“Mujeres guatemaltecas revolucionarias ¿De la transgresión al
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“Mujeres guatemaltecas revolucionarias ¿De la transgresión al
CENTRO DE INVESTIGACIONES INTERDISCIPLINARIAS EN CIENCIAS Y HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FUNDACIÓN GUATEMALA “Mujeres guatemaltecas revolucionarias ¿De la transgresión al feminismo?” TESINA PARA OBTENER EL DIPLOMA EN “ESPECIALIZACIÓN EN ESTUDIOS DE GENERO” DECIMO QUINTA EDICION PRESENTA: Brenda Yvone Pineda Morales ASESORA: Guisela López MARZO 2015 1 INDICE Pág. INTRODUCCION 8 CAPITULO I CONTEXTO REFERENCIAL DEL ORIGEN DE LAS MUJERES ALZADAS O GUERRILLERAS 1.1 Descripción de las sujetas y su contexto 15 1.2 Situación de las mujeres durante el Conflicto Armado Interno en Guatemala 20 CAPITULO II MUJERES Y MOVIMIENTO GUERRILLERO EN GUATEMALA 2.1 Movimiento Guerrillero en Guatemala 25 2.2 Surgimiento del Ejército Guerrillero de los Pobres 27 2.3 Mujeres y movimiento Guerrillero 31 2 CAPITULO III MUJERES GUERRILLERAS Y SU PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD GENÉRICA 3.1Roles de las mujeres en sus comunidades y dentro de la organización 36 3.1 Sistema sexo-género e identidad de género 37 3.2 Transgresión de roles 40 CAPITULO IV MUJERES GUERRILLERAS Y SU IDENTIDAD FEMENISTA 4. Identidad feminista 53 4.1 Aculturación feminista 54 REFLEXIONES FINALES 59 BIBLIOGRAFÍA 64 ANEXOS: HISTORIAS DE VIDA 67 GUIA DE PREGUNTAS PARA LA ENTREVISTA 107 3 SEMBLANZA DE LA AUTORA Mi nombre es Brenda Yvone Pineda Morales, soy mestiza nacida en uno de los barrios marginales de la ciudad de Guatemala. Quisiera en esta semblanza poder escribir mi vida como la fantasía que de niña inventé en relación a mis orígenes, siempre les decía a mis compañeras de la escuela que yo era una princesa perdida en la casa de mi madre y algún día llegarían por mí, mis verdaderos padres. Pues así, como de cruel fue la respuesta de mis compañeritas al decirme que era una mentirosa, así de cruel fueron los eventos que se desarrollaron posteriormente en mi vida, cuando mis padres se separaron y fui víctima de muchas violencias por parte de mi padrastro quién consideraba que las mujeres no teníamos ningún valor, que solamente servíamos para tener marido y que no valía la pena invertir en la educación, pues no obtendría ningún beneficio. Me gustaba mucho estudiar, entre ya tarde a la escuela, pero cuando entre ya sabía leer y escribir, pues había aprendido jugando a la escuelita con los niños y niñas de mi cuadra. Culmine la educación primaria y cuando se llegó el momento de realizar los estudios de secundaria estuve a punto de dejar de estudiar pues la situación económica de la familia estaba mal, éramos cinco hijos, tres mujeres y dos hombres. 4 Siempre voy a estar muy agradecida con una mujer de esas que se cruzan en tu camino y hacen la diferencia en tu vida, una profesora, que sabiendo mi situación y valorando que era buena estudiante, me consiguió una beca para seguir estudiando. Mantuve la beca por seis años, además trabajaba los fines de semana para aportar algún dinero en mi casa. Me gradué de diversificado como maestra y entre a la universidad, no a la carrera que yo quería, pues tenía que trabajar, así que estudié en la jornada nocturna, allí además de la formación académica, participe en otros espacios estudiantiles que me formaron y me abrieron las puertas, a otras formas de vida, que yo jamás hubiera imaginado. Y de repente mi vida estaba colmada de actividades que me llenaban y me hacían sentir capaz, valorada y libre. Me incorporé como colaboradora en una organización revolucionaria, desde donde desarrollé otra serie de actividades que fortalecieron mi identidad como mujer. Por supuesto que esto no era del agrado de mi padrastro, quién en cada oportunidad seguía imponiéndose violentamente sobre mi rebeldía y búsqueda de libertad, al punto de echarme varías veces de la casa. 5 Cerré pensum en la universidad y conseguí trabajo en el área rural del país, era también una oportunidad para salir del dominio de mi casa. Logré combinar mi trabajo y mi aporte en la organización y así pase varios años en diferentes comunidades, especialmente del departamento del Quiché y Huehuetenango trabajando en el área educativa. Luego de varios trabajos y muchas comunidades recorridas, me establecí nuevamente en la ciudad en donde trabajé en las comunidades marginadas de la ciudad, las mismas en donde crecí. Ahora trabajo en una organización de derechos humanos, siempre rebelde, siempre con el gusto de aprender algo nuevo. Y enfoco mi semblanza desde este aspecto porque si algo hay en la vida que me satisfaga mucho hacer es aprender, aprender de todo lo nuevo que pueda y mi historia es reflejo de la lucha incansable que muchas mujeres tenemos que hacer por entrar a ese espacio, el del conocimiento, que nos es negado y que nos limita en nuestro crecimiento como mujeres. Y por eso estoy aquí en este diplomado de la Fundación Guatemala y la Universidad Nacional Autónoma de México, reivindicando mi derecho al conocimiento, y bueno no fue sólo conocimiento lo que obtuve, esta experiencia me permitió resignificar muchas situaciones de mi vida, que siempre me parecieron injustas, pero que no sabía el porqué. Me defino ahora, ya no hay 6 vuelta atrás, como feminista, veo la vida con otros ojos, ya nada es igual, todo tiene un significado diferente, me veo a mi misma y a todas las mujeres en mi vida desde otra perspectiva. Ahora en esta etapa, la princesa de mis fantasías de niña, se rebeló, yo no necesito ser rescatada por nadie, no necesito quien me regale un castillo, yo misma me rescaté, yo misma construyo mi castillo, mi vida. 7 INTRODUCCIÓN Según el concepto de feminismo como cultura política de Marcela Lagarde, el feminismo reúne infinidad de experiencias político existenciales de mujeres en resistencia, en rebeldía, subversivas o transgresoras Desde este concepto la intención de realizar este estudio en relación al tema mujeres guatemaltecas que se incorporaron en alguna organización revolucionaria surge de mi relacionamiento con mujeres con las cuales compartí algunas tareas, como colaboradora de la misma organización, durante los últimos años del conflicto armado interno en Guatemala. Durante este tiempo logre conocer algo de la situación en la que vivían en los campamentos guerrilleros y las tareas que realizaban. Luego con la firma de la paz y el proceso de desmovilización de los miembros de la guerrilla mujeres y hombres se dispersaron y hubo una incomunicación que duro varios años. 8 Vuelvo a tener contacto con ellas y las encuentro en condiciones diferentes, como mujeres integradas a una vida comunitaria y su cotidianidad. Sin embargo ese período de su vida, que no fue corto, ha quedado en anécdotas que se cuentan en las reuniones familiares y fuera de allí, no se valora ni dignifica el aporte que estas mujeres hicieron a la historia, no solamente de las mujeres sino del país. Durante el período del Conflicto Armado Interno en Guatemala, las mujeres jugaron un papel trascendental fueron las que sostuvieron no solo las estructuras familiares sino que también las comunitarias luego del asesinato masivo de hombres y mujeres por las estructuras contrainsurgentes del Estado; luego como defensoras de los derechos humanos y posteriormente como promotoras de desarrollo en las comunidades y férreas luchadoras por la democracia en nuestro país. Sin embargo este grupo de mujeres que, aunque pequeño en número, jugó un papel importante en la lucha por lograr los cambios estructurales en este país, con el ideal de que nos llevaran a la vivencia de una vida más digna, más justa. Son las mujeres que por una u otra razón se incorporaron a alguna organización revolucionaria, espacio tradicionalmente asignado a los hombres y en donde la luchas de las mujeres siempre estuvieron “incluidas” y diluidas en los objetivos primordiales de la revolución. 9 Estás mujeres pasaron de jugar roles tradicionales en sus familias y comunidades a jugar roles desconocidos para ellas y que asumieron con determinación. Este proceso tiene diferencias dependiendo de la historia de vida de cada una, sin embargo las similitudes son las que evidenciarán las normas, costumbres, preceptos que las mujeres sujetas de este estudio quebrantaron, infringieron violaron al alzarse en esta organización guerrillera, dichas acciones que dentro del feminismo se denominan como transgresiones de género y que realizaron al jugar ese nuevo rol, rol que aunque no fuera ese su objetivo, contribuiría a la formación de su identidad como mujeres. El problema que identifique es la invisibilización que existe del proceso de construcción de identidad de estas mujeres y de cómo su participación en una organización revolucionaría aporto a este proceso. El objetivo es identificar los roles socialmente asignados que transgredieron las mujeres que se integraron en alguna organización revolucionaria y quienes de ellas se identifican como feministas. Se pretende además documentar historias de vida de las mujeres, pues es importante recuperar cada detalle significativo para su vida y más aún proporcionar el espacio para que se haga oír su voz, su historia, su palabra. 10 Todo este trabajo desde la mirada del feminismo, que desde la perspectiva de género aborda la condición social de las mujeres y los hombres demostrando las diferencias y particularidades que tienen su origen en una organización social que ha provocado la desigualdad, subordinación y opresión de las mujeres. Es un trabajo cualitativo que se realiza de, con y para las mujeres, de una manera particular de conocer y producir nuevos conocimientos que contribuyan a erradicar la desigualdad de género. En cuanto a la metodología utilizada para la realización de la investigación, esta responde a la propuesta de Patricia Castañeda que señala lo especifico de la metodología feminista, en el sentido de poner a las mujeres en el centro de la reflexión y retomar sus experiencias como referentes prioritarios a partir de los cuales reconstruir sus conocimientos. Realice una revisión bibliográfica para determinar el estado del arte en relación al tema, encontré algunos documentos elaborados por feministas como “Del espacio doméstico a la rebeldía, Mujeres Universitarias del Siglo XX” de Ana Patricia Borrayo (2011), en relación al tema de mujeres durante el conflicto armado interno en Guatemala. Y otros, pero la mayoría centrado en el tema de la violencia sexual cometida contra ellas, como “Dignidad a pesar de lo vivido” de Yolanda Aguilar (2011) y “Tejidos que lleva el alma” de ECAP Y UNAMG (2011) 11 Me apoye además en la bibliografía proporcionada durante el diplomado, especialmente Identidad Genérica y Feminismos de Marcela Lagarde (1998) y Metodología de la Investigación Feminista de Patricia Castañeda (2008) La recopilación de las historias de vida la realice en base a una guía de preguntas, que más que obtener una serie de respuestas, pretendía orientar algunos aspectos que era importante no dejar por fuera, para su posterior análisis. En estas historias de vida las sujetas del estudio se identifican a través de uno de sus pseudónimos utilizados durante su permanencia en la guerrilla, esto debido a la situación política que se vive en el país, que ha provocado una persecución hacia las personas involucras en los movimientos guerrilleros y de la cual las mujeres no están exentas. Se recopilaron tres historias de vida, para lo cual se realizaron varias entrevistas que permitieron de inicio una relación de reencuentro y generar un clima de confianza, para luego poder contar su historia, la narrativa de estas historias recoge la particular y simbólica resignificación de los momentos de su vida, sus pensamientos, sus sueños, sus realidades, sus luchas. Para la transcripción se respetó la forma en que cada una narro su historia, sin mediar en ella, se tomaron algunos extractos de las mismas para la realización del análisis de los puntos de vista y experiencias de las mujeres. 12 Escribir sobre ellas, es hacer sentir cercanas a estas mujeres distantes en el tiempo o en el espacio y su historia, como mi historia, “la historia de las mujeres es la historia”. El documento está estructurado en cuatro capítulos, en el primero hago una descripción de las sujetas de este estudio, quiénes son, como era el contexto en el que vivían antes de su alzamiento, la forma de ser mujer en sus comunidades. Además una breve descripción de la situación en general de las mujeres durante el conflicto armado interno. En el segundo capítulo explicó el surgimiento del Ejército Guerrillero de los Pobres organización en la que militaban las sujetas de este estudio y presento de manera general la participación de las mujeres en el movimiento guerrillero guatemalteco. El tercer capítulo hago un análisis de los roles asignados a las mujeres sujetas de este estudio en sus comunidades de origen y que formaron inicialmente su identidad genérica, luego presento como esos roles cambiaron al alzarse en la guerrilla, cuales roles tradicionales transgredieron, como vivieron esos cambios y lo que significó para ellas no vivir bajo los parámetros de la cultura patriarcal. En el último capítulo presento quienes de ellas avanzaron en la definición de su identidad a una identidad feminista, como fue ese proceso, que aportó su 13 participación en la guerrilla, que otras experiencias contribuyeron y finalmente como vivieron ese proceso. 14 CAPITULO I CONTEXTO REFERENCIAL DEL ORIGEN DE LAS MUJERES ALZADAS O GUERRILLERAS En este capítulo haré una descripción de las sujetas de este estudio, quiénes son, como era el contexto en el que vivían antes de su alzamiento, la forma de ser mujer en sus comunidades. Además una breve descripción de la situación en general de las mujeres durante el conflicto armado interno. 1.1 Descripción de las sujetas y su contexto Elegí como sujetas de investigación a mujeres que estuvieron alzadas durante el periodo del conflicto armado interno en Guatemala en el Ejército Guerrillero de los Pobres EGP 1 , son representativas de la diversidad étnica presente en esta organización dos de ellas indígenas de los grupos Chuj y Mam y otra de identidad mestiza. Todas ellas con más de diez años de estar integradas en la guerrilla y que ahora se encuentran viviendo en sus comunidades luego del proceso de desmovilización que se desarrolló en 1997. 1 Una de las cuatro organizaciones guerrilleras que en 1982 conformaron la Unidad Nacional Revolucionaria Guatemalteca URNG, que luego del Proceso de Negociación y Firma del Acuerdo de Paz en 1996 se convertiría en partido político. 15 Estas mujeres son las que tanto aquí en Guatemala como en cualquier parte del mundo, pusieron en práctica la acción del verbo alzar (del latín altiare, der, de altus “alto”) levantar (mover hacia arriba) levantar (construir edificar). Sara Lovera las describe como: las que se levantan, se ponen de pie, se mueven hacia arriba. Son las que construyen, edifican, erigen, instituyen, y trascienden. Las que elevan su voz y se apoderan de su propia vida. Son las retiran o alzan la cosecha con buenos augurios. Las que quebrantan al patriarcado, las que han decidido sobresalir, ensalzarse o sí mismas y a las otras, las que se engrandecen, y apelan al orden establecido para levantar el vuelo. Son las que se guardan o asocian para combatir penas y vejaciones (Lovera, 1997: 9) Para poder entender a estas sujetas sociales, tenemos que partir de entender el significado social de ser mujer dentro del contexto específico en que se desarrollaron. Ser mujer en un orden social genérico de poder desigual, en donde el centro es el hombre, lo masculino, y en donde las mujeres, lo femenino, se encuentran en una escala inferior de poder. 16 Las encontramos en situaciones específicas en su contexto, sus orígenes son de familias indígenas y/o campesinas del altiplano guatemalteco específicamente del departamento de Huehuetenango, del grupo étnico Chuj, Mam y mestizo. Una de ellas del oriente del país, Chiquimula. Ellas se alzaron siendo muy jóvenes, tenían entre dieciséis y diecinueve años, en el Ejército Guerrillero de los Pobres, entre 1977 y 1982, por un período que va desde catorce hasta veinte años de permanencia en la organización. Vivían una situación de pobreza debido a la falta de tierra por parte de sus familias, especialmente las mujeres, pues no tenían derecho a la propiedad de la tierra. Esta situación provocaba una migración constante dentro del país, tanto dentro del mismo departamento como a las áreas más productivas del país en tiempo de cosecha de cultivos, como la caña de azúcar o el café. “Vengo de una familia de campesinos, mi papá siempre fue arrendatario, por lo que íbamos de lugar en lugar de municipio en municipio de departamento en departamento, pero su sueño era tener una parcela, tener un terreno” (Vicky, 2015) Como resultado de esta búsqueda, se establecen en el norte del departamento del Quiché, al participar en un programa de colonización promovido por el Estado, algunos de estos programas fueron encargados a congregaciones religiosas. 17 A Ixcán Grande bajaron indígenas de los pueblos del altiplano, sobre todo de Huehuetenango, a colonizar las tierras. El Instituto de Transformación Agraria INTA, encargó a los Mariknoll2 de la Diócesis de Huehuetenango la dirección de esa colonización. El INTA tenía responsabilidad sobre toda la Franja Transversal del Norte”(Diócesis del Quiché, 2000) Establecidas las familias, aunque hubo cierta mejora en el aspecto económico, las mujeres seguían sujetas al orden patriarcal establecido, sometidas a la pareja a la familia a la comunidad. Eran casadas a temprana edad por sus padres y a cumplir las funciones de esposa y madre. “Mi mamá intento planificar, fueron con el doctor, pero solo distancio un poco, a los tres años nació otro mi hermanito, éramos doce” (Vicky, 2015) La división sexual de trabajo ha sido un argumento para justificar los roles diferenciados que desde el sistema de género son impuestos a mujeres y hombres creando esferas separadas de acción. Así mientras a las mujeres se les asigna la atención del hogar y la familia (ámbito privado) a los hombres se les ha encomendado la tarea de definir los destinos de la sociedad desde las estructuras de poder que conforman el espacio público.(López, 2012: 83-84) Las mujeres eran más pobres que los mismos hombres de su comunidad, además de ser las responsables del cuidado de los hijos con los pocos recursos disponibles. Esta situación afecta directamente a las sujetas de este estudio. 2 Maryknoll, nombre común de la Catholic Foreign Mission Societyes una sociedad de vida apostólica católica y mayoritariamente estadounidense fundada en 1910 y dedicada al ministerio misionero y trabajar en el extranjero, sobre todo Asia oriental, China, Japón, Corea, América Latina y África. A Guatemala llegaron en los años cuarenta y se dedicaron a la promoción del desarrollo en las comunidades rurales por lo que fueron perseguidos y hasta asesinados en los años del conflicto armado interno en Guatemala. 18 Primero nos tocaba dos panes, luego uno, la mitad y finalmente la cuarta parte del pan, pues la producción no abundaba pero la familia sí…cuando se acaba el maíz cocíamos raíces, para mezclar con la masa, a veces solo había tres huevos para 7 u 8 personas y entonces le echaba masa y un poquito cada uno con un platitío de chile en el centro (Vicky, 2015) Estas mujeres eran pobres no solamente porque no tenían ingresos suficientes o porque no disfrutaban de autonomía económica sino que también porque no reúnen las condiciones que deben cumplirse, para que una persona no se considere pobre, según el concepto de desarrollo humano. No tenían acceso a un empleo, no tenían relaciones sociales que les permitieran acceder a otras oportunidades, como la educación y mucho menos acceso a actividades que potenciaran todas sus capacidades. Este tipo de pobreza tiene sus orígenes en la socialización diferenciada que reciben hombres y mujeres, socialización que legitima la exclusión y discriminación de las mujeres y normaliza no solo la pobreza sino también los otros tipos de violencia que se ejercen sobre ellas y que estaban presentes en la cotidianidad. Hubo mucha violencia intrafamiliar, mi papá le pegaba mucho a mi mamá por cuestiones económicas y de celos… una vez se cayó una nena y mi papá le dijo que la levantará y mi mamá le dijo que no tenía cuatro manos, pues estaba haciendo el pozole,3torteando4y le dijo que era un desgraciado y no apoyaba con los niños y ella sola lo hacía todo, y entonces lo reto a que la matará, y mi papá la golpeo en la boca y un diente de mi mamá cayó y salió mucha sangre y 3 Bebida elaborada con maíz cocido desquebrajado en piedra de moler o molino manual. Acción de elaborar tortillas de masa de maíz, con las manos en movimientos planos parecidos a los que hacemos al aplaudir. 4 19 nosotras mirando y llorando. Mi mamá tenía dos loritos que quería mucho y mi papá de un machetazo le quitó la cabecita a los loritos (Vicky, 2015) La violencia dice Marcela Lagarde es un mecanismo político …cuyo fin es mantener a las mujeres en desventaja y desigualdad en el mundo y en las relaciones con los hombres, permite excluir a las mujeres del acceso, a bienes a recursos a oportunidades, contribuye a desvalorizar, denigrar y amedrentar a las mujeres y reproduce el dominio patriarcal, la violencia de género contra las mujeres y entre los hombres recrea supremacía de género de los hombres sobre las mujeres y les da poderes extraordinarios en la sociedad Lagarde citada en (Marcela Lagarde,citada en Volio Mongue, 2012: 20) 1.2 Situación de las mujeres en el contexto del Conflicto Armado Interno Siendo aún muy jóvenes esta mujeres tuvieron que enfrentar un período histórico, que ha marcado a la sociedad guatemalteca el Conflicto Armado Interno, que según la Comisión del Esclarecimiento Histórico –CEH- tuvo una duración de 36 años (1962-1996) y tuvo su origen en la injusticia estructural, el cierre de espacios políticos, el racismo, la institucionalidad excluyente y antidemocrática (CEH, 1999: 19) 20 Se calcula un aproximado de 250,000 víctimas y 45,000 desaparecidos. Cuando nos sentamos a comer, comenzamos a oír la ráfaga de fuego, sentimos que estaban cerca, porque estaban en Cuarto Pueblo, pero que balacera, granadas y todo, entonces a jalar lo poco que tuvimos… se quedó todo, en la noche escuchamos solo el helicóptero, estuvimos como una semana en el monte y mi papá iba despacio escondidas a traer el maíz, lo cocía a escondidas y lo llevaba con nosotros, estuvimos como 15 días y mejor nos fuimos a México (Adelia, 2015) La Comisión para el Esclarecimiento Histórico estableció que aproximadamente una de cuatro víctimas directas de violaciones a derechos humanos y hechos de violencia fueron mujeres. Murieron, fueron desaparecidas, torturadas y violadas sexualmente, a veces por sus ideales y su participación política y social; otras fueron víctimas en las masacres. Miles de mujeres perdieron a sus esposos quedándose viudas y como único sostén de sus hijos, a menudo sin recursos materiales, luego de la destrucción de sus casas y cultivos en las operaciones de tierra arrasada (CEH, 1999: 23) A pesar de la existencia de acuerdos y convenios internacionales 5para respetar los derechos humanos de las y los combatientes y de la población civil en zonas de conflicto armado, se atacó de forma deliberada a la población civil y 5 Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas; Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de emergencia o de conflicto armado; Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad 21 especialmente a las mujeres. Al ser consideradas propiedad del hombre, se convirtieron en blancos vulnerables en el conflicto armado interno en Guatemala, fueron consideradas como “botín de guerra”. Para comprender la violencia sexual que vivieron, así como la crueldad extrema con que fueron tratadas, debe hacerse un análisis histórico integral del conflicto armado y de la realidad social guatemalteca. Es necesario analizar las estructuras de poder y las ideologías racistas, clasistas y sexistas sobre las que se conformó la sociedad guatemalteca y que se exacerbaron durante la guerra para llegar a cometer atrocidades contra las mujeres mayas. Es indispensable incorporar en ese análisis las causas estructurales del conflicto armado; la política contrainsurgente del Estado; el genocidio, como expresión máxima del racismo contra el pueblo maya; así como la violencia sexual, el instrumento más poderoso para el sostenimiento del sistema patriarcal y la expresión del feminicidio que se dio contra las mujeres.