PDF Diario EL PAÍS - ALCA

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EL PAIS
Domingo
DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
http://www.elpais.es/suple/domingo
Un grupo de niñas atiende a la maestra en el taller de costura de la mezquita de Madrid.
RAÚL CANCIO
Las musulmanas que viven en España defienden su derecho a mantener sus símbolos religiosos
y sus convicciones sin que eso implique renunciar a otras oportunidades. En su inmensa
mayoría inmigrantes, sufren con más intensidad el choque cultural que implica la integración
en una sociedad muy distinta a las suyas y en la que perviven viejos estereotipos frente al islam
LAS VOCES DE LAS EMIGRANTES INMERSAS EN UNA CULTURA DISTINTA A LA SUYA
Ser mujer y musulmana en España
PATRICIA ORTEGA DOLZ
T
enía 26 años
cuando se cubrió
el pelo por primera vez. “Fue en
Madrid y no en
Marruecos”. Fátima había estudiado geografía e
historia en Fez y se había venido
a Madrid, junto a algunos de sus
hermanos, a terminar la carrera.
ENTREVISTA CON
RICARDO LAGOS,
PRESIDENTE DE CHILE
“Nos hemos atrevido
a mirar la verdad
sin esconderla”. 4 y 5
La Morita, como la conocían en
el barrio de Carabanchel donde
vivía, iba y venía a la facultad y
vestía a la europea, “como en Marruecos”. Pero el día que murió
su cuñado en un accidente algo
cambió. “Pensé mucho en la
muerte. En que antes o después
hay que rendir cuentas a Dios y
sentí la necesidad de ponerme el
pañuelo. Hasta entonces no estaba convencida. El velo se lleva
porque se siente. Llevo 13 años
con él, y por eso no encuentro
trabajo”.
A sus 38 años, Fátima, de
ojos grandes y mirada directa, es
madre de tres niños y está casada con un marroquí. Ha hecho
varios cursos de mediadora cultural, pero asegura que, cuando
llega el momento de contratarla,
le piden que se quite el pañuelo.
Desde su casa decorada con
LA TELEVISIÓN
DE BUSH
El éxito de la cadena
Fox News refleja la nueva
mayoría conservadora
en Estados Unidos. 7
“El velo se lleva porque se
siente. Yo me lo puse en
Madrid, y no en Marruecos, cuando me sentí
preparada y convencida.
Hace 13 años, y por eso
no encuentro trabajo”
estilo marroquí, esta mujer que
da órdenes a su marido para que
le limpie los pañales a su hijo
mientras comenta la comparecencia de Aznar en la Comisión
del 11-M que emiten por televisión y que se ríe con él cuando se
habla de machismo, dice sentirse encerrada en contra de su voluntad y de sus capacidades y se
Pasa a la página 2
CRÓNICA
DE UNA BATALLA
Un periodista ha
acompañado a la Compañía
Bravo durante la sangrienta
batalla de Faluya. 16 y 17
ADEMÁS: Inteligencia ‘artificial’, por Paul Kennedy 9 Terror transnacional, por Javier Pradera 12 Las dos caras del PP, por Soledad Gallego-Díaz 13
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
2 SER MUJER Y MUSULMANA EN ESPAÑA
Viene de la página 1
le ilumina la mirada cuando se
pronuncia la palabra “trabajo”.
Ella no es una excepción entre las
musulmanas, en absoluto.
El discurso de las mujeres musulmanas inmigrantes es similar.
En España viven alrededor de
150.000 mujeres de tradición islámica, según los datos del Observatorio Permanente de la Inmigración de 2004, y la mayoría, casi
70.000, son de origen magrebí, según los datos recogidos en un estudio de 2003 sobre la Mujer Musulmana en España, elaborado para
el Instituto de la Mujer por la arabista Gema Martín Muñoz y la socióloga Ana López Sala. Salvando
la pluralidad que siempre subyace
a cualquier colectivo social, son
mayoría las que defienden su derecho a mantener sus símbolos religiosos y sus convicciones sin que
eso implique renunciar a otras
oportunidades.
Ellas sienten que sus voces permanecen ahogadas en un océano
de tópicos y estereotipos y bajo el
oleaje de las dificultades básicas
de integración (papeles, residencia, trabajo…). Apenas encuentran espacios en los que hacerse escuchar y su vida queda casi irremediablemente limitada a la isla de
lo doméstico y familiar.
“Tuvimos una asociación de mujeres en el barrio. Pero, tras el 11-S,
y más aún tras el 11-M, todo cambió. Y ya ni asociación ni nada. Sólo desconfianza”, cuenta Fátima.
Taller de costura y confección en la mezquita principal de Madrid.
“¡Ya está bien!”, exclama Otmani. “Las mujeres musulmanas han
llegado a ser presidentas y vicepresidentas de Gobiernos en países como Irán, Pakistán o Indonesia, antes que en España. El islam, en sí
mismo, no oprime a la mujer. Se
trata más bien de una cuestión de
desarrollo y de derechos y democratización de los países, independientemente de la religión o la cultura que tengan”, dice.
Las consecuencias del 11-M
Si la situación para las mujeres musulmanas inmigrantes ya era complicada, el 11-S, y sobre todo el
11-M, las dejó sin habla. Los atentados hicieron más profundo el abismo que ya separaba al mundo musulmán del español. El temor, casi
paranoico, a un rechazo instintivo
de la sociedad española hizo que
muchas se refugiasen aún más en
su religión y ahondasen en su íntimo cautiverio. Pero, al mismo tiempo, se produjo una especie de efecto rebote de reafirmación y dignidad y muchas comenzaron a llevar
el velo que nunca antes habían vestido. “Fue de un día para otro. Aparecieron mujeres con velo que nunca lo llevaban”, comenta Fátima.
Y, según cuentan, se invirtieron
los papeles. Las más miedosas e inseguras, que coinciden con las provinientes de estratos sociales más
bajos, se enjaularon en sus casas o
se quitaron el hijab (velo), el elemento más identificativo de la cultura islámica, para salir a la calle.
Las más atrevidas y reivindicativas, que antes no lo usaban y que,
por el contrario, provenían de niveles socioculturales más elevados,
se lo pusieron para defender su
identidad al sentir que la sociedad
occidental culpaba a toda una cultura (la islámica) de los terribles
atentados. “Muchas dejaron de venir al taller”, dice Fuzia Firar, conocida como Aziza (la querida), una
marroquí de 43 años que dirige el
taller de costura de la mezquita de
la M-30 de Madrid. “Tienen miedo, aunque ahora ya un poco menos. Aquí vienen mujeres que no
pueden trabajar porque llevan pañuelo, otras que se lo quitan para
poder trabajar y otras que lo llevan, pero que trabajan en casas como empleadas de hogar”, explica.
Según estudios del Instituto de
la Mujer y de la Dirección General
de la Mujer de la Comunidad de
Madrid, la mayor parte de las mujeres musulmanas magrebíes trabajan en el servicio doméstico, pese a que muchas hablan perfectamente castellano y tienen estudios
medios y superiores. Y la mayoría
tienen edades comprendidas entre los 20 y los 50 años.
El taller de costura de la mez-
La libertad religiosa
Jadicha Candela.
Cartel en la mezquita.
Manifestación de mujeres musulmanas en Madrid contra los atentados del 11-M.
Si la situación para
las mujeres musulmanas
inmigrantes ya era
complicada, el 11-S,
y sobre todo el 11-M,
las dejó sin habla
quita se ha convertido en un punto
de reunión en el que, a falta de
otros lugares de encuentro, muchas plantean sus quejas y sus
preocupaciones. En la intimidad
de la habitación de un sótano donde sólo está permitido el acceso a
mujeres; entre máquinas de coser,
retales y maniquíes, musulmanas
de distintos lugares del mundo
(Marruecos, Siria, Palestina…)
comparten sus vivencias. La voz femenina árabe se alza entre esas
cuatro paredes. Y hablan. Hablan
por los codos: de sus vidas, de sus
sentimientos, de sus tradiciones y
de sus tabúes.
De esa conversación espontánea, abierta y precipitada en la que
unas interrumpen a otras resulta
que estas mujeres musulmanas,
EFE
en contra de la visión occidental,
no se perciben a sí mismas como
oprimidas por su religión o su cultura. “El islam respeta profundamente a la mujer. La mujer musulmana se siente libre en su propia
casa. Tienen responsabilidades y
son dueñas de sus vidas. Claro, las
que dependen del marido no, pero
eso como en cualquier otra cultura”, argumenta Nadia Otmani,
una marroquí de 44 años que era
marchante de moda y vivía entre
París y Fez. Y así lo recoge el estudio del Instituto de la Mujer: “La
identidad musulmana no se vive
como una identidad en conflicto
con el desarrollo y emancipación
de las mujeres, sino que ambos elementos parecen integrarse armónicamente en las entrevistadas.”
Y entra de lleno en la cuestión de
fondo: dónde está el límite de la libertad religiosa según los valores
occidentales. Éste es el debate de
fondo que mantiene en vilo a muchos países europeos y que acerca
y aleja al mismo tiempo a las sociedades occidentales y a las musulmanas. Es la clave de la integración cultural o del “choque de civilizaciones”, aún sin resolver. Y el papel de la mujer es crucial en este
punto, dado que, en la mayor parte de las ocasiones, las críticas hacia el islam que se han hecho desde Occidente se han basado en la
interpretación del Corán que menosprecia y reprime a la mujer.
“Las mujeres constituyen un
grupo particularmente vulnerable con respecto a la ideología dominante a la hora de representar
el mundo musulmán”, analiza el
estudio del Instituto de la Mujer.
La mujer se convierte así en “tema fetiche”, “la mujer víctima del
islam”. “La imagen mediática occidental de la mujer velada responde a un paradigma culturalista
que quiere ver entre el islam y Occidente dos modelos sociales antagónicos: uno retrasado, otro moderno”, concluye.
Y lo cierto es que las mujeres
musulmanas encontradas al azar
y buscadas para este reportaje:
unas más tradicionalistas, otras
más adaptadas a la sociedad occidental, otras españolas convertidas al islam, desmienten en gran
medida esos estereotipos que se
les atribuyen.
Aseguran haberse casado por
amor, no mediante matrimonios
concertados, y entienden el divorcio como una posibilidad que está
en sus manos, “aunque no sea la
ideal”. Y no se sienten sometidas a
sus maridos, aunque “el respeto a
él” implique hacerse cargo de las tareas domésticas del hogar y de los
hijos, y, por supuesto, llevar el velo
puesto. Desconocen las técnicas
de la ablación (“¡sólo faltaba!”, exclamó una de ellas al plantear el tema) y aseguran que se practican
“sólo en algunas tribus de países
africanos”. Eso sí, defienden a capa y espada la idea de llegar vírge-
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v
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EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
SER MUJER Y MUSULMANA EN ESPAÑA 3
Musulmanas, en el taller de costura de la mezquita de la M-30 (Madrid).
El islam que crece en España
NARIMÁN, NUR, YOSSRA, Maisoun, Maha, Kinda
y Nur al Huda son las niñas que estudian segundo de la ESO en la escuela de la mezquita de la
M-30 de Madrid. A las 12.30 horas, mientras los
chicos hacen deporte en la cancha de baloncesto, ellas dan clase de costura en el taller que dirige Aziza. “Bueno, es punto de cruz”, puntualiza
una de ellas.
A sus 13 años, despiertas, enérgicas y excitadas por la presencia de una extraña en el taller,
se ríen nerviosamente y, bajo los pañuelos de colores que cubren su pelo, sus ojos y sus oídos permenecen atentos a cualquier movimiento o comentario que pueda suscitar cualquier conversación. Claramente la costura no es lo que más les
divierte.
“Claro, yo preferiría estar haciendo deporte”,
dice Nur, española e hija de padre marroquí y madre siria. “Pero se lo hemos dicho mil veces al director de la escuela y dice que prefiere que no
porque los padres no quieren”, interrumpe Yossra, hija de padres palestinos. “Pero a mí, en mi vida mis padres me han dicho que no haga gimnasia; de hecho, yo hago baloncesto por las tardes
fuera de la escuela”, añade Nur.
Algunas han estudiado antes en colegios españoles, pero aseguran que si no fuera porque
son pocas en clase, les gusta ir a la escuela de la
mezquita. “Aquí me siento en mi ambiente. Nuestros padres creen que es una forma de que aprendamos nuestra lengua y conozcamos nuestros orígenes por si algún día volvemos a nuestro país”.
Muchas sólo llevan el pañuelo para estar en
la mezquita. “Yo, aunque no lo lleve en la calle,
sin pañuelo no puedo estar aquí. No estoy a gusto”, explica Nur. “Yo me lo puse el año pasado y
mi madre no quería porque decía que era muy pe-
nes al matrimonio, tanto las jóvenes como las adultas. Porque, en
este caso, prevalece la idea de que
la que no conserve la virginidad
“es una perdida y dentro de la comunidad musulmana será rechazada y se quedará soltera”, explica
Hanan, una marroquí de 30 años.
“Por eso las madres se preocupan y
van a los centros de salud a que les
hagan pruebas a sus hijas sin que
los médicos españoles lo entiendan”, agrega.
Y en lo que concierne a otro controvertido tema, el de las clases de
deporte para niñas y adolescentes
en las escuelas e institutos, aparece una división curiosa. Las niñas
quieren hacer deporte como los
chicos, pero chocan con algunos
de sus padres y con algunos direc-
Una joven musulmana cosiendo.
queña. Pero yo quiero llevarlo. Quiero que se fijen
en cómo soy por dentro, en cómo hablo, en lo
que digo”, interviene Yossra.
“El pañuelo es una forma de llevar el islam a
la calle. Y demuestra que la mujer es más fuerte
que el hombre porque se atreve a identificarse”,
interrumpe Nur mientras se desconcentra entre
puntada y puntada de hilo. “Yo no me lo he pues-
tores de los colegios musulmanes
que no lo consideran “adecuado”.
Los últimos acontecimientos relacionados con el ingreso en prisión del imán de Fuengirola, Mohamed Kamal, acusado de incitar
a la violencia contra las mujeres en
un libro sobre el papel de las mujeres en el islam, han reavivado el tema de la violencia contra las mujeres y, en concreto, contra las musulmanas. Y ellas no sólo no lo eluden, sino que algunas defienden
que el imán hizo una traducción
correcta de los textos coránicos,
“en el sentido de su literalidad”, y
que no se ha dicho nada de sus
otros libros en los que defiende el
papel de la mujer en el islam.
“En mi país sí que he oído hablar de malos tratos a la mujer,
to todavía porque no me acostumbraría a que me
mirase la gente. No me siento capaz de asumir
esa responsabilidad aún. Y cuando te obligan lo
odias. Yo tengo amigas que se lo quitan cuando
sus padres no las ven. No se trata de llevar una
tela en la cabeza, aunque el pañuelo no es lo más
importante del islam: primero es ser buena persona, tener un corazón limpio, no ir por ahí y tomar
alcohol de discoteca en discoteca”.
Pero, ¿qué pasa en las discotecas?
“Las discotecas están prohibidas en nuestra
religión. Allí pasan muchos pecados: alcohol, drogas, o te sale una gogó. Y a mí me da igual que
otros lo hagan, pero yo no. La mujer que se desnuda ante el mundo no se respeta a sí misma”, aclara Yossra.
“Tampoco nuestra religión permite las relaciones prematrimoniales”, dice Kinda. “Si no te gusta el chico con el que te casas, pues te divorcias
y punto”, responden varias a coro a la pregunta
de si te equivocas en la elección.
Todas aseguran que se sintieron rechazadas
tras los atentados del 11 de marzo y que a muchas amigas suyas sus padres les quitaron el pañuelo. “La sociedad española nos hacía sentirnos
culpables”, dice Yossra. “Pero no se es musulmán por decirlo, por el nombre, se es por lo que
se hace. Los que hicieron eso no eran musulmanes”, concluye.
Estas niñas, que rezan cinco veces al día y
que comparten sus vidas alternativamente con
españoles musulmanes y con españoles cristianos “que nos preguntan y a los que les tenemos
que explicar muchas cosas”, ven su futuro como
abogadas,profesoras, cirujanas, diseñadoras, periodistas o farmacéuticas portadoras del islam
que crece en España.
pero nunca había visto, como
aquí, que los maridos las matasen”, dice Jola, una mujer siria
de 26 años que llegó a España hace tres.
Los casos de violencia doméstica sufridos por musulmanas
existen en España, pero no son los
más representativos. De hecho,
Montserrat Comas, presidenta del
Observatorio de Violencia Doméstica, ha asegurado que las denuncias de extranjeras no son superiores a las de las españolas, aunque
es posible que sea porque muchas
no denuncian las situaciones de
maltrato.
“La gente está equivocada. El
Corán ensalza la valía de la mujer.
Lo de ir tapadas es para no ser vista sólo como objeto de deseo se-
En España, el modelo de
integración aún no está claramente definido, aunque,
tras la polémica de Fátima
Elidrisi, se optó por dejar
el velo en la escuela
xual. El pañuelo no nos oprime,
nos dignifica”, explica una madre
que recoge a su hija del colegio y
que se mete en la discusión.
Las fórmulas para resolver este
profundo conflicto de valores simbolizado por un pañuelo, pero que
enfrenta a dos civilizaciones y que
se impone con la realidad de la inmigración en los países occidentales, son ensayadas en la actualidad
y no están exentas de debate.
En Francia, recientemente se
ha adoptado un modelo de integración asimilativo basado en la laicidad del Estado y se ha prohibido el
uso del velo en las escuelas. Medida que ha suscitado importantes
controversias.
En Alemania, en cambio, donde la mayor parte de la inmigración musulmana es de origen turco y donde se permite el uso del pañuelo en las escuelas, se ha abierto
un debate porque la excesiva tolerancia y el respeto a la religión islámica ha permitido situaciones en
las que no se respetan los derechos
de la mujer musulmana, según refleja un reciente reportaje publicado en Der Spiegel.
En España, el modelo de integración aún no está claramente definido, aunque, tras la polémica de
la niña Fátima Elidrisi (verano de
2002), se optó por dejar que las niñas que quisieran fuesen con velo
a la escuela.
