El ferrocarril en Mexicali - Eventos Anteriores
Transcripción
El ferrocarril en Mexicali - Eventos Anteriores
Revista de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C. Año II, núm. 5, julio-octubre 2009 El primer campo aéreo de Mexicali Memorias de la Escuela Netzahualcóyotl El ferrocarril en Mexicali Recuerdos de la Preparatoria de Mexicali Vivencias en el valle de Mexicali Los chinos. Pioneros en el valle de Mexicali El Río EDITORIAL 1 NÚMEROS DE LA HISTORIA 2 HISTORIAS DE LO COTIDIANO: Mxl permiso para aterrizar 3 El primer campo aéreo de Mexicali 9 Vivencias en el valle de Mexicali 13 El Coloso Platead0 19 El ferrocarril de Mexicali 22 Hacienda de remonta 29 Los chinos. Pioneros en el valle de Mexicali 32 Recuerdos de la Preparatoria de Mexicali 34 Memorias de la Escuela Netzahualcóyotl 38 ACONTECER DE LA HISTORIA 41 LIBROS, RESEÑAS, COMENTARIOS... 43 PÁGINAS DE HISTORIA 45 EPISODIOS UNIVERSITARIOS contraportada Revista i dde lla S Sociedad i d d dde Hi Historia i Centenario de Mexicali, A.C. Año 2, núm. 5, julio-octubre 2009 Mexicali, Baja California, México Mesa directiva 2009-2011 Sergio Noriega Verdugo, PRESIDENTE Yolanda Sánchez Ogás, VICEPRESIDENTA Miguel Esteban Valenzuela Robles, SECRETARIO Eduardo Andrade Cisneros, TESORERO PRESIDENTA HONORARIA VITALICIA Yolanda Sánchez Ogás Revista El Río DIRECTOR Y DISEÑADOR: Rubén Castro Bojórquez Elaborada en CESU-UABC CAPTURA: Catalina Rojas Monzón y Ana Isabel León González DIGITALIZACIÓN Y APOYO TIPOGRÁFICO: Lydia Coronel Yáñez REVISIÓN: Luz Mercedes López Barrera APOYO LOGÍSTICO: María Teresa Ponce León Las fotografías utilizadas en la elaboración de esta revista pertenecen a las colecciones de Archivo Histórico del Estado de Baja California • Archivo Histórico del Municipio de Mexicali • Centro de Investigaciones Culturales (CIC) Museo UABC • Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU-UABC) • Biblioteca Pública del Estado • Instituto Municipal de Investigación Urbana de Mexicali • Particulares. INVITACIÓN La Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali, A.C” invita a todas las personas amantes de la historia, aficionados o expertos, a asistir a las reuniones de la sociedad y, de ser el caso, a formar parte de ella como socios activos. Las sesiones son todos los miércoles a las 18 horas en la Sala Junta de Gobierno del Centro de Estudios Sobre la Universidad de la UABC, ubicado en la planta baja del edificio de Investigación y Posgrado en blvr. Benito Juárez. Se reciben colaboraciones de artículos de historia regional, de preferencia con ilustraciones. Dirigirlas a: [email protected] Explorando el pasado para llegar al futuro A nte la rapidez de los acontecimientos del mundo globalizado que nos toca vivir, parecería que no puede haber tiempo para ocuparnos del pasado histórico. La crisis hipotecaria de Estados Unidos es un ejemplo. Después de un largo periodo de expansión en la construcción de vivienda, Estados Unidos pasó del auge a la crisis. Primero se enfrentó al desplome de precios de vivienda y enseguida se dio razón de créditos hipotecarios incobrables, mismos que con el “subprime”1 llevaron a algunas de las principales instituciones financieras a la bancarrota y al desplome de la bolsa de valores y al desempleo. Desde entonces, la crisis financiera del país vecino se ha transformado en una recesión económica de alcance mundial en la que también nosotros estamos inmersos. ¿Podemos, pues, justificar nuestra atención a la historia? Resulta indiscutible que debemos ver hacia adelante para no tropezarnos; sin embargo, ¿por dónde queda ese camino? Es muy probable que el futuro que anhelamos no sea fácil de precisar, ni de llegar a un consenso. Esto trae a la memoria la máxima de los antiguos griegos quienes recomendaron: conócete a ti mismo. Dado que nuestro pueblo sufre las consecuencias de un precario pasado y aún de grandes desigualdades, no es fácil acertar con generalidades las aspiraciones de nuestro pueblo. Por lo tanto, ¿podemos acaso decir que nos conocemos? ¿Quiénes somos los mexicanos que habitamos Baja California? ¿Cuál es nuestro pasado? No podemos fijar nuestro destino sin primero averiguar de dónde y cómo vinimos. Queda claro que somos un pueblo de inmigrantes, con costumbres y expectativas derivadas de muchas partes del país, también resulta claro que la condición de frontera con Estados Unidos ayuda a explicar nuestra forma de vida. Pero ¿cuáles son las pretensiones de esta mezcla de mexicanos fronterizos? Cuando menos, parte de la respuesta debe estar enterrada en nuestro pasado. Ante las circunstancias, no se justifica abordar la historia regional sólo como pasatiempo que redunda en la nostalgia del pasado, y tampoco desconocemos a la historia como fuente de esparcimiento. Partimos de que el esfuerzo de estudiar la historia debe ser para encontrarnos a nosotros mismos. Por ello hay que asomarse a la vida de nuestros próceres, padres y abuelos. Hay que buscar lo que otras generaciones hicieron o dejaron de hacer. Debemos conocer los hechos, no sólo qué se hizo y cuándo se hizo, sino encontrar él porqué de los acontecimientos. Debemos buscar consenso en los criterios de evaluación para aquilatar tanto lo que consideramos bueno como lo que nos parece malo. Debemos de provocar un diálogo que pueda unir a generaciones, un nuevo parlamento entre viejos y jóvenes para descubrir el pasado y forjar nuestro futuro. Sergio Noriega Verdugo 1 Modalidad crediticia innovadora de Estados Unidos, de alto riesgo. 1 N Ú M E RO S D E L A H I S T O R I A Sergio Noriega Verdugo Población total por género en la ciudad y el municipio de Mexicali y en Baja California, 1910, 1921 y 1930 CIUDAD 19101 19212 1930 MUNICIPIO 1910 1921 1930 BAJA CALIFORNIA 1910 1921 1930 TOTALES HOMBRES MUJERES ÍNDICE DE MASCULINIDAD 462 6782 14842 294 4164 8291 168 2618 6551 175.0 159.1 126.6 1612 14599 29985 1102 9639 17620 510 4960 12365 216.1 194.3 142.5 9760 23537 48327 5966 14507 27909 3794 9030 20418 157.2 160.0 136.7 Fuente: censos de población (índice de masculinidad calculado por el autor). 1 Citado en Celso Aguirre Bernal, Compendio Histórico-Biográfico de Mexicali 1539-1966, pp. 80-81. 2 Citado en Abelardo L. Rodríguez, Memoria Administrativa del Gobierno del Distrito Norte de la Baja California, p. 217. Observaciones 1. Las dos décadas después de 1910 fueron de rápido aumento poblacional en la región (ciudad y municipio de Mexicali y Distrito Norte de la Baja California). 2. Dicho crecimiento poblacional fue alentado por la migración mucho más que por la natalidad. 3. El índice de masculinidad (número de hombres por cada cien mujeres) fue muy alto debido a la fuerte migración interna, procedente del interior del país. Esto quiere decir que en sus inicios la región tuvo muchos más hombres que mujeres residentes. 4. Lo anterior es particularmente cierto para el área que comprendería el municipio de Mexicali en 1910. En ese entonces vivieron más del doble de hombres que mujeres. 5. Durante las dos décadas examinadas, el índice de masculinidad en la región disminuyó debido al crecimiento urbano. Es decir, el desarrollo de las ciudades, sobre todo la de Mexicali, crearon condiciones más propicias para alojar a las familias. 6. Dado que el índice de masculinidad para los tres años citados (1910, 1921, 1930) es más grande en el municipio que en la ciudad de Mexicali, podemos inferir que las mujeres favorecieron la vida en la ciudad en lugar de en el campo. 2 H I ST O R I A S D E LO C O TI D I A N O Mxl permiso para aterrizar: historia de los servicios aéreos hacia mexicali Miguel Esteban Valenzuela Robles* U no de los hechos poco referenciados en los registros de la historia de Mexicali lo han sido sus comunicaciones aéreas. Quizás por lo cotidiano, estos sucesos han mostrado una evolución que no ha llamado la atención social, pero que por sus hechos, merece ser digna de relatos. Si bien no existen registros de las primeras experiencias de vuelo en Mexicali, acontecimientos de importancia nacional en la materia han logrado su origen en esta capital. El vuelo récord del general Roberto Fierro y la gran actividad de experimentación que se suscitó en el periodo del gobernador Abelardo L. Rodríguez, son sólo algunos de los ejemplos que, al inicio de las actividades aeronáuticas, se protagonizaron desde aquí. Si retomamos los inicios de los años de 1930 podremos observar cómo la actividad del transporte aéreo empezó a ser influyente en el devenir de la ciudad. Sus condiciones de geografía y la propia lejanía con el centro de la república obligaban a la petición permanente por contar con un servicio aéreo regular y accesible para la población o, por lo menos, para un sector respetado de la población. Así, se cuenta que los primeros servicios de itinerario fueron prestados por la empresa Aerovías Centrales hacia el año de 1933; y no era que la importancia política o económica de Mexicali lo requirieran, sino que Mexicali tenía valor geográfico en la naciente ruta hacia Los Ángeles, California. De hecho, el primer servicio internacional desde este aeropuerto californiano, fue precisamente hacia Mexicali. Portada del itinerario de febrero de 1935 de la empresa Aerovías Centrales, donde se aprecia la ruta hacia Mexicali. (Fuente: http://www.timetableimages.com/). * Miembro de la Sociedad de Historia Centenario de Mexicali, A. C. Correo electrónico: [email protected] 3 Aviones Lockheed Electra 10, similares a los utilizados en la naciente ruta de México hacia Los Ángeles y que hacía escala en Mexicali (1936). Foto: Wikipedia. Avión DC-3. Desde finales de los años de 1930 y hasta inicios de la década de 1950 era el que prestaba servicios hacia Mexicali. Foto: Revista Caminos del Aire. Avión modelo De Havilland Comet 4C, primer avión comercial de propulsión a chorro que brindó servicios hacia Mexicali a principios de los años de 1970. (Fuente: http://www.airliners.net). El servicio de Aerovías Centrales no duró mucho tiempo ya que la política de intervención gubernamental empezaba a generar influencia en la conformación de las empresas de transporte aéreo; etapa coyuntural que permite el desarrollo de la Compañía Mexicana de Aviación (CMA), integrada, en esa época, con capital de la Pan American Airways, la pionera de la industria y, además, influyente protagonista de la política del transporte aéreo en el continente. De esta forma, hacia 1934, a diez años de inaugurada, la CMA contaba, entre otras aeronaves, con dos modernos modelos Lockheed Electra 10, con las que cubrían la ruta México-Guadalajara-Mazatlán-Hermosillo-Mexicali-Los Ángeles (sic).1 Sin embargo, ese dato parece no ser del todo cierto. Hacia 1935, Aerovías Centrales era la empresa que ya estaba dando el servicio desde la Ciudad de México a Guadalajara, Mazatlán, Culiacán, Los Mochis, Hermosillo y Mexicali. Ese mismo año se acordó transferir dicha ruta hacia Mexicana de Aviación porque esta empresa tenía el respaldo técnico y financiero para extenderse hacia Los Ángeles; esto, en acuerdo con las órdenes del general Francisco Mujica entonces secretario de Comunicaciones y Obras Públicas en el periodo del presidente Lázaro Cárdenas.2 Pero, no fue sino hasta el 3 de diciembre de 1936 cuando esta ruta quedó establecida y rápidamente aportó un itinerario rentable para la empresa, debido a la conexión que se hacía hasta la ciudad californiana. De esa operación, Mexicali se beneficiaba para el impulso del transporte aéreo, toda vez que la obligada escala técnica serviría para proveer de transporte de personas y mercancías hacia y desde la Ciudad de México. En enero de 1938 la CMA publicó el primer ejemplar de la revista corporativa Caminos del Aire, en la que se describen notas sobre movimientos de personal en la denominada estación de Mexicali. En esa revista se daba cuenta de que el jefe de Aeropuerto y representante de Tráfico en Mexicali, señor Jorge Espinoza Molina fue transferido como jefe de operaciones Avión modelo B-727 bautizado con el nombre de Mexicali. (Fuente: Copyrigth de Torsten Maiyold, recuperada en http://www. airliners.net). al aeropuerto de Guadalajara y en su lugar se promovió al señor Víctor M. Hogg; en cambios y promociones efectivas desde noviembre de 1937.3 Caminos del Aire, revista corporativa de Mexicana de Aviación, edición del 70 aniversario, julio de 1991, pp. 16 y 115. Salvador Novo, La historia de la aviación en México. Ediciones Especializadas, México 1994, pp. 109 y 115. 3 Vuelo, revista corporativa de Mexicana de Aviación, edición del 85 aniversario, julio de 2006, suplemento. 1 2 4 A su vez, en la misma publicación aparece el mensaje de ese año nuevo de 1938 en el que el director general de la CMA Wilbur L. Morrison hace notar que … no obstante las pésimas condiciones financieras en que se estuvo trabajando desde julio, la Compañía haciendo un verdadero sacrificio fijó en septiembre (pasado) sobresueldos regionales al personal de las estaciones de Minatitlán, Villahermosa y Mexicali.4 Como podrá apreciarse, las cosas en 2009 siguen igual. Con esta estructura de servicios aéreos, Mexicali fue adquiriendo cierta relevancia para el fomento de sus comunicaciones y para el desarrollo de la infraestructura de servicios a la aeronavegación. Existen los registros de que la CMA operaba desde el aeropuerto que se situaba al costado Oriente del antiguo Palacio de Gobierno (terrenos de la hoy Colonia Nueva). Sin embargo, debido al manejo de sus operaciones y, dado que el aeropuerto estaba asignado preferentemente a las actividades militares en Baja California, la CMA acordó con las autoridades la construcción y operación de un nuevo aeropuerto. Esto no es de extrañar, ya que desde 1929 la CMA, operada por Pan American, extendió sus rutas por el Pacífico, estableciendo al mismo tiempo una extensa red de aeropuertos propios, incluido el aeropuerto de Mexicali. Todos construidos sobre una misma base técnica y arquitectónica de un modelo de construcción ya consolidado en los Estados Unidos. Esta red de aeropuertos propios la mantuvo hasta las negociaciones que dieron origen al decreto del 10 de junio de 1965,5 año en el que se crea el organismo paraestatal Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA). Con esta operación se expropian todas las instalaciones de la red aeroportuaria que las distintas líneas aéreas tenían en el país. Entre estas, por supuesto, los aeropuertos, y el de Mexicali incluido. Anteriormente, hacia el inicio de los años de 1940, Mexicali desarrolló nuevas instalaciones aeroportuarias operadas por la CMA, lo que le permitió la capacidad técnica de operar aviones de mayor tamaño como el DC-3, con el que se impulsó la generación de servicios más expeditos. 4 5 Publicidad del DC-3 en 1940. Foto: Revista Caminos del Aire. Sección interior del itinerario de junio de 1955 de la Compañía Mexicana de Aviación, anunciando el uso de los nuevos aviones DC-6. (Fuente: http://www.timetableimages.com/). Ibidem. Rafael Esparza R., Historia de las Comunicaciones y los Transportes en México: la Aviación, Secretaria de Comunicaciones y Transportes, México, D.F., 1987. pp. 189. 