PDF Diario EL PAÍS - ALCA
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EL PAIS Domingo DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 http://www.elpais.es/suple/domingo Un grupo de niñas atiende a la maestra en el taller de costura de la mezquita de Madrid. RAÚL CANCIO Las musulmanas que viven en España defienden su derecho a mantener sus símbolos religiosos y sus convicciones sin que eso implique renunciar a otras oportunidades. En su inmensa mayoría inmigrantes, sufren con más intensidad el choque cultural que implica la integración en una sociedad muy distinta a las suyas y en la que perviven viejos estereotipos frente al islam LAS VOCES DE LAS EMIGRANTES INMERSAS EN UNA CULTURA DISTINTA A LA SUYA Ser mujer y musulmana en España PATRICIA ORTEGA DOLZ T enía 26 años cuando se cubrió el pelo por primera vez. “Fue en Madrid y no en Marruecos”. Fátima había estudiado geografía e historia en Fez y se había venido a Madrid, junto a algunos de sus hermanos, a terminar la carrera. ENTREVISTA CON RICARDO LAGOS, PRESIDENTE DE CHILE “Nos hemos atrevido a mirar la verdad sin esconderla”. 4 y 5 La Morita, como la conocían en el barrio de Carabanchel donde vivía, iba y venía a la facultad y vestía a la europea, “como en Marruecos”. Pero el día que murió su cuñado en un accidente algo cambió. “Pensé mucho en la muerte. En que antes o después hay que rendir cuentas a Dios y sentí la necesidad de ponerme el pañuelo. Hasta entonces no estaba convencida. El velo se lleva porque se siente. Llevo 13 años con él, y por eso no encuentro trabajo”. A sus 38 años, Fátima, de ojos grandes y mirada directa, es madre de tres niños y está casada con un marroquí. Ha hecho varios cursos de mediadora cultural, pero asegura que, cuando llega el momento de contratarla, le piden que se quite el pañuelo. Desde su casa decorada con LA TELEVISIÓN DE BUSH El éxito de la cadena Fox News refleja la nueva mayoría conservadora en Estados Unidos. 7 “El velo se lleva porque se siente. Yo me lo puse en Madrid, y no en Marruecos, cuando me sentí preparada y convencida. Hace 13 años, y por eso no encuentro trabajo” estilo marroquí, esta mujer que da órdenes a su marido para que le limpie los pañales a su hijo mientras comenta la comparecencia de Aznar en la Comisión del 11-M que emiten por televisión y que se ríe con él cuando se habla de machismo, dice sentirse encerrada en contra de su voluntad y de sus capacidades y se Pasa a la página 2 CRÓNICA DE UNA BATALLA Un periodista ha acompañado a la Compañía Bravo durante la sangrienta batalla de Faluya. 16 y 17 ADEMÁS: Inteligencia ‘artificial’, por Paul Kennedy 9 Terror transnacional, por Javier Pradera 12 Las dos caras del PP, por Soledad Gallego-Díaz 13 EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 2 SER MUJER Y MUSULMANA EN ESPAÑA Viene de la página 1 le ilumina la mirada cuando se pronuncia la palabra “trabajo”. Ella no es una excepción entre las musulmanas, en absoluto. El discurso de las mujeres musulmanas inmigrantes es similar. En España viven alrededor de 150.000 mujeres de tradición islámica, según los datos del Observatorio Permanente de la Inmigración de 2004, y la mayoría, casi 70.000, son de origen magrebí, según los datos recogidos en un estudio de 2003 sobre la Mujer Musulmana en España, elaborado para el Instituto de la Mujer por la arabista Gema Martín Muñoz y la socióloga Ana López Sala. Salvando la pluralidad que siempre subyace a cualquier colectivo social, son mayoría las que defienden su derecho a mantener sus símbolos religiosos y sus convicciones sin que eso implique renunciar a otras oportunidades. Ellas sienten que sus voces permanecen ahogadas en un océano de tópicos y estereotipos y bajo el oleaje de las dificultades básicas de integración (papeles, residencia, trabajo…). Apenas encuentran espacios en los que hacerse escuchar y su vida queda casi irremediablemente limitada a la isla de lo doméstico y familiar. “Tuvimos una asociación de mujeres en el barrio. Pero, tras el 11-S, y más aún tras el 11-M, todo cambió. Y ya ni asociación ni nada. Sólo desconfianza”, cuenta Fátima. Taller de costura y confección en la mezquita principal de Madrid. “¡Ya está bien!”, exclama Otmani. “Las mujeres musulmanas han llegado a ser presidentas y vicepresidentas de Gobiernos en países como Irán, Pakistán o Indonesia, antes que en España. El islam, en sí mismo, no oprime a la mujer. Se trata más bien de una cuestión de desarrollo y de derechos y democratización de los países, independientemente de la religión o la cultura que tengan”, dice. Las consecuencias del 11-M Si la situación para las mujeres musulmanas inmigrantes ya era complicada, el 11-S, y sobre todo el 11-M, las dejó sin habla. Los atentados hicieron más profundo el abismo que ya separaba al mundo musulmán del español. El temor, casi paranoico, a un rechazo instintivo de la sociedad española hizo que muchas se refugiasen aún más en su religión y ahondasen en su íntimo cautiverio. Pero, al mismo tiempo, se produjo una especie de efecto rebote de reafirmación y dignidad y muchas comenzaron a llevar el velo que nunca antes habían vestido. “Fue de un día para otro. Aparecieron mujeres con velo que nunca lo llevaban”, comenta Fátima. Y, según cuentan, se invirtieron los papeles. Las más miedosas e inseguras, que coinciden con las provinientes de estratos sociales más bajos, se enjaularon en sus casas o se quitaron el hijab (velo), el elemento más identificativo de la cultura islámica, para salir a la calle. Las más atrevidas y reivindicativas, que antes no lo usaban y que, por el contrario, provenían de niveles socioculturales más elevados, se lo pusieron para defender su identidad al sentir que la sociedad occidental culpaba a toda una cultura (la islámica) de los terribles atentados. “Muchas dejaron de venir al taller”, dice Fuzia Firar, conocida como Aziza (la querida), una marroquí de 43 años que dirige el taller de costura de la mezquita de la M-30 de Madrid. “Tienen miedo, aunque ahora ya un poco menos. Aquí vienen mujeres que no pueden trabajar porque llevan pañuelo, otras que se lo quitan para poder trabajar y otras que lo llevan, pero que trabajan en casas como empleadas de hogar”, explica. Según estudios del Instituto de la Mujer y de la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid, la mayor parte de las mujeres musulmanas magrebíes trabajan en el servicio doméstico, pese a que muchas hablan perfectamente castellano y tienen estudios medios y superiores. Y la mayoría tienen edades comprendidas entre los 20 y los 50 años. El taller de costura de la mez- La libertad religiosa Jadicha Candela. Cartel en la mezquita. Manifestación de mujeres musulmanas en Madrid contra los atentados del 11-M. Si la situación para las mujeres musulmanas inmigrantes ya era complicada, el 11-S, y sobre todo el 11-M, las dejó sin habla quita se ha convertido en un punto de reunión en el que, a falta de otros lugares de encuentro, muchas plantean sus quejas y sus preocupaciones. En la intimidad de la habitación de un sótano donde sólo está permitido el acceso a mujeres; entre máquinas de coser, retales y maniquíes, musulmanas de distintos lugares del mundo (Marruecos, Siria, Palestina…) comparten sus vivencias. La voz femenina árabe se alza entre esas cuatro paredes. Y hablan. Hablan por los codos: de sus vidas, de sus sentimientos, de sus tradiciones y de sus tabúes. De esa conversación espontánea, abierta y precipitada en la que unas interrumpen a otras resulta que estas mujeres musulmanas, EFE en contra de la visión occidental, no se perciben a sí mismas como oprimidas por su religión o su cultura. “El islam respeta profundamente a la mujer. La mujer musulmana se siente libre en su propia casa. Tienen responsabilidades y son dueñas de sus vidas. Claro, las que dependen del marido no, pero eso como en cualquier otra cultura”, argumenta Nadia Otmani, una marroquí de 44 años que era marchante de moda y vivía entre París y Fez. Y así lo recoge el estudio del Instituto de la Mujer: “La identidad musulmana no se vive como una identidad en conflicto con el desarrollo y emancipación de las mujeres, sino que ambos elementos parecen integrarse armónicamente en las entrevistadas.” Y entra de lleno en la cuestión de fondo: dónde está el límite de la libertad religiosa según los valores occidentales. Éste es el debate de fondo que mantiene en vilo a muchos países europeos y que acerca y aleja al mismo tiempo a las sociedades occidentales y a las musulmanas. Es la clave de la integración cultural o del “choque de civilizaciones”, aún sin resolver. Y el papel de la mujer es crucial en este punto, dado que, en la mayor parte de las ocasiones, las críticas hacia el islam que se han hecho desde Occidente se han basado en la interpretación del Corán que menosprecia y reprime a la mujer. “Las mujeres constituyen un grupo particularmente vulnerable con respecto a la ideología dominante a la hora de representar el mundo musulmán”, analiza el estudio del Instituto de la Mujer. La mujer se convierte así en “tema fetiche”, “la mujer víctima del islam”. “La imagen mediática occidental de la mujer velada responde a un paradigma culturalista que quiere ver entre el islam y Occidente dos modelos sociales antagónicos: uno retrasado, otro moderno”, concluye. Y lo cierto es que las mujeres musulmanas encontradas al azar y buscadas para este reportaje: unas más tradicionalistas, otras más adaptadas a la sociedad occidental, otras españolas convertidas al islam, desmienten en gran medida esos estereotipos que se les atribuyen. Aseguran haberse casado por amor, no mediante matrimonios concertados, y entienden el divorcio como una posibilidad que está en sus manos, “aunque no sea la ideal”. Y no se sienten sometidas a sus maridos, aunque “el respeto a él” implique hacerse cargo de las tareas domésticas del hogar y de los hijos, y, por supuesto, llevar el velo puesto. Desconocen las técnicas de la ablación (“¡sólo faltaba!”, exclamó una de ellas al plantear el tema) y aseguran que se practican “sólo en algunas tribus de países africanos”. Eso sí, defienden a capa y espada la idea de llegar vírge- l v l EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 SER MUJER Y MUSULMANA EN ESPAÑA 3 Musulmanas, en el taller de costura de la mezquita de la M-30 (Madrid). El islam que crece en España NARIMÁN, NUR, YOSSRA, Maisoun, Maha, Kinda y Nur al Huda son las niñas que estudian segundo de la ESO en la escuela de la mezquita de la M-30 de Madrid. A las 12.30 horas, mientras los chicos hacen deporte en la cancha de baloncesto, ellas dan clase de costura en el taller que dirige Aziza. “Bueno, es punto de cruz”, puntualiza una de ellas. A sus 13 años, despiertas, enérgicas y excitadas por la presencia de una extraña en el taller, se ríen nerviosamente y, bajo los pañuelos de colores que cubren su pelo, sus ojos y sus oídos permenecen atentos a cualquier movimiento o comentario que pueda suscitar cualquier conversación. Claramente la costura no es lo que más les divierte. “Claro, yo preferiría estar haciendo deporte”, dice Nur, española e hija de padre marroquí y madre siria. “Pero se lo hemos dicho mil veces al director de la escuela y dice que prefiere que no porque los padres no quieren”, interrumpe Yossra, hija de padres palestinos. “Pero a mí, en mi vida mis padres me han dicho que no haga gimnasia; de hecho, yo hago baloncesto por las tardes fuera de la escuela”, añade Nur. Algunas han estudiado antes en colegios españoles, pero aseguran que si no fuera porque son pocas en clase, les gusta ir a la escuela de la mezquita. “Aquí me siento en mi ambiente. Nuestros padres creen que es una forma de que aprendamos nuestra lengua y conozcamos nuestros orígenes por si algún día volvemos a nuestro país”. Muchas sólo llevan el pañuelo para estar en la mezquita. “Yo, aunque no lo lleve en la calle, sin pañuelo no puedo estar aquí. No estoy a gusto”, explica Nur. “Yo me lo puse el año pasado y mi madre no quería porque decía que era muy pe- nes al matrimonio, tanto las jóvenes como las adultas. Porque, en este caso, prevalece la idea de que la que no conserve la virginidad “es una perdida y dentro de la comunidad musulmana será rechazada y se quedará soltera”, explica Hanan, una marroquí de 30 años. “Por eso las madres se preocupan y van a los centros de salud a que les hagan pruebas a sus hijas sin que los médicos españoles lo entiendan”, agrega. Y en lo que concierne a otro controvertido tema, el de las clases de deporte para niñas y adolescentes en las escuelas e institutos, aparece una división curiosa. Las niñas quieren hacer deporte como los chicos, pero chocan con algunos de sus padres y con algunos direc- Una joven musulmana cosiendo. queña. Pero yo quiero llevarlo. Quiero que se fijen en cómo soy por dentro, en cómo hablo, en lo que digo”, interviene Yossra. “El pañuelo es una forma de llevar el islam a la calle. Y demuestra que la mujer es más fuerte que el hombre porque se atreve a identificarse”, interrumpe Nur mientras se desconcentra entre puntada y puntada de hilo. “Yo no me lo he pues- tores de los colegios musulmanes que no lo consideran “adecuado”. Los últimos acontecimientos relacionados con el ingreso en prisión del imán de Fuengirola, Mohamed Kamal, acusado de incitar a la violencia contra las mujeres en un libro sobre el papel de las mujeres en el islam, han reavivado el tema de la violencia contra las mujeres y, en concreto, contra las musulmanas. Y ellas no sólo no lo eluden, sino que algunas defienden que el imán hizo una traducción correcta de los textos coránicos, “en el sentido de su literalidad”, y que no se ha dicho nada de sus otros libros en los que defiende el papel de la mujer en el islam. “En mi país sí que he oído hablar de malos tratos a la mujer, to todavía porque no me acostumbraría a que me mirase la gente. No me siento capaz de asumir esa responsabilidad aún. Y cuando te obligan lo odias. Yo tengo amigas que se lo quitan cuando sus padres no las ven. No se trata de llevar una tela en la cabeza, aunque el pañuelo no es lo más importante del islam: primero es ser buena persona, tener un corazón limpio, no ir por ahí y tomar alcohol de discoteca en discoteca”. Pero, ¿qué pasa en las discotecas? “Las discotecas están prohibidas en nuestra religión. Allí pasan muchos pecados: alcohol, drogas, o te sale una gogó. Y a mí me da igual que otros lo hagan, pero yo no. La mujer que se desnuda ante el mundo no se respeta a sí misma”, aclara Yossra. “Tampoco nuestra religión permite las relaciones prematrimoniales”, dice Kinda. “Si no te gusta el chico con el que te casas, pues te divorcias y punto”, responden varias a coro a la pregunta de si te equivocas en la elección. Todas aseguran que se sintieron rechazadas tras los atentados del 11 de marzo y que a muchas amigas suyas sus padres les quitaron el pañuelo. “La sociedad española nos hacía sentirnos culpables”, dice Yossra. “Pero no se es musulmán por decirlo, por el nombre, se es por lo que se hace. Los que hicieron eso no eran musulmanes”, concluye. Estas niñas, que rezan cinco veces al día y que comparten sus vidas alternativamente con españoles musulmanes y con españoles cristianos “que nos preguntan y a los que les tenemos que explicar muchas cosas”, ven su futuro como abogadas,profesoras, cirujanas, diseñadoras, periodistas o farmacéuticas portadoras del islam que crece en España. pero nunca había visto, como aquí, que los maridos las matasen”, dice Jola, una mujer siria de 26 años que llegó a España hace tres. Los casos de violencia doméstica sufridos por musulmanas existen en España, pero no son los más representativos. De hecho, Montserrat Comas, presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica, ha asegurado que las denuncias de extranjeras no son superiores a las de las españolas, aunque es posible que sea porque muchas no denuncian las situaciones de maltrato. “La gente está equivocada. El Corán ensalza la valía de la mujer. Lo de ir tapadas es para no ser vista sólo como objeto de deseo se- En España, el modelo de integración aún no está claramente definido, aunque, tras la polémica de Fátima Elidrisi, se optó por dejar el velo en la escuela xual. El pañuelo no nos oprime, nos dignifica”, explica una madre que recoge a su hija del colegio y que se mete en la discusión. Las fórmulas para resolver este profundo conflicto de valores simbolizado por un pañuelo, pero que enfrenta a dos civilizaciones y que se impone con la realidad de la inmigración en los países occidentales, son ensayadas en la actualidad y no están exentas de debate. En Francia, recientemente se ha adoptado un modelo de integración asimilativo basado en la laicidad del Estado y se ha prohibido el uso del velo en las escuelas. Medida que ha suscitado importantes controversias. En Alemania, en cambio, donde la mayor parte de la inmigración musulmana es de origen turco y donde se permite el uso del pañuelo en las escuelas, se ha abierto un debate porque la excesiva tolerancia y el respeto a la religión islámica ha permitido situaciones en las que no se respetan los derechos de la mujer musulmana, según refleja un reciente reportaje publicado en Der Spiegel. En España, el modelo de integración aún no está claramente definido, aunque, tras la polémica de la niña Fátima Elidrisi (verano de 2002), se optó por dejar que las niñas que quisieran fuesen con velo a la escuela. Las musulmanas inmigrantes luchan por su aceptación y por conseguir crecer en la sociedad de acogida con su identidad. Las musulmanas conversas, más movilizadas y organizadas, luchan contra los estereotipos dominantes “que malinterpretan el islam y perpetúan así algunas aberraciones