Carátula, Revista Cultural Centroamericana

Transcripción

Carátula, Revista Cultural Centroamericana
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
¡Bienvenido!
Hoja de ruta
⇒ SERGIO RAMÍREZ: La palabra que se deja ir
(en memoria de Francisco Ruiz Udiel)
⇒ SERGIO RAMÍREZ: Historias para ser contadas
Conferencia inaugural del V Congreso del Foro de Periodismo Argentino
Pláticas
⇒ FRANCISCO JAVIER SANCHO MÁS: La mujer de todos los cuentos.
Entrevista con Cristina Fernández Cubas
⇒ FRANCISCO RUIZ UDIEL: Diario de sueños
Entrevista con el poeta mexicano Homero Aridjis
Narrativa
⇒ MARIO BELLATIN (México, 1960): "El actor representado en la sangre del
autor" (texto inédito)
⇒ ALBERTO CHIMAL (México, 1970): "El señor de los perros" (cuento inédito)
⇒ MARINA PORCELLI (Argentina, 1978): "Primera lluvia", capítulo quinto de
la
novela inédita Corazón ausente
⇒ YORDIS MONTESERÍN (Cuba, 1983): "Retrato de familia junto a una
puerta
de hospital" (cuento inédito)
⇒ LUIS BÁEZ (Nicaragua, 1986): Dos cuentos de El patio de los murciélagos
Homenaje a Claribel
⇒ FRANCISCO RUIZ UDIEL: Selección e introducción
Vía única (1953) / Acuario (1955) y Huésped de mi tiempo (1961)
⇒ CLARIBEL ALEGRÍA: Tres poemas inéditos de Otredad
Crítica
⇒ CARLOS "COCO" MENESES: La gran noche de Mario Vargas Llosa
⇒ AMALIA CHAVERRI: Recuerdos de un festín (La fiesta del Chivo de MVLL)
⇒ COREA TORRES: Rozar el seno mismo del deseo (Elogio de la madrastra,
de Mario Vargas Llosa)
⇒ MAR PADILLA: Nosotros los viejos capitanes (Quemar los días, de J. Salter)
Poesía
⇒ HOMERO ARIDJIS (México, 1940): Diario de sueños (Poemario inédito)
⇒ JORGE ELIÉCER ROTHSCHUH V. (Nicaragua, 1950):Selección poética
⇒ MARJORIE EVASCO (Filipinas, 1953): Piel de agua / Skin of Water
(bilingüe)
⇒ CÉSAR RAMIRO (Ecuador, 1980): Selección poética de Aldaba (2010)
Cine
⇒ FERNANDO BIRRI: Tire dié (un sueño con los ojos abiertos)
⇒ LUIS ROCHA: Radiantes, documental de Ramiro Lacayo Deshón acerca de
los 85 años de vida de Ernesto Cardenal
⇒ FRANKLIN CALDERA: Historia del cine en 25 carteles.
1er cartel: Intolerancia
Vitrina
⇒ Si estuvieras aquí, de Francisco Javier Sancho
⇒ El patio de los murciélagos, de Luis Báez
⇒ La cúpula, de Stephen King
⇒ Poesías completas, de Arthur Rimbaud
⇒ Simone de Beauvoir, contra todo y contra todos, de Danièle Sallenave
⇒ Festival Internacional de Poesía de Granada se prepara para su 7ma edición
⇒ Centro Cultural de España (CCEN) abre sus puertas en Nicaragua
⇒ Nota de Prensa del INCH acerca de la inauguración del CCEN
Antoni Tapies i Puig
(Barcelona, 1923)
Ma i creu sobre gris, 1990
tinta, collage/papel
194.5 x 95.5 cms.
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Hoja de Ruta
La palabra que se deja ir,
en memoria de Francisco Ruiz Udiel
Sergio Ramírez
Palabras de Sergio Ramírez en el funeral de nuestro recordado compañero y amigo,
Francisco Ruiz Udiel, Editor de Carátula, fallecido trágicamente el pasado 31 de
Diciembre de 2010. El prólogo a que se hace referencia pertenece a su último libro de
poesía "Memorias del Agua", que será presentado el jueves 3 de febrero de este año a
las 6.30 de la tarde en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica.
Carátula presenta a continuación un adelanto del homenaje que la revista rendirá a
Francisco en su próxima edición, número 40, a publicarse en febrero 2011.
No se suele planear en Nicaragua lo que uno pretende hacer con tanta anticipación
metódica. Pero Francisco tenía su lado exacto y previsor en la vida, y nunca dejaba de
hacer lo que se proponía. Cualquier cosa que fuera.
De modo que convenimos con mucha anterioridad que la presentación de su libro
Memorias del agua, que primero se iba a llamar Hierba de abril, sería el jueves 3 de febrero
de este año a las 6.30 de la tarde en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica. Yo
escribí el prólogo de ese libro en enero del 2009, es decir, hace dos años. Después voy a
leer ese prólogo. Pero antes, quiero insistir en la exactitud con que Francisco organizaba
sus compromisos. Éste es el mensaje que le envió a René González, presidente del
Instituto, acerca de la presentación de su libro:
Querido René:
Confirmo entonces, para reservación de espacio, que me gustaría hacer la
presentación de mi libro Memorias del agua, el jueves 3 de febrero, a las 6:30 p.
m., en el INCH. Sergio Ramírez ya confirmó que él hará la presentación.
Ese día también quiero proyectar dos videos que me hará Israel Lewites de un
par de poemas. Así que, si es posible, necesitaré lo siguiente:
-Pantalla para la proyección.
-Proyector.
-Audio (ya vi que está).
-Si es posible una laptop con lectura de DVD.
-3 micrófonos (Uno para autor, otro para Sergio Ramírez y otro para
representantes del FORO e Inch).
-Tres bases de micrófonos para mesa.
-Una mesa y cuatro sillas donde estarán: Francisco Ruiz, Sergio Ramírez, Cairo
Amador (Foro) y René González (INCH)
Quedaría pendiente de avisarte los requerimientos que me solicite Moisés
Gadea, que imagino no son tan difíciles. Serán tres canciones.
De su exactitud para planear las cosas, doy fe porque trabajamos juntos de manera muy
estrecha. Francisco fue una imagen de mi propia juventud. Aventura, pero también
responsabilidad. Ruptura, pero también rigor. Los romanos solían marcar con piedra
negra los días de infortunio, y con piedra blanca los días venturosos. El día en que
encontré a Francisco queda marcado en mi vida con piedra blanca.
Sergio Ramírez y Francisco Ruiz Udiel. Isletas de Granada, Nicaragua.
Fotografía: Ulises Juárez Polanco
Siempre estábamos planeando todo de antemano, con mucha antelación. El equipo de
Carátula se reunió la última vez el 23 de diciembre a las 4 de la tarde. Todos fueron
puntuales. Francisco, que llegó acompañado de Ulises, siempre juntos, Antonina, y Javier
Sancho Mas. Aprovechamos que había venido Javier desde Barcelona, y así nos veíamos
todos las caras, ya que como ésta es una revista virtual, todo lo hacemos y lo organizamos
desde lejos. Desde cualquier lejanía donde estemos, juntamos todo, y la revista sale
puntual. Y cuando digo cualquier lejanía, digo cualquier lejanía. La distancia, por ejemplo,
que hay de aquí a una estrella que nunca ha existido. Allí donde la nada es nada. Francisco
le responde a Alfonso Cortés:
No metas tu mano
En la hendidura oscura
Cuando cierre mis ojos,
No encontrarás el mundo allí adentro…
Pero tenemos que hacer correcciones a los planes trazados, Francisco. Ningún plan es
infalible. Ni aún los tuyos. Vamos a dedicarte, muy a tu pesar, y a pesar del pesar de los
pesares, el próximo número de Carátula. Y no va a poder faltar tu foto en la portada de El
Hilo Azul.
Si este muchacho tan cumplido al que voy a extrañar para siempre, y que se confesaba
conmigo como si yo fuera un cura de aldea, fue capaz de hacer que sus planes salieran
como él decidió que salieran, pues yo también pienso ser igual de cumplido, y vamos a
presentar La sombra del agua tal como él lo dejó planeado, sin faltar las tres canciones de
Moisés Gadea. Están todos cordialmente invitados a esa presentación el día que escogió, a
la hora que escogió, en el lugar que escogió. Yo la tengo en mi agenda, y nadie va a
borrarla de allí.
Ahora quiero leer el prólogo que escribí para ese libro, porque en esas líneas está lo que
pienso de Francisco como poeta, y en esta medianoche en que las releo, vísperas de su
funeral, y las inserto en estas hojas, pienso también en que la poesía es un holocausto, y
una hecatombe, si alguien la convierte en parte de su vida, y de su muerte:
La poesía de Francisco Ruiz Udiel está situada en un punto tenue, de difusos
resplandores, entre el sueño y la vigilia. Es el momento en que la conciencia se
prepara para el despertar, o bien regresa al sueño, y entonces las palabras
adquieren esa sustancia que es a la vez moldeable, con la cera de las abejas
doradas que zumban en el sueño mismo, y a la vez fugaz. Y es esta fugacidad
su cualidad más permanente, las palabras que huyen y van dejando su rastro, y
que el poeta busca apresar. Son las palabras que han hecho ese largo viaje
desde las cavernas siempre misteriosas del cerebro dormido a la mano que
despierta para atraparlas, o para atrapar las sombras que suelen vestir su bulto
bello.
No hay prefiguraciones en esta poesía, no hay carta de marear que fije de
antemano las rutas. La mano obedece a la cabeza que no acaba de despertar y
disfruta de la calidez imprecisa de la penumbra, recogiendo fragmentos de la
belleza hecha trizas, porque la poesía es también eso, recomponer lo entrevisto,
rehacer la figura imaginada y vuelta a perder en la imaginación, memoria y
olvido hermanos siameses. Es entonces cuando sabemos que desde ese
universo vasto e íntimo que nunca se da abasto a sí mismo, nos llegan ecos
múltiples de sensaciones que sólo la mano del poeta recupera hundiéndola en
su propia cabeza, ansias y desvelos, amores que nacen y que se pierden,
caminos por recorrer que se sueñan como recorridos, viajes que apenas
empiezan por otros caminos que parecen ya tan viejos, paraísos perdidos por
los que se entra a través de la boca del infierno dejada atrás toda esperanza.
También los mares tenebrosos que se necesita recorrer en espiral antes de
alcanzar Ítaca en el barco de ébano tienen siete círculos, y mientras tanto dura
el viaje el vino se espesa en las vasijas y será suficiente para darnos la
embriaguez por todos los días que nos quedan. Dionisos es el copero de Ulises y
las vides de ese vino sólo crecen en el misterioso jardín de las Hespérides. Pero
el poeta es la vez Ulises y Dionisos, el viaje y la embriaguez que juntos son la
poesía.
La poesía, nos dice Francisco en sus líneas y entrelíneas, es siempre un viaje en
la penumbra de las palabras. Se lo recordaba Rubén Darío a Valle Inclán en la
crónica onírica que escribió sobre el viaje fantasmal de ambos a Santiago de
Compostela, una peregrinación al más allá de los sueños hijos de la vigilia. El
viaje a Ítaca, el viaje a Citeres, el viaje a Compostela. Y el viaje de dos poetas
en un tren que cada vez se vuelve más oscuro mientras el ruido del mundo se
apaga; el viaje que se hace caminando debajo de una escalera para llegar a una
ventana que da a una puerta que da a un abismo, todo porque una vez que
naces, te pierdes; y el viaje, por fin, al último infierno, sacando fuerzas de la
desesperación y de la desesperanza, que se inicia de madrugada en la plaza de
una ciudad muda junto al mar que resuella en la distancia, un viaje ciego este
último bajo el fulgor de las estrellas perdidas en el cielo más distante que pueda
imaginarse.
El único sentido que tienen las palabras es dejarlas ir para buscar luego como
atraparlas en el largo viaje sin consuelo que es la poesía, y por el camino sin
nombre Francisco va dejando sus huellas sobre la arena.
Un largo viaje sin consuelo. Qué extraño que ese prólogo, escrito tras la lectura y relectura
de los poemas de ese libro, hace dos años, trate de un viaje. El viaje a Ítaca, el viaje a
Citeres, el viaje a Compostela. Hoy debo agregar dos viajes más. Primero, el viaje por las
aguas del río Leteo, que según la mitología griega es uno de los ríos del Hades, el reino de
los muertos. ¿Qué anda haciendo un muchacho de treinta y tantos años apenas navegando
esas aguas, que son las aguas de un río de viejos?
Por el Leteo corren las aguas del olvido. En El coloquio de los Centauros de nuestro padre
Rubén, Medón dice:
¡La Muerte! Yo la he visto. No es demacrada y mustia
Ni ase corva guadaña, ni tiene faz de angustia.
es semejante á Diana, casta y virgen como ella;
En su rostro hay la gracia de la núbil doncella
Y lleva una guirnalda de rosas siderales.
En su siniestra tiene verdes palmas triunfales,
A sus pies, como un perro, yace un amor dormido.
Una copa con agua del olvido, aguas del río Leteo. Una vez pregunté a Ulises Juárez y a
Francisco por qué habían puesto Leteo como nombre a la editorial que ambos fundaron, y
no recuerdo cuál fue la repuesta que recibí. No importa. Pero Francisco, que tan bien
cumplía las tareas que se proponía, y poco se equivocaba, ha caído aquí en un error porque
olvido para él, no habrá de ninguna clase.
Y me queda el último viaje al que quería referirme antes de terminar. El viaje que Orfeo
hace al reinado del Hades en busca de Eurídice. Orfeo, el primero de los poetas en la
historia de la humanidad, es el que canta en la noche sin estrellas, y desciende a las
entrañas del misterio y de la muerte en busca de Eurídice, es decir, en busca de la poesía.
Porque la poesía es Eurídice.
Como ha descendido a los abismos Francisco, en busca de la palabra que falta. Un poema
suyo se llama Equipaje para bajar al infierno. El infierno no es ningún lugar de expiación,
sino el reino del Hades, no hay que olvidarlo. No se baja al infierno por causa de la culpa,
sino por el canto, como Orfeo:
Tenía tantas ganas de morir
Que se durmió con
Dos monedas en la mano
Y un diccionario griego
Es lo que deja dicho Francisco en uno de sus poemas.
¿En qué mundo vivió? En el mundo de las palabras, y vivió por las palabras, el oficio más
peligroso del mundo. Y como siempre estamos regresando, el viaje al Hades es el mismo
viaje a Ítaca, y eso lo escribe el mismo Francisco, el que se va y el que regresa, el que
parte y el que se queda. Como Ulises, como Orfeo
Me canso de despertar,
La luz me hiere cuando ver no quiero.
El viaje a Ítaca nada me ofrece.
Si hubiera al menos un poco de vino
para embriagar los días que nos quedan
embriagar los días que nos quedan
que nos quedan.
Ahora, empieza el viaje. Empecemos su viaje.
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Comentarios
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En esta edición de Hoja de Ruta
⇒ SERGIO RAMÍREZ: Historias para ser contadas
FRANCISCO RUIZ UDIEL (Estelí,
Nicaragua 1977 - Managua, 31 de
diciembre de 2010). Realizó estudios
de poesía bajo la tutela de su
mentora, la poeta nicaragüense
Claribel Alegría, discípula del Nobel
español Juan Ramón Jiménez.
Ha publicado el poemario “Alguien
me ve llorar en un sueño” (Premio
Internacional Ernesto Cardenal de
Poesía Joven 2005). También publicó
“Retrato de poeta con joven
errante”, antología poética de su
generación con prólogo de Gioconda
Belli. Su poesía aparece en las
antologías “La poesía del siglo XX en
Nicaragua” (Editorial Visor, España
2010); Antología de poesía
nicaragüense: Los hijos del minotauro
(1950-2008) (Revista TRILCE, 2009) y
en la Antología del IV Encuentro
Iberoamericano de Poesía Carlos
Pellicer (Trilce, Villahermosa, 2008).
Poemas suyos aparecen además
publicados en las revistas
“Karavan” (Suecia, 2006); Revista
Oliverio (Argentina, 2005); Revista
Maga (Panamá, 2005); Revista
“Lichtunten” (Alemania, 2009);
Revista Nómada dirigida por Jorge
Boccanera (Argentina, 2008); Revista
Prometeo (Medellín, Colombia, 2008)
y en la memoria poética del
Encuentro “El vértigo de los aires”:
Poesía Iberoamericana (México, 2009)
y las memorias del I, II, III, IV y V
Festival Internacional de Poesía de
Granada (Nicaragua).
Asistió como invitado a diversos
Encuentros y Festivales poéticos
internacionales, entre los que
figuran: V Festival “La poesía tiene la
palabra”, Casa de América (Madrid,
España, 2005); IV Festival
Internacional de Poesía de El Salvador
(San Salvador, 2005); XXII Festival
Internacional de Poesía de La Habana
(Cuba, 2007); Fiesta Literaria de
Porto de Galinhas, Estado de
Pernambuco (Brasil, 2007); XVIII
Festival Internacional de Poesía de
Medellín (Colombia, 2008); IV
Encuentro Iberoamericano de Poesía
Carlos Pellicer (Villahermosa, México,
2008); Festival Internacional de
Poesía de Costa Rica (San José, Costa
Rica, 2009); Encuentro
Iberoamericano de poetas en el
Centro Histórico 2009: El vértigo de
los Aires (México, 2009); VII Festival
Internacional de Poesía de Granada
(España, 2010).
Su poesía ha sido elogiada por
célebres poetas y escritores como
Jorge Boccanera, Waldo Leyva, Sergio
Ramírez y Ernesto Cardenal. Según el
crítico peruano Julio Ortega, Ruiz
Udiel se cierne como uno de los
herederos de la poética
latinoamericana y según el crítico
francés Norbert-Bertrand Barbe, "de
todos los nuevos poetas de Nicaragua,
Udiel es sin duda uno de los que tiene
mayor voz propia".
En 2004, junto al escritor
nicaragüense Ulises Juárez Polanco,
fundó Leteo Ediciones, proyecto sin
fines de lucro que promueve la
literatura joven de su país. Entre las
publicaciones como co-editor se
encuentran: Memoria poética: Poetas,
pequeños Dioses (Managua, 2006);
Sergio Ramírez: Perdón y olvido,
Antología de cuentos (1960-2009),
(Managua, 2009); Claribel Alegría: Ars
Poética (Managua, 2007); Missael
Duarte Somoza: Líricos instantes
(Managua, 2007) y Víctor Ruiz: La
vigilia perpetua (Managua, 2008).
Antes de su prematura muerte
trabajó como editor de Caratula,
revista cultural centroamericana
dirigida por Sergio Ramírez.
También era periodista colaborador
de la sección Variedades de El Nuevo
Diario, de Nicaragua, y laboró como
relacionista público del Centro
Nicaragüense de Escritores.
Era miembro de la Red Nicaragüense
de Escritores y Escritoras (RENIES);
miembro de la Red Internacional de
Editores y Proyectos Alternativos
(RIEPA) y miembro del PEN
INTERNACIONAL por el capítulo de
Nicaragua.
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» En memoria de Francisco Ruiz Udiel
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» Facebook oficial
SERGIO RAMÍREZ (Masatepe, 1942).
Escritor nicaragüense.
Integrante de la "Generación de la
Autonomía", se gradúa Doctor en
Derecho como el mejor alumno de su
promoción. Al derrocamiento de la
dictadura somocista es electo
miembro de la Junta de
Reconstrucción Nacional y, en 1984,
vicepresidente de la República.
Premio Alfaguara 1998, su obra
literaria abarca más de treinta libros,
ocho colecciones de cuentos, una
docena de libros de testimonios y
ensayos y las recopilaciones El cuento
nicaragüense (1976), El pensamiento
vivo de Sandino (1975) y El cuento
centroamericano (1974).
Es Director de Carátula y editor de su
"Hoja de Ruta".
Enlaces:
» Página oficial de Sergio Ramírez
» Blog en el Boomeran(g)
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HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Hoja de Ruta
Historias para ser contadas,
Conferencia inaugural del
V Congreso del Foro de Periodismo Argentino
Sergio Ramírez
Discurso de Sergio Ramírez al inaugurar el 5 de noviembre del año 2010, el V
Congreso Nacional e Internacional del Foro de Periodismo Argentino, que se celebró
en la Universidad de Palermo, Buenos Aires, Argentina, bajo el tema “Volver a las
fuentes: cómo narrar historias a las audiencias del Siglo XXI”. Sergio fue presentado
por Daniel Santoro, del diario El Clarín.
SERGIO RAMÍREZ (Masatepe, 1942).
Escritor nicaragüense.
Integrante de la "Generación de la
En la mente del escritor se arman constantemente escenarios de los que nos volvemos
prisioneros. No puedo huir de las visiones de la realidad. Lo que siempre tendré en mis
manos es un modelo para armar, con piezas sorpresivas que me entrega esa misma
Autonomía", se gradúa Doctor en
Derecho como el mejor alumno de su
realidad que llega desde la vida turbulenta y desde las imágenes que reflejan esa
promoción. Al derrocamiento de la
turbulencia. Pero también el pasado me entrega piezas que no puedo desdeñar, y que
dictadura somocista es electo
reclaman ser parte de lo que tengo que contar.
miembro de la Junta de
Reconstrucción Nacional y, en 1984,
América Latina resplandece en las historias que contamos con fulgores de azufre. Es un
vicepresidente de la República.
repertorio anormal el que se abre frente a nuestros ojos, entre la atrocidad y el delirio,
pero de alguna manera planeamos como aves de presa sobre ese paisaje extraño, por
Premio Alfaguara 1998, su obra
anormal, lleno de historias seductoras, muchas de ellas determinadas por el poder.
literaria abarca más de treinta
libros, ocho colecciones de cuentos,
Nuestra historia pública tiene una extravagante tendencia de parir personajes hechos a la
medida de la novela; y siendo hermanas de leche las dos, historia y novela, no deja de
parecer esto un asunto de favor entre quienes, más allá de su vínculo consanguíneo, se
aman a veces, y otras se repelen, como ocurre tantas veces entre mujeres apasionadas.
Cuando la historia, que se mueve sobre el piso de la realidad terrena da a luz a una de sus
una docena de libros de testimonios
y ensayos y las recopilaciones El
cuento nicaragüense (1976), El
pensamiento vivo de Sandino (1975)
y El cuento centroamericano (1974).
criaturas, los mortales, que padecemos de la debilidad de la admiración por lo singular, o
por lo anormal, solemos siempre decir que esa criatura parece “un personaje de novela”.
Es Director de Carátula y editor de
Sobre todo si somos periodistas, o novelistas en busca de la sustancia de la singularidad,
su "Hoja de Ruta".
de lo atractivo, de lo que creemos que despertará el interés de quienes nos leen.
Enlaces:
De estas criaturas terrenales nacidas de la historia para reinar en la novela, y en las
» Página oficial de Sergio Ramírez
crónicas, que son a veces verdaderos fenómenos, como los terneros de dos cabezas, o los
» Blog en el Boomeran(g)
potrillos de seis patas, y que causan admiración, y a veces espanto, hemos tenido muchas
» Facebook oficial
en América Latina, como las que llenan las páginas de La Metamorfosis de Ovidio, y
solemos asociar su aparición al subdesarrollo, como si la pobreza y el atraso fueran su
mejor caldo de cultivo. Los caudillos, sobre todo, que no dejan de reproducirse como si su
matriz fuese inagotable. Caudillos políticos, las panteras condecoradas de que hablaba
Rubén Darío, y ahora los caudillos narcos, vestidos de oro y de diamantes.
¿Dónde está la frontera entre novela y periodismo? ¿Cuál es el límite entre la narración
imaginativa y la narración de hechos ciertos? ¿En qué punto se separan los personajes de
carne y hueso de los personajes que urde la imaginación? La vida nos entrega sus
materiales a unos y otros, novelistas y cronistas, y los novelistas gozamos de más ventajas
porque podemos alterar y trastocar los hechos. Podemos, como dice Shakespeare en el
acto I de El Rey Enrique V, dividir a un hombre en mil partes, vestir o desvestir a los reyes,
saltar sobre las épocas, amontonar los acontecimientos de numerosos años en una hora.
El origen
Un grupo de profesionales de medios
y profesores de periodismo hemos
resuelto impulsar la creación de un
espacio de reflexión, de diálogo y de
promoción de la calidad de la
profesión periodística movilizados
por el próximo 20° aniversario de la
recuperación de la democracia y
Pero el cronista puede echar mano de los recursos del novelista sin faltar a la verdad. Usar
ante nuestra certeza de que la
sus artilugios y sus trampas, hacer que el lector entre en el juego de las sorpresas, del
calidad del periodismo es decisiva
suspense, de los finales imprevistos. Podemos compartir personajes. Podemos compartir
para la calidad de la democracia
reglas, si estamos frente a los mismos escenarios y frente a los mismos personajes.
Ningún cronista más meticuloso que Flaubert a la hora de describir la insurrección de París
de 1848 en su novela La educación sentimental, todo un reportaje que no falta nunca a la
verdad, calle tras calle, barricada tras barricada, porque para mentir en la novela se debe
ser riguroso con los hechos. Como el corresponsal de guerra que es Tolstoi en Guerra y
Paz, a la hora de describir todos los pormenores de la batalla de Borodino en 1812, metido
al mismo tiempo en el entramado de las líneas rusas del general Kutuzov, y en las líneas
francesas de Napoleón.
Seamos agradecidos con la historia de América Latina. Siempre nos está regalando
personajes. Hace unos años apareció en los diarios la fotografía de un caballero atildado,
serio y atento a la cámara. El traje oscuro a rayas, de buen paño, cortado a la medida, se
ajustaba al cuerpo de su dueño, y la corbata podía ser Gucci, o podía ser Givenchy. No
había duda sobre la marca de sus zapatos, Ferragano, pues según confesión propia es la
única que usaba, y de los que guardaba cientos en su closet. Frente a él, tenía abierta una
laptop.
Cuando andaba por las calles de Montería, en Colombia, utilizaba una caravana de cuatro
vehículos Hummer blindados, y un cortejo de 20 guardaespaldas. Disponía, además, de un
helicóptero privado. Se casó con una beldad de 20 años, y la fiesta de bodas fue amenizada
por cinco orquestas, un verdadero festival de música salsa, según algunos de los invitados,
que fueron alojados todos en cabañas de lujo construidas especialmente para la ocasión.
Un príncipe, pues, del jet set.
El pie de foto explicaba que el elegante caballero se llamaba Salvatore Mancuso, desde
finales de la década de los ochenta estratega militar e íntimo consejero del fundador de las
fuerzas de Autodefensa Unidas de Colombia (AUC), los célebres paramilitares, o paras,
Carlos Castaño, y luego su sucesor. La foto corresponde al momento en que declara frente
a un fiscal penal en Medellín, encausado en más 50 procesos criminales por masacres,
asesinatos, desapariciones, secuestros, extorsiones, torturas, tráfico de drogas, retención
de rehenes, robo y terrorismo.
Ordenó el asesinato de miles de personas, según las cuentas judiciales. Los nombres y
filiaciones de sus víctimas se hallan inscritos en la computadora portátil que aparece en la
foto, pues identificó a cada una con su propio nombre. Y es más. Hizo su presentación,
como buen ejecutivo, mediante el programa Power Point.
También confesó, con aplomo y serenidad, que había influenciado con dinero y apoyo
logístico las tres últimas elecciones presidenciales de Colombia, que financió campañas de
senadores, y que infiltró, además, los altos rangos del Ejército, de la Policía, y de la Fiscalía.
Pero hay muchos otros en este museo de cera, desde José López Rega, el poderoso brujo
quiromántico que echaba cada mañana el destino público a suertes de Tarot en la Casa
Rosada, y manejaba, además, sus propio escuadrón de la muerte, la Triple A, como si se
tratara de un club de fútbol, y que tan bien nos describe Tomás Eloy Martínez en La novela
de Perón, hasta Vladimiro Montesinos, el todopoderoso jefe de los servicios secretos del
dictador Alberto Fujimori, con aire de cantante de vodevil, que guardaba miles de cintas de
video donde aparecía él mismo corrompiendo jueces, magistrados, diputados, empresarios,
periodistas, militares, siempre un sobre lleno de dinero en su mano mientras las cámaras
secretas trabajaban, una mano que también firmaba sentencias secretas de muerte. Es lo
mismo que hacen los pervertidos sexuales, filmarse a sí mismos en ropas íntimas de mujer,
látigo en mano.
Pero no olvidemos tampoco a los capos de los carteles del narcotráfico, creados en sus
gustos y extravagancias a imagen de Pablo Escobar, otro de mis personajes favoritos, que
hacían peregrinaciones a Jerusalén y coleccionaban cuadros de Botero y momias egipcias,
que comían con la mano en vajillas de porcelana antigua rematadas por las viejas familias
venidas a menos, dueños de harenes y zoológicos particulares donde se hacinaban
hipopótamos enanos de Gambia, elefantes de Borneo y tigres de Bengala, y que vivían en
castillos de Disney World rodeados de fosos rebosantes de caimanes.
Los barones de los carteles mexicanos aprendieron bien estos lujos extravagantes de sus
pares colombianos, y agregaron al inventario los retretes y los lavabos de oro macizo, los
ranchos con miles de cabezas de ganado, las reinas de belleza coronadas por ellos mismos,
y las estrellas de la música norteña. Recuerdo una de esas historias con música de fondo.
Cerca de las tres de la madrugada del domingo 26 de noviembre del año 2006, el cantante
Valentín Elizalde, que tenía por nombre de guerra “El gallo de oro”, fue asesinado de
veinticinco balazos al salir del recinto de ferias de Reynosa donde acababa de cantar su
repertorio. Había cerrado con el corrido “A mis enemigos”, y eso decidió su muerte: en un
sitio de Internet montado por el cartel de Sinaloa, acaudillado por el “Chapo” Guzmán, el
corrido servía de banda sonora a imágenes que denigraban al cartel del Golfo, de Osiel
Cárdenas, quien mandó cobrar la afrenta. Entre los carteles se libran guerras en la que se
disputan territorios, rutas de ingreso de la cocaína, redes de distribución, puertos y pistas
de aterrizaje, control de procuradores, jueces y policías, y como se ve, también son trofeos
de caza quienes cantan la música de grupera.
Si Pablo Escobar era el rey de la farándula y de las poses exacerbadas de nuevo rico que
coleccionaba mujeres y rinocerontes, Amado Carrillo Flores prefería la discreción para
manejar su imperio del cartel de Juárez que le de deparó una fortuna calculada en 20.000
millones de dólares. Dueño de la flota aérea clandestina para el transporte de droga más
grande del mundo, se ganó el nombre de “El señor de los cielos”. Y tanto quiso ocultarse, y
borrar su presencia, que murió en un hospital privado en 1997 como consecuencia de una
compleja operación de cirugía estética que había durado 8 horas, porque buscaba una
identidad física completamente nueva, fracaso que causó el asesinato de todo el equipo de
cirujanos.
El paraguas sangriento se abre hoy atrapado en un solo puño. Los narcos son dueños del
negocio total. El tráfico de la droga, cocaína, heroína, marihuana, anfetaminas, el tráfico de
emigrantes, el tráfico de mujeres forzadas al trabajo esclavo, el tráfico de órganos, el
tráfico de la corrupción para comprar funcionarios públicos, agentes judiciales, jueces y
magistrados, fiscales y policías. Y el lavado de dinero en todas las escalas, las redes
invisibles de la economía, la protección de negocios de todo tamaño, como en los mejores
tiempos de Chicago.
Son los que dejan cabezas humanas en parajes públicos como símbolos de su poder
sanguinario, que es también un ritual, porque si Pablo Escobar propagó el culto al Divino
Niño, los Zetas mexicanos propagan ahora el culto a la Santa Muerte que hace resplandecer
en su mano la afilada guadaña que decapita, descuartiza, y amontona cadáveres en Ciudad
Juárez, Tijuana, Reynosa, Matamoros, a lo largo de todo el borde fronterizo con Estados
Unidos.
