MONOGMFIA DE ACTUALIZACIÓN SOBRE SARCOCYSTIS SP
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MONOGMFIA DE ACTUALIZACIÓN SOBRE SARCOCYSTIS SP
MONOGMFIA DE ACTUALIZACIÓN SOBRE SARCOCYSTIS SP CON ENFASIS EN ZOONOSIS ESTEFANÍA NORIEGA FLÓREZ Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U'D'C'A Facultad de Ciencias de la Salud Medicina Veterinaria Bogotá' D.C. 2012 UDGA glpRe FEC!rA: 2o trFrr nuR zote MONOGMFÍA DE ACTUALIZACIÓN SOBRE SARCOCYSTIS SP CON ENFASIS EN ZOONOSIS ESTEFANfA NORIEGA FLÓREZ Trabajo de grado Presentado como requisito Parcial Para oPtar el tftulo de Médico Veterinario. Director: Dr. José Luis Azumendi Ollo Médico Veterinario Universidad Nacional. Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U'D-C'A Facultad de Ciencias de la Salud Medicina Veterinaria Bogotá' D.C. 2012 Nota de aceptación: Dr. José Luis Azumendi I lsaaclGallego Bogotá, D.C., Febrero 9 de2012 DEDICATORIA Quisiera dar las gracias principalmente a Dios, que me dio la opoftunidad de poder estudiar y ser mi fortaleza en los momentos más diffciles en todo este proceso. A mi madre, por tu ayuda y comprensión incondicional en cada etapa de m¡ crecimiento como una persona profesional. A mi abuela Cecilia, por tu apoyo y colaboración durante m¡ carrera' A Tonny, por ser mi compañla en todo momento' ya que tú @nvives con Especialmente quiero dedicar este trabajo a mi padre, esta enfermedad y por ti aprendimos a conocerla' ESTEFAN¡A T{ORIEGA FLÓREZ AGRADECIMIENTOS Expreso mis más sinceros agradecimientos a: Dr. José Luis Azumendi (Direclor FUNCEP)' por su valiosa y deg¡nteresada colaboraciSn en la real¡zac¡ón de este proyecto. y El programa de Medicina Veterinaria de la universidad de ciencias Apl¡cadas Ambientiales. y Cada persona que de una u otra forma me apoyó para el desarrollo culminación de este trabajo. CONTENIDO pás. INTRODUCCIÓN 14 OBJETIVOS 15 JUSTIFICACIÓN 16 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 17 1. Historia 18 2. Etiología 21 26 2.1 Taxonomla 2.2 Morlotogía del parásito y el quiste 28 3. 31 Epizootiología 31 3.1 Ciclo de vida 40 4. Transmisión 5. Distribución geográfica y prevalencia 5.1 Situación de la Sarcocystosis en Colombia 6. 6.1 Efec.tos de la SarcocYsfina Y Patologf 56 59 Patogénesis 6.2 Slntomas 47 a 60 63 7. Diagnóstico 78 L Tratam¡ento y Vacunación 98 9. Control y PrevenciÓn 103 10. Zoonosis 'l 1 . Conclusiones 12. Recomendaciones BIBLIOGRAF[A 't07 't 16 118 119 LISTA DE TABLAS Tabla 1. Algunos parás¡tos protozoarios y su ruta de transmisión' Tabla 2. Porcentaje de pacientes positivos a Sarcocysfis en cada uno de los síntomas relacionados. Tabla 3. Desarrollo del parásito y manifestaciones de enfermedad en humanos. Tabla 4. Parásitos protozoos enquistados en heces humanas' diferenciados por tamaño general, forma y caracterlsticas' 75 LISTA DE FIGURAS pá9. Figural.Sarcocysfrscruzi.Microscopíadecontrastemuestrabradozo¡tos iiÉi"¿os de un éarcocysfo. Figura2.QuistedeSarcocystishom,nisene|múscu|od¡afragmát¡code| 19 ganado. 25 quiste S' homrnis Figura 3. Microfotografía de banido electrónico del mostrando cada 30 Protuberancia. Figura 4. Ciclo de Sarcocystis bovihominis' 32 y Figura 5. Sarcocistosis. Ciclo de transmisión (Sarcocysfis suiñominis S. ñornints). de S' cruzi en Figura 6. Etapas multinucleadas asexuales (esqu¡zontes) pequeño vaso la; células endoteliales que sobresalen en la luz de un en ;6;rd elpulmón.' 33 35 de un animal Figura 7. Quistes de Sarcocysfi.s sp. en las fibras musculares 36 infec{ado. y macrogameto Fioura 8. Apariencia microscópica de microgameto Sáácyst^i sp. en la lámina propia del intestino' de .a r' que muestra los ooqu¡stes Figura 9, S. cruzi. Microscopla de contraste libres inÉao, qr" contienen dos esporocistos adyacentes' esporoquistes ee llDres' cada unocon cuatro esporozoitos y esporozoitos palomas con signos neurológicos'7O Figura 10. Microfotograff as de cerebro de gato con signos neurolÓgicos' Figura 11. Líquido cefalonaquídeo de un 80 Merozoitos (flecha) en un neutrófilo' Figvra l2,Merozoito de S. cruzi en un frotis sanguineo' 81 Figura 13. Ejemplo de infestación alta por Sa/cocysfis sp. por histologla el'músculo en ésofágico. ^^ 83 Figura 14. Sección transversal de un Sarcocysfo en una biopsia de músculoeúueÉtico de un ser u humano. (b) Figura 15. Ooquiste de Sarcocysfis homi':nis (a) y esporoquiste eriuna muestrá de materia fecal de un humano voluntario' Figura 16. Biopsia hepática que muestra necrosis y hepat¡tis Figura 17. Etrapa asexual (esquizontes) en la biopsia periportal' hepática' . 87 88 88 diafragmático Figura 18. Pared densa del quiste de S. frominrs en el músculo 89 del ganado. Figura 19. Sarcocysfis inmaduros de S' cruzi en el músculo esquelético' 91 y transversal Figura 20. Numerosos Sarcocysfos en la.sección longitudinal -^ 93 eñlos mtiscutos de la lengua áe una oveja' que muestra . Fioura 21. Sección transversal del músculo de una vaca núcleo central un con ;üld;;. i"-.i";; de miositls eosinofllica, cada uno de supuración. en un mrilsculo Figura 22. Microfotogrdfa de un granuloma eosinofílico bovino. 95 95 de una f¡bra Figura 23. Parásitos Sarcocysfis situados e-n el citoplasma I hamburguesas Parásitos similaró fueron ¡dentificados en 2 de 114 ñ;1";. estudiadas. 10 IONOGRAFÍA DE ACTUAUZACóX SOBNE !{RCOCY'T's SP coN ÉNFAsls El{ zoo}loslsr Estefanía Noriega Flórez' José Luis Azumendi Otto' 20tz RESUTIEN y Esta zoonosis paras¡taria emergente con alta prevalenc¡a a nivel mundial en p9co nuestro pals, qüe afecta diferentes especies animales y al ser humano' 9s los general .y ónoc¡Od y sübd¡agnosticada por párte oe la comunidad en las pü;;ior"É, d; n árro respeciivam'ente; por eslo se hace necesario recopilarpara po"¿' p,or¡"a"iones e investigaciones que se han. rea|izado ac{ua|mente' que debido a 96noqer los adelantos de eeta eitermeOad denominada Sarcocystosis, clínicos cuadfo: é;,-cistna pro¿uáoa por este micfoorganismo, ocas¡ona y def¡nitivo del r"réroi en el hómbre, siendo uá hospedador infermediario ?:9,1:por tas espec¡es s. trom,n,s únicamente patotogía causada es p"¿lito. Esta ;id;¡;t que' tiene'n- importancia. gn sajud Públ¡ca. El toxoide Antiv'-s.'Sarcois¡tna tao¡cáoo óórorn6i" por el laboratorio FUNCEP' ha demostrado el eteaos oe"nu- sarcocysitna y sus niveles en sangre, mejorando el sÉtema inmune de los pac¡entes tfatados. éstaoo genefar y a la vez "st¡rui"náo principalmenE por alimentos como came bovina pái.éri,na enférmedad transmit¡da sarcocysfis sp., malTogos vó'"iJrá, ,óéüres, trues'JgranósLontáminados-con y manipulación t"rtig"á"ón previa, se áebe mantener una adecuada higiene á came cruda o poco cocida, realizar campañas de alimentos, eütjar el diagnÓstico i"spec.¡on veterinári¡¡ adecuada e implernentrar sistemas de ñiñ;" ",i¿"rns Jññúi, i"; !t "6"""i¡"ái, rutinario y de v¡gilancia -ÑtlO" epidemiológica' vac'unacion' pel¡bras Clare: hrcocystts suitf,trrin s, furco(ystis tr,fltinis, zooriosls, Sarcocysttm, lTrabaio de qrado en modatldad monografía' t óiÁáor. ,*dico veterinario unlversidad Nacionat' veterinaria' úttit semestre' carrera de 'il;;i; ^¡lédicina GLOSARIO ANTROPOZOONOSIS: enfermedad animales. que transmiten los humanos a los por su APICOMPLEXA: son organismos protozoos que se caracterizan apical compleja, la cual solo puede ser revelada mediante "itt.tut" microscopía electrónica. que comprende los ciclos CICLO DE VIDA: vida completa de un protozoario endógenos y exógenos. presencia de DIGENE1C9 Ó DIXENO: ciclo de vida que requiere la ser vertebrado y dos hospedadores, ya sean dos an¡males vertebrados o un clclo otro invertebrado. formación COMPLEJO APICAL: está compuesto por un. conoide' una mecánica contráctil, en forma di muelle, que ejerce una acción tr**.0"i.", pái" r" pán"tt".ión del agente infec{ante en la élula hospedadora' que son enfermedades EpIZOOTIOLOGiA: estudio cientffico de las epizoot¡as, ónt"giot". que afectan a un gran número de animales' EsPoRoclsTo:sacoovesfcu|aqueconlieneesporasoé|u|as alrededor de un esporoblasto ;;;;;t*, oocysto. Envoltura que se forma cuando éste se desanolla en la espora' reproducción por EsPoRoGENEs|s, ESPoRoGEN|A: formación de esporas; esporas, esPorogonia' la esporulación después de la ESPOROGONIA: esporogenia, especialmente fertilización. ESPOROQUISTE: toda estructura que contiene esporasporo elcélulas cigoto iott" ¿" sa'co u oocisto' segregada reproduc'toras. Estructura "n ¿á"i"tto" ptot"zoarios antes de la formación de esporozoitos' en los esporozoos' ESPOROZOITO: producto final de la esporogonia ESPoRoZoo:protozooendoparásitoquesereproduceporesporu|ación. 11 ESPORULACIÓN: formación de esporas; esporogenia; forma de reproducción que consiste en la división espontánea en cuatro o más elementos hijos, cada uno de los cuales contiene una parte del núcleo primitivo' ESQUIZOGONIA (MEROGONIA): reproducción por esporulación sin fecundación; esporulación asexual. EsQU¡zoNTE(MERoNTE):formadedesarro||opofesqu¡zogénesisdeun protozoo que presenta alternancia de generaciones' ETloLoGlA: parte de la medicina que estudia |as causas de |a enfermedad. GAilIETOCITOS: élula madre de la cual deriva un gameto' GAMETOGONIA: reproducción por gametos' de las LIiIFOCITO B: élula que se genera en la médula ósea' Precursora élulas plasmáticas tras una estimulación inmunológica adecuada' gen o alelo en el LOCI: es el plural de Locus, que es el sitio que ocupa el cromosoma. MEROZOITO: espora formada de un esquizonte en la reproducciÓn esquizógena de los Protozoos' METROGITO: élula madre ITIITOGENO: agente que desencadena la mitos¡s' |a membrana que rodea. e| esporonto, después de g;metos. lnd¡v¡Juo protozoário en tal período de desanollo' ooc|sTo U ooQUISTE: ;;ó;; l.t y desanollo de las enfermedades o origen 'mooó PATOGENESIS, PATOGENIA: -óm'o obra la causa morbosa sobre el transtornos; especialmente, organ¡smo. PATOGENICIDAD: relativo producir una enfermedad. a la capacidad de un agente patógeno para L2 PERIODO PREPATENTE: etapa de la infección parasitaria comprendida desde el momento de la infección hasta la demoshación de la presencia del parásito. PERIODO PATENTE: etapa de la infección parasitaria en la cual se presenta sintomatologfa y es posible demostrar la presencia del parásito (directa o indirectamente). SARCOCYSTINA: toxina obtenida de protozoos del género sarcosporidia. SARCOCISTOS: cuerpo oval, globuloso o alargado que se forma en los músculos a consecuencia del desanollo en ellos de sarcosporidias del género sarcosporidia. SARCOCYSTIS: género del protozoo del orden sarcosporid¡a' sARcocYsT|s GRUZ|: sinónimo de S, boyj.canis, uti|izando a| bovino como hospedador intermediario y al canino como hospedador definitivo' SARCOCYSTIS HOMINIS: infecta al hombre. SARCOSPORIDIOSIS: estado morboso producido por sarcosporidias' de vida del ZOITO (BRADOZOITO O CISTOZOITO): etapa sexual del ciclo Sarcocysfr.s. ZooNoS|S:enfermedadinfecciosadeanima|esnatura|mentetransmisib|eal hombre. 13 INTRODUCCIÓN pesar de que se han realizado en nuestro pafs algunos trabajos de invéstigación sobre el Sarcocysfls sp. con diferentes enfoques, todavía .no eiste i¡n claro conoc¡miento acerca Cle la enfermedad en humanos y animales A ni su verdadera importancia, especialmente en el área de los profesionales de la salud. Mediante los estudios y proyectos reatizados, se ha podido comprobaf la existencia del parásito ño'sólo en los animales de producción ycompañla a nivel mundial, sino también en seres humanos, corroborando claramente a salud estia enfermedad como una zoonosis y a la vez un problema serb en Pública; que en la mayoría de los casos es subdiagnosticada' por En este trabajo de actualización se interesa principalmente en el hombre' ,ri t réipéo intermediario y definitivo det cicto d€ v¡da det parásito y a la ué. Oé una enfermedad zoonóüca de gran importancia epidemiológica' PTo.l" dejar óárcoc'stosis, la cual puede desencaóenar cuadros clínicos seveos; s¡n como nacional áá f"Oó U i¡ü"ción reát de este agente etiológico tanto a n¡vel internac¡onal. üi para cono^€r los Por esta razón, es necesario realizar una revisión de literatura que produce' con el fn cle avances de este microorganismo y la enfermedad contribuir al entendimiento de esta patología' 14 OBJETIVOS General: Mostrar el progreso actual de esta zoonosis emergente med¡ante artículos cientfficos y estudios tanto a nivel nacional como internacional sintetizados en una monografía de actualización. Esoecíficos: Realizar una revisión actualizada sobre el tema a través de los resultados de las investigaciones. Proporcionar la información existente de esta antropozoonosis profesionales y estudiantes relacionados con ciencias de la salud. 15 a JUSTIFICACóN Este trabajo se elaboró con el fin de reunir las nuevas publicaciones sobre el la comunidad universitaria no sÓlo el ofrecer Sarcocysfi.s sp. conocimienb de ése agente causal sino también los adelanbs de la nivel mundial, que desafortunamente no siempre es enfermedad diagnosticada, y que tiene un alto impacto en la Salud Pública' y a a 16 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Debido al gran desconocimiento y escasa ó n¡nguna importancia que existe este microorganismo altamente patógeno, por parte de los frente profesionales en el área de la salud, el cual puede llegar a afectar cualquier ser vivo, en especial a la especie humana, es necesario comprender los pocos avan@s y estudios que se han realizado actualmente a través de la invest¡gación. a L7 1. HISTORIA Azumendi J.L. (1997) menciona que los protozoarios del género Satcocysf,:s fueron reportados por primera vez en 1&43 por Miescher en el músculo esquelético de un ratón casero y se utilizó el nombre de Sarcospondra para describir dicho parásito, porque la pared del quiste rodeaba numerosos cuerpos diminutos y aparecían en forma de esporas. Desde entonces ha pasado por todo tipo de clasificaciones, llegando incluso a ser considerado como un hongo. Los doctores Sprindler y Zimmerman lograron cultivos del parás¡to obteniendo un crec¡miento comparable Aspergillus sp. y al producto porcinos cultivo lograron el desarrollo del contaminar con el del parásito y la enfermedad. an El anterior autor también descr¡be que los primeros reportes de infec¡ión con Sarcocysfr.s en humanos fueron descritos como un hallazgo casual de necropsias. Fayer R. (2004) revisó que durante los s¡guientes 20 años, el parásito se refiere simplemente como tubos de Miescher. En 1865, estas estructuras s¡milares se encuentran en el músculo de un cerdo, pero pasaron otros 34 años hasta que se propuso el nombre de Sarcocystls meischeriana gara identificarlos. Sarcocysfis proviene del griego: sar*os = carne, kysfis = vejiga. En 1869 Lindemann descubrió el Sarcocysfís humano denominándolo S. l¡ndemanni. Desportes-Livage l. y Datry A. (2005) establecen que en 1882 Balbiani, quien otros previamente ya había designado el término de microsporidios microorganismos, propone denominarlos con el término Sarcospondra, a estos parásitos de localización intramuscular. a Peña J. (2001) describe que desde 1888 cuando Moulé identifico al ganado bovino como el huésped intermediario de S. hinsufa (S. bovifelis)' los bovinos han sido considerados como los principales huéspedes intermediarios de varias especies del Sarcocysfis; en 1891 Raillet y Lucet identificaron a esta 18 especie como huésped intermediario del S. hominis; en 1926 Moulé lo hizo con el S. cruzi o S. bovrbanr.s. 934), Kean y Posey (1942) citados por Aganral y Sr¡vastava (1983), categóricamente reportaron que no habfa reacción inflamatoria Roberts (1965) alrededor de los tejidos afectados, mientras que Liu parásito y también pocos y linfocitos eosinóf¡los alrededor del encuentran algunas fibras musculares, fueron distendidas con la formación temprana de células gigantes. Hewitt y Gilmore (1 y McGill y Goodbody (1957) difundidos por Sánchez Karina (2003) demostraron el primer caso de Sarcocystosis en un humano vivo, mediante la técnica de frjación del complemento y en 1963 Baaver diagnosticó la Sarcosporidiosis en una persona viva por medio de biopsia muscular. Fayer R. (2004) hace referencia que no fue sino hasta 1967, 124 años después del primer informe de Sarcocysfrs, que los cuerpos fusiformes o en forma de media luna (bradozoitos) del Sarcocysttg fueron estudiados por microscopfa electrónica y algunos organelos se han observado en otros protozoos como Toxoplasma e Eimeria. FIGURA 1. S. cruzi. Microscopía de contreste muestra bradozoitos liberados de un Sarcocysfo' Ampliación, X 1000' (Fuente: FAYER R. 20M) 19 Fayer y Heydorn (1972) citados por Gómez y Perdomo (2000) descubrieron en Estados Unidos y Alemania respectivamente, la naturaleza coccidiana y el c¡clo heterógeno, que establece una relación predador-presa. Levine (1978) confirma que se encontró en Alemania en 1972, que el Sarcocysfis produce ooquistes en el gato, el peno y el hombre. Dichos ooquistes esporulan, de tal forma que se encuentran en las heces esporoquistes libres y raramente ooquistes. el Azumendi J.L. (1997) afirma que primer hallazgo de en Colombia, Sarcocysfr.s se le atribuye a Virviscas en 1934 y posteriormente a Guevara en 1974, quien reportó la presencia de un parásito alargado de contornos redondeados en el corazón de un bovino. Pero fue sólo hasta 1979 cuando se confirmó la presencia de Sarcocysfls en los bovinos. Según Mondragón M. (2005) los protozoos de este género se han considerado como parás¡tos de la musculatura de herbívoros u omnfvoros y su ciclo completo permaneció oscuro hasta 1972, en que Séller observó en cultivos celulares, conjuntos de zoitos quísticos, gametos coccidianos y ooquistes en diferentes grados de desanollo. Ese mismo año en Alemania, Rommel encontró ooquistes isosporoides en heces de gatos alimentados con quistes musculares de oveja. Es asf como durante por muchos años los Sarcocysfos se consideraron como no patógenos y su hallazgo fue siempre fortuito, por lo que a raíz del conocimiento del ciclo evolulivo de tipo digenético, es decir, requiere de un hospedador intermediario y otro definitivo para completarlo, se encontrar diversas manifestaciones de enfermedad, han llegado fundamentalmente en los hospedadores que se desarrolla la fase proliferativa o sean los intermediar¡os, en donde se presenta una formaciÓn de quistes repletos de zo¡tos o trofozoitos. Hoy en dla la paras¡tosis ocasionada por la infestación de este tipo de parásitos se conoce como Sarcocystosis, aunque en algunos libros de Parasitología se reporta como Sarcosporidiosis. a 70 2. ETIOLOGÍA Dubey y Lindsay (2006) citados por Bucca M. y cols. (2010) nos ilustran que hay al menos, tres especies de Sarcocysfis en el ganado vacuno, denominados: Sarcocystis cruzi, Sarcocysfis hitsuta y Sarcocysfrs hominis, con cánidos, felinos primates y/o humanos, respectivamente, como hospedadores def initivos. y De acuerdo con Fayer R. (2004) los métodos moleculares han sido utilizados para la identificación de las especies S. hirsufa, S. ñominiq y S. cruzi del ganado y el bisonte, estos fueron identificados por la secuencia de genes y productos del 18S ribosomal RNA por PCR (Reacción en cadena de polimerasa). Mediante este método el Sarcocysfis hallado en un búfalo de agua (Bubalus bubalisl fue casi idéntico a S. hominis (0,1% de diferencia), indicando que múltiples especies de rumiantes s¡rven como huéspedes intermediarios y fuentes potenciales de infección humana, pero los métodos moleculares no han sido utilizados para determinar las especies de Sarcocysfis encontrados en tejidos humanos. La anterior investigación fue realizada por Chen X.W. y cols. en el 2003 en China, donde un búfalo de agua fue alimentado con esporoquistes de un humano voluntario, quien previamente había ingerido quistes de S. hominis provenientes de un ganado infec{ado de forma natural. La necropsia se realizó I 19 dfas más tarde, y gran cantidad de Sa/cocysfos se encuentran en los músculos esqueléticos. Posteriormente los Sarcocysfls de este bufalo fueron infectivos al ser ¡ngeridos por dos voluntrarios humanos. Estos resultados fueron confirmados con otro estudio realizado por Chen X. y cols. (2010) donde 3 voluntarios humanos, después de consumir quistes de S. srnensrs, provenientes de un búfalo de agua (Bubalus bubalis), no produjo esporoquistes n¡ ooquistes en materia fecal, sugiriendo que los seres humanos no podrían servir como huéspedes definitivos para S. slnensis. Por el contrario, muchos esporoquistes y ooquistes fueron encontrados en materia fecal de un humano voluntario 11-29 días después de la ingestión de quistes de S. hominis. 