Las musulmanas inmigrantes
luchan por su aceptación y por conseguir crecer en la sociedad de acogida con su identidad. Las musulmanas conversas, más movilizadas y organizadas, luchan contra
los estereotipos dominantes “que
malinterpretan el islam y perpetúan así algunas aberraciones y
por una lectura democrática e igualitaria del Corán”, en palabras de
Jadicha Candela, presidenta de la
asociación de mujeres musulmanas españolas An-Nisa y abogada
asesora del grupo parlamentario
socialista. Ella asegura que el principal objetivo de su organización
es evitar una interpretación machista del Corán. “Religión, democracia y derechos fundamentales
son conciliables. Y cuando la libertad religiosa choque con algún derecho fundamental, será el Tribunal Constitucional quien establezca qué derecho debe prevalecer”.
Reportaje fotográfico Raúl Cancio
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
4 ENTREVISTA
Ricardo Lagos encara la recta final de su
mandato, a un año de las presidenciales,
“con la conciencia tranquila” y el logro de
que ya nadie en Chile se atreva a negar la
evidencia: que la violencia sistemática de
derechos humanos fue una política de
Estado durante la dictadura de Pinochet.
Así lo confirma el Informe de la
Comisión sobre Prisión Política y
Tortura presentado hace una semana
RICARDO LAGOS
PRESIDENTE DE CHILE
“Nos hemos
atrevido a mirar
la verdad sin
esconderla debajo
de la alfombra”
L
l
Ricardo Lagos, presidente de Chile.
FRANCESC RELEA
T
reinta y un años
después del golpe
del general Pinochet y 14 desde la recuperación de la democracia, los chilenos tienen la oportunidad de conocer con todo lujo de detalles el alcance y las consecuencias que tuvo la tortura como política de Estado. Por qué tantos años de espera,
tantos años de silencio. “Por miedo”, dijo el presidente Ricardo Lagos hace una semana, cuando presentó al país el Informe de la Comisión sobre Prisión Política y
Tortura, encargado por el jefe del
Estado. Un documento de más de
1.300 páginas en el que 28.000
víctimas describen las brutalidades que cometieron los torturadores de la dictadura. “Durante muchos años dijimos: queremos saber la verdad. Pues bien, hoy en
Chile se sabe la verdad”, dice el gobernante, de 66 años, en el comedor presidencial del Palacio de la
Moneda, donde el miércoles almorzó con EL PAÍS. Lagos encara la
recta final de su mandato, a un año
de las elecciones presidenciales,
“con la conciencia tranquila” y el logro de que ya nadie en Chile, ni los
militares, ni la derecha ex pinochetista, se atreva a negar la evidencia:
que la violación sistemática de derechos humanos fue una política
de Estado durante la dictadura.
La conversación comienza con
varias preguntas que lanza al aire
el entrevistado: “¿Cuántos países
han elaborado un informe así?
¿Cuántos países se han atrevido a
hacer un informe para escuchar a
las víctimas de la represión, la detención y la tortura? Los comisionados llegaban a cualquier rincón
de Chile y se anunciaban: ‘Viene
la comisión a escuchar testimonios. En nombre del presidente de
“Los funcionarios de la
comisión escuchaban
los testimonios. Para
muchos, era la primera vez
que contaban en voz alta
el infierno que vivieron”
“Ésta es una comisión para
investigar la verdad de lo
que pasó, no es un tribunal
de justicia. Una cosa es decir: esto ocurrió, y otra decir: éstos son los culpables”
“Creo que aprobaremos
reformas constitucionales
importantes; buena parte
de los enclaves autoritarios heredados de la
dictadura desaparecerán”
la Republica, he sido comisionado
para escuchar el relato de lo que le
ocurrió’. Y las víctimas hablaron”.
Pregunta. ¿Qué consecuencias desearía que tuviera el informe?
Respuesta. En primer lugar,
se le debía a más de 30.000 personas un reconocimiento de que no
son delincuentes. Hasta ahora, sobre quienes estuvieron en la cárcel
había la sospecha: algo habrían hecho. Esa sensación de ciudadanos
de segunda clase terminó. Mucha
gente me ha dicho que no quiere
indemnización. “Me basta con ver
mi nombre en esta lista”. Algunos
incluso me piden un certificado,
para explicar a sus hijos que estuvieron presos por sus ideas. Nos
hemos atrevido a mirar la verdad,
sin esconderla debajo de la alfombra. Pero no quiero seguir permanentemente mirando esto, porque
los desafíos de Chile son otros.
P. ¿Qué sintió cuándo leyó el
informe?
R. La vicepresidenta ejecutiva
de la comisión, María José Sepúlveda, una mujer que ha dedicado
su vida a la defensa de los derechos humanos, me dijo: presidente, yo creía saberlo todo, y lo que
he encontrado en este informe son
cosas que nunca pensé que podían
existir. De alguna manera me preparó para lo que venía. La primera
vez que leí el informe hubo un momento en que no pude seguir. Era
tan fuerte que tuve que salir a respirar. Estaba con mi esposa en Caleu [residencia de fin de semana
de Lagos]. Me fui a caminar por
unos cerros. Regresé y seguí leyendo. Más que indignación, me asaltaba la pregunta de cómo podía
ocurrir aquello en la sociedad chilena. La comisión trabajó con más
de 80 funcionarios, profesionales
muy jóvenes, asistentes sociales,
abogados, psicólogos… Escuchaban los testimonios de personas
RAÚL CANCIO
que en pleno relato se quedaban
sin habla, sin poder continuar. Para muchos, era la primera vez que
contaban en voz alta el infierno
que vivieron.
P. Las organizaciones de las
víctimas echan en falta la lista de
los torturadores.
R. Ésta es una comisión para
investigar la verdad de lo que pasó, no es un tribunal de justicia.
Una cosa es decir: esto ocurrió, y
otra decir: éstos son los culpables.
Decir quiénes son los torturadores
implica un esfuerzo que sólo pueden hacer los tribunales de justicia. Hasta ahora, la teoría en Chile
era que hubo excesos. Pero cuando tengo en mis manos un informe de esta envergadura no puedo
seguir diciendo que en Chile hubo
excesos o casos aislados. Aquí hubo una política institucional que
conducía a esto. El paso siguiente
de decir quiénes son los torturadores corresponde a otras instancias.
P. Pero la comisión sí podría
pedir que se haga justicia.
R. La comisión no es una instancia judicial. La Comisión Rettig estableció en 1991 la existencia
de 3.000 detenidos-desaparecidos y ejecutados políticos, cuya
existencia el Estado negaba. Y estableció un conjunto de reparaciones para sus familiares. Los trabajos de la comisión terminaron en
este punto. Actualmente, varios
generales retirados están presos
por casos de ejecuciones políticas.
Y eso no está en el Informe Rettig.
P. Después de la presentación
del informe sobre la tortura, la Marina chilena reconoció que, tras el
golpe de Pinochet, en el buque escuela Esmeralda se torturó a detenidos políticos. Como jefe del Estado, ¿no sería un gesto retirar este
buque, por lo que significa de símbolo de la represión?
R. ¿Qué gesto? El símbolo por
excelencia del drama fue el esta-
dio Nacional de Santiago, donde
se torturó y asesinó. No podíamos
cerrar nuestro estadio Nacional y
dejar de ver nuestros importantes
triunfos deportivos. Cuando asumió como presidente Patricio
Aylwin hubo un gran acto en
aquel recinto. De repente, un grupo de muchachos desplegó una gigantesca bandera chilena que cubrió todo el césped. Todo el mundo se puso en pie y aplaudió. Fue
una forma de decir: ahora, el estadio es distinto.
P. Después de tantos de años
de mentiras, ¿puede Chile confiar en instituciones como las
Fuerzas Armadas, el poder judicial, la prensa, los políticos, que
negaron hasta fecha reciente la
existencia de torturas y otros crímenes durante la dictadura?
R. Los nazis negaban que había campos de concentración y cámaras de gas. Está en la estructura
del ser humano mentir y negar la
verdad. Porque esto que se negaba, la tortura, no es ninguna novedad para muchos de nosotros, que
sí sabíamos. Ninguna de estas instituciones que usted menciona niega ahora la veracidad de lo que dice el informe. No he escuchado
ninguna voz que hable de mentira.
Lo más que han dicho es: digan las
causas que provocaron esto, explique el contexto. Trece años atrás,
cuando el Informe Rettig, la mitad
del país dijo que era mentira.
P. ¿Es una manera de cerrar
la transición inconclusa de la dictadura a la democracia?
R. Es un paso muy importante, pero las violaciones de los derechos humanos constituyen un capítulo que no cierra. Siempre quedan las heridas. Sí habla de un
país democráticamente más sólido y más fortalecido, al que el
mundo mira con un cierto respeto porque se atreve hacer lo que es
difícil hacer.
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EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
P. Esto le pilla a usted en la recta final de su mandato. ¿Qué asignaturas pendientes tiene Chile?
R. En lo político, seguimos sin
tener un sistema electoral equitativo. Creo que aprobaremos reformas constitucionales importantes, buena parte de los enclaves
autoritarios heredados de la dictadura desaparecerán; pero el desacuerdo con la derecha impide
acabar con el sistema electoral vigente, donde el 66% es igual al
34%, en el sistema binominal.
No cambiará porque a la derecha
no le conviene. En segundo lugar, tenemos que plantear con toda crudeza la distribución de ingresos. Si bien hemos disminuido la pobreza, la distribución del
ingreso monetario no ha cambiado en 15 años. En América Latina empeoró y en Chile se mantiene, lo cual ya es un gran logro. Pero sigue siendo muy inequitativo.
En tercer lugar, tenemos pendiente el tema de la seguridad social y la jubilación. Cuarto, no tenemos un sistema de medios de
comunicación acorde con el Primer Mundo. Porque es muy sesgado, y le hace mal a Chile. Aquí no
existe un diario como EL PAÍS, o
Le Monde, o The New Tork Times, que hacen algo tan elemental como distinguir los hechos del
análisis.
P. ¿Qué balance hace del primer Gobierno de la Concertación presidido por un socialista?
R. Hemos demostrado cierta
capacidad para conducir el país,
con seriedad y profesionalidad,
madurez y respeto a nuestros valores con un Gobierno más a la izquierda, más progresista, llámelo
como quiera. El gran dilema de
las fuerzas de izquierda en el mundo es que siempre son sospechosas
de gobernabilidad. Porque, por definición, si uno quiere cambiar el
statu quo no sabe lo que vendrá
después. En Chile, esta sospecha
era más grande que en otros lugares, y creo que ha disminuido después de estos últimos años de Gobierno de la Concertación.
P. Dos mujeres [Soledad Alvear, democristiana, y Michelle
Bachelet, socialista] son las principales candidatas de la Concertación para las elecciones presidenciales de 2005. ¿Están los chilenos en condiciones de elegir a una
presidenta y de izquierda?
R. Creo que sí, porque en Chile
ha habido un cambio cultural que
hoy puede permitir la elección de
un presidente que sea mujer y de
izquierda. Cinco años atrás, pocos
hubieran imaginado a dos mujeres compitiendo por la presidencia. Cuando yo asumí, nadie creía
posible que hubiera un ministro
de Defensa socialista, y menos
que fuera mujer, hija de un general torturado y fallecido. El otro
día estuvo aquí Alain Touraine y
me decía que en Europa hay la sen-
ENTREVISTA 5
Ricardo Lagos.
“No tenemos un sistema
de medios de comunicación acorde con el Primer
Mundo. Porque es muy
sesgado, y le hace mal a
Chile”
“Hoy, Europa es distinta de
hace un tiempo, como resultado del cambio de actitud
que en muchos asuntos
ha tenido España en temas
de política internacional”
“Cuando el Consejo de
Seguridad, en decisión
unánime, pidió tropas
para Haití, en 72 horas
enviamos 300 soldados
al país caribeño”
RAÚL CANCIO
sación de que Chile está todavía
bajo tutela militar. “Tienen que hacer algo”, insistía. Le contesté que
pensaba que terminaría con este
mito al nombrar a una mujer socialista como Michelle Bachelet al
frente del Ministerio de Defensa.
P. El peso político de usted como presidente ha sido muy importante en las recientes elecciones municipales, en las que la
Concertación ha obtenido buenos resultados. ¿Usará su influencia ante las presidenciales,
que se presentan muy reñidas?
R. En Chile, el presidente reúne las condiciones de jefe de Estado y de Gobierno. Hay que tener
claros estos dos roles. No por ser
jefe de Estado puedo olvidarme
de que soy jefe de Gobierno. En
unas elecciones no me da lo mismo quién resulta elegido, porque
no da lo mismo respecto del tipo
de país que queremos tener. Quiero que me suceda alguien que tiene los valores y percepciones de
mi coalición. La mejor forma que
tengo de apoyar a esta persona es
hacer bien las tareas de gobierno y
no abandonarlas hasta el último
día. Si la opción es entre algunos
de los que fueron mis ministros
[Alvear, de Exteriores, y Bachelet,
de Defensa], el país entenderá
que ahí está la continuidad de mi
Gobierno.
P. ¿Cómo ve el futuro de América Latina con la llegada al Gobierno de una nueva ola de presidentes de izquierda?
R. Creo que en América Latina hay una sensación generalizada de que hicimos los deberes,
cumplimos al pie de la letra el Consenso de Washington y no nos fue
muy bien. ¿Por qué Chile es un
poco distinto? Porque cumplimos
con el Consenso de Washington,
pero además introdujimos la heterodoxia a un conjunto de políticas
públicas para tener más cohesión
social. Para ser capaces de tener seguro de desempleo, para invertir
en educación y salud, para disminuir los niveles de pobreza (del
40% al 18%), etcétera. Las estadís-
ticas macroeconómicas indican
que Chile es un buen alumno, pero esta segunda parte social nadie
la ve, y sin ella yo no estaría aquí.
El crecimiento por sí solo no garantiza nada. La receta neoliberal
de que basta con crecer quizá sea
cierta, pero para los próximos 50
años. Por qué Lula, por qué Tabaré, por qué Kirchner, por qué
Chávez… Eso tiene que ver con políticas que en el fondo apuntan a
lo que en Europa quizá sobra: el
Estado de bienestar. En América
Latina, el problema es tener algo
de Estado de bienestar para hacerlo con más cohesión social.
P. Europa y América Latina,
es decir, la UE y el Mercosur, tienen dificultades para entenderse en el área comercial.
R. La relación de América Latina y Europa tiene que ver con los
valores compartidos. Le pediría a
los amigos europeos que apliquen
en esta relación la misma filosofía
que ellos aplican en sus sociedades. Quiero un modelo de comercio entre América Latina y Europa donde haya un poco más de cohesión hacia nosotros. Hoy la percepción es que éste es un mundo
muy inequitativo.
P. ¿España sigue siendo el
puente en la relación entre América Latina y Europa?
R. Creo que América Latina es
más sólida cuando tenemos un
pie en Europa a través de los amigos de la península Ibérica. También quiero creer que España y
Portugal pesan algo más en Europa cuando tienen un pie en América Latina. El papel de la comunidad iberoamericana es muy importante a ambos lados del Atlántico, sobre todo si somos capaces
de poner sobre la mesa los temas
que importan. Más allá de la retórica, tenemos que dar contenido a
las cumbres.
P. ¿Cree usted que España tiene una nueva política exterior en
relación a América Latina?
R. Claramente. Hoy Europa es
distinta de hace un tiempo, como
resultado del cambio de actitud
que en muchos asuntos ha tenido
España en temas de política internacional. La situación de Europa
es distinta. Y dentro de eso, la institucionalización de las cumbres iberoamericanas, que ya venía con
Aznar, puede tener un impulso
muy significativo.
P. A la luz de la reciente gira
del presidente chino por América
Latina, ¿cree usted que algunos líderes latinoamericanos ven el gigantesco mercado de China como
una solución a sus problemas?
R. China no es la solución a los
problemas de América Latina.
China es una potencia económica
en ascenso muy grande y que demanda del mundo una gran cantidad de insumos para mantener su
ritmo de desarrollo. Creo que hay
un descubrimiento recíproco, co-
mo han demostrado los 14 días
que Hu Jintao ha estado en América Latina. Hu Jintao es un líder
con una gran seguridad en lo que
está haciendo, y así lo puso de relieve en la cumbre de la APEC.
P. A diferencia de Brasil y Argentina, Chile ha empezado a negociar un tratado de libre comercio con China.
R. En nuestro caso, debido a
los acuerdos que tenemos de libre comercio, la tarifa promedio
en Chile es del 2,8%. Un acuerdo de libre comercio tiene que
servir para resolver los conflictos
comerciales de una manera más
civilizada o más directa.
P. ¿Temen los empresarios chilenos, como han expresado los brasileños y argentinos, una avalancha de productos chinos?
R. Hay que mirar las cosas en
un doble sentido. Porque eso también significa crecimiento para
China, y, por tanto, un aumento
del consumo de los chinos. ¿En
qué medida podemos participar
de este crecimiento? Brasil, Argentina y Chile tienen mucho interés
en ser reconocidos como destino
turístico de los chinos, porque en
el gigante asiático hay un segmento social de mayores ingresos que
empieza a viajar por el mundo. Y
la industria del turismo es muy importante para nosotros. ¿Temor a
la invasión china? Mírelo desde
otra perspectiva. Si conseguimos
que a los chinos les guste un poco
el vino chileno nos irá muy bien.
P. Chile deja este mes el Consejo de Seguridad de la ONU después de ocupar dos años un puesto de miembro no permanente. Le
ha tocado lidiar con los conflictos
de Irak y Haití y con el debate sobre multilateralismo. Chile y México plantaron cara a Estados Unidos. ¿Cuál es su balance?
R. Para un país de la importancia de Chile, lo multilateral es un
tema central de nuestra política
exterior. En el Consejo de Seguridad hemos defendido una ONU
fuerte con capacidad para hacer
valer sus resoluciones, con o sin el
uso de la fuerza. En el caso de
Irak, el problema no era el uso de
la fuerza, sino quién determinaba
ese uso. Después de lo ocurrido en
Irak, muchos países tienen conciencia de que la solución del problema pasa por Naciones Unidas.
P. ¿Y Haití?
R. Haití es un ejemplo de coherencia en política exterior chilena.
Cuando el Consejo de Seguridad,
en decisión unánime, pidió tropas
para Haití, en 72 horas enviamos
300 soldados al país caribeño. Es
la primera vez desde la guerra de
la independencia en que distintos
ejércitos de América Latina actúan en una operación en América Latina. Y bajo el paraguas de
Naciones Unidas, que es como deben hacerse las cosas en el mundo
moderno.
