B-I am the Good Shepherd-es

Transcripción

B-I am the Good Shepherd-es
“Yo soy el Buen Pastor”
Reflexión a la Luz del Compromiso de nuestro Capítulo a “Pastorear la Creación de Dios”
En nuestra reflexión anterior sobre “Pastorear la creación de Dios” hemos expresado nuestro
llamado actual a ampliar nuestro pastoreo para incluir a todos los seres que no son humanos o que
son más que humanos (que incluyen también a los humanos). Este proyecto ambicioso nos invita a
leer nuestros textos sagrados con una mirada nueva, como seres humanos que no están en el
centro de la creación sino más cerca de todo lo que existe.1 Somos llamadas a leer nuestros textos
sagrados de una manera crítica, reconociendo que fueron escritos generalmente desde una
perspectiva centrada en el ser humano, incluso centrada en el hombre. Somos llamas a recuperar
en nuestra tradición viva las voces de toda la comunidad de la Tierra.
Comenzamos nuestra reflexión con la historia de una de nuestras Hermanas que ha sido formada
según la tradición del pastoreo desde la infancia. Recuerden que los signos y los símbolos tienen
su origen en la materialidad de la experiencia vivida y que se entienden mejor a través de la
reflexión sobre la experiencia vivida. En una traducción libre de las palabras del artista Thomas
Gleb se lee que, "una entidad material revela un signo y un signo lleva a nuevas revelaciones,
continuamente.”2
Un Buen Pastor en medio de nosotras: La historia de Monique Perrocheau
Antes de que Hna. Monique dejara la comunidad de Angers para Toulon, quiso compartir con
algunas de nosotros su experiencia de buena pastora en Vendée, mucho antes de recibir el
llamado a ser una Hermana del Buen Pastor:
"Recuerdo que di de comer a un corderillo con una botella y una tetina cuando su madre no
podía hacerlo. Nuestro trabajo consistía principalmente en guardar las ovejas y los corderos
dentro de su recinto. Había agujeros en los setos y teníamos que asegurarnos de que las
ovejas no se alejaran y fueran a las propiedades de los vecinos. Cuando una se escapaba,
las otras la seguían. No teníamos relojes en esa época. Nos dábamos cuenta del tiempo
mirando la sombra del cayado que hacía parte de nuestro equipo. Todo esto hacía parte del
ritmo natural de nuestras vidas. El verano era el tiempo de la esquila. Hilar, tejer, hacer
punto, todo esto hacía parte de nuestra vida cotidiana. Recuerdo bien los calcetines de
punto. Recuerdo también la cooperación entre los vecinos de la zona a la hora de cosechar.
El evento principal del año era la gran fiesta comunal. Todo el mundo se reunía y compartía
la comida que provenía de las ovejas y vacas".
La historia de Monique refleja la historia del Buen Pastor del evangelio, que vamos a mencionar a
continuación. Dejen que la historia de Monique y la declaración del Capítulo sobre el pastoreo de la
creación de Dios alimenten su lectura del texto del evangelio. Dejen que su imaginación se mezcle
con lo que han escuchado y visto personalmente o por medio de las imágenes de los lugares
bíblicos.
1
Nuestros textos sagrados incluyen los textos de nuestra herencia bíblica y de quienes fundaron nuestra Congregación,
SJE y SME.
2
Homenaje a Thomas Gleb (Museo de Angers, 2011), pág.39.
Historia del Evangelio (Juan 10,11-14)
“Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. El asalariado no es el pastor, y a
él no le pertenecen las ovejas. Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye;
entonces el lobo ataca al rebaño y lo dispersa. Y ese hombre huye porque, siendo asalariado, no le
importan las ovejas. Yo soy el buen pastor.”
En el evangelio de Juan, Jesús se identifica realmente con los pastores. La declaración, "Yo soy el
buen pastor", es metafórica o simbólica. Sin embargo, se basa o se fundamenta seguramente en la
