LA BELLEZA dramático, aconteci musical, molpé danzable, en

Transcripción

LA BELLEZA dramático, aconteci musical, molpé danzable, en
LA BELLEZA NATURAL
(Divagaciones con
el
PLA TERO Y YO de Juan Ramón Jiménez).
RAIMUNDO KUPAREO
"La belleza hace eterno el momento
fugaz y sin latido, como muerto
para siempre aún vivo ".
EL PERRO A TA DO (LXXXVI)
En
muchas oportunidades
Arte
un solo
hemos
afirmado que existe
esencia, aunque múltiple
en sus medios
Lo mismo afirmamos
una en su esencia, distinta en sus modos de
revelación (la belleza natural y la belleza artística). Y si el
Arte es un fenómeno completamente humano, lo mismo
debemos verificar de la belleza natural. En una obra de
Arte reintuimos una
humana en un símbolo con
y
de
en su
modo
expresión o revelación.
de la Belleza:
"¡dea"
(metáfora poética,
creto
miento
cuadramiento
fílmico,
tórica o atmósfera
artista,
capaz
en-
orden arquitectónico,
pictórica).
Es
una
belleza
que produce el goce estético en el
de
de los
dramático, aconteci
molpé danzable,
personaje
novelesco, melodía musical,
reintuir
la
"¡dea"
(orgánicos
figura
escul
mundo sin
"paseo"
capaces
PLATERO y
de Moguer, nos en
los objetos en la na
turaleza pueden volverse fuente de inspiración y goce es
téticos. A veces se trata de un mismo objeto o fenómeno
en distintas horas del día. Claude Monet pintaba en varia
ciones la catedral de Rouen, según las distintas horas; lo
mismo hace, con palabras, Juan Ramón Jiménez, en com
pañía de su Platero, mirando LA FUENTE VIEJA (Clll):
del
artista. Tratándose,
inorgánicos, racionales
"Blanca
si es
o
ahora,
cionales) que se encuentran en
mos
la naturaleza, sino que sentiríamos
el mismo goce desinteresado con el admirador de tales ob
jetos, si pudiéramos ponernos con él en un mismo "punto
de
(Henry James) o en una misma "manera
de
(Percy Lubbock). Pero es imposible entrar en la
intuición estética individual, así como es imposible entrar
en la intención moral del individuo. Lo bueno moral y lo
bello estético tienen, sin embargo, su fundamento ontológico: ambos están arraigados en el bien trascendental.
De otra manera caeríamos en un mero subjetivismo moral
y estético. Negar la belleza natural (Hegel, Croce, etc.) y
reducir la belleza sólo al Arte no es menor error que redu
cir el Arte a la sola imitación de la naturaleza. No es aquí
el momento de discutir si la belleza es o no una propiedad
trascendental de! ser. Las polémicas, y no sólo las discu
siones, siguen en torno a tal problema. Hace algún tiempo
hemos leído el libro del profesor Francis J. Kovach: Philosophy of Beauty (Norman, Oklahoma, 1974) donde se
defiende dicha propiedad; pero poco tiempo después salió
en la revista The New Scholasticism (Vol. 51,
2, 1977)
una fuerte crítica del libro y de su posición al respecto, es
crita por el profesor Ronald E. Roblin. Es nuestra honda
depende del
objeto en
observación"
mirar"
N°
por
que
de tales
polémicas
no
se saca
gran
pro
En este breve
lleza natural está
ensayo querríamos mostrar cómo
al alcance
de todos (lo
la be
que no podemos
cómo
No
queremos
decir
que
todos los ciento treinta y ocho
de este libro sean transfiguraciones estéticas de los
datos de la Naturaleza. No todos están elevados a la uni
versalidad de la "idea", porque hay algunos que sólo son
poemas
descripciones anecdóticas, recuerdos personales o costum
bres del lugar. Pero afirmamos, sin miedo, que la mayoría
de
joyas imperecederas de la literatura
estos poemas son
mundial.
El
de sus poemas a un
llama: burrillo, asnucho, borricuelo, borrico, borriquillo. Juan Ramón Jiménez estaba
consciente de que es fácil caer en las redes de la fábula
poeta tomó como protagonista
burro,
que cariñosamente
y convertir
darle
una
de moraleja; es decir,
Por eso dice:
el poema en una especie
finalidad
extra-artística.
"Desde niño, Platero, tuve un horror instintivo al apó
logo.
Los pobres animales, a fuerza de hablar tonte
rías por boca de los fabulistas, me parecían tan odio
sos como en el silencio de las vitrinas hediondas de la
.
