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SEGUNDO CONCURSO FAMILIAR DE CUENTOS
SOBRE
EFICIENCIA ENERGÉTICA
CUENTOS NAVIDEÑOS
¡Oh no... una navidad
sin electricidad!
Cuentos escritos por familias de funcionarios CNFL.
UNA NAVIDAD SIN ELECTRICIDAD
AUTOR: FAMILIA OVARES ZAMORA
Ya se acercaba la noche de navidad y el pequeño Alex se encontraba ansioso por
decorar el árbol y la casa junto a su familia; era una tradición que todos los
miembros se reunieran cada año para hacer la hermosa decoración navideña.
Era la ilusión más grande de Alex, y él soñaba con ver su casa llena de color; el
contraste de las luces que iluminaban la casa llenaban de alegría a todas las
personas que pasaban por la calle donde vivía la familia de Alex. Era la casa con la
decoración más hermosa de todas.
En el vecindario se acostumbraba realizar un concurso para premiar a la casa más
navideña y la familia de Alex había sido la ganadora durante tres años
consecutivos; lo que los motivaba más para volver a ganar el premio “un delicioso
pavo de navidad”, el cual era compartido por todos durante la tradicional cena de
noche buena.
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A pocos días del gran momento, toda la familia de Alex se reunió para decorar
la casa: la tía Laura trajo las luces led, el tío Pedro trajo la corona, la abuela María
confeccionó unos hermosos adornos con material reciclado para promover la
conservación del medio ambiente; y así todos los miembros de la familia
pusieron su granito de arena para lograr el maravilloso sueño de todos.
Cada vez que se colocaba un nuevo adorno la casa iba tomando calor de hogar,
la familia se unía cada vez más fortaleciendo el vínculo y las relaciones entre
todos, ya que iban compartiendo mientras decoraban y disfrutaban de las
historias del tío Luis.
Él siempre les hablaba de sus grandes hazañas de la juventud y aunque estas
no eran muy convincentes, todos lograban recrear en sus mentes las
imágenes de cuando el tío Luis persiguió una anaconda en el Amazonas
acompañado de dos marineros y de cómo logró cazar el solo esa anaconda
que era la más grande que ha existido durante todos los tiempos y con la piel
confeccionó un hermoso tapiz para la abuela.
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También escuchaban la historia de cuando el tío recorrió el mundo entero en un
auto y aunque todos sabían que esas historias se alejaban de realidad los hacía
disfrutar y reír a carcajadas. Por supuesto no faltaba el rompope de tía Margui
que deleitaba el paladar de todos junto a las galletas de chispas de chocolate de
la Abuela.
Todos esos pequeños detalles hacían de la época Navideña una experiencia que
llenaba a todos de alegría, sobre todo a Alex quien disfrutaba de cada momento
que pasaba al lado de sus seres queridos.
Esa noche todos los familiares se acostaron muy tarde después de haber dejado
la hermosa decoración navideña lista; pero al otro día siendo la mañana de
Navidad ya estaban despiertos colaborando con la preparación del Banquete
familiar. La abuela preparó su tradicional pierna de cerdo y todos colaboraban
en la preparación de esos manjares que degustarían juntos mientras disfrutaban
de las conversaciones familiares y la compañía de todos.
Al ser las seis de la tarde, todo estaba listo para el momento tan esperado, el
padre de Alex se encargaría de conectar todas las luces y toda la familia se
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reuniría al frente de la casa para esperar la iluminación… empezó la cuenta
regresiva 10, 09, 08, 07, 06, 05 y cuál fue la sorpresa de la familia, que todo el
vecindario se quedó a oscuras, la luz se había ido y la tan esperada iluminación
no se pudo completar - “No puede ser, se fue la electricidad en todo el
vecindario y justamente la noche de Navdidad” - gritó Alex con su voz quebrada
que anunciaba sus evidentes ganas de llorar.
Toda la familia se encontraba triste, todo su trabajo y las esperanzas para ver la
casa decorada se estaban apando. La abuela encendió unas candelas y se
sentaron todos en la sala para esperar a que la luz llegara, sin embargo
estuvieron ahí durante horas, hasta que todos se encontraron cansados y
decidieron ir a dormir. Alex no durmió en toda la noche y las lágrimas bañaron
su pequeño rostro.
Ahí fue donde la familia comprendió la importancia que tiene la electricidad en
la vida de las personas y fue ahí donde decidieron colaborar con el uso eficiente
de la energía eléctrica, siendo esta tan importante para el diario vivir.
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CUANDO TODO SE ILUMINÓ
AUTOR: FAMILIA CARIDAD MORA
Todo estaba listo para el gran día. Nuestros corazones se habían
preparado desde semanas antes para la tan esperada llegada del niñito
Dios.
