Revista FDS - Número 000
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Revista FDS - Número 000
El contenido de este archivo corresponde al número 0 de la Revista Fuera de Series, que fue publicado el 06/01/2014. Debido a las limitaciones del formato, algunos elementos no podían ser visualizados correctamente y han sido eliminados. Para ver el contenido completo, entra en la siguiente dirección: www.fueradeseries.com/revista/numero-0enero-2014/ Como suscriptor/a de la Revista, tienes libertad absoluta para enviar este archivo a cualquier persona que pueda interesarle. Si no eres suscriptor, te ha gustado el contenido y quieres ayudarnos a que la Revista siga editándose, puedes suscribirte en la siguiente dirección: www.fueradeseries.com/suscribete Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com EDITORIAL POR CJ NAVAS Universidad Miguel Hernández de Elche, California, 2007. Si esta historia tiene un comienzo, es gracias a mi amigo Fernando Miró. Entre cafés y charlas nos dimos cuenta que el Presidente Bartlet nos unía. Él tenía un programa en la recién nacida Radio UMH, en el que hablaba de música y libros, y la propuesta de una pequeña sección de series le interesó. Así, como una pequeña sección dentro de Qué puedo Hacer?, nació Fuera de Series. Mi mujer, que es ambiciosa por naturaleza y me anima en todos los saraos que me meto, desde la primera vez que me oyó me dijo algo así como “roba esa sección y crea tu programa, pequeño saltamontes” (por favor, Fernando, no se lo tengas en cuenta). Así que cuando Sonia Martínez, la directora de la Radio, me ofreció ocupar media hora cada quince días en la programación de la emisora, no dudé en aceptar a la oportunidad. Yo había hecho teatro desde joven, había hecho radio en el Instituto 1 y siempre me he ganado la vida hablando delante de la gente, pero la verdad es que me daba terror ponerme sólo delante del micro. Por eso sentí un gran alivio cuando Lorena aceptó venir de invitada al primer programa, que si el feed no me engaña, lo emitimos el 17 de Diciembre de 2007. Viendo que esto daba más juego con más gente, para el segundo programa Jorge fue el invitado y doy gracias porque vino para quedarse. En la siguiente temporada pasamos de 30 minutos quincenales a una hora semanal, mi padre se convirtió en Don Carlos y el resto ya es historia. Seis años después, echo la vista a atrás y me parece increíble hasta dónde hemos llegado. Y aunque esté escribiendo este Editorial, sigo sin creerme que la Revista Fuera de Series es una realidad. Es rarísimo que yo no duerma bien y, sin embargo, más de un día hasta el lanzamiento del Crowdfunding me lo he pasado en vela. ¿Le gustará a la gente la idea? ¿Llegaremos a tener esos 3.000 euros para poder arrancar? ¿Tendremos suficientes autores que se impliquen con el proyecto? Y entonces resulta que conseguimos el objetivo en menos de 27 horas. Resulta que los autores no sólo se están dispuestos a escribir sino que están entusiasmados con el proyecto. Resulta, en fin, que uno se siente como con ese último lanzamiento de Uehara 2 3 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com El número 0 Cuando superamos los 7.000€ en el crowdfunding os dijimos esto: Aquí tenéis nuestro regalo. Hemos querido sacarla en esta fecha porque entraña la magia que mi hermano, mi padre y yo recordamos en estos días yendo a casa de mi abuelo a coger los juguetes que nos habían dejado los Reyes. Aquí tenéis el Número 0 de la Revista Fuera de Series, con el aguinaldo de 5 artículos más de los normales porque, qué demonios, os los merecéis. Este número 0 nos va a permitir a nosotros jugar con el estilo, la maquetación y el resto de las tripas de la Revista. Esperamos de verdad que os guste, y por favor, bombardearnos a correos y sugerencias a través de nuestro formulario. No sólo os aseguramos que las leeremos todas y las tendremos en cuenta, sino que además Don Carlos todos los meses contestará aquellas que más le gusten (ya le conocéis). Y animaros a mandarnos propuestas de artículos: queremos que la revista sea una plataforma para nuevos autores tanto como para aquella gente ya consagrada. Así que sin más, pasad y disfrutad de los artículos de Alberto Rey, Javier Suárez, Mariló Garcia, Roberto Pastor, Mon Suárez, Amanda Pons, Carlos Sogorb, Don Carlos y Lorena Gil, así como de la entrevista que Borja Glez. Santaolalla le ha hecho a Paco Plaza. Decir “gracias” no es ni de lejos suficiente, lo sé. Pero no por ello voy a dejar de darlas a todos los que habéis aportado un granito o la playa entera. Espero que os guste este número cero y sigamos juntos mucho tiempo. Y recordad… Clear Eyes, Full Hearts, Can’t Lose! 1 De hecho, en este afán de mandar que me caracteriza, en mi último año llegué a ser el director de la Emisora. 2 Primera y última referencia a las World Series. Palabra. 4 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com UNA CAMISETA DE MARCA POR ALBERTO REY Los expertos en branding, ésos que nos explican por qué amamos Apple, Prada o Coca-Cola, ésos que hacen que amemos Apple, Prada o Coca-Cola, se hartan de decir que para que una marca sea, no ya buena marca, sino marca a secas, tiene que contar ALGO. Tiene que haber una historia detrás, una historia que está en unos productos, tras ellos y bajo ellos, sosteniéndolos. Una historia que ES esos productos. Una marca es un relato y un mundo o, como diría un cursi, “un modo de vida”. Si no, la marca no es tal, sino un simple batiburrillo de identidad corporativa, logo, packaging y producto. Es lo que ves, nada más. La suma de sus partes. HBO es quizá la marca más y mejor marca que existe en el universo de las series de televisión. “Es de FOX” o “es de Sony” no predefinen tanto una serie como “es de HBO”. Pocos son los que escriben de televisión que conocen y/o han visto todas las series de Fox o de BBC (dos marcas también potentes, sobre todo la segunda), pero menos aún los que no han visto como mínimo algún episodio de todas las series de HBO. Al menos de todas las creadas desde que las siglas de Home Box Ofice se convirtieron en el sello mágico que distinguía la televisión de, como decía el propio slogan de la cadena, algo que pretendía ser algo más, algo mejor. “It’s not TV, it’s HBO” era un slogan tan brillante como engañoso. 1 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Claro que HBO es TV, cómo no va a serlo. Pero es que hubo una época en el que su televisión era tan distinta que podía incluso pensarse que era otra cosa. "Mejor, sí, otra cosa mejor": ése era el mensaje. Un mensaje que caló y que aún ahora, con la cadena tratando de usted a competidores a los que antes ni miraba a la cara (hola, AMC), se niega a ser borrado. Por eso HBO es una gran marca. En el mundo de la televisión, podríamos decir que es LA marca. Para los que nos dedicamos a escribir sobre televisión es casi obligatorio ahora, si no hablar mal, sí cuestionar a HBO. Por un lado es justo, pues la cadena ya no es aquella empresa intratable que iba donde no iba nadie y hacía lo que ninguno se atrevía a hacer. Por otro lado, hay cierta inquina, envidia incluso, en los ataques que HBO recibe con cada vez mayor frecuencia. Es cierto que Hello Ladies o Family Tree, por hablar de dos de sus últimos productos, son comedias tan menores que podrían parecer indignas de compartir catálogo con Entourage o Curb Your Enthusiasm, pero también es verdad que Juego de Tronos, la última gran revolución televisiva (por favor, no os molestéis en refutar esto), nació en la misma casa. Y, sobre todo, lo que es indiscutible es que TODOS los que ahora nos autoproclamamos seriéfilos le debemos a HBO una proporción apabullante de nuestra cultura televisiva. Sin HBO esta revista, por ejemplo, no existiría. Muchos ignoran que series como El Autoestopista o Fraggle Rock son también de HBO. O que la revolución realmente empezó con Oz. O que esa Sexo en Nueva York que ahora vemos con una mezcla imposible de nostalgia, indignación y asco fue igualmente revolucionaria. El gran público comienza el relato de la marca HBO en Los Soprano, The Wire y A Dos Metros Bajo Tierra, series tan sagradas que no hace falta que yo hable aquí de ellas. Pero lo haré de todos modos, porque hablar de HBO y no recrearse en su santísima trinidad es, nunca mejor dicho, pecado. No niego que se hace raro hacerlo en un medio como éste, que presupone (sí, lo presupone) que sus lectores no sólo han visto las tres series, sino que las veneran, que juran por ellas y que las tienen en la estantería al lado de Proust y Franzen. Tampoco me equivoco si afirmo que si hay algo que a los fanáticos de las series les gusta hacer es hablar de ellas. De SUS series. Dudo que haya ningún autoproclamado seriéfilo que no considere que, al menos una de las tres grandes de HBO es suya. La mía es A Dos Metros Bajo Tierra. Quizá Los Soprano sea la serie perfecta y The Wire algo parecido a una serie (otro día hablaré sobre esto) pero también perfecto. Al contrario, A Dos Metros Bajo Tierra si algo es es imperfecta. O, volviendo a recurrir a la cursilería, “imperfectamente perfecta”. Y lo es gracias a HBO. Cuenta Brett Martin en el interesantísimo Difficult Men que a Alan Ball le pidieron desde la cadena que los personajes de la serie estuviesen “más jodidos aun” que en el proyecto que el guionista presentó inicialmente. Y así se hizo. El resultado fue siniestro y a la vez maravilloso: aquellos personajes tan jodidos eran tú y yo, tu madre y tu padre, tu hermana, tu amante y tu ex. Aquella gente, tan aparentemente lejana a tu mundo, era tu gente. Identificarse con Tony Soprano o con McNulty 2 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com entraba dentro de lo posible. No sentirse parte de la familia Fisher era prácticamente imposible. A Dos Metros Bajo Tierra era el espejo en el que cualquier familia encontraba un reflejo. Aunque fuese uno doloroso, grotesco, exagerado y (cuidado que mancha) minimalistamente certero. Es increíble cómo se logró que las peripecias, algunas bastante culebronescas, de una familia desquiciada conectasen tanto con los espectadores. Sin aviso previo, descubrimos que aquello de la “familia disfuncional” no era sino un eufemismo. Que los Fisher eran freaks. Y tu familia también. Alan Ball, como hizo también en American Beauty, diseccionó uno a uno a sus personajes y mostró el monstruo que habitaba en ellos. Luego diseccionó al monstruo hasta hallar su corazón, lo sacó a la luz y nos lo mostró a todos. Perdón por el empalago, pero si A Dos Metros Bajo Tierra tiene un mensaje (uy, qué palabra-concepto más peligrosa), ése es que todos llevamos dentro un monstruo y, dentro de él, un corazón. Que todos somos buenos y que todos estamos perdidos. A mí esta serie y HBO no me ayudaron a encontrarme (en ello sigo), pero sí me enseñaron a tomarme la búsqueda con calma y, por qué no decirlo, resignación. La eficacia narrativa de Los Soprano y la sabia frialdad de The Wire contrastan enormemente con los altibajos y los vaivenes de A Dos Metros Bajo Tierra. También con el glamour y la sofisticación plastificados de Sexo en Nueva York y con las estilizaciones de Deadwood y Carnivàle. Pero todas, y las que hubo antes, y las que llegaron después, forman un corpus coherente y poderoso: el universo HBO. LA marca. Lo de aquellos años no se repetirá. Tenedlo claro. Si hubo una Edad de Oro de las series de televisión, fue aquella. Y fue en HBO, de HBO. ¿Que luego, nadando en dinero, prestigio y merchandising, la cadena se durmió en los laureles? Puede ser. Aunque no creo yo que Girls, Boadwalk Empire, In Treatment, Enlightened, Bored to Death o Treme puedan ser consideradas parte de una siesta corporativa tras un atracón de reconocimientos y dólares. Si seguimos poniéndonos nerviosos cada vez que una nueva serie empieza con esas tres inconfundibles letras en la pantalla, por algo será. Esa H, esa B y esa O, disparan resortes en nuestra memoria que nos llevan a Tony Soprano en batín, a Ruth Fisher probando por error la droga de su hijo o a McNulty empinando el codo una vez más. Nos devuelven a algunos de los mejores momentos que hemos pasado delante de una pantalla. Y nos justifican a la hora de comprar y ponernos una camiseta negra cuyo único adorno es un “HBO” gris claro en el pecho. Es una camiseta de marca y uno la luce con orgullo. ALBERTO REY Crítico televisivo y autor de Asesino en Serie, el blog dedicado a las series de televisión del periódico El Mundo. También es responsable del videoblog de televisión de El Mundo TV y puedes leerle en Energúmeno Snob, su otro blog. Twitter: @albertoenserie 3 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com ÉRASE UNA VEZ... ADICTOS AL ESPECTÁCULO POR JAVIER SUÁREZ Érase una vez… Así suelen comenzar todos los cuentos que nos leían nuestros padres o las películas de dibujos animados con las que hace años empezábamos a dejar volar nuestra imaginación, y así es como me gustaría que empezara la historia que voy a contarles ahora, que es como la vida de un niño, que amaba el cine y la radio fue evolucionado, caminando, creciendo, y a día de hoy, hace un programa que le ha dado muchas satisfacciones, alegrías, también preocupaciones y más de un quebradero de cabeza. Si estoy escribiendo estas líneas y tú, querido lector, estás aguantándome al otro lado (y que conste te lo agradezco en el alma) es porque CJ Navas, como decimos muchos, el 33%de FDS, me lo pidió así. Cuando empezamos a hablar de la revista, el insistió en que le apetecía leer cómo desde Canarias, alguien puede llevar 40 años siendo un simple oyente, espectador, aficionado (o como lo quieran llamar) del Séptimo Arte y las Series de TV y, en el plazo de un año, crear lo que CJ llama “Emporio Multimedia“… y yo le digo siempre, “Pringao Multimedia”. 4 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Y así empieza esta historia, que a lo mejor les lleva a volar con sus recuerdos a lugares donde hayamos estado conectados por la magia de la pantalla y, si no es sido así, que al menos la imaginación y los recuerdos les lleven a un sitio muy bonito para cada uno de ustedes. Pues érase una vez un niño que era hijo único, aunque cuando nació no fue así: venía una hermanita con él, pero ella no salió adelante y, desde pequeño, él ya fue consciente de que la vida no siempre es bonita. Tuvo una infancia feliz, y uno de sus mejores momentos era cuando llegaban los domingos por la mañana y o bien su madre o su madrina lo llevaban al cine a las 11,30 de la mañana. Salas como las de antes, el cine Cuyás, Capitol, Avenida, Rex o Bahía, salas que los que somos de Las Palmas y tenemos “tantaytantos” nunca lo olvidaremos. Seguro que cada uno de ustedes tendrá sus nombres y sus salas en su cabeza, era una magia diferente a los complejos de hoy. Yo recuerdo que miraba con avidez los carteles de “Próximos Estrenos”, ojeaba esas fichas que tenían puestas en vitrinas y, al ver una foto del próximo estreno, abrías los ojos como platos. Durante toda la semana yo me esforzaba en estudiar y portarme lo mejor posible (que no es lo mismo que bien) para que no me dejaran sin cine esos domingos. Recuerdo ver películas como Herbie, La Bruja Novata o Blancanieves, pero también los títulos de grupos infantiles como Parchís y no se cuantas cosas más. Poco a poco vas creciendo un poquito, tienes 14-15 años, y ya puedes ir tú sólo al cine. Yo aprovechaba y seguía yendo con mi madre a la función de las 11,30 pero también me guardaba parte de mi paga para irme a las sesiones dobles que hacían en un cine al lado de mi casa con los amigos. Entrábamos a las 3 de la tarde y salíamos sobre las 6,30 o 7 dependiendo de la duración de las películas, ahí vi títulos como Superman (la fui a ver 7 domingos consecutivos), La Guerra de las Galaxias, En Busca del Arca Perdida, ET, Gremlins, Grease, … No sé cuántos títulos maravillosos de los 80 viví con intensidad y devoción. Pero eso no era todo: además, en casa teníamos la suerte de tener tv en color y recuerdo como todas las noches me acostaba con 1Globo, 2Globos, 3Globos, reía con el Un, Dos, Tres, tenía que suplicarle a mis padres que me dejaran ver Historias para No Dormir (a costa de tener pesadillas pero, por supuesto, no decirlo para poderlas seguir gozando), lloraba con mi madre viendo Marco y le decía que ella nunca me podría dejar, cantaba Orzowei o lloraba como pocas veces he hecho con (¡OJO! ¡SPOILER!) la muerte de Chanquete. Seguro que estaréis