planeta amazonia

Transcripción

planeta amazonia
planeta amazonia
planeta amazonia
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“Destruir una hectárea de selva tropical sin estudiarla
equivale a deshojar un libro sin leerlo. Destruir la selva
equivale a quemar la biblioteca entera.“
Daniel Janzen
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Habitamos un frágil y hermoso planeta cuyo equilibrio depende de
la responsabilidad de todos. En la Obra Social de C
así lo entendemos, por eso uno de nuestros objetivos es la
preservación del medio ambiente.
Nuestra actuación medioambiental pretende concienciar a la
sociedad de que nuestro entorno depende de nosotros, pero
nosotros dependemos de él. Por eso, nos preocupa especialmente el sector joven de la población, convencidos de que su
educación debe estar impregnada de estos valores de respeto,
defensa y mejora del medio ambiente, ayudándoles a conocer y
valorar toda la riqueza de nuestro patrimonio natural.
Abril nos parece un mes idóneo para abrir nuestras puertas a un
hábitat que alberga la biodiversidad más fabulosa de la Tierra:
la Amazonia. Este enorme territorio bañado por el río Amazonas
contiene un sinfín de ecosistemas y culturas únicas, y su
formidable extensión de selva tropical tiene una influencia notable
de la estabilidad climática de nuestra atmósfera.
Con la exposición Planeta Amazonia queremos dar a conocer
esta vasta región y las maravillas y curiosidades de su flora y
fauna, y también hacer una llamada de atención sobre los riesgos
de las múltiples agresiones que están poniendo en peligro su
pervivencia. Amazonia alberga una vida sorprendente y a veces
desconocida que vamos a descubrir, cuyo potencial está siendo
valorado hoy en día como uno de los mayores tesoros de la
humanidad. La necesidad de que todos los ciudadanos del mundo
tomemos conciencia de ello es uno de los propósitos de esta
muestra. El otro es la posibilidad de emprender un emocionante
viaje a través de la selva y el río de este mítico pulmón verde.
Carlos Martínez
Gerente de Obra Social C
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Índice
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• Introducción
pág.
• El río
pág. 11
• La región amazónica
pág. 25
• La Amazonia brasileña
pág. 37
• Biodiversidad verde
pág. 45
• Vida animal
pág. 55
• El hombre amazónico
pág. 71
• El futuro: amenazas y estrategias
pág. 85
• Epílogo: Una habitación con vistas a la selva
pág. 95
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Introducción
Cada vez que oímos pronunciar Amazonia, nuestra
mente se tiñe de verde y surge ese cuadro de bosque
excesivo donde se inflama el ruido de la vida, donde la
colosal magnitud de los árboles cobija el misterio de
miles de especies de dimensión imposible, desde flores
monstruosas a diminutos monos del tamaño de un
bolígrafo. Amazonia es un planeta donde el agua y la tierra
luchando por ganar terreno se unen en un solo cuerpo
cuyo aliento insufla oxígeno a nuestra avejentada atmósfera.
Contemplemos esta selva desde el aire: miles de kilómetros
de vegetación intacta, impenetrable, una lujosa alfombra
verde de apretada trama desmembrada aquí y allá por
enormes brazos de agua. Volemos algo más lejos. ¿Qué
es aquel gran claro en el bosque? Parece que alguien ha
quemado un pedazo de nuestra preciosa alfombra. Es
un buen agujero, por lo menos de otros tantos miles de
kilómetros.
Casi hasta ayer mismo teníamos una visión única de
la Amazonia como ese territorio virgen de recursos
inagotables habitado por fieras, mosquitos, pájaros de
colores, un edén cuyos frutos nos alimentarían hasta
saciarnos. Pero la imagen del expolio también acude hoy
a nuestra mente al pronunciar Amazonia: incendios, talas
indiscriminadas, desaparición de valiosas especies animales
y vegetales, de seres humanos y de culturas primitivas
que antes de nuestra cortés intrusión vivían plácidamente
amamantados por la madre selva.
Amazonia es todavía ese opulento tesoro que nos parecía
inagotable. Pero ahora sabemos que nuestro pulmón, como
nos gusta llamarlo, puede llegar a caer enfermo. Cuidemos
de su salud y promovamos su desarrollo sostenible como
parte esencial del futuro de nuestro planeta.
Aún no es demasiado tarde para ello.
