1 SAN ÁLVARO DE CÓRDOBA Álvaro o San Álvaro se hallaba

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1 SAN ÁLVARO DE CÓRDOBA Álvaro o San Álvaro se hallaba
SAN ÁLVARO DE CÓRDOBA
Álvaro o San Álvaro se hallaba desalentado de la conducta de los cristianos: “Mis
correligionarios se complacen en leer poemas y novelas árabes; estudian las doctrinas
de los teólogos y filósofos musulmanes no para refutarlas, sino para adquirir un estilo
arábico elegante y correcto. ¿Dónde se encuentra hoy un laico que lea los
comentarios latinos de las Santas Escrituras? ¿Qué seglar estudia los evangelistas,
los profetas o los apóstoles? ¡Ay! Los jóvenes cristianos que se distinguen por su
talento, no conocen más que la lengua y la literatura arábica; leen y estudian con el
mayor ardor los libros árabes; gastan grandes sumas en formar inmensas bibliotecas,
y proclaman por doquiera que esta literatura es admirable. Habladle, en cambio, de
libros cristianos y os responderán con desprecio que son indignos de fijar su atención.
¡Oh dolor! Los cristianos han olvidado hasta su idioma, y entre mil apenas encontraréis
uno que sepa escribir correctamente en latín una carta a un amigo; pero si se trata de
escribir en árabe, hallaréis multitud de personas que se expresan con la mayor
elegancia y que componen poemas preferibles, artísticamente, a los de los mismos
árabes.” (Indículus luminosus)
ANATEMA SIT (SEA ANATEMA, SEA MALDITO)
De aquellas sabrosísimas clases de historia quedan aún resonancias en mis
recuerdos y digo sabrosísimas porque, abundantes en fábulas, no se callaba ninguna
nuestro profesor, por muy imposible, inaudita e idiota que fuera (la fábula). Por ello hay
que decir que aquellas clases carecían del más insignificante átomo de rigor científico.
Eran las chácharas del profesor pura graología o colección de cuentos de vieja. Me
voy a uno del que no sé si afortunadamente ha sido por fin denunciado por deplorable
su tejemaneje en los primeros pasos del Cristianismo.
Según nos dijo el dómine, el emperador Teodosio asistió a un circo de no sé qué
ciudad de su imperio para contemplar el espectáculo de unos juegos. Por lo visto entre
los atletas participantes había uno favorito del emperador; pero su actuación, que no
agradó al público, le produjo un general abucheo. Teodosio (se ha de advertir que era
un emperador muy cristiano, como se percibe a continuación) dio órdenes a su guardia
imperial que pasara a cuchillo a toda aquella muchedumbre de espectadores que
vociferaba su descontento hacia el atleta predilecto del monarca. La crueldad de la
masacre llegó a oídos del obispo de Milán, San Ambrosio, el cual infligió un castigo a
Teodosio, consistente en privarle de la comunión un cierto tiempo y en obligarle a
sufrir la humillante penitencia de ponerse a las puertas del templo de rodillas, al paso
de los fieles, como implorando el perdón de todos. Si quien lee este hecho, afirma que
es absolutamente cierto, allá él. En realidad lo que me interesa es otro caso de
palpitante actualidad parecido, en el fondo, al de Teodosio y que en estos días se van
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a encargar los jueces argentinos de enjuiciar y castigar con el código penal en las
manos. Trátase del dictador argentino Videla. Desde hace tiempo conocemos
horrorizados las hazañas con que este personaje alcanzó la fama universal, por las
que inmediatamente se le adjudicó el honroso apelativo de infame; desde hace tiempo
igualmente le venimos viendo tomar, devotamente, la comunión los domingos y oír la
misa. Se han divulgado imágenes sorprendentes de este momento ritual: la cámara
fotográfica enfoca desde la sagrada mano del sacerdote hasta la boca abierta del
militar, en el preciso instante en que la blanca hostia es aproximada a los labios del
comulgante. Este eclesiástico moderno, otorgante impertérrito del Pan de los Angeles,
se halla a años luz del obispo de Milán. Ambrosio no esperó, para reprender a su
respectivo asesino, sino el tiempo justo empleado por el emperador para regresar a
Italia, y, apenas lo tuvo en su presencia, le impuso el castigo que a él, como la más
autorizada jerarquía cristiana en la Europa del momento, le correspondía imponer.
Mas el cura argentino ha estado dando la comunión a Videla desde que este
malhechor con entorchados de general aún tenía húmedas de sangre las manos y
desde que donaba entre sus jefes militares a aquellas criaturas que nacían de madres
apaleadas, torturadas y asesinadas después. Y se ejecutaba esta dantesca orgía de
regalos de recién nacidos en nombre de la Religión, pues se aducía la excusa de que
había de cristianizar a aquellos niños. Este verbo "cristianizar" tiene en el diccionario el
privilegio teológico de haber escamoteado de las manos de Dios acciones que se
admiten como propias de la divinidad y las han bastardeado impúdicamente a
trochemoche a lo largo de la historia individuos de la laya de Videla y Teodosio, por
muchas hostias sagradas que hayan recibido. Al moderno Ambrosio argentino no le
acudió a la mente pensar que estaba depositando en aquella impura lengua el cuerpo
de Cristo, del que se dice que es la Pureza, la Mansedumbre y el Amor. Han pasado,
en efecto, las épocas de los milagros, y, como en siglos pretéritos al cabo de cada
esquina, ya no sucede que brote prodigiosamente la sangre en las sagradas hostias
que apuñalan judíos malsines. Lo que tal vez ocurra ahora es que los Cielos, de tantos
vómitos como se han tenido que tragar, han perdido los reflejos fisiológicos de no
sentir náuseas de nada. Habría que pensar que están hasta el gorro de las indecentes
manipulaciones humanas de su gran Invento.
ÁNGELES Y DEMONES
Son cohortes de seres sobrenaturales a los que Dios ha confiado la protección,
guardia y defensa de los hombres, de donde proviene que se les llama también
“custodios”. Loabilísima función la suya y muy necesaria, como lo comprendieron los
sabios romanos, que guiados por sus aficiones a la buena vida, indagaron entre los
habitantes del mundo divino cuáles se acomodaban a sus regalados gustos, y,
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habiéndolos hallado según les placía, diéronles el nombre de “genios”, dotáronlos de
toga, patena y cuerno de la abundancia y acabaron por alinear sus imágenes a lo largo
del anaquel del hogar, junto con los antepasados domésticos. Ápteros, según parece,
pero no asexuados a tenor de los dioses y diosas que acostumbró a venerar la
antigüedad, en nada se parecían a los genios romanos los ángeles que el cristianismo
trajo consigo. Propiamente la nueva religión llegada a Roma de la que se apoderaría
pasado el tiempo, incorporándola a sus bienes inmuebles, no se había quemado las
cejas en crear un instituto celestial de seguridad ciudadana, porque se adueñó
también de las cohortes angélicas creadas por los hebreos, hermanos de ideas y
también en algo de sangre.
Sin embargo, el abad Lenguafogosa, con la buena intención de cristianizarlos y
disponerlos a nuevas estrategias, nos transmitió un número de unidades,
indudablemente corto para garantizar a los millones de hombres una tutela libre de
preocupaciones al caso. Los hebreos habían dejado estos cálculos en manos de
Jehová, el cual a cambio les reveló el nombre de unos pocos de su Guardia de Corps
cercanos a su trono. Glosapiro o Lenguafogosa y los Santos Padres no han puesto
objecciones a dicha tropa de seráficos alabarderos, por cuyo motivo los cristianos
cuentan desde entonces con Miguel (quién como Dios); Gabriel (especie de Hermes
bíblico o mensajero de Dios); Rafael (su todopoderosa medicina) Uriel: (su abrasador
fuego); Jehudiel: (el que premia o castiga); Sealtiel: (el intercesor obligado) y
Barachiel, (la bendición de lo alto). No obstante, el Concilio de Letrán creyó que no
había de menester nada más que los tres primeros, a los que permitió ser honrados
con el culto de dulía 1 ; rebajó los restantes con los desdeñosos calificativos de
apócrifos, fabulosos y no merecedores de crédito, al tiempo que los condenaba para
siempre al ostracismo. El lector podrá observar que la lista mencionada selló su boca
con el silencio nada menos de Luzbella, o Lucifer, portador de la luz del cielo,
muchísimo más venerado, bienquisto y homenajeado por todos los humanos, sean
tirios o troyanos, con la única excepción de los monjes. Terrible guerra les declaró
Luzbella al empezar a hurgarles y cosquillearles ciertas partes del físico —como
acostumbra con todo el mundo, a seguidas de lo cual les desplegaba ante los
asombrados ojos incalificables visiones impúdicas, que los atormentaban hasta
dejarlos exhaustos de fuerzas contraofensivas.
Se ha disertado sobre la naturaleza de los ángeles y afirmado de ellos que tienen
boca, pero no comen ni beben; y lengua para hablar, pero sin papilas gustativas ni
secretoras de saliva. Hay quien asegura que por eso no pueden hacer milagros, pues
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Culto que se da a los ángeles y santos
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para hacerlos se requiere el método de los magos, mezclar la saliva con una poca de
tierra, como hacía Jesús con los ciegos. En cuanto a los ángeles malos, que se hallan
a las órdenes de Luzbella, los describen sus testigos, por difamarlos, con forma de
perros puestos de pie, otros de macho cabrío, los más en figura de feto con cuernos y
rabos de gran tamaño y todos dotados de órganos sexuales.desmesurados. A estos
ángeles malos, ciertas viejas hurañas llamadas brujas, insaciables de lascivia, se los
disputan a escobazos durante los aquelarres a la luz de la luna. Pero se mueven más
y mejor merodeando las cuevas donde hacen penitencia huesudos ermitaños. Se
manifiestan a su vista en impúdicas visiones de súcubos e íncubos, ofreciéndose en la
cama bien para yacer debajo, bien para echarse encima, a fin de que los disfruten de
acuerdo con las particulares propias de cada cual. Se sabe de no pocos monjes que
enloquecieron de horror, como consecuencia de las obscenas acometidas. Los
ángeles buenos carecen de tan inauditos estímulos pecaminosos, dado que por
naturaleza son castos y eunucos; aunque a veces no se caiga en la cuenta de tales
virtudes, como les ocurrió a los que hospedó Lot. ¡Tuvieron que proteger la parte
trasera de su cuerpo del asalto de una turba aulladora de sodomitas y hasta de
repelerla agresivamente!
Hasta ahora por lo menos no se tienen noticias de que los espíritus celestes hayan
salido de las manos creadoras divididos en sexos: varones, hembras. Se cree también
que su carácter de inmortales les ha privado de tener descendencia, de modo que ni
ha diminuido ni crecido el número que dan de ellos los exégetas.
Si se repasan los patronos celestiales que vigilan el bienestar de las poblaciones
españolas hay que constatar que sólo la ciudad de Córdoba tiene un ángel más aún,
un ancángel, San Rafael, aludido antes con el lema “medicina dei”; hecho no sólo
excepcional, sino también de mucho acierto. Supóngase que se les da por patrón a los
cordobeses el aguerrido mílite San Miguel por Rafael medicina dei. Habría que pensar
entonces que en el cielo se prefieren unos ciudadanos revoltosos y espadachines, y
no enfermos, arbitrariedad indudablemente desafortunada por ser discutible. Lástima
que el arcángel custodio difirió su tutelaje a tal extremo que no pudo prestar su
obligada asistencia a la calamidad que afligió y diezmó a la ciudad, si nos atenemos a
la noticia de la “Crónica mozárabe del 754”. En tal supuesto podría afirmarse su tutelar
servicio lo mismo que del caballo de Wamba, que ni come ni bebe ni anda. Cuenta la
mencionada crónica que vieron los cordobeses “tres soles que brillaban y titilaban de
modo maravilloso precedidos de una hoz de fuego y esmeralda; y desde su aparición,
por mandato de Dios, sus ángeles devastaron con un hambre intolerable a todos los
habitantes de la patria Hispania” incluidos, por supuesto los cordobeses.
ABADESA PRETENDIENTE A LA CORONA DE ESPAÑA
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Cuando murió María de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII cantada
por el romance popular hubo necesidad de procurarle otra al rey. Eligieron entre las
posibles candidatas a la Archiduquesa de Austria, abadesa de las Damas Nobles de
Moravia. título meramente honorífico. El pueblo de Madrid, creyendo que la futura
reina era monja, empezó a mostrarse enojado, más que incrédulo. Y el murmullo de
descontento por una elección tan extraña no se olvide que las monjas son esposas
de Cristo, tuvo que ser apaciguado por la Corte mediante la publicación en la prensa
de la época, en sucesivos comunicados, de la correspondiente aclaración.
ABC.
En el ABC, diario nacional de conocida vinculación con la derecha española,
encontró aliento y hasta decepción el pistolerismo político que ensangrentó las calles
de Madrid y de otras capitales de España en los meses próximos a la rebelión del
general Mola. Naturalmente la decepción provenía cuando las escuadras de la
Falange de entonces no devolvía el golpe a sus adversarios. Lo cuenta G. Payne en
su Historia del fascismo español. A estas alturas de los tiempos estamos mediando
el 2004 el diario conservador de antes manifiesta inclinaciones más centristas.
ABOGACÍA
Aparte de lo que dice el adagio vulgar: el abogado cobra por dar la razón al que
no la tiene, escribía Unamuno en sus “Ensayos”: “La abogacía es uno de los peores
azotes de nuestra España contemporánea. Casi todos nuestros caudillos políticos son
abogados.” Pero advierte que “llamo abogacía al modo de inflar los asuntos.” Y
concluye afirmando de la política que es una especie de pandemonium, en donde los
abogados tienen la oportunidad de hacer que anden con toda holgura “sus
triquiñuelas.” Resulta que la “triquiñuela”, según es definida por la Real Academia de la
Lengua por supuesto antes de que entrara a formar parte de ella el Sr. Pérez
Reverte es sinónimo de “artería” y, en definitiva, artería se fusiona con “amaño,
astucia que se emplea para algún fin”. Lo grave de este concepto es que de él ha
salido una gravísima advertencia, muy desatendida por los políticos de antes, de ahora
y de después, si Dios no lo remedia: El fin justifica todos los medios.
ABONO AGRICOLA
El abono químico para el cultivo de los campos aún no ha ganado la batalla final al
estiércol humano o animal. Pequeños agricultores, muy apegados a las costumbres de
sus abuelos, lo siguen utilizando. Sin embargo las basuras de las poblaciones han
dejado de utilizarse para este fin. En los contratos de alquiler de tierras para el uso de
basureros de residuos y desechos urbanos se hace constar la prohibición de su uso
por su nocividad para la salud humana.