2l Fischer y Odening (1998) y Yang y Zuo (2000) citados por Yang Z. y cols. (2003) describen que las regiones variables del gen 18S ribosomal RNA, han demostrado ser buenos marcadores genéticos para distinguir ciertas especies de Sarcocysfls, siendo una simple técnica de rutina y más económica, que el estudio de la variación en este gen d¡rectamente por secuencia del ADN. A pesar de que esto es posible, esta última técnica es costosa y poco prác{ica para la rutina de diagnóstico e investigación epidemiológica, en muchas zonas endémicas, en particular en los palses en desanollo. Vangeel L. y cols. (2007) realizaron un estudio para deterninar la presencia de Sarcocysfis sp. en came picada de vacuno en Bélgica, con especial atención a Sarcocysfi.s hominis, mediante la técnica de PCR besada en la secuencia del 18S ribosomal RNA. Se demostró que S. ñomrnrs estuvo presente en el97,4o/o de las muestras. Debido a que el consumo de came picada cruda es común en Bélgica y en otros pafses europeos, estos hallazgos pueden indicar un riesgo subestimado para la Salud Priblica. M. (2006) determina que afortunadamente, S. cruzi forma Sarcocysfls sólo microscópicamente, lo cual no afecta la apariencia ni el sabor de la came y no es contagioso a personas. McAllister Rejmanek D. (2009) comenta que en 1995, la zarigüeya de Virginia (Didelphis virginiana), fue identif¡cada como un huésped definitivo potencial de S. neurona, sobre la base de comparac¡ones de la pequeña subunidad ribosomal de genes de ARN, las secuencias de merozoitos en cultivos de élulas derivadas de un caballo infectado y esporoquistes obtenidos en el traclo ¡ntest¡nal de una zarigüeya. El anterior autor continúa explicando que para detectar con precisión las infecciones por S. neurona y evaluar la diversidad genética entre las distintas cepas, muchos métodos moleculares basados en PCR se han desarrollado. Estudios iniciales de caractedzación de S. neurona se centraron en la pequeña subunidad ribosomal RM, también conocida como la región 18S ribosomal RNA. Esta región fue útil para diferenciar S. neurona de otros coccidios relacionados tales como Toxoplasma gondii y Neospora caninum, así como muchos otras especies de Sarcúcysf¡s. 22 De acuerdo con el mencionado autor, en 1999 se demostró que las especies pueden ser diferenciadas sobre la base de la secuencia y la variación dentro de la primera región del espaciador transcrito interno (lTS-1); también se desarrolló varios marcadores genéticos usando un amplificado al azar de ADN pofimórfico (RAPD) que podrfan diferenciar a S. neurona de S. falcafula. En el 2005, otro grupo de genes recientemente identificados han sido utilizados como marcadores genéticos, denominados los genes de antígeno de superlicie en los merozo¡tos de S. neurona (snSAGs). Estos antígenos de superficie son una familia de proteínas ¡nmunodominantes, que se cree tienen función en la adhesión celular y su penetración, por lo tanto pueden llegar a ser útiles para el desarrollo de vacunas o en los diagnósticos de Mieloencefalitis Equina por Protozoos (EPM por sus siglas inglés Equine Protozoal Myeloencephalitis). en de En el 2006, se util¡zó otro método para identificar y comparar las diferentes cepas de S. neurona, el cual se define como polimorfismo y longitud de fragmentos amplificado (AFLP), este es un genoma completo basado en la amplificación selectiva de fragmentos de restricción. Aunque el método más sensibfe, para la comparación de diferentes cepas de S. neurona y el examen de la estructura genética entre las especies de Sarcocysfis, es el uso de marcadores de microsatélites, estos son secuencias de ADN dentro de las regiones compuestas por di-, tri-, tetra- o repeticiones de nucleótidos. Un estudio independiente en el 2008 con m¡crosatélites, mostró d¡stintas variaciones genét¡cas entre las cepas de S. neurona en diferentes partes de Estados Unidos, esta investigación demostró que las relaciones filogenéticas entre ciertas cepas de S. neurcna, están íntimamente ligadas a su origen geográf¡co. y cols. (2005) real¡zaron un estudio, que mostró una alta Elsheikha probabilidad de existencia de dos subespecies de S. neurona en los EE.UU. y una subespecie adicional en América del Sur, las cuales según su localizac¡ón geográfica podrían haber evolucionado de forma independiente, explicando así su capacidad para adaptarse a las diferentes condiciones ecológicas, a la vez generando una virulencia y severidad de la enfermedad distinta en sus huéspedes. Olias P. y cols. (2009), añaden que la caracter¡zación genética de las seóuencias ITS-1 y 28S ribosomal RNA de los Sarcocysfis 23 e son secuencias desconocidas dentro de los Apiamplexa. La altamente variable de loci de rRl.lA descub¡ertias ¡denüf¡cadas aquí, todavfa es generahnente necesaria para la identificación de una nueva especie, según Elsheikha y Mansfield en el 2007. Pequeñas variaciones genéticas tueron encontradas entre los seis aislamientos diferentes de S. Ércafula. Una comparacón filogenética de la 28S ribosomal Rl{A, rercló homologfas de secuencia an Frenkelia miqoti, Frcnkel¡a glarcoliy Sarcocystis neurcna. Solaymani-Mohammad¡ S. y Petri W.A. (2006) señalan que tres especies de Sarcoc¡afis han sido reconocidos en los cedos: Sarcoc)rsfrs mei*heiana, Sarcoc¡rsfis porc¡fel¡s y Sarcocyls suihominb, los huéspedes definitivos de estas especies son los perros, los gatos y los seres humanos, respectivamente, de estas tres especies sólo S. surhominrb tiene importancia en Salud Pública. Azumendi J.L. (199n expresa que desde el punto de vistia de h salud humana, vafe fa pena nombrar al S. fuvLhominis, también llamado E¡mer¡a homin¡s, /sospora hominis o S. fusírbrmis y el S. sur-ñominis, que tiene por sinónimos Endorinospra sui-hom¡n¡s, Isospora hominis, Leetina hominis, Meischeria utriculosa y S. porci-homlnis. De acuerdo @n la nomenclatura, estas dos especies realizan su repoducc¡ón sexual en el humano y la asexual en el bovino y porc¡no, respectivamente. Por otra parte, hay muchos reportes de quistes musculares en humanos y otros primaEs, pero hasta el momento no es claro cual o cuales son los huéspedes definiüvos de esta especie' lo que genera algunos problemas en su manejo epidemiológico. Hepp S. y cols. (2004) describen que los enfoques genómicos para detectar y mejorar la resistencia a enfermedades en los animales de granja, dependen en gran medida, de las diferentes carac'terísticas entre las razas su ñeredabilidad. Recientemente se ha descrito un modelo potencial (F2), para la investigación de la susceptibilidad / resistencia contra Sarcocylls me¡sche,r¡ana con raias Pietrain (Pl) y Meishan (ME), d6pués de la infeccitn oral con 5xlg4 esporocistos, ns áróás de bradizoítos en los tejidos musct¡lares, tueron 20 vebs más altae en lá '¿¡za Pl que en ME, esto se realizó mediante el análisis de QTL (loci de caractefes cuantitativos), para identmcar los genes de estas diferencias. y 24 -.=rf .* FIGURA 2. Quiste de Sarcocysfis hom¡nis en el músculo diafragmático del ganado. X 200. (Fuente: SAITO M. 1999) Euzéby J. (2001) señala que la especie S. su¡'hominrs es más patógena que la especie S. bovihominis. Acha P. y Szyfres B. (2003) añaden que una tercera especie, parece iaber en el intestino de cinco pacientes inmunodeficientes en Egipto "i¿Jen"óntraáa (el Naga efal., 1998). propuso Fayer R. (2004) comenta que el nombre de Sarcocysfis lindemanni se ,ná u"t pat" É Sat"ocystosis muscular en humanos, pero no se -.describió y la evidencia de múltiples quistes morfológ¡camente diferentes' implicadas en "i"i.r"ni" suoiere que probablemente hay varias especies de Sarcocysfrb como no considerado es r"J ¡nr""l¡on'"a humanas. Por lo tanto, el nombre común y ya no se utiliza en la aclualidad' 75 Rajkovic'-Janje R. y cols. (2004), mencionan que el Sarcoc¡rsfis también.es deñominado éysfrferous cocc¡dia, por su capacidad para iomar quistes en los tejidos de los animales intermediarios (Lucio y Loos-Frank en 1997; Hausmann y i{u lsmann en 1996). Además las especies de S€rcocysf¡s son genefalmente más específicas para sus huéspedes intermediarios que para sus huéspedes delinitivos (Dubey etal. 1989)- 2.1 TAXONOMíA iP::9 Levine (1978) afirma que situar taxonómicamente el género-era ürn nongo'"11: que un pensar era <tiffcil qüe el'Toxoptasma. Hasia se llegÓ a y merüoitos son muy similaies a los de E¡meria Toxoplasma' lo ároátéo, que indicaba que esta asignación no podía ser c¡ert¡a' t* se üene en cuenta Azumend¡ J.L. (f 997) establece que para su clasificaciÓn' el genoma' el tipo algunos aspestos muy especíñcoé, entre ellos se destacan' de reoroducción. foma ce tos óuerpos que produce en el momento de de tejidos oonde se mulüplica y forma de alimentafBe' ;ó.íññ;üó (1999)' el Sarcoc¡afi's se clasifica asf: De acuerdo con Cordero del Campillo M' Reino: Animal Sub-reino: Protozoo Phylum: APianflexa Clase: SPorozoastda Sub-clase: Cocc¡d Orden-. ¡as¡n a Euarcidiorilla Famif ia: Sa rcocY slklae Género: SarcocYlis 26 Especie: más de 200 reportadas Azumendi J.L. (1997) sostiene que se han conocido más de 120 especies, de las cuales hay'un ébvado porcentaje que no se conoce uno de sus dos hospedadores. Tenter (1995) citado por chen x. y cols. .(2010), varias espec¡es nuevas segrln -sarcocysfrs han sido encontradas y nombradas. de al phylum por epinnppxá, no íienen órganoE de locomoc¡ón espec¡ales y 8e repodücen y el ní¡On rñtin¡prá y gametogonia, los ejemplos son los coccidios, la malaria Youn H. (Z)09) explica que los parásitos pertenecientes piroplasma. L' y cols' Chen (2010), Jehle (2009) y Yang-(2001) citados.por Domenis óóiil]-*n.i"rdan que la'táonorñia del sarcoc¡rsfa sp' está basada en la parásito' óenetica, morfología y ciclo de vida del es un^grande y Escalante A. y Ayala F. (1995) describen-que el A.piamplexa descritas' con 60'000 en ütpn¡"-Oiri,m, cons¡stienáo en casi 500ó especies partir de los parásitos- de evolucionado a todavía, iooli t parásitos' "n son todos invertebrados marinos' Los Apicomplexa .otnplójo ápicat,' estructura que inspió el nombre' caracterizados pot especies hermanas o-e Ptasmódium y tos piroitasmas aparec€n como gigantea, V ToxoOlasna.U91lii' tres coccidios (Neospora áinitÁ, S"n icWtis las secuenc¡as de nucleótidos familia Sarcoc¡atoael, segúl b ómOaraqó1-qá estadística del60%. oi, ü. g"""J í"r nNÁ ¡Oo-somat, con una fiabitidad ii,ffi;rñil"dai los "l loJtát Gontinúanexplicandoqueloscoccidios¡ncluyen..especiesparasitari?sde ellos son parásitos de los moluscos y anétidos trñnot, pero mucnos.O-e coccidios' como el Cryptosporidium' mamlfeos y otros verteoárlis' c¡clo de v¡da dentro un ;;;';;-¿;itót tónogeneüós, Lpacesde coJnoJetalsu ingyY-"ldo Neospora' saruocvsf's solo huésped. sin emuarg;itñ5óoio'9t' desanollo ffi"ü *n o¡g"ná-tió;-tá"ctgenot) Toxoplasma, sucesivog' huéspe<les dos de iequieü v 27 porque su completo Los mencionados autores demuestran según sus resultados, que el parasitismo digenético ha evolucionado varias veces y su origen es anterior a los reinos plúricelulares y a los vertebrados teneslres, los cuales se ven afectados actualmente. que Volypka (1998) y Mugridge (1999) c¡tados por Olias P..(2009), consideran sp' fos iaxones Frenket¡a sp. son un sinónimo de Sarcocysf's BrokeA.yco|s.(2011)ana|izaron|aestructurade|geninterferónfac-tor realiza un papel importante en la ü"iáooi ? Airzi en él cerdo, el cualpero se desconocía su tunción en la ,!!f,u.|.É ¡nnLta óntra la infección viral, Se identificaron dos polimorfismos de nucleótido único de cerdos (sÑ-üi, aÑÉ-;?¡-8G' c v sNP 9.761A>. G'. en las razas por i"f&¡ó" de parásitos. sl que dúrante la safcocysfis infección reducción la tinfocitos, de nivetes ,áiiii¡áni,",el atelo G se asoció con attos Esto -Th2 dominante' áe bs niveles de plaquetas y una respuesta lgGl i"rJitt¿ qré ei aléo se asoció con una mejor salud e inmunidad del huésped durante la infección por Sarcocysfis lomeróiaps. enconhó' b 2.2 MORFOLOGIA DEL PARASITO Y EL QUISTE K' (2003)' señalan que Gestrich, Mehihom y Heydorn citados por-Sánchez bovinos' por ;;-eros Ln eétudiar la morfologfa de los -sarcocvsfis ha sido continuado a t""O]" ULI microscopio ele*ion¡co; este mismo .estudio en 1976' Charleston y través de los años, por científicos como Boltner charleston en 1989 v róá-a; Dubev' speer.v üii,-.,i"ñ, rs-g?.bu¡ev et "1"" áttot, que hañ concluido que las espec¡es de Odening et al en rsss quiste' f;;;ü" ;;;;;tñ,; "nii" por medio de la pared del óue¿Ln diferenciar de-lo-s^ quistes musculares del Azumendi J.L' (1997) añade que la morfología el Éospedero intermediario'yvarlanla Sarcocysfls que se ¿"s"irJllán en especie' de tos hospedadores de considerablemen,", o"p"nJü^üó ae ta elongado o 'Eátt en un cuerpo cilíndrico' de túbulos edad de los quistes et quiste consiste cuerpos reci.ben el nombre fusifonne y con aparienci" ññ";' por una membrana que contiene de Miescher, se encuentrán encerrados en forma de hoz conoc¡das como áuáles o millares de esporas '"oon¿iá¿ás' iuJpena¡¿os en un líquido compuesto cuerpos de Rainey, qt"-"tü" 28 principafmente pof toxina del parásito llamado sarcocystina. Estos ttibulos varían mucho de tamaño, desde 5 centfmetros de largo hasta algunas que requ¡eren detección microscópica y son las más comunes. cuando los quistes son más visibles aparecen como pequeñas llneas blancas dentro de las f¡bras y musculares. cada quiste del parásito contiene tubos cilíndricos blancuzcos una supemcie lobuiada. La membrana forma el revestimiento externo del quisté.mostrando estriaciones radiales y de estas se extienden prolongaciones que div¡den el tubo en compartimientos septados' tubos El mencionado autor comenta que el desanollo completo de estos por 4 a-5 de Rainey, éitos miden 12 a 16.micras de largo' r;;;üü;rfos y contienen'un más extremo en el situado núcleo elongado ñircrá" o" ancho quistes deben se tos iéJónoea¿o de la espora. Las variaciones del tamaño de parte óerit¿¡ca, posee siempre formas.juveniles capaces.de lo que implica á¡uü¡rr" .."rüahente. Asf el parásito sigue multiplicándose, consumo de el quiste viable poi mucno tiempo' continuará o toxina del sarcocvsfis irú¡"-"ió üu¡r¿ produúándo sarcocyitina quiste tiene una estructura f¡na' pared áel liberándola al tonente sangufneo' La La capa extema cas¡ de uña micra de espesor con dos capas' j¡en¿o nomogénea' menos elec{ro densa y el es más ancha que la interna material es septado. ;q;;; t, il" ;;ñ; I ;;iü;l;;;; hospedador definitivo El mismo autor nos itustra diciendo que cuando . un fase sexual del parásito' ; ¿i sé de^sanoila la consume estos quistes v¡aút ; 13 a 17 micras de diámetro con una miden ooquistes óue *t¡áná " luz "ritinar qr" e" oasüitJli¿gii' g"n"'"ltenteésta se rompe en laLos doble cutícula, interior' su -ün" ¡ntestinal liberando lo. ool"áüoüdtñtt".t 9"n19ii9o," "nque por la acción bastante lábil' d'tícula po."-"n también. esporoquistes 4 intestinal se. rompen delando libres los i" de las proteasas que nay "n su interior' Los esporozoitos son las esporozoitos qr" *nt,"n"üá" 'ño "n intermediarios' i'i formas maduraa *p"a"" o"-óttt"tin"t " los hospedadores posee diciendo que el ^Sarcocysf¡s ñomin's' Saito M. y cols. (1999) nos ilustran de i'izó¿'¿oo'' 80-384 micras v el espesor ouistes que miden un de barrido ¿" a'"'o'iidrli ns'licrogratias electrón¡cas x Q'7'1'1 la oared det quiste ,.t"ifá'" un Émaño mostraron que las".p'otuuJtJJil-t¡G-" elnúcleo' de eílos microtúbulos en ñ;;;:;;"i';; 29 de 3'143 qü¡8te FIGURA 3' Microfotograffa de barido eteclón¡co del 10 micras x S. t om,rnis mossan<tó cada prot¡berancia' Bar = 22OO' (Fuente: SAITO M' 1999) los- esporoquistes , elipsoidales Los anteriores autorea describen que x m¡cras en tarnaño, contenían detectados en las heces me¿an i¿.g¡s 9.5-10 quistes de S' ñom¡njs 4 esporozoitos y un gran *"tpo ót¡O'al intemo' Lo-s pared gruesa que es Jrü,íiár-r.á óng¡tu? oe ¿.zbo mioas y tienen la propoióionaoa con-protuberancias en su superfi cie' d-e S' st"ñominls' miden de 12'3 a Fayer R. (2004) confima que los ooquistes micras' . Esporoquistes conüenen cuatro óoi ra,s á- zo,ogánutar' Los'espoioguistes de S' sulhomlnis esoorozoitos y un cuerpo t"s¡JJái soh en promedio de 10,5 por 13,5 micras' ;;:; ;id;; :t0 3. EP|ZOOTIOLOGIA SegúnEuzébyJ.(2001)|aSarcosporidiosisySarcocystosissonenfermedades de quistes pertenecientes al fárásitarias, óausáOas'por coccidios forma<iores oénero SarDocvsüs, qlya repoducción sexual se lleva a cabo en el tracto quistes co11 ini"rt¡nai Og¡ hbspedadbr ddnniüvo y el ciclo finaliza brmando El ó;áJójJ,tol de ücatización muscuár en et hospedadof intermed¡ario.que grupo de-especies para un i""d;ser hospedador intermediario defnitivo del S' ñominrs y el y hospedador i" han definido'claramente ññó. no "¡. S. meisheriana. (2003) comentan que estias. enfermedades también pueden ser deriominadas Sarcocistiasis ó Sarcospononsts' Acha P. v Szyfres B' género Sarcoclaüs pueden Azumendi J.L. (1997) af¡rmó que los parás¡tosdel una la los humanos prüuc¡endo dos üpos de enfermedad: afectar parásito de h fase aserual del Sarcosporidiosis, que se y en-la olal el hombre actúa con formación de qu¡stes en'ái tn'Osiufo estriado t¡po es'la Sarcocystosis' que está como hospedaoor ¡ntermeü¡a-¡ó el intestino del hospedador definiüvo' relacionada con la fase *tuát a áil;;iG*nolb giótt "n año, que los hospedadores El anterior autor también reporta, en ese m¡smo otras palabras' somos l"riitii¡tól o"i Sarcocystrs Jmos'los depredadores' ensu carne' mi€ntras que para consumir todos los que matiamos orros an¡males precisamente' aquellos animales los hospedadores ¡ntenññ;t que de 6s depredadores' Esto implba' herbfvoros que van a parásito' el presa contam¡nada con ""*iO"-piésa cuando un hospedador d"ti;ñitJ;;ta una éúm¡nar las formas que infecüarán a aquel se contiamina p.ra pl,t'iá-¡óit*te hs presas. óñ 3.1 CICLO DE VIDA s€-conoce desde 1972' cuando se Azumendi J.L. (1997) añrma, que el ciclo y los como hospedadores ¡ntermediarios encontró en herbívoros V ót'nüóiot' üÑ"otos como hmpedadores definiüvos' 31 y Laarman (1980), citados por Cadavid y Erazo (2001), que encontraron el ciclo de vida era heterogéneo, teniendo la fase asexual en los an¡males que se portan como presa, denominándolos huéspedes intermed¡arios (Hl) y la sexual en los depredadorés o huéspedes def¡n¡tivos (HD). El Sarcocysf,s requiere de dos huéspedes para completar su ciclo de vida. Según Tadros -!:,¡}.r-?r ffi. ,@:@@: '/ñ\ \V/ \e,/ & ,@ ) _d' @* <I-5 @ tl FIGURA 4. Ciclo de Sarcocystis bovihominis. 1 . Liberación de esporocistos y esporozoitos en el intestino del bovino, 2-5. Merogonia: 2, 3. Merontes y Merozoitos en el endotelio vascular, 4, 5. las m¡smas etapas en los músculos (Sarcocysfos), 6-8. Gametogonia en los seres humanos 7. Microgametocitos, 7. Producción de microgametos 8. Macrogametocito 9. Fertilización de macrogameto, 1O-12. Esporogonia: 10. Ooquistes, 1 1 . Ooquistes con dos esporoquistes 12. Ooquistes maduros expulsados en el medio ambiente. (Fuente: DESPORTES-LIVAGE l. 2005) 37 E ó9 gE FEtr .¡i rT ',;F v) 3i e.SSEEg 3 ÉFL alÉ @ g-gE - '€E:5 E !a ü >ü l9ó 9; aá ?o :9 .2 ¡6' 5.3 c¡ 'i E R9 ¿t= :E =? eiee€ a:E -' a a ó: + :*EáEM I ;:- EEEAA€ !\l¡¡ aOÉ i< ü,/i Ei .* 9E ÉE;EEE EEE"-;: 33 g N h 3:E + 'qE i 9=d, ñü 'r.e ¡ri ; 6b tr:1 B ¡ ttt .!! <ó GO H ^^ R E d ,? = Azumendi J.L. (1997) asegura que al nombrar al género Sarcocysfis, se está hablando de un parásito unicelular que necesita de una célula superior viva para poder reproducirse, que realiza su fase sexual en las élulas del epitelio intestinal, de aquellos animales que son carnívoros u omnívoros, mientras que su reproducción asexual es en las células del epitelio vascular y muscular de las presas. De acuerdo al anterior autor, los esporocystos parecen ser estructuras con una gran capacidad de supervivencia, pudiendo permanecer vivos por muchas semanas, en temperaturas entre los 18 grados centígrados y los 35 grados centígrados, con una humedad relativa del 10oÁ o más alta. Los esporocystos son ingeridos por el hospedador ¡ntermed¡ario bovino, luego se liberan en el intestino delgado, donde penetran la mucosa, entran a las élulas endoteliales y alcanzan las arterias de mediano y pequeño calibre de todo el organismo. El mismo autor afirma que la exposición de los esporoquistes viables a la tripsina y la bilis existente en el inteslino del hospedador intermediario, estimula el rompimiento de la pared a lo largo de la línea de sutura, liberando y est¡mulando los esporozoitos, que traspasan la pared intestinal para posteriormente ser transportados por el sistema linfático y sanguíneo, a diferentes órganos donde se desarrollaran, en el epitelio vascular, en forma de esqu¡zogonia. 34 * *,3: FfGURA 6. Etapas multinucleadas as€xuales (esquizontes) de S. cruzien las células endoteliales que sobresalen en la luz de un pequeño vaso sanguíneo en el pulmón. Hematoxilina y eosina. AmpliaciÓn' x 1000. (Fuente: FAYER R. 2004) Azumendi J.L. continúa diciendo que en el hospedador definiüro, se lleva a cabo la fase sexual del parásito dentro de las élulas de la lámina propia del intesüno delgado. En el hospedador intermed¡ario, s€ desanolla la fase asexual a través de varios pasos: inicialment€ se reproduce en el epitelio de arteriolas y vénulas para postefiormente, vla sangulnea, llegar a los miocitos del múscrilo esquelético y cardfaco donde se enquista. Cuando el huésped definitivo ¡ng¡efe los alimentos contaminados crudos o mal cocinaclos que 35 contiene el parásito, los cystozoitos son puestos en libertad e invaden el tejido gametocitos masculinos intestinal, transformándose direciamente (microgametos) y femeninos (macrogametos), este proceso se completa de 18 a 24 horas post ingestión. Posteriormente se real¡za la fertilización de los macrogametos por los microgametos, para que por esporogonia y esporulación entreguen como resultado, la formación de dos esporoquistes ovales, que serán expulsados por las heces, para contaminar los huéspedes intermediarios y así completar el ciclo. en a Domenis L. y cols. (201 1) señalan que en el hospedador intermediario, después de la ingesta oral de ooquistes, los parásitos entran en la fase de reproducción asexual, que a havés de cuatro generaciones de merozoitos, conduce a la formación de quistes infecciosos (Sarcocysfos) dentro de las élulas del músculo (estriado, liso o cardíaco). Los quistes se pueden desarrollar prácticamente en todos los tejidos musculares, pero el corazón, el esófago, el diafragma, y la lengua son los órganos más frecuentemente afeclados. También se pueden encontrar en la medula espinal, cerebro y las fibras de purkinje. :-* 0 { FIGURA 7. Quistes de Sarcocysfis sp. en las fibras musculares de un animal infectado. Coloración de H-E. A, x 100; B' x 400. (Fuente: LATIF 8.2010) 36 Peña J. (200'l) añade que el Sarcocysfis es uno de los parásitos de mayor prevalencia en el ganado de abasto, principalmente en la especie bovina. Se ha compobado que estos son los hospedadores intermed¡arios de muchas de las especies de Saroocysfis (Dubey, Sepper y Charleston. 1989). Un estudio realizado por la misma artífice en la ciudad de Sao Pablo, sobre prevalencia de Sarcocysfis en ganado boüno; demostró que el 100% de las muestras de músculb analizadas eran posiüvas a Saroocysüs, de las dales el 96% tenía una infección mixtra enfe S. homin¡s, S. ñi¡sufa y S. cruzi' La anterior autora menciona tjambién que el hombre es infestado por el parásito, mediante el consumo de came boüna ¡nfestada con quistes de S' 'hominis. Dentro de cada quiste existen numefosas formas sexuales del parásito (bfadozoitos y metrozo¡tos), que sefán liberadas dentro del intestino bel huésied defin¡t¡vo, por la acc¡ón de enzimas proteolíticas que digieren la pared Oá quiste. Así los metrozoitos y bradozoitos liberados del quiste, propia' ienetran bájo el epitelio del intesüno, abjándose en la lámina y microgametos, ieguidanenté eslos se dibrenciaran en macrogametqs inióiando la repro<tucción sexual que dará origen a los ooquistes. que éiporufaren deiltro det intestino, cada ooquiste tiene en su interior 2 esboroquistes que a su vez contienen 4 esporozoitos por cada uno' y FIGURA 8. Apariencia microscópica de-mioogameto tááóltéto'ae sarcocvsfis sp' en !q-!lTl9.q1o¡9J' oel intÑno.ltpriación, * 1000. (Fuente:VELASQUEZ 2008) 37 FIGURA 9. S. cruzr. Microscopía de contraste que muesfa los ooquistes intaciG que conüenen dos esporoc¡stos adyacent€s, esporoqu¡stes libres cada uno con cuatro esporozoitos y espoozoibs libres. Ampliación, 1000. (Fuente: FAYER R. 2004) Cuellar (1990) describe que el hombre es el huésped definitivo de <los especies de Saroocysfs: S. hominis (Raillet y Lucet, 1981) y S. mei*heriana Cfandros y Laarman, 1976), cuyos huéspedes intermediarios son los bovinos y los suinos respectivamente. Se ha comprobado que el hombrc, puede actuar como huésped intermediario del Sarcocysfis sp., desanollando una enfermedad multisistémica llamada SarcosporiJiosis, caracterizada por miositis eosinofílba (EM por sus sblas en inglés de Eosinophil¡c i¡tyositis); aunqueaún no se tiene claro de que especie se trata, se sabe que las aves y los felinos pueden actuar como huéspedes ¡ntermediarios de esta especie. Fayer R. (2004) añade que todas las espec¡es. de Sarcoc¡ats, deben completar sL cicló de vida en determinados hospedadores, sean ¡ntermediarios o def¡nit¡voS O en estrecha Colaboración con las especies relacionadas c¡n el huésped. 