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Índice
Presentación
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Introducción
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Hacia una conciencia
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medioambiental
Biografías
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Ejes temáticos
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Presentación
El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) presenta la muestra In/Humano, la cual
plantea una visión crítica sobre el problema de la protección medioambiental en la actualidad a
través del trabajo de 17 artistas provenientes de todo el mundo.
Estos artistas se sirven de la fotografía, instalación, video y arte-objeto como herramientas para
establecer diversos canales de identificación entre el ser humano y su entorno natural ofreciendo al
espectador opciones y sugerencias para plantear su propia conclusión respecto a la situación del
medio ambiente.
La exposición curada por Gonzalo Ortega, curador en jefe de MARCO, no pretende imponer una
postura sobre lo ecológico o lo sustentable, sino presentar de manera muy personal la visión de los
artistas participantes, sobre un plano actual que nos involucra a todos. La exposición incluye obras
de Catherine Bagnall, Joseph Beuys, Miguel Calderón, Alejandro Cartagena, Alfredo De Stefano,
Charles Fréger, Shaun Gladwell, Douglas Gordon, Ilkka Haslo, Rodrigo Imaz, Claudia López Terroso,
Mike Meiré, Heather & Ivan Morison, Wayward Plants, Alec Soth, Joel Sternfeld y Tania Ximena.
Nombre de la exposición: In/Humano
Organizador: MARCO
Curaduría: Gonzalo Ortega
Museografía: MARCO
Localización: Salas 6 a 11 (Planta alta).
Duración: Del 10 de julio al 2 de noviembre, 2014
Técnicas: Video, Instalación y Fotografía
Ilkka Halso | Cube-Outside, 2003 | ilfochrome/vidrio
100 x 127 cm | Cortesía Ilkka Halso.
Número de obras: 53 obras / 17 artistas
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Introducción
Fragmentos del texto curatorial de Gonzalo Ortega
Una idea muy sencilla motiva a la presente exposición, y es la de apelar a los lenguajes y estrategias
del arte contemporáneo como herramientas de sensibilización con relación a los problemas
medioambientales que enfrentamos las sociedades de principios del Siglo XXI. Emitir mensajes
coherentes, realistas y efectivos –a la vez que poéticos y sensibles- en el complejo proceso de toma
de conciencia medioambiental, se ha convertido en una especie de tendencia reconocible en el
trabajo de artistas dispersos por todo el planeta. Pero más allá de ser únicamente una moda banal
del “go green”, los artistas seleccionados para la exposición parecen poseer una opinión poco
convencida de los movimientos ecológicos masivos, y muestran puntos de vista alternativos para
establecer vínculos profundos con el entorno natural. Contrario a lo que uno pudiera pensar,
ninguno de ellos asume una postura crítica con relación a la presencia y actividad supuestamente
“nocivas” de la especie humana en el planeta. Por el contrario, sugieren formas en las que pueda
integrarse nuestra existencia al complejo balance de fuerzas necesarias para la supervivencia de
millones de especies. Como característica fundamental, la mayoría de los trabajos artísticos que se
integran en esta exposición, no incurren en la demonización de la huella humana en los procesos de
regeneración de la vida en el planeta. Esa sería -probablemente desde el punto de vista de algunos
de ellos-, la postura trivial típica del ecologismo masificado. No, en sus proyectos es digno de ser
resaltado en ocasiones un ánimo por la vindicación de conceptos esenciales para la vida, que por
oposición también la refrendan; es decir: muerte, declive, descomposición, etc. La visión crítica
presente en muchos de los trabajos aquí documentados es la de recordar que estamos inmersos en
un gigantesco ciclo de apogeo y declive de lo orgánico. La expiración de los organismos impulsa el
advenimiento de otros en una constante regeneración.
La imposibilidad de un consenso sobre sustentabilidad y ecología, intuida de muy diversas maneras
por los artistas de la exposición, se hace notar en muchos de los trabajos aquí reunidos. Antes que
incurrir en toma de posturas radicales, muchos de ellos rastrean la posibilidad de una sintonización
positiva –y marcadamente independiente- con su entorno natural. Sin incurrir en los clichés
románticos del deber ser ecológico ellos han sido capaces de articular mensajes mucho más
coherentes que los de un activismo verde demasiado eufórico e ingenuamente convencido de sí
mismo. Los niveles críticos sobre la afectación al medio ambiente se perciben en estos trabajos de
manera tácita, pues en muchos casos el objetivo central de las piezas es el de establecer una
significación profunda y sensible con el paisaje, con plantas y animales, con las leyes de la
Naturaleza, etc. La estrategia seguida por muchos de los creadores aquí reunidos es la de abordar la
gran pregunta medioambiental desde una plataforma fundamentalmente poética. Y mucho se
agradece que algunos artistas hayan decidido integrarse al debate conservacionista a partir de este
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tipo de estrategias, pues soslayan argumentos seudo-expertos y son capaces de emitir mensajes
contundentes y significativos.