El paisaje se extiende, vasto y desolador, pero no por eso es menos atractivo para quien
tiene el oficio de ver e indagar, y de escribir lo que ve. Estamos condenados a este oficio
del diablo. Pandilleros adolescentes organizados en fraternidades bajo códigos de honor
secretos inscritos en sus tatuajes, que aprendieron el arte de matar en las calles de Los
Ángeles, en las pantallas de televisión y en los videojuegos, y que se ven a sí mismos como
héroes de su propia película, asociados ahora también al narcotráfico, el secuestro, la venta
de protección, y que son capaces de incendiar autobuses llenos de pasajeros cuando no
reciben la paga exigida, como en Guatemala y El Salvador, y cuyos jefes gobiernan a sus
pandillas desde las cárceles cuando han sido apresados, como lo hacen también los
narcotraficantes.
Verdad y ficción pasan a ser sacudidas por los mismos estremecimientos, o a caber en las
mismas certidumbres. Lo que recrean las películas de Tarantino viene a ser lo mismo que lo
que sucede de verdad en las calles de Río de Janeiro, donde los niños mendigos son
muertos a balazos para que no afeen la ciudad, o en las de Ciudad Juárez, donde cada día
muere al menos una mujer que antes ha sido torturada y mutilada, o en Guatemala, donde
el obispo monseñor Juan José Gerardi fue asesinado a golpes con un ladrillo de concreto en
1998 al día siguiente de presentar su informe en cuatro tomos “Guatemala nunca más”,
sobre los miles de crímenes cometidos por el ejército y las fuerzas paramilitares, su
nombre agregado así a la interminable lista de víctimas que él mismo había elaborado, un
país donde hoy en día los jefes de policía son destituidos periódicamente por su probada
complicidad con el narcotráfico. Guatemala es el único país del mundo donde la justicia se
halla intervenida por una Comisión Internacional que depende del Secretario General de las
Naciones Unidas y no de la autoridad del estado nacional. Una democracia que necesita
muletas para caminar.
El secuestro como negocio capital del crimen organizado, que empezó en con los ricos, que
hoy viven tras murallas electrificadas, vigilados por circuitos cerrados de televisión y
guardaespaldas, siguió luego con la clase media, y se enseña ahora en los pobres más
pobres, los emigrantes que atraviesan el continente en manos de las redes de “coyotes”
para llegar hasta México donde les esperan los Zetas, que gobiernan desde el río Suchiate
hasta el río Grande, para capturarlos y exigir por ellos rescates a sus familias que deben
empeñar hasta el alma para conseguir las sumas exigidas a través de los teléfonos
celulares, despachadas por money orders.
El símbolo más ominoso durante la guerra fría fue el muro de Berlín. Ahora los Estados
Unidos alza un muro de más de dos mil kilómetros para detener a quienes van en busca del
sueño americano. “Quiero un muro de Berlín para los inmigrantes”, ha dicho Joe Miller, uno
de los líderes del Tea Party en Alaska, y candidato al senado. Un muro inteligente,
atravesado por rayos láser, armado de detectores ultrasensibles, vigilado por aviones sin
tripulantes. “Dadme a tus cansados, a tus pobres, a las muchedumbres que ansían respirar
la libertad”, suena la vieja frase en el viejo disco rayado. Pero del otro lado, espera el
racismo con sus garras relucientes, el ejemplo más insigne el sheriff Arpaio.
Otro personaje del museo de cera. Al sheriff Joe Arpaio le falta poco para llegar a los
ochenta años, una edad a la que muy pocos piensan en seguir dando batallas, de cualquier
clase que éstas sean. Es un anciano, pero un anciano pendenciero, y le gusta que le llamen
“el sheriff más duro de los Estados Unidos”, como sobreviviente de las viejas películas del
lejano oeste. Su jurisdicción abarca el condado de Maricopa, nombre que parece una
broma, o el de un pueblo fantasma de ese mismo antiguo oeste, pero que cubre nada
menos que el área metropolitana de la ciudad de Phoenix, la más poblada del estado de
Arizona y punto de destino de miles de inmigrantes latinos que atraviesan escondidos la
frontera desde México, a través del desierto de Sonora, en busca del tan engañoso sueño
americano.
Él está allí, dueño de su reino, para detenerlos y escarnecerlos, vistiendo a sus prisioneros
con uniformes de color rosa, y haciéndolos comer bazofia, pero no hace sino representar un
sentimiento viejo y con garras, el de la discriminación racial y las ideas cavernarias que
bien expresan los barones del Tea Party, como Paul Rand de Kentucky, electo senador este
martes, que se opone a “ciertos puntos” de la Ley de Derechos Civiles votada en 1964. Un
club de espectros que resucitan con poder político.
Pero el caleidoscopio no se detiene en la composición de sus figuras. Tenemos, además, a
los caudillos latinoamericanos que encienden fuegos mesiánicos en las cuevas del poder,
destinados por la divina providencia a quedarse gobernando para siempre, una de nuestras
más viejas fantasmagorías decimonónicas repetida en un juego infinito de espejos nublados
por los viejos vapores del populismo. Los dictadores no son materia agotada ni de la
literatura ni del periodismo. No son fantasmas del viejo pasado, sino imágenes vivas del
siglo veintiuno, arrastrados por la marea de la historia que no cesa de copiar sus eternos
movimientos.
El discurso que proclama la reivindicación de los pobres se repite desde tribunas asentadas
en un nuevo poder económico, incubado en la corrupción, bajo la lección aprendida de que
sin poder económico no hay poder político que pueda ser sostenido. El ayer es hoy
demasiado distante y los viejos motivos de lucha han quedado en el olvido. ¿Cuál es hoy la
vestidura de los héroes? ¿Y los ideales? ¿Qué se hicieron? ¿Qué camino tomaron? La moral,
la ética, parecen palabras anticuadas inscritas en diccionarios que levantan polvo cuando
abrimos sus páginas.
Revolucionarios con cuentas cifradas en dólares, prósperos empresarios que cuando
entraron en triunfo a la plaza colmada de pueblo en Managua, tantos años atrás, no tenían
segunda camisa que ponerse, y hoy son dueños de bancos, de plantas de energía eólica, de
redes de distribución de combustible, de estaciones de gasolina, de hoteles, de centros
comerciales, de complejos turísticos en las playas, de haciendas de ganado. Para
enriquecerse, como manda el nuevo credo, no valen reglas. La ética ha sido demolida
desde sus cimientos. La principal violencia que sufrimos es la violencia contra la ética.
La corrupción está siempre en la foto. No como la actitud esporádica de un grupo de
individuos, sino como una conducta que afecta al cuerpo social y busca de manera solapada
una carta de legitimidad en la conciencia individual, y en la colectiva. Porque frente a los
ojos del ciudadano los actos de corrupción no tienen castigo. Negocios ilícitos a la sombra
del estado, tajadas en las privatizaciones, apropiación de bienes públicos, licitaciones
amañadas, quiebras fraudulentas de bancos. Lavado de dinero a gran escala. La gente
común adquiere la certeza de que hay una raya insalvable que traza los privilegios de la
impunidad, privilegios que se vuelven naturales. La gente común transforma entonces su
sentimiento de indefensión, en impotencia, y la impotencia, muchas veces en cinismo. ¿Si
los otros pueden, porqué no yo? Y esa deserción ética en la conciencia, es la que concede al
fenómeno de la corrupción un carácter orgánico. Nunca hemos estado tan desprovistos de
una brújula ética como ahora.
Los sueños de la razón, que siempre engendran monstruos. Los guerrilleros de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia se volvieron narcotraficantes, un negocio bendecido
por su anciano caudillo que murió de viejo en la selva. Y Sendero Luminoso. Los discípulos
del Camarada Gonzalo se volvieron asesinos en serie, en disputa de crueldades con quienes
los combatían bajo la dictadura de Fujimori.
Pero junto a la violencia contra le ética, está también la violencia contra la democracia. El
autoritarismo, que nos amenaza siempre desde el fondo de nuestro pasado. También de
esa violencia tenemos noticia todos los días. La inoperancia de las instituciones, el miedo a
emitir leyes justas y el temor a dar sentencias justas. Y junto al desprecio a las leyes y a la
constitución, la retórica que ampara la falsedad y la falta de transparencia en la conducta
política.
Para quienes escribimos, y para quienes informamos, y hablo de la escritura como un
denominador común que abarca a novelistas y periodistas que se valen de las palabras, el
pasado se traslapa con el presente. En el certamen de periodismo de este año patrocinado
por Cemex y la FNPI, la periodista argentina Leila Guerriero ganó con un reportaje que se
llama “El rastro de los huesos”, y que trata sobre un tema a simple vista árido, la
antropología forense. Técnicos que excavan tumbas, cuelan la tierra, exponen húmeros,
tibias, maxilares, cráneos, los limpian con brochas, determinan perforaciones de
proyectiles, fracturas, los guardan en cajas, los rotulan, los clasifican. Pero no son huesos
milenarios.
Son los huesos de los enterrados apenas ayer, de los que aún yacen miles en tumbas
clandestinas en Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Colombia, Guatemala. Seguimos
desenterrando el pasado, tarea que toca a los antropólogos forenses, pero que es sobre
todo de quienes escribimos. Nunca vamos a terminar de hacerlo, porque mientras más
escarbamos, más huesos brotan a flor de tierra. Pero es nuestra historia, y debemos
contarla con palabras, con las mejores palabras, en el lenguaje mismo de la literatura,
porque el periodismo, para trascender a su muerte diaria, debe ser siempre literatura, en la
medida en que debemos verlos como arte. Hay una estética de la muerte, una estética del
horror. No hay remedio. La escritura no deja de ser un vapor que se alza de lo hondo de los
osarios que guardan historias personales, martirios y penas, y nos guardan contra el olvido.
El pasado se asoma al abismo de lo contemporáneo, y se traslapa con el presente. En ese
mismo concurso, el premio de fotografía lo ganó el mexicano Alejandro Cossío, un fotógrafo
que trabaja desde hace trece años para el semanario Zeta de la ciudad de Tijuana, y va con
su cámara adonde la obligación del día lo lleve. Y lo que más le ocupa en los últimos años
es retratar pilas de cadáveres abandonados en baldíos, cuerpos colgados de puentes
urbanos, porque es lo que más abunda hoy en día en México, cadáveres colgantes,
decapitados, descuartizados, apilados en montones.
Abismos repetidos. Quizás como en ningún otro lugar del planeta, los escritores y los
periodistas latinoamericanos nos hemos visto a nosotros mismos como testigos oculares.
Es un papel insoslayable, y al ser testigos, somos necesariamente cronistas. Cronistas de
nuestro tiempo, a la par que desenterramos el pasado. Ver, y tocar. La historia pública ha
estado siempre en la sustancia de nuestra escritura, y nunca ha sido posible contar
historias privadas fuera del gran escenario de la historia pública, que nos seduce por sus
anormalidades, que son al fin y al cabo su sustancia.
La épica narrativa que se cuenta con palabras en los libros, en los periódicos y en las
revistas no viene a ser sino la suma de las pequeñas épicas, los dramas representados, a lo
mejor, en las esquina más oscuras del escenario, entre la miseria y la corrupción, el éxodo
hacia los espejismos y la épica pervertida, y, además, la recurrencia viciosa de nuestro
pasado. El primer triunfo de quien escribe es identificar la historia que va a contar, aguzar
el ojo para encontrarla, única entre muchas. Éste es la primera señal de identidad entre
periodistas y novelistas, el saber ver, para encontrar, y luego contar.
Porque el pasado tiende a repetirse de manera viciosa, y aunque volvamos a ver las
mismas imágenes de ayer, esas imágenes sabidas vuelven a sorprendernos en forma de
presente, también vicioso. Tiranos y caudillos. Demagogos de feria que ofrecen aguas de
colores como elíxires para todos los males. Estuvieron en la vida, estuvieron en la historia,
y estuvieron en la novela y en la crónica. La rueda gira, y vuelven a aparecer en el
escenario con nuevas vestiduras, o a veces las mismas.
Lo más inquietante no es la materia de que estarán hecha los periódicos en el futuro, ni la
forma en que las noticias llegarán a nosotros, sino cómo estará definido en términos éticos
y de sustancia el universo de la información, cómo podremos ser siempre originales y
creativos al contar, cómo podremos despertar interés entre quienes nos leen, desde luego
que cualquiera que sea el mundo en que vivamos, siempre dependeremos de la necesidad
de saber lo que ocurre, y de indagar en las tinieblas de la condición humana. Buscar la
verdad significará siempre descubrir. Levantar tapaderas, abrir cerrojos, arrancar
máscaras. Mi oficio es levantar piedras, decía José Saramago. No es mi culpa si debajo de
esas piedras lo que encuentro son monstruos. Es decir, anormalidades, desfiguraciones,
deformaciones.
Y el poder, por su propia naturaleza, busca ocultar. A mayor respeto de la institucionalidad
democrática, mayor transparencia, mayor rendimiento voluntario de cuentas. Pero el
periodismo siempre estará enfrentado al poder que igual que el Minotauro deforme, busca
esconderse en lo más oscuro de la cueva.
El hecho del voto popular no confirma todo el proceso democrático, que es un asunto de
cada día, y pasa necesariamente por la libertad de expresión. Tenemos gobernantes
autoritarios electos, y ésa es la contradicción más visible de nuestros tiempos en América
Latina. Gobernantes legítimos que se empeñan en conspirar contra la democracia misma,
en el afán de quitar de por medio todo aquello que sirve de obstáculo al poder sin límites
que quisieran tener en la mano. Y eso que ellos consideran obstáculos, son nada menos
que los pilares de la institucionalidad.
No olvidemos que el periodismo nació en Latinoamérica en el siglo diecinueve en contra
del poder. En las mesas de redacción, instaladas al lado de las imprentas manuales y las
cajas de chibaletes, y lo mismo al lado de los polvorines, se sentaban quienes tenían la
doble condición de periodistas y luchadores por la libertad para escribir libelos, una palabra
entonces legítima. Más que noticias, sin embargo, difundían ideas. De la mesa de redacción
se solía subir al caballo para las campañas militares, o pasar a la cárcel, o al ostracismo,
cuando no al paredón de fusilamiento.
Aquella identidad original entre ideología y difusión de ideas, más bien que de noticias, se
ha ido modificando en aras de la objetividad a la hora de informar, pero no se ha
modificado la toma de distancia frente al poder. Para beneficio de la modernidad, los
periódicos que respaldan al gobierno de turno incondicionalmente, y pasan a ser sus
voceros, se vuelven malditos. Los lectores reclaman siempre un espíritu crítico de parte del
periódico que leen, un espacio de independencia.
Si los medios de comunicación tienen una función crucial, entre otras varias, es la de
contribuir a que los gobernantes se sometan a las leyes, y no que ellos sometan a las
leyes. Que tenga más peso la voluntad de las instituciones, que la voluntad de los
individuos. Que la autoridad, en fin, sustituya al autoritarismo, y que los espacios de
libertad ganados, no sean maltratados, ni reducidos. Entre ellos, por supuesto, el de la
propia libertad de prensa.
Por eso el poder público cierra medios de comunicación, usa las cuentas publicitarias del
estado como arma para someter, y reprime a los periodistas, que caen también bajo el
castigo de otras manifestaciones de poder que no son ya las del estado, sino del
narcotráfico. En México, hacia donde se ha ido trasladándole el centro de gravedad del
negocio de la droga, decenas de periodistas han sido ejecutados desde el año 2.000, y hay
periódicos que han decidido el cierre temporal ante las amenazas. Frente al edificio del
diario “Tabasco Hoy”, en Villahermosa, fue arrojada la cabeza de un redactor, mientras su
cuerpo decapitado apareció en otro paraje de la ciudad. Los periódicos sufren ataques con
bombas y granadas de fragmentación. Horror y terror que no cantarán los narcocorridos.
El Diario de Ciudad Juárez publicó hace poco un editorial de primera página que decía:
“señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza, queremos que nos
expliquen qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o
dejemos de publicar, para saber a qué atenernos. Ustedes son, en estos momentos, las
autoridades de facto en esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han
podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo, a pesar de que
reiteradamente se los hemos exigido”.
Acababan de asesinar a tiros a Luis Carlos Santiago, un fotógrafo de 21 años de edad, que
trabajaba como becario desde hacia apenas seis meses en el periódico. Y no era el primero.
Antes había caído, acribillado también por los carteles de la droga Armando Rodríguez, que
solía apuntar en una pizarra la cuenta diaria de las víctimas de la Santa Muerte, hasta que
su nombre pasó a sumarse a la lista.
Unos han visto el editorial como una claudicación. Otros, como un llamado de alerta. El
director del periódico explicó después que se trataba de una ironía. Pero en todo caso es un
hecho dramático que habla de cómo el poder del estado está siendo disputado por el poder
del narcotráfico.
En todo caso, lo que nos toca defender son las palabras. Puede ser que en el futuro
nuestras palabras ya no serán más impresas en papel, pero ese no es el asunto. El asunto
es la calidad de las palabras, su sustancia, su textura literaria y su calidad ética. Podemos
prever un mundo sin periódicos impresos, pero no un mundo sin palabras.
Cada vez que se cierra un periódico siento como si alguien talara un árbol frente a mi
ventana, y que así mi paisaje personal se va quedando desolado. Este es un asunto
personal, porque los diarios forman parte de mi propia esencia ciudadana, y de mi esencia
cultural. Están talando un bosque que es mío, y dejando cada vez más huecos por los que
se cuela la luz cruda que anuncia el páramo donde ni siquiera vuelve nunca a llover.
Trato de tener valor y decirme a mí mismo que no soy anticuado, que si es cierto que me
quedaré sin diarios los artilugios de lectura electrónica me servirán lo mismo, que se trata
de invenciones amables que tienen la ventaja de no manchar los dedos. Pero si no
manchan los dedos, tampoco cruje el papel al pasar las hojas, ni tampoco tienen ese aroma
de la propia tinta fresca.
Pero para quienes escribimos, y vivimos de las palabras, lo que el futuro nos está abriendo
no es sino una oportunidad. Los diarios ya no dan noticias. Ya no nos enteramos a través
de ellos de lo que ocurre en el mundo, porque lo sabemos de antemano, con sólo mirar a la
pantalla de nuestro teléfono celular. Pero en tanto sobrevivan, y yo auguro que
sobrevivirán por muchos años más, los espacios donde falten las noticias deberán ser
llenados por crónicas de fondo, por reportajes de investigación, por piezas periodísticas que
tengan garra y fondo literario. Es decir, por buen periodismo, que es lo mismo que decir
buena literatura. Y en los espacios electrónicos, el campo es infinito para el periodismo
creativo, y de fondo.
Quizás debo corregirme un tanto. Uno se da cuenta de las noticias antes de leer los diarios,
pero no se informa. Me tocó estar en Buenos Aires en ocasión de la muerte del presidente
Néstor Kirchner, y presencié la continua cobertura de la televisión del primer día, en una
ciudad paralizada por el censo, y por aquella muerte. Pero la televisión no me informó, en
el sentido cabal del término, sino los periódicos del día siguiente, con su abundante
material escrito, crónicas, enfoques, análisis, artículos de opinión. Y en Internet, lo primero
que uno suela buscar son los portales de los periódicos, que amparan la información bajo
sus viejos logotipos. Son brújulas seguras en un infinito mar, proceloso y agitado.
Hoy nos toca vivir en un mundo sin héroes, despoblado de utopías. Pero quienes creen en
el poder de las palabras, y las utilizan con certeza y creatividad. Quienes no se doblegan, ni
se dejan aturdir por el poder, sea el poder del estado, el poder económico, o el poder del
narcotráfico. Quienes no ceden en su dignidad, ni se alquilan, ni se venden, ni se callan, y
aún ponen en riesgo sus vidas por causa de lo que escriben, son los héroes de hoy. Son los
heraldos de la utopía que siempre nos aguarda desde el futuro. Heraldos de la verdad, que
siempre nos hará libres.
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HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
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La mujer de todos los cuentos
(entrevista con Cristina Fernández Cubas)
Francisco Javier Sancho Más
Cuidado. Los relatos de Cristina Fernández Cubas (Arenys de Mar, Barcelona, 1945),
reunidos en su libro Todos los cuentos, de la editorial Tusquets, te atrapan de verdad.
Y uno se queda después sin saber muy bien qué hacer. Cruzas, mientras los lees, una
puerta hacia otra realidad paralela, y cuando sales a la calle, piensas que un día te
puede pasar lo mismo que a la protagonista de uno de sus relatos: que sufras una
ausencia y de pronto ya no sepas quién eres, y que te busques en las cosas pequeñas
para reconstruir tu propia historia; o que encuentres escondites invisibles en medio
de un convento; o que una mujer de verde te señale al pasar por la calle y te
conviertas en su asesina. Cuidado.
Con Cristina Fernández Cubas (y su primer libro publicado en 1980) el cuento en
España volvió a renacer, según algunos críticos. Hoy, el cuento goza de buena salud
(librerías y editoriales especializadas han surgido en los últimos años). Los cuentos de
Fernández Cubas han gozado del boca a boca, consolidándose discretamente hasta
lograr que toda la crítica esté a su favor. La recomiendan los expertos en esto de los
cuentos. Pero cuidado. Yo pagué las consecuencias.
CRISTINA
FERNÁNDEZ
CUBAS nació en
mayo de 1945 en
Arenys de Mar,
Barcelona. Con
estudios
n Derecho y
Me hallo en un andén de Sants, la estación de trenes de Barcelona. Estoy con el libro de
Cristina Fernández Cubas, una antología que reúne 5 libros más (de todos los cuentos
publicados por la autora hasta la fecha). Elijo uno de los de en medio para empezar (eso es
lo bueno de estos libros: que puedes empezar por donde quieras). Se titula Mundo, y al
cabo de las primeras líneas, me atrapa entre
las
Periodismo,
empezó a trabajar
de periodista freelance.
Estuvo dos años
en Sudamérica,
especialmente
Argentina y Perú
y ún año en El
Cairo.
Se va a vivir
durante dos años
a Sudamérica y
durante un
invierno vive en
El Cairo.
paredes de un convento. Ya no estoy en una estación de tren, sino en un sinfín de historias
que se van contando sin parar. La realidad (¿qué será eso?) se ha desvanecido por un
instante. Mi tren sale a las cuatro y media. Aún tengo veinte minutos. Sigo leyendo,
leyendo. Creo que han pasado cuatro minutos. El reloj me da una bofetada. El tren está ya
a punto de salir. Salgo corriendo. Aún está sobre la vía. Se cierran las puertas. No llego.
Ha sido premio
Setanil en 2006
por el libro de
relatos Parientes
pobres del diablo,
y premio de
cuentos NH en
2001.
Bibliografía.
Qué furia. ¡Cómo pude ser tan despistado! Tendré que esperar media hora más hasta el
próximo. No importa. Quedan muchos cuentos. La mujer de verde, el mejor de todos para
mí. Una ejecutiva se siente atraída por la visión de otra mujer, podría ser una mendiga,
vestida con un traje escotado, verde, y en pleno invierno. Son los días de Navidad. Se va
tras ella. No puedo dejarlo. Y otra vez, al mirar el reloj, me resigno. Esta vez no hace falta
que corra. He vuelto a perder el tren. Es demasiado. No puede ser por mi culpa solamente.
Una semana después, me cito con la verdadera culpable, Cristina Fernández Cubas, una
fría mañana de noviembre en el bar Jockey, esquina de la calle París con Enric Granados,
en Barcelona. Es una cafetería de los años cincuenta que apenas ha cambiado la decoración
desde entonces. Cristina llega abrigada por un mantón en forma de poncho. Sus ojos
grandes, azules, miran de un modo que a veces parece ilusión y a veces miedo. Algo así
como en sus cuentos. Un te y un café.
J. Sancho Más: A causa de tu libro, perdí dos trenes (le digo nada más saludarla).
C. Fernández Cubas: Ah, eso me parece muy bien (contesta riéndose y girando el cuello
en un gesto de orgullo).
SM: Es que tus cuentos tienen algo que te aleja de la realidad por un momento. Me
explico mejor si leo el principio de La mujer de verde: “Esa misma mañana a
punto he estado de telefonear a mi casero. ¿Cómo ha podido alquilar el piso de
arriba a una familia tan ruidosa? Pero lo que importa ahora no son los vecinos ni
Mi hermana Elba.
Tusquets, 1980
Los altillos de
Brugal.
Tusquets,1983.
El año de gracia.
Tusquets, 1985.
Cris y Cros; El
vendedor de
sombras.
Alfaguara. 1988.
El ángula del
horror. Tusquets,
1990.
Con Agatha en
Estambul.
Tusquets, 1994.
El columpio.
Tusquets, 1995.
Hermanas de
sangre.
Tusquests, 1998.
Emilia Pardo
Bazán. Omega.
2001.
Cosas que ya no
existen, Lumen
2001.
tampoco el casero ni mi cansancio, sino el extraño espejismo que, por lo visto, he
debido de sufrir hace apenas media hora. Una especie de turbación y certeza que
me ha llevado a abandonar precipitadamente una zapatería, y correr por la calle
tras una mujer a la que me he empeñado en llamar Dina”
Parientes pobres
del diablo.
Tusquets, 2006.
(premio Setenil)
Todos los cuentos,
Tusquets. 2008.
CFC: Ese cuento surgió de un sueño real. Yo estaba en una zapatería de una calle bulliciosa
en Navidad. De repente, vi una mujer con un traje verde, escotado, sorprendentemente
escotado para la estación. Se había detenido en mitad de la acera, me miraba y, sobre
todo, me señalaba con la mano como si intentara avisarme de algo…En este punto me
desperté. Pero a lo largo de todo el día no pude olvidarme de la desconocida, de su mirada
ni de la sensación de que, con su mano alzada, me estaba eligiendo a mí…Así que me puse
a escribir. Sobre la desconocida, la mujer “a la que me he empeñado en llamar Dina…”Y
de extraña figurante en mi sueño la convertí, sobre el papel, en enigmática protagonista de
un relato.
SM: Sé que en anteriores entrevistas has rechazado que se califique a tus cuentos
de fantásticos. ¿Te molesta?
CFC: No. Lo que pasa es que, en este país, casi todo lo que no sea un reportaje, una
fotografía del entorno, se suele echar en el saco de lo fantástico con auténtica ligereza. Y,
la verdad, algunos de mis cuentos sí pueden considerarse fantásticos; otros se limitan a
participar de un atmósfera que recuerda lo fantástico; y unos pocos, en fin, basados en
hechos reales, sólo son fantásticos en la medida en que a la vida le ha dado por
TODOS LOS
CUENTOS
Fernández Cubas,
Cristina
Tusquets
Españ, 2008
512 pág.
sorprender y ejercer de guionista… Yo me atengo a la cita que encabeza el libro de Todos
los cuentos. ¿Quieres leerla, por favor?
SM: Leo: “La suprema adquisición de la razón consiste en reconocer que hay una
infinidad de cosas que la sobrepasan. Blaise Pascal”
CFC: Luego, según Pascal (y llevando su frase al extremo), cuanto más racional sea una
persona, mayor espacio dejará a lo desconocido, lo imprevisible, lo que no podemos
explicarnos. Me encantan las palabras de Pascal .Siempre he contemplado la llamada
“realidad” como un largo camino sembrado de agujeros negros.
SM: Uno siempre recurre a la tontería de leer en busca del rastro de otros
escritores, de tus influencias. Y claro, por la atmósfera en que se escriben tus
relatos, se podría pensar en Poe, en Henry James, pero no te pareces a ninguno.
CFC: En este asunto (ante esta pregunta, vaya), siempre trato de no resultar pedante al
repetir que
no me siento influida por nadie en concreto, aunque sí tengo fascinaciones,
como, por ejemplo, la que siento por Poe y que se inició a una edad muy temprana.
Nunca en la vida he intentado imitar a nadie. Mi interés por lo extraordinario, en realidad,
viene de los cuentos orales, de las leyendas y sucesos misteriosos que me narraban cuando
era pequeña y también de un mundo propio, quizás surgido del aburrimiento durante las
horas de estudio en el colegio, cuando la imaginación se disparaba, o tal vez, además, por
cierto sentido mágico de la vida. Pero también me alimento mucho de sueños. Sin llegar a
FRANCISCO
JAVIER
SANCHO MÁS
(Andalucía,
España). Tiene 35
años. Comparte la
nacionalidad de
alma, corazón y
vida con
Nicaragua.
Estudió Filología,
y es Postgrado de
Pedagogía,
Periodismo y
Máster en
los extremos de
Colleridge, que , como sabes, soñó prácticamente todo su Kublai Khan
SM: ¿Has soñado un cuento entero?
CFC: No; no he llegado a tanto. Pero sí imágenes poderosas, laberintos, puntos de
partida... Y no sólo en “La mujer de verde”. En otra ocasión soñé que regresaba a mi casa
natal después de mucho tiempo y la encontraba completamente distorsionada. Era mi casa,
desde luego, pero había algo siniestro en ella, algo amenazante que no lograba expresar
con palabras. Entonces, dentro del sueño, presté atención y oí una potente voz que me
decía: (y pronuncia con acento grave, terrorífico) “Lo estás viendo todo desde el ángulo del
horror”. Luego, reconstruí la historia, y la titulé, por supuesto, El ángulo del horror.
Derecho
Internacional. Ha
sido profesor
universitario y de
secundaria en
Periodismo,
Literatura e
Idiomas.
Ha colaborado y
editado en
diversos medios
de comunicación
de España y
América Latina
desde los 16 años:
ABC, La Jornada,
El País, El Nuevo
Diario, Babelia,
Carátula, El
Mundo.
Ha coordinado el
proyecto Testigos
del Horror, una
serie de
reportajes con
novelistas para El
País Semanal de
“En un cuento no debe escribirse la palabra fin”
SM: ¿Eres de las que tiene una libreta en la mesita de noche para apuntar lo que
sueñas?
CFC: Lo he intentado, pero no resulta. Hay sueños muy creativos, sin embargo la lógica de
los sueños y la de la vigilia no tienen nada que ver. Y si alguna vez apunté algo medio
dormida, al día siguiente no entendí
nada de lo que anoté. Ahora, cuando duermo,
duermo de verdad. Otra cosa es que algunos sueños, más tozudos que otros, atraviesen
barreras y ,al despertar, te acuerdes de todo.
SM: Salvo en el relato de Ausencia, donde la mujer que ha perdido
repentinamente la memoria vuelve a su casa tratando de reconstruir su identidad
y desea fervientemente ser la misma que dejó los rastros del desayuno que
observa sobre la cocina, en la mayoría de tus cuentos no hay finales cerrados.
CFC: Yo creo que una de las propiedades del cuento es que no se debe escribir la palabra
fin. Eso que se dice ahora de que el lector de cuentos es uno que va con prisas me parece
un solemne disparate .El lector de cuentos es, precisamente, un lector no apresurado. Si
algo no le queda claro, no tiene el menor reparo en volver atrás, releer o quedarse un buen
rato meditando. Algunos relatos se cierran en si mismos, cierto, pero todavía admiten
muchas posibilidades. El cuento va mucho más allá del número de páginas y el lector tiene
todo el derecho a preguntarse
qué es lo que pasó después. En cierta forma ,entre
España que le ha
llevado por países
como Yemen,
Cachemira,
Congo,
Bangladesh,
Colombia o Haití,
durante año y
medio para entrar
en contacto y
contar el
sufrimiento de
muchas personas
en contextos
olvidados.
Ha publicado la
Colección Cien
relatos geniales
(Editorial Jamais,
España); Las cien
novelas para
siempre del siglo
XX (Grupo
Editorial LEA,
Managua), y el
libro de relatos Si
estuvieras aquí,
cuentista y lector se establece una gran complicidad.
SM: Cuando escribes, ¿lo planeas todo antes de empezar?
CFC: No. Cuando escribo parto de un impulso. Sé adonde quiero ir, pero no ignoro que en
el proceso de escritura pueden pasar muchas cosas. O sea, que sin abandonar las riendas
ni un segundo, no descarto que ,en un momento dado, pueda imprimir un giro inesperado.
Porque si tú creas una atmósfera, unos personajes, una situación…!cuidado!,lo que has
escrito cobra carta de naturaleza sobre el papel y ,muy a menudo , es mejor que
permanezcas atento y no te empeñes en que las cosas sucedan “como tenías pensado”.
SM: ¿No haces ningún borrador de guión, o escaleta?