(ECAP, 2011: 142) Marcela Lagarde considera que la violencia sexual es tanto la manifestación más cruel como el resultado inherente a una sociedad patriarcal organizada en torno al derecho de los hombres a acceder y controlarlos cuerpos de las mujeres. Es la síntesis política de la opresión de las mujeres, en cuanto en el acto se sintetiza la reiteración de la dominación masculina, el ejercicio del derecho de posesión de los 22 hombres sobre las mujeres y el uso de la mujer como objeto sexual. (ECAP, 2011: 163) El ejercicio de la violencia sexual contra las mujeres busca la perpetuación del sometimiento y subordinación de las mismas a través del terror. Sin embargo las mujeres demostraron su fortaleza y resiliencia haciendo frente a la violencia institucionalizada que caracterizo el período del conflicto armado en Guatemala. Guisela López destaca la participación de las mujeres a pesar de los actos de violencia extrema que caracterizaron las políticas de represión del período: “La movilización en torno al ejercicio de derechos – al igual que había sucedido en momentos históricos como la revolución francesa, la revolución soviética, los movimientos anti dictatoriales, los movimientos de liberación nacional, entre otros convocó a las mujeres. (López, 2013: 43-44) La Comisión para el Esclarecimiento Histórico, reconoce que las mujeres, familiares de víctimas en su mayoría, han jugado un papel ejemplar en la defensa de los derechos humanos durante el enfrentamiento armado, como impulsoras y dirigentes de diversas organizaciones de familiares de desaparecidos y de lucha contra la impunidad. (CEH, 1999: 23) Es así como en aras de reconstruir la historia del país es necesario documentar los aportes de las mujeres en los distintos ámbitos: 23 No podemos dejar de mencionar la histórica participación y el liderazgo jugado por las mujeres frente a las dictaduras militares, destacan nombres como el de María Chinchilla, Rogelia Cruz, Graciela Martínez. Durante el conflicto armado las mujeres tomaron parte en organizaciones políticas y grupos político militares, en donde hicieron valer su liderazgo. (López, 2009: 87) 24 CAPITULO II MUJERES Y MOVIMIENTO GUERRILLERO EN GUATEMALA Las mujeres estudiadas estuvieron integradas al Ejército Guerrillero de los Pobres EGP una de las cuatro organizaciones que desde 1982 hasta 1996 integraron la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca URNG y quienes promovieron y negociaron el proceso de paz en el país, para conocer un poco más de esta organización es esencial de inicio conocer algo más sobre el movimiento guerrillero e Guatemala. 2.1 El movimiento guerrillero en Guatemala La lucha guerrillera en Guatemala comenzó el 13 de Noviembre de 1960 con el alzamiento de jóvenes oficiales del ejército. Aunque este movimiento fracasó sus dirigentes ya no volvieron a los cuarteles sino que se refugiaron en los ranchos de los campesinos del Oriente, que los habían apoyado hasta ese momento. Este intercambio de vivencias y de ideas les fue cambiando la conciencia y comenzaron a preparar la lucha guerrillera. A este movimiento se fueron sumando jóvenes, estudiantes de diversos institutos, universitarios, maestros, profesionales, obreros, campesinos, indígenas, cristianos, mujeres e intelectuales, hasta que se generalizó por todo el país. 25 La lucha armada fue dando lugar a la configuración de un proyecto revolucionario de transformación desde un punto de vista ideológico y político esencialmente marxista leninista. Planteaba la toma del poder por el pueblo y el cambio a una sociedad justa y socialista. Las ideas marxistas se encontraron, complementaron y enriquecieron mutuamente con el pensamiento y la cosmovisión maya, el arte de la guerra aplicada a la guerra de guerrillas y al caudal de experiencias de resistencia de los pueblos indígenas. En diciembre de ese año de 1962, los integrantes el MR13 participaron finalmente en la creación de las Fuerzas Armadas Rebeldes. junto a dirigentes del PGT y del Movimiento 12 de Abril. El resultado fue el inicio de la creación de tres frentes guerrilleros en enero de 1963. De esa forma, un año después de haberse iniciado la lucha armada en Guatemala, se dio a conocer públicamente el 6 de febrero el surgimiento de las FAR bajo la comandancia de Yon Sosa. 26 2.2 Surgimiento del Ejército Guerrillero de los Pobres Los orígenes del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) se podrían remontar a marzo de 1967 cuando el dirigente de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), Ricardo Ramírez de León más conocido como Comandante Rolando Morán publicó un documento criticando la forma de actuar de las FAR. Este grupo embrionario de disidentes se traslada a México con el fin de introducirse de forma clandestina en Guatemala y crear un foco guerrillero primario desde donde continuar la lucha armada hasta la toma del poder. Los rebeldes tomarían el nombre de Nueva Organización Revolucionaria de Combate (NORC) para transformarse posteriormente en Ejército Guerrillero de los Pobres. Tras un largo tiempo de preparación la primera columna guerrillera llegada desde México entraría en Guatemala por la selva de Ixcán, al norte del departamento de El Quiché cerca del río Lacandón, para extenderse hacia el resto de El Quiché y a Huehuetenango, era el 19 de enero de 1972 y el contingente lo componían 15 combatientes, bajo el nombre de Guerrilla Edgar Ibarra y emprendieron un trabajo de asentamiento y base de apoyo entre la población, todo con muchas precauciones para que no les ocurriese como a la guerrilla de la década anterior que fue derrotada en su fase de asentamiento. 27 La primera baja oficial del EGP es la de Concepción García "Sigüina", ocurrida en el invierno de 1971 al volcar su canoa en un río fronterizo entre México y Guatemala cuando se aceleraban los preparativos para la "invasión", muriendo ahogada. La aparición pública del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) llegaría el 7 de junio de 1975 con el ajusticiamiento del terrateniente apodado "El tigre de Ixcán", dueño de las fincas La Perla y San Luis en el municipio de Chajul (El Quiché) que utilizaba la violencia física contra las campesinos indígenas que debían trabajar sus tierras. El Gobierno estaba totalmente militarizado a través de la llegada al poder de militares en elecciones cada vez más fraudulentas. Pero el EGP seguía invariable su táctica guerrillera, en la costa sur comenzaron también las acciones armadas a partir de 1976, hasta el momento el EGP tenía activos 3 frentes, estos eran: Frente Guerrillero Otto René Castillo, frente urbano en la ciudad capital; Frente Guerrillero Luis Augusto Turcios Lima, en la Costa Sur; Frente Guerrillero Ho Chi Minh en Quiché y Huehuetenango. Posteriormente se formaría un frente más Frente Guerrillero Comandante Ernesto Guevara en Huehuetenango y el municipio de Ixcán, El Quiché. 28 En 1979 el EGP ya estaba totalmente implantado, con zonas de control, el campesino indígena cada vez apoyaba más a esta guerrilla sobre todo por la cruel represión gubernamental. En agosto de 1980 la Dirección Nacional del EGP emite un comunicado donde da a conocer la composición de sus tropas con 7 frentes de lucha. A los 4 anteriores descritos se les unen: Frente Guerrillero Marco Antonio Yon Sosa en el departamento de Alta Verapaz; Frente Guerrillero 13 de Noviembre, en los departamentos de Izabal, Zacapa y Chiquimula (fue desmantelado en 1982) Frente Guerrillero Augusto César Sandino desde el sur de El Quiché, hasta los departamentos de Sololá, Totonicapán y Chimaltenango. Para 1980 el EGP ya tenía cierta estructura militar permanente, esta gran acumulación de fuerzas se vio reforzado tras la masacre de la Embajada de España el 31 de enero de 1980, las incorporaciones a la guerrilla se descontrolaron, los indígenas pedían una insurrección generalizada, pero la falta de armas y la poca preparación militar lo hacían imposible. En octubre de 1980 el EGP realizaría la primera gran concentración de tropas creando la "Compañía 19 de Enero" de la unión de los frentes que operaban en El Quiché y Huehuetenango, estaba compuesta por 3 pelotones y 1 agrupamiento, en total unos 130 combatientes (se disolvería en abril de 1981) 29 A principios de 1982 en una etapa de reflujo guerrillero se crearían las condiciones para la unificación guerrillera en una sola organización, a principios de febrero de 1982 se fundaría la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), la unión de los 4 grupos armados del país, estos eran las FAR, el ORPA, el PGT-ND y por supuesto el EGP, con la unidad de acción se siguió manteniendo la identidad propia de cada guerrilla realizando operativos de forma independiente. Siguiendo con la campaña militar contra el EGP, con el éxito inicial el Ejército reforzado con más tropas adiestras en la lucha antiguerrillera golpeó al EGP, acorralados y sin salida muchos tuvieron que huir hacia México acompañados de numerosos civiles desplazados por el terror. El EGP se reorganizaría a partir de 1983 "zonales" debido a los pocos efectivos existentes. Con esta nueva táctica más defensiva lograron frenar los operativos militares de gran escala a la vez que consiguieron proteger a los grupos poblacionales que se escondieron en la sierra y la selva agrupados en las llamadas Comunidades de Población de Resistencia (CPR). 30 En octubre de 1986 la URNG propondría un diálogo de paz a nivel nacional, en octubre de 1987 se produjo el primer encuentro entre delegaciones del gobierno y la URNG que dio inicio al proceso de negociación de la paz que concluyo con la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera el 29 de diciembre de 1996. 2.3 Mujeres y movimiento guerrillero Es importante recalcar que el involucramiento de las mujeres en el movimiento guerrillero data de los años sesenta, que se considera el período de la contra revolución6. Las primeras alzadas toman las armas, y participan en operaciones armadas y de formación política. El fuerte resurgimiento de la lucha de masas, en estos años trajo consigo la irrupción de las mujeres de manera decisiva e irreversible en espacios sociales y políticos hasta entonces casi exclusivamente masculinos: sindicales, estudiantiles, académicos, políticos; en comunidades católicas de base, organizaciones campesinas, de pobladores y guerrilleras, entre muchas formas de organización que se dieron en aquellos tiempos. (Murralles, 2007:11) Un hecho significativo en esta historia y que marca el inicio de la etapa más cruenta de violaciones a derechos humanos en el país, es la masacre de Panzós 6 La Contrarrevolución de 1954 -también llamada Contrarrevolución del 54- fue un movimiento político y militar, orquestado por Estados Unidos, la United Fruit Company y algunos terratenientes guatemaltecos, que provocó la renuncia el 27 de junio de 1954 del presidente de Guatemala en aquel momento, Jacobo Árbenz, a quien acusaban de comunista. 31 con más de cien campesinos asesinados, entre ellos su lideresa Adelina Caal Maquín. Este hecho marcó la decisión de aplicar el terrorismo de Estado, que no discriminó a las lideresas, arrancó a miles de mujeres de las organizaciones de masas y muchas salieron al exilio, pasaron a la clandestinidad urbana o se alzaron en la montaña. Desde el inicio del movimiento, las mujeres estuvieron presentes como el caso de Nora Paiz Cárcamo, mujer integrante de un grupo de jóvenes que estuvieron en desacuerdo con el derrocamiento del gobierno del periodo de la revolución en 1954 y que se integraron al movimiento guerrillero, siendo asesinada en 1967 en el departamento de Zacapa. También podemos mencionar a Rogelia Cruz, quien colaboraba transportando armas, transportando gente y prestando su casa, quien fue asesinada en 1967. Las mujeres en las áreas urbanas se involucraron en diferentes organismos de las estructuras de las organizaciones revolucionarias, en sus frentes urbanos y venían de una participación en sectores como el estudiantil, campesino, cristiano y el obrero entre otros. 32 Muchas de ellas eran muy jóvenes cuando ya hacían tareas, que representaban grandes riesgos, como volantear, repartir pasquines, hacer pintas, participar en los mítines y en las acciones armadas …rebeldes, fieles representantes de su juventud, al igual que en otros países de America Latina, se organizaban y luchaban por un mañana mejor , fortaleciendo sus organizaciones a la par de obreros y campesinos, esforzándose por salvar a grandes pasos las exigencias y las limitaciones de su extracción pequeña burguesa. Esta cohesión como grupo se aceleró, gracias a la información que a través de la Radio Habana, tenían sobre los logros de la Revolución Cubana y por la enorme cantidad de libros que llegaban a sus manos y que eran leídos y discutidos inmediatamente. La actividad social y cultural que vivían era intensa: mesas redondas, seminarios sobre la situación nacional, concursos de oratoria con temas sociales y políticos, exposiciones de artes plásticas, teatro, música, periodismo escolar… (Ramírez, 2001:72) Dentro de estas mujeres algunas pasaron de la lucha estudiantil a la lucha militar como Maya Alvarado, que de las aulas se incorporó a la Juventud Comunista y luego de estar en el exilio se incorporó a la radio “La Voz Popular” desde donde URNG transmitía mensajes a la población durante los años de la guerra. (Asociación Política de Mujeres MOLOJ, 2008: 155) También tuvieron una participación trascendental para el movimiento revolucionario, como Alba Estela Maldonado, quien fue fundadora del Ejército Guerrillero de los Pobres EGP, grupo al cual pertenecieron las sujetas de este estudio. Además de ser fundadora, ella desarrolló labores de política internacional y luego se integró al frente Ernesto Guevara y al frente Ho Chi Minh. (Asociación Política de Mujeres MOLOJ, 2008: 145) También podemos mencionar a las comandantes “Ana”, “Yali” y “Rita” (Silvia Solórzano) y la capitana “María” (Griselda Orantes) (Murralles, 2007:12) 33 Conforme la gente iba asumiendo responsabilidades, compromiso y conocimientos, se daban algunas otras responsabilidades y asignaciones que no tenían que ver con el género. Me sentí completamente igual que otra persona, hombre, mujer indígena o ladina. Por suerte me desenvolví con personas que nunca tuvimos esos problemas…sobre todo las tareas de vigilancia. O la hora de hacer algunos negocios medio legales, era muchísimo mejor que se presentara una mujer y no un hombre. Y a lo interno no recuerdo que se me haya discriminado de alguna forma por ser mujer. Sobre todo las mujeres campesinas, indígenas, tenían la misma capacidad, realmente tenían la misma fuerza, las jóvenes indígenas no se quedaban atrás a la hora de un enfrentamiento militar (Mujer Militante citada en Borrayo, 2011:73) Estas mujeres son sobrevivientes de diferentes tipos de violencias sufridas como consecuencia de su participación, exilio, encarcelamiento, tortura, violación sexual entre otras. Sin embargo muchas otras perdieron la vida en su intento de transformar nuestro país. La Fundación Guillermo Toriello en un registro que hace de las y los combatientes caídos hace un recuento de 236 mujeres que murieron en diferentes formas, principalmente en combate, torturadas, secuestradas, por accidentes con las armas, ahogadas en los ríos, por salvar a un hermano, alguna de ellas estaba embarazada cuando cayó en combate y otra fue asesinada junto a su bebé en la población cuando fue por atención a su parto. (Toriello F. G., 2006) Muchas mujeres habían iniciado hacía años su militancia en la guerrilla y con el auge represivo se sumaron también campesinas e indígenas, quienes tras el arrasamiento de sus pueblos no pidieron permiso para tomar las armas, tal vez porque ya no tenían a quién pedírselo (Murralles, 2007: 12) 34 Algunas mujeres en el área rural, que no se alzaron en ninguna organización guerrillera, desarrollaron otras modalidades de participación que se catalogaban como de “colaboradores” como compra y elaboración de alimentos, servir de mensajeras, albergar a combatientes en sus casas, cuidar a los hijos de las combatientes etc. Las mujeres que se alzaron en la guerrilla son las sujetas de este estudio por lo que, el objetivo de este apartado es dar una mirada general de la participación de las mujeres en las organizaciones guerrilleras. Y hacer evidente que las mujeres guatemaltecas tuvieron un papel activo y beligerante en la lucha por sus espacios en una sociedad conservadora y patriarcal. 35 CAPITULO III MUJERES GUERRILLERAS Y SU PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD GENERICA 3.1 Roles de las mujeres en sus comunidades y dentro de la organización Como se ha evidenciado en el primer capítulo de este estudio las mujeres estaban, como lo están ahora, limitadas en su desarrollo a los espacios domésticos y comunitarios privados y viven excluidas y marginadas por el solo hecho de ser mujer, en el caso de las sujetas de esta investigación, su situación se agudiza debido a su origen indígena lo que las hace vivir formas de dominación patriarcal en su etnia. Son más pobres que los hombres, su salud está deteriorada y son monolingües. Trabajan en largas jornadas en trabajos reproductivos que no son reconocidos mucho menos remunerados. Los hombres son los dueños de la tierra de los animales mayores y ella tienen solamente animales domésticos, los hombres pueden trabajar por su cuenta, ellas no, toda esta situación agudiza su pobreza. 36 Todo esto está legitimado por la tradición o la costumbre y existen castigos para las mujeres que transgredan estas normas. 3.2 Sistema sexo-género e identidad de género Estos roles definen la identidad de las sujetas de este estudio, pues como dice Marcela Lagarde, la identidad es la experiencia del sujeto en torno a su ser y su existir. Es heterogénea ya que contiene elementos descriptivos, elementos interpretativos y elementos sin elaborar, puede estar más o menos ligada a la realidad inmediata, es imaginaria, pero también es mítica y fantástica (Lagarde, 1998: 15) La realidad de su condición de género hace vivir a estas mujeres como madres y esposas y su espacio se limita a estar en la casa y su jerarquía es inferior. Su función principal en el mundo patriarcal es la maternidad, la reproducción de la sociedad. En este contexto las mujeres solo existen maternalmente y solo pueden realizar su existencia como seres inferiores en la opresión, dependientes vitales, servidoras voluntarias de quienes dirigen la sociedad, vemos esto reflejado en las historias de vida de las sujetas de este estudio, que comparten como en la cotidianidad se evidencias estas opresiones. 37 …que mi papá no era del gusto de mi mamá, mi papá viene de familia mestiza y mi mamá es de origen mam de Comitancillo.7 Mi mamá vendía leche y mi papá salía a verla y decía que bonita indita8 y mi abuelo le dijo que ni mirara porque él no estaba de acuerdo a que se casara con una india. Y se vieron así por un tiempo mi mamá con su corte su canasta y sus pies descalzos. Mi abuelo murió joven y mi papá se quedó solo y se fue a ofrecer para yerno, se puso a vivir con ellos como hijo. Tenía quince años, mi mamá tenía doce años y cuando ella regreso de una fiesta ya lo encontró en la casa, mi abuelo ya lo había recibido llevaba una ternera, una vaquita, un marrano y sus cosas. Y dice mi mamá que hace ese hombre aquí, ese “cashlan”9, es tu marido, sabe trabajar, es campesino, es buen trabajador, es tu marido. ¿Por qué? si no lo conozco, no lo conoces pero es tu marido y deja de hablar (Vicky, 2015) Se educa a las niñas y jóvenes a mantener los roles que culturalmente les han sido asignados, deben mantenerse sujetas a los hombres, a sus esposos. Esta articulación entre maternidad y conyugalidad son los ejes socioculturales que definen la condición genérica de las mujeres de ahí que todas las mujeres son madresposas. (Lagarde, 2014: 365) La mujer su trabajo era en la casa porque eso nos decían, que la mujer debe aprender a hacer todo el oficio en la casa, para ser una buena mujer, le tiene que hacer caso al marido, no contradecir, todo lo que él dice hay que hacerlo y así que en el momento que él quiere (ríe) hay que aceptar y hay que hacerlo porque como es el marido, es el esposo, bueno eso le metían en la mente de uno, hacer todo dar lo mejor para ser una buena esposa, entonces yo pensaba que eso era así, ser sumisa, porque si respondes no sos una buena esposa, él es la cabeza de la casa (Adelia, 2015) En cuanto a la concepción que tienen de sí mismas, debido a los procesos de enajenación que han sufrido, se concibe como hija de, antes de ser mujer y como esposa, madre, viuda, ayudante de, antes que como mujer. Su conciencia 7 Comitancillo es un municipio de Guatemala. Se encuentra en el suroeste del país, en el departamento de San Marcos. 8 Término peyorativo que se utiliza para nombrar a las mujeres indígenas y que evidencia no solo la visón patriarcal de minimización de las mujeres sino que también el racismo existente en el país. 9 Termino que se utiliza en algunas comunidades indígenas para nombrar a los hombres mestizos. 38 femenina se estructura a partir de su ser para otros, de sus relaciones conyugales y maternales o por su dependencia en relación con los hombres y el poder, que como mujer con características de su particular situación. (Lagarde, 2014: 335) Además su conciencia individual es confrontada con la conciencia grupal, ya sea de clase, genérica o de otras, como si fueran contradictorias y excluyentes …y tu deber es tener muchos hijos, cuidar al esposo y los hijos y hacer bien el oficio, porque a medias no tiene una que saber lavar, mi mama nos mandaba a lavar canastos de ropa y la lavas bien y si no está bien lavada nos regresaba a lavarla otra vez, como costaba lavar los pantalones yo estaba muy pequeña como de doce años y el río estaba muy grande y el agua estaba sucia, le decía a mi mama y de toda maneras nos mandaba a lavarlo de nuevo, no era un regaño normal, había una represión contra una, mi mamá nos discriminaba, a pesar de ser mujer, valoraba más, demasiado, a mis hermanos varones, no valoraba parejo, nosotras lavamos, cocinar, moler y trabajábamos en la parcela, aprendimos a sembrar maíz, limpiar milpa, doblar milpa y tapiscar, cargar leña en la cabeza, un canasto con maíz aparte de todo lo de la casa. Se les limita como campesinas a ayudar en la agricultura en la elaboración de indumentaria, cerámica, cestería y diversas artesanías. No nos podíamos comunicar con ellos porque yo sólo un idioma sabía hablar igual que mi mamá. Mi mamá sabía hacer ollas de barro, comales, todo eso hacía ella, entonces supieron los vecinos y poco a poco se fue poblando y llegaban a pedir sus comales, cada quien en su idioma pero con señales decían que querían un comal para tortear, que querían una olla para cocer frijoles, y mi mamá entendía por seña, así le entraban sus centavitos, a veces se intercambiaban por un pollito o algo así. (Adelia, 2015) Deben respeto a sus esposos, así sean violentadas por ellos, pues es un compromiso familiar y comunitario, son casadas casi niñas y no tienen opinión en 39 la elección del esposo. Su participación comunitaria se limita a ser acompañante de sus esposos cuando estos tienen un cargo en la comunidad. Hubo mucha violencia intrafamiliar, mi papá le pegaba mucho a mi mamá por cuestiones económicas y de celos… una vez se cayó una nena y mi papá le dijo que la levantará y mi mamá le dijo que no tenía cuatro manos, pues estaba haciendo el pozole, torteando, y le dijo que era un desgraciado y no apoyaba con los niños y ella sola lo hacía todo, y entonces lo reto a que la matará, y mi papá la golpeo en la boca y un diente de mi mamá cayó y salió mucha sangre y nosotras mirando y llorando. Mi mamá tenía dos loritos que quería mucho y mi papá de un machetazo le quitó la cabecita a los loritos. (Vicky, 2015) 3.3 Transgresión de roles La palabra transgresión tiene su origen en el verbo transgredir que significa quebrantar, infringir un precepto, ley o estatuto. Para el feminismo “la transgresión feminista es una acción o conjunto de acciones individuales o colectivas que van contra las normas y costumbres impuestas a las mujeres por el patriarcado capitalista…” (JASS, 2012: 24) En este apartado analizaremos todas las normas, costumbres, preceptos que las mujeres sujetas de este estudio quebrantaron, violaron al alzarse en esta organización guerrillera. 