mallas y material reflectantes para mejorar calidad

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mallas y material reflectantes para mejorar calidad
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Frutales
En huertos de manzano
MALLAS Y MATERIAL REFLECTANTES
PARA MEJORAR CALIDAD
En Europa -por ejemplo- nadie
piensa en plantar un huerto de
una variedad de manzana club
sin el uso de malla antigranizo.
Como se trata de variedades
más rentables, los agricultores
ven en su uso una forma de
asegurar la producción, tanto
contra episodios de granizo
como de golpe se sol. La
tendencia también se da en
Chile y los expertos en el tema
ya tienen claro qué malla va
mejor para cada variedad.
Además, el uso de materiales
reflectantes ha demostrado
su eficacia para mejorar la
distribución del color de las
frutas en el árbol.
L
os modelos productivos que se
están desarrollando hoy y que se
desarrollarán en el futuro implican un aumento sustancial en los costos de producción para mejorar la calidad de la fruta. Particularmente, en algunas variedades de manzana se está
llegando a costos entre US$16.000 y
18.000/ha y todo indica que esto se seguirá acentuando, sobre todo el costo
fijo de capital, que incluye las plantas,
el riego, las cosechadoras y podas mecánicas y las estructuras de protección
contra granizos y golpe de sol. Todo ello
se está usando en muchos huertos y
subiendo los costos de producción por
hectárea, aunque el objetivo sea bajar
los costos de producción por cada caja
de categoría superior que se produce.
“Eso es algo en que insisto todos los
días. Le digo a los productores que no
deben fijarse en los costos, sino que
es mucho más importante subir la calidad de la fruta ya que de esa forma
el negocio mejorará sustancialmente.
Con la tecnología y el costo de capital
de hoy, es mucho más rentable invertir
US$10.000 adicionales por hectárea,
que tratar de rebajar los costos anuales en US$1.000 por hectárea, porque
esos US$1.000 menos podrán impactar en la calidad de la fruta y el negocio
Agosto 2014
Aumento 5-10 puntos % en categoría Pink Lady y 10-20 puntos % en 1ª pasada
se puede deteriorar”, analiza el ingeniero agrónomo Óscar Carrasco (Ph. D.),
profesor de la Universidad de Chile.
Hoy el dilema de la gestión de un huerto de manzanas, o de un huerto frutal
en general, está en maximizar ingresos
y minimizar costos. “Los productores
se preguntan qué hacer para mejorar
el negocio este año que ha sido malo,
luego de cuatro años de muy buenos
resultados. Y eso es algo que probablemente se repetirá el próximo porque
habrá una buena producción en el hemisferio norte”, predice Carrasco.
Pero hoy el negocio está en un punto
en que urge mejorar su rentabilidad.
Sin embargo, para conseguirlo, según
Carrasco, se debe mejorar la calidad de
la fruta. Actualmente se está plantando
variedades club y clones de variedades
Fuji, por ejemplo; variedades con las
que el productor puede conseguir una
mayor rentabilidad, “por eso es que se
debe llegar al costo real de producción,
una tarea que es muy difícil hoy en día”,
apunta el experto.
ASIGNAR LOS COSTOS A LAS CAJAS DE
MEJOR CALIDAD
Para Carrasco, la idea básica consiste
en asignar todos los costos de produc-
ción a las cajas de mejor calidad y de
esa forma ver si se puede cambiar el
resultado económico. Hoy se tiene claro que con las variedades premium es
posible obtener un mejor precio, mientras que con las variedades commoditie es un negocio de costos, es decir,
se intenta bajar al máximo el costo por
hectárea, una tarea que hoy en día es
complicada.
se dedicará el productor. ¿Variedades
premium? ¿Variedades commoditie?
¿Ambas grupos? “Si hoy expresamos
el costo directo de producción por caja
de categoría superior (Premium y Extra Fancy) y colocamos cuál es el porcentaje de embalaje de esa categoría,
vemos que a medida que aumentamos
el porcentaje de embalaje, el costo directo de producción va bajando.
“Hoy estamos subiendo los costos
por hectárea, pero tratando de bajar
los costos por caja”, precisa Carrasco.
Lo primero es definir a qué variedad
Por lo tanto, cada vez hay más margen
para ir introduciendo más insumos o
tecnología a esas cajas, con el fin de
subirlas de categoría. “Esto puede re-
COSTO DIRECTO POR CAJA DE CATEGORÍA SUPERIOR (PREMIUM Y EXTRA FANCY)
17
Costo directo por caja categoría superior (Pr+ XF)
15
US$/caja
Material presentado por Ing. Agr. Óscar
Carrasco en Conferencia Redagrícola.