y por una lectura democrática e igualitaria del Corán”, en palabras de Jadicha Candela, presidenta de la asociación de mujeres musulmanas españolas An-Nisa y abogada asesora del grupo parlamentario socialista. Ella asegura que el principal objetivo de su organización es evitar una interpretación machista del Corán. “Religión, democracia y derechos fundamentales son conciliables. Y cuando la libertad religiosa choque con algún derecho fundamental, será el Tribunal Constitucional quien establezca qué derecho debe prevalecer”. Reportaje fotográfico Raúl Cancio EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 4 ENTREVISTA Ricardo Lagos encara la recta final de su mandato, a un año de las presidenciales, “con la conciencia tranquila” y el logro de que ya nadie en Chile se atreva a negar la evidencia: que la violencia sistemática de derechos humanos fue una política de Estado durante la dictadura de Pinochet. Así lo confirma el Informe de la Comisión sobre Prisión Política y Tortura presentado hace una semana RICARDO LAGOS PRESIDENTE DE CHILE “Nos hemos atrevido a mirar la verdad sin esconderla debajo de la alfombra” L l Ricardo Lagos, presidente de Chile. FRANCESC RELEA T reinta y un años después del golpe del general Pinochet y 14 desde la recuperación de la democracia, los chilenos tienen la oportunidad de conocer con todo lujo de detalles el alcance y las consecuencias que tuvo la tortura como política de Estado. Por qué tantos años de espera, tantos años de silencio. “Por miedo”, dijo el presidente Ricardo Lagos hace una semana, cuando presentó al país el Informe de la Comisión sobre Prisión Política y Tortura, encargado por el jefe del Estado. Un documento de más de 1.300 páginas en el que 28.000 víctimas describen las brutalidades que cometieron los torturadores de la dictadura. “Durante muchos años dijimos: queremos saber la verdad. Pues bien, hoy en Chile se sabe la verdad”, dice el gobernante, de 66 años, en el comedor presidencial del Palacio de la Moneda, donde el miércoles almorzó con EL PAÍS. Lagos encara la recta final de su mandato, a un año de las elecciones presidenciales, “con la conciencia tranquila” y el logro de que ya nadie en Chile, ni los militares, ni la derecha ex pinochetista, se atreva a negar la evidencia: que la violación sistemática de derechos humanos fue una política de Estado durante la dictadura. La conversación comienza con varias preguntas que lanza al aire el entrevistado: “¿Cuántos países han elaborado un informe así? ¿Cuántos países se han atrevido a hacer un informe para escuchar a las víctimas de la represión, la detención y la tortura? Los comisionados llegaban a cualquier rincón de Chile y se anunciaban: ‘Viene la comisión a escuchar testimonios. En nombre del presidente de “Los funcionarios de la comisión escuchaban los testimonios. Para muchos, era la primera vez que contaban en voz alta el infierno que vivieron” “Ésta es una comisión para investigar la verdad de lo que pasó, no es un tribunal de justicia. Una cosa es decir: esto ocurrió, y otra decir: éstos son los culpables” “Creo que aprobaremos reformas constitucionales importantes; buena parte de los enclaves autoritarios heredados de la dictadura desaparecerán” la Republica, he sido comisionado para escuchar el relato de lo que le ocurrió’. Y las víctimas hablaron”. Pregunta. ¿Qué consecuencias desearía que tuviera el informe? Respuesta. En primer lugar, se le debía a más de 30.000 personas un reconocimiento de que no son delincuentes. Hasta ahora, sobre quienes estuvieron en la cárcel había la sospecha: algo habrían hecho. Esa sensación de ciudadanos de segunda clase terminó. Mucha gente me ha dicho que no quiere indemnización. “Me basta con ver mi nombre en esta lista”. Algunos incluso me piden un certificado, para explicar a sus hijos que estuvieron presos por sus ideas. Nos hemos atrevido a mirar la verdad, sin esconderla debajo de la alfombra. Pero no quiero seguir permanentemente mirando esto, porque los desafíos de Chile son otros. P. ¿Qué sintió cuándo leyó el informe? R. La vicepresidenta ejecutiva de la comisión, María José Sepúlveda, una mujer que ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos, me dijo: presidente, yo creía saberlo todo, y lo que he encontrado en este informe son cosas que nunca pensé que podían existir. De alguna manera me preparó para lo que venía. La primera vez que leí el informe hubo un momento en que no pude seguir. Era tan fuerte que tuve que salir a respirar. Estaba con mi esposa en Caleu [residencia de fin de semana de Lagos]. Me fui a caminar por unos cerros. Regresé y seguí leyendo. Más que indignación, me asaltaba la pregunta de cómo podía ocurrir aquello en la sociedad chilena. La comisión trabajó con más de 80 funcionarios, profesionales muy jóvenes, asistentes sociales, abogados, psicólogos… Escuchaban los testimonios de personas RAÚL CANCIO que en pleno relato se quedaban sin habla, sin poder continuar. Para muchos, era la primera vez que contaban en voz alta el infierno que vivieron. P. Las organizaciones de las víctimas echan en falta la lista de los torturadores. R. Ésta es una comisión para investigar la verdad de lo que pasó, no es un tribunal de justicia. Una cosa es decir: esto ocurrió, y otra decir: éstos son los culpables. Decir quiénes son los torturadores implica un esfuerzo que sólo pueden hacer los tribunales de justicia. Hasta ahora, la teoría en Chile era que hubo excesos. Pero cuando tengo en mis manos un informe de esta envergadura no puedo seguir diciendo que en Chile hubo excesos o casos aislados. Aquí hubo una política institucional que conducía a esto. El paso siguiente de decir quiénes son los torturadores corresponde a otras instancias. P. Pero la comisión sí podría pedir que se haga justicia. R. La comisión no es una instancia judicial. La Comisión Rettig estableció en 1991 la existencia de 3.000 detenidos-desaparecidos y ejecutados políticos, cuya existencia el Estado negaba. Y estableció un conjunto de reparaciones para sus familiares. Los trabajos de la comisión terminaron en este punto. Actualmente, varios generales retirados están presos por casos de ejecuciones políticas. Y eso no está en el Informe Rettig. P. Después de la presentación del informe sobre la tortura, la Marina chilena reconoció que, tras el golpe de Pinochet, en el buque escuela Esmeralda se torturó a detenidos políticos. Como jefe del Estado, ¿no sería un gesto retirar este buque, por lo que significa de símbolo de la represión? R. ¿Qué gesto? El símbolo por excelencia del drama fue el esta- dio Nacional de Santiago, donde se torturó y asesinó. No podíamos cerrar nuestro estadio Nacional y dejar de ver nuestros importantes triunfos deportivos. Cuando asumió como presidente Patricio Aylwin hubo un gran acto en aquel recinto. De repente, un grupo de muchachos desplegó una gigantesca bandera chilena que cubrió todo el césped. Todo el mundo se puso en pie y aplaudió. Fue una forma de decir: ahora, el estadio es distinto. P. Después de tantos de años de mentiras, ¿puede Chile confiar en instituciones como las Fuerzas Armadas, el poder judicial, la prensa, los políticos, que negaron hasta fecha reciente la existencia de torturas y otros crímenes durante la dictadura? R. Los nazis negaban que había campos de concentración y cámaras de gas. Está en la estructura del ser humano mentir y negar la verdad. Porque esto que se negaba, la tortura, no es ninguna novedad para muchos de nosotros, que sí sabíamos. Ninguna de estas instituciones que usted menciona niega ahora la veracidad de lo que dice el informe. No he escuchado ninguna voz que hable de mentira. Lo más que han dicho es: digan las causas que provocaron esto, explique el contexto. Trece años atrás, cuando el Informe Rettig, la mitad del país dijo que era mentira. P. ¿Es una manera de cerrar la transición inconclusa de la dictadura a la democracia? R. Es un paso muy importante, pero las violaciones de los derechos humanos constituyen un capítulo que no cierra. Siempre quedan las heridas. Sí habla de un país democráticamente más sólido y más fortalecido, al que el mundo mira con un cierto respeto porque se atreve hacer lo que es difícil hacer. b v EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 P. Esto le pilla a usted en la recta final de su mandato. ¿Qué asignaturas pendientes tiene Chile? R. En lo político, seguimos sin tener un sistema electoral equitativo. Creo que aprobaremos reformas constitucionales importantes, buena parte de los enclaves autoritarios heredados de la dictadura desaparecerán; pero el desacuerdo con la derecha impide acabar con el sistema electoral vigente, donde el 66% es igual al 34%, en el sistema binominal. No cambiará porque a la derecha no le conviene. En segundo lugar, tenemos que plantear con toda crudeza la distribución de ingresos. Si bien hemos disminuido la pobreza, la distribución del ingreso monetario no ha cambiado en 15 años. En América Latina empeoró y en Chile se mantiene, lo cual ya es un gran logro. Pero sigue siendo muy inequitativo. En tercer lugar, tenemos pendiente el tema de la seguridad social y la jubilación. Cuarto, no tenemos un sistema de medios de comunicación acorde con el Primer Mundo. Porque es muy sesgado, y le hace mal a Chile. Aquí no existe un diario como EL PAÍS, o Le Monde, o The New Tork Times, que hacen algo tan elemental como distinguir los hechos del análisis. P. ¿Qué balance hace del primer Gobierno de la Concertación presidido por un socialista? R. Hemos demostrado cierta capacidad para conducir el país, con seriedad y profesionalidad, madurez y respeto a nuestros valores con un Gobierno más a la izquierda, más progresista, llámelo como quiera. El gran dilema de las fuerzas de izquierda en el mundo es que siempre son sospechosas de gobernabilidad. Porque, por definición, si uno quiere cambiar el statu quo no sabe lo que vendrá después. En Chile, esta sospecha era más grande que en otros lugares, y creo que ha disminuido después de estos últimos años de Gobierno de la Concertación. P. Dos mujeres [Soledad Alvear, democristiana, y Michelle Bachelet, socialista] son las principales candidatas de la Concertación para las elecciones presidenciales de 2005. ¿Están los chilenos en condiciones de elegir a una presidenta y de izquierda? R. Creo que sí, porque en Chile ha habido un cambio cultural que hoy puede permitir la elección de un presidente que sea mujer y de izquierda. Cinco años atrás, pocos hubieran imaginado a dos mujeres compitiendo por la presidencia. Cuando yo asumí, nadie creía posible que hubiera un ministro de Defensa socialista, y menos que fuera mujer, hija de un general torturado y fallecido. El otro día estuvo aquí Alain Touraine y me decía que en Europa hay la sen- ENTREVISTA 5 Ricardo Lagos. “No tenemos un sistema de medios de comunicación acorde con el Primer Mundo. Porque es muy sesgado, y le hace mal a Chile” “Hoy, Europa es distinta de hace un tiempo, como resultado del cambio de actitud que en muchos asuntos ha tenido España en temas de política internacional” “Cuando el Consejo de Seguridad, en decisión unánime, pidió tropas para Haití, en 72 horas enviamos 300 soldados al país caribeño” RAÚL CANCIO sación de que Chile está todavía bajo tutela militar. “Tienen que hacer algo”, insistía. Le contesté que pensaba que terminaría con este mito al nombrar a una mujer socialista como Michelle Bachelet al frente del Ministerio de Defensa. P. El peso político de usted como presidente ha sido muy importante en las recientes elecciones municipales, en las que la Concertación ha obtenido buenos resultados. ¿Usará su influencia ante las presidenciales, que se presentan muy reñidas? R. En Chile, el presidente reúne las condiciones de jefe de Estado y de Gobierno. Hay que tener claros estos dos roles. No por ser jefe de Estado puedo olvidarme de que soy jefe de Gobierno. En unas elecciones no me da lo mismo quién resulta elegido, porque no da lo mismo respecto del tipo de país que queremos tener. Quiero que me suceda alguien que tiene los valores y percepciones de mi coalición. La mejor forma que tengo de apoyar a esta persona es hacer bien las tareas de gobierno y no abandonarlas hasta el último día. Si la opción es entre algunos de los que fueron mis ministros [Alvear, de Exteriores, y Bachelet, de Defensa], el país entenderá que ahí está la continuidad de mi Gobierno. P. ¿Cómo ve el futuro de América Latina con la llegada al Gobierno de una nueva ola de presidentes de izquierda? R. Creo que en América Latina hay una sensación generalizada de que hicimos los deberes, cumplimos al pie de la letra el Consenso de Washington y no nos fue muy bien. ¿Por qué Chile es un poco distinto? Porque cumplimos con el Consenso de Washington, pero además introdujimos la heterodoxia a un conjunto de políticas públicas para tener más cohesión social. Para ser capaces de tener seguro de desempleo, para invertir en educación y salud, para disminuir los niveles de pobreza (del 40% al 18%), etcétera. Las estadís- ticas macroeconómicas indican que Chile es un buen alumno, pero esta segunda parte social nadie la ve, y sin ella yo no estaría aquí. El crecimiento por sí solo no garantiza nada. La receta neoliberal de que basta con crecer quizá sea cierta, pero para los próximos 50 años. Por qué Lula, por qué Tabaré, por qué Kirchner, por qué Chávez… Eso tiene que ver con políticas que en el fondo apuntan a lo que en Europa quizá sobra: el Estado de bienestar. En América Latina, el problema es tener algo de Estado de bienestar para hacerlo con más cohesión social. P. Europa y América Latina, es decir, la UE y el Mercosur, tienen dificultades para entenderse en el área comercial. R. La relación de América Latina y Europa tiene que ver con los valores compartidos. Le pediría a los amigos europeos que apliquen en esta relación la misma filosofía que ellos aplican en sus sociedades. Quiero un modelo de comercio entre América Latina y Europa donde haya un poco más de cohesión hacia nosotros. Hoy la percepción es que éste es un mundo muy inequitativo. P. ¿España sigue siendo el puente en la relación entre América Latina y Europa? R. Creo que América Latina es más sólida cuando tenemos un pie en Europa a través de los amigos de la península Ibérica. También quiero creer que España y Portugal pesan algo más en Europa cuando tienen un pie en América Latina. El papel de la comunidad iberoamericana es muy importante a ambos lados del Atlántico, sobre todo si somos capaces de poner sobre la mesa los temas que importan. Más allá de la retórica, tenemos que dar contenido a las cumbres. P. ¿Cree usted que España tiene una nueva política exterior en relación a América Latina? R. Claramente. Hoy Europa es distinta de hace un tiempo, como resultado del cambio de actitud que en muchos asuntos ha tenido España en temas de política internacional. La situación de Europa es distinta. Y dentro de eso, la institucionalización de las cumbres iberoamericanas, que ya venía con Aznar, puede tener un impulso muy significativo. P. A la luz de la reciente gira del presidente chino por América Latina, ¿cree usted que algunos líderes latinoamericanos ven el gigantesco mercado de China como una solución a sus problemas? R. China no es la solución a los problemas de América Latina. China es una potencia económica en ascenso muy grande y que demanda del mundo una gran cantidad de insumos para mantener su ritmo de desarrollo. Creo que hay un descubrimiento recíproco, co- mo han demostrado los 14 días que Hu Jintao ha estado en América Latina. Hu Jintao es un líder con una gran seguridad en lo que está haciendo, y así lo puso de relieve en la cumbre de la APEC. P. A diferencia de Brasil y Argentina, Chile ha empezado a negociar un tratado de libre comercio con China. R. En nuestro caso, debido a los acuerdos que tenemos de libre comercio, la tarifa promedio en Chile es del 2,8%. Un acuerdo de libre comercio tiene que servir para resolver los conflictos comerciales de una manera más civilizada o más directa. P. ¿Temen los empresarios chilenos, como han expresado los brasileños y argentinos, una avalancha de productos chinos? R. Hay que mirar las cosas en un doble sentido. Porque eso también significa crecimiento para China, y, por tanto, un aumento del consumo de los chinos. ¿En qué medida podemos participar de este crecimiento? Brasil, Argentina y Chile tienen mucho interés en ser reconocidos como destino turístico de los chinos, porque en el gigante asiático hay un segmento social de mayores ingresos que empieza a viajar por el mundo. Y la industria del turismo es muy importante para nosotros. ¿Temor a la invasión china? Mírelo desde otra perspectiva. Si conseguimos que a los chinos les guste un poco el vino chileno nos irá muy bien. P. Chile deja este mes el Consejo de Seguridad de la ONU después de ocupar dos años un puesto de miembro no permanente. Le ha tocado lidiar con los conflictos de Irak y Haití y con el debate sobre multilateralismo. Chile y México plantaron cara a Estados Unidos. ¿Cuál es su balance? R. Para un país de la importancia de Chile, lo multilateral es un tema central de nuestra política exterior. En el Consejo de Seguridad hemos defendido una ONU fuerte con capacidad para hacer valer sus resoluciones, con o sin el uso de la fuerza. En el caso de Irak, el problema no era el uso de la fuerza, sino quién determinaba ese uso. Después de lo ocurrido en Irak, muchos países tienen conciencia de que la solución del problema pasa por Naciones Unidas. P. ¿Y Haití? R. Haití es un ejemplo de coherencia en política exterior chilena. Cuando el Consejo de Seguridad, en decisión unánime, pidió tropas para Haití, en 72 horas enviamos 300 soldados al país caribeño. Es la primera vez desde la guerra de la independencia en que distintos ejércitos de América Latina actúan en una operación en América Latina. Y bajo el paraguas de Naciones Unidas, que es como deben hacerse las cosas en el mundo moderno. “Doctor, ¿sabe usted por qué me duele aquí?” LEYENDO EL INFORME de la tortura, Ricardo Lagos recordó un caso que sucedió en Chile hace un puñado de años. Gustavo Molina, un médico chileno de prestigio, fue detenido por los golpistas después del 11 de septiembre de 1973. Durante varios días fue torturado religiosamente de acuerdo con el horario administrativo, de nueve a una, descanso para almorzar, de 14.00 a 17.30, y así hasta el día siguiente. En uno de los descansos, el torturador le preguntó a Molina: “Doctor, aprovechando que usted es médico, quizá pueda explicarme qué me pasa. Tengo unos dolores muy molestos aquí, en el costado. ¿Qué puede ser?”