alacranes
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alacranes
Los alacranes son los animales terrestres más antiguos que se conocen, se han encontrado fósiles en depósitos del Silúrico de aproximadamente 360 millones de años. La capacidad de adaptación a los diferentes ecosistemas, les ha permitido resistir los cambios ambientales sin presentar nuevas formas estructurales. En Mesoamérica, estos arácnidos representaron importantes elementos en los cultos de las civilizaciones Azteca, Tepehuana, Zapoteca y Nahua, que lo relacionaron con la muerte, la cosmología y la superstición La influencia de esos daños en la población dio lugar a prácticas y creencias mágicas y religiosas y a una gama de remedios de origen herbolario, animal o de otra naturaleza, aplicados por el brujo, chamán o curandero; prácticas algunas que todavía tienen fuerte repercusión en el campo de la medicina popular y otras que persisten y que han dado lugar para que se les utilice como símbolo social, regional y de recurso en la producción artesanal Hasta hace 50 o 60 años, los procedimientos terapéuticos para la atención de la IPPA, utilizados por la profesión médica eran de tipo empírico y de acción sintomática, estando limitados a tonicardiacos, diaforéticos y la aplicación de sustancias en el sitio de la agresión, de esos años a la fecha empieza a producirse y a emplearse el Suero Antialacrán en México, el cual se produce en la actualidad con grados máximos de calidad y es distribuido a todas las instituciones del Sector Salud que lo solicitan. La investigación taxonómica sobre estos arácnidos, se inicio en nuestro país desde los años 30, principalmente en el anterior Instituto de Higiene de la Dirección de Salud Pública Los escorpiones o alacranes (Scorpiones o Scorpionida) son un orden de arácnidos con los pedipalpos en forma de pinza y un aguijón venenoso en el extremo del cuerpo. Se conocen casi 1.500 especies actuales y más de 100 fósiles; pueden encontrarse en casi todas partes del mundo excepto en los polos y Groenlandia; algunas especies llegan a medir 23 cm. Como el resto de los arácnidos, el cuerpo está dividido en dos regiones o tagmas: prosoma y opistosoma. Prosoma El prosoma constituye la región anterior del cuerpo. Incluye la boca, los ojos, el cerebro, los quelíceros, pedipalpos y patas. En él se producen las funciones de locomoción, captura de presas, alimentación, apareamiento y percepción sensorial. A veces se le denomina cefalotórax. Quelíceros. Son apéndices pares en forma de pinza o quela, que se encuentran a los lados de la boca. Están formados por tres artejos y acabados en pinza. Se utilizan en la alimentación, el aseo, para cavar e incluso en el cortejo de la hembra. Pedipalpo (tenazas). También conocidos como pinzas, son apéndices pares situados en la parte anterior del prosoma. En el extremo se encuentra una fuerte quela, utilizadas en la captura de las presas, la alimentación, el apareamiento y la defensa. Están provistos de un gran número de receptores sensoriales que se denominan tricobotrias. Patas. Cuatro pares de apéndices compuesto por 8 segmentos, que se encuentran en el prosoma. Se numeran I a IV de delante atrás. Su función básica es la locomoción, pero también se pueden emplear para excavar, en el apareamiento o en el momento del parto. Las patas están conformadas por las siguientes artejos: coxa, trocánter, fémur, patella, tibia, pretarso, basitarso y telotarso. Las coxas son las estructuras que sirven de base a las patas ambulatorias y a los pedipalpos. Además, forman parte de la cavidad bucal y entran en contacto con las coxas de las patas ambulatorias. Las coxas son progresivamente más largas hacia las patas posteriores, así como también lo son el resto de los segmentos, es decir, el trocánter, fémur, tibia, pretarso, basitarso y telotarso. El telotarso es el segmento distal de las patas, el lado ventral posee desde cerdas densamente agrupadas hasta espinas gruesas ampliamente separadas y tiene además dos uñas. Caparazón. Placa única que recubre dorsalmente el prosoma. En la zona media de éste se encuentran los ojos medios y entre dos y cinco ojos menores. Los ojos menores (llamados ocelos) son laterales, casi en el ángulo antero lateral del caparazón, están formados por el cristalino, la retina y el nervio óptico. Los ojos medianos están formados por el cristalino, el cuerpo vítreo, la retina, la postretina y el nervio óptico y no forman imágenes, solo detectan luz/sombra. El caparazón tiene variada topografía, puede ser liso, granuloso, rugoso o tener una combinación de todas estas características. Opistosoma El opistosoma, a veces denominado también abdomen, es la parte posterior del cuerpo, compuesta por 12 segmentos. Está dividido en dos regiones, el mesosoma y el metasoma. En el opistosoma se realizan las funciones digestivas, respiratorias y de reproducción. 