Los proyectos artísticos incluidos en esta muestra no responden a un mensaje unificado sobre la
relación del ser humano con el medio ambiente. Incluso algunas de las posturas filosóficas reunidas
aquí pueden ser interpretadas como contrarias entre sí. Una vez dicho esto, vale la pena recalcar
que lo que vale la pena entonces es la actitud de absoluta libertad con la que la mayoría han roto
ataduras con los clichés ambientalistas y han dado libre cauce a nuevas maneras de aproximarse e
interactuar con la naturaleza. La suma de singularidades alcanzada aquí describe escenarios
alternativos para la relación de nuestra especie con su entorno, e igualmente con otros seres vivos.
Se evidencia la diversidad como detonante de cambio y como herramienta para la toma de
conciencia colectiva.
Es momento de reflexionar sobre el papel que jugamos en el planeta y el derecho de propiedad
sobre flora, fauna y territorio, que nos hemos adjudicado tan a la ligera. Es también una invitación a
dejar que la naturaleza retome su curso, y a sintonizar la actividad humana con sus ritmos.
Allí radica el juego de conceptos entre lo humano y lo inhumano de esta exposición, así como la
difusa frontera que se dibuja entre ellos. La obra de los 17 artistas y colectivos convocados aquí es
un catálogo de opciones y sugerencias para que cada espectador saque sus propias conclusiones. No
hay, ni debe haber, una sola versión sobre ecología, sustentabilidad o políticas medioambientales.
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Hacia una conciencia medioambiental
“El calentamiento global ha desplazado a 144 millones de personas en cinco años; El agravamiento
de sequías, inundaciones, tormentas e incendios obliga a emigrar a los afectados”, “El Ártico: menos
hielo y más intereses económicos; La industria minera, de petróleo y gas operarán de forma
rutinaria en la zona, anticipa un experto”, “El ‘monstruo acuático’ mexicano, condenado a
desaparecer; La contaminación pone en peligro la especie”. El creciente aumento de temperaturas;
la contaminación de mantos acuíferos, lagos, ríos y océanos; y la extinción de especies animales y
vegetales, forman parte del cúmulo de noticias que se presentan a diario y cada vez con más
continuidad en los medios de comunicación, quienes alarman con urgencia un cambio en nuestras
actividades cotidianas, abriendo paso hacia una conciencia medioambiental.
El ser humano, desde sus inicios en la tierra, ha explotado los recursos derivados de ésta en
beneficio propio y de su comunidad, manteniendo un equilibrio en su coexistencia con la naturaleza
y adecuando el consumo de manera sostenible para ambos. Es a partir de la revolución industrial (s.
XIX) que este balance natural se empieza a colapsar, inclinándose hacía el lado de la explotación
desmedida. Los avances tecnológicos y la industrialización de los sectores económicos, han
provocando un deterioro sin precedentes a nuestro medio ambiente. Es en las últimas décadas del
siglo XX, en especifico a partir de los años 70’s, que en conjunto con las transformaciones culturales,
políticas, sociales y económicas, los problemas medioambientales han tomado una escala global.
Nunca antes se había contaminado, erosionado y aniquilado tanto la vida en la tierra como ahora. Es
posible que nos encontremo en el punto de no retorno, donde la faz de la tierra ha cambiado para
siempre.
La crisis ambiental ha sobrepasado el ámbito local hasta tomar una dimensión global, temas como
el efecto invernadero, el hoyo en la capa de ozono y la diversidad biológica en flora y fauna,
conciernen al mundo entero. La concentración en las capas inferiores de la atmosfera de dióxido de
carbono, producido por la quema de combustibles fósiles, ha ido en aumento provocando
contaminación en el aire y cambios drásticos en la temperatura de la tierra; Esto ha provocado en la
última década del siglo XX desastres meteorológicos, dejando como saldo 600,000 muertes en todo
el mundo, el 95% de éstas en países de pobreza extrema. Con ello, las precipitaciones han variado
en tiempo y espacio, provocando escasez de agua para consumo, riego e higiene, afectado a un 40%
1
de la población mundial. La vida como la conocemos está en un peligro eminente debido a la
explotación de la naturaleza y consumo irresponsable.
1
http://www.who.int/features/factfiles/climate_change/facts/es/index5.html
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La producción en masa y la comercialización de bienes ha creado una sociedad de ciudadanos
consumidores, donde la estrategia es el desechar lo obsoleto y adquirir el producto en boga, incluso
si sus variantes son solo superficiales o mínimas. Aún así, sería imposible generalizar esta postura,
puesto que existe un grupo minoritario que poco a poco toma fuerza, personas de todo el mundo
han despertado a una conciencia ecológica y desde finales del siglo pasado han incorporado
prácticas cotidianas que disminuyen el daño a la tierra optimizando recursos por medio del reciclaje,
separando la basura, utilizando medios de transporte colectivos o no contaminantes, entre otros.
