belisario lópez téllez

Transcripción

belisario lópez téllez
2D
EL NORTE
: Domingo 21 de Mayo del 2000
P E R FI L ES
H I S TO R I A S
Editora: Rosa Linda González
CADHAC. “Un interno fue castigado en unos
cuartos de confinamiento aislados totalmente que tienen ahí, y se les olvidó que estaba castigado y mucho tiempo después, no
sabría decir si cuatro o cinco meses después,
fueron y la persona estaba alterada de sus
facultades mentales”.
El Jefe, sin embargo, lo niega.
La última queja contra el Penal del Topo Chico en esta agrupación fue en noviembre pasado por un castigo de 23 días
de aislamiento a un grupo de reos. Los
parientes de uno de los internos desistieron de ir al Ministerio Público y el caso
se quedó como una denuncia interna ante la asociación, un simple récord.
Belisario tampoco reconoce esta historia.
Según las leyes del Penal, no se puede
tener a un interno encarcelado en una celda más de 15 días. Según CADHAC, no más
de 72 horas.
Ante eso el Jefe se desespera y lo ha repetido más de tres veces a lo largo de las dos
entrevistas: “¿Quién me ayuda a mí?”. El
Jefe parece no ser comprendido.
Los internos están en el Penal
LEY
JEFE
BELISARIO LÓPEZ TÉLLEZ
LA
DEL
co e iba a decir muchas cosas que podían
desfigurarlo.
Belisario es uno de los eslabones entre
la ley del monte y la que han depurado las
que
instituciones modernas: el que la hace la
se escuchan entre los reporteros de la nopaga, pero –aunque le cueste mucho utilita roja. Existe una denuncia reciente en
zar ese lenguaje– el delincuente también es
los archivos de una pequeña organización
un ser humano.
civil de Derechos Humanos en el barrio de
Sólo échele un ojo: su sombrero, su sala Purísima contra los correctivos aplicaludo, sus botas, sus celadoras, la manera
dos por Belisario López Téllez, el jefe de
en que se sienta, cómo fija a la gente con el
seguridad del Penal del Topo Chico, un perarpón experto de su mirada papujada. Los
sonaje emblemático de ese viejo y sobreojos y los oídos de Belisario siempre están
poblado reclusorio.
desconfiando. Nadie pensaría que es un
De ser verdadero, se trata de un oscuro
hombre con varios bypass en el corazón.
caso que no progresó porque los demandanEl Jefe tuvo una vez un infarto y podría
tes temieron presentarlo ante el Ministerio
retirarse ya, pero no ha querido. Y es que
Público.
Belisario es un señor de los de antes, de los
El expediente es sobre un castigo de conque ya sólo quedan en el campo. Robusto,
finamiento a un grupo de reos por más de
pero no alto, su acento es campirano, su dic23 días. Sin embargo, el Jefe no deja de teción es incompleta, su voz no es grave, pener aspecto bonachón y sonriente, y aseguro sus palabras sí. “Siempre aquí la gente
ra que no hay nadie en el mundo que le haes peligrosa. Bueno, la gente es buena, no
ga agachar la cabeza.
es tan mala, los que la hacemos mala somos nosotros (la cárcel)”.
muchas
Él fue criado a la antigua, su instrucción
cosas, dicen que hay “tapadas”, celdas de
primaria y sus 59 años hablan a través de
castigo a donde no entra la luz.
su ropa y sus ideas. La lógica del Jefe es más
Pero el Jefe tiene sus ideas.
simple que la de los reglamentos o los códi–Cuando siente que la persona es mala y
gos escritos: no cabello
es peligrosa, hay que atacarla
largo, no tatuajes, no gracomo lo que es…
“No me gustaba que
ffiti, no pornografía, no
Hasta cuentan que en el
chiflidos a las mujeres y
Penal existen grilletes.
hubiera pandillitas (en
no dejar marcas en el
–Debería haber castigos
el Penal), que el más
cuello a las esposas; el
más severos a personas peligropoderoso molestara al
que robe dentro de la cársas, ellas deben estar complecel o el que se pelee se le
tamente aparte, deben estar en
más fregado, que
encierra en las celdas de
celdas y no tener contacto con
cuando pasara una
castigo. Punto, así lo edulos demás.