CFC: Alguna vez lo he hecho, por ejemplo para la novela El año de gracia. Pero nunca en
cuentos. A menudo apunto ideas o detalles en papeles que casi siempre termino
extraviando. Pero es una forma de fijarlos en la memoria.
SM: Si en otros escritores de cuentos, percibes la historia a través de un ritmo
concreto de palabras que te llevan, en tu caso, yo al menos percibo imágenes,
como si escribieras para cine. ¿Alguna vez te han llevado al cine?
CFC: Cristina Andreu adaptó, hace ya muchos años, “Los altillos de Brumal” - la película
se llamó “Brumal”- y, hace menos, Jesús Garay filmó una TV Movie para TV3 basada en mi
obra de teatro “Hermanas de Sangre” Ahora, sobre lo que decías acerca de la escritura, el
en Managua con
LEA y en España
con Icaria
Editorial.
Es columnista
sabatino de El
Nuevo Diario
desde hace varios
años y miembro
del Centro
Nicaragüense de
Escritores.
Primer editor de
Carátula,
actualmente
forma parte de su
Consejo editorial.
cine y las imágenes, quiero señalar que me interesa mucho la sonoridad y exactitud
del
lenguaje. Huyo de los adjetivos rebuscados. Adjetivar es muy peligroso, así que trato de
utilizar siempre el adjetivo más sencillo, el más ajustado.
SM: Hay un fragmento de tu cuento Lúnula que me pareció perfectamente
trabajado para llenarte de imágenes y sensaciones. Leo: “Subí los escalones de
dos en dos con la felicidad de la pesadilla que termina, sonriendo, cantando por
primera vez desde mi llegada a aquella ciudad inhóspita y difícil. Subía brincando
como una colegiala estúpida, reteniendo en mi nariz aquellos olores que se me
habían hecho cotidianos: sofrito de cebolla, meados de gato,…”
Adjetivos, como “difícil”, resumen todo lo que podría decirse de esa ciudad, y
“estúpida” no resulta fuerte ni insultante, sino que describe una actitud; y en
cuanto a los olores del sofrito y lo demás, se te meten directamente en la nariz. Y
el “trepidar de un tenedor contra la clara de huevo” es imposible no escucharlo
cuando lo narras.
CFC: Es el ambiente típico de las pensiones baratas, de las casas de vecinos donde siempre
esa pareja “tenedor-clara de huevo” se cuela por puertas y ventanas, y se burla de
distancias, alturas, pisos…
Si pasas todo el tiempo escribiendo, no te enteras de nada. Escribir es vivir otras vidas,
pero a mí también me gusta esta”.
SM: Esta presencia de lo más cotidiano junto a lo extraordinario es un sello de tus
cuentos. Entre todos ellos, ¿cuáles son tus preferidos?
CFC: Siempre es difícil decirlo. Pero gracias al de Mi hermana Elba, pude seguir
escribiendo. Hacía tiempo que me perseguían imágenes de la infancia, así que recuperé en
la escritura lo que en mi infancia era parte de la realidad: los escondites misteriosos y los
“caminos chiquitos”. De pequeña estaba convencida de que había lugares donde podías
observar sin ser vista, el viejo sueño de la invisibilidad. Y al acabar el cuento, supe que
seguiría escribiendo.
SM: Publicaste tu primer libro en 1980, y lo editó ni más ni menos que la editorial
Tusquets. Tú tenías más de treinta años.
CFC: Sí, en una colección pequeña, “Cuadernos Ínfimos”. Antes había enviado el
manuscrito a otras editoriales. Sin fortuna. Me decían que era bueno, pero también que el
género-cuento no vendía
y apenas tenía salida. Ahora creo que estuvo bien que fuera
así .El libro terminó en la editorial que yo prefería y a la que no me había presentado por
una mezcla de miedo y derrotismo. Me habían asegurado que Tusquets tenía el programa
de publicación cerrado… ¡para cinco años! .La información era errónea, pero yo no lo
sabía y, claro, me pareció inútil intentarlo. Pero poco después, estando yo en El Cairo, mi
marido, Carlos Trías, escritor, releyó el manuscrito en Barcelona y sin decirme nada lo
llevó a Tusquets.
SM: Sorprende que te publiquen, y más en esa fecha, un primer libro de cuentos.
CFC: A Beatriz de Moura, la editora, le gustó muchísimo y me escribió una carta. A partir
de aquel día empezó para mi una nueva vida, y también, como en casi todas las
entrevistas me preguntaban que para cuando la novela, una especie de campaña para
reivindicar un género que se había infravalorado en España.
SM: Fernando Valls, en el prólogo del libro, dice que la publicación de tu primera
obra supuso “el renacimiento del cuento español”. Ahora es un buen momento.
Hay editoriales como Páginas de Espuma y librerías en Madrid, como Tres Rosas
Amarillas, especializadas en cuentos.
CFC: Sí. Ahora hay más posibilidades para publicar. Y naturalmente espero que vaya en
aumento.
SM: Y ahora la pregunta materialista: ¿Se puede vivir del cuento?
CFC: Del cuento por sí mismo, no está muy claro. Pero de lo que rodea al cuento, sí. Las
actividades de mesas redondas, exposiciones, etc. ..
En cualquier caso, ahora, con la
crisis, estas actividades escasean y se está poniendo difícil vivir de la literatura. Hasta hace
poco, uno se podía organizar la vida comedidamente.
“Escribíamos en extremos opuestos de la casa”
SM: ¿Eres de las que si no escribe a diario, se siente a
disgusto?
CFC: ¡Nooo!, para nada. Si te pasas todo el tiempo
escribiendo, no te acabas enterando de nada. La vida
es mucho más: es comer, beber un buen vino, charlar
con los amigos, viajar… Escribir es vivir otras vidas,
pero a mí también me gusta esta.
SM: Tu marido (que falleció hace tres años) fue
escritor. ¿Cómo era la vida en una casa con dos
escritores.
CFC: Estupenda. Era estupenda. Mucha gente no lo
entendía. No había ninguna competencia entre
nosotros. Para empezar, nuestros lugares de trabajo
estaban en extremos opuestos de la casa. Antes,
cuando no teníamos computadoras, el ritmo de la
máquina de escribir de él era distinto al mío, y eso me
perturbaba. Como yo era muy insegura, terminaba una
página y se la enseñaba. Pero con él aprendí que las
cosas hay que enseñarlas cuando ya estén completas.
De lo contrario no se puede opinar. Yo también era su
primera lectora. Tener un interlocutor en casa que no
tenía ningún problema en decir lo que le parecía bien
o mal era muy bueno.
SM: Este tiempo debe haber sido difícil.
CFC: Horroroso, pero tengo que pasarlo. Y creo que
estoy en camino.. Me ha costado mucho volver a
escribir. Durante mucho tiempo me era casi imposible
hacerlo. Y tampoco leer. Para leer y escribir se
requiere una concentración que yo no tenía. . Intenté
escribir incluso sobre lo que me había pasado, sobre
la gran perdida de la que no me reponía ...Y al
principio me fue bien. Pero sólo al principio. Terminé
dejándolo.
SM: Y en todo lo que escribes siempre está el recurso
de la vuelta a la infancia.
CFC: Pero no lo hago a propósito. No vuelvo a ella. La
infancia va conmigo. Ahora quizá será un síntoma de
la vejez (sonríe). Porque la vejez, que ya toqué en “El
Moscardón”, me está empezando a interesar bastante.
SM: Lo que no veo en tus
cuentos es la política. Y has sido
periodista, y has viajado por
Egipto, Perú, Argentina.
CFC:Fui periodista por poco
tiempo y, en realidad, no me
gustaba demasiado porque
prefería lo atemporal de la
literatura. El periodista trabaja
con el stress de tener que
alimentar a la bestia, que es el
periódico. Supongo que esto
puede dar marcha y conozco a
muchos periodistas que no podrían vivir de otra
manera. Pero a mí me gusta trabajar a mi aire, sin
fechas de entrega.
SM: Esta entrevista saldrá en diciembre y enero, y está
muy bien porque tus cuentos son para regalar en
Navidad.
CFC:Con eso que me dices, ya puedo decir que vivo
del cuento.
Con Cristina, en una cafetería de los años cincuenta, el
tiempo es algo muy relativo. Le encanta hablar, contar
cosas, casi tanto como escribir cuentos. Y estos tienen
algo de Poe, de Henry James, de Cortázar; es una gran
admiradora del Rulfo de Pedro Páramo, pero todos
ellos no son reconocibles en el estilo, sino en la
atmósfera que los envuelve. Son cuentos para regalar
en Navidad, sin duda, e imaginarse que uno los lee de
noche, junto a un fuego, aunque sea de día y haya un
sol radiante y un calor de treinta grados… La realidad,
¿qué es eso?
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En esta edición de Pláticas
⇒ CRISTINA FERNÁNDEZ CUBAS: La mujer de
todos los cuentos
⇒ HOMERO ARIDJIS: Diario de sueños
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» Pláticas
Diario de sueños
(entrevista con el poeta Homero Aridjis)
Francisco Ruiz Udiel
Diario de sueños es el nuevo poemario del escritor y poeta mexicano Homero Aridjis
(Contepec, Michoacán; 1940), uno de los más grandes poetas y escritores vivos en
español. La obra, que será publicada a inicios de 2011 por el Fondo de Cultura
Económica de México, surgió de unos sueños que tuvo hace varios años, cuando al
escribirlos se convirtieron en poemas. Desde El poeta niño, publicado en 1971, se
propuso rescatar al ser que había sido antes de un grave accidente que sufrió en
enero de 1950 y que estuvo a punto de costarle la vida. De hecho, se salvó de morir y
cuando “resucité”, dice, empezó a leer y escribir poesía.
Así que cuando en 1970 se encontraba en Nueva York y estaba a punto de nacer su
primera hija, Chloe, empezó a soñar en el niño que había sido antes del accidente,
como una forma de reencontrarse consigo mismo, pues había suprimido de su
memoria ese pasado.
HOMERO ARIDJIS nació hace 70 años
en Contepec, Michoacán, México.
Su vasta obra (40 volúmenes de
poesía, narrativa, ensayo,
dramaturgia y literatura infantil) ha
sido traducida a 12 idiomas y
» Lea una muestra poética de Diario de sueños, aquí.
reconocida con importantes premios
Noche tras noche soñó, y como obedeciendo a una especie de disciplina onírica, al
literarios en México, Italia, Francia,
despertar escribía sus sueños y éstos, encadenados en una secuencia literaria, le dieron un
Serbia y los Estados Unidos, como el
retrato olvidado de sí mismo. La costumbre de escribir los sueños y de convertirlos en
Xavier Villaurrutia, la Diana-
materia poética, perduró en él, y, en los últimos sueños, se ha agudizado. De manera que
Novedades, el Grinzane Cavour, el
ahora “confundo poemas con sueños, y sueños con poemas. De allí que este nuevo
Roger Caillois, la Llave de Oro y el
poemario se ha hecho con pedazos de mí mismo, con experiencias y recuerdos
Estatal de las Artes “Erendira”.
apalabrados”.
Ex embajador en Los Países Bajos,
Suiza y la UNESCO, durante seis
años fue presidente internacional del
PEN Internacional, del cual es
presidente emérito en la actualidad.
Fundador del legendario Grupo de
los Cien, su labor como
ambientalista ha sido reconocido con
el Premio Global 500 del Programa
de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente, el John Hay Award de la
Orion Society, la “Fuerza de la
Homero explora en este libro los temas de la realidad irreal o de la irrealidad real, las
Naturaleza” del Natural Resources
cuales al cabo del tiempo, se convierten en sueños.
Llama la atención el tema de los sueños en su obra porque durante mucho tiempo
a usted se le destacó como un poeta que escribía sobre el erotismo.
Defense Council y el Premio del
Milenio para Liderazgo Internacional
en el Medio Ambiente de Mikhail
Gorbachev y Global Green.
Mi literatura primera fue erótica. Una vez el gran escritor francés André Pieyre de
Mandiargues (1909-1991), me preguntó cuándo volvería a escribir otro libro erótico como
Perséfone. Ledije que nunca, porque jamás voy a tener 26 años otra vez, edad en que uno
tiene otra visión del mundo y se va interesando en nuevos temas de acuerdo a otras
experiencias. Por ejemplo, no puedo sentir la experiencia del amor a la edad que tengo,
que es diferente cuando tenía 18 años.
Ganador de la beca Guggenheim en
dos ocasiones, ha sido profesor en
las universidades de Indiana, New
York, Columbia y California (Irvine).
Su última novela, Los Invisibles, se
publicó en mayo del 2010.
¿En qué momento decide escribir este libro?
Tengo el hábito de que a veces cuando sueño, me levanto y escribo los poemas. Con
frecuencia, estos sueños son anecdóticos, tienen que ver con la vida cotidiana y algunos
recuerdos, pero muchas veces transmiten o tocan atmósferas, vivencias y situaciones
perdidas. Por ejemplo, hace muchos años soñé con Jorge Luis Borges, íbamos caminando
como por una ciudad en ruinas y de pronto Borges me dijo un poema. Al despertar se me
quedó el último verso que decía: “Habrá pasado de tal manera el tiempo”. Aquel poema era
mío, no de Borges; él únicamente lo estaba diciendo a través de mí.
FRANCISCO RUIZ UDIEL (Estelí,
En otra ocasión, cuando terminé de leer La Odisea en una
Nicaragua 1977). Realizó estudios de
versión publicada en inglés y en griego, volví a repasar el
episodio en el que Ulises se encuentra en una huerta con
poesía bajo la tutela de su mentora,
la poeta nicaragüense Claribel
su padre Laertes. Su padre, ya viejo y en harapos no lo
Alegría, discípula del Nobel español
reconoce. Ulises se alegra, pero su padre no sabe quién
es, su padre es como un fantasma. Algo me impresionó de
Juan Ramón Jiménez.
ese pasaje y esa noche soñé con mi padre, Nicias Aridjis
Ha publicado el poemario Alguien
(1900-1986); de pronto me encuentro con él en una
me ve llorar en un sueño (Premio
huerta de mi casa y le digo: “Padre, soy tu hijo”, primero
Internacional Ernesto Cardenal de
lo saludé porque tenía miedo de asustar al fantasma con
Poesía Joven 2005). También publicó
mi presencia de vivo. Empezamos un diálogo doméstico,
Retrato de poeta con joven errante,
cuestiones familiares, hasta que de pronto él se va, nos
antología poética de su generación
separamos los vivos de los muertos, pero aquel fue un diálogo en el que la identificación se
con prólogo de Gioconda Belli. En
da a través de un higo. La huerta tenía sentido porque mi padre era griego y plantó
diciembre 2010 publicará el
higueras en la huerta del pueblo y yo al principio veía a las higueras muy normales, pero
poemario Memorias del agua,
no, fue en medio del paisaje muy agreste de México, casi de pedregales, donde plantó
editado por el Foro Nicaragüense de
aquellas higueras.
También tengo muchos poemas acerca del cine. Mi padre en los años cincuenta tenía un
cine llamado Apolo donde se proyectaban películas que me provocaban sentimientos muy
extraños y específicamente con las películas antiguas uno se da cuenta que todos esos
rostros son de gente fallecida, están ahí, pero son actores que ya murieron, tengo ese
sentimiento de algo fantasmagórico.
Cultura. Su obra aparece publicada
en la antología La poesía del siglo XX
en Nicaragua (Editorial Visor, España
2010).
Actualmente es editor de Carátula, y
Jefe de Redacción de la revista El
Por eso en sus poemas se refiere a los espectadores como fantasmas…
hilo azul, ambas dirigidas por el
escritor Sergio Ramírez. También es
Exactamente, porque muchas veces están en la oscuridad, con sus facciones muy definidas,
periodista colaborador de El Nuevo
viendo a muertos, pero son como fantasmas viendo a otros fantasmas. El cine me produce
Diario, de Nicaragua y labora como
eso porque en el cine de mi padre era una sala muy oscura, rústica y la imagen se
proyectaba sobre sábanas blancas. Quizá asocio las salas oscuras con el vientre materno,
Relacionista Público del Centro
Nicaragüense de Escritores.
pero además de ese tipo de sensualismo, de pronto veía una pareja de enamorados,
cabezas que sobresalían de las butacas, sombreros, rebozos. No sabia qué estaba pasando,
había una especie de sensualismo de trasgresión y eso me impresionaba mucho.
Enlaces:
En El poeta niño y Diario de sueños se da un registro de lo que usted soñó, pero
qué pasa si el proceso es a la inversa, si decidiera escribir algo que le gustaría
soñar o que le gustaría que ocurriera.
Eso también puede ser, componer un sueño, no lo he practicado, pero creo que es legítimo,
serían sueños compuestos; algunos han nacido motivados por las pinturas de Leonora
Carrington (1917), pintora surrealista y escritora de origen inglés, quien me inspiró un
poema llamado “Cine Balmori”. Ella contaba que iba a este cine ubicado en la Colonia Roma
de la ciudad de México; era un cine lleno de pulgas y que sin problema alguno las familias
llevaban a sus hijos a ver películas.
» Adquiera la Antología poética de
Homero Aridjis a través del Fondo de
Cultura Económica
Ciudad de México: FCE, 2009
¿En qué se diferencia su nuevo libro de El poeta niño?
En El poeta niño la escritura surgió primero como sueños que escribí y luego se volvieron
poemas; sin embargo, Diario de sueños es como un diario de la vida, es decir, el sueño es
para mi la vida, es en el mismo sentido calderoniano cuando escribió en uno de sus versos
“y los sueños, sueños son”. Los sueños son una metáfora de la vida.
¿De qué están hechos sus sueños?
Están hechos de vida, de imaginación, de lo que uno quiere que suceda, o de la que
sucedió, pero modificados por la memoria de uno mismo o de las cosas.
Dice El Talmud, libro sagrado de los judíos, que un sueño que no ha sido
interpretado es como una carta que nunca ha sido abierta, ¿usted qué opina?
Es posible, pero yo diría lo contrario, un sueño que no ha sido vivido, no es un sueño, es un
sueño que no ha experimentado. Para mí la manera de vivir un sueño no sólo es
físicamente, sino con la imaginación. Y eso es freudiano lo que dice El Talmud, tiene que
ver con las interpretaciones, pero yo no he querido involucrarme con el psicoanálisis, sería
como matar el sueño, es hacerlo casi policíaco.
En este libro habla de la realidad irreal o de la irrealidad real, ¿me explica mejor a
qué se refiere?
Para mí la realidad irreal y la irrealidad real siempre están confundiéndose, es un juego de
situaciones, de azar, por ejemplo una vez en 1966 un diplomático me recomendó para ser
Agregado Cultural en Nicaragua. Me pareció extraño porque yo tenía apenas 26 años y no
estaba en el servicio diplomático. Como idea me pareció interesante porque se trataba de
colaborar en varios eventos y homenajes a Rubén Darío, pero también tenía dudas de ir
porque se trataba de la Nicaragua en tiempos de la dictadura de Anastasio Somoza García.
Finalmente no fui a Nicaragua porque obtuve la beca Guggenheim y años después me
nombraron Consejero Cultural en Holanda y fue cuando ocurrió el terremoto en 1972 en
Managua. Pensé en esa extraña coincidencia, bien me hubiera tocado presenciar aquel
terremoto junto a Betty, mi esposa. Por otra parte, siempre recuerdo las lecturas de Rubén
Darío cuando yo estaba en Michoacán; un día me tocó un diálogo con el poeta argentino
Jorge Luis Borges en Nueva York, le hablé de los provincianos de París, y Borges en broma
comentó: “Y los parisinos de Managua”, aunque sabemos que Rubén nació en Ciudad Darío,
que antes se llamó Metapa.
¿Cómo nace su relación con Borges?
Lo conocí cuando yo daba clases en la Universidad de Nueva York, ahí lo vi varias veces, un
día desayuné con él, fui a sus recitales, me interesaba mucho el personaje Borges, y luego
lo invité a que asistiera al Festival Internacional de Poesía en Morelia, Michoacán, en 1981.
Borges llegó a conocer al cineasta español Luis Buñuel (1900-1983) y al poeta belga
nacionalizado francés, Henri Michaux (1899-1984). Una vez le pregunté su opinión a
Buñuel acerca de Borges, muy categórico dijo: “Detesto a los ciegos”. Me recordó a su
película Los olvidados cuando dice: “Todos son unos canallas”.
Usted también fue gran amigo de Buñuel, él quería hacer su testamento fílmico
basado en una obra suya.
Sí, era basado en El último Adán, libro que ya está agotado. Ambos coincidíamos en una
visión apocalíptica de que el fin del mundo será obra del hombre y no de Dios. Recuerdo
que en los ochenta cuando se realizó la obra de teatro Moctezuma, basado en un libro mío,
se preparó una función privada para Luis Buñuel, quien se sentó a mi lado y me dijo: “Seré
muy franco contigo, si ves que me desconecto el auricular (porque ya se estaba quedando
sordo), es que tu obra no me gusta; y si ves que me levanto y salgo sin decir palabras, no
preguntes nada, significa que tu obra es una mierda, ¿estás de acuerdo?
Al final se quedó en toda la función y me dijo: “Tú eres un poeta surrealista”. Yo protesté
diciendo que no lo era. “Vaya, hombre, toma el elogio, porque para mí decir que alguien es
un poeta surrealista es el mejor elogio”, dijo. El testamento fílmico no se llegó a realizar ya
que Luis estaba muy enfermo y cercano a su muerte, lo que hizo fue escribirme una carta
acerca de sus impresiones de El último Adán.
Su nuevo libro saldrá a inicios de 2011, mientras espera que salga la publicación,
¿a qué se dedica?
Estuve desde 2007 hasta febrero de 2011 como Embajador de México en la UNESCO, pero
mi profesión principal es la poesía y por eso sigo escribiendo, para mí la poesía es una
forma de vida, una forma de conocimiento del mundo, del tiempo y de mí mismo. La poesía
es la materia de que está hecha la tierra, están hechos el espacio y el tiempo, y, sobre
todo, los sueños. Si al término de mi vida Dios me preguntara qué hiciste en vida hijo, le
diría, ser poeta.
Carta inédita escrita por Luis Buñuel
antes de morir
“El último Adán”, de Homero Aridjis
Querido amigo: He aquí en algunas líneas lo que ya le dije sobre mis
impresiones después de la lectura de su libro. Pue- v. suprimir lo que juzgue
inútil.
"El apocalipsis será obra del hombre y no de Dios lo que a mi juicio es una
verdad absoluta. Esa es la gran diferencia entre el delirio apocalíptico del
ÚLTIMO ADÁN y la mediocre descripción apocalíptica de San Juan. Sin duda, la
imaginacio humana se ha enriquecido al paso de los siglos.
El último Adán, ya su Eva desaparecida, recorre bajo un cielo oscuro y humo
denso xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx, ciudades destruidas, campos yertos, atraviesa
grupos humanos despavoridos, siempre con el pelo y cejas quemadas, vacías
sus órbitas y vientres de pellejo colgante. Volcanes en erupción y entrechocar
de grietas telúricas dificultan su marcha, humo, cenizas, esqueletos, miembros
humanos por doquier y sobre todo la horrible putrefacción de la carne que yo
llamo “olor dulzón de la eternidad”.
“La sonrisa inumerable del mar”, del Homero griego se ha extinguido y ahora es
sólo negrura y caos.
La narrativa es una permanente i obsesiva reiteración que a mi juicio contribuye
poderosamente a la terrible atmósfera de ese apocalipsis delirante de Aridjis
cuyo título podría ser también “¿Dies irae, dies illa, solvet saeclum in favilla”. (1)
Luis Buñuel
(1) He suprimido lo de “teste David cum Sibylla, porque me parece idiota.
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⇒ CRISTINA FERNÁNDEZ CUBAS: La mujer de todos los cuentos
⇒ HOMERO ARIDJIS: Diario de sueños
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Narrativa
"El actor representado
en la sangre del autor" (texto inédito)
Mario Bellatin
La obra de Mario Bellatin es marcadamente experimental, plantea un juego lúdico
entre realidad y ficción, con referencias apócrifas, crónicas, biografías o documentos
científicos o inventados, provocando así situaciones inverosímiles e incluso graciosas.
Pero la crítica considera a este autor mexicano como "un autor de culto, inclasificable,
extraño, raro", si bien para Mario nada de lo anterior tiene sentido. “A mí lo único que
me importa es seguir escribiendo”, enfatiza. Mientras él escribe, su obra continua
irrumpiendo con fuerza y arrasa lo estandarizado y heredado. Este texto compartido
con Carátula es prueba de ello.
MARIO BELLATIN (Ciudad de
México, México, 1960), escritor
mexicano de padres peruanos.
Estudió Teología y Ciencias de la
Comunicación en la Universidad de
Lima. En éste país publicó sus
primeras novelas, Mujeres de sal
(1986), Efecto invernadero (1992),
Canon perpetuo (1993), Salón de
Belleza (1994) y Damas chinas
(1995). Más tarde viajó a México,
dónde edita, Poeta ciego (1998),
Salón de belleza (1999), El jardín de
la señora Murakami (2000), Flores
(Premio Xavier Villaurrutia, 2002),
Perros héroes (2003) y Lecciones
para una liebre muerta (2005).
En 2000 fue finalista del Premio
Medicis a la mejor novela extranjera
publicada en Francia y ha recibido
también el Premio Mazatlán de
Literatura por El Gran Vidrio.
Su obra ha sido traducida al alemán,
inglés y francés y ha aparecido en
varias antologías. Es también
fundador de la Escuela Dinámica de
Escritores.
Ha sido director del Área de
Literatura y Humanidades de la
Universidad del Claustro de Sor
Juana y es miembro del Sistema
Nacional de Creadores de México.
Nota: Para cambiar de página, dar clic en las esquinas de cada página, como libro virtual.
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En esta edición de Narrativa
⇒ MARIO BELLATIN: "El actor representado en la sangre del autor" (inédito)
⇒ ALBERTO CHIMAL: "El señor de los perros" (cuento inédito)
⇒ MARINA PORCELLI: "Primera lluvia", de Corazón ausente (novela inédita)
⇒ YORDIS MONTESERÍN: "Retrato de familia junto a una puerta de hospital"
(cuento inédito)
⇒ LUIS BÁEZ: Dos cuentos de El patio de los murciélagos (2010)
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» Narrativa
"El señor de los perros" (cuento inédito)
Alberto Chimal
Alberto Chimal ha destacado como escritor desde finales de la década pasada, cuando
recibió la beca para jóvenes creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes,
el Premio de Cuento Benemérito de América y el Premio Nacional de Cuento otorgado
por el Instituto Nacional de Bellas Artes. Presente en diversas antologías y con libros
como Gente del mundo (1998) y Grey (2006), la crítica le ha considerado como "quizá
el más notable narrador de su generación en el país", con una obra "excéntrica", más
cercana a la literatura fantástica que a los temas habituales de la literatura mexicana
actual. En este número de Carátula presentamos un cuento inédito, "El señor de los
perros".
ALBERTO CHIMAL (Toluca, México,
1970) es autor de más de una
docena de libros de narrativa,
ensayo y dramaturgia, entre ellos
Los esclavos (novela, 2009), La
cámara de maravillas (ensayo,
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En esta edición de Narrativa
⇒ MARIO BELLATIN: "El actor representado en la sangre del autor" (inédito)
⇒ ALBERTO CHIMAL: "El señor de los perros" (cuento inédito)
⇒ MARINA PORCELLI: "Primera lluvia", de Corazón ausente (novela inédita)
⇒ YORDIS MONTESERÍN: "Retrato de familia junto a una puerta de hospital"
(cuento inédito)
⇒ LUIS BÁEZ: Dos cuentos de El patio de los murciélagos (2010)
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Narrativa
"Primera lluvia", capítulo quinto
de la novela inédita Corazón ausente
Marina Porcelli
La escritora argentina Marina Porcelli, quien actualmente disfruta de una beca del
Programa de Residencias Artísticas para Creadores de Iberoamérica en México,
comparte con Carátula el capítulo quinto de la novela inédita Corazón ausente,
"capítulo breve con una indicación al título y da cuenta del tono de la historia. El
argumento: una historia de amor que se derrumba, en un balneario de Buenos Aires,
el último diálogo entre los dos", señala la autora.
MARINA PORCELLI (Buenos Aires,
1978).
Cursó estudios de Historia en la UBA;
actualmente colabora con el
suplemento Laberinto de México, y
dicta talleres de lectura y escritura.
Dirigió la revista Lanzallamas
durante 2003; en 2004-2005, fue
becaria del Centro Cultural de la
Cooperación de Buenos Aires.
Sus relatos y trabajos ensayísticos
han sido publicados en diferentes
revistas y antologías (Argentina,
México, Cuba y España). En 2009,
publicó De la noche rota, su primer
libro de cuentos.
Ha obtenido diversos premios en los
certámenes Julio Cortázar, La
Habana, Cuba (2007 y 2010); en el
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Premio Crepúsculo y en el Concurso
Leopoldo Marechal, de Buenos Aires
(2008 y 2009, respectivamente),
entre otros, todos en el género
cuento.
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En 2010 fue elegida para participar
del Programa de Residencias
Artísticas para Creadores de
Iberoamérica en México.
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⇒ MARIO BELLATIN: "El actor representado en la sangre del autor" (inédito)
⇒ ALBERTO CHIMAL: "El señor de los perros" (cuento inédito)
⇒ MARINA PORCELLI: "Primera lluvia", de Corazón ausente (novela inédita)
⇒ YORDIS MONTESERÍN: "Retrato de familia junto a una puerta de hospital"
(cuento inédito)
⇒ LUIS BÁEZ: Dos cuentos de El patio de los murciélagos (2010)
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Narrativa
"Retrato de familia junto
a una puerta de hospital" (cuento inédito)
Yordis Monteserín
"Pero supongamos que existe alguien con un don para prever estas cosas. No
controlarlas; más bien... como echar un vistazo. Supongamos que esa persona se te
acerca y trata de advertirte, reclama tu atención. Sin misterios, sin bolas de cristal ni
líneas de la mano. Sólo unas pocas palabras, sólo eso. No lo escucharías, ¿verdad?",
inicia interrogando Yordis Monteserín en este cuento inédito que comparte con los
lectores de Carátula.
YORDIS MONTESERÍN (Cuba, 1983)
es Ingeniero en Ciencias Informáticas
y profesor de la Universidad de
Guantánamo.
Pertenece a la Asociación de Jóvenes
Artistas Hermanos Saíz desde el
2006 y es egresado del Centro de
Formación Literaria Onelio Jorge
Cardoso, 2006.
Ha recibido el Premio de Cuento de
la revista El Mar y la Montaña
(2007), el Premio de Narrativa Sed
de Belleza (2008) y el Primer Premio
de cuento Mangle Rojo (2008).
Participó en el Primer Festival
Internacional de Jóvenes Narradores
de La Habana en el 2008.
Ha publicado el libro de cuentos
Farewell en re menor (Ed. Sed de
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Belleza, 2008) y cuentos y artículos
en las revistas El Cuentero, La Letra
del Escriba, Cauce, El Mar y La
Montaña, entre otras.
El libro Las almendras son amargas
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se encuentra en proceso de edición
por la editorial El Mar y La Montaña.
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⇒ MARIO BELLATIN: "El actor representado en la sangre del autor" (inédito)
⇒ ALBERTO CHIMAL: "El señor de los perros" (cuento inédito)
⇒ MARINA PORCELLI: "Primera lluvia", de Corazón ausente (novela inédita)
⇒ YORDIS MONTESERÍN: "Retrato de familia junto a una puerta de hospital"
(cuento inédito)
⇒ LUIS BÁEZ: Dos cuentos de El patio de los murciélagos (2010)
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» Narrativa
Dos cuentos de El patio de los murciélagos (2010)
Luis Báez
Presentado recientemente a finales del mes pasado, El patio de los murciélagos de
Luis Báez (Jinotepe, 1986) es, a criterio del crítico Anastasio Lovo , una "sorprendente
colección de relatos que tejen las hebras más rojas y terribles de la historia nacional,
la saga familiar y la autobiografía personal (...) que manifiestan una inusual
responsabilidad literaria en escritores noveles, desafortunados coetáneos de un
tiempo de incertidumbre, desperdicio y marginalia". Para Carátula, Luis comparte dos
relatos de su ópera prima.