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el río
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El Amazonas, un gigante
que abraza la Amazonia
Este volumen de depósitos es tan grande que las
No hay otro río comparable al Amazonas: es el más
largo y caudaloso del mundo. Su sistema principal, el
eje Amazonas-Solimoes-Ucayali, llega a los 6.762 kms
de longitud y supera al Nilo (6.671 kms), que por mucho
fotografías de satélite han observado un importante
crecimiento en el litoral de la Guayana francesa y el Estado
brasileño de Amapá.
tiempo fue considerado el más largo de la Tierra. Su
Una desembocadura que parece un mar
enorme red se reparte en más de mil afluentes que riegan
En la gigantesca desembocadura del Amazonas se
un extraordinario conjunto de ecosistemas y la mayor
encuentra la enorme isla de Marajó acompañada
extensión de selva tropical húmeda del planeta. Casi todo
por un extenso archipiélago diseminado en unos
el territorio de los Estados Unidos cabría en su cuenca,
50.000 km2, un área mayor que el territorio de
de más de 6 millones de kilómetros de extensión. Aunque
Suiza. El número exacto de sus islas aún no ha sido
casi en un 70% discurre por territorio brasileño, el río
determinado, aunque se calcula en unas 2.000. En
extiende sus brazos por ocho países más: Perú, Bolivia,
este estuario tiene lugar un fenómeno de mareas
Ecuador, Surinam, Guayana, Guayana Francesa, Venezuela
llamado pororoca, cuyas oscilaciones de nivel se
y Colombia.
pueden percibir hasta 600 kilómetros río arriba.
El río mar, como lo llaman los habitantes de las riberas,
A 2.500 kilómetros de la desembocadura se han
descarga en el océano un 15% del agua dulce de todo
pescado tiburones que se han adentrado en sus
el planeta. En su recorrido sinuoso el río dibuja amplios
aguas confundiéndolas con el mar.
meandros que evolucionan constantemente. El ancho entre
sus riberas varía entre los 2 y los 30 kilómetros aunque en
las crecidas puede expandirse hasta los 100 kilómetros, y
la profundidad de su cuenca llega a alcanzar en algunos
tramos los 110 metros. El cauce va formando numerosos
Estado de Amazonas, Brasil – la mayor extensión continua de selvas vírgenes del planeta
pantanos, ciénagas y un laberinto de canales por los que
circulan todo tipo de barcos a lo largo de sus más de 20
millones de kilómetros de vías navegables. Al llegar al
Atlántico forma un estuario de 400 kilómetros donde el río
se expande aún 150 mar adentro dejando anualmente unos
800 millones de toneladas de sedimentos a su paso.
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El Amazonas
es un río de colores
de su pureza y acidez, muchos son de color oscuro como
Los suelos arenosos de la cuenca amazónica son muy
pobres en nutrientes, pero los ríos que nacen en ellos
están entre los más puros de la Tierra; sus características
químicas son muy semejantes al agua destilada. A pesar
el río Negro, principal afluente del Amazonas y segundo
mayor del mundo en volumen de agua. El color de té negro
de sus aguas se debe a que la cuenca amazónica descansa
en una enorme planicie formada durante miles de años por
la absorción sedimentaria de arenas y arcillas provenientes
de los planaltos de Brasil y Guayanas. El arrastre de estas
arenas aporta su característico color a los ríos negros. En
ciertos lugares, la capa de sedimentos acumulados es tal
que excede los 4.000 metros de espesor.
Además de los ríos transparentes de aguas oscuras como
el río Negro y sus afluentes, el Amazonas también tiene
ríos turbios de aguas blancas y ríos turbios de aguas
claras. Los de aguas blancas como el Amazonas, Juruá,
Purus y Madeira deben su color a la carga de sedimentos
arrastrados desde las nacientes de la región andina; su
composición química es casi neutra y poco ácida, con un
alto porcentaje de calcio, magnesio y sales minerales. Los
ríos de aguas claras como el Tapajós, Xingu, Trombetas
y Araguaia llevan poca materia en suspensión, son
ácidos y pobres en sales minerales, y poseen una baja
concentración de calcio y magnesio.
En Manaos se puede contemplar el hermoso
espectáculo del encuentro entre las aguas oscuras
del río Negro y el caudal blanquecino del Amazonas:
seccionados por una línea invisible, los dos ríos
se niegan a mezclarse por sus diferencias de
temperatura y densidad.