1. 2. 3. 4. Pedipalpo (tenazas) Caparazón Quelíceros Patas 5. 6. 7. 8. 9. Tergitos Metasoma (cola) Telson (aguijón) Prosoma Opistosoma Mesosoma. Alberga los órganos reproductores (y sus correspondientes aperturas genitales), el sistema digestivo, y además en él se articulan los pectenes (o peines), un par de órganos especializados en quimio y mecano-recepción (estas estructuras solo se encuentran en escorpiones). El dorso del mesosoma está cubierto por siete placas transversales, denominadas tergitos. Su ornamentación es variada, los seis primeros pueden tener o no carenas sagitales y el resto puede presentar gránulos, puntuación o áreas lisas, el octavo tergito difiere de los otros por su forma y ornamentación. 1. 2. 3. 4. Pedipalpo (tenazas) Caparazón Que loceros Patas 5. 6. 7. 8. 9. Tergitos Metasoma (cola) Telson (aguijón) Prosoma Opistosoma Metasoma. Región estrecha y cilíndrica del opistosoma. Está formada por 5 segmentos más el telson, donde están ubicadas las glándulas del veneno. Vulgarmente se conoce como cola. Telson: la estructura más posterior del metasoma. El telson contiene las glándulas del veneno y el aguijón representado por una espina hueca en forma de aguja, situada en la parte distal, que utilizan para inocular el veneno en las presas o en los posibles predadores. Hay un par de conductos que llevan el veneno desde las glándulas hasta la abertura en el extremo del aguijón. 1. 2. 3. 4. Pedipalpo (tenazas) Caparazón Que loceros Patas 5. 6. 7. 8. 9. Tergitos Metasoma (cola) Telson (aguijón) Prosoma Opistosoma Los escorpiones son animales depredadores cuya dieta consiste básicamente en otros invertebrados, particularmente insectos. Para capturar a sus presas, esperan en las proximidades de sus refugios a que éstas se aproximen, detectando pequeños movimientos del aire y vibraciones del entorno mediante sus órganos sensoriales denominados tricobotrios. Cuando la presa está suficientemente cerca, la toman con las pinzas, y luego la matan o paralizan con una picadura. El aparato inoculador del veneno se encuentra en el extremo posterior del último segmento abdominal, conocido como telson. Éste consiste en una base bulbosa que contiene el veneno, las glándulas que lo producen y de una afilada espina curva, que sirve para inyectarlo. Sujetando a la presa ya inmóvil, utilizan los quelíceros para triturarla y desgarrar sus tejidos, a la vez que vierten por la boca un fluido digestivo, permitiendo así que las enzimas empiecen a licuar y macerar el alimento, ya que la digestión es realizada parcialmente fuera del cuerpo. Una vez predigerido, el escorpión ingiere este caldo semilíquido. Los escorpiones suelen estar activos en un porcentaje bajo (entre 10 al 15 % del total de la población sale por la noche en busca de sustento), cuando salen esperan al acecho la cercanía de sus presas, llegando a devorar varios insectos por noche, pero cuando han conseguido el alimento y líquido (este último lo obtienen de sus presas y de la humedad del aire) suficiente permanecen largos periodos escondidos, los cuales pueden durar hasta varios meses durante los cuales su metabolismo se reduce al mínimo. Existen escorpiones de dos tipos: unos son seres insociables y viven de manera independiente, en pocas oportunidades entran en contacto con otros alacranes. Así, es sólo durante el apareamiento, en el período de desarrollo embrionario y mudas o cuando un ejemplar devora a otro, que puede observarse la presencia simultánea de dos escorpiones. Por otra parte podemos encontrarnos con variedades que toleran vivir con otros miembros de su misma especie, e incluso