LUIS BÁEZ (Managua, 1986).
Narrador nicaragüense, nacido en
Managua el 27 de noviembre de
1986. Algunos de sus textos han sido
publicados en El Nuevo Amanecer
Cultural, www.soul-lotus.com, www.
revistasoma.net y su blog personal
www.luisbaezp.blogspot.com.
Actualmente vive en Jinotepe,
pueblo del Pacífico sur de Nicaragua,
donde también vive su hija, y cursa
estudios de Filosofía en la
Universidad Centroamericana (UCA)
de Managua.
Es coeditor de la revista SOMA.
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La colección de relatos El patio de
los murciélagos (Uruk Editores, San
José, 2010) es su primera
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publicación.
Enlaces:
» Revista SOMA
» Blog personal del autor
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⇒ ALBERTO CHIMAL: "El señor de los perros" (cuento inédito)
⇒ MARINA PORCELLI: "Primera lluvia", de Corazón ausente (novela inédita)
⇒ YORDIS MONTESERÍN: "Retrato de familia junto a una puerta de hospital"
(cuento inédito)
⇒ LUIS BÁEZ: Dos cuentos de El patio de los murciélagos (2010)
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» Homenaje a Claribel
Vía única
Francisco Ruiz Udiel
Segundo poemario de Claribel Alegría, publicado en la ciudad de México, en 1953, por
Ediciones Poesía de América.
En las cercanías de la Catedral de Notre-Dame de
París, Claribel escribió unos de sus grandes poemas
de amor: “Aunque dure un instante”. Ante la imagen
móvil de la eternidad, eso que Platón describe como el
tiempo, la palabra inscribe su presencia sobre la
CLARIBEL ALEGRÍA (Estelí, 1924).
"Claribel ha sido siempre un alma
realidad, el momento vívido irrepetible.
repartida, y compartida, que es
salvadoreña con dolor salvadoreño, y
nicaragüense con dolor
nicaragüense", escribió una vez
Sergio Ramírez.
Pero el amor no es la vía única; en este poemario la memoria familiar deja su legado en los
poemas “El abuelo” (Federico Vides) y “Se hace tarde, doctor” (se refiere a su padre, Daniel
Alegría).
Claribel Alegría nació en Estelí,
Nicaragua en 1924, pero vivió en El
Salvador desde los nueve meses.
Actualmente reside en Nicaragua.
Ambos poemas rescatan un pasado que nos llevan al siglo XIX a través del bisabuelo José
María Vides, que durante un viaje a Francia se hizo tan amigo del escritor Alphonse de
Lamartine (1790-1869), que éste le obsequió sus obras completas.
Obtuvo en el 2005 el Premio
Internacional Neustadt, el galardón
más importante que se entrega en
José María, de origen español, se casó con una india salvadoreña llamada Juana Carballo,
EE.UU. a escritores, poetas o
mujer que pertenecía a la clase económica privilegiada y que con su fortuna envió sus hijos
dramaturgos no nacidos en el país y
a estudiar a Europa. De este matrimonio nació Federico Vides, quien se dedicó a la prosa y
a menudo considerado como el
a la ciencia. También fue médico y farmacéutico, aunque no ejerció su profesión.
"Nobel americano".
En tanto, Daniel Alegría tenía la fama de ser el mejor médico en toda Centroamérica y de
A sus 82 años de edad, Claribel
ser un hombre incorruptible, quien a sus 17 años luchó junto al prócer nicaragüense
inspira serenidad, ternura y respeto.
Benjamín Zeledón (1879-1912).
En Nicaragua le decimos Su Majestad.
En la década de los 20 del siglo XX, Nicaragua estaba invadida por los marines y en Estelí,
la familia de Claribel era acosada constantemente por aquéllos, quienes ejercían presión
para silenciar a su padre, agitador y crítico de la ocupación yanqui.
Enlaces:
» Leer biografía / bibliografía
detallada de Claribel publicada en la
En un episodio la madre salvadoreña, Ana María Vides, cargada a la pequeña Claribel de
primera entrega de estos homenajes
cuatro meses, cuando los marines dispararon sobre su cabeza con la intensión de asustarla.
(Carátula, edición #35), recopilada
Aquél fue el motivo del exilio hacia Santa Ana, El Salvador. Daniel Alegría las seguiría cinco
por Arnulfo Agüero
meses después.
Luego en Nicaragua, tras la llegada del dictador Anastasio Somoza García, en 1936, éste le
propuso a Daniel Alegría, que fuera Embajador de Nicaragua en El Salvador, a lo que él
respondió: “Jamás seré una herramienta de tiranos”.
En “Se hace tarde, doctor”, Claribel recordará a su padre y su viaje hacia el exilio: “Llegó
hasta El Salvador sobre una mula. / Venía de Estelí, / de Nicaragua, / de aquella tierra
azul / con olor a becerros / y a tiste”.
Poemas de Vía única
Colección carabela / Editorial ALFA /
Montevideo, Uruguay / Septiembre 1965 /
Fotografía de portada es de N. Ojeda
FRANCISCO RUIZ UDIEL (Estelí,
Nicaragua 1977).
1.
2.
3.
4.
5.
6.
PIRUETAS EN UNA SALA DE ESPEJOS
AUNQUE DURE UN INSTANTE
EL ABUELO
SE HACE TARDE, DOCTOR
MORNING THOUGHTS
DOCUMENTAL
Realizó estudios de poesía bajo la
tutela de su mentora, la poeta
nicaragüense Claribel Alegría,
discípula del Nobel español Juan
Ramón Jiménez.
Arriba | PIRUETAS EN UNA SALA DE ESPEJOS | AUNQUE DURE UN INSTANTE | EL ABUELO |
Ha publicado el poemario “Alguien
SE HACE TARDE, DOCTOR | MORNING THOUGHTS | DOCUMENTAL | Comentarios
me ve llorar en un sueño” (Premio
Internacional Ernesto Cardenal de
Poesía Joven 2005). También publicó
PIRUETAS EN UNA SALA DE ESPEJOS
“Retrato de poeta con joven
No ha sucedido aún,
errante”, antología poética de su
sin embargo me veo
generación con prólogo de Gioconda
entre el humo de las locomotoras,
Belli. Su obra aparece publicada en
las voces,
la antología La poesía del siglo XX en
el ir y venir de los pasajeros.
Nicaragua (Editorial Visor, España
O en un muelle vacío.
2010).
Tu pañuelo,
tú,
mi barco alejándose,
el enlutado grito de mi barco.
Actualmente es editor de www.
caratula.net, revista cultural
centroamericana, y Jefe de
Redacción de la revista El hilo azul,
Poco a poco el invierno
ambas dirigidas por el escritor Sergio
me ha ido desgastando:
Ramírez. También es periodista
sus árboles negros,
colaborador de El Nuevo Diario, de
su agua lodosa
Nicaragua y labora como Relacionista
lamiendo piedras,
Público del Centro Nicaragüense de
la bruma tumbada
Escritores.
sobre un horizonte de alambres
y chimeneas.
Un abismo a mi lado.
No lo ven los demás.
Un abismo de voces,
de ojos,
de fantasmas.
Siguen brotando manos.
La mano de Eugenia,
su temblor.
La mano de mi hija,
su dibujo.
Todas las manos pidiéndome,
exigiéndome,
y yo no soy capaz.
Todas las manos como plagas,
incendios,
cataclismos que me acechan,
me desnudan,
me estrujan.
Llevo tu rostro barajado
con vitrinas ortopédicas,
señas de tránsito,
anuncios de aspirina.
Soy el agua,
la espuma,
esa nube en el cielo.
No ha sucedido aún,
y ya pienso en nuestro amor,
en los días,
las horas de nuestro amor
como si el libro se hubiese cerrado
definitivamente.
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SE HACE TARDE, DOCTOR | MORNING THOUGHTS | DOCUMENTAL | Comentarios
AUNQUE DURE UN INSTANTE
Ahora,
mientras el río de obsidiana
nos refleja,
quiero hablarte de amor,
de nuestro amor,
de los diversos hilos
de su trama,
del amor que se toca
y es herida
y que también es vuelo
y es vigilia.
Sin él,
el verde de las hojas
no tendría sentido,
ni el farol de la calle
iluminando el agua,
ni la imagen ondeante
de la iglesia.
Mi amor es la escudilla
en la que tú dejaste una moneda,
la moneda tañéndome que existo,
la trenza que forjan las palabras,
el vino,
el mar desde la mesa,
los malentendidos,
los días
en que nos damos cuenta
que ya no somos uno,
que estamos alejados
irremediablemente.
Ayer,
desde mi exilio,
inventé que llegabas.
Salí del hielo,
espanté pingüinos,
desplacé a las estrellas
acechando tu desembarco.
Quería ayudarte a plantar banderas,
celebrar de rodillas
el milagro.
Ahí quedé
con mis señales.
¿Te sorprende mi vértigo?
Estoy hablando de eso:
de la alegre punzada
de saber que sí,
que de pronto es verdad,
que no estoy sola,
que estamos juntos bajo el árbol
con mi mano en tu mano,
que nos refleja el río,
que ahora,
en este instante,
en este ahora,
aunque dure un instante,
estás conmigo.
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SE HACE TARDE, DOCTOR | MORNING THOUGHTS | DOCUMENTAL | Comentarios
EL ABUELO
Me mira,
desde un daguerrotipo
con el marco ovalado.
La figura frágil,
apoyada su mano
sobre el espaldar barroco
de una silla,
la garganta hundida
detrás de un cuello muy alto.
Para mí fue el tronco,
el único abuelo.
Nació gran señor.
Su vida,
una lenta bancarrota.
En la casa de paredes añosas
de un metro de ancho,
sentados sobre el poyo
de la ventana,
me contó de su tía,
de cómo enrollaba hojas
de tabaco
y asoleaba en el patio
sus monedas de plata.
Desde el avión que llega,
que me trae,
adivino su gesto.
Me siento lejos de él.
Imagino el paisaje
caminado a paso de hombre:
las hojas,
la yerba,
la tierra oscura,
volcánica,
las chozas con su cerco
de izote.
Vivió París:
Le Bois de Boulogne en carruaje,
conciertos,
champagne,
un Don Juan salvadoreño
con sombrero de copa
y con bastón.
Soy fruto de su derrota,
segunda cosecha
de sus años grises.
Ante el alto escritorio,
sin notar la penumbra
que crecía,
recitaba en voz lenta
Lamartine.
No supo darse cuenta.
Le quitaron sus fincas
los banqueros.
Las bodegas,
los cofres
se quedaron vacíos.
Siguió ensimismado
entre sus libros,
musitando a Voltaire
y a Buffon:
en su gran biblioteca,
desvalido.
Se vendieron las sábanas de lino,
el servicio de plata,
renunciaron los hijos
a estudiar secundaria
y falleció la abuela.
Van a construir un techo
sobre el patio.
El nuevo dueño alaba el escritorio.
Tiene varios cajones
para libros de cuentas.
Sonrío,
digo que sí.
Paso mi mano
por la madera.
Miro el polvo,
el blanco polvo centenario.
Dibujo con el dedo
una muñeca,
una niña de trenzas
y falda corta.
Sonrío,
digo que sí,
que cómo no,
que por supuesto.
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SE HACE TARDE, DOCTOR
Llegó hasta El Salvador sobre una mula.
Venía de Estelí,
de Nicaragua,
de aquella tierra azul
con olor a becerros
y a tiste.
Estudió bajo la luz de los faroles.
Ganó medalla de oro.
Pero no.
Quiero ser más precisa.
Lo veo,
llevándonos a cuestas por el patio,
haciendo de león para asustarnos,
mirándome a los ojos y diciendo:
"Para un viejo
una niña
siempre tiene el pecho de cristal."
Recuerdo:
mi sofocante asombro,
mis preguntas,
las paredes de cal,
mis pantorrillas
que nunca me engordaban,
los arcos,
el jazmín,
el porte de mi madre,
su manojo de llaves
en el cinto.
A veces, por la noche,
mientras la luna
alumbraba los gatos de las tejas
y se oía chirriar a las cigarras,
nos habló de Sandino,
de sus hombres,
de las largas marchas por la selva,
de los marinos yanquis,
desde arriba silbando sus helldivers
para herir la columna.
Nos hablaba también de la cesárea,
de descubrir al niño acurrucado.
En días de neblina
subimos al volcán,
el rocío lamiéndome las piernas,
con orquídeas las ramas
y con musgo.
Subíamos al sol,
hasta la cumbre,
otra vez hasta el sol de Centroamérica.
Yo quería correr,
era el ama de casa;
salir a buscar nidos,
alisaba el mantel.
Mi hermano, canturreando,
hacía saltar piedras
sobre el lago de azufre,
de esmeralda.
Tu aire de patriarca
nos cohibía.
Presidías la mesa
como un señor feudal.
Quiero hablarte de mí,
de cómo soy.
Conservo mi egoísmo,
sigo haciendo complots
para ganar cariño.
Se hace tarde, doctor.
Los dos amanecimos
junto a un niño enfermo,
nos aburrimos
entre gentes extrañas,
hicimos el ridículo,
tropezamos,
caímos,
tuvimos que aceptar.
Me legaste riquezas:
Sandino, por ejemplo,
la unión de Centroamérica,
el afán de tener una cesárea.
El exilio nos duele.
Nos incomoda a veces
nuestro papel de padres.
Sigo pensando en mí con prioridad.
No soy tu hija ahora,
Soy tu cómplice,
tu socio.
Mis derrotas,
mis luchas,
me han hecho el llanto fácil.
Pienso en ti mientras digo.
Pienso en mí,
en las cosas que ocurren.
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SE HACE TARDE, DOCTOR | MORNING THOUGHTS | DOCUMENTAL | Comentarios
MORNING THOUGHTS
Hoy la luz es lechosa.
Me llegan titilando los olores.
Las cosas que recuerdo
—como un potrillo torpe
asaltaba el regazo de mi madre—
¿No lo sentiste así?
En un salón ruidoso
te encontré.
Hablamos de la India,
de T. S. Eliot,
del neorrealismo italiano.
Desde mis veinte años te miraba,
desde mi soledad
y mi deseo.
Surgen ahora rostros:
fatigadas meseras
retirándome hostiles
el menú,
empleadas de almacén
que me llamaban "honey".
En medio del asfalto
me ofreciste una encina.
Fue solamente un préstamo,
un pagaré a cobrar.
Con retazos de olores,
con cumplidos,
cada uno midió su desamparo.
Me fastidian los pájaros que chillan,
tus ideas políticas,
ese cuadro torcido.
Fuimos dos soledades
impermeables.
Con sigiloso empeño
hicimos presupuestos
y el amor.
Aprendí que reírse alivia,
que el calor de tu piel,
sin palabras,
sin sexo,
me disfraza el vacío.
Soy una boya,
un corcho
que se levanta
y cae,
un ala templada por el viento,
un grito ronco,
inútil,
mendigando ternura.
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DOCUMENTAL
Sé conmigo una cámara.
Fotografiemos la guarida,
la hormiga reina
expulsando sacos de café,
nuestro país.
Estamos en el corte.
Enfoca sobre esa familia que duerme
obstruyendo la zanja.
Ahora,
en medio de los árboles:
los dedos rápidos,
morenos,
manchados de miel.
Cambia de cuadro:
la fila de hombres hormiga
que bajan la quebrada
con sacos de cereza.
Un contraste:
muchachas vestidas de colores
ríen, charlan,
recogen granos en canastos.
Más cerca.
Un close up de la madre encinta
dormitando en la hamaca.
Enfoca bien las moscas
que salpican su rostro.
Corta.
La terraza de mosaicos lustrados
protegida del sol.
Criadas de cofias blancas
nutren a las damas
que juegan canasta,
celebran invasiones
y se duelen de Cuba.
Izalco duerme
bajo el ojo del volcán.
Un rugido subterráneo
lo sacude.
Con su carga de sacos,
camiones y carretas
chirriando cuesta abajo.
Además de café
se siembran ángeles
en mi país.
Un coro de niños
y mujeres,
con el cajoncito blanco
se apartan respetuosos
mientras pasa el café.
Las mujeres del río
lavan su ropa
desnudas hasta la cintura.
Canjean los choferes
alegres obscenidades
por insultos.
En Panchimalco,
padeciendo que cruce la carreta,
un campesino
con las manos atadas
por los pulgares
y su escolta de guardias,
pestañea al avión:
abeja rebosante
de caficultores
y turistas.
Se detiene el camión en el mercado.
Un panorama de iguanas,
gallinas,
tasajo,
canastos,
rimeros de nances,
nísperos,
naranjas,
zunzas,
zapotes,
quesos,
bananas,
perros, pupusas, jocotes,
olores ácidos,
melcochas,
orines, tamarindos.
El café doncella
baila en el beneficio.
Lo desnudan,
lo violan,
lo tienden en los patios
y se adormece al sol.
Las bodegas oscuras
se iluminan.
Desprende el café oro
reflejos de malaria,
de sangre,
de analfabetismo,
de tuberculosis,
de miseria.
Sale rugiendo
el camión
de la bodega.
Bramando cuesta arriba
sofoca la lección:
A de alcoholismo,
B de bohío,
C de cárcel,
D de dictadura,
E de ejército,
F de feudo de catorce familias
y etcétera, etcétera, etcétera.
País etcétera,
país llaga,
niño,
llanto,
obsesión.
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en esta edición de Homenaje a Claribel
⇒ FRANCISCO RUIZ UDIEL: Acuario y Huésped de mi vida
⇒ FRANCISCO RUIZ UDIEL: Vía única
⇒ CLARIBEL ALEGRÍA: 3 poemas inéditos del poemario Otredad
© CARÁTULA, 2004-2011. Cada autor es responsable de sus comentarios.
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» Homenaje a Claribel
Acuario y huésped de mi tiempo
Francisco Ruiz Udiel
"A veces – dice Claribel Alegría – se me vienen muchos sollozos internos, no sé de
dónde vienen, son como tristezas de otras vidas”.
El tiempo es el tema que unifica Acuario
(1955) y Huésped de mi tiempo (1961), dos
poemarios de Claribel Alegría. Acuario es una
metáfora de la soledad. En este libro se
manifiesta una profunda necesidad de
encontrase a sí misma a través de la epístola
CLARIBEL ALEGRÍA (Estelí, 1924).
"Claribel ha sido siempre un alma
como un aliado para dialogar con el tiempo,
esa línea vertical que resuelve diáfanas o
tormentosas las experiencias de la vida.
Asimismo, el tono elegíaco empieza a
manifestarse en poemas como “El mar”, en el
repartida, y compartida, que es
salvadoreña con dolor salvadoreño, y
nicaragüense con dolor
nicaragüense", escribió una vez
Sergio Ramírez.
que la sal se transforma en símbolo de lo
perdurable. Acuario fue editado en Chile por el
Claribel Alegría nació en Estelí,
judío-polaco Mauricio Amster, primero en
Nicaragua en 1924, pero vivió en El
referirse a Claribel y a Bud Flakoll como “Claribud”.
Salvador desde los nueve meses.
Actualmente reside en Nicaragua.
Seis años después, en 1961, apareció Huésped de mi tiempo. Ese mismo año Bud se
desempeñaba como Segundo Secretario de la Embajada de Norteamérica en Argentina,
Obtuvo en el 2005 el Premio
pero renunció a su cargo como una forma de protesta tras la invasión de Estados Unidos
Internacional Neustadt, el galardón
contra Bahía de Cochinos en Cuba.
más importante que se entrega en
EE.UU. a escritores, poetas o
Ya en Huésped de mi tiempo hay una mayor
conciencia del pasado; la poeta empieza a
aceptar con cierta determinación aquello que
dramaturgos no nacidos en el país y
a menudo considerado como el
"Nobel americano".
no puede cambiar, no como una forma de
resignación, sino como postura que la llevará a
A sus 82 años de edad, Claribel
descubrir otra identidad. En esta etapa se
inspira serenidad, ternura y respeto.
enfrenta al horror del vacío, del cual hablará en
En Nicaragua le decimos Su Majestad.
el poema “Aprendizaje”. Este poema reúne
grandes momentos que oscilan entre el amor y
Enlaces
la desesperanza; también recoge parte del
» Leer biografía / bibliografía
conflicto interno entre ser madre y amante a la
detallada de Claribel publicada en la
vez. Algo notable es el azar al final de algunos
primera entrega de estos homenajes
textos, que obligan a los poemas a tomar
(Carátula, edición #35), recopilada
giros inusitados. Al respecto, dice Claribel: “Es
por Arnulfo Agüero
que la poesía también es azar”.
Como resultado, la poeta adquiere una nueva piel; esta experiencia de mutación dará
pauta al poema “Autorretrato”, en el que describe cómo ha cambiado de formas, “de
nuevas danzas”, aunque esta identidad esté ahora acompañada por una oquedad que no
logra llenar. “A veces –dice Claribel– se me vienen muchos sollozos internos. No sé de
dónde vienen, son como tristezas de otras vidas”. Esta sensación hará que en el futuro sus
poemas se tornen más reflexivos.
Poemas de Acuario
Editorial Universitaria de Santiago de Chile /
Edición de Mauricio Amster / 1955
FRANCISCO RUIZ UDIEL (Estelí,
Nicaragua 1977).
1.
2.
3.
4.
5.
6.
ACUARIO
ESTE ESPEJO ME ENTIENDE
CARTA AL TIEMPO
MAR
ADAPTACIONES
DATOS PERSONALES
Realizó estudios de poesía bajo la
tutela de su mentora, la poeta
nicaragüense Claribel Alegría,
discípula del Nobel español Juan
Ramón Jiménez.
Arriba | Poemas de Acuario (1955): ACUARIO | ESTE ESPEJO ME ENTIENDE |
CARTA AL TIEMPO | MAR | ADAPTACIONES | DATOS PERSONALES |
Poemas de Húesped de mi tiempo (1961): VÍSPERAS DE VIAJE | AUTORRETRATO |
VECINDARIO | EPITAFIO PARA UN PERRO | ADAPTACIONES | Comentarios
Ha publicado el poemario “Alguien
me ve llorar en un sueño” (Premio
Internacional Ernesto Cardenal de
Poesía Joven 2005). También publicó
“Retrato de poeta con joven
errante”, antología poética de su
ACUARIO
Sólo tuve un gesto.
Y tuve miedo.
Apreté las rodillas
y me aferré a mi mundo,
generación con prólogo de Gioconda
Belli. Su obra aparece publicada en
la antología La poesía del siglo XX en
Nicaragua (Editorial Visor, España
2010).
a ese mundo de luz que nos rodea.
Actualmente es editor de www.
Y otra vez tuve miedo.
caratula.net, revista cultural
Vivir en un acuario es peligroso,
centroamericana, y Jefe de
expuesto a las miradas,
a los pedruscos agrios
Redacción de la revista El hilo azul,
que arrojan los vecinos,
a una frase tuya o quizás mía
que lo empañe
o lo rompa.
ambas dirigidas por el escritor Sergio
Ramírez. También es periodista
colaborador de El Nuevo Diario, de
Nicaragua y labora como Relacionista
Público del Centro Nicaragüense de
Sólo eso me queda
para mirar el mundo sin recelo.
Sólo eso, mi acuario,
para atenuar los golpes
y darme la medida
de todos los que salen
y vuelven a su mar,
y de los que se pierden
y mueren en las dunas.
Mi único refugio
¿lo comprendes?
y es tan fácil destruirlo.
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CARTA AL TIEMPO | MAR | ADAPTACIONES | DATOS PERSONALES |
Poemas de Húesped de mi tiempo (1961): VÍSPERAS DE VIAJE | AUTORRETRATO |
VECINDARIO | EPITAFIO PARA UN PERRO | ADAPTACIONES | Comentarios
Escritores.
ESTE ESPEJO ME ENTIENDE
Voy a llegar de noche,
Después de que hayan corrido los cerrojos,
después de las tertulias y los rezos.
Conozco bien las calles,
las recuerdo,
con su olor a verano
y mansedumbre.
No he podido cumplir
mi cita con la ceiba,
y ya esta soledad
me llega a las rodillas
y las dobla.
Desde mi puerta veo
procesiones de sombras,
y las voces son ecos,
y el viento se perfila
obtuso en las esquinas.
Volveré a mi ciudad
donde los rostros simples de las casas
nos invitan a entrar.
Este espejo me entiende.
Voy a buscar mi imagen
en las cosas de allá.
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CARTA AL TIEMPO | MAR | ADAPTACIONES | DATOS PERSONALES |
Poemas de Húesped de mi tiempo (1961): VÍSPERAS DE VIAJE | AUTORRETRATO |
VECINDARIO | EPITAFIO PARA UN PERRO | ADAPTACIONES | Comentarios
CARTA AL TIEMPO
Estimado señor:
Esta carta la escribo en mi cumpleaños.
Recibí su regalo. No me gusta.
Siempre y siempre lo mismo.
Cuando niña, impaciente lo esperaba;
me vestía de fiesta
y salía a la calle a pregonarlo.
No sea usted tenaz.
Todavía lo veo
jugando al ajedrez con el abuelo.
Al principio eran sueltas sus visitas;
se volvieron muy pronto cotidianas,
y la voz del abuelo
fue perdiendo su brillo.
Y usted insistía,
y no respetaba la humildad
de su carácter dulce
y sus zapatos.
Después me cortejaba.
Era yo adolescente
y usted con ese rostro que no cambia.
Amigo de mi padre
para ganarme a mí.
¡Pobrecito el abuelo!
En su lecho de muerte
estaba usted presente,
esperando el final.
Un aire insospechado
flotaba entre los muebles.
Parecían más blancas las paredes.
Y había alguien más;
usted le hacía señas.
Él le cerró los ojos al abuelo
y se detuvo un rato a contemplarme.
Le prohíbo que vuelva.
Cada vez que lo veo
me recorre las vértebras el frío.
No me persiga más,
se lo suplico.
Hace años que amo a otro,
y ya no me interesan sus ofrendas.
¿Por qué me espera siempre en las vitrinas,
en la boca del sueño,
bajo el cielo indeciso del domingo?
Sabe a cuarto cerrado su saludo.
Lo he visto el otro día con los niños.
Reconocí su traje:
el mismo tweed de entonces
cuando era yo estudiante
y usted amigo de mi padre.
Su ridículo traje de entretiempo.
No vuelva,
le repito.
No se detenga más en mi jardín.
Se asustarán los niños
y las hojas se caen:
las he visto.
¿De qué sirve todo esto?
Se va a reír un rato
con esa risa eterna
y seguirá saliéndome al encuentro.
Los niños,
mi rostro,
las hojas,
todo extraviado en sus pupilas.
Ganará sin remedio.
Al comenzar mi carta lo sabía.
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CARTA AL TIEMPO | MAR | ADAPTACIONES | DATOS PERSONALES |
Poemas de Húesped de mi tiempo (1961): VÍSPERAS DE VIAJE | AUTORRETRATO |
VECINDARIO | EPITAFIO PARA UN PERRO | ADAPTACIONES | Comentarios
MAR
Por la ausencia de tiempo
la alegría del mar es luminosa.
Amo esta roca lisa,
y amo también el verso
y el rosal.
Pero están como yo,
clavados a la tierra,
donde todo envejece
y se reduce a polvo.
No es un reloj la ola,
ni es la cuna del tiempo:
lo desgasta,
se burla,
lo golpea.
Desde aquí veo el mar,
su azul monotonía,
sus gaviotas.
Con el primer anfibio
alcanzamos la tierra.
Nos queda aún la sal en nuestra sangre,
y de pronto un afán de perdurar.
Es el agua del mar
la que se yergue en nubes
y arrastra las montañas.
Mis ojos,
nosotros,
las rocas.
El mar nos vuelve a él,
nos diluye en su flanco.
En la última piedra
va a deslizarse el tiempo hasta su meta.
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ADAPTACIONES
A diario me acompañan
la nevera,
la estufa,
y sus ángulos fijos
me entristecen los ojos.
Conozco algunas gentes
con rostros de cuchara,
y otras que se agrupan
como platos
y pulen sus sonrisas
y se trizan.
Y aburridas parejas
que se van destiñendo
y no se encuentran nunca.
Y hombres que rodean su vacío
de inaccesibles púas.
A veces se me ocurre
que es fácil ser armario
y dejarse llenar de telarañas,
o puerta que otros abren
y cierran a su antojo,
o estante con libros
y con polvo.
Yo podría ceder
y volverme utensilio.
Pero siempre está el mar,
y la hoguera,
y el trébol
tendiéndome su aroma,
y me desvío.
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CARTA AL TIEMPO | MAR | ADAPTACIONES | DATOS PERSONALES |
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DATOS PERSONALES
Tengo un metro cincuenta de estatura.
Ojos color castaño.
¿Me atreveré a reír,
a preguntar,
a destruir la armadura que me han puesto
y a gritar de vergüenza?
Sé leer y escribir,
mas no he podido aún olvidar mis rencores.
Nunca estuve en la cárcel.
¿A qué tantas contraseñas
si es más difícil que antes conocernos?
Por las noches me duele lo que he dicho.
En sueños me disfrazo.
Vivo un papel absurdo
del cual olvido el texto.
Me identifica un número
y me ahogo de sed.
Pero a pesar de todo surge el canto,
y no saben qué hacer en las aduanas
y lo dejan salir.
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Poemas de Huésped de mi tiempo
Editorial Américalee /
Argentina / 17 de abril de 1961
1.
2.
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5.
VÍSPERAS DE VIAJE
AUTORRETRATO
VECINDARIO
EPITAFIO PARA UN PERRO
ADAPTACIONES
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CARTA AL TIEMPO | MAR | ADAPTACIONES | DATOS PERSONALES |
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VECINDARIO | EPITAFIO PARA UN PERRO | ADAPTACIONES | Comentarios
VÍSPERAS DE VIAJE
Hoy tuve una caminata valparaisiana.
Sobre una taza de café
conversé contigo,
contigo que hace tanto que no veo.
En estos días agudamente sensitivos,
soy una serie
de explosiones sordas,
de derrumbes,
de cimientos frescos.
A cada paso tropiezo con sabores,
con olores que me cierran el camino.
Mientras empaco la porcelana,
pienso en la noche del viernes:
La figura de Salvador
bailando el tango, la timidez de Manolo.
¿Cuál de mis recuerdos llegará roto?
Hay una grieta por donde se me escapan,
por donde continuamente
pierdo diálogos y rostros.
Tengo miedo de quedarme indefensa,
de que el nuevo diluvio
me cubra totalmente
las antiguas señales
y se trastorne mi paisaje
y se me vuelva tierra hostil
y sin relieve.
Hoy pude encontrar
una tarde en Valparaíso:
un poco petrificada,
pero no importa.
Reconozco sus contornos:
los ojos de Mariluz,
su gesto
contra el fondo de hojalata
de una casa
que miraba a la bahía.
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AUTORRETRATO
Malogrados los ojos.
Oblicua la niña temerosa,
deshechos los bucles.
Los dientes, trizados.
Cuerdas tensas subiéndome del cuello.
Bruñidas las mejillas,
sin facciones.
Destrozada.
Sólo me quedan los fragmentos.
Se han gastado los trajes de entonces.
Tengo otras uñas,
otra piel.
¿Por qué siempre el recuerdo?
Hubo un tiempo de paisajes cuadriculados,
de gentes con ojos mal puestos,
mal puestas las narices.
Lenguas saliendo como espinas
de acongojadas bocas.
Tampoco me encontré.
Seguí buscando
en las conversaciones con los míos,
en los salones de conferencia,
en las bibliotecas.
Todos como yo
rodeando el hueco.
Necesito un espejo.
No hay nada que me cubra la oquedad.
Solamente fragmentos y el marco.
Aristados fragmentos que me hieren
reflejando un ojo,
un labio,
una oreja.
Como si no tuviese rostro,
como si algo sintético,
movedizo,
oscilara en las cuatro dimensiones
escurriéndose a veces en las otras
aún desconocidas.
He cambiado de formas
y de danza.
Voy a morirme un día
y no sé de mi rostro
y no puedo volverme.
