El jardín emplumado
Transcripción
El jardín emplumado
El jardín emplumado Guía para atraer y observar aves en los jardines urbanos de Quito Por una ciudad verde y viva Mauricio Rodas Espinel Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito Verónica Arias Cabanillas Secretaria de Ambiente del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito Juan Manuel Carrión Director Ejecutivo de la Fundación Zoológica del Ecuador EQUIPO TÉCNICO DE LA SECRETARÍA DE AMBIENTE DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO Liliana Lugo - Dirección de Políticas y Planeamiento Ruth Elena Ruiz - Dirección de Patrimonio Natural y acompañamiento Orfa Rodríguez - Dirección técnica y acompañamiento Gustavo Mosquera - Dirección técnica y acompañamiento EQUIPO TÉCNICO DE LA FUNDACIÓN ZOOLÓGICA DEL ECUADOR Juan Manuel Carrión - Dirección técnica María Isabel Aliaga - Dirección administrativa Max Araujo - Coordinación de proyecto Fotografías e ilustraciones Juan Manuel Carrión Diseño y diagramación Miguel Dávila P. Soluciones Gráficas D&G Impresión Imprenta Mariscal Tiranolete Silbador Sureño. Zoológico de Quito en Guayllabamba. Quito, Ecuador © 2016 Fotografía portada: Quinde Herrero en flores de Huantugsillo. Parque Itchimbía. La Secretaría de Ambiente del Distrito Metropolitano de Quito y la Fundación Zoológica del Ecuador firmaron un convenio de cooperación interinstitucional para la ejecución del proyecto denominado “Florifauna quiteña”, con el objetivo de fortalecer el trabajo que viene desarrollando el Zoológico de Quito en Guayllabamba. Una de las acciones llevadas adelante en este contexto ha sido la de motivar entre la ciudadanía el interés por el cuidado y adecuación de nuestros jardines como espacios destinados a albergar y proteger la diversa y sorprendente avifauna urbana con la que los quiteños tenemos el privilegio de convivir. Quito no es, como suele decirse de las urbes contemporáneas, una selva de cemento, gris y vacía de vida, ¡al contrario! Quito es todavía un espacio verde y palpitante. Esta breve guía práctica nos brinda algunos consejos útiles para invitarnos a abrir canales de reconexión con la naturaleza mediante acciones que están al alcance de todos quienes se animen a acondicionar en el jardín; en el parque del vecindario, en la terraza, en la ventana, ya sea en nuestros hogares o en los sitios de trabajo, un rinconcito, no importa si grande o pequeño, para que las aves puedan sentirse allí a gusto y se conviertan en vecinos en cuya voladora presencia, que trae consigo tanto la dulzura de sus trinos como el colorido y belleza de sus plumajes, hallemos la alegría de vivir y ¿por qué no? respuesta a nuestras más profundas inquietudes. Dijo el poeta quiteño Jorge Carrera Andrade, que aquí en nuestra tierra: “Hay tantas 1 alas en vuelo / que alzan América al cielo”. Entonces aprovechemos esta condición que hace del DMQ un territorio rico en diversidad aviaria y disfrutemos de este Patrimonio Natural, convirtiéndonos en observadores y protectores de las aves; eso, sin duda, mejorará nuestra calidad de vida. En las siguientes páginas te orientaremos en ese camino. ▲ Si les brindamos las condiciones adecuadas, las aves urbanas se animarán a residir en nuestros jardines. El jardín emplumado Las flores del jardín brindan alimento a colibríes y pinchaflores. El jardín puede ser un santuario de vida El diseño del jardín Ante la transformación que el crecimiento urbano produce en los paisajes naturales, tu jardín puede cumplir un rol muy importante para evitar que con la pérdida de matorrales y espacios arbustivos, poco a poco también las aves vayan desapareciendo. No importa el espacio del que dispongamos; independientemente del tamaño y de los recursos que estemos en capacidad de invertir, el éxito de un jardín para atraer