“Mujeres guatemaltecas revolucionarias ¿De la transgresión al

Transcripción

“Mujeres guatemaltecas revolucionarias ¿De la transgresión al
CENTRO DE INVESTIGACIONES INTERDISCIPLINARIAS
EN CIENCIAS Y HUMANIDADES
DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FUNDACIÓN GUATEMALA
“Mujeres
guatemaltecas revolucionarias
¿De la transgresión al feminismo?”
TESINA PARA OBTENER EL DIPLOMA EN
“ESPECIALIZACIÓN EN ESTUDIOS DE GENERO”
DECIMO QUINTA EDICION
PRESENTA:
Brenda Yvone Pineda Morales
ASESORA:
Guisela López
MARZO 2015
1
INDICE
Pág.
INTRODUCCION
8
CAPITULO I
CONTEXTO REFERENCIAL DEL ORIGEN DE LAS MUJERES ALZADAS O
GUERRILLERAS
1.1 Descripción de las sujetas y su contexto
15
1.2 Situación de las mujeres durante el Conflicto Armado Interno en Guatemala
20
CAPITULO II
MUJERES Y MOVIMIENTO GUERRILLERO EN GUATEMALA
2.1 Movimiento Guerrillero en Guatemala
25
2.2 Surgimiento del Ejército Guerrillero de los Pobres
27
2.3 Mujeres y movimiento Guerrillero
31
2
CAPITULO III
MUJERES GUERRILLERAS Y SU PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD
GENÉRICA
3.1Roles de las mujeres en sus comunidades y dentro de la organización
36
3.1 Sistema sexo-género e identidad de género
37
3.2 Transgresión de roles
40
CAPITULO IV
MUJERES GUERRILLERAS Y SU IDENTIDAD FEMENISTA
4. Identidad feminista
53
4.1 Aculturación feminista
54
REFLEXIONES FINALES
59
BIBLIOGRAFÍA
64
ANEXOS:
HISTORIAS DE VIDA
67
GUIA DE PREGUNTAS PARA LA ENTREVISTA
107
3
SEMBLANZA DE LA AUTORA
Mi nombre es Brenda Yvone Pineda Morales, soy mestiza nacida en uno de los
barrios marginales de la ciudad de Guatemala. Quisiera en esta semblanza poder
escribir mi vida como la fantasía que de niña inventé en relación a mis orígenes,
siempre les decía a mis compañeras de la escuela que yo era una princesa
perdida en la casa de mi madre y algún día llegarían por mí, mis verdaderos
padres.
Pues así, como de cruel fue la respuesta de mis compañeritas al decirme que era
una mentirosa, así de cruel fueron los eventos que se desarrollaron
posteriormente en mi vida, cuando mis padres se separaron y fui víctima de
muchas violencias por parte de mi padrastro quién consideraba que las mujeres
no teníamos ningún valor, que solamente servíamos para tener marido y que no
valía la pena invertir en la educación, pues no obtendría ningún beneficio.
Me gustaba mucho estudiar, entre ya tarde a la escuela, pero cuando entre ya
sabía leer y escribir, pues había aprendido jugando a la escuelita con los niños y
niñas de mi cuadra. Culmine la educación primaria y cuando se llegó el momento
de realizar los estudios de secundaria estuve a punto de dejar de estudiar pues la
situación económica de la familia estaba mal, éramos cinco hijos, tres mujeres y
dos hombres.
4
Siempre voy a estar muy agradecida con una mujer de esas que se cruzan en tu
camino y hacen la diferencia en tu vida, una profesora, que sabiendo mi situación
y valorando que era buena estudiante, me consiguió una beca para seguir
estudiando. Mantuve la beca por seis años, además trabajaba los fines de semana
para aportar algún dinero en mi casa.
Me gradué de diversificado como maestra y entre a la universidad, no a la carrera
que yo quería, pues tenía que trabajar, así que estudié en la jornada nocturna, allí
además de la formación académica, participe en otros espacios estudiantiles que
me formaron y me abrieron las puertas, a otras formas de vida, que yo jamás
hubiera imaginado.
Y de repente mi vida estaba colmada de actividades que me llenaban y me hacían
sentir capaz, valorada y libre. Me incorporé como colaboradora en una
organización revolucionaria, desde donde desarrollé otra serie de actividades que
fortalecieron mi identidad como mujer.
Por supuesto que esto no era del agrado de mi padrastro, quién en cada
oportunidad seguía imponiéndose violentamente sobre mi rebeldía y búsqueda de
libertad, al punto de echarme varías veces de la casa.
5
Cerré pensum en la universidad y conseguí trabajo en el área rural del país, era
también una oportunidad para salir del dominio de mi casa. Logré combinar mi
trabajo y mi aporte en la organización y así pase varios años en diferentes
comunidades, especialmente del departamento del Quiché y Huehuetenango
trabajando en el área educativa. Luego de varios trabajos y muchas comunidades
recorridas, me establecí nuevamente en la ciudad en donde trabajé en las
comunidades marginadas de la ciudad, las mismas en donde crecí.
Ahora trabajo en una organización de derechos humanos, siempre rebelde,
siempre con el gusto de aprender algo nuevo.
Y enfoco mi semblanza desde este aspecto porque si algo hay en la vida que me
satisfaga mucho hacer es aprender, aprender de todo lo nuevo que pueda y mi
historia es reflejo de la lucha incansable que muchas mujeres tenemos que hacer
por entrar a ese espacio, el del conocimiento, que nos es negado y que nos limita
en nuestro crecimiento como mujeres.
Y por eso estoy aquí en este diplomado de la Fundación Guatemala y la
Universidad Nacional Autónoma de México, reivindicando mi derecho al
conocimiento, y bueno no fue sólo conocimiento lo que obtuve, esta experiencia
me permitió resignificar muchas situaciones de mi vida, que siempre me
parecieron injustas, pero que no sabía el porqué. Me defino ahora, ya no hay
6
vuelta atrás, como feminista, veo la vida con otros ojos, ya nada es igual, todo
tiene un significado diferente, me veo a mi misma y a todas las mujeres en mi vida
desde otra perspectiva.
Ahora en esta etapa, la princesa de mis fantasías de niña, se rebeló, yo no
necesito ser rescatada por nadie, no necesito quien me regale un castillo, yo
misma me rescaté, yo misma construyo mi castillo, mi vida.
7
INTRODUCCIÓN
Según el concepto de feminismo como cultura política de Marcela Lagarde, el
feminismo reúne infinidad de experiencias político existenciales de mujeres en
resistencia, en rebeldía, subversivas o transgresoras
Desde este concepto la intención de realizar este estudio en relación al tema
mujeres guatemaltecas que se incorporaron en alguna organización revolucionaria
surge de mi relacionamiento con mujeres con las cuales compartí algunas tareas,
como colaboradora de la misma organización, durante los últimos años del
conflicto armado interno en Guatemala.
Durante este tiempo logre conocer algo de la situación en la que vivían en los
campamentos guerrilleros y las tareas que realizaban.
Luego con la firma de la paz y el proceso de desmovilización de los miembros de
la guerrilla mujeres y hombres se dispersaron y hubo una incomunicación que
duro varios años.
8
Vuelvo a tener contacto con ellas y las encuentro en condiciones diferentes, como
mujeres integradas a una vida comunitaria y su cotidianidad. Sin embargo ese
período de su vida, que no fue corto, ha quedado en anécdotas que se cuentan en
las reuniones familiares y fuera de allí, no se valora ni dignifica el aporte que estas
mujeres hicieron a la historia, no solamente de las mujeres sino del país.
Durante el período del Conflicto Armado Interno en Guatemala, las mujeres
jugaron un papel trascendental fueron las que sostuvieron no solo las estructuras
familiares sino que también las comunitarias luego del asesinato masivo de
hombres y mujeres por las estructuras contrainsurgentes del Estado; luego como
defensoras de los derechos humanos y posteriormente como promotoras de
desarrollo en las comunidades y férreas luchadoras por la democracia en nuestro
país.
Sin embargo este grupo de mujeres que, aunque pequeño en número, jugó un
papel importante en la lucha por lograr los cambios estructurales en este país, con
el ideal de que nos llevaran a la vivencia de una vida más digna, más justa.
Son las mujeres que por una u otra razón se incorporaron a alguna organización
revolucionaria, espacio tradicionalmente asignado a los hombres y en donde la
luchas de las mujeres siempre estuvieron “incluidas” y diluidas en los objetivos
primordiales de la revolución.
9
Estás mujeres pasaron de jugar roles tradicionales en sus familias y comunidades
a jugar roles desconocidos para ellas y que asumieron con determinación. Este
proceso tiene diferencias dependiendo de la historia de vida de cada una, sin
embargo las similitudes son las que evidenciarán las normas, costumbres,
preceptos que las mujeres sujetas de este estudio quebrantaron, infringieron
violaron al alzarse en esta organización guerrillera, dichas acciones que dentro del
feminismo se denominan como
transgresiones de género y que realizaron al
jugar ese nuevo rol, rol que aunque no fuera ese su objetivo, contribuiría a la
formación de su identidad como mujeres.
El problema que identifique es la invisibilización que existe del proceso de
construcción de identidad de estas mujeres y de cómo su participación en una
organización revolucionaría aporto a este proceso.
El objetivo es identificar los roles socialmente asignados que transgredieron las
mujeres que se integraron en alguna organización revolucionaria y quienes de
ellas se identifican como feministas.
Se pretende además documentar historias de vida de las mujeres, pues es
importante recuperar cada detalle significativo para su vida
y más aún
proporcionar el espacio para que se haga oír su voz, su historia, su palabra.
10
Todo este trabajo desde la mirada del feminismo, que desde la perspectiva de
género aborda la condición social de las mujeres y los hombres demostrando las
diferencias y particularidades que tienen su origen en una organización social que
ha provocado la desigualdad, subordinación y opresión de las mujeres.
Es un trabajo cualitativo que se realiza de, con y para las mujeres, de una manera
particular de conocer y producir nuevos conocimientos que contribuyan a erradicar
la desigualdad de género.
En cuanto a la metodología utilizada para la realización de la investigación, esta
responde a la propuesta de Patricia Castañeda que señala lo especifico de la
metodología feminista, en el sentido de poner a las mujeres en el centro de la
reflexión y retomar sus experiencias como referentes prioritarios a partir de los
cuales reconstruir sus conocimientos.
Realice una revisión bibliográfica para determinar el estado del arte en relación al
tema, encontré algunos documentos elaborados por feministas como “Del espacio
doméstico a la rebeldía, Mujeres Universitarias del Siglo XX” de Ana Patricia
Borrayo (2011), en relación al tema de mujeres durante el conflicto armado interno
en Guatemala. Y otros, pero la mayoría centrado en el tema de la violencia sexual
cometida contra ellas, como “Dignidad a pesar de lo vivido” de Yolanda Aguilar
(2011) y “Tejidos que lleva el alma” de ECAP Y UNAMG (2011)
11
Me apoye además en la bibliografía proporcionada durante el diplomado,
especialmente Identidad Genérica y Feminismos de Marcela Lagarde (1998) y
Metodología de la Investigación Feminista de Patricia Castañeda (2008)
La recopilación de las historias de vida la realice en base a una guía de preguntas,
que más que obtener una serie de respuestas, pretendía orientar algunos
aspectos que era importante no dejar por fuera, para su posterior análisis. En
estas historias de vida las sujetas del estudio se identifican a través de uno de sus
pseudónimos utilizados durante su permanencia en la guerrilla, esto debido a la
situación política que se vive en el país, que ha provocado una persecución hacia
las personas involucras en los movimientos guerrilleros y de la cual las mujeres no
están exentas.
Se recopilaron tres historias de vida, para lo cual se realizaron varias entrevistas
que permitieron de inicio una relación de reencuentro y generar un clima de
confianza, para luego poder contar su historia, la
narrativa de estas historias
recoge la particular y simbólica resignificación de los momentos de su vida, sus
pensamientos, sus sueños, sus realidades, sus luchas.
Para la transcripción se respetó la forma en que cada una narro su historia, sin
mediar en ella, se tomaron algunos extractos de las mismas para la realización del
análisis de los puntos de vista y experiencias de las mujeres.
12
Escribir sobre ellas, es hacer sentir cercanas a estas mujeres distantes en el
tiempo o en el espacio y su historia, como mi historia, “la historia de las mujeres es
la historia”.
El documento está estructurado en cuatro capítulos, en el primero hago una
descripción de las sujetas de este estudio, quiénes son, como era el contexto en el
que vivían antes de su alzamiento, la forma de ser mujer en sus comunidades.
Además una breve descripción de la situación en general de las mujeres durante
el conflicto armado interno.
En el segundo capítulo explicó el surgimiento del Ejército Guerrillero de los Pobres
organización en la que militaban las sujetas de este estudio y presento de manera
general la participación de las mujeres en el movimiento guerrillero guatemalteco.
El tercer capítulo hago un análisis de los roles asignados a las mujeres sujetas de
este estudio en sus comunidades de origen y que formaron inicialmente su
identidad genérica, luego presento como esos roles cambiaron al alzarse en la
guerrilla, cuales roles tradicionales transgredieron, como vivieron esos cambios y
lo que significó para ellas no vivir bajo los parámetros de la cultura patriarcal.
En el último capítulo presento quienes de ellas avanzaron en la definición de su
identidad a una identidad feminista, como fue ese proceso, que aportó su
13
participación en la guerrilla, que otras experiencias contribuyeron y finalmente
como vivieron ese proceso.
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CAPITULO I
CONTEXTO REFERENCIAL DEL ORIGEN DE LAS MUJERES ALZADAS O
GUERRILLERAS
En este capítulo haré una descripción de las sujetas de este estudio, quiénes son,
como era el contexto en el que vivían antes de su alzamiento, la forma de ser
mujer en sus comunidades. Además una breve descripción de la situación en
general de las mujeres durante el conflicto armado interno.
1.1 Descripción de las sujetas y su contexto
Elegí como sujetas de investigación a mujeres que estuvieron alzadas durante el
periodo del conflicto armado interno en Guatemala en el Ejército Guerrillero de los
Pobres EGP 1 , son representativas de la diversidad étnica presente en esta
organización dos de ellas indígenas de los grupos Chuj y Mam y otra de identidad
mestiza. Todas ellas con más de diez años de estar integradas en la guerrilla y
que ahora se encuentran viviendo en sus comunidades luego del proceso de
desmovilización que se desarrolló en 1997.
1
Una de las cuatro organizaciones guerrilleras que en 1982 conformaron la Unidad Nacional Revolucionaria
Guatemalteca URNG, que luego del Proceso de Negociación y Firma del Acuerdo de Paz en 1996 se
convertiría en partido político.
15
Estas mujeres son las que tanto aquí en Guatemala como en cualquier parte del
mundo, pusieron en práctica la acción del verbo alzar (del latín altiare, der, de
altus “alto”) levantar (mover hacia arriba) levantar (construir edificar).
Sara Lovera las describe como: las que se levantan, se ponen de pie, se mueven
hacia arriba. Son las que construyen, edifican, erigen, instituyen, y trascienden.
Las que elevan su voz y se apoderan de su propia vida. Son las retiran o alzan la
cosecha con buenos augurios. Las que quebrantan al patriarcado, las que han
decidido sobresalir, ensalzarse o sí mismas y a las otras, las que se engrandecen,
y apelan al orden establecido para levantar el vuelo. Son las que se guardan o
asocian para combatir penas y vejaciones (Lovera, 1997: 9)
Para poder entender a estas sujetas sociales, tenemos que partir de entender el
significado social de ser mujer dentro del contexto específico en que se
desarrollaron.
Ser mujer en un orden social genérico de poder desigual, en donde el centro es el
hombre, lo masculino, y en donde las mujeres, lo femenino, se encuentran en una
escala inferior de poder.
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Las encontramos en situaciones específicas en su contexto, sus orígenes son de
familias indígenas y/o campesinas del altiplano guatemalteco específicamente del
departamento de Huehuetenango, del grupo étnico Chuj, Mam y mestizo. Una de
ellas del oriente del país, Chiquimula.
Ellas se alzaron siendo muy jóvenes, tenían entre dieciséis y diecinueve años, en
el Ejército Guerrillero de los Pobres, entre 1977 y 1982, por un período que va
desde catorce hasta veinte años de permanencia en la organización.
Vivían una situación de pobreza debido a la falta de tierra por parte de sus
familias, especialmente las mujeres, pues no tenían derecho a la propiedad de la
tierra. Esta situación provocaba una migración constante dentro del país, tanto
dentro del mismo departamento como a las áreas más productivas del país en
tiempo de cosecha de cultivos, como la caña de azúcar o el café. “Vengo de una
familia de campesinos, mi papá siempre fue arrendatario, por lo que íbamos de
lugar en lugar de municipio en municipio de departamento en departamento, pero
su sueño era tener una parcela, tener un terreno” (Vicky, 2015)
Como resultado de esta búsqueda, se establecen en el norte del departamento del
Quiché, al participar en un programa de colonización promovido por el Estado,
algunos de estos programas fueron encargados a congregaciones religiosas.
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A Ixcán Grande bajaron indígenas de los pueblos del altiplano, sobre todo de
Huehuetenango, a colonizar las tierras. El Instituto de Transformación Agraria
INTA, encargó a los Mariknoll2 de la Diócesis de Huehuetenango la dirección de
esa colonización. El INTA tenía responsabilidad sobre toda la Franja Transversal
del Norte”(Diócesis del Quiché, 2000)
Establecidas las familias, aunque hubo cierta mejora en el aspecto económico, las
mujeres seguían sujetas al orden patriarcal establecido, sometidas a la pareja a la
familia a la comunidad. Eran casadas a temprana edad por sus padres y a cumplir
las funciones de esposa y madre. “Mi mamá intento planificar, fueron con el
doctor, pero solo distancio un poco, a los tres años nació otro mi hermanito,
éramos doce” (Vicky, 2015)
La división sexual de trabajo ha sido un argumento para justificar los roles
diferenciados que desde el sistema de género son impuestos a mujeres y
hombres creando esferas separadas de acción. Así mientras a las mujeres se les
asigna la atención del hogar y la familia (ámbito privado) a los hombres se les ha
encomendado la tarea de definir los destinos de la sociedad desde las
estructuras de poder que conforman el espacio público.(López, 2012: 83-84)
Las mujeres eran más pobres que los mismos hombres de su comunidad, además
de ser las responsables del cuidado de los hijos con los pocos recursos
disponibles. Esta situación afecta directamente a las sujetas de este estudio.
2
Maryknoll, nombre común de la Catholic Foreign Mission Societyes una sociedad de vida apostólica católica y
mayoritariamente estadounidense fundada en 1910 y dedicada al ministerio misionero y trabajar en el extranjero, sobre
todo Asia oriental, China, Japón, Corea, América Latina y África. A Guatemala llegaron en los años cuarenta y se
dedicaron a la promoción del desarrollo en las comunidades rurales por lo que fueron perseguidos y hasta asesinados en
los años del conflicto armado interno en Guatemala.
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Primero nos tocaba dos panes, luego uno, la mitad y finalmente la cuarta parte
del pan, pues la producción no abundaba pero la familia sí…cuando se acaba el
maíz cocíamos raíces, para mezclar con la masa, a veces solo había tres huevos
para 7 u 8 personas y entonces le echaba masa y un poquito cada uno con un
platitío de chile en el centro (Vicky, 2015)
Estas mujeres eran pobres no solamente porque no tenían ingresos suficientes o
porque no disfrutaban de autonomía económica sino que también porque no
reúnen las condiciones que deben cumplirse, para que una persona no se
considere pobre, según el concepto de desarrollo humano. No tenían acceso a un
empleo, no tenían relaciones sociales que les permitieran acceder a otras
oportunidades, como la educación y mucho menos acceso a actividades que
potenciaran todas sus capacidades.
Este tipo de pobreza tiene sus orígenes en la socialización diferenciada que
reciben
hombres
y mujeres,
socialización
que
legitima
la
exclusión
y
discriminación de las mujeres y normaliza no solo la pobreza sino también los
otros tipos de violencia que se ejercen sobre ellas y que estaban presentes en la
cotidianidad.
Hubo mucha violencia intrafamiliar, mi papá le pegaba mucho a mi mamá por
cuestiones económicas y de celos… una vez se cayó una nena y mi papá le dijo
que la levantará y mi mamá le dijo que no tenía cuatro manos, pues estaba
haciendo el pozole,3torteando4y le dijo que era un desgraciado y no apoyaba con
los niños y ella sola lo hacía todo, y entonces lo reto a que la matará, y mi papá
la golpeo en la boca y un diente de mi mamá cayó y salió mucha sangre y
3
Bebida elaborada con maíz cocido desquebrajado en piedra de moler o molino manual.
Acción de elaborar tortillas de masa de maíz, con las manos en movimientos planos parecidos a los que hacemos al
aplaudir.
4
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nosotras mirando y llorando. Mi mamá tenía dos loritos que quería mucho y mi
papá de un machetazo le quitó la cabecita a los loritos (Vicky, 2015)
La violencia dice Marcela Lagarde es un mecanismo político …cuyo fin es
mantener a las mujeres en desventaja y desigualdad en el mundo y en las
relaciones con los hombres, permite excluir a las mujeres del acceso, a bienes a
recursos a oportunidades, contribuye a desvalorizar, denigrar y amedrentar a las
mujeres y reproduce el dominio patriarcal, la violencia de género contra las
mujeres y entre los hombres recrea supremacía de género de los hombres sobre
las mujeres y les da poderes extraordinarios en la sociedad Lagarde citada en
(Marcela Lagarde,citada en Volio Mongue, 2012: 20)
1.2 Situación de las mujeres en el contexto del Conflicto Armado Interno
Siendo aún muy jóvenes esta mujeres tuvieron que enfrentar un período histórico,
que ha marcado a la sociedad guatemalteca el Conflicto Armado Interno, que
según la Comisión del Esclarecimiento Histórico –CEH- tuvo una duración de 36
años (1962-1996) y tuvo su origen en la injusticia estructural, el cierre de espacios
políticos, el racismo, la institucionalidad excluyente y antidemocrática (CEH, 1999:
19)
20
Se calcula un aproximado de 250,000 víctimas y 45,000 desaparecidos.
Cuando nos sentamos a comer, comenzamos a oír la ráfaga de fuego, sentimos
que estaban cerca, porque estaban en Cuarto Pueblo, pero que balacera,
granadas y todo, entonces a jalar lo poco que tuvimos… se quedó todo, en la
noche escuchamos solo el helicóptero, estuvimos como una semana en el monte
y mi papá iba despacio escondidas a traer el maíz, lo cocía a escondidas y lo
llevaba con nosotros, estuvimos como 15 días y mejor nos fuimos a México
(Adelia, 2015)
La Comisión para el Esclarecimiento Histórico estableció que aproximadamente
una de cuatro víctimas directas de violaciones a derechos humanos y hechos de
violencia fueron mujeres. Murieron, fueron desaparecidas, torturadas y violadas
sexualmente, a veces por sus ideales y su participación política y social; otras
fueron víctimas en las masacres. Miles de mujeres perdieron a sus esposos
quedándose viudas y como único sostén de sus hijos, a menudo sin recursos
materiales, luego de la destrucción de sus casas y cultivos en las operaciones de
tierra arrasada (CEH, 1999: 23)
A pesar de la existencia de acuerdos y convenios internacionales 5para respetar
los derechos humanos de las y los combatientes y de la población civil en zonas
de conflicto armado, se atacó de forma deliberada a la población civil y
5
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; Convención contra la Tortura y
Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; Convención Internacional para la protección de todas las
personas contra las desapariciones forzadas; Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de
emergencia o de conflicto armado; Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes
de lesa humanidad
21
especialmente a las mujeres. Al ser consideradas propiedad del hombre, se
convirtieron en blancos vulnerables en el conflicto armado interno en Guatemala,
fueron consideradas como “botín de guerra”.
Para comprender la violencia sexual que vivieron, así como la crueldad extrema
con que fueron tratadas, debe hacerse un análisis histórico integral del conflicto
armado y de la realidad social guatemalteca. Es necesario analizar las estructuras
de poder y las ideologías racistas, clasistas y sexistas sobre las que se conformó
la sociedad guatemalteca y que se exacerbaron durante la guerra para llegar a
cometer atrocidades contra las mujeres mayas.
Es indispensable incorporar en ese análisis las causas estructurales del conflicto
armado; la política contrainsurgente del Estado; el genocidio, como expresión
máxima del racismo contra el pueblo maya; así como la violencia sexual, el
instrumento más poderoso para el sostenimiento del sistema patriarcal y la
expresión del feminicidio que se dio contra las mujeres.(ECAP, 2011: 142)
Marcela Lagarde considera que la violencia sexual es tanto la manifestación más
cruel como el resultado inherente a una sociedad patriarcal organizada en torno al
derecho de los hombres a acceder y controlarlos cuerpos de las mujeres. Es la
síntesis política de la opresión de las mujeres, en cuanto en el acto se sintetiza la
reiteración de la dominación masculina, el ejercicio del derecho de posesión de los
22
hombres sobre las mujeres y el uso de la mujer como objeto sexual. (ECAP, 2011:
163)
El ejercicio de la violencia sexual contra las mujeres busca la perpetuación del
sometimiento y subordinación de las mismas a través del terror. Sin embargo las
mujeres demostraron su fortaleza y resiliencia
haciendo frente a la violencia
institucionalizada que caracterizo el período del conflicto armado en Guatemala.