13
11
9
7
5
20%
40%
60%
% de embalaje Pr+ XF
Fuente: Óscar Carrasco
80%
100%
Frutales
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ción o la variedad tiene un menor potencial de color, se llegará a un 60% en
la primera pasada, con el riesgo de que
se coseche fruta que no sea apta para
un embalaje premium o bien se puede
embalar, pero para una muy mala categoría, la que no tendrá un buen precio.
sultar paradójico, pero es así”, precisa
el especialista de la Universidad de
Chile. En la medida que aumentamos
el porcentaje de embalaje el costo por
caja de categoría superior baja. “Eso
es justamente lo que buscamos, poder cambiar de categoría de embalaje
de una Gala, con lo que podríamos te-
ner entre un 30 o 40% más de fruta
de categoría Extra Fancy. Lo mismo
podremos hacer con una Fuji, ya que
si hoy tenemos un 20% de Extra Fancy, podemos pasarla a un 40 o 50%
de esa categoría, entonces el costo
de producción de esas cajas bajará”,
afirma.
BUSCANDO FRUTA DE COLOR UNIFORME
Cuando se tiene un árbol con un color uniforme de arriba hacia abajo, se
puede pensar en que la primera pasada sea prácticamente un barrido, de un
95%, donde sólo quedará en el árbol
aquella fruta que tiene daños. Pero si
se tiene un árbol con menos ilumina-
0,5 AGROTECHNOLOGY
¿Qué se necesita entonces? “Tener un
color uniforme, donde podamos cosechar el mayor porcentaje de fruta en la
primera pasada”, afirma Carrasco. Y eso
se puede lograr con técnicas de poda,
de manejo de la canopia y sistemas
para mejorar la intercepción y distribución de la luz. Los mejores sistemas
para conseguirlo son los sistemas planos, llamados muros frutales, que se
prestan para las labores mecanizadas
(poda y cosecha). Además existen los
sistemas Y, V o cónicos son muy delgados, no más allá de 1 metro, y permiten un alto grado de mecanización
además de desarrollar una fruta de
color uniforme desde arriba hacia abajo, aunque con un mayor potencial de
daño por golpe de sol.
EXPERIENCIAS CON EL USO DE MALLAS
EN CHILE
Tanto en Linares como en Colbún ocurren frecuentes episodios de granizos.
Por ese motivo muchas empresas de
la zona han optado por usar mallas para
intentar paliar estos episodios climáti-
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Frutales
DISTRIBUCIÓN DE COLOR SEGÚN POSICÓN DE LA FRUTA EN EL ÁRBOL
(Adaptado de Craig Hornblow, AgFirst, New Zeland)
Parte Alta
Parte Baja
cos, aunque también con la intensión
de controlar del golpe de sol. “Para ello
hay que desplegarlas muy temprano,
antes de floración, evitando así daños
durante prácticamente toda la temporada. Esto ha tenido algunos efectos
sobre la fruta que no han sido los deseables, como son la falta de color, una
menor productividad y fruta con menos capacidad de guarda, por ejemplo,
por efecto de sobre acumulación de
materia seca”, explica Carrasco.
Los expertos han debido resolver una
situación así porque los productores
están corriendo un gran riesgo. “Las
mallas son de doble propósito (granizo y golpe de sol), pero lo que necesitamos controlar es el vigor del árbol
porque eso es lo que trae consigo los
efectos negativos sobre la productividad y la inducción floral. Lo hemos podido manejar con podas de control de
vigor y también trabajamos con muy
bajas dosis de nitrógeno. Incluso hemos dejado que el árbol sólo se nutra
con el nitrógeno que llega a través del
agua o que aporta la materia orgánica
del suelo”, manifiesta el experto.
Asimismo, han usado reguladores de
crecimiento como Regalis, aplicándolo dos o tres veces para controlar el
vigor. Otras opciones que han empleado algunos productores es el anillado
en la caída de los pétalos y otros han
probado la poda de raíces en caída de
pétalos, pero es difícil ya que se debe
tener maquinaria con mucha potencia,
“aunque para mí no es una alternativa”,
advierte Carrasco.
LAS MALLAS NO SON SOLO UNA MODA
En el mundo, las mallas se vienen
usando desde hace un par de décadas,
específicamente aquellas contra granizo. En todo este tiempo se han realizado diferentes estudios, sobre todo en
Europa, probando mallas de distintos
colores, algo que ya no se hace porque
la Unión Europea obliga a usar mallas
negras o grises, ya que no tienen tanto
efecto sobre el paisaje. Ante esta limitación, los estudios dejaron de ser importantes, pero sí resultan trascenden-
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tes los manejos al árbol, principalmente porque cuando se emplean mallas
anti granizos aparecen ciertos efectos
negativos como los mencionados menores rendimientos y falta de color en
la fruta.
