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Secuencia (1991), 21, septiembre-diciembre, 49-64
ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464
DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i21.356
Notas sobre la historiografia
positivista mexicana 1
Alvaro Matute
IIH-UNAM
Para Evelia
-all
Se aclara el contenido del termino "positivismo", en
relaci6n con los estudios hist6ricos, y se analiza la obra de
sus principales exponentes mexicanos.
E
xiste mucha confusion acerca de
lo que se debe entender por
historiografia positivista mexicana. A menudo se aplica la palabra
"positivista"a autores y obras mexicanos
1
Este articulo tiene como antecedente "El
positlvisrno, la revoluci6n y la historiografia mexicana", ponencia presentada en el I Coloquio de
Analisis Historiograflco, UNAM, agosto de 1978. Por
razones que no viene al caso explicar, nunca se
public6, por lo que para hacerlo, lodi a leer a Evelia
Trejo, miesposa ycolega, quienme anim6 a publicarlo con algunas variantes. Lo mismo oplno Jose
Ortiz Monasterio, quienlo sugiri6 a Secuencia, que
me brinda su hospitalidad. La prueba de fuego me
la dieron mis alurnnos de! doctorado en historia de
El Colegio de Mexico: Felipe Avila, Francisco Garcia
Gonzalez, Leticia Mayer, Pilar Pacheco, Alejandro
Pinet Plasencia y Francisco Javier Rodriguez, a
quienes agradezco sus comentarios.
que no lo son en rigor. El abuso del
termino ha propiciado la necesidad de
tratar de establecer algunos puntos y
comas acerca de lo que, en mi concepto,
es o .debe ser la historiografia positivista
mexicana.
A menudo se considera positivistas a
historiografias datistas, renuentes a la
especulaci6n, sobredocumentadas, etc.
En un pequefio manual de introducci6n
a la historia, el autor aleman Paul Kim
afirma que:
Un uso muy extendido del lenguaje designa como positivistas a estudiosos que s6lo
dan validez a Ios hechos y rehusan lo mas
posible el vuelo de altura en el.reino de las
Ideas I, . .] Este uso del lenguaje debe evi-
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tarse, porque conduce a error. Los padres
del positivisrno querian ofrecer conocimientos adquiridos con severa critica y
Iirnitarse a ellos; pero se volvieroncada dia
mas unos constructores de dogmas. Su fin
fue descubrir las leyes del curso de la
historia y organizar la acci6n de acuerdo
con ellas. Para las personas a las cuales se
les llama hoy, con abuso del terrnino,
positivistas, las leyes de la historia son un
horror. Por eso, es mejor reservarla denominacion de positivlstas para Augusto
Comte (1798-1857), los historiadores
Hip61ito Taine ( 1828-93) y Enrique Tomas
Buckle (1824-62) ya sus partidarios,pues
asi es como ellos mismosse llamaron. Para
los historiadores que desconfian de toda
formula generaliZadora y aun se muestran
enemigos de ella, seria mas acertada la
denominacion de nominatistas, ya que
vienen a reproducir la misrna actitud espiritual adoptada por los fil6sofos nominalistas de la edad media. Como esta palabra
solo tiene curso en circulos iniciados,
prefeririamos la denominaci6n de em­
piristas. 2
Con respecto al medic mexicano, William D. Raat propone que el vocable
positivismos61o sea utilizado para denotar todo aquello que tiene que ver exclusivamente con el pensamiento de Augusto
Comte. A todo lo demas, segun este estudioso norteamericano, debe denorninarsele ciencismo. Pese a que esta proposici6n ya tiene alrededor de quince
afios de haber sido publica, no ha tenido
mucha aceptaci6n. La sugerencia es infecunda. 3
Para continuar con las debidas ubicaciones, Benedetto Croce (1866-1952)hace
una muy clara distinci6n acerca de la
historiografia posterior al romanticismo,
toda aquella que reaccion6 contra este y
Kirn, Introduccion, 1961, pp. 87-88.
'Raat, Positiuismo, 1975. El adjetivo "infecundo" le fue dado a la idea de Raat por Roberto
Moreno ensu excelente obra Polemica, 1984, p. 11.
2
que tambien a menudo se engloba bajo
el (mico rubro de positivista. Dicha reacci6n tambien se levant6, en general, contra la filosofia de la historia y tuvo como
protagonistas a historiadores, a fil6logos
ya fi16sofos. Los historiadores, dice Croce,
elaboraron el lema "la historia debe ser
bistoria y no ftlosofia'. No es que negaran la filosofia sino que la deslindaban.
La mision de la historia consistia en reproducir lo que verdaderamente ocu­
rri6. Leopold von Ranke (1795-1886) fue
el historiador mas representative de esta
practica que el napolitano caracteriza de
diplornatica por fundamentarse en el
documento sometido a las operaciones
criticas y heuristicas que pueda ser menester.
Otra de las tendencias que advierte
Croce es la de los fi16logos que, rechazando toda intromisi6n del pensamiento
en la labor historiografica, depositaban
toda su fe en el texto escrito y se dedicaban a reproducirlo. Esto anim6 en muches
paises, entre ellos el nuestro, a la elaboraci6n de grandes colecciones de documentos, ineditos y muy raros, que poblaron bibliotecas y facilitaron la consulta
de papeles antes inaccesibles a un universe amplio de lectores.
Por fin, los otros que se levantaron
contra la filosofia de la historia fueron
otros fi16sofos o acaso tambien sociologos, ya que la nueva ciencia antimetafisica
se denomin6 sociologia y se basaba en la
positividad de los hechos, a partir de los
cuales se debian levantar las leyes generates. Croce, al igual que Kirn, recuerda
los nombres de Comte, Buckle y Taine.
