Dr. Lewis S. McAnally Salas

Transcripción

Dr. Lewis S. McAnally Salas
Universidad de Occidente
Por la Cultura a la Libertad
Ciencia desde el Occidente es una revista arbitrada, de carácter científico y multidisciplinaria. Su
objetivo primordial es difundir los resultados de
investigación científica de probada calidad, en el
ámbito de distintos campos del conocimiento, a
saber: ciencias biológicas y agropecuarias, ingeniería y tecnologías, ciencias de la salud, ciencias
económicas y administrativas y ciencias sociales
y humanidades.
CIENCIA DESDE EL OCCIDENTE, Vol. 2, No. 1, septiembre 16 de 2014 – marzo 15 de 2015, es una
publicación semestral editada por la Universidad de Occidente, a través de la Dirección de
Extensión y Vinculación, con dirección en Calle
G. Leyva No. 169, Col. Centro, Los Mochis, Sinaloa,
México. C.P. 81200, Tel. (668) 8161050,
www.udo.mx,
[email protected], Editor responsable: Daniel
García Urquídez. Reservas de Derechos al Uso
Exclusivo 04-2014-060611554400-102,
ISSN: 2007-9575, ambos otorgados por el
Instituto Nacional del Derecho de Autor, Licitud
de Título y contenido No. 1234, otorgado por la
Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas
Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Manjarrez Impresores S.A. de C.V., Dirección Calle Aguilar Barraza No. 140 Pte., Col. Jorge
Almada, Culiacán, Sinaloa, CP 80200, este número
se terminó de imprimir el 15 de marzo de 2015
con un tiraje de 1,000 ejemplares. Las opiniones
expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación o de
la Universidad de Occidente. Toda la publicación
firmada es responsabilidad del autor. Se permite
la reproducción total y/o parcial de los artículos
citando a su autor y fuente.
Rector
M. en C. Guillermo Aarón Sánchez
Vicerrector Académico
Dr. Rubén Félix Gastélum
Vicerrector de Administración y Finanzas
Lic. Mario Ramón Ahumada Astorga
Directora de Extensión y Vinculación
M. en C. Magda Karina Rivera Mendiola
Editor responsable
Dr. Daniel García Urquídez
Editor adjunto
L.C.C. Carlos de Jesús Gastélum Melesio
Consejo editorial
Dr. Santos López Leyva
Universidad Autónoma de Baja California, México
Dra. Elizabeth Olmos Martínez
Universidad Autónoma de Baja California Sur, México
Dra. Graciela Lara Gómez
Universidad Autónoma de Querétaro, México.
Dr. Łukasz Sułkowski
Faculty of Public Management of the Jagiellonian University,
Polonia
Dr. Abraham Nosnik Ostrowiak
Universidad Anáhuac, México, D.F.
Dra. Bogumila Lisocka-Jaegermann
Universidad de Varsovia, Polonia
Dra. Antonia Elisabeti Godoy
Facultad de Ciencias Económicas de la UNaM, Argentina
Dra. Urzula Zulawska
Warsaw University, Polonia.
Dra. Sonia Comboni Salinas
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco,
México
Comité técnico editorial
Profesores de la Universidad de Occidente
Dra. María Aracely Mendívil Portillo
Dra. Anajilda Mondaca Cota
Dra. Lydia María López Barraza
Dra. María del Carmen Martínez Valenzuela
Dr. José Ángel Trigueros Salmerón
Dra. Fridzia Izaguirre Díaz de León
Dra. María Guadalupe Vélez Vázquez
Dra. María de Jesús Obeso
Dr. Luis Carlos González Márquez
Dr. Hugo Rodríguez Gallegos
Dra. Mónica Velarde Valdez
Dr. José Jaime Zepeda Rodríguez
Diseño editorial y portada
L.D.G.P. Mariela López Aguilar
Corrección de estilo
Lic. María Elena García Félix
Traductor y corrector de estilo en inglés
M. en C. Manuel Tomás Demirdjian Perchemlian
Ciencia desde el Occidente está indizada en: LATINDEX (Sistema Regional de
Información en línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe,
España y Portugal) http://www.latindex.org
SUMARIO
Notas del Editor
Daniel García Urquídez
Del reduccionismo a la complejidad
Dino César Mureddu Torres
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma
cognitivo y la política educativa
5-7
8 - 20
21 - 37
Prudenciano Moreno Moreno
Configuraciones de colaboración entre empresas, academia y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa
38 - 55
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza/Ramón Martínez Huerta/Rosario Alonso Bajo
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en
México
56 - 68
Sergio Flores González/Pierre Ramos Luis
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño
del maestro orientado a la formación
69 - 80
Víctor Hugo Torres Fernández/Lewis S. McAnally Salas
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
Reseña. Renovación del humanismo y emancipación antropológica
Laura Elizabeth Pérez Santana
Guía de estilo para autores
81 - 91
92 - 95
96 - 99
SUMMARY
5-7
8 - 20
21 - 37
Editor notes
Daniel García Urquídez
From reductionism to complexity
Dino César Mureddu Torres
The historical critical path of social sciences, the new cognitive paradigm
and the educational policy
Prudenciano Moreno Moreno
38 - 55
Collaborative configurations among corporations, academy and government in the regional innovation system of Sinaloa.
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza/Ramón Martínez Huerta/Rosario Alonso Bajo
56 - 68
Crisis of national urban system facing socioenvironmental challenges in
Mexico
Sergio Flores González/Pierre Ramos Luis
69 - 80
Practical Intelligence in Teaching (PIT): A model for evaluate the teacher’s
performance oriented to formation
Víctor Hugo Torres Fernández/Lewis S. McAnally Salas
81 - 91
Theoretical analysis of the models over the service quality perceived
92 - 95
Review. Renewal of humanism and anthropological emancipation
96 - 99
Style guide for authors
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
Laura Elizabeth Pérez Santana
NOTAS DEL EDITOR
Ante la parcelación excesiva del conocimiento, se impone, afirma Mureddu, la necesidad de una
visión que salvaguarde y presuponga la complejidad de los fenómenos sociales y naturales. Esta
consideración epistemológica, que no moral, aclara el autor, puede sintetizarse muy bien en el famoso aforismo, citado en el texto, que se encontraba en el dintel del tímpano del Oráculo de Delfos:
ninguna rama de la ciencia, da cuenta de sí misma, ni de la totalidad de hechos con los que se relaciona
su objeto de estudio.
Dicha concepción exige una nueva actitud que tome en cuenta la complejidad de lo real en el
quehacer científico, así como en la formación educativa y, agregaríamos, en el despliegue de las
políticas de gobierno y la acción social, exigencia que nace de los efectos por demás nocivos y ostensibles que ha traído consigo la hiperespecialización del conocimiento.
En el artículo La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política
educativa, el Dr. Prudenciano Moreno Moreno, investigador de la Universidad Pedagógica Nacional,
mediante un notable esfuerzo de análisis y síntesis presenta la trayectoria «histórica crítico-reflexiva
seguida por las ciencias sociales desde la modernidad hasta la reciente visión transmoderna», con la
finalidad de replantear el papel de la política educativa en el campo de las ciencias de la educación y
la intervención pedagógica. Este artículo bien puede significarse como una excelente base para quienes busquen reconstruir el derrotero del avance o desarrollo de las ciencias sociales en los últimos 20
o 25 años. En el marco de ese análisis el autor esclarece el imperativo de superar la «antigua visión
técnico-instrumental y neoinstitucionalista de la política educativa», como condición ineludible para
dar respuesta a las interrogantes centrales de la educación: a qué nos referimos cuando decimos que
una persona ha sido educada integralmente, qué significa aprender a ser, a vivir y tener la capacidad
crítica para cuestionar el orden de las cosas.
Los investigadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Lidyeth Azucena Sandoval y Rosario Alonso Bajo Barraza, en conjunto con Ramón Martínez Huerta de la Universidad de Occidente,
participan con el artículo Configuraciones de colaboración entre empresas, academia y gobierno del
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Ciencia desde el Occidente arriba a su tercera edición. Logro alcanzado, en lo fundamental, gracias a la participación de los autores que han depositado su confianza en nosotros y al apoyo de los
investigadores que generosamente han ayudado en la evaluación de los manuscritos. Esta edición
abre con el artículo Del reduccionismo a la complejidad, de la autoría del Dr. Dino César Mureddu
Torres, del Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (CIDHEM),
invitado a participar en esta edición por el Comité Técnico Editorial. El texto, que emana del Curso de
Epistemología y Teoría de la Ciencia que el Dr. Mureddu imparte en el CIDHEM , explora las raíces históricas y filosóficas de la «simplificación y la reducción cientificista», que si bien ha sido fundamental
en la cosecha de enormes y múltiples avances de la humanidad, en lugar de propiciar el diálogo y el
entendimiento entre las ciencias, dio pie al alejamiento entre ellas con costos evidentes ahora, por
ejemplo, en la devastación de los recursos naturales y agudos problemas de carácter social.
5
sistema regional de innovación de Sinaloa. Desde el enfoque teórico de la triple hélice (empresa-gobiernouniversidad) los autores hacen un examen actualizado de los entramados de vinculación y colaboración
presentes entre empresas agroindustriales, la academia y el gobierno en el contexto del sistema regional
de innovación estatal. El propósito es localizar y describir los patrones de comportamiento y los grados de
cooperación de tales actores, de cara a la necesidad de alentar la productividad y la competitividad de la
economía sinaloense.
Desde la perspectiva de los propios actores consultados, la colaboración y la cooperación se dan de
manera aislada, más por esfuerzos individuales o requerimientos de tipo institucional que como resultado
de una estrategia de orden estatal. No obstante a que los diversos agentes de la triple hélice están ubicados en el mismo espacio geográfico, queda un largo trecho por recorrer para erigir un eficiente sistema
de innovación que se convierta en piedra angular del desarrollo económico. Dada la situación actual en
Sinaloa, los autores consideran que es imperativo impulsar una mayor colaboración cimentada en una
serie de acuerdos que incentive y proteja los productos que pueden derivarse de los proyectos conjuntos,
cuidando que las innovaciones beneficien a la sociedad en general, no solo a los implicados, para lo cual es
menester elaborar protocolos que salvaguarden desde las regalías hasta la propiedad intelectual.
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
6
Los investigadores Pierre Ramos Luis, egresado de la Maestría en Administración Pública y Política Pública en la Escuela de Gobierno y Política Pública (EGAP) del Tecnológico de Monterrey, y Sergio Flores
González, profesor investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y miembro del SNI,
presentan el artículo Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socio-ambientales en México. En el
texto, los autores parten de que si bien se registran avances en materia de planeación urbano-regional,
estos han sido insuficientes para proveer al país de un sistema equilibrado y sustentable, que incentive el
desarrollo armónico de los centros urbanos mediante la necesaria atención a los problemas de marginación y pobreza, así como de protección de los recursos naturales.
El desarrollo regional debe ser equivalente al desarrollo social. Desde ese enfoque, se hace un análisis
crítico de los procesos de diseño y gestión de las políticas públicas. Para los autores, uno de los más graves
problemas en el ejercicio de gobierno tiene que ver con la falta de continuidad en la política y los programas, que han llevado al país a volver a combatir los mismos problemas cada seis años. Es imprescindible
una visión de largo plazo y una evaluación objetiva de los logros y tropiezos de las políticas públicas, en un
marco de «…acciones, estrategias, metas, líneas de acción y mecanismos de evaluación claros y medibles,
calculando riesgos, corrigiendo errores y eficientizando el uso de los recursos públicos».
Para Flores y Ramos, ante la cada vez más elevada concentración poblacional y el abandono del campo,
se torna imprescindible atender las crecientes desigualdades sociales y regionales que prevalecen en el
territorio nacional, mediante una profunda revisión del sistema nacional de planeación democrática, establecido en el Artículo 26 de la Constitución Política, y la participación de los gobiernos subnacionales, que
no pueden sustraerse de la responsabilidad que les corresponde en esta materia.
En el artículo Inteligencia práctica docente (IPD): modelo para evaluar el desempeño del maestro y orientar
su formación, de los investigadores Víctor Hugo Torres Fernández, estudiante del Doctorado en Ciencias
Educativas del Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo (IIDE) de la UABC y el Dr. Lewis S. McAnally Salas, Investigador y docente del mismo instituto; se aborda un tema de gran actualidad en el ámbito
educativo: la evaluación del quehacer de los maestros en el aula. Los autores parten de la idea de que los
tradicionales métodos de evaluación no son apropiados para el momento actual ni en función del nuevo
paradigma educativo impulsado por la Secretaría de Educación Pública, que se basa en el constructivismo
y la consecución de competencias genéricas y disciplinares en los alumnos. Desde la visión oficial, al docente le corresponde ahora ser un gestor de aprendizajes mediante estrategias que conduzcan a los estu-
diantes «…hacia experiencias significativas en la construcción y aplicación de sus aprendizajes».
En ese contexto, los autores desarrollan un enfoque para avanzar en la formación y evaluación del
desempeño de los maestros en el nivel medio superior al que denominan Modelo conceptual de inteligencia práctica docente (IPD), vinculado a diversas competencias de los responsables de la enseñanza. En el
texto se ponderan las ventajas que este modelo tiene en comparación de los esquemas tradicionales de
evaluación y se le considera como «…un referente conceptual y metodológicamente viable para evaluar el
desempeño docente y generar esquemas de formación y acompañamiento, en la búsqueda de mejorar el
proceso de aprendizaje del estudiante».
En ese marco, el maestro Monroy describe las particularidades y las similitudes de cada uno de los modelos de la calidad en el servicio percibido que han surgido en el ámbito de las dos grandes escuelas de conocimiento en esta materia: la escuela Nórdica y la escuela Norteamericana. El autor pondera la importancia
de transitar del conocimiento teórico de la calidad a la aplicación y evaluación permanente de los modelos,
como medio para manener una ventaja estratégica y competitiva perdurable en el tiempo, basada en el
cumplimento y superación de las expectativas de los clientes.
Se cierra esta edición con la reseña del libro Renovación del humanismo y emancipación antropológica
(2013), editado por Fontamara, cuyo autor es el Dr. Roberto Andrés González Hinojosa, profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y miembro del Sistema
Nacional de Investigadores. La responsable de la reseña es Laura Elizabeth Pérez Santana, estudiante de la
maestría en humanidades de la UAEM.
El fondo temático de la obra, según lo expresa la maestra Santana, lo constituye la filosofía de las formas
simbólicas del gran pensador Ernest Cassirer. Teniendo como telón de fondo las ideas fundamentales de
Cassirer y como pregunta central el lugar que ocupa el hombre en el universo. Se abordan en el texto de
González Hinojosa la preocupación por la fragmentación de los saberes en la época contemporánea; la
sustitución de la idea del hombre como animal racional por la de animal simbólico, noción que resulta clave
para comprender el papel del ser humano en el cosmos; así como la necesidad de un nuevo humanismo
que sea enriquecido desde las expresiones más rudimentarias del ser humano hasta las teorías científicas
de vanguardia. La obra invita a una reflexión inaplazable para resignificar el sentido del ser, estar y habitar
en el mundo.
Toda obra humana, en mayor o menor medida, es producto de esfuerzos colectivos y ese el caso de una
revista como la que está en sus manos ahora. Sirvan las últimas líneas para agadecer de nuevo a todas y
cada una las personas, que hiceron posible una edición más de Ciencia desde el Occidente.
Dr. Daniel García Urquídez
Editor
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
El profesor Mauro Alejandro Monroy Ceseña, profesor de la Universidad Autónoma de Baja California
Sur (UABCS), participa en esta edición con el manuscrito intitulado Análisis teórico de los modelos sobre la
calidad en el servicio percibido, donde anticipa las dificultades que entraña dilucidar el concepto de calidad,
dado su carácter multidimensional y la necesaria combinación de aspectos tangibles y emocionales que
están en juego durante la fase de servicio al cliente. El autor señala que tanto para Deming y Juran, como
para Crosby o Feigenbaum, destacados pensadores de la gestión de la calidad, ésta la definen los clientes.
En ese sentido, dicha definición exige un planteamiento dinámico si se toma en consideración que las expectativas de los clientes suelen ser distintas y evolucionar con el tiempo.
7
DEL REDUCCIONISMO A LA COMPLEJIDAD
From reductionism to complexity
Dr. Dino César Mureddu Torres
Profesor Extraordinario de Educación Superior y Filosofía
del Centro de Investigación y Docencia en Humanidades
del Estado de Morelos. Morelos
Contacto: [email protected]
Recibido: 18/10/2014
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
8
Aceptado: 18/12/2014
RESUMEN
ABSTRACT
El presente artículo vierte algunas de las dificultades
que se encuentran al contactar por vez primera, con las
exigencias que conlleva la aproximación a la complejidad.
Este modo de acercarnos a lo que ocurre se impone al momento en que se descubre que todo aquello que sucede,
en cualquiera de los dominios científicos reconocidos,
está en interconexión con todo lo que tuvo que prescindir
el avance que en tal dominio se dio. El modo más claro
de realizar esta aproximación consiste en extraer algunas
consecuencias que ha traído a la humanidad el no haber
considerado lo que se logró prescindiendo de tales interconexiones. Un buen ejemplo es el paso de la reducción
de variables, preconizada como necesaria, para el desarrollo científico de los siglos XVII y XVIII frente a lo que actualmente se plantea.
Palabras Clave: Reduccionismo, desarrollo científicotecnológico, libertad de la ciencia, desastres naturales provocados por el Ser humano, interconexión de variables.
This paper shows one way, perhaps the best, for first
time approach to complexity. In fact, showing the consequences of many scientific goals reached without looking
to other scientific realms could be very effective. Because
many scientific targets were achieved, in the past, in an
isolated way considering their repercussions as irrelevant,
many changes also in the contemporary way of life are
changing out of our assimilation. The passage from the
reduction of variables promoted by scientific positions
developed during XVII and XVIII centuries to the present
approaches could be a good way to understand the inherent inter-connection that complexity claims.
Keywords: Reductionism, scientific and technological
development, free will and think in science, natural disasters by human intervention, variables inter-connection.
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
En el campo de las ciencias formales, como son la lógica y las matemáticas, se suele declarar que el conocimiento emana de modo escalonado, que se imposibilita
avanzar hacia estratos superiores si previamente no se han
dominado los contenidos de los estratos inferiores. El caso
más claro lo encontramos en la seriación que se puede
postular entre los contenidos de la Aritmética con relación
a los contenidos del Algebra o de la Geometría, y así sucesivamente hasta llegar a las esferas superiores del Cálculo
Integral o Infinitesimal.
Este postulado que incide, incluso, en la forma en que
aparecen los programas de estudio de esta área de conocimiento, como la esfera matemática, en la que el saber
más avanzado implica y supone trabajar, dominar y utilizar
el saber previo, pudiera parecer más bien, una tentación
a evitar cuando se trata de otros campos de las ciencias,
como aquel que se dedica al estudio de los hechos humanos.
En efecto, para realizar un análisis del comportamiento
de determinado grupo social europeo o latinoamericano
frente al rock progresivo, pareciera que no es necesario
tener en mente todo el desarrollo de los abordajes que
ha planteado la Sociología desde sus inicios con Auguste
Comte hasta las más modernas tendencias contemporáneas, como las postuladas en este ámbito de estudios por
la Escuela de Fráncfort a partir de los estudios concretos
llevados cabo por Theodor Adorno y Max Horkheimer, o a
las aproximaciones de Robert Merton, Maurice Duverger o
Norberto Bobbio, por citar solo a algunos.
Alguien pudiera pensar que en el caso de la historia y
su complicada labor de reconstrucción del pasado humano, pareciera no ser una ayuda tener que realizar una exhaustiva línea de tiempo siempre que se quiera dar cuenta
de un hecho pasado, relativamente próximo, como pudiera ser, por ejemplo el Decreto de la Ley de Expropiación de
los bienes destinados a la producción petrolera1, en marzo
de 1938 y para ello tuviéramos que remontarnos hasta la
Conquista Española de América, en el siglo XV, o a las luchas de los galeones españoles contra los piratas ingleses,
durante todo el siglo XVII. Pareciera que no es necesario
tener en cuenta todo el pasado cuando estamos dando
cuenta de una parte del mismo y pareciera, también, que
recurrir a una reconstrucción, pretendidamente, exhaustiva, siempre llevará consigo la duda del criterio utilizado
para determinar dicha exhaustividad.
Sin embargo, en lo referente a la historia de las ideas
y al desarrollo del conocimiento humano, sobre todo en
cuanto a lo que encierra de problemático tal tipo de actividad, parece ineludible tener en cuenta, por lo menos,
aunque solo sea como parte del escenario, aquello que
otros momentos históricos anteriores aportaron. Con ello,
en muchas ocasiones se pretende lograr un enfoque, si
no completo, sí, por lo menos lo suficientemente amplio
como para ubicar el hecho cuya historia queremos reconstruir. Esto último es particularmente cierto en lo que
se refiere al modo como, a lo largo del tiempo se ha contribuido a la filosofía y la ciencia. En términos generales se
puede señalar que los distintos momentos que se distinguen en el desarrollo de una rama científica responden,
casi siempre, a reacciones opuestas de algunos en contra
de lo manifestado por los anteriores.
Esta particularidad de la historia de las ideas, tanto filosóficas como científicas parece que nos pone en un derrotero que, casi sin poder eludirlo, debemos enfrentar la
afirmación de que para entender un determinado período
de tiempo no debemos remontarnos a algunos años, si no
a siglos antes.
Intencionalmente este escrito lo he querido iniciar a
partir de un modo específico de abordar sucesos recogidos desde el entorno natural que nos rodea; este método
se le atribuye a Sir Francis Bacon (1561-1626), aunque sus
fundamentos surgen en la obra de otro Bacon inglés del
siglo XIII, llamado Roger (1212-1292), fraile franciscano
que tres siglos antes describió las doce reglas de la observación empírica en su obra Opus Maior.
Sin embargo, lo más digno de resaltar en estos breves
antecedentes de la era moderna consiste en que los avances en torno al conocimiento van relacionados con los
afanes y preocupaciones que una determinada época ha
manifestado como reflejo de sus inquietudes intelectuales en respuesta al imperante modelo de ciencia. Por ello,
cuando nos enfrentamos a propuestas que hoy sabemos
que no son acertadas o que, aun describiendo el hecho
a que se refieren, no obstante, aportaron soluciones erróneas, debemos siempre pensar que nuestros ancestros
pensaban desde el marco científico que tuvo vigencia en
el momento que les tocó vivir, además, debemos también
considerar que sus aportaciones tuvieron el mismo rango
de productos intelectuales y por ello, fueron representa-
Decreto que expropia a favor de la Nación los bienes muebles e inmuebles pertenecientes a las compañías petroleras que se negaron a
1
acatar el laudo del 18 de diciembre de 1937 del Grupo Número 7 de la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
INTRODUCCIÓN
9
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
10
ciones mentales de los logros del intelecto humano de su
época.
El caso griego, es muy claro en cuanto a las dos observaciones mencionadas anteriormente, es decir, sus
aportaciones fueron fruto de las inquietudes intelectuales
vigentes en la vida cotidiana y, además, expresión de las
principales aportaciones teóricas existentes en la época.
A partir de la llamada escuela jónica, cuyo primer exponente fue Tales de Mileto, se comenzaron a detectar cualidades sumamente curiosas al ponerse en contacto con
los hechos de la naturaleza, por ello les llamaron los físicos
que deriva de øύσις y que en griego significa naturaleza.
Ellos constataron el constante fluir de los hechos que
se presentaban a su observación, pareciera ser que nada
de lo observado permaneciese, sino que tendía a desaparecer o a transformarse sin que hubiese modo de detener
tal proceso. Aristóteles, en varios pasajes de su obra, sobre
todo en el Περι ψυχή y en el Των μετά τά øυσικά (En torno al
alma y Lo que está más allá de las cosas físicas) afirmó que
Tales planteó que el agua, ΰδωρ, podía ser tomada como
el primer principio material de todo el universo ya que se
solidificó en la tierra y esta flota en ella; indudablemente
es una controversia muy fuerte la que establecen los estudiosos de los pensadores presocráticos en torno al acierto
o desacierto de las afirmaciones de Aristóteles, máxime
que no conoció él, directamente, las obras de Tales y algunos añaden que amoldó esos pareceres a su propio sistema de pensamiento, por lo que les hizo decir lo que no
habrían dicho. Lo mismo se dice que ocurrió con el fuego
en el caso de Heráclito2.
Sin embargo, en discusiones históricas posteriores,
Anaximandro y Anaxímenes, se esforzaron por determinar
un primer principio del cual estuviesen conformadas todas las cosas del universo; Anaximandro lo identificó con
lo indeterminado e infinito, απείρων, mientras que Anaxímenes con el aire, άηρ. A pesar de dichos esfuerzos por
determinar un primer principio al cual pudiesen ser reducidas todas las cosas como si se tratase de un sustrato para
todos los cambios, en la línea aristotélica de la interpretación, lo que constataron, sin duda alguna, fue el constante
fluir de los hechos que presenta la propia naturaleza. Ante
evidencia de tal magnitud la mente se detenía perpleja sin
encontrar punto de apoyo seguro y resignándose a aceptar la limitación establecida por la misma dinamicidad de
los hechos.
Esta precaria situación la caracterizó Platón al hacernos
ver que lo detectado por los sentidos eran formas e imágenes que tendían a aparecer y desaparecer como sombras
proyectadas en el fondo rocoso de una caverna. Recuérdese la Alegoría de la caverna, en el Libro VII de la República.
Si ante tal evidencia la capacidad intelectiva humana
hubiese permanecido detenida y perpleja, hubiésemos
sucumbido como especie al no poder dar, ni darnos, explicación válida alguna de lo que acaece en nosotros mismos o en nuestro derredor. Sin embargo, eso no fue así.
En la historia datada de la humanidad cupo al pensamiento griego insular, tanto en Magna Grecia como en Elea, la
gloria de ir más allá. La culminación de esta línea la encontraremos en Platón, pero ya los antiguos presocráticos,
habitantes de esas regiones, Pitágoras de Samos y sus seguidores tendían a postular una labor del entendimiento
humano capaz de atrapar algo invariante, tal posibilidad
lo atribuyeron al número y a la armonía que de su aplicación podía obtenerse, sobre todo en la música. A Pitágoras
se atribuye el haber postulado la validez de una relación
matemática más allá y fuera del alcance de los datos empíricos. En el caso del famoso teorema que relaciona los
lados de un triángulo, parece ser que desde los egipcios
y los babilonios se sabía y se aplicaba en casos concretos
de agrimensura, pero el postular lo inconmensurable de la
hipotenusa con respecto a los catetos y la forma de resolverlo por vía de los cuadrados de los mismos, sin importar
el tipo de triángulo que se presentase, fue la resolución
geométrica de un problema irresoluble aritméticamente
para los griegos, la raíz cuadrada de 2. La solución geométrica que se encontró en la época pitagórica es de todos
conocida: el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma
del cuadrado de los catetos. Pasados muchos siglos, se
supo que tal incógnita matemática, resuelta geométricamente en el teorema mencionado era la expresión inversa
de la solución de un binomio al cuadrado: (a2 + b2).
Tiempo después Parménides de Elea, por ejemplo,
postula 'lo uno', la unidad, en la búsqueda de aquello último en lo que pudiese consistir el fundamento del ser, se
aleja del pensamiento pitagórico y, sin embargo, conserva
de él la referencia numérica. Tal situación, retomada por
lo que los posteriores de él dijeron, nos permite afirmar
que la preocupación de encontrar un fundamento científicamente sólido para afianzar la validez del conocimiento
estaba en la raíz misma de su cotidiano vivir, similar a lo
que trasluce la poesía náhuatl preguntándose por la temporalidad del Ser humano en este mundo.
A este respecto consúltese la página 140, de la obra citada.
2
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
cida por el autor mencionado, lo que importa es la función que se le otorga al pensamiento humano por la cual
se termina el carácter caótico propio de los productos de
la percepción sensorial. Mediante la función que ejerce el
intelecto humano al generar el número, como medida de
la cantidad, por la acción mensurante que introduce entre las percepciones obtenidas por los sentidos, es por la
que esas sensaciones dejan de ser meras imágenes generadas en nuestra sensibilidad. Lo que llamamos sensación
o percepción sensorial es el efecto que sobre ella tienen
las cualidades secundarias de las cosas, como los antiguos
denominaban al tamaño, al color, a la textura, etc. y así,
según Cassirer interpretando a Platón expone que las sensaciones tenidas adquieren el valor de datos. Es mediante
tal tipo de función ordenadora que el número introduce
por la que, lo meramente sensorial pasaría a ser inteligible.
Este es el punto en que se rompen las consideraciones
modernas en torno a la forma como era interpretado el
conocimiento humano, tanto en la época antigua como
en la medieval.
Para esta nueva forma de interpretar la función cognitiva, la formulación más clara y duradera, por el influjo que
llegó a tener, se la debemos a René Descartes4, independientemente de las controversias en torno a sus fuentes,
como Gómez Pereira, Francisco Sánchez o, incluso, Avicenas y San Agustín, o también aquella otra referida a la paternidad de su enfoque.
Si, pues, se acepta que el pensamiento moderno en
sus principales líneas está expresado en las obras de Descartes, se siguen algunas consecuencias importantes,
tanto para las cuestiones epistemológicas como para lo
referente a la transformación cosmovisiva de la cuenca
sociocultural denominada Occidente y la historia de su
pensamiento. En este punto, me parece necesario hacer
una pequeña digresión. Me refiero a Occidente, como ese
gran espacio cultural, más que físico, que hunde sus raíces
en tradiciones tan lejanas como son las greco-romanas o
las judeo-cristianas, pero que también es heredera de todas las vicisitudes que se fueron gestando en el seno de
Europa a partir del final de la llamada Edad Media. Me refiero, también, con el término Occidente a los otros espacios geofísicos que se fueron incorporando a la cauda europea a partir del descubrimiento que esa región hiciera
El subrayado es de mi autoría.
Las dos obras más famosas de este autor son El Discurso del Método y las Meditaciones Metafísicas. De ambas obras hay edición electrónica de libre acceso y consulta, incluso en el idioma original en que fueron escritas. Por ejemplo, ésta última se puede consultar
en español en: http://www.mercaba.org/Filosofia/Descartes/med_met_alfaguara.PDF, mientras que una traducción del Discurso del
Método se encuentra en: http://es.wikisource.org/wiki/Discurso_del_m%C3%A9todo.
3
4
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
La refundición de esta preocupación pasará a la posteridad personificada en la contraposición entre Platón
y Aristóteles. En ellos la posteridad romana y medieval y
sus ulteriores manifestaciones occidentales reconocerán
el antecedente más puro de las principales tendencias
epistemológicas: el idealismo y el realismo. Muchos son
los pasajes de las obras de estos dos autores que han
dado pie para atestiguar la tendencia de uno y otro, para
favorecer la interpretación, según la cual, el realismo de
Aristóteles, discípulo de Platón, es una reacción al mundo
eidético que para su maestro pareciera tener la máxima de
las realidades, frente a lo difuso e inasible que acompaña a
lo captado por los sentidos.
El concepto universal, como una razón formal, que
la potencia intelectiva humana capta y que, siendo una,
está en muchos y se predica de muchos, según la famosa
fórmula medieval que consagró al pensamiento aristotélico, no es suficiente en la opinión de algunos pensadores neokantianos, como Cassierer (pp. 56-62), para hacer
desaparecer la genialidad de Platón. Para tal corriente, en
especial para Cassirer, Platón descubrió la doble dirección
del pensamiento humano, según él es dable distinguir
al pensamiento humano en una doble fase: la primera,
en tanto que es un acto que ocurre, para él, como para
muchos otros, dilucidar lo que esto implica pertenece a la
psicología, no a la epistemología; la segunda, es la función
que la capacidad intelectiva humana cumple en el proceso mismo del conocer. Fue Platón quien planteó, por vez
primera, lo que tal distinción significa, sin embargo, a pesar de ello, no superó, en su vejez, la tendencia a otorgar
cualidad entitativa a aquellos seres que debieran cumplir
el papel de arquetipos inamovibles de los seres concretos.
Ahora bien, es teniendo como base tal distinción por la
que Platón establece la prioridad del papel que ejerce el
intelecto humano, por encima de los datos, siempre cambiantes, que la sensación nos proporciona. «La base de
dicha función intelectiva es -según la definición sentada
en el Filebo-la delimitación conceptual de la materia de las
percepciones, en sí ilimitada e indeterminada por medio
de la función y el vehículo del número, en una interpretación muy propia del Filebo en palabras de Ernst Cassirer»
(p. 54)3.
Se podría estar o no de acuerdo con la traducción adu-
11
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
12
de otras tierras, como las que al unirse a su destino fueron
denominadas como Nuevo Mundo. Con esa expresión las
tierras americanas fueron uncidas al andar europeo. Con
esos avatares, en nosotros, los habitantes de América, la
tradición europea se enriqueció con las aportaciones de
las raíces de los pueblos originarios. En ese contexto, nos
ocurre algo similar a Europa. Al igual que ella con el cristianismo; podremos quejarnos de nuestra suerte, pero al fin
y al cabo, desde el siglo XV quedamos unidos, para bien o
para mal, al predominio del pensamiento y la civilización
europeos. Es por ello, que quienes escribimos desde estos
lares en la época de la globalización, si queremos esclarecer lo que nos ocurre, debemos verlo en la perspectiva de
lo que ocurrió en Europa en otros momentos de cambio.
Uno de ellos es el que ahora nos ocupa, el cual se gestó un
siglo antes de que las tierras americanas fuesen unidas a
Europa y se expande, como explosión un siglo después de
ese evento. Tal es el período que ahora tratamos de cercar
y que se denomina modernidad. Su inicio y primer florecimiento lo podríamos ubicar entre los siglos XVI y XVII.
Muchos serían los aspectos que de esa época se pueden tomar, para enmarcar el análisis que nos ocupa, referido expresamente al conocimiento, a la función intelectiva
humana. Me atrevo a tomar uno, la oscilación y el paso
entre autoridad y libertad5, por ser el que más extendió sus
repercusiones tanto en el pensar como en el actuar de las
personas.
Veamos algunas de las características que acompañaron a esa transformación. No es difícil afirmar que tanto el
Renacimiento como la Reforma Protestante tuvieron una
decidida influencia en ese paso. En tal sentido, sin profundizar más en esta ocasión en lo que cada una de estas columnas otorgó al pensamiento moderno, se podría afirmar
que Descartes (1596-1650) resumió en sus obras el sentir
y el pensar que el pensamiento moderno experimentó en
la Europa del siglo XVII. Acorde a tal sentir se podría decir
que en el ámbito del binomio expresado anteriormente,
autoridad & libertad, en sus obras se preconiza, como en el
caso de muchos otros pensadores de la época, una necesaria libertad de pensamiento que lleva como consecuencia poner a la razón humana como principio primero de
todo acercamiento científico, que pretenda llegar a la realidad de las cosas. Tal aserto conlleva un descentramiento
en cuanto al orden del pensar, tal descentramiento atañe
tanto a Dios, como a los argumentos de autoridad de los
que se usó y abusó durante la Edad Media. El centro del
proceso cognitivo, pues, es el Ser humano, armado únicamente de su capacidad de observación y deducción otorgada por la razón.
No cabe duda que tanto el Renacimiento del pensamiento clásico, sobre todo el griego, como la Reforma
Protestante abonaron para que tal tipo de tendencia a la
libertad se consolidara en amplias regiones de la Europa
Norte y Central. Indudablemente, en el ámbito epistemológico tal actitud supuso una nueva forma de ejercer la
propia capacidad intelectiva del Ser humano, en la ruta
marcada por la independencia y libertad de la razón para
abordar los eventos naturales sujetos a la ciencia. A ello
contribuyeron, también, en forma por demás contundente, los logros científicos que se iniciaron al momento en
que las percepciones sensoriales fueron sometidas a rigurosos procesos de medición.
Lo dicho perfila, entonces, el retorno de la función ordenadora de la razón humana con relación a lo caótico de
las percepciones sensoriales. Implica, aún más, la independencia de la razón con respecto a la sensación misma,
para establecer a partir de lo obtenido con la medición, las
relaciones lógicas que puedan resultar más significativas,
en el orden de dar respuesta a la interrogante planteada
a partir de lo consignado por los sentidos. Por lo anterior,
ya no fue necesario apelar a la esencia como la última instancia de captación racional supuesta por Aristóteles y los
aristotélicos, bastaba, como alguien de la época dijo, con
la razón suficiente6. Tal centramiento de la razón sobre sí
misma trajo consigo, también, la centralidad del Ser humano.
El carácter predictivo que acompañó a la más alta expresión de la razón, la ciencia moderna, ejerció también
una fascinación enorme sobre los pensadores de la época,
que veían realizados, con creces, sus afanes de libertad de
pensamiento. Sin embargo, tal proceder llevaba escondido, desde sus inicios, un doble cariz: primero, el de expresar de la manera más simple y clara posible lo complejo7y,
segundo, la sensación de poder, de dominio, que se adquiría al predecir lo que iba a ocurrir al aplicar alguno de los
principios, previamente establecidos y expresados inequívocamente mediante las matemáticas.
Las exigencias del primero originaron un proceso que
Esta idea la tomo prestada del político y literato francés Francois Guizot, en su obra titulada: Histoire de la civilisation en Europe, escrita
5
en 1822, traducida al español como Historia General de la civilización en Europa en 1966 por Fernando Vela y prologada por José Ortega y
Gasset.
6
Gottfried Wilhelm von Leibniz (1646-1716).
7
Así lo planteó Descartes, desde el principio de su planteamiento en el Discurso del Método.
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
Tres tipos de efecto tenemos en el hacer propio de la
ciencia y en el proceder del conocimiento humano al momento en que aplica un determinado paradigma: Por un
lado, se obtiene una gran seguridad al saberse al amparo
de un conjunto de relaciones lógicas que han probado su
eficacia; por tanto, al aplicar el paradigma y sus principales supuestos a otros hechos no incorporados todavía se
procede con la seguridad que el mismo paradigma brinda. Por otro lado, la defensa de la validez del paradigma
lo brindan los avances que mediante su aplicación se han
logrado.
En efecto, no se podría dar cuenta de los avances de
ese determinado campo de la ciencia, de sus logros teóricos y de su aplicabilidad en el ámbito tecnológico sin recurrir a ese conjunto básico de relaciones lógicas que forman
el núcleo del paradigma. En tercer lugar, la tranquilidad y
seguridad que brinda el poder predictivo de dicho núcleo
lógico de relaciones que conforman el paradigma otorga,
también, una sensación de poder en aquel o aquellos que
lo utilizan y que tienen acceso a la nomenclatura y al lenguaje matemático utilizado.
Se podría afirmar que el enunciar y recurrir a paradigmas responde a tres necesidades básicas del Ser humano
que surgen de uno de los pocos movimientos instintivos
que mueven al individuo humano y a las colectividades
por él formadas, el instinto de supervivencia. Estas tres
necesidades básicas son: la necesidad de seguridad, la necesidad de certeza y la necesidad de poderío. Dado que
los seres humanos no podemos echar mano de nuestros
instintos para que nos guíen al elegir el alimento o al elegir
cobijo, en estos aspectos nuestros instintos están muy rebajados10, debemos recurrir a nuestra razón y en ella impera, sin duda el principio de economía, es decir el principio
de ahorro de esfuerzo. Son tantos los efectos que logramos al sentirnos tranquilos, al estar ciertos de que lo que
hacemos está en orden y que por ello nos sentimos en mejor condición que cualquier otro ser de la naturaleza y, por
tanto dominamos el entorno, que no es dable pensar qué
le ocurriría a la humanidad si de pronto perdiese todo ello.
Se puede decir, pues, de la generación y, sobre todo, de
la aplicación de los paradigmas de cualquier tipo que sean
estos, sociales o científicos11, lo que dijera José Ortega y
Los entes no se han de multiplicar sin necesidad.
Me refiero particularmente a La estructura de las Revoluciones científicas, editada en español por el Fondo de Cultura Económica, en
México, en el Breviario N° 213.
10
A este respecto se puede consultar La construcción social de la realidad, de Peter Berger y Thomas Luckmann, edición en castellano
por Amorrortu Editores, última reedición en 2003.
11
De esta manera distinguió Jean Piaget los paradigmas en su obra póstuma titulada Psicogénesis e historia de la ciencia, editada en
español en México por Siglo XXI Editores en 1982.
8
9
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
tendía a reducir, al máximo, los elementos que debieran
entrar en juego al considerar cualquier hecho que debiera
ser explicado. Ese procedimiento metodológico, cuyo telón de fondo radica en el principio de razón suficiente, al
que se le añadió el antiguo adagio medieval, que aparecía
ya en el Organon aristotélico: entia non sunt multiplicanda
sine necessitate8; este principio fue atribuido por la modernidad a Guillermo de Ockham y los pensadores británicos,
lo llamaron la navaja de Ockham, aunque era utilizado mucho antes que él. También se le conoce como el principio
de parsimonia entre los anglosajones. Tanto uno como el
otro principio, el de razón suficiente y el de parsimonia, suponen que algo debe ser explicado por el menor número
posible de principios, elementos o variables. Este mismo
sello que acompaña a la modernidad llevó al pensamiento científico occidental moderno a reducir al máximo las
variables que se considerasen pertinentes para explicar
un hecho. De ahí el que tal tendencia haya sido calificada
como reduccionismo.
Se puede comprender que gran parte del avance
científico-tecnológico que se logró fue por este ahorro
de consideraciones que podrían desviar al pensamiento
al tratar de dar cuenta o explicación de algo, por ello, se
le conoce también como principio de economía. Por esta
misma vía va expresada, también, otra necesidad humana de ahorro de esfuerzo. Fue, probablemente debido a
ello que en el transcurrir del pensamiento europeo y en la
implantación del predominio occidental en todo el mundo, se hace presente la necesidad de instaurar, construir y
seguir a los paradigmas, en particular, los paradigmas en
el campo científico. Cualquiera de los múltiples sentidos
que a esta palabra se le atribuyan en la famosa obra de
Thomas S. Kuhn9 tiene como telón de fondo el esquema
o modelo teórico de relaciones fundamentales respecto a
un campo particular del conocimiento científico, que permite, a su imagen, dar cuenta de otros muchos hechos del
mismo campo que todavía no hayan sido incorporados a
él. Independientemente de que esta definición le permite
al autor dar cuenta de lo que él denomina ciencia normal,
lo importante es la función y el efecto que se deriva en el
quehacer científico por la aplicación de un determinado
paradigma en un determinado campo de la ciencia.
13
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
14
Gasset12 al referirse a la técnica: tanto una como los otros
son el esfuerzo para ahorrar esfuerzo. En efecto, mediante
la aplicación de los paradigmas, como mediante la aplicación técnica y su producto final -la tecnología- los seres
humanos hemos aprendido a aplicar previamente un esfuerzo y lo que logramos con ello es el ahorro posterior del
mismo; como se ve, el principio de la economía de energía
y, con ella, la supervivencia humana está asegurada.
Se puede concluir, entonces, que el pensamiento moderno y las aproximaciones que este realizó sobre sí mismo, sobre el entorno que le rodea y sobre sus logros dio
su mejor fruto en el siglo XVIII denominado por la historia
y por los seres humanos que en él desarrollaron sus vidas
como el Siglo de las Luces; con ello entendían que la máxima luz que había logrado el Ser humano era el uso de su
propia capacidad intelectiva en el afán de dar cuenta y razón de lo que ocurre; también mostró el poderío que tal
capacidad humana tenía y se elevaron voces de optimismo que llegaron hasta las odas poéticas al progreso que
de ahí derivaría y a la terminación de todos los afanes y
desdichas humanas, como en el caso de la Oda al Progreso
de Víctor Hugo. Tuvieron que transcurrir dos siglos más, el
XIX y el XX para que la humanidad llegase a otro punto de
comprensión de sí misma y de su propia capacidad intelectiva. Ya a mitad del siglo XIX se elevaron voces de alerta,
sobre todo en el ámbito de los nuevos hechos sociales.
Una muestra de ello fueron las obras de Carlos Marx13 y
de otros contemporáneos más radicales como Max Stirner,
aunque en otro sentido, pues al confiar demasiado en las
propias fuerzas del pensamiento libre y emancipado cae
en la exageración del caos individual y social14.
De todas formas solo en los siglos posteriores pudimos
asistir, padecer y recopilar los efectos adversos para la humanidad misma y para el planeta, debidos a los avances
científicos y tecnológicos. Los principales y más evidentes
efectos, que no pueden ser negados, se reflejan en amplias extensiones del planeta devastadas por el principal
depredador que sobre este campea, el Ser humano. Muy
diversas zonas en las más dispares latitudes muestran las
heridas, a veces irreparables, que han dejado los zarpazos
que en aras de la extracción de la riqueza natural escondida le hemos dado al Planeta Tierra los habitantes humanos. ¿Qué pudo haber sucedido con los avances de la
ciencia que a tal grado se han apartado de la procuración
de bienestar y calidad de vida para con sus propios hacedores? Este tipo de interrogante marca la ruta del ámbito
de problemas que debe abarcar un análisis de este tipo.