38 y espec¡es Domenis L. y cols. (201 1) afiman que el gana<lo doméstico otras hospedador como pueden ac.tuar Bubalus, ni- leréro" bos eison Sarcocystrs para Sarcocysis hominis, Sarcocyl's cruzi, ¡nt"i.eOÍ"t¡o -ioJpeiladores especie que única la es por homin¡s, S. oeniitivos Á¡rsrt". suihominis (hospedador inrermed¡ario, suidos oe domésticoo y salvajes), son seres humanos' y l" il;¿tiá-;d;rás y s. 39 4. TRANSMISIÓN Según Euzéby J. (2001) parásitos @mo Entamoeba histolytkn' Cytospn caietanensfs,- Toxoplasma gondii y Sarcocysfis sp., son los principales pótozoarios fansmúidos porlos alimentos en los pafses en vla de desarrollo, i¡egánOo a causar vedaderas epidem¡as que. traen como @nsecuencia los al¡mentos por medio ñiO¡Oas humanas y económicas; aigunos contaminan bel contacto fecal y otros como Sarcocysfrs sp. y Toxoplasma sp'.están presentes en estos ómo parte de su ciclo biológico, se ha podido establecer lue bs oarásitos que forman quistes en la musculatura de las especies ;;ré;tidt üá coñsuto humano, consütuyen el SoYo <le las enbrmedades transmiffi as Por alimentos. DeacuerdoconShanezRebecca(2002),debenserten¡dosencuentiavarios ganado a los seres otteiÑpát"conocer h trans¡nisbir de los patógenc del patógeno' que ñu*anoi a través del agua. Inicialmente, el ganado excreta elpor una de tres O"¡" áC"ñr"r un abast&imiento de agua. Esto puede ocunir snowmelt' directa del patógeno eñ el agua, por precip¡tación o permanecer en "iórJCiOn ñ;Fltbsuperficie. En seéundo lug.ar el patógeno debe celulares. Esto ún'átn¡¡,Lnt" qui permita ia-dnsenación de sus tunciones durante el ái ilto!énb ini"i", uná nué* infección en seres humanos debe haber una concentración ü;;üüJ;Jrá-en el amo¡eñte-Finatmente, en seres alta de patbgenos, para iniciar una nueva infección ruras' ;p.; ili*¡i" "rii'entét"nte humanos. se llevan a cabo en La anterbr autora añade que las etapas sexuadasen animales de presa' iñirñi'r'J" ptánores, mienüas que lai ase¡<uadas actúan como vgctoles átigueya y el hombre' Áiáúno".ñ¡t"les tales "o*ólá sarcocist{' peP. ry para la misma especie' sino #ilü'iüs-áfi;óo- ile.;;ü ñüñ;ste"ric¡oao oe rru¿sped intermediario v definitivo' d9l tlgo de vida indica que el Azumendi J.L. (1997) seftah que la- historia el músculo del parásito es ingerido por los'camfvoros -contam¡nado'que @nsumen eliminar ñlliüi"oói para .posteriormente así ;J ; ñ;*'-gias-utátinas'a @ntaminando de ú"iet ó'aguá inO¡-rectamente los alimentos in-termediar¡o esporoqubtes con ta matáa el medio ambiente V " @nsumo humano o an¡mal' 40 En todos los casos se considera que la principal fuente de conüaminación es la y oral; sin embargo, se debe tener en cuenta puntos tales como la conjuntiva las heridas contaminadas. La presencia de senos en la piel sugiere como posible alternativa la entrada c¡ntaminadas' Este óór-*ni"áo directo de la piei lesionada con superficies irecho fue demoskado en una investigación realizada en el laboratorio rúñcEp en Bogotá D.C., cuando los bradozoitos aislados de un paciente que humano fueron ciclados por dibrentes especies animales. De los animales fase la se fei otrec¡O el parásiio, sólo los felinos y las aves desarrollaron uñas y colmillos O" éstos sá obtuvieron los esporozoitos viables en las posteriormente se contaminadas. ""rr"l, ál' t"i¡no", uñas picos en aves por contaminación y contaminaron algunos macacos, unos por vía oral otros anterior nos Já ,ná ñ"i¡0. áesanollada experimentalmente en la piel'a Lo los primates' sugl;re que los arañazos pueden ser una vía de transmisión y Fayer' el explica que de acuerdo con trabajos del dodor El anterior autor sanguíneas, .esto sliárvli" ilede ser iransmitido por transÍusiones otro o de un una pos¡oiá vía de tránsmisión de un humano a todas las etapas del ciclo' animal a otro s¡n que sea nác¿sario que se cum.plan torma de co¡taminación tenga éxito el Vale la pena resaltar que pái" q," hematófagos no son "it" donante debe estar en parasitemia. Los artrÓpodos debido a gue pero se conocidos como vectores del parásito, .sospecha insecto' En un de un ióg¿1, reporto un-qulste en la musculatura demostró la transmisión transplacentafia experimento por Kutkiene (iégs) de SarcocYsfis' ;;;;3ú1r;; ñ;"-;;l; ; E|m¡smoautorafirmaqueesa|tamenteposible|acontaminaciónde|prepucio bien por la mala át del macho y la transmisión Ji"-*si"f y it"1-dl:L"tbra' hechos se ha los La demostración de por mismo el higiene o .a;o-sex-uat' giq;á exista la presencia del parásito dentro del logrado en bovinos y *n'not' que en estas cond¡c¡ones no es útero. da mottvos arn",rniáa p"ia p"n"a, imposible lograr la gestación' la fase aguda' los Euzéby J' (2001)' se sabe 9u" !Yl:nt" de las v-acas gestantes e infec{ar al taquizoltos pueden atravesii-rá ói"""nt" fac'tible durante la primera De acuerdo a feto. Sin embargo, ""tt-io"l¡iiááJ sób es 4r gestación, después de la infección, ya que ésta determina un estado de inmunidad que implica la muerte de los taquizoítos circulantes. y El mencionado autor expresa que los artrópodos coprófagos, las aguas los vientos también pueden diseminar los esporocistos' M. (2006) comenta que según la mayoría de las encuestas son ,"ál¡i"oa" se inconiró que la gran máyoría de los bovinos adultos perros' McAllister int"aáoo. @n s. cruz¡, aunque el ganado en las granjas no cuenta con a sitios distantes pof lo cual sugiere que los espoioguisies pueden extenderse el viento. que.las siguientes personas t¡enen Ondrasik Nicholas y cols. (2008) sostienen ¡*"'ct"t"é por sarcocysfis: gente que come la carne de condiciones cerdo cruda, granjeros' que crfan ganado o cerdos' an¡males de subproductos pueda ingerir ránit.¡"" deficientes, áonáe "e heces' las contaminados o que contaminen los alimentos con ;;ü; üi";i"'d" ;aJ-; de transmisión incluyen el agua' Los anteriores autores explican que las rutas pod-emos.encontrar protozoos como t el polvo, en estos fertilizantescoli' Toxoptasma gondii' Blasfocvstis Giardia, cryptospoict¡um, á;i;;t:'ü'Á éíi,ocist¡s nominis v s' suihominis v Entamoeba' ;i;".;;a ;;rt;;;, R' (2005)' establecen Acha y Szyfres (1987) citados por Gupta S,Í I 93l9j afto ñesgo de adquirir una infección los 7 grupos de personas ;;; ñGl'" parasitar¡a: ganado l. Granjeros y otras personas que tengan contiacto estrecho con el Y sus Productos. ll. Personal que tft¡Data en plantas donde se pro@san productos de origen animal. profesionales o lll. Personas que frecuentan hábitats silvestres por razones recreac¡onales.con mascotas o anlmtales s¡lvestres en los lV. Personas en contacto ambientes urbanos' V. piotes¡onates ¿e la salud que atienden pacientes' . 42 Vl. Vll. Profesionales de la Salud Pública quienes investigan en el campo' Personas afectadas por catástrofes o que se encuentran en refugios' Woolhouseyco|s.(2001)citadosporE|sheikhayco|s.(2005)'exp|icanquehay que pueden predisponer a los principales patógenos dos factores principales 'para inieaár a múltiples hospedadores: los altos niveles de ñ;s. niuion", entre ¿iversiOaA genéticá y las frecuentes oportunidades para la transmisión especies. para la Rejmanek D. (2009) señala que los factores.. de riesgo evaluados la asóciación e iniección con S' neurona en zarigüeyas, son la edad' el sexo' presencia de la ,U¡"""¡On, temporada de primavera, época de reproducción, quistes de coccidios, una iOu"nLs, la infección concomitante "on otros buena condición corporal y el método de muestreo' ánir.f"" que las fuentes de Tayo T. y cols. (201 1) demuestran en el Noreste de la India, población rural, son por tr"íi.ision de'sarcocysfis sp. en el 7g.5olo de su junto con el hábito de cerdo átrumaáo y- otros produc'tos cárnicos, *rn", nátural ¿e comer vegetales crudos, como las ensaladas en áreas contaminadas. ""." identificados Domenis L. y cols. (20'11) añaden que los f1A9Je¡ de riesgo S' hominls puede mediante este estudio' sugieren que el ciclo biológico de mantenerseenelcampo,debidoa'loshábitosdelosagricultoresyatravésdel uso de pastos contaminados con desechos humanos' en la contaminación del Según Karanis P- y cols. (2007) explican que.el interés incrementado durante ágü" pot.¡t" por protozoos paiogáno" entéricos' se ha la-s últimas tres décadas hacia los seres humanos' 43 Algunos parásitos protozoarios y su ruta de transmisión (modificado por Smith & Lloyd 1997). TABLA l. Etapa transmisiva Enfermedad/Sf ntomas Distribución geosráfica v ruta de transmisión Quiste (9-14.5 micras) Mundial Disenterfa, abscesos Entamoeba Inqestión en el hísado histoMica (8-12 micras) Quiste Mundial Diarrea, malabsorciÓn Giardia Inqestión duodenalis (46 micras) Ooquiste Mundial Cryptosporidium sql Diarrea Insestión Quiste (5060 micras) Mundial Diarrea, disenterfa Balantidium coli Insestión Ooquiste(7.5-17 Mund¡al Diarrea, debilidad Sa/cocysfis sPmicras) lngestión muscular (10-12 Mundial Toxoplasma gondii Linfadenopatla, -OoquisteIngestión micras) Fiebre, infecciones Organismo congénitas Cyclospon sP. Microsporidia Fuente: Karanis P Dianea prolongada Mund¡al Enteritis, hepatitis, peritonitis, queratoconjuntivitis Mundial Ooquiste (8-10 micras) lngestión (1 .8-5 micras) -Espora Ingestión/contacto con los ojos ' 2007 . en. el tratamiento y desinfección Los anteriores autores añaden que las fallas porque la probabiliáad de transmisión de la enfermedad' erradicados' Además sin los ooquistes ae protozoos-iro-són removidos ni que representa para los riesgo cono@r su ocurrencla, es difícil determinar el para ésto se utilizan los métodos 'the consumidores de agua por"Éi" ;M"-tÑ. "ont"tinada: Exam¡nation of Waters & foi estandarizados denom¡naOJs= información sobre M;te¡áis rgsg'. Estos métodos no proporcionan detec{ados' patogenici¿ad virulencia d9 los, mi¡199roanismos Esto deriva se organiJmo el ni pueden determinar la fuénte de donde parásitos transmitidos oesatio'iáialriuturo control dJlos iliü;,;;""t"; Á;;j;t"d ;ñ;;id;: i lllpi*-*ü * ;á por el agua Potable. M Los mencionados autores concluyen diciendo que los métodos estiandarizados tanto en entornos cllnicos como ambientales, están obligados a maximizar la vigilancia de la Salud Priblica, m¡entras que la presentación de informes de brotes, proporcionará una mejor comprensión del impac'to de las cepas patógenas por protozoos transmitidas por el agua. Lima (2001) citado por Karanis P. y cols. (2007), señala que los protozoarios patógenos entéricos son causas comunes de la diarrea del viajero y los fac{ores importantes de riesgo incluyen: el punto de origen, destino del viajero, la exposición al alimento y el agua contaminados. Robben P. y Sibley L. (2004) mencionan que los ooquistes son típicamente resistentes á ba¡as temperaturas, pueden sobreviv¡r en el medio natural por largo tiempo. Los ooquistes en las heces de un huésped definitivo, pueden coñtaminar el agua y directamente la superficie de la vegetación, permitiendo que el agente sea transmitido, aumentando la probabilidad de que sea ingerido por huéspedes intermediarios adecuados. Gracryk T.K. y cols. (2001), afirman que las moscas sinantrópicas (que viven en estrecha asociación con el hombre), son reconocidas como vectores mecánicos para una variedad de v¡rus, bacterias y protozoos de importancia en Salud pública. Estos insectos abundan en las zonas urbanas y/o rurales, donde no prevalecen las condiciones sanitar¡as. Las moscas sinantrópicas, en especial d mosca doméstica común (Musca domestica\, han sido identificadas como vectores de parásitos protozoarios tales como Sa'cocysfis sp'' lóriódasma gondii, táospora sp., Giardia sp.,..Entamoeba coli, Entamoeba histiffica, Eñdotimax nana, Trichomonas sp., Hammondia y Cryptosporidium paNum. patógenos Los anteriores autores continúan diciendo que, la hansmis¡ón de la exoesqueleto' por parte de las moscas adultas' se produce a-través del y áépJt¡"¡On fecal y la regurgitac¡ón. L9s...mos.cas tienen,,pelos cerdas.en.sus de la que la adherencia facilita pá["., ádét¿t, úna estiuciura, el pulvillus' lo pelos por pegajosa liberada hosá; est¿ iecubierta con una sustancia partículas' como los las g"t" de la adhesión mejora sustancia éi""¿rüt"". ¡áa"r¡a" y quistes de protozoarios, que pueden ser transportaclas ii.r, directamente a otras superficies. 45 Según la OIE (Organización Mundial de Sanidad An¡mal) y el Centro de seguridad Alimentaria y salud Públkn de la universidad del Estado de lowa en et áOos, las aves puéden actuar como hospedadores de transporte de S' neurona. Las aves alimentadas con heces infeclivas de zarigüeyas, como huésped definitivo, pueden eliminar sarcocysfis en las heces. Insectos como las moscas y las cucarachas t¡ambién pueden ser vectorcg de este organismo. por s. En el anterior informe tiambién se comunica que las personas infecladas ganado vacuno.o al lom¡n¡s o S. suitonlhis, pueden transmitir la ¡nfección pór.¡to, respecitivamente,' por Sarcocysfis en .las heces' Su eliminación por seis meses' Oeipués de 10 a 13 días y puede continuar hasta pueden Los seres humanos que sirven conio'huéspedes ¡ntermediar¡os, no transmiür la infección a otras personas' [tien." /t0 5. DISTRIBUCIÓN GEOGRAFICA Y PREVALENCIA Azumendi J.L. (1997) establece que la Sarcosporidiosis es una infección parasitaria común de los animales doméslicos y de laboratorio, con una rata de prevafencia del 96-98% en bovinos del 1o/o al 24o/o en primates. El Sarcocysfls se ha encontrado en todo el mundo, en músculos de ovejas, vacas y muchos animales, incluyendo reptiles, aves y el hombre. y Según el anterior autor, la prevalencia en Norteamérica del Sarcocysfts en perros y gatos, ¡ndican que menos de un 57o de estos hospedadores pueden encontrarse eliminando esporoquistes. En Nueva Zelanda, un grupo de perros y de gatos demostraron prevalencias del 59% y el '17% respectivamente. Se óbseÑaron esporoquistes de Sarcocysfis sp. en los excrementos de 39.3% y 25o/o de perros y zorros respectivamente. A diferencia de Australia, donde un 21o/o de fos perros y 14o/o de gatos fueron encontrados infectados con esporocistos de SaratcYsfis sP. Azumendi señala que Jarpa, realizó en chile investigaciones entre los años i9S5 y 1962 enconirando un 3.2o/o de prevalencia. En_1981 se reportaron dos en Tailandia. Entre el 94 y 95 se reportó en V¡etnam c""oid" Sarcocystosis -de quistes musculares en humanos de cerca del 24o/o. En una prevafencia l%9 y 1964 se reporiaron dos casos de Sarcosporidiosis humana en oficiales del ejército británico, el resultado fue confirmado por exámenes de laboratorio. gn tógZ se presentó un caso en Rusia, conf¡rmado como auténtico. Kur{ulis en 1893 reportó el primer caso en Sudán. paciente Según el anterior autor, describe que Vuillemin en 1902 halló un francés con Sarcocysfls. Lorenz en 1904 dio cuenta del Primer caso de caso de Sarcosporidiosis en Alemania. Darl¡ng en 1909 reporto el Primer Sarcosporidiosis humana en Barbados. encontrando Lambert en 1926 realizó una necrops¡a en una mujer hindú' primer caso el éáicospor¡¿¡os¡s en el septo ¡nterventr¡cular del corazón, siendo ,"po,t;¡" en la India. Bonne y soewandi en 1g2g encontraron sarcosporidiosis en un nativo del sureste de la India' 47 Freng en 1932 encontró un c€¡so de Sarcosporidiosis humana en la provincia de Sñantung (China). Gilmore en 1942 reportó una infección del miocardio con Sarcocysfls en un nativo de Panamá, siendo el primer caso reportado en este país. fulackinnon Abbott en 1955 reportaron el segundo caso de Sarcosporidiosis humana en Sudán. En 1957 Mogilli y Goodbody en@ntraron y un paciente con periarteritis nodosa asociada con Sarcocysfis en Europa' Liu Roberts en 1965 hallaron sarcosporidiosis en una biopsia de una mujer bantú. y En 1966 un hombre de Kampala presentó SarcocysÍs en el músculo de la p¡árná. gn 1g6g un niño de'costa Rica tuvo quistes de sarcocysfi.s en el m¡iculo cardíaco. En 1gZ4 se reportó el primer caso en el oeste de Malasia. y habló un zapatero de Bombay pres€ntó sarcocysüs en et hombro se lndia' la en casos de dos casos más en Singapur. En 1983 se reportaron dos En 19SB se encontró Sarcócysfis en el esputo de un hombre franés' E;ióti en la lengua y En 1990 Cuéllar y Azumendi reportaron un caso de Sarcocysfls el corazón de un enano de Santafé de Bogotá' pueden estar Euzebv J. (2001) expresa que también los individuos ióvenes. edad' ]"4"á"t, i" t'" á".ó¡to ta infección en bebés de 9 meses de estudiadas de Peña J. (2001) reporta que en Brasil, todas las 50 .muestras árabes en Sao Paulo' carne cruda, preparadas toto Xi¡¡t en 25 restaurantes contenían SarcocYsfls. Fayer.R' (2004)' describen que en una Clavel A. y cols. (2001) citados por 'na¡ituál de carne poco cocida en España' ¡nvestigación de un consumidor posteriormente fue oresentó molestias a¡oominaies iilJ^l,lii*üó "ón ooquistes de s y heces bltlqt' hominis en materia fecal' comentan que por eiem.Plo. 9t q .R:{11: Acha P. y Szyfres B. (2003)'encontró prevalencia de S' ñomrhis supenor una Democrática Popular t-ao, se a 10% en adultos, en er ri¡J iná-pieuJánii" suihominis de 0.060/o a7o/o' 48 a" S ñominis de 21'8% v del s' Fayer R. (2004) informa que la Sarcocystosis ha sido reportada desde un niño de-26 días de nacido, hasta un hombre de 75 años de edad. La mayoría de los casos han sido encontrados en pefsonas que viven en ambientes hopicales o subtropicales. De aproximadamente 46 casos informados por Dubey J'P .y cols. en 1990 fueron en países hopicales o subtropicales de Asia y sudeste de Asia; ¡16 casos adic¡onales, basados en condusiones de histología,.incluyen: I ihina; 2 malayos de origen indio; 2 de origen ¡ndeterminado; 4 de Afr¡ca' "n eúropa, y de Esta-dos Unidoé; 5 de América Central.y S.udamérica; 11 de lndia; y ie'oet'suoeste de Asia. un brote en 19g9 que implicó a7 de 15 mititares ñorteamericanos en Malasia siendo el caso más grande registrado' El anterior autor sigue indicando, que en una encuesta seroepidemiológica personas el oesté de Malasia, se encontró que el 19,7% de 243 ,""1¡á4" entre los más attos "n contra sa¡cocysfis. Los títutos fueron ü;;;tid;pos y indios chinos' ;;;fg";"t ¿'ot"ng Aslis, seguidos por los malayos' pó.i¡i"tá.e debido-a los hábiIos alimentarios, el medio ambiente v los niveles de saneam¡ento. base encuestas El mencionado autor continúa diciendo, que teniendo como se encontró con mayor t¡mitaOas, la Sarcocystosis intestinal en humanos' muestras de heces de los freo.¡encia en Europa que en otro continente' De positivas' y én iolonia y Alemania, el 10'4 el 7,3o/o fueron n¡ná. """rin.Oos respect¡vamente. de la infección muscular' Fayer R. (2004) explica que el Sarcocysf¡s causante se ha encontrado en menos de 100 personas' que los datos más recientes Desportes-Livage l. y Datry A (2005), informan de china' donde la infección en seres Itlü"n"n de Ásia,-espeiialmente en la provincia de humanos es por sa¡cocysJü' iilno'¡n¡"' reportándose Guangxi en el año 2004. Alimentaria- v Salud Pública de la Según la OIE y el Centro de Seguridad confirmañ que las especies de universidad del Estado o" ü"" Éir_él 2005' i"ol rnunao' pero especies individuales Sarcocystis .p. ," "i específicas' S' neurona es "n.'"nit*'"" en égiones geográficas encontradas ilñ; ";; 49 endémica sólo en Norte, Centro y Sur América. La Sarcosystosis intestlnal humana ha sido rcportada en todo el mundo. Los caEos sintomáticos de Sarcocystosis en el músculo humano, se han visto en el sudeste de Asia' probabÍemente debido a la distribución de los hospedadores definiüvos. barcocysfls sp. también se ha encontrado en los tejidos musculares humanos en los EE.UU., a menudo como un hallazgo incidental en la autopsla' continúan menclonando que a nivel mundial, la incidencia de sarcocystosis intestinal se esüma de un 6 a 10%. Esta enfermedad es más frecuente en cultuas en las que comúnmente se @men ta came cruda. La Sarcoúystosis poco intesünal sueh éer auto limitante, transitoria y las compllcaciones son que la ffecuentes. Muchos casos pueden ser as¡ntomáticos. Mientras Sarcocystos¡s muscular, ha sido descrita raramenle en humanos' ÁpÑrña¿amente el 20% de personas en Malasia tiene anücuerpos a Sarcocysfls. que es d¡flcil Solaymani-Mohammadi S. y Petri W¡ . qooo)t establ€cen ya que no trecuencia en humanos infedados por Sarcoc¡rslis sp'' "sp"cmüriá revisaoo siempre en los exámenes rutinarios de laboratorio' éi epklemidógica Bunyaratvej S. y cols. (2007), realizaron una ¡nvestigac¡ón porcina' bovin9.y came sobre Sarcocysf6 sp. en alimentos frescos a base de y fia.ilandi?' ál'UOtár". óá aguá, en üs mercaOos de Bangkok Lampang Acid-Schttr)' (Periodic mediánte histolosía y reacci^Ón- de- PAS y S nteischeriana',Así observándose qu¡stes m¡ciás'cOpiáos de S' fuslormls mismolosmerozoitosp'"."