Ellos -y otros como Herbert Spencer
(1820-1903)- establecieron que la
verdadera historia se construye con el metodo naturallsta y utiliza la induccion
causal; y luego eh los multiplesconceptos
naturalistas con los que han empapado el
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pensarniento moderno: raza, herencia,
degeneraci6n, imitaci6n, lnflujo, clima,
factores hist6ricos, etcetera."
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mos el periodo romantico de las ciencias
sociales, ha sucedido el realista, si vale
decirlo asi, el positivo, para darle su nombre Ieginmo.s
Para no extenderme demasiado, puedo concluir provisionalmente, con base
Como este ejemplo de Sierra pueden
en Croce, que tanto en Europa como en encontrarse otros, acaso menos iluscraAmerica, no toda la historiografia del tivos, pero siempre tendientes a Hamar
ultimo tercio del siglo XIX fue positivista, la atencion acerca de las bondades de la
sino que se daba esta triple combinaci6n nueva metodologia. 7
Porfirio Parra (1854-1912) fue quien,
cuyo fondo cornun fue su reacci6n
antirromantica y antimetafisica,pero que de manera a la vez sencilla, breve y sisteentre si desconfiaban unos de otros.5
matica, caracteriz6 el deber ser de la
historiografiapositivistaen un breve articulo periodistico titulado "Los historiaLOS TEORICOS POSITIVISTAS MEXICANOS
dores. Suenseiianza",8publicadoen 1891.
La historiografiadebe ser "una verdadera
No fueron muchos los historiadores que ciencia que pone en relieve la relaci6n de
especularon o teorizaron en el medio causa a efecto, que comprueba la ley
mexicano acerca de la concepci6n de causalidad que asciende de los hepositivista de la historia, pero afortuna- chos a la ley, al mismo tiempo que ilusdamente algunos no resistieron la tenta- trada por la ley interpreta los hechos".
La historia se divide en dos grandes
ci6n. Muchos insertaron parrafos y reflexiones interesantes en distintas obras, aspectos, la critica y la filosofia de la
en los que hacen profesi6n de su fe historia.?
cientificista;entre ellos, porejemplo,Justo
La prirnera tendria por objeto establecer
Sierra (1848-1912), quien afirm6 lo' silos hedios compulsados, los testimoniosen
guiente:
Las ciencias naturales -y la de la sociedad
es de ellas, y con la de la sociedad las que
hacia ella gravitan, como Ia historia, Ia
economia politica, etc.- resultan cada vez
mas sobriasengeneralizaciones.El periodo
juvenil y brillante de las grandes teorias
absolutasfundadas sobre un corto numero
de hechos insuficientementeobservados,
ha desaparecido, y s6lo de vez en cuando
algun rezagado adorador de Ios procedimientos anejos publica su sisterna historico y social, especie de cosmos, sin mas
valor que el Iiterario: obra de arte, que no
de ciencia, en suma. A ese que llarnaria4
Croce, Teoria, 1955, pp. 233-247. Lo citado, p.
239. Las cursivas son de! original.
5 As1 lo caracteriza de manera magistral Croce,
Teoria, pp. 239-240.
que se apoyan, para Io cual habria que aplicar los diversos metodos logicos que
norman la certeza probable. La segunda
consistir:iaen la aplicaci6n severa de la
logica inductiva a la elaboraci6n de los
hechos historicos para que de tal elaboraci6n surgiese y se destacase la ley socioIogica basada en ellos.'?
Sierra, "Mexico", 1948, pp. 131-132.
Para una excelente vision global de la preseneta posurvista-en la historiografia rnexicana, oid
Gonzalez Navarro, Sociologia, 1970.
8 Reproducido porOrtega y Medina, Polemicas,
1970, pp. 307-309.
9 Es curioso notar que Parra utilice este concepto y no el de sociologia, pese a que ya habia pasado
lo que Gonzalez Navarro llama la "sociologia enmascarada" que es la manera como Gabino Barreda
introdujo el comtisrno, sin hacer menci6n expresa
de la pa!abra "sociologia".
10
Vease pp. 308-309 de! citado articu!o. Paste6
7
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Rescato estas ideas de Parra, expresadas en un texto breve en el cual describe,
adernas, como se debia llevar a cabo la
ensefianza de la historia a los nifios, j6venes y adultos, de acuerdo con la ley de los
tres estadios de Comte.
Por su pane, Francisco Bulnes
(1847-1924) tambien incursion6 en terrenos cercanos a la teoria de la historia. Se
trata de los dos primeros capitulos de su
libro Juarez y las reuoluciones de Ayutla
y de Reforma (1905) mismos en los que
polemiza contra los criricos de su libro
antecedente El verdadero ]uarez(1904),
el cual levant6 una enorme reacci6n que
llevo al ingeniero a establecer, entre otras
cosas, que el no era historiador sino critico de la historia y que su mision consistia en corregir lo precedente, para a su
vez ser corregido por la posteridad. Para
Bulnes, la tarea historiografica se bifurca
en analisis y sintesis, cosas que, asimismo, son funciones de la inteligencia. Las
cualidades del analisis son la fineza, la
sutileza, la delicadeza, la precision, la penetraci6n y la profundidad. Todo ello se
refiere al tratamiento de los hechos. La
primera para "apoderarme del hecho
atomico, infinitesimal, celular, molecular", la segunda es la suprema fineza; la
delicadeza, por su parte, afecta los procedimientos de observaci6n, de cornparaci6n, de clasificaci6n, de metodo: la
precision consiste en extraer de una masa
de hechos el que se necesita, completamente aislado e irreprochablemente
verdadero, verificado con pureza de procedimiento. La penetraci6n ayuda a
comprender el hecho en todas sus relaciones, su influencia, su importancia para
la sintesis, para la generalizaci6n. Por
riormente Parra, ensu Estudio bistorico­sociologico
sobre la reforma en Mexico (19o6) publicado como
Sociologia de la reforma, retoma cuestiones de
rnetodo, al igual queen SU Plan, 1911.
