Trekking y termas junto a los Pirineos

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Trekking y termas junto a los Pirineos
4 viajes clarin DOMINGO 15 de mayo de 2016
postales
francia
María de la Paz García
[email protected]
C
uando se quiere conocer un destino que
está fuera del circuito
tradicional, el camino
suele ser algo más inquietante y, muchas veces, un poco
más escalonado. Así resulta el periplo hacia Bagnères-de-Bigorre,
una villa termal francesa en plenos Altos Pirineos, muy cerca de
la frontera con España. Uno de los
accesos más pintorescos conduce
al viajero, en tren, desde San Sebastián hacia Irún, en tierras españolas, y luego enhebra las ciudades de
Hendaye, Bayonne y Tarbes, hasta
llegar finalmente a Bagnères.
El pequeño pueblo recibe a 550
metros de altitud, al pie del Pic du
Midi, de 2.877 metros, y enmarcado por el Col D’Aspin y el Col du
Tourmalet, legendarios pasos de
montaña que han formado parte
del Tour de France varias veces. El
contexto montañoso se hace notar
y, de hecho, hay varios trekkings
sencillos para animarse a hacer en
los alrededores de Bagnères-deBigorre.
Pero ya habrá tiempo para eso.
Primero, una caminata por las estrechas calles del pueblo revelan
su adorable arquitectura, que conserva incluso vestigios medievales,
como el pórtico de la iglesia Saint
Jean y la Torre de los Jacobinos,
también conocida como Torre del
Reloj, del siglo XIV.
El termalismo marcó los inicios
de la comuna y sigue siendo una de
sus actividades principales. Los romanos construyeron las primeras
termas rodeadas de un poblado y
las llamaron Vicus Aquensis (“la villa de las fuentes”). La popularidad
y el renombre de Bagnères-de-Bigorre se consolidó con las visitas de
la realeza y la aristocracia durante
los siglos XVI y XVII. En 1823, Marie Thérèse Charlotte, hija de Luis
XVI, puso la piedra fundamental
Trekking y termas
junto a los Pirineos
Muy cerca de la frontera con España, la villa Bagnères-deBigorre conserva vestigios de la arquitectura medieval.
media que comienza en Campan, a
sólo 8 minutos de Bagnères, y que
conduce a Le Courtaou du Teilhet.
El camino, con un desnivel de 600
metros, atraviesa un bosque y premia, sobre el final, con la imagen
de una rústica cabaña de piedra y
una vista panorámica soñada del
Pic du Midi. Unos binoculares o el
zoom de la cámara de fotos permiten ver, incluso, la antena de televisión y el observatorio astronómico
que el pico alberga en su cumbre.
Con la eventual visita de algunas
ovejas, ese escenario termina de
perfeccionarse cuando de la mochila sale el pan, el queso, el paté
y el jamón del mercado callejero...
Son muchas las caminatas de baja
dificultad que pueden hacerse en
los alrededores de la villa termal,
sólo es cuestión de consultar en la
oficina de turismo local.
al paso. Una feria callejera en Bagnéres-de-Bigorre.
de las termas Marie Thérèse, antepasado del actual establecimiento
termal de la ciudad.
A pocas cuadras del centro termal aparece el mercado cubierto
La Halle, que funciona de martes
a domingo, y en el que se pueden
encontrar todo tipo de productos
regionales, entre verduras, frutas,
carnes, conservas, quesos y fiambres. La oferta se extiende incluso
fuera del mercado, con puestos
callejeros en los que los ojos de los
recién llegados no saben con qué
pan o con qué jamón crudo quedarse. Y no hay que irse sin probar le gâteau à la broche, una torre
hueca de masa dulce, típica del sur
de Francia, que se cocina en una
especie de huso de hierro que se
hace girar cerca del fuego.
Las delicias locales, vendidas
de las manos de sus mismísimos
productores, conforman una ideal
vianda cuando el imán de las montañas comienza a surtir efecto. El
viajero puede optar, por ejemplo,
por una caminata de una hora y
Circo de roca
Hay otra excursión –aunque requiere de alquilar un auto por el día–,
que invita a recorrer 70 kilómetros
hacia la frontera con España. Allí
espera el Cirque de Gavarnie, que
forma parte del Macizo del Monte
Perdido y fue declarado Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco:
un verdadero circo de roca de seis
kilómetros de diámetro, con una de
las cascadas más altas de Europa,
de 400 metros de caída. Una corta
caminata permite acercarse hasta
quedar casi en la base del Cirque de
Gavarnie y admirar la majestuosi-
MINIGUIA
Cómo llegar
En avión, el aeropuerto de TarbesLourdes-Pyrénées se encuentra a 23
kilómetros de Bagnères (www.tlp.
aeroport.fr). El aeropuerto de Pau, a 73
kilómetros (www.pau.aeroport.fr). El
pasaje para junio desde Buenos Aires
hasta Pau con conexión en París cuesta
US$ 1.545 (www.airfrance.com).
Dónde alojarse
Habitación doble en Au Chat Ronfleur,
894 pesos c/ des. (www.booking.com).
Dónde informarse
www.ville-bagneresdebigorre.fr
www.picdumidi.com
www.grand-tourmalet.com
www.lourdes-infotourisme.com
www.tourisme-hautes-pyrenees.com
dad de los Pirineos.
En el camino de vuelta, vale la
pena dedicarle un rato a la ciudad
de Lourdes, lugar de peregrinaje
religioso permanente, con su imponente santuario de la virgen que
le da nombre al lugar.
Ya en Bagnères, y luego de la cena, la noche tiene un solo destino,
donde se da cita toda la juventud
del pueblo. El único bar de la villa
se llama L’Excuse y la dueña es,
curiosamente, ¡argentina! Casada
con un francés, Martina ofrece variedad de cervezas belgas y empanadas. Así se lee en el pizarrón del
bar: “Empanadas de bouef, poulet,
légumes, saumon, roquefort/noix,
chèvre, jambon/fromage” (carne,
pollo, verduras, salmón, roquefort
y nueces, queso de cabra, jamón
y queso).
Bagnères-de-Bigorre es una joya,
un rincón adorable en el que uno
podría pasarse varias temporadas e
incluso fantasear con instalarse allí
definitivamente, en compañía de
los Pirineos, las aguas sanadoras y
la buena gastronomía. W

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