Págs. 24(definitivas) - Fray Leopoldo de Alpandeire

Transcripción

Págs. 24(definitivas) - Fray Leopoldo de Alpandeire
El próximo día 9 de enero, a las 8 de la mañana, en
la iglesia de Capuchinos de Granada, presidirá la Eucaristía
el Exmo. Sr. D. Ricardo Blázquez, Presidente de la Conferencia Episcopal
Española y obispo de la diócesis de Bilbao.
El próximo día 9 de febrero, a las 8 de la mañana, en la iglesia de Capuchinos de Granada,
presidirá la Eucaristía el Exmo. Sr. D. Manuel Monteiro de Castro, Nuncio Apostólico de Su Santidad
en España. Con esta celebración se clausuran los Actos del 50º Aniversario de la muerte de Fr. Leopoldo.
Boletín Bimestral • Año XLVI
E J E M P L A R G R AT U I T O
Nº 397 • Enero-Febrero 2007
“Jesús nació en Belén de Judá en
tiempos del rey Herodes. Entonces,
unos Magos de Oriente se presentaron
en Jerusalén preguntando: –¿Dónde está
el Rey de los judíos que ha nacido?
Porque hemos visto salir su estrella y
venimos a adorarlo”
(Mat. 2, 1-2)
Cortejo de los Magos, Venozzo Gozzoli, 1458.
Detalle. Florencia, Capilla del Palacio Medici-Riccardi.
E ditorial
¡EVOCACIÓN DE UN 9 DE FEBRERO…!
P
ara cualquier devoto de Fr. Leopoldo resulta
muy difícil escribir o describir las impresiones
vividas durante un 9 cualquiera del año, junto a la
tumba de Fr. Leopoldo, pero mucho más difícil lo
es aún un 9 de febrero.
Hay cosas que no se pueden transmitir al papel,
que son inexpresables, que si no se ven con los
propios ojos o se experimentan personalmente, no
se pueden captar, transmitir, comprender y saborear
en toda su integridad y su riqueza.
Estupor y admiración, unidos a una sensación
sorprendente y maravillosa, son los sentimientos
que llenan durante toda la jornada la mente y el
ánimo de las personas devotas que depositan sobre
su tumba unos claveles o tocan con sus manos su
tumba, experimentando la misma sensación que la
hemorroisa ante Jesús: “Alguien me ha tocado,
porque he sentido que una fuerza ha salido de mi”
(Lc 8, 46). A las misas asiste y participa un número
incalculable de personas y las confesiones son incesantes...
La interminable y larguísima fila de devotos,
que desde primeras horas de la mañana hasta bien
entrada la noche, constantemente, ininterrumpidamente han esperado pacientemente, en actitud recogida y devota, rindiendo homenaje a Fray
Leopoldo al visitar su tumba... constituyen el cuadro o tríptico maravilloso y encantador de un 9 de
febrero, donde el estupor, la admiración, el encanto... se hacen oración, alabanza y acción de gracias
al Señor, que “¡es grande y admirable en sus santos!”.
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E ditorial
Es impresionante la fe genuina, la profunda y auténtica religiosidad de esta gente, que
participa en la liturgia eucarística con verdadero sentimiento y auténtica devoción, con
lágrimas en los ojos y emoción contenida.
Una oración sentida, hecha
con delicadeza exquisita y
con un fervor del todo particular.
No hay distinciones de
ningún tipo: todos forman un
pueblo único y unido, el
pueblo de Dios. Hombres y
mujeres, jóvenes y ancianos,
pequeños y grandes, pobres
y ricos... “todos unidos para
orar” y alabar al Señor por
haber dado a esta ciudad, a
esta gente un hombre de
Dios como Fray Leopoldo
de Alpandeire: un hermano
capuchino cuya larga vida ha
estado toda ella alimentada
de una única pasión, la pasión por Dios y por
esto estaba lleno de una profunda pasión por
el hombre, por el hombre que sufre, por el pobre, por el marginado... todo ello vivido con
franciscana sencillez y verdadera alegría, con
la sabiduría y la prudencia de los santos.
El amor de Dios y el amor del prójimo han
sido “el mandamiento prioritario y la preocupación constante de Fray Leopoldo”... y en él,
el amor del prójimo (ese prójimo que hoy le
rinde homenaje) ha garantizado la presencia
del amor de Dios.
“Donde hay caridad y amor, ahí está Dios”
–canta un himno litúrgico–. También lo contrario es profundamente verdadero. “Donde
está Dios, ahí hay caridad y amor!”. Y todo esto se ha verificado de modo extraordinario e
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incuestionable en la vida y en la persona de
Fray Leopoldo.
La peregrinación ininterrumpida que se desarrolla aquí, junto a su tumba, el 9 de febrero,
la incalculable marca de gente que ha rendido
homenaje a Fray Leopoldo,
pone en evidencia, hace tocar
con las propias manos, hace
palpable la amplitud y la profundidad de la fama de santidad del Siervo de Dios. Es difícil contemplar un espectáculo semejante, vivir una experiencia semejante..., como
¡una mezcla del cielo y la tierra, de lo divino y lo humano!.
Muchas veces uno repite para
sus adentros a Fray Leopoldo
las palabras de los apóstoles
dichas a Jesús en el Evangelio
de Marcos: “Todos te buscan”
“¡Todo el mundo te busca!”.
El espectáculo aquí de un 9 de
febrero es el más alto, espontáneo y fundado reconocimiento, por parte de los miles de devotos
y fieles, de estos enunciados! Parece estar respirando aquí el aire y la atmósfera que se respira y
se vive en la Basílica romana de S. Pedro después de una beatificación o canonización.
Dejarse llevar por Dios y llevar a Dios a
los hermanos ha sido el compromiso diario y
la misión prioritaria de Fray Leopoldo de Alpandeire... se ha dejado llevar y ha llevado a
Dios a una gran multitud de sus semejantes. Es
ésta la ocasión para exclamar ante el espectáculo de este día: “Defunctus, adhuc loquitur!”
(“¡Muerto, pero vivo!”).
Fr. Alfonso Ramírez Peralbo, OFMCap.
ROMA –Vicepostulador de la Causa
¿ Cómo
se hace
un santo
?
ROMA.
Entrada a la Congregación
de las Causas de los Santos.
¿Cuáles son las etapas que
sigue el recorrido de una
causa de beatificación?
Las causas de beatificación tienen dos fases fundamentales: la
diocesana y la romana. La primera tiene por objeto la encuesta que el obispo al que compete
instruye para recoger todos los escritos del siervo/a de Dios y todos los testimonios relativos a su
vida, actividad y virtudes o martirio. Para este fin
el obispo diocesano constituye un determinado
tribunal, presidido por él mismo o por un delegado suyo, y formado por un promotor de justicia y
un notario.
Especial importancia reviste los testigos llamados a declarar. La mayoría de ellos los elige el
postulador (que es en un cierto sentido el “abogado defensor” de la causa), mientras que el tribunal, por propia iniciativa, convoca otros ex officio, con el fin de que todos los aspectos de la vida
del siervo/a de Dios queden clarificados según la
verdad. “Los testigos -prescriben las Normae
servandae, o sea las reglas de procedimiento-
deben ser oculares; a éstos, si se cree necesario,
pueden añadírseles otros que han oído de aquellos que lo han visto, pero que todos sean dignos
de fe”. La sinceridad de los testigos es absolutamente necesaria y es por esto por lo que cada uno
de ellos debe corroborar con juramento lo que ha
declarado. Cuando un siervo/a de Dios pertenece
a un Instituto de vida consagrada, la mayoría de
los testigos -con el fin de que se tenga la máxima
objetividad y de que todo sea lo más completo
posible- debe de ser extraña al Instituto en cuestión.
Con la reforma legislativa de 1983 los documentos han adquirido la debida dignidad. La documentación con respecto a la vida del Siervo de
Dios y su causa de beatificación, por encargo formal del obispo diocesano, es recogida por algunos expertos en historia y en materia de archivos,
los cuales, al final de su trabajo, deben expresar
un juicio sobre la autenticidad y el valor de los
documentos, como también sobre la personalidad
del siervo/a de Dios, tal y como se deduce de los
propios documentos. Todas las actas de la encuesta diocesana, finalmente, se consignan a la
Congregación de las Causas de los Santos que las
examina, con juicios a diferentes niveles para
comprobar la heroicidad de las virtudes, el martirio, las confirmaciones de los milagros.
