informe del estudio nacional a hogares sobre consumo de drogas

Transcripción

informe del estudio nacional a hogares sobre consumo de drogas
1
INFORME DEL ESTUDIO NACIONAL A HOGARES SOBRE CONSUMO
DE DROGAS
2007
CONSEJO NACIONAL DE CONTROL DE SUSTANCIAS
ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS - CONSEP
OBSERVATORIO ECUATORIANO
DE DROGAS - OED
COMISIÓN INTERAMERICANA CONTRA EL ABUSO DE DROGAS CICAD-OEA
OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DROGA Y EL
DELITO - ONUDD
2
Tabla de contenido 1
2
2.1
2.2
2.2.1
2.2.2
2.2.3
2.2.4
2.2.5
2.2.6
ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIONES.
OBJETIVOS Y MARCO CONCEPTUAL.
LOS OBJETIVOS.
MODELOS EXPLICATIVOS DEL CONSUMO.
La clínica.
El método científico.
Causalidad: relojes y mariposas.
Los modelos explicativos en la prevención del uso de SPA.
La interpretación cultural.
La interpretación psicológica: “No soporté la soledad y me
volví a inyectar…”.
2.2.7 La enfermedad cerebral.
2.2.8 Marco conceptual del CONSEP en la prevención del uso de SPA.
2.2.9 Marco conceptual del Estudio a Hogares.
3
CARACTERÍSTICAS METODOLÓGICAS DEL ESTUDIO.
3.1
LA POBLACIÓN ESTUDIADA.
3.2
LA MUESTRA.
3.2.1 Cálculo del tamaño de la muestra.
3.3
EL INSTRUMENTO.
3.4
EL TRABAJO DE CAMPO.
3.4.1 Niveles y funciones.
3.4.2 Aplicación de los cuestionarios.
3.4.3 Distribución del personal.
3.4.4 Ubicación de los individuos y aplicación de los cuestionarios.
3.5
LA ELABORACIÓN DE LA BASE DE DATOS.
3.6
EL ANÁLISIS DE LOS DATOS.
3.6.1 El concepto de prevalencia.
3.6.2 Las hipótesis del Estudio.
3.6.3 El problema de la comparación y la construcción de la tendencia.
3.6.4 Los métodos de investigación, su complejidad y sinergia.
4
EL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN LA POBLACIÓN
ECUATORIANA DE 12 A 65 AÑOS.
4.1
EL CONSUMO DE CIGARILLOS.
4.1.1 Prevalencia de vida (PV), último año (PA) y último mes (PM) del
consumo de cigarrillos u otro tipo de tabaco (%).
4.1.2 Prevalencia de vida del consumo de cigarrillos u otro tipo de
tabaco (%) y población representada (#) según dominio.
4.1.3 Distribución porcentual de los consumidores de cigarrillos u
otro tipo de tabaco según el género.
4.1.3.1 Nacional.
4.1.3.2 Según el dominio y género.
4.1.4 Distribución de los consumidores según la edad del primer
consumo de cigarrillos u otro tipo de tabaco (años).
4.1.5 Periodo en el cual fumó cigarrillos u otro tipo de tabaco por
primera vez (%).
15
16
16
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47
50
50
50
50
51
51
51
53
53
3
4.1.6
Número de cigarrillos u otro tipo de tabaco fumado por día
en el último mes.
53
4.1.7 Ha fumado alguna vez al menos 100 cigarrillos o cantidad
equivalente en la vida (%).
54
4.1.8 Número de años donde ha fumado a diario.
54
4.2
EL CONSUMO DE ALCOHOL.
54
4.2.1 Prevalencia de vida, últimos 12 meses y últimos 30 días del
consumo de alcohol.
54
4.2.2 Prevalencia de vida, ultimo año y último mes del consumo de
alcohol según dominio (%).
55
4.2.3 Prevalencia de vida del consumo de alcohol según el género (%).
55
4.2.3.1 Nacional.
55
4.2.3.2 Según dominio y género.
55
4.2.4 Edad del primer consumo de alcohol (%).
57
4.2.5 Consumo de alcohol durante los últimos 30 días según la edad (%).
58
4.2.6 Número de días de consumo de alcohol durante los últimos 30 días (%). 58
4.2.7 Número de bebidas tomadas en total en los días que tomó alcohol
durante los últimos 30 días.
59
4.2.8 Número de bebidas ingeridas el día que más tomó.
59
4.2.9 Excesos en el consumo de alcohol en los últimos 30 días. Nivel Nacional. 60
4.2.9.1 Excesos con el alcohol (%).
60
4.2.9.2 Distribución de las personas que se excedieron con el alcohol,
según el número de episodios, en los últimos 30 días.
60
4.2.9.3 Número medio de excesos con el alcohol.
60
4.2.9.4 Excesos con el alcohol según el género (%).
61
4.2.9.5 Excesos con el alcohol según la edad (%).
61
4.2.10 Número promedio de excesos en el consumo de alcohol en los
últimos 30 días según regiones.
62
4.2.11 Excesos en el consumo de alcohol en los últimos 30 días según el
género y dominios (%).
63
4.2.12 Número de veces que ha consumido 5 o más vasos de alcohol en
un solo día en los últimos 30 días (%).
63
4.2.13 Amigos o familiares que se emborrachan habitualmente (%).
63
4.2.14 Intentos para dejar de beber.
64
4.2.15 Dinero gastado en los últimos 30 días por consumo de alcohol.
64
4.2.16 Escala de alcoholismo EBBA-CAGE (%).
64
4.3
EL CONSUMO DE MEDICAMENTOS TRANQUILIZANTES Y ESTIMULANTES.66
4.3.1 Prevalencia de vida, último año y último mes del consumo de
tranquilizantes y estimulantes sin prescripción médica.
66
4.3.2 Prevalencia de vida del consumo de cualquier medicamento según el
género. Nivel Nacional.
66
4.3.2 Prevalencia de vida del consumo de cualquier medicamento según el
género y el dominio.
67
4.3.3 Prevalencia del último año del consumo de cualquier medicamentoo
según la edad.
67
4.4
PERCEPCIÓN DEL RIESGO AL CONSUMIR SUSTANCIAS PSICOACTIVAS. 68
4.5
FACILIDAD PARA CONSEGUIR DROGAS.
70
4.6
OFRECIMIENTO DE DROGAS.
73
4
4.7
EL RIESGO.
74
4.8
EL CONSUMO DE DROGAS. 75
4.8.1 Prevalencia de vida del consumo de drogas a nivel nacional.
75
4.8.1.1 Prevalencia de vida según droga.
75
4.8.1.2 Prevalencia de vida según droga y dominio (%).
75
4.8.1.3 Prevalencia de vida según droga y edad media al primer consumo.
76
4.8.1.4 Proporción de consumo (prevalencia de vida de cualquier droga)
según el género (%).
77
4.8.1.5 Proporción de consumo (prevalencia de vida de cualquier droga)
según el dominio (%).
77
4.8.1.6 Proporción de consumo (prevalencia de vida de cualquier droga)
según el género y dominio (%).
77
4.8.2 Prevalencia del último año (PA) del consumo de drogas.
78
4.8.2.1 Prevalencia del último año según droga.
78
4.8.2.2 Prevalencia del último año: número de personas representadas (#).
78
4.8.3 Consumo de marihuana durante los últimos 12 meses y otras
Características.
79
4.8.3.1 Frecuencia del consumo de marihuana durante los últimos 12
meses.
79
4.8.3.2 Número de cigarrillos de marihuana consumidos al mes.
79
4.8.3.3 Gasto en marihuana en los últimos 30 días.
80
4.8.3.4 Costo de un cigarrillo de marihuana.
80
4.8.4 Consumo de cocaína y otras características.
80
4.8.4.1 Frecuencia del consumo de cocaína durante los últimos 12 meses
y características.
80
4.8.4.2 Gramos de cocaína consumidos durante el último mes (gramos).
81
4.8.5 Escala de adicción según tipo de droga (%).
81
4.8.6 Patrones de consumo de drogas.
82
4.8.7 Consumo de drogas y consumo de alcohol en exceso (%).
11
4.9
EXPOSICIÓN A PROGRAMAS DE PREVENCIÓN.
83
4.9.1 Nivel de información sobre las drogas (%).
83
4.9.2 Fuente de la información recibida sobre las drogas (%).
83
4.9.3 Ha asistido a programas de prevención (%).
84
4.9.4 Calificación de los contenidos de prevención (%).
84
4.9.5 Según grupos.
84
4.10 EXPOSICIÓN A PROGRAMAS DE TRATAMIENTO.
85
4.10.1 Ha buscado ayuda profesional en los últimos 12 meses para disminuir el
consumo de SPA (%).
85
4.10.2 Ha estado o está en tratamiento por consumo de sustancias
en los últimos 12 meses (%).
85
4.10.3 Calificación de la atención recibida (%).
85
5
LOS FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE SPA.
86
5.1
RELACIONADOS CON EL SUJETO.
86
5.1.1 Género.
86
5.1.2 Edad.
86
5.1.3 Estado civil.
87
5.1.4 Migración de algún familiar.
87
5.1.5 Modelo de prevención del CONSEP: migración.
88
5
5.1.6 Nivel educativo alcanzado.
5.1.7 Universitarios.
5.1.7.1 Estudia actualmente en una universidad.
5.1.7.2 Año de estudio en la universidad.
5.1.7.3 Facultad según consumo.
5.1.8 Ocupación durante el último mes.
5.1.9 Institución en la que trabaja.
5.1.10 Ingreso económico del informante durante el último mes.
5.1.11 Ingreso económico mensual de la familia.
5.1.12 Nivel de satisfacción de las necesidades.
5.1.13 Excesos con el alcohol y consumo de drogas.
5.1.14 Modelo de prevención del CONSEP: FRP relacionados con el sujeto.
5.2
RELACIONADOS CON LA FAMILIA.
5.2.1 Personas con quienes vive actualmente (%).
5.2.2 Muerte parental.
5.2.2.1 Muerte del padre (%).
5.2.2.2 Muerte de la madre (%).
5.2.2.3 Edad media a la muerte del padre o de la madre (%).
5.2.2.4 Muerte del padre y/o de la madre (%).
5.2.3 Relación entre los padres (%).
5.2.4 Divorcio (%).
5.2.5 Edad al momento del divorcio (años).
5.2.6 Figura parental más dominante (%).
5.2.7 A quién le tiene más confianza (%).
5.2.8 Nivel de cohesión familiar (%).
5.2.9 Características de la relación con los padres (%).
5.2.9.1 Apoyo recibido por los padres (%).
5.2.9.2 Comunicación intrafamiliar (%).
5.2.9.3 Importancia de la opinión personal (%).
5.2.9.4 Fines de semana compartidos (%).
5.2.9.5 Sentirse querido en su familia (%).
5.2.10 Disciplina (%).
5.2.11 Recuerdos de la niñez y adolescencia (%).
5.2.12 Modelo de prevención del CONSEP: familia.
5.2.13 Vida sentimental.
5.3
RELACIONADOS CON LOS CONTEXTOS.
5.3.1 Nivel de información sobre las drogas.
5.3.1.1 Autocalificación (%).
5.3.1.2 Fuente de la información sobre las drogas (%).
5.3.1.3 Exposición a programas de prevención del consumo de drogas
según la prevalencia de vida de cualquier droga.
5.3.1.4 Exposición a programas de prevención del consumo de drogas
según la prevalencia del último año del consumo de marihuana.
5.3.1.5 Lugares donde se produjo la exposición a programas de
prevención (%).
5.3.1.6 Nivel de información sobre las drogas según el género (%) .
5.3.1.7 Exposición a eventos de prevención según la edad (%).
88
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6
5.3.1.8 Calificación de los contenidos de los eventos de prevención
recibidos según grupos (%).
5.3.1.9 Características del barrio (%).
5.3.2 Personas que consumen drogas en los contextos del sujeto .
5.3.2.1 En el hogar: personas que fuman diariamente cigarrillos (%).
5.3.2.2 En el hogar: personas que consumen drogas (%).
5.3.2.3 Amigos que consumen drogas (%).
5.3.2.4 Compañeros de trabajo o de estudio que consumen drogas (%).
5.3.2.5 Personas que consumen drogas en la casa, amigos y compañeros
de trabajo que consumen drogas según grupos (%).
5.3.3 Modelo de prevención del CONSEP: iguales.
5.3.4 CONOCIMIENTOS SOBRE LOS ACTORES INSTITUCIONALES.
5.3.5 Ocio y tiempo libre.
5.3.5.1 Número de veces que salió a fiestas, discotecas o lugares similares
en los últimos 30 días.
5.3.5.2 Eventos particulares en los últimos 30 días en salidas a fiestas,
discotecas, recitales, bares o lugares similares (%).
5.3.5.3 Relación entre el consumo de drogas en salidas y prevalencia en
el último mes del consumo de cualquier droga.
5.3.6 Entorno laboral.
5.3.6.1 Calificación del trabajo.
5.3.6.2 Calificación del trabajo y consumo de drogas.
5.3.6.3 Calificación de las relaciones con los jefes y los compañeros de
trabajo.
5.3.6.4 Calificación de las relaciones con los jefes según grupos.
5.3.6.5 Calificación de las relaciones con los compañeros de trabajo según
grupos.
5.3.6.6 Calificación del salario que percibe.
5.3.6.7 Calificación del salario que percibe y consumo.
5.4
VIH/SIDA.
5.4.1 Realización de la prueba (%).
5.4.2 Relación sexual según tipo de pareja durante los últimos 12 meses (%).
5.4.3 Frecuencia del uso del condón durante el último año (%).
5.4.4 Realización de la prueba del VIH/SIDA y consumo de drogas (PV).
5.4.4.1 Según el género.
5.4.4.2 Según la edad.
5.4.4.3 Según la edad y el género.
5.4.4.4 Según el consumo de drogas (PV).
5.4.5 Resultado de la prueba del VIH/SIDA y consumo de drogas (PV).
5.4.6 Resultado de la prueba del VIH/SIDA y prevalencia de vida del
consumo de heroína (%).
5.4.7 Resultado de la prueba del VIH/SIDA y prevalencia del último
año y últimos 30 días del consumo de alcohol (%).
5.4.8 Resultado de la prueba del VIH/SIDA y excesos con el alcohol
en los últimos 30 días.
5.5
UN MODELO MULTIVARIADO DEL CONSUMO DE SPA.
5.5.1 Definición de la variable dependiente.
5.5.2 Identificación de las variables independientes.
108
109
110
110
110
111
111
111
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121
121
124
122
122
125
7
6
6.1
6.2
6.3
6.4
6.4.1
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
129
EL POSICIONAMIENTO DE LA PROBLEMÁTICA DE LA DROGA.
129
LA ESTRUCTURA CAUSAL DEL CONSUMO Y LA TENDENCIA.
132
CONCEPTOS, MODELOS Y PROGRAMAS DE ACCIÓN.
129
EL OBSERVATORIO ECUATORIANO DE LAS DROGAS.
130
Gestión de la información para el monitoreo de la respuesta
nacional.
134
6.4.2 Gestión de la información para el monitoreo de la situación.
134
6.4.2.1 La medición de la tendencia.
135
6.4.2.2 ¿Han identificado adecuadamente la respuesta los sectores que
configuran la situación?.
135
6.4.2.3 ¿Enfrenta la respuesta las variables que realmente determinan el
problema?.
136
6.4.3 ¿Tiene en cuenta la respuesta los obstáculos para lograr sus
objetivos?.
138
6.4.4 ¿Aprovecha la respuesta las oportunidades que existen en el
país?.
139
6.4.4.1 Intensificar la relación del OED con la clínica.
139
6.4.4.2 Realizar paneles de expertos.
139
6.4.4.3 Realizar la evaluación de la efectividad, eficacia y eficiencia de
los programas de prevención.
139
6.4.4.4 Fortalecer el sector de las organizaciones de la sociedad civil.
139
6.4.4.5 Territorializar el OED.
140
6.5
EL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN EL ECUADOR.
136
6.6
ACERCA DEL MODELO DE LOS FACTORES DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN 137
6.7
LA VARIABLE DEPENDIENTE.
138
6.8
LAS VARIABLES INDEPENDIENTES.
139
6.8.1 Variables sociodemográficas, individuales y familiares.
139
6.8.2 Variables sociodemográficas, individuales, familiares y de información.
139
6.8.3 Variables sociodemográficas, individuales, familiares, de información y de
consumo en los entornos.
140
6.8.4 Variables sociodemográficas, individuales, familiares, de información, de
consumo en los entornos y relacionadas con el entorno laboral.
140
7
GLOSARIO.
8
CONSEJO NACIONAL DE CONTROL DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTRÓPICAS
(CONSEP)
SECRETARÍA EJECUTIVA
Dr. Domingo Paredes Castillo
EQUIPO TÉCNICO
TERCERA ENCUESTA NACIONAL SOBRE CONSUMO DE DROGAS EN
POBLACIÓN GENERAL
Dra. Silvia Corella Ramírez
Ing. Diego Vaca Enríquez
DIRECTORA DE LA INVESTIGACIÓN
ESTADÍSTICO
LEVANTAMIENTO DEL TRABAJO DE CAMPO
Dominios Quito y Guayaquil
Centro de Estudios de Población y Desarrollo Social, CEPAR
Dominios resto urbano Costa, resto urbano Sierra y urbano Oriente
Centro de Planificación y Estudios Sociales, CEPLAES
DISEÑO MUESTRAL
Mat. Luis Castillo
Ec. Carlos Criollo
Centro de Estudios de Población y Desarrollo Social, CEPAR
Centro de Planificación y Estudios Sociales, CEPLAES
COORDINACIÓN OPERATIVA
Dgfo. José Ordóñez, DIRECTOR EJECUTIVO DE CEPAR
Ec. Ramiro Larrea, DIRECTOR EJECUTIVO DE CEPLAES
COORDINACIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO
9
CEPAR
Dr. Luis Revelo
Sr. Rommel Andrade
Coordinador General del Operativo de Campo
Coordinador de Campo
CEPLAES
Ec. Carlos Criollo
Coordinador General de Campo
SUPERVISIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO
CEPAR
José Cabrera Coronel
Isaías Estévez Padilla
Edgar Lima Céli
Luis Caiza
Yamil Macías
Orlando Alvear
QUITO
QUITO
QUITO
GUAYAQUIL
GUAYAQUIL
GUAYAQUIL
CEPLAES
Luis Caeciré
Luis Villacreces
COSTA
SIERRA Y ORIENTE
CONSEP
Ing. Diego Vaca
ENCUESTADORES
CEPAR
QUITO
Luis Benavides
Isaí Díaz
Marco Oscullo
Eva Oña
Luis Díaz
Jorge Macas
María del Carmen Paredes
Christian Egas
Liliana Jami
Miriam Espinoza
Narcisa Mayorga
Katy Meneses
Alexandra Ortiz
Luis Franco
Carlos Tulcanaza
Bolívar Vela
Luis Villacreces
10
GUAYAQUIL
Miguel Navarro
Sandra Carrera
Cristian Donaine
Mariuxi Donaine
Brasilia Villamar
Franklin Guacón
José Carrera
Catalina Bustamante
Andrea Bustamante
Petita Acosta
Arturo Lino
Carlos Cevallos
Paola Miranda
Flor Chávez
Berta Pazmiño
CEPLAES
CUENCA, LOJA Y MACHALA
Luis Villacreces
Moisés López
IBARRA, LATACUNGA, SANGOLQUÍ, AMBATO, RIOBAMBA, PUYO Y LAGO
AGRIO
Magnolia Campoverde
Lucía Torres
Marcia Sánchez
Silvana Aules
Bolívar Vela
Oswaldo Chávez
SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS, ESMERALDAS, PORTOVIEJO Y MANTA
Carlos Meneses
Antonio Ocaña
MILAGRO, LA LIBERTAD, DURÁN, QUEVEDO Y BABAHOYO
Meire Añazco
Luis Caesire
CAPACITACIÓN AL PERSONAL OPERATIVO
Dra. Silvia Corella Ramírez,
Ing. Diego Vaca,
Dgfo. José Ordóñez,
Dr. Luis Revelo,
Ec. Ramiro Larrea,
Ec. Carlos Criollo,
CONSEP
CONSEP
CEPAR
CEPAR
CEPLAES
CEPLAES
11
ELABORACIÓN DEL PROGRAMA DE INGRESO
Ing. Eduardo Arguello,
CEPAR
DIGITACIÓN DE LA BASE DE DATOS
Karina Lalvay
Patricio Ortiz
Katherine Valencia
Paola Flores
ANÁLISIS DE DATOS Y ELABORACIÓN DE INFORME
Dr. Jaques Laufer, CONSULTOR
Dra. Silvia Corella Ramírez, OBSERVATORIO NACIONAL DE DROGAS, CONSEP
Ing. Diego Vaca, OBSERVATORIO NACIONAL DE DROGAS, CONSEP
ELABORACIÓN Y ANÁLISIS DE LA BOLETA
Observatorio Interamericano sobre Drogas, CICAD – OEA
Proyecto Subregional, ONUDD
Observatorio Nacional de Drogas, CONSEP
Dirección Nacional de Control de la Demanda de Drogas, CONSEP
CORRECCIÓN DE ESTILO DEL INFORME FINAL
Patricio Viteri
DISEÑO GRÁFICO
SATRÉ Comunicación Integral
Gonzalo Morales
12
PRÓLOGO
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y la Comisión
Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD/OEA), a través de su
Observatorio Interamericano de Drogas, brindan apoyo técnico y financiero a países
sudamericanos en el marco del Sistema Subregional de Información e Investigación
sobre Drogas en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay.
En este marco las comisiones nacionales de drogas integrantes del Sistema Subregional
realizaron en el año 2008 estudios nacionales sobre el consumo de drogas en
estudiantes secu8narios, que permitieron por primera vez contar con información
comparable entre lo países. De la misma manera, durante los años 2006 – 2007, tales
comisiones realizaron estudios nacionales en población general de 12 a 65 años, con
diseños metodológicos comunes para posibilitar el análisis comparado de los datos. De
esta forma y por primera vez estos países pueden comparar datos nacionales en
población general sobre consumo de drogas sobre factores de riesgo/protección
asociados, además de importante información de contexto relacionada con las políticas
públicas en esta materia y los avances en prevención y tratamiento realizados y de los
marcos jurídicos que regulan o no el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas. Sin
duda las particularidades culturales, económicas y sociales de cada país son,
necesariamente, un elemento a considerar al momento de establecer las comparaciones
e interpretar la información relativa al consumo de drogas y de los patrones de uso de
alcohol, tabaco y drogas ilícitas en los distintos países.
Al mismo tiempo, la información producida contribuye al logro de un diagnóstico
adecuado sobre la problemática del consumo en la Subregión y se constituye en un
insumo clave para la reorientación y/o evaluación de las políticas preventivas y
asistenciales ejecutadas, tanto de los sectores públicos como privados, a nivel nacional o
regional. Por otra parte, los países diseñan y ejecutan estudios específicos con el
objetivo de contar con información sobre otras poblaciones y sobre fenómenos
asociados al consumo (morbilidad, delitos, poblaciones vulnerables entre otros).
13
El consumo de drogas que se sitúa entre los retos que enfrenta a los países productores
y de tránsito preocupa a las autoridades nacionales que participaron en este estudio
comparativo. Se espera que estudios de esta índole no solo puedan aportar a procesos
de reflexión sino lo más importante apoyar a contrarrestar su incidencia en la población
a través de estrategias y programas fortalecidos que cuenten con el apoyo de todos los
actores de los sectores públicos, privados y de la sociedad civil en su conjunto.
FLAVIO MIRELLA
Representante de ONUDD para
Perú y Ecuador y Coordinador del
Sistema Subregional
JAMES MACK
Secretario Ejecutivo de la
OEA/CICAD
DIEGO GARCÍA
Procurador General del Estado
DOMINGO PAREDES CASTILLO
Secretario Ejecutivo del
CONSEP
14
1
ANTECEDENTES
La Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y
Psicotrópicas (CONSEP) realizó, a través de su Observatorio Ecuatoriano de Drogas
(OED), la Tercera Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas.
Este estudio se desarrolló en cumplimiento a lo establecido en el marco del Sistema
Subregional de Información e Investigación sobre Drogas en Argentina, Bolivia, Chile,
Ecuador, Perú y Uruguay —del cual nuestro país forma parte desde el año 2005—,
coordinado por la Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas (ONUDD).
Asimismo se contó con la asistencia técnica y económica del Observatorio
Interamericano de Drogas (OID) de la Comisión Interamericana para el Control del
Abuso de Drogas (CICAD), entidad de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Es importante realzar la cooperación mutua con la que estos organismos multilaterales
vienen apoyando el fortalecimiento de este proyecto, en beneficio de los países
integrantes. Es necesario también precisar que se llegó a un consenso entre los equipos
técnicos de los Observatorios Nacionales de Drogas de cada uno de los países que
participan del Sistema Subregional, en la definición de la metodología (instrumento y
aspectos del muestreo) que permitiera la comparabilidad de los datos en la subregión.
El desarrollo de la Tercera Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas contó con el
financiamiento de fondos propios del CONSEP, ONUDD y de la CICAD. La planificación y
ejecución del trabajo de campo, la elaboración de la muestra, edición y digitación de la
base de datos, así como el análisis de consistencia fueron realizados por CEPAR, que
ganó tras el proceso de Licitación Pública convocado por PNUD, y por CEPLAES a
través de contratación de consultoría realizada por el CONSEP. En todo este proceso
existió una participación permanente del equipo del OED. La dirección técnica del
Estudio, el análisis de los datos y la elaboración del presente informe estuvo a cargo del
OED y de un consultor contratado por PNUD que realizó el procesamiento de las
variables para medir prevalencia, incidencia y dependencia, y la elaboración del Informe
del Estudio.
Si bien este estudio en población general es el tercero que ha desarrollado el país, no es
posible realizar análisis comparativos entre ellos. Diferentes metodologías y diseño
muestral impiden establecer tendencias a partir de los mismos. En este Tercer Estudio
Nacional, la utilización de metodologías homologadas internacionalmente forma parte de
una decisión estratégica para garantizar hacia el futuro la comparabilidad de la
información obtenida. En este sentido, es necesario que el país defina una periodicidad
para la realización de los Estudios Nacionales sobre consumo de sustancias psicoactivas.
Partimos de la necesidad de contar con información válida sobre el fenómeno del
consumo de drogas en el país, la cual nos permita identificar a la población objetivo
según su pertenencia a grupos de riesgo, grupos de usuarios experimentales y
consumidores que tengan una relación de dependencia o adicción al consumo de alguna
sustancia psicoactiva, y definir prioridades de acuerdo a nuestras especificidades y
particularidades como país.
15
La Secretaría Ejecutiva del CONSEP, a través del Observatorio Ecuatoriano de Drogas, se
ha propuesto, como misión principal, el apoyar la toma de decisiones para intervenir en
el complicado tema del consumo de drogas mediante la producción de conocimiento
científico, por lo cual la investigación debe ser la base en la que se respalden las
intervenciones en materia de drogas, para mejorar la efectividad de las acciones,
aprovechar al máximo los pocos recursos disponibles y contribuir a la construcción del
conocimiento sobre la realidad de las drogas.
Para orientar las políticas preventivas y asistenciales se requiere, necesariamente,
diferenciar las características que cada uno de estos grupos (clases sociales o niveles
socioeconómicos, edad, sexo, nivel de educación) tiene en el país y cuáles son los
patrones de consumo que manifiestan (tipo de sustancia, frecuencia de uso, edad de
inicio).
Podríamos afirmar que si se tiene un conocimiento cierto sobre estas
dimensiones del problema del uso indebido de sustancias psicoactivas en el país, la
definición de las políticas podría alcanzar un mayor nivel de precisión, acorde con la
etiología de la problemática.
16
2.
OBJETIVOS Y MARCO CONCEPTUAL
El marco conceptual de un estudio delimita la teoría sobre la cual se sustenta. La
relación entre la teoría y la realidad es compleja y no puede reducirse a un simple
fenómeno de reflexión, tal como lo sostenía Heisenberg, cuando afirmaba que “lo que
observamos, no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza según es expuesta a nuestro
método de investigación”. En el caso del presente Estudio, lo que se busca observar es
el consumo, y el método elegido es un cuestionario precodificado aplicado a una
muestra seleccionada en forma aleatoria de la población estudiada.
2.1
LOS OBJETIVOS
Actualmente, después de dos décadas de esfuerzos de prevención en el Ecuador para
desarrollar programas de acción capaces de alejar al sujeto de la experiencia
psicotrópica, se tiene que reconocer que los resultados logrados no han alcanzado los
niveles esperados. Varios se desarrollaron, pero pocos han logrado presentar evidencias
científicamente comprobadas sobre sus impactos. Varios conceptos se han difundido,
pero poca evidencia pragmática se ha logrado presentar sobre su eficacia.
Generalmente, terminan desarrollándose en lo informativo. Esta situación obliga a
plantear un interrogante: ¿Es posible prevenir el consumo de droga?, ¿es posible
identificar a un sujeto en riesgo de consumir, desarrollar determinadas intervenciones y
demostrar que permitieron desviarlo de una relación probable con la droga? El presente
Estudio piensa que la prevención es una disciplina que puede construir tecnologías cada
vez más eficaces, pero que también debe realizar un salto cualitativo para generar
conceptos nuevos.
OBJETIVO PRINCIPAL
Contribuir al fortalecimiento de los programas de acción de reducción de la demanda de
sustancias psicoactivas en el Ecuador.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Establecer, dentro de la metodología del Estudio Regional, el nivel de consumo
de sustancias psicoactivas de la población ecuatoriana, sus características y
patrones principales.
2. Identificar los elementos de la estructura causal del consumo de acuerdo a las
variables contempladas en el diseño del estudio, con el fin de orientar la
prevención del uso de drogas.
2.2
MODELOS EXPLICATIVOS DEL CONSUMO
Un modelo en ciencia tiene que ser capaz de hacer predicciones verificables y, sobre
todo, refutables (S. Hawking)1. Cabe preguntarse ¿cuántos modelos en las ciencias
humanas cumplen con estos dos criterios?
1
La falsabilidad significa que para toda proposición científica se puedan diseñar experimentos que, en el
caso de dar resultados distintos a los predichos, negarían la hipótesis puesta a prueba.
17
Los modelos explicativos iniciales del consumo se caracterizaron por contemplar un
número reducido de causas (modelos unicausales). Por ejemplo, el modelo jurídico
asimila simplemente al usuario como un delincuente; el modelo médico, como una
víctima de una enfermedad, y el modelo psicosocial, como un producto-reflejo del
consumismo y del hedonismo social o víctima de sus tensiones. Estos modelos
constituyen lo que se podría llamar “la década perdida” de la prevención. Ninguno ha
ofrecido una solución profunda a las personas involucradas en el problema, ya que la
explicación se concentraba en conceptos que interpretaban el consumo desde la acción
del producto sobre el sujeto o de la conducta aprendida de los adultos.
En una etapa ulterior, se desarrollaron progresivamente modelos a partir de un enfoque
que se calificó de “integral” y que no solamente buscó reunir los modelos unicausales
anteriores, sino también unir todas las dimensiones del problema: demanda, oferta,
marco jurídico, etc. Pero en la prevención concreta del uso de drogas, dicho modelo no
logró superar declaraciones extremadamente generales y elaborar programas concretos.
Actualmente, el modelo de los factores de riesgo y de protección (FRP) se ha convertido
en el marco principal dentro del cual se elaboran los programas de prevención. Del
modelo integral comparte el abordar un gran número de causas, y de los modelos
unicausales, las causas que se identificaron.
Pero ni los modelos unicausales ni los integrales han entendido claramente que el
consumidor es un sujeto activo, o actor, y que como todo ser humano viviendo en sus
circunstancias específicas, es capaz de tomar buenas o malas decisiones, y en este
último caso también puede modificarlas. En otras palabras, este actor es capaz de
modificar tanto su mundo interno como su mundo externo. La realidad, o sea la idea de
un “algo” independiente del sujeto, es un concepto construido desde el sujeto; la
separación entre un mundo interno y un mundo externo, es una construcción interna.
En este sentido, el concepto según el cual el sujeto se ubica frente a un contexto
exterior independiente se reemplaza por el de una construcción interna que separa un
“interior” (in there) de un “exterior” (out there). En esta lectura, el consumo de drogas
permite la construcción de un mundo alterando otro. Esta alteración puede ser temporal
o permanente. Se llama “adicto” a una persona, sin detenerse a pensar que no era un
“adicto” hasta que alguien le dio este nombre. De esta manera, se lo califica de
“víctima” de un producto o de una sociedad tóxica, cuando en el fondo, es un
arquitecto.
2.2.1 La clínica
La clínica, o sea el tratamiento de los cuadros adictivos, también ilustra las
contradicciones que existen entre los diferentes modelos terapéuticos. En este sentido,
la oposición más profunda se ubica entre el modelo dopaminérgico de la enfermedad
crónica del cerebro y el modelo psicológico de la adicción. El primero conoce varias
aplicaciones y las llamadas prácticas “vivenciales” constituyen su expresión más
extrema, pero también la más primitiva. Asumen que una enfermedad cerebral
constituye el núcleo de la adición y provoca un resquebrajamiento general de la
“voluntad”, lo cual justificaría la privación de los derechos del sujeto, su captura,
18
encarcelamiento y maltrato sistemático. El delito de privación de los derechos humanos
que realizan estas prácticas constituiría una medida de protección para un sujeto que
hubiera perdido todo control sobre su relación con el producto. Buscan la sola
desaparición del consumo y castigan la “recaída”, que se produce generalmente en
personas que nunca tuvieron el deseo de dejar de consumir.
El modelo psicológico considera el consumo como un síntoma de una estructura
conflictiva del sujeto, o sea un dispositivo regulador del sufrimiento. En este sentido, se
separa del discurso social, médico y legal —donde todos deniegan el conflicto interno—
y obviamente de las prácticas “vivenciales” que solo añaden el sufrimiento de la
humillación al esencial del cual se nutre el síntoma. El desarrollo de un modelo sobre el
consumo y las adiciones a partir de la clínica depende también de cómo el terapeuta
observa al sujeto. Y toda observación incluye al observador y lo observado dentro de
determinados parámetros, mientras que otros se volverán inaccesibles. Así, la
observación produce un dilema: “si quieres escuchar el canto del búho, no lo podrás
ver; pero si lo quieres ver, no podrás escuchar su canto”.
Finalmente, cabe indicar que la clínica tiene una ventaja. El mismo proceso terapéutico
implica en todo momento una rendición de cuentas, o dicho de otra manera, brinda
información que permite medir la distancia que existe entre los objetivos y la situación
actual. Esto difícilmente tiene la prevención, la cual rara vez mide sus impactos y los
compara con los objetivos y los recursos invertidos. Suele vivir a la espera de programas
de evaluación que estimarían los impactos obtenidos después de la ejecución de los
programas de acción, pues todavía no entiende que debe realizar evaluaciones antes de
su implementación. La clínica trabaja en una dinámica diferente ya que tiene en todo
momento la posibilidad de saber si el proceso está o no alcanzando sus metas. Esta
situación ha creado un contexto favorable al desarrollo de marcos teóricos y
metodológicos. Por lo tanto, es un actor importante en la construcción de conocimientos
para la prevención, aunque su casuística se relaciona más con personas que ya se
involucraron en el consumo.