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CARTA AL TIEMPO | MAR | ADAPTACIONES | DATOS PERSONALES |
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VECINDARIO
Es como si de pronto
hubiese puesto el pie
sobre un alambre de tensión muy alta.
Como si mil agujas me picasen la piel.
Temo a las gentes
que no han sentido nunca un choque
eléctrico,
que no han caído en un pozo de agua fría.
Debiera tenerles piedad,
pero les temo.
Me recuerdan la muerte.
Vivo en un vecindario de muertos.
Las flores,
las hojas,
el viento,
luchan contra ellos.
La muerte cuelga como el humo
y cubre mi vecindario.
Todos los días
converso con los muertos.
Con los muertos de ojos vacíos
y ademanes indecisos.
Sufro el contagio a veces.
He visto morir a mis amigos.
Les he hablado después.
He ido a sus casas
y he bebido el té con ellos.
Pero es distinto ahora.
Un fragmento de nube
divide el cielo azul.
La gaviota ha caído
con su triunfante grito
al siempre mar de siempre
recién nacido, tibio.
Me ha vuelto a quemar
la vida
y llevo su relámpago en los ojos.
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CARTA AL TIEMPO | MAR | ADAPTACIONES | DATOS PERSONALES |
Poemas de Húesped de mi tiempo (1961): VÍSPERAS DE VIAJE | AUTORRETRATO |
VECINDARIO | EPITAFIO PARA UN PERRO | ADAPTACIONES | Comentarios
EPITAFIO PARA UN PERRO
A Erik
CUANDO muere un perro
queda muerto.
Lo podré arreglar
me asegurabas;
como si fuese de resortes
y engranajes.
La palabra muerte
dejándote su marca.
Tiene un filo amargo,
un sentido de culpa
y de final.
Lo llevaremos a enterrar.
Hay un hoyo en el fondo
con orillas de barro.
Un hoyo boquiabierto
donde acaban los perros.
No me miras como antes.
Tus juegos infantiles
ya teñidos de muerte.
Hemos quedado solos:
tú,
yo,
mirándonos de lejos
a través de la fosa.
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Adaptaciones
No puedo recordar
qué nos dijimos,
cómo pasó.
Eran largos mis trajes.
Me peinaba de moño.
Pasó.
Eso fue todo,
cuando era yo inocente.
Hubo presagios:
una avidez de calles,
de caminatas largas,
de estrujar hojas secas.
Sentada en mi colina
veía atardecer.
Era terso el paisaje:
azul morado,
azul espeso.
Habría sido difícil no amar
con ese tiempo,
ese paisaje
y mi inocencia.
Comencé a conocerme.
Esperaba a mi hija con asombro.
Fui creciendo con ella.
Descubrí mis dedos,
recogía minucias con mis dedos
y me alegraba.
Me espantó el crujir de la madera,
reía de mi espanto,
registraba las voces
y los gestos.
Lo otro
pudo haber sido un accidente.
Pero aquí,
ante mí,
mi hija.
Cerraba el destino una puerta
y me abría otra.
Vino después un tiempo de conciertos,
de bailes,
de señores besándome la mano,
de matronas con tiara
y sonrisas de cóctel.
Comencé a distanciarme.
Fue un tiempo de celos
y desacuerdos
y vacío.
Una tarde al volver
apenas lo alcanzaba.
Lo llamé a voces,
"Hablemos", dije.
"¿Quién eres?"
El oficio de madre es honorable,
además, necesario.
Y el de mujer también,
y el de vecina.
No quedan huecos en mi día.
Todos mis huecos se llenan
de uñas rotas,
de verduleros,
de recibos que hay que pagar.
Me voy gastando en eso,
voy dejando residuos
en todos los rincones.
Me descubro
en la mesa del comedor
mientras sacudo,
en los uniformes de los niños,
en los cuellos de las camisas.
No me encuentro por días.
Paso delante del espejo
sin reflejar mi imagen.
No tengo tiempo
de conversar conmigo.
Ni falta me hago a veces.
Vivo cuando me premian
con puestas de sol
y risas de mi niño.
Acepto pleitos,
insomnios,
desengaños.
No puedo tolerar la indiferencia.
A veces mi marido
con un aire de sabio
dice que la vida es esperanza.
Yo sonrío
y digo que sí por complacer.
Pero aquí, entre nosotros,
no lo he creído nunca.
La vida para mí
es horror al vacío.
Cuando yo era inocente lo ignoraba.
Más tarde comprendí,
luché con el vacío,
lucho con él a diario.
No es la vida esperanza,
es más volátil.
Más precisa.
Un algo menos que el amor,
un algo más que la jornada.
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en esta edición de Homenaje a Claribel
⇒ FRANCISCO RUIZ UDIEL: Acuario y Huésped de mi vida
⇒ FRANCISCO RUIZ UDIEL: Vía única
⇒ CLARIBEL ALEGRÍA: 3 poemas inéditos del poemario Otredad
| Arriba | Edición 39: Índice | Hoja de ruta | Pláticas | Narrativa | Homenaje a Claribel | Crítica | Poesía | Cine | Vitrina |
© CARÁTULA, 2004-2011. Cada autor es responsable de sus comentarios.
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
»Homenaje a Claribel
Tres poemas inéditos del poemario Otredad
Con Otredad, Claribel siente que cierra un ciclo porque que ya escribió todo lo que
tenía que decir acerca del amor perdido, de su infancia, de Santa Ana, de sus grandes
nostalgias y de la muerte, a la que asegura no temerle.
1. SEÑORA DEL MAR
2. OTREDAD
3. YO-PÁJARO
Arriba | SEÑORA DEL MAR | OTREDAD | YO-PÁJARO | Comentarios
CLARIBEL ALEGRÍA (Estelí, 1924).
"Claribel ha sido siempre un alma
SEÑORA DEL MAR
A mis lobos de mar: Bud y Eric
repartida, y compartida, que es
salvadoreña con dolor salvadoreño, y
nicaragüense con dolor
Dentro de mi el mar
con sus volcanes
nicaragüense", escribió una vez
Sergio Ramírez.
arrecifes
abismos
Claribel Alegría nació en Estelí,
su movediza arena
Nicaragua en 1924, pero vivió en El
el albatros-emblema
Salvador desde los nueve meses.
y sus olas hirsutas.
Actualmente reside en Nicaragua.
Me fusioné con él
me fusioné en un grito
era un grito inhumano
pero surgió de mí
me liberó de mí
soy señora del mar
entro y salgo a mi antojo
me cuesta desprenderme
de sus ecos
sus iras
sus presagios
de la luz mortecina
Obtuvo en el 2005 el Premio
Internacional Neustadt, el galardón
más importante que se entrega en
EE.UU. a escritores, poetas o
dramaturgos no nacidos en el país y
a menudo considerado como el
"Nobel americano".
A sus 82 años de edad, Claribel
inspira serenidad, ternura y respeto.
En Nicaragua le decimos Su Majestad.
de ese último faro
Enlaces:
en la región austral
» Leer biografía / bibliografía
de ese faro-testigo
detallada de Claribel publicada en la
de naufragios
primera entrega de estos homenajes
lamentos
(Carátula, edición #35), recopilada
que aún ahora escucho
por Arnulfo Agüero
tempestades
cuarenta bramadores
sesenta tempestuosos
pajarracos que anuncian
esperanzas fallidas
y cementerios mudos
donde el aire es ajeno
y maderos
y huesos
y metales
se confunden.
Miro hacia atrás
hacia delante
y el mar está en mi
FRANCISCO RUIZ UDIEL (Estelí,
Nicaragua 1977).
pero está fuera
él y yo somos uno
fuera y dentro
lo mismo
y lo amo
Realizó estudios de poesía bajo la
tutela de su mentora, la poeta
nicaragüense Claribel Alegría,
discípula del Nobel español Juan
Ramón Jiménez.
y le temo
Ha publicado el poemario “Alguien
como cuando era niña.
me ve llorar en un sueño” (Premio
Arriba | SEÑORA DEL MAR | OTREDAD | YO-PÁJARO | Comentarios
Internacional Ernesto Cardenal de
Poesía Joven 2005). También publicó
“Retrato de poeta con joven
errante”, antología poética de su
OTREDAD
generación con prólogo de Gioconda
Me gustan los espejos
Belli. Su obra aparece publicada en
porque observo
la antología La poesía del siglo XX en
a la otra
Nicaragua (Editorial Visor, España
que se quita la máscara
2010).
y me reta.
Arriba | SEÑORA DEL MAR | OTREDAD | YO-PÁJARO | Comentarios
Actualmente es editor de www.
caratula.net, revista cultural
centroamericana, y Jefe de
YO-PÁJARO
Redacción de la revista El hilo azul,
Quiero seguir volando
ambas dirigidas por el escritor Sergio
quiero seguir cantando
Ramírez. También es periodista
hasta que el zarpazo
colaborador de El Nuevo Diario, de
de la muerte
Nicaragua y labora como Relacionista
me derrumbe.
Público del Centro Nicaragüense de
Escritores.
Arriba | SEÑORA DEL MAR | OTREDAD | YO-PÁJARO | Comentarios
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en esta edición de Homenaje a Claribel
⇒ FRANCISCO RUIZ UDIEL: Acuario y Huésped de mi vida
⇒ FRANCISCO RUIZ UDIEL: Vía única
⇒ CLARIBEL ALEGRÍA: 3 poemas inéditos del poemario Otredad
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Crítica
La gran noche de Mario Vargas Llosa
Carlos "COCO" Meneses
Las estribaciones que pudieran alcanzar aquellas andanzas de la juventud, de pronto
revientan en cualquier momento de la adultez, y son de mayor trascendencia cuando
el autor de ellas se torna de la magnitud de Mario Vargas Llosa, ahora hombre
inevitablemente público, merced al Nobel recién obtenido. De aquellas anécdotas
entre amigos, de esa etapa tan maravillosa como encendida, Carlos “Coco” Meneses
rescata esta en la que él, y el laureado escritor peruano-español, son protagonistas y
nos la comparte.
Mario Vargas Llosa nace en
Arequipa, ciudad del sur de Perú el
Mis encuentros con el Mario Vargas (aún no Llosa) cachimbo o sea recién ingresado en la
Universidad no eran frecuentes, pero tampoco se producían continuamente. Hablábamos de
sus estudios, de libros de reciente aparición, me preguntaba por la gente de Ultima Hora y
en especial por su amigo y también mío, Norwin Sánchez. El había seguido trabajando en
28 de marzo de 1936. Peruano de
nacimiento, cuenta también con la
nacionalidad española, que obtuvo
en 1993.
La Crónica pero ya no con la rigurosidad del redactor contratado a tiempo completo. Más
adelante dejaría esa redacción y derivaría hacia las radios más destacadas de esos
momentos. En ese su primer año de estudiante universitario mostraba un magnífico estado
de ánimo. Daba la impresión de quien ha alcanzado el objetivo soñado. O de quien ha
hallado el camino que lo conduciría a las alturas deseadas. No solíamos hacer memoria de
Vivió con su familia materna en
Arequipa hasta un año después del
divorcio de sus padres, momento en
que su abuelo fue nombrado cónsul
honorario del Perú en Bolivia.
aquellos días de marzo de 1952 en la terraza del bar Zela de la Plaza San Martín. Quién
sabe alguna vez hicimos una vaga referencia al lugar y a lo que se hablaba cuando un
Con su madre y la familia de esta,
cejunto de redactores de los dos diarios mencionados se reunían. Y aun menos, de la noche
Vargas Llosa se muda a Cochabamba,
que fuimos en conjunto hasta una hermosa casa situada en la avenida Colonial, la que
Bolivia, donde pasó los primeros
abre el camino de Lima al puerto del Callao.
años de su niñez.
Creo que en una charla diurna o nocturna con mi compañero de redacción, Norwin
En 1946, a la edad de diez años,
Sánchez, el Nica como le decíamos casi todos en Ultima Hora, hicimos memoria de aquella
Vargas Llosa se mudó a Lima donde
noche en que conocimos a Mario y del sitio al que fuimos después de la primera copa de la
se encontró con su padre por
noche en el bar Zela. Esa excursión nocturna con el jovencito de dieciséis años que nos
primera vez. Sus padres
había presentado Carlos Ney Barrionuevo, redactor de La Crónica, ya no se repitió en las
restablecieron su relación y vivieron
mismas condiciones. Tal vez él volvió en compañía de Ney o de algún otro periodista
en Magdalena del Mar.
conocedor de la Casa de la señora Parker. La fruición que parecía producirle su ingreso a la
Universidad de San Marcos era tal, que conseguía apagar todos los recuerdos que
quedaban como menores ante sus ambiciones de conocimientos.
A los 14 años, su padre lo envió
como interno al Colegio Militar
Leoncio Prado, donde cursó dos años
La reunión en el bar Zela se solía producir entre doce y doce y media de la noche. Podría
de educación secundaria, entre 1950
haber algún retrasado que llegara a la una, y se le esperaba si previamente hacía saber
y 1951. Allí soportó una férrea
que llegaría fuera del horario habitual. Esa noche de finales de febrero, calurosa y
disciplina militar, y, según su
guardadora de sorpresas, llegamos todos a un consenso, iremos a visitar a doña Elizabeth
testimonio, fue la época en la que
más conocida por Lydia. Quién se iba a oponer a la propuesta de Norwin, una especie de
leyó y escribió “como no lo había
brújula de la Lima nocturna, una Lima a la que había llegado 3 o 4 años antes procedente
hecho nunca antes”, consolidando
de su Nicaragua natal y dispuesto a dedicarse con todo fervor al periodismo. No todos los
así su precoz vocación de escritor.
días del año se presentaba esa oportunidad. La entrada a la hermosa casa de la Avenida
Colonial era restringida, lograban acceder a esa mansión de placer los periodistas
privilegiados que firmaban sus artículos y hasta aparecía su foto diariamente en el periódico
en el que trabajaran. Norwin era el mago de la noche, sin foto, sin nombre publicado
diariamente, tenía el santo y seña para ingresar al lujoso local sin la más mínima oposición
de los cancerberos del lugar.
En 1955, a la edad de 19 años,
contrajo matrimonio con Julia
Urquidi, su tía política por parte
materna, quien era 10 años mayor.
Por entonces Vargas Llosa empezó
con seriedad su carrera literaria. En
Llegamos unos 7 periodistas capitaneados por el Nica, yo ejercía tarea de coordinador de
las órdenes de Norwin. El fue quien dio la cara y pronunció las palabras mágicas que
abrieron la puerta del palacete de especiales regocijos. Ante los catorce ojos de los siete
redactores quedó el jardincito iluminado por farolillos escondidos entre las ramas de los
arbustos. Los que visitaban esta mansión del alborozo por primera vez debieron quedar
sorprendidos de la elegancia del lugar que, en ese momento, estaban conociendo sólo
epidérmicamente. No tuve el tino de volverme a ver el semblante del joven Mario Vargas.
1960, luego de que culminara una
beca en Madrid, se muda a Francia.
Su matrimonio duró algunos años
más, pero terminó en divorcio en
1964. Un año después, Vargas Llosa
se casa con su prima, Patricia Llosa,
con quien tuvo tres hijos.
Caminaba entre los otros periodistas mostrándose completamente adaptado a la situación,
sin manifestar asombro, temor, curiosidad, nada que rompiese su gesto de normalidad. Al
Su primer libro publicado fue una
llegar al enorme salón extrañamente muy iluminado, Norwin dio algunas instrucciones.
colección de cuentos titulada Los
Algunos fueron directamente hacia la barra donde se hallaba la señora Lydia, o sea el
Jefes (encabezada por el relato del
antifaz de su verdadero nombre Elizabeth. Otros curiosos, emocionados o indiferentes se
mismo nombre), que obtuvo el
repartieron por los recovecos del amplio salón, como si además de descubrir los encantos
premio Leopoldo Alas (1959).
de las damiselas trataran de hacer una radiografía del lugar, averiguando hacia dónde
conducía una puerta lateral con cristales de la que no salía luz. O si la escalerita que nacía
a unos tres metros de la larga barra, llevaba a algún atractivo lugar misterioso.
Premios, distinciones y doctorados
de Mario Vargas Llosa:
Premio Nobel 2010. Premio
Cervantes 1994. Premio Planeta por
su novela Lituma en los Andes 1993.
Premio Príncipe de Asturias de las
Letras (España) 1986. Premio Rómulo
Gallegos en 1967, por su novela La
casa verde. Premio Nacional de
Novela del Perú en 1967, por La casa
verde. Premio Biblioteca Breve, que
se le otorgó por La ciudad y los
perros, en 1963. Premio de la Paz de
los Libreros de Alemania, de Feria
del Libro de Francfurt 1997. Miembro
de la Academia Peruana de la
Aunque las delgadas voces de las chicas a veces agujereaban la agradable tranquilidad del
Lengua desde 1977. Miembro de la
lugar, eso no significaba la alteración del sosiego que parecía arrullado por una melodía
Real Academia Española desde 1994.
casi imperceptible. En los cómodos sofás tapizados de colores no muy alegres, la juventud
Condecoración Orden El Sol del Perú
estaba ausente. Caballeros que superaban las cuatro décadas eran los dueños de la noche
en el Grado de Gran Cruz con
en Casa Lydia, quien desde la barra observaba el comportamiento de sus pupilas. A su lado
Diamantes, otorgada por el Estado
una joven chilena, impedida por avanzado embarazo, de participar en el incontinente
Peruano 2001. Condecorado por el
jolgorio en voz baja que dominaba el salón, ayudaba a la patrona en todo lo referente al
Gobierno francés con la Legión de
servicio de copas.
Honor en 1985.
Robusta, de cabello castaño atravesado de la frente a la coronilla por una daga blanca, la
Doctor Honoris Causa por:
señora Elizabeth o Lydia no era una mujer dulce y de permanente sonrisa. Más bien
representaba a una dama profesionalmente amable, que tenía la capacidad de endurecer el
aspecto bondadoso que proyectaba a primera vista.
Universidad de Castilla-La Mancha y
por la Universidad Nacional
Autónoma de México en 2010;
Norwin sentado en un alto taburete sostenía una conversación sin tregua con .la distinguida
dama helvética, dando la impresión de dos familiares que se encuentran tras varios meses
de no frecuentarse. Kiko López que estaba a mi lado me inquiría continuamente, con la voz
más fina que le era posible, sobre el motivo de esa charla tan sostenida, Su pregunta
propia de un irremediable curioso, pretendía conocer las razones de esa especie de
intimidad entre dos personas separadas por algo más de treinta años de edad. Hube de
decírselo para amansar su inquietud. Sabía por mi amistad con Norwin, que doña Lydia
Universidad de Granada 2009;
Universidad de Alicante 2008;
Universidad Simón Bolívar Caracas,
Venezuela y la Pontificia Universidad
Católica del Perú el 8 y el 12 de
diciembre de 2008; Universidad de
La Rioja y Universidad de Málaga
2007; Universidad Europea de Madrid
había perdido a su único hijo en la Segunda Guerra Mundial. Y que el motivo de esa
intimidad, como la llamaba Kiko era el resultado del parecido que ella hallaba en Norwin
2005; La Sorbona 2005;
Oxford 2003; Universidad Nacional
con el joven desaparecido en el campo de batalla. No sé si Ney Barrionuevo, que también
Mayor de San Marcos 2001; Harvard
visitaba por primera vez la Casa, pero que no era desconocedor de estos ambientes, tal vez
otros más fogosos y también ruidosos, debió preguntarme algo más sobre ese hijo nacido
en Buenos Aires. Conté todo lo que sabía. Ella llegó a la ciudad argentina de Rosario a
principios de siglo. Su vida siempre se desarrolló en estos ambientes. Llevaba unos 5 años
1999; Ben Gurión Ber-Sheeva de
Israel (1998); Universidad de Yale
1994.
en el Perú, y dos o tres en esta casa. Ney escuchaba y no dejaba de mirar hacia el salón,
Enlaces:
sin duda, en busca del joven Mario.
» Página oficial Vargas Llosa
Los 3 o 4 que nos hallábamos en la barra fuimos favorecidos por doña Lydia, con una
» Premio Nobel de Literatura 2010
segunda vuelta de muy buen whisky. La botella del scotch malteado quedó con escasos dos
dedos horizontales de líquido. Hasta nuestros oídos llegaban los moderados ronquidos de
un hombre de una cincuentena de años, bien vestidos, durmiendo profundamente en una
cómoda butaca. Nadie se le acercaba, parecía que las rientes chicas que revoloteaban sin
llegar al alboroto estuviesen aleccionadas para evitar quebrar el apacible descanso del
dueño de la botella de whisky malteado del que libábamos un cuarteto de periodistas. El
ama de la casa hizo un brevísimo paréntesis en su conversa con Norwin, para mirar hacia la
butaca del elegantemente vestido durmiente. Sonrió al comprobar que no abría ojo y
comentó que a lo mejor abriría otra botella que la pondría a la cuenta de ese senador.
CARLOS "COCO" MENESES (Lima,
¿Pero dónde estaba el joven periodista de La Crónica?
1930). Escritor y periodista peruano.
No recuerdo en absoluto la hora en que decidimos abandonar Casa Lydia. Tampoco si
Ha vivido en Buenos Aires, Santiago
bebimos de una segunda botella de whisky con cargo al bolsillo del senador durmiente, y
de Chile, Barcelona, Madrid, París,
menos si lo llegamos a ver despierto. No era novedad que doña Lydia procediese con tanta
Aix-en-Provence, Berlín y Palma de
amabilidad con nosotros. Siempre había un dormilón o un ausente por varios minutos que
Mallorca; en Europa desde 1961, en
decidía subir las escaleritas que había a tres metros de la barra en compañía de una de las
Mallorca desde 1963.
alegres chicas de la Casa. Esas muchachas en las que sí dominaba la juventud silenciadores
en la garganta para que sus agudas voces no se volvieran verdaderas lanzas. La mayor que
seguramente transponía la treintena era una alemana llamada Ingrid, muy disputada por
los caballeros de los sofás. La cifra de peruanas alcanzaba mayoría, las chilenas y las
argentinas estaban en minoría. Le pregunté a Ney si Mario Vargas no habría subido las
escaleritas que llevaban al piso superior. Quedó sonrientemente pensativo un instante,
luego me dijo que no lo creía. Nuestro joven amigo estaba distante de la ostentación de un
bolsillo repleto.
Ha publicado veintiocho títulos,
entre los que destacan las novelas La
muchacha del bello tigre (Gijón,
1983), Bobby estuvo aquí (México,
1989; Lima, 2006), El amor según
Toribia Ilusión (Barcelona, 1993),
Huachos rojos (Lima, 1996 y 2005), A
quién le importa el prójimo (México,
Cuando Norwin abandonó la blanca mano de la señora Elizabeth y ella estirándose sobre
el mostrador le besó la mejilla, todos los que estábamos cerca al Nica vimos a nuestro
joven Mario andando a paso sosegado en compañía de una muchacha alta, delgada, vestida
con buen gusto, cabello largo sedoso, negro, y subida en altos tacos. Ya no se volvió a
preguntar por el amigo menor. Uno de nosotros inquirió a la dueña de casa por el nombre
de la chica. Supimos que se llamaba Magdalena. Noté un gesto raro en la antigua dama
cuya vida había transcurrido en estos ambientes. Era una mezcla de lenidad y disgusto.
Difícil cocktail. Alguien refiriéndose a Vargas exclamó: “si resulta tan buen periodista como
2000), Edén Moderno (Premio Ciudad
de Valencia, 2003) y El héroe de
Berlín (Lima, 2006); su libro de
cuentos Seis y seis (México, 1980), y
los ensayos Borges en Mallorca
(Alicante, 1996), El primer Borges
(Madrid, 2001), Tránsito de Oquendo
de Amat (Las Palmas de Gran
seductor el éxito lo tiene asegurado”.
Debían ser como las cinco de la mañana cuando abandonamos el local. Quedaban pocos
Canarias, 1972), Miguel Ángel
Asturias, poeta (Gijón, 1975) y
caballeros dispuestos a jugar el papel de enamorados a horario fijo. Unos momentos
Rubén Darío en Mallorca (Palma de
después las chicas tomarían un refrigerio para compensar la mala noche, en el comedorcito
Mallorca, 1993).
que había detrás de la barra en la que se aposentaba la dueña.
Ha merecido el Premio Nacional de
Teatro del Perú por La noticia
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(1958), el Premio Inca de Periodismo
(Lima, 1959), el Ínsula de Poesía
Comentarios
(Palma de Mallorca), el Periodismo
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responsable de los puntos de vista de los participantes, pero invita al debate e intercambio respetuoso y productivo
de opiniones.
Literario (Cádiz, l987), el Premio de
Pueden identificarse con cuenta de Facebook, Yahoo!, Twitter, OpenID o Disqus, o bien, como invitados mediante
sus correos electrónicos. Los comentarios serán visibles una vez que un moderador los apruebe.
Novela Ciudad de Valencia (2002) y
el Ciudad de Peñíscola de Cuentos
(2006).
En esta edición de CRÍTICA
⇒ CARLOS MENESES: La gran noche de Mario Vargas Llosa
Próxima publicación: El fracaso
llega puntual (cuentos).
⇒ AMALIA CHAVERRI: Recuerdos de un festín
Fotografía del autor:
(La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa)
Última Hora (España).
⇒ COREA TORRES: Rozar el seno mismo del deseo
(Elogio de la madrastra, de Mario Vargas Llosa)
⇒ MAR PADILLA: Nosotros los viejos capitanes
(Quemar los días, de James Salter)
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Crítica
Recuerdos de un festín
(La fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa)
Amalia Chaverri
¿El Chivo? ¿La Bestia?, así le apodaban a Rafael Leónidas Trujillo en la República
Dominicana, dice Amalia Chaverri según lo que comparte Mario Vargas Llosa. Armada
de los conceptos del narrador, ensayista y poeta argentino, Noé Jitrik, Chaverri
penetra con su aguda mirada en la lectura de la novela La Fiesta del Chivo, ese otro
territorio ficcional, producto del imaginario “vargasllosiano”, especulando y
ensayando sobre la vida en la isla caribeña, cuando el satanizado dictador Trujillo y
Balaguer eran figuras predominantes.
Mario Vargas Llosa nace en
Arequipa, ciudad del sur de Perú el
28 de marzo de 1936. Peruano de
nacimiento, cuenta también con la
nacionalidad española, que obtuvo
en 1993.
Vivió con su familia materna en
Arequipa hasta un año después del
divorcio de sus padres, momento en
que su abuelo fue nombrado cónsul
honorario del Perú en Bolivia.
Con su madre y la familia de esta,
Vargas Llosa se muda a Cochabamba,
Bolivia, donde pasó los primeros
años de su niñez.
En 1946, a la edad de diez años,
Vargas Llosa se mudó a Lima donde
se encontró con su padre por
primera vez. Sus padres
restablecieron su relación y vivieron
en Magdalena del Mar.
A los 14 años, su padre lo envió
como interno al Colegio Militar
Leoncio Prado, donde cursó dos años
de educación secundaria, entre 1950
Con una insaciable ansia de poder, y durante treinta y un años, Rafael Leónidas Trujillo -
y 1951. Allí soportó una férrea
apodado por el pueblo como El Chivo y LIntroduccióna Bestia- hace su festín con la
disciplina militar, y, según su
República Dominicana. Primero desmenuza y tritura al país entero: territorios, familias,
testimonio, fue la época en la que
valores, instituciones, leyes, etc., para luego devorarlo hasta el hartazgo y sin empacho, no
leyó y escribió “como no lo había
dejando, de esos festines, ni para distribuir migajas a quienes, por razones obvias, no
participaban en él.
Este es el tema de la novela histórica La Fiesta del Chivo aparecida en el año 2000 con la
cual Mario Vargas Llosa irrumpió con brío en el umbral del nuevo milenio y cumplió –según
cuenta la historia- con el compromiso que hicieron varios escritores, de escribir una novela
sobre una de las facetas más dolorosas y trágicas de América Latina: las dictaduras. Son
las más conocidas: El Señor Presidente, de Miguel Ángel Asturias; Yo, el supremo, de
Augusto Roa Bastos; El Recurso del Método, de Alejo Carpentier; El Otoño del Patriarca, de
Gabriel García Márquez y –la que ahora nos ocupa- La Fiesta del Chivo de Mario Vargas
Llosa.
hecho nunca antes”, consolidando
así su precoz vocación de escritor.
En 1955, a la edad de 19 años,
contrajo matrimonio con Julia
Urquidi, su tía política por parte
materna, quien era 10 años mayor.
Por entonces Vargas Llosa empezó
con seriedad su carrera literaria. En
1960, luego de que culminara una
beca en Madrid, se muda a Francia.
El objetivo de este comentario está ligado a una de las justificaciones que el jurado del
Su matrimonio duró algunos años
Premio Nobel de Literatura 2010 expresó sobre una faceta significativa de la obra de
más, pero terminó en divorcio en
Vargas Llosa, cual es: “su cartografía de las estructuras del poder y sus incisivas imágenes
1964. Un año después, Vargas Llosa
de la resistencia individual, la revuelta y la derrota”. Se pretende entonces reconocer la
se casa con su prima, Patricia Llosa,
forma en que el autor reconstruye –a partir de una estructura donde el vaivén pasado/
con quien tuvo tres hijos.
presente es la norma- las diferentes psicologías individuales, los grupos sociales, los juegos
Su primer libro publicado fue una
de poder de la cultura castrense y el infame personaje que tiene la capacidad de maltratar
y hacer sufrir a una sociedad por más de treinta años.
colección de cuentos titulada Los
Jefes (encabezada por el relato del
Noé Jitrik, en su texto Historia e Imaginación Literaria1, plantea que la génesis, crecimiento
y desarrollo del género novela histórica es inseparable de los estados de crisis que sufren
los imaginarios colectivos. En palabras del estudioso: “La cultura es una construcción en
desequilibrio permanente, permanentemente amenazada: a eso llamo “crisis”, concepto, en
mismo nombre), que obtuvo el
premio Leopoldo Alas (1959).
Premios, distinciones y doctorados
de Mario Vargas Llosa:
mi opinión, “productor” pues estimula o conduce al imaginario a encontrar una salida, el
Premio Nobel 2010. Premio
restablecimiento de ese equilibrio amenazado”.
Cervantes 1994. Premio Planeta por
En cuanto a la intencionalidad, dice Jitrik: “la novela histórica no representa pasivamente,
sino que intenta dirigir la representación hacia alguna parte, es teleológica y sus finalidades
son de diverso orden” (1995: 60). De manera similar plantea María Cristina
Pons2:
“Dependiendo de las intenciones con las que se escribe una novela histórica y las
condiciones del presente desde el cual se escriben, las novelas históricas variarán en la
forma y la selección del material histórico que formará parte de la reconstrucción literaria
del pasado”. (1996: 45). Y, Jitrik va más allá al reconocer que se dan tres modalidades de
novela histórica, según sea la distancia que medie entre el momento de la escritura (el
su novela Lituma en los Andes 1993.
Premio Príncipe de Asturias de las
Letras (España) 1986. Premio Rómulo
Gallegos en 1967, por su novela La
casa verde. Premio Nacional de
Novela del Perú en 1967, por La casa
verde. Premio Biblioteca Breve, que
se le otorgó por La ciudad y los
presente del escritor) y el referente que se va a narrar, tema que se retomará al final.
perros, en 1963. Premio de la Paz de
La estructura y el tiempo. La novela está estructurada en veinticuatro capítulos en los
los Libreros de Alemania, de Feria
que, a partir de un muy bien armado “desorden” cronológico, se ve, siente, oye y casi que
del Libro de Francfurt 1997. Miembro
se palman los horrores que conforman ese sangriento mural que, con una meticulosa
de la Academia Peruana de la
disección, expone la cruel y nefasta dictadura de Rafael Leónidas Trujillo quien “desde hacía
Lengua desde 1977. Miembro de la
tres décadas presidía los destinos de la República y las vidas y muertes de los dominicanos”.
Real Academia Española desde 1994.