5 un momento del vuelo, el capitán de la nave anunció que se había declarado la rendición de Alemania. Ante este hecho, el arzobispo, a bordo de la aeronave en calidad de pasajero, envió por radiograma un mensaje de paz al pueblo de México. El suceso lo ameritaba. En el anecdotario de los servicios aéreos hacia Mexicali vale la pena mencionar que un avión de famosa referencia nacional tuvo un incidente en su vuelo hacia esta capital. El avión, un viejo pero “confiable” B-24 (avión de cuatro motores empleado en la segunda guerra mundial como bombardero), matriculado con las insignias XA-TUK de la compañía TAMSA, volaba con un grupo de braceros que trabajarían en el Valle Imperial, pero accesaban por la garita de Mexicali. Cortés (1992) lo narra así en su publicación: el avión había tenido un accidente el 24 de diciembre de 1955 cuando transportaba a 80 braceros de Guadalajara a Mexicali, y al fallar uno de los motores, el piloto se vio obligado a efectuar un aterrizaje en el aeropuerto de El Centro, California...7 Publicidad de los servicios aéreos de Mexicali hacia la Ciudad de México. (Foto: Periódico Nuevo Mundo, 1957). En esa época, el vuelo salía de la Ciudad de México con el número 588 a las 11:45 hrs., volaba hacia Guadalajara, Mazatlán y Hermosillo, para llegar a Mexicali a las 20:53 hrs. Con este tipo de avión ya no se volaba desde Mexicali hacia Los Ángeles. De regreso, el vuelo se marcaba como el 587, con horario de salida en punto de las 21:45 horas, en el mismo recorrido que llegaba a la Ciudad de México a la 09:14 hrs. del día siguiente. El servicio hacia California se suspendió por algún tiempo para reanudarse en los años de la segunda Guerra Mundial. Un suceso digno de mencionar y que cubre a Mexicali de honor y trascendencia histórica mundial, sucedió el 8 de mayo de 1945 cuando el arzobispo de México monseñor Luis María Martínez volaba de Mexicali hacia Los Ángeles.6 En 6 7 Ese avión lo tripuló por última vez Pedro Infante, en abril de 1957. Con el incremento en la demanda del pasaje en Mexicali, la CMA también reforzó la calidad de sus servicios hacia la nueva demanda de transporte, acrecentando el potencial de sus aeronaves. Esta vez se inició un servicio directo hacia la Ciudad de México con aviones modelo DC-6, cuatrimotores de mayor capacidad; algo novedoso para la época. También para 1955, la compañía Aeronaves de México, todavía empresa del sector privado, anunciaba sus servicios desde Mexicali hacia Tijuana y hacia Nogales. Este vuelo cubría la ruta Tijuana–Chihuahua, haciendo el recorrido desde las 09:15 horas y volaba a Mexicali, Nogales, Cananea, Nuevo Casas Grandes y finalizaba itinerario en Chihuahua a las 16:15 hrs. Era el vuelo 206, que se regresaba como el vuelo 205, en punto de las 12:30 desde Chihuahua, llegando a Tijuana a las 17:30 hrs. El vuelo entre Mexicali y Tijuana duraba 45 minutos y el de Mexicali hacia Nogales era de 2:10 horas. Hacia los años de 1970, y después de un reacomodo en las funciones empresariales de la esfera gubernamental, Caminos del Aire, revista corporativa de Mexicana de Aviación, edición del 70 aniversario, julio de 1991, p. 86. Roberto Cortés Reséndiz, Pedro Infante: el hombre de las tempestades, Ed. La Prensa, México, D.F. 1992, p. 63. 6 Aeronaves de México se transformó en Aeroméxico, ya como empresa paraestatal. En esa reestructura, los vuelos hacia Mexicali se suspendieron, quedando sólo la CMA. Esta cancelación de servicios ha limitado en parte el progreso de Mexicali como polo de desarrollo, ya que la importancia económica de las actividades aeroportuarias y de transporte aéreo de carga y pasaje, son parte importante de la actividad económica moderna. Por su parte, la CMA ha mantenido su interés por el desarrollo de lo que en su lenguaje se denomina “la estación Mexicali”. Hacia los años de 1960 mejoró de nuevo el servicio introduciendo el uso de los primeros aviones jet. Eran unos aviones de manufactura británica denominados Comet 4C. Los primeros jets de uso comercial ya servían a Mexicali. Con esta innovación tecnológica, la CMA mejoró enormemente pero las molestias por “ruidos de pánico” y la presencia de la “velocidad cercana a las casas”, provocaba al igual que asombro, temor, angustia y constantes roturas de ventanas en las colonias aledañas al aeropuerto de Mexicali. Los eventos empezaron a generar protestas; sin embargo, el uso de este avión se sustituyó rápidamente por aviones americanos Boeing 727; uno de éstos fue bautizado con el nombre de Mexicali y matriculado como N553NA. Este tipo de aeronave ya no operó desde el aeropuerto de la hoy Ciudad Deportiva y casi de manera simultánea, consolidó la era del jet en México y la apertura del nuevo aeropuerto de Mexicali en la Mesa de Andrade. A inicios de la década de 1980 la CMA desarrolló un ambicioso programa de ampliación de flota aérea, adquiriendo aviones con capacidad para 300 pasajeros. Estos aviones fueron los DC-10 y uno de ellos se utilizó en la ruta directa de Mexicali a la Ciudad de México, haciendo escala en Hermosillo. Este avión causaba verdadero asombro; su tamaño y lo silencioso de sus operaciones maravillaba a propios y extraños. La crónica de la época detalla el hecho de la siguiente manera:8 8 Avión modelo A320 de Mexicana. Los modelos más recientes de servicio aéreo a Mexicali. Foto: Mar de Robles recuperada en http// www.flickr.com/photos/marderobles. Avión modelo DC-10 maniobrando en una operación de despegue en la plataforma del aeropuerto de Mexicali. (Verano de 1991). Fuente: Colección del autor. Operaciones matutinas en la plataforma del aeropuerto de Mexicali, donde se aprecia un avión de la empresa Aviacsa (enero de 2007). (Fuente: Colección del autor). Por fin, ayer a las 14:45 horas llegó a esta capital, de paso, el nuevo con capacidad para 315 pasajeros, realizó un primer intento de avión de Mexicana, DC-10, con el que a partir del sábado en el aterrizaje pero debió elevarse nuevamente para tomar la pista vuelo matutino se cubrirá la ruta directa a la Ciudad de México desde su arranque… tres minutos después de estacionarse en y viceversa, con horario de salida de esta capital en punto de las las pistas de carreteo el aparato alzo nuevamente el vuelo con 10:40 horas… El avión, bautizado con el nombre de Tolteca y destino a la capital… (Sección Aeropuerto de Mexicali). Sección Aeropuerto de Mexicali, La Voz de la Frontera edición del día 4 de diciembre de 1981, p. 8. 7 El servicio de los DC-10 hacia Mexicali se suspendió a partir de 1992 ya que la CMA realizó una reestructura financiera que le permitió deshacerse de aviones grandes para modernizar el total de su flota y cambiar los B-727 americanos, por aviones europeos Airbus 320 de última tecnología. No obstante, el DC-10 marcó historia en Mexicali y de nuevo colocó a la ciudad en el almanaque de los hitos de la aviación nacional. Este hecho, que por primera vez se establecía con origen y destino en aeropuertos mexicanos, ocurrió el 15 de mayo de 19939 y se narra de la siguiente manera: se efectúa un vuelo especial a China, con un DC-10 de Mexicana, desde el aeropuerto de Mexicali. Este sale rumbo a Europa y regresaba a México, pero por la vía del Sección interior del itinerario vigente del 17 julio de 1955 de la compañía Aeronaves de México, en el que se muestra un mapa pintoresco de sus rutas y la promoción del avión DC-4 (Fuente: http://www.timetableimages.com). Pacífico, completando así una vuelta al mundo… Si bien no se encuentran más datos de este suceso, ha de entenderse que el vuelo partió de Mexicali seguramente hacia Lisboa, Madrid o Londres, ciudades que se ubican a 12 horas de vuelo de Mexicali (en vuelo directo) y que, precisamente en los años de 1990, el DC-10 de la CMA probaba su poder de autonomía con rangos cercanos a los 11,000 kilómetros. Algo poco usual para este tipo de avión. Fue entre 1998 a 2008, cuando en Mexicali surgieron nuevas opciones de servicio. Empresas como Azteca, Aviacsa y anteriormente Taesa, intentaron con poco éxito el desarrollo de mayores opciones de servicio. Antecedieron 9 a estas, Aerocalifornia, Aviación del Noroeste, Aerolíneas del Pacífico y un convenio de transporte que se operaba con el organismo de TAF (Transporte Aéreo Federal) con el que fomentaba la operación regionalizada. Al paso de los años, los servicios de transporte aéreo tuvieron sus altibajos lo que originó que algunas de las líneas aéreas que ofertaban servicios desde Mexicali se retiraran; quedando, de nuevo, la CMA atendiendo a Mexicali, nuevamente como principal línea de servicio y que junto con Volaris y Connect de Aeroméxico, enlazan esta capital con México y el mundo. Sección Tiempo de Vuelo, Vuelo, revista corporativa de Mexicana de Aviación, edición mayo de 2006, suplemento, p. .8. 8 El primer campo aéreo de Mexicali Yolanda Sánchez Ogás* E l aeropuerto de Mexicali se construyó en 1929 durante el gobierno de Abelardo L. Rodríguez quien fuera mandatario del estado bajacaliforniano de 1923 a 1929. El gobernador era un hombre interesado en la aviación, y en Tijuana había montado una fábrica para construir aviones. En ese tiempo también se generó en otras personas el interés por la aviación comercial y por contar con un aeropuerto. En Mexicali se autorizó el uso de un terreno localizado en la Sección Segunda, al este de la ciudad, a unos 150 metros al oriente del palacio de gobierno y a 160 metros de la línea internacional. Era una superficie irregular, de 48 hectáreas y 67 áreas, y colindaba al norte, canal de por medio de 330 metros con la avenida Madero; al sur en 390 metros con la calle Zaragoza; al noroeste y este en 960 metros con el ejido Zacatecas; al suroeste en 480 metros con terrenos de la Colorado River Land Company; al suroeste en 195 metros con la calle Zaragoza, al oeste en 510 metros con terrenos de la ciudad y al noroeste en 330 metros, canal de por medio con las manzanas 87 y 88 de la ciudad. El 27 de febrero de 1929 se iniciaron los trabajos para la construcción del aeropuerto con una inversión inicial de 12 pesos diarios para pago de un fresno, tronco de mulas y sueldo de arreador por 4 días. Del 4 al 16 de marzo se pagaron $182.00 a jornaleros por limpiar el terreno, correspondientes a 12 días de trabajo. En ese mes se excavó el pozo para enterrar los tanques de gasolina y se colocó el alumbrado de 3000 watts, por la W. H. Hamann Electric de Caléxico. También en febrero de ese año Ventura Jáuregui construyó el taller de reparación de aviones. Las primeras oficinas del aeropuerto y Mexicana de Aviación estuvieron en el Hotel Comercial.1 * 1 1950. Edificio del segundo aeropuerto de Mexicali, situado donde hoy se encuentra la Ciudad Deportiva. Una vez construido el aeropuerto por el gobierno del Territorio fue inaugurado en 1929 y se le llamó Emilio Carranza. Originalmente era un aeropuerto militar, su hangar tenía cupo para 5 aviones militares. La Compañía Mexicana de Aviación poseía la única concesión del aeropuerto, pero en 1932 le fue otorgado permiso también a la Compañía de Servicios Centrales. Su ruta salía de México a Tijuana con varias escalas: Hermosillo, Ciudad Obregón, Navojoa, Los Mochis, Culiacán, Mazatlán, Durango y León, Mexicali y Tijuana. El viaje duraba 11 horas 25 minutos. Otra compañía que llegó a Mexicali fue Líneas Aéreas Occidentales, a partir de 1934. Durante diez años el aeropuerto fue administrado por el gobierno y la compañía Mexicana de Aviación. En 1927 en ese aeropuerto tuvieron lugar hechos notables para la época. En Tijuana, el gobernador había establecido una fábrica de aviones, se trataba de la Compañía de Construcciones y Transportes S. A. Durante el primer año de operaciones se construyeron tres aviones: el Baja California 1 y sucesivamente Cronista de Mexicali y presidente honorífica y vitalicia de la Sociedad de Historia Centenario de Mexicali A. C. Archivo Histórico del Estado. Fondo Distrito Norte, caja 2. 9 los Baja California 2 y 3. Los pilotos de pruebas eran Roberto Fierro Villalobos y Luis Farrell Cubillas. En esa fábrica de aviones trabajó el joven Antonio Magaña Navarro. Él había llegado a Mexicali en 1927, y por dos años laboró con José María Rodríguez y aprendió mecánica. Allí conoció al gobernador Rodríguez, a quien le interesó por su afición a los aviones. Lo envió a trabajar a casa de su madre en San Diego y lo inscribió en el Instituto Mahony Air Cost Corporation, donde se había erigido el Espíritu de San Luis, de Charles Lindberg. Magaña terminó sus estudios en 1934 y regresó a Tijuana donde estuvo dos años en los cuales se relacionó con Roberto Fierro. Regresó a Mexicali en 1936 y poco después inició la construcción de un avión con el apoyo de un comité que encabezó el periodista Ángel Saldívar, con la participación de los profesores Héctor Migoni y Vicente Gastélum, Rodolfo Escamilla, doctor Joaquín Galván y otros, en la escuela Industrial de Mexicali, donde hoy es el correo viejo, se terminó el avión que fue bautizado como “Mexicali”. Se programó su vuelo el 5 de marzo de 1937. El traslado del avión fue una fiesta para los mexicalenses, quienes acudieron a verlo pasar por las avenidas Madero y Reforma. El avión despegó y se elevó a unos tres mil pies de altura, y se internó en territorio americano. La aeronave sufrió una falla y Magaña lo regresó a territorio de Mexicali, pero consideró que no era conveniente aterrizar en el aeropuerto, donde había unas 8 000 personas. El aterrizaje fue correcto, pero los surcos del terreno y la velocidad con la que bajó destruyeron al avión. Antonio Magaña sólo sufrió algunas heridas.2 Entre otros hechos importantes, en febrero de 1937 llegaron al aeropuerto de Mexicali los representantes de los agraristas Leonardo Guillén y Filiberto Crespo, quienes habían acudido a México a informar al presidente Lázaro Cárdenas sobre el asalto a las tierras Colorado River Land Company ocurrido en el valle de Mexicali, el 27 de enero. El presidente les entregó boletos para que regresaran en avión. Dos semanas después, el aeropuerto se llenó de campesinos que esperaban la llegada de Gabino Vázquez, jefe del Departamento Agrario, quien traía órdenes del presidente Cárdenas para realizar la reforma agraria en Baja California. 2 José Luis Magaña Márquez, en Voz a Nova, 31 de mayo de 1887. 10 1952. Zona de embarque y desembarque de pasajeros y carga del segundo aeropuerto de Mexicali. El secretario de Comunicaciones y Transportes, Francisco J. Mújica pidió permiso para proteger en el hangar del aeropuerto el avión Stinson que vigilaba a la brigada de localización, durante la construcción de la vía del ferrocarril que unió a Baja California con el resto del país. A finales de la década de de 1930 el aeropuerto quedaba ya en una zona muy céntrica y poblada, lo cual generaba diversos problemas: la gente que vivía alrededor del campo aéreo protestaba porque los aviones pasaban muy cerca de las casas. Por otra parte, la Compañía Mexicana de Aviación, que tenía la concesión del campo de aviación, se quejaba porque los árboles sembrados en los alrededor eran en extremo peligrosos para los aviones. El mismo gobierno del territorio, dueño de ese terreno que había comprado a la Colorado River Land Company, tenía la preocupación por el crecimiento de la población y necesitaba los terrenos del aeropuerto, que ya contaban con sistema de drenaje, para vender lotes y que se construyeran nuevas casas en ellos. En 1937 se consideraba que el aeropuerto estaba en malas condiciones y la Secretaría de Guerra informó que “se pretende retirarlo del servicio para fraccionar”. En agosto de ese año se suspendieron los vuelos mientras se realizaban algunas obras de reconstrucción. El gobierno tuvo que hacer una inversión de 300 000 pesos en la restauración del aeropuerto para que continuara funcionando. 