2.2.2 El método científico
La construcción del conocimiento puede partir de una teoría. Pero ésta debe permitir
hacer predicciones, las cuales tienen que confirmarse mediante la observación o
determinados experimentos, como por ejemplo el presente Estudio Nacional. El otro
camino consiste en ubicarse en ciertos lugares estratégicos, realizar observaciones,
producir datos, reunirlos en conceptos y, finalmente, elaborar una teoría. Eddington, en
1919, viajó a la isla Príncipe para aprovechar un eclipse solar, realizar observaciones
sobre la luz proveniente de ciertas estrellas y verificar de esta manera la teoría de
Einstein acerca del efecto de la gravitación sobre el espacio. En cambio, Hubble realizó
un paciente trabajo de astronomía observacional que permitió plantear la hipótesis de la
expansión del universo. Estos dos ejemplos sobre el método científico pueden orientar la
prevención en su proceso de construcción de conocimientos: acumular hechos, ligarlos y
elaborar una teoría, o disponer de una teoría y realizar experimentos para probar sus
predicciones. En realidad, ninguno de estos caminos se ha seguido en forma
sistemática. El modelo de los factores de riesgo y de protección lo ilustra. Pero como
dijo Poincaré, “se hace ciencia con hechos de la misma manera que se hace una casa
19
con piedras. Pero una acumulación de hechos no es una ciencia al igual que un montón
de piedras no es una casa”. Heisenberg sostenía que son los hechos los que permiten
construir una teoría, mientras Einstein afirmaba que es la teoría la que permite realizar
observaciones. Pero en este último caso, mucho depende de la teoría disponible: una
mala teoría no orientará al observador hacia hechos pertinentes y “si toda la
herramienta disponible para conocer el mundo es un martillo, el mundo se parecerá a
un clavo”. Además, la realización de observaciones contiene riesgos. Las observaciones
realizadas en aquellos centros “vivenciales” que practican el arresto del sujeto, la
privación de sus derechos y el castigo, verán comportamientos agresivos en los
pacientes, lo cual, en su lectura, justificará mayores castigos. Pero no comprenden que
la agresividad del paciente, lejos de ser una expresión de la falta, solo es una respuesta
a la agresividad del centro. Mucho depende por lo tanto de las condiciones en las cuales
se realiza la observación, y el desafío es de no “ir al zoológico y concluir que las jirafas
no saben correr”.
La prevención tiene ahora más de dos décadas de existencia, pero solo ha desarrollado
un número reducido de modelos, que presentan al momento diversidad, heterogeneidad
y contradicción. Además, muchos son meramente operativos, o sea diseñados para
sostener algunas acciones específicas. Existe por lo tanto una gran necesidad de:
A. Mejorar la descripción, la explicación y la previsión (el conocimiento).
B. Ayudar una adecuada toma de decisiones (lo político o colocación inteligente de los
recursos disponibles).
C. Aumentar la calidad de las intervenciones (la acción y evaluación).
Estas necesidades no pudieron ser satisfechas con los primeros modelos de la
prevención, básicamente modelos de la causa única (la desinformación, el mal uso del
tiempo libre, la presión del amigo o grupo, etc.). Se centraron en un concepto
determinista y local de la causalidad, lo cual limitó su capacidad para entender el
consumo y para guiar los programas de acción.
La presente investigación es una representación numérica sobre una parte de la
estructura causal del consumo. Como tal, complementa las representaciones cualitativas
que se han construido. La primera brinda una observación realizada con un gran ángulo
que describe ciertas de las características de una población, pero dando pocos detalles
sobre los individuos, mientras las segundas, al contrario, ofrecen muchos detalles sobre
individuos, pero no tienen capacidad para describir poblaciones. Este “principio de
incertidumbre” de la investigación señala las sinergias que tiene que lograr la
investigación de la estructura causal del consumo de sustancias psicoactivas.
2.2.3 Causalidad: relojes y mariposas
Para Newton, cada efecto produce una causa y cada causa proviene de un efecto, lo
cual describe una realidad estable, inmutable y predecible porque está estructurada en
su tejido por un determinismo absoluto. Esta representación mecanicista se basa sobre
el modelo del reloj. Sin embargo, se vio modificada por una serie de conceptos nuevos.
Con Clausius, la causa puede desaparecerse, perderse sin retorno, y la entropía,
apoderándose del sistema, apagaría el motor y nivelaría para siempre las diferencias.
20
Con la física cuántica, determinadas causas pueden surgir de la nada. Y con la teoría del
caos se describe ahora sistemas regidos por un orden no predecible, donde las causas y
los efectos no guardan proporción. Es el modelo de la mariposa. ¿De qué tipo será la
causalidad implicada en el consumo de drogas?
En el actual desarrollo del conocimiento científico, el concepto de causa y de efecto, o
causalidad, se ha vuelto un concepto difícil. En el paradigma newtoniano, se describen
acontecimientos cercanos o contiguos en el espacio y tiempo, relacionados en forma
unidimensional. Sin embargo, el desarrollo de la ciencia moderna ha producido nuevos
conceptos y ha demostrado que el mundo material solo se parece a un mecanismo
determinista en algunos de sus aspectos. Por ejemplo, la descripción del sistema solar a
partir de las leyes de Newton constituye una buena aproximación en un horizonte
temporal corto. Pero en un horizonte más largo, la teoría del caos ha demostrado que
este sistema no es estable como Newton lo suponía, girando para siempre en la
eternidad, y que podría conocer cambios tan drásticos como perder un planeta. El
descubrimiento del caos determinista ha sido un logro en el pensamiento científico, al
igual que otros, y en la necesidad de mejorar las actuales teorías en ciencias humanas, y
por ende en los modelos de prevención existentes, estos nuevos conceptos pueden
ofrecer nuevas intuiciones. Por ejemplo, un concepto tradicional en la problemática del
consumo de SPA ha sido el del escalamiento que quiere explicar el consumo adictivo
como una progresión linear de tipo: cigarrillos Æ alcohol Æ drogas “blandas” Æ drogas
“duras”. Sin embargo, la observación y la clínica muestran que dicha progresión tiene
numerosas excepciones y que ciertas personas que no consumen cigarrillos ni alcohol
saltan directamente, después de una primera experiencia, a un consumo compulsivo de
un determinado producto.
Una interminable sucesión de fenómenos caracteriza al mundo. Un “modelo” es un
conjunto de conceptos reunidos para explicar cómo los sucesos se influencian
mutuamente, o sea cómo modifican su comportamiento respectivo. Una manera de
ordenar estos cambios consiste en buscar regularidades o correlaciones entre los
sucesos, o sea determinar por ejemplo si cada vez que surge A, siempre sigue B.
Cuando esta secuencia se produce, se dirá que A es causa de B y se tendrá un primer
esquema explicativo. Se buscará determinar si cada vez que una persona abstinente se
relaciona con un amigo consumidor (A) entonces termina consumiendo también drogas
(B). Sin embargo, la bajada del barómetro que antecede a la tormenta no puede
considerarse la causa de la tormenta. De la misma manera, se puede suponer que el
consumo y los amigos consumidores dependen a su vez de una tercera variable común,
como por ejemplo el deseo de cada uno de consumir. El modelo de la mala influencia se
parece a la afirmación que sostiene que “el matrimonio es la principal causa del
divorcio”.
Un suceso, por ejemplo el consumo, es explicado en la medida en que pueda ser
insertado en una red causal constituida por diversos procesos. La fuerza explicativa
proviene de la capacidad para exhibir la red causal de la que forma parte el suceso que
se pretende explicar, como lo hacen los modelos de simulación construidos en dinámica
de sistemas (Jay Forrester). En general, se asume que un suceso tiene que ser
altamente probable para que pueda ser explicado, y los sucesos cuya probabilidad es
media o baja, o los sucesos singulares, quedarían inexplicables como la primera
21
explosión del Big-Bang. Los procesos causales propagan su propia estructura de una
región del espacio-tiempo a otra y si se intersecan en algún lugar, cada uno es marcado
por el otro e imprime una marca al otro (Wesley Salmon 1984). Se produce una
interacción causal puesto que ambos sufren una modificación de su estructura (un
cambio en una o más de sus características).
El modelo basado en los factores de riesgo y de protección (FRP) se apoyó sobre la
hipótesis de la presencia de conjuntos de causas simples que desarrollan un campo de
fuerzas antagonistas en el sujeto y que lo empujan hacia el consumo o lo alejan de él.
Una elaboración de dicho modelo es la siguiente2. En cierto sentido, se lo puede
considerar como una integración aditiva de los múltiples modelos de causa única que
han caracterizado los primeros esfuerzos de conceptualización de la prevención.
2
Universidad de Chile. Departamento de Pregrado. Cursos de Formación General, www.cfg.uchile.cl o
http://www.risolidaria.org.es/
22
Tabla 1
Factores de protección
relacionados con el sujeto
Consumo <----> Abstinencia
Factores de riesgo relacionados
con el sujeto
a. Baja autoestima.
b. Escasa capacidad para tomar
decisiones.
c. Dificultad para expresar
emociones.
d. Pocas alternativas para usar
positivamente su tiempo libre.
e. Carencia de compromiso
escolar, bajo rendimiento y
fracaso escolar.
f. Temprano rechazo de sus
iguales.
g. Influencias sociales de usar
drogas.
h. Falta de metas personales y de
un proyecto de vida.
i. Falta de habilidades
comunicativas y sociales, como
la asertividad y la empatía.
j. Percepción del consumo de
drogas como algo no dañino
y/o creencias positivas sobre el
mismo.
k. Desconocimiento de los efectos
y consecuencias del consumo
de drogas.
l. Alienación y rebeldía.
m. Temprana iniciación en el
consumo de drogas.
n. Autoconcepto y autoestima
positivos.
o. Tolerancia a la frustración.
p. Adecuada resolución de
conflictos.
q. Adecuada toma de
decisiones.
r. Resistencia a la presión de
grupo.
s. Desarrollo de habilidades
sociales. Capacidad de
expresar adecuadamente
emociones y sentimientos.
t. Tener metas personales y un
plan de vida.
u. Capacidad de resiliencia, es
decir, la capacidad que tiene
una persona de no generar
conflictos, enfermedades o
problemas sociales en
situación de vulnerabilidad.
v. Tener valores espirituales
incompatibles con el
consumo de drogas.
w. Manejo de la ansiedad.
Este tipo de modelo es sumativo y es el más difundido en prevención. Sus elementos
constitutivos pueden prestarse uno por uno a la validación experimental, como por
ejemplo en un estudio cuantitativo. Sin embargo, presenta varios problemas.
El primer problema se relaciona con la complejidad de los supuestos FRP
identificados. Por ejemplo, si a los anteriores factores relacionados con el sujeto, se
añaden otros, vinculados con otras dimensiones, como la familia, los pares, las
condiciones socioeconómicas o el mismo producto, este tipo de modelo se vuelve muy
rápidamente de difícil manejo, en especial cuando se tiene que diseñar programas de
acción a partir de ellos.
23
Tabla 2
Factores de riesgo relacionados con Factores de protección relacionados
la familia
con la familia
-
-
Familias que no se involucran en
la vida de los hijos.
Pertenencia a familias
consumidoras o traficantes.
Modelos e historia familiar de
consumo.
Falta de información sobre el
consumo.
Clima familiar.
Problemas de comunicación, falta
de tiempo.
Sistema disciplinario permisivoautoritario.
Autonomía.
Presencia de disfuncionalidad
familiar, violencia intrafamiliar,
abuso, trastornos psiquiátricos.
Falta de valoración de un estilo de
vida saludable.
-
-
-
-
Participación activa de los padres
en el desarrollo de los hijos.
Desarrollar y mantener de una
cultura de no consumo.
Mantener un clima familiar
positivo, comunicación fluida.
Conversación natural, clara y
honesta acerca del consumo y sus
efectos.
Expresión del afecto.
Normas familiares claras y
consistentes, adecuadas a la edad
de cada hijo.
Autoridad basada en el respeto,
clara.
Estimulación de la autoestima,
autonomía, identidad e
individualidad.
Expectativas realistas.
Apertura para acoger a los
amigos de los hijos.
Factores de riesgo relacionados con Factores de protección relacionados
los pares
con los pares
-
-
Presión hacía el consumo.
Amigos consumidores y/o que
presentan conductas de riesgo.
Actitudes y valores grupales
favorables al consumo.
Falta de vinculación afectiva con la
familia.
Constitución de un grupo de pares
como principal fuente de apoyo
emocional e identificación.
Acceso y disponibilidad de drogas.
Desintegración social.
-
-
-
Desarrollo de valores alternativos
al consumo por parte del grupo
(estilo de vida saludable).
Grupo respetuoso de la diversidad
y diferencias personales.
Capacidad de expresar
sentimientos de amistad y cariño
entre los miembros.
Grupo abierto a nuevos miembros.
Percepción del riesgo del consumo
(información acerca de las
consecuencias del consumo y sus
mitos).
Participación en programas de
prevención.
24
El segundo problema se relaciona con la naturaleza cualitativa y su principal
limitación, con la ausencia de peso de los diferentes factores: todos se asumen como
ejerciendo una misma fuerza de influencia. De esta manera, se podría interpretar este
modelo en el sentido de que la suma de los factores de protección, menos la suma de
los factores de riesgo, daría el riesgo final en el cual se encuentra el sujeto en algún
momento de su vida. Pero varios textos insisten en que estos factores deben entenderse
en términos de probabilidad y no de determinación. Sin embargo, ninguno ha logrado
definir estas probabilidades y se termina manejando operaciones aditivas. El sinsentido
de tal operación se ve ampliado por los nuevos conceptos que surgieron de la teoría del
caos, la cual demostró la importancia de los fenómenos donde no existe una
proporcionalidad entre la causa y el efecto (“efecto mariposa”), donde una pequeña
causa puede provocar un gran efecto. Pero la clínica demuestra su realidad, cuando por
ejemplo el comentario aparentemente anodino de una madre precipita al hijo en un
episodio alcohólico grave. También se observa que causas grandes pueden provocar
efectos pequeños, cuando por ejemplo un largo trabajo terapéutico no modifica el
comportamiento del paciente. En resumen, dichos factores no son equivalentes entre
ellos en la ecuación del consumo y cabe realizar ciertas diferencias esenciales que el
modelo de los FRP no hace.
• Precondiciones: condiciones sin las cuales el acontecimiento nunca aparecería,
pero incapaces de producirlo por sí mismas. Se trata de variables necesarias, pero no
suficientes. Estas variables son comunes a varias expresiones psicopatológicas. Por
ejemplo, la intensidad de los afectos disfóricos y el fracaso de su regulación en la
estructura del sujeto, la dificultad para soportar el displacer, el hecho de vivir la
tensión como traumática, constituyen ciertas precondiciones del comportamiento de
adicción, pero también de otras expresiones sintomáticas.
• Causas específicas: siempre presentes en cantidad y calidad para complementar
las precondiciones. Por ejemplo, una relación específica con la Ley donde el sujeto
puede realizar el acto de trasgresión cuando se produce la tensión (impulsividad), la
relación con el placer, un placer que el sujeto se da a sí mismo independientemente
del otro, se pueden considerar una causa específica de la toxicomanía.
En general, las precondiciones y las causas específicas se relacionan con la historia del
sujeto. Por esta razón, se puede afirmar que el sujeto ya es “toxicómano” antes de
conocer la droga. Constituyen fracturas en su estructura y cualquier evento que
aumente las tensiones intrapsíquicas y/o interpersonales puede sobrecargar la capacidad
de asimilación y de acomodación del sujeto, transformarse en una catástrofe (R. Thom)
y empujarlo hacia la búsqueda de soluciones especiales. Se produce una transición no
lineal desde un orden hacia el caos, el orden que caracterizaba el sujeto marcado por un
importante nivel de inestabilidad hacia un nuevo orden, el régimen adictivo, donde los
afectos psicoactivos ocupan la función de una estructura disipativa (Ilia Prigogyne).
• Causas contribuyentes: no están presentes en todos los casos, no pueden
producir los efectos por sí solas, pero operan con las precondiciones y la causa
específica para satisfacer la ecuación etiológica. Se refieren a cualquier evento que
pueda sintonizarse con la conflictividad de la historia del sujeto y provocar un
crecimiento de los afectos disfóricos del sujeto: abandono de la pareja, pérdida de un
año lectivo, divorcio o rechazo parental.
25
• Causas precipitantes: aparecen aparentemente al último de la ecuación etiológica
y preceden inmediatamente a la emergencia del efecto, y por esta razón suelen
confundirse con las causas esenciales. La disponibilidad de la droga, el ofrecimiento,
constituyen la causa precipitante tradicional en la ecuación. Pero ésta solo es
periférica y puede actuar cuando las demás ya se han hecho presentes en la
estructura del sujeto. Las causas contribuyentes y precipitantes son más actuales y,
por este motivo, muchos modelos de prevención atribuyen al ofrecimiento o al amigo
consumidor un peso que no tiene.
Aplicar tal esquema permitiría diferenciar las llamadas “variables independientes” que
suelen ser introducidas en los cuestionarios, cuando presentan funciones y pesos
diferentes, lo cual se evidencia en la fuerza de las asociaciones estadísticas que se
calculan. Permitiría a la prevención intervenir las variables que realmente inciden en el
fenómeno, y no quedarse en causas periféricas o, peor, en confusiones en el análisis de
la causalidad presente, como por ejemplo en su análisis de la influencia de los amigos
consumidores que terminan afirmando que “el matrimonio es la principal causa del
divorcio”.
El tercer problema se relaciona con el concepto mismo de causalidad sobre el cual se
asienta el modelo de los FRP, el de la causa directa o unidireccional, propio de los
esquemas deterministas. No contempla la presencia de bucles de causalidad, donde A
influye en B, y B, a su vez, influye en A, tampoco de sistemas de variables desarrollando
múltiples interacciones. Este vacío tiene una importante implicación, a más de limitar
considerablemente el análisis de la dinámica del consumo. Si los factores identificados
influyen en el sujeto de manera aislada y unidireccional, su modificación implica trabajar
con cada uno de ellos, lo cual significa un despliegue importante de recursos y de
tiempo.
Pero el concepto de factores de riesgo y de protección (FRP) constituye un mayor
acercamiento a la estructura causal o a los procesos de causación del consumo, puesto
que viene a precisar los modelos muy “abiertos” (como los de la prevención integral)
que padecen el defecto de basarse en factores generales y poco operacionalizados. Sin
embargo, el enfoque de los FRP se presenta en general de manera mecanicista, lineal y
aditiva. Si un sujeto frecuenta lugares de diversión donde se consume drogas, si está
agobiado o estresado en sus estudios o trabajo, si vive problemas familiares y/o de
pareja, si consume alcohol en forma abusiva, entonces crecerá el riesgo al consumo.
Pero si tiene confianza en sí mismo o vive un buen clima familiar, disminuirá dicho
riesgo. Considerar que “4 factores de riesgo frente a 2 factores de protección significan
una situación de riesgo para este sujeto” se basa en una pseudo-aritmética en la cual se
cree que los FRP son equivalentes entre sí. Este tipo de análisis desconoce lo no lineal y
asume una proporcionalidad entre la causa y el efecto. Además, no diferencia
claramente, ni integra, el “tener un factor de riesgo” y el estar “expuesto a un factor de
riesgo”. La “exposición” a un factor es un concepto explicativo borroso en ciertos casos,
que niega la actividad del sujeto: una persona que busca consumir una droga se
encontrará en algún momento precisamente en aquellos lugares donde sabe que existe
consumo. Por otra parte, la relación factor de riesgo – factor de protección no precisa
siempre si se trata de dos polos opuestos de un mismo continuo o de dos realidades
distintas que interactúan entre sí. Finalmente, cabe indicar que los FRP se definen desde
26
la lectura misma que se hace del consumo, o sea del modelo más general que
estructura el enfoque que se tiene sobre el consumo. Por esta razón, dichos análisis no
han logrado todavía identificar una constelación esencial de FRP. Se sabe que cuando la
presión aumenta, ciertos objetos se tuercen, mientras otros, se rompen. Pero el estado
actual del conocimiento no permite predecir quién se torcerá y quién se romperá. Solo
se puede observar que la adicción es una manera de cemento ubicado en las grietas y
crea las condiciones para la formulación de una demanda.
Retomando algunos de los factores de riesgo
citados en el mencionado texto, se puede
elaborar el siguiente diagrama causal para
+ +
+
evidenciar cómo en realidad interactúan los
acontecimientos de la estructura del sujeto. Los
+
Depresión
Consumo
conflictos entre los padres producen depresión
en el hijo, la cual puede conducir al consumo
+
+
debido a los afectos psicotrópicos que brindan
Conflictos entre los padres
ciertos psicoactivos. La depresión disminuye el
funcionamiento escolar y, por los fracasos que
se presentan, aumenta la depresión. Aquí se presenta un primer bucle positivo. Pero el
consumo suele aumentar los conflictos entre los padres cuando se culpan el uno al otro,
y al aumentarlos, aumentará también la depresión, la cual intensificará la relación con la
droga, etc. En esta lectura, la intervención no necesita darse en cada una de las
variables implicadas en la estructura causal del consumo, sino que puede elegir ciertas
variables estratégicas. Trabajar los problemas escolares puede tener cierto efecto sobre
la depresión, pero seguramente no tanto como lograr reducir los conflictos entre los
padres.
Inadaptación escolar
Estos bucles tienen una gran importancia en el análisis de la causalidad ya que explican
perfectamente por qué los sucesos pueden alcanzar magnitudes importantes y
orientarse hacia determinados atractores, por ejemplo el consumo compulsivo.
El cuarto problema se relaciona con las diferencias importantes que existen entre
diversos modelos de los FRP, como por ejemplo en cuanto a la dimensión de la familia:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
CONSEP
Debilidades de valores ético-morales
Uso de drogas por parte de los padres
y actitudes permisivas hacia el uso de
drogas
Conflictos familiares, p. ej. maltrato
Divorcio o separación de los padres
Problemas de manejo de la familia:
fracaso de los padres en controlar a
sus hijos
Castigo excesivamente severo o
inconsciente
Normas muy rígidas, ausencia o
ambigüedad de las mismas
FAD
1. Estilo educativo autoritario
2. Estilo educativo muy poco normativo
3. Estilo educativo sobreprotector
4. Estilo educativo hiperexigente
5. Clima familiar conflictivo y/o violento
6. Escasas expresiones de afecto
7. Baja cohesión familiar
8. Escaso apego a la crianza de los hijos
9. Comunicación familiar escasa o pobre
10. Actitudes familiares y comportamientos
proclives al consumo de drogas
27
8. Malas relaciones afectivas y
comunicación
9. Hogares disfuncionales por migración
Estas diferencias generan interrogantes y cuestionan los procesos mediante los cuales
se definieron dichos factores de riesgo y de protección.
2.2.4 Los modelos explicativos en la prevención del uso de SPA
En un nivel de la prevención, se busca evitar el encuentro con el psicoactivo. En otro,
cuando este encuentro ya se dio, se busca evitar el desarrollo de una relación más
intensa con el producto y, finalmente, cuando esta relación se volvió exclusiva o
excluyente, se busca deshacerla. La relación entre estos niveles no es necesariamente
secuencial. Ciertas personas pueden vivir un tiempo con el psicoactivo para luego
romper esta relación, mientras otras pueden entrar muy rápidamente en el consumo
compulsivo. El mejoramiento del conocimiento sobre las morfologías del consumo han
invalidado la hipótesis del escalamiento simple, una hipótesis formulada en aquellos
tiempos cuando se pensaba que el miedo podía usarse para disuadir el primer contacto.
Evitar el encuentro con la droga o lograr una reversibilidad de consumos iniciales
requiere de ciertos conceptos y tecnologías, mientras que lograr la abstinencia en
personas que han llegado a consumir compulsivamente las drogas, requiere de otros.
Un estudio nacional no puede limitarse solamente a recabar información sobre los
niveles de prevalencia del consumo de drogas. Idealmente, tal estudio es una
herramienta para responder a ciertas preguntas, y estas preguntas deberían nacer de la
prevención y regresar a la prevención. Por ejemplo, los modelos preventivos han
aceptado rápidamente la idea de que el consumidor, en relación con el abstinente,
ocupa diferentemente su tiempo libre. Sin embargo, no existe una prueba de aquello y
antes de invertir recursos en programas de ocupación del tiempo libre, la prevención
habría podido trasladar esta pregunta hacia la investigación. Esta relación sin embargo
no se da con frecuencia. La prevención no suele hablar con la investigación: asume que
dispone de modelos suficientes para intervenir en el problema. La literatura ofrece una
gama amplia de conceptos, modelos, programas e intervenciones que se orientan hacia
una amplia diversidad de variables supuestamente causales del consumo o del riesgo al
consumo. La explicación monocausal de las décadas anteriores se ha transformado en
los conceptos de factores de riesgo y de protección, y ellos se han multiplicado en la
explicación. Pero cuando se los analiza, se puede reducir esta diversidad a un número
más limitado de dimensiones, siendo las principales las siguientes:
1. Modelos orientados hacia el producto tóxico.
2. Modelos orientados hacia los conflictos tóxicos del sujeto.
3. Modelos orientados hacia los contextos tóxicos.
Los modelos orientados hacia el producto, a partir de una lectura orgánica del consumo,
se concentran sobre los efectos indeseados del psicoactivo en una perspectiva
evidentemente informativa, racionalista y disuasiva, buscando convencer a la persona de
los peligros somáticos, psicológicos y sociales que produce el consumo de drogas. Creen
que el sujeto es un ser racional que al recibir más información, tomará una “decisión”
28
correcta y modificará su comportamiento. Pero al vivir una proporción importante de
jóvenes en una fase de “luna de miel” con el psicoactivo, o en los inicios de su relación,
este tipo de enfoque suele vivirse como equivocado por las mismas personas hacia las
cuales se dirige. Además, la información busca generalmente la racionalidad del sujeto
cuando lo que está implicado en el consumo se relaciona con la pasión.
Los modelos orientados hacia los conflictos tóxicos del sujeto consideran la dinámica de
los afectos psicotrópicos del psicoactivo y de los afectos disfóricos ligados a la
conflictividad intra e interpersonal del sujeto. Trabajan a partir de la “irracionalidad” del
sujeto, consideran la intervención preventiva como un trabajo de elaboración sobre las
conexiones mentales que bifurcaron hacia los afectos psicotrópicos: en lugar de
deprimirse, el adolescente consume cocaína. Pero en la prevención actual, los modelos
que consideran el sujeto desconocen generalmente esta dinámica de la alquimia mental
y se dirigen hacia una serie de variables periféricas y de poco peso. Por ejemplo,
asumen que la “autoestima” puede enseñarse y trabajarse fuera de la estructura del
sujeto. Regularmente, las prescripciones de comportamientos ideales, el “hay que”, se
estrellan contra algo más profundo que impide su concreción. Se pide a la familia que
“estimule la autonomía del niño”, pero esa madre alejada por su esposo vivirá la
independencia de su hijo como una amenaza. Estos modelos consideran que es el
conflicto en el cual se encuentra inmerso el sujeto lo que le impide tomar la “buena
decisión” o descuidar la información recibida. Reconocen la presencia de
funcionamientos antagonistas.
Finalmente los modelos orientados hacia los micro y macrocontextos (el grupo de
amigos, el barrio, la sociedad o la “cultura”) buscan modificarlos o enriquecerlos para
crear ambientes “sanos” o hasta una sociedad ideal que generaría gratificaciones tan
importantes para el sujeto que las ligadas al psicoactivo perderían toda importancia3.
Trabajan a veces en lo concreto (las “canchas deportivas” del “tiempo libre”), en el
empoderamiento social (el fortalecimiento de la organización y la participación
ciudadana para dar solución a los problemas de una comunidad) y a veces también en la
utopía (el cambio de la sociedad).
De hecho, las diferencias tan considerables que presentan estos modelos (donde se
transita conceptualmente desde la molécula cerebral hacia la sociedad tóxica)
constituyen un indicador general acerca de su heterogeneidad y de la dificultad de la
prevención para construir una teoría única desde la cual se podría diseñar programas
eficaces, eficientes y efectivos. Esta disciplina es fragmentada y todavía constituida por
un sinnúmero de teorías locales que abarcan un número reducido de variables. Resulta
evidente que se encuentra todavía en los inicios de su desarrollo como teoría científica y
por lo tanto, es aún incapaz de brindar soluciones profundas al problema. Por otro lado,
lo que sorprende en esta situación, no es tanto el estado que presenta la prevención en
el momento actual, sino la poca importancia dada a la investigación científica como
herramienta para poner a prueba las hipótesis que sostienen dichos programas. El
Ecuador cuenta con algunos estudios epidemiológicos, pero no son los más adecuados
para entrar en los espacios íntimos del sujeto donde surgen los acontecimientos que
tejerán la trama del consumo. Tampoco permiten analizar fácilmente la causalidad
3
En el concepto de C. Restrepo, se sugiere que si se pudiera generar la aparición de “ternura” en los
contextos del sujeto, el consumidor ya no necesitaría de esta otra ternura que le brinda el producto.
29
mental muy particular que genera y une estos acontecimientos, la cual tiene más que
ver con la causalidad cuántica y caótica que con el determinismo de la causalidad
newtoniana. El “efecto mariposa”, la desproporcionalidad entre la causa y el efecto
podrían brindar una mejor descripción de la dinámica del consumo que los relojes de
Newton. Pero fuera de los tradicionales estudios epidemiológicos realizados, la
prevención no cuenta con estudios específicos, como por ejemplo aquellos constituidos
mediante planes experimentales, cuyo diseño metodológico es más apto para entrar en
dichos espacios y su costo, más interesante. Tampoco se ha acercado a la clínica, la cual
ha adquirido una experiencia importante en el trabajo terapéutico con los pacientes.
Newton unificó el cielo y la tierra con la teoría de la gravitación; Maxwel, la electricidad
con el magnetismo, y Einstein, la masa con la energía. La prevención tiene que limitar la
dispersión de sus modelos explicativos. Para lograrlo, debe encontrar variables
subyacentes más profundas detrás de los elementos identificados, o sea causas que
provocan los diferentes efectos reseñados como “factores de riesgo”. Al momento, no
existe tal teoría, solo fragmentos de textos.
2.2.5 La interpretación cultural
El consumo se explica a menudo a través de un mecanismo cultural, especialmente en
los enfoques de la prevención integral. Este enfoque entiende al consumidor como un
reflejo de un determinado orden cultural, consumismo, cultura del ocio y de la diversión,
malestar de la cultura, carácter ansiógeno de la sociedad, heterocontroles (sistemas
jurídicos y médicos), controles sociales (familia y red social) y autocontroles (Castel y
Coppel). Pero el concepto de cultura sigue siendo un concepto general que no explica
por qué diferentes culturas pueden presentar un problema similar de consumo en su
población. Sin reducir las características culturales a una suma de expresiones
individuales, no cabe duda de que existe una serie de relaciones entre estas
dimensiones. El movimiento hippie lo ilustra. Los hippies que promovieron una
contracultura que buscaba el amor y la paz, y uso de drogas para expandir la
conciencia; tuvo su apogeo al final de los años sesenta. Los hijos cuyos padres murieron
en la Segunda Guerra Mundial eran niños; veinte años después, se rebelaron contra esta
pérdida absurda, la violencia, y buscaron construir un mundo de amor y de paz.
“Papa desapareció del otro lado del océano
Dejando solo un recuerdo
Una foto en el álbum de familia
Papa, ¿Qué me dejaste?
Papa, ¿Qué dejaste atrás para mí?
Al fin y al cabo, solo era un ladrillo en el muro
Al fin y al cabo, solo eran ladrillos en el muro
¿Cómo llenar los espacios vacíos donde solíamos hablar?
¿Cómo llenar este lugar?
¿Cómo completar el muro?”
(Pink Floyd, The Wall, Another Brick in the Wall Part 1)
La explicación cultural se encuentra al extremo de la explicación genética y de la
enfermedad cerebral. En espera de alcanzar un mayor detalle y una posibilidad de
30
entrar en el campo de la verificación experimental, no se puede perder de vista la
evidencia: solo es el sujeto el que busca la droga, y no lo contrario. El concepto de
“guerra a las drogas” es un absurdo, y el problema es encontrar aquello en el sujeto que
le da sentido a sus efectos psicotrópicos y permite la construcción de una función
intrapsíquica especifica que dará cuenta de la repetición de la experiencia, hasta su
progresivo agotamiento y consecuente demanda de tratamiento.
2.2.6 La interpretación psicológica: “No soporté la soledad y me volví a
inyectar…”
La interpretación psicológica se esparce en un gran número de modelos. Pero desde la
clínica, se puede indicar lo siguiente: la experiencia del consumo genera una sensación
mental particular, un estado emocional específico, el cual en el presente modelo se
califica de “afecto psicotrópico”. Se trata de un concepto descriptivo inmediatamente
accesible a la investigación clínica.
Gui tiene 28 años y nació en Esmeraldas. Fumó por primera vez base a la edad de 15
años:
Unos amigos me ofrecieron… Sentí… Sentí… Sí me gusto… Había tomado…
Me sentí… Me elevó… Fumaba base. Solo cuando tomaba. Me componía.
Me quitaba la borrachera… Luego probé la marihuana. Me gustó mucho
más. Dejé la base… Con la base, me sentía más macho, más fuerte, más
relajado… ¿Qué me gustaba con la marihuana? Para olvidar los problemas.
Para relajarme. Para estar más tranquilo. Para meditar. Para pensar…
Primero, consumía los fines de semana, luego durante la semana y al final
tres a cuatro veces al día… No tuve problemas con el colegio. Llegué hasta
el preuniversitario, en Comercio Exterior. A los veinte años me comprometí
con una mujer. Seguía fumando. Fumaba para olvidar algún problema que
tenía. Pero fumaba todos los días bien o mal. Si discutía con ella, salía a
fumar un bate. Tu mente se mete en otras cosas. Me ayudaba a pensar los
problemas. Con los amigos había más risas. Mis padres se divorciaron
cuando tenía cinco años. No sé por qué. Viví con mi madre. Mi padre iba a
verme los fines de semana. Se volvió a casar. Mi madre también. Al año
que se separaron. Tenía mala relación con mi padrastro. Me pegaba. Nunca
me llevé bien con él. Andaba triste. Muy triste de que no esté mi padre
conmigo. Lo extrañaba. Mucho. Con mi madre, como que no le importaba
cuando mi padrastro me pegaba porque no hacía nada. Tuve una niñez
triste. Me puse muy nervioso. Temblaba cuando veía a mi padrastro. Mis
padres se separaron y no se preocuparon mucho de mí. Mi madre no me
cuidaba. De pronto los amigos, los malos amigos y entré en el consumo. Sí,
cuando consumía, pensaba: “Por culpa de ustedes, por haberse separado,
por no haber tenido un hogar normal. Por culpa de ustedes”. Quizá de
pronto se dieron cuenta de que tuvieron la culpa. Mi padre por dejarme en
manos de mi madre. Si mi padre se hubiera quedado con mi madre, todo
hubiera sido diferente. Seguro. Si yo me hubiera quedado con mi padre,
quizá hubiera estudiado arquitectura. Ahora, vendo hot-dogs. Tengo
tristeza. Hubiera querido más cariño, más amor, que mi padre me sacara a
31
la playa, durmiera conmigo… Ahora, las cosas están mejores. Mi papá me
dio una casa. Tengo planes. Voy a estudiar… Antes, todos los días, me
fumaba un bate a las siete de la mañana, si no, andaba mal genio, bravo.
El modelo psicológico asume, en general, que con la droga el sujeto se hace algo a sí
mismo. Lo que expresa directamente un paciente en estos términos: “Soy adicto a lo
que cambia mi manera de sentir”, fórmula radicalmente diferente a la del modelo
orgánico, para el cual “la droga le ha hecho a su cerebro”, y a la del modelo sociológico:
“me han hecho algo”. Si en el modelo intrapsíquico el sujeto se hace algo a sí mismo
con la droga o si le hace algo al otro en el modelo interpersonal, cabe identificar este
“algo”. La clínica muestra que se ubica en la dinámica que entretienen los afectos
psicotrópicos y los afectos disfóricos en la estructura del sujeto, siendo estos últimos
aquello al cual se refiere un paciente cuando dice: “no puedo sacarlo de mi mente”. En
cuanto a los afectos psicotrópicos, se relacionan con la experiencia íntima que vive el
sujeto en la relación con el producto. En resumen, se puede decir que permiten
construir una ilusión, en el intento por controlar lo más difícil de controlar, los afectos:
sentirse indiferente al mundo (la tranquilidad, con la marihuana por ejemplo), sentirse
en la cima del mundo (la energía, con la cocaína), anular el mundo (el ruido, con la
base), vivir en otro mundo (la ruptura, con los alucinógenos) o fabricar euforia o
inconsciencia con el alcohol, cuando en realidad el sujeto no se ha movido de este lugar
y sigue en el mismo, peor aún, cuando se van acumulando progresivamente los efectos
indeseados del consumo.
