Marzo de 2016 - Revista Epocas

Transcripción

Marzo de 2016 - Revista Epocas
EDICIÓN
Precio Público : $ 8.700
No.150
Los problemas
de faldas
en la política
1
ww Edi
w. cion
rev es
ist an
ae te
po rio
ca re
s.c s
om
Marzo de 2016
ontenido
No. 150 • Marzo de 2016
22
6
30 34
46
14
36
41
La casa del crimen
Por: Juan José Saavedra
6
¿Qué pasó con las enaguas? 13
Por: Mario Posada Mejía
EL FUTURO SE VE MEJOR DESDE LA COLINA
Por: Ximena Iragorri Casas
Colegio Gimnasio La Colina
22
El Mito del hombre 28
Por: Armando Barona Mesa
Poder, deseo y ambición 30
Caliwood
Teatro Colón 34
44
42
28
Por: Francisco Mejía-Azcárate
41 El Cardiólogo
Por: Leonardo Medina Patiño
42 La música de…
aquellas épocas - Primer parte
Por: Mario Humberto Lopera O.
44
El banquetero y el anacobero
46
Las Ciudades
Por: Jaime López Ramírez
Por: Antonio Joaquín García Sierra.
49 Su Memoria Sobrevivirá a Su Época
50 Caricatura
www.revistaepocas.com
Marzo 10 de 1956 36
Por: Tobías Carvajal Crespo
DIRECTOR: Raúl Fernández de Soto / CONSEJO EDITORIAL: Soffy Arboleda de Vega, Julián Domínguez Rivera, Ricardo Alberto Lenis Steffens,
Mario Fernando Prado López, Mario Posada Mejía, Luis Guillermo Restrepo Satizábal / DIRECCIÓN COMERCIAL: Claudia Constanza Orozco /
ASESOR COMERCIAL: Santiago Ruiz Fernández de Soto / DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Luis H. Mesa Ch. / CARICATURAS: Orlandobé
PUNTO DE VENTA: SUR Librería Nacional - Unicentro / TEQUENDAMA Librería Nacional - Cosmocentro • Librería Nacional - Palmeto Cll. 9 Cra. 50
/ OESTE Librería Nacional - Unicentro- El Emporio / PEÑÓN Merequetengue - Cra. 2 Oeste No. 2-73 / CENTRO Librería Nacional - Plaza de Caicedo
/ VERSALLES Tienda Gourmet - Club Colombia / NORTE Librería Nacional - Centro Comercial del Norte • Librería Nacional - Bulevar Santa Mónica •
Librería Nacional - Chipichape • Librería Nacional - Éxito / BOGOTÁ Librería Central - Cll 94 No. 13-92 / TULUÁ Stella Botero Zafra - Cll. 32 No. 26-49
Las opiniones de los cronistas y columnistas son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente la ideología de la Revista Épocas
SUSCRIPCIÓN 6800 800
Calle 13 No. 8-54 Piso 2 / Cel.: 311 634 3375
E-mail: [email protected]
Cali-Colombia.
Ediciones anteriores Revista Épocas
2
www.revistaepocas.com
3
4
Milena Daza de Prado y sus hijos: Carlos Alberto, Francisco José y Fabio Prado Daza
Jorge Alberto Botero Giraldo, Luis Gonzalo Lourido Córdoba y Luis Bernardo Pérez Garcés.
De Épocas Pasadas
En Estas Épocas
5
La casa del crimen
Por: Juan José Saavedra.
al que le decían “Pleonasmo”– y esa
noche hubo una fiesta con doncellas
campiranas que dejó la sala llena de
botellas vacías. De allí en adelante no
pudo volver a oír “El baión de Madrid”
sin acordarse de “Pleonasmo”.
El juez consiguió que les alquilaran
otras dos mulas, para él y el secretario;
les cobraron apenas diez pesos por cuadrúpedo, pero al aplicarles las espuelas
sin que se dieran por aludidas comprendió que habían sido miserablemente estafados. Con ellas de la brida
llegaron a Altamira, y la compensación
estuvo en el cielo azul, en el viento, en
la congestión prodigiosa del Nudo de
Almaguer, en el guarapo rubio, y en
las muchachas, rubias también, que lo
servían.
— ¿Rubias?
L
as bancas de la chiva estaban ocupadas por esa clase de gente que
viaja en chiva y al “doctor”, por ser
el juez, le cedieron el puesto principal,
al lado del chofer. El tablero era un
muestrario de Vírgenes y Cristos y por
el espejo retrovisor pudo ver, en medio
del abigarrado paisaje, un marrano,
varias gallinas, y a una india con su cría.
amigas a lo largo de la Panamericana,
y la primera parada fue en Timbío. El
auriga dejó su puesto en el automotor
por una posición mucho mejor y los
pasajeros tuvieron que esperar a que
el casanova del volante se tomara una
cerveza antes y se fumara un cigarrillo
después, de conformidad con el sápido
consejo de Brigitte Bardot.
“La Presurosa” arrancó cuando al destartalado aparato no le cabía un bulto
más, sin contar al chofer. Éste, un atorrante con un aliento como para disolver manifestaciones, tenía una recua de
En Rosas cruzaron a la izquierda y
luego de recorrer una trocha como
para no volver, llegaron a San Miguel.
El incipiente jurista se apeó en la casa
de un condiscípulo –el “gordo” Grueso,
6
—Si, por aquello del enclave español
que prosperó en estos territorios antes
de que el gran terremoto cegara las
minas.
Luego siguieron por el profundo cañón,
por el camino de herradura que se pegaba como piel a la montaña y al promediar la tarde llegaron a La Vega, un
poblado de casas blancas con techos
de paja. Ni arcos, ni banda municipal,
ni discurso del alcalde.
El que la fundó debió ponerle La Paz. Los
vegueños no ponían arcos, pero tampoco problemas, y la vida transcurría
mansamente. Las Farc no se habían
apoderado todavía de ese cañón, para
volverlo parte de su armamento, y aún
era posible caminar por esos rumbos
sin ángel de la guarda.
derecha y allá, en un rincón iluminado
por la luna, vio una figura con el hábito
y la capucha de los monjes, que lo miraba fijamente con unos ojos brillantes
y alucinados.
El juez se hospedó en un cuartito sin
ventanas y un día cualquiera, paseando
por las afueras del pueblo, se encontró con una enorme casona colonial.
Deshabitada, se levantaba en medio
de un bosque de eucaliptos, y a la luz
del día se mostraba como un lugar aislado, propicio a la lectura y al reposo.
La alquiló por un canon mensual que
lo sorprendió por lo bajo y se trasladó
con el secretario a una vivienda que
le habría quedado grande a la familia
de Madam Curí, una señora apodada
así porque había dado a luz a doce
vástagos. Tenía cabida para diez personas –la señora no, la casa– y daba
la impresión de haber permanecido
desocupada durante mucho tiempo. El
dueño se encargó de hacerla barrer, de
cortar la maleza, de limpiar el camino,
de ajustar las puertas, y ese mismo día
se trastearon.
Aterrado, Julián gritó y llamó al secretario, pero cuando Diego llegó, la aparición ya había desaparecido. Pasaron el
resto de la noche en vela y a la mañana
siguiente fueron a la casa del dueño a
narrarle lo sucedido y a proponerle que
deshicieran el trato. El señor aceptó y
entonces les contó que esa casa había
sido construida en el siglo XVII por un
caballero español, don Lucas de Mendoza, quien se fue a vivir en ella con su
esposa, una joven mujer de extraordinaria belleza, emparentada en España
con la Casa de Alba. En sus tiempos de
esplendor los salones, iluminados por
arañas traídas de Venecia, decorados
por cuadros y tapices, llenos de muebles comprados en Europa, les sirvieron
de escenario a banquetes fabulosos.
Luego la población se vino a menos,
pero hubo unos años de la Conquista
en que Almaguer y La Vega fueron
más importantes que Popayán. Doña
Cristina, que así se llamaba la esposa
del caballero, era una dama devota,
de comunión y misa diaria, que tenía
como confesor a un fraile misionero
de los que estaban evangelizando a
los indígenas de Pancitará. Don Lucas
tuvo que viajar a su encomienda de San
Sebastián y le dijo a su esposa que estaría ausente durante una semana, pero
al otro día tuvo que regresar y al llegar
a su casa y entrar a la alcoba encontró
a doña Cristina y al fraile, desnudos, en
la cama del matrimonio. Don Lucas le
echó mano a la espada y en el mismo
tálamo mató al fraile; la señora escapó
y se refugió en la cocina, pero hasta
allá fue el capitán y le asestó catorce
estocadas.