La casa brillaba con sus adornos, su árbol de navidad con sus luces y
esferas de colores y en especial con el hermoso pasito que habíamos
hecho para recordar el nacimiento del niño Jesús en el portal de Belén,
estaba lleno de figuras y luces que lo hacían lucir como lo más especial de
nuestra pequeña pero acogedora sala familiar.
Sabíamos que todo esto lo habíamos hecho para que nuestro espíritu se
llenara de alegría y recordáramos que los momentos en familia son los
tesoros más grandes que se pueden compartir.
Llegó el gran día, el 24 de diciembre, lleno de planes para celebrar en la noche.
Ya sabíamos que teníamos muchas tareas que cumplir:
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1. Aplanchar la ropa que íbamos a estrenar
2. Batir el queque de navidad y hornearlo
3. Cocinar la masa de los tamales y sus ingredientes
4. Poner a refrigerar nuestro postre favorito.
Pero, Oh! Horror! Al levantarse las niñas de la casa se dan cuenta que no hay luz.
-¿Qué hacemos preguntan las 2 niñas de la familia a su madre? , mamá - gritan
despertándola- no hay electricidad.
La madre despierta, ante los gritos de sus hijas. Calma, ¿Qué pasó? No hay
electricidad- vuelven a decir. - Está bien dice la madre, vamos a ver qué podemos
hacer. Se levanta y al querer hacer su café se da cuenta que no puede, ¡umm!
piensa, esto va a ser más complicado de lo que pensaba.
-Niñas, llama la madre. Hoy he decidido ser una niña como ustedes y
compartiré su desayuno. Así que desayunaron contentas una tasa de cereal
con leche.
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Luego al ver que no podía aplanchar la ropa nueva, le dijo. Oigan chicas
¿cómo quieren vestirse para recibir al niño Jesús? Entonces las niñas
emocionadas comenzaron a buscar entre sus ropas viejas y decidieron vestirse
combinando cosas que su mamá nunca las hubiera dejado, pero que en sus
mentes sentían que se veían bellas.
Las niñas se preguntaban ¿y nuestro pastel de navidad?. Y se pusieron tristes.
Su mamá les dijo vamos a hacer un pastel diferente. Y con capas de galletas,
almendras y chocolate decidió que tenía un “nuevo” pastel de navidad.
Seguían esperando que la electricidad volviera, pero iban pasando las horas y
nada. Las chicas y su mamá decidieron que esta navidad comería cosas frías. Así
que empezaron a hacer emparedados especiales de navidad. Como no
pudieron poner su música navideña favorita, mientras alistaban las cosas,
cantaron los pedacitos de villancicos que se sabían, se divirtieron mucho
compartiendo y creando una gran navidad.
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Cuando todo estaba listo y la noche había llegado, la electricidad volvió e
ilumino su árbol, su pasito y su casa. Todos sus corazones estallaron de alegría al
escuchar las notas de los villancicos y sintieron que con toda esa luz había nacido
el niño Jesús en su hogar.
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¡OH NO... UNA NAVIDAD SIN ELECTRICIDAD!
AUTORES: LUIS CASTILLO Y ROXANA ZAMORA
Había una vez en un pueblo muy lejano unos niños muy tristes porque no tenían en
su casa electricidad. Ellos dijeron: - papá y mamá estamos muy afligidos por que en las
casa de mis amiguitos ya adornaron el arbolito de navidad y pusieron luces en las
ventanas y nosotros no vamos a poder disfrutar de está navidad, por el problema que
tenemos con la electricidad.
Don Luis, el papá, llamó a la Compañía de Nacional de Fuerza y luz para reportar la
avería. La señorita que lo atendió le dijo que con mucho gusto le hacía el reporte, pero
no les prometía mandar pronto por la cantidad de averías que hacían cola por tantos
daños que han generado los fuertes vientos. Don Luis le: -ojala sea pronto para que
mis hijos disfruten de una linda navidad con su arbolito iluminado.
Bueno hijos esperemos que nos puedan ayudar pronto, desde ese momento los
niños estaban solo afuera esprando el momento en que llegara el carro de la CNFL.
Cuales fueron los gritos de felicidad cuando vieron a lo lejos un vehículo de escaleras
y gritaban: - papá ya vienen - y la tristeza los invadió cuando vieron que no eran los
de la Compañía.
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Pasó un día y nada que atendían la avería. Al llamar de nuevo al 1026 y preguntar
por su reporte, la señora que le atendió muy amablemente le dijo: -Señor su reporte
ya fue asignado, debe esperar a que lleguen a zona van de camino.
