actividad de ayuda a la elaboración del duelo con usuarios del
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actividad de ayuda a la elaboración del duelo con usuarios del
EXPERIENCIA NÚM. 2 A AC CT TIIV VIID DA AD DD DE EA AY YU UD DA AA AL LA AE EL LA AB BO OR RA AC CIIÓ ÓN ND DE EL LD DU UE EL LO O C CO ON NU US SU UA AR RIIO OS SD DE EL LP PR RO OP PIIO OS SE ER RV VIIC CIIO OR RE ES SIID DE EN NC CIIA AL L.. Sant Joan de Déu - Servicios de Salud Mental C/ Dr. Pujades, 42. Sant Boi de Llobregat – 08830 Tel.: 93 640 63 50. Fax: 93 652 00 51. mail: [email protected] Autora: Silvia Angel. Psicóloga. Coordinadora del Área de Disminuidos Psíquicos. 1.- LUGAR DE DESARROLLO El Área de Disminuidos Psíquicos de nuestra institución está compuesta por tres Residencias de larga estancia, una Residencia especializada en la atención a personas que presentan de forma asociada retraso mental y patología mental y por un Centro Ocupacional. Queremos comunicar la experiencia que llevamos a cabo en las Residencias de larga estancia, desde hace 6 años, con el objeto de ayudar a los usuarios en la elaboración del duelo cuando se produce la defunción de alguno de sus compañeros. 2.- PERFIL DE LOS PARTICIPANTES Entre las tres Residencias de Larga Estancia de atención a Disminuidos Psíquicos, atendemos a una población de 136 usuarios, situados en cada servicio según sea su grado de retraso y edad. Algunas características de estos usuarios son: - Un largo período de institucionalización (hace un promedio de 40 años que ingresaron). - Un promedio de edad de 60 años. Hay 54 usuarios que tienen más de 65 años y, de éstos, 12 tienen más de 75 años. - Una situación, en muchos casos, de alejamiento de la familia, por desaparición de los familiares directos o por abandono. - La presencia cada vez más frecuente de enfermedades graves. - Una importante cohesión del grupo y sentido de pertenencia, por el largo tiempo de relación y convivencia. - Una tasa de mortalidad del 2,53% . Esto supone la defunción de 4 ó 5 usuarios al año. 1 3.- SIGNIFICACIÓN Desde el punto de vista psicológico, entendemos el duelo como “un conjunto de reacciones psíquicas ante la pérdida de un ser querido o la pérdida de valores, funciones u objetos que consideramos importantes y/o fundamentales para un desarrollo y una adaptación armónica de la persona”. Desde una vertiente sociológica, lo consideramos “un conjunto de rituales y símbolos sociales que favorecen la adecuada canalización del sentimiento de pérdida del discapacitado psíquico que sufre”. La experiencia de la actividad de celebración de ayuda para elaborar el duelo nace de la concepción integral que pretendemos darle a la asistencia. Consideramos que la persona está constituida por las dimensiones somática, psíquica, social y espiritual. Las cuatro son necesarias, constitutivas y esenciales en toda persona humana, están interrelacionadas y, cuando nos planteamos la atención a la persona, todas han de ser contempladas y asistidas por profesionales cualificados. Por este motivo, en el momento de la muerte y del duelo participan todos los profesionales del equipo interdisciplinario y representantes del equipo de Pastoral. 4.- DESCRIPCIÓN • Observaciones previas. Habíamos observado que cuando se producía la muerte de algún usuario, a sus compañeros les costaba mucho elaborar el duelo por esta pérdida, añadida a otras pérdidas anteriores. Aunque verbalizaban el hecho en sí, difícilmente había una expresión de los afectos desencadenados. Otros adoptaban una actitud de negación. Observamos, también, las dificultades para asistir al acontecimiento de la muerte en sus aspectos emotivos, psicológicos y grupales. • Objetivos Hace 6 años, a iniciativa del servicio de Pastoral de la institución nos planteamos iniciar una actividad de celebración, para ayudar a elaborar el duelo con los objetivos de: 2 - Integrar el acontecimiento de la muerte en la asistencia. Dar una forma de expresión humana y transcendente a este momento