caron sus padres. Y fueNo se mueve un centímedama le faltaran al
ron muy duros.
tro su sombrero vaquero corespeto. Cuando me la
Por eso la ley que impelor gris ni frunce su ceño
dieron de comandante,
ra desde que Belisario enmientras anuncia tales convicciones. Para el Jefe Belisatodas esas cositas las fui tró al Penal del Topo Chico, hace 36 años, ha sido
rio no hay otra forma de conmetiendo en cintura”.
para las autoridades estrolar a 3 mil internos más
tatales de ésta y de otras
que con mano dura.
administraciones un sinónimo de discipliEl día que se solicitó una entrevista con
na y estabilidad: un problema resuelto.
el legendario Belisario, la persona que contestó el teléfono en el Penal no dio tregua;
sin que se le pudiera plantear directamenpara ser celador
te, fue y le preguntó si concedería una cita
sin ser entrevistado. Nomás de puro ojo
y el Jefe mandó decir que no.
lo contrataron. Y a los pocos años ya era
No. Estas entrevistas se concertan más
el jefe.
arriba. Y fue así, tras un línea de mando,
En 1964 llegó a Monterrey de Monteque el Jefe aceptó.
morelos. Hasta sus 23 años sólo había traCuando las autoridades estatales autobajado en la labor.
rizaron que Belisario diera la entrevista, en“Ni conocíamos Monterrey, no nos hacargaron mucho ponderar sus palabras,
bían traído siquiera a conocerlo”.
pues el Jefe es un hombre demasiado franBelisario no encontraba trabajo en esos
Por MARCELA GARCÍA MACHUCA
FOTO: JUAN ANTONIO SOSA
No se trata sólo de historias
Del Topo Chico se cuentan
Belisario fue elegido
tiempos en que Nuevo León todavía era una
tierra de oportunidades, oportunidades para otros, no para él. Se sabía que en el Penal había trabajo y fue por él.
Hay gente que nace para un trabajo. Y
si de ser mano dura se trata, Belisario era
para éste.
“Me fue gustando”, dice.
Los comandantes solían felicitarlo porque siempre “pescaba” droga adentro de la
cárcel.
En esas pescas había que tener oídos agudos, sigilo y vista infrarroja.
Es difícil imaginarse a Belisario sigiloso por los pasillos o los patios, pues hoy
es un hombre gordo, ancho, más bien. Dice un abogado allegado al Penal que gente que quiere algún tipo de favor le lleva
a su casa patas de elefante, las botellas
más grandes de brandy.
“En estos trabajos uno está bailando en
una tablita, sobra quien te ofrezca dinero”,
dice Belisario. “Pero en todo el mundo no
hay quien me haga bajar la vista”.
A los cuatro años de trabajar de celador
le dieron el puesto de primer comandante,
y superaba a gente que tenía rangos intermedios como cabo, sargento y segundo comandante. Para 1968 ya era el Jefe.
“Me empezaron a mandar cartas de
adentro, que si aceptaba el puesto me iban
a llevar al otro mundo”.
Los internos ya sabían las cosas que le
molestaban a Belisario, pero en las que no
había podido influir como simple celador.
“No me gustaba que hubiera pandillitas,
que el más poderoso molestara al más fregado, que cuando pasara una dama le faltaran al respeto. Cuando me la dieron de
comandante, todas esas cositas las fui metiendo en cintura”.
La mano dura de Belisario es
para algunos la espuela necesaria que mantiene bajo control este complicado reclusorio.
El Jefe es una mezcla de un hombre con
poder al que respetan y temen, define Ninfa Delia Domínguez, delegada de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
“No es un profesional”, dice, “pero tiene
sicología; con ver a un muchacho te dice cómo es”.
Como Belisario la mayor parte del personal en las cárceles mexicanas carece de
preparación profesional para sus cargos.
Pero el Jefe conoce su chamba y la prueba es el descontrol que ha habido cuando él
se ausenta, como sucedió en 1980.
Nomás se fue el Jefe a su descanso se-
por haber cometido un delito, Belisario trabaja entre este resquebrajado lugar porque
vigilar es lo que sabe hacer. Todos –nadie,
por cierto, es puro– forman parte de una extraña familia a fuerzas.