_n_t"'enlosquistes<tecoccidiosrecuperadosdela oboervados en el inEsüno humano c€rme vacuna y porclna, soñsit¡Btes a lbs de personas tailandeses. ;;.li;A; (2008)' explica que los casos raros y Fayer R. (2004) citado por Prayson cols' reportado' en su mayona' de infección en tos seres numanoó que se han agua contam¡nada er consümo oe á¡imentos'.por beber ñffiñ;;üólpoi @nhe@sdeunapersona-infectadaoanima|.Lainfecciónhumanaesfaravez asoc¡ada con enfermedad sintomáüca' 50 Ondrasik Nicholas y cols. (2008), af¡man que en los Estados Unidos se han descrito más de 6b casos de implicación del músculo' por la especie de Sarcocysfis, sobre todo en archivos hay informes de 5-10 casos' Debido a que se encuentra de manera fortuita, existen probablemente muchos más casos desapercibidos. La forma def¡nitiva de sarcosporidiosis causa una enter¡t¡s no específica auto limitante y a menudo no existe sospecha' El anter¡or autor continúa diciendo que a n¡vel internacional, la mayoría de sarcosporidiosis humana ocurren en As¡a suroriental. La incidencia de la ¡nfáccidn ¡ntestinal del Sarcocysfis en trabajadores tailandeses, fue medida en un 23o/o. Un estudio de muestias de autops¡a de los pacientes en el sudeste de Ái¡á, mostro una tasa de prevalencia de sarcosporidiosis del 21o/o, en 10Q pacióntes consecutivos evaluados. La seroprevalencia de Sarcosporidiosis en Malasia se estimó en l9'8%. Mientrasqueen|osanima|es|ainfecciónporSarcocysfisesestimadaenl0a parásitos también son iooo¿ ¿" tbdos los rumiantes. En algunos países, estos porcina es encontrados en muchos porcinos. En EEUU, la sarcocystos¡s conf¡namiento' del y parece esür disminuyendo a consecuencia me-i ovelas "ot,¡n un urote de eñfármedad neurológicaafectó al 10% de un rebaño deporqnos en infecciones experimentales con dosis grandes de. ooquistes ias jó";"¿t, un 50%' han tenido como resultado tasas de mortalidad de hasta (EPM) es una enfermedad Asl mismo la Mieloencefalitis Equina por Protozoos caballos en EE.uÚ' ia mavoria de los casos son vistos en edad pueden.ser afectados' Los casos i0""""t, p.rá f"s animales de cuatquiér del 25o/o' En EE'UU'' ocurren esporádicament" ón t"J"t de mórb¡lidad a s' á" Ñot los caballos' han sido expuestosmucho ;;;;-";;'t1;i"-áo¡ov" La enferm-edad clínica es neurona en algún moment;¡e sus vidas' 14 casos por 10'000 caballos por año' menos común: la incidenc¡a t"Ai" "t mejora con tratamiento y del 10-30% oo-zs"z" o" ábaitos "i tratamíento Lá" r"tonei para la alta tasa de recaída son recaen después del miositis en caballos en EE'UU'' desconocidas. s"rroryrt¡,'Jü itáu"i en un 0'5 a 21%' pero caballos exam¡nados a nivel intramuscular se encuentra intramuscular en 46% de loi t"otrrot tenían sarcocysfís sp' ;;;;;iüü;;¡n ;üiÑ;;;rt" """" É;ir;ñ;;, la necroPsia. "l 51 La Sarcocystosis intestinal es generalmente inaparente en perros y gatos; s¡n embargo, la enfermedad clínica puede ser vista cuando son huéspedes intermédiarios. Los casos raros de enfermedad neurológica causada por Sarcocystis sp. (lnclusive S- neurona\, han sido documentados en gatos y en un lince. Las' inspecciones recientes en Florida, Michigan y Ohio informaron que 5-10% de gatos tiene anticuerpos a S. neurona. Bucca M. y cols. (2010) explican que el Sarcocysfrs sp', es uno de los ganado, con distribución larásitos más prevalentes en las enfermedades del el ganado ¡nfectado .de en mundial. La pievalencia de la sarcosporidiosis y tormá naturat, se ha investigado en muchos países las tasas de infección puedenvariarcons¡derab|ementedependiendo-de.variosfactores,ta|escomo' á ,i"t"t" de cría, la edad de la muestra de los animales y el tipo y la localización anatómica del diagnóstico que la prevalencia de Zuo (1992) citado por Yang Z. y cols. (2003), mencionan con eipecies de Sarcocystrs en animates domésticos, como el de búialos de agua y loi cerdos, es de hasta 100% en el sur i"f"ü;;ó ;;;áil "";r*, Ch¡na. realizaron un estud¡o Los investigadores Dubey, Kerber y Granstrom. (2000)' de Missisipi (59 machos v 42 hembras) pura sansre ¡nglés' de esos en Sept¡embre de 1998, obteniendo .que el. 36% tu".t la mediante ""¿-o. fueron pos¡t¡vos a Sarcocysfis neurona; detectados an¡males S' de específica para el diagnósüco técnica Western blot (WB), la encontrada en otras áreas neurona. Esta prevalenc¡a iuá similar a geográficas de Estados Unidos' ;;lól;diñ t"tiO"á" et al' 1999' citados por Cook A' Mayhew y Greiner, 1986; Ronen, 1992; Lam iün"ncefaliiis Protozoaria. Equina (EPM) se .ha 12001). afirman qu" a estas ó"r,tro v-s* Ámérica, ta cuatpuede estar limitada g"op" y Átrica' participaron caballos áreas. Los informes o" "n exportados de las Américas' ):;;i!d;';'Ñ;rtl, '" á*t realizado en el Perú' sobre 120 Según Valdenama (1999) en un estudio destinadas a la producción' encontró alpacas de una pobtacto" Ioüi o"'ziséi en carnes inspeccionadas de una prevalencia o" s"tcoáy"iÁ microscópico' 52 !A.17o/o, determinando que en época sec¿¡ la prevalencia llega hasta el 95% y en época húmeda es de 93.3%. De acuerdo con Rajkovic'-Janje R. y cots. (2004), la prevalencia de Sarcocysfa sp. en las muestras intestinales examinadas, de 50 zorros (29 machos y 21 hembras) sacrificados durante una campaña de control de rabia, en el norte de Croacia, lue de 620/o. No hubo diferencia entre los sexos, aunque si varió significativamente entre los animales de 1 año de edad (47olo), los mayores de dos años (71o/o) y de 3 a 5 años (717o). KuboM'yco|s'(2009),reportarone|primerinformedesarcocystosismuscu|ar en 65 cainívoroi salvajes en hábitat natural en Japón, de los cuales ninguno presentaba reacción iniamatoria asociada con Sarcocysúis sp' y tampoco se iogró determinar las especies del parásito implicadas' Latif B. y cots. (2010), efeduaron una investigación en Malasia con las y 20 aves en ñéirops¡ás de 40 animáles (20 mamíferos silvestres en cautiverio sp'' encontrando tói i6óiog¡*.1, para determinar la presencia de Sarcocysfr's y fueron positivas 5 aves mamfferos oue de loé 4g'animales examinados, 3 y aves' mamÍferos y en (iO"A. [^ tasa de infección fue del 157o 25% 50o/o en ié"p"4¡u"."nte. En cuanto a los órganos, la.tasa de infección fue del (37'5%)' el io"'Á¡tcuros esqueléticos, seguidi por la lengua y el corazón de especies las de li"tiágÁl(25"Á),'y el esófago-(12,5!o).' La identificación Sarcóysfis no fue posible en este estudio' a nivel mundial' -i".la distribución de la parasitosisprevalencias. Mondragón M. (2005) reporta En ton"r con más elevadas .ünJ" i"iop"'y nrirerü y 75%; el e.! re*^9e1 e.iáOá. unüo" y canaaa, n pre¡¡alencia oscila enke 5 en Australia de 2 17o/o y continente se han reg¡straoo éifras hasta del 90%' los países del centro án ñrii",Cr,in. y Japón alredédor del 10%' En Europa' estudios de prevalencia en iün"nft". ¿"1 iOVo,, "n España se han realizado (85%)' zañsoza ¿e León (3s%), Granada (9s%)' La-coruña y Acosta García, leee). En ñódñ'i;-i,b"y,-téág v'i"ii'¿.¿"i n"oiigu"lsp. en el cerdo, sobre todo en U eiistencia Oe Sarcocystrs a este tipo de animal' pues es i.""Jü"d".. que tienen modelo experiméntal de músculo tomadas a animales de - ñ;;ñ;ñ ilñ, ;;ñóce un hallazgo continuo, en"muéstrai experimentación. 53 Damriyasa l.M. y cols. (2004), realizaron una investigación para evaluar la seroprevalencia y factores de riesgo, en las granjas de crla de porcinos en Alemania, encontrando que un 29olo de las cerdas, presentaba anticuerpos contra Sarcocysfrs sp. Setenta y dos por ciento de las granjas albergaba al menos una cerda seropositiva y la seroprevalencia aumentó significativamente con la edad de las cerdas. sólo la producc¡ón de lechones y la sustitución de las cerdas, fueron identificados como factores de riesgo de seropositividad' Los mencionados autores comentan que, en cuanto a la posible importancia que la zoonótica de los datos de seroprevalencia presentados, cabe destacar serología en la actualidad, no permite diferenciar entre Sarcocysfis sp' Kha|ifa,R'M.A.yco|s.(2008),ana|izaron|asmuestrasdediferentesórganos *ro f'. bngua,'el coraión, el esófago y los músculos esqueléticos de 100 el f OO-t,itálos ¿e las plantas de beneficio de Sohag (Egipto)' mediante i de "áá. ei"reh macroscópico, los cortes histológicos y estudios con el microscopio iüni.i.iO. á" electrones (TEM), siendo la tasa de infección por Sarcocyst's cruziy S. hominis de 84o/o. de ganado Domen¡s L. y cols. (2011\, realizaron un estudio sobre 3&4 cabezas prevalencia de que la noró.t" cie Itát¡a, donde determ¡naron 78'1olo' siendo é"r*tpói¡¿¡óii. en la cría semi-intensiva de ganado es del el esófago' fue afectado p"i" Sát"o"y"¿¡" hominis un 42-7o/o y el órgano más "n "i prevalencia^ de sarcosporidiosis-en Los mencionados autores señalan que la (98.7%)' alounos oaises europeos ás: chécoslovaquia (84%), Alemania (97%)' óioac¡a (i|o/o),Holanda (100o/o) y Bélgica en Sici|ia (|ta|¡a) donde se Bucca M. y co|s. (2010), efectuaron un estudio para Sarcocysfis sp', donde la 9! !3 analizaron 1 1OO múscutos ¿é sO ¡ov¡nos infección tue de 74o/o prevalencia encontrada tr"'á" éáVt' 6 tasa mas alta de uretalis. Investigaciones oara el músculo cardiaco y-ss.dyo'p"r" el músculo recientes inrormes' más issó1, sesún. los. #iffi;J;;lt"ü-tzooé / varía entre 54o/o y el Vl'So/o' demuestran que la Sarcospori'd¡os¡s bóv¡na 54 Los anteriores autores informan en esta investigación una prevalencia en los músculos esqueléticos (Musculus /ongissimus), que son las partes gue mayor se consumen del ganado, de 6,37o, 29,5o/o y 36,8% en Japón, Estados Unidos y Australia, respJciivamente. En su estudio, la prevalencia observada fue índuso superior a la carne de res estadoun¡dense, alcanzando una tasa de infección del 40o/o. NouraniH.yco|s.(2010),efectuafonunainvestigaciónparademostrar|a Íaentmcir las'especies de sarcocysfis sp. en ganado en lsfahan " esto se escogieron 100 cabezas de ganado y se estud¡ó.los itr¿n), para iiuróho! del esófago y el óiafragma' med¡ante microscopía de luz' debido.a de qr" noé á"*ntró;in'guna evidéncia de Sarcocysfrs a nivel macroscópico presentaba Jstas muestras. El reiultado fue que el 89% de los animales afectado más órgano El ¡;ó. zi y 21o/o para S. ñÉufa v S. trominr's' piL.*"i. ñi;d ;t fue el esófago con un 917o' en el año 2009 en lrán' Los mencionados autores también reporian un estudio que la rata *-J¡i.á" p"i Ñourollah¡ Fard en la especie bovina' donde explica de prevalencia fue del 100% para Samocysfis sp' (2010)' comentl 9u9 9n y Seqún Moré (2008) citado por Nourani H' cols' ganado aáufto se ha encontrado infectado ñH;"';-,|."'.,-;á¡á é0"¿ ¿"rpárásito causa enfermedad sistém¡ca aguda' por S. cruzty en ocaslones, este aborto y pobre crecim¡ento. y cols' (2010)' señala. que el S' Santos Da Silva (2002) citado por Nourani H' toó* de los miocardios bovinos examinados en cruzi fue encontrado "n "l Brasil. y cols' (2010)' investigaron la Singh y Sharma (20O4) citados por Nourani.H los diferenciaron por ganado en frecuencia de Sarcocystrs sp' in ef .lndia' pared del.quiste' La frecuencia de caracteres y estructura morfáógi; d;la y hominis fue de 41'7oo/o' varios sarcocvsfis como é''Jáli-s' rtÁuta' 9,47o/o, y 3,79olo, respectivamente s 55 MoÉ G. y cols. (2010), estudiaron la prevalencia de Sarcocystis sp. en ganado argentino, encontrando que de los 380 bovinos examinados, 99.5% fue positivo para S. cruz¡ en los miocardios analizados y 73''lo/o en el lomo, del cual 23.1olo corresDondla a S. hirsuta y S. hominis. Ghisleni G. y cols. (2005), analizaron la prevalencia de quistes de Sarcocysfis sp. en carne enlatada bovina, mediante examen histológico, enconhando que de las 128 latas de came investigadas (84 latas provenían de animales argentinos y 6lt latas provenían de animales criados en Brasil), la infección fue más baja én la carne brasileña (6,25%o) comOaq!3 con la carne argentina (29,44%). La mayor parte de los quistes (92.65%)' fueron coherentes con bal"o"yórc bovióanis y nunca fueron asociados con lesiones musculares macroscópicas ni microscóPicas. que los Ono y Ohsumi (1999) citados por Gh¡sleni G. y.cols' (2005), afirman prevalencia animáles con mayor edad generalmente se asocian con una mayor de Sarcocysüs sp. Esto puede explicar la prevalencia ligeramente mayor en Árgentina, ya que el ganado de came fue sacrif¡cado en una edad avanzada' 5.1 SITUACIÓN DE LA SARCOCYSTOSIS EN COLOMBIA pals la prevalencia de Gómez S. y Ruano J.A' (2007)' reportan, que- en el Fe de Bogotá con bovinos saórifi"ado", en el matadero San Martín de Santa prevalerrcia en caninos con del 1oo%. Además la una observándose "p-en esta misma ciudad fue del 81'25%' Sárcocíatr sÉ. de los ;li;,pñ"láncü entre los 2 v 3 9ños 9: edad (e67olo)' El 36'37o más no é;r;Ffrt ". examinados ""ninoa hematológicamente. son asintomát¡cos clÍnicamente' la Estos autores continúan notif¡cando que en.. porcinos sacrificados, y pü"ir"^.¡" ¿" sr,t*yttls sf. es del 7% én Cundinamarea' 620A en Boyacá que es el Meta. O{ros estudios realizados en Colornbia' demuestran una alta de importancia en Salud Pública' Se. ha encontrado Jn" "n el "nt"*é¿.d h""not, como se determinó en estudio en bovino! y ;;;d;i" "n rea|izadoen|aFacu|tadoeMedicinaVeterinariade|aUniversidaddeCiencias !O% 56 Apficadas y Ambientates (U.D.C.A), estableciendo prevalencias enÍe el72.5o/o y el 100o/o. Azumendi y cols. (1995), reportan estud¡os realizados desde 1990' en los cuales se ha demoskado que el 1007o de los bovinos del matadero de Bogotá son positivos. A su vez, la Facultad de Medicina Veterinaria de la universidad de Antioquia en 1985, reportó una prevalencia del 997o en animales de plantas de sacrifitio. Bohórquez (2010) también reporta que en estudios realizados en un matadero de la Sabana de Bogotá la prevalencia fue de 96 5%' Corderoycols.(2002)citadosporGalvisyAgudelo(2010),mencionlnquelas perdidasLconómicas indirectas por Sarcocystosis,.no han sido cuantificadas en las ó"1áru¡", ni siquiera aquellas que se derivan de los daños directos, como que es piezas cárnicas infectadas con quistes macroscópicos o los abortos' ya de difícil diagnóstico por métodos clfnicos. El estudio realizado por Cadavid y Erazo en el año 2001, demuestra una pi"uái"n.i" de Sarcoiysfis en la veieda de Gualmatan (Nariño), de 78.12o/o en caninos positivos al parásito en materia fecal. Estudios realizados por Benavides y Viteri en el - 2001 ' arrojaron pr*"f"n"¡"del100o/o'deSarcocysfrs,enbovinossacr¡fcadosenelmatadero írigó"id dá S"n Juan de Pasto Náriño, utilizando la técnica de tripsinación' una Enunestudiorea|izadoporSánchezK.,ene|cua|.seana|izó|aconcentración de de plantas de beneficioanimal' en la ciudad 2003, se encontró una prevalencia del 50'19%' J" irÁá"yJ¿i", en empieados gógJá "n'ef prevalencia de Sarcocysfis fue de Para Burbano y Unigano, en el año 2005, la en el ¡nveli¡gac¡on que realizaron er porcinos sacrificados Up6t; trljormco Jongovito de San Juan de Pasto, Nariño' ; lJ JI De acuerdo con la investigación realizada por Aguine y Cárdenas en el 2005 en Pasto (Nariño), se reportó una prevalencia de Sarcocysf,.s de 36'66% en 60 felinos, mediante la técnica de disolución en éter. Lizcano efectuaron un estudio para determinar la prevalencia de safcocysfina sp., en 127 equinos criollos en los departamentos be Risaralda y euindío, encontrando que las edades de mayor afectación son de 0 a 2 añoi y de 12 a 13 años de edad. En los machos se presentó una prevalencia de é3,49% con respecto a las hembras de 50o/o y el departamento con mayor prevalencia con un 63.080/o fue Risaralda. En el año 2009, Díaz y En el año 2010, Ga|vis y Agude|o rea|izaron una investigación para eva|uar |a presenciadeSarcocysfis,ene|múscu|odorsa|anchodel00bovinosen|a Se utilizó la prueba iiánta O" beneficio dá municipio de Chia (Cundinamarca). qu¡stes en cada muestra intac,tos be digestión muscular, para obtener los analiáda, dando como resultados que la incidencia de Sarcocystosis fue del que se 100o/o, demostrando que existe mayor carga parasitaria en los animales ubican en clima frío. realizó para La investigación efectuada por Casho y Tumal en el año 2006' se prevalencia d'e Sarcocysfls sp' en 95 humanos voluntar¡os que en las iesi¿entes en la ciudad de Pasto (Nariño), dando como resultiados presentiaban personas muestras anal¡zadas de materia fecal, el 100% de las a SáÁáty"t", 75 casos positivos para la titulación de Sarcocysfina en s¿¡ngredel lá prueba de ELlsA, siendo la prevalencia de Sarcocystosis tr*¿; porcentaje fue más alto en 78.94o/o en las doce comunas estudiadas' el personas mayores de 15 trám¡res (54.660/o) que en mujeres (45'3370), las riesso un pórénta¡e de é0.6olo para sarcocvsfi's, los factores de de la compra fr¡ta' came según el estúd¡o fueron el consumo de a 10 entre por un tiempo u"iá*". e] mercado y la cocción de las mismas "n y entre los síntomas de mayor presentación se encontraron 15 minutos (go.66m)' cansancio (25'33%) v fatiga (22'660/o)' r-.re.i"i *no*i i" G ;á;ii";¿; ;á;;h. ténér"i en Colombia', Según Azumendi Y su ProYecto de investigación'Sarcocystrs con trasta la fecha él ha reportado 6.418 pacientes diagnosticados Sarcocystosis humana. 58 6. PATOGENESIS Azumendi J.L (1997) explica que el Sarcocysfi.s puede producir dos tipos de enfermedad: uno, la Sarcosporidios¡s, que se refiere al desanollo de la parte asexual con formación de quistes en el músculo eskiado del hospedador intermediario, y otro, la sarcocystosis, que está relacionada con la fase sexual en el intestino del hospedador definitivo. El mismo autor añade que la sarcosporidiosis se puede dividir en tres etapas: sobreaguda, aguda y crónica. La etapa sobreaguda está relacionada con |a primeri generáción de esquizontes que se realiza en el epitelio vascular. producción de buando á parásito es maduro, rompe la élula conllevando a la hemorragiai, luego los esquizontes llegan al torrente sanguíneo ocasionando una paás¡temia, generando signos clínicos como hipertemia morbosa persistente, inapetencia y decaimiento. (s) Continúa el anterior autor relatando que la etapa aguda c€¡usa la siguiente que desde van jenáraciOn de esquizontes, manifestiando tanto los síntomas paciente' tolores musculares, hasta la parálisis o incluso la muerte del '¡"ntra.que|acrónicasere|acionaprincipa|mentecon|aformaciónde|os quistes en los músculos, tanto esquelético como c¿¡rdíaco' disponibles en la Azumendi J.L. (1997) destaca que hay pocas evidencias iilo"tri", tó¡r" ia patógenicidad del Sarcocysfis en el huésped definitivo' y Laarman citados por Azumendi (1997)' argumentan que el efec'to de sarcocysfr's' está relacionado iát"roé¡b aél consumo ae ln gran númeró que con el parásito en sí mismo' Tadros hl" ót É áá¡"idad toxicológicJde la toxina of Mandour en su artfculo 'Pathology and symptomatology -sarcocysfis que la sarcocystina infection in man' citado por Azum"'n¿¡ (tssz), ,comenla específico sobre el cordón medular' itiiiriá ¿"i Sarcocysfr.s) i¡"n" un efecto' ;;;;;lt" én unipaÉtisis temporal de las patas de las oveias contam¡nadas experimentalmente. 59 Azumendi J.L. (1997) demuestra mediante estudios realizados dentro de su proyecto de investigación "Sarcocysfis en Colombia', que las lesiones encontradas en los hospedadores no eran causadas por acción directa del parásito, sino por alguna o algunas sustancias de su metabolismo. Mondragón M. (2OOS), menciona los estudios relativos a este grupo de parásito!, los cuales han revelado diferentes patogenias en animales domésticos, como es el caso de S. neurona, agente etiológico de un cuadro neurológico en los equinos, conocido como EPM por sus siglas en inglés. de Mieloenéfalitis Equina por Protozoos, la cual causa pérdidas considerables, sólo en los Estados unidos, de más de 100 millones de dólares anuales en la ganadería. que los parásitos Lappin M. (2005) citado por Saavedra D.C. (2008), añade gatos' Uámmona¡á, Besnoitia y Sarcocysfr! casi nunca son patógenos enpoiqre náó"¡tan la dinfección de dos agentes como Crypfosporidium y 'Toxóptasma fefus, que agravan el cuadro cllnico del animal' 6.1 EFECTOS DE LASARCOCYSTINA es la principal Azumendi J.L. (1997) afirma que la toxina del Sarcocysf's' ,".pon."ür" áe ias aúeracion"i que se producen en los pacientes.que.sufren parásito m¡entras b-"ió.póii¿¡o.is o sarcocystosis, esta es producida.p-or el definitivo o en los qu¡stes V-i" t"p.duce en el lntestino del hospedador "¡"" del hospedador intermediario. al torrente circulatorio y Continúa el autor relatando que cuando la toxina llega cambios en el poi ."0i" ¿" él va a todo etlilanismo' producetres.principales pulmones, ganglios íü.ünár¡"nto normal de o-rg-;os como hígado, riñón, inriiiü" v ii"t"ma circulatorio, entre los cuales se mencionan: 1 . se verán estimulados a M¡entras exista Sarcocyst'na los linfocitos B' . lo que conlleva a que en reproducirse a mayor váocidad de lo normal' mücttos círsos se úesanolle hiperplasia linfoide' 60 Sarcocysfina tiene un comportamiento histaminoide, produciendo una reacción similar a la histamina, aumentando la presión venosa y d¡sminuyendo la presión arterial, conllevando a la formación de fallas en la circulación sanguínea con diferentes grados de severidad. 2. La 3. Genera disminución de la act¡vidad en el factor Vll y lX de la coagulación. Pinzón, Granada y Azumendi (1995), describen que el efecto congestivo de la sarcocystina, ha sido asociado a la sintomatologfa nerviosa presentes en por algunoé casos de sarcocysff pues se ha observado muerte neuronal perivascular. eclimatización del citoplasma, así como aumento del espacio Tambiénsehareportadounefecloespecífcosobre|amédu|aespina|,que una párálisis temporal de los miembros posteriores de ovejas i"iult. "n cón sarcocysfrs. Este efecto también ha sido descr¡to en contaminadas humanos. como Sam R. y cols. (1998), añaden que la Sarcocysfina ha sido considerada una enáotox¡ná de acción, en músculo cardfaco y tejido nerv¡oso gastrointest¡nal (Briggs y Foreyt' 1985). el Síndrome tóxico que aparece muy J' (200f), 'después de la ingestión de la com¡da pÁ""it"ntl, de 3 i 8 hbras 24 horas lontam¡nada de Sarcocysfrg que se prolonga durante 36 a De acuerdo a Euzéby ;;;il;ñ";ie, es atr¡uuiáo'a una toxina producida por el Sarcocystts ||amadasarcocyst¡na,queaunquetermo|ábi|resisteatemperaturasinferiores por anorexia' náuseas' fuertes i so; c, dichó slndrome es árac'terizado manifestaciones' que son.más agudas iotoieslastrointestinales, entre otras "n f."ini"."¡ones por S. su/romlnis que en las producidas por S' bovihominis' en el hombre' Este autor también indica la presencia de otro sf ndrome de una después áénom¡nado Sfndrome coccidiósico, que se manifiesta de Safcocysf's: enteritis incubación de 10-15 d¡as, durante la óametogonia ovoides' que cont¡enen 4 ñneü, con presencia en las heces delsporocistos lipiliáit". t¡o"n tz-io micras por 8-12 micras' Esta coccidiosis se v prolonga durante 8-'10 dfas. 61 Pinzón, Granada y Azumendi (1995) afirman gue la Sarcocysfrha se e¡acle¡iza por tener ac-tividad similar a la histamina, por ende los efectos vasculares en la intoxicación son muy marcados: ¡gualmente se ha correlacionado con una gran variedad de síntomas, producidos durante las fases agudas y crónicas de la Sarcocystosis y Sarcosporidiosis. Los anteriores autores comentan, que se ha comprobado que ratones inoculados con la toxina, desarrollan de 8 a 18 horas post inoculación, un proceso vascular, caracterizado por la colección de lÍquidos y hemorragias en pulmón; peritoneo, pleura, pericardio, hígado, riñón, s¡stema nervioso iambién fue observado un aumento del recuento de linfocitos, proporcional a la y cantidad de Sarcocysfr'lna inoculada. Estos autores nos ilustran dic¡endo, que los efectos a largo plazo de la toxina' se manmestan con una congestión pasiva crónica, debido a la disminución.de la presión arterial con aumento de la presión venosa, que trae conslgo extiavasación de líquidos y componentes amorfos de la sangre' Con el tiempo estos efeAos alterán el normal funcionamiento del sistema cardiovascular, produciendo fallas en la nutriciÓn de los órganos y conllevando a una con sus lógicas consecuencias, entre las que se destiacan: disfunción orgánica -transmisión de impulsos nerviosos, representiadas por dolores fiallas en la y inespecfficos, cansancio de las raíces nerviosas, médula espinal' cerebro cerebelo. que las lesiones Cruz A. y cols. citados por Gómez y Perdomo. (2000), afirman producen por la toxina, producido vascular e inmune sistema "o¡r" "Í consecuenciassobreelanimal,comofallasenlatransmisiónnerviosa' por dolores inespecfficos, cansancio permanente o ataxia' que g"n"r"n por la compresión y mal nutrición de las raíces nerviosas' médula i"pil.L.iá¿t "" espinal, cerebro Y cerebelo. '!991 citado por Gómez.y En experimentos realizados por A. Saleque. eJr, ' extraída de sarcocvsfis tóxica la sustancia encontró'que (iooo), se F;rú;; o iguales a 60'C durante 30 ir",fo-C'". termoláb¡l a temperaturas mayores y a la tripsina causa m¡nutos. El sometimiento a la enáma proteasa toxicidad de esta sustancia' i"áaü."