Como evitar que los jovenes de vayan de la Iglesia

Transcripción

Como evitar que los jovenes de vayan de la Iglesia
CÓMO EVITAR EL HOYO NEGRO: QUE LOS JÓVENES SIGAN A
CRISTO TODA LA VIDA
Por Rod Whitlock
Después de 24 años en el ministerio juvenil he llegado a comprender que el
espacio sideral y la sala de reunión de jóvenes tienen algo en común: los hoyos
negros.
Según el departamento de matemática aplicada y física teórica de la
Universidad de Cambridge, "un hoyo negro es una región de tiempo del
espacio sideral de la que nada puede escapar, ni siquiera la luz".
En el ministerio juvenil los hoyos negros aparecen después de la graduación,
cuando los miembros del grupo juvenil desaparecen de la iglesia.
La Universidad de Cambridge, en un esfuerzo por explicar el porqué de los
hoyos negros, da el siguiente ejemplo: "Imagine que lanza al aire una pelota de
tenis. Cuanto más fuerte la lance, tanto más rápidamente volará de su mano y
tanto más alto irá antes de volver. Si usted la lanza con suficiente fuerza, la
pelota nunca volverá; la gravedad no la podrá atraer. La velocidad que necesita
la pelota para escapar se conoce como la velocidad de escape, que para la
tierra es aproximadamente siete millas por segundo."
Análogamente, un hoyo negro en el ministerio
juvenil aparece cuando la atracción del mundo en
la vida de un joven genera suficiente velocidad
como para atraer fuera de la iglesia a alguien que
una vez era activo. Tristemente, no se sabe nada
de muchos de estos jóvenes, y muchos no
volverán a la iglesia.
Pero la atracción de Dios puede tener el efecto
opuesto. Cuanto más los jóvenes experimenten de
la presencia de Dios y sean atraídos a Cristo, a su
Palabra, y a la iglesia, tanto menos probable será
que los atraigan los hoyos negros del mundo y
abandonen el ministerio juvenil. Lamentablemente, muchos jóvenes que asisten
a los cultos de jóvenes viven con gran peligro cerca de un hoyo negro. Una vez
que se gradúan del ministerio juvenil, muchos son absorbidos por este mundo
tenebroso.
Para los jóvenes, la velocidad de escape es el resultado de una falta de
estrategia en el discipulado y las relaciones que podrían haber transformado su
vida y evitado que la iglesia los perdiera.
EL DISCIPULADO: PREPARCIÓN PARA LA LUCHA
El primer paso para que un pastor de jóvenes evite los hoyos negros del mundo
será la renovación de su compromiso a hacer discípulos. No debemos olvidar
que tenemos una lucha espiritual y que a veces habrá bajas. Nuestro enemigo
es paciente y puede esperar hasta después de la graduación para arreciar su
ataque. Esta realidad, debe compeler a los pastores a cimentar a los jóvenes en
la Palabra de Dios, para que mucho tiempo después de haber dejado el
ministerio juvenil puedan resistir los ataques del enemigo.
"Tenemos jóvenes sin una propia convicción de fe, que se esconden tras la fe
de su líder juvenil —dice Fabian Kalapuch, director de jóvenes del distrito de
Nueva Jersey—. Como líderes juveniles debemos enseñar a nuestros jóvenes a
vivir la vida cristiana, y la mejor manera de hacerlo es con un plan estratégico
de discipulado."
El tema de cómo discipular de la mejor manera a los jóvenes a menudo suscita
un debate respecto de si conviene tener buenos recursos o desarrollar buenas
relaciones. Quizá la respuesta no es lo uno ni lo otro, sino ambos.
Cuando fui pastor de jóvenes en Nueva Jersey, me cansé de ver a los jóvenes
venir sólo por un tiempo a nuestro ministerio, y luego irse. Nunca más supimos
de ellos. Teníamos los elementos necesarios para un ministerio juvenil exitoso:
sentida alabanza, pequeños grupos, líderes consagrados, seguimiento de los
visitantes, grandes programas, y evangelización.
A esas alturas, tuve que hacer algunas preguntas difíciles. ¿Estamos haciendo
discípulos de toda la vida, o sólo llevando a cabo un ministerio juvenil? ¿Son
éstos la misma cosa? No lo son. Los pastores de jóvenes pueden tener un gran
programa juvenil sin preparar a los jóvenes para que sean discípulos.