diciendo: “Muy bien, y ¿que tiene esto que ver con Adictos al Espectáculo y la radio?” Os sigo contando….. Yo, como otros muchos amantes del cine, estábamos ansiosos de devorar noticias de cine. En esa época deseaba que llegara el Fotogramas todos los meses a la tienda del barrio. En cuanto llegaba, llamaban a casa para avisarme e iba yo corriendo a buscarla y no dejaba que me la trajera nadie: quería ir a la estantería y cogerla, verla y disfrutar ese momento único. A día de hoy sigue siendo así, y además con la suerte de tener otras revistas que se han ido sumando como Cinemanía o Acción que también me despiertan esas alegrías. La radio ha sido 5 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com mi compañera inseparable durante toda mi vida: escuchaba hablar y me enfadaba, reía, compartía e incluso llamaba para debatir. De Carlos Pumares y su Polvo de Estrellas me distancian muchas cosas a la hora de ver cine y de comentarlo, pero nunca olvidaré como una vez llamé para discutir porque había dicho barbaridades de Aliens El Regreso y yo quise decirle cuatro cositas bien dichas. Lo mejor es que cuando yo pensaba que no me iba a dejar, fue todo lo contrario y, de hecho, se guardó mi teléfono y cuando vino a Las Palmas una vez me llamó para si quería ir a verlo al estudio. Me marcó muchísimo el estar con él sentado y con los cascos puestos con 16 años, y ya entonces me dije que algún día yo quería hacer eso a mi manera. Después de aquella experiencia, mi afición por escuchar radio hablando de cine me llevó a Daniel Monzón (ahora director de títulos como La Caja Kovak o Celda 211, pero antes crítico de cine con Julia Otero), así como a descubrir a Pepe Nieves en La Claqueta o a Nacho Gonzalo en LoQueYoTeDiga. Y un día, donde menos te lo esperas, llega uno de esos momentos que sin saberlo marcará tu vida. Les contaré una anécdota que nunca he dicho antes (ahora que lo pienso, creo que ni mi mujer la conoce). Estaba en el gimnasio, y el dueño de los multicines Monopol (un complejo mítico en Las Palmas que por desgracia ya cerró), que me invitaba siempre a los preestrenos que se hacían en la isla, me comenta que van a hacer un pase de la película Instinto Básico, y que el locutor de la emisora está afónico por lo que no podrán tener la presentación de la misma. Yo, sin pensarlo, le dije, “Oye Alfonso, si quieres te lo presento yo”, y su respuesta fue: “Perfecto, nos vemos en media hora en el cine“. Saliendo él del vestuario, un amigo me preguntó si había hecho algo así antes, a lo que yo le contesté “Que va, pero será hablar sobre una película que tengo ganas de ver y no será tan difícil, digo yo“. Así que empiezo mi camino hacia el coche para dejar la bolsa del gimnasio y acudo al cine. La cola del público daba la vuelta a la calle (casi 600 personas fueron al estreno) y empiezo a tener un nudo en el estómago porque empezaba a darme cuenta de que me tengo que poner delante de la pantalla a hablarles a todos (sabiendo que les importará muy poco lo que tengo que decir), por lo que inveitablemente me empieza a entrar un miedo escénico de agárrate y no te menees. En eso, vi a Domingo Melián, al locutor que está afónico (y también dueño de Radio Paraíso, una emisora muy fuerte en esa época en la isla), y me dijo “No estés nervioso, piensa que tú eres el único vestido y todos los demás están desnudos“. Por lo visto, se ve que gustó mi presentación, y desde entonces me invitó a participar en su programa para que una vez a la semana hablara de cine, cumpliendo así un sueño para mí. Compaginé mi colaboración en la radio con el trabajo los fines de semana en un videoclub como persona de refuerzo y mis estudios de Empresariales. Siempre soñé con estudiar periodismo, pero me era imposible costearme el traslado a Madrid para ello, así que decidí formarme en la materia de manera autodidacta comprándome libros y estudiando/leyendo todo lo que podía. Unos cuantos años después, y compaginando el tema profesional con el personal, llegan las redes sociales a nuestras vidas, y como muchos de ustedes, me hago un Facebook para compartir mis cosas. En ese mundo aparece el grupo de Oyentes y 6 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Amigos de La Claqueta, el programa de radio que yo escuchaba, y donde puedo empezar a compartir mis opiniones con aficionados al cine de toda España. A nivel personal son tiempos difíciles, ya que fallecía mi madre, y poco después, nace mi hija, que es la que me trae la pasión por las series de TV: antes ya veía muchas, pero al no poder ir tanto al cine y disponer de menos tiempo libre, pues aún empecé a ver más y pronto me di cuenta de que las series empezaban a tener una gran calidad y cubrían mucho mejor las expectativas que años atrás. Un día, recibo un día un mensaje de Pepe Nieves invitándome a participar en La Claqueta, creando la sección “Adictos a la Tele“, pudiendo así compartir mensualmente micrófono con una persona a la que admiro profesionalmente y ahora aprecio personalmente. Y de ahí, heredando de la sección de La Claqueta donde participo, surge la idea de Adictos al Espectáculo. El primer pasó fue hacer un programa semanal de una hora en Radio Marca con Harry Callahan (que aunque ahora ya no realiza el programa conmigo, siempre será parte básica y fundamental de donde está hoy Adictos) en el que hablamos de cine, televisión y teatro. Semana a semana, voy consiguiendo hacer el programa que yo quería escuchar y que no lograba encontrar tener a pesar de los grandes programas que tenemos en España. Programa a programa logramos hacer un espacio diferente y cercano a la actualidad, pero también dando cabida tanto a distintas personas que normalmente no tienen la oportunidad de compartir sus opiniones en la radio como también a otras personas de relevancia que no tienen problemas en regalarle unos minutos de su tiempo a un pequeño programa hecho en Canarias pero con ilusión de llegar a todo el mundo. Y entonces, aparece twitter. Lo que empezaba siendo una red social más para mí, se convirtió en algo especial en mi vida al permitirme conocer a muchas personas a las que yo veía actuar, leía sus artñiculos o escuchaba hablar en programas de radio como La Script o podcasts/webs como Premios Oscar y su La SextaNominada, Esta Peli ya la he Visto, Del Sofá a la Cocina, Cosas de LYN, Yo Disparé a JR o unos tal Fuera de Series. El programa va cada día haciéndose un poquito más grande gracias a todos los que participan en el mismo, los que lo escuchan, los que comparten sus opiniones y también, cómo no, a los que nos critican y nos ayudan a mejorar. Pero lo que ha hecho twitter y el resto de redes sociales es que, bien utilizadas, han conseguido que me sienta acompañado a pesar de la distancia. Bueno amigos, creo que ya está bien de autobombo, que parezco yo mismo y mis circunstancias, pero lo que quiero transmitir con este artículo es que todo es posible si se lucha por tus sueños, porque hoy día es factible convertir una pasión en tu manera de ganarte la vida. Como una vez leí, “no busques trabajo, créate el tuyo“… y yo estoy trabajando en ello. Toda esta parrafada anterior no tiene sentido si no logro transmitiros lo que quiero, y eso no es más que dar ánimos a cada uno de los que esté luchando por salir adelante. Este mundo en el que estamos metidos no lo está poniendo fácil, porque si eres joven y terminas la universidad, no tienes donde ir; si estás en una empresa, no sabes cuánto tiempo durará ese trabajo que te mantiene; y cuando piensas que 7 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com tienes toda tu vida encauzada profesionalmente, todo se te puede venir abajo de un día para otro. Pues amigos: yo, que no lo he tenido nada fácil en los últimos meses (diría años), quiero deciros que se puede salir de esto. Que las crisis agudizan el ingenio y las ganas de superación, que no dejéis que nadie os diga nunca que llevar a cabo vuestros sueños es una locura y que sean los resultados los que dictaminen el éxito del mismo o no… pero no os quedéis con las ganas de intentarlo. Yo lo hice un día y resulta que está saliendo adelante. No sé cuanto tiempo durará o si podré seguir toda mi vida con este proyecto, pero ahora mismo lo que os puedo decir es que pienso luchar todo lo que haga falta y os invito a hacer vosotros lo mismo con vuestros proyectos. Para terminar, quiero dedicar este artículo a todos vosotros que lo estáis leyendo, a los que en cualquier momento u ocasión me han dedicado unas palabras en persona o en cualquier red social o medio de comunicación, los que me hayan escuchado alguna vez Adictos al Espectáculo, me hayan visto en TVE , Canal Plus o me hayan leído en el Canarias7. Y, por encima de trodo, quiero dedicárselo a Sonia, mi mujer, que aguanta mis neuras y con quien comparto las horas dedicadas a ver cine y tv (con sus respectivos viajes), así como la ansiedad en los malos momentos y alegría en los buenos, además de ser la encargada de bajarme los pies a la tierra cuando me lo creo o me levanta el ánimo cuando estoy mal. Por supuesto, también tengo que dedicárselo a mi madre Manoli, quien me enseñó a amar el cine y la vida, y a Adriana, mi pequeña de 3 años, que hace que la ilusión por crear algo diferente y de lo que ella se sienta orgullosa me haga cada día intentar ser mejor persona. En otra ocasión, les escribiré un artículo que será mucho más polémico y entretenido que este acerca de los actores de doblaje, porque la tan denostada últimamente por todos “versión doblada” tiene detrás de sí a unos grandísimos profesionales gracias los cuales todos nosotros, en mayor o menor medida, hemos empezado a amar el cine y, hoy en día, siguen suponiendo el 80% del cine que se proyecta en las salas. JAVIER SUÁREZ Locutor de Adictos al Espectáculo, programa de radio de TodoRadioFM sobre cine, series y teatro hermanado con el colectivo BirraSeries. Colabora en la sección de cine del magazine Cerca de Tí de TVE Canarias y en el programa de radio La Claqueta. Acaba de estrenar blog en el periódico Canarias7. Twitter: @adicespectaculo 8 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com ERES LO QUE COMES, SERIÉFILO POR MARILÓ GARCÍA ¿Tienes hambre? Deja este artículo para más tarde. Porque en las series de televisión se come, igual que se bebe, mucho, demasiado. O, al menos, desde que ‘prohibieron’ fumar en la pequeña pantalla. Vale que Carrie Bradshaw utilice el horno para guardar sus zapatos (en realidad, su casa entera es un closet), pero no hay episodio en el que Carrie y sus amigas no hablen de vaginas y penes sin un brunch de por medio. Para sus monólogos en columna, Carrie prefiere un "Cosmopolitan", la única receta que se sabe de memoria. Porque salir, comer y dejarse ver en Nueva York es de lo más cool. En las series, como en la vida, se puede nacer en el desayuno y morir cenando. Un forense llamado Dexter comienza el día con la intro calórica más potente que hayamos visto jamás en pantalla (al menos hasta que apareció Hannibal, aunque, agrrr, no es lo mismo). Nada como una carnaza, unos huevos con ketchup, café y zumo de naranja con apariencia sanguinolienta para coger fuerzas. Nunca verás al serial killer con un sandwich mordisqueado en la escena del crimen... algo muy habitual, por jocoso, en la mayoría de las series policiacas. El señor Morgan tiene clase (y estómago) hasta para esto. En una ocasión le vemos tirar a la basura un par 9 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com de bistecs porque no están a la altura. Si volviera a nacer, Dexter podría ser el mejor de los carniceros. De haber nacido en Miami (hipotéticamente hablando) no sé si Tony Soprano habría acabado en la mesa del justiciero. ¿Te imaginas? En Los Soprano, el personaje interpretado por James Gandolfini se despidió de sus fans sentado a la mesa de un pequeño restaurante, junto a su familia, comiendo unos aros de cebolla, “los mejores del Estado”. Nada de sabrosos espaguetti con albóndigas en el Vesubio ni chupitos de sambuca en el Bada Bing! El capo más famoso de la ficción -con permiso de El Padrino -rumiaba un vegetal frito en el, paradójicamente, momento más tranquilo de toda su existencia. Imágenes metafóricas que encuentran su máximo esplendor en la serie Hannibal, cuyos episodios tienen nombre de comida. Aunque las apariencias engañen, lo cierto es que no se había visto nunca un congelador tan bien aprovisionado. Si del cerdo se aprovecha todo, no digamos ya del ser humano. Y siempre bien regadito de Chianti. Sus elegantes ademanes han inspirado no sólo a Dexter en la despedida de la serie, sino también a las brujas de American Horror Story: Coven. La fashionista Myrtle, preocupada por su melena pelirroja a lo Grace Coddington y por sus conjuntos haute couture, urde una venganza cocinada a fuego lento: concretamente, una suculenta langosta a la mantequilla y exquisitas bolas de melón con cuya cucharita hace virguerías con el ojo humano... aunque, eso sí, avisa a sus futuras víctimas: “No voy a mataros hasta después del postre: tarta de lima. Me encanta, más que la isla flotante, llamadme ignorante”. El humor negro, negrísimo, de Ryan Murphy llega hasta los fogones. Ya lo vimos con aquel cerebro emplatado de la primera temporada. Pero si algo nos ha enseñado Hannibal es que en nuestra mesa no pueden faltar otros delicatessen más accesibles para paladares no caníbales (¡auch!). No se había comentado tanto un episodio con una pata de jamón ibérico desde Los Serrano. Hannibal lo corta a mano para deleite de su invitado, que aprecia la dificultad para conseguir tan suculento plato. El comedor de Hannibal es, en muchas ocasiones, una especie de corredor de la muerte en el que la víctima cebada se despide con algo más apetitoso que unos aros grasientos. Sin duda, Hannibal ha marcado un antes y un después en la gastronomía televisiva y se lo debemos al cocinero José Andrés, cuyas retorcidas propuestas realizadas en su calidad de asesor fueron llevadas a la pantalla por Janice Poon, una amante de la gastronomía española. Porque la comida Made in Spain sigue pareciendo exótica (y que así siga) al otro lado del charco. En muchas series se enorgullecen de pedir ‘tapas’ y ‘sangría’ (en The Goldbergs, ambientada en los años 80, ya parecía hacer furor). ¿Ejemplos? Muchos, la mayoría muy divertidos. Me sorprendió encontrar un episodio, magnífico, de Mujeres desesperadas en el que cada una de ellas se nos presentaba subliminalmente a través de la comida. La más sibarita, Renee (Vanessa Williams), se decantaba por la ‘tortilla española’. Con series familiares como las protagonizadas por las desesperadas de Wisteria Lane hemos aprendido (y mucho) a entender la importancia de la salsa de arándanos y del pavo relleno de Acción de 10 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Gracias. Estos episodios festivos, como los de Navidad, son ya un clásico, con sus poncheras y sus tartas de manzana. Sin embargo, lo que más me sigue sorprendiendo es el extraño maridaje nacido entre la pizza y el vino. Cuando los Scavo abrieron una pizzería, resultaba inevitable que montasen cenas temáticas en familia... pero el que Lynette, tras su divorcio, viera como su nuevo novio le invitaba a una pizza con vino tinto parecía un chiste del destino sin mucha gracia. En The Good Wife sirve para que Peter y Alicia recuerden cómo fue su primera cita y, de paso, sepamos como espectadores que se han hecho a sí mismos, siempre juntos. Algo parecido es también esa cita especial de los famosos viernes de Peter, Bishop, y Olivia en Fringe, tan cuadriculados ellos que no salían del pizza-vino blanco con película de terror. O en Hot in Cleveland, cuando las cuatro solteras celebran su día de ‘Sin Valentín’ sin hombres y a base de hidratos bien regados, siempre tan prohibidos. De noches especiales están las series llenas. Si la comida española les resulta exótica, punto y aparte merece la cocina mexicana. En Raising Hope se apuntan a ‘La noche de los tacos’ (otra ironía más en esta serie creada por hispanos), en la que los tacos se rellenan de lo que se encuentre en la nevera porque la necesidad aprieta. En un tono más formal, Sonya Cross es invitada en The Bridge por su nuevo compañero, Marcos, a cenar en su casa junto a su familia. No sólo un puente separa EEUU y México, estos dos países tan dispares, sino que también a la mesa vemos que, acentuado por su síndrome de Asperger, Sonya es incapaz de mentir y comenta