los bodegones más clásicos pintados por josé m. agrelo castro

los bodegones más clásicos pintados por josé m. agrelo castro

ISBN: 978-84-9981-431-5
www.daymapintura.es
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LOS BODEGONES MÁS CLÁSICOS
PINTADOS POR
JOSÉ M. AGRELO CASTRO
Tiene ya en sus manos este libro de bodegones que podemos calificar sin
pudores de excepcional e irrepetible. Durante varios años de trabajo
minucioso, profundo y exigente y un valioso esfuerzo de documentación
sobre los pintores de bodegones barrocos, flamencos y holandeses y
basándome en estos bodegones fui reconstruyendo todas estas interesantes
creaciones.
Este libro es ya como un símbolo, un estilo, una forma de hacer en el
mundo de la edición y dentro del área de las grandes enciclopedias de
bodegones. Todo un nuevo concepto del entendimiento de la pintura, de la
cultura y su difusión; de la expresión artística. Es en todo caso, un libro
para usar y manejar con cariño, para transmitirlo de padres a hijos, porque
toda la familia tiene cabida en las diversas propuestas creativas y artísticas
que lo componen.
Durante mucho tiempo el arte ha sido atributo reservado para ciertas elites,
aunque todos reconozcamos que al artista lo distingue su talento, su genio,
su capacidad creadora y a veces su íntimo y particular lenguaje: pero no es
menos cierto que todos estamos dotados, de una u otra manera para crecer
y para disfrutar nuestra propia obra de arte. Se trata simplemente de tener
esos conocimientos de base, de poder iniciarse, para dar rienda suelta a
nuestras más secretas e íntimas condiciones. A la pintura la hemos
distinguido como la reina de todas las artes y dentro de la pintura, el óleo
como rey indiscutible; no puede conformarse con ser dueño de este libro de
bodegones. Todas sus páginas le están pidiendo que las mire y las disfrute.
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José Manuel Agrelo Castro
Nacido en Lousame, La Coruña, en 1954.
Emigrante desde 1973 hasta 2005.
En 1973 emigré a Suiza para trabajar en la
construcción como albañil. En los primeros años de
trabajo en Suiza y aprovechando el tiempo libre, hice
los cursos de Maestro Albañil y Delineante en
construcción. También realicé cursos de dibujo
Artístico e iniciación en la pintura que poco a poco
fui practicando hasta conseguir una buena
preparación en diseño y pintura; y después de realizar
una gran variedad de pinturas de bodegones me
decidí al desarrollo y preparación de este libro en
compañía de mi hijo Daniel Antonio Agrelo Paz
nacido en 1989, que me ayudó a buscar y a escribir
toda la información que aparece en este libro.
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José Manuel Agrelo Castro, nacido en Lousame, La Coruña, en 1954. En 1973 emigré a
Suiza para trabajar en la construcción como albañil. En los primeros años de trabajo en
Suiza hice los cursos de Maestro albañil y Delineante en construcción; también realice
cursos de dibujo artístico e iniciación en la pintura que poco a poco fui perfeccionando
tanto en diseño como la pintura, y me fui interesando en la pintura de bodegones y me
introduje en las bibliotecas para buscar libros con los modelos de bodegones de los
pintores del norte de Europa, barrocos, flamencos y holandeses. Basándome en estos
pintores fui reconstruyendo unas amplias e interesantes creaciones como representación
artística del tema bodegón, y me fui especializando en la representación pictórica desde
la naturaleza muerta, hasta todo tipo de bodegones con contrastes armónicos.
Me considero un bodeguista en el contexto actual, un pintor de calidad desigual;
demuestro maestría a la hora de representar elementos de naturaleza muerta como frutas
y utensilios de cocina, animales de caza, derivados de pesca, floreros con jarrones y
macetas y otros, etc. a la vez que causo ciertas limitaciones en el modo de resolver el
espacio en elementos presentes como figuras de aparatos mecánicos o instrumentos
musicales. Se puede observar por un lado la habilidad con que están resueltos los
bodegones con la particularidad tan propia y visible la técnica del dibujo mediante una
sutil línea discontinua a base de diminutos trozos y líneas de precisión para traducir el
perfil con toda perfección, y por otro lado, también hay que reconocer en los diferentes
tipos de bodegones que comentamos la difícil relación espacial que se establece entre
los bodegones y su espacio con un tratamiento rítmico y una armonía perfecta que se
expresan a través de la representación pictórica.