En efecto, parece ser que cualquier abordaje que intente captar la multiplicidad de facetas que encierra la
aproximación moderna en torno a la utilización de un
modo restringido, es decir, reducido de variables, deberá
por fuerza delinear las consecuencias que tal reducción
trajo consigo; no importa de qué tipo de hecho se trate,
no importa que se dé en la naturaleza o en la sociedad,
deberá también -por fuerza lógica- acercarse a esta esfera
de consecuencias pertrechado de instrumentos de observación y andamiajes metodológicos que intenten rebasar
la estrechez de miras que trajo consigo la superespecialización y, por ende, la superparcelación de aquello que llamamos realidad física o social. Fue esa estrechez de miras,
el no ver más allá de la propia disciplina, la que produjo
esa inmensa cantidad de daños colaterales que amenazan ahora con ahogar, incluso, los logros tenidos. Así lo
predicen algunos expertos en el cambio climático15, por
ejemplo. Las consecuencias son de tal índole que pueden
llevar a situaciones de poner en peligro de extinción toda
manifestación de vida en el planeta. Todo ello es debido
a la presencia de cinco gases en la atmósfera terrestre16,
cuyo aumento es debido, fundamentalmente, a la acción
humana después de la Revolución Industrial. Sin embargo,
el efecto de calentamiento sobre la tierra ya era conocido
desde finales del siglo XIX y fue presentado el estudio en
la Real Sociedad Sueca de Ciencias por el Prof. Dr. Svante
Arrhenius en 1895, debido al CO2 y publicado posterior-
Me refiero concretamente a Meditación de la Técnica, Editada por la Colección Austral de Espasa Calpe, en el N° 1360 de los volúmenes de
12
dicha colección.
La Ideología Alemana, El Capital y la Crítica a la Economía Política ya indican lo que ocurre con la exigencia que lleva consigo la Revolución
13
Industrial con relación a los trabajadores y a las condiciones que se les imponen.
Max Stirner, es un contemporáneo de Marx y Engels, que escribe en 1845 una controvertida obra titulada El Único y su propiedad, que
14
puede ser libremente consultada en http://www.proyectoespartaco.dm.cl.
A este respecto basta con leer: IPCC, 2007: Cambio climático 2007: Informe de síntesis. Contribución de los Grupos de trabajo I, II y III al
Cuarto Informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Equipo de redacción principal: Pachau-
15
ri, R.K. y Reisinger, A. [directores de la publicación]). IPCC, Ginebra, Suiza, 104 págs.
Dióxido de carbono, el ozono, el metano, el óxido nitroso y el vapor de agua. El dióxido de carbono aumenta por el efecto de los clorofluo-
16
rocarbonos.
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
Es indudable que la razón moderna, liberada de cualquier lazo que pudiera atarla a algún código moral se explayó por todos los ámbitos que las ciencias particulares
le proveyeron. Lo mismo la física, que la química, que la
biología, en cualquiera de sus ramas de especialización
abrieron a la capacidad intelectiva humana un universo
por explorar y le brindaron la oportunidad de aplicar a
todos los fenómenos naturales, que ocurren en nuestro
universo, las más diversas modalidades de tratamiento
dentro de los límites de los diversos paradigmas que se
fueron presentando; el único detalle que no se tuvo en
cuenta fue la repercusión que los logros obtenidos y las
aplicaciones realizadas podrían tener sobre otros ámbitos,
como la vida humana, o, incluso, en todo tipo de vida presente en el planeta.
Ese pequeño detalle epistemológico, de no captar
que al abstraer de su propio contexto el hecho, sobre
todo el hecho natural, que, en tanto objeto de estudio
la inteligencia humana es capaz de generar tomando en
cuenta únicamente las relaciones lógicas postuladas, tal
abstracción del contexto donde ocurre puede traer consecuencias catastróficas en otros ámbitos; tal es el caso de
los ejemplos aducidos como demostración. En efecto, la
combustión en sí, como la combustión interna de los motores, no es dañina, solo se convierte en tal cuando la inmensa cantidad de automóviles que circulan en el mundo,
al utilizar combustibles fósiles, son parte muy importante
en la producción de los gases de tipo invernadero; que el
cianuro reaccione licuando al oro no es dañino, pero cuando para obtener el oro se arañan con garfios gigantescos
los montes llenos de árboles, donde nacen las principales fuentes de agua potable del planeta y se trituran las
rocas para obtener los lodos que se lavan con cantidades
enormes de agua y cianuro y esos desechos se filtran a las
capas inferiores de la tierra, entonces, el efecto dañino es
doble, porque se deforesta la tierra y con ello pierde su
capacidad de reabsorción del CO2 mediante las plantas y
se contaminan las aguas subterráneas; ambos casos son
derivaciones de una aproximación científicamente válida,
pero solitaria, aislada, reducida en sus miras, no más allá
de los términos de la especialidad.
La consideración hecha no es moral, pudiera ser ética,
pero en este caso es fundamentalmente epistemológica;
quiere decir que el intelecto humano al hacer la ciencia,
de cualquier orden de que se trate, natural o social, no va
solo y menos aún la ciencia, en tanto que producto del
On the Influence of Carbonic Acid in the Air upon the Temperature of the Ground. By Prof. Svante Arrhenius in Philosophical Magazine and
17
Journal of Science, Series 5, Vol. 41, N° 251, April 1896, pp. 237-276.
Cfr. Arrhenius, S., Op. cit.
18
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
mente en la Revista Philosophical Magazine and Journal of
Science de Londres, en 189617.
Sin embargo, solo hasta el año de 1958 cuando se tuvo
la evidencia del aumento de este gas en la atmósfera terrestre gracias al investigador Charles David Keeling, que
obtuvo las curvas de aumento primero en el Polo Sur, hasta 1965 y continuó en el observatorio del Monte Mauna
Loa, a partir de entonces; el incremento que se nota en la
curva va de 319 partes de CO2 por millón en 1958 a 400
partes por millón en 2014. Arrhenius predecía que de duplicarse el CO2 en la atmósfera subiría la temperatura global del planeta en 5 o 6 °C18.
Sabemos hoy, además, que no son estos los únicos
efectos que ha tenido la actividad humana guiada y potenciada por los logros científicos. Conducidas las grandes
empresas, además, por las leyes de acumulación y redención de capital invertido, no han parado mientes en deforestar grandes extensiones de la tierra, con lo que han
contribuido, de manera sustancial, al daño provocado por
la actividad de la producción, el transporte y el bienestar
doméstico al utilizar fuentes de energía fósil -como el petróleo o propelentes y refrigerantes a base de clorofluorocarbonos- previamente descrita. Las industrias extractivas,
al utilizar tecnología altamente sofisticada han hecho proliferar en todo el mundo las excavaciones de minas a cielo
abierto, tanto de cobre como de oro y plata. Para obtener
estos últimos metales han recurrido a procesos químicos
altamente contaminantes de mantos freáticos y gastadores aberrantes de aguas superficiales. Tal es el caso de la
utilización del cianuro en grandes cantidades para llevar a
cabo el proceso de lixiviación, utilizado por primera vez en
Glasgow, dando origen al método Mc Arthur-Forrest que
fue inventado por John Stewart Mc Arthur y financiado
por los hermanos Robert y William Forrest en 1887; mediante este método del cianuro se obtiene el oro de las
rocas extraídas por excavadoras gigantescas y reducidas a
polvos y lodos mediante grandes muelas e inmensas cantidades de agua vertida al suelo.
Todo el proceso es de alta toxicidad y de gran capacidad contaminante de los mantos de agua subterránea. Por
ello, ha sido prohibido en varias partes del mundo como
los estados de Montana y Wisconsin, en Estados Unidos;
la República Checa o Hungría; mientras que la Unión Europea, después del desastre de Baia Mare en Rumanía en
el año 2000 ha emitido una legislación extremadamente
dura, en 2006, sobre el uso del cianuro.
15
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
16
Ser humano. Bien es verdad que para que se desarrollara necesitó ver únicamente su objeto propio y desechar
cualquier otra consideración. Sin embargo, pudiendo observar y, en cierto modo sufrir los efectos que dicha estrechez de mira generó, pudiera decirse, por contradicción,
que la ciencia y con ella los científicos se desorbitaron. En
efecto, ya no miraron nada más y vieron todo únicamente
a través de la estrecha mirilla de su propia especialidad. Indudablemente con ello se logró un inmenso avance en la
profundidad de las consideraciones en torno a su propio
objeto, pero por contraste, olvidaron, antes que a nadie
al Ser cuya capacidad hizo posible todo ello, el propio Ser
humano; ahora nos encontramos como tales, condenados a las consecuencias de nuestros propios actos, como
el aprendiz de brujo que echado a andar el sortilegio, es
víctima del mismo19.
Pero hay otro elemento más que, a mi parecer, debiera llamar nuestra atención al analizar estas situaciones. En
tal sentido debo llamar en mi ayuda la visión de otras disciplinas y, con ello, quizás volver al inicio de la polémica
entre platónicos y aristotélicos. Para ello lo expresaré en
una pregunta: ¿Se agota, acaso, el análisis y el estudio de la
capacidad intelectiva humana al verla únicamente como
proceso de la psique? ¿Queda satisfecho el estudio sobre
tan controvertida y difícil cuestión si únicamente vemos
cómo realiza el intelecto su función de ordenamiento y de
establecimiento de relaciones lógicas? ¿Queda satisfecho
el análisis cuando damos cuenta cómo se fundan las matemáticas? ¿Qué acaso no es el intelecto humano la facultad
que nos guía para tomar las decisiones frente a lo que se
nos presenta como bien deseable?
Si, como dije anteriormente, para abordar el panorama
con alcance planetario, que ahora se nos presenta a los humanos debido a los avances en los distintos campos científicos y tecnológicos, es menester apoyarnos en un modo
diverso de acercamiento, surge por sí misma la necesidad
de tratar de ver el conjunto y no centrarnos únicamente en
las disciplinas particulares. Los ejemplos que se presentaron anteriormente fueron sacados fundamentalmente de
logros científicos respecto a las ciencias naturales, solo se
adujo un detalle con relación a la economía, tanto al tratar
del principio mismo de economía de energía, como cuando se habló de las exigencias de incremento y redención
del capital invertido. Ahora nos vamos a desplazar hacia
lo que nos presenta la actual Sociología, la Antropología
Social y Cultural y la misma Psicología, tanto en la esfera
individual como la social.
Se concluyó, anteriormente, que al parecer las ciencias
particulares se habían desorbitado y con ellas los propios
científicos. Parecería que la consecuencia negativa respecto a los logros irrestrictos, absolutos e independientes de
la razón humana, con respecto a los objetos naturales de
estudio fuesen solo referidos a las consecuencias que tales logros tuvieron en el entorno natural. Sin embargo, no
es así y por ello, ahora, me permito traer la atención hacia
otros efectos, igualmente desorbitados, que se pueden
encontrar en el campo de lo social.
Nos remitiríamos otra vez al binomio que Guizot nos
planteaba ya en el siglo XIX, binomio formado por los elementos autoridad/libertad. Empezaré con las consideraciones que surgen de una muy leve mirada a nuestra vida
cotidiana, a lo que ocurre en el cotidiano vivir y a lo que
ello supone. Efectivamente, el avance científico tecnológico no ha incidido únicamente en el entorno natural, ha incidido, de manera igualmente considerable, en el entorno
social al momento en que los avances de la tecnología han
tocado nuestro andar diario. Desde la invención de aparatos que utilizan las ondas hertzianas, hasta aparatos capaces de captar radiaciones invisibles para el ojo humano,
como los rayos gamma o equis, la invención del teléfono,
del telégrafo y de la radio fueron avances de finales del
siglo XIX y principios del XX.
Ahora bien, la tercera revolución científica y tecnológica, la que se basa en la cibernética y en los semiconductores, al inicio de la segunda mitad del siglo XX vino a
revolucionar de forma estrepitosa nuestro cotidiano vivir,
a partir de que se transformaron las capacidades de comunicación entre los seres humanos, apoyados en el espectacular avance que tuvieron los satélites artificiales en
torno a nuestro planeta, para bien o para mal somos hijos
y herederos de estos avances logrados por la ciencia física
en su rama aeroespacial. Somos herederos de los avances
que la Alemania nazi aportó al aparato bélico, sus aportaciones imperan, todavía hoy, tanto en balística como en
aeronavegación y hasta en los teléfonos celulares. Ahora
bien, merced a todo ello, a la cibernética, a la ingeniería de
sistemas, a la utilización de las cualidades semiconductoras del silicio se pudo traducir la aportación extraordinaria
de Leibniz en el sistema binario de numeración, base para
todo funcionamiento miniaturizado de las computadoras
Recuérdese a este respecto la secuencia del Ratón Miguelito en la Cueva del Mago Merlín, en la famosa película de Walt Disney titulada
19
Fantasía.
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
que ejerce el conocer, sin barrera alguna, todo lo deseable lleva al Ser humano a un deseo irresoluble; o lo lleva,
cuando esto es peor, a intentar resolverlo sin importar los
medios que para tal solución deban utilizarse. En efecto, si
el bien que deseo está ahí, no importa cómo yo deba tenerlo,
sería la máxima que está en la base de tal decisión.
Como es fácilmente comprensible no se pueden abordar estas inmensas áreas de nuevas problemáticas22, sino
es en virtud de un nuevo enfoque, más aun, de una nueva
actitud, cuya base se encuentra en una convicción que debería acompañar a cualquiera que se incline a cultivar una
ciencia en toda la profundidad que ahora nos permiten
las circunstancias logradas por el avance científico y tecnológico. Esta convicción, debiera presidir epistemológicamente toda actividad científica que se deba emprender,
como el famoso aforismo que se encontraba en el dintel
del tímpano del Oráculo de Delfos, tal convicción debería
expresarse así: ninguna rama de la ciencia, da cuenta de sí
misma, ni de la totalidad de hechos con los que se relaciona
su objeto de estudio.
Hoy este aforismo es una necesidad, no es una moda.
Este aforismo lleva directamente a cultivar una nueva actitud que tenga en mente, antes que nada, a la totalidad
de la cual es extraído el hecho que requiere ser explicado
o estudiado. Esta actitud llamaría a cultivar y a tener en
cuenta a la complejidad de lo real, en toda la formación
académica, escolarizada y en toda la práctica científica,
socialmente reconocida. Cabría todavía preguntarse y ¿de
dónde viene esta exigencia? ¿Acaso solo viene de los efectos a que nos ha conducido la extremada parcelación que
hemos hecho del conocimiento?
Viene a nuestro encuentro, de nueva cuenta, la psicología para ayudarnos a comprender mejor el momento
en que nos toca vivir y lo que del conocimiento humano,
como facultad intelectiva, podemos esperar si tenemos en
cuenta lo que hasta aquí hemos analizado. La misma rama
de conocimiento que tuvo como objeto el aparato psíquico donde tiene su sede nuestro pensar, nuestra capacidad
intelectiva, dio pie a que fuesen diversas las aproximaciones que se hicieron en los albores de su tratamiento
científico; vimos anteriormente cómo nos puede ayudar la
A este respecto véase la obra clásica de Peter Berger y Thomas Luckmann citada en 12.
Me estoy refiriendo, concretamente a los volúmenes 4° Sobre la Interpretación de los Sueños y 14° Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico de la Obra Completa de Sigmund Freud editada por Amorrortu Editores, en los cuales se encuentra descrita más
claramente la función de la represión y la frustración subsecuente.
22
En palabras de Edgar Morin: «Pero la amplitud enciclopédica y la radicalidad abismal de estos problemas inhiben y desaniman, y así,
la misma consciencia de su importancia contribuye a apartarnos de ellos...» El Métod, vol. I, p. 22.
20
21
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
contemporáneas; todo ello ha incidido en nuestro vivir cotidiano.
En efecto, merced a la capacidad de comunicación y
de envío instantáneo de información por la cibernética
hoy podemos conectarnos con cualquier parte del mundo, podemos participar de cualquier forma y estilo de vida
que lleven otros seres humanos, donde quiera que se encuentren. Sin embargo, tal capacidad de información, tal
derrumbe de barreras y fronteras ni nos ha hecho más capaces de discernir, ni nos ha dotado de mayor capacidad
para guiar nuestros anhelos y deseos.
Lo que hoy constata la Sociología del Conocimiento, a
diferencia de cuando inició sus aproximaciones a los estudios sobre la vida cotidiana20, hoy el contenido de tal nivel
de nuestro vivir está enriquecido de modo tal que desborda, con mucho nuestra capacidad real de obtención de lo
que deseamos. Es decir, en pocas palabras, enfocando el
análisis desde la psicología, sobre todo la psicología psicoanalítica21, hoy vemos ampliado el espectro de lo deseable, pero hoy más que nunca las restricciones tanto espaciales como económicas operan como un freno a nuestro
deseo.
Pero qué ocurre si tal freno se desvanece o se debilita. Cuál es la situación del Ser humano en etapas de vida
como las juveniles en donde puede encontrarse preso de
los más dispares y estrambóticos deseos de autoafirmación yoica y, sin embargo, vive en lo más intrincado de la
sierra de Guerrero, o en las peores condiciones de las zonas rurales del centro de nuestro país, o simplemente es
un estudiante de alguna de nuestras instituciones de educación media-superior, o de algún internado de las normales rurales. A pesar del posible aislamiento los jóvenes en
tales circunstancias se encuentran hoy abiertos al mundo,
con una apertura tal que podríamos calificar de inconmensurable e irrestricta a todos los bienes y satisfactores
producidos en el mundo, pero se encuentran, también en
una restricción brutal debida a su aquí y ahora.
Otra vez viene a la mente lo desorbitado, pero ahora
incidiendo en nuestras manifestaciones vitales más nimias, en nuestro vivir diario. La consideración fundamental sigue siendo epistemológica, no moral. La distorsión
17
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
18
aproximación psicoanalítica de Freud para revisar los efectos de la represión y de la frustración referida a los objetos
de deseo; nos ayuda ahora la otra visión, la que se separó
de Freud hacia 1912, cuando la formación cientificista del
maestro de Viena lo conducía a privilegiar, en este ámbito,
a la sexualidad y a reducir a ella todo el ámbito del deseo
y de las emociones. En efecto, fue Carl Gustav Jung quien
tuvo la ocasión de hacer ver, aunque de manera infructuosa, que además de tales tendencias en el Ser humano, en
su interior, en su estructura psíquica había muchos más
elementos dignos de ser tenidos en cuenta y no podría reducirse todo el ámbito de la vida interior del Ser humano
a los conflictos sexuales; por ello se deslindó de tal visión.
El deslinde lo hace en una de sus más famosas obras
titulada Símbolos de Transformación23, en castellano editada por Paidós y es una reedición de la primera obra que
publica en 1912, titulada Transformación y símbolos de la
libido24 en la cual hace ver que entre otros muchos elementos que pueblan la estructura psíquica se encuentra
uno de gran importancia para lo que ahora se plantea: en
el interior humano se encuentra una irrefrenable tendencia a trascender; dónde lo coloque cada cual es su propio
problema, pero esa ansia se encuentra siempre presente.
Con mayor precisión es tratada en la primera parte del volumen octavo de sus obras completas25.
Se diría que, en Jung, esa ansia se asemeja a las tendencias instintivas mediante las cuales buscamos la conservación personal y la conservación de la especie. La
encuentra tan fuerte como la misma tendencia natural
a la sobrevivencia. Quiere decir que Jung, además de las
pulsiones yoica y sexual que Freud postulaba, encuentra
en su práctica médica que hay pacientes que responden
a otra especie de instinto, aquel que los mueve a trascender y cuya urgencia no resuelta los puede, también, llevar
a la frustración en cualquiera de sus más o menos graves
manifestaciones.
Para cerrar este análisis que me propuse he aquí algunos interrogantes, ¿será que la urgencia que ahora tenemos de tratar, en lo posible, de ver la totalidad de lo real,
sin caer en el caos, responda a esa otra ansia? ¿Será que así
como la seguridad y la necesidad de dominar nos llevó a
parcelar para ser más efectivos, nos llevó también a la parcelación y extrañamiento de nosotros mismos? ¿Será que
hoy la humanidad, buscando su trascender busca también
la completud y la totalidad? Son interrogantes que quedan abiertos.
Sin embargo, para concluir, es necesario relevar de esa
vida cotidiana contemporánea algunos síntomas que me
parecen de gran importancia para iniciar un diagnóstico,
que aunque aun cuando pueda ser solo un esbozo permita avanzar en algo más que en las denominaciones que
pareciera ser, han sido los afanes científicos últimos, en el
campo de las ciencias sociales. Quizá pudiera decirse que
ante el estrépito de la caída de los paradigmas en ciencias
sociales, debidos a múltiples esfuerzos, era la única vía
para intentar entender lo que pomposamente comenzó a
llamarse postmodernidad y ahora ya no se sabe cómo denominarla, si post, pre, des, anti, hiper o transmodernidad.
Claro es que cada uno de los prefijos utilizados lo único
que revela es la necesidad de aplicar alguna metáfora que
haga más transparente lo que aquellos intentan designar.
Sin embargo, dada la influencia extrema de la filosofía
analítica del lenguaje, todo ahora está atravesado por el
tipo de narrativa que se quiere desarrollar. A tal grado llega ese afán, clásicamente nominalista, que los síntomas
que presenta la sociedad contemporánea, en sí mismos,
pasan a segundo término26.
De ahí surge, entonces, la necesidad de volver a lo re-
Esta obra corresponde al Volumen 5° de las Obras Completas de Jung en inglés, en la Colección editada en Londres por Routledge and Kea-
24
gan Paul, pero también se puede consultar el Volumen 8vo de la misma colección, cuando trata de la función trascendente.
24
Título original en alemán: Wandlungen und Symbole der Libido, publicada en dos partes 1911-1912 por la Revista Jahrbuch für psychoa-
nalytische und psycopathologische Forschungen, Leipsig (III-IV).
25
Jung, C.G., Collected works, Vol. Eight, The Structure and Dynamics of the Psyche, London, Routledge and Keagan Paul, 1987, pp. 67-91.
26
La lista de autores que podrían ser referenciados en este punto es inmensa. Solo daré algunos ejemplos de quienes han participado más
dura y dedicadamente en la labor, ahora denominada de deconstrucción. En efecto, se aplicó este instrumento de análisis del lenguaje una
vez que se determinó que los grandes afanes teóricos, referidos a los hechos sociales, podían ser entendidos como grandes relatos cuya capacidad de hacernos entender lo que ocurría había llegado a su fin. Entre ellos pueden situarse aquellos que popularizaron esos mismos afanes,
como sucedió con el marxismo, entre otros se encuentran Martha Harnecker, con un marxismo doctrinario y de bolsillo, Louis Althusser con
su aportación, ciertamente simplificada, en torno a la reproducción social; Nikos Poulantzas, en la férula de Althusser, muerto por suicidio al
igual que el anterior, y sus aportaciones en torno a la función del Estado, proponiendo estos dos una especie de marxismo estructuralista.
Ambos fueron duramente atacados por la obra de los postestructuralistas, franceses también, como son Michel Foucault o Jacques Derrida.
De ahí nació la crítica que puso en entredicho la validez de los grandes discursos.
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
detectadas en los hechos que hoy acompañan a nuestro
hacer.
Tal interconexión, por ley de bumerán, amenaza hoy
con sumergirnos en el sin sentido del caos si no atendemos a la nueva actitud que se le pide a nuestra capacidad
intelectiva.
Se vuelve a encontrar, de esta manera, que concebir
desde la complejidad que encierra la relación del intelecto
humano con todo aquello que, de lo que existe, pueda ser
transformado en objeto de conocimiento y estudio, al día
de hoy no es una moda, no es un capricho; es, sin lugar a
dudas, una necesidad.
Parece ser, pues, que se impone este enfoque no tanto
como un paradigma, pues ya hemos visto cuáles fueron
las necesidades humanas que los generaron -según este
análisis- sino como una necesidad exigida por las mismas características, tanto de nuestro proceder intelectivo como de lo que ahora se nos presenta como objeto
a construir. Ya vimos lo que implica aquello que acaece a
partir de que mucho de ello ha sido y es obra nuestra y
del conocimiento que de ello hemos logrado. En efecto
aquello que ocurre en nuestro entorno natural, en nuestro
entorno social y en el interior de nosotros mismos tiene
nuestra propia marca. Si esto es así y el Ser humano es tan
complejo que fue llamado en otros tiempos microcosmos,
se impone una visión más allá del estructuralismo holista
ya que, de ser así, quedaría atrapada en las sobresimplificaciones hechas, pues tal aproximación nació en la época en que se preconizaba la simplificación y la reducción
cientificista, que no propició el diálogo, sino el distanciamiento entre las ciencias. Se impone, por tanto, una visión
que salvaguarde y presuponga la complejidad.
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
gional, incluso a lo micro frente a lo imparable de la globalización económica a la caída del socialismo real.
A pesar de ello, ante la inmensidad de sentidos que
pueden ser otorgados a los hechos sociales, los síntomas
generales transversales, tanto los mencionados anteriormente, referidos a nuestra relación con el entorno, como
aquellos otros que se refieren a la relación con nosotros
mismos solo se mencionan como quejas, pero no como
síntomas.
Tal es el caso de lo que ocurre con la juventud contemporánea, en términos generales. La debilidad intelectiva
que presentan en sus movimientos y movilizaciones, su
extrema conexión y dependencia con los gadgets electrónicos, el autismo que los aqueja los hace ver, ante la observación de cualquier estudioso de tales síntomas, como
sumidos en un solipsismo hedonista del instante, más profundo que el sueño que pudiese producir la más poderosa
droga.
Puestos así tales síntomas no pueden ser debidamente
explicados por una sola de las vertientes que pertenecen
a alguna de las disciplinas de las ciencias sociales. En el tratamiento de estos aspectos, al igual que en aquellos que
se relacionan con nuestro entorno y el deterioro que en él
hemos hecho se impone una visión diversa, un enfoque
que permita no solo el diálogo que debe existir entre diversas ciencias, sino que se impone la mutua temperancia
hacia los logros que cada una en particular pueda obtener. Para tal concurrir científico no existe denominación, ni
multi, ni inter, ni trans son los prefijos que denominarían,
con claridad, la actitud dialogal que se requiere para obtener un producto intelectivo epistemológicamente válido,
ante la urdimbre, que cual rizoma presentan las variables,
19
REFERENCIAS
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
20
Aristóteles, (1970). Doce Libros de la Metafísica, Edición Trilingüe, Valentín García Yebra, Madrid: Ed. Gredos
Bacon, Roger - Centre Traditio Litterarum Occidentalium,
Brepols (Firm). (2011). Opus maior et minor (Excerpta).
Brepolis Latin Monumenta Germaniae historica. Bélgica: Brepols Publishers
Berger, P. & Luckmann, T. (2003). La construcción social de la
realidad. Buenos Aires: Amorrortu Ed.
Cassirer, E. (1979). El problema del conocimiento, Vol. I. 3a
reimpresión. México: Fondo de Cultura Económica.
Decreto de expropiación de los bienes destinados a la
producción petrolera, DOF CVII, Núm. 17 (Diario Oficial, Poder Ejecutivo, Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, 19 de marzo de 1938).
Decreto de expropiación de los bienes destinados a la
producción petrolera, DOF CVII, Núm. 17 (Diario Oficial, Poder Ejecutivo, Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, 19 de marzo de 1938).
Descartes, R., (2010). Discurso del método. Meditaciones
metafísicas. Reglas para la dirección del espíritu. Principios de la filosofía. Estudio introductorio y notas de
Francisco Larroyo. México: Ed. Sepan Cuántos.
Disney, Walt, Fantasia (original title), film of 1940
Freud, S., (2004). La Interpretación de los sueños, Obras
Completas, Vol. IV, 1a Parte (1900), Madrid: Amorrortu
Editores, décima reimpresión.
Freud, S., (2003). Obras Completas, Vol. XIV, Contribución a
la historia del movimiento psicoanalítico. Trabajos sobre
metapsicología, (1914-1916), Madrid, Amorrortu Editores, décima reimpresión.
Guizot, F. (1822). Histoire de la civisation en Europe. Traducción española Fernando Vela (1966). Historia de la
civilización en Europa,Prol. José Ortega y Gasset, Madrid: Alianza Editorial.
Intergovernmental Panel of Climate Change, IPCC., Cambio climático 2007: Informe de síntesis. Contribución de
los Grupos de trabajo I, II y III al Cuarto Informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
el Cambio Climático [Equipo de redacción principal:
Pachauri, R.K. y Reisinger, A. (directores de la publicación)]. (2007). IPCC, Ginebra, Suiza,
Jung, C.G., (1982) Símbolos de Transformación, Título original en alemán: Wandlungen und Symbole der Libido, publicada en dos partes 1911-1912 por la Revista
Jahrbuch für psychoanalytische und psycopathologische
Forschungen, Leipsig (III-IV), Tr. Española, Barcelona: Ed.
Paidós.
Jung, C.G. (1990). Collected works, Vol. Five, Symbols of
Transformation, Bollingen Series XX. USA: Princeton
University Press.
Jung, C.G. (1987). Collected works, Vol. Eight, The Structure and Dynamics of the Psyche, London, Routledge and
Keagan Paul.
Kirk, G.S., Raven, J.E. & Schofield, M., (1987). Los Filósofos
presocráticos, Versión Española de Jesús García Fernández, Madrid, Ed. Gredos, 2a Edición
Kuhn, Thomas. (1962). La estructura de las revoluciones
científicas, México: Fondo de Cultura Económica.
Marx, K. (1975). El Capital. México: Siglo XXI editores.
Marx, K. (2002). Crítica a la economía política. México: Siglo
XXI editores.
Marx, K. & Engels, F. (1970). La ideología alemana. Barcelona: Ediciones Grijalbo.
Morin, E. (2010). El método. La naturaleza de la naturaleza,
Madrid: Ed. Cátedra.
Ortega y Gasset, J., Meditación de la Técnica. Madrid: Editorial Espasa Calpe, Colección Austral, N° 1360
Piaget, J., García, R., (1982). Psicogénesis e Historia de la
ciencia, México: Siglo XXI Editores.
Platón (2008). La República, libro VII. España: Ediciones
Akal, S. A.
Stirner, M. El Único y su propiedad, 1845, libremente consultada en http://www.proyectoespartaco.dm.cl
Svante, Arrhenius, On the Influence of Carbonic Acid in the
Air upon the Temperature of the Ground, in Philosophical Magazine and Journal of Science, Series 5, Vol. 41,
N° 251, April 1896, pp. 237-276
Del reduccionismo a la complejidad pp. 8-20 ISSN: 2007-9575
Dino César Mureddu Torres
LA RUTA HISTÓRICA CRÍTICA DE LAS CIENCIAS
SOCIALES, EL NUEVO PARADIGMA COGNITIVO
Y LA POLÍTICA EDUCATIVA
The historical critical path of social sciences, the new cognitive
paradigm and the educational policy
Dr. Prudenciano Moreno Moreno
Recibido: 9/10/2014
Aceptado: 13/01/2015
RESUMEN
ABSTRACT
Se presenta la ruta histórica crítico-reflexiva seguida
por las ciencias sociales desde la modernidad hasta la reciente visión transmoderna, con el propósito de reubicar
el rol de la política educativa en el campo de las ciencias
de la educación y la intervención pedagógica.
Palabras Clave: Ciencias sociales, hipermodernidad,
transmodernidad, política educativa, péndulos, intervención pedagógica.
This paper presents the critical-reflexive historical
route, continued by social sciences from the modernity to
transmodernity vision, with the purpose of relocating the
role of the education policy in the field of education sciences and the pedagogic intervention.
Keywords: Social sciences, hypermodernity, transmodernity, education policy, pendulums, pedagogic intervention.
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Profesor Investigador
de la Universidad Pedagógica Nacional. México
Contacto: [email protected]
21
INTRODUCCIÓN
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
22
Según Pablo González Casanova la ciencia de la globalización más avanzada es «la toma de decisiones para
maximizar ganancias en economía, guerra y política» (Pérez, 2012, p. 19) hacia el beneficio financiero del complejo
militar – industrial – empresarial, líder en las depredaciones del capitalismo corporativo. Lo que el reconocido científico social latinoamericano especificó es que hay, en la
actualidad, ciencias hegemónicas de la globalización, las
cuales pueden considerarse ideologías más tecnociencias
al servicio de la acumulación de capital y la dominación
social, donde se incluyen también ciencias de la comunicación, como infraestructura de la información y la organización del capitalismo de las corporaciones económicas
(González Casanova, 2012).
¿Cómo llegó a implementarse tal orden social con sus
correspondientes tecnociencias ideológicas? ¿Por qué no
se produjo la tan anhelada revolución socialista y el arribo de una sociedad democrática e igualitaria en América
Latina, acorde con las predicciones sociales de los 60 y 70
del siglo pasado? Sin duda son preguntas que ameritan
respuestas complejas.
Las tendencias de la sociedad y la ciencia social actual
deben sus raíces más profundas en el inicio y desarrollo
de la modernidad y las más inmediatas en los años simbólicos de 1989-1991 que marcan el desmoronamiento del
imperio colonial soviético, de las llamadas democracias
populares y del socialismo del tercer mundo (Mires, 2005, p.
11-12). También es el fin del orden político internacional
bipolar, así como el punto de arranque de una revolución
cultural y de una crisis de la política.
Pero la decadencia del orden socio-político-histórico
no significó la entrada permanente a ningún orden nuevo, tampoco la caída del caos, «más bien nos encontramos
con muchos órdenes interactivos, cuya codificación no ha
sido descubierta (…) se trata de elaborar una programación que permita captar la lógica de una pluralidad de órdenes que (…) aparecen en cada momento estructurada
en combinaciones cada vez más diversas e imprevistas»
(Mires, 2005, p. 12).
Ahora bien, dentro de esos órdenes interactivos, hubo
uno que se erigió en dominante: el de la sociedad hipermoderna (Lipovetsky, 2010) con las consecuencias señaladas para el mundo occidental y para América Latina, tal
y como lo ha referido González Casanova (Pérez, 2012, p.
19); pero de una forma a veces abierta, a veces subterránea, se ha venido tejiendo para el ámbito de las ciencias
(de todo tipo) un nuevo paradigma de conocimiento de
convergencia inter y transdisciplinario que metafórica-
mente le llamamos aquí como paradigma transmoderno
para diferenciarlo del hegemónico, al cual le damos el
nombre de hipermoderno a fin de confrontarlos y entenderlos mediante un debate entre ellos (Chopra, Mlodinow,
2011).
Esta exposición argumenta entonces que estamos viviendo una época social y cognitiva de transición, donde
la sociedad y la ciencia hipermoderna son hegemónicas,
pero de forma lenta, gradual y sin mucho ruido está surgiendo lo que Thomás Kuhn (1952) denominó como revolución científica en el paradigma cognitivo formal aceptado
por la modernidad. Para su abordaje se expone primero, el
desarrollo de los postulados de la modernidad y después
las bases del nuevo paradigma cognitivo transmoderno
para, al final proponer un nuevo rol de la disciplina llamada Política Educativa.
I. MODERNIDAD E HIPERMODERNIDAD
Las ciencias modernas surgieron lentamente a lo largo
de los períodos de la época denominada modernidad, dividida por M. Berman (1988) y J. Bernal (1980) así:
a. Modernidad (1492-1789)
Surgen las ciencias formales modernas (lógica y matemática), las ciencias naturales (física, química, biología,
astronomía, geografía) y la ciencia política de Nicolás Maquiavelo (1469–1527) y sistematizada mucho después por
Wilfredo Pareto (1848-1923). Algunos autores mencionan
también a Max Weber como teórico fundacional de la
ciencia política (Schettino, 2005, p. 30).
b. Modernidad (1789–1945)
Surge la mayoría de las ciencias sociales al separarse
de la filosofía y como un producto de la ilustración y su
énfasis en la razón: sociología, economía, antropología,
psicología, administración e historia.
c. Modernidad (1945–2040)
Surgen las ciencias de la educación en EE. UU. y las
ramas de la tercera revolución industrial científico-tecnológica: computación, informática, telemática, microelectrónica, robótica, tecnologías de automatización programable, biotecnología, ingeniería genética, los nuevos
materiales, etc.
Se prevé en el futuro una nueva revolución con la ciencia cuántica, la bioelectrónica (el biochip), la nanotecnología, ciencias aeroespaciales y la investigación transpersonal de la consciencia.
La modernidad ha representado históricamente una
fuerza social revolucionaria al romper con la inercia premoderna y el oscurantismo feudal dominado por el catolicismo, y llevar a cabo sus ideales de progreso, ciencia,
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
1
para su aplicación económica, sistemas de comunicación
masiva, movimientos sociales, mercados de capitales en
expansión permanente y fluctuante, y nuevas formas de
poder.
Las corrientes sociales de la historia moderna son irónicas y complejas, pues otro postmoderno prematuro
radical como lo fue F. Nietzsche (Morales, 2012) adelantó
la muerte de Dios y el advenimiento del nihilismo, el gran
vacío de valores, pese a la notable abundancia de posibilidades.
Desde el siglo XIX y hasta principios del XX (Weber,
1904) los modernos ya conocían el costo social y personal
del progreso económico-racional-instrumental, pues el orden económico-social aparecía como una jaula de hierro
invisible al quedar el sujeto aprisionado por las estructuras
del capitalismo, lo jurídico y lo burocrático como determinantes centrales de la vida personal. Ello demuestra que el
pensamiento crítico carecía de empatía por los sujetos de
la modernidad.
Para M. Weber tales sujetos son expertos sin espíritu,
sensualistas sin corazón, tal nulidad se refleja en la ilusión
de que hemos llegado a un nivel de desarrollo muy elevado, pero falta el desarrollo del Ser (humano) no únicamente del Hacer (producción económica).
Dentro de esta visión del hombre ello queda sin capacidad de respuesta, aún más, algunos hasta habitan cómodamente en tal jaula de hierro. A decir de Berman (1988)
-sociólogo alemán clásico- no tuvo fe ni en la capacidad
del pueblo en trascender tal situación, ni en las élites, pero
se limitó a considerar a los sujetos modernos como hombres/masa y hombres/vacíos.
Tal concepción tendrá una influencia clave en las grandes teorías sociales del siglo XX, como la Escuela Crítica
de Frankfurt, pero en especial de Herbert Marcuse (18981979) y de manera muy nítida en el postestructuralismo
francés de Michel Foucault (2000), pues para Marcuse, el
hombre unidimensional es el que vive en la administración
total de sus ideas, necesidades, sueños, vida interior administrada, esto es, programada para satisfacer necesidades
del sistema (su jaula). «Las personas se reconocen en sus
mercancías, encuentran su alma en su automóvil, en su
equipo de alta fidelidad, en su casa, equipamiento de su
cocina…» (Marcuse, 1964: p. 78).
El origen del Instituto de Investigación Social de
Frankfurt se remite a Karl Korsch (1886-1961) y F. José Weill
(1898-1975) y a los comienzos de los años 30, con prominentes académicos como Martin Buber, Paul Tillich, Karl
leiten, guiar, dirigir, y motiv, motivo. 2. m. Motivo central o asunto que se repite.
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
técnica, razón e innovación con lo cual logró nutrir los procesos materiales (estructurales) e intelectuales (superestructurales) de modernización social, económica, política
e ideológica.
Sin embargo vislumbrada en retrospectiva, perspectiva y prospectiva la modernidad ha significado varios factores entrelazados:
1) Ha desembocado en la dominación de inmensas
organizaciones burocráticas. Si bien en la primera modernidad (1492-1789) hubo progreso por autoliberación, ya
para la segunda (1789–1945) se observaba esclavitud invisible por la creciente racionalización-instrumentalización,
desde antes de la muerte de Weber, en 1920.
2) Para Arthur Mitzman (1969) el leitmotiv1 de la historia
occidental es que la modernidad siguió el camino de una
racionalización inexorable de la totalidad de la actividad
humana, pronosticando heladas perspectivas de burocratización universal, muerte de la subjetividad y asfixia de
los instintos. Una amarga verdad para los siglos XX y XXI.
3) Sigmund Freud (1970), desde fines del siglo XIX se
presenta como un postmoderno temprano (escéptico del
progreso modernista) al lanzar la noción de superego cultural como un grupo de valores hegemónicos transmitidos
por las estructuras institucionales que son una amenaza
permanente para la autonomía y la libertad del sujeto.
4) Los conceptos sociológicos de cosificación y enajenación (o alienación) son uno de los legados más trascendentes de la tradición intelectual alemana al pensamiento
social contemporáneo ya que refieren a una visión engañosa en la que el carácter de cosidad de algo (un fenómeno X) pasa a ser concebido como un modelo de realidad
objetiva.
5) La burocracia emula a una maquinaria sin vida,
como materialización de la mente (racional) y el espíritu
capitalista es una herramienta ideológica manipulada por
la omnipotente maquinaria burocrática. La enfermedad
de la sociedad moderna evolucionó desde lo insensato
de la idea de riqueza material por sí misma como fuente
de progreso, a la del poder por el poder mismo (Mitzman,
1969).
6) Marshall Berman (1988) precisa que la modernidad
también representó paradojas, contradicciones, transformación, desintegración (que originó el mito del paraíso
perdido premoderno), renovación, luchas, angustias, horrores, ambigüedades, ironías y aventuras.
7) Las fuentes que alimenta la vorágine moderna son
los descubrimientos e innovaciones de las tecnociencias
23
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
24
Mannheim, Norbert Elias, Carl Grünberg, Friedrich Pollock,
Henryk Grossman, Max Adler, Otto Bauer, Erich Fromm,
Max Horkheimer (1895-1973), Theodor Adorno (19031969), Raymond Aron, entre varios que hicieron historia
(Delahanty, 1999 bis).
H. Marcuse argumentó que el trabajo enajenado, enajena también a la mente y al cuerpo. «Según E. Kurzweill
(1984) las fuentes de la Escuela de Frankfurt son Hegel,
Marx, Nietzsche, Dilthey, Husserl, y es curioso que constituyeron la misma fuente del estructuralismo francés que
impactó a Foucault» (Delahanty, bis, p. 134).
Para M. Foucault (1976), lo importante de la Escuela de
Frankfurt es que dejó el planteamiento bien cimentado de
que los efectos del poder ligados al ejercicio de una racionalidad histórica-occidental, conlleva a una sociedad
disciplinaria-represora; así como el mérito del estructuralismo marxista fue el haber puntualizado que las clases
sociales surgen como efectos de las estructuras económicas, y por tanto el sujeto, también representa un posicionamiento social o efecto material de tales estructuras, no
tiene autonomía, ni libertad (Poulantzas, 1974).
Las semejanzas que encuentran McCarthy (1992) y
Honneth (1986) entre la Escuela de Frankfurt y Foucault es
que ambos rechazan la visión cartesiana de un sujeto racional autónomo que busca dominar objetos; ambos contemplan el progreso de la civilización como la progresión
de la dominación racional-técnico-instrumental donde
cuerpo y mente son víctimas, la superestructura jurídica
intenta ocultar la dominación (Delahanty, 1999).
El debate esencial de las ciencias sociales se centra en
saber a qué proyecto social queremos que sirvan. Si tomásemos el caso de la educación (pero lo mismo se podría decir para cualquier área social) observaríamos de
inmediato que la modernidad tiene un legado totalmente incumplido (Sacristán, 1999), pues siguiendo a E. Kant
(1983), gracias a la educación moderna el hombre debería
haber resultado en:
a) Disciplinado, para someter la barbarie.
b) Cultivado. Desarrollo óptimo de su potencial armónico.
c) Civilizado, para que sea prudente y querido.
d) Moral, para que tenga el criterio de seleccionar solo
los fines buenos.
Estas cualidades formativas serían regidas por el principio ideal de su universalización en condiciones de igualdad para todos, con ideal democrático. «El efecto práctico
de la sustantivación moderna de la cultura fue el de elevar
sus objetivaciones a la categoría de realidad espiritual universal que merece la pena difundir porque contiene la po-
tencialidad de la dignificación humana (…). El potencial
dignificador atribuido a la cultura se convirtió en bandera
del pensamiento progresista que impulsó la escolarización universal» (Sacristán, 1999, p. 187).
La confianza en el legado de la modernidad no solo
sería al propósito de la preservación y al avance social,
sino que incluía también una dimensión subjetiva, como
cultivo de la perfección del sujeto, ya que el prototipo de
currículo (propuesta pedagógica) de la modernidad tenía
sus raíces en la visión de la paideia ateniense: la paideia
era una visión antigua de una formación integral entre
cuerpo, mente, alma y espíritu; después se le incorporó
el legado del humanismo del renacimiento, luego los logros del modernismo científico realista de los siglos XVII
y XVIII, pero con el tránsito de la modernidad a su faceta
hiper, las dimensiones subjetivas propuestas por el humanismo fueron desplazándose hasta suprimir también las
dimensiones de moral y democracia logradas por los movimientos revolucionarios de los siglos XIX y XX, para reducir
sus orientaciones, en el siglo XXI, a la educación como un
mero epifenómeno de la globalización económica: currículo por competencias, evaluación estandarizada, gestión
estratégica toyotista, vinculación productiva y uso intensivo de tecnologías de la información y la comunicación.
Con los años, la derrota del humanismo de la modernidad, de los valores universales y de la ilustración; la razón
devino en reingeniería y en colonización de la esfera tecnoeconómica sobre el resto de esferas de la realidad cultural; por la cual el pensamiento de Jürgen Habermas (1993,
2003) clamará por devolver a la modernidad lo perdido:
su parte más humana arrasada por la hipermodernidad
o versión técnico-funcional-pragmático-instrumental del
programa original de la modernidad.
II. LA RUPTURA Y LOS SATÉLITES CONCEPTUALES DE LA MODERNIDAD
Las discusiones sobre el rumbo de la modernidad ocuparon una buena parte del análisis de las ciencias sociales
y las humanidades cuando esta observaba huecos y resquebrajamientos identificados como síntomas de la crisis
de la modernidad propiciando la aparición de sus satélites
conceptuales: post, pre, des, anti, hiper y transmodernidad, todas ellas como metáforas para indicar que el gran
metarrelato había llegado a una fase crítica de viabilidad
social.
