Texto del discurso (digitalizado) - MSINFO

Transcripción

Texto del discurso (digitalizado) - MSINFO
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL
DIPUTADO CARLOS CANACHE MATA
EN LA SESION SOLEMNE DEL
CONCEJO MUNICIPAL DE CARACAS
EN EL 421 ANIVERSARIO DE LA
FUNDACION DE LA CIUDAD
Cuando ' leemos a los historiadores y cronistas que nos cuentan la conquisr a y población de la provincia de los caracas y del valle de los toromaimas, es como si -deslurnbrados- participáramos en una aventura mágica y porten tosa. Combates increib les, sacrificios
prodigiosos, emboscadas lerr ibles, heroísmos y crueldades sin fin, en desfile lascinante y
diabólico, van ganando escenario en vastas regiones de la naturaleza víolen ta y salvaj e. "Por
la autoridad de l Omnipotente Dios", un español nacido en Játiva , el Papa Alejand ro VI , mediante Bulas expedida s el 3 y el 4 de mayo de 1493, conced ió a otros españoles, a los Reyes, el derecho a tomar en posesión y a gobernar las Indias Occid entales, estas tierras que
el humanista Pedro Mártir de Angleria llamó Orbe Novo , Nuevo Mundo . Los Reyes , no contentos con la sola asistencia divina, rerorzaron el privilegio con razones temporales vincu ladas al principio regalista, por lo que en la Recop ilación de Indias se puede leer: "Por dona ción de la Santa Sede Apostólica y otros justos y legitimos t itules, somos señor de las Indias
Occiden tales , islas y tierra firme del Mar Océano, descu biertas y por descubrir, y están en
nuest ra real Coron a de Caslilla". Como esos blasones, aún siendo tan podero sos, no eran
reconocidos por los índigenas, a éstos , antes que la fuerza pasase a decidir la con tienda , el
conquistador les teía el fa moso "Requerimiento" conminándolos a obedecer al Papa y aceplar el vasallaje del Rey co n la advertencia de que "si no lo hiciereis o en ello dilación maliciosame nte pusiereis, certificoos que con la ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra
todos vosotros y vos haré guerra por todas las partes y manera que yo pudiere".
y en verd ad "entraron" dilundiendo la le cristiana y buscando oro, evangelizando y
con aquel anhe lo de "aver mantenencia" que señalara el Arcipreste de Hita. El fiero paisaje
sirvió como encandilado telón de fondo para el duelo celestial y satánico de la cruz y la espada, mezclados rezos cristianos e idolatrias tot érnícas. En serranías bordeadas por precipicios, en llanuras ardientes, en ríos torrentosos, la larga luch a dejó sus huellas de gloria y
de sangre, de codicia y valentía, de grandeza y miseria. La conquista fue una epopey a hibrida que anda suelta en la Historia con sus brillos hazañosos y sus sombras desalmadas. Como lo sentenció Rafael Mari a Baral! "en ningun a parte de América, si se exceptúa ~I pa ís de
los araucanos, habían hallado los espa ñoles. ni tanto valor , ni tan grandes estragos" . Aquellos "mármoles que separó la fama para materia de sus trofeos" que Oviedo y Baños quiere
sólo para los conquistadores, tienen también gestas de resistencia aborígen para la talla enaltecedora .
Quien primero avizoró la conquista de los caracas fue aquel Gobernador Villa cinda
que llegó a Coro por el ano 1554 y se propuso dominar la comarca de la laguna de Tacarigua
para luego avanzar hacía el centro . Antes de morir en 1556, sólo pudo lograr que Alonso
Diaz Moreno fundase la ciudad de Valencia en "una llamada espaciosa, amena y fértil" sin po der adelantar nuevos poblamientos .
Fue el mestizo rnarcante ño Francisco Fajardo el primero en probar fortuna para llegar
a la provincia. que se llamaba "Caracas" por la yerba y los indios de ese nombre , hab ítada además en aquel tiempo las naciones tarrnas, arbacos, manches, teques , meregotos , chargo tos , para cotos, guarenas, quiriquires y algunas otras de sono ras denominaciones.
En un primer viaje -el de 1555- por su cuenta, sin la bendición del permiso real, salió
de Margarita. costeó la Provincia de Curnan á, dobló Cabo Codera, tomó puerto en el río
Chuspa y. cumplido su propósito exploratorio, a fin de año volv ió a su Isla.