aves arranca desde su planificación. Nuestros jardines amigables para con las aves pueden ocupar tan solo un par de metros cuadrados en un rincón del balcón o de la terraza, o también ocupar un terreno amplio en donde podamos incluso plantar algunos árboles, en ambos casos es mejor ▲ El rojo intenso del plumaje del Mosquero Bermellón, hace que su presencia no pase desapercibida en los parques y jardines urbanos. El jardín es un espacio que irradia paz y que invita al recogimiento personal. El jardín es escenario para la reflexión sobre los valores trascendentales de la existencia humana; la floración, la caída de las hojas, el reverdecer de los nuevos brotes, la cosecha de los frutos, la dispersión de las semillas, en fin la observación directa de los ciclos vitales de las plantas, son eventos que nos conectan con nuestra dimensión natural. El jardín, escenario para estos eventos, es un espacio propicio para celebrar la vida, y puede acondicionarse para funcionar como refugio para las aves. El jardín familiar puede integrarse a una amplia red que lo conecte con otros similares que, en conjunto, provean a la ciudad verdor y aire puro; verdaderos oasis en los que las aves hallen refugio. Las aves –esta es una más de las tantas lecciones de vida que ellas nos pueden brindar– son exploradoras por naturaleza; siempre están buscando oportunidades para hallar alimento y refugio mientras vuelan entre las frondas del El jardín emplumado 2 arbolado urbano. Es increíble lo listas que son; rápidamente pueden descubrir nuevas fuentes de alimento y, si advierten que estas son confiables y permanentes, instalarse a vivir junto a ellas. Hay muchas maneras de implementar un jardín amigable para con las aves, básicamente lo que ellas requieren para sentirse cómodas es encontrar agua y alimento en lugares en los que no se sientan vulnerables; es importante planificar estos espacios para instalarlos fuera del alcance de nuestras mascotas. que este se implante de manera planificada. Ya hemos dicho que hay que tener en cuenta que los espacios a los que queremos que las aves lleguen deben estar lejos del alcance de perros y gatos, pero también hay otros detalles a tener en cuenta; detalles como la selección de las plantas que queremos emplear, de manera que luego no tengamos que enfrentar problemas graves como talar un árbol que creció muy cerca de la casa o uno cuyas raíces han invadido el sistema de alcantarillado. Hay que imaginar en el espacio vacío: ¿cómo se verá cuando las plantas crezcan?, ¿estas impedirán el paso de la luz hacia la casa?, ¿nos quitarán una vista panorámica que nos gustaría mantener?, en fin, cada quien puede hacerse su propia lista de requerimientos para diseñar un jardín acorde a sus expectativas. ▲ En el Parque del Reservorio de Cumbayá, los Arupos florecidos alegran el paisaje y brindan refugio para las aves. 3 El jardín emplumado El árbol, sabio y viejo amigo La proverbial “eterna primavera” que caracteriza a Quito, ofrece las condiciones para que en sus jardines la floración se produzca a lo largo de todo el año. En viveros como los que se ubican en la parroquia de Nayón, podemos encontrar una amplia selección de plantas; nativas algunas y otras provenientes de todas las latitudes del planeta, bien aclimatadas a nuestra geografía, que nos servirán para pintar de alegría el jardín. El jardín es sinónimo de flores; y éstas brindan a las aves no solo alimento, tanto por el néctar que producen como por los insectos que en torno a ellas se suelen congregar, sino también refugio, entre sus ramas y hojas. No es de extrañar que entre los arbustos floridos del jardín encontremos esa fantástica obra de arte de la naturaleza que son los nidos de las aves. Los beneficios y servicios que el arbolado urbano brinda a la ciudad y a sus habitantes