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Propuesta Cerro Isla Cerro Blanco
Apu Huechuraba
INTRODUCCIÓN
En Santiago existen 26 cerros isla, es decir, cerros que están en medio de la ciudad y que no
están integrados al cordón montañoso. Entre los más conocidos, se encuentran los cerros
San Cristóbal, Santa Lucía, Calán y Alvarado, entre otros.
Desde hace algunos años, la fundación Santiago Cerros Isla ha estudiado estos cerros con el
fin de recuperarlos como nuevos espacios públicos mediante su integración con la red de
parques de la ciudad.
En marzo pasado, el intendente de Santiago, Claudio Orrego, manifestó su interés por
construir un parque en un cerro, tal como lo hizo Benjamín Vicuña Mackenna en el cerro
Santa Lucía y así “hacer una obra que no beneficie a unos pocos, sino que a la ciudad
entera”.
Con este objetivo, la Intendencia Metropolitana lanzó el concurso “Iniciativas para cerros isla
en la Región Metropolitana”, el que busca elegir un cerro isla entre cuatro candidatos que
fueron pre-seleccionados según su impacto social y territorial y que corresponden a los
cerros Las Cabras (Puente Alto), Blanco (Recoleta), Renca (en la comuna de Renca) y
Chena (San Bernardo). Esto busca trasladar la visión que termina en la meta de alcanzar
cierta cantidad de metros cuadrados de área verde por habitante para comenzar a
valorizar las oportunidades que brinda nuestra geografía.
Objetivo General del Concurso: Recoger propuestas integrales para desarrollar espacios
públicos de alto beneficio social en los cuatro cerros islas de la Región metropolitana, antes
mencionados.
Los objetivos específicos son:



Lograr espacios públicos en los cerros que contengan una imagen e identidad única,
que se vincule con la historia, el paisaje y la cultura local. Se busca iniciativas que
potencien la imagen urbana del cerro en cuestión y lo transformen en un punto de
atracción masiva y ciudadana.
Lograr espacios públicos que eleven la integración física de los elementos urbanos del
sector, vinculando mejor los terrenos del cerro a la ciudad y los barrios del entorno.
Lograr espacios públicos que faciliten y resalten las funciones recreativas y deportivas,
mejorando el uso de los senderos (en el caso que los haya), facilitando el buen
funcionamiento de actos masivos, estimulando la vida sana y las actividades
recreativas de tipo familiar, que potencien el uso del cerro durante todo el año.

Lograr espacios públicos sustentables, que alta rentabilidad social, costos de
mantención adecuados y menores tasas de consumo hídrico y energético. Un
parque con gran capacidad de elevar los estándares ambientales de la ciudad de
Santiago, en particular en materia de calidad del aire.
CONCURSO1
Las propuestas que presenten las municipalidades deberán contener tres grandes temas:
 “Potencial del lugar (geográfico, patrimonial, jurídico, potencial social y turístico)”
 “Ideas para el lugar”
 “Compromiso de la Comunidad”
En el caso del “Potencial del lugar”, las propuestas deberán incluir antecedentes sobre la
geografía (como situación del cerro, mapas, estado del terreno y calidad de la tierra, entre
otros), patrimonio (historia del cerro, potencialidad del espacio público en el cerro como
valor patrimonial, etc.), situación jurídica, rentabilidad social y oportunidades turísticas.
Para el ítem “Ideas para el lugar”, se considerará un plan que defina el diseño paisajístico y
urbano, como los accesos, tipos de espacios y recorridos. Además, se evaluará la relación
del cerro con la ciudad para que sean compatibles los barrios con los espacios públicos, las
actividades que se podrán hacer en el cerro, la definición de estrategias ambientales y de
mantención, entre otros factores.
Por último, en “Compromiso de la Comunidad”, las municipalidades deberán detallar el
capital económico y social con el que cuentan para desarrollar una iniciativa de desarrollo
urbano de este tipo. En esta sección se menciona que los municipios de los cerros preseleccionados podrán crear alianzas con otros municipios, ya sean de las comunas con las
que comparten el territorio de los cerros o con aquellas que consideran que se verán
beneficiadas por la cercanía con el cerro.
Entre las cuatro propuestas que presenten las municipalidades, se escogerá una ganadora.