Según J. L. Tejeda G. (2007) siguiendo a Lipset (1987),
el final de las ideologías ya había sido promovido desde
la politología estadounidense de los 60. Tal asunto fue retomado en los 90 con el derrumbe del socialismo real. Ello
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
III. LA MODERNIDAD EN AMÉRICA LATINA
Según S. Arriarán (2007), los países latinoamericanos
se han visto frustrados en su intento por llegar a la modernidad, pero para ellos sería conveniente pensar en
una modernidad alternativa. «Esto representaría redefinir
totalmente el concepto de modernidad al margen de su
ubicación occidental…que no es la misma que en Europa,
donde arranca el Renacimiento y la Ilustración…nuestra
modernidad se origina más bien en el barroco del siglo
XVII» (p. 43).
En América Latina se tiene que tomar en cuenta lo que
advirtió J. C. Mariategui (1960): «los elementos premodernos, indígenas, que no pueden ser destruidos ni absorbidos en nombre de la modernidad. Solo así se puede hablar
propiamente de una modernidad no capitalista, de signo
socialista, para América Latina, que no sea un calco o copia
de occidente. Esa es la alternativa que se ha de reivindicar»
(p. 44).
Ello permite a S. Arriarán revalorar el etos barroco y ver
otras posibilidades de racionalización, es una modernidad
aun no realizada, que combina mestizaje, pueblos indígenas y socialismo antiimperialista e indoamericano de realidad multicultural y pluriétnica, para de ahí llevarlo a otra
combinación más, con la modernidad occidental. Rescatando algunas tesis de la teoría latinoamericana de la dependencia clásica y de la neodependencia (García, 2002):
En América Latina —después de la teoría funcionalista
de la modernización de Gino Germani y de la CEPAL de R.
Prebisch (1948) —hubo un predominio de la teoría de la
dependencia, con énfasis diferente en cada uno de estos
teóricos que van desde F. H Cardoso y F.C. Weffort (1973), V.
Bambirra (1976), F. Chevalier (1976), T.A. Vasconi (1977), O.
Ianni (1976, 1978), T. Dos Santos (1978), A. Quijano (1979),
hasta R.M. Marini (1976, 1980).
La teoría de la dependencia fue un esfuerzo crítico-reflexivo de respuesta (marxista en muchos casos) al análisis
del desarrollo capitalista en el tercer mundo, en particular
el latinoamericano. Se inicia (como antecedente) cuando
R. Prebisch al frente de la CEPAL (Comisión Económica
para América Latina) realiza una crítica a la teoría tradicional del comercio exterior y alerta sobre el deterioro en
los términos de ese intercambio con saldo negativo para
América Latina.
Cuestiona el carácter primario-exportador de nuestras
economías y la necesidad de un desarrollo industrial autónomo, limitando el papel del capital extranjero, como enfoque distinto al estructural-funcionalismo modernizante
de otros sociólogos y economistas. La historia de América
Latina se miraba como el tránsito de una formación económico-social dependiente hacia una industrial-capitalista pero también dependiente.
Desde 1940 hasta 1969 predominó en América Latina
la visión desarrollista de la sociedad (González, 1979) que
desplazó a la funcionalista, pero también la CEPAL de Prebisch y Oswaldo Sunkel fueron desplazados (en términos
de popularidad teórica) por los enfoques de la dependencia social-económica, ya que la CEPAL nunca explicó
las contradicciones del capitalismo y la teoría de la dependencia vendría a cubrir ese hueco, denunciando además,
la pobreza extrema, opresión y sujeción de los países latinoamericanos subdesarrollados a los metropolitanos hegemónicos; donde América Latina está en una posición de
dependencia económica del sistema capitalista mundial,
tomando las hipótesis de André Gunder, Frank (1972) de
la burguesía dependiente con origen en el tercer mundo.
El enfoque de la dependencia identificó dependencia
económica, financiera, comercial, y tecnológica; insistiendo en el rol depredador de las empresas transnacionales
en la estructura regional. Sin embargo en la década de los
80, la teoría de la dependencia empezó a recibir cuestionamientos, incluso desde la misma perspectiva marxista
(Castañeda & Hett, 1980) que a la postre la llevaron a su
derrumbe.
La réplica de Castañeda y Hett (1980) iba en el sentido
de que se juntaban dos problemas distintos: el del origen
de la acumulación y el de su ritmo; ya que argumentaron
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
marcó un hito, pues el paradigma social más influyente era
el marxismo, sobre todo en la versión estructuralista (Poulantzas, Althusser, Harnecker y otros)
Su caída arrastró a otros modelos explicativos llegándose a una orfandad paradigmática e ideológica que obliga a los académicos a apoyar un pluralismo intelectual y
cultural. Por ejemplo Paul Feyeraband (1986) se opuso a
todo conocimiento sistemático, basándose en el anarquismo y en un pluralismo epistémico y teórico. Anthony
Giddens (1993) propone una comprensión para los fenómenos sociales y otra para las corrientes teóricas dedicadas a su interpretación.
El resultado, marca Tejeda G. (2007) ha sido demoledor pues, se cayeron los paradigmas dominantes, pero
además no se han erigido otros nuevos, en medio de una
atmósfera de eclecticismo e indeterminismo pero sin un
rigor académico serio, donde la crítica deconstructivista
dejó en ruinas los fundamentos de las ciencias sociales y
alejándose cada vez más del positivismo racionalista. De la
vertiente postmoderna y postestructural resaltan Jacques
Derrida (2000) y Michel Foucault (1976).
25
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
26
que el asunto de la acumulación originaria de capital no
era un problema de cada país, sino de la historia global de
la acumulación de capital.
Decían que el hecho de que los teóricos dependentistas asignen a una producción capitalista la nacionalidad
del capital primitivo es una prueba de permeabilidad al
derecho burgués y a la propiedad privada. Las decisiones
tomadas en New York no son ni menos adecuadas o perniciosas que las que toma el capital local, su sentido de acumular y nada más. No hay ninguna prueba de que las presiones ejercidas en negociaciones y renegociaciones de la
deuda constituyan un estado de dependencia. Lo que se
ha llamado la dependencia financiera es un aspecto del
capitalismo mundial, la formación de la cadena imperialista, provocando la emergencia de relaciones nuevas, no de
dependencia (Castañeda & Hett, 1980).
La caída del bloque socialista y el advenimiento de la
globalización barrieron con los enfoques desarrollistas,
dependentistas y también antidependentistas en América
Latina y tomaron los derroteros que hasta hoy están en
boga:
a. Globalización económica, era de la información, revolución tecnológica y dominio del capital financiero. (Pérez, 2004; Castells, 1999; Corona, 1999; Ramos, 2002).
b. El debate de lo global desde una perspectiva multidisciplinaria, mundialización neoliberal y formación de
bloques económicos (Guillén, 2005; García Páez, 2008;
Cano, López Zavala, 2001; Vidal, 2001).
c. Sociedad del conocimiento, sistemas de innovación,
vinculación productiva, educación y desarrollo regional
(Crovi Druetta 2004; Corona, 2002; Hernández, (2002); Correa (2002); Rozga, (2002); Cimoli (2002); Niosi (2002); Sánchez (2002); Campos (2002) y COMIE, 2009).
d. Estudios marxistas pero no estructuralistas, sino humanistas (Bartra, 2008, Sánchez Vázquez, 1998).
Es decir, todas las problemáticas que hoy se plantean
para la sociedad hipermoderna, esto es, los impactos de
la instrumentalización, tecnificación, cosificación, alienación, exacerbación de la deshumanización, que precisamente vuelven necesario el planteamiento de que América Latina dé un viraje hacia el pensamiento transmoderno
y su correspondiente nuevo paradigma de convergencia
cognitiva.
IV. EL NUEVO PARADIGMA TRANSMODERNO:
UNA NECESIDAD PARA AMÉRICA LATINA.
Al concluir la primera década del siglo XXI, los neopostmodernos: críticos sociales y culturales tan importantes
como Guilles Lipovetsky (2010), Jean Serroy (2008) y Odile
Jacob (2008) citados en Delahanty (1999), entre muchos
otros; hablaban ya de los límites y la insatisfacción creciente a los cuales había desembocado el histórico proceso esperanzador de la modernidad, al arribar hacia una
segunda globalización; pero en una tónica que dejaba muy
atrás la politología estadounidense conservadora como el
«fin de la historia» (Fukuyama, citado en Delahanty, 1999,
bis) o «el choque de las civilizaciones» (Huntington, 2007).
Estos estudios concluían que la historia debía leerse
como la convergencia inevitable de globalización, occidentalización, revolución, tecnología, progreso material
infinito, (una especie de jaula invisible de hierro de Weber,
versión reversa, feliz y deseable); por un lado; por el otro
lado, el anuncio de nuevos conflictos bajo la homogeneidad de un mundo aparentemente pacificado, pero detrás
de esa fachada esconde civilizaciones que divergen y chocan entre sí.
Para la vertiente neopostmoderna, mucho más abierta, reflexiva e incisiva «…es una reducción excesiva atribuir únicamente a las realidades geopolíticas y tecnocomerciales la globalización actual o hipermoderna… es
también… un régimen inédito de cultura» (Lipovetsky,
2010, p. 13)
La hipermodernidad, en el concepto de Gilles Lipovetsky es la época extensiva de la tercera modernidad (1945–
2040), que funciona con la desregularización, desinstitucionalización, profusión; teniendo como consecuencia el
trastorno de todos los referentes de relación con el mundo, una incertidumbre generalizada.
«Trátese del desacuerdo izquierda–derecha, de la idea
de progreso, de la globalización, de la economía liberal, de
la técnica… la educación… nada escapa ya al principio hipermoderno de la desestabilización de coordenadas… Es
así como el orbe de la cultura – mundo tiende a volverse
indescifrable, confuso, caótico: el hombre de la cultura mundo no tiene ya autoridades superiores, anteojos, brújulas que lo guíen… ahora aparece como la que desposee
a los individuos de las claves para descodificar su universo… ya no fija el rumbo» (Ídem, p. 90).
La estupenda crítica neopost abrió las puertas a la
transmoderna, esta óptica sociocultural sí localizó lo que
fija el rumbo social, económico y cultural del mundo objetivo exterior. La teoría de la complejidad de Edgar Morín
(1974, 1984, 1997, 2000, 2003, 2011) expresa -entre muchas cosas más- que la nave espacial Tierra, actualmente
está siendo propulsada por cuatro motores descontrolados: ciencia, técnica, economía y afán de lucro, por lo cual,
«tiene una altísima probabilidad de sufrir catástrofes en
cadena, aunque probablemente no signifique inevitable y
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
otros casos ciencias antes formales, naturales, sociales y
humanísticas.
a. Rescate de la sabiduría antigua que la modernidad
y la hipermodernidad intentaron desechar por negar lo
sagrado y la subjetividad. Pero lo cultural tiene como componente central la intersubjetividad, expresándose en el
lenguaje del «nosotros». La subjetividad es central en las
corrientes de sociología hermenéutica como Ch. Taylor,
Clifford Geertz, M. Douglas, citados en Delahanty (1999).
Tanto la sociología como la antropología hermenéutica constituyen un movimiento sociofilosófico que hunde
sus raíces en la ontología hermenéutica de Heidegger,
Hans Georg Gadamer, W. Dilthey y F. Schleiermacher (Escobar, 2007).
b. La Noética. Una nueva visión que extiende el análisis
de la racionalidad lógico-formal-intelectual de la mente
del yo individual hasta la mente transpersonal, ello es, lo
que hay más allá de la razón y los cinco sentidos y lo que
hay es una consciencia, energía, silencio, información y
fuente de creatividad de una magnitud infinita.
Aquí entran una diversidad de autores: M. Mandala
(2010), A. Marquier (2006), V. Mielczareck (2010), J.F. Vezina (2007), P. Peirce (2011), M.T. Aubach (1996) y Schwartz
(2011), B.T. Swami (2011), F. Kinslow (2011), J. Krishnamurti
(1978, 1997).
c. La Desmodernidad y la Reivindicación del Sujeto Humanizado.
Cuando la globalización, de un lado, y el neocomunitarismo, del otro, tratan de apoderarse de nuestras actitudes y
nuestros papeles cuando nos sentimos empujados a buscar en el interior de nosotros mismos nuestra unidad como
sujetos, como seres capaces de adquirir y manifestar una
conciencia autofundamentada, lo que distingue al sujeto
del yo… (Touraine, 2005, p. 123).
Esta recuperación creciente del sujeto por encima de
la dominación de las estructuras es lo que Touraine (1997)
llama como «desmodernizar» la sociedad y equilibrarla
con mayores dosis de los valores universales desechados
por el hipermodernismo. En Touraine el cambio de paradigma implica transitar de un lenguaje social sobre la vida
colectiva a un lenguaje cultural, gracias a la mutación provocada por el rápido desarrollo en relación directa del sujeto consigo mismo «… las colectividades vueltas hacia el
exterior y hacia la conquista del mundo, son remplazadas
por otras, vueltas hacia el interior de sí mismas y de cada
uno de los que viven en ellas» (Touraine, 2005, p. 16).
Otros posicionamientos teóricos son adoptados por la
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
no se excluya así, la posibilidad de un cambio de rumbo»
(Morín, 2011, p. 13).
El enfoque de la complejidad de Morín, es únicamente
uno de los más importantes que integran el surgimiento
de un nuevo paradigma cognitivo en el mundo, que toma
en cuenta toda la tradición de las modernidades (renacimiento, ilustración, valores universales, progreso, ciencia,
tecnología, intelecto crítico-reflexivo), también lo mejor
de la premodernidad (la filosofía perenne y su gran cadena del Ser: materia, cuerpo orgánico, mente, alma y espíritu); pero realizando una síntesis creativa y extendiendo la
zona próxima de desarrollo humano y social hacia nuevas
fronteras como la investigación transpersonal de la consciencia (González, 1989, 1995). Se trata de un modo distinto de conocer, lo que se ha denominado como modelo
holista, una forma de comprender, aprehender e interpretar la realidad. Jan Christian Smuts en 1926 formuló la primera definición de holismo como un proceso de síntesis
creadora o construcción progresiva de unidades estructurales cada vez más complejas y que tienden a la formación
de un todo (Diccionario, 2003).
Pero no se trata del holismo «plano» y únicamente «estructural» de la teoría modernista de sistemas socioculturales (Buckley, 1980), sino de un holismo más profundo al
estilo del biólogo chileno Francisco Varela, Stephen Jay
Gould, Ernest Mayer y E.F. Schumacher, todos ellos señalados en el libro de J.A. López Herrerías (2005), junto a
autores transmodernos como K. Wilber (1995) y F. Visser,
2010 y J. Escobar (2007). Lo que hoy se discute es la necesidad de: «Un nuevo paradigma que… supere la edad de la
máquina, anclado en los principios de orden, estabilidad
y equilibrio, pasando a los sistemas abiertos, complejos,
dinámicos… que pasa del mundo mecanicista al holístico
y ecológico» (López Herrerías, 2005, p. 17).
El hipermodernismo dominado por sus grupos de poder financiero especulativo global, emplean los medios
masivos de comunicación para que la evolución de la
consciencia (una de las claves importantes de la meta o
transmodernidad) quede estancada y atrapada en el desarrollo del materialismo y el instrumentalismo mental; pero
sin avanzar hacia las dimensiones psíquica, ética, estética,
sutil y espiritual de la vida; pues el desarrollo de tales dimensiones socavarán las bases del poder y la hegemonía
económica de los actores globales de la modernidad instrumental híper.
La síntesis del nuevo paradigma transmoderno es
pluridimensional y polisémica, pero es posible definir sus
fuentes en las siguientes corrientes de pensamiento epistémico, metodológico, teórico, filosófico; combinando en
27
crítica al crecimiento económico como un fetiche social
(Hamilton, 2003), crítica al humanismo negro (como humanismo distorsionado por el proceso y estructuras técnicas)
que permitió el surgimiento de nazis, fascios y dictaduras
militares (Jacques, 2003) y por la transición posmaterialista de pacificar la economía, la inteligencia ecológica y de
lograr un universo participativo (Pigem, 2009).
V. EL TRANSURFING Y LA TEORÍA DE PÉNDULOS: VISIÓN TRANSMODERNA PARA LAS ESTRUCTURAS Y PROCESOS SOCIALES.
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
28
¿En qué consisten los péndulos?
Son estructuras de información energética que someten a las personas a sus leyes de orden y mandato, ejerciendo influencia en la toma de decisiones, los parámetros
de energía mental se orientan a una dirección generando
una estructura de pensamiento de un grupo. Un péndulo
siempre utiliza técnicas muy sutiles para atraer a sus partidarios.
Los péndulos son entidades de energía informativos,
por lo que obedecen y actúan según las leyes poderosas e
irrevocables de la existencia de este mundo, los péndulos
utilizan el inconsciente para conseguir la energía, no importa si es una energía positiva o negativa, estos la reciben
con el objetivo de enganchar, tocar al hombre con tal poder de manipular su pensamiento, hacerlo dependiente,
atraer su atención y obtener así su energía.
Uno de los métodos de un péndulo para obtener energía es crear un desequilibrio en el hombre por medio de
sentimientos negativos que generan una reacción como:
miedo, inquietud, angustia, sentimiento de culpabilidad
(instaurado desde la infancia), ante lo cual hay una reacción de sumisión, obediencia, sensación de deber, culpabilidad, inferioridad, complejo de guerrero, complejo de
buen ciudadano; estos complejos psicológicos son la llave
de acceso a la energía de cada persona.
Todas las manifestaciones de la naturaleza artificial
(material) tienen una base energética, el campo de energía es primario, se observa la energía como una fuerza abstracta que, aunque invisible, existe, la energía de los pensamientos humanos es material, no gira de modo cerrado
en el hombre, sino que se propaga en el espacio y actúa
de forma recíproca en el campo de energía global. Cada
hombre camina por su línea de la vida, al mismo tiempo
todas las personas viven en el mismo mundo, el mundo
material es uno para todos, pero la realización particular
es decisión de cada uno.
Según el autor de esta teoría, Vadim Zeland (2010,
2011, 2012), los péndulos son las relaciones entre el hom-
bre mismo y las organizaciones, estas como estructuras y
superestructuras como: la familia, club, escuela, partido
político y el Estado, en los cuales las oscilaciones energéticas son más fuertes cuando más gente (partidarios) lo
alimentan con su energía y entre menos gente, el péndulo
se detendrá y morirá como entidad.
La fuerza de un péndulo es generalizada a partir del reconocimiento de sus atributos, pensamientos y actitudes
hacia un fin mediante la energía mental de las personas
que lo forman, pues como lo afirma el autor: «cualquier
ser vivo capaz de emitir energía en una dirección es y crea
péndulos energéticos» (Zeland, 2012), donde el hombre
funcionará como una pequeña pieza dentro del engrane,
le guste o no.
Es la energía mental que genera nuestros pensamientos, cada espacio que nos rodea es una ilusión que cada
uno de nosotros crea para sí mismo y la convierte en realidad. La realidad se desarrolla por líneas de la vida según
el punto inicial elegido: la realidad se revela en toda su
diversidad precisamente por eso: porque la cantidad de
las variantes es infinita. Cada uno de nosotros puede elegir por la infinidad de variantes. Los pensamientos sirven
de motivación para que el hombre actúe y ejercen una influencia directa sobre la realidad circundante.
La conciencia del hombre forma su destino a través de
las emisiones de energía mental, la frecuencia de emisión
de energía mental del partidario se fija y se mantiene con
la energía del péndulo, surgiendo una especie de apoderamiento y reciprocidad y equilibrio aparente, la fuerza del
apoderamiento varía según el grado de poder del péndulo.
¿Cuál es la influencia que ejercen en el ser humano?
Los péndulos someten al hombre al servicio de una estructura para asegurar que sus pensamientos y actitudes
tengan una misma orientación y finalidad e ir incorporando a más personas, así crecerá, obtendrá más fuerza, lo
cual obliga a sus miembros a seguir las reglas establecidas
y permanecerá en la dimensión que todos compartimos:
El plano de la sociedad a disposición de la entidad más
poderosa. De tal forma que los partidarios no son conscientes que actúan según las leyes del péndulo y no según
su voluntad.
Los péndulos se apoderan del flujo de los pensamientos incidiendo en la manipulación de los sentimientos y
las necesidades egoicas del hombre. Las costumbres sirven de palanca de arranque para poner en marcha el mecanismo de apoderamiento como la costumbre de irritarse o inquietarse, de tal manera que obligan al hombre a
actuar de modo ineficaz, creando una ilusión de confort.
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
oportunidad sin dejar lugar en uno mismo para tal problema, ser vacío respecto a él.
Una vez liberado de la influencia de los péndulos destructivos se obtiene la libertad, como la independencia de
los péndulos ajenos. Es imprescindible saber distinguir los
objetivos impuestos, la misión consiste en elegir, siendo
libre, las líneas de la vida donde está el verdadero éxito y
felicidad personal.
Los péndulos destructivos han hecho perder a las personas la costumbre de elegir su destino, de creer que es
posible desarrollarse bajo la toma de decisiones conscientes. Las formas de batalla de los péndulos son las guerras,
revoluciones, lucha por el mercado, rivalidad, competencia, propaganda ideológica en todos los niveles y los consiguientes lavados de cerebro.
El destino de un hombre está representado por multitud de variantes en líneas de vida. Vadim Zeland afirma
que al igual que los actos que realizamos modelan las
circunstancias de la vida, también el carácter de nuestros
pensamientos lo hace. Los pensamientos determinan la
calidad de las vivencias, por eso es importante controlar
la actitud mental y aprender a observar, ser un observador
de la mente permitirá identificar los patrones negativos
y acometer los cambios necesarios; pero antes de poder
cambiar algo, hay que hacerse consciente de ellos. Permite elegir el objetivo vital y conseguirlo sin lucha, siendo
necesario determinar claramente que es lo que se desea
desde el fondo del Alma. Por tanto es necesario desechar
los objetivos impuestos, ver que estamos tan condicionados por la familia, la sociedad, por los amigos, por la
televisión, por la educación, por el poder político, por los
estereotipos, por las costumbres, etc. que muchas cosas
que queremos y deseamos no son más que patrones impuestos.
La publicidad más perniciosa juega con el subconsciente, la familia y los amigos crean situaciones que en
muchos de los casos no analizamos si lo queremos o solo
somos presos de los gustos y sugerencias externas que
nos seducen.
Por tanto, determinar con claridad qué es lo que queremos realmente es el primer paso para alcanzarlo.
Zeland considera este concepto del péndulo como designante de «los grupos de personas cuyos pensamientos
se orientan en la misma dirección y crean estructuras de
información energética. Estas estructuras empiezan a desarrollarse independientemente y someten a las personas
a sus leyes.
Las personas no se dan cuenta de que actúan involuntariamente en intereses de los péndulos…» (2010, p. 26).
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Cualquier péndulo es destructivo por su naturaleza,
puesto que les quita la energía a sus partidarios y establece sobre ellos su poder, (lo que el autor define como
vampiro energético), si alguno se revela o se percata del
dominio que ejercen sobre él puede ser desechado, lo cual
interpretamos como la no aceptación de un grupo.
La actitud de un péndulo lleva a la destrucción de la
vida de sus partidarios, para el hombre sometido a la influencia de un péndulo destructivo, el principal peligro es
que el péndulo desvíe a su víctima de las líneas de la vida
en las que el hombre puede encontrar su felicidad.
Algunas características del péndulo destructivo es la
alimentación de energía para mayor oscilación, adquirir
fuerza, crear rivalidad y maximizar su poder, juega con los
sentimientos humanos, escondiéndose detrás de máscaras, le interesa succionar la mayor energía posible; no le
importa la felicidad y bienestar del hombre, su principal
batalla es destruir a otros péndulos que se interpongan a
sus intereses, lleva a la ruina de la vida individual y colectiva (cuando no hay convencimiento interno).
Considera Zeland que si hay péndulos constructivos,
solo depende del hombre considerarlo a través de un
reconocimiento consciente del desarrollo de sus pensamientos, libre elección y de su trabajo para un fin que lo
lleve a descubrir su felicidad y valor como individuo.
Una buena hipótesis que plantea Zeland, es que para
lograr un desprendimiento de los péndulos destructivos
se necesita liberarse de la influencia de los péndulos que
se apoderan de la energía mental, no engancharnos ante
una circunstancia, fungir como observador no como víctima, hundir o extinguir al péndulo, lo cual quiere decir observar las cosas como son y en el escenario que se presente, dejar que lo indeseable pase a través de ti y despedirlo
(soltarlo), ser indiferente e ignorar, lo cual significa no reaccionar de manera alguna, no entrar en el juego del péndulo, simplemente ignorarlo, ser vacío ante ese escenario.
Los péndulos seguirán robando energía mientras se
lo permitan de manera directa (entrar al juego) como de
manera indirecta (creando sentimientos y emociones silenciosas), de modo que una de las técnicas es emprender
la retirada de manera oportuna.
Otra técnica que se menciona es la extinción del péndulo, que consiste en entrar en disonancia con el péndulo
y romper el ritmo, generalmente en una situación conflictiva o no se conoce un escenario estándar de desarrollo
de los acontecimientos, se debe hacer algo que no entre
en ese escenario. Ser inmune y reaccionar a pesar de las
costumbres y los estereotipos establecidos, enfrentar
cualquier problema no como un obstáculo sino como una
29
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
30
La energía mental de cada persona en particular se
une en un único flujo común. Y entonces, en medio del
océano de energía se crea una estructura independiente
de información energética, el péndulo. Se denomina así
porque oscila más fuerte cuanta más gente —partidarios
y detractores— lo alimenten con su energía.
Desde la infancia nos educaron para obedecer la voluntad ajena, cumplir las obligaciones, servir al país, a la
familia, al profesor, al partido político, a la empresa, a la
idea… a cualquiera, pero a uno mismo en último lugar.
En cierto grado, cada uno de nosotros tiene la conciencia
del deber, de la obligación, de la necesidad, de la responsabilidad, de la culpa. De una u otra forma, cada persona
está al servicio de diferentes grupos y organizaciones: familia, empresa, organización, club, pandilla, Estado, etc.
todas estas estructuras nacen y se desarrollan cuando los
pensamientos y las actitudes de un grupo de personas en
particular empiezan a tener la misma orientación. Luego
van incorporándose nuevas personas y la estructura crece,
coge fuerza, obligando a sus miembros a seguir las reglas
establecidas.
El péndulo se convierte así en una estructura que maneja los hilos de las personas, hace creer que sus intereses
son los nuestros y de esta forma elegimos un objetivo que
no es el propio. Así, es fácil entrar en las líneas de la vida
donde se encuentra infelicidad…asegurada permanentemente, sin comprar ningún seguro para ello, por lo tanto
es indispensable saber lo que significa elegir el destino y
cómo hay que hacerlo.
Los péndulos han hecho creer a las personas que son
incapaces de elegir, —simplemente— el destino a su
agrado, por tanto, este autor ruso propone el Transurfing
como un enfoque que nos hace ver que tenemos una
gama muy amplia de posibilidades en las que nos podemos mover, nos proporciona las herramientas necesarias
para gestionar el destino al gusto. No se trata de realizar
milagros, sino de comprender que la realidad es mucho
más sorprendente que cualquier fantasía, el transurfing es
una técnica que brinda la oportunidad de crear a partir de
la voluntad. El mundo en que vivimos es por naturaleza
variado y multiforme y tiene una estructura física y metafísica que abarca en el mismo momento pasado, presente y
futuro. Descubrir y conocer en profundidad el espacio de
las variantes ayuda a entender que no existen límites en
los posibles desenlaces de un acontecimiento.
La propuesta del Transurfing, sostiene que la mejor manera de vivir es surfeando la realidad exactamente como
en el deporte del surf se hace con las olas. El transurfer es la
persona que consigue deslizarse sin esfuerzo entre las olas
de lo cotidiano y cabalga la vida con ligereza y maestría
(sin ahogarse nunca), libre de los vínculos de la dependencia y seguro de sí mismo, el transurfer no le da demasiada
importancia a los eventos, que nunca influyen realmente
sobre él. Atento a no desperdiciar su energía inútilmente,
el transurfer prefiere ser un espectador en lugar de un actor y asume conscientemente una perspectiva más distante, relajada y objetiva sobre la vida.
«La realidad existe independientemente de ti, mientras así
lo creas.
Con Transurfing es posible controlar la realidad».
Todo ser humano posee libertad de elección. Esta tesis
está en la base de la enseñanza, nadie nos prohíbe elegir
el mundo que queremos vivir, nadie nos impide elegir
cualquier tipo de vida o de destino.
Pensar conscientemente con el fin de poner en marcha el mecanismo de la intención de cualquier tiempo y
lugar. Podemos definir la intención como «el pensamiento
o idea que se convierte en un fuerte deseo para conseguir
o tener algo y que nos hace actuar con decisión en aras de
conseguir la meta deseada».(Zeland, 2010, p. 82).
El Transurfing no plantea nunca oponerse a la realidad;
más bien promueve un sabio uso de la energía vital para
que siempre sople en la dirección más favorable para nosotros; es una visión innovadora y poderosa que ofrece las
herramientas necesarias para gestionar el destino al gusto.
No se trata de realizar milagros, sino de comprender que la
realidad es mucho más sorprendente que cualquier fantasía, de sus vivencias cotidianas para evidenciar una forma
totalmente nueva de interpretarlas. Es maravillarse con lo
que creemos obvio porque ya lo poseemos, sin embargo
está ahí esperando a ser maravillado: la naturaleza por
ejemplo. Es una cuestión de elección: «tu elección siempre
se realiza. Lo que eliges es lo que obtienes» (p. 20).
VI. UNA VISIÓN TRANSMODERNA DE LA
CIENCIA
La meta o transmodernidad se distingue como la necesidad de un nuevo relato significativo para dar sentido
a nuestras vidas, dado que las estructuras cognitivas, sociales, económicas y técnicas de la hipermodernidad nos
obligan a vivir contra nuestra naturaleza esencial última.
La teoría educativa de la modernidad degeneró en una
fría visión de la naturaleza competitiva sin cooperación;
en tanto la idea de un todo armónico fue remplazada por
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
VII. EL CONCEPTO DE CIENCIA, LA UBICACIÓN Y PROPUESTA DEL ROL DE LA POLÍTICA
EDUCATIVA
El concepto de ciencia es variable históricamente, este
se remonta a la antigüedad clásica griega con Aristóteles
(siglo V a. C.) en su texto Metafísica lanza la categoría episteme como definición del saber más riguroso y sistemático
que debe orientar la visión pública generalizada sobre lo
que es la ciencia.
Derivado de ello, epistemología pasó a considerarse el
saber preciso de la ciencia, desplazando al concepto de
gnoseología (de gnosis), el cual quedó restringido para el
saber en general más indeterminado; ya que gnosis designaba dos modalidades cognitivas: la doxa, una opinión o
punto de vista y episteme (saber fundamentado).
En la epistemología del sentido común se tiene la impresión que en teoría del conocimiento contamos con
aquel que sabe (un yo) y con algo a conocer o ya conocido
(una cosa o el otro). Pero el asunto no es tan elemental,
como decir: «Yo conozco la realidad». ¿Realmente la conozco o únicamente capto su expresión (el fenómeno)?.
Pero aún más, ¿Quién es el yo que conoce? ¿Lo conozco?
¿Qué son la verdad y el error?
«Se denomina verdad a la igualación entre una creencia hipótesis – y un fenómeno» (Fullat, 2004, p. 12). Pero
según este autor, cada gran tipo de saber posee su tipo
de verdad:
Verdad formal = ciencias axiomáticas = método axiomático.
Verdad empírica = ciencias naturales y sociales = método deductivo.
Verdad existencial = ciencias del significado = método
hermenéutico.
La ciencia labora con la razón: ¿Qué es la razón? Es la
capacidad de resolver problemas, pero con la modalidad
de que puede devenir en otro problema: que tal resolución cuente con el consenso de la mayoría, o por lo menos
de los que entienden el lenguaje usado para tener éxito o
aprobación cultural. Así sucedió con la geometría de Euclides, quien en el siglo III a. C. fundó la Escuela Matemática
de Alejandría que en 13 libros sistematizaba todo el saber
matemático de su tiempo y aplaudido por la comunidad
matemática de esa época.
Pero Aristarco (s. IV - III a. C.) concibió la rotación de
la tierra alrededor del Sol, pero fue una verdad sin éxito
social. En cambio un error con triunfo: fue el de Ptolomeo
(90-168) en Alejandría, quien como astrónomo y matemático estableció que la tierra era el centro del universo, error
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
una fuerza ciega evolutiva donde el sujeto perdió el rol
consciente. En la hiper, con el espíritu individualista y de
competencia el ganador tiene derecho a todo (McTaggart,
2011).
El paradigma hiper tiene un límite y muchos obstáculos epistémicos y ontológicos para enfrentar lo humano,
su modo de conocer, en compartimentos fragmentados
e hiperespecializados, ha convertido al hombre (su condición humana) en un misterio para sí mismo, con hiperconocimiento e información detallada sobre su mundo
exterior, pero la unidad compleja de nuestra identidad
interior se nos escapa, dejándonos con zonas profundas
de sombras (Jung, 1996).
La ciencia hipermoderna, cree erróneamente que
ella también posee un enfoque sobre lo metacognitivo
porque ha captado los elementos lógicos-deductivosracionales-formales del razonamiento humano, como la
valencia química o la teoría de la relatividad. Sin embargo
aún le falta captar lo principal: que existimos como seres
(visibles) envueltos en un Ser holoárquico viviente superior sin una forma definida, esto es, en una consciencia
universal viviente infinita que se constituye como un organismo superior vivo (inmaterial). La célula viva habita en
un organismo biológico vivo, que a su vez habita en un sistema ecológico vivo, este en un planeta vivo, que a su vez
está en un sistema planetario vivo; y así hacia el infinito (el
cual también está vivo). Tal es la esencia del debate actual
entre los dos paradigmas cognitivos (Chopra & Mlodinow,
2011; Maris, 2011; Ramtha, 1999).
Los hiper sostuvieron la parcelación e hiperespecialización de las disciplinas, negando la existencia de la dimensión espiritual como un organismo viviente y tachando tal
conocimiento de metafísico, por ende aferrándose únicamente a la realidad como un hecho meramente físico.
Sin embargo para los trans, la corriente de vida que anima
al cuerpo físico y lo biológico en general, es corriente de
energía, consciencia, información, creatividad y conectividad, no puede ser de naturaleza física, pero tiene también
título de realidad.
No poder sentir esa corriente vital, fuente y origen de
la vida misma es la mayor privación que nos puede ocurrir y es el origen de la búsqueda irrefrenable de sustitutos
para sofocar la inquietud, vacío y soledad que genera esa
desconexión: adicciones a todo tipo de objetos, personas,
relaciones y estructuras o la seudopretección de los péndulos (Zeland, 2012; Tolle, 2006; Brown, 2006; Bauman,
2005 y 2012; Ferry, 2007; Welch, 2000 Schwartz, 1995 y
Weiss, 1995).
31
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
32
triunfal que dura hasta la llegada de los modernos Copérnico, Galileo, Kepler, Bruno (Fullat, 2004).
A la razón exitosa se le admira y entonces sus productos se les llama científicos. Pero ¡mucho cuidado! dice Fullat, puede tratarse también de hábitos sociales de época,
pues «… ¿qué discurso de la razón puede otorgarse el derecho a señalar la frontera entre lo científico y lo no científico?» (Idem, p. 16).
El concepto de ciencia empieza siendo un significante:
episteme (griego), scientia (latín), scienza (italiano), science
(inglés), wissenschaft (alemán). El concepto griego de ciencia (episteme) perdura hasta el renacimiento florentino,
cuando Galileo Galilei (1564-1642) modifica su significado y significante. «Tanto fue la consciencia que tenía del
cambio introducido que a su práctica la denominó scienza
nuova, ciencia nueva con respecto a lo que procedía de
Aristóteles, que la consideró vieja» (Idem, p. 17).
Pero además la episteme griega había sido saber objetivo, en el sentido de no ser de tipo técnico, sino saber
por ese saber mismo, y no para modificar, a este último los
griegos lo identificaron con el nombre de tekhne (técnica). Por último, la episteme fue un saber total, nunca fragmentario. La modernidad invirtió las conceptualizaciones,
limitándose a investigar solo los fenómenos observables
o deducibles, esto es, verificación empírica o deducción
formal.
¿Cómo incidió ello en la ciencia política, como una de
las ciencias de la educación surgida en la tercera modernidad?
Hacer el contexto de la política educativa implica tomar
en cuenta 4 categorías: ciencia, política, educación y política educativa. Ciencia es un singular que abarca un plural,
esto es una pluralidad de ciencias (Sartori, 2012); la matemática suministró desde la antigüedad el primer arquetipo de cientificidad, mientras que las ciencias naturales
dieron el segundo modelo de método científico desde la
primera modernidad (1492-1789).
Las ciencias sociales dieron originalmente otro modelo
de ciencia (si se descarta el positivismo inspirado en las
naturales), caracterizadas como ciencias del espíritu, siguiendo la tradición filosófica alemana que inspiró a Weber y otros más.
Se debe a Thomas Kuhn la distinción entre los procedimientos de la ciencia normal y las revoluciones científicas.
Si nos referimos a ciencia normal estamos hablando de un
acuerdo entre una comunidad de investigadores sobre reglas de consenso en lo que se va a investigar (contenidos),
cómo hacerlo (metodología) y qué herramientas usar (técnicas).
El estudio de la sociedad se remonta a Saint Simon y
Comte, el de la política a los sofistas, Platón y Aristóteles.
La ciencia política fue precedida por una larga tradición de
filosofía política, antes de la ilustre tradición de autores,
desde Maquiavelo, Toqueville, Marx, Easton, hasta Sartori
entre muchos.
La aparición de las ciencias sociales en la segunda modernidad (1789-1945) —salvo la ciencia política, filosofía
y pedagogía— supone una creciente autonomización
de las esferas de acción social: el Estado, la economía, la
cultura, la religión, la filosofía, la moral, etc.; en tanto la
aparición de la política educativa, como disciplina de investigación en la tercera modernidad (1945-1989), con el
Informe de James Colleman (1966) sobre la necesidad de
la integración racial escolar en EE. UU., supone un desarrollo de la especialización disciplinaria como visión científica
hegemónica, producto del paradigma cognitivo de la modernidad, aunque muy bien hecho este trabajo dentro de
esa tradición.
Las visiones analíticas de política educativa se despliegan en el marco de las instituciones del Estado, el comportamiento político, los juegos de poder y las estrategias
y diseño de programas de implementación de tales políticas. El institucionalismo, neoinstitucionalismo, Weber,
las teorías del conflicto y el instrumentalismo han sido los
principales referentes de la modernidad social.
La aparición del postmodernismo brindó un aire fresco con Michel Foucault (2000) quién estableció una nueva
conceptualización con textos como: Microfísica del poder,
Espacios del poder, Saber y verdad, Materiales de sociología
crítica, Genealogía del racismo, Vigilar y castigar, Historia de
la locura, etc… Pero Foucault muere en 1984 (como un
Weber atormentado) y aunque dejó una importante crítica
al stablishment en sus estructuras, instituciones, valores y
relaciones de poder, no alcanzó a conocer el nuevo paradigma de convergencia cognitiva inter y transdisciplinario
de la actualidad.
La crítica que el nuevo paradigma hace a los modernos (centrados en estructuras, procesos, instrumentos, estrategias, programas) es que su visión analítica se fundamenta en la disciplina, hiperespecialización, parcelación y
fragmentación de saberes. Esta manera de ver el conocimiento ha llevado a la renuncia de la reflexión sobre lo importante: el sujeto, su condición humana y su rol (misión)
personal y social.
A lo más que llegan lo modernos en estos temas es
a proponer la formación de ciudadanos civilizados, pero
el nuevo paradigma cognitivo convergente está por las
ciencias abiertas a la autoorganización, la incertidumbre,
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Robert Putnam arguye que los neoinstitucionalistas difieren en muchos aspectos, pero están de acuerdo en dos
asuntos cruciales. Primero, que las instituciones dan forma
a la política… Segundo, la historia estructura a las instituciones… La literatura con enfoques neoinstitucionalistas
experimentan un boom desde la década de 1990… La mayoría de ellos suponen que el avance de la democracia es
el pilar para desarrollar interpretaciones de la política contemporánea… D.P. Baker, A. W. Wiseman, C. Graham, W.W.
Powell y P.J. DiMaggio (Ornelas, 2012. p. 26).
Desde luego que el paradigma cognitivo que respalda
a los neoinstitucionalistas es el modernismo, por ejemplo
Douglas C. North ve que las instituciones son las reglas
del juego en la sociedad (Ídem: p. 27), pero en los postmodernos como Foucault, las instituciones son microfísica
del poder y fuentes de malestar personal y en los transmo-
dernos son péndulos encargados de succionar la energía a
las personas que las forman. Las personas dejan su vida o
mueren en vida con el objetivo de darles vida a los péndulos (Zeland, 2011).
«La noción de política pública proviene del pensamiento anglosajón que se inicia en Estados Unidos en la
década de los 50…» (Osnaya, 2007, p. 81). Evidentemente
es justo el periodo donde surgen las ciencias de la educación, entre ellas la política educativa, en el contexto de un
paradigma cognitivo dominado por el modernismo, que
después (1989) se movió hacia el hipermodernismo, pero
que hoy amplía su confrontación inicial con el post, hacia
el transmodernism, por lo cual el campo de conocimiento
de la política educativa debemos insertarla hoy en día dentro de un debate abierto y pluricognitivo.
PROPUESTA
Es necesario que el área cognitiva de política educativa
extienda sus fronteras cognitivas convencionales heredadas del modernismo, a lo post, des y transmoderno, con la
finalidad de dar cabida a nuevas visiones temáticas, teóricas, metodológicas y analíticas orientadas al pluralismo y
la multidimensionalidad, ello no implica abandonar las líneas tradicionales de investigación que deben respetarse,
sino más bien ampliar los campos cognitivos ya señalados.
De esta manera, la disciplina de estudio que hoy se
contempla como Política Educativa, no solo tendría mayor
capacidad de intervención educativa en temas tradicionales de la administración y planeación, sino que puede llegar a extenderse hasta la intervención pedagógica y problemáticas multidisciplinarias. El ejemplo más importante
de ello es el reconocimiento público, desde los años 90,
del marcado deterioro en la calidad de la oferta educativa
y que en las escuelas «se adquieren menores conocimientos que los necesarios» (Tenti Fanfani, 2008, p. 15).
El sociólogo argentino Emilio Tenti, experto de la
UNICEF en Política Educativa, observa al respecto que
aunque los saberes básicos cambian con el tiempo, es
necesario que la comunidad llegue a un acuerdo sobre lo
que hay que enseñar; él propuso 10 criterios de selección
cognitiva para la educación básica:
1. Habilidades de comunicación oral y escrita, para expresar sentimientos, demandas, intereses, razonamientos,
juicios críticos, reflexiones, etc.
2. Dominio del lenguaje lógico-simbólico.
3. Elementos formativos básicos de literatura, músi ca,
plástica y otras expresiones artísticas.
4. Perspectiva integradora en ciencias humanas, con
enseñanza situada en su contexto, análisis, sistematiza-
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
la complejidad, la comprensión de lo humano (no únicamente el análisis estructural-instrumental) y la recuperación de las dimensiones filosóficas-antropológicas para
humanizar la política educativa; la cual conceptualizamos
de la siguiente manera:
Por Política Educativa se considera un conjunto de
planteamientos teóricos, programáticos, declarativos y de
visión educativa que se plasman en líneas centrales de acción manifestadas en documentos, discursos y actividades
a desarrollar en el sector educativo en un corto, mediano
o largo plazo.
Pero tales discursos enunciativos y de praxis están respaldados en un contexto histórico, social y económico determinado, pero también en un contexto cognitivo, esto
es un determinado paradigma de conocimiento alcanzado hasta ese momento (Chopra, Mlodinow, 2011). Entonces el discurso político educativo, no es autónomo, responde determinados supuestos del conocimiento situado
en contexto más amplio que su estricto campo disciplinar.
Por ejemplo, Jurgen Schriewer (2004) ha señalado la
tensión que existe entre la difusión global de modelos
educativos estandarizados internacionalmente por un
lado, y la persistencia de redes sociales y culturales variables por otro. Tal tensión se refleja en los enfoques investigativos en el estudio de la internacionalización de una
parte y de la indigenización y adaptación por otra.
«El neoinstitucionalismo está firmemente arraigado en
el primero de dichos enfoques, en la internacionalización»
(Waldow, 2011, p. 133). Desde los 80 el enfoque neoinstitucionalista se concentra alrededor de John W. Meyer y
Francisco O. Ramírez de la Universidad de Stanford.
33
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
34
ción, comprensión del funcionamiento social, político, cultural y personal.
5. Lo básico de las ciencias naturales, incluyendo ecología, contexto histórico de las ciencias, descubrimientos y
ética de la ciencia y tecnología.
6. Familiarización con las TIC.
7. Desarrollo de conocimientos básicos para la salud
personal y colectiva.
8. Capacidades para definir problemas y soluciones
creativas, usando todo el bagaje interdisciplinario.
9. Inclusión en lenguaje extranjero y su cultura, valorizando lo diverso y lo universal.
10. Actitudes y aptitudes de solidaridad, cooperación,
interdependencia y responsabilidad.
