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A Alianza Latinoamericana para la Familia
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APRENDIENDO
A QUERER
El trasfondo del libro 7 del programa Aprendiendo a
Querer es el paso de la niñez a la adolescencia. Las
experiencias de muchachos y muchachas empiezan a
ser en este momento diferentes y eso les representa
Vamos hacia
la madurez
retos y desafíos muy hermosos... pero también, por qué
no, atemorizantes. El libro los acompaña desde
adentro a través de la historia de Carlos y Alicia
quienes ven venir poco a poco estas realidades y las
enfrentan de la mejor manera que pueden. Se repasan
los valores básicos de la convivencia y se ubica a la
persona en sus diferentes contextos: familia, barrio,
nación. Además analizamos el trasfondo afectivo
inmerso en todos los cambios que están
actitudes positivas de tolerancia, intimidad, confianza
con sus padres, paciencia y respeto a sus propios
ritmos. Vamos hacia la madurez es un libro perfecto
para darle herramientas a chicos y chicas en ese paso
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tan importante de convertirse en adolescentes.
Vamos hacia la madurez
experimentando o van a experimentar, destacando
es un programa completo
para educación en valores,
educación en democracia, desarrollo de la
personalidad y una sana educación sexual.
APRENDIENDO
A QUERER
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APRENDIENDO
A QUERER
ALAFA
ediciones
ISBN 9972-858-01-4
Distribuido por:
ALAFA Ediciones
Email: [email protected]
www.alafa.org
Libro 7
9 789972 858017
7
Índice
Autores:
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June Saunders (USA)
Licenciada y profesora de Ates del Lenguaje
Especialista en estudios de matrimonio y familia y la
ética de las relaciones interpersonales.
Co-autora de Cultivando el Corazón y el Carácter:
Educando para las metas más importantes de la vida
Unidad 1: Construyendo mi libertad
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Christine de Marcellus de Vollmer (Venezuela – USA)
Presidente de la Alianza Latinoamericana para la
Familia (ALAFA)
Miembro del Pontificio Consejo para la Familia
Miembro del Consejo Académico de la Cátedra de
Educación en Valores
Universidad de Carabobo (Venezuela)
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Juliette de Marcellus (USA)
Escritora profesional y periodista, crítico premiado
de música, creadora de dos narrativas sinfónicas para
niños y autora de Rose and Henri, for Richer for Poorer
Editora de El Atlas del Hombre
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Carlos Eduardo Beltramo Álvarez (Argentina)
Licenciado en Filosofía por la UPAEP y miembro del
Centro de Bioética UPAEP (México)
Profesor invitado del Instituto de la Familia de la
Universidad de La Sabana (Colombia), del Instituto
para el Matrimonio y la Familia de la Universidad San
Pablo (Perú) y de la Universidad de la Gran Colombia
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© Derechos reservados
Alianza Latinoamericana para la Familia (ALAFA)
Dirección de la Localidad...
E-mail: [email protected]
www.alafa.org
Primera Edición
ISBN: xxxxxxxxxxxxxxxx (Según la localidad)
Hecho el depósito legal... (Según la localidad)
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Paul Yanque
Christine de Marcellus de Vollmer
Carlos Eduardo Beltramo Álvarez
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(N)Comunicaciones S.A.C.
(N)Comunicaciones S.A.C.
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Diseño y diagramación:
Diseño de la Carátula:
Diseño e ilustración de
personajes:
Edición responsable:
Capítulo 1
“¡No Quiero Crecer!” Libertad y Respons–habilidad............................. 8
Capítulo 2
¡Cuidado! Un poco de independencia para Alicia ............................... 16
Capítulo 3
“Poderoso es quien se conquista a sí mismo” ......................................... 22
Capítulo 4
“¡Discurso! “¡Discurso! Carlos enfrenta un temor” ............................... 29
Capítulo 5
Altibajos............................................................................................. 35
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Con la colaboración de:
Prohibida la reproducción parcial de este libro por cualquier medio sin permiso escrito de la editorial
Unidad 2: Mi personalidad
Capítulo 6
“Espejos y máscaras: asuntos de identidad” .......................................... 41
Capítulo 7
Los amigos y la familia ........................................................................ 48
Capítulo 8
Popularidad y personalidad ................................................................ 55
Capítulo 9
El grupito .......................................................................................... 61
Capítulo 10
Lo que mueve al mundo. Magnanimidad y el altruismo ....................... 68
Capítulo 11
Palabra de honor ................................................................................ 74
Unidad 3: Mi familia y mi futuro
Capítulo 12
Inconvenientes de familia ................................................................... 80
Capítulo 13
¿Quién manda aquí? ........................................................................... 87
Índice
Índice
Unidad 6: Mi salud
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Unidad 5: Cambios en mi vida
Capítulo 31
¡Cuidado! ¡Peligro! ........................................................................... 203
Capítulo 32
La “Rubia” ....................................................................................... 210
Capítulo 33
“Placeres” solitarios ........................................................................... 216
Capítulo 34
Rebelde con causa ............................................................................ 221
Capítulo 35
Mens Sana in Corpore Sano ............................................................. 228
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Capítulo 15
¿Romeo y Julieta? .............................................................................. 101
Capítulo 16
“Gráficas y salsa picante” .................................................................. 107
Capítulo 17
De esposos y sonetos ......................................................................... 114
Capítulo 18
El poder de uno ............................................................................... 121
Capítulo 19
La promesa de papá ......................................................................... 128
Capítulo 20
La familia ......................................................................................... 135
Capítulo 21
Una amiga leal ................................................................................. 143
Capítulo 22
Sueños y planes: Una mirada al futuro .............................................. 149
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Capítulo 23
Enfrentando cambios ....................................................................... 154
Capítulo 24
Un espacio para mí ........................................................................... 161
Capítulo 25
Invasión de privacidad...................................................................... 168
Capítulo 26
El Diario secreto............................................................................... 174
Capítulo 27
Piedras en el camino ......................................................................... 178
Capítulo 28
¡¡Ahora!!........................................................................................... 184
Capítulo 29
Conociendo tus límites... .................................................................. 190
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Unidad 4: Parejas
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Capítulo 30
Comunicación ................................................................................. 196
Capítulo 14
La “brecha generacional” ................................................................... 94
Fichas ...................................................................................................... 235
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Unidades
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Títulos de la serie Aprendiendo a Querer©
Empiezo a conocerme
Libro 2
Estoy creciendo feliz
Libro 3
Somos un gran equipo
Libro 4
Qué bueno es compartir
Libro 5
Diferentes y complementarios
Libro 6
¡Amigos!
Libro 7
Vamos hacia la madurez
Libro 8
Construyendo mi personalidad
Libro 9
Construyendo mi futuro
Libro 10
Hechos para amar
Libro 11
Mi futuro es importante hoy
Libro 12
Frente a las grandes decisiones
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Libro 1
Unidad 1: Construyendo mi independencia
Unidad 2: Mi personalidad
Unidad 3: Mi familia y mi futuro
Unidad 4: Las relaciones
Unidad 5: Cambios en mi vida: Pubertad
Unidad 6: Mi salud
Unidad 1: Construyendo mi independencia
Capítulo 1
CAPÍTULO 1
la un poco. Recuerda que la profesora Méndez dijo que el teatro tiene su magia.
¿No la sentiste?
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“¡No Quiero Crecer!”
Libertad y Responsabilidad
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–No. Lo descubrí todo –dijo Carlos encogiendo los hombros–. Como que comienzo a descubrir muchas cosas –suspiró profundamente–, no es como cuando
éramos niños. En ese entonces creía en todo. Por eso estoy de acuerdo con Peter.
–¿En qué? –le pregunté.
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Mi tía, mi mamá, mi primo Carlos y yo fuimos al centro de la ciudad a ver la obra
de teatro Peter Pan. Claro, y a mi, la Alicia de siempre, me encantó.
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–No quiero crecer. No quisiera ser nunca un adulto.
Pero a Carlos no le gustó. Él no
estuvo contento.
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–¿Qué dijiste, Carlitos? –le preguntó, tratando de
controlar su voz.
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–¿Qué es lo que no te gustó de
la obra? –le pregunté.
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–Bueno, era obvio que Peter
Pan era una chica.
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–Los hombres pesan demasiado como para volar con esas correas que usan –le dije.
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BOLETERIA
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PETER PAN
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Mi tía oyó desde lejos el último comentario de Carlos. Se quedó de una pieza.
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–Cada vez que volaba parecía que le dolía.
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–Seguro que sí –le dije–
esas correas deben presionar
mucho el estómago.
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–Y esa luz, que supuestamente era Campanita, por favor, ¿no te diste cuenta que no
era más que una linterna?
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–Mm –dije–, pero hay que
dejar que la imaginación vue-
Carlos repitió lo que dijo y mi tía se puso pálida.
–¿Por qué? –le dijo, alzando su voz.
–Olvídalo, mamá –dijo Carlos–, fue una broma.
Yo sabía que Carlos no estaba bromeando.
Pero ¿te diste cuenta
cuántos teléfonos
celulares sonaron
durante la obra? Y
todos salieron
corriendo para
contestarlos.
–Pero ¿por qué? –insistió mi tía.
A mi mamá le gustó algo que vio en una vitrina. Mi tía miró a Carlos con preocupación y luego volteó a ver lo que le había gustado a mi mamá.
–¿Por qué no quieres llegar a ser grande? –le pregunté a Carlos en voz baja.
–Porque... mira a los mayores. Andan siempre preocupados, trabajando y cansados. Yo la quiero pasar bien.
–Los mayores la pasan bien –le dije–. Mira cuánta gente mayor había en el
teatro.
–Sí, claro –dijo Carlos–. Pero ¿te diste cuenta cuántos teléfonos celulares sonaron durante la obra? Y todos salieron corriendo para contestarlos.
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Unidad 1
–Una amiga mía, de otro colegio –lo dije rápido mientras Carlos me mataba con la
mirada–, me dijo que, igual que Peter Pan, ella tampoco quiere llegar a ser mayor.
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–Los adultos tienen muchas cosas que hacer –le dije–, porque trabajan mucho.
–Bueno –dijo la profesora Méndez–, ¿por qué crees que te dijo eso?
–Creo que el trabajo es algo que a ellos les gusta –le dije.
Pasé saliva.
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–No lo sé. Pregúntaselo a tus padres.
Carlos interrumpió (lo cual creo que lo delató):
Carlos encogió los hombros y dijo:
–¡Tienen demasiadas responsabilidades! ¡Se la pasan hablando de eso! No tienen
tiempo para jugar. Y cuando se sientan a ver televisión un rato en la noche, se
quedan dormidos.
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–Tengo una idea –le dije–. Hablemos de esto mañana en la clase de la Profesora
Méndez. Ella dijo que nos iba a aumentar puntos si íbamos a ver esta obra de teatro.
Veamos si hay más alumnos que no quieren ser mayores.
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Carlos aceptó siempre y cuando sea yo la que diga que no quiere llegar a ser
mayor. Pero luego acordamos que yo diría que una amiga mía lo había dicho.
–No se te vaya a ocurrir mirarme cuando lo digas –me indicó.
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–Está bien –le dije, y luego suspiré. A veces los chicos son demasiado sensibles.
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Al día siguiente, la profesora Méndez preguntó en la clase cuántos de nosotros
habíamos ido a ver la obra y qué nos había parecido.
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Carlos comentó que la persona que hacía de Peter era una mujer y que parecía
que le dolía cada vez que la levantaban para que volara. Álvaro agregó que se podía
ver las cuerdas que la sostenían. Todos se rieron.
–Sí ¿Alicia? –dijo la profesora Méndez.
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–Es que…dice que los adultos andan siempre estresados y cansados debido a
tanto trabajo y que es mejor ser niño para poder jugar.
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–Entonces ¿por qué siempre se quejan de él?