141
Fray Leopoldo, alforja al hombro
C ONFERENCIA
DE
D. J OSÉ Mª J AVIERRE
ueno, estas cosas
están pasando. Pero, no se asusten que
yo seguiré vigilando el
reloj. Algunos periodistas amigos, como Tico
Medina, me han preguntado alguna vez, “pero… ¿nos salvaremos?”.
Nos salvará el que tiene
que salvarnos. Un día, hablando en una
cena política de aquellos tiempos, Alfonso Guerra me echó el brazo por encima del hombro cuando nos íbamos
despacio y me dijo: “Cura, pero ¿de
verdad crees que vamos a ir al Cielo?”
Sí, claro. Y me dijo, “pues yo no me lo
creo”. Y le dije, pues mira: “Unos irán
por sus méritos y los otros irán también”.
Muchos de los labriegos y de los curas de Aragón son tan distintos de los
labriegos de la serranía de Ronda, de
esta tierra nuestra andaluza. La primera
vez que llegué yo a Andalucía, los señores de mi casa estuvieron explicándome
cómo Andalucía es el paraíso de España. En Andalucía vivimos la gente que
sabe lo qué es la existencia, que quiere
alabar para disfrutar de los sabores de
este mundo nuestro, de esta tierra
nuestra y le dije, “¿y de Despeñaperros
para arriba?”, “tos catetos”. En Extremadura también he visto estas cosas.
Un obispo –ya murió– me contó que
cuando estaba en un pueblecito pequeño de cien habitantes, de cien casas, o
sea que serían 500 ó 600 habitantes y cuando vino
el142
obispo de visita le hicimos una comida con 250
B
huevos. El obispo comió un poco y luego
comimos todos. Pues
éste también me contó cuando estaba en
un pueblecito de Extremadura, él estaba
sentado en la presidencia de una comida, a su derecha el alcalde y luego los concejales a la derecha y a la izquierda. Y uno de los concejales, claro, ¡qué iba a saber!, le preguntó “Señor obispo, su padre de
usted ¿También era obispo?”. Y el alcalde, que sí era un poco más culto, se
volvió y le dijo, “Pero cállate ¿tú no sabes que los obispos no tienen padre?”.
En Andalucía, que es una maravilla, con
este clima sencillo, el joven labriego pasó esa primera etapa de su vida. Luego,
los recuerdos de entonces, no he podido llegar más que a lo que cuentan algunos de los confidentes de Fray Leopoldo en los últimos años. Me ha gustado mucho saber que tenía novia, que
se enamoró. Yo no sé si el padre es tan
cuidadoso que no se ha colado nada en
los procesos o es que ciertamente no
hay más que eso. Hay unas declaraciones en la cual, uno de los padres cuenta cómo se llevaba el noviazgo entonces. Que era pues detrás de aquellas
rejas, pero el novio en la calle y la novia dentro, en la habitación donde estaría cosiendo su madre. Las rejas de la
ciudad de Sevilla, Alfonso XII peló la
pava con María de las Mercedes en las rejas del
Palacio de San Telmo. Hay unas leyendas en torno
a Fray Leopoldo y también a Sor Ángela de la
Cruz. A veces cuesta distinguir entre los favores
de Fray Leopoldo. Tantos favores… Yo diría en
Roma que en los procesos, una vez que se
ha investigado baldosa
a baldosa, y que se sabe cómo se portado
ese hombre o esa mujer a lo largo de toda
su existencia, no pidan
ya milagros. Un médico
tiene que firmar el milagro, y lo más que
puede firmar un médico es que no ve una
explicación científica para el caso. A un napolitano
que era obispo, después cardenal, le dije al final de
una conversación “¿Por qué nos complican con
los milagros?” Y dijo: “Porque en el fondo necesitamos algún tipo de aviso desde arriba”. Surgen
historias y leyendas, y a mí me gustaría
saber si la de los zapatos del joven Leopoldo que cuando vuelven de trabajar con su hermano, habían ganado algo de dinero, resulta que se encuentran a unos pobres por el camino y
avisaron al hermano de Leopoldo que
Leopoldo iba a repartir el dinero que
habían ganado. Entonces, su hermano
se lo prohibió, y como no podía darle
ese dinero pues le dio sus zapatos al
pobre.
Los recuerdos de Fray Leopoldo
están todos entre la historia y la leyenda, es un poema, un poema maravilloso. Se hizo fraile, se hizo fraile
oyendo la predicación de un capuchino. Había fiestas en Ronda dedicadas a
Fray Diego, estaba el que luego fuera
arzobispo de Sevilla Don Marcelo Espínola, y recibió un aviso del Vaticano
de que presidiera esas fiestas. Dicen
que Fray Diego hacía muchos milagros,
y que el guardián de su convento le
decía que no hiciera ninguno sin su
permiso, porque si no era muy escandaloso. Así que cuentan que yendo
Fray Diego por la calle se cayó un albañil de un cuarto piso en una obra que estaban
haciendo y dice la leyenda que dijo mientras caía,
“Fray Diego ¡sálvame!”. Y Fray Diego vio que caía
y le dijo: “Espérate que voy a pedir permiso al
guardián del convento”. Es maravilloso que tengamos esas historias, esas
leyendas.
En Sevilla tenemos dos
cosas admirables por la
belleza de su estampa, la
giralda y el cardenal. Yo
le dije cuando lo hicieron arzobispo “señor
arzobispo, usted siendo
franciscano estas cosas
de los honores eclesiásticos no le gustarán, y
me dijo “Yo soy franciscano pero soy arzobispo de Sevilla”. Pues querrá
el padre Alfonso convencernos de que no son leyendas, que son historias, y la verdad es que las
cosas de Fray Leopoldo son impresionantes. Es
bonito pensar en Don Marcelo Espínola y Fray Leopoldo, es un santo extraordinario. Y
para mí una de las cosas que voy a contar fue la más sorprendente. Yo estaba
revolviendo la documentación recogida
en el archivo de las monjas, que está
perfecto, y leía que éste era un santo
que veía a su madre como una hermana.
Pero es que quería a su madre y a su
hermana tan intensamente que visitaba
su casa, cuando estaba de visita pastoral,
cada dos días. Además, en las cartas que
yo veía se quejaba de que ya no tenía
ropa limpia, hasta que un día estaba por
la serranía de Ronda de visita pastoral y
le decía a su madre: “Vengo a que me lavéis la ropa porque la ropa interior la
tengo completamente manchada”. Yo
consulté con la señora de mi casa y le
dije: “Marisa, fíjate tú que cosa más extraña”, y me dijo: “tenía hemorroides”.
Yo le pregunté esto a las monjas, y me
dijeron ¡Uy, por Dios, usted no lo irá a
contar! Le dije: “Madre, yo no sé si lo
contaré o no lo contaré pero tengo que
saber la verdad”. Y le dije: “No se da
cuenta que sólo por el hecho de ir en
mula por esos riscos de la serranía de
Ronda, que hizo la visita pastoral…”. Y
me dijo: “Pero usted no lo cuente”. Y yo le dije
que tenía que contar la verdad.
143
ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA
V
La adhesión de Francisco a la iglesia
San Francisco fue hijo obediente de la Iglesia –La situación de la Iglesia en el s. XIII
era muy difícil y Francisco advirtió su peligro –A las razones humanas se unieron
también las místicas, sobre todo su gran humildad y su fe.
LAS RAZONES HUMANAS.
Existía, sobre todo, la obsesión
del cisma y de la herejía. Es
presumible que Francisco estuviese informado de las devastaciones causadas en aquella época por la herejía albigense (no
hay que olvidar que en Espoleto
había un obispo cátaro), y que él
era del todo consciente de la
tendencia casi natural que podía
tener un proyecto religioso, reformador.
1. Podemos entonces imaginar
la preocupación de Francisco:
que muchos entrasen en la Orden naciente para convertirse al
Evangelio, pero sin excluir que
podían respirar el aire del tiempo, con frecuencia contestatario.