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ABSTEMIOS CORÁNICOS
Los musulmanes deben abstenerse de las bebidas alcohólicas y de las comidas
con carnes de cerdo y sus derivados. Sin embargo, como ocurre con otros preceptos
religiosos entre los cristianos, este tipo de prohibiciones parece que no se cumple con
excesivo entusiasmo. Remontándonos a otos tiempos, los caídes que impartían
justicia en la mezquita de Córdoba, se vieron en la imposibilidad de aplicar la ley en
esta materia del vino y dejar de inmiscuirse en este asunto ante las numerosas
denuncias firmadas contra los borrachos. Al autor de este libro le confesó un alumno
que tuvo en Ronda, hijo de un notable político musulmán, que los buenos vinos
procedentes del sur de España no eran extraños en las mesas de la buena sociedad
marroquí.
ABSURDO
Se pueden hacer silogismos absurdos, por ejemplo: Se tiene lo que no se ha
perdido. Usted no ha perdido los cuernos. Luego los tiene. En la Lógica los
razonamientos absurdos reciben el nombre de barocco.
ACTORES ESPAÑOLES
Se les identifica en la escena más por gestos y tics artificiales que por las
manifestaciones de una evidente inteligencia artística o cómica. Así, una conocida
actriz de variedades tiene facultades excepciones para oponer, andando o en quietud,
una de sus piernas a la otra; hace bailar el oscuro iris en la redonda órbita del ojo o
poner los dos, uno mirando a Japón y el otro a Canadá, su vena cómica se reduce a
unas cuantas cucamonas como las reseñadas. No sabe más o si las sabe no las
exbibe. Otros actores se creen graciosos porque hablan siempre con voz atiplada. Y
todos, salvo muy raras excepciones, echan mano el “travestismo”, de la indumentaria
extravagante o de un lenguaje de manolo zarzuelero. Lo peor de todo lo dicho es que
no aparecen síntomas de mejorar el repertorio.
ACUÉRDATE DEL NOMBRE DE TU ENEMIGO
No pudo el gran Darío, rey de Persia, dominar en los primeros combates a los
habitantes de Atenas, de la que jamás había oído hablar. Encolerizado, cogió en sus
manos el arco guerrero y, disparando desde él una flecha contra el cielo, exclamó:
“Júpiter, concédeme poderme vengar algún día de los atenienses.”
Desde ese
momento no se sentó a la mesa una sola vez, sin que uno de los criados dejara de
recordarle la cantinela: “·Señor, acuérdate de los atenienses.”
ACUSAR SIN CALUMNIAR
Se refiere de Demóstenes que, encargándole un día los atenienses una
acusación, alborotáronse contra él porque no la admitía. Demóstenes se levantó y les
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dijo: “Por consejero, ¡oh atenienses”, me tendréis, aunque no queráis; pero por
calumniador no, aunque os empeñéis en ello.”
ADIVINOS
Los adivinos ocupan entre la gente vulgar un espacio de atracción hacia sus artes
mágicas cada vez mayor, fenómeno desconocido en la antigüedad; aunque en tan
lejanos tiempos los falsos profetas solían ser castigados de una manera tanto más
despiadada cuanto más venerado es hoy día el don profético. Acostumbraban uncirlos
a un yugo de dos bueyes y, sobre un camino cubierto de yerba seca, prendíasele
fuego a todo, pereciendo bueyes, yugo y adivinos, achicharrados en medio de un
recorrido de crepitantes llamas. Terrible suceso que debe avivar la cautela de los
hombres, cuando tratan de escudriñar el porvenir entre las brumas de lo desconocido.
AGRADECIMIENTO TARDÍO
El filósofo Anaxágoras mantuvo una estrecha amistad con Pericles, del que fue
imprescindible consejero en los asuntos de Estado. Mas, como Pericles anduviera
muy entretenido en las tareas propias del gobierno y Anaxágoras se sintiera olvidado
de su protector y amigo, estando ya el sabio en el lecho de la muerte y sabedor de
esta circunstancia el arconte, corrió éste a ver al filósofo, ante el que expresó con
lamentaciones su aflicción por no haberlo atendido como merecía y por perder a un
consejero tan valioso. “Oh Pericles contestó Anaxágoras, los que han menester
de una lámpara, le echan aceite.”
AGUAS SALUDABLES
Nuestra Santa Madre Iglesia se mostraba en los primeros siglos más dadivosa de
favores a sus fieles devotos que en estos tiempos modernos. Así, por ejemplo, el agua
que empleaba para el bautismo de los catecúmenos, como estaba bendecida, poseía
facultades curativas, pues estaban beneficiadas de la virtud de aquellas del Jordán,
con las que el mismo Cristo fue bautizado; de ahí que se las llamasen aguas
saludables y que los cristianos se las llevasen a sus casas en cántaros, donde las
guardaban dos o tres años, conservándose tan puras y claras como si acabaran de
salir de la fuente. Las iglesias orientales acostumbraban bendecir las aguas de las
fuentes y de los ríos y sus fieles acudían a bañarse en masa, algo parecido a las
devotas inmersiones de los indios en las aguas del Ganges, como vemos que hacen
en determinados días del año en su gran río.
AIRES NUEVOS INVADEN ESPAÑA
Ya el erasmismo significó una entrada del espíritu europeo. aunque con una tímida
influencia en el mundo de la cultura de nuestro país. La vigilante presencia del Santo
Tribunal impidió su difusión. Pero, aún existiendo la Inquisición, la irrupción de las
novedades del pensamiento y de las ideas fue ya incontenible, durante el siglo XVIII,
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esparcidas por todas las regiones de España al ritmo de los ejércitos napoleónicos. La
adhesión de las clases altas de la aristocracia y de la cultura a la monarquía tradicional
se trocó en indiferencia por que reinase un Borbón, un José Bonaparte o el mismo
Emperador de los franceses. No ocurría así en el pueblo de las provincias, en donde
liberar a España del yugo de los gabachos se había convertido en un deber sagrado
para todas las clases bajas de la sociedad o los hombres de rancias doctrinas. Sólo la
gente superior en talento y ciencia, con raras excepciones, creía que debíamos
aceptar de Francia, con nuevo rey, leyes nuevas y un gobierno ilustrado.
ALCALDES DILIGENTES
En el “Compendio Semanal de Noticias de Córdoba”, don Bernardo Alberich,
abogado de los Reales Consejos, se queja en 1790 de la mala educación de la gente:
“Es el caso que el domingo último de abril concurrieron al paseo dos mujeres jóvenes,
solas, bien parecidas, y en un traje que tenía más de extravagante y ridículo que de
escandaloso. El populacho, no atendiendo a la impunidad del sexo, ni a que debía
respetarlas por lo mismo de que iban sin el competente resguardo, empezó a gritar
desaforadamente a impedirles el paso, y el permitir a los muchachos que las
apedrearan; lo que ejecutaron con insolencia, de modo que fue milagro que pudiesen
las afligidas Señoras entrarse en la ciudad por la Puerta de Almodóvar, avergonzadas
y propiamente corridas. Ignoraba yo entonces, y aún ahora ignoro, qué clase de gente
sean, y por esa razón no hice lo que en semejantes lances está obligado a hacer un
hombre bien nacido. Pero un soldado raso tuvo más crianza que la ordinaria de su
esfera, y se puso a la Puerta impidiendo verbalmente el paso a varios hombrones y
mozuelos, y logró, en efecto, la gloria de reprimirlos. Yo no sé la providencia que habrá
dado sobre esto el Señor Corregidor de esta Ciudad; pero sé que en Madrid sucedió,
habrá cosa de veinticinco a treinta años, un caso igual exceptuada la grosería de las
pedradas, y la resulta fue publicarse de orden del Consejo un Bando conminatorio
contra cualquiera que se atreviese a insultar a otro por razón de su traje. Así remedian
estas cosas los celosos Magistrados.
ALMA
El alma, según el Génesis, es la sangre. De ahí que les esté prohibido a los judíos
consumir las carnes de los animales y el horror a la sangre de los Testigos de
Jehová. En la sangre reside el alma, es decir, la vida: “Empero carne con su vida,
que es sangre, no comeréis.” Génesis 9,4
ALMANAQUE DEL COITO LEGAL
En épocas pasadas, mucho más piadosas y santas que las nuestras, estaba
terminantemente prohibido, por ganas que se tuvieran, carabritear en la alcoba con la
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mujer o sementarla los siguientes días y épocas: domingos y fiestas de guardar; los
viernes por ser día de ayuno y abstinencia en memoria de la Pasión del Señor; los
sábados de la octava de Pascua; los cuarenta días de la Cuaresma; las semanas
antes de navidad; y antes y después de comulgar. Con este sistema de abstinencia
carnal impuesta a la grey cristiana tantas veces al año, la Iglesia había contravenido
un mandamiento de su divina y superior Jefatura Celestial: el “crescite et
multiplicabimini” del Génesis, es decir, el “creced y multiplicaos” del mandamiento de
la procreación.
ALMORRANAS
“...murió en Guadalajara de unas hemorroides por no saber restaurar la sangre, en
28 de diciembre de 1559.” Es posible que fuera un cáncer de recto, ya que entonces
no se hacía este diagnóstico...” Opinión del médico y ensayista español del siglo XVI
Teófilo Hernández. Es posible que aludiera a la muerte del famoso médico segoviano
Andrés Laguna Fernández
ALOJAMIENTO DE TROPAS
En Córdoba 15 de marzo de 1819 el Corregidor don Joaquín Bernal de Vargas
se dirige al rey para que los vecinos de la ciudad no se vean oprimidos por la carga de
tener que alojar permanentemente tropas en la ciudad. Para ello se constituye una
Junta de Refacción que tiene por misión, siguiendo el ejemplo de Sevilla, exonerar a la
ciudad de dicha carga, aportando cada cual, en proporción a sus bienes inmuebles,
una cantidad determinada de dinero. El rey accede y se acuerda otorgar las siguientes
pagas: al mariscal de campo, 380 reales; brigadier, 320; coronel, 300; teniente coronel,
200; capitán, 150; teniente, 130; subteniente, 110. Los medios que se propone
Córdoba para hacer efectivo el fondo y pagos de este servicio han de ser
proporcionados a los que son sus casas y habitación y por ello le parece que el vecino
que la viva propia o arrendada haya de dar cada mes de esta forma: el de una casa,
desde 500 hasta 800 reales de renta, cuatro mensuales; el que llegue a mil, 5; el que
llegue a 1.500, 10; 2.000, 20; 2,2000, 26; 3.000, 40; desde esta cantidad que rente su
casa, pagará 60 reales mensuales.
AMANTE FORZOSO
Según cuenta Herodoto, Candaules, rey de los lidios, pondera ante un privado de
su confianza, Giges, la hermosura de la reina, su mujer; hasta el punto que le obliga a
que, escondido en el dormitorio, ve a su mujer desnudarse para meterse en la cama
con el rey. Hecho esto por mandato del rey, sale a escondidas del dormitorio no sin
que la reina se dé cuenta de que un extraño la ha contemplado desnuda entre los
lidios y los pueblos bárbaros no hay mayor infamia que un hombre se deje ver
desnudo y menos una mujer.La reina trama su venganza contra Candaules por
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haberla inducido a la infamia, imponiendo a Giges dos condiciones: o casarse con ella
y apoderarse del gobierno de los lidios o morir al momento. Giges no encuentra mejor
salida que dar muerte a Candaules con la daga que la reina le ha puesto en las
manos. Giges, pues, alcanza el trono, como cualquier otro héroe de tragedia griega.
AMANTES DE JACINTO (LOS..)
Era Jacinto un adolescente muy bello. El primer pederasta de que se habla en la
antigüedad, Támaris, sucumbió a la hermosura del joven. Y también Apolo, dios de la
belleza. Pero, como igualmente Céfiro, dios del viento, se había prendado del
muchacho, los celos indujeron a éste último a causarle la muerte. Apolo, lleno de
dolor, dio de nuevo la vida a Jacinto, pero en forma de preciosa flor parecida a los
lirios. Apolo sufrió intensamente con otro joven, llamado Cipariso, cuya hermosura le
había cautivado. Habiendo este mozo matado involuntariamente a un cervatillo que
criaba, fueron tantas sus lágrimas que, no queriéndoles poner fin, suplicó al divino
amante que le dejara llorar eternamente. Apolo le convirtió entonces en un ciprés.
AMAR , EL ARTE DE...
El poeta latino Ovidio se hizo famoso en la Roma imperial por un libro que se
difundió más rápido que el fuego en un pajar. Lo tituló “Ars amandi”, Arte de Amar. A
su posible lector, en el que supone que el libro ha engendrado la llama del amor, le
denomina “combatiente”, porque entrar en los dominios de Venus es como lanzarse a
un campo de batalla. Esta contienda bélica tiene por escenario muchos lugares de
Roma, que la mujer inunda con su presencia seductora, y en ellos el ardoroso amante
ha de seleccionar la que mejor le pueda satisfacer. El Pórtico de Pompeyo, el Foro, las
gradas del Teatro, el Circo, los alrededores de la ciudad, los espectáculos públicos
como las fiestas de Adonis, las naumaquias combates navales representados en el
Circo, las ofrendas sacras, la entrada triunfal del “imperator” victorioso que regresa
de la guerra contra los partos, constituyen el motivo ideal para que la mujer se muestre
en abundancia, como cuando se ve “a las innumerables hormigas ir y venir,
arrastrando el grano que ha de nutrirlas; o como la abeja al encontrar en el bosque el
perfumado pasto, libado en las flores y el tomillo”; así las mujeres, elegantemente
ataviadas, se dejan ver en todos los sitios adonde acude la muchedumbre. “Hay tantas
que a veces hacen vacilar en la elección. Bien en el Teatro o en el Circo siéntate al
lado de la que te guste, todo lo cerca que quieras. Nadie te lo impide. Junta lo más
posible tu cuerpo con el suyo; felizmente la dimensión de las localidades fuerza, de
buen o mal grado, a apretarse, y la disposición del lugar obliga a la bella a dejarse
tocar.” Ovidio repara en los más insignificantes detalles, que puedan darle al amante
pretexto para atisbar y palpar los ocultos secretos de la dama, por ejemplo, “si como
ocurre con frecuencia acaba de caer algo de polvo sobre el pecho de tu elegida,
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quítaselo con los dedos; si no ha caído, quítalo como si hubiese caído...y ayúdale a
llevar el borde de su manto levantado del sucio suelo, para que puedas ver las
pantorrillas que merecen todos tus anhelos.” Los consejos del poeta sobre la forma
más idónea de conseguir el disfrute de los apetecibles dones de una mujer bella, le
valieron el haber sido el autor más leído de su época, y llegar hasta la nuestra
favorecido siempre por la admiración de todas las generaciones. Parece que son
suyos estos versos :
El placer en el coito es breve y produce vergüenza,
y el goce con Venus, ya terminado, genera al punto hastío.