“Doctor, ¿sabe usted por qué me duele aquí?”
LEYENDO EL INFORME de la tortura, Ricardo
Lagos recordó un caso que sucedió en Chile
hace un puñado de años. Gustavo Molina, un
médico chileno de prestigio, fue detenido por
los golpistas después del 11 de septiembre de
1973. Durante varios días fue torturado religiosamente de acuerdo con el horario administrativo, de nueve a una, descanso para almorzar,
de 14.00 a 17.30, y así hasta el día siguiente. En
uno de los descansos, el torturador le preguntó a Molina: “Doctor, aprovechando que usted
es médico, quizá pueda explicarme qué me pasa. Tengo unos dolores muy molestos aquí, en
el costado. ¿Qué puede ser?”. El doctor le contó a Lagos aquel episodio. “No lo podía creer”,
recuerda el presidente. “Gustavo”, le dije. “Eso
tienes que contarlo, porque habla de la disociación del ser humano, de la personalidad del
torturador”. The New York Times de la época
publicó un artículo sobre el caso, bajo el título
‘Doctor, ¿sabe usted por qué me duele aquí?’,
en el que contaba la historia del torturador
que, en un descanso de la sesión de tortura, le
pregunta a la víctima por su dolencia. “Esta
imagen de Gustavo Molina vino a mi memoria
cuando leía el informe. ¿A cuántos les pasó lo
de Gustavo Molina? ¿Quiénes son esas personas? ¿Qué pasa con la sociedad chilena que
permite que esto ocurra?”, reflexiona Lagos.
Lagos ha decidido la creación de un Instituto de Derechos Humanos para preservar estas
declaraciones de las víctimas como un patri-
monio de Chile para las futuras generaciones.
“Pasarán 30, 40, 50 años, pero las generaciones futuras tienen que saber, para que
¡nunca más!”.
En el otro banco, actualmente, hay un grupo de generales en prisión. Todos están incomunicados menos uno. ¿Por qué? “Porque le
dijo al juez: he vivido con esto 30 años, ahora
voy a contar todo. Y habló”, recuerda el presidente. “Cuento esto para referirme a la otra
parte de la historia: el drama del torturador
que se da cuenta de lo que pasó y decide
hablar. Eso no justifica nada, pero entre
los torturadores hay muchos que viven tan
tranquilos, mientras otros no, llevan su procesión por dentro”.
Lagos, en 1991, cuando era ministro de Cultura.
M. E.
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
6 REPORTAJE
ALGUNOS FUTBOLISTAS NEGROS CUENTAN SU EXPERIENCIA
Racismo en las gradas
D. BORASTEROS / L. MARTÍN
U
h, uh, uh!”. Cada vez que un
jugador negro
toca la pelota
en ciertos campo de fútbol, algunos aficionados pretenden decirle con el “ruidito del simio” que
piensan que es un mono. Un problema amplificado por el pasado
España-Inglaterra, del 17 de noviembre, que ahora ha ascendido
al cajón de lo prioritario en el
Consejo Superior de Deportes.
“Yo nunca he tenido problemas de racismo”, se asombra el
brasileño Mauro Silva, veterano
centrocampista del Deportivo. Pero rebuscando en la memoria recuerda que a él ya le hicieron “la
tontería esa del mono” en Tenerife en 1993. Para Mauro, el asunto
“no es una broma, es un tema
muy sensible y es equiparable a la
violencia doméstica”. Por eso, insiste, “tenemos que medir con
mucho cuidado cada declaración
que hacemos”. En opinión de
Mauro, la sociedad española “no
es racista”, y estima que “no hay
ninguna relación entre esta moda
y la inmigración. Al revés, porque
antes éramos menos y llamábamos más la atención; ahora, dentro de poco habrá negros en la selección española”.
Benjamín, centrocampista del
Betis, español de origen guineano, recita con un poco de hastío
que desde que es un niño lo primero que le llaman para descalificarle es negro. “Puto negro, te dicen, y cuando pasas cerca de la
grada te escupen”. Benjamín se
suma al análisis de Mauro y niega
que la sociedad española sea especialmente racista, aunque recuerda que cuando era adolescente
los padres de una chica con la que
salía le dijeron a la muchacha:
“¿Tú dónde vas por ahí con un negro?”. También rememora los
problemas de su hermano en el
servicio militar: “Le puteaban todo el rato, le hacían hacer las cosas más humillantes llamándole
negro”.
Para Valdo, leonés de ascendencia caboverdiana, el tema sólo se circunscribe al mundo del
fútbol: “La gente lo hace para
que te descentres”. Valdo afirma
que nunca ha tenido problemas
fuera del terreno de juego, pero
en el césped sí le han hecho en
muchas ocasiones “el sonidito
del mono”. Según él, es para que
el futbolista “falle”. Para Valdo,
hay que tener “paciencia”, y reconoce que la gente le insulta “desde que era pequeño” por el color
de su piel: “Es que es lo primero
que se ve, lo más fácil”.
Julio Baptista.
Mauro Silva.
Valdo, de espaldas, se abraza celebrando un gol con su compañero Webo.
“A quien hacen daño es a
su propia ciudad”, apostilla
Baptista, del Sevilla. “A mí
me lo hicieron y es desagradabilísimo, estás ahí en medio, como en el circo”
REUTERS
nés a Reyes”. En opinión de Sánchez Flores, los insultos “no son
meditados, no provienen de la inteligencia ni de una creencia profunda, sino del enardecimiento
coral de la masa, del anonimato”.
Lo cierto es que los chillidos tienen su origen y su epicentro en
las zonas del estadio donde se reunen los aficionados ultras. La
gente “se ampara en la masa”,
coincide la catedrática de Psicología evolutiva y de la educación, de
Benjamín.
la Universidad Complutense de
Madrid, María José Díaz-Aguado. “En las encuestas sólo el 1%
de los españoles considera el racismo un valor positivo”, describe
Díaz-Aguado, que estima que
esos datos revelan que a la gente
con comportamientos discriminatorios por cuestión de raza “le da
vergüenza, y eso es positivo”. También incide en otro aspecto, subrayando su constatación científica:
“El hecho de que haya gente que
sienta la necesidad de autoafirmarse en un contexto destructivo,
a la larga les destruye”. Según
Díaz-Aguado, muchos de los que
se suman a los gritos lo hacen por
sentirse “parte de un grupo y amparados en el anonimato”.
“Hola, soy el negro y no estoy.
Me niego a hablar con nadie que
no sea de mi color. Pero deja un
mensaje y si tengo un día gris o
blanco, igual te llamo”. La voz
metálica que resuena tras unos
cuantos timbrazos es la de Vicente Engonga, ex futbolista internacional por España y negro de Torrelavega, Cantabria, aunque de
origen guineano. Engonga es
uno de los más claros a la hora de
denunciar la discriminación: “La
sociedad no tolera a los que son
diferentes, a los gordos, a los bajitos, por el color de la piel...”. Engonga también señala una contradicción de los aficionados:
“Son muy cínicos, te hacen el mono y te llaman negro como me pasó a mí en una ocasión ante el Deportivo, cuando en su equipo jugaban negros como Djialminha,
Mauro Silva o Flavio”. Para el ex
futbolista lo que buscan es “hacer daño al rival”.
“A quien hacen daño es a su
propia ciudad”, apostilla Julio
Baptista, el fenómeno brasileño
del Sevilla. “A mí me lo hicieron
en Villarreal y es desagradabilísimo, porque tú estás ahí en medio,
un poco como si estuvieras en el
circo”, comenta el jugador, que
coincide con la experiencia “muy
positiva” fuera de los terrenos de
juego.
Quien expresa más dudas sobre el trato benévolo a las personas de otras razas en España es el
ex portero del Espanyol y camerunés Tommy N’Kono: “El
país no es racista, pero sí hay gente racista. Yo sé que por ser quien
soy me he librado de eso, pero no
olvido a los negros de mi país que
no son ricos ni famosos y sí se les
somete a un trato racista”. Tampoco es muy optimista la visión
de Ernesto Valverde, el entrenador del Athletic de Bilbao: “Me resulta casi ridículo hablar de racismo en futbol ignorando la realidad social. El debate atañe a la
educación por encima de todo: es
violenta, es racista la conducta de
los aficionados en la medida que
lo es la de ciertos ciudadanos. No
voy a entrar en demasiadas valoraciones, porque tenemos la sociedad que educamos, para lo bueno
y para lo malo”. Juan Manuel Lillo, técnico del Terrasa, coincide
en el problema educativo: “Si no
hay más imbéciles haciendo el
mono es, sencillamente, porque
tienen a la parienta al lado y les
da vergüenza. El tema es social,
de educación, sin más vueltas”.
Almeriense
Peores experiencias ha tenido
Chupe, hijo de una almeriense y
de un guineano y actualmente en
el equipo de Las Palmas. “Me han
parado en la Castellana, de Madrid, por llevar un Audi deportivo. Así, mientras un agente miraba si tenía droga escondida bajo
los asientos, el otro se partía de risa al ver en mi carné que era almeriense”, comentó en su momento
el ex canterano del Madrid a este
periódico.
Quique Sánchez Flores es el
entrenador del Getafe. Para el técnico madrileño, ex jugador del
Real Madrid y del Valencia, las
ofensas a los jugadores de otras razas “es una moda, cuyo detonante
fueron las palabras de Luis Arago-
Rafael Blanco: “Hay que aplicar la máxima dureza, es una bola de nieve”
LA COMISIÓN NACIONAL ANTIVIOLENCIA, por
boca de su presidente, Rafael Blanco, y la organización no gubernamental Movimiento contra la
Intolerancia, que dirige Esteban Ibarra, coinciden
en señalar que el problema del racismo en el fútbol emana del viejo problema de los ultras. “La
discriminación racial, xenofobia y homofobia son
una derivación de la ideología extremista de los
grupo radicales”, razona Blanco. “El origen de la
iniciativa de hacer el ruidito ese es de un grupo
de ultras que se llama Orgullo Nacional y que engloba a otros, como los Ultras Sur, los Yomus del
Valencia o las Brigadas Blanquiazules del Espan-
yol”. Precisamente, Ibarra, junto con otros miembros de ONG y sociólogos y psicólogos, formará
un consejo consultivo del Consejo Superior de Deportes que se llamará Observatorio del Racismo.
No será la única medida que adopte este organismo. Aquellos que sean sorprendidos “en una
manifestación o comportamiento racista” serán
sancionados con una multa de 60.000 euros y con
la prohibición de entrar en un recinto deportivo
durante cinco años. “Hay que aplicar la máxima
dureza. Esto es una bola de nieve”, advierte Blanco. “Vamos a trabajar directamente con Interior
para identificar a aquellos que vienen a perturbar
la convivencia y utilizan espectáculos de masas
que muchas veces mueven pasiones para generar un virus muy negativo”, añade el secretario
de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzsky.
Ibarra no se muestra tan alarmista y considera que “el aficionado normal, que es la mayoría,
no es racista”, y piensa que el “epicentro son los
ultras y su falta de respeto, que en cada momento les lleva a incidir en un elemento distinto: maricón, gitano, ...”. Precisamente, Basti, uno de los
pocos jugadores de esa etnia en el fútbol profesional, asegura que “nunca” le han tratado con menosprecio, “si acaso me piden unas bulerías”.
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
REPORTAJE 7
EL ÉXITO DE FOX NEWS Y LA CRISIS DE LAS CADENAS CONVENCIONALES REFLEJAN LA NUEVA MAYORÍA CONSERVADORA EN EE UU
La televisión de Bush
JOSÉ MANUEL CALVO
P
or primera vez en
sus ocho años de historia, Fox News, la
cadena informativa
de cable del grupo
Fox, logró el 31 de
agosto más audiencia en la cobertura de un acontecimiento que toda su competencia. En la segunda jornada de la Convención republicana de Nueva York, la noche
en la que intervinieron Laura
Bush y el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, Fox
News ganó en espectadores a la
NBC, la CBS y la ABC. Y en la noche electoral, de nuevo Fox se puso a la cabeza en el seguimiento
del resultado. Según el Centro de
Investigación Pew, el 25% de los
estadounidenses sigue la información a través de Fox News.
La audiencia de las cadenas
convencionales ha sufrido un
inexorable deterioro, en su programación general y en los telediarios. La crisis coincide con el
recambio generacional de los
presentadores que durante el último cuarto de siglo han ocupado las pantallas: Tom Brokaw se
despidió el miércoles de la NBC,
Dan Rather se irá en marzo de la
CBS —empañada su carrera por
el fiasco de los documentos falsos sobre Bush— y Peter Jennings está en la recta final en la
ABC. Y, homenajes aparte, no
parece que haya gran conmoción; desde luego, no la que hubo en 1981, cuando se retiró Walter Cronkite, “el hombre en el
que más confiaban los norteamericanos”. Quizá porque, como dice Tim Goodman en The San
Francisco Chronicle, “los informativos de las cadenas convencionales son unos dinosaurios.
Punto”.
Rupert Murdoch, el patrón de la cadena informativa Fox.
Fox News, dirigida
por Roger Ailes, asesor
de Bush, padre,
se ha consolidado
en paralelo a la mayoría
republicana
Pérdida de audiencia
Desde 1991, las tres grandes cadenas han perdido un 33% de la
audiencia. Primero, han tenido
que hacer sitio a una cuarta, la
Fox de Rupert Murdoch, que ha
obligado a repartir la tarta: según los datos de otoño, CBS tiene una audiencia media de 13,3
millones de espectadores; NBC,
10,3 millones; ABC, 10,2, y la
Fox, 9,8. Segundo, esa pelea es
aún más complicada en las noticias, porque la información se
ha desintegrado con la radio e
Internet y con el asentamiento
del cable, desde la pionera CNN
y Fox News hasta MSNBC y
CNBC. El Centro Pew preguntó
qué canales usan los norteamericanos cuando necesitan informarse, lo que no equivale a porcentaje de audiencia ni excluye
el uso de más de un canal. El
25% contestó que Fox News; el
22%, CNN, y el 11%, MSNBC.
Los telediarios de las tres grandes se reparten entre el 16% y el
17% cada uno. La radio pública
es el medio preferido por el
16%.
Fox News, dirigida por Roger Ailes, asesor de Bush, padre,
se ha consolidado en paralelo a
la mayoría republicana. Según
Tom Rosenstiel, director del
Project for Excellence in Journalism de la Universidad de Columbia, “lo que Fox hizo cuando
empezó a emitir, en 1996, fue
examinar el mercado y decir: no
podemos competir con CNN en
oficinas, en reporteros… Y tampoco con MSNBC, que tiene detrás la NBC. Así que ¿qué po-
La audiencia de las cadenas
convencionales ha sufrido
un inexorable deterioro.
La crisis coincide con el
recambio generacional de
los presentadores
AP
demos hacer? Tenían personalidades —periodistas y comentaristas—, y, sobre todo, tenían a
Roger Ailes, que sabía cómo hacer programas, algo de lo que
CNN nunca había sido capaz,
con la excepción de Larry King.
Ailes construyó programas en
torno a personalidades y buscó
audiencias”.
En este proceso, explica Rosenstiel, Ailes entendió que esas
audiencias tenían que ser las de
las tertulias de radio que florecieron en la presidencia de Clinton,
basadas en personalidades, no
en información. “Lo que Fox hizo fue transportar a la televisión
unas audiencias que existían, las
de las tertulias conservadoras.
Cuando esa gente vuelve a casa,
al final de la jornada, o cuando están en la oficina —es decir, cuando no están en sus vehículos, escuchando la radio— y se ponen a
ver televisión, lo que ven es la
Fox, que es, básicamente, una tertulia televisada detrás de otra”.
Eso explica que el 39% de la
audiencia de Fox News se identifique como republicana (aunque hay un 21% de demócratas y
un 22% de independientes) y
que la cadena reciba críticas que
ponen en cuestión su lema: “Imparcialidad y equilibrio”. Ailes
cree que se deben a la envidia:
“Odian que haya un amplio espacio para la información imparcial y equilibrada. No programamos para los conservadores; lo
que no hacemos es eliminar sus
puntos de vista”, declaró a New
York Daily News.
Un antiguo productor de Fox
News, Charlie Reina, denunció
en el foro de Jim Romenesko
—de The Poynter Institute de
Comunicación e imprescindible
para pulsar los movimientos periodísticos en EE UU— que Fox
News funciona a toque de corneta: “Ha garantizado la difusión
de los puntos de vista del Gobierno”. Este testimonio y otros
fueron recogidos en el documen-
Una crisis de confianza mutua
LOS NORTEAMERICANOS se fían cada vez menos de
los periodistas, y los periodistas tienen sensibilidades
políticas que no coinciden con las del mapa de las elecciones. Ese desencuentro se refleja en dos estudios: el
primero es la radiografía del periodismo en EE UU elaborada por The Project for Excellence in Journalism. Al
comparar la opinión sobre los medios entre 1985 y 2000
se observa un deterioro progresivo de lo que piensan
los ciudadanos de los informadores. En 1985, el 49%
cuestionaba su calidad profesional; 15 años después,
ese porcentaje llega al 72%. ¿Los medios ocultan sus
errores? Lo pensaba uno de cada cinco; ahora lo creen
casi siete de cada diez. Y sólo el 35% —antes, el
55%— piensa que los medios informan objetivamente.
El retrato empeora cuando se pide a los encuestados
que adjetiven a los periodistas: “Chapuceros; menos
éticos, menos cuidadosos; más sectarios, menos autocríticos sobre sus errores, y, en general, más perjudiciales para la democracia que hace 30 años”.
El segundo estudio es el realizado por el Pew Center entre los profesionales de la información: sólo el
31% confía en las opciones políticas de los ciudadanos.
¿Cómo se definen políticamente los periodistas? El
54%, como moderados; el 34%, como izquierdistas, y
sólo el 7% se consideran conservadores, cifras que no
coinciden con las de la sociedad. ¿Tiene sentido, entonces, la queja conservadora de que la mayoría de los
medios ayuda a los demócratas? Según Tom Rosenstiel, “hay un problema con la orientación izquierdista,
pero no el que dicen algunos conservadores. No creo
que haya un intento consciente de los medios de ayudar a los demócratas y perjudicar a los republicanos.
Eso es lo que, a la inversa, sí hace Fox, una cadena
ideológica, pero no creo que lo sean ABC, NBC o CBS.