La centralidad del currículo debe reflejarse en un contexto social de equidad, favoreciendo el acceso de más y
mejores recursos a los que menos o nada tienen, para poder contrarrestar los déficits socio-culturales, pues la calidad es un equilibrio de factores entre:
1. Currículo escolar.
2. Origen social de educandos (pobreza de escuelas,
pobreza familiar).
3. Asignación de recursos materiales, humanos y pedagógicos.
4. Formación y práctica docente.
5. Superar la condición postmoderna de la educación.
6. Modelos evaluativos y tiempos escolares.
7. Visión sobre fines inferiores y superiores de la educación.
8. Políticas sociales compensatorias.
9. Superar Inercias, intereses y los desgastados pedagógicos.
10. Actualización en el nuevo paradigma cognitivo.
11. Cualificar la práctica docente y la demanda educacional. Un padre es más exigente en la carnicería que en
la escuela, suele conformarse con que su hijo sea inscrito y pase de grado, no demanda conocimientos. Hemos
confundido escolarización con aprendizaje (Tenti Fanfani;
2008).
12. Diversificar la formación y actualización pedagógica.
Sin una ampliación de la antigua visión técnico-instrumental y neoinstitucionalista de la política educativa, sería
imposible incidir en la también problemática pedagógica
ampliada que presenta nuevos retos en un contexto cambiante y nos privaría de responder a las preguntas trascendentales de la educación: qué es una persona educada
integralmente, que es aprender a ser, aprender a vivir y
aprender a atreverse a cuestionar si hay algo más que lo
que se nos ofrece como formación en competencias y una
opaca ética ciudadana. La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Althusser, L. (1970). Para leer el capital. México: Siglo XXI.
Arriarán, S. (2007). La modernidad en América Latina. En
Carmona, Lozano & Pedraza. Las políticas educativas en
México., México: UPN-SEP
Aubach, M. T.; Serrano, M. & Luc Marion, J. (1996). Utopías
y postmodernidad, Cátedra Herrera Oria. pp. 67-100.
Universidad Pontificia, España.
Bambirra, V. (1976). El capitalismo dependiente latinoamericano. México: Siglo XX.
Bartra, A. (2008). El hombre de hierro. Los límites sociales y
naturales del capital. México: UACM-ITACA-UAM,
Bauman, Z. (2005). Amor liquid: acerca de la fragilidad de los
vínculos humanos. México: FCE,.
Bauman, Z. (2012). Los retos de la educación en la modernidad líquida. España: Gedisa.
Berman, M. (1988). Todo lo sólido se desvanece en el aire. La
experiencia de la modernidad. México: Siglo XXI.
Bernal, J. D. (1980). La ciencia en la historia. México: Nueva
imagen.
Brown, M. (2006). The presence process. Namaste publishing, USA.
Buckley, W. (1980). La sociología y la teoría moderna de los
sistemas. Buenos Aires: Amorrortu.
Campos, G. (2002). La cuarta función sustantiva de las universidades: la vinculación. En L. Corona & R. Hernández. Innovación, universidad e industria en el desarrollo
regional. México: IPN-Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales.
Cano, J. & López, R. (Coords.), (2001). El Debate de lo global:
contribuciones a la discusión multidisplinaria de una problemática. México: Universidad Autónoma de Sinaloa.
Cardoso, F. H., & Weffort, F. C. (1973). Ciencia y conciencia
social. Murga Frasinetti, A. y Boils, G. América Latina: Dependencia y subdesarrollo.
Castañeda, J. & E. Hett. (1980). El economismo dependentista. México: Siglo XXI.
Castells, M. (1999). La era de la información. La sociedad red:
economía, sociedad y cultura; Vol. I y II. México: Siglo
XXI.
Chevalier, F. (1976). La formación de los latifundios en México. México: FCE.
Cimoli, M. (2002). Liberalization policies and competitiveness in Mexico. En L. Corona & R. Hernández. Innovación, universidad e industria en el desarrollo regional.
México: IPN-Centro de Investigaciones Económicas,
Administrativas y Sociales.
Chopra, D. & L. Mlodinow (2011). Wars of the worldviews.
Harmony Books-Crown Publishing Group, USA.
COMIE (2009). Cultivar la innovación. México: SEP
Corona, L. (1999). Teorías económicas de la tecnología. México: JUS-IPN-CIECAS
Corona, L. & R. Hernández. (2002). Innovación, universidad
e industria en el desarrollo regional. México: IPN-PyVFundación Friedrich Ebert.
Correa, A. & Ramírez, H. (2002). Comercio Canadá-Estados
Unidos e innovación de los servicios de exportación.
En L. Corona & R. Hernández. Innovación, universidad
e industria en el desarrollo regional. México: IPN-Centro
de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales.
Crovi D. (2004). Hacia la sociedad de la información y del
conocimiento. México: UNAM
Delahanty, G. (1999). Foucault y la Escuela de Frankfurt. Argumentos núm. 34, UAMX, México, diciembre.
Delahanty, G. (1999, bis). Marcuse: la enajenación del sujeto y el autoritarismo en la cultura. Argumentos núm. 34,
diciembre. México: UAMX-DCSyH.
Derrida, J. (2000). De la gramatología. Siglo XXI, México.
Diccionario de Ciencias de la Educación. (2003). México:
Santillana
Dos Santos, T. (1978). El nuevo carácter de la dependencia en
América Latina. Venezuela: Aula.
Escobar Torres, J. (2007). Un paradigma integral para la calidad de la educación. México: CEAPAC.
Ferry, L. (2007). Aprender a vivir. España: Taurus.
Feyeraband, P. (1986). Tratado contra el método. Madrid:
Tecnos
Foucault, M. (1976). Vigilar y castigar. México: Siglo XXI
Foucault, M. (2000). Hermenéutica del sujeto. Genealogía
del Poder. Madrid: La Piqueta.
Freud, S. (1970). El malestar en la cultura. Madrid: Alianza
Fullat, O. (2004). Homo educandus. México: UPN-UIA, Puebla
García N. (2002). Latinoamericanos buscando lugar en este
siglo. Buenos Aires: Paidós
Giddens, A. (1993). Consecuencias de la modernidad. Madrid: Alianza
González, A. (1989). Colisión de paradigmas. México: UIA
González, A. (1995). De la sombra a la luz: desarrollo humano transpersonal. México: JUS-UIA
González, P. (1979). Las clases sociales latinoamericanas y la
sociología del desarrollo. México: Siglo XXI
Guillén, H. (2005). México frente a la mundialización neoliberal. México: ERA
Gunder, F. (1972). Lumpenburguesía: lumpendesarrollo. México: ERA
Harnecker, M. (1972). Los elementos fundamentales del ma-
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
REFERENCIAS
35
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
36
terialismo histórico. México: Siglo XXI.
Hernández, R. (2002). Estrategias de innovación y modernización tecnológica en la industria siderúrgica. En L.
Corona & R. Hernández. Innovación, universidad e industria en el desarrollo regional. México: IPN-Centro de
Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales.
Habermas, J. (1993). El discurso filosófico de la modernidad.
España: Taurus
Habermas, J. (2003). Teoría de la acción comunicativa. Tomo
I y II. España: Taurus
Hamilton, C. (2003). Growth Fetish. Allen & Unwin, Sidney,
Australia.
Huntington, S. (2007). El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. España: Paidós
Ianni, O. (1976). La formación del Estado populista en América Latina. México: Siglo XXI
Ianni, O. (1978). Imperialismo y cultura de la violencia en
América Latina. México: Siglo XXI
Jacques, D. (2003). La revolución técnica. Ensayo sobre el deber de la humanidad. México: Jorale
Jung, C. (1996). Encuentros con la sombra. España: Kairos
Kant E. (1983). Pedagogía. Madrid: Akal.
Kinslow, F. (2011). El secreto de la vida cuántica. Buenos Aires: Sirio
Krishnamurti, J. (1978). The wholeness of life, London: KFTLTD
Krishnamurti, J. (1997). The first and last freedom. USA: KFA,
CA
Kuhn, T. (1952). The estructure of scientific revolution. University of Chicago Press, USA.
Lipovetsky, G. & H. Juvin (2010). L’Occident Mondialisè. París: Grasset & Fasquelle.
Lipset, S. (1987). El hombre político. Las bases sociales de la
política. Buenos Aires: Eudeba
López Herrerías, J. (2005). Educación para una cultura comunitaria. Por una identidad metamoderna. España:
Guada, Impresiones.
Mandala, M. (2010). Noética. Ed., España: Planeta
Marcuse, H. (1964). One dimensional man: studies in the
ideology of advanced industrial society. USA: Penguin
Books
Mariategui, J. (1960). Siete ensayos sobre la realidad peruana. Lima, Perú: Biblioteca Amauta
Marini, R. M. (1976). Dialéctica de la dependencia. México:
ERA
Marini, R. M. (1980). Subdesarrollo y revolución, México: Siglo XXI
Maris, S. (2011). El laboratorio del alma. España: Vergara,
Marquier, A. (2006). La libertad del ser. Canadá: Luz / Índigo
McTaggart, L. (2011). El vínculo., España: Sirio
Mielczareck, V. (2010). Inteligencia intuitiva. España: Kairós
Mires, F. (2005). El orden del caos. Historia del fin del comunismo. Argentina: Libros de la Araucaria
Mitzman, A. (1969). The iron cage: an historical interpretation of Max Weber. Pub. Alfred A.., New York, USA: Knopf
Inc.
Morales, J.P. (2012). Frederick Nietzsche. México: Grupo Editorial Tomo.
Morín, E. (1974). El hombre y la muerte. España: Kairos
Morín, E. (1984). Ciencia con consciencia. Barcelona:
Anthropos
Morín, E. (1997). Politique de civilizaction. París: Arléa
Morín, E. (2000). L’Intelligence de la complexité, París:
L’Hatman
Morín, E. (2003). El método. La humanidad de la humanidad.
Madrid: Cátedra
Niosi, J. (2002). La internacionalización de la I y D y América Latina. En L. Corona & R. Hernández. Innovación,
universidad e industria en el desarrollo regional. México:
IPN-Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales.
Morín, E. (2011). La voie. Librairie Artheme fayard, París:
Ornelas, C. (2012). Educación, colonización y rebeldía. México: Siglo XXI
Osnaya, F. (2007). Política educativa en México. En Carmona, Lozano & Pedraza. Las políticas educativas en México. México: UPN-SEP.
Páez, B. (2008). ¿Puede Sinaloa seguir un modelo económico propio? En S. López Leyva & L. Corona T. (Coords).
Innovación y conocimiento. México: UAS-RIDIT
Peirce, P. (2011). Entrando en frecuencia. Argentina: Obelisco
Pérez, C. (7 de noviembre de 2012). Entregan Premio de
Ciencias Sociales a Pablo González Casanova. La Jornada, p. 19.
Pérez, C. (2004). Revoluciones tecnológicas y capital financiero. México: Siglo XXI
Pigem, J. (2009). Buena crisis: hacia un mundo postmaterialista. Barcelona: Kairos
Poulantzas, N. (1974). Poder político y clases sociales en el
estado capitalista. México: Siglo XXI
Quijano, A. (1979). El marco estructural del desarrollo latinoamericano. Venezuela: Aula
Ramos, A. (2002). Globalización y neoliberalismo. México:
PyV
Ramtha (1999).The plane of bliss: on heart as it is in heaven. USA: JZK, Inc., Yelm Wash
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Tolle, E. (2006). A new earth. Awakening to your life’s purpose. USA: A plume book
Touraine, A. (1997). ¿Podremos vivir juntos? México: Fondo
de Cultura Económica
Touraine, A. (2005). Un nouveau paradigme. París: Librarie
Artheme Fayard.
Vasconi, T. (1977). La internacionalización de capital y militarización en América Latina. México: ERA
Vezina, J. (2007). Las coincidencias necesarias. Argentina:
Obelisco
Vidal, G. (2001). México y la economía mundial. México:
Porrúa-UAM-I
Visser, F. (2010). Ken Wilber: La aventura del pensamiento.
España: Kairos.
Waldow, F. (2011). La interpretación neoinstitucionalista
del surgimiento de la escolarización masiva. En Caruso
y H.E. Tenorth. Internacionalización, políticas educativas
y reflexión pedagógica en u medio global. Santiago de
Chile: Granica.
Weber, M. (1904). La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Buenos Aires: Nueva Visión
Weiss, B. (1995). Many lives, many masters. USA: Simon
and Schusters Inc.
Welch, P. (2000). The energy body connection. USA: Penguin Putnam Inc.
Wilber, K. (1995). Sex, ecology and spirituality. The spirit of
evolution. Boston: Shambala Public
Zeland, V. (2010, 2011 y 2012) Reality Transurfing. Tomo I, II
y II. España: Obelisco
La ruta histórica crítica de las ciencias sociales, el nuevo paradigma cognitivo y la política educativa
pp. 21-37 ISSN: 2007-9575
Prudenciano Moreno Moreno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Rozga, R. (2002). Entre la globalización tecnológica y contexto nacional y regional de innovación. En L. Corona &
R. Hernández. Innovación, universidad e industria en el
desarrollo regional. México: IPN-Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales.
Sacristán, G. (1999). Poderes inestables en educación. España: Morata.
Sánchez, G. (2002). América Latina en la globalización:
¿una nueva integración? En L. Corona & R. Hernández.
Innovación, universidad e industria en el desarrollo regional. México: IPN-Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales.
Sartori, S. (2012). La Política: la lógica y método en las ciencias sociales. México: FCE
Schettino, M. (2005). Introducción a las ciencias sociales y
económicas. México: Pearson – Prentice Hall.
Schriewer, J. O & Martínez, C. (2004). Constructions of internationality in education en G. Steiner-khams (ed).
LessonsfromEl Sewhere: the politics of educational borrowing and lending NY: teachers collage press.
Schwartz, R. (2011). El plan de tu alma. Buenos Aires: Sirio.
Schwartz, T. (1995). What really matters? USA: Bantam
Books.
Swami, B. (2011). Guerrero espiritual. México: Prana.
Tejeda, J. (2007). Otra vuelta a la modernidad. En Carmona,
Lozano & Pedraza. Las políticas educativas en México.
Sociedad y conocimiento. México: Pomares-UPN
Tenti Fanfani, E. (2008). Nuevos temas en la agenda de política educativa. Argentina: UNESCO – IIEP- siglo XXI.
37
CONFIGURACIONES DE COLABORACIÓN ENTRE EMPRESAS,
ACADEMIA Y GOBIERNO DEL SISTEMA
REGIONAL DE INNOVACIÓN DE SINALOA.
Collaborative configurations among corporations, academy and
government in the regional innovation system of Sinaloa
Dra. Lidyeth Azucena Sandoval Barraza
Profesora Investigadora
de la Universidad Autónoma de Sinaloa. México
Contacto: [email protected]
Dr. Ramón Martínez Huerta
Profesor Investigador - SNI I
de la Universidad de Occidente. México
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
38
Dr. Rosario Alonso Bajo
Profesor Investigador - SNI I
de la Universidad Autónoma de Sinaloa. México
Recibido: 21/05/2014
Aceptado: 20/09/2014
RESUMEN
ABSTRACT
En atención a las necesidades de desarrollo regional
en ámbitos de ciencia, tecnología e innovación que se
manifiestan en Sinaloa y desde la visión de la triple hélice se analizan las configuraciones de colaboración entre
empresas de la agroindustria, academia y gobierno del
Sistema Regional de Innovación sinaloense para describir
patrones de comportamiento. Mediante el método cualitativo como la entrevista y el cuantitativo a partir de la
filtración de casos del programa estadístico Statistical Package for the Social Sciences, se determinaron los patrones
de modelos entre los agentes participantes que ponen en
relevancia la colaboración; sinergia para el trabajo colaborativo entre las hélices; fortalecimiento de programas de
estímulos de ciencia, tecnología e innovación y simplificación de la gestión financiera.
Palabras clave: Colaboración, configuraciones, sistema regional de innovación, triple hélice.
In response to needs of regional development in areas of science, technology and innovation manifested in
Sinaloa from the perspective of the triple helix. This paper
analyzes the collaborative configurations between business, academy and government of the Regional Innovation System of Sinaloa to describe patterns of behavior
of companies, government and universities. Through
the qualitative method as the interview and quantitative
from the filtration cases of the statistical program Statistical Package for the Social Sciences, patterns of models between players involved laying on relevance collaboration
were determined; synergy for collaborative work between
the helices; strengthening stimulus programs in science,
technology and innovation and simplification of financial
management.
Keywords: Collaboration, configurations, regional innovation system, triple helix.
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
El Sistema Regional de Innovación (SRI) es un conjunto
de redes entre agentes públicos y privados que interactúan y retroalimentan el conocimiento, que se asimila,
genera y difunde en un territorio específico a través de
instituciones que se desempeñan mediante reglamentos,
las leyes, la participación y función que tienen en la sociedad (Buesa, 2002) y (Montero & Morris, 1999). Para Chiodi
(2005) es importante señalar las características culturales
específicas del lugar donde está ubicado el SRI y, que los
avances científicos y tecnológicos deben tener un uso
económico; en cuanto a las instituciones se utiliza el concepto neoinstitucionalista, que afirma de manera general
que «las instituciones son patrones sociales que muestran un
proceso de reproducción» (Powell & Dimaggio, 1999).
En las condiciones del mundo actual, la empresa no
puede ser considerada como un agente aislado, dado que
se encuentra inmersa en un ambiente altamente competitivo, y consciente de su estatus busca acceder a fuentes de
conocimiento y tecnología en el exterior recurriendo a diversos agentes como las universidades, que subsumen a la
academia; al gobierno e incluso del mismo sector empresarial, las iniciativas de cooperación surgen de cualquiera
de los agentes y en distintos niveles (Etzkowitz & Leydesdorff, The Endless Transition: A'Triple Helix'of University
Industry Government Relations, 1998).
Por tanto, identificar patrones de comportamiento en
modelos de triple hélice (gobierno-academia-empresa)
que surgen de la interrelación entre agentes del SRI en el
estado de Sinaloa, particularmente de las empresas inscritas en el Registro Nacional de Instituciones y Empresas
Científicas y Tecnológicas (RENIECyT)1 de la propia entidad, permite determinar la fortaleza institucional desde su
propia percepción y perspectivas, partiendo de la presunción de existencia de comportamientos híbridos, es decir,
una colaboración compuesta por dos o más elementos
que pertenecen a diferentes hélices o sectores del sistema.
ENFOQUES TEÓRICOS
Desde el entorno en el que se desenvuelve la empresa,
se conforma un marco de estudio sustentado en:
a) El enfoque de los Sistemas Regionales de Innovación
b) La teoría de la triple hélice
El antecedente de los anteriores enfoques se basa en
la economía evolutiva desarrollada por Nelson y Winter
(1977) como respuesta al desacuerdo de los postulados
del modelo económico neoclásico (Sánchez & Salazar,
2010). Nelson y Winter (1977) percibían la falta de teoría
para entender la estructura económica que va más allá
del conocimiento de factores particulares, posteriormente en su obra An Evolutionary Theory of Economic Change
(1982) desarrollan una teoría para estudiar la evolución
de las empresas en cuanto a sus capacidades y comportamiento, comparan el cambio organizacional y la teoría microeconómica neoclásica, donde muestran diferencias al
considerar la evolución de la empresa y la industria como
un factor clave para entender el comportamiento de las
empresas y la economía, dejando de lado los postulados
de la teoría neoclásica como el estado en equilibrio y la
maximización de beneficios a los que la empresa aspira a
llegar, concentrándose en su dinamicidad e impulsada por
la innovación, se considera evolucionista (por los hallazgos
de Darwin), donde el mundo económico y por ende, las
empresas están en constante cambio y su supervivencia
se encuentra en función de su capacidad de adaptación al
entorno que en estudios posteriores Christopher Freeman
(1990; 1995; 1997; Systems of Innovation: Selected Essays
in Evolutionary Economics, 2008) y Bengt-Ake Lundvall en
(1992; 1994) delinearon como Sistema Nacional de Innovación, de los cuales proceden los Sistemas Regionales de
Innovación como a continuación se describe.
Sistemas Regionales de Innovación
Las regiones poseen características particulares que
deben estudiarse de manera individual de acuerdo con
aquello que se desee encontrar, por eso los Sistemas Regionales de Innovación son una aproximación teórica en
el ámbito de desarrollo regional, analizan y detectan la
existencia de clústeres y competencias regionales (Cooke,
citado en León, 2008), para potenciar las innovaciones en
redes y permitir a las autoridades de la región emitir políticas destinadas al fortalecimiento de actividades científicas
y tecnológicas que fortalezcan a los agentes de los Sistemas Regionales de Innovación. Es curiosa la aseveración
que a continuación se realiza, pero es también razonable:
los Sistemas Regionales de Innovación enriquecen a los
Sistemas Nacionales de Innovación, sin embargo los últimos dan apertura a los primeros, debido a las diversas
formas de análisis, más allá de la diferencia en sus dimensiones geográficas existen cuestiones sociológicas, econó-
Base de datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Para mayor información visitar la página
http://www.conacyt.gob.mx/siicyt/index.php/instituciones-y-empresas/registro-nacional-de-empresas.
1
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
INTRODUCCIÓN
39
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
40
micas, culturales y políticas que son características de una
región, por lo cual se debe analizar desde esa perspectiva
para lograr una investigación seria que refleje la realidad
del fenómeno.
Para Gómez y Cooke (1998) los Sistemas Regionales de
Innovación son una herramienta de análisis que cubre las
fallas o incapacidad de los Sistemas Nacionales de Innovación para albergar el estudio de las regiones, las naciones
están compuestas por varias regiones con características
particulares por lo cual es inadecuado estudiar a todas las
regiones de forma estándar. Es importante destacar que
fue Philips Cooke el primero en utilizar el término de SRI
definiéndolo como un entramado constituido por «subsistemas de generación e interacción del conocimiento vinculado con otros sistemas regionales, nacionales y globales con la finalidad de comercializar dicho conocimiento»
(Cooke, citado en Llisterri, 2011, p. 10).
Los Sistemas Regionales de Innovación son para Llisterri un enfoque alternativo a los Sistemas Nacionales de
Innovación donde la región es la unidad territorial dinamizadora de los agentes económicos que lo operan, en
ella se debe canalizar los elementos básicos generadores
de conocimiento e innovación para el establecimiento de
competencias que garanticen el crecimiento y el bienestar
económico del sistema que los subsume.
Triple hélice
Santos López, David Barrón y Leonel Corona (2006) denominan modelo interactivo al modelo espiral de Etzkowitz
(1998), en donde intervienen los tres agentes corresponsables de mover el desarrollo de una región -universidad,
empresa y gobierno- vinculados de manera coordinada
en cualquier etapa del proceso, se destaca también que
la universidad puede participar durante todas sus etapas
con investigación básica, investigación aplicada, invención e innovación.
Sus fines comunes conllevan a tener una política y cultura similar, dirigen sus fuerzas hacia la comercialización
del conocimiento y desarrollo económico en un sistema
nacional de innovación tecnológica (Webster y Parker, en
López, 2006).
Siguiendo a Etzkowitz (2002) la triple hélice capta las
múltiples relaciones recíprocas en diferentes puntos del
proceso de capitalización del conocimiento que se basa
en tres dimensiones: la primera, la transformación interna en cada una de las hélices; la segunda, la influencia de
una hélice sobre otra; y la tercera dimensión, la creación
de una nueva superposición de redes trilaterales y organizaciones de interacción entre las tres hélices con el propó-
sito de dar con nuevas ideas y formatos de desarrollo de
alta tecnología. Denota la relación con relativa igualdad
y sin embargo interdependientes, esferas institucionales
que se superponen y toman el papel del otro.
Las relaciones bilaterales gobierno-academia, academia-empresa y gobierno-empresa han extendido a las
relaciones tríadicas entre las esferas, especialmente en el
nivel regional, mayores estrategias de desarrollo económico basadas principalmente en el sector industrial como en
los Estados Unidos, o en el sector gubernamental como en
América Latina; se están complementando o sustituyendo
por estrategias basadas en el conocimiento de desarrollo
económico aprovechando los recursos de las tres esferas
las cuales dan como fruto representaciones diversas de la
dinámica de la sociedad en la relación universidad-empresa-gobierno.
Lo anterior se ve reflejado en el reconocimiento por
ámbitos políticos, académicos y sectores empresariales de
la capacidad de la triple hélice para incurrir, mediante el conocimiento, en la creación de riqueza y desarrollo sostenible a través de la vinculación (Ramaprasad & La Paz, 2009),
donde la academia representa la infraestructura científico
tecnológica, el gobierno aspectos jurídicos y administrativos y las empresas los recursos económicos; cuando existe
dicha vinculación se considera un fuerte indicador de desarrollo económico en la región por la predisposición de
sus partes hacia la generación de conocimiento; sin embargo, debido a la naturaleza de cada una de sus partes, el
proceso tiene una serie de matices que en muchos casos
podrían no culminar en el desarrollo económico, ya que
durante el trayecto hacia la generación de conocimiento
además de beneficios existen también riesgos.
De acuerdo con Campbell, Koski y Blumenthal (2004)
algunos de los beneficios de la asociación empresa-academia se advierten en el financiamiento a la investigación,
productividad académica, productividad comercial, acceso bidireccional de información de vanguardia, compensaciones personales; en tanto que los riesgos empresaacademia sugieren la secrecía o sesgo de resultados en
investigaciones, impacto negativo sobre la formación y la
educación de estudiantes, conflicto de intereses financieros que da como resultado algún tipo de mala conducta;
estos, como adiciones al proceso de colaboración, más no
demerita ni su práctica ni su estudio.
MATERIALES Y MÉTODO
Es un estudio de corte descriptivo-transversal que recoge información del comportamiento de los agentes de
la triple hélice mediante herramientas cualitativas y cuanti-
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
tativas; por una parte recoge las cualidades con el uso de
entrevistas apoyadas en la teoría fundamentada; y por la
otra, mediante encuestas con diseño experimental.
Para la validación de las entrevistas, la serie de preguntas elaboradas se envió a un grupo de investigadores del
área de administración, expertos en innovación, especialistas en estudios de la universidad, un representante de
una entidad de gobierno y a un empresario, una vez valoradas sus observaciones, se mejoró el instrumento para
garantizar su confiabilidad y validez.
Con el mismo propósito se procedió de manera similar
con la encuesta diseñada a partir de la implementación de
una prueba piloto en 5 empresas registradas en el RENIE-
CyT de la ciudad de Culiacán, se solicitó a los informantes
realicen sugerencias para mejorar el instrumento, buscando que sea objetivo, claro y práctico; una vez consideradas
las sugerencias, se diseñó una nueva versión, aprobado el
instrumento se aplicó a la muestra seleccionada.
Los informantes clave de la entrevista se seleccionaron
por medio del muestreo propositivo, cuidando que representen cada una de las hélices: academia, empresa y gobierno (tabla 1). A los entrevistados se les cuestionó sobre
ciencia, tecnología e innovación, respecto a las acciones,
programas de estímulos, sugerencias a la educación superior, al gobierno, a los empresarios y propuesta para impulsar la competitividad.
Tabla 1. Informantes clave
Categorías
Academia
Empresas
Gobierno
Acciones de ciencia, tecnología e innovación
Rector de la
Universidad de
Occidente
Inventores adscritos
al RENIECyT
Presidente
municipal
Sugerencias a la educación superior impartida
Opinión y sugerencias al gobierno
Opinión y sugerencias a los empresarios
Propuesta para impulsar la competitividad
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
La entrevista se estructuró de acuerdo a las siguientes
preguntas:
• ¿Qué acciones se pueden realizar en materia de ciencia, tecnología e innovación?
• ¿Cuenta con un programa de estímulos para las actividades de ciencia, tecnología e innovación?
• ¿Qué propondría respecto a la educación superior
que se imparte en la región?
• ¿Qué le propondría al gobierno respecto a ciencia,
tecnología e innovación?
• ¿Cuál es su opinión sobre la inversión de las empresas
en ciencia, tecnología e innovación?
• Desde su punto de vista, ¿cómo se puede impulsar
mejor a la competitividad?
Con estas cuestiones se pretende encontrar, por una
parte las acciones que son posibles de realizar sobre
ciencia, tecnología e innovación y los programas que actualmente se están implementando al respecto; por otra
parte, las relaciones existentes entre los actores de la triple hélice: academia, gobierno y empresarios, a través de
las sugerencias sobre educación superior, sugerencias al
sector gubernamental; por último, lo que se propone para
impulsar la competitividad.
Respecto a la encuesta se realizó un diseño muestral
estratificado con asignación proporcional Cochran (1977),
de 125 empresas inscritas en el RENIECyT, se tomó una
muestra de 60 aplicando el método de muestreo aleatorio
simple (tabla 2).
En los resultados de la encuesta se determinaron los
patrones de modelos entre agentes de la triple hélice a través de cuestionamientos dirigidos a empresas, para ello se
utilizó el método de filtración de casos con el programa
estadístico Statistical Package for the Social Sciences, donde
se pregunta exactamente con cuáles agentes de la academia, de gobierno y del sector empresarial se relaciona la
empresa (tabla 3), cabe mencionar que los agentes de la
academia y de gobierno también pertenecen al RENIECyT.
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Programa de estímulos para las actividades de ciencia, tecnología e innovación
41
Tabla 2. Características de empresas encuestadas
Tamaño
Frecuencia
Sector Económico
Ciudad
Grande
8
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, comercio al por
Ahome, Culiacán,
mayor y por menor, industrias manufactureras, información y Escuinapa, Guasave,
comunicaciones.
Mazatlán y Mocorito
Mediana
8
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, industrias manufactureras, comercio al por mayor y por menor, construcción.
Pequeña
25
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, industrias manufactureras, información y comunicaciones.
Micro
19
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, industrias manufactureres, comercio al por mayor y por menor, actividades
profesionales, científicas y técnicas, información y comunicaciones.
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Tabla 3. Colaboraciones
Agentes participantes
Colaboración con la academia
Universidad Autónoma de Sinaloa
Tecnológico de Culiacán, Mazatlán y Los Mochis
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
42
Tecnológico de Monterrey, Campus Sinaloa
Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo
Colaboración con el sector empresarial
Laboratorios
Proveedores
Empresas relacionadas
Casa Matriz
Consultores
Colaboración con el gobierno
Consejo para el Desarrollo de Sinaloa
Centro de Ciencias de Sinaloa
Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación
Secretaría de Innovación Gubernamental
Comisión Estatal de Energía
Fondo de Infraestructura para el Desarrollo Industrial
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
RESULTADOS
Las respuestas de las entrevistas fueron categorizadas
y se presentan en el orden de preguntas y respuestas obtenidas.
De acuerdo a la opinión de los informantes clave, las
acciones que se pueden realizar en cuanto a ciencia, tecnología e innovación todas ellas apuntan a fortalecer las
relaciones entre sectores (tabla 4).
Consideran relevante tener el acceso a la información
y las entidades correspondientes donde se promueva la
ciencia, tecnología e innovación, asimismo las actividades
sugeridas necesitan la participación de los sectores, por
ende los programas de estímulos de ciencia, tecnología e
innovación demandan la intervención de los sectores de
la triple hélice (tabla 5).
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Tabla 4. Acciones de ciencia, tecnología e innovación
Categoría
Presidente municipal
Rector de universidad
Inventores
Acciones
posibles
de ciencia,
tecnología e
innovación
Crear en la Secretaría de Desarrollo
Autoridades gubernamentales,
empresarios, universidades y organizaciones sociales productivas
deben tomar en serio la ciencia y la
tecnología como un área del conocimiento y como política presente en
las actividades productivas.
Crear una
plataforma en
Internet para
socializar las
ideas en ciencia,
tecnología e
innovación
Económico el área de desarrollo tecnológico en materia de alimentos, servicios y de
la información.
Crear el centro de transferencia de tecnología.
Crear las incubadoras en el sector social y
rural.
Generar recursos humanos mejor
preparados e incorporar innovacioEstablecer sistemas financieros para apoyar nes tecnológicas a todos los procea los emprendedores y a empresas innova- sos productivos.
doras.
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Categoría
Presidente municipal
Rector de universidad
Inventores
Programa de estímulos
para las actividades de
ciencia, tecnología e
innovación
Existen programas estatales y municipales que apoyan las inversiones y a las
empresas innovadoras, pero falta mayor
estímulo específico en la ciudad
Programa de reconocimiento
a la calidad académica, que
otorga un estímulo económico
a los académicos en función de
su producción
Programas
de apoyo
por parte del
RENIECyT.
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Respecto a las sugerencias que los informantes realizan a la educación superior en materia de ciencia, tecnología e innovación: se sugiere mayor involucramiento, una
estrategia integral y vinculación para la constante demanda de trabajo colaborativo entre sectores (tabla 6).
Las sugerencias destinadas al gobierno tienen que ver
con elaborar programa con proyectos estratégicos, política presente en los sectores productivos y eliminar los
obstáculos con los trámites conducentes a recursos económicos (tabla 7).
Tabla 6. Educación superior
Categoría
Presidente municipal
Rector de universidad
Inventores
Sugerencias a la educación superior impartida
Involucrar a las Instituciones de
Educación Superior (IES) con los
empresarios y productores.
Participación de las universidades en el mejoramiento
de la competitividad a partir
de un enfoque general, es
decir, una estrategia integral
de desarrollo.
Desarrollar más la
vinculación con la UAS
y el Centro de Ciencias
de Sinaloa es necesario
para las pymes; aún y
cuando ya existen las
relaciones previas.
Preparar tecnólogos para
transmitir la tecnología al área
empresarial.
Preparar técnicos en el área de
logística internacional, aseguramiento de la calidad y mercadólogos globales.
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Tabla 5. Estímulos de ciencia, tecnología e innovación
43
Tabla 7. Gobierno
Categoría
Presidente municipal
Opinión y sugerencias al Tenemos solamente los prograsector gubernamental
mas del Plan Municipal de Desarrollo y en los proyectos estratégicos acciones que impulsarán la
innovación.
Rector de universidad
Inventores
Se necesita una política de
Estado, una estrategia de
Estado, además de ley; de
ciencia y tecnología, temas
de innovación, de generación de conocimientos; de
desarrollo de la ciencia y
tecnología, tienen que ser
temas que estén presentes
en todo tipo de decisiones.
Eliminar la burocracia
innecesaria cuando
solicitas apoyos.
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Respecto a la inversión que realizan los empresarios a
la ciencia, tecnología e innovación, los informantes opinan
que es débil, debido a la falta de confianza en la academia, falta de recursos suficientes para concluir proyectos y
pago de honorarios inconsistentes (tabla 8).
La coordinación de esfuerzos de los tres sectores, estaCiencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
44
blecimientos de estrategias como las redes de innovación,
las cadenas productivas, capacitación del recurso humano, innovación tecnológica para la mejora de los procesos
y productos, son algunas de las propuestas que los informantes clave, consideran, pueden impulsar la competitividad de la región (tabla 9).
Tabla 8. Empresa
Categoría
Presidente municipal
Rector de universidad
Inventores
Opinión y
sugerencias al
sector empresarial
Las empresas invierten
poco en la formación de
Inteligencia de Tecnología
Desarrollada (ITD), a lo
mucho algunos tienen
laboratorios de control de
calidad.
Las empresas sinaloenses,
en general, todavía confían
en que académicos de otras
partes del mundo van a venir
a solucionar sus problemas,
cuando podría ser más
sencillo y más fácil utilizar a
los académicos propios de
Sinaloa.
Los empresarios con ideas e intereses
innovadores toman riesgos en el registro de marca, patentes, etc. lo que
pronto los deja sin dinero. Se ha participado con empresas en la mejora de
la calidad del producto, logrando con
ello una capitalización importante de
la empresa; sin embargo, a la hora del
pago de honorarios no se ha generado en los compromisos establecidos
originalmente.
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
La perspectiva de los informantes clave de la capital
del estado de Sinaloa proporciona un indicio cualitativo
de la relación que existe entre agentes. A continuación se
muestra la relación basada en el método cuantitativo.
Los resultados de la colaboración de la empresa con
academia, gobierno y sector empresarial corresponden a
inferencias con respecto a la población total, se presenta
la estimación, la cantidad mínima y máxima de empresas
que colaboran con determinado agente, y el coeficiente
de variación (tabla 10).
Destaca la interrelación que sostiene el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, se estima que
62 empresas colaboran con esta institución, como mínimo
51 y máximo 74 empresas (tabla 11).
La colaboración sobresaliente es del Consejo para el
Desarrollo de Sinaloa, se estima que 39 empresas colaboran con esta institución, como mínimo 29 empresas y
máximo 50 empresas (tabla 12).
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Tabla 9. Competitividad
Categoría
Presidente municipal
Propuesta para
impulsar la
competitividad
Establecer estrategias
inteligentes de mercados
globales para determinar
qué demandan.
Rector de universidad
Inventores
Mayor coordinación y convencimiento
de gobierno, universidades y empresarios, dado que existen un serio problema
por falta de competitividad y la manera
de superar esta deficiencia es a través
Buscar la tecnología para
de la innovación tecnológica, la incorpodesarrollar productos
ración de nuevas técnicas, del mejorainnovadores que demanmiento de la calidad educativa. Existe
dan los mercados.
mucho capital ocioso.
Establecer cadenas productivas clúster a partir
de las materias primas
hasta los productos
terminados.
Los empresarios deben
perder el temor e insertarse
más en el mundo académico; difundir lo que hacen;
asistir a congresos, talleres y
presentar experiencias.
Vinculación entre empresa,
academia y gobierno.
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Tabla 10. Colaboración de la empresa con la Academia
Colaboración con la academia
Universidad Autónoma de Sinaloa
Estimación
Intervalo de confianza al 95%
Inferior
Superior
Coeficiente de
variación
Sí
56.23
44.34
68.11
0.91
No
68.77
80.66
56.89
0.09
Tecnológico de Culiacán, Mazatlán y Los
Mochis
Sí
35.41
24.85
45.96
0.94
No
89.59
100.15
79.04
0.06
Tecnológico de Monterrey, Campus Sinaloa
Sí
43.58
32.48
54.68
0.93
No
81.42
92.52
70.32
0.07
Sí
62.43
50.73
74.13
0.91
No
62.57
74.27
50.87
0.09
Centro de Investigación en Alimentación y
Desarrollo (CIAD)
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Los empresarios acuden más a consultorías, se estima
que 96 empresas colaboran con consultores, como mínimo 86 y máximo 105. A través de la filtración de casos se
encontraron figuras que representan la colaboración entre agentes e instituciones de la triple hélice, a las cuales se
les puede llamar modelos de triple hélice, de acuerdo con
Lawton y Leydesdorff (2012) pueden tomar varias direcciones según desde la perspectiva de estudio que se destine: desde el neo institucionalismo y las redes sociales que
se conforman, desde la incubación de la nueva industria
para el asesoramiento político basada en el conocimiento, desde los sectores y regiones, entre otras perspectivas.
En nuestro caso es desde el punto de vista regional sobre
actividades de ciencia, tecnología e innovación en las empresas.
Con base en los modelos de la triple hélice, se presentan las configuraciones que resultan de la colaboración de
la empresa con el resto de los agentes:
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Establecer estrategias de
capacitación para el aseguramiento de la calidad
y la trazabilidad de los
productos
45
Tabla 11. Colaboración de la empresa con gobierno
Colaboración con gobierno
Estimación
Intervalo de confianza al 95%
Inferior
Superior
Coeficiente de
variación
Consejo para el Desarrollo de Sinaloa (Codesin)
Sí
39.49
28.57
50.41
0.94
No
85.51
74.59
96.43
0.06
Centro de Ciencias de Sinaloa
Sí
31.19
20.96
41.43
0.95
No
93.81
83.57
104.04
0.05
Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación (Inapi)
Sí
16.76
24.80
8.72
0.96
No
108.24
100.20
116.28
0.04
Secretaría de Innovación Gubernamental
Sí
8.40
14.38
2.42
0.97
No
116.60
110.62
122.58
0.03
Sí
4.09
-0.05
8.23
0.98
No
120.91
116.77
125.05
0.02
Sí
6.31
1.07
11.55
0.98
No
118.69
113.45
123.93
0.02
Comisión Estatal de Energía
Fondo de Infraestructura para el Desarrollo
Industrial
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Tabla 12. Colaboración con el sector empresarial
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
46
Colaboración con el sector empresarial
Laboratorios
Proveedores
Empresas relacionadas
Casa matriz
Consultores
Estimación
Intervalo de confianza al 95%
Inferior
Superior
Coeficiente de
variación
Sí
56.14
44.36
67.91
0.91
No
68.86
57.09
80.64
0.09
Sí
83.26
72.00
94.52
0.87
No
41.74
30.48
53.00
0.13
Sí
66.72
54.82
78.62
124.90
No
58.28
46.38
70.18
0.10
Sí
89.44
78.75
100.13
124.85
No
35.56
24.87
46.25
0.15
Sí
95.59
85.88
105.30
124.84
No
29.41
19.70
39.12
0.16
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
•
Modelo 1. Describen una situación donde el gobierno incorpora a la academia y a las empresas.
•
Modelo 2. Describen a las esferas trabajando separadas una de otras;
•
Modelo 3. Representan todo lo contrario, en él se
superponen las esferas debido a una colaboración y cooperación entre ellas.
Configuraciones del Modelo 1
En el modelo 1 es el gobierno federal el que dicta las
actividades que realizarán las esferas de la triple hélice. A
través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se
incentiva a las empresas para que realicen actividades de
ciencia y tecnología, para acceder a financiamiento se les
condiciona a inscribirse en la base de datos del Registro
Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas (RENIECyT), este registro es un protocolo para las
empresas que les permite participar en diferentes convocatorias a través de proyectos que justifiquen su financiamiento (figura 1).
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Figura 1. Modelo 1 de la Triple Hélice
Gobierno Federal
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
Registro Nacional de Instituciones y Empresas
Científicas y Tecnológicas (RENIECyT)
Empresas
Academia
Gobierno
Estatal
Las 125 empresas objeto de estudio han estado inscritas en el RENIECyT, 12 (10 %) de ellas retiraron su registro.
La muestra estudiada reflejó que 26 (21 %) empresas han
tenido beneficios o bien esperan tenerlos, 22 (18 %) empresas no tienen beneficios y 12 (10 %) empresas no saben
nada de las políticas del RENIECyT porque en la mayoría
de los casos las personas que llenaron el registro ya no laboran en la empresa. A pesar de lo anterior, las empresas
prefieren adoptar las políticas del gobierno federal porque pueden recibir beneficios o estímulos económicos y
además ganar prestigio.
De las 13 empresas que salieron, 4 se relacionaban con
el Tecnológico de Monterrey; 3 se relacionaban únicamente con agentes del sector empresarial (consultores, laboratorios, casa matriz, empresas relacionadas y proveedores)
5 de ellas no recibieron el apoyo federal; 5 se relacionaban
con la academia y agentes del sector empresarial y, 1 no
sabe nada del RENIECyT.
Figura 2. Modelo 2 Tipo A
Gobierno
Empresas
Academia
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente,
Vol. 2, Núm. 1, 2015
Configuraciones del Modelo 2
En el modelo 2 las esferas trabajan separadas, sin colaboración con agentes externos, en el análisis se encontraron dos tipos de este modelo. En el primer tipo, al que
se le denomina Tipo A, todos trabajan de manera aislada
(figura 2).
En este modelo tipo A no se encontró un patrón contundente que determine el tipo de empresa que tiene este
comportamiento, lo único común es la ubicación geográfica de las empresas, ellas se ubican en ciudades grandes
como lo es Culiacán y Mazatlán. Respecto al tamaño y sector económico se encuentran de todos los tipos (tabla 13).
En el modelo 2 del tipo B, las esferas trabajan de manera aislada a excepción de la empresa que se relaciona con
agentes de su mismo sector (figura 3).
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
47
Tabla 13. Características de las empresas del modelo 2, tipo A
Identificador
Tamaño
Ciudad
Sector económico
Empresa 02
Pequeña
Culiacán
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 06
Micro
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 20
Mediana
Mazatlán
Industrias manufactureras
Empresa 23
Micro
Culiacán
Actividades profesionales, científicas y técnicas
Empresa 29
Mediana
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 30
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 32
Grande
Mazatlán
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 57
Micro
Mazatlán
Comercio al por mayor y por menor
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Figura 3. Modelo 2 Tipo B
Gobierno
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
48
Empresas
relacionadas
Casa matriz
Consultores
Empresas
Academia
Proveedores
Laboratorios
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
En este modelo las empresas se relacionan solo con
agentes del sector empresarial como la casa matriz, consultores, proveedores, laboratorios y empresas relacionadas, el patrón que las distingue es que pertenecen al
sector económico de información y comunicaciones e
industrias manufactureras, mayormente, además no aparece el sector agropecuario y son empresas de ciudades
grandes como Culiacán y Mazatlán (tabla 14).
Configuraciones del Modelo 3
En el modelo 3 se superponen las esferas, se encontraron diferentes configuraciones, la primera es donde la
empresa colabora con la academia y el sector empresarial,
el gobierno no interviene en este tipo (figura 4).
Las empresas colaboran con la UAS, Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, Tecnológico de Monterrey y Tecnológico de Culiacán, en el sector empresarial
colaboran con los laboratorios, proveedores, consultores,
casa matriz y empresas relacionadas, de este tipo no se
encontró un patrón contundente. Las características son
diversas tanto en el tamaño, como en la ciudad y el sector
económico (tabla 15).
