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“La victoria de la cruz”
1ª Corintios 11:23-26 Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor
Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo:
Tomad, comed; Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es
el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis; en memoria de mí.26
Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor
anunciáis hasta que Él venga.
Introducción: Muchos son, los que en medio del pueblo de Dios, por no alcanzar las
promesas, se sienten en desánimo, sin entusiasmo, sin ganas de pelear, sin fuerzas,
fracasados, defraudados…Hoy, al participar de la mesa del Señor, recordamos la razón por la
que nosotros, los hijos de Dios, no debemos estar en desánimo.
En el sacrificio de Cristo se encierra el poder para vencer todo lo que puede traer
desánimo a nuestras vidas: el pecado, la muerte y nuestro propio yo.
Necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para considerar lo que encierra el sacrificio de
Jesús:
1. SOLO HAY UN CUERPO, UN SACRIFICIO:
23 Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche
en que fue entregado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi
cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí.
Vemos a Jesús reunido con sus discípulos, en el día de la Pascua, antes de entrar al
momento de la cruz. Momento donde recordaban la liberación del pueblo de Israel (la
muerte iba a visitar Egipto y donde veía la sangre rociada en los dinteles y los postes
de las puertas, la muerte no entraba).
Metafóricamente vemos que Jesús, es el pan del cielo que descendió para darnos
vida. (Juan 6:35)
Tomo pan, no muchos panes, porque solo era un cuerpo, un sacrificio único y perfecto.
Un solo Cristo, para que todos participasen de un solo cuerpo, por lo que no hay
salvación si no es a través de JESUCRISTO. Él reunía todos los requisitos para saldar
el pecio de nuestro pecado.
2. CRISTO JESÚS MURIÓ POR NOSOTROS:
Isaías 53:3-8 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado
en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos
por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido
por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados.6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su
boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca. 8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la
contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue
herido.
Por la enfermedad que él cargo, yo puedo ser sano. Por el dolor que padeció puedo
ser libre…. Esta es nuestra esperanza. Todo lo que nos acontece en nuestra vida,
puede ser resistido, porque Cristo ya lo hizo. Esa es nuestra confianza, si nos
olvidamos del poder que encierra el sacrificio, estamos pisoteando la sangre de Jesús
y negando la eficacia del sacrificio de Jesús. Él lo soportó todo por nosotros.
3. ES NECESARIO ACTIVAR NUESTRA FE:
Jeremías 31:31-33 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto
con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el
día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa
de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su
corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo
Antiguo Pacto: falta de capacidad de cumplirlo, por lo que Jesús hace un NUEVO PACTO a
través de su sangre derramada.
Cuando un pacto no se cumple, se invalida; por ello, al compartir Jesús esa copa, que
representa su sangre derramada, se vuelve a hacer vigente ese pacto. Su sangre derramada
hará que el pecado de toda la humanidad sea perdonado. Este pacto empieza a tener vigencia
cuando el hombre identifica a Dios como su Dios. Acudimos a un hecho espiritual que
trastornó los cimientos de nuestra vida, ya que por su sacrificio, tenemos una nueva vida, una
nueva identidad. Por eso lo hacemos en memoria de Él.
CONCLUSIÓN:
26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que Él venga.
El acto de Jesús en la cruz, nos da la victoria, sobre todo aquello que quiera afectar nuestra
vida. Las situaciones difíciles y los problemas se desvanecen al ver el poder de Dios,
venciendo a la muerte. Recibimos la fortaleza espiritual para soportar la prueba, de manera
que los problemas no nos hunden. Cristo murió por nosotros. Tenemos esperanza de vida
eterna porque Cristo Jesús venció.
El Hijo de Dios vendrá a restaurar todo lo que está roto y estaremos toda una eternidad con Él.

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