40 Si las mujeres no tienen a nivel comunitario una participación que les permita tener un espacio público o político, ya que estos espacios están acaparados por los hombres, el que las mujeres participaran en un espacio como el de las organizaciones guerrilleras, significó un escape del dominio patriarcal en sus espacios privados. El cambio en la conciencia que resulta de tener explicaciones diferentes-de género o feministas- constituye una verdadera conversión de las mujeres, y se define por una ruptura en su concepción del mundo y de sí mismas, que marca un hito en sus vidas. Se trata de una conversión porque después de esta sacudida de la conciencia y de la autoidentidad, resulta imposible volver a mirar la vida como antes y seguir siendo las mismas. Es una conversión porque sucede en torno a creencias caducas y nuevas sobre cada una, las otras, los hombres y el sentido de la vida. (Lagarde, 1998:27) El tomar conciencia de su realidad, de las condiciones y causas de su subordinación y laidentificación de opciones que pueden ir contra las expectativas culturales y las normas sociales, como el movimiento guerrillero, fortalecieron su decisión de alzarse en búsqueda de esa nueva vida que soñaban. Desde el análisis de la autonomía, en las experiencias de estas mujeres, tuvieron que defender su autonomía aun rompiendo sus relaciones y mandatos familiares para realizar sus propias búsquedas 41 . Esta situación de discriminación de la mujer, por niña, por los hermanos, por la mama, eso me motivo a alzarme, yo esperaba que fuera diferente, lo que dijo el compañero de que valíamos igual y que aprendíamos a hacer lo mismo que el hombre, esa noche soñé que yo manejaba un tanque y estaba disparando a los soldados, y yo con mi pistola y yo mandaba, era como querer hacer realidad un sueño. Es uno de los grandes motivos de alzarme irme a la montaña junto con la extrema pobreza, la miseria el hambre que uno sufría, hicieron una cadena, y entonces decidí irme, con todo el dolor del corazón dejando mi novio, y como quería mucho a mi hermana juntas nos alzamos el 31 de julio de 1977. (Vicky, 2015) Ser guerrillera implicaba para ellas salir de las limitaciones estereotipadas impuestas, la segregación, la exclusión, “es ser como los hombres” vivir y guerrear idealmente como los hombres. (Lovera, 1997: 160) Formar parte del sistema jerárquico de los hombres, tener un espacio en el, tener poderes extraordinarios y convivir con ellos la vida cotidiana siendo parte de ellos. Él daba por hecho como que fuera la tuca de su mamá por eso nunca me pegó, pero ya grande como yo respondía, así si ya me quiso pegar, entonces me escapaba me corría cuando me quería pegar, y así, yo dije no, primero no pensaba en marido y solo eso me echan en la cara, mi papa y mi mama, entonces dije mejor me voy…, yo busque excusa para irme, informo ella a la Dirección de Distrito o a la Dirección Regional y ya después llego una nota para tal día se va a ir ella, de ahí ya me fueron a traer, le hablaron a mis papas y mi mamá presintió que no iba para unos días… quería ir a desquitarme algo porque mi hermano se desapareció…No sé si tenía 16 años en ese entonces (Adelia, 2015) Para ellas, las alzadas estar en la guerrilla significaba luchar por la justicia para el pueblo, aunque fueran orilladas por la por la opresión y la violencia. Para algunas la guerrilla ha sido el refugio de las situaciones cotidianas que las han llevado al límite. Estar en la guerrilla es una experiencia de libertad y de esperanza. 42 Llego un cuadro organizador con nosotros, y nos puso las cartas sobre la mesa y lo que ahora llamamos coyuntura nacional, cómo estaba Guatemala y que es lo que había que hacer, lo que a mí más me pareció como mujer a nosotras pues , como éramos ocho mujeres, que habló sobre la importancia y el papel de las mujeres y nosotros dijimos que si nos organizamos, sinos alzamos nos van a valorar, él dijo claro que si compañeras, vos vales igual que un hombre, nosotros nos miramos, y podes hacer igual que un hombre pensás también, él sabía los derechos de las mujeres y dije yo qué bonito eso dije dentro de mí, pero lástima que no puedo irme. Fue el primer contacto, luego cada mes llegaba el compañero a platicar con nosotros diferentes temas y siempre terminaba valorando a las mujeres y eso nos gustó y nos llevaba a prepararnos a disparar, quien tenía mejor puntería, como arrastrarse, a hacer ejercicio, allí mismo en la parcela. (Vicky, 2015) Una búsqueda diaria de dejar de ser lo que se era, para ser más, de ampliar horizontes. Yo empecé en el organismo Nora Paíz10, yo era la única mujer, eran 3 hombres y yo, claro que nos conocíamos porque trabajamos en las mismas cosas, conocíamos el trabajo que hacíamos, el lugar donde nos movíamos, y la radio pues era una cosa más extensa hacia nororiente, Izabal, entonces hacia allá se podía dirigir el trabajo, ampliar el trabajo desde este organismo” (Ana, 2015) “…yo quería ir al frente guerrillero, a hacer realidad lo que pensábamos, a hacer lo que teníamos que hacer y no seguir hablando” (Ana, 2015) Algunas de ellas también se alzaron por simple curiosidad y los deseos de aventurarse de formar parte de ese grupo, en donde existían nuevos modos de relacionarse y de ser. 10 Este organismo llevaba ese nombre en reconocimiento a Nora Paiz, mujer integrante de un grupo de jóvenes que estuvieron en desacuerdo con el derrocamiento del gobierno del periodo de la revolución en 1954 y que se integraron al movimiento guerrillero. En 1967 fue asesinada en el departamento de Zacapa, Guatemala. 43 Las tareas que les fueron asignadas respondían a la necesidad que existía en la organización, pero también a las expectativas expresadas por cada una de ellas, de esta manera había un salto significativo en cuanto a la división genérica del trabajo y del conjunto de la vida que no estaba basada en la valoración clasificatoria y especializadora por sexo. Realizaban tareas asignadas tradicionalmente sólo a los hombres. El entrenamiento es parejo, para hombres y mujeres y el combate en línea de fuego es pareja, solo en algunos casos en Huehuetenango si hay compañeros que son más pilas porque entrenamos para asalto, si nombraban a algunos depende como estaba el lugar, el terreno, entonces buscan compañeros un poco más pilas digamos, pero el entrenamiento era igual. Aprendí a escribir en máquina, los partes de guerra que decían yo los hacía, sacaba copias y ponía el nombre de cada unidad y enviar a los correos, todo yo lo hacía, materiales que hay que reproducir yo lo hacía a máquina, los jefes tuvieron bastante confianza conmigo, los últimos días antes de la desmovilización. (Adelia, 2015) Las tareas iban desde las más sencillas y cotidianas, en una zona de guerra, hasta las que estaban relacionadas con el cuidado de la vida de las compañeras y compañeros. Yo quería estar en primera línea de combatientes, llevar las armas más pesadas intenté tres veces y salí aprobada, yo nunca pude ir corriendo con el arma y hacer una vuelta parabólica en el aire y caer en donde te indicaba el mando, norte, sur etc. si vas a poder ir Norma, Carmen, Rosario, así me llamaba, eran mis pseudónimos . Solamente iba como servicios médicos, tenía que cargar nuestro fusil, nuestra mochila, y además el botiquín, nuestro trabajo era que si salía un compañero herido sacarlo de allí, cargarlo curarlo y la balacera sobre nosotros... me decían das más para cuadro político. También fui correo, llevaba la información a cada célula d compañeros, fui enlace, recibía lo de otros frentes juntaba las comunicaciones y lo llevaba a la comandancia, no cualquiera tenía esa confianza. (Vicky, 2015) 44 Las tareas eran diversas y no solamente dentro de la organización sino en las comunidades a las cuales se apoyaba. Trabaje en la Comunidades de Población en Resistencia en un equipo que se llamaba Equipo de Formación EFOP11hablábamos con la gente era formación y animación pues la gente estaba enferma de temor, miedo, estaban muy triste, llegamos a levantar el ánimo, íbamos vestidos de militar… nosotros dirigíamos la logística bélica y no bélica, dependía de nosotros si los compañeros tenían comida (Vicky, 2015) Para los compañeros de la organización era difícil aceptar que las mujeres pudieran desarrollar actividades fuera de las del ámbito privado, las naturales, veían difícil que pudieran adaptarse a las condiciones tan difíciles de la “guerra de guerrillas” pues en su concepción sólo los hombres tenían la capacidad, la fuerza física y las habilidades para ello. Los compañeros pensaban que las mujeres no íbamos a poder hacer las cosas igual que ellos, armar y desarmar las armas con los ojos vendados , fue como un reto para nosotras, romper ese paradigma, de que las mujeres no podíamos, pero quedo demostrado en la montaña que si podíamos, había compañeras que ponían su pañuelo y armaban y desarmaban su arma, sin embargo había una compañera que lo hacía con una actitud como de hombre eso no me gustaba, las mujeres teníamos nuestra forma de hacer las cosas. Nosotras demostramos que si lo podíamos hacer, cualquier tarea, incluyendo la tarea física, mi hermana Doris cargaba un quintal, había compañeros que no aguantaban tanto peso. Lo más que yo aguanté fueron cuarenta o cuarenta y cinco libras. (Vicky, 2015) Esta mujeres según la tradición de sus comunidades debía ser madres, esposas, campesinas, roles para los que estaban predestinadas. Sin embargo estas mujeres cuestionaron su condición de mujer, tomaron posicionamientos en relación a ella y modificaron su “ser en función de.” Decidieron cuando y con 11 Instancia de cuadros para dirigir la formación política, en todos los niveles dela organización del EGP. 45 quién, querían hacer pareja o casarse. Este posicionamiento se centra en la capacidad de las mujeres para ejercer el poder desde la toma de decisiones, para visualizar el impacto de sus acciones a partir de un posicionamiento. Ejercieron el poder que les confería ser una combatiente en una situación de guerra. Desmitificaron el amor y valoraron tener un compañero. Desde que me alcé dije, no me voy por un hombre… Ahí entraron otros temporales entrenaron y uno de estos se enamoró de mí y yo igual, me habló, yo tuve buenas propuestas, guapos, muchachos más jóvenes, pero el problema mucho fue mi conciencia en la lucha, este muchacho era guapo, patojo, blanquito y es de Cuarto Pueblo, lo quise un poco, se incorporó en la unidad militar y le dieron un tiro en la nalga y se fue con su familia, pero yo no me iba a ir detrás de él, lo acababa de conocer y siempre mantuve que no iba a deja mi trabajo por un hombre Y así hasta que me quede con el papá de mis hijos. Y yo misma me preguntaba que me gustaba de él, de plano porque tenía en la mente que él no iba a dejar el trabajo, eso me gusto, hasta después entendí que era por eso, un compañero entregado a la lucha, pero enamorarme, la mera verdad parece que no. (Adelia, 2015) Aunque el contexto de ser menos mujeres provocará varias oportunidades de hacer pareja, ellas tenían la oportunidad de decir con quien hacer pareja, incluso decir si querían casarse. Me buscaban los novios, pero uno tenía el poder de decidir con quién querías estar, alto, bajo, moreno, colocho, blanco, ladino indígena, te ponían todo el panorama como ese programa de doce corazones… Nos casamos, llegaba la dirección nacional, dos unidades militares, en un lugar lindo, río con muchas flores blancas en la orilla y pozonas para nadar y arriba la fiesta, arroz con leche y pan de comida y era lo máximo, como era lo que todo mundo deseaba ese momento que cada quien pudiera tener su pareja, sin embargo era lo más escaso. Saber dónde consiguió un violín un compañero, me dieron mi hamaca y mi toldo matrimonial, me pidieron hablar de cómo había sido mi proceso de 46 pareja, mi esposo era combatiente, no busque un jefe, busque alguien que me gustará no importando de que nivel era, si de mí nivel o de otro… tardamos como seis años, no tuve familia con él. (Vicky, 2015) En cuanto a la sexualidad, en el contexto de las comunidades se vive la sexualidad como algo que agrupa, excluye, e incluye, permite o prohíbe a los sujetos su acceso al poder y al placer, sexualidad binaria de castidad obligatoria para la mujeres buenas y exigencia de virilidad genital a los hombres. El cuerpo de las mujeres es un cuerpo sujeto y ellas encuentran fundamento a su sometimiento en sus cuerpos, pero también su cuerpo y su sexualidad son el núcleo de sus poderes. (Franca Basaglia citada en Lagarde, 2014: 200) considera que “el ser considerada cuerpo-para-otros, para entregarse al hombre o procrear, ha impedido a la mujer ser considerada como sujeto histórico social, ya que su subjetividad ha sido reducida y aprisionada dentro de una sexualidad esencialmente para otros, con la función específica de la reproducción” La sexualidad femenina tiene dos espacios vitales, uno es el de la procreación y otro es el del erotismo, estos dos aspectos son la base de la especialización de las mujeres, se considera la maternidad como un deber ser, algo a lo que no se puede renunciar y el erotismo se coloca del lado de las mujeres malas. Así las mujeres alzadas, como todas las demás, no podían, dentro de la concepción patriarcal, integrar estos dos espacios, o eran madres o eran putas. 47 La comunidad decía que las mujeres que se iban a la montaña, que se iban con los guerrilleros se volvían prostitutas, decían que eran una mujer para todos los hombres. Y por eso muchas que se alzaban ya no querían regresar porque les daba pena, lo que dijeran de ellas.”(Vicky, 2015) Al transgredir el espacio privado estas mujeres se convirtieron en mujeres públicas, para las comunidades, las mujeres públicas son solamente las prostitutas, la mujer social y culturalmente estructurada en torno a su cuerpo erótico, en torno a la transgresión, en un nivel simbólico en ese cuerpo no existe la maternidad. (Lagarde, 2014: 563) Sin embargo las mujeres alzadas reivindicaron su cuerpo como espacio de placer y su centro de poder, se apropiaron de su sexualidad y su cuerpo. La vida sexual de las mujeres alzadas era libre, el problema era que si no se tenía precaución, la que salía perdiendo era la compañera si se embarazaba. Los compañeros entendieron que éramos nosotras, éramos las que decidíamos, valíamos igual, que nuestra cabeza pensaba igual, que teníamos la capacidad… Por eso se daba una formación para prevenir embarazos y luego se hizo una campaña para poner “T” de cobre a todas las compañeras que quisieran. (Vicky, 2015) “Utilizamos preservativos, yo hasta ahora me doy cuenta que tienen vencimiento… Pastillas habían pero yo nunca tome” (Adelia, 2015) Dentro este marco sociocultural resulta imposible que entre mujeres y hombres se realicen otro tipo de relaciones basadas en la cooperación, en la afinidad, en la paridad, en la complicidad, entre los hombres y mujeres no hay amistad. Sin embargo estas mujeres construyeron otro tipo de relaciones. “desde el 48 entrenamiento hasta el combate éramos igual y de ahí cambio mi pensamiento a lo que me estaban inculcando mi mamá y papá, poder platicar con mujeres y hombres, tener amigos y amigas, eso era algo que en mi casa no se dejaba” (Adelia, 2015) La maternidad tiene como ámbito específico la vida cotidiana, sin embargo la vida cotidiana tiene distinto sentido para hombres y para mujeres. Para los hombres es el espacio de su reproducción particular, para las mujeres el espacio de su realización como seres humanos concretos, en ellas reproducen a los otros, a sí mismas y su mundo, existen por medio de la maternidad. La maternidad es el conjunto de hechos de la reproducción social y cultural por medio del cual las mujeres crean y cuidan, generan y revitalizan, de manera personal, directa y permanente durante toda la vida, a los otros, en su sobre vivencia cotidiana y en la muerte. (Lagarde, 2014: 248) Los otros en la maternidad femenina son, hombres y mujeres con quienes se relacionan esencialmente para existir y no solamente los más cercanos, también las instituciones organizaciones, actividades o causas en las que participan y a las que asumen las mujeres. Los otros de las mujeres son cualquier persona o espacio vital y su contenido. Para ellas los otros son el núcleo del sentido de la vida. 49 La sociedad especializa a las mujeres en la maternidad y lo han interiorizado tanto como parte de sí mismas, que es parte de su identidad. Y lo vemos reflejado en las reflexiones que las sujetas de la investigación hacer en torno a ella. “Mi primera hija la tuve en el 94 (9 años después de alzarse) a los ocho meses tuve que dejar mi puesto de trabajo, pero yo no quería, llore para dejar mi trabajo, y me fui a tener a mi hija a la CPR, estuve año y medio, deje a mi hija y regrese, porque yo me comprometí a regresar” (Adelia, 2015) A pesar de tener control sobre su sexualidad, pues hicieron uso de métodos anticonceptivos y no tuvieron hijos por períodos largos de tiempo, en las condiciones en las que las mujeres alzadas redefinieron su identidad, surgieron crisis que las confrontaron no solo con los cambios de sus ciclos de vida, sino con los estereotipos de su deber ser genérico y que las llevaron a tomar decisiones que hicieran menos dolorosas, menos sufridas esas crisis. “Como mujer estar alzada lo más difícil para mí fue, tener que esperar tanto tiempo para decidir tener un hijo, me estaba haciendo vieja y ni siquiera tenía un hijo… como mujer, no llegar a ser real o sentirte identificada, decir yo ya parí, gracias a Dios, al fin se dio” (Vicky, 2015) Existieron esfuerzos de la organización por el cuidado de los hijos de las combatientes, lo que de alguna manera institucionalizó, una tarea que en la comunidad era tarea exclusivamente de las mujeres. “La organización me ayudo a cuidar a mi hija, estuvo en el proyecto Golondrinas en México, y Jorge nació 50 cuando se iba a firmar la paz, anduvo conmigo. Hicieron el esfuerzo de cuidar a los niños y niñas, yo la iba a ver cuando podía” (Vicky, 2015) El aprender a leer y escribir, el aprender el español, significó para las alzadas el abrir la puerta al mundo del conocimiento, el conocer nuevas concepciones de la vida. Se tenía estructurado un plan de estudios al que tanto mujeres como hombres tenían acceso, el objetivo era proporcionar a cada combatiente la herramienta científica para entender la complejidad de la guerra y medios para transformar positivamente la sociedad. El material que se utilizaba iba desde una cartilla para alfabetizar “aprender para vencer” hasta folletos sobre geografía política, sobre historia, ciencias naturales, matemática, física, idioma español etc. (Toriello, 2000: 8) Ahí aprendí a leer y escribir, me daba pereza el estudio, no me gustaba pero me enseñaron a leer y escribir a finales del 87, nos dieron un pedacito de lápiz, una hoja, siempre con el fusil listo, estábamos en trinchera de combate y uno ahí escribiendo algo pero bien atento tenía que estar uno, me dejaban tareas y así, el avión en ese tiempo pedían rendiciones y todo, pasaban haciendo bulla, pero cualquier bulla usted tiene que estar listo quitar el seguro. (Adelia, 2015) La formación siempre estuvo presente, aún en los momentos más difíciles de la guerra, era una prioridad y se realiza de forma disciplinada. Para mí la montaña fue una gran escuela de formación política y militar, de cultura, de leer libros, leer más, por primera vez me dan una tarea, fui abanderada y me dan de tarea leer una carta, me dicen que practique y me dicen que hay que leer con fuerza y ver a los compañeros, al leer párrafos decir una consigna eso fue un cambiazo, caminar con la cabeza levantada. Cuando estaba parada enfrente de los todos los compañeros con el fusil en la mano y leyendo, dije yo estoy parada frente a un montón de personas, tengo que poder y 51 de que puedo puedo. Hasta la victoria siempre, Y todos aplaudieron, yo me sentí feliz. (Vicky, 2015) 52 CAPITULO IV MUJERES GUERRILLERAS Y SU IDENTIDAD FEMENISTA 4.1 Identidad feminista Como se evidenció en el capítulo anterior las mujeres que se alzaron en la guerrilla al decidir salir del espacio doméstico, decidir con quién hacer pareja, decidir sobre su sexualidad, acceder al conocimiento, al ser combatientes realizaron una trascendental transgresión de género de acuerdo a los parámetros de la cultura patriarcal que se vivía en sus comunidades. Pienso que encontré la igualdad con los hombres, no soy hombre, sigo siendo mujer, esa palabra igualdad me gusta estamos parejos en nuestros derechos, con nuestra dignidad. De las feministas han venido buenas ideas que han aportado a los derechos de las mujeres, que nos benefician, su ideología, valoran ideas importantes. No me gusta las compañeras que caen en darle vuelta a la tortilla, que si los hombres nos han tenido marginadas ahora nos toca a nosotras, como una venganza, así no estoy de acuerdo. (Vicky, 2015) No lograron trascender en el desarrollo de su identidad hacia una identidad feminista, sin embargo manifiestan valorar y apoyar la lucha feminista pero en sus concepciones todavía están presentes estereotipos, descalificaciones y desconocimiento de los postulados del movimiento feminista. 53 Ellos tienen su opinión y yo doy como yo lo entiendo y argumento, entonces el me ve diferente y me dice vos sos feminista, entonces yo le digo lee, el trabajo de las feministas y te va a convencer, aunque no todo lo feminista me convence porque he logrado hablar con algunas, tampoco voy al cien por ciento, porque muchas dicen no hay necesidad de hombres pero no se puede solo entre mujeres, y yo respeto, será decisión de las compañeras, así lo ven, así se sienten bien, por qué no? respeto pero no apoyo. (Adelia, 2015) “las mujeres no teníamos desarrollada la conciencia de género, esto es como colectivo de mujeres, podría haberse dado el caso de alguna feminista, pero no de manera grupal” (Ana, 2015) 4.2 Aculturación feminista Algunas de ellas, las menos, lograron construir una identidad feminista, a la que contribuyó la experiencia de la guerrilla, pero que se complementó con otras experiencias anteriores y posteriores a ella. Es el caso de Ana que evidencio desde la narración de su historia de vida, haber logrado resignificar cada uno de los momentos importantes de su vida, logro verse como parte de un contexto histórico, hacer un análisis, no solo de su vida personal, sino de las mujeres que estaban a su alrededor, logro identificarse como sujeta dentro su propia historia, la historia de su comunidad, la historia de la organización, la historia del país. El análisis que hace de la construcción de su identidad feminista está relacionada con varios aspectos que tienen que ver con la aculturación feminista. 54 La aculturación feminista parte desde las vivencias individuales y colectivas de las mujeres y los hombres comprometidos en ese sentido, y conduce a la construcción de un orden simbólico. Implica fenómenos tan complejos como la resignificación subjetiva personal -intelectual y afectiva - y su implantación en la experiencia vivida, la elaboración teórico -política de la experiencia, la generación de conocimientos, la construcción de representaciones simbólicas, códigos y lenguajes propios, así como los mecanismos pedagógicos, de difusión y comunicación para transmitir descubrimientos y elaboraciones.(Lagarde, 1998: 1) Es un proceso que pretende nuevos pactos, acuerdos que establezcan normas de equidad, derechos, políticas, recursos y oportunidades, transformar mentalidades y formas de vivir desde la perspectiva feminista de género. Ana hace un análisis de algunos elementos de su participación en la guerrilla que contribuyeron a la construcción de su identidad feminista: El marco político-ideológico del cual partía el proyecto que nos hizo existir como guerrilleros (los planteamientos ideológicos que guiaron la lucha guerrillera); el entorno conformado por personas de diferentes procedencias, edades, experiencias y otras diversidades pero con un fin supremo común, como fue el sentirse comprometidos y llevar a la práctica ese compromiso. Lo anterior constituía el escenario propicio para desarrollar mejores seres humanos, el mejor escenario que he conocido. A los principios que nos guiaban se une el intento autentico de transformar las prácticas cotidianas en el relacionamiento de hombres y mujeres. guerrillera (dirección colectiva) La organización colectiva de la vida las herramientas de crítica y autocrítica, el sentirse libre de prejuicios sociales que eran muy fuertes en las poblaciones” (Ana, 2015) 55 También identifica aquellas situaciones anteriores a su incorporación a la guerrilla que le permitieron tener una visión diferente de su ser mujer, y que fueron los primeros aprendizajes significativos en su vida que le permiten contar con ciertos elementos de autonomía, además de ser una mujer ya adulta con vivencias fuera del ámbito familiar. Me resulta fácil enumerar eventos o personas que influyeron en mí en el desarrollo de mi conciencia de género, sin que mediara en esos eventos o personas una elaboración teórica sistemática… Mi madre, ella fue una persona que tomo decisiones muy importantes en su vida desde muy joven, eso me enseño el sentido de libertad a mí como mujer; el contacto y relación con sacerdotes y monjas formados en la teología de la liberación. Mi primer trabajo estable fue con grupos de mujeres de mi región y con las monjas direccionando el proceso, ellas no se identificaban como feministas, pero hablaban de liberar a las mujeres de la pobreza y acompañarlas ofreciendo opciones para mejorar sus condiciones de vida, las opciones podrían ser educativas, de participación y expresión.