El día de hoy empezó para Belisario a
las 9 de la mañana con un café y con la revisión de las entradas y las salidas de los
reos, el reporte del comandante de la noche anterior y el chequeo a los enfermos
de gravedad para ver si es necesario trasladar a alguien a otra área o al hospital.
“Todo el día es difícil”, dice el Jefe. “Pero en la tarde, el interno está más alterado.
A veces las visitas les traen los problemas
de la casa, y ellos no pueden salir de aquí.
“La mañana es mejor, como todo el
mundo, nos levantamos con una esperanza, pero a ellos a algunos les va bien y a
otros les va mal –ese día reciben una sentencia muy alta y cosas así–”, explica.
Todo esto se resiente en el ambiente
del Penal.
“A veces se les van las mujeres, a veces
se quieren suicidar….”, aunque ponga por
delante sus reglas, por alguna causa el Jefe
siempre termina hablando de los internos
como si fueran los niños de un orfanatorio,
hace hincapié en los que ya nadie visita, no
sólo ha visto a algunos internos quitarse la
vida, ha tenido que darles su “libertad” a
los que mueren de viejos o de soledad.
Aunque en su casa hay todavía una mujer y siete hijos, en ésta de descarapeladas paredes pasa la mayor parte del tiempo, es difícil no poner reglas, no ser duro,
no sentir algo.
Cae la tarde y hay que revisar en dónde van a dormir hoy los nuevos.
“Ayer se fueron 20 al otro Penal, iban
de todos, era nada más para darle lugar
a los nuevos. Todos los días entran cuatro
o cinco, 10, 20. Entran 20 y salen 18 y esos
dos se quedan rezagados”.
Le pueden dar las ocho, hasta las 11 de
la noche. No hay hora de salida para el Jefe.
manal y fue suficiente para escribir las 36
horas más dramáticas en la historia del Penal del Topo Chico.
El capitán Alfonso Domene Flormilán era
director y solía comentarle a Belisario que
sin él dentro del Penal se sentía inseguro.
–Siento un temorcito cuando no estás tú
aquí –decía Domene.
–Pues, no pase mucho adentro cuando yo
no esté –le contestaba el Jefe–, no conviene que haga mucha confianza.
Aquel lunes, 24 de marzo de 1980, Belisario descansaba. Teniendo comedor de empleados, el director, su chofer y dos secretarias se fueron a comer a una fonda para los
internos, “La Fayuquita”, adentro del Penal.
Era un día de mucho movimiento; por la
entrada principal iban y venían camiones
de carga. A un celador, Pedrito, se le pidió
que condujera uno con bolsas adentro, pero olvidó dejar afuera la pistola. Al bajarse,
los internos inmediatamente lo notaron; para cuando él se dio cuenta ya lo habían rodeado “El Cubano” y “el Maestro”.
A Belisario le fueron a avisar a su casa.
“Si ya sabíamos que ‘El Cubano’ iba a
de más de 3 mil
hacer una tontera…”, dice 20 años después
personas que no quieren estar ahí es una
el Jefe con notoria impotencia de no haber
constante luz roja para quien cuida los
estado ahí, “pero las leyes que tenemos, la
confines de ese encierro. Pero esa luz, de
forma en que nos regimos no nos ayuda a
estar siempre prendida, se ha vuelto ámtener la seguridad que se ocupa y se necebar para los ojos de Belisario.
sita y ahí están las desgracias, al ser co“Que no les gusta cómo es Belisario…
barde y no cumplir uno con su deber”.
Eso que ni qué, pero tampoco ellos se re“El Cubano” y “el Maestro” entraron a
suelven porque les falta coraje, no les he
“La Fayuquita” y le dijeron al director que
dado yo el coraje suficiente para que me
era un secuestro. El Capitán hizo por sahagan daño porque yo he jugado derecho,
car su pistola, pero se le adelantó el que
si yo meto a alguien a la celda es porque
ya lo tenía encañonado, unos dicen que
le faltó el respeto a alguien o robó a alfue un accidente, otros dicen que “el Cuguien, pero nada más porque se me puso
bano” sí quería matar a Domene. Los cóma mí, no”, dice.
plices eran Rodrigo Alcalá López, Manuel
Pero la verdad es que Belisario ya esPuga y Joel Coronado, el cocinero del Petá listo, parque funeral contratado, carronal.
za, caja.