Condecoración Orden El Sol del Perú
Del capítulo primero al dieciséis van alternando, en el siguiente orden, tres espacios
narrativos; el primero y con el que se inicia la novela es un presente: el regreso de Urania
Cabral, treinta y cinco años después del final de la dictadura; y dos pasados: la vida de
en el Grado de Gran Cruz con
Diamantes, otorgada por el Estado
Peruano 2001. Condecorado por el
Trujillo los días anteriores al atentado y los momentos previos y posteriores al asesinato
Gobierno francés con la Legión de
del dictador, desde la perspectiva de sus artífices. A partir del capítulo diecisiete
“desaparece” temporalmente Urania Cabral para reaparecer en el último, aclarando el
suspenso que su aparición provoca desde el inicio: el porqué de su huída del país a los
Honor en 1985.
Doctor Honoris Causa por:
catorce años y su total incomunicación durante los treinta y cinco años siguientes. La
interrelación entre estos tres espacios de acción –el presente de Urania y los otros dos
pasados- funcionan como recurso estructural para, desde cada uno de ellos, mostrar cómo
los desplazamientos en el tiempo y los encadenamientos de la memoria de los distintos
personajes, van tejiendo una urdimbre de pasados que se enlazan –en ocasiones se
bifurcan-, se acoplan y engarzan (recuerdan la estructura de su novela La Historia de
Mayta) y así recrear la historia en cuestión. En síntesis y en un apasionante reto para el
Universidad de Castilla-La Mancha y
por la Universidad Nacional
Autónoma de México en 2010;
Universidad de Granada 2009;
Universidad de Alicante 2008;
Universidad Simón Bolívar Caracas,
lector, esa promiscuidad de tiempos edifica un Tiempo, así con mayúscula que, en
Venezuela y la Pontificia Universidad
palabras del texto, es la Era Trujillo.
Católica del Perú el 8 y el 12 de
diciembre de 2008; Universidad de
De los espacios narrativos mencionados, surgen los siguientes temas:
La Rioja y Universidad de Málaga
2007; Universidad Europea de Madrid
El regreso. La acción la desata el tema del regreso en la figura de Urania Cabral quien, en
un inexplicable arranque, y en acción catártica, decide volver para visitar a su padre. Este
2005; La Sorbona 2005;
Oxford 2003; Universidad Nacional
(re)encuentro, lleno de ambigüedades, la conduce a escarbar y divagar, a veces con
Mayor de San Marcos 2001; Harvard
sarcasmo e histeria, para lograr la reconstrucción de lo sucedido y expurgar la culpa por
haberlo abandonado.
1999; Ben Gurión Ber-Sheeva de
Israel (1998); Universidad de Yale
Este espacio narrativo aporta a la narración un ingrediente sentimental (en el mejor sentido
1994.
del término) que apela a la subjetividad del lector, tanto por la recreación de los ambientes
familiares, recuerdos y añoranzas que salen a la luz, como por ser una muestra de los
niveles a que llegan los tentáculos del poder y las actuaciones de los que son sus títeres.
Son capítulos que, sin carecer de profundo dramatismo, y distribuidos según quedó
Enlaces:
» Página oficial Vargas Llosa
» Premio Nobel de Literatura 2010
explicado, permean la narración en una especie de “tregua” a la agresión y violencia
desatada en que discurren los otros dos espacios.
El dúo Trujillo/Balaguer. Dúo extraño, inseparable y “fascinante” (por lo inexplicable),
de dos personalidades antagónicas que, paradójicamente, están indisolublemente unidas
durante toda la Era Trujillo, y, en el caso de Balaguer, más allá. En continuo contrapunto se
evidencian dos estilos y dos estrategias que, en perfecto amalgamiento, tienden a una
única meta cuyo logro es producto de crímenes, robos, crueldad sin límites, corrupción,
vicios, sobornos, amenazas, y toda una amplia gama de acciones semejantes.
Amalia Chaverri F. Magister
La personalidad de Trujillo, conocido por sus adeptos nada menos que como Jefe,
Benefactor, Padre de la patria nueva, Excelencia y Generalísimo, se muestra en esencia:
Literarium Literatura
pulcro, disciplinado hasta lo indecible producto de su formación de marine; pero también
ególatra, extrovertido, impulsivo, teatral. Siempre consciente y "sufriente" de su
impotencia sexual que va en aumento en proporción inversa a sus logros en el poder. Sin
dejar interrogantes conocemos de él, pasiones, obsesiones, y hasta sus conductas
aberrantes.
Balaguer, “figura esfumada”, también pulcro y disciplinado en extremo; difícil de
desentrañar, se perfila impenetrable e imperturbable, suspicaz, hábil negociador, de ficticia
humildad, maquiavélico, astuto, cauteloso, solapado, sagaz... Y contrario a Trujillo, beato y
austero. Dúo donde el poder de las armas –Trujillo– se une al poder del verbo –Balaguer,
“nimio poeta”– para que el logro de sus objetivos funcione con la exactitud de un reloj.
Latinoamericana por la Universidad
de Costa Rica. Profesora asociada
de la Escuela de Estudios Generales
de esa Universidad.
Ha publicado en las revistas: de
Filología, Lingüística y Literatura,
en Escena, y en Herencia, todas
publicaciones de la Universidad de
Costa Rica. En Comunicación del
Instituto Tecnológico de Costa Rica.
En la Revista Letras de la Pontificia
Los artífices. Uno de los espacios narrativos del pasado corresponde a las historias de los
artífices del asesinato, producto del recuerdo de sufrimientos y vejaciones de que fueron
objeto. Con sus memorias, van hilando, con paciencia “franciscana” y gran pericia, las
motivaciones que subyacen en la decisión y las estrategias para llevarla a “feliz término”.
El contexto histórico. Como condición sine que non en la novela aparecen, en todo su
esplendor, otras facetas del devenir histórico de República Dominicana: los problemas y
violentas “soluciones” con su vecino Haití; el terror latente de una invasión a su territorio
(los marines ahora en su contra); las “traumáticas” y violentas relaciones con la Iglesia
Católica. En el extranjero, la siempre omnipresencia de Estados Unidos, la OEA, ONU, y de
Universidad Católica de Chile, y en
la revista Escritos 13/14 de la
Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla, México. Publica en el
Suplemento Literario Ancora y en la
Página Quince del periódico La
Nación.
A partir de 1998 asume la dirección
del Museo de Arte Costarricense.
otros países latinoamericanos cuyos líderes por un lado, y los tiranos por otro, jugaron
importantes papeles en mutuas agresiones militares y derrocamientos.
En el 2002 asume el puesto de Vice
Ministra de Cultura. En ese mismo
Los efectos de su publicación. Es impensable que una novela que plasma una denuncia
año participa en el Primer Proyecto
de tal envergadura no produjera profundo malestar en los sectores aludidos, así como
de Convención Internacional para la
críticas, furias y amenazas al escritor. Vociferaron, como era de esperar, los detractores
Salvaguardia del Patrimonio Cultural
que tacharon todo lo narrado en términos de calumnias y de falsedades. Recordemos que el
Inmaterial, celebrado en la UNESCO,
sólo concepto de novela histórica trae inherente una contradicción: la interrelación de la
París.
“verdad” histórica con la “mentira” ficcional. El tema –y problema- de la relación historia/
ficción sigue vigente en los estudios literarios. Una de las características de la Nueva novela
En el 2006 es nombrada Miembro de
histórica latinoamericana, según la definen Fernando Ainsa y Seymour Menton (Cfr.
Número de la Academia
Bibliografía) le permite al escritor una mayor libertad en la interpretación de los discursos
Costarricense de la Lengua.
históricos, uno de los cuales son las mencionadas dictaduras latinoamericanas y sus
secuelas (desaparecidos, exilados, etc.) así como la variopinta cantidad de situaciones
críticas que sufre –y que se sufren- en América Latina. Esto nos lleva al paso siguiente.
Coordinó la edición especial del libro
El Quijote entre nosotros, en
conmemoración de los cuatrocientos
Jitrik define tres tipos de novela histórica, la catártica 3, la funcional y la arqueológica. La
años de la publicación de la primera
Fiesta del Chivo tiene componentes, muy bien balanceados, de la segunda y de la tercera.
parte de El Quijote de la Mancha. El
De la arqueológica, la investigación y búsqueda de los hechos reales, exhaustivo y acucioso
libro fue reconocido con el Premio
trabajo del escritor; esta variable implica no hacer en los datos históricos que aporta el
Nacional Aquileo Echeverría 2006.
referente. A la novela funcional se le atribuye la libertad de llenar espacios “vacíos” para
completar un conocimiento incompleto. Es en este momento donde entra la libertad del
escritor, lo cual implica que si bien hubo una acuciosa búsqueda de datos históricos, el
escritor tiene la opción de “llenar” vacíos, interpretar acciones, y matizar, con su
subjetividad, algunos pasajes. Esto último, porque la distancia que media entre el presente
desde el cual se escribe y el pasado de lo narrado, permiten un proceso de maduración del
tema, de la consolidación de la estructura, de la intencionalidad, y de la ideología del
escritor.4
Para enfrentarse a ese producto final, el lector debe establecer un pacto de lectura con el
texto; es decir, aceptar que el equilibrio de esas dos variables construye una nueva verdad
de las muchas que conforman la Historia –así con mayúscula- y que se abre una nueva
interpretación y (re)conocimiento de la realidad histórica aludida. Así, y siempre
recurriendo a Borges, se enlaza lo históricamente “exacto” con lo simbólica e
imaginativamente verdadero.
La Fiesta del Chivo atrapa desde el primer capítulo. El estilo y la estructura, no es
atrevimiento decirlo, son impecables y dan muestra de la solidez del escritor; y la denuncia,
prueba indiscutible del poder de la ficción y de, tal vez lo más importante, de la libertad de
la literatura. Porque la literatura es y será siempre, como reelaboración de la realidad, una
forma alternativa de enfrentarse a una realidad, una creación estética, un espacio de
concientización, una necesidad de denuncia y, para cerrar con la propuesta de Jitrik, la
respuesta a un estado de crisis. Con todo ello cumple La Fiesta del Chivo.
* Este artículo, resumido y bajo el título de El Chivo en su festín, apareció
en el "Suplementeo Ancora" del diario La Nación. San José, Costa Rica, 2002.
Esta es una versión ampliada con nuevos aportes teóricos, especialmente
sobre el tema de la novela histórica.
1 Noé Jitrik. Historia e imaginación literaria. Las posibilidades de un género. Buenos Aires:
Biblios, 1995.
2 María Cristina Pons. Memorias del Olvido. Del Paso, García Márquez, Saer y la novela
histórica de fines del siglo XX. México: Siglo Veintiuno Editores, 1996.
2 Esta variable implica que el escritor y el referente (lo que describe) comparten el mismo
tiempo. Hay una interacción entre lo que sucede y el escritor.
4 Para ampliar sobre las características de las tres modalidades de novelas históricas,
confróntese la obra de Jitrik que aparece en la bibliografía.
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En esta edición de CRÍTICA
⇒ CARLOS MENESES: La gran noche de Mario Vargas Llosa
⇒ AMALIA CHAVERRI: Recuerdos de un festín
(La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa)
⇒ COREA TORRES: Rozar el seno mismo del deseo
(Elogio de la madrastra, de Mario Vargas Llosa)
⇒ MAR PADILLA: Nosotros los viejos capitanes
(Quemar los días, de James Salter)
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HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Crítica
Rozar el seno mismo del deseo
(Elogio de la madrastra, de Mario Vargas Llosa)
Corea Torres
Porque somos sangre y pasión, porque somos vísceras, porque somos razón, pero
también porque somos eros, los humanos debemos defender el deseo, rasguñar la
carne y mantener viva la llama doble, que hablaba Octavio Paz. Corea Torres invita,
desplegando sus palabras, después de una placentera lectura, a visitar la ínsula de
nuestro erotismo, descubriéndonos la hermosa vitalidad de la matrona Lucrecia, su
entenado Fonchito y el ingenuo don Rigoberto, en esa obra maestra de la literatura
que es Elogio de la madrastra, de Mario Vargas Llosa, un libro de grandes alcances,
pero sobre todo perturbador.
Mario Vargas Llosa nace en
Arequipa, ciudad del sur de Perú el
28 de marzo de 1936. Peruano de
nacimiento, cuenta también con la
nacionalidad española, que obtuvo
en 1993.
Vivió con su familia materna en
Arequipa hasta un año después del
divorcio de sus padres, momento en
que su abuelo fue nombrado cónsul
honorario del Perú en Bolivia.
Con su madre y la familia de esta,
Vargas Llosa se muda a Cochabamba,
Bolivia, donde pasó los primeros
años de su niñez.
En 1946, a la edad de diez años,
Vargas Llosa se mudó a Lima donde
se encontró con su padre por
primera vez. Sus padres
restablecieron su relación y vivieron
en Magdalena del Mar.
A los 14 años, su padre lo envió
como interno al Colegio Militar
Leoncio Prado, donde cursó dos años
Sencillamente deliciosa, ese sería la adjetivación adecuada para calificar Elogio de la
de educación secundaria, entre 1950
madrastra, de Mario Vargas Llosa.
Con acostumbrado oficio para armar historias, el peruano, ahora español por naturalización
-siempre de todos, por fortuna, porque nacionalidad no significa calidad escritural-, se
regodea en los visos estéticos de la palabra con el propósito de provocar, entregar un
retrato suspicaz de conductas humanas y entretener.
y 1951. Allí soportó una férrea
disciplina militar, y, según su
testimonio, fue la época en la que
leyó y escribió “como no lo había
hecho nunca antes”, consolidando
así su precoz vocación de escritor.
Doña Lucrecia, don Rigoberto, y el efebo adolescentario Fonchito, hijo del matrimonio
anterior de Rigoberto, conforman la tríada de protagonistas -¿menage a trois?- vinculados
en este juego de Eros, que mantiene despierto el interés y la tensión sobre todos aquellos
que se dejan rozar por la narrativa de Mario. Aunque no puede descartarse a Justiniana
(Justita, a veces), personaje periférico cuya misión consistirá en incidir por sobre las
acciones de los implicados y que, realiza, para el autor, el aporte de la intriga iniciática
como vehículo consecuente del desarrollo de la historia. Otro protagonista de la novela se
encarna en la palabra: el verbo como sustancial co-equipero de la trama, argamasa
indisoluble del estilo narrativo-descriptivo.
En 1955, a la edad de 19 años,
contrajo matrimonio con Julia
Urquidi, su tía política por parte
materna, quien era 10 años mayor.
Por entonces Vargas Llosa empezó
con seriedad su carrera literaria. En
1960, luego de que culminara una
beca en Madrid, se muda a Francia.
Su matrimonio duró algunos años
Quiso Vargas Llosa ocupar el elemento de la ingenuidad como puntal del andamiaje en la
más, pero terminó en divorcio en
trama: existe en doña Lucrecia porque la fémina se deja llevar por la voluptuosidad
1964. Un año después, Vargas Llosa
ofrecida bajo el antifaz de inocencia del precoz Fonchito, su entenado, pensando que no se
se casa con su prima, Patricia Llosa,
aparecería ningún contratiempo; se hace evidente en Don Rigoberto, embriagado con la
con quien tuvo tres hijos.
idea de ser sujeto único del deseo de la matrona, sin percatarse en momento alguno del
otro universo sexual a sus espaldas. Por otra parte interesa también a Justiniana, quien con
Su primer libro publicado fue una
sus opiniones al margen acerca de lo que dice y deja de decir el imberbe, inyecta, acaso
colección de cuentos titulada Los
exenta de intencionalidad malévola, en la frondosa Lucrecia: el aguijón de lo prohibido, de
Jefes (encabezada por el relato del
ahí que ese entrecruzamiento de ingenuidades posibilita situaciones con inminente
mismo nombre), que obtuvo el
disposición a la sensualidad, al regusto por las relaciones inundadas del líquido sensorial,
premio Leopoldo Alas (1959).
abre las represas del cuerpo y los arrimos se tornan profusos, de tonos encendidos,
subyugantes, en tanto la paradoja se deja asomar: ese accionar de Fonchito, niño travieso,
Premios, distinciones y doctorados
de Mario Vargas Llosa:
de repente barrunta inclinaciones perversas, tutelado por su inocencia implanta en el lector
aquella sensación de malicia erótica, cargada de juego infantil que tan bien supo trabajar
Premio Nobel 2010. Premio
con belleza y sugerencia Nabokov con su implacable Lolita.
Cervantes 1994. Premio Planeta por
Elogio de la madrastra está construida con elementos que sostienen el sopor de una
atmósfera cuya porosidad da cabida para llegar a los entresijos más personales de sus
moradores, los guiños son frecuentes: ventanas abiertas de par en par donde se dejan ver
esas profundidades tan poco expuestas del ser, y así como Fonchito transmuta en
voyeurista cuando se oculta en el techo para observar el baño de Lucrecia su madrastra,
también el auditorio asiste por intermedio de su mirada al espectáculo.
su novela Lituma en los Andes 1993.
Premio Príncipe de Asturias de las
Letras (España) 1986. Premio Rómulo
Gallegos en 1967, por su novela La
casa verde. Premio Nacional de
Novela del Perú en 1967, por La casa
verde. Premio Biblioteca Breve, que
La novela se convierte en un teatro abierto donde la recámara matrimonial que ocupan
se le otorgó por La ciudad y los
Rigoberto y Lucrecia, el cuarto de Fonchito y el baño en el cual don Rigoberto practica sus
perros, en 1963. Premio de la Paz de
abluciones, funcionan a modo de foros autónomos, territorios a la intemperie sujetos a las
los Libreros de Alemania, de Feria
intransigencias de inquisidores ojos, morbosos y alebrestados ojos como brasas que tocan
del Libro de Francfurt 1997. Miembro
el seno mismo del deseo por sobre la piel madura de una Lucrecia encendida,
de la Academia Peruana de la
incandescente criatura maravillada por el descubrimiento de su eros y llevado más allá de
Lengua desde 1977. Miembro de la
la satisfacción vulgar.
Real Academia Española desde 1994.
Cuando la arquitectura de un texto se sostiene en el basamento de la sugerencia, cuando
se deja al auditorio participar de la trama, convertirlo en cómplice, hacerlo culpable del
pecado que se expresa de modo implícito, a veces manifiesto; inducirlo a cargar con el
clandestino gozo de la perversión, mientras en los entretelones de la urdimbre anecdótica
se busca la felicidad del cuerpo, tanto como la del espíritu, sin ocultar las turbiedades de
sus motivaciones, significa que dicha narración es propietaria del exquisito placer de la
seducción. Elogio de la madrastra está permeada por todos sus costados de tentaciones,
Condecoración Orden El Sol del Perú
en el Grado de Gran Cruz con
Diamantes, otorgada por el Estado
Peruano 2001. Condecorado por el
Gobierno francés con la Legión de
Honor en 1985.
Doctor Honoris Causa por:
cada intersticio se puebla de signos y desde esas oquedades se murmuran con aquiescencia
las electrizadas terminales nerviosas, se cimbra el territorio epidérmico, las sensaciones se
Universidad de Castilla-La Mancha y
multiplican y magnifican, están a flor de poros reventando lujuriosas como flores en
por la Universidad Nacional
primavera.
Autónoma de México en 2010;
Universidad de Granada 2009;
Vargas Llosa con Elogio de la madrastra logra penetrar al corazón mismo del erotismo, pero
además hurga y devela las inquietantes personalidades de sus protagonistas, hasta dar con
la destilada gota de ese licor que convierte al ser humano en el barco ebrio aquel de
Rimbaud, objeto y sujeto de los vaivenes, sacudido por los “embates de las mareas contra
los arrecifes…” hasta que “La tempestad bendice el despertar…”
No es fácil admitir que las conductas tratadas en los habitantes de Elogio a la madrastra,
Universidad de Alicante 2008;
Universidad Simón Bolívar Caracas,
Venezuela y la Pontificia Universidad
Católica del Perú el 8 y el 12 de
diciembre de 2008; Universidad de
La Rioja y Universidad de Málaga
2007; Universidad Europea de Madrid
convergen en un ente que de algún modo nos representa, es decir, somos cada uno de los
lectores, somos: tú que atisbas este comentario, yo que lo escribo, el autor de la novela, y
2005; La Sorbona 2005;
Oxford 2003; Universidad Nacional
todo aquel que se deje anegar por el embeleso de las palabras, por esa otra forma de mirar
Mayor de San Marcos 2001; Harvard
de Mario expuesta en esta bella como inquietante historia, y digo que somos nosotros,
porque la madrastra con su deseo pulsante, Fonchito angelical espécimen capaz de
corromper con su inocente actuar, a la mujer de su padre y como puede observarse
también a la criada; don Rigoberto aturdido por la pasión hacia Lucrecia; padecen, son
1999; Ben Gurión Ber-Sheeva de
Israel (1998); Universidad de Yale
1994.
portadores de las cualidades, virtudes y defectos que cualquier ser humano posee, de tal
Enlaces:
suerte que Mario Vargas Llosa tornado en -y aquí me aprovecho de un poema de Juan
» Página oficial Vargas Llosa
Carlos Canales, poeta poblano, para expresarlo-: “…Dios inasible/ que alcanza todo sin
» Premio Nobel de Literatura 2010
tocarlo/…” nos pervierte.
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COREA TORRES (Nicaragua, 1951).
En esta edición de CRÍTICA
Actualmente reside en México.
⇒ CARLOS MENESES: La gran noche de Mario Vargas Llosa
⇒ AMALIA CHAVERRI: Recuerdos de un festín
(La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa)
⇒ COREA TORRES: Rozar el seno mismo del deseo
(Elogio de la madrastra, de Mario Vargas Llosa)
Ha publicado Miscelánea erótica
(Poesía colectiva 2007). A veces la
razón (cuento, 2001 3er. Lugar, V
Concurso Mujeres en vida, Filosofía y
Letras, UAP).
⇒ MAR PADILLA: Nosotros los viejos capitanes
(Quemar los días, de James Salter)
En 2009 publicó “Ahora que ha
llovido” (ANE-Noruega-CNE), una de
las obras seleccionadas en el
Certamen para publicación de obras
literarias, convocado por el Centro
Nicaragüense de Escritores.
Enlaces:
» Corea Torres en el sitio web del
Centro Nicaraguense de Escritores
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» Crítica
Nosotros los viejos capitanes
(Quemar los días, de James Salter)
Mar Padilla
Egresado de West Point y combatiente en la guerra de Corea, James Salter el escritor
estadounidense, nacido con el nombre de James A. Horowitz, evidentemente
escudriña en su biografía para obtener temas y contenidos a su obra. Mar Padilla la
ensayista, antropóloga y periodista catalana, colaboradora de nuestra revista, nos
acerca a este narrador ya aposentado en el gusto de muchos lectores.
James A. Horowitz es el verdadero
Juego y distracción. Eso es lo que debe ser la
vida en este mundo, en contraposición a la
futura vida superior, según el Corán. Juego y
nombre de JAMES SALTER, nacido
en Nueva Cork, Estados Unidos, en
1925.
distracción,es también el nombre de una de las
Fue piloto de combate en la Fuerza
pocas novelas de James Salter (Nueva York,
Aérea de su país. y después decidió
1925), de profesión escritor, guionista, piloto y
ingresar al universo de la literatura.
periodista y, de vocación, contumaz vividor. En
Tras este periodo, se dedicó a la
Quemar los días, Salter presenta su obra más
escritura, tanto de narrativa como
acabada, a la que ha destinado mayor
dedicación y audacia: su propia vida.
Como un personaje de Fitzgerald, romántico y
desposeído, Salter desgrana en su
autobiografía una vida acuciada de deseos
de guiones cinematográficos y
colaboraciones periodísticas.
Desde el año 2000, forma parte de la
Academia Americana de las Artes y
las Letras.
infinitos, de insaciable sed de aventura y de
experiencias definitivas. Estas memorias son la crónica más amable y feliz de un siglo
Salter generalmente atisba en el
aciago y cruel como pocos, el siglo XX, y de una cultura, la norteamericana, en uno de sus
interior de los espíritus de los
semblantes más jugosos: la viva “intelligentsia” de sus escritores y de los libérrimos
sobrevivientes de esa guerra, a veces
personajes que pululaban en Hollywood. En trazo grueso pero certero, como ráfagas,
con cierto tono fatalista.
Salter describe su vida entre llamadas a la acción y una serie de encuentros decisivos, que
marcan su personalidad y lubrican su doble motor más íntimo: el ansia de vivir y su
ambición, abstracta pero persistente, de lograr hacer algo “grande”.
Voló más de 100 misiones de
combate y utilizó su experiencia en
su Ópera Prima novela, Los
Por su vida, -en bares de hotel, en terrazas de la Costa Azul, en tabernas del viejo París,
Cazadores (1956), llevada al cine
en polvorientas pistas de aterrizaje o en suntuosas cenas en casas de amigos-, pasaron
protagonizada por Robert Mitchum
William Faulkner, Jack Keruoac, el general McArthur, Saint Exupéry, Bernard Shaw o Robert
en 1958.
Redford, entre muchos otros. Pero también da voz y rememora –“tener memoria sólo de
uno mismo es como venerar una mota de polvo”, nos dice- a multitud de héroes y
perdedores anónimos. Son compañeros de aviación, maridos cornudos, productores de
poca monta, prostitutas sabias y condesas alocadas, actores frustrados, camareros. Todos,
de una u otra forma, le marcaron y le ayudaron a perseverar en su más preciada
búsqueda: en sus propias palabras, “la emoción de lo inalcanzable”.
Se le considera uno de los escritores
de mayor proyección artística de la
ficción moderna de Estados Unidos y
los críticos lo tienen visualizado
como uno de esos creadores que
comprimen el lenguaje.
Quemar los días es también, entonces, una sorda crónica sobre el aprendizaje de la
decepción, donde esa búsqueda de lo inasible, del Santo Grial vital e intelectual se queda
en el camino. Deportivamente, Salter acepta este destino, pero pone el acento en el
esfuerzo, en la acción y en la suma de experiencias. “Nos pusieron en este mundo para
hacer cosas”, dijo Auden. Y se le va la vida en ello: pilota aviones, se hace militar, viaja por
todo el mundo, se acuesta con las mujeres interesantes, conoce a los tipos más duros, se
bebe todo el alcohol de Los Ángeles, Nueva York, Londres y París, escribe novelas, hace
películas, tiene hijos. La fascinación –teñida de negra melancolía por un tiempo, una
mirada a la vida y unos hombres que ya no existirán jamás- que sentimos por Salter reside
en su fresca inocencia, en la férrea voluntad de sus acciones y, también, en su desarmante
honestidad. Así es al menos en sus sentimientos de envidia ante los que consideran que
“han llegado”: Salter describe sin cortapisas la lividez de su rostro al ver a un ex colega de
aviación reconvertido en astronauta surcar el cielo y llegar a la luna –un acontecimiento
extraordinario que, de ser él el astronauta en vez de su compañero Aldrin, habría saciado
sus ansias de gloria-. Confiesa también sus sentimientos de honda envidia al leer A sangre
fría de Capote pero, inopinadamente, también le arrebatan de resquemor los hijos de sus
Periodista y antropóloga, MAR
PADILLA (Barcelona, 1966), tuvo
hace años el dudoso honor de
pertenecer a dos de las bandas de
punk más malas -y, por
suerte, absolutamente desconocidasde la ciudad de Barcelona.
amigos “por su inteligencia y su futuro”, o todas las personas que nacieron en California en
los años 40 y “se habían criado allí, o le habían dedicado incontables días perdidos”.
Para viajar, para sobrevivir y,
también, por malsana curiosidad, ha
Pero sean buenas, malas o anodinas, las vívidas experiencias de Salter –glosadas en una
ejercido los más diversos oficios,
escritura lírica y, a la vez, sobria y elegante-, te hacen reflexionar sobre tu propia vida,
como disc-jockey, tasadora de peces
sobre lo que quieres ser y lo que quieres hacer. Y entonces quieres ser como él, porque
para estudios de Biología Marina en
cree en lo que hace, sin fisuras: “nosotros los viejos capitanes, dijo supuestamente
el puerto de Barcelona, vendedora
Pershing a MacArthur, nunca debemos flaquear”, susurra en sus páginas.
de enciclopedias, coordinadora de
servicios de mensajería, camarera,
La prosa de Salter, como la los grandes escritores norteamericanos, es precisa, afilada y
contundente. La agudeza y concisión de sus observaciones y retratos nos atrapan sin
remisión, porque su generosidad –Salter es de los que opinan que la vida les va mejor a los
derrochadores que a los agarrados- es desarmante.
Como las buenas películas norteamericanas, Quemar los días nos habla de un tiempo y de
unas personas que creían en la acción para llegar al más resplandeciente de los futuros. De
espíritus inquebrantables, de purasangres que corren y ganan. La cristalina inteligencia del
autor, exenta de cualquier rastro de vanidad o cinismo, comparte aprendizajes, reflexiones
y experiencias sobre el proceso de vivir, el más fascinante de los relatos, al que volvemos
una y otra vez, en todos y cada uno de los libros.
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profesora de catalán de Barcelona y
de castellano en Boston, o
reponedora de alcohol en una
licorería, entre otros.
Trabajó durante más de cinco años
en la redacción de El País, y lo dejó
para coordinar la producción de una
película de temática humanitaria
llamada Invisibles. Producida por
Javier Bardem, y dirigida por
Fernando León de Aranoa, Isabel
Coixet, Mariano Barroso, Javier
Corcuera y Wim Wenders. La
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película ganó el Goya al mejor
documental en 2008.
Con Médicos Sin Fronteras ha estado
en Colombia, Palestina, Somalia,
Etiopía, Marruecos, Mozambique,
En esta edición de CRÍTICA
⇒ CARLOS MENESES: La gran noche de Mario Vargas Llosa
Sudán, Kenia, Camboya, Bolivia y
Armenia, entre otros lugares.
⇒ AMALIA CHAVERRI: Recuerdos de un festín
(La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa)
⇒ COREA TORRES: Rozar el seno mismo del deseo
(Elogio de la madrastra, de Mario Vargas Llosa)
⇒ MAR PADILLA: Nosotros los viejos capitanes
(Quemar los días, de James Salter)
Ama el blues, el jazz, el r´n´b, el
rock´n´roll, el soul por encima de
muchas cosas, y a veces trata de
averiguar porqué escribiendo sobre
ello en la revista musical Ruta 66.
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» Poesía
Poemas inéditos de Diario de sueños
Homero Aridjis
Diario de sueños es el nuevo poemario de Homero Aridjis (Contepec, Michoacán;
1940), uno de los más grandes poetas y escritores vivos en español. Su libro, nutrido
de un surrealismo subyacente, saldrá publicado a inicios de 2011 por el Fondo de
Cultura Económica de México.
HOMERO ARIDJIS nació hace 70 años
» Lea entrevista a Homero Aridjis, aquí.
en Contepec, Michoacán, México.
Su vasta obra (40 volúmenes de
poesía, narrativa, ensayo,
dramaturgia y literatura infantil) ha
sido traducida a 12 idiomas y
reconocida con importantes premios
literarios en México, Italia, Francia,
Serbia y los Estados Unidos, como el
Xavier Villaurrutia, la DianaNovedades, el Grinzane Cavour, el
Roger Caillois, la Llave de Oro y el
Estatal de las Artes “Erendira”.
Ex embajador en Los Países Bajos,
Suiza y la UNESCO, durante seis
años fue presidente internacional del
PEN Internacional, del cual es
presidente emérito en la actualidad.
Fundador del legendario Grupo de
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los Cien, su labor como
ambientalista ha sido reconocido con
el Premio Global 500 del Programa
de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente, el John Hay Award de la
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Orion Society, la “Fuerza de la
Naturaleza” del Natural Resources
Defense Council y el Premio del
Milenio para Liderazgo Internacional
en el Medio Ambiente de Mikhail
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Gorbachev y Global Green.
Ganador de la beca Guggenheim en
dos ocasiones, ha sido profesor en
las universidades de Indiana, New
York, Columbia y California (Irvine).
en esta edición de Poesía
⇒ HOMERO ARIDJIS: Diario de sueños (Poemario inédito)
⇒ JORGE ELIÉCER ROTHSCHUH VILLANUEVA: Selección poética
⇒ MARJORIE EVASCO: Piel de agua / Skin of Water (bilingüe)
⇒ CÉSAR RAMIRO: Selección poética de Aldaba (2010)
Su última novela, Los Invisibles, se
publicó en mayo del 2010.
