida: sirvientes, secretarios, animales domésticos o sagrados, graneros, lámparas, depósitos de agua...; todos aquellos elementos
de la vida cotidiana que les pudieran hacer más confortable la nueva
existencia del cuerpo y de una parte del alma tras la muerte.
El reto que hemos querido asumir desde el Fórum ha sido explicar de
manera divulgativa parte de la riqueza de esta cultura milenaria en una
exposición atractiva a los ojos de cualquier visitante. Para ello, se encargó el diseño del espacio de la exposición a Julia Schulz-Dornburg y a
Joan Pons, quienes eligieron evocar, con gran acierto, la magia o la emoción del hallazgo arqueológico.
Antes de entrar en la sala, una película de 8-10 minutos dará al visitante
las pistas básicas para poder entender la exposición. Será un audiovisual
didáctico que introducirá al público en la cultura china y en estas dos
dinastías. La realización del audiovisual corre a cargo de Mariona
Omedes, y para el guión y la ordenación de las piezas se ha contado con
la colaboración de Dolors Folch, sinóloga y profesora de Historia de
China en la Universidad Pompeu Fabra. La última imagen de la película
será la primera que vea el público al levantarse la pantalla al final de la
proyección, lo que provocará un momento de sorpresa y constituirá una
magnífica invitación a entrar en el espacio expositivo.
Así pues, tras la introducción sobre este período histórico, sobre los descubrimientos de estos mausoleos y sobre la importancia de algunas de las
piezas que presentaremos, la sala de exposición se abrirá ante nosotros
recreando la excavación, el momento del descubrimiento arqueológico.
Nos irán apareciendo, entre las piezas más importantes de la dinastía
Qin, una selección de guerreros de terracota, que incluirá las figuras de
un general, de un arquero y de un acróbata, así como una armadura
completa de piedra. Con una ambientación lograda por la sugerencia de
colores y una iluminación muy tenue, entre los estratos de tierra que
conformarán las paredes se ubicarán las vitrinas que contendrán los
objetos más pequeños, los de la dinastía Han, entre los que destacarán las
pequeñas figuras desnudas de dos hombres, animales domésticos de
cerámica, objetos de jade y lámparas de bronce.
La exposición, que se presentará por primera vez a Europa, se ubicará
en uno de los edificios del Muelle Norte del Puerto de Sant Adrià y ocupará una superficie total de 1.200 m2. Será sin duda una de las exposiciones más concurridas del Fórum, ya que se estima que será visitada
por casi dos millones de personas; de hecho, se ha calculado poder acoger a 1.000 visitantes cada hora durante las 13,5 horas diarias que permanecerá abierta la muestra, la única de las cuatro del recinto que
cerrará sus puertas a las 00,30 h.
En la ciudad, entre las veinte exposiciones programadas, dos de ellas
darán otras visiones sobre esta cultura milenaria. Una sobre el filósofo
Confucio, en CaixaForum, y otra sobre los bronces arcaicos de Shangai,
en las salas del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), con lo que
se ofrecerán simultáneamente en Barcelona tres muestras sobre una de
las culturas más importantes de la civilización, lo que favorecerá ese
conocimiento del otro que propone el Fórum Barcelona 2004 en su diálogo en favor de la paz.
FÓRUM BARCELONA 2004