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l'
.
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un' relato'sherlockiano de
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~
~.,.-........~
,
ISAAC ASIMOV ~
EL CRIMEN'.'
,DEFIN'ITIVO,
.
"
Orlando Orbz'
nos cuenta
.
uno de luchadores.
TERCERA'
CAlDA
Margarito Cuéllar
.
.
Memorial de
San J~an Ixhu~tepec
un relato, de Sergio Mastretta
- .1
"¿Cómo que a qué hora fue? Pues
desde las cuatro treinta". Otras
versiones' dirán que a las cinco y"
media o a las ,cinco cuar ta y cinc
Minutos ~ás minutos menos, el dolor·
es el mismo. '
'
Muchos sangraban y corrían
descalzos. Eso explica las huellas en
clasfmto
.
,
,
FUE CAPITAN
'DE CHISTERA
la cultura en
MEXICO
en fa oculfilra-,
Núm 13tOMéxico DF
10 de diciembre de 1987
-
, .
.Decabaret
Tihui Gutiértez: SOLO' PARA 'DAMAS
•
o
EL CRIMEN DEFINITIVO
Este relato, inédito en México, forma
parte de la antología recopilada por el
propio Asimov, Martín Harry
Greenberg y Charles G. Waugh:
Sherlock Holmes a través del tiempo y
el espacio, pubücada por Júcar, .España
1987
L
os Irregulares de Baker Street -dijo
Roger Halsted- es una organización
de entusiastas de Sherlock Holmes. Si
no sabes eso, no sabes nada de nada.
Se quedó sonriendo a Thomas Trumball por
encima de su copa con una aire de superioridad
del único tipo que existe... insufrible.
"El nivel de conversación durante la hora de los
cocktails que precedía a la cena mensual de los
Viudas Negras había permanecido en un nivel de
murmullo civilizado, pero Trnmball. con el ceño
fruncido. levantó la voz recuperando el ambiente
de inverosimUitud que caracterizaba estas ocasiones.
Dijo:
-Cuando yo era un adolescente. leía las historias de Sherlock Holmes con cierto deleite primitivo. pero ya no soy un adolescente. Lo mismo.
percibo. no se puede decir de todos los aquí presentes.
Emmanuel Rubin. con mirada astuta a travéS
de sus gafas de culo de botella, agitó negativamente la cabeza:
-No es una cuestión de adolescencia. Tom.
Las historias de Sherlock Holmes marcaron la individualización de las historias de misterio como
una rama principal de la literatura. Tomó lo que
hasta entonces había sido algo que síestabareservado para los adolescentes y las novelas de dos
pesetas y lo convirtió en un género dirigido a los
adultos.
Geoffrey Avalon. mirando hacia abajo austeramente desde su metro ochenta y siete centímetros de estatura sobre el metro sesenta y dos de
Rubin. dijo:
-Lo cierto es'que Arthur Conan Doyle no era,
en mi opinión, un buen escritor de misterio.
Agatha Christle fue mucho mejor.
-Eso es una opinión -dijo Rubin. quien. al
ser escritor de misterio, era mucho menos dogmático y didáctico en ese campo concreto que en
el resto de las miriadas de ramas del conocimiento humano en los que se consideraba una autoridad-o Christie tuvo la oportunidad de leer a
Doyle y de aprender de él. Tampoco hay que olvidar que las primeras obras de Chrístie fueron
horrorosas. Y. por otro lado -estaba empezando
a calentar motores-. Agatha Christie nunca su- .
po sobreponerse a sus perjuicios conservadores y
xenofóbicos. Sus personajaes americanos son
ridículos. Todos se llamaban Hiram y todos hablan una variedad de inglés desconocido para la
humanidad. Era abiertamente antisemítica y
constantemente derrochaba desconfianza a tra36
Isaac Asimov
vés de las bocas ~e sus personajes contra cualquiera que fuera extranjero.
Halsted dijo:
-Pero su detective era belga.
-No me malinterpretes -dijo Rubin-. Me
encanta Hercule Poirot. Creo que vale más que
una docena de Sherlock Holines. Lg único que estoy diciendo es que se pueden sacar defectos a
cualquiera. De hecho. todos los escritores de ~
terio británicos de los veinte y treinta eran conservadores y de clase alta. Esto se deduce del tipo
de embrollos que presentaban... Barones apuñalados en las bibliotecas de sus mansiones... 'grandes fincas... riqueza. Además. los detectives eran
caballeros de clase alta... Peter Wimsey, Roderick Alleyn, Albert Campion...
-En ese caso -dijo Mario Gonzalo, que acababa de llegar y había estado oyendo la conversación desde la escalera-, las historias de misterio
se han desarrollado en dirección a la democracia.
Ahora vemos policías ordinarios, detectives borrachos, celestinas y todas las demás invenciones
de la sociedad moderna.-'-se sirvió una copa y dijo--: Gracias, Henry, ¿cómo empezasteis~a hablar de esto?
Henry dijo:
-Se mencionó el nombre de Sherlock HoImes,
señor.
-¿Algo relacionado con usted, Henry? -dijo
Gonzalo con cara complacida.
- No, señor, relacionado con los Irregulares de
Baker Street.
Gonzalo se quedó en. blanco:
-¿Qué son...?
Halsted dijo:
-Déjeme presentarle a mi invitado de la no..
che. Mario. El se lo podrá contar. Ronald Mason,
Mario Gonzalo. Ronald es un miembro 'de los
lBS, y yo también. Venga, Ron. cuéntale.
Ronald Mason era un hombre gordo, muy gordo, con una cabeza calva y brillante y un frondoso bigote negro. Dijo:
- Los Irregulares de Baker Street es un grupo
de entusiastas de SherIock Holmes. Se reúnen una
vez al año en enero, en un viernes que caiga cerca
del cumpleaños de este gran hombre, y durante
el resto del año se ocupan en actividades sherlockianas.
-¿De qué tipo?
·-Pues...
Henry anunció que la cena estaba servida,'-y
Mason se quedó con la palabra en la boca.
-¿Debo sentarme en alglín asiento en concreto?
-No, no -dijo Gonzalo-. Siéntese a mi lado
y así podremos charlar.
-Estupendo -dijo Mason mientras la cara se
le abría en una amplia sonrisa-. He venido precisamente para eso. Rog Falsted me dijo que me
contaría algo.
- ¿Relacionado con qué?
-Con actividades sherlokianas -Mason partió un bollo a la mitad y 10 untó de mantequilla
con enérgicas pasadas-. La cosa es que Conan
Doyle escribió numerosas historias de Sherlock
HoImes todo 10 rápidamente que podía porque
las odiaba...
-¿Sí? En ese caso, ¿por qué...?
-¿Por qué las escribió? El dinero. por eso.
Desde la primera historia Un estudio en escarlata, el mundo se prendó de Sherlock Holmes. Se
convirtió en una figura renombrada en todo el
mundo y no hay manera de saber cuántas personas en todo el mundo pensaron que realmente
existía. Llegaron innumerables cartas dirigidas a
él en su dirección de 221B Baker Street. y mUes
de personas acudieron a él' para resolver sus
problemas. Conan Doyle se sorprendió, como sin
duda se sorprendería cualquiera en esas circunstancias. Escribió más historias y los precios que
cobraba eran cada vez más altos. Esto, sin embargo, no le agradó. Se consideraba un gran escritor de romances históricos./ y el haberse hechomundialmente famoso como ~ritor de misterio
era desagradable; especialmente cuando el detective ficticio era el más famoso de los dos. Después
de seis años escribió El problema final, donde
mató deliberadamente a Holmes. Estalló una
protesta popular, y a los pocos años. Doyle se vio
obligado a dilucidar un método para resucitar al
detective, y luego continuó escribiendo más historias. Aparte del valor en ventas de tales misterios, y del faiciilante persOnaje de SherIock Hol·
mes, las historias son un retrato de Gran Bretaña
en la última parte de la era victoriana. Leer las
sagradas escrituras es vivir en un mundo donde
siempre es mU ochocientos noventa y cinco.
Gonzalo dijo:
-¿Y qué es una actividad sherlockiana?
-Bien. Ya le he dicho que a Doyle no le gustaba particularmente escribir acerca de Holmes..
Cuando escribía las historias, las escribía con rapidez y se preocupaba muy Poco acerca de la
consistencia global. Hay muchos puntos extraños, cabos sin atar, agujeros, etcétera, y
reglas del juego no permiten Consi~rarlos como
errores. De hecho, para un sherlockiano 'verdadero. Doyle apenas existe... Fue el doctor John
H. Watson quien escribió las hist~rias.
,
James Drake se había pasado el rato escuchando en silencio desde el asiento que había delante
de Mason, y ahora dijo:
-Sé lo que quiere decir. Una vez conocí a un
fanático de Holmes, a lo mejor era un Irregular
de aaker Street, quien me dijo que estaba ocupado en un trabajo que demostraría que ambos,
Sherlock Holmes y el doctor Watson, eran fervientes católicos, y yo le dije: "¿Es que Doyle no
era católico?", y lo era, por supuesto. Mi amigo
me miró muy fríamente y me dijo: "¿Yeso qué
tiene que ver?"
-Exactamente -dijo Mason-, exactamente.
Lo más respetado de todas las actividades sherlockianas es demostrar algo mediante citas de las
historias y razonamientos cuidadosos. Se han escrito artículos, por ejemplo, que se supone qúe
prueban que Watson era una mujer, o que Sherlock Holmes tenía relaciones con su patrona. O
intentan reconstruir la juventud de Holmes, o
averiguar dónde Wafson recibió su herida de
guerra.
-Lo ideal sería que cada miembro de los Irregulares de Baker Street escribiese un artículo
sherlockiano como condición previa a ser miembro, pero no se es demasiado estricto en este asseñor Rubin parece un auténtico Irregular de Baker Street.
pecto. Yo aún no he escrito tal artículo, aunque
-No lo creo -replicó Gonzalo-. El probleme gustaría - Mason parecía triste- ~ No podré
ma es que lo sabe todo. Pero no le diga que yo se
considerarme un verdadero irregular hasta que
lo he dicho.
no lo haga.
-Entonces me podrá dar unas sugerencias
Trumball se indinó sobre la mesa y dijo:
-He estado intentando entender lo que ha essherlockianas.
tado diciendo acerca del monólogo de Rubin.
...-Sí, pero la persona que realmente le puede
Mencionó usted 221B Baker Street.
ayudar si está en apuros es Henry.
-Sí -dijo Mason-. Es donde vivía Holmes.
-¿Henry? -Mason empezó a repasar todas
-¿Y es por eso que el club se denomina los
las caras que se haIlaban alrededor de la mesa,
Irregulares de Baker Street?
haciendo esfuerzos por recordar los nombres.
-Fue el nombre que Holmes dio a un grupo
-Nuestro camarero -dijo Gonzalo-. El es
de golfillos callejeros que actuaban de espías y
nuestro Sherlock Holmes.
fuentes de información. Eran sus tropas irregula-No creo que... -empezó a decir Mason.
res en contrap&ición con la policía.
-Espere a que haya terminado la cena. Ya ve-Supongo que todo esto carece d~ importanrá.
cia -dijo Trumball.
Halsted dio un golpe en su vaso y dijo:
- Y nos proporciona mucho entretenimien-Señores, vamos a probar algo distinto esta
to- dijo Mason seriamente.
noche. El señor Ma50n tiene problemas en con- Excepto que ahora me está haciendo sufrir.
feccionar un articulo sherlockiano, con esto
quiero decir que nos presentará, con un rompeFue en este momento, poco después de que
cabezas puramente literario, un problema que no
Henry hubiese servido la ternera cordon bleu,
tiene· relación alguna con la vida real. Explícuando la voz dJ}.Rubin subió de tono:
queles, Ron.
-Claro -dijo-, no se puede negar que SherMason clavó la cucharilla en el helado derretilock Holmes es un derivado. Toda la técnica holdo que se hallaba en el plato de postre y se lo llemesiana de detección fue inventada por Edgar
Allan Poe, y su detective, Auguste Dupin, es el
vó a la boca como despedida final a la cena y diSherlock original. Sin embargo, Poe sólo escribió • jo:
tres historias acerca de Dupin y fue Holmes el
-Tengo que escribir este trabajo por una
que realmente atrajo la atención del mundo. En
cuestión de autoestima. Me encanta ser un Irremi opinión, Sherlock Holmes realizó por primera
gular de Baker Street, pero es difícil mantener la
vez la hazaña de ser el primer ser humano, real o
cabeza erguida cuando todos los demás saben
ficticio, idolatrado sólo por su capacidad de razomás acerca del tema que yo y cuando los·chavales
nar. No por sus victorias militares, por su carisma
de trece años escriben trabajos que reciben
político ni por su capacidad de liderazgo espiriaplausos por su ingeniosidad. Mi principal
tual, sino por su manera fría de pensar. No había
problema es que no tengo demasiado imagina-.
nada místico acerca de Holmes. Reunía una serie
ción. Quiero escribir un trabajo so~re el doctor
Moriarty.
.
de hechos y luego sacaba conclusiones a partir de
ellas. Sus deducciones no siem,re estaban claras;
-Ah, sí -dijo Avalon-. El criminal del caso.
Mason asintió:
Doyle siempre ponía las cosas a su favor, pero eso
-No aparece en muchos cuen~os, pero es la
lo hacen todos los escritores de misterio. Yo tamcontrapartida de Sherlock Holmes. Es el Napobién lo hago.
león del crimen, el rival intelectual de Holmes y
-Lo que usted haga, no prueba nada -dijo
• el antagonista más peligroso del gran detective.
Trumball.