. El doctor le contó a Lagos aquel episodio. “No lo podía creer”, recuerda el presidente. “Gustavo”, le dije. “Eso tienes que contarlo, porque habla de la disociación del ser humano, de la personalidad del torturador”. The New York Times de la época publicó un artículo sobre el caso, bajo el título ‘Doctor, ¿sabe usted por qué me duele aquí?’, en el que contaba la historia del torturador que, en un descanso de la sesión de tortura, le pregunta a la víctima por su dolencia. “Esta imagen de Gustavo Molina vino a mi memoria cuando leía el informe. ¿A cuántos les pasó lo de Gustavo Molina? ¿Quiénes son esas personas? ¿Qué pasa con la sociedad chilena que permite que esto ocurra?”, reflexiona Lagos. Lagos ha decidido la creación de un Instituto de Derechos Humanos para preservar estas declaraciones de las víctimas como un patri- monio de Chile para las futuras generaciones. “Pasarán 30, 40, 50 años, pero las generaciones futuras tienen que saber, para que ¡nunca más!”. En el otro banco, actualmente, hay un grupo de generales en prisión. Todos están incomunicados menos uno. ¿Por qué? “Porque le dijo al juez: he vivido con esto 30 años, ahora voy a contar todo. Y habló”, recuerda el presidente. “Cuento esto para referirme a la otra parte de la historia: el drama del torturador que se da cuenta de lo que pasó y decide hablar. Eso no justifica nada, pero entre los torturadores hay muchos que viven tan tranquilos, mientras otros no, llevan su procesión por dentro”. Lagos, en 1991, cuando era ministro de Cultura. M. E. EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 6 REPORTAJE ALGUNOS FUTBOLISTAS NEGROS CUENTAN SU EXPERIENCIA Racismo en las gradas D. BORASTEROS / L. MARTÍN U h, uh, uh!”. Cada vez que un jugador negro toca la pelota en ciertos campo de fútbol, algunos aficionados pretenden decirle con el “ruidito del simio” que piensan que es un mono. Un problema amplificado por el pasado España-Inglaterra, del 17 de noviembre, que ahora ha ascendido al cajón de lo prioritario en el Consejo Superior de Deportes. “Yo nunca he tenido problemas de racismo”, se asombra el brasileño Mauro Silva, veterano centrocampista del Deportivo. Pero rebuscando en la memoria recuerda que a él ya le hicieron “la tontería esa del mono” en Tenerife en 1993. Para Mauro, el asunto “no es una broma, es un tema muy sensible y es equiparable a la violencia doméstica”. Por eso, insiste, “tenemos que medir con mucho cuidado cada declaración que hacemos”. En opinión de Mauro, la sociedad española “no es racista”, y estima que “no hay ninguna relación entre esta moda y la inmigración. Al revés, porque antes éramos menos y llamábamos más la atención; ahora, dentro de poco habrá negros en la selección española”. Benjamín, centrocampista del Betis, español de origen guineano, recita con un poco de hastío que desde que es un niño lo primero que le llaman para descalificarle es negro. “Puto negro, te dicen, y cuando pasas cerca de la grada te escupen”. Benjamín se suma al análisis de Mauro y niega que la sociedad española sea especialmente racista, aunque recuerda que cuando era adolescente los padres de una chica con la que salía le dijeron a la muchacha: “¿Tú dónde vas por ahí con un negro?”. También rememora los problemas de su hermano en el servicio militar: “Le puteaban todo el rato, le hacían hacer las cosas más humillantes llamándole negro”. Para Valdo, leonés de ascendencia caboverdiana, el tema sólo se circunscribe al mundo del fútbol: “La gente lo hace para que te descentres”. Valdo afirma que nunca ha tenido problemas fuera del terreno de juego, pero en el césped sí le han hecho en muchas ocasiones “el sonidito del mono”. Según él, es para que el futbolista “falle”. Para Valdo, hay que tener “paciencia”, y reconoce que la gente le insulta “desde que era pequeño” por el color de su piel: “Es que es lo primero que se ve, lo más fácil”. Julio Baptista. Mauro Silva. Valdo, de espaldas, se abraza celebrando un gol con su compañero Webo. “A quien hacen daño es a su propia ciudad”, apostilla Baptista, del Sevilla. “A mí me lo hicieron y es desagradabilísimo, estás ahí en medio, como en el circo” REUTERS nés a Reyes”. En opinión de Sánchez Flores, los insultos “no son meditados, no provienen de la inteligencia ni de una creencia profunda, sino del enardecimiento coral de la masa, del anonimato”. Lo cierto es que los chillidos tienen su origen y su epicentro en las zonas del estadio donde se reunen los aficionados ultras. La gente “se ampara en la masa”, coincide la catedrática de Psicología evolutiva y de la educación, de Benjamín. la Universidad Complutense de Madrid, María José Díaz-Aguado. “En las encuestas sólo el 1% de los españoles considera el racismo un valor positivo”, describe Díaz-Aguado, que estima que esos datos revelan que a la gente con comportamientos discriminatorios por cuestión de raza “le da vergüenza, y eso es positivo”. También incide en otro aspecto, subrayando su constatación científica: “El hecho de que haya gente que sienta la necesidad de autoafirmarse en un contexto destructivo, a la larga les destruye”. Según Díaz-Aguado, muchos de los que se suman a los gritos lo hacen por sentirse “parte de un grupo y amparados en el anonimato”. “Hola, soy el negro y no estoy. Me niego a hablar con nadie que no sea de mi color. Pero deja un mensaje y si tengo un día gris o blanco, igual te llamo”. La voz metálica que resuena tras unos cuantos timbrazos es la de Vicente Engonga, ex futbolista internacional por España y negro de Torrelavega, Cantabria, aunque de origen guineano. Engonga es uno de los más claros a la hora de denunciar la discriminación: “La sociedad no tolera a los que son diferentes, a los gordos, a los bajitos, por el color de la piel...”. Engonga también señala una contradicción de los aficionados: “Son muy cínicos, te hacen el mono y te llaman negro como me pasó a mí en una ocasión ante el Deportivo, cuando en su equipo jugaban negros como Djialminha, Mauro Silva o Flavio”. Para el ex futbolista lo que buscan es “hacer daño al rival”. “A quien hacen daño es a su propia ciudad”, apostilla Julio Baptista, el fenómeno brasileño del Sevilla. “A mí me lo hicieron en Villarreal y es desagradabilísimo, porque tú estás ahí en medio, un poco como si estuvieras en el circo”, comenta el jugador, que coincide con la experiencia “muy positiva” fuera de los terrenos de juego. Quien expresa más dudas sobre el trato benévolo a las personas de otras razas en España es el ex portero del Espanyol y camerunés Tommy N’Kono: “El país no es racista, pero sí hay gente racista. Yo sé que por ser quien soy me he librado de eso, pero no olvido a los negros de mi país que no son ricos ni famosos y sí se les somete a un trato racista”. Tampoco es muy optimista la visión de Ernesto Valverde, el entrenador del Athletic de Bilbao: “Me resulta casi ridículo hablar de racismo en futbol ignorando la realidad social. El debate atañe a la educación por encima de todo: es violenta, es racista la conducta de los aficionados en la medida que lo es la de ciertos ciudadanos. No voy a entrar en demasiadas valoraciones, porque tenemos la sociedad que educamos, para lo bueno y para lo malo”. Juan Manuel Lillo, técnico del Terrasa, coincide en el problema educativo: “Si no hay más imbéciles haciendo el mono es, sencillamente, porque tienen a la parienta al lado y les da vergüenza. El tema es social, de educación, sin más vueltas”. Almeriense Peores experiencias ha tenido Chupe, hijo de una almeriense y de un guineano y actualmente en el equipo de Las Palmas. “Me han parado en la Castellana, de Madrid, por llevar un Audi deportivo. Así, mientras un agente miraba si tenía droga escondida bajo los asientos, el otro se partía de risa al ver en mi carné que era almeriense”, comentó en su momento el ex canterano del Madrid a este periódico. Quique Sánchez Flores es el entrenador del Getafe. Para el técnico madrileño, ex jugador del Real Madrid y del Valencia, las ofensas a los jugadores de otras razas “es una moda, cuyo detonante fueron las palabras de Luis Arago- Rafael Blanco: “Hay que aplicar la máxima dureza, es una bola de nieve” LA COMISIÓN NACIONAL ANTIVIOLENCIA, por boca de su presidente, Rafael Blanco, y la organización no gubernamental Movimiento contra la Intolerancia, que dirige Esteban Ibarra, coinciden en señalar que el problema del racismo en el fútbol emana del viejo problema de los ultras. “La discriminación racial, xenofobia y homofobia son una derivación de la ideología extremista de los grupo radicales”, razona Blanco. “El origen de la iniciativa de hacer el ruidito ese es de un grupo de ultras que se llama Orgullo Nacional y que engloba a otros, como los Ultras Sur, los Yomus del Valencia o las Brigadas Blanquiazules del Espan- yol”. Precisamente, Ibarra, junto con otros miembros de ONG y sociólogos y psicólogos, formará un consejo consultivo del Consejo Superior de Deportes que se llamará Observatorio del Racismo. No será la única medida que adopte este organismo. Aquellos que sean sorprendidos “en una manifestación o comportamiento racista” serán sancionados con una multa de 60.000 euros y con la prohibición de entrar en un recinto deportivo durante cinco años. “Hay que aplicar la máxima dureza. Esto es una bola de nieve”, advierte Blanco. “Vamos a trabajar directamente con Interior para identificar a aquellos que vienen a perturbar la convivencia y utilizan espectáculos de masas que muchas veces mueven pasiones para generar un virus muy negativo”, añade el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzsky. Ibarra no se muestra tan alarmista y considera que “el aficionado normal, que es la mayoría, no es racista”, y piensa que el “epicentro son los ultras y su falta de respeto, que en cada momento les lleva a incidir en un elemento distinto: maricón, gitano, ...”. Precisamente, Basti, uno de los pocos jugadores de esa etnia en el fútbol profesional, asegura que “nunca” le han tratado con menosprecio, “si acaso me piden unas bulerías”. EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 REPORTAJE 7 EL ÉXITO DE FOX NEWS Y LA CRISIS DE LAS CADENAS CONVENCIONALES REFLEJAN LA NUEVA MAYORÍA CONSERVADORA EN EE UU La televisión de Bush JOSÉ MANUEL CALVO P or primera vez en sus ocho años de historia, Fox News, la cadena informativa de cable del grupo Fox, logró el 31 de agosto más audiencia en la cobertura de un acontecimiento que toda su competencia. En la segunda jornada de la Convención republicana de Nueva York, la noche en la que intervinieron Laura Bush y el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, Fox News ganó en espectadores a la NBC, la CBS y la ABC. Y en la noche electoral, de nuevo Fox se puso a la cabeza en el seguimiento del resultado. Según el Centro de Investigación Pew, el 25% de los estadounidenses sigue la información a través de Fox News. La audiencia de las cadenas convencionales ha sufrido un inexorable deterioro, en su programación general y en los telediarios. La crisis coincide con el recambio generacional de los presentadores que durante el último cuarto de siglo han ocupado las pantallas: Tom Brokaw se despidió el miércoles de la NBC, Dan Rather se irá en marzo de la CBS —empañada su carrera por el fiasco de los documentos falsos sobre Bush— y Peter Jennings está en la recta final en la ABC. Y, homenajes aparte, no parece que haya gran conmoción; desde luego, no la que hubo en 1981, cuando se retiró Walter Cronkite, “el hombre en el que más confiaban los norteamericanos”. Quizá porque, como dice Tim Goodman en The San Francisco Chronicle, “los informativos de las cadenas convencionales son unos dinosaurios. Punto”. Rupert Murdoch, el patrón de la cadena informativa Fox. Fox News, dirigida por Roger Ailes, asesor de Bush, padre, se ha consolidado en paralelo a la mayoría republicana Pérdida de audiencia Desde 1991, las tres grandes cadenas han perdido un 33% de la audiencia. Primero, han tenido que hacer sitio a una cuarta, la Fox de Rupert Murdoch, que ha obligado a repartir la tarta: según los datos de otoño, CBS tiene una audiencia media de 13,3 millones de espectadores; NBC, 10,3 millones; ABC, 10,2, y la Fox, 9,8. Segundo, esa pelea es aún más complicada en las noticias, porque la información se ha desintegrado con la radio e Internet y con el asentamiento del cable, desde la pionera CNN y Fox News hasta MSNBC y CNBC. El Centro Pew preguntó qué canales usan los norteamericanos cuando necesitan informarse, lo que no equivale a porcentaje de audiencia ni excluye el uso de más de un canal. El 25% contestó que Fox News; el 22%, CNN, y el 11%, MSNBC. Los telediarios de las tres grandes se reparten entre el 16% y el 17% cada uno. La radio pública es el medio preferido por el 16%. Fox News, dirigida por Roger Ailes, asesor de Bush, padre, se ha consolidado en paralelo a la mayoría republicana. Según Tom Rosenstiel, director del Project for Excellence in Journalism de la Universidad de Columbia, “lo que Fox hizo cuando empezó a emitir, en 1996, fue examinar el mercado y decir: no podemos competir con CNN en oficinas, en reporteros… Y tampoco con MSNBC, que tiene detrás la NBC. Así que ¿qué po- La audiencia de las cadenas convencionales ha sufrido un inexorable deterioro. La crisis coincide con el recambio generacional de los presentadores AP demos hacer? Tenían personalidades —periodistas y comentaristas—, y, sobre todo, tenían a Roger Ailes, que sabía cómo hacer programas, algo de lo que CNN nunca había sido capaz, con la excepción de Larry King. Ailes construyó programas en torno a personalidades y buscó audiencias”. En este proceso, explica Rosenstiel, Ailes entendió que esas audiencias tenían que ser las de las tertulias de radio que florecieron en la presidencia de Clinton, basadas en personalidades, no en información. “Lo que Fox hizo fue transportar a la televisión unas audiencias que existían, las de las tertulias conservadoras. Cuando esa gente vuelve a casa, al final de la jornada, o cuando están en la oficina —es decir, cuando no están en sus vehículos, escuchando la radio— y se ponen a ver televisión, lo que ven es la Fox, que es, básicamente, una tertulia televisada detrás de otra”. Eso explica que el 39% de la audiencia de Fox News se identifique como republicana (aunque hay un 21% de demócratas y un 22% de independientes) y que la cadena reciba críticas que ponen en cuestión su lema: “Imparcialidad y equilibrio”. Ailes cree que se deben a la envidia: “Odian que haya un amplio espacio para la información imparcial y equilibrada. No programamos para los conservadores; lo que no hacemos es eliminar sus puntos de vista”, declaró a New York Daily News. Un antiguo productor de Fox News, Charlie Reina, denunció en el foro de Jim Romenesko —de The Poynter Institute de Comunicación e imprescindible para pulsar los movimientos periodísticos en EE UU— que Fox News funciona a toque de corneta: “Ha garantizado la difusión de los puntos de vista del Gobierno”. Este testimonio y otros fueron recogidos en el documen- Una crisis de confianza mutua LOS NORTEAMERICANOS se fían cada vez menos de los periodistas, y los periodistas tienen sensibilidades políticas que no coinciden con las del mapa de las elecciones. Ese desencuentro se refleja en dos estudios: el primero es la radiografía del periodismo en EE UU elaborada por The Project for Excellence in Journalism. Al comparar la opinión sobre los medios entre 1985 y 2000 se observa un deterioro progresivo de lo que piensan los ciudadanos de los informadores. En 1985, el 49% cuestionaba su calidad profesional; 15 años después, ese porcentaje llega al 72%. ¿Los medios ocultan sus errores? Lo pensaba uno de cada cinco; ahora lo creen casi siete de cada diez. Y sólo el 35% —antes, el 55%— piensa que los medios informan objetivamente. El retrato empeora cuando se pide a los encuestados que adjetiven a los periodistas: “Chapuceros; menos éticos, menos cuidadosos; más sectarios, menos autocríticos sobre sus errores, y, en general, más perjudiciales para la democracia que hace 30 años”. El segundo estudio es el realizado por el Pew Center entre los profesionales de la información: sólo el 31% confía en las opciones políticas de los ciudadanos. ¿Cómo se definen políticamente los periodistas? El 54%, como moderados; el 34%, como izquierdistas, y sólo el 7% se consideran conservadores, cifras que no coinciden con las de la sociedad. ¿Tiene sentido, entonces, la queja conservadora de que la mayoría de los medios ayuda a los demócratas? Según Tom Rosenstiel, “hay un problema con la orientación izquierdista, pero no el que dicen algunos conservadores. No creo que haya un intento consciente de los medios de ayudar a los demócratas y perjudicar a los republicanos. Eso es lo que, a la inversa, sí hace