Neusa 9.000 años de presencia humana en el paramo

Transcripción

Neusa 9.000 años de presencia humana en el paramo
NEUSA 9.000 AÑOS DE PRESENCIA
HUMANA EN EL PARAMO
SERGIO RIVERA ESCOBAR
Antropólogo
Universidad Nacional de Colombia
Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales
Banco de la República
Santafé de Bogotá, 1991
RCHA BIBlIOGRAFICA
I. Departamento de Cundlnamarca
1. Titulo
fl. Arqueología Colombiana
2. Serie
Oasificación Dewey: 913.864
RIVERA ESCOBAR, SERGIO
"Neusa: 9JXXl años de Presencia Humana en el Páramo"
BIBLlOCRAF(A: p
Págs. 127, Ilus!. 34 Cms24 (Publicación de la Fundación de Investigaciones Arqueológicas
Nacionales). 52.
Diagramación, Artes Finales e Impresión
(]o CCl()WOIIO-
INDICE GENERAL
INDlCE DE LAMINAS
5
INDICE DE FIGURAS
9
INDlCE DE CUADROS
11
INTRODUCCION
13
RECONOCIMIENTOS
15
I.
II.
APROXIMACION AL AREA ESTUDIADA
17
1.1 Localización geográfica
17
1.2 Geología
18
1.3 El medio ambiente páramo
18
1.4 Vegetación
21
1.5 Fauna
1.6 Uso actual
22
1.7 Historia y leyendas
23
LOS SITIOS ARQUEOLOGICOS
31
2.1 Prospección
31
2.2 Trinchera a cielo abierto
31
23
31
2.2.1 Estratigrafía
2.3 Neusa 1
32
33
2.3.1 Estratigrafía
3
2.4 Neusa 1I
2.4.1 Estratigrafía
34
34
2.5 Neusa 11I
2.5.1 Estratigrafía
35
35
3.
LOS CAZADORES RECOLECTORES
41
4.
LOS RECOLECTORES HORTICULTORES
45
5.
LAS CULTURAS AGROALFARERAS
47
49
SINTESIS y CONCLUSIONES
APENDlCES
I.
Análisis de la industria lítica
51
11.
Análisis de la industria ósea
77
IlI. Análisis de la cerámica
85
1V. Análisis de los restos óseos
119
V.
133
Restos Vegetales
VI. Cronología
137
VII. Hallazgos adicionales
139
BlBUOGRAFIA
141
4
INmCE DE LAMINAS
1.
Panorámica de Neusa U
39
2.
Panorámica de Neusa 11I
39
3.
Neusa U. Visita de la laja exfoliada
40
4.
Retiro de la laja desprendida
40
s.
a.
70
70
b.
6.
7.
Molinos de pigmentos
Yunques
Cantos rodados con bordes desgastados
70
71
71
71
a.
Núcleos no utilizados (desecho de talla)
b.
Percutores apuntados
c.
Núcleos pequeños
8.
Percutores sobre arista, cara 1
72
9.
Percutores sobre árista, cara 2
72
10. Tajadores
72
11. Núcleos amigdaloides, cara 1
73
12. Núcleos amigdaloides, cara 2
73
13. a.
73
73
b.
c.
d.
Raspadores discoidales
Raspadores terminales
Raspadores laterales
Raspadores cóncavos
73
73
14. Cuchillos sobre núcleos
74
15. Desecho de talla
16. a. Cuchinos sobre lascas triangulares
74
75
b.
Cuchillas sobre lascas biangulares
75
17. a.
Cuchillos sobre lascas concoidales
Cuchillas sobre lascas concoidales
75
75
b.
S
76
18. Lascas retocadas
19. a. Cincel
b.
c.
Hacha
Mano de moler
d. Metate
e, f, g Y h Lascas a partir de artefactos de piedra pulida
20. a.
b.
c.
d.
21. a.
b.
c.
22. a.
b.
c.
76
76
76
76
76
Raspadores
Raspadores lanceolados
Cuchillos
Astillas de hueso agudas con epífisis
83
83
83
83
Navajas tenninales
Perforadores
Agujas
84
84
84
Punzón
Cincel
Agujas
84
84
84
23. Cerámica Zipaquirá Rojo sobre Crema.
a. Incisa
b. Pintada
c. Ungulada
115
115
115
115
24. Cerámica burda
116
25. a.
Cerámica del Norte
Olla con aplicaciones
Marga arcillosa gris
Cerámica valle de Tenza gris
Cerámica Muisca no identificada
117
117
117
117
117
26. Cerámica Guatavita Desgrasante gris
a. Ollas con cuatro asas
117
117
117
117
117
117
117
118
118
118
b.
c.
d.
e.
b.
Asas del borde al cuerpo
c.
Copas en tres colores
d.
e.
Pintura roja
Muisca Incisa
Canasto
f.
27. a.
b.
c.
Cerámica Ráquira Desgrasante Arrastrado
Cerámica Chocontá Vidriado
Cerámica Funza laminar dura
6
28. a.
b.
c.
d.
e.
Rollos de arcilla quemada
118
Borde evertido
118
118
Escoria blanca
Tiestos muy erosionados
<;erámica con incisiones
118
118
29. Odocoileus Virginianus y Mazama sp.
a.
130
c.
Astas
Mandíbulas
Epífisis de tarzos
130
130
130
d.
Radios
130
b.
30. Odocoileus Virginianus
a.
b.
Calcáneos
Astrágalos
130
130
c.
Rótulas
130
d.
Falanges
e.
Falanges terminales
130
130
31. a.
131
c.
Sigmodon sp.
Styctornys tacksanowskii
cavia porcellus
d.
Plekocheilus aeropictus delicatus
e.
Plekocheilus glandifonnes
Plekocheilus eurythus pulicarius
Dasypus
131
131
131
b.
f.
g.
32. a.
b.
131
131
Accipitridae busarellus nigricollis
Pseudothelfusidae
131
131
131
33. Raquis de Zea maíz
136
34. Vivienda construída con frailejones
136
7
INDICE DE FIGURAS
Mapa de la región del Ncusa
28
28
29
a.
b.
Planta y corte geológicos de la región del Neusa
Corte geológico del área de los abrigos
30
30
a.
b.
Levantamiento topográfico Neusa I
Levantamiento topográfico Neusa 11
Levantamiento topográfico Neusa 1II
Trinchera a delo abierto
36
36
1.
Mapa cordillera oriental entre nos Sogamoso y Bogotá
2.
3.
4.
Mapa de la Sabana de Bogotá
5.
c.
d.
6.
7.
8.
9.
36
36
Pcrfilt:.'5 estratigráficos del corte Ncusa 11
37
37
Perfiles estratigráficos. del corte Neusa 111
38
Neusa J. Industria lítica. Unidad NP 2. Frecuencias
63
Perfiles estratigráficos del corte Nellsa I
10. Ncusa J. Industria lítica. Unidad N" 2A. Frecuencias
11. Neusa 1. Industria lítica. Uniditd N~ l. Frecuencias
63
12. Neusa 11. Industria lítica. Unidad N"2. Frecuencias
63
13. Neusa 11. Industria lítica. Unidad N V 2A. Frecuencias
63
14. Ncusa 11. Industria lítica. Unidad NV 1. Frecuencias
15. Canlos rodados con bordl..'S dl'Sgastados
16. Percutores sobre arista
63
17. Tajadores
66
66
66
a.
b.
18.
19.
20.
21.
Grande
Pequeño
63
64
65
Núcleos amigdaloides
67
67
Raspadores discoidales
68
a-e. Lascas retocadas
f. Cuchillo sobre lasca triangular
69
69
81
81
81
Cepillos o grandes raspadoTl'S planos
22. a.
b.
c.
Punzón
Cincel
Raspadores lanceolados
9
23.
24.
25.
26.