Para francisco no existía refugio
más seguro que la Iglesia, guardiana de la fe auténtica y garante de la auténtica liturgia.
2. No sabemos si Francisco tuvo conciencia de la originali144
dad socio-política que suponía
su forma de vida religiosa con
referencia al sistema feudal de
la época, y por tanto de la iglesia feudal de su tiempo. Nosotros, con el paso del tiempo, formulamos teorías sobre estas cosas. Él vivió, ciertamente, en un
mundo en el que cohabitaban y
aún cohabitarán, estructuras tra-
dicionales y estructuras nuevas.
Es de admirar la adhesión de
Francisco a la Iglesia de su
tiempo con su modelo de “fraternidad” que se oponía al modelo “feudal” dominante.
3. Los responsables de la Iglesia encontrados por Francisco
lo estimaron mucho. Guido,
obispo de Asís, fue su amigo y,
probablemente, su consejero espiritual al inicio, cuando Francisco vivió como eremita durante tres años; fue él el que lo recomendó a la corte de Roma al
cardenal Juan de san Pablo,
que defendió su proyecto ante el
Papa y los Cardenales. Inocencio III, fue un prestigioso monarca, pero también una gran figura espiritual, y aunque al principio estuvo prudente, seis años
más tarde lo invitó al Concilio
Lateranense (1215) y le dio pública aprobación. El Cardenal
Hugolino, fue para él un amigo
y un padre que siguió desde cerca la fundación franciscana.
ESPIRITUALIDAD
4. Puede darse también que
Francisco haya tenido una vaga conciencia de sus límites y
del papel necesario y comple-
RAZONES MÍSTICAS DE SU
ADHESIÓN A LA IGLESIA.
Francisco no es sólo un gran afectivo, sino también un gran místico, esto es uno que vive continuamente la presencia de Dios, con la
certeza casi física de que Dios estaba inmediatamente presente en
las cosas que lo rodeaban.
Es el propio Señor quien ha lleCinta 2
Cinta 1
FRANCISCANA
mentario de la Iglesia para su
obra. Por temperamento él era
una persona que arrastraba más
que un organizador; un poeta
más que un legislador; un intuitivo y un espontáneo más que un
regulador.
vado a Francisco del Evangelio a
la Iglesia. Este lazo indisoluble
entre el Señor y su Iglesia se impone desde el principio al espíritu de
Francisco antes de la fundación de
su fraternidad. No ha sido él el que
lo ha inventado: es el Señor en
persona el que se lo ha hecho
sentir antes de darle compañeros
y por medio de tres mociones.
1.“El Señor me ha dado” el comenzar a convertirme haciendo de
mí el Buen Samaritano de los leprosos.
2. Luego “El Señor me ha dado”
tanta fe en las iglesias (las iglesias
de piedra, los oratorios, las capillas…). “Es precisamente en ellas
–dirá Francisco– donde se puede
adorar a nuestro Señor Jesucristo,
ya que ellas guardan las señales
vivas de nuestra salvación: el crucifijo que me habló, el sagrario
donde se encuentra su cuerpo”.
3. Sigue a continuación “El Señor
me ha dado” tanta fe en sus ministros porque yo veo en ellos a mi
Señor.
Cuando Francisco se refiere a esta
triple moción del Señor, se llega a
la conclusión que para él las cosas
están bien claras: desde el comienzo, es el propio Señor quien
toma la iniciativa de conducirlo
hasta la Iglesia. Aquí lo básico
para Francisco es la “fe”: “El
Señor me dio tanta fe… en las iglesias… en los sacerdotes” (Test.).
“Sólo mediante la fe se puede distinguir el cuerpo real del Señor detrás de las apariencias del pan y
del vino” (1 Adm.).
Para Francisco todo está unido:
creer en la divinidad del hombre
de Nazaret, creer en la
Eucaristía, creer en el Evangelio
forman parte de la misma lógica.
Fiándose de estos signos es la propia humildad del Señor la que se
nos manifiesta.
SANTO ROSARIO EN CINTAS
“EL ROSARIO ORACIÓN EVANGÉLICA”
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int
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€ y el
Santo 1
,4Rosario
a Fray
5Himno
Santo Rosario y el Leopoldo
CRIPTA
DE
FRAY
LEOPOLDO
Himno a Fray
Leopoldo
“El rosario es oración contemplativa y cristocéntrica, inseparable de la meditación de la Sagrada Escritura. Es la
oración del cristiano que avanza en la peregrinación de
la fe, siguiendo a Jesús, precedido por María”
(Benedicto XVI, Angelus, Castelgandolfo, 1 octubre 2006).
CRIPTA DE FRAY LEOPOLDO
En las 2 cintas están los 15 misterios del rosario, vida, novena y el himno a Fray Leopoldo.
VIDEO-CASSETTE
Fray Leopoldo un
hombre de Dios
Un video que describe el itinerario de santidad de
Fr. Leopoldo contado por personas que convivieron con él.
Precio: 7,00 € (más gastos de envío)
145
Texto del Concurso de “Redacciones breves” seleccionado por el Jurado para su publicación
13 invitados en la vida de... Fray Leopoldo
(La vida de Fray Leopoldo a través del testimonio de quienes le conocieron)
Mª del Carmen Torrente Ruiz (Logroño)
CONTINUACIÓN
AA
lpandeire, a 17m kilómetros de Ronda, capital
de la serranía, en donde todavía resonaban los
nombres de los famosos bandoleros como Jaime “el Barbudo”, Luis Candelas, José María “El Tempranillo”, Curro Jiménez, El Pernales o Diego Corriente. Era una soleada mañana de lunes. Éste fue su primer destino en busca del primero de sus invitados.
Ésta es la partida de bautismo –le
mostró complaciente el documento
don Antonio, cura párroco de Alpandeire–. Dice así: “En la Villa de Alpandeire, provincia y obispado de Málaga, a veintinueve de junio de mil ochocientos sesenta y cuatro, yo don Antonio
Vallecillo Sánchez, cura propio de esta
parroquia, bauticé solemnemente a un
niño que nació el día veinticuatro de dicho mes a las doce de la noche, hijo legítimo de Diego Márquez y de Gerónima Sánchez, su mujer, naturales y vecinos de ésta. Se le puso por nombre
Francisco Tomás de San Juan Bautista.”
¿Cómo fue Francisco de niño? –preguntó Clara–.
Frasquito fue mocetón fuerte y sano, con dos buenos
pulmones para llorar cuando tenía hambre. ¡Y cómo le
gustó la sal al condenado chaval el día del bautismo!
Fue una gran alegría para su madre y la promesa de
dos fuertes brazos para trabajar la tierra con su padre.
Fue una bendición para la casa de Diego y Jerónima.
De ellos aprendió a hacer la señal de la cruz, a dar gracias por los alimentos de cada día, a rezar el Padre146
nuestro y el Avemaría, a mirar con generosidad a quienes eran más pobres. De joven, era de los más asiduos
a los oficios religiosos antes de ir al campo o a cuidar
un pequeño rebaño.
Clara deambuló por las callejas empinadas de Alpandeire en busca de su segundo invitado: Jerónima
Sánchez, la madre. Clara la sorprendió mientras lavaba la ropa en el corralillo.
Me gustaría saber cómo ve una madre a su hijo –lanzó Clara la primera
pregunta, después de presentarse–.
¿Cómo ve usted a Frasquito?
Mi Frasquito es muy especial para
mí. De niño, le gustaba ir a la escuela, pero le gustaba mucho más correr por el campo y sentir la tierra
bajo sus pies. Le gustaban con locura
los “anisillos”. Siempre me estaba
haciendo preguntas: que por qué el
tejado de la iglesia era más alto que
ninguna otra casa del pueblo, que
dónde estaban los Pirineos, que cómo era Dios, que dónde está el rey...
¡Qué diablillo! Un día lo mandé con
dos reales a comprar aceite y lo echó en el cepillo de
las ánimas. Volvió a casa sin aceite y sin dinero– eso
creía él –y temiendo que le riñera. Pero, inexplicablemente, llevaba los dos reales en el bolsillo. Le di un
beso, pero me tocó ir a mí a por el aceite para la cena.