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» Poesía
Selección poética
Jorge Eliécer Rothschuh Villanueva
El verso libre y una prosa que persigue la sonoridad y rapidez verbal, la violencia en la
palabra y el significado inmediato, son los dos estilos de esta poesía, en las que el
autor hace referencias, entre otros aspectos, a símbolos de la libertad, al
sometimiento mítico de promesantes indígenas y a las ceremonias de cantos después
de una guerra para evocar la felicidad.
JORGE ELIÉCER ROTHSCHUH
VILLANUEVA nació en Juigalpa,
Chontales, Nicaragua (1950).
Ha publicado en periódicos y revistas
nacionales y extranjeros; aparece en
varias antologías. Ha obtenido entre
otros reconocimientos y premios,
Mención Honorífica en el Premio
Nacional de Poesía Jaime Sabines
(Instituto Chiapaneco de Cultura/
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1989);
Primer Lugar en el Premio Nacional
de Poesía Balún Canan (Instituto
Chiapaneco de Cultura y Casa de la
Imágenes / San Cristóbal de la
Casas, Chiapas, 1992) y Mención
Honorífica en los Juegos Florales de
la Primavera San Marcos, Chiapas,
1994.
Ha publicado Influencias y
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confluencias (1976), Otras después
de Eva (1991), Hospedaje de la
Pirámide (1992), Residencia Cautiva
(1995), Vecindad entre ruinas
(1996), Somos habitantes de un
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mismo sueño (1996) y Juigalpan
Tierra de caracoles (2010).
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en esta edición de Poesía
⇒ HOMERO ARIDJIS: Diario de sueños (Poemario inédito)
⇒ JORGE ELIÉCER ROTHSCHUH VILLANUEVA: Selección poética
⇒ MARJORIE EVASCO: Piel de agua / Skin of Water (bilingüe)
⇒ CÉSAR RAMIRO: Selección poética de Aldaba (2010)
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» Poesía
Piel de agua / Skin of Water
Poemas en español e inglés
Marjorie Evasco
A través de las palabras, Marjorie se adentra en las vivencias del amor, la soledad y el
silencio. La metáfora es el recurso que mejor privilegia a la belleza lírica para quienes
deseen conocer su poesía; este año obtuvo el Premio a los Escritores del Sudeste
Asiático, el más importante premio otorgado desde 1979 por la Asociación de
Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Carátula celebra este prestigioso galardón
con la publicación de una selección poética bilingüe que lleva por título Skin of Water,
traducido al español como Piel de agua.
MARJORIE EVASCO nació en 1953 en
Maribojoc, en la isla de Bohol, en las
Visayas, región central del
archipiélago de Filipinas. Es doctora
en letras por la Universidad de
Filipinas.
Escribe en dos lenguas, el cebuano y
el inglés. Enseña escritura creativa
en la Universidad de Manila. Entre
sus libros destacan Tejedoras de
sueños (Poemas escogidos, 19761986), Tonos ocres (1999) y Piel de
agua (Poemas escogidos, 2009).
Está incluida en la antología Norton
2008 de las mejores poetas del
Oriente Medio, el Este y el Pacífico.
En 2010 obtuvo el Premio a los
Escritores del Sudeste Asiático, el
más importante premio otorgado
desde 1979 a quienes pertenecen a
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la Asociación de Naciones del
Sudeste Asiático (ASEAN).
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Diseño:
.
Estuvo como invitada en febrero
2010 al VI Festival Internacional de
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Poesía de Granada, Nicaragua.
Born in Tagbilaran City on the island
Comentarios
of Bohol in the Visayas, the central
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part of the Philippine archipelago,
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Marjorie Evasco writes poetry in two
languages, English and CebuanoVisayan.
en esta edición de Poesía
Her two books of poems,
⇒ HOMERO ARIDJIS: Diario de sueños (Poemario inédito)
Dreamweavers: Selected Poems 1976-
⇒ JORGE ELIÉCER ROTHSCHUH VILLANUEVA: Selección poética
1986 (1986) and Ochre Tones: Poems
⇒ MARJORIE EVASCO: Piel de agua / Skin of Water (bilingüe)
in English and Cebuano (1999) both
⇒ CÉSAR RAMIRO: Selección poética de Aldaba (2010)
won the National Book Award for
Poetry from the Manila Critics’
Circle. Two other books, one she coauthored with Edna Manlapaz called
Six Women Poets: Inter/Views
(1996), and another called A Life
Shaped by Music: Andrea Veneracion
and the Philippine Madrigal Singers,
also won National Book Awards for
Oral History and Biography
respectively. In 2006 her book Ani:
The Life and Art of Hermogena Borja
Lungay was published and won the
Alfredo Ongpin National Book Award
on Art from the Manila Critics Circle.
Her poems have been translated into
German, Spanish, Japanese,
Chinese, Russian, Kannada,
Romanian and Vietnamese.
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Poesía
Aldaba (2010)
César Ramiro
El poeta argentino Mario Arteca comentó: "La poesía siempre tiene su carga erótica y
por eso trabaja cierta prolongación de un régimen invisible, al hacer visible un
funcionamiento interno. Si esto fuera strictu sensu, Aldaba, de César Vásconez
Romero (Quito, 1980), sería una de las formas de domesticación de ese modo literario
de estructurar la subjetividad. Aldaba es sensual porque consigue validar la eficacia
como una de las maneras de controlar los flujos de ficción existentes en los flujos
poéticos, aunque no es suficiente quedarse en ello. Vásconez va más allá y entiende
que una visión, en ese sentido, y sólo entendida como el arranque necesario para
ordenar la pulsión de escritura, autentica en forma relativa una metodología, nunca
refiere a la totalidad del recurso literario. Escribir es saltar esos impulsos
predominantes, como si escucháramos con atención esa catedral del mundo baroque
& noise que es "Hobo Ho", de Charles Mingus. Ejercicio para la casa: leer en voz alta
Aldaba bajo el influjo de este de este tema de Mingus..."
CÉSAR RAMIRO (César Vásconez
Romero) nació en Quito, Ecuador,
en 1980. Hizo estudios de Letras y
Edición en la Universidad de Buenos
Aires (UBA).
Ha publicado artículos en revistas
como La Comunidad Inconfesable,
Ruido Blanco, El Interpretador y La
Tempestad. Como editor preparó la
Obra Poética (2007) de David
Ledesma y Minero de la Noche -24
poetas franceses de vanguardia(2008) de Jorge Carrera Andrade.
En el 2009 fue seleccionado para el
Programa de Residencias Artísticas
para Creadores de Iberoamérica del
Fonca en México.
Es el editor literario de Big Sur,
revista de arte latinoamericano.
Nota: Para cambiar de página, dar clic en las esquinas de cada página, como libro virtual.
Aldaba es su primer libro.
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Fotografía de autor (detalle):
Belén Bejarano
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Cine
Tire dié (un sueño con los ojos abiertos)
Fernando Birri
Tire Dié (1958) es uno de los primeros documentales del Nuevo cine latinoamericano,
un movimiento comprometido con reflejar la realidad político social de nuestros
países. Fernando Birri (Argentina, 1925) nos narra el complejo y difícil proceso de la
realización de este documental escuela que desde sus primeras proyecciones se
estableció como un clásico del cine latinoamericano.
Fernando Birri obtuvo con este documental el Gran Premio Especial del Jurado en el
IV Festival de cine de SODRE, Uruguay, 1961. Ha realizado una larga lista de
documentales y películas de ficción, incluyendo un documental sobre Nicaragua –
Remitente Nicaragua-. Sus obras han merecido menciones y premios en festivales
internacionales de cine, entre otros, La medalla de oro de San Marcos en la XXIII de
Venecia; El primer premio en la reseña cinematográfica del tercer mundo, Génova,
Italia; Premio OCIC y Premio Coral en el IV Festival de cine latinoamericano en la
Habana; Premio Paloma de oro en el 40 festival Internacional de Lepzig, Alemania.
Es miembro fundador y la más importante figura del Nuevo cine latinoamericano. Ha
sido director de la Escuela internacional de cine y televisión en Cuba y actualmente es
profesor visitante de universidades norteamericanas como Tufts y Stanford.
FERNANDO BIRRI (Argentina, 1925),
cineasta y teórico argentino
conocido como el padre del llamado
Nuevo Cine Latinoamericano.
Luego de haber incursionado en el
teatro y en la poesía en su ciudad
natal, fue a estudiar a Roma al
Centro Sperimentale di
Cinematografía, de 1950 a 1953. En
1956 regresó a Santa Fe, para fundar
el Instituto de Cinematografía de la
Universidad Nacional del Litoral.
Realizó su primera película en la
Escuela Documental de Santa Fe, y
se trata del cortometraje Tiré Dié,
considerado el primer documental
socio-político de la Argentina.
En junio de 2008, después de inútiles
tentativos de dejarla en
instituciones varias de América
Latina, donó la obra de su vida
(filmes, escritos, pinturas) a un
Fondo con su nombre en la
Biblioteca de la Brown University,
asociada con Rhode Island School of
Design, Providence, Estados Unidos.
Enlaces
» YouTube: TIRE DIÉ MONTAJE
PABLO OUBIÑA
» YouTube: Un sueño con los ojos
abiertos
Un pibe:
- A ver, che, traé el afrecherò aquél... nos dan un peso por chijì, uno cincuenta
a veces- nos dice uno de los pibes. Dos gorriones a un peso... los otros días
cacé un pàjaro que vendí a cinco pesos.
Otro:
- Cada pasada del Tire dié, nos sacamos un peso, los que corremos, los otros
no,...son una manga de secos! También está el tire cincuenta, el que viene de
Buenos Aires. A veces, cuando viene un tren de carga, nos subimos al techo y
cuando podemos le sacamos carbón, después se lo vendemos el herrero...Los
otros días sacamos avena.
El nuevo cine latinoamericano, entre otras características, tiene la de no haber trabajado
nunca sobre la base de géneros tradicionales, no estableciendo una especie de divortio
acquarium entre lo que es ficción y lo que es documental como más o menos se entiende
tradicionalmente o académicamente. Este especie de off limits, creo que es algo que está
profundamente enraizado en nuestro ser cultural, en nuestras vivencias culturales en
cuanto latinoamericanos, y es una idea que me está rondando en estos días, quiero
trabajarla un poco mejor, pero se las anticipo, porque creo que, en definitiva, en el caso
específico del cine, esta no discriminación, o mejor, esta contaminatio ―como la llamaría
Pasolini― esta contaminación de géneros entre lo ficcional y lo documental no son y no es
sino una de las tantas expresiones, en este caso estética, de nuestro sincretismo cultural.
Ángela Echagüe
- Yo me las arreglo como puedo, hago pan y tortas para darle de comer a mis
hijos...Me llamo Ángela Echagüe, tengo 29 años,...como si tuviera 40! Uno,...si
pide no le dan, si roba lo meten preso, si trabaja lo critican...y al final, cómo
uno va a vivir!... Cuando no he sido sirvienta he sido mucama, cuando no
ayudante de cocina. Nunca pude tener nada, mire, y ahora menos que antes...
Los otros días vinieron a avisarme que si quería trabajar, pero mediodìa, sin la
nena ,y adónde, cómo voy a dejar la nena?
El documental Tire dié es la primera encuesta social que se filma en América Latina.
Empieza a ser filmada en el año 1956 y se termina en el 1958, dos años después. Tire dié
está producido por una universidad argentina que es la Universidad Nacional del Litoral en
la Ciudad de Santa Fe, Provincia de Santa Fe. Es la primera vez ―año 1956, mitad de la
década de 1950― que una Universidad asume la producción de un film, por eso yo les digo
que todo esto debe ser visto y escuchado con el “signo del después”, porque hoy no hay
Universidad en América Latina que no tenga un departamento de Cine o un departamento
de Televisión o, como mínimo, un departamento Audiovisual. Pero “Tire dié” se hace de
manera que corresponde a una de las honestas astucias con las que a veces tenemos que
movernos para poder hacer nuestro trabajo, que es la de encontrar un resquicio en el
Instituto de Sociología que tiene esa Universidad. Porque para la Universidad en ese
momento, y a pesar de que eran universidades bastantes progresistas, el cine era algo mal
visto ¡todavía eran artes del diablo! y solo a través de este Instituto de Sociología
conseguimos la producción de este film, obviamente con medios limitadísimos.
Chileno:
- Me dicen "Chileno" y tengo 14 años. Fui a la escuele hasta primero inicial. Me
echaron porque faltaba. Y porque me gusta jugar al "bolo”. Yo sé escribir nena,
nene. Y papá y mamà... Antes enseñaban todo en la escuela... Ahora enseñan
puros palitos... De noche, cuando me acuesto, enciendo la luz y leo el diario, leo
"Ramonita” y eso de los robos...
Locutor:
Su hermano nos dice:
Vicente:
- Yo me llamo Vicente y no voy a la escuela.
La dirección de Tire dié es una dirección muy “sui generis”, porque las dos características
de Tire dié son las de ser un film escuela, ya que está hecho por ciento veinte muchachos y
muchachas que no habían hecho nunca cine y que aprendieron a hacer cine con ese
documental, y la de ser un film colectivo, porque era el resultado de un trabajo de equipo.
La fotografía fue hecha con una cámara Bolex, de cuerda, de 16 mm, prestada por un
amigo aficionado, y con una película italiana Ferrania. Como yo había hecho mis estudios
en Italia, en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma, y había trabajado allá con
De Sica y Zavattini y todas esas cosas, como un generoso aporte a esta más que noble
causa, los italianos nos regalaron unas latas de película vencidas, y con esa película
vencida se hizo la película, lo cual aumentó el dramatismo de la fotografía en blanco y
negro.
Pero peor fue el tema del sonido, se grabó con un grabadorcito no profesional ―se llamaba
Geloso― que eran unos grabadores chiquititos, era un juguete que dio como resultado que
de lo que decían nuestros encuestados, pues Tire die era un film-encuesta, no se entendía
una papa. Y ahora esto se cuenta con humor y nos reímos, pero en aquel momento,
cuando vimos y tratamos de escuchar la primera copia, suicidarse era una de las
esperanzas más alegres, por el resultado de lo que habíamos hecho.
Pescador:
-...francamente, yo tengo vergüenza...pero tengo que salir a manguear,
francamente,... porque un día falta azúcar, falta pan...
Su mujer:
-... y qué va a hacer... A veces le dan, a veces no le dan.... y así.
Pescador:
—...dan comida, sopa...guiso...y a gatas para los dos,... y a la noche mate
cocido con pan, o mate cocido... Y lo demás, aguantar nomás... Hasta que Dios
quiera decir...
Cuando terminamos la primera versión duraba una hora y la sometimos al mismo proceso
de encuestas que habían servido para acercarnos al tema. Después de haber encuestado a
centenares de espectadores dejamos sólo aquellas partes, sólo aquellos fragmentos, que
aparecían como legítimos y volvimos a hacer el montaje del film quitándole media hora.
Dejamos solamente aquellos fragmentos con los cuales había coincidencia de opiniones.
Eran públicos de barrio, vecinales, público con los que nos reuníamos en las canchas de
fútbol, en las parroquias, en las escuelas, en las plazas, en los manicomios, donde se
podía. Después los mismos estudiantes volvían a hacer encuestas: “¿Le gustó o no?”, “¿Por
qué?”, se hacían estas dos preguntas y basados en esas encuestas, el film, de una hora, se
llevó a treinta y tres minutos.
Y para solucionar el problema del sonido se introdujo un “over-sound”. Había varias
alternativas: subtitulado, doblaje, y al final decidimos que lo mejor era un “oversound”.
Entonces, dos grandes actores del cine argentino, María Rosa Gallo y Francisco
Petrone, prácticamente se superpusieron a las voces originales, que no se entendían pero
que dejamos como fondo, una especie de textura sonora para que el público tuviera así por
lo menos la posibilidad, si no de entender, por lo menos de escuchar el carácter de esa voz.
El guión de Tire dié fue el proceso más largo que está contado en la síntesis que hice en un
libro que se llama La Escuela Documental de Santa Fe y donde hay un capítulo dedicado a
cómo trabajamos este guión: "Tema, tratamiento y guión colectivo: el proceso para llegar
al film terminado fue largo y complejo, obligó a poner en acto los puntos de vista teóricos
que el Instituto venía sustentando; a desarrollarlos, a modificarlos, inclusive a cambiarlos
cada vez que la realidad los contradecía. Primero hicimos un fotodocumental al cual
siguieron otros tantos fotodocumentales.
Y esto hay que aclaralo. Previo al guión lo que hicimos como metodología de trabajo fue un
trabajo que llamábamos fotodocumentales y que después publicamos en un cuadernillo y
que era una cosa muy simple, igual que una página cualquiera: eran fotos con epígrafes.
Todavía en ese momento no teníamos medios para filmar, entonces salíamos divididos
equipos a hacer fotos y hablar con la gente y escribir lo que la gente nos decía. Ese era el
fotodocumental, es decir, todavía no era el documental, pero era el paso previo al
documental y Tire dié fue uno de los temas que se propusieron en estos cuadernillos. Fue el
que al final el grupo decidió hacer y con esta materia prima, reunidos dentro de aquel
galpón humoso que fue nuestro primer instituto, discutíamos apasionadamente hasta altas
horas de la madrugada para definir nuestros temas colectivos.
Los pibes del Tire Die
(piden, en coro, al tren que pasa):
-Tire dié, diga!...
-...diga, Tire dié!
-Tire dié!
Pasajera vieja en la ventanilla del tren:
-Pobrecitos...
Dos pasajero del tren
-Mirà qué miseria!...
-...esta gente vive así porque no quiere trabajar.
Un buen documental, si no se tiene claro el tema, que es el núcleo de lo que se quiere decir
en el documental, no se puede hacer. Y esto tiene que ser traducido materialmente, en
términos muy breves, en pocos renglones, en tan pocos renglones que uno se lo puede
escribir aquí en la frente al revés y leerlo desde adentro, porque en medio de todo lo que
significa una filmación es muy fácil perder de pronto la famosa brújula, en este caso la
brújula de lo que se quiere hacer con el documental.
En Tire dié el tema era “el problema de los pibes que piden monedas en el puente del
ferrocarril, como efecto de causas sociales, con el alerta de que hay que eliminar estas
causas, sino otros pibes caerán en esa necesidad. Si analizamos rápidamente este tema
encontramos que todo el film está adentro.
De entrada la película se coloca como una película crítica, de análisis, problemática,
problematizadora “de los pibes que piden monedas en el puente”; ya está la anécdota, el
hilo anecdótico, la trama ya está expuesta, “como efecto de causas sociales”, la encuesta,
las encuestas, lo que están de alguna manera comunicando son esas causas sociales “con
el alerta que de no eliminar estas causas nuevos pibes caerán en esa necesidad”. Esto se
concreta en la frase final de una madre cuando dice: “no, éste todavía es demasiado
chiquito para ir al tire dié”. Ella está diciendo que cuando este chico crezca va a ir también
al tire dié.
También es importante en el tema concentrar todo lo que aspiran a expresar con el
documental. Después del tema redactábamos en conjunto el tratamiento, que es el
segundo paso:
Los pibes de la vía miran expectantes la llegada del tren.
Nos enteramos a través de una encuesta, al maquinista, al fogonero y al guarda,
de que el tren al pasar a paso de hombre por el puente da lugar a un problema
que se repite cotidianamente con los pibes de la barriada.
El tren llega al puente, disminuye su velocidad a paso de hombre.
Contemporáneamente, algunos pibes salen desde sus ranchos, míseras viviendas
hechas de barro, paja, latas, bolsas y palos; otros abandonan sus juegos en el
arenal y basural vecinos, otros apresuran sus changas y rebusques, otros que
ambularon todo el día se encaminan hacia el terraplén. Nos acercamos a algunos
de ellos y nos introducimos en el ambiente, mientras el tren prosigue su marcha
a paso lento; a través de una encuesta nos enteramos de los problemas de la
gente del lugar: la miseria, como consecuencia de la desocupación, salarios bajos
y desclasamiento, ha implantado: el analfabetismo, la insalubridad, la
prostitución, la delincuencia, el alcoholismo, la vagancia, la desnutrición, los
rebusques, la inestabilidad familiar, la vagancia infantil, las changas infantiles, la
promiscuidad y la mendicidad.
El tren está llegando al lugar donde los pibes siempre lo esperan.
Al grito mecánico de “tire dié”, “tire dié”, “tire dié”, algunos pibes van corriendo
con los pies descalzos sobre la pasarela de lajas rotas, de cincuenta centímetros
de ancho, a siete metros de alto; mientras otros corren por debajo. Los
pasajeros, atraídos por los gritos, se vuelcan sobre las ventanillas del lado de la
pasarela.
Otros pibes que han ido corriendo al encuentro del tren. Se entrechocan con los
primeros que, dejados atrás por aquél, reinician su carrera siguiéndolo. La
miseria no hace distinción de sexo. Entre los pibes también hay “mangueritas” de
“tirar de la manga”, pedir. El coro de pedidos aumenta en franca competencia.
Los pasajeros reaccionan ante al espectáculo de diversas maneras: algunos
comentan, otros se muestran indiferentes, unos tiran monedas, otros restos de
comida y de dulces, otros golosinas; mientras unos se muestran apenados o
molestos, otros se burlan haciéndoles correr varios metros para darles o no, al
final, una moneda.
Bajo el puente, las monedas que se les escapan de las manos a los de arriba,
provocan entre los pibes verdaderas arrebatiñas, peleas, revolcones y pujas en el
barro. El tren llega al terraplén.
Aquí se unen los chicos que han corrido por la pasarela atravesando el último
tramo sin lajas, los que han corrido por debajo y los que por ser muy chicos o
menos audaces se han amontonado a los dos lados de las vías esperándolo allí.
“Tire dié diga, tire dié, tire dié diga, tire dié!”, es la gritería general.
Con una encuesta al guardavía se completa el cuadro de riesgo y lo cotidiano del
hecho.
Al tomar la curva el tren acelera y retoma su ritmo normal. Después de la
“manga”, hacemos una encuesta entre los pibes que se van dispersando, para
saber cuanto dinero sacaron y que harán con él: jugárselo, llevarlo a sus casas
para contribuir en el presupuesto familiar, comprar cigarrillos y golosinas, ir al
cine.
La barriada recobra su fisonomía habitual”.
De esta guía se llegó después al guión técnico “Por las características mismas del
documental, queriendo aprender la móvil realidad de un lumpenproletariat, el film no tuvo
un “guión de hierro” ― un guión donde todo ya estaba establecido, dividido en planos,
contado a priori― y el guión técnico de esta película fue un resultado a posteriori de la
filmación. O sea es una película que se creó en el momento en que se hacía, después de
casi un año largo de investigación de campo, divididos los alumnos en varios equipos,
ocupándose cada equipo de uno de los temas y teniendo solamente en común los dos
fotógrafos y los sonidistas, después, con todo el material hicimos el guión en la moviola.
Doña Lola:
- Mire, a ellos les gusta ir al Tire dié, pero a mí no me gusta. Son chicos que
están siempre acá, en mi casa, pero como yo no los gobierno... ellos tienen sus
padres y a los padres les gusta...o por estar más cómodos...largan los hijos,
que salgan..
- Bueno, a mí me llaman acá Doña Lola. Hace quince años que estoy acá. Y
contenta, porque progreso. Empecé muy pobre y hoy día, estoy a una altura
que de cualquiera.
- Tengo muchas clases de animales... Después yo tengo hoteles, casas de
pensión, en muchas partes... Tengo Los Hornos -que es una sociedad norteamericana-... y de ahí sale mucha basura, en fin, papeles...que es lo que
nosotros también recolectamos... Papeles, vidrios, huesos y todo eso... De todo
nos ocupamos, mis hijos y un peón. Tengo tres carros y he andado yo también.
Su hijo:
- En el invierno está lindo, pero en verano se la regalo a cualquiera, por las
moscas que hay acá.
Cuando llegamos los de la barriada nos sacaron a pedradas y era comprensible. Cuando se
empezó a fotografiar a la gente, las reacciones eran más bien hostiles. “¿Por qué no nos
dejan tranquilos en nuestra miseria?”, y hay una carga de dignidad impresionante en esa
sufrida figura. “¿Por qué no nos dejan tranquilos, por qué vienen a joder aquí con esas
cámaras?”
Entonces uno de los trabajos previos a la filmación más delicados fue ese primer contacto,
y eso lo entendimos después de esa primera experiencia: dejamos las cámaras, dejamos
todo y fuimos directamente a hablar con la gente, tampoco a ocultar ni mucho menos a
contrabandear nada: no, fuimos a explicar francamente lo que queríamos, lo que
estábamos haciendo y así se fue ganando la confianza en el sentido más limpio de la
palabra.
Después se pudo volver cotidianamente, y no solamente a trabajar en el tema: hubo un
momento en que quienes desde el Gobierno la habían auspiciado no nos dejaban terminar
la película. Ya estábamos en el año 1958, empezamos las encuestas en el 1956 y ya
estábamos en el 1958, la situación política en Argentina se había puesto muy tensa. La
policía no nos dejaba terminar la película: ponían un jeep a la entrada del terraplén que da
acceso al puente para que nosotros no pudiéramos pasar.
Ahí fue cuando inventamos aquella táctica de dos equipos, un equipo que realmente tenía
una cámara que filmaba y un equipo que tenía una cámara que no tenía película y no
filmaba. Entonces levantábamos una gran polvareda de órdenes, carreras, ruidos en el
lugar donde estaba el equipo que tenía la cámara sin película, y ahí iba la policía con el
jeep: “No, ustedes no pueden filmar, porque no tienen autorización…” Y mientras
estábamos en esa discusión el tren pasaba y el equipo que tenía película estaba en alguno
de los dos extremos del puente o inclusive arriba del tren. Y así pudimos filmar la película,
con la complicidad del barrio, que es lo que quería terminar de decir.
Encuestador:
- ¿Que hacés con las monedas?
Juan Carlos:
- Se las doy a mí mamà...
Encuestador:
- ¿Y a tu papá?...
Juan Carlos:
- No tengo papá.
Encuestador:
- ¿Cuántos años tenés?
Juan Carlos:
- 11.
Encuestador:
- ¿Vas a la escuela?
Juan Carlos:
- No.
Encuestador:
- ¿Trabajàs?
Juan Carlos:
- No.
Encuestador:
- ¿Sacaste mucho hoy?
Juan Carlos:
- Dos de veinte...
Nadie puede conseguir una presencia creíble, o si prefieren verdadera, del personaje si no
crea primero una relación profundamente humana, de profundo respeto y, aunque la
palabra esté bastante fuera de moda, de profundo amor. Si no hay eso, para qué hacemos
todo lo que hacemos: no lo entiendo. Es fundamental trabajar con esa dimensión, sin esa
dimensión a mí, personalmente, no me interesa el cine; creo que nadie, nadie puede
conseguir un film honesto si no hay esa base de confianza, de compromiso, de amor.
Otro pibe, Sapito:
- A mí me dicen Sapito, porque soy fiero y roñoso!
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HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Cine
Radiantes, documental de Ramiro Lacayo Deshón
acerca de los 85 años de vida de Ernesto Cardenal
Luis Rocha
Radiantes es una obra documental de 15 minutos realizado por Ramiro Lacayo
Deshón, en homenaje al 85 aniversario del poeta Ernesto Cardenal. El trabajo recoge
de manera creativa y con un montaje dinámico, aspectos de la vida del poeta y
fragmentos de su Cántico cósmico.
ERNESTO CARDENAL (Granada,
1925) es considerado uno de los
poetas vivos más importantes del
Radiantes, documental de Ramiro Lacayo Deshón. Cortesía del autor.
habla hispana. Parte de su obra está
contenida en las siguientes
Es radiante porque es un precioso y artístico documental realizado este año 2010 con
publicaciones: Epigramas en 1961,
motivo de los 85 años del poeta Ernesto Cardenal. Uno de los mejores regalos al poeta y a
Oración por Marilyn Monroe y otros
nosotros los espectadores, a quienes nos deja radiantes. Producción de Camila Films y
poemas en 1965, El estrecho dudoso
teniendo como productor asociado a su propio director, Ramiro Lacayo Deshón – con
en 1966, Salmos en 1967, Telescopio
agradecimientos para el Centro Nicaragüense de Escritores y Gota Film-, cuenta también
en la noche oscura en 1983,
con un equipo de lujo, que incluye en la fotografía a Frank Pineda, una especie de leyenda
Quetzatcóatl en 1985, Cántico
en la filmografía nicaragüense, cuya experiencia y sensibilidad lo hacen imprescindible
cósmico en 1989.
como sello de garantía para obras cinematográficas de calidad; Koki Ortega, en montaje;
Rossana Lacayo, en foto fija; Armando Moreira, en sonido directo; y Eduardo Cáceres , en
mezcla sonora. Toda una confabulación de profesionales para lograr quince minutos que
son una pequeña obra maestra, y que corresponden con creces a los esfuerzos del director
Obtuvo el Premio Pablo Neruda en
2009. En mayo de 2005 fue
propuesta su candidatura para el
Premio Nobel de Literatura.
de “Radiantes”, Ramiro Lacayo, poeta, novelista, pintor y director de cine, vocaciones que
aquí se conjugan con un respaldo técnico de primera categoría.
Enlaces
» Ernesto Cardenal (Wikipedia)
Si bien el “Cántico Cósmico” está dividido en cuarenta y tres cantigas, éste documental se
divide en cuatro, y a esos cánticos o cántigas (pues se puede decir de las tres formas) se
adaptan magistralmente la lectura que hace Ernesto Cardenal de sus poemas, y sus breves
y concisos comentarios. Todo, voz y sonido unidos en una especie de serenidad cósmica.
En su orden, la “Cantiga de la Poesía” sintetiza la vida en el amor de Ernesto: Muchachas,
historia de su vida, estudios, aclaraciones con respecto a su obra sobre la concreción de la
poesía y la abstracción de la filosofía. Un “rápido tránsito” por la naturalidad de su ser.
En la “Cantiga de la Sanación” habla Ernesto con infinita ternura, con gozo de alma y
cuerpo, de su experiencia con los Talleres de Poesía a Niños con Cáncer, a quienes una vez
por semana visita en el Hospital “La Mascota” y junto con un grupo de poetas alienta e
instruye en los menesteres poéticos. Infundir vida y compartir la muerte inminente, que es
la otra vida. Con la obra de estos niños-poetas Ernesto ha recopilado y prologado dos
libros: “Sin Arco Iris fuera triste” (Anamá, 2006), y "Me gustan los poemas, y me gusta la
Vida” (Anamá, 2009). De su prólogo al primer libro, tomamos lo siguiente: “Ignoro cuánto
RAMIRO LACAYO DESHÓN estudia
será el beneficio terapéutico que les produce la poesía, pero sí veo la gran alegría que les
humanidades en la Universidad
produce cuando la oyen leer y más cuando la hacen ellos mismos…Todo estos poemas
Centro Americana (UCA), Managua, y
reunidos son como un himno a la belleza de la creación. ¿No es este el sentido del
arquitectura en The Catholic
universo, y para esto es que ha sido creado?”.
University of America, Washington D.
C.
Publica cuentos y poemas en
suplementos literarios desde 1970.
En la insurrección (1978-79) es
integrante de la Brigada
Cinematográfica que recoge, en cine
y fotografía, la guerra contra
Somoza.
Durante los 80’s es cofundador y
director del Instituto Nicaragüense
de Cine (INCINE), y miembro
fundador de la Fundación del Nuevo
Cine Latino Americano. Realiza
documentales y películas de ficción
que obtienen reconocimientos en
festivales internacionales.
Ha publicado un libro de cuentos,
Nadie de Importancia (1984), y su
primera novela, Así en la tierra, es
finalista del premio Ateneo de
Cito para decir que ese espíritu se logra plasmar en éste documental. Agrego que con igual
convicción y sentimiento en ésta “Cantiga de la Sanación” nos lee “La Zenzontla” de Deybis
Sevilla 2007.
Es editor de Cine de Carátula.
Aguinaga y “La hoja casi en blanco” de José Alejandro Martínez, tal y como también nos lee
“transido de Dios” su poemas “Estrellas y luciérnagas” y “Omega”.