Según se detalla en las bases del concurso, su diseño será financiado por el Gobierno
Regional, mientras que para su ejecución, que se hará por etapas, este mismo organismo
creará una estrategia regional de financiamiento. Asimismo, entre las demás propuestas, se
escogerán dos menciones honrosas. En este caso, el Gobierno Regional aportará
parcialmente en su diseño.
Las propuestas serán revisadas por una Comisión Evaluadora que estará encabezada por el
intendente de Santiago e integrada por 12 miembros: dos representantes del Consejo
Regional, el Seremi del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el Seremi de Medio
Ambiente; el Presidente del Colegio de Arquitectos, Sebastián Gray; los decanos de las
facultades de Arquitectura de las universidades de Chile y del Desarrollo, el Presidente del
Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), Luis Eduardo Bresciani; un experto nacional
y otro internacional en temas urbanos, el Presidente de la Cámara Chilena de la
1
Ídem
Construcción, un representante de la Casa de la Paz y un líder comunitario.
Esta Comisión realizará la evaluación de acuerdo a una pauta que considera las siguientes
ponderaciones para cada categoría:
- Potencial del lugar (25%).
- Ideas para el lugar (35%).
- Capital social y económico (30%).
- Coherencia (10%).
PROYECTO CERROS ISLA APU HUECHURABA
“Proyecto de Puesta en Valor de Cerros Isla, una oportunidad para rescatar el
pasado prehispánico de la cuenca del Mapocho y para reconocer el aporte de
las culturas originarias en el nacimiento de nuestra nación.”
Los 26 cerros isla de la cuenca del Mapocho / Maipo, hasta ahora han permanecido
prácticamente en el anonimato para la mayoría de los ciudadanos. Un proyecto de la
intendencia permitiría poner en valor uno de cuatro de estos cerros: Blanco (Recoleta), Las
Cabras (Puente Alto), Chena (Bernardo/ Calera de Tango) y Renca ubicado (Quilicura y
Renca).
Ceques o líneas rituales
Recientes estudios (Stehberg y Sotomayor 20122, Bustamante y Moyano 20133; Bustamante,
Rojas y Moyano 20144), señalan que la ciudad de Santiago fue fundada por los Incas como
un centro administrativo semejante al Cuzco, capital del Tawantinsuyu. Sobre éste Pedro de
Valdivia habría fundado posteriormente la ciudad actual. En ese contexto los denominados
Cerros Isla, formarían parte de un sistema que en Perú se denomina líneas de ceques, líneas
virtuales que unen el centro, el templo del Coricancha, con sitios sagrados en la periferia.
Una aproximación a este tipo de sistema de ceques, fuera del Cuzco, constituye el sistema
de “convidos” descrito en Socaire, norte de Chile (Moyano 20115), los mojones de Soras de
Paria, en Bolivia (Del Río 20056) y las “líneas rituales de visión, desde Wenucolla a los volcanes
andinos donde reside la deidad Pillán”, señaladas por Dillehay (2011:3357).
2
STEHBERG, Rubén y Gonzalo SOTOMAYOR, 2012. Mapocho incaico. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural 61:85-149,
Santiago
de
Chile
http://www.dibam.cl/Recursos/Publicaciones%5CMuseo%20Nacional%20de%20Historia%20Natural%5Carchivos%5CBOLETIN%2061
%20MNHN_WEB.pdf.
3 BUSTAMANTE, Patricio y MOYANO Ricardo, 2013f. Cerro Wangüelen: obras rupestres, observatorio astronómico-orográfico
Mapuche-Inca y el sistema de ceques de la cuenca de Santiago http://www.rupestreweb.info/cerrowanguelen.html
4 BUSTAMANTE Patricio, ROJAS Rodrigo, MOYANO Ricardo, 2014. El Cuzco del Mapocho. Revista Haucaypata, en edición.
5 MOYANO, Ricardo, 2011. Sub-tropical astronomy in southern Andes: the ceque system in Socaire, Atacama, northern Chile. En IAUS
278 Archaeoastronomy and Ethnoastronomy: Building Bridges between Cultures, pp. 93-105, editado por C. Ruggles. Cambridge
University Press.
6 DEL RÍO, María de las Mercedes, 2005. Etnicidad, Territorialidad y Colonialismo en los Andes: Tradición y Cambio entre los Soras de
los Siglos XVI y XVII. IEB-IFEA, Bolivia.