(Ana, 2015) Ana es un ejemplo de cómo el feminismo ha sido desarrollado por mujeres diversas en cuanto a sus circunstancias y culturas propias, algunas han afrontado mentalidades conservadoras y otras han encontrado contextos que han sido receptivos. El feminismo confronta a las mujeres con su cultura tradicional, sus valores, creencias y anhelos y con sus formas de sentir, descifrar e interpretar la vida el mundo. La aculturación feminista lleva al descubrimiento de lo extraño y lo propio, 56 del grado de opresión de género en que cada mujer ha vivido y la valoración positiva de sus avances genéricos. La primera cosa que el feminismo me ayudo a resignificar son las relaciones sentimentales o de amor romántico entre hombres y mujeres, lo que en lo cotidiano se nombra como amor entre parejas...es decir paso mucho tiempo para que yo tuviera una explicación feminista de porque a las mujeres les pasaba lo que nos pasa en las relaciones de pareja con los hombres, ahora me siento más cómoda nombrándolas como las deslealtades y las actitudes promiscuas de nuestro colegas de la vida…(Ana, 2015) Toca a cada mujer en territorios de la propia biografía. Ahí el extrañamiento precede a la autoconciencia y a la aceptación resignificada de lo conocido, sentido y hecho cuerpo y subjetividad: mi cuerpo, mis afectos, mis deseos y mis espacios, mis acciones, los sucesos y aconteceres en el camino de mi vida. Todo es tocado. Porque el feminismo es en primera persona y construye (reconstruye, restaura, inaugura) la primera persona en un mundo que prohíbe a las mujeres el yo misma. (Lagarde, 1998: 2) “Después de la firma de la Paz (el feminismo) es lo mejor que me paso, lo disfruto mucho, saberme mujer aún con todos los desafíos y peligros machistas que tenemos a diario” (Ana, 2015) El placer está presente en este proceso, la búsqueda de sentido de la vida es una gran experiencia de goce, erótico, intelectual y afectivo de las mujeres, es una 57 experiencia de develación de mirarse desde otro sitio. “Encontré la legitimación a muchas de mis inconformidades las de antes y las que habían surgido en el último periodo, pienso que contrario a sufrir para redefinirme, a mí me produjo mucho gozo ver que existía una opción para mí que era ser una mujer feminista y el mundo de posibilidades que eso me abría” (Ana, 2015) La situación política de la cultura feminista obliga a su descubrimiento tras vencer prejuicios y resistencias. Luego viene el arduo camino de la reeducación crítica marcado por crisis identitarias. Si no fuera por los placeres de la mismidad, la sororidad y la solidaridad, y por el goce de intervenir en la propia vida y en el mundo positivamente -que se generan en la experiencia feminista - nadie persistiría. El feminismo me proporciona todos los días legitimaciones y fortalezas a mi opción de que es posible tener una vida feliz sin tener un hombre conmigo, es decir el matrimonio o una unión de parejas debe ser una opción, en un país como el nuestro eso tiene su lado desventajoso, enfrentar todo eso y conservar tus ventajas no se hace tan fácil. (Ana, 2015) 58 REFLEXIONES FINALES El contexto en que crecieron las sujetas de esta investigación está caracterizado por la exclusión, la opresión y la discriminación que el sistema patriarcal impone a las mujeres y que origina situaciones no solo de pobreza sino también de los otros tipos de violencia que se ejercen sobre ellas y que estaban presentes en la cotidianidad. La situación se agudizó para estas mujeres con el desarrollo del conflicto armado interno que provocó que una de cuatro víctimas directas de violaciones a derechos humanos y hechos de violencia fueran mujeres. Murieron, fueron desaparecidas, torturadas y violadas sexualmente, a veces por sus ideales y su participación política y social; otras fueron víctimas en las masacres. Miles de mujeres perdieron a sus esposos quedándose viudas y como único sostén de sus hijos, a menudo sin recursos materiales, luego de la destrucción de sus casas y cultivos. Algunas de estas mujeres tomaron conciencia de su realidad y de su impotencia para poder realizar cambios sustanciales en ella; pero con el conocimiento del papel de las mujeres en la guerrilla, que les era compartido en su etapa formación, fortalecieron su decisión de alzarse en búsqueda de esa nueva vida ofrecida, que era además un escape al dominio patriarcal. 59 Este posicionamiento se centra en la capacidad de las mujeres para ejercer el poder desde la toma de decisiones, para visualizar el impacto de sus acciones a partir de un posicionamiento político. La sociedad patriarcal, nunca permitiría que estas mujeres ocuparan tales posiciones sociales ni permitiría que se desarrollaran fuera de la sexualidad. Debían ser madresposas, campesinas, como límite de su experiencia. Pero se rebelaron y lograron ejercer cierto liderazgo como el de otras mujeres surgido de la opresión y la participación en la luchas por mejores condiciones de vida. Vivieron procesos de deconstrucción y resignificación de su identidad, construyeron durante la guerra una condición de género democrática, abierta, no especializada, ni privativa y para lograr paridad con los hombres y autonomía en el control de sus propias vidas. El decidir con quién hacer pareja, el decidir sobre su sexualidad, salir del espacio doméstico, el ser combatiente pone a las mujeres alzadas, las sujetas de este estudio, en el límite imperdonable de la transgresión de género de acuerdo a los parámetros tradicionales de su cultura. 60 Tuvieron la opción de apropiarse de su sexualidad y de su cuerpo, de determinar que hacer sobre su maternidad y ésta ya no fue un destino. Algunas dejaron de ser en aspectos que se ven como inaceptables en su condición de mujer y cambiaron, pero aun transgrediendo algunas normas, su especialización femenina quedo evidenciada. En condiciones de guerra, el ser para otros, se expresó como luchar para otros, morir por los otros, “morir por el pueblo”. Además la necesidad de adecuarse, de demostrar ser capaz, fue una lucha constante y a veces desgastante. Sin embargo desarrollaron capacidad de negociación para pactar pues tenían la capacidad de interactuar en los niveles públicos y privados para influir en sus realidades individuales y en las comunidades con las que compartían, de esta manera su trayectoria las fue configurando como sujetas políticas. A pesar del empoderamiento logrado no enarbolaron junto a los principios de la revolución la bandera de sus propias luchas en contra de las condiciones de opresión, exclusión y racismo en las que viven. 61 Dentro experiencia de la guerrilla, las mujeres no desarrollaron un nivel de conciencia de género que les permitiera transformar su tradicional ser para otros en formas de emancipación y propuestas específicas como mujeres. Hicieron una verdadera revolución al momento que aprendieron a leer y escribir, a usar anticonceptivos, a decir si querían tener hijos o no, la libertad de poder elegir pareja, decidir si casarse o no. Aprendieron a manejar armas y a organizar a la población, tuvieron capacidad de mando sobre hombres y mujeres por parejo. Tuvieron cargos desde lo militar hasta la Dirección Nacional de la organización. El proceso de empoderamiento abarca distintas dimensiones, desde el reconocerse como sujetas de derechos, hasta ganar espacios organizacionales, desde apropiarse de su cuerpo hasta apropiarse de su vida. La vivencia de estas experiencias las empoderó y condujo a algunas de ellas, las menos, a resignificar sus vidas, a seguir con la búsqueda y generación de nuevos conocimientos, a aprender de otras mujeres, a buscar otros espacios; esto las llevó al encuentro con el feminismo que según sus propias palabras “fue lo mejor que les pasó después de la firma de la paz” 62 Sin embargo es necesario tener claro que para lograr la verdadera revolución, es necesario cambiar el sentido de la vida de las mujeres como género, es necesario reconocer que no es suficiente el empoderamiento que algunas mujeres lograron durante la guerra. El feminismo es una filosofía que se asienta en la reivindicación vital del derecho a la vida y que busca hacer accesible el mundo para las mujeres y elevar la calidad de la vida en libertad. Construir democracia y avanzar a la democracia genérica, exige estar en paz, mejorar las condiciones de vida de los pueblos, establecer formas de vida y de desarrollo sostenible, que redistribuyan potencien y protejan los recursos. La cultura de la tolerancia, eliminar clasismos, racismo y sexismos 63 BIBLIOGRAFIA Adelia. (2015). Historia de Vida No. 1. Guatemala. Aguilar, Ana Leticia. (1997). Movimiento de Mujeres en Centroamérica. Nicaragua: Programa Regional La Corriente. Ana. (2015). Historia de Vida No. 2. Guatemala. Asociación Política de Mujeres MOLOJ, C. N. (2008). Tejedoras de Paz. Guatemala. Borrayo, Ana Patricia (2011), Del espacio domestico a la rebeldía, Mujeres Universitarias del Siglo XX, Guatemala: Instituto Universitario de la Mujer, Universidad de San Carlos de Guatemala. Catañeda, Martha Patricia. (2008). Metodología de la Investigación Feminista. Guatemala: Fundación Guatemala. CEH, C. p. (1999). 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Cuando tenía cinco años, nos mudamos a Ixcán porque un tío que vivía ahí, le aviso a mi papá de la venta de unas parcelas, le dijo que él le iba a ayudar a comprarla y que mi papá se la pagara por pocos, así que mi papá sembró bastante milpa y le pago a mi tío con maíz; mi tío llegaba con sus caballos y por quintal sacaban la cosecha. Al mudarnos Ixcán aunque la gente era de Huehuetenango hablaban diferente idioma, habían mames, todos los santos, y no nos podíamos comunicar con ellos porque yo sólo un idioma sabía hablar igual que mi mamá y papá. Mi mamá hacía comales de barro y ollas, y al comenzarse a poblar el lugar llegaban a encargarle ollas para los frijoles, comales para la tortilla, todo era a señas pero así le entraban sus centavitos, a veces se intercambiaban por un pollito o algo así, y además de eso mi mamá también trabajaba en los quehaceres de la casa, mientras mi papá por su parte sembraba café y cardamomo, también ajonjolí sembramos con mi papá. Nosotros éramos 3 hermanos y 4 hermanas, una fue la que se desapareció en la masacre del cuarto pueblo pero éramos 7. Yo comencé a trabajar a los 10 años, lo que más me gustaba era cortar cardamomo, cortar café nunca me gusto; por el cardamomo me pagaban cinco centavos con esto comencé a comprar pollitos que luego comenzaron a poner huevos y ya no fui a cortar, yo trabaje para mí porque desde pequeña quería mis centavos propios porque además como éramos bastantes a mi papá también le costaba. Crecimos entre violencia familiar, mi papá le pegaba mucho a mi mamá, por cualquier cosita, que si la comida estaba fría o muy caliente; una vez ella embarazada de la antepenúltima hermana, ella iba caminando a la cocina que estaba en el mismo lugar donde dormíamos y él sin hablar sólo le dio con un palo que siempre llevaba y delante de mí, dijo que porque ya había pasado la hora del almuerzo, pero ella se había ido a lavar y estaba entrando directo a ayudarle a mi hermana. Antes en el pueblo eran los papas quienes decidían con quien se casaba uno, pero al parecer mi mamá si sentía algo por él. Mi papá fue huérfano y lo 67 trataron muy mal eso lo entiende uno con el tiempo, sin embargo que culpa tenía mamá, porque con ella se desquitaba. Pero yo veo que hoy mi papá es otro, ahora mi mamá regaña y él se queda callado, ellos aún están juntos, viven en cuarto pueblo; y es que en aquel tiempo, el trabajo de la mujer era en la casa, eso nos decían, que la mujer debe aprender a hacer oficio para ser una buena mujer, hacerle caso al marido, no contradecirlo, hacer todo lo que él dice, así que en el momento que él quiere (ríe) hay que aceptar y hay que hacerlo porque como es el marido, es el esposo; todo esto uno se lo va metiendo a la mente, dar y hacer todo o mejor para ser una buena esposa. Yo pensaba que eso era así, ser sumisa, porque si respondes no sos una buena esposa, él es la cabeza de la casa, el que manda, cuando en realidad no es así. Y recuerdo la forma de ser de mi papá, era muy estricto; nosotros vivíamos en un lugar donde las casas estaban muy separadas una de la otra, entonces no veíamos muchachos ni los días de mercado porque nos quedaba a una hora y a mí no me sacaban, mi hermana, una de mis hermanas se iba con ellos a la iglesia, ellos eran muy evangélicos. Mientras yo me quedaba haciendo el oficio y yo no pensaba en novio, no tenía ni tiempo para jugar, siempre haciendo trabajo porque la mujer tiene que hacer oficio y no perder el tiempo. Mis hermanos trabajaban en el campo así que al llegar se les tenía que servir; recuerdo que mi hermano mayor era insoportable, porque a nosotras se nos hacía más fácil hacer tamalitos con frijol espeso en lugar de tortillas, pero él decía que le dolía el estómago y mi hermana mayor y yo teníamos que hacerle tortillas y esto significaba moler el maíz directo en la piedra. Mi mamá le decía a ver si así vas a ser cuando te cases o sólo a tus hermanas las molestas, y él siempre decía me voy a conseguir a una mujer que va a hacer todo lo que yo quiero, para eso la voy a buscar. Pero cuando se juntó, se juntó con una mujer que sólo hacía tamalitos y ya no se le inflamaba el estómago, y nos caía muy mal recordar todo lo que nos hizo a nosotras de pequeñas. Con mi hermana lavábamos ropa, pero cuando ella se casó a los 14 años y se hizo mamá a los 15, y me quede yo sola y recuerdo cómo me costaba lavar los grandes pantalones de mi hermano, porque además estaban sucios de trabajar en el campo, pero así crecí, ese era mi trabajo. Aunque intente ir a la Escuela, mi papá me inscribió por otro mi hermano que me seguía, él quería que mi hermanito se metiera a la escuela, la escuela nos quedaba a media hora, en el camino había patojos que molestaban, nos tiraban piedras y encima el profesor era mal, un poquito que uno fallara y él iba con la regla. Mi hermanito ya no quiso seguir y yo no quise irme solita, así que aprendí a escribir un poquito; doce años tenía cuando fui a la escuela y ni un año termine, y me quede en la casa, y paso lo de la masacre, ahí se quedó 68 todo, apenas comenzaba la cosecha, fue en marzo de 1982, masacraron a más de 300 personas. Fue un día domingo, mi papá había sacado cardamomo y tenía que ir a venderlo al mercado, a mí se me habían roto mis caites y me iba a ir con él a comprar unos, antes de irnos mi papá dijo que no se sentía muy bien y mi mamá le dijo que mejor n o fuera yal ratito comenzamos a oír ráfagas de fuego, se oía todo tan cerca porque estaban en cuarto pueblo y como ya se había oído que teníamos que tener cuidado con el ejército, agarramos lo que pudimos y salimos corriendo. Desde entonces nos fuimos a la montaña, me dio lástima porque tenía 4 patos, un gato, un perro, y tal vez nos hubiera dado tiempo de jalar más cosas pero nos dio miedo y sólo nos fuimos con lo que pudimos, yo me lleve cargada a una mi hermana pequeña, mis papas las chamarras y mi hermano con su mujer sus tanates, en la noche escuchamos sólo el helicóptero, estuvimos como una semana en el monte y mi papá como podía a escondidas iba a traer comida. A los 15 días nos fuimos a México porque cuarto pueblo estaba cerca de la frontera, y allá nos encontramos con un buen grupo de gente que huía también, estuvimos con un mexicano que nos recibió bien, tenía una su troja donde metía mazorca, y ahí nos dejó a dormir, mi papá y hermano comenzaron a trabajar para ganar lo que comíamos, estuvimos como dos años, después nos dio un pedazo cerca del potrero y ahí vivíamos. Entonces cuando yo terminaba mi oficio en la casa iba a ayudar a jalar agua, me daban almuerzo, y era por agradecer por la posada, no nos estaban cobrando, después bajamos más donde le dicen puerto rico, había una cantidad grande de refugiados y recibían ayuda, y ahí nos quedamos un tiempo porque mi mamá tenía tuberculosis, y ahí la inyectaron hasta que se curó, después fue que mi papá decidió unirse a la CPR, y nos regresamos, ahí comencé a ver como los compañeros armados y yo estaba muy dolida porque ya no tuvimos contacto con mi hermana, ella ya tenía su esposo y vivía a una hora de distancia, pero ya no supimos que paso, durante el tiempo de refugiados buscamos información pero nunca se localizó. En la CPR me levantaba a las 3 am a tortear, mi mamá a veces se levantaba a las 4 a ayudarme y a las 5 terminábamos y apagábamos todo y a veces si podía me descansaba un mí poquito, pero ese era mi trabajo. Ya no recuerdo si sembraban pero iban a traer maíz y una vez se me fue mi mama a traer maíz porque salíamos por grupos, esa vez ella se cayó con su carguita, se levantó y se vino, tenía 3 meses de embarazo, como yo siempre me levantaba temprano ese día después de que mi papá se fuera a trabajar, ella me dijo: vas a lavar mi ropa pero solo de abajo y no como lo lavaba siempre, pero no le decían nada a uno hasta después me contó y supe que mi papá se había ido temprano a enterrar el feto. 69 Así pasaron los días, y yo seguía viendo a compañeros organizados, porque cuando estuvimos en México llegaban compañeros a organizar y a mí me gusta estar metiéndome en grupos, había apoyo internacional, entonces cocine, me metí un año a la escuela pero no me gustaba estudiar, me gustaba más estar entre la gente haciendo algo, colaborando, ahí fue donde tuvimos contacto con la CPR, con los que organizaban a los refugiados. Antes de la CPR me fui de temporal por tres meses con permiso de mi papá, cuando regrese tuve que buscar contactos que me llevaran a mis papas de nuevo; recuerdo el día que volví con ellos, mi mamá estaba lavando pañales en el río y cuando me vio se alegró mucho, me dijo que fuéramos a la casa y me iba a presentar a mi hermanito, yo me quede asombrada y que había pasado es que una combatiente lo había tenido pero no lo quería, entonces compañeros buscaron a mi mamá para que lo cuidara, ella me dijo que al principio no quería porque era trabajo doble, debido a que también le tocaba darle de comer a compañeros, sin embargo le habían quitado ese trabajo y se quedó sólo cuidando al niño que según ella le habían regalado. Ella se levantaba a darle pacha, los compañeros le iban a dejar la leche, ella se encargaba solo de cuidarlo, pasaron 3 meses y mi mamá como todos nos encariñamos con el niño, pero nunca voy a olvidar el día llegó la mamá a traerlo, mi mamá lo quería como un hijo y lo tuvo que entregar. Supimos en algún momento que el muchacho tuvo mala vida, que la mamá lo torturaba, él hubiera tenido una vida diferente si se hubiera quedado con mi mamá. Después de esto me quede un tiempo más con mi familia, nos separamos del grupo grande y quedamos un grupo más pequeño, esto hizo a mi papá más estricto, era muy celoso, no me dejaba hablar con nadie porque decía que marido buscaba, estuvo a punto de pegarme varias veces, así que decidí irme, me acerque a una compañera del comité de la CPR y le dije que quería irme; cuando llegaron por mí, mi mamá comenzó a decir que a buscar marido iba, así que arregle mis cosas y me jure que no les iba a dar ese gusto, que no iba a buscar marido. Me fui con un compañero y una compañera, me llevaron a un campamento, yo era muy tímida en ese tiempo, así crecí y como me metían en la mete que no platicara con hombres, sólo miraba pasar compañeros para mi eran desconocidos pero poco a poco nos fuimos conociendo, en ese momento yo ya hablaba en español, lo había aprendido con la esposa de mi hermano. Creo que tenía 16 años en ese entonces, en el campamento me hice muy amiga de una compañera, nos agarramos mucha confianza, ella me contaba de un su novio, yo todavía no sabía nada de eso, pero de plano ella sólo quería apoyo; recuerdo que ahí un compañero se enamoró de mí pero yo iba con el pensamiento de demostrarles a mi mamá y papá que no iba a buscar marido, así que nunca le hice caso por más que me rogo, cada vez que me tocaba posta (cuidar) él estaba atento y me llegaba a ver, pero yo fui muy clara con él 70 y le die que había ido a luchar y no iba a dejar mi trabajo por un hombre. Me dejo de hablar y luego me trasladaron a otro lado para hacer de correo. Primero fui transporte, luego correo, íbamos en los campamentos de CPR, hasta la compañía y la unidad militar, en 1985 éramos dos, íbamos sin rumbo a veces él conocía y yo lo seguía, estuve como 6 meses de correo, y en 1986 ya me entrenaron con un buen grupo de compañeros, habíamos varias mujeres, yo trate de dar lo mejor, pero sino iba a seguir de transporte, porque ahí miraban si calificas para la unidad militar o seguías siendo abastos para los compañeros, no sé cómo lo calificaban, creo que tenía que ver con cómo cuidabas tu arma, y esa si nunca la deje, así que califique y ahora era combatiente. El encargado me dio el arma, era una carabina, yo feliz con la carabina porque no quería una escopeta, luego me asignaron escuadra, eran 6 compañeros sólo yo de mujer y a ninguno conocía, no había entrenado con ninguno de ellos, eran nuevos todos y pedí mi traslado, así que el compañero encargado me dio una buena charla, me comenzó a hablar de cómo era el trabajo, que no había necesidad de compañeras, porque ahí me iban a respetar y si no habrían sanciones, me dijo que platicara con ellos, que comenzara a agarrar confianza que lo iba a superar, y medio me convenció. Así que nos asignaron un campamento, nos íbamos lejos todo el día, desayunábamos y llevábamos almuerzo cerca del cerro cuache que decían habían naranjales, comíamos mucha naranja, de ahí me acostumbre con los compañeros, que molestaderas, y si me respetaban, también tiene que ver que yo me dé a respetar, porque la necesidad que había ahí era grande. Recuerdo que una vez hubo una concentración, llego el compañero encargado y llegaron varios compañeros con los que me entrene, hubo fiesta, bailamos, después de esto me llamaron para pedir mi opinión sobre un traslado a Huehuetenango, para entonces ya mi mentalidad había quería conocer a mas compañeras y compañeros, tener nuevas experiencias, entonces me dijeron que me iba a trasladar con otro compañero, que ya conocía, nos íbamos 6 meses y después teníamos que regresar; ahí había un muchacho enamorado de mí, él lloro por mí, de plano me quería mucho pero yo seguía con la idea de no tener novio. Me fui y pedí que como para ir a Huehuetenango tenía que cruzar en Matagalpa y ahí estaban unos compañeros y mis papas, pedí permiso de pasar a visitar a mi mamá antes, entonces estuve como 3 días, pero cuando llegue mi mamá ya estaba embarazada de mi último hermano, ella había pensado pedir unos días a los compañeros para que yo la llegara a cuidar yo no sabía que estaba embarazada pero le dije que no, que yo iba para otro lado y me fui para Huehuetenango siete meses más de combatiente. La primera pregunta que nos hicieron fue si alguna vez habíamos combatido? Pero nunca, porque cuando se hacían las exploraciones en el entrenamiento 71 nunca hubo movimiento del ejército, y nos dijeron que en Huehuetenango habían muchos combates, mucho movimiento del ejército, que íbamos a agarrar experiencia, éramos como 45 y éramos tres mujeres. El problema ahí era el frio, teníamos que juntar fuego debajo de la hamaca para descansar un poco, temprano bajamos a hacer una pollada a hacer ejercicios y ahí nos calentábamos, había que sacar agua bajo las piedras porque había nacimiento, estuvimos ahí mucho tiempo después nos fimos en operación, cerca de Barillas Huehuetenango, hacíamos toma de carreteras, retenes, nos fuimos cerca de la carretera, pasamos un mes sin bañamos, no había agua, para tomar agua teníamos que caminar como 45 minutos, pero no había para bañarse, hasta que salieron a buscar unos compañeros y encontraron dos positas, ahí se bañaba uno, pero sentía uno que se quemaba, así que después del baño nos asoleábamos y regresábamos a la carretera a hacer retenciones. Un día yo estaba de posta, estábamos en tres lugares diferentes y entro el ejército, empezaron las balaceras, yo estaba en el otro punto de donde aparecieron, yo no pude disparar, de ahí se comenzaron a retirar los compañeros para el lado donde estaba yo, comenzó a bombardear el helicóptero, nosotros nos fuimos por la orilla de la carretera y cambiamos de lugar, así que los 7 meses que estuve ahí no combatí, después andábamos en operaciones, salíamos a explorar para