Holmes es el prototipo popular del detective de
Rubin no hizo caso de esta afirmación:
ficción, de la misma manera en que Moriarty es
-Por otro lado, fue el primer superhéroe creíel prototipo de criminal. De hecho, en la lucha
ble en la literatura moderna. Siempre fue descrito como un asceta delgado, pero el hecho de que
final de El problema final, Moriarty murió a la
consiguiera sus éxitos usando su agudeza mental
vez que mataba a Holmes. Pero Moriarty no fue
no debe enmascarar el hecho de que también se
resucitado.
le describía como un ser en posesión de una fu.er-¿Sobre qué aspecto de Moriarty desea escriza sobrehumana. Cuando algún personaje rebir su trabajo? -dijo Avalon, mientras. so.rbía
tuerce un -atizador con el propósito de amedrenpensativamente su copa de coñac.
tar a Holmes, éste lo vuelve a poner recto sin ninMason espero que Henry le terminase de llenar
gún esfuerzo. Cosa mucho más difícil.
la copa y dijo:
Mason asintió, mirando en la dirección de Ru-Su papel de matemático me intriga. Es la
patologia de sus valores morales lo que hace de él
bin y dijo a Gonzalo:
un maestro criminal. Se deleita manipulando las
vidas humanas y obrando como agente de la destrucción. Si hubiera desviado sus esfuerzos a
obras constructivas se habría hecho famoso en todo el mundo y, de hecho, era famoso a nivel
mundial en el mundo sherlockiano como matemático. Sólo se mencionan dos de sus hazañas
matemáticas. Fue el autor de una ampliación del
teorema binomial, por un lado. Luego, en la novela El valle del temor, Holmes menciona que
Moriarty ha escrito una tesis titulada La dinámica de un asteroide, rebosante de conceptos matemáticos tan complejos que no había científico en
Europa capaz de debatirla.
-Bueno, en realidad -dijo Rubin-, uno de
los más grandes matemáticos vivos en esa época
era un americano, Josiah Willard Gibbs, quien ...
-Eso no importa -interrumpió Mason----,. En
el mundo sherlockiano sólo cuenta Europa cuando se trata de temas científicos. Lo que quiero
decir es que no se menciona nada acerca del contenido de La dinámica de un asteroide; nada en
absoluto; y ningún sherlockiano ha escrito un artículo sobré esta cuestión. He revisado toda la
bibliografía y lo sé.
-¿Y usted quiere escribir ese articulo? ~pre­
gunt6 Drake.
-Si, es lo que más deseo -dijo Mason-, pero
no me creo capacitado. Soy completamente profano en temas de astronomía. Sé lo que es un asteroide. Es uno de esos cuerpos redondos que giran en torno al Sol, entre las órbitas de Marte y
Júpiter. Sé lo que es l~ dinámica. Es el estudio del
movimiento de los cuerpos y los cambios en el
movimiento cuando se aplica una fuerza. Pero
todo esto no me ayuda mucho. ¿De qué trata La
dinámica de un asteroide?
-¿S610 dispone de eso? -dijo Drake-. ¿El
título? ¿No hace ninguna referencia, aunqu~ sea
~ueta, en la obra?
.
-No hay referencias en ningún sitio. Sólo está
el título, además de la indicación de que contiene
conceptos matemáticos muy avanzados.
Gonzalo puso su dibujo de un Mason alegre y
sonriente -con la cara dibujada dentro de un
·círculo perfecto- en la pared junto con los demás y dijo:
-Si quiere escribir algo acerca de cómo se
mueven los planetas, va a necesitar mucha matemática enrevesada. Eso creo, al menos.
-No -dijo Drake abruptamente-. Déjeme a
mí llevar este asunto, Mario. Puede que sólo sea
un químico orgánico, pero sé algo acerca de
astronomía, también. Lo cierto es que los conceptos matemáticos necesarios para estudiar la
dinámica de los asteroides ya habían sido desvelados por Isaac Newton en los 1680.
-El recorrido de un asteroide depende solamente de las influencias gravitatorias a las cuales
se halla sometido y la ecuaci6n de Newton permite calcular la intensidad de esa influencia entre
dos cuerpos si se conoce la masa de cada uno d~
ellos y la distancia que las separa. Es obvio que
cuando hay muchos cuerpos implicados, y cuan-o
do las distancias que hay entre ellos están cambiando constantemente, se vuelven tediosas las
operaciones matemáticas. No difícile$, sólo tediosas. La principal influencia gravitacional so- .
bre cualquier asteroide es originada por el 'sol,
claro. Cada asteroide se mueve alrededor del Sol
en una 6rbita elíptica y, si el Sol yel asteroide
fueran los únicos cuerpos existentes, la órbita se
podría calcular con precisi6n por la ecuaci6n de
Newton. Pero, como existen otros cuerpos, sus influencias gravitacíones, mucho menores que las
del Sol, también deben ser tenidas en cuenta aunque sus efectos son mucho menores. Ejn geper~ se
puede decir que nos acercamos bastante a la verdad cuando consideramos sólo el Sol.
- Yo creo que lo está simplificando demasiado, Jim -dijo Avalon-. Y para aumentar aún
más ·su humülaci6n, le diré que soy un simple
abogado, y no pretendo saber nada de astrono-
'7
mía. pero me parece haber oído que DO hay made- resolver .una ecuación gravitaciona! para más de dos cuerpos.
- Eso es corredo -dijo Drake-, si se refiere
a una solución general para todos l~ casos po- .
sibles en los que se hallen implicados más de dos
cuerpos. Es que no hay solución. Newton solucionó ~l problema para dos c~, pero nadie.
hasta hoy ha logrado solucionar el problema ~.
cuando se hallan implicados tres cuerpos. Los
astrónomOs calculan el recorrido de un cuerpo
calculando, p~ero, la principal influencia gravitatoria y luego introduciendo'correcciones, una
a una, de las influencias secundarias. Funciona
razonablemente bien -se echó hacia atrás en su
asiento con cara satisfecha.
-Bien. Si solamente los teóricos están interesados en el problema de los tres cuerpos -dijo
Gonzalo-- y si Moriarty era un genio de las matemáticas se puede suponer que la obra trataba
precisamente de este tema.
.
Drake, encendió un cigarrill~ que le produjo
un ataque de tos. Luego dijo:
-Con ese r~namiento podemos llegar a la
conclusión de que trataba de la vida amprosa de
las jirafas, si le pla~, pero tenemos que basamos
en lo que dice el título. Si Moriarty hubiera resuelto el problema de los tres cuerpos habría l11amado a su libro algo como Un andl~ del pro~le- .
ma de los tres cuerpos o La generalización ~ la .
ley universal de gravitación. No ~o ha,bría llama- '
do La dinámíeD de un asteroide.
-¿Qué ocurre con los efectos planetarios?
-dijo Halsted-. He oído algo ~rca de este tema. ¿No hay zonas en el espacio que carecen de
asteroides?
-Claro -dijo Drak'e-. Podemos encontrar
los datos en la encic1óPedja Columbia, si me la
trae Henry.
-No importa -dijo Halsted-. Puede,contaratrás, y el efecto es acumulativo. Si el empuje es
nos lo que sabe del tema y podemos comprobar
haéia atrás, la velocidad del ast~roide se" hace
los datos luego, si es necesario.
'.
progresivamente más pequeña, de manera que el
asteroide pasa cada vez más cerca del Sol Y se
-Veamos... -dijo DraJte disfrutando de su
dominación en este ~po. Su bigotillo gris
.desplaza fuera de la zona. Si la fuerza actúa en
parecía estar vivo y sus ojos, anidados en una piel
sentido contrario, se a~lera la velocidad del asllena de arrugas, parecían briUar-. Había.un
teroide y éste se aleja cada v~ más del SQl, saastrónomo americano llamado Kirkwood,' de
liéndose de la zona. En cualquiera de los casos, el
nombre Daniel, creo. Este hombte señaló a measteroide se sale de las zonas, que ahora reciben
diados del siglo XIX el hecho de que los asteroides
el nombre de zonas de IGrkwood. se puede obtendían a aglutinarse en grupos. Se conocían un
servar el mismo fenómeno en los anillos de SaturpaJ' de- docenas' de asteroides por aquel entonces,
no. Allí también hay a>nas vacías.
todo entre las órbitas de Marte y Júpiter, pero no
-¿Dice que Kirkwood hizo esto en" 1866?
estaban distribuidos unifonnemente, como muy
-preguntó Tromball.
bien señaló Kirkwood. Vio que había zonas que
-Sí.
carecían de asteroides. Hacia 1866, estoy bastan- ¿Y cuándo se supone que Moriarty escribió
esta tesis?
. te seguro de que fue en 1866, encontró la razón.
Intervino Mason:
.Cualquier asteroide que hubiera tenido la órbita
en esas zonas habria dado la vuelta al Sol en un
-Aproximadamente en 1875, si admitimos la
coherencia sherlQCldana.
periodo igual a ~ múltiplo del. periodo. de Júpiter.
.
'.'
.' .
-P~blemente se inspirara Doyle por las noti-Si DO hay un asteroide en esa zona -dijo
cias de las zonas de IGrkwood ~dijo TruniGonzalo--, ¿cómo puede saber cuánto tiempo
'b~~, Y'de esa manéra se le ocurrió el nombre.
tardaría en dar la vuelta al Sol?
Eó cuyo caso podemos imaginar a Moriarty haciendo el papel de IGrkwood, y puede usted escri- .
-La verdad es que es muy simple. Kepler. so. lucionó ese problema en 16J9 y se conoce con el
bir un artículo sobre las zonas de Moriarty.
nombre de Ten;era Ley de Kepler.¿Puedoconti-¿Eso seria sUficiente? -preguntó.. "~ason
noar abora?
I
.
nerviosamente-. ¿Fueron muy importantes los
trabajos de Kirkwood? ¿Muy complejos?
-Eso sólo so~ palabras -:-dijo Gonz8lo--.
¿Cuál es la Tercera Ley de Kepler?
DraJte encogió los hombros:
.
Pero Avalon dijo:
. -Fue una contribución respetable, pero sólo
-Fiémonos de 10 qu~ dice Jim, Mario. Yo
una aplicación de la física newtoni8Jl;8. Es un
bpnpoco puedo enunciarlo al pie de la letra, pero- " trabajo de segunda clase, no de primera, desde
estoy seguro de que los astrónomos no dudan de
luego. .
- .
ella. Continúa, Jim.
-¡Espere, ~rel -vibraba la rala barba de
Drake Continuó:"·
• . ,.
..
Rubin con gran emoción-. Posiblemente Mo-Un ';t~¡'Qidé e~ un~de estas zonas quizi • ':riarty no siguiera a Newton en absoluto. A lo mejor siguió a Einstein. Einstein reYisI- la teoría de
tepga un periodo orbital de seis' añQs cf c~atro
. la gravedad.
' .
años, digamos.. mjéntr;B que Júpiter. tiene un,peri06JD de-dóce años. Esto quiere decir que un aste_" -La ampli~ -dijo Drake- en la Teoría,general de la relattvidGd en 1916.
•
roide: tras cada dos o tres revoluciQDes, pasa· al
.1ado de J úpi~r bajo las mismas.condiciones rela'-Correcto. Cuarenta años
del bajo
tivas de posición. La (uerza que ejerce Júpiter ~
de Moriarty. Tiene que ser eso. Supongamos que
Mqriarty se anticipara a Einstein...
.
siempre la misma, bien hacia adelante o haCia
. '.
·38
.
.nera humana
-- - --:-.---
-¿En 1875? -dijo Drake-. Eso seria antes
del experimento de Meche1son-Morley. No creo·
que fuera posible.
.
-Claro que sí -dijo Rubin-. Si Moriarty
fuera 10 suficientemente inteligente..., y lo era.
-Claro que sí -dijo Mason-. En el universo
sherlocldano era 10 suficientemeute inteligente
para hacer cualquier cosa. Claro que podría anticiparse a Einstein. La única cUestión es que si 10
hubiera hecho, ¿no habría cambiado el curso de
la Historia ~ la Ciencia?
-No. Si el trabajo fuera saprimido -dijo Rubin completamente excitado--. Encaja todo. El
trabajo fue suprimido y este gran avance se perdió hasta que Einstein lo redescubrió.
-Qué le hace suponer que el trabajo fue
suprimido?- exigió saber GOnzalo.
-La obra DO existe. ¿Noi -dijo Rubin-. Si
vamos a contemplar el univeQiO desde el Punto de
vista de los Irregulares de B~ Street, entonces
existió el profesor Moriarty y el tl'atado fue escrito, y se anticipó a la Relatividad General. Sin
embargo, no-lo encontramds entre la literatura
científica y nO hay nada que sugiera la existencia
de un puntO de vista relativís,ta an~ ~ Einsb;in.
- La única explicación es que la obra fuera suprimida por el carácter malévolo de Moriarty~ .
Drake rió para sí ~:
-Serian muchos los trabajos científicos suprimidos si tener un carácter JWIIéYolo (Pera una
causa suficiente. Pero en cualquiera ~ los casos,
su sugerencia no es v6li~ Manny. El tratado no
podría contener Dada
de la Relatividad __
General, por 10 menos no con ese título.
-¿Por qué no?- Pregu.dtó Rúbin.
-Porque la· revisión de los cálculos gravitacionales para tomar en cuenta la relatividad DO
afectaría en gran medidá a ladiná,niica de los ~
teroides -dijo Orake-. De hecho. sólo. había un
f~or conoci
r los.astrónomos en 1975 que
"ll::..r-- considerar como .un rompecabezas gra-
acerca
rn~ooal.
~.
-Ah -dijo Rubin-, estoy empezando a dar!De cuenta de lo que dice..
•
. -E'n ese caso, señor-dijo Henry-, ¿porqué
se llama la dinámica de un asteroide? ¿Por qué
un asteroide?
Dnlke pensó un rato y dijo:
.
-'f:s una buena pregunta. No lo sé. a no ser
que sea otra indicación de que Doyle no sabía lo
suficiente.
-No diga eso -interrumpió Masan.
-:-Bueno. entonces ~ que no lo sé.
-Posiblemente Moriarty hiciera sus cálculos
para sólo un asteroide -dijo Gonzalo.
-Entonces habría titulado su libro lA diná~
mica 4e Ceres o cualquiera que fuera el asteroide
sobre el que estuviera trabajando.
Gonzalo dijo tozudamente:
-No, eso no es lo que quiero decir. No quería
decir que hiciera cálculos para un asteroide particular. Quiero decir que a lo mejor escogió un
asteroide al azar o trabajó con un asteroide ideal,
uno que no existe en realidad. Y trabajó sobre la
dinámica de este asteroide.
