Daño cerebral relacionado con el alcohol
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Daño cerebral relacionado con el alcohol
TERAPIAS NO FARMACOLÓGICAS EN LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON Y EN EL DAÑO CEREBRAL RELACIONADO CON EL ALCOHOL por las siguientes Terapias no farmacológicas: • Rehabilitación neuropsicológica y funcional: - Estimulación cognitiva (por áreas) - Programas de modificación de conducta - Programas de conciencia de enfermedad • Intervención sobre familia/cuidadores - Grupos de ayuda terapéutica - Orientación y terapia familiar • Equinoterapia • Terapia física Daño cerebral relacionado con el alcohol El consumo de alcohol es un problema asociado a dificultades sociales, económicas y de salud de forma cada vez más extensa. Tiene una prevalencia elevada en Occidente; el porcentaje global de dependencia del alcohol se estima en un 5% (1). Extrapolando datos de la Encuesta de Salud de Cataluña 2010 y teniendo en cuenta la población del censo, existirían 469.067 bebedores de riesgo (6.2%) en nuestro entorno entendiendo el consumo de riesgo como aquel que supere las 28 UBE por semana en hombres y las 17 UBE por semana en mujeres. Entre los efectos producidos por el abuso o la dependencia del alcohol está el daño sobre el sistema nervioso central. Se han observado diferentes alteraciones cerebrales mediante técnicas de neuroimagen, que pueden traducirse en déficit cognitivos y, consiguientemente, funcionales. Algunos de estos déficits se mantienen tras la abstinencia, y pueden ir desde leves dificultades a síndromes demenciales. La dependencia alcohólica se define como un patrón desadaptativo de uso de alcohol que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo en algún momento de un período continuo de doce meses (1). El alco- holismo es un trastorno de carácter crónico y provoca numerosos daños en diferentes sistemas del organismo, incluido el sistema nervioso central (2). Los estudios mediante técnicas de neuroimagen han objetivado afectación cerebral a corto y largo plazo en la retirada de alcohol (3); se han observado alteraciones a nivel estructural y funcional en áreas prefrontales y temporales en alcohólicos crónicos (2). En concreto, estudios de neuroimagen han mostrado un incremento del volumen de líquido cefalorraquídeo ventricular en surcos y cisuras, mostrando una mayor pérdida neuronal en los lóbulos frontales, vermis cerebelar y el hipocampo anterior. Estudios mediante TEP revelan menor metabolismo de la glucosa en los lóbulos frontales, asociada con atrofia cortical frontal. La atrofia cerebral inducida por alcohol es parcialmente reversible tras la abstinencia, por lo que parece que existe mayor degeneración de conexiones axonales y dendríticas que de cuerpos neuronales. Los hallazgos electrofisiológicos apuntan la existencia de anomalías en la actividad eléctrica del córtex cerebral en los sujetos alcohólicos, encontrándose alteraciones en la amplitud y latencia de diversos potenciales evocados (4). El estudio de (5) encuentra diferencias en los potenciales evocados a todos los niveles (perceptivo, atencional y decisional), relacionadas tanto con la cantidad global de alcohol consumido como con el patrón de consumo. Además los estudios mediante SPECT indican menor flujo sanguíneo a nivel frontal en individuos con dependencia alcohólica (2). En ocasiones, este daño se traduce en deterioro cognitivo, alteraciones de personalidad, problemas en la regulación afectiva y, en consecuencia, afectación funcional. La estimación de la prevalencia de deterioro cognitivo en el alcoholismo va desde un 50 al 80% de personas con problemas relacionados con el consumo de alcohol (2); (6). De ellos, un 10% cumplirían criterios de demencia. Informaciones Psiquiátricas 2014-n.º 216 63