Neusa J. Industria ósea. Unidad NO 2. Frecuencias
Neusa I. ¡ndusbia ósea. Unidad N1l2A. Frecuencias
Neusa n. Industria ósea. Unidad N" 2. Frecuencias
Neusa JI. Industria ósea. Unidad ~ 2A. Frecuencias
27. a.
b.
Neusa l. Cerámica. Gráficos de frecuencias JX>T capas
Neusa 11. Cerámica. Gráficos de frecuencias por capas
82
82
82
82
1(fi
1<:6
28. Cerámica MosqueTa Roca Triturada. Gráfico de frecuencias
29. Cerámica Zipaquirá Rojo Sobre Crema. Gráfico de frecuencias
JO.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
106
106
Cerámica Zipaquirá Burda. Gráfico de frecuencias
106
Cerámica Chocontá Arenoso Grueso. Gráfico de frecuencias
11]7
Cerámica Valle de Tenza gris. Gráfico de frecuencias
107
Cerámica Suta Naranja Pulido. Gráfico de frecuencias
107
Cerámica Guatavita Oesgrasante Gris. Gráfico de frecuencias
100
Cerámica Funza Laminar Dura. Gráfico de frecuencias
100
Cerámica Chocontá Vidriado. Gráfico de frecuencias
109
Cerámica Ráquira Desgrasante Arrastrado. Gráfico de frecuenciasl09
Gráfico comparativo
110
Mosquera Roca Triturada
111
Zipaquirá Rojo Sobre Crema
111
a. Decoradón pintada
111
b. Decoración mdsa
111
41. Zipaquirá Rojo Sobre Crema, bordes
42. Zipaquirá Rojo Sobre Crema
a. Plato
b.
43. a.
b.
Decoración de líneas incisas paralelas
Cerámica Burda
Ollas con decoración ungulada
44. a.
Cuenco con espirales
Olla con apliques
b.
45. a.
b.
c.
Cerámica de borde evertido
Canasto
Cerámica Muisca indsa
46. Neusa I. Material óseo
a. Unidad NO 1
b. Unidad NO 2
c. Unidad NO 2A
112
112
112
113
113
113
113
114
114
114
123
127
127
47. Neusa 11, Material óseo
a. Unidad NO 1
b. Unidad NO 2
c. Unidad NO 2A
48. Neusa 111. Material óseo
128
128
129
129
lO
INDICE DE CUADROS
1.
Neusa 1. Industria lítica. Unidad estratigráfica ~ 2
58
2.
Neusa 1. Indusma lítica. Unidad estratigráfica ~ 2A
59
3.
Neusa lo Industria lítica. Unidad estratigráfica ~ 1
59
4.
Neusa n.lndustria lítica. Unidad estratigráfica NV 2
60
5.
Neusa n.lndustria lítica. Unidad estratigráfica
61
6.
Neusa U. Industria lítica. Unidad estratigráfica f'.lll1
62
7.
Neusa I. Industria ósea. Unidad estratigráfica NV 2
79
8.
Neusa l. Industria ósea. Unidad estratigráfica NV 2A
80
9.
Neusa n.lndustria ósea. Unidad estratigráfica NV 2
80
f\¡g
2A
10. Neusa 11. Industria ósea. Unidad estratigráfica NQ 2A
11. Neusa I. Cerámica. Distribución por capas
80
12. Neusa 11. Cerámica. Distribución por capas
86
13. Neusa U. Cerámica Mosquera roca triturada.
Distribución por capas
87
86
14. Neusa 1. Cerámica Zipaquirá Rojo Sobre Crema
Disbibuci6n por capas
88
15. Neusa D. Cerámica Zipaquirá Rojo Sobre Crema.
Distribución por capas
88
16. Neusa I. Cerámica Burda. Distribución por capas
17. Neusa 11. Cerámica Burda. Distribución por capas
18. Neusa n. Cerámica Suta Naranja Pulida. Distribución por capas
95
19. Neusa 11. Cerámica Valle de Tenza Gris. Distribución por capas
98
95
98
20. Neusa 11. Cerámica Chocontá Arenosa Gruesa.
100
Disbibución por capas
11
21. Neusa I. Cerámica Guatavita Gris. Distribución por capas
100
22. Neusa I. Cerámica Funza Laminar Dura. Distribución por capas 100
23. Neusa n. Cerámica Guatavita gris. Distribución por capas
101
24. Neusa n. Cerámica Funza Laminar Dura. Distribución por capas 101
25. Neusa I. Cerámica Ráquira Desgrasante Arrastrado.
Distribución por capas
102
26. Neusa n. Cerámica Ráquira Desgrasante Arrastrado.
Distribución por capas
103
27. Neusa 11. Cerámica Chocontá Vidriada. Distribución por capas
103
28. Neusa I. Material óseo. Unidad Ni:! 2
121
29. Neusa I. Material óseo. Unidad Nll2A
122
30. Neusa I. Material óseo. Unidad Nlll
123
31. Neusa n. Material óseo. Unidad Nll2
124
32. Neusa 11. Material óseo. Unidad Nll2A
125
33. Neusa n. Material óseo. Unidad Nlll
126
34. Neusa III. Material óseo
126
12
INTRODUCCION
Las investigaciones sobre culturas precerámicas en Colombia se han
intensificado a partir de 1.969, ampliándose el registro de la ocupación
humana hasta 12.000 a.p. aproximadamente. A pesar de que estas fechas
corTesponden a yacimientos ubicados en un altiplano de la cordillera
Oriental, subsiste la tendencia a considerar como tardía la habitación de las
tierras altas, entendiéndose que lasocupadonesde los valles cálidos y de los
litorales del Norte y del Occidente del país, necesariamente fueron más
tempranas. En esta perspectiva, los territorios con altitudes superiores a Jos
3.000 m.S.n.m., hoy ocupados por el medio·ambiente páramo, han desper-
tado poca curiosidad entre los arqueólogos. Los páramos, entendidos como
Jos ecosistemas que abarcan altitudinalmente entre el límite superior del
bosque andino y el inferior de las nieves perpetuas, se ha considerado como
poco aptos para la habitación permanente del hombre precolombino en
general y del paleoindio en particular. Gracias a las crónicas de la conquista
española se sabe con certeza que allí se practicaban ceremonias religiosas,
principalmente relacionadas con las lagunas, de naturaleza sagrada para la
mayoría de las naciones agro-alfareras que poblaban nuestro territorio. Se
plantea también que a partir de la conquista estos ritos se continuaron
realizando en cuevas y abrigos rocosos de páramo, donde los jeques,
shamanes y en general los sacerdotes indígenas se escondían a ejecutarlas a
salvo de la persecución religiosa ejercida por los misioneros cristianos. Se
sabe también queel indígena dejó sus huellas en aquellos parajes cuando los
cruzó para comunicarse entre valles más bajos con fines migratorios,
comerciales o guerreros. Así mismo a estas regiones ha subido el hombre
esporádicamente a practicar la cacería a través de los tiempos. Sin embargo
huellas que denotarán su pennanencia, cuando menos estacional, en épocas
precerámicas, eran hasta el presente, desconocidas o al menos no
documentadas para el medio ambiente páramo.
En los Andes de Ecuador, Perú, Bolivia y el Norte de Chile se han encontrado frecuentemente asentamientos de cazadores-recolectores localizados
en sitios de alta montaña, por encima de sus altiplanos. Estas ocupaciones
ocurrieron hace casi lD.OOOaños, después del retroceso glacial que marcó el
comienzo del período Holocénico. (Lavallée 1985, 409).
13
Teniendo en cuenta estas consideraciones, el hallazgo de artefactos
precerámicos en un páramo de la Cordillera Oriental constituyó una
oportunidad excepcional para conocer aspectos de la historia de la relaci6n
hombre-medio ambiente en los altos Andes colombianos.
El presente informe relaciona los resultados de un estudio efectuado a
3.350m.s.n.m., en abrigos rocosos recostados a la ladera de una montaña que
mira a un valle típico de tierras altas de los Andes tropicales. Se espera que
estas características geográficas permitirán comparar en el futuro los
resultados obtenidos con las evidencias culturales de otros sitios de alta
montaña de América del Sury plantear las posibles relaciones que existieran
entre ellos.