El problema es que no hay casi periodistas conservadores en esas redacciones, y, en consecuencia, sus intentos de presentar la información de manera equilibrada
no se cumplen como deberían”.
tal Outfoxed. La guerra de Rupert Murdoch contra el periodismo, de Robert Greenwald, que
afirma: “No confío en nada de
lo que diga Fox News”. Desde
dentro de la cadena se contraataca: “La única ocasión en mi
carrera en la que alguien me ha
dicho lo que tenía que hacer ha
sido en otras empresas”, declaró
a USA Today, Jim Angle, corresponsal de Fox News en la Casa
Blanca, refiriéndose a sus tres
años en la ABC y seis en la radio
pública.
Rectificar una frase
Fox News combate a todo aquel
que afirme no sólo que es el altavoz del Gobierno, sino que es
una televisión conservadora. Recientemente obligó a que The
Wall Street Journal rectificara
una frase en la que decía que el
hecho de que el presidente les
hubiera concedido una entrevista en vísperas de las elecciones
se debía a que Fox “es una cadena que simpatiza con el proyecto
de Bush y que es popular entre
los republicanos”.
Obviedades aparte, la realidad es que Fox ha aprovechado
un sector de la sociedad abandonado por otros canales de cable
y que cada vez se fía menos de
las cadenas convencionales. Y
que su fórmula ha alterado a los
rivales, dice Rosenstiel, que habla de foxificación: “Fox News
ha probado que puede ganar a
la CNN con una programación
más barata. Si mira la CNN y la
compara con la de hace 10 años
se dará cuenta de que, sobre todo en prime time, hay programas que oscilan entre noticias y
tertulias. Hay muchas menos
historias con corresponsales y reporteros que hace 10 años: están tratando de hacer lo que Fox
ha hecho”, que es más barato,
“porque tener un invitado cuesta menos y hacen falta menos periodistas”.
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
8 MUJERES
PREMIAN UNA OBRA ESCRITA HACE MÁS DE 62 AÑOS
Irène Némirovsky, una escritora resucitada
OCTAVI MARTÍ
G
abriel Corte, un
novelista preciosista e incapaz
de pensar en
otra cosa que en
sí mismo, la muy
católica familia Pericand que “se
siente satisfecha al verse al mismo tiempo colmada de toda clase de riquezas materiales y sin
embargo tan caritativa”, los Michaud que huyen de París a pie
porque todo el mundo les ha olvidado, el banquero Corbin que
mientras los alemanes desfilan
por París tiene como única preocupación cómo evitar que su esposa le descubra con su amante... todos esos personajes y muchos otros se entrecruzan en Suite française, una novela coronada el pasado 8 de noviembre con
el Premio Renaudot, obra de Irène Némirovsky, una escritora
asesinada en Auschwitz en 1942.
El secretario del jurado, André Brincourt, se mostró en desacuerdo con sus colegas. “Los premios son para ayudar a un escritor en su carrera” y la de Némirovsky terminó trágicamente hace
62 años. El problema es que su
libro es extraordinario por muchas razones, y, entre ellas, porque evoca un momento clave de
la historia francesa reciente
—ese mes de junio en que las tropas de Hitler ocupan un París casi desierto—, porque describe
con exactitud el clima moral reinante durante la Ocupación, porque la autora es una judía que detesta buena parte de la tradición
judía —“¡eso que vosotros llamáis éxito, victoria, amor u odio,
yo lo llamo dinero!”, escribió en
otra novela—, y lo es también
por el destino del manuscrito. La
novela se publicará en España
dentro de un año.
Minúsculas historias
Suite française fue escrita “en directo”, casi como una crónica de
lo que iba ocurriendo, amoldando las minúsculas historias personales de los personajes a la
gran Historia. La primera parte,
titulada Tempête en juin (Tempestad en junio), cuenta el éxodo
de los parisienses ante un avance
germano que se les antoja incomprensible en su rapidez y eficacia. Némirovsky retrata las mil
pequeñas cobardías y miserias
de una población errante, más
preocupada por comer o dormir
que por el destino de la patria.
En la segunda parte —bautizada
Dolce— se nos propone el retrato
de un pueblo ocupado, de la cohabitación entre civiles franceses y soldados alemanes, con una
paleta muy amplia de posibilidades entre el odio y el amor.
Irène Némirovsky había nacido en Kiev, en 1903, hija de uno
de los banqueros más ricos de
Rusia, Léon Némirovsky. Mamá
se llamaba Faïga, pero se hacía
llamar Fanny, y nunca pretendió
saber lo que era el instinto maternal. El resultado es que Irène, ya
adulta, hará explícito en varias
oportunidades el odio que sentía
por una madre que no se ocupó
de ella y dejó que fuese una nurse y varios profesores los que la
educasen. Los veraneos de la pequeña Irène, por ejemplo, veían
cómo la madre se instalaba en
un gran hotel de la Costa Azul o
de Biarritz —de ahí que Irène,
además de hablar ruso, inglés,
alemán, sueco y francés, también
Irène Némirovsky, en fecha desconocida.
Un luto inacabable
ENTRE 1946 Y 1948 SE PUBLICAN tres libros de la desaparecida Irène Némirovsky, y luego, nada, un olvido
progresivo, como el del París de entreguerras. Su hija
Elisabeth Gille, que dirigirá una colección en la editorial Denoël, publica en 1993 Le mirador, una biografía
soñada de mamá, la biografía imaginada por una niña
que la ha visto por última vez a los cinco años. Denise
Epstein, que hoy vive en Toulouse, al hablar de Suite
française recuerda que “al principio no pude leer el
manuscrito. El dolor y la cólera me lo impedían. Luego, cuando lo leí, no comprendí enseguida que se trataba de una novela. Las anotaciones eran terribles.
No me vi con ánimo de ordenar todo aquello hasta
conociese el vasco— mientras la
hija y el servicio se alojaban en
pensiones modestas. Mientras,
papá viajaba, hacía negocios y recorría los casinos de media Europa. En 1929, ya exiliada en Francia y convertida en escritora francesa, Irène Némirovsky se hará
un nombre con David Golder,
una novela en la que el héroe es
un banquero que se parece mucho a Léon. El libro tuvo una
gran acogida y Julien Duvivier lo
convirtió en una gran película en
años más tarde. Y entonces mi hermana y su Mirador
tenían prioridad”. Para Denise, el éxito del libro es
“una victoria sobre el pasado, el abandono y el nazismo”.
Suite française salió a la calle con una tirada de
10.000 ejemplares. La revista profesional del sector
—Livres Hebdo— consideró de inmediato que se trataba del “libro más importante del año”, y antes de
ganar el Renaudot Denoël ya confesaba haber vendido 25.000 libros. “Y Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia, Alemania, España e Italia ya han adquirido los derechos de traducción. Ahora esperamos
una oferta de Rusia”, dice el editor.
En ‘Suite française’ retrata
las mil pequeñas cobardías
y miserias de una población errante, más preocupada por comer o dormir que
por el destino de la patria
1931 protagonizada por el genial
Harry Baur, un actor judío que
morirá en París a causa de una
paliza propinada por los mismos
nazis con los que colaboraba. En
David Golder, el padre es inmensamente rico y odia a su esposa
tanto como adora a su hija, una
criatura caprichosa y frívola.
La Revolución soviética de
1917 pilló a los Némirovsky en su
residencia de San Petersburgo y
el padre quiso protegerlos reuniéndolos a todos en Moscú. Du-
rante un año estuvieron escondidos esperando que amainase el
temporal bolchevique. Irène leyó
todo Oscar Wilde, Huysmans,
Maupassant y el pensamiento de
Platón. La Revolución hizo públicas sus intenciones al poner precio a la cabeza de Léon Némirovsky. Ya no valía la pena seguir ocultándose, era más prudente huir. Y
disfrazados de humildes campesinos emprendieron el camino del
exilio que, en 1919, les llevó a Francia tras pasar meses de espera en
Estocolmo.
La jovencísima Irène escribe
relatos, cuentos y novelas antes
de cumplir los 18, y en ellos ya aparece esa relación ambivalente con
el origen judío. En París es amiga
de Kessel, judío como ella, pero
también de Brasillach, un antisemita furioso que será fusilado en
1945 por sus artículos incitando
al odio racial. En 1926, en uno de
los muchos bailes a los que asiste,
conoce a Michel Epstein y lo convierte en su marido. Entre 1929 y
el estallido de la II Guerra Mundial Irène publicará nueve novelas, muy a menudo de inspiración
familiar. Ahora su modelo literario es Turgueniev, de quien copia
la técnica de documentación paralela o previa a la escritura. El 3 de
octubre de 1940, el Gobierno fantoche del mariscal Pétain dicta un
primer “estatuto del judío” que deja a Michel Epstein sin trabajo y a
Irène sin poder publicar, a pesar
de que los dos han adoptado el catolicismo bautizándose en febrero de 1939. Entre 1940 y 1942,
con la estrella amarilla cosida a
sus ropas, Michel e Irène viven en
un pueblecito, en Issy-l’Évêque,
junto a sus hijas Denise y Elisabeth. El 13 de julio, Irène, que el
día 11 había dado por acabada la
Suite française y esbozado los dos
volúmenes que iban a titularse La
bataille y La libération, es detenida por los gendarmes, internada
en un campo de concentración
francés y enviada luego a la muerte en Alemania. Michel no admite
lo que la deportación significa. En
el hotel de Issy exige cada día que
haya un plato en la mesa que indique que el regreso de Irène es inminente. Desesperado, escribe al
mariscal Pétain hablándole de la
frágil salud de Irène y proponiéndose para reemplazarla en lo que
él imagina un campo de trabajo.
En octubre, los gendarmes le detienen a él, que muere en Auschwitz el 6 de noviembre de 1942,
menos de tres meses después que
su esposa.
Manuscritos en una maleta
Denise y Elisabeth también son
perseguidas por los gendarmes,
que van a buscarlas a la escuela,
pero ahí topan con uno de esos pequeños gestos de heroísmo que
impiden las generalizaciones sobre el colaboracionismo y Francia: la maestra esconde a las niñas
de 13 y 5 años en un rincón de su
alcoba. Tras una serie de arriesgadas peripecias Denise y Elisabeth,
siempre con un maletín repleto
de los manuscritos de mamá, consiguen llegar a Niza, donde vive su
abuela en una gran mansión. No
querrá ni tan sólo abrirles la puerta, limitándose a aconsejarlas
que, “puesto que vuestros padres
han muerto, debéis vivir en un orfanato”. En 1989, a la muerte de
Fanny, en la caja fuerte de su apartamento parisiense había sólo dos
libros —David Golder y Jézabel—,
en los que Irène presenta a una
madre desalmada.
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
Panorama
9
NUESTRA ÉPOCA. El mundo es un lugar
demasiado peligroso para verlo a través de lentes
de mira estrecha. Por Paul Kennedy
LA NECESIDAD DE REDEFINIR LOS OBJETIVOS DE LA CIA
Inteligencia
‘artificial’
L
as noticias de Washington de la semana pasada no
han sido buenas
para aquellos de
nosotros que desearíamos ver una nueva Administración estadounidense que
abandonase la ideología y la disciplina de partido por una estrategia práctica y con capacidad
de adaptación para afrontar
tanto los problemas nacionales
como (especialmente) los desafíos externos que se plantean a
Estados Unidos y sus amigos.
Prácticamente todos los que
han sido nombrados por el presidente Bush para el Gabinete
y puestos relacionados en su segundo mandato parecen haberlo sido como premio a su lealtad y deferencia, no por su fortaleza e independencia de criterio. Es una pena.
El presidente tenía una oportunidad para expulsar sin hacer ruido a los neoconservadores que nos condujeron al lodazal de Irak, y para traer verdadero talento de naturaleza no
partidista.
Puede que los próximos
nombramientos sigan en esa dirección, pero la primera impresión recuerda a un monarca feudal premiando a sus cortesanos
favoritos. Esto no es lo que buscaban los padres fundadores
(que mantuvieron disputas de
forma incesante y saludable).
Pero la que quizá fuera la noticia más deprimente de todas
apareció en la primera página
del diario The New York Times
del 17 de noviembre. En la parte superior había una simpática fotografía del presidente
Bush y su recién anunciada secretaria de Estado, Condoleeza
Rice, mirándose con cariño el
uno al otro, que coronaba un artículo titulado ‘Las elecciones
para el Gabinete se consideran
una maniobra encaminada a
una mayor armonía y control’.
Precioso.
Circular polémica
Sin embargo, en la esquina inferior izquierda de la misma página se informaba de que el recientemente nombrado director de la CIA, Porter Goss, había enviado una circular a los
empleados en la que hacía hincapié en que su tarea consistía
en “respaldar a la Administración y sus políticas” y no ser críticos —“no identificarse con la
oposición ni respaldarla o abogar por ella”—. Una vez más, la
lealtad y la obediencia, y no el
pensamiento estricto e independiente, iban a ser la prueba
de fuego.
Es difícil imaginar un ataque más dañino a la seguridad
nacional de Estados Unidos
que esa circular, si hay que tomarla —y llevarla a la práctica— al pie de la letra. Estaría-
mos robando a la nación uno
de sus bienes más preciados:
un servicio de espionaje cuya tarea durante 60 años ha sido la
de proporcionar a los responsables de tomar decisiones valoraciones duras, francas y objetivas de lo que ha aprendido e interpretado sobre las amenazas
externas para Estados Unidos.
Dada su tarea, a menudo tiene
que ser, por definición, el portador de malas noticias y provocar resentimiento en los políticos que solamente quieren
oír las mejores valoraciones posibles.
No cabe duda de que la CIA
ha tenido sus puntos débiles.
Su historial de “malas pasadas”
en las operaciones en Latinoamérica durante la guerra fría
es bastante repugnante. Y en
cuanto a la recopilación de información secreta, está claro
que no se percató de los múltiples indicios en 2000 y 2001
de que los terroristas árabes estaban planeando alguna forma
de ataque contra Estados Unidos. Pero sus antecedentes, en
conjunto, hacen pensar que la
plantilla profesional de la agencia ha acertado más veces de
las que se ha equivocado, aunque generalmente de un modo
pesimista que ha encolerizado
a los halcones de la derecha.
Durante la guerra de Vietnam, por ejemplo, la CIA se fue
poniendo cada vez más pesimista acerca de la capacidad del régimen de Vietnam del Sur para
dirigir el país y, de hecho, sobre
la capacidad de Estados Unidos
para ganar la guerra, en oposición directa a las afirmaciones
optimistas del Pentágono.
Al ir avanzando los años
ochenta, la agencia fue recopilando numerosas pruebas de
que la URSS estaba en serios
apuros: la agricultura estaba
desapareciendo, la producción
de petróleo se venía abajo, su
base manufacturera estaba descomponiéndose y la población
se mostraba descontenta y cínica. Esto no era lo que quería oír
Caspar Weinberger, que solicitaba un gasto aún mayor en defensa para impedir que los soviéticos rompieran el cerco.
Más recientemente, los analistas de la CIA reconocieron
que no podían encontrar las
pruebas concluyentes que la Casa Blanca exigía para demostrar que Sadam Husein poseía
armas de destrucción masiva o
tenía vínculos con Osama Bin
Laden. Por consiguiente, por
emplear una vieja expresión,
matemos al mensajero que trae
malas noticias. Tapémonos los
oídos ante los hechos e insistamos en la unanimidad y lealtad
absolutas. Fíjense que Goss no
está mal acompañado en este
hábito de desaprobar a aquellos que no siguen la línea del
partido a pie juntillas. Al princi-
El presidente Bush con Porter Goss, tras nombrarle director de la CIA en agosto pasado.
Es necesario mejorar
la moral y el rendimiento
de la CIA no a través de la
lealtad forzosa, sino dando
margen para un juicio
independiente y crítico
Dada su tarea, la CIA es
por definición portadora
de malas noticias y provoca resentimiento en los políticos, que sólo quieren oír
las mejores valoraciones
pio de la II Guerra Mundial,
cuando Winston Churchill era
aún jefe del Almirantazgo británico, despidió al desafortunado capitán Talbot, que era director de la guerra antisubmarina. ¿El pecado de Talbot? Fue
su conclusión de que la Armada real había hundido en realidad muchos menos submarinos alemanes de lo que afirmaba Churchill en sus discursos
públicos. Y sin embargo, Talbot tenía razón y su jefe estaba
equivocado. Sólo tuvieron que
pasar dos años más para que
Churchill, como primer ministro, reconociera que la amenaza de los submarinos en el Atlántico era la mayor amenaza a
las posibilidades de los aliados
de ganar la guerra. Pero el capitán Talbot ya había desaparecido por aquel entonces de las páginas de la historia.
Alarma
Las múltiples dimisiones que
se han producido recientemente en la CIA deberían hacer saltar la alarma. Pero el auténtico
problema es quién lo va a escuchar y después tomar medidas.
Y aquí la única respuesta sería
el Comité de Inteligencia del Senado, que tiene clara autoridad
constitucional para garantizar
AP
a la nación que las informaciones más francas y objetivas sobre amenazas extranjeras se canalizan hacia los que tienen
que tomar las decisiones.
Por el momento, los miembros tanto del Senado como de
la Cámara de Representantes
están luchando para revisar los
servicios de espionaje de Estados Unidos, posiblemente para
ponerlos todos bajo el mando
de un director con categoría de
miembro del Gabinete.
Sin embargo, suceda lo que
suceda en este sentido, estaría
bien que el Congreso dedicara
al menos la misma atención a
la necesidad de mejorar la moral y el rendimiento de la Agencia Central de Inteligencia; no
a través de la lealtad forzosa,
sino dando margen para un
juicio independiente y crítico.
El mundo es un lugar demasiado peligroso para contemplarlo a través de lentes de mira estrecha.
Paul Kennedy es titular de la cátedra
J. Richardson de Historia y director de
Estudios de Seguridad Internacional
de la Universidad de Yale. Es autor-editor de 16 libros, entre ellos Auge y caída
de las grandes superpotencias y Hacia el
siglo XXI.
© 2004, Tribune Media Services, Inc.
Traducción de News Clips.
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EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
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EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
12 NACIONAL
CAJERO AUTOMÁTICO EL ROTO
ANÁLISIS. ETA, el 11-M
y el fundamentalismo islamista.