Hace algunos años, la ola del go green tomó fuerza en la sociedad,
como lo toman las modas pasajeras impulsadas por intereses
Greenwashing
económicos y/o políticos, poco a poco la sociedad se proclamaba y
Es el acto de engañar al
consumidor a través de
supuestas prácticas
ecológicas de la compañía
o los beneficios al
ambiente a través del
producto o servicio. El
objetivo de esta práctica
es la de fomentar a través
de campañas publicitarias
el consumo de
determinados productos
bajo la promesa de la
utilización responsable y
cuidados al
medioambiente.
exaltaba al reconocerse ecológicos, comprando productos que
colaboran a reducir la producción de basura. Evidentemente, la
lógica capitalista ha sabido adaptar el mensaje y las estrategias
para acercarse a este nuevo “consumidor verde”, promocionando
en sus campañas un uso responsable del medio ambiente a través
de empaques reciclados, materiales biodegradables y donaciones
altruistas; pero es en realidad una estrategia publicitaria que
identifica un grupo poblacional dispuesto a pagar, en muchas
ocasiones una cantidad mayor, por productos que nos liberan,
mucho o poco, de la culpa de ser parte del circulo vicioso del
consumidor. El greenwashing, no es más que una supuesta cultura
de lo verde liderada por las empresas, operado por intereses económicos, pues se invierte en una
imagen o campaña publicitaria que funciona como una pantalla de la carencia de prácticas que
minimicen el impacto ambiental de su compañía. Por ejemplo, la refresquera más importante a nivel
internacional, promueve su nuevo diseño de botellas ecológicas, pues están realizadas con un
porcentaje de hasta el 30% de plantas, la campaña publicitaria presume exageradamente los
beneficios medioambientales con los cuales colabora el consumo de este producto en su nuevo
empaque, sin presentar pruebas al respecto. El consumidor promedio poco hará por cuestionarse la
publicidad aparentemente verde, y consumirá dentro de la estrategia del mercado que maneja la
culpa como un medio para “consumir responsablemente”.
El reto es quizá saber identificar aquellas personas y organizaciones las cuales estén tomando las
medidas más efectivas y congruentes sobre el cuidado medioambiental. ¿Cuál sería nuestra realidad
si el mundo entero participara activamente en la reducción de nuestra huella de carbono? Resulta
utópico pensar que un cambio eminente suceda al incorporar estas prácticas ecológicas en todo el
mundo, si con las organizaciones que se plantean una solución no cooperan las posturas políticas,
económicas e ideológicas.
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Ante esta euforia de lo verde existe una tendencia en el arte contemporáneo, donde artistas de todo
el mundo, cansados de estas versiones mediáticas de la ecología, retoman la temática del cuidado
del medioambiente como herramienta para la sensibilización a los problemas que enfrentamos
actualmente. Con puntos de vista alternativos a la corriente masiva del go green, que por mucho
tiempo ha demonizado la acción del hombre, los artistas proyectan vínculos genuinos con el
entorno, estableciendo un canal de comunicación con lo natural, definiendo de manera distinta el
concepto de la naturaleza y visualizando de manera positiva la intervención del hombre en el
entorno natural.
La postura de reconocer al hombre y su huella ecológica como la amenaza fatal que atormenta al
planeta, es quizá, reconocida por estos artistas como una postura por demás trivial y hegemonizada
de la corriente ecológica masiva. En sus proyectos dan aires de ánimo por el restablecimiento del
concepto de la vida sin dejar de un lado los ciclos de creación natural, en donde está involucrada la
muerte, la descomposición y la evolución.
Las obras y los artistas presentes en la exposición no toman posturas radicales conservacionistas, en
cambio, se intuye que hay una realidad que hace imposible un consentimiento universal y único
sobre las practicas medioambientales, y proponen desde su individualidad – desde una plataforma
poética y artística – un contacto con lo natural, sean plantas o animales, y buscan sanar heridas o
reconstruir el daño realizado consciente o inconscientemente por el ser humano.
Las obras no entrevén un postura crítica hacia la ecología mediática o las campañas sin sustento
sino que su visión crítica es la de recordar que estamos inmersos en un microorganismo que no solo
involucra la vida del ser humano sino de cientos de especies vegetales y animales, todos en un
mismo ciclo de expiración y regeneración.
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Biografías
Alec Soth (1969, Estados Unidos)
Nacido en Minneapolis, Minnesota, el fotógrafo estadounidense es reconocido internacionalmente
por presentar otra cara del opulento país. Su primer trabajo publicado en 2004, Sleeping by the
Mississippi, fue aclamado por la crítica internacional, desde entonces ha publicado otros proyectos
como Niágara en 2006, Broken Manual 2010, entre otros. Desde el 2008, Soth dirige su propia casa
editorial Little Brown Mushroom. Su obra se ha presentado en distintas sedes internacionales, como
Brasil y Francia, entre otras.
Alejandro Cartagena
(1977, República Dominicana)
El artista dominicano reside y trabaja desde hace dos décadas, en la ciudad de Monterrey. Su
fotografía se centra en la exploración del paisaje natural y urbano, como evidencia de las
construcciones culturales, sociales y políticas que conforman las sociedades actuales, en especial las
latinoamericanas. Su obra se ha presentado individual y colectivamente en distintos países como
México, China, Estados Unidos, Italia, Inglaterra, Canadá y Guatemala. El libro Suburbia Mexicana fue
publicado en el 2011, por Dayligth y Photolucida.