Sólo los secuestradores
Ser el Jefe tiene su costo,
y los secuestrados sabían
sea derecho o no lo sea.
“Que no les gusta cómo
que Domene ya estaba
¿De los más de 3 mil 71
es Belisario… Eso que
muerto dentro de la fonda.
internos que están en el
Durante 36 horas manPenal, ha pensado alguna
ni qué, pero tampoco
tuvieron en espera a la Povez Belisario cuántos tenellos se resuelven
licía y al personal del Penal,
drán algo en su contra?
hasta que, mientras los reos
El Jefe hace cuentas…
porque les falta coraje,
intentaban huir en el carro
“Es como un papá para tono les he dado yo el
con vidrios polarizados que
dos nosotros”, dijo una
coraje suficiente para
negociaron, el chofer y las
vez Héctor Yáñez, convicsecretarias lograron salir y
to por homicidio. “Es una
que me hagan daño
aclararon que el capitán hapersona que me ha apoporque yo he jugado
bía sido ejecutado.
yado bastante”, reconoció
La Policía Judicial y SeAlfonso Martínez Celestiderecho…”.
guridad Pública del Estado
no, preso por delitos contenía rodeados a los plagiatra la salud.
rios.
“Muchos lo ven como el Jefe,/ pues yo
“¿Ah, ya está muerto…?”, se dijo Belisalo veo como amigo,/ Belisario López Tério. “…Ámonos. En cinco minutos quedó tollez,/ por todos muy conocido/“, dice el codo arreglado. Cuatro muertos. Ahí quedarrido que le compuso Julio César Gonzáron, ahí se acabó el corrido. Se hizo un tralez, aún en el Penal.
bajo, no bonito porque son seres humanos,
Posiblemente todos, contesta Belisario.
pero muy correcto”.
–¿Ha visto usted los chivitos en los ranExtraoficialmente se supo que los reos
chos? –parece que Belisario se transporta
ya se habían rendido cuando los francotiraal campo– a uno lo ven como a un chivito,
dores los ejecutaron.
muy hermoso, que le juega y le brinca, ¿verdad?, y usted lo quiere mucho y sus hijos lo
quieren mucho porque es muy juguetón; peha
ro si a usted le da hambre, hasta aquí queido más allá de traer a los internos cortitos.
dó el corrido del chivito; tiene que matarlo
En los anales de los defensores civiles de
para comer y los chamaquitos que lo quelos derechos humanos hay denuncias de
rían mucho también van a comer de ahí.
golpes y castigos de confinamiento en el PeIgualmente, a mí me pueden decir que me
nal del Topo Chico.
quieren y me aprecian, pero si me necesitan
Belisario no reconoce haber golpeado
para una fuga, que para ellos la libertad es
nunca a los internos, incluso, tratando de
lo más hermoso, baila Belisario, truena. Aunhurgar en las costumbres de hace 30 años,
que me quieran como amigo, aunque les haél lo niega. Dice que los mismos internos son
ya ayudado, si pescando a Belisario pueden
los que se tallan los antebrazos y luego popelarse, lo hacen.
nen una denuncia; Javier Orellana, defensor
El hombre que prefiere tener tras las
de los Derechos Humanos, antepone: ¿quién
rejas al que considera un riesgo para su
que esté adentro lo va a querer de enemigo?
penal, el mismo que les da 8 ó 10 pesos de
Respecto al confinamiento, es un hecho,
su bolsa a los enfermos mentales para que
si por Belisario fuera tendría separados a
se compren una soda, el que no quiere eslos internos que considera peligrosos o dacuchar a Derechos Humanos, al que acuñinos para los demás. Le representa un prosan de maltrato y abuso. Ése es Belisario
blema que las leyes no le permitan actuar
López Téllez. El mismo que viéndose a sí
con la dureza que considera necesaria.
mismo solo en medio del frenesí colecti“Hay una historia de Belisario”, cuenta
vo podría ser el más indefenso de los corOrellana, miembro de la asociación civil Ciuderos.
dadanos en Apoyo a los Derechos Humanos,
Vivir en medio
Para algunos, su disciplina

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