luego regresar a entrenar para reforzar y a descansar un poco. Al tiempo me regrese al Ixcán, ahí estaba más complicada la cosa, comenzó la ofensiva del 87, nos dividieron en grupos y con o sin experiencia al combate, en el grupo donde estuve un muchacho se enamoró de mí y yo comencé a sentir algo por él y que si de repente se lo llevaron a otro lado. Y a nosotros nos mandaron cerca del cuarto pueblo a controlar, de ahí no recuerdo cual fue mi primer combate, pero una vez entramos a atacar en la noche y así empecé, otra vez tuvimos un campamento donde tardamos una hora de combate, tuvimos que replegar, combatimos hasta ya entrada la noche salimos, hasta que el ejército ocupo ahí. Cuando un combate se siente miedo mientras vienen, mientras no suena el primer disparo a uno se le alteran los nervios, pero a partir de este, usted también dispara y se rompió ese silencio, cuando ya sonó el primer tiro y mira al soldado disparar es otra cosa. Y es que el entrenamiento es parejo para hombres y mujeres; el combate en línea de fuego es pareja, solo en algunos casos en Huehuetenango si había necesidad de que el ejército callera en una emboscada, dependiendo del lugar, mandaban a los compañeros más pilas que pudieran vencer las circunstancias del lugar. Organizada aprendí a leer y escribir, me daba pereza el estudio, no me gustaba pero me enseñaron, a finales del 87, no dieron un pedacito de lápiz y 72 una hoja, siempre con el fusil listo, estábamos en trinchera de combate y uno ahí escribiendo algo pero bien atento, listo quitar el seguro. Yo me escape tres veces de morir, una fue cerca de Cuarto Pueblo, yo estaba de posta estábamos en emboscada pero seguro no me tocaba, porque llego el compañero para cambiar de turno, me pido las novedades, él se quedó y yo me subí para desayunar, no se me pasa porque si el ejército ya me estaba mirando cuando me quite, seguro me matan por la espalda, pero no me tocaba porque solo subí y me metí a la trinchera, cuando escucho el primer tiro ahí, deje mi arroz ahí y a echar punta, el jefe de pelotón estaba cerca, estaba un ametralladorista y cuando yo mire al ayudante del ametralladorista, tira una granada y le callo esquirla en la frente, pero estaba lleno de sangre, yo sólo esperaba que me callera una a mí, entonces el jefe de pelotón dio la retirada. Nos fuimos replegando, ahí si dispare, nos dividimos en dos grupos, nos fuimos por diferente camino, tuvimos que cruzar un rio, éramos solo 4 y vi como pasaban los soldados, yo estoy apuntando, pero no podía disparar porque teníamos que dejar que se acercaran, y ellos tiran ráfagas de ametralladores, yo me tire para atrás y cabal le dio a un árbol. Ahí si hubo bajas. Luego al entrar la noche ya no se escuchó nada, más tarde cruzamos el río y al día siguiente nos encontramos con los otros compañeros, otra vez cerca de pueblo nuevo llego un helicóptero y nos dieron orden de disparar, nos respondió con una ráfaga de ametralladoras, pero se enterró en la tierra, nunca me toco ningún raspón gracias a Dios, me salve de varias. A finales de 1987 tuve novio, en 1988 estaba la ofensiva pero me enferme y me mandaron al campamento de enfermos y de repente me llego a visitar, siempre me mandaba cartas, pero llego en plena ofensiva y ahí entendí como era enamorarse, después se regresó a su grupo, pero él se fue de baja, no sé qué le paso, me dijo que nos fuéramos, pero no quise, desde que me alcé dije no me voy por un hombre. Después tuve otro novio pero me traiciono con otra compañera. En este tiempo me agarraron confianza y me dijeron que iba a aprender mecanografía, me daba pereza, porque no sabía leer ni escribir bien, pero me dijeron que iba a seguir aprendiendo y como ahí no le preguntaban a uno si quería o no, así que Silvia me enseño, y no había terminado todos mis ejercicios cuando ya tenía trabajo que sacar, además también lleve control de abasto y siempre fui bien cumplida en mi trabajo Estando en ese campamento fue que comencé a hablar con el papá de mis hijos, nunca pensé que él fuera a ser, porque ahí entraron otros temporales a entrenar y uno de estos se enamoró de mí y yo igual, y es que yo tuve buenas propuestas, guapos, muchachos más jóvenes, el problema mucho fue mi conciencia en la lucha, este muchacho era guapo, patojo, blanquito de cuarto pueblo, lo quise un poco, se incorporó en la unidad militar y le dieron un tiro en la nalga y se fue con su familia, pero yo no me iba a ir detrás de él, lo acababa de conocer y siempre mantuve que no iba a deja mi trabajo por un hombre. 73 Hubo varios compañeros a quienes les agarre confianza, pero como compañeros, ellos lo confundían con otra cosa y yo era muy estricta, les decía que si confundían mi amistad que no me volvieran a hablar, no me gustaba. Y así hasta que me quede con el papá de mis hijos. Y yo misma me preguntaba que me gustaba de él, un compañero me pregunto qué me gustaba y yo no sabía, de plano porque tenía en la mente que él no iba a dejar el trabajo, eso me gusto, hasta después entendí que era por eso, un compañero entregado a la lucha, pero enamorarme, la mera verdad parece que no. A los tres años de estar con él me embarace, pero me enferme de la gastritis, me llevaron a México y él se quedó con otra, cuando regrese ya la otra se había retirado del campamento, y él se iba al frente unitario, pase una semana sin comer, yo lloraba, me acerque con los compañeros, me apoyaban mucho y me enamore de otro muchacho, pero para qué? si tampoco se pudo, yo le cuento a mis hijos y me dicen por qué no te fuiste, pero a uno así lo han educado desde pequeña, media vez uno es madre, ya no sos nada para alguien más, él era joven yo tenía una hija, yo era una señora y el joven, me enamore, hasta ahí supe qué era enamorarse, pero estaba convencida de que no era posible, no sé si él se enamoró, pero yo si me enamore de él, pero hasta ahí llego. Quise contactarlo pero ya no se pudo, supe que se accidento y se murió, ya nunca pude hablar con él. En esta experiencia de vida, creo que como mujer, lo que sentí más complicado fue en Huehuetenango, no por caminar, sino porque no había agua, no se podía uno bañar, a uno le viene la menstruación, en ese momento no habían cotex, sino pedazos de toallas que nos daban, y ¿dónde las lavábamos? Usaba uno su toalla y la guardaba hasta encontrar donde había agua, eso era complicado, conseguíamos poquito de agua sólo para cocinar. Y cuando me incorpore en la unidad militar, ahí me desmoralice, me sentí sola, sólo con compañeros desconocidos, luego ya encontré algunas compañeras, pero al principio fue complicado, aunque realmente ahí era igual para todos, en el combate, todo era parejo, solo en capacitaciones como de filosofía, ahí si quise entrar, pero los compañeros seleccionaban, de plano ellos miraban quienes le atinaban un poco más a la política, no sé pero nunca me metieron a ese grupo. Pero yo hacía lo que me tocaba hacer, ahí aprendí a escribir a máquina, los partes de guerra que decían yo los hacía, sacaba copias y ponía el nombre de cada unidad y enviaba a los correos, todo yo lo hacía, materiales que había que reproducir yo lo hacía a máquina, los jefes tuvieron bastante confianza conmigo. Mi primera hija la tuve en 1994, a los ocho meses tuve que dejar mi puesto de trabajo, pero yo no quería, pero me fui a tener a mi hija a la CPR, estuve año y medio, deje a mi hija y regrese, porque yo me comprometí a regresar. En mi embarazo el papá no quería que yo la tuviera, me dijo “hace lo posible porque no”, pero yo le dije que no, porque si fui tan mujer para esto, lo voy a tener 74 como sea, sabiendo que iba a estar en la CPR, donde no había mucha posibilidad pero así lo iba a tener y la tuve, fue una metida de pata de los dos, pero ya estuvo hay que tenerla, y así la tuve; la segunda otro error (ríe). Mi hija se había quedado con mi familia, pero antes de la desmovilización cuando estaba rolando moran, la fui a traer. Para mí estar alzada me cambio la vida porque en mi casa mi mamá me decía que las mujeres éramos de la casa, para hacer el oficio, ser obediente, o sumisa aunque en esa época no se decía esa palabra, y cuando me alcé era otra cosa, porque ahí nos daban formación política y militar, la mujer tenía el mismo valor que un hombre podía hacer en la práctica, desde el entrenamiento hasta el combate éramos igual, de ahí cambio mi pensamiento a lo que me estaban inculcando mi mamá y papá, poder platicar con mujeres y hombres, tener amigos y amigas, eso era algo que en mi casa no me dejaban. Mi mentalidad fue cambiando, como mujeres si somos capaces, tenemos nuestra propia fortaleza, esto me ha ayudado bastante, hasta el día de hoy en mi trabajo, soy una mujer diferente, he superado bastante. Ahora estoy metida en organizaciones, de mujeres, porque me gusta aprender porque mientras uno más se encierra nunca aprende, una vez en Chimaltenango expusieron su trabajo como mujeres feministas, yo voy en ese lado, el propio papá de mis hijos dice que yo soy feminista sólo por defender mis derechos en mi casa, en el trabajo, como él es el director del trabajo y cuando yo voy a dar mi opinión digo como yo lo entiendo, no como lo entienden ellos, ellos tienen su opinión y yo doy la mía, lo argumento, entonces él me ve diferente y me dice vos sos feminista, entonces yo le digo lee, el trabajo de las feministas y te va a convencer, aunque no todo lo feminista me convence porque en algunas veces he logrado hablar con algunas, y tampoco voy al 100%, porque muchas dicen no hay necesidad de hombres pero no se puede solo entre mujeres, y yo respeto, será decisión de las compañeras si así lo ven, si así se sienten bien, por qué no? respeto pero no apoyo, pero en muchas cosas estoy muy de acuerdo en la lucha de ellas, saber respetar las diferencias, siempre y cuando respeten lo mío, ellas tiene una lucha fuerte y son directas en las cosas. Y es que yo nunca estudie, pero antes de la desmovilización me dijeron que me iba a capacitar para promotora en educación, y es que como yo escribía en la máquina me decían que yo ya sabía leer y escribir, pero yo solo copiaba, no sabía que eran tildes, ni nada de eso, solo copiaba y escribía. Me dijeron te vas para Quetzaltenango a recibir una capacitación para dar clases después de la desmovilización, ya tenían planes los compañeros y nosotros ni sabíamos. Ya estaba embarazada de mi segunda hija, regrese por la más grande y ya en la desmovilización me dedique a enseñar, llegaron los compañeros a evaluar, y dicen que saque 100, tengo mi diploma, pero yo no había recibido clases y ahora yo daba clases; pero el papá de mis hijos siempre me decía que yo no estaba a su nivel, por mi bajo nivel académico, siempre fue ese problema, ya 75 cuando nos venimos a la comunidad, no sé quiénes gestionaron unas becas y me fui de becada para estudiar el básico, no estudie primaria, pero tenía respaldo y me fui a sacar los básicos, lo estudie en Chimaltenango. Después me comencé a meter en organizaciones de mujeres y aprendí más y más cosas, fue un choque más grande con él pero de ahí ya lo fui alcanzando, por eso es que me tira él que soy feminista, ahora mi opinión es diferente, ahora donde tengo que opinar opino y si tengo que cuestionar su opinión también la cuestiono, entonces eso es un enorme problema, yo recibí apoyo psicológico junto con mis hijas para superar todas estas cosas, a la psicóloga le conté que no estudie la primaria y me dijo que si quería seguir estudiando? Y le dije que sí pero que no podía porque a veces tenía la posibilidad de trabajar y otras no, entonces en lo que nos dio las terapias también me hablo de estudiar a distancia, que es más cómodo, me dio el número, contacte y comencé a estudiar, en el 2013 me gradué de bachiller. He sacado varios diplomados, tengo planes, quiero ser terapeuta, ese es mi sueño porque ahora soy Promotora de Salud Mental Comunitaria con víctimas del conflicto armado, quiero fortalecerme en esa área, quisiera estudiar para terapeuta y ayudar a la gente, me gusta más trabajar con mujeres, pero sin un trabajo seguro no puedo hacerlo, tendría que ganarme una beca. Y es que cuando uno maneja sus derechos ya no les gusta, en el trabajo somos dos mujeres pero quien está más metida soy yo, la contadora casi no llega, y ahora son solo tres, pero eran cinco hombres y solo yo de mujer, empiezan a decir cosas, yo defiendo lo mío, pero estoy solicita ahí y sus opiniones se unen. El problema ha sido que he trabajado junto con mi esposo, y él siempre critica como hago yo mis cosas, algunas compañeras me dicen y vos por qué seguís, y simplemente no tengo oportunidad, trabajo donde hay trabajo. Me gustaría tener la oportunidad de trabajar en otro lado, aunque me gusta mucho mi trabajo, que es acompañar víctimas del conflicto armado, acompañar en exhumaciones, yo trabajo en Asoq’anil, asociación de víctimas del conflicto armado interno, me gusta el trabajo, hay momentos difíciles porque me cargo mucho de dolores, porque atendemos gente en las casas. Y me gusta el trabajo el problema es estar toda la vida con él, yo ya quiero cambiar de rutina. 76 HISTORIA DE VIDA NO. 2 HISTORIA DE VIDA DE ANA Hay cosas fundamentales que yo viví como lo vive cualquier mujer de cualquier clase social, estamos en el mismo plano, es inefable que se comparten condiciones. Pero fui privilegiada porque si pude ir a la escuela, aún cuando caminaba 8km desde tercero primaria para ir a la escuela, era jornada doble, así que regresaba a almorzar a mi casa y me iba otra vez a la escuela. De mis hermanas fui la única que no fue a internado, todavía no sé por qué a mí no me mandaron, porque mi hermana más grande y las dos más pequeñas si fueron. Mi madre tuvo un matrimonio anterior, ella y mi papá se querían mucho pero a mi padre no lo querían porque era menos aventado, era más dependiente de sus padres, tenía más pisto pero era de mi abuelo, entonces mi tíos decidieron que mi mamá se casara con otro que era más aventado y bien chambeador, pero cuenta mi mamá que a los dos meses que estaba embarazada de mi hermana mayor, se regreso a la casa porque el hombre salía y la dejaba encerrada, sin dejarle ni para la comida, la tenía matando de hambre y no la dejaba salir y embarazada tenía que trabajar un montón, tenía que voltear el café, algo que hacían los mozos. Mi madre es aventada, de ahí yo encuentro mis raíces feministas porque ella era avanzada como mujer de su tiempo, aun estando en el ámbito campesino, porque vivíamos en Camotán, para el tiempo de ella ni 300 habitantes deben de haber existido, era una aldeíta, entonces no sé cómo hizo pero decidió dejar a su primer esposo, se regresó donde mi abuelita, y llego solo con lo que tenía puesto incluso su máquina de coser que ella había comprado solita y se la había llevado cuando se casó la tuvo que dejar, dejo sus trastes, sus ollas, la pobre hacía cuentas, porque ella siempre había trabajado, y todo lo dejo, y cómo se iba a ganar la vida? Mis tíos querían que se regresara, pero vaya que el marido era tan desgraciado que ni hizo el intento de llevársela otra vez, era un hombre promiscuo de los peores porque tiene tres o cuatro hijos casi de la edad de mi hermana. Así que mi mamá tuvo a su primera hija, trabajo muy duro y junto otra vez para su máquina, se casó con mi papá pero no vivieron tan felices como sería el cuento, y es que a mí nunca me ha dolido aceptar los defectos de mi papá, y ahora con el feminismo uno puede criticar sin que eso signifique que uno no lo quiera o no lo respete, pero mi papá no era el marido que mi mamá esperaba, en el sentido de determinantemente trabajador, porque lo que si hay que agradecerle es que nunca toco a mi mamá, las palabras que él dijo para su entierro eran de puro amor, todos en el pueblo dicen que no hay pareja que se haya querido tanto como mis papas, porque tanto ella como él iban juntos a todos lados, mi papá le hacía 77 todo a mi mamá, podía yo estar en frente de ella pero ella llamaba a mi papa. Mi padre la quiso mucho más a ella que a nosotras, con nosotros era muy arbitrario, no pegador pero si alguna vez fue agresivo para llamar la atención y lo que más nos afecto fue que él no se puso las pilas, ahí mi mamá machistamente era la de los pantalones, entonces ella lo que no quería decidir se lo dejaba a él, quizá por el liderazgo de ella, y como fuimos una marimba en el asunto económico falto determinación de mi papá porque los padres de mi generación se fajaban más que mi papá, entonces siempre vi a mi madre como la que se fajo y la que dijo aunque tenga que vender piedras mis hijos tienen que estudiar, al menos sacar una carrera a nivel medio, cuando mi hermana se fue a estudiar eran solo tres chavas en el pueblo que estudiaban. Mi mamá solo llego a 4to. Primaria, estudió en Chiquimula (INSO) porque teníamos familiares donde algunos le dieron de comer barato y a ella le daban una beca para que mi abuelita no pagara ni un centavo, pero mi abuelita no quiso porque era mujer y tenía que estar en la casa y para qué iba a estudiar?, después le llegaron a ofrecer trabajo de maestra porque no muchos tenían hasta 4to primario y su mamá no la dejo ir. Mi abuelita otra vez se opuso y mi mamá se dejó, si ella no le hubiera hecho caso, otra historia contaríamos, ella hubiera sido la directora de esa escuela. Mi mamá escribía mucho más claro que yo, a ella le encantaba leer y escribir, aunque claro no llego a libros, pero con ella aunque sea chistes leímos, yo ahora me veo privilegiada porque en otras familias los mandaban solo a trabajar y mi mamá nos corregía la letra, Ella siempre le daba un seguimiento a ese tipo de cosas que otras familias no le daban, ahora es más común pero no en aquel tiempo, en aquella época los policías llegaban a decirles a los papas que enviaran a los hijos a las escuelas, mi madre nunca tuvo necesidad de eso, entonces ahora pienso que esos cosas son rasgos feministas. Mi primera hermana a los 20 años estaba embarazada, y ella creció con nosotros mi mamá nunca la dejo, yo no sé a qué edad supe que ella no era hija de mi papá porque siempre estuvo. Ella le decía papá a mi papá y recuerdo que a ella no la regañaba, no sé que trato tenía con mi mama, pero ella siempre se ocupó de mi hermana, supongo que tenía culpa porque el otro hombre siguió su vida y tenía mucho pisto. Mi mamá contaba que ella se había ido con el alcalde del otro pueblo para decirle que le ayudara, y el alcalde consiguió que cada mes el hombre le diera como Q.5.00 dice que siempre le llevaba los billetes y monedas más viejas; pero yo creo que mi mamá pensaba que si se hubiera quedado con él su hija hubiera crecido de otro modo. 78 El oficio de la familia de mi papá era la agricultura, pobres como la mayoría, entonces mi abuelo, tenía una finca de café y la dividió en tres, mi papá aún conserva su parte, pero esas cosas determinaron cierto trato de mi mamá para mi hermana mayor, ella siempre puso el foco en resolverle a mi hermana, y como yo fui la primera hija de mi papá, ella veía la preferencia de él conmigo, entonces de plano ella pensaba que yo tenía garantizada la vida con mi papá así que ella se preocupó mucho por mi hermana, ella se fue a Huehuetenango a un internado caro, mi mamá le pidió ayuda a un cura, que fue como un papá o un tío para nosotros lo queríamos mucho, y él ayudo para que mi hermana se fuera a estudiar hasta sexto. Conmigo ella no se preocupó mucho, yo me volé toda la primaria para arriba y para bajo, claro que en la época de mi hermana no viajaban a estudiar muchos del pueblo, entonces cuando yo estudie ya éramos un grupo más grande, pero mi mamá siempre le busco lo mejorcito a ella. Mi hermana era traidera y la quisieron expulsar dos o tres veces, mi mamá tuvo que ir hasta Huehuetenango para que no la expulsaran, ella le aseguro siempre todo a mi hermana; mi hermana no tuvo penas de ir y regresar, no tuvo penas de sol, ni que en el camino hubieran violadores. Mis hermanas menores también fueron a un internado pero ellas fueron a Chiantla, a un lugar donde estaban las aspirantes a ser monjas, y lo que me daba envidia es que ellas ahí jugaban basquetbol, y tenían otras actividades a las mías en la escuela, pero eso sí, yo no tuve los trabes religiosos que ellas si tenían. Yo me relacione con monjas de Huehuetenango eran belgas, había una congregación que nace con el objeto de coadyuvar a la educación para a las niñas de clase bien por eso es que ponen un colegio, pero las otras monjas que también son belgas vinieron a ayudar a la gente pobre de Guatemala y ponen un colegio solo para niños de las aldeas, ni siquiera aceptan a niños del pueblo sino solo de las aldeas. Yo a ellas las conocí trabajando, yo me gradué de maestra para el hogar, la verdad no me gusta ni cocinar, pero estaba buscando una carrera que no tuviera matemática. Y también gracias al padre que siempre nos ayudó conseguí estudiar para auxiliar de enfermería, con una enfermera filipina en Camotán, iba lunes a recibir clase de enfermería, un día recibíamos clase y al día siguiente practicábamos, entonces ayudábamos a los niños desnutridos, niños sin pelo, con los cachetes quemados, escamosos, hinchados, lo primero era bajarles la hinchazón ya con eso tienes la primera mitad ganada, después hay que inflarlos nuevamente pero con comida, y se ponían bien bonitos, luego se los llevan y a los seis meses regresan igual, y aún ocurre pero en aquella época había más abandono menos información ahora al menos las ONG llegan y vacunan. Recibimos varios meses el curso y después algunas se fueron quedando para ayudar de voluntarias, yo iba lunes y martes a ayudar; lunes era día de 79 descanso para todo el hospital, porque los domingos la gente iba a comprar al mercado entonces iba también a la consulta, porque no había centro de salud, sino hubiera sido por los belgas, no se hubiera tenido nada de eso. Entonces los lunes era descanso el chance era curar los heridos de machetazos del domingo, porque en ese tiempo habían muy pocas carreteras y la gente para regresar a sus casas era a pie y los bolos eran los últimos que se iban y se agarraban a machetazos a medio camino, y se dejaban pero hechos pedazos, se quedaban tirados y los iban a dejar el lunes al dispensario. Yo tengo cuadros en la cabeza de cómo llegaban esos hombres, ensangrentados pero de sangre seca, la ropa que muchas veces era blanca, estaba pegado en las heridas, y cuando ya les pasaba la borrachera sentían el dolor y comenzaban a llorar, entonces primero se le quitaba la ropa con agua caliente, mi mayor actividad era detener la palangana para que vomitaran, porque media vez empezabas a tocar las heridas la primera reacción era el vómito del dolor y yo con la palangana, se llenaba la palangana, la tiraba y otra vez regresaba, cuando ya tenía limpio todo ya suturaba, yo acercaba los instrumentos, llevaba agua, y después a recuperarse, pero era de todos los lunes. Estando ahí hable con el padre Hugo para decirle que quería seguir estudiando, entonces venimos a la ciudad, me hice unos exámenes y los gane, así que estudie para maestra de hogar, recuerdo mi primer día, me vino la menstruación, amanecí empapada, yo ya tenía 18 años. Yo vivía cerca del colegio, una señora adinerada nos daba donde quedarnos junto con una compañera de Tecpan y otra de Chiquimula, me iba muy bien, tenía buenas calificaciones porque no había matemáticas, puros noventas, donde no tenía muy buena nota era en vestuario y textiles porque se usaba la matemática. Cuando ya estaba graduada la gente me decía que consiguiera una mi plaza en el gobierno, un mi tío que era comisionado militar, me recomendó con un diputado, este mi tío era muy bueno con nosotros, pero tenía fama de malo, ojala Dios lo haya perdonado. Por mi parte yo estuve yendo al congreso a buscar al diputado por casi un año, yo quería ser educadora de hogar para atención a las amas de casa y grupos juveniles, Clubes 4S se llamaban; el equipo era una educadora y un perito agrónomo, él se encargaba de ir con los agricultores, mientras la educadora le enseñaba a cortar calzones a las mujeres. Ese trabajo era deseado porque solo había una por departamento y la plaza de Chiquimula era la que yo quería, por eso andaba va de colear al diputado. Entonces parece que el padre Hugo hablo por mí y me ofrecieron una plaza, pero debía esperar el nombramiento. 