La primera información acerca del sitio fue comunicada al Dr. Gonzalo
Correal porel geógrafo Joaqu ín Molano, quien en el curso de su investigaci6n
enel páramo de Guerrero (Molano 1983), tuvo la oportunidad de conocerlos.
Correal efcctuó un sondeo que demostró la presencia de materiales arqueo·
lógicos prt-'Cerámicos. En talescircunstancias me sugirió realizar la excavación
sistemática de este yacimiento.
A partir de mis sondeos practicados en el año de 1983 se ratificaron las
evidencias· paleolíticas. En consecuencia, se proyectó realizar una investigación más extensa que permitiera establecer el carácter de la utilización
del área en el pasado.
En la ejecución de este nuevo estudio, se eligieron 3 abrigos rocosos
situados en lascolindantes haciendas Payará y Altisias. Loscortes practicados
sedenominaron Neusa 1,11, y 111, pretendiendo con esto asignarles el nombre
más común de la región para identificar el área estudiada.
14
RECONOCIMIENTOS
Agradezco a la Fundación de Investigaciones Arqueológicas, particularmente al Dr. Luis Duque Gómez, por el apoyo y estímulo en el
desarrollarlel proyecto. Igualmente deseo expresar mi gratitud a las siguientes
personas yentidades qucen una u otTa fanna han hecho posible el desarrollo
de la presente investigación: el Doctor Gonzalo Correal Urrego, Director de
monografía; la Corporación Autónoma Regional de los valles de los nos
Bogotá y Suárez, CAR, espeCialmente a su director Dr. Luis Enrique Niño
Guarin; al Director de Parques Dr. Luis Castiblanco y al Mayor Luis Castilla,
Administradordel Parque Forestal y Recreacional del Neusa. Al Dr. Pedro
Botero, por su colaboración en las determinaciones estratigráficas y en los
análisis de suelos. Al Dr. Rubén L1inás, por su colaboración en el análisis
petrográfico de los materiales. A la Dra. martha Bueno, por su aporte en las
determinaciones malacológicas. A don Enrique y don Guillermo Forero
Rojas, propietarios de la Hacienda Payará. A don Gilberto González y su
esposa doña Beatriz, mayordomos de la citada hacienda. A el profesor
Virgilio Becerra y al grupo deestudiantesdel Departamentode Antropología
de la Universidad Nacional de Colombia, colaboradores en la etapa de
investigación, terreno y laboratorio. A los antropólogos Marianne Cardale
de Schrimpff, Carl Langebaek, Ana Maria Falchetti, Roberto Lleras, Amparo
Adames, Helena Pradilla, Sonia Archila, Ana María Boada y Juanita Sáenz,
orientadores en la identificación del material cerámico. AGermán y Rigoberto
Salazar, trabajadores en las excavaciones. Ademáscolaboraron en diferentes
momentos del terreno de "trabajo de campo" los antropólogos Gerardo
ArdUa y Lyda del Cármen Díaz; y en todo el proceso de "excavación
sistemática",a Liliana M. Burgos F.,autora también del trabajo mecanográfico.
Finalmente mis reconocimientos porla colaboración en los dibujos a Margan ta
Reyes. a Germán López y María Eugenia Rivera, lo mismo que a Henry
Mariúo L. por su ayuda en el trabajo fotográfico.
15
1
APROXIMACION AL AREA ESTUDIADA
1.1 LOCAUZACION GEOGRAFICA
En la loma de Guanquica nacen dos arroyos que corren en sentidos
opuestos. Uno hada el Norte, la quebrada El Hato y el otro al Sur, el río
Cuevas. El primero lleva sus aguas al río Ubaté, en cercanías de Cármen de
Carupa; luego atraviesa el val1edcl mismo nombre. Después, transformado
en el río Suárez, tras un largo recorrido hacia el Norte, se une con el
Chicamocha y con el nombre de Sogamoso muere en el Magdalena. El
segundo se une al Sur con el río Cuandoque y forma el Cubillos, avanza al
Oriente rompiendo el aotidinal de Zipaquirá Norte y fundido con el Sigua·
toque baja a la Sabana de Bogotá con el nombre de Neusa y siempre al Sur,
une sus aguas al Bogotá, que también termina su recorrido en el principal de
los ríos de Colombia.
Los ríos El Hato y Cuevas sirven de límite a la Cordillera de Cuanquica
por el Occidente. El Cubillos la corta por el Sur, mientras que por el Norte
S(' prolonga ininterrumpidamente hasta el cañón del Tio Ubaté, ya convertida en Cordillera de El Hato. Por el Oriente se encuentra el valle del Tio
SiguattXlue, hoy inundado para formar el embalse del Neusa.
501aml'lltc una pequl.'ña porción austral de la Cordillera de Guanquica
pcrtenl"Ceal municipiodl·Ctlgua. La casi totalidad dela formación montañosa
corresponde a Tausa. Muy cerca dellímile, pero en predios de este último
municipio y a media ladera (3.350 ms.n.m.), se forma un aterrazamientode
naturaleza ~l'Ológica. En este paraje, de poca pendiente, se encuentran
d iSl.'mi na dos gra ndes bloques rocosos que, gracia S a la caprichosa d isposicíon
de algunos de ellos, fueron aprovechados como refugios en el pasado. Su
posición geogrMica es 5°8' de latitud Norte y 73°59' al Oeste deGreenwich.
El municipio de Tausa, cuya cabe.."Cera está aproximadamente a 80 Km.
al norte de Bogotá, se comunica con la Capital por la carretera que va a
Chiquinquirá. El clima es fño, siendo parte de su territorio piso de páramo.
Pcrtenl'Cc al Ot.--partamento de Cundinamarca y hace parte de la cordillera
Oriental de Colombia (Diccionario Geográfico de Colombia, 1980) (Vcr
Figura N1l2)
17
1.2 GEOLOGIA
De acuerdo con Malano (1983), la Cordillera Oriental emergió a partir de
un geosindinal que plegó estratos formados por sedimentación de arenas
marinas durante el Cretáceo superior, alcanzando alturas que pudieron ser
aproximadamente 200 m. superiores a las actuales, a donde descendieron
por procesos de ajuste isostático y modelado externo fuerte
functlmentalmentedebido a las glaciaciones pleislocénicas (Van der Hammen
1963). Este estrato sedimentario se conoce como formación Guadalupe.
Posteriormente se depositaron gruesas capas de arcilla de edad cretaterciaria,
dando lugar a la formación Guaduas. Dichos materiales fueron plegados y
levantados gradualmente desde el Terciario hasta el Pleistoceno, siendo el
anticlinal de Zipaquirá Norte el accidente que dió origen a los cerros
occidentales del valle del Neusa, conocidos con el nombre de cordillera de
Guanquica. Paralelamente, "La falla del neusa o cabalgamiento del Neusa
~igue un trazado aproximado al curso de los ríos Siguatoque y Neusa,
estando cubierta en el primer valle y manifiesta en el segundo sobre
materiales del Guaduas.... (Sarmiento y Gutiérrez, 1949). De acuerdo con la
plancha K-l1 de Ingeominas (Ver Figura NP 4a) la composición estratigráfica
y mineralógica de la unidad KSGS que anora en dicha cordillera, est~
conslituída por rocas sedimentarias del albiano al Maestritchiano;
predominantemente shale negro, limolíta y arenisca; evaporitas y roca
fosfórica; y carbón hada el tope de la secuencia. En el páramo de Guerrero,
los glaciares modelaron el relieve notoriamente durante el Cuaternario.