La felicidad fue cuando los niños se dieron cuenta que ya venían, estaban sentados
en la acera esperando la cuadrilla, cuando grita uno de ellos ahora si viene una grúa
blanca muy grande tiene el logo de CNFL
Los muchachos muy amables preguntaron: - esta es la casa de Don Luis- , -si es mi
papá voy a llamarlo- dijo el niño. Don Luis salió y le explico el problema que tenían
y les dio las gracias a los muchachos por venir. Ellos respondieron: - con mucho
gusto caballero por favor nos baja el switch para reparar su avería. A los 15 minutos
le pidieron que subiera el switch y que probaran todo.
¡Que felicidad ya tenemos electricidad y vamos a pasar una linda navidad gracias a
ustedes y a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz!
Que felicidad sintieron mis hijos cuando vieron encender las luces del arbolito.
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¡OH NO... UNA NAVIDAD SIN LUZ!
AUTOR: FAMILIA PORRAS ARAYA
En un pueblito muy lejano llamado bella vista cerca de Miramar vivía la familia
Gonzalez. Tenían 9 hijos: 5 hombres y 4 mujeres; los hombres trabajaban con su
papa en el campo y las mujeres ayudaban a su mama en la casa.
De paso les voy a contar que esos eran mis tíos y mis primos y como yo vivía aquí en
San José ellos me invitaban a pasar la navidad y yo la esperaba con ansias.
Mi tía hacia tamales a la leña, se cocinaba así porque ahí no existía la electricidad
había que alumbrarse con canfineras. Mi tío salía en las noches a casar y llevaba una
lámpara o foco.
La noche de la navidad era muy bonita porque se hacía tamales, pierna de cerdo,
ensalada de manzana, helados, confites y un poco de cosas má...s era muy bonito
más si había luna llena y estrellas. Jugábamos al escondido y contábamos cosas de
miedo.
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Teníamos un grupo musical, mi primo tocaba la guitarra, el otro con una olla y un
palo hacia un tambor el otro con dos tapas los platillos, mi prima con botellas
plásticas llenas de piedras las maracas y yo cantaba canciones navideñas.
La pasábamos muy bien y cuando llegaba el día de venirme me ponía triste pero
sabía que al año siguiente volvería.
Recuerdo que un año hubo piñata para una navidad y al estallar la piñata todos
los confites se perdieron en el zacate tuvieron que alumbrarnos con foco para
agarrarlos ya que no se veía pero fue divertido.
Hoy en día ya no viven ahí se fueron para Miramar; ya tienen luz. La primera
navidad que pasamos con luz estábamos muy contentos adornamos el arbolito
y el portalito con luces por aquí, por allá y estaba la mesa puesta, ya casi salía la
pierna de cerdo y adivinen que: ¡oh no se fue la luz!
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Pusimos candelas, nos sentamos a comer tamales y a recordar años atrás cuando no
teníamos electricidad.
La pasamos en familia porque si hubiera luz o no, lo importante es el sentimiento, la
unión familiar el calor de hogar y estar unidos como familia dando gracias a Dios por
un año que se va y otro que viene
-Hoy en día es muy importante la electricidad gracias a ella podemos tener arbolito
y luces de colores y portalito,En navidad San José se viste de adornos y luces de colores, pero si volviera a ser niña
no cambiaría mi Bella Vista.
Ah se me olvidaba: ¡Feliz navidad y Próspero año nuevo!.
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CHISPITA
AUTOR: KATHIA LIZANO, STEPHANY Y KEVIN VILLALOBOS
Chispita era una linda lucecita que le gustaba saltar de casa en casa, llenándolas de
luz y energía, disfrutaba mucho ver como los niños podían con su ayuda ver
televisión, oír música, jugar play y claro disfrutar de la deliciosa comida y repostería
preparada por su mamá, gracias a que la refri, cocina, micro, batidora, licuadora y
demás electrodomésticos funcionaban con su ayuda… pero lo que de verdad la
hacía feliz era una época especial que estaba muy cercana “La navidad”; ella junto
con sus hermanas disfrutarían de un tiempo de alegría y diversión, iluminando las
luces y adornos del arbolito.
Chispita era una linda lucecita que le gustaba saltar de casa en casa, llenándolas de
luz y energía, disfrutaba mucho ver como los niños podían con su ayuda ver
televisión, oír música, jugar play y claro disfrutar de la deliciosa comida y repostería
preparada por su mamá, gracias a que la refri, cocina, micro, batidora, licuadora y
demás electrodomésticos funcionaban con su ayuda… pero lo que de verdad la
hacía feliz era una época especial que estaba muy cercana “La navidad”; ella junto
con sus hermanas disfrutarían de un tiempo de alegría y diversión, iluminando las
luces y adornos del arbolito.