- Podría
Mario -dijo Drake-. La única
pega es que si Moriarty hubiera trabajado sobre
la dinámica de' un asteroide, el sistema matemático básico sería válido para todos los asteroides y
el título del trabajo sería lA dinámica de los tl8te1Y)Ü1e$. Y, además, cualquier cosa que hiciera
ese aspecto sería newtoniana y carecería de valor
excepcional.
ser,
en
r:(
-, .l)))··
<-
r'
,r>('. ,-Pues, yo no -dijo Avalon-. Siga. Jim.
-¿Por qué no pudo Moriarty haber' pensado
¿Cuál era ese rompecabezas?
eso? -dijo Gonzalo.
Era una cuestión relacionada con el planeta
Drake contestó:
Mercurio -dijo Dralce-, que tiene una órbita
PorqUe habría llamado a su trabajo Sobre 14
algo inclinada alrededor del Sol. En un punto de
dinámica de Mercurio. No es posible que haya
su órbita se acerca mucho al Sol (más que cualideado algo para resolver esta paradoja astronóquier otro planeta, claro, pues está más cerca del
mica que llevaba confundiéndo a los astrónomos
Sol que cualquier otro planeta). A este punto se le
durante treinta años y haberlo llamado de otra
llama perihelio. Cada vez que Mercurio complemanera.
ta una revolución alrededor del Sof, el perihelio
Masan DO parecía estar muy satisfecho:
se desplaza algo hacia delante. La causa de este
-¿Lo que me están diciendo es que no hay nadesplazamiento se puede encontrar en los peda sobre 10 que pudiera haber escrito Moriarty Y
queños efectos gravit:acionales, o perturbaciones,
que se llamara Sobre 14 dinámica de un astede los otros plánetas sobre Mercurio. Pero, aun
roide, y que además fuese un trabajo matemático
después de tener en cuenta todos los efectos gravitacionales, no se encuentra una explicación sa- •de primera clase?
Drake hizo un aro de humo:
tisfactoria de este desplazamiento. Esto fue descubierto en 1843. Hay un diminuto desplaza~Supongo que es lo que estoy diciendo. Otra
miento residual hacia delante que DO puede ser
cosa que estoy diciendo, supongo, es que sir
explicado por la teoría gravitacional. No es
Arthur Conan Doyle no sabía la suficiente
mucho. Tan sólo unos segundos de arco por siglo,
astronomía ni para darle de comer a un canario,
lo cual quiere decir que el perihelio se
y que no sabía ni lo que estaba diciendo cuando
desplazaría una distancia inexplicable, igual al
inveD,tó el título. Aunque supongo que no esté
diámetro de la luna llena aproxiriladamentecada
permitido decir ese tipo de cosas.
cuatro mil doscientos años; o daría una vuelta
-No -dijo Masan con la caramonda hundicompleta -hizo unos cálculos mentales- en
da en la miseria-. No en el universo sherlocaproximadamente tres millones de años. No es
láano.
mucho desplazamiento, pero es suficiente como
-Con permiso -dijo Henry desde su puesto
para hacer dudar de la teoría d;e Newton. Alguen
la mesa auXiliar-. ¿Puedo hacer una preguDnos astrónomos creían en la existencia de un pla. ta?
neta desconocido en el otro lado de Mercurio,
muy cerca del Sol. Su tracción no se tuvo en
Drake le contestó:
cuenta por j¡er desconocido. pero era posible cal-Sabe perfectamente que puede Henry. No
cular las dimensiones del planeta y el tipo de órme diga que usted es un astrónomo.
bita que deberla tener para explicar este despla-No, señor. Por lo menos no más allá del cazamiento aDÓmalo del perihelio. La única pega
nocimiento medio de un americano medio. Aun
es que nunca pudieron encontrar el planeta.
así, ¿me equivoco cuando digo que hay un gran
Luego; Einstein' modificó la teoría de la gravitanúmero de asteroides conocidos?
ción de Newton, lo hizo más general, y demostFó
-Más de mil setecientos tienen las órbitas calque cuando se aplicaban las nuevas ecuaciones
culadas, Henry -dijo Drake.
modificadas al- desplazamiento de Mercurio, se
-y se conocían algunos en los tiempos de Moexplicaba con precisión este desplazamiento.
riarty.
¿no?
También sirvió para otras muchas cosas. pero de-Claro.
Varias docenas.
jemos eso de lado.
-¿Quiere decir -dijo Gonzalo, intentando
no darse por venCido- que no había ningún as1eroide que tuviera alguna particularidad acerca
de su órbita?
-En 1875 no había ninguno -dijo Drak~.
Todos tenían órbitas entre Marte y Júpiter y todos se adaptaban a la teoría gravitacional con
gran exactitud. Hoy en día, sí conOcemos algunos
asteroides con órbitas anormales. El primer asteroide atípico descubierto fue Eros, el cual tiene
una órbita que lo acerca más al Sol de lo que se
acerCa a Marte~ Por otro lado, este asteroide se
acerca más a la Tierra, en ocasiones a tan sólo
veintidós millones de kilómetros, que cualquier
otro cuerpo de su tamaño o mayor, exceptuando
la LÚna.
-Sin embargo, no fue descubierto hasta 1898.
Luego, en 1906, se descubrió Achilles. Fue el primero de los asteroides troyanos, y son atípicos
porque se desplazan alrededor del Sol en la órb"
de Júpiter. aunque por delante o por detrás de este planeta.
-¿No pudo Moriarty haberse anticipado a es- .~
tos aontecimientos y haber descrito estas órbitas
atípicas? -preguntó Gonzalo.
Aunque se hubiera anticipado. estas órbitas
son atípicas en cuanto a su posición, pero no en
cuanto a su dinámica. Los asteroides troyanos
ofrecen algunas cuestiones teóricas de interés, pero ya habían sido contestadas por Lagrange un
siglo antes.
Hubo un silencio amo. y luego intervino
Henry:
-Pero el título está ahí. señor. Si aceptamos la
premisa sherlockiana de que tiene que tener algún significado. ¿exist la posibilidad de que se
refiriese a una época en la que sólo hubiera un
cuerpo en órbita entre Marte y Júpiter?
,
Drake sonrió:
-No se haga el ignorante, enry. Usted está
hablando de la teoría de la gran esplosión para
explicar la existencia de asteroides.
. Por un momento parecía que Henry iba a sonreír. Si tuvo la tentación de hacerlo lo disimuló
muy bien y dijo:-~guna vez be leído la sugerencia de que una
vez hubo un planeta entre Marte y Júpiter)l' q~
expw~.
I
-Esa teoría ya no se lleva -dijo Dr4e-, pero fue muy popular en su día. En lSOI. cuando el
primer- asteroide, el Ceres, fúe descubierto, resultó tener un diáJ:Detro de tan sólo unos ~tecientOs
39
kilómetros, lo cual es sorprendentemente pequeño: Lo que sorprendió aún más fue el hecho
de que a lo largo de los tres años siguientes se descubrieron otros tres ~teroides con órbitas muy similares. En seguida surgio la teoría de la explosión de un planeta.
-¿No podría ~ar refiriéndose el profesor
Moriarty a este planeta antes de su explosión
cuando hablaba de un asteroide? -dijo Henry.
-Supongo que sí, pero, ¿por qué no lo llamó
planeta? -dijo Drake.
-¿Habría sido realmente un gran planeta?
-No, Henry.· Si se juntaran todos los asteroides no formarían un planeta mayor a unos mil
,seiscientos kilómetros de diámetro.
-¿No sería más aproximado a lo que con~
mos hoy con el nombre de asteroide que a un planeta? Esto sería aún más claro en 1875, cuando se
conocían menos asteroides y este cuerpo original
habría parecido aún más pequeño.
-Quizá -dijo Drake-. Pero entonces, ¿por
qué no lo llamó el asteroide?
-Quizá pensara el profesor Moriarty que llamarlo La dinámica del asteroide fuera un título
demasiado específiéo. Quizá pensara que la
teoría de la explosión no estaba lo suficientemente probada éomo para permitirle hablar de algo
más que de un asteroide. A pesar de la falta de
escrúpulos que. demostró Moriarty fuera del
mundo científico, debemos suponer que era tW
matemático meticuloso y exageradamente preciso;
Mason estaba sonriendo de nuevo:
-Eso me gusta, Henry. Es una idea genial- y
tras decir esto le dio la razón a Gonzalo.
_Ya seJo dije -reiteró Gonzalo.
- Un momento. Vamos a ver a dónde nos lleva
todo esto. Moriarty no puede estar sólo hablando
de la dinámica del asteroide original comó un
cue!J>O que gira alrededor del Sol, porque estaría
siguiendo la teoría gravitacional.. como lo hacen
todos sus descendientes. Tendría que hablar.
acerca de la explosión. Estaría analizando las
fuerzas dentro de la estructura del planeta que
hicieran posible la explosión. Tendría que discutir sobre las consecuencias de la explosión, y todo
esto está dentro de los límites de la teoría gravita. cional. Tendría que calcular las fuerzas de tal
manera que la resultante de la explosión diera lugar a efectos gravitacionales que dejara a los
o
la cultura en
MEXICO
en la cultura
1<... •
rlP ; ..... IIl)f~'
[_lltI
DindOf'
Gmnal:
José 'aps Llergo
Director: Peco Ignacio Taibo 11
Jefr .Ir ~d«nón: Geranio de l. Torre
DUmo: Beatriz Mira
Rrdouión: Francisco Pérez Arce.
Mauricio Ciechanower, Rogelio
Vizcaino, Emiliano Pérez Cruz, Luis
Hemández, Cosme Omelas, Jorge
Belarmino Femández Tom~s, Jesús
Anaya Rosique, ADdrés .oh, Orlando
Ortiz, Víctor Ronquillo, Jwm Manuel
Payán. Héctor R. de la Vega, Carlos
Puig. Angel Valtierra, Pilar Vásquez,
Armando Castellanos. Ciro Gómez
Leyva, Mi~1 Bonasso, Eduardo
Monteverde. Alain Derbez
Int'r:tti~Q('ión gráfica: Paloma Saiz
lIu.'rodón: Fabián Conzález Negrín,
Celia Fanjul, Ricardo Peláez
..-.'
----~~~====_
fragmentos asteroidales en la órbita en la que se
encuentran hoy.
Drake se paró a pensar, asintió y continuó
hablando:
-No estaría mal. Sería un problema mátemático digno del cerebro de Moriarty, y podemos
suponer que sería el primer paso de cualquier
matemático que se atreve a enfrentarse a un
.~oblema astronómico tan complejo. Sí, me gus-ta:
-A mí también me gusta -dijo Mason-. Si
me puedo acordar de todo lo que han dicho, ya
tengo el artículo escrito. Dios mío, esto es maravilloso.
-De hecho, señores -dijo Henry-, creo que
esta hipótesis es aún mejor de lo que ha planteado
el doctor Drake. Creo recordar que el señor Rubin mencionó antes que debemos suponer que el
tratado del profesor Moriarty fue suprimido por
no encontrarse en los anales científicos. Me parece que si nuestra teoría logra explicar esta supresión se afianzará aún más.
Desde luego -dijo Avalon-, pero ¿puede explicarlo?
-Suponga. -dijo Henry con voz cálida- que ;.
por encima de la dificultad del problema y el mérito de resolverlo hay un motivo oculto que persigue Moriarty.
- Después de todo, estamos ante la destrucción de un mundo. Ante un criminal como Moriarty, cuya mente enferma discurría para producir el caos en la Tierra, para romper y corromper la sociedad y la economía mundial. Tenia
que haber algo de fascinación en la destrucción
física de un mundo.
,;
-¿No se le ocurriría pensar que en ~l asteroide
primitivo pudiera existir otro como él? ¿Una persona llena de malicia que había osado alterar las
peligrosas fuerzas del interior del planeta? Moriarty pudo haber imaginado que este super-Moriarty del asteroide original había destruido delíberadamente su mundo y toda la vída existente
sobre él, incluyendo la suya propia, dejando a los
asteroides que ahora existen como lápidas conmemorativas de su acción.
-¿Existe'la posibilidad de que Moriarty sintiera envidia de esta hazaña y que intentase realizar los cálculos necesarios para llevar a cabo esta
misma acción en la Tierra? ¿No es posible que los
pocos científicos europeos capaces de adivinar sólo una mínima parte deJo que Moriarty estaba
diciendo en su tratado entendieran que lo...que
describía no era un modelo matemático del origen de los asteroides. sino el comienzo'de una receta para llevar a cabo el crimen definitivo... , la
destrucción de la Tierra, de la vida y de la creación de un cinturón de asteroides aún mayor?
-No sería sorpreridente que una comunidad
científica espantada suprimiera un trabajo de tales características.
Y cuando terminó de hablar Henry hubo un
momento de silencio y Drake aplaudió. Los demás Se unieron al aplauso.
.
Henry se ruborizó:
.
-Lo siento -murmuró cuando se hubieron
acallado los aplausos-, creo que he hablado de.masiado.
En absoluto -dijo Avalon-. Fue un estallido
sorprendente de poesía que me encantó oir.
Yo, francamente, creo que es perfecto -dijo
Halsted. Es exactamente lo que haria Moriarty y
explica todo. ¿No está de acuerdo, Ron?
-Lo pensaba decir -dijo Mason- en cuanto
se me hubiera pasado el asombro. No pediré más
que escribir un trabajo sherlockiano basado en el
análisis de Henry. ¿Pero cómo voy a apropiarme
de sus ideas?
-Son suyas, señor Mason -dijo Heruy-. Mi
regalo por haber iniciado una sesión tan sumamente gratificante. Como usted verá, yo tambiéñ~
he sido un devoto lector de Sherlock Holmes durante un buen número de años [Traducción: R.
W. Moyerl_
1
E
stacionar el auto a medio kilómetro
del incendio y avanzar sin dejar de ver
la densidad del humo, la llama que alcanza los 50 metros de altura.
Antes: cruzar la ciudad en veinte minutos, sin
parar una sola vez de Mixcoac a San Juan
Ixhuatepec. Casi llevarse de en~uentro a cuatro
agentes de tránsito que hacen señales con sus
banderolas azules tratando inútilmente de detenemos. Situarse justo entre una ambulancia y un
camión de Televisa.
Sirenas de ambulancias. Patrullas. Helícópteros. Bomberos. Carros de policía. soldados, periodistas.
