Muy buenas Tardes a todos ustedes, lamento el no poder

Transcripción

Muy buenas Tardes a todos ustedes, lamento el no poder
Muy buenas Tardes a todos ustedes, lamento el no poder estar con ustedes y la
imposibilidad del arribo de la Vicerrectora Administrativa Lic. Graciela Pinal de Cid,
dado que el vuelo fue regresado a Bs.As..
No obstante las tecnologías facilitan que al menos lleguemos por este medio.
1.- Bienvenidos. Es para esta Universidad y sus autoridades motivo de gran alegría,
legitimo orgullo, y de especial agradecimiento a Dios Nuestro Señor, tener la
oportunidad de compartir con graduados y familiares esta solemne ceremonia de
colación de grados.
2.- Una nueva camada de egresados de la Universidad Católica de Salta va a
recibir los títulos correspondientes a las distintas carreras que en su momento eligieron
estudiar.
3.- Sin duda para cada uno de Uds., para sus padres y familias, y también para
esta Universidad, se trata de un acto al que le asignamos una fuerte trascendencia y
significado.
4.- Para la UCASAL, pues ha llegado el momento de avizorar y medir si ese
tiempo de entrega personal y esfuerzo sistemático de docentes, no docentes y consejeros
espirituales, que incentivaron en Uds. la vocación por el mérito, el amor al prójimo y la
curiosidad por la indagación del conocimiento, para que afronten con solvencia su
futura vida profesional, se plasma en los valores y compromisos que se espera habrán de
brindar a sus comunidades y en su tarea cotidiana.
5.- Para sus padres y familias, porque pusieron de relieve un fuerte “testimonio
vivo de amor y de comprensión”1 al acompañarlos con importante sacrificio, paciencia
y estímulos, en este largo e intenso trayecto de vida universitaria.
6.- Para Ustedes, noveles graduados, que hoy cruzan ese umbral por el que
abandonan su condición de estudiantes para comenzar el camino de ser personas
habilitadas al ejercicio de nuevos saberes y que dan inicio a una nueva etapa de vida,
porque en su transcurso deberán dotar de sentido y trascendencia a sus acciones y
expresar su pasión por servir, integrando el ejercicio de sus profesiones a los principios
técnicos y éticos que las conforman.
7.- Es importante recordar siempre, que tal como lo expone el documento de los
Obispos en Aparecida, “todas las auténticas transformaciones se fraguan y forjan en el
1
“Dios, el hombre y la conciencia”, Conferencia Episcopal Argentina (1987, Pág. 38.83)
corazón de las personas e irradian en todas las dimensiones de su existencia y
convivencia”2.
8.- Atrás, pero integrados a sus recuerdos y como aspectos cardinales de sus
vivencias personales, quedan esos momentos de trabajo y estudio, de descubrimientos y
nuevas experiencias, de amistades y debates que animaron las aulas y dependencias
universitarias, y en cuya oportunidad experimentaron esas instancias de esfuerzo hasta
el límite y capacidad de superación que todos pasaron para llegar a este momento.
9.- Seguramente hoy comprenden más claramente que resulta arduo el quehacer
de discernir sobre lo esencial de los conocimientos adquiridos, el aprecio al valor de la
ciencia y de la investigación, como así el que todo lo aprendido se orienta al servicio de
la persona humana y al amor y búsqueda de la Verdad, pues es sabido que “…el
reconocimiento honesto y abierto de la verdad es condición para la auténtica libertad”3.
10.- Precisamente porque han puesto empeño en ello, porque han dedicado
muchas horas de trabajo y concentración a sus estudios, desafiando incluso algunos de
Uds. su actividad laboral que restaba horas a este objetivo, pero con la clara idea e
impulso de que porque se ha llegado arriba, o alcanzado alguna meta parcial, no es
posible reducir la marcha, es que pudieron elevarse por sobre las naturales
incertidumbres de los estudios y, como resultado, alcanzado la titulación ambicionada.
11.- Desde ahora se integrarán cada uno, de un nuevo modo y con una nueva
