diferencias y no desigualdades en educación secundaria.

Transcripción

diferencias y no desigualdades en educación secundaria.
Juan Manuel González Gavira. D.N.I. 79192923-J.
DIFERENCIAS Y NO DESIGUALDADES EN EDUCACIÓN
SECUNDARIA.
Las profesores y profesoras encontramos en nuestras clases un
conjunto de
alumnos /as
muy diversos en capacidades, intereses, estímulos,
circunstancias familiares, sociales y económicas. Estos alumnos/as distintos, durante
varias horas a lo largo de bastante tiempo tienen que convivir, aprender cosas, crecer,
hacerse personas.
Es nuestra obligación, ante este hecho,
poner en marcha estrategias y
actuaciones que consigan que todo el alumnado desarrolle el máximo posible de sus
capacidades, para que las diferencias no se conviertan en desigualdades. Esto,
significa una toma de posición con respecto a la función que tiene la intervención
educativa, que debe tomar como referente, a la hora de la planificación, las
diferencias individuales para adecuar y ajustar el currículum a las necesidades de
cada alumno, en la medida que se nos permita.
Generalmente se contempla dos ámbitos de diversidad, una general para toda
el aula y otra para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo para
los que generalmente habrá que adaptar la programación o unidades didácticas en
mayor o menor medida según nos permita la normativa vigente.
Aquí me voy a centrar en un elemento curricular fundamental “La
Metodología”. Se trata de que organicemos las actividades de menor a mayor
dificultad, de tal forma que todos los alumnos/as puedan ir progresando en función
de sus posibilidades.
También nos ayudará en esta tarea realizar actividades en pequeños grupos,
donde cada alumno/a actuará desde sus capacidades y podrá ir progresando en su
desarrollo, ya que la interacción con los otros miembros del grupo le va a facilitar la
construcción de aprendizajes.
Juan Manuel González Gavira. D.N.I. 79192923-J.
Se propondrán distintos tipos de actividades que puedan dar respuesta la
variedad y la significatividad. Debemos pues llevar a cabo actividades:
- De iniciación: para captar las ideas previas e ir encauzando nuestra práctica.
- De desarrollo: para favorecer los aprendizajes que nos propongamos.
- De recapitulación: para hacer síntesis sobre lo aprendido.
- De ampliación y de refuerzo: para atender tanto a los alumnos con más
posibilidades como para favorecer la adquisición de conocimientos por parte
de los más atrasados.
Por ejemplo a los alumnos con un ritmo de aprendizaje acelerado se le
propondrán un número adicional de ejercicios y supuestos prácticos que desarrollen
sus capacidades de investigación y razonamiento.
Pero mención especial merece el Alumnado con Necesidades Específicas de
Apoyo Educativo. Aquí es conveniente aclarar algunos aspectos. El Bachillerato, es
como sabemos una enseñanza no obligatoria, por lo que la ley no permite que se
efectúen modificaciones en el currículo. Sin embargo si están previstas adaptaciones
de acceso y adaptaciones poco significativas:
•
Las adaptaciones de acceso hacen referencia a modificaciones en
los materiales, recursos, espacios, etc. para facilitar el aprendizaje
a los alumnos/as con dificultades. Por ejemplo si poseemos un
alumno/a discapacitado en silla de ruedas, deberemos organizar
el espacio en el aula de forma que pueda acceder fácilmente a su
ubicación.
•
También se permite realizar adaptaciones poco significativas
(también denominadas no significativas): son adecuaciones en los
elementos no prescriptivos del currículo como la metodología, los
procedimientos, los instrumentos de evaluación y la organización
de los recursos personales. Lo que si debemos dejar claro es que
no se pueden modificar los objetivos, contenidos y criterios de
Juan Manuel González Gavira. D.N.I. 79192923-J.
evaluación en la
programación ya que son considerados
adaptaciones significativas.
No obstante la normativa recoge determinados casos excepcionales en los que
se podrán realizar adaptaciones significativas en Bachillerato: “podrá acordarse,
por la Dirección General de Renovación Pedagógica, exclusivamente para los
alumnos con problemas graves de audición, visión y motricidad cuando
circunstancias excepcionales, debidamente acreditadas, así lo aconsejen”. No
obstante, en el caso que planteamos anteriormente del alumnado discapacitado en
silla de ruedas no necesitaría dichas adaptaciones significativas, al no sufrir
problemas graves de motricidad que le impidan realizar su actividad normal en el
aula. Cosa contraria ocurriría si tuviera problemas motrices para la realización de
las actividades diarias de clase.
Por tanto las necesidades específicas que se pueden dar en el aula son
innumerables y en cada caso nosotros como docentes deberemos aplicar las
adecuaciones y ajustes necesarios, dentro de los límites impuestos. Por ejemplo si
tenemos un alumno inmigrante, las adaptaciones poco significativas que podemos
prever pueden ir dirigidas (en la materia Economía de la Empresa) a la realización
de actividades cooperativas como la “Creación de un Diccionario EconómicoEmpresarial” donde los alumnos/as incorporarán los conceptos más importantes de
las distintas unidades didácticas. Con ella se pretende que se familiarice con el
idioma a la vez que se integra en grupos heterogéneos de alumnos y alumnas.
Igualmente se podrán hacer determinadas adaptaciones en materiales concretos o
pequeños ejercicios adicionales elaborados por el profesor sobre determinados
aspectos donde los pequeños problemas de comunicación puedan aflorar.
En el caso de que algún alumno/a requiera un sistema de evaluación
específico puede prescindirse de las pruebas escritas y utilizar más las orales. Eso sí
lo que no modificaremos son los criterios de evaluación.
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Por último, en ambos ámbitos de actividad, nuestro papel como docente no
se basará en la simple transmisión sino en facilitar la realización de actividades y
experiencias que conecten con sus necesidades y motivaciones y les ayuden a
aprender y a desarrollarse.
BIBLIOGRAFÍA
MEDINA, A. y SALVADOR, F. “Didáctica General”. Prentice Hall, 2002.
SEVILLANO, M.L. “Didáctica en el siglo XXI.”. McGraw Hill, 2005.
SAVATER, F. “El valor de educar”. Editorial Ariel, 3ª Edición. Barcelona, 1997.
HIGHET, G. “El Arte de Enseñar”. Paidós. Barcelona, 1982.
DECRETO 416/2008, de 22 de julio, por el que se establece la ordenación y las
enseñanzas correspondientes Al Bachillerato en Andalucía.
ORDEN de 5 de agosto de 2008, por la que se desarrolla el currículo correspondiente
Al Bachillerato en Andalucía.
ORDEN de 25 Julio de 2008, por la que se regula la atención a la diversidad del
alumnado que cursa la educación básica en los centros docentes públicos de
Andalucía.

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