Alfredo de Stefano
(1961, México)
Originario de Monclova, Coahuila. El fotógrafo posee una especial fascinación por el paisaje,
específicamente por el desierto, llevándolo a recorrer el mundo fotografiándolos e interviniéndolos,
entre ellos el desierto del Sahara y el Atacama. A lo largo de su trayectoria como artista han
destacado sus series fotográficas: De parajes sin futuro (1992), Vestigios del paraíso (1996), Habitar
el vacío (2002) y Breve crónica de luz (2006). Su trabajo se ha presentado en más de noventa
exposiciones entre individuales y colectivas alrededor del mundo. Es considerado uno de los
fotógrafos contemporáneos más importantes del país.
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Catherine Bagnall
(1965, Nueva Zelanda)
La obra de la neozelandesa se balancea entre el límite de la moda y las artes performativas; a través
de la creación de prendas o vestuarios, la artista explora la habilidad de estas para trascender y
transformar al usuario o espectador. Su obra a menudo aborda la relación con las prácticas
ecológicas y la conciencia medioambiental, ha expuesto en distintas partes del mundo destacando
sus residencias en Corea y Austria.
Charles Fréger
(1975, Francia)
Graduado de la Ecole régionale des beaux-arts de Rouen en el año 2000, su fotografía, en la que
constantemente se centra en el retrato, captura la representación de grupos sociales no solo de
manera antropológica sino también poética. Su obra es un reflejo de la imagen contemporánea de la
juventud. En 2002 funda la comunidad artística Piece of Cake, donde colaboran artistas de Europa y
Norte América, de este proyecto nace la casa editora POCproject. Su obra se ha expuesto en Francia,
Bélgica, Holanda, Alemana, entre otros.
Claudia López Terroso
(1977, México)
Vive y trabaja en Oaxaca, México. López Terroso estudió arte visual en la Escuela de Pintura
Escultura y Grabado (ENPEG) La Esmeralda en la Ciudad de México. Su obra se ubica entre los
híbridos del dibujo y la fotografía como lenguaje. Ha realizado diversas exposiciones colectivas e
individuales en el país. Su trabajo artístico le ha valido reconocimientos recientes como el ser
becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y en la producción e investigación de Arte
Actual Bancomer–Museo Carrillo Gil. Obtuvo el premio de adquisición en la Bienal Omnilife 2001.
Douglas Gordon
(1966, Irlanda)
A través del video, la fotografía y la escultura, el artista interpreta y explora unas de las grandes
dualidades: la vida y la muerte, el bien y el mal. Galardonado por en Inglaterra con el Premio Turner
en 1996, el Premio 2000 en la Bienal de Venecia en 1997, y el premio Hugo Boss en el Museo
Guggenheim en Nueva York en 1998. Su obra ha recorrido el mundo visitando grandes museos entre
ellos el Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris, el Centro Cultural de Belém en Portugal, el DIA
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Center for the Arts en Nueva York, la Vancouver Art Gallery en Canadá, el Museo Rufino Tamayo en
la ciudad de México, entre otros.
Heather e Iván Morrison
1973, Reino Unido y 1974, Turquía)
Este dúo de artistas desarrolla su obra integrando historias, sitos específicos, materiales y procesos;
sus proyectos son diversos y abarcan el performance, la instalación y la arquitectura. Han expuesto
en diversos espacios culturales incluyendo la Tate Britan, Tate Modern, The Barbican, The Vancovier
Art Gallery, y la edición 52a de la Bienal de Venecia, representado a Gales.
Ilkka Haslo
(1965, Finlandia)
Graduado en 1992 de la Maestría en Artes por la Universidad de arte y diseño en Helsinki. Por medio
de sus proyectos, el artista finlandés, aborda el rescate y protección de la naturaleza, la cual se
encuentra en peligro. Sus obras, consideradas una forma de land art, son una respuesta al cambio
constante de nuestro planeta. Ha expuesto en París, Alemania y Estocolmo. Actualmente vive y
trabaja en Orimattila, Finlandia.
Joel Sternfeld
(1944, Estados Unidos)
Es reconocido por sus fotografías a color en gran escala. Sus imágenes exploran la posibilidad de
una identidad americana colectiva, por medio de documentar lugares y gente ordinaria alrededor de
Estados Unidos. En su proyecto American Prospects, 1987, el artista retrata el paisaje que ha sido
alterado por la mano del hombre, como en muchas de sus obras el color y la ironía son elementos
clave. Su obra se encuentra en importantes colecciones como los son el MoMA y el Getty Museum.
Joseph Beuys
(1921 – 1986, Alemania)
Escultor y dibujante alemán, creador de performances, líder político y maestro, Joseph Beuys es
considerado uno de los artistas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX; tanto sus obras y
acciones como su pensamiento constituyen un cuerpo creativo de gran influencia y debate en la
actualidad. Beuys generó obras innovadoras en relación al manejo del espacio, las técnicas y los
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materiales, aunque nunca abandonó al dibujo como forma esencial de expresión. Asimismo, produjo
un volumen importante de obra gráfica, que va desde el registro de un delicado gesto lineal hasta la
fotografía intervenida con plastas de color y grafismos.