¿Es cierto que, de joven, daba su comida a otros más
pobres?
¡Era tan bueno mi Frasquito! No podía ver a nadie pasar
hambre o descalzo. Yo no quería hacer mucho caso a lo
que decían sus amigos, pero sabía que era verdad, y que
muchos días se quedaba sin comer; por eso yo le animaba
a que cenara un poco más. Un día llegó a casa descalzo. La
única explicación que me dio fue que había
visto a un pobre pasando frío y le había dado
sus botas. Así era siempre mi Frasquito: más
bueno que el pan! –concluyó la madre con un
punto de emoción en su voz al recordar las
muchas y pequeñas “hazañas” de su hijo
Francisco.
Clara tomaba aceleradamente notas en su pequeña libreta de color azul. Continuó charlando con Jerónima, incluso aceptó un dulce y
una copita, pero no le sobraba tiempo. Salió a
la calle en busca de su tercer invitado: Diego
Márquez, el padre.
–Mi Frasquito– empezó a relatar Diego, a
quien Clara localizó en la finca la “Joyuela”
–siempre se crió muy apegao a las cosas de la
iglesia, más que sus hermanos Diego, Juan
Miguel y María Teresa. El coadjutor, Don
Tomás Arcadio, ha tenido mucho que ver en
esto. Un día le confesó a su madre que quería
irse de fraile. Yo no me opuse, pero me costó
entender los deseos de mi hijo. Tenga usted
en cuenta que era el mayor y, por tanto, de
gran ayuda en el campo. Con el paso de los
años, parece que había desistido de su idea,
pero no por falta de ganas sino por exceso de dificultades.
– ¿Por qué no quiso librarse de la mili?
– No éramos ricos, pero con algún sacrificio yo quise librarlo de la mili; además, hacían falta sus fuertes brazos
para las labores del campo. Él quería seguir la suerte de
los demás. Se opuso a que otro en su lugar sufriera las
fatigas de servir a la patria. En el sorteo de reclutas, fue
destinado a Málaga, al Regimiento de Infantería de Pavía
– ¿Tuvo novia?
– Sí. Todos creímos que mi Frasquito jamás abandonaría
el pueblo cuando supimos que se había enamorado de Antonia Medinilla, una joven cristiana y hacendosa, con la que pensaba casarse. Nunca le ocultó sus verdaderos sentimientos. Un día le dijo “el Señor me llama”, y
ella trató de comprender que Frasquito no
era para ella.
Clara, que había agotado la mañana del lunes
con los tres primeros invitados, decidió visitar Ronda por la tarde. Había reunido suficiente información sobre las actividades apostólicas de un ilustre capuchino, fray Diego José de Cádiz, que había conmovido Andalucía
entera –incluso gran parte de la nación– con
sus vehementes sermones, de tal manera que
iglesias y catedrales resultaban siempre insuficientes para acoger a la multitud de oyentes.
Entre las muchas notas que tomó Clara durante la conversación con Diego, el padre, tenía una que hacía referencia a un viaje de toda
la familia a Ronda donde tenían unas tierras
en arrendamiento. En mayo de 1895 se celebraron grandes fiestas en la ciudad en honor
del capuchino –fray Diego–, y la familia de
Frasquito asistió a la predicación del padre
Diego José de Ronda y de otros capuchinos. A Frasquito
se le removió de nuevo algo en su interior al ver “lo recogidos que iban aquellos frailes y lo bien que hablaban
del Señor”, como confesaría muchos años después.
(Continuará)
especial domingo
EL EVANGELIO DE LA ESPERANZA
P. Raniero Cantalamessa, OFMCap.
Si desea seguir cada domingo el comentario al evangelio,
escrito para nuestro Sitio por el
P. Raniero Cantalamessa, Capuchino,
Predicador de la Casa Pontificia,
puede hacerlo abriendo la Página Web de Fr. Leopoldo,
disponible desde el 1 de enero del 2006:
www.frayleopoldo.org
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Roma. Curia General de los Capuchinos. Capilla de los Santos.
El Señor me dio hermanos
SIERVO DE DIOS, SANTIAGO DE
BALDUINA, OFMCap.
EL DON DE LA VIDA
no de los hermanos que nos ha precedido en el
compromiso de la santidad ha sido el P. SANTIAGO DE BALDUINA, capuchino, bautizado
con el nombre de Benjamín Ángel Filón, nacido
el 2 de agosto de 1900, hijo de Santiago y de Josefina
Marín. Era un día verdaderamente franciscano, en el
que se celebraba la fiesta litúrgica
de Santa María de los Ángeles y la
célebre Indulgencia de la
Porciúncula o Perdón de Asís.
Santiago Filón era el administrador
de una hacienda agrícola propiedad
del barón Hugo Treves dei Bonfili.
Hacienda extensísima, cuyos límites
para el pequeño Benjamín que vivía
en la casa de los colonos, se confundían con el horizonte celeste.
Vivía nuestro pequeño Filón inmerso en la propia naturaleza: el aire, la luz, el sol, el río Ádice que corría cercano, el verde de las colinas,
los animales de la granja y otros siete hermanillos y hermanillas con los
que jugar, correr, gritar, perseguir a
las gallinas, asechar lagartijas, cazar
mariposas, recoger flores para la
Virgen o para su madre, gozar de
tantas cosas distintas en aquel oasis
de paz.
Con frecuencia pasaban por la
granja, siendo acogidos con mucha amabilidad, los frailes capuchinos: comprenderéis, entonces, por qué
Benjamín, que andaba madurando su vocación sacerdotal, desease hacerse capuchino. El Señor se servía de
aquellas barbas venerables para orientar al joven en su
opción por el estado de vida. Y así Benjamín, a los diecisiete años, entró en el Seminario de los capuchinos de
Rovigo. “Pero en una noche triste... “ sucede lo que sucede. La patria en armas pedía desesperadamente nue-
U
148
vas vidas para enviarlas al frente. También Benjamín
Filón tuvo que vestir el traje verdoso. Sólo en el 92,
cuando contaba 22 años, pudo entrar en el Seminario,
como un veterano entre imberbes. Aquello no funcionaba y los superiores pensaron bien en enviarlo al noviciado. Benjamín vestía el hábito capuchino el 28 de septiembre recibiendo el nombre de
Fray Santiago de Balduina. Fue un
año lacrimoso, y no por la dureza de
las pruebas, a las que los novicios capuchinos del pasado solían estar sometidos: las pruebas consistían en un
pan que Fray Santiago masticaba de
buen grado, dado el hambre que tenia de santidad; pan que llevaba con
“alegre generosidad”. ¿Por qué lloraba, entonces? De ansiedad, de miedo, de terror. Era escasa su preparación cultural, lo que habría podido
crearle serias dificultades en los estudios filosóficos y teológicos, de cara
al sacerdocio.
Pero por él velaba el Señor quien
suscitó en el Padre Maestro una benévola disposición hacia el novicio.
Fue, por tanto, el propio Padre
Maestro el que habló a la
Comunidad que tenía que juzgar a
los novicios y decidir con sus votos
quién admitir a la profesión y quién
no: Fray Santiago era un novicio de genuina y autentica
vocación y no se podía excluir que sobre él el Señor tuviese algún proyecto... de los suyos. Precisamente él, el
Maestro, había sido testigo de fervorosos llantos, de
suspiros, de sufrimientos del novicio, rodeándolo, por
eso, de tanta ternura. El 29 de septiembre de 1923 Fray
Santiago emitía los primeros votos pasando a formar
parte del grupo de estudiantes para comenzar los siete
años de estudios previstos por las leyes de la Orden.
EL
El comienzo de los estudios habría resuelto el problema de la admisión de Fray Santiago a la Orden
con verdadera satisfacción y júbilo
para el interesado, pero no por eso
habían cesado las contrariedades.
Un mal, no diagnosticado ni curado
a tiempo, reveló en una sucesiva investigación clínica una encefalitis
letárgica o parkinsonismo encefálico, comenzaba a manifestarse no
dejando presagiar nada bueno. La
enfermedad traía consigo nuevos
motivos de angustia: el sacerdocio.