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Pero no todo podía ser felicidad siempre, por ahí andaba rondando el gruñón
Maldoscuro- un personaje malvado que odiaba las luces y la navidad- que estaba
ideando la manera de como echarla a perder… Este rufián pensó y pensó y zaz… oh
idea! Se dijo: “si tan solo lograra que Chispita y sus hermanas desaparecieran,
simplemente no habría navidad, y fue así como puso manos a la obra en su siniestro
plan, el día de navidad conseguiría un árbol enorme, muy tentador, el cual Chispita y
sus hermanas no podrían resistir de iluminar – y cuando estuvieran ahí las atraparía y
encerraría para no dejarlas salir nunca hasta que se extinguiera.
Y así lo hizo, puso un árbol muy grande y hermoso en el centro del pueblo, esperó y
esperó a que llegara Chispita y sus hermanas… y cuando lo hicieron… Chupulón
Maldoscuro les cayó encima con una red y las encerró en una fea y fría jaula, las metió
en un oscuro sótano…jajajajaja… Oh!!! Que bien me siento decía el malévolo ser, lleno
de satisfacción al ver su hazaña cumplida.
¡No puede ser que mal!... Al anochecer todo el pueblo estaría en tinieblas, no habría
música, ni tampoco cena para festejar en familia…
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¡Oh... que tragedia!– se lamentaban los poblanos- que vamos hacer; sin electricidad
la navidad no será igual.
Todas las familias estaban en sus casas a oscuras, refugiándose del frío y sintiendo
mucha tristeza por todo lo que estaba sucediendo, luego de un rato todos se fueron
a dormir muy desanimados.
¡Ay qué triste se sentía Chispita al imaginarse a todos en el pueblo!...lloro y lloro
hasta quedarse dormid. Luego de un instante Chispita abrió sus ojos, Oh que
felicidad! Había luces en el árbol, mmm y un delicioso aroma que inundaba las
casas- Claro era la cena de mamá. Pero ¿cómo? ¿Qué pasó? No puede ser
posible yo estaba atrapada junto con mis hermanas, se decía Chispita. En ese
instante se dio cuenta que todo había sido un sueño, nada había sido cierto, que
alegría gritó Chispita y muy feliz saltó de su cama, despertó a sus hermanas porque
tenían mucho que hacer, era navidad!!!
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¡OH NO... UNA NAVIDAD SIN ELECTRICIDAD!
AUTOR: FAMILIA CASTILLO SÁNCHEZ
Había una vez una navidad en la que Santa tenía que preparar la entrega de los
juguetes y solo viendo las luces encendidas de los árboles él podía llegar a las casas
de todos los niños. Pero esas luces se ponían muy calientes y se podían encender y
quemar los juguetes; entonces santa pensó -les voy a llevar a los papitos una luces
muy chiquititas que no van a calentar las ramitas del árbol y todos van a estar
contentos porque no les va a pasar nada malo.
Santa le pidió a sus duendes que hicieran un regalo así, para que los papitos le
cuenten a sus niños como vamos a cuidar que las luces no se calienten tanto y los
papitos no paguen tanta plata por tener encendidas las luces.
Pero en otro lugar ocurría algo, se había ido la luz, entonces Santa se confundió y se
preguntó: ¡ahora como hago para llegar a la casa de los otros niños!, y muy
preocupado esperó y esperó pero ya era la hora de salir a repartir.
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Aquellos niños de pronto se pusieron muy tristes cuando se fue la luz y dijeron:
-ahora Santa no viene porque le falta la luz de los arbolitos para guiarse en el
camino. Se preguntaron: -¿qué podemos hacer?. Algunos dijeron: -Cuando la luz
vuelva a llegar vamos a apagar las luces que están encendidas y que no ocupamos,
solo las de los árboles no para que Santa se pueda guiar, otros dijeron que se
apaguen las luces de los postes y de las casas y de los árboles no.
Entonces esperaron hasta el otro día, esa noche hicieron lo correcto de apagar todas
las otras luces y al amanecer los niños que no pudieron recibir los regalos se
pusieron muy felices porque Santa si llegó con sus juguetes.
Los niños vieron los regalos, la mamá de los niños se puso muy feliz de que los niños
tuvieran sus regalos y muy contentos con Santa. Colorín colorado este cuento se ha
acabado entra por un huequito y sale por otro.
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NAVIDAD SIN LUCES
AUTOR: FAMILIA VARGAS QUESADA
Había una vez una familia conformada por la madre y sus tres hijos. Unos días antes
del 24 de Diciembre el hijo menor Santiago preguntó a su madre: -¿Mamá, que me
darás de regalo esta navidad?-, su madre respondió: -Hijo, lo más probable un
video juego; aprovechando que para esos días contamos con el recurso de
electricidad como de costumbre acá en el pueblo, y con mucho más razón que para
estas fechas no hay apagones.... también como a ti te gusta tanto jugar de esa
forma pensé en ese regalo ¿te parece Santiago?; - eeeee yupiiiiiiiiiii si mamá me
gusta mucho- Y en la carita de este niño se reflejaba la alegría porque llegará la
Navidad; que sin duda será brillante por tantas luces que iluminarán este hogar.