Los afectos psicotrópicos de la tranquilidad, de la energía, del ruido, de la ruptura y de
la euforia constituyen una farmacia primitiva que el sujeto explorará y en la cual hará
diversas elecciones para construir un montaje regulador especifico de su conflictividad.
En este sentido, el problema no lo constituye la droga, sino la misma conflictividad del
sujeto, y el modelo prevé que al modificarla, se logrará la abstinencia. Aquí, la droga es
una “carta” remitida al silencio, una búsqueda en un lugar equivocado. Es una estrategia
equivocada ya que en la capacidad reguladora momentánea de los afectos psicotrópicos,
se sustituye a una solución más profunda de la conflictividad del sujeto y termina siendo
un atajo a ninguna parte. Habrá que esperar que los efectos indeseados hayan saturado
esta peculiar estrategia para que se genere una demanda y se produzca una interacción
con un dispositivo terapéutico. Pero si la respuesta es punitiva o limitada al cerebro
intoxicado, la carta seguirá en el silencio. Más aún, si solo busca la abstinencia, ese
espejismo de la abstinencia que tantos programas buscan ignorando que el sujeto es
“toxicómano” mucho antes de su primer consumo y que su batalla la desarrolla contra
su memoria y los afectos que en ella viven.
2.2.7 La enfermedad cerebral
El hueco donde una señal eléctrica salta de una neurona a otra se llama la hendidura
sináptica. Puesto que el impulso no puede cruzar una abertura como impulso eléctrico,
la cruza como mensaje químico por medio de neurotransmisores. Un neurotransmisor
importante involucrado en la experiencia placentera se llama dopamina, que se elabora
en el ápice de la neurona y es empaquetada en contenedores llamados vesículas.
Cuando un impulso eléctrico llega al final de la neurona, la vesícula pasa a la membrana
nerviosa y descarga su contenido de dopamina en la hendidura sináptica. La dopamina
32
cruza el hueco y se adhiere a los sitios receptores, en la membrana de la siguiente
neurona. Cuando la dopamina bloquea un receptor, varias acciones tienen lugar en esa
neurona: ciertos iones salen o entran, y se descargan ciertas enzimas o se inhiben. El
resultado es que un nuevo impulso eléctrico se genera en esta neurona, y el "mensaje"
continúa a la siguiente neurona. Después de que la dopamina ha saltado al siguiente
receptor, es removida de la hendidura sináptica y regresada dentro de la primera
neurona por las bombas de captación (uptake pumps). Esto sucede en la transmisión de
las células nerviosas cuando la cocaína entra en el circuito de la gratificación cerebral.
La cocaína se adhiere a las bombas de captación que actúan para quitar la dopamina de
la sinapsis. Mayor cantidad de dopamina se acumula en la sinapsis, produciendo
sentimientos de intenso placer. Desgraciadamente, el uso prolongado de la cocaína
causa que el cerebro se adapte, y llegue a depender de la presencia de cocaína para
funcionar normalmente, porque la cantidad presente de dopamina natural resulta
"regularmente baja" a la acostumbrada por el usuario. Entonces, si la persona deja de
usar cocaína, al no existir bastante dopamina en la sinapsis, la persona experimenta lo
opuesto al placer: depresión, fatiga, humor decaído, etc. Los síntomas directos de este
malestar se denominan síndrome de supresión. Incluso mucho tiempo después de que
la persona ha dejado de usar la cocaína, las anormalidades cerebrales pueden persistir,
causando sensación de malestar y anhelando más droga para remediar estos
sentimientos (Fundación BACC, México).
Lo que no explica el modelo de la dopamina es por qué el sujeto no puede sentir
normalmente estos afectos de placer. Describe un mecanismo, el efecto psicotrópico,
pero no por qué la sensación de placer tiene un significado particular para tal sujeto. El
análisis químico de la tinta nunca podrá explicar el texto escrito.
2.2.8 Marco conceptual del CONSEP en la prevención del uso de SPA
El marco conceptual del CONSEP en la prevención del uso de SPA, leído a través del
Manual Ecuador, Estrategias de prevención a través de Municipios, se orienta hacia el
modelo de los FRP. Diferencia las siguientes dimensiones:
-
Genética
Constitucional
Psicológica
Sociocultural (familia, pares, escolar, comunidad y social)
En estas dimensiones, identifica una serie de factores de riesgo (54) y de protección
(60). Por otra parte, aísla los conceptos de “resilencia” y de “comunicación asertiva”,
que parecen constituir el marco conceptual del cual se deberían desprender ciertas
estrategias, líneas de intervención y programas de reducción de la demanda. La
resiliencia y la comunicación asertiva forman parte de los factores de protección
nombrados en este marco. En el texto mencionado, no se pueden evaluar los 104
factores identificados, en términos de su validez y consistencia.
La validez es un criterio que consiste en justificar científicamente la elección de un
factor en la lista, a partir de un concepto fuerte en ciencias humanas y/o de
investigaciones rigurosamente desarrolladas. Esta justificación es importante ya que la
33
ubicación de un factor en el modelo significará tener que construir una intervención, sea
para disminuirlo o fortalecerlo. La asociación de cada factor con el consumo tiene por lo
tanto que ser demostrada, cosa que no sucede en el texto analizado.
La consistencia de los indicadores se refiere a las relaciones mutuas que mantienen.
Por ejemplo, la “buena salud mental”, el “autocontrol en el manejo de las emociones”, la
“estructura de personalidad fortalecida”, el “manejo adecuado de afrontamiento del
estrés” o la “resiliencia”, dicen exactamente lo mismo, o sea se refieren a una estructura
funcional del sujeto. En otros términos, se refieren a un mismo factor en el sentido del
análisis factorial, una técnica estadística que busca reducir la variabilidad entre variables
en un número menor de variables llamadas factores. Por otra parte, las dimensiones
identificadas deben ser independientes y no pueden contener FRP comunes. Cada factor
dentro de una dimensión tiene que ser diferente de otro en la misma, pero debe
relacionarse claramente a su dimensión. Por ejemplo, una de las dimensiones del
modelo se califica de “Psicológica”, mientras que en la dimensión “Sociocultural”, se
ubican las subdimensiones “Familiar” e “Individuales”, las cuales no pertenecen a dicha
dimensión. Además, la dimensión “Psicológica” parece relacionarse con el individuo y
recubre la subdimensión “Individuales” que ha sido ubicada en la dimensión
“Sociocultural”. Finalmente, la consistencia se refiere también a la utilización de un
modelo validado o fuerte en ciencias humanas para identificar y seleccionar los factores
de riesgo y de protección al consumo. En la dimensión relacionada a la familia, no se
logra identificar los referentes teóricos, ni los mecanismos familiares, a partir de los
cuales se definieron estos factores. Por ejemplo, el modelo circumplejo de David Olson
permite clasificar el funcionamiento familiar según tres ejes esenciales (flexibilidad,
cohesión y comunicación) y elaborar una tipología del disfuncionamiento familiar, lo cual
permite analizar toda una serie de asociaciones con el consumo a través de una escala
construida por el mismo autor desde estos ejes (FACES II y III). El modelo desarrollado
por el CONSEP indica que los factores de riesgo y de protección contemplados se
modifican con el tiempo; pero en la dimensión de la familia, no hace referencia al ciclo
de vida de las familias, concepto desarrollado por S. Minuchin que permite analizar en
qué momentos de rupturas se presenta el consumo en los hijos de acuerdo a los
conceptos de “morfostasis” y de “morfogénesis” (Wertheim, 1973). Estas dificultades no
permiten usar los datos de la Encuesta para validar dicho modelo.
Por otra parte, la Guía preventiva para padres de familia (www.consep.gov.ec) identifica
las siguientes causas del consumo:
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
h.
i.
Deficientes relaciones afectivas en la familia
Difícil comunicación entre padres e hijos
Deseo de escapar de la realidad: dolor, ansiedad, desesperación, frustración, etc.
Necesidad de aceptación o presión del grupo de amigos
Curiosidad y fácil acceso a la droga
Imitación
Problemas escolares, sentimentales y laborales
Inadecuada información sobre las drogas
Falta de tiempo y espacio para compartir en familia
34
Sin embargo, solo tres de los nueve factores mencionados se refieren al sistema familiar
y, además, en una definición general que podría aplicarse a otros trastornos.
En la Guía preventiva para educadores se indica lo siguiente:
I.
II.
III.
IV.
V.
VI.
VII.
VIII.
IX.
Deficientes relaciones afectivas en la familia
Ausencia o inadecuada comunicación entre y con padres, maestros y estudiantes
Deseo de escapar de la realidad: dolor, ansiedad, desesperación, frustración, etc.
Necesidad de aceptación o presión del grupo de amigos (en algunos casos)
Curiosidad y fácil acceso a la droga
Imitación
Problemas escolares, familiares o sentimentales
Inadecuada información sobre las drogas
Falencias en el proceso educativo del hogar y centros educativos
De la misma manera, las causas identificadas en esta Guía no son específicas del
sistema educativo, salvo dos (II y IX), pero expresadas en forma general.
Con estos antecedentes, se entiende por qué el presente Estudio no ha podido utilizar
las variables identificadas en la intervención preventiva para realizar su comprobación.
2.2.9 Marco conceptual del Estudio a Hogares
El consumo de drogas se parece más a un fenómeno alquímico que mecánico y buscar
una explicación implica añadir conceptos nuevos que quizá no se encuentran todavía
claramente elaborados en las ciencias humanas actuales.
Mau mantiene una relación compulsiva con la base, que se produce por episodios. Su
orientación homosexual, así como sus problemas profesionales, lo obligan a vivir en la
casa de sus padres. Tiene trabajos esporádicos que lo ocupan la mañana, mientras que
en la tarde, se dedica a mirar películas pornográficas o ir a los baños turcos. La relación
con los padres presenta momentos de tranquilidad y de conflictos agudos. Hace poco,
se levantó de la mesa y les gritó: “El que me ame tiene que amarme drogadicto y
maricón”. Su consumo de base suele asociarse a días y noches de orgías sexuales en el
bajo mundo de Quito. Inicialmente, lo presentaba como una simple búsqueda del placer,
de un placer ampliado por la base. Pero últimamente, lo miró de forma diferente y más
profunda: “La base llena un vacío. Fumado, solo pienso en fumar y fumar. Me simplifica
la existencia”.
¿Cómo entender la operación que realiza la base en el espacio mental de Mau, una
operación que logra “simplificar su existencia”, o sea los conflictos que lo hieren? ¿Puede
la tesis de la “enfermedad cerebral” de la inhibición de la recaptura de la dopamina
explicar que cuando sus conflictos llegan a un punto de ruptura interna, Mau busque la
base y la consuma durante varios días? De hecho, la base parece relacionarse más con
la complejidad y el misterio de su historia individual que con un desequilibrio de ciertos
neurotransmisores. Parece relacionarse más con el sufrimiento que con una molécula.
Parece ubicarse del lado de una “solución” interna. Pero, ¿cómo entender que el
consumo de base pueda brindar una “solución” a una determinada persona? Para
35
entender esta afirmación, cabe diferenciar los efectos deseados de los efectos
indeseados del consumo. Los efectos deseados se relacionan con la producción de un
afecto psicotrópico, mientras los indeseados, con los fenómenos negativos producidos
por la relación con la droga: dependencia, gastos, problemas añadidos en otros ámbitos,
etc. En general, el análisis se concentra sobre los segundos e ignora los primeros.
De manera general, las ciencias humanas actuales, en particular la psicología y la
sociología, suelen diferenciar y oponer dos mundos: un mundo interno al sujeto y un
mundo externo al sujeto. Ambos mundos se relacionarían mediante una serie de
interacciones que los afectarían mutuamente, dependiendo de los pesos específicos
presentes en la influencia. Con el conductivismo, los patrones exteriores se depositarían
en el sujeto y lo modelarían desde afuera. Suena la campana y saliva el perro; se
presenta el amigo consumidor y se inicia el sujeto en el consumo. Dicho modelo ha
generado varios conceptos y programas para reducir el consumo de drogas, como
aquellos elaborados para desarrollar una capacidad de resistencia al ofrecimiento en el
sujeto. Dicho modelo, con sus variantes, se organiza sobre la idea de que la droga se
encuentra “allá afuera” del sujeto y que, desde esta externalidad, está amenazando a
ciertas personas. Este análisis, desde su lógica, conduce directamente a la estrategia
que busca atacar la oferta, decomisar la droga que se busca comercializar o fortalecer la
capacidad de rechazo del sujeto.
El presente Estudio calcula en 18 años la edad promedio del primer consumo de
marihuana. Si es que la marihuana, como las demás drogas, rodea al sujeto durante
toda su vida, ¿por qué su consumo suele producirse a esta edad precisamente? Esta
pregunta obliga a orientarse hacia el sujeto, puesto que representa la cantidad que
cambia, mientras la otra, la droga, se mantiene constante. Y orientándose hacia el
sujeto, se descubrirá que esta edad media corresponde precisamente a una etapa
específica en el desarrollo del sujeto: la adolescencia. Consecuentemente, habrá que
preguntarse qué hace la adolescencia para que el sujeto sea más vulnerable al consumo
de un psicoactivo. Evidentemente, se tendrá que analizar esta adolescencia en sus
mecanismos y, para hacerlo, disponer de un modelo adecuado.
Pero dicha elección es difícil por la existencia de múltiples modelos en ciencias humanas,
pero también por otro aspecto más profundo calificado de paradigmático. Para entender
este último aspecto, se tiene que recordar las características de la evolución de las ideas
en ciencia, y dentro de este movimiento, la subordinación de las ciencias humanas
respecto a las exactas. Isaac Newton se describió a sí mismo como a un niño jugando
en la orilla del mar y divirtiéndose con el descubrimiento de una concha, mientras el
gran océano permanecía sin descubrirse delante de él. Pero construyó una
representación del mundo como un mecanismo hecho de partes que interactúan
subordinadas a leyes eternas dentro de un espacio y tiempo inmanentes. La causalidad
presente era por lo tanto completamente determinista: conociendo las leyes y la
posición actual de los objetos, se podía predecir con completa exactitud su ubicación en
el futuro. Además, para Newton, el observador siempre podía ubicarse en una posición
independiente en relación con el objeto observado. La capacidad explicativa de estos
conceptos, que describían tanto las manzanas como los planetas, los elevó a nivel de un
paradigma que tuvo un profundo impacto sobre el pensamiento científico. La psicología
36
también se volvió mecanicista, aplicando a los fenómenos mentales los conceptos de un
modelo que describía la materia.
Sin embargo, la física al inicio del siglo XX empezó a producir una serie de nuevos
conceptos. Con Einstein, la representación newtoniana del universo como una gran
máquina se transformó radicalmente. Salvo para la constante de la luz, todas las demás
mediciones dependían de quien las midiera y de lo que hiciera en ese momento. A partir
de este punto, nuevos conceptos surgieron, siendo los más importantes aquellos que se
relacionan con la física cuántica. Terminaron creando poco a poco un paradigma nuevo,
en oposición al paradigma mecanicista. Por ejemplo, Heisenberg construyó un principio
de incertidumbre que indica que cuando se quiere medir ciertos pares de variables,
cuanta mayor certeza se busca en determinar la una, menos se conoce sobre la otra.
Así, por el mismo hecho de realizar una medición, el experimentador modifica lo
observado, introduciendo un error que es imposible de reducir a cero, por muy perfectos
que sean los instrumentos. En otros términos, toda medición perturba lo que se observa
y nunca se puede identificar lo que es atribuible al observador y al comportamiento del
objeto observado. El gato de Shrödinger se relaciona con la superposición de los objetos
cuánticos, o sea su posibilidad de existir en más de un estado a la vez. Se trata de un
concepto extraño que contradice la evidencia según la cual los objetos únicamente
existen en un solo estado. El problema entonces radica en entender en qué consiste el
mecanismo mental presente en el consumo de un psicoactivo, si pertenece al orden de
un funcionamiento mecánico y determinista o si implica conexiones más complejas.
En El jardín de los senderos que se bifurcan (1941), Jorge Luís Borges ha construido una
metáfora de la mente que se parece a la hipótesis que elaboró Hugh Everett en 1957,
en una tesis dirigida por John Wheeler para solucionar el problema de la medición
ilustrada por la paradoja del gato de Shrödinger. La propuesta de Everett es que cada
medida "desdobla" el universo en una serie de posibilidades. Stephen Hawking ha
llegado a decir que la “interpretación de los universos múltiples es trivialmente
verdadera”. En esta interpretación, el gato no se encuentra vivo/muerto a la vez: existe
vivo en una rama del universo y muerto en otra. La medición obliga al observador a
ubicarse en una rama del mundo y, dependiendo en la que se encuentre, observará al
gato vivo o muerto. La pregunta es: ¿dónde se encuentra el consumidor?, y la respuesta
es: allí donde lo encuentra el instrumento de medición que el observador decide usar. Lo
puede encontrar en una población de la cual tomará una muestra: esta última
desarrollará estadísticos que buscarán estimar ciertos parámetros poblacionales para
ubicar al consumidor. También lo puede encontrar, por ejemplo, en una consulta o en
un centro de tratamiento. En el primer caso, la medición podrá describir una población y
poco podrá decir sobre un individuo en particular; en el segundo, accederá a una
información extensa sobre el sujeto, pero nada podrá decir sobre la población que
representa. En cada caso, la representación elaborada será diferente.
Identificar un marco conceptual para entender el consumo de SPA es un reto, tanto
desde la fragilidad de las teorías en ciencias humanas como desde los mismos conceptos
explicativos que la prevención ha producido. Dichos conceptos son a menudo tan
descriptivos, dispersos o locales, que apenas merecen este calificativo. Hablar de
prevención “especifica” e “inespecífica”, de prevención “primaria”, “secundaria” y
“terciaria”, de modelo “ético-jurídico”, “médico-sanitario”, “psicosocial”, “sociocultural”,
37
“geopolítico estructural”, de estrategia “informativa”, “formativa” o de “alternativas”, de
“fortalecimiento de los factores de riesgo y de minimización de factores de riesgo”, de
prevención “integral”, etc., solo describen direcciones generales de posibles acciones sin
que éstas se especifiquen concretamente. Para una investigación sobre drogas, el reto
es por lo tanto buscar un modelo lo suficientemente específico para poder elaborar
hipótesis y someterlas a las pruebas estadísticas. El algoritmo general de trabajo
consiste en dividir la población en dos grupos, los abstinentes y los consumidores, y
analizar si se diferencian o no en relación a otras variables tomadas individualmente o
en grupo. Por ejemplo, si se encuentra entre los consumidores un nivel de
desinformación mayor al que existe entre los abstinentes, se tendrá la posibilidad de
plantear una relación entre estas dos variables: + información Æ - riesgo. Se elaborará
un concepto según el cual el mayor riesgo de consumir dependerá de la importancia del
nivel de desinformación y se desarrollará un programa destinado a entregar información
sobre las drogas a las personas.
El marco conceptual del presente Estudio contempla las siguientes dimensiones desde
las cuales se elaboraron las variables del instrumento.
A. Variables de caracterización del consumo (variables dependientes)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Prevalencia de vida, último año y último mes
Frecuencia de consumo
Gasto económico del consumo
Problemas ligados al consumo
Exposición a prevención y tratamiento
Consumo en la familia, amigos, lugar de trabajo y barrio
Conocimientos sobre las instituciones que manejan el tema de la droga
B. Variables de caracterización del sujeto (variables independientes o hipótesis)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Características sociodemográficas
Ingreso económico
Dinámica familiar
Niñez, adolescencia y vida sentimental
Estado de salud
Vida sexual
Entorno laboral
Tiempo libre
Exposición a programas de prevención y de tratamiento
La presentación de los datos se realizará en dos capítulos principales: el primero se
relaciona con la descripción de los niveles de consumo existentes en el Ecuador, y el
segundo, con un análisis de los factores asociados al consumo, o sea la prueba de las
hipótesis del Estudio.
38
3
CARACTERÍSTICAS METODOLÓGICAS DEL ESTUDIO
3.1
LA POBLACIÓN ESTUDIADA
El universo está constituido por un conjunto de personas que tienen características en
común, las cuales constituyen el objeto de un estudio. En general, realizar una
investigación sobre la totalidad del universo resulta difícil, ya que es necesario
considerar factores importantes, como por ejemplo, el costo de la investigación o la
posibilidad de alcanzar geográficamente a todos los individuos.
El Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre Consumo de Drogas (SIDUC) de la
CICAD-OEA normaliza varios aspectos claves respecto al estudio, con la finalidad de que
los resultados sean comparables para todos los países en los cuales se aplica la misma
metodología, pero sobre todo entre los diferentes estudios que realiza un mismo país.
Uno de estos aspectos es el universo estudiado y el marco muestral, el cual debe
cumplir con algunas características que permitirán que los resultados sean comparables
con los de otros países que utilizan la metodología estandarizada del SIDUC.
Durante la Reunión Técnica y de Coordinación del Sistema Subregional de Información e
Investigación sobre el Uso Indebido de Drogas en Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador,
Perú y Uruguay, los países acordaron definir como población objetivo a aquella
población urbana comprendida entre los 12 y los 65 años de edad con una muestra que
debe ser representativa para el 70% de la población del país, aleatoria, por etapas y sin
reemplazos.
Para poder cumplir con este objetivo (y por criterios de presupuesto), se tomó en
cuenta, para la elaboración del marco muestral, a las ciudades de más de 50.000
habitantes, para las regiones Costa y Sierra, y de más de 24.000 habitantes para las
ciudades de la región Oriental, lo cual mejora la representatividad nacional de la
muestra. No se pudo incluir a la provincia de Galápagos en la muestra.
De este modo, se tomó en cuenta un total de 20 ciudades para la elaboración del marco
muestral. Estas ciudades y sus respectivas poblaciones son presentadas en el siguiente
cuadro:
Tabla 3: Caracterización del marco muestral nacional
No.
1
2
3
4
5
6
7
8
Región
Costa
Costa
Costa
Costa
Costa
Costa
Costa
Costa
Provincia
Esmeraldas
Los Ríos
Guayas
Guayas
Guayas
El Oro
Manabí
Guayas
Ciudad
Esmeraldas
Babahoyo
Durán
Guayaquil
La Libertad
Machala
Manta
Milagro
Población
95.124
76.869
174.531
1.985.379
77.646
204.578
183.105
113.440
39
9 Costa
10 Costa
Manabí
Los Ríos
Portoviejo
Quevedo
11
12
13
14
15
16
17
18
19
Tungurahua
Azuay
Imbabura
Cotopaxi
Loja
Chimborazo
Pichincha
Pichincha
Pichincha
Ambato
Cuenca
Ibarra
Latacunga
Loja
Riobamba
Quito
Sangolquí
Santo Domingo
Sucumbíos
Pastaza
Nueva Loja
Puyo
Total Costa
Sierra
Sierra
Sierra
Sierra
Sierra
Sierra
Sierra
Sierra
Sierra
Total Sierra
20 Oriente
21 Oriente
Total Oriente
TOTAL NACIONAL
171.847
120.379
3.202.898
154.095
277.374
108.535
51.689
118.532
124.807
1.399.378
56.794
199.827
2.491.031
34.106
24.432
58.538
5.752.467
Fuente: INEC, censo 2001
Puesto que el objetivo de este estudio es el seguimiento de variables tales como la
prevalencia del consumo de drogas, factores asociados, patrones de consumo y la
exposición a programas de prevención, es necesario que la muestra sea elegida de tal
manera que dé cuenta de estos indicadores de la manera más confiable posible.
3.2
LA MUESTRA
Como se mencionó anteriormente, realizar una investigación sobre todos los individuos
de una población no siempre es lo más conveniente. Por lo tanto, el concepto de
muestra toma un papel fundamental en toda investigación por varias razones.
Primeramente, una muestra es una porción más pequeña de la población que se está
estudiando, lo cual disminuye de manera significativa el costo del levantamiento de la
información; por otro lado, si la muestra es seleccionada de manera adecuada, se
asegura con un cierto nivel de confianza (establecido por el investigador) que dicha
muestra va a ser significativa y, sobre todo, representativa de la población. Los
resultados que se obtengan podrán ser extrapolados a toda la población estudiada.
La investigación por muestreo es una rama de la Estadística que trata el problema
matemático de la extracción de una muestra representativa para una población, y las
técnicas que usa están basadas en leyes y supuestos ampliamente estudiados y
verificados, los cuales aseguran que la muestra extraída de una población sea
significativa. Existen varias metodologías que se ajustan a las características y objetivos
de cada investigación, permitiendo extraer una muestra adecuada. En este aspecto, un
elemento esencial del procedimiento es el tamaño de la muestra. Su cálculo depende del
diseño muestral utilizado, por lo cual se toman en cuenta, entre otros, dos aspectos
40
importantes. El primero se refiere al nivel de confianza de la muestra, que da una idea
probabilística de la exactitud de los resultados. El segundo se relaciona con el margen
de error o variación que siempre existe entre los resultados obtenidos en una muestra y
su inferencia hacia la población. Sin embargo, este efecto puede disminuirse
considerablemente dependiendo del tamaño muestral y se lo toma en cuenta al
momento de calcularlo. En resumen, el objetivo de una muestra es representar de la
manera más fiable posible al universo que se desea estudiar.
Dicho universo se encuentra representado por su marco muestral4. Para el caso de la
presente encuesta a hogares, el objetivo de la muestra es representar a la población
urbana del país que está asentada en las ciudades con más de 24.000 habitantes para la
región Oriental y más de 50.000 habitantes para las regiones Costa y Sierra. Esta
muestra debe producir estimaciones de la proporción de consumidores con un alto nivel
de confianza y bajo margen de error, dentro de los recursos económicos disponibles.
Por otro lado, trabajar sobre un marco muestral estratificado5 permite mejorar la
representatividad de la muestra, ya que se elimina la posibilidad de seleccionar unidades
de análisis (individuos) no representativas de la población estudiada. Un criterio
importante en la selección de los estratos es el nivel de representatividad deseada; por
tanto, en este Estudio, se espera que los resultados sean extrapolados en el ámbito
nacional y a cada una de las regiones geográficas del Ecuador continental. Además, la
muestra se diseñó para ser representativa de las ciudades de Quito y Guayaquil.
Consecuentemente, la estratificación se efectuó a nivel geográfico, tomando como
criterio la región, o sea, Costa, Sierra y Oriente, además de las ciudades de Quito y
Guayaquil
Para poder cumplir con estos requerimientos, el diseño muestral debe permitir, en
primera instancia, reducir significativamente los costos del levantamiento de la
información. Para el efecto, el muestreo por etapas es el más eficiente. Para el presente
estudio, el SIDUC eligió tres etapas muestrales.
Las unidades muestrales de la primera etapa fueron los sectores censales definidos
por el INEC en el VI Censo de Población y V de Vivienda, realizado en el 2001. Sin
embargo, para las ciudades de Quito y Guayaquil, se observó que los sectores censales
generaban una muestra muy variable, de tal manera que para disminuir la variabilidad
de la muestra se optó por generar “nuevos sectores”, que se denominaron segmentos,
los cuales eran el resultado de la adición y sustracción entre manzanas de uno o varios
sectores que fueron las unidades primarias del muestreo en las ciudades de Quito y
Guayaquil; esto generó una muestra mucho más estable para estas ciudades. Las
unidades muestrales de la segunda etapa fueron las viviendas. Una vez que se
seleccionaron los sectores (respectivamente los segmentos), se procedió a realizar una
actualización cartográfica de los mismos con la finalidad de actualizar el número de
viviendas y hogares presentes. Las unidades muestrales de la tercera etapa fueron los
4
Cabe recalcar que el marco muestral de este estudio toma en cuenta a la población urbana del país, mas
no a la rural.
5
Los estratos son conjuntos constituidos por todas las observaciones de todos los posibles grupos de
individuos con características conocidas.
41
individuos, seleccionados mediante la tabla de Kish que se encuentra en la primera hoja
del formulario de la encuesta y cuya aplicación se la explica más adelante.
3.2.1 Cálculo del tamaño de la muestra
El diseño muestral estuvo a cargo del Centro de Estudios de Población y Desarrollo
Social, CEPAR, para las ciudades de Quito y Guayaquil, y el Centro de Planificación y
Estudios Sociales, CEPLAES, para las regiones Costa, Sierra y Oriente. En varias
reuniones se coordinaron los factores técnicos necesarios para asegurar que las
muestras sean comparables entre sí.
Para el cálculo de una primera aproximación al tamaño de muestra mínimo n0 se utilizó
la siguiente ecuación:
2
⎛z⎞
n0 = PQ⎜ ⎟ deff
⎝d ⎠
donde P es la proporción de consumidores que se supone existe en la población, este
valor usualmente se lo sitúa en 0.10 y Q = 1 − P ; z es un valor que depende del nivel
de confianza elegido, para este caso fijado en 1.96; d el margen de error considerado
(menor al 2%) y N representa el tamaño de la población.
Esta primera aproximación al tamaño de la muestra toma en cuenta que se va a
seleccionar una población infinita. Sin embargo, el tamaño de la población incide sobre
el de la muestra, de tal modo que es posible disminuirlo al ajustar el tamaño muestral a
una población finita. Este ajuste por población finita es posible realizarlo con la siguiente
ecuación:
n=
n0
n
1+ 0
N
donde, n es el tamaño final de la muestra y N el número de personas en la población.
Finalmente, se incrementó este tamaño de muestra para compensar un 30% de posible
falta de respuesta.
En el siguiente cuadro se resume el tamaño muestral obtenido por cada dominio de
estimación.
Tamaño de muestra obtenido
DOMINIO TAMAÑO
MUESTRAL
Costa
1.020
Sierra
42
1.020
Oriente
1.008
Quito
4.310
Guayaquil
TOTAL
3.3
3.252
10.610
EL INSTRUMENTO
El instrumento fue un cuestionario precodificado y aplicado a manera de entrevista a la
persona seleccionada en la vivienda señalada. Fue elaborado y aprobado por los
coordinadores nacionales del proyecto de los países que conforman el Sistema
Subregional de Información e Investigación sobre el Uso Indebido de Drogas, en las
Reuniones Técnicas y de Coordinación del Sistema Subregional, en las cuales se
estableció un cuestionario base para el informe comparativo. Para los respectivos
informes nacionales, cada país debía incluir las preguntas que considerara convenientes
para analizar la problemática interna del mismo.
3.4
EL TRABAJO DE CAMPO
3.4.1 Niveles y funciones
La dirección nacional de la “Tercera Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en
Población General” estuvo a cargo de la Coordinadora Nacional del SIDUC del
Observatorio Ecuatoriano de Drogas.
Para las ciudades de Quito y Guayaquil, CEPAR estableció dos coordinaciones. Bajo su
responsabilidad estuvo la capacitación de supervisores y encuestadores, conjuntamente
con el equipo técnico del Observatorio Ecuatoriano de Drogas.
Para las regiones Costa, Sierra y Oriente, dirigidas por CEPLAES, se establecieron varios
niveles. Un coordinador para las tres regiones, el cual era el muestrista y el encargado
de distribuir el trabajo de campo entre supervisores y encuestadores, así como de la
capacitación de los mismos en coordinación siempre con el Observatorio Ecuatoriano de
Droga que realizó una supervisión exhaustiva y permanente del trabajo.
3.4.2 Aplicación de los cuestionarios
La aplicación de los cuestionarios estuvo bajo la responsabilidad de encuestadores con
vasta experiencia y que además recibieron la capacitación correspondiente. A cada
supervisor se le dio instrucciones precisas de la vivienda en la cual se debía realizar la
encuesta y el encuestador debía ubicar la manzana (o segmento) en un mapa y dirigirse
al sitio para aplicar el cuestionario. En caso de que la persona no se encontrara se hacía
43
una revisita hasta por tres ocasiones; en caso de no encontrar a la persona seleccionada
en la tercera revisita, la misma se daba por perdida.
3.4.3 Distribución del personal
El número de encuestadores necesarios para la obtención de los datos se distribuyó de tal
manera que se garantizara este trabajo en el plazo de dos meses a nivel nacional (un mes en
las regiones Sierra y Oriente, y otro en la región Costa). El trabajo de campo se distribuyó de
la siguiente manera:
Tabla 4: Distribución del personal de campo a nivel nacional
DOMINIO
CIUDAD
ENCUESTADORES
SIERRA
Cuenca
2
Loja
2
Ibarra
6
Latacunga
6
Sangolquí
6
Ambato
6
Riobamba
6
Santo Domingo de los Colorados
6
COSTA
Esmeraldas
6
Machala
2
Portoviejo
2
Manta
2
Milagro
2
La Libertad
2
Durán
2
Quevedo
2
Babahoyo
2
ORIENTE
Lago Agrio
2
Puyo
2
QUITO
Quito
15
GUAYAQUIL
Guayaquil
15
TOTAL
96
SUPERVISORES
1
3
3
1
1
2
3
3
17
3.4.4 Ubicación de los individuos y aplicación de los cuestionarios
Para la ubicación de los individuos se proporcionó a los encuestadores un mapa donde
se encontraba pintado el sector (o segmento) y se especificaba la vivienda a la cual
debían acudir los encuestadores a realizar la entrevista. Por ningún motivo el
encuestador podía reemplazar la vivienda seleccionada. La selección se la realizó desde
la oficina para no dar oportunidad al encuestador de decidir a quién entrevistar o no. La
44
selección del individuo se la realizó mediante la tabla de Kish, cuyo proceso se especifica
a continuación.
1. En primer lugar se debe anotar los nombres de las personas que ocupan la vivienda,
ordenándolos de acuerdo a la edad, de mayor a menor, pero solamente de las
personas entre 12 y 65 años, con su respectiva edad, y a cada una se le asigna un
número de orden en la columna 3.
2. Luego, se hace coincidir el número de orden con la Letra para el sorteo que se
encuentra en la esquina derecha de la tabla de identificación geográfica. El cruce da
como resultado un número, el cual indica el número de orden de la persona a la que
se debe entrevistar.
Para ejemplificar esto, se supone que se ha llegado a la vivienda y que existen 3
personas entre 12 y 65 años: Pedro, 39 años; María, 35 años, y Martín, 21 años, y que
la letra del sorteo era “K”. La selección se realiza de la siguiente manera:
No de Orden
Edad
Nombre
Tabla 5: Tabla de Kish
Asiste a
algún
estableciA B C D E
miento
educativo*
Pedro 39 1
1 1 1 1 1
María 35 2
1 1 1 1 1
Martín 21 3
1 1 1 1 1
1 1 1 2 2
F
G H
I
J
K
L
M N O P Q R
1
1
1
1
1
1
2
2
1
1
2
2
1
2
2
3
1
2
2
3
1
2
2
3
1
2
3
4
1
1
2
2
1
2
3
3
1
2
3
3
1
2
3
4
1
2
3
4
Se observa que en la intersección se encuentra el número 2, indicando que se debe
entrevistar a la persona que tiene como número de orden el 2, por lo que se debe
entrevistar a María.
Parte del trabajo del supervisor fue verificar que esta selección se la realizó de manera
adecuada y que el encuestador no falseó en ningún momento la información.
Tabla 6: Distribución del trabajo de campo a nivel nacional
DOMINIO
CIUDAD
ENCUESTAS
SIERRA
Cuenca
246
Loja
108
Ibarra
102
Latacunga
48
Sangolquí
48
Ambato
150
Riobamba
144
TOTAL
1020
1
2
3
4
45
COSTA
ORIENTE
QUITO
GUAYAQUIL
TOTAL
Sto. Domingo de los Colorados
Esmeraldas
Machala
Portoviejo
Manta
Milagro
La Libertad
Durán
Quevedo
Babahoyo
Lago Agrio
Puyo
Quito
Guayaquil
174
78
192
132
144
102
54
156
96
66
558
450
2536
2579
8163
1020
1008
2536
2579
Posteriormente a la aplicación de los cuestionarios, el encuestador y el supervisor debían
realizar el control de calidad respectivo a cada uno de los cuestionarios aplicados.
Finalmente, se efectuó una supervisión por parte del equipo del Observatorio
Ecuatoriano de Drogas, en la cual se visitaron todos los equipos de trabajo a nivel
nacional. Cabe mencionar que esta supervisión se la realizó in situ en las primeras
semanas del trabajo de campo con la finalidad de corregir posibles errores por parte de
los encuestadores y supervisores. También se realizó una supervisión de los
cuestionarios que eran enviados a las respectivas oficinas para su revisión.