lo desagradable que le está resultando esas comidas elaboradas como son las quesadillas y los frijoles, . Pero si hay un invento mexicano que gusta a todos es, sin duda, el cóctel "Margarita". Desde los tequilazos "Revolución Etiqueta Plateada" favoritos de la bipolar Carrie en Homeland a las juergas que se corren (más aún) en Modern Family, donde, acentuada por el alcohol, la tontuna de Phil resulta de lo más atractiva para un gay interpretado por Matthew Broderick. Episodio memorable aquel en el que la pareja gay y sus amigos mezclan los "Margarita" con absenta (“que el corazón alimenta”), provocando que el patriarca se desmelene como el que más. Bebidas que nos trasladan a mundos fantásticos, como la ambrosía que se degusta en Battlestar Galactica, creada hace más de 100 años en las colonias de Kobol. Y es que con los menús alienígenas se abrió la puerta a alguno de nuestros traumas más arraigados, como la imagen de Diana tragándose una rata en V o creer que el peludo y afable Alf se alimentaba de gatos. Aunque no sepamos muy bien qué es el doctor Zoidberg (su apariencia recuerda a unalangosta), nos repele su dieta a base de basura en Futurama. Otros extraterrestres, más aventureros, están dispuestos a cambiar, inventando el Daiquiri de plátano como hizo en un ambiente de lo más fiestero el Doctor. Ya lo sabemos: a veces, nos gusta lo que nos gusta y no hay más que hablar. Que se lo digan a Violet, la condesa viuda de Grantham, cuando le ofrecen por primera vez unos cócteles traídos de EEUU y la pobre se lleva las manos a la cabeza, asustada ("Donde esté una copita de jerez..."). En Downton Abbey, sentarse a la mesa engalanada forma parte del ritual, al igual que los sirvientes unas plantas más 11 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com abajo. El trajín de las cocinas para que todo esté siempre a punto es parte del engranaje de ese gran edificio en el que la apariencia lo es todo. Curiosamente, un giro inaudito en la historia lo protagoniza uno de los lacayos al conseguir una beca como chef en Londres. El mundo está cambiando y nada lo muestra mejor que un cocinero ante sus platos, siempre innovando. Desde la maniática Monica de Friends al sensual chef de South Park; desde el sarcástico jefe de cocina de Mom al imaginativo cocinero neptuniano de Futurama. Todos imponen sus reglas en sus cocinas, y muchas veces, fuera de ellas. Una serie que ha enlazado de una forma original y perfecta ambos mundos es Treme. Nueva Orleans renaciendo de sus cenizas, superviviente, como esa cocinera que, cuando no hay postre que servir, se va a buscarlo a su propia casa. El cliente siempre lleva la razón y, como parte del homenaje a las gentes que sufrieron el Katrina, en la tercera temporada se homenajea su gran gastronomía sentando a la mesa a algunos de los mejores chefs de EEUU. Entre ellos, Tom Colicchio, que, además de ser jurado del televisivo Top Chef, fue pionero al preparar, como parte de la promoción de lanzamiento de HBO, un menú westero cuando se estrenó Juego de tronos. La serie surgida de la imaginación de George R. R. Martin ha conseguido casi un imposible: que dos fans escriban, con el beneplácito de su autor, un libro de recetas inspiradas en sus mundos ficticios. Y es que, ante el fin del mundo tal y como lo conocemos, todo es posible. Si vives en un escenario postapocalíptico como el de The Walking Dead te acostumbrarás a cazar ardillas. Y si tienes la suerte de toparte con el Gobernador podrás probar su sofisticado whisky "Bastilla". Aunque es curioso que, antes del ataque zombie, los protagonistas sólo comieran hamburguesas con patatas fritas... ¡Si lo hubieran sabido antes! Hay que aprovechar, amigos, nunca se sabe. Aunque peor que la cocina de una cárcel como la de Oz o la de Orange is the New Black, nada. Curioso que todos los presos se peguen por trabajar entre fogones, ya sean los italianos en la primera o las dominicanas en la segunda. Una vez que un grupo maneja sartenes y cacerolas, media prisión es suya. La hamburguesa merecería un post para ella solita. Ni el abuso de la comida china ha podido hacerle sombra. La burger es la reina de la sitcom. La cadena Krusty Burger de Los Simpson, creada por un payaso (¿hay algo que pueda hacer más feliz a un niño?) o la Cangreburger de Bob Esponja, que alegra el jeto hasta a un amargado como Calamardo. En Cómo conocí a vuestra madre, Marshall se medio perturba intentando recuperar el sabor de una hamburguesa que comió en Nueva York, tan buena que Barney confiesa que le entran ganas de coserse el culo. El sabor auténtico de las cosas también lo persigue Robin Williams al frente de la agencia de publicidad de The Crazy Ones usando a la todopoderosa McDonald’s para una de sus acostumbradas bromas: "¿Has tomado un Happy Meal infeliz?". Al personaje de Williams, cuando se le cruza el cable, le da por servir en la cocina del dinner del barrio donde, dice, "se le afloja el estrés". Comer una hamburguesa con ganas es tan visualmente agresivo que cuando una mujer como Stella Gibson, 12 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com interpretada por Gillian Anderson, la devora en el piloto de The Fall ya sabes que será capaz de enfrentarse a lo que sea: Stella va a morder donde más duela. La guerra de sexos también ha llegado a la cocina. En Rockefeller Plaza, Jack Donaghy (Alec Baldwin) pide a un camarero una bebida tan femenina como el "Cosmopolitan", un "Nancy Drew" (aunque él lo desconozca). La jefa de guionistas de su programa, Liz Lemon (Tina Fey), huye del tacón y ama los adictivos snacks "Sabor de soledad, con más semen de toro” según anuncian. En Parks and Recreation se da el caso contrario: mientras la eficiente pero torpe Leslie Knope se atiborra de dulces gofres, su colega Ron Swanson no le hace ascos a la carne cruda, pidiendo como aperitivo todo el bacon que le puedan cocinar, alternándolo con variados tragos del exclusivo whisky "Lagavulin". Es muy curioso que en series protagonizadas por policías, donde lo usual es que directamente no se coman más que sobras, se comiencen a dar guiños de lo más divertidos. No sólo Mulder se preparaba unos "Destornilladores caseros" de infarto mientras Scully le miraba desconfiada. En The Killing, si bien Linden es la reina de las vending machine, Holder, un anti comida procesada, lleva siempre consigo una bolsita de pequeñas zanahorias cortadas como si fueran un tesoro. Pero, si se pretende atrapar al criminal, el tiempo es oro: El estrés lleva a la protagonista de The Closer, por ejemplo, a atiborrarse de galletas (lo que le ayuda además a resolver los casos) y a los polis de The Wire a no salir del bar irlandés donde corre el whisky "Jameson" como si fuera agua. Paradójicamente, los cerebritos de The Big Bang Theory no sueltan la bandeja con bebida energética y comida prefabricada. Hasta los periodistas de The Newsroom, en contadas ocasiones, frecuentan algún restaurante asiático snob (¿tofu helado y cremoso?)... Aunque lo normal es que acaben peregrinando en grupo al karaoke chino cerca de Times Square después de una larga jornada. Comer rápido y mal ha pasado factura a algunos de nuestros personajes más queridos, que han engordado hasta la exageración por exigencias del guión (hay casos en New Girl, Battlestar Galactica, Friends y Apartamento 23, entre otros). También ha pasado al contrario y el actor de turno se ha puesto las pilas en la vida real. Para justificar que Chris Patt perdiese 22 kilos, en Parks and Recreation bromearon con que había dejado de beber cerveza. Asunto arreglado. El yoyó Chandler en Friends es un caso digno de Iker Jiménez. ¿Y qué ocurre en esas series en las que casi no se come? ¿Estás seguro? A veces, parece que en Mad Men sólo se beba "Old Fashion", pero fíjate bien porque ellas cocinan y las salas de reuniones están llenas de bandejas. En otras, por el contrario, es ese algo comestible lo que se convierte en un leit motiv de la serie, como el popular puesto de plátanos con chocolate de Arrested Development, que sufre todo tipo de singulares contratiempos. Hay series que han puesto de moda lugares, como la tienda de dulces Magnolia Bakery de Sexo en Nueva York y el Monk’s Café de Seinfeld (aunque no vendan la sopa del nazi) en Nueva York; el bar restaurante Cheers de Boston o la cafetería Grumpy en Brooklyn de Girls, tan hipster como los cócteles de Happy Endings servidos en tarros de mermelada. Hay situaciones en las que la comida nos ha 13 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com servido para hacer la gracia sin que los guionistas lo pretendieran: ¿el hijo de Walter White, Walter junior, sólo se alimenta de cereales? Y eso que en Breaking Bad la evolución del apocado Walter al temido Heisenberg pasa por cambiar el vino blanco de caja por el exclusivo whisky escocés "Dimple". Si aquí Dean Norris (su cuñado Hank), es especialista en preparar "Margaritas" y hasta fabrica su propia cerveza (algo que enfurece a Walter), en La cúpula, Norris es un falso líder que no puede tirar para adelante sin un trago de ese whisky que va escaseando en el Switbrear Diner. Hasta en otro tipo de ciudad aislada, en la isla de Perdidos, encontramos productos Dharma de todo tipo (siempre que estuvieran a salvo de las manazas de Hurley, claro). Como oficio, negocio, lugar de reunión (imprescindible en las citas a ciegas de Dates, por ejemplo) o como parte de la descripción de un personaje, la cocina siempre estará ahí también para aportarnos enormes consejos. Como en Ray Donovan (la serie revelación, para mí, de 2013) cuando el más tímido de los Donovan prepara con temor unos espaguetti a su nueva novia, un amigo de la familia más cocinillas y experimentado le ayuda diciéndole estas sabias palabras: “No puedes añadirle salsa embotellada si quieres mojar el churro”. Anexo Aquí tienes un listado de las series que se mencionan en el artículo y están actualmente en emisión junto con la cadena donde puedes ver cada una de ellas: Dexter (Fox Crime) Hannibal (AXN) Los Soprano (Canal+) American Horror Story (FOX) Mujeres desesperadas (FOX, Telecinco) The Good Wife (FOX) Fringe (FOX, Canal+) Hot in Cleveland (Póquer de reinas) (AXN White) Raising Hope (Hope) (FOX) The Bridge (FOX, FOX Crime) Homeland (FOX) Modern Family (FOX, Antena 3) Futurama (FOX, Antena 3) Doctor Who (Syfy) Downton Abbey (Antena 3) Treme (TNT) Juego de tronos (Canal+, La Sexta) The Walking Dead (FOX, La Sexta) Orange is the New Black (Canal+ Series) Los Simpson (FOX, Antena 3) Cómo conocí a vuestra madre (FOX) The Fall (La caza) (AXN) The Killing (FOX Crime) 14 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com The Closer (TNT) The Big Bang Theory (TNT) The Newsroom (Canal+) Mad Men (Canal+) Girls (Canal+) Breaking Bad (Paramount Comedy, Canal+) La Cúpula (Antena 3) Dates (Canal+) Ray Donovan (Canal+ Series) MARILÓ GARCÍA Periodista y documentalista, autora del blog Yonomeaburro. Hace crítica de cine, coordina la sección de series y es columnista de televisión en Cinemanía. Escribe la sección Enciende la serie en Rolling Stone y sobre moda en la ficción en Hola.com. Ha publicado el libro Cócteles fuera de serie. Twitter: @yonomeaburro 15 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com WELCOME TO JAPAN POR ROBERTO PASTOR Las seis de la mañana no es una hora muy habitual para sentirse emocionado y enloquecido de alegría. Mucho menos tras pasar 12 horas en un avión que ha recorrido la mitad del globo terráqueo dejando tu hogar casi en las antípodas de tu posición actual. El cansancio hace mella siempre, pero cuando uno siente que ha alcanzado un hito vital, que puede tachar una línea en esa clásica lista de “Cosas que hacer en la vida”, la mella se restaura en pocos segundos, por lo menos hasta que el jetlag haga su triunfal aparición. Pero de momento eso puede esperar. Caminar por los pasillos casi desiertos de un aeropuerto internacional cuando el sol apenas asoma entre la capa de grisáceas nubes es toda una experiencia, una deseada aunque no buscada, es algo que va de extra en ese paquete que es realizar el viaje de tu vida, uno para el que llevas ahorrando durante años tanto dinero como esperanzas, que has alimentado buscando información durante horas creyendo, más que nunca, eso de que el saber no ocupa lugar. Un viaje que supe que quería realizar hace muchos lustros y que no creí que estaba comenzando hasta que pasé arrastrando mi maleta por debajo de un colorido cartel que rezaba un mensaje tan simple como importante: "Welcome to Japan". Como muchos de los hijos de los años 80 descubrí el manga y el anime antes de saber qué eran el manga y el anime. Sentarse frente al televisor sintonizando las televisión autonómica de turno o la fresca ola que aportaba en su momento Telecinco, suponía unas buenas horas disfrutando de series como Dragonball, Dr. 16 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Slump, Caballeros del Zodiaco, Johnny y sus amigos (Kimagure Orange Road), Sailor Moon, Lupin, Chicho Terrstrongoto, Campeones: Oliver y Benji, Bésame Licia (Ai Shite Night), Dos fuera de serie (Attacker You!) y otros productos que conseguían algo que hoy parece complicado: no disgregar por sexo a la chavalada que había sobrepasado los diez años. Se trataban de series distintas a lo visto hasta el momento, con una animación que daba bastante risa debido a la escasez de la misma, que presentaba situaciones picantes, sangrientas peleas, problstrongas dignos de la edad del pavo, dramas familiares, aventuras increíbles y mucho más en pleno horario infantil. Tardamos un poco en descubrir que todas estas series tenían como nexo de origen Japón, un país que nos sonaba a sinónimo de ninja, samurai o Godzilla y poco más, un absoluto misterio para nuestras imberbes mentes. El siguiente asalto se produjo en los kioscos. Cuando estos establecimientos tan vapuleados en la actualidad eran pequeñas tiendas especializadas en cómic, era común vernos paseando por sus escuetos pasillos hojeando el último número de Spawn o X-Men bajo la asesina mirada del encargado de turno. La irrupción del manga en España no ayudó a paliar la situación. Las mismas series que veíamos en televisión tenían una versión impresa y sin color, algo inaudito y que personalmente me revolvió la cabeza hasta descubrir que esos cómics japoneses (de nuevo, no había ni idea de lo que era un manga) eran el origen de muchas de las series que llevaban emitiéndose desde unos pocos años atrás. Se abrió un nuevo camino para un servidor y muchos más prepúberes, y ese camino acababa en Japón. Las siete y media de la mañana Me encuentro en un autobús que recorre los 50 kilómetros que separan el aeropuerto de Narita de Tokio. Mientras observo los campos de arroz y las ocasionales viviendas que se deslizan a mi paso, asimilo los años que llevaba ansiando estar donde estoy. A medida que observo como el majestuoso verde del campo japonés va dando paso al fascinante gris de la capital sonrío como el crío que se plantaba frente al televisor para ver cómo Goku le destrozaba la cara a Piccolo. Justo cuando veo de pasada un centro Carrefour, el único de todo Japón según informa nuestra guía, caigo con la mayor de las dulzuras en la total aceptación de que estoy ahí, en un país que imaginaba a través de series de animación y cómics casi sin color. El hecho de que, diez minutos más tarde, esté circulando por una autopista que esquiva un bosque de edificios me asegura la máxima que reinará en mi viaje: la realidad supera a la ficción. Decir que Tokio es grande es como decir que la Luna está lejos. Hasta que uno no lo comprueba por si mismo no descubre lo cortas que son sus palabras. Dudo que algún día pueda estar de camino a nuestro satélite, pero creedme cuando os digo que vislumbrar una ciudad que acaba mucho más allá del brumoso horizonte hace que uno se sienta mucho más que perdido entre los 12 millones de habitantes que la habitan. Pero para todo aquel que sembró su obsesión por Japón con el anime y la regó leyendo páginas y páginas de manga, el primer objetivo está más que claro. 