¡0", mientras que la papaina no ateao laprecipitable No se encontró y $;;;"1té que este'extácio'éra diatiza¡le 62 efecto sobre la toxicidad a un pH 6-9, mientras que si se encontró alterada la toxicidad a pH 4-5 y se encontró parcialmente afec{ada a pH 10' E|mismoautorrea|izóotrosestudiosenlgg0,dondeindicantambiénque|a t"rpérátrr" afecta las prop¡edades antigénicas dela Sarcocystina' molécula' la De acuerdo a Gómez y Perdomo (2000), se ha reportado una mitógenó de tos tinfocitos B. Esta se ha relacionado con ∈;il que sufren Sarcosporidiosis' ;li;;";il;a linfocita-rias existentes en los bov¡nos estimular a los monocitos' en la ;;á; ; le ha atr¡buido É capacidad detumoral' producciÓn y liberación de factor necrosante para analizar la activación de Dróssigk, V. y cols. (1996), efectuaron un estudio +' Linfocitos élrláJtondnrcleaies humanas (CD3 +, CD4 +, cDB Monocitos' la mediante dL tnmunodeficiencia Humana)' -"ii"iáá ár v¡H de ensayo a" sr.io"y"tis gigantea (sGE)' utilizando un l"'"ii"", observó uná ruertéistimulación de las élulas no infectadas' ;r;'lifr;""iñ, de la la. células infec{adas por el VIH' mostraron después óptimo un *n SGE (20-160 microgramos), una exacerbación con ".t¡.ri".iO" él"i¿iá 4. La replicación del virus fue 13 veces más fuerte' wit" ñ;;;iib6 ; ;;¿;tt* qri 6,2 SÍNTOMAS Y PATOLOGÍA clínicos son más Acha P. y Szyfres B. (2003), expl¡can que los síntomas quistes de s' su¡hominis' pi"titn.i"á"i óu"nao .e inlÉieérne de'cer¿o con -r" -i.t*ción sinómática, se observa generalmente cuando se !i".iJ consume carne con un gran número de merozoftos' Agudelo- (2010)' demuestran que Cordero y cols. (2002) citados por Galvis.y. por la ingestión 9" oTl" adquieren ra éáiócvstos¡s iñteJtinal' en plantas de beneficio c¡ntaminada. se nan real¡Jio áÍréientes estudios alta prevalencia de la ha determinado una alrededor del mundo, aon¿" SarcocYstosis muscular. i";;ñ.G "t 63 Tayo T. y cols. (2011), describen que la repl¡cación de los coccid¡os en las étulas intest¡nales y su posterior ruptura, son responsables de la enfermedad y de los síntomas clínicos que se desanolhn. La gravedad de h enfermedad está directamente relacionada con la dosis de ooquistes infecc¡osos que son ingeridos. Ondrasik N¡cholas y co¡s. (200S), @mentian que la Sarcosporidios¡s en seres humanos tiene 2 formas disüntas. En la primera brna, la ingesüón del agua o el alimento contam¡nado con los esporocystos de las heces de un camívoro (peno, lobo), es seguida por la penetrackln de esporocystos en la pared intestinal. La proliferac6n hacia el endotelio vascular y la difusión hematÓgena subsecuenb, conduce a la invasión del mrisc¡¡lo esquelético y cardíaco. Estos quistes se desintegran posteriormente, con el acompañamiento de vasculitis y fibrosis del tejido fino (miosiüs). Los anteriores autores hacen referencia, que la gegunda forma de presentación en el hombe, ocurre después de la ingesüÓn de la carne bntaminada por los oocistos contagiosos. Los oocistos experimentan la reproducción serual y madurac¡ón en la zona intest¡nal. Los oocistos contagiosos son vertidós en el traclo intestinal, produciendo enteriüs. Una fase sistérñica y una fase subseq¡ente del tejido fino, no ocurren en estra forma de la infecc¡ón. Grupa y cob. citados por Azumendi J.L. (1997), reportaron un cÉrso..de e Saiiospor¡O¡osis en 197i, que se presentó @n.sínlomas de dermatomiositis la ini"cc¡ón del trac{o urinar¡r¡, ambós proces6 implkdos por la acción de toxina de Sarcocysfis (Sarcocyl,na). Pamphlett en 1990, citado por Azumendi J'L' (1997)' reportó un g8o :n nuiüaf¡a, en hombre de 31 años con dolor y fatiga muscular, al cual se le se realizó una biopsia muscular y al anál¡s¡s en el microscopio eleclónico' en@ntraron qu¡stes de Saroocysfis. Chen 11999) c¡tado por Domenis y cols' (2011), reportian que la infección En un cr.ltsó tas o menós benigna en- log seres humanos' quistes de 1.467 a 14740 ;;i,rct-io 9j¡ voluntafios ctrinos que consum-¡eron de il;;ü;ñ g S. homlnis, la mayola experimentó dolor y distensión abdominal, dianea acuosa y eosinofilia de 1-4 semanas, seguido por la resolución espontánea de los síntomas. (29.06)' Heydom (1977), citado por Solaymani-Mohammadi Sa Y Petri WA nay estudiós limitados en humanos con Sarcocystosis intestinal, predominantemeñte en los países europeos. En un. estudio realizado en que contenía voluntarios de Alemania, que comieron carne de cerdo cruda quistes tisulares de s. su¡'hom,hls, tenían slntomas dramáticos 6-.48 horas postii'g".t¡¿n, incluyendo distensión, náuseas, pérdida .del apetito, dolor de vómiios, diarrea, dificultad para respirar y pulso ráp¡do' ".iómago, "rtfip*ir" y Li J. y cols. (2007), confirmaron la ex¡stencia de S' suihominis su implicaciÓn .oonát¡.. en Guángxi (china), mediante la infec¡ión experimental entre .un provenientes cerdo normal y un humano voiuntario' con 10'000 esporoquistes de 71'000 de heces dé cerdos contaminados naturalmente, además¡nfectado en de came porcina fresca, procedente del animal ésporoquistes -i,rir""i¡g".ión. fueron: por el voluntario Los síntomas desarrollados presentación de diarrea oeiens¡¿n aódominal 5 horas después de la infecc¡ón, á.rár., con 13 episodios desde ias 8 horas hasta 36 horas post-ingestión,4 vómito, escalofríos, fiebre de 38,5rc, mareos' dolor de cabeza' y muscular, epigastralg¡a y anorexia..El cerdo infectado, mostró J6iói "rt¡"ur., íaiiga, estreniiniento y péroioa del pelo entre los 5 a 8 dlas post";;r*i", infección. ""[. ñ¡"il;" ¡" Ñ; P. (1983) citado por Saavedra D'C (2008)' añade que existen puecle hombre pá.i"niát asintomáticos o cbn sfntomas muy variables' En el parcial' total o ñaOer: inOigestión severa, nauseas, vómito, diarrea'.depresión y (lactato deshidrogenasa ánemia seiera, aumento de las enzimas séricas hígado' del ictericia, dolor a .la ..palpación. . men¡ng¡t¡s, enteritis eosinofflica, de "ti"otransferasa), síntomas ""p"tt"to r¡*at¡*., J" i¡ó-rpr"ri" paladar muscular, ,l."t"tion"t en la porción posterior del ü5g;ñ*ááñ "óáülo. post-infecciÓn' 14 pico se da el.. dfa blando, fiebre atta y recunlnte, cuyo por sinusitis' qu¡stes subcutáneos nasal ti.p"i,itlá sbsitis, miositis, aescarga y dermatomiositis. Aganival 65 Arness M.K. y cols. (1999) citados por Fayer R. (2004), describieron que de 15 m¡litares nortLamericanos en Malasia, 7 de ellos presentaron fiebre, mialgias, broncoespasmo, erupciones de piel con prurito, linfadenopatla, nódulos subcutáneos asoc¡ados con eosinofilia, elevada tasa de sedimentaciÓn de eritroc¡tos y niveles elevados de cfeatin¡n kinasa. Varios sarcocysfis fueron por encontradoi en las biopsias musculares, cuyos síntomas fueron mejorados un tratamiento con Albendazol, pero la sintomatología duró por más de 5 años. que los Azumendi J.L. (1991) citado por Gómez y Perdomo (2000), comenta síntomas que se encuentran en mayor grado son: cansancio muscular permanente y dolores musculares. Con respec{o a los músculos más pie, áfect"dos están: los flexores y extensores de la rodilla, plantiflexores del glúteos, musculatura de hombros y cuello. otros s.íntomas, son diarreas i-ntermitentes y desórdenes del sueño. En menor grado se reportan mareos, que se fallas en equiúbrio, vóm¡to, estreñ¡miento, dolor de cabeza y m¡algias' repoftan en el 95o/o de los pacientes que tienen toxinas circulando en sangre' sea cual sea su concentración. los TABLA 2. Porcentaje de pacientes positivos a Sarcocysfis en cada uno de síntomas relacionados. Porcen!4P_ Síntoma Mialgias Cansanc¡o Dolor de cabeza Mareos Fallas de equilib¡lq Sueño en el dla Estreñimiento Nauseas Dianeas descansa en las horas de sueño -No Fuente: Azumendi J.L.' 1997. 66 u.4 81.2 73.1 66.3 62.1 58.2 58.2 45.2 45.2 44.4 Zuo (1992) citado por Yang Z. y cols. (2003), señalan que algunas especies de Sarcócysfib pueden causar pérdida de peso, pobre eficiencia de la alimeniación. anorexia, fiebre, anemia, debilidad muscular, reducción de la producción de leche, el aborto y la muerte en huéspedes intermediarios, tales como vacas, ovejas, cabras Y cerdos. Gómez y Perdomo (2000), mencionan que algunos terneros que sobreviven a la Sarcosporidiosis aguda, pueden quedarse pequeños. Una pobre ganancia de peso y una baja eficiencia alimenticia, pueden estar acompañadas con una -musculai poco desarrollada. Los efeclos de la Sarcocystosis sobre la masa somatomedina, somatotropina, somatostat¡na y sus efectos subsecuentes sobre el crecimiento, están bajo invest¡gación. Spurlock M. (1997), afirma que terneros (Elsasser et al , 1987; Elsasser tóae) y cerdoi lPrickett et al., 1992), infectados con Sarcocysfa cruzi y-S'. meiscieiana respectivamente, tienen menos con@ntraciones de IGF-I (insulina fac{or de crecimiento) y reducción en las tasas de crecimiento' que la enfermedad (200-91, -señala forma progresiva y (EPM), es una protozoos por oáncefalitis equiná Uiniü, que incluyen cojera ¿á¡ititánte, que puede causar una variedad de sfntomas ;tr;ü,'¿;'pfuión, convulsiones' inclinación de cabeza, alteración de la marcha y dificultad para caminar o estar de pie. Dubey (2001) citado por Rejmanek D. '¡¡i"f y Manlquez (2007)' Granda y Azumendi (1990) citados por Pulido,.Azumendi definitivo no es muy patogénica' ór" l" Sarcoiystoéis en el hospedero por lo general en c¿¡sos aguoos' "náJán los síntomas presentaáos en los caninos son aislados,condianeasanguinolentaymocointermitente'secreciónpurulenta Las pérdidas ó.Jár, *ng".tión de la mucosa pálpe¡rat y deshidratación' directo que ejercen sobre el árr"ü., e-n los caninos, son debiáas al efecto jóvenes' reducción de peso' ánirái qr" se reflejan en muerte de animales de fecundidad; además de ser ilü;üi" de la vida, disminución del índice ;ñ;;pt¡;doi definitivo de la enfermedad y el principal contaminante de los bovinos. 67 Park C.H, (2007) y Boyd S.P. (2006) citados por Saavedra D.C. (2008), reportian que la presentación de coccidiosis cr¡tiánea en caninos, consiste en la aparición de lesiones dérmicas en el tren posterior del animal, alopecia asimétrica, lesbnes nodulares, abscesos cutáneos, sebonea, piel inflamada y caf¡ente al tacto. Es causada por protozoos del phylum Apicomplexa @mo Toxoplasma gondii, Naspon can¡num y Sarcocla&s sp. La autora menc¡ona que esta patologfa cutánea, es poco descrita en los textos médicos, los estudios en@ntrados en literatura mencionan casos únicos en razas can¡nas como €l Rottweibr, el Bó)(er y en los felinos, con presenc¡a de lesiones no solo en piel, sino bmbién en los pulmones, las arterias, el bazo y los ganglios l¡nfáticos e incluso se corentia la posibilidad de desencadenar reacciones inflamatorias en el enéfalo. Dubey J. P. (2003) citado por Saavedra D.C. (2008), caracterüó las lesiones cutáneas, como necrosis de los folículos pilosos, hiperqueratosis paraqueratotica, congestión en las vénulas y en los capilares de la dermis superficial. Aunque, no observó quistes, sí describió diferentes estiad¡os evolutivos del parasito, identificándolos desde una multiplicación nuclear hasta la fonnación de los coccidios unicelulares. En una investigación realizada en el 2008, en el Centro de Zoonosis ubicado en la local¡dad de Engativá (Bogotá), se estudiaron biopsias de piel de I caninos, que presentaban lesiones compaübles con la literaü.¡ra reportada paEl coccidiosis cutánea, ubicadas en el tren posterior, el pecho, el dorso' el anca y la cola. Estas fueron tomadas del tren posterior de cada animal y posteriormente procesadas por digest¡Ón enzimát¡ca (artific¡al)' con tripsina pancreática porcina, obteniendo así los casos positivos, que luego se analizaron con el método de histopatología con hematoxilina'eos¡na. Se encontró una pos¡üv¡dad para la presencia de quistes üsulares del 88'89% (7 casos), mediante la técn¡ca de digestión enzimáüca. La edad de presentación de la enfermedad fue a partir de los 5 años, con un promedio de 11 años tanto para los positivos como para los supueslos negat¡vos, esto indica la tendencia á preseÑar ooccideas tisulares en los animales de mayor edad, siendo una las torma de d¡agnóst¡co diferencial enlre hs patologías congénitas ¡nfecciones causadas por otfog protozoarios. y 68 Bisby T. y cols. (2010), reportaron el primer caso de un gato domést¡co castrado de 5 meses de edad, gue sobrevivió a una Encefalomielitis causada por Sarcocysüs sp., el paciente presentaba dolor en la columna veÍebral, ataxia y an¡socoria. La localización neuroanatómica indicó enfermedad difusa o multifocal del Sistema Nervioso Central. Olias P. y cols. (2OOg), describen la presencia de encefalitis espontánea fatal y miositis, asociada a la infección por Sarcocysfis, en 47 palomas domésticas mensajeras. Los síntomas presentados incluyeron: apatía, depresión, dianea |eve, tórtícolis, opistótonos, parálisis y temblores musculares. Los hallazgos 13 palomas con signos neurológ¡cos, revelaron histopatológ¡cos Menihgoenéfalitis necrotizante y granulomatosa generalizada con proliferación de élúlas gliales, desmielinización de la sustancia blanca, Encefalomalacia en tronco cere-bral y cerebelo, Miositis Eosinofílica (EM por sus siglas en inglés) con quistes de Sarcocysfis en músculo cardíaco y esquelético. en 69 ,il#,ffi :liffii'r:Íil'iffi '**Wnl*i#tr '$fi::i:iffiffi FIGURA 10. Microfotograf fas de cerebro de palomas con signos neurológicos' presente en Encefalitis granulomatosa con prolileración de élulas gliales estuvo (1a) y el cerebelo ¡ncluyendo loi compartimentos cerebrales, (1d) la corteza (1c) y raquídeo bulbo del tronco cerebial, (1b) cápsula ¡ntema, asoc¡ada blanca, cerebral. 1c: besmielinización de la sustancia de 500 con inf¡ltraciones perivasculares l¡nfocfticas. Hematoxilina y eos¡na. Banas (1d)' (lc)' mm 50 mm (1a), 2OO mm (1b), 100 mm (Fuente: OLIAS P. 2009) que.S' Barriga (1997) citado por Acha P. y Szyfres B' (2003), argumenta una enfermedad severa, aunque infrecuente -e¡-los su¡nín¡i¡s puáde "au.ar a los que se suministraron entre 50.000 y 500.000 éiaoi, "n'lechones de s. surhormnis, se observaron manifestaciones patológ¡cas esoáioiu¡stes después de la inoculación v murió cerca de la mitad de los 29 ;J;;;;'. ir;"; animales. 70 Según Euzéby J. (2001), desde el punto de v¡stia anatomopatológico, las Saicosporidiosis agudas se carac{erizan, además por la desnutrición (que puede llevar a la caquexia) y la anemia, por lesiones hemonágicas: petequ¡as e incluso sufusiones sanguíneas y lesiones de necrosis que afectian a diversos tejidos y órganos. Hay que añadir las adenopatías, particularmente de los gángfioé finfát¡cos mesentéricoo, hepatomegalia (a v€ces asociada a imágenes degenerativas) y endocardiüs. Este autor cont¡núa diciendo, que en caso de abofto, la placenta presenta y lesiones inflamatorias y necróücas; las les¡ones miocárdicas, pulmonares la enét"ntietitis son üá¡btes en los fetos, que en ocasioneg esÉn en vía de perivascular' l¡p¡dos¡s árior¡s¡s. La histología revela infiltración linfomonoc¡taria los centros nerviosos en centrolobular, zonás de gliosis localizadas Las glomerulonefritis. (granulomas meningoencefá-licos), encefalomalacia .y . iérmac¡ones parasi-tarias no son siempre v¡g¡bles: los pseudoquistes (esquizontes) han podido desaparecer antes de la muerte' la mayoría de Prayson y cols. (2008) comentian que sencjante a los humanos' en el ganado infección la tos án¡mábs ¡nféctados son asintomáti@s, aunque h; ;¡¡; ásociaoa con riesgo aumentiado de aborto y raramente encefalit¡s o miositis eosinofílica. y con Wouda W. y cols' (2OOo), citados por Moré.G colsPero de acuerdo-especies de sarcocysúrs son .generalménte cons¡deradas no e;i0i-"lgunas 'ganado, aunque la infeccién con S. l¡om¡his se asocia üirUibi-para el ocasionalmente a la m¡ositis eosinofíl¡ca' Conforme a Wong K.T. (1992) citado por-Gómez .iñiótatórogia en ios humános ño es muy diferente a y b Perdomo {zOo!], -11 que se encuentra en los demás mamlferos estudiados' (2011)' informÓ la presencia de y Velásquez (2008) citado por Domenis L' cols' que a la.vez'es un sístem¡ca' en pacientes los síntomas ñJ"iáá'"dói inrermedio y un ndspeoaoor definitivo, desarrollando relación con en y bronquial), .iiñóJ cr¿sicos gastroínüsünáLi (M¡algia asna "b-piesentla de $rcorysfis en el tejido muscular' üñÜ;GG Pl..9lDt 7t Azumendi J.L. (1997), señala que algunos de los hallazgos reportados en los casos de humanos hasta el momento son: inflamaciÓn de las paredes de los túbulos renales, la cual foma trombos seguidos por quistes' miositis subaguda, nefritis crónica, endocaditis aguda, neumonía lobar, hemangioma en ef cuello, lesiones vasculares, periarteritis nodosa típica en el corazón, pulmones, riñones y cerebro; tumoraciones de las paredes de la cavidad io¿c¡ca justo sobre el margen costal derecho, ülceracbnes extens¡vas de la piel y coirugamienio de la epidermis, espong1itis en las vértebras cervig¿les, hemórrag¡ai perivasculares, infiltración linfocíüca estromal, trombosis bilateral con infaño y cardiopatfa crónica, afección de las cavidades sinusales en las extremidades inferiores, parasiüsmo cardlaco, miosiüs intersticial cfónica' áreis Oe enéfalo malác¡a focal del oerebro, tioirlitis ditusa crónica' ñemorngias en el t¡mo, periesplenitis !brqs-a,. fibromiomas en el útero' b¡taterat, atrofia de tos ovarios, páliióritü plvica cronica, ütping'itis.cron¡ca. -moderada del pánoeas y riñones' vasculitis áttá¡oeorétosis y degeneracibn necrosante con nodulos subcutáneos y esputo mucopurulento' aunque la Sarcosporidiosjs nb se Éá documenado n¡nguna muerte relac¡onada inflamación' la ftebre y específicamente con su rmplicación en el miocardio'.Lagon la implicación del "OeUiliOáO dolorosa del'músculo, pueden ocurrir f" ',ii'.",iü a f-a SarcosporíOós¡s no.se ha descrito como crónica uná d¡anea o estado de mala absorcón' áusa de "J,lr"f¿tiü. Ondrasik Nicholas y cols' (200s), explican que il;ffipti.;;l*la¿n, no tiene ninguna Los anteriores autores señalan que la condición racial'han sido de Asia predilección, pero la t"V'ótia oé-lo?. la "aso:-9:Tritos ninguna predilecciÓn' así como suroriental. De igual tormá el sexo no üene rc aoüñóJion más propensos a pres€ntar implicaciÓn en el múso¡lo esqueléüco que los niños' ü;ün.á;t"téó, GestrichcitradoporPeñaJ'(2001),af¡rmaqueelsarc,ocrrsúisesmáspatÓgeno definiüv-o' para el hospedador iniJ-Jiátii' óuJ-para .er ñospedador. por una caracterizad,o á-"ñ¡totánOoi" en éste, ómo ,n sfnórome entérico de acuerdo al $tado ;;Ñit"ti"' -q!-"-:11" sintomatología no especlt inmunitariode|hospedador,|acantidaddeesporocystosingeric|osye|grado ; de madurez de estos. 72 (2001) también describe, que las posibilidades de adquirir la SarcocystoEis aumentan, con el consumo de carne defic¡entemente cocida y Peña J. en especial cuando esta presentia un gran número de Sarcoc,4sfis, los primeros slntomas son observados entre los dlas 1 a 3 post ingestión (Pl), cuando la cantidad de Sarcocylis es alta, incluyen: dolor abdom¡nal, dianea' fiebre, náuseas principalmente, todos relacionados con la ruptura de los quistes y la posterior ¡iberación de los esporozoitos y bradozoitos en el lumen intesünal. De igual manera los períodos de prepatenc¡a y patencia, están sujetos a las ñismas va¡ables, considerándose de forma general, que el perlodo prepatente tiene una duración entre 14 a 39 días más o menos y el de patencia entre 5 hasta 172 días. y WA (2006)' deiermina que los esporocystos son evacuados por los_huéspedes definitivos.a nñál Oelpériooo pre-pateirte (de 1'l a 18 días.p-ala. S' suihominis y 11.q 18 uientris que solavmani-Mohammadi s' v Petri wA' del día izoild), *t"ntan que los esporoquistes de S. suil¡ominis se excretan i r al ig después de ingerir la came de cerdo contaminada' Fayer R. (2004) citado por Solaymani-Mohammadi S' Petri ;i;; üt'é. ;ütÁj. propia de| continúa argumentiando, que con la posterior invasión de |a |ámina pdpitte O"l paiasito y el inicio de.la.reproducciÓn serual de este' que consiste en la excrec¡ón souiev¡ene uria segundá etapa de la enbrmedad, de la de los ooquistes y esporoóuistes por med¡o-.de las heces' además irÑ* liberación ai torrente sanguíneo de la Sarcocysf'na' y Pública d,e,.la Según la OIE y el Centro de Seguridad^Alimentari.a Salud que en voluntianos úñiuéni¿aO deí EsAOo de lowa dn el 2005, estiablecen a 6 horas en la forma ñrránoi rot tignos ctín¡cos se produjeron pronto, de.3 período de ¡ncubac¡ón a t e oias üespués' El inierinai,' o"tpuis reaparec¡o ti en el músculo se desconoce Continúandescribiendoquesilossereshumanosac{úancor|ohospedadores inflamaciÓn dolorosa del intermedios, la miositis es ei"inO'om" primario' La h; sido informadá, acompañádo de eritema' sens¡b¡lidad en los ;¡-t*d incluven. tos, artralgla' 'o'-ro.,debi|idadgeneralizadaen|osmúscu|osyfiebre.E|broncoespasmo u¡ito. oirot-lintor"s -pttito' intormados ffiffi-i,;-;üo ctolor de cabeza' malestar general' erupciones transitorias "on 7J l¡nfadenopatfa y atrof¡a muscular. Los casos crónicos pueden tener síntomas persistentes o recunentes hasta por siete años. Muchas infecciones pueden ser asintomáticas. Por el contrario, si los seres humanos sirven como hospedador definitivo (s. suihominis o s. homlnis), los signos clínicos pueden incluir fiebre, escalofríos, sudoración, distens¡ón aMominal, diarrea, náuseas y vómitos. La enterit¡s eosinoff|icay|oscasosrarosdeobstrucción¡ntestina|agudahansido informados. La enteritis crónica no ha sido descrita' (2001) varios autores observaron que los síntomas 'mantenían durante la excreción del parásito' pero no gastroentér¡cos se Según Peña J. posteriormente. más marcados de la Azumendi J.L. (1997) señala que denho de los efectos los valores absolutos y SÁiocystina, se encuentra un incremento constante de post ¡ngestión' que i"f.tiuoi de ios linfocitos y eosinófilos a partir del -dia 24 pared intestinal' üü.á-intánrár inflamaciones con infiltrado eosinófilico de la sitio de producción de la Sarcocystina' (2010)'-añade que la-enfermed.ad Fayer R. (2004) citado por Bucca M y cols' de estómago y la dianea en los Lniur"ná" ináuyen náu"e"s, uOr¡tós, doloique, fiebre, mialgias, erupciones ¿" Sarcocystosis intestinal, mientras y'bton"o"tpasto' se han reportado en casos i""* prrü¡.*"-.-pá"áiéiát, "ritem" de SarcocYstos¡s muscutar. 