3.5
LA ELABORACIÓN DE LA BASE DE DATOS
La elaboración de la base de datos estuvo a cargo de CEPAR, bajo las especificaciones
solicitadas por el Observatorio Ecuatoriano de Drogas. CEPAR entregó los siguientes
productos: base de datos en archivo “SAV” (formato de archivo de SPSS), el diccionario
de variables, es decir, los códigos utilizados para la organización de las variables en la
base, además de la supervisión de la digitación.
3.6
EL ANÁLISIS DE LOS DATOS
La base de datos de la encuesta constituye un objeto complejo. Los análisis estadísticos
univariados permiten una descripción inicial de los datos, de tal manera que se puede
tener una visión particular de cada una de las variables estudiadas a través de tablas de
frecuencias. Una descripción univariada de las variables asociadas al consumo de
sustancias psicoactivas permite calcular la prevalencia de vida, año y mes del consumo
de alcohol, cigarrillo, drogas ilícitas y medicamentos adquiridos sin receta médica.
46
3.6.1 El concepto de prevalencia
La prevalencia es un concepto de la epidemiología y se define por el cociente entre el
número de personas que presentan una determinada característica y una población de
referencia multiplicado por una constante, en general 100, para obtener un resultado de
fácil lectura. En ciertos casos, se calcula una tasa por 100.000 habitantes cuando el
valor del cociente es pequeño. La prevalencia de vida (PV) del consumo de una droga es
la relación entre el número de personas que indican que alguna vez en la vida han
consumido este producto y la población de referencia. La prevalencia de vida no hace
diferencia entre las personas que consumieron una sola vez este producto y las que lo
han consumido más frecuentemente. La prevalencia del último año (PA) expresa la
proporción entre el número de personas que consumieron una droga durante el último
año y la población de referencia, y la prevalencia del consumo durante los últimos 30
días (PM), es la misma relación pero correspondiente a este intervalo de tiempo.
Para la generación de estas prevalencias es necesario contar con algunos criterios que
se detallan a continuación:
•
Drogas individuales. En las prevalencias se toma en cuenta únicamente a los
individuos que contestan afirmativamente a las preguntas relacionadas con el
consumo de alguna droga, es decir, quienes no especifican consumo no son
tomados en cuenta para el cálculo de los indicadores de prevalencia.
•
Combinación de algunas drogas. La combinación de algunas drogas se utilizó para la
construcción de una variable llamada cualquier droga ilícita. La variable da cuenta
del consumo en esta combinación y se la construye tomando en consideración la
tabla de drogas ilícitas, con base en las respuestas del grupo que forma la pregunta
56. Cabe indicar que para la elaboración de esta variable no se tomó en cuenta a la
ketamina, ni a la variable Otras drogas.
Para tener una visión más amplia de las relaciones existentes entre las variables es
necesario construir tablas de contingencia, en las cuales se analiza la relación entre dos
variables específicas. Estas estimaciones incluyen relaciones de prevalencia de consumo
en cada dominio estudiado, y dentro de cada dominio, se incluyen tablas de
contingencia de variables sociodemográficas y de identificación del individuo Por otro
lado, se incluyen tablas de contingencia de otras variables de interés que pretenden
explicar de alguna manera relaciones de causa-efecto dentro de la problemática del
consumo de drogas.
En este tipo de estudios, en los cuales las variables de interés son explicadas a través de
la conjugación de varias correspondientes, es necesario utilizar técnicas estadísticas que
permitan el procesamiento adecuado de tal volumen de información. A este respecto,
los análisis multivariantes ofrecen una amplia variedad de técnicas que posibilitan
analizar a las variables en su conjunto, más no como variables individuales, lo cual
permite tener una idea más global del problema.
Finalmente, cabe indicar que todos los análisis fueron procesados en el paquete
estadístico SPSS versión 11.0.
47
3.6.2 Las hipótesis del Estudio
La prevalencia del consumo de SPA se asume como la consecuencia o efecto de ciertas
causas, y una parte importante del análisis consiste en identificarlas. Este trabajo se
realiza mediante el concepto estadístico de asociación. Existe una asociación cuando al
cambiar los valores de una variable, también cambian los valores de otra. No existe una
asociación entre dos variables cuando al cambiar los valores de la primera, no cambian
los valores de la segunda. La asociación puede ser positiva o inversa. En el primer caso,
el aumento (o disminución) del valor de A se asocia con el aumento (o disminución) del
valor de B, mientras en el segundo, el aumento (o disminución) de A se asocia con la
disminución (o aumento) de B.
Por ejemplo, observar que el consumo aumenta entre aquellas personas que tienen un
mayor número de amigos consumidores y disminuye entre las que tienen pocos o
ningún amigo consumidor, permite plantear la presencia de una asociación entre estas
dos variables: al aumentar A (los amigos consumidores), aumenta también B (el
consumo), o sea su probabilidad; o al disminuir A, también disminuye B. Pero el carácter
sistémico del consumo hace que rara vez una asociación entre dos variables implique
una relación causal directa tipo A Æ B. En muchos casos, la asociación entre A y B se
debe a la presencia de otra o de otras variables ocultas, a secuencias A Æ O Æ P Æ Q
Æ B o a conjunciones de variables A + O + P + Q Æ B.
El razonamiento probabilístico plantea generalmente una hipótesis nula H0, donde las
diferencias observadas se deben al azar, y una hipótesis alternativa H1, donde las
diferencias observadas no se deben al azar, por lo cual se puede plantear la presencia
de una influencia causal. La estadística inferencial define un Error tipo I (rechazar la
hipótesis nula cuando es verdadera) y un Error tipo II (no rechazar la hipótesis nula
cuando es falsa), errores que pertenecen al razonamiento lógico en general donde se
busca construir herramientas para poder aceptar algo verdadero o rechazar algo falso, y
evitar rechazar algo verdadero o aceptar algo falso.
Las hipótesis del Estudio están constituidas por todas aquellas variables que no se
refieren a las de prevalencia del consumo y de patrones de consumo. Han sido descritas
anteriormente y constituyen las variables independientes del Estudio ya que se supone
que pueden afectar a las primeras.
Cada una de estas variables constituye una pregunta. Por ejemplo, al preguntar a los
entrevistados si sus padres se separaron o divorciaron, no se busca describir
simplemente en la población la proporción de familias donde se produjo este evento,
sino relacionar esta variable con la abstinencia y el consumo. De hecho, la presencia de
esta variable implica una pregunta específica: ¿Un divorcio entre los padres aumenta la
probabilidad de aparición del consumo en el hijo o la hija? ¿Puede considerarse el
divorcio una causa del consumo?
En este caso, el procedimiento usado para aceptar o rechazar esta hipótesis consistirá
en examinar cómo se distribuyen los sujetos en relación con estas dos variables, y se
elabora una tabla de contingencia para comparar la distribución de las frecuencias
observadas, esperadas y marginales. Si el divorcio no tuviera influencia sobre el
48
consumo, se esperaría que la proporción de consumidores sea similar en el grupo de las
personas cuyos padres se divorciaron y en el grupo de las personas cuyos padres no se
divorciaron. Las diferencias que aparecen se estiman mediante diferentes estadísticos y
permiten concluir sobre la dependencia o independencia de las variables examinadas.
Para variables de intervalo o numéricas, bajo la suposición de normalidad entre los
grupos y de varianzas iguales, la prueba t para muestras independientes permite
estimar, por ejemplo, si la edad media de los entrevistados en el momento del divorcio
difiere o no según el consumo y la abstinencia.
3.6.3 El problema de la comparación y la construcción de la tendencia
El país requiere de conceptos explicativos para apoyar sus programas de reducción de la
demanda, pero también de un conocimiento sobre el comportamiento en el tiempo del
consumo de SPA en la población. La tendencia permite estimar la evolución del uso de
SPA y cuando se dispone de información sobre otros componentes de la respuesta,
tener una idea general sobre su eficacia. Lograr estas metas implica una capacidad
instalada para repetir las mediciones a intervalo regular en el tiempo y mantener
constantes los parámetros metodológicos de las mediciones, condición que no se ha
logrado garantizar entre los estudios realizados en 1988, 1995 y el presente a la
población general del Ecuador, ya que el proceso de estandarización de los estudios
epidemiológicos en el continente y el OED alcanzó las mediciones después de la
Segunda Encuesta Nacional realizada en 1995.
Un segundo elemento que dificulta la comparación entre las mediciones realizadas se
relaciona con la tasa de disimulación, o sea la proporción de personas que habiendo
usado drogas o estando haciéndolo no lo reportan en el instrumento. El problema que
plantea la disimulación del consumo personal es que aumenta el error ligado a la
medición de las prevalencias, o su precisión; además, como se desconoce su
importancia, no se puede calcular un intervalo de confianza sobre la cifra de prevalencia
calculada en la muestra como estimador del correspondiente parámetro poblacional.
Aunque el presente Informe presentará una estimación indirecta sobre esta magnitud,
no existen argumentos para afirmar su constancia entre las diferentes mediciones
realizadas en el Ecuador, ni entre éstas y las que se realizan en otros países.
3.6.4 Los métodos de investigación, su complementariedad y sinergia
Las preguntas (o hipótesis) que un observador tiene acerca del comportamiento de
ciertos fenómenos determinan los métodos que utilizará para responderlas, o sea para
aceptar o rechazar las hipótesis que ha elaborado en su explicación. En este proceso,
para evitar rechazar una hipótesis verdadera (Error alfa) o aceptar una hipótesis falsa
(Error beta), el método científico dispone de varias metodologías que no se deben
confundir.
El objetivo principal del presente Estudio consiste en estimar el nivel de consumo de SPA
en la población ecuatoriana, así como sus patrones de consumo y otras variables
asociadas. Por lo tanto, se aplicó un cuestionario precodificado a una muestra
probabilística y representativa de la población estudiada para poder estimar, a partir de
49
los estadísticos muestrales, los correspondientes parámetros de la población con
márgenes de errores conocidos en las variables estudiadas.
Los métodos no se clasifican por ser “cualitativos” o “cuantitativos”, sino según el nivel
en el cual se realiza la observación (individuos, grupos o poblaciones) y según el nivel
de medición en el cual se traducirán las variables observadas. Por ejemplo, múltiples
escalas se aplican en el trabajo psicológico individual, pero también en estudios a
poblaciones; la dinámica sociocultural da lugar a descripciones cualitativas, y también
cuantitativas. El presente Estudio es un experimento que investiga variables cuyo nivel
de medición es principalmente nominal y ordinal, y pocas de intervalo o de razón. Las
variables nominales traducen el fenómeno estudiado mediante categorías no ordenadas,
mientras que en el nivel ordinal, las categorías pueden ordenarse, pero sin poder
cuantificar la distancia que las separa. Estos niveles de medición son los más frecuentes
en el Estudio. En una escala de intervalo, un incremento de una unidad en el valor
numérico representa el mismo cambio en la magnitud medida, con independencia de
donde ocurra. Esta escala, junto con la de razón, se consideran más “fuertes” que las
anteriores. Las escalas ordinales serían las únicas que se podrían calificar de
“cualitativas” y las de intervalo o de razón, de “cuantitativas”, mientras las ordinales
ocupan una posición intermedia.
Es difícil discutir de la esencia de ciertos fenómenos, si “cualitativa” o “cuantitativa”,
pero sí se puede definir con exactitud el nivel en el cual se los traducirá y, sobre todo, el
tipo de análisis estadístico que se realizará en cada uno de estos niveles. Por ejemplo,
se podría buscar medir la variable “consumo” en una escala de intervalo, preguntando el
número de veces que un sujeto ha consumido un determinado producto porque este
número existe en la realidad. Sin embargo, el error que cometería la memoria en
muchos casos seria más grave que la pérdida de precisión que conllevan las escalas
ordinales con las cuales se mide esta variable en el presente Estudio.
Finalmente, cabe indicar que muchas de las variables de la Encuesta han sido medidas
con escalas débiles porque no se sabe cómo medirlas en escalas más fuertes o porque
representan a fenómenos complejos, como por ejemplo la “presión”, la “angustia”, los
“conflictos familiares”, etc. Sin embargo, este problema no es específico de este tipo de
metodología ya que es común a la mayoría de los fenómenos estudiados por las
“ciencias humanas”, cualquiera sea el nivel de la observación, si individual, grupal o
colectivo. Por lo tanto, en el proceso de la construcción de un conocimiento, el tejido
causal del consumo de SPA tiene que observarse desde varios ángulos, con el fin de
compensar las limitaciones propias de cada método con las fortalezas de otros y poder
construir progresivamente una representación de su estructura, sus elementos y las
interacciones que ligan estos elementos. El proceso tiene que permitir predicciones
verificables y ser refutable, caso contrario no presentará consistencia.
50
4
EL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN LA POBLACIÓN
ECUATORIANA DE 12 A 65 AÑOS
4.1 EL CONSUMO DE CIGARRILLOS
La primera sustancia examinada es el tabaco.
4.1.1 Prevalencia de vida (PV), último año (PA) y último mes (PM) del
consumo de cigarrillos u otro tipo de tabaco (%)
La prevalencia de vida, último mes
y últimos 30 días del consumo de
cigarrillos u otro tipo de tabaco se
establece en 46.8%, 25.2% y
18.4%, respectivamente, a nivel
nacional.
Se
observa
una
disminución considerable entre las
prevalencias, lo cual traduce una
reducción
del
consumo
de
cigarrillos en la población.
Tabla 7
Prevalencia de vida
2.103.091 personas
Población representada
Prevalencia últimos 12
meses
1.132.930 personas
Prevalencia últimos 30 días
827.131 personas
4.1.2 Prevalencia de vida del consumo de cigarrillos u otro tipo de tabaco
(%) y población representada (#) según dominio
Tabla 8
PV
Población
Quito
60,4
616.162
Guayaquil
44,0
647.127
Sierra
50,5
446.285
Costa
33,8
354.565
Oriente
55,5
38953
Nacional
46,8
2.103.092
Existen diferencias significativas (x2 = .000) entre los dominios, siendo la PV mayor en
Quito en comparación a Guayaquil y mayor en el Oriente en relación con la Sierra y la
Costa.
51
4.1.3 Distribución porcentual de los consumidores de cigarrillos u otro tipo
de tabaco según el género
4.1.3.1
Nacional
Tabla 9
Prevalencia de vida del consumo de
cigarrillos
SÍ
NO
GÉNERO
MASCULINO
63,6%
36,4%
FEMENINO
29,9%
70,1%
El consumo de cigarrillos es mayor entre los hombres, siendo significativa esta diferencia
(Ji cuadrado = .000).
4.1.3.2
Según el dominio y género
Tabla 10:
Distribución del consumo de cigarrillos alguna vez en la vida
según el género y el dominio
Consumo de cigarrillos
alguna vez en la vida
Dominio
GÉNERO
NO
MASCULINO
75,5%
24,5%
100,0%
FEMENINO
45,4%
54,6%
100,0%
60,4%
39,6%
100,0%
MASCULINO
56,3%
43,7%
100,0%
FEMENINO
30,5%
69,5%
100,0%
44,0%
56,0%
100,0%
MASCULINO
73,0%
27,0%
100,0%
FEMENINO
27,2%
72,8%
100,0%
50,5%
49,5%
100,0%
MASCULINO
53,6%
46,4%
100,0%
FEMENINO
16,3%
83,7%
100,0%
33,8%
66,2%
100,0%
MASCULINO
71,6%
28,4%
100,0%
FEMENINO
39,5%
60,5%
100,0%
55,5%
44,5%
100,0%
Quito
Total
Guayaquil
GÉNERO
Total
Sierra
GÉNERO
Total
Costa
GÉNERO
Total
Oriente
GÉNERO
Total
SÍ
Total
52
Tabla 11:
Distribución del consumo de cigarrillos durante el último año
según el género y el dominio
Consumo de cigarrillos en
los últimos 12 meses
Dominio
GÉNERO
SÍ
NO
MASCULINO
48,9%
51,1%
100,0%
FEMENINO
17,8%
82,2%
100,0%
33,2%
66,8%
100,0%
MASCULINO
30,5%
69,5%
100,0%
FEMENINO
10,1%
89,9%
100,0%
20,8%
79,2%
100,0%
MASCULINO
48,5%
51,5%
100,0%
FEMENINO
11,2%
88,8%
100,0%
30,1%
69,9%
100,0%
MASCULINO
33,5%
66,5%
100,0%
FEMENINO
6,6%
93,4%
100,0%
19,2%
80,8%
100,0%
MASCULINO
44,8%
55,2%
100,0%
FEMENINO
12,2%
87,8%
100,0%
28,4%
71,6%
100,0%
Quito
Total
Guayaquil
GÉNERO
Total
Sierra
GÉNERO
Total
Costa
GÉNERO
Total
Oriente
GÉNERO
Total
Tabla 12:
Distribución del consumo de cigarrillos en los últimos 30 días
según el género y el dominio
Consumo de cigarrillos en los
últimos 30 días
Dominio
GÉNERO
Quito
GÉNERO
NO
MASCULINO
39,9%
60,1%
100,0%
FEMENINO
10,3%
89,7%
100,0%
25,0%
75,0%
100,0%
MASCULINO
22,0%
78,0%
100,0%
FEMENINO
5,3%
94,7%
100,0%
14,1%
85,9%
100,0%
MASCULINO
38,7%
61,3%
100,0%
FEMENINO
6,2%
93,8%
100,0%
22,7%
77,3%
100,0%
26,0%
74,0%
100,0%
Total
Sierra
GÉNERO
Total
Costa
GÉNERO
Total
SÍ
Total
Guayaquil
Total
MASCULINO
53
FEMENINO
4,3%
95,7%
100,0%
14,5%
85,5%
100,0%
MASCULINO
29,8%
70,2%
100,0%
FEMENINO
6,9%
93,1%
100,0%
18,3%
81,7%
100,0%
Total
GÉNERO
Oriente
Total
4.1.4 Distribución de los consumidores según la edad del primer consumo de
cigarrillos u otro tipo de tabaco (años)
Para el 14.9% de la población
que ha fumado alguna vez en
su vida cigarrillos, el primer
consumo se produjo antes de
los 14 años. El rango de edad
donde más frecuentemente
se produce este primer
consumo es el de 15-19 años.
La edad promedio del primer
consumo se calcula en 18.01
años.
4.1.5 Periodo en el cual fumó cigarrillos u otro tipo de tabaco por primera
vez (%)
Tabla 13
Durante los últimos 30 días
2.2
Hace más de un mes
pero menos de 1 año
2.8
Hace más de 1 año
95.0
Las personas que usaron cigarrillos u otro tipo de tabaco por primera vez lo hicieron en
su mayoría (95.0) hace más de un año.
4.1.6 Número de cigarrillos u otro tipo de tabaco fumado por día en el último
mes
54
El número medio de cigarrillos fumados por día en el último mes se calcula en 3.91
entre las personas que fumaron durante el último mes.
4.1.7 Ha fumado alguna vez al menos 100 cigarrillos o cantidad equivalente
en la vida (%)
Tabla 14
Sí
40.7
No
59.3
El 40.7% ha fumado alguna vez al menos 100 cigarrillos en la vida.
4.1.8 Número de años donde ha fumado a diario
Número de años donde ha fumado a diario (%).
Nacional.
El número medio de años de
haber fumado a diario es de
9.87 años. El quartile 25 se
ubica en 2 años; el 50 en 5 y
el 75 en 15 años.
20,0
15,0
10,0
5,0
0,0
1
4.2
4
7
10
13
16
19
22
25
29
33
36
39
42
45
EL CONSUMO DE ALCOHOL
Los niveles de consumo de alcohol en el país se describen a continuación.
4.2.1 Prevalencia de vida, últimos 12 meses y últimos 30 días del consumo
de alcohol
La PV del consumo de
alcohol se calcula en
76.9%, la PA en 54.4%
y la PM, en 31.7%.
55
Tabla 15
Población representada
Prevalencia últimos 12
meses
2.446.180 personas
Prevalencia de vida
3.458.104 personas
Prevalencia últimos 30 días
1.423.815 personas
4.2.2 Prevalencia de vida, último año y último mes del consumo de alcohol
según dominio (%).
Tabla 16
Prevalencia
de vida
Prevalencia
último año
Prevalencia
últimos 30
días
Quito
Guayaquil
Sierra
Costa
Oriente
Total
87.2
76.2
77.5
67.0
85.5
76.9
62.8
54.3
52.9
47.4
58.6
54.4
37.9
28.8
30.6
30.6
32.4
31.7
4.2.3 Prevalencia de vida del consumo de alcohol según el género (%)
4.2.3.1
Tabla 17
Nacional
Prevalencia de vida del consumo de
alcohol
SÍ
NO
GÉNERO
MASCULINO
84,1%
15,9%
FEMENINO
69,8%
30,2%
La prevalencia de vida del consumo de alcohol en los hombres se establece en 84.1% y
en las mujeres, en 69.8%.
4.2.3.2
Tabla 18:
Según dominio y género
Distribución del consumo de alcohol alguna vez en la vida según
el género y el dominio
Ha consumido alcohol
alguna vez en la vida
SÍ
NO
Dominio
Quito
GÉNERO
MASCULINO
90,8%
9,2%
Total
100,0%
56
FEMENINO
83,6%
16,4%
100,0%
87,2%
12,8%
100,0%
MASCULINO
82,8%
17,2%
100,0%
FEMENINO
68,9%
31,1%
100,0%
76,2%
23,8%
100,0%
MASCULINO
84,6%
15,4%
100,0%
FEMENINO
70,2%
29,8%
100,0%
77,5%
22,5%
100,0%
MASCULINO
78,4%
21,6%
100,0%
FEMENINO
56,9%
43,1%
100,0%
67,0%
33,0%
100,0%
MASCULINO
88,0%
12,0%
100,0%
FEMENINO
83,0%
17,0%
100,0%
85,5%
14,5%
100,0%
Total
Guayaquil
GÉNERO
Total
Sierra
GÉNERO
Total
Costa
GÉNERO
Total
Oriente
GÉNERO
Total
Tabla 19:
Distribución del consumo de alcohol alguna vez en la vida según
el género y el dominio
Ha consumido alcohol en
los últimos 12 meses
SÍ
NO
Dominio
GÉNERO
MASCULINO
73,4%
26,6%
100,0%
FEMENINO
52,4%
47,6%
100,0%
62,8%
37,2%
100,0%
MASCULINO
65,9%
34,1%
100,0%
FEMENINO
41,7%
58,3%
100,0%
54,3%
45,7%
100,0%
MASCULINO
67,8%
32,2%
100,0%
FEMENINO
37,4%
62,6%
100,0%
52,9%
47,1%
100,0%
MASCULINO
65,8%
34,2%
100,0%
FEMENINO
31,2%
68,8%
100,0%
47,4%
52,6%
100,0%
MASCULINO
67,7%
32,3%
100,0%
FEMENINO
49,6%
50,4%
100,0%
58,6%
41,4%
100,0%
Quito
Total
Guayaquil
GÉNERO
Total
Sierra
GÉNERO
Total
Costa
GÉNERO
Total
Oriente
GÉNERO
Total
Total
57
Tabla 20:
Distribución del consumo de alcohol durante el último año según
el género y el dominio
Ha consumido alcohol en los
últimos 30 días
Dominio
GÉNERO
Quito
SÍ
NO
MASCULINO
50,9%
49,1%
100,0%
FEMENINO
25,1%
74,9%
100,0%
37,9%
62,1%
100,0%
MASCULINO
42,0%
58,0%
100,0%
FEMENINO
14,3%
85,7%
100,0%
28,8%
71,2%
100,0%
MASCULINO
45,1%
54,9%
100,0%
FEMENINO
15,6%
84,4%
100,0%
30,6%
69,4%
100,0%
MASCULINO
46,5%
53,5%
100,0%
FEMENINO
16,5%
83,5%
100,0%
30,6%
69,4%
100,0%
MASCULINO
43,9%
56,1%
100,0%
FEMENINO
21,0%
79,0%
100,0%
32,4%
67,6%
100,0%
Total
Guayaquil
GÉNERO
Total
Sierra
GÉNERO
Total
Costa
GÉNERO
Total
Oriente
GÉNERO
Total
Total
El consumo de alcohol es mayor entre los hombres en comparación con las mujeres en
prevalencia de vida, último año y último mes. La prevalencia de vida es mayor en los
dominios de Quito y el Oriente.
4.2.4 Edad del primer consumo de alcohol (%)
El 60.7% de la
población realizó
su primer
consumo de
alcohol entre los
15-19 años.
58
Tabla 21
Edad media del primer
consumo de alcohol
18.1 años
Percentil 25
16.0 años
Percentil 50
18.0 años
Percentil 75
20.0 años
La edad media del primer consumo de alcohol en la población se calcula en 18.1 años.
Tabla 22
Periodo
en
el
cual
consumió alcohol por
primera vez (%)
Durante los últimos 30
días
2.3
Hace más de un mes
pero menos de 1 año
4.3
Hace más de 1 año
93.4
El 93.4% de las personas que consumieron alcohol alguna vez en su vida lo hicieron
más de 1 año.
Tabla 23:
Edad media del primer consumo de alcohol según género,
prevalencia de vida
Género
Masculino
Femenino
Población
Edad media del primer consumo (años)
17.08
19.31
18.1
El primer consumo de alcohol se produce en promedio en los hombres a los 17.08 años
y entre las mujeres, a los 19.31 años.
4.2.5 Consumo de alcohol durante los últimos 30 días según la ed
La proporción del consumo de alcohol durante los últimos 30 días muestra un
crecimiento rápido desde los 12-14 años hasta los 20-24 años, periodo en el cual
alcanza un valor máximo (42.6%) que luego va disminuyendo progresivamente.
4.2.6 Número de días de consumo de alcohol durante los últimos 30 días (%)
Número de dias de consumo de alcohol durante los últimos
30 días. Nacional.
54,5
21,7
11,9
6,4
1
2
3
1,0 0,8 0,4 1,9 0,1 0,2 0,2 0,4 0,0 0,2 0,1 0,1
4
5
6
7
8
9
10
Número de días
12
15
16
20
25
30
Durante los últimos 30 días,
el 54.5% de la población
estudiada ha tenido un día de
consumo de alcohol.
59
Tabla 24
Número medio de días de
consumo de alcohol en los
últimos 30 días
2.14 días
Percentil 25
Percentil 50
Percentil 75
1
1
2
El número promedio de días de consumo de alcohol se calcula en 2.14 días.
4.2.7 Número de bebidas tomadas en total en los días que tomó alcohol
durante los últimos 30 días
Tabla 25
Número medio de bebidas
tomadas en últimos 30 días
22.51
Percentil 25
5.0
Percentil 50
10.0
Percentil 75
25.0
El número promedio de bebidas de alcohol tomadas en los últimos 30 días se establece
en 22.51 unidades.
4.2.8 Número de bebidas ingeridas el día que más tomó en los últimos 30
días (%)
Número de bebidas ingeridas el día que más tomó.
Nacional.
12,0
10,0
8,0
6,0
4,0
2,0
0,0
200
140
100
80
70
55
48
37
32
28
25
22
17
14
10
7
4
1
Número de bebidas
60
El número de bebidas de alcohol ingeridas el día que más tomó se describe a
continuación.
Tabla 26
Número medio de bebidas el
día que más tomó
Percentil 25
Percentil 50
Percentil 75
13.35 bebidas
4
8
16
El número promedio de bebidas tomadas, el día que más tomó durante los últimos 30
días, se calcula en 13.35.
4.2.9 Excesos en el consumo de alcohol en los últimos 30 días. Nivel
Nacional.
4.2.9.1 Excesos con el alcohol (%)
Tabla 27
Ninguna vez
1 vez
2 veces
3 veces
85.3
9.8
2.8
0.9
4 o más
veces
1.0
Durante el último mes, el 85.3% no se emborrachó, mientras el 14.7% se ha excedido
con el alcohol por lo menos una vez.
4.2.9.2
Distribución de las personas que se excedieron con el alcohol, según
el número de episodios, en los últimos 30 días
Número de veces que se ha emborrachado en los últimos
30 dias. Nacional.
61,9
20,1
6,1
1
2
3
8,0
4
1,3
0,3
0,2
1,3
0,1
0,3
0,1
0,3
0,1
0,0
5
6
7
8
9
10
12
15
20
30
61
4.2.9.3 Número medio de excesos con el alcohol
Tabla 28
Número medio de excesos
con el alcohol en los últimos
30 días entre las personas
que se excedieron con el
alcohol
Percentil 25
Percentil 50
Percentil 75
1.85
1.0
1.0
2.0
4.2.9.4 Excesos con el alcohol según el género (%)
Tabla 29
GÉNERO
Media
N
Desviación estándar
MASCULINO
,51
1899907
1,287
FEMENINO
,05
2017755
,277
Total
,27
3917662
,946
Entre los hombres, la media del número de excesos con el alcohol se calcula en 0.51,
mientras en las mujeres, en 0.05.
Tabla 30
Excesos
con
alcohol
No
Sí
el
Masculino
Femenino
Total
73.7
26.3
96.3
3.7
85.3
14.7
Los excesos con el alcohol constituyen una conducta típicamente masculina, ya que es
7.1 veces mayor en los hombres que en las mujeres.
4.2.9.5 Excesos con el alcohol según la edad (%)
Tabla 31
Grupo de Edad
Media
N
Desviación estándar
12-14
,04
393102
,316
15-19
,18
581053
,741
20-24
,39
503746
1,171
25-29
,46
451651
1,310
30-34
,35
407442
1,013
35-39
,29
370481
,736
62
40-44
,30
314125
,935
45-49
,26
270574
,850
50-54
,23
254291
,699
55-59
,16
196858
,526
60-65
,22
174340
1,436
Total
,27
3917662
,946
Media del número de excesos con el alcohol en los últimos
30 días según la edad.
Nacional.
0,46
0,39
0,35
0,29
0,3
0,26
0,23
0,18
0,22
0,16
0,04
12-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-65
Los excesos, calculados como media del número de excesos según cada rango de edad,
crecen de acuerdo a la edad y alcanzan un nivel máximo en el rango 25-29 años para
luego disminuir, pero sin llegar a desaparecer. Evidencia un comportamiento presente
durante toda la vida.
4.2.10 Número promedio de excesos en el consumo de alcohol en los últimos
30 días según regiones.
Excesos con el alcohol según ciudades y regiones.
2,17
1,99
1,78
1,56
1,32
Quito
Guayaquil
Sierra
Costa
Oriente
63
La Costa representa el dominio que evidencia el mayor número promedio de excesos
con el alcohol durante los últimos 30 días (2.17) y el Oriente, el menor (1.32).
4.2.11
Excesos en el consumo de alcohol en los últimos 30 días según el
género y dominios (%).
Tabla 32
Quito
83.2
16.8
Hombres
Mujeres
Guayaquil
87.8
12.2
Sierra
90.7
9.3
Costa
87.9
12.1
Oriente
83.5
16.5
Entre las personas que se excedieron con el alcohol, la mayor proporción de mujeres se
encuentra en Quito y en el Oriente.
4.2.12
Número de veces que ha consumido 5 o más vasos de alcohol en
un solo día en los últimos 30 días (%).
Tabla 33
Ninguna
74.4
Una o más veces
25.6
En la población en general, el 25.6% de la población ha tomado por lo menos una vez 5
o más vasos de alcohol en un solo día durante los últimos 30 días.
Tabla 34
1
2
58.5 20.6
3
6.3
4
9.5
5
1.3
6
0.8
7
0.3
8
1.5
9
0.1
10
0.3
11
0.1
12
0.3
15
0.3
16
0
20
0.1
30
0.2
Entre las personas que han tomado 5 o más vasos de alcohol en un solo día durante los
últimos 30 días, el 58.5% lo ha hecho una sola vez; el 20.6%, 2 veces y el 20.9%, 3 o
más veces.
Tabla 35
Número promedio de veces de consumo de 5 o más vasos en un solo día
2.02 veces
El número promedio de veces de consumo de 5 o más vasos en un solo día se calcula en
2.02 veces.
4.2.13
Amigos o familiares que se emborrachan habitualmente (%)
Tabla 36
Ninguno
31.2
Uno
15.9
Dos o más
52.9
64
El 68.8% de los entrevistados indica que tiene uno o más amigos o familiares que se
emborrachan habitualmente.
4.2.14
Intentos para dejar de beber
Tabla 37
Muchas veces
9.6
Algunas veces
18.7
Nunca
71.7
El 28.3% de las personas que toman han intentado dejar de beber.
4.2.15
Dinero gastado en los últimos 30 días por consumo de alcohol
Entre
las
personas
que
tomaron durante el último
mes, el 19.7% indica no haber
realizado ningún gasto al
respecto. La distribución tiene
una media de 8.07 dólares, un
mínimo de 0.0 dólares, y un
máximo de 550.
4.2.16
Escala de alcoholismo EBBA-CAGE (%)
Entre las personas que por lo menos alguna vez en la vida tomaron alcohol, las variables
que constituyen la escala de alcoholismo EBBA-CAGE presentan las siguientes
frecuencias.
Tabla 38
EBBA, nivel nacional.
SÍ
¿Ha habido problemas entre usted y familiares (su pareja) a causa del
trago?
¿Ha perdido amigos, amigas por el modo de beber?
¿Ha tenido ganas de disminuir lo que toma?
¿Le ocurre en ocasiones que, sin darse cuenta, termina tomando más de
lo que desea?
¿Ha tenido que tomar alcohol en las mañanas?
¿Le ha ocurrido que al despertar, después de haber bebido la noche
19.0
6.9
24.7
27.2
3.5
20.0
65
anterior, no se acuerda parte de lo que pasó?
¿Le molesta que lo critiquen por la forma en que toma?
15.0
La distribución del puntaje que obtienen los consumidores de alcohol en esta escala se
distribuye de la manera siguiente, representando el valor de 0 la ausencia de respuestas
positivas a sus variables, y 7 una respuesta positiva en todas.
Distribución de los consumidores de alcohol según la
escala EBBA.
Nacional.
59,4
10,3
0
1
9,7
2
7,2
5,6
4,9
2,2
0,7
3
4
5
6
7
El 59.4% de las personas que tomaron alcohol en PV no presenta ningún elemento
alcohólico. La media de la distribución se calcula en 1.16, el percentil 25, en 0; el
percentil 50, en 0 y el percentil 75, en 2. Las personas que presentan 2 o más
respuestas positivas representan el 30.3% de la población, cifra que evalúa la
proporción del consumo problemático con el alcohol existente en el país según este
instrumento.
Tabla 39: Distribución de los bebedores problemáticos según la edad (%)
12-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-65
11,4
27,3
35
33,3
31,4
28
33,2
31,9
24,3
30,9
22,4
La proporción de consumidores problemáticos llega a un valor máximo para el rango 2024 años (35.0%) para luego presentar un nivel estable, quizá ligeramente decreciente
en función de la edad.
Tabla 40: Distribución de los bebedores problemáticos según el género
Bebedores no
Bebedores problemáticos
problemáticos
Hombres
59.3
40.7
Mujeres
85.2
14.8
66
La proporción de bebedores problemáticos según el EBBA es 2.75 veces mayor entre los
hombres que entre las mujeres.
4.3
EL CONSUMO DE MEDICAMENTOS TRANQUILIZANTES Y
ESTIMULANTES
El consumo de medicamentos tranquilizantes y estimulantes registrado en el Estudio es
aquel que se produjo sin prescripción médica.
4.3.1 Prevalencia de vida, ultimo año y último mes del consumo de
tranquilizantes y estimulantes sin prescripción médica
En PV, el consumo de los
tranquilizantes (2.0%) es
superior
al
de
los
estimulantes
(0.2%).
La
prevalencia del consumo de
medicamentos psicotrópicos
estimulantes
y
tranquilizantes,
cualquiera
sea el producto, se calcula en
2.1% a nivel nacional.