7 DILLEHAY, Tom. 2011. Monumentos, Imperios y Resistencia en Los Andes. Quillqa, Universidad Católica del norte. Ocho Libros
Editores.
Así los denominados cerros Isla, por estar situados en un terreno llano, sin conexión directa
con el macizo andino, estarían conectados ritualmente, con el centro, es decir la actual
Plaza de Armas, antigua cancha Inca, como partes del paisaje sacralizado por sus antiguos
habitantes.
De los cuatro cerros involucrados en el proyecto, dos son reconocidamente wacas o sitios
sagrados para las culturas Mapuche e Inca, el cerro Blanco donde existen piedras de tacitas
y el cerro Chena donde existe un pucará Inca. Los dos restantes por sus características
parecen haber tenido también uso ritual.
Figura 1. Posible sistema de ceques de Santiago, cerros isla como parte de un sistema de
orientaciones sagradas8.
Apu Huechuraba (Apu Wechuraba)
El nombre antiguo del cerro Blanco Apu Huechuraba, señala que era considerado un cerro
sagrado por los habitantes originarios. Huechuraba era un cacique Mapuche, pero Apu es
8
Plano de cerros Isla tomado de http://www.santiagocerrosisla.cl/
una denominación Inca que denota sacralidad.
A la llegada de Pedro de Valdivia al valle del Mapocho, encontró una gran población
viviendo a los pies del cerro Blanco, el conquistador y sus hombres habrían vivido un mes en
este lugar donde primero quiso fundar Santiago. Diego de Rosales (1877-1878), señala que
Pedro de Valdivia a su llegada a la cuenca del Mapocho alojó en la Chimba y el cacique
Loncomilla le aconseja fundar la ciudad al sur del río Mapocho “…donde los Ingas avian
hecho una población9“
Solo posteriormente cruza Pedro de Valdivia el río Mapocho, para fundar la actual ciudad
de Santiago.
Así el Apu Huechuraba no solo fue un lugar sagrado para Mapuches e Incas, sino que
también es lugar de origen de la ciudad que hoy conocemos como Santiago, el poblado
inca que posteriormente sería el centro de Santiago, fue un centro administrativo del
Tawantinsuyu, cuyo trazado original habría dado origen al trazado de damero (tablero de
ajedrez), actualmente atribuido a un diseño de Pedro de Valdivia.
Si bien Santiago se desarrolló en torno a la Plaza de Armas (antigua cancha Inca) el grueso
de la población originalmente vivía a los pies del cerro Blanco, en el barrio que luego se
denominó La Chima (al otro lado del río), es por esta razón que en el cerro se funda la
primera iglesia (la Viñita) y posteriormente diversas órdenes religiosas se instalan en este
lugar.
Puesta en valor del Apu Huechuraba o cerro Blanco
Así cualquier puesta en valor requiere tener presente como prioridad el pasado
precolombino de este sitio y el hecho que es aquí donde comienza a forjarse nuestra
identidad nacional.
9
ROSALES, Diego de, 1603-1677, Historia general de el Reyno de Chile: Flandes Indiano volumen 1, Impr. del Mercurio,1877-1878, pág
383)
Figura 2. Cerro Blanco en la actualidad.
En las faldas de este cerro no solo se conservan vestigios de la primera iglesia, también en la
actual intersección de Avenida Recoleta con calle Unión, se encuentra una imponente
formación rocosa de piedra caliza, con numerosas tacitas. Estas tacitas, debido a lo blando
de la piedra caliza no estaban destinadas a moler granos como muchas veces se señala,
pues por lo blando de la piedra, no podría haber prestado esta utilidad. Lo cual señala un
posible uso ritual de las mismas.
Figura 3. Piedra caliza con tacitas.
Desde esta piedra el panorama configura un anfiteatro abierto hacia el norte, que permite
observar la salida y puesta de sol en el Solsticio de Invierno, que marcaba el año nuevo para
Mapuches (wetripantu) e Incas (Inti Raymi), lo cual refuerza el posible uso ritual del sitio.
Figura 4. Vista desde piedras de tacitas al norte, salida y puesta de sol en el solsticio de
invierno.