ultimo, la profundidad hace avanzar la
penetracion hasta descubrir los detalles
mas ocultos. Estas eran cualidades del
analisis. La sintesis, agrega, es la asociacion sistematica de los hechos descubiertos, comparados, clasificados por el analisis. Y se permite concluir ese gran sarcastico, que hay dos tipos de sinteticos:
los genios y los imbeciles.
El tercer gran expositor de la teoria
positivista, a la vez que lucido critico del
determinismo, fue Ricardo Garcia Granados (1851-1930). "El concepto cientifico
de la historia" es el titulo de una serie de
articulos que public6 en 1910en la Revista
Posuiua" Se trata <lei ensayo mas riguroso
aparecido por entonces en los medios
nacionales acerca de problemas de teoria
de la historia. Llama la atencion por su
actualizad6n, por el hecho de manejar
autores de lenguas inglesa, francesa y
alemana que apenas habian publicado sus
trabajos, de los cuales tenia no solo notida
sino una muy clara opinion que expresa
con amplituden el texto en cues ti on. El leit
motiu de Garcia Granados es el deterrninismo. Revisa todas las teorias deterministas de la historia, des de las providencialistas
de tipo trascendente hasta las naturalistas
inmanentes, encontrandoles a todas los
defectos que las hacian caer, aunque
algunas le merecian consideraci6n.
Ortega y Medina llama justamente la
atencion sabre la argumentacion del
mexicano contra las teorias racistas de
Gobineau (1816-1882), inaceptables para todo nativo de paises como el nuestro,
de raigambre mestiza.
El propio autor resume su trabajo en el
parrafo que transcribe.
Hemos pasado revista [ ... ]a las diferentes
teorias que se han expuesto para explicar
Recogidos por Ortega y Medina, Polemicas,
1970, pp. 321-370.
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el desarrollo historico. la del medio ambiente, la de las razas, la de seleccion,
adaptaci6n y herencia, y en fin la de la
fuerza de las ideas. Hernos visto tarnbien
que aisladamente, todas esas teorias han
resultado de lo mas defectuosas, pero consideradas como factores de un conjunto,
en sus mutuas relaciones y sus mutuos
efectos, adquieren extraordinaria ·importancia, explicando en gran parte el mecanismo de la psique social, cuyo estudio es
el mas apropiado para avanzar hacia la
soluci6n del dificillsimo problema ante el
cual nos hallamos. Ha sido en efecto el punto de vista de la psicologia social el que
han escogido ulnmamente para SUS investigaciones hist6ricas, algunos de los mas
notables pensadores.
El progreso inferior a lo humano, es totalmente genetico en los periodos humanos
primitivos, ese progreso es principalmente genetico pero comienza a ser telico,
hasta que por fin en los tiempos historicos,
se convierte ante todo en telico.
Garcia Granados no abandona el
positivismo en la medida en que sigue
siendo evolucionista, pero supera el
esquematismo de Comte y Spencer para
distinguir los aspectos materiales, naturales u organicos de los espirituales o
psicol6gicos, con lo cual introduce o divulga un nuevo elemento dentro del
positivismo mexicano. Asi, en su esquema evolucionista, la influencia del clima
es mas evidente en los pueblos primitiLa formaci6n de la: sociedad-agrega- vos, pero la evoluci6n de los mismos los
exige de cada hombre la renuncia a una lleva a liberarse de ella. La historia es una
parte de sus libertades.Estaautodisciplina evoluci6n en marcha hacia la libertad. Lo
es "el rasgo mas caracteristico de la psico- colectivo y lo individual coexisten y no
logfa social y el que ha determinado en revierte en el otro y viceversa. Su liberaprimer termino la grandeza o decadencia lismo lo lleva a argumentar contra los
de las naciones".12
diversos determinismos naturalistas. PeLos autores que muestra como ejem- ro no debe pensarse que el suyo es un
plo de esta tendencia a recuperar al indi- neoliberalismo, sino una busqueda de
viduo dentro de la sociedad, pero sin equilibria entre lo social y lo individual.
eliminarla, lo cual implicaria volver al
Con Garcia Granados se cierra el ciclo
liberalismo de un Carlyle (1795-1881), de coincidencia positivismo-porfiriato,13
son Karl Lamprecht (1856-1915), a ·quien mas no la produccion de teorizaciones
resume y glosa y a quien sefiala sus hist6ricas positivistas. Los estudiosos
puntos comunes con Spencer, aunque a defendian posiciones ortodoxas, como
la vez lo distingue de este al seiialar que don Agustin Aragon (1870-1954) quien
hay un · desarrollo psicol6gico-social refut6 la postura idealista de Antonio
ademas del organico-fisiologico. El otro Caso (1883-1946) alegando que no podia
autor fundamental es el norteamericano haber sino un solo tipo de ciencia, y la
Lester F. Ward (1841-1913), quien a su historia no podia ser algo sui generis,
vez distingue entre un desarrollo geneti- como estableda Caso."
co de la civilizaci6n, resultado de la acci6n normal de las leyes naturales, y otro
que el llama telico que se efecnia bajo la
!3 Sobre ello, es fundamental el clasico estudio
influencia de la inteligencia. Con base en de Zea, Positioismo, 1968. Tamblen la antologia de
Ward, Garcia Granados agrega:
Villegas, Positioismo, 1972 y la critica a Zea en Raat,
12
Ibid, pp. 358-359.