Capas de arenisca del Guadalupe superior e inferior fueron removidas en
forma de grandes bloques, empotrándolos en los estratos arcillosos del
Guaduas o deslizados varios kilómetros sobre las laderas. Otros se involucraron en las moles glaciares donde se desintegraron en bloques angulares heterogén<.'Os componentes de morrenas que se encuentran formando
terrazas y bancos de conglomerados tipo gravilla. Localmente se forma un
aterrazamiento debido a fracturas estructurales que liberaron grandes
bloques y formaron trampas estratigráficas, donde se acumularon suelos
que, gracias a las mismas, permanecieron in situ durante varias glaciaciones,
logrando así obtenerse una secuencia que pudo iniciarse hace
aproximadamente un millón de años, como 10 atestigua la arcilla formada
por metl.>orizaciÓn del material parental (arenisca dura) bajo condicionesde
meteorización tropical. (Dr. Pl.>dro Botero, comunicación personal) (Ver
Figura NI! 4b).
Sturm y Rangel (985) establecieron mediante pruebas de laooratorio
que cenizas volcánicas transportadas por el viento contribuyeron en la
formación del suelo durante el Pleistoceno y el Holoceno.
1.3 EL MEDIO AMBIENTE PARAMO
Vareschi (1970) en MaJano 0983, 36) señala que... "la palabra páramo
proviene del)¡'tín paramus que significa 11anos'''. Tanto Guhl 0982, 47)
18
como Molano (op. cit., 36), afinnan queel origen del nombre dadoa las altas
cumbres andinas tropicales proviene de la denominación dada a las mesetas
semidesérticas y áridas de la península Ibérica, que los españoles llaman
páramos.
Para Guhl (1982, 43) el páramo se caracteriza por: "Condiciones
ambientales extremas y con grande influencia biológica: baja presión
abnosférica, escasa densidad del aire, baja temperatura media, pero alta
temperatura del aire y del suelo con directa insolación y muy bajos valores
de temperatura cuando no se realiza tal radiaci6nde calor. Lo mismo sucede
con la humedad del airecuyos valores cambian aún másrápida y bruscamente
que la temperatura, la fuerza del viento esmoderada y periódica y así sucede
también con las heladas nocturnas (du ranteel día muy rara vez el termómetro
pasa por debajo deOOC.)" Guhl (1982, 43-44) Guhl afirma. además que"... la
rediaci6n solar en los altos Andescontiene el doble de la cantidad deenergía
que aquella que recibe en la parte baja (montano bajo: tierra templada). Es
decir, la limitada insolación por la nubosidad en las cumbres de los Andes
ecuatoriales húmedos de Colombia está compensada por la intensidad, lo
cual entre muchos otros fenómenos físico·psíquicos en el hombre, es además
importante para el proceso de la fotosíntesis de las plantas y por ende de la
cubierta herbácea que forma un grueso manto de absorción para el agua a
manera de una esponja. Este manto herbáceo de la absorción está formado
tanto por la vegetación viva como por la muerta, ya que la descomposición
de la ma.teria orgánica es inmensamente lenta debido a los fenómenos
tenn~hídricos, permitiendo así una compacta y muy húmeda cubierta
(durante la mayor parte del ano) de humus crudo-caracteñstico del suelo
paramúrnrsobre el fundamento rocoso" (Guhl op. cit., 44-45).
Molano (1983,45) diferencia los páramos de acuerdo a su situación. Así:
a. Interandinos, entre valles paralelos (cordillera Central en Colombia).
b. De exposición oriental. Bajo la influencia de los procesos ambientales
dinámicos de la Amazonía y Orinoquia.
c. De exposición occidental. Bajo la influencia de las selvas del litoral
pacífico.
d. De exposición mixta. Bajo acción combinada de procesos de exposición
oriental y occidental.
Guhl (982), por su parte, señala como factores importantes de
diferenciación la ubicación geográfica, la extensión y vecindad orográfica y
la inclinación de las vertientes. Entreotrosdistingue también los páramosde
vertiente occidental y oriental para la cordillera Oriental, y señala que los
primeros son siempre más secos.
Historia del medio ambiente páramo
El origen del medio ambiente páramo se remonta al Plioceno. Rangel y
Stunn 0985, 271 )afinnan que "Ecosistemas comparables a losde hoy endía
19
empezaron a existir en fonna aproximada desde el Plioceno..:', y plantean
la posibilidad de que la mayoría de los géneros vegetales endémicos hayan
empezado su desarrollo adaptativo "antes del levantamiento de los Andes
a un nivel superior a los 3.lXO m.s.n.m.".
Van der Hammen (1979) en Molano (1983) ubica los primeros indidos de
la existencia de vegetación de páramo en el Plioceno yañadeque "Era pobre
en especies", ya que estos .....nacieron como 'islas' de clima frio rodeadas por
vegetación neotropical".Molano (1983, 45) añade que la máxima fluctuación
del ecosistema se presentó durante las glaciadones pleistocénicas.
De acuerdo con Van der Hammen (979) hace 3 millones de años la
sabana de Bogotá estaba tapizada de gramineas y posiblemente las actuales
alturas por encima de 2000 m.s.n.m. se encontraban cubiertas de hielo o en
piso de superpáramo, de tal manera que los biomas montano--altosocupaban
áreas varias veces meas extensas que hoy en día.
Refiriéndose al último glaciar, Van der Hammen (1986) ubica antes de
70.000 años el pleniglacial inferior, caracterizado como "una fase apa·
rentemente muy fría". Durante el pleniglacial medio, entre 65.000 y 28.000
años, la vegetación abierta descendía hasta unos centenares de metros por
encima de los altiplanos, pero hubo avances glaciares antes de 36.000 años,
que hicieron aumentar los hielos hasta 2.900 m.s.n.m. y por tanto la
dominancia de gramíneas llegó cerca a los 2.000 mS.n.m. Entre 28.000 y
21.000 años a.p., los hielos tuvieron sus máximos avances llegando hasta
2.900 m-5.n.m. En este período el páramo dominó los altiplanos de la cordillera Oriental,con pequeños intervalos enquealtem6conel bosque Andino.
Más concretamente entre 25.000 y 20.000 años a.p. los páramos
descendieron hasta 2.0c.0 m.S.n.m. Entre 21.CO)y 14.000 años a.p. comenzó
un retiro de los hielos hasta llegar a 4.000 m., pero los páramos se
transformaron en una ancha franja altitudinal que iva de 4.000 hasta casi
2.()()) m.S.n.m. Entre 14.000 Y13,(XXJ años a.p. hubo un leve retroceso de la
pradera. Fue el interestadial de Susacá. Después de un corto avance del
páramo entre 13.000 y 12.500 a.p. volvió este a retroceder en el llamado
interestadial de Cuantiva. Otra interrupción fria y corta, y otro avance más
marcado entre 11.000 y 9.500a.p. en que los páramos descendieron hasta un
poco más abajo de 2.600 m.S.n.m., alternando por última vez con el bosque
alto-andino en los altiplanos de la cordillera Oriental.
En el estadial del Abra 01.000-9500 años a.p.).los glaciares avanzaron
hasta aproximadamente 4.000 m.s.n.m. En consecuencia ninguna de las
cumbres de Cuerrero se cubrió de hielo permanente en esta temporada.
Durante el Holoceno se ha desarrollado una fase cálida para los Andes
tropicales conocida localmente como periodo Hipsi tennal. (Van der Hammen
y González, 1963). Este período tuvo algunas fluctuaciones menores de
temperatura que pudieron influir en el medio ambiente y por tanto en el
hombre, quien ha dejado sus huellas por allí desde la retirada final de los
20
hielos. A continuación se relacionan las variaciones holocénicas registradas
en páramos de la cordillera Central (Thouret y Van der Hammen, 1981>, que
secorrelacionan en lascumbresde la cordillera Oriental. (Vander Hammen,
Barelds, de Hong y de Veer, 1980).
1. Para el Holoceno inferior: enfriamiento alrededor de 7.500 años a.p.
(estadio Santa Isabel Temprano).
2. Para el Holoceno medio: un poro antes de 6.<60 a.p., enfriamiento corto
y violento (estadio de Santa Isabel Temprano). Enfriamiento corto y
fuerte 4.750 a.p. (estadio Santa Isabel Tardío).