En 1557, acompanaoo de su madre Isabel y de 100 guaiqueríes . emprende su segundo viaje. De Margarita pasa al puerto de Píritu . donde se le suman dos caciques y 100 indígenas , deja atrás Cabo Codera y desembarca en el sitio llamado Panecillo, a sotavento del
puerto de Chuspa . Para seguir adelante se fue al Tocuyo a solicitar la aqtorizaci ón del Gobernador Gutiérrez de la Peña , quien le dio título para que "en su nombre pudiese gobernar
toda la costa y poblase las villas y lugares que juzgase necesarios al progreso y resguardo de
la conquista". Al volver a Panecillo levantó la Villa que llamó del Rosario , donde al poco tiempo trab ó combate con el cacique Paisana , quien protestaba el maltrato de los soldados a los
indios . Paisana es derrotado y entonces trata de asediar y rendir la población envenenando
las aguas de los pozos que la abastecían. Después de nuevas escaramuzas, Fajardo concede la entrevista que le había solicitado Paisana , oca sión que aprovechó para ahorcarlo en su
propia casa Terminando 1558, Fajardo regresó a Margarita . Juan de Pimentel, en su lamosa
Relación ; Oviedo y Baños : Rafael María Baralt y José Gil Fortoul afirman que la madre de Fajardo murió en el Rosario al consumir las aguas que envenenó el cacique Paisana en 1558,
lo que no parece ser cierto por lo que dice el cronista-poeta Juan de Castellanos en una de
sus elegías sobre la solicitud que ella hizo ante la Audiencia de la Española de castigo para
Alonso Cobos, Alcalde de Cumaná, por haber matado a su hijo, hecho que ocurrió 6 a ños
después, en 1564 . Así cantó Castellanos;
Lamadrepareció porsu presencia
a pedir el agravio recibido
delante Jos selrores de la Audiencia
donde fuesunegocio bien reñido;
ióse la causa, diósa la sentencia,
ttcada cusl defendiendo supartido :
mas la india no pleiteo de balde.
pueshizoqueahorcasen al afcaJde.
Con l ' españoles y 200 indios, en 1559, Fajardo emprende desde Margarita su tercer viaje para conquistar el valle de los caracas, Desembarca en Caruao, donde deja la gran
mayoría de sus acompañantesbajo las órdenes de su amigo Guaimacuare y pasó a Valencia,
obteniendo del nuevo gobernador Pablo Collado el nombramiento de teniente general
"con poderes amplios para conquistar; poblar y dividir la tierra en encomiendas", Con esa autorización, treinta hombres que le había entregado Collado y apréciable cantidadde ganado
vacuno, a comienzos de 1560 parte de Valencia, atraviesa montañas y nos. "hasta llegar -dice Oviedo y Baños- al valle de Gaire (o Guaire), llamado asi entre los indios, por un hermoso
río de este nombre, que cortándolo de Poniente a Oriente, lo atraviesa con sus corrientes y
fecunda con sus aguas", Fajardo le da al valle su nombre y lo llama Valle de San Francisco;
aquí, en una especie de halo, deja las reses y parte de sus corrpañeros: baja a Caruao, donde se reencuentra con su gente que habiaconfiado a Guaimac.uare, y funda una Villa con la
denominación del Collado, en homenaje al Gobernador, designando, además, regidores y alcaides, A los pocos dlas reqrssa al Valle de San Francisco y logra explorar y descubrir en tierras de los indios teques algunos veneros de oro, lo que provocó que el Gobernador Collado, que no le tenia confianza, le revocara los poderes y en su lugar nombró como teniente
general a Pedro Miranda,para que COntinuase la conquistade los caracas,
Se ha discutido mucho acerca del alcance de la empresa conquistadora'del valle de
los caracas por Fajardo, La mayorla de los autores niegan que el hato de San Francisco pueda considerarse como una primera fundaci ón de la ciudad, aunque un investigador tan respetado como el Hermano Nectario María, en su importante obra "Historia de la Conquista y
Fundación de Caracas", sostiene que Fajardo, de acuerdo con el testimonio de su cornpanero Lázaro Vásquez, no sólo estableció un hato, sino que "al mismo tiempo, fundó, junto a él, un pueblo que llamó San Francisco, en obsequio a su santo Patrono", que "fue realmente el primer asiento de la Ciudad de Caracas"; pero, en definitiva, considera que Fajardo
sólo fue "el verdadero precursor de la fundación de esta ciudad". Demetrio Ramos Pérez,
en su voluminoso trabajo "Estudios de Historia Venezolana", se pregunta qué carácter puede darse "al hato con la gente que allí dejó para su cuidado". Y se responde: "Fajardo ni siquiera pod ía tener presumiblemente intención de poblar el lugar. Alli dejó el ganado y la gente para su custodla ... Fajardo necesitaba antes descubrir las minas, para intentar establecer
pueblo sólo después que supiera dónde estaban, junto a ellas, como es lógico. Era, pues,
una reserva de su fuerza que dejaba a retaguardia -para no hacerla iry venir- en su marcha hacia la costa para fundar y adquirir colateralidad, con el fin de situar tales efectivos donde, después de la operación de búsqueda, le fuera preferible". Concluye afirmando que nada permite "admitir que Fajardo hiciera allí población formal", lo que, entre otras razones, se refuerza con el hecho de que en el hato obviamente no hubo nombramientos de regidores y
alcaldes, a diterencia de lo que ocurriócuandofundó la villadel Collado en ia costa del mar,
Los historiadores y cronistas nos cuentan que Fajardo, para el momento en que descubre las minas de oro, tenia relaciones pacificas y amistosas con los indios teques, toromaimas y charagotos, lo que le hubiera facilitado fundar y establecer pueblo cerca de los yacimientos del metal precioso, si no es que el Gobernador Collado toma la injusta y lamentable
decisión de destnuíno. Fajardo era hijo mestizo de un hidalgo español y de una india guaiquerí, nieta del cacique Charayma, y hablaba varias lenguas indígenas, por lo que, como att-
- 147
nadamente lo apunta Antonio Arellano Moreno, "era la persona más indicada para lograr la
conquista y pacificación del csmro" salvando "sus vidas muchos indios y caciques que defendían con heroicidad sus territorios, así como las de los conquistadores que fueron víctimas de la flecha aborigen" .