Correr y aspirar el humo negrísimo. Correr y
captar con la cámara el olor a quemado, a gas, a
humedad, a miedo. Acercarse al incendio.
En una área de 40 kilómetros a la redonda la
gente ha sido evacuada. Pesa el silencio del aire.
A las ocho los habitantes de San Juan Ixhuatepec,
si los hubiera, saldrían al trabajo o a la escuela.
Se regarían en las estaciones del metro y en los
camiones. Los niños se aferrarían a sus cajones de
bolear, a sus periódicos, a sus juegos.
Puedo sentir un silencio que el temor acrecentao Es como si los gritos de bomberos, agentes y
auxiliares de las cruces verde y roja, las cámaras"
de televisión y los micrófonos invadieran un espacio geográfico que sólo les corresponde a los que
no están.
Detenerse ante una- casa derrumbada. Recorrer con la mirada: techos destruidos, paredes
cuarteadas o tiradas, ventanas rotas, árboles
quemados. En algunas chozas humea la ropa.
Las casas de madera aún arden.
Tropiezo con una paloma calcinada y pienso:
¿será esto la muerte? De los escombros rescatan a
dos hombres desnudos, uno vive todavía. El otro
MEMORIAL DE
SANJUANIXHUATEPEC
Margarita Cuéllar
Para Luis Humberto González
quedó casi deforme, como si lo hubiesen tallado
con piedras filosas. En lugar de ojos lleva ,dos
cuencas enrojecidas.
Sabedor del peligro el fuego huye del agua, romo ciervo que escucha del cazador los pasos.
n
Seguir caminando entre escombros. El ciel.:> se ha
cubierto de negro. La flama está cada vez más
cerca. Se siente su calor, se escucha su bramido.
Son dos enormes depósitos esféricos. A unos doscientos metros hay varias salchichas cilíndricas
que de un momento a otro pueden explotar.
Una calle. Una sábana. Un muerto. Los despojos de un auto y un camión. Paredes ennegrecidas. La ciudad de México enorme. Serpiente.
Quetzalcóatl despertando apenas, ajena, ¿indiferente?, incrédula. La multitud lucha en el metro
pani vencer lo colectivo y ocupar un espacio individual. Mañana será el 74 aniversario de la revolución. Las delegaciones de las dístintas ciudades del país han empezado a llegar para participar en el desfile.
Antes de que amanezca radio y televisión se
llevan las titulares del incendio. Lo electrónico
rebasa lo impreso.
Pero la ciudad no permanece indiferente. Desde temprana hora se inician las colectas, lás brigadas de apoyo, el rescate.
1II
Más golpes. "Uéveoselo y deole una calentada
para que no se le olvide esto", dice un agente que
parece ser el jefe. Y se lo llevaD. Le han colocado
las esposás y lo hacen avanzar a empujones.
Como este casp hubo muchos en IXhuatepec,
más tarde se repetidan en el terremoto. .
Roma arde. ¿Qué hay de sus habitantes? Arboles quemados pero de pie. Avanzar. ¿Será este
campo de batalla la carroña de los periodistas?
¿El pretexto para derramar tinta en exceso y ren. dirle culto a la palabra? Dejemos que José Emilio
Pacheeo se'pregunte: ¿Será esta la ciudad que
construyeron los primeros habitantes? I Seguramente no I Se ocupaban de cosas más sublimes I
Como correr tras la carne del cerdo salvaje I Huir
de los conqu~tadores I Para evitar el exterminio.
IV
Sentir el calor cada vez más intenso. Guiar los
pasos y la mirada hacia una zona destruida casi
en su totalidad. Arriba los helicópteros forman
círculos. Al aterrizar, el polvo, tan denso como el '
humo de los depósitós en llamas, se extiende, se
levanta y se disuelve en el aire y en los rostros delos que observan, reScatan, corren.
Miradas perdidas en el infinito.
Hay alrededor de unos dos mil efectivos entre
agentes de tránsito, policías, policía montaoa,
soldados, auxiliares de las cruces roja y verde,
pentatletas, reporteros, curiosos, bomberos y fotógrafos.
La voz del policía como cubeta de agua helada: "Retírese, joven". La insistencia: "¿Qué, no
oye?"
.
-Quiero asomarme a ver si veo a la jefa.
-Te digo que salió corriendo, mano, no te
apures, ha de andar por el cerro. Al rato sale.
Rostros compungidos. Ojos enrojecidos .y ojerosos. Los de Televisa sacan rollos y rollos de
cable. Los reporteros de la radio voltean a todas
partes buscando a quien entrevistar, de prefereQcia rostros con lágrimas.
Avanzar. Huellas de pies ,y manos en las ban- .
quetas alcanzan la forma de la sangre seca. Alguien comenta: "la gente salía envuelta en llamas, huyendo. Muchos iban desnudos porque
dormían a la hora de la explosión. ¿Cómo que a
qué hora fue? Pues desde las cuatro treinta".
Otras versiones dirán que a las cinco y media o a
las cinco cuarenta y cinco. Minutos más minutos
menos, el dolor es el mismo.
'
Muchos sangraban y cordan descalzos. Eso explica las huellás en el asfalto.
Continuar el avance. Gallinas carbonizadas.
V
Maderos humeantes. Las llamas cada vez más
Es un hombre bajito. Gruesa y vieja ga!S'ardina
cerca. "Como éste hay muchos, hay que entrar a
cuelga de su hombro derecho. Quemaduras en
todas las casas", dice un efectivo de la Cruz Roja
los brazos. Ceniza en el pelo yen el rostro. Hasta
al depositar un cuerpo sin vida en el interior de
• él llegan cámaras, micrófonos y mirones. Un
una ambulancia.
Detener el instante. Click. Ciíck. Buscar el _ bombero distrae la atención del círculo de espectadores al señalar una casa de block semiaire l~útil para alimentar los pulIÍlónes. Quedardestruida. Atiende-a su llamado. Son siete cuerse parado sin saber qué hacer. Deseos de salír
pos, dice al tiempo que señala varios bultos carcorriendo y gritar lo que sucede en San Juanico.
bonizados
que yacen bajo el escombro. Parecen
Que todos se enteren de lo que pasa en l,lD brazo
de plástico, de cera·, nUllCa humanos.
de México, un punto perdido del mundo.
, Quedaron en señal de' movimiento. Al buscar
Buscarle nombre al dolor y dejar en libertad
la sali<la encontraron la muerte.
un par de lágrimas para que resbalen y le den
Regreso al círculo. El hombre de la gabardina
otra condición al rostro. Un perro aúlla lastimeperdió más de cincuenta familiares. Lo traicioro. Varios agentes abofetean a un muchacho.
nan las lágrimas. Las cámaras enfocan directo al
Moreno. Veinte años. Extraía una bolsa de mujer
rostro. Los de radio esperan a que recupere pade entre las ruinas. Los policías indignadísimos:
ra que pueda hablar.
"Conduélete del dolor de tus hermanos" cabrón".
se
VI
Dice un anónimo japonés:
Un cuerpo
un esqueleto
en cierto sitio qiJ.ed4
más el
0.1""
es
triste
que el paradero no sepa'!l0S'
Continuar la búsqueda entre el sigilo del
miedo. Un cuerpo carbonizado. De cara al asfalto. Como un maniquí. En otra casa destruida un
hombre cuenta los muertos. Apunta en su cuaderno: 185. Uama a los reporteros para que vean
una escena. Son cinCQ. De distintas edades, en
posiciones diferentes. Casi carbonizados unos.
Inevitable destino el de los vivos. Dice un poema de Humberto Salazar: Morir en el silencio de
la lluvia I Morir de perfil: quieto y derecho I Morir la víspera de la tercera guerra Morir en un desierto calcinante. I Morimos solos. I y de n~tros
despojos indefensos I sacarán provecoo I las nefastas compañías funerarias I y 'las instituciones
religiosas.
En las calles: agua, mangueras, madera quemada, humo. En la memoria la chisPa de la muerte.
Esas cuerpos algún día hicieron fila para entrar a
un cine, amaron y se sintieron amados. Tuvieron
hijos. Algún domingo fueron a correr a Chapultepec o gritaron consignas en manifest~ones.
vn
Como en'el clímax de una película a la que se
tiene ~ooeso en forma involuntaria, dejar que los
pasos nos guíen: Aparece la escena final: una casa amplia, ya sin techo, en su largo interior yacen
los cuerpos. Como en procesión.,Ennegreci<J.os.
Endurecidos. Desnudos. Carbonizados. Un fotógrafo amenaza con desplazarse hasta los depósitos, hasta el fuego. No lo háce. De p~nto se oye·
la orden, la voz autoritaria: es necesario evaeuar
la zona ante el peligro inminente de otra explosión.
La histeria colectiva echa acorrer. La muerte
amenaza con vol~er a la misma noria. No hay
explosión pero sí un susto mayúsculd
Huir. Córrer entre rostros angustiados, entre
cámaras de televisión y policías. Subirse \1 camión de bomberos, a la patrolla, a la ambulancia
• más próxima. Esct.tchar lejos el zumbido de los
helicópteros. El humo cada vez más ~!e. Dejar de sentir la cercanía del fuego. Sentirse a salvo.'
,
Las diez de la mañana, dicen los relojes. Horas
'antes miles de personas corrían tambiél1. La diferencia es que los,evacuados del amjmecer huyan
envueltos en llamas. Uevabail a cubtas'la desesperac4ón y eJ. dolor de los que se váD.
.
Los niños corren y juegan o se sólidarizan con
el llanto de sus madres. Comen pan fraócés y esperan. Esperan.
.
[Diciembre 2 de 19841
41
SOLO PARA DAMAS
Tihui GU"tiem.'r--re:~z
1 'disco show-bar del restaurant
Cest si-bon te invita a la presentación original del espectáculo (internacional), Sólo para damas, Crazy
Zipper. No te pierdas una aventura
atrevida r emocionante: E~-pectáculo para público con mentalidad sin complejos", Así dice la ínvitación que te regala parsimoniosamente la
dueño del grupo (no la directora o coreógrafa) ..
Ariadna López Ortega, comunicóloga, oriunda
(horrible palabra) ~,Acapulco, Gro.
E
Explica (a gritos, ante el ruidajal proporcion~­
do por etntas de Fiaos y Mecano: "Sí,. UD lugar iR
a buscar,. quiero enc:ontrar un hombre' de
ventad") que sus Platinos del CraZy Zipper (Sergio, Paco, Charlr su hermano, oriundo también,
Adolfo y Cerardo) la han venido acompañando a
lo largo de dos añOs en este exitoso r original (en
México) ~táculo, que han paseado desde Ácapulco haSta Campeche, y tienen en proyecto la
Hermana República de N.uevo Leóñ (literaJ.d¡ente, .que conste).
!
-Mi show de Cu~ty está integrado por ,mu-~
chachas de 20 a 25 años, que no beben, no se dr~
gan y son espléndidos estudiantes que al darle a
las mujeres un esparcimiento se beóeficían ayudán~ose en sus estudios, ahora que todo es taaan
caro. Sacan un promedio de cincuenta mil ~
cada noche.
.
. • El lugar es un tugurio obscuro y. ruidoso, instalado en la Zona Rosa. Uegamos tres amigas, ya
que el anuncio adveitia que 'estaba prohi~ida la
asistencia de hombres. Entramos un poco incómodas, ante la salvedad, pero más intrigadas.
Nos adjndicaron-un sitio prirJilegÚJdo, a treinta
centimetros del estrado, ante nuestro azoTQ e impotencia.
,
El mesero. como mago. apareció de in~to
por aquello de ¡
-¿Qué apetecen las señoras?
.
-(SalirD(lS) ... Tres cubas libres sin combinaciones (de anuncios ch.9C8Jltes).
. Tardísimo empieza, el anunciador a amenazar
con el principio del show:
-Anímense, muchachas, en este show sin
complejos", dondtmet hay límite de div~rsión y recuerden: dónde pongan el ojo. pongan la mano.
Así empiezan a desfiJar, mientras se acomodan
en la tarima, los galanes de la variedad. Con
mucha energía hacen acto de presencia balbuceando el uno, dos, tres, vuelta, con miradas de reojo al compluiero para cerciorarse si van bien o se
regresan, La distribución del personal se asellJeja
a los bailarines que sirven de fondo a algún artis42
ta,de Mundo'Latino o Cascaritas Musicales. De
pantalones ). camisas bla~ entallad~, botas
. negras y paliacate rojo de gargantilla, se zangol~
tean·al ritmo de: "No controles mi forma de vestir, porque és total ya todo mundo gusta....., en
ooasiones interrumpidos pOr una grabación que
dice: "Do you want toO play tbe game? Yefh. Do
Ybu Imow tbe rules of the ga~? Yiah.
, Al terminar, loa chicos se alejan para que el
.anunciador tome su sitio y motive al personal a
participar en un concurso que promete un piemio 5Or:¡ne-sa.
-¿Quiénes son las aventadas de esta noche?
Las siento muy tensas. Concursen, muchachas,
que no se arrepentirán.. Les prometemos que no
les sucederá nada que DO quieran.
Se empiezan a escuchar entre la concurreJ')f::Ía
(mujeres de clase media, algul)p5 de saco y cor' ta diminuta; otras, qujnceañeras que todavía no
se organizan con la distribución del cigaq9, la
sangría y la botana) l~ "Ay pues qué tiene", los
"Yo ni quería venir". Y vienen los respec!ivos codazos entre las más jóvenes. .
¡
Finalmente hay cua(ro candidatas empericadas, frente a todos, acompañadas de tres sillas. El
juego éOnsiste en bailar alrededor de los asientos
al compás de la música (trbpical)'y ante la supre-
-A Paco le excitan los gritos.
. En mitad déla penumbra se escucha un chiflido de arriero. Las- risas creaí) una cierta rel~jación.
.
. Lo único que. diferencia a cada uno de los
bailarines es un tono más subido en el baile. Los
movimientos se vuelven más violentos; los ochos
que la pelvis dibuja son un arremeter en la veintiúnica dirección po,gble: hacia adelante. .
Los bailarines se acer~n al público, escogen a
alguien para dedicarle tina miraós con labios
entreabiertos. Guiño de ojo, le rozan la Cara, le
tocan el cabello; él más osado se sienta en tus
piernas cabalgando por fraccióó de segundos.