Para encarar el problema decidí discipular a cuatro jóvenes de nuestro grupo
durante un semestre escolar. Cada mañana, de martes a viernes, iba a casa de
un alumno, leía la Biblia y oraba con él, y llegaba a conocerlo fuera de la iglesia.
Después de meditar juntos en las Escrituras y de orar, lo llevaba a la escuela.
Cuando llegábamos al estacionamiento de vehículos, orábamos por sus amigos
y por la escuela.
Mediante el discipulado me compenetré en su mundo, vi cómo vivían, tuve
interacción semanal con sus padres y hermanos, y cultivé relaciones y
responsabilidad recíproca que perdura hasta hoy.
La vida de un pastor de jóvenes es la mejor herramienta que puede usar para
hacer discípulos de toda la vida. En 1 Tesalonicenses 2:8 el apóstol Pablo
escribió: "Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido
entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas;
porque habéis llegado a sernos muy queridos."
Los líderes juveniles deben ser ejemplo de Cristo fuera del grupo de jóvenes.
Los jóvenes necesitan ver todos los días un ejemplo cristiano. Siempre que
podía, llevaba a uno o dos jóvenes conmigo a hacer algún mandado. Esos
mandados bien tenían que ver con el ministerio —hacer compras de material
para el culto o la actividad de la noche— o eran de carácter personal. Hacía
esto para mostrar cómo un adulto cristiano debe conducir sus negocios.
Es fácil ser cristiano en nuestros salones de culto. Es más difícil dar ejemplo de
la vida cristiana si un empleado es rudo con usted cuando hace una compra.
Los pastores de jóvenes no están en el ministerio juvenil para edificar mejores
jóvenes; están en el ministerio juvenil para edificar mejores adultos. Una
persona será adolescente durante siete años. Si una persona vive hasta la edad
promedio, será adulto durante más de cincuenta años.
ALTA TECNOLOGÍA VERSUS ÓPTIMAS RELACIONES
Recientemente vi el letrero de una iglesia: "Este domingo culto multimedios".
Qué trágico que los ministerios y cultos de la iglesia dependan de aspectos de
última honda. No objeto que los ministerios aprovechen tecnología moderna, y
sean pertinentes y creativos. Veo un problema cuando un ministerio juega la
carta de la pertinencia pero se retrae cuando se trata de invertir de veras en la
vida de la gente.
Más que cultos llamativos con luces, sonido, y video, la iglesia en primer lugar
necesita llevar a los jóvenes a una diaria comunión con Dios.
Cuando preguntaron a un pastor de jóvenes: "¿Cuántos jóvenes tiene usted en
su grupo?", respondió mencionando la cantidad de jóvenes que participaban
activamente en el discipulado en vez de decir cuántos jóvenes asistían a los
cultos juveniles. Él estaba decidido a hacer discípulos más que tener un grupo
grande. Para este pastor era tan importante hacer discípulos de toda la vida
como ganar jóvenes para Cristo.
Algunos pueden decir: "Pero estamos alcanzando a los jóvenes." Y yo
respondo: "Sí, ¿pero estarán en la iglesia dentro de cuatro años?"
Los pastores de jóvenes no deben girar el péndulo hacia el otro lado y dejar de
evangelizar. Tienen que continuar ganando jóvenes para Cristo, cueste lo que
cueste. Pero una vez que hayan ganado a los jóvenes para Cristo, deben
discipularlos para que sigan a Cristo mucho después que el pastor se haya ido o
cuando ellos ya no estén en el grupo de jóvenes.
La música rítmica, las luces, y los videos atraen a los jóvenes. Sin embargo,
permanecen las relaciones que se edifiquen. No será olvidado el tiempo que un
pastor de jóvenes pase compartiendo su vida y escuchando a los jóvenes,
afectará profundamente la eternidad de ellos.
En su libro Real Teens [Verdaderos adolescentes], George Barna escribe: "Hay
dos elementos clave que los adolescentes sienten que deben incorporarse a su
experiencia. El primero es las relaciones y el segundo la de los multimedios."2
Los pastores de jóvenes no pueden ignorar el mundo tecnológico en que viven,
pero deben dar prioridad a las relaciones sobre la tecnología. ¿Cuántos
pastores pasan tanto tiempo en contacto personal con los jóvenes o en
excursiones de pequeños grupos como en bajar el último video de la Internet?