.
de Historia Natural.
luego, cuando vi en. los cir
de Huelva y de Sevilla animales amaestrados, la fá
bula volvió a surgir como una pesadilla desagradable de
Hombre ya, Platero, un fabulista,
mi adolescencia.
me reconcilió con los animales
Jean de la Fontaine.
Pero siempre dejaba sin leer la moraleja,
par/antes.
clase
.
.
cos
.
.
vecho.
comarca
y
siempre sobre el pinar siempre verde; rosa o
.
.
convicción
la
verdadera".
"idea"
algo
dueño,
azul, siendo blanca, en la aurora; de oro o malva en la
tarde, siendo blanca; verde o celeste, siendo blanca, en
la noche; la Fuente Vieja, Platero, encierra en si, toda
la elegía del mundo, es decir, el sentimiento de la vida
o irra
la naturaleza, nosotros mis
nos volvemos "artistas", intuyendo en ellos, una
humana. Con esto no se reduce la belleza natural a
puramente subjetivo, no solo porque nuestra intuición
objetos
su
señará cómo mirar al mundo
creada por el
apreciador,
de las obras de Arte). Pasamos por este picaro
darnos cuenta de tal precioso don, o no somos
de revelarlo a otros. Un
imaginario con el
afirmar
ese rabo
.
.
seco,
esa
ceniza,
esa pluma caída
del
LA FÁBULA
final"
(CXXV)
14
Raimundo Kupareo
tarde se prolonga más allá de sí misma, y la hora, con
tagiada de. eternidad, es infinita, pacífica, insonda
ble.
.
.".
PAISAJE GRANA (XIX)
"El
cielo
azul, azul, azul,
asaetado
levanta,
los
bamiento,
se
sobre
de
mis ojos en arro
almendros
cargados,
a
últimas glorias. Todo el campo silencioso y ardien
te, brilla. En el río, una velita blanca se eterniza, sin
viento. Hacia los montes la compacta humareda de un
incendio hincha sus redondas nubes negras.
¡Qué
sencillo placer diario!".
sus
.
.
EL PASEO (LVII)
El
to,
mismo autor nos revela
la
causa
de tal
arrobamien
en otro poema:
de lo que posee por
y sano de
la Naturaleza, que, respetado, da a quien lo merece el
espectáculo sumiso de su hermosura resplandeciente
"El
alma se siente reina verdadera
virtud
y
de
su
sentimiento, del
cuerpo grande
eterna".
(LXX)
LOS TOROS
Leamos
'U<yi^i*-
/^l^;)
aún algunos
de
estos
"espectáculos
sumisos":
"Qué triste belleza, amarilla y descolorida, la del sol de
la tarde, cuando me despierto bajo la higuera!
Una
.
.
Platero es pequeño, peludo,
que se diría todo de algodón,
blando por fuera
lleva huesos.
(Platero y yo, II
suave: tan
que no
.
.
de derretida jara, me acaricia
el sudoroso despertar. Las grandes hojas, levemente
movidas, del blanco árbol viejo, me enlutan o me des
lumhran. Parece que me mecieran suavemente en una
cuna que fuese del sol a la sombra, de la sombra al
brisa seca,
embalsamada
sol"
UL TIMA SIESTA (LXXV)
El
¿Consiguió
autor
poemas?
(VIII),
Parece
que
"Sólo
que
termina
barde, hecho
cada
hombre descarga
niño esta mañana
tra el que tiene
su
"¡Mira
odio, en una
cómo el sol
al
poniente,
atrae a
él
Santo,
superposición
de
grande
el
.
.
EL CASTILLO (XCIX)
su escopeta co
del Sábado
manifestarse,
éxtasis de todo y se hunde, en la
raya del mar que está detrás de Huelva, en absoluto si
"
lencio que le rinde el mundo.
y grana,
o el
comadrona; y
y
no.
así:
Judas, hoy Platero, es el diputado, o la
forense, o el recaudador, o el alcalde, o la
que
maestra,
la moraleja en todos sus
Basta leer el poema JUDAS
evitar
con
vagos
absurdos simulacros primaverales".
Todo
"Más
esto
lo
podemos sentir también
cerca que el campo
estamos,
nosotros, porque
Platero, de la Natu
raleza"
Una fina moraleja se esconde también
JUEGOS DEL ANOCHECER (III):
"¡Si,
sí!
/Cantad,
amanecer vuestra
rá,
como un
soñad, niños
adolescencia, la
mendigo,
en el
pobres!
final del
Pronto,
al
primavera se asusta
enmascarada
de
(LA LLAMA, CXI), [porque] "somos dueños
de la mayor riqueza: la de nuestro
(A PLA
TERO EN SU TIERRA (CXXXVIII).
corazón"
Escuchemos
vuelven
cómo el
fuente de
fuego
o
la
noche estrellada se
goce estético:
invierno"
¡Qué alegría!