Miguel Calderón
(1971, México)
La obra de Calderón es provocadora, a través de fotografías y pinturas satiriza la construcción social
y cultural de la clase media y sus comportamientos para transformarlos en nuevos significados. Sus
obras se han mostrado en importantes espacios como el Museo Reina Sofía de Madrid, en el
Guggenheim de Nueva York y en el Museo de Arte Moderno de San Francisco, entre otros
Mike Meiré
(1964, Alemania)
Director artístico, diseñador, artista, arquitecto, fotógrafo, curador y editor. En 1987, Mike fundó la
agencia de diseño Meiré und Meiré, junto con su hermano Marc, en 2001 funda NEO NOTO, una
empresa de producción cultural; sus propuestas creativas se balancean en el límite del diseño
comercial y el arte. A menudo sus trabajos son comisariados, como los que ha realizado para
Dornbracht Culture Projects, y dirigido sus propias creaciones como The Farm Project, Global Street
Food y Revolving Realities.
Rodrigo Imaz
(1982, México)
Graduado con honores de la Maestría en producción artística de la Universidad Politécnica de
Valencia, Imaz, despliega su obra con una carga de humor negro y poesía, presentando aspectos de
la vida cotidiana, los cuales se funden entre realidad y ficción. En su obra conviven animales, reales
e imaginarios, como símbolos y atributos a la sociedad, y el ser humano, como el único ser capaz de
usar su raciocinio como arma destructiva. Su obra ha estado presente en exposiciones en México,
E.U.A., España, Argentina, Italia, Holanda, Bélgica, entre otros.
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Shaun Gladwell
(1972, Australia)
A través del video, performance, pintura y escultura, el artista australiano, critica su historia
personal y la cultura contemporánea. Conocido como un artista digital, describe sus videos como
performance landscapes, involucrando ambos paisajes: rural y urbano. Gladwell es uno de los
artistas contemporáneos más reconocido en Australia, su obra se ha presentado en España, Brasil,
Italia, entre otros.
Tania Ximena
(1985, México)
La obra de Tania Ximena se vincula al paisaje, representado en dibujos y fotografías, nos plantea
una propuesta artística que reflexiona sobre la relación del hombre y la naturaleza como un mismo
sujeto. Para Ximena, todo lo que puede ser representado es humanidad. Así mismo parte de su
trabajo parte de las cuestiones: ¿Qué clase de mundo habitaría el hombre si abandonara la idea de
humanidad? ¿Qué sería si el hombre no fuera el núcleo del exterior, sino, el contrario, fuera éste el
principio de un interior indefinible?
Su participación en esta exposición propone interrogar este eje de mundo (o idea de humanidad),
explorar el espacio intersubjetivo compartido por dos personas en su no estar. La estructuración
muestra una autoría compartida o presencia en complicidad, deja rastro de un espacio no físico
habitado por ambos. Eso existe después del ser humano, algo místico que sucede al espíritu,
siempre relacionado con la muerte, con la eternidad o la presencia de una divinidad. Acreedora de la
beca Jóvenes Creadores FONCA/CONACULTA en su emisión 2010-2011 y 2007-2008. Su obra se ha
presentado en México, Francia y Alemania.
Wayward Plants
(2010, Reino Unido)
El colectivo de artistas, diseñadores y agricultores urbanos, con residencia en Londres, es liderado
por la urbanista Heather Ring. Su propósito es crear respuestas creativas al uso del suelo
explorando el intercambio social y natural en el espacio. A través de una arquitectura del paisaje se
crean ambientes llenos de narrativa los cuales expresan historias y crean vínculos con la naturaleza.
Su proyecto Urban Physic Garden ha recibido diversas menciones alrededor del mundo y
actualmente se encuentra proyectándose en Tailandia y Vietnam.
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Ejes temáticos
Fauna: seres vivos
En el presente grupo de obras, encontraremos como común denominador el contacto que el ser
humano mantiene con los seres vivos, en especial con la fauna. Tratando casos como la
preservación, la extinción, la domesticación y la explotación los artistas exploran de diversas
maneras cómo establecer una conexión profunda con las especies, creando canales de
comunicación y convivencia con estos seres.
El uso de pieles de animales en la industria de la moda ha sido un tema de protesta constante por
parte de los grupos conservacionistas, puesto que se cataloga como un accesorio de sofisticación y
lujo a la matanza de animales, los cuales tienen una muerte deplorable y pésimas condiciones de
vida en cautiverio. La artista Catherine Bagnall aborda a través
de la controversia de esta práctica la preservación del hábitat
en Nueva Zelanda, elaborando prendas de vestir con pieles de
zarigüeyas.
La llegada de los llamados Opossums (zarigüeyas o tlacuaches)
a los paisajes de Nueva Zelanda ha deteriorado el hábitat de
miles de especies vegetales y animales; cual si fueran una
plaga, estos marsupiales han devorado y acabado con aves
originarias del país y raíces de sus espesos bosques. Gonzalo
Ortega, curador de la muestra, apunta sobre el aspecto crítico
que encontramos en el trabajo de esta artista neozelandesa:
Catherine Bagnall, en colaboración con
Julian Bishop | Hooded Dress with Tail,
2011 | Impresión lightjet | 200x150 cm.
