PATOLOgíA INFANTIL EN EL PACIENTE ADULTO
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PATOLOgíA INFANTIL EN EL PACIENTE ADULTO
Patología infantil en el paciente adulto Children’s Pathology in the Adult Patient Hugo Hernán Ferreira Traslaviña1 Jennifer León Martínez2 Resumen Palabras clave (DeCS) Síndrome de Kartagener Enfermedad de Gorham Nefropatía Atresia bronquial Bronquiolitis obliterante Quiste del uraco El objetivo de este artículo es mostrar varias patologías que generalmente se hallan en el paciente pediátrico y son clasificadas como patologías infantiles por la edad en la que se presentan; sin embargo, éstas cursaron asintomáticas durante la infancia y aparecieron por primera vez en el paciente adulto. Creemos que su conocimiento es importante para que no se pasen por alto en el contexto de la radiología de los pacientes adultos y para su adecuada valoración por los métodos de imágenes diagnósticas. Se describen sus características clínicas y los hallazgos imaginológicos y se realizó una revisión de la literatura médica. Abstract Key words (MeSH) Kartagener´s syndrome Osteolysis, Essential Nephrophaty Bronchial atresia Bronchiolitis obliterant Urachal cyst The aim of this article is to illustrate some diseases that generally presents at pediatric age and are classified as childhood diseases, occasionally they have extended asymptomatic periods of time during childhood and present for the first time in an adult age. We believe that is important not to overlook this diagnosis in the adult patient. The clinical characteristics, the radiological findings and proper evaluation techniques are reviewed. Diversas patologías que habitualmente se presentan en la niñez, pueden permanecer asintomáticas durante algunos años y luego aparecer en el paciente adulto. Para el radiólogo es fundamental conocerlas, con el fin de efectuar una adecuada valoración de los pacientes adultos mediante métodos de imágenes diagnósticas. A continuación se describen los hallazgos imaginológicos y características clínicas de siete de estas patologías: riñón en herradura, riñón discoide, atresia bronquial, síndrome de Kartagener, enfermedad de Gorham, síndrome de Swyer-James-Macleod, quiste del uraco y vólvulus del intestino medio. Riñón en herradura Médico radiólogo pediatra. Clínica Reina Sofía. Bogotá, Colombia. 1 2 Residente de Radiología. Pontificia Universidad JaverianaHospital Universitario San Ignacio. Bogotá, Colombia. 2522 El riñón en herradura (Fig. 1) constituye la anomalía de fusión renal más común, que resulta cuando el eje de los riñones es alterado por una inclinación medial de los polos inferiores (o muy raramente en los polos superiores), donde se unen en la línea media, lo que forma un istmo de tejido fibroso no funcionante o una banda parenquimatosa gruesa justo debajo de la arteria mesentérica inferior, con los uréteres por delante del istmo (1). Tienen una incidencia de 1 en 500 nacidos vivos. Ocurre más frecuentemente en la población masculina; más del 90% de los casos son asintomáticos, y cuando se manifiestan generalmente presentan infecciones de vías urinarias (2). En los dos tercios de los casos constituye un hallazgo incidental, y en el tercio restante se descubre en los neonatos por asociarse con malformaciones graves de otros órganos, que causan su muerte. De las condiciones genitourinarias comúnmente observadas se incluyen: reflujo vesico-ureteral (50%), hipospadia, criptorquidismo y doble sistema colector; en el sistema nervioso central, hidrocefalia con o sin mielomeningocele; enfermedad cardiaca congénita de variable severidad; malformacio- artículos de revisión nes gastrointestinales como el ano imperforado, malrotación y divertículo de Meckel; malformaciones osteomusculares como polidactilia, pie equino y anormalidades costales. Las anomalías cromosómicas, como la trisomía 18, tienen un riesgo incrementado de presentar riñón en herradura. Las neoplasias como el tumor de Wilms en los niños y el carcinoma de células transicionales en los adultos tienen una incidencia mayor entre los pacientes con riñón en herradura (3). La evaluación radiológica de estos pacientes incluye la ecografía, la urografía endovenosa y la cistografía miccional (2). Riñón en torta o discoide El riñón