80 Pero mientras esperaba, llegaron unas monjas conmigo, ellas tenían un programa de promoción femenina, era atención sólo a mujeres, me contactaron por medio del padre Hugo, él y me ofrecieron trabajo, pero ellas tenían un régimen de trabajo de octubre a junio, y tomaban vacaciones porque de julio a septiembre, era temporada de trabajo agrícola, tres meses que no se visitaban a las comunidades porque estaban trabajando. Yo les dije que lo que me saliera primero, así que al otro día llegaron a decirme que estaba contratada. Yo estaba contenta de trabajar con ellas, los primeros días me dijeron había un curso en el CAPS, que era Centro de adiestramiento de promotores sociales, esto funcionaba en la primera cede de la Landívar en la zona 10, eran 3 corredores de aulas y ahí llegamos a curso los promotores sociales, era algo como líderes comunitarios, entonces a los curas les daban espacio para mandar a gente de Guatemala, eso fue buenísimo, fue mi segunda escuela, era parecido a terapias alternativas porque era una manera de dar educación pero era psicoterapeuta, era análisis introspectivo, eso fue bien fuerte, ahora se ve que no era un buen método pero en ese momento funciono, la mayoría que llegaron era maestros, era un buen grupo yo me la pase muy bien. Yo ya tenía experiencia en el trabajo porque como había trabajado ya con las monjas y el padre; ahí conocí a un chavo psicólogo buenísimo yo creo que él estaba organizado, se oía a lo lejos lo de Quiché ya empezaban a salir cosas como de la guerrilla aunque no le decían así pero se entendía, habían movimientos de estudiantes, en ese momento oriente estaba en cuestión de participación política, muy rezagado, no habían ni maestros en oriente. La masacre de los sesenta eran cosas muy fresca en la cabeza de la gente, entonces la gente tenía mucho miedo, porque en Jocotán yo vi como los aviones descargaban bombas en una montaña Granadilla de Zacapa que colinda con Jocotán, de la escuela del pueblo se miraba lejos, pero se miraba el humo, yo lo tengo como película en la cabeza, era como el año 65. En los setenta, hubo masacre en Cajón del Rio porque hay una franja montañosa que colindaba la unión Zacapa y la Granadilla, en esas aldeas hubo masacres mucha gente se fue a Honduras; Valentín Ramos era un combatiente del grupo de sierra de las minas, que comienza un nuevo grupo con gente de Esquipulas, y lo pintan como terrorista, en 1975 se hizo una masacre en una aldea donde mataron hombres y le echaron la culpa a Valentín Ramos, aunque las viudas sostenían que habían sido soldados, el ejército hizo secuestros selectivos con gente que creían que estaba en a la guerrilla, de todos esos se hablaba en esos temas se hablaba en el taller donde yo estaba. Supe también que a los papas de Carlos Ibarra los mataron por ser catedráticos de la universidad, se contaba cuanta gente de psicología murió 81 yo estudie en la Landívar, el chico este de psicología nos explicaba todo, se lo sabía todo, y siempre me preguntaba cosas de mi pueblo y yo ahora pienso que habrá pasado con él, nunca más supe de él, siempre he pensado que murió, es uno de los recuerdos que tengo de este grupo. Yo miraba esas cosas en el pueblo, pero no las conectaba, sino más bien decía pobre la gente la tengo que ayudar pero con ese curso comienzo a entender, porque al final del taller se hacían dinámicas de grupos, hacíamos una especie de reflexión profunda y compromiso como facilitadores, y eso me daban más ganas de ir a las aldeas. En mi primer viaje íbamos a caballo, llevábamos comida, sleeping, nos íbamos como 3 días, llevábamos panes, hubo un mes que siempre andaba con las monjas mientras me presentaban, era chistoso porque teníamos un caballo, una yegua que se llamaba mirza y el burro que se llamaba caminero, y ellos se sabían muy bien el camino, incluso mejor que yo. Los curas comenzaron a abrir carretera por todos lados, las monjas tenían un carrito zafarí, pero solo una monja era la atrevida que se iba en carro en moto y yo miedosa no aprendí, siempre andaba en la yegua o el burro y la yegua le tenía miedo a los carros, estuvo a punto de matarme por el miedo que les tenía. Esta fue mi escuela definitiva, porque yo me alce cuando se dan las masacres en Ixcán yo ya estaba allá, y yo les preguntaba a todos porque se habían alzado y todos decían por represión, en octubre de 81 fundan una patrulla militar en una parte de municipio donde yo vivía, esto era del frente13 de noviembre, que fue para romper brecha en el pueblo, cuando se da el bombardeo contra las posiciones de esa patrulla, yo me di cuenta de ese bombardeo, era en una aldea que está a las faldas del cerro Nomajá. En ese tiempo era más montaña, colinda con Jocotán, Esquipulas y Honduras. Nosotros previo a esto éramos un organismo clandestino de esa región; cuando comienzo a trabajar con las monjas, en fundación femenina comienzo a salir del país a cursos organizados por las ONG con las que trabajaba, la misión siempre alió sus programas a otros programas similares que estuvieran en Guatemala, tenía alianzas con otros países, yo trabajaba en la radio Chortí; aprendí a hacer programas radiales, a hacer radioteatros, y muchas cosas sobre todo de una chilena que vino a capacitarnos, ella nos contaba el golpe de Allende, esa mujer era estilo Marcela Lagarde, nos enseñó muchas cosas radiales. Yo salí con mucha conciencia después de todo esto, aprendí a hacer guiones, todos los jueves de 8 a 10 hacia mi guión, era un programa semanal, tenía yo que hacer historias, era radioteatro, porque ya no querían más discursos, entonces cree un mi personaje que se llamaba doña Esperanza, era la que siempre aconsejaba, era un programa específico 82 para mujeres de reforzamiento al trabajo de campo. La radio tenía escuela radiofónica y tenía primaria. Las monjas no estaban tan avanzadas en la teoría feminista pero si tenían esa visión porque nuestro programa era para mujeres, entonces el cura que manejaba la radio propone que la misión no se quede solo así si no que empiece a hacer una asociación de acuerdo a la legislación guatemalteca y se conecta con una pareja de abogados, y era el papa de Yolanda Aguilar, Vinicio Aguilar que tenia de esposa a una abogada laborista, Yolanda Urizar, quien tenía papá militar, por medio de él un poco la salvan, entonces esta pareja de abogados ayudan con muchas cosas a la misión y les aconsejan levantar una investigación, dos trabajadoras sociales, levantan el trabajo de campo de algo que se llamaba pensemos juntos, lo que hicieron ellas fue encontrar las principales contradicciones del contexto. Utilizamos todo ese material para que nos capaciten, era fundamentado en el método de Freire, aquella palabra generadora que llevaba a la discusión, a partir de ilustraciones donde la gente tenía que decir que miraba, entonces había una contradicción donde el hombre le estaba jalando el pelo a la mujer, con una botella y con niños llorando, basura en la casa, un retrato tan fiel de las familias de las aldeas, todo esto era un juego láminas, nosotros teníamos un folleto de ayuda al facilitador. Con esto se trabajaba con los grupos de mujeres, pero la monja lo traducía a la vida de la virgen María, pero cuando yo trabaje con ellas, jamás se redujo María a una mártir, una mujer resignada, nosotras utilizábamos la imagen de la virgen María para no tener tanto hijo. Nunca le dijimos que los métodos eran pecado, se les decía, decídanlo ustedes pero ellas siempre preguntaban si no era pecado, se les daba la explicación sin decir que no era pecado, ellas trataban de enseñar las posibilidades y que la gente decidiera. Yo en a guerrilla oí y aprendí cosas que ya se las había escuchado a las Belgas, el paternalismo neocolonizante, la autonomía, la auto sostenibilidad. Yo me organice con el EGP, siempre desempeñado mi trabajo legal en la radio y con las monjas, nosotros éramos gente que trabajamos en la misión de paz pero platicando entre nosotros habíamos unos que si queríamos ir más allá precisamente porque el trabajo de la iglesia comenzó a ser muy controlado, entonces la gente pensaba si quedarse con lo que el ejército decía o hacer algo más, nadie podía quedarse indiferente bajo el sometimiento del ejército, para esta época ya se habían comenzado a conformar las patrullas civiles del ejército en oriente, porque citaban a la gente y su eslogan era vamos a occidente a matar indios comunistas o guerrilleros eso gritaban en el entrenamiento, se veían en las calles gritando eso y a mí me daba miedo. Entonces al juntarte con gente que quería otras cosas, en los talleres con gente de Sololá y de otros lugares que contaban la situación; oriente era el 83 lugar donde estaba más tranquilo, y comenzamos a hacer vínculos con otras dos personas, incluido el cura, había en ese tiempo gente vinculada al trabajo educativo, nosotros comenzamos a volantear, de ahí ya nos metieron en un organismo, yo empecé en el organismo Nora Paíz, yo era la única mujer, eran 3 hombres y yo, claro que nos conocíamos porque trabajamos en las mismas cosas, conocíamos el trabajo que hacíamos, el lugar donde nos movíamos, y la radio pues era una cosa más extensa hacia nororiente, Izabal, entonces hacia allá se podía dirigir el trabajo, ampliar el trabajo desde este organismo. Otras organizaciones también ya estaba en nororiente, por eso no fue difícil contactarnos, sin embargo este organismo no duro mucho, tal vez uno o dos años, porque por un lado habíamos algunos que queríamos salir, porque se hacía más reducido el mundo de las ideas, lo que podías hablar, la gente tenía mucho temor, era como si te estuvieran limitando el cerco de las ideas, había mayor control, una vez tuvimos una capacitación con unas chavas en Estanzuela que vinieron de la capital, era un tema que nosotros habíamos pedido en ese momento que nos explicaran que era el capitalismo? Eso lo pedimos las mujeres porque queríamos entenderlo, entonces mandaron a una chava que murió en una patrulla que este que un ministro cerco e infiltro, esto en el 81 y ya se sentía el control del ejército, infiltraban gente y ya con la desconfianza sembrada ya le mirabas cara de oreja a cualquiera, era el trabajo de inteligencia del ejército. El grupo de San José de las monjas estaban vistas como que estaban ayudando a la guerrilla, y ahí recibimos el taller, entonces ya no recibimos nada del capitalismo más que sirvió para hablar de otra cosa y darnos miedos, porque al menos yo, en ese momento no dimensionaba el miedo y como yo era soltera me daba mucha libertad, pero las mujeres que estaban ahí, ya tenían hijos y a ellas si les impacto el miedo. Esa actividad la sentí como una de las últimas actividades que pudimos a hacer así, era evidente el control de la región, siempre mandaban a un comisionado que podía ser conocido además estaban ya prohibidas las reuniones y si no tenían que ir comisionados a ver de lo que se hablaba, era una orden expresa y legal, así que tenías orejas por todos lados. Mis programas ya eran censurados por el cura pero me lo decía hasta el día siguiente que ya lo había dicho. Yo comencé a buscar algo más, yo quería ir al frente guerrillero, a hacer realidad lo que pensábamos, a hacer lo que teníamos que hacer y no seguir hablando, en ese momento nos decían que ya nos estaban controlando y era peligroso. Y para irnos necesitábamos una pantalla porque ellos no sabían que éramos un organismo clandestino, entonces no sabíamos cómo salir para que nadie corriera peligro. Yo busque un contacto con mi hermana que estaba en ORPA, mientras se arreglaban mis documentos, mi pasaporte y todo, entonces eso ya fue 84 arreglo mío y de mi hermana que ya estaba organizada, mi otra hermana ya estudiaba en México pero también participaba, a mi mamá le dije que tenía que salir porque había control y había peligro para mí entonces mi mamá con pena me fue a dejar a Rio Hondo en el bus, tengo presente a mi madre, ahí se quedó paradita con su bolsita, y mi papá tenía un año de no hablarme porque eso de ser hija preferida tiene ventajas y costos y es que mi papá se enojó porque nunca pensó que yo le desobedecería, de mi hijo no tengo ningún reclamo pero de mi papá hasta la fecha, todavía nos damos unas buenas discusiones, porque trato que no se vaya a la tumba con esas cosas feas en la cabeza, entonces yo le digo que Árbenz y Arévalo le favorecieron y hoy le digo que él es beneficiado, yo he tratado de hacer que reflexione porque se comieron toda la propaganda de la derecha. Les dije que iba a México a estudiar porque como mi hermana estaba allá, era creíble, no sé si en diciembre o en enero me fui pero en octubre me vine para Guate, llegue a la montaña al frente en febrero. Me mandaron a la Escuela de Combatientes, eso es lo que plantee yo con mis compañeros, entonces entro al frente che Guevara, el mundo se me agrando allá, una de las decisiones que yo me enorgullezco que he tomado , por ejemplo al papá de Pablo tenía por generaciones de estar organizado entonces yo a él lo veía con mucha experiencia, entonces cuando comienza la ofensiva en Ixcán, en Huehuetenango y Quiché íbamos para atrás; yo recibí formación de combatiente, llevaba una granada que nunca revente, al principio no habían armas al final habían armas pero no combatientes. Yo estaba leyendo un libro del Ché de los primeros tiempos de la sierra maestra y es un inicio tan dificultoso como el que los compañeros cuentan, y yo viví eso porque en 1982 ya fue la gran ofensiva. Los testimonios de las mujeres violadas yo los oía desde esa fecha, por ejemplo los testimonios del cuarto pueblo, entonces para la masacre muchos llegaron a buscarnos y nos pasaban la información que habían quemado una iglesia con gente adentro, y hoy yo veo la diferencia del significado que le dabas en ese momento a las violaciones de las mujeres porque en las masacres, que mataran a alguien era un crimen, pero la violación también. La gente llegaba y contaba, al día siguiente ya teníamos el informe, de cuantos muertos, cuántas violaciones de todos los exterminios que hizo el ejército; los compañeros comenzaron a generar dudas, yo al menos no me cuestione, si me afligía pero no para decir que me iba de regreso, yo miraba que los compañeros que estaban de encargados y no les miraba miedo, por ejemplo el papá de mi Pablo no era miedoso pero si me decía, mire usted, de esto no nos vamos a reponer y me decía que nos fuéramos para El Salvador. Hicimos patrullitas para contener a las patrullas, pero no teníamos armamento, ni con ellos podíamos, es que los patrulleros eran desgraciadísimos. Los primeros meses que llegue la ofensiva empezó, y era fuerte, estábamos siendo arrinconados, yo no sabía que estaba pasando, 85 entonces me decía un compañero que ya era mi pareja, que él tenía familia en El Salvador, que nos fuéramos para allá porque allá si habían armas; entonces yo le decía que yo acababa de llegar y me parecía de locos agarrar viaje, ni paso por mi mente hacerle caso solo porque éramos pareja. A mí no hubo cosa que me amarrara en el mundo mi lugar de origen ya me parecía muy chiquito para mis ideales políticos ahí ya no se podía hacer nada y para ayudar a la gente y hacer lo que se tenía que hacer, ahí no se podía, había que irse, entonces ni mi familia me iba a atar, el trabajar con mujeres me hizo madurar, y aunque cuando me fui no tenía idea de a dónde iba, yo no sabía lo que era estar alzada; no sabía ni en qué condiciones iba, yo lleve mi ropa más bonita, lleve cosas que podían representar un riesgo, entonces las cosas se quedaron en alguna casa de Camotán, a mí me dijeron “todo eso déjalo, para qué lo querés”. Yo me sentí sola porque estaba conociendo ese mundo y por eso me colgué al primero que encontré, entonces Pablo me dijo “Ay mamá, y por qué era novia de mi papa? cuando ya se hizo mayor y lo conoció, me decía que yo me quedara con un compañero de trabajo de su papá, Rimula se llamaba. Pero cuando llegue a la montaña me sentía tan sola, su plática era agradable, yo no quería angustiarme ni nada, pero si estaba preocupada porque no conocía nada de lo que me había metido, no estaba arrepentida, pero si empecé a sentir necesidad de tener a alguien y a los pocos meses ya andaba con este. Yo era ladina y urbana y me daba risa, porque no era tan urbana como yo creía, yo me perdía igual en la ciudad como en ir al baño en la montaña, y aquellos creyéndome muy urbana; entonces en esos días fui la única que llegue a esa escuela de combatientes, habíamos más de 150 combatientes, en tres pelotones y tres mandos, los tres eran hombres, y uno de esos, el mando de mi pelotón que era el grueso porque yo ya no tenía edad de combatiente, yo tenía 27 y los combatientes mejor si son de 18 a 20, así que yo estaba en la escuela de menos condición física. En la mañana era entrenamiento y en la tarde charla política, y a veces recreación y ahí en una de esas reuniones nos casaron con el papá de Pablo, lo único que me mandaron al otro día de regalo de boda fue un paquete de anticonceptivos, que yo solo conocía por haber sido promotora de salud, porque nadie me dijo nada, de plano se daban por enterados que yo ya sabía porque como venía de la capital. Un tiempo cuando estuve de servicios médicos, siempre teníamos preservativos después el Gill se los guardado porque se los estaban robando, y es que los tenían que pedir, porque no todos podían tener preservativos, sólo los que tenían pareja, no es que te lo prohibían, sino que tenías que informarlo. 86 Cuando me dieron mis pastillas me las dieron envueltitas así como los mensajes, y a mi creo que Rubén fue quien me enseño como tomarme las pastillas, yo ni sabía, y creo que como a los dos años me embarace; y es cuando llegue a la escuela de combatientes, la encargada era una mujer y me hablo, ella tenía un equipo, eran tres hombres y uno de ellos era mi pareja, entonces ella me pregunto si tenía estudios de diversificado, y me dijo que la iba a ayudar con el equipo de formación política, pero yo comencé con el grupo de alfabetizar, era maestra. Me quede ahí y el tiempo que pasamos juntos con el papá de mi hijo fue patrullando, él era el encargado y yo combatiente, en ese tiempo estábamos en plena ofensiva, y había mucha gente pero poca sabía combatir, porque venían de su casa y no habían condiciones, entonces ofensiva, ofensiva todo mundo a combatir aunque gente como yo en unas labores de apoyo, en una patrulla de contener a los patrulleros, después nos dimos cuenta que eran tan sanguinarios como los soldados, eso sí me daba miedo, yo nunca vi esos combates, pero yo me hubiera muerto, varios compañeros de la escuela cayeron. Los patrulleros eran campesino armados que el ejército trajo saber de dónde, de las aldeas, ahí es donde entramos al rollo de la manipulación y si es cierto que el miedo fue un factor porque cuántas veces el ejército no fusiló a la gente en las plazas, y es que no había de otra para salvar la vida, pero también hubo alguna gente que estaba muy a gusto en las patrullas y eso es algo que hay que analizarlo desde lo psicosocial, que tanto el terror y el miedo obro en la mente de la gente, y eran crueles, no tenían armas pero tenían unos palos de una madera dura. Los compañeros decían que no era extraño que en alguna aldea donde pasaste un día y te dieron de comer, regresaras dos semanas después y no te querían ver, te mataban si te miraban, como se da eso de que la gente se asociaba y se comprometían como comunidad, entonces tenías que llegar con el líder y él le hablaba a la comunidad pero saber si era solo el líder el que quería; y es que a veces mucha gente lo ve aceptable, que el líder tuviera tal autoridad que la gente con tal firmeza aceptara lo que él dijera, a veces tenían que ir a encaminar a alguien, yo cuando entre hice todo de noche y cada día era alguien diferente, yo vi una noche a cada familia, en algunas me dieron de comer como una reina y hacían fiesta. Pero yo llegaba tan cansada luego de caminar en el lodazal, en el mero norte de Huehuetenango, cerca de Ixcán, antes de donde ahora está la frontera de Ixcán. Me tarde como 15 días para llegar, caminábamos sólo por la noche, desde que comenzaba a anochecer hasta las 11 de la noche, porque costaba caminar entre tanta peña, tanto monte; entonces llegaba cansada y la gente haciendo fiesta, mira unas comilonas, yo comía pollo, armadillo, pero la gente no tenía formación política y lo que decía el líder se 87 hacía, si decían lucha revolucionaria, y si tenían las ideas generales pero no lo suficiente como para aguantar ofensiva represión. Yo digo que fue un motivo por el cual muchas comunidades que habían estado organizadas pero que ante la eminencia de muerte o la ofensiva del ejército se organizaron en patrullas, porque podría haber sido menos cruel la persecución contra nosotros, y por eso digo que muchos se sentían cómodos, si sabían lo que estaban haciendo, otros no tenían opción, pero habían lugares donde especialmente nos odiaban. Yo llegue finalmente al campamento de la dirección regional, al frente Che Guevara que era parte de Huehuetenango pero principalmente Ixcán, había compañeras jacaltecas, un chuj y un mam ellos eran los de la dirección general y yo era secretaria, esa fue mi primera tarea y en la que dure mucho tiempo. Estaba contenta, en ese momento ya más o menos sabía en lo que me había metido, después de unos meses de ofensiva, recuerdo que caminamos a Barrillas, San Mateo, y de ahí regresamos durante la ofensiva otra vez a Ixcán habían pasado las grandes masacres fue en el 82 que el ejército fueron las grandes masacres, cuando e ejercito comenzó en la ciudad y fue a acabar a Ixcán, Huehuetenango. Yo tenía que hacer listados enormes de la gente que se había quedado, conocer de vista, todo eso me tocaba, yo era la secretaria del ADR, y es que yo volaba máquina, yo escribía muy bien y me tocaba sacar los partes de guerra, me mandaban los datos, pero hacer como 50 partes de guerra en una maquinita y al ratito me llegaban a pedir otras 25. Hacíamos parte cuando se juntaban unas cinco o seis acciones de una hoja, pero esa maquinita era mi máquina de carga, era como mi arma. Ahora analizo que las primeras tareas que yo tuve en la organización eran tareas que en la teoría feminista se llama una extensión del rol tradicional, ser secretaria, es ser ayudantes del hombre, y es que en el organismo donde yo era secretaria solo habían hombres, la única mujer era la de la escuela de combatientes, una ladina también. Pero finalmente no sé cómo se enteraron de que yo había estudiado auxiliar de enfermería y cuando sentí me llevaron un cargamento de medicina, una galera, estantes y comencé a dar consulta. La que se llevó el mayor susto de que yo era “doctora” era una conocida desde antes de alzarme, y mi encargada me dijo que venía una mujer que estaba muy mal de salud, y que cuando llegara dejara todo lo que yo estaba haciendo y la atendiera, entonces de plano cuando me mandaron a llamar dijeron la Dra. Ana y cuando la vi le dio algo por lo enferma que iba, y me dijo con una gran cara, ay no me digas que ¿vos sos la Dra. Ana? 88 A mí me dio gusto y a ella susto. Y es que ella se cayó y una espina de Ixacal se le había metido enterita, se le veía amarilla la mano, andaba con un vendaje de hierbas y es que caminar tanto para buscar a la Dra. Ana y era yo, porque ella si era enfermera profesional. Yo seguí atendiendo tareas importantes porque no había nadie que las hiciera y es que como yo además de ser enfermera auxiliar estuve trabajando con promotores de salud, con la monja, medicina natural, además ella llevaba promotores de salud y me llevaba a mí para que le apoyara y como en la escuela de maestra del hogar también había aprendido de nutrición, todo eso me ayudo y hasta capacite a chicas para que ellas también atendieran a enfermos. Un tiempo que el ejército destruyo casas, milpas, ropa, ahí hubo hambre y la gente se hincho, no teníamos vitaminas, y la gente se robaba la vitamina C, mis alumnas venían a ponerme la queja de que fulano estaba chupando vitamina C, y es que ellos creían que con esa vitamina se iban a poner más fuertes. A los desnutridos yo tenía que ayudar a que se repusieron, entonces eso estaba haciendo cuando me embarace, y me dieron la opción de no tenerlo, y lo pensé y pensé, y es que ellos me dijeron que si lo tenía ya no iba a poder hacer todo lo que hacía, y tenía compañeras que pasaban penurias, porque lo mejor que le podían ofrecer era la comunidad CPR de Ixcán donde menos jodidos estaban, apenas se tenía ropa, comida era poco, lo que más había era maíz, pero también pensé que ya estaba grande. Y ese es otro rasgo de pensamiento feminista porque a mí no se me ocurrió preguntarle a Rubén, porque todas las decisiones las tome yo, ya había interrumpido dos embarazos, entonces con el último me fui rápido con el responsable de campamento y le dije, que quería salir porque estaba embarazada y no quería tener al hijo, me preguntó si había hablado con Rubén, y le dije que él sabe que estaba embarazada pero yo no quería otro hijo; me dijo que estaba bien, pero antes me dice que aprendiera la lección porque así como uno se embaraza, también puede no embarazarse. Finalmente decidí tenerlo y deje de hacer cosas en el campamento, ya había médicos, yo seguí en tareas secretariales, esto fue como en el noventa. Un mes antes, me fui con