mallas y material reflectantes para mejorar calidad
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mallas y material reflectantes para mejorar calidad
52 Frutales En huertos de manzano MALLAS Y MATERIAL REFLECTANTES PARA MEJORAR CALIDAD En Europa -por ejemplo- nadie piensa en plantar un huerto de una variedad de manzana club sin el uso de malla antigranizo. Como se trata de variedades más rentables, los agricultores ven en su uso una forma de asegurar la producción, tanto contra episodios de granizo como de golpe se sol. La tendencia también se da en Chile y los expertos en el tema ya tienen claro qué malla va mejor para cada variedad. Además, el uso de materiales reflectantes ha demostrado su eficacia para mejorar la distribución del color de las frutas en el árbol. L os modelos productivos que se están desarrollando hoy y que se desarrollarán en el futuro implican un aumento sustancial en los costos de producción para mejorar la calidad de la fruta. Particularmente, en algunas variedades de manzana se está llegando a costos entre US$16.000 y 18.000/ha y todo indica que esto se seguirá acentuando, sobre todo el costo fijo de capital, que incluye las plantas, el riego, las cosechadoras y podas mecánicas y las estructuras de protección contra granizos y golpe de sol. Todo ello se está usando en muchos huertos y subiendo los costos de producción por hectárea, aunque el objetivo sea bajar los costos de producción por cada caja de categoría superior que se produce. “Eso es algo en que insisto todos los días. Le digo a los productores que no deben fijarse en los costos, sino que es mucho más importante subir la calidad de la fruta ya que de esa forma el negocio mejorará sustancialmente. Con la tecnología y el costo de capital de hoy, es mucho más rentable invertir US$10.000 adicionales por hectárea, que tratar de rebajar los costos anuales en US$1.000 por hectárea, porque esos US$1.000 menos podrán impactar en la calidad de la fruta y el negocio Agosto 2014 Aumento 5-10 puntos % en categoría Pink Lady y 10-20 puntos % en 1ª pasada se puede deteriorar”, analiza el ingeniero agrónomo Óscar Carrasco (Ph. D.), profesor de la Universidad de Chile. Hoy el dilema de la gestión de un huerto de manzanas, o de un huerto frutal en general, está en maximizar ingresos y minimizar costos. “Los productores se preguntan qué hacer para mejorar el negocio este año que ha sido malo, luego de cuatro años de muy buenos resultados. Y eso es algo que probablemente se repetirá el próximo porque habrá una buena producción en el hemisferio norte”, predice Carrasco. Pero hoy el negocio está en un punto en que urge mejorar su rentabilidad. Sin embargo, para conseguirlo, según Carrasco, se debe mejorar la calidad de la fruta. Actualmente se está plantando variedades club y clones de variedades Fuji, por ejemplo; variedades con las que el productor puede conseguir una mayor rentabilidad, “por eso es que se debe llegar al costo real de producción, una tarea que es muy difícil hoy en día”, apunta el experto. ASIGNAR LOS COSTOS A LAS CAJAS DE MEJOR CALIDAD Para Carrasco, la idea básica consiste en asignar todos los costos de produc- ción a las cajas de mejor calidad y de esa forma ver si se puede cambiar el resultado económico. Hoy se tiene claro que con las variedades premium es posible obtener un mejor precio, mientras que con las variedades commoditie es un negocio de costos, es decir, se intenta bajar al máximo el costo por hectárea, una tarea que hoy en día es complicada. se dedicará el productor. ¿Variedades premium? ¿Variedades commoditie? ¿Ambas grupos? “Si hoy expresamos el costo directo de producción por caja de categoría superior (Premium y Extra Fancy) y colocamos cuál es el porcentaje de embalaje de esa categoría, vemos que a medida que aumentamos el porcentaje de embalaje, el costo directo de producción va bajando. “Hoy estamos subiendo los costos por hectárea, pero tratando de bajar los costos por caja”, precisa Carrasco. Lo primero es definir a qué variedad Por lo tanto, cada vez hay más margen para ir introduciendo más insumos o tecnología a esas cajas, con el fin de subirlas de categoría. “Esto puede re- COSTO DIRECTO POR CAJA DE CATEGORÍA SUPERIOR (PREMIUM Y EXTRA FANCY) 17 Costo directo por caja categoría superior (Pr+ XF) 15 US$/caja Material presentado por Ing. Agr. Óscar Carrasco en Conferencia Redagrícola. 