Así, pues, no nos precipitemos ciegos en él
como bestias acuciadas por la salacidad;
pues un amor así languidece y perece su llama.
Pero sorbito a sorbito, disfrutando sin prisa,
echémonos en el lecho tú y yo,
paladeando nuestros mutuos e incesantes besos.
No requiere esfuerzo alguno ni sonroja.
Este modo de amar agrada, agrada y agradará siempre;
no desfallece y está continuamente empezando.
AMOR Y DELEITE
Escribe Bertrand Russell, en “Porqué no soy cristiano” que “El amor en su plenitud
es una combinación indisoluble de dos elementos: deleite y benevolencia. El amor de
un padre ante un hijo hermoso y triunfador combina estos dos elementos. Lo mismo
ocurre con el amor sexual en su forma mejor. Pero en el amor sexual la benevolencia
existirá solamente donde hay una posesión segura; pues de lo contrario los celos la
destruirán, aunque quizás aumenten el placer de la contemplación. El deleite sin
benevolencia puede ser cruel; la benevolencia sin deleite tiende fácilmente a la
superioridad y la frialdad.
AMOR, TRISTE JUEGO
De Luciano de Samosata, traducido por el eximio poeta cordobés Carlos Clementson
Acuérdate del juego oscuro que te ha engendrado
a ti, obra de un espasmo y una gota.
Hijo del estrellado cielo, enigma y duda
y mira más cerca: una flema disuelta
entre la carne húmeda en un solaz lascivo,
eso es todo, oh hijo de unas húmedas sábanas
y de la incierta noche
ANARQUISMO
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El anarquismo se desarrolla en el siglo XIX. Sin embargo, si buceamos en los
fondos de la filosofía griega, vemos ya en ella ilustres figuras imbuidas de ciertos
atisbos de este movimiento intelectual y político; así como también se pueden advertir
en la agitación social de los movimientos antiautoritaristas y comunitaristas de los
tiempos medievales. El hombre, de una manera libre y espontánea, por impulso de su
profundo sentimiento de justicia y de igualdad, piensa en la implantación de una
sociedad desjerarquizada y desembarazada de dogmatismos, que realice la solución
de los problemas sociales y laborales mediante el concierto y la armonización de los
intereses mutuos. No debe tener en ella cabida la violencia ni la imposición de la
fuerza ni del poder, sino de la justicia y de la razón.
La niñez y adolescencia de Ángel Pestaña escalan los peldaños difíciles de la
pobreza y de la explotación servil del trabajo para respirar ya de muy joven el aire
sano de estos ideales de humanidad. A través de un activismo político incansable
secretario de la Confederación Nacional de Trabajadores, fundador del Partido
Sindicalista, diputado del Congreso de Cádiz sufre el desviacionismo hacia
posicionamientos de confrontaciones sangrientas callejeras, dentro de individuos de su
propias filas políticas y escribe: “Aquellos que en nombre del anarquismo justifican
todas las violencias, los robos, bombas e incendios, no son anarquistas, ni han sido
nunca ni lo serán.”
ANDALUCÍA: HAMBRE Y CONTRABANDO
Richard Ford escritor y viajero inglés, 1796, habla de la apatía española, de
las comidas intolerables e indigestas, abundantes en aceite y ajo, de pueblos
hambrientos y que él tenía que avituallarse para tres días por la carencia de comidas
más tolerables. Se refiere al contrabando afirmando que en esta tierra mal gobernada
las normas fiscales son tan ingeniosamente absurdas, complicadas e irritantes que el
comerciante honrado y amigo de la legalidad se ve tan incordiado en sus actividades,
como el que prefiere la ilegalidad. No puede faltar el despojo del patrimonio público:
“La última vez que estuvimos en Antequera el gobernador estaba en plena tarea de
demoler la mezquita mora en el recinto del castillo, con objeto de vender los materiales
y embolsarse el dinero.” Le llama la atención el fraude en el que cayó el arzobispo de
Granada, que relata en estos términos: “El culto canónigo Bayer (de Granada)
consiguió de Carlos III se nombrase una comisión para dar un informe sobre el hecho
de que unos impostores dijeron al arzobispo de Granada, Pedro de Castro, que habían
encontrado en Sacro Monte unas reliquias milagrosas. Alonso del Castillo y Miguel de
Luna, dos conocidos impostores, falsificaron unos escritos y escondieron huesos y
vasos de plomo. No tardaron en desenterrarlos y enseguida revelaron el raro
descubrimiento a Pedro de Castro. Este arzobispo cayó en la trampa y llegó incluso a
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encargas a los mismos perpetradores de la treta la tarea de descifrar los caracteres
desconocidos de los escritos. Alonso y Miguel declararon que tenían relación con San
Cecilio, un muchacho sordomudo que, habiendo sido curado gracias a un milagro, vino
a España y aquí se quedó ciego. Recobró la vista frotándose los ojos con un pañuelo
de la Virgen, cuya reliquia mandó buscar Felipe II cuando cayó enfermo en 1595.
Algunas de estas pruebas de la curación de San Cecilio estaban escritas en español, y
Aldrete, un anticuario, estuvo en un tris de ser quemado por decir que el idioma
español no existía en el siglo I; pero se salvó afirmando que San Cecilio escribió en
correctísimo castellano, porque previó que era el idioma que se hablaría allí cuando
sus escritos fueren descubiertos.”
ANDAR, EJERCICIO RECOMENDADO
En opinión de Plutarco andar era en la antigüedad un ejercicio que recomendaban
ya los médicos de entonces. Se dice de Laomedonte de Orcomene que para curarse
de una enfermad del bazo dio en andar mucho de orden de los médicos, y que con
este penoso ejercicio adquirió tal robustez que concurrió a los certámenes gimnásticos
y fue uno de los que más se distinguieron en la carrera
ANFITRIÓN Y COMENSALES
Los comensales no deben ser menos que las Gracias ( que sólo son tres), ni más
ni menos que las Musas (cuyo número todos saben que son nueve). Ausonio, poeta
francés del s. III d.J., escribe en su Diario: He invitado a cinco: el banquete justo son
seis, contando al anfitrión; si son más se convierte en un alboroto.
ÁNGELES, DEMONIOS, INMORTALIDAD
Guignebert (El Mundo judío) escribe que las ideas evangélicas estaban en el
ambiente y que Jesús no es un innovador religioso. “Cosmología, una angelología, una
demonología, una mitología y una escatología que evocan a Babilonia, al Irán y hasta
Egipto... El judaísmo participaba de su ambiente geográfico. En él se encuentra todo
un conjunto de especulaciones sobre Dios, sobre el alma y su inmortalidad, que
evocan el pensamiento griego.”
ANTISEMITISMO: LEYES DE LOS VISIGODOS
Las leyes visigodas antisemitas fueron terribles, sobre todo el los reinados de
Sisebuto, Chintila y Ervigio. Los términos con los que se alude a los judíos están
cargados de un odio irreprimible: execranda perfidia, detestanda consuetudo
(costumbre), perfida calliditas (astucia), detestabilis conversatio (trato detestable).
Posteriormente ese odio se acompañaría de la envidia por su situación económica.
Cuarenta y tres capítulos se dedican a los asuntos relativos a los judíos.. Es probable
que ya en tiempos de San Pablo hubiera en España establecimientos judíos, que
debieron de ser abundantes durante la dominación visigoda. Debieron jugar un papel
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importante en la vida comercial del reino. Egica les impuso la servidumbre general.
Las leyes les obligaban al bautismo forzoso o a la expatriación, si no accedían a él.
También es probable que la clase sacerdotal se mostrara contraria a obligar al
bautismo contra la propia voluntad. “No es difícil explicar el por qué esta repugnancia
religiosa no encontró expresión en la legislación anterior al reinado de Recaredo.
cuando en el 589 tuvo lugar la conversión, surgió una verdadera “societas fidelium
Christi”, un cuerpo unitario vinculado por una fe común y regido por una cabeza, cuya
autoridad venía de Dios. Los judíos obstaculizaban la identificación virtualmente
absoluta de “regum et ecclesia” (de los reyes y la Iglesia) y quitaban rigor al carácter
plenamente teocrático de la monarquía: los judíos, fuera de las fronteras ideológicas
de la sociedad visigoda, iban contra los fundamentos de unidad y cristianismo sobre
los que se basaba esa sociedad.
AÑO SANTO 2000 DC
Carta de contestación de un cristiano a cierto párroco cordobés:
Padre Reverendo: Nuestro llamativo y sorprendente pontífice Juan Pablo II, con
motivo del Año Santo, ha pedido perdón urbi et orbi por el historial sangriento del
Cristianismo. Su Reverencia sugiere que habrán exclamado algunos: "A buenas horas,
mangas verdes", y añade a continuación que precisamente ninguna coyuntura es
mejor que la actual, pues la Iglesia Católica celebra ahora el Año Santo. Señor Cura,
antes se han celebrado también otros Años Santos y no existe constancia de que al
balcón pontificio de la basílica de San Pedro se asomara nadie en tales
conmemoraciones anteriores, para darse golpes de pecho públicamente por todos los
desafueros del Cristianismo enumerados por Ud. en su artículo de prensa. Es posible
que me responda como realmente ese tiempo pasado no ofrecía razones para un acto
penitencial tan enfático. Y es verdad. La Iglesia, que es sabia, conoce cuáles son los
momentos oportunos para salmodiar sus solemnes declaraciones al orbe católico y no
católico; pero los comienzos del año 2.000 no presentaban las condiciones idóneas
que le permitieran seguir ocultando, tras su rostro de santa, su otro rostro menos
indulgente. Le puedo asegurar que no me encuentro entre los que Su Caridad llama
hipócritas, esos que, señala, se escandalizan de los pecados de la Iglesia. No, yo no
me escandalizo de los pecados de los hombres de iglesia. Resultaría fácil explicárselo.
Me escandalizo, Señor Párroco, de la Iglesia-Institución. Es en sí misma, intrínseca y
esencialmente, un sistema provocativo de pecado, incluso desde el mismo momento
histórico que aparece como "ecclesia". En aquel conventículo de Jerusalem, aún
caliente las piedras del Gólgota con la sangre de Jesús, se cometen ya, uno detrás de
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otro, dos delitos repulsivos contra dos ancianos, Ananías y Sara 1 . A partir de tan
incalificable abominación, e implantado ya para siempre el terror entre los sencillos
cristianos, se convierte en una historia de crueldades reiterativas sin posible
exculpación ni divina ni humana, porque a las entrañas de la Iglesia las pudre el
veneno del poder y de la ambición. El poder y la ambición corrompen y envilecen el
espíritu. Está demostrado a lo largo de la Historia humana. Por donde quiera que se
mire a la Iglesia, al paso de dos milenios, y en cualquier parte donde se ha
establecido, el germen de la discordia se ha sembrado entre los individuos, en las
familias y en los pueblos. A estas alturas de los tiempos contemplamos horrorizados
cómo se degüellan cristianos y musulmanes, se incendian recíprocamente sus templos
y mezquitas, teniendo como punto de partida cronológico la coronación canónica de
una virgen en la católica Croacia, efectuada por el pontífice que hoy pide el ya famoso
perdón. "¿No querrá Cristo que este Papa polaco, este Papa eslavo, sea en este
preciso momento quien simbolice de forma visible la unidad espiritual de Europa? Sí,
Cristo lo quiere!" Así sentenció el Papa polaco. Todos católicos: los ortodoxos griegos,
los popes rusos, los anglicanos británicos, los cuáqueros de Pensilvania. ¡Unidad
espiritual bajo el báculo de San Pedro! Ha constituido la gran idea también de los
últimos pontífices romanos, en sintonía con las dos últimas guerras en Europa, la del
14, la del 39, y la Civil de España en el 36. Para lograr la unidad en la fe siempre se ha
dado por compañero al terrible dios bíblico de los ejércitos, y a una María Santísima de
las Victorias. El fajín del general que manchó de sangre las tapias de los cementerios
andaluces, ordenando el ¡fuego! a los pelotones de los provisionales fusileros, ciñe la
cintura de la más famosa imagen de María venerada en Sevilla. No se trata, pues, de
victorias metafóricas, sino de las que humean en la boca de los cañones de guerra y
de los máuseres de los fusilamientos, de las ensangrentadas puntas de las lanzas de
las tropas castellanas de Fernando III contra la morisma, o de las espadas de Pizarro
sobre los burlados incas.
En verdad que es la primera vez que se pide perdón, entre tantísimas veces de
silencio. A partir de ahora se espera la convocatoria de un concilio ecuménico en el
que se oigan, por fin, las voces calladas de los auténticos discípulos de Jesús, los del
zurrón a la espalda, las sandalias trotacaminos y el bordón que sustenta el difícil paso
por las sendas de la justicia.
Como es lógico, todo lo antedicho encierra una velada alusión al arrepentimiento, ya
que de él nace, por lo general, el impulso de pedir perdón, que requiere por otra parte
una conciencia moral. Su Caridad insinúa que los políticos, los caciques, los
1
Hechos de los Apóstoles: Cap. 5. 1-5
15
pseudointelectuales, los partidos y los gobiernos carecen de esa conciencia moral. Sin
embargo, es innegable que la enseñanza ha estado en todos los niveles sociales en
manos de la Iglesia. La ha controlado y la ha impuesto. Por consiguiente, habría que
afirmar que la corrupción de esa amalgama de individuos y entidades que Ud. señala
proviene de una educación previa, pergeñada por una superestructura eclesiástica de
ideología absolutamente cristiana, la moral de la Iglesia, como no podría ser de otra
manera. Pero nadie se quita el pecado arguyendo que todo el mundo los comete. Así,
pues, arguye que los pseudointelectuales etc etc también comenten pecados. Y es
verdad, pero se diferencian de la Iglesia en que no se arrogan la facultad de atribuirse
ni como individuos particulares ni como partidos, el magisterio infalible de la moral
verdadera y única y de la virtud verdadera y también única, como se apropia
indebidamente y en exclusiva los Romanos Pontífices. Al tenebroso Torquemada y sin
duda aceptada por Domingo de Guzmán se atribuye esta terrorífica sentencia: (No
existe mancha más grata que la que nos salpica la sangre del enemigo” que en su
lengua original se escribió: Iucunda macula est ex inimici sanguine.