Fox, una cadena ideológica, pero no creo que lo sean ABC, NBC o CBS. El problema es que no hay casi periodistas conservadores en esas redacciones, y, en consecuencia, sus intentos de presentar la información de manera equilibrada no se cumplen como deberían”. tal Outfoxed. La guerra de Rupert Murdoch contra el periodismo, de Robert Greenwald, que afirma: “No confío en nada de lo que diga Fox News”. Desde dentro de la cadena se contraataca: “La única ocasión en mi carrera en la que alguien me ha dicho lo que tenía que hacer ha sido en otras empresas”, declaró a USA Today, Jim Angle, corresponsal de Fox News en la Casa Blanca, refiriéndose a sus tres años en la ABC y seis en la radio pública. Rectificar una frase Fox News combate a todo aquel que afirme no sólo que es el altavoz del Gobierno, sino que es una televisión conservadora. Recientemente obligó a que The Wall Street Journal rectificara una frase en la que decía que el hecho de que el presidente les hubiera concedido una entrevista en vísperas de las elecciones se debía a que Fox “es una cadena que simpatiza con el proyecto de Bush y que es popular entre los republicanos”. Obviedades aparte, la realidad es que Fox ha aprovechado un sector de la sociedad abandonado por otros canales de cable y que cada vez se fía menos de las cadenas convencionales. Y que su fórmula ha alterado a los rivales, dice Rosenstiel, que habla de foxificación: “Fox News ha probado que puede ganar a la CNN con una programación más barata. Si mira la CNN y la compara con la de hace 10 años se dará cuenta de que, sobre todo en prime time, hay programas que oscilan entre noticias y tertulias. Hay muchas menos historias con corresponsales y reporteros que hace 10 años: están tratando de hacer lo que Fox ha hecho”, que es más barato, “porque tener un invitado cuesta menos y hacen falta menos periodistas”. EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 8 MUJERES PREMIAN UNA OBRA ESCRITA HACE MÁS DE 62 AÑOS Irène Némirovsky, una escritora resucitada OCTAVI MARTÍ G abriel Corte, un novelista preciosista e incapaz de pensar en otra cosa que en sí mismo, la muy católica familia Pericand que “se siente satisfecha al verse al mismo tiempo colmada de toda clase de riquezas materiales y sin embargo tan caritativa”, los Michaud que huyen de París a pie porque todo el mundo les ha olvidado, el banquero Corbin que mientras los alemanes desfilan por París tiene como única preocupación cómo evitar que su esposa le descubra con su amante... todos esos personajes y muchos otros se entrecruzan en Suite française, una novela coronada el pasado 8 de noviembre con el Premio Renaudot, obra de Irène Némirovsky, una escritora asesinada en Auschwitz en 1942. El secretario del jurado, André Brincourt, se mostró en desacuerdo con sus colegas. “Los premios son para ayudar a un escritor en su carrera” y la de Némirovsky terminó trágicamente hace 62 años. El problema es que su libro es extraordinario por muchas razones, y, entre ellas, porque evoca un momento clave de la historia francesa reciente —ese mes de junio en que las tropas de Hitler ocupan un París casi desierto—, porque describe con exactitud el clima moral reinante durante la Ocupación, porque la autora es una judía que detesta buena parte de la tradición judía —“¡eso que vosotros llamáis éxito, victoria, amor u odio, yo lo llamo dinero!”, escribió en otra novela—, y lo es también por el destino del manuscrito. La novela se publicará en España dentro de un año. Minúsculas historias Suite française fue escrita “en directo”, casi como una crónica de lo que iba ocurriendo, amoldando las minúsculas historias personales de los personajes a la gran Historia. La primera parte, titulada Tempête en juin (Tempestad en junio), cuenta el éxodo de los parisienses ante un avance germano que se les antoja incomprensible en su rapidez y eficacia. Némirovsky retrata las mil pequeñas cobardías y miserias de una población errante, más preocupada por comer o dormir que por el destino de la patria. En la segunda parte —bautizada Dolce— se nos propone el retrato de un pueblo ocupado, de la cohabitación entre civiles franceses y soldados alemanes, con una paleta muy amplia de posibilidades entre el odio y el amor. Irène Némirovsky había nacido en Kiev, en 1903, hija de uno de los banqueros más ricos de Rusia, Léon Némirovsky. Mamá se llamaba Faïga, pero se hacía llamar Fanny, y nunca pretendió saber lo que era el instinto maternal. El resultado es que Irène, ya adulta, hará explícito en varias oportunidades el odio que sentía por una madre que no se ocupó de ella y dejó que fuese una nurse y varios profesores los que la educasen. Los veraneos de la pequeña Irène, por ejemplo, veían cómo la madre se instalaba en un gran hotel de la Costa Azul o de Biarritz —de ahí que Irène, además de hablar ruso, inglés, alemán, sueco y francés, también Irène Némirovsky, en fecha desconocida. Un luto inacabable ENTRE 1946 Y 1948 SE PUBLICAN tres libros de la desaparecida Irène Némirovsky, y luego, nada, un olvido progresivo, como el del París de entreguerras. Su hija Elisabeth Gille, que dirigirá una colección en la editorial Denoël, publica en 1993 Le mirador, una biografía soñada de mamá, la biografía imaginada por una niña que la ha visto por última vez a los cinco años. Denise Epstein, que hoy vive en Toulouse, al hablar de Suite française recuerda que “al principio no pude leer el manuscrito. El dolor y la cólera me lo impedían. Luego, cuando lo leí, no comprendí enseguida que se trataba de una novela. Las anotaciones eran terribles. No me vi con ánimo de ordenar todo aquello hasta conociese el vasco— mientras la hija y el servicio se alojaban en pensiones modestas. Mientras, papá viajaba, hacía negocios y recorría los casinos de media Europa. En 1929, ya exiliada en Francia y convertida en escritora francesa, Irène Némirovsky se hará un nombre con David Golder, una novela en la que el héroe es un banquero que se parece mucho a Léon. El libro tuvo una gran acogida y Julien Duvivier lo convirtió en una gran película en años más tarde. Y entonces mi hermana y su Mirador tenían prioridad”. Para Denise, el éxito del libro es “una victoria sobre el pasado, el abandono y el nazismo”. Suite française salió a la calle con una tirada de 10.000 ejemplares. La revista profesional del sector —Livres Hebdo— consideró de inmediato que se trataba del “libro más importante del año”, y antes de ganar el Renaudot Denoël ya confesaba haber vendido 25.000 libros. “Y Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia, Alemania, España e Italia ya han adquirido los derechos de traducción. Ahora esperamos una oferta de Rusia”, dice el editor. En ‘Suite française’ retrata las mil pequeñas cobardías y miserias de una población errante, más preocupada por comer o dormir que por el destino de la patria 1931 protagonizada por el genial Harry Baur, un actor judío que morirá en París a causa de una paliza propinada por los mismos nazis con los que colaboraba. En David Golder, el padre es inmensamente rico y odia a su esposa tanto como adora a su hija, una criatura caprichosa y frívola. La Revolución soviética de 1917 pilló a los Némirovsky en su residencia de San Petersburgo y el padre quiso protegerlos reuniéndolos a todos en Moscú. Du- rante un año estuvieron escondidos esperando que amainase el temporal bolchevique. Irène leyó todo Oscar Wilde, Huysmans, Maupassant y el pensamiento de Platón. La Revolución hizo públicas sus intenciones al poner precio a la cabeza de Léon Némirovsky. Ya no valía la pena seguir ocultándose, era más prudente huir. Y disfrazados de humildes campesinos emprendieron el camino del exilio que, en 1919, les llevó a Francia tras pasar meses de espera en Estocolmo. La jovencísima Irène escribe relatos, cuentos y novelas antes de cumplir los 18, y en ellos ya aparece esa relación ambivalente con el origen judío. En París es amiga de Kessel, judío como ella, pero también de Brasillach, un antisemita furioso que será fusilado en 1945 por sus artículos incitando al odio racial. En 1926, en uno de los muchos bailes a los que asiste, conoce a Michel Epstein y lo convierte en su marido. Entre 1929 y el estallido de la II Guerra Mundial Irène publicará nueve novelas, muy a menudo de inspiración familiar. Ahora su modelo literario es Turgueniev, de quien copia la técnica de documentación paralela o previa a la escritura. El 3 de octubre de 1940, el Gobierno fantoche del mariscal Pétain dicta un primer “estatuto del judío” que deja a Michel Epstein sin trabajo y a Irène sin poder publicar, a pesar de que los dos han adoptado el catolicismo bautizándose en febrero de 1939. Entre 1940 y 1942, con la estrella amarilla cosida a sus ropas, Michel e Irène viven en un pueblecito, en Issy-l’Évêque, junto a sus hijas Denise y Elisabeth. El 13 de julio, Irène, que el día 11 había dado por acabada la Suite française y esbozado los dos volúmenes que iban a titularse La bataille y La libération, es detenida por los gendarmes, internada en un campo de concentración francés y enviada luego a la muerte en Alemania. Michel no admite lo que la deportación significa. En el hotel de Issy exige cada día que haya un plato en la mesa que indique que el regreso de Irène es inminente. Desesperado, escribe al mariscal Pétain hablándole de la frágil salud de Irène y proponiéndose para reemplazarla en lo que él imagina un campo de trabajo. En octubre, los gendarmes le detienen a él, que muere en Auschwitz el 6 de noviembre de 1942, menos de tres meses después que su esposa. Manuscritos en una maleta Denise y Elisabeth también son perseguidas por los gendarmes, que van a buscarlas a la escuela, pero ahí topan con uno de esos pequeños gestos de heroísmo que impiden las generalizaciones sobre el colaboracionismo y Francia: la maestra esconde a las niñas de 13 y 5 años en un rincón de su alcoba. Tras una serie de arriesgadas peripecias Denise y Elisabeth, siempre con un maletín repleto de los manuscritos de mamá, consiguen llegar a Niza, donde vive su abuela en una gran mansión. No querrá ni tan sólo abrirles la puerta, limitándose a aconsejarlas que, “puesto que vuestros padres han muerto, debéis vivir en un orfanato”. En 1989, a la muerte de Fanny, en la caja fuerte de su apartamento parisiense había sólo dos libros —David Golder y Jézabel—, en los que Irène presenta a una madre desalmada. EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 Panorama 9 NUESTRA ÉPOCA. El mundo es un lugar demasiado peligroso para verlo a través de lentes de mira estrecha. Por Paul Kennedy LA NECESIDAD DE REDEFINIR LOS OBJETIVOS DE LA CIA Inteligencia ‘artificial’ L as noticias de Washington de la semana pasada no han sido buenas para aquellos de nosotros que desearíamos ver una nueva Administración estadounidense que abandonase la ideología y la disciplina de partido por una estrategia práctica y con capacidad de adaptación para afrontar tanto los problemas nacionales como (especialmente) los desafíos externos que se plantean a Estados Unidos y sus amigos. Prácticamente todos los que han sido nombrados por el presidente Bush para el Gabinete y puestos relacionados en su segundo mandato parecen haberlo sido como premio a su lealtad y deferencia, no por su fortaleza e independencia de criterio. Es una pena. El presidente tenía una oportunidad para expulsar sin hacer ruido a los neoconservadores que nos condujeron al lodazal de Irak, y para traer verdadero talento de naturaleza no partidista. Puede que los próximos nombramientos sigan en esa dirección, pero la primera impresión recuerda a un monarca feudal premiando a sus cortesanos favoritos. Esto no es lo que buscaban los padres fundadores (que mantuvieron disputas de forma incesante y saludable). Pero la que quizá fuera la noticia más deprimente de todas apareció en la primera página del diario The New York Times del 17 de noviembre. En la parte superior había una simpática fotografía del presidente Bush y su recién anunciada secretaria de Estado, Condoleeza Rice, mirándose con cariño el uno al otro, que coronaba un artículo titulado ‘Las elecciones para el Gabinete se consideran una maniobra encaminada a una mayor armonía y control’. Precioso. Circular polémica Sin embargo, en la esquina inferior izquierda de la misma página se informaba de que el recientemente nombrado director de la CIA, Porter Goss, había enviado una circular a los empleados en la que hacía hincapié en que su tarea consistía en “respaldar a la Administración y sus políticas” y no ser críticos —“no identificarse con la oposición ni respaldarla o abogar por ella”—. Una vez más, la lealtad y la obediencia, y no el pensamiento estricto e independiente, iban a ser la prueba de fuego. Es difícil imaginar un ataque más dañino a la seguridad nacional de Estados Unidos que esa circular, si hay que tomarla —y llevarla a la práctica— al pie de la letra. Estaría- mos robando a la nación uno de sus bienes más preciados: un servicio de espionaje cuya tarea durante 60 años ha sido la de proporcionar a los responsables de tomar decisiones valoraciones duras, francas y objetivas de lo que ha aprendido e interpretado sobre las amenazas externas para Estados Unidos. Dada su tarea, a menudo tiene que ser, por definición, el portador de malas noticias y provocar resentimiento en los políticos que solamente quieren oír las mejores valoraciones posibles. No cabe duda de que la CIA ha tenido sus puntos débiles. Su historial de “malas pasadas” en las operaciones en Latinoamérica durante la guerra fría es bastante repugnante. Y en cuanto a la recopilación de información secreta, está claro que no se percató de los múltiples indicios en 2000 y 2001 de que los terroristas árabes estaban planeando alguna forma de ataque contra Estados Unidos. Pero sus antecedentes, en conjunto, hacen pensar que la plantilla profesional de la agencia ha acertado más veces de las que se ha equivocado, aunque generalmente de un modo pesimista que ha encolerizado a los halcones de la derecha. Durante la guerra de Vietnam, por ejemplo, la CIA se fue poniendo cada vez más pesimista acerca de la capacidad del régimen de Vietnam del Sur para dirigir el país y, de hecho, sobre la capacidad de Estados Unidos para ganar la guerra, en oposición directa a las afirmaciones optimistas del Pentágono. Al ir avanzando los años ochenta, la agencia fue recopilando numerosas pruebas de que la URSS estaba en serios apuros: la agricultura estaba desapareciendo, la producción de petróleo se venía abajo, su base manufacturera estaba descomponiéndose y la población se mostraba descontenta y cínica. Esto no era lo que quería oír Caspar Weinberger, que solicitaba un gasto aún mayor en defensa para impedir que los soviéticos rompieran el cerco. Más recientemente, los analistas de la CIA reconocieron que no podían encontrar las pruebas concluyentes que la Casa Blanca exigía para demostrar que Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva o tenía vínculos con Osama Bin Laden. Por consiguiente, por emplear una vieja expresión, matemos al mensajero que trae malas noticias. Tapémonos los oídos ante los hechos e insistamos en la unanimidad y lealtad absolutas. Fíjense que Goss no está mal acompañado en este hábito de desaprobar a aquellos que no siguen la línea del partido a pie juntillas. Al princi- El presidente Bush con Porter Goss, tras nombrarle director de la CIA en agosto pasado. Es necesario mejorar la moral y el rendimiento de la CIA no a través de la lealtad forzosa, sino dando margen para un juicio independiente y crítico Dada su tarea, la CIA es por definición portadora de malas noticias y provoca resentimiento en los políticos, que sólo quieren oír las mejores valoraciones pio de la II Guerra Mundial, cuando Winston Churchill era aún jefe del Almirantazgo británico, despidió al desafortunado capitán Talbot, que era director de la guerra antisubmarina. ¿El pecado de Talbot? Fue su conclusión de que la Armada real había hundido en realidad muchos menos submarinos alemanes de lo que afirmaba Churchill en sus discursos públicos. Y sin embargo, Talbot tenía razón y su jefe estaba equivocado. Sólo tuvieron que pasar dos años más para que Churchill, como primer ministro, reconociera que la amenaza de los submarinos en el Atlántico era la mayor amenaza a las posibilidades de los aliados de ganar la guerra. Pero el capitán Talbot ya había desaparecido por aquel entonces de las páginas de la historia. Alarma Las múltiples dimisiones que se han producido recientemente en la CIA deberían hacer saltar la alarma. Pero el auténtico problema es quién lo va a escuchar y después tomar medidas. Y aquí la única respuesta sería el Comité de Inteligencia del Senado, que tiene clara autoridad constitucional para garantizar AP a la nación que las informaciones más francas y objetivas sobre amenazas extranjeras se canalizan hacia los que tienen que tomar las decisiones. Por el momento, los miembros tanto del Senado como de la Cámara de Representantes están luchando para revisar los servicios de espionaje de Estados Unidos, posiblemente para ponerlos todos bajo el mando de un director con categoría de miembro del Gabinete. Sin embargo, suceda lo que suceda en este sentido, estaría bien que el Congreso dedicara al menos la misma atención a la necesidad de mejorar la moral y el rendimiento de la Agencia Central de Inteligencia; no a través de la lealtad forzosa, sino dando margen para un juicio independiente y crítico. El mundo es un lugar demasiado peligroso para contemplarlo a través de lentes de mira estrecha. Paul Kennedy es titular de la cátedra J. Richardson de Historia y director de Estudios de Seguridad Internacional de la Universidad de Yale. Es autor-editor de 16 libros, entre ellos Auge y caída de las grandes superpotencias y Hacia el siglo XXI. © 2004, Tribune Media Services, Inc. Traducción de News Clips. 