Pasan los días y la Familia Vargas Quesada decora con montones de luces de
coloresla casa que están estrenando. Los niños ilusionados de que llegue la
Navidad colaboran en todo como de costumbre en años anteriores....trayendo al
hogar luz y alegría.
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Un día antes de Navidad deciden ir de compras en la noche, cuando salen de la casa
se da un apagón, pero regresa rápido la electricidad. Al seguir el camino Jimena la
otra hija pregunta: -¿Mamá, por qué en el Parque de juegos no hay electricidad?
Sigue a oscuras?- Su madre muy preocupada responde: -Mira hija, esperemos que
pronto esas luces del parque se enciendan en el transcurso de la noche-. Más tarde
cuando llegan a la casa se dan cuenta que las luces del parque siguen apagadas, en
la noche la familia se acuesta muy preocupada ya que al otro día es Navidad y el
pueblo se verá triste a oscuras.
Al fin llega Navidad.... llega el 24 de Diciembre y la Familia Vargas Quesada con sus
preparativos para la cena, muy felices empiezan a cocinar la “pierna de cerdo”,
también deciden encender todas sus luces de colores. Al rato de empezar con la
cocinada sucedió algo horrible se volvió a dar otro apagón.... pasaban las horas.... y
nada que regresaba la electricidad.
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Aquella familia estaba muy triste de ver como todas las luces que iluminaban ese
hogar estaban apagadas en una linda época de navidad y que no se podían
encender y Santiago como es un niño muy pequeño lloraba de pensar que su
regalo no le funcionaria sin electricidad.
Llega la media noche y ese hogar continua sin la ilusión de ver todas aquellas luces de
colores encendidas y el pueblo a oscuras, entonces deciden abrir regalos encendiendo
una vela....
Al rato de compartir la hija mayor Nicolle le dice a su madre: -Mamá, ¿que te parece si
nos vamos a dormir?... me siento con cólera de ver que sin electricidad la vida no es la
misma. Mira mamá, todos mis regalos en especial mi “Tablet” no la puedo usar sin
electricidad; entonces de que vale tenerla. Responde su madre: -Hija, no tengo ni idea
de lo que está pasando, y este año nuestra familia con tantas luces que queríamos
encender... y no pudimos tampoco; así que estemos tranquilos que mañana será otro
día y regresará la electricidad. La familia hace una oración y se van a dormir. ……
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Amanece y nada que regresa la electricidad, la familia Vargas Quesada decide ir al
famoso parque de juegos a hacer deporte, cuando están compartiendo en familia
escuchan a un vecino decir que por muchos días no habrá electricidad, la madre les
dice a sus hijos: -¿Chicos están escuchando lo que dice el Señor? yo ya lo sabía, tarde o
temprano llegaría el día que nos quedaríamos sin electricidad y sin luces en navidad y
saben por qué? porque las personas no valoran, ni cuidan este valioso recurso que es
la electricidad.
De ahora en adelante todos los días serán oscuros, pero lo más importante es que la
Familia Vargas Quesada continúa siendo unida y muy feliz, a pesar de que esta
Navidad que paso fue muy diferente.... una navidad sin luces.
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¡OH NO... UNA NAVIDAD SIN ELECTRICIDAD!
AUTOR: FAMILIA ZUÑIGA ORTÍZ
En un momento dado, el bebé volvió a ver por la ventana y su asombro fue
impresionante:
-¡Ah, ah, ah...!- balbuceaba mientras señalaba con sus deditos aquellas luces. Eso les
recordó la diversión del camino en cada Navidad, que para toda la familia era la
mejor época del año. Sin decir nada, solo con una mirada alegre, el juego empezó:
- ¡Una, dos, tres, cuatro, cinco!
¿Dónde?. Allá en el fondo había un... seis,
siete…, ocho! ¡Jueeee, ya hay un montón!
-¿Viste, mi amor? Ya está más cerca la Navidad.
-¡Nueve! Papá, ¿vamos por la casa bonita, la que siempre decoran con un montón
de luces?
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Cuando llega noviembre, esto es parte de cada recorrido. Mientras papá conduce,
mamá, Amanda y ahora Matías, van entreteniéndose contando las casas
iluminadas y admirando los hermosos detalles. Obviamente, papá debe
concentrarse en la carretera, por lo que el juego solo es entre los pasajeros.