El cerro está ubicado al costado de la Avenida Recoleta, que probablemente fue el trazado
oriente del Camino del inca al norte del Mapocho. Este tramo del Camino Inca o Qhapac
Ñan habría subido por Recoleta al Norte para seguir hacia el portezuelo de Huechuraba,
por donde cruzaba para empalmar con la ruta Inca que venía desde Mendoza, el
denominado Camino de Chille.
“el camino que llaman de Chile y siempre se ha llamado es el que viene de Huechuraba
como de él consta y parece por haber entrado por él la primera gente española que vino a
descubrir este reino con el capitán don Diego de Almagro…y que el dicho camino venía e
iba por la cañada que está de la otra aparte del río de esta ciudad” (Rosales 1948: 21, 22,
24; Real Audiencia 321, pza. 1ª, fs. 41 v. y ss. Citado por STEHBERG y SOTOMAYOR 201210).
Un cerro de oportunidades
El Apu Huechuraba, al ser un antiguo sitio sagrado, al estar asentada en su base la
población que dio origen a nuestra ciudad y al ser el primer lugar en el que se instalaron los
españoles a orillas del Mapocho, constituye uno de los hitos fundantes de nuestra ciudad
capital y de nuestra nación.
En sus faldas desde hace una década, existe un centro ceremonial que reúne a
descendientes de los primeros habitantes Mapuche e Inca, los cuales han contribuido a
mantener y relevar el sentido ritual y patrimonial de este sitio.
Por lo tanto, un proyecto de puesta en valor es una excelente oportunidad para:
- Poner de relieve estos hechos históricos, hasta hace muy poco desconocidos.
- Iniciar un camino de respeto hacia los pueblos originarios.
- Aplicar el Convenio 169 suscrito por Chile.
- Respetar los lineamientos que señala la ley de Monumentos Nacionales.
- Reconstruir la flora original de la cuenca a la llegada de los españoles.
- Dar espacio a la conservación de la biodiversidad
- Proteger el horizonte visible desde el cerro, limitando las construcciones en altura.
El resultado será la construcción de un espacio que recuerde el pasado, honre el presente y
que sirva como señal para el futuro.
Un lugar donde jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, podamos aprender respecto a
nuestros orígenes, olvidados por cinco siglos. Un espacio donde podamos aprender a
reconocernos en nuestra diversidad.
Así, mientras se discute el proyecto para restituirle el nombre original al cerro Huelen, el
proyecto de puesta en valor del Apu Huechuraba, podría constituir un punto de inflexión en
nuestra historia colectiva, una verdadera contribución para construir un futuro diferente para
las nuevas generaciones.
El Apu Huechuraba, es un hito que unen pasado, presente y futuro.
10
STEHBERG y SOTOMAYOR, 2012 obra citada.
ENFOQUE METODOLÓGICO DE LA PROPUESTA A CONCURSAR
Definiciones Metodológicas Generales.
La presente propuesta pretende establecer un proyecto de parque Cerro Blanco ,
sobre la base del conocimiento y respeto a la especificidad y la identidad local, de
sus actores relevantes y del conocimiento concreto de sus expectativas y sueños con
el objeto de inducir, durante el desarrollo de la participación, una adecuada síntesis
entre continuidad y transformación, no solo de la imagen urbana de Recoleta, sino
que también de las formas de vida y cosmovisiones respecto a la importancia que
tiene Cerro Blanco en el desarrollo de nuestra historia.
Se buscará convocar a este proceso a representantes de todos los actores que
residen o tienen un interés en el desarrollo de un proyecto Parque Cerro Blanco,
incluyendo, por supuesto a la comunidad organizada y no organizada, a las
autoridades comunales, entre otros, para intencionar un proceso inclusivo con la
comunidad y los actores públicos y privados de la comuna de Recoleta.
En definitiva, la propuesta busca hacer partícipe a todos los agentes comunales de
Recoleta e Independencia de un instrumento indicativo y orientador que permita
viabilizar un proceso de desarrollo de un proyecto urbano respetuoso de la identidad
local, de su valor histórico y paisajístico en cuestión, además de la identificación de
proyectos detonantes, o más importantes a considerar.
De esta forma, se plantea responder al desafío que impone el presente concurso con
pautas de intervención y propuestas de proyectos y acciones, teniendo como referente de
evaluación los impactos esperados en el territorio y las expectativas de los habitantes. Se
busca con ello, abordar la planificación participativa, como análisis de los modos y las
maneras alternativas que existen en la experiencia colectiva de promover el desarrollo
urbano y al mismo tiempo, hacer desarrollo social, económico, cultural y ambiental.