son extremadamente valiosos; sin árboles las ciudades serían invivibles; ellos purifican el aire, regulan la temperatura, refrescan el ambiente y brindan refugio para la vida. Si el espacio del jardín lo permite ¡plantemos árboles!, pensemos que éstos van a crecer con el tiempo, así que planifiquemos ubicarlos con suficiente distancia entre ellos y con un prudente alejamiento de la casa, para que no tengamos que talarlos más tarde. Tilos, molles, capulíes, nísperos, cepillos rojos, guabos, aguacates y todos los tipos de cítricos, son opciones adecuadas al momento de escoger árboles para el jardín. Plantas recomendadas para atraer aves al jardín ✽Farol Chino ✽Huantugsillo ✽Agapanto ✽Aretes ✽Lluvia de Estrellas ✽Carbonero ✽Gallitos ✽Geranio ✽Sábila ✽Cucarda ✽Achira ✽Bugambilla Foto: Mariuxi Cevallos S. La alegría de las flores Arete de Bruja Tiranolete Silbador Sureño Camptostoma obsoletum ▲ Aunque no es fácil encontrarlas en los viveros, las flores nativas son ideales para cultivarlas en nuestros jardines. La flor de Taxo es emblema natural de Quito. El jardín emplumado 4 Foto: Mariuxi Cevallos S. Flor de Taxo ▲ Si disponemos de espacio suficiente en el jardín, podemos plantar árboles grandes e incluso crear un ambiente acuático, que brinda el hábitat ideal para algunas especies de aves. 5 El jardín emplumado Alimentar a las aves El agua es vida “Tendrás el agua más pura y la semilla más fresca” Esto que dice la letra de una popular canción ecuatoriana, el albazo “Avecilla”, resume el sencillo secreto para convertir a nuestro jardín en un espacio amigable para con las aves. Para uso de las aves podemos colocar algunos elementos sencillos en los que éstas encuentren agua y alimento. Asegurados estos requerimientos básicos, de manera permanente y lejos del alcance de perros y gatos, podemos tener la seguridad de que nuestras vecinas emplumadas se convertirán en visitantes asiduas e incluso inquilinas fijas del jardín. Un jardín es un espacio alegre que nos invita a celebrar la vida. En todo jardín quiteño hallaremos gorriones, tórtolas, mirlos y quindes; si ponemos empeño en acondicionarlo para atraer a más aves, podemos aspirar a recibir al menos entre 10 y 15 especies diferentes. Hay jardines quiteños en los que se han registrado hasta 36 especies de aves. El jardín emplumado Con dos platos plásticos de diferente diámetro, de aquellos que sirven como base para colocar macetas, podemos fabricar una fuente para que las aves beban y se den un chapuzón. El plato más grande servirá de base y el más pequeño será el que contenga el agua. Los podemos colocar sobre un soporte –tal como se muestra en las fotografías– o directamente sobre un muro, la cornisa de una ventana o en un balcón. Hay que mantener la fuente siempre limpia; cambiar el agua diariamente. 6 7 El jardín emplumado Semillas, clásico alimento para aves El mismo esquema empleado para construir la fuente de agua, puede servirnos para disponer semillas: alpiste, granos de maíz partidos (morocho partido), frutas secas, migajas de pan, arroz. Se puede, con imaginación y creatividad, proponer diferentes modelos. En el mercado existen alimentadores especialmente diseñados para contener semillas. Nuevamente, la limpieza es fundamental para asegurar el buen funcionamiento de estas “estaciones para alimentación de las aves”. A nadie le gusta comer en un lugar sucio. El jardín emplumado 8 La fruta gusta a todos Las frutas son una apetecible tentación para muchas especies de aves. Naranjas, melones, sandías, papayas, pero especialmente bananas, son un verdadero “imán” para atraer aves a nuestro jardín. Si colocamos “oritos” (esos plátanos pequeñitos, deliciosos, baratos y fáciles de conseguir en cualquier época del año) colgados de un gancho, abierta una ventana en su cáscara, para que la pulpa quede expuesta, y apoyados junto a una percha en la cual las aves se puedan posar, atraeremos a “rigchas” y otras especies de tangaras, todas ellas aves coloridas y de armónico canto. !Estas aves viven en Quito! 