ARBOLADO
Se ha dicho que España en la antigüedad estaba cubierta hasta tal punto de
bosques que las ardillas podía tranquilamente pasar desde los Pirineos hasta Gibraltar
sin pisar la tierra. Pero el uso de la caballería en la estrategia militar, sobre todo
cuando las guerras eran muy prolongadas, (la Reconquista), motivó la tala masiva del
arbolado para facilitar los movimientos de los caballos en los combates. El bosque
progresivamente se va convirtiendo en monte bajo y los moradores de los pueblos
comienzan a quejarse de la escasez de la leña. En tiempos muy recientes el general
Pavía adoptó también el sistema de la tala de árboles en su estrategia contra las
poblaciones de Andalucía que se habían declarado cantonalistas durante la primera
República española.
ARISTOCRACIA ARRUINADA
A pesar de sus extensas propiedades y el número de sus señoríos, los nobles
vivían prácticamente con deudas. Kamen publica una larga lista de títulos de Castilla
que están casi en la indigencia. Las causas de sus endeudamientos podrían ser la
ostentación, la vida en la Corte (que resultaba muy cara), las cargas de patronatos
religiosos, la inflación, el mantenimientos de conventos e iglesias. El conde de
Jabalquinto fallecía en Madrid dejando una relación de deudas, entre las que se
contaban las del carnicero, el sastre, el boticario. Las jornadas o viajes de la Corte
(Aranjuez, Segovia, el Escorial), a veces otras más largas, ocasionaban gastos
enormes. El almirante de Castilla, en misión diplomática en París, llevó 300 criados y
15 coches. Las obligaciones con la Corona, de hombres o de dineros, las dotes
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matrimoniales de cien mil ducados se convirtieron en normales. Los nobles se
enzarzaban en litigios o pleitos, algunos de los cuales duraron más de un siglo. El de
del Duque de Alba con los hijos del de Híjar por tres baronías catalanas alcanzó los
138 años de proceso, llegando casi a arruinar a los litigantes y enriquecer a los
abogados, a los que Melchor Macanaz llamaba “la plaga de la monarquía”.
ARISTOCRACIA OCIOSA
La ocupación de los nobles (en tiempos de Jovellanos –1744– estaban bastantes
desocupados), parece haber encontrado solución en este político, pues se pregunta:
¿Por qué no pudiera verificarse igual institución (academias dramáticas) en muchas de
nuestras ciudades y principalmente en la Corte... ¡Cuán útil y honestamente no
ocuparía a nuestros nobles.”
ARMONÍA UNIVERSAL
La teoría de la Armonía Universal de Fourier (economista y sociólogo francés,
1772) se define como “una fuerza santa que lleva a cada ser humano a actuar de
concierto con los demás para el bien común.”
ARRIANOS FRANCESES
Conocemos a nuestros arrianos, los españoles, sus guerras contra los
hispanorromanos acaudillados por Leovigildo y Hermenegildo, respectivamente; y,
finalmente, su conversión al catolicismo con Recaredo, su rey. En Francia, por las
mismas fechas, San Hilario, obispo de Arlés, estaba al frente de los católicos y en su
contra tenía a los arrianos, muy favorecidos por el emperador Constancio. Pero Hilario
se convirtió en el campeón del catolicismo, en cuya defensa confundió a los arrianos
en los concilios de Rímini y de Seleucia, en Siria. Autor de los “Doce libros de la
Trinidad”, fue desde entonces un santo muy apreciado por sus compatriotas. Los
hugonotes (luteranos franceses) quemaron sus cenizas, que se conservan en Poitiers.
ARRIETA
Emilio Arrieta era, con otros mantenedores esclarecidos, sostén glorioso de la
música española. Desde la mitad del siglo XIX fue uno de los hombres más populares
de nuestra nación. Sus obras, constantemente representadas, le granjearon el aprecio
del público. ¿Quién no conoce a “Marina”, que aparece aún en los carteles como si
fuese de ayer, y cuenta en su historia mucho más de medio siglo? Por cierto que
“Marina” como “Don Juan Tenorio” no anunciaba al nacer la longevidad de que goza.
Se dieron de ella pocas representaciones sin pena ni gloria. Transcurridos varios años,
un cantante exhumó la partitura para lucirse, y siguiendo después su ejemplo todo
español con aptitudes reales o supuestas para ser tenor, pidió apoyo a “Marina”. La
muerte de Arrieta produjo honda impresión: se le veía en todas partes, se contaba con
él para cualquier solemnidad. Sin ser jamás político, fue servidor leal de los reyes, sin
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incurrir en cortesanías. Tan agradable como su música era su conversación, y más
que gloriosa fue su existencia cómoda y distraída, pues en su tiempo apenas hubo
fiesta a que no concurriera, recepción en que no se luciese, siempre amable, dulzón,
velando las ocurrencias de su ingenio algo punzante, con palabras amables y
saludos encantadores. A los pocos días de sucumbir, siguióle a la tumba otro músico
de mayor mérito, aunque menos dado a ostentaciones: Francisco Asenso Barbieri. El
nombre de Barbieri ha de repetirse siempre que se trate de música española. El
entierro de Barbiere, como el de Arrieta, fue poco brillante. A los dos concurrieron, casi
exclusivamente, literatos y artistas.
ASEGURARSE ANTES LA RECOMPENSA
Cuenta la historia que, preparándose Abderramán para desembarcar en la costa
de Almuñécar, los bereberes que le habían ayudado, le rodearon, impidiéndole salir de
entre ellos, si no les agasajaba con algún regalo. Se repartió entre los pedigüeños algo
de dinero; pero uno, que había llegado tarde al reparto, viendo que el barco se hacía a
la mar, se arrojó al agua y, agarrado a la popa, importunaba a gritos que le dieran
también su parte del obsequio. Uno de los adictos del futuro emir, cansado de tan
enojosa insistencia, levantó su cimitarra y le cortó la mano. ¡Qué estupendo!
Indudablemente el barco experimentó un agradable alivio en su carga, que le permitió
hacer una feliz travesía hasta las costas de Granada.
ASILO (DERECHO DE...)
Se lee en Tácito (Anales, III, 60,61): Muchos templos tenían el privilegio de acoger
a los huidos, perseguidos, etc. proporcionándoles un amparo total. El Senado tuvo que
reducir su número y discutir las peticiones de las ciudades romanas asiáticas para
obtener tales privilegios. Entre los visigodos siguió vigente el derecho de asilo, que
incluso se consideraba como tal cuando la acogida se hacía al lado de la persona del
obispo. Llegaba la protección a treinta “passus” de las puertas. También escribe que
en tiempos de Tiberio se renovaron los decretos del Senado contra astrólogos y
magos (los caldeos), expulsándolos de Italia. En esta expulsión fueron incluidos los
judíos.
ASTRÓLOGOS
“Echan pronósticos a montones, sin tino y por casualidad; uno u otro, entre
millares, logra el acierto. Este método, que es seguro para acertar alguna vez para
después errar muchas, no les aprovechó a los astrólogos que quisieron determinar el
tiempo en que había de morir el papa Alejandro VI, por no haber sido constantes en él.
Y fue el chiste algo gracioso. Refiere el humanista italiano Giovanni Pico de la
Mirandola (1676) que, formado el horóscopo de este Papa, de común acuerdo le
pronosticaron la muerte para el año 1495. Salió de aquel año Alejandro sin riesgo
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alguno; con que los astrólogos le alargaron la vida al año siguiente; habiendo
escapado también de él, volvieron a diferirlo consecutivamente hasta el año 1502.
Finalmente, viéndose burlados tantas veces, en el año de 1503 quisieron enmendar la
plana, tomando distinto rumbo para formar el pronóstico, en virtud del cual
pronunciaron que aún le restaban al Papa muchos años de vida. Pero, con gran
confusión de los astrólogos, murió el mismo año 1503.” B.J. Feijóo.- Teatro crítico
universal”
ATESORAR
Era frecuente en los pueblos antiguos (Asia Menor, Grecia...) hacer entrega en los
templos de grandes riquezas. ¿Mejor defendidas en los templos? Puede ser una
razón, si no la única. Herodiano, en su Historia del Imperio Romano, al hablarnos de
los peligros que se vieron al final del reinado de Cómodo, entre ellos dice que ardió el
templo de la Paz, que era el más ricos de todos, puesto que contaba con ofrendas de
oro y plata, depositadas allí a causa de su seguridad. Todo el mundo guardaba lo que
tenía de valor en el tesoro de aquel templo.
ATLÁNTIDA
Jacinto Verdaguer, poeta de lengua catalana, recreó en un vasto poema épico el
mito de la catastrófica desaparición de un continente bajo las aguas del océano
Atlántico. La investigación científica concede ciertas posibilidades de verosimilitud a la
desaparición y existencia bajo las aguas de ese continente.
AUDITORIAS NECESARIAS
“Residenciar”, según el Diccionario de Autoridades, consistía textualmente en
“tomar cuenta a alguno. de la administración del empleo que se puso a su cargo.” Fue
una acción legal de la que hizo un uso obligado el gobierno de la Casa de Austria,
cada vez que destinaba a las Indias y otros dominios territoriales de la Corona a los
funcionarios reales, que en ellos representarían la autoridad del rey y de las leyes de
la nación. Mas antes de recibir el beneficiado el despacho de destino, había de dejar
depositada en la Secretaría de Estado una declaración notarial de todos sus bienes de
fortuna, con objeto de confrontar la riqueza declarada al tomar el cargo con la
alcanzada al tiempo de abandonarlo. Nacía esta conducta administrativa cuando los
Guzmanes de Alfarache y Pedro de Urdemalas enseñaban a los lectores la manera de
triunfar en la vida, aún siendo galafate de siete suelas.
AUSENCIA
“Brillar por su ausencia”: Con motivo de las exequias de la ilustre patricia Junia
escribe Tácito: “..llevábanse delante veinte estatuas de los más ilustres linajes, es a
saber, Manilios...; pero sobre todas resplandecían las que dejaron de llevarse, esto es,
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las de Bruto y Casio” (sed refulgebant Cassius atque Brutus, ex ipso, quod effigies
eorum non visebantur.”
AUSTERIDAD ENTRE LOS PAGANOS
Anaxágoras, filósofo de la antigüedad, a quien admiraba sobremanera Pericles,
sentía tal desapego por las riquezas, que abandonó por completo el cuidado de las
suyas y el cultivo de sus campos, para entregarse de lleno a la vida de reflexión (bíos
thoeretikós) o vida contemplativa. En la Vida de Apolonio de Tiana se alude también a
otros filósofos, cuyo desprecio por las riquezas rayó en la extravagancia. Así se dice
que Crates de Tebas echó su fortuna al mar; y del citado Anaxágoras, que los
herederos de las suyas fueron sus bueyes. Sin embargo, en ambos casos parece que
se trataba de un intento de difamación que difundieron sus enemigos. Plutarco,
cuando se refiere a los últimos días de Anaxágoras, nos presenta al filósofo tendido en
una humilde yacija y menesteroso de lo más necesario. Pericles fue a visitarle y le
recriminó amablemente qué sentido tenía la amistad que le profesaba, si no le había
llamado para que le socorriera en las desgracia. Anaxágoras le contestó que la
amistad es como el candil, al cual, para que alumbre, se le debe echar aceite de vez
en cuando.
AUSTERIDAD NACIONAL APLICADA AL EJÉRCITO
Debería promulgarse un real decreto por el cual se ordene que, en atención a la
austeridad que la situación económica hace vivir a la población civil, marchen las
tropas en los desfiles y alardes militares sin el acompañamiento despilfarrador de
añafiles, trompetas, cornetas, tambores, tamboriles, gaitas, platillas, bandas de música
y demás instrumentos de percusión y de viento; y que, en prevención de que el ritmo
marcial del desfile no sufra deterioro y se altere por esta real disposición, establézcase
que cada batallón utilice, en vez de los tales excesos musicales, un magnetófono con
diversas “cassettes” de ritmos marciales.
AUTOCASTIGO
Se cuenta del patricio romano Cayo Mucio Escévola que entrando en la tienda de
Pórsena, que sitiaba Roma, para matarlo y así librar a la Ciudad de su destrucción, se
equivocó de persona y acuchilló a un oficial del rey etrusco. Antes de ser enviado a
presencia de éste, tuvo oportunidad Cayo Mucio de castigar su error, quemándose la
mano, instrumento de su equivocación.
AUTOESTIMA
“Quien se estima a sí mismo (philautía) debe ser infatigable en las defensas de sus
amigos; sacrificarse en honor de su patria; abandonar gustoso dinero, bienes y
honores, para “apoderarse de la belleza”. La curiosa frase se repite con insistencia y
ella muestra hasta qué punto, para Aristóteles, la más alta entrega a un ideal es la
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prueba de un amor propio enaltecido. Quien se sienta impregnado de la propia
estimación preferirá vivir brevemente en el más alto goce que una larga existencia en
indolente reposo; preferirá un año sólo por un fin noble, que una larga vida por nada;
preferirá cumplir una acción grande y magnífica, a una serie de quehaceres
insignificantes. (Paideía.- Jaeger. Filósofo alemán, muerto en Boston en 1961)
AUTORIDAD
Origen de la autoridad política o religiosa: “Cuando el bienestar de la tribu se
supone que depende de la ejecución de estos ritos mágicos, el hechicero o mago se
eleva a una posición de mucha influencia y reputación, y en realidad puede adquirir el
rango y la autoridad del jefe o del rey. La profesión congruentemente atrae a sus filas
a algunos de los hombres más hábiles y ambiciosos de la tribu, porque les abre tal
perspectiva de honores, riqueza y poder, como difícilmente pueda ofrecerla cualquier
otra profesión. Los perspicaces se dan cuenta del modo tan fácil de embaucar a los
simplones. De esta manera los más habilidosos miembros de la profesión tienden a
convertirse en impostores más o menos conscientes, y es lógico que estos hombres,
en virtud de su habilidad superior, lleguen a conquistar la cúspide y las posiciones de
mayor dignidad y autoridad más imperiosa. El resultado es que en este grado de
evolución social, el poder supremo tiende a caer en las manos de los hombres de
inteligencia más perspicaz y de carácter menos escrupuloso. Una vez que el astuto
trapacero ha colmado su ambición y no tienen más perspectivas egoístas que
conseguir, puede poner al servicio público su talento, sus experiencias y sus recursos,
lo que frecuentemente hace. Muchos hombres poco o nada escrupulosos en la
adquisición del poder, han sido los más beneficiosos en su uso.” La rama dorada.Frazer, antropólogo inglés dedicado especialmente al estudio de las religiones.