3. Para el Holoceno superior: Enfriamiento 2.690 a.p. y "Neoglaciación del
Ruíz" desde el siglo XVD hasta mediados del XIX (Thouret y Van der
Hamme" 1981).
Características del Páramo de Guerrero
El páramo de Guerrero es el más grande y alto de los ubicados en el eje
oeste de la Cordillera Oriental. De acuerdo con los criterios clasificatorios
basados en su ubicación, secatalogacomo interandino con características de
clima tropical de alta montaña. Es seco (700-1.100mm.) y presenta un ciclo
tetraestacional consistente en dos temporadas de lluvias y dos secas
anualmente, así: abril-junio y septiembre-noviembre lluviosos, diciembremarzo y julio-agosto secos (Molano, 1983).
Factores externos relacionados con su localización son: El valle del
Magdalena por el Noroeste y la Sabana de Bogotá por el Sureste. Ambos
generan un ritmo diurno de circulación valle-montaña, consistente en que
el viento y por tanto la nubosidad y la precipitación ascienden durante las
horas de luz y descienden en la noche, siendo más importante el movimiento
generado por el Oeste. Además iniciden las masas ecuatoriales Atlántica,
Continental y orinoquense. esta última prevalece sobreel ciclo valle-montaña
generado por la Sabana. Al respecto Oster (1979, 44) dice: "La nubosidad y
las lluvias aumentan considerablemente hacia el páramo de Guerrero. Se
nota en efecto que las nubes que cruzan el páramo de Guasca, siguen su
camino hacia el Oestea una altitud variableentre300y 1000m. (estimativo)
por encima de la Sabana, que frente a los relieves Occidentales, sufren una
nueva ascención orográfica con recrudescencias de las lluvias".
1.4 VEGETACION
La Cordillera de Guanquíca tiene en sus laderas el límite del bosque
Andino y el páramo. Respecto dellfmite superior del bosque Guhl dice: "La
distribución topográfica del bosque y de la pradera depende, al parecer. de
todo un cuadro ecológico en el que se incluyen el clima local, la madurez del
suelo y las aguas subterráneas. Estas condiciones cambian según se trate de
valles, barranqueras, carcavas, vallonadaso de salientes y crestas. Normalmente el bosqueasciendea mayor al titud por los valles húmedos y protegidos
21
de los vientos, que disponen de suelos frescos y bien irrigados que por
salientes, que son más secas; están batidos por el viento, son incluso, presa
del hielo y tienen unos suelos de costras bien desarrollados. El límite del
bosque superviviente de alta montaña suele ser muy neto, efecto de los
incendios que también se consuman en los herbazales de gran altitud" (Guhl
1982,52-53),
En el Neusa el limite superior del bosque debió estar de forma natural
alrededor de 3.500 m.S.n.m. pero la intervención humana lo ha hecho
retroceder hasta 3.300 m. De acuerdo con Guhl (1982, 52-53) Ycon Molano
(1983,196) las máximas elevaciones las logra el bosque en lugares aislados
en la pradera abierta donde por diversascircunstancias se forman microclimas
favorables. Estos son: los bosques de galería, que ascienden por las cañadas
donde fluyen las corrientes de agua, los escarpes y allí donde existen grupos
de grandes bloques erráticos.
En el pearamo de Guerrero el límite superior del bosque presenta la forma asociativa debosques de galería que siguen la trayectoria de las corrientes
de drenaje y microambientes que se extienden por los escarpes donde
existen núcleos de bloques descompuestos. Caso concreto de la zona estudiada. Fi naliza el bosque conviertiéndose en rosetal-arbustal de ladera, cuyo
límite superior lo determina el comienzo del pajonal-rosetal de ladera, con
la vegetaci6nde pradera características del pearamo alto. (Ver Lámina NIl1).
Molano describe así las citadas fonnas asociativas:
Pajonal-rosetal de ladera: Calamagrostis sp., Poa sp., Cortadería sp., con
Espeletia grandiflora, Espeletia argentea, Acaena sp., Paepalanthus sp.,
Puya sp.
Rosetal-arbustal de ladera: Contiene la vegetación del pajonal-rosetal de
ladera además de Diplostephium philicoides, Diplostephium revolutum,
Miconia salicifolia, Senecto nitidum, Hipericum goyanensii y Bucquetia
glutinosa. (Molano 1983, 193-195).
1.5 FAUNA
La fauna llegó al páramo desde fianles del terciario, de diferentes maneras. Algunas especies evolucionaron a partir de otras que vivían en pisos
más bajos o fueron adaptandose paulatinamente con el ascenso progresivo
de la región. Otras ocuparon todos los pisos ténnicos tropicales. Migrantes
de la región Neártica, venían ya adaptados a las condiciones de clima fria y
a pro-vecharon el puente terrestre centroamericano fonnado hace5 o 6 millones
de años, época en la que coincidencialmente se empiezan a constituir los eco·
sistemasaltoandinos. Otros migrantes fueron los provenientes del Sur, entre
los que se destacaron los Austral-antárticos. (Sturm y Rangel, 1985, 140).
Actualmente los mamíferos nativos o están muy diseminados o se encuentran extintos en la región. Sin embargo, la política de preservación de
22
los bosques por parte de la CAR, dentro de la cuenea del Neusa, ha permitido
que dicha fauna goce de un habitat para su recuperación. Por estas razones,
durante la estadía en el terreno, en circunstancias especiales se pudieron
apreciar ejemplares de ratón (Sigmodón sp.), cuTÍ (Cavia sp.), conejo (Silvilagus sp.), zorro (Dusicyon sp.) y annadillo (Dasypus sp.). De todas formas
especies corno venado (Odocoileus sp. y Mazama sp.), entre otros,
desparecieron definitivamente de la región.
Representantes de las aves que habitan la cuchilla de pedregales son: las
mirlas (Turdus fuscater) y las caieas (Gallinago nobilis). Ocasionalmente se
detecta la presencia de aves de presa del género Accipitridae.
1.6 USO ACTUAL
En los pajonales de las partes más elevadas se practica la ganadería
extensiva. Molano describe un proceso de utilización del Valle del río Neusa
en el que afirma que "inicialmente se habilitó el fondo del mismo para
labores agrícolas y se dejó el bosque o las zonas desmontadas parcialmente
para la ganadería extensiva. Posteriormente los cultivos se fueron
ensanchando hacia las laderas del valle y la actividad ganadera alcanzó las
áreas altas del páramo. Ahora cuando el bosque ha cedido a la civilización
los elementos y factores ambientales han padecido serias modificaciones y
los cultivos de papa han alcanzado alturas de 3.500 m. alternando en
temporadas largas con el pastoreo de ovinos y vacunos.
1.7 HISTORIA Y LEYENDAS
De acuerdo con el diccionario de Acosta Ortegón (1983), Tausa en lengua
Muisca significa tributo. Velandia (1982) prefiere el nombre de Tausavita
que quiere decir tributo de la cumbre, porque según él, va más de acuerdo
con su ubicación en una cima, y con la minería de la sal, industria a la que
se dedicaban. También seencargaban decomerciarla con los pueblos del vallede Ubaté y los Muzos, con quienes se comunicaban poru n camino a través
del boquerón deCarupa. El comercio con los indios del Neusa y la Cordillera
de Guanquica lo hadan por una vía al Sur, mientras que con los pueblos de
nemoc6n y Tasgatá, tornaban la ruta del Oriente cruzando el "Boquerón de
Tausa". Con Zipaqui rá y demás pueblos del reino de Bacatá, secomunicaban
indistintamente por el sur y el oriente. (Velandia op. cit. 2258).
Según las tradiciones Muiscas, la salina de Tausa era explotada como
tributaria del cacique de Ubaté, hasta cuando Nemequene dominó estos
poblados, junto con el de 5imijaca, luego de derrotar a sus defensores en la
batalla del "Boquerón de Tausa". (Piedrahita, 1973).