Tocar al público está fuera de lo previsto. Algunas mujeres empiezan a "gritar algo iDentendible. Una cincuentona.y gorda opta por·levantarse decidida agitando un billete de mil-pesos, .
filie deposita en _tanga del joven con toda la
cautela que es capaz de poseer. Le propina un
beso de cine nacional, eterno: atrae al tipo haci~
. su regazo, sosti~ne su cabeza, ante los gritos: "no
lo vayas a tirar", "mejor deja que me lo tire yo":
Los ánimos se empiezan a caldear. Los gritos
ya no requieren del apoyo de la grabación. Se es:
cuchan exclamaciones que pretender ser orgásmicas:
-¡5ml
.
.~
.
-¡Másl.
'.' I
sión de la música sentarse de golpe para así des·
calificar a una. ' , '
.
O expresiones ante la contorsión.simultánea de
Una vez excluidas las demás, la pobrecita gahombros y pelvis:.
-Esto sí es hOmbre, no lo que teno en casa.
nadora es orillada a tomarse de un solo sorbo un
'-Muchachas ayuden a calentar un poquito
"lnuppet" (brandy con tequila) y, áCtO seguido,
más el ambiente para.•• ~rden que la ropa
~ rodeada por los g4lanes qtae adoptan actitudes
desaparece m. rápido cuando se escuchan los
eI;lq-e J~ Dean Y Pelvis PresJey y como en
aplausoS. Un aplauso para que se le quiten. los
team-lH:rck la cercan an!e los grit~ for.pdc?s de
.nervios a Cerardo. Escojan ~n. quién se VaD de
algunas y la ajena vergüenza del resto.
'. Después em~a lo que 'es propi~ente- el
gira.
,
.
.Una vez' que han desfilado todos (y poi'su árshow. Con la aparición .de cada' uno de los
den se reúnen en el estrado para hacer una simu"muchachos" bailando con movimientos cadenlació~ (que ~ta más parecida a una rutina deciosos. Se van desp~ndo. poco a poco, de Iá
portista), trátando de llegar ~ las codiCiadas cien
ropa. Con una habilidad notable se deshacen de
lagartijas con mivimientos ondulatorios trepilos pantalones hechos de un material. parecido al
datorios.
'
.
pepel, pero no haceD mido. Y así, quedan sólo
Así se despiden de la primera parte del shOW-con unas muñequeras (COIDQ de ju~r de tenis)
los Crazy Zypper.
Y una diminuta ~ga brillosa que hace que.se
Y·allí nosotras dejamos el lugar. A la salida,
aglomeren, a fuerza, sus genitales; una tira delgada les separa, aún más, las nalgas, que'
una muchacha de minifal~'
calcetas y tenis r~
sas se aceTca para píegunt si somos sexólogas.
muestran un lustre inusitado.
. periodistas", se
Ante nuestra respUesta: ..
Se repite con cada uno de ellos la misma.rutina, ante el maestro de ceremonias que ya no sabe .. disculpa por tener la curi .dad~ de asistir a este
cómo motivar a las mujeres,a que nos desg~te­
sitio. pero no deja de in~ta,r a ~a de .!l?SOtras a
bailar;
.'
~
T~
'
.
mos de la euforia.
. -Muchachas, no. desesperen, regresarán los
-A Adolfo le encantan· los aplausos- desaf~
muchach ...esta noche...sor-pre...saa aa •
rado, el a~unclador incita al inanimado público.
".
'
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47
-TERCERA
CAlDA
-.
Orlando Ortiz
p
rimero es el grito enérgioó y cortanriente el Bigotón, mientras se inclina displicente
te,
para recoger el puñal. -Métanse ya a las regaderas.,
.
-¡Con huevos, cabrón, COlDQ si
-No, psí, peruta, más bien es que aquí el Trafueras hombrel
'
bado. .. -se detiene el Chimuelo y me mira en
y enseguida la acción del Chiforma .ambigua, lo mismo que el Cherna, de
muelo que descarga una puñalada de trayectoria
quien lo sé aun cuando no lo veo.
ceriital. Apenas veo el reflejo del acero avanzo el
-Como que se las sabe todas -completa el
cuerpo levantando Jos brazos pata bloquear la
otro-, pero de aquí. En la calle es otra cosa.
agresión. Lo consigo y mientras con la mano d~_
-¿No se le fueron en serio? ¿Entonces? Por alrecha sujeto el antebrazo del Chimuelo dirijo el
go los mandó conmigo el comandante, para que
brazo izquierdo por sobre el suyo inmovilizado, a
sean patrulleros chingones y no de los que para
. la. vez que me desplazo con rapidez para aplicarle
todo avientan plomazos -riposta el Bigotórt. Teuna palanca lateral que lo hace caer de bruces.
. nemos que estar al día, co~o los gringos, que por
Castigo la muñeca para obligarlo a soltar el arma. De nuevo el grito.
·eso son fregones.
-¡No te apendejeS, Cherna, vamos, dale yal,
-No chingues -protesto, sin saber a ciencia
escucho que le gritan al-otro; ~ápido flexiono
cierta por qué, y me tiendo en la lona para dejar
. las piernas hacia atrás y ruedo sobre el adversario
que el vaho tibio del mediodía refresque el sudor.
caído; me impulso y acabo el movimiento de pie,
- Pregúntales por Corea, ya ves la chinga que les
dieron.
alerta "para ubicar al nuevo agresor, que deseeLos patrulleros se dirigen a los v~tidores, mi:
rraja un puñetazo hacia mi cara. Doblo hacia
rándome de soslayo. El Bigotón se va .hacia la
atrás el torSo, aunque ya mi derecha desvió, sin
improvisada lonchería -tortas, aguas frescas,
detener, el golpe, de manera.que el op-o pierde
empanadas de cazón y jaiba, reza un cartelapoyo y actuó de inmediato; en pocos segundos el
Cherna siente en su cuello, hombros y del~oides . instalada en la entrada del gimnasio, antes de la
mampara, con dibujos de luchadores, judokas y
el castigo de una dobl~nelson; antes de quepu~
hombres fuertes levantando ~. Regresa poco
.dp reaccionar aflojo la presión' y mi brazo se
. después con un vaso de agua simple y un frasco
cuela por su entrepierna; lo levanto -siento tracon cápsulas de sal. Acepto el vaso pero rechazo
'bajar al máximo los músculos de espalda y cintula cápsula.
.
....
ra- p~a azofarlo contr~ el pisO, en un crutch
-Hace mucho calor, -te deshidratarías para
que lo deja sin aliento; queda boqueando Para jacuando acabemos de llavear.
lar aire a sus pulmones. Aú~ no me enderezo
Le respondo que no pienso continuar ese dja
cuando-el antebrazo derChimuelo.rodea.mi cu~..
con los ~jercicios y prácticas de lucha libre, que
110. Al tiempo que me yergo levanto el.brazo;
debo irme ya.
.
.
.
luego mi inano derecha busca su nuca para ense-¿Vuelves en la tarde?
.
guida .flexion~e enérg¡co sacándole de equilibrio, continúo el movimiento y lo proyecto por
-No, dile al púgil o a cualquiér otro que te
encima de mis hombros hacia la lona. Con ~odo
eche la m~no hoy y... Pienso irine. Que se encarel cuero escurriendo sudor quedo en posición pa.
·guen de ayudarte con esos bofos.. ' .
ra enfrentar cualquier otro ataque, pero los cien
Se me queda mirando páreoe- que buscara al1cilos del Cherna siguen inmóviles en el piso y el
go qué responder.
_
-Sé que mañana, o pasado, los de la AsociaChimuelo, sentado, haCe muecas de dolor y se soción Nacional de Luchadores mandan al Canaiba los riiiones.
'':'-4Ven cómo no es tan difícil? ~darDa son- :. ma para que diga oquey' Y arranca la temporada
y
48
_
. .
"
.
_
.
•
en forma, como dios manda yen el auditorio municipal. Ya te tengo programado, y si le echas las
ganas seguro comienzas en las preliminares y
acabas chanceo hasta en las estelares. Para la próxima, después de ir a otras plazas como fogueo,
podríamos comenzar a buscarte retos aquí o
chanceCitos en la Goliseo. Pero hay que echarlé
fibra para llegar:
.
Explicarle por qué empecé a luchar profesi~
nalmente, pero en el ámbito furtivo, sería bastante complejo para el Bigotón. Decirle en form'a
que lo convenciera a él -y tal vez a mí mismoque en él fondo sólo había el deseo de sentir que
se está haciendo algo para vencer un reto que se
tiene enfrente. Eso fue todo 10 que me impulsó.
No el llegar hasta el final. No la consecución sino'
la 'respuesta al desafío, el reto a tabúes y pr~
juicios forjados en mi medio natural, c1asemediero y prejuicioSO'.
.
.
- -Regreso, mejor dicho me voy a terminar la'
prepa en otro lado y luego a ver qué.
- -¿A Monterrey?
-o a la capirucha,. San L.uis, donde se pueda.
Otro lado, ~rque me cae que ya estoy hasta el
copete.
-Ah qué Trabado ta" pendejo. ¿No estarás'
encul~do y mal' correspondido?
La observación me irrita. Nada de cierto hay
en tal presunción, pero me molesta que alguien
intente meterse en teITenos que para.mí han sido
siempre muy personales.
.
.
-Te estás meando fuera de la bacinica -le .
respondo con voz neutra. -Otra.s veces pueque
. sí, pero hoy no.
-¿Entonces, qué?'
-Nada, nOmás.
,
' .
- Ve a lás regaderas y luego hablamos.
-Salen dos tortugas de ternera y dos de pierna, Bigptón, con sus ·vasotes de horchata -mterrumpen los patrulleros al abandonar los vestidores, ya enfundados en el uniforme, con sendos
revólveres al cinto y el maletincito con sus trapos
en la· mano; el Cherna con .un pañuelo doblado
por las esquin~ Contrarias metido entre el cuello
pintero y su peSte a muela picada, decía alguien~
de la camisola Y,la piel, para que absorba el.suclavada en la memoria como zona casi exclusiva
doro
de aventuras infantiles, los de la pandilla del me- Tengo huapilla, si quieren.
són, corralón inmenso para automóviles en el que
-. -Ps vienen dos, para empezar.
nos reuníamos para fraguar travesuras, apedrear
-y unas empanadas, de cazoncito... y otras
gatos" iguanas, contar como verdades n~estras '
'de jaiba, de una buena vez.
fantasías y hacer de nuestras respectivas realida- .
Cierro los ojos pero los veo trasponer el cancel
des un ámbito donde vivir a base de confrontar
hacia la lonchería, donde el Bigotón preparará
las tortas y servirá los vasos de agua fresca con - nuestro mundo y presente con,el qpe atrapábatrozos de hielo: El Bigotón con su aspecto de turmos al incursionar por el rumbo de la laguna del
co de película: que a más de luchador profesional
carpintero, colectora de aguas negras bordeada
de casuchas similares a palafitos, precariamente
ha sido réferi, panadero, enfermero, masajista,
asentadas en zancos que las 'protegían de la crecocinero, yerbero, jornalero, mojado, curandeciente en época de lluvias, co~ pisos de madera
ro, hipnotista y ahora propietario de un gimansio
teñida con amarillo congo y acceso por una temdonde adiestra en defensa personal a los policías
blequeante pasarela sin barandal dt; tablas grises
del puerto -los de la secreta acuden en la nopor el uso que parecía prolongarse, atravesar la
che- y en judo a profesionistas y demás persovivienda y salir por la parte trasera hacia el
nas.
,
todavía, más endeble y ventilado cuartucho de las
- Hasta parece que los tenían amarrados, canecesidades, sin más drenaje que el espacio mebrones -escucho decir al Bigotón-. También
diador entre la tabla con un hoyo que sirve de
tengo tostadas de pata y carne deshebrada.
asiento y la superficie de agua verdosa, podrida,
-¿Las probamos, tú?
que jamás supe sí se continuaba en la basura de la
De seguro el otro afirma en silencio, pues no
rivera o si con la basura llevada a diario por los
alcanzo a escuchar su voz. En el pecho y la cara
'camiones recolectores del municipio se pretendía
mi sudor se ha refrescado un tanto con el aire tiacabll1 con el agua pestilente, que se rebelaba a
bio que penetra del exterior, pero siento en la espalda el contacto, caliente como plancha, de la
morir y formaba charcos natosos y hediondos a
lona. Me doy vuelta en busca de una área más
laguna el carpintero y i>asura por donde caminá- .
bamos retadores, burlándonos de los chiquillos
fresca y quedo bocabajo.
-Esto de hacer fibra da hambre, pero tambarrigones y desnudos con c~beza de calavera y
bién hay que comer bien ahoyo Tenemos una miextremidades raquíticas, o preguntando sonrientes a cuanta niña se nos atravesaba si se dejaba .
sión muy cabrona -debe ser el Chimuelo.
por un veinte y nos miraba ni molesta ni entusias_-¿A poco tienen que echarle el guante al Yi.mada, quizá porque intuía nuestra pendejez y
mi?
-A ese, cuándo; por algo le dicen el Capitán
'que si aceptada no huibéramos sabido qué hacer
y al insistir nos mentaba la madre y nos reíamos
Fantasma.
nerviosos al alejarn~s 1?ara segUir escarbando en
-¿A Pepito Gigante? -insiste el Bigotón.
los basurales con alguna rama recogida en el ca-A ese ni con grúa. ¿Te contamos que el sába-rnino, azuzando ratas o culebras, buscando morr
do se empedó y cuando fueron los compas de la
cero. diecinueve a dizque levantárselo les voltió la
bosos cuanto pudiéramos hallar pero inseguros
•
d d li
¡
de
siempre de los hallazaos, más aún si eran condocuya luminosi a 'jaba mi piel. La piel me ar
patrulla el muy cabrón y solito?
e>
cada vez más ..¡ la cara me suda en ~burtdancia.
-No, pero sí supe. ¿Al Mano Negra? -reincines amarillentos'y lleseCOS ,o un caballo renegrido
Lo bo~
d
h bl d 'al b
la
humedad
que
s
os siguen tragan o y a an o ~ a ras.
pero
con
los
bordes
púrpuras
por
de el instructor.
semiaplastadas por los bocados.