El desenvolvimiento posterior de la conquista, ya marginado Fajardo como protagonista principal, nos revela precisamente que fue una empresa. que cobró más fiereza y mayores ardores bélicos.
Su sucesor, Pedro Miranda, mientras se quedó labrando las minas con algunos de los
suyos, envió a Luis de Ceijas allrente de 25 hombres de armas a recorrer la provincia entrando al área habitada por los manches que quedaba "desde donde acaba el valle de San
Francisco, muchas leguas de tierra quebrada hacia el naciente", produciéndose un encuentro donde hubo muchos muertos . Asustado por Guaicaipuro y sus indios teques, Miranda regresó a Borburata para pasar a El Tocuyo a rendir cuenta al Gobemador.
Después continuaría la violencia con aquel valiente extremefio, Juan Rodríguez Suá rez, nombrado en 1561 por Collado Teniente de la provincia de Caracas. Después de algunas confrontaciones con Guaicaipuro, hay el terrible asatto a las minas con 500 indios teques, el incendio del hato de San Francisco por Paramaconi y sus indios toromaimas y la batalla en el mismo sitio del hato entre 600 tlecheros toromaimas que bajaron por el abra de Catia y la gente de Julián de Mendoza. Fue entonces, l' de agosto de 1561, cuando Rodríguez Suárez, demostrando no tener miedo ante entorno tan hostil, "popió" dice Oviedo y
Baños, "fundó" dice Baralt, la villa de San Francisco, en el lugar donde había estado el hato
de ganado de Fajardo, este mismo lugar donde ahora n05 encontramos los habitantes de
Caracas, nombrado Ayuntamiento y haciendo repartimientos de tierras y encomiendas. Luego vendría aquel combate de héroes, cuerpo a cuerpo , entre Rodríguez Suárez y Paramaco ni en las lomas del arroyo de Caruata , y la pelea de la loma de las Lagunetas, en la que
Guaicaipuro y Terepaima cubrieron de necnas los escudos, cotas y escaulpiles de los españetes, hasta que el intrépido Rodríguez Suárez, el de la capa de grana, "no pudiendo
mantenerse más tiempo en el caballo -cuenta Oviedo- por la gran debilidad que padecía con
la falta de alimento, se desmontó, sentándose en el suelo para tomar algún aliento, y descansar un rato, donde oprimido de la congoja, y sofocado de la tatiga, y la sed, se quedó
muerto".
Al igual que en el caso de Fajardo, también hay controversia sobre Rodríguez Suárez
y la fundación de Caracas. Para Luis R. Oramas el verdadero fundador de Caracas es Juan
Rodríguez Suárez al establecer en 1561 en el valle del Guaire el pueblo de San Francisco,
el cual, ante los ataques de los indios , quedó abandonado y despoblado a los seis meses.
Demetrio Ramos Pérez. en su obra antes citada, formula interesantes consideraciones : "Si
Oramas partió del criterio de poslcíón para hacer a Caracas continuadora de San Francisco,
ya que las dos ciudades se fundaron en el mismo emplazamiento, no tuvo en cuenta que,
según el criterio jurídico español de la época, lo fundamental en una ciudad no es el lugar ...
Debe tenerse en cuenta que la vecindad plena y la propiedad de los solares repartidos s610
se adquiría pasado determinado tiempo, a veces tres o cuatro años, según los casos de
148
permanenc ia. Sin esa permanencia no se con solidaba la vecindad ni la propieda d. Y hasta tal
extremo es así que la población venia a tene r un ca rácter de provi siona lidad hasta pasado
ese tiemp o, por lo que algunas fundaciones que se co nsideraba n repetidas no lo son en realidad, si no el p erfeccionami ento .. . Por falta de perfeccionam iento, por d espoblación y por di soluc ión de la com unidad de v ecinos, en ningún caso puede tornarse la lundación de Rod ríguez Suárez co mo funda ción de Caracas ... Puede , pues, estima rse a Sa n Fra ncisco como
un preced ent e de ocupació n, lo mismo que podria decirse de l hafo de Fajardo, pero nada
más". Un juicio similar emite el acad émico Jerónimo Marti nez Mendoza : "Sin ánimo de restar
ni un ápice a los grandes méritos de Francisco Fajardo y Juan Rodr igu ez Suá rez, no pode mos co nsiderarlos lundadores de Caracas, en el senti do estr icto de l té rmino. Faja rdo descubrió el va lle de Ca racas y estab leció en él un hato ; pero un hato no es una pob lac ión. Rodr igu ez Su árez si log ró fund ar hacia el 1· de agosto de 1561 el pueblo de San Francisco :
pero éste pereció a los seis .meses, recié n nacido . En efecto, cuando ape nas empezaba n a
edificarse la s prim eras viv iendas, el sangui nario Lop e de Agui rre desembarca ell Borbu rata
el 7 de set iembre. Al saber lo, Rodriguez Suárez parl e a combatirlo, llevándose parl e de la población ; lnto rtunadamente, a poco anda r, es muerto por los indio s. Al cabo de cua tro meses,
los pocos qu e que da ron en el· pueblo se ven obl igados a aban do narlo y aqu ellos lo incend ian".
