El sentido oculto de la historia Seudónimo: Gato Esférico Ensayo
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El sentido oculto de la historia Seudónimo: Gato Esférico Ensayo
El sentido oculto de la historia Seudónimo: Gato Esférico Ensayo, Tema I “El sentido de la historia” El día que se sopló la primera burbuja apareció la historia. Luego de que la primera burbuja surgiera, muchas otras aparecieron, cada una flotando en una esquina de la tierra. Con el tiempo algunas crecían, otras se dividían o se fusionaban, e incluso estallaban de manera estrepitosa. Tantas fueron las burbujas creadas que una espuma se comenzó a formar. Una a una las burbujas que flotaban quedaron atrapadas. Dentro, no había abajo ni arriba, no había adelante ni atrás y encontrar la salida resultaba imposible. Pero qué había fuera de la espuma y las burbujas, sino la avasalladora soledad del universo. Esta es la imagen que nos regala el filósofo alemán Peter Sloterdjik: Una visión de sociedad espumosa en la cual hay países y culturas, naciones y pueblos, costumbres y tabús. Desde la familia, hasta el trabajo, desde lo más privado a lo público hay espacios cargados de simbolismo en los cuales las cosas adquieren significados fantásticos. Cualquiera que pose su mirada sobre esta espuma se dará cuenta que esta no se encuentra inmóvil. Esta se ve afectada por una entropía propia, cambios al interior de su estructura, explosiones y mutaciones dentro del mismo sistema. ¿Cómo estas burbujas han mutado hasta conformar nuestra realidad actual?, es la pregunta de la historia. Esta inquietud nos lleva a buscar evidencias de cosas que ya no existen, nos invita a alejarnos del presente y tratar de viajar al pasado. En este viaje nos llevamos nuestras ciencias y habilidades para así tal vez vislumbrar el comportamiento de esta espuma. El historiador que se adentre en esta búsqueda, debe preguntarse: una vez que observemos la historia, una vez que tengamos todos los hechos y los datos, ¿seremos capaces de entenderla o encontrarle un sentido? Desafio 1: La información faltante “-Debían ser como tres mil- murmuró. -¿Qué? -Los muertos- aclaró él- Debían ser todos los que estaban en la estación. La mujer lo midió con una mirada de lástima. «Desde los tiempos de tu tío no ha pasado nada en Macondo»” Gabriel Garcia Márquez, “Cien años de soledad” José Arcadio Segundo llega a una casa en las afueras de la ciudad después de sobrevivir la matanza de los obreros de la plantación en la plaza del pueblo. Al llegar nadie recuerda la matanza, nadie recuerda los muertos, tal como si nunca hubiera sucedido. ¿Qué sucede con las burbujas que han desaparecido? Civilizaciones, pueblos, tribus que ya no existen. Hay espacios en blanco en la historia que se nos cuenta, hay momento de olvido en los cuales la causalidad histórica parece cortarse. Además está este agravante, muchas veces en donde queda un vacío se pinta una historia distinta a la verdad, mentiras que sustentan idiosincrasias del presente. La información entonces no es sinónimo de verdad, aunque muchas veces se interpreta así. Desafortunadamente, la verdad es maleable y por lo tanto corruptible. Como ejemplo puede destacarse el discurso de Heinrich Himmler, director de las Schutzstaffel (SS), dirigido a los líderes de esta organización en Poznan el 4 Octubre de 1943. Sobre el exterminio de judíos en la segunda Guerra Mundial, Himmler declara: “Una gloriosa página en nuestra historia, y una que nunca ha sido escrita y nunca puede ser escrita”. Esta declaración muestra el preciso momento en que el líder de las SS decide cubrir la destrucción de una burbuja. Es un reflejo de la manipulación a la cual la información que recibimos puede estar sujeta. Es por este tipo de actos que el historiador siempre debe ser escéptico con la información que recibe y debe buscar ser curioso y tenaz en su búsqueda de la verdad sobre el pasado. Desafio 2: Sesgos; filtros y distorsión Afiche para la exposición universal de París, 1889 Durante la exposición universal de París, el pabellón del jardín zoológico albergó once indígenas Selknam, raptados de la bahía de San Felipe, Chile. Este afiche es un ejemplo de los sesgos circunstanciales que nos pueden llevar a mirar otras culturas de manera peyorativa, llegando incluso a la deshumanización. Todo lo que esta fuera de la burbuja en la cual vivimos está distorsionado por las paredes de esta. Si queremos ver la realidad fuera de nuestro tiempo es entonces necesario despojarse de este filtro como primer paso para comprender el pasado. Nuestra cultura, sociabilización, ideología, entre otros, nos hace mirar el pasado aplicando juicios de valor. Antes de realizar cualquier análisis del pasado debemos identificar qué cosas constituyen nuestra visión del presente, para así evitar los sesgos que nos da nuestra realidad. Sin embargo aunque nos salgamos del presente aún nos resta zambullirnos en el pasado que deseamos estudiar. El filósofo británico Michael Oakeshott nos da una clave a considerar: “La búsqueda del conocimiento no es una carrera en la que los