13 11 9 7 5 20% 40% 60% % de embalaje Pr+ XF Fuente: Óscar Carrasco 80% 100% Frutales 53 ción o la variedad tiene un menor potencial de color, se llegará a un 60% en la primera pasada, con el riesgo de que se coseche fruta que no sea apta para un embalaje premium o bien se puede embalar, pero para una muy mala categoría, la que no tendrá un buen precio. sultar paradójico, pero es así”, precisa el especialista de la Universidad de Chile. En la medida que aumentamos el porcentaje de embalaje el costo por caja de categoría superior baja. “Eso es justamente lo que buscamos, poder cambiar de categoría de embalaje de una Gala, con lo que podríamos te- ner entre un 30 o 40% más de fruta de categoría Extra Fancy. Lo mismo podremos hacer con una Fuji, ya que si hoy tenemos un 20% de Extra Fancy, podemos pasarla a un 40 o 50% de esa categoría, entonces el costo de producción de esas cajas bajará”, afirma. BUSCANDO FRUTA DE COLOR UNIFORME Cuando se tiene un árbol con un color uniforme de arriba hacia abajo, se puede pensar en que la primera pasada sea prácticamente un barrido, de un 95%, donde sólo quedará en el árbol aquella fruta que tiene daños. Pero si se tiene un árbol con menos ilumina- 0,5 AGROTECHNOLOGY ¿Qué se necesita entonces? “Tener un color uniforme, donde podamos cosechar el mayor porcentaje de fruta en la primera pasada”, afirma Carrasco. Y eso se puede lograr con técnicas de poda, de manejo de la canopia y sistemas para mejorar la intercepción y distribución de la luz. Los mejores sistemas para conseguirlo son los sistemas planos, llamados muros frutales, que se prestan para las labores mecanizadas (poda y cosecha). Además existen los sistemas Y, V o cónicos son muy delgados, no más allá de 1 metro, y permiten un alto grado de mecanización además de desarrollar una fruta de color uniforme desde arriba hacia abajo, aunque con un mayor potencial de daño por golpe de sol. EXPERIENCIAS CON EL USO DE MALLAS EN CHILE Tanto en Linares como en Colbún ocurren frecuentes episodios de granizos. Por ese motivo muchas empresas de la zona han optado por usar mallas para intentar paliar estos episodios climáti- 54 Frutales DISTRIBUCIÓN DE COLOR SEGÚN POSICÓN DE LA FRUTA EN EL ÁRBOL (Adaptado de Craig Hornblow, AgFirst, New Zeland) Parte Alta Parte Baja cos, aunque también con la intensión de controlar del golpe de sol. “Para ello hay que desplegarlas muy temprano, antes de floración, evitando así daños durante prácticamente toda la temporada. Esto ha tenido algunos efectos sobre la fruta que no han sido los deseables, como son la falta de color, una menor productividad y fruta con menos capacidad de guarda, por ejemplo, por efecto de sobre acumulación de materia seca”, explica Carrasco. Los expertos han debido resolver una situación así porque los productores están corriendo un gran riesgo. “Las mallas son de doble propósito (granizo y golpe de sol), pero lo que necesitamos controlar es el vigor del árbol porque eso es lo que trae consigo los efectos negativos sobre la productividad y la inducción floral. Lo hemos podido manejar con podas de control de vigor y también trabajamos con muy bajas dosis de nitrógeno. Incluso hemos dejado que el árbol sólo se nutra con el nitrógeno que llega a través del agua o que aporta la materia orgánica del suelo”, manifiesta el experto. Asimismo, han usado reguladores de crecimiento como Regalis, aplicándolo dos o tres veces para controlar el vigor. Otras opciones que han empleado algunos productores es el anillado en la caída de los pétalos y otros han probado la poda de raíces en caída de pétalos, pero es difícil ya que se debe tener maquinaria con mucha potencia, “aunque para mí no es una alternativa”, advierte Carrasco. LAS MALLAS NO SON SOLO UNA MODA En el mundo, las mallas se vienen usando desde hace un par de décadas, específicamente aquellas contra granizo. En todo este tiempo se han realizado diferentes estudios, sobre todo en Europa, probando mallas de distintos colores, algo que ya no se hace porque la Unión Europea obliga a usar mallas negras o grises, ya que no tienen tanto efecto sobre el paisaje. Ante esta limitación, los estudios dejaron de ser importantes, pero sí resultan trascenden- Agosto 2014 tes los manejos al árbol, principalmente porque cuando se emplean mallas anti granizos aparecen ciertos efectos negativos como los mencionados menores rendimientos y falta