Positivismo, 1975.
1•La polemica Caso-Arag6nen0rtega yMedina,
Palemicas, 1970, pp. 371-423.
logrado de restablecer el verdadero espiritu del positivismo.
El ultimo te6rico mexicano viene a ser
don Andres Molina Enriquez (1866-1940)
con su folleto Clasificacion de las cien­
etas fundamentates. 18 Mas que una teoBrioso y Candiani (1859-1945) refuta a ria de la historia, el breve texto de Molina
Caso y Arag6n por no haber entendido es un pequefio tratado de episternologia,
correctamente al rumano Alexandru
dentro del cual la historia tiene, desde
Dimitriu Xenopol (1847-1920) cuya Teo­ luego, un papel. La ctastficacion sigue el
rta de la btstoria fue traducida al caste- espiritu que Comte y Spencer imprimiellano por Domingo Baca y alcanz6 una ron a sus sistemas.19 Para Molina, que en
difusi6n notable en Mexico al ser leido sus obras de analisis sociol6gico e hist6por varios autores, como por ejemplo rico siempre dio un papel preponderanToribio Esquivel Obregon (1865-1946) te a la raza, Ia historia vendrfa a ser parte
quien lo cita en apoyo a lo que debe ser de la etnica, la cual se divide, a su vez, en
el estudio de la historia.16 Pero nadie corno etnogenia, etnografia y etnologia. La etBrioso y Candiani, profesor de 16gica, nogenia comprende a la paleonrologia,
despreciado por su sobrino Iose Vascon- la cronologia, la logologia (ciencia de la
celos, quien le dedica una pagina en expresi6n, dividida en grafica y fonetiUlises criollo, de la que el no no sale bien ca), la demotopia y la sociologia. La
librado. Lectormuy acucioso de Xenopol, etnografia seria lo que se conoce como
publica en su natal Oaxaca un folleto geografia humana y, por ultimo, la
titulado Las nueuas ortentaciones para etnologia estaria integrada por la arqueola constitucion de la btstoria.17 Este texto logia, la historia, la politica y la kologia o
es una breve exposici6n de las ideas de culturologia.
Xenopol, bien pensadas y asimiladas por
Brioso, quien incluso expresa que el orden que el propone esclarece al rumano. INICIOS DE LA HISTORIOGRAFfA POSITIVISTA
El problema fundamental que quiso atacar Xenopol fue el de la construcci6n de Si bien la primera interpretaci6n de la
series de hechos, ya que aceptaba la historia mexicana que utiliza como tel6n
crftica de los historicistas, en el sentido de fondo la ley de los tres estadios de
de que los hechos son unicos e irrepetibles Comte es obra del introductor de la docy sobre ellos no se pueden establecer trina a Mexico, Gabino Barreda (1818-81),
leyes. En cambio, se pueden descubrir el texto en cuesti6n no es una obra de
series de hechos cuya afinidad permita caracter historiografico, sino la famosa
observar regularidades y, a partir de es- Oracion citnca del 16 de septiembre de
tas, llegar a la ley. Es tal vez el intento mas 1867. 20 La historiografia tardaria en adoptar las ensefianzas de la nueva doctrina.
Su primer realizador fue el doctor FranHada 1916, don Jesus Galindo y Villa
(1867-1937), a prop6sito de la renovaci6n de los estudios hist6ricos llevada a
cabo en el Museo Nacional, asimismo
pone al dia sus reflexiones sobre la historia. 15 Por su parte, el oaxaqueiio Manuel
IS "Nuevas", rnim. 1, pp. 84-93 y nurn, 2, 1916,
pp. 161-170.
16
"Factors", 1919, pp. 135-172.
17 El subtitulo reza: Bxposicion compendiada de
la teoria de la Historia de A.D. Xenopoly cementa­
rios por el Lie. M. Brioso y Candiani.
Molina Enriquez, Clasificacion, 1935.
Spencer, Clasificacion, 1889, pp. 33-70.
20Reproducida
en Villegas, Positioismo, 1972, pp.
41-75.
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cisco de Asis Flores (1852-1931) en su
amplia Historia de la medicina en Mexi­
co, obra que sigue de manera ortodoxa el
esquema de la dinamica social de Comte.
Para una historia de la practica cientifica,
el positivismo resultaba ser una doctrina
ideal, ya que la sucesi6n teologia-metafl-,
sica-ciencia se amolda a la perfecci6n a la·
historia de la ciencia, y el doctor Flores lo
lleva a cabo de manera ejemplar, dada la
acuciosidad con la que investig6 la historia medica nacional."
RN A PALACIO lROMANTICO 0 POSITIVISTA?
La abundancia de frases tomadas de
Charles Darwin (1809-82) y de Herbert
Spencer ha llevadoa muchos cornentaristas a afirmar que Vicente Riva Palacio
es un representante tipico del positivismo mexicano. No Jes faltan datos positivos para sostenerlo, y sin embargo, no es
del todo exacto. 22 Yes que Riva Palacio,
si bien en edad madura da evidencias de
su lectura de los grandes exponentes del
evolucionismo, tuvo su formaci6n y su
expresi6n literaria en el romanticisrno,
dentro de el, coma bien ha demostrado
Jose Ortiz Monasterio23 fue que Riva Palacio escribi6, en cornpafiia de Juan A.