Tabla 41
Población representada: tranquilizantes
Prevalencia de vida
Prevalencia últimos 12
Prevalencia últimos 30 días
meses
89.784 personas
21.941 personas
11.632 personas
Población representada: estimulantes
Prevalencia de vida
Prevalencia últimos 12
Prevalencia últimos 30 días
meses
8605 personas
2516 personas
940 personas
4.3.2 Prevalencia de vida del consumo de cualquier medicamento según el
género. Nivel Nacional
Tabla 42
Sí
GÉNERO
% línea
Casos
MASCULINO
1,7%
38645
FEMENINO
2,5%
55293
67
Entre los hombres, el 1.7% ha consumido alguna vez en su vida un medicamento
psicotrópico, mientras que en las mujeres 2.5%, siendo significativa esta diferencia
(x2=.000).
4.3.3 Prevalencia de vida del consumo de cualquier medicamento según el
género y el dominio
Tabla 43:
Distribución del consumo de tranquilizantes y estimulantes en la
vida según el género y el dominio
Consumo de
tranquilizantes y
estimulantes alguna vez
en la vida
Dominio
GÉNERO
NO
SÍ
MASCULINO
97,9%
2,1%
100,0%
FEMENINO
98,0%
2,0%
100,0%
97,9%
2,1%
100,0%
MASCULINO
99,5%
,5%
100,0%
FEMENINO
99,4%
,6%
100,0%
99,4%
,6%
100,0%
MASCULINO
97,9%
2,1%
100,0%
FEMENINO
96,6%
3,4%
100,0%
97,2%
2,8%
100,0%
MASCULINO
97,0%
3,0%
100,0%
FEMENINO
95,6%
4,4%
100,0%
96,3%
3,7%
100,0%
MASCULINO
99,1%
,9%
100,0%
FEMENINO
98,2%
1,8%
100,0%
98,6%
1,4%
100,0%
Quito
Total
Guayaquil
GÉNERO
Total
Sierra
GÉNERO
Total
Costa
GÉNERO
Total
Oriente
GÉNERO
Total
Total
Las diferencias entre los hombres y las mujeres en el consumo de tranquilizantes y
estimulantes aparecen significativas para Guayaquil, la Sierra, la Costa y el Oriente.
4.3.4 Prevalencia del último año del consumo de cualquier medicamento
según la edad
Tabla 44
Sí
Grupo de Edad
% línea
Casos
12-14
0%
0
15-19
,9%
5597
20-24
1,6%
9662
68
25-29
2,2%
11935
30-34
2,1%
9911
35-39
3,5%
15135
40-44
3,3%
12463
45-49
3,2%
10282
50-54
2,1%
5946
55-59
3,6%
7863
60-65
2,6%
5145
El consumo de medicamentos tranquilizantes y estimulantes crece con la edad, y a partir
de 35-39 años hasta 60-65 años presenta los valores más altos.
4.4
PERCEPCIÓN DEL RIESGO AL CONSUMIR SUSTANCIAS PSICOACTIVAS
De manera habitual, la población en general asocia con todas las sustancias investigadas
un importante nivel de riesgo, ya que más de 9 de cada 10 entrevistados estima que se
corre un gran riesgo al consumirlas.
Tabla 45
Tipo de droga
Frecuencia del consumo
Cigarrillos
Consumo: frecuente
Alcohol
Consumo: frecuente
Tranquilizantes/Estimulantes
Consumo: frecuente
Marihuana
Consumo: alguna vez
Marihuana
Consumo: frecuente
Ningún
riesgo
0,2
Riesgo
moderado
3,4
Gran
riesgo
94,5
No sabe
0,2
2,8
95,6
1,4
0,3
3,2
89,1
7,4
1,3
6,2
89,2
3,4
0
0,8
96,7
3,4
0,2
69
Cocaína
Consumo: alguna vez
Cocaína
Consumo: frecuente
Pasta base
Consumo: alguna vez
Pasta base
Consumo: frecuente
Éxtasis
Consumo: alguna vez
Éxtasis
Consumo: frecuente
0,5
3,3
92,5
3,6
0
0,5
96,2
3,3
0,4
2,4
90,8
6,3
0
0,5
93,5
6
0,4
2,3
90
7,2
0
0,6
92,5
6,9
Las sustancias a las cuales la población asocia el mayor nivel de riesgo son la
marihuana, la cocaína y el alcohol en consumo frecuente. En sus respuestas, los
informantes parecen guiarse más de acuerdo a la frecuencia del consumo.
Tabla 46: Sustancias ordenadas según “gran riesgo”
Marihuana: consumo frecuente
Cocaína: consumo frecuente
Alcohol: consumo frecuente
Cigarrillos: consumo frecuente
Pasta base: consumo frecuente
Cocaína: consumo alguna vez
Éxtasis: consumo frecuente
Pasta base: consumo alguna vez
Éxtasis: consumo alguna vez
Marihuana: consumo alguna vez
Tranquilizantes/Estimulantes: consumo
frecuente
Ningún
riesgo
0
0
0,3
0,2
0
0,5
0
0,4
0,4
1,3
0,3
Riesgo
moderado
0,8
0,5
2,8
3,4
0,5
3,3
0,6
2,4
2,3
6,2
3,2
Gran
riesgo
96,7
96,2
95,6
94,5
93,5
92,5
92,5
90,8
90
89,2
89,1
No sabe
3,4
3,3
1,4
1,9
6
3,6
6,9
6,3
7,2
3,4
7,4
El desconocimiento fluctúa entre 3.4% y 7.4% según el producto. Las sustancias sobre
las cuales existen los mayores niveles de desconocimiento son los
tranquilizantes/estimulantes y el éxtasis.
Tabla 47: Sustancias ordenadas según el desconocimiento
Ningún
Riesgo
Gran
riesgo
moderado
riesgo
Tranquilizantes/Estimulantes: consumo
0,3
3,2
89,1
frecuente
No sabe
7,4
70
Éxtasis: consumo alguna vez
Éxtasis: consumo frecuente
Pasta base: consumo alguna vez
Pasta base: consumo frecuente
Cocaína: consumo alguna vez
Marihuana: consumo alguna vez
Marihuana: consumo frecuente
Cocaína: consumo frecuente
Cigarrillos: consumo frecuente
Alcohol: consumo frecuente
4.5
0,4
0
0,4
0
0,5
1,3
0
0
0,2
0,2
2,3
0,6
2,4
0,5
3,3
6,2
0,8
0,5
3,4
2,8
90
92,5
90,8
93,5
92,5
89,2
96,7
96,2
94,5
95,6
7,2
6,9
6,3
6
3,6
3,4
3,4
3,3
1,9
1,4
FACILIDAD PARA CONSEGUIR DROGAS
La facilidad o no para conseguir una droga suele interpretarse como un indicador de la
disponibilidad de la droga en el tejido social y, por ende, de la eficacia de los programas
de interdicción. Se asume también que la facilidad de conseguir una droga es un factor
de riesgo para el consumo. Pero en una segunda interpretación, se relaciona
principalmente con el deseo del sujeto para consumir, el cual lo empujará a identificar
las estrategias que le permitan obtener el producto que busca. Por lo tanto, esta
variable no tiene una interpretación simple, ya que depende a la vez de la disponibilidad
de la droga y de las conexiones de los usuarios entre sí.
Tabla 48
¿Cuán fácil o difícil le sería conseguir? (%)
Marihuana
Cocaína
Base
Éxtasis
Heroína
Morfina
Fácil
23,1
13,5
10,1
7,9
5,9
5,7
Difícil
10,7
13,9
13,2
13,5
14
13,7
No podría
13,8
15,7
16,3
16,8
17
17,2
No sabe
52,5
56,9
60,3
61,9
63,2
63,3
Con estos antecedentes, los datos indican que la marihuana es la droga más fácil de
conseguir (23.1%) seguida por la cocaína (13.5%) y la base (10.1%).
La información siguiente estima la facilidad de conseguir droga por dominio y por
producto.
Tabla 49
MARIHUANA
Sí
Casos
% línea
71
Dominio
Quito
313707
30,7%
Guayaquil
254674
17,3%
Sierra
117621
13,3%
Costa
341708
32,6%
8828
12,6%
Oriente
Tabla 50
COCAÍNA
Dominio
Sí
Casos
% línea
Quito
213351
20,9%
Guayaquil
107659
7,3%
Sierra
40417
4,6%
Costa
238263
22,7%
6091
8,7%
Oriente
Tabla 51
BASE
Dominio
Sí
Casos
% línea
Quito
147878
14,5%
Guayaquil
60266
4,1%
Sierra
23042
2,6%
Costa
219943
21,0%
3673
5,2%
Oriente
Tabla 52
ÉXTASIS
Dominio
Sí
Casos
% línea
Quito
161804
15,8%
Guayaquil
63272
4,3%
Sierra
16363
1,9%
Costa
111902
10,7%
2197
3,1%
Oriente
Tabla 53
HEROÍNA
Sí
72
Dominio
Casos
% línea
Quito
115731
11,3%
Guayaquil
29030
2,0%
Sierra
11346
1,3%
Costa
107794
10,3%
1751
2,5%
Oriente
Tabla 54
MORFINA
Dominio
Si
Casos
% línea
Quito
105620
10,3%
Guayaquil
36797
2,5%
Sierra
9836
1,1%
Costa
103623
9,9%
1737
2,5%
Oriente
De manera general, Quito y la Costa representan los dominios donde las drogas
examinadas son de más fácil acceso.
La información siguiente analiza la relación existente entre la capacidad de conseguir o
no una droga y la situación del sujeto, abstinente o consumidor.
Posibilidad de conseguir según consumo.
Nacional.
78,9
69,6
21,1
Abstinentes
Conseguir: No
30,4
Consumidores
Conseguir: Si
Se observa que entre los abstinentes, el 78.9% indica que no podría conseguir una
droga, mientras el 21.1%, que podría. Estas proporciones cambian significativamente
entre los consumidores ya que el 69.6% manifiesta poder conseguirlas.
Aproximadamente, es 3 veces más fácil conseguir una droga cuando la persona ya la
73
consume que cuando no la consume. Pero esta conclusión solo significa que para usar
de un producto, una persona debe saber donde obtenerlo. ¿Cómo imaginar un
consumidor que no sabría donde encontrar su producto?
4.6
OFRECIMIENTO DE DROGAS
El ofrecimiento se asume generalmente como un mecanismo que favorece la entrada en
el consumo para una persona abstinente. Se trata de una hipótesis simple, la cual es
ampliamente usada en los modelos de prevención, y que se basa sobre un concepto del
sujeto como ente pasivo, no de actor. Actualmente, se considera más el deseo latente
de consumir, no necesariamente reconocido ni asumido explícitamente por el sujeto,
pero capaz de dirigirlo hacia los lugares o las personas donde se encuentra el objeto de
su deseo. En ciertos casos, consiste en lograr que el otro satisfaga lo que se está
buscando.
Tabla 55
¿Cuándo fue la última vez que le ofrecieron alguna de estas drogas, sea para
comprar o probar? (%)
Durante los
últimos 30
días
Marihuana
Cocaína
Base
Éxtasis
0,8
0,3
0,2
0,2
Hace más de 1 Hace más de 1
mes, pero
año
menos de 1
año
2,5
15,5
0,8
5,3
0,4
2,9
0,5
1,8
Nunca me
ofrecieron
81,3
93,6
96,5
97,4
Ofrecimiento según tipo de droga y cualquiera. Nacional.
20,6
18,7
6,4
Marihuana
Cocaína
3,5
2,6
Base
Éxtasis
Cualquiera
La droga más frecuentemente ofrecida es la marihuana (18.7%). Para cualquier droga,
esta proporción asciende a 20.6%, lo cual significa que aproximadamente 20 de cada
100 ecuatorianos ha conocido alguna vez en su vida una situación en la cual hubiera
podido consumir.
74
Entre los consumidores, el
ofrecimiento de drogas es alto,
95.4% de los casos, lo cual es
coherente ya que en los
espacios donde se encuentran,
también se hallan otros
consumidores.
4.7
EL RIESGO
El riesgo, tal como se lo define con las variables siguientes, describe una etapa cercana
al consumo.
Tabla 56
¿Cree que las personas exageran cuando dicen que bajo ningún pretexto se
debería probar drogas ilícitas?
¿Alguna vez, tuvo la posibilidad de probar una droga ilícita?
SÍ
14.3
15.4
¿Alguna vez ha tenido deseo o curiosidad de probar alguna droga ilícita?
9.5
¿Creé que se debería tener una experiencia con las drogas ilícitas?
4.0
¿Probaría drogas ilícitas para saber qué se siente?
3.3
¿Aceptarías si un amigo te ofreciera drogas?
1.9
El 4.0% de la población cree que se debería evitar una experiencia con las drogas
ilícitas, mientras el 3.3% indica que probaría una droga para conocer sus efectos. El
15.4% indica que alguna vez tuvo la posibilidad de probar una droga ilícita. Si se
compara esta última información con la prevalencia de vida del consumo de cualquier
droga, se podría pensar que de cada 3 personas que se encontró en la situación de
poder probar una droga, una termina haciéndolo. El 9.5% manifiesta curiosidad para
probar una droga ilícita.
75
La curiosidad para probar una droga ilícita alcanza su nivel máximo en el rango de 20-24
años, para luego disminuir regularmente con la excepción del rango que corresponde a
los 40-44 años. Sus valores más altos se ubican desde los 15-19 años hasta los 25-39
años. Entre los hombres, alcanza un valor de 13.4%, y entre las mujeres 5.6%.
4.8
EL CONSUMO DE DROGAS
Los datos que a continuación se presentan describen la morfología del consumo de
drogas ilícitas en el país, o sea sus proporciones de consumo, así como ciertos aspectos
de sus patrones de uso.
4.8.1 Prevalencia de vida del consumo de drogas a nivel nacional (%)
La prevalencia de vida del consumo de drogas (PV) cuantifica a todas aquellas personas
que consumieron por lo menos una vez en su vida una droga. Dicha variable no
especifica en qué momento se produjo el consumo, el cual puede haberse dado hace
mucho o poco tiempo, en una sola ocasión o en una forma repetida.
4.8.1.1
Prevalencia de vida según droga
La información muestra que el consumo de marihuana sigue siendo el más difundido en
la población (4.3%), seguido por la cocaína (1.3%) y la pasta base (0.8%). Las demás
drogas presentan PV bajas. La PV para cualquier droga suma las personas que
consumieron una o más drogas alguna vez en su vida, sin importar el tipo de droga
consumida. No se incluyen en su cálculo los tranquilizantes y estimulantes, ni la
categoría Otras drogas. La PV del consumo de cualquier droga se ubica en 4.9% en
prevalencia de vida.
4.8.1.2
Prevalencia de vida según tipo de droga y dominio (%)
Tabla 57
Inhalantes
Quito Guayaquil
Tamaño 3360
1653
PV
0,33
0,11
Sierra
0
0,00
Costa
1089
0,10
Oriente Nacional
82
6184
0,12
0,14
76
Marihuana
Tamaño 80034
PV
7,84
Hachís
Tamaño 7821
PV
0,77
Cocaína
Tamaño 20367
PV
2,00
Base
Tamaño 7527
PV
0,74
Crack
Tamaño
253
PV
0,02
Heroína
Tamaño 1434
PV
0,14
Éxtasis
Tamaño 2692
PV
0,26
Opio
Tamaño
0
PV
0
Morfina
Tamaño
253
PV
0,02
Alucinógenos Tamaño
913
PV
0,09
41242
2,80
1241
0,08
13574
0,92
10521
0,72
469
0,03
0
0,00
3206
0,22
469
0,03
0,00
0,00
469
0,03
30373
3,43
0
0,00
6210
0,70
4361
0,49
0
0,00
1086
0,12
0
0,00
0
0
0
0,00
0
0,00
41649
3,97
2452
0,23
16119
1,54
13369
1,27
0
0,00
0
0,00
1032
0,10
0
0
0
0,00
2408
0,23
2112
3,01
82
0,12
551
0,78
332
0,47
0
0,00
0
0,00
88
0,13
0
0
0
0,00
0
0,00
195410
4,35
11596
0,26
56821
1,26
36110
0,80
722
0,02
2520
0,06
7018
0,16
469
0,01
253
0,01
3790
0,08
A nivel nacional, el total de las personas involucradas en el consumo de drogas en
prevalencia de vida se estima en 320.893.
4.8.1.3
consumo
Prevalencia de vida según droga y edad media al primer
77
La droga que más tempranamente se consume son los inhalantes (14.2 años) y las que
más tardíamente se usan, los tranquilizantes (29.2%) y los estimulantes (25.2 años). La
marihuana, la droga de mayor consumo en el país, suele consumirse por primera vez a
los 18.6 años6. Sin embargo, cabe precisar que el consumo de crack se refiere en la
muestra a dos casos, y el de morfina a un solo caso, por lo cual la edad media del
primer consumo de dichos productos carece de sentido.
4.8.1.4
Proporción de consumo (prevalencia de vida de cualquier droga)
según el género (%)
Tabla 58
Abstinentes
91.4
98.8
Masculino
Femenino
Consumidores
8.6
1.2
Entre los hombres, la prevalencia del consumo de cualquier droga se calcula en 8.6%, y
entre las mujeres en 1.2%, siendo 7 veces mayor el consumo entre los primeros.
4.8.1.5
Tabla 59
Quito
8.4
Proporción de consumo (prevalencia de vida de cualquier droga)
según el dominio (%)
Guayaquil
3.3
Sierra
3.8
Costa
4.8
Oriente
3.9
4.8.1.6
Proporción de consumo (prevalencia de vida de cualquier droga)
según el género y dominio (%)
Tabla 60:
Prevalencia de vida del consumo de cualquier droga según el
dominio y el género
Dominio
Cualquier droga
GÉNERO
SÍ
MASCULINO
86,4%
13,6%
100,0%
FEMENINO
96,7%
3,3%
100,0%
91,6%
8,4%
100,0%
MASCULINO
94,0%
6,0%
100,0%
FEMENINO
99,6%
,4%
100,0%
96,7%
3,3%
100,0%
93,4%
6,6%
100,0%
Quito
Total
Guayaquil
GÉNERO
Total
Sierra
6
GÉNERO
Total
NO
MASCULINO
La prevalencia de vida para la morfina corresponde a 253 personas, cifra que el SPSS redondea a 0 para
el cálculo de la prevalencia, pero sobre la cual calcula la edad media del primer consumo en el valor
mencionado.
78
FEMENINO
99,2%
,8%
100,0%
96,2%
3,8%
100,0%
MASCULINO
90,7%
9,3%
100,0%
FEMENINO
99,2%
,8%
100,0%
95,2%
4,8%
100,0%
MASCULINO
93,3%
6,7%
100,0%
FEMENINO
98,8%
1,2%
100,0%
96,1%
3,9%
100,0%
Total
Costa
GÉNERO
Total
Oriente
GÉNERO
Total
Se observan diferencias significativas entre el consumo de los hombres y de las mujeres
en todos los dominios de referencia.
4.8.2 Prevalencia del último año (PA) del consumo de drogas
4.8.2.1
Prevalencia del último año según droga
La prevalencia del último
año del consumo de
cualquier droga se calcula
en 0.8%, y para la
marihuana en 0.7%.
4.8.2.2
(#)
Prevalencia del último año: número de personasrepresentadas
Tabla 61
TIPO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (PA)
Marihuana
Tranquilizantes
Base
Estimulantes
Cocaína
Inhalantes
Heroína
Éxtasis
PERSONAS REPRESENTADAS
21941
32606
6811
2516
4147
0
0
333
79
El total de las personas involucradas en el consumo de SPA es de 68.354, y en el
consumo de drogas ilícitas 33.232.
4.8.3
Consumo de marihuana durante los últimos 12 meses y otras
características
4.8.3.1
Frecuencia del consumo de marihuana durante los últimos 12
meses
Entre las personas que consumieron marihuana durante los últimos 12 meses, los que lo
hicieron algunas veces durante este periodo representan el 33.4%, seguidos por los que
lo hicieron una sola vez (25.1%), algunas veces semanalmente (16.7%), diariamente
(13.4%) y algunas veces mensualmente (11.4%). No existe una relación lineal entre la
frecuencia y la proporción.
4.8.3.2
Número de cigarrillos de marihuana consumidos al mes
El número promedio de cigarrillos de
marihuana consumidos al mes se
calcula en 7.81 cigarrillos entre las
personas que los consumieron.
Número de cigarrillos de marihuana consumidos al mes.
Nacional.
24,0
10,1
8,9
1
2
Los quartiles de la distribución se
establecen:
7,7
7,4 6,5
3
4
5
6
7
4,2 4,3
2,1 3,0
8
12
10
15
5,2
16
7,4
2,8 3,7 2,8
18
24
50
Q1: 2,0 cigarrillos
Q2: 5.0 cigarrillos
Q3: 10.0 cigarrillos
80
4.8.3.3
Gasto en marihuana en los últimos 30 días
El gasto promedio en
los últimos 30 días de
las personas que
consumieron
marihuana se calcula
en 9.8 dólares.
Los quartiles de la
distribución
se
establecen:
Q1: 0.0 dólares
Q2: 3.0 dólares
Q3: 15.0 dólares
4.8.3.4.
Costo de un cigarrillo de marihuana
El costo promedio de
un
cigarrillo
de
marihuana se calcula
en 1.44 dólares.
Costo de un cigarrillo de marihuana. Nacional.
49,6
Los quartiles de la
distribución
se
establecen:
16,4
3,5
0
15,5
0,25
0,35
0,5
1
1,5
6,2
3,8
3,5
1,4
4
Q1: 0,5 dólares
Q2: 1.0 dólar
Q3: 1.0 dólar
10
4.8.4 Consumo de cocaína y otras características
4.8.4.1
Frecuencia del consumo de cocaína durante los últimos 12 meses
y características
81
Entre las personas que consumieron cocaína durante los últimos 12 meses, los que lo
hicieron algunas veces semanalmente representan el 36.4%, seguidos por los que lo
hicieron algunas veces durante el periodo considerado (35.9%), una sola vez (16.3%) y
algunas veces mensualmente (11.3%). No existe una relación lineal entre la frecuencia y
la proporción.
4.8.4.2
Gramos de cocaína consumidos durante el último mes (gramos)
La información siguiente describe los gramos de cocaína consumidos por las personas
que usaron esta droga durante el último mes.
Tabla 62
1 gramo
48.8
2 gramos
17.8
5 gramos
19.0
10 gramos
14.4
4.8.5 Escala de adicción según tipo de droga (%)
Las variables siguientes describen los principales componentes clínicos del síndrome de
acostumbramiento.
¿Ha sentido un deseo tan grande de usar que no
pudo resistir o pensar en nada más?
¿Ha consumido a pesar de que tenía la intención
de no hacerlo?
¿Ha terminado consumiendo drogas en mayores
cantidades de lo que usted pensó?
0.4
0.2
0.1
0
0
0.5
0.1
0.1
0
0
0.4
0.1
0.1
0
0
Ningun
Éxtasis
Heroína
Base
Cocaína
Marihua
Tabla 63
99.
3
99.
3
99.
5
82
¿Alguna vez la usó para eliminar problemas o para
evitar que se presentaran?
¿Y se han presentado problemas cuando suspendía
o disminuía el consumo de drogas?
¿Ha observado que, para obtener el mismo efecto,
ha consumido mayor cantidad que antes?
¿Ha notado que la misma cantidad tiene menos
efectos en usted que antes?
¿Ha dejado de hacer actividades de diversión o
actividades que a usted le gustan por el consumo?
¿Pasa más tiempo que antes para recuperarse del
consumo?
¿Ha continuado consumiendo a pesar de que le
ocasione problemas de salud o emocionales?
0.4
0.1
0.1
0
0
0.2
0.1
0.1
0
0
0.2
0.1
0
0
0
0.2
0.1
0
0
0
0.1
0.1
0
0
0
0.2
0.1
0
0
0
0.3
0.1
0
0
0
99.
4
99.
6
99.
7
99.
7
99.
7
99.
6
99.
6
Sin embargo, la mayoría de los usuarios indica no presentar ninguno de los rasgos
analizados, y dentro de los usuarios, aquellos que los presentan constituyen un grupo
menor al 1% del total de los consumidores en prevalencia de vida.
4.8.6 Patrones de consumo de drogas
Tabla 64: Persona que inició al sujeto en el consumo (%)
Un amigo, conocidos del barrio
60,9
Nadie, yo solo
19,6
Un compañero de estudio
7,1
Un compañero de trabajo
Un familiar
Mi pareja
Otro
5,2
4,6
1,4
1,3
En la mayoría de los casos (60.9%), el primer consumo se realizó con un amigo o
conocidos del barrio.
Tabla 65: Calificación de las drogas (%)
Las drogas son peligrosas
Las drogas deben usarse con medida y control
Otro
71,8
24,3
2,6
Las cosas son mejores si uno está en algo
1,1
Las drogas lo son todo
0,3
La mayoría de las personas que usaron o están usando drogas las consideran peligrosas
(71.8%) o que su uso debe controlarse (24.3%).
83
4.8.7 Consumo de drogas y consumo de alcohol en exceso (%)
Tabla 66
Sin excesos con el alcohol
Con excesos con el alcohol
Abstinentes
86.7
13.3
Consumidores
55.1
44.9
Total
85.3
14.7
Entre las personas que se excedieron con el alcohol durante los últimos 30 días, la
proporción de personas en prevalencia de vida para cualquier droga es 3.4 veces
superior en comparación con las que no se excedieron.
4.9
EXPOSICIÓN A PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
La exposición a programas de prevención es un indicador de la actividad de la
prevención en la población en general y en grupos específicos. Debería constituir un
factor general de protección respecto al consumo. La información que a continuación se
presenta se relaciona con la cobertura, pero no con el impacto. La cobertura es el tipo y
la cantidad numérica de personas alcanzadas por estos programas, mientras el impacto,
más difícil de medir, es la tasa de cambio provocada por la exposición a dichos
programas de acción.
4.9.1 Nivel de información sobre las drogas (%)
Tabla 67
Bien informado
40.2
Poco informado
52.5
Nada informado
7.3
El 59.8% de los entrevistados se declara poco y nada informado sobre las drogas.
4.9.2 Fuente de la información recibida sobre las drogas (%)
84
La mayor fuente de la información sobre las drogas en la población en general es la
televisión (35.4%) y los profesores (20.4%). Esta última información podría constituir un
indicador en cuanto al fortalecimiento de las acciones de prevención en el sistema
educativo.
4.9.3 Ha asistido a programas de prevención (%)
Tabla 68
No ha
Barrio Escuela Universidad
recibido
Colegio
56.2
1.0
25.5
7.6
Lugar Asociaciones Iglesia Otro
de
trabajo
4.5
1.3
1.7
2.2
La información muestra que más de la mitad de la población (56.2%) indica que no ha
asistido a eventos de prevención como cursos, talleres, charlas, etc.. El tipo de eventos
más mencionado es la escuela y el colegio (25.5%), así como la universidad (7.6%). En
los demás espacios investigados, la importancia de dichos eventos es baja. Esta
información revela la baja cobertura de los programas de prevención en el país.
4.9.4 Calificación de los contenidos de prevención (%)
Tabla 69
Alarmistas,
exagerados
1.1
2.5
Interesantes
Aburridos,
deficientes
No se aplica
40.5
93.3
1.8
4.2
56.6
100
De manera general, las personas que participaron en eventos de prevención expresan
un alto nivel de satisfacción.
4.9.5 Según grupos
El nivel de información sobre
las drogas muestra que los
consumidores se autocalifican
como
mejor
informados
(59.9%) que los abstinentes
(40.1%) sobre las drogas. En
una primera interpretación, se
podría sostener que el nivel de
información no constituye un
factor de protección respecto
al consumo. Sin embargo, la
información de la Encuesta no
especifica la calidad de dicha
información.
85
4.10
EXPOSICIÓN A PROGRAMAS DE TRATAMIENTO
La exposición a procesos de tratamiento se describe de la manera siguiente.
4.10.1
Ha buscado ayuda profesional en los últimos 12 meses para
disminuir el consumo de SPA (%)
Tabla 70
Prevalencia
0.4
Población representada
19.408 personas
A nivel nacional, 19.408 personas han buscado ayuda en los últimos 12 meses para
disminuir su consumo.
4.10.2
Ha estado o está en tratamiento por consumo de sustancias
en los últimos 12 meses (%)
Tabla 71
Prevalencia
Población representada
Sí, actualmente
0
2052
Sí, estuvo
0.2
10.873
Nunca
99.6
A nivel nacional, 2052 están en tratamiento al momento y 10.873 lo han estado alguna
vez en su vida, en total 12.925 personas.
4.10.3
Calificación de la atención recibida (%)
Tabla 72
Excelente
43.4
Regular
39.6
Deficiente
17.0
Solo el 43.4% de las personas que estuvieron alguna vez en tratamiento califican de
“excelente” su proceso.
La cantidad de personas que ha estado en tratamiento es pequeña. Si bien no se
especifica su naturaleza, evidencia las limitaciones que presenta la respuesta nacional.
Un factor explicativo de dicha situación puede relacionarse con la presencia de
numerosos centros “vivenciales” en el país que por sus prácticas de violación sistemática
a los derechos (captura, encerramiento forzado, maltrato físico y psicológico, etc.) han
generado terror en los usuarios y una disminución de su demanda.
86
5.
LOS FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE SPA
Las medidas de asociación estiman la magnitud con la que dos fenómenos se
relacionan. Constituyen una herramienta estadística para explorar la estructura causal
de un fenómeno. Pero la presencia de una asociación no implica necesariamente
causalidad. El concepto de asociación puede describirse más exactamente con el
concepto de covarianza, el cual indica que cuando una variable A crece, otra variable B
también crece o decrece. Una asociación puede significar que A es la causa de B, que B
es la causa de A, que A y B son causados por C o que A y B no tienen relación uno con
otro y que su asociación en los datos analizados se debe a una coincidencia. Varias
técnicas permiten estimar las asociaciones entre variables (cociente de contingencia,
correlación, regresión simple o múltiple, etc.).
En el análisis que a continuación se presenta, la variable Consumo de cualquier droga en
prevalencia de vida se considera la variable dependiente, y las demás, las variables
independientes.
5.1
RELACIONADOS CON EL SUJETO
5.1.1 Género
Tabla 73
Ji cuadrado = .000
Masculino
Femenino
Abstinente
91.4
98.8
Consumidor
8.6
1.2
El consumo de SPA en PV es 7.17 veces más importante entre los hombres en relación
con las mujeres.
5.1.2 Edad
Tabla 74
Ji cuadrado = .000
12-14 años
15-19
20-24
25-29
30-34
35-39
40-44
45-49
50-54
55-59
60-65
Consumidor
0.3
4.1
6.9
6.1
5.9
4.1
8.8
5.2
4.7
2.7
1.7
87
Si bien la edad se refiere a la edad actual del informante, y no a la edad durante la cual
se presentó el consumo, la distribución de dicha variable muestra un comportamiento en
el cual el consumo crece rápidamente hasta el rango de 20-24 años para mantenerse
hasta los 40-44 años a nivel máximo, y luego empezar de disminuir regularmente.
5.1.3 Estado civil
Tabla 75
Ji cuadrado = .000
Casado/a
Divorciado/a
Separado/a
Viudo/a
Soltero/a
Abstinente
96.1
88.9
94.1
99.4
94.9
Consumidor
3.9
11.1
5.9
0.6
5.1
El mayor nivel de consumo se encuentra entre las personas divorciadas: es 2.8 veces
mayor en este grupo en comparación con las personas casadas.
5.1.4 Migración de algún familiar
Tabla 76
Ji cuadrado = .000
Sí
No
Abstinente
94.6
95.2
Consumidor
5.4
4.8
Se observa una diferencia significativa que indica que la proporción de consumidores es
mayor en las familias que tienen algún familiar que ha migrado al exterior.
88
5.1.5 Modelo de prevención del CONSEP: migración
Se comprueba parcialmente de esta manera el factor de riesgo expuesto en el modelo
de prevención del CONSEP (Manual Ecuador, Estrategias de Prevención de Drogas a
través de Municipios) y que se refiere a “hogares disfuncionales por migración”.
5.1.6 Nivel educativo alcanzado
Tabla 77
Ji cuadrado = .000
Ninguno o sin instrucción
Primaria incompleta
Primaria completa
Secundaria incompleta
Secundaria completa
Intermedia o terciaria
incompleta
Intermedia o terciaria
completa
Superior o universitaria
incompleta
Superior o universitaria
completa
Postgrado
Educación especial
Abstinente
96.5
97.6
95.1
95.9
95.5
91.2
Consumidor
3.5
2.4
4.9
4.1
4.5
8.8
84.0
16.0
92.7
7.3
94.5
5.5
90.4
100
9.6
0
El consumo se presenta principalmente entre las personas que alcanzaron un nivel
intermedio o terciario completo en sus estudios (16.0%), postgrado (9.6%), terciaria
incompleta (8.8%) y superior incompleta (7.3%).
5.1.7 Universitarios
El 5.4% de las personas entrevistadas se encuentra estudiando en la universidad, o sea
una población representada por 244.789 estudiantes.
5.1.7.1
Estudia actualmente en una universidad
Tabla 78
Ji cuadrado = .000
Estudia en una universidad
No estudia en una universidad
Abstinente
90.9
95.3
Consumidor
9.1
4.7
El consumo es mayor entre las personas que estudian actualmente en algún centro
superior de estudio (9.1%) en comparación con las personas que no estudian en una
89
universidad (4.7%). Dicha información tiene un carácter de preliminar ya que la muestra
no fue diseñada para representar a esta población. Sin embargo, señala la necesidad de
desarrollar estudios específicos en este segmento.
5.1.7.2
Año de estudio en la universidad
Tabla 79
Ji cuadrado = .000
Primero
Segundo
Tercero
Cuarto
Quinto
Sexto
Séptimo
Octavo
No estudia
Total
Abstinente
96.5
94.1
90.0
85.0
80.7
100
100
100
95.3
95.1
Consumidor
3.5
5.9
10.0
15.0
19.3
0
0
0
4.7
4.9
El nivel de consumo de drogas crece con el año de estudio en la universidad y llega a un
máximo en el quinto año.
5.1.7.3
Facultad según consumo
Las facultades donde se encuentran los mayores niveles de consumo son las siguientes:
5.1.8
Turismo y Medio Ambiente (66.0%)
Odontología (39.4%)
Comercio Exterior (33.6%)
Alimentos (33.3%)
Ciencias Sociales (27.0%)
Ciencias Exactas o Naturales (23.7%)
Ingeniería Electrónica (20.2%)
Idiomas (22.7%)
Ocupación durante el último mes
90
El mayor nivel de consumo se encuentra entre las personas que indicaron que teniendo
trabajo, no asistieron a su lugar laboral por estar de vacaciones (15.2%). El menor nivel
está entre los jubilados (0.5%).
Tabla 80
Ji cuadrado = .000
Trabajo jornada completa 40
horas
Trabajo jornada parcial
Jornada parcial y no quiere
trabajar más
Trabajo más de 40 horas
semanales
Un trabajo temporal
Estuvo sin trabajo
Teniendo trabajo no asistió por
vacaciones
Tareas del hogar
Estudio
Recibe ingresos de sus familiares
Jubilado
Incapacitado
No hace nada
Total
Consumidor: Consumidor: Consumidor:
total
hombres
mujeres
6.1
8.5
0.8
5.8
8.2
10.2
20.1
0.7
0
9.0
11.7
3.0
8.8
6.9
15.2
12.0
10.3
4.7
3.5
0
32.4
1.1
2.5
3.2
0.5
8.1
6.7
4.9
0
3.7
13.0
0.8
11.4
13.2
8.6
1.2
1.1
0
0
0
.02
1.2
Entre los consumidores hombres, el mayor nivel de uso de drogas se encuentra entre
aquellos que trabajan a jornada parcial y no quieren trabajar más (20.1%), los que no
hacen nada (13.2%) y los que reciben ingresos de sus familiares (13.0%), y entre las
mujeres que consumieron drogas por lo menos una vez en su vida, en las que teniendo
trabajo no asistieron por vacaciones (32.4%), las que tienen un trabajo temporal (3.5%)
y las que trabajan más de 40 horas semanales.
5.1.9 Institución en la que trabaja
Tabla 81
Ji cuadrado = .000
Pública
Privada
Trabajo informal
NSA
Abstinente
97.2
92.5
93.7
97.4
Consumidor
2.8
7.5
6.3
2.6
91
Las personas que trabajan en instituciones privadas (7.5%) y en el trabajo informal
(6.3%) presentan un nivel de consumo mayor en comparación con las que trabajan en
la función pública (2.8%).