Sombras de arena en el Río Negro
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Barco regional cruzando el encuentro de los ríos Amazonas y Negro
La historia natural de un río
Hace millones de años, lo que hoy llamamos Cordillera de
los Andes aún no se había levantado, y los grandes ríos de
la región amazónica fluían hacia el océano Pacífico. Cuando
la deriva continental hizo chocar la Placa Suramericana
con la de Nazca, los Andes se irguieron, bloquearon esa
salida al Pacífico y los ríos unieron sus aguas formando el
mayor lago de la tierra. Durante mucho tiempo, las aguas
esperaron a que otra gran alteración geológica permitiera
de nuevo su salida, hasta que las variaciones del nivel
del mar en el Pleistoceno provocaron la confluencia del
río hacia el océano Atlántico. Este es el motivo de que
su caudal se precipite desde las alturas andinas de más
de 5.000 metros hasta la planicie amazónica, donde la
altitud es casi invariable. Si el Atlántico subiese apenas
55 metros de nivel sus aguas llegarían hasta Tabatinga,
ciudad brasileña de la margen del río a 4.000 kilómetros de
distancia del mar, en la frontera con Colombia y Perú.
No hay otra planicie en el mundo de dimensiones
continentales como la Amazonia. Sus grandes
extensiones de tierra baja se remontan a la Era
Paleozoica, hace unos 420 millones de años,
cuando los continentes suramericano y africano
estaban unidos y el río y sus afluentes corrían en
sentido contrario, limitados al norte por el escudo
de Guayanas y al sur por el escudo brasileño. Estos
escudos se formaron en la Era Precambriana hace
600 millones de años y representan probablemente
la costra inicial del planeta. El proceso milenario
de la cuenca amazónica es hoy patente en la
convergencia morfológica entre muchos mamíferos
de la selva tropical africana y suramericana, como
el hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis) y la
capibara (Hydrochoerus hidrochaeris); el antílope
real (Neotragus sp.) y la cutía (Dasyprocta sp.); el
pangolín terrestre (Manis sp.) y el tatucanastra
(Priodontes giganteus).
El origen del Amazonas se estableció en el siglo XVI en
algún punto de la región de los Andes peruanos, y durante
los siglos posteriores se creyó erróneamente que su
naciente era el río Ucayali, que brota en estas montañas. En
el año 2000, un equipo de la National Geographic Society
compuesto por científicos de cinco países sitúa, gracias a
las imágenes satelitales de un sistema GPS, el punto exacto
del nacimiento del Amazonas en un arroyo del Nevado
Mismi, una montaña en la cordillera sur de los Andes
peruanos a 5.597 metros sobre el nivel del mar.
La diferencia de nivel de aguas entre
la estación seca y de lluvias puede llegar a más de 15 metros
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Los primeros
hombres amazónicos
Unos 10.000 años antes de nuestra era, la parte este y
sur de la Amazonia estuvo ocupada por cazadores de
espacios abiertos. Restos de cerámicas hallados en el río
Madeira evidencian la ocupación de las tierras bajas hacia
los años 5400 a 3200 a.C., y a finales del siglo pasado se
encontraron en Santarem vestigios cerámicos con una
antigüedad que se calcula entre los 7.000 y los 8.000 años.
Se han determinado dos vías por donde se llevó a cabo la
ocupación amazónica: la ruta caribeña, la más importante,
desde la desembocadura y subiendo el curso del río y sus
principales afluentes; y la ruta andina desde los Andes
hacia el interior de la región. En esta última se produjeron
migraciones de otros pueblos andinos preincaicos que
ocuparon los bosques de las vertientes orientales andinas,
de los que quedan numerosos restos arqueológicos. Los
incas penetrarían después esporádicamente en la selva alta
reubicando algunas poblaciones para cultivar coca. Cuando
los primeros europeos llegaron a la región encontraron
grandes poblaciones ribereñas que se vieron diezmadas
por las nuevas enfermedades introducidas en su hábitat,
para las que no tenían defensas.