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Tabla 14. Características de las empresas del modelo 2, tipo B
Identificador
Tamaño
Ciudad
Sector económico
Empresa 04
Micro
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 12
Micro
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 13
Grande
Culiacán
Comercio al por mayor y por menor
Empresa 19
Mediana
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 20
Mediana
Mazatlán
Industrias manufactureras
Empresa 24
Micro
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 36
Grande
Mazatlán
Industrias manufactureras
Empresa 42
Grande
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 52
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 55
Micro
Mazatlán
Información y comunicaciones
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Gobierno
Academia:
UAS
CIAD
Tec. de
Monterrey
Tec. de Culiacán
Empresas
relacionadas
Casa matriz
Empresas
Consultores
Proveedores
Laboratorios
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
En la siguiente configuración la empresa no se relaciona con la academia, pero sí lo hace con el gobierno y con
agentes del sector empresarial (figura 5).
Las empresas que tienen este comportamiento se relacionan con el Consejo para el Desarrollo de Sinaloa, con el
Centro de Ciencias de Sinaloa y con el Instituto de Apoyo
a la Investigación e Innovación; en el sector empresarial
colaboran con los laboratorios, proveedores, consultores,
casa matriz y empresas relacionadas, el patrón que distingue esta configuración es que corresponde a empresas
pequeñas y micro del sector de agricultura, ganadería,
silvicultura y pesca en su mayoría, en menor medida con
el sector de industrias manufactureras, además son de la
zona norte y centro (tabla 16).
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Figura 4. Modelo 3 Tipo A
49
Tabla 15. Características de las empresas del modelo 3, tipo A
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
50
Identificador
Tamaño
Ciudad
Sector económico
Empresa 07
Pequeña
Mazatlán
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 16
Pequeña
Ahome
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 17
Micro
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 22
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 28
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 34
Grande
Culiacán
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 35
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 37
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 38
Mediana
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 40
Mediana
Culiacán
Comercio al por mayor y por menor
Empresa 41
Pequeña
Culiacán
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 44
Micro
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 48
Pequeña
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 53
Micro
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 56
Pequeña
Ahome
Industrias manufactureras
Empresa 57
Micro
Mazatlán
Comercio al por mayor y por menor
Empresa 59
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 60
Grande
Culiacán
Comercio al por mayor y por menor
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Figura 5. Modelo 3 Tipo B
Academia
Gobierno:
CODESIN
Centro de
Ciencias de
Sinaloa
INAPI
Empresas
relacionadas
Casa matriz
Empresas
Consultores
Proveedores
Laboratorios
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Tabla 16. Características de las empresas del modelo 3, tipo B
Identificador
Tamaño
Ciudad
Sector económico
Empresa 08
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 14
Pequeña
Ahome
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 18
Micro
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 39
Pequeña
Culiacán
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 46
Pequeña
Ahome
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 47
Pequeña
Ahome
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 50
Micro
Guasave
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
La configuración del modelo 3, tipo C, corresponde a
empresas que colaboran con gobierno y academia sin colaborar con agentes del sector empresarial (figura 6).
Las empresas de este tipo se relacionan con la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Centro de Investigación en
Alimentación y Desarrollo y el Tecnológico de Monterrey
por parte de la academia; por parte de gobierno se relacionan con el Consejo para el Desarrollo de Sinaloa y el
Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación. No se
encontró un patrón contundente en cuanto a características de las empresas (tabla 17).
La siguiente configuración es la idónea porque las empresas colaboran con agentes de la academia, del gobierno y del sector empresarial (figura 7).
Figura 6. Modelo 3 Tipo C
Gobierno:
CODESIN
INAPI
Empresas
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente,
Vol. 2, Núm. 1, 2015
Tabla 17. Características de las empresas del modelo 3, tipo C
Identificador
Tamaño
Ciudad
Sector económico
Empresa 49
Grande
Mazatlán
Información y comunicaciones
Empresa 51
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Figura 7. Modelo 3 Tipo D
Empresas
relacionadas
Casa matriz
Proveedores
Academia:
UAS
CIAD
Tec. de Monterrey
Tec. de Culiacán,
Mazatlán y Los Mochis
Gobierno:
CODESIN
Centro de Ciencias
Fondo Industrial
INAPI
Secretaría de Innovación
Comisión de Energía
Empresas
Consultores
Laboratorios
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Academia:
UAS
CIAD
Tec. de Monterrey
51
Las empresas colaboran con el Consejo para el Desarrollo de Sinaloa, el Centro de Ciencias de Sinaloa, el Fondo Industrial, la Secretaría de Innovación y la Comisión
Estatal de Energía; en cuanto a la academia colaboran con
la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, el Tecnológico de
Monterrey y los Tecnológicos de Culiacán, Mazatlán y Los
Mochis. Los agentes empresariales colaboran con los laboratorios, casa matriz, proveedores, consultores y empresas
relacionadas; no se encontró un patrón contundente debido a que las empresas son de diferente tamaño, diferentes
ciudades y no hay un marcado sector económico donde
se desempeñen (tabla 18).
Tabla 18. Características de las empresas del modelo 3, tipo D
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
52
Identificador
Tamaño
Ciudad
Sector económico
Empresa 01
Mediana
Mazatlán
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 03
Micro
Culiacán
Actividades profesionales, científicas y técnicas
Empresa 05
Micro
Escuinapa
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 11
Micro
Escuinapa
Información y comunicaciones
Empresa 13
Grande
Culiacán
Comercio al por mayor y por menor
Empresa 15
Pequeña
Ahome
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 25
Micro
Culiacán
Información y comunicaciones
Empresa 26
Pequeña
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 27
Mediana
Culiacán
Construcción
Empresa 32
Grande
Mazatlán
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 42
Grande
Culiacán
Industrias manufactureras
Empresa 54
Micro
Culiacán
Actividades profesionales, científicas y técnicas
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Configuraciones externas al Sistema Regional de Innovación en Sinaloa
Las configuraciones externas que a continuación se
describirán pertenecen a empresas que colaboran con
agentes de la academia y de gobierno que no pertenecen
al Sistema Regional de Innovación de Sinaloa, sino que de
otros estados del país (figura 8 y 9).
En el primer caso la empresa colabora con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA) y con la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) como agentes externos al
Sistema Regional de Innovación de Sinaloa. El sector empresarial colabora con la casa matriz, consultores y proveedores.
Figura 8. Triple hélice con agentes externos primer caso
externo al SRI
Figura 9. Triple hélice con agentes externos segundo
caso externo al SRI
Laboratorios de Tijuana
Casa matriz
Gobierno:
SAGARPA
Consultores
Gobierno:
SAGARPA
Empresas
Empresas
Academia:
UABC
Tec. de Culiacán
Academia:
UNAM
Consultores de Tijuana
Proveedores
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente,
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente,
Vol. 2, Núm. 1, 2015
Vol. 2, Núm. 1, 2015
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Las empresas que tienen este comportamiento son de
la ciudad de Escuinapa y laboran en el sector de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (tabla 19).
En la configuración del segundo caso la empresa no
colabora con el gobierno, pero sí lo hace con agentes ex-
ternos al Sistema Regional de Innovación de Sinaloa, de la
academia y del sector empresarial.
La empresa que tiene este comportamiento es del tamaño micro, se ubica en la ciudad de Culiacán y se desempeña en el sector de industrias manufactureras (tabla 20).
Tabla 19. Características de las empresas del primer caso externo al SRI
Identificador
Tamaño
Ciudad
Sector económico
Empresa 09
Pequeña
Escuinapa
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Empresa 10
Grande
Escuinapa
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Tabla 20. Características de las empresas del segundo caso externo al SRI
Identificador
Tamaño
Ciudad
Sector económico
Empresa 45
Micro
Culiacán
Industrias manufactureras
Las anteriores configuraciones se realizaron con base
en la colaboración entre esferas de acuerdo a las actividades de ciencia, tecnología e innovación que realizan sus
agentes, y se enfoca en las colaboraciones, los patrones de
comportamiento que resultan al interactuar los agentes
en un esquema de triple hélice.
DISCUSIÓN
En un primer momento es importante identificar aquellas personas, empresas, instituciones y/o agentes con los
que se puede y deben asociarse para obtener beneficios
de esa colaboración, tener presente los resultados esperados y bajo qué tipo de colaboración se van a regir las
actividades que realizarán y los resultados a obtener. Existen casos donde la colaboración roza con la informalidad,
sin embargo la empresa debe definir una estrategia para
obtener los resultados deseados (Ramaprasad & La Paz,
2009), sobre todo en casos donde la colaboración tiene
resultados tangibles.
Al incrementarse los resultados de las colaboraciones
es posible el desarrollo y avance del quehacer científico,
esto beneficia a la sociedad y sobre todo a los responsables, empero es susceptible de mal uso (Campbell, Koski,
& Blumenthal, 2004); directamente en lo económico se beneficia la empresa y los científicos o investigadores de las
universidades asociados, más aún estos últimos se benefician por otras vías que constan del reconocimiento por
la institución y que impacta en sus ingresos nominales,
además de obtener una compensación personal; se confirma entonces la necesidad de poseer una estrategia para
atender los beneficios, las malas prácticas y lo que surja de
la interacción entre múltiples agentes.
La interacción entre los agentes no deja de lado a la
sociedad, al contrario son parte fundamental de la triple
hélice. Para Todeva y Etzkowitz (2013) la sociedad, el desarrollo económico de las nacionales, la dimensión social y el
consumidor son ubicados en el interior del triángulo de la
triple hélice, o bien se puede ubicar en una cuarta dimensión según Stankovic y Stankovic (2011) donde los efectos
recurrentes de la relación trilateral impactan en la sociedad en general. Se enfatiza en la empresa, sin rechazar la
importancia que tiene el resto de los actores, se atiende a
los debates actuales que ponen mayor énfasis en el ámbito empresarial, en la globalización de los mercados, la
internacionalización de las empresas y las universidades,
según Todeva y Etzkowitz (2013) el paradigma dominante
es el liderazgo de la triple hélice por las políticas de gobierno, la obtención de recursos económicos de la comercialización de innovaciones que pertenece a las empresas y la
propiedad intelectual destaca en las universidades a pesar
de no recibir equitativamente el valor añadido al proceso
de creación del conocimiento.
En México la situación anterior no cambia radicalmente, según el reporte The Global Competitivenes Index (GCI),
México está en una etapa de transición de la economía 2 a
la economía 3, tiene la posición 55, con una puntuación de
4.34, descendió dos posiciones al lugar 53 con respecto al
GCI 2012–2013, a nivel regional el panorama no es mejor,
en colaboración con agentes no deben esperarse las grandes alianzas, en materia de innovación los agentes que intervienen en las colaboraciones no son líderes, más bien
buscan relaciones con quienes desarrollan nuevos conoci-
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
© Sandoval, L; Martínez, R; Alonso, R., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
53
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
54
mientos (Leydesdorff, 2012) fungiendo como seguidores.
Respecto a las relaciones entre los sectores de la triple
hélice, de acuerdo a la opinión de los informantes clave,
se afirma que existe una falta de vinculación entre ellos. A
pesar de estar concentrados geográficamente en el mismo lugar, las relaciones de colaboración y cooperación se
dan de forma aislada, en su mayoría por esfuerzos individuales, por lo que es necesario trabajar desde un enfoque
sistémico, donde las instituciones del RENIECyT y en general se tomen en serio el papel de agentes de cambio.
Sin embargo la transferencia de conocimiento dentro de
la triple hélice puede ocurrir de manera informal sin una
supervisión o un convenio previamente firmado, a través
de reuniones, exposiciones, conferencias, eventos del dominio público (Todeva, Governance of innovation and intermediation in triple helix interactions, 2013).
La configuración más popular fue la del Modelo 3, y
de mayor frecuencia de reproducción es la de tipo A, que
representa la colaboración de empresas de diversas características en cuanto a tamaño, ciudad y sector económico
con agentes de la academia como la Universidad Autónoma de Sinaloa, Centro de Investigación en Alimentación
y Desarrollo, Tecnológico de Monterrey y Tecnológico de
Culiacán y, con agentes del sector empresarial como laboratorios, proveedores, consultores, casa matriz y empresas
relacionadas. Esto denota mayor confianza de las empresas con la academia que con el gobierno.
A continuación se darán una serie de afirmaciones a
manera de conclusiones que pretenden sellar los resultados encontrados y la discusión aquí mostrada.
CONCLUSIONES
La colaboración es una actividad importante en los
Sistemas Regionales de Innovación, para los agentes de la
triple hélice, ya sean empresas, academia o instituciones;
por tanto debe de ir acompañada de una serie de acuerdos previos que más allá de inhibir futuras colaboraciones,
la incentive a proteger y resguardar a los participantes y
los productos que se logren alcanzar de la colaboración.
Se espera que muchos de ellos involucren innovaciones
que beneficien a los implicados y a la sociedad en general,
en este sentido debe mantenerse un protocolo que cuide
desde las regalías hasta la propiedad.
El inicio es la identificación de posibles colaboradores,
buscar acercamiento con aquellos que sea posible tener
sinergias, tener objetivos similares, plan de trabajo que
estipule las responsabilidades y beneficios de cada integrante, que contemple estrategias frente a contingencias
o escenarios futuros, compromiso hacía la colaboración
por parte de los integrantes pero sobre todo del líder que
deberá tener capacidades en gestión de proyectos, empatía con los integrantes, ser conocedor de los objetivos de
la colaboración y disposición al trabajo colaborativo.
En las colaboraciones encontradas destacan las del
Modelo 3 donde mayores configuraciones surgen de las
relaciones de la triple hélice y donde mayor concentración de empresas existe. Con este hallazgo confirmamos
la hipótesis inicial donde se afirmó que la colaboración
se compone de dos o más agentes de diferentes hélices
o sectores, hablamos de una colaboración híbrida. Cabe
mencionar la exclusión del modelo 1 porque en él se aglutinan todas las empresas por pertenecer al RENIECyT, política federal que busca incentivar a las empresas para que
realicen actividades de ciencia, tecnología e innovación.
Son 18 empresas del tipo A relacionadas con la academia y
con el sector empresarial; 7 empresas del tipo B relacionadas con gobierno y con el sector empresarial; 2 empresas
del tipo C relacionadas con gobierno y academia; 12 empresas del tipo D relacionadas con todas las esferas, con la
academia, con gobierno y con el sector empresarial.
Es un indicio claro de la confianza y aceptación de los
beneficios como organización y a nivel personal que se
obtienen al colaborar con agentes de la triple hélice, estos
beneficios son económicos, de prestigio, de crecimiento
intelectual, de calidad, entre otros. Aún son muchas las
empresas e instituciones que no se encuentran en esta dinámica; sin embargo, son menos las empresas dedicadas
a actividades científicas y tecnológicas que se apoyan en
agentes externos al Sistema Regional de Innovación de Sinaloa. Este tipo de empresas en su gran mayoría se apoyan
con agentes del mismo sistema, por ello es indispensable
cuidar la relación existente con agentes de gobierno, academia y sector empresarial, ademas de proteger las colaboraciones hechas en todos los aspectos y llevarlas al
éxito, porque al cumplirlo será común presenciar y/o participar en la interrelación de agentes de la triple hélice, el
desarrollo y crecimiento económico de la sociedad sinaloense.
REFERENCIAS
Buesa, M. (2002). Los sistemas regionales de innovación
del País Vasco y Navarra. En E. I.-S. Vascos, XV Congreso
de Estudios Vascos (págs. 1007-1030). Navarra: Eusko
Ikaskuntza.
Campbell, E., Koski, G., & Blumenthal, D. (27 de Mayo de
2004). The triple helix: university, government and industry elationships in the life sciences. Recuperado el 5 de
Junio de 2014, de Social Science Research Network:
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Llisterri, J., & Pietrobelli, C. (2011). Los sistemas regionales
de innovación en América Latina. Recuperado el 9 de
Mayo de 2014, de http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=36413687
López, S., Barrón, D., & Corona, L. (Octubre de 2006). Políticas para la innovación en México. Memoria del VII
Seminario de Territorio, Industria y Tecnología. México:
Universidad Autónoma de Sinaloa.
Lundvall, B.-A. (1992). National systems of innovation:
towards a theory of innovation and interactive learning.
Londres.
Lundvall, B.-A. (1994). Innovation as an interactive process:
user-producer interaction to the national system of innovation: research paper. African journal of science, technology, innovation and development, 1(2), 23-42.
Montero, C., & Morris, P. (1999). Territorio, competitividad
sistémica y desarrollo endógeno. Metodología para el estudio de los sistemas regionales de innovación. Concepción: Universidad del Bío e ILPES-CEPAL.
Nelson, R., & Winter, S. (1977). In search of useful theory of
innovation. Research Policy, 36-76.
Nelson, R., & Winter, S. (1982). An Evolutionary Theory of
Economic Change. Cambridge, Massachusetts: Harvard
College.
Powell, W., & Dimaggio, P. (1999). El nuevo institucionalismo
en el análisis organizacional. México: Fondo de Cultura
Económica.
Ramaprasad, A., & La Paz, A. (1 de Junio de 2009). The role
of triple helix in the global agenda for innovation, competitiveness and sustainability: an ontological framework.
Recuperado el 30 de Marzo de 2014, de Social Science
Research Network: http://ssrn.com/abstract=1388724
Sánchez, P., & Salazar, J. (2010). El papel de la innovación en
el nuevo modelo económico español. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.
Stankovic, M., & Stankovic, B. (1 de Agosto de 2011). Triple helix innovation model: linking the academia, the
business sector and the government, case study of Macedonia. Recuperado el 28 de Marzo de 2014, de Social
Science Research Network: http://dx.doi.org/10.2139/
ssrn.2049538
Todeva, E. (2013). Governance of innovation and intermediation in triple helix interactions. Industry & Higuer
Education, 263-278.
Todeva, E., & Etzkowitz, H. (2013). The triple helix as a highly
charged intellectual enterprise. THA Newsletter, 8-12.
Configuraciones de colaboración entre empresas, academias y gobierno
del sistema regional de innovación de Sinaloa pp. 38-55 ISSN: 2007-9575
Lidyeth Azucena Sandoval Barraza, Ramón Martínez Huerta, Rosario Alonso Bajo
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
http://ssrn.com/abstract=1262367
Chiodi, F. J. (2005). La universidad-empresa en Olavarría:
análisis de los factores claves y recomendaciones para
su promoción y desarrollo. Tesis presentada en la Maestría Economía y Desarrollo Industrial Especialización en
PyMES. Argentina: Universidad Nacional de General
Sarmiento.
Cochran, W. (1977). Sampling Techniques. New York: Wiley.
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. (7 de Junio
de 2014). Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas. Obtenido de RENIECyT:
http://www.conacyt.gob.mx/siicyt/index.php/instituciones-y-empresas/registro-nacional-de-empresas
Etzkowitz, H. (2002). The triple helix of university-industrygovernment. Implications for policy and evaluation.
Stockolm: Institutet för studier av ut b i ldning och forskning.
Etzkowitz, H., & Leydesdorff, L. (3 de Marzo de 1998). The
Endless Transition: A'Triple Helix'of University Industry
Government Relations. Minerva., 36(3), 203-208. Recuperado el 9 de Mayo de 2014, de Social Sciences Research Network: http://ssrn.com/abstract=2403723
Freeman, C. (1990). The Economics of innovation. Michigan:
University of Michigan.
Freeman, C. (1995). The national system of innovation in
historical perspective. Cambridge Journal Economics,
5-24.
Freeman, C. (1997). The Economics of Industrial Innovation.
Gran Bretaña: Massachusetts Institute of Technology.
Freeman, C. (2008). Systems of Innovation: Selected Essays
in Evolutionary Economics. University of Sussex: Edward
Elgar Pub.
Gómez, M., & Cooke, P. (1998). Dimensiones de un sisema
de innovación regional: organizaciones e instituciones.
Ekonomiaz, 46-67.
Lawton, H., & Leydesdorff, L. (17 de Noviembre de 2012).
The triple helix in the context of global change: dynamics
and challenges. Recuperado el 17 de Abril de 2014, de
Social Science Research Network: http://ssrn.com/abstract=2177331
León, J. (2008). Determinantes de la participación de los
investigadores en actividades de vinculación y transferencia de conocimiento. Tesis presentada para obtener
grado de Doctor en Ciencias Sociales. Culiacán, Sinaloa,
México: Univesidad Autónoma de Sinaloa.
Leydesdorff, L. (31 de Enero de 2012). The triple helix of
university-industry-government relations. Recuperado
el 22 de Marzo de 2014 , de Social Science Research
Network: http://ssrn.com/abstract=1996760
55
CRISIS DEL SISTEMA URBANO NACIONAL FRENTE A
LOS RETOS SOCIOAMBIENTALES EN MÉXICO1
Crisis of national urban system facing socioenvironmental challenges in Mexico
Dr. Sergio Flores González
Profesor Investigador Titular B Tiempo Completo
Facultad de Ingeniería
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México
SNI I
M.C. Pierre Ramos Luis
Contacto: [email protected]
Asistente de Investigación
Escuela de Gobierno y Transformación Pública
Instituto Tecnológico de Monterrey. México
Recibido: 31/10/2013
Aceptado: 7/05/2014
Contacto: [email protected]
RESUMEN
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
56
Al concluir la primera década del siglo XXI, nuestro país
cuenta con alrededor de 116 millones de habitantes, un
sistema urbano nacional conformado por 367 ciudades y
una configuración territorial identificada por grandes asimetrías regionales. Los instrumentos que se han diseñado y aplicado en la planeación urbano-regional han sido
importantes para atender el mejoramiento de la calidad
de vida pero insuficientes para promover un sistema equilibrado y sustentable. Ante tales circunstancias, es imprescindible un nuevo replanteamiento entre los sectores público, social y privado, que surja de un nuevo compromiso
de corresponsabilidad frente a las fallas del mercado y gobierno que propician altas tendencias de desigualdad con
costos sociales y ambientales.
El actual proceso de terciarización económica está teniendo un impacto directo en la estructura económica, social y ambiental de las poblaciones, por tanto los cambios
que se esperan modificarán sustancialmente hábitos, costumbres y formas de vida, tanto en las ciudades grandes
como pequeñas. Los gobiernos nacionales y subnacionales deberán procurar el diseño y aplicación de políticas
públicas orientadas a fomentar el crecimiento económico
pero al mismo tiempo atendiendo las desigualdades sociales, específicamente la marginación urbana, pobreza,
desempleo y los efectos de la economía informal, entre
otros.
Palabras clave: Desarrollo urbano-regional, políticas
públicas, sustentabilidad, planeación territorial, crisis.
Abstract
At the end of the first decade of the 21st century, Mexico, with a population of 116 million, has an urban national
system integrated by 367 cities within big regional asymmetries. The public policy focused at the urban-regional
planning has been important to improve the quality of
life indicators but deficient to promote a territorial and
environmental integration according to an equilibrated
and sustainable system. Under these circumstances it is
needed a new reevaluation from the public, social and private sector that involve new roles versus market and government failures that increase inequality trends with high
social and environmental costs.
The current economic tertiarization process is having a
direct impact on the economic, social, and environmental
population. Therefore, the expected changes will potentially reshape habits, costumes/traditions, and lifestyles
within large and small cities. National and subnational
governments must seek design and implement public
policies that ensure fostering economic growth. As a result, public policies will assuage social inequalities such as:
urban marginalization, poverty, unemployment; and the
sequels of the informal sector, among others.
Keywords: urban-regional development, public policy
and sustainability.
Una versión preliminar de esta investigación fue presentada en el foro organizado por la Comisión Especial de Promoción del Desarrollo Regional de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.
1
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
La indagación por el carácter científico en el estudio
de la ciencia política, dimensión que puede proyectarse a
través del ejercicio de la administración pública, no puede
presentarse como una cuestión menor, por el contrario,
recientemente es el elemento esencial de las exigencias
intelectuales y ciudadanas contemporáneas.
El carácter de la administración pública mantiene hoy
un estatus muy preciso en las sociedades contemporáneas, se exige que cualquier acción y ejercicio en este
campo, resulte sumamente responsable, consecuente y
comprometida con sus inevitables efectos, se pretende
que la acción del gobernante se adecue a una planeación
requerida y no solo a una decisión aleatoria. Aludiendo a
este carácter, el objetivo del presente documento es analizar la crisis del sistema urbano nacional frente a los retos
económicos, sociales y ambientales cada vez más evidentes, puntualizando aquellos factores estructurales que generan la elevada concentración económico-poblacional y
su relación frente a los principales problemas públicos.
Para efectos de lo anterior, el artículo se ha organizado
en cuatro apartados. En el segundo de ellos se exponen
las tendencias de crecimiento y de alta concentración poblacional con el objeto de delimitar el fenómeno de estudio en un espacio físico pertinente y, por ende, establecer
su impacto en la calidad de vida. En esta sección se remarcan las diferencias existentes, en términos de indicadores
económicos, entre las regiones con elevados niveles de
desarrollo y regiones como América Latina y África.
En el contexto nacional, se presenta el proceso de
evolución de la población en nuestro país en el periodo
1900-2010, remarcando que el punto de inflexión de dicho crecimiento se origina a partir de la década de los cincuentas y que ha sido la población urbana la que mayor
dinamismo ha tenido, tanto en términos de su participación respecto a la población total como en relación a su
naturaleza altamente concentradora.
En el tercer apartado se aborda el desarrollo regional,
su relación con el desarrollo social y la importancia de la
planeación territorial como instrumento para modificar
las desigualdades regionales tomando como punto de
partida la intervención del Estado. Por lo que se refiere a
la realidad mexicana destacan las siete grandes etapas de
intervención pública en la planeación del desarrollo durante el periodo 1915-2006 así como el enfoque de la sustentabilidad a partir de las dimensiones económica, social,
ambiental, institucional y tecnológica.
Finalmente en el cuarto apartado se concluye que no
existe continuidad en el diseño y aplicación de las políticas públicas en nuestro país y que la presencia de grandes desigualdades socioeconómicas regionales obliga a
realizar una profunda revisión del sistema de planeación
democrática.
I. Crisis del sistema urbano nacional: población y territorio en el siglo XXI.
Al concluir la primera década del siglo XXI ninguna región en el mundo se encuentra al margen del impacto de
la globalización. Este es un proceso que se observa con
el ascenso y triunfo de una economía capitalista y de un
sistema político internacional, hace eclosión en el siglo XX
y despliega un triunfalismo omnipotente en el siglo XXI
(Kaplan, 2003).
Reportes oficiales señalan que la desigualdad en el
ingreso, entre los países más ricos y los más pobres, lejos
de disminuir ha aumentado. Para 1820 la diferencia fue de
tres a uno, en 1950 de treinta y cinco a uno, en 1975 en
cuarenta y cuatro a uno y, para 1992, de setenta y dos a
uno (PNUD, 2000). Del mismo modo la riqueza se encuentra desigualmente distribuida, mientras que en la Unión
Europea, Norteamérica y Japón se registra un ingreso per
cápita de más de 25 mil dólares anuales, en Centroamérica
y Sudamérica se reporta un ingreso de entre 10 mil a 15
mil dólares y, en África, se tiene un ingreso menor a 2 mil
dólares, estas últimas regiones son las que concentran a
los países con mayor pobreza extrema (Corona, 2008).
Aún más reciente, la Organización para la Cooperación
y Desarrollo Económico (OCDE, 2014), señala que en los
países de Europa el ingreso del 10 % de las familias más
pobres cabe nueve veces en el ingreso del 10 % de las familias más ricas. En Estados Unidos, el ingreso de la décima parte de familias más pobres cabe 14 veces en el de los
más ricos, mientras que en México esa relación es de 25
veces, es decir, 10 % de los más ricos tienen un ingreso 25
veces mayor que los más pobres, en Brasil esta proporción
es de 50 veces y en Sudáfrica de 100 veces.2
Para el caso de México, de acuerdo a la ENIGH (INEGI, 2012), el ingreso de los más pobres aumentó en los últimos dos años pero también el de los más ricos, sin embargo, existen diferencias sustanciales en la forma en que ricos y pobres ejercen su gasto. Las familias
con menores ingresos destinan el 52 % de sus ingresos en alimentos, bebidas y tabaco; en contraste, los más ricos solo invierten en
dicho rubro un 22.8 %. Algo similar ocurre con el gasto destinado a la educación y la diversión, quienes ganan más invierten un 19.9
% en educación y esparcimiento mientras que los que ganan menos solo invierten en dichos rubros un 5.2 % de su ingreso.
2
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
INTRODUCCIÓN
57
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
58
Estas desigualdades son el resultado de procesos históricos que han llevado siglos de consolidación. No es casual que países de América Latina y África muestren elevadas tasas de población en pobreza y pobreza extrema
y sean –a su vez- los principales expulsores de migrantes
en el mundo. En esta tesitura, estudios sobre América Latina, Easterly (2007), Perry et ál (2006) y CEPAL-ONU (2006),
señalan que el desempeño económico por lo menos en
los últimos 20 años ha sido muy decepcionante para esta
región en particular. A pesar de que el periodo de 1985 al
2000 se caracterizó por la fuerte implementación de innumerables reformas de desregularización e incorporación
de la economía doméstica al libre mercado3, el Producto
Interno Bruto lejos de crecer fue cayendo anualmente en
aproximadamente 0.5 %, llegando a ser, irónicamente, dos
veces menor al registrado hasta antes de 1980. Aunado a
lo anterior, la población pobre creció en un 11 % en este
periodo, lo cual representa una falla estructural de los países latinoamericanos no solo en la generación de la riqueza sino también en el de bienestar .
Para el desarrollo, el tema demográfico es neurálgico4.
Fenómenos de explosión demográfica, aunado a los avances tecnológicos en materia de salud, han favorecido que
las tasas de crecimiento poblacional a nivel mundial, desde la segunda Guerra Mundial a la fecha, mantengan un
ritmo de crecimiento exponencial. Para 1975, la población
mundial era de apenas 4 mil 68 millones de habitantes, en
ese mismo año se registraba 317.9 millones para la América Latina y el Caribe y únicamente 59.1 millones para México. Para el año 2012, a tan solo treinta años, la población
mundial alcanzó los 7 mil millones de habitantes, América
Latina y el Caribe 597.7 millones y en México la población
casi se duplicó, logrando la cifra de 116.1 millones (PNUD,
2005 y PNUD, 2013).
Para nuestro país, del período 1900-2010, pasó de diez
a más de cien millones de habitantes respectivamente. El
punto de inflexión de ese crecimiento acelerado es el año
de 1950. Desde entonces, la población urbana ha aumentado de forma más rápida que la población mixta y que la
rural (Sedesol et ál, 2010)5 (Ver Figura 1).
Indiscutiblemente desde la década de los 40, también
conocido como la etapa del milagro mexicano por sus increíbles tasas de crecimiento económico (Garza, 2010),
el régimen mexicano se fortaleció vía la distribución de
beneficios, sin embargo la repartición no fue equitativa.
Industrializar al país implicó una redistribución de recur-
Figura 1. Evolución de la población en México (1900-2005)
110000
100000
90000
80000
70000
60000
50000
40000
30000
20000
10000
0
Miles
1910
1920
Total
1930
1940
Rural
1950
1960
Urbana
1970
1980
1990
1995
2000
2005
Intermedia
Fuente: SEDESOL (2001) Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio, 2001-2006. México DF.
SEDESOL. p. 36
Estas reformas fueron fuertemente apoyadas por el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en las regiones de
América Latina y el Caribe, y África como condicionante para poder acceder a los créditos que estas instituciones financieras ofertaban (Ver: Easterly, 2007).
4
Según Flores (2007), la evolución de la población es un factor de primera importancia pues de ella se derivan múltiples aspectos
tanto económicos, de planeación, educación, vivienda, salud, empleo y, en general, todos aquellos aspectos que hacen posible una
eficiente actuación del sector público como promotor de las políticas del desarrollo.
5
De acuerdo a la OCDE (2004), México con unos 2.3 %, ocupa el segundo lugar dentro de los países que muestran un mayor crecimiento anual en cuanto a la población urbana se refiere, solo debajo de Turquía (3.2 %) y muy por encima de países como Estados Unidos
(1.0 %), Alemania (0.3 %) y Reino Unido (0.2 %). El promedio de los países de la OCDE osciló alrededor del 0.8 % anual.
3
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
sos del campo a la ciudad; esta política trajo ventajas importantes: cambió al país de rural a urbano, desarrolló una
plataforma productiva que era inexistente y duplicó el ingreso por habitante, pero al no existir una estrategia regional definida, se fue configurando una población urbana
en malas condiciones6 y el campo se fue abandonando7.
En la actualidad México es un país de ciudades. Hoy
siete de cada diez mexicanos viven en una localidad urbana, sin embargo la capacidad de las ciudades mexicanas para elevar la calidad de vida de sus habitantes se han
visto muy limitadas. Fenómenos como la marginación, el
rezago habitacional, desempleo, inseguridad y, en general, los retos urbano-ambientales como la provisión de
infraestructura, agua potable, vialidades, manejo de residuos sólidos, reservas territoriales, etc., se han vuelto el
común denominador que propicia la baja competitividad
urbana8, tan solo la región centro del país, conformada por
el Distrito Federal y los estados de Hidalgo, México, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, concentra más de 37.4
millones de pobladores y constituye el 33 % de la pobla-
ción nacional en apenas el 4 % del territorio del país. En
esta región son evidentes los contrastes sociales, económicos, territoriales y en general de la calidad de vida en la
población (Flores, 2007)9.
Adicionalmente, el crecimiento de las zonas metropolitanas en nuestro país ha sido considerable y en tan solo
cincuenta años se quintuplicaron, de allí la importancia de
revisar los instrumentos de la planeación urbano-regional
ya que en gran medida, de ello depende la calidad de vida
de las ciudades y correspondientemente de sus habitantes.
Esta elevada concentración económico-poblacional se
corresponde por un lado con el acelerado proceso de terciarización económica10 y, por el otro, con el proceso de
metropolización11.
Por otro lado, tomando como referencia mediciones
como el ingreso per cápita o el índice de desarrollo humano (IDH), se observa un desarrollo regional desequilibrado, recargándose fuertemente a favor de las áreas urbanas
(metropolitanas) y en sumo detrimento de las zonas mix-
Esta condición forzó a los habitantes del campo, aunado a su analfabetismo, llegar a las ciudades para tratar de ubicarse en el sector
productivo, quienes -en el mejor de los casos- desarrollaron un oficio (albañil, barrendero, bolero, empleadas domésticas, etc.); en el
peor, fueron víctimas de la prostitución, especialmente la femenina (Ver: Romero, 2008).
7
Esta nueva política se acentuó fuertemente con la incorporación de México en el modelo neoliberal y la entrada en vigor del TLCAN.
Una limitante de esta nueva condición fue que el Estado mexicano se preocupó por adoptar las nuevas políticas macroeconómicas
y dejó de lado las políticas para corregir las fallas del mercado, descuidos que se vieron fuertemente reflejados en la distribución inequitativa del ingreso, la caída en el precio de los productos agrícolas, las nulas condiciones del campo para competir a nivel nacional
e internacional, etc.
8
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se estima que para el año 2020, el
85 % de la población pobre de América Latina, y casi la mitad de África y Asia, se concentrará en los centros urbanos, lo cual implica
un enorme reto para los planificadores urbanos, quienes deberán garantizar la provisión de alimentos, medios de subsistencia sostenibles y comunidades más sanas (Ver: CNNExpansión, 2010).
9
Esta región en particular contrasta fuertemente con el comportamiento identificado en otras regiones de nuestro país. En el año
2010, la región centro aglutina a 74 ciudades frente a las 21 localizadas en la región peninsular (conformada por los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán) y las 37 ciudades de la región noroeste (conformada por los estados de Baja California, Baja California
Sur, Nayarit, Sinaloa y Sonora), es evidente que la densidad poblacional por kilómetro cuadrado es muy elevada en la región centro
mientras que estados como Sinaloa, Campeche y Baja California Sur, no cuentan con ninguna zona metropolitana y el peso de sus
ciudades aún es considerablemente bajo en relación al tamaño de su población.
10
En el primer caso, se puede notar que para 1895, el sector primario representaba el 40.9 %, el sector manufacturero únicamente
el 14.4 % y el sector terciario el 37.9 % del PIB nacional. Para 1950, los sectores se reajustaron y tuvieron un peso de 22.5 %, 34.6 % y
47.1 % respectivamente. Para el año 2007, estos tres sectores tuvieron un peso de 3.6 %, 25.7 % y 65.6 %, notándose claramente la
disminución de las actividades agrícolas y la tendencia hacia la terciarización de la económica mexicana (Ver: Garza, 2012).
11
La actual configuración del Sistema Urbano Nacional (SUN) muestra una conformación de 367 ciudades mayores de 15,000 habitantes, cuya población agregada para el 2005 fue de 73.7 millones de personas, lo que representa el 70.92 % de la población total
del país. El SUN se compone por: un Sistema Urbano Principal (SUP), constituido por 129 ciudades de más de 50,000 habitantes
agrupadas en una megaciudad que concentra el 26.10 % de la población total del SUN; ocho grandes ciudades, de 1 a 5 millones, que
concentran el 23.55 % de la población; 20 ciudades intermedias, entre 500 mil y un millón de habitantes, con el 19.94 %; 60 ciudades
medias, de 100 mil a 500 mil habitantes, con 18.45 % y 40 pequeñas ciudades, de 50 mil a 100 mil habitantes con un 3.78 % de la
población. El Sistema Urbano Complementario (SUC), se compone de 229 centros urbanos, de entre 15 mil y menos de 50 mil habitantes, que concentran únicamente el 8.18 % del total del SUN (Ver: SEDESOL, 2001).
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
6
59
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
60
tas y rurales. De hecho, estudios sobre desarrollo regional
en México muestran que los desequilibrios tienden a agravarse con el tiempo, ya que la brecha entre el desarrollo
de las regiones más prosperas y el de las más pobres se
está ensanchado. De acuerdo a Carrillo et ál (2010) del año
2000 al 2008, el crecimiento del PIB per cápita entre las
entidades federativas del país muestran una mayor divergencia promedio, creciente a través del tiempo, con respecto a la entidad más rica, el Distrito Federal12.
Bajo este contexto complejo, el Estado mexicano ha
implementado históricamente diversas estrategias nacionales para atender a la población que vive en condiciones
de pobreza y que sus necesidades básicas como la nutrición, salud, educación, vivienda, acceso a servicios públicos y empleo productivo no están adecuadamente satisfechas; estos programas y acciones, por mencionar solo
algunos, han sido: La Compañía Nacional de Subsistencias
Populares (CONASUPO) (1962), La Compañía Rehidratadora de Leche (1963)13, el Programa de Inversiones Públicas
para el Desarrollo Rural (PIDER) (1973), la Coordinación
General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos
Marginados (COPLAMAR) (1977), el Sistema Alimentario
Mexicano (SAM) (1980), el Ramo 26 (1982), también conocido como de desarrollo regional, el Programa Nacional de
Solidaridad (PRONASOL) (1988), el Programa de Apoyos
Directos al Campo (PROCAMPO) (1993), el Programa de
Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA) (1997) y el
Programa de Desarrollo Humano (Oportunidades) (2002).
Recientemente el gobierno federal puso en marcha el Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre (CNCH)
(2012) que se aplica, en una primera etapa, en 400 municipios del país (Narro et ál, 2013).
La política social en nuestro país ha tendido a procurar condiciones de vida aceptables para el conjunto de la
sociedad; esto ha significado diversas intervenciones del
gobierno para mitigar las carencias sociales de diversa índole y, sin lugar a dudas, representa un esfuerzo loable, sin
embargo, el financiamiento de la política social ha ocupado cada vez más de cuantiosos recursos públicos y ofrece
casi nulos resultados14.
Contrario a lo que se piensa, una cantidad importante de la riqueza que genera el país se destina a la política
social, solamente para el ejercicio fiscal del 2014, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) considera un
gasto de más del 50 % de su total para la gran función de
desarrollo social. En lo que va del presente sexenio federal
(2012-2014), se ha presupuestado la cantidad de 6.8 billones de pesos15 lo que equivale a destinar el 11 % del PIB
nacional para este rubro en cada año. Esta cifra es equiparable a lo que destinan países como Colombia, Argentina
o Brasil (Paz et ál, 2012).
En el mismo sentido y de acuerdo al inventario de programas y acciones federales de desarrollo social del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (CONEVAL), para el año 2004 se tenía registrado en nuestro
país únicamente 89 programas sociales, para el año 2011
se incrementaron a 272 y, para el año 2014, se contabilizan
278 programas y acciones sociales distribuidos entre las 12
principales secretarías federales. Esto representa un incremento de más del 200 % en diez años. Un dato importan-
Este estudio consistió en calcular la diferencia en el valor del ingreso per cápita de cada entidad federativa, en comparación con el
de la entidad que mostraba el valor más alto para el año considerado. Así, se construyó una distribución de diferencias interestatales
del PIB per cápita para cada año, luego se calculó la desviación estándar de cada distribución de diferencias, que sería una aproximación a la convergencia absoluta de los modelos neoclásicos de la convergencia. Ver: (Carrillo, et. ál., 2010) y (Carrillo y Zárate, 2012).
13
Se tiene como antecedente que del año 1944 inició el Programa de Abasto Social de Leche con la inauguración de la primera
lechería de la empresa pública Nacional Distribuidora y Reguladora, S. A. de C. V. (Nadyrsa); posteriormente en 1945, un grupo de
empresarios constituyeron la empresa Lechería Nacional, S. A. de C. V. Para 1950 la Compañía Exportadora e Importadora Mexicana,
S. A. (CEIMSA) asumió las funciones de elaboración, distribución y venta de leche en el país. Para 1961, por disposición del Gobierno
Federal, se constituyó la Compañía Rehidratadora de Leche CEIMSA, la cual en 1963 cambió su denominación por la de Compañía
Rehidratadora de Leche Conasupo. Posteriormente, en 1972 se modificó para quedar como Leche Industrializada Conasupo. A partir
de 1995, con su resectorización en la Secretaría de Desarrollo Social cambió su denominación a Liconsa, que opera en la actualidad.
(Ver: SEDESOL, 2014).
14
Un dato adicional lo podemos encontrar en Fox y Haight (2010), quienes explican que del año 2001 al 2008, mientras el gasto federal agrícola aumentó de manera significativa, de 1991 al 2007 se perdió el 20 % de empleos agrícolas y la Población Económicamente
Activa (PEA) del sector disminuyó de 23 % a 13 %; al mismo tiempo para el 2008 la población rural representaba únicamente el 23.5
% de la población total. El contraste entre el aumento del gasto público rural y la caída en el empleo agrícola indica que la crisis no se
debe a la falta de presupuesto sino a que el fomento del empleo en el campo no ha funcionado.
15
Calculado para los años 2012, 2013 y 2014, a partir del Presupuesto de Egresos de la Federación en sus grandes funciones de gobierno, desarrollo social, desarrollo económico y otras. (Ver: PEF, 2012, 2013 y 2014).
12
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
en situación de pobreza es resultado de los aumentos de
personas con carencia en el acceso a la alimentación (4.2
millones) así como de la población con bajos ingresos (la
población por debajo de la línea de bienestar aumentó en
4.8 millones y la población por debajo de la línea de bienestar mínimo se incrementó en 3.4 millones de personas),
lo cual refleja que la política social, aunque fincada en un
presupuesto público federal progresivo19, y en general la
estrategia nacional para el combate a la pobreza, arraigada bajo un principio de subsidiariedad, no han entregado
los resultados esperados20.
Estas tendencias de elevado crecimiento y concentración poblacional así como una creciente desigualdad
socioeconómica, que se ven reflejadas en las principales
ciudades de nuestro sistema urbano, están generando un
deterioro al medio ambiente y de los recursos naturales.
En esa problemática debe entenderse la extinción de variadas y diversas especies y, sobre todo, el drástico cambio
en los usos de suelo agrícola, forestal y pecuario a urbano
o mixto (Flores, 2004).
De acuerdo a los informes sobre estadísticas ambientales que publica la SEMARNAT para el periodo 2002-2012,
se puede apreciar que, para el año 2002, del total de la superficie territorial del Distrito Federal, el 40 % era ocupada
por los asentamientos humanos, sin embargo a tan solo
diez años, esta llegó a cubrir ahora el 55 % de la superficie, lo cual habla del crecimiento de la mancha urbana y
los cambios en los usos de suelo; en el mismo sentido los
estados de Hidalgo, México, Morelos y Puebla, para el año
2002, el 45 % de su superficie total era destinada al cultivo
Esto último de acuerdo al anexo estadístico del Primer Informe de Gobierno 2012-2013 presentando por el Poder Ejecutivo Federal;
p. 103.
17
De acuerdo con el Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez, lo que permite que el ciclo de la pobreza se
perpetúe en nuestro país no es la carencia de recursos, sino su deficiente administración: «El gobierno federal dedica una parte
sustancial de su presupuesto a la promoción de programas y políticas a favor de una disminución de la brecha existente entre los
distintos sectores que componen la sociedad. Sin embargo, los datos indican que dichos recursos no tienen un efecto multiplicador
que permita modificar sustancialmente las condiciones de vida de los beneficiarios de este esfuerzo social». (Ver: El Economista, 2014).
18
Existe evidencia empírica que sostiene que el aumento del presupuesto público federal, así como de programas y acciones gubernamentales de diversa índole, no ha significado mejores condiciones de vida para los habitantes o incluso avances significativos en
el problema público intervenido. (Ver: Franco, 2012; 58-72).