Hay que animar a los líderes de jóvenes que no tienen mucho conocimiento
tecnológico a que desarrollen un ministerio de amistad con los jóvenes mientras
continúan aprendiendo acerca del mundo técnico. Los que tienen altas
capacidades tecnológicas deben continuar proveyendo un ministerio con
excelentes multimedios a la vez que excedan en las relaciones con los jóvenes.
Visité un ministerio juvenil en el sur de California que tenía altos medios
tecnológicos, pero que era más conocido por su ministerio de relaciones. La
base de su ministerio juvenil eran pequeños grupos con adultos afectuosos.
Pregunté al pastor de jóvenes cuál era el secreto de su buen éxito. Me
respondió refiriendo el siguiente incidente que había ocurrido antes de una
reciente reunión de jóvenes.
Él había salido del local antes del servicio y había notado a un joven de pie y
solo cerca de la entrada. Se acercó al joven y le dijo que era tiempo de entrar
porque el servicio estaba a punto de empezar. El joven miró al pastor, y dijo:
"Estoy esperando a mi líder."
El joven era nuevo e inmediatamente lo habían conectado con un líder que
había entablado amistad con él. La probabilidad de que este joven evitara el
hoyo negro se había multiplicado a través de la amistad con otros líderes.
EL FACTOR DE MULTIPLICACIÓN DE LIDERAZGO
Los discípulos hacen discípulos. Jesús fue el maestro del principio de la
multiplicación. En Lucas 10:1,2, leemos que envió a setenta discípulos a la
cosecha, para que hicieran más discípulos que luego saldrían y harían aun más
discípulos. Se puede alcanzar a más personas cuando más personas participan.
Este es el poder de la multiplicación.
Jeanne Mayo, la pastora de jóvenes en mi iglesia, demostró este principio
mejor que cualquier otro líder que he conocido. Ella multiplicó a los discípulos,
los preparó en el liderazgo, y luego los mandó a recoger la cosecha. Sola, ella
podía pastorear eficazmente a pocas personas. Con más líderes, podía
multiplicarse y alcanzar a más jóvenes. Éste es el ministerio de la amistad en
acción.
Varios líderes ocupados con los jóvenes significaba que la juventud recibiría una
visión más amplia. Además, Mayo no podría dirigir 20 ó 30 pequeños grupos,
pero podía preparar líderes que a su vez podían discipular a jóvenes. Estas
múltiples aportaciones proporcionan múltiples oportunidades de amistad que
mantienen la conexión entre todos los jóvenes. Muchos jóvenes del ministerio
de Mayo continúan hoy asistiendo a la iglesia, y muchos sirven de tiempo
completo al Señor.
Los pastores de jóvenes conectan a sus jóvenes multiplicándose en la vida de
ellos. Esto se da especialmente en iglesias pequeñas o en iglesias en que no
pueden encontrar a alguien que quiera colaborar en el ministerio juvenil. La
clave para una eficaz red de colaboración es preparar líderes de jóvenes que
puedan multiplicar los esfuerzos de usted en la vida de otros jóvenes. Los
pastores de jóvenes deben esforzarse cada vez más en preparar a las personas
que eventualmente puedan preparar a otros.
COLABORACIÓN INTERNA Y EXTERNA
En un artículo de Youth Specialties , Kara Powell y Krista Kubiak muestran la
gran necesidad de colaborar.3 En un estudio se pidió a los jóvenes que hicieran
una lista de los aspectos más difíciles en su transición del ministerio juvenil al
mundo adulto. Sorprendentemente, las respuestas más comunes tenían que ver
con amistades, lo cual incluía la falta de amigos y la incapacidad de entablar
nuevas amistades. El siguiente aspecto más difícil era la experiencia de estar
solos por primera vez. La tercera era encontrar una iglesia. "Muchos jóvenes
sentían que no estaban preparados para buscar una iglesia y no sabían cómo
encontrar una o ministerio donde se sintieran bienvenidos y alimentados
espiritualmente."4
EL MINISTERIO DE JÓVENES: UNA ELEVADA VOCACIÓN
"Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la
voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción"
(Hechos 13:36). Dios estratégicamente ha colocado líderes juveniles a través de
la nación para que cumplan los propósitos de Dios de ganar, edificar, y enviar a
jóvenes a cumplir la Gran Comisión.
Dios lo ha colocado a usted en este tiempo y en su lugar de ministerio para que
cumpla los propósitos divinos. No subestime su llamado. No subestime la
dirección del Señor hasta este punto en su vida. Hay que alcanzar a los jóvenes
y Dios lo ha llamado a esta obra. Es nuestro turno. No podemos permitir a que
el enemigo robe y destruya la vida de los jóvenes.