en torta o discoide (Fig. 2) es una rara anomalía congénita del sistema genitourinario en la cual la totalidad de la sustancia renal se fusiona y forma una masa, comparte la pelvis y da origen a dos uréteres separados, que se insertan en la vejiga en los trígonos, en su ubicación anatómica usual. Casi siempre se localizan en la línea media y en la pelvis (4). Estos riñones —que conforman el 2% de las anomalías de fusión renal— generalmente presentan glomérulos inmaduros, quistes (los cuales pueden ser hemorrágicos) y túbulos dilatados y agrandados, o evidencia de enfermedad renal de larga data. En la mayoría de los casos se han reportado anomalías concomitantes en otros órganos, como descenso anormal en el testículo, tetralogía de Fallot, agenesia sacra y vaginal, síndrome de regresión caudal, espina bífida y anormalidades anales; también se han reportado anomalías en la suplencia sanguínea (5). Al igual que en otras anomalías de fusión, es más común en hombres, con una proporción 2-3:1 respecto a las mujeres. Los especímenes de estos riñones presentan una superficie posterior lisa y una superficie anterior lobulada, en la cual la pelvis renal está situada anterior a la masa renal (1). En los estudios angiográficos se observa que su suplencia sanguínea se deriva de la aorta cerca de la bifurcación, o de las arterias iliacas comunes; y el drenaje venoso se hace usualmente a la vena cava proximal inferior o a los vasos iliacos comunes. Esta anomalía en la suplencia sanguínea tiene un riesgo incrementado para compromiso vascular por trauma pélvico, embarazo, enfermedad vascular u otras lesiones ocupantes de espacio (5). Tal como en los otros tipos de anomalías de fusión, pueden presentarse complicaciones como obstrucción por formación de cálculos e infección, hematuria y uremia (1). Su diagnóstico temprano y el reconocimiento de las complicaciones potenciales que pueden acompañar esta anomalía son importantes para la prevención de enfermedades serias y lesiones renales permanentes (1). incrementada por el atrapamiento aéreo, que puede ser mejor demostrado en las radiografías en espiración; ocasionalmente, un nivel de aire-líquido se puede observar en el broncocele (7). La escanografía es un método muy sensible para la demostración de las características típicas del quiste broncogénico, y demuestra un nódulo parahiliar, no calcificado, sin realce con el medio de contraste, rodeado de una hiperlucencia. El diagnóstico diferencial se debe hacer con secuestro intralobular y el quiste bronquial pulmonar, y el tratamiento usual se lleva a cabo con manejo expectante o resección quirúrgica, el cual debe reservarse para complicaciones; principalmente, infecciones recurrentes (6). Fig. 1. Paciente de 23 años de edad. Ecografía de abdomen que muestra una “masa hipoecoica” anterior a los vasos retroperitoneales a la altura del mesogastrio, con solución de continuidad con los polos inferiores de ambos riñones, correspondiente a riñon en herradura. Atresia bronquial La atresia bronquial (figs. 3a y 3b) es una anomalía congénita rara, usualmente confinada a un bronquio único segmentario, que presenta un área de atresia o estenosis, y que en la porción distal a esta se llena progresivamente con moco hasta formar un broncocele; los alveolos suplidos por este bronquio son ventilados por vías colaterales, con atrapamiento aéreo, lo cual resulta en una región de hiperinflación alrededor del bronquio dilatado (6). El lóbulo superior izquierdo se afecta en el 64% de los casos; el inferior izquierdo, en el 14%, y el inferior derecho y el lóbulo medio, en el 8%. En la mitad de los pacientes esto constituye un hallazgo incidental, y generalmente no produce signos ni síntomas; sin embargo, se han reportado casos de presentación clínica con disnea, neumonía y asma bronquial. En las radiografías de tórax se observa una opacidad redondeada y ramificada, proveniente del hilio y rodeada por un área de radiolucencia Rev Colomb Radiol. 2008; 19(4):2522-7 Fig. 2. Paciente adulto de 28 años de edad. Urografía excretora donde se observa una ectopia renal cruzada derecha que se fusiona con el riñón contralateral y adopta la forma de un disco. Ambos riñones comparten un mismo uréter. 