Pusieron sus bártulos en dos habitaciones que daban contra el largo corredor,
y en dos mecedoras desvencijadas se
prepararon para asistir a los rituales
propios del ocaso, pero vieron con sorpresa cómo el lugar, que durante el día
refulgía, lleno de luz, al llegar la noche
se transformaba en un sitio sombrío en
el que sólo se escuchaba el viento del
verano. No había luz eléctrica, tenían
que alumbrarse con lámparas, y esa
noche no pudieron dormir por el ruido
que hacían las ventanas al ser azotadas
por el viento.
Pasaron algunos días y una noche los
sonidos aumentaron. Ya no era solamente el golpe seco de las maderas
sino el aullido del vendaval. La violencia
de los golpes de una puerta hizo que el
juez saliera al corredor. Era plenilunio,
y cuando estaba ajustándola miró a su
La justicia de Popayán asumió el caso
y adelantó el proceso, y como doña
Cristina estaba emparentada con las
7
familias más notables de la ciudad, fue
condenado a muerte, pero el señor De
Mendoza apeló y la Audiencia de Quito
lo absolvió.
No era la primera vez que el fraile se
aparecía, les confesó el dueño, y la casa,
por esa razón, se mantenía desocupada. Un señor persistió en vivir en ella,
a pesar de las tenebrosas historias que
se contaban, y su esposa terminó loca
en el manicomio de San Rafael. Sólo era
habitable durante el día, hasta que se
ocultaba el sol, porque de ahí en adelante la mansión quedaba en poder de
la oscuridad, del viento y los espectros.
El juez regresó al cuartucho sin ventanas, pero sin fantasmas, y pudo volver a
dormir, sin perjuicio de las largas siestas
que se administraba cuando estaba
trabajando en el despacho.
En Estas Épocas
Felipe Castro Otoya, Lucía Otoya de Castro y Adolfo Felipe Castro Castro.
Valentina Martínez Botero y Óscar Astudillo P.
8
9
En Estas Épocas
Carlos Briker y Olga Mercedes Arenas Sinisterra.
Olga Mercedes Arenas, Laura Turbay Arenas, Sthepany Arenas, Carlos Briker, Gabriel Turbay Arenas, Cristina Briker Saa, Andrea Briker Ángel y Johan Briker Ángel.
10
11
Bachilleres Promoción 1972, Colegio Sagrado Corazón.
Primera fila sentadas: Martha Piedad Delgado, Stella Martínez, Maria Teresa Ángel, Adriana Villegas y Juliana Gonzalez.
Segunda fila: Blanca Victoria Cardona, María Isabel Mejía, Ana Lucía Ortega, Olga Lucía Victoria, María Delfina Sanclemente, María Eugenia Victoria, Leyla
Kure, Julia Isabel Guzmán, Rosa Amelia Calad y Beatriz Mejía.
Tercera Fila: Martha Cecilia Cardona, Yolanda María Navia, Marta Lozada, Adela María Calero, María Fernanda Cabal, María Virginia Garcés, María del Carmen
Londoño, María del Rosario Henao, Beatriz Eugenia Rojas, Vivian Blum, Clara Eugenia Garcés y Margarita Rosa Garrido.
De Épocas Pasadas
12
¿Qué pasó con las enaguas?
Por: Mario Posada Mejía
D
e pronto alguna amable lectora
que peine canas aunque ocultas,
me lo podrá responder. Sería
interesante en estas mismas páginas
de ÉPOCAS que tanto se esfuerzan recordando. O a lo mejor, buscará en el
cuarto de San Alejo las últimas que usó
para comprobar su gusto y utilidad, o
inclusive para recordar.
la falda, pero jamás que yo recuerde
elevar las naguas. Subirse entonces
las enaguas, era un ritual privado y
dispendioso que exigía la habilidad
que solamente otorga el género. Poder
contar de qué color eran las de fulana
o las de sutana, otorgaba arrestos de
investigador nato, cuya experticia no
trascendía la curiosidad.
¿Las recuerdan?, desaparecieron. Tal vez
habrá algunas por ahí en algún museo;
se trataba de una especie de escudo o
barrera protectora no sabemos de qué,
se las ponían las damas debajo de las
faldas. Solían ser transparentoides me
acuerdo; como de satín o de raso, livianas y vaporosas. Ocupaban sin duda un
lugar privilegiado en el que pretendían
me imagino yo, dar cuerpo a la falda que
también está en vía de extinción, y eso
me deprime. Común resultaba la solidaria frase entre contertulios avisando sin
pudor alguno: “a fulanita, se le salieron
las enaguas” cuando no, “las naguas”.
Suelo preguntarme a dónde nos llevará
esta evolución tan acelerada que dejó
las enaguas al olvido y de paso las
faldas, en medio de la cual aparecen
nuevas modas algunas de ellas sin
duda bienvenidas: pantalones rotos
más caros que los buenos, blusas de
un solo hombro, pretinas casi a los rodillas o descaderados que llaman, unos
pantalones que no se comen pero les
llaman chicles, con lo que se pretende
sin éxito borrar lo que más se les nota,
y me refiero tan solo a lo que vemos.
Pienso a ratos, que afortunadamente
no duramos 200 años como Matusalén,
para mantener viva la ilusión y no dejar
arrollar del modernismo las sensaciones gratas.
No supe al fin cómo se dice, puesto
que lo pregunté y quienes podían
contestarlo lo evaden para no revelar la
edad, entonces lo busqué en GOOGLE
y no tiene ni idea. Tampoco figura en
el DRAE ni por la E ni en la N y pensé
con preocupación, cuántas palabras se
habrán salido sin darnos cuenta, por
entre las orillas de sus páginas.
Algún resorte de tantos que usan ellas
se distendía. “Se me estiró el resorte”
exclamaban llagando la debacle, puesto que un ribete de encaje blanco y coquetón asomaba por debajo del borde
de la bata, delatando el único secreto
delatable, así como el único conocido
por quienes iniciábamos la curiosidad,
tan antigua como la humanidad.
Los aires frescos que llegaban Farallones abajo provenientes del mar, remolinaban maliciosamente a la altura de
las rodillas, logrando tan sólo blandear
13
Desde estas páginas los que recordamos el pasado y sus imágenes, seguiremos haciendo remembranzas de
todo aquello con lo cual vivimos algún
día, aferrados a la evocación y a lo que
pasó, tratando de detener el tiempo
pues aunque en ocasiones se quiera
olvidar, sucedió, como la existencia de
las naguas…
De Épocas Pasadas
En la fotografía superior, casa construida por el Señor Emiliano Otero en la que habitó inicialmente con su familia y posteriormente
habitada por la familia Daccach; ubicada en la avenida cuarta norte con calle 12. Una vez demolida, en su lugar construyó el arquitecto
Jorge Hernán Mejía el “Palacio Rosa”, (Fotografía inferior) al que también se le llamó el “Palacio del cuento”
14
15
De Épocas Pasadas
En Estas Épocas
Alberto Báiz Matuk, Florencia Mariño Lozano, Carlota Ariza de Garcés, Fernando Garcés Lloreda y María Victoria González.
1989. Sentadas: María Clara Múnera, Ana Lucía Ulloa, Beatriz Mejía y Rocío Uribe. De pié: Stella Martínez y Ana Lucía Ortega.
Álvaro Escobar Ch. y Anna María Ferraiuoli.
16
17
Reunión bachilleres Berchmans 1968:
Primera fila: Gabriel Carrasquilla, Eduardo Arias, Luis Fernando Calero S.J., Apolinar Guzmán, Jorge Góez y Alberto José Sánchez. Segunda fila: Misael
Alberto Botero, Juan José Uribe, Carlos Eduardo Armenta, Alfredo Pedroza, Carlos Alberto Botero, Hans Bonheim, Juan Guillermo Castañeda, Carlos
Alberto Garcés y Hugo Salazar. Tercera fila: Alberto Guillermo Ramírez, Jesús Antonio Mendoza, Manuel Francisco Tenorio, Iván Darío Aguirre, Pedro
Rafael Jaramillo, Rodrigo Peña, Carlos Hernando Azcárate y Mauricio Villamil.
De Épocas Pasadas
En Estas Épocas
18
Julián Domínguez Rivera, Maurice Armitage Cadavid y Francisco José Lloreda Mera.
Los cubanos Félix Bernal y Miguel López Lage.
19
En Estas Épocas
Guillermo Londoño, Danilo Ceballos, Rodrigo Bueno, Yaneth Valencia, Augusto Ilián y Gabriel Illescas.
Beatriz Ayala Salinas, Jaime Vargas López, Stella Solanilla Ayala, Ana Cristina Lozano Arana y Enrique Domínguez Ayala.