Enlaces
» Centro Nicaraguense de Escritores:
En la “Cantiga del barro” surge Ernesto el alfarero, el artesano; barro mismo. El escultor
paciente como en una especie de Génesis, que habiendo pasado hasta por la plastilina,
concluye en el barro, en los orígenes, con profundas raíces en la tierra. ¿Será modelar una
pieza como hacerle un homenaje a la creación?.
Ramiro Lacayo Deshón
De aquí a la eternidad. De la tierra al universo. De la “Cantiga del barro” hacia la “Cantiga
del Cosmos” –“Cántico Cósmico”- en el que vuelca todo su interés por la ciencia, la
naturaleza y la creación. “Un canto a los misterios científicos”, dice en un momento. Pasión
cosmogónica reflejada o mejor dicho filmada en este viaje de quince minutos por el
universo de Ernesto Cardenal.
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LUIS ROCHA nace en 1942 y ha
dedicado casi cincuenta años de su
Comentarios
vida a promover la cultura
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de opiniones.
nicaragüense, fundando,
Pueden identificarse con cuenta de Facebook, Yahoo!, Twitter, OpenID o Disqus, o bien, como invitados mediante
sus correos electrónicos. Los comentarios serán visibles una vez que un moderador los apruebe.
promoviendo y apoyando
instituciones culturales, como editor
de revistas y suplementos literarios.
En esta edición de Cine:
⇒ FERNANDO BIRRI: Tire dié (un sueño con los ojos abiertos)
⇒ LUIS ROCHA: Radiantes, documental de Ramiro Lacayo Deshón acerca de los
Ha publicado libros de poesía y prosa
y ha obtenido el Premio
Latinoamericano de Poesía de 1983.
85 años de vida de Ernesto Cardenal
Su obra poética ha sido incluida en
⇒ FRANKLIN CALDERA: Historia del cine en 25 carteles. Primer cartel:
las principales antologías del mundo
Intolerancia
y de ella se hace referencia en la
“Historia de la literatura universal”
de Martín de Riquer y José María
Valverde.
En 1980 España le otorgó la Cruz de
Caballero de la Orden de Isabel la
Católica, y en 1984, Bulgaria, la
“Orden de los 300 Años del Estado
Búlgaro”, que se da a personas que
se distinguen en el campo de la
cultura. En octubre 2009 fue
condecorado con la orden “DaríoCervantes” otorgada por el Instituto
Nicaragüense de Cultura Hispánica.
Enlaces
» Centro Nicaraguense de Escritores:
Luis Rocha
HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
» Cine
Historia del cine en 25 carteles
Primer cartel: Intolerancia
Franklin Caldera
Iniciamos está serie de crónicas de cine partiendo de la colección visual de carteles
cinematográficos de Franklin Caldera. En su navegar por la web, Franklin ha
encontrado bellísimos carteles que llenaban las paredes de los cines, en especial una
colección de carteles españoles, que debido a regulaciones proteccionistas, eran
ejecutados a mano por pintores y artesanos. Acompaña cada cartel con una crónica de
la película, creando con la serie, una rápida mirada a la historia del cine.
El uso en la revista de estos carteles es exclusivamente cultural y educativo y en
ningún momento se espera obtener beneficios comerciales.
FRANKLIN CALDERA (Managua,
1949). Poeta, ensayista, traductor y
crítico de cine. Es abogado.
En 1968 publicó en La Prensa
Literaria sus primeros poemas,
críticas literarias y de cine y
traducciones de poesía en lengua
inglesa. Fue uno de los asiduos de la
cafetería La India, el emblemático
sitio de reunión de los poetas y
pintores de la Generación del 60.
Desde temprana edad tuvo gran
afición por el cine y junto con
Ramiro Argüello es uno de los
auténticos y últimos cinéfilos y
contadores de películas de nuestro
tiempo.
Ha escrito numerosas críticas y
crónicas en revistas nacionales e
internacionales.
En 1983 escribió con Ramiro
Arguello, Datos útiles e inútiles
Intolerancia* (1916), del realizador estadounidense David W. Griffith (1874-1948), es la
sobre cine; en 1996, Luces cámara
película más importante de la historia del cine.
acción: cien años de historia del
cine. Guarda un libro de poesía a la
Aunque su filme anterior, El nacimiento de una nación (1915), fue un éxito de crítica y
público, sus posiciones racistas ante la problemática de los esclavos liberados tras la
espera de publicación. Es co-editor,
con Ligia Guillén, de la revista
guerra de secesión, provocó protestas entre defensores de los derechos civiles.
“Poesía Peregrina”.
Con el dinero producido por ese filme y el deseo de paliar las críticas a su contenido
Reside en la Florida desde 1985,
político, Griffith emprendió la producción y realización (en Hollywood, California) de su
donde goza de los constantes
monumental Intolerancia, entrelazando cuatro historias que denuncian la intolerancia a
reestrenos de películas noir.
través de los tiempos.
Todas las técnicas conocidas hasta entonces (especialmente el dinámico montaje paralelo
con intervalos cada vez más cortos entre cada segmento para crear un efecto de
crescendo) fueron pasadas en limpio por Griffith en esta obra verdaderamente maestra que
echó los cimientos para el desarrollo del cine como arte.
El segmento contemporáneo arranca con la represión violenta de una huelga de obreros
como preámbulo a la tragedia de un joven desempleado (Robert Harron) condenado a
muerte por un asesinato que no cometió. La secuencia en que la esposa (magistralmente
interpretada por Mae Marsh) corre con la revocación de la sentencia minutos antes de la
ejecución, sigue manteniendo el alma de los espectadores en un hilo.
El segmento de la caída de Babilonia supera los mejores ejemplos del primer peplum
italiano (Quo Vadis?, 1912; Cabiria, 1914), debido a sus ágiles desplazamientos de
cámara, a cargo de Billy Bitzer (responsable de muchas de las innovaciones técnicas de
Griffith). La campesina babilónica (Constante Talmadge) que muere combatiendo al ejército
persa, marca un hito en la galería de mujeres liberadas del cine.
Los dos segmentos restantes, mucho más esquemáticos, están planteados a manera de
«homenaje» al cine francés de principios de siglo: La Vida de Cristo (Howard Gaye) evoca
las pasiones de la Pathé; y la matanza de la noche de San Bartolomé reproduce la estética
teatral de las películas de Le Film d’Art.
Haber desarrollado estas dos historias con el mismo ímpetu de los segmentos principales,
habría recargado el filme que de todas formas resultó demasiado complejo para su época y
arruinó a Griffith económicamente. Pero el director logró realizar otras grandes películas
como Lirios Rotos (1919) y Las dos tormentas (1920), ambas protagonizadas por Lillian
Gish, cuya imagen como «madre que mece la cuna eterna» enlaza las cuatros historias de
Intolerancia.
Griffith sólo dirigió dos películas sonoras y murió prácticamente olvidado en una época en
que no había interés por el cine silente. A sus funerales asistieron unos pocos amigos como
Chaplin, Sennett, Cecil B.DeMille, el productor Louis B. Mayer y la periodista Hedda Hopper.
El Profesor Theodore Huff, crítico y catedrático de cine, comparó el filme con los frescos de
Miguel Ángel y la quinta sinfonía de Beethoven. Para Eisenstein: «Lo mejor del cine
soviético se debe a «Intolerancia». Y Orson Welles aseguró lapidariamente: «Ningún arte le
debe tanto a un solo hombre como el cine a Griffith».
* La versión más completa es la de 197 minutos restaurada
en 1984 por Kevin Brownlow y David Gills en Inglaterra.
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En esta edición de Cine:
⇒ FERNANDO BIRRI: Tire dié (un sueño con los ojos abiertos)
⇒ LUIS ROCHA: Radiantes, documental de Ramiro Lacayo Deshón acerca de los
85 años de vida de Ernesto Cardenal
⇒ FRANKLIN CALDERA: Historia del cine en 25 carteles. Primer cartel:
Intolerancia
© CARÁTULA, 2004-2011. Cada autor es responsable de sus comentarios.
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HOJA DE RUTAPLÁTICASNARRATIVACLARIBELCRÍTICAPOESÍACINEVITRINA
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Si estuvieras aquí, de Francisco Javier Sancho Más
El patio de los murciélagos de Luis Báez
La cúpula, de Stephen King
Poesías completas de Rimbaud
Simone de Beauvoir, contra todo y contra todos, de Danièle Sallenave
Festival Internacional de Poesía de Granada se prepara para su séptima edición
Centro Cultural de España (CCEN) abre sus puertas en Nicaragua
Nota de Prensa del INCH acerca de la inauguración del CCEN
Si estuvieras aquí
Francisco Javier Sancho Más
Cristina Concellón
En los relatos de Si estuvieras aquí, de Francisco Javier Sancho, se habla de un país sin
nombre y maltratado que podría ser cualquiera pero que, desafortunadamente, no lo es. Un
país maltratado por la dictadura y por la corrupción política, maltratado por las guerras,
aún no olvidadas. Se habla de un País con heridas abiertas que sangran en los rostros y en
la memoria de sus habitantes. En estos relatos, las vivencias de los protagonistas son las
experiencias que sirven para perfilar el retrato de un sueño roto, y también la incierta
esperanza de poder recuperarlo.
Hay una mujer en el exilio que decide volver cuando descubre en una foto que, quizás, el
derrumbe de su casa fue otra mentira más del gobierno. Hay una niña que vive en su
propia piel el dolor que la guerra causa en su país. Está también la terrible prueba que una
banda callejera impone a su nuevo miembro, obligándole a traicionar lo que más quiere
para sobrevivir. Y un depósito de cadáveres, repleto de muertos sin nombre, al que llega
Si estuvieras aquí
Francisco Javier Sancho Más
Intermón Oxfam Editorial
Barcelona, 2010
una anciana asesinada que sin embargo no ha perdido su sonrisa. Y, por supuesto, está
también el escritor que se obsesiona con su gran última obra, sin darse cuenta de que
podría estar escribiendo la Historia. Ejemplos del espejismo revelado que el autor nos
presenta para hablar de la grieta que separa a personas e ideales.
Es un libro en el que se apela a la vivencia y a la emoción, en el que todo se narra a través
de la confrontación entre la inevitable memoria enfrentada y la necesidad imperiosa de
poder olvidar. Con poesía, como si la narración fuera un sueño apenas recordado, este libro
viaja sobretodo por la mirada, por la mirada perdida de personas que, a pesar de todo,
siguen buscando recuperar su identidad y sus raíces. Con un alto poder simbólico,
Francisco Javier Sancho Más construye un testimonio imprescindible para hablar de la
Adquiera este libro en
Literato, Tienda de Libros
Colonial Los Robles y/o
Metrocentro
Managua, Nicaragua
www.literato.com.ni
experiencia común que han vivido demasiados países a los que no deberíamos olvidar, y lo
hace poniendo voz a quien más ha sufrido y a quien más derecho tiene a usarla: sus
habitantes.
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El patio de los murciélagos
Luis Báez
Carlos M-Castro
Managua, Nicaragua, «la historia nacional, la saga familiar y la autobiografía personal»,
como dice el poeta y crítico Anastasio Lovo en el prólogo, son los aglutinadores temáticos
El patio de los murciélagos
Luis Báez
Editorial Uruk
San José, 2010
de la ópera prima del escritor nicaragüense Luis Báez, nacido en Managua, en 1986.
Lovo califica El patio de los murciélagos como una «sorprendente colección de relatos» que
«manifiestan una inusual responsabilidad literaria en escritores noveles».
Pero este narrador, que se formó durante algunos años en bellas artes —ejercicio artístico
ante el cual dice desanimarse por su daltonismo—, asegura, en entrevistapublicada por la
revista Soma, no saber qué «resposabilidad literaria» sea esa. Declara que más bien su
libro se trata de «puro ejercicio literario». «Probablemente no sea un buen libro, es un libro
experimental», remata.
Adquiera este libro en
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Managua, Nicaragua
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Preguntado sobre lo que El patio... podría representar para el panorama actual de la
literatura en Nicaragua, Báez responde: «No busco hacer absolutamente ninguna
contribución. Tal vez en otra pasadita. Lo hago por el puro placer. Por el puro ego. Vos
sabés, aquí es cool publicar un libro...».
De cualquier modo, los cuentos de este volumen, que están distribuidos en tres secciones —
tres en cada una— y fueron escritos entre 2008 y 2009, serán cuando menos refrescantes
para varios lectores un poco exigentes.
Tras la lectura de la obra puede olerse la influencia clara y directa de algunos escritores
como Poe, Borges o Bolaño. Algo que, por supuesto, no demerita su valor propio. Al
contrario.
Los escenarios, muy actuales y cercanos para una persona que viva en el área
metropolitana nicaragüense (hay, por ejemplo, acciones desarrolladas en las costas del
lago Xolotlán o la loma de Tiscapa; la discoteca Hipa-Hipa de Managua o alguna playa
caraceña), así como un registro muy notable del habla urbana contemporánea —puesto en
boca de sus personajes, en su mayoría jóvenes—, constituyen quizá uno de sus más
grandes atractivos.
Es, sin embargo, la utilización casi desordenada de recursos literarios sin duda (bien)
aprendidos de sus maestros, lo más destacable de este conjunto que recién ve la luz y al
La cúpula
Stephen King
Trad.: Roberto Falcó Miramontes
y Laura Manero Jiménez
Plaza & Janés
Estados Unidos, 2010
que le tocará ahora andar con piernas propias. ¿Llegará lejos? ¿Tropezará de inmediato?
¿Sufrirá un accidente terrible que lo dejará parapléjico?
*
Sólo usted, querido lector, tiene las respuestas.
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La cúpula
Stephen King
Ulises Juárez Polanco
Si la idea de escribir La cúpula le llegó a Stephen King en 1976, como asegura, y sólo pudo
retomarlo seriamente hasta 2007, sería más lógico suponer que King miente y que ha
Under the Dome
Stephen King
Simon & Schuste
Estados Unidos, 2009
estado escribiéndola por décadas. Después de todo, 1,132 páginas (o 1,074 en la edición
Simon & Schuste en inglés) contrastan con la moda de los bestsellers modernos de 200,
300 páginas, en una era de ebooks, Twitter y mensajes de Facebook. El resultado, sin
embargo, es una novela deliciosa que lleva con buena pluma el universo King a sus
mejores límites en años, porque hay que admitirlo, en sus más de cincuenta títulos la
marca King se ha permitido libros mediocres. La cúpula no es uno de ellos.
Ambientada en un pequeño poblado de Maine, epicentro constante de las historias de este
Adquiera este libro en
Literato, Tienda de Libros
Colonial Los Robles y/o
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Managua, Nicaragua
www.literato.com.ni
autor nacido en Portland en 1947, la historia comienza un día soleado y hermoso de otoño,
cuando una avioneta en vuelo viene a pique y se parte en dos antes de explotar sobre la
carretera. Esa mañana el tranquilo pueblo de Chester’s Mill queda aislado del mundo dentro
de una cúpula invisible donde se estrella todo lo que choque con ella, personas son
despedazadas a la mitad o les estalla el marcapasos, en fin, el interior se convierte en una
pequeña cárcel sin barrotes. Pronto hará calor, faltarán los víveres y las cosas se pondrán
calientes.
Quienes estereotipan la literatura de terror de King con monstruos alienígenos, muñecos
diabólicos y fenómenos sobrenaturales se llevarán una grata sorpresa con este libro:
vendrá la destrucción y el miedo, pero no de la cúpula, cuya única naturaleza es separar el
universo de adentro del mundo exterior. El pandemonio nacerá de la propia población
atrapada, de sus tensiones previas. Esta anormalidad que atrapa al pueblo entero
paradójicamente libera la naturaleza reprimida de cada habitante, comenzando con la
avaricia, sed de poder y falta de escrúpulos de Jim Rennie, Big Jim, convertido en alcalde
por el azar y su hijo Junior y amigos adolescentes que se alzan anárquicos con el derecho
de hacer lo que quieran hacer, sea violar, golpear, matar, robar o destruir. En un artículo
que circula en Chester's Mill luego de los eventos caóticos desatados por este aislamiento,
se hace a la población la pregunta –digna de citarse– que si la cúpula también les ha
aislado del correcto proceder y del sentido común. Porque todo el desastre y destrucción
que ha ocurrido nada tiene que ver con esa extraña barrera, sino con el interior de los
individuos atrapados.
Como es de esperarse, las historias del libro son muchas pero convergen en un grupo de
habitantes que forman una pequeña resistencia liderada por Dale “Barbie” Barbara, un ex
teniente del ejército que inicialmente era el escogido por el gobierno de Estados Unidos
para administrar el pueblo durante los eventos, y juntos no sólo descubren el origen de la
cúpula, sino que logran hacerle frente. ¿Qué es la cúpula? ¿Quién o quiénes la pusieron
ahí? ¿Es de origen humano o extraterrestre? ¿Quiénes son los responsables que ese
poblado de Chester’s Mill, antes pacífico y hasta aburrido, deviniera en una cruel forma de
entretenimiento, en una vitrina desde donde es posible observar cómo cobran vida los
infiernos que cada uno lleva dentro? ¿Quiénes y cuántos sobrevivirán a esta pesadilla?
Curiosa metáfora la que usa un escritor de terror para mostrarnos una visión apocalíptica
de un pequeño universo atrapado en sí mismo, como si cada ciudad no fuera una cúpula o
el propio planeta tampoco la fuera. King estaba claro de lo que quería: “La idea básica para
La cúpula, poner una población entera en riesgo apartándola del resto del mundo, hace
tiempo que estaba presente, por lo que pude convertirla en una novela de la que estoy muy
orgulloso”, declaró. La crítica ha sido favorable con él, con justicia, afirmando que “es la
obra de un maestro de la narración con un montón de diversión”, “gloriosa novela
metafórica”, “tiene el alcance y el sabor de la literatura americana” y muchas más. Basta
decir que “vale la pena leerlo”.
Poesías completas
Arthur Rimbaud
Trad.: Gabriel Celaya, Cintio Vitier,
Aníbal Núñez, David Conte
Versión bilingüe
Visor libros
4.ª ed. Madrid, 2009
El ritmo de esta obra generosa en páginas es agradable, si bien en algunos momentos
desciende y se esmera en reflexiones o detalles superficiales. A mi parecer, el mejor detalle
de este libro son los propios personajes, todos ellos personas normales con sus propias
virtudes y fantasmas. A pesar de algunos personajes menos creíbles que la mayoría, el
manejo que hace King de cada personaje y la construcción de la historia de toda una
población es admirable. Los lectores tienen que leer este libro, recorrer las calles de
Chester’s Mill e integrarse a esta población que lucha contra algo inexplicable. Con mapa
incluido y una lista de personajes con sus oficios, nada nos será ajeno. Pero cuidado, si nos
atrapa la cúpula corremos el riesgo de conocer lo que yace en las profundidades de
nosotros mismos, donde podemos ser quienes jamás queremos llegar a ser.
* Nota del reseñador: Literato Tienda de Libros cuenta
con las ediciones tanto en español como en inglés. ¡Bravo!
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Poesías completas
Arthur Rimbaud
Carlos M-Castro
En ocasión de su cumpleaños, el 20 de octubre, Rimbaud alargó la celebración de modo
que, sin saber cómo ni cuándo, atravesó el Océano. Carátula se enteró de la presencia en
Nicaragua de este poeta francés —cuya mayor hazaña fue revolucionar gran parte de la
literatura, repercutiendo hasta nuestros días y latitudes— y se trasladó a Granada, donde
se le encontró sin dificultad en La Calzada, festejando su vida todavía y todavía joven, aun
Simone de Beauvoir,
contra todo y contra todos
Danièle Sallenave
Trad.: María Cordón Vergara
y Malika Embarek López
Círculo de lectores.
Galaxia Gutenberg
Barcelona, 2010
cuando han pasado 119 años desde su muerte, ocurrida en Marsella, Francia, el 10 de
noviembre de 1891.
Autor de una sucinta pero influyente obra, que Visor ha recogido en edición bilingüe de
menos de 500 páginas, siguiendo la versión canónica que Antoine Adam fijó para Gallimard
y con traducciones muy autorizadas en nuestra lengua, l’enfant terrible accedió a
responder para nuestros lectores algunas preguntas que consideramos oportunas.
Arthur, usted a los de 19 años publicó Una temporada en el infierno: un libro
fascinante que aun un hoy no deja de desconcertarnos. ¿Podría darnos alguna
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Literato, Tienda de Libros
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Managua, Nicaragua
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pista sobre su significado?
Claro. Vea, en esos poemas yo quise decir lo que ahí dice, literalmente y en todos los
sentidos. [Enciende su pipa, que cargó con hachís y tabaco, y pide a Cinthya, nuestra
mesera, otra ronda de cervezas. Su primera bocanada se vuelve contra mí como muro o
puño].
¿Cuál es su filosofía de vida?
Un antiguo profesor [contesta rápidamente, sin vacilar, mientras levanta la jarra] me decía
que «nos debemos a la Sociedad». Él sin duda se lo creía. También yo me aplico este
principio: con todo cinismo hago que me mantengan; desentierro antiguos imbéciles del
colegio: les suelto todo lo bobo, sucio, malo, de palabra o de obra, que soy capaz de
inventarme: me pagan en cervezas y vinos. Stat mater dolorosa, dum pendet filius. —Me
debo a la Sociedad, eso es cierto—; y soy yo quien tiene razón. [Trago hondo, amargo;
inexpresivo, pipa entre dientes. Donde pende el hijo está la dolorosa madre].
¿Cómo inició su vida literaria?
Cuando deseaba ser poeta me esforzaba conscientemente en ello, en ser un-perfecto-hijode-puta. Quería convertirme en vidente. Los sufrimientos serían enormes, pero debía ser
fuerte; me reconocí poeta, había nacido poeta. No era del todo mi culpa. Ya lo sabe: Yo es
otro.
¿Y la poesía...
[No acabo la pregunta. Súbitamente su figura se alza sobre los faroles; obstruye la palidez
de la luna; obscurece el sórdido entorno; su voz envuelve la calle, todo]. El primer objeto
de estudio del hombre que quiere ser poeta es su propio conocimiento, completo; se busca
el alma, la inspecciona, la prueba, la aprende. Cuando ya se la sabe, tiene que cultivarla;
se trata de hacer monstruosa el alma...
»Hay que ser vidente, hacerse vidente.
»Esto se logra por un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos... El
poeta se convierte entre todos en el enfermo grave, el gran criminal, el gran maldito —¡y el
supremo Sabio!— ¡Porque alcanza lo desconocido! Y aunque, enloquecido, acabara
perdiendo la inteligencia de sus visiones, ¡no dejaría de haberlas visto! [Sus palabras son
automóviles; veloces, me atropellan; inmenso tren bala incapaz de atravesar un túnel].
Que reviente saltando hacia cosas inauditas o innombrables: [la grabadora se queda casi
sin pilas] ya vendrán otros horribles trabajadores; [el alcohol me nubla] empezarán a partir
de los horizontes en que el otro se haya desplomado [...] cuando se rompa la infinita
servidumbre de la mujer... [Silencio].
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Simone de Beauvoir, contra todo y contra todos
Danielle Sallenave
Carlos M-Castro
Logré recuperar los últimos segundos de la entrevista con Rimbaud:
«¡Existirán tales poetas! Cuando se rompa la infinita servidumbre de la mujer, cuando viva
por ella y para ella, cuando el hombre —hasta ahora abominable— le haya dado la
remisión, ¡también ella será poeta! ¡La mujer hará sus hallazgos en lo desconocido! ¿Serán
sus mundos de ideas distintos de los nuestros? —Descubrirá cosas extrañas, insondables,
repulsivas, deliciosas; nosotros las recogeremos, las comprenderemos».
Sí son distintos. Ha descubierto cosas extrañas. Pero aún no acaba de vivir por ella y para
ella; no se rompe aún su servidumbre; no se le comprende aún.
Este libro trata sobre las excepciones. Una excepción: Simone de Beauvoir.
Su título original en francés se traduce como Castor de guerra, nombre que la misma
Beauvoir se dio al inscribirlo en el reverso de una foto que envió en 1939 a su amigo
Jacques-Laurent Bost, periodista y escritor francés, movilizado en ese momento por la
guerra.
Guerra que ella libró contra todo y contra todos. Castor se enfrentó a su sociedad, a su
época y a sí misma.
No tenemos en frente otra de estas biografías tan rentables para la industria editorial hoy
en día. Es más bien, como apunta Sami Naïr en la presentación, un ensayo biográfico, que
Sallenave consagra a la autora de El segundo sexo con plena consciencia de lo difícil de la
empresa.
Empresa que se complica en principio por la enorme voluntad de Beauvoir de no permitir
que su vida fuese manipulada por ningún biógrafo o historiador.
«A los quince años deseaba que algún día la gente leyera mi biografía con conmovida
curiosidad; si quería convertirme en una autora conocida era con esa esperanza», había
escrito esa mujer que nació en París el 9 de enero de 1908. «Después pensé, a menudo,
escribirla yo misma», remata en la misma nota inédita, rescatada por Sallenave.
Con varios volúmenes escritos sobre su propia vida, en torno a sus cincuenta años, ya con
un reconocimiento público unánime como escritora e intelectual comprometida con los
cambios sociales, progresista, lo que buscaba en parte era explorar hasta qué punto había
sido fiel a sí misma a lo largo de su existencia.
Fidelidad a sus principios, a su esencia. Pero también contradicciones y momentos de
debilidad.
Es la figura completa, aunque mostrada a retazos, rompecabezas desafiante, lo que la
autora de este libro pretende mostrarnos.
Para ello nos aproxima a la convulsión histórica que envolvió al Castor de guerra. Y a su
propia convulsión, personal, íntima, de Simone de Beauvoir.
Cerca de cumplirse quince años de su muerte, el homenaje que le rinde Danièle Sallenave
se cierne como una gran interrogante fragmentada, vidrio molido restregado en la
conciencia.
Una pregunta no solo cuestionante. Diálogo eternamente postergado. Tarea pendiente.
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Festival Internacional de Poesía de Granada se
prepara para su séptima edición
150 poetas de 59 países, incluyendo Nicaragua han confirmado la asistencia al VII Festival
Internacional de Poesía de Granada, a celebrarse del 13 al 19 de febrero de 2011 y que
será en homenaje a la poeta Claribel Alegría (Estelí, Nicaragua, 1924), recientemente
condecorada por el Gobierno de Italia, en Managua, con la Orden de la Estrella de la
Solidaridad Italiana en el Grado de Comendador.
Este mes el Festival anunció que entre los 99 poetas que llegarán a Granada se encuentran
Ana Rossetti de España; Emilio Coco de Italia; Thiago de Mello del Brasil; Jean-Marc
Desgent de Canadá; Rozalie Hirs de Holanda; Stefhane Chaumet de Francia; Fakhri Ratrout
de Palestina; Sujata Bhatt de la India; Khin Huann Li de Taiwán; Darío Jaramillo de
Colombia; Anthony Phelps de Haití; Miguel Barnet de Cuba; Hugo Mujica de Argentina; Elsa
Cross de México; Mateo Morrison de República Dominicana; Margarita Carrera de
Guatemala; Rodolfo Dada de Costa Rica; Marco Tulio del Arca, Honduras y Javier Alvarado
de Panamá.
De igual manera, más de 50 poetas nicaragüenses de varias generaciones asistirán al
Festival, entre ellos Ernesto Cardenal, Fernando Silva, Martha Leonor González, Suad
Marcos, Raúl Javier García y Yolanda Rossman Tejada de la Costa Atlántica, entre otros.
De su programa
Su intenso programa contempla lecturas poéticas en varias lenguas, charlas, ponencias,
presentaciones de libros, tanto de poetas del mundo y poetas generacionales
nicaragüenses, que llevaran poesía a las calles, plazas y parques de Granada.
Asimismo este programa incluye expresiones del arte y la cultura nicaragüense, como es el
gran desfile popular de comparsas donde participan más de 1200 bailantes; una serie de
conciertos de cantautores y una exposición de pintura de los grandes maestros del arte
contemporáneo en Nicaragua.
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Centro Cultural de España abre
sus puertas en Nicaragua
Francisco Ruiz Udiel
Un edificio moderno y límpido, así se muestra el frente del Centro Cultural de España en
Nicaragua (CCEN), ubicado en Reparto Las Colinas. Al fondo, en el amplio jardín, la estatua
antigua del español y Cronista de Indias, Gonzalo Fernández de Oviedo, permanece
inmutable ante la metamorfosis arquitectónica del Instituto Nicaragüense de Cultura
Hispánica (INCH), fundado hace 51 años. En el proceso de reingeniería, la estatua fue
removida de la entrada, su presencia fue sustituida por una estética menos solemne.
Ante los nuevos cambios, René González Mejía, Presidente del INCH, señaló a través de un
comunicado, que el INCH seguirá siendo socio privilegiado de la cooperación cultural
española, aunque ya no sea el vehículo ineludible de su acción cultural en Nicaragua. El
edificio nuevo será un espacio funcional donde convivirán ambas instituciones.
Pero el Centro Cultural no es sólo un edificio, afirma Miguel García-Herraiz, Primer
Secretario de la Embajada de España en Managua, sino un proyecto que implica la
necesidad de contar con un diseño más moderno y con la capacidad de ofrecer nuevos
servicios, entre ellos, equipamiento en el salón multiusos; una biblioteca/mediateca que
alberga 3,000 títulos de literatura en español, historia y enciclopedias; un laboratorio de
nuevas tecnologías de la información y la comunicación (e-Lab); una terraza y un jardín.
En la actualidad, el Centro se anuncia como un sitio que marcará un hito en la vida cultural
de la capital, con exposiciones, conciertos y talleres, entre otros. El CCEN pertenece a la
Red de Centros Culturales de España en el Exterior (CEE), compuesta por 23 Centros,
ubicados en América Latina, el Caribe y Guinea Ecuatorial. Nicaragua y Panamá son los
únicos países de Centroamérica donde hacían falta este Centro.
» Leer nota completa
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Nota de prensa del INCH acerca de la inauguración del
Centro Cultural de España en Nicaragua (CCEN)
Managua, Nicaragua (Noviembre 2010)
Los cuarenta distinguidos socios fundadores del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica
(INCH) que, convocados por el inolvidable Pablo Antonio Cuadra constituyeron en octubre
de 1959 esta institución dedicada al noble fin de promover el intercambio cultural, la
circulación de ideas, el viaje de la literatura y las artes entre España y Nicaragua; no se
imaginaron que la misma perduraría más de medio siglo.
La sede actual del INCH se encuentra en el Reparto Las Colinas en un terreno cedido en
1974 al Estado Español por la Municipalidad de Managua para la construcción de
instalaciones físicas que albergaran al INCH, a la Academia Nicaragüense de la Lengua y a
otras entidades públicas españolas cuyas actuaciones pudieran enmarcarse en el concepto
de intercambio cultural y social, y que funcionaran bajo la égida de la Embajada de España.
La cooperación cultural española en Nicaragua durante los últimos 51 años se ha articulado
tradicionalmente a través del INCH, institución que se ha constituido a lo largo de su
historia en uno de los referentes intelectuales del país como facilitador de intercambio
cultural, escenario de conciertos, ponencias, espacio de diálogo y punto de encuentro para
importantes eventos de carácter cultural, contando entre sus miembros a
caracterizados escritores, fotógrafos, teatristas, músicos, poetas, pintores, cineastas,
fotógrafos, catedráticos, universitarios y amantes de la cultura en general.
Todos ellos han tenido una calurosa acogida en el seno del INCH y han recibido apoyo en
presentaciones de libros, audiovisuales, lectura de poemas, música, teatro, conferencias,
presentaciones de grupos de danza y en todas las diversas manifestaciones del arte y la
cultura.
NUEVO EDIFICIO, NUEVOS PROYECTOS
Durante los últimos seis meses, de conformidad con los objetivos que plantea el Plan
Director de la Cooperación Española y la estrecha colaboración de la junta directiva del
INCH presidida por René González Mejía, se ha venido remodelando la sede del INCH en
Managua para compartir espacio con el nuevo Centro Cultural de España en Nicaragua
(CCEN), institución que se sumará en breve al rico y plural panorama de las relaciones
culturales entre España y Nicaragua, que además se manifiestan a través de múltiples
cauces.

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