definitivo. Que la actividad fuese una situación terapéutica para aquellos que tuvieron relación con el difunto. Crear nuevas actitudes ante la muerte. Ofrecer las mejores condiciones para canalizar los sentimientos ante la pérdida en el propio contexto residencial. Dar la mejor asistencia en los aspectos emocionales, psicológicos y pastorales al acontecimiento de la muerte. • Dinámica de la actividad - Preparación de la actividad por los profesionales del equipo y de Pastoral, de acuerdo con las características del difunto y las interrelaciones que tuvo en vida. Anuncio a los usuarios y a la familia de la celebración de la actividad, donde participan los compañeros, la familia, los profesionales del servicio y el equipo de pastoral. Duración aproximada 45 minutos. Asistencia totalmente voluntaria. Constatamos que muchos de los que no acuden, después preguntan cómo ha ido, dejando claro que desean que se celebre aunque no participen directamente. Actividad dirigida por un miembro del equipo. La situación espacial es circular, alrededor de una mesa donde situamos signos que representen, personifiquen y hagan presente al difunto: objetos personales característicos (mochila, música…), una fotografía y otros signos con connotaciones esperanzadoras o transcendentes (vela encendida, ramo de flores…). Si el nivel de comprensión y expresión verbal del grupo es bajo, incidimos en estos aspectos más visuales, introduciendo diapositivas con fotografías de experiencias vividas conjuntamente. - - El momento de la actividad en sí: - Música que facilite la concentración. - Introducción del conductor de la actividad, explicando quién era el difunto, las circunstancias de su muerte y el significado de los signos expuestos en la mesa. Hace un recordatorio, con más o menos implicación afectiva. Incide en la participación abierta. - Participación verbal de los miembros del grupo. Los contenidos suelen ser: - Descripciones de las cualidades del difunto. - Idealizaciones. - Características de las relaciones interpersonales. 3 - - Recuerdos de actos del difunto, a veces en tono de juicio moral. - Sentimientos de pena y estima. - Ansiedades ante la muerte. - Aseveraciones religiosas sobre la inmortalidad. - Circunstancias de la muerte. Los profesionales participantes son poco explícitos aquí, tienen una actitud más de contención de los usuarios que de expresión personal. Pueden verbalizar mejor sus sentimientos en el momento de la preparación inicial y evaluación de la actividad. El conductor actúa de una manera neutral, aceptando todas las aportaciones, pero se ha de implicar muchas veces mediante la interpretación, siendo muy importante conducir el grupo hacia un recuerdo positivo. Lectura de algún texto o poesía, en un tono de esperanza. Intervención espiritual o religiosa por parte del participante del equipo de Pastoral. Oración. Música o canto final. Evaluación posterior de la actividad en reunión de equipo. 5.- EVALUACIÓN Después de 6 años de realización de esta actividad consideramos que estamos consiguiendo los objetivos que nos habíamos planteado: - En un servicio en que la presencia de la muerte no es infrecuente, y toca muy de cerca a los usuarios, se ha integrado el acontecimiento de la muerte en la asistencia. (Sería motivo de otra comunicación las acciones y el cuidado especial en situaciones de enfermedad terminal, previa a la muerte). - Dar una expresión humana y transcendente a este momento definitivo. - Intentamos que las reacciones psicológicas que aparecen ante cualquier pérdida no impidan el desarrollo y la adaptación armónica de la persona. En este sentido, los usuarios agradecen este acto y la participación es muy elevada. - La participación de todos los profesionales en este acto es valorada por los usuarios y se les transmite el cuidado especial que se tiene en esos momentos. - Aunque orientada a los usuarios, la organización de la actividad da a los profesionales un contexto para elaborar también su propio duelo. 4