17 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Akihabara Los japoneses consideran Akihabara el barrio de los raritos, donde oleadas de chavales y hombres solitarios acuden con sus mochilas en la espalda para abastecerse de kilos (y me refiero literalmente) de mangas, DVDs, Blu-Rays, videojuegos, figuras y más merchandising que no podemos ni imaginar hasta que no lo vemos con nuestros propios ojos. Fueron mis primeras horas en Akihabara las que me descubrieron que el mercado de manga y anime en nuestro país, no sólo es ridículo en comparación con el nipón, sino que la oferta en este último es simplemente inabarcable. Con cada nueva temporada de anime, la cual coincide aproximadamente con cada estación climatológica, Akihabara parece cambiar su “decoración” a fin de promocionar los animes estrellas del momento. Pocas son los que consiguen un éxito tan titánico como para seguir siendo rentables pasados los años. Por si os lo estáis preguntando, sí, Dragonball sigue siendo un referente en Japón, pero en lo que respecta a ventas y éxito en general, One Piece es el manga y el anime que lleva la voz cantantes desde hace ya varios años. Aunque no podría discernir si Gundam, una franquicia de “mechas” (robots gigantes) que lleva más de 30 años funcionando, genera más dinero gracias a la venta de figuras y maquetas. Es simplemente imposible asimilar Akihabara en si mismo. En un momento uno está intentando recorrer estrechos pasillos delimitados con estanterías repletas de manga para después hacer lo mismo en establecimientos dedicados al videojuego retro o en Don Quijote, el concepto japonés de nuestra tienda china pero elevado a la potencia de un edificio de 9 plantas. Así se hacen las cosas en Japón. Los japoneses No es hasta superar el jetlag cuando uno se da cuenta de los japoneses. No toméis de forma ofensiva mis palabras, más bien al contrario. Una de las cosas que más valoran en Japón es el silencio, es algo que uno descubre cuando está en una de las ciudades más grandes del planeta y lo que oye es un inusual y relativo silencio. No hay casi bocinas, no hay gente hablando a gritos más allá de las zonas comerciales en hora punta, simplemente uno observa como la gente pasa por su lado como si deseara no ser notado camino de su trabajo, el lugar donde reside la verdadera religión de Japón. La verdadera moraleja que nos enseñó Dragonball es que, con esfuerzo, uno puede conseguirlo todo. Es algo que aparece no sólo en la obra cumbre de Akira Toriyama, sino en otras muy conocidas como la mencionada One Piece, Naruto o Bleach, todas ellos mangas y anime de gran éxito entre el público joven. La doctrina del esfuerzo se aplica en Japón desde la escuela, es por eso que gran parte de la sociedad nipona está acostumbrada a vivir para su trabajo, regalando su tiempo y prácticamente su vida por el bien común empresarial y social. Es un concepto que, como español, me cuesta mucho entender, pero es simplemente porque en nuestro país funcionamos de otra forma. 18 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Es esta cultura del esfuerzo y el desvivirse por el bien ajeno la cara y la cruz de la sociedad japonesa, algo que uno también vive de forma directa una vez está allí. No puedo hablar como si hubiera trabajado para una empresa japonesa, pero sí puedo hablar como alguien que se ha beneficiado del trabajo ajeno, es por ello que cuando uno habla de querer mudarse a Japón, debe tener muy claro que, al igual que en cualquier otro país, no es lo mismo ser turista que residente. Como turista uno descubre la famosa y cierta amabilidad japonesa, la cual me sigue sorprendiendo cada vez que pienso en las las experiencias que me proporcionó en mis viajes, pero también descubre otros aspectos que entristecerían a mucha gente que cree que Japón es así las 24 horas del día. Es lo que me gusta llamar “pasar del Japón otaku al Japón real”. Podemos tener muchas ideas preconcebidas y muy variadas antes de viajar a Japón, ideas nacidas gracias a todas las obras de ficción que hemos leído. Puede no parecer un buen referente sobre el que cimentar nuestros prejuicios, pero es muy cierto que en muchos mangas y animes hay instantes de las sociedad real japonesa. Yo no descubrí por qué los personajes de un anime cruzan los brazos en forma de cruz para negarse a hacer algo hasta que no ví como el dependiente de una tienda corría hacía mi con la misma postura para decirme que estaba prohibído hacer fotos. No descubrí la realidad de las reverencias hasta que no comprobé que se usan de la misma forma en la que nosotros nos damos la mano o besos en las mejillas. Y sobretodo me quedé sin descubrir otros muchos aspectos de una sociedad que fascina por las enormes diferencias que plantea frente a la española. Aceptando de la mejor manera posible estas diferencias, pude disfrutar de una manera especial mis estancias en Japón, como alguien que simplemente debe preocuparse en observar y cuidar lo mejor posible la salud de sus piernas tras enormes caminatas. El objetivo ya no era comprender la sociedad japonesa, era simplemente estudiarla, porque a cada minuto de estudio uno no puede sino maravillarse, incluso de las cosas más sórdidas y potencialmente peligrosas. Kabukichö, Yoyogi y Book Off Recuerdo con un peculiar cariño mi paseo por Kabukichö, el conocido como barrio rojo de Tokio, unas pocas calles llenas de clubs de alterne tanto para hombres como para mujeres, bares, locales de apuesta y restaurantes. Kabukichö es también el punto de encuentro recomendado para todo turista que quiera saber lo que es la Yakuza, la mafia japonesa. Podéis catalogarme como rarito, pero me pareció simplemente fascinante pasear por calles en las que uno compartía asfalto con unos personajes que han alimentado un imaginario tan famoso. Lo único que debe tener en cuenta el turista antes de cruzar el luminoso neón que delimita la entrada a Kabukichö es que ahí es mucho mejor guardar la cámara. Si uno camina con la simple ambición de observar de lejos, será recompensado con la indiferencia de la Yakuza. Quién sabe, incluso puede que alguno se acerque a ofrecer los servicios de sus “chicas de compañía”. 19 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com El ambiente de Kabukichö choca completamente con el de lugares como Yoyogi, uno de los pulmones de Tokio y el mejor lugar para descubrir en domingo cómo es el ocio más simple, más allá de las visitas a las cafeterías y a los salones recreativos que se pueden ver en infinidad de mangas. Los domingos en Yoyogi son un variopinto escenario de gente practicando yoga, tai-chi, malabares o deporte y de público disfrutando de un concierto en directo o de los numerosos puestos de un bullicioso mercadillo. Es el lugar idóneo en el que descubrir cómo se realiza una boda sintoísta y preguntarse por qué ninguno de los asistentes a la misma sonríe en la foto de familia. Contrastes, muchos más contrastes que dificultan más la posibilidad de comprender la sociedad japonesa como turista. Pero ya he aclarado mis pensamientos días atrás y simplemente soy un observador que quiere disfrutar de lo que ve como un lector disfruta de lo que lee. Y curiosamente, no se me ocurre mejor lugar para ser lector que Japón. Resulta extremadamente curioso que, según un estudio reciente, Japón sea uno de los países que dedica menos horas a la semana a la lectura. Y resalto lo de extremadamente porque las librerías son unos de los comercios más profusos en cada ciudad. No es nada difícil encontrar un establecimiento de la cadena Book Off mientras camino por las calles de Tokio e incluso cuando circulo por alguna carretera secundaria. Esta cadena de librerias de segunda mano es toda una institución en Japón. Sus elevadas estanterías resultan la envidia de cualquier aficionado a la lectura, ya sea de libros convencionales como de mangas. Los irrisorios precios que marcan cada uno de los ejemplares incitan a comprar alguno incluso sin saber leer ninguno de los silabarios japoneses. Simplemente uno considera una ofensa no comprar un manga de 300 páginas cuando el precio de este no supera el euro. Por esto Japón es el paraíso del aficionado al manga. No se trata sólamente de que sea la cuna del género, del formato y de la industria (que ya es suficiente), también es la impresionante accesibilidad al mismo, la cual ofrece literalmente una oferta inabarcable para una vida humana. Es en los pasillos de cualquier Book Off cuando uno suele hacer la promesa que sigue al viaje a Japón: debo aprender japonés. Pero esa es otra historia. Japón es más que Tokio Los días en Tokio avanzan y cierto tedio hace mella en conjunción con el cansancio. Es entonces cuando se agradece salir de la gigantesca metrópolis para visitar, nunca mejor dicho, prados más verdes. Tokio es Japón, pero Japón no es Tokio, y a cientos de kilómetros en tren me planto en la que ya considero mi ciudad japonesa preferida, Kioto. Siempre se usa Kioto como ejemplo del Japón más tradicional, en contraste con el mundo futurista que plantea la capital japonesa, pero lo cierto es que, si bien esto es cierto, Kioto es más bien una perfecta conjunción entre los dos mundos. En muchos mangas y animes, por alguna razón u otra, los personajes acuden de visita a Kioto para realizar casi siempre las mismas actividades, que se reparten en las visitas a los numerosos e impresionantes templos que pueblan la ciudad. Así que no me sorprende pasar el día haciendo lo mismo y cual Scarlett Johansson en Lost in translation perderme entre la paz que airean los templos y 20 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com las calles de la antigua capital mientras me cruzo con algunas Maikos, las conocidas como aprendices de Geisha. En en esos días cuando me descubro pensando cada vez menos en mangas y animes y más en el Japón real, el que está bajo mis pies y que me ha regalado una cariñosa y efectiva bofetada para cambiar todo los puntos de vista posibles que tenía como aficionado a las obras de origen nipón. Tal vez consideréis con mis palabras que unas visitas a Tokio y Kioto son suficientes para ello, pero no es así. Japón tiene mucho más que ofrecer en cada uno de sus territorios y rincones, los cuales embelesan con sus propios encantos de una manera más que efectiva. Un aficionado al manga y el anime puede sentirse satisfecho tras visitar Akihabara pero no debe obviar su equivalente en Osaka, Den-Den Town. Un amante de la naturaleza puede ver, con mucha suerte, el monte Fuji desde la Torre de Tokio pero no descubrirá su majestuosidad hasta que no ponga sus pies en el inicio de la ruta a pie para ascender hasta su cumbre. Y, sobre todo, un aficionado a la historia puede leer textos kilométricos sobre la bomba de Hiroshima pero jamás comprenderá la envergadura de tal hecho hasta que no se encuentre en el Parque de la Paz contemplando la Cúpula de Genbaku. Lo malo de todas estas experiencias es notar como van llegando a su fin, como un sueño que ha tardado demasiados años en llegar va dejando paso a la cotidianidad que espera tras un nuevo viaje en avión de más de 12 horas. Pero lo peor de todo es embarcar con la sensación latente de que han habido muchos más lugares y experiencias que han faltado para llegar mi visita a Japón. El tiempo que pasé en el lugar conocido con el cliché de “El país del sol naciente” supuso un cambio en mis entrañas como ningún viaje antes me había provocado. Me voy dando cuenta de que será así a medida que avanzo de nuevo por la terminal del aeropuerto de Narita, camino del avión que iniciará mi regreso a casa, y mientras recuerdo aquel cartel que me daba la bienvenida a Japón. Acto seguido empiezo a contar los días hasta que vuelva a ver ese cartel con mis propios ojos. ROBERTO PASTOR Programador, bloguero y podcaster devorador de cine, series, manga, anime y videojuegos. Locutor en Kafelog, colaborador en Game Over, Deus Ex Machina y La Fancueva. Twitter: @roberto_pastor 21 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com VIÑETAS Y HERTZIOS POR MON SUÁREZ Nostalgia Cuando era pequeño, mi salud era pésima. Apenas podía salir de mi casa y mis padres, tíos y abuelos me traían siempre un Kinder Sorpresa y un tebeo de la editorial Bruguera. Aquellos Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Rompetecho y compañía eran mi sustento para mis tardes sin poder ver la luz del sol. Desde aquel momento, el olor a tinta y el sonido de las páginas al pasar se quedaron grabadas a fuego en mi mente. Cuando me hice un poco mayor, la curiosidad por el noveno arte creció en mi interior. Quería leer sobre personajes con grandes poderes que salvaban al mundo y que además comenzaban a aparecer en las pantallas de cine e incluso algunos en la televisión justo a la hora del bocata. Y fue así como, poco a poco, descubrí el cómic de superhéroes y aparqué el tebeo de toda la vida, el de las historietas cómicas de Ibañez, Escobar y Jan. Años después me fijé en que los superhéroes no eran lo único bueno que las viñetas podían darme. Existían auténticas joyas escritas que aún me esperaban. Por aquel entonces, mi padre me hizo ver que el tebeo de aventuras podía ser una auténtica 22 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com maravilla y que Tintín no tenía nada que envidiar al señor del sombrero y el látigo que me maravillaba de pequeño; también me mostró que existía una pequeña aldea de unos irreductibles galos que merecía ser estudiada. Cuando ya me hice adulto (o al menos lo intenté), mi curiosidad creció y comencé a descubrir a los grandes, a las mentes maestras detrás de historias que te dejan impresionado. Por esa época me di cuenta de que no era el único con esa pasión y de que el lector de cómics no es el típico joven con acné detrás de un mostrador, si no que hay toda una horda de lectores ávidos de adentrarse en un mundo que únicamente puede encontrarse en este tipo de arte. Porque el cómic es un arte. Denostado en muchas ocasiones, pero con grandes obras maestras que pasarán a la historia. Los comienzos Las historias contadas en los tebeos son muy visuales. Por tanto, son muy adaptables a otras formas de arte. De esta manera, de las viñetas se pasó al cine y a la televisión tanto en formato animado como en acción real. Cuando Jerry Siegel y Joe Shuster crearon al icono superheroico por excelencia, no pensaron que también abriría paso a un nuevo género en la televisión: las series basadas en superhéroes de cómic. Las Aventuras de Superman fue un hito en la televisión. Un personaje de cómic daba el salto a las pantallas de nuestros salones y, pese a sus limitaciones técnicas y a que las historias del cómic no tenían demasiado que ver con las que aparecían en la serie, fue un éxito debido al enorme tirón que tenía el personaje. Un poco más tarde, otro héroe de los más influyentes daba el salto a nuestros hogares con una adaptación un tanto peculiar. Me refiero a Batman. La serie de televisión de Batman fue, quizá, la primera en la que hubo cierto atrevimiento a mostrar una estética distinta a la esperada. Buscaron que las viñetas se trasladaran a la pantalla con ciertos recursos narrativos sólo vistos hasta entonces en las páginas impresas. Es cierto que el tono naif de la serie no corresponde con el Batman que ahora nos presenta Nolan. No obstante, la serie fue todo un éxito. Popularizó enormemente al personaje y creó una mitología tras él que ha conseguido que ahora el hombre murciélago esté en lo más alto del ranking superheroico. Debido a su éxito, grandes actores aparecieron en la serie donde interpretaban pequeños cameos, incluido Bruce Lee. Anhelos De pequeño vi alguna de esas series en las redifusiones que se solían emitir; pero yo era de la generación de los 80 y quería ver algo más “moderno”. Entonces llegó a mi poder una cinta VHS con un monstruo verde al que yo había visto en aquellos tebeos que compraba en el kiosco de la esquina y al que llamábamos La Masa. 23 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Casi todos los viernes mi padre me llevaba al videoclub del barrio cuando salía del trabajo para que alquilar una película de las que a mí me gustaban. Recuerdo que las novedades eran más caras y podías llevarte un par de películas 48 horas, que devolvías en dos días. Cuando me fui a la sección de 48 horas, rebusqué entre todo el montón desordenado y encontré una carátula que me llamó mucho la atención. No era gran cosa, pero al verla me quedé impresionado. Un hombre débil con un enorme monstruo verde detrás y ese logo morado que rezaba: “La Masa, un hombre increíble”. Me di cuenta de que era aquel monstruo que aparecía en mis tebeos. Corrí hacia mi padre con la película en la mano y le pedí que la alquilara. Llegué a casa y la vi. Al cabo de un rato, mi padre me explicó que en realidad no era una película, era el primer episodio