¿Habría llegado a él? Los profesores lo dudaron, y la cosa era más
que comprensible, especialmente al
Director P. Paolino de Premariacco,
el solo pensarlo les resultaba penosísimo. Se procuro que el clérigo de
Balduina siguiera adelante. El examen de idoneidad para el presbiterado estuvo presidido por un delegado del Patriarca de Venecia y la
prueba no debió ser del todo satisfactoria, protestando el P. Paolino y
asumiendo él la responsabilidad sobre la idoneidad del candidato. Y
así Fray Santiago, el 21 de julio de
1929, recibía la ordenación sacerdotal. Algunas misas, hasta el 21 de
julio de 1948, habría celebrado.
El mal avanzaba galopante.
¿Qué habría podido hacer en esas
circunstancias, nuestro fraile? Lo
que saben hacer las almas grandes:
rezar. Y rezaba sin descanso, sufriendo en el cuerpo, gozando en
el espíritu.
En julio de 1932 el P. Santiago
es enviado de Comunidad al convento de Údine. De aquí no se moverá si no es para hacer el último
viaje.
¿Qué hacia en la región del
Friuli? Lo consabido: rezar
Rezar de dia y de noche; en la
iglesia y en la celda. ¿Sólo esto?
Sólo esto... Decidme si es poco la
exhortación que nos da (se nos da a
todos) el Señor por medio de
Pablo: “Siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el
Espíritu, rezando juntos con perseverancia” (Ef. 6, l8). Pues bien,
¿Qué había Moisés el día de la batalla de Israel contra los
Amalecitas? Rezaba, con los brazos
levantados, en actitud de intercesión, por la victoria de los suyos. Si
los brazos se le caían por el cansancio, Israel lo buscaba, mientras trataba de vencer cuando Moisés alzaba los brazos. Leed en Ex. 17, 11-16
el resto de la historia y el resultado
SEÑOR ME DIO HERMANOS...
final de la batalla. Episodio interesante, donde se dice todo lo concerniente a la eficacia de la oración
de intercesión. Otra cosa que hizo
el P. Santiago en Údine fue practicar el ministerio sacerdotal que el P.
Leopoldo ejercitaba en Padua: confesar. Confesaba a sacerdotes y hermanos que acudían a él, no porque
era de manga ancha, sino por el
trato dulce y suave, por el consejo
adecuado, por la palabra y la doctrina segura, persuasivo en el modo
y delicado en el trato.
Digamos dos palabras sobre las
enfermedades del P. Santiago. Un
sacerdote tan piadoso, bueno, celoso, santo, ¿no podía el Señor tratarlo mejor y darle, al menos, un poquito de salud? La respuesta nos la
dio un sacerdote, penitente suyo, el
cual había sentido cierto miedo de
sí mismo, al ser enviado a cavar el
huerto debido a una grave sinusite.
“No temáis”, le dijo el P. Santiago,
que había acogido su confidencia y
su angustia, “veras como tu salud
se restablecerá. Yo en cambio no
puedo esperar mejoría “.
Ahora todo queda claro acerca
de las desventuras patológicas de
nuestro hermano: el malestar, su
origen, la diagnosis, la prognosis, el
curso de la enfermedad... El malestar: al precoz parkinson se añade
una verdadera y propia espina de
dolor a la espina dorsal, el mismo
día de su ordenación sacerdotal, el
día de su ofrecimiento. El origen, la
causa: el sacrificio del ofrecimiento
de sí mismo. No había sido Dios el
que le había mandado la enfermedad, sino Santiago el que la había
pedido.
¿No ha sido Él el que ha dicho
si alguno quiere ser su discípulo, tome todos los días su cruz y lo siga?
Ahora el P. Santiago había pedido
poder seguirlo llevando la cruz, de
ser corno Él, en el estado de víctima, ofrecido por la salvación de sus
hermanos. No podía, Jesús, negarle
el favor.
El P. Santiago era muy devoto
de la Virgen María, situándose en
esto dentro de la tradición franciscano-capuchina. Los fieles de entonces cantaban con frecuencia el
himno “Un dia a verla iré”. En el
cielo naturalmente. Pero el piadoso
sacerdote deseaba verla aquí en algún santuario mariano. Y tuvo la
suerte de visitar Loreto lo que le
proporcionó un gozo inmenso. En
1948, último año de su vida, la em-
presa Unitalsi organiza una peregrinación de enfermos a Lourdes. El
P. Santiago es invitado a participar
en ella. Su corazón es todo un cúmulo de felicidad. “Pronto moriré”,
confesaba a un religioso, y “sabes
dónde moriré? Cerca de la Virgen,
cerca de la Virgen “. Oíd en la repetición la espera gloriosa del acontecimiento.
El 20 de julio sale de Venecia
para Lourdes el tren de los enfermos. Entre estos va el P. Santiago.
El viaje no es breve ni confortable.
Es un tren de enfermos y por mucho que el personal de acompañamiento se esmere en la asistencia a
los enfermos, el tren es el tren y el
año el 1948. Nadie sabe del capuchino, nadie se da cuenta de él: es
corno si no existiese. Pero va en
buena compañía. Cuando el comboy de los enfermos llega a su destino, el P. Santiago pasa del asiento
a la camilla. Pide entrar primero en
la gruta. Nada. Entonces se aferra
al Rosario, del que nunca se había
separado. Celebra los laudes de
María. Es miércoles: misterios gloriosos. Pero entre los dedos del enfermo pasan también las cuentas
del gozo y del dolor: todo el
Misterio de María. El no verá a la
Madre aunque esté a un tiro de
piedra. No es un hecho casual, este
impedimento es el último parpadeo de la llama que hasta entonces
lo había consumido sobre el altar
del holocausto.
Eran las veintitrés horas del 21
de julio de 1948, año décimo noveno de su sacerdocio. El hijo no pudo ir a encontrar a la Madre: la
Madre viene a llevarse consigo al
Hijo. ¿Por dónde? Imagínatelo.
¡Ecce Sacerdos Magnus!, cantan los ángeles cuando María camina hacia el trono del Hijo llevando
de la mano al P. Santiago. La Iglesia
reserva dicho canto a los Sumos
Pontífices, a los Obispos para subrayar la plenitud de su Sacerdocio.
Pero ninguno de los santos obispos
presentes en el paraíso se ofende
por ello. Todos lo reverencian y lo
aclaman, bendiciendo al Señor por
el hermoso don hecho a la Iglesia
triunfante.
Y nosotros, ¿qué hacemos? Nos
unimos al aplauso de los ángeles y
de los santos y pedimos a Dios que
suscite muchos sacerdotes y religiosos como el P. Santiago, para edificación de la Iglesia y gloria de la
Orden Capuchina.
149
CLAUSURA OFICIAL DEL PROCESO
SOBRE UN PRESUNTO MILAGRO
ATRIBUIDO A LA
INTERCESIÓN DE FRAY LEOPOLDO,
EN LA ARCHIDÓCESIS DE MADRID
E
l pasado 24 de noviembre, en la
cripta de la Basílica de Ntro. Padre
Jesús de Medinaceli, a las 7 de la tarde,
tuvo lugar la clausura oficial del Proceso de un presunto milagro atribuido a
la intercesión del Siervo de Dios Fray
Leopoldo de Alpandeire (Málaga). Era
la sesión última o de clausura del Proceso. El Proceso en sí ha sido un excelente broche de oro de este año jubilar
en el que estamos celebrando el 50º
aniversario de la muerte de Fray Leopoldo.
El acto estuvo presidido por los
miembros del Tribunal presidido por el
Juez Delegado del cardenal Arzobispo
de Madrid, D. Ricardo Quintana Bescós.
Tras la invocación al Espíritu Santo, la
Notaria Actuaria, Dª. María Teresa Rodríguez, presentó al Tribunal las Actas
del Proceso depositadas en tres cajas:
Una, la copia original, que se queda en
el archivo del Arzobispado de Madrid,
las otras dos constituyen el denominado “trasunto” que, tras ser selladas y
lacradas son llevadas a Roma y consig-
150
nadas en la Congregación de las Causas
de los Santos. Se nombró Portador de
las Actas al P. Vicepostulador de la Causa, Fr. Alfonso Ramírez Peralbo quien
juró “cumplir fielmente su cometido”.