20
21
EL FUTURO SE VE MEJOR DESDE LA COLINA
Colegio Gimnasio La Colina
Por: Ximena Iragorri Casas
Ese día, 2 de junio de 1985, nos cambió
la vida a todos y la mía dio un vuelco
radical: de ser una estudiante de diseño
arquitectónico y decoración pasé a ser la
cabeza visible del colegio.
Durante estos años el colegio La Colina
ha crecido en todos los sentidos y por sus
puertas hemos pasado miles de personas
entre alumnos, profesores, empleados,
rectores, asesores, amigos y padres de
familia, quienes construimos día a día la
historia del Gimnasio La Colina.
E
n 1975, hace 40 años, mi mamá Rosario Casas, hacía realidad su sueño
de retomar la vida de profesora que
había dejado a un lado cuando se casó y
tuvo sus hijos. Fuimos 5 en total y la razón
por la cual Rosario determinó que la fecha
de cumpleaños del colegio era el 22 de
octubre, es porque un 22 de octubre,
cuatro años atrás, había nacido la menor
de nosotros, quien murió al día siguiente
dejando un vacío enorme en la familia.
Rosario Casas de Iragorri abrió las puertas
del Preescolar Las Casitas en una casa de
Santa Teresita, en el Oeste de Cali, con 12
alumnos y 3 maestras jardineras.
5 años más tarde mi mamá decidió convertir el preescolar en colegio, porque
le dolía demasiado ver a sus niños irse a
otras instituciones para continuar con su
formación académica y entonces inspirada en su pasado bogotano (los colegios
en Bogotá se llaman Gimnasio… algo)
bautizó al colegio Gimnasio La Colina y
acá en Cali llamaban a averiguar si en
el gimnasio había clase de aeróbicos y
rutina de pesas…etc.
El colegio no empezó con todos los Niveles de Kínder a 11º abierto en simultánea,
sino que el grupo de niños que iba en el
último nivel del preescolar pasó a kínder
y luego a transición y así sucesivamente
hasta llegar en 1992 a convertirse en el
primer grupo de graduados del Gimnasio La Colina. Un pequeño grupo de 13
estudiantes:
Hoy ya son 24 promociones de
Colinos!
Hace 30 años, cuando el colegio se preparaba para iniciar el último grado de
primaria, mi mamá perdió la vida en un
accidente, junto a 3 personas más.
22
Celebrando los 40 años del colegio,
necesariamente recordamos con
mucha nostalgia, a quienes hicieron
parte muy activa de la familia colina
y que hoy ya no se encuentran entre
nosotros: mi mamá Rosario Casas de
Iragorri fundadora y creadora de esta
hermosa obra, mi papá César Iragorri
Holguín, quien la apoyó incondicionalmente, mi abuela Maruja Otoya de
Casas, mejor conocida como “Mamama”, profesora de arte de tantas generaciones y artista por mandato divino,
el profesor Diego Sarria quien aunque
no alcanzó a ser nómina de La Colina,
estaba diseñando mano a mano con
Rosario el bachillerato y Alfredo
Tenorio Sardi, abogado, uno de los
mejores amigos de mis padres, quién
ayudó a Rosario en la redacción de los
estatutos de la Fundación Cultural Las
Casitas, entidad sin ánimo de lucro y
propietaria del colegio Gimnasio La
Colina, pues desde el principio Rosario
dejó muy claro, que su interés no era
lucrarse con la educación.
niña ¿Y tú qué tienes en la cola?, ella
responde “Bollos”.
Nos llena de satisfacción y orgullo y nos
sirve como clara demostración, de que lo
que hicimos en compañía de las familias
fue muy bien hecho… y son nuestros
egresados a quienes vemos por la vida
realizando sus sueños y sus trabajos con
compromiso y honestidad, amando a su
país y a sus semejantes y siendo felices.
Especialmente a la junta directiva de la
Asociación de Exalumnos, muchas gracias por estar participando activamente
en el colegio, por sus demostraciones de
afecto y por querer colaborar y compartir
con nosotros actividades como el picnic.
El mejor regalo para mí, es que tengan su
colegio en el corazón! Sigan trabajando
duro para que esta asociación deje huella
no sólo en nuestro colegio, sino también
en nuestra ciudad.
La profe pregunta a los niños: ¿Qué
trajeron de fruta? Y una niña responde:
“Nalgadilla”
Cómo no compartir unas pocas, de
tantas anécdotas que hemos vivido
gracias a los alumnos más pequeños
del colegio que han escrito con su
inocencia y desparpajo las páginas
más divertidas e irreverentes de este
establecimiento.
Hoy estamos felices con la llegada de
un nuevo integrante de esta familia
colina, el rector Geoffrey Watson,
inglés colombianizado, casado con
caleña, predestinado para estar en La
Colina… cumple años casi el mismo
día; literato de amplia trayectoria en
el campo académico, administrativo,
con maestría en liderazgo y gerencia
educativa en Londres.
Un niño llega tarde al jardín y la profe le
pregunta: Qué te pasó? A lo que el niño
responde… a mi mamá le dio llantitis..
y otro niño que estaba muy atento
oyendo, dice: yo sé que es eso!! Uno se
pone amarillo y gomita y gomita.
Un niño al que le pregunta su tía, señalándome a mí, en un club de Cali,
que si él sabía quién era yo, a lo que él
enseguida le responde, pues claro “ella
es la profe de la portería” de mi colegio.
(por la costumbre que tengo de recibir
los niños en la portería en la mañana).
La profe le pregunta a los niños: “Qué
tienen los pájaros en la cola? Ellos
responden: Plumas. Qué tienen las
jirafas en la cola? Ellos responden:
Pelos. Por último le pregunta a otra
En la clase una niña estornuda, la profe
le dice “Salud” y ella responde “Nooo..
así no se llama, se llama tos”
Y remato con esta anécdota que ha
hecho historia… Un niño con apenas
5 años, que se cruza conmigo por uno
de los caminos del colegio y lo saludo
jocosamente diciéndole.. “hola cara de
bola” y el niño me contesta con toda
la naturalidad y la inocencia… “hola
cara de teta”!!!
Volvamos al presente. Hoy el colegio
está conformado por 460 estudiantes
y 110 empleados.
Inicia su labor con la aceptación y cálida
acogida de toda la familia colina. Geoff:
Mil gracias por desear ser parte de esta
bella historia !Bienvenido de nuevo al
colegio más lindo del mundo!
Con Geoff y el apoyo de todo nuestro
equipo, trabajamos en la estrategia
mirando al futuro y tenemos claro que
hay un objetivo esencial, que es formar
personas felices que aporten cosas buenas a la sociedad, líderes generadores de
paz, respetuosos de la familia, amantes
de Dios y de la Patria, solidarios, trabajadores, honestos con sensibilidad social
y con capacidad de adaptación a las
nuevas tecnologías, que sepamos pasar
23
del llanto a la risa y viceversa, avanzando
con la frente en alto y buena actitud,
reafirmando lo que desde el principio,
Rosario plasmó en el himno del colegio
como su filosofía principal, sabiendo
de antemano que los obstáculos que la
vida nos pone en el camino son oportunidades de aprendizaje que debemos
aprovechar para crecer.
Por eso en el Gimnasio La Colina “alegres
le cantamos a la vida, alegres le cantamos al amor, mirando hacia el futuro,
siempre llenos de ilusión, unidos en la
dicha y el dolor”.
Y como dice al final el himno… Gimnasio
La Colina llevaremos con honor tu nombre
en nuestro corazón.
Recuerden que el futuro se ve mejor
desde la colina!
En Estas Épocas
De Épocas Pasadas
Padres e hijos. Alejandro Martínez Caicedo y sus esposa Elisa Viles Vargas con sus hijos: Paola, Pedro y Nathalie Martínez Viles.
Emilio Otoya Casasfranco, Luisa Naranjo Azcárate, Jorge Naranjo Domínguez y Ximena Azcárate de Naranjo.
Abuelos, hijos y nietos
Adelante: Paola Martínez, Alejandro y Fritz Motschman, Luisa Jaramillo, Andrea Motschman, Daniel Martínez, Isabella Borrero, Pedro
Felipe Martínez Juan Pablo Borrero. Atrás: Pedro Martínez, Sebastián Borrero, Elisa Viles de Martínez, Alejandro Martínez Caicedo, Elisa
Borrero y Nathalie Martínez.
24
25
En Estas Épocas
Cumpleaños número 80 de Gloria de Francisco de Uribe. Le acompañan sus cuatro hijos: De pie: Juan José y Jorge Enrique. Adelante:
Carlos Alberto y María Victoria y Uribe de Francisco.