de una serie que se había emitido años atrás sobre el personaje de cómic. Al verla, he de decir que me impresionó; pero sólo porque la vi con ojos de niño inocente que quería ver a sus superhéroes como personas reales. A principios de los 90 comencé a investigar un poco sobre los personajes de cómic que aparecían en pantalla. Así, descubrí unas películas hechas para la televisión sobre Spiderman que daban más miedo que vergüenza y alguna que otra joya olvidable. Entonces llegó el momento que hizo que volviera a creer en que podía ver a mis héroes en acción real y como se merecían. Apareció una de las mejores series de superhéroes que hemos tenido nunca en la televisión: “Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Superman”. Los 90 tuvieron cosas buenas Cuando el superhéroe más poderoso volvió a las pantallas interpretado por Dean Cain, yo estaba maravillado. Los efectos especiales eran lo de menos. Las historias eran como salidas de los tebeos. Me identificaba con los personajes que se dedicaban a salvar el mundo e intentaban salvar sus vidas. En esa serie descubrí que el héroe no es tan atractivo como su alter ego. Me di cuenta de que Clark era mucho más interesante que Superman. El cómic de terror tuvo otra adaptación a la pequeña pantalla. Historias de la cripta fue una serie que apareció de la nada y que adaptaba historias de terror independientes basadas en un cómic homónimo. Esta serie fue otro hito en la televisión, al ser de las primeras en adaptar cómics no superheroicos con un gran éxito. Grandes actores y directores pasaron por ella y dejaron capítulos que pasarán a la historia de la pequeña pantalla. En España hicimos nuestros pinitos Cuando uno es adolescente no se da cuenta de que las cosas raras que se pueden ver en la tele también provienen de los tebeos; en este caso, se trata de relatos que ironizaban la España chusca. El caso es que en esa época de acné juvenil y despertares de otro tipo, comencé a interesarme por dos series de televisión muy gamberras: Makinavaja e Historias de la puta mili. Aquí, se retrataba la España de 24 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com aquel entonces en clave de humor. Años más tarde fui consciente del hito televisivo que constituyeron estas dos grandes series. Antes de aquello, en nuestro país no éramos muy dados a hacer adaptaciones de cómics, pese a haber tenido una época con grandes autores que ahora son mitos de los tebeos y referentes para las nuevas generaciones. Hasta entonces, unos maravillosos cortometrajes de Mortadelo y Filemón y una serie perdida de Carpanta rodada, nada más y nada menos, ¡en directo! era lo único que teníamos. Más adelante tuvimos una serie bastante mediocre de El botones Sacarino y la famosa Aquí no hay quien viva, que no es más que una adaptación de 13 Rue del Percebe. He de admitir que, salvo pequeñas excepciones, el cómic español ha sido bastante maltratado en sus adaptaciones televisivas. Me quedo con mis TBO de toda la vida y mi Súper Humor. Panorama actual Hoy día los cómics vuelven a estar de moda tanto en cine como en televisión. El formato escrito ya es otra historia. Las grandes editoriales de cómic superheroico dan tumbos con reinicios innecesarios y crossover que producen más desasosiego que otra cosa. Por el contrario, el cine y la televisión viven su edad dorada de los superhéroes. Si nos centramos en los superhéroes de la televisión, las dos grandes editoriales tienen dos series en su haber: Arrow y Marvel´s Agents of SHIELD. La primera utiliza el concepto realista del superhéroe creado por Nolan en su Caballero Oscuro y es, probablemente, la más efectiva que nos podemos encontrar. La serie de espionaje de Marvel, en cambio, es menos efectiva y más palomitera e intenta vivir al rebufo de los grandes éxitos de la franquicia en pantalla grande. El universo cohesionado que ha creado la editorial Marvel es un fenómeno transmedia que merece ser estudiado. Por otro lado, existe ahora otro cómic que ha dado el salto a la pequeña pantalla y que ha llegado a tener un éxito inusitado en un género menor. Me refiero a The Walking Dead y sus zombis. Una maravilla de tebeo, cuyo guionista es Robert Kirkman, que en su adaptación a la televisión ha tenido altibajos de calidad. De todas formas, ha marcado un punto y aparte en el género. Nadie duda que The Walking Dead ha contribuido a que el género zombi ya no sea un género menor. Además, pese a sus carencias, el riesgo de crear una adaptación de un tebeo que sea imprevisible tiene mucho mérito. Grandes errores No todo lo que se ha llevado de las viñetas a la pantalla ha conservado la misma calidad. Lo que para algunos fue una gran serie de adolescentes para mi fue una afrenta a mi superhéroe favorito: Smallville. 25 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Cuando comencé a ver la serie, pensaba que Superman sería lo mejor que podía pasarle a la televisión porque recordaba a Lois y Clark y la maravillosa primera película de Richard Donner para el cine. Al visionar los primeros episodios, lo que para mí era una esperanza se convirtió en un martirio. No podía soportar cómo un mito de los tebeos que leía de niño (y no tan niño) se convertía en un subproducto para quinceañeros con las hormonas revolucionadas. Aún así, debido a que en otra vida debí ser penitente, continué su visionado hasta el final sólo por ver si se convertía en el Hombre de Acero que todos esperábamos. Sí, lo sé… No era necesario. Otros tres grandes fiascos de la televisión fueron los pilotos fallidos de Aquaman (en serio, ¿a alguien le gusta Aquaman?) y de Wonder Woman, creado por David E. Kelly (sí, el de Ally McBeal), que era aún peor de lo que os podríais imaginar; y la serie cancelada a la mitad de la temporada de Birds of Prey. Lo que vendrá Gracias al enorme éxito de las películas de Marvel, no sólo tendrá a Marvel´s Agents of SHIELD como una de sus filiales en la pequeña pantalla. Netflix , ese canal que empezó como videoclub y acabará convirtiéndose en una productora de las más importantes, ha anunciado que creará cuatro series de cuatro superhéroes distintos: Iron Fist, Luke Cage, Daredevil y Jessica Jones. Ellos convergerán para unir sus fuerzas en la miniserie Los Defensores. La idea no es mala, pero tanto superhéroe al final saturará el mercado seriéfilo. DC, la otra gran editorial superheroica, también aprovecha el éxito de la serie del arquero esmeralda Arrow para lanzar un Spin Off en el canal CW, donde se emite la serie del velocista más importante de la editorial: Flash. De momento, la aparición del personaje en la serie madre ha gustado a propios y extraños. Por otro lado, la ciudad del Caballero Oscuro tampoco se quedará atrás con la adaptación del cómic Gotham Central que se prevé haga Fox. En el camino más oscuro de la editorial, aparece Constantine. El antihéroe creado por Alan Moore a imagen y semejanza de Sting (sí, el cantante) tendrá su propia serie después del desastre de la película protagonizada por Keanu Reeves. Quizá la serie sea una mejor estructura para el desarrollo del personaje. La única pega es que al ser emitida en un canal americano en abierto, el tono gamberro del personaje y la oscuridad de las tramas seguramente será rebajada para no escandalizar al público más puritano. Lo que debería venir La maravilla del tebeo es que la forma de contar las historias está directamente relacionada con la forma en la que lo hacen las series. Por tanto, los grandes cómics 26 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com siempre tendrán mejores adaptaciones en la televisión que en el cine pese a la diferencia de presupuestos. Cuando Watchmen fue adaptada al cine pensé que podría ver en imagen real una de mis novelas gráficas preferidas sin echarme a temblar por el resultado. Al acudir a la sala me sorprendió lo bien llevada que estaba la historia al cine, pero era tan calcada al original en papel que no funcionó. La duración era la clave. ¿Os imagináis qué hubiese sido de Watchmen en una miniserie de 12 capítulos? Después de darle muchas vueltas, llegué a la conclusión de que me gustaría ver más series de cómics míticos. Un Sandman de Neil Gaiman en una serie oscura y gótica. Una serie policiaca basada en el universo creado por Brubaker en Criminal. Una Liga de los Hombres Extraordinarios tan desvergonzada como los números de Alan Moore. Todas serían fantásticas adaptaciones a materiales buenísimos que podrían dar mucho juego mientras se alejan del material superheroico con mallas y colorines. El olor a tinta Los tebeos nos han enseñado que todo poder conlleva una gran responsabilidad. No podemos pensar que la vida humana es un fenómeno sobrevalorado ni una broma cruel. Usar máscara no siempre sirve para ocultarnos, si no para construir quienes somos. Los cómics han hecho que queramos ser un superhéroe en algún momento de nuestra vida y que merece la pena luchar por cualquier sueño que valga la pena. Seguiré emocionándome al abrir los tebeos; oleré la tinta al pasar las páginas; disfrutaré de las adaptaciones; e inculcaré a las generaciones futuras que un cómic no es para los niños: nos hace sentir como si fuéramos niños.. MON SUÁREZ Autor del blog ABC.es Veo Tele del diario ABC y colaborador en el mismo diario en la sección de televisión y cultura. Su andadura en el mundo de las series comenzó hace siete años creando El blog de Mon. Twitter: @abcesveotv 27 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com ¿CÓMO CONSUMIMOS LA TELEVISÓN? POR AMANDA PONS ¿Vemos la televisión como siempre? ¿Tienes un grupo en whatsapp donde una vez por semana os volvéis locos hablando sobre algún programa de televisión? ¿Comentas en las redes sociales sobre algo que has visto? ¿Sigues los programas/ series más allá de su emisión? Si te has sentido identificado con alguna de estas preguntas, charlemos. Para aclarar Antes de empezar con el artículo en sí, me gustaría comentarte algunas cosas que pueden ayudarte con la lectura de estas palabras. Hablaré en segunda persona y de tú. Todo tiene una explicación, y en este caso irás comprobando que nos introduciremos en un tema que está rompiendo barreras. Para ello, rompamos nuestra barrera – valga la redundancia -, deja que te cuente un cuento, como si estuviéramos tomando unas cañas en alguna terraza de tu plaza preferida. Puede que todo te suene, pero en el fondo pensarás algo del estilo “hala, es verdad”. Huyo del lenguaje académico, para ciertos temas está bien, pero para hablar de algo de bastante actualidad prefiero optar por un lenguaje correcto, sensato, pero cercano. 28 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Y por último, puedo cometer errores, no con ello diga que sepa mucho o poco, sino que hoy hablaremos de una percepción aun sin un estilo o una definición universal, quizás, que no estemos de acuerdo. Estaré encantada de poder charlar y desmontar o montar todo lo que se te venga en mente. ¿Qué es la televisión? Un uso muy extendido que seguramente conocerás de alguna charla es usar la Real Academia Española para definir: • f. Transmisión de imágenes a distancia mediante ondas hercianas. • f. Televisor • f. Emisora de televisión. Obviamente no nos aporta nada nuevo. No obstante, hay que destacar una idea que sí nos puede venir bien para proseguir con nuestra charla en la terraza de tu plaza preferida: transmisión. Venga, nos llegan imágenes que nosotros consumimos desde nuestro hogar o bar, las compartimos con gente, con la que seguramente celebres el gol de España en la final del mundial o la que te ríes por ese estrepitoso grito que se marca uno de los concursantes que Bisbal ha seleccionado para pulir, de nuevo, en La Voz. Independientemente de nuestros acompañantes, seguro que estás de acuerdo que la televisión es el canal de comunicación más generalista, donde puedes ver desde series de ficción hasta programas de cocina. Vamos, que transmite (entonces la RAE no iba tan mal). La televisión de la que vamos a hablar es el punto de encuentro de la familia, de muchos amigos y de muchas conversaciones posteriores. Con esto no quiero que nos cerremos en la televisión tradicional, donde hay informativos y esas cosas. Sino también en las series, películas, programas de entretenimiento, documentales… en realidad, en todo lo que podemos ver en la pequeña pantalla. Televisión es Mad Men o Juego de Tronos (aunque este segundo más de uno hemos tenido esa gran suerte de verla en pantalla grande). Que levante la mano quien ha visto ESA serie en una pantalla más pequeña de lo normal. Seguramente responderás con tono tímido que has visto un trocito de un capítulo justo cuando estabas en la cama porque te daba pereza. Con esto, quiero destacar los dispositivos que usamos. Aunque todavía no está del todo generalizado en España, muchos disponemos de una tablet dentro del hogar o de un móvil de última generación. Si a esto les añadimos los dos portátiles y las televisiones, no sería difícil tener unos 6 aparatos listos para reproducir video con una calidad decente, 29 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com entendiendo como decente, que somos capaces de pasar más de 5 minutos mirando cualquier imagen en esa pantalla. Ahora te pregunto, ¿alguna vez has visto videos desde una app 1 de tu smartphone 2? – seguro que lo has pensado, padezco de spanglish en esta pregunta -. Una app puede ser ese icono de Youtube que te viene por defecto en algunas ocasiones, o los canales de Vimeo. Bueno, ¿ha ocurrido? ¿Lo has hecho? Si me dices que sí, te diré: muy bien, eres un espectador moderno. En el caso de que hayas negado en silencio no te diré nada, solo añadiré ¿por qué no lo pruebas? No hay nada de malo, de hecho, ofrecen muchas facilidades. Y si vamos un poco más allá, ¿has compartido alguno desde la app que reproduce videos alguna cosa que hayas visto en tu redes sociales? Con esto, quiero decir si has puesto un video gracioso en tu muro de Facebook. Todos hacemos eso, en mayor o menor medida, desde el anuncio de Navidad, hasta esa canción que tanto nos inspira. Todas estas pequeñas acciones hacen que a través de las redes sociales, compartamos lo que nos gusta son parte de la definición de lo que actualmente se denomina Social TV. Dentro de las bases y definiciones de la Televisión Social se encuentran palabras como compartir, interacción, valoración entre otras tantas. Este tipo de actuaciones completan el consumo tradicional al que estamos acostumbrados. ¿Qué es el Social TV? Teniendo en cuenta la descripción de la Real Academia Española, elaboremos nuestra propia definición: • f. Transmisión de imágenes a distancia que incluye en nuevo canal, el de retorno. ¿Serías capaz de explicarlo? Seguramente con una experiencia no tendrías problema. Pongamos un ejemplo por si no te has atrevido; el derbi del año, Madrid frente al Barcelona, seguramente encontrarás un hashtag3 que, por ejemplo, será #madridbarcelona. Es probable que se haga TT (trending topic 4) en Twitter y mires qué dice la gente. Tú que estás viendo el partido, y que eres del Madrid, criticas como el árbitro no ha visto esa falta que podría ser decisiva para ganar. Con todo tu enfado, escribes el siguiente comentario. 