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LA PINTURA AL ÓLEO Y EL BODEGÓN
Desde el inicio de la existencia del mundo, desde el instante en que Dios creó la Tierra,
el arte y la belleza. El simple paisaje siempre ha sido fuente de amplios sentimientos
estéticos; al poblarlo el hombre primitivo fue copiando detalles de su cotidiano
alrededor emitiendo su sensibilidad tosca y ruda como era su vida. Al transcurrir los
años, los siglos la determinación de su cultura, de sus concepciones raciales y religiosas
configuran un progreso en las artes plásticas; unas improntas que se traducen en la
pintura y la escultura y en todo cuanto toca expresando su espíritu y llegase a una
madurez en que cada pueblo con su peculiar idiosincrasia precisa que define su estilo.
Aparece poco a poco un arte nacional característico de cada país pero también al
acrecentarse el estudio de los artistas, estos en si mismo alcanzan una capacidad
intelecta que les hace ser a la vez que son los pintores los artífices de sus propias obras.
La obra conjunta surge impulsada por una sola sensibilidad, comprenden que las artes
no pueden concebirse separadas mas al contrario, creen en unos postizos plásticos sobre
la estructura fundamental pensada aparte por otro pintor; corre el riesgo de una carencia
de unidad artística. Con esas ideas se llega a una altura genial que después tuvo sus
altibajos precisamente por definirse entre pintores realistas y los pintores de arte
abstracto.
En estas páginas veremos como la auténtica pintura siempre va al compás de las
inquietudes plásticas evolucionando ambas motivadas por las diferentes etapas sociales
y económicas, con sus particulares influencias que afectan en el quehacer del hombre,
muchas veces sin captarlo instantáneamente. A través de estas líneas se han marcado las
fases de la evolución humana como son la prehistoria, la antigüedad, la Edad Media, el
Renacimiento y la Edad Moderna; desfilando en un concepto de superficial síntesis dada
la misión de esta escritura puesto que extendernos en todos los matices que abarca la
historia del arte sería muy extenso y quizás los resultados expresivos serían los mismos
en este paralelo que siempre existe en el desarrollo acertado o mediocre de la pintura y
de las demás artes. A algunos de los lectores les pareciera que hablarles de otras épocas
tiene relativo interés ya que les preocupa más el momento actual con sus polémicas
estéticas, sus afanes y sus anhelos; sin embargo para llegar a las consecuencias de este
movimiento renovador que vive el arte de hoy es conveniente comprender y admirar
todos brillantísimos procesos seguidos en el curso de miles de años y que asimismo
tuvieron sus polémicas, sus afanes y sus anhelos. En el arte de nuestros días en que el
pintor vuelve a componer todo el conjunto artístico o trabaja en unánime criterio
estético es fácil adivinar influjos transmitidos por los hallazgos plásticos de lejanos
tiempos sin las lecciones del pasado, sin las lecciones del ayer mismo, sin las
experiencias buenas y malas, sin esta línea de paulatino ascender cuyo conocimiento
humano se subordina a la naturaleza humana, el hombre es la medida de las cosas,
difícil sería encontrar el lógico progreso racional de nuestra existencia. Es sugestivo
pues adentrarnos un poco en la historia de la pintura porque es a la par conocer la
historia del arte o sea, la historia de la civilización y entender la circunstancia del
hombre ubicado en el eje mismo de cada palpitante faceta de la historia del arte y la
cultura.
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La pintura histórica no tiene porque limitarse a la representación de escenas de la
historia ni mucho menos al retrato preciso de indumentarios. El término historia es una
falsa denominación traducida de la palabra latina historia y de la italiana istoria o storia
empleada por Leon Battista Alberti (1404-1472) en su tratado elemental sobre la pintura
de 1435-1436 con este fin afirmaba Alberti apoyándose en los éxitos del realismo
humanista del Renacimiento florentino, la labor más importante del pintor es la istoria o
storia era la palabra italiana que designaba las imágenes narrativas tales como la
ilustración de escenas de la teoría poética y retórica clásica.