9 El jardín emplumado El dulce alimento de los quindes Verdaderas joyas aladas de la naturaleza, los colibríes o quindes son la gema principal con la que nuestras amigas emplumadas, las aves, engalanan y alegran nuestros jardines. Los colibríes tienen un metabolismo acelerado que demanda un elevado suministro energético. El alimento de los quindes –el néctar de las flores– es energía pura. La mejor forma de atraer colibríes a nuestro jardín es sembrando plantas con flores ricas en néctar. En tiendas para mascotas y almacenes con productos para jardinería se consiguen varios modelos de alimentadores para colibríes; son botellas de plástico o de vidrio, que cuentan con una base en la cual existen orificios que simulan ser una flor roja, por medio de los cuales las aves acceden al néctar que la botella contiene. Ese contenido es una dilución de agua azucarada en proporción 4 a 1 (en cuatro medidas de agua, cuatro tazas por ejemplo, una de azúcar) Se recomienda usar azúcar morena (menos refinada). No se debe emplear miel de abeja. También se puede añadir un complemento nutricional que le aporta coloración roja al contenido de la botella e incrementa la curiosidad de los quindes por explorar esta fuente de alimento. Quito, tierra de quindes Hembra Estrellita Ventriblanca Chaetocercus mulsant Colibrí Gigante Patagona gigas En el DMQ se han registrado 55 especies de colibríes; 6 son visitantes frecuentes en los jardines de la ciudad y de los valles templados de sus alrededores. Esmeralda Coliazul Chlorostilbon melanorhynchus Macho Hembra Macho Macho Macho Hembra Hembra Metalura Tiria Metallura tyrianthina Orejivioleta Ventriazul Colibri coruscans Colacintillo Colinegro Lesbia victoriae ▲ El secreto para que los bebederos funcionen correctamente, es que se mantengan limpios y su contenido se cambie por lo menos tres veces a la semana. Los colibríes y las flores han desarrollado evolutivamente una estrecha dependencia entre si. Tener flores en el jardín es la mejor manera de atraer a los colibríes o quindes. El jardín emplumado El colibrí Zamarrito Pechinegro es el ave emblemática del Distrito Metropolitano de Quito. A esta especie se la encuentra únicamente en los bosques andinos occidentales del volcán Pichincha. No Zamarrito Pechinegro llega a los jardines urbanos. Eriocnemis nigrivestis 10 11 El jardín emplumado Observación y cuidado de aves Colibríes y tórtolas anidan frecuentemente en nuestros jardines y casas. Hay casos sorprendentes, como el de un Colibrí Gigante, que ubicó su nido en lo más enmarañado de los cables que cuelgan de un poste en medio de la ciudad. Cuando las aves nos regalan el privilegio de su presencia en nuestros jardines, ¡cómo no aprovecharlo para disfrutar el espectáculo natural que ésta significa! La observación y el estudio de las aves no están reservados exclusivamente a especialistas; por el contrario, constituyen una actividad entretenida al alcance de todos. Como dijo el premio Nobel, Konrand Lorenz: “Los seres vivos cuentan al que sabe escucharlos las historias más maravillosas; y la naturaleza supera en belleza a todo lo que puedan imaginar nuestros poetas”. Las primeras y las últimas horas del día son las mejores para observar aves; es entonces cuando más activas están, se dejan ver con facilidad y entonan sus trinos. Para identificar aves hay que prestar atención a la forma de su cuerpo, su tamaño, color y diseño del plumaje; coloración y forma de pico y patas; coloración de los ojos; sus hábitos visibles: ¿Cuál es su hábitat preferido?, ¿Qué come?, ¿cómo vuela? En fin, todo aquello que veamos