Sitio arqueológico Abrigo do Sol
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La llegada de los
exploradores y la colonización
Hacia el año 1500 comenzaron las primeras incursiones de
Un nombre para el río
portugueses y españoles en el vasto territorio americano
El nombre Amazonas fue popularizado por las
que entonces pertenecía a España por el Tratado de
crónicas que escribió Fray Gaspar de Carvajal
Tordesillas. Se atribuye el descubrimiento del río en 1499
durante la expedición de Orellana, donde lo
a Américo Vespucio, que había acompañado la llegada
denominaba el río de las amazonas por las tribus
de Colón y emprendido el reconocimiento de las nuevas
de indígenas guerreras que andaban desnudas
tierras tras dejar la expedición de Alonso de Ojeda. Los
y defendían con arco y flecha su territorio de
portugueses fueron ocupando la región desde el Atlántico y
los invasores españoles, y de las que escribió
encontraron áreas densamente habitadas por poblaciones
impresionado que ‘hacían tanta guerra como diez
independientes. Al mismo tiempo los españoles ocuparon
hombres’. Sin embargo, algunos lingüistas peruanos
los territorios de la parte andina, donde se asentaban
sostienen que el nombre proviene de los términos
comunidades más complejas con ciudades unidas por
indígenas ama que significa romper y zona, que
caminos. El oro que encontraron en los Andes y la leyenda
significa canoa, en alusión a la fuerza de su caudal:
de un jefe indígena vestido de oro dieron pie al mito de El
el río que rompe las canoas. Aunque la designación
Dorado, organizándose expediciones que condujeron al
de Amazonas es la más empleada, la nomenclatura
primer recorrido completo del río Amazonas en 1541 por
peruana y brasileña varía en el transcurso del río. En
el capitán Francisco de Orellana, que inició su navegación
Perú, el tramo desde los Andes a Iquitos es llamado
desde la desembocadura del Napo y concluyó su aventura
Marañón, y desde aquí al Atlántico, Amazonas. En
ocho meses después.
Brasil el nombre de Solimoes se emplea desde
Iquitos hasta la desembocadura del río Negro, y de
aquí al océano recupera el nombre de Amazonas.
Mapa del río Amazonas realizado durante el viaje de Pedro Teixeira
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Los pioneros
y la explotación de la selva
Manaos en la época del caucho
Tras la Segunda Guerra Mundial Amazonia se ocupó de
Tras los portugueses y españoles, los ingleses, holandeses
y franceses trataron de establecer a su vez asentamientos
en la Amazonia, pero encontraron la resistencia de los
portugueses que a partir de 1615 construyeron fuertes,
misiones religiosas y colonias para asegurar la posesión.
Las primeras explotaciones agrícolas fracasaron y el
aprovechamiento de la tierra se basó en la obtención de
productos naturales, oro y piedras preciosas, y en la captura
de indios para el mercado de esclavos. El impacto sobre los
pueblos indígenas hizo que muchos desaparecieran como
consecuencia de las enfermedades y la esclavitud.
Entre 1840 y 1914 la colonización se intensificó por el auge
de la comercialización de caucho y cerca de 300.000 colonos
de diverso origen migraron hacia la Amazonia brasileña
haciendo que la población aumentara de 137.000 habitantes
en 1820 a 1.217.000 en 1910. En 1872 se proyecta el primer
ferrocarril Madeira-Mamoré, que correría a lo largo de 324
kilómetros fundando numerosas ciudades y haciendo crecer
otras desmesuradamente como Belém y Manaos. Más de
6.000 operarios murieron de malaria durante la construcción.
Las poblaciones indígenas fueron expulsadas y en muchos
casos exterminadas y se implantaron grandes explotaciones
ganaderas que también resultaron un fracaso. Hoy, sólo siete
kilómetros de su trazado continúan en funcionamiento. A partir
de 1914 la producción del caucho, que había enriquecido
a buena parte del territorio, decayó por la competencia de
las plantaciones intensivas inglesas asentadas en Malasia,
haciendo que se estancara el desarrollo de la región. Estas
plantaciones en tierras de oriente prosperaron a raíz del tráfico
nuevo con fines agrícolas y pecuarios, y la explotación
maderera pasa a convertirse en uno de sus principales
reclamos. En esta etapa se construyen carreteras,
aeropuertos y presas para el aprovechamiento
hidroenergético, se incrementa la extracción de minerales
y petróleo y se reubican poblaciones desde las zonas
periféricas deprimidas. Esta intensa actividad genera
nuevas necesidades de ocupación territorial para lo que se
realizan numerosas talas en extensas áreas, acelerando la
deforestación de la selva. Sólo en Brasil, entre 1975 y 1988,
el área deforestada creció de 29.342 km2 a 396.689 km2,
con el consiguiente impacto ambiental y cultural.