De esta manera se pretende que la presente metodología sea:
Participativo.
Asumiendo que el propósito de la planificación estratégica urbana es generar crecientes
oportunidades para alcanzar una mejor calidad de vida y bienestar social, construyendo el futuro a
partir del respeto al pasado, considerando para ello, una activa y organizada participación ciudadana en
las definiciones que se harán. Dicho de otro modo, la estrategia urbana no se logrará con la sola
ejecución de obras e iniciativas destinadas al progreso material, si éstas no están estrechamente ligadas
a objetivos que reflejen claramente las aspiraciones e intereses de la comunidad.
Entenderemos esta propuesta como un proceso que se materializa con la interacción de múltiples actores
sociales, lo que presupone reconocer la diversidad de enfoques e intereses presentes en todo grupo social,
tanto al momento de identificar y caracterizar los problemas locales que les afectan, como al formular los
lineamientos, indicaciones y proyectos destinados a impulsar el desarrollo productivo, social y territorial, es
que esta propuesta será construido de manera participativa.
Coherente.
Dada la diversidad de los actores comprometidos se buscará la articulación lógica de los proyectos
que se desea impulsar, generando un conjunto consistente de “ideas fuerza”, sin perderse en una
descripción exhaustiva de aspectos secundarios de la realidad local.
Esta articulación lógica es lo que se denomina coherencia interna del proyecto, donde el análisis de
problemas deberá guardar relación con los objetivos propuestos y estos últimos con los lineamientos
estratégicos, políticas y proyectos de inversión detonantes que se propongan.
Además, esta propuesta será coherente con otros instrumentos de planificación y gestión - más generales o
más específicos - que inciden en el territorio, es decir, lo que se conoce como coherencia externa, lo que a
nivel local se reconocen los instrumentos del PLADECO y PRC, planes seccionales, carteras de proyectos
locales en curso. Y a nivel regional ERD, PROT, PRDU, PRI, entre otros.
Estratégico.
La Reflexión Estratégica urbana será un proceso que se materializará en el mediano y largo plazo, en
base a un juego dialéctico permanente de continuidad y cambio, de conflictos y alianzas entre actores
sociales reales. En el plan, por lo mismo, si bien se requiere una adecuada comprensión del presente y
reconocimiento de las tendencias históricas, lo verdaderamente importante radica en el
reconocimiento e interpretación de los intereses que manifiestan los actores sociales y como estos se
expresarán y se resolverán.
Operativo.
Este proceso deberá reconocer las prioridades y requerimientos de los habitantes de las comunas,
transformándolos en imágenes objetivos y proyectos concretos, destinados a inducir y facilitar la toma
de decisiones y guiar las actuaciones en términos de inversión, estableciendo una estrategia clara para
dar cumplimiento a los objetivos y metas, mediante una eficiente coordinación con los organismos
públicos y privados que poseen competencias e inciden en el desarrollo urbano de la comuna.
En cuanto instrumento indicativo, de coordinación y gestión, la presente propuesta representará un acuerdo
que recoge y ordena las principales iniciativas de acción, necesarias para lograr los propósitos estratégicos. Bajo
esta perspectiva, este instrumento será un mecanismo sencillo y orientador, que permita:



Traducir los lineamientos y objetivos estratégicos en un programa de proyectos, articulado y
coherente.
Hacer frente a los conflictos que se presenten, guiándose por los objetivos y políticas
previamente definidos.
Lo anterior supone una programación realista de las actividades e inversiones propuestas,
como también una mayor articulación de los diferentes actores locales en torno a los objetivos
compartidos.
Supuestos Metodológicos.
La metodología parte de la base de los siguientes supuestos:
1.
2.
3.
4.
Las destrezas técnicas necesarias para desarrollar, están presentes, aunque sea de forma rudimentaria, en la
comunidad por lo que serán puestas en juego como actores relevantes del proceso y serán solicitadas en los
ejercicios de participación (diseñar y expresar propuestas), para potenciar y entrenar dichas capacidades en ‘el
cómo hacer’.