–Viste a mi mamá. Todo le afecta. Además, desde que consiguió trabajo ya casi no le queda tiempo para hablar con nadie. Y mi papá, a veces
parece un sargento: “¡Ahora que su madre está trabajando, ustedes muchachos deberían ayudar más!”.
Levanté mi mano.
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–Por eso es que no quiero ser adulto. Yo sólo quiero jugar.
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Una amiga
mía, me dijo
que, igual
que Peter
Pan, ella
tampoco
quiere llegar
a ser mayor.
Capítulo 1
La profesora preguntó:
–¿Es así como es en casa de muchos de ustedes?
Todos los niños empezaron a hablar en coro. Parecía que el salón se había llenado de Peter Pans.
–Aunque –dijo la profesora Méndez–, ¡yo veo que ustedes se ponen contentos
cada vez que crecen un centímetro más! Parece que sí quisieran ser mayores.
–Yo quiero maquillarme los ojos –dijo Silvia, y todas las
chicas se rieron.
–Tienen razón: los mayores tienen muchas responsabilidades. Pero ¿qué entienden ustedes por responsabilidad? –
dijo la profesora Méndez.
–Es lo que uno tiene que hacer... –dijo Carlos–, aunque
no quiera hacerlo.
–Estar al día en los pagos y llevar a los chicos al médico –
dijo Ángela.
¡yo veo que
ustedes se
ponen
contentos cada
vez que crecen
un centímetro
más! Parece
que sí quisieran
ser mayores.
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Unidad 1
Capítulo 1
–Ponerle gasolina al auto.
–No es así –dijo Carlos–. Son todo lo contrario.
–Al comienzo tal vez parezca así. Pero miremos las cosas de la siguiente manera
por un momento: supongamos que teniendo la libertad de comer lo que tú quieras,
escoges comer helados, caramelos, palomitas de maíz y nada más.
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La lista continuó. La profesora Méndez se acercó a la pizarra y con letras grandes
escribió: “Respons–habilidad”.
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–Así no se escribe –dijo Álvaro, el genio.
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–Sí, ya lo sé –dijo la profesora Méndez–. Sólo es para mostrarles algo. Todo lo que
ustedes han mencionado tiene que ver con la responsabilidad. Pero todo eso se puede
volver tedioso a no ser que de vez en cuando lo vean como está escrito en la pizarra: como
la habilidad de responder, sobre todo ante las necesidades de los demás.
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–Responder ante las necesidades de los demás hace
que esto tenga su magia y se vuelva placentero –dijo la
profesora Méndez–. Tal vez sus padres tienen tantas cosas
qué hacer que no disfrutan de la magia. Tal vez necesiten un poco de ayuda…o a alguien
que responda ante sus necesidades de ellos. Alguien que tenga también la habilidad de responder, colaborando con ellos. ¿Cuántos de ustedes ayudan en sus casas?
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Algunos niños respondieron que sí, moviendo la
cabeza.
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–Piénsenlo. Cuando sus padres hacen todo lo que
hacen ¿acaso no es porque están tratando de responder
a las necesidades de ustedes y las de su familia?
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Responder ante las
necesidades de los
demás hace que
esto tenga su magia
y se vuelva
placentero.
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Cuando todos parecíamos perdidos, nos dijo:
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La mayoría no ayudaba. Eso me sorprendió, porque yo siempre ayudé en mi
casa.
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–Si ustedes ayudaran más en sus casas sus padres podrían tener más tiempo libre
y lo podrían pasar con ustedes, relajándose un poco... y disfrutando.
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–Yo no quiero ayudar en mi casa –dijo Carlos–. Yo sólo quiero ser libre.
–Bueno –dijo la profesora Méndez–, a la larga, uno no puede ser libre sin asumir responsabilidades. Es como que la libertad y las responsabilidades van muy de
la mano.
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–¡Claro que sí! –dijo Álvaro. Y todos los niños comenzaron a hablar de la comida
chatarra que les encantaría comer.
La profesora Méndez se rió.
–Pueden hacerlo. Pero si lo hacen, van a perder algo de libertad. Les va a salir
caries y tendrán que ir al dentista. Sé que no les va a gustar estar sentados en la silla
del dentista por horas y que preferirán estar haciendo otras cosas. Además, se van a
enfermar y van a subir de peso. Y no van a tener mucha libertad de movimiento. Para
13
Unidad 1
ser verdaderamente libres, tendrán que asumir responsabilidades.
–¡Pero, gracias! –nos dijo–¡Alicia, Carlitos.... muchísimas gracias!
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–Mamá –dijo Carlos–, ya que no tienes que lavar los platos, ¿podemos jugar un
poco?
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La campana sonó. La profesora Méndez se acercó a Carlos de una manera “casual” y le hizo algunas preguntas sobre
fútbol mientras esperaba que todos salieran del salón excepto
Carlos y yo.
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–¡Siempre y cuando no tenga que hacer mucho esfuerzo! –respondió Tía Susana.
Cuando me fui se estaban riendo porque Carlos le acababa de comer tres fichas
jugando Damas.
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Luego dijo:
Al día siguiente la profesora Méndez le preguntó cómo le había ido.
–Me enteré que tu mamá acaba de conseguir trabajo,
Carlos.
–¡Me fue muy bien! –respondió Carlos–. Nos divertimos mucho.
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¿Por qué no
muestras
respons–
habilidad en tu
casa,
ayudando más
a tu mamá?
Capítulo 1
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–Sí –dijo Carlos, bajando la cabeza.
La profesora movió la cabeza en aceptación.
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–Sí –dijo Carlos. Su cabeza no podía estar más baja–. Mi mamá está siempre
ocupada; tiene muchos quehaceres ahora. Trabaja, luego llega a casa y tiene que
limpiar y cocinar. Anda muy estresada–. Carlos pasó saliva.
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–Estoy segura que tu familia va a tener que hacer un gran esfuerzo para adaptarse a eso.
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–¿Sabes qué Carlos? –le dijo la profesora Méndez –. ¿Por qué no intentas mostrar
un poco más de respons–habilidad en tu casa esta noche, haciendo una cosa más de
lo que normalmente haces? Así ayudas más a tu mamá.
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–Está bien –dijo Carlos sin mucho entusiasmo.
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Me ofrecí a ayudarlo. Cuando llegamos a su casa vimos una pila de platos sucios en la
cocina. Mi tía estaba trabajando y no había tenido tiempo para lavarlos.
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–Bueno –le dije a Carlos–. Yo lavo y tú secas.
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Carlos suspiró:
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–¿No ves?... Yo sabía que la responsabilidad era tediosa.
Pero creo que cambió de parecer al ver la cara de felicidad y alivio que puso su
mamá cuando volvió a casa y vio que ya habíamos lavado los platos.
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–Así pasa cuando hay respons–habilidad, cuando uno responde ante las necesidades de otros. Es allí donde uno comienza a divertirse y a disfrutar... y también a
ver la magia.
–¿Aún quieres ser Peter Pan? –le pregunté a Carlos al salir de la clase.
–Sólo si en realidad pudiese volar –dijo él.
–¿Sabes qué? Yo antes creía que algún día iba a poder volar.
–Sí, yo también –dijo Carlos–. Qué bueno que ya dejé de ser tonto.
–Cuidado...porque creo que estas creciendo.... –le dije, y corrí un poco hacia
adelante porque parecía que me iba a pegar con su cuaderno.
–¿Sabes qué? –me dijo cuando me alcanzó.
–¿Qué?
–¡Me voy a buscar un trabajo!
–¿Qué? ¡Pensé que sólo querías jugar! –le recordé.
–Ya no –me dijo – ¡Ahora quiero ayudar a mis padres!
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Unidad 1
Capítulo 3
CAPÍTULO 3
–¡Quiero ser como Arnold Schwarzenegger! Él sí que es un toro.
“Poderoso es quien se
conquista a sí mismo”
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–Bueno, Carlos, a él le tomó tiempo llegar a ser como es. No fue de la noche a la
mañana. Cuando uno hace más ejercicio del que debe, las fibras musculares se
empiezan a rasgar. Y luego, los líquidos se trasladan a lugares en los que por lo
general no están. Causando hinchazón y dolor.
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–¡Veintidós! ¡Veintitrés! ¡Veinticuatro! ¡No puedo más! –mis brazos se doblaron y
caí boca abajo sobre la colchoneta–. ¡Qué difícil es hacer estas flexiones!
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–Si no hay dolor, no hay progreso –le dije–. Mis brazos ya no temblaban tanto.
–¡Continúa, Ayala! –dijo Álvaro–. ¡Tienes que sacar músculos para poder cargar
esas bolsas!
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–Es cierto. No es fácil llegar a ser musculoso. Hay que dejar que los músculos se
rasguen y luego se restauren como parte del proceso.
Pero es importante no querer lograr todo de golpe.
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–Despacio, despacio, Carlos –le dijo el entrenador–. Despacio, por favor.
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–¡Quiero ser fuerte! –le dije, jadeando.
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–¿Por qué quieres ser tan fuerte? –le preguntó el profesor.
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El profesor se rió.
–¡Pero yo quiero ser fuerte ahora!
–Carlos, eso no puede ocurrir de la noche a la
mañana. El cuerpo no funciona así.
El profesor indicó con el pito que era hora de
sacar las cosas que íbamos a usar para la clase.
Hay un viejo dicho
oriental : “Poderoso
es quien se
conquista a sí
mismo.” Si lo haces,
serás muy fuerte.
Luego me sonrió y dijo:
–Hay un viejo dicho oriental : “Poderoso es quien se conquista a sí mismo.” Si lo
haces, serás muy fuerte.
Seguí al profesor hasta el otro lado del gimnasio.
–¿Cómo se conquista uno a sí mismo? –le pregunté.
–Usando un poco de juicio y controlando tus impulsos. Diciendo “no” a tus
caprichos –fue la respuesta.
–Ya sé que hay que decir no a las drogas y eso –dije.
–Eso es sólo una parte. Hay más. ¿Tu sabes lo más difícil de controlar? ¡La boca!
–respondió inesperadamente el profesor.
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Unidad 1
Por un par de días no le conté a nadie. Cada vez que me imaginaba leyendo mi
composición delante de personas mayores con cara seria sentía algo raro en el estómago. Pero no iba a dejar que el miedo se interpusiera.
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Yo siempre había querido ir a ese parque. Sus juegos siempre fueron los mejores, pero era demasiado caro.
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–Hay que escribir un corto artículo con el título “¿Qué es
para mí la amistad?”. Los finalistas tendrán que leer su artículo en voz alta delante un jurado compuesto por personas que
trabajan para ese periódico.
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La profesora Méndez nos dijo que el siguiente trimestre cada uno debía dar un
discurso de verdad delante de los demás alumnos. Nos habló del miedo escénico, o
sea, el temor de hablar en público. Eso me hizo pensar que podría hablar con ella
sobre el temor que yo estaba sintiendo.
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–¡Ah, pues…! Olvídalo, entonces –le dije.
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Se mostró muy comprensiva.
No me gusta hablar en público. Creo que preferiría que
me fusilen.
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–Pero tú escribes muy bien, Carlos. ¡Podrías ganar ese concurso! –me dijo Alicia.
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Pero Francisco y Alicia se morían de ganas de ir a parque Aventura y me veían
como su boleto de entrada. Finalmente acepté escribir el artículo, más que nada por
sacármelos de encima.
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–No –le dije–. No es como para mí.
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Pero yo de todos modos quería ganar. Sentía ganas de desafiarme a mí mismo, de
ponerme a mí mismo a prueba, de sentir orgullo. Pero a la vez el miedo se apoderaba de mí y sentía escalofríos.
