Lea Carta - Diocesis de Río Gallegos

Obispado de Río Gallegos
La caridad
nos apremia
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de Cristo
Carta Pastoral del Año 1995
La caridad de Cristo nos apremia
Queridos hermanos sacerdote, religiosos y religiosas y laicos.
Comienzo esta Carta Pastoral saludando con afecto a toda la comunidad diocesana con la
que a través de la Visitas Pastorales y de otros momentos, he podido compartir tiempos y
actividades pastorales. A través de diversos medios nos fuimos comprometiendo a trabajar en
una Pastoral de Conjunto y por lo tanto es una pastoral orgánica. Para ello fuimos
estableciendo y consolidando algunas estructuras, como son los Decanatos, la Asamblea de
presbiterio, el Colegio Consultivo, las Asambleas Diocesanas, el Consejo Pastoral Parroquial,
la Vicaría Juvenil, ya existente al igual que los Movimientos. Y así vamos caminando, con
algunas dificultades pero también con logros. Todavía nos falta mucho pero confiamos en ir
alcanzando poco a poco otras metas. Todo lo dicho me mueve a agradecer el trabajo de todos
y a felicitarlos.
Algunos signos alentadores
Además de los datos iniciales, que son consoladores, debemos añadir que, por gracia de
Dios, ha crecido numéricamente el clero Diocesano con las ordenaciones sacerdotales en 1994
de Alfredo Rodil, Humberto Ramírez y Daniel Ledesma. Anteriormente, en 1993 habían
recibido la ordenación sacerdotal Carlos Manuel Rastellini y Aldo Moschetta. Además pasó a
nuestra diócesis el Padre Carlos Nadal. También nos acompaña desde 1993 el P. Luis Ascona.
Este año se suma a nuestra diócesis el Padre Domaica. Proviene de la diócesis de Mar del
Plata y trabajará con nosotros al menos durante este año. Es un ofrecimiento espontáneo suyo,
que agradecemos. El P. Renzo Ferrazzo retorna a la diócesis en forma definitiva y lo
tendremos entre nosotros a partir de Septiembre.
Por lo demás el Seminario de Cañadón Seco recibirá algunos seminaristas nuevos. Todo
esto nos alegra, alienta y mueve a seguir potenciando la Pastoral Vocacional dentro de la
Pastoral Juvenil y a seguir rezando. Por suerte las congregaciones religiosas permanecen y
están trabajando con fuerza prestando un servicio inestimable. Esperamos que puedan venir
otras más. En cuanto al Laicado, lo vemos creciendo en su compromiso y protagonismo.
Los ecos navideños
Acabamos de celebrar la Navidad. Su eco llega todavía a nosotros y perdura su mensaje
porque no es ni ocasional ni transitorio. Más bien constituye una tarea nuestra el actualizarlo
haciendo que el nacimiento del Verbo se multiplique particularmente donde no se lo conoce.
Por lo demás la Navidad es una celebración reflexiva, comienza con ella la nueva historia de
la humanidad en la que la salvación divina sale al encuentro del hombre de hoy. Es
precisamente mirando a la Navidad que nos disponemos a comenzar este nuevo año de
actividades pastorales.
Todo esto frente a un mundo distraído por muchos intereses y atractivos; como
desconcertado y confundido, e incluso a veces angustiado, porque persisten las divisiones, los
enfrentamientos y sufrimientos, las penurias económicas por el enorme costo social y por la
desocupación, la corrupción. La desesperanza es mayor porque ni el materialismo, ni el
hedonismo reinante dan reapuestas válidas.
Mirando adelante, tenemos muy cercano el Tiempo de Cuaresma, un tiempo apto como
para recuperar el equilibrio que hemos perdido. Si la Navidad nos hacía mirar al Niño con la
Mons. Alejandro Buccolini, sdb. – Carta Pastoral Año 1995
misión de multiplicar su presencia, Cuaresma nos lleva a mirarnos a nosotros mismos, a
purificar nuestros corazones y a confiar en la misericordia de Dios que nos ama hasta la
locura de la Cruz. Ambos momentos nos ponen en la perspectiva del misterio y del amor de
Dios y nos llevan a la necesidad de convertirnos y a revisar el sentido de nuestra propuesta
personal y renovar nuestro trabajo pastoral diocesano.