debe ser El jardín emplumado 12 Para formarte como observador de aves, puedes tomar contacto con grupos como “Aves Quito”, quienes organizan exploraciones didácticas. Búscalos en su página del Facebook. La familiaridad y cercanía que el autor de esta cartilla desarrolló con un “Quilico” que se rescató en la Clínica Veterinaria del Zoológico de Quito y luego se liberó, le permitió captar este “selfie”. tomado en cuenta, pues aporta algún elemento útil a la hora de ir armando el rompecabezas que finalmente nos permitirá identificar certeramente a la especie observada. Conforme vayamos explorando nuestro jardín o el parque del vecindario y le vayamos prestando mayor atención a la vida contenida en los espacios verdes de la ciudad, iremos descubriendo nuevas presencias emplumadas y seremos testigos de momentos especiales como la anidación por ejemplo; es increíble cuántos registros de anidación interesantes suceden en los espacios urbanos, incluso en los más caóticos y aparentemente desprovistos de vida. También es probable que tengamos que enfrentar situaciones en las cuales debemos actuar para salvar aves heridas o agotadas o, lo más frecuente, polluelos que han caído de su nido. En la mayoría de los casos lo mejor que podemos hacer es observar antes que intervenir; las aves tienen una gran capacidad de resistencia y adaptación para superar situaciones adversas. Si el caso supera nuestra capacidad de brindarles primeros auxilios, hay que tomar contacto con especialistas ornitólogos o veterinarios que nos puedan orientar. Recomendamos tomar contacto con instituciones como el Zoológico, grupos locales de observadores de aves y centros hospitalarios universitarios. A menudo lo único que un ave rescatada necesita para recuperarse es tiempo, alimento y abrigo. Reposo de una noche en una caja de zapatos sobre una camita de periódicos y cercanía a un pequeño recipiente con agua, fue suficiente para este “Chotacabras” ave nocturna frecuente en las quebradas quiteñas. 13 El jardín emplumado Tórtola Orejuda Chingolo Adulto (Gorrión) Zenaida auriculata Zonotrichia capensis •Es el ave más común en todos los parques y jardines de la ciudad, y en toda la serranía. •Su canto, melodioso, es el sonido natural con el que despertamos los habitantes de Quito. • Forman bandadas numerosas presentes en todos los espacios verdes de la ciudad; se adaptan muy bien a los ambientes urbanos. • En vuelo abren la cola en abanico, mostrando las puntas blancas. •Se alimentan principalmente de semillas. Juvenil Su presencia en parques y jardines es muy familiar en la ciudad. Es muy común verlos en los prados, buscando semillas entre la hierba. Picogrueso Amarillo Sureño Mirlo Grande (Huiracchuro) Turdus fuscater Hembra • El dimorfismo sexual se aprecia en el anillo ocular amarillo, ausente en las hembras. • Son aves audaces y pendencieras; pueden depredar nidos de otras especies, matando a los polluelos. Hembra Macho Pheucticus chrysogaster •Su tradicional presencia en los campos y huertas está registrada en tradiciones y canciones populares. •Se alimentan de semillas y frutos. Macho •Su canto es muy melodioso. • Caminan dando saltos con ambas piernas juntas. Con el pico remueven el suelo en busca de lombrices y larvas de escarabajos (“cuzos”). El jardín emplumado 14 Su plumaje presenta tonos amarillo, blanco y negro. 