“La obra… apunta críticamente a esa matanza con fines de
preservación, pero no sin antes resaltar el hecho de que ella
misma, como descendiente de los conquistadores europeos, es también una raza invasora que
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busca integrarse y lucha por su espacio.” Presentando, en segunda instancia, la analogía de
hombre, quien ahora se viste de la zarigüeya, como el depredador del hábitat natural.
La video instalación Starmaker, 2005, realizada por el dúo de aristas británicos, Heather e Iván
Morrison, nos presenta la naturaleza con un grado de ficción, las imágenes en secuencia muestran
una noción de la naturaleza de manera idealizada. Los animales disecados frente a escenografías
editadas como una manera de ilustrar los actuales museos de historia natural, y a la par, se presenta
la parte industrializada de la naturaleza, como son los cultivos de flores. El ambiente que envuelve a
2
Ortega, G. Catálogo de la exposición In/Humano, Museo MARCO
14
la pieza es característico de una película de ciencia ficción, como si la música delatara la veracidad
de las escenas mostradas.
Miguel Calderón, artista mexicano, presenta para
esta exposición dos piezas que establecen vínculos
con lo natural y los animales, tomando como
concepto discursivo la domesticación de lo salvaje.
Las fotografías Color Schemes, 2012, fusionan de
manera singular la tecnología con la naturaleza,
en la toma conviven bicicletas de diseño y
majestuosos halcones, en una composición
consciente lograda a través del color. En contraste
con
Miguel Calderón | Color Scheme White, 2012
Impresión digital | 98 x 119 cm | Cortesía del artista
y Kurimanzutto, Ciudad de México.
la
pieza
anterior
se
muestra
la
videoinstalación Los pasos del enemigo, 2005. Un
repentino rugido aterroriza la oscuridad de la sala,
y por un momento no nos sentimos seguros ante la presencia de otro ser vivo, del cual podemos ver
sus ojos y colmillos con intenciones de atacar. Presenciar la obra nos invita a reflexionar en la
naturaleza de estos animales en su expresión más real la cual no puede ser domesticada o
desvalorizada, y nos aleja de la imagen idílica de aquel halcón obedeciendo órdenes sobre la
bicicleta para presencial la naturaleza de una pantera.
El elefante asiático ha sido domesticado desde hace miles de años, en la India donde estos animales
son valorados en gran estima y juegan un papel importante es su historia y cultura. En algún
momento estos paquidermos eran montados para liderar una batalla, hoy en día son utilizados en
ceremonias religiosas para que sean montados por el novio en una esplendida caravana. Al
fotógrafo francés Charles Fréger le interesa retratar estas singularidades culturales, con un punto
de vista antropológico. En la serie de fotografías Painted Elephants, 2013, mostrando el valor de los
elefantes para la cultura en la India, estos son montados por Mahouts, que quiere decir novio, para
el festival de Jaipur, y son ornamentados con vibrantes colores en motivos religiosos, telas preciosas
y joyería. Detrás de esta festividad y a pesar del gran estima de los hindúes por estos animales, se
esconde el ocasional maltrato y las pobres condiciones de vida obligados a vivir en cautiverio.
Grupos de derechos de los animales lograron cancelar estas acciones realizadas para el festival poco
tiempo después de ser fotografiados por Fréger.
La obra de Douglas Gordon Play Dead, 2003, trata
nuevamente sobre el maltrato hacia los animales
por medio de la domesticación. En el vídeo puede
observarse a un gran elefante, en una habitación
blanca de detalles minimalistas, el contraste entre
Douglas Gordon | Play Dead; Real Time, 2003 | Instalación de
video multicanal sin sonido | dimensiones variables
CIAC Colección Isabel y Agustín Coppel
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la bestia y el espacio es evidente, la masividad del animal frente al reducido espacio nos hace pensar
que vive en encierro y lo confirma en la acción de tirarse al suelo y “hacerse el muertito”. Para la
industria del espectáculo, domesticar animales salvajes ha sido por años un medio lucrativo, muchas
veces sin considerar cuestiones naturales o condiciones de vida, exponiéndolos a maltratos y rutinas
agotadoras.
En una ambiciosa instalación realizada por el artista alemán Mike Meiré que lleva por título The
Farm Project, 2007, nos presenta una granero atípico pues dentro de éste encontramos una estética
cocina rodeada de toda clase de objetos y de alimentos, vivos y muertos. La polémica pieza reúne en
el mismo espacio una granja de animales vivos y su versión enlatada para consumo. La pieza aborda
las diferentes posturas éticas asociadas con el consumo y las tradiciones gastronómicas. El curador
de la muestra señala que la instalación es un lugar que invita a la reflexión: “Esta granja es un
espacio para la matanza, la cosecha y la elaboración de viandas y conservas; un lugar para devolver
la significación trascendental a aquello que comemos; un lugar de sensibilización sobre los ciclos de
vida, muerte y regeneración en la Tierra; e igualmente un ejercicio de reivindicación y disipación de
3
culpas para los seres humanos por el hecho de alimentarse de otros seres vivos.”