Los indios de Suta y Tausa, junto con los deCucunubá, protagonizaron
en 1541 una rebelión digna de destacarse como ejemplo de altivez del pueblo
Muisca y símbolo de su amor por la libertad. Al respecto dice Simón: "sus
pleitos ordinarios con losespañoles son sobre su libertad y no pagarles tributo en que han puesto muchas mil veces en riesgo sus vidas y haciendas,
23
estimaren menos perderlas de una que írselas dando pocoa poco a título de
tributos". (Simón; IV, 117). Se hicieron fuertes en el "Peñón de Tausa", del
cual agrega el cronista" ..., cuyas murallas son peñas tajadas, capaz en su
altura de contener gran número de gente,donde se fueron alojando con toda
la suya los tres pueblos (Cucunubá, Suta y Tausa) y lo necesario de comidas
y armas para guardar una sola subida y entrada que tenía, derecha, empinada
y angosta tan por extremo, que apenas había !,ionde a~ntar un pie en toda
ella en llano, y esto con riesgo de despeñarse...". (Simón op. cit.;IV, 117-118).
Cuando tras una larga lucha, los españoles pudieron entrar al "Peñón", la
resistencia indígena cesó casi de inmed iato porque los que no murieron a sus
manos"...se despeñaron por aquellos riscos".
La Sal
La cordillera de Guanquica y el valle del río Siguatoque-Neusa se
encuentran ubicadosen medio del triángulo que forman Zipaquirá, N emocón
y Tausa, productores de sal desde tiempos precolombinos. Por allí pasaban
los caminos que llevaban al Norte y al Occidente. ]iménez de Quesada
descubrió los altiplanos de la cordillera Oriental gracias a la ruta de la sal.
Esta se dirigía al norte hasta la provincia de los Guane, pasando por los
predios del actual municipio de Vélez, continuaba por la serranía del Opón
y el río Carare hasta dar con el Magdalena. Sin embargo la sal no paraba en
las bocas del Carare, sino que circulaba por el "Grande". El autor anónimo
del Epítome relata como a medida que la expedición de]iménez de Quesada
subía porel río, se iban recogiendo indicios de dicho comercio" ...diose luego
con otra sal, no de grano como la pasada, sino en panes, que eran grandes
como pilones de azúcar; y mientras más arriba subíamos por el río, más
barata valía esta sal entre los indios. Yasi por esto, como por la diferencia de
la una sal y de la otra, se conoció claramente quesi la de granos subía por el
dicho río, esta otra bajaba" (Friede 1960, 259).
Cardale (1981, 20) hace referencia a unas fuentes de agua salada en un
punto llamado Guanquica, en la parte nor-oeste del embalse del Neusa muy
cerca de la carretera que conduce a Tausa. Aclara que hoy están tapados
y añade que: "Dos familias tenían hornos allí y cocinaban el aguasal en
vasíjas que traían los alfareros de Pajarito para cambiar por sal. (Cardale
1981,20-21).
.
Afirma Nicolás Ortíz (1891) que la salina de Tausa consta de dos manantiales llamados la Magdalena y Santa Catalina, euyo producido al evaporar
el agua manada durante 24 horas, pesaba dos y media libras. Las salinas
fueron cerradas definitivamente por el Banco de la República en el año de
1931, indemnizando a sus trabajadores.
El7 de julio de 1558 los indios de Tausa, junto con los de Suta y Simijaca,
fueron dados en encomienda a Gonzalo de León Venero "el viejo".
En 1600 los indígenas de Tausa, Suta, Bobotá y Cucunubá fueron
trasladadosal sitiode Bobotá, donde se fundó el pueblo nuevo deCucunubá.
24
Pero amparados en las Capitulaciones Comuneras de 1781 regresaron a su
antiguo asentamiento.
En mayo de 1926 el municipio trasladó su cabecera al sitio denominado
..Aguasal" sobre la carretera quede Zipaquirá conduda a Ubaté, siendo esta
la ubicación que tiene el poblado en la actualidad.
El Pueblo Viejo de Neusa
La ubicación del pueblo viejo de Neusa ha sido una incógnita que
algunos investigadores han querido despejar. Acontinuación se relaciona la
información pertinente obtenida en el transcurso de este estudio.
Con el nombre de Neusa se distingue sin lugar a equívocos el río que se
forma en la confluencia del Siguatoque y el Cubillos hasta desembocar en el
Tibit6. Siendo corto y pendiente el trayecto de descenso a la Sabana y largo
y plano el recorrido por la misma. El valle donde actualmente se encuentra
el embalse del Neusa fue siempre conocido como el valle del río Siguatoque.
Las consideraciones anteriores sirven para corroborar que tradiconalmente la región y el poblado conocidos como Neusa, Nemesa, Neumpsa O
algún otro nombre parecido o derivado, siempre ha estado más allegado al
municipio de Cogua que al de Tausa, queriendo esto indicar su proximidad
geográfica. Además los documentos históricosque mencionan al pueblo viejo
de Neusa están relacionados con la población de Cogua.
En 1553 era doctrinero de Cogua, Neusa, Nemocón y Zipaquirá Fray
LucasdeOsuna.AfinalesdelsigloXVlycomienzosdelXVUelencomendero
Juan de Silva Collante reunió a los indios de Cogua, Nemeza y peza, en una
sola encomienda localizada en el pueblo deCogua (Velandia; 1982,TJI, 768).
En documento que trata de la adjudicación de tierras de resguardo hecho en
octubre de 1593 por el oidor Miguel de lbarra para los indios de los repartimientos deCogua, Nemeza y Peza, en uno de sus linderos dice textualmente:
.....y por la parte de hacia el pueblo viejo de Nemeza se midieron otros
mil y quinientos pasos comenzando desde una quebradilla que pasaba por
juntoa los últimos solares de las barrancas de dicho pueblo viejo que dijeron
llamarse (la quebrada) Sansica". (Poblaciones T. VII Pl640-641).
Con la fundación de Zipaquirá se intentó llevar allí a los indios de dichos
pueblos. Sin embargo el traslado al nuevo Zipaquirá no se llevó a cabo. Así
lo demuestra la visita hecha en agosto de 1604 por el oidor Lorenzo de
Terrones. Como resultado de la misma reunió a las tres parcialidades en el
sitio del pueblo indígena deCogua donde "mandó hacer iglesia por comisión
de la Real Audiencia, siendo por consiguiente esta fecha la de fundación del
actual. Consecuentemente "la iglesia fue contratada en Santa fe mediante
escritura de 22deabril de 1605 pordichooidorconel albañil Domingo Pérez.
T XI f1.706-710¡ (Velandia op. cit. T 11, 771).
(Visitas
c.,
25
Bajo presión de los vecinos blancos, quienes alegaban que la población
indígena disminuía considerablemente, el corregidor D. Eustaquio Galvis
solicitó, en octubre 12 de 1m, la extinción del pueblo. Solicitud que fue
aceptada y convertida en decreto por el Virrey e14 de septiembre del mismo
año, añadió además el traslado de los indios a Tocancipá. "Su traslado tenía
además el propósito de aumentar el número de alfareros que en Tocancipá
y Gachancipá fabricaban las vasijas para elaborar sal en Zipaquirá y nemocón,
euya producción había mermado por falta de ellas. (Fab. Iglesias, T. VII
6.100-168)" (Velaodia op. dI. 775).
En estas circunsatncias el Sr. Tomás Forero solicitó reiteradamente que
la parroquia se fundara en "...un globo de tierra que yo poseo en el llano de
Neumpsa..." (Poblaciones T. VII fl. 472). El sitio fue rechazado por el
Provisor, Vicario y Visitador General del Arzobispo Don.Josef Carrión y
Marfil argumentando que " ...sin embargo de lo dicho IX'r él, es sitio
húmedo, proIX'rcionado a inundarse, así por las vertientes de la montaña,
como por las avenidas del río Neumpsa (fl. 477)". (Velandia 1982; 11, 778).