Guisela López destaca la participación de las mujeres a pesar de los actos de
violencia extrema que caracterizaron las políticas de represión del período: “La
movilización en torno al ejercicio de derechos – al igual que había sucedido en
momentos históricos como la revolución francesa, la revolución soviética, los
movimientos anti dictatoriales, los movimientos de liberación nacional, entre otros
convocó a las mujeres. (López, 2013: 43-44)
La Comisión para el Esclarecimiento Histórico, reconoce que las mujeres,
familiares de víctimas en su mayoría, han jugado un papel ejemplar en la defensa
de los derechos humanos durante el enfrentamiento armado, como impulsoras y
dirigentes de diversas organizaciones de familiares de desaparecidos y de lucha
contra la impunidad. (CEH, 1999: 23)
Es así como en aras de reconstruir la historia del país es necesario documentar
los aportes de las mujeres en los distintos ámbitos:
23
No podemos dejar de mencionar la histórica participación y el liderazgo jugado por
las mujeres frente a las dictaduras militares, destacan nombres como el de María
Chinchilla, Rogelia Cruz, Graciela Martínez. Durante el conflicto armado las
mujeres tomaron parte en organizaciones políticas y grupos político militares, en
donde hicieron valer su liderazgo. (López, 2009: 87)
24
CAPITULO II
MUJERES Y MOVIMIENTO GUERRILLERO EN GUATEMALA
Las mujeres estudiadas estuvieron integradas al Ejército Guerrillero de los Pobres
EGP una de las cuatro organizaciones que desde 1982 hasta 1996 integraron la
Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca URNG y quienes promovieron y
negociaron el proceso de paz en el país, para conocer un poco más de esta
organización es esencial de inicio conocer algo más sobre el movimiento
guerrillero e Guatemala.
2.1 El movimiento guerrillero en Guatemala
La lucha guerrillera en Guatemala comenzó el 13 de Noviembre de 1960 con el
alzamiento de jóvenes oficiales del ejército. Aunque este movimiento fracasó sus
dirigentes ya no volvieron a los cuarteles sino que se refugiaron en los ranchos de
los campesinos del Oriente, que los habían apoyado hasta ese momento.
Este intercambio de vivencias y de ideas les fue cambiando la conciencia y
comenzaron a preparar la lucha guerrillera. A este movimiento se fueron sumando
jóvenes, estudiantes de diversos institutos, universitarios, maestros, profesionales,
obreros, campesinos, indígenas, cristianos, mujeres e intelectuales, hasta que se
generalizó por todo el país.
25
La lucha armada fue dando lugar a la configuración de un proyecto revolucionario
de transformación desde un punto de vista ideológico y político esencialmente
marxista leninista. Planteaba la toma del poder por el pueblo y el cambio a una
sociedad justa y socialista. Las ideas marxistas se encontraron, complementaron y
enriquecieron mutuamente con el pensamiento y la cosmovisión maya, el arte de
la guerra aplicada a la guerra de guerrillas y al caudal de experiencias de
resistencia de los pueblos indígenas.
En diciembre de ese año de 1962, los integrantes el MR13 participaron finalmente
en la creación de las Fuerzas Armadas Rebeldes. junto a dirigentes del PGT y del
Movimiento 12 de Abril. El resultado fue el inicio de la creación de tres frentes
guerrilleros en enero de 1963.
De esa forma, un año después de haberse iniciado la lucha armada en
Guatemala, se dio a conocer públicamente el 6 de febrero el surgimiento de las
FAR bajo la comandancia de Yon Sosa.
26
2.2 Surgimiento del Ejército Guerrillero de los Pobres
Los orígenes del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) se podrían remontar a
marzo de 1967 cuando el dirigente de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR),
Ricardo Ramírez de León más conocido como Comandante Rolando Morán
publicó un documento criticando la forma de actuar de las FAR.
Este grupo embrionario de disidentes se traslada a México con el fin de
introducirse de forma clandestina en Guatemala y crear un foco guerrillero primario
desde donde continuar la lucha armada hasta la toma del poder. Los
rebeldes tomarían el nombre de Nueva Organización Revolucionaria de Combate
(NORC) para transformarse posteriormente en Ejército Guerrillero de los Pobres.
Tras un largo tiempo de preparación la primera columna guerrillera llegada desde
México entraría en Guatemala por la selva de Ixcán, al norte del departamento de
El Quiché cerca del río Lacandón, para extenderse hacia el resto de El Quiché y a
Huehuetenango, era el 19 de enero de 1972 y el contingente lo componían 15
combatientes, bajo el nombre de Guerrilla Edgar Ibarra y emprendieron un trabajo
de asentamiento y base de apoyo entre la población, todo con muchas
precauciones para que no les ocurriese como a la guerrilla de la década anterior
que fue derrotada en su fase de asentamiento.
27
La primera baja oficial del EGP es la de Concepción García "Sigüina", ocurrida en
el invierno de 1971 al volcar su canoa en un río fronterizo entre México y
Guatemala cuando se aceleraban los preparativos para la "invasión", muriendo
ahogada.
La aparición pública del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) llegaría el 7 de
junio de 1975 con el ajusticiamiento del terrateniente apodado "El tigre de Ixcán",
dueño de las fincas La Perla y San Luis en el municipio de Chajul (El Quiché) que
utilizaba la violencia física contra las campesinos indígenas que debían trabajar
sus tierras.
El Gobierno estaba totalmente militarizado a través de la llegada al poder de
militares en elecciones cada vez más fraudulentas. Pero el EGP seguía invariable
su táctica guerrillera, en la costa sur comenzaron también las acciones armadas a
partir de 1976, hasta el momento el EGP tenía activos 3 frentes, estos eran:
Frente Guerrillero Otto René Castillo, frente urbano en la ciudad capital; Frente
Guerrillero Luis Augusto Turcios Lima, en la Costa Sur; Frente Guerrillero Ho Chi
Minh en Quiché y Huehuetenango. Posteriormente se formaría un frente más
Frente Guerrillero Comandante Ernesto Guevara en Huehuetenango y el municipio
de Ixcán, El Quiché.
28
En 1979 el EGP ya estaba totalmente implantado, con zonas de control, el
campesino indígena cada vez apoyaba más a esta guerrilla sobre todo por la cruel
represión gubernamental. En agosto de 1980 la Dirección Nacional del EGP emite
un comunicado donde da a conocer la composición de sus tropas con 7 frentes de
lucha. A los 4 anteriores descritos se les unen: Frente Guerrillero Marco Antonio
Yon Sosa en el departamento de Alta Verapaz; Frente Guerrillero 13 de
Noviembre, en los departamentos de Izabal, Zacapa y Chiquimula (fue
desmantelado en 1982) Frente Guerrillero Augusto César Sandino desde el sur de
El Quiché, hasta los departamentos de Sololá, Totonicapán y Chimaltenango.
Para 1980 el EGP ya tenía cierta estructura militar permanente, esta gran
acumulación de fuerzas se vio reforzado tras la masacre de la Embajada de
España el 31 de enero de 1980, las incorporaciones a la guerrilla se
descontrolaron, los indígenas pedían una insurrección generalizada, pero la falta
de armas y la poca preparación militar lo hacían imposible. En octubre de 1980 el
EGP realizaría la primera gran concentración de tropas creando la "Compañía 19
de Enero" de la unión de los frentes que operaban en El Quiché y Huehuetenango,
estaba compuesta por 3 pelotones y 1 agrupamiento, en total unos 130
combatientes (se disolvería en abril de 1981)
29
A principios de 1982 en una etapa de reflujo guerrillero se crearían las condiciones
para la unificación guerrillera en una sola organización, a principios de febrero de
1982 se fundaría la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), la
unión de los 4 grupos armados del país, estos eran las FAR, el ORPA, el PGT-ND
y por supuesto el EGP, con la unidad de acción se siguió manteniendo la identidad
propia de cada guerrilla realizando operativos de forma independiente.
Siguiendo con la campaña militar contra el EGP, con el éxito inicial el Ejército
reforzado con más tropas adiestras en la lucha antiguerrillera golpeó al EGP,
acorralados y sin salida muchos tuvieron que huir hacia México acompañados de
numerosos civiles desplazados por el terror.
El EGP se reorganizaría a partir de 1983 "zonales" debido a los pocos efectivos
existentes. Con esta nueva táctica más defensiva lograron frenar los operativos
militares de gran escala a la vez que consiguieron proteger a los grupos
poblacionales que se escondieron en la sierra y la selva agrupados en las
llamadas Comunidades de Población de Resistencia (CPR).
30
En octubre de 1986 la URNG propondría un diálogo de paz a nivel nacional, en
octubre de 1987 se produjo el primer encuentro entre delegaciones del gobierno y
la URNG que dio inicio al proceso de negociación de la paz que concluyo con la
firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera el 29 de diciembre de 1996.
2.3 Mujeres y movimiento guerrillero
Es importante recalcar que el involucramiento de las mujeres en el movimiento
guerrillero data de los años sesenta, que se considera el período de la contra
revolución6. Las primeras alzadas toman las armas, y participan en operaciones
armadas y de formación política.
El fuerte resurgimiento de la lucha de masas, en estos años trajo consigo la
irrupción de las mujeres de manera decisiva e irreversible en espacios sociales y
políticos hasta entonces casi exclusivamente masculinos: sindicales,
estudiantiles, académicos, políticos; en comunidades católicas de base,
organizaciones campesinas, de pobladores y guerrilleras, entre muchas formas
de organización que se dieron en aquellos tiempos. (Murralles, 2007:11)
Un hecho significativo en esta historia y que marca el inicio de la etapa más
cruenta de violaciones a derechos humanos en el país, es la masacre de Panzós
6
La Contrarrevolución de 1954 -también llamada Contrarrevolución del 54- fue un movimiento
político y militar, orquestado por Estados Unidos, la United Fruit Company y algunos
terratenientes guatemaltecos, que provocó la renuncia el 27 de junio de 1954 del presidente de
Guatemala en aquel momento, Jacobo Árbenz, a quien acusaban de comunista.
31
con más de cien campesinos asesinados, entre ellos su lideresa Adelina Caal
Maquín.
Este hecho marcó la decisión de aplicar el terrorismo de Estado, que no
discriminó a las lideresas, arrancó a miles de mujeres de las organizaciones de
masas y muchas salieron al exilio, pasaron a la clandestinidad urbana
o
se
alzaron en la montaña.
Desde el inicio del movimiento, las mujeres estuvieron presentes como el caso de
Nora Paiz Cárcamo, mujer integrante de un grupo de jóvenes que estuvieron en
desacuerdo con el derrocamiento del gobierno del periodo de la revolución en
1954 y que se integraron al movimiento guerrillero, siendo asesinada en 1967 en
el departamento de Zacapa. También podemos mencionar a Rogelia Cruz, quien
colaboraba transportando armas, transportando gente y prestando su casa, quien
fue asesinada en 1967.
Las mujeres en las áreas urbanas se involucraron en diferentes organismos de las
estructuras de las organizaciones revolucionarias, en sus frentes urbanos y venían
de una participación en sectores como el estudiantil, campesino, cristiano y el
obrero entre otros.
32
Muchas de ellas eran muy jóvenes cuando ya hacían tareas, que representaban
grandes riesgos, como volantear, repartir pasquines, hacer pintas, participar en los
mítines y en las acciones armadas
…rebeldes, fieles representantes de su juventud, al igual que en otros países de
America Latina, se organizaban y luchaban por un mañana mejor , fortaleciendo
sus organizaciones a la par de obreros y campesinos, esforzándose por salvar a
grandes pasos las exigencias y las limitaciones de su extracción pequeña
burguesa. Esta cohesión como grupo se aceleró, gracias a la información que a
través de la Radio Habana, tenían sobre los logros de la Revolución Cubana y
por la enorme cantidad de libros que llegaban a sus manos y que eran leídos y
discutidos inmediatamente. La actividad social y cultural que vivían era intensa:
mesas redondas, seminarios sobre la situación nacional, concursos de oratoria
con temas sociales y políticos, exposiciones de artes plásticas, teatro, música,
periodismo escolar… (Ramírez, 2001:72)
Dentro de estas mujeres algunas pasaron de la lucha estudiantil a la lucha militar
como Maya Alvarado, que de las aulas se incorporó a la Juventud Comunista y
luego de estar en el exilio se incorporó a la radio “La Voz Popular” desde donde
URNG transmitía mensajes a la población durante los años de la guerra.
(Asociación Política de Mujeres MOLOJ, 2008: 155)
También
tuvieron
una
participación
trascendental
para
el
movimiento
revolucionario, como Alba Estela Maldonado, quien fue fundadora del Ejército
Guerrillero de los Pobres EGP, grupo al cual pertenecieron las sujetas de este
estudio. Además de ser fundadora, ella desarrolló labores de política internacional
y luego se integró al frente Ernesto Guevara y al frente Ho Chi Minh. (Asociación
Política de Mujeres MOLOJ, 2008: 145) También podemos mencionar a las
comandantes “Ana”, “Yali” y “Rita” (Silvia Solórzano) y la capitana “María”
(Griselda Orantes) (Murralles, 2007:12)
33
Conforme la gente iba asumiendo responsabilidades, compromiso y
conocimientos, se daban algunas otras responsabilidades y asignaciones que no
tenían que ver con el género. Me sentí completamente igual que otra persona,
hombre, mujer indígena o ladina. Por suerte me desenvolví con personas que
nunca tuvimos esos problemas…sobre todo las tareas de vigilancia. O la hora de
hacer algunos negocios medio legales, era muchísimo mejor que se presentara
una mujer y no un hombre. Y a lo interno no recuerdo que se me haya
discriminado de alguna forma por ser mujer. Sobre todo las mujeres campesinas,
indígenas, tenían la misma capacidad, realmente tenían la misma fuerza, las
jóvenes indígenas no se quedaban atrás a la hora de un enfrentamiento militar
(Mujer Militante citada en Borrayo, 2011:73)
Estas mujeres son sobrevivientes de diferentes tipos de violencias sufridas como
consecuencia de su participación, exilio, encarcelamiento, tortura, violación sexual
entre otras.
Sin embargo muchas otras perdieron la vida en su intento de transformar nuestro
país. La Fundación Guillermo Toriello en un registro que hace de las y los
combatientes caídos hace un recuento de 236 mujeres que murieron en diferentes
formas, principalmente en combate, torturadas, secuestradas, por accidentes con
las armas, ahogadas en los ríos, por salvar a un hermano, alguna de ellas estaba
embarazada cuando cayó en combate y otra fue asesinada junto a su bebé en la
población cuando fue por atención a su parto. (Toriello F. G., 2006)
Muchas mujeres habían iniciado hacía años su militancia en la guerrilla y con el
auge represivo se sumaron también campesinas e indígenas, quienes tras el
arrasamiento de sus pueblos no pidieron permiso para tomar las armas, tal vez
porque ya no tenían a quién pedírselo (Murralles, 2007: 12)
34
Algunas mujeres en el área rural, que no se alzaron en ninguna organización
guerrillera, desarrollaron otras modalidades de participación que se catalogaban
como de “colaboradores” como compra y elaboración de alimentos, servir de
mensajeras, albergar a combatientes en sus casas, cuidar a los hijos de las
combatientes etc.
Las mujeres que se alzaron en la guerrilla son las sujetas de este estudio por lo
que, el objetivo de este apartado es dar una mirada general de la participación de
las mujeres en las organizaciones guerrilleras. Y hacer evidente que las mujeres
guatemaltecas tuvieron un papel activo y beligerante en la lucha por sus espacios
en una sociedad conservadora y patriarcal.
35
CAPITULO III
MUJERES GUERRILLERAS Y SU PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD
GENERICA
3.1 Roles de las mujeres en sus comunidades y dentro de la organización
Como se ha evidenciado en el primer capítulo de este estudio las mujeres
estaban, como lo están ahora, limitadas en su desarrollo a los espacios
domésticos y comunitarios privados y viven excluidas y marginadas por el solo
hecho de ser mujer, en el caso de las sujetas de esta investigación, su situación
se agudiza debido a su origen indígena lo que las hace vivir formas de dominación
patriarcal en su etnia.
Son más pobres que los hombres, su salud está deteriorada y son monolingües.
Trabajan en largas jornadas en trabajos reproductivos que no son reconocidos
mucho menos remunerados. Los hombres son los dueños de la tierra de los
animales mayores y ella tienen solamente animales domésticos, los hombres
pueden trabajar por su cuenta, ellas no, toda esta situación agudiza su pobreza.
36
Todo esto está legitimado por la tradición o la costumbre y existen castigos para
las mujeres que transgredan estas normas.
3.2 Sistema sexo-género e identidad de género
Estos roles definen la identidad de las sujetas de este estudio, pues como dice
Marcela Lagarde, la identidad es la experiencia del sujeto en torno a su ser y su
existir. Es heterogénea ya
que contiene elementos descriptivos, elementos
interpretativos y elementos sin elaborar, puede estar más o menos ligada a la
realidad inmediata, es imaginaria, pero también es mítica y fantástica (Lagarde,
1998: 15)
La realidad de su condición de género hace vivir a estas mujeres como madres y
esposas y su espacio se limita a estar en la casa y su jerarquía es inferior. Su
función principal en el mundo patriarcal es la maternidad, la reproducción de la
sociedad.
En este contexto las mujeres solo existen maternalmente y solo pueden realizar su
existencia como seres inferiores en la opresión, dependientes vitales, servidoras
voluntarias de quienes dirigen la sociedad, vemos esto reflejado en las historias de
vida de las sujetas de este estudio, que comparten como en la cotidianidad se
evidencias estas opresiones.
37
…que mi papá no era del gusto de mi mamá, mi papá viene de familia mestiza y
mi mamá es de origen mam de Comitancillo.7 Mi mamá vendía leche y mi papá
salía a verla y decía que bonita indita8 y mi abuelo le dijo que ni mirara porque él
no estaba de acuerdo a que se casara con una india. Y se vieron así por un
tiempo mi mamá con su corte su canasta y sus pies descalzos. Mi abuelo murió
joven y mi papá se quedó solo y se fue a ofrecer para yerno, se puso a vivir con
ellos como hijo.
Tenía quince años, mi mamá tenía doce años y cuando ella regreso de una
fiesta ya lo encontró en la casa, mi abuelo ya lo había recibido llevaba una
ternera, una vaquita, un marrano y sus cosas. Y dice mi mamá que hace ese
hombre aquí, ese “cashlan”9, es tu marido, sabe trabajar, es campesino, es buen
trabajador, es tu marido. ¿Por qué? si no lo conozco, no lo conoces pero es tu
marido y deja de hablar (Vicky, 2015)
Se educa a las niñas y jóvenes a mantener los roles que culturalmente les han
sido asignados, deben mantenerse sujetas a los hombres, a sus esposos. Esta
articulación entre maternidad y conyugalidad son los ejes socioculturales que
definen la condición genérica de las mujeres de ahí que todas las mujeres son
madresposas. (Lagarde, 2014: 365)
La mujer su trabajo era en la casa porque eso nos decían, que la mujer debe
aprender a hacer todo el oficio en la casa, para ser una buena mujer, le tiene que
hacer caso al marido, no contradecir, todo lo que él dice hay que hacerlo y así
que en el momento que él quiere (ríe) hay que aceptar y hay que hacerlo porque
como es el marido, es el esposo, bueno eso le metían en la mente de uno, hacer
todo dar lo mejor para ser una buena esposa, entonces yo pensaba que eso era
así, ser sumisa, porque si respondes no sos una buena esposa, él es la cabeza
de la casa (Adelia, 2015)
En cuanto a la concepción que tienen de sí mismas, debido a los procesos de
enajenación que han sufrido, se concibe como hija de, antes de ser mujer y como
esposa, madre, viuda, ayudante de, antes que como mujer. Su conciencia
7
Comitancillo es un municipio de Guatemala. Se encuentra en el suroeste del país, en el departamento de San Marcos.
8
Término peyorativo que se utiliza para nombrar a las mujeres indígenas y que evidencia no solo la visón
patriarcal de minimización de las mujeres sino que también el racismo existente en el país.
9
Termino que se utiliza en algunas comunidades indígenas para nombrar a los hombres mestizos.
38
femenina se estructura a partir de su ser para otros, de sus relaciones conyugales
y maternales o por su dependencia en relación con los hombres y el poder, que
como mujer con características de su particular situación. (Lagarde, 2014: 335)
Además su conciencia individual es confrontada con la conciencia grupal, ya sea
de clase, genérica o de otras, como si fueran contradictorias y excluyentes
…y tu deber es tener muchos hijos, cuidar al esposo y los hijos y hacer bien el
oficio, porque a medias no tiene una que saber lavar, mi mama nos mandaba a
lavar canastos de ropa y la lavas bien y si no está bien lavada nos regresaba a
lavarla otra vez, como costaba lavar los pantalones yo estaba muy pequeña
como de doce años y el río estaba muy grande y el agua estaba sucia, le decía a
mi mama y de toda maneras nos mandaba a lavarlo de nuevo, no era un regaño
normal, había una represión contra una, mi mamá nos discriminaba, a pesar de
ser mujer, valoraba más, demasiado, a mis hermanos varones, no valoraba
parejo, nosotras lavamos, cocinar, moler y trabajábamos en la parcela,
aprendimos a sembrar maíz, limpiar milpa, doblar milpa y tapiscar, cargar leña
en la cabeza, un canasto con maíz aparte de todo lo de la casa.
Se les limita como campesinas a ayudar en la agricultura en la elaboración de
indumentaria, cerámica, cestería y diversas artesanías.
No nos podíamos comunicar con ellos porque yo sólo un idioma sabía hablar
igual que mi mamá. Mi mamá sabía hacer ollas de barro, comales, todo eso
hacía ella, entonces supieron los vecinos y poco a poco se fue poblando y
llegaban a pedir sus comales, cada quien en su idioma pero con señales decían
que querían un comal para tortear, que querían una olla para cocer frijoles, y mi
mamá entendía por seña, así le entraban sus centavitos, a veces se
intercambiaban por un pollito o algo así. (Adelia, 2015)
Deben respeto a sus esposos, así sean violentadas por ellos, pues es un
compromiso familiar y comunitario, son casadas casi niñas y no tienen opinión en
39
la elección del esposo. Su participación comunitaria se limita a ser acompañante
de sus esposos cuando estos tienen un cargo en la comunidad.
Hubo mucha violencia intrafamiliar, mi papá le pegaba mucho a mi mamá por
cuestiones económicas y de celos… una vez se cayó una nena y mi papá le dijo
que la levantará y mi mamá le dijo que no tenía cuatro manos, pues estaba
haciendo el pozole, torteando, y le dijo que era un desgraciado y no apoyaba con
los niños y ella sola lo hacía todo, y entonces lo reto a que la matará, y mi papá
la golpeo en la boca y un diente de mi mamá cayó y salió mucha sangre y
nosotras mirando y llorando. Mi mamá tenía dos loritos que quería mucho y mi
papá de un machetazo le quitó la cabecita a los loritos. (Vicky, 2015)
3.3 Transgresión de roles
La palabra transgresión tiene su origen en el verbo transgredir que significa
quebrantar, infringir un precepto, ley o estatuto.
Para el feminismo “la transgresión feminista es una acción o conjunto de
acciones individuales o colectivas que van contra las normas y costumbres
impuestas a las mujeres por el patriarcado capitalista…” (JASS, 2012: 24)
En este apartado analizaremos todas las normas, costumbres, preceptos que las
mujeres sujetas de este estudio quebrantaron, violaron al alzarse en esta
organización guerrillera.
40
Si las mujeres no tienen a nivel comunitario una participación que les permita tener
un espacio público o político, ya que estos espacios están acaparados por los
hombres, el que las mujeres participaran en un espacio como el de las
organizaciones guerrilleras, significó un escape del dominio patriarcal en sus
espacios privados.
El cambio en la conciencia que resulta de tener explicaciones diferentes-de género
o feministas- constituye una verdadera conversión de las mujeres, y se define por
una ruptura en su concepción del mundo y de sí mismas, que marca un hito en
sus vidas. Se trata de una conversión porque después de esta sacudida de la
conciencia y de la autoidentidad, resulta imposible volver a mirar la vida como
antes y seguir siendo las mismas. Es una conversión porque sucede en torno a
creencias caducas y nuevas sobre cada una, las otras, los hombres y el sentido de
la vida. (Lagarde, 1998:27)
El tomar conciencia de su realidad, de las condiciones y causas de su
subordinación y laidentificación de opciones que pueden ir contra las expectativas
culturales y las normas sociales, como el movimiento guerrillero, fortalecieron su
decisión de alzarse en búsqueda de esa nueva vida que soñaban.
Desde el análisis de la autonomía, en las experiencias de estas mujeres, tuvieron
que defender su autonomía aun rompiendo sus relaciones y mandatos familiares
para realizar sus propias búsquedas
41
.