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Viéndolo bien, tenía vivencias muy fuertes y profundas de amistad, incluso con
mis primeros amigos: mi familia. Hice todo mi esfuerzo para volcarlas al papel con
la mayor veracidad y claridad posible. Al terminar, doblé la hoja, la puse en un
sobre y la mandé por correo.
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Me olvidé del asunto hasta que un día me llegó por correo un sobre blanco
grande, con el logotipo del periódico. Mi pulso se aceleró.
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No pude creer lo que decía. Había quedado entre los 5 finalistas. Mi corazón se
llenó de satisfacción. Había hecho una de las mejores composiciones de toda la
zona. Pero iba a tener que leer mi composición en voz alta delante del jurado en el
gran auditorio del local del diario.
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–Según los estudios que se han hecho –me dijo–, hay dos cosas que atemorizan
mucho a la gente: la muerte... y ¡hablar en público!
Así que no eres el único, Carlos.
n su discurso al aceptar el
Me habló mucho sobre los síntomas físicos: suPremio Nóbel de Literador en las manos, cosquilleo en el estómago, gartura, el 10 de diciembre de
ganta seca, aceleración del pulso. Me dijo que uno
1950, William Faulkner dijo
siente nervios cuando quiere que las cosas le salque los autores deberían escrigan bien y que esos nervios iban a hacer que me
bir sobre “el amor y el honor, la
preparara bien.
misericordia y el orgullo, la
La profesora Méndez me dijo también que mucompasión y el sacrificio” porcha gente famosa se pone muy nerviosa cada vez
que eran parte del corazón del
que tienen que salir al escenario a cantar o actuar,
aunque ya lo hayan hecho muchas veces antes.
ser humano. Dijo que debido a
Me contó acerca de William Faulkner, Premio
estas cualidades del corazón
Nóbel de Literatura. A pesar de ser un gran escrihumano “el hombre no solator sintió mucho miedo antes de dar su discurso
mente persevera, sino triunfa”.
al recibir el premio delante de personalidades de
Su discurso fue considerado uno
todo el mundo. Me mostró una foto de William
Faulkner y se le veía tímido... igual que yo.
de los mejores de los Premios
Nóbel.
La noche que tenía que hablar en público, me
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Sentía ganas
de desafiarme
a mí mismo, de
ponerme a mí
mismo a
prueba. Pero
a la vez el
miedo se
apoderaba
de mí.
Capítulo 4
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pasaban muchas cosas por la cabeza: miedo, qué
pasaría si me daba ganas de vomitar, o si de repente me salía corriendo. Pero luego mi madre me miró con tanto cariño y orgullo
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Unidad 1
Capítulo 4
to y marea”. De cada mil personas, uno será tu amigo, pero valdrá por mil. Muchas
gracias.
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que mi corazón me dijo: “Todo va a salir bien”. Mi familia entera estaba allí, y
también la de Alicia.
Me incliné y me aplaudieron bastante. Bajé con cuidado y me senté junto a mi
familia.
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Mi mamá me dijo al oído:
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–Ojalá ganes, hijo. Y si no, tendrás el orgullo de haber quedado finalista.
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–Te salió muy bien –me dijo Mamá.
La primera alumna subió al escenario y leyó su composición. Me
pareció algo infantil. El segundo
concursante estuvo mejor. Estaba
muy bien vestido y al subir al escenario, mostró mucha seguridad en
sí mismo.
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Papá me aplaudió tanto que pensé que sus manos se iban a quebrar. Alicia desbordaba de felicidad.
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–¡Estoy segura que vas a ganar! –me dijo.
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–Ya veremos –dijo Mamá–. De todos modos ya ganó.
Haber logrado hacer esto ya es una victoria.
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Sentí el calor de las luces al
subir. Las manos me temblaban
un poco, pero mi voz salió fuerte y clara por los parlantes:
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Yo fui el siguiente.
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–La amistad es uno de los más
grandes regalos que los seres humanos se pueden dar –les dije–. Cuando uno le cuenta sus problemas a un
amigo se le va media carga de encima. Cuando comparte las cosas buenas, la alegría se duplica. Cuando
sientes que el mundo entero está en
tu contra, basta tener un amigo a tu
lado para vencerlo. Me gustaría terminar citando a Rudyard Kipling:
“De mil personas, novecientos noventa y nueve se guiarán por lo que
los demás dicen de ti y uno de ellos
permanecerá a tu lado contra vien-
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Sólo pensaba en mi triunfo personal. ¡Lo había
logrado! Había logrado vencer mis miedos.
Para acortar la historia, quedé en segundo lugar. Recibí una cinta roja que decía “Segundo Lugar” con letras doradas, y venía con una carta del
periódico en la que me felicitaban formalmente.
Pero Carlos, para mí,
sí ganaste. Nunca
había visto a nadie
esmerarse tanto por
vencer sus temores.
Siguiendo la sugerencia de mamá, me acerqué al ganador, el que estaba muy
bien vestido, y lo felicité. Luego una señora que fue miembro del jurado se acercó a
nuestro grupo.
–Sólo quería decirte que me encantó tu composición y la forma en que la leíste –
me dijo.
–Gracias –le dije–, qué bueno.
Luego me hizo una invitación:
–Necesito un alumno como reportero de las actividades escolares. ¿Crees que
puedas ser tú? No podríamos pagarte, pero tu nombre aparecería en el periódico
con cada artículo que escribas. Aunque sólo escribas un artículo al mes...
33
Unidad 2
Capítulo 9
Alicia y yo íbamos conversando por el pasillo de la escuela y, de repente, Alicia se
quedó callada. María y Rosa estaban apoyadas contra la pared, riéndose.
D
U
En el pasillo Alicia me dijo:
–Entiendo lo que dice y creo que María da la impresión de estarse vendiendo
barato con esas blusas tan ajustadas. ¡Las miradas que le dan los muchachos mayores! No sé si a mí me gustaría que me miren así. Son miradas de “hambre”... no sé...
como irrespetuosas. ¡Pero tampoco quiero verme como un bebé!
EP
R
O
–¿Qué pasa? –le pregunté en voz baja.
R
–Te lo diré en el próximo pasillo –me dijo ella.
SU
–Tal vez deberías hablar con tu mamá sobre eso –le dije.
ES
TR
–Pero no olvides resaltar tu mejor rasgo –le dije.
M
U
–¿Cuál es? –preguntó Alicia.
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TA
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A
–Tu corazón.
IB
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Cuando estuvimos solas me
dijo:
–Vi a María y a Rosa.
–Pensé que te caían bien –le
respondí.
H
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R
A
.P
¡Alicia se veía fantástica! Se veía como una joven floreciente y sana. Creo que
María y Rosa sintieron envidia cuando la vieron. Llegué a ver que unos cuantos
muchachos se quedaban mirando a Alicia, pero no de la forma en que miraban a
María. Se parecía más a la manera en que uno mira una hermosa puesta de sol.
A
Alicia habló con su mamá. Después de mostrar un poco de resistencia, mi tía dijo
que Alicia podría empezar a usar un poco de maquillaje (brillo para labios). Ella
también aceptó que Alicia usara ropa más sofisticada y que se peinara acorde a su
edad.
60
IÓ
C
C
“El grupito”
N
Capítulo 9
sabe en lo más profundo de sí mismo cuando está siendo falso. Entonces uno tiene que
parar y preguntarse honestamente: “¿Qué quiero verdaderamente y cómo puedo obtenerlo?” Generalmente descubrimos que lo que queremos son cosas como la amistad y el
respeto.
Alicia suspiró profundamente y me dijo:
–Ya no –dijo–. Ellas siempre
están hablando mal de los demás. Todas las muchachas les tenemos miedo. Ellas deciden
quién es aceptado dentro del
grupo y quién no. Nadie quiere
que hablen mal de uno, así que
todos tratan de llevarse bien
con ellas. Pero si empiezan a
fastidiar a alguien, todos se
alejan de esa persona como si
apestara.
–¿Están diciendo cosas malas de ti? –le pregunté.
61
Unidad 2
Capítulo 9
permanecen unidas, Alicia, e invitan a otras muchachas a compartir su amistad,
gradualmente María y Rosa tendrán que respetar eso.
N
decía. En clase y en presencia de los profesores eran amigables y amables con todas las
otras muchachas. Pero por lo bajo mandaban miradas de advertencia, susurros, miradas
desafiantes. Finalmente, Alicia no pudo más y corrió a llorar al baño de las chicas. María
y Rosa la siguieron, burlándose de ella, y todas las otras chicas la siguieron también, sólo
para ver qué iba a pasar. Estela se veía abatida y nerviosa.
C
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Con la ayuda de la Sra. Méndez, Estela y Alicia formaron un grupo que era muy
diferente. Era abierto y respetaba la libertad de todos. Su propósito era simple: un
club de servicio. Su actividad principal era mejorar la escuela. Hacían trabajos duros como limpiar el patio de recreo, pero también cosas divertidas como pintar
murales y decorar los pasillos . Los pasillos empezaban a verse más dinámicos y todos
los alumnos comenzaban a ver la escuela como “su” escuela. Muchos muchachos se
inscribieron en el club.
D
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Fui con ella y le dije:
EP
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O
–¿Puedes entrar al baño y ayudar a Alicia?
SU
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–¿Te empujaron? –le pregunté.
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Alicia negó con la cabeza y se puso a llorar.
O
–Las palabras duelen más que eso –me dijo.
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Justo en ese momento entró la Sra. Méndez. No
podía creer estar viendo a dos muchachas llorando y a
un muchacho furioso en su salón. Entre los jóvenes
hay un código que no permite delatar al otro. Todos
están básicamente de acuerdo con el código... nadie
quiere ser un “soplón”. El problema con este código es
que sólo beneficia a los malos. Mis padres me habían dicho un montón de veces que
seguir el código no significaba verdadera lealtad, así que rompí el código ese día. Le
conté a la Sra. Méndez todo lo que sabía. También le conté cómo eran María y Rosa
fuera de clases, aún luego de fingir estar de acuerdo con lo que ella decía durante sus
charlas.
R
Las personas forman
grupitos porque se
sienten inseguras.
Rechazan a los
demás antes de que
los demás los
rechacen a ellos.
Pero en el fondo no
se sienten seguros.
R
Estela también estaba llorando, pero asintió con la cabeza y corrió hacia el baño.
Justo en ese momento Alicia salió con mucha prisa. Ella y Estela corrieron por el
pasillo y entraron a un salón de clases, el de la Sra.
Méndez, y cerraron la puerta. Yo entré con ellas.
TA
La Sra. Méndez pensó por un momento. Luego dijo:
ES
–Casi siempre las personas forman grupitos porque se sienten inseguras, les preocupa no ser aceptadas. Rechazan a los demás antes de que los demás los rechacen
a ellos. Pero en el fondo no se sienten seguros. Todo lo contrario. Si tú y Estela
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65
Unidad 2
Capítulo 10
Capítulo 10
Pero incluso teniendo mi trabajo me pasaba mucho tiempo mirando la tele y
jugando videojuegos. Un día iba camino al trabajo y una vecina muy mayor me
detuvo en la acera. Usaba bastón y parecía confundida y asustada.
IÓ
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Lo que mueve al mundo.
Magnanimidad y altruismo
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–Mi sobrina suele caminar conmigo –dijo–. Pero ella está enferma hoy. Y ahora
estoy perdida y me siento débil y creo que no podré volver a casa.
La verdad es que no quería ayudarla. Pero me acordé que los Scouts suelen hacer
un acto bueno por día y pensé que sería mejor ayudarla, me gustara o no.
EP
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O
A mí me costó mucho participar en el club de servicio debido a mi trabajo después de la escuela. Al menos, esa era la explicación que yo daba. Pero en realidad, lo
que pasaba era que ahora que tenía un trabajo pagado no quería hacer nada sin que
me pagaran. “¿Por qué dedicar mi valioso tiempo sin recibir pago alguno?”, pensaba yo. “Estudio y trabajo... no me sobra tiempo.”