Por Javier Pradera
El tertuliano
Terror transnacional
EN SU COMPARECENCIA parlamentaria del pasado lunes, Aznar infirió de la premisa ontológica “todos los terrorismos son iguales” la conclusión determinista según la cual “todos los terroristas al final acaban teniendo conexiones”; el presidente de honor del
PP necesitaba ese paso lógico para dar verosimilitud a
su afirmación de que las relaciones entre “terroristas
etarras y terrorismo islámico” constituyen “un hecho
incontestable” y contienen la clave explicativa del
11-M. Porque el ex presidente del Gobierno no cree
que los autores intelectuales —quienes planificaron el
atentado y decidieron su fecha— “anden en desiertos
muy remotos ni en montañas muy lejanas”.
La teoría aznariana de la identidad del terrorismo
“en todas partes y en todas las situaciones” descansa
exclusivamente sobre las motivaciones irracionales
de sus agentes: “La causa del terrorismo es el fanatismo, es el deseo de exterminar al otro, es el fundamentalismo de la clase que sea, étnico, nacionalista o religioso; la chispa que enciende el terrorismo es siempre
la misma, en cualquier circunstancia” (Ocho años de
gobierno, Planeta, 2004). Sin duda, el caracter polisémico del término causa favorece las confusiones provocadas —como en este caso— por sus múltiples significados: desde la bandera justificatoria enarbolada
por los terroristas hasta el móvil psicológico que desencadena sus crímenes. Pero la causación de los comportamientos humanos es mucho mas compleja de lo
que el simplista diagnóstico de Aznar supone.
Ni la predicada homoAznar justifica
geneidad de los impulsu convicción de que sos psicológicos o caracteriológicos de los terroETA participó en
ristas, ni los criminales
efectos perseguidos por
el atentado del 11-M
sus atentados indiscrimien Madrid con el
nados (sembrar el pánico y la incertidumbre en
argumento de que
la población, mostrar la
vulnerabilidad de las ins“todos los terroristituciones estatales), agomos son iguales y al
tan las dimensiones de
esa brutal manifestación
final acaban teniende la violencia humana.
do conexiones”
A efectos de la prevención, vigilancia, represión y erradicación de
las organizaciones terroristas, la fuente política, ideológica o religiosa de las actitudes fundamentalistas y
fanáticas no es —como cree Aznar—un dato indiferente. Los procedimientos terroristas utilizados por los
nacionalistas irredentistas (en el Eire, el Estado de Israel, las repúblicanas balcánicas, el País Vasco o Chechenia), los fundamentalistas de las tres religiones
del Libro (musulmanes, cristianos o judíos) o los activistas antidemocráticos (revolucionarios o fascistas)
tienen mucho en común, pero también ofrecen notables diferencias. Y sería estúpido confundir los condenables intentos de justificar los crímenes terroristas
con las pretensiones legítimas de explicar el trasfondo histórico o el contexto socioeconómico y político
del terrorismo como paso para combatirlo.
Por lo demás, las eventuales vinculaciones entre organizaciones terroristas en el ámbito transnacional
son una hipótesis de trabajo que exige confirmación
empírica caso por caso. La peregrina tesis aznariana de
que esas posibles conexiones serían la consecuencia predestinada de la identidad ontológica de todos los terrorismos es simplemente grotesca: al presidente de honor del PP sólo le falta defender la existencia de una
Internacional Terrorista Planetaria gobernada por un
directorio secreto al estilo de los Sabios de Sión o de la
Spectra de James Bond. Parece seguro que durante los
años setenta y ochenta ETA utilizó campos de entrenamiento en países arabes y compartió información o infraestructuras con el IRA y otros grupos nacionalistas
radicales europeos. También se da por descontado que
ETA se aprovisiona de armamento y de explosivos en el
mercado negro internacional; resultaría absurdo sostener, sin embargo, que el acceso compartido a una fuente de suministros implica la coordinación operativa de
todos los clientes para la realización de atentados concertados. Y la pretensión de Aznar de encerrar en el
mismo saco —como alianza impía del 11-M— al terrorismo islamista, a ETA, a los enigmáticos pobladores
de los desiertos y montañas cercanos, a los socialistas
ganadores del 14-M y a la Cadena SER es un ejercicio
de amalgama digno de la Inquisición y de Stalin.
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Á
LA COLUMNA. El peligro que supone
convertir un conflicto político
en un incendio. Por Josep Ramoneda
Jugar con fuego
ESTA LEGISLATURA reúne
todas las condiciones para la
bronca. El Gobierno se apoya
en una mayoría inestable, sin
las garantías de un pacto de legislatura. Sólo aparentemente
es una mayoría de geometría
variable, porque está a su vez
condicionada por la mayoría
que apoya al Gobierno tripartito catalán, trabada, ésta sí, por
un pacto fundacional. Con lo
cual, el PSOE ve muy reducida
la ventaja de tener diversos aliados potenciales a los que acudir y con los que negociar. Por
ejemplo, un reiterado flirteo
del PSOE con CiU podría provocar celos en Esquerra Republicana y afectar a la estabilidad del tripartito catalán.
Sin embargo, al Partido Popular la precariedad parlamentaria del PSOE sólo le da margen para enredar. El PP, después de los daños causados a
sus socios catalanes de CiU en
la anterior legislatura, está condenado a la soledad parlamentaria. Los apuros del Gobierno
se sucederán: lo hemos visto
con el grave patinazo de la reforma de la elección de jueces
y, probablemente, lo veremos
con los Presupuestos en el Senado. Pero por mucho que la desgracia ajena divierta a los señores diputados del PP, parlamentariamente carecen de capacidad para crear una mayoría alternativa.
En este marco, el PP ha empezado a propagar la idea de
una legislatura breve. Ante la
imposibilidad de revertir la situación en el Parlamento, la estrategia del PP empieza a orientarse a la ruptura de la legislatura. Y para ello no tiene reparo
en volver a la senda de la bronca y la desestabilización. Los antecedentes son de todos conocidos: están en la estrategia de la
tensión que Aznar diseñó a
principios de los noventa para
llegar al poder. Y que el pasado
lunes volvió a escenificar para
entusiasmo de los suyos. Una
estrategia que no era coyuntural, sino que respondía a la convicción de que en España la tensión favorece a la derecha. A
ella recurrió Aznar cuando se
vio en apuros, aun teniendo mayoría absoluta.
El PP ha estado ocho años
en el poder, en los que ha intentado ejercer su dominio sobre
todos los demás poderes de la
sociedad (judicial, económico,
mediático). La bronca montada por la derecha sobre la disparatada tramitación parlamentaria de la reforma de la elección
de jueces nada tiene que ver
con escrúpulos sobre los procedimientos: responde a la simple razón de que el PP no quiere perder el control del poder
judicial. Cuando Rajoy dice
que las investigaciones sobre el
11-M “no se pueden terminar
nunca” no sólo está reconociendo involuntariamente que ni
en toda una eternidad se conseguiría probar las tesis del PP, sino que expresa también la intención de mantener abierta la
comisión de investigación para
seguir tratando de enlodar la vida pública. El problema para
Rajoy es que si la estrategia elegida es la de la tensión, él, por
temperamento, por estilo, por
manera de expresarse, no sirve.
El PP tendrá que inventar un
nuevo lobo feroz, menos gastado que Acebes o Zaplana.
El espejismo de la legislatura del buen talante ha sido breve. Cuando el PP ha empezado
a salir del aturdimiento, cuando el Gobierno ha empezado a
incidir en sectores que se autoconsideran intocables, como
los curas y los jueces, la tensión
ha vuelto. Y todavía no se ha entrado en serio en el debate territorial. Sin embargo, no hay que
dramatizar. La simplificación
del juego político como confrontación entre dos bloques
de intereses forma parte de la
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EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
ECONOMÍA
ALGUNOS CREEN QUE HABRÁ ELECCIONES ANTICIPADAS Y QUE NO HAY TIEMPO PARA CAMBIAR EL MENSAJE
Las dos caras del PP
LA CRÓNICA
Por Soledad Gallego-Díaz
E
n el Partido Popular (PP) hay, cada
vez más, ideas y
sentimientos compartidos, y análisis y tácticas diferentes. La mayoría de los dirigentes populares reconoce que
la dirección del partido les
transmite continuamente el
mensaje de que están siendo
agredidos por el Partido Socialista (PSOE) y por el Gobierno.
Todos afirman que el caso Yak,
el caso Chávez o la comisión
parlamentaria del 11-M son percibidos realmente entre sus filas como ataques contra su partido y su memoria. Pero no todos reaccionan igual, ni analizan de igual modo la táctica a
seguir.
Unos creen que eso justifica
una reacción dura, en la línea
favorita de José María Aznar y
Ángel Acebes, y que, además,
esa dureza supondrá, llegado el
momento, un claro beneficio
electoral. Otros, por el contrario, creen que esa violenta confrontación en todos los campos
no le conviene al PP en absoluto, porque enquista entre los
ciudadanos la imagen de falta
de diálogo y obcecación que les
hizo, precisamente, perder las
elecciones.
“Todas estas cosas impiden
pasar página. Sólo valen para
que nos reafirmemos a nosotros
mismos y a nuestros militantes,
Mariano Rajoy.
Algunos expertos populares advierten que no es buena idea mantener mensajes que parezcan incoherentes con el estilo y la forma
de ser del líder electoral
pero nosotros y nuestros militantes no somos suficientes para volver a ganar las elecciones”,
admite con calma un destacado
dirigente provincial.
Casi todos los populares manejan la idea de provocar una legislatura corta, y de empujar, como sea, para que el PSOE no
pueda mantener las alianzas
parlamentarias necesarias para
terminar el mandato y que opte
por convocar elecciones antici-
padas. “Eso es lo que va a suceder, hagamos nosotros lo que
hagamos. Los socialistas, ellos
solos, con sus errores y meteduras de pata, terminarán convocando elecciones antes de tiempo”, mantiene un miembro de
la dirección nacional.
Unos creen que, ante esa posibilidad, no hay tiempo para
cambiar nada y que lo mejor es
recurrir apresuradamente a la línea de ataque “con todo” que les
dio buen resultado en 1996.
Otros piensan que aquella etapa
ya acabó, que José Luis Rodríguez Zapatero es diferente, que
el electorado es diferente y que
su propio líder, Mariano Rajoy,
también lo es, por lo que enrocarse en esa imagen de aspereza
“a la Aznar” no hará que regresen al Partido Popular, en esas
hipotéticas elecciones anticipadas, los votos que se fueron volando en 2004.
“Podemos encontrarnos con
que unas elecciones anticipadas son, justamente, un desastre para nosotros y no para los
socialistas”, insiste el mismo dirigente popular. “La manera de
evitar ese desastre es mantenernos a nosotros mismos en tensión, es mantener unidas como
sea nuestras propias filas”, reprocha otro dirigente nacional
que defiende sin fisuras la línea desarrollada por el grupo
parlamentario del PP estas últimas semanas. “¿Filibusterismo? No es filibusterismo, pero
llámelo como quiera. Ni agua,
lo llamo yo. Ni la menor facilidad”, asegura.
Tensión ambiental
José María Aznar.
lógica de la democracia, y algunos, como Ralf Dahrendorf, se han preguntado si la
democracia sobreviviría sin
ella. Al convertirse los medios de comunicación en la
verdadera escena del poder,
el riesgo de que el espectáculo político derive en una mezcla de salsa rosa y un derby
futbolístico es real. Pero no
debemos olvidar que la confrontación parlamentaria es
muy útil para sublimar los
conflictos sociales, dándoles
una teatralización en la que
la palabra y los excesos verbales sustituyen a la violencia.
El peligro aparece cuando
las prisas de algunos —en este caso de los que perdieron y
todavía no han entendido como ha sido y, por tanto, se
creen en derecho a volver
ya— convierten el normal
conflicto político en un incendio. Con el acompañamiento
de un coro mediático dispuesto a echar gasolina. Entonces, las llamas pueden alcanzar a la sociedad civil. Y se
puede temer cualquier cosa.
Afortunadamente, no parece
que la tensión que se vive en
la superestructura política se
corresponda con la calle. Y esto permite confiar en que los
aprendices de brujo se quemen. Pero cuando se enciende un fuego, nadie puede garantizar que lo controla. Y algunos soplan sin cesar.
Los especialistas del PP no se
ponen de acuerdo. “No importa
que los técnicos estemos de
acuerdo, o no. Las decisiones políticas las toman, como es lógico, los dirigentes políticos y no
los especialistas. Nosotros sólo
facilitamos los análisis electorales. Las decisiones corresponden a Rajoy y a su equipo político”, asegura uno de estos expertos.
Admite, sin embargo, que,
desde un punto de vista de sociología electoral, no suele ser
buena idea mezclar dirigentes
y mensajes contrapuestos.
“Los electores dan una gran importancia a la coherencia y a la
credibilidad, y hacen falta líderes que transmitan mensajes
creíbles en su boca, no mensajes que sean incoherentes con
el estilo y la forma de ser de
esa persona concreta”, explica.
Sin mencionarlo expresamente, parece creer que Mariano
Rajoy necesita otro mensaje
que no sea el de la confrontación absoluta.
En cualquier caso, da la impresión de que cuanto más violenta es la confrontación con el
Gobierno y el PSOE, más dificultades encuentran para imponer su análisis los que mantienen que el partido necesita un
cambio progresivo de imagen.
“Pero, por supuesto, si nos atacan, lo primero es defenderse.
Si el ambiente continúa tan tenso, no hay nada que hacer”, asegura un representante de este
sector.
¿Lo mantienen así de tenso
quienes dentro del Partido Popular no quieren cambio alguno? El dirigente del PP se niega
completamente a considerar esa
posibilidad.
AGENDA GLOBAL.
La calidad de los servicios.
Por Joaquín Estefanía
Evaluar el gasto,
mejorar la democracia
CUANDO LAS AGENCIAS INTERNACIONALES, públicas o privadas, evalúan la competitividad española,
llegan a la siguiente conclusión general: bien en lo que
se refiere a política macroeconómica, regular en lo que
respecta a la educación, mal en la calidad de las instituciones públicas. La productividad de un país se mide,
entre otras cosas, por la cantidad y calidad de los factores de producción: trabajo y capital principalmente.
Esa calidad de las instituciones se relaciona con la
eficacia con la que se gasta el dinero público, y, también, de los organismos reguladores. En una reciente
intervención en la Fundación Alternativas, el catedrático de Teoría Económica y consejero del Banco de España, Julio Segura, explicó que la clave del buen funcionamiento de los organismos reguladores depende
de su reputación. ¿Cómo se obtiene ésta?: a través de
la competencia técnica de las personas que los forman; por la transparencia con la que funcionan (si informan o no de lo que hacen, y lo publican), y por el
grado de autonomía real de los poderes económicos y
de los poderes políticos.
Estudiar la eficacia del gasto público figuraba en el
programa electoral con el que el PSOE ganó las elecciones, como parte de los
instrumentos para mejorar la calidad de la demoEn los estudios de
cracia. En dicho prograla competitividad
ma se decía que “las Administraciones Públicas
española falla, sobre
son instrumentos esenciales para desarrollar la
todo, la calidad de
democracia y asegurar el
las instituciones púprogreso individual y del
conjunto de la sociedad”,
blicas. Esa calidad se
así como que “los servimide por la eficacia
cios públicos son indispensables para garanticon que se gasta el
zar la igualdad de oportudinero público y por
nidades de todas las personas y para que éstas
la reputación de los
puedan ejercer plenaórganos reguladores
mente los derechos y las
libertades que la Constitución les reconoce”.
Lo que se dice, se hace. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, nada más tomar posesión del departamento, encargó a una comisión de expertos los estudios para crear una Agencia Estatal de
Evaluación de la Calidad de los Servicios y de las Políticas Públicas. Una agencia de nombre tan horrendo se
constituiría como el elemento articulador básico de un
Sistema Público de Evaluación. Así lo explicó Sevilla
en el Congreso el pasado mes de junio.
El ministro dio tres meses a esa comisión, presidida
por el ex director del Instituto de Estudios Fiscales
Juan Antonio Garde, para que presentase su estudio.
Ya lo ha hecho. Cuando se constituya como ente público independiente y sea aprobada por el Consejo de Ministros, servirá para evaluar la calidad de los servicios
públicos impartidos y si el dinero público invertido en
ellos ha sido rentable, así como el dinero que la Administración dedica a subvenciones o a la cooperación internacional. Garde recordaba recientemente (Cinco
Días, 22 de noviembre) que los gastos fiscales del Presupuesto de 2005 suponen algo más de 41.000 millones de euros, de los que alrededor de 14.000 millones
son incentivos que deben ser analizados y reconsiderados para ver hasta qué punto cumplen las expectativas
para las que fueron creados.
La Agencia dependerá, en un primer momento, de
Administraciones Públicas, con la voluntad de que en
el caso de que se logre la reforma del Senado como cámara de representación territorial pase al mismo. No
existe en los países que se han estudiado (Alemania, Canadá, Austria, EE UU, Francia...) un modelo ideal o generalizable que sirva en todos los casos para España.
Del mismo modo que se necesitan filtros públicos
para evaluar la competencia técnica de los reguladores
y la ausencia de conflicto de intereses en los mismos, el
debate ya no es sólo cuánto dinero debe gastar el sector
público en sus diferentes administraciones (central, autonómicas y municipales), sino cómo se gasta. Con esta
filosofía, tan importante es aumentar el presupuesto
público de investigación y desarrollo como saber por
qué en España por cada unidad pública que se invierte
en este concepto sólo se invierte una unidad privada y
no dos, como en el resto de Europa.
13
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
14 EN CANDELERO
FUERA DE CASA. Esperando en
Granada la concesión del Cervantes con
un candidato fallido. Por Javier Rioyo
Ellos, los
de entonces
F
ue miércoles todo el
día y gran parte de
la noche. Estuvimos en Granada
por razones poéticas bien bebidas.
La semana ya había empezado de
tragos largos. Al principio fue el
Premio Reina Sofía de poesía que
recibió Caballero Bonald. Aquella noche madrileña no nos fue esquiva, encontramos taberna después de comportarnos como caballeros republicanos en los salones
de palacio. El poeta de Jerez ha dejado los combinados y otras pócimas, está empeñado en ser infiel a
los destilados de antaño. Ahora,
para no desperdiciar el tiempo
que nos queda, es un converso,
convicto y confeso de que en el vino está la verdad. Caballero se
mantiene en forma y es un maestro en saber escaparse de algunos
adictos a la tabarra. Un experto en
burlar a toda suerte de zafios de calidades agropecuarias. Una lección más de esa vieja costumbre
de vivir.