19
De acuerdo a la Ley General de Desarrollo Social, en el artículo 20 se expresa que: «El presupuesto federal destinado al gasto social no podrá ser inferior, en términos reales, al del año fiscal anterior. Este gasto se deberá incrementar cuando menos en la misma
proporción en que se prevea el crecimiento del producto interno bruto en los Criterios Generales de Política Económica y en congruencia con la disponibilidad de recursos a partir de los ingresos que autorice el Congreso al Gobierno Federal» (Ver: LGDS, 2004).
20
Lo anterior implica que no existe un consenso sobre el impacto positivo del gasto social en la disminución de la pobreza en todos
sus aspectos. Informes del ONU-Banco Mundial (2006) han señalado que el fenómeno de la pobreza sobre todo en América Latina,
puede tener una raíz más profunda de la que la mayoría de los expertos habían identificado. Desde esta perspectiva, la desigualdad
en el ingreso se relaciona directamente con una serie de instituciones ancestrales que restringen la distribución justa de la actividad
económica, la educación, la salud y en general el bienestar.
16
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
te a considerar es que para el año 2012, estos programas
sociales tuvieron un presupuesto público que ascendió a
743 mil 141 millones de pesos, sin embargo, únicamente
se ejercieron 310 mil 302 millones de pesos para el combate a la pobreza, es decir, menos de la mitad16.
Lo anterior puede tener diferentes interpretaciones;
por un lado lo dispendioso que resulta la política social en
nuestro país pero también la poca capacidad institucional
para aplicar los programas sociales de acuerdo a lo programado17, a esto último cabe hacer notar lo difícil que deriva
acceder a estos programas para la ciudadanía, dado los diversos requisitos, trámites y tiempos de ejecución que se
requieren cubrir18.
La desconfianza crónica que caracteriza a nuestro régimen político, entre gobernantes, ciudadanos, grupos y
partidos políticos, ha favorecido que los programas gubernamentales tengan diversos mecanismos de control
para evitar que sean empleados con fines político-electorales pero también a que sea difícil acceder a ellos sin la
intervención e interpretación de un técnico-especialista.
Por otro lado, en el más reciente informe del CONEVAL
(2012), se expone que del año 2008 al 2010, la población
en situación de pobreza creció a 46.2 %, lo que representa
52 millones de personas bajo esta condición; esto significó
un aumento de 3.2 millones de personas. No obstante, es
importante destacar que, en este mismo periodo, el número promedio de carencias sociales de la población en
pobreza disminuyó de 2.7 a 2.5 y que la pobreza extrema
se mantuvo en 11.7 millones de personas.
De acuerdo a este informe, el incremento de personas
61
y pastoreo, sin embargo para el año 2012, llegó a ocupar
aproximadamente el 50 %, lo cual explica la reducción de
la superficie cubierta por vegetación natural. Aunado a
lo anterior, cabe la pena señalar que la progresiva generación de residuos sólidos urbanos que presentan estas
entidades federativas de la región centro de nuestro país,
están rebasando la actual infraestructura pública instalada
para la disposición, tratamiento y reciclaje, los cual implica
que un porcentaje muy alto de desechos de diversa índole
terminen en barrancos, ríos o en rellenos sanitarios no autorizados (SEMARNAT, 2012).
Frente a esta realidad, es claro que existe una relación
directa, constante e intensa entre el abandono de una planeación territorial y la crisis del sistema urbano nacional
frente a los diversos retos sociales, económicos y ambientales.
II. Políticas Públicas y sustentabilidad
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
62
Con los elementos ofrecidos previamente se denota
un panorama complejo y diversificado, queda claro que la
realidad socioeconómica es una integración de múltiples
factores.
Por esta razón, en este apartado se exponen los elementos de mayor importancia agrupados en tres aspectos: a) el rol de las políticas públicas; b) las etapas de intervención pública en la planeación del desarrollo para el
caso mexicano y c) el análisis de la sustentabilidad a partir
de la existencia de las dimensiones económica, social, ambiental, institucional y tecnológica. Veamos a continuación lo más relevante de dichos aspectos.
a) El rol de las políticas públicas
La nueva gestión pública implica abordar detenidamente un nuevo procedimiento comúnmente examinado
desde diversos campos multidisciplinarios, desde los que
se centran únicamente sobre los insumos o demandas
(inputs) hasta los que se ajustan exclusivamente en los resultados (outputs): las políticas públicas. Este, sin lugar a
dudas, es el nuevo instrumento para responder conjuntamente a los problemas públicos.
La transformación del Estado y de su capacidad gubernamental, se originó en los Estados Unidos a principios de
la década de los años 50 como un experimento para utilizar los métodos de investigación de las ciencias sociales,
con el fin de elaborar programas que resultaran en el buen
funcionamiento del gobierno. Desde esta perspectiva, la
cuestión que se planteó fue cómo producir procesos que
lograran los objetivos propuestos de la manera más eficiente posible21.
Estos estudios tomaron como punto de partida los trabajos presentados por Lasswell (1951) y los experimentos
realizados en el Ministerio de la Defensa de los Estados
Unidos, conocidos por su siglas en inglés como PPBS (Program, Planning and Budgeting System).
En este tenor, Harold Lasswell escribió La orientación
de las políticas, texto con el cual se fundaron los estudios
de las políticas públicas. La intención era establecer lineamientos de investigación que coadyuvaran a aumentar
la racionalidad de las decisiones del gobierno estadounidense. Para Lasswell (1992), las ciencias de las políticas son
el conjunto de disciplinas que se ocupan de: 1) explicar los
procesos de elaboración y ejecución de las políticas y, 2)
se encargan de localizar datos y elaborar interpretaciones
relevantes para los problemas de políticas públicas de un
periodo determinado22.
En la primera orientación analítica se resuelve el proceso de producción de las políticas, es decir, cómo se definen
los problemas públicos, cómo se fija la agenda gubernamental, cómo se toman las decisiones, cómo se formulan
las políticas, cómo se aplican y finalmente cómo se evalúan. En el segundo, se emplean técnicas de análisis al servicio de la producción de las políticas.
Desde la perspectiva de las ciencias sociales, Mény y
Jean-Claude Thoenig (1992; 109-128), explican que la noción de políticas públicas hace referencia a la disciplina
que tiene por objeto de estudio la acción de las autorida-
El enfoque de las políticas públicas parte de una concepción multidisciplinaria y cuenta con un sinfín de aseveraciones teóricas
dependiendo de la escuela o corriente del pensamiento que se trate, por ejemplo la escuela francesa difiere de la escuela italiana y la
americana de la alemana, lo mismo sucede desde el enfoque de la sociología pura, etc., la intención de este documento es referenciar
a las políticas públicas como el instrumento que ciñe la participación necesaria entre gobierno y sociedad.
22
Bajo esta doble dimensión se desarrolló por un lado el policy analysis, con interés normativo en la construcción y evaluación de las
mejores opciones de política y por el otro, los policy studies que se ocuparon de analizar las causas, efectos, contenidos, restricciones
y modalidades de la hechura de la política. Con la orientación de Lasswell, el proceso de decisiones del gobierno pudo descomponerse en cinco partes: 1) identificación de un problema que requiere atención, 2) formulación de posibles soluciones, 3) adopción de
medidas por parte de la autoridad, 4) ejecución de la política pública y 5) evaluación de los resultados.
21
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
nen los problemas que las personas no han definido por
sí mismas; xi) muchas políticas públicas son hechas sin
haber definido claramente el problema público; xii) todo
sistema político tiene un sesgo que delimita el proceso de
las políticas públicas y, xiii) no existe un sistema político
ideal independiente de las preferencias de quienes elaboran las políticas públicas. Para Franco (2012, p. 87), las
políticas públicas son acciones concretas que permiten un
mejor desempeño gubernamental a partir de cuatro supuestos: el interés público, la racionalidad, la efectividad
y la inclusión; tales supuestos se logran mediante el uso
racional de los recursos públicos (medio), la focalización
a los problemas (fin y temporalidad) y la incorporación de
la participación ciudadana (legitimidad), de esta forma las
políticas públicas se pueden diferenciar de las Políticas de
Estado y de las Políticas de Gobierno.
Desde esta perspectiva, la nueva gestión pública requiere de amplios cálculos de gasto público, estimaciones
de eficiencia en las decisiones, economía pública realista,
evaluación de las operaciones y búsqueda de opciones
que maximicen los beneficios y disminuyan los costos en
la solución de los problemas públicos (Aguilar, 2007).
Con el enfoque de las políticas públicas se logró descomponer la compleja esfera de la acción pública weberiana en actividades muy distintas y analíticamente
separables. Esto incluyó un nuevo valor del entorno político-administrativo, al observar los procesos de elaboración
de decisiones y la identificación de los distintos actores
que intervienen en ella.
El análisis de las políticas públicas generó la transformación de la administración pública, la cual desde una
perspectiva tradicional únicamente se ocupaba de la legitimidad y legalidad de su quehacer público; se abrió paso
a una perspectiva que destacaba los resultados de la actuación, los instrumentos y procedimientos que permiten
la mejora continua, pero además que se dirige a la búsqueda de la eficiencia y eficacia en la gestión de las organizaciones públicas. Por consiguiente esta transformación
determinó la base de principios normativos que exigen
que la ejecución de políticas públicas se realice de forma
permanente (Aguilar, 2007).
b) Etapas de intervención pública en la planeación del desarrollo en el caso mexicano.
En el análisis de las estrategias y políticas para el desarrollo regional en México se señala que en las agendas
gubernamentales se ha incorporado el aspecto regional
(espacial) dentro de los lineamientos, políticas, planes y
programas. Normalmente estos estudios tienen en común
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
des públicas en el seno de la sociedad, es decir, qué producen quienes nos gobiernan, para lograr qué resultados
y a través de qué medios.
Para Yehezkel Dror (1989), citado en Franco (2012; 84),
el objeto de las políticas públicas es contribuir, mediante
la investigación y la teoría pura, a la mejora de las decisiones públicas en el corto y largo plazo. La política pública se
trata pues de una disciplina científica, cuyo objetivo es elaborar información que sea de utilidad al proceso de toma
de decisiones y que esta pueda ser utilizada para resolver
problemas en circunstancias políticas concretas. Tal característica se aproxima al concepto principal que la describe
como la resolución de problemas concretos.
En este sentido, Aaron Wildavsky (1987) sostiene que el
análisis de las políticas públicas consiste en hallar un problema sobre el cual algo puede o debe hacerse.
Al respecto, Thomas Dye (1984), considera que la política pública es todo aquello que el gobierno decide hacer o
no hacer y a partir de esta noción se infieren tres elementos a considerar: que toda política pública implica una
decisión, diversas tareas y actividades (o incluso ninguna)
y, sobre todo, envuelve una acción inherente al gobierno
aunque existan diversas esferas de participación durante
la toma de decisiones.
Desde el enfoque de las ciencias de las políticas, las políticas públicas se entienden como «los cursos de acción
y flujos de información relacionados con un objetivo público definido en forma democrática, desarrollados por el
sector público y frecuentemente con la participación de
la comunidad y del sector privado» (Lahera, 2003, p. 16).
Bajo esta perspectiva, Charles O. Jones (1970) propone
trece supuestos que delimitan a la política pública y que
nos permiten comprender los alcances y limitaciones de
este instrumento, como son: i) los hechos en una sociedad son interpretados en formas diferentes por distintas
personas y en momentos diversos; ii) muchos problemas
pueden resultar del mismo hecho; iii) las personas tienen
diferentes grados de acceso al proceso de las políticas en
el gobierno; iv) no todos los problemas públicos son tomados en cuenta por el gobierno; v) muchos problemas
privados son tomados en cuenta por el gobierno; vi) no
todos los problemas son resueltos por el gobierno aunque
sean tomados en cuenta; vii) los responsables de las políticas públicas no se enfrentan directamente con el problema público; viii) una buena parte de la decisiones del
gobierno están basadas en pequeñas transformaciones;
ix) los problemas y las demandas son constantemente
redefinidos en el proceso de las políticas públicas; x) los
creadores de políticas (policy makers) algunas veces defi-
63
la separación del análisis en periodos que corresponden a
diferentes administraciones del gobierno federal.
Entre los trabajos que han analizado adecuadamente
dichos periodos destacan los de Sobrino (1993) y Carrillo
(1998) quienes coinciden en señalar que durante el siglo
XX se pueden identificar las siguientes etapas: 1) acciones
pioneras, 1915-1940; 2) políticas de impacto territorial aislado, 1940-1970; 3) estrategia económica nacional y política de desarrollo equilibrado, 1971-1976; 4) planificación
urbano-regional institucionalizada, 1977-1982; 5) sistema
nacional de planeación y acciones ante la crisis económica
1983-1988; y 6) acciones para el reordenamiento territorial
y mejoramiento solidario de la calidad de vida de la población, 1989-1994.
Cada una de estas etapas contempla acciones relevantes que incluyen leyes, planes nacionales, programas sectoriales, decretos, formación de comisiones, institucionalización del sistema nacional de planeación democrática,
entre otras, donde destacan acciones relevantes que de
alguna forma se han vinculado a la promoción del desarrollo regional a partir de la generación de condiciones socioeconómicas que propician el desarrollo o la intención
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
64
de resolver las disparidades considerando más sus resultados que las causas.
Adicionalmente se ha considerado incluir la etapa denominada periodo de la alternancia y atención a políticas
macroeconómicas (1995-2006), esto en virtud de que no se
puede dejar de señalar la disminución en importancia que
ha tenido en los sexenios recientes la planeación urbanoregional (Ver Figura 2).
c) El análisis de la sustentabilidad a partir de
las dimensiones económica, social, ambiental,
institucional y tecnológica.
El asunto de las cuestiones ambientales no es reciente,
la comunidad internacional ha abordado el tratamiento y
estudio de estos temas desde la década de los 30. Aunque
se debe reconocer que, de forma más ordenada y sistematizada, dichos esfuerzos datan desde 1972 con la realización de la conferencia mundial de la ONU sobre medio
ambiente efectuada en Estocolmo y la creación de un primer organismo de asesoría y estudio de temas ambientales como el Programa de Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente (PNUMA). A estas acciones hay que agregar una
Figura 2. Etapas de Intervención Pública en la Planeación del Desarrollo en México (1915-2006)
Periodo 1915-1982
Políticas de impacto
territorial aislado
(1940-1979)
Estrategia económica nacional y
política del desarrollo equilibrado
(1970-1976)
Acciones Pioneras
(1915-1940)
Planeación urbano regional
institucionalizada (1977-1982)
Periodo 1983-2006
Sistema Nacional de
Planeación y acciones
ante la crisis económica
(1983-1988)
Periodo de la alternancia y
atención a políticas
macroeconómicas (1995-2006)
Acciones para el reordenamiento
territorial y mejoramiento solidario
de la calidad de vida de la
población (1989-1994)
Fuentes: Sobrino, Jaime (1993) Gobierno y administración metropolitana y regional. México, DF., Instituto Nacional de
Administración Pública. Carrillo Huerta, Mario M. (1998). “Estrategias y Políticas de Desarrollo Regional en México” en
Mario M. Carrillo Huerta y René Valdivieso Sandoval (Coord.) Tlaxcala en el marco de la política regional mexicana. Tlaxcala, Tlax. Universidad Autónoma de Tlaxcala: CIISDER-UAT, 1ª Ed.
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
tación de una cultura sustentable es claro que aún está
muy lejos de consolidarse en las sociedades modernas,
por lo que se requiere de incorporar al menos dos nuevas dimensiones: la política y la cultural. Esto es así porque mientras no se identifiquen los mecanismos eficientes que la sociedad y el Estado deban aplicar para hacer
confluir las fuerzas políticas y económicas en armonía con
el medio ambiente y los recursos naturales los logros no
serán significativos.
Se requiere también que el Estado, sociedad y empresarios actúen en función de la construcción de un sistema
educativo y cultural sustentable, en el que se haga plena
conciencia de trabajar en función de una nueva forma de
vida23.
Los efectos de los riesgos y vulnerabilidad en los asentamientos humanos son grandes y de proporciones considerables. Entre los sectores que mayor atención demandan se encuentran: la infraestructura, que ha sido afectada
por inundaciones, deslizamientos de tierra y elevación de
los niveles del mar; la estructura productiva que puede
verse afectada en los centros turísticos, actividades agropecuarias y comunidades pesqueras; la salud de la población amenazada por severas ondas de calor, epidemias
(cólera, sarampión, etc.) así como diversas enfermedades
infecciosas; los grandes efectos de la contaminación del
suelo, aire y del agua que amenazan a la población a partir
de diversas contingencias ambientales.
CONCLUSIONES
El espacio público incorpora al Estado a través de la
administración pública, lo que se traduce a su vez en que
el gobierno está fuertemente ligado con las expectativas
ciudadanas en la medida que se generan los consensos
en la toma de decisiones y que éstos, sobre todo, se vean
reflejados positivamente en la satisfacción de las necesidades de la población.
En nuestro país el proceso de elaboración de las políticas públicas ya no se da de forma tan vertical y rígida, si
bien es cierto aún existe la desviación metaconstitucional24
En la mayoría de foros gubernamentales y académicos se ha concluido que ni el mercado ni el Estado han logrado resolver los grandes retos que demanda una mayor equidad en todos los órdenes y niveles por lo que los actores de la sociedad civil pueden y deben
intervenir activamente en esta nueva etapa.
24
Dichas facultades metaconstitucionales hacen alusión a la predominancia que, hasta hace algunos años, el Poder Ejecutivo mantenía sobre los poderes Legislativo y Judicial del país, así como en gobernadores y presidentes municipales, las cuales sin duda estaban
favorecidas por la dinámica del sistema político donde el Presidente de la República fungía como Jefe de Estado y a su vez como jefe
político del partido político dominante. En este sentido, las reglas no escritas dictaban doble obediencia hacia el Presidente dado que
de él dependía no solo el país sino el futuro político de muchos aspirantes. (Ver: Carpizo, 2004).
23
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
cantidad significativa de reuniones, foros, conferencias,
acuerdos y tratados que muestran ese interés creciente
por dicha problemática.
Entre ese conjunto de acciones destacan esfuerzos
como los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Comisión Brundtland y el
Informe Nuestro Futuro Común (1987), la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
(Cumbre de Rio y Agenda 21 en 1992), el Protocolo de Kioto (1997), el Programa de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente así como los Objetivos del Milenio (PNUMA
y ODM en el 2000).
En diversos estudios se asocia al desarrollo sustentable
con el cambio global, las políticas y estrategias ambientales, instrumentos económicos y política ambiental, población, pobreza y regímenes regulatorios, entre otros.
En efecto, es tal la riqueza y son tan diversas las conexiones que tiene la sustentabilidad que prácticamente es
posible identificar al menos cinco dimensiones: a) dimensión económica asociada a la estructura económica, la capacidad de las regiones para producir bienes y servicios
y generar una mayor inversión en acciones de protección
al medio ambiente; b) dimensión ambiental conformada
por el análisis de la biodiversidad (ecosistemas y especies),
residuos, biotecnología (gasto en investigación y desarrollo y directrices sobre bioseguridad) y educación ambiental; c) dimensión tecnológica basada en aspectos como
la innovación y el desarrollo tecnológico, tecnologías eficientes y limpias, modelos y prototipos sustentables; d)
dimensión institucional apoyada en estrategias (planes
y programas, evaluación de impacto ambiental), instrumentos de cooperación internacional, mecanismos como
infraestructura, ciencia y tecnología y la promoción de
una cultura sustentable y e) dimensión social sustentada
en equidad (interespacial, intertemporal e intersectorial)
salud (nutrición, mortalidad, saneamiento, agua potable)
educación (tasas de escolaridad) y asentamientos humanos (Natalichio, 2007).
A pesar de los importantes avances en la implemen-
65
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
66
este ya no garantiza los resultados por sí mismos y menos
aún que la ciudadanía (por sectores) acepte los procedimientos, de tal forma que en los últimos años se han generado nuevas sinergias desde donde se define la agenda
de gobierno hasta determinar los mecanismos para dar
respuesta a los problemas públicos; por ejemplo para la
elaboración del Plan Nacional de Desarrollo se considera
ampliamente la participación de diversos sectores de la
población, sin estos la planeación no tendría ni la validez
constitucional y tampoco la legitimidad necesaria para implementarse y creer en él.
A pesar de estos cambios significativos, que nacieron
con el objeto de darle formalidad a las instituciones, la
dinámica informal sigue mostrando los vacíos en la planeación y ejecución de las nuevas acciones, es decir, al finalizar e iniciar una gestión gubernamental (dependiendo
de los órdenes de gobierno) se inician nuevos proyectos
sin contrastar previamente los anteriores. En un lapso de
tiempo relativamente corto se plantean y diseñan nuevas
acciones para combatir los problemas públicos de siempre sin analizar los resultados.
En México, factores como la centralización de los recursos nacionales en el subsistema urbano, la concentración
de las facilidades tales como los servicios médicos, gubernamentales, la educación pública, la infraestructura económica y tecnológica, han polarizado el crecimiento de las
ventajas competitivas y comparativas al interior del país,
exponiendo al campo mexicano al abandono y favoreciendo con ello fuertemente a la desigualdad. Por un lado
los espacios urbanos atraen al campesino, ofreciéndole
mayores posibilidades de trabajo, más oportunidades
educativas, etc., y por el otro, el campo rechaza al campesino al negarle la posibilidad de desarrollo económico y
social mediante la actividad agrícola.
Los programas de gobierno que fueron diseñados para
mitigar las desigualdades regionales no están funcionado
por la selección adversa sino que además están generando
resultados inversos, de tal forma que en los últimos años el
sistema urbano nacional se ha conformado bajo una permanente crisis multifactorial.
Indiscutiblemente esta revisión nos obliga a explorar
críticamente el proceso tradicional para el diseño de las
políticas públicas y su evaluación correspondiente en México. Es claro que ya no podemos seguir combatiendo y
replanteando los mismos problemas públicos cada seis
años, ni podemos aplicar una política pública con metas
que nadie evalúe, aparte de aquella evaluación que realiza
el gobierno, ni aquellas que en el corto plazo no demuestren su efectividad.
Necesitamos reformar para consolidar, en principio, la
legislación nacional, por ejemplo los artículos 25 y 26 de
la Constitución Política, la ley de planeación, ley de servicio profesional de carrera, etc., para que con ello se pueda generar mejores instituciones que otorguen certeza,
validez y que permitan proyectar obras y acciones en un
horizonte de planeación a largo plazo; sin importar el partido político que esté en funciones sabremos hacia dónde
vamos. De la misma forma el análisis permanente de las
políticas públicas nos facilitará reformular programas específicos con acciones, estrategias, metas, líneas de acción
y mecanismos de evaluación claros y medibles, calculando
riesgos, corrigiendo errores y eficientizando el uso de los
recursos públicos.
El actual proceso de terciarización económica que se
vive en el mundo contemporáneo está teniendo un impacto directo en la estructura económica y social, por lo
que los cambios que se esperan modificaran sustancialmente hábitos, costumbres y formas de vida tanto en las
ciudades grandes como en las pequeñas. Los gobiernos
nacionales y subnacionales deberán procurar el diseño
y aplicación de políticas públicas orientadas a fomentar
el crecimiento económico alentando la competitividad,
la modernización y la innovación, pero al mismo tiempo
resolviendo el impacto en las desigualdades sociales que
el modelo económico genera. Específicamente deberán
atenderse los problemas de marginación urbana, pobreza,
falta de acceso a oportunidades económicas, subempleo y
los efectos de la economía informal.
De igual forma se deberá atender aquellos ordenamientos jurídicos que tienen algún efecto en el desarrollo
de las regiones, como la de asentamientos humanos, ordenamiento territorial, medio ambiente y sustentabilidad
e innovación tecnológica.
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
Aguilar, L. (2007). Nueva Gestión Pública, en Gobernanza y
Nueva Gestión Pública. Distrito Federal: Fondo de Cultura Económica. Pp. 137-236.
Carpizo, J., (2004). El presidencialismo mexicano. Decimoctava ed. Distrito Federal: Siglo XXI Editores.
Carrillo, M. & Zárate, V. (2012). Convergencia en el crecimiento económico de las entidades federativas de
México a partir del TLCAN. Panorama Económico; Volumen VIII. Número 15. Julio-Diciembre. México, D.F., Pp.
39-75.
Carrillo, M., Cerón J. & Reyes, M. (2010). La productividad
laboral en la (no) convergencia regional del crecimiento en México, 1995-2003; en Gerardo Ángeles Castro,
Francisco Venegas Martínez y Horacio Sánchez Bárcenas (coordinadores), Teoría y evidencia del crecimiento,
comercio y desarrollo: con referencia especial a México.
Distrito Federal: Instituto Politécnico Nacional.
Carrillo, M. (1998). Estrategias y Políticas de desarrollo Regional en México, en Mario M. Carrillo Huerta y René
Valdiviezo Sandoval (Coord.) Tlaxcala en el marco de la
política regional mexicana. Tlaxcala; UAT.
CEPAL-ONU (2006). La protección social de cara al futuro:
acceso, financiamiento y solidaridad. Santiago de Chile.
CEPAL-ONU.
CNNExpansion (2010). FAO prevé mayor pobreza en las ciudades; sección Nacional, México, 28 de septiembre de
2010.
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) (2012). Informe de evaluación de
la política de desarrollo social en México 2012. México:
CONEVAL.
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. (s/f ). Inventario de Programas y Acciones
Federales de Desarrollo Social. Recuperado en enero de
2014 en http://web.coneval.gob.mx/Evaluacion/IPFE/
Paginas/historico.aspx
Corona, M. (2008). La economía social como alternativa de
desarrollo municipal. Ponencia en Foro de Desarrollo Social, H. Ayuntamiento de Puebla. Abril de 2008.
Dye, T. (1984). Understanding Public Policy. New Jersey;
Englewood Cliffs.
Easterly, W. (2007). The white man’s burden: why the west’s
efforts to aid the rest have done so much ill and so little
good. USA: Penguin Books.
El Economista (2014). Pobreza es consecuencia de administración deficiente: ASF; sección Nacional, México,
21 de abril de 2014. http://eleconomista.com.mx/so-
ciedad/2014/04/21/pobreza-consecuencia-administracion-deficiente-asf
Flores, S. (2004). Sistema de ciudades y desarrollo regional
en el Estado de Tlaxcala, 1970-2000, Puebla; Coedición
BUAP-CONACYT-Coordinación General de Ecología de
Tlaxcala-El Colegio de Tlaxcala, 1ª. Ed.
Flores, S. (2007). Megalópolis de la región centro de México,
evolución, cambio territorial y perspectivas; 1ª Edición.
Puebla; CISO-BUAP.
Fox, J. & Lybby H. (Coords). (2010). Subsidios para la desigualdad. Las políticas públicas del maíz en México a partir del libre comercio; Coedición: CIDE/Woodrow Wilson
International Center for Scholars/UC Santa Cruz, México DF.
Franco, J. (2013). Diseño de políticas públicas. Puebla, México. Editorial IEXE.
Garza, G. (2010). La transformación urbana en México,
1970-2020; en Garza, Gustavo y Schteingart, Martha
(Coord.) Desarrollo urbano y regional; 1ª edición, México D.F. El Colegio de México. Colección: Los Grandes
Problemas de México Vol. II. Pp.31-86.
Garza, G. (2012). Revolución terciaria en el mundo contemporáneo (Estados Unidos, Cuba y México); Ponencia en Catedra Magistral Dr. Mario M. Carrillo Huerta, El
Colegio de Economistas del Estado de Puebla. Puebla,
México, 8 de noviembre de 2012.
INEGI (2012). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los
Hogares (ENIGH); México DF., Recuperado en agosto
de 2013 en http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/Proyectos/Encuestas/Hogares/regulares/Enigh/
Enigh2012/ncv/default.aspx
Jones, C. (1970). An introduction to the study of public policy,
Ed. Duxbury Press, USA.
Kaplan, M. (2003). Globalización, política y estado en
Oswald Úrsula (Coord.), Soberanía y desarrollo regional.
El México que queremos. México D.F.; coedición UNAM,
CANACINTRA, COLTLAX, Gobierno del Estado de Tlaxcala, 1a. Edición.
Lahera, E. (2003). Introducción a las políticas públicas; Fondo de Cultura Económica. México, DF.
Lasswell, H. & Lerner D. (1951). The Policy Sciences: Recent
Development in Scope and Method. Stanford University
Press. Stanford. CA.
Lasswell, H. (1992). La orientación hacia las políticas en
Aguilar Villanueva, Luis F. (Comp); El estudio de las políticas públicas. Ed. Porrúa, México DF. Pp.79-103.
Mény, I. & Thoenig (1992). Las políticas públicas. Ed. Ariel.
Barcelona. Pp.109-128
Narro, J., Moctezuma, D. & De la Fuente, D. (2013). Desca-
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
REFERENCIAS
67
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
68
labros y desafíos de la política social en México Problemas del Desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía, Vol. 44. No. 174, julio-septiembre 2013. México
DF., Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM.
Natalichio, R. (2007). Tema especial. Desarrollo sustentable. Recuperado el 15 de febrero de 2013 de www.
ecoportal.net
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico. (OCDE). (2004). Coordinación de Políticas Públicas
para enfrentar las disparidades regionales. Recuperado
en julio de 2013 de www.oecd.org/centrodemexico
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico
(OCDE). (11 de enero de 2014). Seminario de Perspectivas Económicas 2014. México DF.: ITAM
ONU-Banco Mundial (2006). Visión mundial: comparación
entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo, 2006. New York-Washington: ONU-Banco Mundial.
Paz, M., Franco, G., Aguilar, A. & Ramírez, E. (2012). Política
social en México: logros recientes y retos pendientes. México D.F.: Fondo de Cultura Económica-SEDESOL.
Perry, G., Arias, O., López, J., Maloney, W. & Serven, Luis
(2006). Reducción de la pobreza y crecimiento: círculos
virtuosos y círculos viciosos. Washington, D.C. The World
Bank.
Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). (2012).
Ejercicio fiscal 2012; México D.F.: Diario Oficial de la Federación.
Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). (2013).
Ejercicio fiscal 2013; México D.F.: Diario Oficial de la Federación.
Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) (2014). Ejercicio fiscal 2014; México D.F.: Diario Oficial de la Federación.
Poder Ejecutivo Federal (2013). Primer Informe de Gobierno
2012-2013; Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos;
Presidencia de la República. México D.F. Recuperado
en septiembre de 2013 de http://www.presidencia.
gob.mx/informe/
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD). (2000). Informe sobre desarrollo humano
2000; Mundi Prensa, España. 1a Edición; Recuperado
en junio de 2012 en http://hdr.undp.org/en/media/
HDR_2000_ES.pdf
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD). (2005). Informe sobre Desarrollo Humano 2004.
Mundi Prensa. p.15
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) (2013). Informe sobre Desarrollo Humano 2013.
El ascenso del Sur: progreso humano en un mundo diverso. Nueva York, USA. PNUD
Romero, O. (2008). Migración y prostitución. Las dinámicas contemporáneas de las comunidades nahuas del
volcán de Tlaxcala; en Jiménez Guillen, Raúl y Adrián
González Romo (Coords.) (2008) La migración de tlaxcaltecas hacia Estados Unidos y Canadá. Panorama actual y perspectivas. El Colegio de Tlaxcala AC.1ª Edición.
Pp.39-50.
Secretaría de Desarrollo Social. (2001) Programa Nacional
de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio 20012006. México D.F.: SEDESOL.
Secretaría de Desarrollo Social. (SEDESOL) (2014). Antecedentes históricos LICONSA. Recuperado en abril de 2014
en http://www.liconsa.gob.mx
Secretaría de Gobernación. (8 de abril de 2013). Ley General de Desarrollo Social. Obtenido del Diario Oficial de
la Federación: http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?co
digo=5294766&fecha=08/04/2013
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. (SEMARNAT) (2012). El ambiente en números. Selección de
estadísticas ambientales 2002-2012; México D.F.: SEMARNAT
SEDESOL-CONAPO-INEGI. (2010). Delimitación de las zonas
metropolitanas de México, 1ª. Ed. México, DF: SEDESOLCONAPO-INEGI.
Sobrino, J. (1993). Gobierno y administración metropolitana
y regional. México, D.F.: Instituto Nacional de Administración Pública.
Widavsky, A. (1987). Speaking Truth to Power. The Art and
Craft of Policy Analysis; Segunda Edición, New Jersey,
USA: Transaction Publishers.
Crisis del sistema urbano nacional frente a los retos socioambientales en México pp. 56-68 ISSN: 2007-9575
Sergio Flores González, Pierre Ramos Luis
inteligencia práctica docente (ipd):
MODELO PARA EVALUAR EL DESEMPEÑO
DEL MAESTRO Y oRIENTAR SU FORMACIÓN1
Practical Intelligence in Teaching (PIT): A model for evaluate the teacher’s
performance oriented to formation
M.C. Víctor Hugo Torres Fernández
Estudiante de Doctorado en Ciencias Educativas
Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo
Universidad Autónoma de Baja California. México
Contacto: [email protected]
Recibido: 29/04/2014
Aceptado: 11/07/2014
Investigador y docente - SNI I
Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo
Universidad Autónoma de Baja California. México
Contacto: [email protected]
RESUMEN
ABSTRACT
La implementación del paradigma constructivista hace
necesario valorar el quehacer del maestro, donde los tradicionales métodos de evaluación se consideran descontextualizados y poco útiles. Este estudio presenta el desarrollo de un modelo conceptual denominado Inteligencia
Práctica Docente, que integra indicadores asociados a las
competencias docentes, el contexto y aspectos de la práctica tradicional para evaluar el desempeño docente. Para
ello se analizaron los referentes que dan sustento a la Reforma Integral de la Educación Media Superior en México,
a los procesos cognitivos, el contexto escolar y constructo
de inteligencia práctica (IP). Se concluye que el modelo
elaborado representa un referente conceptual y metodológicamente viable para evaluar el desempeño docente,
orientado a generar procesos de formación y optimizar el
actuar del maestro como gestor de aprendizajes.
Palabras clave: Evaluación, desempeño docente,
competencias docentes, procesos cognitivos, inteligencia
práctica, formación.
A new constructivist approach was introduced in
high schools of Mexico and to know about constructivist
teacher skills was required an assessment process, however the classic analysis methods are useless. So this report presents an advanced theoretical prototype called
IPD, this design let to put together relevant teaching skills,
scholastic environment and traditional teaching methods to the teacher performance appraisal. The support
RIEMS documents, cognitive processes outlines, reports
about scholastic environment and the theory of Sternberg
about practical intelligence (PI) were analyzed. In conclussion that the theoretical prototype developed represents
a conceptual highlight and makes methodologically feasible to teacher performance appraisal oriented to elaborate new courses to design processes and procedures that
can help the teacher bring about improvements as manager of learning.
Keywords: Teacher performance appraisal, teaching
skills, scholastic environment, cognitive processes, practical intelligence, training.
Primera etapa del proyecto de tesis doctoral del primer autor y se orienta a la evaluación del desempeño docente a partir del análisis
de redes.
1
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Dr. Lewis S. McAnally Salas
69
INTRODUCCIÓN
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
70
A finales del 2008, en México, la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS) estableció la conformación
del Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) a través del
proceso de Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), y a partir del nombrado Marco Curricular
Común (MCC) propuso la aplicación del modelo constructivista con enfoque en el logro de competencias genéricas
y disciplinares de los estudiantes como nuevo paradigma
en el desarrollo del esquema educativo2 donde la función
del docente requiere ser reevaluada dentro del proceso de
aprendizaje del estudiante e identificar el nivel de desempeño que el profesor exhibe frente a los requerimientos
del propio modelo.
En este nuevo paradigma educativo, el rol del profesor debe evolucionar, pasar de transmisor de significados
y enseñanzas a convertirse en gestor de aprendizajes, es
decir, idealmente se debe transformar en diseñador, guía,
facilitador, supervisor y evaluador del proceso educativo,
por tanto, recae en la responsabilidad del docente implementar estrategias pertinentes y relevantes que guíen al
estudiante hacia experiencias significativas en la construcción y aplicación de sus aprendizajes (INEE, 2014), lo que
representa el desarrollo de las nombradas competencias
docentes.
Por su parte, el Acuerdo 447 (2008), vincula las competencias docentes con actitudes, conocimientos y habilidades que le permiten gestionar procesos educativos centrados en el aprendizaje social y colaborativo, la resolución
de problemas, así como el trabajo en torno a proyectos y
propuesta de procesos innovadores de enseñanza, donde
el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) faciliten la generación de ambientes pertinentes
de aprendizaje en contextos determinados. Estas competencias deben guiar, en buena medida, la adecuada implementación de esquemas que le permitan idear, crear,
adaptar, organizar, implementar, manejar, supervisar y valorar una serie de estrategias y ambientes de aprendizaje
acordes al paradigma educativo establecido.
Adicionalmente, se propuso implementar mecanismos
de evaluación (estándares y procesos) que orienten la formación y actualización de los docentes hacia el desarrollo
del modelo de competencias planteado, que integran el
perfil docente esperado en los profesores. Es necesario
puntualizar que en el marco de este enfoque educativo, el
desarrollo de estas competencias docentes se vincula a un
conjunto de elementos que se consideran indispensables
para lograr un proceso educativo de mayor calidad en el
nivel medio superior (fig. 1).
Figura 1. Concreción de los componentes constitutivos
del modelo educativo propuesto, la relevancia de las competencias docentes dentro de este enfoque y el contexto
hacia la evaluación del docente.
SNB
RIEMS
MCC/GESTIÓNEvaluación
PERFIL
DOCENTE/
EVALUACIÓN
COMPETENCIAS
DOCENTES
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2,
Núm. 1, 2015
Por otra parte, así como se observan factores del entorno que influyen en el logro o fracaso escolar de los estudiantes, también alrededor del quehacer docente se pueden observar elementos de contexto que van más allá de
las competencias docentes, como los expuestos por Dahllof y Lundgren (1970), Clark y Peterson (1997), Karaagac y
Threlfall (2004), Castillo (2009), OCDE (2009), Ramírez, et ál
(2012), Andrade (2013) y Nava y Rueda (2013), entre otros.
Estos autores consideran que el proceso de enseñanzaaprendizaje no se puede comprender plenamente si no se
analizan las limitaciones y/o las oportunidades que lo caracterizan. En el caso de la actividad de los docentes a menudo se delimita por el entorno físico y otros factores de
influencia, como son: las teorías implícitas (conocimientos
y creencias), el ámbito escolar (directivos, comunidad escolar, sean estudiantes o maestros), recursos, objetivos y
acciones del profesor; se asume que estos factores son
importantes y deben ser incluidos al proponer un modelo que intente describir, analizar y explicar la práctica del
profesor, es decir, el desempeño docente y su evaluación
dentro del esquema de enseñanza-aprendizaje.
Acuerdo 442, 2008.
2
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
mientos observables y claros que realiza el maestro.
• Grado de sinceridad de la respuesta emitida, la cual
puede estar influenciada por varios factores. Donde las
respuestas falsas pueden llegar hasta el 30% del total del
cuestionario (Clayson & Haley, 2011).
• Aunque no existen suficientes estudios, existe la incertidumbre si un maestro popular es calificado como
bueno por los estudiantes.
• Tratamiento poco sofisticado en términos estadísticos
(Mckeachie, 1997) que pueden lleven a conclusiones erróneas de los resultados.
Adicionalmente, autores como Luna y Torquemada
(2008) consideran que, para que una metodología de
evaluación de desempeño sea representativa de una actividad tan compleja como la docencia, esta debe ser integral y congruente con la filosofía institucional y al mismo
tiempo se requiere tener presente que los propósitos de
la evaluación determinan los métodos y herramientas que
serán utilizados.
De tal manera que la evaluación del docente debiera
ser un proceso sistémico de obtención de datos válidos
y fiables que permitan identificar y valorar el despliegue
de capacidades personales; así, la evaluación estaría claramente circunscrita en el docente y en función del contexto donde desarrolla su práctica educativa (Güemes &
Loredo, 2008).
Todo lo anterior debe guiar a los investigadores hacia
el desarrollo de nuevos enfoques y metodologías para realizar una actividad tan relevante y de gran impacto en el
entorno educativo y en la sociedad en su conjunto, como
es la evaluación del desempeño docente.
Por consiguiente, la investigación sobre la evaluación
docente debe incluir los procesos intrínsecos al profesor,
los cuales, y para los fines de esta propuesta, se considera
que están definidos –primeramente- a través de procesos
cognitivos, pero también deben ser integrados los factores externos, nombrados aquí como elementos de contexto, que en su conjunto se asume que definen y detonan el
actuar del docente.
Esto lleva necesariamente al análisis de cómo los profesores dan sentido a su trabajo en un entorno determinado, lo cual, se considera un tema complejo, por el nivel
de interacciones que se presentan en el proceso (Clark &
Peterson, 1997).
Así que, identificar y analizar las características del profesor y del contexto pedagógico, puede ayudar a una mejor comprensión teórica del proceso de enseñanza-aprendizaje. Aunque investigadores como Luna y colaboradores
(2011) indican que en México, estudios relacionados con
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
En relación a la evaluación del desempeño docente,
debe ser considerado como un proceso sistemático de indagación y comprensión de la realidad, que pretende la
colecta de datos (cualitativos y cuantitativos) para generar
un juicio de valor a partir de un referente, orientado hacia
la toma de decisiones y la realización de intervenciones
para la mejora de la calidad (Cordero et ál., 2011 & Reyes,
2014).
En nivel medio superior, este tipo de evaluación es uno
de los aspectos que se considera más complejo e indispensable de realizar. Se requieren lineamientos y metodologías que permitan su realización de manera sistémica, a
partir de indicadores, parámetros y criterios bien definidos
y establecidos que sean guías para obtener evidencias de
desempeño del docente (Acuerdo 442, 2008), lo cual es
considerado un reto para los especialistas, tanto del campo de formación, como de la evaluación, dado que es un
aspecto del entorno educativo que ha sido poco atendido
(Cordero et ál., 2011).
Dentro del proceso de evaluación que se practica, relacionadas con el desempeño docente, se han desarrollado
diferentes estrategias de medición: el portafolio docente,
los cuestionarios de autoevaluación, la evaluación por pares o los cuestionarios de opinión a directivos y estudiantes.
Estos últimos han sido utilizados como la técnica de
recolección de datos de mayor aplicación para valorar el
desempeño docente, a nivel nacional e internacional (Reyes, 2014); los puntajes obtenidos se asumen como una
medida directa del desempeño docente y dependen del
grado de satisfacción de los estudiantes con respecto al
actuar del maestro. Muchos autores cuestionan su pertinencia por diversas razones:
• Se sustentan en modelos tradicionales de enseñanzaaprendizaje (exposición del maestro), por tanto no están
alineados al modelo educativo implementado en EMS.
• Mecanismos de tipo sumarios o centrados en los resultados, reducidos a puntuaciones numéricas que poco
aportan al desarrollo de un proceso de formación y/o capacitación pertinente de los docentes (Güemes & Loredo,
2008; Reyes, 2014).
• Reactivos descontextualizados de la realidad que vive
el maestro según su entorno.
• Los cuestionarios en uso, carecen de rigor metodológico en su elaboración (Luna & Torquemada, 2008).
• Su construcción parte de otros ya elaborados.
• Grado de confiabilidad. Los estudiantes al ser el centro del proceso educativo son participantes clave en la
evaluación docente, pero solo al identificar comporta-
71
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
72
características de este tipo, son incipientes bajo el nuevo
enfoque educativo.
Una alternativa dentro de la discusión para valorar el
desempeño docente, podría estar orientada hacia la identificación de características propias del profesor con base
en la carga cognitiva que lleva consigo como actor dentro
del escenario educativo. Esta carga cognitiva puede ser
asociada con lo que diversos autores (Jackson, 1968; Shavelson & Sterns ,1981; Boyle, 1994; Nicholson, 1996; Clark
& Peterson, 1997, Coleman, 2014, entre otros), nombran
como procesos cognitivos y que son considerados precursores del quehacer del profesor.
En consecuencia, para realizar su quehacer educativo,
los profesores tienden a elaborar y aplicar patrones o modelos de solución a problemas o situaciones específicas
asociados con el entorno en el cual realizan su actividad
docente, a partir de procesos cognitivos o esquemas mentales que son construidos y reconstruidos (consciente o inconscientemente) con base en sus habilidades adquiridas,
teorías implícitas creadas, objetivos por alcanzar o experiencias acumuladas y los cuales son aplicados de manera
recurrente para gestionar el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes (Clark & Peterson, 1997).
Al suponer que lo que realizan los profesores depende
en gran medida de lo que piensan, la investigación sobre
los procesos cognitivos se vuelve relevante para entender
su proceder, permite revelar los procesos invisibles que
intervienen en la planeación, diseño, organización y desarrollo de su quehacer educativo y/o la toma de decisiones y resolución de situaciones en el contexto (Nicholson,
1996; Coleman, 2014).
Si bien, los fenómenos incluidos en el dominio de la ac-
ción del docente pueden medirse con más facilidad y someterse más cómodamente a métodos de investigación
empírica que los fenómenos circunscritos en el dominio
de su pensamiento, la investigación sobre los procesos
cognitivos de los docentes es necesaria, aunque ello representa complejos problemas metodológicos para el investigador empírico.
Así, el estudio sistemático de los procesos de pensamiento de los docentes, enfrenta a los investigadores a
serios problemas técnicos, metodológicos, y epistemológicos. El principal problema metodológico concierne al
modo de conseguir e interpretar los procesos cognitivos
de los maestros. Una alternativa viable a esta problemática podría ser analizar los esquemas mentales del individuo desde el enfoque de la inteligencia planteado por
Sternberg (1985) y caracterizar el quehacer docente, identificando elementos relevantes dentro de su práctica bajo
el paradigma constructivista.