-Sí, está bien, ya estamos cerca-. Conforme iban avanzando, notaron el cambio.
-¡Ahhh!, ¿por aquí no hay luces?
-¡Mirá, es cierto, por allá está oscuro!
-¡Uy, no puede ser, otra vez los racionamientos!
-¿Qué significan racionamientos, papá?
-Mira, hija, te voy a explicar. Lo que pasa es que hemos contaminado tanto los ríos
y las personas han desperdiciado tanta energía que se ha complicado la
generación de electricidad; entonces, hay regulaciones, horas en las que se le da
energía a cada sector, puede ser que a esta hora le toque a esta zona, si es así, ellos
no podrán decorar con luces este año.
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-¡Ahhhhh! ¿Eso quiere decir que no vamos a ver esta casa decorada?
¿La forma tan bonita en la que ponen las luces? ¿El santa inflable en su trineo,
manejado por los renos voladores? ¿El muñeco de nieve, las imágenes del portalito
moviéndose, el trencito alrededor del gran árbol iluminado? ¿Las canciones
navideñas tan alegres? ¿No vamos a volver a ver nada de eso, papito?
Aunque el padre se notaba realmente preocupado, no quiso borrar la ilusión en
aquellos ojitos vidriosos:
- No, mi amor, no te preocupes, pidámosle al Niñito que la gente haga conciencia,
deje el desperdicio y no contamine. Solo así cambiaría la situación.
La madre dirigió una mirada complaciente por el retrovisor:
- Amor, ¿qué te parece si mañana decoramos nosotros?
- ¡Eh, sí!- volvió el ensueño a sus ojitos-, ¿ponemos los renos nuevos en el techo?
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Ya en ese momento iban llegando a su casa.
Los días pasaron y el recorrido seguía siendo divertido, a pesar de que los apagones en
ciertas zonas eran cada vez más frecuentes. El padre desviaba siempre la ruta, pero aún
no habían llegado a ver iluminada aquella casa que cada año recibía miles de
visitantes.
Él susurró a su esposa:
- Esperemos que los racionamientos no se sigan extendiendo, porque si no, el otro
año, nosotros tampoco podremos decorar.
- ¡Oh, no! ¿Se imagina una Navidad sin electricidad...?
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¡OH NO... UNA NAVIDAD SIN ELECTRICIDAD!
AUTOR: FAMILIA CONEJO SOLÍS
Un día de diciembre en una pintoresca casita, por las faldas del Cerro La Carpintera
del cantón de La Unión, se encontraba Ñor José junto a su familia; entre ellos su
esposa y sus tres hijas: Tiffany, Nikole y María Celeste la más pequeñita de la casa.
Se reunieron en la mesa con un chocolatito caliente y empezaron a proponer ideas
para las fiestas de fin de año, en especial la de Noche Buena.
Ñor José les explicaba a todas que compraría una rica pierna de cerdo, para que su
esposa la adobara y la metiera al horno y así saborearla el día de Noche Buena. Su
Esposa María recomendaba hacer el nacimiento en el suelo, en una esquinita muy
especial y al lado colocarían un lindo, alto y frondoso árbol lleno de luces de
colores, esferas y guirnaldas con una gran estrella en lo más alto en el puro
cucurucho.
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Al igual sus dos hijas mayores opinaban y daban muy buenas ideas de como
decorar toda su casita, y poco a poco iban completando sus ilusiones navideñas,
aunque la más pequeña de la familia solamente escuchaba, pues
ignoraba lo que significaba la Navidad ,ya que nunca había vivido una, ni mucho
menos con tantos colores de luces, chunches colgando en las ventanas y
villancicos, para ella era algo como un cuento, un lindo Cuento de Navidad lleno
de felicidad.
Los días pasaban y toda la familia se llenaba más de felicidad era un gran calor
navideño lo que los unía.Víspera a la Noche Buena, con los vientos típicos de la
época, un gran árbol desprendió una de sus ramas cayendo sobre la líneas de la
electricidad , así provocando un gran apagonazo en todo el pueblo, la angustia
enfrío y oscureció la pronta y esperada Navidad, las caras se alargaron y las
ilusiones cambiaron a un color grisáceo.
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¡OH NO... UNA NAVIDAD SIN ELECTRICIDAD!
AUTOR: FAMILIACONEJO SOLÍS
Un día de diciembre en una pintoresca casita, por las faldas del Cerro La Carpintera
del cantón de La Unión, se encontraba Ñor José junto a su familia; entre ellos su
esposa y sus tres hijas: Tiffany, Nikole y María Celeste… la más pequeñita de la casa.
Se reunieron en la mesa con un chocolatito caliente y empezaron a proponer ideas
para las fiestas de fin de año, en especial la de Noche Buena.