Mirando el 2000
La carta apostólica “Tertio Millenio Adveniente”, emanada como preparación del Jubileo
del año 2000 y el Mensaje de su Santidad Juan Pablo II para la Jornada Mundial de la Paz
pueden iluminar el trabajo pastoral de este año. Con el primer documento Juan Pablo II
proclama al año 2000 como año Jubilar, es decir de gozo y de gracia... de perdón de los
pecados, un año de reconciliación con y entre los adversarios, año de múltiples conversiones y
de penitencia. Año de alegría interior y exterior precisamente por la remisión de las culpas y
la conversión que debe producir. Conviene que tengamos en cuenta este acontecimiento en
nuestro trabajo pastoral. Conviene que nos propongamos iniciativas para preparar este
Jubileo ya que su objetivo prioritario será el fortalecimiento de la fe y del testimonio de los
cristianos. Es importante lo que haga la Diócesis en su conjunto para vivirlo, sobre todo lo
que haga cada comunidad parroquial.
El Santo Padre señala dos etapas. La primera, que va del 1994 al 1996, sería como una
ante preparación para ir creando una sensibilización adecuada. La segunda, propiamente
preparatoria, cubrirá los años que van del 1997 al 1999. Está centrada en Cristo, Hijo de Dios
hecho Hombre, deberá ser teológica y trinitaria como expresa el documento.
Corre por allí una iniciativa que muchos han expresado reiteradamente. Es la de que la
diócesis organice, en preparación a la segunda etapa, una peregrinación a los lugares de Tierra
Santa. No es una iniciativa fundamental pero es interesante. Es como ir a las fuentes. Es llegar
al escenario mismo de Jesús para acrecentar la fe a través de una actitud, peregrinar. Es una
propuesta que presento. Puede ser válida y dejo a la consideración de todos. De hacerse creo
que podría ubicarse en mayo de 1996, como conclusión de la primera etapa y antes de
comenzar la preparación propiamente dicha en 1997. Al respecto espero sugerencias.
En el segundo documento, mirando también el segundo milenio, el Papa hace un nuevo y
angustioso llamado a la paz en el mundo, proponiendo a “la mujer como educadora para la
paz”. Está claro que el tema de la paz es actual y lamentablemente preocupante. También lo
es en el contexto social y familiar. Afecta a la educación de los hijos porque de la calidad de
las relaciones entre los esposos reciben un ambiente muy especial que influirá a lo largo de su
existencia. En el hogar pueden aprender o no por experiencia directa valores que favorecen la
paz. La familia es la primera y fundamental escuela de socialidad y de paz.
Líneas Pastorales para 1995
Mirando el año 2000 e iluminados por estos dos documentos, queremos trazar las líneas
pastorales para este año. Son las que hemos elaborado en la Asamblea Diocesana celebrada en
el mes de septiembre próximo pasado, en Río Gallegos. Estaban presentes los delegados y
párrocos de toda la Diócesis. Estas líneas pastorales diocesanas deberán ser bajadas y tenidas
en cuenta en la planificación pastoral de todas las parroquias, instituciones y movimientos.
Fue decisión unánime de la Asamblea Diocesana mantener para este año las mismas
prioridades de 1994 pero enriquecidas y profundizadas para este año 1995, imprimiendo en
todas un carácter marcadamente misionero tanto en las actitudes como en los programas
pastorales de los decanatos y Parroquias.
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Prioridades Pastorales para 1995
1la Familia
La preparación del Gran Jubileo en vista al tercer milenio, pasa a través de la familia, del
mismo modo en que por medio de una familia, la de Nazaret, el Hijo de Dios entró en la
historia del hombre.
En 1994 hemos celebrado y dedicado todo un año a la familia. Ha sido un gran tema
fuertemente debatido. La Iglesia ha fijado claramente su posición que debemos defender.