La invención de la pintura al óleo y la explosión del coleccionismo del arte que se dio
durante el siglo XIV rompió este vínculo entre la pintura, sus efectos y su situación. Sin
embargo entre unos medios y otros el óleo parece haber constituido indiscutiblemente el
hilo conductor en torno al que se han sentado las bases de la teoría del color, los
estudios de composición y las aplicaciones de perspectiva. En efecto, el óleo, a pesar de
constituir un medio de pintura relativamente tardío a mediados del siglo XVI atrajo de
tal modo a los pintores que pronto se convirtió en el instrumento pictórico por
excelencia. En su génesis el óleo fue consecuencia de las progresivas modificaciones
que se produjeran en la elaboración del temple, así ya, en los últimos cuadros de Piero
de la Francesca, se detecta el empleo de un temple bastante graso lo que significaba que
la adicción de aceite en el agua para obtener la pintura era muy superior a la que
normalmente se venía agregando. Pero fue definitivamente el pintor Van Eyck (13801441) quién recogió las experiencias anteriores creando una técnica nueva en la que se
combinaba el temple y el óleo y se ajustaba perfectamente a las formas y a los diseños
amplios y espaciales, pero no era fácil ofrecer la amplia gama de efectos de textura y
sfumato que permitió el óleo como medio; si bien, tanto Rafael (1483-1520) como
Annibale Carraci (1560-1609) exploraron la técnica hasta sus límites.
Hacia mediados del siglo XVI la pintura de óleo sobre piedra como describe Vasari se
desarrolló paralelamente o en competencia con el fresco que seguía aplicándose en Italia
y en España de acuerdo con los escritos de Andrea Pozzo (1642-1709). El fresco y el
óleo se emplearon con los elaborados esquemas del Barroco con frecuencia modelado
en color de tamaño natural como etapa intermedia entre los primeros estudios y el
producto final. Uno de los aspectos en que la pintura al óleo ha evolucionado más a lo
largo de los siglos es precisamente el técnico, sin embargo, el óleo como auténtico
medio revolucionario de pintura sigue siendo el hilo conductor de esta evolución
pictórica. El óleo es considerado el rey de las artes porque resulta un material cómodo
que permite trabajar en fresco durante largo tiempo y además los colores a diferencia de
otros medios de pintura varían muy poco de su estado húmedo al estado seco.
La historia de la pintura al óleo como sucede en cualquier otra manifestación artística
está jalonada por la actividad creativa y la investigación de los pintores, su obra, sus
teorías y fundamentalmente sus innovaciones. En mayor o menor medida desde Van
Eyck a Velázquez, Zurbarán, etc. o genios de su época, sin embargo sólo con la
perspectiva que da la historia podemos considerarlos a todos ellos artífices de la
gigantesca obra humana que hoy representa la pintura al óleo; no obstante la mayoría de
estos artistas persiguieron como una obsesión algo que parece alcanzable representar
con los colores pigmentos los colores que ofrece el natural así como la luz que invade
todo nuestro entorno real.
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El bodegón como tema universal
Stilleven o estilo de vida, tomado en Holanda de una forma especial, abiertamente
apoyándose en un repertorio donde se representan de todo tipo de elementos de los que
a diario se rodean de forma tradicional en el desarrollo de las costumbres y oficios
artesanos como agricultor, cazador, pescador, constructores de instrumentos, etc. Quizás
fue así como entraron a formar parte del repertorio del arte doméstico con frutas,
hortalizas, animales de caza, pescados, instrumentos musicales, etc. como contenidos
temáticos independientes que se fueron desarrollando en temas artísticos con diferentes
tipos de bodegones en forma en referencia al contenido distinguible de la pintura.
Elementos propios de los bodegones son visibles en el arte romano de la antigüedad, en
los mosaicos y pinturas murales probablemente basados en modelos griegos y en
algunos casos se dejan entrever en el arte gótico con un talante bien distinto; se
representan de forma sensible los aspectos del mundo natural en el arte chino y japonés,
sin embargo, el bodegón como forma de arte bien determinada es fundamentalmente un
fenómeno occidental posterior al renacimiento. Existe una pintura sobre tabla, 1504
Alte Pinakothek, Munich del pintor veneciano Jacopo de Barbari que representa una
perdiz muerta y un par de guanteletes que suele ser considerada como el primer
bodegón verdadero. Es difícil saber si a finales del siglo XVI, las frutas, hortalizas y las
flores tenían todavía un significado religioso en las pinturas flamencas o si se trataba ya
de un arte profano que continuaba apoyándose en un repertorio de formas tradicionales.