26
27
NUEVA SEDE CALI
WORLD TRADE CENTER
PACIFIC MALL
En Estas Épocas
Fundada desde 1968
El Mito del hombre
Por: Armando Barona Mesa
U
no de los grandes libros del
momento –De animales a
dioses- es el escrito por Yubal
Noah Harari, un profesor de
la Universidad de Jerusalén, experto
en la historia evolutiva de los seres
vivientes, sobre todo a partir del momento de la erección en dos piernas
del hombre sobre las otras criaturas de
cuatro patas, y la dotación de un cerebro grande, puesto sobre los hombros
de un esqueleto erguido.
La tarea del enfrentamiento contra las
circunstancias de un mundo abrupto
y brutal, que ora debía soportar los
grandes sofocamientos de un clima
aun no decidido, o los horrores de
un frío superior a cincuenta grados
bajo cero o más, en lo que fueron las
glaciaciones, hicieron que el hombre,
es decir el homo sapiens o Cromagnon,
procedente de África, o su pariente
muy cercano, también hombre, Neardental, se crecieran según el clima
caliente o se redujeran en su estatura,
según el frío, demandante de mayores
calorías, muy escasas por cierto. Esa
epopeya del hombre incipiente, llevó
al primero de ellos, con un instinto
de supervivencia exacerbado y una
capacidad mayor de matar por las
primitivas armas que había fabricado,
a destruir y desaparecer de la faz del
mundo a su primo hermano Neardental, con el que había cruzado ya
su ADN. En otras palabras lo asesinó
en uno de los primeros grandes genocidios de la humanidad. Como dijera
Borges, “es el drama de Caín, que sigue
matando a Abel”.
El tema por supuesto es muy largo y
apasionante. Pero lo que me interesa por
el momento resaltar es que en virtud de
su cerebro, soberano ya sobre el planeta
el Sapiens, aun sobre animales y fieras
muy superiores en fuerza y capacidad
de destrucción, en la medida en que
iba progresando con el fuego sagrado,
que conoció la comodidad de la caverna que adornó con dibujos rupestres
muchos de los cuales aun subsisten,
que descubrió el lenguaje y se entendió
con los demás, que hizo vino -siempre
el ser humano hizo vino para escaparse
de su hastío- que creó a un líder que
gobernó, en medio de todo ese caos del
cual intentaba salir, descubrió como uno
de los grandes instrumentos de su vida
social, el Mito, o sea la ficción, que no es
otra cosa que la mentira.
Ésta le dio aliciente para sobrevivir, en
medio de todas sus infinitas dificultades, y aprendió a mentir no solamente
a los demás sino a sí mismo. El Mito, la
ficción o la mentira, eran un producto
invaluable no solo de su imaginación
sino de sus sueños. “No hay dioses en
el universo, no hay naciones, no hay dinero, ni derechos humanos, ni leyes, ni
justicia fuera de la imaginación común
de los seres humanos.” Dice Harari.
Y así ese Homo Sapiens, aparentemente tan débil, creo la mitología
con dioses protectores, vengativos,
justos y esperanzadores que poseían
fuerzas superiores y hechicerías en las
que confiaba para bien o para mal. Ese,
sin duda alguna, es un punto vital de
la antropología.
28
Vale la pena pensar que allí, en ese o
similares momentos, aquellos hombres aprendieron la danza y, para
poder danzar tuvieron que inventar la
música, y dentro de la música fueron
emergiendo los instrumentos primitivos; y de todo este conjunto salió
la poesía, sin la cual aquellos antepasados no habrían podido resistir la
dureza de su vida.
Somos la compañía
que usted necesita
• Vida • Automóviles • Generales
• Fianzas • ARL • Hospitalización y Cirugía
Es pues un capítulo especial de la historia del hombre el descubrimiento de
la mentira y la ficción, que no ocurrió
propiamente cuando uno de los maridos de entonces llegó tarde a su casa.
Líderes en Colombia
para el seguro de empresas
de vigilancia y seguridad privada,
con las coberturas de hurto
y hurto calificado
Ocurrió cuando se dio cuenta de su
propia pequeñez, de su fragilidad y
astucia y de su inteligencia. Harari dice:
“Así, desde la revolución cognitiva, los
sapiens han vivido en una realidad
dual. Por un lado, la realidad objetiva
de los ríos, los árboles y los leones;
y por el otro, la realidad imaginada
de los dioses, las naciones y las corporaciones. A medida que pasaba el
tiempo, la realidad imaginada se hizo
cada vez más poderosa, de modo que
en la actualidad la supervivencia de
ríos, árboles y leones depende de la
gracia de entidades imaginadas tales
como dioses, naciones (toda nación
es una ficción) y corporaciones (que
también son una ficción).”
O sea que el hombre desde siempre ha
sido un gran mentiroso, pero sin duda
alguna un soñador irremediable con
ínfulas de poeta.
NUEVA SEDE CALI:
World Trade Center Pacific Mall
Calle 36 Norte No. 6A-65 / Of.: 1602
PBX: 667 9955 / Fax: 668 5734
/ Cel.: 318 820 04 56
E-mail: [email protected]
BOGOTÁ:
Calle 90 No. 12-28 Chicó
Tel.: 658 25 58
E-mail: [email protected]
Certificado No. SG 2014000778
Manuel José Gutiérrez Toro y Esperanza Cruz.
29
Poder, deseo y ambición
Por: Francisco Mejía-Azcárate
1753 y 176, el destacadísimo ‘Virrey
Solís’ (quien después se arrepintió y
se metió a cura), mantuvo romances
clandestinos con la Marichuela, a quien
amarraba a la cama y le daba látigo;
el General Mosquera se la pasó más
tiempo bajándose y subiéndose los
pantalones que gobernando y Julio
César Turbay, cuando se tomaba dos
whiskeys le mandaba la mano a todo
lo que tuviera falda, sin importar que
fuera el Obispo de Cúcuta, y ahí donde lo veían con sus gafas grandes y su
hablado gangoso, tenía fama de ser un
verdadero Casanova.
Las mujeres
tienen el ‘don’
de perturbar a
cualquier hombre
al que le claven
el ojo.
el puesto que ostenta, puede empezar
a parecerle atractivo a algunas mujeres
por bonitas que sean; de todos es sabido que el poder excita y la ambición
no tiene límites. Además, como no hay
tantos hombres bonitos como mujeres
bonitas pues a más de una bonita por
ley le tiene que tocar un feo.
Lastimosamente, este asunto de faldas
tiene a Colombia patas arriba y distraída de la realidad nacional. Entonces,
Recientemente, uno de los hombres
más poderosos y temidos del mundo,
sucumbió ante la ilusión de tener un
idilio con una bella actriz mejicana que
lo que quería era ganarse su confianza
para que le diera un impulso económico para su fábrica de tequila. De nada le
sirvió al ‘Chapo’ el extraordinario túnel
que se mandó hacer para escaparse,
porque la historia seguirá reconociendo a Houdini como el mejor escapista
de todos los tiempos y durante los 6
meses que estuvo de huida no le quedó
tiempo ni para conquistar, ni siquiera
acariciarle el rostro a la bella actriz,
que estoy seguro no tenía la menor
intención de acostarse con él.
R
azón tenía mi madre cuando decía
que las mujeres tienen el ‘don’ de
perturbar a cualquier hombre al
que le claven el ojo. Desde Sodoma y
Gomorra, hasta nuestros días los hombres han pagado un gran precio político y social por su afición a la lujuria y su
impulso animal de aparearse. Cuando
el Siglo XX llegaba a su fin la prensa
mundial se ensañaba con el escándalo Clinton-Lewinski, que nos desveló
por meses, y que posteriormente fue
perdonado por Hillary a quien no le
convenía separarse porque desde entonces aspiraba a ser la primera mujer
presidente de los Estados Unidos. Sin
embargo, antes que Clinton se dejara
pillar, John F. Kennedy, dio rienda
suelta a sus impulsos sexuales y pasó
por las sábanas varias damas de la alta
sociedad americana y por supuesto
de Hollywood. O es que no recuerdan
su tórrido y escandaloso romance con
Marilyn Monroe, el eterno símbolo sexual estadounidense. Franklin Delano
Roosevelt, presidente de Estados Unidos en cuatro oportunidades, mantuvo,
por muchos años, una relación amorosa
con Lucy Page Mercer, la bella secretaria de su esposa Eleanor, quien además
30
de ser extremadamente fea, parecía no
importarle porque ella también prefería
la compañía de mujeres. Mucho antes
de eso Thomas Jefferson, redactor de
la Declaración de Independencia de
los Estados Unidos y tercer presidente
de ese país, tuvo tres hijos, que nunca
reconoció, con Sally Hemings que era
una esclava negra, hija del suegro de
Thomas Jefferson, John Wayles, con
una esclava y por tanto, hermana media
de su propia esposa.