10 EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 11 EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 12 NACIONAL CAJERO AUTOMÁTICO EL ROTO ANÁLISIS. ETA, el 11-M y el fundamentalismo islamista. Por Javier Pradera El tertuliano Terror transnacional EN SU COMPARECENCIA parlamentaria del pasado lunes, Aznar infirió de la premisa ontológica “todos los terrorismos son iguales” la conclusión determinista según la cual “todos los terroristas al final acaban teniendo conexiones”; el presidente de honor del PP necesitaba ese paso lógico para dar verosimilitud a su afirmación de que las relaciones entre “terroristas etarras y terrorismo islámico” constituyen “un hecho incontestable” y contienen la clave explicativa del 11-M. Porque el ex presidente del Gobierno no cree que los autores intelectuales —quienes planificaron el atentado y decidieron su fecha— “anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas”. La teoría aznariana de la identidad del terrorismo “en todas partes y en todas las situaciones” descansa exclusivamente sobre las motivaciones irracionales de sus agentes: “La causa del terrorismo es el fanatismo, es el deseo de exterminar al otro, es el fundamentalismo de la clase que sea, étnico, nacionalista o religioso; la chispa que enciende el terrorismo es siempre la misma, en cualquier circunstancia” (Ocho años de gobierno, Planeta, 2004). Sin duda, el caracter polisémico del término causa favorece las confusiones provocadas —como en este caso— por sus múltiples significados: desde la bandera justificatoria enarbolada por los terroristas hasta el móvil psicológico que desencadena sus crímenes. Pero la causación de los comportamientos humanos es mucho mas compleja de lo que el simplista diagnóstico de Aznar supone. Ni la predicada homoAznar justifica geneidad de los impulsu convicción de que sos psicológicos o caracteriológicos de los terroETA participó en ristas, ni los criminales efectos perseguidos por el atentado del 11-M sus atentados indiscrimien Madrid con el nados (sembrar el pánico y la incertidumbre en argumento de que la población, mostrar la vulnerabilidad de las ins“todos los terroristituciones estatales), agomos son iguales y al tan las dimensiones de esa brutal manifestación final acaban teniende la violencia humana. do conexiones” A efectos de la prevención, vigilancia, represión y erradicación de las organizaciones terroristas, la fuente política, ideológica o religiosa de las actitudes fundamentalistas y fanáticas no es —como cree Aznar—un dato indiferente. Los procedimientos terroristas utilizados por los nacionalistas irredentistas (en el Eire, el Estado de Israel, las repúblicanas balcánicas, el País Vasco o Chechenia), los fundamentalistas de las tres religiones del Libro (musulmanes, cristianos o judíos) o los activistas antidemocráticos (revolucionarios o fascistas) tienen mucho en común, pero también ofrecen notables diferencias. Y sería estúpido confundir los condenables intentos de justificar los crímenes terroristas con las pretensiones legítimas de explicar el trasfondo histórico o el contexto socioeconómico y político del terrorismo como paso para combatirlo. Por lo demás, las eventuales vinculaciones entre organizaciones terroristas en el ámbito transnacional son una hipótesis de trabajo que exige confirmación empírica caso por caso. La peregrina tesis aznariana de que esas posibles conexiones serían la consecuencia predestinada de la identidad ontológica de todos los terrorismos es simplemente grotesca: al presidente de honor del PP sólo le falta defender la existencia de una Internacional Terrorista Planetaria gobernada por un directorio secreto al estilo de los Sabios de Sión o de la Spectra de James Bond. Parece seguro que durante los años setenta y ochenta ETA utilizó campos de entrenamiento en países arabes y compartió información o infraestructuras con el IRA y otros grupos nacionalistas radicales europeos. También se da por descontado que ETA se aprovisiona de armamento y de explosivos en el mercado negro internacional; resultaría absurdo sostener, sin embargo, que el acceso compartido a una fuente de suministros implica la coordinación operativa de todos los clientes para la realización de atentados concertados. Y la pretensión de Aznar de encerrar en el mismo saco —como alianza impía del 11-M— al terrorismo islamista, a ETA, a los enigmáticos pobladores de los desiertos y montañas cercanos, a los socialistas ganadores del 14-M y a la Cadena SER es un ejercicio de amalgama digno de la Inquisición y de Stalin. l l l Á LA COLUMNA. El peligro que supone convertir un conflicto político en un incendio. Por Josep Ramoneda Jugar con fuego ESTA LEGISLATURA reúne todas las condiciones para la bronca. El Gobierno se apoya en una mayoría inestable, sin las garantías de un pacto de legislatura. Sólo aparentemente es una mayoría de geometría variable, porque está a su vez condicionada por la mayoría que apoya al Gobierno tripartito catalán, trabada, ésta sí, por un pacto fundacional. Con lo cual, el PSOE ve muy reducida la ventaja de tener diversos aliados potenciales a los que acudir y con los que negociar. Por ejemplo, un reiterado flirteo del PSOE con CiU podría provocar celos en Esquerra Republicana y afectar a la estabilidad del tripartito catalán. Sin embargo, al Partido Popular la precariedad parlamentaria del PSOE sólo le da margen para enredar. El PP, después de los daños causados a sus socios catalanes de CiU en la anterior legislatura, está condenado a la soledad parlamentaria. Los apuros del Gobierno se sucederán: lo hemos visto con el grave patinazo de la reforma de la elección de jueces y, probablemente, lo veremos con los Presupuestos en el Senado. Pero por mucho que la desgracia ajena divierta a los señores diputados del PP, parlamentariamente carecen de capacidad para crear una mayoría alternativa. En este marco, el PP ha empezado a propagar la idea de una legislatura breve. Ante la imposibilidad de revertir la situación en el Parlamento, la estrategia del PP empieza a orientarse a la ruptura de la legislatura. Y para ello no tiene reparo en volver a la senda de la bronca y la desestabilización. Los antecedentes son de todos conocidos: están en la estrategia de la tensión que Aznar diseñó a principios de los noventa para llegar al poder. Y que el pasado lunes volvió a escenificar para entusiasmo de los suyos. Una estrategia que no era coyuntural, sino que respondía a la convicción de que en España la tensión favorece a la derecha. A ella recurrió Aznar cuando se vio en apuros, aun teniendo mayoría absoluta. El PP ha estado ocho años en el poder, en los que ha intentado ejercer su dominio sobre todos los demás poderes de la sociedad (judicial, económico, mediático). La bronca montada por la derecha sobre la disparatada tramitación parlamentaria de la reforma de la elección de jueces nada tiene que ver con escrúpulos sobre los procedimientos: responde a la simple razón de que el PP no quiere perder el control del poder judicial. Cuando Rajoy dice que las investigaciones sobre el 11-M “no se pueden terminar nunca” no sólo está reconociendo involuntariamente que ni en toda una eternidad se conseguiría probar las tesis del PP, sino que expresa también la intención de mantener abierta la comisión de investigación para seguir tratando de enlodar la vida pública. El problema para Rajoy es que si la estrategia elegida es la de la tensión, él, por temperamento, por estilo, por manera de expresarse, no sirve. El PP tendrá que inventar un nuevo lobo feroz, menos gastado que Acebes o Zaplana. El espejismo de la legislatura del buen talante ha sido breve. Cuando el PP ha empezado a salir del aturdimiento, cuando el Gobierno ha empezado a incidir en sectores que se autoconsideran intocables, como los curas y los jueces, la tensión ha vuelto. Y todavía no se ha entrado en serio en el debate territorial. Sin embargo, no hay que dramatizar. La simplificación del juego político como confrontación entre dos bloques de intereses forma parte de la l v l l l l EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 ECONOMÍA ALGUNOS CREEN QUE HABRÁ ELECCIONES ANTICIPADAS Y QUE NO HAY TIEMPO PARA CAMBIAR EL MENSAJE Las dos caras del PP LA CRÓNICA Por Soledad Gallego-Díaz E n el Partido Popular (PP) hay, cada vez más, ideas y sentimientos compartidos, y análisis y tácticas diferentes. La mayoría de los dirigentes populares reconoce que la dirección del partido les transmite continuamente el mensaje de que están siendo agredidos por el Partido Socialista (PSOE) y por el Gobierno. Todos afirman que el caso Yak, el caso Chávez o la comisión parlamentaria del 11-M son percibidos realmente entre sus filas como ataques contra su partido y su memoria. Pero no todos reaccionan igual, ni analizan de igual modo la táctica a seguir. Unos creen que eso justifica una reacción dura, en la línea favorita de José María Aznar y Ángel Acebes, y que, además, esa dureza supondrá, llegado el momento, un claro beneficio electoral. Otros, por el contrario, creen que esa violenta confrontación en todos los campos no le conviene al PP en absoluto, porque enquista entre los ciudadanos la imagen de falta de diálogo y obcecación que les hizo, precisamente, perder las elecciones. “Todas estas cosas impiden pasar página. Sólo valen para que nos reafirmemos a nosotros mismos y a nuestros militantes, Mariano Rajoy. Algunos expertos populares advierten que no es buena idea mantener mensajes que parezcan incoherentes con el estilo y la forma de ser del líder electoral pero nosotros y nuestros militantes no somos suficientes para volver a ganar las elecciones”, admite con calma un destacado dirigente provincial. Casi todos los populares manejan la idea de provocar una legislatura corta, y de empujar, como sea, para que el PSOE no pueda mantener las alianzas parlamentarias necesarias para terminar el mandato y que opte por convocar elecciones antici- padas. “Eso es lo que va a suceder, hagamos nosotros lo que hagamos. Los socialistas, ellos solos, con sus errores y meteduras de pata, terminarán convocando elecciones antes de tiempo”, mantiene un miembro de la dirección nacional. Unos creen que, ante esa posibilidad, no hay tiempo para cambiar nada y que lo mejor es recurrir apresuradamente a la línea de ataque “con todo” que les dio buen resultado en 1996. Otros piensan que aquella etapa ya acabó, que José Luis Rodríguez Zapatero es diferente, que el electorado es diferente y que su propio líder, Mariano Rajoy, también lo es, por lo que enrocarse en esa imagen de aspereza “a la Aznar” no hará que regresen al Partido Popular, en esas hipotéticas elecciones anticipadas, los votos que se fueron volando en 2004. “Podemos encontrarnos con que unas elecciones anticipadas son, justamente, un desastre para nosotros y no para los socialistas”, insiste el mismo dirigente popular. “La manera de evitar ese desastre es mantenernos a nosotros mismos en tensión, es mantener unidas como sea nuestras propias filas”, reprocha otro dirigente nacional que defiende sin fisuras la línea desarrollada por el grupo parlamentario del PP estas últimas semanas. “¿Filibusterismo? No es filibusterismo, pero llámelo como quiera. Ni agua, lo llamo yo. Ni la menor facilidad”, asegura. Tensión ambiental José María Aznar. lógica de la democracia, y algunos, como Ralf Dahrendorf, se han preguntado si la democracia sobreviviría sin ella. Al convertirse los medios de comunicación en la verdadera escena del poder, el riesgo de que el espectáculo político derive en una mezcla de salsa rosa y un derby futbolístico es real. Pero no debemos olvidar que la confrontación parlamentaria es muy útil para sublimar los conflictos sociales, dándoles una teatralización en la que la palabra y los excesos verbales sustituyen a la violencia. El peligro aparece cuando las prisas de algunos —en este caso de los que perdieron y todavía no han entendido como ha sido y, por tanto, se creen en derecho a volver ya— convierten el normal conflicto político en un incendio. Con el acompañamiento de un coro mediático dispuesto a echar gasolina. Entonces, las llamas pueden alcanzar a la sociedad civil. Y se puede temer cualquier cosa. Afortunadamente, no parece que la tensión que se vive en la superestructura política se corresponda con la calle. Y esto permite confiar en que los aprendices de brujo se quemen. Pero cuando se enciende un fuego, nadie puede garantizar que lo controla. Y algunos soplan sin cesar. Los especialistas del PP no se ponen de acuerdo. “No importa que los técnicos estemos de acuerdo, o no. Las decisiones políticas las toman, como es lógico, los dirigentes políticos y no los especialistas. Nosotros sólo facilitamos los análisis electorales. Las decisiones corresponden a Rajoy y a su equipo político”, asegura uno de estos expertos. Admite, sin embargo, que, desde un punto de vista de sociología electoral, no suele ser buena idea mezclar dirigentes y mensajes contrapuestos. “Los electores dan una gran importancia a la coherencia y a la credibilidad, y hacen falta líderes que transmitan mensajes creíbles en su boca, no mensajes que sean incoherentes con el estilo y la forma de ser de esa persona concreta”, explica. Sin mencionarlo expresamente, parece creer que Mariano Rajoy necesita otro mensaje que no sea el de la confrontación absoluta. En cualquier caso, da la impresión de que cuanto más violenta es la confrontación con el Gobierno y el PSOE, más dificultades encuentran para imponer su análisis los que mantienen que el partido necesita un cambio progresivo de imagen. “Pero, por supuesto, si nos atacan, lo primero es defenderse. Si el ambiente continúa tan tenso, no hay nada que hacer”, asegura un representante de este sector. ¿Lo mantienen así de tenso quienes dentro del Partido Popular no quieren cambio alguno? El dirigente del PP se niega completamente a considerar esa posibilidad. AGENDA GLOBAL. La calidad de los servicios. Por Joaquín Estefanía Evaluar el gasto, mejorar la democracia CUANDO LAS AGENCIAS INTERNACIONALES, públicas o privadas, evalúan la competitividad española, llegan a la siguiente conclusión general: bien en lo que se refiere a política macroeconómica, regular en lo que respecta a la educación, mal en la calidad de las instituciones públicas. La productividad de un país se mide, entre otras cosas, por la cantidad y calidad de los factores de producción: trabajo y capital principalmente. Esa calidad de las instituciones se relaciona con la eficacia con la que se gasta el dinero público, y, también, de los organismos reguladores. En una reciente intervención en la Fundación Alternativas, el catedrático de Teoría Económica y consejero del Banco de España, Julio Segura, explicó que la clave del buen funcionamiento de los organismos reguladores depende de su reputación. ¿Cómo se obtiene ésta?: a través de la competencia técnica de las personas que los forman; por la transparencia con la que funcionan (si informan o no de lo que hacen, y lo publican), y por el grado de autonomía real de los poderes económicos y de los poderes políticos. Estudiar la eficacia del gasto público figuraba en el programa electoral con el que el PSOE ganó las elecciones, como parte de los instrumentos para mejorar la calidad de la demoEn los estudios de cracia. En dicho prograla competitividad ma se decía que “las Administraciones Públicas española falla, sobre son instrumentos esenciales para desarrollar la todo, la calidad de democracia y asegurar el las instituciones púprogreso individual y del conjunto de la sociedad”, blicas. Esa calidad se así como que “los servimide por la eficacia cios públicos son indispensables para garanticon que se gasta el zar la igualdad de oportudinero público y por nidades de todas las personas y para que éstas la reputación de los puedan ejercer plenaórganos reguladores mente los derechos y las libertades que la Constitución les reconoce”. Lo que se dice, se hace. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, nada más tomar posesión del departamento, encargó a una comisión de expertos los estudios para crear una Agencia Estatal de Evaluación de la Calidad de los Servicios y de las Políticas Públicas. Una agencia de nombre tan horrendo se constituiría como el elemento articulador básico de un Sistema Público de Evaluación. Así lo explicó Sevilla en el Congreso el pasado mes de junio. El ministro dio tres meses a esa comisión, presidida por el ex director del Instituto de Estudios Fiscales Juan Antonio Garde, para que presentase su estudio. Ya lo ha hecho. Cuando se constituya como ente público independiente y sea aprobada por el Consejo de Ministros, servirá para evaluar la calidad de los servicios públicos impartidos y si el dinero público invertido en ellos ha sido rentable, así como el dinero que la Administración dedica a subvenciones o a la cooperación internacional. Garde recordaba recientemente (Cinco Días, 22 de noviembre) que los gastos fiscales del Presupuesto de 2005 suponen algo más de 41.000 millones de euros, de los que alrededor de 14.000 millones son incentivos que deben ser analizados y reconsiderados para ver hasta qué punto cumplen las expectativas para las que fueron creados. La Agencia dependerá, en un primer momento, de Administraciones Públicas, con la voluntad de que en el caso de que se logre la reforma del Senado como cámara de representación territorial pase al mismo. No existe en los países que se han estudiado (Alemania, Canadá, Austria, EE UU, Francia...) un modelo ideal o generalizable que sirva en todos los casos para España. Del mismo modo que se necesitan filtros públicos para evaluar la competencia técnica de los reguladores y la ausencia de conflicto de intereses en los mismos, el debate ya no es sólo cuánto dinero debe gastar el sector público en sus diferentes administraciones (central, autonómicas y municipales), sino cómo se gasta. Con esta filosofía, tan importante es aumentar el presupuesto público de investigación y desarrollo como saber por qué en España por cada unidad pública que se invierte en este concepto sólo se invierte una unidad privada y no dos, como en el resto de Europa. 