15 El jardín emplumado Mosquero Bermellón (Tictirián o Pájaro Brujo) Pyrocephalus rubinus Hembra •Le gusta anidar en árboles de acacia o en lugares protegidos bajo el alero de las casas. Picocono Cinereo Conirostrum cinereum •Inconfundible por su pico cónico y puntiagudo. •A menudo ignorado, por el aspecto poco llamativo y colorido de su plumaje. Macho •Se alimenta de insectos y del néctar de las flores. •Se alimentan de insectos; nos ayudan a mantener bajo control las poblaciones de mosquitos. Su nombre científico significa “Cabeza de fuego color rubí”. Se lo encuentra en árboles y arbustos con abundante floración. Tangara Azuliamarilla (Riccha) Pinchaflor Negro (Congo) Thraupis bonariensis Hembra Diglossa humeralis •Tiene un pico ganchudo en la parte superior; una adaptación para perforar el cáliz de las flores. •Se alimenta de insectos y del néctar de las flores. •Se alimentan de frutos. Más común en vegetación arbustiva en las quebradas, también puede llegar a jardines cercanos a las mismas. •Los “oritos” y naranjas colocados en el jardín, son un imán para atraerlas. Macho Hallan refugio y alimento entre la flora nativa que se conserva en las quebradas. El jardín emplumado •Tienen comportamientos curiosos y confiados; suelen acercarse a ventanas y espejos y pelean con su propio reflejo. 16 17 El jardín emplumado Macho Piranga Roja Jilguero Encapuchado (Rocoto) Carduelis magellanica •Forman bandadas numerosas y bulliciosas. •Exploran hierbas, árboles y arbustos en busca de semillas e insectos. •Pico cónico y agudo. Hembra Piranga rubra •Especie migratoria. Se la encuentra entre noviembre y marzo. •Los juveniles tienen plumaje similar a las hembras. Macho •Se alimenta de frutos. Hembra Son fieles visitantes de jardines amigables para con las aves. Estas aves son más abundantes en campos abiertos y terrenos agrícolas. Pinzón Azafranado (Grano de oro) Tangara Azuligris (Azulejo) Sicalis flaveola •Inconfundible por el color amarillo uniforme e intenso de su plumaje. •Se adaptan muy bien a los espacios urbanos. •Se alimentan principalmente de semillas. Juvenil Thraupis episcopus •Son más comunes en los valles templados. •Son visitantes fieles de jardines amigables para con las aves. Les gustan los “oritos”. Están en donde encuentren suficientes árboles para refugiarse. Sus poblaciones están creciendo rápidamente en los valles templados. El jardín emplumado 18 •Sus poblaciones están creciendo en los últimos años. Adulto 19 El jardín emplumado Tangara Matorralera Golondrina Azuliblanca Tangara vitriolina Notiochelidon cyanoleuca •Generalmente se las ve en vuelo o posadas sobre los cables eléctricos. •Pueden formar bandadas compactas y numerosas. •Pueden cohabitar con la Golondrina Ventricafé, que es toda oscura. •Común en los valles templados, especialmente en hábitats de bosque seco. •Se mueven en grupos de entre 5 a 7 integrantes. •La coloración del plumaje es más intensa en los machos. Son frugívoras; les gustan los aguacates y los cítricos. Anidan en los aleros de las casas. Carpintero Dorsicarmesí Cernícalo Americano (Quilico) Piculus rivolii Falco sparverius •Es la única especie de pájaro carpintero frecuente en Quito y sus alrededores. •Se lo encuentra en arbolados de quebradas y parques. •Ocasionalmente visita jardines en la zona periurbana. Hembra Macho El intenso carmesí de su plumaje dorsal delata su presencia. El jardín emplumado 20 Les gusta posarse en ramas expuestas de los altos árboles. 21 •Pequeño halcón muy bien adaptado a los espacios urbanos. •Son muy territoriales; cuando detectan un intruso defienden su espacio emitiendo un estridente sonido de advertencia: “kili-kili-kili”. El jardín emplumado Orejivioleta Ventriazul (Quinde Herrero) Colibri coruscans •Es el colibrí más común en Quito y sus alrededores. •El diseño particular de su plumaje y su canto característico lo hacen fácil de reconocer. •Desde una rama alta levantan vuelo y luego caen en picada. Esmeralda Occidental (Quinde Bunga) Chlorostilbon melanorhynchus Macho •Son extremadamente pequeños y su coloración es uniformemente verde. •Más comunes en los valles templados (esporádicos en la ciudad). Hembra •Anidan en arbustos del jardín. •Prefieren el néctar de las flores, aunque también pueden visitar los alimentadores