'Mateos, dos docenas de dramas de contenido hist6rico, apegado a los canones
de un romanticismo que entr6 tardiamente a Mexico, pero enraiz6 y fue coetaneo de las inicios del positivismo. Por
raz6n generacional, Riva Palacio es de
21
Flores, Historia, 1982.La edici6n original esta
fechada en 1886, aunque el pr6logo de Porfirio
Parra esta flrmado en agosto de 1887y el Dr. Viesca
afirma que el ano real de aparici6n debe ser 1888.
Agradezco a Leticia Mayer los datos proporcionados en su trabajo inedito "Progreso", 1991.
22 Ver,por ejemplo, Parcero, "Liberalismo",1971,
pp. 443-457.
23 Ortiz Monasterio, Los dramas, 1990.
aquellos escritores mexicanos que llegaron tarde al romanticismo, pero se expresaron dentro de el, coma Ignacio Manuel
Altamirano (1834-93). Cuando su generaci6n lleg6 a la madurez, el positivismo
todavia no era abrazado par los j6venes,
de manera que no les toc6 recibir sus
principales influencias. No obstante, la
inquietud permanente de don Vicente lo
llev6 a leer a los autores mencionados
que le aclararon muchas dudas sabre
una de sus obsesiones principales: el
mestizaje. Es par ello que se vale con
largueza de los evolucionistas para
apuntalar sus ideas sabre la formaci6n y
el destino de la raza mexicana, producto
de la india y la espanola (esta, a su vez,
muy mezclada), lo que tuvo lugar durante la epoca colonial. Ciertamente ningun
autor de ese tiempo fue insensible a la
cuesti6n del mestizaje, ya que, entre otras
cosas, la reforma acab6 con el monopolio que las criollos habian detentado del
poder. Toc6 par vez primera llevar a las
mestizos las riendas del poder y estaban
demostrando hacerlo mejor que el criollo personificado en Antonio L6pez de
Santa Anna. Par otra parte, Riva Palacio
era nieto de Vicente Guerrero, otro mestizo destacado en la historia nacional, lo
cual lo hacia mas consciente de su herencia, que compartia con millones de
mexicanos, Pero de ahi a volverlo cientlfico hay un gran paso, que no es claro
quehayasidodadoporelautordeMartfn
Garatuza. Se aduce que la concepci6n
de su mayor obra historiografica, la direcci6n general de Mexico a traces de los
siglos y la redacci6n del volumen II,
obedecen a un plan evolucionista. No es
imposible que esto sea asi, pero tarnbien
el plan puede deberse al mismo que
siguieron tantas grandes historias generales escritas en Europa y Estados Unidos, e inclusive una hecha en Espana, la
de Niceto de Zamacois (1820-85), prime-
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ra obra general sobre Mexico." Por otra
parte, los devaneos evolucionistas de Riva
Palacio lo hacen ser sospechoso del positivismo, yen cuanto a los autores de los
otros volumenes, solo Alfredo Chavero
(1841-1906), por su lectura constante de
obras antropol6gicas, podria tener una
autentica base evolucionista, positivista
o cientificista, no asi Enrique de Olavarria
y Ferrari (1844-1918), Juan de Dios Arias
(1828-86) o Julio Zarate (1844-1917) y
menos que nadie Jose Maria Vigil
(1829-1909) a quien Maria de la Luz
Parcero calificade "romantico positivista",
cuando se trata de terrninos antin6micos.
Vigil fue uno de los combatientes mas
energicos del positivismo, como lo demuestra de manera fehaciente en su Re­
vista Filos6fica. 25
Mexico a traoes de los stglos no es una
obra positivista. Si bien me rindo ante la
evidencia de las multiples citas de Darwin
y Spencer, una lectura cuidadosa de su
texto -me refiero a El uirreinato­, comparada con el de un tipico positivista
como Bulnes o Molina Enriquez, arroja
una importante diferencia, consistente
en que mientras Riva Palacio cita para
apoyar sus ideas, los otros adernas conceptuan, elaboran metaforas y su estructura profunda es absolutamente positivista. En suma, no para eludiruna definici6n,
sino para decidir con justeza, Riva Palacio es un caso expreso de eclecticismo
intelectual que lejos de menoscabarlo lo
engrandece. Su impulso romantico vital
trata de llegar a la madurez cientificista
en un interesante equilibrio. Si el lenguaje expresa, tarnbien disfraza. lejos de la
24
Zamacois, Historia, 1876-1882. Un excelente
estudio sobre esta obra se debe a Judith de la Torre
Rendon, Niceto, 1990.
zs Vid Valverde Tellez, Bibliografia, 1989, vol.
11, pp. 151-163. Lo ubica coma "impugnador de!
positivisrno", con toda raz6n.
unidad lograda por Bulnes o Molina,
RivaPalacio atenua con su evolucionismo
el impulso nacionalista romantico que lo
sustenta,
SIERRA: LA PLENITUD EVOLUCIONISTA
Lo que muchos autores han querido encontrar en Vicente Riva Palacio se da con
plenitud en Justo Sierra Mendez. 26 Y, sin
embargo, tampoco esta exento del virus
rornantico, como lo ha mostrado recientemente David Brading" al referir que la
primera gran biografia rornantica escrita
en Mexico se debe a su pluma (y data de
una fecha tan tardia como 1906, agrego),
No obstante, no hay problema alguno
para calificar de representante autentico
y legitimo del positivismo a don Justo. Al
igual que Riva Palacio, escribi6 parte y
dirigi6 una obra de gran envergadura:
Mexico: su evoluci6n social:" Su parte,
dedicada a la evoluci6n politica, es un
modelo de asimilaci6n doctrinal en la
medida en que no tiene que hacer publico
ningun repertorio de au tores y citas para
expresar la asimilaci6n de una idea
evolucionista de la historia, de los factores componentes del acontecer y de un
conocimiento empirico que lo lleva al
verdadero trabajo de sintesis. Su labor
personal en esa gran obra colectiva es
26 Entre los comentaristas debo incluir a alguien
tan ilustre como don Edmundo O'Gorman, en un
par de ensayos muy brillantes: "Tres", 1962 y "Revolucion", 1960.