Por estos lares, quien fuera la máxima autoridad del Virreinato entre
Pero los enredos de faldas de los hombres famosos y poderosos son pan de
cada día y nuevamente en Colombia
estamos viendo un feo final de una novela que se fue mal-escribiendo entre
un servidor público, con mucho poder y
su secretaria, una preciosa y joven abogada que fuera reina de belleza. No sé
cómo termine este asunto, pero no creo
que él sea tan culpable como lo acusan,
ni ella tan inocente como se declara.
Claro que el señor es mayor y muy feo
y ella es joven y muy bonita, entonces
de entrada pareciera un caso de ‘acoso
laboral’ buscando réditos sexuales. Sin
embargo, un feo que además está adornado con todo ese poder que le genera
El destacadísimo
‘Virrey Solís’ (quien
después se arrepintió
y se metió a cura),
mantuvo romances
clandestinos con la
Marichuela, a quien
amarraba a la cama
y le daba látigo.
31
nadie parece darse cuenta que los
buscadores de oro se están robando
los ríos, la corrupción en la refinería de
Cartagena se robó medio país y que la
sequía de la Guajira ha generado una
verdadera catástrofe humanitaria. Ya
que Juan Pa, debido a sus múltiples
compromisos, no tiene cabeza para
darle una mano a los moribundos
niños de la Guajira, y ninguno de sus
ministros siquiera ha ido a ver qué es
lo que pasa allá, ¿porqué no mandan a
Jorge Barón con su poderoso chorro de
agua para que al menos les grite “agüita
pa’mi gente”?
En Estas Épocas
De Épocas Pasadas
Tres Generaciones. Sonia Lucía Orozco de Giraldo, su hija María Beatriz Giraldo Orozco, su yerno Edgar Salas Sánchez y sus nietas
María Antonia y las gemelas Camila y Lucía Salas Giraldo.
| @LA14SA
Danilo Roldán Luna y sus nietos: Felipe y Alejandro Maldonado Roldán.
SIEMPRE
TE DA MÁS
$
Por cada
Participa en el sorteo semanal
de uno de los 24 BONOS
MULTICOMPRA por valor de
.000
1.014.000 c/u
en compras
Fecha Inicio: Enero 23 de 2016 • Fecha Final: Junio 22 de 2016 • Último Sorteo: Junio 25 de 2016
Los sorteos se realizan en Calima Bogotá y Cali todos los sábados. Consulta condiciones y restricciones:
www.almacenesla14.com.co • www.calimacccali.com • www.calimaccbogota.com
*
**
Úsalas para comprar
***
* Aplica solo para la ciudad de Pereira
*** Aplica solo para Valle del Cauca
Patricia Posada y Carlos Arturo Madriñán.
Diego Martínez Lloreda y Eduardo Posada Corpas.
**** Aplica solo para la ciudad de Cali.
SUPERINTENDENCIA FINANCIERA
DE COLOMBIA
Fechas de sorteo
Supermercados
32
****
** Válido para la ciudad de Bogotá. Aplica solo para compra de Electrodomésticos
33
Enero 23 - 30
Febrero 6 - 13 - 20 - 27
Marzo 5 - 12 - 19 - 26
Abril 2 - 9 - 16 - 23 - 30
Mayo 7 - 14 - 21 - 28
Junio 4 - 11 - 18 - 25
En Estas Épocas
Teatro Colón
Imagen de 1947, con el público
aglomerado a la entrada de una
función. El teatro estaba situado en
el Edificio Hotel Columbus, contiguo al Parque Colón y a la Iglesia
de Santa Rosa, en el barrio del
mismo nombre, sobre la Calle
11 entre Carreras 9a. y 10a. de
la ciudad de Cali. El edificio fue
construido por el empresario
hotelero Adolfo Aristizabal y
diseñado con estilo art-deco
por los arquitectos Gerardo
34
Posada, I. Victoria y Arturo
Michaelsen. Fue la edificación más alta de Cali en esa
época, con una torre central
de 7 pisos. Ambos, Hotel
Columbus y Teatro Colón
fueron inaugurados el 28
de junio de 1943. La sala de
cine ofrecía verdaderos adelantos modernos como aire
acondicionado y tenía una
capacidad para acomodar a
749 espectadores. En el aviso
luminoso del teatro se puede
leer el nombre de la película
de la 20th Century Fox que
era exhibida aquella noche:
“El Capitán de Castilla, con
Tyrone Power, Jean Peters y
Cesar Romero”. El teatro fue
clausurado hace varios años.
En Caliwood el Museo de la
Cinematografía se conserva una bellísima silla, original, también con diseño
art deco, que fue usada por décadas
en el recinto y entregada a la institución por don Jorge Aristizábal Alvira.
También fueron facilitados al Museo
dos magníficos proyectores de cine,
de la marca Simplex E7, con lámpara
Ashcraft, que fueron utilizados metódicamente, para efectuar miles de
exhibiciones de largometrajes de 35
MM, con el sistema del arco voltaico.
Para más información consulte www.
caliwood.com.co
1990. María Leonor Revéiz, María Delfina Sanclemente, Olga Lucía Victoria, María Isabel Mejía y María Consuelo Gómez.
35
Marzo 10 de 1956
¡...y el Cali desapareció!
Por: Tobías Carvajal Crespo
del Fútbol Argentino) una de las más
perjudicadas y otras entidades rectoras
del balompié suramericano. Tan buenos eran aquellos futbolistas que de
haber vivido en esta época estarían en
los más linajudos oncenos de España,
Italia, Alemania, etc.
Esa ‘piratería’ -pues el fútbol y ahora más
que nunca ha estado siempre corrompido- concluyó con la firma del denominado ‘Pacto de Lima’, acuerdo que obligó a
cada uno de los jugadores de la denominada época de ‘eldorado’ a retornar a
sus equipos de origen, luego de algunas
‘componendas’, tratando siempre cada
Federación del continente, víctima de
los irregulares manejos colombianos, de
sacar el mayor beneficio económico. Es
una historia bastante larga.
El ya citado ‘Pacto de Lima’ que entró
en vigencia en 1954, dejó muy maltrecha la formación titular de los mejores
equipos, caso los representantes de
Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla,
Cúcuta y el viejo Caldas en general. Los
‘Clásicos’ del lustro ya citado dejaron
de capitalizar la atención de miles de
aficionados y pasaron a ser juegos sin
pena ni gloria con apenas dos o tres
mil personas en las tribunas. La crisis
de figuras y por ende la facturación en
las taquillas, por los suelos.
Deportivo Cali, versión 1955,
que terminó colero del torneo.
De pie de izquierda a derecha:
Héctor Girón, Ranulfo Vidal, ‘Pini’
Dávila, Saulo Tejada, Hernán
Martínez y Oscar Saavedra.
Inclinados mismo orden: Marcos
González, Vicente Bríñez, Eusebio
Escobar, Edgar Mosquera y Vicente
Pinillos.
E
ntre los años 1949 y 1953, inclusive, se vivió en Colombia el
quinquenio del fútbol espectáculo más maravilloso, conocido como
la época de ‘eldorado’, que contó con
el aporte de jugadores argentinos,
peruanos, paraguayos, uruguayos y
algunos costarricenses al lado de una
pírrica cuota colombiana. En síntesis
36
un fútbol prestado que llenó hasta
las banderas los viejos estadio de seis
décadas atrás. Un gran número de
esas figuras deslumbrantes, vinculadas
fraudulentamente a nuestros equipos,
obligó a la intervención del gobierno
del presidente Laureano Gómez a tomar cartas en el asunto a comienzos de
1951, a petición de la AFA (Asociación
La capital del Valle con tres equipos,
América, Boca Juniors (desapareció
definitivamente al finalizar el torneo
de 1957) y Deportivo Cali, tenía una
excesiva ‘oferta’ futbolera para una
afición en desbandada del estadio
‘Pascual Guerrero’ que lucía su primera
gran reforma arquitectónica a raíz de
ser el principal escenario de los VII
Juegos Atléticos de 1954. Además de
lo anterior, desde el 16 de octubre de
1953 (un año antes de entrar en vigencia el ‘Pacto de Lima’) la Dimayor había
reglamentado, sin exigir su puntual
cumplimiento, que la norma oficial era
de dos equipos por ciudad.
La época de ‘eldorado’,
que contó con el aporte
de jugadores argentinos,
peruanos, paraguayos,
uruguayos y algunos
costarricenses al lado
de una pírrica cuota
colombiana.