5.1.10
Ingreso económico del informante durante el último mes
Tabla 82
Ji cuadrado = .000
No contesta
0 dólares
1-100
101-200
201-350
351-600
601-1000
1001-2000
Más de 2000
NSA
Abstinente
92.6
100
97.3
93.2
92.8
92.8
93.5
84.7
74.1
97.5
Consumidor
7.4
0
2.7
6.8
7.2
7.2
6.5
15.3
25.9
2.5
Los mayores niveles de consumo se observan entre las personas que declaran el mayor
ingreso económico durante el último mes. En los demás niveles de ingreso, el consumo
se distribuye de manera uniforme.
5.1.11
Ingreso económico mensual de la familia
Tabla 83
T-test = .000
Abstinente
Consumidor
460.56 dólares
654.41 dólares
Las personas que consumieron o consumen drogas presentan un nivel de ingreso
familiar promedio mayor que los abstinentes, siendo significativa esta diferencia.
5.1.12
Nivel de satisfacción de las necesidades
Tabla 84
Ji cuadrado = .000
No contesta
Sí
No
Medianamente
NSA
Abstinente
90.9
92.9
93.3
93.2
97.5
Consumidor
9.1
7.1
6.7
6.8
2.5
92
El nivel de satisfacción de las necesidades no muestra diferencias marcadas, ubicándose
éstas en relación con el grupo de las personas que no contestaron y a las cuales la
variable no se aplica.
En conclusión, el análisis de las asociaciones entre el consumo de drogas y la situación
económicas evidencia una relación compleja y la presencia de otras variables en la
varianza de la variable dependiente. En todos los casos, no se comprueba la hipótesis
según la cual el consumo se concentraría en grupos de bajos ingresos económicos.
5.1.13
Excesos con el alcohol y consumo de drogas
La
proporción
de
consumidores
de
drogas
aumenta con el número de
veces en que las personas se
han excedido con el alcohol.
Entre las personas que no se
emborracharon durante los
últimos 30 días, la proporción
de consumidores se calcula en
2.3%.
Dicho
valor
va
creciendo con la frecuencia de
excesos con el alcohol.
5.1.14
Modelo de prevención del CONSEP: FRP relacionados con el
sujeto
Los factores de riesgo identificados en dicho modelo y relacionados con lo psicológico
presentan cierta incoherencia: no se especifican las categorías nosográficas abarcadas
por el factor “problemas de salud mental” y se pasa de estructuras psicopatológicas
como la depresión a actos como por ejemplo “trastornos de conducta”. En la
información del Estudio, la variable relacionada al pedido de ayuda profesional por
”problemas de angustia, relaciones personales, depresión u otros” puede constituir un
indicador del mencionado factor. En la tabla siguiente, se observa que entre los
consumidores de drogas, en comparación con los abstinentes, la frecuencia de pedidos
de ayuda por problemas personales es mayor (10.3%).
Tabla 85
Ji cuadrado = .000
Sí
No
Población
9.4
90.6
Abstinente
9.4
89.7
Consumidor
10.3
90.6
Esta información apoya la hipótesis de la influencia de la dimensión psicológica como
factor de riesgo del uso de drogas. Sin embargo, los factores identificados en el modelo
del CONSEP deben recibir una definición más exacta.
93
5.2
RELACIONADOS CON LA FAMILIA
La familia no es un contexto del sujeto. Es parte de su estructura profunda. El sujeto se
construye dentro de las relaciones que se establecen en su sistema familiar mediante
complejos mecanismos de asimilación y acomodación mutuos. Así, la formación del
síntoma se produce desde y hacia este sistema familiar y su función ocupa un lugar
tanto en sus espacios intrapsíquicos como interpersonales. La descripción de dicha
dinámica solo se puede realizar en forma incompleta a partir de un método cuantitativo.
5.2.1
Personas con quienes vive actualmente (%)
Tabla 86
Ji cuadrado = .000
No menciona
Familia de origen completa
Abstinente
94.9
96.1
Consumidor
5.1
3.9
Ji cuadrado = .000
No menciona
Familia de origen incompleta
Abstinente
95.4
93.2
Consumidor
4.6
6.8
Ji cuadrado = .000
No menciona
Familia conyugal completa
Abstinente
94.9
95.3
Consumidor
5.1
4.7
Ji cuadrado = .000
No menciona
Familia conyugal incompleta
Abstinente
94.9
97.1
Consumidor
5.1
2.9
Ji cuadrado = .000
No menciona
Con sus hijos
Abstinente
95.1
94.8
Consumidor
4.9
5.2
Ji cuadrado = .000
No menciona
Con algunos familiares
Abstinente
95.0
95.9
Consumidor
5.0
4.1
Ji cuadrado = .000
No menciona
Solo
Abstinente
95.4
90.5
Consumidor
4.6
9.5
Ji cuadrado = .000
Abstinente
Consumidor
94
No menciona
Solo con amigos
95.2
81.0
4.8
19.0
Ji cuadrado = .000
No menciona
Otro
Abstinente
95.1
97.7
Consumidor
4.9
2.3
Ji cuadrado = .000
No menciona
NSA
Abstinente
94.4
96.5
Consumidor
4.6
3.5
Las personas que viven con amigos y solas presentan el mayor nivel de consumo,
19.0% y 9.5% respectivamente, y las que viven en familias conyugales incompletas
(2.9%) y en familias de origen completas (3.9%), el menor nivel. El consumo es más
importante en las personas que viven en familias de origen incompletas (6.8%) en
relación con las que viven en familias de origen completas (3.9%). Existe una relación
general entre la cohesión del sistema familiar y el consumo de drogas, pero esta
relación no es simple, y manifiesta la interacción de un sistema complejo de variables no
contempladas en el presente cuestionario.
5.2.2 Muerte parental
La muerte parental constituye un elemento desorganizador, a veces traumático, y a
continuación se analiza su relación con el consumo de drogas.
5.2.2.1
Muerte del padre (%)
Tabla 87
Ji cuadrado = .000
No sabe
No murió
Muerte natural
Por enfermedad
Por accidente
Suicidio
NSA
Abstinente
96.7
94.7
95.8
95.0
95.2
79.1
96.1
Consumidor
3.3
5.3
4.2
5.0
4.8
20.9
3.9
Los informantes cuyo padre murió por suicidio muestran el mayor nivel de consumo
(20.9%). Pero si se compara el nivel del consumo en los grupos donde murió el padre y
donde no murió, no se observan diferencias significativas.
95
Tabla 88
Muerte del padre
No
Sí
Total
5.2.2.2
Consumidor
5.3
4.8
5.2
Muerte de la madre (%)
Tabla 89
Ji cuadrado = .000
Abstinente
Consumidor
No sabe
98.0
2.0
No murió
94.9
5.1
Muerte natural
96.3
3.7
Por enfermedad
93.8
6.2
Por accidente
98.5
1.5
Suicidio
100
0
NSA
96.1
3.9
No se observan casos de madres que se suicidaron y los informantes cuya madre murió
por enfermedad muestran un mayor nivel de consumo (6.2%).
Tabla 90
Muerte de la madre
No
Sí
Total
Consumidor
5.1
5.4
5.2
No aparecen diferencias significativas entre los grupos.
5.2.2.3
Edad media a la muerte del padre o de la madre (%)
Tabla 91
T-test = .000
Abstinente
Consumidor
Población
Muerte del padre
27.7 años
25.2 años
27.5 años
Tabla 92
T-test = .000
Abstinente
Consumidor
Población
Muerte de la madre
31.2 años
22.7 años
30.8 años
96
La pérdida del padre y de la madre se produce generalmente más tempranamente para
los consumidores y la diferencia más importante se presenta en el caso de las madres.
5.2.2.4
Muerte del padre y/o de la madre (%)
Tabla 93
Muerte de la madre
Ninguno
Uno de los padres
Los dos padres
Consumidor
5.1
5.8
4.2
Cuando se compara el consumo entre los grupos de personas que no han conocido una
pérdida parental con las que han perdido uno de los dos padres o los dos, no se
encuentran diferencias significativas. Este análisis sin embargo presenta una debilidad.
No se puede afirmar que la muerte parental contribuye o no al consumo, ya que los
datos no permiten determinar si esta muerte se produjo antes o después del consumo.
En futuras encuestas, se tendrá que examinar la edad del primer consumo de droga.
5.2.3 Relación entre los padres (%)
Tabla 94
Ji cuadrado = .000
Tienen/tenían una buena relación
Hay ciertos problemas
Le gustaría que su relación fuera
mejor
No tienen una buena relación
Abstinente
95.7
95.3
94.7
Consumidor
4.3
4.7
5.3
91.9
8.1
En personas cuyos padres tienen o tenían una buena relación, la proporción de consumo
alcanza 4.3%, mientras que en las personas que indican que sus padres no tienen o no
tenían una buena relación, se ubica en 8.1%, o sea casi el doble.
5.2.4 Divorcio (%)
Tabla 95
Ji cuadrado = .000
Sí
No
Abstinente
93.3
95.6
Consumidor
6.7
4.4
El consumo es mayor en las personas cuyos padres se divorciaron, aunque la diferencia
es menos marcada que en el caso de la variable anterior.
97
5.2.5 Edad al momento del divorcio (años)
Tabla 96
T-test = .000
Abstinente
Consumidor
Población
Edad al divorcio de los padres
10.1 años
11.4 años
10.5 años
Existe una diferencia de 1.3 años entre los promedios de las edades en las cuales se
divorciaron los padres de los abstinentes y de los consumidores.
5.2.6 Figura parental más dominante (%)
Tabla 97
Ji cuadrado = .000
No sabe, no contesta
Padre
Madre
Ambos
Ninguno
Otro familiar
NSA
Población
7.3
46.3
21.1
18.7
5.5
0.4
0.7
Abstinente
92.9
95.4
94.9
95.3
95.4
96.6
94.0
Consumidor
7.1
4.6
5.1
4.7
4.6
3.4
6.0
En la población en general, la figura más dominante es el padre (46.3%), seguido por la
madre (21.1%) y ambos (18.7%). La importancia del consumo según estos grupos es
mayor en las personas que indican que la madre es o era la figura dominante (5.1%),
eliminando los casos NS/NC y NSA.
5.2.7 A quién le tiene más confianza (%)
Tabla 98
Ji cuadrado = .000
No sabe, no contesta
Padre
Madre
Ambos
Ninguno
Otro familiar
NSA
Población
1.4
10.7
60.9
21.8
2.8
2.2
0.2
Abstinente
96.1
94.1
95.6
95.2
89.3
93.7
81.5
Consumidor
3.9
5.9
4.4
4.8
10.7
6.3
18.5
En la población en general, es la madre la figura que goza del mayor nivel de confianza
(60.9%), tres veces mayor en relación con el padre (21.8%). El mayor nivel de consumo
98
se encuentra entre las personas que no otorgan su confianza a ninguno de sus padres
(10.7%), eliminando los casos NSA.
5.2.8 Nivel de cohesión familiar (%)
Tabla 99
Ji cuadrado = .000
No sabe, no contesta
Población
5.2
Abstinente
93.7
Consumidor
6.3
Somos demasiados unidos
53.8
96.6
3.4
Estamos juntos, a veces
necesito más espacio
Estamos juntos y distantes
a la vez
Tenemos independencia, a
veces me siento solo
Cada cual vive su vida
16.8
92.9
7.1
12.5
93.2
6.8
3.3
96.2
3.8
8.0
93.4
6.6
NSA
0.7
91.1
8.9
La mayoría de las familias de los informantes (53.8%) presenta un nivel alto de
cohesión caracterizado por la presencia de una proporción importante de dependencia
entre sus miembros. Sin embargo, los mayores niveles de consumo se presentan en
familias donde existe más dependencia que independencia (7.1%), en las que hay más
independencia que dependencia (6.8%) y en las que existe un alto nivel de
independencia (6.6%). El menor nivel de consumo se presenta en familias donde se
observa un alto nivel de dependencia (3.4%). La relación entre la cohesión familiar y el
consumo no evidencia una relación directa y requiere de estudios adicionales.
5.2.9 Características de la relación con los padres (%)
La variable siguiente analiza algunos aspectos de la relación con los padres, y su
distribución en la población es la siguiente.
Tabla 100
Satisfecho de la ayuda recibida de los
padres cuando tiene problemas
Conversan lo suficiente los problemas
existentes en la casa
Su opinión cuenta para las decisiones
importantes que se toman en la casa
Los fines de semana están compartidos
Nunca
Casi nunca
7.6
Generalmente
9.9
Casi siempre
Siempre
82.5
15.9
13.3
70.8
24.6
16.3
59.1
14.4
14.5
71.1
99
por todos los de la casa
Siente que su familia le quiere lo
suficiente
3.4
5.9
90.7
Su relación con el consumo se presenta a continuación.
5.2.9.1
Apoyo recibido por los padres (%)
Tabla 101
Ji cuadrado = .000
Satisfecho de la ayuda que recibe(recibía)
de
sus
padres
cuando
tiene(tenía)
problemas
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Abstinente
Consumidor
89.9
94.3
94.3
96.1
95.1
10.1
5.7
5.7
3.9
4.9
El mayor nivel de consumo se observa en aquellas familias que no apoyan a sus
miembros cuando éstos tienen problemas. La capacidad del sistema familiar para ayudar
a sus miembros presenta una relación directa con el consumo.
5.2.9.2
Comunicación intrafamiliar (%)
Tabla 102
Ji cuadrado = .000
Conversan(conversaban) entre ustedes lo
suficiente los problemas que tienen(tenían)
en casa
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Abstinente
Consumidor
92.9
94.0
93.9
95.6
95.6
7.1
6.0
6.1
4.4
4.4
La capacidad de discutir los problemas de la familia presenta una relación similar. Las
familias que explicitan y analizan los problemas existentes presentan los niveles más
bajos de consumo.
100
5.2.9.3
Importancia de la opinión personal (%)
Tabla 103
Ji cuadrado = .000
Su opinión cuenta(contaba) para
decisiones
importantes
que
toman(tomaban) en casa
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Abstinente
Consumidor
93.0
95.1
95.6
95.4
95.1
7.0
4.9
4.4
4.6
4.9
las
se
Las personas que sintieron que su opinión no contaba para las decisiones importantes
que se tomaban en la familia presentan el mayor nivel de consumo.
5.2.9.4
Fines de semana compartidos (%)
Tabla 104
Ji cuadrado = .000
Generalmente, los fines de semana
son(eran) compartidos por todos los de la
casa
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Abstinente
Consumidor
90.3
93.4
94.0
95.6
95.9
9.7
6.6
6.0
4.4
4.1
En las familias donde nunca se comparte o compartía los fines de semana se presenta la
mayor proporción de consumo.
5.2.9.5
Sentirse querido en su familia (%)
Tabla 105
Ji cuadrado = .000
Siente(sentía)
que
su
quiere(quería) lo suficiente
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
familia
Abstinente
Consumidor
93.5
87.7
95.5
95.7
95.2
6.5
12.3
4.5
4.3
4.8
le
101
Las personas que nunca o casi nunca se sienten o se sentían queridas muestran los
mayores niveles de consumo.
5.2.10
Disciplina (%)
Tabla 106
Ji cuadrado = .000
Cuando
se
mete(metía)
en
problemas por haber desobedecido
algo importante, sus padres:
No sabe, no contesta
Le castigan(castigaban) físicamente
Le amenazan(amenazaban)
groseramente
Le reprimen(reprimían) verbalmente
Le hacen(hacían) razonar
No le prestan(prestaban) mucha
atención
No les importa(importaba)
No se aplica
Población
Abstinente
Consumidor
0.9
30.5
4.0
93.7
97.8
6.3
2.2
22.2
40.2
1.3
95.1
95.8
96.4
4.9
4.2
3.6
0.2
0.7
83.7
16.3
El manejo de la disciplina en las familias se distribuye principalmente entre el razonar
(40.2%), el castigo físico (30.5%) y la reprimenda verbal (22.2%). En las familias donde
a los padres no les importa o importaba la desobediencia de sus hijos se presenta el
mayor nivel de consumo (16.3%).
5.2.11
Recuerdos de la niñez y adolescencia (%)
La siguiente información analiza algunos aspectos de la niñez y adolescencia de los
informantes en la población general y en los abstinentes y consumidores.
Tabla 107
Ji cuadrado = .000
Población
Me sentía solo(a)
18.1
Metido en problemas
13.6
Me exigían mucho mis
padres
44.2
Me
desprotegido(a)
13.9
sentía
Consumidor
Rara vez
Generalmente
Rara vez
Generalmente
Rara vez
Generalmente
3.8
6.5
4.3
8.8
5.2
4.7
Rara vez
Generalmente
4.4
8.5
102
Mis compañeros(as)
tenían enamorada(o)
ya
29.9
No
me
gustaba
apariencia física
mi
16.6
No me entendía a mí
mismo(a)
19.1
Insatisfacción respecto a
los estudios propios
27.6
Aburrimiento
23.0
No tenía la libertad que
quería
34.5
Rara vez
Generalmente
Rara vez
Generalmente
Rara vez
Generalmente
5.6
3.7
5.2
3.7
5.0
4.6
Rara vez
Generalmente
Rara vez
Generalmente
Rara vez
Generalmente
4.3
6.5
4.5
6.0
5.3
4.2
La información permite observar los valores de la variable en la población en general y
entre los consumidores en comparación con los abstinentes. Esta variable se refiere a
los recuerdos del informante acerca de ciertas de sus vivencias de la niñez y
adolescencia. Señalan algunas zonas conflictivas. Los mayores niveles de consumo se
encuentran entre las personas que con frecuencia estuvieron inmersas en diversos
problemas (8.8%), se sentían desprotegidas en su familia (8.5%) y se sentían solas
(6.5%). Estos elementos señalan una niñez y/o adolescencia más difícil en los
consumidores.
5.2.12
Modelo de prevención del CONSEP: familia
De manera general, el análisis bivariado confirma el factor de riesgo expuesto en el
modelo de prevención del CONSEP (Manual Ecuador, Estrategias de Prevención de
Drogas a través de Municipios) que se refiere a “malas relaciones afectivas y
comunicación” y “divorcio o separación de los padres”. Se sospecha que dichas variables
se potencian y que su mayor impacto sobre el consumo se produce cuando, a más de
presentarse relaciones conflictivas entre los padres y del sujeto con sus padres, se
produce la separación o divorcio.
En relación con las “normas muy rígidas, ausencia o ambigüedad de las mismas”, la
información a disposición solo confirma su ausencia, si la respuesta “no les importa” a la
pregunta relativa a la reacción de los padres en caso de desobediencia represente un
indicador satisfactorio del factor de riesgo. Tampoco se valida el factor del modelo que
se refiere al “castigo excesivamente severo o inconsciente” y por ende, tampoco aquel
que se refiere al “maltrato” como “conflictos familiares”. En cuanto al factor que se
relaciona con “problemas de manejo de la familia. Fracaso de los padres en controlar a
sus hijos”, tampoco se verifica ya que el mayor nivel de consumo se encuentra en
aquellas familias donde es la madre la figura vista como más dominante. Finalmente,
103
para los demás factores, “debilidades de valores ético-morales” y “uso de drogas por
parte de los padres”, no se dispone de información pertinente.
La información obtenida permite precisar los factores más asociados al consumo.
-
Vivir solo, sólo con amigos o tener una familia de origen incompleta
Haber perdido a su padre por suicidio
Tener padres que no tienen una buena relación
Tener padres que se divorciaron
Vivir en una familia donde la madre es la figura dominante
No poder sentir confianza en ninguno de los padres
Sentirse juntos con la familia y necesitar más espacio
Sentirse juntos con la familia y distante a la vez
Vivir cada cual su vida en la familia
No sentirse satisfecho de la ayuda recibida por los padres para los problemas
personales
No discutir lo suficiente los problemas de la familia
Sentir que la opinión personal no cuenta en la toma de decisiones importantes
en la familia
Nunca compartir los fines de semana en la familia
No sentirse querido en su familia
Recibir castigo físico en caso de indisciplina
Haber tenido problemas durante la niñez y la adolescencia
Haberse sentido desprotegido durante la niñez y la adolescencia
Estos elementos constituyen indicadores de la presencia de conflictos que se producen o
se han producido en el sistema familiar y brindan elementos para los programas de
acción que trabajan con la familia. También muestran que dichos programas no pueden
limitarse a la sola información, ni a recetas sobre cómo debería funcionar la familia.
Deben diseñarse para poder entrar y modificar estos elementos conflictivos.
5.2.13
Vida sentimental
Las variables siguientes describen y comparan algunos aspectos de la vida sentimental
de los consumidores.
Tabla 108
Ji cuadrado = .002
Ha logrado vivir con su pareja lo
que buscaba
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Población
Abstinente
Consumidor
7.0
11.4
10.2
19.5
51.8
6.9
11.3
10.2
19.3
52.3
7.9
14.9
10.9
25.5
40.7
104
Tabla 109
Ji cuadrado = .472
Ha podido realizarse sexualmente
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Tabla 110
Ji cuadrado = .387
Se ha sentido
valorado(a)
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
respetado(a)
Abstinente
Consumidor
5.0
5.9
8.5
16.9
63.8
5.1
5.9
8.4
16.7
63.9
3.6
5.5
9.7
19.5
61.7
Población
Abstinente
Consumidor
1.7
4.4
7.5
16.7
69.7
1.7
4.3
7.4
16.6
69.9
1.2
6.0
8.4
18.3
66.6
Población
Abstinente
Consumidor
1.7
4.7
8.6
18.2
66.8
1.7
4.7
8.5
18.1
62.4
1.8
5.7
9.9
20.3
66.8
Población
Abstinente
Consumidor
2.1
7.5
12.4
23.7
54.3
2.1
7.4
12.4
23.8
54.3
2.4
7.8
12.6
23.1
54.2
y
Tabla 111
Ji cuadrado = .515
Ha tenido seguridad
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Tabla 112
Ji cuadrado = .990
Ha
podido
desarrollar
potencialidad
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Población
su
105
Tabla 113
Ji cuadrado = .001
Ha sentido aprobación por parte de
sus padres
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Tabla 114
Ji cuadrado = .000
Ha sentido aprobación por parte de
los padres de su pareja
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Tabla 115
Ji cuadrado = .000
Ha sido fiel a su pareja
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Tabla 116
Ji cuadrado = .782
Su pareja le ha sido fiel
Nunca
Casi nunca
Generalmente
Casi siempre
Siempre
Población
Abstinente
Consumidor
4.1
7.4
8.9
18.7
60.8
4.1
7.2
8.9
18.8
61.1
5.5
12.8
10.7
15.9
55.5
Población
Abstinente
Consumidor
7.2
9.9
10.7
19.6
52.5
7.2
9.5
10.6
19.8
52.9
8.2
17.1
13.4
16.1
45.2
Población
Abstinente
Consumidor
2.9
4.0
4.6
9.9
78.6
2.7
3.6
4.2
9.5
80.0
7.6
13.5
12.5
17.4
49.0
Población
Abstinente
Consumidor
7.4
9.3
6.5
10.8
66.0
7.4
9.3
6.6
10.8
65.9
5.8
9.8
5.5
11.6
67.3
Los consumidores, más que los abstinentes, expresan un mayor nivel de insatisfacción
en las relaciones de pareja, un mayor nivel de conflicto con los padres de su pareja y
una mayor dificultad en la fidelidad con su pareja.
106
5.3
RELACIONADOS CON LOS CONTEXTOS
5.3.1 Nivel de información sobre las drogas
5.3.1.1
Autocalificación (%)
Tabla 117
Ji cuadrado = .000
Nivel de información
drogas
Bien informado
Poco informado
Nada informado
sobre
Abstinente
Consumidor
Total
39.2
53.2
7.6
59.9
38.3
1.8
40.2
52.5
7.3
las
El 59.8% de la población indica que se siente poco y nada informado sobre las drogas.
Los consumidores piensan estar más informados sobre las mismas (59.9%) que los
abstinentes (39.2%). De manera general, los contextos de los sujetos entrevistados son
relativamente pobres en información sobre las drogas ya que solo un 40.2% estima que
está bien informado. Pero el concepto de “información sobre las drogas” debe discutirse
puesto que se puede relacionar también con el hecho de conocer las drogas y sus
efectos, lo cual implica una experiencia con ellas, o significa que el sujeto dispone de
información “oficial” sobre estos productos.
5.3.1.2
Fuente de la información sobre las drogas (%)
Tabla 118
Ji cuadrado = .000
Fuente de la información sobre las
drogas
Amigos
Familiares
Profesores
Profesionales
Ex-consumidores
Televisión
Libro
Internet
Periódicos
NSA
Abstinente
Consumidor
Total
9.7
10.0
21.0
8.4
5.4
35.6
3.9
1.1
1.2
3.7
17.7
5.2
9.8
10.5
9.8
32.5
6.4
5.9
0.5
1.8
10.1
9.8
20.4
8.5
5.6
35.4
4.1
1.3
1.2
3.6
En la población en general, la principal fuente identificada de la información es la
televisión (35.4%), seguida por los profesores (20.4%). Pero para los consumidores es
la televisión (32.5%) y los amigos (17.7%), mientras que para los abstinentes, la
107
televisión (35.6%) y los profesores (21.0%). Se observa un rol débil de la familia (9.8%)
y de los profesionales (8.5%) en la transmisión de información sobre las drogas.
5.3.1.3
Exposición a programas de prevención del consumo de drogas
según la prevalencia de vida de cualquier droga
Tabla 119
Ji cuadrado = .000
Ha recibido o asistido a programas
de prevención: cursos, charlas, etc.
No
Sí
Abstinente
Consumidor
Total
56.3
43.7
54.1
45.9
56.2
43.8
Menos de la mitad de la población ha sido expuesta a programas de prevención
(43.8%). Después de más de dos décadas de prevención en el país, esta cobertura se
estima como insuficiente. No se observa una diferencia marcada entre los abstinentes y
los consumidores en cuanto a la cobertura, por lo cual se concluye que el impacto de
dichos programas es extremadamente reducido.
5.3.1.4
Exposición a programas de prevención del consumo de drogas
según la prevalencia del último año del consumo de marihuana
Tabla 120
Ji cuadrado = .000
Ha recibido o asistido a programas
de prevención: cursos, charlas, etc.
No
Sí
Abstinente
Consumidor
Total
45.7
54.3
56.3
43.7
56.2
43.8
La misma situación se presenta para los consumidores de marihuana en prevalencia del
último año: han sido expuestos igualmente a eventos de prevención que las personas
que nunca consumieron drogas. Este análisis muestra que a pesar de la diferencia
significativa observada, la brecha no es importante.
5.3.1.5
Lugares donde se produjo la exposición a programas de
prevención (%)
Tabla 121
Ji cuadrado = .000
Lugares
Barrio
Escuela o colegio
Universidad
Lugar de trabajo
Abstinente
Consumidor
Total
2.3
59.4
17.4
10.2
1.8
37.6
15.8
10.6
2.3
58.3
17.4
10.2
108
Asociaciones culturales
Grupos de la iglesia
Otro
2.7
3.8
4.2
7.9
6.7
19.5
3.0
3.9
5.0
El lugar donde más frecuentemente los informantes indican haber recibido contenidos
para la prevención del consumo de drogas es en la escuela o colegio (58.3%). Para los
consumidores, este lugar sigue siendo el principal (37.6%), seguido por Otro (19.5%).
Esta información muestra que los centros educativos se han vuelto un lugar importante
en el intercambio de información sobre las drogas.
5.3.1.6
Nivel de información sobre las drogas según el género (%)
Tabla 122
Masculino
Femenino
Bien informado
44.8
35.6
Poco informado
49.3
55.8
Nada informado
5.9
8.7
Las mujeres presentan un nivel inferior de información sobre las drogas en comparación
con los hombres.
5.3.1.7
Exposición a eventos de prevención según la edad (%)
La exposición a eventos de prevención decrece con la edad. Tiene su mayor nivel en el
rango 15-19 años.
109
5.3.1.8
Calificación de los contenidos de los eventos de prevención
recibidos según grupos (%)
Tabla 123
Ji cuadrado = .000
Abstinente
Consumidor
Total
2.3
93.8
3.9
7.6
83.5
8.9
2.5
93.3
4.2
Alarmistas, exagerados
Interesantes
Aburridos, deficientes
Si bien la mayoría de los entrevistados (93.3%) califica de “interesantes” los contenidos
de prevención a los cuales han sido expuestos, los consumidores manifiestan un nivel
mayor de críticas o de insatisfacción respecto a los mismos en comparación con los
abstinentes. Esta información indica que la prevención tiene que fortalecer modelos y
acciones que tomen en cuenta las características de las personas que ya usan drogas.
5.3.1.9
Características del barrio (%)
La información siguiente estima la conflictividad social de los barrios donde viven los
entrevistados.
Tabla 124: Conflictos en los barrios
No
Mucho
contesta
Tráfico de drogas
6.0
4.1
Robos en las casas
0.9
5.6
Daños a las cosas
0.5
3.8
Consumo de drogas
2.6
5.4
Asaltos o robos en la
0.6
6.8
calle
Lugares peligrosos
0.6
4.6
Acciones violentas
0.4
2.9
Grupos satánicos
1.1
0.7
Pandillas violentas
0.8
2.8
Bastante
Algo
Poco
Nada
9.7
14.4
7.8
13.7
18.5
14.3
21.1
14.7
17.4
21.3
13.7
27.8
18.6
15.7
21.5
52.2
30.2
54.5
45.2
31.3
9.3
5.2
1.2
5.4
16.9
12.3
2.9
11.6
17.0
14.7
3.6
11.6
51.6
64.5
90.5
67.9
Tabla 125: Conflictos en los barrios ordenados según la presencia de las situaciones
analizadas
No
Mucho Bastante Algo Poco Nada Presencia
contesta
Robos en las casas
0,9
5,6
14,4
21,1
27,8
30,2
68,9
Asaltos o robos en la
calle
Consumo de drogas
0,6
6,8
18,5
21,3
21,5
31,3
68,1
2,6
5,4
13,7
17,4
15,7
45,2
52,2
110
Lugares peligrosos
0,6
4,6
9,3
16,9
17
51,6
47,8
Daños a las cosas
0,5
3,8
7,8
14,7
18,6
54,5
45
Tráfico de drogas
6
4,1
9,7
14,3
13,7
52,2
41,8
Acciones violentas
0,4
2,9
5,2
12,3
14,7
64,5
35,1
Pandillas violentas
0,8
2,8
5,4
11,6
11,6
67,9
31,3
Grupos satánicos
1,1
0,7
1,2
2,9
3,6
90,5
8,4
Los robos en las casas, los asaltos o robos en la calle y el consumo de drogas
constituyen los problemas más importantes identificados en los barrios de los
entrevistados, ya que las personas que observan su presencia, independientemente de
su importancia, representan el 68.9%, 68.1% y 52.2% respectivamente para las tres
situaciones mencionadas.
5.3.2 Personas que consumen drogas en los contextos del sujeto
La información siguiente analiza la presencia de personas que consumen marihuana,
pasta base, cocaína y otras drogas en la casa, entre los amigos y compañeros de trabajo
de los entrevistados.
5.3.2.1
En el hogar: personas que fuman diariamente cigarrillos (%)
Tabla 126
SÍ
16.9
NO
83.1
En el 16.9% de los casos, los informantes indican que existe en su casa una persona
que fuma diariamente cigarrillos.
Tabla 127
Ji cuadrado = .000
Fuma
No fuma
Abstinentes
16.5
83.5
Consumidores
25.5
74.5
La proporción de consumidores es mayor en las personas que viven en una casa donde
alguien fuma diariamente cigarrillos.
La información siguiente cuantifica las proporciones de consumidores de drogas según el
producto en diversos contextos del sujeto.
5.3.2.2
En el hogar: personas que consumen drogas (%)
Tabla 128
Marihuana
Pasta base
Cocaína
Otras
111
2.5
0.9
0.6
3.9
El 2.5% de los entrevistados indica conocer a alguien en el hogar que consume
marihuana; el 0.9%, pasta base; el 0.6%, cocaína y el 3.9%, otra droga. Esta
información puede relacionarse con los padres que reportan el consumo de un hijo,
como de un hijo que describe el consumo de uno de sus padres o de algún otro familiar,
hermano por ejemplo.
5.3.2.3
Amigos que consumen drogas (%)
Tabla 129
Marihuana
12.5
Pasta base
3.7
Cocaína
3.5
Otras
7.7
El 12.5% de los entrevistados indica que conoce que algún amigo cercano consume
marihuana; 3.7%, pasta base; 3.5%, cocaína, y 7.7%, otra droga.
5.3.2.4
Compañeros de trabajo o de estudio que consumen drogas (%)
Tabla 130
Marihuana
4.9
Pasta base
1.1
Cocaína
1.0
Otras
6.1
El 4.9% de los entrevistados indica que conoce algún compañero de trabajo o de
estudio que consume marihuana; 1.1%, pasta base; 1.0% cocaína, y 6.1%, otra droga.
5.3.2.5
Personas que consumen drogas en la casa, amigos y compañeros
de trabajo que consumen drogas según grupos (%).
La siguiente información distribuye la presencia de personas que consumen ninguna, 1,
2, 3 o 4 drogas en los contextos del sujeto.
Se observa que mientras
mayor es el número de
drogas consumidas en
dichos contextos, mayor es
la proporción de consumo
en el grupo de las
personas que alguna vez
en la vida consumieron
una
droga.
Esta
información evidencia la
asociación existente entre
el consumo personal y el
consumo
de
personas
significativas en los contextos del sujeto. Pero determinar si el consumo de dichas
112
personas provoca o ha provocado el consumo personal, o lo contrario, es difícil y es más
probable que la estructura de la influencia sea circular.
5.3.3 Modelo de prevención del CONSEP: iguales
El modelo de de los FRP del CONSEP contempla varios factores relacionados con los
iguales: amigos y presión del grupo principalmente, ya que los otros mencionados no se
relacionan con dicha dimensión: búsqueda de sensaciones, actitudes favorables hacia el
uso de drogas y conducta antisocial.
La información obtenida en el Estudio muestra que los consumidores de drogas tienen
amigos que también consumen drogas en una proporción significativamente mayor a la
que se observa para los abstinentes.
Tabla 131
Ji cuadrado= .000
Amigos
que
consumen
marihuana
Amigos
que
consumen
pasta
base
Amigos
que
consumen cocaína
Amigos
consumen
drogas
que
otras
No
Sí
Abstinentes
97.2
80.3
Consumidores
2.8
19.7
No
Sí
95.6
81.2
4.4
18.8
No
Sí
No
Sí
95.6
82.6
95.8
87.0
4.4
17.4
4.2
13.0
Como ya se indicó, este análisis no comprueba la hipótesis según la cual los amigos
consumidores representarían la causa del consumo. Existen varios argumentos para
entender que si bien los amigos consumidores pueden ejercer cierta influencia sobre el
sujeto, dicha influencia solo podrá concretarse si el sujeto desea consumir una droga.
Por otra parte, una persona que desea consumir, sea consciente o no su deseo, buscará
personas que lo hagan. La formación de las relaciones y de los grupos siempre se
estructura a partir de un deseo común y compartido, lo cual explica directamente la
asociación entre el consumo personal y el de los amigos.
5.3.4 CONOCIMIENTOS SOBRE LOS ACTORES INSTITUCIONALES
Tabla 132: Percepción de la importancia del tema de la droga en actores (%)
Sí
No
NC
Las autoridades de gobierno
55.5
39.8
4.6
Parlamentarios
22.2
72.1
5.7
Autoridades municipales
34.1
60.1
5.7
Iglesias
54.2
40.0
5.7
113
De manera general, la población no percibe que las autoridades del gobierno estén
otorgando un alto nivel de importancia a la problemática de las drogas (55.5%), menos
las autoridades municipales (34.1%) y los parlamentarios (22.2%).
5.3.5 Ocio y tiempo libre
La información siguiente examina algunos aspectos del ocio y tiempo libre, en particular
la frecuencia de salidas a fiestas, discotecas, recitales, bares o lugares similares, así
como la frecuencia de algunos eventos específicos de consumo y de violencia.