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La llevé gentilmente a su casa. Debe haberme dicho gracias unas diez veces. Fue
a buscar su cartera para darme algo de dinero. Me habría caído bien el dinero pero
algo dentro de mí se puso tenso al pensar que iba a recibir dinero de ella. Me sentí
tieso por dentro y como que no podía respirar.
68
–Está bien –dije–. No tiene que pagarme.
Sentí una fuerte tentación de aceptar el dinero
pero algo me impedía aceptarlo y borré la idea.
Cuando lo hice sentí que el cielo se abría y el sol
me llenaba de su brillo. Me sentí elevado a gran
altura, contento. Corrí hasta la tienda como si estuviera atado a una cometa.
El trabajo no me
costó ese día. Ni
siquiera estaba
cansado cuando
llegué a casa. ¿Sería
porque ayudé a la
anciana?
–Hola, Sr. Trelles –dije–. Siento llegar tarde, pero tuve
que ayudar a una vecina anciana.
–Te vi –asintió el Sr. Trelles.
–No tenía tiempo, pero...
–¿Desde cuándo no tienes tiempo para ayudar a tu prójimo? –me preguntó.
Me sentí como si de repente hubiera salido el sol. Me sentía como flotando.
Corrí hasta la tienda como si me halaba un cometa.....el trabajo no me costó ese
día. Ni siquiera estaba cansado cuando llegué a casa. ¿Sería porque ayudé a la
anciana?
69
Unidad 2
Capítulo 11
Capítulo 11
Lo apreté para mostrarles cómo se enciende.
Palabra de honor
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–Carlos, te pedí que no le gastaras la pila a ese juguete. –Me dijo el Sr. Trelles.
C
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–Disculpe, Sr. Trelles –le dije, y lo apagué.
–Sr. Trelles, ¿dónde los consiguió? –le pregunté.
D
U
Otros dos muchachos entraron. Mis amigos se fueron y en ese momento el Sr.
Trelles bajó al sótano por mercadería. Los muchachos pidieron gaseosas.
O
Eran trompos tridimensionales de colores que se iluminaban al apretarlos.
–¿Quieren que las ponga en bolsas? – les pregunté, ya que la mayoría de la gente
prefiere llevar sus gaseosas en la mano, sin bolsas.
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–A los muchachos de la escuela les van a encantar –agregué.
–Ah, los pedí para ver si se venden. Pedí unos pocos. Nunca sé lo que les gusta a
los muchachos hoy en día.
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–Sí –dijo uno de ellos lentamente–. Sí... dame una bolsa.
IB
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–Les van a gustar –le dije, mientras jugaba con uno.
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–Carlos, ¿podrías por favor apagarlo? Se le va a gastar la pila.
H
El Sr. Trelles me dijo:
ES
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–¡Oh, perdón! –le dije y lo dejé
rápidamente.
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–¿Podrías guardar cuatro y poner uno para la venta encima de
la caja registradora? –me pidió el
Sr. Trelles.
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–De acuerdo –le dije.
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Me olvidé totalmente de los
trompos hasta que entraron algunos de mis amigos.
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–¡Qué
bonito!
¡Holográfico! –dijo
Francisco.
Para darle una bolsa tuve que agacharme por debajo del mostrador. Puse las gaseosas en las bolsas y
les dije. –¿Algo más? –les pregunté.
–No. Eso es todo lo que queremos–. Se rieron, y
se fueron.
Carlos, dime la
verdad. ¿Lo tomaste
tú?
Me puse a barrer y arreglar los estantes. El Sr.
Trelles vino del sótano y me dijo:
–Carlos, ¿dónde está el trompo?
Miré encima de la caja registradora y el trompo había desaparecido.
–Oh –dije– Debo haberlo empujado cuando saqué las bolsas para esos chicos.
Me agaché y busqué en el suelo, cerca de la caja registradora. No estaba en
ninguna parte. Me paré y miré al Sr. Trelles.
–¿Lo encontraste? –preguntó.
–No –le dije. Mi cara estaba roja por haberme agachado pero el Sr. Trelles me
miró con desconfianza.
–Carlos, dime la verdad. ¿Lo tomaste tú?
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Unidad 2
Capítulo 11
–¡No, Sr. Trelles! –le dije.
–Nadie pide bolsas para sus gaseosas –dijo el Sr. Trelles–. Mucho menos los muchachos. Apenas salen se las beben.
N
–Entonces, ¿dónde está?
IÓ
Levanté mis manos. Parecía que todo estaba en contra mío. Intenté por última vez.
–No sé. Se debe haber caído. Pensé que lo había buscado por todos lados. Seguiré buscándolo.
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–¡Sr. Trelles! –le dije– Nunca he robado y nunca le robaría algo a usted. Yo no
robé el trompo.
D
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El Sr. Trelles siguió mirándome con mucha desconfianza después de eso. Noté
que siempre me miraba de reojo y ya nunca me dejaba solo como antes.
O
En ese momento estaba casi llorando. Tomé mi saco.
Vi con amargura cómo el Sr. Trelles no me perdía de
vista mientras lo hacía para asegurarse que no me robara nada. Le dije adiós y me fui.
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–¿Debería simplemente pagarle el trompo? –les pregunté a mamá y papá–. Pero
si lo hago ¿confiará otra vez en mí ?
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Pero estaba tan afligido al ver que mis propios padres no confiaban en mí que creo que eso los hizo
creer que me sentía culpable. Papá no me creía pero
Mamá sí.
IB
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–No –le dije.
ES
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Me sentía horrible. Al día siguiente, cuando fui
a la tienda, el Sr. Trelles me dijo:
–Carlos, no necesito más de tus servicios.
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Robar y mentir son
cosas muy serias. Si
hiciste una de esas
dos cosas, necesitas
admitirlo ahora.
¿Tomaste tú ese
trompo?...
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–Sr. Trelles –le dije–, eso es muy injusto. Yo no tomé
el trompo. No se lo puedo probar, pero tiene que creerme.
–No quiero discutir, Carlos.
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–¿Es posible, tan sólo posible, que otra persona lo haya tomado? ¿No recuerda
usted a esos muchachos que pidieron gaseosas cuando usted bajaba al sótano?
ES
–Me acuerdo de haber ido al sótano a buscar más gaseosas. No recuerdo a nadie
más aparte de tus amigos
Había perdido mi trabajo. Tuve una reacción típica
de un niño. Pensé: “¿Y a
quién le importa?”, y me fui
a casa y les dije a mis padres
que el Sr. Trelles era un idiota. Tenía ganas de lanzar una
piedra a la ventana de su
casa.
SU
–No –dijo mi papá–. No, a menos que tú lo hayas tomado. Hijo: necesito que
seas realmente honesto con nosotros. Robar y mentir son cosas muy serias. Si hiciste
una de esas dos cosas, necesitas admitirlo ahora.¿Tomaste tú ese trompo?
–Conseguiré otro trabajo –les prometí a mis
padres–. El Sr. Trelles
y sus estúpidas bolsas
no son el único negocio del mundo.
Mamá parecía estar
preocupada y a Papá se le
veía triste. Finalmente Papá
me dijo:
–¿De verdad crees que
otro comerciante de esta
área te va a contratar?”
–Tuve que agacharme para sacar bolsas para sus gaseosas y...
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Unidad 3
CAPÍTULO 15
Desde entonces mi actitud hacia la gente mayor en la tienda y en las calles cambió. Dejé de verlos como viejos que ya
habían vivido y que no tenían nada que ofrecer. Los veía como
enciclopedias de sabiduría y quería leerlos antes de que se fueran para siempre.
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¿Romeo y Julieta?
Como les decía, Lucinda, la belleza de la clase, había comenzado a rondarme,
pero yo la encontraba un poco fastidiosa. Además Mamá me había dicho que yo era
demasiado joven para salir con muchachas. Por otro lado al ver la envidia de los
otros muchachos y el gran atractivo de ella, me daban ganas de al menos aparentar
que estaba “saliendo” con ella. Era asunto de prestigio.
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Cuando le dije a Alicia cuánto lo extrañaba ella dijo que me
ayudaría a escribirle una carta.
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–Hagamos una lista de preguntas –sugirió–. Los tipos de
cosas que sólo una persona sabia y de edad podría saber.
–¿Como qué?–pregunté.
SU
Ahora veía
a los
ancianos
como
enciclopedias
de sabiduría
y quería
leerlos antes
de que se
fueran para
siempre.
Unidad 4: Las relaciones
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–Me pregunto cómo sería la vida en nuestro país cuando él era un niño –dijo Alicia–
. ¡Debe haber sido tan diferente! Sin autos, sin buses, sin TV. ¡Sin lavadoras!
R
–Tú puedes preguntarle eso –dije–. Yo quiero preguntarle cómo se ha mantenido saludable por tanto tiempo. Ah! Y quiero preguntarle qué piensa que yo debería
ser cuando grande.
A
–Bueno, él ha estado casado por setenta años. Preguntémosle
los secretos de un matrimonio feliz.
–Preguntémosle –dije.
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El Abuelo respondió todas las veces. Las cartas hacían eco de su sabiduría, su
amor y su humor. Eran muy preciadas para mí. Las guardé en una caja especial.
Cada cierto tiempo las tomaba y las volvía a leer, especialmente cuando estaba solo
o preocupado. Saber que él había superado con éxito muchas más cosas en la vida
me hacía sentir que yo también podía hacerlo.
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Oh, y Lucinda. Mientras más hablaba con ella, más me daba cuenta que ella no
era la muchacha para mí. Todo lo que le interesaba eran los artistas de música pop,
el esmalte de uñas y cosas de las revistas. Después de un rato, ella era aburrida. Los
otros podían perseguirla todo lo que quisieran: yo no estaba interesado.
Estaba seguro de que el Abuelo estaría de acuerdo conmigo.
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Unidad 4
Capítulo 18
CAPÍTULO 18
–Bueno, es un poco como la gimnasia.
El poder de uno
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Todos hubieran reído, pero todos respetaban las fantásticas presentaciones de
Natalia en el gimnasio. Sus ruedas aéreas y volteretas te hacían pensar que no estaba
sujeta a la ley de gravedad. Todo parecía tan lindo y sin esfuerzo. Había ganado
todo tipo de medallas y trofeos, incluso cuando viajaba a otras ciudades a competir.
D
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–¿Puedo ir a tu casa después de clases? –me preguntó Alicia
Por supuesto que dije que sí. Alicia es una de mis mejores amigas.
O
–¿En qué se parece el matrimonio a la gimnasia? –dijo la Profesora Méndez–.
¿Puedes explicarlo?
EP
R
Sin embargo sentía que algo andaba mal, pero no quería curiosear. Cuando
llegamos a casa fuimos a la cocina y empecé a preparar algo de comer. Alicia se sentó
como si estuviera exhausta, así que le ofrecí un bocadillo. Cuando puse el plato
enfrente de ella se quedó mirándolo y luego se puso a llorar.
SU
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–Cómo medallas y trofeos –dijo Alicia.
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–Y la admiración de todos –dijo Mariana.
A
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Natalia tragó saliva con modestia.
–Bueno, si el matrimonio es como el fútbol, tal
vez algún día lo intente –dijo Álvaro.
ES
TR
El matrimonio y la
familia son formas o
estructuras y tenemos
que desarrollar el
carácter y las destrezas
para sacarle el mejor
partido a esas
estructuras.
R
–Bueno, para ser muy buena, tienes que ceñirte estrictamente a la forma. Los
jueces miran la posición de tus pies, tus manos, altura, todo. Todo tiene que estar en
forma perfecta. Parece tan fácil y bonito, pero todo es por haber practicado un
montón y sacrificar mucho tiempo libre. Pero al final tienes algo más.
A
M
U
–Incluso en el fútbol hay ciertas reglas, ¿verdad?