Un estudio por el Grupo Barna en 2004 muestra la importancia de alcanzar a los
jóvenes antes de su graduación de secundaria. El estudio indica que 64 por
ciento de cristianos entrevistados en 2004 aceptaron a Jesucristo como su
Salvador antes de cumplir 18 años de edad.1 La eternidad nos compele a no
perder esta oportunidad.
El propósito de Dios para los líderes juveniles es que establezcan líderes para la
vida, no sólo líderes en nuestro ministerio juvenil.
Los pastores de jóvenes deben recordar que estos jóvenes --ahora adultos-nunca han tenido que buscar una iglesia. ¿Se les está enseñando cómo ser
parte de un grupo más grande del cuerpo de Cristo? ¿Se les da oportunidad de
entablar múltiples relaciones de amistad? ¿Participan en otros cultos con otros
líderes y jóvenes que no sean de su propio grupo?
Cuando era director de jóvenes de distrito me agradaba ver a los jóvenes hacer
amistad con otros líderes y jóvenes de distintos lugares del estado. Los jóvenes
se preparaban juntos para los viajes de AIM del distrito, asistían a campamentos
o convenciones, se encontraban con viejos amigos, y conocían nuevos. Muchos,
aun mis dos hijas adolescentes, se mantuvieron en contacto por correo
electrónico, mensajes de texto, teléfonos celulares, y de vez en cuando por el
correo común.
Lo que menos me agradaba era ver a un de líder de jóvenes dejar su iglesia. La
principal razón de que no quería ver un cambio en el liderazgo era porque los
jóvenes a veces se iban después de que salía el líder de jóvenes, aun cuando un
nuevo líder llegaba poco después. Esto ocurría porque los jóvenes sólo estaban
acostumbrados a un estilo de ministerio o a una sola personalidad. No se les
había dado oportunidad de interactuar con adultos, líderes, o jóvenes fuera de
su propio grupo juvenil.
A los jóvenes les encanta la variedad, especialmente en las relaciones. Los
líderes de jóvenes pueden ayudar a los adolescentes a mantener el contacto
mucho después de haberse ido si los enlazan con múltiples amistades. A través
de campamentos, viajes de AIM del distrito, y convenciones los jóvenes se
encuentran otros jóvenes que aman al Señor y entablan amistad con ellos. Estas
relaciones animan a los jóvenes en su andar con el Señor.
Los jóvenes acostumbrados a diversos estilos de culto y predicación están
mejor equipados para manejar transiciones, como cuando un pastor de jóvenes
se va o cuando el joven se gradúa del ministerio juvenil. Cuando más adelante
asisten a la universidad o se mudan a otra ciudad y experimentan otro estilo de
ministerio, es menos probable que lo comparen con su propio grupo de
jóvenes. Los jóvenes que han sido expuestos a múltiples personalidades en el
ministerio aprenden a alabar al Señor aun cuando su preferido líder de alabanza
no esté dirigiendo.
Los jóvenes también aprenden a responder a la Palabra de Dios aun cuando no
predique su predilecto pastor de jóvenes. Cuando los líderes juveniles exponen
a sus jóvenes a múltiples oportunidades de relación y ministerio, los preparan
para hacer las mayores transiciones en la vida: mudarse de la casa de sus
padres a un internado o a un apartamento; la transición de la adolescencia a la
madurez; pasar del ministerio juvenil a la iglesia de los adultos.
LA IGLESIA DE JÓVENES
Además de la necesidad de conectar a los jóvenes con otros líderes y jóvenes
cristianos fuera de su propio ministerio juvenil, hay también una necesidad de
conectar a los jóvenes con personas de otras edades en su propia iglesia. Esta
necesidad de conexión desafía la efectividad de la mentalidad de una iglesia de
jóvenes.
Últimamente, más ministerios juveniles están acercándose a una mentalidad de
iglesia de jóvenes. Este formato podría resultar bien para el crecimiento a corto
plazo, ¿pero cómo será dentro de diez años? Al considerar la mejor manera de
mantener a los jóvenes en la iglesia después de la graduación, ¿qué beneficio
ofrece una "iglesia de jóvenes", la que más adelante dejarán?
No me refiero a otros locales ni a otros cultos. Los jóvenesnecesitan algo que
pueden llamar propio. Me refiero a la actitud sutil que puede intimidar a los
jóvenes a pasar a la iglesia de los adultos.