74 TABLA 3. Desanollo del parásito y manifestaciones de enfermedad en humanos Fuente de infección Agua y comida contaminada con heces de carnfvoros u desconocidos. Etapas de desarrollo Esquizontes intravasculares (no se ven); Sarcocysfos intramusculares. Tiempo de la ingestión de etapa de infección a los síntomas Semanas a meses, @n duración de meses o años. Dolor músculoesquelético, fiebre, erupción, cardiomiopatía, broncoespasmo, erupciones subcutáneas. Biopsias que cont¡enen Sarcocys¿os; Anticuerpos Para Bradyzoitos. Terapia (no aprobada) Cotrimoxazole, Furazolidone, Albendazol, Anticoccidiales, Pyrimetamina, Anti-¡nflamator¡os. Fuente: Fayer R., 2004. 75 Carne cruda o poco Codda. Sarcocysfos que contienen bradozoitos Etapas sexuales en lámina propia; ooquistes excretados en neces. 36 horas, inclusive 36 horas. Naúsea, pérdida de apetito, vómito, dolor de estómago, hinchazón, dianea, disnea y taquicardia. esporoquistes en heces, emPezando 5-12 días después Ondrasik Nicholas y cols. (2008), expresan que entre los síntomas se encuentran los siguientes: fiebre, inflamación muscular (1 y - 3 centfmetros de dolor, ocurren en la forma miosítica de la sarcosporidiosis. La deshidratación y el dolor abdominal difuso ocurren en los pacientes que ingieren el oocisto. diámetro) con eritema Sánchez K. (2003), establece que en algunos reportes de Sarcocystosis humana, se han observado lesiones histopatológicas de la pared inteslinal identificadas como ileítis eosinofílica, mesenteritis eosinofllica, e ileítis y necrozante con eosinofilia; las lesiones involucran el yeyuno, íleon a la que este cuenta en válvula ileocecal. La muerte puede sobrevenir si se tiene proliferación de tipo de lesiones, provoca un ambiente propicio para la bácterias Gram negativas y Gram positivas, que empeoran el cuadro causando necesaria sept¡cemia. En muihos casos cuando la lesión llega a necrosis, es la intervención quinirgica con el fin de retirar el segmento afec'tado' que la patología subercaseaux B. citado por casho y Tumal (2006), describe en el humano, como el daño producido a.nivel del el parásito ' ¡ii".t¡.", el cual se debe fundamentalmente a la citólisis provocada por la d;G;ú" invasiónde|ascé|u|asde|subepite|io.Indirectamente,|a|iberac¡ónde locales, que ,"0¡ááor* qufrnicos podría explicai los fenómenos inflamatorios cual se presenla. la s¡guiente ;;Ñ;; á h desirucciónqueótlula' Por lalo ingesta del parásito' ex¡st9 .ul luego ;;i;rñ;t"l"gf", destacando -de horas. Los síntomas de intensidad peiiooó oe-s¡lencio sintomátió deía24 febrículas' variable son: diarrea, vomitos, dolor abdominal' meteorismo' declina gastrointestinal áe"ñuiat"c¡on e hipotensión árterial; el síndrome s:q'anT al'cabo de 12 a 24 horas' sin embargo' dos a tres ü;;id;ñ"te pac¡entes presentan nuevamente diarrea' no tian ¡ntensa' ;;il;; .d.os y seis semanas' en correspondencia con la oue persiste por una nasta en sus heces' esporoquistes de mixima Jlimiriac¡on de^la Sarcocystosis se hallan Azumendi J.L. (1997), menc¡ona que en el. caso inl"ti¡no, cavidad peritoneal y pared abdominal' reportes de abscesos con "r celgado, entefitis y enterocolitis necrótica ¡nteJnó d¡latación moderada oet"n hemograma de algunos gaso¡ d¡ . ulceraciones focales. Con respeAó al leucopoyesis act¡vl-la,si: Sarcocystosis reportados, te pt!""ntO' leucocitósis' gammaglobulinas y con las *"-a+'V" ¿" eo"inófilos, teve incremento de las 76 siguientes lesiones: fibrosis intersticial con infilhación linfocítica, infiltración eosinofílica fuerte y formación temprana de élulas gigantes. El anterior autor describe que los hallazgos de laboratorio señalan anemia, daño tisular y alteraciones de la coagulación, los valores de eritrocitos y de hemoglobina pueden estar deprimidos. Asl como se puede presentar una pérdida de eritrocitos del 50-70o/o. La bilirrubina sérica y el nitrógeno ureico sangulneo, se encuentran elevados al igual que los niveles de creatinina fosfoquinasa, lactato deshidrogenasa, alanin aminotransferasa y sorb¡tol deshidrogenasa. De acuerdo con el mismo autor, en sueros humanos se ha observado una alta prevalencia de anticuerpos contra Sarcocysfls, pero hay que tener en cuenta, que el alto número de reacciones positivas, no se relaciona con la conocida irevalencia de infección muscular. Las pruebas serológicas contra Sarcocysfis en humanos, son pequeñas de poco valor diagnóstico para la sarcosporidiosis, ya que en la sarcocystosis también se generan anticuerpos que dan reacciones Positivas. o continúa este autor diciendo que la anemia en una sarcosporidiosis aguda, es generalmente, de tipo normocltica normocrómica y se cree que es de oigen ñemolítico, debido al daño directo del endotelio, por la segunda generaclón de merontes, de acuerdo con las evidencias es generada por las hemorragias en celular ét tr.ao gastrointestinal urogenital. El volumen del paquetey quinta, (hematocritó) se reduce en un 10% a 12o/o entre las semanas cuarta ietornando á sus niveles normales entre las semanas octava y noven-a..El La corpuscular medio también disminuye hasta valores de 49 presenta 50%' concentración de hemoglobina baja hasta una disminución observa se anémica, ñ¡p"iuiii*U¡""ria, paralelia esa crisii a dé bucocitos a las tres semanas post-infección, debido que existe una observado en la ár""ion en el número de neutrófilos y linfocitos, que se hansemanas después periférica de hospedadores intermediarios Tres "ir*1".¡On |ospacientespresentanocasiona|menteunafluctuacióneosinofí|ica. y ;;iñ; un 77 se fl 7. DIAGNÓSTICO Según Sánchez K. (2003), la presencia de Sarcocysfis no es fácil de debido a ia naturaleza generalizada de la enfermedad, a la falta diainosticar -signos clfnicos tfpicos y a la falta de disponibilidad de pruebas serológicas de comefc¡ales. De acuerdo a la mencionada autora, para un acertado diagnóst¡co de las enfermedades producidas por parásitos del género Sarcocysf's en humanos' es preciso hadr un detallado estudio de cada paciente, con el fin de eliminar produzcan los síntomas todás ús demás posibilidades de enfermedades, que para ello se cuentan paciente; el en u l"iion"t compaiibles con lo encontrado histopatología' clinica, á"n-uáno. .etbdos diagn6ticos @mo: la evaluación como: inmunohistoquímica, pruébas serológicas y otras pruebas de laboratorio la .oprofOg¡.ot, hemogiamas y qufmióa sangufnea,..que buscan comprobar prés"nc-ia del parásito ya sea de forma directa o indirecta' una técnica que También expresa que la determinación de anticuerpos' es parásito; p.rr¡ié *nó""r si él paciente ha estado en contacto con el :9.?Y*e inhibición determinar anticuerpos por inmunofluorescencia directa e indirec.ta, y h"to"glutinación, aglutinación, eleclroinmunotransferencia' PCR dá t" ELISA. maternos-a..S' Cook A. (2001), evaluó la transferencia pasiva de anticuerpos de lá EPM por sus siglas en inglés de Mieloencefalitis ;;;;r;,'"g"nt" causal gs yeguas seroposiliv11.a sus crías' para esto se óiJ"r"it¡"""qti"á, ¿" (LCR) y suero a los potros recién [ót"ón tr""iras de líquido'd-falonaquíáeopotros antes de mamar fueron demostrando que todos lbs siendo analizadas por la técnica seronegat¡vos, 24 horas oespués y cada més' de-las veguas bbt (wB). se'enoontró que de los 33 potros las 24 horas de calostro a ."rü".iiv"., ""ro.onu¡tti"ioñ con la inlestión -de losde33 potros se convirtió en ái"l-io.t"iiormente, treinia uno media de 4'2 meses' siendo I"i*"g"tiuot para los 9 ."tét ó" edad' con una de los anticuerpos maternos para ;iiiemñ ae durac¡ón para el metabolismopara líquido. cefalorraquídeo (LCR)' t'"'o esta enfermedad' tanto "n matemos de S' neurona' cruzan la También se comprobó q,"'ro" án1i"*rpoi potioi't"cién nacidos, que resulta en un LCR barrera hematoencefál¡ca ;;;ilt, ;;ü;G; y -"*o "rilo" 78 positivo. Por eso se sugiere que la presencia de anticuerpos maternos en los potros jóvenes, confunden los resultados del WB, cuando se utiliza con fines diagnósticos para detectar la exposición al organismo o la presencia del m¡croorganismo en el líquido cefalonaquídeo. Por lo tanto, los sueros positivos con Weitern blot, no pueden ser exactamente interpretados antes de 9 meses de edad y los LCR positivos son cuestionables hasta por lo menos 90 días. La mencionada autora añade que informes recientes, han sugerido que el organismo Neospora puede producir una enfermedad rara, como agente causal Oe ta gpU (Mieloencefalitis protozoaria equina). En un caso, Marsh et al' (1996), encontraron que el análisis del Banco Mundial de suero sobre LCR, fue neurona. Exámenes histológicos e positiúo para anticuerpos de inmunológicos aislaron Neospora como el agente causal, lo que sugiere que la infección puede dar lugar a falsos pos¡tivos' S' * Rejmanek D. (2009), explica que las pruebas serológicas para S' neurona, han utilizado principalmente para la detección de anticuerpos @ntra s. neuron3 en el líquido cerebroespinal o suero. Algunas de las pruebas serológicas de SAT' Westem Blot WB)' uso géneral incluyen: Prueba para detectar lnmunófluorescencia indirecta (IFAT) y ELISA. Si b¡en son útiles en su limitadas exposiciones pasadas, estas pruebas serológicas .son las entre pueden diferenciar caiacidad para detectar una infección actual y no cepas de S. neurona- de el paciente Bisby T. y cols. (2010), realizaron el diagnóstico.ante-moriem en un pleocitosis el lí{uido cefalorraqufdéo, en el cull se encontró tef¡nó, "náf=ndo neutrof¡t¡caymerozoitosdepfotozoosintrace|ulares.E|suerofuepos¡tivopara como de Sarcocysfis sp. El organismo fue determinado molecular' nái.n" o sárcocvstrs dasypl, basado en el diagnóstico de ARN ribosomal lleva¿o a cabo mediante el análisis de ü pequeña subunidad (SU-1)' mediante PCR v 1 rRNA irJ,lt+ñ¡liv éspaciadortranscrito intemo secuenciación del ADN. ;tdroú"' C;;;ñt; i 79 rI ú Q.q# FIGURA ll. Líquido cefalorraquldeo de un gato con.signos neurológ¡Gos' Merozoitos (flecha) en un neutrófilo' (Fuente: BISBY T' 2010) que el diagnóstico se debe rcaliTat ' Ondrasik Nicholas y cols. (2008), señalan del paciente, la forma de teniendo en cuenta c¡ertas pauíás como: la historia del .músculo, acompañado 5"i"".p"riJ¡".¡s que incluyá-inn-arnac¡on dolorosa debilidad seneralizada del áematízacion Ját m'itculo' la calne de vaca o de cerdo ñ,ú."rr" v n"bil. Un día oeslues de la ing-estión !e toq3 de enteritis de esta contaminada, los sintomas'fue desanollan vóm¡tos y dlarrea' ¡nlecciOn son diaforesis, escalofrfos, fiebre' ;;;;;id;;;-d I de la extremidad Los mismos autores reportan que . con una .radiog^rafía quistes calcificados de Taenia solium' a afectada, se pueden ¡oentiñái quistes la cua.l p-uede mostrar los diferencia de la tomografía co-mpuia'it"Oa' de 5 milímetros' ¿á-óáicospor¡¿iosis, ón un diámetro aproximado 80 Licsi (2005) citado por Casho y Tumal (2006), añade que la enfermedad sintomática en seres humanos es rara; los quistes se detectan como elemento incidental en la autopsia o en una biopsia muscula¡, realizados para otros propósitos de diagnóstico. par¡¡ el uso. de Sánchez K. (2003), expresa que a pesar de las lim¡taciones pruebas, qua brinden una completa seguridad en el momento del diagnóstico; !ti.tá]" p'osibilidad de utilizar otros métodos serológicos, para la medición.de metabolitbs producidos por el Sarcocysú,.s, como es el caso de la Sarcocystina' ción en sangre puede ser determinag.a,..bien sea por técnicas .ryá y "on."titt o por El¡sa comfttitiua; este método de fácil realización de baio oióogi.", de las diagnóstico uha de las principales henamientas ^de éniármeOa¿es producidas por el parásito del género SarcÚcysfis' *.to] "" puede revelar los Azumendi J.L (1997), comenta que el frotis ..sanguíneo De igual manera'..los esquizontes presentes en ia fasi de parasitemia hemática' de respuesta resultados del hemograma permitirán esta'blecer el tipo que pÁ"ntand-o el paciente y que estará relacionado con la fase en qr" ""ü el Parásito. se encuentre .t - un frotis sanguíneo' T¡nción de FIGURA 12. Merozoito de S' cruzi en Wright' AmPliación' x 1400' (Fuente: FAYER R' 2004) 81 Azumend¡ J.L. citado por Sánchez K. (2003)' afirma que los métodos histopatológ¡cos y los inmunohistoquímicos' utilizan los tejidos para el diagnóstico de la enfermedad, para lo cual es necesario conservarlos adeiuadamente hasta el momento del examen, estos dos métodos son posibles de utilizar, para el diagnóstico in vivo a través de biopsias o en las autopsias, donde es posible tener mayor cantidad de muestras' continúa diciendo que los estudios histopatológicos, tienen como objetivo la observación directa del parásito dentro de los diferentes tejidos donde este.se de éste' en los ú|rc", iermitiendo así, la caracte nzaciín morfológica especies del entre diferentes estados de desarrollo y el diagnóstico diferencial se debe tener en cuenta que é¿*r" de Sarcocysfis. Sin embargo, que pueden án*nttá, el punto exacto donde está el quiste es muy diffcil' ya ;iil" existir unos pocos quistes en el tejido estudiado' 82 ;.i z0-¡r¡, F|GURA13'A.Ejemp|odeinfestacióna|taporsarc-ocyst,ssp.por ;-."¿-si.". El sa/cocvsfis es albereado dentro de his¿to;;; ;i ril;ü to-á alargada (corte_lo¡gitudinal, ver flecha) o las fibras musculares B: golte de Sarcocysfis "n redondeado (corte transvérsár, vir neóna) la flecha en A)' s"ñ"lado.pot mas áñá ¿"i¿"t"tt" C. Corte de Sarcocystis transversal por la flecha en A)' (Ampliación más alta del detalle-señalado b.;ili;;iiñiiiacion ' (Fuente: DOMENIS L' 2011) 83 Pero Ondrasik Nicholas y cols. (2008), describen que se puede realizar la biopsia excisional para el diagnóstico de miositis, en el área de la inflamación del músculo, pero los Sarcocysfos intactos observados en músculo, no se asocian a la inflamación, estos son algo grandes y septados, pueden tener una que los Sarcocysfos se fared gruesa, radialmente estriada. Después de lá.¡nt"ér"n, ás élulas inflamatorias pueden ser .observadas, incluyendola t¡nfocitó, neutrófilos y un intenso infiltiado de eosinófilos, alrededor de vasculitis localizada que se observa en el quiste y la fibrosis del músculo' una biopsia de 14. Secc¡Ón transversal de un Sarcocysfo en eosina' mriscuro esquerético rilH:j,il1"üóHematoxirina v ' 'FIGURA lFuente: FAYER R 2004) que un hemograma, completo generalme¡te Los anteriores autores sostienen, (CK) rüiiti", tos niviles de creatinin kinasa revela eosinofilia. En casos polimerasa de la reacción en ca-dena de la iri,"iát-Jii Jü".aos. t-as tecnicas i" infección de Toxoplasma gondii' La (PCR), se pueden util¡zar p;;; es género específico de inmunofluores@nc¡" inOiteaa del anticuerpo' orueba 'p"ro no efensamente disPonible' iI ;l'; los q'lt!1T:-i:*lizan en músculo se Sánchez K. (2003), af¡rma que cuando que se e-ncuentra.qrinc¡?:]1:1:.:::l eleva significativamente r" ók, "n¿t" es liberada al torrente sangulneo' cual la citosol de los mioc¡tos oer mtiscuto' 84 debido a la degeneración y necrosis producidas, por la presencia del quiste o por los metabolitos procedentes de éste. Este incremento de la CK en s¿lngre, es un hallazgo que puede ser útil para el diagnóstico de Sarcosporidiosis' La misma autora confirma, que para establec,er el tipo de respuesta hemática, se debe realizar un hemograma, ya que resultados de linfocitosis relativa y absoluta acompañada de una notoria eos¡nofilia periférica, son las anormalidades más sobresalientes de la enfermedad. Azumendi J.L.(l997), expone que es recomendable la titulación de lgG e lgM, para poder diferenciar de una infección reciente de una que lleva algunos dfas, para tal efecto se recomienda determinar los tltulos de anticuerpos de forma seriada, con diferencia de 15 a 20 dfas enhe determinaciones, de esta forma se puede analizar si los anticuerpos están aumenüando o disminuyendo, lo que permitirá cono@r si realmente el paciente está padec¡endo un c¿¡so agudo o crónico y por supuesto evaluar el tratamiento. Este mismo autor, señala que se recomienda la determinación de esporozoitos, esporoquistes u ooqu¡stes procedentes de huéspedes definitivos, poi determinación en materia fecal por flotac¡ón, confirmando su presencia por inmunofluorescencia directa, ya que los esporozoitos libres se pueden confundir fácilmente con levaduras, otras estructuras y otros protozoanos como Ioxoplas ma, Hammond¡a, /sospora y Besnoit¡a. Galvis y Agudelo (2010), añaden que la forma más efectiva de evidenciar los zoitos én lá materia fecal, es por medio de la técnica de flotación, utilizando sulfato de zinc, cloruro de sodio, sacarosa, cloruro de cesio, Percoll y la técnica de Ficoll-Hypaque. 85 TABLA 4. Parás¡tos protozoos enquistados en heces humanas, diferenciados por tamaño general,forma y características. Parásito Sarcocysfls hominis y Sarcocysfis suihominis Ooquistes Esporoquistes Tamaño general (m¡cras) Forma Características Es excretado en forma esporulada 15-19 por 15-2C 1 5-'l9 por 8-1 0 Esférica Oval lsospora belli 20-33 por 10-19 Ovoide Cyclospora cayetanens¡s Giardia duodenalis Balantidium Coli 7.7-10 Esférica Cryptospoidiun' hominisy C. paNum 4.5 por 5.0 Casi esférica Entamoeba histolytica y E. dispar 12-'t5 Esférica 11-'t4 Ovoide a elipsoidal Esférica a oval 50-70 Fuente: Fayer R. 2004. 86 Contiene 2 esDoroou¡stes Contiene 4 esporozoitos Es excretado s¡n esoorular Es excretado sin esoorular 4 núcleos Largos macronúcleos, pared deloada Es excretado en forma esporulada, pero los esporozo¡tos difíicilmente se pueden ver Uni y binucleado, usualmente con distinto cariosoma. F|GURA 15. Ooquiste de Sarcocysfls honinis (a)y esporoquiste (b) en una muestra de materia fecal de un humano voluntario. Técnica de flotación. Bar = 10 micras. (Fuente: PEÑA J. 2001) Por lo tanto, el anterior autor sostiene que el protocolo más indicado para el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de las enfermedades causadas por el Sarcocysfls, es la demostración del número de esporozoitos en materia fecal y de toxina en sangre. Con este esquema, se confirma la presencia del parásito en el intestino y la concentración de la toxina existente en sangre, estos dos datos sumados a la evaluación cllnica y el conocimiento de las lesiones producidas por el Sarcocysfis, son las pautas más valiosas para evaluar la enfermedad en el ser humano. Velásquez J.N. y cols. (2008), señalan que también es posible realizar el diagnóstico histolbgico de Sarcocystosis intestinal en intestino delgado, el cual inciuye la deteccióñ de microgametos, macrogametos y ooquistes en la lámina propia del intestino. Los mencionados autores afirman que la sarcocystosis hepática, ha sido áiagnosticada en caballos, delfines, osos polares y en un cachorro' 87 Histológicamente, el hfgado fue caracterizado por necrosis y hepatitis periportal. Sólo las etapas de esquizontes de los protozoa¡ios fueron encontradas en los anter¡ores c¿rsos. Terneros inoculados oralmente con esporoquistes de S. hom¡'7lis de heces humanas, presentaron Sarcocystosis hepática. El paciente con SIDA y a la vez diagnosticado con Sarcocystosis s¡stém¡ca, manifestó colestasis y la morfologla microscópica del parásito fue consecuente con esquizontes. FIGURA 16. Biopsia hepát¡ca que muestra necrosis y h.epatitis periportal. Hematoxilina-eosina. Ampliación, x 400. (Fuente: VELASOUEZ J. 2008) F|GURA 17. Elapa asexual (esquizontes) en la biopsia hepática' Aumento, x 1OOO. (Fuente: VEI-ASQUEZ J' 2008) 88 a Fayer R. (2004) las paredes de Sarcocysfis son teñidas positivamente por la reacción de Periodic Acid-Schiff (PAS). Los 24 tipos de pared han sido identificados para 62 especies. Por ejemplo, las paredes de S. hominis y S. suiñomrnrs son ambas del tipo 10. La pared de S. homrnis es de 6 micras de espesor y parece radialmente estriado, con salientes de hasta 7 micras de largo; los bradozoitos son de 7 a 9 micras de largo. La pared de S. suiñominrs es de 4 a 9 micras de espesor, con sal¡entes de hasta 13 micras de De acuerdo largo; los bradozoitos son de 15 micras de largo. FIGURA 18. Pared densa del quiste de S' ñominis en el músculo diafragmático del ganado' 10 micras x 400' (Fuente: SAITO M' 1999) (2010)' añaden que y Markus M.B. y cols. (2004) citados por Chen X' cols' que tiene generalmente üJl-éqi*i"'¿e saitocyóta prodüce una pared' utilizadas extraordinárias ittraestructurates, que pueden ser intermediario' otra especie dentro .del mismg--luésoed óli" ¿'"t'lié;-ra de autores ireinta y siete t¡pos de pared han sido informados' Aunque según estos ;;;;;r'.il"; 89 Según Cadaüd y Erazo (2001), el ooquiste de Sarcocysfib es pol¡zo¡co, esporula en el inteslino del hospedador def¡niüvo y en el hospedador intermediario, se encuentra el quiste localizado en músculo esbiado, fomado por una pared delgada que lleva en su interior los bradozoitos y merozoitos. Ondrasik Nicholas y cols. (2008), afirman que entre los d¡agnÓsticos diferenciabs se encuentran: Criptosporidiosis, Cisücercosis, Giardiasis' lsosporiasis y Toxoplasmosis. J. las intoxicaciones sarcocfsticas deb€n ser diferenciadas de otfos síndromes toxi-infecciosos como: salmonelosis, el cual evoluciona después de una incubación más larga (24 36 horas)' produce vómito y diarreá; estafilococias: incubación más corta de (3 - 4 horas), apjrexia y dondé predominan los vómitos o toxi-infección por Clostridium perfr¡nges'. íncubac¡óh de 8 a 'l o horas, no hay hipertermia y se produce d¡anea' Para Euzéby (2001), - (2006)' Damriyasa (2004), citado por Solaymani{loñammadi 9' y Pgtt! W'A' *é."iónJ due úna prueba de ÉL|SA, ut¡t¡zando S. meiscl¡eriana c',mo una prueba ie hemagtuünación indirecta (tHA), utitizando antísg.lo: (lFl), oó sár"iicysr,s g¡gantea y h ñrueba de ¡nmunoflrcrescencia indirecta ámbién se ¡ran ut¡t¡za¿o para detectar Sarcocystosis porcina' ;ntiñ;; (2010)' reportan.que otra Santos y cots. (2002) citados por Galvis.y Agudelo los parásitos, es la téc¡rica de ó";;i"r]o de'la cua¡ se'pueden ob-servar muestra de 2 cm"' bncent?