5.3.5.1
Número de veces que salió a fiestas, discotecas o lugares
similares en los últimos 30 días
El 75.8% de los entrevistados indica no haber salido a fiestas, discotecas, recitales,
bares o lugares similares, mientras el 24.2%, indica que lo ha hecho. El número
promedio de salidas en los abstinentes se calcula en 0.39 días y para los consumidores
1.48, siendo significativa esta diferencia.
5.3.5.2
Eventos particulares en los últimos 30 días en salidas a fiestas,
discotecas, recitales, bares o lugares similares (%)
La tabla siguiente describe algunos de los comportamientos que presentaron las
personas que salieron a lugares de diversión durante el último mes.
Tabla 133
Emborracharse o tomar más de la
cuenta
Consumir drogas
Ser víctima de algún asalto bajo los
efectos del alcohol o de la droga
Nunca
Una vez
16.6
69.9
23.1
98.4
22.9
97.2
4.9
20.4
0.2
1.0
0.5
2.2
Dos o más
veces
2.3
9.7
0.1
0.6
0.1
0.6
No se
aplica
76.7
76.5
76.5
114
Participar en pelea bajo los efectos
del alcohol o de la droga
Subirse a un vehículo conducido por
alguien bajo los efectos del alcohol o
droga
Manejar un vehículo bajo los efectos
del alcohol o droga
22.2
94.6
20.9
89.1
1.0
4.4
1.9
7.9
0.1
1.0
0.7
3.1
76.5
22.4
95.3
0.8
3.6
0.3
1.2
76.5
76.5
Entre las personas que salieron a dichos lugares, el 20.4% se excedió con el alcohol una
vez, y el 9.7% dos veces o más. El 1.6% de las personas reconoció un consumo de
drogas durante los últimos 30 días, cifra que representa el 0.3% en relación con la
población total.
5.3.5.3
Relación entre el consumo de drogas en salidas y prevalencia en
el último mes del consumo de cualquier droga (%)
Tabla 134
Consumo en lugares de diversión
Prevalencia del consumo
de cualquier droga en
los últimos 30 días en
lugares de diversión
0.3
Prevalencia del consumo
de cualquier droga
durante los últimos 30
días
0.4
La prevalencia del consumo en el último mes de cualquier droga durante las salidas a
nivel nacional se establece en 0.4%, y la observada en lugares de diversión en 0.3% a
nivel nacional.
5.3.6
Entorno laboral
Las variables siguientes examinan el entorno laboral de los entrevistados
5.3.6.1
Calificación del trabajo (%)
Tabla 135
Interesante,
Aburrido, monótono
motivador
41.1
4.3
Estresante
No se aplica
8.7
45.5
La mayoría de la población califica de “interesante” o “motivador” su trabajo.
5.3.6.2
Tabla 136
Calificación del trabajo y consumo de drogas (%)
Consumidores
Interesante,
motivador
7.4
Aburrido,
monótono
10.0
Estresante
Total
4.4
7.1
115
La mayor proporción de consumidores se encuentran en aquellas personas que califican
su trabajo de “aburrido, monótono” (10.0%). Pero cabe observar que entre las personas
que lo califican de “interesante, motivador”, la proporción del consumo es casi dos veces
mayor que entre las personas que lo califican de “estresante”.
5.3.6.3
Calificación de las relaciones con los jefes y los compañeros de
trabajo (%)
La calificación de las relaciones con los jefes y los compañeros de trabajo se describe en
las siguientes tablas.
Tabla 137: Relación con los jefes
No
Muy mala
Mala
contesta
0.6
0.1
0.2
Regular
Buena
3.4
23.7
Tabla 138: Relación con los compañeros de trabajo
No
Muy mala
Mala
Regular
Buena
contesta
0.5
0
0.1
2.2
27.3
5.3.6.4
No se
aplica
63.4
Muy
buena
9.1
No se
aplica
60.8
Calificación de las relaciones con los jefes según grupos (%)
Tabla 139: Relación con los jefes en el trabajo y consumo
Muy mala
Mala
Regular
Buena
Consumidores
Muy
buena
8.6
0
5.8
6.6
5.9
Muy
buena
7.7
Total
6.4
El consumo de drogas no se asocia con las características de la relación con los jefes en
el espacio laboral.
5.3.6.5
Calificación de las relaciones con los compañeros de trabajo
según grupos (%)
Tabla 140: Relación con los compañeros y consumo
Muy mala
Mala
Regular
Buena
Consumidores
0
48.7
10.1
6.2
Muy
buena
7.3
Total
6.8
La mayor proporción de consumidores se encuentra entre las personas que califican de
“mala” su relación con sus compañeros de trabajo.
5.3.6.6
Calificación del salario que percibe (%)
116
Tabla 141: Calificación del salario que percibe (%)
Muy malo
Malo
Regular
Bueno
1.6
12.7
51.9
31.3
Muy bueno
2.5
En la población en general, el 14.3% de los entrevistados califica de “muy malo” y
“malo” el salario percibido; el 51.9%, de “regular” y el 33.8%, de “bueno” y “muy
bueno”.
5.3.6.7
Calificación del salario que percibe y consumo
Tabla 142: Calificación del salario que percibe y consumo (%)
Muy malo
Malo
Regular
Bueno
Muy
bueno
Consumidores
1.9
7.7
6.6
6.9
14.7
Total
6.9
La mayor proporción de consumidores (14.7%) se encuentra en aquellas personas que
califican de “muy bueno” su salario.
5.4
VIH/SIDA
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA), comúnmente llamados VIH/SIDA, representan uno de los mayores
problemas sanitarios de las actuales sociedades modernas. El VIH se transmite a través
de:
-
líquidos sexuales infectados;
sangre infectada o productos de sangre infectada y
de la madre infectada a su bebé durante el embarazo y el parto.
En la perspectiva del presente Estudio, los consumidores de drogas inyectables, como
por ejemplo de heroína y morfina, se encuentran en una situación de riesgo ya que a su
problema de consumo se añade el riesgo de contraer el VIH al compartir jeringas en sus
usos de drogas. Pero a esta situación se suma otra, relacionada a los fenómenos de
desinhibición y de pérdida de control en los episodios de consumo, especialmente en
relación con el alcohol frecuentemente asociado con la búsqueda de satisfacciones
sexuales.
En el Ecuador, la propagación de la epidemia estimada a través de los casos notificados
al Programa Nacional de Control y Prevención de ITS-VIH/SIDA se describe de la
manera siguiente:
El total acumulado de casos de
VIH/SIDA a diciembre del 2006
es de 9833 personas (VIH:
5748 y SIDA: 4085), y de
personas fallecidas 1884. Para
el periodo enero-junio 2007, el
117
PNS reporta 1174 casos nuevos de VIH y SIDA, dando un total acumulado de 11.007
casos a junio de 2007 y 1903 personas fallecidas para el periodo 1984-junio del 2007.
5.4.1 Realización de la prueba (%)
Tabla 143
Ji cuadrado = .000
Se ha practicado exámenes de
VIH/SIDA
Sí
No
Población
Abstinente
Consumidor
28.8
71.2
28.2
71.8
40.8
59.2
La prevalencia de la realización de la prueba en la población se calcula en 28.8%, y
entre los consumidores en 40.8%, existiendo una diferencia significativa con los
abstinentes (28.2%).
5.4.2
Relación sexual según tipo de pareja durante los últimos 12
meses (%)
Tabla 144
Pareja o cónyuge
Amigo(a), enamorado(a)
Persona del mismo sexo
Trabajadora sexual
Travesti, bisexual
Otro
Ha tenido relaciones sexuales
53.7
19.4
0.2
3.1
0
0
La baja proporción de personas que tuvieron relaciones sexuales durante los últimos 12
meses con personas del mismo sexo puede presentar un sesgo importante. En cuanto a
las relaciones con trabajadoras sexuales, se calcula en 3.1%.
5.4.3 Frecuencia del uso del condón durante el último año (%)
Tabla 145: Frecuencia según tipo de pareja
Nunca
Pareja o cónyuge
84.1
Amigo(a), enamorado(a)
38.2
Persona del mismo sexo
27.1
Trabajadora sexual
3.5
Travesti, bisexual
25.0
A veces
11.2
25.0
37.0
14.7
75.0
Siempre
4.7
36.9
35.9
81.8
118
Otro
83.3
16.7
El mayor nivel de uso del preservativo se observa en las personas que han tenido
relaciones con personas vinculadas con el trabajo sexual, 81.8% de manera sistemática.
Con la pareja o cónyuge, el uso sistemático del condón presenta niveles muy bajos
(4.7%), mientras que entre las personas que han tenido relaciones sexuales con
amigos(as) o enamorado(as) y con personas del mismo sexo, su uso sistemático es
bajo, 36.9% y 35.9% respectivamente. La frecuencia del uso del condón para la
categoría Otro podría presentar una contradicción con el valor para la misma categoría
en la pregunta relativa a la presencia de relaciones sexuales en los últimos 12 meses. El
valor de “0” ha sido redondeado por SPSS, pero se refiere en realidad a 565 personas,
dentro de las cuales el 83.3% declaró nunca haber usado un condón.
Tabla 146: Frecuencia del uso del condón (%)
Ji cuadrado = .000
Población
Uso del condón
Siempre
14.7
Ocasionalmente
18.0
Nunca
67.3
Abstinente
Consumidor
13.8
17.6
68.6
26.8
25.0
48.2
De manera general, el uso del condón es mas sistemático entre los consumidores de
drogas (26.8%) en comparación con los abstinentes.
Tabla 147: Frecuencia del uso del condón según grupos y tipo de pareja
Pareja o cónyuge
Nunca
A veces
Siempre
Población
84.1
11.2
4.7
Abstinente
84.2
11.1
4.7
Consumidor
81.3
13.5
5.2
Amigo(a),
enamorada(o)
Nunca
A veces
Siempre
Población
Abstinente
Consumidor
38.2
25.0
36.9
38.5
25.4
36.1
35.5
22.3
42.2
Persona del mismo
sexo
Nunca
A veces
Siempre
Población
Abstinente
Consumidor
27.1
37.0
35.9
20.0
40.6
39.4
100.0
0
0
Trabajadora sexual
Población
Abstinente
Consumidor
119
Nunca
A veces
Siempre
Travesti, bisexual
Nunca
A veces
Siempre
3.5
14.7
81.8
4.0
15.7
80.3
1.7
10.8
87.4
Población
25.1
100.0
0
Abstinente
100.0
74.9
0
Consumidor
0
0
0
Aparecen ciertas diferencias según los grupos en relación con el uso del condón de
acuerdo al tipo de pareja. En relación con las trabajadoras sexuales, los consumidores
presentan un mayor nivel de protección en sus relaciones, al igual que con amigos(as) o
enamorados(as), pero no en las relaciones con personas del mismo sexo.
Tabla 148: Relaciones sexuales según tipo de pareja y grupos
Abstinentes
Consumidores
Pareja/cónyuge
Sí
53.9
51.4
No
46.1
48.6
Amiga(o) o enamorada(o)
Sí
17.8
50.6
No
82.2
49.4
Persona del mismo sexo
Sí
0.2
0.3
No
99.9
99.7
Trabajadoras sexuales
Sí
2.6
13.7
No
97.4
86.3
Los consumidores, en comparación con los abstinentes, presentan una mayor
proporción de relaciones sexuales con amigas(os) o enamoradas(os), así como con
trabajadoras sexuales. Estas diferencias en el tipo de pareja explican seguramente la
mayor prevalencia del uso del condón observada en este grupo.
5.4.4 Realización de la prueba del VIH/SIDA y consumo de drogas (PV)
Las características de la realización de la prueba del VIH/SIDA en la población y en
subgrupos se describen de la manera siguiente.
5.4.4.1
Según el género (%)
Tabla 149
Ji cuadrado= .000
Realización de la prueba
Masculino
Femenino
Población
120
Sí
No
29.3
70.7
28.2
71.8
28.8
71.2
La prevalencia de la realización de la prueba en la población asciende a 28.8%. Las
diferencias entre los sexos son poco marcadas.
5.4.4.2
Según la edad (%)
Realización de la prueba del VIH/SIDA según la edad (%).
Nacional, 2006.
18,1
18
13,6
10,2
11,4
8,8
8
4,9
3,5
3,3
0,4
12-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-65
5.4.4.3
La
distribución
de
las
personas que se realizaron la
prueba del VIH/SIDA según la
edad tiene una media de 33.2
años y su percentil 25 se
ubica en 24 años; 50 en 31
años, y 75 en 40 años. Los
rangos donde se observa un
mayor nivel de realización de
la prueba son 20-24 y 25-29
años.
Según la edad y el género (%)
La proporción de hombres y mujeres que se realizaron la prueba no presenta diferencias
marcadas según la edad, salvo en el rango de 15 a 19 años donde las mujeres
representan el 57.6% y los hombres el 42.4%.
5.4.4.4
Según el consumo de drogas (PV) (%)
Tabla 150
Ji cuadrado = .000
Realización de la prueba
Sí
No
Abstinente
Consumidor
Total
28.2
71.8
40.8
59.2
28.8
71.2
121
Los consumidores de drogas se han realizado con más frecuencia la prueba del
VIH/SIDA en comparación con las personas que nunca usaron drogas.
5.4.5 Resultado de la prueba del VIH/SIDA y consumo de drogas (PV) (%)
Tabla 151
Ji cuadrado = .000
Resultado
Positivo
Negativo
Abstinente
Consumidor
Total
0.4
99.6
2.3
97.7
0.5
95.5
Los consumidores de drogas presentan un nivel mayor del resultado positivo a la prueba
en comparación con los abstinentes. Esta situación podría explicarse, más que por el uso
de drogas inyectables, por las características de la relación con sus parejas.
5.4.6 Resultado de la prueba del VIH/SIDA y prevalencia de vida del
consumo de heroína (%)
Tabla 152
Consumidores
0
100
Resultado positivo
Resultado negativo
Abstinentes
0.5
99.5
Entre las personas que alguna vez en su vida usaron heroína, no se encuentra ninguna
cuyo resultado haya sido positivo a la prueba del VIH/SIDA.
5.4.7 Resultado de la prueba del VIH/SIDA y prevalencia del último año y
últimos 30 días del consumo de alcohol (%)
Tabla 153
Ji cuadrado = .000
Resultado
Positivo
Negativo
Vida
Sí
0.5
99.5
No
0.7
99.3
Último año
Sí
No
0.3
1.0
99.7
99.0
Últimos 30 días
Sí
No
0.2
0.4
99.8
99.6
La proporción de personas con pruebas positivas del VIH/SIDA es mayor entre las que
no consumieron alcohol en la vida, durante el último año y los últimos 30 días en
comparación con las que lo hicieron.
5.4.8 Resultado de la prueba del VIH/SIDA y excesos con el alcohol en los
últimos 30 días
122
Tabla 154
Resultado positivo a la prueba
Resultado negativo a la prueba
Número medio de excesos con el alcohol
0.0
0.29
Los excesos con el alcohol en los últimos 30 días son más frecuentes entre las personas
que obtuvieron un resultado negativo en la prueba del VIH/SIDA en comparación con las
que tuvieron un resultado positivo. No se puede aceptar la hipótesis según la cual el
consumo excesivo de alcohol se asocia con una proporción mayor del resultado positivo
en la prueba.
5.5
UN MODELO MULTIVARIADO DEL CONSUMO DE SPA
La explicación requiere de un proceso que tiene que diferenciar las causas del consumo
(variables independientes) del efecto (variable dependiente). En el caso presente, la
variable por explicar es el consumo de drogas y el procedimiento consiste en buscar en
las variables contempladas en el estudio las que abarcan una relación con el consumo,
el sentido y el peso de la influencia, tomando en consideración sus interacciones
mutuas.
5.5.1 Definición de la variable dependiente
Sin embargo, los conceptos tradicionales de prevalencia de vida, último año y último
mes, no permiten construir fácilmente una clasificación de los consumidores según la
importancia de su relación con los productos. Esta falencia ya se describió en la
Segunda Encuesta Nacional sobre el Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria
realizada por el Observatorio Nacional de las Drogas del CONSEP en el 2005. En
resumen, se dirá que el concepto de prevalencia de vida por sí solo brinda una
información general: el sujeto informa que alguna vez en su vida consumió una SPA.
Este consumo puede haberse producido tanto hace pocos meses como hace muchos
años atrás en su vida. Al comparar la PV con la PA, y en el caso donde no se produjo un
consumo en el último año, la indeterminación sigue siendo casi tan importante. El
periodo de consumo puede ubicarse en el pasado en cualquier momento. Puede tratarse
de un consumo de una sola vez o de un consumo de varios años. En el caso donde
existe un consumo en PV y PA, una incertidumbre similar se presenta.
Tabla 155
Grupo 1
Grupo 2
Prevalencia de vida
Sí
Sí
Prevalencia del último año
Sí
No
Así, los grupos que se pueden construir no diferencian claramente a los sujetos, aunque
la prevalencia del último año es la variable que brinda la información más precisa en la
dimensión temporal.
En sujetos jóvenes como los adolescentes, esta indeterminación se reduce de alguna
manera ya que en este caso, por su edad, el consumo no puede encontrarse muy atrás
123
en el tiempo; pero en sujetos adultos, como es el caso para la mayoría de las unidades
de la muestra de un estudio a la población general, dicha indeterminación aumenta
mucho. El consumo puede haberse producido 10 o 20 años atrás en la historia y al
clasificar a estos sujetos en el grupo de los consumidores, se comete un error evidente.
En la prevalencia del último mes, o sea aquellos sujetos que iniciaron su consumo
durante el último mes, la misma indeterminación se produce: no se sabe cómo
evolucionará dicho consumo. No se sabe si se trata de un consumo de poca intensidad
que desaparecerá rápidamente o si es el inicio de una relación importante con la droga.
La metodología del Estudio ofrece dos variables para clasificar a los consumidores:
1. La duración del consumo. La duración del consumo es el tiempo calculado en
años o meses entre la edad del primer consumo y la edad en la cual el
informante indica que dejó de consumir drogas. Si declaró un consumo durante
los últimos 30 días, se considera la fecha de la aplicación de la encuesta.
2. La frecuencia del consumo. Esta variable se ha medido en el presente Estudio
con las categorías: “una sola vez”, “algunas veces en los últimos 12 meses”,
“algunas veces mensualmente”, “algunas veces semanalmente” y “diariamente”.
Con estas variables se pueden construir los siguientes grupos:
Tabla 156
Frecuencia
baja
de
consumo
Frecuencia alta de consumo
Duración baja
Grupo 1
Duración alta
Grupo 2
Grupo 3
Grupo 4
El Grupo 1 reúne a los experimentadores o consumidores esporádicos; el Grupo 2 a
consumidores regulares y el Grupo 4, a toxicómanos o consumidores compulsivos. El
Grupo 3 es más difícil de clasificar ya que reúne un consumo de corta duración, pero de
alta frecuencia. Desde el criterio de la duración, está más cercano al Grupo 1, pero
desde la frecuencia, más parecido al Grupo 4.
Con las variables disponibles en el cuestionario y al no disponer de información sobre la
edad en años del último consumo, se considera lo siguiente.
1. Edad del informante (v5)
2. Edad en la cual probó por primera vez (v57)
3. Consumo alguna vez en la vida (v56)
4. Consumo durante los últimos 12 meses y últimos 30 días (v61b)
5. Frecuencia del consumo durante los últimos 12 meses (v61c)
La edad del último consumo se estima a través del consumo durante los últimos 12
meses. Con estas variables se construyen los siguientes grupos.
Tabla 157
124
Duración
GRUPO 1
Ex consumidores
GRUPO 2
Consumidores
actuales de
intensidad
GRUPO 3
Consumidores
actuales de
intensidad
Frecuencia
No se ha presentado un La frecuencia del consumo se
consumo durante el último año, vuelve secundaria ya que éste
pero sí en algún momento de la no es actual.
vida.
Se ha producido un consumo La frecuencia del consumo se
durante el último año y/o describe
de
la
manera
baja durante los últimos 30 días
siguiente:
- Una sola vez
- Algunas veces durante los
últimos 12 meses
Se ha producido un consumo La frecuencia del consumo se
durante el último año y/o describe
de
la
manera
alta durante los últimos 30 días
siguiente:
- Algunas
veces
mensualmente
- Algunas
veces
semanalmente
- Diariamente
El algoritmo usado para crear los grupos de consumidores es el siguiente:
DO IF ((P60B= 1 OR P61B= 1 OR P62B= 1 OR P63B= 1 OR P64B= 1 OR P65B= 1) AND
((P60C = 1 OR P60C = 2) OR (P61C = 1 OR P61C = 2) OR (P62C = 1 OR P62C = 2) OR
(P63C = 1 OR P63C = 2) OR (P64C = 1 OR P64C = 2) OR (P65C = 1 OR P65C = 2))).
COMPUTE GRUPO = 1.
ELSE IF ((P60B= 1 OR P61B= 1 OR P62B= 1 OR P63B= 1 OR P64B= 1 OR P65B= 1)
AND ((P60C = 3 OR P60C = 4 OR P60C = 5) OR (P61C = 3 OR P61C = 4 OR P61C = 5)
OR (P62C = 3 OR P62C = 4 OR P62C = 5) OR (P63C = 3 OR P63C = 4 OR P63C = 5)
OR (P64C = 3 OR P64C = 4 OR P64C = 5) OR (P65C = 3 OR P65C = 4 OR P65C = 5))).
COMPUTE GRUPO = 2.
ELSE IF (P60A = 3 OR P61A = 3 OR P62A = 3 OR P63A = 3 OR P64A = 3 OR P65A =
3).
COMPUTE GRUPO = 3.
ELSE.
COMPUTE GRUPO = 99.
END IF.
EXECUTE.
De esta manera, se logra clasificar a las personas que han consumido o que
consumieron drogas de acuerdo a los criterios establecidos anteriormente, y su
distribución es la siguiente.
125
El
grupo
de
los
ex
consumidores se caracteriza
por un consumo en la vida y la
abstinencia durante el último
año. Representa al 83.9% de
la población en prevalencia de
vida.
El
grupo
de
los
consumidores
actuales
presenta un consumo durante
el último año, que se
especifica según su frecuencia.
Representan el 11.1% en baja
frecuencia y 5.2% en alta
frecuencia. Estos grupos se definen en relación con las sustancias inhalables,
marihuana, cocaína, pasta base, heroína y éxtasis, ya que estos seis productos son
aquellos sobre los cuales el estudio dispone de la información necesaria para dicha
clasificación.
5.5.2 Identificación de las variables independientes
A continuación, se presenta el resultado de la regresión logística binomial realizada para
la variable abstinentes–consumidores de cualquier droga en prevalencia de vida con los
coeficientes de regresión. Cabe indicar que un coeficiente positivo significa que la
variable aumenta la probabilidad de ocurrencia de la abstinencia, mientras que uno
negativo, aumenta la probabilidad de no ocurrencia de la abstinencia. Un coeficiente
positivo significa que la variable actúa en el sentido de un factor de protección, mientras
que uno negativo, de un factor de riesgo. Finalmente, el valor de los coeficientes estima
el peso de la variable en la ecuación de regresión. Seguidamente se presentan las
variables analizadas y retenidas por el modelo. El primer grupo representa a las
variables que disminuyen la probabilidad de ocurrencia de la abstinencia (riesgo), y el
segundo, las que aumentan la probabilidad de ocurrencia de la misma (protección).
Dicho de otro modo, el primer grupo corresponde a los factores de riesgo del consumo,
y el segundo a los factores de protección. En este análisis cabe diferenciar entre el valor
estadístico de las variables retenidas y su valor práctico.
Tabla 158
Etiqueta
No contesta cómo calificaría las
relaciones con sus jefes
Ningún riesgo fumar marihuana
alguna vez
B
13,7
2
11,4
0
E.T.
6,52
Wald
4,41
gl
1
Sig.
0,035553
838
Exp(B)
1,09412E
-06
5,21
4,77
1
0,028889
036
1,11473E
-05
126
Ha tenido en los últimos 12
meses accidentes por causa del
alcohol
Riesgo leve o moderado fumar
cigarrillos frecuentemente
Riesgo leve o moderado
consumir pasta base alguna vez
Gran riesgo consumir pasta
base alguna vez
Me sería fácil conseguir cocaína
Siempre ha sentido aprobación
por los padres de su pareja
Me sería fácil conseguir pasta
base
No sabe si en su trabajo existe
algún tipo de programa para
ayudar a un empleado que
tiene problemas con alcohol o
drogas
En su trabajo no existe algún
tipo de programa para ayudar a
un empleado que tiene
problemas con alcohol o drogas
Casi nunca ha sentido
aprobación por los padres de su
pareja
En su trabajo sí existe algún
tipo de programa para ayudar a
un empleado que tiene
problemas con alcohol o drogas
Nunca ha sentido aprobación
por los padres de su pareja
Me sería difícil conseguir
cocaína
Me sería difícil conseguir pasta
base
Casi siempre ha sentido
aprobación por los padres de su
pareja
Casi nunca siente que su familia
le quiere lo suficiente
Le gustaría que la relación de
sus padres fuese mejor
10,7
2
8,26
7,90
7,38
7,02
6,61
6,30
6,25
4,39
5,94
1
0,014764
205
2,19538E
-05
3,31
6,22
1
3,12
6,41
1
2,91
6,43
1
1,50
21,8
2
7,54
1
1
2,92
16,2
8
4,56
0,012607
382
0,011319
801
0,011194
275
2,9892E06
0,006019
231
5,44464E
-05
0,032644
155
0,000258
19
0,000367
376
0,000622
08
0,000892
833
0,001334
186
0,001825
677
0,001925
509
6,04
2,05
8,67
1
0,003219
663
0,002367
928
5,95
2,40
6,11
1
0,013378
634
0,002585
461
5,29
2,26
5,47
1
0,019290
244
0,004994
716
5,25
5,04
4,81
4,77
2,32
5,10
1
1,86
7,31
1
1,78
7,30
1
2,30
4,29
1
0,023876
499
0,006856
521
0,006872
986
0,038126
953
0,005208
519
0,006437
707
0,008079
413
0,008455
269
4,58
3,47
1,91
5,71
1
1,53
5,09
1
0,016840
697
0,023932
848
0,010177
134
0,031023
509
2,40
1,56
1
1
127
Sus padres se separaron /
divorciaron
Generalmente siente que su
familia le quiere lo suficiente
Hay ciertos problemas entre los
padres pero en general están
bien
Casi siempre conversan entre
ustedes lo suficiente los
problemas que tienen en casa
Generalmente los fines de
semana son compartidos por
todos en casa
En su casa alguien consume
alguna droga
Actualmente vive con otro
familiar
Número de días que ha salido a
fiestas, discotecas en los
últimos 30 días
Poco informado sobre las
drogas
Casi siempre su pareja le ha
sido fiel
Me sería fácil conseguir morfina
3,39
2,95
2,94
1,31
6,61
1
0,010095
934
0,031324
03
0,046966
496
0,033705
284
0,052048
112
0,052789
411
1,37
4,63
1
1,48
3,94
1
2,80
1,00
7,83
1
0,005115
785
0,060649
277
2,48
0,95
6,80
1
0,009093
809
0,082987
791
2,44
1,18
0,07
0,72
1
0,51
11,4
1
5,24
0,02
7,42
1
0,000726
705
0,022073
141
0,006439
517
0,086587
769
0,305867
472
0,923859
663
2,84
1,39
4,12
1
4,30
1,75
6,04
1
4,49
1,75
6,55
1
No cceptaría si un amigo le
ofreciera drogas
Gran riesgo consumir pasta
base frecuentemente
Género femenino
4,99
1,70
8,62
1
5,45
2,73
3,97
1
5,89
1,28
1
Institución que trabaja: pública
8,79
3,67
21,1
1
5,72
Más confianza a la madre
11,1
8
12,9
6
13,3
0
14,5
9
5,01
4,97
1
5,57
5,41
1
5,38
6,10
1
7,05
4,27
1
0,042182
41
0,013944
646
0,010444
114
0,003320
149
0,046108
131
4,32047E
-06
0,016692
015
0,025690
438
0,019976
473
0,013504
168
0,038662
007
17,16753
157
74,02314
562
89,32969
831
148,3955
619
234,4458
858
364,6252
259
6617,863
132
72299,60
684
427410,1
657
598919,4
607
2179592,
812
No le tiene confianza a ninguno
Más confianza al padre
Jubilado, pensionado o rentista
La tabla de clasificación de los grupos es la siguiente.
1
1
128
Tabla 159: Tabla de clasificación de los casos
Pronosticados
Porcentaje
correcto
Observados
Consumidores
Abstinentes
Consumidores
103
29
78.0
Abstinentes
13
1901
99.3
Porcentaje
97.9
global
La tabla de clasificación brinda una cuantificación de los consumidores bien y mal
clasificados (consumidores clasificados como consumidores y consumidores clasificados
como abstinentes), así como de los abstinentes (abstinentes clasificados como
consumidores y abstinentes clasificados como abstinentes) con las variables retenidas
por el modelo de regresión logística. En su análisis, cabe recordar que la prevalencia de
vida no brinda una buena clasificación de los sujetos, ya que en un estudio a la
población general, se encuentran personas abstinentes que consumieron hace mucho
tiempo, al contrario de lo que pasa con los estudiantes de enseñanza media. Por lo
tanto, la clasificación consumo en prevalencia de vida – no consumo en prevalencia de
vida puede representar imperfectamente la clasificación consumidor – abstinente. Con
esta limitación, las variables retenidas en el modelo deben analizarse por la información
práctica que aportan.
Una información importante se relaciona con las personas que se presentan como
abstinentes, pero que el modelo clasificó como consumidores. Al suponer que las
personas que se presentaron como abstinentes pero que el modelo clasificó como
consumidores representan a las personas (o parte de las personas) que no reconocieron
su consumo, la tasa de disimulación se calcularía en 21.9% y la prevalencia de vida del
consumo de cualquier droga para el dominio Quito se establecería en 10.24% como
límite superior.
129
6
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las principales conclusiones y recomendaciones del Estudio son las siguientes.
6.1
EL POSICIONAMIENTO DE LA PROBLEMÁTICA DE LA DROGA
La importancia del tema de la droga en la agenda internacional ha ido disminuyendo a lo
largo de esta última década. Por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM),
un plan acordado por 189 naciones del mundo para disminuir los problemas más graves
de los pueblos, así como las instituciones de desarrollo más importantes a nivel mundial,
no lo contemplan. Esta pérdida del posicionamiento de la droga en la agenda pública
también es evidente en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2010 de la Secretaria
Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), donde la prevención y control de la
droga no consta en sus objetivos ni en las metas identificadas.
6.2
LA ESTRUCTURA CAUSAL DEL CONSUMO Y LA TENDENCIA
La información relevante en demanda es la tendencia del consumo y su estructura
causal. La tendencia mide el comportamiento en el tiempo del nivel del consumo de
drogas. Implica la repetición de las mediciones de manera uniformizada y es la variable
esencial para la evaluación de la importancia de la demanda de drogas en el Ecuador,
así como de la bondad de los programas de acción de prevención y tratamiento. El
problema de la estandarización de las mediciones ha sido solucionado por el trabajo
realizado por el Observatorio Interamericano de la Droga de la CICAD-OEA y por los
observatorios nacionales de la droga en el continente. Para el Observatorio Ecuatoriano
de la Droga, el desafío consiste en la realización de las mediciones con una frecuencia
suficiente. La identificación de la estructura causal del consumo es el problema que
mayor atención debería recibir. En este sentido, se tiene que desarrollar un plan que
incluya métodos cualitativos y cuantitativos para lograr construir un modelo satisfactorio
que permita apoyar los programas de prevención. La movilización de recursos
nacionales en cantidad suficiente debería permitir obtener resultados satisfactorios en
poco tiempo.
6.3
CONCEPTOS, MODELOS Y PROGRAMAS DE ACCIÓN
Una opinión es una afirmación que no es susceptible de verificación o que no ha sido
verificada científicamente. El conocimiento empírico es singular, inmediato y
asistemático; no puede garantizar que sus afirmaciones se cumplan siempre, y se
genera desde la experiencia directa con la realidad. Su dependencia a la experiencia
única lo vuelve muy sensible a la apariencia de los objetos, entiéndase por “objeto”
tanto el objeto exterior como el mismo sujeto. Para el conocimiento empírico, los
cuerpos “caen” a tierra, mientras que en un concepto más exacto, están “atraídos” por
la tierra. El método científico es un proceso en el cual se usan experimentos para
contestar una pregunta. El primer paso se inicia alrededor de ciertas observaciones
realizadas, fortuitas o sistemáticas, que pueden inducir una pregunta. Para responderla,
se formula una hipótesis y para comprobar o refutar dicha hipótesis, se diseña un
experimento específico, para generar datos que según su análisis, permitirán aceptar o
130
rechazar la hipótesis. El presente Estudio es el dispositivo experimental que permite
poner a prueba una serie de hipótesis sobre el consumo.
El éxito de una gestión técnica para reducir la demanda depende de la capacidad de
transformar las opiniones en conceptos científicos y de perfeccionar los existentes. Esta
tarea es difícil ya que la estructura causal del consumo es compleja al implicar un gran
número de variables ligadas entre ellas de forma no lineal. El análisis realizado en el
presente Estudio usando un modelo de regresión logística binomial y multinomial ilustra
este punto. Estas variables tienen un efecto sobre el consumo porque actúan de
acuerdo a la constelación de relaciones en la cual se encuentran inmersas. Surgen de
esta manera flujos de probabilidades que propagan influencias complejas y no triviales
sobre el consumo. La mente humana por sí sola no puede representar fácilmente tal red
de interacciones y se necesita construir modelos matemáticos específicos para manejar
estos niveles de complejidad. La única manera de transformar las opiniones en
conceptos consiste entonces en entrar en el largo proceso de la comprobación de
hipótesis según el método científico. Para lograrlo, se necesita de una estructura
específica como por ejemplo el Observatorio Ecuatoriano de las Drogas, de datos y de
una constante revisión de las hipótesis probadas en los estudios que se realizan, así
como de conceptos modernos sobre el tejido de la realidad implicada en el consumo.
Dicho proceso toma tiempo ya que hay que acumular datos para poder aceptar y
rechazar las hipótesis que se construyen de medición en medición.
Cabe tener en mente que los conceptos científicos en todos los campos se construyeron
mediante un largo proceso de fracasos y de logros, y no hay razones para pensar que el
campo de las drogas sea diferente. Lo que importa en esta búsqueda es la capacidad de
mantener en el tiempo la dirección misma y el sentido de la investigación. Solo de esta
manera se podrá establecer las tendencias del consumo de drogas en el Ecuador y sus
causas. La improvisación, las coyunturas momentáneas o los cambios estériles son los
peores enemigos que surgen en este largo proceso de construcción de conocimientos.
La medición de los indicadores uniformizados que está realizando el Observatorio
Ecuatoriano de las Drogas representa una metodología adecuada que permite construir
poco a poco un cierto número de conceptos sobre el consumo de drogas en el país.
6.4
EL OBSERVATORIO ECUATORIANO DE LAS DROGAS
El conocimiento ayuda a la construcción de políticas inteligentes y de programas
eficaces. Fundamentalmente, garantiza la eficacia, efectividad y la eficiencia de las
acciones. Cuando no se sustentan sobre un modelo sólido, los programas de prevención
solo terminan desaprovechando los recursos existentes. En el tema de la droga, cabe
hacer una diferencia entre el análisis de la situación y el análisis de la respuesta, y en
ambas dimensiones, el OED debe fortalecer su presencia.
El análisis de la situación se refiere al conocimiento del comportamiento del consumo de
drogas en el país y a su estructura causal, mientras que el análisis de la respuesta, a los
recursos conceptuales, financieros y programáticos con los cuales se interviene en el
problema. Ambos se interrelacionan. En el análisis de la situación, se busca identificar la
importancia del consumo y quiénes son más vulnerables, mientras que en el análisis de
la respuesta, se buscará identificar lo que se hace en cantidad y calidad, básicamente lo
131
que funciona y necesita mantenerse, lo que funciona y puede ampliarse, lo que no
funciona y necesita un nuevo enfoque más estratégico, lo que no es pertinente y debe
abandonarse, y lo que no se ha enfrentado.