Para los fines de esta investigación, se toma como referente de inteligencia, aquel desarrollado desde la perspectiva de Sternberg (2000) donde se le define, en términos
generales, como la capacidad de adaptarse exitosamente
al ambiente, con énfasis en la resolución de problemas y
toma de decisiones. La inteligencia del individuo se considera uno de los constructos más estudiados dentro del
campo de la psicología, ya que se asume como una de las
fuentes de diferencias individuales de mayor relevancia
(Benatuil, et ál., 2005).
Si bien se han generado muchos modelos para explicar
la inteligencia, estos no han sido acompañados por los correspondientes instrumentos para su evaluación. En este
contexto, Sternberg (1985) propuso la teoría Triárquica de
Figura 2. Dimensiones de la teoría Triárquica de la inteligencia propuesta por Sternberg (1985).
Teoría triárquica de la inteligencia
Subteoría
componencial
Subteoría
experiencial
I. creativa
I. analítica
Metacomponentes
Componentes de
rendimiento
Componentes de
adquisición de
conocimiento
Novedad
Automatización
Subteoría
contextual
I. práctica
Adaptación
Conformación
Selección
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
los componentes del quehacer del profesor dentro de un
contexto determinado y eventualmente hacer factible la
evaluación del desempeño docente a partir del CT; para
lo cual se plantea 1). Desarrollar un modelo sobre los componentes involucrados en el desempeño del profesor, a
partir del constructo denominado Inteligencia Práctica
Docente (IPD), sustentado conceptualmente en los procesos cognitivos y el contexto y, 2). Identificar e integrar
los componentes que la constituyen y permiten evaluar el
desempeño docente de profesores de EMS.
En suma, la elaboración del constructo inteligencia
práctica docente (IPD), surge de la necesidad de disponer
de herramientas, que sustentadas en el modelo propuesto por la RIEMS, permitan desarrollar una estrategia pertinente para evaluar el desempeño del profesor, orientado
hacia un enfoque de formación, es decir, que la información que se obtenga sirva para identificar a qué elementos
del modelo se deben dirigir la capacitación y el acompañamiento del docente.
MÉTODO
Como primer paso metodológico, se seleccionaron
como referentes que sustentan al modelo educativo propuesto en la RIEMS, por parte de la SEMS, los Acuerdos 442
y 447 (2008) y la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) (2013). De ellos se identificaron y nombraron los elementos que se consideraron importantes para
el objetivo.
Posteriormente se analizó la información relacionada
con los esquemas de evaluación del quehacer del profesor que tradicionalmente se aplican, buscando su posible
alineación al nuevo enfoque educativo, en función del objetivo propuesto y la factibilidad de uso -en su caso- de
acuerdo a investigaciones realizadas sobre el tema (Luna
& Torquemada, 2008; Luna et ál., 2011; Reyes, 2014).
Por otra parte, se identificaron otros elementos que
se consideran relevantes y que definen o determinan la
manera en que un profesor realiza su práctica docente; es
decir, se analizaron los esquemas existentes sobre factores
a considerar en el desempeño docente (Jackson, (1968),
Shavelson y Sterns, (1981), Boyle, (1994), Nicholson, (1996),
y Clark y Peterson, (1997), entre otros.)
Una vez identificados, clasificados y analizados los
elementos relevantes, se integraron en una estructura
teórica que permitió armonizar, cuantificar y analizar la
información relativa al quehacer del docente, todo ello a
partir del modelo sobre la inteligencia práctica de Sternberg (1985) y sus alternativas de cuantificación (Sternberg,
2000; Benatuil et ál., 2005) obteniéndose como producto
final, un modelo teórico que lleva al análisis, identificación
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
la inteligencia, uno de los planteamientos más relevantes
e innovadores en este campo y que aporta una serie de
referentes para tratar de explicar este concepto (Fig. 2) y
cómo puede ser evaluado.
Esta teoría es modelada a partir de la integración de
tres dimensiones de la inteligencia:
• La Inteligencia Analítica. Aquella que permite discernir y separar problemas, encontrar soluciones no evidentes a simple vista y juzgar la calidad de las ideas (generalmente ideas de otros).
• La Inteligencia Creativa. La cual permite enfrentar y
manejar situaciones que son totalmente novedosas y encontrar nuevas perspectivas a tareas automatizadas y reiterativas.
• La Inteligencia Práctica (IP). Caracterizada como la
habilidad mental del individuo relacionada con el proceso
de ajustarse al contexto. Y entendida como la aptitud para
plantear alternativas de solución a problemas definidos,
seleccionando la mejor opción en función del tiempo, el
conocimiento y el contexto en que el individuo se encuentra, el cual surge en la vida cotidiana y para los cuales
no existe una solución única, clara y explícita. (Sternberg,
1995).
Entre las dimensiones de la inteligencia propuestas
por Sternberg (op.cit.) resulta de particular relevancia la
relacionada con la IP para el estudio del quehacer docente, ya que implica la habilidad para adaptarse, modelar y
seleccionar diariamente el entorno.
Por otra parte, al considerar que la dimensión de IP
se propone como un elemento vivencial de la inteligencia -dentro del modelo de Sternberg-, esta ha sido analizada con diferentes instrumentos o enfoques, lo que ha
llevado a ser factible su evaluación por medio del llamado
conocimiento tácito (CT), es decir, el conocimiento que se
adquiere a través de experiencias cotidianas y en eventos
frecuentes dentro de un entorno especifico (Sternberg et
ál., 1995; Wagner & Sternberg, 1985).
Es necesario mencionar que existen pocas metodologías diseñadas, estructuradas y validadas para medir el
CT, una de las más aplicadas para su cuantificación es a
través de lo que Sternberg denomina como inventarios de
conocimiento (Busch, et ál, 2003), que consisten en relatar
vivencias pasadas (revivir experiencias) o responder preguntas (cuestionarios o entrevistas) sobre cómo se puso
en práctica determinado conocimiento en una situación
específica, con resultados efectivos y describir conceptualmente, de modo preciso, los elementos que intervienen en su concepción (Sternberg et ál, 1993).
•
Con base en lo anterior, se propone considerar el
análisis de la IP como referente para identificar y analizar
73
y selección de los elementos que se consideran relevantes
dentro del desempeño docente y que integran y sustentan el desarrollo y modelado del constructo IPD, el cual se
propone como una alternativa para valorar el desempeño
docente en EMS, desde un enfoque de formación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Tomando como base el estudio combinado de los diferentes referentes (Jackson, 1968; Shavelson y Sterns ,1981;
Boyle, 1994; Nicholson, 1996; Clark y Peterson, 1997), se
plantea una propuesta que implica el desarrollo de un modelo sustentado en los procesos cognitivos del profesor,
con base en las competencias docentes (Acuerdos 442 y
447, 2008 y la LGSPD, 2013), elementos de contexto específicos (Dahllof y Lundgren, 1970; Clark y Peterson, 1997;
Karaagac y Threlfall, 2004; Castillo, 2009; OCDE, 2009; Ramírez et ál., 2012; Andrade, 2013; Nava y Rueda, 2013), y
aspectos selectivos de la práctica tradicional, donde sus
interacciones impactan y determinan el desempeño docente.
A partir de la conceptualización que se tiene sobre los
modelos vinculados con los procesos cognitivos, se planCiencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
74
tea que todo aquello que realiza un individuo y en particular un profesor dentro de un entorno definido, se gestiona
en primera instancia, a través de sus pensamientos y que
cualquier acción o actividad que se produzca posteriormente es una consecuencia a dichos procesos.
Es posible inferir que la decisión de actuar ante una
situación particular en un entorno determinado depende
de la cantidad, calidad y tipo de información que el profesor tenga disponible, así como de aquellas experiencias
previas que haya acumulado y que le lleven a realizar un
proceso de discernimiento y selección de opciones, analizando su aplicación y puesta en práctica.
Por otra parte, el constructo Inteligencia Práctica (IP)
derivado de la teoría triárquica de Sternberg (1985) y en
relación a los procesos cognitivos, se perfila como un
buen descriptor de las situaciones a las que se enfrenta
un profesor al realizar su práctica docente, por lo que los
procesos cognitivos son identificados a partir de su IP, lo
cual implica la aptitud y habilidad para plantear alternativas de solución a problemas definidos, eligiendo la más
pertinente en función del tiempo, el conocimiento y el
contexto en que el individuo se encuentra, en escenarios
Figura 3. Secuencia conceptual para la elaboración del constructo Inteligencia Práctica Docente (IPD) a partir de las teorías con base en procesos cognitivos, autores y descripción general.
Procesos
cognitivos
Inteligencia
Inteligencia
Práctica
Inteligencia
Práctica
Docente
IPD
Constructo
elaborado
Jackson (1968),
Shalvenson y
Sterns (1981),
Boyle (1994),
Nicholson
(1996), y Clark y
Peterson (1997)
Sternberg
(1985)
Sternberg et al.
(1995) y Wagner
y Sternberg
(1985)
Todo aquello que
realiza un
individuo dentro
de un entorno
definido se
origina a partir
de procesos
cognitivos
Capacidad de
desenvolverse
exitosamente en
determinado
ambiente,
implica resolver
problemas y
tomas decisiones
Aptitud y
habilidad para
plantear
soluciones a
problemas
definidos,
eligiendo la más
pertinente
Capacidad de
articular y
movilizar
competencias y
contexto en la
gestión del
aprendizaje
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
que surgen en la vida cotidiana y para los cuales no existe
una solución única, clara y explícita (fig. 3).
El integrar a través de procesos cognitivos y el constructo de IP, las competencias docentes, elementos de
contexto, así como ciertos aspectos de la práctica tradicional, permite generar un modelo conceptual que aporta
un enfoque integral de cómo y en qué medida estos componentes impactan o definen el actuar de un profesor al
analizarlos en su conjunto y en sus interrelaciones, que
pueden ser valoradas o medidas, como lo ha demostrado
Sternberg, et ál. (1995) y Wagner y Sternberg (1985), por
medio del conocimiento tácito (CT) del profesor. Su CT ha
sido modelado a partir del entrenamiento institucional, el
desarrollo personal y el aprendizaje que se logra de interactuar con un entorno definido.
En suma, el constructo de inteligencia práctica aplicado
al contexto del profesor, representa la capacidad que tiene
para articular y movilizar saberes, habilidades y actitudes,
que le permiten responder eficazmente a demandas en su
quehacer profesional de manera rápida, pertinente y creativa, movilizando en el proceso de aprendizaje los elementos necesarios para ello; del cual a partir de este estudio
nos permite construir un modelo denominado Inteligencia
Práctica Docente, caracterizado por los factores descritos
en la figura 4.
Figura 4. La IPD, integrada por tres factores: competencias docentes, elementos de contexto y aspectos de la práctica
tradicional.
COMPETENCIAS
DOCENTES
TRADICIONAL
IPD
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
De tal manera que el modelo de la IPD generado presenta las siguientes cualidades:
• Es un constructo que implica los procesos cognitivos
del docente.
• Integra aquellos elementos que se insertan en su realidad, e incluye las competencias docentes, aspectos de la
práctica tradicional y los componentes de contexto que
impactan el quehacer educativo gestionado por el profesor.
• Los procesos cognitivos del maestro pueden ser identificados y analizados por medio del CT, a través de los inventarios de conocimiento.
• A partir de la IPD, es factible evaluar el grado de re-
levancia de los diferentes elementos que determinan la
práctica docente y llegar a elaborar un modelo empírico.
Una vez conceptualizada la IPD, se identificaron y seleccionaron los componentes que la constituyen y hacen
viable el desarrollo del modelo.
Si se considera que los docentes deben trascender los
propósitos disciplinares de su área de experiencia y participar en la formación integral de los estudiantes, entonces requieren identificar, analizar y desarrollar los requerimientos pertinentes para la implementación del enfoque
constructivista centrado en el logro de competencias de
los estudiantes. Ello implica que los profesores, a su vez,
se empoderen de las competencias requeridas para par-
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
ELEMENTOS DE
CONTEXTO
75
ticipar de manera pertinente en el proceso educativo, en
función del contexto en que realiza su práctica.
Lo que llevó a seleccionar determinadas competencias
docentes que resultan relevantes en la elaboración del
modelo de IPD y que para los fines de esta investigación
son siete, las cuales se identifican y son caracterizadas
como se indica en la tabla 1.
Tabla 1. Competencias docentes, codificación y descripción general, consideradas como parte del la IPD y requeridas
para su valoración dentro del modelo de evaluación del desempeño docente.
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
76
Competencia docente
Codificación
Descripción general
1. Organiza su formación continua
[Forma]
Aprende, incorpora y evalúa nuevos procesos de aprendizaje.
Se actualiza en el manejo de las Tics y un segundo idioma.
2. Domina y estructura los saberes
para facilitar experiencias de aprendizaje.
[Facilita]
Argumenta naturaleza, métodos y saberes. Los procesos de
aprendizaje a utilizar y conocimientos a desarrollar.
3. Planifica procesos de aprendizaje
atendiendo el enfoque por competencias.
[Planifica]
Identifica conocimientos requeridos para el desarrollo del estudiante, diseña y utiliza materiales apropiados y contextualiza su aplicación en la vida cotidiana dentro de la comunidad
a la que pertenece.
4. Aplica procesos de aprendizaje
innovadores.
[Innova]
Usa las TIC dentro de sus estrategias en los procesos de
aprendizaje; acorde a las aspiraciones, necesidades y posibilidades de acuerdo al marco sociocultural del estudiante.
5. Evalúa los procesos de aprendizaje con enfoque formativo
[Evalúa]
Establece criterios de evaluación, los comunica, aplica en los
procesos de aprendizaje; fomenta la auto y la co-evaluación
entre los estudiantes.
6. Construye ambientes de aprendizaje autónomo y colaborativo
[Construye]
Favorece un aprendizaje critico, reflexivo y creativo, incentiva a los estudiantes en lo individual y en grupo, propicia el
uso de TIC para procesar e interpretar información y generar
conocimiento.
7. Contribuye a generar un ambiente [Contribuye]
propicio para el desarrollo integral
del estudiante.
Practica y promueve el respeto, favorece el dialogo, estimula
la participación, favorece la integración entre los estudiantes.
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Por otra parte, la práctica tradicional, si bien no es
una competencia -para el desarrollo del modelo de IPDse consideran ciertos aspectos que pueden ser relevantes dentro del proceso de aprendizaje gestionado por el
maestro, como es posibilitar la identificación del nivel de
manejo de la información que tiene el estudiante, previo
a su utilización dentro del proceso de socialización y construcción de conocimientos en la interacción con sus pares,
sea a través de cuestionarios, preguntas directas o evaluaciones individuales, que puede enriquecer y dar mayor
sustento al manejo, análisis y aplicación que el estudiante
haga de la información durante el proceso de aprendizaje.
Lo anterior debe ser gestionado por el profesor y en
esta propuesta, es considerada una práctica que el docente debe implementar en su quehacer dentro del enfoque
constructivista, ya que le permite ubicar el nivel de actitud
y habilidades iniciales (responsabilidad, compromiso y familiarización y entendimiento de la información) requeridas por los estudiantes, por lo que se integra como un elemento a considerar dentro de los componentes de interés
(tabla 2). Este elemento interacciona con las competencias
del profesor en el desarrollo de su labor.
Con base en lo sugerido por diferentes autores (Rueda, 2004; Fernández, 2001; Güemes y Loredo, 2008; Reyes,
2014), y por la relevancia que tienen en el actuar del profesor, los factores de contexto deben ser integrados en cualquier modelo de evaluación del desempeño docente, por
tal motivo y para los fines de este estudio se incorporan los
factores contextuales indicados en la tabla 3.
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
Tabla 2. Componente de la práctica tradicional relevante dentro de la IPD, su codificación y descripción general.
Componente
Codificación
Descripción general
Práctica tradicional
[tradicional]
Práctica educativa que identifica el grado de manejo de la información
por juicio de méritos alcanzados en cuestionamientos, preguntas o
evaluaciones individuales.
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Tabla 3. Elementos de contexto relacionados con el docente, que deben formar parte de los componentes para la
evaluación del desempeño docente, codificación y caracterización.
Elemento de contexto
Codificación
Descripción general
Conocimiento contextual
[Conocimiento]
Los saberes que se tienen en relación a la dinámica escolar,
grupal y social; el uso de las TIC por los estudiantes, etc.
Creencias
[Creencia]
Interpretaciones sesgadas de la realidad.
Recursos
[Recurso]
Todo material, medio o estrategia que usa para conducir el
aprendizaje.
Objetivos y tareas
[Objetivo]
Lo que desea obtener, sea en el plano personal, profesional o
académico.
Acciones
[Acción]
Actividades organizadas y dirigidas producto de una construcción mental del docente.
De tal forma que la elaboración del modelo IPD muestra una serie de avances en relación a las propuestas
previamente presentadas sobre procesos cognitivos del
profesor y su posible vinculación con la evaluación del
desempeño docente. Esto es, los modelos relacionados
con procesos cognitivos, si bien, han sido ampliamente
estudiados a nivel conceptual en los profesores, su implementación como alternativa para valorar el desempeño
docente ha sido limitada, como lo argumentan Clark y Peterson (1997), dado que no han sido acompañados por los
correspondientes instrumentos para su evaluación.
El modelo propuesto, no solo retoma los planteamientos teóricos sobre la importancia de identificar y analizar
el lado oculto del pensamiento del profesor, planteado
por Nicholson (1996) o Coleman (2014) sino que además
propone alternativas para su medición y por otra parte, se
representa desde un enfoque integrador, es decir, conjunta elementos que deben ser considerados al momento de
evaluar el quehacer del profesor (competencias, contexto
y aspectos puntuales de la práctica tradicional) (fig. 5).
Figura 5. Factores que conforman la IPD, como constructo que permite evaluar el desempeño docente.
CD
Contexto
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
IPD
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
77
En contraparte a los enfoques tradicionales que se
emplean para evaluar el desempeño del docente y que se
consideran sesgados, indirectos, unidimensionales, descontextualizados de la realidad, con bajo grado de confiabilidad, con un tratamiento muy tradicional de los datos y
que no se tiene un referente definido sobre los elementos
a considerar, como lo indican varios autores (Luna & Torquemada, 2008; Güemes & Loredo, 2008; Luna et ál., 2011;
Reyes, 2014), el modelo desarrollado, ofrece un enfoque
cualitativo, que para su aplicación brinda un sustento que
puede ser cuantitativo, objetivo y directo, con una visión
multidimensional, contextualizado, con alto grado de confiabilidad en su obtención, y que a partir del análisis de
los datos permitiría establecer la relevancia entre los componentes que lo constituyen. Donde los elementos a considerar son definidos con base a referentes del enfoque
educativo implementado (fig. 6) y en el cual la participación del maestro se vuelve activa, relevante e insustituible
dentro del proceso de colecta de datos empíricos.
Figura 6. Modelo de la inteligencia práctica docente propuesto para la evaluación del desempeño docente en EMS,
donde se define cada componente que será considerado para el análisis.
[Forma]
[Facilita]
Competencias
Docentes (CD)
[Planifica]
[Innova]
[Evalúa]
[Construye]
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
78
[Contribuye]
[Tradicional]*
[Recursos]
IPD
[Creencias]
Contexto
[Conocimientos]
[Objetivos]
[Acciones]
*Interactúa con la CD
© Torres, V; McAnally, L., Revista Ciencia desde el Occidente, Vol. 2, Núm. 1, 2015
CONCLUSIONES
Los procesos cognitivos del profesor se retoman como
el medio por el cual se puede evaluar el desempeño docente para generar esquemas de formación. Esta evaluación es posible a través del constructo de IP que parte de
7 indicadores de la competencia en su quehacer docente,
5 elementos de contexto definidos y 1 vinculado al grado
de desempeño del estudiante -relacionado con la práctica
tradicional- a partir de juicio de méritos a través de cuestionarios, preguntas, exámenes o evaluaciones individuales.
En conjunto, los elementos anteriores integran el
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
REFERENCIAS
Acuerdo 442. (2008). Se establece el Sistema Nacional de
Bachillerato en un marco de diversidad. Diario Oficial
de la Federación. Viernes 26 de septiembre de 2008.
(Primera sección). Recuperado de http://www.sems.
gob.mx/work/models/sems/Resource/10905/1/images/Acuerdo_numero_442_establece_SNB.pdf
Acuerdo 447. (2008). Se establecen las competencias docentes para quienes impartan educación media superior en la modalidad escolarizada. Diario Oficial de
la Federación. Miércoles 29 de octubre de 2008. (Sección tres). Recuperado de http://www.sems.gob.mx/
work/models/sems/Resource/10905/1/images/Acuerdo_447_competencias_docentes_EMS.pdf
Andrade, J. (2013). Creencias sobre el uso de las TIC de los
docentes de educación primaria en México. Sinéctica,
41. Recuperado de http://www.sinectica.iteso.mx/?se
ccion=articulo&lang=es&id=623_creencias_sobre_el_
uso_de_las_tic_de_los_docentes_de_educacion_primaria_en_mexico
Benatuil, D., Castro, A. & Torres, A. (2005). Inteligencia
práctica: un instrumento para su evaluación. Revista
de Psicología de la Pontifica Universidad Católica de Perú
(PUCP). 23 (2). 173-200. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/3378/337829530001.pdf
Boyle J. S. (1994) "Styles of ethnography", in Morse J.M.
(ed.) Critical Issues in Qualitative Research Methods,
Sage, pp. 159-183.
Busch, P., Richards, D. & Dampney, C. (2003). The graphical interpretation of plausible tacit knowledge flows.
Australasian Symposium on Information Visualization,
Adelaide, 2003.
Castillo, A. (2009). Los conocimientos y creencias de los
profesores en relación con su práctica docente. X Congreso Nacional de Investigación Educativa, Área 16: Sujetos de la educación. Veracruz. Recuperado de http://
www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/
v10/contenido/contenido0116T.htm
Clark, C. & Peterson, P. (1997).Procesos de Pensamiento de
los Docentes. Capítulo VI. En Wittrock, M. (Ed.), La investigación de la enseñanza III. Profesores y estudiantes.
(443-531). Paidós educador.
Clayson, D., & Haley, D. (2011). Are Students Telling us the
Truth? A Critical Look at the Student Evaluation of Teaching. Marketing Education Review, 21 (2), 103-114.¨
Coleman, L. (2014). The Invisible World of Professional
Practical Knowledge of a Teacher of the Gifted. Journal for the Education of the Gifted. 37 (1). 18-29. doi:
10.1177/0162353214521490
Cordero, G., Luna, E., Pons, R. & Serrano, J. (2011). La evaluación de los programas de formación de profesores:
el caso de un programa de Métodos de aprendizaje
Cooperativo en una universidad pública estatal, Luna,
E. (Ed.), Aportaciones de la Investigación a la evaluación
de estudiantes y docentes. Universidad Autónoma de
Baja California. Miguel Ángel Porrúa.
Dahllof & Lundgren. (1970). Project Compass 23. Macro and micro approaches combined for curriculum
process analysis: A Swedish educational field project.
Annual meeting of the American Educational Research
Association. Minneapolis, USA. Marzo 1970. Recuperado de http://files.eric.ed.gov/fulltext/ED044435.pdf
Güemes, C. & Loredo, J. (2008). Los Procesos de Evaluación del desempeño Docente en el nivel Medio Superior: una perspectiva de mejora continua. Primera
Reunión Internacional de Evaluación en Educación
Media Superior y Superior. Recuperado de http://
www.ieia.com.mx/materialesreuniones/1aReunionInt
ernacionaldeEvaluacion/PONENCIAS19Septiembre/4.
EvaldelaDocencia%28Sesion3%29/ED.8-CarmelaGuemes-Javier%20Loredo.pdf
INEE. (2014). Bases para la formulación del Programa de Mediano Plazo para la Evaluación del Servicio Profesional
Docente (2015-2017). Instituto nacional de Evaluación
Educativa. México. Recuperado de http://estudiaen.
jalisco.gob.mx/cepse/sites/estudiaen.jalisco.gob.
mx.cepse/files/bases_pmp-spd_2015-2017_final.pdf
Jackson, P. (1968). Life in classrooms. Holt, Rinehart and
Winston. New York. USA.
Karaagac, M.K. & Threlfall (2004). The tension between
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
modelo de IPD, el cual presenta una serie de ventajas en
relación a los esquemas tradicionales para valorar el desempeño del profesor, orientado a generar procesos de
formación de los docentes, con base en el enfoque educativo implementado a partir de la RIEMS. Adicionalmente,
estos elementos se consideran indicadores indispensables
al momento de iniciar una evaluación del desempeño
docente y donde estos componentes pueden ser identificados, caracterizados y valorados sistemáticamente por
medio del CT a partir de los datos proporcionados por el
docente.
De tal manera que la IPD constituye un modelo que
se propone como un referente conceptual y metodológicamente viable para evaluar el desempeño docente y
generar esquemas de formación y acompañamiento, en la
búsqueda de mejorar el proceso de aprendizaje del estudiante.
79
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
80
teacher beliefs and teacher practice: the impact of
the work setting. Proceedings of the 28th Conference
of the International Group for the Psychology of Mathematics Education. 3. 137-144. Recuperado de http://
www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&sour
ce=web&cd=2&ved=0CCkQFjAB&url=http%3A%2F
%2Ffiles.eric.ed.gov%2Ffulltext%2FED489538.pdf&
ei=8TkeVOKpBYK2ogSk1oFA&usg=AFQjCNHXHNr
nG5kppQQ-vv8ZGRDrSmKRTg&sig2=iOBX8-_jgCY_
gbMeIUo6FQ&bvm=bv.75775273,d.cGU
Ley General del Servicio profesional Docente (2013). Decreto, Diario Oficial de la Federación, 11/09/2013. Recuperado de www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/
LGSPD.pdf
Luna, E. & Torquemada, A. (2008). Los cuestionarios de
evaluación de la docencia por los alumnos: balance y perspectivas de su agenda. Revista electrónica
de investigación educativa (REDIE). 10. Recuperado
de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S16070412008000300007&script=sci_arttext
Luna, E., Arámburo V. & G. Cordero. (2011). La efectividad
de la enseñanza y su relación con las características del
profesor y del curso: aportaciones para el diseño de sistemas de evaluación docente. En Luna, E. (Ed). Aportaciones de la Investigación a la evaluación de estudiantes
y docentes. Universidad Autónoma de Baja California:
Miguel Ángel Porrúa.
McKeachie, J. (1997). Student ratings: The validity of use.
American Psychologist, 52 (11). 1218-1225. Recuperado
de: http://psycnet.apa.org/journals/amp/52/11/1218/
Nava, M. & Rueda, M. (2013). La evaluación docente en
la agenda pública. Revista Electrónica de Investigación
Educativa, 16(1), 1-11. Recuperado de http://redie.
uabc.mx/vol16no1/contenido-nava-rueda.html
Nicholson, A. (1996). Can We Reveal the Inner World of
Teachers? Some Research Issues. British Educational
Research Association (BERA) Conference, 12-15 September 1996. Lancaster University, England, U.K. Recuperado de http://www.leeds.ac.uk/educol/documents/000000075.htm
OCDE (2009). CHAPTER 4. Teaching practices, teachers’ beliefs and attitudes. Creating Effective Teaching and Learning Environments: First Results from TALIS – ISBN 97892-64-05605-3. Recuperado de http://www.oecd.org/
education/school/43023606.pdf
Ramírez, E., Cañedo, I. & Clemente, M. (2012). Las actitudes
y creencias de los profesores de secundaria sobre el uso
de Internet en sus clases. Comunicar, 29 (38). 147-155.
Revista Científica de Educomunicación. Recuperado de
www.revistacomunicar.com.
Reyes, E. (2014). Validez del cuestionario de opinión de alumnos universitarios sobre la competencia docente. (Tesis
doctorado en ciencias educativas). Universidad Autónoma de Baja California. Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo. Ensenada, Baja California, México.
Rueda, M. (2004). La evaluación de la relación educativa
en la universidad. Revista Electrónica de Investigación
Educativa, 6. Recuperado de http://redie.uabc.mx/vol6no2/contenido-rueda.html
Shavelson, R. & Stern, P. (1981). "Research on teacher’s
pedagogical judgments, decisions, and behavior." Review of Educational Research, 51, 455-498. Recuperado
de http://130.154.3.14/content/dam/rand/pubs/papers/2006/P6639.pdf
Sternberg, R. (1985). Beyond IQ: A triarchic theory of human
intelligence. New York: Cambridge University Press.
Sternberg, R., Wagner, R. & Okagaki, L. (1993). Practical intelligence: The nature and role of tacit knowledge in
work and school. En Reese, H. & Puckett, J. (Eds.), Advance in lifespan development. Hillsdale, NJ: Erlbaum.
Sternberg, R., Wagner, K., Williams, M. & Horvath, A. (1995).
Testing common sense. American Psychologist, 50 (11),
912-927.
Sternberg, R., Forsythe, G., Hedlund, J., Horvath, J., Wagner,
R., Williams, W. & Grigorenko, E. (2000). Practical intelligence in everyday life. Oxford: Cambridge Press.
Wagner, R., & Sternberg, R. (1985). Practical intelligence in
real-world pursuits: The role of tacit knowledge. Journal of Personality and Social Psychology, 48, 436-548.
Inteligencia práctica docente (IPD): Modelo para evaluar el desempeño del maestro
y orientar su formación pp. 69-80 ISSN: 2007-9575
Víctor Hugo Torres Fernández, Lewis S. McAnally Salas
ANÁLISIS TEÓRICO DE LOS MODELOS SOBRE
LA CALIDAD EN EL SERVICIO PERCIBIDO
Theoretical analysis of the quality of the perceived service
M.C. MAURO ALEJANDRO MONROY CESEÑA
Profesor Investigador
en la Universidad Autónoma de Baja California Sur. México
Contacto: [email protected]
Aceptado: 30/01/2015
RESUMEN
ABSTRACT
La calidad es un tema de suma relevancia en la administración del proceso de servicio de toda empresa a fin
de lograr una mayor satisfacción de sus clientes y generar ventajas competitivas. El carácter multidimensional y
subjetivo de la calidad en el servicio, en muchas ocasiones
hace que sea definido de manera amplia, lo que trae consigo algunas confusiones en la interpretación y aplicación
del concepto en la gestión de las organizaciones. Para
dirimir tal efecto se exponen las diferentes interpretaciones concernientes a la calidad en el servicio percibido y
se ofrece una detallada revisión de los diferentes modelos
que la abordan, enfatizando sus objetivos y características
más significativas, así como sus principales diferencias y
la posibilidad de complementarse en un enfoque integral
del hecho que se estudia, asimismo así también podrán
reconocerse los diferentes mecanismos para la generación de indicadores que permitan interpretar en mayor
medida la opinión de los clientes.
The quality is a topic of supreme relevancy in the administration of any company during his process of service in order to generate competitive advantages and
to achieve a major satisfaction of the clients. There are
exposed the principal definitions relating to the quality
in the service and there offers a brief description of the
different models who approach it, emphasizing his aims
and more significant characteristics, as well as his principal differences and the possibility of complementing itself to have a more integral approach of the fact that is
studied. The multidimensional and subjective character of
the quality in the service, in many occasions does that is
defined in a wide way, which it brings I obtain some confusions in the interpretation and application of the concept
in the management of the organizations.
Having finished the article will be possible to know in
major measure the different interpretations relating to the
quality in the service perceived on the part of the clients,
this way also the different existing mechanisms will have
to be recognized for the generation of indicators that
should allow to interpret in major measure the opinion of
the clients.
Keywords: Quality, Quality in the Service, qualit models.
Palabras clave: Calidad, calidad en el servicio, modelos de calidad, satisfacción del cliente, proceso de calidad,
competitividad empresarial.
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Recibido: 17/11/2014
81
INTRODUCCIÓN
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
82
Cuando se conceptualiza el término calidad por lo general se piensa que este se encuentra ligado a sus orígenes en el control del producto tangible, debido al control
sistematizado que verifica los posibles defectos existentes
entre los productos. Actualmente, se han producido cambios en esta terminología, sustituyendo el término control
de calidad por gestión de calidad, y más específicamente, por la gestión de la calidad total (Sacanell, 1995). De
manera más específica, hablar de calidad en el servicio
percibido es centrarse en un tema de suma complejidad,
debido a que este se muestra como el resultado de combinar todos aquellos aspectos emotivos y técnicos que se
suscitan en la empresa durante el proceso del servicio al
cliente.
Asimismo, puede encontrarse un gran número de definiciones sobre el concepto de calidad, entre las que se
destaca la de Maqueda y Llaguno (1995), quienes señalan
que «la calidad es el conjunto de propiedades, circunstancias, caracteres, atributos, rasgos y demás apreciaciones
humanas, inherentes o adquiridas por el objeto valorado
(persona, cosa, producto, servicio, proceso, estilo, función
empresarial, etc.), que permiten distinguir las peculiaridades del objeto y de su productor (empresa), y estimarlo
(valorarlo) respecto a otros objetos de su especie» (p. 8).
Ahora bien, cabe mencionar que la calidad, en productos tangibles o en servicios es lo que los clientes perciben
(Grönroos, 1994) o bien juzgan en función de lo que quieren (Devlin & Dong, 1994). Bitner y Hubert (1994) consideran a la calidad percibida como un tema controvertido de
la literatura de la mercadotecnia de servicios, y se identifica como un juicio personalizado y subjetivo que los consumidores emiten sobre la excelencia o superioridad de
un servicio o empresa. Es una forma de actitud formada a
partir de evaluaciones cognitivas y afectivas del individuo
en su relación con la empresa.
Sin duda alguna, el carácter multidimensional de la calidad ha llevado a varios autores a que la definan de manera más amplia. Imai (1998) afirma que la calidad se refiere
no solo a productos o servicios terminados, sino también,
a la calidad de los procesos que se relacionan con los productos y servicios. Tomando en consideración a autores
como Grönroos (1982, 1988), Lethtinen y Lethtinen (1991)
o Lewis (1993) se distinguen dos dimensiones básicas en
la calidad de servicio: calidad técnica, que se centra en el
resultado, en el qué recibe el cliente y, calidad funcional,
que se centra en el cómo del proceso; desde esta perspectiva, resulta imprescindible no solo prestar atención al di-
seño del servicio; esto es, a los aspectos más tangibles del
mismo, lo que implica valorar correctamente además de lo
que esperan los clientes, la realización del producto o servicio; es decir, la forma en que se ofrece el servicio y muy
especialmente la interacción entre el cliente y el personal
de contacto de la empresa (Weiermair, 1997). Parasuraman, Zeitham y Berry (1985, 1988) definen la calidad de
servicio percibida como «el juicio global del cliente acerca
de la excelencia o superioridad del servicio» (p. 5) que resulta de la comparación entre las expectativas previas de
los usuarios sobre la misma y las percepciones acerca del
desempeño del servicio recibido. Se trata de un planteamiento de carácter dinámico en cuanto a las expectativas
que pueden ser diferentes en función de los clientes y además, variar con el tiempo.
Desarrollar los mecanismos y técnicas apropiadas hacia la calidad del servicio constituye hoy en día un factor
clave para garantizar el buen desempeño empresarial, y a
través de ello se puede incrementar la capacidad competitiva y el crecimiento económico (Camisón, 1996; Devlin &
Dong, 1994; Sureshghandar, Chandrasekharan & Anantharaman, 2002; Corbett, 1994, Kim 1995).
Por lo que, en el presente estudio se detalla un reducido número de trabajos de carácter teórico (Brogowicz,
Delene & Lyth, 1990; Candido & Morris, 2000 y 2001) en los
que el punto central de estudio es el cliente y la forma en
que percibe la calidad en el servicio; y que además, se integran las aportaciones de la escuela Nórdica y la escuela
Americana, vinculando los modelos de calidad de servicio
con las fases del proceso de dirección estratégica dentro
de la empresa.
MODELIZACIÓN DE LA CALIDAD EN EL SERVICIO PERCIBIDO.
Este apartado describe las particularidades de cada
uno de los modelos de la calidad en el servicio percibido
mediante la revisión de las dos grandes escuelas de conocimiento: la escuela Nórdica y la escuela Norteamericana
(Brogowicz, Delene & Lyth, 1990; Valls, 2004; Duque, 2005).
I. La escuela Nórdica, se representa principalmente por los siguientes modelos:
a. Modelo de la calidad en el servicios de Grönroos.
También conocida como el modelo de la imagen, fue
desarrollada por Grönroos (1988, 1994) y relaciona la calidad con la imagen corporativa (Fig. 1).
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
Figura 1. Modelo ampliado de la Calidad en el Servicio de Grönroos
SERVICIO
PERCIBIDO
CALIDAD EN EL SERVICIO
PERCIBIDO
SERVICIO ESPERADO
ACCIONES DE LA
MERCADOTECNIA
IMAGEN CORPORATIVA
CALIDAD FUNCIONAL
CALIDAD TÉCNICA
Fuente: Grönroos, C., (1988, p.12)
productos, etc.). En el aspecto técnico, al hablar de los
servicios es muy importante considerar el factor humano;
debido a que este es quien contará con los conocimientos,
habilidades y actitudes que propiciarán la satisfacción del
cliente y su posterior lealtad a la empresa.
b. Modelo de Calidad en el Servicio de Grönroos
y Gummesson
Por otra parte, Grönroos y Gummesson elaboraron un
modelo de calidad en el servicio tomando como principal
referencia dos enfoques diferentes sobre el proceso de
creación de la calidad: el modelo 4Q de Gummesson1 y
el ya conocido modelo de Grönroos sobre la calidad percibida del servicio. Tal ilustración del modelo se plasma a
continuación con todas y cada una de las variables implícitas en este:
Figura 2. Modelo de Calidad en el Servicio de Grönroos y Gummesson
CALIDAD DEL DISEÑO
CALIDAD DE PRODUCCIÓN
CALIDAD DE LA ENTREGA
CALIDAD DE LAS RELACIONES
CALIDAD TÉCNICA
CALIDAD FUNCIONAL
IMAGEN
EXPERIENCIAS
EXPECTATIVAS
CALIDAD PERCIBIDA
POR LOS CLIENTES
Fuente: Grönroos, C. (1994) “Marketing y Gestión de Servicios”. Ed. Díaz de Santos, Madrid, España, pp. 66.
En este modelo, Gummesson (1987) defiende que todas las personas contribuyen a la calidad y que existe una serie de fuentes diferentes que generan calidad en la empresa.
1
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
En el modelo de Grönroos, la calidad técnica comprende todas aquellas soluciones técnicas que los empleados
deben ofrecer a los clientes de la compañía, el conocimiento adquirido por parte de los trabajadores, no solo
a través de la práctica sino también en las capacitaciones
otorgadas por la compañía, los sistemas informativos con
los que se cuenta por parte de la organización y que faciliten el acercamiento del público hacia la empresa y los
equipos y/o maquinaria con que cuente la compañía para
ofrecer un mejor servicio; mientras que, la calidad funcional se verá compuesta por todas aquellas relaciones
internas que se reflejen en un mejor trato a los consumidores al momento de prestar un servicio, la apariencia del
personal, la accesibilidad otorgada por la empresa en las
diversas actividades que el cliente se vea en la necesidad
de emplear (pagos, accesos a instalaciones, a personal,
83
c. Modelo de Gestión del Producto–Servicio: la
oferta de servicios incrementada de Grönroos.
Al modelo citado por Grönroos y Gummesson se adhiere el modelo de Gestión del Producto–Servicio de
Grönroos (1994), en el que se pretende analizar el servicio
como si este fuese un producto; es decir, como un objeto que puede ser desarrollado, producido y entregado,
comercializado y consumido. Dicho análisis se encuentra
íntimamente relacionado a las características que imperan
en los servicios y al concepto referente a la calidad en el
servicio percibido. En el presente modelo, igual que en los
anteriores, se percibe a la calidad en el servicio desde dos
enfoques: el de la calidad técnica y el de la calidad funcional, así como la actuación de un filtro, de la imagen tanto
local como global de la empresa, tal y como se muestra en
la figura 3:
Figura 3. Oferta de servicios
EL CONCEPTO DEL SERVICIO
SERVICIO
BÁSICO
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
84
ACCESABILIDAD
DEL SERVICIO
SERVICIOS
FACILITADORES
(y bienes)
INTERACCIONES
SERVICIOS
REFORZADORES
(y bienes)
PARTICIPACIÓN
DEL CLIENTE
Fuente: Grönroos, C. (1994) “Marketing y Gestión de Servicios: la gestión de los momentos de la verdad y la competencia entre los servicios. Ed. Díaz
de Santos, Madrid, España, pp. 81.
A través de este modelo los autores abordan el desarrollo de la oferta de servicios para cubrir todos los aspectos de esta, incorporando las cuestiones de producción y
entrega en la planificación de la oferta de los servicios. De
manera resumida se presenta el modelo a través de los siguientes pasos: 1). Desarrollo del concepto de servicios, 2).
Desarrollo de un paquete básico de servicios, 3). Desarrollo de la oferta de servicios incrementada y, 4). Gestión de
la imagen y la comunicación.
d. Modelo de Servucción de calidad de Eiglier y
Langeard.
Servucción es un neologismo propuesto en la década de los 80 por Eiglier y Langeard (1989) para designar
el proceso de producción de un servicio y lo definen como
«la organización sistemática y coherente de todos los elementos físicos y humanos de la relación cliente–empresa
necesaria para la realización de una prestación de servicios cuyas características comerciales y niveles de calidad
han sido determinados» (p. 12). Dichos autores señalan
que es necesario incorporar un sistema de organización
interno así como a los demás clientes a los que se les presta el servicio2.
Para simplificar la ilustración del modelo, Eiglier y Langeard (1989) solo se considerarán a dos clientes (A y B) que se encuentren en
la empresa recibiendo un servicio.
2
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
La figura 4, muestra de manera más clara el sistema de
servucción, se aprecia cómo el soporte físico y el personal
de contacto se encuentran en la parte visible de la empresa de servicio; a su vez, estos dos elementos se encuentran
condicionados por el propio sistema organizativo interno
de la compañía; es decir, abarca tanto las funciones clásicas de la empresa (finanzas, mercadotecnia, recursos
humanos, planeación), como otro tipo de funciones realizadas de forma más específica (suministro, mantenimiento, limpieza, abastecimiento, almacenamiento, etc.). Es
deseable comentar que cuando se presta un servicio es
habitual que además del interesado estén presentes otros
clientes, incluso, otros que interactúan entre sí.
En este modelo se intenta aplicar al proceso de creación de servicios el mismo rigor que caracteriza a las actividades concernientes a la fabricación de productos, en
cuanto a la concepción y la puesta en funcionamiento
para llegar a un servicio de calidad; es decir, que si una de
las condiciones de la fabricación de productos es tener
todo el proceso planificado, controlado y cuantificado, en
el contexto de los servicios debería aspirarse a ello.
Por su parte Johansson e Ikujiro (1997) elaboraron un
texto que aglutina los postulados administrativos de sus
respectivas latitudes, en él señalan que la satisfacción de
los clientes no depende de los directivos de las organizaciones, sino que depende de productos y servicios superiores y de las destrezas de las personas que se entienden directamente con los clientes. De ahí la importancia
de planificar adecuadamente el proceso de los servicios
ofertados a los clientes, ya que bajo un mejor control del
proceso del servicio, existe una mayor posibilidad de incrementar los niveles de satisfacción del mercado.
Figura 4. La servucción en la empresa
Empresa de Servicios
CLIENTE
A
Soporte
Físico
CLIENTE
B
Sistema
Organización
Interna
Personal
en
Contacto
SERVICIO
A
SERVICIO
B
Fuente: Eiglier, P. y Langeard, E. (1989 p. 14).
e). Modelo de los tres componentes de Rust y Oliver.
En 1994, Rust y Oliver presentaron una conceptualización no probada, pero que fundamenta lo planteado por
Grönroos. Su justificación radica en las evidencias encontradas por autores como McDougall y Levesque (1994)
en el sector bancario y por McAlexander, Kaldenburg,
& Koenig y Rust & Oliver, en el mismo año. El modelo se
compone de tres elementos: 1) el servicio y sus características (service product), 2) el proceso de envío de servicio
o entrega (service delivery) y, 3) el ambiente que rodea el
servicio (enviroment). Su planteamiento inicial fue para
productos físicos.
Al aplicarlo al servicio, cambia el centro de atención,
pero como ellos afirman, al involucrarse a las empresas,
tanto de productos como de servicios, los tres elementos
de la calidad del servicio siempre están presentes. Tal explicación se muestra en la figura 5.
En dicha figura, el servicio y sus características se refieren al diseño antes de ser entregado al cliente. Los
elementos del servicio se determinan según el mercado
objetivo, es decir, según las expectativas del cliente; estas
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Visible
No visible
85
pueden estar ligadas a benchmarks3 como parámetros de
comparación, independientemente de que la industria
decida o no cumplir el estándar.
El punto clave es la determinación de las características relevantes o específicas a ofrecer (Rust y Oliver, 1994).
Algunos autores como DeSarbo (1994) han utilizado técnicas estadísticas para tal determinación, mientras que
Bitner y Hubbert (1994) han acudido a la técnica de los
incidentes críticos.
El ambiente del servicio se subdivide en dos perspectivas (del proveedor del servicio): la interna, que se enfoca
en la cultura organizacional y en la filosofía de la eliminación, donde aspectos como el estilo administrativo aplicado por la gerencia en dimensiones como son el liderazgo
ejercido, la motivación laboral, el trabajo en equipo, el manejo de conflictos, las técnicas de negociación impactan al
servicio ofertado por el capital humano hacia los clientes,
y la externa, se orienta principalmente al ambiente físico
de la prestación del servicio donde deberán considerarse
factores de soporte como son la tecnología, la infrestructura e imagen del negocio (Rust y Oliver, 1994).