ác¡on de Sarcocysf,s, lá cual consiste en tomar una 15 segundos' 1oo ml áe soluciÓn salina durante 10 y centrifugarlo gasa estéril pñ"¡o-lnt", se f¡ltra et máter¡at utilizando doble (rpm)' después minuto obtenido durante c¡nco minutós á 28oo revoluciones-por se reüra el sobrenadante y se observa al microscop¡o' ñ"b" a ñ;;tl;-ó" que diversas investigaciones de la -frospeOgios en Las mencionadas autofas, demuestran intermediarios, se ha determinado pó.d.Ji" O J Sarcosystos¡! én es ta más sesura para la obtención de los ü1" ü plir"u;-0" o¡g"áion yJque se pueden. obtener los cistozoitos. El método o" ü'itiptiñá éi me¡or' oeanadamente la cubbrta' la Gual ouistes intaclos, donde ."'iuláé áLt¡nar determina la especie de Sarcocystis' ;,;'lái, 90 Khalifa y cols. (2008) citados por Nourollahi Fard y cols. (2009), comentan que recientemente, un esfuezo adicional de diagnóstico, tales como la microscopía electrónica y las técnicas moleculares, se han empleado para la diferenciación de varias especies de Sarcocysfis en el ganado, por ejemplo: El microscopio electrónico de transmisión (IEM), para la diferenciación de Sarncystis cruzi o Sarcocystis hominrs en las vacas y brifalos, sobre la base de la ultra estructura de la pared del quiste y su grosor. Fayer R. (2004), describe gue la mayorla de Sarcocysfa en los seres humanos, se han encontrado en el músculo esquelético y el músculo cardíaco, pero también se han encontrado en los músculos de la laringe, faringe y esófago superior. FIGURA 19. Sarcocysfis inmaduros de S. cruzi en el músculo esquelético. El Sarcocysfo contiene metrocitos no infecciosos (élulas madre), pero no bradozoftos. Hematoxilina y eosina. Ampliación, x 500. (Fuente: FAYER R.2004) 91 Según la OIE y el Centro de Seguridad Alimentaria y Salud Pública de la Universidad del Estado de lowa en el 2005, explican que el Sarcocysús sp. puede ser encontrado en músculo esquelético y cardiaco, así como en el Sistema Nervioso Central (SNC) en todas las especies, también ha sido encontrado en los pulmones y otros tejidos en menor cantidad. Euzéby J. (2001), comenta que en los animales muertos se estudiará la presencia de lesiones hemonágicas de la enfermedad y se procedeÉ al examen microscópico de las lesiones, en extensiones o en cortes histológicos teñ¡dos con Giemsa. López, Andrade, Royero, Carvajal (1998), citados por Galvis y Agudelo (20i0), menc¡onan otras técnicas para el diagnóstico ante-mortem de Sarc¡cystosis en bovinos, como son la extracción de ácido desoxirribonucleico (ADN), reacción en cadena de la polimerasa (PCR), el centrifugado celular, la técnica de Western Blot (WB), geles de plata y microscopía electrónica. Acha P. y Szyfres B. (2003), expresan que el músculo estriado infectado, cont¡ene quistes (sarcoquistes) maduros de color blancuzco y de forma generalmente ovalada, cuyo tamaño puede ser desde microscópico, hasta claramente visible por observación directa. Bucca M. y cols. (20'10), comentan que en la inspecc¡ón postflortem, la Sarcosporidiosis en el ganado, generalmente no es visible y el diagnóstico puede ser hecho sólo por observación microscópica de tejidos musculares como son el corazón, la lengua, el esófago y el diafragma. Sin embargo, los quistes de Sarcocyslb sp., han sido encontrados en otros músculos con frecuencia variable. FIGURA 20. Numerosos Sarcoc¡afos en la sección longitudinal y transversal en los músculos de la lengua de una oveja. Tenga en cr¡enta la falte de respuestia inflamatoria directa a Sarcocysfis. Hemabxilina y eosina. Ampliación, x100. (Fuente: FAYER R. 2004) Pero Tayo T. y cols. (2011), afirman que la infección por Sarcocysfib sp. se encuentra normalmente en el momento de la inspección post-mortem del sacrificio de los animales. En la mayoría de los animales el parásito no cirusa enfermedades clínicas. Además Fayer R. (2001) citado por McAllister M. (2006), explica que ta infección por S. ñominls provoca la formación de Sarcocysfis, que pueden ser cerca cle un mm de largo, que s¡ es obsen¡ado podría deteminar el decomiso de las canales sacrificadas. 93 De acuerdo a la Resolución Número 2905 de Agosto 22 de 2OO7 del Ministerio de Protección Social, dice que encontrar quistes parasitarios mecroscópicos en la musculatura, se debe proceder con el decomiso total de la canal y las vlsceras, para uso industrial de la canal y los órganos. Si la infestación es leve o localizada, es aprobado por la autoridad sanitaria (apto para el consumo humano), o s€a, s€ impone el decomiso parcial de las partes de la canal y los órganos afeclados. la al Wouda W. y cols. (2006), mencionan que la miositis eosinofílica (EM por sus siglas en inglés de Eosinophilic Myositis), es una enfermedad relativamente rara en el ganado y las ovejas, que generalmente es descubiertra en la inspección post+nortem. Las lesiones de EM son bien demarcadas en los músculos del ganado, verdes, con franjas y/o parches focales, causadas por la degeneración de Sarcocysüb sp., presentes en los centros supuraüvos de las lesiones. Histológicam€nte, son caracterizadas como granulomas con un centro de eosinófilos degenerados, restos de fibras musculares necróticas y la presencia de élulas gigantes. Sin embargo, los Sa/clcystos no son encontrados fácilmente en las lesiones y para emit¡r un diagnósüco de Sarcocystosis musculer, se pueden requerir de múltiples muestras de una serie de lesiones. 94 FIGURA 21. Sección transversal del mrleculo d€ una vaca que muestra mriltiples lesiones de miosiüs eosinofllica, cada uno con un núcleo central de supuración. (Fuento: WOUDAW.2006) FIOURA 22. Microfotografia de un granuloma eoeinofflico en un músculo bovino. Sección trangversal de un Salcocysfo (flecha larga), fibras necróticas muscularcs (m), y borde de las células epiteliales (flechas cortas). (Fuente: WOUDA W. 2006) De acuerdo a los anter¡oes autores, la EM en el ganado es principalmente asociada a S. cruzi y raramente a otras espec¡es de Sarooc,rsfis, pero en este estudio realizado en el 2006, fue enconüado S. hominis en las lesiones compatibles con miosiüs eosinofílica e indicando a la vez que un humano fue la fuente de infección, contribuyendo así a fomentar el ciclo de vida del parásito. Fayer R. (2004) c¡trado por Solaymani-Mohammadi S. y Pebi W.A. (2006), describe que el Sarcocysfis sp. en los cerdos puede ser detedado en la carne, mediante la obseruación macoscópica o por histología. Moler la carne, luego de forma artificial digerirla en una solución de pepsina y ácido clorhídrico, después someterla a centrifugac¡ón y posteriormente al examen microscópico, permite obsenrar la presenc¡a de bradozoitos; esto se puede ut¡lizar para inspecc¡onar grandes canüdades de carne. Ghisleni (2006) y Ono y Ohsumi (1999), citadm por Bucca M. y cols. (2010), nos ilustran que al igual que a sido propuesto por otros autores, el número de quistes por tejido se puede uülizar, como indicador de la intensidad de la infección por Sarcocysfis, esto puede estar relacionado con las condiciones san¡tarias y la cría de los animales. Domenis L. y cols. (2011), señalan que los quistes sólo pueden ser observados Sarcosporidiosis generalizada, pueden crecer lo suficienle como pam ser apreciados a simple vista en la superficie de los músculos de la canal. por microscopía eledrónica, pero en casos graves de X¡ang Z. y cols. (2009), explican el primer informe que uüliza procedimientos diagnósticos moleculares para diagnosti:ar diferenc¡ar ooqu¡stes y esporoqu¡stes de Sarcocysflg en muestras fecales de hospedadores definitivos, describiendo asf un nuevo método para estudiar la epidemiología de varias especies de Sarcorysúc. o Moré G. y cols. (2010), añaden que los métodos de diagnóstico utilizados en un nuevo epidemiologla, incluyen la digest¡ón artificiaf, histopatología examen de muestras de tejido. La digestión artificial es uno de los métodos de diagnósüco más sensibles, ya que permite la detección de bradozoitos liberados, pero no la identificación de especies de Sarcocysfls. o 96 Los mencionados autores continúan diciendo, que el diagnóstico molecular pare@ ser una henamienta importante para la invest¡gación epidemiológica en Sarcocystoeis. Varios estudios que utilizan la reacción en cadene de polimerasa (PCR), para el diagnóstico de las infecciones por Sarcocysús, con especial énfasis en la identificación de las especies, mediante secuenciación o la festricción de los fragmentos de acuerdo a su polimorfismo y longitud (RFLP) del 18S ribosomal ADN. 8. Ondrasik N¡cholas Sarcosporidiosis: TRATAMIENTO Y VACUNACIÓN y cols. (2008) sugieren el siguiente tratamiento para la Los corticosteroides se pueden utilizar para reducir y controlar la inflamación asociada a la implicación muscular del parásito. Efec'tuar biopsia excisional en el área de inflamación del músculo, s¡ se realize para los propósitos de diagnóstico, pero no se necesita a menudo una terapéutica. Se recomienda la consulta con un médico y un patólogo expertG en medicina trgpical. Los pacientes deben evitar comer carne cruda o insuficientemente cocida y no deben comer los alimentos, que han sido contaminados por las heces o la suc¡eded. Uso de m€dicamentos como Metronidazole y Cotrimoxazole, segrin informes recibidos para casos de miositis eosinofllica, aunque ningún resultado especff¡co se ha estudiado. Otros medicamentos utilizados son: Prednisona: La dosie para adultos es de 20 - 40 mgftg/d posologfa oral (PO) por 7 a 10 dfas y la dosis pediátrica 15 - 30 mg/kg/d PO. Antibióticos que deben cubrir todos los patógenos que puedan involucrarse en el cuadro clfnico. Metronidazole: La dosis para adultos tiene el siguiente protocolo: dosis inicial: 15 mgftg lV o 1 gr por cada 70-kg, que se debe admin¡strar por une hora. La dosis de mantenimiento, luego de 6 horas de la inicial: 7.5 mg/kg o 500 mg por caq?- 10-kg, intusión M por una hora; para no exceder 4 gr/d. La dosig pediátrica se debe administrar igual, pero usando la dosis según el p€so corporal. Sulfa Trimetoprim: La dosis para adultos es de 20 mg/kg de TMP/BOO c¡,da 12 horas PO por 10 a 14 días y la dosis pediáüica lS Zó mSftS/d por t4 dfas. En niños menores de 2 meses no se debe administrar. Azumendi J.L. c¡tado por Sánchez K. (2OOg), af¡rma que la terap¡a de tas enfem€dades prcducidas por el sarcocystrb en el hombre, será indiüidualizadá a las condic¡ones de cada paciente y podrá variar de acuerdo al estado de la enfermedad, en el momento-del diagnóstico. Existen dos principios generates para la terapéutica de la enfermedad en humanos: el primero'consíste en er control de las formas sexuales y asexuales del paráiito, el segundo en el control de fa toxina producida por el parásito: la sárcocystina. caóa uno debe ser complemenüado con er otro y se deben prac[icai en conjunto. se ha comprobado que el uso de antibióticos como las sulfas, son efectivos en el inicio del tratamiento de la enfermedad, pero debido a la rápitla resistencia dél parásito, en especial en la forma intestinal, se recomienda ta rotación de fármacos para su tratamiento. se pueden uürizar diferentes sulfas, anticoccidiales y otros antibióücos. De forma general se podría sugerir ei siguiente esquema terapéuüco: Trimetopr¡m sulfametoxazol (Bactrirn@): para iniciar @n una sulfa. durante 10 a 15 días. con Sulfonamína (Falcida@): por los siguientes lS dlas. Posterior a su adm¡nistración, se cleberá hacer un @ntrol mediante coprológicos y med¡c¡ón de Sarcocysfiha en sangrc, para cleterminar la Pirímetamina terapéuüca a seguir, s¡ aún se siguen expulsando esporocystos en las heces y la concentración de Sarcoc¡rst¡na no ha llegado a 50U1, se utilizará otro producto para disminuir la carga parasitarh. Metronidazol (Flagyl@) o la combinación de Clindamicina más Tetraciclina, pueden ser la terapéut¡ca a eeguir por 15 a 30 dfas más. Hastia que se logren los niveles de Saruocysfina iguales o menores a 50U1. 99 Uso del toxoide Anti-Sarcocysiína: este toxoide ee producido en Colombia por el laboratorio FUNCEP, su uso está indicado para contranestar los efectos de la toxina producida por el parásito. Posteriomente y aproximadamente, cada seis meses se llevarán a cabo controles en ceda paci€nte, para monitorear posibles relnfecciones o evolución de la enfermedad. se deberán usar sustanciae coadyuvantes, para evitar los efectos secundarios de los fármacos del tratambnto. La anemia Adicíonalmente megaloblástica, leucopenia y granulocitopenia, ocesionadas por el uso de sulfas, s€ podrán preven¡r con la adm¡nistracir5n simultánea de Acido Fólico de 6 a I mg/dla, Asf mismo el uso de prebiót¡cos está indicado para restablecer la flora intestinal. Saavedra D.C. (2008), añade que la halofuginona en dosis de 0.66 mg/Kg en dos días fue efectiva en cabras y ovejas, aunque, no hay en el mercado un tratamlento efectivo por la reistencia desanollada a los fármaoos existentes. Mackay R.J. y cols. (2008), describen el efecto de la administración oral intermitento de ponazuril contre Saroocystis neurcna, €n caballos inoculados intragástricamente. Un grupo de 5 caballos recibieron 612.500 esporoquistes de S. neurona cada uno, a través de una sonda nasogástdca (dla 0). Se les administró ponazuril (20 mg / kg, PO) cada 7 dfas (a partir del dfa 5), o cada 14 dlas (a partir d€l dfa 12) durante 12 semanas. Lag muegtras de sangre y lfquido cefalonaquldeo (LCR), fueron analizadas con Weebm blot al día I y @da 14 dfas, dando resultados posiüvos. La administración semanal de ponazuril, pero no @da 14 dlas, redujo significativamente la respuesta de anlicuerpos contra S. neu¡ona en el LCR. Los signos neurológicoe compatibles con EPM no se desarrollaron y el examen histológico del Sistema Nervioso Central, no reveló camb¡os d€generaüvos y/o inflamatorios. y cols. (2009), demostraron la eficacia in-vit¡o e inhibición del Sarcocysfis neurcna, mediante los derivados de la Nitazoxanida y el Halogenothiazolida/thiadiazolidas, para el tratamiento de la Mieloencefalitis equina protozoaria (EPM). Gargala G. 100 Según Gómez y Perdomo (2000), las vacunas que se han preparado de y no indujeron una inmunidad protectora efectiva. Se han ralizado muct¡os esfuerzos no comerciales para producir una vacuna, pero esto no se ha podido lograr, pues los métodos modemos como anticuerpos monoclonales y recombinac¡ón del DNA, son gradualmente ¡ntroducidos a la investigacón parasitolfuica. Existe la esperanza d€ que estos esfuezos puedan tener éxito en la producción, cuidado y efectiüdad de las vacunas. Gystozo¡tos fueron anügénicas, pero no inmunogénicas Dubey y Lindsay (2006), c¡tados por Bucca M. y cots. (2010), añaden que actualmente, no existe ninguna vacuna comerc¡al d¡sponible para proteger al ganado contra Sarcocysfrs. La eliminación de ooquistes y esporoquistes por el hospedador def¡nitivo, es el factor clave en la propagación de la infección. Pulido Baneto, Azurnendi, Manríquez y Pulido Medellín (2009), realizaron un estud¡o para evaluar el comportiamiento cllnico y paraclínico de 20 caninos pos¡tivos a Saroocysüls sp., inoculados experimentalmente con corazón bovino positivo al parásito, mediante la medición de los niveles séricos de Sarcocystina por ELISA, los dfas 0, 3, 6 antes de la vacunación y los dlas 12, 24, 48 post-vacunacón, con un to<oide (anatoxina) obtenido, a partir de la toxina producida en culüros in vitto del parásito. Estos an¡males fueron divididos en dos grupos: el primer grupo fue tratado con el bxoide y el segundo grupo se manejó como grupo control. Al primer grupo en el día 12, en el cual se da el pico máximo de la enfermedad, se les administro 2cc de toxoide por vfa oral, a esüa toxina se le agregó una molécula especial para inactivar su capacidad tóxica y aumentiar su capacidad inmunogénica, esla vacuna contiene por cm3 400 unidades de toxoide, siendo la closis mfnima efectiva de 800, por tal razón se utilizan 2 cm3. Estia aplicación se repitió 2 veces más, con un intervalo de 8 días a dosis igual, debido a que en la vacunación oral, la dosis antigén¡cá debe repartirse. Al segundo grupo se les administró 2cc de placebo (suero) por vfa oral. Seguido a la aplicación de la anatoxina, se pudo observar que en el grupo de vacunados, los niveles de Sarcocyst¡na en sangre, pasaron de 73.225 plLt a 64.7 ¡rllt, mientras que en el grupo de no vacunados (grupo control), siguió aumentando los niveles de toxina, desde 177.838u1L1hastra 232.338il/Lt, dando esto a entender que los animales vacunados sí tuvieon una reacción positiva con respecto al tratamiento. Asf se demostró que el toxoide produjo una gft¡n mejorla en el estado general de los animales tralados, ayudó a reactivar el s¡stema ¡nmune, 101 gener¿¡ndo una respuesta más ef¡ciente hacia la parasitem¡a y disminuyendo así los nivebs de la toxina en sangre. Fayer R. (2004) citado por Solaymani-Mohammadi S. y Petri W.A. (2006), añade que no hay profilaxis conocida ni tratiamiento terapéut¡co, para la Sarcocystos¡s ¡ntestinal en humanos. Las infecc¡ones son auto limitjantes, de corta duración y a menudo asintomáticas. La eficacia de co-trimoxazole o furazolidone queda sin ser demostrada. Debido a la escasez de casos informados, manejados con tratiamiento y la falta de un estudio controlado, no hay base para la evaluac¡ón, por lo tanto n¡ngún tratamiento puede ser recornendado como superior, a onlquier otro en este mornento. 102 9. CONTROLYPREVENCIÓN Azumendi J.L. y Melian M.A. (1991), aseguran que la prevención natural es 6l más efeclivo y menos traumát¡co de todos los métodos de control y prevención. Conociendo el ciclo básico del Sarcocysfrb, se puede bloquear su modo de transmisión; por ejemplo: impedir que los perros de finca se encuentren cerca de los porcinos, esto evita que las granjas se contam¡nen con materia fecal de los m¡smos y previene la infección del ganado porc¡no' Los mismos autores añaden que, si se quiere prevenir la Sarcosporidiosis y la Sarcocystosis se debe romper el ciclo de vida' los estados de ooqu¡stes, esporoquistes y esporozoitos contenidos en las heces de los hospedadores dehnitivbs, deben ser eliminados del medio amb¡ente, junto con cáscaras' los reslos de ios animales que murieron en la granja, en el potrero o en cuelquier otro lugar, deben ser removidos y entenados, antes de que los perros o cualqui;r otro depredador los consuman. Las heces de los hospededores def¡nit¡vos, en ningrin momento deberán contaminar la comida de los cerdos, los penos deberán ser mantenidos lejos de la alimentación, debe ejercerse conirol sobre las aguas servidas de las granjas y ciudades. También e3 importante tener en cuenta, que a nivel de matad€ro se debe hacer una quistes inspección cu¡dadosa por parte del veterinario, la came que contenga necesarios debe ser decomisada. RobbenP'ySib|eyL.(2004),aseguranque|osesporoquisteshandemostrado tener una gian resistencia a los desinfectanles, el calor y el frfo' que. la Cordero y cols. (2002) citados por Galvis y Agudelo-(2010), describen durante dos J¡irJ¡on áet paráiito por las heés del hospedador deÉinitivo, se da de los medio en el meses, asf iresenten o no sintomatologia. La supervivencia es alta, en medios templados el parásito puede durar hasta un por "rpoió;róito'" de 4 oc se mantienen viables durante dos años, án[, pueden y secos "ñ-t"*p"raturas o rc pue¿e sobr€vivir durante dos meses en climas ááüó'0" permanecer hasta 3 meses viables' y Petri W'A' (2006)' Fayer R. (20O4) citado por Solaymani-Mohammadi S' pero son rréüt" qü" Sárcocystrs sp' reéiste a la refr¡geración a -2'C' 103 elimlnados a -5"C por 48 horas y -20"G por 24 horas. Los esporocisto$ tiene una longevidad de acerca de año en el ambienb húmedo' pero esto es reducido en 2 o 3 meses en el medio seco. Su resistencia es tiambién substancial a desinfectantes; sólo el amoniaco al 10o/o, puede ejercer un efecto mortal en los esporocistos. f El anterior autor afirma que la came poco asada, el bistec redondo, el chunasco, asf como las hamburguesas, pueden contener bradozoitos contagiosos. Log produc.tos cocinados @mo las salchichas de came de vaca, así ómo mantener la hamburguesa congelada y filetes congelados para sándwich, no fuefon contagiosos. En la profilaxis qufmica, se usan drogas anticoccidiabs como el ampotlo y la salinomicina, las cuales fueon efecfivas párá preven¡r la enfermáad y muertes.sevems.en temeroe y corderos inbctados, pero no hay un informe de profilaxis en iip"ti'i.éngrtente humanos. E|mencionadoautorconünúaexplicando,quecuando|asmedidaspreventivas quistes' se debe no se pueden asegurar y ta came podrla ser^portadora de o bien cocinada más' o días minteier completahenté congebdá durante 2 oara eliminar los bradozoitó inbcciosos. Estas med¡das impedirán el i"riróiió'i" 1". ét.ó"J tnt"rtinates, donde tos seres humanos podrfan servir como hospedadores definiüvos. no permiten una buena Euzéby J. (2OOl), señala que los homos m¡croondas púés er calór que producen no penetra lo suficiente' Por el quistes sarcosporid¡anos "sl"lnl".¡iin, óntráno, r" ¡náo¡ac¡on (0.3-0.ékci) ejerce sobre los un efec{o letal. v Salud Pública de la Según la OIE y el Centro de Seguridad-Al¡mentariaque la calefacción a más Universidad del Esta<lo o" fo* én'el 2005, informan un inbrme rec¡ente' de 60 o C durante t m¡nuoüeifuye S' neurona'.Además no que los desinfec{antét O" úso comOn en los hGp¡tales veb¡inarios' "uoi"t" poá¿n sb, capaces de eliminar a S' neurona' que para etudir la Sarcoc1stos¡s ¡ntestinal' Estás organizaciones re@miendan cocida y mantenerla congelada ó la gente debe evitar *t"íü* áñ p"104 a -20' C. Para prevenir le Sarcocystosis muscular, 1o3 alimentos conteminados por las heces o la sucierlad deben evitarse. Tener una buena higiene p€rsonal' iat como lavarse lag manos, también puede ayudar a impedir la transmisión' Gupta S.K. y Garg S.R. (2005), sugieren que para el control del parásito los s(¡uientes puntos son importantes: l. ll. ilt. tv. V. vl. Evitar que el ganado bov¡no y porcino ingiera heces humenas infec{adas. Que los seres humanos no @nsurnan ceme cruda o poco cocida' Lo aconsejable es que esta s€a cocinada a 7O'75'C por 15 minutos o congelada por una semana. Disponer de un lugar apropiado para las heces humanas' Edúcar a la poUtaciOn sobre el riesgo asociado de consumir carne cruda. Meiorar la inspección veterinaria en plantas de benef¡cio' Usár anticoóirtiales de manera prof¡lác'tica, que pueda preven¡r. o infección por Sarcocysí.s sp', en los huéspedes min¡m¡zar la intermediarioe. Ondrasik Nic-holas y cols. (2008), recomiendan realizar lo siguiente: cerdo' si el riesgo Alertar a los paci€ntes que no coman came cruda o came de de Sarcosporid¡os¡s está presonte en la comunidad' do alimentos' son Las buenas prác'ticas de higiene para la manipulación parásito' uuenáJ para irevenir la transmisión fecal{ral de este -20'C, puede prevenir la transmisión y el cocinar o matará los r.ñ"riat contaminádó a 60'C, por lo menos 20 minutos, La carne congelada üf"r,t"iil a Sa,cocysfis. y cols. (2007), afirman que la nqpn,-hgmeado y fritura..(y la lá carne de.llama' losran desnaturalizar v ilimitü;t;; ;"ei";il;i;;; -(piotetna tóxica)' de los macroquistes cle detoxificar la sarrocysf,na Godoy R. 105 Sa/cocysúis aucheniae, así mismo, estos cuatro tratam¡entos afectaron la viabifidád de los quistes, eliminando el riesgo potenc¡al de infección del hospedador definitivo, e ¡nterrumpiendo la fase sexual del ciclo de vida del Darásito. Pulido Baneto, Azumendi, Manríquez y Pulido Medellín (2009), realizafon un pfoyecto para evaluar el toxoide (anatoxina), obtenido de culüros in-vitro del la efeclividad iarásito en 20 caninos positivos a Sarcocylis sp., demostrando be la vacuna para el control de la Sarcocystosis, la cual busca mejorar la ür¡oáo áe vioá oet animal y por consiguiente disminuir et impacto económico que genera. principal Domy P. y cols. (2OOg), aseguran que la inspecciqn.d.e la carne es el ,étoáo a'plicado'en á controt de Taenia sp. y Trichinella sp. Sin embargo, pract¡ca y no es muchas veces no es muy sens¡ble' con frecuencia no se hecho para T. gondiiy Sarupcylis sp. princlpales s€ deben Domenis L. y cols. (2011), sugieren que los estuezos del parásito, por colocar en programas eoucativós, para prevenir la circulación a épiiprb, tráü lue os agricuttóres.