otras dos compañeras también embarazadas en otros campamentos nos juntaron y nos llevaron a un campamento de servicios médicos donde íbamos a tener el parto, este campamento era de la parte lacandona, por la parte de México, nos llevaron caminando con la gran panza, y cuando llegamos nos contaron la historia de una compañera que le había ido mal en el parto, a su hijo lo dejaron con una chica soltera y ella lo tenía que llevar a las comunidades a que lo alimentaran y es que como yo siempre fui de senos grandes, me molestaban que no tenía leche, pero les decía que era por lo mal que había comido, y mi muchachito se desnutrió, no se lo he contado, porque él nació bien, de seis libras, comí dos huevos en todo el embarazo, pero comía maíz, tortillas, frijol, me llevaban bananos, lo que podían cachar del refugio 89 y unos niños que eran mis correítos, me llevaban pajaritos para comer, ellos me los pelaban, sólo me los dejaban para que yo los cociera, unos patojitos huérfanos, bien lindos. No sé qué tuve con la leche, tal vez alguna deficiencia nunca lo comprobé porque no tuve otro hijo, pero a Pablo le llevaban 4 cajitas por mes, el problema que tenía el campamento es que era un campamento de salida, lo estaban desmantelando, y las únicas que quedaban éramos las parturientas ya había muy poca comida, ya no teníamos maíz arriba, y bien fraccionado si comíamos una cucharada grande de harina y un pedazo de ayote por tiempo de comida, así estuvimos durante un mes y medio porque lo que esperaban era que nosotras cumpliéramos la dieta para desmantelar por completo el campamento, entonces nos bajaron, nos buscaron protección y que viviéramos junto con familias que estaban muy cerca de las fronteras, y las familias se habían instalado ahí pero igual no había mayor cosa, pasamos comiendo guineos y plátanos desayuno, almuerzo y cena con los hijos, y ahí ya me mandaban la leche de la de los refugiados, con el dos pinitos por eso me da risa que a los bebes no les den pinito, Pablo al mes tomo leche, es más sobrevivió con eso, cuando Salí a buscar a donde dejarlo fue como al año y medio o más, y me dijo mi encargado Gil, que podía estar en un campamento haciendo tareas y con mi muchachito, entonces me fui a la escuela de Sanitarios, ahí vivía con mi pablo, ahí recibía clases, y atendía heridos, ahí me quedaba solita y en la noche dirigía reuniones de crítica, a veces noticias, yo tenía mi champa con mi tapesco, con pabellón y Pablo ahí se quedaba amarrado, yo tuve mucha critica porque me dijeron que yo deje llorar mucho a Pablito y como no te podías salir de una reunión sin permiso entonces esas chavas lo que hacían cuando Pablo estaba llorando era que se iban y me lo llevaban. Lo pañales de Pablo eran pantalones viejos de los combatientes, de un pantalón salían cuatro pañales, pero Pablo desde chiquito fue tan sociable, nunca tuvo vergüenza de platicar, y todo el mundo lo cargaba menos yo, y es que cuando nos cambiábamos de campamento yo si lo acuchuchaba, yo descansaba con él pero en la espalda, así me lo llevaba, a él hasta le habían hecho una silla de unos palitos, tenía donde poner los pies, la comida y como no tomaba chiche, todos le daban de comer y cuando yo bajaba con mis papeles, ya lo tenían cambiado, dándole sus bocaditos. De ahí salimos y me voy a dejarlo, a fines del 88 estaba yo en México, en este año hubo una ofensiva, pero fue diferente no fue como las masacres del 82, ahora la gente tenía trincheras, refugios, la gente ya sabía dónde encontrarse, estaba más preparada, no aguantaron hambre, claro que fue fuerte, pero incomparables a los daños de 1982. Para ese momento para mí la pareja ya no existía, Rubén siempre me mando lo que consiguió, cualquier cosa, ejotes, zapotes que le regalaban, me hacía pinol con azúcar, cualquier cosita que cachaba me la mandaba, 90 me recuerdo que a Pablo le hizo unas botitas de una tela que se encontró, y de suela le puso las botas de un oreja, la cosa es que le hacia cualquier cosita, pero en las condiciones que yo estaba ya daba lo mismo tener pareja porque estaba con mi hijo y estaba realizando mis tareas, me daba igual tener o no tener, me paso la atracción por él, además la crianza me tocaba a mi sola, porque él me llego a ver y a conocer a Pablo pero tener pareja en esas condiciones era distinto, así que cuando salgo a dejar a mi Pablo yo le dije, porque llego a la última comunidad donde estuvimos juntos, entonces le dije que termináramos, yo ya no tenía ningún motivo para seguir con él, ni siquiera porque era el papá de mi hijo, igual no era un papá que estuviera. Él me dijo que no y al tiempo de yo estar allá en México, me hice de una gran amiga, ella tenía un apartamento y yo llegaba a quedarme ahí, y ahí llego a verme Rubén para hablar de nuevo, pero yo ya no quería nada, que caso que él por allá y yo saber dónde, pero salió con que fuera su familia quien cuidara al niño, cosa que me parecía bien, porque ellos ya se habían hecho cargo de una hija de su hermano, que ya se la habían llevado porque su mamá ya había salido de la organización, pero su mamá ya estaba muy grande, además ella nunca me ofreció, y la familia de Rubén se distancio del EGP, se habían salido peleados por el ajusticiamiento de dos primos, hijos de dos hermanas de Rubén, por eso han puesto denuncias, ellas dicen ahora que quieren los cuerpos, y así pues Rubén al enterarse del ajusticiamiento y el dolor de la familia, decide también salirse. Pero recuerdo que esa vez hasta trato de asustarme diciéndome que si no me quedaba a con él me iba a quitar al niño, yo le conteste que se lo llevara, igual yo andaba buscando con quien dejarlo. Me estaban buscando lugar en las colmenitas pero no se pudo, no sé por qué, pero finalmente hable con una de mis hermanas y me dijo que se los dejara a mis papas, ella hablo con ellos y estuvieron de acuerdo, hice lo del viaje, primero nos encontramos en Tapachula, Pablo los conoce y la segunda vez, se los vine a dejar, Pablo se emocionó tanto con sus primos porque siempre había estado rodeado de adultos, sus pláticas consistían en historias que un día antes había contado un combatiente, él decía que él las había hecho; entonces fue feliz, y todos lo querían oír hablar porque tenía acento mexicano. Mi familia me ayudó mucho, mis papas nunca me reclamaron ni me preguntaron por el papá, nunca me pidieron dinero mi hermano y su esposa lo bautizaron y fueron como papas para él. Nunca les escribí, lo que dijimos es que su papá y mamá se quedaron trabajando en México y nunca se animaron a cuestionarme, Pablo es un chavo que se relaciona con todo mundo, y no tiene ningún reclamo conmigo porque fue querido, y estuvo mejor de lo que hubiera estado conmigo. Yo lo deje de 3 años y regrese cuando tenía 13, los últimos años de la escuela siempre dejo clase, y cuando yo regrese le tocaba básicos y ya no dejo. 91 Finalmente me quede con uno de mis hermanos, compartíamos apartamento, ahí vivimos con Pablo. Yo no tengo duda que hay que seguir luchando, porque queremos que el país cambie, ahora lo que yo me pregunto es cómo, esas organizaciones revolucionarias hacen hoy esos cambios?, porque todo es tan complicado, para unos como el CUC, ellos están con la tierra, y es que digamos si ganáramos unas elecciones ahora, qué haríamos con la izquierda?, porque buenas ideas tenemos, pero te metes a hacer algo y mira como arrinconan a Venezuela, pero además digamos lo que dicen en Francia hay un gobierno socialista, aquí la gente quisiera hacer cambios así, revolucionarios, pero qué se puede hacer, con un país en bancarrota? Estaba viendo unos letreros que dicen en salud en los hospitales alguien se roba un algodón y van al paredón, pero los militares se roban un millón y me trae a ese problema de la corrupción a todo nivel. Los elementos de la experiencia en la guerrilla que contribuyeron a la conformación de mi identidad feminista son varios, el marco político/ideológico del cual partía el proyecto que nos hizo existir como guerrilleros (Los planteamientos ideológicos que guiaron la lucha guerrillera) El entorno conformado por personas de diferentes procedencias, edades, experiencias y otras diversidades pero con un fin supremo común, como fue el sentirse comprometidos y llevar a la práctica ese compromiso. Lo anterior constituía el escenario propicio para desarrollar mejores seres humanos, el mejor escenario que he conocido. A los principios que nos guiaban se une el intento autentico de transformar las prácticas cotidianas en el relacionamiento de hombres y mujeres. La organización colectiva de la vida guerrillera (dirección colectiva, etc.), las herramientas de crítica y autocrítica, el sentirse libre de prejuicios sociales que eran muy fuertes en las poblaciones. Definitivamente los hombres (compañeros) tenían conductas machistas, así como las mujeres no teníamos desarrollada la conciencia de género, esto es como colectivo de mujeres, podría haberse dado el caso de alguna feminista, pero no de manera grupal. Me resulta fácil enumerar eventos o personas que influyeron en mi en el desarrollo de mi conciencia de género, sin que mediara en esos eventos o personas una elaboración teórica sistemática, lo que si tenían eran ideas primarias, si le queremos llamar así. Mi madre, ella fue una persona que tomo decisiones muy importantes en su vida desde muy joven, eso no quiere decir que su vida fue fácil, siempre nos contó como anécdotas esas decisiones, eso me enseño el sentido de 92 libertad a mí como mujer, ella nunca me dijo puedes irte y hacer lo que queras, pero son sus historias eso es lo que aprendí. El contacto y relación con sacerdotes y monjas formados en la teología de la liberación, esa relación empezó en mi niñez y cuajo cuando yo trabaje con ellos ya adulta. Mi primer trabajo estable fue con grupos de mujeres de mi región y con las monjas direccionando el proceso, ellas no se identificaban como feministas, pero hablaban de liberar a las mujeres de la pobreza y acompañarlas ofreciendo opciones para mejorar sus condiciones de vida, las opciones podrían ser educativas, de participación y expresión, el discurso mariano no tenía nada que ver con una María sufriente y entregada a su esposo, al contrario siempre hablábamos de una María luchadora, solidaria que acompaña a su hijo en su rol de portador de un mensaje de liberación. El contacto con las mujeres hizo surgir en mi eso que ahora llamamos sororidad y también de ellas para mi, ellas eran mujeres muy pobres de comunidades alejadas donde nadie llegaba. Como te digo el escenario de la montaña, cuando llego a mí me resulta la guerrilla el medio idóneo para mi desarrollo como mujer, estoy segura que ya llevo elementos de autonomía de género y eso me da una condición diferente frente a otras mujeres de la montaña, además que ya soy una mujer adulta y no una adolecente que nunca había salido de su aldea, tenía otras cosas comunes a mis compañeras por ejemplo aun adulta pero la autoridad de mi padre esa demasiado fuerte y yo igual que las a adolescentes tuve que desafiar esa autoridad con muchos costos que aun pago. La época post firma; el gran descubrimiento de mi vida encontrar y conocer el pensamiento feminista, la filosofía feminista, las respuestas que como mujer te llenan y explican tantas cosas incomprensibles de la vida. La primera cosa que el feminismo me ayudo a resignificar son las relaciones sentimentales o de amor romántico entre hombres y mujeres, lo que en lo cotidiano se nombra como amor entre parejas (que de parejas no tienen nada, dirían otras) noviazgo o matrimonios, de hombre y mujer es decir las relaciones heterosexuales. Si bien desde muy joven expresaba rechazo por matrimoniarme, mi razón era la desconfianza porque me sentía tan a gusto con mi trabajo y mi vida tal como la vivía, por supuesto había miedo a eso que le llamamos desengaños amorosos. Es decir paso mucho tiempo para que yo tuviera una explicación feminista de porque a las mujeres les pasaba lo que nos pasa en las relaciones de pareja con los hombres, ahora me siento más cómoda nombrándolas como las deslealtades y las actitudes promiscuas de nuestro colegas de la vida, en fin ante un episodio de esta naturaleza. Ante esta afectación yo me 93 preguntaba porque me afectaba tanto si siempre yo me había dicho a mi misma que nunca iba a dejar que me afectara un asunto de estos. Yo me hice muchas reflexiones y preguntas porque me afectaba tanto, una respuesta fue que este periodo coincidió con la inserción en el que me sentía venida de otro planeta, en fin. Pero claro si no hubiese habido de por medio el asunto de la inserción igual me habría afectado, en medio de eso yo me fui a cuanto taller de género pude, leí muchas cosas con avidez, pues a la vez me llenaba, conocí más mujeres de diversas experiencias, todos eso visto como un proceso de formación me proporciono la explicación realista y política de las causas de lo que me pasaba, descubrí que les pasaba a muchas mujeres y a veces más de una vez, la queja era común y se explicaba en la manera diferenciada que mujeres y hombres construimos relaciones afectivas. En este mismo sentido el feminismo me proporciona todos los días legitimaciones y fortalezas a mi opción de que es posible tener una vida feliz sin tener un hombre conmigo, es decir el matrimonio o una unión de parejas debe ser una opción, en un país como el nuestro eso tiene su lado desventajoso, enfrentar todo eso y conservar tus ventajas no se hace tan fácil. Finalmente decirte que lo que más aprecio, aparte que el feminismo te obliga a colocarte en pie de igualdad, lo que más aprecio es que dio ojos críticos para una dimensión de la vida en lo que yo no los tenía. Los espacios de participación me ayudaron, pero en la mayoría de casos es el feminismo que me impulso a buscar esos espacios, esto sobre todo después de la firma. Si reviso antes de descubrir la teoría feminista, puedo decir que contaba con ciertos rudimentos que me permitieron tomar mis decisiones, todo el periodo que trabaje con grupos de mujeres campesinas aunque se consolido sobre todo mi posición de clase, el contacto con las mujeres genero relaciones que hoy llamamos de sororidad, que hasta hoy son un referente para mí. Tuve muchas confrontaciones sobre todo en ciertos periodos de mi vida, pero aun las tengo, pues ya ves que esa cultura tradicional es tan fuerte y nos confronta sobre todo a las mujeres de manera cotidiana. En mi relación con otras mujeres creo que tengo de todo, y eso ya no me quita el sueño como antes, recién conocí el feminismo y pensé que eso obligaba a llevarse bien con todas, pero después entendí que no. Y viéndolo como algo en lo que todas debemos trabajar para rehacer de otra manera y no como el patriarcado nos ha enseñado, pues me siento más tranquila, y sabemos que las relaciones de sororidad entre mujeres pasaran por vencer otras desigualdades no solo las generadas por las relaciones de dominio patriarcal. 94 Después de la firma de la Paz es lo mejor que me paso, lo disfruto mucho, saberme mujer aun con todos los desafíos y peligros machistas que tenemos a diario, siento mucha lástima por muchas mujeres a quienes la palabra feminista no ha llegado aún. HISTORIA DE VIDA NO. 3 HISTORIA DE VIDA DE VICKY Vengo de una familia de campesinos, mi papa siempre fue arrendatario, por lo que íbamos de lugar en lugar de municipio en municipio de departamento en departamento, pero su sueño era tener una parcela, tener un terreno. En los años 1960 a través de mis tíos mis abuelo, empezaron a contribuir con las FAR , considero que mi papa en esos años fue colaborador de las FAR, recuerdo que lo llegaron a buscar y casi lo agarraban se escondió en unas mazorcas debajo de la cama, mis tías se sentaron encima con sus naguas bien vueludas y cuando el soldado busco debajo de sus ropas ellas se enfadaron y le dijeron que qué buscaban, que querían ver y ellos se disculparon y se fueron. Yo preguntaba porque sucedía eso y mi papa me dijo que nosotros los pobres nos vamos a levantar y es una lucha y todos lo pobres vamos a tener todo lo que necesitamos para vivir bien. Somos de San Marcos, de Tecún Umán, frontera, es costa. De allí tengo un grupo de familia que se quedo desconectada por el conflicto, hay un lugar que se llama la montaña Pajapita, que pertenece a Tecún Umán, mi papá mi mamá nacieron en la fina San Joaquín Melindres eran muy trabajadores, nos fuimos al centro La Máquina porque estaban distribuyendo parcelas, ya no logramos, solo conseguimos un lote, pero no tierra para sembrar. Pero nos sirvió mucho, pues luego mi papá lo vendió y con eso nos fuimos para el Ixcán, pues el padre Guillermo Woods, esta repartiendo parcelas y entonces mi papa, vendió el lote y nos fuimos para conseguir una parcela que era lo que quería mi papa. La familia abundaba somos 8 mujeres y 4 hombres, 2 fallecidos por enfermedad común. Cuando llegamos allí había un requisito, había que esperara seis meses y un padrino para tener la parcela. Mi papá cumplió los requisitos y obtuvo su parcela en el centro San Miguel, Pueblo Nuevo la Resurrección, allí se podía sembrar café maíz, llame, cardamomo, plátano, banano, malanga, puras raíces. Yo nací en , Tecún Umán soy adulto mayor, nací en 1953, mi situación de mujer, que cuando yo nací soy la quinta, esperaban un varón y fui una decepción para mi papá, la educación de nuestros padres, decía que la importancia que los varones era que estudiaran, que no es importante que las mujeres aprendan, uno aprende a leer y escribir para comunicarse con los novios, sí entre a la escuela, en Pueblo 95 Nuevo estuve como dos años en La Máquina y en el Ixcán estuve otro años y luego no había dinero y me dijo mi papá que era suficiente leer y escribir. La sociedad te educa para que seas sumisa, trabajadora, humilde y tu deber es tener muchos hijos, cuidar al esposo y los hijos y hacer bien el oficio, porque a medias no, tiene una que saber lavar, mi mamá nos mandaba a lavar canastos de ropa y la lavas bien y si no esta bien lavada nos regresaba a lavarla otra vez, como costaba lavar los pantalones yo estaba muy pequeña como de doce años y el río estaba muy grande. El agua estaba sucia le decía a mi mama y de toda maneras nos mandaba a lavarlo de nuevo. No era un regaño normal, había una represión contra una, mi mamá nos discriminaba, a pesar de ser mujer, valoraba más, demasiado, a mis hermanos varones, no valoraba parejo, nosotras lavamos, cocinamos, molemos y trabajábamos en la parcela. Aprendimos a sembrar maíz, limpiar milpa, doblar milpa y tapiscar, cargar leña en la cabeza, un canasto con maíz aparte de todo lo de la casa. Los hombres eran agricultores, mi papa les enseñaba a hacer bien su trabajo, no hacer un chamborro, sembrar y limpiar la milpa, aprender a hacer le surco rectos. Una vez con mis hermanas sembramos arroz y le dije a mi papá que saber si va a quedar bien esta torcido el surco y el dijo esta bien lo importante es que crezca y eso servía para el consumo diario y para vender. Mi papá eso vendía, vivía tan bien mi papa y mis hermanos, de lo que se cosechaba se llevaba al mercado, en el Ixcán no había carreteras, lo que vendía salía en helicóptero o avioneta para Huehuetenango y era una gran cooperativa. Mi papa pertenecía al grupo organizado de señores para obtener su parcela, los padrinos eran los viejos parcelistas que evaluaban a los ahijados los iban a conocer bien. Mi mamá y nosotras íbamos a la iglesia, las mujeres no tenían derecho a las parcelas, uno como mujer no estábamos preparadas para ser propietarios, no se acostumbra que las mujeres tuvieran su cédula, con que el hombre la tuviera era suficiente, no era necesario que la mujer la tuviera, entonces mi mamá no tenía cédula, ni nosotras sus hijas, ni cuando tuvimos 18 hasta cuando estuvimos en el movimiento y mi mamá hasta ahora le conseguimos la suya. Había demasiada pobreza y un día dijo mi papá, allá en el centro de Pueblo Nuevo hay una señora que necesita una muchacha porque hay unos señores que compran café y necesitan hacer la comida y lavar la ropa, yo desde niña fui muy atrevida y me dijo mi papá ¿no te da miedo? no le dije hay necesidad. Y va pagar un quetzal diario al mes 30 quetzales era un dineral. Entonces me fui y allí conocí un muchacho en esa casa, el compraba y vendía café, era de la zona 6 de la capital de la colonia Santa Luisa era de la capital. Se llamaba Angel y entonces yo le dije usted solo jugar conmigo quiere engañarme y si lo hace con buenas intenciones tiene que hablar con mis padres, tenía como mis 17, 18 años, era patoja grande. 96 Más o menos a esa edad ya me podía casar en la comunidad. Dijo él para que vea que lo hago con buenas intenciones, yo la quiero a usted, voy a ir a visitar a sus papás a la parcela, que tengo que hacer, usted tiene que llevar a sus papás, pero como están lejos en la capital, como no están usted tiene que llevar un pedidor para que represente a sus padres, él va a hablar en lugar de usted. Y justo consiguió un señor don Ramón y cuando mire a don Ramón llegar, saludó y mi papá me pregunto que querían esas gentes, yo le dije que no sabía, entonces los hicieron pasar sentarse en unos trozos, empezaron a platicar y el muchacho pidió permiso para que fuera su novia no para casarse todavía. Entonces se fueron a la casa grande a platicar y así entro la noche y concluyeron en preguntar que quería la madre, entonces empezó una lista de cosas diez canastos de pan, una noche de marimba, trago, cerveza, mi hija tiene que tener una vajilla de trastos plato vaso todo, y en fin una lista interminable y cuatro mil quinientos y él dijo que no tenía todo solo la mitad, pero tengo dinero ahorrado en Guatemala a traer el resto de dinero. El muchacho dijo cuando yo regrese si le voy a pedir la mano y marcamos la fecha de matrimonio , me preguntaron y yo dije que aceptaba la voluntad de mis padres, se regreso el muchacho a traer el dinero. Quedó el permiso. En ese entonces mi hermana Marisol ya se había organizado y nos reclutó a todos, nos dijo que hay un camino que los pobres nosotros podemos seguir y una lucha que es justa es el único camino que los ricos no han dejado, estamos sufriendo no por deseo de Dios, hay gente egoísta que nos robo lo que nos tocaba, hay una mala distribución de la riqueza, del dinero de la tierra y echo todo el discurso. Mi mamá le pregunto de donde sacaba esas ideas, las ideas son porque es la realidad, y dijo si quieren va a venir un compañero. Llego un cuadro organizador con nosotros, y nos puso las cartas sobre la mesa y lo que ahora llamamos coyuntura nacional, cómo estaba Guatemala y que es lo qué había que hacer, lo que a mí más me pareció como mujer a nosotras pues , como éramos ocho mujeres, que habló sobre la importancia y el papel de las mujeres y nosotros dijimos, que sí nos organizamos, si nos alzamos nos van a valorar, él dijo claro que si compañeras, vos vales igual que un hombre, nosotros nos miramos, y podes hacer igual que un hombre, pensás también, él sabia los derechos de las mujeres y dije yo que bonito eso, dije dentro de mi, pero lástima que no puedo irme. Fue el primer contacto, luego cada mes llegaba el compañero a platicar con nosotros diferentes temas y siempre terminaba valorando a las mujeres y eso nos gustó y nos llevaba a prepararnos a disparar, quien tenía mejor puntería, como arrastrarse, a hacer ejercicio, allí mismo en la parcela. Cuando mi novio llegaba ellos no podían entrar, porque no se iba mi novio y ellos tuvieron que esperar hasta bien noche y tenían hambre, y dicen, ahora que este chavo se fue a la capital llevémonos a la Normita. Nos alzamos nosotras dos y luego mi otra hermana y otro mi hermano que no aguanto más que un año. 97 Mi papá no se alzó, solo nosotras tres estuvimos alzadas varios años, mi papá pensaba que era bueno y si era una lucha por causa de que los pobres mejoraban su vida estaba perfectamente bien, esta bueno había que entrarle, él había sido colaborador con las FAR, hasta aquí nos alcanzó la lucha, y decía por algo se llamaba Ejercito Guerrillero de los Pobres, Dios envío un ejército, guerrillero quiere decir que hace la guerra, así como los soldados de los pobres. Mi mamá estaba de acuerdo, contenta, una para lograr su alzamiento tenía que hacer méritos, comprar, cumplir tareas, hasta bien ganado un mérito le preguntaban a uno, la primera que gano su espacio fue mi hermana mayor Marisol, y ella dijo también se va mi hermana conmigo nos queríamos mucho. Yo fui más peleonera, enojada, berrinchuda le quitaba sus juguetes, ella lo que hacia me decía cual te gusta y yo le quitaba la que a ella le gustaba. A ella le gustaba la paz y me compartía su muñeca. Ella siempre fue muy cariñosa, buscaba la paz, no pelear, le gustaban los niños. Marisol nos ayudo mucho a la familia. Hubo mucha violencia intrafamiliar, mi papá le pegaba mucho a mi mamá por cuestiones económicas y de celos, éramos muchos. Hay mujeres que cuando pensamos o decimos cosas no nos medimos y ofendemos a la gente no nos frenamos, ella era muy maltratadora, tiene una lengua y una boca y allí empezaban las discusiones, una vez se cayó una nena y mi papá le dijo que la levantará y mi mamá le dijo que no tenía cuatro manos, pues estaba haciendo el pozole, torteando, y le dijo que era un desgraciado y no apoyaba con los niños y ella sola lo hacia todo, y entonces lo reto a que la matará, y mi papá la golpeo en la boca y un diente de mi mamá cayó y salió mucha sangre y nosotras mirando y llorando. Mi mamá tenía dos loritos que quería mucho y mi papá de un machetazo le quitó la cabecita a los loritos. Hubo mucha violencia familiar. Nosotras hasta después entendimos que mi papá no era del gusto de mi mamá, mi papá viene de familia mestiza y mi mamá es de origen mam de Comitancillo entonces morena. Mi mamá vendía leche y mi papá salía a verla y decía que bonita indita y mi abuelo le dijo que ni mirara porque él no estaba de acuerdo a que se casara con una india. Y se vieron así por un tiempo mi mamá con su corte su canasta y sus pies descalzos. Mi abuelo murió joven y mi papá se quedo sólo y se fue a ofrecer para yerno, se puso a vivir con ellos como hijo, tenía quince años, mi mamá tenía doce años. Cuando ella regreso de una fiesta ya lo encontró en la casa mi abuelo ya lo había recibido llevaba una ternera una vaquita un marrano y sus cosas. Y dice mi mamá que hace ese hombre aquí, ese “cashlan” es tu marido sabe trabajar, es campesino, es buen trabajador, es tu marido. ¿Por qué? si no lo conozco, no lo conoces pero es tu marido y deja de hablar. Además los papás de mi mamá, si no hacia lo que le ordenaban, la colgaban y le daban 20 latigazos a la izquierda y 20 latigazos a la derecha y luego la soltaban, era su forma de educar a sus hijos, entonces no dijo nada y se puso a llorar. 