A pesar de ello, la principal conclusión
a la que se llegó con las mallas es que
su uso produce un aumento del vigor
de los árboles, y es ese aumento en
el vigor el que trae el problema en la
fruta y también trae consigo problemas
de productividad. “Lo que se debe hacer es controlar el vigor y de esa forma
controlamos los efectos negativos que
puedan provocar las mallas”, explica Carrasco.
Si bien se conocía de su funcionamiento en otras partes del planeta, era necesario realizar ensayos en Chile, porque
las radiaciones son muy altas y están
acompañadas de altas temperaturas.
Los primeros trabajos se realizaron
con mallas importadas desde Europa y
demostraron que no había mucha diferencia entre las distintas mallas. La de
color negro era la que menos radiación
dejaba pasar, mientras que la de color
blanco resultó ser la que más radiación
dejaba pasar, casi un 90%. Las mallas
afectan la penetración de luz, pero no
más allá de un 20% que es lo que ocurre con la malla negra.
Otros ensayos realizados en Europa
concluyeron que las mallas prácticamente no afectan la tasa de fotosíntesis y, si lo hacen, es para bien. Un
experimento hecho en Alemania, que
resume muchos otros ensayos que se
han hecho en el mundo, trabajó con un
PAR bastante cercano al que hay en verano en Chile, unos 2.000 micromoles/
m2/seg, encontrando que había diferencias en el color de la fruta y en el
porcentaje de cubrimiento de color rojo
de la variedad Pinova. “Las diferencias
de color son provocadas por el vigor del
árbol. Las mallas que más vigorizaban
el árbol eran aquellas que tenían algún
componente de color negro (roja-negro
o verde-negro), mientras que la malla
blanca era la que menos efecto tenía
sobre el color, porque tenía menos
efecto sobre el vigor del árbol”, explica.
Los mejores efectos de mallas contra
el golpe de sol se han conseguido en
Italia con mallas de color negro y gris,
con porcentajes de sombreamiento entre un 18 y 50%, aunque lo recomendable es usar una malla que no tenga
más de un 25% de sombra porque eso
trae consigo algunos efectos negativos. “Está claro que a mayor sombreamiento disminuye el color de la fruta,
en algunos casos por el efecto directo
(falta de luz), pero el mayor efecto es
indirecto y se da, insisto, por el vigor
del árbol”, precisa Carrasco.
Con las mallas de color rojo ha habido
cierta polémica porque pueden mejorar el color de la fruta en zonas de clima frío, pero en zonas cálidas ese no
ha sido siempre el efecto. “Podemos
pensar que hacia el sur de Chile las
mallas rojas podrán tener más efecto
en el color de la fruta, pero en zonas
cálidas aumenta la temperatura bajo
de las mallas, lo que podría ocasionar
efectos negativos sobre el cultivo y el
color de la fruta”, analiza el especialista
de la Universidad de Chile.
LAS MALLAS PUEDEN SOLUCIONAR LOS
PROBLEMAS DE COLOR DE LA GRANNY
SMITH
El manzano es un árbol muy propenso
a desórdenes fisiológicos y esta temporada muchos de ellos han sido provocados por condiciones climáticas estresantes en pleno verano, donde hubo
temperaturas sobre 30ºC en el mes de
enero, situación que provoca problemas como corazón acuoso, bitter pit,
escaldado (en caso de Fuji y Granny
Smith), aumento de sólidos solubles
y disminución de la acidez, que conducen a la sensibilidad y pardeamiento
interno en almacenaje en frío. Además
puede haber una pérdida de la clorofila,
que hace que la fruta se ponga amarilla
antes de tiempo, como ha ocurrido con
la variedad Granny Smith, que la está
dejando casi fuera del mercado.
En el caso particular de Granny Smith
se debe tener en cuenta que la síntesis
de clorofila ocurre durante los primeros
60 días después de plena flor, “por lo
tanto durante 60 días necesitamos que
ese árbol esté muy expuesto a la luz,
y eso es todo lo contrario al concepto que siempre hemos manejado, que
Frutales
nos decía que Granny Smith debe estar siempre protegida. Ese es un gran
error porque la clorofila se sintetizará a
nivel muy bajo, se perderá a una tasa
muy rápida y tendremos a la fruta sin el
color verde intenso que la caracteriza y
será más amarilla de lo que necesitamos”, explica Carrasco.
