COnCOrSO D`eLeGanza ViLLa D`eSte

Transcripción

COnCOrSO D`eLeGanza ViLLa D`eSte
Concorso d’Eleganza Villa d’Este
Gracias a la pasión con la que el automovilismo se vive en Italia se ha consolidado mundialmente este
aristocrático certamen que se celebra, desde hace 79 años, en el incomparable marco de los jardines del
Grand Hotel Villa d’Este y la generosa naturaleza del lago de Como.
Llegados de todo el mundo, confluyen cada
año en Como auntomóviles de belleza en­
comiable y en perfecto estado de conserva­
ción, que se exponen para la admiración de
unos aficionados –que a diferencia de otros
certámenes similares– hacen gala de la mis­
ma elegancia que da nombre al concurso.
Pueden participar todos aquellos automóvi­
les cuyo propietario lo solicite y hayan sido
aprobados –a partir de la información y fo­
tografías remitidas con la preinscripción–
por el comité organizador.
La primera edición del Concurso de
Elegancia Villa d’Este, celebrada en Cer­no­
bbio, a orillas del lago de Como, atrajo a 80
participantes y coches emblemáticos. La ini­
ciativa, del Automóvil Club de Como y del
Comitato di Cura de la ciudad, era arriesga­
da. En los años 20, Montecarlo y Paris pro­
mocionaban los concursos de mayor presti­
gio, y sólo una alternativa ver­daderamente
atractiva conseguiría reunir a damas y caba­
lleros en un evento novedoso.
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La adhesión al proyecto del Grand Hotel
Villa d’Este fue decisiva. El establecimento
ofrecía –además de amplios jardines y vistas
deslumbrantes al lago– la privacidad desea­
da y unas instalaciones impecables. Por estas
cualidades, Vila d’Este tiene su nombre del
que está considerado uno de los concursos
de elegancia más reconocidos del mundo.
El entorno en el que se desarrolla el con­
curso ha contribuido decisivamente a su éxi­
to. A pocos kilómetros de Milán, el lago
de Como, con sus viejos muelles, encierra
una belleza natural comparable a pocas lo­
calidades en el mundo. El entorno pinto­
resco, decorado con exuberantes colinas
verdes es uno de los paisajes más bellos de
Europa. Hay quien todavía lo llama lago de
Lario, por su nombre en latín, y con sus tres
brazos –Como, al Oeste; Lecco, al Este; y
Colico, al Norte– conforma el Triángulo
Lariano. Cerca de Como es posible divisar
Co­macina, la única isla del lago, situada
frente a Sala Comacina.
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La Coppa d’Oro Villa d’Este
La tradición del Concurso de Elegancia Villa
d’Este se remonta a 1929. Entonces fue un
modelo de la marca italiana Isotta Fraschini
el galardonado con la Coppa d’Oro, el pre­
mio máximo del concurso. La atmósfera de
aquella ceremonia inaugural consagraba la
pasión por la automoción, en auge en los
años 20. Sus participantes vivían el fin de
una época de bonanza. Dos meses después,
la crisis económica de 1929 afectaría grave­
mente a la economía mundial y a toda la in­
dustria automovilística.
Pese a las dificultades económicas, el con­
curso de elegancia pudo repetirse el siguiente
año. Fue una edición marcada por la inaugu­
ración del Gran Premio Referendum, con el
que los espectadores también podían elegir
su modelo preferido. El Lancia Dilambda –
el primer coche dotado de un cuerpo de pie­
za única que se fusionaba al chasis– resultó
ser el mejor valorado en ambas votaciones.
El concurso consolidaba su prestigio con
la creciente incorporación de vehículos em­
blemáticos de la época, además del mayor
interés por parte del público. Una vez más, la
majestuosidad que proporcionaba el Grand
Hotel Villa d’Este favoreció el evento. En
1931, las apariciones de los turismos Alfa
Romeo 6C 1750 GS e Isotta Fraschini 8ASS,
en versión Flying Star, pintados inusualmen­
te en marfil, hicieron posible las primeras
comparaciones del encuentro de Cernobbio
con los de Paris y Monte Carlo.
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La edición del año siguiente marcó el fi­
nal del primer ciclo de concursos realizados
en el Gran Hotel, cuya fórmula de organiza­
ción había alcanzado su pleno prestigio con
la entrega del Gran Premio Referéndum, por
parte del presidente del hotel, en la terraza
principal de la propiedad.
El majestuoso paisaje de
Como contribuye a un mayor
disfrute de la visita de los
vehículos expuestos.
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Villa Olmo
En 1932, el Grand Hotel Villa d’Este se
re­tiró de la organización del concurso. El
re­levo lo tomó la princesa María José, en­
tusiasmada con la idea de promoverlo en
Villa Olmo –una imponente propiedad de
estilo neoclásico– y ofreció así su apoyo al
Automóvil Club de Como para que el even­
to continuase.