98 Mi papá le dijo no llores, que no lo sepa tu papa, voy a dormir aparte poco a poco nos vamos a conocer y cuando querrás vas a dormir conmigo y mi mamá se conformó, así se hicieron esposos. Y eso digo yo que era la rabia que mi mama guardaba con él. Quizá quería algo diferente. Mi mamá nos decía que era bueno casarse tener su esposo o unirse pero con la bendición de Dios de la iglesia. De chiquita deben saber cocer, tortear, lavar, hacer la comida, lo tienen que aprender, así se forma ser mujer y tener un hogar, que es eso que una mujer viva sin hombre, tiene que tener un hombre aunque sea viejito. Si estás sola, eso no es correcto y jamás en la vida ella lo va a ver de otro modo y no va comprender porque así va morir, así fue educada. Buen entonces llego el momento de ir con nosotros, dijeron los compañeros, va venir una escuadra a traerlas, me dio miedo, es un reto fuerte y grande para mí que vamos a hacer en la montaña, no entendía que ni siquiera había cama, ni casa, como vive la gente en la montaña. No tengas miedo dijo mi hermana, si los compañeros viven así, si te decides voy a pedir dos equipos, dos mochilas, dos botas, pensá bien por qué sufrimos nosotros, porque somos pobres, la verdad es que si éramos familia de extrema pobreza. Ya cuando tuvimos parcela teníamos que comer, cuando se acaba el maíz cocíamos raíces, para mezclar con la masa, a veces solo había tres huevo para 7 ú 8 personas y entonces le echaba masa y un poquito cada uno con un platitío de chile en el centro. Mi mamá intento planificar, fueron con el doctor, pero solo distancio un poco a los tres años nació otro mi hermanito, éramos doce. Primero nos tocaba dos panes, luego uno, la mitad y finalmente la cuarta parte el pan. Pues la producción no abundaba pero la familia si. Esta situación de discriminación de la mujer, por niña, por los hermanos, por la mamá, eso me motivo a alzarme, yo esperaba que fuera diferente, lo que dijo el compañero de que valíamos igual y que aprendíamos a hacer lo mismo que el hombre, esa noche soñé que yo manejaba un tanque y estaba disparando a los soldados, y yo con mi pistola y yo mandaba, era como querer hace realidad un sueño. Es uno de los grandes motivos de alzarme, de irme a la montaña junto con la extrema pobreza, la miseria el hambre que uno sufría, hicieron una cadena, y entonces decidí irme con todo el dolor del corazón dejando mi novio, y como quería mucho a mi hermana juntas nos alzamos el 31 de julio de 1977. Cuando nos fuimos a la orilla de la parcela llego la escuadra por nosotras, entonces nos dieron las armas, las mochilas, pusimos, las botas , el pantalón, mi mamá y mi papá estaban llorando, mi mamá se medio desmayaba y decía se van a morir mis hijas, las van a matar los Kaibiles, mejor se hubieran casado tener sus hijos, su marido. Y se quedó llorando. 99 Caminamos toda la noche y nos llevaron a un guatal, había mucha navajuela, los zancudos, los mosquitos el chaquiste de todo había, allí lloré toda la noche, llegamos al campamento bien cansadas, hasta calambres tenía. Extrañaba mi casita humilde, me dijo mi hermana ya no vamos a regresar vas a ver que te vas a acostumbrar. Mi hermana me ayudaba. Cuando uno llega los compañeros te quieren ayudar hasta a poner tu hamaca, me dijo mi hermana no vas a dejar que e ayuden tienes que aprender y ella me enseño, como amarrar mi hamaca el toldo, como guardar todo en cinco minutos por una emergencia, en retirada, luego se acostumbra uno con los simulacros, pero mientras sufrí mucho. Ell entrenamiento militar, la escuela de formación, sale uno político militar, porque a la par del entrenamiento físico, la formación política, los libros, se va uno templando se va volviendo otra persona, finalmente alcanza ser independiente. Me dolió mucho cuando mi hermana se fue, me quede triste, fue la primera vez que nos separamos. Me empezaron a dar mis primeras tareas como enseñar a leer y escribir a compañeros que no sabían, en el equipo de formación política, ser servicios médicos, se inyectar, tomar presión, incluso fui dentista, de una manera muy empírica, manejo de la anestesia y sacar muelas. Yo me sentía contenta, me acostumbre y se siente la satisfacción de poder ayudar a otros compañeros, poder ayudar a formación, psicológicamente en su tristeza, seguían llegando nuevos compañeros. El pensamiento de mi hermana no era buscar novio, era de guerrear, luchar, no queremos novio, algún día será eso, no vamos a buscar, éramos muy radicales en eso. Sin embargo había compañeras que llegaba una mujer era como la reina, entre los compañeros, pues éramos escasas las mujeres, éramos como un 70% hombres y 30% de mujeres, cuando llegaba una chava, puros leones y tigres. Se orientaba mucho a las compañeras en cuanto a que no podía tener dos compañeros al mismo tiempo, era muy peligroso pues todos estaban armados. Yo quería estar en primera línea de combatientes, llevar las armas más pesadas intenté tres veces y salí aprobada, yo nunca pude ir corriendo con el arma y hacer una vuelta parabólica en el aire y caer en donde te indicaba el mando, norte, sur etc. Yo no podía no caía bien, nunca pudimos con otra compañera caer con el cañón en el punto donde se nos indicaba. Me decían si vas a poder ir Norma, Carmen, Rosario, así me llamaba, eran mis pseudónimos. Solamente iba como servicios médicos, tenía que cargar nuestro fusil, nuestra mochila, y además el botiquín, nuestro trabajo era que si salía un compañero herido sacarlo de allí, cargarlo curarlo y la balacera sobre nosotros. Me decían allí se te va a quitar la gana, das más para cuadro político. También fui correo, llevaba la información a cada célula de compañeros, fui enlace, recibía lo de otros frentes juntaba las comunicaciones y lo llevaba a la comandancia, no cualquiera tenía esa confianza. Nos evaluaban de como van a hacer la tareas, y si un río esta crecido, como harías, un compañeros dijo que 100 había que esperar cruzar el río, y entonces dije yo, no hay que esperar, hay que cruzar nadando, envolver en un plástico las comunicaciones, un árbol caído, cualquier cosa el objetivo es llegar y entregar las comunicaciones, sino se atrasan las operaciones militares y me felicitaron y me dieron la tarea. Trabaje en la CPR en un equipo que se llamaba EFOP hablábamos con la gente era formación y animación pues la gente estaba enferma de temor, miedo, estaban muy triste, llegamos a levantar el ánimo, íbamos vestidos de militar, y llegaban los soldados estaban las FDL que defendían a la comunidad, eran jóvenes de la misma comunidad. Llegábamos a elaborar los planes de emergencia, pues los niños se perdían, las mujeres parían en el camino, iban sangrando todavía y caminando. Me queda la satisfacción de ayudar a la gente, me queda todavía esa ideas y por eso me metí a estudiar trabajo social pues es tu consciencia de ayudar. Luego me fui al trabajo de fortalecer las filas, a traer gente, iba a las casas y logre alzar a varios. Pasaron los años y me miraban como veterana, tuvimos un equipo que e llamaba POMARE, nosotros dirigíamos la logística bélica y no bélica, dependía de nosotros si tenían comida. Lo das todo y pensé en tener un hijo, si me muero en la guerra por lo menos que quede un retoño, y pedí permiso a todos mis responsables para embarazarme, ya tenía un novio como de cuatro meses. Éramos novios y nos íbamos a casar, teníamos un tiempo de prueba, me buscaban los novios, pero uno tenía el poder de decidir con quien querías estar, alto, bajo, moreno, colocho, blanco, ladino indígena, te ponían todo el panorama como ese programa de doce corazones. Nos casamos, llegaba la dirección nacional, dos unidades militares, en un lugar lindo, río con muchas flores blancas en la orilla y pozonas para nadar y arriba la fiesta, arroz con leche y pan de comida, era lo máximo. Como era lo que todo mundo deseaba en ese momento que cada quien pudiera tener su pareja, sin embargo era lo más escaso. Saber donde consiguió un violín un compañero, me dieron mi hamaca y mi toldo matrimonial, me pidieron hablar de cómo había sido mi proceso de pareja, mi esposo era combatiente, no busque un jefe, busque alguien que me gustará no importando de que nivel era, si de mí nivel o de otro. Me decían que era de ojos chiquitos y que habiendo tantos como lo había escogido a él. Uno quería a la persona como es sin discriminación, empezó a tocar el violín y como no había tanta compañeras, hombre con hombre y empezaron a bailar, solo se recomendó tener cuidado con los fusiles, ese fue mi gran casamiento. Con él tardamos como seis años, no tuve familia con él, nos veíamos casi cada año, una vez él pidió permiso para estar conmigo, porque estaba cerca, y yo estaba en mis días fértiles, entonces como no queríamos embarazarnos, cada uno durmió de cada lado y desde allí nos hablábamos, él no pudo resistir la noche y se fue de madrugada, no podía tocarme, los dos estábamos tristes y enojados al mismo tiempo. 101 Estábamos en la lucha y no podíamos arriesgarnos. Los servicios médicos daban condones, pero a veces se estar embuzonados se arruinaban y las compañeras salían embarazadas y se llevaba a su compañero y eso era una debilidad. Cuando estuve en la montaña todos esos años no era correcto y no sabía qué hacer, desde desnudarme junto con todos donde cambiarme, al final se bañaba uno en brasier y calzón. Una vez llego una extranjera y se bañó desnuda y todos los chavos se quedaron con la boca abierta, cuantos años llevaban sin ver una mujer así. Y el mando le dio instrucciones porque era una provocación para los combatientes que se vistiera un poco. Los compañeros pensaban que las mujeres no íbamos a poder hacer las cosas igual que ellos, armar y desarmar las armas con los ojos vendados , fue como un reto para nosotras, romper ese paradigma, de que las mujeres no podíamos, pero quedo demostrado en la montaña que si podíamos. Había compañeras que ponían su pañuelo y armaban y desarmaban su arma, sin embargo había una compañera que lo hacía con una actitud como de hombre eso no me gustaba, las mujeres teníamos nuestra forma de hacer las cosas. Nosotras demostramos que si lo podíamos hacer, cualquier tarea, incluyendo la tarea física, mi hermana Doris cargaba un quintal, había compañeros que no aguantaban tanto peso. Lo más que yo aguanté fueron cuarenta o cuarenta y cinco libras. Costaba mucho cruzar los ríos, el Acantún, con el equipo , yo pedía que un compañero llevara mi fusil, un día íbamos con el compañero que me casé, y cruzamos un río muy grande, cuando faltaba poco vi que él se puso como pesado y estaba muy cansado y le dije, mira la orilla allí hay una ramita descansa, pensá que si vas a llegar respira. Lo vi que levantó su peso y salió, se rió conmigo y me dijo gracias, te agradezco. Caminábamos tanto y la comida era poco, se comía para no morir. Me enfermaba de paludismo, un día me perdí tres días, al hacer una exploración, es difícil ubicarte en los puntos cardinales, y caminábamos buscando la orilla de un río, y nos buscaban. Fuimos encontrando señas, seguimos luego nos sentamos y vimos conocido el lugar y encontramos un buzoncito con azúcar y un poco de leche y comimos. Llegaron unos compañeros al buzón y fue una gran alegría. Mientras estábamos perdidos comimos palmito, algunos zapotes y un poquito de pozole que llevamos en la mochila. Teníamos pena de encontrarnos con los narcos. La gente en la comunidad nunca se supo que nos habíamos ido a la montaña, después se oyeron comentarios que nos habían visto haciendo propaganda y le preguntaban a mi papá y él decía que se habían ido a trabajar a Tecún Umán, San Marcos. Mi papá nos contó que el que era mi novio regresó y mi papá le dio una dirección falsa y el muchacho regreso a preguntar y mi papá le dijo que no sabía más. Cuando mi papá nos contó, como a los tres años, contó, nos reímos y mi papa nos 102 regañó porque dijo que de los sentimientos de un hombre no se burla una. Siempre daba alguna excusa mi papá. La comunidad decía que las mujeres que se iban a la montaña, que se iban con los guerrilleros se volvían prostitutas, decían que eran una mujer para todos los hombres. Y por eso muchas que se alzaban ya no querían regresar porque les daba pena, lo que dijeran de ellas. Por eso se daba una formación para prevenir embarazos y luego se hizo una campaña para poner T de cobre a todas las compañeras que quisieran. Como se distribuían las tareas entre hombres y mujeres, era igual, aunque los equipos de organización, formación política y propaganda había más mujeres, quizá porque las mujeres teníamos más habilidades, nos ponían hombres y mujeres a explicar cómo iban a dar sus temas y a los mandos les gustaba más como las compañeras lo hacían. La vida sexual de las mujeres alzadas era libre, el problema era que si no se tenía precaución, la que salía perdiendo era la compañera si se embarazaba. Los compañeros entendieron que éramos nosotras, éramos las que decidíamos, valíamos igual, que nuestra cabeza pensaba igual, que teníamos la capacidad. Tú decidías quien era tu compañero. Se podía cambiar de compañero, pero no se podía tener dos relaciones a la vez, se tenía control de eso pues todos estaban armados. Las ideas religiosas las tenía cada quién, aprendimos a respetarnos, tanto los que no creían en Dios, tanto el que era evangélico o católico, más eran católicos rezaba en la mañana aunque los compañeros cuestionaban y decían compañeros, si existiera el colocho, no estaríamos aquí entre en chaquiste, y la orientación era respetar y no burlarse, y también con la población. Como mujer estar alzada lo más difícil para mí fue, tener que esperar tanto tiempo para decidir tener un hijo, me estaba haciendo vieja y ni siquiera tenía un hijo, la guerra sigue y no sé que va a pasar, me decidí. Me embarace pero tuve un hemorragia y estuve en reposo, allí estuvo conmigo una compañera, eso si no lo voy a olvidar, me cuidaba, bajaba al río a lavar mi ropa mientras estuve en reposo. Gracias a eso mi hija vive, eso es ser compañera. Como mujer, no llegar a ser real o sentirte identificada, decir yo ya parí, gracias a Dios, al fin se dio. La otra cosa fue haber dejado mi familia, aunque la encontré después, ya no era igual. Haberme separado fue una cuestión muy dura. La otra cosa fue estar todo el tiempo ganando tu derecho, como si hubiera sido una competencia, pero además era una formación de hacer todo lo que uno podía hacer para demostrar que uno podía. Aunque las caminatas eran largas y cansadas no había descanso, no sabíamos ni en que día estabas. Se olvidaba de las preocupaciones de decir si tenía uno trabajo o no, como no se tenía dinero, no se manejaba, era diferente la vida. 103 Para mí la montaña fue una gran escuela de formación política y militar, de cultura, de leer libros, leer más, por primera vez me dan una tarea, fui abanderada y me dan de tarea leer una carta, me dicen que practique y me dicen que hay que leer con fuerza y ver a los compañeros, al leer párrafos decir una consigna, eso fue un cambiazo, caminar con la cabeza levantada. Cuando estaba parada enfrente de los todos los compañeros con el fusil en la mano y leyendo, dije yo estoy parada frente a un montón de personas, tengo que poder y de que puedo, puedo. ¡Hasta la victoria siempre!, Y todos aplaudieron, yo me sentí feliz. Ya cuando empezaron a hablar de la firma de la paz me fui a trabajar a Campeche a Quintana Roo, luego en el campo de concentración me examiné para sexto grado, el básico lo estudie en el Instituto Santiago, pero para mí fue una lucha, yo era mamá soltera y pedí estar en la desmovilización, pues el papá de mi hija se junto con otra compañera y decidí terminar la relación, solo como papá de mi hija, palabras de amor ya no. Luego tuve otro mi compañero por un año y tuve otro hijo, a la edad de 39 o 40 años. Me quede con la responsabilidad de mis dos hijos, mi hija estuvo en Golondrinas, cuando se iba a firmar la paz, solicite vivir con mis hijos. En el campamento de desmovilización formaron grupo y a mi no me dijeron nada y me metieron para sacar tercer año y dije babosadas yo ya sé bastante. Yo tengo derecho a estar aquí en sexto, y al tercer día era el examen, Jorge tenía dos años y lo deje con mi hija que estaba pequeña. Entre al examen que no me querían dejar hacer y entonces o todos hijos o todos entenados, y me dijo que no era mi grupo y son babosadas dame la hoja, lo hice y gané el sexto grado. A pesar de que mi hijo tenía fiebre. Allí en el campamento estuve recibiendo a periodistas y apoyando a los niños en la escuelita y todavía hice posta con mi hijo cargado. Después de la desmovilización estudie en el Instituto Santiago saqué el básico, trabaje en el sector de mujeres, trabaje de limpieza y lloraba porque deje toda mi juventud en la lucha en la montaña entre en 1977 y salí en 1996, y todo lo que me paso y no poder uno tener un trabajo como debe de ser, pero siempre encuentra uno personas que dan buenos consejos, encontré una compañera que me dijo salí de ese trabajo porque te esta afectando mucho, sos capaz de dar talleres de capacitación, de voy a proponer en la Fundación Guillermo Toriello, era un trabajo por poco tiempo. Yo alquilaba cuarto, los sábados y domingos hacia limpieza y lavar trastos en otras casas, eran centavitos para un atol de los patojos. Le pedí ayuda al papa de mi hija para pagar la renta y me llevo unos centavitos. Empecé a trabajar en esos talleres y Paty me dijo ponte a estudiar y vas a ver que eso te va ayudar mucho a conseguir otro trabajo. Me fui a estudiar al Martinez Durán, allí saque el bachillerato. 104 Trabajaba de lunes a viernes y estudiaba los sábados, me sirvió para seguir consiguiendo otros trabajos. Pensé entrar a la universidad, pero como había sido por homologación, intente hacer el examen y me recuerdo que me sentí insegura, así que entre a una privada, después de juntar dinero. Entré a la Mariano Gálvez, hable con mis hijos y me dijeron que los tres íbamos a ser estudiantes y así estudie Trabajo Social en la universidad, pero me enfermé y no pude seguir. Conseguí una beca en Fundación Miriam. Pero sentí que me discriminaron por no ser indígena, pero le hable a la responsable que tenía que repetir dos cursos por cambio de pensum pero me quitaron la beca, saque el técnico. Fui de nuevo a solicitar la beca a Miriam y así concluí me carrera de Licenciatura de Trabajo Social en el 2012 ya estoy colegiada. Aunque no estoy trabajando como profesional, sino como técnica, yo digo que también es por mi edad, ya soy una anciana de tercera edad, tengo 61. Con la experiencia de la lucha me califico con un carácter fuerte y con espíritu de luchadora, para poder lograr estar donde uno está, si nos rendimos en las primeras no hubiera estudiado y no estuviera aquí, y no me sentiría, como me siento, no padezco ninguna enfermedad, y no soy ancianita me considero como de unos cuarenta y cinco o cincuenta tal vez, eso mismo hace tener un espíritu joven. La organización me ayudo a cuidar a mi hija, estuve en el proyecto Golondrinas en México, y Jorge nació cuando se iba a firmar la paz, anduvo conmigo. Hicieron el esfuerzo de cuidar a los niños y niñas, yo la iba a ver cuando podía. Pienso que encontré la igualdad con los hombres, no soy hombre, sigo siendo mujer, esa palabra igualdad me gusta estamos parejos en nuestros derechos, con nuestra dignidad. De las feministas han venido buenas ideas que han aportado a los derechos de las mujeres, que nos benefician, su ideología, valoran ideas importantes. No me gusta las compañeras que caen en darle vuelta a la tortilla, que si los hombres nos han tenido marginadas ahora nos toca a nosotras, como una venganza, así no estoy de acuerdo. Mis padres viven en Petén, perdimos la parcela en Pueblo Nuevo. Mi mamá tiene 90 años y mi papá está enterrado en Petén. Yo no me arrepiento de haber estado todo este tiempo en la montaña porque era por una causa justa, es cierto no tomamos el poder, pero si logramos un espacio político por lo menos para poder hablar, ya no es como era antes. Siempre digo si hubiere necesidad uno ya no tiene la fuerza para volver, pero a lo mejor el pueblo se cansa si está hablando sin las armas en las manos otra vez, pero de repente se anima el pueblo, ya no queremos que haya guerra, si no nos escucharon con las armas en la manos como ahora nos van a escuchar, algo tiene que pasar adelante, por lo menos se ganó ese espacio, solo un año hubo tranquilidad y volvió todo lo que hay ahora. Para mi fue una gran escuela y haber aprendido muchas cosas, quedan otras que contar. 105 Estar en la segunda fila de combatientes, no es fácil, si lo quieren agarrar como ejemplo está bien, pero si no también. Que el pueblo tenga que comer, una su casita, trabajo, un su terreno donde sembrar ya no hay guerra. 106 Preguntas Guía para la Entrevista 1. Datos personales ¿Cuál es tu nombre? ¿En dónde naciste? ¿En qué año? ¿Estudiaste? ¿Trabajas? ¿Produces? Como obtienes ingresos para tu subsistencia? ¿Tienes pareja? ¿Tienes hijas y o hijos? ¿Vives sola o quién vives? ¿Cuál es tu idioma materno? 2. ¿CÓMO ERA LA VIDA EN TU COMUNIDAD CUANDO AÚN VIVÍAS EN ELLA? ¿Qué tareas realizabas? Que pensaba la comunidad sobre las mujeres Que diferencias había entre hombres y mujeres Que pensaba, la comunidad, de las mujeres que se alzaban 3. ¿COMO ERALA VIDA EN LA FAMILIA? 107 ¿Qué pensaba la familia sobre las mujeres? ¿Qué tareas realizabas? ¿Qué diferencias había entre hombres y mujeres? ¿Quién y como se ejercía el poder? ¿Quién y como se tomaban las decisiones? ¿Cómo vivían las mujeres la maternidad? ¿Qué pensaba la familia de las mujeres que se alzaban? ¿Estudiaste? 4. ¿CÓMO FUE EL PROCESO DE TU INCORPORACIÓN? ¿Por qué te incorporaste? ¿Qué cosas fueron diferente de cómo se vivía en la comunidad? Que tareas realizaste que no hacías en la comunidad ¿Cómo asumiste el cambio de vestuario? ¿Quién y cómo se decidió tu nuevo nombre? ¿Cómo fue tu vida sexual?, ¿cómo era la elección de pareja? ¿Se casaban? ¿Qué fue lo más difícil que viviste como mujer? ¿Qué cargos o puesto desarrollabas en la organización? ¿Estudiaste? ¿Cómo se vivía la maternidad? ¿Cómo las veían los compañeros de la organización? 108 ¿Qué tareas hacían la mayoría de las mujeres? 5. GRANDES APRENDIZAJES DE ESTA ETAPA DE TU VIDA COMO MUJER ¿Que aportó a tu vida la experiencia de estar alzada? ¿Qué obstáculos lograste superar con tu militancia política? ¿Qué nuevas capacidades, habilidades, valores adquiriste? 6. ¿CÓMO TE DESCRIBES AHORA? ¿Identifica de uno a tres cambios en tu vida? ¿Qué piensas ahora de las mujeres? ¿Quién y como toma las decisiones en tu vida? ¿Cómo vives ahora tu sexualidad? ¿Como vives ahora la maternidad? ¿Cuáles son ahora tus mayores retos como mujer? ¿Cuáles son tus luchas? ¿Qué piensas de las feministas? ¿Te defines como feminista? ¿Cómo fue tu proceso de formación como feminista? ¿Quiénes te apoyaron en este proceso? 109