'.:;
parecía revivir eJ"color de la cuota menstrual de
-Ese ya está muy ruco yes ün alma de dios,
alguna
mujer
que
jamás
imaginamos
fea
o
fasti~Pero
si
el
Coyoles
es
un
raterillo
-comenta
qué problemas iba a darnos.
diada por el calor, la rutina, las frustraciones, el
BigQt~n.
, ,
El frescór de la lona se ubica primero en l. mecalor, el calor que manaba fétido del suelo y nos
-Pero se le ocurrió meterse en el changarro de
jilla y lo siento descender hacia hombros, clavículas, pectorales y barriga, en tanto mi espalda y
apri\ionaba contra el ríspido ardor del sol a ploSegoviano, que lo sorprendió con las manos en la
nalgas se er~an al recibir el paradójicamente
mo ,hasta que de algún lado.salían el coyoles y su
masa, por eso le acomódó una putiza meca al vierefrescante aire-caldeado. En el vientre, cubierto
jo. y como Segoviano es amiguísimo del regidor y
pandilla, decididos, y COJDenzaba la batalla pripor la troza, no se percibe la frescura nueva pero
'mero verbal, luego a ligazos y a veces en lucha
conoce al comandante, ps ya te imaginas..
sí.
'
cuerpo·a cuerpo de los dos jefes de las pandillas
-y con lo escuiilcle que está. Debe tener la
-No se crean, ruco y todo pero siempre trae su
que nos· revolcábamos hasta quedar batidos y a
edad del Trabado.
veces con piedras y resorteras y nuestr~ huida
-No, menos. El Trabado. anda Por los veinticuete a la cintura y si de echar bala se "tratá, les
cinco, ¿no?
daría veinte y las malas a ustedes y cinco más, de . porque siempre ,resultaban ellos más hábiles que
perdMa.
,
.
nosOtros, la pandilla del mesón, la de los claseme- '
- Tiene apenas diec"'siete, pendejos.
dia jodidos pero no como ellos, vástagos de male
Se creyó que me salvaba la vida. Apenas dieci-Dicen que es más cabrón que bonito y se
siete, pendejos, les dice y el silencio del Cherna y
antes y putas, acostumbrados a los golpes y la imechó a un montón de cristianos allá en la huastepiedad para sobrevivir en un mundo completael Chimuelo plantea que lo dudan. Apenas diez,
ca.
mente hostil y repelente"pero con una concepy siete pendejos. Nunca más hubo riñas en serio
-Por algo fue pistolero de don Gonzalo, que
entre los del mesón y los de la Carpintero, sólo de .
ción especial del honor o la camaradería o lo que
lo trataba como a un hijo.
haya sido cuando estaba por iniciarse una enésipalabra. A penas dice siete pendejos; a penas dice
-Pero de la chingada...
ma reyerta y asomaron sus narices los del cascajal
siete, pendejos. Apendejados siempre.por el calor
la presión que se hinca en el glande y al rey
nos
vimos
los
jefes
de
acá
Y
me
dijo
él
.coyoles
y aquella maldita hostilidad trabada en la impoexcita.
Se
escuchan
las
risocorrer el miembro lo
con su lengua mocha por el labio leporino ni vatencia o en el desprecio que implicaha el reqhazo '
tadas de los tres; pero las de dos, asordinadas por
a la pel~. Apenas dice siete pendejos y se' calla
mos a pelear a gusto si no corremos a esos hijos de
masa indescriptible de los bocados. La erecporque salvados quiénes, lo creyó, hasta que salsu puta, tilico, pero luegó nos partimos la madre,
ción, mecánica, arrolla pelos del púbis Ydebo en,corvarme' para' acomodar el miembro de manera
le reSpondí, molesto por la burla a mi constitude la deuda inexistente. Tal vez Porque el calor,'
que no duela. La lona empieza a tibiarse nueese contacto ardiente con la lona y el aire tibio
ción, te la partiré como siempre, respondió cuanvo. El desgano es mayor a la incomodidad de ese
do ya se encarreraba encabezando a los suyos
que se niega a senespirado. O será por la presión_
contacto pegajoso y caliente' con la 'lona, que
contra los otros, que eran más,grandes y sacaron
del suelo contra mis costillas.
,
incluso obstruye una siquiera vaga sensualidad
puntillas que nos mantuvieron a distancia h~a
- ... ps esos mismos debe tener el Coyotes, peque justifique el miembro erecto. Es como si se
que llegó uno de la banda del coyoles con tubos y
ro ese si es retecabrón. Ha'caído en el bote el buti
la riña fue como desconocíamos nosotros, que vi-'
de veces, y casi siempre se pela cuando lo llevan
autogobernara.
mos más que supimos del golpe que haCe reventar
de fajina.
,
-Salen las de ternera. ¿Otra huapilla?
la sangre y convierte la travesura en verdad
-¿Y por eso le sacan al bulto? Con lo que les
-Juega.
cruenta, en odio que ignorábamos y me redujo a
he' enseñado sobra par~ que lo agarren.
- ... el barrio de la Unión, y como lo más sela defensa pura e insuficiente de no ser por el ro-De ~nsos. Seguro trae verduguillo.y entonguro es que no ande por aí, habrá que m~erse a
.
yoles que arrojó su tubo certeramente y el otro ~ejor~ la pistola.
buscárJo por la laguna del Carpintero.
- ~19~azo y ni sudas.
soltó la puntilla para llevarse las manos a la cara
- Los de la secreta, nada pendejos, se nos adegritando mi ojo miojo al'voltear hacia el coyoles ,
Afirma búrlón, supon~, uno de los bofos. El
lantaron y dijeron que lo buscaban por el CasCacreí ver desprecio y burla en su h1fIIIftla, quizá por
Cherna; o el Chimuelo con su mueca de sádico
jal, la Puntilla y el Mercado.
haberme salvado la vida, pero no, porque su c~-', que le veo cada vez que se'imagina poder asestat-Qué chinga les pararon a ustedes.
_
beza era un, silueta recortada en un círculo solar ., ~ goIpee-oortarme ~ carne. que,rde por el
La piel dél pecho comi~nza a arderme. La car-
la
de
,'.
"
"
49
....,
•
~
cal~r. Me volteo para refrescar la piel y poder
respirar sin trabaJo, para aliviar la presión
contra mi pecho; una gota de sudor que ~uróa
por la nariz penetra en el orificio nasal y me exaspero más, porque tendría que salyarlo y saldar
esa deuda que deséonozco. No lo conseguirán.
_Apenas se vayan saldré y tomaré un.cami~n. el
colonias, yo sí le salvaré la vida. Me bajaré en-coótraesquina del parque-méndez, caminaré para pasar enfrente del semidenuid,o cuartel, la
paleteóa y la juana-de-asbaje. Doblaré a la derecha y al mirar la are.::a opuesta me acordaré de
la-colorada, sus campechanas, margaritas y pan_francés, la máquina exótica que alguna vez utilizaron para rebanar pandecaja y quedaba ~í romo simple adorno. Entraré al parque y buscaré
por la cancha de básquet con gradas y tablero,
sin hallarlo, y continuaré hacia las de voli, donde
me encontraré al moncho. Al fondo y en la esquina el árbol de' moras, dulces cuando había. Sin
dejar de juguet~arcon la pelota me dirá que no lo
ha visto: La resbaladílla de concreto sarl\OSO, los
columpios y las balanzas destruidos casi totalm~nte. Que se cuide, si lo ves, y su respuesta será
un ademán que lo mismo puede significar deapuerdo que nomestéschingando. Se quedará so..
- Yo fui el que disparó... pero no a ti -balbulo, como estaba, tra~do de burlar y quitarle la-.:_.. ~i dewm. Pero n~. Oeuda no. Burlar a estos
ce el Cherna-, sino al Trabado.
hijos de su puta que dijeron lo matarían. Será
pelota a su sombr-a. Saldré. Bordeando el parque
¡Tú guarda esa pistola y ayúdame con el Chiiñútil. Saldré del mercado, caminaré· hacia la
pasaré por la zona militar, slntienétlroomo siemmuelo, pendejo!
pre y desde niño una especie de calambre en el
-plaza-de-la-Iibertad, exasperado, fatigado, con
Camino a los vestidores. Solamente el Bigotón
estómago ante la proximidad de los adustos sarla peste de la laguna clavada en los sentidos y rosabe por qué me está inculpando. Me enfundo el
dos que estarán de centinelas, y llegaré al puertoIDO untada atrás del paladar. El bochorno habrá
pantalón sobre la troza, luego la camisa. El fue
de-liVerpool.. Me asomaré sin 'esperanza de enahuyentado a la gente ~ por completo. Buscaré
quien me enseñó ese golpe de consecuenCias morun sitio para sentarme a descalWU' y pensar en
contrarIo entre los que beben y juegan dominó o
cubilete. Cruzaré hacia la acet:a de bonetería-lacómo salvarle la vida al coyoles y quitarle definí- • tales. Tampoco podría explicarle que me confundi, que hasta ahora recapacito en que los bofos
tivamente de la cabeza que le debo algo, que le
mascota: luego ferretería-la-alpaca y en ~ esquina los..:pescadores y su aroma a botanas. Le
salvó la vida al tilico. Las bancas de fierro pintasólo entraron a despedirse de mí, pero yo.
preguntaré a oon avelino y me responderá encodas de verde y prót~das por la sombra de un
Introduzco en el maletín el resto de la ropa, las
giéndose ~ hombros, nunca o muy rara vez viefollaje estarán, como siempre, salpicadas de caca
otras cosas, y saco del casi1l~ro mis libros para
neo Lo sé. Saldré por la puerta que da a la calle
de palomas y otras aves; línicaoieote las abrillancuando había un descanso entre sesión y sesión y
carecía de ganas para irme del gimnasio: Misede amargura, la del ventanuco de la ~tina~ al
tadas por el rayo di~o del sol estarán limpJas.
rías humanas, El figón de la reina Patoja, Escupie de la cual los niños se paraban de puntitas paEn una de ellas me dejare caer y cerraré los ojos
cha yanqui y, no sé por qué, La sagrada familia.
ra colocar una jarra de cristal en el.antepecho,
para aguantar el contacto pleno de los tizones en
. Yo sé que es un golpe destinado a acabar con el
que luego les devolvían llena de cerveza. Se a1eja. la espalda, los brazos, las piernas. Me extrañará
contrario, sería inútil decirle que por eso lo desque el Sudor no chirríe al encontrarse con el me: ban maniobrando para coger con el dedo algo de
vié. porque de pronto me di cuenta de que el únila gruesa capa de espuma blanquísima y llevársetal. Pero me arderá la piel, sentiré cómo se .desco capaz en ese momento de entrar con tanta agila a los labios. Caminaré hacia el nuevo-lueero y
pelleja mi cuerpo y va quedando en carne viva la
lidad y fuerza era precisamente él.
doblaré a la derecha para llegar a Ia-reyna. Ahí
ira por hacer algo que no sabré por qué ni para
Entran a los vestidores cargando. al ~himuelo,
estarán los restos del mesón, enfrente, pero no los
qué cuando oiga su grito de ayúdame-lilico estodavía inconsciente y con la cara llena -de san- .
amigos, dispersos ahora y olvidados quizá, avercarneciéndome más y lo dejaré pasar corriendo
gre. De haber sido de otra manera el tajo de mi
hacia el mercado, sin voltear a verlo, calculando
gonzados de la infancia y el sol que- ennegrecía la
mano habría fracturado _el punto vital, por algo
por los otros gritos el momento de incorporarme
piel y del trato con quienes son ahora maleantes o
siempre he sido su mejor alumno.
o extender las piel'nas para g~ cherna y chípadrotes o borrachos perdidos o vagos sin oficio
-Acomódalo en la banca y dame de ese ~- .
ni beneficio o artesanos o comerciantes insignifimuelo caigan~ Pretendiendo ayuC:larles los retrallero el agua oxigenada y algodón.
cantes. No habrá nadie a quien pueda pregunsaré más~ coyoles ~ará y ellos no se tragarán
tarle por el coyoles, a esa hora de sol a plomo, las
que fue accidental Mi obstrucción, alegarán, la
-¿Pido refuerms y lo metemós al tambo?
calles como horno, sin brisa, y la resolana como
furia desbordará por sus miradas y hará temblar
-interroga el Cherna al verme. .
opción. La. gente estará metida en sus casas, 'dursus manos ann~das con los revólveres. El juego
-No -reSponde categórico el Bigotón. .
miendo sudorosa la siesta; algunos tirados.en el
estará planteado y a punto de reventar sus sentiLa sangre sigue manando de su costado, pero
mientos y los iníos para aca~ en algo. Entonces
de seguro es una herida superficial, pues se movipiso; otros, metidos en las cantinas y protegidos
por la blanda corriente de las aspas de madera de
sabré que
_
liza sin mayores problemas. Me mira con fijeza.
los ven~adores de techo o los ramplones y mido-Nos vemos_ luego, Trabado -es la voz de
El Cherna obedece las órdenes.
sos de pie. Decidiré no ir al nevado-de-toluca, el- .
uno de ellOS'.
Sin ponerme los calcetines meto los pies -en mis
pico-de-orizaba, el-centro-mercantil o la-Por qué .no de una vez -grito cuando y.a eszapatos y salgo de los vestidores, del gimnasio, a
explosión, que están fuera de los rumbos cotitoy de pie en lalona y con todos los músculos 00la calle a.r..o~ por la luz y el calor inclementes.
En su mirada había tanto desprecio como el del
dianos del coyoles. Seguiré, mejor~- hacia elpuestos.
.