Debe proponerse y ejecutarse ejercicios simples, entendibles no sólo para quienes lo aplican, sino especialmente
por quienes deben ejecutarlo, vale decir los propios ciudadanos participantes. Esto significa que los ejercicios
deben estar precedidos de instructivos claros y precisos.
Se necesita un proceso que vaya de la ciudadanía al Estado en lo referente a la solución de los problemas, y del
Estado a la ciudadanía en lo referente a la coordinación y administración. Ambas visiones se deben presentar en
forma equilibrada y con gran capacidad para llegar a un acuerdo entre las partes comprometidas.
Se tendrá especial cuidado en involucrar a los ciudadanos vinculados tanto a los estamentos reconocidos
legalmente, como aquellos de carácter informal.
Estrategia de Participación.
La estrategia y líneas de trabajo, cuyo objetivo es construir las bases para este proyecto de Parque Cerro
Blanco, considerará preliminarmente cuatro grupos de participantes:
1. Representantes de la comunidad organizada, por unidades territoriales de planificación, organizaciones
indígenas, culturales y de actores económicos relevantes para los efectos de este proyecto.
2. Comunidad no organizada.
3. Autoridades y funcionarios municipales.

Participación de representantes de la comunidad organizada.
Desarrollo de procesos de participación de las organizaciones comunitarias, territoriales y
funcionales, ligadas a las zonas objeto del presente concurso con el objeto de conocer sus
planteamientos y propuestas, organizando a la vez los intereses y propuestas que se expresen.

Representantes de organizaciones gremiales, empresariales y de actores económicos relevantes para los
efectos del plan.
Sumar al proceso de participación para la elaboración del instrumento, a actores representativos
y/o relevantes del sector privado: sectores de servicios, turismo, etc.; representantes de
Organismos No Gubernamentales, etc.

Autoridades y funcionarios municipales.
A ellos se espera sumar, el aporte fundamental del Alcalde y el Concejo Municipal, así como los
Directivos, funcionarios y trabajadores municipales, debido al conocimiento y experiencia
acumulada sobre el territorio y la comunidad.
La participación de los estamentos se concentrará en los temas relevantes para los efectos de esta
propuesta, con una profundidad de acuerdo a sus necesidades y percepciones, obteniéndose de esta
forma insumos que permitirán construir una idea fuerza para las zonas de intervención y sus áreas de
influencia y el perfil de la comuna para alcanzar dicha imagen objetivo, representado por un análisis
FODA para cada línea estratégica a desarrollar en pro de la primera:
Las metodologías de la estrategia de participación están dadas por la aplicación de un instrumentos de
recopilación de información primaria, de carácter estandarizados, dependiendo del tiempo y de la
disposición de cada grupo de actores para participar de dicha estrategia.
Los instrumentos a utilizar para asegurar la participación de todos los actores, van desde las
entrevistas semi-estructuradas de carácter individual para actores impedidos de disponer de un mayor
tiempo para participar de la estrategia, y Grupos de Discusión con talleres de estudio de
representaciones sociales y mapas cognitivos existentes en los habitantes y demás actores relevantes
debidamente representados.
En los grupos de discusión bajo el formato de talleres, correspondientes al levantamiento inicial de
información primaria, se utilizarán los siguientes instrumentos, que incorporan una presentación
explicativa de la metodología para asegurar un porcentaje importante de información útil para el
análisis posterior:
 Matriz de definición de conceptos, que será expuesta y revisada en conjunto con los
profesionales a cargo del taller, que debe considerar los siguientes elementos:
 “Potencial del lugar (geográfico, patrimonial, jurídico, potencial social y turístico)”: las propuestas
deberán incluir antecedentes sobre la geografía (como situación del cerro, mapas, estado del terreno
y calidad de la tierra, entre otros), patrimonio (historia del cerro, potencialidad del espacio público
en el cerro como valor patrimonial, etc.), situación jurídica, rentabilidad social y oportunidades
turísticas.
 “Ideas para el lugar”: se considerará un plan que defina el diseño paisajístico y urbano, como los
accesos, tipos de espacios y recorridos. Además, se evaluará la relación del cerro con la ciudad para
que sean compatibles los barrios con los espacios públicos, las actividades que se podrán hacer en el
cerro, la definición de estrategias ambientales y de mantención, entre otros factores.