soportar algún grado de apiñamiento (así se crían la mayoría de las especies venenosas para extracción de veneno: amontonadas en grandes contenedores plásticos - hasta 200 por caja). Son animales nocturnos, permanecen durante el día en sus refugios, bajo objetos o en lugares que les ofrezcan protección. Sólo las hormigas son capaces de hacerlos abandonar su refugio durante el día. Son seres de gran resistencia a condiciones físicas adversas. Por ejemplo, pueden sobrevivir a radiaciones ionizantes en un porcentaje cien veces mayor al que mataría a un hombre. Por el contrario no soportan el efecto del fuego y mueren fácilmente si hay fuego cercano. En la época de apareamiento, el escorpión macho va en busca de una hembra, y cuando la encuentra, inicia el cortejo. En algunas especies, macho y hembra se ponen frente a frente, elevan los abdómenes al aire y se mueven en círculos. Entonces, el macho toma a la hembra por los pedipalpos y empiezan a caminar hacia adelante y atrás. Estos movimientos pueden durar unos 10 minutos. Al final, el macho deposita en el suelo un receptáculo en forma de ampolla con el esperma, llamado espermatóforo, y maniobra con la hembra para que el área genital de ésta se encuentre sobre el espermatóforo. Al producirse una fuerte presión sobre éste se provoca la liberación de la masa espermática, que es inyectado por el espermatóforo dentro del atrio genital de la hembra. La fecundación, sin embargo, no ocurre en ese mismo instante, sino que puede tener lugar días o incluso meses después desarrollados. Los huevos fecundados se desarrollan dentro de los conductos genitales de la hembra, que hacen de ovario y de útero al mismo tiempo. De este modo, los jóvenes nacen ya completamente desarrollados. A partir de este momento, un escorpión necesita varios meses, e incluso más de un año, en desarrollarse completamente. Una hembra puede alumbrar de 1 a 95 pequeños escorpiones en un solo parto, dependiendo de la especie. Al nacer, los juveniles sólo miden unos pocos milímetros, e inmediatamente se suben encima de su madre. Permanecerán allá hasta la primera muda, que tiene lugar entre la primera y la cuarta semana de vida. Será entonces cuando abandonen gradualmente la protección materna. En algunas regiones se cree que las crías están devorando a la madre por el hecho de pulular sobre su dorso, lo cual es totalmente falso. Alcanzarán la madurez sexual en unos 6 meses a 6 años, mudando de 4 a 7 veces más. Algunas especies pueden vivir hasta 25 años. La mayor causa de mortalidad entre los escorpiones se debe a la depredación por parte de otros animales, como aves, serpientes y anfibios. El veneno que utilizan para capturar a sus presas, es también usado como defensa frente a estos enemigos, aunque no siempre da resultado. Cuando los escorpiones nacen no están aptos para la vida independiente, pues todavía son embriones. Sus organismos están llenos de una sustancia denominada vitelo, de la cual se alimentarán hasta completar su desarrollo y abandonar a la madre. Además, sus movimientos son lentos, pues sus patas tienen unos cojinetes adhesivos, que los aseguran al torso de la hembra y no poseen órganos masticadores o quelíceros desarrollados. En México, hasta el momento, se conocen representantes de 4 familias, 15 géneros, 109 especies y 16 subespecies de escorpiones, distribuidos en todos los estados del país. Cualquiera de ellos es susceptible de picar al hombre en un momento dado, como medio de defensa, pero la potencia del veneno secretado por sus glándulas e inyectado por el aguijón es sumamente variable. La especie más grande de todas, Hadrurus aztecus Pocock del estado de Guerrero, que llega a medir hasta 11.50 cm de largo y es de color muy oscuro, casi negro, tiene un veneno poco tóxico, nada peligroso. Las personas picadas pueden morirse del susto, al ver el tamaño impresionante del animal, pero no por su veneno. Lo mismo puede decirse de muchas especies de menor tamaño, pertenecientes a los géneros Vejovis y Diplocentrus, muy frecuentes en gran cantidad de los estados de la República Mexicana; todas pueden producir reacciones locales en el sitio de la picadura, pero sin mayores complicaciones. El conocido alacrán del Distrito Federal, Vejovis