El concurso pasó a llamarse entonces
Coppa d’Oro Principessa di Pimonte, con­
servándose solamente el premio de los jura­
dos. Con estos cambios, se pudo mantener
en esta edición el nivel de elegancia de las
ediciones anteriores.
En 1938, la crisis del sector automovilís­
tico culminó con la cancelación del Motor
Show de Milán, y la del propio del concurso
de Como. La ii Guerra Mundial, a su vez,
eliminó cualquier posibilidad de un recuen­
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Una cincuentena de
extraordinarios automóviles
se exponen cada año en los
jardines.
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tro en Villa Olmo, hasta 1947, que reapa­
reció con su nombre original de Concorso
d’Eleganza Villa d’Este. La crisis en el sector
italiano de automóviles, sin embargo, pro­
vocó una nueva interrupción indefinida tras
la edición de 1949.
La espera duraría décadas: el concur­
so renació en los años 90, con su vuelta al
Grand Hotel Villa d’Este. Desde entonces,
se mantiene la tradición de dar protagonis­
mo al público y valorar el diseño, la origina­
lidad, la preservación perfecta con la pasión
que despiertan los clásicos de los años 20
y 70. Los concept cars y los prototipos con­
temporáneos participan del espectáculo en
la actualidad, permitiendo a los espectadores
apreciar los coches que anticipan el futuro
del automóvil.
El Grupo BMW patrocina el evento des­
de 1997 –que en su última edición conce­
dió cinco premios– además de la tradicional
Coppa d’Oro Villa d’Este. La asignación de
este homenaje a un Bugatti 57C Cabriolet
Voll & Ruhrbeck de 1939, así como la entre­
ga del Trofeo BMW Italia a un Alfa Romeo
6C 1750 GS Flying Star de 1931, señala la
imparcialidad del jurado y la espontaneidad
del público.
El lago de Como
El concurso proporciona momentos de pla­
cer para el aficionado, mientras pasea por los
jardines del Grand Hotel admirando tanto
vehículos como el propio paisaje con este
lago, de fondo, el más pequeño de los tres
grandes lagos prealpinos de Italia.
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Una salida en barco le permitirá visitar
los pueblos de la zona y explorar los tres bra­
zos del lago. En la ciudad de Como destaca
la catedral gótica, situada sobre una cons­
trucción anterior, edificada en diferentes
épocas. Bellagio también merece una visi­
ta. Su ubicación estratégica –en el promon­
torio que divide el lago en dos– ofrece un
amarre cómodo para aprovechar el día. Sus
calles estrechas invitan a caminatas por las
joyas del pueblo: preciosos jardines y par­
ques de las villas, como la Villa Melzi, Villa
Serbelloni y Villa Giulia.
En Moltrasio, bellas mansiones, caracte­
rísticas de la zona, dan la bienvenida. Entre
ellas, el Palazzo di Moltrasio se distingue por
la renovación de su edificio, realizada a peti­
ción del conde Andrea Passalacqua.
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Si prefiere realizar vuelos panorámicos,
una manera adicional y estimulante de cono­
cer el entorno, Como es uno de los pocos
la­­gos europeos que dispone de las comodi­
dades necesarias para despegar del agua y
apreciar la belleza natural desde una pers­
pectiva diferenciada.
Los asistentes pueden también
elegir el vehículo más elegante
distinto del premio del jurado.
Grand Hotel Villa d’Este
Siglo y medio de experiencia hostelera de
pri­mer nivel distingue al Grand Hotel Villa
d’Este. Situado a 45 minutos en coche de
Milán, el hotel aúna en su propiedad la be­
lleza de jardines y fuentes históricas y la mo­
dernidad de sus nuevas instalaciones.
Pese a las renovaciones realizadas en el
edificio principal –construido en 1568 como
residencia de verano del Cardenal Tolomeo
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Villa d’Este fue construida en
1568 como residencia estival
del cardenal Tolomeo Gallio.
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Gallio–, las sucesivas familias que vivieron
en la villa supieron preservar intacto su en­
canto. Lo mismo hizo el grupo de socios
milaneses que, en 1873, transformó la villa
en un hotel de alta prestigio.
Las 154 habitaciones se diferencian en
tamaño y decoración, proporcionando la ca­
lidad característica de una propiedad cente­
naria. A la atención excepcional, la belleza
del entorno y el confort, se suma la gastro­
nomía sofisticada y sin excesos del ristorante
Veranda, al mando de Luciano Parolari.
En los momentos de ocio a parte del con­
curso, puede practicar a golf en el campo
propio del hotel –situado a 11 kilómetros
de distancia– o jugar a tenis en una de sus
ocho pistas.
Es conveniente efectuar una reserva con
mucha antelación para conseguir habita­
ción en los días del concurso. Durante el
resto del año, sólo el riguroso inverno im­
posibilita el desfrute de este hotel, que cie­
rra sus puertas entre mediados de noviem­
bre y marzo. K
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