Esta situación de discriminación de la mujer, por niña, por los hermanos, por la
mama, eso me motivo a alzarme, yo esperaba que fuera diferente, lo que dijo el
compañero de que valíamos igual y que aprendíamos a hacer lo mismo que el hombre,
esa noche soñé que yo manejaba un tanque y estaba disparando a los soldados, y yo con
mi pistola y yo mandaba, era como querer hacer realidad un sueño. Es uno de los
grandes motivos de alzarme irme a la montaña junto con la extrema pobreza, la miseria
el hambre que uno sufría, hicieron una cadena, y entonces decidí irme, con todo el dolor
del corazón dejando mi novio, y como quería mucho a mi hermana juntas nos alzamos el
31 de julio de 1977. (Vicky, 2015)
Ser guerrillera implicaba para ellas salir de las limitaciones estereotipadas
impuestas, la segregación, la exclusión, “es ser como los hombres” vivir y guerrear
idealmente como los hombres. (Lovera, 1997: 160) Formar parte del sistema
jerárquico de los hombres, tener un espacio en el, tener poderes extraordinarios y
convivir con ellos la vida cotidiana siendo parte de ellos.
Él daba por hecho como que fuera la tuca de su mamá por eso nunca me pegó,
pero ya grande como yo respondía, así si ya me quiso pegar, entonces me
escapaba me corría cuando me quería pegar, y así, yo dije no, primero no
pensaba en marido y solo eso me echan en la cara, mi papa y mi mama,
entonces dije mejor me voy…, yo busque excusa para irme, informo ella a la
Dirección de Distrito o a la Dirección Regional y ya después llego una nota para
tal día se va a ir ella, de ahí ya me fueron a traer, le hablaron a mis papas y mi
mamá presintió que no iba para unos días… quería ir a desquitarme algo porque
mi hermano se desapareció…No sé si tenía 16 años en ese entonces (Adelia,
2015)
Para ellas, las alzadas estar en la guerrilla significaba luchar por la justicia para el
pueblo, aunque fueran orilladas por la por la opresión y la violencia. Para algunas
la guerrilla ha sido el refugio de las situaciones cotidianas que las han llevado al
límite. Estar en la guerrilla es una experiencia de libertad y de esperanza.
42
Llego un cuadro organizador con nosotros, y nos puso las cartas sobre la mesa y
lo que ahora llamamos coyuntura nacional, cómo estaba Guatemala y que es lo
que había que hacer, lo que a mí más me pareció como mujer a nosotras pues ,
como éramos ocho mujeres, que habló sobre la importancia y el papel de las
mujeres y nosotros dijimos que si nos organizamos, sinos alzamos nos van a
valorar, él dijo claro que si compañeras, vos vales igual que un hombre, nosotros
nos miramos, y podes hacer igual que un hombre pensás también, él sabía los
derechos de las mujeres y dije yo qué bonito eso dije dentro de mí, pero lástima
que no puedo irme. Fue el primer contacto, luego cada mes llegaba el
compañero a platicar con nosotros diferentes temas y siempre terminaba
valorando a las mujeres y eso nos gustó y nos llevaba a prepararnos a disparar,
quien tenía mejor puntería, como arrastrarse, a hacer ejercicio, allí mismo en la
parcela. (Vicky, 2015)
Una búsqueda diaria de dejar de ser lo que se era, para ser más, de ampliar
horizontes.
Yo empecé en el organismo Nora Paíz10, yo era la única mujer, eran 3 hombres
y yo, claro que nos conocíamos porque trabajamos en las mismas cosas,
conocíamos el trabajo que hacíamos, el lugar donde nos movíamos, y la radio
pues era una cosa más extensa hacia nororiente, Izabal, entonces hacia allá se
podía dirigir el trabajo, ampliar el trabajo desde este organismo” (Ana, 2015)
“…yo quería ir al frente guerrillero, a hacer realidad lo que pensábamos, a hacer lo
que teníamos que hacer y no seguir hablando” (Ana, 2015)
Algunas de ellas también se alzaron por simple curiosidad y los deseos de
aventurarse de formar parte de ese grupo, en donde existían nuevos modos de
relacionarse y de ser.
10
Este organismo llevaba ese nombre en reconocimiento a Nora Paiz, mujer integrante de un grupo de
jóvenes que estuvieron en desacuerdo con el derrocamiento del gobierno del periodo de la revolución en
1954 y que se integraron al movimiento guerrillero. En 1967 fue asesinada en el departamento de Zacapa,
Guatemala.
43
Las tareas que les fueron asignadas respondían a la necesidad que existía en la
organización, pero también a las expectativas expresadas por cada una de ellas,
de esta manera había un salto significativo en cuanto a la división genérica del
trabajo y del conjunto de la vida que no estaba basada en la valoración
clasificatoria
y
especializadora
por
sexo.
Realizaban
tareas
asignadas
tradicionalmente sólo a los hombres.
El entrenamiento es parejo, para hombres y mujeres y el combate en línea de
fuego es pareja, solo en algunos casos en Huehuetenango si hay compañeros
que son más pilas porque entrenamos para asalto, si nombraban a algunos
depende como estaba el lugar, el terreno, entonces buscan compañeros un poco
más pilas digamos, pero el entrenamiento era igual. Aprendí a escribir en
máquina, los partes de guerra que decían yo los hacía, sacaba copias y ponía el
nombre de cada unidad y enviar a los correos, todo yo lo hacía, materiales que
hay que reproducir yo lo hacía a máquina, los jefes tuvieron bastante confianza
conmigo, los últimos días antes de la desmovilización. (Adelia, 2015)
Las tareas iban desde las más sencillas y cotidianas, en una zona de guerra, hasta las
que estaban relacionadas con el cuidado de la vida de las compañeras y compañeros.
Yo quería estar en primera línea de combatientes, llevar las armas más pesadas
intenté tres veces y salí aprobada, yo nunca pude ir corriendo con el arma y
hacer una vuelta parabólica en el aire y caer en donde te indicaba el mando,
norte, sur etc. si vas a poder ir Norma, Carmen, Rosario, así me llamaba, eran
mis pseudónimos . Solamente iba como servicios médicos, tenía que cargar
nuestro fusil, nuestra mochila, y además el botiquín, nuestro trabajo era que si
salía un compañero herido sacarlo de allí, cargarlo curarlo y la balacera sobre
nosotros... me decían das más para cuadro político. También fui correo, llevaba
la información a cada célula d compañeros, fui enlace, recibía lo de otros frentes
juntaba las comunicaciones y lo llevaba a la comandancia, no cualquiera tenía
esa confianza. (Vicky, 2015)
44
Las tareas eran diversas y no solamente dentro de la organización sino en las
comunidades a las cuales se apoyaba.
Trabaje en la Comunidades de Población en Resistencia en un equipo que se
llamaba Equipo de Formación EFOP11hablábamos con la gente era formación y
animación pues la gente estaba enferma de temor, miedo, estaban muy triste,
llegamos a levantar el ánimo, íbamos vestidos de militar… nosotros dirigíamos la
logística bélica y no bélica, dependía de nosotros si los compañeros tenían
comida (Vicky, 2015)
Para los compañeros de la organización era difícil aceptar que las mujeres
pudieran desarrollar actividades fuera de las del ámbito privado, las naturales,
veían difícil que pudieran adaptarse a las condiciones tan difíciles de la “guerra de
guerrillas” pues en su concepción sólo los hombres tenían la capacidad, la fuerza
física y las habilidades para ello.
Los compañeros pensaban que las mujeres no íbamos a poder hacer las cosas
igual que ellos, armar y desarmar las armas con los ojos vendados , fue como un
reto para nosotras, romper ese paradigma, de que las mujeres no podíamos,
pero quedo demostrado en la montaña que si podíamos, había compañeras que
ponían su pañuelo y armaban y desarmaban su arma, sin embargo había una
compañera que lo hacía con una actitud como de hombre eso no me gustaba,
las mujeres teníamos nuestra forma de hacer las cosas. Nosotras demostramos
que si lo podíamos hacer, cualquier tarea, incluyendo la tarea física, mi hermana
Doris cargaba un quintal, había compañeros que no aguantaban tanto peso. Lo
más que yo aguanté fueron cuarenta o cuarenta y cinco libras. (Vicky, 2015)
Esta mujeres según la tradición de sus comunidades debía ser madres, esposas,
campesinas, roles para los que estaban predestinadas. Sin embargo estas
mujeres cuestionaron su condición de mujer, tomaron posicionamientos en
relación a ella y modificaron su “ser en función de.” Decidieron cuando y con
11
Instancia de cuadros para dirigir la formación política, en todos los niveles dela organización del EGP.
45
quién, querían hacer pareja o casarse. Este posicionamiento se centra en la
capacidad de las mujeres para ejercer el poder desde la toma de decisiones, para
visualizar el impacto de sus acciones a partir de un posicionamiento.
Ejercieron el poder que les confería ser una combatiente en una situación de
guerra. Desmitificaron el amor y valoraron tener un compañero.
Desde que me alcé dije, no me voy por un hombre… Ahí entraron otros
temporales entrenaron y uno de estos se enamoró de mí y yo igual, me habló, yo
tuve buenas propuestas, guapos, muchachos más jóvenes, pero el problema
mucho fue mi conciencia en la lucha, este muchacho era guapo, patojo,
blanquito y es de Cuarto Pueblo, lo quise un poco, se incorporó en la unidad
militar y le dieron un tiro en la nalga y se fue con su familia, pero yo no me iba a
ir detrás de él, lo acababa de conocer y siempre mantuve que no iba a deja mi
trabajo por un hombre Y así hasta que me quede con el papá de mis hijos. Y yo
misma me preguntaba que me gustaba de él, de plano porque tenía en la mente
que él no iba a dejar el trabajo, eso me gusto, hasta después entendí que era por
eso, un compañero entregado a la lucha, pero enamorarme, la mera verdad
parece que no. (Adelia, 2015)
Aunque el contexto de ser menos mujeres provocará varias oportunidades de
hacer pareja, ellas tenían la oportunidad de decir con quien hacer pareja, incluso
decir si querían casarse.
Me buscaban los novios, pero uno tenía el poder de decidir con quién querías
estar, alto, bajo, moreno, colocho, blanco, ladino indígena, te ponían todo el
panorama como ese programa de doce corazones… Nos casamos, llegaba la
dirección nacional, dos unidades militares, en un lugar lindo, río con muchas
flores blancas en la orilla y pozonas para nadar y arriba la fiesta, arroz con leche
y pan de comida y era lo máximo, como era lo que todo mundo deseaba ese
momento que cada quien pudiera tener su pareja, sin embargo era lo más
escaso. Saber dónde consiguió un violín un compañero, me dieron mi hamaca y
mi toldo matrimonial, me pidieron hablar de cómo había sido mi proceso de
46
pareja, mi esposo era combatiente, no busque un jefe, busque alguien que me
gustará no importando de que nivel era, si de mí nivel o de otro… tardamos
como seis años, no tuve familia con él. (Vicky, 2015)
En cuanto a la sexualidad, en el contexto de las comunidades se vive la
sexualidad como algo que agrupa, excluye, e incluye, permite o prohíbe a los
sujetos su acceso al poder y al placer, sexualidad binaria de castidad obligatoria
para la mujeres buenas y exigencia de virilidad genital a los hombres.
El cuerpo de las mujeres es un cuerpo sujeto y ellas encuentran fundamento a su
sometimiento en sus cuerpos, pero también su cuerpo y su sexualidad son el
núcleo de sus poderes. (Franca Basaglia citada en Lagarde, 2014: 200) considera
que “el ser considerada cuerpo-para-otros, para entregarse al hombre o procrear,
ha impedido a la mujer ser considerada como sujeto histórico social, ya que su
subjetividad ha sido reducida y aprisionada dentro de una sexualidad
esencialmente para otros, con la función específica de la reproducción”
La sexualidad femenina tiene dos espacios vitales, uno es el de la procreación y
otro es el del erotismo, estos dos aspectos son la base de la especialización de las
mujeres, se considera la maternidad como un deber ser, algo a lo que no se
puede renunciar y el erotismo se coloca del lado de las mujeres malas. Así las
mujeres alzadas, como todas las demás, no podían, dentro de la concepción
patriarcal, integrar estos dos espacios, o eran madres o eran putas.
47
La comunidad decía que las mujeres que se iban a la montaña, que se iban con
los guerrilleros se volvían prostitutas, decían que eran una mujer para todos los
hombres. Y por eso muchas que se alzaban ya no querían regresar porque les
daba pena, lo que dijeran de ellas.”(Vicky, 2015)
Al transgredir el espacio privado estas mujeres se convirtieron en mujeres
públicas, para las comunidades, las mujeres públicas son solamente las
prostitutas, la mujer social y culturalmente estructurada en torno a su cuerpo
erótico, en torno a la transgresión, en un nivel simbólico en ese cuerpo no existe
la maternidad. (Lagarde, 2014: 563)
Sin embargo las mujeres alzadas reivindicaron su cuerpo como espacio de placer
y su centro de poder, se apropiaron de su sexualidad y su cuerpo.
La vida sexual de las mujeres alzadas era libre, el problema era que si no se
tenía precaución, la que salía perdiendo era la compañera si se embarazaba.
Los compañeros entendieron que éramos nosotras, éramos las que decidíamos,
valíamos igual, que nuestra cabeza pensaba igual, que teníamos la capacidad…
Por eso se daba una formación para prevenir embarazos y luego se hizo una
campaña para poner “T” de cobre a todas las compañeras que quisieran. (Vicky,
2015)
“Utilizamos preservativos, yo hasta ahora me doy cuenta que tienen vencimiento…
Pastillas habían pero yo nunca tome” (Adelia, 2015)
Dentro este marco sociocultural resulta imposible que entre mujeres y hombres se
realicen otro tipo de relaciones basadas en la cooperación, en la afinidad, en la
paridad, en la complicidad, entre los hombres y mujeres no hay amistad. Sin
embargo estas mujeres construyeron otro tipo de relaciones. “desde el
48
entrenamiento hasta el combate éramos igual y de ahí cambio mi pensamiento a
lo que me estaban inculcando mi mamá y papá, poder platicar con mujeres y
hombres, tener amigos y amigas, eso era algo que en mi casa no se dejaba”
(Adelia, 2015)
La maternidad tiene como ámbito específico la vida cotidiana, sin embargo la vida
cotidiana tiene distinto sentido para hombres y para mujeres. Para los hombres es
el espacio de su reproducción particular, para las mujeres el espacio de su
realización como seres humanos concretos, en ellas reproducen a los otros, a sí
mismas y su mundo, existen por medio de la maternidad.
La maternidad es el conjunto de hechos de la reproducción social y cultural por
medio del cual las mujeres crean y cuidan, generan y revitalizan, de manera
personal, directa y permanente durante toda la vida, a los otros, en su sobre
vivencia cotidiana y en la muerte. (Lagarde, 2014: 248)
Los otros en la maternidad femenina son, hombres y mujeres con quienes se
relacionan esencialmente para existir y no solamente los más cercanos, también
las instituciones organizaciones, actividades o causas en las que participan y a las
que asumen las mujeres. Los otros de las mujeres son cualquier persona o
espacio vital y su contenido. Para ellas los otros son el núcleo del sentido de la
vida.
49
La sociedad especializa a las mujeres en la maternidad y lo han interiorizado tanto
como parte de sí mismas, que es parte de su identidad. Y lo vemos reflejado en
las reflexiones que las sujetas de la investigación hacer en torno a ella. “Mi
primera hija la tuve en el 94 (9 años después de alzarse) a los ocho meses tuve
que dejar mi puesto de trabajo, pero yo no quería, llore para dejar mi trabajo, y me
fui a tener a mi hija a la CPR, estuve año y medio, deje a mi hija y regrese, porque
yo me comprometí a regresar” (Adelia, 2015)
A pesar de tener control sobre su sexualidad, pues hicieron uso de métodos
anticonceptivos y no tuvieron hijos por períodos largos de tiempo, en las
condiciones en las que las mujeres alzadas redefinieron su identidad, surgieron
crisis que las confrontaron no solo con los cambios de sus ciclos de vida, sino con
los estereotipos de su deber ser genérico y que las llevaron a tomar decisiones
que hicieran menos dolorosas, menos sufridas esas crisis. “Como mujer estar
alzada lo más difícil para mí fue, tener que esperar tanto tiempo para decidir tener
un hijo, me estaba haciendo vieja y ni siquiera tenía un hijo… como mujer, no
llegar a ser real o sentirte identificada, decir yo ya parí, gracias a Dios, al fin se
dio” (Vicky, 2015)
Existieron esfuerzos de la organización por el cuidado de los hijos de las
combatientes, lo que de alguna manera institucionalizó, una tarea que en la
comunidad era tarea exclusivamente de las mujeres. “La organización me ayudo a
cuidar a mi hija, estuvo en el proyecto Golondrinas en México, y Jorge nació
50
cuando se iba a firmar la paz, anduvo conmigo. Hicieron el esfuerzo de cuidar a
los niños y niñas, yo la iba a ver cuando podía” (Vicky, 2015)
El aprender a leer y escribir, el aprender el español, significó para las alzadas el
abrir la puerta al mundo del conocimiento, el conocer nuevas concepciones de la
vida. Se tenía estructurado un plan de estudios al que tanto mujeres como
hombres tenían acceso, el objetivo era proporcionar a cada combatiente la
herramienta científica para entender la complejidad de la guerra y medios para
transformar positivamente la sociedad.
El material que se utilizaba iba desde una cartilla para alfabetizar “aprender para
vencer” hasta folletos sobre geografía política, sobre historia, ciencias naturales,
matemática, física, idioma español etc. (Toriello, 2000: 8)
Ahí aprendí a leer y escribir, me daba pereza el estudio, no me gustaba pero me
enseñaron a leer y escribir a finales del 87, nos dieron un pedacito de lápiz, una
hoja, siempre con el fusil listo, estábamos en trinchera de combate y uno ahí
escribiendo algo pero bien atento tenía que estar uno, me dejaban tareas y así,
el avión en ese tiempo pedían rendiciones y todo, pasaban haciendo bulla, pero
cualquier bulla usted tiene que estar listo quitar el seguro. (Adelia, 2015)
La formación siempre estuvo presente, aún en los momentos más difíciles de la
guerra, era una prioridad y se realiza de forma disciplinada.
Para mí la montaña fue una gran escuela de formación política y militar, de
cultura, de leer libros, leer más, por primera vez me dan una tarea, fui
abanderada y me dan de tarea leer una carta, me dicen que practique y me
dicen que hay que leer con fuerza y ver a los compañeros, al leer párrafos decir
una consigna eso fue un cambiazo, caminar con la cabeza levantada. Cuando
estaba parada enfrente de los todos los compañeros con el fusil en la mano y
leyendo, dije yo estoy parada frente a un montón de personas, tengo que poder y
51
de que puedo puedo. Hasta la victoria siempre, Y todos aplaudieron, yo me
sentí feliz. (Vicky, 2015)
52
CAPITULO IV
MUJERES GUERRILLERAS Y SU IDENTIDAD FEMENISTA
4.1 Identidad feminista
Como se evidenció en el capítulo anterior las mujeres que se alzaron en la
guerrilla al decidir salir del espacio doméstico, decidir con quién hacer pareja,
decidir sobre su sexualidad, acceder al conocimiento, al ser combatientes
realizaron una trascendental transgresión de género de acuerdo a los parámetros
de la cultura patriarcal que se vivía en sus comunidades.
Pienso que encontré la igualdad con los hombres, no soy hombre, sigo siendo mujer, esa
palabra igualdad me gusta estamos parejos en nuestros derechos, con nuestra dignidad.
De las feministas han venido buenas ideas que han aportado a los derechos de las
mujeres, que nos benefician, su ideología, valoran ideas importantes. No me gusta las
compañeras que caen en darle vuelta a la tortilla, que si los hombres nos han tenido
marginadas ahora nos toca a nosotras, como una venganza, así no estoy de acuerdo.
(Vicky, 2015)
No lograron trascender en el desarrollo de su identidad hacia una identidad
feminista, sin embargo manifiestan valorar y apoyar la lucha feminista pero en sus
concepciones
todavía
están
presentes
estereotipos,
descalificaciones
y
desconocimiento de los postulados del movimiento feminista.
53
Ellos tienen su opinión y yo doy como yo lo entiendo y argumento, entonces el
me ve diferente y me dice vos sos feminista, entonces yo le digo lee, el trabajo
de las feministas y te va a convencer, aunque no todo lo feminista me convence
porque he logrado hablar con algunas, tampoco voy al cien por ciento, porque
muchas dicen no hay necesidad de hombres pero no se puede solo entre
mujeres, y yo respeto, será decisión de las compañeras, así lo ven, así se
sienten bien, por qué no? respeto pero no apoyo. (Adelia, 2015)
“las mujeres no teníamos desarrollada la conciencia de género, esto es como
colectivo de mujeres, podría haberse dado el caso de alguna feminista, pero no
de manera grupal” (Ana, 2015)
4.2 Aculturación feminista
Algunas de ellas, las menos, lograron construir una identidad feminista, a la que
contribuyó la experiencia de la guerrilla, pero que se complementó con otras
experiencias anteriores y posteriores a ella. Es el caso de Ana que evidencio
desde la narración de su historia de vida, haber logrado resignificar cada uno de
los momentos importantes de su vida, logro verse como parte de un contexto
histórico, hacer un análisis, no solo de su vida personal, sino de las mujeres que
estaban a su alrededor, logro identificarse como sujeta dentro su propia historia, la
historia de su comunidad, la historia de la organización, la historia del país. El
análisis que hace de la construcción de su identidad feminista está relacionada
con varios aspectos que tienen que ver con la aculturación feminista.
54
La aculturación feminista parte desde las vivencias individuales y colectivas de
las mujeres y los hombres comprometidos en ese sentido, y conduce a la
construcción de un orden simbólico. Implica fenómenos tan complejos como la
resignificación subjetiva personal -intelectual y afectiva - y su implantación en la
experiencia vivida, la elaboración teórico -política de la experiencia, la
generación de conocimientos, la construcción de representaciones simbólicas,
códigos y lenguajes propios, así como los mecanismos pedagógicos, de difusión
y comunicación para transmitir descubrimientos y elaboraciones.(Lagarde, 1998:
1)
Es un proceso que pretende nuevos pactos, acuerdos que establezcan normas de
equidad, derechos, políticas, recursos y oportunidades, transformar mentalidades
y formas de vivir desde la perspectiva feminista de género.
Ana hace un análisis de algunos elementos de su participación en la guerrilla que
contribuyeron a la construcción de su identidad feminista:
El marco político-ideológico del cual partía el proyecto que nos hizo existir
como
guerrilleros (los planteamientos ideológicos que guiaron
la lucha
guerrillera); el entorno conformado por personas de diferentes procedencias,
edades, experiencias y otras diversidades pero con un fin supremo común,
como fue el sentirse comprometidos y llevar a la práctica ese compromiso. Lo
anterior constituía el escenario propicio para desarrollar
mejores seres
humanos, el mejor escenario que he conocido. A los principios que nos guiaban
se une
el intento autentico de transformar las prácticas cotidianas en el
relacionamiento de hombres y mujeres.
guerrillera (dirección colectiva)
La organización colectiva de la vida
las herramientas de crítica y autocrítica, el
sentirse libre de prejuicios sociales que eran muy fuertes en las poblaciones”
(Ana, 2015)
55
También identifica aquellas situaciones anteriores a su incorporación a la guerrilla
que le permitieron tener una visión diferente de su ser mujer, y que fueron los
primeros aprendizajes significativos en su vida que le permiten contar con ciertos
elementos de autonomía, además de ser una mujer ya adulta con vivencias fuera
del ámbito familiar.
Me resulta fácil enumerar eventos o personas que influyeron en mí en el
desarrollo de mi conciencia de género, sin que mediara en esos eventos o
personas una elaboración teórica sistemática… Mi madre, ella fue una persona
que tomo decisiones muy importantes en su vida desde muy joven, eso me
enseño el sentido de libertad a mí como mujer; el contacto y relación con
sacerdotes y monjas formados en la teología de la liberación. Mi primer trabajo
estable fue con grupos de mujeres de mi región y con las monjas direccionando
el proceso, ellas no se identificaban como feministas, pero hablaban de liberar a
las mujeres de la pobreza y acompañarlas ofreciendo opciones para mejorar sus
condiciones de vida, las opciones podrían ser educativas, de participación y
expresión.(Ana, 2015)
Ana es un ejemplo de cómo el feminismo ha sido desarrollado por mujeres
diversas en cuanto a sus circunstancias y culturas propias, algunas han afrontado
mentalidades conservadoras y otras han encontrado contextos que han sido
receptivos.
El feminismo confronta a las mujeres con su cultura tradicional, sus valores,
creencias y anhelos y con sus formas de sentir, descifrar e interpretar la vida el
mundo. La aculturación feminista lleva al descubrimiento de lo extraño y lo propio,
56
del grado de opresión de género en que cada mujer ha vivido y la valoración
positiva de sus avances genéricos.
La primera cosa que el feminismo me ayudo a resignificar son las relaciones
sentimentales o de amor romántico entre hombres y mujeres, lo que en lo
cotidiano se nombra como amor entre parejas...es decir paso mucho tiempo
para que yo tuviera una explicación feminista de porque a las mujeres les
pasaba lo que nos pasa en las relaciones de pareja con los hombres, ahora me
siento más cómoda nombrándolas como las deslealtades y las actitudes
promiscuas de nuestro colegas de la vida…(Ana, 2015)
Toca a cada mujer en territorios de la propia biografía. Ahí el extrañamiento
precede a la autoconciencia y a la aceptación resignificada de lo conocido, sentido
y hecho cuerpo y subjetividad: mi cuerpo, mis afectos, mis deseos y mis espacios,
mis acciones, los sucesos y aconteceres en el camino de mi vida. Todo es tocado.