1950. Entrada al edificio del segundo aeropuerto de Mexicali ubicado en la hoy Ciudad Deportiva. Por breve tiempo el servicio aéreo se suspendió; los empresarios protestaron aduciendo que la falta de otros medios de transporte y la lejanía de Baja California con el centro del país hacían indispensable el transporte aéreo. Fue necesario que el gobierno se avocara a buscar otro terreno donde pudiera establecerse un nuevo campo de aviación. Los representantes de las empresas mexicalenses gestionaron ante el gobernador la reanudación del servicio aéreo. Estas empresas fueron: la Cervecería de Mexicali, Chinese Ginning Company, las algodoneras McFadden y de Mexicali, Rivas y Compañía, Compañía Industrial Jabonera del Pacífico, Banco Mercantil, Compañía del Centro Mercantil de Baja California, Southern Sierras Power de México, Gallego y Alliegro, Compañía del Ferrocarril Intercalifornia, Expendio de Productos de Tocador y Belleza, Compañía de Hielo de Mexicali, Colorado River Land Company, Gallego Hermanos, Harinera de Mexicali, Compañía de Luz y Fuerza de Mexicali, Cervecería de Anza y Mexican Canal Company S. A. Para evitar que se cerrara y permitir que continuara abierto al servicio público, el 23 de noviembre de 1937 el presidente Lázaro Cárdenas ordenó al gobernador Rodolfo Sánchez Taboada que entregara el aeropuerto a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), con todas las construcciones y accesorios que se utilizaban en su funcionamiento. La entrega se hizo el 4 de diciembre de 1939.3 3 4 En ese tiempo, el aeropuerto de Mexicali perdió su categoría de militar. Los 39 militares que prestaban sus servicios en el aeropuerto fueron retirados. Durante la segunda Guerra Mundial, el ex presidente Lázaro Cárdenas estableció la Jefatura Militar en Ensenada y ordenó la construcción del aeropuerto militar en El Ciprés. Sin embargo, ante la inminencia de la guerra, el presidente Manuel Ávila Camacho, a través del secretario de la Defensa Nacional ordenó al gobernador Sánchez Taboada que los ejidatarios dejaran libres los hangares que usaban como almacenes. Los hangares se trasladaron a Ensenada por orden del general de Brigada Juan Felipe Rico. Desde principios de noviembre de 1939 empezaron las pláticas entre los campesinos del ejido Coahuila y el gobierno para acordar el traspaso de un terreno para el nuevo aeropuerto. El 1 de abril de 1940, el jefe de Aeronáutica Civil del país notificó al gobernador Rodolfo Sánchez Taboada, que el inspector Gonzalo Carrasco llegaría para recibir el nuevo campo de aterrizaje. Se hizo la entrega firmando el piloto aviador Gonzalo Carrasco por la SCOP, Manuel Fernández Guerra por parte del Departamento de Obras Públicas del Territorio, Salvador López, jefe de Campo de Mexicana de Aviación y Luis G. Herrera por la Compañía Líneas Aéreas Norteñas.4 Aeronáutica Civil recibió un terreno para el nuevo campo de aterrizaje localizado 700 metros al sureste de la ciudad, en el ángulo noroeste del terreno del ejido Coahuila; era un terreno de forma rectangular de mil metros por lado, cien hectáreas en total. La SCOP recibió también las 7 lámparas de 3000 watts para aterrizajes nocturnos que se usaban en el antiguo aeropuerto. El nuevo campo de aviación carecía de edificios y el gobernador Sánchez Taboada informó a la Dirección de Aeronáutica que su gobierno necesitaba los recursos para realizar las obras que requería el nuevo campo de aviación. En cambio ofreció el hangar del viejo campo de aviación, que era metálico y desmontable, siempre y cuando la SCOP construyera un edificio en su lugar, debido a que funcionaba como almacén de la Sociedad de Interés Colectivo Agrícola. AHEBC, fondo Gobierno del Estado. Caja 474. Ibid. 11 1954. Área de estacionamiento frente al edificio del segundo aeropuerto de Mexicali. Cuando los campesinos se enteraron del proyecto de desmantelar el hangar, se dirigieron al gobernador y al director general del Banco Ejidal para exigir que no se llevara a cabo el desmantelamiento, porque el hangar se les había cedido por órdenes del presidente Lázaro Cárdenas y ellos lo utilizaban de almacén. Como respuesta a las acciones de los ejidatarios, el gobernador se comunicó con Marte R. Gómez, secretario de Agricultura y Fomento. objeto… En los terrenos aledaños a los que ocupa el hangar de Ampliando mi telegrama relativo, tengo el honor de informar En el acto de recibir el nuevo campo, a la Compañía Mexicana de Aviación se le dieron 45 días para acondicionar el campo y realizar las obras necesarias para atender al pasaje, sin embargo, la Compañía solicitó se ampliara el tiempo hasta 90 días. Así se inició la construcción de lo que sería otro nuevo aeropuerto para Mexicali. a usted, que el hangar del campo de aviación de esta ciudad, el gobierno del territorio a mi cargo, desde el año de 1937, lo puso a disposición de los elementos ejidatarios de este territorio, para que establecieran la Sociedad de Interés Colectivo Agrícola del valle de Mexicali. Se ha estado ocupando el hangar con dicho 5 referencia se puso un cerco de alambre que limita un patio donde actualmente están las trilladoras de la Central de Maquinaria y establecieron una pequeña fábrica de sodas con un sencillo jacalón de adobe y lámina. Al retirar el hangar para el nuevo campo de aviación, el terreno sigue a disposición de la sociedad tantas veces mencionada, donde puede construir un local con bajo costo que satisfaga sus necesidades...5 Archivo Histórico del Estado. Fondo Gob. del Estado, Caja 474. Exp. 852/671.44/ 712. Oficio enviado por el gobernador Rodolfo Sánchez Taboada al secretario de Agricultura y Fomento. 12 Vivencias en el valle de Mexicali Eduardo Andrade Cisneros* Q ué tiempos vivimos todos los seres humanos, primero la niñez luego la juventud. Para un joven nacido y criado en el campo, con sus limitaciones, sus complejos, pero con una vida rica en vivencias que da el convivir con la naturaleza, hace que la existencia de adolescente tome otra perspectiva: se valora la vida cada día más. Llegó el día que tenía que prestar mi servicio militar, y se abrió el registro de la clase de 1943. Cuando sucedió este evento, mi padre me prestó el pick up, y mi hermano Julio me acompañó a Mexicali para registrarme a la junta de reclutamiento, ésta se ubicaba en el Mercado Municipal en la planta alta. Tuve que retratarme, creo que fue la primera foto que tengo en Baja California. Fue un día muy cansado. Me tomó casi todo el día para el registro, y ya muy tarde el regreso al rancho. De ese año recuerdo el día de las madres porque se realizó un festival en la escuela antigua de la colonia Vicario. El director era el profesor Antonio Andrade, un maestro que duró muchos años en su labor, se distinguía por la organización de eventos artísticos en la colonia Vicario y en toda la región. Ese año fue el primer festival. Por esos días también empezaron las pláticas con los colonos y con los padres de familia que tenían hijos en la escuela, con el objeto de conseguir recursos para construir una escuela más amplia y más funcional. Después de varias reuniones se tomaron los siguientes acuerdos: todos los colonos aportarían mil pesos o una tonelada de trigo, don Severiano Morales y don Erasmo Aguilera donarían media hectárea de tierra cada uno. * Se empezó la cosecha y todos a dar las aportaciones. Yo le llevaba a don Erasmo Aguilera los reportes, así como las participaciones en efectivo o en especie. Hay que dejar en claro que los padres de familia, que eran trabajadores, hacían sus contribuciones a través de trabajo directo. Cuando se construyeron las aulas y se cumplió con todo lo prometido, el profesor Antonio les prestó por muchos años el servicio de enseñarles educación primaria a los niños y niñas. Cumplí con el trato de la tienda que tenía con don Erasmo de seis meses atrás, misma que le devolví, y todos contentos nos regresamos a mi casa en la colonia Camacho. En ese tiempo empezó la inquietud de comprar unos guantes de box y empezamos a platicar con un trabajador de nombre Goyo que era del Distrito Federal. Goyo nos platicaba que cuando él era joven, en México era boxeador. Nos dijo que él nos podía entrenar, pero que tendríamos que comprar un saco, una pera loca, pera fija, guanteletas, y los guantes de box, y todos los que entrenaríamos necesitaríamos vendas para las manos. Varios muchachos empezamos a cooperar, por ejemplo: Nacho Garate, la Zorra, Carlos Garate, Luis Razo, Guileo Rangel, Abelardo Andrade, Julio Andrade, Ángel Bravo, varios más y su servidor. Julio y yo fuimos a Mexicali con Goyo a comprar todo; así todas las tardes en la tienda de mi tía Juvencia empezamos a entrenar y a recibir los secretos del deporte del box. El entrenamiento consistía en brincar la cuerda, hacer sombra, pegarle al saco y a las peras. Goyo nos enseñó cómo debe uno pararse, cómo tirar los golpes y después a ponernos los guantes con un compañero de nuestro peso. Recuerdo que Miembro de la Sociedad de Historia Centenario de Mexicali, A. C. Correo electrónico: [email protected] 13 1958. Chorro de agua de un pozo profundo electrificado en la zona sureste del valle de Mexicali. salíamos con la boca reventada, pero después nos tomábamos unas sodas y raspados, y todos contentos nos retirábamos a nuestras casas para otro día trabajar en las labores cotidianas, y volver otro día por la tarde al entrenamiento. Por esos días las parcelas ubicadas al norte de las de mi madre estaban abandonadas, decían que las había embargado La Jabonera, que era una compañía refaccionaria. Un día llegó un señor que se llamaba Pompeyo Perpuly con tractor caterpillar, un pick up nuevo, y empezó con mucho movimiento; decían que tenía su rancho en La Grulla y que venía a enseñar a los agricultores cómo sembrar, y pronto se dio cuenta de que en la zona en donde estaba su rancho las condiciones eran otras, ya que las tierras de la zona de la Camacho tenían salitre y se batallaba para regar a tiempo. Lo intentó como tres años, no pudo y se fue. 14 También por ese año de 1961 compré mi primera bicicleta y fue la única en mi vida. Llegó a la colonia Camacho un señor del que no recuerdo su nombre, pero decía que vivía en Mexicali, venía en una bici bonita muy arreglada y pronto dijo que la quería vender porque era muy duro trabajar en el campo, que hacía mucho calor y que había muchos moscos. Le pregunté que cuánto quería por ella, y me dijo que 250 pesos y se la compré en 225 pesos. ¡Qué bien me sentía con mi bicicleta!, me paseaba en ella por toda la colonia, por los caminos de tierra con mucha arena, el reto era no bajarme, estuviera el camino como estuviera. Después, varios muchachos se compraron las propias, la mayoría, de segunda mano. Después se comentaba que al parecer el señor al que le compre la bici, robaba en Mexicali y que la bici era robada. Fueron versiones que no comprobamos, pero no se supo de él jamás. Empezaron las piscas. Lupe Almanza nos invitó a piscar, por lo que debíamos trasladarnos todos los días a la colonia Leona Vicario, él nos daría dinero para la gasolina; por el camino les dábamos aventón a varias personas. El primer día de pisca, en la primera pesada, Lupe Almanza y mi papá tuvieron que salir no recuerdo para dónde, y Lupe me dijo que si me quería quedar de pesador. Mi trabajo era pesar y llevar una lista de todos los piscadores. Se asignaba un número a cada quien y se anotaba el producto en unas hojas regaladas por La Estrella Azul, que era la tienda que vendía los sacos para piscar; los sacos de piscar eran como de dos metros de largo y de ancho como setenta centímetros, cerrado por atrás y abierto por enfrente y un poco más grande por donde no se arrastraba, con dos tirantes que se amarraban en la cintura; le podían caber hasta cuarenta kilos de algodón. Pero José Ambriz, que era muy buen piscador, en el ejido Veracruz, me decía que sólo deberíamos de ponerle 20 o 22 kilos para no perder el tiempo en apretarlo mucho y no andar jalando porque se cansa más la gente. En los últimos 20 años todo se pisca con máquinas. En esos días ya se acercaban las fiestas patrias, la fiesta era en el 57, o Estación Coahuila; me platicaron que por la calle principal, en frente de la delegación, se colocarían puestos para vender comida y cerveza; la renta por puesto costaba 500 pesos. Fui y compré un local para vender cerveza, empezó la fiesta y abrí mi negocio el día 15 en la noche. Nos amanecimos. El tener que dormir un rato y volver a seguir con las ventas era mucho trabajo; me la pasaba desvelado, y con pocas ganancias; además había que soportar muchos borrachos impertinentes, así que no me quedaron ganas de repetir esa experiencia en mi vida. Pronto se vinieron las fiestas de fin de año, Navidad y Año Nuevo y el segundo domingo del año a prestar el servicio militar. De la misma colonia fuimos Luis Razo, Luis García, Pancho González, los demás del ejido Plan de Ayala, de la colonia Zacatecas, del Indiviso. Del poblado llegaron un capitán del ejército y Roberto Carrasco, él vivía en el poblado y trabajaba en el Banco de Comercio, y sería el instructor. Era muy cansado tener que levantarse temprano, caminar más de dos kilómetros y esperar un aventón para llegar hasta el Kilómetro 57, y muchas veces 6 kilómetros hasta el canal Lerma; además muchos de estos domingos sin un peso en la bolsa. Cuando estuve en la tienda de don Erasmo, un día le vendí un sombrero a Pedro Rocha; ya lo conocía porque compraba marranos y chivas y él vendía birria en el 57, y con comida me pagó 35 pesos que me debía; el plato costaba $3.50, y un día me dijo “cuando no tengas dinero ven y come y cuando puedas me pagas”. Yo ya no me preocupaba por la comida, el problema era que cuando no pagaba 5 pesos al soldado que llegaba a pasar lista, no te dejaba salir hasta el medio día. Cumplida la mayoría de edad, ya podíamos ir al billar para jugar, cobraban barato, 40 centavos. Cuando todos teníamos dinero, el que perdía pagaba, y cuando alguno no tenía dinero, el que seguía con menos puntuación, pagaba. Un día nos preguntaron quiénes no sabían leer, cuántos habían terminado la primaria, cuántos la secundaria; para entonces ya estaba funcionando la secundaria por cooperación “El Nigromante”, por cierto muy combatida por la iglesia, por el padre que estaba en turno, de apellido Anguiano. En los sermones en misa el padre Anguiano hablaba mal de la escuela y decía a las muchachas que ir a la escuela significaba ir a la perdición, que los padres no debían permitir que sus hijas fueran a esa casa de perdición. Fueron unos días de intolerancia por parte de la iglesia católica hasta que un grupo de padres le pusieron un alto y le dijeron que si no se callaba lo demandarían penalmente por difamación. Varios compañeros del servicio militar ya estaban en la secundaria y le solicitaron al que quisiera alfabetizar dieran un paso al frente, recuerdo a algunos: Cruz Jiménez, que un día fue presidente de Canaco, Roque Campuzano, quien fue líder de los maestros y diputado local, Rogelio Pérez, que se fue a vivir a Maneadero todos fueron profesores destacados y rápido se fue el tiempo y cumplí con mi país prestando mi servicio militar. La rutina en el rancho era levantarse muy temprano a ordeñar las vacas; para entonces ya eran varias porque mi padre cambiaba cuando crecían a todos los machos que iban naciendo, por becerritas a los compradores de ganado que visitaban los ranchos del valle de Mexicali buscando puercos o ganado, o lo que fuera. Para estas fechas, estamos hablando de 1962, recuerdo que acordamos sembrar dos hectáreas de alfalfa, le pedimos a don Julián González que fuera con su tío Dolito y le pidiera que nos estacara el terreno; con el tractor, con una escrepa de 6 pies, durante varios días, mi hermano Julio las emparejó y acondicionó para sembrar la alfalfa. Mi padre fue con Julio a Mexicali y compraron la semilla y una máquina; uno se la terciaba en la espalda y en los hombros y se la recargaba en la panza (que entonces no tenía nada). Así aprendimos a sembrar alfalfa y nos iniciamos 1952. Pizca de algodón a mano. realizado por niños. 15 1954. Algodón a bordo de un camión de redilas listo para ser transportado a la despepitadora. como alfalferos hasta que en 1997 yo me retiré del campo. Como dije, para estas fechas ya teníamos como 20 cabezas de ganado, mi hermano Abelardo era el que las cuidaba. Todos los días salía por las mañanas a pastorearlas por los predios que no se sembraban y por las orillas de los canales que con la humedad tenían mucha grama. Se juntaba con su amigo Balvino, que cuidaba unas vacas de Jesús Salgado. Después, Abelardo y Balvino se casarían con dos hermanas. La alfalfa empezó a dar sus resultados; comenzamos a cortarla cada mes y a juntarla. Por aquel tiempo la colonia Camacho empezó a ser alfalfera, y llegaron los compradores que eran los ganaderos lecheros de Tijuana; nosotros ya para entonces teníamos más de 200 pacas y vendimos medio trailer, que representaba aproximadamente 175 pacas, pesaban poco más de 10 toneladas. Cada tonelada se vendía en 380 pesos, y mirábamos que la alfalfa era negocio. Después vendimos igual, Esteban Ames nos la compraba; por dos hectáreas nos daban en dinero más de 7 000 mil pesos, más las pacas que guardábamos para las vacas que estaban produciendo leche. Parte del negocio era vender la leche de las vacas, el lechero que la compraba se llamaba Alfredo Guzmán de la colonia Zacatecas; todas las mañanas le entregábamos un bote de 40 litros, la pagaba a 70 centavos por litro. A la par, seguíamos sembrando pedacitos de algodón y de trigo en la colonia Vicario, pero se empezó a llenar de plagas, de malas yerbas como avena silvestre y trébol. 