27
Brading, Mito, 1988, pp. 156-158. Una lectura
inteligente de Sierra fue hecha par Garcia Gonzalez,
"Poesia", 1991. Trabajo inedito para mi seminario
de El Colegio de Mexico, donde apoyado en
metodologia novedosa destaca los aspectos
romanticos y positivistas de don Justo.
28 Sierra, Mexico, 1900-1902. [Al reverse de la
portada tambien se indica: Barcelona, tipolitografia
de Salvat e Hija, con el afio de impresi6n.J
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una de las mas logradas de la historiografia
mexicana.
Aparte de el, esta el repertorio de
autores y temas que componen los tres
grandes tomos de Mexico: su evoluci6n
social. Como sucede en la mayoria de las
obras colectivas, no se encuentra en ella
ni la unidad metodologica ni la deseada
unidad cualitativa. Sin embargo, es un
monumento bibliografico y una obra de
importancia historiografica fundamental.
No es este el lugar para intentar una
prosopografia de sus autores, aunque ya
lllDanteriormente." Cabe, pues,
lo he hecho
senalar algunas caracteristicas sobre ellos.
Los hay de la generacion de Riva Palacio,
es decir, don Manuel Sanchez Marmol
(1839-1912) hasta el ingeniero Agustin
Aragon, ya mencionado arriba. Es decir,
entre el mas viejo y el mas joven de los
colaboradores de Sierra habia una diferencia de poco mas de 30 anos, lo cual se
pone en evidencia en su manera de entender la historia que narran y en la de
escribirla. Se pasa de un viejo romantico
a un joven ortodoxo del comtismo. Y en
medio, justamente en el vertice, la generacion de Sierra, representada por autores nacidos en los tempranos cincuenta y
que, a la vez, estaban insertos en el aparato politico porfiriano, cerca de Jose
Ives Limantour (1854-1935), o sea, cientificos como los hermanos Miguel
(1856-1929) y Pablo Macedo (1851-1918),
Gilberto Crespo y Martinez (1852-1916)
o Carlos Diaz Dufoo (1861-1941), entre
otros, Son ellos, y desde luego Sierra, quienes
le dan el tono a la obra. Son ellos quienes hacen gala de su evolucionismo
aplicado a Mexico, pais que se encuentra
en el pinaculo de su modema evolucion.
La perspectiva de los dos primeros anos
29 Matute y Trejo, "Historla", 1983. Tambien se
ha ocupado de esta obra Flores Hernandez, "Letras", 1983, pp. 35-95.
del siglo xx los hace ubicarse en el mejor
de los Mexicos posibles. Asi lo expresan
todos, menos el propio Sierra y Aragon
quienes, sin dejar de creer en la evolucion que preconizan, afirman que Mexico no esta en el pinaculo deseado por
otros sino que le falta superar serios escollos sociales, segun Aragon, y politicos, de acuerdo con Sierra. Volviendo a
la totalidad de la obra, pese a trabajos
debidos a la pluma del citado Sanchez
Marmol, al general Bernardo Reyes
(1849-1913), a Ezequiel A. Chavez
(1868-1946), es una obra queen su arquitectonica y en la concepcion de la
historia de sus autores, ejemplifica de
manera rotunda el positivismo historiografico mexicano.
UN SOLITARIO HIPERCRITICO:
FRANCISCO ALONSO DE BULNES
Ingeniero, pero sobre todo periodista,
polemista, orador de gran efecto, sociologo e historiador innegable, fue Bulnes,
ejemplo de prosa apasionada y cientifica. La contradiccion se resuelve con el
hecho de que fue uno de los autores que
mayormente se sirvio de la metafora bio16gica, quimica o fisica para expresar
realidades hist6rico-sociales y explicarlas segun los patrones de la sociologia
vigente, que era una sola ciencia con la
historia y que no diferia en metodologia
de las fisico-matematicas. Aunque no
abusa dellenguaje como Genaro Raygosa
en Mexico: su evoluci6n social, el estilo
de Bulnes reune la virulencia con el
cientificismo propio de su formaci6n y
de su tiempo. Es bien sabido que Bulnes
pas6 revista a la historia mexicana, desde
la independencia hasta sus dias, dejando tan s6lo algunos pequefios huecos
sin llenar. Todo ello en media docena de
libros voluminosos; ademas es autor de
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un ensayo sociologico en el cual se esclarece su profesion de fe evolucionista
y su creencia en la superioridad de unos
pueblos sobre otros, debido al tipo de
alimentacion que los forma. Un repaso
de los titulos de sus obras revela su
obsesion por la verdad: "Grandes mentiras", "El verdadero" -juarez o Diaz-,
"Toda la verdad ... ", etc. Bulnes hizo
epoca y levanto ampula, para saludarlo
con un par de esdnijulas. Polemiz6 con
Luis Perez Verdia (1857-1914) y con
Carlos Pereyra (1871-1943). Mas de una
docena de escritores le censuraron su
Juarez. En suma, fue un hombre que no
paso inadvertido y cuya obra se sigue
leyendo.