30 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com ¿Ves? Has entrado dentro de este pequeño sistema llamado televisión social. No obstante, la Televisión Social no solo son los comentarios en redes sociales. Los contenidos adicionales que nos ofrecen las webs de los programas y las series de televisión son importantes. Un ejemplo es el blog “Los hermanos Top Chef5” escrito por Noel Ceballos y El Hematocrítico, los cuales se han encargado durante toda la temporada a realizar esa labor de “dinamizadores de comentarios” o, en un lenguaje más callejero, de “trolls buenos”. En ocasiones, en las redes sociales se crean comentarios alternativos al hashtag oficiales como consecuencia de una acción graciosa, una mente creativa irónica o cómo no, para criticar. Esta situación suele generar nerviosismo entre los organizadores y/o jefes por los malos comentarios que puedan ir surgiendo. En esta ocasión, Antena 3 optó por adelantarse a este momento inesperado y creó su propio contenido irónico 6, al que nosotros, los espectadores sociales, nos gusta participar. Ellos mismos se encargaron de buscar esos motes con los que definir a los participantes, crearon hashtags que fueron trending topic y donde incluso hasta el propio aludido participó. Seguramente como viste Top Chef, tenías al lado tu dispositivo preferido para navegar por las redes sociales y participar en acciones “troll”7 como las que fueron fomentando el Hematocrítico y Noel Ceballos. ¿A que mola? Este tipo de 31 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com comentarios suelen ser más comunes en programas de entretenimiento, aunque en ocasiones se producen trolls espontáneos. Gracias a la libertad de expresión que nos han dado las redes sociales, han llegado a nuestras manos objetos de interacción muy poderosos a los que no estábamos habituados, a menos que nos encontrásemos en un espacio público. Podemos decir que ha surgido una creatividad social, caracterizada por la ironía que completa nuestra experiencia como usuario. Estamos comenzando a vivir en una era donde las producciones, tanto a nivel de ficción como entretenimiento no se quedan en la pantalla grande, sino que son completadas por multitud de contenidos, que ante todo, buscan dar una mejor experiencia a ese espectador activo. Somos activos tanto en las pantallas como fuera, en otras palabras, en muchas ocasiones, somos espectadores transmedia. ¿Transqué? Sí, transmedia. ¿Te suena a chino? Bueno, pues no se puede hablar de televisión social sin meter por medio el transmedia. En esta ocasión no vamos a recurrir a la RAE para completar nuestra definición, sino que vamos a partirla en trozos, para saborearla. Trans-media. No me tomes por cara dura, simplemente quiero hacerte ver que con un poco de razón puedes encontrar la lógica a este lenguaje que está rodeando el entorno de la televisión. Con esto no quiero asegurar que esto es para cualquiera, no. Lo complejo de todo este tema es averiguar qué experiencias son las mejores, cómo funcionan, y qué resultados tienen, es decir, el análisis posterior. 32 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Ahora volvamos al sitio donde nos habíamos quedado. ¿Qué es el transmedia? De forma literal es aquello que atraviesa los medios. Digamos, que teniendo en cuenta la televisión social, son todas aquellas cosas que salen fuera de su medio inicial para extenderse por otras plataformas, o por qué no, llegar a la realidad. Hay que tener cuidado con no confundir transmedia con merchandising (objetos promocionales), la multiplataforma (contar la misma historia en diferentes soportes) y el crossmedia (extender la historia a otros soportes). La experiencia transmedia es aquella que extiende la historia en diferentes dispositivos, y que además, en la que el usuario participa y forma parte de la narración, siendo conductor de ella. Pongamos un ejemplo para que quede bien claro: merchandising es comprarte la taza de una serie, la multiplataforma, es cuando sacan el cómic, el crossmedia es cuando sacan un libro que te cuenta el antes del personaje principal aparte del cómic y la taza que te gusta. En cambio, con el transmedia, tienes todo lo anterior al que le sumas una app con la que interactúas con el personaje que más te gusta estilo red social. ¿Todo bien? Prosigamos. Un reciente ejemplo sobre la experiencia transmedia se encuentra en el entorno de los videojuegos. GTA V, la última edición de la franquicia Grand Theft Auto, no es solo uno de los videojuegos más esperados del año – y uno de los mejores - que ha arrasado en ventas, sino que se trata de una experiencia que puede desarrollarse en varios dispositivos que, a través de los pasos del jugador, completan la experiencia principal. ¿Cómo lo han hecho? Muy sencillo, mediante apps. Además de las más de 100 horas de juego que tiene el GTA V, a los diseñadores no se les ocurrió otra cosa que crear ni una ni dos ni tres, sino cuatro aplicaciones oficiales. ¿Y con que fin? Muchos. Por si aún dudas de los efectos del transmedia, con la app Chop The Dog del GTA V, descubrirás un universo alternativo y cercano al del personaje principal del videojuego: Chop, que es su (tu) perro, necesita una serie de cuidados necesarios. Si cuidas de Chop, obtendrás mejores resultados con él durante la progresión del juego. Basándonos en las palabras claves del transmedia, aquí hay diferentes dispositivos, una narración, un usuario que decide los pasos y que todo esto, a su vez, está conectado entre ello. ¿Qué te ha parecido? Estamos acostumbrados a lo mismo continuamente. Gracias a los códigos QR, a Shazaam (una de las mayores inversoras en transmedia durante el año 2013) y mil y una aplicaciones podemos averiguar qué canción es, qué tiene detrás el anuncio. Ahora podemos experimentar mucho más, más aventuras, más dispositivos, una historia mucho más rica y poco aburrimiento por lo tanto. ¿Ha quedado claro el transmedia? Genial. Pasemos a lo siguiente. 33 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com No todo lo que reluce son historias producidas. El poder de la imagen de marca. ¿Te gustó el salto desde la estratosfera de Felix Baumgartnert 8? ¿Te impactó? La verdad es que seguramente un poco. ¿Y te gusta la Fórmula 1? ¿Eres más de Ferrari o de Red Bull? Supongo que con estas dos preguntas te habrás dado cuenta de que hay una marca detrás de todo esto. Sí, bien, Red Bull, la marca de bebidas energéticas que resulta ser más rentable por todo lo que patrocina que por su producto. Red Bull hace una cosa que se llama branded content, lo que actualmente muchos llaman “la nueva publicidad”. Para poder explicar este concepto, hay que tener en cuenta que; brand, significa marca y content, contenido. Se trata de un formato publicitario, que se aleja del estilo tradicional intrusivo. ¿No estabas cansado de ver anuncios entre programa y programa? Pues el branded content consiste en evitar esta fórmula a la que estamos acostumbrados y sacar adelante programas que lleven consigo la “imagen de marca”, es decir, la filosofía de la marca y, por lo tanto, de su producto. Hay que tener cuidado de no confundirlo con el product placement (lamado también emplazamiento publicitario), cuya forma es insertar el producto de forma pasiva, como el famoso cartón de leche Puleva en los Serrano, mientras que en el “contenido de marca”, vemos, como de forma activa, el producto forma parte de una historia o evento. Aparte de los ejemplos de los que hemos hablado anteriormente, puedo contarte algún caso y dejar a Red Bull durante un rato fuera de la conversación. ¿Sabías que el jamón de york que da Campofrío en Españoles por el Mundo es una acción de este tipo? Seguramente, si lo has visto, no te habrá importado que el presentador dijera algo estilo: “para que no eches de menos España” y el entrevistado: “oh, gracias, jamón, siempre bienvenido”. ¿Te provoca una reacción negativa este gesto? En realidad cierta nostalgia. Es probable que en aquel viaje a un país cuya comida no terminaba de convencerte echabas de menos una buena loncha de jamón para desayunar. Campofrío, como marca, sabe lo que queremos, y no ha dudado en acudir a la emoción y a nuestra identidad como españoles a los que le gusta su tradición gastronómica. En estas navidades, las de 2013, han seguido esa línea que llevan repitiendo desde el año pasado, en las cuales recurren a la nostalgia del hogar con su campaña de “hazte extranjero” 9 que tanto revuelo ha causado (para bien como para mal) cuyo eslogan es “Uno puede irse, pero no hacerse”. Independientemente de si estás de acuerdo o no con la acción, se trata de un branded content. El mensaje principal no es: “el jamón está muy rico”, sino, “oye, nosotros somos así, y nos gusta comer esto”. Seguramente esto patrocinados? Eso conceptualización y que tener cuidado del branded content te suena a algo, ¿a los espacios es. Esta fórmula no es nueva, lo que es nuevo es su toda la investigación que se está invirtiendo. No obstante, hay con los patrocinios. Patrocinar no significa que dentro del 34 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com programa o serie haya una imagen de marca, sino que una marca, forma parte, y, que, por lo tanto, está de acuerdo con ello. Aplicado al entorno de las series, el branded content se desarrolla con más soltura y facilidad en las webseries. Rara es la marca que no ha sacado adelante alguna de éstas. El Corte Inglés hizo “Probando, probando”. ¿Sabes quien es el representante en España del branded content? Bien, bien dicho, sí Risto Mejide. La productora de Risto estuvo detrás de esta webserie, en la que se contaban historias dentro de los probadores de unos grandes almacenes – en este caso, El Corte Inglés. ¿En algún momento lo nombraban? No, nunca, pero el estilo, el tono, la estética, era propia de la marca. ¿Y qué tiene que ver todo esto con la forma de consumir televisión? Bueno, seguramente tendrás prisa y querrás volver a casa a descubrir todo este mundo. O no, que para gustos colores. Al principio de nuestra charla – o monólogo en mi caso- con nuestras cañas en tu plaza favorita hablábamos de percepciones, de que emplearía un lenguaje cercano y ante todo, y lo más importante que todo te sonaría. Seguramente muchas de las cosas que has ido leyendo las has hecho o has visto que la gente lo hace. No obstante, es probable que alguno de los términos te sonaran a chino, eso es bueno, porque significa que te acabarás acostando con algo nuevo en la cabeza. Ahora, es el turno de recuperar algunos conceptos que ayudarán a sacar una conclusión. ¿Qué términos tenemos que recordar? 35 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Vamos a hilarlo todo en una frase, que parece ser que así se memoriza todo mejor: somos espectadores sociales, que vivimos experiencias transmedia en branded contents a través de las redes sociales, las diferentes pantallas completa por los dispositivos. Y todo esto, es televisión social. El objetivo de este texto es demostrar y ponerle palabras a todo el cambio del consumo de la televisión. Con la llegada de la TDT, de la Smart TV 10, de Youtube a todas las pantallas, nos hemos acostumbrado a una forma diferente de ver la televisión. Ya no vemos el programa cuando lo echan, sino que seleccionamos lo que queremos. Somos exigentes, queremos más cosas, evitar la publicidad y ante todo, algo que nos guste. ¿Ficción española o americana? Da igual, nosotros decidimos. Por eso nacen los canales de video bajo demanda, donde tu seleccionas qué ver, cuándo y dónde. Nos gusta opinar, participar en esos foros donde mucha gente usa una almohadilla para expresarse, soltar el chiste ingenioso de la noche o inclusive informarte de cómo evoluciona todo. La red nos ha dado libertad para expresarnos, nos ha dado libertad de contenidos. Antes teníamos una pantalla en la que confiamos, ahora no nos basta con una pantalla, tenemos la tablet para twittear, el móvil para reconocer la canción del anuncio que te ha gustado o charlar vía redes sociales con los personajes preferidos de tu serie. Completar la historia, ser parte de la historia. Queremos formar parte de la caja tonta, de la pantalla de la que surge la magia, y ahora es posible. Tenemos en nuestras manos el control de la televisión. Las grandes cadenas lo saben, comienzan a cambiar su forma de negocio. Atresmedia y Televisión Española ya lo están haciendo, tienen sus propias apps con contenidos extras, blogs y otras formas de entretenimiento como tutoriales, concursos y eventos. Yo participo, no quiero limitarme a observar, quiero pensar, y con una pequeña aportación, sentirme identificada en un futuro en la programación de alguna cadena, como seguramente, algunos seriéfilos nos vemos reflejados en Yomvi y Canal +. ¿Y tú, eres un espectador social? Cuéntalo en: #yosoyespectadorsocial AMANDA PONS Sonido directo en la brand serie Falco Comenta y directora de producción en el equipo representante de España en Django Unchained Movie Contest organizado por Sony a nivel mundial. Actualmente es directora de las Jornadas de Webseries y CM en Havas Sport & Entertainment. Twitter: @ponsipons 1 App (de application) es un tipo de programa informático diseñado como herramienta para permitir a un usuario realizar diversos tipos de trabajo. 2 Smarthphone (teléfono inteligente en inglés), es un teléfono inteligente que puede comunicarse a través de Wi-Fi, bluetooh, conexión a internet entre otras cosas. 36 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com 3 También denominada etiqueta. Se trata de una serie de palabras claves acompañadas de una almohadilla (#). Se trata de una etiqueta de metadatos con el fin de que el sistema y los usuarios identifiquen el tema del que se habla de forma rápida. 4 Trending Topic son aquellas etiquetas (hashtag) que registran mayor número de comentarios en ese momento. 5 http://blogs.antena3.com/hermanos-top-chef/ 6 Llámese también “contenido troll”. 7 Contenido irónico con el fin de compartir impresiones. 8 Puedes ver un resumen: http://www.youtube.com/watch?v=FHtvDA0W34I 9 http://hazteextranjero.com 10 (Televisiones inteligente conectadas a internet) 37 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com UNA VOZ PARA LAS SERIES POR CARLOS SOGORB Cuando C.J. y Jorge me dijeron que querían hacer una revista de series al principio me mostré un poco escéptico. ¿Sacar una revista, en 2014? Nada me parecía más fuera de su tiempo. Las publicaciones en papel están muriendo, y los blogs y podcast sobre series son innumerables, ¿de verdad tenía cabida una revista sobre series en medio de este panorama? ¿No teníamos ya suficiente información sobre series? Pero si algo caracteriza a la familia Navas, por encima de su obstinación, es su habilidad para las ideas disruptivas. Son expertos en dar una vuelta de tuerca más a cada proyecto en el que se embarcan y eso, me generaba la suficiente confianza como para saber que al menos lo llevarían a cabo de forma innovadora y exigente. Tras vencer ese primer handicap, lo siguiente que me preguntaba era: ¿son las series de televisión el contenido adecuado para una revista? ¿a quién le puede interesar leer sobre series? Pensando un poco me di cuenta de que, en esto de las series, todos empezamos desde muy niños. Cuando somos "esponjas", las imágenes e historias que salen del televisor nos llenan de información el cerebro, modelan nuestros conocimientos, nuestra conciencia, nuestros gustos y nuestra pesonalidad. Aún recuerdo mi infancia con series como MacGyver, El gran héroe americano o Dragon Ball. Con ellas aprendí lo que significaba no darse por vencido; que siempre existía una meta que conseguir; o que pensando podría 38 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com solucionar la mayoría de los problemas. Más tarde, ya de adolescente, las series empezaron a depurar mi personalidad. Series como Alló Alló, La ley de Los Angeles o Los Simpson me han hecho la persona que soy hoy en día y me han ayudado a saber lo que me gustaba y lo que no, en qué tipo de gente podía confiar y en cual no, o qué tipo de persona quería ser cuando creciera. Star Trek y la ciencia-ficción me hicieron abrir mi mente a la diversidad, a entender que había cosas más allá de mi comprensión y qué diferente no necesariamente significaba peor. Más tarde, cuando me incorporé al mercado laboral, tuve que mudarme a Granada. Allí, las circunstancias quisieron que empezara a trabajar en una plataforma de televisión de pago. Aún recuerdo el día que nos conectaron el descodificador y tuve acceso a cientos de canales con distintos contenidos. Noticias, deportes, documentales... Nada se adaptaba tanto a mis gustos y mis necesidades de ocio como las series de televisión. Mi chica y yo nos sentábamos juntos cada noche a ver series, a más de 300 km de nuestros amigos, de nuestras familias, en las frías noches de invierno granadinas, tras una jornada agotadora de trabajo para ver Enterprise, Frasier o Las Vegas. En 2004, mi pareja y yo volvimos a Alicante pero nuestra rutina nocturna no cambió, cada noche nos sentábamos a ver alguna serie de televisión en Fox, Calle 13 o Sci-Fi. Eran los tiempos de CSI, Prison Break o Battlestar Galactica. Los títulos cambiaban, pero el formato seguía siendo el mismo, dos o tres capítulos cada noche que te hacían olvidar el estrés del trabajo o las tareas cotidianas. Ese año fue el boom del ADSL, ya era posible descargar cosas desde Internet y yo lo aproveché recuperando episodios de mis series clásicas favoritas. Aún guardo los DVDs con episodios de Cheers, Arrested Development, El Abogado o Padre de Familia. Era una forma distinta de ver las series, no teníamos que sufrir