16 Esa cosecha fue mala, pero afortunadamente se pagó todo y sobraron como 3 000 pesos que se debían de partes que se habían sacado con Cuco para reparar el pick up, así como algunas refacciones para el tractor. ¡Ni modo!, así es la agricultura, de puras esperanzas y mucho trabajo de toda la familia. En esas fechas, ya vendíamos un poco de leche y mi madre también hacía quesos pequeños; los que sobraban porque no nos los comíamos, los vecinos los compraban, los vendía en 2.50 pesos cada uno. Continuamos sembrando algodón en la colonia Camacho todos los años 5 hectáreas, y se llegó la pisca y nos fue bien, y con las primeras pacas mi padre compró un pick up Chevrolet 1954 y le hicimos unas redilas y en él llevábamos de a mil kilos a Mexicali y yo creo que tenía buen precio, porque mi padre y mi hermano Julio por la noche que llegaban de Mexicali traían dinero de la venta del algodón. Para entonces ya teníamos preparada y barbechada la parcela de la Vicario para que se asoleara la tierra. Llegó enero y empezamos con el pequeño tractor a preparar para sembrar algodón en la Vicario, para entonces el señor Jesús Salgado que tenía un rancho en la colonia Camacho y que se lo había comprado a mi tío Victorio Álvarez Cisneros, le propuso a mi padre que le rentara el rancho, que para esa fecha estaba lleno de monte de pinos salados, y que otro señor que se llamaba Ceferino López y el señor Inés Alameda sembrarían a medias la otra parte, pero él quería rentarlo todo. Platicaron y acordaron que él le rentaría lo que sobrara, ya para entonces el señor Sergio Ortiz le prestaría para desmontar cierta cantidad, le daría la semilla para desahijar y para el fertilizante y lo pagaríamos en la cosecha. Mi hermano Julio se dedicaría a preparar y yo me iría con algunos peones a desmontar para pronto tener limpia la tierra. Un muchacho que se llamaba Olegario nos ayudaba, con la condición de que le pagáramos la mitad y la otra mitad a la cosecha. En tres semanas desmontamos y quemamos, mientras nosotros trabajábamos con nuestro flamante tractor, una máquina de don Mauricio Aguirre nos preparó el terreno, lo demás que era bordo para sembrar en camas meloneras y regar con pipas para que fuera riego por humedad. Conseguimos con Conrado Fuentes, que era el mayordomo de Villarreal, una sembradora de fierro que aplanaba el bordo de manera que la semilla quedaba por los lados, al centro del bordo más alto para que la sal subiera, y en donde estaba la semilla no hubiera salitre. Julio y yo regamos durante 8 días con poca agua y pronto nació el algodón muy bonito, era más o menos el 25 de marzo cuando terminamos de regar. Pero en la colonia Vicario no fue lo mismo, se vino parejito de avena, trigo y trébol, que nos traía muy desconsolados pero se cortó surco y se cultivó dos veces y sólo quedó la hierba en donde estaba el algodón. Empezamos a desahijar, llevábamos peones de la Camacho y en tres semanas todo quedó limpio. En la Camacho creció limpio de mala hierba. Después comprendí porqué del cambio de cultivo o como dicen los técnicos: que en la tierra no debe haber monocultivo. El señor Ortiz le prestó dinero a mi padre para el fertilizante y para pagar el agua y el cultivo se fue para arriba y rápido se fueron los meses. Yo me dediqué a todos los riegos; no quiero presumir, pero fui muy buen regador mientras me dediqué a la agricultura. Por esos días se llegó el cambio en la liga de comunidades agrarias CNC; recuerdo que todo el tiempo que viajábamos a Mexicali llegábamos a la CNC y uno de los candidatos era el tío Ramón Álvarez Cisneros, primo de mi madre, por lo tanto el día de la elección nos fuimos para Mexicali, José y Domingo Cisneros que eran mis tíos, mi padre, Julio mi hermano y yo, hasta que pasó la elección; se llevó a cabo en un cine, con tambora del Indiviso de don Juan Cárdenas Mota; él a la cabeza, y ganó Ramón Álvarez Cisneros. Fue una experiencia muy interesante en mi vida. Nuevamente se vino la pisca, para antes del 15 de septiembre ya habíamos piscado las dos parcelas y teníamos más de 70 pacas. Mi padre nos dijo que lo que sobrara sería para nosotros, esto respecto a la parcela de la Camacho. Julio, Abelardo y yo teníamos nuestro dinero para las fiestas patrias, porque mi padre fue a Mexicali, no vendió pero el señor Ortiz le prestó, le dijo “mira Nicolás, pasando septiembre es cuando habrá ventas, cuando pase vienes y te compro el algodón”. Pasando las fiestas patrias se empezó con la segunda pisca con muy buenos resultados, pronto se terminó la cosecha; estábamos en el mes de octubre. 1954. Pacas de algodón irregulares en un patio de una empresa algodonera de Mexicali. 17 En cierta ocasión mi padre comentó que teníamos que construir una nueva casa que fuera más funcional. En ese tiempo vivía un señor que se llamaba Jesús Flores, que cuando sucedió lo de la segunda Guerra Mundial se había venido de Estados Unidos y trabajaba con Manuel Núñez y con mi tío José Cisneros de carpintero, tractorista y bombero, cuando se bombeaba el agua del Río Colorado. Un día le dijo a mi padre: “Yo te construyo la casa tipo americano, de madera y las paredes con adobes parados, los detendremos con tablas y con alambre de pollo y después le pondremos cemento”, y se fueron en el camión de carga de mi tío Domingo Cisneros a Mexicali y compraron toda la madera de segunda. Primero se hizo un cuadro para dos cuartos y un cuadro grande de porche, luego los barrotes parados y otro cuadro arriba; después los tijerales y tablas arriba, cartón arenado y los adobes deteniéndolos con tablas que se llaman fajillas por todas las paredes, en el porche nomás la altura de dos adobes y en seguida alambre de mosquitero, se tapizó de lodo y quedó parejo, luego se colocó alambre de pollo y se tapizó con cemento; se le pusieron pisos de cemento y quedó una casa bastante confortable, también se construyó una cocina de la misma manera. Un día por la mañana el señor Flores y yo andábamos clavando el techo (porque yo era su ayudante), teníamos un radio de pilas, de los nuevos, de transistores, y don Jesús estaba cambiando de estación; de repente dejó una estación en inglés y ya no lo cambió, me dijo algo de un atentado al presidente de Estados Unidos, me empezó a traducir al español y después dieron la noticia de que Kennedy había muerto, así supe de la muerte del presidente de Estados Unidos. Por estos días mi padre y Julio fueron a Mexicali y compraron un camión de carga, era un chevrolet semi chato, en muy buenas condiciones, costó 16 000 pesos, y cuando le 18 sacaron los papeles lo registró a mi nombre, dijo que era con el dinero de la siembra de nosotros, con las ganancias, por lo tanto el camión era de nosotros, los muchachos. Para entonces mis hermanos, de Mayola para abajo, ya estaban en la escuela, menos Fina, que estaba mala de una pierna, ella le ayudaba a mi madre en los trabajos de la casa, que eran muchos. En el rancho, además de las vacas, teníamos, gallinas y guajolotes, por lo tanto en la casa nunca faltaban los huevos, el queso, la leche y la carne de pollo; cuando no había pollos, decía mi madre “la gallina fulana o el gallo fulano al matadero, o el guajolote”. Si no teníamos dinero y llegaba el paletero le cambiábamos huevos por paletas. En esos días llegaron de Michoacán mi abuelita Fina, mis tías Rosario y Simona, hermanas de mi padre, con ellas venían mis primas Raquel, María y Alicia, ya para entonces mi tía Paz tenía varios años que vivía en Mexicali con su esposo José Andrade y sus hijas Yolanda, Ana María, Josefina, Amalia, Estela y Norma. Todos fueron al rancho, recuerdo que Julio las trasladó en el “troque”. Para el recibimiento se mató un marrano y se prepararon carnitas, tamales y pozole. Como en la mayoría de las familias mexicanas, cuando se reúnen las familias es fiesta y más que era fin de año. Se terminó el año agrícola con muy buenos resultados, se cosecharon con las dos parcelas casi 200 pacas, cada una valía 1 500 pesos y 1 100 pesos, así que hubo muy buenos ingresos para la familia. Un día que fuimos a Mexicali al Banco Agrícola, nos dieron crédito para sembrar trigo. Un señor que se llamaba Andrés, que era el que llevaba mensajes en el banco, le dijo a mi padre que vendía un carro Ford del año 1954, muy barato en 3 250 pesos, lo miramos y mi papá lo compró. Ese carro se usaba para llevar a mi madre y mis hermanos chicos al Seguro Social, veníamos hasta Mexicali a la clínica de Pueblo Nuevo. El Coloso Plateado Rubén Castro Bojórquez* Gimnasio de Mexicali. Construido en 1957 para la celebración del XXV Campeonato Nacional de Básquetbol Varonil de Primera Fuerza. E l Gimnasio de Mexicali, también llamado Coloso Plateado y hoy Coach Ernesto Aguilar, se construyó en el año de 1957 en la esquina noroeste de la gran manzana del deporte (avenida Reforma y calle K). En ese año, el basquetbol mexicano celebraría el 25 aniversario de los campeonatos nacionales y para ello se había designado a la ciudad de Mexicali como sede para este acontecimiento. Mexicali, hasta ese año, llevaba a cabo los torneos de básquetbol en canchas de piso de concreto y al aire libre, destacando la ubicada en la Escuela Cuauhtémoc. La asociación estatal de ese deporte se había comprometido a construir un gimnasio cubierto para celebrar dicho evento. Para tal fin formó un patronato que presidió el químico Juan de Dios Muñiz Duarte junto con otros distinguidos mexicalenses que para inicios del año de 1957 no habían encontrado la forma de cumplir con el compromiso. A punto de renunciar a la sede, reciben una propuesta del constructor Salvador Sal Mena y este ofreció edificar el gimnasio en un plazo de tres meses. Al final de cuentas se cumplió con el * compromiso y ante un gimnasio totalmente abarrotado de aficionados, se inauguró el XXV Campeonato Nacional de Basquetbol Varonil de Primera Fuerza, en el mes de mayo de 1957. Dicho gimnasio se construyó en un terreno en que anteriormente se practicaba sóftbol en un “campo llanero”. Algo de historia Los primeros cincuenta años de la ciudad de Mexicali se caracterizaron por el aislamiento con el centro del país y la supeditación e influencia de la vida estadunidense: el diseño de la traza urbana, las construcciones, el consumo de productos de importación, y muchos aspectos más entre los que, en forma relevante, destacan los deportes. El basquetbol fue uno de ellos; se había inventado en el norte de Estados Unidos en 1891, por James Naismith, para que se jugara en los gimnasios cubiertos de los centros cristianos para jóvenes (YMCA “Guay”, mismos que todavía existen) que las diferentes iglesias protestantes patrocinaban debido a que las intensas nevadas no permitían jugar al aire libre. Pronto se popularizó, llegó a Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali, A.C.” Correo electrónico: [email protected] 19 Campeonato Nacional de Basquetbol de Primera Fuerza. Equipo de Baja California. De izquierda a derecha, de pie, Romo Porchas, Astolfo Matus, Manotas Chacón, madrina del equipo, Güilo Bernal, Pollo Gómez, no identificado, y Mario Cota. En cuclillas, manejador Ernesto Aguilar, Pepe López, Emilio Márquez, Polo Torres y persona no identificada (Mexicali, 1957). XXV California y de ahí pasó a las ciudades fronterizas de Mexicali y Tijuana, posiblemente en la década de 1920. En Mexicali inició jugándose en la cancha de las escuelas Cuauhtémoc, Benito Juárez, Leona Vicario, Teniente Andrés Arreola, Netzahuatlcóyotl, así como también en la cancha de la Iglesia Metodista, de Juárez 79, construida en 1920 en La Chinesca, misma que era usada por los chinos a quienes ahí les enseñaban español. Don Raymundo Vivo, pionero de Mexicali (llegó en 1926 a los cuatro años de edad), jugó con el equipo Wah-Mex, en 1939, en la mencionada cancha. Puede decirse que las décadas de 1940 y 1950 fueron la época dorada del basquetbol en Mexicali. La población estaba atenta a los encuentros que se desarrollaban, primero, en la Escuela Cuauhtémoc y, luego, en el Coloso Plateado, que al ser inaugurado en 1957, con la celebración del XXV Campeonato Nacional de Basquetbol Varonil de Primera Fuerza, culminaba así una destacada actuación de los equipos de Baja California que por más de diez años pelearon los primeros lugares en nivel nacional, tanto en primera como en segunda fuerzas; destacan los jugadores: 20 Manuel Manotas Chacón, Ignacio Romo Porchas, José Joe Cabrera, Astolfo Matus, Polo Torres, Mario Cota, Librado Reyes, Octavio Gómez, Alfonso Tapo Esquer, Emilio Márquez, Chato Cretín, Pepe López, Canas Rentería, Gancho Lynn, Lencho Robinson, Pablo Victoria, Enrique Salgado, Fernando Bernal, Francisco Montijo, Mayul López, Topo Soberanes, Héctor Aispuro, Jesús Limón Rubio y, desde luego, muchos más. Muchos de los anteriores basquetbolistas jugarían hasta casi el final de la década de 1960 en el Gimnasio de Mexicali llamado Coloso Plateado por su cubierta pintada de color plata. Aunque la calidad del juego se mantuvo, poco a poco decayó la afición, y con frecuencia Tijuana desplazaba a los mexicalenses al formar ellos las selecciones estatales. Jugadores de las décadas de 1960 y 1970 son: Ramón Extralargo Sánchez, Alberto González Benson, Samuel Ramos, Pedro Barajas, Cowboy Aguilar, Chino Cota, Siono Catalán, Negro Alcántar, Lery Núñez, Chelín González, Toño Molina, Gandul Lizárraga, Carlos Mina, Jorge Tapón Molina, Salvador Peyró, Manuel Ramírez, Jorge Rosas, 1967. Selección de Baja California al Nacional de Básquetbol Femenil Primera Fuerza, celebrado en el Coloso Plateado de Mexicali, B. C. Atrás, el entrenador, profesor Rubén Godoy. De izquierda a derecha, de pie: Ana María Cuevas, Aída Paredes, Elizabeth Gómez, Altagracia Cardoso, Mirna Escandón, Leticia Paredes y Concepción Paredes Félix. En cuclillas: Lucía Miranda Camacho, María Teresa Valenzuela, Gloria Amavizca, Lupita Orduña y Concepción Bernal. Miguel Ángel Leyva, César Torres, Gilberto Valenzuela, Pedro Arellano, Carlos Delgado, Boby Romo, Flaco Peraza, Reina, Chón León, Chepe Robles, Hugo Patiño, Carlos Patiño, Boby Vildósola, Tony Estrada y miles. También el basquetbol femenil se jugó en el Coloso Plateado. Equipos como La Molinera del Valle y Gacelas fueron la base para que en 1969 se celebrara en el Gimnasio de Mexicali el Campeonato Nacional Femenil de Primera Fuerza. Después de 1957 fueron apareciendo otros gimnasios cubiertos: el del Crea en 1962, el galerón de la UABC en 1972, en 1980 el Auditorio del Estado, y el Gimnasio Universitario, inaugurado en 1983. A finales de la década de 1970, Apolonio Polito Torres, uno de los mejores basquetbolistas que ha dado Mexicali, de nuevo encabezó el despegue. Los agarres con Tijuana, los equipos semiprofesionales Soles de Mexicali, primero, y Cimarrones de la UABC, después, participaban en el Circuito del Noroeste fortaleciendo el básquetbol. Junto con Polo Torres II, destacaban Antonio Esquivel, Rubén Aguirre, Jorge Canitas Rentería, Jorge Valadés, Cochi Aispuro, Alan Dennis, Adrián Carrascosa, Tomás Terrazas, estos y muchos más dominaron el panorama basquetbolero hasta inicios de la década de 1990. Para esos años el Coloso Plateado sufría los estragos de los años y se habló de demolerlo, pero con gran visión el Ayuntamiento de Mexicali lo regeneró en los años de 2000 a 2002 y hasta la fecha sigue siendo un magnífico espacio para ejercitar el deporte mexicalense. Hoy es la sede oficial de la Liga Municipal de Basquetbol. 