Ñor José les explicaba a todas que compraría una rica pierna de cerdo, para que su
esposa la adobara y la metiera al horno y así saborearla el día de Noche Buena. Su
Esposa María recomendaba hacer el nacimiento en el suelo, en una esquinita muy
especial y al lado colocarían un lindo, alto y frondoso árbol lleno de luces de
colores, esferas y guirnaldas con una gran estrella en lo más alto, en el puro
cucurucho, al igual sus dos hijas mayores opinaban y daban muy buenas ideas de
como decorar toda su casita, y poco a poco iban completando sus ilusiones
navideñas , aunque la más pequeña de la familia solamente escuchaba, pues
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ignoraba lo que significaba la Navidad ,ya que nunca había vivido una , ni mucho
menos con tantos colores de luces , chunches colgando en las ventanas y
villancicos , para ella era algo como un Cuento… un lindo Cuento de Navidad
lleno de felicidad.
Los días pasaban y toda la familia se llenaba más de felicidad... era un gran calor
navideño lo que los unía.
……Víspera a la Noche Buena, con los vientos típicos de la época, un gran árbol
desprendió una de sus ramas cayendo sobre la líneas de la electricidad , así
provocando un gran apagonazo en todo el pueblo, la angustia enfrío y oscureció la
pronta y esperada Navidad, las caras se alargaron y las ilusiones cambiaron a un
color grisáceo.
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Entonces Ñor José intento de levantar los ánimos con sus relatos navideños,
cuando él vivía allá pa dentro con sus tatas y les explicaba como la pasaban sin luz.
Pero fue inútil, ya que sus hijas, en especial la más pequeñita estaban llenas de
ilusiones, en espera de una iluminada y colorida Navidad.
La familia se reunió ante el nacimiento con la luz de un cabito de candela, pidiendo
por la unión y la felicidad familiar. Todo estaba oscuro, pero el sentimiento
navideño nunca se enfrio. En ese instante y como si fuera un milagro empezaron a
encenderse las lucecitas del árbol , de las ventanas y en especial las del nacimiento
en donde se encontraba el pesebre y allí el niño el niño Dios.
Los ojos de todos brillaron de felicidad, y con una gran alegría sonrieron ante tan
bello acontecimiento, luego disfrutaron de la comida y celebraron , agradeciendo
a Dios por la vida y a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz
resplandor de una colorida Navidad.
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por el brillo y
MI ÁRBOL DE NAVIDAD
AUTOR: EDWIN MURILLO SOLANO
Érase una vez allá en mi pueblito, incrustado en la montaña. En donde la brisa
fresca acaricia cada recodo de mi estancia. Los arboles gritan cuando el viento
azotas sus enormes ramas y un crujido melancólico se oye en la lejanía.
El jilguero entorna una hermosa tonada, todos los días, todas las mañanas, su
campanillear se escucha como un recordatorio de la mano inmensa de la creación.
Mi casita, está llena de ilusiones, llena de esperanza. Los chiquillos juegan en el
jardín, corretean las gallinas por doquier, y su cansancio no tiene fin.
pasaban sin luz. Pero fue inútil, ya que sus hijas, en especial la más pequeñita
estaban llenas de ilusiones, en espera de una iluminada y colorida Navidad.
Recuerdo hace muchos años atrás, caminando entre el bosque con mi padre,
buscando como recortar la adversidad, corriendo algún conejo por aquello de
atraparlo, cosa que nunca ocurrió. En esos trillos encontramos un pequeño pino, allí
puesto, pues descollaba por su porte.
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Con mucho cuidado lo sacamos en adobe y lo sembramos en el centro del jardín, con
mucho cuidado le hicimos una cerca y pronto empezó a crecer y a formar parte de
nuestras vidas.
Cada año su figura sobresalía entre el resto de los árboles plantados y en muy poco
tiempo su nuestro emblema con la llegada de la Navidad.
Que recuerdos, como mucho amor le llenamos de luces multicolores, estrellas,
cascadas y en la noche su brillo no tenía fin. Era como arrancar un pedazo del
firmamento estrellado y dejarlo caer sobre mi árbol.
Les cuento que la luna llena se posaba en cúspide del árbol a dormitar, mientras
aparecía el astro rey. Dicen los vecinos que hasta un cometa dejo caer su cola para
darle más belleza a la estancia.
Todos en el pueblo se embelesaban de su belleza. Desde el recodo del camino se veía
como un espejismo en el cielo, hasta las estrellas brillaban con menor intensidad ante
su arrogancia.