MuMO Rodriguez Suárez, el Licenciado Alonso Bernáld ez sustituye a Pablo Co llado
en noviembre de 1561 como Gobernador encargado, y envia a Luis de Naiváez en 1562 a
enfrenta r a Gu aicaipuro qu e estaba convocando a todas las tr ibus a levantarse en masa y at aca r simulfáneamente a los invasores en San Francisco y el Collado, imp idiendo asi que pudiesen auxili arse mutuame nte. En el alto de las Mostazas, merogotos y arba cos, con sus cabezas empe nachadas. sus bocas llenas de gritos y sus manos armad as de necnas y de macanas, destrozaron la gente de Narva éz, qu ien también p erdió la vid a. En 1564 , el licen ciado Bernáldez, cua ndo ejercía po r segunda vez la Gob ernación como encargado, en sus titución de Alon so de Manz anedo, intentó personalm ente la conquista de los caracas, pe ro
cuando llegó a las sabanas de Guarac arim a vió que arbacos, mereg oto s y qu iriqu ires coronaban con sus plum ajes mull icolores las alturas de las monta ñas en son de guerra. Después
de avanzar cie rto trecho po r el angosto valle que forman las dos serranías por entre las que
corre el Tuy, las gentes de Bernáldez "cobraron tal espanto , qu e no hubo fo rma de hacerlos
pasar más adelante", teniendo luego que volver sobre Guaricarima y pos terio rmente al Tocuyo . "Asi co ncluyó la exped ic ión de l Licenc iado Be rnáldez -díce Baralt- sin ningún fruto. sino es el nombre de Valle de l Miedo que impu so la opinión comú n a la angos tura del Tuy en
donde lo tuvie ron tan cervallos españoles".
A fines de 1565, el Go bernador Bernáldez ordena una nueva exped ición a la provincia de Caracas y nombra como jefe de ella a Diego de Losad a, lo que es ratificad o por el
nuevo Gobernador, Pedro Ponce de León, quien llega a Coro a comienzos de mayo de
1566. La conquista de los caracas y la funda c ión de la ciud ad que habian hecho fracasar a
numerosos y ague rridos capüanes, van a se r empresas que co ronará victoriosamente Losad a, a qu ien en sus Eleg ias de Varones Ilustres de Indias, Juan de Cast ellanos ekana con
su canto:
149
Capitán valeroso y esforzado
Varón en guerra y paz de granrecato
Granhombre de a caballo y agraciado
En rápida campaña, como una exhalación de fuego y sangre, de heroísmo y crueldad, acampa en el anhelado valle de los toromaimas. A comienzos de enero de 1567 parte
de Barquisimeto; pasa por Villarrica o Nirgua, donde invoca la protección de San Sebastián
Mártir, asaeteado por el emperador Diocleciano, rogarido no correr la misma suerte con las
flechas envenenadas de los aborígenes; espera inútilmente por 15 días en Borburata a
Juan de Salas y sus prometidos cien indios guaiqueries; pasa revista en Mariara a su ejército
de 136 españoles y 800 personas de servicio; entra en el Valle del Miedo y acampa en la pequeña sabana de Guaipana; cruza el río Tuy y empieza a subir la loma de Terepairna o cuesta
de las Cocuizas, cuando en medio del estrépito de caracoles y totutos que resonaban en laderas y hondonadas, decide favorablemente un fiero combate de flechas y arcabuces; anda
por el desfiladero inmediato del salto de Freire entre pajonales incendiados y fragores bélicos; resiste en las pequeñas montañas de Lagunillas las extrañas flechas de procedencia imprecisable que disparaban indios vestidos con paja de la saoana: enfrenta en el valle de San
Pedro al bizarro y gran Guaicaipuro que comandaba más de 10.000 indios teques, tarmas y
mariches, cuyas flechas y piedras "cubrían el cielo al dispararlas, y embarazaban la tierra al
despedirlas"; cordializa con los indios de Macarao en el valle de Juan Jorge que no querían
maltratar y perder sus sementeras en flor; evita los cañaverales del curso del Guaire propicios
para emboscadas y, pasando por los pueblos del cacique Caricuao, llega en Semana Santa
al que llamó por eso Valle de la Pascua, hoy parroquia El Valle; el3 de abril de 1567 entra al
Valle de San Francisco o Valle de los Toromaimas; procura el sometimiento de los indios por
medios pacificos, sin conseguirlo; ordena incursiones por el pueblo del cacique Chacao;
personalmente, a la cabeza de 80 hombres, traba recio combate con los marlches: y después de más de tres meses de esfuerzos de pacificación, sin haberla logrado, funda la ciudad de Santiago de León de Caracas, "en la región entonces llamada Torornairna, al pie del
cerro Güararía Repano, que en el idioma de los indios del lugar es sierra grande -hoy cerro
del Avila- en el sitio de Catuchacuao, que significaba quebrada de los guanábanos".