"Platero, ¡Qué hermoso es el fuego!.
Estamos envueltos en danzas de oro y danzas de som
bras. La casa toda baila, y se achica y se agiganta en el
juego fácil, como los rusos. Todas las formas surgen de
él, en infinito encanto: ramas y pájaros, el león y el
agua, el monto y la rosa. Mira; nosotros mismos, sin
quererlo, bailamos en la pared, en el suelo, en el techo.
¡Qué locura, qué embriaguez, qué gloria! El mismo
amor parece muerte aquí. Platero!
.
¡Cuántas veces hemos mirado el ocaso o el cielo azul
y sentido lo mismo que el poeta, sin poder expresar lo que
sentíamos!:
"La
cumbre.
Ahí está el ocaso, todo empurpurado, he
cristales, que le hacen sangre por
rido por sus propios
doquiera. A
su esplendor el pinar verde se
mente enrojecido;
y las hierbas y las
agria, vaga
florecillas, encen
didas y transparentes, embalsaman el instante sereno
de una esencia mojada, penetrante y luminosa.
La
.
.
.
LA LLAMA (CXI)
La belleza
15
natural
"Mira cuánta estrella! De tantas como son, marean. Se
diría el cielo un mundo de niños; que le está rezando
a la tierra un encendido rosario de amor
ideal"
NOCHE PURA
Y los animales, los
"ideas"
nos
llos,
más
"ordinarios",
humanas. Mirando,
por ej.
la
(CXX)
pelea
"Los pobres gallos, cogiéndose los ojos,
iguales, los odios de los hombres.
de los
ga
.
clavándose en
yo al
día de prima
¿Qué le diera
flor divina, para
su vivir como un
de
mi vida.
.
.
Platero, a cambio de esta
fuese, diariamente, el ejemplar sencillo
otoño.
que ella
sin
LA FLOR DEL CAMINO (L)
El
lector
de desilusión, por ej., lo encontrará el
EL ÁRBOL DEL CORRAL (XLV),
para no alargar demasiado este artículo.
sentimiento
en el poema
que no citamos
"
Los
Y la tortuga
"a veces, en primavera, se enseñorea del corral, y pare
ce que ha echado de su seca vejez eterna y sola, una ra
ma nueva; que se ha dado a luz a si misma para otro
siglo..."
humanos que encontramos diariamente y
desprovistos de cualquier secreto de be
lleza, pueden tenerlo si los miramos estéticamente, como
por ejemplo, las tres viejas:
seres
que nos parecen
"renegridas,
sudorosas, sucias, perdidas en el polvo con
de mediodía, aún una flaca hermosura recia las
Míralas a
acompaña, como un recuerdo seco y duro.
las tres, Platero!. Con qué confianza llevan la vejez a la
el sol
.
LA TORTUGA GRIEGA (LXXXVI)
pobres gorriones que encantaban a
y
término de la nuestra?".
.
LpS GALLOS (LVIII)
Los
Será
como una primavera
vera,
pueden sugerir
el poeta observa:
saltos
podrá ser eterno.
David
pueden
.
vida, penetradas por esta primavera, que hace florecer
de
amarillo el cardo en
la
vibrante
dulzura de
su
her
voroso sol!".
enseñarnos cómo vivir en amor sin preocupaciones exce
LAS TRES VIEJAS (XXXVI)
sivas:
"Viajan sin dinero y sin maletas, mudan de casa cuan
do se les antoja; presumen un arroyo, presienten una
fronda,
y sólo tienen que
la felicidad; no
en todas
saben
cuando
Platero
saca
del fango la
y sucia", esta empieza
ni
de sábados; se bañan
el amor sin
"¡Qué
sonreír el
la tarde
que se
sus tiznadas
universal"
de la
chiquilla!
quebraba, le
cada uno
de
de la "niña
nosotros
lleva
en su trabajo su pro
Fue
como si el sol
LA CARRETILLA
Algo
de
encendiese una aurora tras
lágrimas".
GORRIONES (LXIII)
Por fin
carreta
a sonreír:
abrir sus a/aspara conseguir
de lunes
partes, a cada momento; aman
nombre, la amada
Y
rota
semejante observa el
poeta, mirando
(XXXVII)
a
pia pena:
"Ahí van.
los burros del quemado; lentos, caí
y roja carga de mojada arena, en la
aceclavada, como en el corazón, la vara de
Platero,
dos,
con su picuda
que
llevan,
buche
verde con que
les pegan.