La siguiente cita de “los de entonces” fue en Granada. Antes hicimos parada real —la cosa se pone
cada día más monárquica— en el
Teatro de la Ópera, sin gaitas ni
músicas: el infalible jurado entregaba el Premio Cuco Cerecedo al
italiano y portuñol Antonio Tabucchi. Un buen discurso para periodistas éticos y para princesas asturianas. Y nos despertamos miércoles y granadinos. Nos esperaba
el premio —que también entregarán los poéticos príncipes— al asturiano / madrileño y residente en
Alburquerque Ángel González.
En compañía de los algunos supervivientes de la generación del alcohol, y de otros destacados continuadores, la ciudad de Lorca se puso de risas, felicidad y en disposición de ampliar el inventario de lugares propicios para el amor y
otras caricias. La cosa prometía.
Después del premio a Caballero
Bonald celebraríamos el de Ángel
González; todo parecía una hermosa historia de ciudad con muchachas de piernas desnudas,
de controlados dones, civilizadas
ebriedades, canciones mexicanas
y comuniones paganas. Todo debe
interpretarse como verdad poética. Unas jornadas de la compañía
del escritor, secretario perpetuo
de los premios Planeta, amigo de
la infancia del poeta González y excelente biógrafo de Juan Valera,
Manuel Lombardero. De la delicadeza inteligente de Laura García Lorca, que ha sabido hacer de
La Huerta de San Vicente un lugar de referencia para lorquianos
del mundo, por lo emocionante de
la historia de esa casa, por las ediciones y los encuentros en un lugar lleno de vida y músicos, así se
llamen Leonard Cohen, Patti
Smith o Enrique Morente.
También participó en las jornadas del primer premio de poesía
con nombre del poeta —el mejor
dotado de la poesía en español—
el novelista Juan Marsé. Llegó a
Granada en compañía de felices
rumores, todos estábamos seguros que Marsé sería el Premio Cervantes, él tampoco. El asunto era
seguir con la celebración. Había
llegado el momento de la generación. Tienen edad, obra, vida, his-
Rafael Sánchez Ferlosio, premio Cervantes.
RAÚL CANCIO
El escritor italiano Antonio Tabucchi.
toria y razones para el reconocimiento. Todas las quinielas apuntaban en su dirección. Él, que se
acuerda de la vida, que sabe dónde está, nos rebajaba las celebraciones anticipadas. Nos recordaba
su pasado de chico de barrio de
Barcelona, de joven novelista encerrado con un solo juguete, de residente en París, porque allí había
que estar, porque allí debería adquirir la fineza, la cultura y el cosmopolitismo que tenían sus com-
JOAN GUERRERO
pañeros de gauche divine. Él rebajaba nuestras euforias recordando
cómo consiguió —con enchufe—
el puesto de ayudante de laboratorio. Nos recordaba que la vida no
era fácil, que era una carrera de
obstáculos, que iba en serio aunque lo empezáramos a saber más
tarde. Nosotros, a lo nuestro. Brindando por el premio que nunca
existió. En plena celebración llegó
la noticia de su lucha contra Gamoneda. Nada, ni caso, demasia-
SOMBRAS NADA MÁS. Félix Grande, premio Nacional de las Letras. Por Juan Cruz
El poeta que habla en voz baja
U
stedes jamás habrán escuchado a Félix Grande, el otro premio literario de la semana, el
que se dio antes del Cervantes
de Ferlosio, alzando la voz. Uno le ve llegar a los sitios, con una pequeña mochila,
y de inmediato se le puede imaginar, aunque no la lleve, con una guitarra al hombro. Alguna vez esa guitarra imaginaria
del premio Nacional de las Letras, emeritense de nacimiento, manchego de sentimiento y madrileño de sus calles, fue latinoamericana, aunque siempre fue flamenca, casi la quintaesencia de la guitarra flamenca. Ese sonido es el que está en
su poesía, de modo que si le oyes recitar
da la impresión de que las letras que lee
—y la poesía que escribe— están hechas
al ritmo mismo de su guitarra.
La última vez que le vimos en público
estaba en el teatro Campoamor, porque
le estaban dando allí el Príncipe de Asturias a su amigo Paco de Lucía; en solitario, entre el gentío, sobresalía su cabeza
blanca y rizosa. Aplaudió como un fan,
que lo es, y también como un conocedor;
gracias a él —y a Caballero Bonald, que
esta semana recibió el Reina Sofía de Poesía, y a Moreno Galván, y a Manuel Ríos
Ruiz, y a tantos otros— el flamenco dejó
de ser un lenguaje de afuera para convertirse en el lenguaje mismo que hay detrás
de mucha de la poesía del último medio
siglo. Grande hizo esa contribución como
un forzado, comprometiendo en ello su
propia poesía, que muchas veces fue un
rasgueo de guitarras ásperas y hondas, como las del flamenco, pero que durante
mucho tiempo también se alimentó de la
quejumbre de los espirituales negros.
Uno de sus libros más celebrados se llamó Blanco spirituals, y tiene esos latidos,
y también los de César Vallejo, que, por
otra parte, está presente también en esa
voz de la que hablamos: la voz baja de un
poeta que toca con nudillos la puerta de
los que han de escuchar su dolor.
El premio le halló en Cáceres, hablando de Neruda. Pudo haberle hallado en
cualquier sitio. Si uno viaja y ve las carteleras observará que Grande no le dice no a
casi nada, y por ahí va con esa maleta mínima que también parece una guitarra.
Semanas antes de aquel premio a Paco de
Lucía, el poeta estaba viajando a Barcelona, pero no para participar en el Fórum,
que es lo que hacían tantos entonces, sino
para recitar poesía en algún club de Tarra-
Félix Grande.
gona; volvía de Alicante, y dentro de nada
se tendría que ir a Galicia, y después… La
primera vez que le vi de gira fue en una
ciudad de provincias; un escritor local le
calentaba la oreja con dimes y diretes de
do leonés. No sólo hay que ser honrado, también hay que parecerlo.
Gamoneda puede esperar. Vinieron otros nombres, otros ríos,
otras fuentes. La cosa se estaba retrasando. El jurado se estaba poniendo opaco, oscuro, negro. Parece que había pelea entre los cruzados de la causa y los soldados de
Salamina, entre las criaturas del
aire y los poetas puros; alguien recordó que mientras no cambien
los dioses nada habrá cambiado.
El premio estaba mirando para
otro lado. La celebración del nonnato estaba bajando de intensidad. Marsé, a lo suyo, tranquilo,
charlando de cine, de su amigo
Gil de Biedma, de noches de hace
veinte años en que de todo ya hacía veinte años, de su próxima novela de amores cachondos. Yo, desconfiado aparte, creía que esos diálogos eran estrategias de despiste
o maniobras verbales para no pagar la comida de precelebración.
Pues no, Marsé tenía razón. El Premio Cervantes puede esperar.
Y brindamos por Rafael Sánchez Ferlosio, por el advenimiento de tiempos mejores, por su río,
sus zapatillas, sus churros dominicales, sus turrones de Xixona, sus
jardines cerrados, por su hermano
que tanto nos cantaba y hasta por
su padre que ganó una guerra, perdió una paz y posibilitó que se hiciera rico un escritor que supo dar
vida a una muerte falsa. Marsé recordó con afecto su único encuentro con Sánchez-Ferlosio. Fue en
Madrid, en una noche de presentación de una reciente novela de
Marsé; con su desaliño habitual,
el nuevo y excelente Premio Cervantes, el novelista que dejó la
narrativa, se acercó cariñoso y
amigable al veterano novelista del
Guinardó para expresarle su afecto literario. Nosotros seguimos la
fiesta, la excusa era recordar aquellos tiempos de silencio que fueron rotos con grandeza literaria
por esos niños de la guerra, hijos
de ganadores o perdedores, que
supieron escapar a los himnos de
los vencedores. Y alguien recordó
aquel poema de uno de los imprescindibles de aquella generación:
“Nosotros, los de entonces, ya no
somos los mismos, aunque a veces
nos guste una canción”.
la localidad y del mundo, y Félix Grande,
que también dice no, se tomó un taxi en
solitario para regresar a la estación, o al
aeropuerto, para no tener que seguir escuchando la molestia del insidioso.
Otra vez le vi recitar en una cárcel, con
Dulce Chacón; con su suéter blanco sobre los hombros, pulcro y distinguido,
con su voz monocorde alentó a las presas
de Brieva que fueron escuchándole con la
fascinación tranquila con la que se oye a
los guitarristas sentimentales rasguear su
instrumento después de la medianoche.
Su voz baja es un distintivo de su personalidad. Pero no oculta un hombre sin calenturas; las tiene, algunas son íntimas, y
otras las ha puesto de manifiesto. Su mayor cabreo contemporáneo tuvo como
causa la rumorología que circuló en torno
a su amigo Luis Rosales y su supuesta participación en la delación de Lorca. Con
Rosales trabajó en Cuadernos Hispanoamericanos, revista de la que fue director,
hasta que el Gobierno anterior le dijo basta y lo dejó en la calle. Fruto de esa rabia
escribió La calumnia. Y aunque el libro
era caliente, ahí estaba también diciendo
en voz baja su indignación.
Nunca le vi gritar; fue cabrero de verdad, y él lo recuerda en la autobiografía
que tiene a su abuelo como protagonista, La balada del abuelo Palancas. Acaso a las cabras también les habló en voz
baja. Es su manera de convencer, de sentir que del silencio a la voz la ruta no es
el grito. Aunque te agravien.
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
EN CANDELERO 15
DON DE GENTES. Cómo pasar el Día de Acción de Gracias en Nueva York
siendo extranjera, echando guindas al pavo por salva sea la parte y recordando a
la cantante folclórica Rosa Morena. Por Elvira Lindo
EL ENREDO. La imagen de Aznar
persiguiendo a Rajoy con un hacha es
demasiado realista. Por Antonio Martínez
El resplandor
La actriz Lauren Bacall, en los años cuarenta.
Échale guindas al pavo
YO TENGO UN PASADO. Pero
no lo voy a contar aquí porque eso
sería derrochar los ahorrillos de
mi vejez, que vendrán de la venta
de mis memorias. Las publicará
una gran editorial, me pagarán
una pasta impresionante por
ellas, y hablaré de todo aquello
que en la actualidad callo. Porque
yo callo mucho. Aquí sólo cuento
lo superficial. Porque para eso me
pagan. Yo soy la lentejuela, como
diría Arcadi Espada en su webblog que visito porque soy una mujer a un ordenador pegada, soy
una mujer superlativa, como dijo
el poeta. En ese pasado fascinante
que yo tengo y que algún día contaré hay de todo: sexo, traiciones,
hijos ilegítimos y cenas en buenos
restaurantes, qué coño. Mis memorias, que se podrían llamar
Confieso que he cenado, van a hacerle la competencia a la Guía Michelin por la cantidad de restaurantes que aparecerán en ellas;
¡eso sí!, las cenas están pagadas
por mí, no como las de esos escritores que van de feria en feria, de
país en país, sin sacarse una peseta del bolsillo. Así también doy yo
la charla, no te fastidia. Y esto no
es criticar, es referir. Si mis memorias se editasen a título póstumo
(porque yo muriera en un imprevisto) se cambiaría el título por este otro: De grandes cenas están
las sepulturas llenas, que es un título como más castizorro, un título que da pena, la verdad, pero
que refleja una realidad que hay
que asumir, qué caramba. Decía
que yo tengo un pasado. La otra
noche se me vinieron muchos recuerdos de ese pasado mientras
me estaba comiendo el pavo de
Acción de Gracias. El pavo americano es un ser desproporcionado.
Correspondería, para que ustedes
lo visualicen, a un cerdo español.
Al pavo gigante se le mete un relleno de pan por el orificio anal y
también un dispositivo electrónico que te compras en cualquier ferretería y que hace que cuando el
pavo te necesita, silba. Como Lauren Bacall, pero por el ano. Perdonen que sea tan gráfica, pero es
que hay veces que las instrucciones de los aparatos no te dicen las
cosas como son, digo yo que por
cuestiones de corrección política.
Hace dos años hice un pavo (en
Nueva York concretamente) y
pensé para mí misma: por dónde
le meto el dispositivo a esta criatura, y como lo de metérselo por el
ano me parecía superfuerte y las
instrucciones no lo aclaraban, se
lo puse debajo del ala, como si fuera un termómetro y el pavo no silbó y se me quemó y qué mal rato
pasé. Si fuera americana habría
ido a reclamar a la ferretería, porque los americanos denuncian a
todo el mundo; de hecho, este año
han echado una goma especial encima de la tapa de las alcantarillas
de la calle porque la gente se resbalaba y denunciaba al Ayuntamiento. Pero yo no soy americana, a mí
me da fatiga protestar, y más en
una ferretería, con el cuajo que tienen los ferreteros. Además, una
vez fui a una ferretería en Moratalaz y pedí cuatro casquetes (terrible lapsus) y los tres ferreteros
que había detrás del mostrador todavía, a día de hoy, me recuerdan.
El caso es que el primer recuerdo
que me vino a la cabeza mientras
Leiro, escultor gallego afincado
en Nueva York, trinchaba aquel
pavo colosal con el mismo arte
con el que esculpe sus obras, fue el
de una de las primeras entrevistas
que yo realicé y que puede decir
que han marcado un antes y un
después en mi trayectoria: la entrevista a Rosa Morena. Habrá
jóvenes que lean este artículo y
que no sepan quién fue Rosa Morena. Eso es España: desprecio absoluto a la memoria histórica.
Rosa Morena.
¿Quién se acuerda hoy de Rosa
Morena? Nadie, señores, sólo yo
que me he venido a Nueva York
(tal vez para olvidarla). Rosa Morena, estrella del flamenco pop;
Rosa, diminuta pero valerosa
hembra que tuvo el coraje de grabar una actuación en un cuartel
de soldados, que jaleaban a su diosa y coreaban aquella mítica canción que Rosa dejó en nuestras bocas durante décadas: “Échale, al
pavo échale, échale guindas al pavo, pavo”. Aún hoy, cuando recuerdo esa canción, como ocurrió el
Día de Acción de Gracias, no me
la puedo quitar durante horas. No
soy la única a la que le suceden estas cosas: los ciudadanos de Nueva York han pedido al Ayuntamiento que quite los villancicos
de las calles porque se instalan en
el cerebro y no te dejan dormir. Y
eso que no conocen Échale guindas al pavo. Una locutora en la radio dijo que un método infalible
para borrar un villancico de la cabeza es tararear West side story,
que en España se tradujo magistralmente como “Yo tengo un tío
en América, yo tengo un tío en
Américaaaa”. Tener en el estómago un pavo, en la cabeza la canción de Rosa Morena y en sangre
una botella de vino no es lo más
aconsejable para conciliar el sueño. Para colmo, la noche del pavo
me acordé de algo que había leído
en el periódico: el Día de Acción
de Gracias se casan en Nueva
York más de trescientos chinos.
¿Por qué? Porque es el único día
que el chino-camarero libra, y no
porque quiera, no, sino porque no
va nadie a los restaurantes. No me
extraña que Joaquín Estefanía
les tenga miedo a los chinos. Pensarán que el vino y el pavo y la canción de Rosa me trastornaron el
cerebro, pero juro que yo notaba
la vibración de esos cientos de chinos procreando a todo meter aquella noche. Chinos haciendo chinos. Bush gastándose dinero en la
guerra de Irak, Europa con su
construcción, y los chinos mientras haciendo nuevos chinos. Sentí como un pequeño terremoto
movía la cama. Y luego sobrevino
una extraña paz: los chinos ya estaban hechos. Me dieron hasta escalofríos. A la mañana siguiente me
levanté un poquito perjudicada.
PELÍCULA: El resplandor, de Stanley Kubrick. Un hotel de montaña. Aislamiento. Fantasmas. Jack Nicholson, contratado como
vigilante invernal, se lleva al hotel a su mujer y a su hijo. El anterior vigilante, el señor Brady, se volvió loco y mató a su mujer y a
sus hijas a hachazos. Ahora, el hijo de Nicholson oye voces, tiene
visiones y presiente un crimen. Redrum, dice con voz ronca. Redrum. Escribe esa palabra con pintalabios sobre una puerta. Reflejado en el espejo lee: Murder. Asesinato. El niño, Danny, recorre los pasillos del hotel en un triciclo. Ese niño es ZP por los pasillos de La Moncloa. Gira una esquina, y sigue. Y sigue, sigue, sigue y otra esquina, y sigue, sigue y junto al ascensor se le aparecen
Ibarra y González, vestidos de hermanas gemelas, como las hijas
de Brady. El hotel tiene un pasado difícil de borrar.
A partir de aquí les ofrezco diferentes opciones. La más clásica: José María Aznar, en el enorme salón de la planta baja donde
ha instalado su despacho, teclea sin cesar: “Yo dije la verdad y los
demás mintieron. Yo dije la verdad y los demás mintieron. Yo dije
la verdad y los demás mintieron.
Yo dije la verdad y los demás...”.
Esta versión tiene un inconveZP es un niño muy
niente grave: la imagen de Aznar
con la mirada estrábica persitravieso, y muy
guiendo a ZP con un hacha es deespañol, si me permite
masiado realista.
Otra opción: quien teclea obsela observación. Creo
sivo es Maragall. Nicholson llenaba miles de folios con una sola fraque debería darle
se: “No por mucho madrugar amaun escarmiento
nece más temprano. No por mucho madrugar amanece...”.
Adaptado para Maragall: “Tanto monta monta tanto catalán o valenciano. Tanto monta monta
tanto catalán o valenciano. Tanto monta monta tanto catalán o
valenciano”.
Nicholson dialoga con sus alucinaciones. En una conversación
de cortesía exquisita, míster Brady sugiere a Nicholson acabar sin
contemplaciones con su esposa y con su hijo.
—Danny es un niño muy inteligente, y muy travieso, si me permite el atrevimiento. Quizá merezca un escarmiento, aunque quizá no tenga usted… ¿agallas?
Curiosamente, el señor Brady tiene el mismo peinado que Carod-Rovira.
MATT
—ZP es un niño muy travieso, y muy español, si me permite la
observación. Creo que debería darle un escarmiento. Aunque quizá no tenga usted… ¿agallas?