2523 a b Figs. 3a y 3b. Paciente de 34 años de edad. TAC y radiografía de tórax. Se observa una zona de enfisema pulmonar en el lóbulo superior izquierdo con imagen nodular central que corresponde al bronquio atrésico con tapón de moco en su interior. Síndrome de Kartagener El síndrome de Kartagener (figs. 4a, 4b y 4c) es un trastorno genético, con herencia autosómica recesiva, en el que hay una disquinesia ciliar primaria, que comprende la triada clásica de situs inversus (total o parcial de los órganos torácicos o abdominales), bronquiectasias y poliposis nasal con sinusitis crónica, y se asocia a infertilidad masculina. Tiene una incidencia de 1:20.000 nacidos vivos. El diagnóstico se suele realizar en la infancia, donde los pacientes presentan historia de asma, neumonías recurrentes, otitis media y sinusitis crónica que mejoran temporalmente con tratamiento médico; pocos casos se detectan en la edad adulta. El diagnóstico es fácil cuando se presenta la triada típica, pero en la mitad de los casos no hay situs inversus; para confirmar el diagnóstico de síndrome de Kartagener, es preciso realizar una biopsia de la mucosa nasal, donde se ponen de manifiesto la disfunción existente en los cilios (8). En la radiografía de tórax es importante determinar si hay dextrocardia o situs inversus, y puede haber otros hallazgos inespecíficos como hiperinflación, áreas focales de atelectasias y engrosamiento de la pared bronquial; en la escanografía de tórax se hacen evidentes bronquiectasias y bronquiolectasias, más frecuentes en los lóbulos inferiores, en el lóbulo medio y la língula, con patrón en árbol en gemación. En las imágenes de los senos paranasales se encuentra ocupación por material de tejidos blandos en los mismos, asociados a engrosamiento de sus paredes y presencia de pólipos (9). Enfermedad de Gorham La enfermedad de Gorham (figs. 5a y 5b) es un síndrome del hueso evanescente o hemangioma del hueso son algunos de los diversos nombres como se conoce esta patología. Es una rara condición caracterizada por osteólisis masiva y progresiva. Fue descrita por Jackson en 1838 y se han reportado menos de 200 casos en la literatura médica. La causa de la enfermedad de Gorham es una proliferación no maligna del tejido vascular o linfático, donde las lesiones óseas hemangiomatosas o linfangiomatosas crecen progresivamente y se extienden a los tejidos adyacentes. Estas lesiones causan reabsorción ósea completa, compromete las estructuras óseas adyacentes y, finalmente, las articulaciones. Los huesos más frecuentemente afectados son la clavícula, la escápula, el húmero, 2524 las costillas y la pelvis (10). Cuando el compromiso del esqueleto es muy grande, especialmente en la columna o el tórax, puede producir secuelas pulmonares y neurológicas significativas; algunas veces, con resultados fatales (11,12). El pronóstico es incierto y depende del sitio y la extensión del hueso comprometido, y puede causar mínima sintomatología hasta la muerte. Los cambios imaginológicos son: destrucción ósea progresiva, ausencia de reacción perióstica y pérdida de los márgenes corticales, además, afecta las articulaciones. El quilotórax es una complicación que pone en riesgo la vida del paciente y se presenta cuando hay compromiso de la caja torácica (13). El quilotórax ocurre por afección del conducto torácico o por penetración a la pleura de los vasos linfáticos (14); su manejo médico (drenajes, alimentación parenteral, córtico o radioterapia) generalmente es ineficiente, con una mortalidad del 64%. Con el tratamiento quirúrgico, ligadura del conducto torácico y pleurectomía, la mortalidad baja al 36% (13). La enfermedad de Gorham es muy rara, y debe ser conocida por los radiólogos para que no se pase por alto. Síndrome de Swyer-James-Macleod Swyer y James describieron este síndrome en 1953 y luego lo hizo Macleod en 1954 (15). El síndrome de Swyer-James-Macleod (figs. 6a y 6b) consiste en una rara forma de bronquiolitis constrictiva, con obstrucción al flujo aéreo asociado con vasculitis, que aparece como resultado de una bronquiolitis aguda caracterizada por la destrucción de la vía aérea pequeña (bronquiolos respiratorios terminales) y causa una cicatrización obliterante. Se han implicado varios agentes virulentos causales como el adenovirus, el virus sincitial