Un nuevo El Dorado: el caucho
Los incas ya extraían del árbol del caucho una goma
con la que fabricaban bolas de juego para los niños.
En 1839, Charles Goodyear logra desarrollar un
proceso llamado vulcanización mediante el cual el
látex extraído del Hevea brasilensis es tratado con
azufre y calor para obtener el caucho. Gracias a su
hallazgo, hacia 1910 la comercialización del látex
ha transformado la población brasileña de Manaos
en una urbe moderna en el mismo corazón de la
selva que cuenta con una extensa red de tranvías
eléctricos, 10 colegios privados y 25 escuelas
públicas, un Teatro de la Ópera cuya construcción
ha supuesto 3 millones de dólares de la época y la
mejor biblioteca de toda Latinoamérica, por lo que
la ciudad llega a ser popularmente conocida como
“el París del trópico”.
clandestino de miles de semillas del árbol del caucho que
realizó el botánico Alexander Wickham a finales del XIX.
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Transporte de troncos por el río
la región amazónica
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El hombre vive rodeado por el mayor jardín conocido
Amazonia
es algo más que selva
es una unidad homogénea de selva sino un vasto conjunto
Brasil posee la mayor porción amazónica,
pero…
ecológico que posee diversas características geológicas,
• Surinam es el país más arbolado de la región con
geomorfológicas, de suelos, de clima y de flora y fauna.
un 90% de su superficie invadida por los bosques;
Además de esta variedad natural, en la región se da
quizá esta relación cambie en unos años ya que
también una heterogeneidad social, económica y política
varias madereras asiáticas son dueñas de una
debido a que el territorio se extiende por nueve países
quinta parte de las tierras del país.
muy diferentes entre si. Abarca el 7% de la superficie
• En Perú la reserva de Pacaya-Samiria reúne 20.000
del planeta y sus cientos de miles de plantas y millones
kilómetros cuadrados de bosque tropical que
de animales, muchos aún desconocidos para la ciencia,
en realidad es una prolongación de la Amazonia
constituyen más de la mitad de la biodiversidad mundial.
brasileña. En esta gigantesca área de protección
En unas pocas hectáreas de la floresta amazónica
proliferan desde hace tiempo un gran número de
existe un número mayor de especies de plantas e
estudios científicos que han encontrado sólo en el
insectos que en toda la flora y fauna de Europa.
Parque Nacional Manu 1.600 nuevas especies de
A pesar de la imagen que tenemos de ella, la Amazonia no
(Eneas Salati, 1983)
El bosque amazónico tampoco es uniforme, pese a lo que
pudiera sugerir esa amplia cubierta verde avistada desde
un avión. Entre los de biomasa densa podemos encontrar
bosques abiertos sin palmeras o con palmeras, bosques
de lianas, bosques secos o bosques inundables como las
várzeas y los igapós, pero también extensiones de sabana
en tierra firme o manglares.
La vegetación amazónica está interrelacionada con
el suelo, las aguas y el clima. La fauna no puede
vivir ni alimentarse sin el bosque, pero éste necesita
de los animales para la polinización y distribución
de las semillas. Por eso, cualquier agresión que se
ejerza sobre este delicado equilibrio resulta fatal
para la pervivencia del ecosistema.
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pájaros. La demarcación de los límites de la frontera
de la selva peruana con su vecino Ecuador fue el
motivo de la guerra que en 1955 enfrentó a los dos
países durante un mes.
• La región amazónica colombiana es un fenómeno
de biodiversidad, ya que más del 10% de todas las
especies de fauna y flora del planeta se encuentran
en ella. Desde los años 80, sus selvas son también
el escondite favorito de los traficantes de drogas.
• Los Yanomami, el grupo étnico más antiguo
de América del Sur, poseen más del 10% de
Venezuela en una reserva de 96.000 km2. En 1992,
la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) de Brasil
firmó durante el gobierno de Collor de Mello la
demarcación de unos 6 millones de hectáreas que
establecían la reserva de las tierras Yanomami.