AUTORIDAD PROCEDENTE DE DIOS
En su epístola 13ª a los romanos escribe San Pablo: “Sométanse todos a las
autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios.” Repásese
la historia de este siglo y véase cuándo sí y cuándo no ha sido obedecida por la Iglesia
esta sorprendente recomendación de Pablo.
AUTORITARISMO REAL
“Hágase lo mandado y no haya más réplica.” contestaba habitualmente a sus
secretarios de cámara Felipe II, cuando se ponían demasiado pesados en las
discusiones de los asuntos de Estado.
AUTOS DE FE
En 1680 se hallaba en Madrid el librero flamenco Baltasar Maretus y tuvo la
ocasión de asistir a un solemnísimo auto de fe en la Plaza Mayor presenciado por el
rey, por los grandes del reino, con un despliegue de numerosos soldados y asistencia
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de inmensa multitud. El capitán de la compañía de soldados de la fe llevó un haz de
leña al cuarto de Su Majestad. Lo recibió el Duque de Pastrana, el cual lo mostró a la
Reina doña María Luisa de Borbón. Fue devuelto el haz de leña al capitán, con la
orden de que Su Majestad mandaba que le llevase en su nombre, y fuese el primero
que se echase en el fuego. El rey autorizaba así el auto de fe, lo mismo que daba
autorización para torear a los caballeros que tomaban parte en las fiestas taurinas. En
el auto de 30 de junio el rey mostró una constancia y una energía que a todos
asombró. Desde las ocho de la mañana asistió Su Majestad en el balcón sin que el
calor le destemplase. Ni aún para comer se apartó un cuarto de hora del balcón. Dios
le había hecho superior y tan independiente de humano influjo.”
AUTOS SACRAMENTALES
La política reformista de Carlos III pone fin a los autos sacramentales el 11 de
Junio del 1765 por las necesidades e indecencias que malos poetas y peores
farsantes introdujeron en ellos.
AVERSIÓN MUTUA ENTRE ESPAÑOLES:
“De las discordias que entre los cristianos ha habido en América dieron mucha
ocasión los ánimos de los españoles, que de su inclinación quieren antes la guerra
que el ocio. Cuanto más que han pasado acá diferentes maneras de gentes; porque,
aunque eran los que venían vasallos de los reyes de España, ¿quién concertará al
vizcaíno con el catalán, que son de tan diferentes provincias y lenguas? ¿Cómo se
avendrán el andaluz con el valenciano, y el de Perpignan con
el cordobés, y el
aragonés con el guipuzcoano; y el gallego con el castellano, y el asturiano y montañés
con el navarro, etc,? E así de esta manera no todos los vasallos de la corona real de
España son de conformes costumbres ni semejantes lenguajes.” Fernández de
Oviedo, historiador de Indias
AYUNTAMIENTO
Patrimonio concejil en el Antiguo Régimen: Los llamados “bienes de propios”
consistían en tierras u otros inmuebles que se solían arrendar para conseguir rentas e
ingresos con los que atender las necesidades vecinales. A los “bienes comunales”
(leña, aguas, pastos, caza) tenían acceso libre para su uso todos los vecinos. Con la
llegada de los Borbones y por el mayor crecimiento de la población (también para
evitar la importación de granos) se hacen “rompimientos de tierras”, es decir, poner en
cultivo los baldíos y los bienes de propios de los municipios, haciendo reparto de estas
tierras, según el ideario de los ilustrados, entre los vecinos más necesitados. Pero esta
medida, al estar los nobles integrados mayoritariamente en los ayuntamientos, sólo
sirvió para que la nobleza hiciera el reparto en su mejor beneficio, reservándose las
mejores tierras. Algunos, como el de Córdoba, arrogábanse extrañas competencias.
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Este apeló nada menos que una decisión del sínodo eclesiástico por el que elevaba el
estipendio de las misas a dos reales y consiguió que se quedase en real y medio hasta
el siglo XVIII.
BANQUEROS ESPAÑOLES
He aquí una formidable solución al famoso asunto FILESA de los socialistas,
solución inventada por un ex.-ministro de Economía, José Luis Leal: “No hay por qué
preocuparse. Detrás de Banesto está el Banco de España, que es quien fabrica el
dinero.”
BAÑOS CALIENTES
El filósofo Apolonio de Tiana solía ungirse con aceite y tras un masaje, darse un
baño de agua fría, porque según él, la caliente acorta la vida. Sabiendo que los
antioqueses estaban alborotados contra el gobernador porque les había cerrado los
baños públicos a causa de las inmoralidades que en ellos se cometían, les dijo: El
emperador, por ser
malvados, os ha dado más años de vida.” A los vecinos de
Antioquía no les agradaba bañarse con agua fría, como tenía por costumbre Apolonio.
BARTOLOMÉ DE LAS CASAS
En su “Brevísima relatio” fray Bartolomé de las Casas afirma repetidas veces que
los españoles eliminaban cualquier intento de resistencia de los indios, infundiéndoles
terror con los actos de crueldad que cometían contra ellos.: “Acordaron los españoles
de hacer allí una matanza o castigo (como ellos dicen) para poner y sembrar su temor
y braveza en todos los rincones de aquellas tierras. Porque siempre fue esta su
determinación en todas las tierras que los españoles han entrado, conviene a saber:
hacer una cruel y señalada matanza, porque tiemblen de ellos aquellas ovejas
mansas.” Entiende el obispo de Chiapas que tales excesos de crueldad “son ofensas y
daños que hacen los españoles a los reyes de Castilla, destruyéndoles aquellos sus
reinos y aniquilándoles todo el derecho que tienen a todas las Indias. Y estos son y no
otros los servicios que los españoles han hecho a los dichos señores reyes en
aquellas tierras y hoy hacen. La violencia y tiranía que los cristianos han hecho en las
Indias es porque del todo han perdido el temor a Dios y al Rey. Después de este
escrito (larga relación de atrocidades) fueron publicadas ciertas leyes y ordenanzas
que Su Majestad (Carlos V) por aquel tiempo hizo en la ciudad de Barcelona, por las
cuales se puso la orden que por entonces pareció convenir, para que cesasen tantas
maldades y pecados. Hizo las dichas leyes Su Majestad después de muchos
ayuntamientos de personas de grande autoridad, letras y conciencia, en la Villa de
Valladolid, con acuerdo de todos los más se hallaron cercanos a la ley de Jesucristo,
como verdaderos cristianos, y también libres de la corrupción y ensuciamiento de los
tesoros robados de las Indias. Publicadas estas leyes, hicieron los hacedores de los
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tiranos que entonces estaban en la Corte muchos traslados dellas, porque les
parecían que les cerraban las puertas de participar de lo robado y tiranizado, y
enviáronlos a diversas partes de las Indias. Los que allá tenían cargo de robar
alborotáronse de tal manera que cuando fueron los buenos jueces a las ejecutar,
acordaron de perder la vergüenza y obediencia a su rey. Y así acordaron tomar por
renombre traidores, señaladamente en los reinos de Perú. Y hasta agora no es
poderoso el rey en los estorbar.” (En Perú hubo un levantamiento contra el rey, bien
visto en las demás partes del mundo)
BATALLAS Y ESPECTÁCULOS
Las batallas se convirtieron, vistas desde lejos por los ciudadanos o aldeanos, en
un espectáculo divertido. Se asomaban desde los sitios más adecuados para
contemplarlas a su placer. Ora jaleaban a aquellos soldados convertidos en
perseguidores de otros, ora se mofaban de los que huían; y, terminado el espectáculo
guerrero, regresaban a sus casas satisfechos. Pero unas veces las cosas no salían
bien, como les sucedió a los habitantes de Alejandría de Iso (Asia Menor) que,
disfrutando de la contemplación de verse matar recíprocamente los soldados del
emperador Severo y del gobernador Niger, las tropas del primero, victoriosas, no sólo
acabaron con la vida de los nigerianos, sino que ascendieron a la colina de los alegres
espectadores y no dejaron de ellos títere con cabeza. Por eso es más seguro ver todo
ese derroche de valor y de sangre sentado en el sofá, delante del televisor, como
hacemos con las películas de John Wayne.
BEDUINOS ÁRABES. FRATERNIDAD
“En cada tribu, todos los beduinos son hermanos; es el nombre que se dan entre sí
cuando tienen la misma edad. Si es un anciano el que habla a un joven, le llama “hijo
de mi hermano”. Si uno de estos hermanos, obligado a mendigar, implora un socorro,
el beduino degollará, si es preciso, su último carnero para alimentarle; si su “hermano”
ha sufrido una afrenta de un hombre de otra tribu, considerará esta afrenta como una
injuria personal, y no descansará hasta que la haya vengado. Nada puede dar una
idea bastante exacta, bastante viva, de esta “asabia”, como se denomina la adhesión
profunda, ilimitada, inquebrantable, que el árabe siente hacia sus hermanos de tribu,
hacia los intereses, la prosperidad, la gloria y el honor de la colectividad que le ha visto
nacer y que le verá morir. Es el primero y más amado de los deberes; es la verdadera
religión del desierto.” (Dozy, Historia de los musulmanes de España)
BELLEZA
La belleza femenina ha de verse de día: No concedas mucho crédito a la
engañosa claridad de la bujía: para juzgar de la belleza, la noche y el vino son malos
consejeros. La noche disimula los defectos y es indulgente con todas las
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imperfecciones. A esas horas todas las mujeres parecen bellas. Toma al día para
juzgar las piedras preciosas o la lana tejida de púrpura; tómale también como
consejero para juzgar los rasgos de un rostro o las líneas de un cuerpo. (Ovidio, poeta
latino: Arte de amar)
BENEDICTINOS
Los seguidores de San Benito, hombres y mujeres, vivían juntos por lo menos en
los monasterios. Así se comenzó al principio de la fundación de la Orden. Según
algunos autores sus relaciones eran de extrema inocencia, como las de San Agustín,
quien vivió dieciocho años junto a su mujer, la cual, al morir, fue declarada virgen.
Hecho verdaderamente milagroso, por el cual el santo obispo de Hipona tiene bien
merecida la fama entre sus contemporáneos y los hombres de nuestro tiempo.
BIBLIA
La primera traducción al castellano se efectuó en el siglo XVI por dos protestantes
españoles: Casiodoro de la Reina y Cipriano de Valera. Carecen de notas al pie de
página, es decir, de interpretaciones personales; pues la Biblia, según Lutero, es de
libre interpretación. Evidentemente parece razonable que Dios, que ha dotado de
razón a todos los hombres, ha debido instruirles sobre sus deberes de manera tal que
todos le entiendan, sin necesidad de acudir a las sibilas o a los místicos. ¿Fue la Biblia
un libro inspirado por Dios o inspirado en textos anteriores? He aquí la opinión de Ch.
Gigneber: “Yo no he de insistir aquí en la legítima emoción que causó en otro tiempo
en el campo de los críticos conservadores el descubrimiento de las tablillas babilonias
muy anteriores a la composición del Génesis y que referían la creación del mundo y el
diluvio según una representación tan análoga a la del relato bíblico, que tienen todas
las probabilidades de haberlo determinado. El descubrimiento del Código de Hamurabi
(rey de Babilonia, 1728 a.C.) por la Misión Morgan en 1901 y 1902 y el estudio de su
relación con la ley llamada de Moisés (el Decálogo o Diez Mandamientos) no han sido
para la tradición ortodoxa menos inquietantes. Así mismo, en el Bajo Judaísmo no
faltan los elementos religiosos realmente extraños al antiguo yahveísmo (sistema
religioso de los antiguos hebreos, que rendían culto a Yhavé). Se encuentra en ellos
una cosmología, una angelología, una demonología, una mitología y una escatología,
que evocan a Babilonia, al Irán y hasta Egipto. El judaísmo participaba de la
naturaleza de su ambiente (doctrinas y creencias de los pueblos próximos). En él se
encuentra también todo un conjunto de especulaciones sobre Dios, sobre el alma y su
inmortalidad, que evocan el pensamiento griego.” Guignebert desarrolla la tesis de que
las ideas evangélicas estaban en el ambiente y que Jesús no fue un innovador
religioso. En cuanto al monoteísmo atribuido al judaísmo no estaba muy asegurado en
Israel antes del Destierro a Babilonia, ya que pueblo y reyes no estuvieron
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persuadidos verdaderamente de que Yhavé fuese el único Dios el Universo. En cuanto
a la lectura de la Biblia, redactada desde un principio en las lenguas clásicas, en
lenguas vernáculas requerían para su traducción una licencia especial de la inquisición
romana. León XIII en 1897 anuló esta disposición.
BIBLIOTECAS
En las bibliotecas de los monasterios, de los palacios nobiliarios la Laurentiana de
Florencia), las reales, las de las instituciones de la Iglesia (la Vaticana, organizada
bajo Sixto IV) solían estar los libros o los códices fijos con pequeñas cadenas a lo
largo de los pupitres de los lectores. Se les han llamado códices o libros “horadados”
por disponer de agujeros a través de los cuales se introducían las cadenas. Era una
precaución que se debía de tomar para proteger los libros y manuscritos de posibles
sustracciones (frecuentes durante la Edad Media), llevadas a cabo por “buscadores “
de libros que costeaban los príncipes o los mismos pontífices.
BIENAVENTURADOS Y CONDENADOS:
Maquiavelo (político e historiador florentino, s. XVI) soñó que había visto una
muchedumbre de pordioseros harapientos e, interesado por conocer quiénes eran, oyó
que los bienaventurados de la gloria, porque según el evangelio son los pobres
quienes heredarán el reino de los cielos. A renglón seguido divisó un grupo de
personas de aspecto aseado, amables y decorosamente vestidas, que charlaban
sobre temas políticos. Creyó distinguir entre ellos a sabios como Platón y Tácito. La
voz que antes oyó le comunicó que estos comedidos varones eran los condenados en
el infierno, pues está escrito que la sabiduría del mundo es enemiga de Dios.
Contándoles a sus amigos este sueño, añadió que él prefería contarse entre los
segundos.