"
.
.
L OS BURROS DEL A REÑERO (CXXX)
La belleza
No
ocurre
natural está al alcance
lo
mismo con
de todos.
las obras de arte.
Pero no sólo la naturaleza muerta o los animales, sino
también el mundo vegetativo está lleno de belleza oculta:
"Aglae, la donadora de bondad
y de
hermosura, apo
de hojas, de
yada en el peral que ostenta triple copa
peras
la escena sonriendo,
la trasparencia del sol matinal".
y de gorriones,
visible en
mira
AGLAE
casi
in
(XXXIX)
"la chiquilla del carbonero, bonita y sucia cual una
moneda, bruñidos los negros ojos y reventando sangre
los labios prietos entre la tizne". [Ella] "está a la puer
ta de la choza, sentada en una teja, durmiendo alhermanito.
Sentida y dulce, la carbonera canta: "Mi
niiiño se va a dormid.
El viento Platero, que anda
manso, entre los pinos quemados, se llega poco a po
co.
Luego se echa en la tierra fosca, y ala larga co
pla de madre, se adormila, igual que un niño".
.
"El pino de la corona trasfigurado en no sé qué cuadro
de eternidad, se me presenta más rumoroso y más gi
gante aún, en la duda, llamándome a descansar a su
paz, como el término verdadero y eterno de mi viaje
por
la
.
.
.
.
.
vida"
LA ARRULLADORA
(XLIV)
EL PINO DE LA CORONA (XL)
Incluso la
i Cuántas
sugerencias ofrece una sencilla
flor del
mujer tísica:
cami
no!:
"trasfigurada por la fiebre y la esperanza, parecía
ángel que cruzaba el pueblo, camino del cielo del
un
sur"
"Qué pura. Platero, y qué bella esta flor del camino!
Esta flor viviré pocos días. Platero, aunque su recuerdo
LA TÍSICA (XLVI)
Raimundo Kupareo
16
Todo está trasfigurado en los ojos del poeta, así las ac
de LA NIÑA CHICA (LXXXI), de ANTONIA
(LXXXIX), y de la niña en EL RACIMO OLVIDADO
ciones
(XC).
Cada clase de Arte tiene su propia fisonomía; pero, a pe
de esto, no todo es poético en la Poesía ni todo novelesco en la Novela.
Cuando el poeta no acierta "en el blanco", entonces
(figuras que com
sus metáforas son más bien
paran una cosa con otra) y no símbolos (que dan una
'
sar
"símiles"
EL NIÑO TONTO (XVII)
esuna pequeña
balada. El
era
"Todo para su madre, nada para los demás". [Estaba]
"sentado en su si/lita a la puerta de su casa, mirando el
[Muerto ya,] "estará sentado en su
pasar de los
sif/ita, al lado de las rosas únicas, viendo con sus ojos,
abiertos otra vez, el dorado pasar de los gloriosos".
de identidad entre el
PLATERO Y YO hay,
el significado).
sugerencia
signo
Así,
a veces,
en
jetivos
que
o verbos
expresan
sólo
y
adverbios, ad
una semejanza cua
otros"
Algo
parecido sucede con
la
"prosa"
litativa modal, denotando la presencia de la
Tomemos algunos ejemplos del primer poema (PLA
TERO, I).
"Sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro;
"Es tibio y mimoso igual que un niño";
"Fuerte y seco como de piedra";
"Tan blando que se diría de algodón";
niña
"cuya fogosa y fresca juventud fue manadero sin fin
de alegrones. Su mayor diversión era vestirse de fantas
ma, pero una noche de tormenta fue hallada muerta,
aún encendido el
farol en
"Viene
"
su mano negra por el rayo
a mí con un
trotecillo alegre que parece que se
ríe".
.
.
LA FANTASMA (XVIII)
la naturaleza que no pueda sugerirnos
sentimientos humanos. Incluso los muertos en el cemente
rio (EL CEMENTERIO XCVII). A veces nos parece que
Nada
hay
en
hay "bellezas culminantes que en
(MADRIGAL, CXXXI).
vano pretenden otras
ocultar"
En este ensayo hemos hablado siempre de los poemas
del libro PLATERO Y YO. Regularmente se los denomina
"poesía en prosa". Tal término, a primera vista, parece
"contradictio in adiecto", porque la palabra "prosa", que
se añade a la de la "poesía", parece contradecir a esta úl
lector tiene tiempo para comparar el segundo
de PLATERO Y YO (MARIPOSAS BLANCAS),
son el poema del mismo autor, MARIPOSA DE LUZ, de
su libro Piedra y Cielo (1917-1918) se dará cuenta de
cómo el último poema acierta "en el blanco", sin acudir
Si
el
poema
a
la
comparación:
Mariposa de
la belleza se
luz,
va cuando yo
llego
a su rosa.