13 EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 14 EN CANDELERO FUERA DE CASA. Esperando en Granada la concesión del Cervantes con un candidato fallido. Por Javier Rioyo Ellos, los de entonces F ue miércoles todo el día y gran parte de la noche. Estuvimos en Granada por razones poéticas bien bebidas. La semana ya había empezado de tragos largos. Al principio fue el Premio Reina Sofía de poesía que recibió Caballero Bonald. Aquella noche madrileña no nos fue esquiva, encontramos taberna después de comportarnos como caballeros republicanos en los salones de palacio. El poeta de Jerez ha dejado los combinados y otras pócimas, está empeñado en ser infiel a los destilados de antaño. Ahora, para no desperdiciar el tiempo que nos queda, es un converso, convicto y confeso de que en el vino está la verdad. Caballero se mantiene en forma y es un maestro en saber escaparse de algunos adictos a la tabarra. Un experto en burlar a toda suerte de zafios de calidades agropecuarias. Una lección más de esa vieja costumbre de vivir. La siguiente cita de “los de entonces” fue en Granada. Antes hicimos parada real —la cosa se pone cada día más monárquica— en el Teatro de la Ópera, sin gaitas ni músicas: el infalible jurado entregaba el Premio Cuco Cerecedo al italiano y portuñol Antonio Tabucchi. Un buen discurso para periodistas éticos y para princesas asturianas. Y nos despertamos miércoles y granadinos. Nos esperaba el premio —que también entregarán los poéticos príncipes— al asturiano / madrileño y residente en Alburquerque Ángel González. En compañía de los algunos supervivientes de la generación del alcohol, y de otros destacados continuadores, la ciudad de Lorca se puso de risas, felicidad y en disposición de ampliar el inventario de lugares propicios para el amor y otras caricias. La cosa prometía. Después del premio a Caballero Bonald celebraríamos el de Ángel González; todo parecía una hermosa historia de ciudad con muchachas de piernas desnudas, de controlados dones, civilizadas ebriedades, canciones mexicanas y comuniones paganas. Todo debe interpretarse como verdad poética. Unas jornadas de la compañía del escritor, secretario perpetuo de los premios Planeta, amigo de la infancia del poeta González y excelente biógrafo de Juan Valera, Manuel Lombardero. De la delicadeza inteligente de Laura García Lorca, que ha sabido hacer de La Huerta de San Vicente un lugar de referencia para lorquianos del mundo, por lo emocionante de la historia de esa casa, por las ediciones y los encuentros en un lugar lleno de vida y músicos, así se llamen Leonard Cohen, Patti Smith o Enrique Morente. También participó en las jornadas del primer premio de poesía con nombre del poeta —el mejor dotado de la poesía en español— el novelista Juan Marsé. Llegó a Granada en compañía de felices rumores, todos estábamos seguros que Marsé sería el Premio Cervantes, él tampoco. El asunto era seguir con la celebración. Había llegado el momento de la generación. Tienen edad, obra, vida, his- Rafael Sánchez Ferlosio, premio Cervantes. RAÚL CANCIO El escritor italiano Antonio Tabucchi. toria y razones para el reconocimiento. Todas las quinielas apuntaban en su dirección. Él, que se acuerda de la vida, que sabe dónde está, nos rebajaba las celebraciones anticipadas. Nos recordaba su pasado de chico de barrio de Barcelona, de joven novelista encerrado con un solo juguete, de residente en París, porque allí había que estar, porque allí debería adquirir la fineza, la cultura y el cosmopolitismo que tenían sus com- JOAN GUERRERO pañeros de gauche divine. Él rebajaba nuestras euforias recordando cómo consiguió —con enchufe— el puesto de ayudante de laboratorio. Nos recordaba que la vida no era fácil, que era una carrera de obstáculos, que iba en serio aunque lo empezáramos a saber más tarde. Nosotros, a lo nuestro. Brindando por el premio que nunca existió. En plena celebración llegó la noticia de su lucha contra Gamoneda. Nada, ni caso, demasia- SOMBRAS NADA MÁS. Félix Grande, premio Nacional de las Letras. Por Juan Cruz El poeta que habla en voz baja U stedes jamás habrán escuchado a Félix Grande, el otro premio literario de la semana, el que se dio antes del Cervantes de Ferlosio, alzando la voz. Uno le ve llegar a los sitios, con una pequeña mochila, y de inmediato se le puede imaginar, aunque no la lleve, con una guitarra al hombro. Alguna vez esa guitarra imaginaria del premio Nacional de las Letras, emeritense de nacimiento, manchego de sentimiento y madrileño de sus calles, fue latinoamericana, aunque siempre fue flamenca, casi la quintaesencia de la guitarra flamenca. Ese sonido es el que está en su poesía, de modo que si le oyes recitar da la impresión de que las letras que lee —y la poesía que escribe— están hechas al ritmo mismo de su guitarra. La última vez que le vimos en público estaba en el teatro Campoamor, porque le estaban dando allí el Príncipe de Asturias a su amigo Paco de Lucía; en solitario, entre el gentío, sobresalía su cabeza blanca y rizosa. Aplaudió como un fan, que lo es, y también como un conocedor; gracias a él —y a Caballero Bonald, que esta semana recibió el Reina Sofía de Poesía, y a Moreno Galván, y a Manuel Ríos Ruiz, y a tantos otros— el flamenco dejó de ser un lenguaje de afuera para convertirse en el lenguaje mismo que hay detrás de mucha de la poesía del último medio siglo. Grande hizo esa contribución como un forzado, comprometiendo en ello su propia poesía, que muchas veces fue un rasgueo de guitarras ásperas y hondas, como las del flamenco, pero que durante mucho tiempo también se alimentó de la quejumbre de los espirituales negros. Uno de sus libros más celebrados se llamó Blanco spirituals, y tiene esos latidos, y también los de César Vallejo, que, por otra parte, está presente también en esa voz de la que hablamos: la voz baja de un poeta que toca con nudillos la puerta de los que han de escuchar su dolor. El premio le halló en Cáceres, hablando de Neruda. Pudo haberle hallado en cualquier sitio. Si uno viaja y ve las carteleras observará que Grande no le dice no a casi nada, y por ahí va con esa maleta mínima que también parece una guitarra. Semanas antes de aquel premio a Paco de Lucía, el poeta estaba viajando a Barcelona, pero no para participar en el Fórum, que es lo que hacían tantos entonces, sino para recitar poesía en algún club de Tarra- Félix Grande. gona; volvía de Alicante, y dentro de nada se tendría que ir a Galicia, y después… La primera vez que le vi de gira fue en una ciudad de provincias; un escritor local le calentaba la oreja con dimes y diretes de do leonés. No sólo hay que ser honrado, también hay que parecerlo. Gamoneda puede esperar. Vinieron otros nombres, otros ríos, otras fuentes. La cosa se estaba retrasando. El jurado se estaba poniendo opaco, oscuro, negro. Parece que había pelea entre los cruzados de la causa y los soldados de Salamina, entre las criaturas del aire y los poetas puros; alguien recordó que mientras no cambien los dioses nada habrá cambiado. El premio estaba mirando para otro lado. La celebración del nonnato estaba bajando de intensidad. Marsé, a lo suyo, tranquilo, charlando de cine, de su amigo Gil de Biedma, de noches de hace veinte años en que de todo ya hacía veinte años, de su próxima novela de amores cachondos. Yo, desconfiado aparte, creía que esos diálogos eran estrategias de despiste o maniobras verbales para no pagar la comida de precelebración. Pues no, Marsé tenía razón. El Premio Cervantes puede esperar. Y brindamos por Rafael Sánchez Ferlosio, por el advenimiento de tiempos mejores, por su río, sus zapatillas, sus churros dominicales, sus turrones de Xixona, sus jardines cerrados, por su hermano que tanto nos cantaba y hasta por su padre que ganó una guerra, perdió una paz y posibilitó que se hiciera rico un escritor que supo dar vida a una muerte falsa. Marsé recordó con afecto su único encuentro con Sánchez-Ferlosio. Fue en Madrid, en una noche de presentación de una reciente novela de Marsé; con su desaliño habitual, el nuevo y excelente Premio Cervantes, el novelista que dejó la narrativa, se acercó cariñoso y amigable al veterano novelista del Guinardó para expresarle su afecto literario. Nosotros seguimos la fiesta, la excusa era recordar aquellos tiempos de silencio que fueron rotos con grandeza literaria por esos niños de la guerra, hijos de ganadores o perdedores, que supieron escapar a los himnos de los vencedores. Y alguien recordó aquel poema de uno de los imprescindibles de aquella generación: “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, aunque a veces nos guste una canción”. la localidad y del mundo, y Félix Grande, que también dice no, se tomó un taxi en solitario para regresar a la estación, o al aeropuerto, para no tener que seguir escuchando la molestia del insidioso. Otra vez le vi recitar en una cárcel, con Dulce Chacón; con su suéter blanco sobre los hombros, pulcro y distinguido, con su voz monocorde alentó a las presas de Brieva que fueron escuchándole con la fascinación tranquila con la que se oye a los guitarristas sentimentales rasguear su instrumento después de la medianoche. Su voz baja es un distintivo de su personalidad. Pero no oculta un hombre sin calenturas; las tiene, algunas son íntimas, y otras las ha puesto de manifiesto. Su mayor cabreo contemporáneo tuvo como causa la rumorología que circuló en torno a su amigo Luis Rosales y su supuesta participación en la delación de Lorca. Con Rosales trabajó en Cuadernos Hispanoamericanos, revista de la que fue director, hasta que el Gobierno anterior le dijo basta y lo dejó en la calle. Fruto de esa rabia escribió La calumnia. Y aunque el libro era caliente, ahí estaba también diciendo en voz baja su indignación. Nunca le vi gritar; fue cabrero de verdad, y él lo recuerda en la autobiografía que tiene a su abuelo como protagonista, La balada del abuelo Palancas. Acaso a las cabras también les habló en voz baja. Es su manera de convencer, de sentir que del silencio a la voz la ruta no es el grito. Aunque te agravien. EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 EN CANDELERO 15 DON DE GENTES. Cómo pasar el Día de Acción de Gracias en Nueva York siendo extranjera, echando guindas al pavo por salva sea la parte y recordando a la cantante folclórica Rosa Morena. Por Elvira Lindo EL ENREDO. La imagen de Aznar persiguiendo a Rajoy con un hacha es demasiado realista. Por Antonio Martínez El resplandor La actriz Lauren Bacall, en los años cuarenta. Échale guindas al pavo YO TENGO UN PASADO. Pero no lo voy a contar aquí porque eso sería derrochar los ahorrillos de mi vejez, que vendrán de la venta de mis memorias. Las publicará una gran editorial, me pagarán una pasta impresionante por ellas, y hablaré de todo aquello que en la actualidad callo. Porque yo callo mucho. Aquí sólo cuento lo superficial. Porque para eso me pagan. Yo soy la lentejuela, como diría Arcadi Espada en su webblog que visito porque soy una mujer a un ordenador pegada, soy una mujer superlativa, como dijo el poeta. En ese pasado fascinante que yo tengo y que algún día contaré hay de todo: sexo, traiciones, hijos ilegítimos y cenas en buenos restaurantes, qué coño. Mis memorias, que se podrían llamar Confieso que he cenado, van a hacerle la competencia a la Guía Michelin por la cantidad de restaurantes que aparecerán en ellas; ¡eso sí!, las cenas están pagadas por mí, no como las de esos escritores que van de feria en feria, de país en país, sin sacarse una peseta del bolsillo. Así también doy yo la charla, no te fastidia. Y esto no es criticar, es referir. Si mis memorias se editasen a título póstumo (porque yo muriera en un imprevisto) se cambiaría el título por este otro: De grandes cenas están las sepulturas llenas, que es un título como más castizorro, un título que da pena, la verdad, pero que refleja una realidad que hay que asumir, qué caramba. Decía que yo tengo un pasado. La otra noche se me vinieron muchos recuerdos de ese pasado mientras me estaba comiendo el pavo de Acción de Gracias. El pavo americano es un ser desproporcionado. Correspondería, para que ustedes lo visualicen, a un cerdo español. Al pavo gigante se le mete un relleno de pan por el orificio anal y también un dispositivo electrónico que te compras en cualquier ferretería y que hace que cuando el pavo te necesita, silba. Como Lauren Bacall, pero por el ano. Perdonen que sea tan gráfica, pero es que hay veces que las instrucciones de los aparatos no te dicen las cosas como son, digo yo que por cuestiones de corrección política. Hace dos años hice un pavo (en Nueva York concretamente) y pensé para mí misma: por dónde le meto el dispositivo a esta criatura, y como lo de metérselo por el ano me parecía superfuerte y las instrucciones no lo aclaraban, se lo puse debajo del ala, como si fuera un termómetro y el pavo no silbó y se me quemó y qué mal rato pasé. Si fuera americana habría ido a reclamar a la ferretería, porque los americanos denuncian a todo el mundo; de hecho, este año han echado una goma especial encima de la tapa de las alcantarillas de la calle porque la gente se resbalaba y denunciaba al Ayuntamiento. Pero yo no soy americana, a mí me da fatiga protestar, y más en una ferretería, con el cuajo que tienen los ferreteros. Además, una vez fui a una ferretería en Moratalaz y pedí cuatro casquetes (terrible lapsus) y los tres ferreteros que había detrás del mostrador todavía, a día de hoy, me recuerdan. El caso es que el primer recuerdo que me vino a la cabeza mientras Leiro, escultor gallego afincado en Nueva York, trinchaba aquel pavo colosal con el mismo arte con el que esculpe sus obras, fue el de una de las primeras entrevistas que yo realicé y que puede decir que han marcado un antes y un después en mi trayectoria: la entrevista a Rosa Morena. Habrá jóvenes que lean este artículo y que no sepan quién fue Rosa Morena. Eso es España: desprecio absoluto a la memoria histórica. Rosa Morena. ¿Quién se acuerda hoy de Rosa Morena? Nadie, señores, sólo yo que me he venido a Nueva York (tal vez para olvidarla). Rosa Morena, estrella del flamenco pop; Rosa, diminuta pero valerosa hembra que tuvo el coraje de grabar una actuación en un cuartel de soldados, que jaleaban a su diosa y coreaban aquella mítica canción que Rosa dejó en nuestras bocas durante décadas: “Échale, al pavo échale, échale guindas al pavo, pavo”. Aún hoy, cuando recuerdo esa canción, como ocurrió el Día de Acción de Gracias, no me la puedo quitar durante horas. No soy la única a la que le suceden estas cosas: los ciudadanos de Nueva York han pedido al Ayuntamiento que quite los villancicos de las calles porque se instalan en el cerebro y no te dejan dormir. Y eso que no conocen Échale guindas al pavo. Una locutora en la radio dijo que un método infalible para borrar un villancico de la cabeza es tararear West side story, que en España se tradujo magistralmente como “Yo tengo un tío en América, yo tengo un tío en Américaaaa”. Tener en el estómago un pavo, en la cabeza la canción de Rosa Morena y en sangre una botella de vino no es lo más aconsejable para conciliar el sueño. Para colmo, la noche del pavo me acordé de algo que había leído en el periódico: el Día de Acción de Gracias se casan en Nueva York más de trescientos chinos. ¿Por qué? Porque es el único día que el chino-camarero libra, y no porque quiera, no, sino porque no va nadie a los restaurantes. No me extraña que Joaquín Estefanía les tenga miedo a los chinos. Pensarán que el vino y el pavo y la canción de Rosa me trastornaron el cerebro, pero juro que yo notaba la vibración de esos cientos de chinos procreando a todo meter aquella noche. Chinos haciendo chinos. Bush gastándose dinero en la guerra de Irak, Europa con su construcción, y los chinos mientras haciendo nuevos chinos. Sentí como un pequeño terremoto movía la cama. Y luego sobrevino una extraña paz: los chinos ya estaban hechos. Me dieron hasta escalofríos. A la mañana siguiente me levanté un poquito perjudicada. PELÍCULA: El resplandor, de Stanley Kubrick. Un hotel de montaña. Aislamiento. Fantasmas. Jack Nicholson, contratado como vigilante invernal, se lleva al hotel a su mujer y a su hijo. El anterior vigilante, el señor Brady, se volvió loco y mató a su mujer y a sus hijas a hachazos. Ahora, el hijo de Nicholson oye voces, tiene visiones y presiente un crimen. Redrum, dice con voz ronca. Redrum. Escribe esa palabra con pintalabios sobre una puerta. Reflejado en el espejo lee: Murder. Asesinato. El niño, Danny, recorre los pasillos del hotel en un triciclo. Ese niño es ZP por los pasillos de La Moncloa. Gira una esquina, y sigue. Y sigue, sigue, sigue y otra esquina, y sigue, sigue y junto al ascensor se le aparecen Ibarra y González, vestidos de hermanas gemelas, como las hijas de Brady. El hotel tiene un pasado difícil de borrar. A partir de aquí les ofrezco diferentes opciones. La más clásica: José María Aznar, en el enorme salón de la planta baja donde ha instalado su despacho, teclea sin cesar: “Yo dije la verdad y los demás mintieron. Yo dije la verdad y los demás mintieron. Yo dije la verdad y los demás mintieron. Yo dije la verdad y los demás...”