Como culminación de todo se celebró en Roma los días 8 y 9 de Octubre el Encuentro
Mundial de las Familias. Al celebrar el Año Internacional de la Familia, en la perspectiva de
la familia divina, la Iglesia ha querido poner de relieve la belleza y la sublimidad de la
vocación al matrimonio y a la paternidad. Y hubo un tema intensamente discutido presentado
como importante, el tema del aborto. Es necesario que sigamos teniendo en cuenta la posición
eclesial. El mayor destructor de la paz es el aborto. Dice amargamente el Papa “me aterra el
pensamiento de los que matan su propia conciencia para realizar el aborto”.
Iniciativas propuestas:
a) Profundizar el Servicio de la Catequesis Familiar, en la formación y seguimiento de los
Matrimonios Guías.
Sugerencias operativas:
− Que haya más participación y protagonismo de los padres varones.
− Creación y consistencias de las Juntas.
− Importancia de tener bien estructurados y animados los Equipos Catequísticos.
− Implementar los cursos a distancia.
− Hacer un gran esfuerzo por dar vida a un Instituto Diocesano de Catequesis.
− Cada parroquia dará particular empeño por atender pastoralmente a las familias en
situaciones irregulares y críticas.
b) Comenzar una táctica de integración y coordinación de la Pastoral Juvenil con la
Catequesis Familiar, particularmente en la Catequesis de Preparación al Sacramento de la
Confirmación.
Sugerencias operativas:
− Asumir la propuesta de diferir la recepción del sacramento de la Confirmación
hacia una edad que garantice una maduración mas adecuada a la realidad que
viven los preadolescentes y adolescentes, “no ante de los 15 años”.
− Asumir el P.E.F.: (Proceso de Educación en la Fe) como metodología para la
preparación de la Confirmación, en un continente de experiencia comunitaria y
servicio misionero inserto en la pastoral.
− Promover la Confirmación de adultos.
− En el caso de los jóvenes promover formas adecuadas de participación de los
padres, durante el proceso de preparación a la confirmación.
2- Los Jóvenes
Me apresuro a referir lo que en determinado momento le dijo un grupo de jóvenes
drogadictos al Cardenal Martini: “es la primera vez que nos encontramos con usted porque
donde vamos nosotros usted no viene; y donde usted va, nosotros no vamos”. Luego el
Cardenal se preguntó: ¿Cómo encontrar a los jóvenes que no encuentro? Tomó la
iniciativa de escribir una carta que llamó: “Carta a los jóvenes que no encuentro”. Y una
de las preguntas que obviamente hace en esta carta es precisamente ésta: ¿Por qué hasta
ahora no nos hemos encontrado?... es la pregunta que tenemos que hacernos también
nosotros, quizás golpeándonos el pecho.
No tenemos dudas que el futuro del mundo y de la Iglesia pertenecen también a las
generaciones jóvenes quienes en cada situación, en cada región no dejan de preguntar y
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buscar a Cristo. Necesitan que los acompañemos para dar su propia contribución. Si en
cambio no lo tenemos en cuenta o, lo que sería nefasto, no les damos el protagonismo que
necesitan, quedarán sin salida, atrapados por tantos sucedáneos.
Hacen falta jóvenes que sepan ser coherentes con su fe y con el ardor de su caridad,
que sean fuertes, contemplativos, solidarios, misioneros. Que amen la vida, la celebren y
la comuniquen. (Card. Pironio en Denver). Este es el camino que debemos recorrer.
Algunas Iniciativas propuestas
a) Concentraremos los esfuerzos en la formación de Animadores para las Comunidades
Juveniles, ahondando la estrategia de la experiencia comunitaria y multiplicándola.
Sugerencias operativas
− Continuar los programas de Formación.
− Mantener los encuentros de Animadores.
− Ofrecer material de formación a las comunidades.
− Despertar la proyección misioneras en actividades concretas.
b) Desarrollaremos un servicio de apoyo a la catequesis, promoviendo el proceso de
Educación de la Fe (PEF) hasta que pueda asumirse como opción diocesana.
Sugerencias operativas
− desarrollar el PEF en los Decanatos.