¿Cómo harán los adolescentes la ya difícil transición del grupo juvenil a la
iglesia de adultos si los líderes abren aun más la brecha dándoles su propia
iglesia y luego poniéndolos en una situación en que deben asistir a otro culto
de adoración cuando lleguen a los 18 años de edad? ¿No sería mejor para ellos
que se los incorpore en el cuerpo de la iglesia?
Cuando se tiene mentalidad de una iglesia de jóvenes, se los aísla de los demás
creyentes. Nate Ruch, codirector del Centro de Liderazgo Juvenil en North
Central University, dice: "La iglesia de jóvenes ha creado una cultura en que no
hay líderes de diversas edades. Si un joven dice a su líder que el culto del
miércoles por la noche es mejor que el culto de adoración del domingo por la
mañana, este líder necesita encarar esta actitud o el joven se puede graduar del
ministerio juvenil y ni siquiera considerar asistir a los cultos del domingo por la
mañana.
"Preparamos a los jóvenes para cierta temporada de cristianismo --dice Ruch--,
pero no para la vida después de la graduación. Muchos jóvenes no están
preparados para las universidades seculares o para escoger una carrera no
ministerial." Los líderes juveniles tienen que estar conscientes de lo que ocurre
más adelante en la vida. "Hable acerca de las tentaciones y las luchas de la vida,
más allá de lo que pasa en la adolescencia, y enséñeles a manejarlas", dice
Ruch.
Durante los últimos tres años he participado en un estudio financiado por la Lilly
Foundation que comprende las Asambleas de Dios y seis otras
denominaciones. El propósito del estudio es determinar los componentes
comunes de las iglesias que están produciendo magníficos jóvenes discípulos.
Este estudio analizó siete denominaciones; iglesias pequeñas, medianas, y
grandes; zonas urbanas, suburbanas, y rurales; e iglesias de diversas localidades
geográficas. Después de entrevistar a miles de padres de familia, jóvenes,
pastores, y líderes voluntarios, y de hacer veintiuna visitas a estas iglesias
ejemplares, uno de los rasgos prominentes de cada iglesia que produce jóvenes
ejemplares es que los conectan al cuerpo de la iglesia. Los jóvenes que evitan el
hoyo negro participan en el culto general y se relacionan con los hermanos en
la otra iglesia . Otros resultados de este estudio están disponibles (en inglés) en
http://www.exemplarym.com.
Los líderes juveniles deben hacer todo lo posible para que los jóvenes aprendan
a relacionarse con los adultos. "Debemos ayudar a traducir la cultura del grupo
de jóvenes al servicio de los adultos", dice el pastor de jóvenes Greg Wallace,
del Centro Cristiano de Bellevue, Nebraska.
Esto no es fácil; pero puede ser lo más importante. A fin de vincular a estos dos
grupos hay que tener una estrategia para unir a las generaciones. La mejor
manera de hacerlo es incorporar a adolescentes y adultos en el culto y el
ministerio. Es importante tener un culto de jóvenes y otras actividades para
ellos, pero es muy necesaria la vinculación entre las generaciones.
"Hay una línea divisoria entre jóvenes y adultos. Un buen líder de jóvenes
comprende esto y debe edificar puentes de relaciones entre ambos grupos",
dice Wallace.
"Para eliminar el hoyo negro debe haber buena relación entre el pastor y el
líder de jóvenes", agrega Wallace. Otras sugerencias para unir a las
generaciones incluyen que el pastor predique al grupo juvenil o que asista a
una función de jóvenes, o tener la participación de líderes adultos de varias
edades en actividades en que puedan desempeñarse abiertamente. Estos
adultos no necesitan ser conocedores de la juventud. Ellos pueden dar ejemplo
de la vida de la iglesia en una reunión de jóvenes. Los jóvenes verán esto y
empezarán a sentirse más a gusto con los adultos.
Dé participación a los jóvenes en el culto de adoración del domingo; permítales
dirigir la oración, ayudar en el ministerio de medios de comunicación, o servir
en el estacionamiento de vehículos. Tenga cultos especiales para jóvenes y
déles oportunidades a ministrar con la congregación de adultos. La clave es
que los jóvenes participen en la vida de la iglesia.
Después de todo, ellos estarán en nuestras iglesias posiblemente durante
cincuenta años o más. Estarán en nuestros cultos de jóvenes solamente siete
años.

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