competidores se aprestan para lograr el primer lugar; no es incluso un argumento o un simposio; es una conversación […]” Como expresa Michael Oakesott, el estudio del pasado requiere una conversación. Al zambullirse en el pasado es indispensable entender el momento. Entender las circunstancias en la que desarrollan los hechos, cómo ven las personas de esa época el mundo que los rodea, se requiere entonces una empatía con el pasado. Por ejemplo: No se puede entender y extraer las verdaderas causas del ascenso de Hitler al poder desde 1919 sin entender el contexto cultural, económico, ideológico, social del momento, entre otras variables. Si pudiéramos entonces despojarnos de nuestro sesgo histórico, si lográramos mantener esta conversación, ¿cómo sería entonces conocer la historia? Si la pudiéramos observar sería equivalente a vivir todas las vidas pasadas. Desafío 3: El caos de la sobre información a) Datos, muchos datos. “Dos o tres veces había reconstruido un día entero; no había dudado nunca, pero cada reconstrucción había requerido un día entero. Me dijo: ‘Más recuerdos tengo yo solo que los que habrán tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo’ […]‘Mi memoria, señor, es como vaciadero de basuras’. ” Jorge Luis Borges, “Funes el memorioso” Después de un accidente el personaje Funes despierta y recuerda todo. El recuerdo es perfecto, el detalle abismal, toda sensación percepción esta ahora grabada a fuego. Su vida entera se transforma en una cantidad de información descomunal. En la búsqueda de la comprensión de la historia nos encontramos hoy con un nuevo problema, la información. La cantidad de datos que recolectamos sobre nuestras vidas es sorprendente. Cada minuto se comparten 2.5 millones de publicaciónes en Facebook, se twitean 300.000 publicaciónes. Se postean 220.000 fotos. Se suben a Youtube 72 horas de videos. Los usuarios de Apple descargan más de 50.000 applicaciones. En 2015, 3.5 billones de usuarios se registraron en la red, cada día 2.9 millones de preguntas son hechas a Google. Actualmente cada persona tiene un celular en su bolsillo, este no solo sirve para llamar, sino que es una bitacora constante de toda nuestra actividad en la red. Todas las comunicaciones, quiénes son nuestros amigos, con quiénes trabajamos, qué cosas nos gusta ver, qué cosas no, de qué alineación politica somos… Hoy podemos ver nuestro mundo virtualizado, el clima que afecta nuestros continentes, el tráfico que copa nuestras ciudades, vemos cada calle, cada basurero cada cabina telefónica.. Hoy en día el problema no es la pérdida de datos, hoy el problema es que se tiene demasiada información. Como seres humanos nuestros cerebros no pueden dimensionar ni transformar esta cantidad de información en conocimiento. Billones de variables todas interactuando entre sí, surgen y desaparecen en instantes para luego seguir combinándose de maneras insospechadas. Podemos observar la espuma sin embargo, su comportamiento sigue estando oculto dentro del sistema. En este momento histórico tenemos todas las memorias y los datos, tenemos a la mano los pensamientos de todos y cada uno de nosotros, pero ¿ahora qué hacemos con esta basura? b) Del caos al conocimiento Dr. Frank Poole: [playing chess with HAL, Poole studies the chessboard] Let's see, king... [clears throat] Dr. Frank Poole: Anyway, Queen takes Pawn. Okay? HAL: Bishop takes Knight's Pawn. Dr. Frank Poole: Huh, lovely move. Um, Rook to King 1. HAL: I'm sorry, Frank, I think you missed it. Queen to Bishop 3, Bishop takes Queen, Knight takes Bishop. Mate. Dr. Frank Poole: Huh. Yeah, looks like you're right. I resign. HAL: Thank you for a very enjoyable game. Dr. Frank Poole: Yeah, thank you. Stanley Kubrick, “2001 a Space Odyssey” En esta escena Frank juega un partido de ajedrez en contra Hal 9000, la computadora abordo de la nave espacial. La escena es un reflejo de cómo las computadoras pueden, a través de un poder de procesamiento mayor, conocer relaciones que son imperceptibles a los humanos. Innteligencia artificial cosa de ciencia ficcion es hoy una realidad en el mundo de la tecnologia. Esta nueva herramienta promete ser un elemento disruptivo en la manera que se practican las ciencias incluyendo la historia. El 15 de marzo de 2016 el Koreano Lee Sedol fue derrotado con un 4-1 en el juego de estrategia Go por AlphaGo, un programa de inteligencia artificial creado por Google. Este desafío de programadores e ingenieros computacionales finalmente se logró, AlphaGo se entrenó viendo cientos de miles de partidas de jugadores expertos y logró salir victorioso contra el campeón mundial. ¿Cómo un robot puede jugar, vencernos, entendernos? La verdad es que no opera de la misma manera que nosotros. Este simplemente observa todas nuestras actividades y las toma como ejemplo de nuestro comportamiento. Luego de este proceso de aprendizaje estima una probabilidad a partir de toda nuestra historia, identifica así qué es lo que haremos a continuación. Esta tecnología es aplicable a todas aquellas áreas en las que hayan datos involucrados; desde