Sebastián Diaz A1faro, presente en el acto de la fundación de Caracas. nos describe
las formalidades, solemnes y pintorescas a la vez, del suceso: "Losada mandó a poner una
picota donde se habría de ejecutarse la justicia (en el centro de la plaza) y subió en su caballo con todas sus armas y echó a mano a su espada y rodeado de todos los pobladores, dijo en altas voces cómo en aquel sitio poblaba en nombre de Dios y de su Majestad una cíuóad, a la cual ponía nombre de Santiago de León, y que si hubiese alguna persona que
lo quisiera contradecir, que lo saliera a pedir, que él lo defenderia, y en señal de posesión,
con la espada desnuda dio al mismo tiempo un golpe sobre el madero; y todos los circunstantes a una voz contestaron; Viva el Rey Nuestro Señor. Repetida esta ceremonia, al final
de la tercera vez, con la mayor solemnidad, Losada declaró fundada la ciudad de Santiago
de León de Caracas". Seguidamente designó los Alcaldes y Regidores del Cabildo y señaló
los solares para las casas de los vecinos.
150
Aun cuando el acta de su funda ción está perd ida, Caracas no es una ciudad indocumentada.
Que la fundación fue el año 1567 está confirmado por una carta del Gobemador Pe dro Ponce de León , por cartas de Fray Pedro de Agreda , por la información aparecida en la
conocida Relación Pimenlel, por los testimonios de var ios de los' conquistadores que acompañaron a Losada y por las opin ione s d e var ios cronistas . No puede esta r en lo cierto la publicac ión de la Fundación Boulton que dejaba abierta la pos ibilidad de que la fundación de Caracas hubiera ocurrido en 1566, ya que ese año Diego de Losada estaba ocupado en los juicios de residencia de Barquisimeto y El Tocuyo y organizando los preparativos para emprender prec isamente la conquista de la provinc ia de los cara cas.
Que la fundación de la ciudad fue el 25 de julio puede aceptarse con no poco Iundamento porq ue as í lo afirman en sus obras los historiadores y cronistas Gil González Dávila
y Fray Antonio Vásquez de Espin osa , aun cuando los dos se equ ivocan en los años; porque Enrique Bernardo Nuñez y otros investigadores señalan que generalmente los íundadores tomaban el nombre del santoral correspondiente al día en que poblaban la ciudad;
y porque, por Real Ord en de Carlos V, del 28 de mayo de 1530, de bía celebrarse la "Fiesta
o Paseo del Pendón o Estandarte Real" en todas las ci udades de las Indias Occidentales el
día aniversario de 1'1 fecha de su fund ación , y, consta en acta del Cab ildo de Caracas del? de
ju lio de 1654, que "d e tiempo inme morial a esta parte ha sido costumbre que el alférez mayor de esta ciud ad , la víspera y el día del dicho Santo Apóstol saque el Pendón y Estandarte
Real". Ese d esfile del Pendón encabezado por funcionarios y vecinos eminenles en cabal gaduras engalanadas, es para Mariano Picón Salas "una exraña mezcla de alegorismo y formulismo medieval con lujo renacentista, más el híbrido aporte que han de dar a esas ceremonias, como en M éxico, Perú o Guatemala, las masas índias o mestizas" .
Con la fundación de Caracas no ce só la res istencia ind ig ena. A principios de 1568,
Guaicaipuro, cacique de los indios teques, convocó a los caciques y tribus de los toromaimas, de los tarmas, de los mariches y del litoral de Na iguatá, con el f in de tomar la nueva
población. Todos deb ían encontrarse en Maracapana, una alta explanada ubicada al p ie de
la serrania en las afueras de la ciud ad. Una contusión imprevista im pidió a los ta rmas ya lo s teque s y su jefe Guaicaipuro acudir al lugar de la cita , Maracapana, donde las otras tribus fueron acomet idas y de rrotadas por Losada y sus hombres, dest acándose el indio Tiuna en el
combate. Poco después , el mismo año 1568 , Guaicaipuro, el vencedor de conquistadores,
mientras subohlc ardía, moría a estocadas , peleando y blandiendo en las tinieblas de la noche la espada que había sido de Juan Rodr íguez Suárez.
Después de la muerte de Lo sada , es Garci González d e Silva, ayudado al final por Sebastián Díaz Alfara, quien somete definitivam ente a los caracas y tribus vecinas. Sucesivamente van siendo derrotados Paramaconi y sus toromaimas, los tarmas, los teques, los rnere-,
gotos y los mariches, quienes , después de la batalla librada entre los cañaverales del Guaire,
vieron a su cacique Tamanaco protagonizar, en plena montaña, un espectáculo de circo romano al morir, dentro de un palenque de estacas, en lucha cuerpo a cuerpo con un perro
- 151
que le destrozó la garganta. Era el año 1573. La guerra y la conquista de Caracas había terminado.