Así las cosas, América, después de
tomarse un ‘año sabático’ en 1953,
regresó a la lides en 1954, jugando en
el estadio ‘Rivera Escobar’ de Palmira,
mientras Boca Juniors pretendió, sin
éxito, actuar en el torneo a nombre
de la ciudad de Manizales en el viejo
estadio de ‘Palogrande’. Para el certamen de 1955, el estadio sanfernandino,
desolado en todas sus tribunas, como
lo enseñan testimonios gráficos de ese
entonces, sirvió de escenario a la última
campaña profesional de la historia con
tres equipos a nombre de la ‘Capital
Deportiva de Colombia’: América, Boca
y Cali.
Al concluir el mes de diciembre de
1955, Aníbal Aguirre Arias, como
Presidente de Boca Juniors, recordó
a la Dimayor la norma establecida
desde 26 meses atrás, consistente en
la obligatoriedad de sólo dos equipos
por ciudad. Por razones económicas
y fundamentalmente deportivas, uno
de los más prestigiosos equipos de la
época de ‘eldorado’, Deportivo Cali fue
llamado a lo que hoy denominamos
castrensemente ‘calificar servicio’. Y
había razones para ello: a partir del 2
de mayo de 1954, cuando perdió en
Armenia con Atlético Quindío por 1-3,
hasta el 31 de julio de 1955 (15 meses) cuando empató en Cúcuta con el
equipo ‘Motilón’ a dos goles, completó
27 partidos sin conocer la victoria, mitigando intercaladamente ese pésimo
balance con cuatro empates, uno como
local y tres como visitante.
El ‘posconflicto’ vivido por el Cali
después de quedar huérfano de sus
37
grandes figuras fue terrible: luego
de protagonizar 44 partidos oficiales
entre 1954-1955, escasamente ganó
cinco, empató ocho y perdió 31. En
el certamen de 1955 ocupó la última
casilla del tablero, la peor en todo su
glorioso historial.
Pese a los buenos oficios de la directiva del equipo verdiblanco, al mando
de Álvaro Martínez (padre del actual
Presidente, versión 2016) y la postrera
argumentación defensiva de Omar
Méndez, dirigente y periodista de la
misma institución, la Asamblea Extraordinaria de la Dimayor, encabezada
por José Chalela Chalela, determinó el
10 de marzo de 1956, y en virtud de
un mayoritario respaldo, marginar al
equipo ‘Azucarero’ del torneo-56, hecho
que se prolongó -como NO era lo previsto- a todo lo largo de 1957 y 1958.
En Cali quedaron vigentes América y
Boca Juniors.
Desde el banco técnico, la trilogía
de entrenadores de bajo perfil -por
razones económicas- que afrontaron
aquella debacle fueron, en su orden, los
criollos Pablo ‘Colada’ Rojas, Carlos Tulio
‘El Marqués’ Obonaga y el paraguayo
Santiago Rivas, exjugador del Boca.
Tres años más tarde y gracias a la ‘ficha
técnica’ cedida ante la Dimayor, precisamente por Aníbal Aguirre Arias -que
era boquense a muerte- la cuarteta
conformada por Alex Gorayeb, Aurelio
Grimberg, Alberto Bitar y Paul Ziablott
-todos cuatro ya difuntos al igual que
Aguirre Arias- Deportivo Cali ‘revivió’
el 22 de febrero de 1959 a órdenes del
‘filósofo’ Julio Tocker, frente a otro ‘resucitado’, Independiente Medellín, que
habiendo sido campeón en 1957, no
actuó en 1958. Ganó el Cali por 1-0, gol
del paraguayo de adopción, Francisco
Solano Patiño. Ese día y luego en el ‘Atanasio Girardot’ -partido de revancha- el
porteño Delio ‘Maravilla’ Gamboa se
vistió de verde ‘Azucarero’. Nunca más.
Sentados: Manuel María y Enrique Mosquera Fernández de Soto. De pié: Daniel y José Alejandro “Perico” Piedrahita Tello, Maria Beatriz Viana Fernández de Soto, Carlos Andrés “Chico” Piedrahita Tello, Rodrigo Mosquera Fernández de Soto.
De Épocas Pasadas
En Estas Épocas
38
Alberto Zuluaga y Fernando Vernaza Ochoa.
Esteban López Giraldo y Ángela María Benavides Ledesma.
39
De Épocas Pasadas
Adolfo Vera Delgado
El Cardiólogo
Por: Leonardo Medina Patiño
P
ocos hombres tienen la posibilidad de dormir tranquilos, sabiendo que por sus manos y oídos,
ha pasado el pulso de muchos de sus
congéneres – a quienes ha salvado la
vida-, y ahora disfrutan tranquilamente
de la plenitud de su existencia.
1941. Capilla de Santa María de los Ángeles del Liceo Benalcázar. El Padre Agustín Acero bendice el matrimonio de Uldarico Minotta
Rojas y Stella Rizo Gil.
1968. Matrimonio de Alfonso Madriñán Caldas y Ángela Villegas Villegas.
40
Pocos han podido escuchar el ritmo
de un corazón cansado por la fatiga de
muchos años, y de inmediato ordenar
el tratamiento adecuado para que
vuelva latir como antes.
Pocos han podido descubrir, con sólo
auscultar con un instrumento básico de
médico principiante alguna patología
cardíaca, que sólo un oído afinado de
músico sinfónico puede percibir. Saber
que hay un síncope, no musical, o una
alteración de un ritmo, no sólo se logra
con el conocimiento, sino también con
la destreza y el sentir humano hacia el
paciente que se atiende.
esté tan apasionado en el mundo del
arte y la cultura, “es un bicho raro, en
este mundo tan mercenario”.
Pocos no apagan su teléfono celular
al dormir, sólo para que algún amigo
que lo requiera – a la hora que fuereno deje de llamarlo, para él salir en su
auxilio. Me consta.
Pocos prescriben sus fórmulas y diligencian las historias clínicas de sus
pacientes -que por lo general son sus
amigos-, tecleando en la máquina de
escribir donde también escribe sus
poemas -con los dedos índices de cada
mano-, con la esperanza que la poesía y
la receta médica logren conjurar el mal
que aqueja a su paciente-amigo.
Muy pocos, tal vez, han salvado por un
diagnóstico oportuno tantas vidas, y
querer seguir haciéndolo con ese mismo entusiasmo con que aprendía en la
escuela de medicina todas las arterias
del cuerpo, hasta saturar a sus docentes
con los interrogantes.
Poquísimos, han invertido de sus
propios recursos algunos dividendos
para hacer una tertulia mensual que
abarque ciencia, música, poesía, arte
en sus diversas formas, sólo para deleite
del espíritu y el engrandecimiento de la
raza humana. Gabo decía que escribía
“para que sus amigos lo quisieran más”,
y este cardiólogo hace al contrario, nos
embriaga de vino y arte para demostrarnos, sinceramente, que nos quiere,
cada vez, algo más.
Poquísimos, escasos, han conjugado
con el mismo fervor la medicina con el
arte, sabiendo que ambas son una. La
de sanar el cuerpo y mente, y la otra, de
aliviar el espíritu. Tanto, que otro cardiólogo me decía en pasados días, que un
especialista que haga poesía, pinte y
Pocos están siempre atentos al surgir
de nuevas voces, al descubrimiento de
artistas en su etapa inicial, de hombres
nobles que pasan por su consultorio
forrado en obras pictóricas, libros y
discos compactos que hacen de ese
espacio un refugio cultural que equi41
Adolfo Vera Delgado y Armando Barona Mesa
libra la balanza desbordada por tanto
daño, haciendo menos pesado a Atlas
este globo. Y acuden a él buscando
apoyo a sus iniciativas, encontrando un
co-equiperos que puede hacer sólida
una idea, como el caso de “Herencia de
Timbiquí” que estuvieron en su tertulia
cuando no eran sino un grupo de jóvenes del pacífico, dispuestos a alegrar
con su música estos contornos.
También doy fe que gestionó recursos
para ver publicada la obra “Memorias
musicales del Valle del Cauca”, que
el musicólogo Enrique Millán tenía
engavetada, ante la falta de solvencia
económica para editarla.
Pocos como el cardiólogo e internista
Popayanejo, han sido “bichos raros”.
Cada vez nos sorprende con su tesón,
su calidez y fraternidad con que nos
recibe siempre, su tozudez de mantener la tertulia contra viento y marea y
alegrarnos cada que nos encontramos
en alguna reunión o almuerzo, con sus
comentarios suspicaces e inteligentes
es lo que llevó -entre muchas otras
razones que no caben en estas líneas
pero sí en el corazón de sus amigos-,
el 26 de febrero en el hotel Inter, a homenajearle y rendirle tributo a Adolfo
Vera-Delgado.