La pieza de Claudia López Terroso posee un
significado vinculado a lo sobrenatural estableciendo
un contacto con los animales de tipo físico y
espiritual. La obra de López Terroso quien nació y
creció en Oaxaca, hace referencia a este ambiente
doméstico y a los recuerdos de su infancia. Para la
obra Bajo los párpados, 2013, recurre a la tradición
familiar de un ritual de iniciación de las curanderas,
que consiste en domar un toro, para esto la artista
debió trabajar por días para ganarse la confianza de
Claudia López Terroso | Bajo los párpados, 2013
Impresión en duratrans, caja de luz | 42 x 29 x 15
cm | Colección de la artista.
este animal, que se acostumbrara a su presencia y olor para después montarlo. Los animales son
como para muchas familias oaxaqueñas, seres míticos, de gran importancia para la vida del hombre,
tal como lo demuestra en otra pieza de la misma serie donde la acompañan perros. En este sentido,
cabe recalcar la importancia que se le da a la naturaleza y a los animales en muchas partes de
México, lugares donde hoy en día se vive en un contacto no solo físico sino espiritual con estos seres
vivos.
Dentro de la muestra también encontramos el trabajo del reconocido artista Alemán Joseph Beuys,
su pieza titulada I like America, and America likes me, 1974, nos presenta una acción de tipo ritual
donde Beuys ejemplifica la cultura americana en la figura de un coyote, con el cual se encierra en
una habitación para tratar de ganarse su amistad y confianza. Al paso de los días el artista logra
3
Ortega, G. Catálogo de la exposición In/Humano, Museo MARCO
16
acercarse al animal y ganarse su confianza, logrando establecer un contacto genuino y estrecho. La
pieza en su momento pretende traducir una relación cultural entre Estados Unidos y Alemania, pero
es evidente que también nos habla de una reconexión de los seres humanos con los animales.
El documental Hazte miel y las moscas te comen, 2014, del artista mexicano Rodrigo Imaz, muestra
este mismo vínculo con los animales. El personaje principal es Juan Perros, una persona que ha
decidió mantenerse alejado de las relaciones humanas para establecer un vinculo con los animales,
quienes le hacen compañía en el área donde habita, en condiciones insalubres.
Perros, gatos, gallinas, caballos, entre otros animales acompañan a Juan, quien abraza con gran
lucidez y sensibilidad, estas condiciones de vida, consciente por su parte en la construcción de un
vínculo con lo natural y estableciendo un canal de comunicación muy personal.
Hoy en día se ha vuelto común en las
grandes ciudades y carreteras presenciar el
atropellamiento de animales, haciendo
evidente el choque entre
naturaleza y
civilización. El artista australiano Shaun
Gladwell presenta el vídeo Apology to
roadkill, 2007 -2009. Demostrando una
gran técnica de grabación y edición, el vídeo
Rodrigo Imaz | Hazte miel y las moscas te comen, 2014 |
Video digital monocanal | 5' | Cortesía Rodrigo Imaz.
presenta un motociclista que circula por una
carretera en Australia, que atraviesa un
paisaje desértico y sin vida, posteriormente encontramos la figura de un animal quien yace
atropellado sobre el camino, el motociclista se detiene y levanta el cadáver del animal para
colocarlo fuera de la carretera, su vestimenta que emula los avances de la civilización hacen una
analogía poética del remordimiento de la sociedad por esta injusticia hacia la naturaleza.
Diálogos con la naturaleza
Los artistas de este segundo eje temático abordan la relación del ser humano con otros seres vivos:
las plantas, en sí el paisaje y los recursos naturales, también nos hace reflexionar sobre el futuro del
entorno.
La mirada crítica de estos artistas no se posa sobra la devastación desmesurada que hace el
hombre, sino qué en muchos casos, proyectan su mirada hacía el futuro próximo o lejano, pero
viviendo las consecuencias de las acciones presentes.
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El fotógrafo dominicano Alejandro Cartagena ha ubicado su residencia en la ciudad de Monterrey
desde hace ya dos décadas. Para este fotógrafo las cuestiones socio – ambientales que ocurren en la
sultana del norte son objeto de su lente, captando los contrastes sociales de habitar en una
metrópoli, Cartagena se enfoca en su serie Suburbia
Mexicana, 2008, a retratar la expansión de la ciudad.
En tiempos recientes, la ciudad ha experimentado un
aumento en su población debido a la industrialización
y áreas de oportunidad que brinda, en respuesta a esto
el gobierno local ha desarrollado una estrategia poco
sustentable, pues apuesta por desarrollos urbanos a
las orillas de la ciudad; cientos de viviendas de interés
social se asientan alineadas bajo las sombras de
Alejandro Cartagena | Santa Catarina #3, de la
serie Suburbia Mexicana, 2008 | Impresión de
inyección de tinta | 85x101 cm | Colección del
artista.
imponentes montañas que caracterizan la zona,
afectando vegetación y ríos. Está visión es contrastada
con la mirada de los residentes, quienes a través de
esfuerzos logran adquirir una vivienda que cumple apenas con necesidades básicas y obligándolos a
trasladarse por horas a sus lugares de trabajo ubicados en la ciudad. La falta de planificación y de
estrategias efectivas ha provocado desarrollo de viviendas como estas que poco beneficio aportan al
entorno y la sociedad.
