Las virtudes del slot

Transcripción

Las virtudes del slot
ES12 DE DICIEMBRE DEL 2009
Cada vez más padres ven
en el slot una alternativa
lúdica para sus hijos. Los
valores socializadores y
educativos que incorpora
hacen despuntar a este
decano juego en plena era
de ordenadores y consolas
Texto María Leach
Fotos Cesar Rangel
Para los que no sean aficionados a este hobby, lo de
slot no les sonará mucho, pero seguro que la cosa
cambia si saben que se trata de carreras de coches
en miniatura, las mismas que comercializa la marca
Scalextric y que han hecho disfrutar a millones de
niños durante los últimos 45 años. La traducción
exacta del término anglosajón slot es ranura y hace
referencia al surco de la pista por el que discurre
la guía del coche y a través del que se alimenta de
electricidad. Este juguete que salió al mercado a
principios de los 60 (aún hoy el más deseado por
la población infantil española y europea, según
un estudio de la consultora NPD Eurotoys) se ha
hecho mayor junto a sus primeros usuarios, convirtiéndose también en una actividad social de ocio,
una especialidad competitiva y el objeto de deseo
de nostálgicos coleccionistas. Pero se practique
como se practique, se viva como se viva, su esencia
permanece intacta. Un pasatiempo divertido y
excitante capaz de enganchar a cualquier edad.
El concepto del slot como juego sigue siendo el de
sus inicios: pilotar a través de un mando un vehículo
de modelismo (un coche de Fórmula 1, una moto,
un todoterreno... fidelísimas réplicas, por lo general
a escala 1:32) tan rápido como sea posible. El objetivo es llegar a la meta antes que los rivales y conseguirlo sin salirse en ningún momento del carril; algo
que puede parecer sencillo en los tramos rectos,
pero que requiere práctica en las curvas, donde será
preciso echar mano de la propia pericia y ajustar la
velocidad para evitar descarrilar, volcar o saltar por
los aires. Con el tiempo, los principales fabricantes
han ido sofisticando los componentes del juego, que
ahora no sólo demanda la habilidad del piloto, sino
también la estrategia que emplee durante la carrera.
Es el caso del slot digital que, además de incluir un
sistema de clasificación con cronómetros, permite
realizar adelantamientos, cambios de carril y organizar carreras de hasta seis jugadores, aumentando
así la interacción de la competición.
Del mismo modo, hoy algunos circuitos domésticos que incorporan, tanto en su versión original
como en la digital, un Pit Box con un simulador de
combustible que obliga a planificar las paradas para
repostar durante la carrera. Como en la realidad,
el coche corre diferente según las características
del modelo y el nivel de gasolina que tenga en el
depósito. Cuanto más lleno esté, menos rápido será.
Y cuanto más pesado sea, mayor será el gasto que
realice y más frecuentes las paradas para repostar.
Además del fin lúdico, esta puntera tecnología se
quiere aprovechar para transmitir valores de sostenibilidad y ecología desde las instituciones, tal como
adelanta Sergi Pastor, director general de Scalextric:
“Estamos intentando preparar un programa con
La Generalitat que consista en enseñar a los niños
todos los parámetros posibles para ahorrar combustible con el coche, como optar por modelos más
pequeños, sustituir piezas pesadas por otras más
ligeras o bien reducir la velocidad: corriendo un œ
LAS VIRTUDES DEL
SLOT
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EN CASA
Arriba derecha:
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10% menos se consume un 20% menos de gasolina”. Pero no son las únicas novedades del slot...
œ
En parte ayudado por la popularidad de los deportes de motor, ha sido sobre todo en la última década
cuando este hobby ha experimentado mayor auge
a nivel de seguidores, servicios y fabricantes en
nuestro país. Junto a la ya mítica Scalextric, marca
pionera y cuyo nombre sirve muchas veces como
denominación genérica de esta afición, otras firmas
españolas han conseguido trascendencia internacional, como la catalana Ninco o la madrileña Fly.
A su vez, a los juegos de toda la vida se han sumado
multitud de tiendas especializadas, revistas y foros
en internet, así como clubes y asociaciones que,
a cambio de una cuota, ofrecen la posibilidad de
compartir y practicar el slot a lo grande. Es decir,
junto a otros aficionados de la misma ciudad o
localidad y con circuitos de espectacular tamaño
y diseño. Para los amantes de la velocidad, pistas
de hasta 8 carriles y 60 metros de recorrido. Para
los adeptos a la modalidad rally, trayectos con ríos
(se hacen con agua destilada), nieve (con harina) o
tierra (con cacao en polvo).