experiencia directa de Jesús quien había observado a los que cuidaban de las ovejas.3 Puede ser
que había pastores en su familia. Desde luego, habrá visto a muchos pastores, ovejas y corderos
en su ciudad natal de Nazaret, en los alrededores y más allá.
Jesús habrá conocido las exigencias y las tentaciones que enfrentan los pastores. Él habrá
entendido la tendencia de las ovejas e incluso de los pastores a alejarse hacia lugares donde no
les estaba permitido ir, a fin de encontrar pastos. Él habrá sido muy consciente de que muchas
personas despreciaban a los pastores. Él conocía probablemente el impacto de sus palabras en
algunos barrios, especialmente entre las personas para quienes un "buen pastor" era una
contradicción en términos.
Vamos ahora a prestar atención a lo que SME nos dice sobre la imagen del Buen Pastor en el
Evangelio de Juan y a las implicaciones de esta imagen evangélica para nuestra congregación. Les
invitamos a recoger el pasaje de Juan (capítulo 10), las reflexiones de SME y de Hna. Monique y a
dejar que nuestra imaginación se mezcle con lo que conocemos del lugar donde SME vivió y
ejerció su apostolado.
Comentario de Santa María Eufrasia
“En efecto, ¿qué hace un buen pastor? Sufre con frecuencia el hambre, la sed y toda clase de
penalidades, con tal de lograr buenos pastos a sus ovejas, evitar que sufran, y encontrar a las que
había perdido. Se olvida de sí, para cuidar de ellas. ¡Con qué solicitud las conduce donde pueden
hallar buenos pastos! Durante el verano busca los lugares donde se encuentre el fresco y el agua;
al llegar el invierno las lleva a donde el frío es menos riguroso, la hierba más crecida y más
abundante. Si apercibe plantas venenosas cerca de sus corderillos, las arranca con premura. Vela
noche y día para evitar que el lobo se acerque; jamás se entrega enteramente al descanso.”4
Al leer los detalles del comentario de SME, tenemos la impresión de que ella conocía muy bien las
ovejas, los corderos y los buenos pastores de su tiempo que se ocupaban de ellos. A lo mejor, para
su reflexión ella se inspira en la experiencia que ella había tenido de pastores y ovejas durante su
infancia en Noirmoutier, Tours o Angers. Probablemente ella había visto a los pastores conducir a
las ovejas hacia verdes pastos, en busca de lugares donde no había sólo agua sino también
sombra para protegerlas del calor del sol de verano. Puede ser que ella se identificara con los
corderillos que los pastores protegían de los peligros y de las plantas venenosas. Sus conferencias
y cartas revelan que, como Jesús, ella también se identificaba con los pastores y pedía a sus
hermanas que se unieran a ella en el pastoreo de mujeres jóvenes expuestas a cualquier tipo de
peligro.
3
El gran filósofo francés Paul Ricoeur define "símbolo" "toda estructura de significación en la que un significado directo,
primario, literal designa, además, otro significado que es indirecto, secundario y figurado, y que sólo puede ser
aprehendido a través del primero." Ver El conflicto de las interpretaciones: Ensayos de hermenéutica, ed. Don Ihde
(Evanston: Northwestern University Press, 1974) pág.13.
4
Conferencias, Cap. 6:4, pág. 61.
Hacia la conversión ecológica
• Al meditar sobre el significado de la declaración de Jesús, "Yo soy el buen pastor" y el
comentario de SME, podríamos reflexionar sobre los seres humanos y no humanos de la
comunidad de la Tierra que inspiraron a Jesús de Nazaret y que lo llevaron a identificarse con
el pastor que cuida a sus ovejas y a los marginados. ¿Qué "otras cosas" nos sigue revelando el
símbolo del Buen Pastor? ¿Cómo nos llama a reconocer nuestro parentesco con toda la
creación?

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