Una política para lograr sus objetivos estratégicos tiene por lo tanto que construir un
dispositivo especial para observar la situación y otro para mirar la respuesta y responder
dos preguntas esenciales: ¿tiene un impacto lo que se hace? y ¿lo que se está haciendo
asegura un manejo óptimo de los recursos disponibles en términos de eficacia, eficiencia
y efectividad?
6.4.1 Gestión de la información para el monitoreo de la respuesta nacional
El sistema de monitoreo y evaluación (SME) incluye un conjunto específico de
indicadores de procesos, resultados e impactos que se recogen periódicamente en cada
programa, con el fin de conocer sus avances y el grado de cumplimiento de sus
objetivos, el tipo de dificultades que conocen y los ajustes que deben introducirse. El
SME describe cómo los recursos generan procesos, cómo los procesos conducen a los
resultados de los programas y cómo los resultados provocan impactos en los grupos
considerados. De esta manera se puede establecer la efectividad, eficacia y eficiencia de
los planes operativos y por ende del Plan. Por ello, es importante que en el SME se
visualice la estructura de responsabilidad, los mecanismos claros de planificación,
documentación, reporte, evaluación y sistematización, así como los recursos técnicos y
financieros suficientes que garanticen el éxito del proceso. El Mecanismo de Evaluación
Multilateral (MEM) se basa en la utilización de un grupo de indicadores para evaluar la
respuesta, la política y los programas de un conjunto de países y sus avances en la
solución del problema. Pero constituye uno de los componentes del SME. Cabe indicar
que tanto la Estrategia nacional para enfrentar las drogas (Plan Nacional 1999-2003)
como el Plan Nacional de Prevención y Control de Droga 2004-2008 no han sido
evaluados y tampoco han logrado construir un dispositivo de monitoreo de la respuesta
nacional.
6.4.2 Gestión de la información para el monitoreo de la situación
El monitoreo de la situación implica también la definición de un grupo de indicadores
específicos, puesto que lo que hace la respuesta se mide en el cambio del consumo y de
otras variables asociadas. Para medir dichos cambios, se necesita elaborar una serie de
indicadores normalizados, definir en forma estricta las metodologías con las cuales se los
medirán y repetir la medición en el tiempo para poder identificar la tendencia que
presentan estos indicadores.
El mayor esfuerzo realizado en esta última década para generar información para el
monitoreo de la situación en reducción de la demanda proviene del Observatorio
Interamericano sobre Drogas (CICAD-OEA) y del Observatorio Ecuatoriano sobre Drogas
(OED/CONSEP). El presente Estudio es el tercer estudio nacional que realiza el país,
pero el primero que se realiza con la metodología elaborada por los países para los
Observatorios Nacionales sobre drogas a partir del Sistema Interamericano de Datos
Uniformes sobre Consumo de Drogas (SIDUC/CICAD-OEA).
132
El otro esfuerzo se relaciona con el Sistema Estadístico Uniforme sobre Área de Control
de la Oferta (CICDAT/CICAD-OEA), que monitorea un grupo de indicadores relacionados
con la oferta. Los indicadores uniformizados en demanda se relacionan con seis sectores
poblacionales: personas en tratamiento, en salas de urgencia, medicina forense,
menores con problemas judiciales, estudiantes de enseñanza media, estudiantes de
enseñanza superior y población en general.
El esfuerzo del OED se ha concentrado sobre los indicadores relacionados con las
personas en tratamiento, los estudiantes de enseñanza media y la población general.
Salvo para los indicadores de tratamiento, los estudios realizados han brindado una
información técnica y confiable. Sin embargo, el monitoreo de la situación tiene que
profundizar la medición de dichos indicadores y definir indicadores nacionales
específicos.
6.4.2.1
La medición de la tendencia
La medición de la tendencia requiere la realización de estudios en una frecuencia mayor
a la lograda al momento. Esta necesidad implica un mayor apoyo económico nacional al
OED ya que las mediciones deberían realizarse aproximadamente cada dos años para los
estudiantes de enseñanza media y superior, así como para la población. Es importante
estabilizar la metodología utilizada para realizar las mediciones ya que los datos de
prevalencia en la población general han sido obtenidos en 1988, 1995 y 2006 con
metodologías diferentes. Esta situación no permite establecer al momento la tendencia
del consumo y evaluar el éxito de la política.
6.4.2.2
¿Han identificado adecuadamente la respuesta los sectores que
configuran la situación?
Los sectores identificados al momento se describen a continuación, así como las
mediciones realizadas.
Tabla 160
Población estudiada
Centros de tratamiento
Salas de urgencia
Medicina forense
Menores con problemas judiciales
Estudiantes de enseñanza media
Estudiantes de enseñanza superior
Población en general
Cárceles
Otras:
niños
de
la
calle,
universitarios, etc.
Mediciones realizadas
Medición continua
La medición se abandonó
La medición se abandonó
Ninguna
1998, 2005
Ninguna
1988, 1995 y 2006
2006
Mediciones discontinuas
La respuesta ha identificado sectores importantes, pero no ha logrado realizar las
mediciones con la frecuencia esperada. Por otra parte, se carece de información en
133
ciertos sectores importantes, especialmente en estudiantes de enseñanza superior,
menores con problemas judiciales, hijos y familias de emigrantes, entre otros.
6.4.2.3
¿Enfrenta la respuesta las variables que realmente
determinan el problema?
El OEM ha construido en el Segundo Estudio Nacional a Hogares (1995) un modelo
discriminante sobre la estructura causal del consumo que se presenta a continuación.
D = (+0.22 *P1) + (+0.13*P2) + (-0.32*P3a) + (-0.2*P3b) + (+0.31*P4) +
(-0.25*P5) + (+0.26*P6)
+ ( -0.17*P7) + (+0.23*P8a) + (+0.3*P8b) + (-0.19*P9) + (+0.14*P10) +
(+0.95*P11) + (+1.62*P12)
+ (-0.22*P13) + (+0.9*P14) + (-0.77*P15) + (+0.59*P16) + CONSTANTE(3.14).
P1.Género
Mujer=1
Hombre=0
+0.22
P2. Nivel de Instrucción del jefe de familia
Prim. completa/ Sec. incompleta=1
Otro tipo de educación=0
+0.13
P3. Actualmente usted está:
Trabajando ocupado=1
Desocupado/BuscaTrabajo=1
Trabajando parcialmente=0
Estudiante=0
Quehaceres domésticos=0
-0.32
-0.2
P4. ¿Qué oficio o trabajo desempeña usted?
Profesionales /Técnicos=1
Obreros, Personal administrativo, Trabajadores
de los servicios, Directores, Comerciantes y
vendedores=0
+0.31
P5. Durante su vida estudiantil:
Tuvo problemas escolares
(Repitió años, conducta, desertó)=1
No tuvo problemas=0
-0.25
P6. ¿Ha perdido interés en las cosas?
No=1
Sí=0
P7. ¿Quién piensa que es (era) más dominante
en su familia de origen?
Madre=1
Padre, Ambos, otros, ninguno=0
+0.26
-0.17
134
P8. Cuando sus padres le prohíben (prohibían)
hacer algo y usted no está (estaba) de acuerdo
generalmente:
Obedece(cía) sin protestar=1
Obedece(cía) pero protestaba=1
No hace(cía) caso a sus padres=0
Lo hace(cía) a escondidas=0
+0.23
+0.3
P9.En su opinión: ¿qué tan fácil o difícil es conseguir inhalantes?
Muy fácil, Fácil=1
Difícil, muy difícil, imposible=0
-0.19
P10. ¿Conoce cercanamente a personas o amigos que usan droga?
No=1
Sí=0
+0.14
P11. ¿Alguna vez tuvo usted la posibilidad de probar una droga, aunque no lo haya
hecho?
No=1
Sí=0
+0.95
P12. ¿Alguna vez ha tenido deseo o curiosidad de probar alguna droga?
No=1
Sí=0
+1.62
P13. ¿Cree que las personas deberían tener aunque sea
una experiencia con droga?
Sí=1
No=0
-0.22
P14. No probaría drogas por ningún motivo Verdadero=1
Falso=0
+0.9
P15. Probaría drogas para saber qué se siente
Verdadero=1
Falso=0
P16. Consumir droga de vez en cuando no es peligroso
CONSTANTE
Verdadero=1
Falso=0
-0.77
+0.59
-3.14
Se estima que dichos estudios han logrado un análisis lo más profundo posible de la
estructura causal del riesgo y del consumo desde su metodología específica. Los
modelos construidos han podido identificar, en el conjunto de las variables analizada en
135
estos estudios, las que mayor contribución presentan en la probabilidad de ocurrencia
del consumo. Estas variables, como las identificadas en el modelo construido con los
datos de la Tercera Encuesta Nacional, constituyen un aporte para identificar los
factores de riesgo y de protección que realmente pertenecen a la ecuación del consumo
con el fin de apoyar los programas de acción de la prevención. En este sentido, es
necesario trabajar en forma más estrecha con la prevención para analizar el sentido de
las variables retenidas por los modelos construidos en 1995 y en 2006.
6.4.3 ¿Tiene en cuenta la respuesta los obstáculos para lograr sus objetivos?
La respuesta en materia de reducción de la demanda debe orientarse hacia las variables
que realmente intervienen en el consumo de drogas. En general, se sigue pensando que
la disponibilidad de las drogas constituye la causa principal del consumo.
Consecuentemente, y de acuerdo a esta hipótesis, la mayor parte de los recursos se
invierten en la represión del tráfico (producción, transporte y comercialización) y
asumen que los logros obtenidos en esta dimensión disminuirán el consumo. Sin
embargo, la mayor parte de la droga decomisada no es una droga destinada al consumo
nacional sino solamente una droga en tránsito hacia los mercados internacionales. La
reducción de la oferta como estrategia para enfrentar el consumo afecta la
disponibilidad, pero no el deseo para el consumo.
6.4.4 ¿Aprovecha la respuesta las oportunidades que existen en el país?
Existen varias oportunidades en el país que el OED y la prevención en general no
aprovechan como se debería. La respuesta puede ampliar la profundidad de su análisis
en los aspectos siguientes.
6.4.4.1
Intensificar la relación del OED con la clínica
Las personas que se encuentran en tratamiento por problemas de consumo de drogas
constituyen una población que puede brindar una información de primer orden sobre la
estructura causal del consumo. Se debería por lo tanto realizar alianzas estratégicas con
ciertos centros con fines de investigación. Pero en este proceso, se tiene que seleccionar
adecuadamente aquellos centros que entrarían a formar parte del proyecto ya que
muchos en el país no presentan las condiciones técnicas y éticas que les permitan
realizar tratamientos.
6.4.4.2
Realizar paneles de expertos
Un panel de expertos reúne a profesionales que tienen un conocimiento directo e
indirecto específico en materia de drogas. Por otra parte, la experiencia nacional e
internacional es mucho más amplia y la prevención en el país tiene que salir del círculo
en el cual se encuentra y abrir sus fronteras a nuevas ideas y nuevas experiencias. Un
panel de expertos puede apoyar el proceso de identificación de la estructura causal del
consumo al integrar los conocimientos cualitativos y cuantitativos.
136
6.4.4.3
Realizar la evaluación de la efectividad, eficacia y eficiencia de
los programas de prevención
La bondad de un programa de acción puede evaluarse antes de su implementación en
una población, al contrario de lo que se suele pensar cuando se lo evalúa después de su
ejecución. La condición consiste en trabajar con una metodología de grupos
experimentales y grupos controles. Permite disminuir considerablemente los costos y
asegura que el programa que se ejecutará en poblaciones tenga realmente impactos
probados.
6.4.4.4
Fortalecer el sector de las organizaciones de la sociedad civil
El esfuerzo de la investigación en droga a nivel nacional no puede limitarse a la sola
actividad del OED, ya que el conocimiento es universal y las necesidades son múltiples.
El Observatorio debe por lo tanto apoyar con recursos económicos y técnicos todas las
iniciativas que se enmarcan dentro de los objetivos nacionales.
6.4.4.5
Territorializar el OED
En su proceso de fortalecimiento, el OED debe buscar aliados estratégicos en los
territorios a través de los gobiernos provinciales, de los municipios y de sus instancias
de coordinación. Debería existir un esfuerzo mayor para motivar a los gobiernos y a los
actores locales para realizar un diagnóstico territorial a partir del cual organizar su
respuesta dentro de los objetivos identificados en el marco nacional de acción de
prevención y control de la droga.
6.5
EL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN EL ECUADOR
La evaluación del nivel del consumo presente en el Ecuador a nivel nacional se estima
en 4.9% en prevalencia de vida, cualquiera sea el producto usado, sin considerar los
estimulantes (0.2%), tranquilizantes (2.0%) y la categoría Otras drogas (0.1%). Dicha
medición demuestra que se mantienen los niveles de consumo en el país. La droga más
consumida es la marihuana (4.3%), seguida por la cocaína (1.3%) y la base (0.8%).
Entre las drogas de bajo uso, el hachís (0.3%) y el éxtasis (0.2%) representan los
productos de mayor prevalencia de consumo. El uso de tranquilizantes y estimulantes
sin prescripción médica presenta una prevalencia de vida de 2.0% y 0.2%
respectivamente. El 14.7% de la población a nivel nacional indica que durante los
últimos 30 días se emborrachó una o más veces, lo cual designa una población de
574.358 personas.
Cabe indicar sin embargo que tales cifras subestiman los niveles reales del consumo por
dos motivos principales.
1. Por ser el consumo un comportamiento estigmatizado desde el punto de vista
social y del marco legal vigente, una proporción de consumidores no lo
reconocen en dicha metodología. Sin embargo, no se puede estimar la diferencia
entre el consumo confesado y el consumo negado. Solo se sabe que el primero
es inferior al segundo, pero en una proporción que no se puede cuantificar
137
aunque el modelo de regresión logística realizado lo estima en cerca de 21.9%.
Con esta corrección, la prevalencia de vida del consumo de cualquier droga en el
dominio Quito (8.4%) podría ubicarse alrededor del 10.24%.
2. Debido al diseño muestral usado que selecciona un hogar donde elegir un
informante, ciertos grupos de población no han podido ser representados en la
muestra, como es el caso de las personas que viven en aglomeraciones de
menos de 30.000 personas, o sea la población rural e indígena, las personas
privadas de libertad, los grupos inmersos en fenómenos de movilidad social o
laboral, y de desplazamiento, los consumidores en centros de tratamiento, las
personas relacionadas con el trabajo sexual y otros.
Por ejemplo, en el estudio nacional en cárceles realizado en el 2006 por el Observatorio
Ecuatoriano de las Drogas, la prevalencia de vida del consumo de marihuana se estima
en 28.3%, 10.8% para la cocaína y 10.6% para la pasta base, lo que representa para la
marihuana una población de unas 4.500 personas involucradas en su consumo y que
deberían sumarse a las identificadas en el Estudio Nacional.
De esta manera, se estima que el país tiene que enfrentar una población de alrededor
de 309.087 personas involucradas o que alguna vez se involucraron en el consumo de
una o más drogas. El modelo construido con una regresión logístico-binomial brinda un
elemento para estimar la tasa de disimulación.
6.6
ACERCA DEL
PROTECCIÓN
MODELO
DE
LOS
FACTORES
DE
RIESGO
Y
DE
El actual modelo de prevención del CONSEP, cuya formalización se encuentra en el
Manual Ecuador, Estrategias de Prevención de Drogas a través de Municipios no
especifica la metodología con la cual se elaboró. Tampoco se articula claramente con los
procesos de investigación que desarrolla el Observatorio Ecuatoriano de las Drogas. Por
este motivo, el presente Estudio Nacional no puede validarlos. En el futuro, se
recomienda, por una parte, desarrollar un proceso técnico que permita fortalecer la
construcción de un modelo de prevención y, por otra parte, construir un sistema para
lograr la validación científica de sus hipótesis, entre otros, la realización de estudios
cuantitativos específicamente organizados para obtener este resultado. Esta estrategia
obliga a la construcción de un modelo coherente de prevención con un alto nivel de
operacionalización de las variables contempladas para la prevención.
El actual modelo de los factores de riesgo y de protección, a más de conducir a un
atomismo que confunde el análisis, tiene la desventaja de distribuir un cierto número de
causas según varias dimensiones sin diferenciar la dinámica desde la cual actúan.
Actualmente, se habla más bien de “vulnerabilidad” y de “riesgo”. El riesgo se refiere a
una circunstancia exterior, emergente o permanente, independiente del sujeto, como
por ejemplo una erupción volcánica, la presencia de las drogas en el tejido social, su
precio, la mala información disponible, las características del marco legal existente, la
inadecuación de los modelos educativos, etc. La vulnerabilidad se define como una o
más características de una persona, de una familia, de un grupo o de una comunidad,
no determinada por la o las circunstancias calificadas de riesgo, y que existe
138
previamente a la ocurrencia del evento catastrófico (R. Thom) o peligroso. En este
sentido, el concepto de preparación, “disponer alguien para una acción futura” (DRAE)
debería ser el eje central del trabajo sobre la vulnerabilidad. Sin embargo, lo que hace
que una persona en algún momento sea vulnerable a la droga se construye en su
historia, y el consumo se produce en un encuentro entre el riesgo y dicha constelación.
La fragilidad de la actual prevención es que espera al sujeto y se ubica en algún
momento de su desarrollo para generalmente intercambiar con él información sobre la
peligrosidad del consumo. Pero esta estrategia poco afecta su vulnerabilidad.
6.7
LA VARIABLE DEPENDIENTE
Un estudio cuantitativo es una de las tecnologías que permiten mejorar la arquitectura
de los programas de acción. En particular, puede aportar información sobre las hipótesis
contenidas en los modelos de prevención existentes. Como ya se indicó, debe existir una
relación estrecha entre dichos modelos y el diseño del estudio. En ciertas ocasiones, los
modelos de prevención existentes no permiten derivar fácilmente hipótesis cuantitativas
debido a su saturación en conceptos abstractos. Por ejemplo, decir que los “conflictos
familiares” constituyen un factor de riesgo, en este nivel de formulación, puede significar
cualquier cosa. No señala una estructura conflictiva específica.
Sin embargo, para lograr verificar estos factores, se tiene que llegar a una definición
adecuada de la variable dependiente, la cual tiene principalmente que lograr una
clasificación correcta de los consumidores. Como ya se indicó, el concepto de
prevalencia brinda la información más clara para el consumo del último año y el de
prevalencia de vida termina generando una información borrosa que aporta pocos
detalles sobre la historia del consumo más allá del año. Por esta razón, la realización de
análisis multivariantes debe construir una clasificación lo más adecuada posible de los
consumidores e iniciarla desde el mismo instrumento de medición.
De hecho, la información más importante se relaciona con:
1. El consumo actual o pasado, es decir la determinación de si el sujeto ha dejado
de consumir o si sigue consumiendo. En el primer caso, se lo calificará de ex
consumidor, y en el segundo, de consumidor actual.
2. Pero más exactamente, la definición de la duración del consumo debe basarse
sobre dos variables esenciales: la edad del primer consumo y la edad del último
consumo. La diferencia entre estos dos momentos temporales brinda la duración
del consumo.
3. La tercera variable se relaciona con la frecuencia promedio del consumo durante
estos dos momentos temporales y permite afinar la clasificación de los
consumidores.
4. Finalmente, se pueden usar ciertas variables adicionales para especificar con
mayor detalle dichos grupos. Una de ellas se refiere a los periodos de abstinencia
que pueden haber existido o no entre estos momentos. Un consumo continuo
puede tener mayor gravedad que un consumo que ha conocido periodos de
abstinencia.
139
Los estudios ulteriores por realizarse deben considerar estas variables, caso contrario los
grupos construidos no brindarán una buena separación de los consumidores, lo cual
disminuirá todos los análisis realizados.
6.8
LAS VARIABLES INDEPENDIENTES
Finalmente, cabe evaluar la calidad del conocimiento que ha organizado el presente
Estudio y que refleja el conocimiento general de los actores. El instrumento consta de
dos secciones. La primera se relaciona con las variables descriptivas del consumo, y la
segunda, con un conjunto de variables supuestamente explicativas del consumo. Cada
una de estas últimas constituye una hipótesis. En un análisis multivariante, una manera
de evaluar la fuerza de dicho conocimiento consiste en usar un modelo de regresión
logística en sus diferentes etapas, evaluar los grupos de variables que se introducen
progresivamente en el análisis en su capacidad de clasificación de los grupos. Un
indicador esencial de un conocimiento acertado se relaciona con la proporción de casos
correctamente clasificados a partir de variables que no se relacionan con el mismo
consumo. Por ejemplo, preguntar a una persona si consumiría o no una droga en caso
de tener la posibilidad de hacerlo para predecir su pertenencia al grupo de los
abstinentes o de los consumidores consiste en una operación tautológica: usar el
consumo para predecir el consumo. Se obtendría una buena clasificación en un modelo
de regresión logística, pero ningún conocimiento sobre la estructura causal del consumo.
6.8.1 Variables sociodemográficas, individuales y familiares
Las variables sociodemográficas, individuales y familiares del estudio clasifican
correctamente a solo el 12.3% de los consumidores.
Tabla 161: Tabla de clasificación
Casos observados
Casos predichos
CualquierPV3
CualquierPV3
Abstinentes
Consumidores
Porcentaje
correctamente
predicho
Abstinentes
4256282
Consumidores
17573
99,6
193538
27239
12,3
Porcentaje total
95,3
6.8.2 Variables sociodemográficas, individuales, familiares y de información
Cuando a las anteriores se añaden las variables relacionadas al nivel de información, el
porcentaje de clasificación correcta de los consumidores sube a 42.9%.
Tabla 162
Casos observados
Casos predichos
140
CualquierPV3
CualquierPV3
Abstinentes
Consumidores
Porcentaje
correctamente
predicho
Abstinentes
1838897
Consumidores
16459
99,1
57859
43503
42,9
Porcentaje total
96,2
6.8.3 Variables sociodemográficas, individuales, familiares, de información y
de consumo en los entornos
Con las variables relacionadas con el consumo en los entornos de la casa, del trabajo y
de los amigos, el modelo clasifica correctamente el 64.9% de los consumidores.
Tabla 163
Casos observados
Casos predichos
CualquierPV3
CualquierPV3
Abstinentes
Consumidores
Porcentaje
correctamente
predicho
Abstinentes
Consumidores
1655788
6958
99,6
28475
52538
64,9
Porcentaje total
98,0
6.8.4 Variables sociodemográficas, individuales, familiares, de información,
de consumo en los entornos y relacionadas con el entorno laboral
Con las variables relacionadas con el consumo de drogas en el entorno laboral, el
porcentaje de consumidores bien clasificados sube a 76.2%.
Tabla 164
Casos observados
Casos predichos
CualquierPV3
CualquierPV3
Abstinentes
Consumidores
Porcentaje total
Porcentaje
correctamente
predicho
Abstinentes
Consumidores
1657276
5470
99,7
19315
61699
76,2
98,6
141
Como se observa, al no incluir las variables relacionadas con el consumo de drogas, el
modelo logístico no logra presentar un buen nivel de clasificación de los grupos. Este
resultado evidencia la poca capacidad de las variables independientes elegidas para
representar la estructura causal del consumo. Implica la necesidad de fortalecer el
proceso de generación de conocimientos y una búsqueda de variables esenciales al
consumo. Este proceso exige una sinergia entre los principales actores de la reducción
de la demanda: la investigación, la prevención y el tratamiento. No entender esta
necesidad conduce a seguir ejecutando programas de acciones de limitada eficacia.
La prevención tiene que realizar una crítica seria de su saber y de su quehacer, ser
transparente y rendir cuentas. Debe analizar por qué carece en gran medida de
objetivos concretos y por qué suele describir lo que hace, y no lo que logra, o sea cuál
es la razón para no evaluar sus resultados, sino solamente sus procesos. Pero
fundamentalmente, tiene que examinar si se puede mantener su objetivo oficial,
“prevenir la farmacodependencia”, o sea intervenir algo que todavía no ha acontecido.
Como antecedentes, debe reconocerse que el problema del uso de drogas es mucho
más complejo de lo que se pensaba inicialmente. Ni el castigo de la conducta desviante,
en la oferta y la demanda, ni la asimilación del consumo a una enfermedad infecto
contagiosa con la exculpación del que pide la droga y el castigo del oferente, han
logrado disminuir su uso. Tampoco se ha podido modificar con las declaraciones de la
prevención integral el carácter ansiógeno de la actual sociedad, ni sus mecanismos de
exclusiones. El advertir la función reparadora del consumo, el fármaco como
medicamento y veneno, tampoco ha permitido elaborar estrategias eficaces en
tratamiento. El “buen uso del tiempo libre” se ha revelado una orientación ingenua.
Muchas de las “campañas de información” han tenido un carácter infantilizante o
terrorista y han terminado desprestigiadas por las mismas poblaciones hacia las cuales
se dirigían. Las definiciones de los objetivos de la prevención abundan en general, cada
una más amplia que las otras, como por ejemplo lograr el “desarrollo integral de la
persona”. Pero ninguna se ha concretado, por lo utópico de tales objetivos, pero
también por la ausencia de tecnologías que permitirían lograrlos. La caza y el secuestro
de los usuarios por parte de los “terapeutas vivenciales” habilitados oficialmente han
provocado un ambiente de terror, la reducción de la demanda y el alejamiento de la
atención.
En una sociedad ansiógena y saturada de drogas donde un cierto número de personas y
grupos se encuentran, por su historia íntima, en situación de vulnerabilidad, se estima
que las principales estrategias de reducción de la demanda deben lograr una
reingeniería de la política en los siguientes aspectos.
a.
Reorganizar los programas hacia una función de alerta que permita a las
personas prepararse ante el riesgo que presenta la existencia de las drogas.
Esta estrategia, a la cual se deberían asociar los mismos usuarios, propone una
redefinición del concepto tradicional de información sobre las drogas que
persigue objetivos lejanos y no de preparación y de acción anticipada. Además,
debe permitir la circulación de una palabra sobre las drogas en la red social y
los grupos involucrados, la cual ha estado casi ausente durante esta última
década.
142
b.
Favorecer la construcción de competencias personales y sociales para lograr el
desarrollo de una habilidad de autocontrol que permita evaluar y manejar la
situación propia de vulnerabilidad, o sea en personas no involucradas en el
consumo pero que podrían hacerlo, en personas que ya consumen para lograr
una práctica más segura de autocontrol en el mismo consumo, mitigar el daño
de su abuso, así como en los entornos inmediatos para limitar los daños
colaterales y aumentar su capacidad de contención.
c.
Construir mecanismos que permitan la mediación de conflictos en la
convivencia entre las personas implicadas en el consumo y las que no lo son. La
mediación implica a los consumidores y a los abstinentes, los hombres y las
mujeres en un enfoque de género, ya que el consumo se presenta mayormente
en los primeros y afecta a las segundas, los hijos y los adultos, los consumos
públicos de los primeros y los consumos privados de los segundos, así como los
usuarios y los abstinentes en el lugar de estudio, de trabajo o del barrio, los
asentados y los afuereños, como los que entregan la droga y los que la
adquieren. La mediación es un proceso no adversarial y cooperativo que debe
reemplazar el concepto de “guerra a las drogas” o de ganadores y perdedores
implícito en la actual política antidroga.
d.
Eliminar el castigo y el estigma sobre los usuarios para ampliar el acceso a los
servicios, mejorar la capacidad de acogida y de adherencia de estos últimos,
fuera de la violencia y respetando los derechos humanos. Cabe observar que en
la respuesta pública actual, existen más consumidores en el sistema penal que
en el sistema de salud.
e.
Focalizar las acciones en las poblaciones vulnerables y no en la opinión pública,
focalizar el control de la oferta en el crimen organizado y no en el pequeño
vendedor, y focalizar el tratamiento en los consumidores problemáticos.
f.
Desconcentrar la política hacia los gobiernos locales y favorecer la construcción
de soluciones nuevas asumiendo que lo que ha fracasado a escala nacional no
puede repetirse a escala local.
Incluso la llave tiene que entrar en un túnel oscuro antes de abrir la puerta…
143
7
GLOSARIO
PREVALENCIA E INCIDENCIA
En Epidemiología se denomina prevalencia a la proporción de individuos de un grupo o
una población que presentan una característica o evento determinado en un momento,
o periodo de tiempo ("prevalencia de periodo"), determinado. La prevalencia de una
enfermedad es el número de casos que presentan la característica, por ejemplo una
enfermedad o el número de personas que manifiestan una cierta característica, dividido
por el número de individuos que componen el grupo o la población en un determinado
momento.
Características de la prevalencia:
-
Es una proporción. Por lo tanto, no tiene dimensiones y su valor oscila entre 0 y
1, aunque a veces se expresa como porcentaje.
Es un indicador estático que se refiere a un momento temporal.
La prevalencia indica el peso o la abundancia del evento que soporta la
población.
En la prevalencia influye la velocidad de aparición del evento y su duración.
La prevalencia no debe confundirse con la incidencia. La incidencia es una medida del
número de casos nuevos caracterizados por el evento, por ejemplo una enfermedad o el
consumo de una droga, en un periodo de tiempo determinado. La prevalencia se refiere
a todos los individuos afectados, independientemente de la fecha de contracción de la
enfermedad. Una enfermedad de larga duración que se extiende ampliamente en una
comunidad en 2002 tendrá una alta prevalencia en 2003 (asumiendo como duración
larga un año o más), pero puede tener, sin embargo, una tasa de incidencia baja en
2003. Por el contrario, una enfermedad que se transmite fácilmente pero de duración
corta, puede tener una baja prevalencia y una alta incidencia. La prevalencia es un
parámetro útil cuando se trata de infecciones de larga duración, como por ejemplo el
VIH/SIDA, pero la incidencia es más útil cuando se trata de infecciones de corta
duración, como la varicela.
MODELOS DE REGRESIÓN LOGÍSTICA
Los modelos de regresión son modelos estadísticos en los que se desea conocer la
relación entre:
-
Una variable dependiente cualitativa, dicotómica (regresión logística binaria o
binomial) o con más de dos valores (regresión logística multinomial).
Una o más variables explicativas independientes, o covariables, ya sean
cualitativas o cuantitativas.
La ecuación inicial del modelo de tipo exponencial, en su transformación logarítmica
(logit) permite su uso como una función lineal. Las covariables pueden ser cuantitativas
o cualitativas. Las covariables cualitativas deben ser dicotómicas, tomando valores 0
para su ausencia y 1 para su presencia (esta codificación es importante, ya que
144
cualquier otra codificación provocaría modificaciones en la interpretación del modelo).
Pero si la covariable cualitativa tuviera más de dos categorías, para su inclusión en el
modelo deberíamos realizar una transformación de la misma en varias covariables
cualitativas dicotómicas ficticias o de diseño (las llamadas variables dummy), de forma
que una de las categorías se tomaría como categoría de referencia. Con ello cada
categoría entraría en el modelo de forma individual. En general, si la covariable
cualitativa posee n categorías, habrá que realizar n-1 covariables ficticias. Un ejemplo
con la covariable color de ojos:
Categorías
Azules (categoría de referencia)
Verdes
Marrones
F1
0
1
0
F2
0
0
1
En este ejemplo un sujeto de ojos azules (la categoría de referencia), entraría en el
modelo con F1=0 y F2=0, mientras que un sujeto con ojos verdes entraría con F1=1 y
F2=0.
Por sus características, los modelos de regresión logística permiten dos finalidades:
- Cuantificar la importancia de la relación existente entre cada una de las
covariables y la variable dependiente, lo que lleva implícito también clarificar la
existencia de interacción y confusión entre covariables respecto a la variable
dependiente (es decir, conocer la odds ratio para cada covariable).
- Clasificar individuos dentro de las categorías (presente/ausente) de la variable
dependiente, según la probabilidad que tenga de pertenecer a una de ellas dada
la presencia de determinadas covariables.
Los modelos de regresión logística binaria resultan los de mayor interés ya que la mayor
parte de las circunstancias analizadas en ciencias sociales responden a este modelo
(presencia o no de enfermedad, éxito o fracaso, consumo o no consumo, etc.).
TEORÍA DE LAS CATÁSTROFES
René Thom es el creador de la Teoría de las
Catástrofes. Recibió la medalla Fields,
galardón considerado como el Nobel de las
matemáticas, en 1958. Thom es un
matemático que construyó un modelo
topológico
de
las
singularidades
y
bifurcaciones, conocido como Teoría de las
Catástrofes. Describe los saltos o cambios
que se producen en los sistemas dinámicos:
físicos,
biológicos,
psicológicos,
conceptuales. La Teoría de las Catástrofes
estudia desde el punto de vista matemático
lo que vulgarmente se conoce como «la gota
que colma el vaso», esa mínima gota que
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provoca que el agua se derrame y se pase de un estado inestable a otro estable. Thom
demostró que para los sistemas en los que interviene una o dos variables y en los que
influyen hasta cuatro parámetros (tiempo, temperatura, gradientes...), hay siete
rupturas o catástrofes elementales, a las que se dieron nombres muy plásticos e
intuitivos: pliegues, cúspides, colas de milano, mariposas y ombligos –elíptico,
hiperbólico y parabólico. Hay procesos de este tipo cuya superficie característica
manifiesta una divergencia, como vemos en la Figura. Para dos valores muy próximos
(x,y), (x,y+dy), puede ocurrir que las sucesivas variaciones de x conduzcan a dos
regiones distintas de la superficie separadas por un “pliegue”, como ocurre con los
puntos P y Q. Obsérvese que P y Q están situados en zonas distintas de la superficie, y
no es posible el paso del uno al otro más que mediante un salto o discontinuidad. No es
difícil imaginar ejemplos, como el de una compañía aérea obligada a satisfacer toda la
demanda de pasajeros y cuyo avión habitual tiene una capacidad de 100 pasajeros, una
demanda de 101 motivará la necesidad de utilizar un avión mayor, incluso la de aterrizar
en un aeropuerto distinto. En pocas palabras, variaciones muy pequeñas del punto
inicial de partida derivan hacia resultados totalmente alejados.
TEORÍA DEL CAOS
Teoría del caos es la denominación popular de la rama de las matemáticas y la física
que trata ciertos tipos de comportamientos impredecibles de los sistemas dinámicos. Los
sistemas dinámicos se pueden clasificar básicamente en:
-
Estables
Inestables
Caóticos
Un sistema estable tiende a lo largo del tiempo a un punto, u órbita, según su
dimensión (atractor). Un sistema inestable se escapa de los atractores. Y un sistema
caótico manifiesta los dos comportamientos. Por un lado, existe un atractor por el que el
sistema se ve atraído, pero a la vez, hay "fuerzas" que lo alejan. De esa manera, el
sistema permanece confinado en una zona de su espacio de estados, pero sin tender a
un atractor fijo.
Una de las mayores características de un sistema inestable es que tiene una gran
independencia de las condiciones iniciales. De un sistema del que se conocen sus
ecuaciones características, y con unas condiciones iniciales fijas, se puede conocer
exactamente su evolución en el tiempo. Pero en el caso de los sistemas caóticos, una
mínima diferencia en esas condiciones hace que el sistema evolucione de manera
totalmente distinta. Ejemplos de tales sistemas incluyen la atmósfera terrestre, el
Sistema Solar, las placas tectónicas, los fluidos en régimen turbulento y los crecimientos
de población.
Sensibilidad a las condiciones iniciales significa que dos puntos en tal sistema pueden
moverse en trayectorias muy diferentes en su espacio de fase incluso si la diferencia en
sus configuraciones iniciales es muy pequeña. El sistema se comportaría de manera
idéntica sólo si sus configuraciones iniciales fueran exactamente las mismas. Un ejemplo
de tal sensibilidad es el así llamado "efecto mariposa", en donde el aleteo de las alas de
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una mariposa puede crear delicados cambios en la atmósfera, los cuales durante el
curso del tiempo podrían modificarse hasta hacer que ocurra algo tan dramático como
un tornado. La mariposa aleteando sus alas representa un pequeño cambio en las
condiciones iniciales del sistema, el cual causa una cadena de eventos que lleva a
fenómenos a gran escala como tornados. Si la mariposa no hubiera agitado sus alas, la
trayectoria del sistema hubiera podido ser muy distinta.

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