La música de…
aquellas
épocas
Primera Parte
Por: Mario Humberto Lopera O.
L
a misma que llenó de alegría, de gozo, a nuestros
queridos “Tatas”, a los inolvidables “papás”. La que
hace lo propio con nosotros, se nos apareció en estos
días al Padre Gallo y a mí, mientras caminábamos, una
mañana de este muy largo verano, en el no menos hermoso
Parque de la Salud, en Pance.
Al hacerlo, le propuse, no sé porqué, no habláramos más
de los miles de problemas que agobian el país; que mejor
lo hiciéramos acerca de la música. ¿Qué tal esta? , dije, y al
tiempo que le pegaba tres suaves golpes en uno de sus brazos, comencé a cantar: “Por aquí voy llegando señora María
Rosa, me vine madrugando el alba esta lluviosa. La india me ha
dejado, no volveré a la choza, vaya dándome un trago Señora
María Rosa…”. Se rió. ¡La propuesta gustaba! Entonces me
interrumpió con su voz de seminarista paisa, de confesor
de pecados veniales, de alma grande, de ser único, y muy
entonando (es la verdad), dijo: “Antioqueña que tienes negros
los ojos, sus cabellos rosados, sus labios rojos. Antioqueña,
antioqueñita… la palma del desierto no es tan bonita.” Yo, dije
entonces, escucha esta… “Quisiera ser el aire, que llena el ancho
espacio, quisiera ser el huerto, que esparce suave olor, quisiera
ser la nube de nieve y de topacio, quisiera tener cánticos de dulce
trovador. Y así mi triste vida, pasada y lisonjera…” Cómo se
llama esa hermosura de poesía, indagó el Padre Gallo. “Hurí”,
dije. ¿Hurí?, preguntó y se respondió a sí mismo. El mismo
nombre de las Huríes. Mujeres bellas que acompañan en el
cielo a los musulmanes bienaventurados, según dice el Corán.
Solo Asentí, que así era.
Apoderado de la palabra, como estaba, le tocaba aportar
otra canción. Entonces se arrancó con… “Como espuma
que lento lleva el caudaloso río. Flor de azalea, la vida en su
avalancha me arrastró. Voy a encontrarla, muy dulcemente
para estar con ella, a la alborada de una nueva vida, llena
de amor… Quisiera ser la golondrina que al amanecer, a su
ventana llega para ver, a través del cristal, y despertarte…”
¡Wow! Dije. ¡Qué hermosura! Marthica Hurtado, que nos
escuchaba intervino con esta… “Ay, amor de hombre, que
estás haciéndome llorar una vez más. Sombra lunar que me
llena la piel al pasar, que se enreda en mis dedeos me arranca
en su prisa, me llena de miedo. Ay amor de hombre que estas
llegando y ya te vas unas vez más…” Y qué tal esta, dijo el
Padre: “De prisa como el viento van pasando los días y las
noches de la infancia. Un ángel nos depara sus cuidados,
mientras sus manos tejen las distancias. Después llegan los
años juveniles, los juegos los amigos, el colegio, el alma ya
define sus perfiles y empieza el… ” Me tocaba replicar y a fe
que lo conseguí. Lo hice con esta canción tan vieja pero tan
vigente siempre. Sobre todo en la Colombia de hoy… “El
mundo es una porquería ya lo sé… En el quinientos seis y en
el dos mil también! Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dobles…
Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente
ya no hay quien lo niegue, vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos manoseaos… Hoy resulta que es
lo mismo ser derecho que traidor…! Ignorante, sabio, chorro,
generoso, estafador! Todo es igual! Nada es mejor! Lo mismo
un burro que un gran profesor! No hay aplazaos, ni escalafón,
los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura y
42
otro roba en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos caradura o polizón…. CAMBALACHE.
Escrito en el año 1934, por Enrique Santos (nada que ver
con el hermano de…) Como le tocaba, se arrancó con…
Cuando salí del campo le dije adiós con la mano, y se quedó
mama vieja muy triste en la puerta del rancho, y se quedó
mama vieja muy triste en la puerta del rancho, Ella me dio el
permiso que yo pagué con mil besos y enderecé por la senda
con mi bagaje de ensueños. Mama vieja yo le canto desde aquí
esta samba que una vez le prometí…” Nos seguían llegando
canciones, como si estuvieran perseguidas por el tiempo.
Dije entonces: Escucha esto: “Caminito que el tiempo ha
borrado que juntos un día nos viste pasar. He venido por ultima vez he venido a contarte mi mal. Caminito que entonces
estabas bordado de trébol y juncos en flor, una sombra ya
pronto serás una sombra lo mismo que yo…” Me interrumpió
con un sonoro aplauso y de una… “Adiós mariquita linda,
ya me voy porque tú ya no me quieres como yo te quiero a ti.
Me voy porque tus desdenes, sin piedad han herido a mi pobre corazón. Adiós vida de mi vida; la causa de mis dolores, el
amor de mis amores, el perfume de mis flores, para siempre
adiós, adiós…” Yo quería ganarle y presentar la canción
más bella y, bueno, un poco atropellado dije: “Muñequita
linda de cabellos de oro, de dientes de perla, labios de rubí:
Dime si me quieres como yo te quiero, si de mí te acuerdas,
como yo de ti. A veces escucho un eco divino envuelto en la
brisa parece decir: si te quiero mucho… mucho, mucho... ” El
padre Gallo, preocupado, replicó con esta belleza: “Se va
llenando la noche, con rumores de canción y se enreda en
tu ventana, mi serenata de amor. Las estrellas quedamente
empiezan a parpadear. Se va llevando la noche mi serenata
de amor. La Luna se vuelve plata cuando cae en el maizal y
el viento se va robando” Y qué tal esta, y siguió: “Noches de
Cartagena que fascinan. Con el suave rumor que tiene el mar.
Donde la brisa cálida murmura toda una serenata tropical.
Allí es donde quisiera estar contigo, con la Luna y la arena y
ese mar y que juegue la brisa con tu pelo y las olas te vengan
arrullar. Noches de Cartagena tan divinas lindo rincón caribe
y colonial…” Uff, pensé. Es mi momento y la dejé caer: “A mí
deme un aguardiente, un aguardiente de caña, de las cañas de
mis valles y el anís de mis montañas. No me den trago extranjero, que es caro y no sabe a bueno y porque yo quiero siempre
lo de mi tierra primero. Ay que orgulloso me siento de haber
nacido en mi pueblo…” Algo dentro de mí dijo entonces que
nos faltaba otra y que debía meterla “de una.” Entonces lo
hice para poderle ganar a ese “man.” Me arranqué con: “Oh
gloria inmarcesible, oh jubilo inmortal…” y el Padre Gallo,
entonces, se levantó y se puso firme. Marthica casi se pone
a llorar, mientras todos reíamos y reíamos. ¡Ahora vamos de
regreso a la ciudad...!
43
Esta nota fue publicada el 22 de Diciembre del año 92 a raíz del reciente fallecimiento entonces
del Padre Rafael García Herreros y el Cantante Daniel Santos. La publicamos como un homenaje
a la memoria de dos personajes inolvidables.
En Estas Épocas
El banquetero
y el anacobero
Por: Jaime López Ramírez
García Herreros: — Hola Don Daniel, qué gusto encontrarlo
en estas alturas celestiales.
Daniel Santos: Para que vea Padrecito ...sorpresas te da la vida.
¿Y cómo se ha sentido en este ambiente tan distinto a ese en
el que usted vivió pleno de placeres mundanos?...
Pués un poco desadaptado, sobre todo por el silencio. Usted
comprenderá su reverencia lo que es para mí venir de un
mundo pleno de música y mujeres guapachosas a este de
ángeles, arpas, coros y once mil Vírgenes intocables.
Por debajo de la ruana el padre sonríe y agrega... ¿Ha encontrado amigos o no?
Lo que he encontrado es mucha familia. Jamás pensé que en
el cielo hubiese tantos Santos. En cuanto a amigos, solo he
identificado a dos pues la gente que llega aquí no es mucha
debido a que somos pocos los que nos salvamos y supongo
que más adelante y tal como van las cosas, la llegada a este
paraíso será más complicada.
Y quiénes son sus amigos para ir a saludarlos?. A mí también
me gustaba esa música.
Hombre Padre, pues nada menos que Pedro Flórez y el Benny Moré. Ambos terminaron de pagar sus penas en el Purgatorio y llegaron hace apenas unos días. Se han quejado
pues el frío celestial es incompatible con el calor que ellos
venían soportando con las Animas Benditas desde hacía
años. A propósito padre, yo todavía no entiendo cómo es
que llegué aquí sin pasar antes por ese fuego abrasador
que, según ellos, quema pero no consume, ambos están
irreconocibles por lo achicharrados, los identifiqué por sus
voces que siguen siendo las mismas de allá abajo, Pedro
gangoso y Benny afinadísimo.