 “Compromiso de la Comunidad”: las municipalidades deberán detallar el capital económico y social
con el que cuentan para desarrollar una iniciativa de desarrollo urbano de este tipo. En esta sección
se menciona que los municipios de los cerros pre-seleccionados podrán crear alianzas con otros
municipios, ya sean de las comunas con las que comparten el territorio de los cerros o con aquellas
que consideran que se verán beneficiadas por la cercanía con el cerro.


Matriz FODA, la que considera la elaboración del perfil de la zona afectada, consignando las
Fortalezas y Oportunidades, así como las Debilidades y Amenazas que se perciben para el
logro de dichas propuestas.
Luego de llenado los instrumentos antes descritos, se procederá a realizar con los
participantes una discusión plenaria acerca de los resultados generales del ejercicio.
CONSIDERACIONES11
Los principios básicos del Convenio núm. 169 de la OIT son:
Identificación de los pueblos indígenas y tribales.
El Convenio no define quiénes son los pueblos indígenas y tribales, sino que adopta un enfoque
práctico proporcionando solamente criterios para describir los pueblos que pretende proteger. Un
criterio fundamental para la identificación de los pueblos indígenas y tribales es la auto identificación,
además de los criterios que se indican a continuación.
11
http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=279441
Los elementos de los pueblos indígenas incluyen:

Estilos tradicionales de vida;
Cultura y modo de vida diferentes a los de los otros segmentos de la población nacional, p.ej. la forma de
subsistencia, el idioma, las costumbres, etc.;

Organización social e instituciones políticas propias; y
Vivir en continuidad histórica en un área determinada, o antes de que otros “invadieron” o vinieron al área.
No discriminación
Al reconocer que los pueblos indígenas y tribales son proclives a sufrir discriminación en muchas
áreas, el primer principio general y fundamental del Convenio núm. 169 es la no discriminación. El
artículo 3 del Convenio establece que los pueblos indígenas tienen el derecho de gozar plenamente de
los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Por su parte, el
artículo 4 también garantiza el goce sin discriminación de los derechos generales de ciudadanía. Otro
principio del Convenio atañe a la aplicación de todas sus disposiciones a las mujeres y los hombres de
esos pueblos sin discriminación (artículo 3). El artículo 20 establece que se deberá evitar la
discriminación entre los trabajadores pertenecientes a los pueblos indígenas.
Medidas especiales
Como respuesta a la situación vulnerable de los pueblos indígenas y tribales, el artículo 4 del
Convenio establece la necesidad de adoptar medidas especiales para salvaguardar las personas, las
instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas y el medioambiente de estos pueblos. Asimismo,
establece que tales medidas especiales no deberán ser contrarias a los deseos expresados libremente
por los pueblos indígenas.
Reconocimiento de la cultura y otras características específicas de los pueblos indígenas y tribales
Las culturas e identidades indígenas y tribales forman una parte íntegra de sus vidas. Sus modos de
vida, sus costumbres y tradiciones, sus instituciones, leyes consuetudinarias, modos de uso de la tierra
y formas de organización social en general son diferentes a las de la población dominante. El Convenio
reconoce estas diferencias y busca garantizar que sean respetadas y tenidas en cuenta a la hora de
tomar medidas que seguramente tendrán un impacto sobre ellos.
Consulta y participación
El espíritu de la consulta y la participación constituyen la piedra angular del Convenio núm. 169 sobre
la cual se basan todas sus disposiciones. El Convenio exige que los pueblos indígenas y tribales sean
consultados en relación con los temas que los afectan. También exige que estos pueblos puedan
participar de manera informada, previa y libre en los procesos de desarrollo y de formulación de
políticas que los afectan.
Los principios de consulta y participación en el Convenio núm. 169 no se relacionan únicamente con
proyectos de desarrollo específicos, sino con cuestiones más amplias de gobernanza, y la participación
de los pueblos indígenas y tribales en la vida pública.
En su artículo 6, el Convenio establece un lineamiento sobre cómo se debe consultar a los pueblos
indígenas y tribales:
La consulta a los pueblos indígenas debe realizarse a través de procedimientos apropiados, de buena
fe, y a través de sus instituciones representativas;
Los pueblos involucrados deben tener la oportunidad de participar libremente en todos los niveles en
la formulación, implementación y evaluación de medidas y programas que les conciernen directamente;
Otro componente importante del concepto de consulta es el de representatividad. Si no se desarrolla
un proceso de consulta apropiado con las instituciones u organizaciones indígenas y tribales que son
verdaderamente representativas de esos pueblos, entonces las consultas no cumplirían con los
requisitos del Convenio.