Coyoles cuando la riña contra 1()S del Cascajal,
.., Al más próximo lo sujeto de la muñeca y lo
nuevo-chicoJltepec, donde acostumbra ir. para
tánto odio como el del sol que reverbera escalproyecto de manera que va a esb:ellarse de cara .
vacilar al puto que atiende la cantina y·que sin
dando mis pupilas.y haciéndomé hervir los sesos .
embargo le da lo mejor de las botanas Y hasta
contra la pared. Mtes de que. pueda volverme
mientras camino y camino por estas calles desierpara arremeteI' cooua el otro intuyo una sombra
platillos especiales, tal vez pensando en hacerlo
tas.. de asfalto espefeante, concreto caldeado que
que vuela bacía mí, la. esquivo parcialmentepero
su mayate. No estará, pero sí el cacarim que me
deso1I.a las plantas de mis pies ardidos. La transdirá que vaya por los viejos rumbos y le pregunte
logra sujetanne a medias; zafo mi brazo derecho
piración brota sin mesura por todo mi cuerpo, la
al bofes oal ojales. Caminare empeza~a sentir
y con la mano de canto dirijo un golpe que desvío .
camisa ~mpapada se adhiere a mi piel; el sudor
que la ansiedad revolotea en mi estómago Y suen el camino y da contra SIl mentón; perdemos un
escurre de la frente a los ojos, los arde y ci~a; la
tanto el equilibrio, sin caer. y escucho la detonafriendo ese sol que mortifica lOs brazos, la espalda; apenas podré respirar por el nauseabundo y
ción.
troza rasga mis ingles a cada paso que doy. Dis-¡Hijo de tu 'puta~ me tiraste a matarl -expuesto a saldar mi deu~ que desconozco y a maempalagoso hedor de los mismos basuraleS, mise. rías Y promiscuidad de cu~ndo niño. Sólo eocoo- .
c1a.IÍuL¡ con los ojos desorbitados,
igotón"tar para siempre al Tilico, pero sintiéndome rotraré al tripagorda, remendando una ~ jaibera .
¡Loco de mierdal
mo cuando se llega sin aliento a la tercera caída y
a la sombra de -ese tejabán que llama aISL Me
Por eotre los dedos de su manaza, que cubre la
los miembros no responden, las piernas se domandará al mercado, fue por tripas de pollo para • herida del costado, fluye la sangre.con placidez.
blan, los brazos se nos caen a los lados y el adver~a camada. me dirá. Apretare el paso, sintiendo
Mi mira fijo Y grita de nueVo.
sario no acepta: "cuetear" pero debe cóntinuarse
.que a pesar de la 43sfixia, el sudor-r el-sol calci~¡Querias matarme, cabrón1.¡Lárgate mucho
hasta vencer o ser vencido en un tiempo sin lími.
.
tes, infinito. - .
nant~ que escoria pjos y piel del?<> avisule y sal..a .la chingada, hijo de tu puta madre!
~
.
\
LAS LLAVES
DEL LABERINTO:
Los 'mundos
de Palinuro
Vicente Quirarte
_..
: .
Mó~ Mansour, ~ mundos ele Palinuro, Úiliversi:
dad .Veracruzana. Jalapa 1986, 103 pp., $4,050
("Cuadernos del Centro", 25).
L
a lectura de una novela había llegado
a convertirse en mero entretenimiento. En 1605 las cosas cambian. Con
Don Quijote la venganza suprema de
Cervantes fue convulsionar la .conciencia tranquila de esos lectores pasivos que se arrellanaban
en sus butacas mientras España rodaba por el
plano inclinado de la decadencia. La novela de
nuestra América, como si quisiera ocupar velozmente los tres siglos que nuestra narrativa había
estado en receso, no se ha conformado con hacer
grandes novelas, sino se ha empeñado en erigir
monumentos verbales que constituyen cambios
de conciencia, creaciones autónomas. Por eso,
más que lectura, la novela latinoamericana exige
que descendamos a sus hades para emprender
una iniciación semejante a la del autor que se
'p1anteó crear un mundo. Rayuela en primerisimo
término, Sobre héroes y tumbas, Tena N~
La consagracióil de la primavera, son novelas
que vienen a exasperar la conciencia tranquila de
esos lectores pasivos, y vienen a exigir una nueva
legión de lectores generativos y creadores.
Una de las más hermosas metáforas de Don
Quijote es la del Contagioso entusiasmo con que
Alonso Quijano lee novelas de caballería. No se
mantiene en su butaca, con la seriedad y la compostura a la que podrían obligarlo su' condición
de hidalgo respetable, sino recrea diálogos, vocifera, toma la espada para trazar mandobles en el
aire, galopa junto con Amadises y Tirantes Blancos. Con esto Cerv;antes nos quiere decir que la
lectura no se hace exclusivamente con la inteligencia, sino con el cuerpo, los dientes, el sudor,
las esperanzas, las adargas de cartón, los sueños
imposibles. Quizás a un lector atento del siglo
XVII le haya sucedido lo que a Mónica Mansour
en el nuestro, al acompañar a Palinuro en sus di.
ferentes y múltiples salidas.
Tal vez al primer deslumbramiento del que encuentra en "Unas palabra sobre tstefanía" a uno
de los mejores poetas en prosa de nuestra lengua,
.sucedió laexasperación por los cambios espaciotemporales, el cansancio, la ociosidad y la envidia ante una creación verb~ que culmina toda
una serie de tentativas que parten de William
Faulber, pasan por José Agustín y llegan hasta
este Palinuro de México [novela de la que está
circulando ahora una edición de Dianal. Acaso
haya arrojado el libro -agobiada por la gozosa
enciclo~a ambulante que en sus respectivos
campos son Palínuro y el primo Walter- y se ha-
ya decidido por una buena película o una cami-'
una imagensobre la belleza de Estefanía, y Móninata. Fatalmente, sus pasos la hubieran llevado a
~a Mansour quiere compartir cada uno de estos
hallazgos con los lectores. En segundo lugar, con
alguno de los lugares de la novela, a la plaza- de
este procedimiento Mónica -quizás sin darse '
Santo Domingo, donde Palinuro y Estefanía hicieron el amor, "compulsivamente, deliberadacuenta- se convierte en otro de los personajes
mente, espontáneamente, pero sobre todo
del libro, otra voz en contrapunto que va dando
diariamente". QuiZás entonces haya llegado a la
respuesta a la búsqueda de los personajes que 6conclusión de que "el amor recupera la inoc:encia
nalmente son el personaje, el cu~rpo-ciudaddel lenguaje y cambia los significados inSignifimtmdo-lenguaje que en sus con"'usiones encantes o ya gastados por el uso cotidiano". Y encuentra Mónica Mansour.
Como pintor, como médico y como amante,
tonces acaso haya surgido en ella la segunda lectura y la urgencia de llevar a otros lectoleS por los
Palinuro está empeñado en la obseJlVación milicaminos de Fernando del Paso. El resultado es ~
métrica de la realidad. Como antes lb vio Claude
ta bitácora de la novela no sé si más importante,
Bernard y allí lo aprendió Emile 2ola, nada
pero sí la más ambiciosa, escrita en lengua espapuede quedar fuera, nada debe escapar a la
ñola durante los últimos diez años.
implacabilidad del microscopio. Fiel a ese principio, con agilidad e inteligencia, Mónica Mansour
Todas las conjeturas anteriores que. me hago
desbroza los principales caminos por donde ese
sobre la composición del libro de Mónica Mansour tratan de ser en realidad preguntas para que
conocimiento se dirige y como para comprobar
que todos- esos caminas finalmente vuelven al.,
ella se extienda sobre un libro al. que evidente>mente ama y conoce más profundamente que nocuerpo. de la noVela, una ..mma cita le sirve a vesotros. Vuelvo a mi serie de preguntas que son,
ces para ilustrar varios de los ~undoS de Palinuro: el lenguaje, el amor, la medicina, el movírepito, preguntas para Mónica. ¿Cómo acercarse
a Palinuro•.• ? ¿Cómo darle al lector aire y no semiento de 1968. En un libro tan ágil y tan bien
pultar la obra bajo un cúmulo de erudición y lenllevado como Los mundos de Palinuro, nos huguaje especializado, cuando la novela ya es en sí
biera gustado que los títulos ~ los capítulos no
un tratado sobre el lenguaje y sus inagotables pofueran tan esquemáticos, y que la autora hubiera
sibilidades? Mónica Mansour podría haber escricontinuado el juego de Palinuro y en lugar de
to -imitando al primo Walter- una tesis docto"Tiempo Y espacio", "Medicina", "Sujeto",
ral que se titulara "Los oDmolOS dialectales en
"1968", hubiera elegido algunas de las múltiples
y sugerentes &ases del propio Del Paso. Sin·em.
los gramemas polimórficos en el capítulo XXIV
de PaIinmo de Máko. Uga aproximación
bargo creo que la causa es proporcionar al lector
lo más objetivamente posible algunas de las ~
estructural". HóbJera recibido muchos aplausos
y palmas académicas, pero nadie.!lesentiría invidel laberinto.
_J
tado a leer su trabajo y mucho meilos el sujeto del
"Estefania no puede nombrar lb vivido
que hablara.
mientras que Palinuro no p~ vivir lo.nombraPorque susobjetivos son menos pretenciosos, el
do". Aquí eDCUentra Mónica quizá el motor prinlibro de Mónica Mansour es más útil, más genecipal de la novela. Esta carencia de los dos penorativo y más cómplice de Palinuro de Méúco.
najés centralés y su compensación en el-etro, permite el nacimiento de la ma~ ~Jos.objetos.Se
Empeñados como estamos en demostrar nuestra
inteligencia, a V~ olvidamos que- lo. Iedores
rebelen y subviertan 'el onJen estahlecído, la iDrequerimos de pistas fundamentales, de guías pavencióo de la felicidad, la naturalidad de la mara comprender los caminos por los que transita el
gia y del asombro. Quizás al leer las páginas del
novelista.. Tan sólo al bojear el libro nos ~
eco activo que es Los mundos de PaIiouro, Fercuenta de la inmensa cantidad de citas de la nonando del Paso haya sonreído co~ m~a, secrevela que incluye. Tras la lectura descubrimos que
tamente complacido al comprobar que el juego
de pr¡guntas y respuestas en~e Estefania y Palison dos las razones principales de esta proliferación textual: en primer lugar, Palinuro de ~ --:-nuro ~que tanto recuerda la aversión de Vicente
HUfiIobro por la "Señora de las bellas imágeneS
es una novela imposible de leer sin tener a la mano un subrayador que nos ayude a recordar una
vacías"- ha continuado en Mónica Mansour,
metáfora vampiro que en ~ palabras describa
que pone este libro al servicio de los que quieran
lo que hemos aprendido en múltiples tratados,
entran en el juego desafiante y humorístico, dolo-¡
uno de los miles de chistes que contiene la novel-' ~oso y alegre~ llamado Palinuro de México. ..
.
.~
.
..
·51 "
José Antonio Burciaga:
Chicano poeta y dibujante
José Antonio Burciaga (El
Paso, Texas, 1940) es un poeta
chicana que también incursiona en las artes plásticas y realiza un traba;o multidiscipli{Af-==~-nano. Estudió artes gráficas en
la universidad de Texas en El
Paso, en el Instituto de arte de
San Francisco y en la Corearan
School oJ Art en Washington.
Junto con Berenice Zam'ora
publicó Reatlea Serpents.
El Juan from Sanjó
El Juan de Sanjó
me susurra telarañas
en telefonazos
cómo si todaVía
estuviera en SOledad
tejiendo compromisos
entre las rejas de su vida
y con melancólico cuidado
me dice:
¿Sabes que, ese?
Sóy loco de a madre
en el más puro sentido
de la palabra "loco"
del latín, "loco citato"
el lugar citado.
Yo sé mi lugar, ese!
Soy loco?
Conozco mi colocación
mi estación
es aquí!
¿Entiendes méndez?
El Juan me toriquea
sus pensamientos
entre tronadas
y consultas
con Kierkegaard:
Mi mente me explota, ese!
Sobre ia pertinencia
del grafitti en los muros
me dice:
Los lavan o los pintan
Esa es la cruz del problema,
ese!
La gente no lee!
52
Footnote a Juaf!. Felipe
Saludos
a los camaradas
que siguen
el destino
del movimiento
" por la calle 24
en la misión
de San Pancho
donde el aroma
es mezcla
"de gente y cultura
con ruidosa melodía
a medio día,
tamboreando
las luces de la noche,
reflejos de semáforos
que dicen "go"
y dicen "stop"
y entre sí "
dicen "caution"
como cáshon
como cuidado
como águila
como decir "trucha"
como decir ••aguas"
como decir "naguas"
como decir "al alva"
como decir "cuídate"
como cUidarte
like to take care
to expell, expeler
lo watch, watchar
lo poner ojo
en la selva
como tener ojos
detrás de tu cabeza.
DeEmy
Mi comadre
me llamó
primeramenté
pá saludarme
y decirme
que Ricardo
se le había enfermado
de vómito y calentura
según Alicia
era un virus
y que gracias
a Dios
que no fue ~ viaje
que'l.income tax
le llegó
y los dreams
que
se quiere ~comprar
.
son una typewriter
pá escribir
sus poe.r:nas y cuentos
y pagarle a su comadre
que no sabe cuanto le debe
y que esta mañana
viendo por la ventana,
pensó:
Qué bonito haber sido árbolI"
y le digo, Comadre,
escriba ese poema.
Mi comadre me contesta,
Sí... ya veremos.
~·Con
la
Frente
en Alto?
Arturo Cano
Sueños tartamudos
Yo-yo-yo-yo qui-qui-siera se-se-ser
de-de-de ot-ot-otro pa-pa-país
U-li-libre de-de-de ra-ra-ra-di-di-aci6-cion
pa-pa-pa po-po-po der ca-ca-cantar
co-co-como un-nun pa-pa-paja-jaro
fue-fuera dt:-de u-una ja-ja-jaula
pa-pa-pa co-co-mu-mulgar co-con la-la tie-tierra
y la-la-la llu-llu-via en lu-Iugar del do-do-dolor.
Yo-yo-yo-yo esto-to-toy- ca-ca-cansado de de co-contestar
lla-lla-ma-madas y ha-ha-blar co-co-con la-la nie-nieve'
que-que cai
.
Qui-qui-quisiera te-te-tener se-se-seis
y esta-ta-ta-tar ba-bajo la-Ia-Iu-luna.
Qui-qui-quisiera te-te-tener ci-ci-cinco
y co-co-correr y correr y correr
en-en lu-Iugar de de llo-llo-llorar y llorar y llorar po-por
de-dentro
Qui-qui-quisiera te-te-tener cua-cua-cuatro
y re-re-reír po-po-por de-dentro
•
Qui-qui-quisiera
te-te-tener té-te-tres
y se-se-ser de-de-deveras se-ser li-U-libre.