Ciertas restricciones y límites ¿no es así? –preguntó la
Profesora Méndez–. Eso es lo que hace el juego. ¿No es acaso más entretenido jugar un partido de verdad que patear el balón a tontas y a locas?
U
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–Sí –dijo Álvaro malhumoradamente, pero se notaba que estaba de acuerdo.
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–Bueno, el matrimonio también es más entretenido que vivir a tontas y a locas.
El matrimonio y la familia son formas o estructuras y tenemos que desarrollar el
carácter y las destrezas para sacarle el mejor partido a esas estructuras. Después
tendremos mucha felicidad. ¡Y ahora sí que tenemos que volver a Shakespeare!
Hablaba en serio esta vez. Entre gemidos y quejidos abrimos nuestros libros.
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Unidad 4
Capítulo 20
monoparentales (con el padre o la madre solos a cargo) y personas solteras en las comunidades. Cuándo las tasas de matrimonios y familias estables son altas, se reducen el crimen y las
mujeres y los niños son mejor protegidos.2 En todo el mundo se
ha demostrado que cuando no hay padre en el hogar, los hijos
varones muestran mucho más violencia al crecer.3 La desintegración de la familia contribuye a la criminalidad y al abuso
de drogas.4 Además, los niños de familias rotas tienen más
problemas sociales, académicos, psicológicos y emocionales que
los niños de hogares estables.5
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Al final escribimos un artículo decente, lo que era una especie de milagro, ¡dado
lo extraño que era nuestro grupo!
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El artículo de nuestro grupo sobre la familia
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La mayoría de nosotros no le damos importancia a nuestras familias. Pero cuando
estudias la familia te das cuenta que es la piedra angular del mundo. La familia
contribuye de incontables maneras a crear una sociedad pacífica y próspera.
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La familia también es importante como unidad económica. La división de labores que se da entre los miembros de la familia hace que la misma sea eficiente.
La familia fue la unidad básica de la economía en la época rural. Todos los miembros de la familia contribuían: los niños, la mamá... todos en su propia medida.
La agricultura era un trabajo familiar. El trabajo más pesado como limpiar el
campo, edificar y cazar era para los hombres. El trabajo de la mujer consistía en
la preparación y preservación de los alimentos, la confección de la ropa de la
familia y las provisiones para el hogar. Los niños desmalezaban, plantaban y
cosechaban y también cuidaban a los animales de la granja (¡esa parte debe
haber sido entretenida!)
A
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Los tiempos han cambiado pero la familia sigue siendo la cuna de la paz. En un congreso sobre familia y
paz llegaron a la siguiente conclusión, como primera
acción para la paz: “En primer lugar, es necesario fortalecer a las familias como espacios educativos para la
paz. Cuando los jóvenes entienden el amor conyugal,
maduran en la entrega amorosa de una persona a otra,
viven el ejemplo de la aceptación del que es diferente y
complementario entonces pueden constituir una generación que entiende los valores
de la paz.
Los bebés que no logran formar lazos profundos con uno de los
padres no desarrollan compasión por otras personas. Aquellos
niños crecen siendo menos amables con otros.6 Incluso aprendimos
que el bebé necesita las caricias y la mirada de su madre durante los primeros años
de vida para desarrollar áreas claves del cerebro 7
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.P
que la familia es
importante para la
paz de una
comunidad. Cuando
las familias se
separan, la
comunidad sufre.
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Alejandro Magno, conquistador de todo el mundo conocido de su tiempo, se casó
con la hija de su enemigo buscando asegurar la paz. También les dio a dinero a los
soldados macedonios que se casaban con las mujeres de los territorios conquistados. Alejandro Magno creía en la hermandad pacífica entre las personas y pensaba que podría lograrla a través del matrimonio y las familias que superaran la
idea de “amigos vs. enemigos” También en la antigüedad si un príncipe se casaba con la princesa de otro
También aprendimos
reino, aseguraba que para ambos reinos hubiera paz.
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También aprendimos que la familia es importante para la paz de una comunidad. Cuando las familias se separan, la comunidad sufre. Las estadísticas muestran que por cada 10% de aumento en las familias sin padre, hay un aumento
promedio de 17% en crímenes de violencia juvenil.1 En general, la tasa de crimen está relacionada con el número de personas divorciadas, hogares
1.
Además, una
familia tiene
un efecto
económico en
la comunidad.
La familia es el
punto de
partida de las
comunidades.
Patrick Fagan, “The Real Root Causes of Violent Crime: The Breakdown of Marriage, Family, and
Community,” Heritage Foundation Backgrounder, 17 de Marzo, 1995, p. 23.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
David Blankenhorn, Fatherless America (New York: Basic Books, 1995) p. 31.
Beatrice y Jon Whiting, Children of Six Cultures: A Psycho-Cultural Analysis (Cambridge: Harvard
University Press, 1975.)
Norman Dennis, “Europe’s Rise in Crime,” The World & I, 12 (Octubre 1997), p. 28.
Glenn T. Stanton, “Twice As Strong: The Undeniable Advantages of Raising Children in a Two-Parent
Family, a Research Report,” Public Division of Focus on the Family, Enero 1995, pp. 6-7.
Mohammedreza Hojat, “Satisfaction with Early Relationships with Parents and Psychosocial Attributes
in Adulthood,” Journal of Genetic Psychology 159/2 (Junio 1998) pp. 203-204.
Véase Allan N. Schore, Affect Regulation and the Origin of the Self:The Neurobiology of Emotional
Development, Lawrence Erlbaum associates, Publishers, Hillsdale, New Jersey.
141
Unidad 4
Capítulo 21
CAPÍTULO 21
Además, una familia tiene un efecto económico en la comunidad. Las familias
necesitan cosas como tiendas y escuelas para los niños. Las familias quieren protección, por eso tienen que tener servicios de policía y de bomberos. La familia es
el punto de partida de las comunidades.
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Una amiga leal
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Gracias a lo que aprendimos en este informe, hemos decidido tomar más seriamente a nuestras actuales familias y a las familias que queremos formar en el
futuro. ¡De nosotros depende mucho!
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–Esto sí es raro –me dijo Alicia en el pasillo de la escuela–. Inés va a tener una
fiesta en su casa la próxima semana y no me ha dicho nada.
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–Ustedes son amigas. Quizás no cree que tenga que avisarte.
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Carlos, Alicia, Álvaro, Francisco, Lucinda y Mariana.
–Quiero regalarle algo que le guste, pero me siento rara preguntándole lo que
quiere si no me ha invitado.
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Mariana y Alicia querían escribir el reporte en una computadora, así que se
marcharon rápidamente. Francisco tenía entrenamiento. Lucinda fue al baño de
las mujeres... probablemente a admirar su hermosa cara. Así que me quedé solo con
Álvaro.
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No sé qué pensar de Álvaro. Él es muy cambiante, a ratos cálido-frío, amistosodesinteresado. No sé si alguna vez lo entenderé. A veces siento que es mi mayor
enemigo... y a veces siento que en el fondo podría ser mi mejor amigo. Me pregunto
si alguna vez lo será.
H
–Bien, compañero. Buen trabajo –dijo Álvaro levantándose–. ¡Nos vemos! –y se
marchó abruptamente.
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143
Unidad 4
Capítulo 22
y beneficiar a otros. Entonces no puedes fallar.
Me preguntaste lo que pensaba que deberías buscar en la vida; lo que puedes ser
cuando crezcas. Bueno, pensé bastante en ello. Disfruto pensar en ti y recordarte
como mi ‘nieto’.
En cuanto al trabajo en sí que puedes escoger: Creo que cada persona tiene al
menos un don especial. Algunas personas dicen: ´No tengo talento´... sin embargo
no es verdad. Cada persona tiene algo. Es lo que no puedes dejar de hacer... lo que
haces gratis, lo que haces en tu tiempo libre, lo que amas.
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“Querido Carlos:
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La primera profesión en la vida es ser un buen hombre, un buen esposo, un buen
padre y un buen vecino. Creo que ése es el verdadero éxito. Es fácil pensar que la
medida de un hombre es su ingreso económico o cuántas pertenencias tiene o cuál
es el título de su trabajo... pero eso no es verdad. El tipo de trabajo o la carrera que
tienes no importa tanto como tu honestidad al hacerlo. Es mas valioso hacer bien
tu trabajo y por las razones correctas.
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Tal vez quieras ser un profesor. Tal vez quieras curar gente. Tal vez quieras escribir
para los periódicos y decir la verdad para mejorar las cosas.
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Presta atención en lo que destacas. Ése puede ser tu don. Sólo que no pienses que
porque tienes talento no tienes que trabajar duro en ello.
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Creo que es importante tener una meta. Si no tienes
una meta, la vida simplemente te llevará. Deberías incluso escribir tu meta. Debería ser algo por
lo que tengas que esforzarte (deberías aspirar alto)
pero también debería ser algo posible, no sólo un
loco sueño inalcanzable. Y debería ser algo en lo
que ya demuestres tu potencial.
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Aprendí mucho de los
animales que trabajan y
se entregan. Son gentiles,
pacientes y honestos. No
tratan de impresionar a
nadie. Pienso en los caballos en un día caluroso. Se paran uno al lado
del otro, agitando sus colas sobre las espaldas de
los demás para espantar
a las moscas. Ésta es la belleza de los animales... lo
pacíficos que son y cuánto se ayudan los unos a
los otros. Lo más importante de cualquier cosa
que hagas en la vida es
que lo hagas para ayudar
A
Como sabes, soy un hombre simple. Trabajé en el campo, con la naturaleza, toda
mi vida. Sé sobre las estaciones y sobre el suelo. No he leído muchos libros. Pero sé
que no importa cuán exitoso seas en una carrera, si no eres un hombre bueno, el
éxito no significa nada.
Algunas noches por qué no sales y miras las estrellas. Son las mismas estrellas que yo estoy mirando.
De esa manera podemos estar juntos. Espero que
encuentres tu sueño. Con mucho cariño, Abuelo.”
La primera profesión
en la vida es ser un
buen hombre, un
buen esposo, un
buen padre y un
buen vecino.
Pensé sobre todo lo que había dicho. Estoy seguro de que no quería terminar
como el Sr. Trelles, suspirando por lo que podría haber sido. Lo que siempre me
había gustado y hacía bastante bien era escribir. Lo que el Abuelo dijo sobre decir la
verdad para tratar de mejorar las cosas... ¡me gustaba eso!
Decidí que hablaría con algunos de mis conocidos en el periódico para averiguar
qué necesitaría hacer para convertirme en un verdadero escritor. Tal vez ése era el
camino que debía seguir.
153
Unidad 5: Cambios en mi vida: Pubertad
Capítulo 23
Capítulo 23
Le conté a Mamá lo que había pasado cuando volvió del trabajo.
Enfrentando cambios
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–Ah –dijo ella–, Alicia no hablará de eso contigo. Es algo que tiene que ver con
su crecimiento. Tú por las dudas no hagas nunca ninguna broma a las chicas sobre
su cuerpo, menos en esta edad.
Estaba leyendo en voz alta en la clase de la profesora Méndez, cuando mi voz se
encumbró y se quebró. En realidad... ¡me salió un “gallo” horrible! Todos rieron.
Terminé de leer con la esperanza de que los demás estuvieran mirando sus libros en
vez de mi cara, orejas y cuello que estaban rojos.
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–Está bien –dije–. Ahora entiendo. Cuando a mí se me quiebra la voz odio que
la gente se dé cuenta. No es algo que pueda evitar.
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Mamá sonrió comprensivamente.
Salí de la clase para ir a la siguiente. Alicia iba delante de mí en el pasillo. Sus
hombros estaban totalmente encorvados.
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–Dentro de un par de años tu voz va a bajar una octava completa.
–¿Qué es una octava?