Por otra parte y con una visión similar, encontramos fotografías de casas en deterioro, basureros
gigantes que destruyen paisajes, contaminación de agua, suelo y aire, zonas afectadas por
desarrollo de suburbios olvidados, y la lógica dominante del capitalismo que obliga a desusar u
desechar. Esta cara de los Estados Unidos nos la muestra el fotógrafo americano Alec Soth, quien
con gran estética y sentido de composición muestra una dimensión irreconocible de uno de los
países primermundistas. Con cierta crudeza, se nos expone aquello que no creemos reconocer,
aquello que se sabe ha sido obra de nuestras manos pero poseemos cierta inmunidad a la culpa,
curiosamente en algunas de las fotografías de Soth no aparece el ser humano, autor de lo que
observamos, solo aparece el paso del hombre sobre el entorno.
También el paisaje se trata en esta muestra desde una perspectiva poética, usando el espacio como
el lienzo para plasmar la idea y la emoción, la pieza 4690msnm, 2011, de la artista mexicana Tania
Ximena, nos presenta un majestuoso paisaje del país. En él se observa el Nevado de Toluca que se
eleva imponentemente a 4,690 metros sobre el nivel del mar, mismo que da título a la obra, en el
vídeo se observa una pequeña figura que desciende por el cráter hasta llegar al lago que se sitúa al
centro, esta figura es la artista, quién en esta acción representa lo eterno de la naturaleza. El paisaje
se muestra místico y evoca esa fuerza superior de la naturaleza frente a la del hombre y el contacto
que podamos establecer con ella.
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Por su parte la obra de Alfredo De Stefano hace del paisaje inhóspito el objeto central de la
fotografía, su obra se caracteriza por retratar la diversidad de los desiertos del mundo como:
Acatama en Chile, el Sahara en África, Gobi en Asia, entre otros. El artista nacido en Saltillo,
Coahuila, tiene una particular fascinación por estos lugares, los cuales son reconocidos para la
escaza o nula presencia humana, ocasionada por las complejas condiciones ambientales de estos
ecosistemas, habitados por miles de especies animales y vegetales. La pieza presente en la
exposición muestra la figura de un hombre contemplando el vasto desierto de Acatama, el contraste
entre ambas presencias es evidente, puesto que el desierto y sus dunas superan en escala al ser
humano; la pieza invita a esta contemplación del paisaje, a conectar o reconectarse con lo natural.
Imaginemos el futuro, donde las plantaciones
agrarias sean industrializadas, donde se
clasificarán en un gran almacén de acuerdo a
especie, color, sabor, olor, todo esto operado
por maquinas que faciliten el trabajo, donde el
cuidado de estos no sea responsabilidad del
hombre, y donde seguramente el contacto con
lo natural tenga una restricción. Tal y como una
película de ciencia ficción así se muestran las
imágenes manipuladas por el artista finlandés
Ilkka Haslo, una naturaleza que se encuentra
Alfredo De Stefano | Solo-Atacama Desert, Serie Tormenta
de Luz, 2014 | Video proyección | Colección del artista.
en cautiverio, en una especie de laboratorio para mantener su existencia, ante la amenaza del
hombre. Estas imágenes representan una visión del futuro, uno que estamos creando o que
habremos de crear.
El arte como acción.
En este tercer eje temático encontramos una serie de propuestas que se enfocan a la regeneración
del entorno, incorporando prácticas en comunidad que procuran acciones para salvaguardar el
contacto del hombre con lo natural. Por ejemplo, el proyecto del artista neoyorkino Joel Sternfeld,
despliega de manera profunda, una extensa investigación sobre el paisaje. A través de fotografías
de gran formato, podemos observan sobre las vías de un antiguo circuito de trenes en Manhattan,
diversas formas en que la naturaleza ha encontrado un lugar para crecer. Durante las cuatro
estaciones del año, el fotógrafo se dedicó a fotografiar el espacio y sus cambios, observando y
reflexionando sobre la fuerza de la naturaleza y de como esta se apoderaba poco a poco, estación
por estación de la estructura completa. El proyecto fotográfico realizado por Sternfeld, contribuyó a
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salvaguardar este espacio de ser demolido, la comunidad se ha apropiado de este lugar, el cual al
día de hoy es un parque público y un símbolo del la recuperación de espacios.
Promoviendo la colectividad e involucrando a la comunidad en proyectos artísticos y sociales, fue
posible The Urban Physic Garden, 2010–2011, creado por el colectivo de artistas, diseñadores y
agricultores urbanos Wayward Plants. El proyecto se apropia de un espacio en abandono, el cual se
reconstruye para crear un centro donde se promueva el cultivo, la utilización, cuidado e
investigación de plantas y hierbas medicinales. No cabe duda que el apoyo de la comunidad donde
está situado, es el motor de este experimento, pues estos se encargan de que el centro se mantenga
en función. En el espacio se realizan talleres de cultivo, charlas impartidas por especialistas y se
promueve la sana colectividad, todo con el mismo propósito de ver en pro de las especies vegetales.
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