En el Acto estuvieron presentes el H.
Mariano Ibáñez, Ministro Provincial de
Andalucía, Fr. Domingo Montero, Ministro Provincial de Castilla y una nutrida representación de Capuchinos andaluces y de Castilla. El Vicepostulador
consignó las Actas en la Congregación
el lunes 27 de noviembre y solicitó su
apertura oficial. La Congregación emanó el Decreto de Apertura al día siguiente y la apertura tuvo lugar el 30
de noviembre. Ese mismo día fue a estudio, primero de los teólogos y, después de los obispos y cardenales, la Positio de las virtudes, que concluye con
el Decreto de heroicidad de las virtudes
del Siervo de Dios, Decreto que es firmado por el Papa y a partir de ese momento el Siervo de Dios es declarado
Venerable.
Favores y Obras Sociales
El mundo bajo los ojos de la fe
Apenas el ángel deja la casa de Nazaret, María se encuentra con los pies en el suelo. Casi
contagiada por el misterio de amor encendido en
su seno, va a visitar a su prima Isabel: va para
amar y para servir. Cuando María llega a casa de
su prima Isabel viene iluminada de lo Alto y exclama: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el
fruto de tu seno; ¿de dónde a mí que venga a visi- Belén de coral
tarme la madre de mi Se- Monasterio
de La Encarnación.
ñor? Porque, apenas llegó Madrid
a mis oídos la voz de tu
saludo, saltó de gozo el
niño en mi seno. Dichosa
tú que has creído porque
se cumplirían las cosas
que te dijeron de parte del
Señor” (Lc 1, 42-45).
Pero, ¿qué dice Isabel? Ella es una de las
muchas ancianas de Israel
y María es una joven desconocida de una villa
perdida de Galilea: ¿qué podéis ser vosotros y
qué podéis hacer en un mundo en el que “cuentan” otras personas y “pesan” otros poderes bastante diferentes? María, una vez más, nos admira: su corazón se enciende y su alma comienza a
danzar con la frescura y la inocencia de un niño:
“Desbordo de gozo en el Señor. Se alegra mi corazón en Dios mi Salvador, porque ha mirado la
humildad de su sierva” (Lc 1, 46-48).
Observando la historia con la misma mirada
de Dios, María animosamente proclama: “Desde
ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque el Poderoso ha hecho en mi
maravillas, Santo es su nombre y su misericordia
alcanza de generación en generación a los que le
temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó
a los soberbios de corazón.
Derribó de su trono a los poderosos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y a los ricos los
despidió con las manos vacías” (Lc 1, 48-53).
María: nosotros tenemos esta
otra lectura de la historia:
cuando tú pronunciabas el
Magnificat, Herodes permanecía aún bien sentado en su
trono y Augusto gobernaba
de manera incontrovertida. Y
¡cuántos poderosos después de ellos han continuado reinando, aplastando a los humildes, y a
tener desvergonzadamente las manos llenas de
bienes! Entonces, ¿Quién te ha sugerido el Magnificat? María nos responde: “Me lo ha sugerido
la fe”. Tu creías, María, y la fe te ha hecho ver
que los tronos de los poderosos están todos apolillados, mientras que el trono de Dios es la única roca que no cambia y que no cae. ¡Tenías razón, María!
151
F AV O R E S
Y
OBRA SOCIAL
FAVORES Y HOGAR:
(Octubre-Noviembre 2006)
ALBACETE: Patricia y Mario.
Consolación Sánchez. Encarnación Moreno. María Dolores
López. ALICANTE: Trinidad
Guerra. Manoli Cantos. Una devota. María Angustias Sáez. Alfonso Eduardo Rubio. ALMERIA: Luisa Gámez. María
González. Maria Socorro Pérez.
Carlos Arana. Cati. Luisa .
Anónimo. ALEMANIA: Agustín y Carmen. Conrado y Trini.
ANDORRA: Angelines Pequero. ADRA: Ana Espinosa. Rosario Sánchez. María Elena Pérez. ALAMEDA: Concepción
Montero. ALBAIDA: Remedios Albert. ALCALÁ DE
GUADAIRA: Angustias Galvarro. Ángeles Núñez. ALCALÁ DE LOS GAZULES:
María Rosa Reina. ALCAZAR
DE SAN JUAN: Antonia Ruiz.
Isabel del Campo. ALGECIRAS: Pilar. María Montero.Antonio Andrés Contreras. Ana
Hidalgo. Rafaela Guille. Mª.
Ángeles Mijoles. ALGEMESI:
Enrique Mazagón. ALHAMA
DE GRANADA: Antonia Palacios. ALHAURIN DE LA TORRE: Remedios Cuartero. ALMODOVAR DEL CAMPO:
María Izquierdo Navarro.ALMONTE: Josefa y Miguelina
Pichardo. ALORA: Pepa Vargas. ANDAVIAS: Ascensión
Hernández. Carmen Malillos.
ANDUJAR: Pepita Mora.
ARAHAL: Ana María del
Río.Isabel Trujillo. Carrmen Jiménez. Rosario Cabrera.
ARES: Lucía Ríos de varias
devotos. ARETXABALETA:
Conchi Ramos. ARGANDA
DEL REY: Francisca Camacho. Francisca Camacho. ARJONA: María T. García. ASCO: José Tomás Anguera. BA152
DAJOZ: Amelia Vaca. BARCELONA: Eloisa Díaz. José
Manuel Rodríguez. Carmen y
Francisca Balebona. Miguel
Sánchez. Antonia Zamora. Esther Coloma. Una devota. Encarna Lara. Fernado Ferrer. Lolita Gil.Un devoto. Dolores Lopo. María Antonia Barrados.
José Ramón Roig. Sacramento
Molina. BILBAO: María Morillo. BURGOS: Mª. Jesús Hernández. BÉLGICA: Ana Martín. BAENA: Josefa Ramos.
BALDELACALZADA: Francisca Escobar. BARBATE: Isabel López. Mirian Albai. BAZA: María Hernández. Reme
Oliver. María Hernández. BENACAZON: María Luisa Perejón. Dolores Perejón. Inés Perejón. Manoli Perejón. Mª. Luisa
Muñoz. Rosario Perejón Concepción Morales Perejón. BENALAURIN: Ana María Villanueva. BENALMÁDENA: Josefa Carvajal. BENIFAIO: Paqui Sanfélix Monserrat. Paqui
Monserrat. BLANES: Demófila Jiménez. BOLLULLOS DE
LA MITACIÓN: Ignacia Falcé. Patrocinio Rodríguez. María
Falce. BOLLULLOS PAR
DEL CONDADO: Natalia Rebollo. BORNOS: Ana Pérez.
María Isabel Soto.Dolores Rodríguez. Ana Pérez. Dolores
Fernández. BRENES: Telefora
Martínez. Victoria, Conchita y
Consuelo. BURLADA: Remedios Ruiz. CÁCERES: Carmen
Rodríguez. Dolores Rodríguez.
Mª. del Carmen Pérez. CÁDIZ:
Carmen López. CASTELLON
DE LA PLANA: Mª. Pilar Ramo. CEUTA: José Castro. Carlota Marín. África Fortes. Antonia Redondo. Mª. Teresa del
Moral. Teresa León. CÓRDOBA: Margarita Sánchez. Una
devota. CABRA: Alejandro
Caballero. CALATORAO:
Mercedes Mosteo. Loli. A. Gregorio. A.Sediles. P. Izaguerri..
E. Fernández. M.F.Tejero. M.B.
Barberán. CAMPILLO: María
Teresa Haro. CAMPILLO DE
ALTO BUEY: Isabel Monsalvez. CAN RIERA: M.R.S.
CANTILLANA: Manuel Vela.
CAÑETE DE LAS TORRES:
Joaquina Chocero. CARMONA: Francisca Salinero.CARTAGENA: María Rojo. Ángeles Alcaraz. CARTAYA: Rocío
Vázquez. CASTRO DEL
RIO: Teresa Herencia. CAZORLA: Ramón Frias.CEHEGUIN: Chari Peñalver. Antonia
Jiménez. CIEZA: Elisa García.