Qui-qui-quisiera te-te-tener do-do-dos
y esta-ta-tar co-co-con mi-mi ma-ma-ma-má.
Qui-qui-quisiera te-te-tener u-uno-no-no
y ade-entro de-de-del vie-vientre.
De-de cre-cre-crecer le-Ie-Ie-Iejos
a-a-a ot-otro tie-tie-tiempo'
y so-so-soñar ma-mas ayá.
H
ace unas semanas Paco o cuatro funciones te saca)¡ de la juIgnacio Taibo 11 escribió, gada.
~
en relación con el progra"Nunca ha habido una Solución de
ma para desempleados fondo porque todos lós líderes hanCon la frente en alto: "Sería lamen- caído en ese garlito, y parque, pritable que la experiencia muriera mero que nada. son cantantes y sienaquí en lugar de mantenerse e inclu- ten que se les va la vida y no cantan.
so extenderse a otras ciudades del Es una frustración y una desesperación muy grande ver que se le acapais".
ban
las facultades a uno y no tuvo
En una de ellas, Guadalajara. dos
. decenas de cantantes de ópera po- posibilidad de cantar en ningún ladrían ser 'pioneros - mandil rosa me- do. Entonces se toman las funciones
xicano y respuesta afirmativa de la ofrecidas y un primer papel, de paso
SEP de por medio- de la venta de se llevan unos centavitos a la casa, y
paquetes de libros a bajo precio. se acabó el movimiento". .
Lo que se~requie're. de acuerdo
Ocho decenas más se sumarian al
programa si la SEP cambia de opi- con el líder, es un marco de protecnión y decide incorporar a los ci6n para los cantantes, un contrato
miembros de la Unión Nacional de colectivo donde se les reconozca al
Cantantes de Opera (UNCO) a las gremio y se le brinde seguridad sobrigadas de antiguos chicleros, lim- cial.1nsiste también en que no se engañe a los jóVenes que actualmente
piaparabrisas y lanzallamas.
Enrique Gómez Galán, secretario se preparan, que se les diga que no
general de la UNCO. afirma que hi- van a tener trabajo de una buena
cieron esa solicitud a las autoridades vez, que no estudien los ocho o diez
educativas "debido al éxito que ve- años requeridos. Porque. adem~,·
mos que ha tenido la campaña para "no se justifica un gasto tan ~emen­
resolver cierta probleII\ática y para do del Estado con los escasos recursos
hacer un nuevo llamado a la con- de un pueblo cada vez más pobre,
ciencia del Secretario sobre la an- para que a la postre no sirva de
cestral problemática del gremio de nada",
Gómez Galán es reiteratiw. Se recantantes".
-'
La entrevista se realiza en la casa quiere una solución de fondo pordel líder -entre óperas, ladridos del que, "¿c;uántas funciones puede canperro de la familia y café servido por tar una persona por muy valiosa o
la esposa de Gómei Galán. también por muy Caroso que llegara a ser?
cantante- y transcÚlre por una his- No hay trabajo y tres o cuatro funtoria que va más allá de la memoria ciones al año no resuelven nada".
Por lo pronto, no es deseable la indel entrevistado pero que tiene sus
últimos hilos del 82 para acá. "~~ corporación de los cantantes de ópeofrecieron la opci~i~rn~ ra al programa Con la frente en alto.
en cooperativa, pero la rechaztil}ps Serian una competencia desleal. Con
porque ya conocemos esa historia: . sus voces y sus largos años de estudio
Te dicen: anda, yo te doy los trapos, de seguro tendrían argumentos más
la escenografía y hasta orquesta para contundentes que el de "llévelos, son
que te entusiasmes, y d~.de tres - buenos para la salud".
1j
Ay! ¿S~to· ahorita? No sabe lo que dice es. ta muchach_ e.\ta gen•
te de la nueva reforma DO
lo conoce, la vino a conselltit: el mundo con tanta cosa nueva qué esperanzas tuviéramos de niños, aquí en
~.~
.
.
estos ranchos. AgUa y carretera, lúz
y televisión, y luego su norte, el norte que nós tie~ a todos encandilados. Pláticas de hombre mayor, no
me hagan caso, desde que faltaron
mis grandes me la nevo.trlsteando..
. ~Vieras que vendí todos mis animales, hice una tratada y ahora vivo
del banco. Siempre no aguanté la
tentación y me hice de una vaquita
que ti tengo encargada con este Nacho, el de Petra. Vieras cómo han
crecido sus chamaoos, la muchacha
ya se casó y allá anda en el norte.
Apenas ahorita vengo de allá,.ya anda' por parir el animal, a ver qué ro58 trae. Pero como ya no tengo la esdavitud del ganadero, aí me verás,
,
~eando con las gallinas y los chivos
=
para acortar la soledad, o oomo en
este rato, desPlumando ·codornices
pa cocerlas en un buen caldo. .
"Si, los tiempos están dificiles y
más con este gobierno al que no se le
mira corriente, cuaittimás bandido,
cuantimás carestía. Pero no, esta
gente nueva no sabe de sufrimientos,
ni qúé comparar oon la esClavitud de
los hijos de 'hacienda, la miseria de
ande los ~ por aquí venimos. .
monte. Al que llegaba tarde ya no lo
"Mi papá, pobrecito, siempre vio
nlcibía, le decia: -Vete, mañana
amarras una puerca flaca a los pies
por nosotros, nunca no nos abandode tu cama y a los tuyos-o Con otra
nó, pero si mis hermanos y yo estamos 'Viejos, con tan~ años de vida . tardanza que se repitiera, el capataz
agarraba al dormido, lo juntaba con
prestados, fue por el poder' de Dios.
Sufrimos dos revoluciones, qué crees
otros que debieran delito y los llevatú. A mí de pláticas me llega la. priba acá pa lá haCienda de Carralillos
mera, porque yo ~y del 21. De ti~­
o a la de Colonia, que era la de' mapo en tiempo pasaban aquellas eaba.yor prestigio, de aquel lado del cerro
Dadas y se llevaban la gente. El gogrande, del Rincón de ChiIa más
bierno pasaba, lós carraoqistas pasapa'llá, por el rumbo de Zapotlán del
ban, todos pasaban y cargaban con
Rey. Los llevaban marcados, recioalguna gente, en veces que quedan
nacidos como de delito, y allá halla. se llevaban al nativo. Mi Papá los vio
ban la cuerda pa las Islas Marías. A
llegar un día, allá en Salto de Cayoun hermano del difunto José Bedoy
tes, la hacienda donde nacimos: allá
de acá de Corralillosie tocó ese sufri'pa donde se miran aquellos gigantes,
miento, pero él volvió por un sorteo
contra el cielo de Carralillos ms que le dio la liberación, con esa sueratrás, allá estaba la hacienda de Cate corrió.
yotes, del patrón Abrahám Gutié"Pero después vino lo más duro: el
rrez, con nosotros, los esclaviZados
patrón Abrahám Gutiérrez vendió la
propiedad a los hijos de hacienda,
hijos de hacienda, sometidos a los
del miedo a los agraristas que tema,
doce centavos y los cuatro litFos de
maíz, y al-.cuerno de toro tocando, pero en esas andanzas andaba cuanpal inicio de la jornada a las cuatro do. cayó la revolución cristera. Ende la mañana. De tan pobre que era
tonces sí que se vino lo duro pal
mi padre lo dejó libre aquel capitán
pObre de esta tierra. Yo no platico
earraneist:a. que lo -quizo tomar de
mucho porque ahora la juventud se
guia; lo encontró ah{ .en el desmonte,
burla, pero un tia mio, Pablo López,
con su 'calzón de man~a cortítC? y la
nativo del Salto de Coyotes. fue caespalda descubierta. Mi papá' sab~a
pitán en esa guerra, hombre reconoque si lo llevaban ya no 'wlvía, así . cido por quien muchos se' afanan de
que le eoseñó.al capitán su espalda y
tener su fotografia, que ruidie halla,
su familia. Mi papá mostró su espalpero que una tia mía guarda aquí en
da al capitán, le habló al hombre de
La Laja; se le ve montado como cosu pob.reza y de su larga familia, parresponde en buen caballo, porque el
ra pedir que no se 10 llevara 'al fin,
hombre era gran charro, como pocos
que lo dejara en el Salto de Coyotes ' palla montura y el lazo. tanto que
seguir sUS días. Ahí lo dejó el capipara entrar o salir de su casa de un
tin, nomMS de ver su p'obreza.
salto brincaba la tranca..
"Pasó la revolución Pero siguió la
"El fuecapitán de crhtera, y por él
hacienda, el patrón vendió cuando
sufrimos la persecusión del gobierno
vio venir al agrarista pero ~avía que recaló con su familia. Mi papá se .
escondió can nosotros en la barranpasó tiempo. Así que viví todavía los
ca, cerea del Rincón de Chita, cómo
·tiempos de esclavitud: a las cuatro
'sería que barranca, del infierno le
~a el cuerno y aluego esperaba el
decían. Ahí vivimos perdidos en
capataz pa jalar con todos al desM
~
,
ahí se meci~ y por ellos se namaba
aquí los Cuajes, en ellos terminó el
difunto Porfirio, colgado por los del
~rro que ~o tuvieron por gobierOO.
"Así que aquí estábamos pa cuando acabaron los alzamientos por la
religión coDtra el gobierno. Años pasaron, pero por aquí no se apaciguaron loo del cerro. También aquí andaba mi tío PabloLópez, ya de pacífico..A él lo buscaban mucho los del
cerro, querían que les entregara
unas armas, que a su razón de ellos
mi tío teDÍa guardadas, y que se remontara con ellos. Yo tendría dieciseis años cuando llegó a verlo Nicastro Placencia, un cabecilla de los
del cerro. Sería un miércoles, un
jueves, ya el sol metido cuando llegó
. mi tío: -Acompáñame, Apolonio. me dijo. -No, tío, qué voy a hacer
yo allí- le dije, pero no hizo aprecio
y allá fui oon él. Iba a encontrarse
con los del cerro tocante a sus requerimientos ahí por donde está un
camicbin cercas del depósito de
agua, de la presa así pa'arriba. Muchos hombres se juntaron alrededor
del ~ichín, ái vi yo como los que
hacían de cabecillas se acercaban a
mi tío y lo saludaban con mucho respeto y gusto. Serían como cien hombres los que allí se iuntaron. -Yo
&:rgio ~astretta
creo que ya somos todos, verdad Nicas!XO -dijo mi tia. -Pues as{ lo
creo -dijo el otro. -Quiero que tus
unas casitas de zacate que arregló mi
hombres se retiren un poco y que tú
papá. Cuando cala el gobierno en
y yo aquí platiquemos -dice mi tío.
Salto de Coyotes, las amistades le
Así la hicieron, los hombres se retiramandaban avisar a mi papá, quien
ron un tanto y los dos hombres se
nada se tardaba en llevarnós a unas ,. agarraron platicando, nomás yo
cuevas a esConder. Muy fuerte estaba ' quedé cercas de mi tío.
mi papacito en esos días, pues una
U-Hombre, Nicastro -volvió a
vez luegodecruzarun lienzo,como a
decir mi tío luego de que los dos se
los treinta metros. oye que caen las _ hicieron saber el gusto de encontrarpiedras y el pensó que era el gobierse ahí platicando-, tocante primero
no, ¿no ag~ con mi hermano y
a lo de las armas, quiero decirte que
conmigo, que ya pasábamos de los
de ellas nada hay, ya no las encontré
en el lugar en que las tenía escondisiete años, y nos llevó corriendo hasta la cueva? Era el miedo al gobierdas. Tocante a la invitación de a que
DO.
me reúna a lucha de ustedes, quiero
UMi tío andaba alzado, pero mi
decirte que yo tendría mucho gusto
papá 5iguió pacífico. Por eso cuando . en volver a la revolución pero primeapareció el bando de reconcentraro quiero que me digas qué es lo que
ció~ de toda la gente al otro lado del
pelan ustedes allá en el cerro. He visrío, de Puenta Grande paUá, allá
to que al gente de los ranchos ya no
nos fuimos. Muchos ni las gallinas
bien los mira, ustedes en su sufri-.
llevaron, pues el que quedaba era
miento vienen acabando con lo poco
católico muerto; por estas rancherias
que la gente tiene.
UAllí se quedó callado aquel homquedaron casas y mazorcas dispuestos a la entrada del gobierno que
bre, no le supo dar ni un dato de la
perseguía a los del cerro, como por
causa. de su lucha. Fueron hombres
aquí se les conoció a los alzados crisbravos los del·cerro, como lo fue mi
teros contra el gobierno. Mucho sutío. Ellos no quisieron la amnistía y
frimiento, de nuevo lo digo. Dos remuchos años siguieron en el cerro,
concentraciones hubo, y la primera
pero de qué iban a vivir sino de lo
duró más de un año, ~ro de regreso
que la gente tenía. -Apacígüense
en los ranchQs no había asentadero
muchachos -les dijo mi tio-, que
pal pacífico: pasaba el gob(erno y
se va a venir encima la federación. Y
váJVonos, bajaban los del cerro y vá-, así fue, a J?OOO ~ron cayendo baleamonos~ a la luz del dí'a unos, a la
dos por el' gobierno.
"Mi tia, capitán de crlstera, homsombrá de la noche los otros, esa era
la vida del pacifico.
bre valiente de cierto, no se quedó en
"La revolución acabó en lo que
su tierra sosiego. Agarró con su Eamiacabó, pero muchos de los amnislia para Tototlán y él agarró pal nortia~ siguieron en el cerro, y mute, dOl\de acabó su Vida: se despencó
chos años más ahí estuvieron. Mi pade un camión .~gado de piedra allá
pá ya nos había traido a La Paz, que
en California, contra el pavimento
no era La Paz entonces, se le conocía
se quebro la maceta. No murió en las
por Los Guajes, unos árboles que es- - sierras peleando contra el gobierno,
taban ande ora está el bordo rumbo
mejor fue a acabar en el otro lado su
del arroyo grande, ái por esa calle 'vida de cristero. Al norte, a donde tidel teléfono. caso de Salvador Murra deslumbrada la gente de la nueva
.guía. Los tumbaron, pero más antes
Reforma".
'Fue Capitán
deCristera

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