Dieg0 de Losada había presidido la reunión del Cabildo del 8 de abril de 1568 en la
qU5 59 repartie ren tierras en el Valle de Caracas, "desde la punta de Cerro Gordo que entra
más adentro hasta el río abajo de sierra a sierra que hayan sido o sean de cualesquier naturales de esta provincia", a las personas que en un memorial se mencionan. Esos reparti mientos de tierras acordados por los jefes expedicionarios y las mercedes reales son la partida de nacimiento del latifundio o gran propiedad territorial en Venezuela y América.
Gil Fortoul afirma que "Losada repartió entre sus compañeros las tierras conquistadas
y las encomendó a los indios ; origen éste de las grandes riquezas que poseyeron luego los
señores principales de Caracas y Aragua", añadiendo que una sola hacienda comprada por
una familia al conquistador Garci González de Silva "se extendía desde la Vega hasta el Tartagal, hoy plaza del Teatro Municipal".
En su obra "La Estructura Económica de Venezuela Colonial", Federico Brito Figueroa asienta que "las primeras mercedes arrancan de la fecha de fundación de la ciudad de Caracas, periodo en el que se distribuyen caballerías y peonías entre los conquistadores, que
igualmente reciben la población indigena sometida para explotarta y cultivar la tierra en beneficio suyo", además que "las propiedades adquiridas por merced o donación se incrementan rápidamente mediante la ocupación de las tierras baldías o ejidales y el despojo de las tierras de las comunidades indígenas". Brito aporta el dato esta.ristico de que en la provincia
de Caracas, entre 1568 y 1800, la superficie bajo dominio privado se elevó a 4.399.292 hectáreas.
El historiador JA. De Armas Chitty en su tr.:\bajo "Caracas, origen y trayectoria de una
ciudad" escribe: "Amparados, pues, en sus privilegios de pacificadores pobladores, el grupo que ha vivido en forma dispersa ya en El Tocuyo , ya en Barquisimeto, ya en Valencia, a
través del Cabildo de Santiago que ellos mismos dirigen, se apropia lentamente la tierra, no
solamente en el Valle de San Francisco, sino en el Valle de Aragua, hacia los collados del
San Juan, -hoy San Juan de los Morros-, hacia Platilla, etc. No estaban exceptuadas las tierras del Tuy, zonas de Ocumare , Santa Lucia y Barlovento, como algunas del litoral guaireño" . Esos conquistadores avecindados en la ciudad recién fundada serán, al decir de De
Armas Chitty, "la célula de la tutura oligarquía caraqueña". Los "amos del valle" que noveló
Francisco Herrera Luque.
No se habían cumplido cuatro años de la fundación de Caracas cuando en febrero de
571 tiene lugar en ella el primer luicio de residencia, origínal proceso que tuvo su estreno
en Amér ica, en la isla Española, en 1501, cuando Nicolás de Ovando residencíó a su antecesor y sucesor de Colón , Francisco de Bovadilla . Se seguian esos juicios a los Gobernadores
y altos funcionarios al término de su gestión, a fin de sancionar las arbitrariedades, abusos e
irregularidades que hubieren podido cometer. El Hermano Nectario Maria dice que "llama la
atención la seriedad de la legislación de Indias, que prorubia a los funcionarios de la administración colon ial el ejercicio del comercio, aun en materias de poca monta o de alguna nece~
152
sídad", El juicio se anunciaba por pregón y publicación de bandos y edictos del dia y sitio
donde debían concurrir todos los habitantes que tuviesen quejas y acusaciones contra el exfuncionario.
En la fecha antes mencionada. esta ciudad presenció el juicio de residencia que se le
siguió al ex-Teniente de Gobernador y ex-Alcalde Juan de Guevara. entre otras razones,
"por habervendido vino a varios vecinos".
Ahora cuando abundan los tramposos, cuando los pícaros se desviven por cometer
sus arterías, cuando en ocasiones se olvida que el cargo público es para servir y no para robar, cuando la codicia del dinero hace languidecer honras. cuando no son pocos los apaches que quieren hacer valer su astucia, cuando hay líderes que en la mañana realízan una operación comercial y en la tarde pronuncian un discurso político, cuando pareciera que estamos en medio de un baile de disfraces y en torno nuestro se mueven tantas gentes aparentando ser lo que no son ¡quién pudiera convocar a la plaza pública a vecinos y ciudadanos en general para que, en juicio de residencia, digan toco cuanto saben acerca de los
administradores de lacosa pública.
La primitiva Gobernación de Venezuela tenia su capital oficial en la ciudad de Coro,
pero en su "Hisloria de Venezuela" Guillermo Morón nos recuerda que "los gobernadores
habían acostumbrado establecerse en una u otra ciudad, de acuerdo con las necesidades inmediatas o con los gustoS" y que "Coro conserva la capitalidad. pero sólo en teoría" porque
"sucesivamente serán El Tocuyo, de manera principal, y Barquisimeto, las residencias de los
gobernadores, hastaJuan de Pimentel".