de color en la fruta. A pesar de ello, la principal conclusión a la que se llegó con las mallas es que su uso produce un aumento del vigor de los árboles, y es ese aumento en el vigor el que trae el problema en la fruta y también trae consigo problemas de productividad. “Lo que se debe hacer es controlar el vigor y de esa forma controlamos los efectos negativos que puedan provocar las mallas”, explica Carrasco. Si bien se conocía de su funcionamiento en otras partes del planeta, era necesario realizar ensayos en Chile, porque las radiaciones son muy altas y están acompañadas de altas temperaturas. Los primeros trabajos se realizaron con mallas importadas desde Europa y demostraron que no había mucha diferencia entre las distintas mallas. La de color negro era la que menos radiación dejaba pasar, mientras que la de color blanco resultó ser la que más radiación dejaba pasar, casi un 90%. Las mallas afectan la penetración de luz, pero no más allá de un 20% que es lo que ocurre con la malla negra. Otros ensayos realizados en Europa concluyeron que las mallas prácticamente no afectan la tasa de fotosíntesis y, si lo hacen, es para bien. Un experimento hecho en Alemania, que resume muchos otros ensayos que se han hecho en el mundo, trabajó con un PAR bastante cercano al que hay en verano en Chile, unos 2.000 micromoles/ m2/seg, encontrando que había diferencias en el color de la fruta y en el porcentaje de cubrimiento de color rojo de la variedad Pinova. “Las diferencias de color son provocadas por el vigor del árbol. Las mallas que más vigorizaban el árbol eran aquellas que tenían algún componente de color negro (roja-negro o verde-negro), mientras que la malla blanca era la que menos efecto tenía sobre el color, porque tenía menos efecto sobre el vigor del árbol”, explica. Los mejores efectos de mallas contra el golpe de sol se han conseguido en Italia con mallas de color negro y gris, con porcentajes de sombreamiento entre un 18 y 50%, aunque lo recomendable es usar una malla que no tenga más de un 25% de sombra porque eso trae consigo algunos efectos negativos. “Está claro que a mayor sombreamiento disminuye el color de la fruta, en algunos casos por el efecto directo (falta de luz), pero el mayor efecto es indirecto y se da, insisto, por el vigor del árbol”, precisa Carrasco. Con las mallas de color rojo ha habido cierta polémica porque pueden mejorar el color de la fruta en zonas de clima frío, pero en zonas cálidas ese no ha sido siempre el efecto. “Podemos pensar que hacia el sur de Chile las mallas rojas podrán tener más efecto en el color de la fruta, pero en zonas cálidas aumenta la temperatura bajo de las mallas, lo que podría ocasionar efectos negativos sobre el cultivo y el color de la fruta”, analiza el especialista de la Universidad de Chile. LAS MALLAS PUEDEN SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS DE COLOR DE LA GRANNY SMITH El manzano es un árbol muy propenso a desórdenes fisiológicos y esta temporada muchos de ellos han sido provocados por condiciones climáticas estresantes en pleno verano, donde hubo temperaturas sobre 30ºC en el mes de enero, situación que provoca problemas como corazón acuoso, bitter pit, escaldado (en caso de Fuji y Granny Smith), aumento de sólidos solubles y disminución de la acidez, que conducen a la sensibilidad y pardeamiento interno en almacenaje en frío. Además puede haber una pérdida de la clorofila, que hace que la fruta se ponga amarilla antes de tiempo, como ha ocurrido con la variedad Granny Smith, que la está dejando casi fuera del mercado. En el caso particular de Granny Smith se debe tener en cuenta que la síntesis de clorofila ocurre durante los primeros 60 días después de plena flor, “por lo tanto durante 60 días necesitamos que ese árbol esté muy expuesto a la luz, y eso es todo lo contrario al concepto que siempre hemos manejado, que Frutales nos decía que Granny Smith debe estar siempre protegida. Ese es un gran error porque la clorofila se sintetizará a nivel muy bajo, se perderá a una tasa muy rápida y tendremos a la fruta sin el color verde intenso que la caracteriza y será más amarilla de lo que necesitamos”, explica Carrasco. Entonces lo que se necesita es justo lo contrario. “Necesitamos que el árbol esté muy expuesto, mediante una poda fuerte, el uso de reguladores de crecimiento, el uso de anillados… De tal manera que durante