José García. María Villava. María Gloria Cobarro. María del
Carmen Moreno. CONIL DE
LA FRONTERA: Ignacio Pérez. Chani Silva. CORCOYA:
Dolores Sánchez. CORNELLA DE LLOBREGAT: Rafela Navarro. CORTES DE LA
FRONTERA: Carmen Sánchez. COSLADA: Ana López.
CUNIT: Francisco Rubiano.
CHICLANA: Antonia Fortes.
CHIPIONA: Blasina Mesa.
Carmen Ruiz. Rosario Lorenzo.
Josefa Bernal. DOS HERMANAS: Consuelo Jiménez. EL
CAMPILLO: Mª. del Carmen
García. EL PRAT DE LLOBREGAT: Felicidad Carrión.
EL PUERTO SANTA MARIA: Luisa Camacho. Carmen
García. Carmen Selma. Josefa
Gómez. EL SAUCEJO: Isabel
María Vedugo. ELCHE: Piedad Palomino. Sonia García.
ESPEJO: Luisa Muñoz. María
de la Sierra Marmol. FRANCIA: Francisco Miranda.
FIÑANA: Mercedes Company.
GRANADA: María Castro.
Elisabel.F. M.G. Amalia Rodríguez. Antonio García. Miguel
R. Recalvo. Rosario Callejas.
María Dolores Zamora. Antonia
F AV O R E S
Ocete. Anónimo. Josefa Tapia.
María Jesús. Carmen Segura.
María Angustias Roca. Elisa.
Giner Rodríguez. Trinidad Garrido. Rosario Holanda. Josefa
Masegosa. Manuel Sierra, Pablo y familia. Blas Millán. Un
devoto.Toribia Ortega. María
Lourdes Baena. GUADALAJARA: Ángela Martínez. GALAPAGAR: María Luisa Bravo. GALAROZA: Mª. Ángeles
Díaz. Isabel Tristancho. Gertrudis Muñiz. Reyes Beneyto. Ana
Carretero. Anónimo. Manoli
Barba. Manuel Valle muñiz.
GALDAR: Aurora Medina.
GARACHICO: Herminia Hernández. GETAFE: Elvira Arce.
GIJÓN: María Coronación
Castro. GRAZALEMA: Paqui
Troya GUADARRAMA: José
Luis Sánchez. María Rosa Ruiz.
GUARO: María Gómez. GUARROMAN: Cristina Delgado.
HUELVA: Cinta Maestre. Ana
María Polo. Francisco Caballeo. María Dolores Martín.
María del Pilar García. Josefa
Pérez. Pepi Daza. Gregorio
Roldán. Carmen Rodríguez.
Flore Hernández. Antonia Bermúdez. Manuela Pérez.Yolanda
Gil. Francisca Andreu. HUESCA: Rosario Álvarez. HIGUERA DE LA SIERRA: Eulalia
Martínez. HOSPITALET DE
LLOBREGAT: Araceli Ordoñez. Araceli Lara. Antonio
Aranda. INGLATERRA: Carmela Whithead. Sand Field Road. St. Albans Aliula. St. Albans Herts. Adelina Doña. Albans Herts. IDIAZABAL:
Águeda Irastorza. JAEN: Josefa Rubio. José Antonio Bonilla.
JEREZ DE LA FRONTERA:
Pepita Rodríguez. LAS PALMAS DE GRAN CANARIA:
Dolores Ortega.Clara Higuero.
Mª. Teresa Troya. Clara Higue-
ro. Coli Hernández. Francisca
Quintana. Mª. Jesús Guerra. Félix Montesdeoca. LEÓN: Francisco López de Josefina García.
LA ALBERCA DE ZARAGOZA: Victoriana Martínez.
LA CUESTA: Flora Méndez.
LA FLECHA: María Cruz
Alonso. LA LAGUNA: F.V.D.
LA LINEA DE LA CONCEPCIÓN: Ana Villena. LA
PUEBLA DE CAZALLA: Encarna Merinero. LA RAMBLA: Lucía Ramírez. LA VICTORIA: Ángela Zafra. Ángela
Osuna. Francisco y Ángela. LA
ZARZA: Águeda Pavón. LAGARTERA: Julia Ortega. Nicasia Lozano. LAS MATASPINAR: Mª. Isabel Martín.
LEPE: Isabel Alfonso. LAS
PEDROÑERAS: Vicenta Jiménez. Ramona Guijarro.Emilia Azabarte. Eusebia Grande.
Agustina Gómez.Antonia Buedo. Teresa Buedo. Isabel García. Anónimo. Mª. Dolores Monedero. Vicenta Jiménez. LES
PEDRERES: Carmen Guitart.
LINARES: Bernardina López.
Luis Ramón López. Manuel y
Ana. Familia López. Pedro y
Nardi. LORCA: Antonio Garre. LOS BARRIOS: María Jesús Gallego. LOS PALACIOS
Y VILLAFRANCA: Soledad
Pérez. Mª. Ángeles Mauri. MADRID: Francisco de Alarcón.
Esperanza García. Francisca
Mateos. Isabel Reyes.De La
Calleja Díaz- Agero. Francisca
García Isabel Rivera. Paquita
Díaz. Carmen Carmona. Genoveva Balmón. Emilia de la Calleja. Justo Asensio. Ángela
Martín y Ángel Pareja. Concha
Huertas y María Jesús Jiménez.
Candelas Castro. Pilar Altozano. Victoria Garnacho. Mª.
Francisca Rivas. Teresa Holguin. Maribel de Gregorio. Ce-
Y
OBRA SOCIAL
lia Álvarez. Isabel Pastor.Celia
Álvarez. Isabel Martínez. MÁLAGA: Reme Escolano. Rosario Martín. Apolonia Montoya.
Carmen Morata. Anónimo. Patricia Lomas. Natividad Jimena.
Sonia Hernández. Miguel Muñoz , Ana Marín y Ana María
Muñoz. Remedios Martínez.
Teresa Castillejo. Mariano Muñoz. Pilar Palomera. Miguel
Ángel González. MELILLA:
Concepción Antón. Antonio
Alba. Virginia Telles. Mª. del
Carmen Sánchez. Carmen Rubio Carmen Manzano. María
del Carmen Sánchez. Consuelo
Valverde. Mª. del Pilar Mari Segura. Isabel Espinar. MURCIA: Dolores Cuadrado.Carmen López y Hermana.Consuelo Gómez. MALPARTIDA:
Enriqueta Cintado. MANCHA
REAL: Ojeña Roca. María Torres. Carmen Ruiz. MANRESA: Amparo Gaya. MANZANARES: Natividad Moreno.
Anónimo. Encarna. otro Anónimo. Varios devotos.. MARMOLEJO: Josefa Cañada.
MATARO: Francisca Martínez. Carmen Carbajo. Fernanda
Salamanca. MIERES: Ángeles
Iglesias. MOGUER: María
Ángeles Hernández. Amalia Faraco. MONDARIZ: Carmen
Bartolomé. MONTEFRIO:
María Dolores Valverde. MOTRIL: Josefa Lorenzo. Una devota. NERJA: Dolores Mª.
Bruno. Bautista Seleto. Rosa
María Cerdera. OLIVARES:
Rocío Pamar. OLOT: Andres
Casado de Carmen Herrero.
ONTENIENTE: María José
Benavent. ORIA: Francisco
Galera. ORIHUELA: Asunción Robles. Noelia y Lucía.
Enriqueta Gómez. María Isabel
Pajuelo. Teresa Tafalla. Enriqueta Elena. PALMA DE MA153
F AV O R E S
Y
OBRA SOCIAL
LLORCA: Alicia Sánchez.
Margarita Canals. Pilar Pastor.
Mª. del Carmen Aparicio. PALMA DEL RIO: Encarnación
Rodríguez. PALOS DE LA
FRONTERA: Ana Rodríguez.
PEÑARROYA-PUEBLO
NUEVO: Máxima Palma. PIEDRAS BLANCAS: Antonia
Rodríguez. PINEDA DE
MAR: Ana María Cabrera.