21 El ferrocarril en Mexicali Rubén Castro Bojórquez* E l 4 de abril de 19041 ingresó a Mexicali proveniente de Caléxico el ferrocarril Intercalifornia, sorprendiendo a los escasos habitantes (397)2 del naciente poblado. La máquina de vapor negra, impresionante por su tamaño y estridente ruido que creaba el fluido al mover las poderosas ruedas de fierro, cruzó con todo el convoy (furgones y cabuz) las cuatro calles del villorrio. Los estadounidenses construían su proyecto de conectar las ciudades de San Diego y Yuma por ferrocarril, el transporte más desarrollado hasta esos años. El aeroplano todavía no aparecía y el automóvil no se popularizaba. Por todo el territorio de Estados Unidos nacían nuevas rutas férreas que permitían transportar personas y productos. La vía férrea ingresaba a México en dos tramos: de San Diego a Tijuana y recorría territorio mexicano hasta Tecate donde regresaba a territorio estadunidense e ingresaba de nuevo a México por Mexicali hasta Yuma. Lo anterior se debía a los obstáculos para la construcción de la vía en la Sierra de Alamar y más adelante por las dunas de Yuma. El proyecto quedó concluido en noviembre de 1914. La ruta a partir de Mexicali cubría varias estaciones: Packard, Ampac, Palaco, Pascualitos, Sesbania, Casey, Cucapá, Hechicera, Volcano, Batáquez, Tecolotes, Paredones, Cuervos, Dieguinos, Empalme y Algodones,3 y luego cruzaba la frontera para llegar a Yuma. Por casi 20 años los mexicalenses utilizaron este tren para viajar de la ciudad al norte del valle y viceversa. De igual manera, muchos inmigrantes del resto de México arribaban a nuestro poblado utilizando la ruta del ferrocarril del Pacífico hasta Nogales y de ahí hasta Mexicali. Años después el gobernador José Inocente Lugo (19221923) se dio a la tarea de construir un ferrocarril totalmente mexicano que cubriera la ruta Mexicali-San Felipe.4 Su proyecto se vio interrumpido por haber sido transferido a la Ciudad de México. Pero, afortunadamente, otros gobernantes que le sucedieron continuaron con la construcción. La obra sólo cubrió la ruta hasta la Estación Fuentes Brotantes (Medanos) pasando por las estaciones: Lobo, Alamitos, Cerro Prieto, Laguna, Delta, Pescaderos, Guadalupe Victoria, Río Colorado, Mezquital, Coahuila, Riíto, El doctor y Fuentes Brotantes. El valle de Mexicali que año con año ampliaba sus áreas de cultivo se vio favorecido para el transporte de productos y gente hacia el cada vez más poblado Mexicali. Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. Correo electrónico: [email protected] Daniel Valdez Huerta. Historia del Ferrocarril en Baja California, Costa-Amic Editores, S.A., México, D.F., 1979, pág. 62. 2 Primer censo de población. 1904. 3 Años después los gobiernos municipales le cambiaron de nombre a los diferentes poblados: Palaco por González Ortega, Tecolotes por Benito Juárez, Cuervos por Ciudad Morelos, etcétera. 4 Años después el proyecto cambio de destino a Puerto Libertad. * 1 22 22 1950. Estación Mexicali del ferrocarril Intercalifornia, ubicado en lo que hoy corresponde al bulevar López Mateos y calle Altamirano. OR MA EF AV .R A V. REF ORM A ÓN EG BR Viaje en tren al valle de Mexicali Un día de noviembre del año de 1950 acompañé a Luis Castro López, mi padre, a la inauguración de la presa Morelos; a él le habían encargado la instalación del sonido para el desarrollo del evento. .O AV OS Z PE . LÓ VR TE MA BL CALLE ALTAMIRANO N REF ORM A IÓ TAC S E A V. Pero, al final de cuentas, Mexicali y Baja California en general se encontraban totalmente aisladas del resto de México. Característica que advirtió el general Lázaro Cárdenas en su campaña a la presidencia de la república (1934), lo que motivó que contemplara en su plan de gobierno construir el ferrocarril que conectara a Mexicali con la ruta del ferrocarril del Pacífico y, consecuentemente, con todo México. Ya siendo presidente, dio instrucciones para su realización: del 20 de marzo de 1937 al 5 de mayo de 1940 se desarrolló el tramo Fuentes Brotantes-Puerto Peñasco y la ruta de este puerto a ferrocarril del Pacífico (Benjamín Hill) se inauguró el 8 de abril de 1948 por el presidente de México licenciado Miguel Alemán Valdez. Este último trecho comprendía las siguientes estaciones: Fuentes Brotantes, Sánchez Islas, Torres Burciaga, Gustavo Sotelo, Puerto Peñasco, Irigoyen, Almejas, Sahuaro, Enchiyadas, El Coyote, Los Sapos, Caborca, Pitiquito, La Verbena, La Pera, Trincheras, Ruiz Díaz y Benjamín Hill. La conexión de la aislada Baja California por ferrocarril con el resto de los estados mexicanos ocasionó no sólo el incremento del tránsito de los mexicalenses sino, además, el crecimiento poblacional de nuestro territorio con muchos connacionales que emigraron a estas tierras. Por ese incremento de habitantes el entonces territorio es convertido en el estado 29 libre y soberano de Baja California, el 16 de enero de 1952. AV. AZUETA 1950. En el centro la calle del ferrocarril, hoy bulevar Adolfo López Mateos. 1910. Funcionarios del Ferrocarril Intercalifornia frente a la Estación Mexicali. 23 1920. Plano que señala los bordos de contención en caso de inundaciones del Río Colorado y las vías del ferrocarril operativas y propuestas que sirvieron de apoyo. VÍA DEL FERROCARRIL INTERCALIFORNIA 1940. Máquina de vapor del ferrocarril Intercalifornia. 1960. Máquina de diesel del ferrocarril SonoraBaja California. En la foto aparecen Juan Gastélum, Macario Lugo, Eduardo Lugo, Guadalupe Amador y Tránsito de la Rosa. 24 1955. Puente del ferrocarril sobre el Dren 134. Avenida Zuazua. 1965. Ingeniero Raúl Sánchez Díaz, gobernador del estado de Baja California y antes titular del ferrocarril Sonora-Baja California de 1942 a 1965. Radiotécnico desde muy joven, creador de la primera radiodifusora en el noroeste de México la XEAO, ese año de 1950, Luis tenía montado un pequeño taller de reparación de radios y equipos de sonido y también era el técnico oficial de las radiodifusoras XEAA, XECL y la XEAO (esta última ya no era de su propiedad, se la había vendido a Juan Chávez en 1939). Muy temprano tomamos el tren en la estación de Mexicali, que estaba ubicada en calle Altamirano y avenida Reforma. El edificio de madera construido posteriormente a la inundación de 1906, consistía en una sala de espera grande y una caseta para la venta de boletos, también tenía anexa una plataforma elevada un metro del piso natural que servía para facilitar la carga de los vagones del ferrocarril. El espectáculo de viajar en tren es inolvidable, imponía la dimensión y fortaleza de la máquina de vapor y los carros de pasajeros. No recuerdo si viajamos en primera o segunda clase, pero no me tocó conocer el carro comedor. 25 VÍA DEL FERROCARRIL SONORA- BAJA CALIFORNIA 1950. Mapa que muestra el trayecto del ferrocarril Sonora-Baja California desde Benjamin Hill en Sonora hasta Mexicali, B.C. El lento arranque del tren y la serenidad con que se movía sobre la vía era impresionante; poco a poco aumentaba de velocidad mantenía un mismo ritmo por un largo tramo para luego desacelerar cada vez que tenía que detenerse en cada estación. Recuerdo las estaciones de Pascualitos, grande y llena de carros de ferrocarril, Hechicera con su arco metálico y, más adelante, poblados que empezaban a llenarse de casas: Tecolotes, Paredones y Cuervos, hasta llegar a Algodones. La memoria de un adolescente de 11 años de hechos vividos hace 57 años se vuelve difusa, pero la primera ocasión que se viaja en tren no se olvida. Tiempo después, de 1950 a 1954 mi hermano mayor, Luis, y mis primos hermanos, también mayores que yo, Raúl y Pioquinto Espinoza Bojórquez viajaríamos en tren en varias ocasiones de Mexicali al Kilómetro 57 (hoy estación Coahuila), mi abuelo materno don Eulalio Bojórquez administró por muchos años los ranchos del ingeniero Eugenio Elorduy; el primero ubicado en la colonia Nuevo León, a no más de 5 kilómetros al norte de la estación del ferrocarril del Kilómetro 57; posteriormente mi abuelo regenteó otro rancho ubicado en el campo número uno de la colonia Zacatecas, este sí más 26 retirado del 57, aproximadamente a 20 kilómetros al sur de la estación. Igual que en el primer viaje que realicé en tren, salimos de la estación de Altamirano y Reforma en el centro de la ciudad. Una vez en el tren se recorría la misma ruta hasta Pascualitos y de ahí se continuaba hacia el sur del valle, pasando otros poblados: Delta, Pescaderos, Guadalupe Victoria, el Kilómetro 49, donde se cruzaba el Río Colorado (en esos años con un gran caudal), ya con puente, después de casi ocho años que se tenía que bajar el pasaje, cruzar el río en panga y continuar el viaje en otro tren con otros carros y otra máquina; por cierto las máquinas ya no eran de vapor, ya eran modernas, de diesel. Después de cruzar el río y antes de llegar al 57, siempre me causó extrañeza que el tren se detuviera en la estación llamada Mezquital, nunca nadie subía ni bajaba y el poblado consistía en una sola casa con corrales, gallinero y huerta; claro, los moradores de ese rancho siempre nos saludaban. La odisea para llegar de la estación del Kilómetro 57 a los ranchos, caminando o pidiendo “raites” es otra historia que en otra ocasión relataré. antes, en junio de 1955, nos habíamos graduado de la secundaria Federal número 18. En septiembre de ese mismo año ingresamos a la recién creada Preparatoria del Estado,6 donde nuestros maestros eran todos profesionistas: médicos, ingenieros, arquitectos, químicos, abogados, etcétera. Ellos nos entusiasmaron para que estudiáramos una carrera profesional, y eso sólo se lograba en la UNAM, Politécnico, Chapingo, Universidad de Guadalajara, UAG y otras universidades foráneas, ya que en Mexicali no se veía que en un corto plazo se creara la Universidad Estatal. Los meses de septiembre a diciembre de 1955 se nos hicieron larguísimos para convencer a nuestros padres que requeríamos únicamente el dinero para el 1955. Los andenes de la estación Mexicali del ferrocarril Sonora-Baja California. pasaje a México en tren, ya que una vez ingresando a cualesquier universidad seríamos becados 100 por ciento. Viaje en tren a la Ciudad de México El 3 de enero de 1956 a las 19:00 horas nos dimos cita en la Anterior al 8 de abril de 1948, fecha en que se inauguró la nueva estación de ferrocarril, ubicada al final sur de la Calle F vía Mexicali-Benjamín Hill que completaba la ruta a las de la colonia Industrial e inaugurada dos años antes, en 1954; ciudades de Guadalajara, Jalisco y México, Distrito Federal; después de ser despedidos por nuestros padres, abordamos los jóvenes egresados de la Secundaria Federal Número 18 el tren que arrancaba puntual rumbo a Benjamín Hill. La que deseaban y podían estudiar una carrera profesional5 emoción de partir hacia lo desconocido y la euforia de nosotros en esas ciudades, se veían impedidos de hacerlo por lo cinco y otros jóvenes más que de igual forma hacían el viaje complicado que era viajar al centro del país. Considerando rumbo a la Ciudad de México, nos impidió dormir durante el que el transporte aéreo era prohibitivo por el alto costo del trayecto a la estación de Puerto Peñasco a la cual llegamos pasaje, la única opción posible era viajar en tren por Estados a la una de la mañana, en ese lugar se hizo una escala de una Unidos, de Caléxico, California a Nogales, Arizona, cruzar a hora. En el trayecto de Peñasco hacia Benjamín Hill sí nos Nogales, Sonora, México y en ese lugar tomar el ferrocarril pudimos dormir, sólo nos despertó el aviso del garrotero7 que del Pacífico que los llevara a las ciudades de Guadalajara, habíamos llegado a nuestro destino. Eran las 9:30 horas de Jalisco o México, DF. la mañana. La puesta en servicio del ferrocarril Sonora, Baja En ese poblado teníamos dos opciones: continuar en el California, que controlaba la ruta Mexicali-Benjamín Hill, tren o transbordar a un autobús que viniendo de Nogales facilitó el tránsito de jóvenes para ir a estudiar a las ciudades hacía escala en ese lugar. mencionadas. Por motivos que no recuerdo, no nos decidimos por ninguna El 3 de enero de 1956, cinco jóvenes adolescentes de 16 años, de esas dos opciones, sino que elegimos por una tercera: un entre los cuales se encontraba el que esto escribe, iniciamos taxista nos llevó a los cinco amigos a la ciudad de Guadalajara la aventura más importante de nuestras vidas: viajar a la y de ahí en autobús nos dirigimos a la Ciudad de México, a la Ciudad de México a cursar una carrera profesional. Seis meses cual arribamos el día 6 de enero de 1956 a las 10:00 horas. En Baja California hubo universidad hasta 1957 y carreras profesionales, hasta 1960. La escuela Preparatoria del Estado se creó en septiembre de 1954 y pasó a formar parte de la UABC en mayo de 1958. 7 Oficial del ferrocarril que recorría los vagones anunciado la próxima parada. 5 6 27 2009. Remanentes de lo que fue el ferrocarril en Mexicali. La Ciudad de México nos albergó por siete años hasta convertirnos en profesionistas. Todavía los años de 1956, 1957 y 1958 durante las vacaciones de invierno nos trasladamos en el mismo tramo de Benjamín Hill-Mexicali y viceversa en el ferrocarril Sonora-Baja California. En el año de 1959 la carretera de San Luis Río Colorado, Sonora a Santa Ana (poblado sobre la carretera México-Nogales) quedó concluida y se incrementaron las líneas de autotransportes que cubrían la ruta México-Mexicali y Mexicali-México: Tres Estrellas de Oro, Transportes Norte de Sonora y Transportes del Pacífico, lo que hizo más cómodo y rápido realizar el viaje en autobús. Por muchos años el ferrocarril de pasajeros fue presencia cotidiana en la ciudad de Mexicali, hasta que poco a poco lo retiraron los diferentes gobiernos de la república. En 1964 se canceló totalmente el ferrocarril Intercalifornia y a los pocos años se levantó la vía de la ruta PascualitosAlgodones. Años después se suprimió la ruta de pasajeros Mexicali-Benjamín Hill y en la última década del siglo pasado 28 (XX) se cerró la estación de pasajeros del ferrocarril de Calle “F” y plaza ferrocarril. Hoy, año 2009, se puede decir que desaparecieron de México los trenes de pasajeros; únicamente subsiste el ferrocarril Chihuahua-Pacífico. A muchos jóvenes mexicalenses de los años 1940 y 1950 sólo nos quedan recuerdos de “chaca chaca” del tren y desde luego los momentos de compañerismo que vivimos en esos trayectos. El gobierno mexicano consideró incosteable el transporte de pasajeros en tren y optó por abandonarlo o venderlo a la iniciativa privada. De los años del imperio del ferrocarril en Mexicali, nada más queda el edificio de la estación abandonada, vías en mal estado, carros raídos y destrozados y, de vez en cuando, las voces de protesta de aquellos hombres que siendo maquinistas, boleteros, mecánicos, inspectores, garroteros, oficinistas del ferrocarril Sonora-Baja California, no acaban de comprender cómo se terminó una empresa tan exitosa. 2 Ibdjfoeb!ef!sfnpoub Yolanda Sánchez Ogás2 1914. Cuartel Militar del batallón del coronel Esteban Cantú, de donde partían a caballo rumbo a Tijuana y Ensenada. D urante el gobierno de Esteban Cantú, el Distrito Norte contó con una fuerza militar permanente, en Mexicali estaba el 25º Batallón de Infantería y algunos de estos soldados sirvieron en actividades diversas, por ejemplo hacerse cargo de un rancho ubicado en la Colonia Sonora, cerca del cerro El Centinela. Allí se estableció la hacienda de remonta, cuyo objetivo era sembrar algunos productos que sirvieran para alimentar a los animales, tanto los del ejército como los que se ocupaban en la conservación de la carretera Mexicali-Zaragoza (Tijuana). En 1918 se inauguró la carretera conocida como cuesta de Alducín, que como era de tierra, el paso de caballos, algunos carros y las lluvias descomponían el camino, por lo que con cierta frecuencia se tenía que emparejar. Los encargados de hacer esta labor era gente de los campamentos de El Centinela y del cañón de Llanos, que habían trabajado durante la construcción de la carretera y permanecían haciéndolo en el mantenimiento del camino. En esos campamentos había caballos y mulas, se usaban los carros que diario hacían el recorrido hasta el canal donde llenaban los tanques que siempre debían tener agua para dar a los viajeros que la requerían. Mientras un tanque 1 2 se llevaba al canal para llenarlo, otro siempre debía estar lleno de agua en el campamento. Para facilitar el mantenimiento de los caballos y mulas de los campamentos y del ejército, se realizó el proyecto de las haciendas de remonta en Mexicali, Ensenada y Tecate. En Mexicali estaba encargado Federico Alcázar, en Ensenada, el teniente coronel Eleuterio Hernández y, en Tecate, el mayor Lerdo González. La hacienda de Mexicali se llamaba El Centinela por su cercanía al cerro, estaba ubicada en la colonia Sonora, a 25 kilómetros de Mexicali. Inició sus actividades el 11 de octubre de 1916, con un personal de 7 hombres a las órdenes del Sargento Segundo José López. Todos pertenecían al cuerpo de caballería. Los trabajos en la hacienda iniciaron con el desmonte, nivelación, barbecho y canalización del terreno. Para ello se les dotó de las herramientas necesarias. A partir del 11 de diciembre del mismo año a cada uno de los individuos de tropa se asignó un salario de cincuenta centavos oro nacional diarios, además de su salario como soldados. Se comisionó al teniente Porfirio Lucero como encargado de implementos y materiales agrícolas. Cuando se requería se aumentaba el personal. Remonta: Establecimiento destinado a la compra, cría y cuidado de los caballos y mulas, mismos que se preveían como de repuesto a la tropa del ejército. Cronista de Mexicali y presidente honorífica y vitalicia de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C. 29 1918. La cuesta de Cantú, también llamada de Alducín y de La Rumorosa. Cañón de llanos. Ahí se iniciaba el ascenso en automóvil y el ejercito a caballo. Cuesta de La Rumorosa. Vista desde la cúspide (Rumorosa) del Camino Nacional construido por Cantú e inaugurado en 1918. Comunicaba a Mexicali con Tecate, Tijuana y Ensenada. 