mexicanus Koch, tiene una picadura dolorosa, pero no peligrosa. En general, puede asegurarse que los alacranes pertenecientes a las familias Vejovidae, Diplocentridae y Chactidae, ocasionan picaduras molestas, pero no de cuidado. Las formas altamente tóxicas y de resultados bastante desagradables se reúnen en la familia Buthidae, con los géneros Centruroides y Tityius; el primero, sobre todo, es el más importante porque comprende las especies más venenosas de México y las más peligrosas del mundo. Hasta ahora, se conocen 20 especies y nueve subespecies mexicanas del género Centruroides; no deja de ser notable que las más tóxicas se distribuyen a lo largo de una extensa área que comprende la Sierra Madre Occidental y las costas del Océano Pacífico, desde Sonora hasta Oaxaca, incluyendo los estados internos de Durango, Zacatecas, Aguascalientes y Morelos. De acuerdo con el estudio morfológico y los diversos trabajos sobre los alacranes y sus venenos, realizados por Carlos C. Hoffman entre 1931 a 1939, la especie más venenosa del país es Centruroides noxius C. C. Hoffman, del estado de Nayarit, cuya distribución se extiende hasta el sur de Sinaloa y zona limítrofe con Jalisco. Esta especie no acostumbra entrar a las casas y se encuentra entre los cerros y lomas que circundan las ciudades. Le sigue en peligrosidad C. suffussus Pocock, el famoso "alacrán de Durango", que se encuentra en todo este estado, hasta los límites con Sinaloa. Suele entrar a las casas. Muy peligroso también es C. limpidus Karsch, del estado de Guerrero, que también abarca en su distribución a Morelos, el sur de Puebla y partes colindantes de los estados de México y Michoacán; con frecuencia penetra a las habitaciones humanas. Hay otras especies peligrosas en la región occidental de México, pero ésta son las principales. Especies de Centruroides existen también en las costas orientales que dan al Golfo de México; pero, curiosamente, ninguna de ellas se puede considerar como peligrosa; la más frecuente y de mayor distribución es C. gracilis Latreille, que se extiende desde Tamaulipas, hasta el estado de Yucatán por toda la costa, abarcando estados del interior como San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro y México. El diente subaculear esta bien desarrollado, y se encuentra cerca de la base del aguijón y dirigido hacia este: Figura 1. Centruroides noxius Hembra (izq) y Figura 2. Diente subaculear de C. noxius macho (der). Reproducción Poco se sabe de la reproducción de estos animales. Generalmente se han observado hembras con crías en temporadas que coinciden con la disponibilidad de alimento. Es posible observar hembras con crías en el dorso casi todo el año. Al igual que otros Centruroides, el tamaño de la camada es variable, aunque el número de crías tiende a ser en promedio de 18, siendo inferior al promedio que presentan otras especies de Centruroides de mayor tamaño. Ciclo de vida De manera general, el ciclo de vida de los escorpiones consiste en las siguientes etapas: gestación, primer estadio (sobre el dorso de la madre), de cinco a siete estadios ninfales y finalmente la madurez sexual. En especies del genero Centruroides se ha observado que presentan una reducción de tiempo en algunas etapas de su ciclo de vida, por lo que puede haber hembras y machos maduros que han alcanzado su madurez sexual en distintos estadios. Los escorpiones comparados con otros invertebrados son muy longevos, sin embargo esta también es variable, aunque hay estudios que señalan que pueden llegar a vivir de 2 a 9 años. Hábitat y hábitos C. noxius, ha diferencia de otras especies, tiene un rango de distribución bastante limitada, encontrándose generalmente en altitudes inferiores a los 1,500 msnm y generalmente restringida a zonas secas como selva baja caducifolia o matorrales. Se pueden encontrar bajo cortezas y objetos en el suelo. Es importante resaltar que esta especie sobresale por la toxicidad de su veneno, llegando a ser considerada como la más venenosa del país. Sin embargo, en comparación con otras especies de importancia médica, los casos de alacranismo ocasionados por esta especie son pocos, esto debido a su restringida distribución.
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