La dispersión, un seguro de
vida para el bosque
La principal característica de la ecología amazónica y su
¿Por qué en un lugar donde el suelo es
diversidad está en la gran dispersión de sus especies, y esta
tan pobre y la capa freática de la tierra se
es la razón de la pervivencia de estos ecosistemas múltiples
encuentra demasiado profunda para el
cuya flora, si estuviera concentrada, se vería continuamente
afectada por el ataque y la destrucción de las plagas que
alcance de las raíces se da esa increíble
acabarían con especies enteras. La riqueza de los bosques
exhuberancia verde?
amazónicos llevó a creer a los primeros exploradores
Al contrario que en otros lugares, en Amazonia
que su potencial agrícola era inmenso, pero la limitación
la vegetación utiliza el suelo como mera fijación
productiva a causa de la pobreza de sus suelos está hoy
mecánica y no como fuente de sustento, ya que se
suficientemente constatada tanto por sus habitantes como
alimenta de la circulación periódica de nutrientes
por los ecólogos, cuya conclusión última es que la floresta
en la superficie proporcionados por las hojas,
vive de si misma.
pequeñas raíces o excrementos de animales que
cubren el suelo de la selva y que la trama fina y
densa de las raíces se encarga de filtrar. Además,
el agua que escurre de las hojas lava y arrastra
los excrementos que los animales arborícolas
depositan sobre ellas y se vuelve mineralmente rica,
propiciando también al resbalar por los troncos el
desarrollo y crecimiento de las características lianas
o cipós.
La semilla de la Munguba se dispersa gracias a los pájaros y el viento
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Amazonia es un paraíso
húmedo con un delicado
equilibrio climático
El índice de humedad en Amazonia es extremadamente
Imaginemos el desastre…
alto, y se percibe en esa especie de finísimo vapor cálido
Si la mayor parte de los bosques amazónicos
que flota en el aire de manera continua. La incidencia de
que hoy se conserva fuese destruida, los efectos
los rayos solares produce esa evaporación, que después
catastróficos más inmediatos serían:
la transpiración de plantas y seres vivos devolverá a la
• la desaparición de un enorme número de
atmósfera, donde se transformará en lluvia. Este ciclo es
especies empobrecería hasta la mitad la riqueza
el motor del clima permanentemente húmedo que impide
ecológica actual del planeta
las oscilaciones térmicas. La espesura también hace que
• la emisión de grandes cantidades de CO2
la condensación de humedad se quede a baja altura,
con lo que se favorecen las lluvias en el mismo lugar al
no alejarse las nubes por el viento como ocurre en las
áreas sin vegetación. El desmantelamiento de los bosques
viene a romper este proceso y trae como consecuencia la
reducción del tránsito de agua durante la estación lluviosa;
esto puede provocar inundaciones y una disminución del
almacenamiento de agua en las reservas subterráneas
durante la estación seca que reducirá también el volumen
de los ríos.
promovería el efecto invernadero en la atmósfera,
• la incidencia de las lluvias se reduciría en un 20
ó 30% elevándose por tanto la temperatura de la
región,
• la riada de las aguas durante las lluvias fuertes
arrastraría consigo los nutrientes de las tierras altas
y provocaría inundaciones,
• el clima más seco y caliente favorecería los
incendios de grandes áreas.
Calor y humedad. Una fórmula botánica perfecta
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foto ?
¿El hombre se adapta a la
selva o la selva se adapta al
hombre?
La Amazonia no es sólo un paraíso ecológico o una bella
estampa de vegetación exótica; en la región viven también
veinte millones de personas entre pobladores de la selva,
indígenas, ribereños, garimpeiros (buscadores de oro y
piedras preciosas), habitantes de las ciudades, colonos,
agricultores, ganaderos y extractores forestales. Una gran
parte de los métodos de aprovechamiento de la selva proviene
de la sabiduría indígena, que se ha beneficiado de sus recursos
durante siglos desarrollando técnicas de agricultura, caza y
pesca adaptadas al medio, y atesorando el conocimiento de
los poderes medicinales de muchas de sus plantas.
Los últimos estudios sugieren sin embargo que no sólo
fue el hombre el que se adaptó al medio amazónico, sino
que su presencia ejerció además un lento proceso de
transformación del entorno como consecuencia del uso
que hacían del bosque los pueblos indígenas extintos. Estas
modificaciones vendrían determinadas por la estimulación
del crecimiento de determinadas comunidades vegetales
y su integración con las comunidades animales y
humanas. Un ejemplo de ello estaría en la proliferación de
concentraciones de palmeras en las tierras negras, ya que
allí se establecieron grupos indígenas cuya alimentación
básica era la pulpa y la simiente oleaginosa de la palmera
babaçu (Orbygia phalerata) y los frutos de la palmera
pupunha (Bactris gasipaes).