PLASENCIA: Araceli García.Ángeles Monrobel. PLAYA
DE LAS AMERICAS (Tenerife): Diamond Dynasty, S.L.
POZOALCON: María Jesús
Roquena. POZOBLANCO:
Pilar Llergo. Mª. Josefa Delgado. Luisa Villarejo. María Gómez. PRAVIA: Manolita González. PRIEGO DE CÓRDOBA: Julio Castrillo. PROCEDENCIA DESCONOCIDA:
Anónimo. Quiteria Puig. Mª.
Dolores Ramos. Ángela Benito.
PUENTE DON MANUEL:
Dolores y Familia. PUERTO
DEL ROSARIO: Teresa Melian. PUERTO LA CRUZ:
Inés Magdalena Hernández.
PUERTO REAL: Elena Mangano. Patrocinio Aguilar.
PUERTOLLANO: Dioni Valero. REUS: Cándida Duque.
José Granados. RUBI: Ángel
Ruiz. SALAMANCA: Amelia
Manzanas. Oscar Ferrero.
SANTA CRUZ DE TENERIFE: Carmen Guzmán. Carmen
Dolores Martín.Irene Melian.
Silvina Ceide. Mª. Gracia Pérez. Concepción Rodríguez.
Mª. Natalia Navarro. SEGOVIA: Isabel Cabria. SEVILLA: Anónimo. Mariana Torres.José Mª. Sánchez. Juan
Sánchez. Devotos Capilla San
José. José María Sánchez. Antonio Mateo. Una devota. María
del Carmen Campuzano. Fran-
Boletin de
Fray Leopoldo
cisco Refolio. Josefa Martín.
Matrimonio Sevillano. Mª. del
Carmen Gómez. SALOU: Pilar
Bruñel. SAN ADRIAN DEL
BESOS: Alfonsa Sánchez.
SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT: Jesús Montero.
SAN FERNANDO: Dolores
Sánchez. Manuel Guerrero.
SAN JAVIER: Pepita Sánchez.
SAN JUAN DEL PUERTO:
Antonia Rodríguez y una devota. SAN MARTIN DEL TESORILLO: Francisca Delgado.
SAN PEDRO DEL PINATAR: Nieves Belén. Nieves
Belén Martínez. SAN CLEMENTE: María Teresa García.
SAN ROQUE: Ana Montero.
SANTA COLOMA DE GRAMANET: Carmen Siles. José
Martín. SANTA CRUZ DE
LA PALMA: Argensola García. SANTA MARGARIDA
DE MONTBUI: Santos Esteban. SANTA OLALLA DEL
CALÁ: Antonia Gómez. SANTIAGO DE LA ESPADA:
Eladia del Río. SANTIAGO Y
SARAICHE: Amalia Viñas.
SANTIPONCE: María Jesús
Molina. SARRIA: Carmen Pardo. SETENIL DE LAS BODEGAS: Aurora Ortiz. Mª. Teresa Castaño. SIERRA DE
YEGUAS: Leonor Bernal. TARRAGONA: Anónimo. Mª.
Rosa Pérez. TAMAMES: Mª.
Luisa García. Manuel Vinuesa.
TARRASA: Juana Cruzado.
TAVERNES DE LA VALLDIGNA: Estrella Chapa. Vicenta Ferris. TORELLO: Nieves Gallart. TORRE DEL
CAMPO: Josefina Alcántara.
TORREJÓN DE ARDOZ:
Felicidad Ruano. TORREPACHECO: Carmen Cano. Mª.
Carmen Ballester. TREBUJENA: Soledad Guerra. TRE-
VIAS: Ángeles Fernández.
TRIGUEROS: Engracia Oreal.
TRUJILLANOS: Emilia González. Tomasa Chamizo. Tomasa Romero. Natalia Morcillo y
Joaquín Morcillo. Eugenia Vaquero. Higinia Vaquero. Encarnación Vaquero. Amparo Vaquero. Elena Fernández.Fátima
Morcillo. Mª. Eugenia Morcillo. Joaquín Morcillo. Pilar
Puerto. José Morcillo.Francisco
José Morcillo. UTRERA: Mª.
Carmen Arroyo. Elisa Castaño.
Gregorio Castaño de Luis.
UTRILLAS: Mª. Vergara y Mª.
Nieves Rincón. Ascensión Gresa. VALENCIA: María Nacher.
María Cristina Pons. Amparo
Ferrando. Estther Martín. Mercedes Solis. Belén López. Anónimo.Vicenta Vela. Familia Alba Domínguez. Carmen Ruiz.
VALLADOLID: Josefa y Julia
Garna. Javier Zapater. Carmen
Domínguez. Bene Fernández.
Clotilde Revuelta. VALDEPEÑAS: Francisco Maroto.
VALVERDE DEL CAMINO:
Antonia Cabrera. VÉLEZ-MALAGA: Antonio Ramírez. VIGO: María Rosario Torras. VILADECANS: Antonia Martín.
VILAFRANCA DEL PENEDÉS: Mª. Victoria Segura.
VILLA DEL RIO: Marcelina
Garrido. Jose Manuel Aguilar.
VILLANUEVA DE ALGAIDAS: Encarna Campos. Gracia
Campos. VILLANUEVA DE
CÓRDOBA: María Fernández.
VINAROZ: Carmen Muñoz.
YECLA: María Díaz. ZARAGOZA: Ángel Embid. Sagrario
Ovedé. María Teresa Quintero.
Angelines Bailén (viuda de Almagro). Mª. Antonia Tejero.
Edita: Vicepostulación de Fray Leopoldo. Avda. Divina Pastora, 11.
18012 GRANADA. Con censura eclasiastica y de la Orden.
Imprime: El Adalid Seráfico, S.L.L. Sevilla.
Está a la venta el Calendario
Fray Leopoldo
2007 Calendario
Pared
1,50 €
Calendario Mesa
2,50 €
Se envian por correo a partir de 6 ejemplares
BIOGRAFÍAS DE FRAY LEOPOLDO
MENDIGO POR DIOS
Fray Ángel de León (6ª Edición)
12,00 €
LA SUBLIMACIÓNDE LA MONOTONÍA
Fray Ángel de León
EL HERMANO DE TODOS
Fray Juan Bta. García
FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE
o “El testimonio de un pobre evangélico”
Mariano D’Alatri
1,80 €
OTROS LIBROS
HISTORIA DEL MARTIRIO DE SIETE
CAPUCHINOS. ANTEQUERA
3,01 €
TROTACAMINOS DE DIOS
Fray Juan Bta. García Sánchez
4,21 €
BTO. DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ
3,00 €
BTO. DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ
PRECIOS INDICADOS MÁS GASTOS DE ENVÍO
6,01 €
Fray Alfonso Ramírez Peralbo
2,40 €
“Capuchino, Misionero y Santo”. Fr. Carlos Cañete
¿Quién es Fray Diego?. Fr. Carlos Cañete
“EL SEÑOR ME DIÓ HERMANOS”
1ª Y 2ª PARTE. AAVV
2,40 €
Cada Tomo
18,03 €
PARA COMUNICAR FAVORES DEL SIERVO DE DIOS DIRIGIRSE A: P. VICEPOSTULADOR
Avda. Divina Pastora, 11. 18012 GRANADA - Teléfono 958 27 74 24
Nueva Dirección electrónica del P. Vicepostulador:
[email protected]
-
Pongan siempre claro el remite completo, incluido el número de teléfono.
Cuando se trate de una “presunta curación”: enviar una relación escrita
del hecho y conservar todo el historial clínico.
PARA ADQUIRIR OBJETOS O ARTÍCULOS RELIGIOSOS, DIRIGIRSE A:
Avda. Divina Pastora, 11. 18012 GRANADA - Teléfono 958 27 53 52
[email protected]
LA CRIPTA ESTÁ ABIERTA TODOS LOS DÍAS, DE 9,30 A 1,15 DE LA MAÑANA Y DE 4,30 A 8 DE LA
TARDE. EN ELLA SE CELEBRAN MISAS DIARIAMENTE A LAS 8 Y A LAS 9 DE LA MAÑANA,
EXCEPTO LOS DOMINGOS, FESTIVOS Y EL DÍA 10 DE CADA MES.
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