UN CONCURSO SINGUIAR
Con el fin de conmemorar el primer centenario del natalicio de don Benito Juarez,
sobre quien Bulnes ocasion6 la tormenta
que se refiri6 en el apartado anterior, el
gobiemo de la republica instal6 una comisi6n que organiz6 un concurso sobre
la reforrna, dividido en tres ramas: biografia, composicion poetica y, lo que
mas interesa, ensayo historico-sociologico. Como simple dato ilustrativo,
mencionare el hecho de que el periodista
veracruzano Rafael de Zayas Enriquez
(1848-1932) gano las dos primeras ramas, con un correcto estudio biografico y
una poesia de la que prefiero no opinar.
La parte relativa al ensayo historicosociologico es la de alto interes para
quien estudia la historiografia positivista.
El ganador del concurso fue Ricardo
Garcia Granados y obtuvieron menciones Porfirio Parra y Andres Molina
Enriquez. Los tres trabajos" tienen en
30
Parra, Sociologia, 1948; Garcia Granados,
Constituci6n 1906; Molina Enriquez, juiirez, 1972.
!La primera edici6n es de 1906).
comun no solo su brevedad sino la apelaci6n a la triada de elementos que
Hipolito Taine puso en juego para el
mejor entendimiento de una epoca, a
saber, el medio, la raza y el momento
historico. Parra y Molina mas que Garcia
Granados siguen el esquema del frances,
El otro punto es la comprension de la
epoca de la reforma y la legislaci6n que
produjo en funci6n de los factores sodales. Ahi cada uno da matices propios.
Frente al equilibrio de Parra esta la critica
de Garcia Granados y la insistencia en el
mestizaje de Molina. Garcia Granados
insiste en la inadecuaci6n de la legislaci6n liberal de 1856-1860 al medio social
al que revertia y de ahi los desajustes
causados en la actualidad. Por su parte,
Parra, de manera mas asceptica, explica
la relaci6n entre sociedad y Iegislacion,
Molina Enriquez esboza lo que sera su
gran vision de la sociedad mexicana tres
afios despues, al destacar sus divisiones
de grupos raciales a los que asigna una
funci6n de clase en la acci6n social de
Mexico. La reforma es obra del mestizo,
representado por Juarez. Se trata, en general, de tres textos muy bien logrados
que tratan de superar, a traves de la
historia cientffica, esto es, positivista, las
visiones subjetivas que se presentaron
dos afios antes, en las que privaba la
emotividad y la opinion, frente a la estricta relacion entre historia y sociologia.
Claro esta que en los tres trabajos tambien hay ideologia y doxa, pero ellos
sentian estar en la ctencta.
EL DERRUMBEDEL REGIMEN Y IA
HISTORIOGRAFIA POSITIVISTA
Desde que Leopoldo Zea estudi6 el
positivismo en Mexico, a nadie ha escapado el hecho de su vinculaci6n con el
regimen politico imperante. La historio-
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grafia, que buscaba la ciencia, destac6
por su ideologia. Dot6 al pasado mexicano de un sentido evolutivo, ya sea
continuo, organico, en estadios, regido
por la supervivencia del mas apto, o
como sea, pero siempre con la convicci6n, al reves de fray Luis de Le6n, de que
cualquier tiempo pasado no fue mejor.
Francisco Cosmes (1850-1907) en los
mismos anos en que Sierra emprende su
obra monumental, da cima a una suerte
de continuaci6n de la voluminosa His­
toria de Mexico de Niceto de Zamacois. 31
Cosmes estaba asociado al grupo cientifico y desarrolla cerca de 4 000 paginas
cuyo fin es demostrar las bondades del
regimen. Mas no todo es loa al presente.
Tambien existen sefi.alamientos criticos,
con lo que esto que llamamos positivismo
no es exclusivamente una filosofia proporfirista; tambien hay critica.32 En el
campo sociologico-historiografico,
la
obra mas destacada es el clasico Los
grandes problemas nacionales 0909) de
Andres Molina Enriquez. Mas sociologia
que historia, pese a ello, hace un excelente uso del pasado para explicar a que
se lleg6 y a que se puede llegar. El problema de los problemas radicaba en que
no habia una evoluci6n lineal, sino queen
el presente coexistian grupos socioraciales de diferentes niveles evolutivos,
que detentaban distintas formas de posesi6n o tenencia de la tierra, y eso, en
suma, habia propiciado el surgimiento
de una dictadura mestiza que trataba de
unificar la dispersion. La soluci6n a los
problemas tambien debia ser evolutiva.
De la dictadura personal solo se podia
pasar a la de partido y a tratar de establecer un regimen de propiedad titulada de
la tierra. En Molina se conjugan pasado y
presence de manera magistral. Positivista
por cuanto a que sus datos ernpiricos
estan sustentados en su experiencia de
notario y estan entendidos a la luz de la
sociologia de origen spenceriano, enriquecida por el darwinismo.
Ernest Haeckel (1834-1919) y otras
aportaciones. Su libro marca fin y principio de dos epocas. Recoge la experiencia
mexicana, de la Reforma a su momenta y
proyecta lo que puede suceder en el
futuro inmediato. Su influencia, pese a la
escasa difusi6n de su libro, fue grande.
Se convirti6 en un clasico.