. Esta versión tiene un inconveZP es un niño muy niente grave: la imagen de Aznar con la mirada estrábica persitravieso, y muy guiendo a ZP con un hacha es deespañol, si me permite masiado realista. Otra opción: quien teclea obsela observación. Creo sivo es Maragall. Nicholson llenaba miles de folios con una sola fraque debería darle se: “No por mucho madrugar amaun escarmiento nece más temprano. No por mucho madrugar amanece...”. Adaptado para Maragall: “Tanto monta monta tanto catalán o valenciano. Tanto monta monta tanto catalán o valenciano. Tanto monta monta tanto catalán o valenciano”. Nicholson dialoga con sus alucinaciones. En una conversación de cortesía exquisita, míster Brady sugiere a Nicholson acabar sin contemplaciones con su esposa y con su hijo. —Danny es un niño muy inteligente, y muy travieso, si me permite el atrevimiento. Quizá merezca un escarmiento, aunque quizá no tenga usted… ¿agallas? Curiosamente, el señor Brady tiene el mismo peinado que Carod-Rovira. MATT —ZP es un niño muy travieso, y muy español, si me permite la observación. Creo que debería darle un escarmiento. Aunque quizá no tenga usted… ¿agallas? Díficil casting para el papel de la madre de Danny/ZP, porque a simple vista parece que María Teresa Fernández de la Vega le da un guantazo a Jack Nicholson y se acaban las tonterías, el hacha, las alucinaciones y la película. A Carmen Calvo tampoco le va el papel, por edad y porque correríamos el riesgo de desplazar la complicidad del espectador hacia el psicópata. Si optáramos por la versión clásica, con Aznar, la madre ideal de ZP es Rajoy, aunque seguiríamos en las mismas: la imagen de Aznar persiguiendo a Rajoy con un hacha es demasiado realista. Aznar persiguiendo a cualquiera con un hacha es demasiado realista. Interesante Acebes como alucinación. Pero regresemos a la opción Maragall/Nicholson. En el laberinto nevado: bajo la tormenta, arrastrando una pierna, algo encorvado, Maragall persigue a ZP armado con un stick de hockey. Final abierto. Las legislaturas son muy largas. EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 16 LECTURA l l b b l b Soldados de la I División de Marines toman posiciones en una casa situada en la zona oeste de Faluya. AP CRÓNICA DE UNA BATALLA b En Faluya, con la Compañía Bravo DEXTER FILKINS O cho días después de que las tropas de Estados Unidos entraran en la ciudad a pie, dos marines subían por las oscuras entrañas de un minarete agujereado por los proyectiles de un carro de combate estadounidense. Mientras los marines subían paso a paso, desde arriba llegó una ráfaga disparada por un insurgente oculto en lo alto de la torre. Las balas dieron al primer soldado en la cara y su sangre salpicó al que iba detrás de él. El que iba detrás se tambaleó y cayó por la escalera, mientras que el soldado de primera clase William Miller, de 22 años, quedó tendido en mitad de la escalera, mortalmente herido. “¡Miller!”, llamaron los marines que estaban más abajo. “¡Miller!”. En ese momento, el mandamiento casi místico de los marines de no dejar nunca atrás a un compañero se apoderó del grupo. Uno tras otro, los jóvenes soldados irrumpieron en el minarete, hacia la oscuridad y los disparos, y subieron por las escaleras. Después de cuatro intentos, el cuerpo sin vida del soldado Miller salió de la torre, en brazos de sus camaradas, medio asfixiados y cubiertos de polvo. Se aproximaban más rebeldes y los marines tuvieron que correr entre ráfagas de metralleta para volver a la base. “Intenté tener cuidado, pero tenía que sacarlo, ¿lo entiende?”, decía después el soldado de primera clase Michael Gogin, de 19 años. Así transcurrieron ocho días de combate por esta ciudad iraquí, el periodo más sostenido de lucha callejera que han vivido los estadounidenses desde la guerra de Vietnam. La proximidad —a menudo, los soldados estaban tan En ocho días de lucha, la Compañía Bravo sufrió 36 bajas, entre ellas seis muertos, lo cual quiere decir que los hombres de la unidad tuvieron una posibilidad entre cuatro de resultar heridos o muertos en poco más de una semana Para un corresponsal que ha cubierto media docena de conflictos armados, los combates a los que asistí en Faluya fueron una experiencia distinta, un salto hacia otro tipo de lucha La intimidad del combate, la inmersión en la guerrilla urbana era un fenómeno nuevo para esta generación de soldados, pero es un tipo de lucha que probablemente volverán a vivir cerca que podían mirar a los ojos al enemigo— daba a la lucha una intensidad infernal. Para un corresponsal que ha cubierto media docena de conflictos armados, incluida la guerra de Irak desde su comienzo, en marzo de 2003, los combates a los que asistí cuando acompañaba a una unidad de primera línea en Faluya fueron una experiencia distinta, un salto hacia otro tipo de lucha. Desde los primeros cohetes procedentes de la ciudad mientras se aproximaban los marines, el ruido y la sensación de la batalla me parecieron completamente extraordinarios; otras veces, casi irreales. La intimidad del combate, la inmersión en la guerrilla urbana, era un fenómeno nuevo para esta generación de soldados estadounidenses, pero es un tipo de lucha que probablemente volverán a vivir: el esfuerzo agotador para derrotar a los guerrilleros atrincherados en una ciudad, en unas calles llenas de señales en una lengua que pocos de nuestros soldados podrían comprender. Hasta ahora, el precio que Estados Unidos ha pagado en esta batalla supera las bajas de cualquier batalla de la guerra iraquí. En situación peligrosa Los 150 marines a los que acompañé, la Compañía Bravo del I Batallón, VIII de Marines, fueron una de las unidades que más sufrieron en combate. Recorrieron la ciudad casi por completo a pie hasta llegar al corazón de la resistencia, en general sin la protección de carros ni vehículos de transporte, mientras se abrían paso por las estrechas calles de Faluya con mochilas de 35 kilos a la espalda. En ocho días de lucha, la Compañía Bravo sufrió 36 bajas —entre ellas, seis muertos—, lo cual quiere decir que los hombres de la unidad tuvieron una posibilidad entre cuatro de resultar heridos o muertos en poco más de una semana. Los sonidos, las imágenes y la atmósfera de la batalla desprendían la misma sensación de antigüedad que la guerra en sí y, por otro lado, toda la novedad del más moderno armamento del Pentágono: el ruido inquietante del cañón del avión AC-130 que sobrevolaba la ciudad por la noche y disparaba contra guerrilleros que, muchas veces, estaban a sólo unos pasos de los soldados estadounidenses; el extraño zumbido del avión no pilotado Ojo de Dragón, cuyas cámaras enviaban en directo imágenes del campo de batalla a la base. La luz de las bengalas de los insurgentes, que iluminaban el campo para poder localizar sus objetivos: nosotros. El empujón nervioso de un marine que buscaba sitio junto a un muro de ladrillo mientras rebotaban por encima balas trazadoras. El silencio entre el ruido del proyectil que abandonaba el mortero y la explosión cuando daba en el blanco. Los gritos de los marines cuando uno de sus camaradas, el cabo Jake Knospler, perdió parte de la mandíbula por una granada de mano. “¡No, no, no!”, gritaban mientras arrastraban al soldado para sacarle de la oscura casa en la que había estallado la bomba. Eran las dos de la madrugada, en una noche negra y sin luna. Nada de lo que vi en los combates se parecía ni remotamente a las escenas que se ven normalmente en la pantalla; sin embargo, muchas veces parecía que era la única realidad. Los proyectiles de mortero y las granadas lanzadas por cohetes empezaron a caer sobre la Compañía Bravo nada más descender sus hombres de sus transportes a la salida de Faluya. Los proyectiles parecían cohetes del Cuatro de Julio, y pasaban por encima de la colina que veíamos ante nosotros como si los dispararan niños, con una lluvia de destellos al estallar. Edificios enteros, minaretes y personas desaparecían en cada descarga de bombas. Un hombre vestido con una dishdasha blanca se arrastraba por un terreno devastado y estaba intentando esconderse detrás de una planta retorcida cuando cayó por una ráfaga de disparos de un carro estadounidense. A veces, las bajas se producían en oleadas, como descargas de ametralladora. La primera mañana de combate, durante una lucha feroz para hacerse con la mezquita de Muhammadia, aproximadamente 45 marines de la III Patrulla de la Compañía Bravo que corrían por la calle 40 se vieron de pronto en el centro de un intercambio de disparos. Cuando la patrulla consiguió llegar al otro lado, en la calle quedaban cinco hombres ensangrentados. Los marines se apresuraron a rescatarlos, como harían días después en el minarete, pero era demasiado tarde para el sargento Lonny Wells, que se desangró hasta morir. Uno de los hombres que arrostraron los disparos para rescatar al sargento Wells fue el cabo Nathan Anderson, que murió tres días más tarde en una emboscada. La muerte del sargento Wells fue un duro golpe para la III Sección; dirigía uno de sus pelotones y había escrito cartas a los padres de los soldados más jóvenes para asegurarles que iba a cuidar de ellos durante la estancia en Irak. “Le encantaba jugar a las cartas”, recordaba el soldado Gentian Marku. “Sabía todas las probabilidades”. En más de una ocasión, la muerte llegó, arrebató a un miembro de la Compañía Bravo y se fue discretamente. El soldado Nick Ziolkowski, apodado Ski, era un francotirador de la compañía. Ziolkowski permanecía horas y horas en un tejado mirando por el visor de su fusil de cerrojo M-40 y espe- A j v l l l EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 rando a que algún guerrillero entrara en su campo visual. El visor era grande y ancho, y el soldado Ziolkowski solía quitarse el casco para ver mejor. Alto, atractivo y sociable, Ziolkowski era uno de los soldados más populares de la Compañía Bravo. A diferencia de otros muchos francotiradores, que son personas que aprendieron a disparar de niños en el campo, Ziolkowski creció cerca de Baltimore, sin ningún contacto con las armas. Aunque Baltimore no tiene playa, la pasión del soldado Ziolkowski era el surf; en Camp Lejeune (Carolina del Norte), base de la Compañía Bravo, era frecuente que organizara todo su día de acuerdo con las mareas. “Lo único que necesito ahora es una playa con olas”, dijo el soldado Ziolkowski durante un descanso de su guardia como francotirador en la Gran Mezquita de Faluya, donde mató a tres hombres en un solo día. En ese mismo descanso, Ziolkowski presagió su muerte. Los francotiradores, dijo, estaban entre los soldados estadounidenses más perseguidos. Según explicó, en la primera batalla de Faluya, en abril, los francotiradores estadounidenses habían sido especialmente letales, y los servicios de información le habían advertido de que en esta ocasión iban a ser blancos preferentes. “Están intentando eliminarnos”, dijo. La bala hizo que el soldado Ziolkowski cayera hacia atrás, sobre el tejado. Estaba sentado, mirando por su amplio visor, a las afueras del barrio de Shuhada, un área controlada por los rebeldes. Se había quitado el casco para mirar mejor. La bala le alcanzó en la cabeza. LECTURA 17 Un pelotón de marines derriba a mazazos una puerta durante un registro casa a casa en Faluya. AP Insurgentes iraquíes abren fuego contra las posiciones norteamericanas. AP Hombres jóvenes, cargas pesadas A pesar de toda la muerte que nos rodeaba, una impresión inevitable que me dejaron los marines fue la de su juventud. Todo el mundo sabe que los soldados son jóvenes; pero es distinto ver cómo unos hombres apenas salidos de la adolescencia —que en muchos casos estaban todavía en el instituto al empezar esta guerra— matan a disparos a otras personas. Los marines de la Compañía Bravo se peleaban por los paquetes de M&M que se incluían en sus raciones. Cuando estaban en el cuartel se dedicaban a corear la canción Copenhagen, de Garth Brooks, un himno a la marca de tabaco de mascar que prácticamente todos compraban. Uno de los miembros más jóvenes de la Compañía Bravo era el cabo Rómulo Jiménez II, de 21 años, procedente de Bellington (Virginia Occidental). El cabo Jiménez se dedicaba a exhibir sus tatuajes —como las llamas que trepaban por uno de sus brazos— y hablar de su Ford Mustang de 1992. Era un miembro muy popular en la II Sección de la compañía, entre otras cosas porque había hecho que se conocieran su hermana y otro marine, el soldado Sean Evans, que habían acabado casándose. En los días anteriores a la batalla, Jiménez llamó a su hermana, Katherine, para pedirle que arreglara el interior de su Mustang antes de que volviera a casa.“Que quede bonito”, le dijo. El miércoles 10 de noviembre, hacia las dos de la tarde, el cabo Jiménez recibió en el cuello el disparo de un francotirador cuando atravesaba con su sección la parte norte de Faluya, junto a la mezquita de Muhammadia y su cúpula de color verde. Murió instantáneamente. Los soldados son jóvenes, pero es distinto ver cómo unos hombres apenas salidos de la adolescencia, que en muchos casos estaban en el instituto al empezar la guerra, mataban a otros Nada de lo que vi en los combates se parecía ni remotamente a las escenas que se ven normalmente en la pantalla; sin embargo, muchas veces parecía que era la única realidad A pesar de su juventud, los marines me parecieron superiores a la gente de su edad que no está en el ejército, por su madurez y su valor. Muchos de los mejores soldados de la Compañía Bravo, sus tiradores más eficientes, tenían 19 y 20 años de edad; algunos dirigían a sus camaradas en maniobras y asaltos. Los tres tenientes de la compañía, cada uno responsable de alrededor de unos 50 hombres, tenían 23 y 24 años. Son un grupo extrañamente anónimo. Los hombres que luchan en las guerras de Estados Unidos parecen proceder siempre de pueblos y ciudades pequeñas, muy lejos de las grandes arterias del país en las costas. Si se pregunta a un grupo de marines de dónde son, la respuesta será una lista de lugares como Pearland (Tejas), Lodi (Ohio), Osawatomie (Kansas). Un ejemplo típico de los marines que lucharon en Faluya es Chad Ritchie, un cabo de 22 años de Keezletown (Virginia). El cabo Ritchie, un hombre discreto, con gafas, que trabajaba para los servicios de información, decía que estaba encantado de salir del pueblo de su infancia, pero que a veces echaba de menos las reuniones de los viernes por la noche en los campos. “Encendíamos una hoguera, acercábamos los camiones marcha atrás y abríamos la parte trasera, y siempre había alguien que tenía altavoces”, explicaba. “Bebíamos cerveza y contábamos historias”. Como muchos jóvenes de la Compañía Bravo, el cabo Ritchie decía que se había alistado en los Marines porque anhelaba más aventuras de las que su pueblo podía ofrecerle. “Los que se quedaron viven aún con sus padres y ganan siete dólares por hora”, decía Ritchie. “Yo no voy a ser uno de esos que, en la vejez, dicen: ‘Me habría gustado hacer esto. Me habría gustado hacer aquello’. De vez en cuando hay que hacer algo difícil, algo con lo que uno no se siente cómodo. Una persona necesita comprobar sus instintos”. Resistencia bajo el fuego Los marines como el cabo Ritchie demostraron una y otra vez su valor en Faluya, pero eso no quiere decir que no tuvieran miedo. Una noche, mientras la Compañía Bravo descansaba en el edificio de la Guardia Nacional Iraquí, en pleno corazón de la ciudad, empezó a caer fuego de mortero que se iba acercando cada vez más. Los insurgentes estaban encerrando el edificio, disparando a derecha e izquierda del blanco y afinando progresivamente el tiro. En los pasillos, llenos de hombres acampados para pasar la noche, se oían rezos susurrados entre las explosiones. Después de 20 intentos, el bombardeo se detuvo de forma inexplicable. Otra noche, especialmente sombría, un grupo de marines de la I Sección dieron la vuelta a una esquina para subir por un callejón y se encontraron con unos hombres que venían de frente vestidos con uniformes de la Guardia Nacional Iraquí. Los uniformes eran tan perfectos que incluso llevaban trozos de cinta roja y blanca, la señal establecida para indicar a los soldados estadounidenses que el portador era un iraquí amigo; a cualquier otro se le podía matar. Los marines, al ver la cinta, saludaron, y los hombres con uniforme iraquí abrieron fuego. Un estadounidense, el cabo Anderson, murió de forma instantánea. Uno de los heridos, el soldado de primera clase Andrew Russell, quedó tendido en la calle gritando del dolor que le producía una pierna casi amputada. Un grupo de marines se abalanzó hacia los disparos para sacar a sus compañeros. Pero la emboscada y el tiroteo posterior fueron el suceso que más trastornó a los hombres de la Compañía Bravo. En la oscuridad, los soldados empezaron a discutir. Otros se quedaron de pie en medio de la calle. Mientras el líder de la sección, el teniente Andy Eckert, intentaba hacerse cargo de la situación, sus hombres parecían al borde del pánico. “Todo el mundo estaba asustado”, contó después el teniente Eckert. “Y si el líder no puede controlarse, la unidad no aguanta”. La unidad aguantó, pero sólo después de que interviniera el jefe de la compañía, el capitán Read Omohundro. A lo largo de la semana, el capitán Omohundro consiguió en repetidas ocasiones que sus hombres no se rindieran gracias a su actitud decidida y su calma bajo el fuego. En las primeras 16 horas de combate, cuando la lucha era continua y la amenaza de muerte estaba constantemente presente, el capitán Omohundro nunca se inmutó ni dejó de conducir a sus hombres por los laberintos y callejones de Faluya con un extraordinario sentido del espacio y el tiempo, con la capacidad de detectar al enemigo y tener localizados a sus hombres, incluso en la oscuridad, siempre sereno. “Maldita sea, seguid avanzando”, dijo el capitán Omohundro, y sus hombres, aliviados por recibir órdenes en medio de la anarquía, le obedecieron sin perder tiempo. Un poco más tarde, el capitán Omohundro, un tejano de 34 años, reconocía que había notado la tensión de la batalla, pero explicaba que hace mucho tiempo que se entrenó para no dejar ver cualquier atisbo de inseguridad. “No es que no sienta dudas”, explicó, “pero, si lo dejara notar, todo se vendría abajo”. Cuando terminó la lucha, un perro empezó a seguir a la Compañía Bravo por las calles destrozadas de Faluya. Al principio se echaba ante uno de los edificios que ocupaba la compañía, entre vehículos de transporte. Luego, a medida que las tropas avanzaban, aquel perro sarnoso se escabullía detrás de ellos, tanto en los registros de casas como en las patrullas a pie, siempre a distancia, pero sin perder de vista a los marines. La Compañía Bravo, cuyo propio aspecto era cada vez más harapiento a medida que recorría Faluya, abandonó por un momento su fila india. “Seguid atentos”, ordenó el capitán Omohundro a sus hombres. “Esta guerra no ha terminado todavía”. ©The New York Times Traducción de M. L. Rodríguez Tapia EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 Pasatiempos DAMERO MALDITO VIRGINIA MONTES 1 B 2 A 12 C 13 M 24 H 25 Q 35 N 36 47 F 48 14 6 F 7 D 8 H 17 B 18 E 19 D 20 J 29 G 30 I 39 D 40 I 41 C 42 G 51 I 52 L 53 D 54 F 3 Q 4 N 15 A 16 O 26 M 27 O 28 E 37 O 38 J J 49 A 50 C Q HORÓSCOPO LEONOR ALAZRAKI 5 O 9 G 10 J 11 P L 21 K 22 N 23 P 31 M 32 K 33 P 34 L 44 L 45 E 46 B 55 H 57 G 68 Q 69 F 80 B . 