-sean .má.s,conscientes' avudarles implementar ámü¡ai sus hábitos y meiorar las ¡nfraestructuras' También para la áé vigilancia, hue <ieben incluir los protocolos de diagnósüco, preventivas para la salud ¡oántmáciOn óe especies y- así tomar medidas ,üi"ri, humana. 106 10. zooNosls Azumendi J.L. (f997), cons¡dera que los humanos podemos ser hospedadores definitivos o ¡ntármeóia¡os del Sarcocysfrs y al revisar el reporte que hace el mismo autor en 1991, encontramos que cuando se analizan los síntomas' que reportiaron 24 pac¡entes posiüvos a sarwcylis, eslos se pueden dividir en menores. Siendo los slntomas mayores: cansancb síñtomas mayores é;érri pe-án"nte dolores musculares, presencia de dianeas intermitentes y desordenes del sueño. y i el punto de Gómez S. y Ruano J.A' (2007), señahn que.esta zoonosis desde su vista clínió es reciente en'el país, por lo tanb no se @noce aún como ent¡dad patolÓg¡ca en el campo de la medicina' ro-tpottat¡"nto el hombre actúa Dubey J.P. (199S) düado por Orven I'L' (2005), añ3!e Ou9 hom¡nis Sarcocysfts órínóép"Oa¿or Oennitiuó para dos espec¡es zoonóticas, de u-l-"r¡iór-.s. También'puede ser un hospedador accidental varias ¿#J; "ñ láént¡¡ü¿r! d" s"r-cy"ro, que infeclan at sanado y los animales salvaies' que en las ganaderías.de-cerdos' Shanez Rebecca (2002), nos ilustra diciendo (legal o se poducen grandes ."ntiOáO"t de abonos' usadas típicamente organico' Aunque su ,uso es ventiajoso en el iíáál,iárt"l, '",-J¡"r"tütlb ómo fert¡lizanle riesgos para la oe ra proouüón dtí*19' p.u"d1-:ltlit varios en cuanto a la tranimisión de varios microorgan¡smos ,.iüa nut"n", que .J3 citiado por Castro. y Tum1l,,!2006)' expresa safcocysfis. delgénero por coccidios producida im"""¡bn é"ñüJt*iá'", uná son: Sarcocystis sui'hominis y "que-se -ubican,T Las especies qr. p"'"tián'"i-nótuie subepitelio intestinal v -"1^. musculatura.esquelética'y Sarcocysfls t¡nctemann,, q'"'¡ni""tl la ""tdj?:::-L: se presena pol sarcggyl5 Sarcocystosis intest¡nal -sui'homin's.' sarcocysfis desanolla Jn el humeno' con un cuadro oe gastto;;-ri[J-"ó'á" especies hospedadoras relacionadas su ciclo evoluüvo n"troréniü, *"dos el pedador alberga entre sf, por el sistema oüiJáo"tp**t-t -":!:.:l*"' formas ieproouce sexualmente' orbinando al parásito en su ¡ntestlnoiónüL se Subercaseaux B. 3;;ü#l"Ji¡ot,", p;il;¡á LO7 Sarcocystosis entér¡ca humana, el hombre es el predador y los cerdos o vacunos constituyen la presa, segrin se trate de las especies sui-hominis o b ov i-h o m i n i s, respectivamenle. El mismo autor continúa diciendo que el hombre se infecta por carnivorismo, al ingerir came insuficientemente cocida de vacuno o de cerdo, infectada S. suFl,om¡':nis. Los respectivamente con qu¡stes de S' bovi-hominls ooquistes no son infec,tantes para el hombre. Los quistes titulares resisten 18 díai a 2'C y solo son destrukios a -20'C o al calentarlos sobre 60'C' La infección de ganado (vacunos y cerdos), es bastante frecuente, varia con la edad y prooúencia dL animales encuestados, asf como con las condiciones sanitai¡ás de crianza y con el grado de contaminación fecal humana de la zona. o el Fayer R. citado por Benavides K' y Unigano L' (2001), quien expresa'.que piiñcipat problema está dado porque la Sarcosporidiosis es una zoonosis, esto i,"."'qué el hombre pueda actuar como hospedador intérmed¡ario y como hosp€dador definitivo. que la Bunyeratvej (2007) citrado por Nourollahi Fard y cols' (2009)' señalan porque el ¡rt".c¡0" tióni un'potencial de importancia para la Satud Pública, de animales r,ór¡t" pü"0" adq'u¡rirla por el consumo de came poco cocida poco cocide o cruda infectados, s€an bovinos y/o porcinos' Comer came causando ónt¡áne barcocyst¡ maduroi de S. ñominis y S. suihorninis, Sarcocystosis intestinal en humanos. infectadas Euzéby J. (2001), afirma que las cames parasitadas-permanecen a var¡os (10-12 semanas), Jüt.r,tá rn tl"rpo variable, desde varias semanas meses (de 6 meses a 3-4 años). es una De acuerdo a Ondrasik Nicholas y cols' (2008)' la Sarcosporidiosis-de forma tenga la enfermedad ñe;iñ¿; á¿cter zoonotico. et iaciente'gue fecal-oral, si la extender ta inteccion a otro8, e través de la ruta came cruda o comer po¡re. se reómiánoa a los pacientes no con los alimontos. Las personas áln-é J" cerdo y prac{icar una buena higiene -no nace el tratamiento rutinario y deben enlender que est; infección, ;;6rü;;"¡; ;iñ;#¿;;; 108 normalmente e3 un hallazgo incidental descr¡bierto en la biopeia del músculo, pero que debe ser prevenide. Robben P. y Sibley L. (2004), consideran que el humano está en rbsgo constante de contraer infec¿iones por protozoos en alimentos y el agua' Esto es especialmente cierto en gran parte del mundo, donde el suministro de la comid'a y el agua, no se pue¡en garantizar libre de contaminación. Las frutas que congmiñadas, las verduras o los granos, contienen comúnmente parás¡tos hablan sido depositados directamente sobre su Euperficie' GuptaS.K.yGargS.R.(2005),seña|anque|asenfermedadesparasitarias iü"¿t¡á., ño s¿ñ son ¿á gral importancia en las áreas rurales, sobre todo la án vfa de desarroio, sino por el tremendo impac'to económico en y en la Salud Pribiica. La conciencia de estias infecciones inO,lJñ" "n¡r"ipoi los animales y el hombre, es algunas veces' d€bida a án p"l*. dásanolladas muchas prádicas dietarias religiosas. socioLos anteriores autores también reportan, que las condiciones infección' de el riesgo económicas de las personas más poóres, aumentan. cueles en ocasiones las comida, iiú¡oó qr" ¿"ben'sobrevivir con sobras de junto con los cambios en log " con poca trig¡ene y san¡dad; ü-"n*"ntt"n poco cocida y/o el lavado hábitos alimenticios, como ümer fá came cruda o inapropiado de vegetales Y fruias. se traduce en cols. (1998), expresan que la Sarcocastosis' por la disminución sólo p"ra'ta industria, no ir.'ürt"'.tá p¿iái¿á. pérdida de.su valor prod;ctiv¡Oá¿ an¡mal' sino por. la de la producción y la"ónOriL, Sam R. y ütilr[iJ vl" ¿écómiso oe una zoonosis Parasitaria. *r-*tt' Esta enfermedad es reconocida como ¡mpaclo W'n (Z9Fl'- añaden que elque son parasitarias' de las enfármedades zoonóticas y Solaymani-Mohammadi i'oñ"ónoti.o ü S. y Petri están creciendo de forma continua' transmitidas por los atimeniái,'ras cuaies morbilidad y ü.'ó"1J"'"n uü a" desanollo- Esto causa la.producción agrfcola' disminuye mortalirJad en seres nut"tút,-o¡tt"culizan vLi"- b"tt"ot al comercio intemacional' iii'ñ'Jñ¡-u¡ñitá áá ü;ffi;;ü"|l "l¡t"no 109 Vega R. (2009), argumenta que en los pafses de funérica Látina, en pariicular los ubicados en la zona tropical, tienen un especial riesgo de presencia y difusión de las zoonosis. Unoa 500 millones de habitantes en Latinoamérica' se consideran expuestos en forma seria a más de 150 zoonosis, bien sea en forma directa o indireda; unos 250 millones de latinoamericanos enferman de una o dos zoonosis en el tnnsq¡rso de sus v¡das. El mencionado autor nos ilustra diciendo que, en el grupo de zoonosis directas incluye protozoar¡os también llamado 'zoonosis contagiosas'' helmintiasis crriquinelos¡s) y (Ioxoplasmosis, saroosporirJiosis, Balantidiosis), gran importancia baaeriosis (Brucelosis). Aunque es nr¡mero l¡mitado, tienen en los servicios de Salud Priblica y Medicina Veterinaria. se o Domy P. y cols. (2009), confirman que los factores-.que pueden explicar la eniermedades parasitarias zoonóticas, son el aumento de apa¡'c¡ón óe agunas i"'* p"oona. altamente susceptibles caqsa del envejecimiento, la desnütrición, la infección por el VlH, otras condiciones méd¡cas subyacentes.y a loscamb¡osene|esü|odevida,tales@moe|aumentoene|númerode p€Éonas,que@nsumencomidaspreparadasenrestaurantesysitiosde que no Lom¡Oa rápida, asf como vendedorEs ambulentes de alimentos' t".p"t"n la seguridad alimentaria y el aum€nto de comer alimentos "ütpi" crudos o Poco cocidos. Los anteriores autores conlinrian explicando, que las enfermedades por parásitos, son generalmente comunes, iánsmi$oas por alimentos (ETAs)-globalización, aumento de viajeros poco reconocidas'' La las costumbres y intemac¡onales, el incremento de iá población el cambio en hacen que se haya incrementado el diagnóstico de estas el ññ alimenticias, enfemedad€s Parasitarias' considera una ETA y De acuerdo con Euzéby J. (2001), esta patología se parasitada cruda o mal lo8 humanos, cuando egtoe conEumen came ocur¡e en cocinada. 110 Vega R. (2009), añade que en Colombia, existe una serie de condiciones que favorecen el aumento y la propagación de las zoonosis, entre las cuales podemos mencionar: 1. Grecimiento de las poblaciones humanas y animales y mayor dens¡dad de ambas poblaciones, lo cual aumenta el contacto animal-hombre. 2. Creciente urbanización y explotación intensiva de animales, al igual que la zoocrfa. 3. Gran movilidad de las poblaciones humanas y animales, mejoramiento de las vlas de comunicación, mayor frecuencia de ferias animales y de movimientos internos de animales. 4. Aumento en la comercialización de los subproductos y alimentos de origen animal, así como de ta ¡mportación y exportación de éstos. 5. y Falta de adecuados sistemas de protección al personal de mayor riesgo a la comunidad en general. vale la Burbano L. y Unigarro J. (2005), afirman que -dentro.de la zoonosis' medicina p"ná Jéti.át b Tmportaniia que tiene el cerdg en el campo de la 'ñrr.na. Desde el sumin¡stro de sustancias vitales a la vida del hombre, hasta cerdo es la gran i" áoniciOn de órganos a través de los xenotransplantes, elpersonas' poción de la medidina para aumentiar la sobrev¡vencia de las gue desde que el Ghiano N. (2005) citado por Castro y Tumal (2006), señalan muy pocos agentes nut"ni *níi"e con el cerdo, éste le ha transmit¡dotienen acceso direc-to microorganismos óátOg"no., pero en un transplante, los más vulnerable del pacientl' el cual es tanto más ;-'1"". el rechazo del Jeriüraoáméne se' debilitan sug defensas, para evitar i,i'.IüáñG. rás condicionás de crÍa de los cerdos pueden controlarse' gára;t¡zan¿o asl que estén exentos d€ m¡croorgan¡smos' ü v l;jffi; por Castro Y Tulal Con respecto a lo anterior, Tanadas C' (2005) citldo que expresan determinadas ¡;fr¡,-jxprica cue el uso ¿á cer¿os transgénicos' o h¡peragudo en las agudo protefnas humanas, t""pon.áUte. del róhazo multidisciplinares en proyec{os t" O"te de diversos técnicas de transplantes, ". 111 países de Europa, entre ellos España. La finalidad de estos trabajos, consiste en utilizar a cerdos transgénicos como donantes de órganos a humanos (xenotransplantes). Ambroise-Thomas P. (2001), afirma que en las últimas dos décadas, los pacientes con síndromes de inmunodeficiencia (SIDA' Cáncer, Leucemias, Terapia inmunosupresora con corticosteroides y/o Trasplante de órganos),se han visto afectados por las parasitosis animales, generando que la evolución clínica se vea seriamente agravada y/o modificada, sin tener en cuenta que muchas de ellas son desconocidas en la medicina humana, por lo cual se han convertido en enfermedades zoonóticas y algunas veces en antropozoonóticas. El anterior autor comenta, que todas estas complicaciones son causadas por parásitos oportunistas, que involucran a seres humanos en su ciclo de vida' 'tttuy a meirudo, son piotozoos endocelulares que pertenecen a distintos o especies, entre los cuales se encuentran: Toxoplasma gondii' oéneros -ciitospo¡¿a'm pavum, cyclospora cayetanensis, /:ospora belli, sarcocystissi., Microsporidia sensu /afo, Leishmania spp', Trypanosoma cruz' sno támbién loé nemátodos y Acaridae (Strongyloides stercoralis y Sarcopfes scabiei). y El mencionado autor continúa diciendo, que Sarcocysfi's bovihominis. .s' pac¡entes suihominis, causan problemas digestivos moderados en en particular en inmunocompetentes y no representan ninguna patogenicidad' los pacientes que presentan SIDA u otras inmunodef¡ciencias' Domenis L. y cols. (201 1), demuestran. que . el ganado. seropositivo a de carne cruda o éárcocvsris sp.,es un factor áe riesgo asociado al consumo la ,rr"nii" de un iistema de atcantari'ado, lo cual fomenta parásito' del vida de ciclo ó"tque contribuye al mantenimiento del de Salud Pública' sanitario problema un convirtiendo a la Sarcospoiidiosis en ñ;;;ü;í;J" ;;"td, zoonÓtica' se requiere Los anteriores autores aRaden, que dada su importancia en la situación basado sp" la ¡ntormáo-on oe surcocvsti" miembros en la unión Europea' pero las ñ;';ü;td;bie epidemiológica o" lot ".i"áói Lt2 referencias relativas a la propagación de parásitos en el ganado europeo, son escasos y sólo es llevada a cebo por h evaluación del espesor de la pared del qu¡ste. Los mencionados autores comentan, que en un estudio realizado en el 2009' por un grupo de experlos del EFSA (European Agency for Food Security)' en el cual concluyen que los datos en casi todos los estados miembros, no son sr¡ficientes y definen como "po@ claro", la situación en las poblac¡ones animales, aál como el impacto de la enfemedad sobre la salud humana' El informe también muestra las lim¡tacion$ de la vigilancia del safcocystb, teniendo en cuenta que la inspección visual de las canales en el matadero, no permite Eu detección, sólo cuando produce lesiones graves en el músculo' DornyP.ycols'(2009),explicanquedebido.a|osinadecuadossistemasde para muchos de los parásitos zoonóticos' parásitos en los nlñc¡Oenc¡a de las 6ñfermedades humanas y la aparición de al¡mentos, es subestimado. áiáóíattió de rutina y áe vigitancia, (2011)'.se y De acuerdo a Bucca y Moré (2010), citados por Domen¡s L' cots' la preónc¡a d; sa'rcocysf's hominis, en todos los músculos poco l.quál¿t¡*t del ianado y/o en alimenios que contengan came cruda o cocida, como las hamburguesas (Prayson, 2008)' ñ;ñtt"d (2008) en Estados Unidos' Según un estudio realizado por Prayson y cols' hamburguesas' se reportó la iará evatua, el contenido de a márcas-de parásitos intracelulares del género sarcoc)'sf''s sp'' en.2 marcas quea estos fueron detectados por mic¡oscopfa electrónica' provenfa de tejido músculo la vez demuestra que la mayoria de esta came' ñil;á¡; ffi;Ñtú&s, esquelético de ganado bovino. 113 f ':, t a \/ G F|GURA23.Parágitcsarcocysfissiü¡adoeene|citop|asmadeunafibra muscular. Parásitos similares fu eron PAS)' identiftcados en 2 de E hamburguesas estudiadas (TinciÓn de (Fuente: PraYson B' 2008) (2010)' expresan y Dubey (2006) y Pozio (2008), citados po-r Bucca M' cols' ganado' porque del sus jreocupaciones zoonóü&s por la Sarcosporidiosis como hospedador también es importante, va qrJ ós seres humános siryen de ¡ndeterminadas espec¡es ¿enñitiuoG S. nom¡nÉ y dá acogida de varias Sa,cocysf,s sP. el Reglamento actual Bucca M. y cols. (2010), mencionan que-col baT 9n productos de.origen oficiates de-los óil";"ád¿lzoo¿, ,o¡ié lós conrroné no es específic€¡ para los quistes de ln-¡ri"i rá ¡nipecc¡on oe lá áme debido a la altia tasa de Sarcocysfc en animales oátm""Oot' Sin embárgo' v la costumbre de comer J" rá int"".¡on' la presencia de países europeos' e1 . riesgo de came cruda o poco cocida' en algunos probable que ex¡stia' ¡ntés¡nat en los seres humanoo' es tTlltlt ñ;;É;i; ;;"y;t"ti" que el rechazo cle- la came de vacuno de Moré G. y cols. (2010), informan por Sarco.cvsfis sp', fue reportado en íirg";.lüni, O"¡iOo " ü-¡nt"d,,iOn rápida para al¡mentos y p¡ensos los rllümos 5 años, pot erii*tt"tá oe aÉrta adoptiadas' por la Comunidad Europea' iiiá lirasrFl, L!4 De acuerdo con Yoshida N. y cols. (2011), las enfermedades parasitiarias transmitidas por alimentos, suelen ser más predominantes en países pobres con condiciones san¡hr¡as defic¡entes, entre los cuales se incluyen la toxoplasmos¡s (Toxoplasma gondi), criptosporidiosis (Cryptosporidium sp')' cyclosporiasis (Cyclospon cayetanensisl, cystoisosporiasis (C¡rsfoisospora beíi, Sarcocysúosis (Saroorysfis sp.), así como la giardiasis (Giard¡a ¡ntestinal¡s\ y la ameb¡as¡s (Entamoeba hbtowca). Más recientemente' un "parásito excepcional" fue incluido en esta lista'. Trypanosoma cruz¡, el agente de la enfermedad de Chagas. Woolhouse M.E. (2002) citado por Domy P. y cols. (2009)' concluye que el 75o/o de los nuevos patógenos humanos son zoonóticos. expr$an que en el paÍs no existe .un y Vega (2005), 'zoonüica, que ¡nvolucfe a todas las enüdades OtágnOstico de n óituacJón infóciosas que ocas¡onan estias enfermedades, no hay un sistema .de Guzmán, Padrón inióimac¡On qle permita recoger en forma metódie,.los dabs sobre este tipo áe evéntos, ésta situac¡ón se completa con la deficiente red de laboratorios,y qre nó peá¡te obtener resultados oportunos, ante la presentación de brotes in6gración en las activ¡dades de prevención y control de las li-i"f6'de zoonosis que no son de notificación obligatorh' una Según los anteriores autores' en general' las parasitogis representan poco el muy át-"ña.áltpott"nte para la Salud ir¡ot¡ca, pero.sin embargo el¡nvasores' que esbs de evaluar a'fondo el aspecio epidemiológico no piárbán oportunidad para úneficiarse de los seres vivos y ocasionar i.t*dór algunas veces daños ineversibles. 115 f 1. CONCLUSIONES ' Es una enfermedad con alta prevalencia a nivel mundial, tanto en animales como humanos, siendo principalmente afectada la especie bovina. ' En Colombia, de acuerdo a las investigaciones realizadas, se han en@ntrado altas prevalencias de Sarcocysfis sp., en las diferentes especies animales y seres humanos estudiados, evidenciando asl la presencia de la enfermedad en nuestro pals. , se han utitizado métodos moleculares, para ta idenüficación de especies de Sarcocysfis sp., únicamente en pacientes animales' , y S. solamente las especies consideradas zoonóticas, como s. surñominis g¡gnif¡cativas en la hoministienen importancia en salud Pública y a la vez son salud humana. > Es una enfermedad subdiagnosticada y poco conocida en el ámbito de la medicina humana. >Estapato|og|aseencuentradentrode|80o/ode|asenfermedadestransmitidas por alimentos. > se nygde La principal fuente de contaminación es la oral, aunque también contado,de heridas con supérf¡cies .Jqii¡ü p"rasito por b ónjuntiva, por elsangulneas o por transmisión contraminadas, por tran&us¡onáá transPlacentaria. > protozoos patógenm.entéricos.a Se ha observado la presencia de parásitos 'contaminada' siendo una posible ruta de nivel mundial en et agua poiable transmisión de SarcocYsüs sP' > domést¡ca c¡mún y las Las moscas s¡nantrópicas especialmente la m9¡9a protozoarios, entre los parásitos cucarachas, son ve*oñ tiünm. de cuales se encÁ¡entra el Sarcocj'stis sp' ) el¡grosol y el polvo' pueden Los artrópodos coprófagos, el viento, el agua' como otros mecanismos de diseminar tos esporocistó, considerándóse transm¡sión. 116 La Sarcocystosis puede afectar personas de cualquier edad, sexo o condición racial. La mayorfa de cagos humanos reportados, han sido encontrados en Asia y en ambientes tropicales y subtrop¡cales. Los órganos más afectados en el ganado bovino por quistes de Sarc'ocysfrs sp,, son los músd¡los esqueléticos, la lengua, el corazón, el esófago y el diafragma. Los seres humanos están sn alto riesgo de adquirir la infección' ya que es una zoonosis parasitaria, que se adquiere por el consumo de elimentos como came bovina y iorcina, vegetrales, fruüas o granos contaminados con SarcocysÚ's sp'' mal cocidos o sin refrigeración previa' La Sarcocysfrna produce las alterac¡ones en los pacientes, que padecen la Sarcosporidiosis o Sarcocystosis y no por acción directa del parásito' El toxoide Anti-Salcocyslfna, ha demostrado disminuir |os efec'tos de |a y Sarcocysfina y sus niveies en sangre, mejorando el estado general alavez estimuÉndo el sistema inmune de los pacieñtes tratados Loshumanosinbc.tadospresentenlamismasintomato|ogla,que|os mamfferos afectados por Sarcocystls sp. según La enfermedad puede tener una sintomatologfa diferente en el huésped' de esporocystos éán'erat ¿e salud e inmunitario' la cantidad ingeridos y su grado de maclurez. ;;;;ta;; Lasp€rsonaspuedenac{uar@mounhospedadorintermed¡ariodentrodel ¿.ir parásito, desarrollando sarcooTstosis muscular u hospedador "¡"ú?é,io. definitivo, manifostándGe como Sarcocystos¡s intest¡nal' También utilizaciÓn de procedim¡entos diagnósticos para diagnosticar o diferenciar ooquistes y €sporoquistes de se top"ufar"., Sircocysr,s, dl encont'ó la muestrás fecales de huéspedes definitivos' ilim¡tada) de la came' La cocción, homeado y fritura (y la congelac¡ón en forma togran desnaturalizar y detoxificar la Sarcocysfina' LL7 12. RECOMENDACIONES D Se debe evitar el consumo de carne cruda o poco cocftJa por el alto riesgo de adquirir la enfemedad. ) Se recomienda mantener una adecuada higiene perconal y con la manipulación y/o preparación de elimentos. ) Promover la capacitaciÓn a los profesionales de la salud, agricultores' ganaderos y personas en general sobre el ciclo de vida del parásito' la énfermedad, su diagnóstico y comportamiento zoonótico, para así evitar su propagación. F Efectuar una minuciosa inspección veterinaria en las plantas de beneficio,. si las canales se encuentran contaminadas con quistes parasitarios, se debe proceder a su decomiso totral o parc¡al, segÚn sea el caso' F por 24. y Procurar mantener la came congelada a -5'C por 48 horas -2O'C f,oi"., ántes de su cocción e 60"C por 20 minutos, ya que de esta forma el parás¡to es eliminado. F profiláctica' que usar anticoccidiales como amprol¡o y salinomicina de manera en los huéspedes o minimizar la'infección por sarcocysfls sp., ñ;;ñ;"nir intermediarios. ) y humanos' Disponer de un lugar adecuado para depositar heces de animales D ' de vigilancia' debido lmplementar sistemas de diagnóstico de rutina y s¡stemas zoonótica,-que aporte información sobre sarcocystrs sp., prevenüves u".áoo én la situación epiaemibtogÉa aclual y esf tomar medidas para la salud humana. )- ; !;ñ",t"ncia y fauna s¡lvestre' pequeños Realizar proyec{os de investigación .en ,rumiantesestas espec¡€s' pievatenciá'actual dei Sa¡cocvsfis sp' en ;;'ñifiñu 118 BIBLIOGRAFfA ACHA, P.N., S|ZYFRES, B,, Zoonosis y enfermedades transm¡s¡bles comunes al hombre y a los animales. Tercera edición. Volumen lll. Parasitosis. Publicación Cientffica 5E0. Organización Panamericana de la Salud, 2003. Págs.84-87. ISBN 92 75 11 993 7. 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