Para que vea don Daniel lo que es la misericordia del Altísimo. Recuerde que en los últimos días de su existencia usted
sufrió mucho y tuvo tiempo de arrepentirse. Todo ese dolor y
arrepentimiento le fueron abonados a la cuenta del Inquieto
Anacobero y por eso hoy está con nosotros.
Oiga Reverendo, usted más que cura parece periodista...
Soy solo un ciudadano colombiano que amó a su pueblo y
ahora disfruta como nunca de la presencia de Jesucristo en
vivo y en directo.
Ramiro Zafra Roldán y “Chila” Roldán de Zafra.
Ahh!! Colombia, aunque últimamente se me olvida casi todo,
siempre recuerdo a Cali…..qué gente tan chévere. Cómo
gozaba allí cada que me contrataban pués me sentía en mi
“puertorro” del alma. Le cuento que una de mis trece mujeres
es de allá y con ella tuve dos hijos.
(El Padre García Herreros se santigua sorprendido mientras
Daniel continúa) ...oiga Padrecito, y usted qué hacía fuera
de dar misa y confesar en el país que produce la mejor marihuana del mundo?
Alejándolo un poco el padre le dice en voz baja:
Calla buen hombre, no digas eso que aquí en el Cielo está
prohibido. Pués verás, yo hacía banquetes y con la platica
que recogía le dimos casita a muchos compatriotas pobres.
Además trabajaba un minuto diario en la Televisión.
Oiga, usted se me parece al cura que hizo entregar a Pablo
Escobar.
Soy el mismo hijo, yo lo convencí de que se entregara. Pero
mejor no hablemos de eso pués nos metemos en caminos
que me fueron vedados y terminaron haciéndome mucho
daño. Mejor vámonos a dormir pbués ahí viene El Maestro
Jesus. Mejor entreguémosle esta vida que ya pasó y la eterna
que llega.
44
Harold Tascón Casasfranco y su hija Valentina Tascón Silva.
45
Las Ciudades
Por: Antonio Joaquín García Sierra.
E
n un principio, dice la Biblia, Dios
creó al hombre. Luego hizo a
la mujer y el instinto sexual se
encargó de lo demás. Llegaron
los hijos, apareció la familia y ésta, al
crecer, se convirtió en la tribu que dio
origen a la comunidad. El espacio físico
se modificó en forma paralela: la cueva,
la choza, el poblado y, por último, ese
monstruo prodigioso que es la gran
ciudad.
capitales, ocurren los grandes hechos
y están las mejores oportunidades. Lo
cierto, sin embargo, es que una capital
es simplemente la reunión o agrupación de varias ciudades pequeñas
llamadas “barrios”. Se dice, por ejemplo,
que fulano de tal vive en Bogotá, pero
en Bogotá caben infinidad de niveles
de vida. ¿En que se parecen el desplazado que sobrevive en Ciudad Bolívar
y el potentado que vive en el Chicó?
“Civilizado” viene del latín, “civitas”, que
significa ciudad. Se supone que el “ciudadano” es más culto que el campesino
y “urbanidad” viene de urbe, que es otro
de los nombres que se le da a la ciudad.
Durante la Revolución Francesa se
acuñó la palabra “burgués”, con la cual
se designó a los “burgueses”, es decir, a
quienes vivían en los burgos, esto es, en
esas poblaciones situadas entre la finca
y la capital. Los burgueses ya no eran
campesinos pero tampoco habían logrado ascender a ciudadanos. Es decir,
constituían una clase media –que es
la que hace las revoluciones– situada
por encima de la plebe pero por debajo
de la nobleza.
El crecimiento desbordado de las ciudades ha hecho que ya no se les pueda
calificar como lugares “civilizados”. Cali,
verbi gratia, padece una ola permanente de invasiones que ha determinado el
deterioro –¿irreversible?– de su medio
ambiente. Los 7 ríos que recorren la
Las ciudades son superiores
a sus habitantes y les
imponen, inclusive, su
manera de ser.
ciudad, y que en otro tiempo fueron
fuente de agua pura, de salud y de
peces, han degenerado en cloacas; los
bosques aledaños han sido talados y
quemados y padecemos niveles de
inseguridad que no teníamos cuando
éramos una ciudad de 300.000 habitantes.
En el mundo de la literatura, las ciudades se han desempeñado como personajes. En “Sobre héroes y tumbas”, Buenos Aires es otro de los protagonistas,
tal vez el principal; en esa extraordinaria novela Alejandra tiene una dimensión menor que las calles de Palermo.
“El cuarteto de Alejandría”, a propósito,
le da al gran puerto una dimensión
que no tienen Justine, ni Mountolive,
ni Balthazar. Los personajes pasan y se
desvanecen, pero las calles, el olor del
puerto y la luz del crepúsculo perduran.
Borges, el enorme Borges, le dedica
páginas luminosas a las callecitas de la
Balvanera. Dublin se podría reconstruir,
si alguna vez fuera destruida, siguiendo
la descripción de James Joyce. Dicen
los que saben que para conocer a San
Petersburgo no hay que visitar la urbe
sino leer a Dostoyevski. Las sombras de
Praga se perciben mejor en las obras
de Kafka y en “El jorobado de Nuestra
Señora de París” está retratada, de cuerpo entera, la ciudad que en 1831 era la
capital del mundo.
¿Cómo hace el escritor para desprenderse de su entorno? La Habana está
más vigente en las novelas de Cabrera
Infante que en los informes que todos
los días se publican sobre los diálogos
de paz.
Las ciudades son superiores a sus habitantes y les imponen, inclusive, su manera de ser. A una persona se la define
señalando el lugar donde nació,
como si la primera bocanada
del recién nacido estableciera
una relación definitiva e inmodificable entre él y su entorno.
Al decir “pastuso”, “paisa”, “costeño”, “bugueño”, “payanés”,
estamos adjudicándole al individuo
características que se considera son
propias del lugar en donde vio la luz.
La belleza, dicen los arquitectos, le pertenece a la ciudad y sobrevive a sus autores. Las ruinas romanas, a pesar de su
carácter de ruinas, tienen un valor del
que carecen ciudades aparentemente
terminadas. Es como si esas piedras
memorables se hubieran quedado con
las sombras de los hombres que las habitaron, y con un poco de imaginación
es posible ver a los emperadores y a
los grandes generales romanos pasando con sus cuadrigas bajo el Arco del
Triunfo. En el Coliseo se escuchan aún
los rugidos de la multitud y en algún
rincón del Senado deben estar los discursos de Cicerón, a la espera de que
una máquina prodigiosa los rescate del
pasado y los traiga al presente.
La gran ciudad siempre ha fascinado a las
personas que tramitan
su existencia en poblaciones menores, pues
piensan que allí, en las
46
47
Para quedarles bien a las etimologías,
el trabajo de las nuevas generaciones
consistirá en devolverle su carácter de
civilizada a la civitas.
Civilizado” viene del latín,
“civitas”, que significa
ciudad. Se supone que
el “ciudadano” es más
culto que el campesino y
“urbanidad” viene de urbe,
que es otro de los nombres
que se le da a la ciudad.
Su Memoria Sobrevivirá a Su Época
Carrera 3 calles 11 y 12. Ala derecha al fondo el Teatro Jorge Isaacs. A la Izquierda, el demolido Hotel Alférez Real
De Épocas Pasadas
48
Ilia Jiménez de Gardeazábal
Jorge Hadad Lemos
Adolfo Felipe Castro Castro
Aida Vincenzini de Ayala
Aníbal
Solórzano Domínguez
Elisa Eder de Giovanelli
Carlos Ordónez Caicedo
Ana María Iragorri
de Fonseca
Alvaro Ariztizabal Velasco
Fanny Vásquez de Gómez
Hermana Beatriz Cecilia
Vergara Ocampo
Gonzalo Durán Escobar
Alfonso Lamprea Ospina
Hernán Álvarez González
Andre Michelle
Katalenic Méndez
Jaime Arango Peña
49
Orlandobé: Tel.: 449 0218 / Cel.: 313 798 1740
Visite nuestra página web: www.revistaepocas.com
50
51
52

Documentos relacionados

Abril de 2016 - Revista Epocas

Abril de 2016 - Revista Epocas Lineal Río Cali”, en la Avenida 2ª Norte, entre calles 15 y 25, el cual no hubiese tenido nada de malo sino les hubiera

Más detalles