El concepto Stilleven o estilo de vida fue encontrado por primera vez en los inventarios
holandeses alrededor de 1650. Con la abundancia de alimentos y el miedo a las
enfermedades y al hambre en la cocina y en el mercado y las costumbres flamencas y el
estilo de vida con la imagen de banquetes, almuerzos y desayunos, fue un género
técnico llamado por los holandeses Stilleven, modelo tomado de la naturaleza muerta
como composición cromática. El modelo de naturaleza muerta fue definido por el artista
alemán y escritor de arte, Joachin de Sandrart (1606-1688), y en 1675 habló de este
tema en la academia de la construcción de la imagen con la definición del modelo
inmueble naturaleza inmóvil y después en el siguiente siglo el concepto bodegones ha
sido acuñado en Francia 1779 y en 1780 ha sido definido por Jean Baptiste con la
indicación de Bodegones en representación de objetos inmóviles explicando como
objets inmobiles. La naturaleza muerta fue el tema más empleado en los comienzos de
la pintura al óleo de bodegones como tema pictórico ha contado en la historia del arte
con múltiples seguidores entre los que se encuentran inmortales maestros, los autores
representan de todo tipo de elementos a su alcance de los que a diario se rodean;
comestibles, vasijas y utensilios dentro de una línea clásica compositiva de la pintura de
bodegones tradicionales.
El óleo fue la técnica pictórica más conocida y empleada en la composición pictórica,
en el desarrollo del bodegón y la distribución de los elementos en el que el pintor sitúa
los personajes u objetos del tema que desarrolla; es la distribución de los elementos en
el espacio para su visión comprensiva para el espectador. La madera ha sido a lo largo
de la historia del arte uno de los soportes más utilizados juntamente con la tela. La tela
aparece como soporte habitual a partir del mundo renacentista aunque su implantación
se consolida en el mundo meridional monerista y barroco. A partir del siglo XVII el
denominado lienzo fue habitual en las obras de los grandes pintores incidiendo en ello
el comercio artístico que encontraba en fácil manejo y poco peso.
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Este libro presenta como motivo principal una gran
variedad de tipos de bodegones con temas muy
interesantes.
Todos estos bodegones fueron realizados basándome en las pinturas de los artistas del
norte de Europa, barrocos, flamencos, holandeses; incluyendo españoles e italianos. Se
eligieron todos los elementos más interesantes de la cotidianidad dentro de una línea
clásica compositiva del repertorio del arte doméstico para ofrecer, con minucioso
detalle, las interesantes creaciones como representación pictórica del tema bodegón.
Este libro es una obra llena de cualidades expositivas destinado a todas aquellas
personas que sean amantes de la pintura al óleo o tengan algún interés en la
composición pictórica del bodegón como tema universal.
Estos bodegones están ejecutados con pintura al óleo para ofrecer con minucioso detalle
las variadas superficies de frutas, alimentos, utensilios domésticos, instrumentos
musicales y otros aparatos pictóricos; estos elementos se eligieron para poner de relieve
el dominio en la representación precisa en el género de bodegones.
Desde la página ........................................................................................................... 1 hasta ....................... 195
Bodegones con calaveras o vanitas desde la página ....................................................... 10 ............................ 29
Bodegones con libros viejos desde la página .................................................................. 30 ............................ 45
Bodegones con instrumentos de medición y precisión desde la página.......................... 45 ............................ 57
Bodegones con instrumentos musicales desde la página ................................................ 58 ............................ 67
Bodegones con animales y armas de caza desde la página ............................................. 67 ............................ 80
Bodegones con derivados de pesca desde la página ....................................................... 80 .......................... 101
Bodegones con frutas y utensilios de cocina desde la página ........................................ 102 ......................... 158
Bodegones con conchas y caracolas desde la página ..................................................... 159 ......................... 168
Bodegones con cráneos sobre la evolución humana y animal desde la página ............. 169 ......................... 175
Bodegones con reptiles, anfibios e insectos del bosque desde la página ....................... 175 ......................... 195
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BODEGONES CON CALAVERAS O VANITAS
Vanitas: voz con la que se designan ciertos bodegones de la época barroca en los que se
representan diversos objetos simbólica y pretendidamente alusivos a la brevedad de la
vida y la realidad engañosa de los bienes terrenos como calaveras, ruinas, etc. Pero si
hay un sector explícito de este género que con evidencia esta lectura, las vanitas, en los
cuales se muestran con el lenguaje de los teólogos y con los tópicos del ascetismo de los
predicadores, la vanidad de las glorias del mundo y la caducidad de la belleza, la
riqueza y el poder sujetos todos al inexorable dominio del tiempo y de la muerte.