esos 60 días el árbol prácticamente esté estático, y que luego se vista de hojas para proteger a la fruta del golpe de sol. Eso es muy difícil de lograr, pero las mallas pueden ayudarnos porque tenemos el árbol descubierto 60 días y al día 61 lo tapamos con malla y ahí podremos sacar una Granny Smith con un color verde mucho más intenso”, explica el experto. Al fines del verano se podría mantener la fruta más expuesta hasta el final, para que se mantengan más verde. Efectivamente se mantendrá más verde, pero empezará a tomar tonos rojizos por los cambios de temperatura que se producen en la parte externa del follaje”, agrega. Según Carrasco, el uso de caolín y malla sombra reducen la conductividad estomática. Es decir, el árbol tiende a trabajar menos fotosintéticamente, porque está más aliviado desde el punto de vista de las temperaturas. Hoy en Chile existen muchas hectáreas cubiertas con malla, y algunos huertos están cubiertos al 100%, pero en otros se ha dejado una abertura para que haya un poco de ventilación, porque algunas mallas producen un efecto invernadero y aumentan las temperaturas. ¿QUÉ COLOR DE MALLA UTILIZAR? El diseño de huertos de variedades club como aquellas que pertenecen al Consorcio Pink Lady no se concibe sin el uso de mallas. Eso, al menos, es la tendencia en Europa. Las mallas negras son las que mejor controlan el golpe de sol, entre el 60 y 80%, mientras que con la malla blanca se logran reducciones de hasta un 30% en la variedad Cripps Pink. En el caso del efecto del color de la malla sobre la intensidad y porcentaje de cubrimiento de color de la fruta, usando la malla negra, se obtuvo entre un 15 a 30% de cajas de mayor calidad, con malla gris ese porcentaje se situó entre un 25 y 45%, mientras que con malla blanca subió hasta un 40 y 55%, demostrando además que hay un efecto muy consistente en golpe de sol y color de la fruta. “En términos de color de fruta, si hay que dar una recomendación, para Granny Smith usaría mallas negras, entre un 18 y 25% de sombra. Para Fuji y Cripps Pink las que mejor responden son las mallas grises y rojas, mientras que para para obtener fruta que se comercialice como Pink Lady, las que mejor andan son las rojas y blancas. Tendremos un poco de golpe de sol con ellas, pero las categorías de color aumentarán. Por supuesto todo debe ir acompañado de un manejo para conseguir que el árbol tenga menos vigor”, insiste Carrasco. MATERIALES REFLECTANTES El especialista de la Universidad de Chile trabaja además con materiales reflectantes para mejorar la distribución del color de la fruta en el árbol. Han realizado ensayos comerciales muestreando 200 o 300 bins de fruta, con estos materiales, consiguiendo aumentos entre 5 y 10 puntos porcentuales en variedad Cripps Pink, que luego se destinó a la categoría Pink Lady. “Aquello que no da el color para esa categoría se queda como Cipps Pink”, apunta Carrasco. Entonces el negocio está en producir Pink Lady. “Con estos materiales podemos subir entre 5 y 10 puntos de Pink Lady y entre 10 y 20 puntos de cosecha en la primera pasada”, dice. Hoy está recomendando colocar estos materiales reflectantes de aluminio bajo el árbol, y en dos láminas. Puede que el costo sea más alto porque se trata de dos láminas y que el agricultor argumente que bajo el árbol hay más sombra. “Sí, pero la poca luz que llega es mucho mejor aprovechada. Cuando lo colocamos en medio son más horas que el material está expuesto, pero hay menos horas de luz incidiendo sobre el árbol. Este material debe colocarse debajo, pero el árbol debe ser muy transparente para que la luz pase hacia abajo”, explica. Ambrosia es una variedad muy sensible al golpe de sol, entre un 40 y 50%, sobre todo en los primeros años. Cuando se trata de huertos nuevos, se debe ahorrar dinero, por ello es que sólo se cubre el lado por donde más pega el sol, “añadiéndole también el material reflectante, el que nos ha permitido sacar el doble de cajas embaladas de primera categoría los primeros años, que es cuando más problemas de golpe de sol porque al árbol le falta follaje”, finaliza Carrasco. La tendencia en manzano es a usar materiales -mallas y films reflectantes- que siguen probando su efectividad e incidencia en la calidad de la fruta, desde hace un tiempo en campos alrededor del mundo y hoy también en Chile. 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