Lo que los usuarios de estos clubes tienen en
común no es precisamente la edad, sino lo mucho
que les gusta pasar su tiempo libre al mando de
estos pequeños bólidos. Así lo explica Francesc
Navarro, copropietario del Club Badalona Slot
Racing, donde el abanico de pilotos resulta de lo
más amplio: “Vienen desde niños de tres años hasta
adultos de 75. Un sábado por la tarde no es difícil
ver a un abuelo que acude a competir con su hijo y
su nieto. Tenemos a muchos miembros de la misma
familia porque es un entretenimiento que se transmite de generación en generación”. Y por curioso
que parezca, dentro del público de menor edad, la
afluencia femenina va por el camino de equiparar a
la masculina. “Las niñas suben muy rápido. Entran
familias enteras en el club y las madres y hermanas, que en principio eran acompañantes, acaban
probándolo y enganchándose”, añade Francesc
Navarro. En este tipo de centros también hay
cabida para usuarios que encaminan el esfuerzo
de su entrenamiento hacia la competición. Se trata
de pilotos especializados que forman parte de un
equipo o escudería (los mejores hasta cuentan con
un preparador) y se recorren el territorio nacional
de torneo en torneo.
Si bien se trata de una actividad bastante extendida
entre los adultos –el perfil más común es el de un
hombre, de 30 a 50 años, según el último estudio
presentado por la firma Ninco–, uno de los máximos propósitos de los aficionados al slot en la actualidad es el de trasladar su pasión a los jóvenes, ayudando a que se entienda como un hobby de carácter
social y educativo. “En un mundo como el actual, en
el que priman los videojuegos y, por lo tanto, el aislamiento virtual del niño o del adolescente, el slot es
una buena herramienta socializadora. Obliga a sus
practicantes a acudir a un club, a una pista, a establecer comparaciones entre sus coches y los de los
demás, así como a competir entre ellos”, introduce
José Francisco Ruiz, profesor, coordinador pedagógico y piloto amateur. Conscientes de esto, cada
INGENIERÍA
A PEQUEÑA
ESCALA
Aquellos jugadores que lo
deseen pueden preparar
sus coches cambiándoles
las piezas e incorporando
elementos que mejoren sus
prestaciones de velocidad
y dinamismo. “Si al niño le
gusta el destornillador, al
abrir el coche se le abre un
mundo: un sistema de luces,
neumáticos, cojinetes, un
motor eléctrico, trencillas,
contactos... A partir de ahí
vez son más los padres que encuentran en el slot
una fórmula de diversión con valor añadido. Una
tendencia que Francesc Navarro lleva detectando
desde hace ya tiempo entre los usuarios de su club:
“Los padres están muy cansados de que el niño se
pase tanto rato delante de una pantalla. Muchos
incluso hacen tratos con sus hijos. Les compran un
coche y un mando con la condición de que guarden
durante un año la videoconsola en el armario”.
Ciertamente, la necesidad de contacto humano que
conlleva el slot ayuda a crear vínculos. Los niños
aprenden a relacionarse entre ellos y a compartir
un juguete, pero también a expresar sus emociones
y a ganar o perder con deportividad. Beneficios que
se reproducen en el entorno doméstico. Al tratarse
de un juego grande, que implica un montaje y un
desmontaje, se convierte en todo un acontecimiento en el que está invitada a participar toda la familia.
Favorece el desarrollo de las habilidades manuales,
de la organización espacial y, una vez preparado,
es lo suficientemente sencillo de manejar por
usuarios de cualquier edad o nivel, puesto que hasta
los menos iniciados tienen la opción de equipar
su vehículo con un imán que proporciona mayor
adherencia en la pista.
podrá ingeniárselas para
afinar su coche al máximo
y ganar a sus adversarios.