Corro,
ciego, tras ella.
.
.
La medio cojo aquí y allá.
¡Sólo queda en mi mano
la forma de su huida"!
tima. Pero si el medio de expresión de la Poesía es el soli
loquio y el de la Prosa la narración, entonces PLATERO
Y YO es un libro de poesía, porque el soliloquio es
predo-
Pero tales "aciertos", y
PLATERO Y YO:
"¡Ángelus!
Nada hay
en
la
.
no
hay
pocos,
también
en
Ángelus, duro y abandonado, sollozo en
un
tre el tronido".
naturaleza que no pueda su
gerirnos sentimientos
.
TORMENTA (LXXI)
humanos.
"Más rosas.
.
.
Tus ojos,
alzas mansamente al
que tú no ves.
Platero, y
cielo, son dos bellas
que
rosas".
ÁNGELUS (X).
minante en
loquio del
él. Donde hay
mento para entrar en
metáfora.
Alguien
la
la
objetar
también en un cuento, nouvelle,
están en
lo dijo
función de
el
novelista
soli
No es éste el mo
la semántica de la
en
y
poesía.
psicología
puede
del
metáforas que afloran
poeta allí existe
metáforas
que existen
román
(novela).
Sí,
pero
un acontecimiento novelesco, o como
chileno
Manuel Rojas: "La
metáfora
cuando aquello
es un recurso a que echa mano el escritor
de
que
habla
de
a su poder
escapa a su poder
de precisarlo,
Poco importa si el poeta usa figuras comparativas; lo
importante es que el poema entero, en verso o sin verso,
nos dé una sugerencia de identidad entre el sentimiento y
lo dicho en el poema. PLATERO Y YO es un ejemplo
ideal donde se borran los límites entre la poesía y la pro
sa, porque lo que prima es el Arte, y el Arte es, por sí mis
mo, una trascendencia de lo visto, leído, escuchado o di
cho2
sobre todo
cualidad"1
precisar una
Es menester, sin embargo, no hacer divisiones, sepa
clases de Arte.
raciones, límites fijos entre las distintas
Hemos
explicado en otro
(evocar
Los interesados
'ROJAS,
ALGO SOBRE MI EXPERIENCIA
Obras completas de Manuel Rojas, ed.
Manuel:
LITERARIA, en
Zig-Zag, Stgo., 1961.
lugar
que
"la belleza
natural
decir traer a la memoria o a la
imaginación) de ideas humanas en símbolos concretos. No
es evocación
quiere
en el problema pueden leer el ensayo
Karsten Harries: Metaphor and Trascendence, en
la revista CRITICAL INQUIRY. Chicago, Univ. Press,
Vol. V
1, 1978, pp. 73-90.
del
prof.
N°
17
La belleza
natural
existe un
objeto que sea
Naturaleza"3
Un
objeto
bello
o
feo
por sí mismo en
imperfecto, defectuoso
en el sentido vulgar) puede tornarse
bello
en
la
la intuición
árbol seco, en la llanura; una persona tísica,
Todo el cosmos se torna bello para un hombreesteta. Lo demuestra PLATERO Y YO.
depende del objeto exterior; no es una
La
proyección sentimental ("Einfühlung", de Lipps). Es una
estética:
tonta,
un
etc.
"evocación"
"creación"
del hombre,
que tampoco se
puede explicar
"visión"
porque es una
intuido
en
un
de
novela,
No
somos capaces
drama,
diferencia
sinfonía,
de
ballet,
encarnarla en un poema,
etc.
hombre-esteta y
entre el
el
Y en esto consiste la
hombre-artista.
PLATERO Y YO nos mostró cómo mirar los seres en
la Naturaleza. Si no somos capaces de expresar lo "visto",
es que no tenemos el don de la creatividad artística. Pero
también con lo
en la Naturaleza
"visto"
"nuestra
alma se
hace
más
buena,
más
pacífica, más
día"
leyes empírico-asociativas,
individual, espontánea. No todos
satisfactoriamente por algunas
somos capaces
cotidiana.
("feo"
expresar esta
"visión",
momento singular
de
este
nuestra
pura cada
A PLA TERO EN EL CIELO DE MOGUER (CXXXVI)
sentimiento,
experiencia
KUPAREO, Raimundo: EL VALOR DEL ARTE,
Santiago, Ed. Pont. Univ. Catól. CHILE, 1964, pp. 33-34.
Esta
es
la función
sublime
de la Belleza Natural.

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