El Convenio también especifica circunstancias individuales en las que la consulta a los pueblos
indígenas y tribales es obligatoria.
La consulta debe hacerse de buena fe, con el objetivo de llegar a un acuerdo. Las partes involucradas
deben buscar establecer un dialogo que les permita encontrar soluciones adecuadas en un ambiente
de respeto mutuo y participación plena. La consulta efectiva es aquella en la que los
interesados tienen la oportunidad de influir la decisión adoptada. Esto significa una consulta
real y oportuna. Por ejemplo, una simple reunión informativa no constituye una consulta real; tampoco
lo es una reunión celebrada en un idioma que los pueblos indígenas presentes no comprenden.
Los desafíos de implementar un proceso adecuado de consulta para los pueblos indígenas han sido
objeto de muchas observaciones de la Comisión de Expertos de la OIT, como así también otros
procedimientos de supervisión de la OIT, compilados ahora por la organización en una Recopilación.
La consulta apropiada es fundamental para poder alcanzar un diálogo constructivo y para la resolución
efectiva de los diferentes desafíos asociados con la implementación de los derechos de los pueblos
indígenas y tribales.
Derecho a decidir las prioridades para el desarrollo
El artículo 7 del Convenio núm. 169 establece que los pueblos indígenas y tribales tienen el derecho
de “decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste
afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de
alguna manera, y de controlar su propio desarrollo económico, social y cultural”.
Esto ha sido interpretado por los órganos de supervisión de la OIT como una consideración
fundamental cuando se realizan consultas con los pueblos indígenas.
Implementación del Convenio núm. 169
Desde su adopción, el Convenio núm. 169 ha ganado aún mas reconocimiento más allá del número de
países que lo ratificaron. Sus disposiciones han influenciado numerosos documentos sobre políticas y
decisiones legales a nivel regional e internacional, como así también políticas y legislaciones nacionales.
Las disposiciones del Convenio núm. 169 son compatibles con las disposiciones de la Declaración
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, y su adopción ilustra la mayor
aceptación del Convenio núm. 169 más allá del número de países que lo ratifico.
El Convenio establece que los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar una acción
coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de los pueblos indígenas y tribales
(artículo 3) y asegurar que existen instituciones y mecanismos apropiados (artículo 33). Con la mira
en la consulta y la participación, el Convenio núm. 169 es un instrumento que estimula el diálogo entre
los gobiernos y los pueblos indígenas y tribales y ha sido utilizado como herramienta para los
procesos de desarrollo y prevención y resolución de conflictos.
Si bien se ha logrado un avance considerable en relación con la implementación del Convenio en los
países que lo ratificaron, los órganos de supervisión de la OIT también han notado que existen varios
desafíos en cuanto a su implementación, especialmente con relación a la acción coordinada y
sistemática requerida y la necesidad de asegurar la consulta y participación de los pueblos indígenas en
la toma de decisiones que les conciernen.
A nivel nacional, se ha hecho evidente que para llegar a un diálogo constructivo resulta fundamental
concentrarse en las buenas prácticas y en las lecciones aprendidas de la implementación práctica. Este
es el caso en particular de África y Asia, donde la sensibilidad percibida de las cuestiones indígenas
constituye un obstáculo importante para el diálogo. Por tanto, el trabajo de la OIT en esta área ahora
se concentra en la documentación de buenas prácticas para la implementación de los principios del
Convenio núm. 169, para que los actores clave se beneficien y aprendan de experiencias más amplias
en su trabajo. Gradualmente, la OIT está poniendo a disposición una serie de estudios de buenas
prácticas en relación con las principales disposiciones del Convenio núm. 169
DE LAS REUNIONES PARTICIPATIVAS.
Durante la última reunión realizada el martes 23 septiembre en donde participo la comunidad que
habita el Cerro Blanco, equipo municipal, COSOC y Alcalde se esbozaron las primeras iniciativas entre
las cuales se sugirió un la construcción de un anfiteatro, senderos patrimoniales, dos centros
ceremoniales y algunos espacios para actividades masivas multiculturales, asimismo la reforestación y
paisajismo autóctono de las áreas verdes.

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