cortes interminables de anuncios y podíamos ver más de un episodio seguido de la misma serie si era lo que nos apetecía. Fue época de maratones de la Nueva Generación de Star Trek y de Buffy Cazavampiros. Seguíamos viendo algunas series por televisión, sobre todo las de nueva factura pero el paso que habíamos dado no tenía vuelta atrás. Acabamos de ver la segunda temporada de Boston Legal y sabíamos que en Estados Unidos estaba apunto de acabar la tercera. Esa fue mi primera serie descargada en versión original. Como no sabía que se podían descargar subtítulos, descargaba los guiones en PDF para entender aquellas frases que se nos habían escapado. Pronto descubrimos Wiki Subtitles y el mundo se abrió ante nosotros, comenzamos a seguir las series en versión original, al ritmo de emisión en su país de origen. Y por fin, a principios de 2008 sucedió algo que si bien, no cambiaría la forma en que veíamos las series mi chica y yo, si cambiaría los títulos que veríamos así como la cantidad y la calidad de las mismos. Fruto de mi gusto por los podcasts y la eterna búsqueda de contenidos interesantes en ellos, descubrí un podcast sobre series. Sólo llevaban dos episodios y decidí darle una oportunidad porque se grababa muy cerca de donde vivo. Pero lo que más me llamó la atención, es que hablaban de lo que les gustaba, y porque les gustaba sabían de ello. Por ellos escuché hablar de The Shield y tras ver el piloto pensé "estos chicos saben lo que me gusta". Con el tiempo llegue a conocerlos en persona 39 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com y me di cuenta de que si algo te gusta, de que si te apasiona, al final terminas sabiendo de ello pero sobre todo, siempre quieres saber más. Así que cuando C.J. me preguntó hace unas semanas ¿que te gustaría leer en la Revista Fuera de Series? No supe responder, probablemente porque me daba miedo no estar a la altura de sus espectativas e ilusiones. Hoy, y tras haber escrito este texto, por fin tengo clara mi respuesta: lo que quiero es saber MÁS de las series. Las series me han hecho crecer como persona y me han dado amigos como vosotros, así que creo que es justo que tengan un medio de difusión a su altura, que permita a las series hablar conmigo y con cualquier otra persona que quiera saber más de ellas. Pero no quiero que me hablen de cualquier manera, ni con la voz de cualquiera, quiero escucharlas a través de gente que pueda hablar por ellas con la misma pasión que conocimiento. Quiero que las series tengan un sitio del que se sientan orgullosas. Un lugar donde quieran aparecer porque saben que no sólo son respetadas sino admiradas y comprendidas. Quiero devolverles una pequeña parte de lo mucho que me han dado. Quiero que las series tengan voz y que me hablen a través de vuestra revista. Quiero que la revista Fuera de Series sea la voz de las series. CARLOS SOGORB Director de equipos comerciales en Telefónica y experto en comunicación personal y ventas. Buceador y Podcaster, puedes escucharle en FreeNoisePod, Haz Mejor, Trending Podcast y Fuera de Series. Twitter: @csogorb 40 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Y ENTONCES, LLEGÓ LA TELE POR CARLOS M. NAVAS Creo que eran las navidades del 64 (o quizás del 65, no recuerdo bien) y por fin ese artefacto maravilloso, esa caja mágica, iba a recalar ni más ni menos que en mi propia casa. Era un electrodoméstico caro, muy caro, para las economías de la clase media. De hecho, aún no sé cómo lo consiguió mi padre, especialmente porque la jefa de economía y contabilidad del hogar Navas era en realidad mi madre. Me imagino que al bajar un poco el precio (he leído con posterioridad que se les eximió del impuesto de lujo) y al conseguir pagar a plazos en un establecimiento propiedad de un compañero de trabajo que tenía pluriempleo (sin letras, con la palabra de hombre bastaba), se hizo posible la compra soñada. Tendríamos uno en exclusividad para nosotros, aunque recuerdo que algunos acontecimientos importantes los compartimos ante él con compañeros de trabajo: esto es, los partidos de fútbol de la selección española (entonces no se podía decir La Roja) o especialmente del Madrid, club no ya de preferencia, sino de exclusividad de mi padre . Ocasionalmente, con algunos vecinos vimos alguna película (española y folklórica, por supuesto) y, aunque me gustaría decir que sí, no había demasiado interés en la comunidad en ver alguna obra de teatro del mítico Estudio 1 . También yo invité a algunos compañeros del colegio para ver series de dibujos animados, como D. Gato, Hipo, Bugs Bunny y algunas series de Hanna Barbera… Todas aquellas imágenes se colaron en mi casa y su visión constituyó el 41 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com premio y la recompensa a los deberes bien hechos y a los sobresalientes que me ponían en las notas (entonces se ponían hasta para los alumnos de primaria). Porque una característica muy importante de nuestro querido aparato en sus comienzos en España, fue actuar como imán y foco de atracción para grupos de personas. Era como fogata de campamento ante la que reunirse y escuchar historias de hazañas deportivas, taurinas, musicales, del lejano Oeste o crónicas cercanas a mi pueblo, con detectives americanos o con filósofos de saber popular como el Séneca cordobés, con películas extranjeras o con teatro español. Comenzaron a inaugurarse en todo el país los teleclubs, sustituyendo o complementando las partidas de dominó y naipes de los casinos de los pueblos, desarrollando algunas tareas culturales y ejerciendo en algunos casos como Casas del Pueblo (algo innombrable en aquellos tiempos). El aparato en sí lo había visto en algunas películas o en algunas fotografías de revistas, pero me parecía algo muy, muy lejano. Un artilugio fantástico exclusivamente norteamericano, algo tan yanqui como la mantequilla de cacahuete que veía devorar a grandes y pequeños con deleite en las películas. Su aspecto de mueble kitsch, similar al pick-up, me parecía idóneo para formar parte del hogar de planta baja y garaje, de calles sin aceras, de mamás en casa, de cocina con multitud de cacharros tecnológicos que Regreso al Futuro tan bien enseñó y que tan extraño a nuestra sociedad me parecía. Fue en el NODO, sin duda, donde vi las primeras aglomeraciones ante las tiendas que los ofrecían aquí en España. Por supuesto, eran imágenes grabadas en tiendas de Madrid y Barcelona, donde su potente atracción hacía que, pegados al cristal, decenas de viandantes se pararan a ver algún minuto de fútbol o de toros (después he leído que también para ver una boda real, o un desfile militar, aunque sinceramente lo dudo mucho). Creo que, al margen de lo que he apuntado de los teleclubs en los pueblos, sólo esos dos espectáculos eran capaces (y lo son todavía hoy), de congregar a su alrededor a tantas personas. Hoy en día aunque tengamos dos o tres aparatos en casa, ¿no preferimos bajar a ver el partido al bar con los amigos (o con los enemigos en territorio hostil)? Pero... ¿lo hacemos con una película o con una serie? En Alicante, en mi barrio de Benalúa, sí recuerdo que muchas, muchas personas acudieron a ver por primera vez un televisor en funcionamiento en, como es lógico, el bar más popular (que aún hoy existe, aunque transformado en bodega-licorería de postín). Recuerdo el aluvión incesante y renovado de gente que miraba asombrado mientras daba cuenta de la caña (yo de una Fanta) constituyendo durante bastante tiempo una clientela extra que sin duda compensó rápidamente el gasto ocasionado al hostelero. Muy pronto, otros colegas de profesión se dieron cuenta de las ventajas económicas que suponía el invento y se aplicaron rápidamente a la instalación de los aparatos; se establecieron en el contorno cercano a mi domicilio varios bares con un cierto grado de especialización y siempre para acudir en compañía (yo, donde me llevaba mi padre): Aquí para los toros, allí para el partido de fútbol de los domingos por la tarde (por eso luego lo publicitó tanto el Plus cuando lo resucitó: "Me gusta el fútbol, los domigos por la tarde es la 42 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com mayor…") y, en otro sitio que para mí era especialmente deseado, los lunes tarde a ver los resúmenes de los goles de la jornada (raramente todos, porque siempre el avión o el tren había fallado para alguno) emitidos por el abuelo de Estudio Estadio, del que no recuerdo su nombre. El aparato de televisión constaba de tres piezas: la TV propiamente dicho con su pantalla de tubo, la antena de cuernos y el estabilizador. Bueno, debería añadir una cuarta que, aun no siendo esencial, enseguida adquirió importancia como elemento distintivo de categoría social: el mueble o la mesita de televisor. Empezaré por hablar del televisor en sí. Realmente, las marcas de aparatos eran muy pocas: Kastell, Emerson, Vanguard, Elbe (cito las que han desaparecido), y los modelos dentro de cada marca eran tan pocos que, en realidad, todos los aparatos eran muy similares. Ahora mismo, si cierro los ojos, puedo ver el Kastell que recogimos de una tienda de electrodomésticos (que yo creo que sirvió de modelo a la de Tinín en Cuéntame) y sus más que apetecibles encantos: gran pantalla, sonido envolvente, sintonizador (elemento de lujo, porque sólo funcionaba una cadena), encendido rápido (eso sí, levantándose del sofá, porque la existencia del mando a distancia sólo aparecía en alguna narración de ciencia ficción y ni siquiera pensábamos que podría aparecer un día en nuestro hogar)... Todos esos elementos eran comunes fuera cual fuera la marca y el modelo. Tardaba un poco (casi un minuto) en encenderse, pero tenías todo el tiempo del mundo para esperar. Era en blanco y negro (lo clásico es siempre en blanco y negro) aunque, eso sí, ya leía por entonces que se estaba experimentando con el color y, más pronto que tarde, nos aguardaba otra sorpresa y la televisión se abriría, como lo hizo el cine, al espectáculo de las cosas como las ve el ojo humano. Al menos, eso sí, la TV había empezado directamente con sonido. Vayamos con el estabilizador, aparatucho feo con ganas, elemento imprescindible imagino que debido a la muy irregular tensión eléctrica suministrada a los hogares (para que veáis que los pleitos de la clase media con las compañías eléctricas ya nos vienen de antiguo) que sin él resultaría letal para las válvulas y diodos interiores debido a los vaivenes del voltaje. Es curioso sin embargo observar que fue receptáculo de multitud de modelos de mantelitos de ganchillo, o imitaciones de plástico, que intentaron paliar esa fealdad intrínseca ornando sus paredes o al menos, la parte superior e inferior del mismo. Eso sí, tenía la buena costumbre de señalar el final próximo de su trabajo haciendo aparecer un ruidito o silbido persistente que se iba incrementando con el transcurso del tiempo de funcionamiento hasta que, tras ocultar el sonido de la TV y romper los nervios de los espectadores era sustituido por otro congénere de superior calidad y más caro. Es por tanto muy comprensible y fácil de entender que la aparición de modelos que no precisaban del estabilizador fuera saludada con alborozo por la prensa y no sólo por la exclusivamente técnica. Para acabar, la entrañable antena de cuernos, más o menos retráctiles, la V mágica. Siempre el elemento más temido y venerado pues, dando por supuesto que al antenista se le llamaba después de tener la TV en casa y dada la tardanza de éste en otorgar su valioso tiempo y trabajo, rayana en lo que hoy supone la de un fontanero 43 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com en acercarse a tu domicilio, era imprescindible su colaboración para que se abriesen, tras varias maniobras, giros y extensiones adecuados, los maravillosos contenidos de la caja mágica en la pantalla tras el montón de puntos borrosos y ruidosos mostrados al encender el aparato. La instalación de la antena por parte del chamán antes mencionado no finiquitaba la utilidad de nuestra amiga: por un lado, los frecuentes problemas en las antenas individuales (y no te cuento en las posteriores colectivas) y la dificultad de una nueva vuelta del técnico, sumada ahora a la enemistad secular con el vecino del ático o de cualquiera que debiese facilitar el acceso a la terraza; por otro lado, los frecuentes deseos de movilidad deseada para el aparato que aparecían a los pocos meses de la instalación, hacían que sus servicios fuesen solicitados con frecuencia. El ritual se completaba tras encontrar el elemento familiar (frecuentemente el padre), con el que nuestra antena entablaba relación preferencial. Vamos, el único de la familia que la entendía y que era capaz, a veces a costa de permanecer en incómoda postura mientras la sujetaba a lo largo de las horas, de conseguir que realizase a la perfección su tarea. Si prácticamente todos los aparatos son iguales, ¿cómo destacar de otros poseedores de tan preciado bien?, ¿dónde remarcar la diferencia que nos separa e indique la – superior, claro- clase social a la que pertenecemos? Pues se hacía con el mueble donde va a reposaba nuestro querido aparato. Así, se crea una línea de mobiliario dedicada a él, aportando incluso materiales nuevos (formica y otros) que viven su boom para ser empleados en estos acogedores espacios para nuestra tele y que rápidamente inundan establecimientos de muebles y de electrodomésticos. La clase social más elevada dispondrá de grandes muebles tipo biblioteca donde, muy centrado y a media altura, se encuentra un hueco con sus puertas y llave que, a manera de altar profano, esconde de miradas furtivas el sagrario seglar. Incluso, en los escalones más elevados, este mueble se incorpora a una habitación especial, el salón de TV con su tresillo de sofás mullidos y mesita de servicio de café (y copa), a diferencia de la plebe que lo aloja en el salón de estar común familiar. La clase media-baja, mi familia y similares, adoptamos un mueble intermedio que permite decorar las estanterías laterales y parte superior del aparato con algunos tomos de alguna enciclopedia con el color a juego, quedando la parte inferior con un pequeño estante para las revistas con la programación de la TV que comienzan a aparecer en el mercado (de las que fue reina Teleradio y luego Teleprograma), con la trasera abierta para que el aparato “respirara”, tomando así cumplida venganza respecto a las antes mencionadas, que verían recalentarse sus aparatos y por tanto disminuir su vida útil debido a la jaula de oro donde los encerraban. Los menos pudientes, gastado ya prácticamente todo el dinero en el aparato en sí, optaban por la denominada "mesita de TV", que era un mueble de dos plataformas – una para él y otra para el estabilizador y la revistilla-, bajo, de formica o plástico, que ofrecía una mayor movilidad gracias a las ruedas de las que estaba dotado y que permitían el desplazamiento, en dirección al balcón en tiempo veraniego, incorporando incluso en los modelos más sofisticados una suerte de mueble bar lateral con sus botellas y vasos. El último, y más barato recurso era, a modo de establecimiento hostelero, una mera leja colocada siempre en la parte superior de la sala de estar. 