BODAS REALES
......La Casa Sajonia-Coburgo, familia de príncipes y reyes de tono menor que han
reinado en diversos países de Europa, servía para las dinastías reinantes en el
continente para escoger hembras probadamente parideras y garañanes que
aseguraran la continuidad de las especies coronadas. La reina regente de España
María Cristina de Borbón Dos Sicilias, previendo la ninfomanía de su hija Isabel, no
estaba determinada a hacerla una desgraciada casándola con “Paquita”, el hijo del
Duque de Cádiz, el infante don Francisco de Asís, pues ya desde pequeño este
príncipe había evidenciado no ser muy apto para el matrimonio fecundo por la afición
que sentía al juego de las muñecas. Así que María Cristina pensó en la Casa SajoniaCoburgo, buscando en ella para Isabel un tipo muy guapo y varonil que la satisficiera
en el lecho conyugal. Pero este matrimonio lo impidieron las potencias europeas,
porque rompía el equilibrio político de Europa. Hay que decir, pese a su casamiento
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con Francisco de Asís, que Isabel tuvo cuatro hijos y otros que no llegaron a vivir,
aunque en los mentideros madrileños pocos ponían la mano en el fuego para dar por
seguro que en los nacimientos de estos infantes el rey consorte no había tenido una
intervención fisiológica directa.
BOLCHEVISMO:
Cuando en las Cortes (1936) José A. Primo de Rivera condenó la vergonzosa
explotación de los trabajadores agrícolas y afirmó que, según el actual ritmo de
transferencias y amortizaciones, España tardaría ciento sesenta años en realizar su
reforma agraria (lo cual podría haber sido muy cierto), ABC y toda la derecha le acusó
de bolchevique. José Antonio replicó: El bolchevismo es en la raíz una actitud
materialista ante el mundo; llega al bolchevismo, que parte de una interpretación
puramente económica de la Historia. De donde el antibolchevismo es, cabalmente, la
posición que contempla al mundo bajo el signo de lo espiritual. Los que hoy
sacrificamos comodidades y ventajas para lograr un reajuste del mundo, sin que
naufrague lo espiritual, somos la negación del bolchevismo. En cambio, los que se
aferran al goce sin término de opulencias gratuitas, los que reputan más y más
urgentemente la satisfacción de sus últimas superfluidades que el socorro del hambre
de un pueblo; esos intérpretes materialistas del mundo, son los verdaderos
bolcheviques. Y con un bolchevismo de espantoso refinamiento: el bolchevismo de los
privilegiados (Stanley G. Payne. Historia de la Falange)
BOLSA
La Bolsa se introduce en España en el reinado de Fernando VII. Significó una
salida para el dinero sobrante de los nobles y eclesiásticos que, siéndoles casi
imposible invertir en la adquisición de tierras por la existencia del sistema vincular (el
único heredero, excluido el resto de la familia, era el primogénito) y no resultándoles
decoroso ni honroso emplearse en actividades comerciales, recurrieron a colocar los
beneficios de sus censos y rentas en el juego de la Bolsa.
BOLSILLO REAL
El Real Bolsillo en la España de los Austrias era una institución dependiente
directamente del monarca, cuya finalidad consistía en socorrer a los nobles en
situaciones económicas desesperadas.
BOMBEROS, INSTITUCIÓN ANTIGUA
Marco Licinio Craso, huérfano de un lugarteniente de Sila (ambicioso general
romano que inició las “guerras civiles”), fue recompensado permitiéndosele organizar
el primer cuerpo de bomberos que existió en Roma. Cuando estallaba un incendio,
Craso corría al sitio; pero en vez de apagar las llamas, compraba sobre la marcha el
edificio que ardía al propietario, que siempre consentía para librarse de aquél. Y sólo
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cuando era suyo ponía en acción las bombas. De lo contrario dejaba que las llamas lo
acabasen de derribar.
BORRACHOS
Uno de los asuntos en que la conducta de los jueces de la Córdoba musulmana no
se atuvo a la tradición fue el castigo de los borrachos: los jueces de Andalucía se
vieron precisados a hacer la vista gorda en esta materia. Tal vez porque abundarían
los borrachos más de lo debido.
BURGUÉS
Las asociaciones obreras catalanas en la Barcelona de 1869 bautizaron a los
componentes de la clase patronal con el nombre de burgueses, el cual desde
entonces se utiliza todavía con todas las connotaciones significativas que se le dio
después.
BRISA MALHECHORA
Era creencia en la antigüedad clásica que Faetonte (el alocado joven que condujo
un día para su desgracia el carro del Sol) había tenido por padre, según unos, a
Helios; según otros a Céfalo. Este, de quien su mujer sospechaba que le era infiel,
cuando iba de caza invocaba a la diosa Brisa para que le fuera favorable. Su mujer,
que le siguió un día a fin de cerciorarse en sus sospechas, oculta bajo la maleza de un
matorral, oyó a Céfalo pronunciar el nombre de la diosa en el preciso momento en que
las ramas del matorral se movían. Suponiendo Céfalo que se trataba de un animal
escondido, disparó su jabalina y causó involuntariamente la muerte a su desconfiada
mujer. Desdichadamente se hallaba oculta para certificar sus sospechas.
CABALLEROS PARDOS
......Así eran llamados los ciudadanos acomodados que acudían con caballo propio a
formar parte de las milicias señoriales en la defensa de la tierra.
CABALLOS FAMOSOS
......¿Quién no ha oído hablar de Babieca, el caballo del Cid? Aparece documentado
por primera vez en el poema de este héroe castellano y lo chocante del caso es que
entonces babieca significaba lo que entendemos hoy por ese vocablo: persona boba.
Así es que tendría que haberse explicado en el poema por qué el glorioso
conquistador de Valencia difamó su gallarda cabalgadura con un mote tan despectivo.
Otro caballo, más antiguo que el del Cid, pero no menos célebre fue Bucéfalo, el que
trotó Alejandro Magno. Aunque menos sorprendente, tampoco este nombre le cuadra
a un animal majestuoso y bello como debió de haber sido el del hijo de Filipo de
Macedonia, pues de acuerdo con la etimología del nombre la cabeza presentaría cierta
semejanza con la de un bóvido. Cervantes le regaló Rocinante a Don Quijote, un
verdadero acierto del mejor escritor de la lengua castellana, porque siendo su
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propietario un caballero andante, cuya cena los sábados consistía “en duelos y
quebrantos” no estaría muy sobrado su pesebre de exquisiteces alimenticias. Mas
ningún caballo ha gozado de tantos melindres como Incitatus; el cual, por el nombre
con el le bautizó o mejor lo consagró Júpiter, significa fogoso o impetuoso. Perteneció
a Calígula, un emperador al que le importaba una higa la raza humana. Se puede
adivinar, si no, por las atenciones que le dedicó exclusivamente: una sección de la
guardia pretoriana para que le acompañara al circo el día que participaba en las
carreras, y en la cuadra disfrutaba de un riguroso silencio, impuesto obligatoriamente a
los demás caballos que compartían con Incitatus el recinto. No soy capaz de
responder a la pregunta de cómo se lograba cerrarles la boca a los demás equinos,
pues incluso tengo dudas de que me la den los propios veterinarios, que estarán
todavía en dimes y diretes para dar una explicación convincente. El pesebre del animal
se había construido con el sagrado mármol que se reserva a los dioses, al que para
embellecerlo se le añadieron unas incrustaciones de marfil; las gualdrapas de púrpura
brillaban por los guarniciones de perlas; disfrutaba de casa y servidumbre propias, sin
haberse descuidado que, al ser el caballo juntamente con el emperador su dueño el
personaje más excelso del Imperio, se permitía conceder la gracia de dar audiencias y
de ser visitado, circunstancias que obligaban a mantener un mobiliario adecuado a la
alcurnia de Incitatus y a la calidad de los visitantes. Al caballo sólo le faltaba recibir la
máxima dignidad del Imperio. Calígula, en consecuencia, le nombró cónsul.
CABALLOS FESTEJADOS:
Los romanos celebraban unas fiestas las Consuales o Hipocratías, en las que
coronaban las cabezas de los caballos y mulas con flores, haciéndolos descansar de
sus trabajos durante la celebración.
CABALLOS SACRIFICADOS AL SOL
Fue costumbre de los antiguos persas sacrificar los caballos al Sol. A un sacrificio
de esta clase invitó el rey Vardanes a Apolonio de Tiana; el cual, sin rechazar la
invitación, se limitó a esparcir por el fuego algunos granos de incienso. Hecho lo cual,
pidió al rey permiso para retirarse, pues no quería participar en un derramamiento de
sangre.
CALENDARIOS
El más preciso de todos, ya que sólo se desajusta un día cada 3.000 años. Está
basado en uno que desarrolló Julio César -Calendario Juliano- un año antes de morir
y que ya incluía años bisiestos. Fue modificado por Dionisio el Antiguo en el siglo VI y
reformado por el Papa Gregorio XIII (1582). Se aceptó universalmente este siglo:
Turquía en 1917; Grecia y los Cristianos Ortodoxos 1923; Unión Soviética 1940. Para
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los Mayas es el año 5.120; para los Judíos el 5.761; el 2. 544, para los Budistas;
Musulmanes el 1.421; Chinos el 4.699 e Indúes el 1.922.
CALOR DE VERANO
Los antiguos explicaron el excesivo calor que algunos veranos padece la tierra con
la fábula de Faetonte, hijo del Sol; el cual pidió a su padre que le dejara conducir su
carro arrastrado por fogosos caballos y, debido a la impericia, los caballos se
desbocaron; por haberse acercado el carro demasiado al cielo, se abrasasó una parte
de él; después, se acercó demasiado a una parte de la tierra, cuyas cuencas
hidrográficas desecó, al mismo tiempo que tostaba la piel de los habitantes de la zona.
CALVICIE QUE PROVIENE DE RAPARSE LA CABEZA
Lo cuenta el primer historiador del mundo, Herodoto: “Hallándome en el sitio donde
se dio la batalla, me hicieron los egipcios observar una cosa que me causó mucha
novedad. Vi por el suelo unos montones de huesos, separados unos de otros, que
eran los restos de los combatientes caídos en la acción; y dije separados, porque
según el sitio que en sus filas habían ocupado las huestes enemigas, estaban allí
tendidos, de una parte los huesos de los persas, y de otra los de los egipcios. Noté,
pues, que los cráneos de los persas eran frágiles y endebles, que con la menor chinita
que se les tire, se los pasa de parte a parte; y, al contrario, tan sólidas y duras las
calaveras egipcias, que con un guijarro que se las arroje apenas se podrá romperlas.
Dábanme de esto los egipcios una razón a la que yo llanamente asentía, diciéndome
que desde muy niños suelen raer a navaja sus cabezas, con lo cual se curten sus
cráneos y se endurecen a al calor del sol. Y este es sin duda el motivo por qué no se
encalvecen, siendo averiguado que en ningún país se ven menos calvos que en
Egipto. Y esta es la causa también de tener tan dura la cabeza aquella gente.”
CALVOS A LAS FIERAS
Una buena mañana despertó Calígula con alergia por los calvos, y dio a comer a
las fieras del circo todos los que lo eran; luego les tomó ojeriza a los filósofos y los
condenó a todos a muerte o a deportación. Se salvaron sólo su tío Claudio (medio
idiota) y Séneca, que achacó una enfermedad grave.
CAMA VIAJERA
En el “Libre de Fests” atribuido a Don Jaime I de Aragón se cuenta que los moros
hicieron prisionero a Miguel Garcés, y se apoderaron del asno que llevaba la cama de
su señor Don Jimeno de Foces, hecho que debe interpretarse de acuerdo con la
costumbre de llevar los grandes magnates a la guerra (más exactamente es decir que
les llevaban sus criados y escuderos) aquellos muebles indispensables para hacer
más cómoda la estancia bajo las tiendas de campaña. Pero este uso de conducirse el
guerrero o viajero, no sólo para las guerras sino para los viajes, la cama de dormir se
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remonta a tiempos muy posteriores a los medievales, pues al Marqués de la Ensenada
se le comunica en la orden real de su destierro que su ayuda de cámara le alcance en
Illescas “con la cama y ropa blanca que dejare dicho.”
CAMINOS PROTEGIDOS
En los cruces de los caminos suele haber algún templete con una cruz o una
imagen de la Virgen. Los antiguos romanos, por orden de Servio Tulio, erigieron
también templetes a los lares o dioses compitales (compitum significa cruce de
caminos).
CANTONALISMO ANDALUZ
La primera república española fue un auténtico arrebatacapas populachero. Don
Nicolás Salmerón, su presidente, hombre serio y honesto, se sintió incapaz de
desarmar a una mayoría parlamentaria de la Cámara de Diputados, a cuyo frente el
ministro Palanca y otros adyuvantes de la misma cuerda política, defendieron a
ultranza el cantonalismo libertario, a cuyas resultas surgieron como hongos
republiquitas aldeanas y minúsculos Estaditos de opereta barata. El general Pavía
(febrero del 1874) entraría en el Congreso con sus soldaos para poner de patitas en la
calle a los padres de la patria allí reunidos) recibió el encargo de terminar con el
cantonalismo andaluz. Devueltas al orden Córdoba, Sevilla, Cádiz y Huelva con los
pueblos de su alfoz, la ciudad de Málaga puso a prueba la paciencia del general, pues
el gobernador civil, un pintoresco personaje llamado Solier, había expulsado de la
ciudad a todas las fuerzas gubernamentales (ejército, carabineros, guardia civil), a las
que sustituyó con una milicia popular, cuyo distintivo más notorio (aparte de sus
desmanes depredatorios y alborotadores) consistía en llevar ceñida la cabeza con una
especie de gorra o boina roja. En los dos intentos de Pavía por entrar en Málaga y
restablecer la autoridad del gobierna de la nación, el tal ministro Palanca organiza en
el Congreso su correspondiente guirigay para disuadir a Salmerón de sus esfuerzos
por mantener la integración territorial del Estado. El ilustre caudillo presentó la dimisión
de su cargo de General en Jefe del ejército de Andalucía y el presidente de la
República, asqueado de la política, abandonó también el suyo. Tuvo que ser don
Emilio Castelar quien diera carta blanca al General Pavía para que concluyera de una
vez por todas con el disparatado secesionismo político de Andalucía.