artificiales. Son muy territoriales, defienden su espacio con mucho ímpetu. Descansan entre los matorrales, en donde se camuflan muy bien. Colacintillo Colinegro (Quinde Colilargo) Lesbia Victoriae •Cuando realiza vuelos en picada sacude las plumas de la cola y produce un sonido vibratorio. •Las hembras presentan una cola más pequeña que la de los machos. Inconfundible por su cola larga. Colibrí Gigante Patagona gigas •Inconfundible por su gran tamaño y colores apagados. •Son muy localistas y fieles a los espacios de anidación. •Llegan a los alimentadores artificiales. Se han adaptado a los espacios urbanos. Anidan en lugares inverosímiles. El jardín emplumado 22 23 El jardín emplumado Una comunidad aviaria sorprendente Para un observador de aves atento, Quito guarda muchas sorpresas inesperadas. Grupos ciudadanos de observadores –como “Aves Quito”, que cuenta con el apoyo de la Secretaría de Ambiente del Municipio y de la Fundación Zoológica del Ecuador– organizan regularmente salidas de campo en las que se han registrado especies, migratorias en su mayoría, cuya presencia sorprende en medio de los convulsionados ambientes urbanos. En sitios como el Jardín Botánico en La Carolina; los parques Metropolitano Guanguiltagua, Itchimbía, Metropolitano del Sur, Rumipamba y Chilibulo; en los parques del Reservorio y Los Algarrobos de Cumbayá; en los alrededores del Aeropuerto de Tababela y en el Zoológico de Quito en Guayllabamba, han aparecido patos, gaviotas, chorlitos, falaropos, cucos, reinitas, atrapamoscas, golondrinas, halcones, águilas y otras especies, muchas de ellas muy raras, que enriquecen la diversidad emplumada presente en los espacios verdes de la capital del Ecuador. Un jardín ambientado para convertirse en un espacio amigable para con las aves, no solo que nos brindará la posibilidad de reconectarnos con los latidos de la vida, En el Reservorio de Cumbayá, cada año se detecta la presencia del Águila Pescadora, que captura sus presas en este humedal artificial. El jardín emplumado 24 aparentemente ausentes en el trajín citadino, sino que, además, si nos animamos a practicar la observación de aves como una actividad regular, que enriquece nuestra calidad de vida, podemos hallar en el escenario para inesperados descubrimientos. El cuidado y la observación de las aves son actividades que nos aportan una mejor calidad de vida; nos re vinculan con la naturaleza y nos convierten en actores comprometidos con un estilo de vida que tiende a crear mejores condiciones ambientales que hagan de nuestra ciudad, de nuestro país y del planeta entero, un mejor lugar para vivir. Si estás interesado en formar parte del grupo de observadores “Aves Quito”, contáctanos en nuestra página de Facebook. Si requieres ayuda en el rescate de aves heridas o desorientadas, o si precisas asesoría para hacer de tu jardín un espacio amigable para con las aves, contáctanos en el Zoológico de Quito en Guayllabamba (www.quitozoo.org) Igualmente en el Reservorio de Cumbayá, anualmente, entre octubre y abril, se registra la presencia de una numerosa bandada de Cercetas Aliazules. Una reciente presencia aviar en Quito y sus alrededores, cuya población se está incrementando en los últimos años, es la del Sinsonte Tropical, ave dueña de un canto singularmente melodioso. Frecuentemente en los jardines quiteños aparecen ejemplares de la Gallareta Púrpura, desubicados y desnutridos, que son rescatados por el Zoológico de Quito en Guayllabamba y retornados a la vida silvestre. 25 El jardín emplumado Pinchaflor Pechicanelo Diglossa sittoides Tierra de pájaros Es América entera inmensurable pajarera. En el amanecer sonoro cada árbol es un coro. Hay tantas alas en vuelo que alzan América al cielo. Jorge Carrera Andrade Poeta quiteño (1903-1978) www.quitoambiente.gob.ec