30 1916. El coronel Esteban Cantú, gobernador del territorio norte de la Baja California (1915-1920) con funcionarios de su gobierno. El terreno preparado de la hacienda fue de 120 acres, que en marzo de 1917 se sembró con maíz de pollo. Se invirtieron $96.00 en semilla, pero se perdieron 10 hectáreas por una inundación que se originó porque los canales eran nuevos y llevaban más agua de la que podían conducir. Para evitar nuevas inundaciones se construyó una compuerta y cuatro puentes sobre el canal para que pasaran los vehículos. Entre otras obras, se construyeron ramadas, una para la tropa y otra para 60 animales. La hacienda contaba con tres canales, uno tenía 1 300 metros de longitud y los dos secundarios 589 y 412 metros, respectivamente. La hacienda tenía una casa habitación con teléfono; una báscula para el pesaje de granos y pastura; se contaba con un lote importante de herramientas para realizar todas las actividades. Había un gallinero, mulas, caballos y yeguas. Un ejemplo de la buena producción fue que entre el 2 y el 11 de febrero de 1919 se entregaron al campamento La Salada, en el camino Nacional a Ensenada, la cantidad de 6 237 kilogramos de pastura y 1 474 kilogramos de maíz de pollo. Durante los tres años que funcionó, la hacienda produjo maíz de pollo, zacate, algodón, alfalfa, maíz blanco 3 y frijol. Sin embargo, a pesar de que se entregaba forraje para las caballerías de Mexicali, Tecate, Jacumba y Tijuana, que el gobierno le pagaba, no fue autosuficiente y dependía de un presupuesto que el gobernador autorizaba. Esteban Cantú tuvo especial interés en la hacienda de remonta El Centinela y se hacían frecuentes revisiones a su funcionamiento, pero no bastó para su independencia económica. Una de las causas probables es que contaba con una superficie pequeña, en una zona casi árida; el agua estaba muy lejos, y en el manejo de dinero participaban personas ajenas a la hacienda. Entre otros percances, la hacienda sufrió un incendio en 1919. En mayo de 1919 el gobernador Cantú ordenó que no se entregara más pastura al ejército y en consecuencia la hacienda de remonta perdió su objetivo. Para enero de 1920 la hacienda era insostenible porque el gobernador Cantú mandó suprimir el presupuesto destinado a su sostenimiento. La herramienta, semovientes, maquinaria, semillas, gallinas y guarniciones se vendieron a Indalecio Solís en 3 571 pesos oro nacional que pagaría en dos exhibiciones. Los terrenos se reintegraron a la colonia Sonora. Ese año terminó el gobierno de Esteban Cantú.3 Archivo Histórico del Estado. Fondo Distrito Norte. Caja IV. 31 Los chinos PIONEROS EN EL VALLE DE MEXICALI Eduardo Andrade* Al pueblo chino con respeto y admiración por su tenacidad. C uando se habla de los chinos cómo no admirarlos, si en el pasado se organizaron para construir la Gran Muralla China, con más de 5 000 kilómetros y en la actualidad se cree que fueron más de 7 000 kilómetros. ¿Cómo se organizaron para esta gran obra? Cuando en los años de 1869 llegaron al puerto de San Francisco como migrantes a tierras desconocidas, por su pequeña estatura no los querían contratar para la construcción de las vías del ferrocarril. Una de las rutas a construir partiría de Sacramento a un punto del estado de Utah donde se encontraría con otra ruta que se construiría partiendo de los estados del norte. Los primeros que llegaron a Utah fueron los trabajadores que partieron de Sacramento y la mayoría eran de origen chino. ¿Cómo pensar que el valle de Mexicali se pudiera abrir al cultivo, hacer caminos, canales, puentes, desmontar la tierra y emparejarla para poder sembrarla con la gran cantidad de hectáreas de algodón, si tanto para la plantación como para la cosecha se ocupaba mucha mano de obra? Ya está bastante documentado que la Colorado River Land Company, la gran dueña del valle de Mexicali, no permitía que los mexicanos se arraigaran en esta tierra porque le formarían poblados que le podrían solicitar la tierra cuando hubiere pasado el movimiento revolucionario, cosa que sí sucedió, y se decretó la Ley Agraria por Venustiano Carranza. Pero la Colorado River Land Company no lo toleró y con guardias blancas sacaban y les quemaban las chozas a los que se asentaban en un pedazo de tierra. * Los chinos empezaron a llegar a tierras de Baja California a principios del siglo XX, a Ensenada y después a San Felipe; por tren, de San Francisco, o en barcos que los enganchadores contrataban y cuando llegaban al puerto los transportaban a su destino en trenes especiales cerrados de los que no podían salir porque en Estados Unidos la inmigración china estaba prohibida. Salían del tren hasta que llegaban a Mexicali en calidad de braceros, pagando al gobierno de Esteban Cantú 300 y 400 dólares por cada uno. Don Mariano Ma, en una entrevista comenta que llegó al puerto de Ensenada en el año de 1894, siendo todavía muy joven, y en ese entonces ya había entre 100 o 150 paisanos suyos en el puerto y sus alrededores. Su trabajo en el Mineral del Álamo consistía en transportar maquinaria y víveres para los mineros, pero su destino no estaba en el Mineral del Álamo, sino en el desierto del Colorado, en lo que fue el antiguo valle de los Algodones, conocido hoy como el valle de Mexicali. En aquel tiempo era una región virgen, no existía más que el Rancho Lee Little que se cultivaba desde 1903, y el Rancho Verde que comenzó en 1906. Don Mariano dice en esta entrevista que llegó de Ensenada con otros cinco paisanos a Mexicali; platica que como contratista o como mayordomo alcanzó a tener más de dos mil hombres bajo sus órdenes, de diferentes nacionalidades: mexicanos, japoneses, americanos y la gran mayoría chinos y, en muy baja escala, los primeros. Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C. Correo electrónico: [email protected] 32 1917. La Chinesca por la avenida Reforma, entre las calles Azueta y Altamirano. Desmontó en la región de Dieguinos 1 214 hectáreas (ha); en Paredones, 3 642 ha; en Hechicera 6 070.280 ha; en Batáquez 1 618.742 ha; Cerro Prieto 8 093 ha; en Farm Ranch Compuertas Grandes 1 214 ha; en Coronitas 2023 ha, que nos dan un gran total de 23 067 hectáreas. Don Mariano explicó que los trabajadores ganaban 4.50 dólares por día y que en 1920 cuando el río se desbordó, una vez más, y amenazaba con ser una inundación igual a la de 1906, él, con 600 hombres lo taparon y les pagó 6 dólares por día a cada uno. Cuántos hombres como Mariano Ma trabajaron en este valle y después cuando se repartió, algunas personas reclamaban que ellas habían abierto el valle de Mexicali, cuando los que lo abrieron fueron trabajadores chinos, en su mayoría, y muchas compañías de financieros chinos eran los que le rentaban las tierras a la Colorado, porque a los mexicanos no les rentaba por los años de 1920. Los chinos sembraban más de 30 000 hectáreas de algodón en el valle de Mexicali. Otro dato, la compañía del Álamo Mocho le rentaba a la Colorado 40 000 hectáreas y la mayoría las trabajaba con chinos; por lo tanto, creo que al pueblo chino le debemos mucho. Tenemos que investigar más y cuando menos reconocerles lo que aportaron para que este valle se abriera al cultivo. También hay que hurgar en la historia ya que cuando se dio la depresión en Estados Unidos los precios del algodón no daban ni para sacar los gastos de producción por eso antes de que se viniera el reparto agrario se tuvieron años de muchos problemas económicos; años en los que la siembra del algodón cayó a más de la mitad. Antes del reparto agrario se llegaron a sembrar más de 6 000 hectáreas de algodón, en su mayoría gracias al pueblo chino, que abrieron al cultivo estas tierras. Es cierto que los ricos financieros de origen chino aportaron su dinero y traficaron con el trabajo de sus paisanos, que si bien les dieron trabajo, pero las grandes fortunas que amasaron en los años en que valía el algodón y cuando la depresión en Estados Unidos se fueron, aunque muchos de ellos se establecieron con tiendas, lavanderías, restaurantes y varios negocios más; también en la agricultura. Bibliografía Anguiano, Maria Eugenia, Agricultura y Migración en el valle de Mexicali. 1995. Primera edición, Colegio de la Frontera Norte (Colef). Herrera Carrillo, Pablo, Reconquista y Colonización del valle de Mexicali y otros escritos paralelos. Colección Baja California: Nuestra Historia, volumen núm. 18, Universidad Autónoma de Baja California. México, 2002. Kerig, Dorothy, El valle de Mexicali y la Colorado River Land Company 1902-1946. Colección Baja California: Nuestra Historia, volumen núm.17, Universidad Autónoma de Baja California. México, 2001. 33 Recuerdos de la Preparatoria de Mexicali Antonio Tello Álvarez* L os años escolares de 1963-1965 en la Escuela Preparatoria de Mexicali, fueron para mí algo muy especial. Con veintiún años cumplidos, realizaba al fin mi sueño de acceder a la educación superior, cursando la escuela preparatoria, que ahora sí tenía instalaciones propias, ya no andaríamos de aquí para allá en lugares prestados o rentados; ese año se estrenaba el nuevo edificio, ubicado por la avenida Zaragoza, muy cerca de la 1961. Edificio de la Escuela Cuauhtémoc donde se alojó la Preparatoria Mexicali de la UABC. calzada Justo Sierra.1 La Preparatoria La dirección de la escuela, a cargo del licenciado Carlos de Mexicali pertenecía a la naciente Universidad Autónoma Juvera Calderón, nos ubicó a los de más edad en el grupo de Baja California (UABC), y junto con las otras preparatorias primero “G” vespertino, ya que la mayoría trabajábamos del resto del estado, formaban el núcleo estudiantil, del cual por la mañana. El horario de clases era de las 15:00 a las después de haber cursado los dos años de bachillerato único, 21:00 horas con excepción de los miércoles que era de las alimentarían a las diferentes carreras universitarias con que 2 14:00 horas a las 22:00 horas. El panorama de primer año se había iniciado la UABC. cubría catorce materias y otras tantas en segundo,3 los Ese año de 1963 se inscribió a todos aquellos jóvenes que que lográramos aprobar, tendríamos acceso a las diversas contando con un certificado de secundaria desearan continuar carreras, en la propia UABC u otras universidades del país, sus estudios; no hubo examen de admisión, tampoco se limitó no en todas, porque en aquel tiempo se tenían dificultades la edad del estudiante para su ingreso, por lo que accedimos para ingresar a la Universidad Nacional Autónoma de a cursos muchos jóvenes veintiañeros como yo, y otros de México (UNAM). menor y mayor edad. Antonio Tello Álvarez es miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. La Escuela Preparatoria de Mexicali fue creada por el gobierno estatal en el año de 1954 y transferida a la UABC en el año de 1958. Hasta el año de 1963, que ocupó sus actuales instalaciones, funcionó primero en la escuela primaria Cuauhtémoc (hoy Casa de la Cultura), después un almacén (Sunland) por la avenida Madero entre calles México y Bravo y luego se regresó de nuevo a la Escuela Cuauhtémoc. 2 Ese año de 1963 de nivel superior sólo funcionaba en Mexicali la Escuela de Pedagogía, creada en el año de 1960. 3 El plan de estudios era anual, único y de dos años. * 1 34 1963. Edificio del gobierno del distrito norte de Baja California en los años de 1920. Hoy es Museo de la Rumorosa. Los sábados nos presentábamos a clase de educación física, en la que el profesor Samuel Godínez nos ponía a realizar ejercicios e integraba equipos para practicar baloncesto, ya fuera en las canchas de Recursos Hidráulicos auxiliado por el profesor Roque Leos, o en el Gimnasio de Mexicali. También organizaba torneos entre los diferentes grupos de la escuela. Cabe destacar que el primer mes éramos 67 alumnos, pero como nos dijo el profesor químico Enrique Ante “no hubo examen de admisión muchachitos, pero el cedazo va a estar muy estrecho, así que póngase a estudiar”. Y así fue, después del examen del mes de septiembre, en el que hubo calificaciones de seis, siete y algunos ochos, la mayoría fueron calificaciones reprobatorias, y hubo quien sacó el cero absoluto; al siguiente mes la matrícula se redujo en más de 30%. Entre los que sobrevivimos al “corte”, recuerdo a tres chaparritos, los tres muy inteligentes, Pablo Vázquez, Marco Antonio Curiel Ponce y Joaquín Servando Curiel Flores, este último era el “estrella” en todo sacaba diez, por lo que se ganó a pulso el apodo de Ciro Peraloca, personaje de los cuentos de Walt Disney. Otros fueron Mario Zavala, José Antonio Argumedo Rueda, Saúl Quintero Harris, Mario Muñoz Haro, Jorge Slim Aún, los hermanos Campos Pineda, el Murray, el Lobo y el Cargueit, este último se ganó el apodo porque se parecía o tenía su familia una maderería de nombre Bonanza. De las compañeras, Guadalupe Monreal, Guadalupe Topete, Silvia Leticia Figueroa, Socorro Galindo Betancourt, una hija de Fernando Medina; así como también Fernando Medina Jr., y otros que lamentablemente no recuerdo. Transcurrieron los meses de ese año de 1963, cuando una tarde del 22 de noviembre impactó a maestros y alumnos la noticia de que habían asesinado en Dallas, Texas, al presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy. En aquel Mexicali tranquilo de principios de los sesentas, proliferaban en la ciudad los conjuntos de rock, los juegos de futbol en la cancha Necaxa, los eventos de softbol, lucha y box en el Zurdo Flores, el basquetbol en el gimnasio de Mexicali; los paseos a Compuertas, Wisteria, El Río Hardy o San Felipe. Quién de los jóvenes de aquel tiempo no recuerda los centros de diversión, la alberca Agua Azul, la Ronda, el Waikiki y la Enramada, donde se podía llevar a la novia o amigas a bailar, y por lo regular no sucedía nada desagradable. Mexicali, sus pobladores de la zona urbana vivían de lo que producía su valle y sus esforzados agricultores. Al año siguiente, 1964, ya todos los compañeros nos conocíamos bien, y como se aproximaban las vacaciones de primavera o semana santa, hubo quien propuso un paseo estudiantil a Picachos, lugar de recreación adelante del poblado de la Rumorosa, adentrándose por el rumbo de la sierra de Juárez. El grupo de excursionistas lo componíamos compañeros del salón y de otros grupos con los que habíamos hecho amistad, como Jesús María Alaniz Villanueva y dos amigos de fuera como el Mike compañero de trabajo de Alaniz en la secretaría de Recursos Hidráulicos y un compañero de donde yo trabajaba de nombre Sergio Peña Medina, los demás eran: Saúl Quintero Harris, Mario Muñoz Haro, Jorge Slim Aún y el que esto narra. 