CAPAS LARGAS Y SOMBREROS REDONDOS
( Revuelta popular madrileña y repercusiones en las Vascongadas)
“A la ínfima plebe madrileña” se le prohibió el uso de las capas largas y de los
sombreros gachos. Transitar de noche por las calles encenagadas y oscuras de la
capital de la monarquía significaba arriesgarse a caer malherido a puñaladas a manos
de siniestros individuos, embozados en el típico atuendo del bajo pueblo. El ministro
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Esquilache, con la aquiescencia del rey, entre las medidas de higiene pública y de
adecentamiento de la ciudad, intentó con el recorte de las capas y las alas de los
sombreros “desembozar” a la gente para identificarla con mayor facilidad. Estalló, en
consecuencia, un motín popular, con dimensiones de auténtica revolución. Sucedía el
23 de marzo del año 1766. Pronto siguieron a Madrid otras ciudades, entre las que
destacó, por la virulencia del alboroto, Zaragoza. Aunque en el fondo de esta explosión
de violencia subyacía el rencor de las clases populares contra las autoridades por
considerarlas responsables de la carestía de la vida y el hambre general de la
población, los incidentes del país vasco por las mismas fechas obedecieron, según
podrá verse a continuación, por el allanamiento de la inmunidad eclesiástica,
perpetrado en el Colegio San Ignacio de Loyola. El provincial de Castilla de la
Compañía de Jesús recibió del diputado foral de Azpeytia y de Guipúzcoa, un escrito,
alguno de cuyos párrafos dicen: “Habrá sabido V. Rma. con disgusto el alboroto que el
lunes 14 de abril levantó en la Villa de Azcoytia la infame plebe, contagio que ha
cundido por una considerable parte de mi distrito, causando los últimos desórdenes
con lamentable trastorno y positivo desprecio de las leyes divinas y humanas. No
puedo dejar de quejarme de la conducta que en este ruidoso lance ha observado el
Colegio de Loyola, muy extraña para con la Villa de Azcoytia, dichosa cuna de San
Ignacio. Con la noticia de que los tumultuados de Azcoytia venían a atacar a Azpeytia,
el alcalde de esta Villa congregó en la casa concejil a la población para armarla en su
defensa. El alcalde solicitó igualmente al P. Rector del Colegio de Loyola que
mandase a los canteros y obreros que tenía trabajando dentro de los talleres a
sumarse también al resto de los ciudadanos. Pues sepa V.Rma. que el Colegio no hizo
caso de esta petición y no sólo mantuvo en el taller a gente tan indigna, sino que
también, según públicas noticias, fue taller del tumulto y acaso la oficina en que con
más viveza se han labrado especies para dar cuerpo al alboroto. Hay jueces
nombrados por el Consejo pleno de Castilla, a fin de juzgar a los amotinados. Parte de
los canteros y obreros fueron cogidos en el taller en que cometieron el delito y
fraguaron otros. El colegio de Loyola presentó en el Tribunal Eclesiástico de Pamplona
un recurso en el que dice que “del Sagrado colegio de Loyola han salido extraídos
varios sujetos” y suspende el curso y determinación de unas causas de la mayor
entidad y hacen mantener impunes a unos sujetos dignos del más ejemplar castigo,
contra lo que ordena estrechamente el rey.” La muy Noble y muy Leal Provincia de
Guipúzcoa dirige también esta carta al Rvdo. P. Guardián del Santuario de Aranzazu:
“He sabido que intentando abrigarse en este santuario una cuadrilla de gente
inconsiderada, que sin respeto a mí, al rey, a Dios, ha andado alborotando algunos
pueblos de mi distrito, V. Rma. no ha querido admitirlos en este santuario, dando la
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honrosísima causa de que en él no se recibe semejante clase de gente. Lo he
apreciado, tanto que no puedo menos de tributar a V.Rma. las expresivas afectuosas
gracias por una determinación tan noble y tan conducente al servicio del Rey.”
Respuesta del P. Guardián a la muy Noble y Leal Provincia de Guipúzcoa: “En la
inteligencia de que ninguna ley obligaba a conceder asilo a los perturbadores de la paz
pública, no quise admitir en este Santuario a ciertos sujetos, después de haber
alborotado algunos pueblos del distrito de V.S”. Esta controvertida disposición del clero
(los jesuitas del Colegio de Loyola alentando el motín de Guipúzcoa y los frailes del
Santuario de Aranzazu, repeliendo la invasión en el recinto sagrado de los
alborotadores), y el apaciguamiento de la Provincia después de una dura represión,
concluye con la del Comandante General el Conde de Fleignies a la Villa de Vergara:
“La mayor recompensa para los nobles es tener ocasiones y motivos en que ostentar
lo generoso de sus espíritus. Casi debería V.S. dar gracias a los de Elgoybar porque
su desatinado intento fue causa de que V. S. manifestase con heroísmo cuánta es su
sumisión a las leyes y preceptos del Soberano; cuánto anhelo de sacrificarse por el
sosiego de la patria; cuánto su horror a la maldad; cuánto su honor para no ser
envuelto en sucio lodo de amotinado, y, en fin, cuánto su valor para resistir con tan
pocos a la multitud.”
CAPITAL, ORIGEN DE LA PALABRA
El vocablo procede etimológicamente de caput (cabeza). El historiador Dionisio de
Halicarnaso lo comenta diciendo que, al ir a construir el rey Tarquinio el Soberbio un
templo a Júpiter, descubrieron los obreros al excavar los cimientos una cabeza
humana. El adivino consultado para que interpretara el hallazgo, explicó que
pronosticaba que Roma sería cabeza de toda Italia. El origen, pues, de los vocablos
capital y capitolio es la palabra cabeza.
CARNAVAL DESDE LA ANTIGÜEDAD
El carnaval romano solía celebrarse sobre el 25 de marzo. Recibía el nombre de
Fiestas Hilarias, o simplemente Las Hilarias. El pueblo romano marchaba en procesión
en honor de la madre de los dioses y se permitía una licencia general para divertirse
cada cual a su modo y disfrazarse. Igualmente el carnaval cristiano, herencia sin duda
de los paganos, mantiene esencialmente una base religiosa, aunque introduce en ella
el afán de la diversión y la permisividad del disfraz. Jovellanos reclama la prohibición
de la máscaras, refiriéndose a “las antiguas leyes” de las Cortes de Valladolid de 1523,
porque las máscaras encubrían a gentes que insultaban a las autoridades públicas.
CARRERO BLANCO
El ministro de las “medidas urgentes para poner orden” desconocía la forma más
enérgica que tienen otros para imponerlo. Fue en 1973. Su coche blindado, cuando le
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llevaba a oír misa, sufrió un atentado tan espectacular que, por la explosión,
sobrepasó volando hasta la octava planta de un edificio madrileño. El día de antes el
ministro iba a presentar un informe a su Consejo, cuyo texto, resumido, es el siguiente:
“La represión debe ser dura. Al hombre que ha perdido los frenos morales o
ideológicamente está envenenado, no se le frena más que con el miedo al castigo, y
este medio sólo existe cuando el castigo es duro. Es preciso, por tanto, Fuerzas de
Orden Público en cantidad, códigos penales duros, jueces penales enérgicos en los
que no quepan infiltraciones de ideologías distintas a las del Movimiento Nacional, y
regímenes penitenciarios también duros. Hay que moralizar la calle, las salas de
fiestas y los espectáculos y poner un especial cuidado en la venta de libros y revistas
de ideología contraria e inmorales. Se trata de formar hombres, no maricas, y esos
melenudos trepidantes, que a veces se ven, no sirven ni con mucho a este fin. Hay
que borrar de los cuadros de la Enseñanza General Básica y de las Universidades a
todos los enemigos del Régimen y hay que separar de la Universidades a todos los
alumnos que son instrumentos de la subversión. En cuanto a las cuestiones con la
Iglesia hay que decir que en España hay malos curas, un 10 %, y España tiene que
defender a la Iglesia Católica incluso contra los enemigos infiltrados en su seno.”
CARRETERAS Y CAMINOS
La red vial de España fue mejorada por los Reyes Católicos. Con Carlos III
empieza a ser objeto de planificación radial. En 1749
se abre el Puerto de
Guadarrama; una nueva carretera de Burgos a Reinosa (Santander) buscando las vías
marítimas (1763), y poco después la de Orduña y Pancorbo. Otras vías radiales
quedaron sin concluir por falta de fondos. Había aún por entonces la Real Cabaña de
Carreteros, transportistas; además de los muleros y arrieros.
CASAMIENTO POR DINERO
El casamiento “por dinero” ya tiene en la historia de las costumbre de los pueblos
antecedentes muy antiguos. Los griegos expresaban este tipo de matrimonio con el
verbo kerdogameo, los romanos usaban la frase gratia lucrandi uxorem ducerei, es
decir, casarse para granjearse recursos económicos
CASAMIENTOS DIVINOS
De Antonino Heliogábalo han contado los historiadores latinos las extravagancias
más estúpidas que han tenido que aguantar también los estúpidos súbditos, quieras
que no, de sus reyes. A Heliogábaloii, que al mismo tiempo era emperador y sacerdote
del Sol, de donde la viene parte del nombre, se le ocurrió un día casar al dios con una
diosa y, como la que tenía más a la mano era la romana Palas, armada como se sabe
de punta en blanco, mandó traer del templo de Libia a Urania, venerada en esa región
como la diosa Luna, y sobre toda, más pacífica que Palas. Trasladaron la estatua a
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Roma, además de todas las riquezas acumuladas en su templo, en señal de dote;
celebróse el matrimonio de las dos imágenes con gran esplendor y se leyeron
decretos imperiales por los que se ordenaba a todos los habitantes de Roma y de Italia
que por tan fausto acontecimiento se reunieran en banquetes públicos y privados;
pues si en los matrimonios de los mortales se corrían lanzas y se extendían mesas
bien abastecidas, los esponsales de los dioses no debían ser menos dignos de
festejos que las mesas del rico Epulón.
CASARSE POR LA IGLESIA
La famosa emperatriz Eugenia de Montijo, casada con Napoleón II, antes de
compartir el lecho conyugal con el emperador de los franceses, intrigó todo lo que
pudo juntamente con su madre, la condesa de Montijo, en la Corte de París. Se decía
de la hija que, invitada con la condesa a pasar unos días en el castillo de Saint Cloud,
donde estaba reunida la Corte, oyó alarmada cómo golpeaban fuertemente a la puerta
de su alcoba en un intento de que la abrieran. Era un desasosegado Napoleón que
pretendía probar antes de las bendiciones eclesiásticas los placeres del amor con la
encantadora aristócrata española. Pero la joven, bien segura tras el cerrojo, respondió
a la furiosa pregunta del fogoso monarca: “¿Pero por dónde hay que pasar para llegar
a vuestra alcoba?” “¡Por la Iglesia, Monseñor!”. Así fue cómo pescó Eugenia de
Montijo a Napoleón II.
CASTIDAD DE LOS EUNUCOS
Decía el virtuoso Apolonio de Tiana a su discípulo Damis que los eunucos también
aman, porque el deseo de amar les penetra por los ojos cuando tienen delante la
persona apetecida; mas no pueden satisfacerlo a plenitud por hallarse privados
violentamente del medio natural. Estas reflexiones hacía Apolonio precisamente unos
días antes de que en el palacio del rey persa Vardanes hubiese sido sorprendido un
eunuco en el tálamo real acostado con la propia reina. Está determinado para estos
casos imponer la pena capital. Pero Vardanes, muy aficionado a la virtud y a la
sabiduría de Apolonio, le preguntó qué le parecía que hiciera con el mancillador de la
honra regia. “El filósofo contestó que él le dejaría vivir. Y añadió al sorprendido
monarca: Le dejaría vivir no por perdón, sino como castigo que le consumirá; pues si
va a seguir con vida, estando deseoso de placeres, no se los darán los alimentos ni
bebidas, ni los espectáculos que te divierten a ti y a los que conviven contigo. Y si no
es una persona aferrada a la vida, te pedirá alguna vez que lo mates o se dará la
muerte a sí mismo, lamentando profundamente este día de hoy que no murió
enseguida.” Lo maravilloso del suceso, y lo infrecuente, es que el rey obedeció el
consejo del sabio.
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El rey persa Jerjes apreciaba muchísimo de entre sus eunucos a un tal Hermótimo,
a quien nombró ayo de sus hijos. Pero Hermótimo guardaba en lo más profundo de su
alma un rencor insuperable contra quien le castró, sentimiento que debe ser general
en esta clase de personas. El castrador se dedicaba por profesión a buscar los
jóvenes más bellos y agraciados, castrarlos y venderlos después en las ciudades más
renombradas de Persia. Hermótimo, que desde adolescente había caído en manos de
este individuo, topóselo más tarde, cuando ya se hallaba el eunuco en el apogeo de su
`privanza con el rey. Invitó al podador de genitales varoniles a pasar una temporada en
su hacienda juntamente con sus mujer y cuatro hijos que tenía, prometiéndole además
abundantes riquezas. Aceptado con placer el hospedaje espléndido que le ofrecía su
antigua víctima, hubo de pasar también él por el mismo trance de Hermótimo, pues
éste obligó a los hijos a castrar con las propias manos a su padre, y el padre, a su vez,
a ejecutar idéntica amputación a sus hijos. Tan terrible venganza no ha vuelto a
repetirse, que se sepa, entre los seres humanos
CASTIGO EJEMPLAR DE LA VENALIDAD DE LOS JUECES
El juez dictó sentencia previamente sobornado y el rey Cambises de Persia le
castigó de esta manera: primero lo mandó degollar; a continuación, cortarle en tiras el
cuero y curtirlo. ejecutado lo cual, ordenó clavar las correas obtenidas del curtido en el
sillón de la sala de justicia para que sirvieran de asiento. El primero en usar el sillón
fue el sucesor del juez degollado, su propio hijo. Indudablemente hubo de esforzarse
en no repetir el error del padre.
CASTIGOS EN EL OLVIDO
Las galeras, uno de los castigos más graves, han quedado para engrosar el
refranero: Por robar una pera, me mandaron a galeras; por robar un millón, me
hicieron barón.” Y Almadén, cuyas minas estaban en el catálogo de las penas más
temibles que se infligían a los delincuentes, sigue actualmente proporcionando a la
industria nacional el mercurio que siempre ha ofrecido de sus entrañas. Estos dos
castigos se imponían “de por vida”; pero habitualmente la duración de la pena no
sobrepasaba los diez años. La tortura constituía un elemento esencial en los procesos
judiciales. Y sacar a la vergüenza pública a los delincuentes menores, azotándolos en
plazas y calles delante de la gente, o bien obligándoles a llevar vestimentas
infamantes, como hacía la Inquisición con sus penados, ofrecía un espectáculo muy
frecuente que se contemplaba hasta con cierta fruición.