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De pronto un día cualquiera acercándose la Navidad se empezó a apagar la ilusión y el
corazón empezó a palpitar más fuerte. Las noticias comentaban de un posible
apagón, por falta de agua y que las plantas hidroeléctricas no podían generar
suficiente energía y por consiguiente extensas áreas servidas quedarían oscuras, sin
corriente.
Reunimos a nuestra familia, todos veíamos la televisión y allí explicaban que el
mercado energético se estaba abriendo y eso estaba causando un desajuste total. Era
eminente el faltante de energía y había que racionar.
Los chicos no entendían lo que estaba pasando, ellos solo querían ver nuestro árbol
lleno de luces, brillando como antes.
La tristeza inundo el ambiente, una Navidad sin luces, sería como perder la niñez,
como ignorar que San Nicolás baje por la chimenea con el saco lleno de regalos y
cuando abres los ojos encuentras tu obsequio pedido al Niñito Dios.
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Ese año fue horrible, no teníamos la convicción de que pasaría si por alguna razón
nuestra época navideña quedara truncada, sin vida.
Con el corazón en la mano y mi ilusión olvidada simplemente cerramos la puerta de
nuestra casita, apagamos la candela y los chiquillos enterraron la Navidad. Afuera solo
quedo la sombra melancólica de nuestro amigo, con una lágrima en sus ramas.
Qué triste, quizás la próxima Navidad nos traiga algo más que un mal recuerdo y
podamos iluminar no solo el árbol, sino nuestro corazón.
La luz se hizo más tenue, quedamos en tinieblas, solo el suspiro de los angelitos se
escucha en las camitas y un buenas noches termino de apagar el día.
Buenas noches.
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¡OH NO... UNA NAVIDAD SIN ELECTRICIDAD!
AUTOR: NIKOL MADRIGAL MURILLO
Les empiezo contando que hace setenta años, un pueblito llamado “las Vueltas” se
preparaba para la navidad.
En ese tiempo todas las personas de este maravilloso pueblito se iban a Alajuela a
comprar todas las cosas de decoración para ponerle a sus casas y que se vienen bellas
como nuestro país lo es.
Ya faltaba una semana para la Navidad. Todas los niños ya estaban muy entusiasmadas
que llegará el 25 de diciembre. Pero los niños de antes no pedían regalos ¿saben que
era lo que pedían? ¿Saben? Bueno, ellos y ellas le pedían a Dios que les diera salud y
bienestar en la familia y que para el próximo año nunca los abandonará y siempre
estuviera con ellos.
Y ya faltaban 2 días, toda la comunidad ya esperaba ansiosa que llegara el gran día.
Pero ¿les digo una cosa?, antes las navidades eran diferentes y les digo por qué...
Porqué antes era todo diferente.
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Antes no habían muchos carros, entonces todas y todos se transportaban en
carreteras, eso hacía que el medio ambiente fuere más puro.
Recuerdo que mi abuelita llamada Ángela; ella me contaba que como antes no había
luz y como la mayoría de las personas era pobres pero con corazones muy humildes;
para poner el arbolito de navidad lo que hacía su papá era calar una ramita de un árbol
de ciprés, lo dejaba que se secara, dejaba que se le cayeran las hojas para después
echarle cal a las ramas para que se viera bonito.
Pero como antes no había electricidad, no podían tener lucecitas, entonces lo que
hacían era comprar papeles de colores y así se vería lindo y brillante.
Que cosas verdad, como todo ha cambiado de hace setenta años.
Imagínense, hace setenta años se alumbraban con candelas, candelabros y canfineras
y en cambio ahora bombillos, lámparas, hasta juegos de pólvora eléctricos… ¡Es
increíble cómo cambia todo de una navidad sin electricidad a una hasta con
reflectores!
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Entonces Ñor José intento de levantar los ánimos con sus relatos navideños,
cuando él vivía allá pa dentro con sus tatas y les explicaba como la pasaban sin luz.
Pero fue inútil, ya que sus hijas, en especial la más pequeñita estaban llenas de
ilusiones, en espera de una iluminada y colorida Navidad.
La familia se reunió ante el nacimiento con la luz de un cabito de candela, pidiendo
por la unión y la felicidad familiar. Todo estaba oscuro, pero el sentimiento
navideño nunca se enfrió.
En ese instante y como si fuera un milagro empezaron a encenderse las lucecitas
del árbol , de las ventanas y en especial las del nacimiento en donde se encontraba
el pesebre y allí el niño; el niño Dios.
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Los ojos de todos brillaron de felicidad, y con una gran alegría sonrieron ante tan
bello acontecimiento, luego disfrutaron de la comida y celebraron , agradeciendo
a Dios por la vida y a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz por el brillo y
resplandor de una colorida Navidad.
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Departamento Eficiencia Energética
Direción Innovación y Eficiencia Energética
2013