Porque el feminismo es en primera persona y construye (reconstruye, restaura,
inaugura) la primera persona en un mundo que prohíbe a las mujeres el yo misma.
(Lagarde, 1998: 2)
“Después de la firma de la Paz (el feminismo) es lo mejor que
me paso, lo
disfruto mucho, saberme mujer aún con todos los desafíos y peligros machistas
que tenemos a diario” (Ana, 2015)
El placer está presente en este proceso, la búsqueda de sentido de la vida es una
gran experiencia de goce, erótico, intelectual y afectivo de las mujeres, es una
57
experiencia de develación de mirarse desde otro sitio. “Encontré la legitimación a
muchas de mis inconformidades las de antes y las que habían surgido en el
último periodo, pienso que contrario a sufrir para redefinirme, a mí me produjo
mucho gozo ver que existía una opción para mí que era ser una mujer feminista y
el mundo de posibilidades que eso me abría” (Ana, 2015)
La situación política de la cultura feminista obliga a su descubrimiento tras vencer
prejuicios y resistencias. Luego viene el arduo camino de la reeducación crítica
marcado por crisis identitarias. Si no fuera por los placeres de la mismidad, la
sororidad y la solidaridad, y por el goce de intervenir en la propia vida y en el
mundo positivamente -que se generan en la experiencia feminista - nadie
persistiría.
El feminismo me proporciona todos los días legitimaciones y fortalezas a mi
opción de que es posible tener una vida feliz sin tener un hombre conmigo, es
decir el matrimonio o una unión de parejas debe ser una opción, en un país
como el nuestro eso tiene su lado desventajoso, enfrentar todo eso y conservar
tus ventajas no se hace tan fácil. (Ana, 2015)
58
REFLEXIONES FINALES
El contexto en que crecieron las sujetas de esta investigación está caracterizado
por la exclusión, la opresión y la discriminación que el sistema patriarcal impone a
las mujeres y que origina situaciones no solo de pobreza sino también de los
otros tipos de violencia que se ejercen sobre ellas y que estaban presentes en la
cotidianidad.
La situación se agudizó para estas mujeres con el desarrollo del conflicto armado
interno que provocó que una de cuatro víctimas directas de violaciones a derechos
humanos y hechos de violencia fueran mujeres.
Murieron, fueron desaparecidas, torturadas y violadas sexualmente, a veces por
sus ideales y su participación política y social; otras fueron víctimas en las
masacres. Miles de mujeres perdieron a sus esposos quedándose viudas y como
único sostén de sus hijos, a menudo sin recursos materiales, luego de la
destrucción de sus casas y cultivos.
Algunas de estas mujeres tomaron conciencia de su realidad y de su impotencia
para poder realizar cambios sustanciales en ella; pero con el conocimiento del
papel de las mujeres en la guerrilla, que les era compartido en su etapa formación,
fortalecieron su decisión de alzarse en búsqueda de esa nueva vida ofrecida, que
era además un escape al dominio patriarcal.
59
Este posicionamiento se centra en la capacidad de las mujeres para ejercer el
poder desde la toma de decisiones, para visualizar el impacto de sus acciones a
partir de un posicionamiento político.
La sociedad patriarcal, nunca permitiría que estas mujeres ocuparan tales
posiciones sociales ni permitiría que se desarrollaran fuera de la sexualidad.
Debían ser madresposas, campesinas, como límite de su experiencia. Pero se
rebelaron y lograron ejercer cierto liderazgo como el de otras mujeres surgido de
la opresión y la participación en la luchas por mejores condiciones de vida.
Vivieron procesos de deconstrucción y resignificación
de su identidad,
construyeron durante la guerra una condición de género democrática, abierta, no
especializada, ni privativa y para lograr paridad con los hombres y autonomía en
el control de sus propias vidas.
El decidir con quién hacer pareja, el decidir sobre su sexualidad, salir del espacio
doméstico, el ser combatiente pone a las mujeres alzadas, las sujetas de este
estudio, en el límite imperdonable de la transgresión de género de acuerdo a los
parámetros tradicionales de su cultura.
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Tuvieron la opción de apropiarse de su sexualidad y de su cuerpo, de determinar
que hacer sobre su maternidad y ésta ya no fue un destino.
Algunas dejaron de ser en aspectos que se ven como inaceptables en su
condición de mujer y cambiaron, pero aun transgrediendo algunas normas, su
especialización femenina quedo evidenciada. En condiciones de guerra, el ser
para otros, se expresó como luchar para otros, morir por los otros, “morir por el
pueblo”. Además la necesidad de adecuarse, de demostrar ser capaz, fue una
lucha constante y a veces desgastante.
Sin embargo desarrollaron capacidad de negociación para pactar pues tenían la
capacidad de interactuar en los niveles públicos y privados para influir en sus
realidades individuales y en las comunidades con las que compartían, de esta
manera su trayectoria las fue configurando como sujetas políticas.
A pesar del empoderamiento logrado no enarbolaron junto a los principios de la
revolución la bandera de sus propias luchas en contra de las condiciones de
opresión, exclusión y racismo en las que viven.
61
Dentro experiencia de la guerrilla, las mujeres no desarrollaron un nivel de
conciencia de género que les permitiera transformar su tradicional ser para otros
en formas de emancipación y propuestas específicas como mujeres.
Hicieron una verdadera revolución al momento que aprendieron a leer y escribir, a
usar anticonceptivos, a decir si querían tener hijos o no, la libertad de poder elegir
pareja, decidir si casarse o no. Aprendieron a manejar armas y a organizar a la
población, tuvieron capacidad de mando sobre hombres y mujeres por parejo.
Tuvieron cargos desde lo militar hasta la Dirección Nacional de la organización.
El proceso de empoderamiento abarca distintas dimensiones, desde el
reconocerse como sujetas de derechos, hasta ganar espacios organizacionales,
desde apropiarse de su cuerpo hasta apropiarse de su vida.
La vivencia de estas experiencias las empoderó y condujo a algunas de ellas, las
menos, a resignificar sus vidas, a seguir con la búsqueda y generación de nuevos
conocimientos, a aprender de otras mujeres, a buscar otros espacios; esto las
llevó al encuentro con el feminismo que según sus propias palabras “fue lo mejor
que les pasó después de la firma de la paz”
62
Sin embargo es necesario tener claro que para lograr la verdadera revolución, es
necesario cambiar el sentido de la vida de las mujeres como género, es necesario
reconocer que no es suficiente el empoderamiento que algunas mujeres lograron
durante la guerra.
El feminismo es una filosofía que se asienta en la reivindicación vital del derecho a
la vida y que busca hacer accesible el mundo para las mujeres y elevar la calidad
de la vida en libertad.
Construir democracia y avanzar a la democracia genérica, exige estar en paz,
mejorar las condiciones de vida de los pueblos, establecer formas de vida y de
desarrollo sostenible, que redistribuyan potencien y protejan los recursos. La
cultura de la tolerancia, eliminar clasismos, racismo y sexismos
63
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66
ANEXOS:
HISTORIA DE VIDA NO. 1
HISTORIA DE VIDA DE ADELIA
Nací en 1969 soy originaria de Huehuetenango, hablo chuj, soy de San
Sebastián Coatán aunque no crecí entre mi gente porque éramos una familia
muy pobre, entonces íbamos de aldea en aldea debido a que mi papá no tenía
un trabajo fijo, así que nos quedábamos en donde le saliera algo, tal vez hacer
una casita.
Cuando tenía cinco años, nos mudamos a Ixcán porque un tío que vivía ahí, le
aviso a mi papá de la venta de unas parcelas, le dijo que él le iba a ayudar a
comprarla y que mi papá se la pagara por pocos, así que mi papá sembró
bastante milpa y le pago a mi tío con maíz; mi tío llegaba con sus caballos y
por quintal sacaban la cosecha.
Al mudarnos Ixcán aunque la gente era de Huehuetenango hablaban diferente
idioma, habían mames, todos los santos, y no nos podíamos comunicar con
ellos porque yo sólo un idioma sabía hablar igual que mi mamá y papá.
Mi mamá hacía comales de barro y ollas, y al comenzarse a poblar el lugar
llegaban a encargarle ollas para los frijoles, comales para la tortilla, todo era a
señas pero así le entraban sus centavitos, a veces se intercambiaban por un
pollito o algo así, y además de eso mi mamá también trabajaba en los
quehaceres de la casa, mientras mi papá por su parte sembraba café y
cardamomo, también ajonjolí sembramos con mi papá.
Nosotros éramos 3 hermanos y 4 hermanas, una fue la que se desapareció en
la masacre del cuarto pueblo pero éramos 7. Yo comencé a trabajar a los 10
años, lo que más me gustaba era cortar cardamomo, cortar café nunca me
gusto; por el cardamomo me pagaban cinco centavos con esto comencé a
comprar pollitos que luego comenzaron a poner huevos y ya no fui a cortar, yo
trabaje para mí porque desde pequeña quería mis centavos propios porque
además como éramos bastantes a mi papá también le costaba.
Crecimos entre violencia familiar, mi papá le pegaba mucho a mi mamá, por
cualquier cosita, que si la comida estaba fría o muy caliente; una vez ella
embarazada de la antepenúltima hermana, ella iba caminando a la cocina que
estaba en el mismo lugar donde dormíamos y él sin hablar sólo le dio con un
palo que siempre llevaba y delante de mí, dijo que porque ya había pasado la
hora del almuerzo, pero ella se había ido a lavar y estaba entrando directo a
ayudarle a mi hermana.
Antes en el pueblo eran los papas quienes decidían con quien se casaba uno,
pero al parecer mi mamá si sentía algo por él. Mi papá fue huérfano y lo
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trataron muy mal eso lo entiende uno con el tiempo, sin embargo que culpa
tenía mamá, porque con ella se desquitaba.
Pero yo veo que hoy mi papá es otro, ahora mi mamá regaña y él se queda
callado, ellos aún están juntos, viven en cuarto pueblo; y es que en aquel
tiempo, el trabajo de la mujer era en la casa, eso nos decían, que la mujer
debe aprender a hacer oficio para ser una buena mujer, hacerle caso al
marido, no contradecirlo, hacer todo lo que él dice, así que en el momento que
él quiere (ríe) hay que aceptar y hay que hacerlo porque como es el marido, es
el esposo; todo esto uno se lo va metiendo a la mente, dar y hacer todo o
mejor para ser una buena esposa. Yo pensaba que eso era así, ser sumisa,
porque si respondes no sos una buena esposa, él es la cabeza de la casa, el
que manda, cuando en realidad no es así.
Y recuerdo la forma de ser de mi papá, era muy estricto; nosotros vivíamos en
un lugar donde las casas estaban muy separadas una de la otra, entonces no
veíamos muchachos ni los días de mercado porque nos quedaba a una hora y
a mí no me sacaban, mi hermana, una de mis hermanas se iba con ellos a la
iglesia, ellos eran muy evangélicos.
Mientras yo me quedaba haciendo el oficio y yo no pensaba en novio, no tenía
ni tiempo para jugar, siempre haciendo trabajo porque la mujer tiene que hacer
oficio y no perder el tiempo. Mis hermanos trabajaban en el campo así que al
llegar se les tenía que servir; recuerdo que mi hermano mayor era insoportable,
porque a nosotras se nos hacía más fácil hacer tamalitos con frijol espeso en
lugar de tortillas, pero él decía que le dolía el estómago y mi hermana mayor y
yo teníamos que hacerle tortillas y esto significaba moler el maíz directo en la
piedra.
Mi mamá le decía a ver si así vas a ser cuando te cases o sólo a tus hermanas
las molestas, y él siempre decía me voy a conseguir a una mujer que va a
hacer todo lo que yo quiero, para eso la voy a buscar. Pero cuando se juntó, se
juntó con una mujer que sólo hacía tamalitos y ya no se le inflamaba el
estómago, y nos caía muy mal recordar todo lo que nos hizo a nosotras de
pequeñas.
Con mi hermana lavábamos ropa, pero cuando ella se casó a los 14 años y se
hizo mamá a los 15, y me quede yo sola y recuerdo cómo me costaba lavar los
grandes pantalones de mi hermano, porque además estaban sucios de trabajar
en el campo, pero así crecí, ese era mi trabajo.
Aunque intente ir a la Escuela, mi papá me inscribió por otro mi hermano que
me seguía, él quería que mi hermanito se metiera a la escuela, la escuela nos
quedaba a media hora, en el camino había patojos que molestaban, nos
tiraban piedras y encima el profesor era mal, un poquito que uno fallara y él iba
con la regla. Mi hermanito ya no quiso seguir y yo no quise irme solita, así que
aprendí a escribir un poquito; doce años tenía cuando fui a la escuela y ni un
año termine, y me quede en la casa, y paso lo de la masacre, ahí se quedó
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todo, apenas comenzaba la cosecha, fue en marzo de 1982, masacraron a
más de 300 personas.
Fue un día domingo, mi papá había sacado cardamomo y tenía que ir a
venderlo al mercado, a mí se me habían roto mis caites y me iba a ir con él a
comprar unos, antes de irnos mi papá dijo que no se sentía muy bien y mi
mamá le dijo que mejor n o fuera yal ratito comenzamos a oír ráfagas de fuego,
se oía todo tan cerca porque estaban en cuarto pueblo y como ya se había
oído que teníamos que tener cuidado con el ejército, agarramos lo que
pudimos y salimos corriendo.
Desde entonces nos fuimos a la montaña, me dio lástima porque tenía 4 patos,
un gato, un perro, y tal vez nos hubiera dado tiempo de jalar más cosas pero
nos dio miedo y sólo nos fuimos con lo que pudimos, yo me lleve cargada a
una mi hermana pequeña, mis papas las chamarras y mi hermano con su
mujer sus tanates, en la noche escuchamos sólo el helicóptero, estuvimos
como una semana en el monte y mi papá como podía a escondidas iba a traer
comida.
A los 15 días nos fuimos a México porque cuarto pueblo estaba cerca de la
frontera, y allá nos encontramos con un buen grupo de gente que huía
también, estuvimos con un mexicano que nos recibió bien, tenía una su troja
donde metía mazorca, y ahí nos dejó a dormir, mi papá y hermano comenzaron
a trabajar para ganar lo que comíamos, estuvimos como dos años, después
nos dio un pedazo cerca del potrero y ahí vivíamos.
Entonces cuando yo terminaba mi oficio en la casa iba a ayudar a jalar agua,
me daban almuerzo, y era por agradecer por la posada, no nos estaban
cobrando, después bajamos más donde le dicen puerto rico, había una
cantidad grande de refugiados y recibían ayuda, y ahí nos quedamos un
tiempo porque mi mamá tenía tuberculosis, y ahí la inyectaron hasta que se
curó, después fue que mi papá decidió unirse a la CPR, y nos regresamos, ahí
comencé a ver como los compañeros armados y yo estaba muy dolida porque
ya no tuvimos contacto con mi hermana, ella ya tenía su esposo y vivía a una
hora de distancia, pero ya no supimos que paso, durante el tiempo de
refugiados buscamos información pero nunca se localizó.
En la CPR me levantaba a las 3 am a tortear, mi mamá a veces se levantaba a
las 4 a ayudarme y a las 5 terminábamos y apagábamos todo y a veces si
podía me descansaba un mí poquito, pero ese era mi trabajo. Ya no recuerdo
si sembraban pero iban a traer maíz y una vez se me fue mi mama a traer maíz
porque salíamos por grupos, esa vez ella se cayó con su carguita, se levantó y
se vino, tenía 3 meses de embarazo, como yo siempre me levantaba temprano
ese día después de que mi papá se fuera a trabajar, ella me dijo: vas a lavar mi
ropa pero solo de abajo y no como lo lavaba siempre, pero no le decían nada a
uno hasta después me contó y supe que mi papá se había ido temprano a
enterrar el feto.
69
Así pasaron los días, y yo seguía viendo a compañeros organizados, porque
cuando estuvimos en México llegaban compañeros a organizar y a mí me
gusta estar metiéndome en grupos, había apoyo internacional, entonces
cocine, me metí un año a la escuela pero no me gustaba estudiar, me gustaba
más estar entre la gente haciendo algo, colaborando, ahí fue donde tuvimos
contacto con la CPR, con los que organizaban a los refugiados.
Antes de la CPR me fui de temporal por tres meses con permiso de mi papá,
cuando regrese tuve que buscar contactos que me llevaran a mis papas de
nuevo; recuerdo el día que volví con ellos, mi mamá estaba lavando pañales
en el río y cuando me vio se alegró mucho, me dijo que fuéramos a la casa y
me iba a presentar a mi hermanito, yo me quede asombrada y que había
pasado es que una combatiente lo había tenido pero no lo quería, entonces
compañeros buscaron a mi mamá para que lo cuidara, ella me dijo que al
principio no quería porque era trabajo doble, debido a que también le tocaba
darle de comer a compañeros, sin embargo le habían quitado ese trabajo y se
quedó sólo cuidando al niño que según ella le habían regalado.
Ella se levantaba a darle pacha, los compañeros le iban a dejar la leche, ella se
encargaba solo de cuidarlo, pasaron 3 meses y mi mamá como todos nos
encariñamos con el niño, pero nunca voy a olvidar el día llegó la mamá a
traerlo, mi mamá lo quería como un hijo y lo tuvo que entregar. Supimos en
algún momento que el muchacho tuvo mala vida, que la mamá lo torturaba, él
hubiera tenido una vida diferente si se hubiera quedado con mi mamá.
Después de esto me quede un tiempo más con mi familia, nos separamos del
grupo grande y quedamos un grupo más pequeño, esto hizo a mi papá más
estricto, era muy celoso, no me dejaba hablar con nadie porque decía que
marido buscaba, estuvo a punto de pegarme varias veces, así que decidí irme,
me acerque a una compañera del comité de la CPR y le dije que quería irme;
cuando llegaron por mí, mi mamá comenzó a decir que a buscar marido iba,
así que arregle mis cosas y me jure que no les iba a dar ese gusto, que no iba
a buscar marido.
Me fui con un compañero y una compañera, me llevaron a un campamento, yo
era muy tímida en ese tiempo, así crecí y como me metían en la mete que no
platicara con hombres, sólo miraba pasar compañeros para mi eran
desconocidos pero poco a poco nos fuimos conociendo, en ese momento yo
ya hablaba en español, lo había aprendido con la esposa de mi hermano.
Creo que tenía 16 años en ese entonces, en el campamento me hice muy
amiga de una compañera, nos agarramos mucha confianza, ella me contaba
de un su novio, yo todavía no sabía nada de eso, pero de plano ella sólo quería
apoyo; recuerdo que ahí un compañero se enamoró de mí pero yo iba con el
pensamiento de demostrarles a mi mamá y papá que no iba a buscar marido,
así que nunca le hice caso por más que me rogo, cada vez que me tocaba
posta (cuidar) él estaba atento y me llegaba a ver, pero yo fui muy clara con él
70
y le die que había ido a luchar y no iba a dejar mi trabajo por un hombre. Me
dejo de hablar y luego me trasladaron a otro lado para hacer de correo.
Primero fui transporte, luego correo, íbamos en los campamentos de CPR,
hasta la compañía y la unidad militar, en 1985 éramos dos, íbamos sin rumbo a
veces él conocía y yo lo seguía, estuve como 6 meses de correo, y en 1986 ya
me entrenaron con un buen grupo de compañeros, habíamos varias mujeres,
yo trate de dar lo mejor, pero sino iba a seguir de transporte, porque ahí
miraban si calificas para la unidad militar o seguías siendo abastos para los
compañeros, no sé cómo lo calificaban, creo que tenía que ver con cómo
cuidabas tu arma, y esa si nunca la deje, así que califique y ahora era
combatiente.
El encargado me dio el arma, era una carabina, yo feliz con la carabina porque
no quería una escopeta, luego me asignaron escuadra, eran 6 compañeros
sólo yo de mujer y a ninguno conocía, no había entrenado con ninguno de
ellos, eran nuevos todos y pedí mi traslado, así que el compañero encargado
me dio una buena charla, me comenzó a hablar de cómo era el trabajo, que no
había necesidad de compañeras, porque ahí me iban a respetar y si no habrían
sanciones, me dijo que platicara con ellos, que comenzara a agarrar confianza
que lo iba a superar, y medio me convenció.
Así que nos asignaron un campamento, nos íbamos lejos todo el día,
desayunábamos y llevábamos almuerzo cerca del cerro cuache que decían
habían naranjales, comíamos mucha naranja, de ahí me acostumbre con los
compañeros, que molestaderas, y si me respetaban, también tiene que ver que
yo me dé a respetar, porque la necesidad que había ahí era grande.
Recuerdo que una vez hubo una concentración, llego el compañero encargado
y llegaron varios compañeros con los que me entrene, hubo fiesta, bailamos,
después de esto me llamaron para pedir mi opinión sobre un traslado a
Huehuetenango, para entonces ya mi mentalidad había quería conocer a mas
compañeras y compañeros, tener nuevas experiencias, entonces me dijeron
que me iba a trasladar con otro compañero, que ya conocía, nos íbamos 6
meses y después teníamos que regresar; ahí había un muchacho enamorado
de mí, él lloro por mí, de plano me quería mucho pero yo seguía con la idea de
no tener novio.
Me fui y pedí que como para ir a Huehuetenango tenía que cruzar en
Matagalpa y ahí estaban unos compañeros y mis papas, pedí permiso de pasar
a visitar a mi mamá antes, entonces estuve como 3 días, pero cuando llegue
mi mamá ya estaba embarazada de mi último hermano, ella había pensado
pedir unos días a los compañeros para que yo la llegara a cuidar yo no sabía
que estaba embarazada pero le dije que no, que yo iba para otro lado y me fui
para Huehuetenango siete meses más de combatiente.
La primera pregunta que nos hicieron fue si alguna vez habíamos combatido?
Pero nunca, porque cuando se hacían las exploraciones en el entrenamiento
71
nunca hubo movimiento del ejército, y nos dijeron que en Huehuetenango
habían muchos combates, mucho movimiento del ejército, que íbamos a
agarrar experiencia, éramos como 45 y éramos tres mujeres.
El problema ahí era el frio, teníamos que juntar fuego debajo de la hamaca
para descansar un poco, temprano bajamos a hacer una pollada a hacer
ejercicios y ahí nos calentábamos, había que sacar agua bajo las piedras
porque había nacimiento, estuvimos ahí mucho tiempo después nos fimos en
operación, cerca de Barillas Huehuetenango, hacíamos toma de carreteras,
retenes, nos fuimos cerca de la carretera, pasamos un mes sin bañamos, no
había agua, para tomar agua teníamos que caminar como 45 minutos, pero no
había para bañarse, hasta que salieron a buscar unos compañeros y
encontraron dos positas, ahí se bañaba uno, pero sentía uno que se quemaba,
así que después del baño nos asoleábamos y regresábamos a la carretera a
hacer retenciones.
Un día yo estaba de posta, estábamos en tres lugares diferentes y entro el
ejército, empezaron las balaceras, yo estaba en el otro punto de donde
aparecieron, yo no pude disparar, de ahí se comenzaron a retirar los
compañeros para el lado donde estaba yo, comenzó a bombardear el
helicóptero, nosotros nos fuimos por la orilla de la carretera y cambiamos de
lugar, así que los 7 meses que estuve ahí no combatí, después andábamos en
operaciones, salíamos a explorar para luego regresar a entrenar para reforzar
y a descansar un poco.
Al tiempo me regrese al Ixcán, ahí estaba más complicada la cosa, comenzó la
ofensiva del 87, nos dividieron en grupos y con o sin experiencia al combate,
en el grupo donde estuve un muchacho se enamoró de mí y yo comencé a
sentir algo por él y que si de repente se lo llevaron a otro lado. Y a nosotros
nos mandaron cerca del cuarto pueblo a controlar, de ahí no recuerdo cual fue
mi primer combate, pero una vez entramos a atacar en la noche y así empecé,
otra vez tuvimos un campamento donde tardamos una hora de combate,
tuvimos que replegar, combatimos hasta ya entrada la noche salimos, hasta
que el ejército ocupo ahí.
Cuando un combate se siente miedo mientras vienen, mientras no suena el
primer disparo a uno se le alteran los nervios, pero a partir de este, usted
también dispara y se rompió ese silencio, cuando ya sonó el primer tiro y mira
al soldado disparar es otra cosa.
Y es que el entrenamiento es parejo para hombres y mujeres; el combate en
línea de fuego es pareja, solo en algunos casos en Huehuetenango si había
necesidad de que el ejército callera en una emboscada, dependiendo del lugar,
mandaban a los compañeros más pilas que pudieran vencer las circunstancias
del lugar.
Organizada aprendí a leer y escribir, me daba pereza el estudio, no me
gustaba pero me enseñaron, a finales del 87, no dieron un pedacito de lápiz y
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una hoja, siempre con el fusil listo, estábamos en trinchera de combate y uno
ahí escribiendo algo pero bien atento, listo quitar el seguro.