En el afio critico de 1910Emilio Rabasa
(1856-1930) culmin6 una obra fundamental de las ciencias juridico-politicas,
La Constituci6ny la dictadura(publicada
en 1912). En ella se logra la interdisciplinariedad plena al conjugar los analisis
hist6rico, juridico, politico y sociol6gico
para explicar la realidad. La t6nica de sus
conclusiones esta emparentada con la
que expres6 en 1906 Garcia Granados, a
saber, la inadecuaci6n de la Constituci6n
de 1857 con su medio social. De dicha
inadecuaci6n se hace posible la dictadura. 33 Pero el Rabasa que mas interesa aqui
es el que en 1920, desde el exilio neoyorkino, escribe su La evoluci6n bistori­
ca de Mexico, verdadero canto del cisne
del evolucionismo. Este libro conjuga el
talento, finura y penetraci6n del chiapaneco, con su ideologismo, propio de
un fiel colaborador del cientificismo
porftrista.
31 Zarnacois, Historia, 1901-1902.
32 Esto fue discutido durante la revoluci6n
por el
medico y fil6sofo michoacano, de raigambre ortodoxa comtiana, Jose Torres Orozco, polemizando
contra Antonio Caso y Jose Vasconcelos. Vid,
Hernandez Luna, Jose, 1970, asi coma el pr6logo
de! propio Torres Hernandez a Filosofia, 1970.
33
Villegas, "Visi6n", 1980, pp. 97-125.
....
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EL PROCESO DE DISOLUCION
DEL POSITIVISMO
-11111
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La revoluci6n mexicana fue, como dijo
Jose Vasconcelos por entonces, la mejor
prueba de la falsedad de la supervivenda
del mas apto. Las masas subalimentadas,
acabaron el orden que sin amor trat6 de
establecer el progreso. Por lo que atafie a
la historiografia, tambien alter6 la carrera
de la orientaci6n positivista. Es interesante
notar c6mo algunos de los miembros de la
ultima generad6n porfiriana, los naddos a
partirde 1865, amanecen positivistas, como
corresponde a quien fue educado de
acuerdo con la linea oficial, y para demostrarlo escriben sus primeras obras
ajustadas a la doctrina. Es el caso de Toribio
Esquivel Obregon 0865-1946), Victoriano
Salado Alvarez (1867-1931) y Carlos
Pereyra. Sus obras, publicadas de rnanera
temprana, contienen elementos acusadamente positivistas. En Los eptsodios na­
cionales, Salado -<le acuerdo con Francisco jnnenez->' establece la filosofia del
orden y progreso como una estructura
profunda de la trama de lo que ocurre
desde Santa Anna a la reforma y durante la
intervenci6n y el imperio. Mas tarde, en
la obra historiografica de SaladoAlvarez,el
elemento positivista desaparecera. Lo mismo ocurre con las obras de Pereyra publicadas en la primera decada del siglo en
contraste con sus trabajos posteriores.
Esquivel Obregon, por su parte, expresa
ideas evolucionistas y reconocimiento a
Xenopol y Altamira y Crevea (1866-1952)
en 1919, para en obras posteriores abandonarlo y producir una historiografia desodologizada, cubierta por la ideologia
del conservadurismo hist6rico mexicano
de raigambre hispanista.
Pero en terminos generates, lo que les
sucede a los tres historiadores arriba
mencionados es solo una muestra de una
situaci6n mas amplia. La revoluci6n permite que afloren dos tendencias historiograficas contrapuestas, que tienen en
cornun la ausencia de orientaci6n
doctrinaria, es decir, carecen de la guia
positivista propia de la mas caracteristica
producci6n hist6rica porfiriana. En 1974
caracterice a estas tendencias con los
nombres de tradicionalismo empirico y
pragmatismo politico. 35 La primera es una
reacci6n contra el presente, en la rnedida
en que este amenaza con destruir las
herencias hist6ricas mexicanas. Es una
actitud restauracionista que fundamentalmente se cifra en el pasado colonial, al
que rescata y enaltece, ast como a la
practica obsesiva por publicar docurnentos ineditos y muy raros. Por una parte
destacan autores coma don LuisGonzalez
Obregon (1865-1938) y por la otra don
Genaro Garcia (1867-1920). Si bien alguien puede caracterizarlos, sobre todo
al segundo, de positivistas36 por el hecho
de publicar documentos, ya he explicado por que esta practica por si sola no es
positivista.
La tendencia contrapuesta, el pragmatismo politico, es aquelJa que desde el
presente aprovecha el pasado inmediato
para hacer historia de lo que esta pasando o acaba de ocurrir. Es la historiografia
que surge de la caida del regimen de
Diaz, y que escribiran todos los participantes en la revoluci6n que tomaron la
pluma para justificar, explicar o simplemente recordar lo que hicieron. Ni aquellos ni estos necesitaban apoyo fi1os6fico.
El empirismo bastaba para apelar a un
;s Matute, Teoria, 1974.
36
34
Jimenez, Episodios, 1974. Especialmente los
ca pitulos 11y111 donde trata la vision de la historia de
Salado y la educaci6n positivista.
Cfr. Vazquez Mamec6n, "Genaro", 1983. Se
trata del facsimil del tomo XXIX de la Coleccion de
documentos ineditos y muy rarosque dirigi6 don
Genaro de 1904 a 1914.
pasado lejano en una especie de actitud
neorornantica o para discutir a favor o en
contra de la revoluci6n entonces actuante.
Spencer, Comte, Mill, Taine, Buckle,
Haecke, Darwin y otras autoridades de la
historiografia surgida a finales del siglo
xrx habian sido olvidados. Sus ideas ya
no eran llamadas para apelar a establecer
los diagn6sticos sobre la realidad presente
o preterita, Quedaba, sf, la herencia met6dica: el tener que basarse en los datos
positivos, ernpiricos, para construir con
ellos las narraciones de lo que realmente
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