el porcentaje de reincidencia de presos con libertad condicional, pasando por infracciones a los códigos sanitarios, la probabilidad de que un alumno abandone un colegio, las variaciones bursátiles, los comportamientos de masas, y más... Mientras más datos pueda analizar la computadora mejor será su predicción. Un ejemplo real de cómo una máquina puede entender un fenómeno histórico podría ser la invención de Doyne Farmer, profesor físico de Santa Fe Institute en Estados Unidos. Farmer recreó la crisis económica del año 2008, gracias a un programa computacional. ¿Cómo lo está haciendo? Farmer basa su predicción en modelo de Agente; este simula la actividad de todos los individuos en una economía y genera una representación. A grandes rasgos, lo que hace este tipo de modelos es generar un número de personas ficticias que interactúan entre sí, en el modelo cada persona virtual tiene un hogar, un ingreso, cuentas de bancos, compras que hacer, hijos, parejas etc… A estas familias se les agregan bancos e instituciones financieras, escuelas, gobierno, hospitales etc... y luego se les deja interactuar; Estas personas ficticias dentro del sistema compran, venden, piden créditos, quiebran. ¿El resultado?; un mundo artificial, una copia digitalizada de lo real, que permite acelerar o retroceder en el tiempo, esta copia permite así experimentar con distintos futuros. Esto que parece exageración es el día a día de todo tipo de organizaciones, gobiernos y empresas que tratan de entendernos y predecir nuestros comportamientos. Pensar que Google, Facebook, Amazon saben más sobre nosotros que nosotros mismos no es algo ridículo de pensar actualmente. Este tipo de simulaciones de la vida real como la de Farmer y los desarrollos en inteligencia artificial que sostienen a AlfaGo son maneras de lidiar con el problema de la sobre información y es probable con el tiempo se transformen en herramientas fundamentales en la labor histórica. Estas herramientas permiten procesar toda la información que recabamos en nuestra observación de la espuma. Ahora es incluso posible llegar a descubrir la entropía interna que le da sentido a al sistema. Tal vez en un futuro los libros de historia serán escritos por AlphaGo y traten no sobre el pasado sino sobre posibles futuros. Desafío 4: Lo inefable “Sabíamos lo que se contaba, que nos gasearían y nos meterían en los hornos. Era 1944… lo sabíamos todo. Y allí estábamos.” Art Spiegelman, “Maus” Vladek, el protagonista de la novela gráfica “Maus”, está a las puertas del campo de concentración de Auschwitz, el destino parece ya estar escrito, su muerte presagiada. En este escenario fatal, ¿qué puede hacer el individuo frente al curso de la historia? Las herramientas basadas en inteligencia artificial, nos permiten observar la espuma y descubrir patrones en el movimiento. Podemos encontrar posibles sentidos a la historia, probar que somos parte de una causalidad a la cual pertenecemos de inicio a final, pero ¿estamos condenados a observar desde nuestra burbuja el movimiento de la espuma sin poder cambiarlo, ni afectarlo? En este punto es esclarecedora la cita de Carlos Peña; Rector de la Universidad Diego Portales, en su ensayo “¿Por qué necesitamos a Kant?”: “Kant sitúa al hombre en la esfera de lo condicionado. Cada uno de sus actos -incluidos los designios de su voluntad- serían parte de la gran cadena causal del universo. Pero ocurre que la práctica moral que los seres humanos llevamos adelante- por ejemplo, la de criticar mutuamente nuestras actuaciones, pedirnos cuentas por ellas, congratularnos o sancionarnos que es lo que hacemos en política o en derecho- supone que nuestra voluntad es la causa original de lo que hacemos y en ella hay un momento de incondicionalidad, que es, a diferencia de todo lo demás, incausada.” Esta tesis sostiene que el ser humano es capaz de iniciar series causales. Este momento de voluntad incausado no es observable y por lo tanto no puede ser predicho. Es esta habilidad que nos permite generar nuevas burbujas que no responden a ningún patrón histórico y así cambiar de manera impredecible la entropía del sistema. Dentro de estos eventos incondicionados están las grandes invenciones, los grandes momentos de la historia. Nada hubiera podido predecir el desenlace de la crisis de los misiles en Cuba, ni que Kennedy seria asesinado por Lee Harry Oswal. Nada hubiera podido adivinar que Larry Page y Serguéi Bring inventarían Google, ni que Mark Zuckerberg crearía Facebook. Nada hubiera podido predecir que Rosa Park el primero de diciembre de 1955 se rehusaría a levantarse de su asiento y cambiaría el rumbo de la historia. Son estos momentos que surgen de lo inefable, de la moral, de lo que se escapa la llamada jaula de hierro del lenguaje. Y son estos momentos improbables los que esconden aún el sentido de la historia. Bibilografia: Carlos Peña, “Ideas de perfil” Art siegelman, “MAUS” Gabriel García Márquez, “Cien años de soledad” Jerry Kaplan, “Humans need need not apply” Alfredo Jocelyn-Holt, “El Chile perplejo” Peter Sloterdijk, “Esferas I”