35 había arreciado y estaba a punto de congelarse, éste se negó Organizado el grupo, acordamos día y hora de salida; los y Jorge no tuvo más remedio que regresar al frío pick up. vehículos en que nos transportamos fueron: un pick up Ford Realmente había sido una imprudencia viajar en un cincuenta y tantos, sin vidrio delantero y el automóvil Fair vehículo sin vidrio delantero; al poco tiempo empezó a Line Ford 55 de un servidor. El primer problema lo constituyó nevar y la cosa hubiera pasado a mayores de no ser porque el compañero Jorge Slim ya que todavía era menor de edad afortunadamente nos encontramos a la vera del camino una por lo que tuvimos que ir a su casa en el fraccionamiento cabaña recién construida, aún sin puertas, pero con una Los Pinos para solicitarle el permiso a su señora madre, a estupenda chimenea y provista a su lado de una gran pila de fin de que nos pudiera acompañar en el paseo. La señora dio troncos debidamente cortados y listos para encender un rico el permiso, no sin antes advertirle a su hijo… “no te vayas fuego, que nos hizo pasar la noche placenteramente en el piso a llevar ningún arma ¡porque ya te conozco!” él le contestó de madera y envueltos en nuestras mantas de viaje. “No mamá, cómo crees”. Me acuerdo que al acercarme a mi La estrella de la excursión, aunque en su aspecto negativo, automóvil lo observé renguear un poco, mas no le di mayor iba a seguir siendo Jorge Slim, ya que a la mañana siguiente, importancia, pues estaba al volante y la impaciencia de todos bien descansados, salimos de la cabaña y observamos con por partir era mucha. alegría un hermoso panorama todo nevado rodeado de Salíamos de Mexicali, y allá por el rumbo de la laguna grandes rocas y gigantescos árboles, la nieve derritiéndose por Salada, cuando Jorge incómodo y como pudo se sacó de la acción del sol primaveral; nos organizamos, para preparar entre el pantalón una tremenda escopeta calibre 12, todos el desayuno, cuando alguien preguntó “¿y, el Slim?”, más se alarmaron, pero ya íbamos en camino, le recriminamos su se tardaron en expresar esa frase, cuando lo vimos con la proceder y le advertimos que no la usara, ya que un acuerdo escopeta al hombro, tratando de dispararle a una aterrada de todos había sido que no llevaríamos armas ni licor. liebre, que para liberarse, zigzagueaba, luego huyó rumbo Después de pasar el poblado de la Rumorosa, nos a donde nosotros nos encontrábamos; previendo que el internamos al pardear ya la tarde por el camino de brecha, imprudente Jorge ni siquiera nos había visto, gritamos y al que nos llevaría al punto denominado Picachos, el cual unísono nos lanzamos pecho tierra cuando sonó el disparo muchos de nosotros ya conocíamos, porque era de los paseos clásicos a los que nos llevaban desde la primaria y secundaria. Cayó la noche y el pick up manejado por Saúl Quintero Harris servía de guía y sus luces más altas permitían ver mejor el camino. Mas por aquellos rumbos el clima de fines de marzo y principios de abril es muy frío, en muchas ocasiones nevaba. La falta de vidrio delantero empezó a hacer estragos en los pasajeros del pick up. De pronto, el auto se detuvo y salió corriendo un compañero y dirigiéndose al automóvil dijo: “Que bárbaro, que cantidad de conejos y liebres se nos están atravesando”; ni tardo ni perezoso, Jorge Slim, le dijo ingenuamente, “dame chance de irme en el pick up, ¿sí?”, nuestro compañero le dijo, “órale pues” y allá va Jorge con su escopeta, él nos había convencido de que sabía manejarla y que la iba a usar con prudencia. Reanudamos la marcha y no pasó ni media hora cuando el pick up se volvió a detener, ahora el que bajó corriendo era Jorge, quien se dirigió al que le cambió 1982. El licenciado Jesús María Alaniz, director de la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la UABC y el doctor Jorge Gómez de Silva, director de el lugar, pidiéndole que se lo devolviera, ya que el frío Relaciones Públicas del gobierno del estado de Baja California 36 1963. Edifico de la Escuela Preparatoria Mexicali de la UABC inaugurado en 1963 por el presidente de México, licenciado Adolfo López Mateos. Hoy es el Plantel Mexicali del Colegio de Bachilleres de Baja California. y gran cantidad de perdigones zumbaban sobre nuestras cabezas. Ya no hubo compasión con él; sin contemplaciones y sin averiguar mucho se le expropió el arma, encerrándola con llave en la cajuela del auto. Después de ese episodio, todo fue miel sobre hojuelas, seguimos nuestro camino, admirando todas esas bellezas naturales; cruzamos el observatorio de San Pedro Mártir, salimos por el rumbo del valle de la Trinidad, nos abastecimos de gasolina, revisamos los vehículos, y regresamos por la noche a Mexicali. Cabe destacar que en el grupo dos compañeros nos deleitaban con sus melodías, ya que eran virtuosos de la trompeta, y al cabo del tiempo explotaron esas habilidades profesionalmente. Uno de ellos hasta su muerte, Saúl 4 Quintero, el otro, Mario Muñoz Haro con el grupo tijuanense los “Moon Lights”. Otro integrante de aquel grupo y que también ya se nos adelantó fue el estimado por muchos, Jesús María Alaniz Villanueva, quien terminó sus estudios de licenciado en administración pública y ciencias políticas, siendo posteriormente maestro de muchas generaciones, llegando a ocupar la Secretaría Administrativa de la UABC,4 durante el mandato del rector, ingeniero Luis López Moctezuma. Así es como concluyo este pedacito de historia de nuestra preparatoria, hoy convertida en Plantel Mexicali del sistema Cobach, recordando a algunos miembros estudiantiles, lugares y hechos que sucedieron en este nuestro Mexicali, hace un poco más de cuarenta y cinco años. El licenciado Jesús María Alaniz Villanueva ha sido el único secretario administrativo que ha tenido la UABC de 1972-1974. El puesto se creó con el propósito de liberar a la Secretaría General de todos los aspectos administrativos y que sólo atendiera lo académico. No funcionó. El licenciado Alaniz posteriormente fungió como director de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas (1981-1985) de la cual era egresado. 37 Memorias de la Escuela Netzahualcóyotl Malbina Robles Robles Amo el canto del cenzontle pájaro de cuatrocientas voces Amo el color del jade y el enervante perfume de las flores, Pero amo más, a mi hermano: EL HOMBRE Netzahualcóyotl E l barrio de Pueblo Nuevo es parte de la historia de Mexicali así como lo es una de las escuelas pioneras de esta ciudad: la Escuela Netzahualcóyotl. En mi primera visita a Mexicali, en 1954, tuve la oportunidad de asistir una semana a esta escuela, fue cuando acompañé a mi tía la profesora Loreto Marmolejo, maestra de sexto grado; yo también era alumna de sexto grado en Cananea, Sonora. Años después yo trabajaría en la Netzahualcóyotl, aunque esta escuela ya contaría con la estructura de las escuelas construidas por el CAPFCE (Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas). En el año 1987 tuve el primer grupo a mi cargo en esta escuela, fue un grupo de cuarto grado con el que estuve en los últimos cuatro meses de ese ciclo escolar, mismo grupo que atendí en quinto y sexto grados. Fueron los alumnos más entusiastas que tuve en mis cuarenta y cinco años de servicio en la docencia. Motivada por ellos y por el deseo de lograr un sano aprendizaje, descubrí que 1987. Alumnos realizando juegos 38 sólo se necesita imaginación para escribir con palabras sencillas lo que fluye de nuestro interior. En actividades extraclase estos niños escribieron importantes historias que llenaron de esperanza mi espíritu. Intencionalmente les puse temas en los que desarrollaran su escritura, lo mismo para dibujos, y me di cuenta de las cosas que como docente había potencializado en ellos, la creatividad y entusiasmo que cada uno traía y el que con ello me estaban enseñando a redescubrir el mundo. Estos textos estuvieron guardados por toda una vida. Después, al releerlos me di cuenta de cuánto tiempo había transcurrido y cuántas cosas aprendí de aquellos alumnos y de sus escritos… De pronto, sentí la necesidad de sacarlos a la luz. El destino me llevó a conocer al profesor Rodolfo García García, coordinador del Proyecto Editorial del Comité Municipal de Educación del XIII Ayuntamiento de Mexicali durante la Presidencia Municipal de Milton Castellanos Gout (1989-1992); en esta época se produjeron tres libros en la Escuela Netzahualcóyotl. con las creaciones de los niños de la escuela Netzahualcóyotl. Aunque los trabajos editados fueron modestos en su forma, aportaron información, reflexión y marco de referencia sobre la experiencia de la vida diaria de los alumnos del barrio de Pueblo Nuevo. Todavía me pregunto si aquellos niños habrán sido inspirados por el Rey Poeta. Se me ocurrió poner un nombre al proyecto que hiciese que los niños trabajaran con ilusión y motivación. Botones literarios es el nombre de la primera antología (19881989). Incluyó a Euclides Rivera con el texto: Los luceros brillaban alegres anoche, hoy brillan tristes ¿Por qué esa tristeza? Les pregunté y me respondieron por el spray, por el smog. Participó también Gustavo Calles Díaz con la composición: Cuando mires el sudor del que trabaja, mira que no es como el tuyo cuando andas jugando. El sudor del que trabaja es más doloroso y hermoso. El tuyo es de un niño. Asimismo se incluyó la reflexión de Carlos Carpio: La luz de la luna es del sol, a mí me gusta el conejo de la luna. La luna es el satélite natural de la Tierra. Miguel, el del salón, sabe muchas cosas sobre esto, a todos nos enseña. Guillermo Miranda también fue parte de esta primera antología con el siguiente texto: El reloj nos cuenta la vida, pero algún día tendrá que reventar. Y Nohemí Vargas Valencia con las palabras: Al amanecer, al despertarse mi mamá, le brillan los ojos y se mira muy bella; me pregunta que si ya quiero desayunar y las horas que son. Se preocupa por mí. Eso es todas las mañanas. En el ciclo 1991-1992 dejé el grupo para trabajar como comisionada en el Programa de Computación Básica en el Aula, lo que me permitió interactuar con todos los niños de la escuela. Teníamos una computadora Tandy 286 y manejábamos discos floppy 3.5 con material enviado por la SEP para los seis grados escolares con excelentes programas realizados por el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE). Cada grupo entraba una hora por semana, lo que fue toda una experiencia: los niños entraban al salón con mucha disciplina porque les entusiasmaban los programas. Ahí les seguí encargando la tarea de escribir. Con ese material aparecieron otras dos antologías: la segunda se tituló Letras infantiles. Algunos párrafos de esa publicación dicen: Había una vez… unos niños que asistían a la Escuela Netzahualcóyotl de la vieja y querida colonia de Pueblo Nuevo, ubicada a unos cuantos pasos del centro de la ciudad y de la línea internacional con EUA, situación que influía en su forma de vida de los niños, pues en su gran mayoría eran hijos de jornaleros agrícolas del Valle Imperial, otros eran vendedores ambulantes, empleados de maquiladoras, subempleados, otros empleados de gobierno y pocos profesionistas. Su escuela estaba muy bonita y aseada, lo que hablaba muy bien de ellos, que por supuesto eran limpios, estudiosos, juguetones, alegres, cariñosos y muy agradecidos con la Sociedad de Padres de Familia que siempre estaba pendiente en mantener la escuela en las mejores condiciones. Los maestros trabajadores y creativos se sentían satisfechos de tener esos alumnos. A una maestra se le ocurrió que las cosas que hacían los niños podrían servir de ejemplo a las generaciones venideras, pero, ¿qué era lo que tanto admiraba la maestra en los niños? Pues que no le tenían miedo a la hoja en blanco y que podían escribir lo que pensaban, lo que sentían, que podían inventar palabras, etc. Escribir por placer sin esperar calificación. Así también, se publicaron los trabajos “En primavera los árboles enfrutecen de felicidad”, de Jesús Érika; “El momento más gracioso en la escuela fue cuando la profesora no me dejaba entrar al salón porque decía que yo no era de ahí”, de Ana María Soledad; asimismo se publicaron los versos “Las estrellas: Joyas de la luna”; “Gota de agua: Una lágrima al caer”, de Irasema Torres. Y, “La manos de mamá: Son hechas con un material muy delicado: primero un terrón de azúcar, luego, mucho algodón y un poco de mantequilla y listo. ¡Ah, no!, me hace falta una cosa, se forran con seda color piel”, de Karla Araceli. La tercera antología publicada fue Pequeños escritores de Pueblo Nuevo. A esta obra pertenecen los trabajos que editó el XIV Ayuntamiento con la profesora Angélica Obeso de Puente, primera presidenta municipal de Mexicali. Otras actividades relevantes de la Escuela Netzahualcóyotl: Con el entusiasmo de alumnos, padres de familia y maestros, realizamos tres festivales de Flor y Canto en honor del Rey Poeta Netzahualcóyotl. Aroma del árbol florido es el título del folleto del Segundo Festival de Flor y Canto celebrado el 28 de abril de 1999 en la Escuela Netzahualcóyotl, y en él se publicaron los siguientes textos: 39 1988. Alumnos de la Escuela Netzahualcoyotl. Lo he comprendido al fin: Oigo un canto, veo una flor; ¡Oh! ¡Que jamás se marchiten, Netzahualcóyotl! Para Netzahualcóyotl, el Rey poeta, lo más importante era la felicidad de todos. Netzahualcóyotl, amador del campo y de las flores, fue un luchador por su pueblo. Tristeza le dio perder a su padre, lo obedeció y se escondió en un árbol y desde ahí vio cómo sus enemigos lo mataban. Netzahualcóyotl, flor bella, me alegro que mi escuela lleve tu nombre porque siento que me inspiras para estudiar. Martha Liliana Melgoza Núnez, de 11 años de edad (1999). Para conmemorar el Día Nacional del Libro en 1992 se realizó en la escuela la Primera Feria del Libro Netzahualcóyotl. Además de los niños y maestros, hubo una gran participación y entusiasmo de la profesora Norma Bustamante y de la profesora Olivia García Piña con una cancelación postal especial para la feria. También en ese ciclo escolar, se realizó un mural dirigido por el maestro Carlos Coronado, quien supo obtener de los niños pintores la imaginación y habilidades necesarias para lograrlo. Dicho mural fue develado por el director de Educación Primaria en Mexicali, profesor Juan Manuel Fragoso García, Julio Osuna, presidente de la Asociación de Padres de Familia 40 de la escuela y la que escribe (que en ese tiempo, logramos hacer un gran equipo con el director de la escuela, profesor Guillermo Anaya y la planta de maestros, distinguidos por su aseo y puntualidad, por el trabajo en grupo y por la gran colaboración en todas las actividades). Así, los niños con su inteligencia y entusiasmo y, sobre todo, la colaboración y amor a la escuela por parte de los padres de familia (ya que muchos de ellos eran ex alumnos de la querida Netza), lograron desarrollar algunas de las muchas habilidades artísticas, deportivas, intelectuales y de tener a la escuela en muy buenas condiciones. En 1992 se reunieron algunos de los ex alumnos para celebrar el 50 aniversario de haber egresado. Recuerdo al señor Fortino Tenorio representando al grupo y la presencia de los profesores Hermenegildo Pérez y Jesús Cataño. Ahora que ya conozco, aunque muy poco, y a través de conversaciones de los padres de familia, de los maestros que trabajaron en la escuela, no es de sorprendernos el amor, la calidad de la escuela y sus alumnos. Maestros como el profesor Germán Lara, pionero de la Secundaria núm. 6, al profesor Pánfilo Orozco, diputado federal, al profesor Gutiérrez, profesor Martínez y muchos, muchos más. AC O N T E C E R D E L A H I S T O R I A 1 R.C.B. JULIO JULIO. AGOSTO. SEPTIEMBRE. OCTUBRE 14 de julio de 1977. La Rectoría de la Universidad Autónoma de Baja California se cambia a nuevo edificio cedido por el gobierno del licenciado Milton Castellanos. Siendo rector el licenciado Rigoberto Cárdenas Valdez, se instala en el edificio que ocupó el Palacio de Gobierno del Estado, construido en 1919 por el gobernador Esteban Cantú y concluido e inaugurado en 1922 por el gobernador José Inocente Lugo. En esta forma la Rectoría de la Universidad Autónoma de Baja California proyectó mejor sus funciones educativas. 