Según algunos antropólogos, incluso los perfiles de la
floresta pueden observarse igual que si fueran restos
arqueológicos tan válidos como los instrumentos o
cerámicas encontrados en las excavaciones, ya que en
ellos queda patente la manipulación que las poblaciones
extinguidas hacían de la selva para su aprovechamiento.
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Palmera pupunha, de la que se extraen excelentes frutos comestibles
Algunos argumentos para
rebatir los tópicos sobre la
Amazonia
Aunque siempre oigamos decir que Amazonia es el pulmón
Amazonia no es un territorio virgen, aunque conserve
aún grandes áreas despobladas de naturaleza intacta o
incluso inexplorada. Antes de la llegada de españoles y
portugueses en la región existían grandes culturas que
desarrollaron una agricultura avanzada y una sensibilidad
artística que ha llegado hasta nosotros en los numerosos
restos arqueológicos hallados y en las pinturas rupestres
de muchas cuevas y rocas. A lo largo de los años estas
poblaciones fueron diezmadas y expulsadas de sus tierras
para la explotación descontrolada de los recursos del
bosque, al que aún hoy las especulaciones inversionistas en
la región siguen considerado ‘virgen’ en beneficio de sus
intereses.
Pese a la aparente opulencia de la Amazonia, no estamos
ante la despensa del mundo como pensaron los grandes
naturalistas Humbold y Bonpland en el siglo XIX. Los
proyectos para el aprovechamiento agrícola intensivo han
fracasando en muchos lugares donde se han devastado
extensas áreas de selva para el cultivo. Los procesos de
formación de las tierras firmes, junto con el clima y la alta
pluviosidad son los responsables de la baja fertilidad del
suelo y su inutilidad para algunas formas de agricultura no
autóctona. Los terrenos de várzea, donde se depositan los
sedimentos arrastrados por el río desde la cordillera andina
liberado en la fotosíntesis es reabsorbido por las plantas
… Otras afirmaciones sobre Amazonia que
son indiscutibles
y los otros organismos vivos, pese a que por su tamaño la
• La región amazónica es la última reserva de
del planeta, lo cierto es que la mayor parte del oxígeno
región aporta una muy importante cantidad de oxígeno a
la atmósfera y es esencial en la estabilidad ambiental del
planeta, ya que la evapotranspiración de su masa vegetal
libera cerca de siete trillones de toneladas de agua a la
atmósfera. Todos los estudios recientes sobre climatología
coinciden en que el equilibrio hídrico y térmico de la
Tierra depende de la interacción entre la atmósfera y el
revestimiento vegetal de su corteza. Es el conjunto de todas
las selvas y bosques lo que incide en esta interacción, por
maderas tropicales del mundo y el más rico
patrimonio biológico conocido.
• Sus ecosistemas albergan la mayor cantidad de
materia viva por unidad de superficie y contienen
raras especies de flora y fauna que aún no han sido
identificadas.
• El río Amazonas es una de las reservas más
importantes de agua dulce del planeta.
lo que no sólo afecta al clima mundial la destrucción de
• El suelo amazónico es producto de miles de años
grandes áreas amazónicas sino también la devastación
de evolución y posee un rico potencial de recursos
de cualquier extensión de selva, en cualquier parte. El
minerales y energéticos.
alarmante incremento de desastres ecológicos como los
• La Amazonia es además el hábitat natural
que sufre cada día la Amazonia es la muestra evidente
de muchas tribus indígenas y una fuente de
de que los recursos de nuestros bosques son limitados e
subsistencia para millones de personas que viven
irreemplazables, y que las consecuencias de su destrucción
de los recursos de la selva y el río.
son catastróficas.
• La deforestación, los incendios, la contaminación
de sus ríos, la extinción de valiosas especies y la
desaparición de antiguas culturas indígenas están
comprometiendo seriamente el futuro de la región y
de sus habitantes.
son fértiles, pero representan apenas un 2% del total de la
región.
Maloca Yanomami en un claro de selva
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