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–¿Qué eres tú, un camello? –dije, dándole una palmada suave en la espalda–.
Parece que tuvieses una joroba.
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Tampoco quiso decirme más nada. Finalmente me cansé de jugar a las adivinanzas y le dije que si quería parecerse al jorobado de Notre Dame a mí no me importaba. Se fue de mal humor.
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–Y yo podría decir algo sobre la voz de alguien, pero no lo haré –dijo ella.
154
Ella me mostró en el pequeño piano de juguete de Milagros. Ocho notas más bajo. Vaya. Eso
era un montón.
Sus cuerpos se estan
preparando para la
paternidad y la
maternidad. Es
hermoso
–Significa que te estás convirtiendo en un hombre, Carlos –dijo mi Mamá–. Y el cambio en los
senos de Alicia significa que se está convirtiendo
en una mujer. Sus cuerpos se están preparando
para la paternidad y la maternidad. Es hermoso. Pero
experimentar estos cambios también causa temor. Pienso que una mariposa tiene un poco de miedo cuando el capullo comienza a abrirse.
No está segura de lo que va a pasar.
–¿Qué más va a pasar? –Pregunté
Mamá miró un poco divertida.
–Bueno, tal vez deberías conversar con tu papá. ¡Él ciertamente sabe más sobre
los muchachos que yo! Pero tal vez puedo explicarte un poco sobre las muchachas
para que puedas entender lo que está pasando con tus compañeras y no les hagas
bromas sobre estos cambios. En todo caso, siempre debes respetarlas.
–Está bien, pero ahórrame los detalles terroríficos. ¿De acuerdo?
155
Unidad 5
Capítulo 23
–No, estás trabajando muy duro para cambiar tu cuerpo de niño a cuerpo de un
hombre, así que necesitas descanso adicional.
–Está bien, está bien –dije.
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Después de mis conversaciones con mis padres me acerqué a Alicia en la escuela
y me disculpé por molestarla sobre su espalda encorvada. Normalmente, si te disculpabas con Alicia, ella se ablandaba y te perdonaba. Pero esta vez ella se puso
como un gato engrifado.
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¡Uf, qué mal humor!
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–Sólo te pido que dejemos de molestarnos de una vez, ¿tratamos? –supliqué–. A
los dos nos están pasando muchas cosas.
Alicia sólo me miró por un momento. Años más tarde me dijo que mientras me
miraba casi tuvo una visión de mi futuro. Vio los contornos de la cara tosca de un
hombre bajo la redondez de la de un niño. Vio mis hombros hacerse más anchos
ante sus ojos. Vio los centímetros de altura y la barba completa. Pero además vio al
muchacho con los hombros encogidos como ella, cohibido, con una mezcla de vello
sobre los labios y espinillas en el cutis y la angustia de
una voz que se quiebra. Y sintió mucha compasión
por mí.
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–¡Quién eres tú para fastidiarme así! Yo nunca te molesto por tus axilas peludas o
tu estúpida voz que suena como puerta con bisagras oxidadas o...
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–Está bien–dijo–. No más bromas o comentarios o chistes sobre el crecimiento del otro. ¡Excepto elogios, por supuesto!
Entonces ella me confesó:
Las otras
muchachas se
sienten tan
cohibidas como
tú.
–¡Es tan difícil a veces, Carlos! Las otras muchachas parecen desarrollarse tan perfectamente y yo
no. Quisiera ser querida e incluso admirada, ¡pero a veces me siento como una masa de barro sin forma!
–En realidad –dije–, los floreros más hermosos son masas de barro sin forma
en un comienzo. Y las otras muchachas se sienten tan cohibidas como tú... estoy
seguro.
–¡No es divertido! –dijo ella casi rompiendo en llanto.
–Mira, Alicia –dije–. Yo te encuentro muy bonita. Lo mejor de ti es que siempre
estás sonriendo. Casi siempre –me corregí cuando vi las lágrimas en sus ojos.
–¿Tú crees?
159
Unidad 5
Capítulo 25
Capítulo 25
–¿Qué quieres decir con “De acuerdo”?
Invasión de privacidad
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–Quiero decir que vayas y se lo digas.
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–¡¿Qué?! –dije tratando de esquivar el encargo.
Había sido un día bastante normal en la escuela. A la salida me quedé conversando con Paco sobre unas tareas que debíamos preparar juntos. Cuando tomé la calle
hacia mi casa ya casi no había nadie. Solo María iba caminando delante de mí.
María era una chica linda, pero solía vestirse de una manera muy llamativa y provocativa. Sus blusas eran ajustadas y con frecuencia se transparentaban. Eso me causaba mucha incomodidad y
hacía que María fuera el
blanco de muchos comentarios, algunos de ellos francamente obscenos. Había conversado con mi prima Alicia
al respecto.
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–No puedo hablar con ella sobre eso. Me pondría rojo de inmediato.
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–Yo lo haré contigo. –Me dijo sorpresivamente mi prima.
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–No. –Respondí tajante.
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–Deberían dejar de
molestarla –me dijo Alicia.
–Tienes razón, Carlos. Necesita escucharlo de un muchacho. Estarías haciéndoles
un favor a todos. Por su culpa nos molestan más a todas las muchachas.
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–Estoy de acuerdo –dije–.
Pero por otro lado creo que ella
no debería vestirse así. ¿Cómo
pueden respetarla si ella parece no respetarse a sí misma?
Alguien debería decírselo.
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–Algunas de nosotras hemos
tratado. Ella piensa que estamos celosas –suspiró Alicia.
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–Tal vez necesita escucharlo de un muchacho –dije.
–De acuerdo –dijo Alicia.
El diálogo con Alicia había sido un día antes y
ahora María estaba allí sola, en situación perfecta
para hablarle. Apresuré un poco el paso para iniciar la charla en forma casual cuando algo inesperado apresuró las cosas.
De una esquina aparecieron dos muchachos de
un grado superior. Detuvieron el paso de María a
lo que ella reaccionó muy incómoda.
Algunas de nosotras
hemos tratado de
advertirle a María
sobre su ropa pero
ella piensa que
estamos celosas.
–Vamos, nena, seguro que nos puedes mostrar “un poco” – dijo uno de los muchachos.
No lo podía creer. Esos muchachos parecían dispuestos a atacarla. María quería
escapar y fue entonces, justo delante de mí, que los muchachos la tomaron de los
brazos y le intentaron rasgar la blusa. María gritó alterada y logró pegarle un
cachetazo a uno de ellos.
Yo también grité, tratando de defenderla.
– ¡¿Qué hacen?! ¡Déjenla...!
169
Unidad 5
Capítulo 26
Capítulo 26
gonadotropina”, o GnRH, por su abreviatura. Las hormonas son químicos naturales en el cuerpo. Cuando la GnRH llega a la glándula pituitaria, ésta libera algo en
el flujo sanguíneo... ¡más hormonas! Éstas se llaman hormona luteinizante (LH abreviada) y hormona folículo estimulante (FSH abreviada). Los muchachos y las muchachas tienen estas hormonas en sus cuerpos. Estas hormonas funcionan de diferentes maneras en el cuerpo, dependiendo de si eres hombre o mujer.
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El Diario secreto
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“Soy yo, Carlos. Sólo quería contarte sobre lo que ha sucedido últimamente. Lo
más importante en este año parece ser la pubertad. No somos los mismos que éramos el año pasado. Estoy contento de que empezó la primavera y cada día haga más
calor. Se siente como un nuevo comienzo, y creo que todos lo necesitamos.
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Por supuesto, la pubertad (nombre formal de la etapa que estamos pasando) es
un nuevo comienzo. Es como si fuéramos árboles jóvenes que comienzan a brotar.
Es emocionante, porque sabes que algún día producirás fruto y serás un árbol grande, hecho y derecho. Al mismo tiempo es sólo el comienzo y ser paciente es difícil. A veces quiero
que todo esto pase rápido, pero otras veces quiero quedarme así para siempre.
Mamá y Papá sacaron varios libros de
la biblioteca sobre la pubertad. Dijeron
que los libros explicarían las cosas de
manera más científica que ellos. Algo
de lo que explica los libros me está pasando, y otras cosas no me han pasado
todavía, pero los libros dicen que
todo sucede dentro de un período
de años y que es normal que algunos sean antes y otros después.
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Como a nuestra edad (aunque parece que puede suceder
en cualquier momento entre los
8 y los 13 en las muchachas y entre
los 10 y los 15 en los muchachos) nuestros cerebros secretan una hormona
llamada “hormona liberadora de
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No estoy seguro de que me gusten las hormonas. Causan todos estos cambios en
mí, incluyendo cambios en el estado de ánimo. (¡Antes no sabía que tenía tan mal
humor!) Causan las espinillas, el vello y los ‘gallos’ (el cambio de voz), y el hecho de
que coma lo que coma y duerma lo que duerma, nada es suficiente. ¡Divertidísimo!
También son la causa de que mis manos ahora sean más
grandes que mis brazos, y mis pies demasiado grandes para mis piernas, y mis rasgos demasiado granLos muchachos y la
des para mi cara.
muchachas tienen
estas hormonas en
sus cuerpos.
Funcionan de
manera diferente de
acuerdo si eres mujer
o varón.
La parte buena es, como ya dije, que mi pecho y
mis hombros están creciendo y soy mucho más fuerte de lo que era. Además me estoy haciendo más
alto. El otro día Mamá no sabía que estaba en la
casa y la escuché dar un grito ahogado: “¿Quién
anda ahí?” Estaba muy asustada. Cuando vio que
era yo, se rió. Dijo que se había asustado que un
hombre hubiese entrado en la casa. Luego me abrazó
y me dijo: “Creo que un hombre ha entrado en la casa... ¡tú!”
Pobre Alicia. Ella cree que es gorda. Su madre le dice que es natural que sus
caderas se ensanchen, pero Alicia sólo entiende que es gorda, gorda, gorda. Uno de
los libros dice que entre los 10 y 14 años las muchachas suben como 16 kilos, y
entre los 12 y 16 los muchachos suben como 20 kilos. El libro dice que no hay que
comer demasiada comida chatarra y refrescos, porque causan más espinillas y acumulación de grasa poco saludable. Pero dice que es normal subir de peso durante
esta etapa.
Alicia está obsesionada con su apariencia. Mi tía dice que le toma una hora arreglarse para ir a la escuela en las mañanas. Se hace unos tratamientos para la piel y
arregla su pelo y se cambia de ropa infinitas veces. Mi tía dijo que sus espinillas no
175
Unidad 5
Capítulo 29
Capítulo 29
Mamá me atrapó en la puerta y me dio un último gran beso en la mejilla. Me
limpié la cara e hice una mueca. Ella hizo pucheros.
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Conociendo los límites...
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Ya había salido e iba a medio camino bajando la escalera cuando la escuché decir
a Papá: “Está muy irritable últimamente”.
–¡Mamá! –dije bruscamente y la empujé–. ¡Deja de besarme todo el tiempo!
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Definitivamente estaba irritable ese día. Y tan cansado, que arrastraba mis pies.
Para despabilarme compré dos grandes barras de chocolate con el dinero de mi
almuerzo. Me ayudaron –al rato de comerlas andaba silbando – pero luego me
sentí mal.
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–No es un bebé –dijo Papá.
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–Siempre será mi bebé –insistió Mamá.
Entonces comenzaron con la discusión acostumbrada: Mamá decía que sólo estaba comportándose como madre y Papá decía que ella tenía que dejar que los
pajaritos volaran del nido.
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–Adivina qué... –dijo.
–Me da lo mismo –dije.
Estaba recostado en mi casillero tratando de
dejar de sentirme mal.
–¡Carlos! ¡Te has vuelto tan maleducado últimamente! –me reclamó Alicia.
Definitivamente
estaba irritable ese
día. Y tan cansado
que arrastraba mis
pies.