Yo me escape tres veces de morir, una fue cerca de Cuarto Pueblo, yo estaba
de posta estábamos en emboscada pero seguro no me tocaba, porque llego el
compañero para cambiar de turno, me pido las novedades, él se quedó y yo
me subí para desayunar, no se me pasa porque si el ejército ya me estaba
mirando cuando me quite, seguro me matan por la espalda, pero no me tocaba
porque solo subí y me metí a la trinchera, cuando escucho el primer tiro ahí,
deje mi arroz ahí y a echar punta, el jefe de pelotón estaba cerca, estaba un
ametralladorista y cuando yo mire al ayudante del ametralladorista, tira una
granada y le callo esquirla en la frente, pero estaba lleno de sangre, yo sólo
esperaba que me callera una a mí, entonces el jefe de pelotón dio la retirada.
Nos fuimos replegando, ahí si dispare, nos dividimos en dos grupos, nos
fuimos por diferente camino, tuvimos que cruzar un rio, éramos solo 4 y vi
como pasaban los soldados, yo estoy apuntando, pero no podía disparar
porque teníamos que dejar que se acercaran, y ellos tiran ráfagas de
ametralladores, yo me tire para atrás y cabal le dio a un árbol. Ahí si hubo
bajas. Luego al entrar la noche ya no se escuchó nada, más tarde cruzamos el
río y al día siguiente nos encontramos con los otros compañeros, otra vez
cerca de pueblo nuevo llego un helicóptero y nos dieron orden de disparar, nos
respondió con una ráfaga de ametralladoras, pero se enterró en la tierra, nunca
me toco ningún raspón gracias a Dios, me salve de varias.
A finales de 1987 tuve novio, en 1988 estaba la ofensiva pero me enferme y
me mandaron al campamento de enfermos y de repente me llego a visitar,
siempre me mandaba cartas, pero llego en plena ofensiva y ahí entendí como
era enamorarse, después se regresó a su grupo, pero él se fue de baja, no sé
qué le paso, me dijo que nos fuéramos, pero no quise, desde que me alcé dije
no me voy por un hombre. Después tuve otro novio pero me traiciono con otra
compañera.
En este tiempo me agarraron confianza y me dijeron que iba a aprender
mecanografía, me daba pereza, porque no sabía leer ni escribir bien, pero me
dijeron que iba a seguir aprendiendo y como ahí no le preguntaban a uno si
quería o no, así que Silvia me enseño, y no había terminado todos mis
ejercicios cuando ya tenía trabajo que sacar, además también lleve control de
abasto y siempre fui bien cumplida en mi trabajo
Estando en ese campamento fue que comencé a hablar con el papá de mis
hijos, nunca pensé que él fuera a ser, porque ahí entraron otros temporales a
entrenar y uno de estos se enamoró de mí y yo igual, y es que yo tuve buenas
propuestas, guapos, muchachos más jóvenes, el problema mucho fue mi
conciencia en la lucha, este muchacho era guapo, patojo, blanquito de cuarto
pueblo, lo quise un poco, se incorporó en la unidad militar y le dieron un tiro en
la nalga y se fue con su familia, pero yo no me iba a ir detrás de él, lo acababa
de conocer y siempre mantuve que no iba a deja mi trabajo por un hombre.
73
Hubo varios compañeros a quienes les agarre confianza, pero como
compañeros, ellos lo confundían con otra cosa y yo era muy estricta, les decía
que si confundían mi amistad que no me volvieran a hablar, no me gustaba. Y
así hasta que me quede con el papá de mis hijos. Y yo misma me preguntaba
que me gustaba de él, un compañero me pregunto qué me gustaba y yo no
sabía, de plano porque tenía en la mente que él no iba a dejar el trabajo, eso
me gusto, hasta después entendí que era por eso, un compañero entregado a
la lucha, pero enamorarme, la mera verdad parece que no.
A los tres años de estar con él me embarace, pero me enferme de la gastritis,
me llevaron a México y él se quedó con otra, cuando regrese ya la otra se
había retirado del campamento, y él se iba al frente unitario, pase una semana
sin comer, yo lloraba, me acerque con los compañeros, me apoyaban mucho y
me enamore de otro muchacho, pero para qué? si tampoco se pudo, yo le
cuento a mis hijos y me dicen por qué no te fuiste, pero a uno así lo han
educado desde pequeña, media vez uno es madre, ya no sos nada para
alguien más, él era joven yo tenía una hija, yo era una señora y el joven, me
enamore, hasta ahí supe qué era enamorarse, pero estaba convencida de que
no era posible, no sé si él se enamoró, pero yo si me enamore de él, pero
hasta ahí llego. Quise contactarlo pero ya no se pudo, supe que se accidento y
se murió, ya nunca pude hablar con él.
En esta experiencia de vida, creo que como mujer, lo que sentí más
complicado fue en Huehuetenango, no por caminar, sino porque no había
agua, no se podía uno bañar, a uno le viene la menstruación, en ese momento
no habían cotex, sino pedazos de toallas que nos daban, y ¿dónde las
lavábamos? Usaba uno su toalla y la guardaba hasta encontrar donde había
agua, eso era complicado, conseguíamos poquito de agua sólo para cocinar.
Y cuando me incorpore en la unidad militar, ahí me desmoralice, me sentí sola,
sólo con compañeros desconocidos, luego ya encontré algunas compañeras,
pero al principio fue complicado, aunque realmente ahí era igual para todos, en
el combate, todo era parejo, solo en capacitaciones como de filosofía, ahí si
quise entrar, pero los compañeros seleccionaban, de plano ellos miraban
quienes le atinaban un poco más a la política, no sé pero nunca me metieron a
ese grupo.
Pero yo hacía lo que me tocaba hacer, ahí aprendí a escribir a máquina, los
partes de guerra que decían yo los hacía, sacaba copias y ponía el nombre de
cada unidad y enviaba a los correos, todo yo lo hacía, materiales que había
que reproducir yo lo hacía a máquina, los jefes tuvieron bastante confianza
conmigo.
Mi primera hija la tuve en 1994, a los ocho meses tuve que dejar mi puesto de
trabajo, pero yo no quería, pero me fui a tener a mi hija a la CPR, estuve año y
medio, deje a mi hija y regrese, porque yo me comprometí a regresar. En mi
embarazo el papá no quería que yo la tuviera, me dijo “hace lo posible porque
no”, pero yo le dije que no, porque si fui tan mujer para esto, lo voy a tener
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como sea, sabiendo que iba a estar en la CPR, donde no había mucha
posibilidad pero así lo iba a tener y la tuve, fue una metida de pata de los dos,
pero ya estuvo hay que tenerla, y así la tuve; la segunda otro error (ríe). Mi hija
se había quedado con mi familia, pero antes de la desmovilización cuando
estaba rolando moran, la fui a traer.
Para mí estar alzada me cambio la vida porque en mi casa mi mamá me decía
que las mujeres éramos de la casa, para hacer el oficio, ser obediente, o
sumisa aunque en esa época no se decía esa palabra, y cuando me alcé era
otra cosa, porque ahí nos daban formación política y militar, la mujer tenía el
mismo valor que un hombre podía hacer en la práctica, desde el entrenamiento
hasta el combate éramos igual, de ahí cambio mi pensamiento a lo que me
estaban inculcando mi mamá y papá, poder platicar con mujeres y hombres,
tener amigos y amigas, eso era algo que en mi casa no me dejaban.
Mi mentalidad fue cambiando, como mujeres si somos capaces, tenemos
nuestra propia fortaleza, esto me ha ayudado bastante, hasta el día de hoy en
mi trabajo, soy una mujer diferente, he superado bastante.
Ahora estoy metida en organizaciones, de mujeres, porque me gusta aprender
porque mientras uno más se encierra nunca aprende, una vez en
Chimaltenango expusieron su trabajo como mujeres feministas, yo voy en ese
lado, el propio papá de mis hijos dice que yo soy feminista sólo por defender
mis derechos en mi casa, en el trabajo, como él es el director del trabajo y
cuando yo voy a dar mi opinión digo como yo lo entiendo, no como lo
entienden ellos, ellos tienen su opinión y yo doy la mía, lo argumento, entonces
él me ve diferente y me dice vos sos feminista, entonces yo le digo lee, el
trabajo de las feministas y te va a convencer, aunque no todo lo feminista me
convence porque en algunas veces he logrado hablar con algunas, y tampoco
voy al 100%, porque muchas dicen no hay necesidad de hombres pero no se
puede solo entre mujeres, y yo respeto, será decisión de las compañeras si
así lo ven, si así se sienten bien, por qué no? respeto pero no apoyo, pero en
muchas cosas estoy muy de acuerdo en la lucha de ellas, saber respetar las
diferencias, siempre y cuando respeten lo mío, ellas tiene una lucha fuerte y
son directas en las cosas.
Y es que yo nunca estudie, pero antes de la desmovilización me dijeron que
me iba a capacitar para promotora en educación, y es que como yo escribía en
la máquina me decían que yo ya sabía leer y escribir, pero yo solo copiaba, no
sabía que eran tildes, ni nada de eso, solo copiaba y escribía. Me dijeron te vas
para Quetzaltenango a recibir una capacitación para dar clases después de la
desmovilización, ya tenían planes los compañeros y nosotros ni sabíamos.
Ya estaba embarazada de mi segunda hija, regrese por la más grande y ya en
la desmovilización me dedique a enseñar, llegaron los compañeros a evaluar, y
dicen que saque 100, tengo mi diploma, pero yo no había recibido clases y
ahora yo daba clases; pero el papá de mis hijos siempre me decía que yo no
estaba a su nivel, por mi bajo nivel académico, siempre fue ese problema, ya
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cuando nos venimos a la comunidad, no sé quiénes gestionaron unas becas y
me fui de becada para estudiar el básico, no estudie primaria, pero tenía
respaldo y me fui a sacar los básicos, lo estudie en Chimaltenango.
Después me comencé a meter en organizaciones de mujeres y aprendí más y
más cosas, fue un choque más grande con él pero de ahí ya lo fui alcanzando,
por eso es que me tira él que soy feminista, ahora mi opinión es diferente,
ahora donde tengo que opinar opino y si tengo que cuestionar su opinión
también la cuestiono, entonces eso es un enorme problema, yo recibí apoyo
psicológico junto con mis hijas para superar todas estas cosas, a la psicóloga
le conté que no estudie la primaria y me dijo que si quería seguir estudiando? Y
le dije que sí pero que no podía porque a veces tenía la posibilidad de trabajar
y otras no, entonces en lo que nos dio las terapias también me hablo de
estudiar a distancia, que es más cómodo, me dio el número, contacte y
comencé a estudiar, en el 2013 me gradué de bachiller.
He sacado varios diplomados, tengo planes, quiero ser terapeuta, ese es mi
sueño porque ahora soy Promotora de Salud Mental Comunitaria con víctimas
del conflicto armado, quiero fortalecerme en esa área, quisiera estudiar para
terapeuta y ayudar a la gente, me gusta más trabajar con mujeres, pero sin un
trabajo seguro no puedo hacerlo, tendría que ganarme una beca.
Y es que cuando uno maneja sus derechos ya no les gusta, en el trabajo
somos dos mujeres pero quien está más metida soy yo, la contadora casi no
llega, y ahora son solo tres, pero eran cinco hombres y solo yo de mujer,
empiezan a decir cosas, yo defiendo lo mío, pero estoy solicita ahí y sus
opiniones se unen.
El problema ha sido que he trabajado junto con mi esposo, y él siempre critica
como hago yo mis cosas, algunas compañeras me dicen y vos por qué seguís,
y simplemente no tengo oportunidad, trabajo donde hay trabajo. Me gustaría
tener la oportunidad de trabajar en otro lado, aunque me gusta mucho mi
trabajo, que es acompañar víctimas del conflicto armado, acompañar en
exhumaciones, yo trabajo en Asoq’anil, asociación de víctimas del conflicto
armado interno, me gusta el trabajo, hay momentos difíciles porque me cargo
mucho de dolores, porque atendemos gente en las casas.
Y me gusta el trabajo el problema es estar toda la vida con él, yo ya quiero
cambiar de rutina.
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HISTORIA DE VIDA NO. 2
HISTORIA DE VIDA DE ANA
Hay cosas fundamentales que yo viví como lo vive cualquier mujer de
cualquier clase social, estamos en el mismo plano, es inefable que se
comparten condiciones. Pero fui privilegiada porque si pude ir a la escuela,
aún cuando caminaba 8km desde tercero primaria para ir a la escuela, era
jornada doble, así que regresaba a almorzar a mi casa y me iba otra vez a
la escuela. De mis hermanas fui la única que no fue a internado, todavía no
sé por qué a mí no me mandaron, porque mi hermana más grande y las dos
más pequeñas si fueron.
Mi madre tuvo un matrimonio anterior, ella y mi papá se querían mucho
pero a mi padre no lo querían porque era menos aventado, era más
dependiente de sus padres, tenía más pisto pero era de mi abuelo,
entonces mi tíos decidieron que mi mamá se casara con otro que era más
aventado y bien chambeador, pero cuenta mi mamá que a los dos meses
que estaba embarazada de mi hermana mayor, se regreso a la casa porque
el hombre salía y la dejaba encerrada, sin dejarle ni para la comida, la
tenía matando de hambre y no la dejaba salir y embarazada tenía que
trabajar un montón, tenía que voltear el café, algo que hacían los mozos.
Mi madre es aventada, de ahí yo encuentro mis raíces feministas porque
ella era avanzada como mujer de su tiempo, aun estando en el ámbito
campesino, porque vivíamos en Camotán, para el tiempo de ella ni 300
habitantes deben de haber existido, era una aldeíta, entonces no sé cómo
hizo pero decidió dejar a su primer esposo, se regresó donde mi abuelita, y
llego solo con lo que tenía puesto incluso su máquina de coser que ella
había comprado solita y se la había llevado cuando se casó la tuvo que
dejar, dejo sus trastes, sus ollas, la pobre hacía cuentas, porque ella
siempre había trabajado, y todo lo dejo, y cómo se iba a ganar la vida?
Mis tíos querían que se regresara, pero vaya que el marido era tan
desgraciado que ni hizo el intento de llevársela otra vez, era un hombre
promiscuo de los peores porque tiene tres o cuatro hijos casi de la edad de
mi hermana. Así que mi mamá tuvo a su primera hija, trabajo muy duro y
junto otra vez para su máquina, se casó con mi papá pero no vivieron tan
felices como sería el cuento, y es que a mí nunca me ha dolido aceptar los
defectos de mi papá, y ahora con el feminismo uno puede criticar sin que
eso signifique que uno no lo quiera o no lo respete, pero mi papá no era el
marido que mi mamá esperaba, en el sentido de determinantemente
trabajador, porque lo que si hay que agradecerle es que nunca toco a mi
mamá, las palabras que él dijo para su entierro eran de puro amor, todos en
el pueblo dicen que no hay pareja que se haya querido tanto como mis
papas, porque tanto ella como él iban juntos a todos lados, mi papá le hacía
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todo a mi mamá, podía yo estar en frente de ella pero ella llamaba a mi
papa.
Mi padre la quiso mucho más a ella que a nosotras, con nosotros era muy
arbitrario, no pegador pero si alguna vez fue agresivo para llamar la
atención y lo que más nos afecto fue que él no se puso las pilas, ahí mi
mamá machistamente era la de los pantalones, entonces ella lo que no
quería decidir se lo dejaba a él, quizá por el liderazgo de ella, y como
fuimos una marimba en el asunto económico falto determinación de mi
papá porque los padres de mi generación se fajaban más que mi papá,
entonces siempre vi a mi madre como la que se fajo y la que dijo aunque
tenga que vender piedras mis hijos tienen que estudiar, al menos sacar una
carrera a nivel medio, cuando mi hermana se fue a estudiar eran solo tres
chavas en el pueblo que estudiaban.
Mi mamá solo llego a 4to. Primaria, estudió en Chiquimula (INSO) porque
teníamos familiares donde algunos le dieron de comer barato y a ella le
daban una beca para que mi abuelita no pagara ni un centavo, pero mi
abuelita no quiso porque era mujer y tenía que estar en la casa y para qué
iba a estudiar?, después le llegaron a ofrecer trabajo de maestra porque no
muchos tenían hasta 4to primario y su mamá no la dejo ir. Mi abuelita otra
vez se opuso y mi mamá se dejó, si ella no le hubiera hecho caso, otra
historia contaríamos, ella hubiera sido la directora de esa escuela.
Mi mamá escribía mucho más claro que yo, a ella le encantaba leer y
escribir, aunque claro no llego a libros, pero con ella aunque sea chistes
leímos, yo ahora me veo privilegiada porque en otras familias los mandaban
solo a trabajar y mi mamá nos corregía la letra, Ella siempre le daba un
seguimiento a ese tipo de cosas que otras familias no le daban, ahora es
más común pero no en aquel tiempo, en aquella época los policías llegaban
a decirles a los papas que enviaran a los hijos a las escuelas, mi madre
nunca tuvo necesidad de eso, entonces ahora pienso que esos cosas son
rasgos feministas.
Mi primera hermana a los 20 años estaba embarazada, y ella creció con
nosotros mi mamá nunca la dejo, yo no sé a qué edad supe que ella no era
hija de mi papá porque siempre estuvo. Ella le decía papá a mi papá y
recuerdo que a ella no la regañaba, no sé que trato tenía con mi mama,
pero ella siempre se ocupó de mi hermana, supongo que tenía culpa
porque el otro hombre siguió su vida y tenía mucho pisto. Mi mamá contaba
que ella se había ido con el alcalde del otro pueblo para decirle que le
ayudara, y el alcalde consiguió que cada mes el hombre le diera como
Q.5.00 dice que siempre le llevaba los billetes y monedas más viejas; pero
yo creo que mi mamá pensaba que si se hubiera quedado con él su hija
hubiera crecido de otro modo.
78
El oficio de la familia de mi papá era la agricultura, pobres como la mayoría,
entonces mi abuelo, tenía una finca de café y la dividió en tres, mi papá aún
conserva su parte, pero esas cosas determinaron cierto trato de mi mamá
para mi hermana mayor, ella siempre puso el foco en resolverle a mi
hermana, y como yo fui la primera hija de mi papá, ella veía la preferencia
de él conmigo, entonces de plano ella pensaba que yo tenía garantizada la
vida con mi papá así que ella se preocupó mucho por mi hermana, ella se
fue a Huehuetenango a un internado caro, mi mamá le pidió ayuda a un
cura, que fue como un papá o un tío para nosotros lo queríamos mucho, y
él ayudo para que mi hermana se fuera a estudiar hasta sexto.
Conmigo ella no se preocupó mucho, yo me volé toda la primaria para
arriba y para bajo, claro que en la época de mi hermana no viajaban a
estudiar muchos del pueblo, entonces cuando yo estudie ya éramos un
grupo más grande, pero mi mamá siempre le busco lo mejorcito a ella.
Mi hermana era traidera y la quisieron expulsar dos o tres veces, mi mamá
tuvo que ir hasta Huehuetenango para que no la expulsaran, ella le aseguro
siempre todo a mi hermana; mi hermana no tuvo penas de ir y regresar, no
tuvo penas de sol, ni que en el camino hubieran violadores. Mis hermanas
menores también fueron a un internado pero ellas fueron a Chiantla, a un
lugar donde estaban las aspirantes a ser monjas, y lo que me daba envidia
es que ellas ahí jugaban basquetbol, y tenían otras actividades a las mías
en la escuela, pero eso sí, yo no tuve los trabes religiosos que ellas si
tenían.
Yo me relacione con monjas de Huehuetenango eran belgas, había una
congregación que nace con el objeto de coadyuvar a la educación para a
las niñas de clase bien por eso es que ponen un colegio, pero las otras
monjas que también son belgas vinieron a ayudar a la gente pobre de
Guatemala y ponen un colegio solo para niños de las aldeas, ni siquiera
aceptan a niños del pueblo sino solo de las aldeas. Yo a ellas las conocí
trabajando, yo me gradué de maestra para el hogar, la verdad no me gusta
ni cocinar, pero estaba buscando una carrera que no tuviera matemática.
Y también gracias al padre que siempre nos ayudó conseguí estudiar para
auxiliar de enfermería, con una enfermera filipina en Camotán, iba lunes a
recibir clase de enfermería, un día recibíamos clase y al día siguiente
practicábamos, entonces ayudábamos a los niños desnutridos, niños sin
pelo, con los cachetes quemados, escamosos, hinchados, lo primero era
bajarles la hinchazón ya con eso tienes la primera mitad ganada, después
hay que inflarlos nuevamente pero con comida, y se ponían bien bonitos,
luego se los llevan y a los seis meses regresan igual, y aún ocurre pero en
aquella época había más abandono menos información ahora al menos las
ONG llegan y vacunan.
Recibimos varios meses el curso y después algunas se fueron quedando
para ayudar de voluntarias, yo iba lunes y martes a ayudar; lunes era día de
79
descanso para todo el hospital, porque los domingos la gente iba a comprar
al mercado entonces iba también a la consulta, porque no había centro de
salud, sino hubiera sido por los belgas, no se hubiera tenido nada de eso.
Entonces los lunes era descanso el chance era curar los heridos de
machetazos del domingo, porque en ese tiempo habían muy pocas
carreteras y la gente para regresar a sus casas era a pie y los bolos eran
los últimos que se iban y se agarraban a machetazos a medio camino, y se
dejaban pero hechos pedazos, se quedaban tirados y los iban a dejar el
lunes al dispensario.
Yo tengo cuadros en la cabeza de cómo llegaban esos hombres,
ensangrentados pero de sangre seca, la ropa que muchas veces era
blanca, estaba pegado en las heridas, y cuando ya les pasaba la
borrachera sentían el dolor y comenzaban a llorar, entonces primero se le
quitaba la ropa con agua caliente, mi mayor actividad era detener la
palangana para que vomitaran, porque media vez empezabas a tocar las
heridas la primera reacción era el vómito del dolor y yo con la palangana, se
llenaba la palangana, la tiraba y otra vez regresaba, cuando ya tenía limpio
todo ya suturaba, yo acercaba los instrumentos, llevaba agua, y después a
recuperarse, pero era de todos los lunes.
Estando ahí hable con el padre Hugo para decirle que quería seguir
estudiando, entonces venimos a la ciudad, me hice unos exámenes y los
gane, así que estudie para maestra de hogar, recuerdo mi primer día, me
vino la menstruación, amanecí empapada, yo ya tenía 18 años.
Yo vivía cerca del colegio, una señora adinerada nos daba donde
quedarnos junto con una compañera de Tecpan y otra de Chiquimula, me
iba muy bien, tenía buenas calificaciones porque no había matemáticas,
puros noventas, donde no tenía muy buena nota era en vestuario y textiles
porque se usaba la matemática.
Cuando ya estaba graduada la gente me decía que consiguiera una mi
plaza en el gobierno, un mi tío que era comisionado militar, me recomendó
con un diputado, este mi tío era muy bueno con nosotros, pero tenía fama
de malo, ojala Dios lo haya perdonado. Por mi parte yo estuve yendo al
congreso a buscar al diputado por casi un año, yo quería ser educadora de
hogar para atención a las amas de casa y grupos juveniles, Clubes 4S se
llamaban; el equipo era una educadora y un perito agrónomo, él se
encargaba de ir con los agricultores, mientras la educadora le enseñaba a
cortar calzones a las mujeres. Ese trabajo era deseado porque solo había
una por departamento y la plaza de Chiquimula era la que yo quería, por
eso andaba va de colear al diputado. Entonces parece que el padre Hugo
hablo por mí y me ofrecieron una plaza, pero debía esperar el
nombramiento.
80
Pero mientras esperaba, llegaron unas monjas conmigo, ellas tenían un
programa de promoción femenina, era atención sólo a mujeres, me
contactaron por medio del padre Hugo, él y me ofrecieron trabajo, pero ellas
tenían un régimen de trabajo de octubre a junio, y tomaban vacaciones
porque de julio a septiembre, era temporada de trabajo agrícola, tres meses
que no se visitaban a las comunidades porque estaban trabajando. Yo les
dije que lo que me saliera primero, así que al otro día llegaron a decirme
que estaba contratada.
Yo estaba contenta de trabajar con ellas, los primeros días me dijeron había
un curso en el CAPS, que era Centro de adiestramiento de promotores
sociales, esto funcionaba en la primera cede de la Landívar en la zona 10,
eran 3 corredores de aulas y ahí llegamos a curso los promotores sociales,
era algo como líderes comunitarios, entonces a los curas les daban espacio
para mandar a gente de Guatemala, eso fue buenísimo, fue mi segunda
escuela, era parecido a terapias alternativas porque era una manera de dar
educación pero era psicoterapeuta, era análisis introspectivo, eso fue bien
fuerte, ahora se ve que no era un buen método pero en ese momento
funciono, la mayoría que llegaron era maestros, era un buen grupo yo me la
pase muy bien.
Yo ya tenía experiencia en el trabajo porque como había trabajado ya con
las monjas y el padre; ahí conocí a un chavo psicólogo buenísimo yo creo
que él estaba organizado, se oía a lo lejos lo de Quiché ya empezaban a
salir cosas como de la guerrilla aunque no le decían así pero se entendía,
habían movimientos de estudiantes, en ese momento oriente estaba en
cuestión de participación política, muy rezagado, no habían ni maestros en
oriente. La masacre de los sesenta eran cosas muy fresca en la cabeza de
la gente, entonces la gente tenía mucho miedo, porque en Jocotán yo vi
como los aviones descargaban bombas en una montaña Granadilla de
Zacapa que colinda con Jocotán, de la escuela del pueblo se miraba lejos,
pero se miraba el humo, yo lo tengo como película en la cabeza, era como
el año 65.