23 de julio de 1923. Este día se inauguró la Cervecería de Mexicali, la primera industria cervecera de Baja California, con un mercado que se extendió a varios países extranjeros, obra del activo industrial don Miguel González. Fue un importante centro de trabajo que permaneció hasta 1973, año en que fue absorbida por uno de los grandes consorcios cerveceros de México. AGOSTO 4 de agosto de 1942. Primer contrato de braceros. Inmediatamente después de estallar la segunda Guerra Mundial entre los aliados de Estados Unidos y las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) se dejó sentir en la Unión Americana la necesidad impostergable de brazos para levantar sus cosechas agrícolas y mantener o elevar su producción industrial; fue así como en un cambio de notas entre el ministro de Relaciones de México, y el embajador de Estados Unidos en la Ciudad de México formalizó el primer convenio de braceros para la importación temporal de trabajadores mexicanos. 11 de agosto de 1926. Fue inaugurada la Escuela Primaria Urbana Benito Juárez. Algunos maestros que dirigieron esta benemérita institución han sido: Adolfo Velasco, Enrique Carrillo, Andrés Silva Vite, Antonio Barbosa Heldt, Luzsiglo Figueroa, María de Jesús Gil Morales, Héctor Siqueiros Mazón, Aurelia López Mazón, Maximino Virgen Flores, María Luisa Armenta Vivanco, Rafael Chávez Carrillo, Francisco García Armenta, Ricardo Galaviz Ruiz, Salvador Vargas Tapia, Tito Betanzos Díaz y otros. 1 Celso Aguirre Bernal, Calendario Cívico Escolar, Editorial de Baja California, Mexicali, B.C., 30 de junio de 1994, 156 pp. 41 SEPTIEMBRE 5 de septiembre de 1925. Nace la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico. Esta compañía se constituyó como sociedad cooperativa limitada, siendo su fundador el señor Juan F. Brittingham y altos funcionarios de la Colorado River Land Company. Fue la industria más importante durante muchos años y ahí se instalaron también las oficinas principales de la Anderson and Clayton, principales refaccionadores de la siembra de algodón. Suspendió sus actividades en 1973. 20 de septiembre de 1961. Nace el Cetys Universidad. Este año se reunió un grupo de personas de la iniciativa privada para constituir el Instituto Educativo del Noroeste, cuyo fin principal sería auspiciar el Centro de Enseñanza Técnica y Superior, Cetys; casa de estudios que al cabo de cuarenta y ocho años ha venido superándose hasta convertirse en una de los más prestigiadas del noroeste de México. OCTUBRE 1 de octubre de 1932. Este día salió al “aire” la primera radiodifusora de Mexicali y del noroeste de México: la XEAO, fundada y construida por don Luis Castro López, pionero de la radiodifusión en Mexicali. 25 de octubre de 1953. Primeras elecciones constitucionales. Instituido el Estado 29, el Congreso Constituyente convoca a elecciones para gobernador del estado, las primeras que se verificaban en la etapa constitucional de Baja California. Resulta electo como primer gobernador, el licenciado Braulio Maldonado Sández. La Primera Legislatura del Estado quedó integrada de la siguiente manera: César Ruiz Moreno por el primer distrito; Samuel Ramos Díaz por el segundo; Armando Fierro Encinas por el tercero (que correspondían al municipio de Mexicali); Felipe Verdugo Amador por el cuarto distrito, que comprendía una parte del valle de Mexicali y el municipio de Tecate; Felipe Carrillo Sánchez y Genaro Castro E. por el quinto y sexto distritos de Tijuana, y doctor Pedro Loyola Luque por el séptimo distrito, correspondiente a Ensenada. 42 Libros, reseñas, comentarios... Sergio Noriega Verdugo E n diciembre de 2008 fue publicado un libro esperado por un selecto número de mexicalenses de la tercera edad. Desafortunadamente, no me fue posible asistir a su presentación en la Casa de la Cultura, a pesar de cumplir plenamente con la edad. Entiendo que el evento fue muy concurrido, el público entusiasta, y las ventas del tomo apreciables, no obstante que la edición es de gran tamaño, peso y valor. Se trata del libro Aquellos Años del Algodón: La Jabonera y el valle de Mexicali. El título del volumen conlleva un tono romántico y de nostalgia, pues comunica la idea de algo importante pero impreciso, algo que ocurrió hace tiempo, pero que vale la pena recordar y comentar ahora. Dicho título se justifica porque no se trata de una historia documental, donde la información procede de viejos documentos o manuscritos, donde fluyen las voces de expertos en la materia. Este libro es un relato personal, de James Griffin, con base en 18 años de experiencia directa, y de toda una vida profesional destinada al algodón. En cierta medida, se trata de información de primera mano, de alguien que escribe con sumisa pasión y honestidad y da cuenta de sus recuerdos. No obstante, incluye una descripción técnica de la evolución de la industria despepitadora de algodón y del aprovechamiento de la semilla para la producción de borra, cascarilla, harinolina, aceite y manteca vegetal. Para las nuevas generaciones puede resultar difícil apreciar la importancia del algodón de Mexicali; no así para cualquier viejo residente de nuestra capital fronteriza. Todos los viejos inquilinos y aficionados de la historia regional sabemos que ningún producto se encuentra más ligado a la historia de Mexicali que el algodón. Considerada en un tiempo como el rancho algodonero más grande de México y tal vez del mundo, Mexicali era sinónimo del algodón. A este respecto puedo recordar cuando comenzaba mi carrera profesional, durante la segunda mitad de los años sesenta, recibí una contundente lección durante una entrevista a un empresario industrial local, él me dijo en tono de reclamo “aquí todo mundo es algodonero, hasta el gerente de tu banco”. Lo que me quiso decir es que toda la economía de Mexicali, aunque se tratara de la industria de transformación o de la banca, todo gravitaba alrededor del algodón. Era cierto, pero tal vez fue todavía más lejos al inferir que no alzábamos la cabeza para asomarnos a ver otras alternativas económicas de desarrollo que ya se vislumbraban en el horizonte. El libro del que nos ocupamos versa sobre la historia del algodón y la industria que benefició dicho cultivo en Mexicali. De manera más especifica se trata de la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico, S.C.L., que más tarde fuera incorporada a la Anderson, Clayton & Company, uno de los consorcios algodoneros más grandes del mundo. La parte sobresaliente de la historia de este libro corresponde a la gente que trabajó en ella por largo tiempo, que en su mayoría son viejos residentes de Mexicali, su valle y San Luis, Río Colorado. La historia cubre un periodo de casi cincuenta años, desde sus intrépidos inicios en 1925 hasta su lamentable deceso en 1973. Si bien el texto cubre todo este periodo, no lo hace en forma detallada ni en orden cronológico. Se ocupa de su fundador, pero sin ahondar en su persona o en su trayectoria empresarial. Nos dice que Juan Francis Clemens Brittingham nació en St. Louis, Missouri, el 21 de noviembre de 1859, y se radicó en México a partir de 1894, aparentemente en la Ciudad de Chihuahua. Que, asociado con otros, fundó la Compañía Industrial Jabonera de la Laguna, S. C. L., en 1892 en Gómez Palacio, Durango. Después a 43 la edad de 65 años, el Sr. Brittingham se asoció con la Colorado River Land Company y, particularmente, con dos de sus principales accionistas, los señores Harry Chandler y Moses H. Sherman para fundar la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico, S.C.L. en Mexicali, en septiembre de 1925. Para ello contó con el apoyo de tres de sus hijos varones: Juan, Eduardo y Nelson y por lo menos veinte trabajadores más de Gómez Palacios. Pero el libro no arroja luz sobre las negociaciones con la Colorado y sus accionistas, ni del manejo de los cinco fructíferos años de la empresa ni de su decisión de abandonarla en 1930. Como es natural el autor del texto nos proporciona un poco más de información de quien fuera su jefe: James William Stone. Él nace en Phoenix, Arizona, el 12 de marzo de 1901 y muere en la Ciudad de México el 25 de enero de 1979. Ingeniero civil de profesión llegado a Mexicali en 1925 para trabajar “en el mantenimiento y prolongación de la vía del tren hasta Los Medanos, unos kilómetros más al sureste del Riito, Sonora”. En julio de 1931 la empresa Anderson-Clayton, accionista principal de la Jabonera, nombró a James W. Stone, de 30 años de edad, vicepresidente y gerente general. Se infiere que debe haber sido difícil manejar la empresa durante la Gran Depresión, pues se limita a decir que “Únicamente la tenacidad, dedicación e inteligencia extraordinaria de Stone la hizo sobrevivir”. Menciona además que Stone ayudó al Banco Nacional de Crédito Ejidal a proporcionar créditos para el cultivo de algodón, trigo y alfalfa, a pesar del reparto agrario iniciado en 1937. Y que también prestó dinero al 44 Distrito de Riego del Río Colorado para hacer “los trabajos indispensables de mantenimiento y construcción de los canales del valle...”. Un dato revelador del estilo administrativo de James W. Stone, es que la puerta de su oficina “casi siempre estaba abierta y un río de gente entraba y salía de ella todo el día”. “Stone necesitaba quien lo ayudara. Contaba con gente muy competente y fiel que trabajaba, pero era insuficiente para una empresa que estaba creciendo tan rápidamente”. Y a pesar de tener el apoyo de técnicos estadounidenses de la corporación en Estados Unidos, era particularmente exigente con ellos, resistiendo las presiones de las oficinas de Los Ángeles y de Houston de aceptar que le mandaran gente de fuera. Aunque la Jabonera era un complejo algodonero, Aquellos Años del Algodón no se ocupa del cultivo algodonero ni de los agricultores que proporcionaron la materia prima. No obstante, de manera breve, señala dos actividades realizadas por la empresa que están directamente relacionadas con los productores. Una de ellas es el crédito proporcionado a aquellos agricultores comprometidos a vender su cosecha a la Jabonera. La otra actividad tiene que ver con la experimentación agrícola portadora de nuevas semillas de algodón. En forma por demás lacónica dice el libro: “En 1945, Stone se casó con Elena Rojo. Tuvieron dos hijas, Laura Elena y Gloria Alicia”. Vivieron muchos años en una de las tres residencias que fueron construidas en los terrenos de La Jabonera, en los tiempos de Juan Brittingham. Unos renglones más adelante el texto dice: “El 16 de julio de 1959 Stone logró su ciudadanía mexicana por naturalización”, poco más adelante continúa diciendo que: “Stone participaba en muchas otras actividades en Mexicali, aparte de La Jabonera. Era presidente del consejo de administración del Banco de Comercio de Baja California [...]”, el más grande del estado. Todo lo anterior es claramente importante, pero el sólo listado de eventos sin explicación alguna deja más cosas pendientes de aclarar. El libro es un tributo a una extraordinaria empresa; se destaca a la gente que trabajó en ella. En él se encuentran comentarios y fotografías desde quienes llegaron procedentes de Gómez Palacio, Durango, en 1925 hasta los últimos en salir de ella a principios de los setenta. Las fotografías y las cápsulas de opinión ayudan a explicar la evolución de empleados y obreros, y de quienes pasaron por la escuela que La Jabonera construyó en sus terrenos. Las fotografías también ilustran el envejecimiento de varias generaciones de personas que aportaron su talento al desarrollo de un emporio industrial. La preparación de este tomo contó con la coordinación y entrevistas de Aidé Grijalva y el texto de James Griffin. El libro da muestra de una colaboración exitosa. El documento consta de 236 páginas organizadas en una presentación, prólogo y diez capítulos. La obra es producto del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California. La lujosa impresión contó con el patrocinio de destacados hombres y mujeres empresarios, la UABC y el XIX Ayuntamiento de Mexicali. P Á G I NA S D E H I S T O R I A R.C.B. R CB Catálogo de bienes inmuebles de valor cultural de Mexicali y su Valle. Editado por Conaculta-INAH. Agosto de 2006. Mexicali, B. C., 434 páginas. Formato 28 x 32 cm. Edición de lujo. Describe las generalidades y características de los principales bienes inmuebles de valor histórico y cultural del municipio de Mexicali. De venta en las oficinas del INAH. Delegación Baja California. Calle K núm. 300, Colonia Nueva. Mexicali... Una historia que contar. Yolanda Sánchez Ogás. Editado por el XIX Ayuntamiento de Mexicali. Marzo de 2009. 147 páginas. Formato 18 x 21 cm. Edición rústica. Contiene una serie de lecturas mínimas sobre los principales acontecimientos de la historia de Mexicali. Dedicada a los niños y jóvenes, principalmente. De venta en el Archivo Histórico Municipal de Mexicali, ubicado en la Casa de la Cultura, Madero y Altamirano, Zona Centro. Historia de la educación en Mexicali. Hermenegildo Pérez Cervantes. Editado por el Instituto de Cultura de Baja California. Octubre de 2008. 397 páginas. Formato 22 x 28 cm. Edición rústica. Reseña los sucesos históricos de la educación en Baja California y Mexicali, de la época colonial hasta nuestros días. Especifica lo realizado en cada periodo del gobierno estatal, reseña el origen de las escuelas más importantes y describre la biografía de los principales maestros y educadores. De venta en el Archivo Histórico del Estado, ubicado en Avenida Pedro F. Pérez y Ramírez núm. 202, Zona Centro. Historia de la Asociación de Charros de Mexicali, A.C. Edición Conmemorativa 50 Aniversario. 1959-2009. Armando Rodríguez Rosales. Editado por la Asociación de Charros de Mexicali, A.C. Enero de 2009. 145 páginas. Formato 35 x 29 cm. Edición de lujo. Profusamente ilustrado con fotos a color y blanco y negro, reseña los hechos históricos más sobresalientes de la charrería en Mexicali. De venta en la empresa Zahori, ubicada en Calzada Héctor Terán Terán, Kilómetro 2.5, teléfono (686) 559-10-00. Episodios universitarios R.C.B. E n abril de 1977, el rector Rigoberto Cárdenas Valdez recibió en comodato del gobierno del estado el antiguo edificio del Palacio de Gobierno Estatal (construido por Esteban Cantú a partir de junio de 1919) para instalar en él la Rectoría de la Universidad Autónoma de Baja California. El gobernador Milton Castellanos Everardo tomó la decisión de entregar el edificio a la Universidad, una vez que el gobierno estatal pasó a ocupar las nuevas instalaciones del centro de gobierno construido por su administración. El evento fue todo un acontecimiento al cual concurrió un número considerable de universitarios. En fecha posterior, el 10 de agosto de 1983 el gobernador Roberto de la Madrid entregó en propiedad a la Universidad el mencionado edificio, como también todo el terreno donde se ubica, jardines, teatro al aire libre y edificio anexo. De esa manera fue como la Rectoría de la Universidad obtuvo una sede permanente, después de que por más de 20 años anduvo trashumante por varios recintos: primero: un salón de la Escuela Cuauhtémoc, Zona Centro (1957-1959); segundo, Centro Detector de Cáncer del Hospital General y consultorio del doctor Santos Silva Cota, rector (1959-1964) en calle F núm. 140, sección segunda; tercero, local rentado en calle B núm. 359, Sección Segunda (1964-1966); cuarto, local rentado en avenida Obregón núm. 861 entre calles A y B, Sección Segunda (1966-1970); quinto, edificio rentado en Paseo del Valle número 15, Fraccionamiento Jardines del Valle (1970-1977). Y a partir de abril de 1977 a la fecha, junio de 2009 (32 años) la Rectoría de la Universidad Autónoma de Baja California ocupa lo que fue el Palacio de Gobierno del distrito (1922-1932), territorio (1932-1952) y estado de Baja California (1952-1977). De izquierda a derecha, primera fila Eduardo Jáuregui Félix, Luis López Moctezuma, Pedro Mercado Sánchez, Rigoberto Cárdenas Valdez, Milton Castellanos Everardo, Santos Silva Cota, Rafael Soto Gil, Héctor Guerra Echegaray. Segunda y tercera filas: Adalberto Walther Meade, David Piñera Ramírez, Francisco Gutiérrez Espinoza, Jesús Romo, José Luis Márquez, Luis Nápoles, Mario Gutiérrez, Socorro Aguilar, Margarita Ortega Villa y Daniel Olivas Beltrán, entre otros.