–Disculpa, no me siento bien.
–¿Estás enfermo? –preguntó, mirándome la cara.
–Un poco. Me comí dos barras de chocolate...
–Tonto, tonto –dijo ella.
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Me fui a mi cuarto. Estaba de pésimo humor. La
noche anterior Luis y yo les
habíamos rogado a nuestros
padres que nos dejaran quedarnos viendo una película
de acción, con policías especiales y muchas explosiones.
Era jueves por la noche y,
después de todo, el viernes
era un día fácil. Papá estuvo
de acuerdo, pero a Mamá
no le había gustado la idea.
Después me costó quedarme dormido. Las explosiones y las imágenes de acción
me daban vuelta en la cabeza. Fue casi imposible levantarme por la mañana. Y ahora tenía que ir a la escuela.
Alicia se me acercó en el pasillo.
Eso era lo último que necesitaba.
–¡Vete! –le dije gruñonamente.
Ella me contestó:
–¡Está bien! ¡No vengas al cine entonces!
–¿Qué cine? –pregunté cambiando el tono.
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Unidad 5
Capítulo 30
Capítulo 30
–¿Y tú? –le disparó de vuelta a Gisela–. ¡Tú estás ahí adentro todo el tiempo. Tú
y tus amigas juegan ahí adentro.
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Comunicación
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–Sólo cuando nos maquillamos o nos arreglamos el pelo. –Se justifico ella.
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–Que es todo el tiempo. No puedo entrar ahí para nada.
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–¡Luis! –gritó Gisela–. Cada vez que sales del baño, dejas encendidas las luces y
el ventilador. ¡Luego dejas la puerta cerrada! Siempre pienso que hay alguien dentro mientras estoy aquí afuera muriéndome de dolor.
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–¡Eres lo peor! –Reclamó Gisela.
–No, tú eres lo peor –devolvió Luis la acusación.
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Luis siempre hacía eso y era muy molesto.
–Hey, muchachos –dije–, probemos algo
nuevo.
Se sentaron en la sala .
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Mi manera usual de resolver las peleas entre mi hermano y mi hermana cuando
Papá y Mamá no estaban en casa era sólo gritar “¡Córtenla!”, tan fuerte como pudiera. Pero habíamos aprendido algunas técnicas de
comunicación en la escuela para resolver las peleas
y decidí probarlas.
Luis siempre dejaba
la luz prendida del
baño y la puerta
cerrada... lo que era
muy molesto para
Gisela.
–Ahora, Gisela, en vez de decir a Luis lo que
él hizo mal, tienes que decirle cómo te sientes por
ello –empecé muy serio–. Y tú, Luis, tienes que escuchar y reflejar exactamente lo que ella dice, como un espejo, hasta que quede claro
que entiendes.
–¿Por qué no puedo decirle cómo me siento yo? –reclamó Luis.
–Porque ella es quien tiene la queja –le dije para poner orden.
–¡Qué lata! –dijo Luis, recostándose en el sofá.
–¡Ves, a él no le importa! –dijo Gisela.
–¡Qué lata! Dos veces y otra vez más –volvió a decir Luis.
–¡LUIS¡ –gritó Gisela–, eres ¡de-tes-ta-ble!
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Unidad 5
Unidad 6: Mi salud
Capítulo 31
–Estás preocupado de que esté en problemas o herido.
¡Cuidado! ¡Peligro!
Creo que hay que ser un hombre más grande todavía para
decir algo parecido. Nos quedamos asimilándolo.
(Nota: La información de este capítulo fue obtenida principalmente del sitio de Internet
de los Centros para el Control de Enfermedades del Gobierno de Estados Unidos en
Atlanta.)
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–Pero, ¿por qué me preocupo por ti? Hay sólo una razón. Es
porque te quiero.
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–Lamento que el amor a veces quede enterrado bajo el enojo y la preocupación –continuó–. Tú mamá siempre me dice
que no me olvide que esa parte es importante. Me preocupo
porque no quiero que le pase nada malo a alguien que me
importa más que mis propios huesos.
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El doctor Alvarado había venido a la escuela a darnos unas charlas sobre la salud.
Nos mostró un vaso con agua clara.
–¿Quieren un trago? –preguntó.
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–Trataré de
no dejar
tapado el
amor debajo
del mensaje
–dijo Papá.
Algunos muchachos dijeron: “Sí”.
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No nos atrevimos a mirarnos. Creo que ambos teníamos un nudo en nuestras
gargantas. Yo estaba agradecido que las luces de la sala estuviesen apagadas. Nos
quedamos mirando la TV por unos minutos.
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Él puso su mano sobre la mía por unos segundos. Pero el roce de nuestras manos
por esos pocos segundos comunicaron más que todos los métodos que había aprendido en la escuela.
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Finalmente me estiré y puse mi mano en el hombro de mi papá.
–Trataré de no dejar olvidado el amor tapado debajo del mensaje –dijo Papá.
ENFERMEDADES
DE
TRANSMISION
SEXUAL
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–Yo trataré de no olvidarlo tampoco –le respondí.
ETS
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Unidad 6
Capítulo 32
–Hola. Sólo voy por el atajo –dije.
Capítulo 32
–Mira lo que tenemos –dijo un muchacho mayor. Tenía una revista en la
oscuridad.
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La “Rubia”
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Pensé que era una revista de deportes, pero no lo era. Era una revista pornográfica.
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Decidí tomar el atajo por el callejón para volver a mi casa desde la tienda del Sr.
Trelles. Quería disfrutar el resto de mi sábado.
–No me gustan las cosas por las que no he pagado –dije.
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En el callejón vi a unos muchachos de la escuela reunidos cerca de un contenedor de basura. Parecía un lugar extraño para reunirse. Tenían aspecto de estar escondiendo algo. Pensé que sabía por qué. Estaban leyendo revistas antiguas sin vender que habían sido tiradas por las tiendas del centro de la ciudad. Ellos no las
habían comprado.
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–¡Hombre, esto lo tiraron! –Juan hizo un gesto hacia el basurero.
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–Estas muchachas están buenísimas –dijo un muchacho con un una sonrisa pícara.
–Vaya –comenté, deslizándome por el costado
para tener más espacio y alejarme.
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Tuve la sensación de que debía voltearme inmediatamente y devolverme por el
callejón. Pero se hubiera visto raro. Yo quería llegar a casa.
Temía lo que ellos pensaran de mí. Además quería pasar de largo, así que tomé la revista y miré
una foto. Yo creía que era ilegal imprimir ese tipo
de cosas.
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Era como casi salir
con una chica... Sin
embargo me
preguntaba sí
estaría mal.
–Hay muchas aquí... ¿quieres mirar?
–Estoy atrasado. Gracias –dije y seguí de largo.
La imagen se quedó conmigo todo el camino a casa. Ella era rubia... y hermosa.
Al pensar en ella me costaba respirar. Despertó todo tipo de sensaciones en mí.
Me di cuenta de que podía ir al callejón en cualquier momento a ver muchachas
y más muchachas. Era casi como salir con una. Sin embargo me preguntaba si
estaba mal hacerlo.
El hermano mayor de Rolo, Eduardo, estaba en el gimnasio el sábado por la
tarde, jugando baloncesto con Rolo, así que decidí preguntarle a él qué pensaba.
En la máquina dispensadora de refrescos, le dije distraídamente: ¿Has visto alguna
vez fotos de mujeres desnudas?
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Unidad 6
Capítulo 33
Capítulo 33
to del clímax o emisión. Esto se llama masturbación. Algunos piensan que la masturbación está bien, incluso que es saludable. Hasta algunos médicos piensan así. Sin embargo
hay evidencia de que es dañina y todos están de acuerdo en que puede aislar socialmente
a una persona. No somos sólo cuerpos andantes. Somos personas, y eso significa que
tenemos una dimensión espiritual y otra social.
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“Placeres” solitarios
Las sesiones de “salud e higiene” eran interesantes. Los temas reflejaban nuestra
vida y no llevaban calificación. La mayoría de nosotros respetaba al doctor Alvarado
en su calidad de oficial de salud de la ciudad y vecino.
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Todos los placeres de la vida tienen un contexto apropiado. Si comemos sólo por
nuestro propio placer, podemos engordar y enfermar. Entonces no nos sentimos felices.
Algo puede ser muy placentero, pero si se usa de la manera equivocada, el placer es
temporal y resulta en infelicidad más tarde. La felicidad es más constante y viene de
hacer cosas dentro del contexto apropiado y de la manera apropiada.
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–Bueno, hay otro tema importante –dijo–. El tema a tratar hoy día es: “¿Es saludable la masturbación?”
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–No. Las muchachas a veces también
se ven tentadas por la pornografía y la
masturbación. Pero estos problemas afectan más a los muchachos que a ellas. Las
muchachas están más interesadas usualmente acerca de información sobre dar
a luz y cosas así. Por eso tienen sesiones
que en parte ven esto mismo que vemos
ahora, y en parte a cosas más interesantes para ellas. ¿Responde eso a tu pregunta
Álvaro?
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Álvaro asintió con la cabeza.
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–Está bien, comencemos –dijo el doctor Alvarado–. Algunas personas encuentran placer en tocar, acariciar o frotar sus
propios genitales para despertar sensaciones sexuales. Suelen hacer esto hasta el pun-
216
El placer sexual está hecho para compartirlo entre
esposo y esposa. Nutre la proximidad y la intimidad. Uno de sus propósitos es unir a los dos. Hormonas de placer tales como las endorfinas se liberan a través de la actividad sexual. Nos hacen sentir
bien y calmados. También se liberan hormonas de
unión como la oxitocina. El problema con la masturbación es que estas hormonas se liberan en nuestra relación con nosotros mismos. Pero ¿es posible
unirnos a nosotros mismos?
SU
–Vaya –dijo Álvaro–, ¿dónde están las
muchachas hoy día? Es también como lo
de la pornografía. ¿Son demasiado “puras” las muchachas para escuchar estas
cosas?
Algunos piensan que
la masturbación está
bien y hasta es
saludable. Pero hay
evidencia de que es
dañina y puede
aislar socialmente a
una persona.
El esposo y la esposa están hechos el uno para el
otro. La estructura física de los órganos sexuales masculinos y femeninos calzan mutua y perfectamente. Pero además están diseñados
para dar el máximo placer al otro. El diseño físico por sí solo implica la necesidad de
otra persona, por no mencionar el hecho de que nuestros deseos sexuales están
relacionados con los anhelos más profundos del corazón humano: amor y relaciones de familia.
Debido a que se practica en soledad, la masturbación suele requerir una fantasía
sexual. Estimula el uso de la pornografía o de crear imágenes pornográficas en nuestras
mentes. Creo que ya quedó claro que las imágenes pornográficas (aunque sea “solo
mentales”) no son saludables: son adictivas y distorsionan la manera en que vemos a
los demás.
217
Unidad 6
Capítulo 35
Capítulo 35
El doctor Alvarado rió.
–¿Sabían que las muchachas que iniciaron los juicios de las brujas de Salem pueden haber comido un trigo que tenía moho que causó que se volvieran locas?
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Mens Sana in Corpore Sano
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–¿Qué? –dijeron varios.
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Como el clima estaba cada vez mejor todos podíamos aprovechar cada vez más
nuestro nuevo receso a media mañana. Era fantástico.
–¿Juicios de brujas? –preguntó Paco.
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Por supuesto, la dieta juega un papel importante en el
olor del cuerpo y el acné. No todos los adolescentes del mundo tienen acné. Una
dieta con mucho azúcar, aceites y alta en grasas se verá en la cara. Tienen que ser
muy cuidadosos con lo que comen. Una dieta buena y saludable implica leer las
etiquetas y averiguar qué hay en los alimentos que comen. Los alimentos principales
se enumeran primero. Por lo tanto, si el azúcar o jarabe de glucosa es el número uno
en la etiqueta, ésa es una comida que hay que evitar. También pueden ver si los
productos de pan que comen tienen harina integral (es más saludable que la harina
refinada). Y cuidado con los aditivos químicos, MSG, y otros similares. No son buenos para ustedes y se acumulan en el cuerpo con el tiempo. La dieta tiene un efecto
impresionante.