Aunque los indígenas no fueron trasladados, los vecinos continuaron
presionando para que se remataran las tierras del resguardo y se fundara
parroquia. Sinembargo sus pretensiones no se llegaron a concretar durante
la colonia y los terrenosencuestión,solamente fueron vendidos a particulares
hasta el año de 1842.
Afirma también Velandia que "en 1892 existía cerca (a Cogua) el caserio
de Nemeza, cuyo sitio actualmente se llama la plazuela". (op. cito TU, 782).
Aunque no dá ninguna referencia de esta afirmación todos los documentos
citados por él, respecto del pueblo viejo de Neusa, lo mismo que porCardale
(1981), indican queeste seencontraba localizado entre la salida del río Neusa
a la sabana de Bogotá y el sitio que Cardale llama la Plazuela. "La pequeña
agrupación de casas denominada la Plazuela situada en terrenos fértiles y
abrigados del valle del río Neusa IX'siblemente esté ocupando el sitio del
antiguo pueblo, aunque hasta el momento en esta zona no he IX'dido
localizar cerámica antigua". (Cardale 1981 a, 40). La región comprendida
entre estos dos puntos es la que actualmente se denomina la Plazuela. En el
curso dela presente investigación seconoció de un entierro Muisca inhumado
por el Sr. Misael Campos propietario del predio donde se encontró. En un
montículo natural, al parecer acondicionado por el hombre precolombino,
halló en la tumba, algunas múcuras que hacían parte del ajuar funerario.
Estas se referencian en el Apéndice VII.
Leyendas
Dos leyendas hay asociadas al "Boquerón de Tausa". Ambas hacen
referencia a "la piedra del diablo":
La primera, de origen precolombino, dice: "Guerreaban los de allende
con los de aquende el mencionado Boquerón, y para ofrecer obstáculo
infranqueable a la corriente invasora resolvieron estos hacer al dios de las
26
tinieblas un voto suplicatorio de alianza. Dormía el dios Fú durante el día
en la contigua laguna de Fúquene y durante la noche andaba por los
peñascos bramando por los desfiladeros. La melancólica divinidad escuchó
la plegaria y resolvió trasladar a cuestas una piedra enorme para tapar con
ella el boquerón de Tausa; pero el fulgor de la aurora lo sorprendió en la
pode.rosa labor y tuvo que soltar su carga antes de llegar al sitio, a la orilla
del camino, temeroso de que el sol lo iluminara con sus rayos, y emprendió
la fuga. El monolito está allí todavía para comprobar la ayuda milagrosa del
diablo, con las costillas pintadas en tinta roja en una de sus caras". <Triana,
1984,209-210).
La segunda, moderna, posiblemente tiene sus orígenes en la primera.
Narra como el diablo quiso tapar el boquerón con una piedra, para que los
cristianos del Sur no pudieran visitar los santuarios del Norte. (En la región
~ refieren a las peregrinaciones a la Vírgen de Chiquinquirá; Velandia
0982, T. IV, 2227) dice que posiblemente se trata de las romerías aborígenes
a la laguna de Fúquene}. Llevaba en todo caso el diablo la piedra a patadas
cuando lo sorprendió la madrugada sin alcanzar a colocarla.
27
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LOS SITIOS ARQUEOLOGICOS
2.1 PROSPECCION
Se practicaron en total cinco cortes. En la fase inicial se efectuaron los
sondeos Payará I y 11. Luego se hizo el corte S. Cada uno en un abrigo
diferente. Payará 11 y S fueron los puntos de partida para las excavaciones
Neusa 1 y 11 respectivamente. Finalmente se realizaron el corte Neusa III y
una trinchera a cielo abierto.
2.2 TRINCHERA A CIELO ABIERTO
Se practicó una trinchera rectangular de 3 m. de largo por 1 m. de ancho
en dirección Oriente-Occidente. Este corte está situado 8 m. al sur de Neusa
11. Su profundidad varió de l,50m. a 2,00 m. El propósito con que se hizo esta
zanja fue el de conocer la estratigrafía general del área y al mismo tiempo
buscar restos arqueológicos en el sector periférico, donde se forma el ya
citado aterrazamiento objeto del presente estudio. (Ver Figura Nll Sd).
2.2.1 Estratigrafía
El perfil que se describe a continuación, corresponde a la estratigrafía
general del área estudiada. Losestratos en la parteextema de los abrigos son
similares y guardan el mismo orden secuencial. Por tanto para cada corte
solamente se resefl.aron aquellas unidades estratigráficas que aunque
corresponden a las aquí descritas, tienen particularidades locales: La base
sobre la que descansa la secuencia es una roca arenisca, blanda, de grano
grueso, de color amarillo rojizo (7.5 YR 6/8), que en su parte superior está
descompuesta en arena suelta por acción de agentes erosivos.
Unidad Estratigráfica Nf 3
A 1.20 m. de profundidad y hasta 1,00 m. hay una capa blanca, de textura
arcillosa, probablemente caoJinítica, proveniente de meteorización de rocas
de la región. La citada arcilla se encuentra mezclada con arena que ledá una
coloracióndeparchesamarillentosa medida que se profundiza. Esta unidad
31
es extremadamente ádda (PH4), su color es 2.5 y 8/2 (blanco). El suelo
corresponde a un horizonte C.
Unidad Estratigráfica N~ 2
Un horizonte A2 entre profundidades de 0,50 rn. a 1,00 m., compacto y
edafizado, mezclado con cenizas volcánicas provenientes de erupciones
anteriores a la última glaciación (entre 10.000 y 20.000 años a.p.,
aproximadamente). Es franco-arcillo-limoso y medianamente ácido (PH55). Su color es 10 YR 2/1 (negro) y su estructura es de bloques subangulares fuertes finos. Esta unidad estratigráfica debió ser la superficie de
la región hace 10.000 años aproximadamente y en esas épocas fue alterado
por el hombre en mayor o menor medida de acuerdo a la proximidad a los
abrigos. Una muestra de carbón proveniente del corte Neusa 11, arrojó una
antiguedad de8.370±90añosa.p. (Beta Analytic, muestra NII 21060NIlQAA).
Unidad Estratigráfica N~ 1
Desde la superficie hasta profundidad de 0,45 a 0,50 hay un horizonte A1
de textura franco-arcillo-limosa que va desde orgánica a muy orgánica, con
abundantes rafces, a medida que se a~dende a la actual superficie. Su
estructura es: entre 0,15 Y 0,45 m. de bloques angulares fuertes finos y
migajosa en la capa más superficial. Es medianamente ácido (PH-5.5) y su
color es 10 YR 2/1 (negro). Este suelo está mezclado con ceniza volcánica
proveniente de erupciones post-glaciales más recientes de 10.000años. En la
trinchera a cielo abierto se obtuvieron tiestos pertenecientes a un tipo
Muisca temprano. En los abrigos se recolectó cerámica en toda su
profundidad.
2.3NEU5A 1
Este abrigo fue objeto de un sondeo en el año de 1983. Los resultados se
encuentran relacionados en el informe titulado "Exca vaciones arqueológicas
en la hacienda Payará, presentado al departamento de Antropología de la
Uni versidad Nacional de Colombia".
Se forma el abrigo por una roca rectangular plana, dispuesta con una
inclinación de 30° a partir de la horizontal. Su extremo occidental está
enterrado, mientras que la parte elevada mira al oriente. Las dimensionf'!s
del área sombreada son aproximadamente 11 m. de largo, en el sentido
Norte-Sur; 8 m. por el nortey 2m. por el Sur, en el sentidoOrienteOccidente.
Se practicó una excavación de 1m. de ancho por todo el perímetro del
anterior sondeo Payará 11. La caprichosa forma y la redudda área del corte
obedecieron a dificultades presentadas en la obtención del permiso de
excavadón. El área se dividió en 6 rectángulos de 2 m. por 1 m. de lado
respectivamente, de tal manera que junto con la cuadricula Gl trabajada en
1983, se estudio un cuadro de4 m. de lado, con 8sub-unidades rectangulares
de 2 m 2 y con un área total de 16 m2 (Ver Figura NI! 5a).
