Acidos grasos Omega 3

Transcripción

Acidos grasos Omega 3
CONAPROLE
PUBLINOTA
Acidos grasos Omega 3
– EPA y DHA –
• Aumentar el consumo de ácidos grasos Omega 3, especialmente EPA y DHA,
está recomendado mundialmente en favor de mejorar la relación Omega 3/Omega 6
de nuestra alimentación.
• El consumo de estos ácidos grasos se considera necesario para una buena salud
a largo plazo, con carácter de condicionante esencial en el desarrollo temprano,
con beneficios probados en prevención cardiovascular y de otras enfermedades crónicas.
Acidos EPA y DHA
Los ácidos grasos de la familia de los Omega 3 (ω3)
parten del ácido α-linolénico (ALA). En nuestro organismo se sintetizan los ácidos eicosapentaenoico
(EPA) y docosapentaenoico (DHA), siendo el primero
un paso intermedio hasta el DHA.
Esta síntesis, en la que participan enzimas desaturasas
y elongasas, es limitada a pequeñas cantidades y condicionada a las cantidades de ácido linoleico (AL ω6)
de la dieta, que utiliza las mismas enzimas metabólicas
para la síntesis de su serie, hasta el ácido araquidónico
(AA ω6).
Los ácidos grasos de la serie ω3 EPA/DHA y ω6 AA,
son parte fundamental en las membranas celulares en
su componente estructural de los fosfolípidos.
Cada uno de ellos aporta fluidez a la membrana y su
acción depende del órgano donde se concentran. Por
ejemplo, el DHA es esencial para permitir la actividad
de los receptores, de enzimas, de canales iónicos y procesos de transducción de señales en células excitables
(cerebro, corazón, retina).
El EPA adquiere trascendencia en el aporte exógeno,
pudiendo competir con el AA en la composición de
fosfolípidos de membrana y en los diferentes eicosanoides, de los cuales ambos son precursores. Pero mientras
que el EPA es precursor de eicosanoides antiinflamatorios, el AA es precursor de los proinflamatorios
para un mismo tejido. Así se comprenden las acciones
antitrombóticas, vasodilatadoras, antiquimiotáctica
para leucocitos del EPA.
Innumerables investigaciones se han realizado y se
continúan realizando sobre estos ácidos grasos, por los
Noviembre 2011 •
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amplios beneficios que se han comprobado en poblaciones con un consumo adecuado de los mismos.
Con fuertes evidencias científicas, se ha comprobado la efectividad de las mezclas EPA y DHA en la
disminución de triglicéridos en sangre (20-50%),
Anchoas, carpa, bagre, arenque, trucha de lago,
salmón, róbalo de mar, atún, soya, nueces del nogal, semillas de lino y aceite de canola.
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Acidos Grasos Omega 3
Figura 1
prevención de enfermedad cardiovascular secundaria
y primaria (no para ALA), disminución de muerte
súbita, disminución de presión arterial y mejoras en
artritis reumatoidea.
También se han utilizado con resultados promisorios
en la prevención del parto prematuro, en trastornos
de déficit de atención e hiperactividad, degeneración
macular y dismenorrea. Se han señalado beneficios
en el desarrollo del lactante, en la salud visual, en
prevención de arritmias, ateroesclerosis en arterias
coronarias, osteoporosis, diabetes y cáncer.
Algunos trabajos también se orientan a otras enfermedades inflamatorias donde se han visto buenos
resultados como en asma, psoriasis y también en
enfermedades siquiátricas como psicosis, depresión
y esquizofrenia.
Hay investigaciones que han identificado la participación de los ácidos grasos esenciales en la regulación
de la expresión de diferentes genes, actuando como
ligandos de los receptores liver X receptors (LXRs)
y de los proliferadores peroxisomales, identificados
colectivamente como PPAR.
Así, los ácidos grasos esenciales aparecen relacionados
con la obesidad, la diabetes tipo 2 y en otras patologías
que son de origen genético.
Existen estudios que indican como el omega-3 PUFA
suprime el contenido nuclear de NFκB regulando
la expresión de múltiples genes involucrados en la
inflamación.
Recomendaciones
Por sobre todas las cosas, la consigna siempre es tener
una alimentación equilibrada y saludable. Teniendo
en cuenta la “competencia metabólica” de ambas
series ω6:ω3, se recomienda que ésta relación sea de
5:1 hasta 10:1.
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Con nuestra dieta occidental la relación de consumo
de las series ω6:ω3 está muy lejos de estas recomendaciones, siendo entre 2 y 4 veces mayor a la relación
para una vida saludable.
Los consumos altamente mayores de AL (aceites y
grasas) frente a ALA, e ingestas mínimas de EPA y
DHA, hacen necesario hoy suplementar nuestra dieta
con alimentos ricos en estos dos ácidos grasos o incluir
suplementos.
La OMS recomienda dentro de las pautas de alimentación saludable un consumo diario de grasas PUFA
de entre 6-10% de la energía diaria.
La American Heart Association recomienda consumir
pescado al menos dos veces a la semana. En particular,
se recomiendan los pescados de aguas frías o profundas
como las anchoas, carpa, bagre, arenque, trucha de
lago, salmón, róbalo de mar, atún y pescado blanco.
También se recomienda consumir fuentes de ácido
α-linolénico derivado de las plantas como tofu/soya,
nueces del nogal, semillas de lino y aceite de canola.