Por ejemplo, eligiendo
neumáticos más blandos,
cambiando el motor por uno
mejor o poniendo aceite en
los cojinetes. Hay muchas
posibilidades. En el fondo
es entrar en el mundo de la
ingeniería a pequeña escala”,
explica Luis Arnau, director
de I+D de Scalextric. Del
mismo modo, regularmente
será necesario procurar unos
cuidados de mantenimiento
al coche (engrasar piezas,
atornillar la dirección,
hinchar las ruedas...) para
garantizar su conservación
y óptimo funcionamiento. Y
quien quiera presumir con
la estética de su vehículo,
hay una gran variedad de
pinturas y calcas disponibles
para decorarlo a medida.
Por otro lado, no hay que olvidar que el es una
actividad en la que se trajina entre motores, cables,
trencillas, suspensiones, neumáticos... y no pocas
veces supone manipular con precisión diversas herramientas y pequeñas piezas, por lo que se acaban
adquiriendo ciertos conocimientos de mecánica de
miniaturas. “A diferencia de las máquinas virtuales,
aquí no existe el reset: si tienes un accidente y dañas
el coche, tendrás que repararlo; si en una pista tu
coche no funciona bien, deberás preguntarte por
qué”, observa José Francisco Ruiz. De igual modo,
y lejos de lo que cabría pensar, el piloto de slot no es
un autómata apretando un botón, ha de controlar
muchos factores. La templanza, la concentración
y la coordinación son claves para controlar el vehículo durante toda la carrera, tal como remarcan
Joan Bassas y Daniel Bisbal, presidente y secretario
de la Associació Catalana de Slot: “Es importante el
sentido de la vista, sobre todo en lo que se refiere a
la percepción de velocidad a diferentes distancias.
También se necesita un afinado sentido del tacto
para dosificar la presión que el dedo ejerce sobre
el mando. No ceder a la tensión del momento y
desarrollar una buena coordinación entre lo que se
percibe y la acción que se realiza resulta fundamental en el pilotaje”.
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EN CASA
HERRAMIENTA
DE
INTEGRACIÓN
SOCIAL
En Barcelona, una de las
cunas de esta afición, el
Club Slot Horta ha decidido
poner un poco más a
prueba el carácter didáctico
y socializador de este juego
organizando encuentros
dirigidos a personas con
discapacidad intelectual.
La primera experiencia,
patrocinada por la Obra
Social Fundación La Caixa,
tuvo lugar el pasado mes
Muchos clubes y tiendas especializadas de slot
organizan sus propios cursillos de maquetismo
(montaje, pintura y ensamblado del coche) y ofrecen sus servicios a colegios, para que los alumnos
estudien de forma práctica qué es la fuerza centrífuga, la relación masa-peso o la aceleración. La
vertiente pedagógica del slot puede servir también
para diseñar Proyectos de Diversificación Curricular, es decir, talleres en los que participan varias
materias o asignaturas de la ESO y que facilitan la
adquisición de diversos conocimientos. “A través
del slot pueden explicarse conceptos relativos a la
Física, las Matemáticas o, incluso, si alguien decide
construir una pista con escenarios, puede aprovecharlo como elemento de estudio de la Geografía
y la Historia. Por ejemplo, intentando reproducir
el antiguo circuito de carreras de Montjuich y, al
hacerlo, hablar de la Exposición Universal, de los
Juegos Olímpicos...”, concluye José Francisco Ruiz.
Razones de peso no le faltan al slot para ser uno de
los juegos con más virtudes. Su carácter intergeneracional, socializador y educativo lo avalan como
pasatiempo enriquecedor. Una forma de aprender
y divertirse, tanto niños como adultos, sintiendo la
adrenalina correr a gran velocidad por sus venas. s
de septiembre y su éxito y
gran acogida por parte de
los asistentes hace pensar
ya a los miembros de este
club –fundado por un grupo
de amigos del barrio– en un
proyecto social de carácter
regular. “Aporta ilusión,
enseña a trabajar en equipo,
a estimular la capacidad de
relación con los demás, a
fomentar el sentimiento de la
propia valía... aspectos muy
valiosos para estas personas.
El slot es una actividad que,
desde nuestro punto de
vista, debe garantizar la
integración, la formación y
el entretenimiento”, relatan
los socios del Club Slot Horta
sin querer dar el nombre de
nadie en concreto porque
ahí son “todos presidentes”.
De momento, esta Navidad,
pueden jactarse de haber
cumplido su segundo
objetivo, pues ya está
programado el próximo
encuentro de slot con sus
nuevos compañeros.
con este
juego se
aprende, se
comparte y
se divierte

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