− Patrocinar las coordinadoras decanales y parroquiales.
c) Ahondar con decisión la pastoral del Sector Secundario y Universitario. La visita personal
pastoral realizada en estos años y que incluía contactos con escuelas estatales me ha
dejado una muy grata sensación. He contado con el apoyo de los directivos y con el
interés de los alumnos.
Sugerencias operativas
− Promover la integración de los secundarios de Iglesia en la pastoral parroquial.
− Incentivar una presencia “ad extra” de cada carisma.
− Facilitar el encuentro de docentes católicos.
− Presencia de docentes católicos en los Consejos Pastorales, Interacción Colegios –
Parroquia.
d) Tomar en cuenta la problemática de la minoridad de riesgo, iniciando una tarea de
reflexión.
e) El exterminio de los niños de la calle es una feroz realidad en varias partes del mundo,
como también lo son la cantidad de niños obligados a la prostitución, el comercio de niños
por parte de organizaciones que se dedican a los trasplantes de órganos, los menores
victimas del alcohol, de la droga, de la violencia y de la guerra. Hay quienes son utilizados
para el tráfico y la venta de droga o para actividades delictivas. Cuántas tareas pastorales
deberán ser orientadas para afrontar estos problemas urgentes y graves.
Sugerencias operativas
− Difundir las implicancias de este sector.
− Contactar con adultos que trabajan en el área.
− Fomentar la constitución de un equipo juvenil que asuma la reflexión sistemática y
lleve a cabo respuestas sencillas y concretas.
3- La Formación
El tema de la Formación, en todos los ámbitos, es uno de los temas emergentes. Es un
derecho- deber que no se reduce a una mera actualización de los conocimientos como
sucede en las profesiones, sino que es una realidad más profunda y rica. Consiste en
ayudar a dar una respuesta generosa en el compromiso cristiano, en cuidar, defender, y
desarrollar su específica identidad y vocación, en santificarse a sí mismo y a los demás
mediante el servicio de la animación, de la catequesis, de la pastoral especifica. La
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formación consiste en adquirir una forma peculiar que surge desde adentro y da capacidad
para actuar en la pastoral.
Dice Santo Domingo que la Iglesia necesita “un laicado bien estructurado con una
formación permanente, maduro, muy comprometido”. Continúa diciendo que esa
formación de los laicos habla de que se ha tomado muy en serio el compromiso de la
Nueva Evangelización”.
Algunas Iniciativas propuestas
a) Aprovechar el dinamismo de los Consejos para la formación de sus miembros y el
fortalecimiento de la comunión y la corresponsabilidad.
Sugerencias operativas:
− Introducir en las reuniones de consejo un momento o bloque formativo.
− Dar importancia a la formación pastoral en lo “orgánico” y “participativo”.
b) Prever en las Asambleas Decanales una fuerte representatividad
Sugerencias operativas:
− lograr de a poco que estas asambleas sean una instancia formativa de
comunión y participación para compartir las experiencias pastorales.
− Vencer el límite que representa la económico para que ello no sea obstáculo en
la participación.
c) Desarrollar una metodología muy sencilla y dinámica para la formación en lugar de
ofrecer cursos muy selectivos y demasiado académicos.
Sugerencias operativas:
− Promover el funcionamiento de un equipo mínimo que sostenga con la
reflexión servicios sencillo y prácticos la formación en el Decanato.
Estas líneas de trabajo son fruto de reflexión de la Asamblea Diocesana, pido a todas
las comunidades parroquiales, instituciones y movimientos que, trabajando en comunión y
corresponsabilidad, se comprometan a cumplirlas.
Al finalizar esta Carta Pastoral quiero asegurarles a todos que en el encuentro personal
que tendré en estos días con el Santo Padre pediré su bendición sobre toda la diócesis,
párrocos, comunidades parroquiales, institutos religiosos, religiosas. De un modo particular
por los enfermos, los necesitados y más carenciados.
La Santísima Virgen nos acompañe en ese trabajo pastoral, nos ayude a centrarnos
más en las necesidades pastorales que en nuestros propios proyectos y nos convierta en
instrumentos dóciles a la Voluntad de Dios en el servicio a los hermanos.
Río Gallegos, 11 de Febrero de 1995
+ Alejandro Buccolini, sdb.
Obispo
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