En los setenta, hubo masacre en Cajón del Rio porque hay una franja
montañosa que colindaba la unión Zacapa y la Granadilla, en esas aldeas
hubo masacres mucha gente se fue a Honduras; Valentín Ramos era un
combatiente del grupo de sierra de las minas, que comienza un nuevo
grupo con gente de Esquipulas, y lo pintan como terrorista, en 1975 se hizo
una masacre en una aldea donde mataron hombres y le echaron la culpa a
Valentín Ramos, aunque las viudas sostenían que habían sido soldados, el
ejército hizo secuestros selectivos con gente que creían que estaba en a la
guerrilla, de todos esos se hablaba en esos temas se hablaba en el taller
donde yo estaba.
Supe también que a los papas de Carlos Ibarra los mataron por ser
catedráticos de la universidad, se contaba cuanta gente de psicología murió
81
yo estudie en la Landívar, el chico este de psicología nos explicaba todo, se
lo sabía todo, y siempre me preguntaba cosas de mi pueblo y yo ahora
pienso que habrá pasado con él, nunca más supe de él, siempre he
pensado que murió, es uno de los recuerdos que tengo de este grupo.
Yo miraba esas cosas en el pueblo, pero no las conectaba, sino más bien
decía pobre la gente la tengo que ayudar pero con ese curso comienzo a
entender, porque al final del taller se hacían dinámicas de grupos,
hacíamos una especie de reflexión profunda y compromiso como
facilitadores, y eso me daban más ganas de ir a las aldeas. En mi primer
viaje íbamos a caballo, llevábamos comida, sleeping, nos íbamos como 3
días, llevábamos panes, hubo un mes que siempre andaba con las monjas
mientras me presentaban, era chistoso porque teníamos un caballo, una
yegua que se llamaba mirza y el burro que se llamaba caminero, y ellos se
sabían muy bien el camino, incluso mejor que yo.
Los curas comenzaron a abrir carretera por todos lados, las monjas tenían
un carrito zafarí, pero solo una monja era la atrevida que se iba en carro en
moto y yo miedosa no aprendí, siempre andaba en la yegua o el burro y la
yegua le tenía miedo a los carros, estuvo a punto de matarme por el miedo
que les tenía.
Esta fue mi escuela definitiva, porque yo me alce cuando se dan las
masacres en Ixcán yo ya estaba allá, y yo les preguntaba a todos porque se
habían alzado y todos decían por represión, en octubre de 81 fundan una
patrulla militar en una parte de municipio donde yo vivía, esto era del
frente13 de noviembre, que fue para romper brecha en el pueblo, cuando
se da el bombardeo contra las posiciones de esa patrulla, yo me di cuenta
de ese bombardeo, era en una aldea que está a las faldas del cerro
Nomajá. En ese tiempo era más montaña, colinda con Jocotán, Esquipulas
y Honduras.
Nosotros previo a esto éramos un organismo clandestino de esa región;
cuando comienzo a trabajar con las monjas, en fundación femenina
comienzo a salir del país a cursos organizados por las ONG con las que
trabajaba, la misión siempre alió sus programas a otros programas
similares que estuvieran en Guatemala, tenía alianzas con otros países, yo
trabajaba en la radio Chortí; aprendí a hacer programas radiales, a hacer
radioteatros, y muchas cosas sobre todo de una chilena que vino a
capacitarnos, ella nos contaba el golpe de Allende, esa mujer era estilo
Marcela Lagarde, nos enseñó muchas cosas radiales.
Yo salí con mucha conciencia después de todo esto, aprendí a hacer
guiones, todos los jueves de 8 a 10 hacia mi guión, era un programa
semanal, tenía yo que hacer historias, era radioteatro, porque ya no querían
más discursos, entonces cree un mi personaje que se llamaba doña
Esperanza, era la que siempre aconsejaba, era un programa específico
82
para mujeres de reforzamiento al trabajo de campo. La radio tenía escuela
radiofónica y tenía primaria.
Las monjas no estaban tan avanzadas en la teoría feminista pero si tenían
esa visión porque nuestro programa era para mujeres, entonces el cura que
manejaba la radio propone que la misión no se quede solo así si no que
empiece a hacer una asociación de acuerdo a la legislación guatemalteca y
se conecta con una pareja de abogados, y era el papa de Yolanda Aguilar,
Vinicio Aguilar que tenia de esposa a una abogada laborista, Yolanda
Urizar, quien tenía papá militar, por medio de él un poco la salvan, entonces
esta pareja de abogados ayudan con muchas cosas a la misión y les
aconsejan levantar una investigación, dos trabajadoras sociales, levantan el
trabajo de campo de algo que se llamaba pensemos juntos, lo que hicieron
ellas fue encontrar las principales contradicciones del contexto.
Utilizamos todo ese material para que nos capaciten, era fundamentado en
el método de Freire, aquella palabra generadora que llevaba a la discusión,
a partir de ilustraciones donde la gente tenía que decir que miraba,
entonces había una contradicción donde el hombre le estaba jalando el pelo
a la mujer, con una botella y con niños llorando, basura en la casa, un
retrato tan fiel de las familias de las aldeas, todo esto era un juego láminas,
nosotros teníamos un folleto de ayuda al facilitador.
Con esto se trabajaba con los grupos de mujeres, pero la monja lo traducía
a la vida de la virgen María, pero cuando yo trabaje con ellas, jamás se
redujo María a una mártir, una mujer resignada, nosotras utilizábamos la
imagen de la virgen María para no tener tanto hijo. Nunca le dijimos que los
métodos eran pecado, se les decía, decídanlo ustedes pero ellas siempre
preguntaban si no era pecado, se les daba la explicación sin decir que no
era pecado, ellas trataban de enseñar las posibilidades y que la gente
decidiera.
Yo en a guerrilla oí y aprendí cosas que ya se las había escuchado a las
Belgas, el paternalismo neocolonizante, la autonomía, la auto
sostenibilidad. Yo me organice con el EGP, siempre desempeñado mi
trabajo legal en la radio y con las monjas, nosotros éramos gente que
trabajamos en la misión de paz pero platicando entre nosotros habíamos
unos que si queríamos ir más allá precisamente porque el trabajo de la
iglesia comenzó a ser muy controlado, entonces la gente pensaba si
quedarse con lo que el ejército decía o hacer algo más, nadie podía
quedarse indiferente bajo el sometimiento del ejército, para esta época ya
se habían comenzado a conformar las patrullas civiles del ejército en
oriente, porque citaban a la gente y su eslogan era vamos a occidente a
matar indios comunistas o guerrilleros eso gritaban en el entrenamiento, se
veían en las calles gritando eso y a mí me daba miedo.
Entonces al juntarte con gente que quería otras cosas, en los talleres con
gente de Sololá y de otros lugares que contaban la situación; oriente era el
83
lugar donde estaba más tranquilo, y comenzamos a hacer vínculos con
otras dos personas, incluido el cura, había en ese tiempo gente vinculada al
trabajo educativo, nosotros comenzamos a volantear, de ahí ya nos
metieron en un organismo, yo empecé en el organismo Nora Paíz, yo era
la única mujer, eran 3 hombres y yo, claro que nos conocíamos porque
trabajamos en las mismas cosas, conocíamos el trabajo que hacíamos, el
lugar donde nos movíamos, y la radio pues era una cosa más extensa hacia
nororiente, Izabal, entonces hacia allá se podía dirigir el trabajo, ampliar el
trabajo desde este organismo.
Otras organizaciones también ya estaba en nororiente, por eso no fue difícil
contactarnos, sin embargo este organismo no duro mucho, tal vez uno o
dos años, porque por un lado habíamos algunos que queríamos salir,
porque se hacía más reducido el mundo de las ideas, lo que podías hablar,
la gente tenía mucho temor, era como si te estuvieran limitando el cerco de
las ideas, había mayor control, una vez tuvimos una capacitación con unas
chavas en Estanzuela que vinieron de la capital, era un tema que nosotros
habíamos pedido en ese momento que nos explicaran que era el
capitalismo? Eso lo pedimos las mujeres porque queríamos entenderlo,
entonces mandaron a una chava que murió en una patrulla que este que un
ministro cerco e infiltro, esto en el 81 y ya se sentía el control del ejército,
infiltraban gente y ya con la desconfianza sembrada ya le mirabas cara de
oreja a cualquiera, era el trabajo de inteligencia del ejército.
El grupo de San José de las monjas estaban vistas como que estaban
ayudando a la guerrilla, y ahí recibimos el taller, entonces ya no recibimos
nada del capitalismo más que sirvió para hablar de otra cosa y darnos
miedos, porque al menos yo, en ese momento no dimensionaba el miedo y
como yo era soltera me daba mucha libertad, pero las mujeres que estaban
ahí, ya tenían hijos y a ellas si les impacto el miedo.
Esa actividad la sentí como una de las últimas actividades que pudimos a
hacer así, era evidente el control de la región, siempre mandaban a un
comisionado que podía ser conocido además estaban ya prohibidas las
reuniones y si no tenían que ir comisionados a ver de lo que se hablaba,
era una orden expresa y legal, así que tenías orejas por todos lados.
Mis programas ya eran censurados por el cura pero me lo decía hasta el
día siguiente que ya lo había dicho. Yo comencé a buscar algo más, yo
quería ir al frente guerrillero, a hacer realidad lo que pensábamos, a hacer
lo que teníamos que hacer y no seguir hablando, en ese momento nos
decían que ya nos estaban controlando y era peligroso.
Y para irnos necesitábamos una pantalla porque ellos no sabían que
éramos un organismo clandestino, entonces no sabíamos cómo salir para
que nadie corriera peligro.
Yo busque un contacto con mi hermana que estaba en ORPA, mientras se
arreglaban mis documentos, mi pasaporte y todo, entonces eso ya fue
84
arreglo mío y de mi hermana que ya estaba organizada, mi otra hermana
ya estudiaba en México pero también participaba, a mi mamá le dije que
tenía que salir porque había control y había peligro para mí entonces mi
mamá con pena me fue a dejar a Rio Hondo en el bus, tengo presente a mi
madre, ahí se quedó paradita con su bolsita, y mi papá tenía un año de no
hablarme porque eso de ser hija preferida tiene ventajas y costos y es que
mi papá se enojó porque nunca pensó que yo le desobedecería, de mi hijo
no tengo ningún reclamo pero de mi papá hasta la fecha, todavía nos
damos unas buenas discusiones, porque trato que no se vaya a la tumba
con esas cosas feas en la cabeza, entonces yo le digo que Árbenz y
Arévalo le favorecieron y hoy le digo que él es beneficiado, yo he tratado de
hacer que reflexione porque se comieron toda la propaganda de la derecha.
Les dije que iba a México a estudiar porque como mi hermana estaba allá,
era creíble, no sé si en diciembre o en enero me fui pero en octubre me
vine para Guate, llegue a la montaña al frente en febrero. Me mandaron a la
Escuela de Combatientes, eso es lo que plantee yo con mis compañeros,
entonces entro al frente che Guevara, el mundo se me agrando allá, una de
las decisiones que yo me enorgullezco que he tomado , por ejemplo al
papá de Pablo tenía por generaciones de estar organizado entonces yo a él
lo veía con mucha experiencia, entonces cuando comienza la ofensiva en
Ixcán, en Huehuetenango y Quiché íbamos para atrás; yo recibí formación
de combatiente, llevaba una granada que nunca revente, al principio no
habían armas al final habían armas pero no combatientes.
Yo estaba leyendo un libro del Ché de los primeros tiempos de la sierra
maestra y es un inicio tan dificultoso como el que los compañeros cuentan,
y yo viví eso porque en 1982 ya fue la gran ofensiva. Los testimonios de las
mujeres violadas yo los oía desde esa fecha, por ejemplo los testimonios
del cuarto pueblo, entonces para la masacre muchos llegaron a buscarnos
y nos pasaban la información que habían quemado una iglesia con gente
adentro, y hoy yo veo la diferencia del significado que le dabas en ese
momento a las violaciones de las mujeres porque en las masacres, que
mataran a alguien era un crimen, pero la violación también.
La gente llegaba y contaba, al día siguiente ya teníamos el informe, de
cuantos muertos, cuántas violaciones de todos los exterminios que hizo el
ejército; los compañeros comenzaron a generar dudas, yo al menos no me
cuestione, si me afligía pero no para decir que me iba de regreso, yo
miraba que los compañeros que estaban de encargados y no les miraba
miedo, por ejemplo el papá de mi Pablo no era miedoso pero si me decía,
mire usted, de esto no nos vamos a reponer y me decía que nos fuéramos
para El Salvador. Hicimos patrullitas para contener a las patrullas, pero no
teníamos armamento, ni con ellos podíamos, es que los patrulleros eran
desgraciadísimos.
Los primeros meses que llegue la ofensiva empezó, y era fuerte,
estábamos siendo arrinconados, yo no sabía que estaba pasando,
85
entonces me decía un compañero que ya era mi pareja, que él tenía familia
en El Salvador, que nos fuéramos para allá porque allá si habían armas;
entonces yo le decía que yo acababa de llegar y me parecía de locos
agarrar viaje, ni paso por mi mente hacerle caso solo porque éramos
pareja.
A mí no hubo cosa que me amarrara en el mundo mi lugar de origen ya me
parecía muy chiquito para mis ideales políticos ahí ya no se podía hacer
nada y para ayudar a la gente y hacer lo que se tenía que hacer, ahí no se
podía, había que irse, entonces ni mi familia me iba a atar, el trabajar con
mujeres me hizo madurar, y aunque cuando me fui no tenía idea de a
dónde iba, yo no sabía lo que era estar alzada; no sabía ni en qué
condiciones iba, yo lleve mi ropa más bonita, lleve cosas que podían
representar un riesgo, entonces las cosas se quedaron en alguna casa de
Camotán, a mí me dijeron “todo eso déjalo, para qué lo querés”.
Yo me sentí sola porque estaba conociendo ese mundo y por eso me
colgué al primero que encontré, entonces Pablo me dijo “Ay mamá, y por
qué era novia de mi papa? cuando ya se hizo mayor y lo conoció, me decía
que yo me quedara con un compañero de trabajo de su papá, Rimula se
llamaba. Pero cuando llegue a la montaña me sentía tan sola, su plática era
agradable, yo no quería angustiarme ni nada, pero si estaba preocupada
porque no conocía nada de lo que me había metido, no estaba arrepentida,
pero si empecé a sentir necesidad de tener a alguien y a los pocos meses
ya andaba con este.
Yo era ladina y urbana y me daba risa, porque no era tan urbana como yo
creía, yo me perdía igual en la ciudad como en ir al baño en la montaña, y
aquellos creyéndome muy urbana; entonces en esos días fui la única que
llegue a esa escuela de combatientes, habíamos más de 150 combatientes,
en tres pelotones y tres mandos, los tres eran hombres, y uno de esos, el
mando de mi pelotón que era el grueso porque yo ya no tenía edad de
combatiente, yo tenía 27 y los combatientes mejor si son de 18 a 20, así
que yo estaba en la escuela de menos condición física.
En la mañana era entrenamiento y en la tarde charla política, y a veces
recreación y ahí en una de esas reuniones nos casaron con el papá de
Pablo, lo único que me mandaron al otro día de regalo de boda fue un
paquete de anticonceptivos, que yo solo conocía por haber sido promotora
de salud, porque nadie me dijo nada, de plano se daban por enterados que
yo ya sabía porque como venía de la capital. Un tiempo cuando estuve de
servicios médicos, siempre teníamos preservativos después el Gill se los
guardado porque se los estaban robando, y es que los tenían que pedir,
porque no todos podían tener preservativos, sólo los que tenían pareja, no
es que te lo prohibían, sino que tenías que informarlo.
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Cuando me dieron mis pastillas me las dieron envueltitas así como los
mensajes, y a mi creo que Rubén fue quien me enseño como tomarme las
pastillas, yo ni sabía, y creo que como a los dos años me embarace; y es
cuando llegue a la escuela de combatientes, la encargada era una mujer y
me hablo, ella tenía un equipo, eran tres hombres y uno de ellos era mi
pareja, entonces ella me pregunto si tenía estudios de diversificado, y me
dijo que la iba a ayudar con el equipo de formación política, pero yo
comencé con el grupo de alfabetizar, era maestra.
Me quede ahí y el tiempo que pasamos juntos con el papá de mi hijo fue
patrullando, él era el encargado y yo combatiente, en ese tiempo
estábamos en plena ofensiva, y había mucha gente pero poca sabía
combatir, porque venían de su casa y no habían condiciones, entonces
ofensiva, ofensiva todo mundo a combatir aunque gente como yo en unas
labores de apoyo, en una patrulla de contener a los patrulleros, después
nos dimos cuenta que eran tan sanguinarios como los soldados, eso sí me
daba miedo, yo nunca vi esos combates, pero yo me hubiera muerto, varios
compañeros de la escuela cayeron.
Los patrulleros eran campesino armados que el ejército trajo saber de
dónde, de las aldeas, ahí es donde entramos al rollo de la manipulación y si
es cierto que el miedo fue un factor porque cuántas veces el ejército no
fusiló a la gente en las plazas, y es que no había de otra para salvar la vida,
pero también hubo alguna gente que estaba muy a gusto en las patrullas y
eso es algo que hay que analizarlo desde lo psicosocial, que tanto el terror
y el miedo obro en la mente de la gente, y eran crueles, no tenían armas
pero tenían unos palos de una madera dura.
Los compañeros decían que no era extraño que en alguna aldea donde
pasaste un día y te dieron de comer, regresaras dos semanas después y no
te querían ver, te mataban si te miraban, como se da eso de que la gente
se asociaba y se comprometían como comunidad, entonces tenías que
llegar con el líder y él le hablaba a la comunidad pero saber si era solo el
líder el que quería; y es que a veces mucha gente lo ve aceptable, que el
líder tuviera tal autoridad que la gente con tal firmeza aceptara lo que él
dijera, a veces tenían que ir a encaminar a alguien, yo cuando entre hice
todo de noche y cada día era alguien diferente, yo vi una noche a cada
familia, en algunas me dieron de comer como una reina y hacían fiesta.
Pero yo llegaba tan cansada luego de caminar en el lodazal, en el mero
norte de Huehuetenango, cerca de Ixcán, antes de donde ahora está la
frontera de Ixcán. Me tarde como 15 días para llegar, caminábamos sólo
por la noche, desde que comenzaba a anochecer hasta las 11 de la noche,
porque costaba caminar entre tanta peña, tanto monte; entonces llegaba
cansada y la gente haciendo fiesta, mira unas comilonas, yo comía pollo,
armadillo, pero la gente no tenía formación política y lo que decía el líder se
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hacía, si decían lucha revolucionaria, y si tenían las ideas generales pero
no lo suficiente como para aguantar ofensiva represión.
Yo digo que fue un motivo por el cual muchas comunidades que habían
estado organizadas pero que ante la eminencia de muerte o la ofensiva del
ejército se organizaron en patrullas, porque podría haber sido menos cruel
la persecución contra nosotros, y por eso digo que muchos se sentían
cómodos, si sabían lo que estaban haciendo, otros no tenían opción, pero
habían lugares donde especialmente nos odiaban.
Yo llegue finalmente al campamento de la dirección regional, al frente Che
Guevara que era parte de Huehuetenango pero principalmente Ixcán, había
compañeras jacaltecas, un chuj y un mam ellos eran los de la dirección
general y yo era secretaria, esa fue mi primera tarea y en la que dure
mucho tiempo. Estaba contenta, en ese momento ya más o menos sabía en
lo que me había metido, después de unos meses de ofensiva, recuerdo que
caminamos a Barrillas, San Mateo, y de ahí regresamos durante la ofensiva
otra vez a Ixcán habían pasado las grandes masacres fue en el 82 que el
ejército fueron las grandes masacres, cuando e ejercito comenzó en la
ciudad y fue a acabar a Ixcán, Huehuetenango.
Yo tenía que hacer listados enormes de la gente que se había quedado,
conocer de vista, todo eso me tocaba, yo era la secretaria del ADR, y es
que yo volaba máquina, yo escribía muy bien y me tocaba sacar los partes
de guerra, me mandaban los datos, pero hacer como 50 partes de guerra
en una maquinita y al ratito me llegaban a pedir otras 25. Hacíamos parte
cuando se juntaban unas cinco o seis acciones de una hoja, pero esa
maquinita era mi máquina de carga, era como mi arma.
Ahora analizo que las primeras tareas que yo tuve en la organización eran
tareas que en la teoría feminista se llama una extensión del rol tradicional,
ser secretaria, es ser ayudantes del hombre, y es que en el organismo
donde yo era secretaria solo habían hombres, la única mujer era la de la
escuela de combatientes, una ladina también.
Pero finalmente no sé cómo se enteraron de que yo había estudiado
auxiliar de enfermería y cuando sentí me llevaron un cargamento de
medicina, una galera, estantes y comencé a dar consulta.
La que se llevó el mayor susto de que yo era “doctora” era una conocida
desde antes de alzarme, y mi encargada me dijo que venía una mujer que
estaba muy mal de salud, y que cuando llegara dejara todo lo que yo
estaba haciendo y la atendiera, entonces de plano cuando me mandaron a
llamar dijeron la Dra. Ana y cuando la vi le dio algo por lo enferma que iba,
y me dijo con una gran cara, ay no me digas que ¿vos sos la Dra. Ana?
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A mí me dio gusto y a ella susto. Y es que ella se cayó y una espina de
Ixacal se le había metido enterita, se le veía amarilla la mano, andaba con
un vendaje de hierbas y es que caminar tanto para buscar a la Dra. Ana y
era yo, porque ella si era enfermera profesional. Yo seguí atendiendo tareas
importantes porque no había nadie que las hiciera y es que como yo
además de ser enfermera auxiliar estuve trabajando con promotores de
salud, con la monja, medicina natural, además ella llevaba promotores de
salud y me llevaba a mí para que le apoyara y como en la escuela de
maestra del hogar también había aprendido de nutrición, todo eso me
ayudo y hasta capacite a chicas para que ellas también atendieran a
enfermos.
Un tiempo que el ejército destruyo casas, milpas, ropa, ahí hubo hambre y
la gente se hincho, no teníamos vitaminas, y la gente se robaba la vitamina
C, mis alumnas venían a ponerme la queja de que fulano estaba chupando
vitamina C, y es que ellos creían que con esa vitamina se iban a poner más
fuertes. A los desnutridos yo tenía que ayudar a que se repusieron,
entonces eso estaba haciendo cuando me embarace, y me dieron la opción
de no tenerlo, y lo pensé y pensé, y es que ellos me dijeron que si lo tenía
ya no iba a poder hacer todo lo que hacía, y tenía compañeras que
pasaban penurias, porque lo mejor que le podían ofrecer era la comunidad
CPR de Ixcán donde menos jodidos estaban, apenas se tenía ropa, comida
era poco, lo que más había era maíz, pero también pensé que ya estaba
grande.
Y ese es otro rasgo de pensamiento feminista porque a mí no se me ocurrió
preguntarle a Rubén, porque todas las decisiones las tome yo, ya había
interrumpido dos embarazos, entonces con el último me fui rápido con el
responsable de campamento y le dije, que quería salir porque estaba
embarazada y no quería tener al hijo, me preguntó si había hablado con
Rubén, y le dije que él sabe que estaba embarazada pero yo no quería otro
hijo; me dijo que estaba bien, pero antes me dice que aprendiera la lección
porque así como uno se embaraza, también puede no embarazarse.
Finalmente decidí tenerlo y deje de hacer cosas en el campamento, ya
había médicos, yo seguí en tareas secretariales, esto fue como en el
noventa. Un mes antes, me fui con otras dos compañeras también
embarazadas en otros campamentos nos juntaron y nos llevaron a un
campamento de servicios médicos donde íbamos a tener el parto, este
campamento era de la parte lacandona, por la parte de México, nos llevaron
caminando con la gran panza, y cuando llegamos nos contaron la historia
de una compañera que le había ido mal en el parto, a su hijo lo dejaron
con una chica soltera y ella lo tenía que llevar a las comunidades a que lo
alimentaran y es que como yo siempre fui de senos grandes, me
molestaban que no tenía leche, pero les decía que era por lo mal que había
comido, y mi muchachito se desnutrió, no se lo he contado, porque él nació
bien, de seis libras, comí dos huevos en todo el embarazo, pero comía
maíz, tortillas, frijol, me llevaban bananos, lo que podían cachar del refugio
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y unos niños que eran mis correítos, me llevaban pajaritos para comer, ellos
me los pelaban, sólo me los dejaban para que yo los cociera, unos patojitos
huérfanos, bien lindos.