respiratorio, influenza y el mycoplasma. Estos pacientes presentan infecciones recurrentes pulmonares y tos crónica, con disminución progresiva a la tolerancia al ejercicio (16). En imágenes se caracteriza por hiperlucencia unilateral de la totalidad del pulmón (aunque también puede ser segmentaria o lobar) en las radiografías en fase espiratoria, usualmente seguida de una bronquiolitis o neumonitis en la niñez temprana, asociada con volumen pulmonar normal o ligeramente disminuido; en la escenografía de alta resolución se observa un severo atrapamiento aéreo durante la espiración, con oligoemia en el pulmón afectado e hilio ipsilateral pequeño, así como áreas parcheadas bilaterales de bronquiectasias cilíndricas en los bronquios proximales (16). Esta condición debe ser diferenciada Patología infantil en el paciente adulto. Ferreira HH, León J artículos de revisión a b c Figs. 4a, 4b y 4c. Paciente de 19 años de edad. Presenta la triada clásica de sinusitis situs inversus totalis, bronquiectasias en el lóbulo medio a b Figs. 5a y 5b. Paciente de 20 años de edad. Radiografía y TAC de tórax donde se observan lesiónes óseas lítica, erosiva y expansiva que comprometen los arcos costales posteriores izquierdos, asociada a masa de tejidos blandos, perilesional y de escaso derrame pleural ipsilateral. de anomalías congénitas de la vía aérea y vasos pulmonares como la interrupción de la arteria pulmonar (no hilio), el síndrome de pulmón hipogenético y embolia pulmonar, y de obstrucción bronquial debida a tapón mucoso o cuerpo extraño (15). Quiste del uraco El uraco es una estructura del embrión de la línea media del abdomen bajo que se extiende desde el domo de la vejiga hasta el ombligo, el cual se oblitera alrededor del quinto mes de gestación y es conocido en el adulto como el ligamento umbilical medio, que discurre por el espacio de Retzius, entre el peritoneo y la fascia transversales. Los remanentes del uraco son el resultado final de la regresión incompleta de esta estructura, y estos pueden ser clasificados en uno de los siguientes grupos: el uraco persistente (48%), en el cual está permeable toda la estructura tubular; el quiste del uraco (31%), en el cual ambos extremos se cierran, pero la luz central permanece abierta; el seno uracal (18%), en el que el extremo umbilical permanece abierto, y el divertículo uracal (3%), en el que el extremo vesical no se oblitera y permanece abierto (17). Estos se diagnostican con mayor frecuencia hasta los 2 años de edad. Rev Colomb Radiol. 2008; 19(4):2522-7 Los quistes del uraco (figs, 7a y 7b) son usualmente pequeños, si bien varían en tamaño. Se tornan sintomáticos cuando se agrandan, pero son algunas veces encontrados como masas incidentales al examen físico. La infección es la complicación más frecuente, y lleva a peritonitis y sepsis, y es cuando, en la mayoría de las veces, se hace el diagnóstico (18). La cistouretrografía miccional y la fistulografía pueden ser usadas como herramientas diagnósticas, pero son más útiles la ecografía y la escanografía (17); en estas últimas se demuestra una cavidad llena de líquido en la línea media de la pared abdominal inferior, rara vez con calcificación en cáscara de huevo del quiste; cuando se sobreinfectan se manifiestan con paredes gruesas y demuestran una atenuación más alta que el agua en la tomografía axial computarizada (TAC), así como componentes de tejido blando y ecogenicidad mixta en ecografía. El tratamiento es quirúrgico y el pronóstico depende de la gravedad de la infección (18). Vólvulus del intestino medio El vólvulus se define como la torsión completa de un asa intestinal alrededor de su sitio de fijación mesentérica que puede ocurrir en varios sitios del tracto gastrointestinal. El vólvulus del intestino medio (figs. 8a, 8b y 8c) se refiere a la torsión de todo el intestino medio alrededor 2525 a b Figs. 6a y 6b. Paciente de 24 años de edad. En la radiografía de tórax se observa el pulmón derecho hiperlúcido con signos de atrapamiento aéreo. En la TAC se evidencia hipoplasia de los vasos pulmonares, así como patrón de perfusión en mosaico a b Figs. 7a y 7b. Paciente de 42 años de edad. Escanografía de abdomen en la que se observa una masa quística de paredes gruesas, localizada en la línea