EI8 de mayo de 1576 llega a Caraballeda el Gobernador y Capitán General Juan de Pimentel, sube a Santiago de León de Caracas, presenta sus credenciales ante el Cabildo y tija aquí su residencia,convirtiendo de hecho a la ciudad en capital de la entonces llamada Gobernación de Venezuela. En su conocida Relación histórico-geográfica de Caracas, dirigida
al Rey, escrita entre ell' y el 23 de diciembre de 1578, Pimentel nos hace la siguiente descripción de la ciudad, cuando tenía apenas 11 anos de fundada: "El edificio de las casas de
esta ciudad ha sido y es de madera, palos hincados y cubiertos de paja. Las más que hay
ahora en esta ciudad de Santiago son de tapias sin alto ninguno y cubiertas de cogollos de
canas. Dedos o tres anos a esta parte, se ha comenzado a labrar tres o cuatro casas de piedra y ladrillos y cal y tapería, con sus altos cubiertos de teja. Son razonables y están acabadas la iglesia y tres casas de esta manera y los materiales los hay aquí. En esta ciudad de
Santiago hay una iglesia parroquial. Hay dos curas en ella y el uno es vicario. En'esta ciudad
de Santiago de León hay un monasterio de San Francisco, de tapias no durables. Comenzóle a fundar Fray Alvaro Vidal, que vino de Santo Domingo con otros Irailes hace tres anos
al dicho efecto, en cuya tundación le halló Fray Francisco de Arta, comisario que de orden
de Vuestra Majestad vino cori siete religiosos y con él ocho, los cuales están al presente en
este monasterioy en las doctrinasde los naturalesde los términos de esta ciudad".
153 -
Durante el siglo XVII el país que sería después Venezuela estaba formado por provincias independientes entre sí, sin una administración central y con población escasa (entre comi enzo y fin de siglo , Caracas pasó de 500, según unos , o de 2.000, según otros, a
6.000 habitantes) . Eran los Cabildos los que fundamentalmente dirigian los gobiernos locales de las ciudades, sin comunicaciones recíprocas ni ningún plan de acción común. Esa
situación gubernativa y la pobreza existente eran un reflejo de la decadencia din ástica de la
Casa de Austria, que habla alcanzado su apoteosis con el abúlico Carlos 11. cuyo reinado entre 1661 y 1700 fue uno de los más desastrosos para España y para todo el Imperio.
Andando el tiempo. la personalidad metropolitana de Caracas se robustece con la ce lebracion del congreso de los Cabildos de la Provincia en 1589 ; con el traslado desde Coro
en 1613 del Obispo Fray Juan de Bohorquez y del Cabildo Eclesiástico en 1636; con la apertura en 1641 del Seminario de Santa Rosa de Lima por el Obispo Mauro de lavar y la posterior Real Cédula del 22 de diciembre de 1721 que concede a dicho Colegio la "facultad para que pueda dar grados y erigirse en Universidad"; con la creación de la Intendencia de Ejército y Rea! Hacienda por titulo real del 8 de diciembre de 1776; con la Real Cédula del 8 de
septiembre de 1777 que separa del Virreinato y Capítanta General del Nuevo Reino de Granada a las provincias de Cumaná , Guayana, Maracaibo e islas de Trinidad y Margarita integrándolas a la Capitania General de Venezuela, cuya capital 3S Caracas; con la creación de la
Real Audiencia de Caracas por Decreto del 6 de julio de 17&6 y Real Cédula del 31 de julio
del mismo año; y con la creación del Real Consulado de Caracas por cédula del3 de julio de
1793 .
Ese proceso de integración de la provincia o Gobernación de Venezuela operado en
el siglo XVIII , que acabo de reseñar, se explica porque el Imperio Español había pasado a ser
gobernado por una dinastía distinta. la de los borbones, que tenia una concepción cen traüsta del Estado. Cuando mu ere el pobre Carlos 11, antes citado, estalló una guerra al advenir al trono Felipe V -de la Casa de Barbón y nieto de Luis XIV, el "Rey Sol" de Francia- con la
oposición de los Habsburgo, de la Casa de Austria, que contaban con el apoyo de Inglaterra,
Holanda y Portugal. Fue la llamada Guerra de Sucesión de España que duró 15 años -de
1700 á 1714- Yterminó con el reconocimiento de Felipe V.