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–Bueno, en el siglo XVII en el pueblo de Salem, Massachussets, algunas muchachas adolescentes comenzaron a tener convulsiones, caían en trances, se crispaban y sacudían con
fuerza en un loco
frenesí. El doctor
no podía explicarlo, así que dijo que
eran víctimas de
brujería.
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Por supuesto la dieta
juega un papel
importante en el olor
del cuerpo y el
acné. Una dieta con
mucho azúcar,
aceites y grasas se
verá en la cara.
–Dúchense cada mañana y usen desodorante –
dijo–. Así, aunque tengan un período breve de actividad física extenuante, estarán protegidos contra
el olor de las axilas...¡y también lo estarán sus compañeros y profesores! Sus cuerpos están produciendo más sudor estos días y por eso deben ducharse
más a menudo. También están produciendo más
aceite. Cuando eran menores, es posible que necesitaran lavarse la cara sólo una vez al día, pero ahora
deben lavarla por la mañana y la noche con un jabón suave y agua caliente. Esto también los ayudará a combatir el acné.
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Sin embargo, había un problema. Cuando volvíamos... ¡puf! Todo el salón apestaba. La profesora Méndez hacía esfuerzos por no sentir el olor. Ella no dijo nada,
pero pronto el doctor Alvarado nos recordó la limpieza en una de nuestras clases de
“salud e higiene”.
Sesenta y siete
personas fueron
acusadas de brujería mientras las muchachas seguían teniendo convulsiones y apuntando a
la gente. Veinte fueron ahorcadas.
Tomó mucho tiempo y varias personas
valientes que se
atrevieron a defender la verdad antes
de que el pueblo se
diera cuenta de que las supuestas “brujas” eran buenas personas
falsamente acusadas. Entonces las ejecuciones se detuvieron.
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Ficha 3 A
Ficha 4 A
Algunos temores son naturales, como el temor a un accidente, un golpe, una
enfermedad, la pérdida de un ser querido. Otros temores los crea nuestra mente,
como el temor de hablar en público.
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Un instructor de karate, cinturón negro grado 12, dijo una vez a sus alumnos:
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“Lo más difícil que me ha tocado hacer es retirarme de una pelea.”
Se había criado en un barrio peligroso y había estado peleando toda su vida.
Cuando descubrió el karate, entendió que la pelea sólo debe ser para defenderse.
Pero los “machitos” de su barrio no habían entendido eso.
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¿Qué temores tienes tú?
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¿Qué haces cuando los sientes?
¿Qué creen ustedes que pensaron de él al ver que ya no peleaba?
¿Crees que una persona mayor podría ayudarte a calmar tus temores dándote
buenos consejos y alentándote?
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¿Lo hacía por cobarde o por débil de carácter?
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¿Recurres a esas personas mayores cuando sientes temores?
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¿Qué tipo de fortaleza hay que tener para “no” pelear?
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Intenten decir sólo cosas amables durante una sola hora; ningún comentario
sarcástico, cero quejas o críticas, a nadie.
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Ficha 3 B
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TR
¿Fue fácil o difícil?
Si fue fácil, inténtalo durante dos horas o un día completo.
Ficha 5
Carlos tuvo que sacrificar su meta personal en los deportes para beneficiar al
grupo.
¿Alguna vez has tenido una meta personal que parecía estar en contra de algo
que debías hacer por otros, (por ejemplo ayudar en las necesidades de tu familia)
¿Qué hiciste?
ES
TA
ES
U
N
A
M
U
Quizás quieran escribir un pequeño reporte sobre esto o anotarlo en su diario
personal.
238
239
Ficha 19
Ficha 15
¿Qué tan bueno eres para cumplir tus promesas?
D
U
1. Defiendo a mis amigos aunque tenga que enfrentarme a mucha
gente y arriesgar mi “buena imagen”.
a. Llamas a tu tercer mejor amigo y le dices que estás enfermo.
b. Llamas a tu tercer mejor amigo y le dices que se te ha presentado algo y
que no puedes ir el viernes en la noche.
c. Le dices a tu mejor amigo que te encantaría ir, pero que prometiste esa
noche en particular a otra persona.
R
EP
R
O
2. Nunca cuento los secretos de mis amigos a los demás (a no ser que
mi amigo u otra persona esté en peligro o en problemas debido a
estos secretos).
SU
3. Si digo que voy a hacer algo con (o para) un amigo, trato en todo lo
posible de cumplir, aunque no sea lo que quiero hacer en ese momento.
IB
ID
A
2.
H
4. Sé que a veces tengo que hacer cosas por conservar una amistad
aunque no tenga ganas de hacerlas.
M
R
U
ES
TR
7. Trato de perdonar las limitaciones de mis amigos.
U
N
A
9. Si mi amigo me necesita, dejo de lado mis propios intereses por
ayudarle.
3.
Dices que limpiarás tu habitación antes de ir al parque. Sin embargo, lo postergas y ahora tu amigo está en la puerta, listo para ir al parque. Tú:
a. Le dices a tu amigo que necesitas limpiar tu habitación.
b. Crees que lo harás rápidamente después de que llegues del parque, antes
de que tu mamá lo vea.
c. Crees que tu mamá entenderá por qué lo postergaste.
ES
TA
ES
10. Desde hace años tengo el mismo amigo o los mismos amigos.
Llamas a la profesora y le dices que tu mamá no te dejará volver a la escuela caminando.
b. Corres a la escuela tan rápido como puedes.
c. Llamas a la profesora y te disculpas por no llegar con el informe a tiempo
y aceptas las consecuencias.
A
.P
6. Me pongo realmente triste cuando algo malo le pasa a un amigo.
Le dijiste a tu profesora que le llevarías tu informe sobre un libro después de la
escuela. Cuando llegas a casa, sin embargo, están dando tu programa favorito
de TV. El tiempo pasa hasta que es casi demasiado tarde para volver a la escuela
con el informe. Tú:
a.
O
5. Me pongo realmente feliz cuando algo bueno le pasa a un amigo.
8. Cuando mis amigos y yo no pensamos igual respecto a algo, respetamos la opinión de cada uno.
Tu tercer mejor amigo te invita a ir a jugar boliche. No tienes nada que hacer,
así que aceptas. Entonces te llama tu mejor amigo y te invita a ver una película
fantástica a la misma hora. Tú:
C
C
1.
IÓ
N
¿Eres un amigo fiel? Responde a esta prueba
(Contesta Sí o No a cada pregunta)
242
243
Ficha 26
6.
La pubertad es:
a. un momento de problemas médicos serios
b. un período natural de transformación física de niño a adulto
c. un período de locura
d. un período en el que se producen cambios físicos de la misma forma y al
mismo tiempo en diferentes niños.
7.
Las hormonas son:
a. químicos naturales del cuerpo
b. vitaminas que te inyecta el doctor
c. jabón para la cara
d. ondas cerebrales
IÓ
N
Busca las respuestas correctas en el relato:
O
EP
R
SU
R
2. Todas las siguientes son características de la pubertad, excepto:
a. los cambios de voz en los chicos
b. el acné
c. el aumento de peso
d. la artritis reumatoide
IB
ID
A
Ficha 27 A
Ramón
Alicia
A
.P
R
O
H
3. El ejercicio durante la pubertad es:
a. indeseable
b. peligroso
c. saludable y útil
d. agrega demasiada tensión a un cuerpo ya exhausto
La tristeza duró mucho tiempo
Tenía pensamientos suicidas
Perdió interés en sus actividades y amigos comunes
Ni pensó en el suicidio
La tristeza fue pasajera
Participa activamente en su vida normal
ES
TA
ES
U
N
A
M
U
ES
TR
4. La edad más temprana del inicio de la pubertad es a los:
a. cinco años para las chicas; siete años para los chicos
b. quince años para las chicas; diecisiete para los chicos
c. ocho para las chicas; diez para los chicos
d. doce años para ambos sexos
5. Los cambios en la voz de los chicos pueden curarse:
a. cantando escalas musicales
b. mediante la fuerza de voluntad
c. con el tiempo
d. con inyecciones hormonales
D
U
C
C
1. La hormona que inicia el proceso de la pubertad y es secretada por el cerebro
es la:
a. hormona luteinizante
b. hormona folículo estimulante
c. hormona liberadora de gonadotropina
d. testosterona
246
247
Ficha 27 C
Ficha 28 A
Tomar las cosas paso a paso nos ayuda a desarrollar paciencia. Creer que “no hay
mal que bien no traiga” es una buena manera de ser paciente en situaciones adversas.
C
C
IÓ
N
Los cambios de humor tienen “otra cara” igual que una moneda. Cuando te
sientes irritable, piensa que tal vez puedas sacar algo bueno de ello.
Ejemplo 1:
D
U
Otra manera de ser paciente con tu situación es simpatizar con alguien que sea
menos afortunado que tú. Carlos tiene a la pequeña Minina, una gatita abandonada que estaba a punto de morir, a quien tampoco se le permite salir.
EP
R
O
Me siento triste cuando veo vagabundos, gente sin techo, en la calle.
Haz una lista de tres cosas que puedas hacer para ayudar a remediar esa situación.
Carlos hubiera podido compararse con Ana Frank, la autora de 12 años de un
diario que fue encontrado después de su muerte. La familia de Ana vivió escondida
de los Nazis durante más de un año. Tenían que estar callados todo el día en un
espacio confinado y vivían con el temor de que los descubrieran. Ana se contentaba
con escribir en su diario, y éste ha sido la inspiración de incontables personas desde
entonces.
R
Ejemplo 2:
IB
ID
A
SU
Me siento enojado cuando mis padres no me entienden.
Piensa “técnicas de comunicación» y ensáyalas aplicándolas a distintos casos hipotéticos en tu cuaderno.
U
ES
TR
A
M
Ficha 27 D
Un chico quiere jugar fútbol, pero su madre está preocupada de que se lesione.
b. Una chica quiere que sus padres le compren un teléfono celular.
c. Un chico quiere que lo dejen jugar afuera hasta más tarde de lo permitido.
d. Una chica quiere que la dejen usar más maquillaje.
e. Un chico o chica quiere que le aumenten la mensualidad que le dan sus padres
(o quiere que le den una mensualidad)
Un pobre buzo de perlas tiene una racha de buena y mala suerte. Su hijo es
picado por un escorpión venenoso, pero el tratamiento natural de su esposa parece
salvar al niño. Él encuentra una enorme perla en el fondo del océano, suficientemente grande para que él y su hijo hicieran fortuna. Pero considera que su choza no
es suficiente para defenderse de los ladrones y mata a alguien que ataca su hogar.
Tiene que escapar con su esposa e hijo, y durante una lucha contra sus perseguidores le dispara accidentalmente a su propio hijo. Al final, arroja su enorme y hermosa
perla de vuelta al mar. Similar al relato del caballo, la Perla recomienda mirar más
críticamente lo que parece ser buena o mala fortuna: la buena fortuna puede contener las semillas de la destrucción, mientras que la mala fortuna puede no ser tan
mala después de todo.
O
ES
TA
ES
U
N
a.
Ficha 28 B
R
A
.P
Me siento solo.
La mejor manera de hacer amigos es ser un amigo. En vez de esperar que alguien
te llame, llama a tus amigos. Participar en un club de la escuela. Escribir una
carta a un pariente que viva lejos u organizar una fiesta.
Haz una lista de ideas para encontrar nuevas formas de contactarte positivamente con los demás.
H
Ejemplo 3:
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