Díficil casting para el papel de la madre de Danny/ZP, porque
a simple vista parece que María Teresa Fernández de la Vega le
da un guantazo a Jack Nicholson y se acaban las tonterías, el hacha, las alucinaciones y la película. A Carmen Calvo tampoco le va
el papel, por edad y porque correríamos el riesgo de desplazar la
complicidad del espectador hacia el psicópata. Si optáramos por
la versión clásica, con Aznar, la madre ideal de ZP es Rajoy, aunque seguiríamos en las mismas: la imagen de Aznar persiguiendo
a Rajoy con un hacha es demasiado realista. Aznar persiguiendo
a cualquiera con un hacha es demasiado realista. Interesante Acebes como alucinación. Pero regresemos a la opción Maragall/Nicholson. En el laberinto nevado: bajo la tormenta, arrastrando
una pierna, algo encorvado, Maragall persigue a ZP armado con
un stick de hockey. Final abierto. Las legislaturas son muy largas.
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
16 LECTURA
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Soldados de la I División de Marines toman posiciones en una casa situada en la zona oeste de Faluya.
AP
CRÓNICA DE UNA BATALLA
b
En Faluya, con la Compañía Bravo
DEXTER FILKINS
O
cho días después de que las
tropas de Estados Unidos entraran en la ciudad a pie, dos
marines subían por las oscuras
entrañas de un minarete agujereado por los proyectiles de un carro de combate estadounidense.
Mientras los marines subían
paso a paso, desde arriba llegó una
ráfaga disparada por un insurgente oculto en lo alto de la torre. Las
balas dieron al primer soldado en
la cara y su sangre salpicó al que
iba detrás de él. El que iba detrás
se tambaleó y cayó por la escalera, mientras que el soldado de primera clase William Miller, de 22
años, quedó tendido en mitad de
la escalera, mortalmente herido.
“¡Miller!”, llamaron los marines que estaban más abajo.
“¡Miller!”.
En ese momento, el mandamiento casi místico de los marines de no dejar nunca atrás a un
compañero se apoderó del grupo.
Uno tras otro, los jóvenes soldados irrumpieron en el minarete,
hacia la oscuridad y los disparos, y
subieron por las escaleras. Después de cuatro intentos, el cuerpo
sin vida del soldado Miller salió de
la torre, en brazos de sus camaradas, medio asfixiados y cubiertos
de polvo. Se aproximaban más rebeldes y los marines tuvieron que
correr entre ráfagas de metralleta
para volver a la base.
“Intenté tener cuidado, pero tenía que sacarlo, ¿lo entiende?”, decía después el soldado de primera
clase Michael Gogin, de 19 años.
Así transcurrieron ocho días
de combate por esta ciudad iraquí, el periodo más sostenido de
lucha callejera que han vivido los
estadounidenses desde la guerra
de Vietnam. La proximidad —a
menudo, los soldados estaban tan
En ocho días de lucha, la
Compañía Bravo sufrió 36
bajas, entre ellas seis muertos, lo cual quiere decir
que los hombres de la unidad tuvieron una posibilidad entre cuatro de resultar heridos o muertos en
poco más de una semana
Para un corresponsal que
ha cubierto media docena
de conflictos armados, los
combates a los que asistí
en Faluya fueron una experiencia distinta, un salto
hacia otro tipo de lucha
La intimidad del combate,
la inmersión en la guerrilla urbana era un fenómeno nuevo para esta generación de soldados, pero es
un tipo de lucha que probablemente volverán a vivir
cerca que podían mirar a los ojos
al enemigo— daba a la lucha una
intensidad infernal.
Para un corresponsal que ha
cubierto media docena de conflictos armados, incluida la guerra
de Irak desde su comienzo, en
marzo de 2003, los combates a
los que asistí cuando acompañaba a una unidad de primera línea
en Faluya fueron una experiencia
distinta, un salto hacia otro tipo
de lucha.
Desde los primeros cohetes
procedentes de la ciudad mientras se aproximaban los marines,
el ruido y la sensación de la batalla me parecieron completamente
extraordinarios; otras veces, casi
irreales. La intimidad del combate, la inmersión en la guerrilla urbana, era un fenómeno nuevo para esta generación de soldados estadounidenses, pero es un tipo de
lucha que probablemente volverán a vivir: el esfuerzo agotador
para derrotar a los guerrilleros
atrincherados en una ciudad, en
unas calles llenas de señales en
una lengua que pocos de nuestros
soldados podrían comprender.
Hasta ahora, el precio que Estados Unidos ha pagado en esta batalla supera las bajas de cualquier
batalla de la guerra iraquí.
En situación peligrosa
Los 150 marines a los que acompañé, la Compañía Bravo del I Batallón, VIII de Marines, fueron una
de las unidades que más sufrieron
en combate. Recorrieron la ciudad casi por completo a pie hasta
llegar al corazón de la resistencia,
en general sin la protección de carros ni vehículos de transporte,
mientras se abrían paso por las estrechas calles de Faluya con mochilas de 35 kilos a la espalda.
En ocho días de lucha, la Compañía Bravo sufrió 36 bajas —entre ellas, seis muertos—, lo cual
quiere decir que los hombres de la
unidad tuvieron una posibilidad
entre cuatro de resultar heridos o
muertos en poco más de una semana. Los sonidos, las imágenes y la
atmósfera de la batalla desprendían la misma sensación de antigüedad que la guerra en sí y, por
otro lado, toda la novedad del más
moderno armamento del Pentágono: el ruido inquietante del cañón
del avión AC-130 que sobrevolaba
la ciudad por la noche y disparaba
contra guerrilleros que, muchas
veces, estaban a sólo unos pasos
de los soldados estadounidenses;
el extraño zumbido del avión no
pilotado Ojo de Dragón, cuyas cámaras enviaban en directo imágenes del campo de batalla a la base.
La luz de las bengalas de los insurgentes, que iluminaban el campo para poder localizar sus objetivos: nosotros. El empujón nervioso de un marine que buscaba sitio junto a un muro de ladrillo
mientras rebotaban por encima
balas trazadoras. El silencio entre
el ruido del proyectil que abandonaba el mortero y la explosión
cuando daba en el blanco. Los gritos de los marines cuando uno de
sus camaradas, el cabo Jake Knospler, perdió parte de la mandíbula
por una granada de mano. “¡No,
no, no!”, gritaban mientras arrastraban al soldado para sacarle de
la oscura casa en la que había estallado la bomba. Eran las dos de la
madrugada, en una noche negra y
sin luna.
Nada de lo que vi en los combates se parecía ni remotamente a
las escenas que se ven normalmente en la pantalla; sin embargo, muchas veces parecía que era la única
realidad.
Los proyectiles de mortero y
las granadas lanzadas por cohetes
empezaron a caer sobre la Compañía Bravo nada más descender sus
hombres de sus transportes a la salida de Faluya. Los proyectiles parecían cohetes del Cuatro de Julio,
y pasaban por encima de la colina
que veíamos ante nosotros como
si los dispararan niños, con una
lluvia de destellos al estallar.
Edificios enteros, minaretes y
personas desaparecían en cada
descarga de bombas. Un hombre
vestido con una dishdasha blanca
se arrastraba por un terreno devastado y estaba intentando esconderse detrás de una planta retorcida
cuando cayó por una ráfaga de disparos de un carro estadounidense.
A veces, las bajas se producían
en oleadas, como descargas de
ametralladora. La primera mañana de combate, durante una lucha
feroz para hacerse con la mezquita de Muhammadia, aproximadamente 45 marines de la III Patrulla de la Compañía Bravo que corrían por la calle 40 se vieron de
pronto en el centro de un intercambio de disparos. Cuando la patrulla consiguió llegar al otro lado,
en la calle quedaban cinco hombres ensangrentados.
Los marines se apresuraron a
rescatarlos, como harían días después en el minarete, pero era demasiado tarde para el sargento
Lonny Wells, que se desangró hasta morir. Uno de los hombres que
arrostraron los disparos para rescatar al sargento Wells fue el cabo
Nathan Anderson, que murió tres
días más tarde en una emboscada.
La muerte del sargento Wells
fue un duro golpe para la III Sección; dirigía uno de sus pelotones y
había escrito cartas a los padres de
los soldados más jóvenes para asegurarles que iba a cuidar de ellos
durante la estancia en Irak. “Le encantaba jugar a las cartas”, recordaba el soldado Gentian Marku. “Sabía todas las probabilidades”.
En más de una ocasión, la
muerte llegó, arrebató a un miembro de la Compañía Bravo y se fue
discretamente. El soldado Nick
Ziolkowski, apodado Ski, era un
francotirador de la compañía. Ziolkowski permanecía horas y horas
en un tejado mirando por el visor
de su fusil de cerrojo M-40 y espe-
A
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EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
rando a que algún guerrillero entrara en su campo visual. El visor
era grande y ancho, y el soldado
Ziolkowski solía quitarse el casco
para ver mejor.
Alto, atractivo y sociable, Ziolkowski era uno de los soldados
más populares de la Compañía
Bravo. A diferencia de otros muchos francotiradores, que son personas que aprendieron a disparar
de niños en el campo, Ziolkowski
creció cerca de Baltimore, sin ningún contacto con las armas. Aunque Baltimore no tiene playa, la
pasión del soldado Ziolkowski era
el surf; en Camp Lejeune (Carolina del Norte), base de la Compañía Bravo, era frecuente que organizara todo su día de acuerdo con
las mareas.
“Lo único que necesito ahora
es una playa con olas”, dijo el soldado Ziolkowski durante un descanso de su guardia como francotirador en la Gran Mezquita de Faluya, donde mató a tres hombres
en un solo día.
En ese mismo descanso, Ziolkowski presagió su muerte. Los
francotiradores, dijo, estaban entre los soldados estadounidenses
más perseguidos.
Según explicó, en la primera
batalla de Faluya, en abril, los francotiradores estadounidenses habían sido especialmente letales, y
los servicios de información le habían advertido de que en esta ocasión iban a ser blancos preferentes. “Están intentando eliminarnos”, dijo.
La bala hizo que el soldado
Ziolkowski cayera hacia atrás, sobre el tejado. Estaba sentado, mirando por su amplio visor, a las
afueras del barrio de Shuhada, un
área controlada por los rebeldes.
Se había quitado el casco para mirar mejor. La bala le alcanzó en la
cabeza.
LECTURA 17
Un pelotón de marines derriba a mazazos una puerta durante un registro casa a casa en Faluya.
AP
Insurgentes iraquíes abren fuego contra las posiciones norteamericanas.
AP
Hombres jóvenes, cargas pesadas
A pesar de toda la muerte que
nos rodeaba, una impresión inevitable que me dejaron los marines
fue la de su juventud. Todo el
mundo sabe que los soldados son
jóvenes; pero es distinto ver cómo unos hombres apenas salidos
de la adolescencia —que en muchos casos estaban todavía en el
instituto al empezar esta guerra— matan a disparos a otras
personas. Los marines de la Compañía Bravo se peleaban por los
paquetes de M&M que se incluían en sus raciones. Cuando estaban en el cuartel se dedicaban
a corear la canción Copenhagen,
de Garth Brooks, un himno a la
marca de tabaco de mascar que
prácticamente todos compraban.
Uno de los miembros más jóvenes de la Compañía Bravo era
el cabo Rómulo Jiménez II, de 21
años, procedente de Bellington
(Virginia Occidental). El cabo Jiménez se dedicaba a exhibir sus
tatuajes —como las llamas que
trepaban por uno de sus brazos— y hablar de su Ford Mustang de 1992. Era un miembro
muy popular en la II Sección de
la compañía, entre otras cosas
porque había hecho que se conocieran su hermana y otro marine, el soldado Sean Evans, que
habían acabado casándose.
En los días anteriores a la batalla, Jiménez llamó a su hermana,
Katherine, para pedirle que arreglara el interior de su Mustang
antes de que volviera a casa.“Que
quede bonito”, le dijo.
El miércoles 10 de noviembre,
hacia las dos de la tarde, el cabo
Jiménez recibió en el cuello el disparo de un francotirador cuando
atravesaba con su sección la parte
norte de Faluya, junto a la mezquita de Muhammadia y su cúpula de color verde. Murió instantáneamente.
Los soldados son jóvenes,
pero es distinto ver cómo
unos hombres apenas salidos de la adolescencia, que
en muchos casos estaban
en el instituto al empezar
la guerra, mataban a otros
Nada de lo que vi en los
combates se parecía ni remotamente a las escenas
que se ven normalmente
en la pantalla; sin embargo, muchas veces parecía
que era la única realidad
A pesar de su juventud, los marines me parecieron superiores a
la gente de su edad que no está en
el ejército, por su madurez y su valor. Muchos de los mejores soldados de la Compañía Bravo, sus tiradores más eficientes, tenían 19 y
20 años de edad; algunos dirigían
a sus camaradas en maniobras y
asaltos. Los tres tenientes de la
compañía, cada uno responsable
de alrededor de unos 50 hombres,
tenían 23 y 24 años.
Son un grupo extrañamente
anónimo. Los hombres que luchan en las guerras de Estados
Unidos parecen proceder siempre
de pueblos y ciudades pequeñas,
muy lejos de las grandes arterias
del país en las costas. Si se pregunta a un grupo de marines de dónde
son, la respuesta será una lista de
lugares como Pearland (Tejas), Lodi (Ohio), Osawatomie (Kansas).
Un ejemplo típico de los marines que lucharon en Faluya es
Chad Ritchie, un cabo de 22 años
de Keezletown (Virginia). El cabo
Ritchie, un hombre discreto, con
gafas, que trabajaba para los servicios de información, decía que estaba encantado de salir del pueblo
de su infancia, pero que a veces
echaba de menos las reuniones de
los viernes por la noche en los
campos. “Encendíamos una hoguera, acercábamos los camiones
marcha atrás y abríamos la parte
trasera, y siempre había alguien
que tenía altavoces”, explicaba.
“Bebíamos cerveza y contábamos
historias”.
Como muchos jóvenes de la
Compañía Bravo, el cabo Ritchie
decía que se había alistado en los
Marines porque anhelaba más
aventuras de las que su pueblo
podía ofrecerle.
“Los que se quedaron viven
aún con sus padres y ganan siete
dólares por hora”, decía Ritchie.
“Yo no voy a ser uno de esos que,
en la vejez, dicen: ‘Me habría gustado hacer esto. Me habría gustado hacer aquello’. De vez en cuando hay que hacer algo difícil, algo
con lo que uno no se siente cómodo. Una persona necesita comprobar sus instintos”.
Resistencia bajo el fuego
Los marines como el cabo Ritchie demostraron una y otra vez
su valor en Faluya, pero eso no
quiere decir que no tuvieran miedo. Una noche, mientras la Compañía Bravo descansaba en el edificio de la Guardia Nacional Iraquí, en pleno corazón de la ciudad, empezó a caer fuego de mortero que se iba acercando cada
vez más. Los insurgentes estaban encerrando el edificio, disparando a derecha e izquierda del
blanco y afinando progresivamente el tiro.
En los pasillos, llenos de hombres acampados para pasar la noche, se oían rezos susurrados entre las explosiones. Después de
20 intentos, el bombardeo se detuvo de forma inexplicable.
Otra noche, especialmente
sombría, un grupo de marines de
la I Sección dieron la vuelta a una
esquina para subir por un callejón y se encontraron con unos
hombres que venían de frente vestidos con uniformes de la Guardia
Nacional Iraquí. Los uniformes
eran tan perfectos que incluso llevaban trozos de cinta roja y blanca, la señal establecida para indicar a los soldados estadounidenses que el portador era un iraquí
amigo; a cualquier otro se le podía matar.
Los marines, al ver la cinta, saludaron, y los hombres con uniforme iraquí abrieron fuego. Un estadounidense, el cabo Anderson,
murió de forma instantánea. Uno
de los heridos, el soldado de primera clase Andrew Russell, quedó tendido en la calle gritando del
dolor que le producía una pierna
casi amputada.
Un grupo de marines se abalanzó hacia los disparos para sacar a sus compañeros. Pero la emboscada y el tiroteo posterior fueron el suceso que más trastornó a
los hombres de la Compañía Bravo. En la oscuridad, los soldados
empezaron a discutir. Otros se
quedaron de pie en medio de la calle. Mientras el líder de la sección,
el teniente Andy Eckert, intentaba hacerse cargo de la situación,
sus hombres parecían al borde del
pánico.
“Todo el mundo estaba asustado”, contó después el teniente Eckert. “Y si el líder no puede controlarse, la unidad no aguanta”.
La unidad aguantó, pero sólo
después de que interviniera el jefe
de la compañía, el capitán Read
Omohundro.
A lo largo de la semana, el capitán Omohundro consiguió en
repetidas ocasiones que sus hombres no se rindieran gracias a su
actitud decidida y su calma bajo
el fuego. En las primeras 16 horas de combate, cuando la lucha
era continua y la amenaza de
muerte estaba constantemente
presente, el capitán Omohundro
nunca se inmutó ni dejó de conducir a sus hombres por los laberintos y callejones de Faluya con
un extraordinario sentido del espacio y el tiempo, con la capacidad de detectar al enemigo y tener localizados a sus hombres,
incluso en la oscuridad, siempre
sereno.
“Maldita sea, seguid avanzando”, dijo el capitán Omohundro,
y sus hombres, aliviados por recibir órdenes en medio de la anarquía, le obedecieron sin perder
tiempo.
Un poco más tarde, el capitán
Omohundro, un tejano de 34
años, reconocía que había notado
la tensión de la batalla, pero explicaba que hace mucho tiempo que
se entrenó para no dejar ver cualquier atisbo de inseguridad.
“No es que no sienta dudas”,
explicó, “pero, si lo dejara notar,
todo se vendría abajo”.
Cuando terminó la lucha, un
perro empezó a seguir a la Compañía Bravo por las calles destrozadas de Faluya. Al principio se echaba ante uno de los edificios que
ocupaba la compañía, entre vehículos de transporte. Luego, a
medida que las tropas avanzaban,
aquel perro sarnoso se escabullía
detrás de ellos, tanto en los registros de casas como en las patrullas
a pie, siempre a distancia, pero sin
perder de vista a los marines.
La Compañía Bravo, cuyo propio aspecto era cada vez más harapiento a medida que recorría Faluya, abandonó por un momento su
fila india.
“Seguid atentos”, ordenó el capitán Omohundro a sus hombres.
“Esta guerra no ha terminado todavía”.