32
2.3.1 Estratigrafía
La base de la secuencia y la unidad Ni! 3 son similares a las ya descritas
para cielo abierto.
Unidad Estratigráfica N~ 2
En esta unidad aparecen las primeras evidencias arqueológicas. La
influencia del hombre hizo variar la composición de este horizonte Ap3 de
acuerdo a la distribución del espacio, de tal manera que en la parte interior
del abrigo domina en su composición una gran acumuladón de ceniza (PH8). de color 10 YR 3/3 (pardo, oscuro). con alto contenido de carbón
proveniente de fogones. En la parte exterior hay material lítico, desecho de
talla, lo que indica que la periferia constituía la zona de taller. En cambio el
área más resguardada servía para cocinar los productos de la cacería, como
lo indica la granacumuladón de huesos y ceniza de fogones descubierta allí.
Este estrato se depositó a finales del Pleistoceno y comienzos del Holoceno
y los materiales arqueológicos son exclusivamente precerámicos.
Unidad Estratigráfica Ng 2A
Cubre el estrato anterior, un nivel de exfoliación concentrado
fundamentalmente en un espesor de O,OS m. pero algunas láminas
desprendidas alcanzan la ceniza oscura que está debajo. Este material
provino del techo del abrigo y fue reacomodado por posteriores ocupantes
con el finde lograr un piso de habitación. Este horizonte Ap2 es alcalino (PH8,0) Yde color 10 YR 3.5/3 (pardo oscuro).
Unidad Estratigráfica Ng 1
Finalmente aparece un horizonte de color pardo grisáceo, oscuro, de
consistencia granulosa cuando está a cielo abierto. Es un terreno no muy
compacto con restos arqueol6gicosque induyen ya la cerámica. En la parte
interior del abrigo domina la ceniza de hogueras sedimenta~aen tres capas:
La más profunda, de menos de 10 cm. de espesor, es de color 10 YR 3.5/3
(pardo a pardo oscuro). Este horizonte es alcalino (PH-8). Encima hay un
horizonte Apl de color 10 YR 3/2 (pardo grisáceo muy oscuro) con grosor
de 5 a 10 ~m. y en la superficie un material suelto de color 7.5 YR 6/4 (gris
daro) originado en ceniza reciente y en la acción de los agentes erosivos que
lo han ido depositando en la leve depresión del piso del abrigo. Ninguno de
los tres niveles naturales presentaron continuidad en toda el área excavada.
Lo que podría indicar la caprichosa disposición de fogatas a lo largo de la
época cerámica y no una secuencia de suelos procedente de cambios
climáticos. Finalmente, se debedestacar la muy escasa densidad de material
cerámico, quecs de 234 fragmentos para un área de 16 m 2, como seve en el
Cuadro de distribución de cerámica por capas. (Figura Ni! 6, Cuadro Ni! 11).
33
2.4 NEU5A II
El sitio consiste en un bloque errático inclinado en la misma dirección de
la ladera. Su fonna es rectangular y las dimensiones: 12 m. de ancho por
aproximadamente 40 m. en su eje mayor, que está en direcdón OrienteOccidente. Como ya se mencionó, se tomó inicialmente, para guía
estratigráfica un cuadro de sondeo que se denomin6 euad rícula S y se excavó
por capas, siguiendo los niveles físicos del terreno. En el curso de la
excavación se vió la necesidad de ampliar el corte en su periferia y se
delimitaron las cuadrículas M, N, O, P, Q, R, T Y U. El corte Neusa 11
comprendió 19 cuadrículas de 2 m. de lado (4 ro 2) (Ver Lámina N° 1, Figura
N' 5b).
2.4.1 Estratigrafía
La base y la unidad NI! 3 son las mismas descritas anteriormente.
Unidad estratigráfica N~ 2
El estrato franco arcillo-limoso compacto y brillante a cielo abierto, está
representado en la parte interior del abrigo por un material de textura
arcillosa de color 10 YR 3/1 (gris muy oscuro), ligeramente ácido (PH-6).
Tiene forma de cuña yen la parte alta de la pendiente, al Occidente, es muy
delgado, llegando en algunos sectores, como en la cuad rícula C, a desaparecer,
mientras que en la parte baja tiene mayor espesor, habiéndose acumulado
sedimento por erosión. Esta unidad contiene abundante material lítico y
óseo perteneciente a la ocupación precerámica. Como ya se mencionó, una
muestra de carbón tomada del estrato, permitió fecharlo en 8.370 ± 90 años
a.p. (Beta Analitic 2]060 NIIQAA).
Unidad Estratigráfica N~ 2A
En las áreas abrigadas, se encontró a continuación del estrato 2, una gran
cantidad de láminas de roca arenisca producto de exfoliación. En este abrigo
lasastillasdesprendidassonde muy variado tamai'i.o: desdeO.Ol m. delado,
hasta una gran laja de 2,5 m. de diámetro promedio y más de 0.30 m. de
espesor. (Ver Láminas NI:! 3 Y4).
Unidad Estratigráfica N 9 1
Finalmente se encuentra el horizonte A, franco arcillo-limoso de color
pardo oscuro, que contenía la totalidad del material cerámico recolectada en
este corte. También tenía forma de cuña con espesores de 0.10 en el costado
Occidental, hasta 0,45 m. en el costadoOriental. En la parte inferior predomina
la ceniza de muchos fogones, en algunas partes estratificados, en otras
formando lentículas aisladas y en otras revuelto. El suelo es de neutro a
ligeramente ácido (PH-6.8) y de color 10 YR 2/] (negro). Fue alterado
fuertemente por el hombre y presenta varias capas de pisos de habitación
entremezclados. (Ver Figura N9 7).
34
2.5 NEUSA III
Al oostadoSurdeNeusa lila pendientedela ladera disminuye formando
un aterrazamiento rodeado de bloques crrá ticos. Uno de éstos es un fragmento
tabular colocado en posición horizontal. El ángulo entre la ladera y la piedra
forma una cueva. La altura entre el piso y el techo es hacia su parte externa
(Oriente) de 1 m. Al igual que los abrigos antes mencionados, el espacio
habitado mira al Oriente. El corteconsistióen dos cuadrículas de 2 m. de lado
cada una. Contiguas. Con la mayor dimensión del corte (4.0m.) en dirección
del abrigo. (Ver Lámina NI! 2, Figura NI! Se).
2.5.1 Estratigrafía
La estratigrafía resultó semejante a la de los otros cortes, pero sólo se
excavó hasta encontrar la areilla blanca amarillenta, por suponerse que a
mayor profund ¡dad no se encontrarían materia les arqu(."Ológicos. Se detectó
la arena gruesa por medio de barreno. Esta areníS('a desboronada está a 1,40
m. de profundidad. Encima, como ya se dijo, se encuentra la aralia, con un
espesor promedio de 1,0 m. y finalmente una capa de 0,4 m. de un material
fino, seco y poco compacto, de color pardo amarillento claro 10 YR 4/3
salpicado con abundantes partículas d(~ carbón. Esta capa está compuesta
fundamentalmente por ceniza de fogones y depósitos cólicos atrapados por
la concavidad rocosa. Hacia la base del estrato de ceniza había material
exfoliado, pero en cantidades inferiores a las concentradas en los otros
abrigos. Solamente el estrato superficial presentó restos culturales,
consistentes en fragmentos cerámicos, cuya distribución tipológica es muy
semejante a la de Neusa 11, pcnl con una densidad considerélblemente más
baja. En esteestrélto también se encontrarllll huesos en p(.'{lueúas cantidades.
La fauna es con5(.-'Cuentemente similar a la encontrada en Neusa 1y 11.
La roca que formél el sitio en mención estaba completamente rodeada
de vegetación arbustiva y al igual que Ncusa 1, su parte posterior se encuentra enterrada. Por estas razones no fue posible determinar con precisión
sus dimensiones.
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