La guerra de Sucesión enervó la administración española yeso produjo efectos económicos desastrosos en las colonias. Felipe V autorizó a la Compañía Real de Guinea para
comerciar con las Indias Occidentales. Por uno de los tratados que puso fin a la Guerra de Sucesión, el de Utrecht , hubo una concesión a una compañía inglesa que hizo llegar en 1717
a La Guaira seis navíos cargados de víveres diversos y se llevaron tabaco y cueros, y otros
cinco navíos en 1718 que trajeron mercaderias y sacaron cacao, cueros y tabaco. Como, por
consecuencia de la Guerra de Sucesión. España tenía diticultades para atender el comercio
.exterior de sus colonias. la Corona le concedió el 5 de septiembre de 1728 a una empresa
privada , la famosa Compañía Guipuzcoana , privilegios comerciales en la provincia de Caracas, patente para perseguir el contrabando y exoneración del tonelaje. Aun cuando muchos
alegan que aumentó el comercio y la exportación, que íntrodujo nuevos cultivos y trajo en
sus navíos los libros de la "Ilustración", la verdad es que la Compañía Guipuzcoana hasta
que se disuelve el 11 de febrero de 1785 tuvo la más tenaz oposición de los grandes pro 154
pieíaríos territoriales de la provincia de Caracas. los llamados "grandes cacaos", que al ver
que aquella empresa perseguia el contrabando monopolizando de hecho el comercio, les
impedía el tradicional tráfico ilegal de sus productos -cacao, tabaco, añil, ganado- con las An'·
tillas y con la Nueva España, actual México . La oposición a la Guipuzcoana se extendió a
otras capas sociales y fue el origen de protestas y rebeliones armadas en la provincia curante el siglo XVIII .
El río silencioso de la Historia que corre en la entrada de los procesos sociales en marcha ya tenía dispuestos los grandes sucesos que peco después iluminarían a la ciudad, a su
valle, a su Guararía Repano -su Avila·, bueno para la protección del asalto de los conquistadores, de los corsarios y de las tormentas , Si, ya en los aires, en los cielo s , se ve ía bajar la Ii·
bertad como una luz para posarse sobre este pedazo de tierra agraciada , sobre Caracas.
Aquí tenía que ser la voz primera, la rasgadura del relámpago inédito, el sacudimiento que
serviría de ejemplo.El ts de abril de 1810 y el5 de julio de 1811 nacieron aqui , son cr íaturas caraqueñas. Después, la guerra , la independencia refrendada con sangre, ta República,
las contiendas civiles, una patria buscando afanosamente el porvenir.
A los 421 años de aquella solemne y pintoresca ceremonia que protagonizó Diego
de Losada el día de la fundación, Caracas exhibe y enfrenta el claroscuro de sus logros y sus
problemas.
El progreso, sobre todo en los úllimos años, ha ido deslizando hacia la nostalgia su
rostro colonial. Los ojos de los que aquí nacieron y de los que aquí han venido, ya no pueden ver sino una ciudad distinta a aquella ciudad de los techos rojos que con prosa ena ·
morada nos describiera Enrique Bernardo Núñez. Nunca más encontraremos la c iudad que
se fue. la ciudad que se fugó en las alas del crecimiento veloz. Altos edificios apuntan su cie lo sorprendido . Las calles estrechas han dado paso a imponentes avenidas y el "metro" avanza desbrozándote el subsuelo. Ha engrandecido su jerarquía de primer centro político y cul tural del país. Es sede de las principales instifuciones industriales y financieras y destinataria
de los voluminosos dineros del petróleo . Es Caracas, la ciudad que no se olvida .
Sus problemas la mortillcan, pero no la acobardan. Yo diría que la causa es encial de todos ellos es la desproporción entre las limitaciones de su territorio y el desequilibrado y rápido crecimiento de su población. Su valle es de casi 15 kiló metros de largo por unos 4 de
ancho, lo que la ha obligado a u n crecimiento lineal. Para 1810 tenía 50000 habitant es, el
5% del millón de habitantes que entonces ten ia Venezuela, En 1936 ten ia 258 .000 habi·
tantes. Ahora su área met ropolitana debe estar cerca de los 5 millones más del25% de la población total del país. La explosión demográfica ha extendido la superticie de la c iudad hacia
las laderas de sus montes mostrándonos un triste y acusatorio espectáculo habüacíonal, ge nerando daño ecológico y contaminación ambiental y visual. En ese contexto, ha espigado
el crónico déficit de los servicios públicos. La democracia tiene el reto de implementar una sabia política de población. de ordena miento territorial y de mejor d istribución del bienestar para que Caracas sea más humana y más vivible .
155
La ciudad lleva su corona de espinas de ranchos trepados en los cerros y con altiva mirada intemporal marcha al desafío del porvenir.
y lee aquel pedazo de la carta que su más grande hijo, el Libertador, le escribiera a
Páez desde el Alto Perú en 1825 : "Los papeles públicos habrán informado a usted de los
brillantes sucesos que han coronado nuestros servic ios en el alto Perú y las pródigas recompensas de estas repúbticas liberadas en Ayacucho: ya me tiene usted comprometido a defender a Bolivia hasta la muerte, como a una segunda Colombia: de la primera soy padre, de
la segunda soy hijo; así mi derecha estará en las bocas del Orinoco y mi izquierda llegará hasta las márgenes del Río de la Plata . Mil leguas ocuparán mis brazos, pero mi corazón se hallará siempre en Caracas : allí recibí la vida, allí debo rendirla; y mis caraqueños serán siempre
mis primeros compatriotas. Este sentim iento no me abandonará sino después de la muerte".
Así quería Simón Bolívar a Caracas, la curnpleañera de hoy , la ciudad que no se 01vida .
Caracas, 25dejuliode 1988.

Documentos relacionados