No sé qué tuve con la leche, tal vez alguna deficiencia nunca lo comprobé
porque no tuve otro hijo, pero a Pablo le llevaban 4 cajitas por mes, el
problema que tenía el campamento es que era un campamento de salida, lo
estaban desmantelando, y las únicas que quedaban éramos las
parturientas ya había muy poca comida, ya no teníamos maíz arriba, y bien
fraccionado si comíamos una cucharada grande de harina y un pedazo de
ayote por tiempo de comida, así estuvimos durante un mes y medio porque
lo que esperaban era que nosotras cumpliéramos la dieta para desmantelar
por completo el campamento, entonces nos bajaron, nos buscaron
protección y que viviéramos junto con familias que estaban muy cerca de
las fronteras, y las familias se habían instalado ahí pero igual no había
mayor cosa, pasamos comiendo guineos y plátanos desayuno, almuerzo y
cena con los hijos, y ahí ya me mandaban la leche de la de los refugiados,
con el dos pinitos por eso me da risa que a los bebes no les den pinito,
Pablo al mes tomo leche, es más sobrevivió con eso, cuando Salí a buscar
a donde dejarlo fue como al año y medio o más, y me dijo mi encargado Gil,
que podía estar en un campamento haciendo tareas y con mi muchachito,
entonces me fui a la escuela de Sanitarios, ahí vivía con mi pablo, ahí
recibía clases, y atendía heridos, ahí me quedaba solita y en la noche
dirigía reuniones de crítica, a veces noticias, yo tenía mi champa con mi
tapesco, con pabellón y Pablo ahí se quedaba amarrado, yo tuve mucha
critica porque me dijeron que yo deje llorar mucho a Pablito y como no te
podías salir de una reunión sin permiso entonces esas chavas lo que
hacían cuando Pablo estaba llorando era que se iban y me lo llevaban.
Lo pañales de Pablo eran pantalones viejos de los combatientes, de un
pantalón salían cuatro pañales, pero Pablo desde chiquito fue tan sociable,
nunca tuvo vergüenza de platicar, y todo el mundo lo cargaba menos yo, y
es que cuando nos cambiábamos de campamento yo si lo acuchuchaba, yo
descansaba con él pero en la espalda, así me lo llevaba, a él hasta le
habían hecho una silla de unos palitos, tenía donde poner los pies, la
comida y como no tomaba chiche, todos le daban de comer y cuando yo
bajaba con mis papeles, ya lo tenían cambiado, dándole sus bocaditos.
De ahí salimos y me voy a dejarlo, a fines del 88 estaba yo en México, en
este año hubo una ofensiva, pero fue diferente no fue como las masacres
del 82, ahora la gente tenía trincheras, refugios, la gente ya sabía dónde
encontrarse, estaba más preparada, no aguantaron hambre, claro que fue
fuerte, pero incomparables a los daños de 1982.
Para ese momento para mí la pareja ya no existía, Rubén siempre me
mando lo que consiguió, cualquier cosa, ejotes, zapotes que le regalaban,
me hacía pinol con azúcar, cualquier cosita que cachaba me la mandaba,
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me recuerdo que a Pablo le hizo unas botitas de una tela que se encontró, y
de suela le puso las botas de un oreja, la cosa es que le hacia cualquier
cosita, pero en las condiciones que yo estaba ya daba lo mismo tener
pareja porque estaba con mi hijo y estaba realizando mis tareas, me daba
igual tener o no tener, me paso la atracción por él, además la crianza me
tocaba a mi sola, porque él me llego a ver y a conocer a Pablo pero tener
pareja en esas condiciones era distinto, así que cuando salgo a dejar a mi
Pablo yo le dije, porque llego a la última comunidad donde estuvimos
juntos, entonces le dije que termináramos, yo ya no tenía ningún motivo
para seguir con él, ni siquiera porque era el papá de mi hijo, igual no era un
papá que estuviera.
Él me dijo que no y al tiempo de yo estar allá en México, me hice de una
gran amiga, ella tenía un apartamento y yo llegaba a quedarme ahí, y ahí
llego a verme Rubén para hablar de nuevo, pero yo ya no quería nada, que
caso que él por allá y yo saber dónde, pero salió con que fuera su familia
quien cuidara al niño, cosa que me parecía bien, porque ellos ya se habían
hecho cargo de una hija de su hermano, que ya se la habían llevado porque
su mamá ya había salido de la organización, pero su mamá ya estaba muy
grande, además ella nunca me ofreció, y la familia de Rubén se distancio
del EGP, se habían salido peleados por el ajusticiamiento de dos primos,
hijos de dos hermanas de Rubén, por eso han puesto denuncias, ellas
dicen ahora que quieren los cuerpos, y así pues Rubén al enterarse del
ajusticiamiento y el dolor de la familia, decide también salirse.
Pero recuerdo que esa vez hasta trato de asustarme diciéndome que si no
me quedaba a con él me iba a quitar al niño, yo le conteste que se lo
llevara, igual yo andaba buscando con quien dejarlo. Me estaban buscando
lugar en las colmenitas pero no se pudo, no sé por qué, pero finalmente
hable con una de mis hermanas y me dijo que se los dejara a mis papas,
ella hablo con ellos y estuvieron de acuerdo, hice lo del viaje, primero nos
encontramos en Tapachula, Pablo los conoce y la segunda vez, se los vine
a dejar, Pablo se emocionó tanto con sus primos porque siempre había
estado rodeado de adultos, sus pláticas consistían en historias que un día
antes había contado un combatiente, él decía que él las había hecho;
entonces fue feliz, y todos lo querían oír hablar porque tenía acento
mexicano. Mi familia me ayudó mucho, mis papas nunca me reclamaron ni
me preguntaron por el papá, nunca me pidieron dinero mi hermano y su
esposa lo bautizaron y fueron como papas para él.
Nunca les escribí, lo que dijimos es que su papá y mamá se quedaron
trabajando en México y nunca se animaron a cuestionarme, Pablo es un
chavo que se relaciona con todo mundo, y no tiene ningún reclamo conmigo
porque fue querido, y estuvo mejor de lo que hubiera estado conmigo. Yo lo
deje de 3 años y regrese cuando tenía 13, los últimos años de la escuela
siempre dejo clase, y cuando yo regrese le tocaba básicos y ya no dejo.
91
Finalmente me quede con uno de mis hermanos, compartíamos
apartamento, ahí vivimos con Pablo. Yo no tengo duda que hay que seguir
luchando, porque queremos que el país cambie, ahora lo que yo me
pregunto es cómo, esas organizaciones revolucionarias hacen hoy esos
cambios?, porque todo es tan complicado, para unos como el CUC, ellos
están con la tierra, y es que digamos si ganáramos unas elecciones ahora,
qué haríamos con la izquierda?, porque buenas ideas tenemos, pero te
metes a hacer algo y mira como arrinconan a Venezuela, pero además
digamos lo que dicen en Francia hay un gobierno socialista, aquí la gente
quisiera hacer cambios así, revolucionarios, pero qué se puede hacer, con
un país en bancarrota? Estaba viendo unos letreros que dicen en salud en
los hospitales alguien se roba un algodón y van al paredón, pero los
militares se roban un millón y me trae a ese problema de la corrupción a
todo nivel.
Los elementos de la experiencia en la guerrilla que contribuyeron a la
conformación de mi
identidad feminista son varios, el marco
político/ideológico del cual partía el proyecto que nos hizo existir como
guerrilleros (Los planteamientos ideológicos que guiaron
la lucha
guerrillera)
El entorno conformado por personas de diferentes procedencias, edades,
experiencias y otras diversidades pero con un fin supremo común, como
fue el sentirse comprometidos y llevar a la práctica ese compromiso. Lo
anterior constituía el escenario propicio para desarrollar mejores seres
humanos, el mejor escenario que he conocido. A los principios que nos
guiaban se une el intento autentico de transformar las prácticas cotidianas
en el relacionamiento de hombres y mujeres.
La organización colectiva de la vida guerrillera (dirección colectiva, etc.),
las herramientas de crítica y autocrítica, el sentirse libre de prejuicios
sociales que eran muy fuertes en las poblaciones.
Definitivamente los hombres (compañeros) tenían conductas machistas,
así como las mujeres no teníamos desarrollada la conciencia de género,
esto es como colectivo de mujeres, podría haberse dado el caso de alguna
feminista, pero no de manera grupal.
Me resulta fácil enumerar eventos o personas que influyeron en mi en el
desarrollo de mi conciencia de género, sin que mediara en esos eventos o
personas una elaboración teórica sistemática, lo que si tenían eran ideas
primarias, si le queremos llamar así.
Mi madre, ella fue una persona que tomo decisiones muy importantes en
su vida desde muy joven, eso no quiere decir que su vida fue fácil, siempre
nos contó como anécdotas esas decisiones, eso me enseño el sentido de
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libertad a mí como mujer, ella nunca me dijo puedes irte y hacer lo que
queras, pero son sus historias eso es lo que aprendí.
El contacto y relación con sacerdotes y monjas formados en la teología de
la liberación, esa relación empezó en mi niñez y cuajo cuando yo trabaje
con ellos ya adulta.
Mi primer trabajo estable fue con grupos de mujeres de mi región y con las
monjas
direccionando el proceso, ellas no se identificaban como
feministas, pero hablaban de liberar a las mujeres de la pobreza y
acompañarlas ofreciendo opciones para mejorar sus condiciones de vida,
las opciones podrían ser educativas, de participación y expresión, el
discurso mariano no tenía nada que ver con una María sufriente y
entregada a su esposo, al contrario siempre hablábamos de una María
luchadora, solidaria que acompaña a su hijo en su rol de portador de un
mensaje de liberación. El contacto con las mujeres hizo surgir en mi eso
que ahora llamamos sororidad y también de ellas para mi, ellas eran
mujeres muy pobres de comunidades alejadas donde nadie llegaba.
Como te digo el escenario de la montaña, cuando llego a mí me resulta la
guerrilla el medio idóneo para mi desarrollo como mujer, estoy segura que
ya llevo elementos de autonomía de género y eso me da una condición
diferente frente a otras mujeres de la montaña, además que ya soy una
mujer adulta y no una adolecente que nunca había salido de su aldea,
tenía otras cosas comunes a mis compañeras por ejemplo aun adulta pero
la autoridad de mi padre esa demasiado fuerte y yo igual que las a
adolescentes tuve que desafiar esa autoridad con muchos costos que aun
pago.
La época post firma; el gran descubrimiento de mi vida encontrar y
conocer el pensamiento feminista, la filosofía feminista, las respuestas que
como mujer te llenan y explican tantas cosas incomprensibles de la vida.
La primera cosa que el feminismo me ayudo a resignificar son las
relaciones sentimentales o de amor romántico entre hombres y mujeres, lo
que en lo cotidiano se nombra como amor entre parejas (que de parejas no
tienen nada, dirían otras) noviazgo o matrimonios, de hombre y mujer es
decir las relaciones heterosexuales.
Si bien desde muy joven expresaba rechazo por matrimoniarme, mi razón
era la desconfianza porque me sentía tan a gusto con mi trabajo y mi vida
tal como la vivía, por supuesto había miedo a eso que le llamamos
desengaños amorosos.
Es decir paso mucho tiempo para que yo tuviera una explicación feminista
de porque a las mujeres les pasaba lo que nos pasa en las relaciones de
pareja con los hombres, ahora me siento más cómoda nombrándolas como
las deslealtades y las actitudes promiscuas de nuestro colegas de la vida,
en fin ante un episodio de esta naturaleza. Ante esta afectación yo me
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preguntaba porque me afectaba tanto si siempre yo me había dicho a mi
misma que nunca iba a dejar que me afectara un asunto de estos. Yo me
hice muchas reflexiones y preguntas porque me afectaba tanto, una
respuesta fue que este periodo coincidió con la inserción en el que me
sentía venida de otro planeta, en fin. Pero claro si no hubiese habido de
por medio el asunto de la inserción igual me habría afectado, en medio de
eso yo me fui a cuanto taller de género pude, leí muchas cosas con avidez,
pues a la vez me llenaba, conocí más mujeres de diversas experiencias,
todos eso visto como un proceso de formación me proporciono la
explicación realista y política de las causas de lo que me pasaba, descubrí
que les pasaba a muchas mujeres y a veces más de una vez, la queja era
común y se explicaba en la manera diferenciada que mujeres y hombres
construimos relaciones afectivas.
En este mismo sentido el feminismo me proporciona todos los días
legitimaciones y fortalezas a mi opción de que es posible tener una vida
feliz sin tener un hombre conmigo, es decir el matrimonio o una unión de
parejas debe ser una opción, en un país como el nuestro eso tiene su lado
desventajoso, enfrentar todo eso y conservar tus ventajas no se hace tan
fácil.
Finalmente decirte que lo que más aprecio, aparte que el feminismo te
obliga a colocarte en pie de igualdad, lo que más aprecio es que dio ojos
críticos para una dimensión de la vida en lo que yo no los tenía.
Los espacios de participación me ayudaron, pero en la mayoría de casos
es el feminismo que me impulso a buscar esos espacios, esto sobre todo
después de la firma. Si reviso antes de descubrir la teoría feminista, puedo
decir que contaba con ciertos rudimentos que me permitieron tomar mis
decisiones, todo el periodo que trabaje con grupos de mujeres campesinas
aunque se consolido sobre todo mi posición de clase, el contacto con las
mujeres genero relaciones que hoy llamamos de sororidad, que hasta hoy
son un referente para mí.
Tuve muchas confrontaciones sobre todo en ciertos periodos de mi vida,
pero aun las tengo, pues ya ves que esa cultura tradicional es tan fuerte y
nos confronta sobre todo a las mujeres de manera cotidiana.
En mi relación con otras mujeres creo que tengo de todo, y eso ya no me
quita el sueño como antes, recién conocí el feminismo y pensé que eso
obligaba a llevarse bien con todas, pero después entendí que no. Y
viéndolo como algo en lo que todas debemos trabajar para rehacer de otra
manera y no como el patriarcado nos ha enseñado, pues me siento más
tranquila, y sabemos que las relaciones de sororidad entre mujeres
pasaran por vencer otras desigualdades no solo las generadas por las
relaciones de dominio patriarcal.
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Después de la firma de la Paz es lo mejor que me paso, lo disfruto mucho,
saberme mujer aun con todos los desafíos y peligros machistas que
tenemos a diario, siento mucha lástima por muchas mujeres a quienes la
palabra feminista no ha llegado aún.
HISTORIA DE VIDA NO. 3
HISTORIA DE VIDA DE VICKY
Vengo de una familia de campesinos, mi papa siempre fue arrendatario, por lo que
íbamos de lugar en lugar de municipio en municipio de departamento en
departamento, pero su sueño era tener una parcela, tener un terreno.
En los años 1960 a través de mis tíos mis abuelo, empezaron a contribuir con las
FAR , considero que mi papa en esos años fue colaborador de las FAR, recuerdo
que lo llegaron a buscar y casi lo agarraban se escondió en unas mazorcas debajo
de la cama, mis tías se sentaron encima con sus naguas bien vueludas y cuando
el soldado busco debajo de sus ropas ellas se enfadaron y le dijeron que qué
buscaban, que querían ver y ellos se disculparon y se fueron. Yo preguntaba
porque sucedía eso y mi papa me dijo que nosotros los pobres nos vamos a
levantar y es una lucha y todos lo pobres vamos a tener todo lo que necesitamos
para vivir bien.
Somos de San Marcos, de Tecún Umán, frontera, es costa. De allí tengo un grupo
de familia que se quedo desconectada por el conflicto, hay un lugar que se llama
la montaña Pajapita, que pertenece a Tecún Umán, mi papá mi mamá nacieron en
la fina San Joaquín Melindres eran muy trabajadores, nos fuimos al centro La
Máquina porque estaban distribuyendo parcelas, ya no logramos, solo
conseguimos un lote, pero no tierra para sembrar.
Pero nos sirvió mucho, pues luego mi papá lo vendió y con eso nos fuimos para
el Ixcán, pues el padre Guillermo Woods, esta repartiendo parcelas y entonces mi
papa, vendió el lote y nos fuimos para conseguir una parcela que era lo que quería
mi papa.
La familia abundaba somos 8 mujeres y 4 hombres, 2 fallecidos por enfermedad
común. Cuando llegamos allí había un requisito, había que esperara seis meses y
un padrino para tener la parcela. Mi papá cumplió los requisitos y obtuvo su
parcela en el centro San Miguel, Pueblo Nuevo la Resurrección, allí se podía
sembrar café maíz, llame, cardamomo, plátano, banano, malanga, puras raíces.
Yo nací en , Tecún Umán soy adulto mayor, nací en 1953, mi situación de mujer,
que cuando yo nací soy la quinta, esperaban un varón y fui una decepción para mi
papá, la educación de nuestros padres, decía que la importancia que los varones
era que estudiaran, que no es importante que las mujeres aprendan, uno aprende
a leer y escribir para comunicarse con los novios, sí entre a la escuela, en Pueblo
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Nuevo estuve como dos años en La Máquina y en el Ixcán estuve otro años y
luego no había dinero y me dijo mi papá que era suficiente leer y escribir.
La sociedad te educa para que seas sumisa, trabajadora, humilde y tu deber es
tener muchos hijos, cuidar al esposo y los hijos y hacer bien el oficio, porque a
medias no, tiene una que saber lavar, mi mamá nos mandaba a lavar canastos de
ropa y la lavas bien y si no esta bien lavada nos regresaba a lavarla otra vez,
como costaba lavar los pantalones yo estaba muy pequeña como de doce años y
el río estaba muy grande. El agua estaba sucia le decía a mi mama y de toda
maneras nos mandaba a lavarlo de nuevo. No era un regaño normal, había una
represión contra una, mi mamá nos discriminaba, a pesar de ser mujer, valoraba
más, demasiado, a mis hermanos varones, no valoraba parejo, nosotras lavamos,
cocinamos, molemos y trabajábamos en la parcela.
Aprendimos a sembrar maíz, limpiar milpa, doblar milpa y tapiscar, cargar leña en
la cabeza, un canasto con maíz aparte de todo lo de la casa.
Los hombres eran agricultores, mi papa les enseñaba a hacer bien su trabajo, no
hacer un chamborro, sembrar y limpiar la milpa, aprender a hacer le surco rectos.
Una vez con mis hermanas sembramos arroz y le dije a mi papá que saber si va a
quedar bien esta torcido el surco y el dijo esta bien lo importante es que crezca y
eso servía para el consumo diario y para vender.
Mi papá eso vendía, vivía tan bien mi papa y mis hermanos, de lo que se
cosechaba se llevaba al mercado, en el Ixcán no había carreteras, lo que vendía
salía en helicóptero o avioneta para Huehuetenango y era una gran cooperativa.
Mi papa pertenecía al grupo organizado de señores para obtener su parcela, los
padrinos eran los viejos parcelistas que evaluaban a los ahijados los iban a
conocer bien.
Mi mamá y nosotras íbamos a la iglesia, las mujeres no tenían derecho a las
parcelas, uno como mujer no estábamos preparadas para ser propietarios, no se
acostumbra que las mujeres tuvieran su cédula, con que el hombre la tuviera era
suficiente, no era necesario que la mujer la tuviera, entonces mi mamá no tenía
cédula, ni nosotras sus hijas, ni cuando tuvimos 18 hasta cuando estuvimos en el
movimiento y mi mamá hasta ahora le conseguimos la suya.
Había demasiada pobreza y un día dijo mi papá, allá en el centro de Pueblo Nuevo
hay una señora que necesita una muchacha porque hay unos señores que
compran café y necesitan hacer la comida y lavar la ropa, yo desde niña fui muy
atrevida y me dijo mi papá ¿no te da miedo? no le dije hay necesidad. Y va pagar
un quetzal diario al mes 30 quetzales era un dineral.
Entonces me fui y allí conocí un muchacho en esa casa, el compraba y vendía
café, era de la zona 6 de la capital de la colonia Santa Luisa era de la capital. Se
llamaba Angel y entonces yo le dije usted solo jugar conmigo quiere engañarme y
si lo hace con buenas intenciones tiene que hablar con mis padres, tenía como
mis 17, 18 años, era patoja grande.
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Más o menos a esa edad ya me podía casar en la comunidad. Dijo él para que vea
que lo hago con buenas intenciones, yo la quiero a usted, voy a ir a visitar a sus
papás a la parcela, que tengo que hacer, usted tiene que llevar a sus papás, pero
como están lejos en la capital, como no están usted tiene que llevar un pedidor
para que represente a sus padres, él va a hablar en lugar de usted.
Y justo consiguió un señor don Ramón y cuando mire a don Ramón llegar, saludó
y mi papá me pregunto que querían esas gentes, yo le dije que no sabía, entonces
los hicieron pasar sentarse en unos trozos, empezaron a platicar y el muchacho
pidió permiso para que fuera su novia no para casarse todavía. Entonces se
fueron a la casa grande a platicar y así entro la noche y concluyeron en preguntar
que quería la madre, entonces empezó una lista de cosas diez canastos de pan,
una noche de marimba, trago, cerveza, mi hija tiene que tener una vajilla de
trastos plato vaso todo, y en fin una lista interminable y cuatro mil quinientos y él
dijo que no tenía todo solo la mitad, pero tengo dinero ahorrado en Guatemala a
traer el resto de dinero.
El muchacho dijo cuando yo regrese si le voy a pedir la mano y marcamos la fecha
de matrimonio , me preguntaron y yo dije que aceptaba la voluntad de mis padres,
se regreso el muchacho a traer el dinero. Quedó el permiso.
En ese entonces mi hermana Marisol ya se había organizado y nos reclutó a
todos, nos dijo que hay un camino que los pobres nosotros podemos seguir y una
lucha que es justa es el único camino que los ricos no han dejado, estamos
sufriendo no por deseo de Dios, hay gente egoísta que nos robo lo que nos
tocaba, hay una mala distribución de la riqueza, del dinero de la tierra y echo todo
el discurso. Mi mamá le pregunto de donde sacaba esas ideas, las ideas son
porque es la realidad, y dijo si quieren va a venir un compañero.
Llego un cuadro organizador con nosotros, y nos puso las cartas sobre la mesa y
lo que ahora llamamos coyuntura nacional, cómo estaba Guatemala y que es lo
qué había que hacer, lo que a mí más me pareció como mujer a nosotras pues ,
como éramos ocho mujeres, que habló sobre la importancia y el papel de las
mujeres y nosotros dijimos, que sí nos organizamos, si nos alzamos nos van a
valorar, él dijo claro que si compañeras, vos vales igual que un hombre, nosotros
nos miramos, y podes hacer igual que un hombre, pensás también, él sabia los
derechos de las mujeres y dije yo que bonito eso, dije dentro de mi, pero lástima
que no puedo irme.
Fue el primer contacto, luego cada mes llegaba el compañero a platicar con
nosotros diferentes temas y siempre terminaba valorando a las mujeres y eso nos
gustó y nos llevaba a prepararnos a disparar, quien tenía mejor puntería, como
arrastrarse, a hacer ejercicio, allí mismo en la parcela.
Cuando mi novio llegaba ellos no podían entrar, porque no se iba mi novio y ellos
tuvieron que esperar hasta bien noche y tenían hambre, y dicen, ahora que este
chavo se fue a la capital llevémonos a la Normita. Nos alzamos nosotras dos y
luego mi otra hermana y otro mi hermano que no aguanto más que un año.
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Mi papá no se alzó, solo nosotras tres estuvimos alzadas varios años, mi papá
pensaba que era bueno y si era una lucha por causa de que los pobres mejoraban
su vida estaba perfectamente bien, esta bueno había que entrarle, él había sido
colaborador con las FAR, hasta aquí nos alcanzó la lucha, y decía por algo se
llamaba Ejercito Guerrillero de los Pobres, Dios envío un ejército, guerrillero
quiere decir que hace la guerra, así como los soldados de los pobres.
Mi mamá estaba de acuerdo, contenta, una para lograr su alzamiento tenía que
hacer méritos, comprar, cumplir tareas, hasta bien ganado un mérito le
preguntaban a uno, la primera que gano su espacio fue mi hermana mayor
Marisol, y ella dijo también se va mi hermana conmigo nos queríamos mucho. Yo
fui más peleonera, enojada, berrinchuda le quitaba sus juguetes, ella lo que hacia
me decía cual te gusta y yo le quitaba la que a ella le gustaba. A ella le gustaba la
paz y me compartía su muñeca. Ella siempre fue muy cariñosa, buscaba la paz,
no pelear, le gustaban los niños. Marisol nos ayudo mucho a la familia.
Hubo mucha violencia intrafamiliar, mi papá le pegaba mucho a mi mamá por
cuestiones económicas y de celos, éramos muchos. Hay mujeres que cuando
pensamos o decimos cosas no nos medimos y ofendemos a la gente no nos
frenamos, ella era muy maltratadora, tiene una lengua y una boca y allí
empezaban las discusiones, una vez se cayó una nena y mi papá le dijo que la
levantará y mi mamá le dijo que no tenía cuatro manos, pues estaba haciendo el
pozole, torteando, y le dijo que era un desgraciado y no apoyaba con los niños y
ella sola lo hacia todo, y entonces lo reto a que la matará, y mi papá la golpeo en
la boca y un diente de mi mamá cayó y salió mucha sangre y nosotras mirando y
llorando.
Mi mamá tenía dos loritos que quería mucho y mi papá de un machetazo le quitó
la cabecita a los loritos. Hubo mucha violencia familiar.
Nosotras hasta después entendimos que mi papá no era del gusto de mi mamá,
mi papá viene de familia mestiza y mi mamá es de origen mam de Comitancillo
entonces morena. Mi mamá vendía leche y mi papá salía a verla y decía que
bonita indita y mi abuelo le dijo que ni mirara porque él no estaba de acuerdo a
que se casara con una india.