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
86
Figura 5. Modelo de los tres componentes
Producto Físico
Fuente: Modelo de los tres componentes de Rust y Oliver (1994)
II. La escuela Norteamericana se compone
de los siguientes modelos de calidad en el
servicio:
a) Modelo de Parasuraman, Zeithaml y Berry,
SERVQUAL
La modelización y búsqueda de la medición de la cali-
dad en el servicio percibido se desarrolla principalmente
a partir de investigaciones realizadas por Parasuraman,
Zeithaml y Berry4. Estos trabajos dieron como principal resultado el establecimiento del modelo de los cinco GAPS:
Para formular sus teorías se identificaron las causas que
llevan a una organización a la prestación de un servicio
de no calidad, con el propósito de encontrar soluciones y
establecer programas de actuación. Se desarrolló a partir
de un estudio cualitativo exploratorio entre directivos y
consumidores de empresas de servicios, analizándose los
principales motivos del desajuste (gap) que originaban un
fallo en las políticas de calidad en las empresas. Se identificaron cinco gaps o desajustes como el origen del déficit
de la calidad en el servicio y que pueden ser resumidos
como «una serie de discrepancias o deficiencias que existen respecto a las percepciones de la calidad de servicio
de los ejecutivos y las tareas asociadas con el servicio que
se presta a los consumidores (figura 6).
Estas deficiencias son los factores que afectan a la imposibilidad de ofrecer un servicio que sea percibido por
los clientes como de alta calidad» (Parasuraman, Zeithaml
y Berry, 1985, p. 84).
Dichas discrepancias o deficiencias (gaps) pueden resumirse en las siguientes aseveraciones (Parasuraman, Berry y Zeithaml 1993):
GAP 1: Discrepancia entre las expectativas de los usuarios y las percepciones de los directivos.
GAP 2: Discrepancia entre las percepciones de los directivos y las especificaciones o normas de calidad.
GAP 3: Discrepancia entre las especificaciones de la calidad en el servicio y la prestación del servicio.
GAP 4: Discrepancia entre la prestación del servicio y la
comunicación externa.
GAP 5: Discrepancia entre las expectativas del cliente
sobre la calidad en el servicio y las percepciones que tiene
del servicio.
Como una forma de explicación concluyente, el modelo propone que el último desajuste se produce como una
consecuencia de las desviaciones anteriores y que constituye el único patrón de medida de la calidad en el servicio
(Parasuraman, Zeithaml y Berry, 1985). De lo anterior, se
puede deducir que el elemento clave para reducir el GAP 5
radica en reducir lo más posible las deficiencias generadas
de los gaps 1 al 4.
Comparación de los indicadores de una empresa con la referencia de lo que se estima que es el óptimo (Fundéu).
Las investigaciones realizadas por Parasuraman, Zeithaml y Berry se recogen principalmente en los siguientes artículos: Parasuraman, Zeithaml y Berry (1985); Zeithaml, Berry y Parasuraman (1988); Parasuraman, Zeithaml y Berry (1988); Zeithaml, Parasuraman y
Berry (1993); Parasuraman, Zeithaml y Berry (1994).
3
4
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
cuados de supervisión y control, falta de control percibido
y ausencia de sentido de trabajo en equipo.
GAP 4: Deficiencias en la comunicación horizontal entre los diferentes departamentos de la empresa, tanto en
el interior de los mismos, como entre ellos, y tendencia de
la empresa a prometer en exceso a los clientes.
El método SERVQUAL y el instrumento de medida
desarrollado han dado lugar a numerosos trabajos empíricos validados y contrastados en diversas ocasiones, en
tanto no resulta rígido e inalterable, puede ser ajustable
a las necesidades del sector como de la propia organización donde se aplica (Pascual, 2004). Un gran número de
investigaciones han sido diseñadas para la evaluación de
la calidad en una amplia variedad de servicios. Entre los
trabajos publicados a nivel internacional se puede citar a
Carman (1990), Babakus y Boller (1992), Babakus y Mangold (1992), Csipak, Chebart y Venkatesan (1995), Gupta
y Chen (1995), Wisniewski y Donnelly (1996), Pariseau y
MacDaniel (1997), Fernández (1995, 2000), Lloréns (1995),
Aragón y Lloréns (1996), Bigné, Moliner, Vallet y Sanchez
(1997) y Fernández, Junquera y Muñiz (1997).
Figura 6. Modelo Conceptual de la Calidad en el Servicio de Parasurama, Zeithaml y Berry.
USUARIO
Comunicación
Boca-Oreja
Necesidades
Personales
Experiencia
Pasada
Servicio esperado
GAP 5
Servicio percibido
GAP 1
EMPRESA
Entrega del servicio (incluye contactos
anteriores y posteriores)
GAP 3
GAP 4
Experiencia
Pasada
Conversión de Percepciones en especificaciones
de Calidad de Servicio
GAP 2
Percepción de la Empresa
acerca de las Expectativas de los Consumidores
Fuente: Parasuraman, A. Zeithaml, V. y Berry, L. (1985, p. 44)
b) Modelo de Cronin y Taylor, SERVPERF
El modelo SERVPERF de la calidad en los servicios surge principalmente debido a las críticas realizadas al mo-
delo SERVQUAL. Sus principales exponentes son los autores Cronin y Taylor (1992, 1994), quienes presentaron su
escala SERVPERF que evalúa únicamente las percepciones
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Una vez localizados y definidos los gaps o deficiencias
de origen, Parasuraman, Zeithaml y Berry investigan sus
causas con objeto de establecer las acciones a seguir por
las empresas de servicios para ofrecer servicios de calidad.
Las principales razones que dirigen a las organizaciones
hacia los estados de no calidad, anteriormente descritos
son, para cada deficiencia, los siguientes (Zeithaml, Parasuraman y Berry, 1993):
GAP 1: Factores causales relacionados con la inexistencia de una cultura orientada a la investigación de marketing, inadecuada comunicación vertical ascendente en la
empresa y existencia de excesivos niveles jerárquicos de
mando.
GAP 2: Insuficiente compromiso de la dirección con la
calidad en el servicio, percepción de inviabilidad para el
cumplimiento de las expectativas del cliente, errores en el
establecimiento de normas o estándares para la ejecución
de las tareas y ausencia de objetivos claros.
GAP 3: Ambigüedad de funciones, conflictos funcionales, desajustes entre los empleados y sus funciones, desajustes entre la tecnología y las funciones, sistemas inade-
87
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
88
del cliente sobre la calidad del servicio. De acuerdo a los
autores, la conceptualización y medición de la calidad percibida basadas en el paradigma de la desconfirmación son
erróneas (que establece la diferencia entre las expectativas y las percepciones del cliente al momento de evaluar
un servicio).
El modelo que ellos proponen mide las mismas dimensiones que el SERVQUAL, con la diferencia de que la escala
no mide las expectativas del cliente, lo cual reduce un 50
% el número de ITEMS que deben ser medidos.
Como resultado, la escala SERVPERF produce un puntaje o calificación acumulada de la calidad general de un
servicio, lo cual puede representarse mediante una gráfica
relativa al tiempo y a subgrupos específicos de consumidores (segmentos demográficos). El modelo emplea los
veintidós puntos identificados por el método SERVPERF,
simplificando el método de medición a cinco dimensiones:
1. Elementos tangibles. Dimensión en la que se evalúa
la infraestructura y materiales utilizados por la empresa
para entregar un mejor servicio.
2. Confiabilidad. Dimensión orientada a dar soporte al
cliente antes, durante y después del servicio.
3. Responsabilidad y capacidad de respuesta. Evalúa
los niveles de eficiencia y eficacia obtenida por la oferta de
servicio realizado por el capital humano hacia los clientes.
4. Seguridad. Evalúa el grado de confianza que generado por la empresa durante la oferta de servicio hacia sus
clientes.
5. Empatía. Evalúa el grado de interés mostrado por la
empresa hacia el cliente durante el proceso de servicio.
La forma en que se aplica la metodología SERVPERF es
a través de la escala Likert donde cada uno de los 22 Items
adaptados al estudio de interés es evaluado a través de los
siguientes criterios:
5= Totalmente de acuerdo
4= De acuerdo
3= Ni en acuerdo ni en desacuerdo
2= En desacuerdo
1= Totalmente en desacuerdo
De esta manera, conforma más las implicaciones teóricas sobre las actitudes y satisfacción del cliente
Al respecto, diversos investigadores han usado la escala SERVPERF, realizando preguntas en las que se tiene
únicamente en cuenta las percepciones que tienen los
clientes durante su experiencia de servicio (García, 1998;
Jabnoun y Al-Tanami, 2003; Ting, 2004; Sharma y Mehta,
2004, Bauer, Hammerschmidt y Falk, 2005). También existen estudios en donde se trabaja con las dos escalas (SER-
VQUAL y SERVPERF), en sus versiones originales y ponderadas, intentando buscar la escala que ofrezca mayor
validez (Angur, Nataraajan y Jahera, 1999; Chi Cui, Lewis
y Park, 2003).
Esta escala intenta superar las limitaciones de utilizar
las expectativas en la medición de la calidad percibida,
sin definir concretamente el tipo y el nivel de expectativas a utilizar (expectativas de desempeño, experienciales,
predictivas, normativas, etc.). En conclusión, la escala es la
misma, lo que varía es el enfoque de evaluación y las preguntas en los instrumentos (Duque, 2005).
c) Modelo del desempeño evaluado de Teas, 1993.
El modelo del Desempeño Evaluado y el de Calidad
Normalizada, fueron desarrollados empíricamente por
Teas (1993) a partir de discrepancias académicas sobre la
interpretación del concepto expectativas, las operaciones
de dicho concepto y la valoración de los modelos alternativos al Servqual. con los autores del SERVQUAL
Las limitaciones que presenta el modelo SERVQUAL
con respecto al modelo propuesto por Teas es que el Modelo del Desempeño Evaluado hace énfasis en elementos
de desempeño de la organización a partir del establecimiento de dimensiones y factores de carácter endógeno
y se reduce el papel que determinados factores del entorno de la organización tienen en la calidad percibida por el
cliente.
CONCLUSIONES
Medir actitudes y juicios de valor definidos en un proceso propicia que la administración de toda empresa se
encuentre bajo un constante mecanismo de adaptaciones, por tanto diseccionar los elementos que conforman
la calidad en el servicio es un tema cada vez más complejo
para las empresas y que dificulta conceptualizar y aplicar
una estrategia de endomarketing enfocada hacia la mejora
de los juicios de valor que se reflejen en un mayor índice
de satisfacción de los consumidores.
Camisón (1996) comenta que la provisión de servicios
de calidad es un factor crítico y clave en la competitividad
y en el éxito empresarial donde el cambio de los gustos
de los consumidores está cada vez más orientado hacia
ofertas diferenciadas y de mayor calidad. Bajo este enfoque, las empresas tienen la consigna de realizar mejoras
continuas dentro de un modelo integral de gestión de la
calidad en el servicio que prestan.
Tanto la escuela nórdica como la norteamericana coinciden en una interpretación multidimensional de la calidad en el servicio y asumen que, son los clientes quienes
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
definirán el valor cuantitativo y cualitativo que un producto o servicio ofertado por la empresa merece y que vendrá definido a través de las experiencias en el consumo.
Es así, como la calidad en el servicio se ha convertido en
un requisito imprescindible para competir en las organizaciones industriales y comerciales de todo el mundo, ya
que las implicaciones que tiene en la cuenta de resultados,
tanto en el corto como en el largo plazo, son muy positivas
para las empresas inmiscuidas en este tipo de procesos; de
forma tal que la calidad del servicio se convierte en un elemento estratégico que confiere una ventaja competitiva
diferenciadora y perdurable en el tiempo a aquellas que
tratan de alcanzarla por medio de modelos teóricos que
más que analizarlos es necesario aplicar y verificar para la
mejora continua de las empresas.
Angur, M.; Nataraajan, R. & Jahera, J. (1999). Service quality
in the banking indsutry: an assessment in a developing
economy. International Journal of Bank Marketing. Vol.
17, N° 3, 116-123.
Aragon, J.A. & Lloréns, F.J. (1996). La calidad en los programas de televisión: Estudio empírico sobre sus dimensiones claves y su relación con la satisfacción y fidelidad
de los televidentes. Investigación y Desarrollo, 50, 41-48.
Babakus, E. & Boller, G.W. (1992). An empirical assessment
of the SERVQUAL scale, Journal of Business Research,
Vol. 24, 253-68.
Babakus, E. & Mangold, W.G. (1992). Adapting the SERVQUAL scale to hospital services: an empirical investigation. Health Services Research, Vol. 26 No. 2, February,
767-86.
Bauer, H.; Hammerschmidt, M. & Falk, T. (2005). Measuring
the quality of e-banking portals. International Journal
of Bank Marketing, Vol 23, N° 2, 153-175.
Berry, L. L. & Parasuraman A. (1993). Building a New Academic Field: The Case of Service Marketing Journal of
Retailing, No. 69, Primavera. 13 – 60.
Bigné, J.E., Moliner, M.A., Vallet, M.T. & Sánchez, J. (1997).
Un estudio comparativo de medición de la calidad de
los servicios públicos, Revista Española de Investigación
de Marketing. ESIC, Septiembre, 33-53.
Bitner, J. E. & Hubbert, A. R. (1994). Encounter Satisfaction
versus Overall Satisfaction versus Quality. En Rust, R. T.
& Oliver, R. L. (eds.), Service Quality: New Directions in
Theory and Practice. Sage.
Bolton, R. & Drew J. (1991). A Longitudinal Analysis of the
Impact of Service Changes on Customer Attitudes.
Journal of Marketing, 55: 1-9.
Brogowicz, A. A., Delene, L. M. & Lyth, D.M. (1990). A
synthesised service quality model with managerial implications. International Journal of Service Industry Management, 1, 27-45.
Camisón, C. (1996). La empresa turística: un análisis estratégico. Introducción a la economía del turismo en España.
Madrid: Editorial Civitas.
Candido, C. & Morris, D. (2000). Charting service quality
gaps. Total Quality Management, vol. 11, (4/5&6), 463472.
Candido, C. & Morris, D. (2001). The implications of service
quality gaps for strategy implementation. Total Quality
Management, vol. 12, (7&8), 825-833.
Carman, J.M. (1990). Consumer perceptions of service
quality: an assessment of the SERVQUAL dimensions.
Journal of Retailing, Vol. 66, 33-55.
Chi Cui, Ch.; Lewis, B.R. & Park, W. (2003). Service quality
measurement in the banking sector in South Korea.
International Journal of Bank Marketing, Vol. 21, N° 4,
191-201.
Churchill, G. & Suprenant, C. (1982). An investigation into
the determinants of customer satisfaction. Journal of
Marketing Research, 19: 491-504.
Corbett, L. M. (1994). The Manufacturing Paradox: A Challenge for New Zealand Manufacturers. Graduate
School of Business and Goverment Management, Special
Report, No. 8, Victoria University, Wellington.
Cronin, J. & Taylor, S. (1992). Measuring service quality: a
reexamination an extension. Journal of Marketing, 56,
55-68.
Cronin, J. & Taylor, S. (1994). SERVPERF versus SERVQUAL:
Reconciling, Performance-Based and Perceptions Minus Expectations Measurement of Service Quality.
Journal of Marketing, 58, 55-68.
Csipak, J.J., Chebart, J.CH & Venkatesan, V. (1995). Channel
Structure, Consumer Involvement and Perceived Service Quality: an Empirical Study of the Distribution of a
Service. Journal of Marketing Management, 11, 227-241.
DeSarbo W., Huff, L., Rolandelli, M. & Choi, J. (1994). On the
measurement of perceived service quality: a conjoint
analysis approach. Services quality: new directions in
theory and practice. Thousand Oaks, CA: Sage Publications, pp. 201-222.
Devlin, S. & Dong, H. K. (1994). La Calidad del Servicio des-
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
REFERENCIAS
89
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
90
de la Perspectiva del Cliente. Marketing Research, 6, No.
1, 5-13.
Duque, E.J. (2005). Revisión de los modelos de evaluación
de la calidad del servicio. Revista Innovar (15) 25, 64-80.
Eiglier, P. & Langeard, E. (1989). Servucción. El marketing de
servicios. Editorial McGraw- Hill. Madrid.
Fernández, M. (1995). Calidad de Servicio: una valoración
de la banca. Revista Europea de Dirección y Economía de
la Empresa, 4 (3), 127-136.
Fernández, M. (2000). Validación de Servqual como instrumento de medida de la calidad de servicio bancario,
Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa,
9 (1), 57-70.
Fernández, M., Junquera, B. & Muñiz, M. (1997). La valoración de la calidad de servicios públicos: análisis de un
caso, Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa, 6 (1), 7-20.
Fundéu (2010). La lengua viva: misterios del inglés. Recuperado el 10 de enero de 2015 de http://www.fundeu.es/
noticia/la-lengua-viva-misterios-del-ingles-6074/
García, J. (1998). Calidad del servicio financiero como estrategia de las instituciones bancarias. Málaga: Unicaja.
Gil, I. (1995). La Conceptualización y Evaluación de la Calidad de Servicio al Cliente Percibido en el Punto de Venta.
Ed. Club Gestión de Calidad.
Groönroos, C. (1982). Strategic Management and Marketing in Service Sector, Marketing Science Institute,
Cambridge, MA.
Grönroos, C. (1988): Service Quality: The sixcriteria of good
service quality. Review of Business. New York: St. John’s
University Press.
Grönroos, C. (1994). Marketing y Gestión de Servicios: La
Gestión de los Momentos de la Verdad y la Competencia
en los Servicios. Ed. Díaz de Santos, Madrid.
Gummesson, E. (1987). The New Marketing Developing
Long-Term Interactive Relationships. Long Range Planning, Vol. 25, Nº 8, 32-54.
Gupta, A. & Chen, I. (1995). Service quality: implications
for management development, International Journal of
Quality & Reliability Management, 12 (7), 28-35.
Imai. (1998). Cómo Implementar el Kaizen en el Sitio de
Trabajo (Gemba). Editorial Mc Graw hill.
Jabnoun, N. & Al-Tamimi, H. (2003). Measuring perceived
service quality at UEA comercial banks. International
Journal of Quality & Reliability Management, Vol. 20, N°
4, 458-472.
Johansson, J. & Nonaka, I. (1997). Relentless: The Japanese
Way of Marketing. Winter Ventures. Ed. Harperbusiness.
Kim, J. S. (1995). Strategic Discoveries Trough Manufactu-
ring Lessons from the 1994 International Manufacturing Futures Survey. Proceedings Annual Conference
Strategic Management Society.
Lethinen, U, & Lethinen, J. R. (1991). Service Quality: A Study of Quality Dimensions. Papel de Trabajo, Service Management nstitute, Helsinski, Finland.
Lewis, R. C. (1993). Hospitality Management Education: here
today, gone tomorrow? Hospitality Research Journal, No.
2, 45-57.
Lloréns, F.L. (1995). Un análisis de la importancia relativa
que tienen las dimensiones de la calidad de servicio en
la percepción del cliente. Cuadernos, 29, 35-45.
Lloréns, F. (1996). Medición de la Calidad de Servicio: Una
aproximación a Diferentes alternativas. España: Servicio
de publicaciones de la Universidad de Granada.
McAlexander, J., Kaldenburg, D., & Koenig, H. (1994). Service quality measurement. Marketing Health Services.
14(3), 34-44.
Maqueda, J. & Llaguno, J. (1995). Marketing Estratégico
para Empresas de Servicios. Madrid: Ed. Díaz de Santos
McDougall, G.H.G. & T.J. Levesque (1994). A revised view of
service quality dimensions: An empirical investigation.
J. Prof. Serv. Market., 11: 189-209.
Parasuraman, A.; Zeithaml, V. & Berry, L. (1985). A Conceptual model of service Quality and its Implications for
Future Research. Journal of Marketing, Vol. 49, No. 4,
Otoño, 41-50.
Parasuraman, A.; Zeithaml, V. & Berry, L. (1988). A Multiple
– Item Scale for Measuring Consumer Perceptions of
Services Quality, Journal of Retailing, V. 64, No. 1, Primavera, 12-40.
Parasuraman, Berry & Zeithaml (1993). More on Improving
Service Quality Measurement. Journal of Retailing,
Spring, 141-147.
Parasuraman, Zeithaml & Berry (1994). Reassessment of
Expectations as a Comparison Standard in Measuring
Service Quality: Implications for Future Research. Journal of Marketing, January 1994, 111-24.
Pariseau, S.E. & McDaniel, J.R. (1997). Assessing service
quality in schools of business. International Journal of
Quality & Reliability Management, 14 (3), 204-218.
Pascual, S. (2004): Hábitos de compra y calidad de servicio
(una aplicación en establecimientos de alimentación
mediante diseño de encuesta). Universidad de Valencia:
Servei de Publicacions.
Rust, R.T. & Oliver, R. (1994). Service Quality Insights and Managerial Implications from the Frontier. In Rust, R.T y Oliver, R.L. (eds.), Service Quality New Directions in Theory
and Practice. Beverly Hills: Sage.
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
nal Journal of Bank Marketing, Vol. 22, N° 6, 407-402.
Valls, J.F. (2004). Gestión de empresas de turismo y ocio. El
arte de provocar satisfacción. Barcelona: Gestión 2000.
Weiermair, K. (1997). On the Concept and Definition of
Quality in Tourism. In (Ed), Quality Management in TourisVm pp. 33-58. St. Gallen: AIEST, V.
Wisniewski, M. & Donnelly, M. (1996). Measuring service quality in the public sector: the potential for SERVQUAL, Total Quality Management, 7(4), 357-365.
Woodruff, R., Cadotte, E. & Jenkins, R. (1983). Modeling
consumer satisfaction using experience-based norms.
Journal of Marketing Reserch, 20, Agosto, 296-304.
Zeithaml, L.L. Parasuraman, A.; V.A., Berry (1983). The nature and determinants of customer expectations of service, Journal of the Academy of Marketing Science, Vol. 21
No. 1, 1-12.
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Sacanell, E. (1995). El concepto de calidad en la gestión
de los servicios sociale Zerbitzuan: Gizarte zerbitzuetarako aldizkaria. Revista de servicios sociales, ISSN 11347147, Nº 26.
Sharma, A. & Mehta, V. (2004). Service quality percptions
in financial services – a case study of banking services.
Journal of Services Research, Vol. 4, N° 2, 205-223.
Sureshghandar G. S., Chandrasekharan R., y Anantharaman
R. N. (2002). “The Relationship between Managements
Perception of Total Quality Service and Customer Perceptions of Service Quality. Total Quality Management,
13 (1), 69-88.
Teas, R. K. (1993). Expectations, performance, evaluation
and consumers perceptions of quality. Journal of Marketing, 57, Octubre: 18-34.
Ting, D. H. (2004). Service quality and satisfaction perceptions: curvilinear and interaction effect. The Internatio-
Análisis teórico de los modelos sobre la calidad en el servicio percibido pp. 81-91 ISSN: 2007-9575
Mauro Alejandro Monroy Ceseña
91
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
92
Reseña: Renovación del humanismo y emancipación antropológica pp. 82-85 ISSN: 2007-9575
Laura Elizabeth Pérez Santana
reseña
RENOVACIÓN DEL HUMANISMO Y EMANCIPACIÓN
ANTROPOLÓGICA
Hacia una metafísica del umbral a partir de la filosofía de las formas simbólicas
Renewal of humanism and anthropological emancipation
Lic. Laura Elizabeth Pérez Santana
Estudiante de Maestría en Humanidades: Filosofía Contemporánea
en la Universidad Autónoma del Estado de México. México
Contacto: [email protected]
Editorial: Fontamara 2013
Contacto: [email protected]
En el libro Renovación del humanismo y emancipación
antropológica, publicado en México, en 2013 con el número 194 de la Colección Argumentos por la editorial Fontamara, el Dr. Roberto Andrés González Hinojosa, a partir de
una exhaustiva revisión de la condición de agotamiento
de la filosofía en el amanecer del siglo XX, como resultado del trabajo de demolición de los pensadores del siglo
XIX que rechazaron la idea de sistema y la racionalidad de
lo real, pone de relieve la insuficiencia, en el ámbito de la
antropología filosófica, de la noción animal racional para
contener al hombre en todas sus posibilidades vitales y
plantea la urgente necesidad de reformular y abordar la
Recibido: 22/08/2014
Aceptado: 01/11/2014
pregunta que interroga sobre el lugar del hombre en el
universo, intención expresa que se despliega a lo largo de
este trabajo de investigación.
Con un lenguaje sencillo y claro, y con una técnica estilística original, didáctica y dinámica que permite al lector
acceder rápidamente al contexto filosófico actual, hacer
suya la problemática vigente y distinguir y confirmar los
escenarios conceptuales presentados para una mejor asimilación de los contenidos, González Hinojosa presenta,
como fondo de su indagación, el centro temático de la filosofía de las formas simbólicas de Ernest Cassirer, a saber,
un espíritu que, a diferencia del hegeliano, se ha humani-
Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, actualmente es maestro de tiempo completo en la Facultad
de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México y miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Sus líneas
de investigación son la antropología filosófica, la epistemología y la ontología. Ha publicado nueve libros entre los que destacan: Estructura de la ciencia y posibilidad del conocimiento a partir de Eduardo Nicol. México, UAEM, 2010; El hombre como símbolo del hombre.
México, UAEM, 2011; Escorzos de ontología contemporánea. México, Torres y asociados, 2011: Baruch Spinoza: Entrecruces filosóficos y la
luz del primer principio. Editorial académica española, 2012. También ha participado como coautor en 10 libros. Es autor de poco más
de setenta artículos publicados en revistas nacionales e internacionales. En la actualidad investiga la posibilidad de una epistemología más allá de los límites fenoménicos del conocimiento.
1
Reseña: Renovación del humanismo y emancipación antropológica pp. 84-87 ISSN: 2007-9575
Laura Elizabeth Pérez Santana
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Autor: Dr. Roberto Andrés González 1
93
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
94
zado enteramente. El autor nos pone en antecedentes la
preocupación que a Cassirer le significó el estado de fragmentación y divergencia de los saberes en la época contemporánea. Ante este estado de cosas es que le parece
viable una filosofía de las formas simbólicas que repose en
una ley fundamental: el hombre es su dinámica actividad,
que es la del mismo espíritu de la humanidad, es decir, el
hombre en tanto animal simbólico con una función simbólica busca su emancipación de las antiguas categorías en
crisis.
En esta filosofía de las formas simbólicas, señala el Dr.
González, se encuentran los factores que posibilitan al
hombre su integración como un todo desde sus múltiples
y heterogéneas manifestaciones para su resemantización.
A lo largo de la investigación el autor aborda los temas
cruciales de la propuesta de Cassirer que expone en sus
dos primeros capítulos, y que clarifica fehacientemente
en el tercero al ponerlos en contraste con los contenidos
de pensamiento correspondientes en las configuraciones
filosóficas de G.W.F. Hegel, Eduardo Nicol y Martín Heidegger, respectivamente. Metodológicamente la confrontación entre puntos de arranque, concepciones, direcciones,
posiciones, perspectivas e intencionalidades que son afines al autor de La filosofía de las formas simbólicas en algunos casos y divergentes en otros, permite simultáneamente al estudioso lector conocer a detalle el pensamiento de
Cassirer y recrear el pensamiento filosófico contemporáneo en su profundidad, diversidad y unidad.
En Renovación del humanismo y emancipación antropológica se percibe la intención de resignificar el humanismo a partir del diseño de un constructo inédito dentro del
cual quepan todas las posibles versiones de lo que sea el
hombre, a fin de propiciar su emancipación de los límites.
El libro consta de tres capítulos, el primero, titulado
Para una filosofía del umbral se divide en tres apartados en
los que el autor señala la importancia de encontrar el rastro de la aparición del logos en el contexto espiritual de las
formas simbólicas. «Esta filosofía es una fenomenología
del conocimiento porque trata de dar cuenta del proceso por el cual el espíritu se explaya construyendo mundos
mediante la cultura» (González, 2013, p. 25).
Todo se integra, todo se recupera, nada se pierde, todo
tipo de conocimiento queda engarzado en el sentido
merced a la función simbólica del espíritu que reafirma
la unidad en la expresión del hombre y confiere sentido
y significado al mundo, permitiendo el aparecer de las cosas. El autor nos muestra dialécticamente cómo Cassirer
propone la sustitución de la idea del hombre como animal
racional por la de animal simbólico, pues «la noción símbo-
lo constituye una de las claves para comprender el puesto del hombre en el cosmos… como elemento común a
las formas simbólicas,…como punto de intermediación
entre el hombre y la naturaleza» (pp. 41-42) toda vez que
el hombre no puede nunca abordar de modo directo la
realidad que se le escapa, es decir «…cuando el hombre
se descubre como hombre…se descubre habitando en un
mundo de imágenes creadas por el espíritu, y se descubre
rodeado de un sinfín de significados o de cosas que poseen algún sentido para su vida» (p. 34).
Y a partir de este despliegue nos invita a dar una mirada a la odisea de lo sagrado, a contemplar el paso del mito
a la religión.
En la primera parte del capítulo II, Renovación del humanismo y emancipación antropológica, el autor toca tres
temas enlazados en la obra de Cassirer, a saber la noción
de un nuevo humanismo, la noción de una nueva idea de
hombre y la explicación acerca del porqué tendría la filosofía que volver a articularse como un sistema. Señala que
el nuevo humanismo tendría que ser contemplado desde
una perspectiva dinámica del Ser del hombre en un contexto de recuperación del sentido desde la coherencia interna de la sistematización.
Acota el autor: el tema central de Cassirer es el hombre,
al que concibe como un animal simbólico, un Ser que se
manifiesta de formas diversas en todos los ámbitos de la
vida creando la cultura. Y dado que bajo cada forma cultural o simbólica subyace un afán de emancipación espiritual del hombre, y en la filosofía de las formas simbólicas
se empata esa idea del hombre con una concepción de
espíritu, se configura entonces un nuevo humanismo que
recoge esa diversidad heterogénea y multicolor en la que
el espíritu se enriquece permanentemente desde las expresiones más rudimentarias del hombre primitivo hasta
la teoría científica más vanguardista.
La filosofía de las formas simbólicas aspira a la sistematización, y esto es viable, considera el Dr. González Hinojosa, dado que representa el conjunto de caminos por los
que transita el espíritu para su objetivación a partir de una
ley de configuración activa del espíritu, único elemento
que aparece como constante en el tiempo. Esa actividad
creadora permite la configuración sistemática de las formas simbólicas dentro de esa unidad orgánica que es la
cultura. La función del espíritu es interpretar y significar la
realidad en el proceso de la cultura. Este es el principio de
la filosofía de las formas simbólicas.
En el segundo apartado encontramos El imposible
problema de la unión alma cuerpo y versa sobre uno de
los problemas, a modo de ver del autor, más apremiantes
Reseña: Renovación del humanismo y emancipación antropológica pp. 82-85 ISSN: 2007-9575
Laura Elizabeth Pérez Santana
en un segundo momento un análisis en torno al concepto
de expresión desde las perspectivas de Cassirer y Eduardo
Nicol. La investigación que el autor realiza acerca de la noción de expresión le permite avizorar los elementos para
su presente interpretación de la cultura y la condición ontológica del hombre. Concluimos los puntos de contraste
con un bosquejo comparativo entre Cassirer y Heidegger
en sus coincidencias y diferencias filosóficas más significativas.
En lo personal me encontré con un texto profundo,
original, escrito con sencillez pero con impecabilidad metodológica, muy bien redactado, interesante, pertinente,
ameno, pletórico de contenido, un buen libro que conduce al lector paso a paso, con delicadeza, a asimilar nociones complejas, inéditas, en un contexto en el que la rigidez conceptual de la razón ha perdido vigencia. El autor
involucra a sus lectores en un renovado entusiasmo para
la labor de resignificación de su sentido de ser, estar y habitar en el mundo.
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
para Cassirer, que en un destello de influencia kantiana
sostiene que la unión entre alma y cuerpo radica en el acto
de conocer, toda vez que esta relación es puramente simbólica, no cósica.
El autor nos devela en su trabajo de investigación que
el conocimiento para Cassirer es el acto por el cual se construye simbólicamente el mundo y esta creación solo es
posible sobre la idea del hombre como Ser simbólico, porque solo un Ser simbólico es capaz de construir diferentes
mundos, porque solo hay mundo donde hay espíritu.
En el tercer capítulo, Entreveración de caminos: la filosofía de las formas simbólicas y el debate metafísico contemporáneo, se presentan tres momentos de contraste del pensamiento de Cassirer, en primera instancia con el de Hegel
en torno al sentido de la religión, contraste fundado en el
interés de ambos pensadores por el tema, se señalan coincidencias y divergencias insalvables. El Dr. González aporta la apertura de un camino de exploración hacia Hegel
desde Cassirer y viceversa; de igual modo, encontramos
Reseña: Renovación del humanismo y emancipación antropológica pp. 82-85 ISSN: 2007-9575
Laura Elizabeth Pérez Santana
95
GUÍA DE ESTILO PARA AUTORES
Consideraciones Principales
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
96
Ciencia desde el Occidente es una revista arbitrada, de
carácter científico y multidisciplinaria, con periodicidad
semestral, a cargo de la Dirección de Extensión y Vinculación de la Universidad de Occidente.
Es un espacio para la publicación de artículos científicos inéditos y originales, de investigadores nacionales y
extranjeros adscritos a universidades y centros de investigación de reconocido prestigio, a condición de que tales
artículos no se encuentren simultáneamente postulados
para su inclusión en otras revistas u órganos editoriales.
Su objetivo primordial es promover la difusión de los
resultados de la investigación científica de probada calidad en el ámbito de las distintas disciplinas de la ciencia:
ciencias biológicas y agropecuarias; ciencias de la salud;
ingeniería y tecnologías; y ciencias económicas, sociales y
de humanidades.
La revista está dirigida a la comunidad científica y académica del país y del extranjero, a estudiantes de posgrado y público especializado en las áreas del conocimiento
abordadas al interior de la misma.
Criterios generales para publicar
Los manuscritos se recibirán en el entendido de que
todos los autores están de acuerdo en su publicación y en
ceder los derechos autorales a la revista.
Los artículos serán evaluados, al menos, por dos árbitros anónimos, nacionales o extranjeros, seleccionados
por el Editor, quien después de haber examinado las revisiones y opiniones de los evaluadores, tomará la decisión
final acerca de la publicación de los manuscritos, lo cual
será comunicado al autor.
Cuando el trabajo haya sido aceptado, el manuscrito,
incluyendo los dictámenes de los árbitros, se enviará a los
autores para que realicen las modificaciones recomendadas. Si la versión corregida no fuera devuelta en 30 días
naturales a partir de la notificación del resultado, el trabajo podrá ser excluido de la lista de aceptados para su
publicación.
No existen cargos por derecho de página.
Los artículos propuestos para su publicación deberán
sujetarse a las normas y recomendaciones contempladas
en esta guía. Deberán ser textos de carácter científico, escritos en español, que observen cuidadosamente las reglas gramaticales y ortográficas.
De la Presentación
Mínimo de 3000 palabras y un máximo de 6000, incluyendo texto completo y referencias.
En sus secciones (con mayúscula, negrita: resumen,
abstract, introducción, materiales y método, resultados,
discusión, conclusión, resultados y referencias), deberá ser
escrito a:
•Doble espacio,
•Letra arial,
•11 puntos,
•Justificado,
•Sangría a cinco espacios en primera línea,
•Los márgenes del papel serán de 3 cm. (izquierdo y
derecho).
De la Distribución del contenido
En la hoja inicial
•El título del artículo en mayúscula, negritas, tamaño 12.
•El nombre completo del autor o autores; en caso de coautoría, mencionar en línea aparte cada uno. Deberán ser un
máximo de cinco.
•La institución en la que se desempeñan (soldado a los
autores mediante nota al pie, tamaño 9, tipo arial, y con
interlineado sencillo).
•La dirección electrónica, además de fax, teléfonos y dirección completa del autor al que deba dirigirse el Comité
Técnico Editorial.
En la segunda página
Se iniciará con el título del artículo, que deberá ser
Tercera página y sucesivas
Iniciará con el título del artículo y a partir de ahí empezará el texto que podrá variar en su estructura en función
del área de conocimiento que se aborde y el tipo de artículo del que se trate (de investigación o de revisión):
En artículos de investigación
Con los apartados siguientes:
1. Introducción,
2. Materiales y métodos,
3. Resultados,
4. Discusión,
5. Conclusiones y
6. Bibliografía
Introducción.
Describe de manera general el contenido del artículo, ponderando los aspectos más sobresalientes de cada apartado, los antecedentes, objetivos, hipótesis y estado actual del problema abordado.
Materiales y métodos. Señala el procedimiento realizado y los instrumentos que se usaron para poner a prueba las hipótesis o supuestos de la investigación.
Resultados.
El texto contendrá información nueva y
concisa, en términos cuantitativos o cualitativos, sobre los
principales resultados de la indagación.
hipótesis, además, delimita probables aplicaciones del
nuevo conocimiento, los aspectos que no fueron debidamente dilucidados y que merecen ser abordados en eventuales investigaciones.
Referencias. Se cuidará que todas las referencias citadas
en el texto aparezcan en esta sección y viceversa. La literatura debe presentarse en orden alfabético y con sangría
francesa, de acuerdo al estilo1 que se cita más adelante:
La notación de las referencias se apegará al estilo APA
(American Psychological Association). Las indicaciones se
pueden localizar en la siguiente dirección: http://www.liu.
edu/cwis/cwp/library/workshop/citapa.htm
Las referencias a otras fuentes de información formarán parte del texto, tal y como se establece en los siguientes ejemplos:
• Referencia al final de la frase: …el establecimiento de
la institucionalidad y la paz social (Cabrero, 1995).
• Referencia en medio de la frase: …competencia y
competitividad (Izaguirre, 2009) son conceptos distintos.
• Referencia en la que se utiliza el nombre del autor
como parte del texto: Bradenburger y Nalebuff (1996) señalan que cualquier empresa en la economía de mercado…
• Referencia de cita textual. Solamente en este caso
debe consignarse el número de página: «… la eficiencia
terminal de una institución de educación superior (IES), es,
sin duda, una dimensión de la calidad digna de tomarse
en cuenta» (Martínez, 2001, p. 26).
Cuando se trate de autores con apellido compuesto debe
utilizarse guion entre ambos apellidos.
En artículos en revisión
y una explicación de la relación entre los resultados y los
conocimientos previos sobre el tema. Lo trascendente es
correlacionar el estudio con otros realizados, para ponderar diferencias, similitudes y las aportaciones a la teoría o
al hecho de estudio.
Texto del artículo tomando en cuenta la siguiente estructura:
1. Introducción al tema (destacando su relevancia),
2. Desarrollo del trabajo con discusión académica,
3. Conclusiones y
4. Referencias
Se deberán seguir también las indicaciones establecidas en las referencias para los artículos de investigación.
Conclusiones. Enuncia los resultados obtenidos y de-
En reseñas de literatura
Discusión. En esta parte se incluirá una interpretación
termina la verificación o refutación de los supuestos o
Consideradas como evaluaciones críticas del material
Para administrar sus fuentes puede apoyarse con la herramienta Referencias/Estilo/Administrar fuentes/Nuevo (referencia). Insertar
cita. Insertar Bibliografía (Referencias). Véase: http://office.microsoft.com/es-es/word-help/apa-mla-chicago-dar-formato-a-bibliografias-automaticamente-HA102435469.aspx
1
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
claro y reflejar el contenido del trabajo, sin exceder de 15
palabras.
Enseguida se pondrá el resumen del trabajo, en un solo
párrafo, con un máximo de 130 palabras.
Todo manuscrito debe incluir una versión en inglés del
resumen (abstract) y de 4 a 6 palabras clave y sus equivalentes en inglés (key words).
97
que ya ha sido publicado, con los siguientes apartados:
Texto del artículo, tomando en cuenta la siguiente estructura:
a. Definición y aclaración del problema,
b. Síntesis de investigaciones previas con la finalidad
de informar al lector acerca del estado de la investigación
en curso.
c. Relaciones, contradicciones, diferencias e inconsistencias en la literatura; y
d. Sugerencias para resolver el problema.
Se deberán seguir también las indicaciones establecidas
en las referencias para los artículos de investigación.
De los Registros
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
98
Deben escribirse los términos completos la primera
ocasión, con abreviatura entre paréntesis, y en lo sucesivo
usar la abreviatura.
Las expresiones matemáticas deben estar escritas claramente y basarse en el Sistema Internacional de Unidades.
Todos los conceptos y términos científicos y técnicos
deberán escribirse de forma clara y precisa.
Las notas deberán ser al pie de página, no al final del
texto. En las notas al pie de página no se incluirán elementos que pueden incorporarse al texto principal ni tampoco
referencias bibliográficas completas.
Las tablas y figuras se enviarán:
• Por separado,
• Numerados consecutivamente por tipo (Tabla 1, Tabla 2, Tabla 3… /Figura 1, Figura 2, Figura 3…)
• Con título,
• Con fuente de información. Respetar autoría intelectual. Para el caso de elaboración propia, excluir la frase
como tal y señalar copyright2 del autor. Ejemplo: © Juan
Pérez
• Pie de página.
En el cuerpo del artículo se insertarán cuadros de texto
o marcas que indicarán el lugar donde el autor desea que
se ubique cualquiera de los elementos mencionados. El
editor tendrá la opción de elegir algunos de estos elementos para incorporarlos a la portada de la revista, por lo que
se solicita que sean originales para evitar conflictos por
derechos de autor.
Las notas científicas deben incluir:
• Título,
• Nombres de los autores y sus datos, (abstract) y pala-
2
bras clave (key words) en español e inglés.
• No deberán ser mayores de cinco cuartillas.
Los envíos podrán hacerse mediante dos medios:
Por mensajería: Se enviarán al editor Dr. Daniel García
Urquídez, Universidad de Occidente Unidad Guasave, Av.
Universidad, s/n, CP 81048, Guasave, Sinaloa, México.
• Tres ejemplares en papel blanco, tamaño carta, impreso
en una sola cara
• Una copia del artículo en disco compacto.
Por correo electrónico: Dirigido al editor, a la dirección
[email protected].
Se enviará en versión reciente (2007 en adelante) del
procesador de textos Word. Deberá contener en archivos
adjuntos:
• El artículo,
• Las tablas y figuras,
• Resumen curricular del primer autor y
• Datos del autor que deba ser contactado.
Revisión de los artículos
El editor se reserva el derecho de regresar a los autores
los artículos que no se ajusten a los criterios de publicación aquí enunciados.
La revista usa el sistema de revisión por pares académicos con la modalidad de arbitraje doble ciego, en ese
sentido, todos los artículos se someten a arbitraje con la
participación de investigadores expertos en las diferentes disciplinas científicas, preferentemente miembros del
SNI, que colaboran en distintas instituciones de educación superior y centros de investigación. Cada trabajo es
examinado por al menos dos árbitros que pueden ofrecer
cualquiera de los siguientes dictámenes: se aprueba sin
modificaciones, se aprueba a condición de modificaciones menores, se aprueba con modificaciones mayores o
se rechaza. Cuando existe discrepancia en los resultados,
se recurre a un tercer evaluador cuyo dictamen orienta la
decisión final.
El editor se comunicará con el autor de contacto para
darle a conocer los resultados de la evaluación a través
del formato correspondiente. El o los autores tendrán un
plazo no mayor de dos semanas para enviar nuevamente los archivos en formato word, agregando un archivo de
respuesta a las observaciones donde detalla cuidadosamente todas y cada una de las modificaciones realizadas
que contemplen los comentarios de los evaluadores y las
Para indicar que las tablas y figuras están sujetas al derecho de autor.
respuestas correspondientes.
El editor se reserva el derecho de enviar a revisión de
forma y estilo los artículos de los autores. La Universidad
conformará un grupo de especialistas en el tema con el fin
de abonar a la claridad y precisión de los materiales que
se publiquen.
Una vez finalizada la etapa de dictamen y corrección
de estilo, el editor informará al autor de contacto la fecha
de publicación de su artículo. En este momento se manda-
rán a los autores las pruebas de impresión en formato PDF
y dispondrán de dos días para hacer los apuntes y correcciones pertinentes. De no recibirse ninguna anotación en
ese lapso, el artículo se publicará tal y como fue enviado a
los autores.
El contenido y los resultados de los artículos son responsabilidad total del autor o autores y no reflejarán necesariamente el criterio de la Universidad de Occidente.
Suscripción Anual
y envío $200.00 m.n.
Dirección en la que desea recibir la revista
Nombre completo:
Calle:
Colonia:
Ciudad:
Teléfono (lada):
Correo electrónico:
Número:
C.P.
Estado:
Nota: La revista es de distribución gratuita. El costo enunciado es solo para recuperar gastos de envío.
1
01
0
Ciencia desde el Occidente | Vol. 2 | Núm. 1 | Septiembre 16 de 2014 - Marzo 15 de 2015
Universidad de Occidente
Domicilio y correspondencia: Dirección de Extensión y Vinculación,
Calle G. Leyva No. 169, Col. Centro,
Los Mochis, Sinaloa, México. C.P. 81200,
Tel. (668) 8161050, www.udo.mx, [email protected],
Editor responsable: Daniel García Urquídez.
99

Documentos relacionados