ubicación, a su medio profesional y social, seguramente buscarán, siguiendo una
premisa básica de todo hombre identificado con su fe y con su país, mas que ser
espectadores de la realidad ser actores comprometidos en la superación de los
problemas comunitarios, incluyéndose en la promoción del futuro y desarrollando un
camino interior incardinado hacia la solidaridad y el bien común.
12.- No deben olvidar por otra parte que las titulaciones logradas mejoran la
aptitud para comprender y la capacidad de obrar, pero constituyen esencialmente
instrumentos destinados al servicio de lo humano, para vivir según la razón y a través
del ejercicio de las virtudes, en tanto “disposición habitual y firme para hacer el bien”4.
Solo así podrán gozar plenamente del conocimiento logrado.
13.- Aspirar “a lo bueno y a lo grande” es actuar con mayor racionalidad, ser
más comunicativos y afectivos, respetuosos de la realidad y más innovadores y
2
“Aparecida…”, n 538
Veritatis Splendor, 87
4
Catecismo de la Iglesia Católica. Compendio, 377 (Conferencia Episcopal Argentina, 2005)
3
creativos, pues constituye una obligación moral responder a las aspiraciones
insatisfechas y reclamaciones desatendidas de la sociedad, buscando renovadamente
nuevas oportunidades de crecimiento y mejora5. Hay que tener presente siempre que el
hombre posee una dimensión social que es parte esencial de su naturaleza y de su
vocación6.
14.- Desde hoy habrán de estar habilitados para el ejercicio de esa actividad o
profesión elegida. Pero solo será posible que alcancen lo mejor de sí mismos si son
capaces de asumir como inherente a su responsabilidad social y profesional el formarse
continuamente, no solo para adquirir más competencias y conocimientos sino para que
su acción y entrega desinteresada redunde en una mejor respuesta a todos quienes
requieran de ellas.
15.- Tal como hoy se sabe, nunca se acaba de aprender. Los hombres y mujeres
de este mundo “…contamos con la peculiaridad de „conducir‟ nuestra vida: no sujetos a
nada que no seamos nosotros mismos…”7. Es por eso que se debe insistir hasta el
cansancio, tal como lo anhela la Constitución Papal para las Universidades Católicas Ex
corde Ecclesiae, en que deben aspirar a ser “hombres insignes por el saber, preparados
para desempeñar funciones de responsabilidad en la sociedad y a testimoniar su fe ante
el mundo”8.
16.- Es nuestra mayor aspiración el que los egresados de la UCASAL sean
activos promotores del cambio y de la paz social, concurriendo creativamente a la
solución de los problemas cotidianos y a la anticipación de los procesos que orientan los
cambios, por cuanto desarrollar un ambiente de verdadera paz y amistad social es lo que
posibilita desborden las grandes “potencialidades de la condición humana”9.
17.- Constituye a este fin un gran desafío el que se impliquen prontamente en la
acción comunitaria hacia el bien común y en la dedicación a la investigación,
reconociendo los interrogantes con los que los interpela la realidad de cada época y
diseñando, con acierto y métodos apropiados, las necesarias respuestas a las
expectativas que animan la marcha al futuro de nuestra sociedad.
5
6
Rodríguez-Arana Muñoz, Jaime, “Ética, Poder y Estado”, pág. 31 (Ediciones RAP, 2004)
Catecismo…, op. cit., 401
7
Obra colectiva “Sobre la Pedagogía de la religión cristiana”, pág. 18, José Demetrio Jiménez en “El lugar de la
educación. Una aproximación desde san Agustín”, Edit. Religión y Cultura, Madrid – 2005
8
ECE, 9
9
“La revolución de Dios. A los jóvenes en Colonia”, discurso de Benedicto XVI, pág. 53 (San Pablo,
2005)
18.- Les deseamos finalmente, a Uds., egresados de la Universidad Católica de
Salta, que alcancen las mejores experiencias y éxito personal, porque estamos seguros
que demostrarán ser, en el mundo del trabajo, profesionales formados y virtuosos.
19.- FELICIDADES A TODOS. Muchas gracias.

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