Y se vieron así por un tiempo mi mamá con su corte su canasta y sus pies
descalzos. Mi abuelo murió joven y mi papá se quedo sólo y se fue a ofrecer para
yerno, se puso a vivir con ellos como hijo, tenía quince años, mi mamá tenía doce
años. Cuando ella regreso de una fiesta ya lo encontró en la casa mi abuelo ya lo
había recibido llevaba una ternera una vaquita un marrano y sus cosas. Y dice mi
mamá que hace ese hombre aquí, ese “cashlan” es tu marido sabe trabajar, es
campesino, es buen trabajador, es tu marido. ¿Por qué? si no lo conozco, no lo
conoces pero es tu marido y deja de hablar.
Además los papás de mi mamá, si no hacia lo que le ordenaban, la colgaban y le
daban 20 latigazos a la izquierda y 20 latigazos a la derecha y luego la soltaban,
era su forma de educar a sus hijos, entonces no dijo nada y se puso a llorar.
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Mi papá le dijo no llores, que no lo sepa tu papa, voy a dormir aparte poco a poco
nos vamos a conocer y cuando querrás vas a dormir conmigo y mi mamá se
conformó, así se hicieron esposos.
Y eso digo yo que era la rabia que mi mama guardaba con él. Quizá quería algo
diferente. Mi mamá nos decía que era bueno casarse tener su esposo o unirse
pero con la bendición de Dios de la iglesia. De chiquita deben saber cocer, tortear,
lavar, hacer la comida, lo tienen que aprender, así se forma ser mujer y tener un
hogar, que es eso que una mujer viva sin hombre, tiene que tener un hombre
aunque sea viejito. Si estás sola, eso no es correcto y jamás en la vida ella lo va a
ver de otro modo y no va comprender porque así va morir, así fue educada.
Buen entonces llego el momento de ir con nosotros, dijeron los compañeros, va
venir una escuadra a traerlas, me dio miedo, es un reto fuerte y grande para mí
que vamos a hacer en la montaña, no entendía que ni siquiera había cama, ni
casa, como vive la gente en la montaña. No tengas miedo dijo mi hermana, si los
compañeros viven así, si te decides voy a pedir dos equipos, dos mochilas, dos
botas, pensá bien por qué sufrimos nosotros, porque somos pobres, la verdad es
que si éramos familia de extrema pobreza.
Ya cuando tuvimos parcela teníamos que comer, cuando se acaba el maíz
cocíamos raíces, para mezclar con la masa, a veces solo había tres huevo para 7
ú 8 personas y entonces le echaba masa y un poquito cada uno con un platitío de
chile en el centro.
Mi mamá intento planificar, fueron con el doctor, pero solo distancio un poco a los
tres años nació otro mi hermanito, éramos doce. Primero nos tocaba dos panes,
luego uno, la mitad y finalmente la cuarta parte el pan. Pues la producción no
abundaba pero la familia si.
Esta situación de discriminación de la mujer, por niña, por los hermanos, por la
mamá, eso me motivo a alzarme, yo esperaba que fuera diferente, lo que dijo el
compañero de que valíamos igual y que aprendíamos a hacer lo mismo que el
hombre, esa noche soñé que yo manejaba un tanque y estaba disparando a los
soldados, y yo con mi pistola y yo mandaba, era como querer hace realidad un
sueño.
Es uno de los grandes motivos de alzarme, de irme a la montaña junto con la
extrema pobreza, la miseria el hambre que uno sufría, hicieron una cadena, y
entonces decidí irme con todo el dolor del corazón dejando mi novio, y como
quería mucho a mi hermana juntas nos alzamos el 31 de julio de 1977.
Cuando nos fuimos a la orilla de la parcela llego la escuadra por nosotras,
entonces nos dieron las armas, las mochilas, pusimos, las botas , el pantalón, mi
mamá y mi papá estaban llorando, mi mamá se medio desmayaba y decía se van
a morir mis hijas, las van a matar los Kaibiles, mejor se hubieran casado tener sus
hijos, su marido. Y se quedó llorando.
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Caminamos toda la noche y nos llevaron a un guatal, había mucha navajuela, los
zancudos, los mosquitos el chaquiste de todo había, allí lloré toda la noche,
llegamos al campamento bien cansadas, hasta calambres tenía. Extrañaba mi
casita humilde, me dijo mi hermana ya no vamos a regresar vas a ver que te vas a
acostumbrar. Mi hermana me ayudaba.
Cuando uno llega los compañeros te quieren ayudar hasta a poner tu hamaca, me
dijo mi hermana no vas a dejar que e ayuden tienes que aprender y ella me
enseño, como amarrar mi hamaca el toldo, como guardar todo en cinco minutos
por una emergencia, en retirada, luego se acostumbra uno con los simulacros,
pero mientras sufrí mucho. Ell entrenamiento militar, la escuela de formación, sale
uno político militar, porque a la par del entrenamiento físico, la formación política,
los libros, se va uno templando se va volviendo otra persona, finalmente alcanza
ser independiente.
Me dolió mucho cuando mi hermana se fue, me quede triste, fue la primera vez
que nos separamos. Me empezaron a dar mis primeras tareas como enseñar a
leer y escribir a compañeros que no sabían, en el equipo de formación política, ser
servicios médicos, se inyectar, tomar presión, incluso fui dentista, de una manera
muy empírica, manejo de la anestesia y sacar muelas.
Yo me sentía contenta, me acostumbre y se siente la satisfacción de poder
ayudar a otros compañeros, poder ayudar a formación, psicológicamente en su
tristeza, seguían llegando nuevos compañeros.
El pensamiento de mi hermana no era buscar novio, era de guerrear, luchar, no
queremos novio, algún día será eso, no vamos a buscar, éramos muy radicales
en eso. Sin embargo había compañeras que llegaba una mujer era como la reina,
entre los compañeros, pues éramos escasas las mujeres, éramos como un 70%
hombres y 30% de mujeres, cuando llegaba una chava, puros leones y tigres. Se
orientaba mucho a las compañeras en cuanto a que no podía tener dos
compañeros al mismo tiempo, era muy peligroso pues todos estaban armados.
Yo quería estar en primera línea de combatientes, llevar las armas más pesadas
intenté tres veces y salí aprobada, yo nunca pude ir corriendo con el arma y hacer
una vuelta parabólica en el aire y caer en donde te indicaba el mando, norte, sur
etc. Yo no podía no caía bien, nunca pudimos con otra compañera caer con el
cañón en el punto donde se nos indicaba.
Me decían si vas a poder ir Norma, Carmen, Rosario, así me llamaba, eran mis
pseudónimos. Solamente iba como servicios médicos, tenía que cargar nuestro
fusil, nuestra mochila, y además el botiquín, nuestro trabajo era que si salía un
compañero herido sacarlo de allí, cargarlo curarlo y la balacera sobre nosotros. Me
decían allí se te va a quitar la gana, das más para cuadro político.
También fui correo, llevaba la información a cada célula de compañeros, fui
enlace, recibía lo de otros frentes juntaba las comunicaciones y lo llevaba a la
comandancia, no cualquiera tenía esa confianza. Nos evaluaban de como van a
hacer la tareas, y si un río esta crecido, como harías, un compañeros dijo que
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había que esperar cruzar el río, y entonces dije yo, no hay que esperar, hay que
cruzar nadando, envolver en un plástico las comunicaciones, un árbol caído,
cualquier cosa el objetivo es llegar y entregar las comunicaciones, sino se atrasan
las operaciones militares y me felicitaron y me dieron la tarea.
Trabaje en la CPR en un equipo que se llamaba EFOP hablábamos con la gente
era formación y animación pues la gente estaba enferma de temor, miedo,
estaban muy triste, llegamos a levantar el ánimo, íbamos vestidos de militar, y
llegaban los soldados estaban las FDL que defendían a la comunidad, eran
jóvenes de la misma comunidad. Llegábamos a elaborar los planes de
emergencia, pues los niños se perdían, las mujeres parían en el camino, iban
sangrando todavía y caminando. Me queda la satisfacción de ayudar a la gente,
me queda todavía esa ideas y por eso me metí a estudiar trabajo social pues es
tu consciencia de ayudar.
Luego me fui al trabajo de fortalecer las filas, a traer gente, iba a las casas y logre
alzar a varios. Pasaron los años y me miraban como veterana, tuvimos un equipo
que e llamaba POMARE, nosotros dirigíamos la logística bélica y no bélica,
dependía de nosotros si tenían comida.
Lo das todo y pensé en tener un hijo, si me muero en la guerra por lo menos que
quede un retoño, y pedí permiso a todos mis responsables para embarazarme, ya
tenía un novio como de cuatro meses. Éramos novios y nos íbamos a casar,
teníamos un tiempo de prueba, me buscaban los novios, pero uno tenía el poder
de decidir con quien querías estar, alto, bajo, moreno, colocho, blanco, ladino
indígena, te ponían todo el panorama como ese programa de doce corazones.
Nos casamos, llegaba la dirección nacional, dos unidades militares, en un lugar
lindo, río con muchas flores blancas en la orilla y pozonas para nadar y arriba la
fiesta, arroz con leche y pan de comida, era lo máximo. Como era lo que todo
mundo deseaba en ese momento que cada quien pudiera tener su pareja, sin
embargo era lo más escaso. Saber donde consiguió un violín un compañero, me
dieron mi hamaca y mi toldo matrimonial, me pidieron hablar de cómo había sido
mi proceso de pareja, mi esposo era combatiente, no busque un jefe, busque
alguien que me gustará no importando de que nivel era, si de mí nivel o de otro.
Me decían que era de ojos chiquitos y que habiendo tantos como lo había
escogido a él.
Uno quería a la persona como es sin discriminación, empezó a tocar el violín y
como no había tanta compañeras, hombre con hombre y empezaron a bailar, solo
se recomendó tener cuidado con los fusiles, ese fue mi gran casamiento.
Con él tardamos como seis años, no tuve familia con él, nos veíamos casi cada
año, una vez él pidió permiso para estar conmigo, porque estaba cerca, y yo
estaba en mis días fértiles, entonces como no queríamos embarazarnos, cada uno
durmió de cada lado y desde allí nos hablábamos, él no pudo resistir la noche y se
fue de madrugada, no podía tocarme, los dos estábamos tristes y enojados al
mismo tiempo.
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Estábamos en la lucha y no podíamos arriesgarnos. Los servicios médicos daban
condones, pero a veces se estar embuzonados se arruinaban y las compañeras
salían embarazadas y se llevaba a su compañero y eso era una debilidad. Cuando
estuve en la montaña todos esos años no era correcto y no sabía qué hacer,
desde desnudarme junto con todos donde cambiarme, al final se bañaba uno en
brasier y calzón. Una vez llego una extranjera y se bañó desnuda y todos los
chavos se quedaron con la boca abierta, cuantos años llevaban sin ver una mujer
así. Y el mando le dio instrucciones porque era una provocación para los
combatientes que se vistiera un poco.
Los compañeros pensaban que las mujeres no íbamos a poder hacer las cosas
igual que ellos, armar y desarmar las armas con los ojos vendados , fue como un
reto para nosotras, romper ese paradigma, de que las mujeres no podíamos, pero
quedo demostrado en la montaña que si podíamos.
Había compañeras que ponían su pañuelo y armaban y desarmaban su arma, sin
embargo había una compañera que lo hacía con una actitud como de hombre eso
no me gustaba, las mujeres teníamos nuestra forma de hacer las cosas.
Nosotras demostramos que si lo podíamos hacer, cualquier tarea, incluyendo la
tarea física, mi hermana Doris cargaba un quintal, había compañeros que no
aguantaban tanto peso. Lo más que yo aguanté fueron cuarenta o cuarenta y
cinco libras.
Costaba mucho cruzar los ríos, el Acantún, con el equipo , yo pedía que un
compañero llevara mi fusil, un día íbamos con el compañero que me casé, y
cruzamos un río muy grande, cuando faltaba poco vi que él se puso como pesado
y estaba muy cansado y le dije, mira la orilla allí hay una ramita descansa, pensá
que si vas a llegar respira. Lo vi que levantó su peso y salió, se rió conmigo y me
dijo gracias, te agradezco.
Caminábamos tanto y la comida era poco, se comía para no morir. Me enfermaba
de paludismo, un día me perdí tres días, al hacer una exploración, es difícil
ubicarte en los puntos cardinales, y caminábamos buscando la orilla de un río, y
nos buscaban. Fuimos encontrando señas, seguimos luego nos sentamos y vimos
conocido el lugar y encontramos un buzoncito con azúcar y un poco de leche y
comimos. Llegaron unos compañeros al buzón y fue una gran alegría. Mientras
estábamos perdidos comimos palmito, algunos zapotes y un poquito de pozole
que llevamos en la mochila. Teníamos pena de encontrarnos con los narcos.
La gente en la comunidad nunca se supo que nos habíamos ido a la montaña,
después se oyeron comentarios que nos habían visto haciendo propaganda y le
preguntaban a mi papá y él decía que se habían ido a trabajar a Tecún Umán, San
Marcos.
Mi papá nos contó que el que era mi novio regresó y mi papá le dio una dirección
falsa y el muchacho regreso a preguntar y mi papá le dijo que no sabía más.
Cuando mi papá nos contó, como a los tres años, contó, nos reímos y mi papa nos
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regañó porque dijo que de los sentimientos de un hombre no se burla una.
Siempre daba alguna excusa mi papá.
La comunidad decía que las mujeres que se iban a la montaña, que se iban con
los guerrilleros se volvían prostitutas, decían que eran una mujer para todos los
hombres. Y por eso muchas que se alzaban ya no querían regresar porque les
daba pena, lo que dijeran de ellas. Por eso se daba una formación para prevenir
embarazos y luego se hizo una campaña para poner T de cobre a todas las
compañeras que quisieran.
Como se distribuían las tareas entre hombres y mujeres, era igual, aunque los
equipos de organización, formación política y propaganda había más mujeres,
quizá porque las mujeres teníamos más habilidades, nos ponían hombres y
mujeres a explicar cómo iban a dar sus temas y a los mandos les gustaba más
como las compañeras lo hacían.
La vida sexual de las mujeres alzadas era libre, el problema era que si no se tenía
precaución, la que salía perdiendo era la compañera si se embarazaba. Los
compañeros entendieron que éramos nosotras, éramos las que decidíamos,
valíamos igual, que nuestra cabeza pensaba igual, que teníamos la capacidad. Tú
decidías quien era tu compañero. Se podía cambiar de compañero, pero no se
podía tener dos relaciones a la vez, se tenía control de eso pues todos estaban
armados.
Las ideas religiosas las tenía cada quién, aprendimos a respetarnos, tanto los que
no creían en Dios, tanto el que era evangélico o católico, más eran católicos
rezaba en la mañana aunque los compañeros cuestionaban y decían compañeros,
si existiera el colocho, no estaríamos aquí entre en chaquiste, y la orientación era
respetar y no burlarse, y también con la población.
Como mujer estar alzada lo más difícil para mí fue, tener que esperar tanto tiempo
para decidir tener un hijo, me estaba haciendo vieja y ni siquiera tenía un hijo, la
guerra sigue y no sé que va a pasar, me decidí. Me embarace pero tuve un
hemorragia y estuve en reposo, allí estuvo conmigo una compañera, eso si no lo
voy a olvidar, me cuidaba, bajaba al río a lavar mi ropa mientras estuve en reposo.
Gracias a eso mi hija vive, eso es ser compañera. Como mujer, no llegar a ser real
o sentirte identificada, decir yo ya parí, gracias a Dios, al fin se dio.
La otra cosa fue haber dejado mi familia, aunque la encontré después, ya no era
igual. Haberme separado fue una cuestión muy dura. La otra cosa fue estar todo el
tiempo ganando tu derecho, como si hubiera sido una competencia, pero además
era una formación de hacer todo lo que uno podía hacer para demostrar que uno
podía. Aunque las caminatas eran largas y cansadas no había descanso, no
sabíamos ni en que día estabas.
Se olvidaba de las preocupaciones de decir si tenía uno trabajo o no, como no se
tenía dinero, no se manejaba, era diferente la vida.
103
Para mí la montaña fue una gran escuela de formación política y militar, de cultura,
de leer libros, leer más, por primera vez me dan una tarea, fui abanderada y me
dan de tarea leer una carta, me dicen que practique y me dicen que hay que leer
con fuerza y ver a los compañeros, al leer párrafos decir una consigna, eso fue un
cambiazo, caminar con la cabeza levantada.
Cuando estaba parada enfrente de los todos los compañeros con el fusil en la
mano y leyendo, dije yo estoy parada frente a un montón de personas, tengo que
poder y de que puedo, puedo. ¡Hasta la victoria siempre!, Y todos aplaudieron, yo
me sentí feliz.
Ya cuando empezaron a hablar de la firma de la paz me fui a trabajar a Campeche
a Quintana Roo, luego en el campo de concentración me examiné para sexto
grado, el básico lo estudie en el Instituto Santiago, pero para mí fue una lucha, yo
era mamá soltera y pedí estar en la desmovilización, pues el papá de mi hija se
junto con otra compañera y decidí terminar la relación, solo como papá de mi hija,
palabras de amor ya no.
Luego tuve otro mi compañero por un año y tuve otro hijo, a la edad de 39 o 40
años. Me quede con la responsabilidad de mis dos hijos, mi hija estuvo en
Golondrinas, cuando se iba a firmar la paz, solicite vivir con mis hijos. En el
campamento de desmovilización formaron grupo y a mi no me dijeron nada y me
metieron para sacar tercer año y dije babosadas yo ya sé bastante. Yo tengo
derecho a estar aquí en sexto, y al tercer día era el examen, Jorge tenía dos años
y lo deje con mi hija que estaba pequeña. Entre al examen que no me querían
dejar hacer y entonces o todos hijos o todos entenados, y me dijo que no era mi
grupo y son babosadas dame la hoja, lo hice y gané el sexto grado. A pesar de
que mi hijo tenía fiebre.
Allí en el campamento estuve recibiendo a periodistas y apoyando a los niños en
la escuelita y todavía hice posta con mi hijo cargado.
Después de la desmovilización estudie en el Instituto Santiago saqué el básico,
trabaje en el sector de mujeres, trabaje de limpieza y lloraba porque deje toda mi
juventud en la lucha en la montaña entre en 1977 y salí en 1996, y todo lo que me
paso y no poder uno tener un trabajo como debe de ser, pero siempre encuentra
uno personas que dan buenos consejos, encontré una compañera que me dijo salí
de ese trabajo porque te esta afectando mucho, sos capaz de dar talleres de
capacitación, de voy a proponer en la Fundación Guillermo Toriello, era un trabajo
por poco tiempo.
Yo alquilaba cuarto, los sábados y domingos hacia limpieza y lavar trastos en
otras casas, eran centavitos para un atol de los patojos. Le pedí ayuda al papa de
mi hija para pagar la renta y me llevo unos centavitos. Empecé a trabajar en esos
talleres y Paty me dijo ponte a estudiar y vas a ver que eso te va ayudar mucho a
conseguir otro trabajo. Me fui a estudiar al Martinez Durán, allí saque el
bachillerato.
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Trabajaba de lunes a viernes y estudiaba los sábados, me sirvió para seguir
consiguiendo otros trabajos. Pensé entrar a la universidad, pero como había sido
por homologación, intente hacer el examen y me recuerdo que me sentí insegura,
así que entre a una privada, después de juntar dinero.
Entré a la Mariano Gálvez, hable con mis hijos y me dijeron que los tres íbamos a
ser estudiantes y así estudie Trabajo Social en la universidad, pero me enfermé y
no pude seguir. Conseguí una beca en Fundación Miriam. Pero sentí que me
discriminaron por no ser indígena, pero le hable a la responsable que tenía que
repetir dos cursos por cambio de pensum pero me quitaron la beca, saque el
técnico. Fui de nuevo a solicitar la beca a Miriam y así concluí me carrera de
Licenciatura de Trabajo Social en el 2012 ya estoy colegiada. Aunque no estoy
trabajando como profesional, sino como técnica, yo digo que también es por mi
edad, ya soy una anciana de tercera edad, tengo 61.
Con la experiencia de la lucha me califico con un carácter fuerte y con espíritu de
luchadora, para poder lograr estar donde uno está, si nos rendimos en las
primeras no hubiera estudiado y no estuviera aquí, y no me sentiría, como me
siento, no padezco ninguna enfermedad, y no soy ancianita me considero como de
unos cuarenta y cinco o cincuenta tal vez, eso mismo hace tener un espíritu joven.
La organización me ayudo a cuidar a mi hija, estuve en el proyecto Golondrinas en
México, y Jorge nació cuando se iba a firmar la paz, anduvo conmigo. Hicieron el
esfuerzo de cuidar a los niños y niñas, yo la iba a ver cuando podía.
Pienso que encontré la igualdad con los hombres, no soy hombre, sigo siendo
mujer, esa palabra igualdad me gusta estamos parejos en nuestros derechos, con
nuestra dignidad. De las feministas han venido buenas ideas que han aportado a
los derechos de las mujeres, que nos benefician, su ideología, valoran ideas
importantes. No me gusta las compañeras que caen en darle vuelta a la tortilla,
que si los hombres nos han tenido marginadas ahora nos toca a nosotras, como
una venganza, así no estoy de acuerdo.
Mis padres viven en Petén, perdimos la parcela en Pueblo Nuevo. Mi mamá tiene
90 años y mi papá está enterrado en Petén.
Yo no me arrepiento de haber estado todo este tiempo en la montaña porque era
por una causa justa, es cierto no tomamos el poder, pero si logramos un espacio
político por lo menos para poder hablar, ya no es como era antes.
Siempre digo si hubiere necesidad uno ya no tiene la fuerza para volver, pero a lo
mejor el pueblo se cansa si está hablando sin las armas en las manos otra vez,
pero de repente se anima el pueblo, ya no queremos que haya guerra, si no nos
escucharon con las armas en la manos como ahora nos van a escuchar, algo
tiene que pasar adelante, por lo menos se ganó ese espacio, solo un año hubo
tranquilidad y volvió todo lo que hay ahora. Para mi fue una gran escuela y haber
aprendido muchas cosas, quedan otras que contar.
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Estar en la segunda fila de combatientes, no es fácil, si lo quieren agarrar como
ejemplo está bien, pero si no también. Que el pueblo tenga que comer, una su
casita, trabajo, un su terreno donde sembrar ya no hay guerra.
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Preguntas Guía para la Entrevista
1. Datos personales
¿Cuál es tu nombre?
¿En dónde naciste?
¿En qué año?
¿Estudiaste?
¿Trabajas? ¿Produces? Como obtienes ingresos para tu subsistencia?
¿Tienes pareja? ¿Tienes hijas y o hijos?
¿Vives sola o quién vives?
¿Cuál es tu idioma materno?
2. ¿CÓMO ERA LA VIDA EN TU COMUNIDAD CUANDO AÚN VIVÍAS EN
ELLA?
¿Qué tareas realizabas?
Que pensaba la comunidad sobre las mujeres
Que diferencias había entre hombres y mujeres
Que pensaba, la comunidad, de las mujeres que se alzaban
3. ¿COMO ERALA VIDA EN LA FAMILIA?
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¿Qué pensaba la familia sobre las mujeres?
¿Qué tareas realizabas?
¿Qué diferencias había entre hombres y mujeres?
¿Quién y como se ejercía el poder?
¿Quién y como se tomaban las decisiones?
¿Cómo vivían las mujeres la maternidad?
¿Qué pensaba la familia de las mujeres que se alzaban?
¿Estudiaste?
4. ¿CÓMO FUE EL PROCESO DE TU INCORPORACIÓN?
¿Por qué te incorporaste?
¿Qué cosas fueron diferente de cómo se vivía en la comunidad?
Que tareas realizaste que no hacías en la comunidad
¿Cómo asumiste el cambio de vestuario?
¿Quién y cómo se decidió tu nuevo nombre?
¿Cómo fue tu vida sexual?, ¿cómo era la elección de pareja? ¿Se
casaban?
¿Qué fue lo más difícil que viviste como mujer?
¿Qué cargos o puesto desarrollabas en la organización?
¿Estudiaste?
¿Cómo se vivía la maternidad?
¿Cómo las veían los compañeros de la organización?
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¿Qué tareas hacían la mayoría de las mujeres?
5. GRANDES APRENDIZAJES DE ESTA ETAPA DE TU VIDA COMO
MUJER
¿Que aportó a tu vida la experiencia de estar alzada?
¿Qué obstáculos lograste superar con tu militancia política?
¿Qué nuevas capacidades, habilidades, valores adquiriste?
6. ¿CÓMO TE DESCRIBES AHORA?
¿Identifica de uno a tres cambios en tu vida?
¿Qué piensas ahora de las mujeres?
¿Quién y como toma las decisiones en tu vida?
¿Cómo vives ahora tu sexualidad?
¿Como vives ahora la maternidad?
¿Cuáles son ahora tus mayores retos como mujer?
¿Cuáles son tus luchas?
¿Qué piensas de las feministas?
¿Te defines como feminista?
¿Cómo fue tu proceso de formación como feminista?
¿Quiénes te apoyaron en este proceso?
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