©The New York Times
Traducción de M. L. Rodríguez Tapia
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
Pasatiempos
DAMERO MALDITO VIRGINIA MONTES
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HORÓSCOPO LEONOR ALAZRAKI
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A. Disminuyen, rebajan, cercenan ..........................................................................................................
B. Parte carnosa y redonda de un miembro, especialmente la de los brazos, muslos y pantorrillas ....................................................................................................................................................
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98 64 58 15 2 49
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74 107 1 93 46 17 80
C. Deslumbren, turben la vista ................................................................................................................
––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
75 12 50 110 103 91 60 41
D. Sabios, doctos o instruidos ............................................................................................................
––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
19 96 39 63 53 7 87 76
E. Que no duermen, desvelados ..............................................................................................................
––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
59 106 83 36 71 67 18 45
F. Lugar de las montañas elevadas donde se conserva la nieve todo el año ............................
––– ––– ––– ––– ––– –––
54 105 94 6 47 69
G. Quemadas, tostadas, ardientes ....................................................................................................
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
111 9 104 73 42 29 57
H. Montón de arena casi a flor de agua, en paraje en que el mar tiene poco fondo (plural) ....
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
55 109 24 8 97 89 70
I.
Cabo que sujeta la cabeza de un mástil al pie del más inmediato, para impedir que caiga
hacia la popa ....................................................................................................................................
––– ––– ––– ––– –––
51 65 77 40 30
J. Alza o revoca la prohibición que una cosa tenía ......................................................................
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
101 48 38 90 10 28 56
K. Da empuje para producir movimiento ..........................................................................................
––– ––– ––– ––– ––– –––
72 32 62 43 21 92
L . Fieras, espantosas, airadas y terribles a la vista. Dícese especialmente de las miradas ....
––– ––– ––– ––– ––– –––
86 20 34 52 102 44
M. Camino situado en lo alto de una muralla, detrás de las almenas ........................................
––– ––– ––– ––– ––– –––
84 79 31 13 26 95
N. Escolta o guardia que se destina para llevar con seguridad y resguardo alguna cosa por
mar o por tierra ................................................................................................................................
––– ––– ––– ––– ––– –––
35 66 100 22 4 85
O. Llama uno a otro en su favor y auxilio ........................................................................................
––– ––– ––– ––– ––– –––
27 37 5 16 108 82
P. Ricos, fértiles, abundantes ............................................................................................................
––– ––– ––– ––– ––– –––
99 81 23 61 33 11
Q. Concreción de poco volumen ........................................................................................................
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3 78 88 14 68 25
CRUCIGRAMA EDUARDO DELGADO
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Horizontales: 1. Socio de Rolls. Mafia
oriental / 2. Presa con 111 metros de altura. Zona con dunas / 3. Envoltorios de pa-
tatas. Bullock estrella de Hollywood /
4. Tipo de tejido. Percibir de modo subliminal / 5. Hínquele el diente al hueso. Pisa el
freno. Causa de un viaje (?) / 6. Perros cazadores. L´“–”, auditorio milanés. Beba
con sentido crítico / 7. Vía de administración. Suda la camiseta. No te metas en camisa de once “–” / 8. Detalle del concertista. Pueblo de cultura védica. Cdad. bética / 9. Combustible del horno. Mostrarse
pasmado / 10. Tiran por el camino más corto. Competidor de Hertz. Tiene pagos pendientes / 11. Quite las cadenas. Sujeción
metálica. Une en el crisol / 12. Troya lo sufrió durante 10 años. Estado árabe. Tecnológica del Nasdaq.
Verticales: 1. Embolsada / 2. Delanteros
centros / 3. Ilie tenista / 4. Asignatura de la
ESO. Volved marchito / 5. Características
faciales. Nicolò constructor de violines /
6. Se aventurase. Resto humano / 7. Tubérculo exótico. Continuador de Feng / 8. Totum revolutum. Accesorio de danza / 9. Calar hasta los huesos. MOMA: Nueva York;
“–”: Valencia / 10. Extremo de la mansión.
Coloree el peluquero / 11. Al televisiva. Engañan en los recados / 12. Sabino del PNV.
Usar las gafas / 13. Clark de Krypton. Espacio torácico / 14. Formar olas. Comienzo
de novela / 15. Monárquico ruso. Protegido de Yahvé / 16. Muestras de virtuosismo.
Como la casa de don Juan Carlos.
ARIES
20-21 de marzo a 19-21 de abril
Consolidarán las bases para futuros acuerdos,
que se concertarán en su momento. Se verán
animados, algo nerviosos y plenos de expectativas. Su entorno procurará entenderles,
aunque no lo haga del todo. Sin embargo, seguirán adelante en sus convicciones.
TAURO
19-21 de abril a 20-22 de mayo
Seguirán en sus temas con ilusión y alegría y
se afianzarán en los que les importan. Si bien
no será una semana de grandes novedades,
lograrán sus propósitos y se sentirán cada vez
mejor con su gente. Les favorece hacer ejercicios de relajación o de meditación.
GÉMINIS
20-22 de mayo a 21-22 de junio
Despertará su mente a nuevas aspiraciones.
Harán planes y proyectos diferentes. Querrán
que todo se resuelva con rapidez, pero se darán cuenta de que en estas fechas hay retrasos impensables. Aun así, mantendrán su
buen humor y pondrán toda su energía para
resolver los problemas que se presenten.
CÁNCER
21-22 de junio a 22-23 de julio
No escatimarán esfuerzos para lograr sus propósitos e insistirán en lo que buscan obtener.
Les convendrá no apresurarse y dejar que los
hechos fluyan y se den a su tiempo. Tendrán
la ayuda de sus amigos o familiares y se verán
comprendidos. Deberán aprender a esperar.
LEO
22-23 de julio a 22-24 de agosto
Sortearán algunos obstáculos y se les notará
distendidos y con mejor humor. Harán planes
para el futuro y entenderán que lo vivido en el
año les ha servido de experiencia. Avanzarán
económicamente y se acercarán a los suyos
con afecto. Recibirán gratas noticias.
VIRGO
22-24 de agosto a 22-24 de septiembre
Se notarán diferentes y no siempre mostrarán
sus sentimientos a su entorno por temor a que
no se les comprenda. Por una parte, tendrán
un montón de ideas nuevas, y, por otra, las
ocultarán. Esta dualidad no les permitirá acceder a sus deseos tan pronto como quieren.
LIBRA
22-24 de septiembre a 23-24 de octubre
Programarán algunos viajes que hace tiempo
anhelan realizar y se verán satisfechos cuando lo consigan. Pero deben hacer cuentas y
no pasar dificultades más adelante por un excesivo gasto. Les ayudará ajustarse a su presupuesto y pensar en itinerarios factibles.
ESCORPIO
23-24 de octubre a 22-23 de noviembre
El tema amoroso estará en su mente en estos
días, y les beneficia acercarse al ser que quieren, sentirse felices y pensar en planes diferentes juntos ante las próximas fiestas. Se encontrarán activos y acariciando nuevas posibilidades de bienestar. Pero no les interesa hacer castillos en el aire.
SAGITARIO 22-23 de noviembre a 21-22 de diciembre
Tomarán sus temas muy en serio y no permitirán que nadie interfiera en los mismos. Por
momentos se sentirán agobiados y con grandes deseos de que pase pronto este mes. Pero
también festejan su cumpleaños y les llegarán
regalos y novedades muy favorables.
CAPRICORNIO 21-22 de diciembre a 20-21 de enero
Desearán ir despacio en sus asuntos y no dejarse llevar por la vorágine del mes. Querrán
meditar cada paso que den, y que a su alrededor no le impliquen en tareas que ahora mismo no desean hacer. Querrán vivir en calma,
en medio de un mes en que todo se apresura
y poco se aclara.
ACUARIO
20-21 de enero a 18-19 de febrero
Recibirán muchas invitaciones, tanto de fuera
como cercanas. Querrán cumplir con todas,
pero no podrán hacerlo. Entonces decidirán
acudir a los actos más importantes y dejar los
otros para una mejor oportunidad. Así, se encontrarán más seguros y, además, aliviados.
PISCIS
18-19 de febrero a 20-21 de marzo
Se centrarán en su familia y en las personas a
las que tienen afecto y no se distraerán en pequeñas cosas. Llevarán a cabo sus metas sin
permitir injerencias ajenas. Esta disposición
les facilitará conseguir lo que buscan y apartarse de todo lo que les distrae o perturba.
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004
PASATIEMPOS
AUTODEFINIDO TARKUS
BECKETT
TEATRAL
OFRENDA
FLORAL
INCLUSO
AHORA
LA MEJOR
AULA
CAPITAL
DE ESP.
NATIVOS
SABIO
DE CINE
FUERZA
INGLESA
RACIÓN
DE MARINOS
NI …,
NI MENOS
IZQUIERDA
DE SIMBAD
CARGA
DEL BURRO
UNIDADES
GRANJERAS
USAN
LAS ALETAS
ZAGALAS
BURLONA
EXPOSITOR
DEL SIMO
BUENA
SEÑAL
(?)
TOCOMOCHO
ESTRUENDOSA
SANTUARIO
MORMÓN
TROZOS
DE PAN
ANTIGÜEDAD
ESCLAVA
DE ÓPERA
PERROS
JAPONESES
ESPECTRAL
ARTISTA
DE LA FOTO
TELLADO
AUTORA
METER
EN EL BOTE
PROST
PILOTO
EXPIRACIÓN
AVIZORASE
BRUSCA
UNO DEL
REPARTO
CIUDAD
MARROQUÍ
ALLÍ
ESTÁ
LA LÍNEA
VOCAL DE
LA ILIADA
HERMANA
DEL ARPA
GENTES
DE CARDIFF
PONED
ARRIBA
CAPITÁN
COJO
ORCA DE
SEA WORLD
ACUDÍA
CONCEDER
VIRTUD
ACROBÁTICA
SERVIBLE
EXENTA
DE
TRABA JO
EXCESO
GASTRONÓMICO
AVE
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PRESA
LARGO
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ENVALENTONARSE
CRUCIGRAMA BLANCO MAMBRINO
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Horizontales: 1. Si alguien ha perdido el
coco, puede estar por ahí rodando. Como
Sam Peckinpah en 1974, seguido del 21
vertical / 2. Quema y la pide el fumador; no
hay que ser una lumbrera para saberlo.
Extraña y chocante, por extranjera. Alargue… la pata, reduciendo la estirpe / 3. Litio. La tienda india. Trineos rusos tirados
por caballos... y una corista descompuesta. Aplazad, dejad para más adelante /
4. Me “– – –” , me uní a algo para siempre.
La ciudad andaluza del castillo de Santa
Catalina. Los verás en un segundo. Si el
cebón y el pollino pusieran cada uno de su
parte, el día de mañana tendrían esto /
5. Pieza triangular de tela, que se añade a
las prendas para darles el ancho necesario. El río que separa España de Francia.
Percibí la fragancia. La Ryan que encontró
Harry / 6. Los dientes del tenedor. Abundante, completa; llena hasta los bordes. La
nórdica que se interpone entre una sueca
y una rusa / 7. Habléis bien de uno. ¿Lo más
parecido a un interior?: uno que es menos
todavía. Coaligar, conglomerar / 8. Juega
el balón a ras de césped. De esto hay pisos, y coches, y vientres. Roberto, narrador argentino. La tercera / 9. Santiago sigue teniendo campo en la Castellana.
Composición poética. Admití bajo mi techo / 10. Buen país para viajar en el futuro.
El 66966, por ejemplo. Toma para sí. El dios
Sol para Cleopatra / 11. Levantar un poco
el pie, correr menos al volante. Tan igual,
conforme y semejante como el traje del colegio / 12. Y tan pesado y molesto que creo
que voy a poneros otro. Dar al hierro o al
acero propiedades atractivas. Naves.
Verticales: 1. Rodar los ciclistas por terrenos sin cuestas. Sí, me habré “– – –”, pero
ya he venido / 2. Estar preparados los hombres de plata por si el diestro los necesita,
estar al … Cultiven la tierra / 3. Fin del ultimátum. No hubiese para un bocado, faltase / 4. Estaba fresco, “– – –” dado. Lo que
me quiere María Cristina, lo que dejó de
hacer Aznar / 5. Erbio. Animan a los que bailan y cantan, y así no se alejan. Cobalto /
6. Arroja el guante hasta quedar medio majareta. La nota de este cura. Tantos direc-
tos de saque en el tenis / 7. La pelota. Lo
adelantaba más rápido que un sábalo (por
la izquierda, naturalmente) / 8. Nombre del
dirigente soviético Brézhnev, que en 1968
invadió Checoslovaquia. Ser muy listo, saber más que … chistes hay de ese pueblo /
9. Taxi descapotado. Cóctel de zumo de limón, ron y azúcar / 10. Hacía cocido en
Escocia. Naciones Unidas. Hijo de Noé /
11. Sujetáis con cuerdas. Fractura de un
hueso por querer ser figura / 12. Vale por
dos. Jean Simmons en Hamlet. Norte /
13. Era cristiana. Cerco de la peluca. La extinción del mamut / 14. Para ahuyentar a
los gatos... el compañero de Zipi. La antigua banda de Kurt Cobain / 15. Escalera de
tijera. Moneda para el discóbolo. Agarrar /
16. Arrasara. Cansina expresión / 17. Humor
tétrico que produce tedio, tristeza y… pensil. El hombre que se llevó la tramontana /
18. Atolón. Vaso de cristal para servir dulce
de almíbar en la mesa / 19. Preparado para
dar fricciones. Molibdeno / 20. Delirio filmado por Hitchcock. De esto hay suelos de barro muy alegres / 21. Véase 1 horizontal.
DAMERO MALDITO
“La novedad es fruto del olvido. / Vida y amor constantes
se renuevan, / mas siempre son los mismos. Todo pasa / y
todo vuelve en ronda que no cesa”. Leídas verticalmente
las iniciales de las palabras obtenidas con las definiciones
dadas, deben decir: R. Molina: Meditación.
PROBAD
SUCESOR
DE TIC
VÍCTOR
NOVELISTA
CRUCIGRAMA
Horizontales: 1. Royce. Yakuza / 2. Asuán. Arenal / 3. Sacos. Sandra / 4. Graso. Intuir / 5. Roa. Para. LSD / 6. Canes.
Scala. Cate / 7. Oral. Curra. Varas / 8. Bis. Ario. Sev / 9. Retama. Titiritar / 10. Atajan. Avis. Debe / 11. Desate. Laña.
Alea / 12. Asedio. Omán. Dell.
Verticales: 1. Cobrada / 2. Arietes / 3. Nastase / 4. Rel. Ajad /
5. Rasgos. Amati / 6. Osara. Cráneo / 7. Yuca. Sui / 8. Caos.
Crótalo / 9. Ensopar. IVAM / 10. Ala. Tiña / 11. Yasira. Sisan /
12. Arana. Ver / 13. Kent. Cavidad / 14. Undular. Tele / 15. Zarista. Abel / 16. Alardes. Real.
ARBUSTO
MONTARAZ
TIPO
DE
INSPECCIÓN
PROBLEMA
DE TRÁFICO
TABLA
DE CÁLCULO
LUGAR DE
ALQUILER
CUNA DEL
ARCIPRESTE
INDISPUESTA
RIVAL
DE
DIANA
AUTODEFINIDO
Horizontales: 2. Ramo. Clamorosa. Utah / 3. Mad. Rebanadas. Aida / 4. Lugareños. Fantasmal / 5. Envasar. Yoko Ono /
6. Alain. Corín / 7. Actor. Atasco / 8. Zar. Iota. Casa. Tac /
9. Galeses. Ahab. Shamu / 10. Subid. Agilidad. Útil / 11. Jara.
Sabática. Gula / 12. Catad. Era. Azor. Osar.
Verticales: 2. Samuel. Aguja / 3. Magna. Rabat / 4. Todavía.
Lira / 5. Ranciedad / 6. Acres. Tos / 7. Leña. Otease / 8. Babor. Rasgar / 9. Más. Iba / 10. Ron. Mala / 11. RAF. Hita /
12. Yoda. Cádiz / 13. Sanyo. Ábaco / 14. Pastoras. Dar /
15. Akitas / 16. Guasona. Hugo / 17. Timo. Status / 18. Nadan. Camila / 19. Halo. Ocular.
PÉRDIDA
EN EL
PAJAR
NIVEL
SOCIAL
CRUCIGRAMA BLANCO
(Los 쏔 corresponden a las casillas negras).
Horizontales: 1. 쏔 Quiero la cabeza de Alfredo García 쏔쏔 /
2. Lumbre 쏔 Exótica 쏔 Estire / 3. Li 쏔 A 쏔 Troicas 쏔 Posponed / 4. Até 쏔 Jaén 쏔 II 쏔 Cebollino / 5. Nesga 쏔 Bidasoa 쏔 Olí 쏔 Meg / 6. E 쏔 Colmada 쏔쏔 Finlandesa / 7. Alabéis 쏔 Inferior 쏔 Unir / 8. Rasea 쏔 Alquiler 쏔 Arlt 쏔 C /
9. 쏔 Bernabéu 쏔 Silva 쏔 Acogí / 10. Irán 쏔 Capicúa 쏔
Asume 쏔 Ra / 11. Desacelerar 쏔 Uniforme 쏔 / 12. Oneroso
쏔 Imantar 쏔 Naos 쏔.
Verticales: 1. 쏔 Llanear 쏔 Ido / 2. Quite 쏔 Labren / 3. Um 쏔
Escasease / 4. Iba 쏔 Gobernar / 5. Er 쏔 Jalean 쏔 Co /
6. Reta 쏔 Mi 쏔 Aces / 7. O 쏔 Rebasábalo / 8. Leonid 쏔
Lepe 쏔 / 9. Axi 쏔 Daiquiri / 10. Cocía 쏔 NU 쏔 Cam /
11. Atáis 쏔 Fisura / 12. Bis 쏔 Ofelia 쏔 N / 13. EC 쏔 Cairel 쏔
Ut / 14. ¡Zape! 쏔 Nirvana / 15. A 쏔 Óbolo 쏔 Asir / 16. Desolara 쏔 ¡Uf! 쏔 / 17. Esplín 쏔 Ramón / 18. Atol 쏔 Dulcera / 19. Linimento 쏔 Mo / 20. Frenesí 쏔 Gres / 21. Véase 1 horizontal.
KÁISER
ESLAVO
ROMPER
LAS
VESTIDURAS
20
EL PAÍS, DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DE 2004

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