43 K 56 J , 58 A 70 H 59 E 60 C 61 P 62 K 63 D 64 A 71 E 72 K 73 G 74 B 75 C 65 76 I D 66 N 67 E 77 I 78 Q 79 M . 81 P 82 O 83 E 84 M 85 N 92 K 93 B 94 F 95 M 96 D 103 C 104 G 105 F 107 B 106 E 86 97 L H 108 O 87 D 88 Q 89 H 98 A 99 P 100 N 109 H 110 C 111 G 101 J 90 J 102 L 91 C . A. Disminuyen, rebajan, cercenan .......................................................................................................... B. Parte carnosa y redonda de un miembro, especialmente la de los brazos, muslos y pantorrillas .................................................................................................................................................... ––– ––– ––– ––– ––– ––– 98 64 58 15 2 49 ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– 74 107 1 93 46 17 80 C. Deslumbren, turben la vista ................................................................................................................ ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– 75 12 50 110 103 91 60 41 D. Sabios, doctos o instruidos ............................................................................................................ ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– 19 96 39 63 53 7 87 76 E. Que no duermen, desvelados .............................................................................................................. ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– 59 106 83 36 71 67 18 45 F. Lugar de las montañas elevadas donde se conserva la nieve todo el año ............................ ––– ––– ––– ––– ––– ––– 54 105 94 6 47 69 G. Quemadas, tostadas, ardientes .................................................................................................... ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– 111 9 104 73 42 29 57 H. Montón de arena casi a flor de agua, en paraje en que el mar tiene poco fondo (plural) .... ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– 55 109 24 8 97 89 70 I. Cabo que sujeta la cabeza de un mástil al pie del más inmediato, para impedir que caiga hacia la popa .................................................................................................................................... ––– ––– ––– ––– ––– 51 65 77 40 30 J. Alza o revoca la prohibición que una cosa tenía ...................................................................... ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– 101 48 38 90 10 28 56 K. Da empuje para producir movimiento .......................................................................................... ––– ––– ––– ––– ––– ––– 72 32 62 43 21 92 L . Fieras, espantosas, airadas y terribles a la vista. Dícese especialmente de las miradas .... ––– ––– ––– ––– ––– ––– 86 20 34 52 102 44 M. Camino situado en lo alto de una muralla, detrás de las almenas ........................................ ––– ––– ––– ––– ––– ––– 84 79 31 13 26 95 N. Escolta o guardia que se destina para llevar con seguridad y resguardo alguna cosa por mar o por tierra ................................................................................................................................ ––– ––– ––– ––– ––– ––– 35 66 100 22 4 85 O. Llama uno a otro en su favor y auxilio ........................................................................................ ––– ––– ––– ––– ––– ––– 27 37 5 16 108 82 P. Ricos, fértiles, abundantes ............................................................................................................ ––– ––– ––– ––– ––– ––– 99 81 23 61 33 11 Q. Concreción de poco volumen ........................................................................................................ ––– ––– ––– ––– ––– ––– 3 78 88 14 68 25 CRUCIGRAMA EDUARDO DELGADO 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Horizontales: 1. Socio de Rolls. Mafia oriental / 2. Presa con 111 metros de altura. Zona con dunas / 3. Envoltorios de pa- tatas. Bullock estrella de Hollywood / 4. Tipo de tejido. Percibir de modo subliminal / 5. Hínquele el diente al hueso. Pisa el freno. Causa de un viaje (?) / 6. Perros cazadores. L´“–”, auditorio milanés. Beba con sentido crítico / 7. Vía de administración. Suda la camiseta. No te metas en camisa de once “–” / 8. Detalle del concertista. Pueblo de cultura védica. Cdad. bética / 9. Combustible del horno. Mostrarse pasmado / 10. Tiran por el camino más corto. Competidor de Hertz. Tiene pagos pendientes / 11. Quite las cadenas. Sujeción metálica. Une en el crisol / 12. Troya lo sufrió durante 10 años. Estado árabe. Tecnológica del Nasdaq. Verticales: 1. Embolsada / 2. Delanteros centros / 3. Ilie tenista / 4. Asignatura de la ESO. Volved marchito / 5. Características faciales. Nicolò constructor de violines / 6. Se aventurase. Resto humano / 7. Tubérculo exótico. Continuador de Feng / 8. Totum revolutum. Accesorio de danza / 9. Calar hasta los huesos. MOMA: Nueva York; “–”: Valencia / 10. Extremo de la mansión. Coloree el peluquero / 11. Al televisiva. Engañan en los recados / 12. Sabino del PNV. Usar las gafas / 13. Clark de Krypton. Espacio torácico / 14. Formar olas. Comienzo de novela / 15. Monárquico ruso. Protegido de Yahvé / 16. Muestras de virtuosismo. Como la casa de don Juan Carlos. ARIES 20-21 de marzo a 19-21 de abril Consolidarán las bases para futuros acuerdos, que se concertarán en su momento. Se verán animados, algo nerviosos y plenos de expectativas. Su entorno procurará entenderles, aunque no lo haga del todo. Sin embargo, seguirán adelante en sus convicciones. TAURO 19-21 de abril a 20-22 de mayo Seguirán en sus temas con ilusión y alegría y se afianzarán en los que les importan. Si bien no será una semana de grandes novedades, lograrán sus propósitos y se sentirán cada vez mejor con su gente. Les favorece hacer ejercicios de relajación o de meditación. GÉMINIS 20-22 de mayo a 21-22 de junio Despertará su mente a nuevas aspiraciones. Harán planes y proyectos diferentes. Querrán que todo se resuelva con rapidez, pero se darán cuenta de que en estas fechas hay retrasos impensables. Aun así, mantendrán su buen humor y pondrán toda su energía para resolver los problemas que se presenten. CÁNCER 21-22 de junio a 22-23 de julio No escatimarán esfuerzos para lograr sus propósitos e insistirán en lo que buscan obtener. Les convendrá no apresurarse y dejar que los hechos fluyan y se den a su tiempo. Tendrán la ayuda de sus amigos o familiares y se verán comprendidos. Deberán aprender a esperar. LEO 22-23 de julio a 22-24 de agosto Sortearán algunos obstáculos y se les notará distendidos y con mejor humor. Harán planes para el futuro y entenderán que lo vivido en el año les ha servido de experiencia. Avanzarán económicamente y se acercarán a los suyos con afecto. Recibirán gratas noticias. VIRGO 22-24 de agosto a 22-24 de septiembre Se notarán diferentes y no siempre mostrarán sus sentimientos a su entorno por temor a que no se les comprenda. Por una parte, tendrán un montón de ideas nuevas, y, por otra, las ocultarán. Esta dualidad no les permitirá acceder a sus deseos tan pronto como quieren. LIBRA 22-24 de septiembre a 23-24 de octubre Programarán algunos viajes que hace tiempo anhelan realizar y se verán satisfechos cuando lo consigan. Pero deben hacer cuentas y no pasar dificultades más adelante por un excesivo gasto. Les ayudará ajustarse a su presupuesto y pensar en itinerarios factibles. ESCORPIO 23-24 de octubre a 22-23 de noviembre El tema amoroso estará en su mente en estos días, y les beneficia acercarse al ser que quieren, sentirse felices y pensar en planes diferentes juntos ante las próximas fiestas. Se encontrarán activos y acariciando nuevas posibilidades de bienestar. Pero no les interesa hacer castillos en el aire. SAGITARIO 22-23 de noviembre a 21-22 de diciembre Tomarán sus temas muy en serio y no permitirán que nadie interfiera en los mismos. Por momentos se sentirán agobiados y con grandes deseos de que pase pronto este mes. Pero también festejan su cumpleaños y les llegarán regalos y novedades muy favorables. CAPRICORNIO 21-22 de diciembre a 20-21 de enero Desearán ir despacio en sus asuntos y no dejarse llevar por la vorágine del mes. Querrán meditar cada paso que den, y que a su alrededor no le impliquen en tareas que ahora mismo no desean hacer. Querrán vivir en calma, en medio de un mes en que todo se apresura y poco se aclara. ACUARIO 20-21 de enero a 18-19 de febrero Recibirán muchas invitaciones, tanto de fuera como cercanas. Querrán cumplir con todas, pero no podrán hacerlo. Entonces decidirán acudir a los actos más importantes y dejar los otros para una mejor oportunidad. Así, se encontrarán más seguros y, además, aliviados. PISCIS 18-19 de febrero a 20-21 de marzo Se centrarán en su familia y en las personas a las que tienen afecto y no se distraerán en pequeñas cosas. Llevarán a cabo sus metas sin permitir injerencias ajenas. Esta disposición les facilitará conseguir lo que buscan y apartarse de todo lo que les distrae o perturba. EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004 PASATIEMPOS AUTODEFINIDO TARKUS BECKETT TEATRAL OFRENDA FLORAL INCLUSO AHORA LA MEJOR AULA CAPITAL DE ESP. NATIVOS SABIO DE CINE FUERZA INGLESA RACIÓN DE MARINOS NI …, NI MENOS IZQUIERDA DE SIMBAD CARGA DEL BURRO UNIDADES GRANJERAS USAN LAS ALETAS ZAGALAS BURLONA EXPOSITOR DEL SIMO BUENA SEÑAL (?) TOCOMOCHO ESTRUENDOSA SANTUARIO MORMÓN TROZOS DE PAN ANTIGÜEDAD ESCLAVA DE ÓPERA PERROS JAPONESES ESPECTRAL ARTISTA DE LA FOTO TELLADO AUTORA METER EN EL BOTE PROST PILOTO EXPIRACIÓN AVIZORASE BRUSCA UNO DEL REPARTO CIUDAD MARROQUÍ ALLÍ ESTÁ LA LÍNEA VOCAL DE LA ILIADA HERMANA DEL ARPA GENTES DE CARDIFF PONED ARRIBA CAPITÁN COJO ORCA DE SEA WORLD ACUDÍA CONCEDER VIRTUD ACROBÁTICA SERVIBLE EXENTA DE TRABA JO EXCESO GASTRONÓMICO AVE DE PRESA LARGO PERIODO ENVALENTONARSE CRUCIGRAMA BLANCO MAMBRINO 1 2 3 4 5 6 7 8 SOLUCIONES 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Horizontales: 1. Si alguien ha perdido el coco, puede estar por ahí rodando. Como Sam Peckinpah en 1974, seguido del 21 vertical / 2. Quema y la pide el fumador; no hay que ser una lumbrera para saberlo. Extraña y chocante, por extranjera. Alargue… la pata, reduciendo la estirpe / 3. Litio. La tienda india. Trineos rusos tirados por caballos... y una corista descompuesta. Aplazad, dejad para más adelante / 4. Me “– – –” , me uní a algo para siempre. La ciudad andaluza del castillo de Santa Catalina. Los verás en un segundo. Si el cebón y el pollino pusieran cada uno de su parte, el día de mañana tendrían esto / 5. Pieza triangular de tela, que se añade a las prendas para darles el ancho necesario. El río que separa España de Francia. Percibí la fragancia. La Ryan que encontró Harry / 6. Los dientes del tenedor. Abundante, completa; llena hasta los bordes. La nórdica que se interpone entre una sueca y una rusa / 7. Habléis bien de uno. ¿Lo más parecido a un interior?: uno que es menos todavía. Coaligar, conglomerar / 8. Juega el balón a ras de césped. De esto hay pisos, y coches, y vientres. Roberto, narrador argentino. La tercera / 9. Santiago sigue teniendo campo en la Castellana. Composición poética. Admití bajo mi techo / 10. Buen país para viajar en el futuro. El 66966, por ejemplo. Toma para sí. El dios Sol para Cleopatra / 11. Levantar un poco el pie, correr menos al volante. Tan igual, conforme y semejante como el traje del colegio / 12. Y tan pesado y molesto que creo que voy a poneros otro. Dar al hierro o al acero propiedades atractivas. Naves. Verticales: 1. Rodar los ciclistas por terrenos sin cuestas. Sí, me habré “– – –”, pero ya he venido / 2. Estar preparados los hombres de plata por si el diestro los necesita, estar al … Cultiven la tierra / 3. Fin del ultimátum. No hubiese para un bocado, faltase / 4. Estaba fresco, “– – –” dado. Lo que me quiere María Cristina, lo que dejó de hacer Aznar / 5. Erbio. Animan a los que bailan y cantan, y así no se alejan. Cobalto / 6. Arroja el guante hasta quedar medio majareta. La nota de este cura. Tantos direc- tos de saque en el tenis / 7. La pelota. Lo adelantaba más rápido que un sábalo (por la izquierda, naturalmente) / 8. Nombre del dirigente soviético Brézhnev, que en 1968 invadió Checoslovaquia. Ser muy listo, saber más que … chistes hay de ese pueblo / 9. Taxi descapotado. Cóctel de zumo de limón, ron y azúcar / 10. Hacía cocido en Escocia. Naciones Unidas. Hijo de Noé / 11. Sujetáis con cuerdas. Fractura de un hueso por querer ser figura / 12. Vale por dos. Jean Simmons en Hamlet. Norte / 13. Era cristiana. Cerco de la peluca. La extinción del mamut / 14. Para ahuyentar a los gatos... el compañero de Zipi. La antigua banda de Kurt Cobain / 15. Escalera de tijera. Moneda para el discóbolo. Agarrar / 16. Arrasara. Cansina expresión / 17. Humor tétrico que produce tedio, tristeza y… pensil. El hombre que se llevó la tramontana / 18. Atolón. Vaso de cristal para servir dulce de almíbar en la mesa / 19. Preparado para dar fricciones. Molibdeno / 20. Delirio filmado por Hitchcock. De esto hay suelos de barro muy alegres / 21. Véase 1 horizontal. DAMERO MALDITO “La novedad es fruto del olvido. / Vida y amor constantes se renuevan, / mas siempre son los mismos. Todo pasa / y todo vuelve en ronda que no cesa”. Leídas verticalmente las iniciales de las palabras obtenidas con las definiciones dadas, deben decir: R. Molina: Meditación. PROBAD SUCESOR DE TIC VÍCTOR NOVELISTA CRUCIGRAMA Horizontales: 1. Royce. Yakuza / 2. Asuán. Arenal / 3. Sacos. Sandra / 4. Graso. Intuir / 5. Roa. Para. LSD / 6. Canes. Scala. Cate / 7. Oral. Curra. Varas / 8. Bis. Ario. Sev / 9. Retama. Titiritar / 10. Atajan. Avis. Debe / 11. Desate. Laña. Alea / 12. Asedio. Omán. Dell. Verticales: 1. Cobrada / 2. Arietes / 3. Nastase / 4. Rel. Ajad / 5. Rasgos. Amati / 6. Osara. Cráneo / 7. Yuca. Sui / 8. Caos. Crótalo / 9. Ensopar. IVAM / 10. Ala. Tiña / 11. Yasira. Sisan / 12. Arana. Ver / 13. Kent. Cavidad / 14. Undular. Tele / 15. Zarista. Abel / 16. Alardes. Real. ARBUSTO MONTARAZ TIPO DE INSPECCIÓN PROBLEMA DE TRÁFICO TABLA DE CÁLCULO LUGAR DE ALQUILER CUNA DEL ARCIPRESTE INDISPUESTA RIVAL DE DIANA AUTODEFINIDO Horizontales: 2. Ramo. Clamorosa. Utah / 3. Mad. Rebanadas. Aida / 4. Lugareños. Fantasmal / 5. Envasar. Yoko Ono / 6. Alain. Corín / 7. Actor. Atasco / 8. Zar. Iota. Casa. Tac / 9. Galeses. Ahab. Shamu / 10. Subid. Agilidad. Útil / 11. Jara. Sabática. Gula / 12. Catad. Era. Azor. Osar. Verticales: 2. Samuel. Aguja / 3. Magna. Rabat / 4. Todavía. Lira / 5. Ranciedad / 6. Acres. Tos / 7. Leña. Otease / 8. Babor. Rasgar / 9. Más. Iba / 10. Ron. Mala / 11. RAF. Hita / 12. Yoda. Cádiz / 13. Sanyo. Ábaco / 14. Pastoras. Dar / 15. Akitas / 16. Guasona. Hugo / 17. Timo. Status / 18. Nadan. Camila / 19. Halo. Ocular. PÉRDIDA EN EL PAJAR NIVEL SOCIAL CRUCIGRAMA BLANCO (Los 쏔 corresponden a las casillas negras). Horizontales: 1. 쏔 Quiero la cabeza de Alfredo García 쏔쏔 / 2. Lumbre 쏔 Exótica 쏔 Estire / 3. Li 쏔 A 쏔 Troicas 쏔 Posponed / 4. Até 쏔 Jaén 쏔 II 쏔 Cebollino / 5. Nesga 쏔 Bidasoa 쏔 Olí 쏔 Meg / 6. E 쏔 Colmada 쏔쏔 Finlandesa / 7. Alabéis 쏔 Inferior 쏔 Unir / 8. Rasea 쏔 Alquiler 쏔 Arlt 쏔 C / 9. 쏔 Bernabéu 쏔 Silva 쏔 Acogí / 10. Irán 쏔 Capicúa 쏔 Asume 쏔 Ra / 11. Desacelerar 쏔 Uniforme 쏔 / 12. Oneroso 쏔 Imantar 쏔 Naos 쏔. Verticales: 1. 쏔 Llanear 쏔 Ido / 2. Quite 쏔 Labren / 3. Um 쏔 Escasease / 4. Iba 쏔 Gobernar / 5. Er 쏔 Jalean 쏔 Co / 6. Reta 쏔 Mi 쏔 Aces / 7. O 쏔 Rebasábalo / 8. Leonid 쏔 Lepe 쏔 / 9. Axi 쏔 Daiquiri / 10. Cocía 쏔 NU 쏔 Cam / 11. Atáis 쏔 Fisura / 12. Bis 쏔 Ofelia 쏔 N / 13. EC 쏔 Cairel 쏔 Ut / 14. ¡Zape! 쏔 Nirvana / 15. A 쏔 Óbolo 쏔 Asir / 16. Desolara 쏔 ¡Uf! 쏔 / 17. Esplín 쏔 Ramón / 18. Atol 쏔 Dulcera / 19. Linimento 쏔 Mo / 20. Frenesí 쏔 Gres / 21. Véase 1 horizontal. KÁISER ESLAVO ROMPER LAS VESTIDURAS 20 EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004