Las recomendaciones generales para la población de consumo de EPA y DHA son del orden de 250 mg de EPA +
DHA, además del aporte de α-linolénico de 0.8 g.
Se debe consultar al médico para la dosificación en otras
afecciones, ya que las recomendaciones para enfermedad
cardiaca de la AHA son mayores (1 g). No es seguro pasar
la dosis de 3 g, por ello la importancia de aportarlos en
los alimentos, prestando atención a los suplementos que
pueden tener tendencia a la sobredosificación.
Los peces de aguas frías, calamares, microalgas marinas y mariscos son la fuente fundamental para un
aporte adecuado de EPA y DHA.
Frente a la conocida dificultad en los cambios de hábitos, los costos e incluso los riesgos de contaminantes en
la carne de pescado (dioxinas, metilmercurio, bifenilos
policlorinados, etc.), cada vez es mas necesario contar
con suplementos purificados, que los aporten en forma
directa o a través de su adición en alimentos de consumo habitual, que permita que las personas lo incorporen
dentro del marco accesible de su alimentación.
Bibliografía
• “Health Significance of Fat Quality of the Diet.Expert Meeting”; Ann Nutr Metab
2009;54(suppl 1):41;R. Uauy,P. Puska.
• “Diet and Lifestyle Recommendations Revision 2006”:A Scientific Statement
From the American Heart Association Nutrition Committee; Circulation 2006,
114:82-96: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/druginfo/natural/
patient-fishoil.html
• www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/2078.html
Noviembre 2011 •
en Medicina
Sexualidad del adulto mayor
- Efectos del envejecimiento
en el hombre y la mujer • Nuestra sociedad en general y la familia de manera particular,
le ponen fecha de caducidad o fecha de vencimiento
a la sexualidad del hombre y la mujer mayores.
• Su sexualidad es considerada como fuera de uso o decadente,
manejando su expresión como “conductas mal vistas”,
porque los medios de comunicación y el imaginario social
sólo permiten el erotismo en sujetos jóvenes, fuertes,
sanos y de un gran atractivo físico.
Dra. Alba Morgade Parodi
Médica General. Sexóloga Clínica. Uruguay
Sociedad Uruguaya de Medicina Sexual (SUMS)
• El potencial para sentir placer erótico comenzaría
Sociedad de Estudios Superiores
de Sexología (SESSEX)
con el nacimiento y no debiera extinguirse hasta la muerte,
así esta sobrevenga a edades avanzadas tanto en el hombre
como en la mujer. Esto sólo se puede lograr con el conocimiento pleno de los cambios
que produce la edad sobre la función sexual de hombres y mujeres.
Palabras clave: Sexualidad, cultura, mitos, erotismo, envejecimiento.
Introducción
El proceso de envejecimiento determina alteraciones en
la actividad sexual de las personas añosas.
La capacidad sexual, así como el desempeño sexual en el
añoso, varía mucho de un individuo a otro y, en un mismo
individuo en las distintas etapas de la vida.
La capacidad y el desempeño sexual son influenciados
por: el propio efecto del envejecimiento, las enfermedades físicas, factores psicológicos e imperativos socioculturales y familiares a los que están expuestos tanto
hombres como mujeres de edad avanzada.
Efectos del envejecimiento
sobre la sexualidad
Desde el punto de vista sexual, en el proceso del envejecimiento influyen dos aspectos claramente definidos:
por un lado la sexualidad biológica, anatomo-fisiológica
y por el otro lado el erotismo socio-cultural.
El primer punto siempre es bien estudiado, pero el segundo muy pocas veces es tenido en cuenta.
En nuestra cultura occidental, y en buenas condiciones
de salud, las modificaciones de la sexualidad determinadas por la edad se agrupan en 2 grandes niveles:
• Anatomo-fisiológico
• Psico-socio-cultural
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en Medicina
Alteraciones anatomo-fisiológicas
En la respuesta extragenital se destacan dos aspectos:
• las modificaciones vasocongestivas disminuyen
progresivamente de intensidad. Prácticamente no se
observa el rubor sexual ni tampoco las alteraciones
mamarias, como el aumento de tamaño y de la tumescencia y
• la miotonía también sufre modificaciones notables,
la tensión muscular decrece en todo el organismo y
el espasmo carpo-pedal rara vez es observado. Sin
embargo, se conserva la pseudo erección del pezón
tanto en el hombre como en la mujer. Es frecuente que
la mujer presente tumescencia areolar de una mama y
no de la otra, cosa que es excepcional en jóvenes.
La edad no desexualiza al ser humano. La edad no le da
una jubilación sexual ni al hombre ni a la mujer.
Si conocemos todos los cambios anatomo-fisiológicos y
los aceptamos, el erotismo no debería cambiar.
Keneth Cooper, el famoso creador del aerobismo, sintetizó sus hallazgos en la frase “úsalo o piérdelo”. Dicho en
forma bien clara: la función hace al órgano y el ejercicio
hace a la función. O sea, la función y el órgano se pierden
sino se usan, sino se ejercitan. Naturalmente, Keneth se
refería al corazón; pero lo mismo que pasa con el corazón,
pasa con la función sexual y con los órganos genitales.
Masters y Johnson afirmaban que el sedentarismo sexual
y erótico produce los mismos trastornos en la función
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