Entonces lo que se necesita es justo
lo contrario. “Necesitamos que el árbol esté muy expuesto, mediante una
poda fuerte, el uso de reguladores de
crecimiento, el uso de anillados… De
tal manera que durante esos 60 días
el árbol prácticamente esté estático, y
que luego se vista de hojas para proteger a la fruta del golpe de sol. Eso
es muy difícil de lograr, pero las mallas
pueden ayudarnos porque tenemos el
árbol descubierto 60 días y al día 61
lo tapamos con malla y ahí podremos
sacar una Granny Smith con un color
verde mucho más intenso”, explica el
experto. Al fines del verano se podría
mantener la fruta más expuesta hasta
el final, para que se mantengan más
verde. Efectivamente se mantendrá
más verde, pero empezará a tomar
tonos rojizos por los cambios de temperatura que se producen en la parte
externa del follaje”, agrega.
Según Carrasco, el uso de caolín y malla sombra reducen la conductividad
estomática. Es decir, el árbol tiende
a trabajar menos fotosintéticamente,
porque está más aliviado desde el punto de vista de las temperaturas. Hoy en
Chile existen muchas hectáreas cubiertas con malla, y algunos huertos están
cubiertos al 100%, pero en otros se ha
dejado una abertura para que haya un
poco de ventilación, porque algunas
mallas producen un efecto invernadero
y aumentan las temperaturas.
¿QUÉ COLOR DE MALLA UTILIZAR?
El diseño de huertos de variedades
club como aquellas que pertenecen
al Consorcio Pink Lady no se concibe
sin el uso de mallas. Eso, al menos,
es la tendencia en Europa. Las mallas
negras son las que mejor controlan el
golpe de sol, entre el 60 y 80%, mientras que con la malla blanca se logran
reducciones de hasta un 30% en la variedad Cripps Pink. En el caso del efecto del color de la malla sobre la intensidad y porcentaje de cubrimiento de
color de la fruta, usando la malla negra,
se obtuvo entre un 15 a 30% de cajas
de mayor calidad, con malla gris ese
porcentaje se situó entre un 25 y 45%,
mientras que con malla blanca subió
hasta un 40 y 55%, demostrando además que hay un efecto muy consistente en golpe de sol y color de la fruta.
“En términos de color de fruta, si
hay que dar una recomendación, para
Granny Smith usaría mallas negras,
entre un 18 y 25% de sombra. Para
Fuji y Cripps Pink las que mejor responden son las mallas grises y rojas,
mientras que para para obtener fruta
que se comercialice como Pink Lady,
las que mejor andan son las rojas y
blancas. Tendremos un poco de golpe
de sol con ellas, pero las categorías de
color aumentarán. Por supuesto todo
debe ir acompañado de un manejo
para conseguir que el árbol tenga menos vigor”, insiste Carrasco.
MATERIALES REFLECTANTES
El especialista de la Universidad de
Chile trabaja además con materiales
reflectantes para mejorar la distribución del color de la fruta en el árbol.
Han realizado ensayos comerciales
muestreando 200 o 300 bins de fruta,
con estos materiales, consiguiendo
aumentos entre 5 y 10 puntos porcentuales en variedad Cripps Pink, que luego se destinó a la categoría Pink Lady.
“Aquello que no da el color para esa
categoría se queda como Cipps Pink”,
apunta Carrasco.
Entonces el negocio está en producir
Pink Lady. “Con estos materiales podemos subir entre 5 y 10 puntos de
Pink Lady y entre 10 y 20 puntos de
cosecha en la primera pasada”, dice.
Hoy está recomendando colocar estos
materiales reflectantes de aluminio
bajo el árbol, y en dos láminas. Puede
que el costo sea más alto porque se
trata de dos láminas y que el agricultor
argumente que bajo el árbol hay más
sombra. “Sí, pero la poca luz que llega
es mucho mejor aprovechada. Cuando
lo colocamos en medio son más horas
que el material está expuesto, pero hay
menos horas de luz incidiendo sobre
el árbol. Este material debe colocarse
debajo, pero el árbol debe ser muy
transparente para que la luz pase hacia
abajo”, explica.
Ambrosia es una variedad muy sensible al golpe de sol, entre un 40 y 50%,
sobre todo en los primeros años. Cuando se trata de huertos nuevos, se debe
ahorrar dinero, por ello es que sólo se
cubre el lado por donde más pega el
sol, “añadiéndole también el material
reflectante, el que nos ha permitido sacar el doble de cajas embaladas de primera categoría los primeros años, que
es cuando más problemas de golpe de
sol porque al árbol le falta follaje”, finaliza Carrasco. La tendencia en manzano es a usar materiales -mallas y films
reflectantes- que siguen probando su
efectividad e incidencia en la calidad
de la fruta, desde hace un tiempo en
campos alrededor del mundo y hoy
también en Chile.
Ha vuelto el original
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