Los elementos del repertorio son de tres tipos; objetos que evocan la vida terrenal
contemplativa o voluptuosa, el placer, la riqueza, el poder; objetos que evocan la
brevedad de la vida, con el paso del tiempo, la destrucción de la materia e inscripciones
en el cuadro tales como vanitas vanitatis et omnia vanitas.
El origen iconográfico se debe buscar en el tema de san Jerónimo en su celda alrededor
de él, los libros y la vela son los símbolos de especulaciones intelectuales y el cráneo y
el reloj de arena recuerda al hombre que se halla a merced del tiempo.
Durante el siglo XVII evolucionó en Holanda una nueva forma abiertamente simbólica
de este género, el bodegón vanitas, asociado de manera especial a la ciudad universitaria
de Leiden. En él aparecían calaveras, velas humeantes, relojes o vasijas, ratas; para
recordar al espectador que la vida de los sentidos, las riquezas, la cultura y el poder no
son más que vanidad de vanidades. Vanitas fue introducida en Francia por la importante
comunidad flamenca de Saint-Germain-des-Près siendo menos frecuente en Italia en
cambio fue habitual en la Alemania protestante del siglo XVII, donde estuvo vinculada
al sentimiento de la muerte característico del espíritu nacional.
También en España tuvo una presencia destacada representado principalmente por
Antonio de Pereda (1611-1678), pintor español que realizó obras religiosas y bodegones
entre los que destacan los cuadros de vanitas, naturalezas muertas de carácter simbólico
alusivo a lo efímero de los placeres y glorias terrenales. En su producción dedicada a los
temas religiosos que tiene especial importancia las naturalezas muertas moralizantes o
vanitas en los que alude de forma alegórica a lo pasajero de la vida, alegoría de la
vanidad. También algunas obras de Valdés Leal son ejemplos soberbios de este género
que cuenta también en las clausuras conventuales con representantes más modestos
artísticamente pero igualmente expresivos en sus contenidos.
Bajo la idea obsesiva en algunos teólogos y comentaristas de la fugacidad de la vida y la
brevedad de sus goces no es difícil ver en ciertos bodegones alegóricos de la inanidad
del mundo y de la constante amenaza de la muerte. También en las décadas de 16201630 los pintores holandeses se concentraron en el tema alegórico bodegón vanitas
particularmente en las pinturas de Pieter Claesz, David Baily, Pieter Boel y Willem
Claesz; en sus vanitas o calaveras mostraban un sinfín de artículos como libros viejos,
relojes de arena, velas, ánforas y vasijas; que resaltan la originalidad compositiva de
bodegones tradicionales por la descripción lineal representados sobre un fondo oscuro
con tratamiento tonal del modelado de las formas y la descripción de luces y sombras
con temas sencillos.
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Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con libros, calaveras y ratones
Óleo sobre lienzo 65x50
Bodegón con calavera, esqueleto y escultura
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Óleo sobre lienzo 65x50
Bodegón con calavera y esculturas en yeso
Óleo sobre lienzo 65x47
Bodegón con calavera, jarra y candelabro
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Óleo sobre lienzo 64x46
Bodegón con diferentes tipos de calaveras
Óleo sobre lienzo 64x46
Bodegón con calavera, libros y flauta
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Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calaveras, candelabro y globo terráqueo
Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera y reloj de arena
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Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera, reloj de arena y globo terráqueo
Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera e instrumentos de cuerda
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Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calaveras y libros antiguos
Óleo sobre lienzo 65x50
Bodegón con calavera y objetos de pintura
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Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera, instrumentos de cuerda y globo terráqueo
Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera, esculturas y violín
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Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera y libros
Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera y esculturas de hierro
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Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera y dos globos terráqueos
Óleo sobre lienzo 65x47
Bodegón con calavera, instrumentos de precisión y globo terráqueo
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Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera, reloj de arena y reloj mecánico
Óleo sobre lienzo 65x46
Bodegón con calavera e instrumentos de escritura
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