44 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Más adelante se añadió durante un breve espacio de tiempo otro cacharro necesario para que los televisores antiguos pudiesen ofrecer la segunda cadena de nuestra televisión española: TVE2, conocida popularmente como "la UHF". Los aparatos nuevos ya incorporaron la sintonización precisa y los viejos quedaron fuera de vida útil, por lo que este adaptador tuvo una muy corta presencia (algo parecido a lo que sucedió posteriormente con la adaptación para los canales de TDT). Ahora, cuando algunas gotas de lluvia asoman a mis ojos recordando a los que no están, rememoro aquellas navidades, que para mí sí fueron en realidad mágicas, y cómo aquel aparato se instaló en mi vida. Empecé a ver, como el replicante, cosas maravillosas que no creerías jamás: series, películas, teatro, documentales… pero eso será objeto de otro artículo en el que nos encontraremos. CARLOS M. NAVAS Licenciado en Ciencias Matemáticas por la UNED, Catedrático de Enseñanzas Medias y director del CIPFP Canastell. Apasionado de la ciencia ficción y las series de televisión, ha colaborado en multitud de publicaciones e impartido charlas sobre educación. Co-locutor de Fuera de Series. Twitter: @carlosmnavas 45 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com LORENA GIL VS LORENA HUXTABLE POR LORENA GIL En la gran pantalla siempre se llevan las preciadas estatuillas aquellas películas, actores y actrices que nos han hecho sufrir cual Magdalena viendo crucificar a Cristo. Ejemplos hay los que queráis. Siempre preferimos ver cómo se ahogan en un barco en medio de la nada muertos de frío, cómo mueren millones de niños en Auswitch o cómo destrozan la vida a cualquier mujer, que aquellas películas que nos han hecho llorar pero a carcajada limpia. Cuando se habla de SERIES con mayúsculas, los dramas son también las que ganan la batalla en todas y cada una de las peleas a las que se enfrenten ya no a nivel de premios si no de reconocimiento. La comedia es un género difícil porque, aunque casi todos lloramos con lo mismo y sufrimos con las mismas penas, el humor es muy particular. Lo que a mí me hace reír, a mi marido le da vergüenza ajena y, cuando él llora de risa, yo lo miro perpleja ante tanta chorrada. Esto es así. Por este motivo, he querido romper una lanza a favor de esas grandes olvidadas que son las comedias y, siendo más concreta, a las comedias blancas y suaves que no molestan a nadie. No puedo entrar en Community, The Big Bang Theory, New Girl o Parks & Recreation sin encontrarme detractores y seguidores, pero sí puedo hablar de La hora de Bill Cosby y sólo una minoría me leeréis extrañados. 46 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Lo primero es confesar que si soy seriéfila empedernida es gracias a este gran señor llamado William H. Cosby Jr. No sé si sabéis que en USA es famoso desde los años 60. Él dice que se presentó a su primer casting sólo porque sus conocidos decían que era gracioso y que todos los que estaban presentes esperaban que contara algún chiste racial ya que su audiencia estaba compuesta sólo por hombres blancos. Sin embargo, tras pensarlo un momento, decidió hablar de su sorpresa al darse cuenta que habían abierto gimnasios de Kárate en cada esquina de Estados Unidos. Así es Bill Cosby. En España no tuvimos la suerte de conocerlo hasta 1986 cuando llegó, la que considero la mejor comedia familiar que se ha realizado hasta el momento: “La hora de Bill Cosby”. Aunque es Doctorado en Educación, Máster en Artes y ex marine, Bill Cosby es cómico, un término difícil de definir pero que engloba perfectamente su trabajo. Sus álbumes de stand-up comedy son brillantes, los he escuchado una y otra vez en mis glamurosas horas de plancha, pero la caja tonta es lo que tiene y fue la que le dio la fama. Ahora a sus 76 años ha regresado a sus orígenes como como cómico con Far from finished y está soberbio. En esta ocasión, nos hace disfrutar durante dos horas subido en un escenario hablando de la gran diferencia entre novia y esposa. Te ríes a carcajadas y además no puedes dejar de darle la razón: “Una vez te casas ya no eres friend”. 47 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com Y es que Cosby suele basar su trabajo en su vida real. El show por el que fue tan conocido trata de la familia Huxtable y cuenta la dificultad que su mujer y él tenían a la hora de criar a sus 5 vástagos. A raíz de esta experiencia, incluso escribió un libro que para mí es casi la biblia “ser padre” y lo recomiendo tengáis hijos o no. Las anécdotas que narra son tremendamente parecidas y, en ocasiones, iguales a las de la serie, y la conclusión a la que llega es simplemente maravillosa: si Dios no pudo controlar a Adán y Eva ¿quién eres tú para creer que puedes hacerlo mejor? La dificultad que entraña ser padre es la de la educación y en 24 minutos conseguía que pareciera menos duro de lo que es en realidad. Con tanta sencillez y dosis de humor lo cuenta, que he de reconocer que me ha ayudado mucho cuando no sé que hacer con mis mellizas y lo único que me viene a mi mente como soluciones, además de tirarme por el balcón, es la película: “Tú a Boston y yo a California” o mi versión mejorada “Vosotras aquí y yo a la China”. Cuando la vi en los 80, quería pertenecer a esa familia donde te sometían a juicio en vez de castigarte y la ironía formaba parte de hacerte entender lo que habías hecho mal. Donde si querías usar una licuadora con 5 años tu padre te decía “esto es mío, mío, mío y sólo pueden tocarlo las manos que pertenecen a este cuerpo”. Donde si habías dejado la nevera abierta mucho tiempo para ver qué te apetecía comer, sonaban frases como: “he visto a un pingüino esta mañana y me ha dado recuerdos para ti”. Donde si te emborrachabas tus padres al día siguiente te ponían delante tequila para ver si seguías queriendo beber. Era una casa llena de cariño donde a los abuelos se les hacía un baile cada aniversario y donde los hermanos se ayudaban o mataban dependiendo del momento. Una casa donde podía encontrar a BB King 48 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com tocando la guitarra en el salón. Una casa que era mucho más que una casa, era un hogar. Ahora con la edad, siendo madre, revisionando la serie y leyendo de nuevo su libro, te das cuenta que lo único que hacían era sobrevivir a los ataques constantes de 5 hijos que les desquiciaban y lo conseguían con humor, complicidad en la pareja y muchas dosis de paciencia y cariño. Esta parte es muy difícil de ver en la televisión actual. Modern Family lo ha intentado pero para mí no tiene el encanto de La hora de Bill Cosby. La blancura y la suavidad con la que trataban los mismos problemas, han conseguido que perdure en el tiempo y que envejezca con dignidad al igual que su creador. Como La Hora de Bill Cosby me viene a la mente Las Chicas de Oro. Son comedias sencillas y grandes al mismo tiempo, series de premio, de olé, olé y olé, de reír a carcajada y de no importar si te gusta o no el género. Más tarde o más temprano te harán sonreír. Hay grandes comedias, son las más olvidadas en los rankings pero la vida está para disfrutarla y llorar menos, para olvidar que hay gente que degolla, masacra o se ahoga. Es el momento de cuestionarnos que las serpientes no suben escaleras y si llegan a los árboles es cuando se caen de los montes. http://www.youtube.com/watch?v=RNyVfWAajQc Pero si al final la encuentras en tu escalón pregúntale: Hola bonita... ¿has subido las escaleras tú solita? ¿Quién en su sano juicio no quería ser un Huxtable? A estas alturas del partido veo complicado cambiarme el apellido, porque ya le he cogido cariño y me conocéis así, pero mi dilema siempre ha sido Lorena Gil Vs Lorena Huxtable... aunque me tuviese que poner los jerséis: 49 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com LORENA GIL Premio Nacional a la mejor Podcaster Femenina 2010, ha participado en los podcasts The Tv Slayers y Cosas de LyN. Ha sido locutora en 40 Principales, directora de informativos y programas en Localia y colaboradora de No es un Día Cualquiera en RNE. Twitter: @lorenagil 50 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com ENTREVISTA A PACO PLAZA POR BORJA GLEZ. SANTAOLALLA Lo he hecho tres veces en mi vida y fue en la universidad. Sin embargo, esta vez siento que me desvirgo (en el ámbito de la entrevista me refiero, por supuesto). Y qué mejor que hacerlo con un amigo, un compañero y una persona a la que admiro: Paco Plaza (Valencia, 1973). Director de cine y padre de REC, la saga de terror más famosa de nuestra cinematografía (eso sí, con la custodia compartida con Jaume Balagueró). Paco fantasea con que comience esta entradilla describiendo cómo me sirve un café en su casa justo antes de sentarnos a charlar. Como esas entrevistas de Magazine de domingo. Lástima que no sepa hacerlo. Eso sí, el café estaba delicioso. Borja Glez. Santaolalla: ¿Sabes que la portada del primer número de esta revista es un homenaje a Historias para no Dormir? Paco Plaza: ¿Ah sí? Qué maravilla. BGS: Te lo comento porque creo que Historias para no Dormir fue determinante para tu primer coqueteo con la ficción televisiva. ¿Cómo nace Películas para no dormir? 51 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com PP: El proyecto nace en una comida en Sitges en la que Jaume Balagueró y yo hablábamos con Julio Fernández (Productor de Filmax) de la posibilidad de plantear algo para la televisión. Nuestra ilusión era hacer TvMovies de género que pudieran ser emitidas como evento especial en alguna cadena. Con ello, la lógica nos llevó a Jaume y a mí a recurrir a Chicho Ibañez Serrador, porque de alguna manera él es el padre del género en España y el jefe de la televisión, la persona que hizo los programas televisivos más importantes. Por eso siempre quisimos que él fuera el padrino, que liderara el proyecto e incluso intentamos que tuviera el mismo título, Historias para No Dormir, como homenaje a la serie que él había hecho. El desarrollo de este proyecto fue una de las experiencias más bonitas de mi vida, porque suponía juntarnos a trabajar con Chicho, con Álex de la Iglesia, con (Enrique) Urbizu, Mateo Gil… Era un grupo fabuloso y yo creo que el resultado de las producciones fue muy interesante. Se emitieron sólo dos capítulos y quizá ese no fue el momento de hacerla. Es muy difícil poner en comunión lo que a ti te gusta con los intereses de una cadena. A nosotros, evidentemente, nos hubiera encantado que tuviera una repercusión y una difusión más grande, pero si no fue así es porque no tenía que ser. BGS: ¿Lo será Hamelin, tu próximo proyecto televisivo? PP: Eso espero. BGS: Pero esta vez en USA… PP: La idea siempre fue hacer la serie en España y trasladar el formato a Estados Unidos. Lo que pasó fue que conforme avanzaba el proceso, el jefe de desarrollo de Fox Studios se entusiasmó con la idea y decidió que la desarrolláramos directamente para la televisión americana. BGS: ¿El proceso de creación es el mismo? PP: Es más largo y los tiempos son complicados, sobre todo estando yo en España. Pero el proyecto está ahora siguiendo su curso lógico y esperemos que pronto podamos rodar el piloto y que después se grabe la serie. BGS: ¿Crees que en España se puede hacer televisión como en Estados Unidos? PP: Creo que es una cuestión de rentabilidad. Un serie de televisión en español tiene un mercado potencial limitado por una cuestión idiomática. Cualquier serie que hagamos aquí viaja peor que cualquiera que se grabe en inglés. Para la gente que produce televisión en España, la realidad es un peso que tiene que asumir. Y esa realidad es que todas las series tienen que ser rentables. Para eso tienes que hacer algo para un público muy amplio. Creo y es cierto que se peca de conservadurismo a la hora de afrontar un proyecto televisivo aquí, pero es culpa del mercado. BGS: Hemos empezado hablando de televisión y no te he preguntado todavía por tu serie favorita. A cualquiera que le haga esta pregunta me respondería seguramente mencionando Los Soprano, The Wire_ o Breaking Bad_ pero tú me vas a decir una totalmente diferente… PP: Es que tú sabes que para mí Buffy Cazavampiros_ es lo mejor que se ha hecho jamás en televisión. 52 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com BGS: Y tú sabes que si yo digo esto en una cena me corren a boinazos. PP: Los detractores de Buffy normalmente son gente que ha visto un capítulo suelto. Buffy es una obra que hay que valorarla en su conjunto para poder apreciar su valentía. BGS: Entonces no es un simple placer culpable. PP: Para nada. A mí me fascina Buffy porque creo que es una serie que muta y se reinventa a sí misma temporada tras temporada. Que todo el rato está coqueteando con los límites de lo que se supone que es la propia serie. Empezó como una serie de consumo, algo en la estela de Teen Wolf, que utiliza el género fantástico pero en realidad es una especie de Sensación de Vivir, pero que acaba mutando en una serie casi existencialista, que plantea cuestiones muy importantes sobre la vida, la muerte, sobre qué nos convierte en monstruos, las relaciones familiares o de pareja… Es una serie que realmente acabó siendo una excusa para que su autor diera su visión sobre el mundo. Por eso, para mí es el paradigma de lo que el cine de género puede llegar a hacer: utilizar la fantasía para hablar de la naturaleza humana y de la realidad. BGS: Y Buffy, como personaje protagonista engloba todo eso. PP: Buffy es un personaje que se rebela contra su propia naturaleza y que de alguna manera su relación con su propio don evoluciona a lo largo de las temporadas. Desde la celebración de sus superpoderes a sentirlo como una condena y querer ser una chica normal. En el fondo habla de cuestiones en las que todos nos podemos sentir identificados, utilizando un código fantástico muy amable y muy abierto. BGS: Ahora no se hacen series como Buffy. PP: Ahora muchas series nacen autoconscientes de su propio culto. Intentan responder al discurso trasnochado de que el mejor cine se hace en televisión. Nacen queriendo ser la nueva Mad Men o la nueva Breaking Bad. Esa autoconsciencia es algo que en la época en la que surgió Buffy no existía. Buffy era un producto para adolescentes que trascendió los límites que se había marcado. BGS: Te han hecho millones de entrevistas sobre REC, pero a mí me fascina cuando cuentas la historia de cómo nació la saga. PP: El origen de REC es totalmente televisivo. La chispa que empezó REC fueron unas imágenes de Aquí hay Tomate de cuando Raquel Mosquera fue ingresada en el psiquiátrico. Me acuerdo entonces de comentar con Jaume lo terrorífico de esas imágenes de esta señora recluida y eran terroríficas simplemente porque estaban grabadas con un teleobjetivo y con muy mala calidad de imagen y sonido. Jaume y yo pensábamos que la televisión había inventado un código, con una manera de contar las cosas que el espectador interpreta como real. El hecho de ver al reportero corriendo con el cámara siguiéndole detrás, te daba una sensación de verosimilitud que la gente codificaba como un discurso real. Fue entonces cuando nos planteamos cómo pervertir ese código realista para contar una fantasía absoluta. También fue importante un capítulo de Expediente X llamado XCops, que tenía la misma estructura de telerealidad de Cops pero en el que aparecían Mulder y Scully. Toda esta coctelera nos hizo pensar que había algo muy interesante en contar una 53 Revista Fuera de Series - Número 0 (Enero 2014). www.fueradeseries.com historia de género y descabellada, como pensar que hay zombies en Barcelona, pero con el lenguaje de España Directo. BGS: No sé si se puede contar con quién fantaseabais para la protagonista de la saga. PP: Sí, claro que se puede decir. En los primeros brainstormings, siendo conscientes de que nunca sería una posibilidad real, pensamos proponerle a Mercedes Milá que fuera la protagonista. En aquella época ella presentaba el programa Diario de… y la idea era que la película fuera una especie de Diario de Mercedes Milá contra los zombies. Pero pensamos que Mercedes Milá tendría un peso excesivo y le daba un tono que no nos convenía para una película de género. Poco después y sugerido por Leticia Dolera, apareció el nombre de Manuela Velasco que en aquella época presentaba un programa llamado Cuatrosfera y que cumplía con todos los requisitos. Por un lado era actriz y por otro la asociabas a la televisión. BGS: Para terminar con esta charla te voy a pedir que me digas 5 series que merezca la pena ver. La primera ya me la sé y ansío por oír el resto. PP: Pues la segunda sería sin ninguna duda Verano Azul, porque creo que es el paradigma de serie de calidad familiar. La tercera sería American Horror Story, por algo que en el cine de género se está perdiendo que es el espíritu ultra lúdico y macarra. AHS representa todo esto. La cuarta The Newsroom. Es una de las series mejor escritas de la televisión. Y por último diría Periodistas. Periodistas es una serie que yo reivindico mucho porque sus guionistas encontraron el equilibrio entre hacer una serie muy familiar pero que al mismo tiempo no le veías el cartón. BGS: Gracias Paco PP: Gracias a ti. BORJA GLEZ. SANTAOLALLA Guionista y director, ha trabajado en Caiga Quien Caiga, Qué vida más triste, Hazte Amigo de las Gordas y Suárez y Mariscal, caso cerrado, así como en varios de los programas de José Mota. Uno de sus trabajos más recientes es la webserie Bloguera en construcción y ahora mismo forma parte del equipo de Amar es para siempre. Twitter: @glezsantaolalla 54
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