media, entre el domo vesical y el ombligo, con alteración en la densidad de la grasa mesentérica y de la pared abdominal anterior, la cual corresponde a un quiste del uraco sobreinfectado. b c a Figs. 8a, 8b y 8c. Paciente masculino de 82 años de edad que ingresa por cuadro clínico de obstrucción intestinal. En el TAC abdominal se observa una alteración de la relación entre la arteria mesentérica superior (AMS) y la vena mesentérica superior (VMS). Inicialmente la VMS se encuentra a la derecha de la AMS y luego esta relación se va invirtiendo: se observa el desplazamiento de la VMS a la izquierda de la AMS en sentido antihorario, hallazgo conocido en la literatura médica como signo de remolino (sign whirl). El diagnóstico quirúrgico fue malrotación y vólvulus del intestino medio. 2526 Patología infantil en el paciente adulto. Ferreira HH, León J artículos de revisión del eje principal de la arteria mesentérica superior (AMS), donde la raíz mesentérica es corta y delgada. El vólvulus del intestino medio es muy raro en adultos, y la mayoría de las presentaciones agudas se presenta durante el período neonatal. La malrotación en adultos usualmente es asintomática, pero puede causar síntomas abdominales vagos: vómito, distensión abdominal y, ocasionalmente, hemorragia de vías digestivas altas (19). En las radiografías de vías digestivas altas con tránsito intestinal, el intestino delgado opacificado con bario presenta forma de espiral o tirabuzón (19,20). En el ultrasonido los hallazgos incluyen dilatación duodenal, arteria mesentérica superior (AMS) con pulsaciones hiperdinámicas, dilatación y engrosamiento de pared en las asas intestinales distales al duodeno, y cuando la vena mesentérica superior (VMS) se localiza a la izquierda de la AMS la probabilidad de vólvulus es del 100%; si la VMS se localiza al frente de la AMS, la incidencia de vólvulus es del 28% y si la VMS se encuentra a la derecha de la AMS, no excluye la probabilidad de vólvulus , pero su incidencia es muy baja (3%) (20). Con el doppler se ha descrito el signo de Whirpool, que consiste en el enrollamiento de la VMS alrededor del tronco principal de la AMS siguiendo la dirección de las manecillas del reloj, aunque también está descrito en contra de las manecillas del reloj, como sucedió en nuestro paciente. En la TAC el enrollamiento del intestino alrededor de la AMS crea un patrón arremolinado evidente y se ingurgitan las estructuras venosas y linfáticas del mesenterio, lo que produce edema con alteración de la grasa mesentérica alrededor del punto de torsión, hallazgos conocidos como el signo de remolino (sign whirl). Se ha descrito la morfología en “u” del asa intestinal más cercana al punto de volvulación y la disposición radiada de asas intestinales dilatadas, así como la visualización de asas intestinales delgadas, llenas de líquido convergiendo hacia el punto de torsión, como signos escanográficos compatibles con el diagnóstico de vólvulus (21). La pérdida de la relación entre la VMS respecto a la AMS, como se demuestra en la TAC, puede sugerir el diagnóstico de vólvulus. El tratamiento del vólvulus en un paciente sintomático siempre es quirúrgico. La tasa de recurrencia en niños es del 7%, pero en adultos no está reportada en la literatura. La demora en el diagnóstico y tratamiento del vólvulus puede causar necrosis intestinal y muerte, o causar dependencia de la nutrición parenteral, con síndrome de intestino corto (20). 11. Halliday DR, Dahlin DC, Pugh DG, Young HH. Massive osteolysis and angiomatosis. Radiology. 1964;82:637-44. 12. Pedicelli G, Mattia P, Zorzoli AA, Sorrone A, De Martino F, Sciotto V. Gorham’s syndrome. JAMA. 1984;252(11):1449-51. 13. Tie ML, Poland GA, Rosenow EC. Chylothorax in Gorham’s syndrome: a common complication of a rare disease. Chest. 1994;105(1):208-13. 14. Chavanis N, Chaffanjon P, Frey G, Vottero G, Brichon PY. Chylothorax complicating Gorham’s disease. Ann Thorac Surg. 2001;72(3):937-9. 15. John B.M. Swyer-James Macleod syndrome. Letters to the editor. Indian Pediatrics. 2006;43(8):746-7. 16. Bernardi F, Cazzato S, Poletti V, Tassinari D, Burnaccini M, Zompatori M, et al. Swyer-James syndrome: bronchoalveolar lavage findings in two patiens. 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