CASTILLA DEL HAMBRE
La Castilla, de la que dijo el Barón de Rosmithal, en un viaje que hizo a España en
el año 1465 “este es un pueblo que sufre bien el hambre y los trabajos”, aglutina bajo
su Corona todos los reinos de la península, descubre y coloniza un nuevo mundo y
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dirige la política europea casi durante un siglo. Con mucha hambre es imposible
realizar tamaña empresa. Sin duda fueron el trabajo, los muchos trabajos y la
constancia quienes realizaron el portento.
CASTILLO DE SANT´ANGELO, MAUSOLEO DE EMPERADORES
......Erigido como mausoleo por el emperador Adriano, allí se conservaron en urnas de
alabastro las cenizas, además, de los emperadores; entre ellos las de Septimio
Severo. Posteriormente la Iglesia lo convirtió en fortaleza y cárcel
CATALUÑA Y EL RESTO DEL ESTADO
Ha habido momentos en los que Cataluña ha pretendido llevar a cabo un ideal
hispánico con el que incorporar a todos los pueblos de España. Pero Madrid ha visto
siempre con recelo cualquier intervención de Cataluña en los asuntos generales del
Estado. “Con el advenimiento de la 1ª República, el jefe del gobierno, dos ministerios
claves (Gobernación y Hacienda –Laureano Figuerola en 1868 decretó el derecho
diferencial de banderas), treinta y dos gobernadores y un gran número de directores
generales y diputados eran catalanes. La prensa madrileña puso el grito en el cielo:
¿Los separatistas de 1642 y 1705 iban a mandar?” (Historia crítica de la burguesía en
Cataluña. Antoni Jutglar)
CATALUÑA Y SU BANDERA
Serafi Pitarra, famoso dramaturgo, dispuso que se le enterrara con la bandera
catalana, enseña gloriosa por él definida en los siguientes versos:
Más que moltas ennoblida,
concentra en sí tanta hazaña
que pot dá, pel mitj partida
dugas banderas de Espanya
CATÁSTROFES PÚBLICAS
Los gobiernos suelen conceder moratorias o aplazamientos de las deudas a los
ciudadanos afectados por las calamidades públicas. Estas dilaciones de tributación ya
eran conocidas en la antigüedad. Solían concederlas los romanos. Dos ciudades de
Asia fueron asoladas por un terremoto, entre ellas Éfeso. Tiberio les donó 250.000
ducados y las eximió de tributos durante cinco años. No se crea, pues, que éste es un
benéfico invento de la generosidad de los Estados modernos.
CATECISMO
En 1927 una alta comisión eclesiástica emprendió la puesta al día de los diversos
catecismos anteriores. Publicó su “Catecismo católico”, en el que las primeras
preguntas y respuestas se refieren a las relaciones de la Iglesia y el Estado. Los
autores colectivos de este compendio subrayaban de buenas a primeras que “el
Estado debe estar sometido a la Iglesia como el cuerpo al alma”; que “el liberalismo da
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lugar a diversas herejías, tales como la libertad de conciencia, de propaganda y de
reunión”. Y prosigue en estos términos:
 ¿Qué clase de pecado es el liberalismo?
 Un pecado gravísimo contra la fe.
 ¿Por qué?
 Porque consiste en una serie de herejías condenadas por la Iglesia
 ¿Es pecado para un católico leer un periódico liberal?
 Sólo debe leer las cotizaciones de bolsa
 ¿Que clase de pecado comete el que vota a un liberal?
 Generalmente pecado mortal
(Guerra y Revolución en España. 1936-1939. Georges Soria)
CATEQUESIS PARA LA INFANCIA
Conviene recordar el significado de la palabra catequesis. Procede del verbo
griego katekúo, aprender de oídas o escuchando. Necesita este verbo dos sujetos
para ser exacto en su sentido, el sujeto de autoridad (maestro), y el sujeto de
obediencia (niño). Por eso, el venerable P. Ripalda, que hasta bien entrado el siglo XX
ha enseñado a los españoles la doctrina cristiana, publicó su valiosísimo catecismo; y
la jerarquía eclesiástica, con los pertinentes permisos otorgados por los Concordatos,
se encargó de imponerlo en todas las escuelas de la nación. Estando de sobra los
maestros, había que atraerse a los sujetos “niños”, materia ingenua que el Estado
puso gratuita y generosamente a disposición del P. Ripalda. El catecismo del popular
jesuita, aunque carece de pentagrama, tan sólo sirve para ser cantado en estilo llano o
canturreado. De otro forma no podría retenerse en la memoria las alpabardas que
serializa. Aún las recuerdo de mi infancia:
P. - Decid, niño, ¿sois cristiano? R.- Sí, por la gracia de Nuestro Señor Jesucristo.
P. - ¿Qué quiere decir cristiano? R.- Hombre que tiene la fe de Cristo, que profesó en
el Bautismo.
Imposible el olvido, aunque el niño se hubiera enfurecido contra esta cantinela y la
rechazara. Pero de solo oírla, habría acabado por incrustársele en la mollera como el
moho en la corteza de los árboles. Con toda seguridad al sujeto “niño” más le hubiera
ayudado a despabilar su inteligencia, ofreciéndole la elección de estas tres hipótesis:
1ª.- Dios sabe que el mal existe, puede suprimirlo y no quiere. ¿No te parece, niño,
que en esta caso un Dios así sería un ser malvado? ¿No te parece que habría que
descartarlo por falta de misericordia?
2ª.- Dios sabe que el mal existe, quiere suprimirlo y no puede. En este caso Dios es
impotente, y por tanto, nos es inútil.
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3ª.- Dios no sabe que el mal existe. En este caso es un Dios sin inteligencia y nulo; y,
por lo tanto, es inadmisible.
No es posible otra hipótesis. Por consiguiente, se puede deducir que Dios no existe. El
niño comprenderá perfectamente el planteamiento de las hipótesis y la rectitud de sus
conclusiones. También le resultará fácil debelar la objeción a estas hipótesis de que el
mal se debe a la falta cometida por el primer hombre en el paraíso terrenal; pues el
niño contestará que debe padecer las consecuencias de sus actos aquel que los
comete. Que los demás las sufran, infringe los postulados más evidentes de la justicia.
CATOLICISMO ESPAÑOL
Como tanto el monarquismo como el corporativismo estaba desacreditados por su
incapacidad para provocar un amplio eco en el país, las fuerzas conservadoras
tendieron a orientarse temporalmente hacia algunas figuras descollantes del laicado
religioso. Uno de esos nuevos dirigentes conservadores era Don ángel Herrera Oria,
director del influyente diario financiado por los jesuitas, El Debate, y jefe de la Acción
Católica. Herrera adoptó una actitud moderada y práctica. Creía que la Iglesia y sus
miembros tenían el deber de someterse al Gobierno mientras éste no les privase de
las libertades necesarias. Considerando a la monarquía como una vía muerta para
España, trató de movilizar las fuerzas del catolicismo español hacia un movimiento
político pragmático, orientado en un sentido parlamentario, vinculado a los intereses
de la Iglesia, pero respetuoso con el régimen republicano. José Mª Gil Robles surgió
como jefe de esta fuerza (CEDA), que recibió el pleno apoyo de la jerarquía
eclesiástica. Tanto Gil Robles como sus seguidores no mostraron el menor entusiasmo
en discutir la legitimidad del régimen republicano, su única aspiración era la de
restaurar los privilegios de la Iglesia y volver al statu quo económico y social anterior
al 1931. La CEDA vino a tranquilizar a la gran masa de la clase media española, que
no deseaba ir ni hacia atrás ni hacia delante. (G. Payne. Historia del fascismo español)
CATOLICISMO PARA GOETHE
Tenía el gran poeta Goethe una opinión poco amable del catolicismo. Para él era
puro teatro, carnaval y fullerías de prestidigitador.
CEBADA Y ODA DITIRÁMBICA
Ibn Anmar había estudiado bellas letras en Córdoba y como era joven y además
estaba dotado de extraordinaria sensibilidad poética, decidió ganarse la vida
componiendo odas ditirámbicas a los señores más ricos y poderosos, tan inclinados a
sobresalir por encima de todos, por lo que les cobraba el glorificarlos con aclamación y
agasajo de bellos versos. Así, pues, a lomos de una pobre mula y enteca alforja,
recorrió reinos y entró en soberbios alcázares. En unos más, en otros menos, siempre
recogía algunos dinares. Llegó un día a Silves, lugar del reino de Huelva y entabló
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conversación con un comerciante muy rico de dineros, pero muy romo de caletre.
Consintió que le compusiera un ditirambo, viose ensalzado sobre las nubes y henchido
de orgullo más que un pavo real, al oír su nombre y su persona envueltos en
encendidos y floreados elogios.
CÉLIBE
A los célibes y a los recién casados poníaseles en sus tumbas unas vasijas
funerarias que los identificaban como tales, llamadas hydrias y loutroforos,
respectivamente. Los célibes, por serlo, pagaban en Roma un impuesto matrimonial,
llamado “aes uxorium”, que habían establecido contra ellos y los matrimonios sin hijos,
los cónsules M. Papio Mutilo y Q. Popeo Secundo, mediante la Ley Papia.
CEMENTERIOS DE LA GUERRA
Entre los griegos se llamaba “poliandrias” a los extensos cementerios, donde eran
enterrados los cadáveres de los soldados caídos en la batalla.
CENSURA (EFECTOS CONTRARIOS)
Sobre la acusación contra Fabricio Veyenton, que había escrito ciertos libros sobre
senadores y sacerdotes, que afeaban sus conductas, Nerón le desterró de Italia e hizo
quemar todos sus libros, que se buscaron y leyeron con gusto y curiosidad, mientras
no se podían tener sin peligro, hasta que la libertad de tenerlos fue causa de que ¡no
se buscasen ni estimasen.
CERDO
Los egipcios miran al cerdo como animal abominable, dando origen a la
superstición de arrojarse al río cuando se pase por desgracia junto a un cerdo, y que
los porquerizos sean excluidos de las entrada y comunicación en los templos:
entredicho que se usa solamente con ellos; excediéndose tanto en esta prevención,
que a ninguno de ellos dieran en matrimonio ninguna hija, ni tomaran alguna de ellas
por mujer, viéndose aquella clase obligada a casarse entre sí.
CESANTES
“En el día de hoy ha dimitido el alcalde de Madrid, Conde de Romanones. Mañana
saldrá para Guadalajara en tren especial con los empleados del Ayuntamiento que
habían sido contratados por él y que van a ser reemplazados.” (De un diario de la
época). Era costumbre que al dejar un partido político el poder, abandonen también
sus empleos aquellos que han sido nombrados por los diversos niveles de jefes para
desempeñar cargos en la administración o en las empresas públicas. Al aludido Conde
de Romanones se le dio el título de Grande de España y la Gran Cruz de Carlos III,
por un mérito digno de toda recompensa: haber sido un hábil manipulador en las
elecciones municipales de 1910. (Manipuladores famosos en las elecciones fueron, en
tiempos de Cánovas, Romero Robledo, y con Maura, La Cierva). Lo que se acaba de
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escribir, puédese leer en “El laberinto español” de G. Brenan; donde igualmente se
encuentra otra joya de la cara dura de la época: la forma de que se valía un
parlamentario español, cuando deseaba conseguir alguna cosa de cualquier político.
En su libro de notas que llevaba consigo apuntaba las irregularidades o abusos que
pudiera haber cometido alguno de ellos. Llegado el momento de pedirles algún favor,
si no le atendían, los amenazaba con una interpelación sobre algún asunto molesto y,
el ministro aludido, se hacía el encontradizo en los pasillos del Congreso con el
diputado y solucionaban amigablemente la cuestión.
CIRCUNCISIÓN Y TORMENTO
Circuncisión es el corte circular de una porción del prepucio. En el Génesis (17) se
dice: “Habiendo Dios escogido para sí, entre todas las naciones del mundo, un pueblo
predilecto”, ordenó que, para que sus hijos se diferenciaran de los demás hombres,
fuesen circuncidados. Una gran mayoría de los seres humanos sienten cierto pudor en
descubrir sus partes íntimas. Este mandato divino, merecedor como es natural de toda
reverencia, no cabe duda que pone a los hombres en particular en unas situaciones
vergonzantes, cuando tienen que demostrar su procedencia gentílica. Eso les sucedió
a los pobres judíos el pueblo predilecto que caían bajo la sospecha inquisitorial
que lo eran: habían de enseñarles a los ministros del Santo Tribunal ese su miembro
del cuerpo que esconden púdicamente. En fin, los mandamientos de la Ley de Dios
suelen, a veces, colocar a las personas en situaciones enojosas. “Circunciso” era un
vocablo que ponía incómodos a los reverendos padres dominicos, cuando tenían
delante a un judío; es como si les pusieran delante de sus narices al mismo Salvador
en plena desnudez corporal. Hercle! praeputium igitur eius inter crura mirarentur” (¡Por
Hércules! se admirarían, así pues, del prepucio que le vieran entre las piernas!). No
obstante, opinando igual que el P. Croisset, darían por seguro que “desde ese día de
la circuncisión puede decirse que comenzó la redención del mundo”; pues, si Jesús
habría de lograrla vertiendo su sangre el día de su muerte, no habría una razón para
que se abstuviera de su efusión el día de su nacimiento. San Epifanio asegura que se
efectuó en el mismo portal de Belén. Sin duda que le fue revelado en un sueño.
CISMA EN ESPAÑA
Sobre el año 684 hubo un papa (Benedicto II) que publicó la advertencia al pueblo
español de que las conclusiones del VI Concilio Ecuménico, celebrado en
Constantinopla, no debían de ser discutidas, sino creídas. Pero en la carta de
contestación de los obispos españoles desagradó al Santo Padre la frase “voluntas
genuit voluntatem (la voluntad engendra a la voluntad); lo que para Benedicto II era
heterodoxo; mas no para el metropolitano de Toledo Julián (elevó esta sede a
Primada). El lenguaje de Julián se interpretó ofensivo por la Sede Apostólica. Trajo,
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entonces, el de Toledo en apoyo de su tesis a todos los Santos Padres de la Iglesia,
entre ellos al muy venerado
San Isidoro, y mantuvo su argumentación frente a
Benedicto con toda la ayuda que el XV Concilio de Toledo, presidido por Egica, pudo
prestarle. La invasión musulmana, unos años más tarde, se llevó al aire este asunto de
“la voluntad engendró a la voluntad”, y con él el discutible honor de haber sido un
primado de Toledo el primer Lutero de la Historia.
¿CIUDAD IDEAL?
La polis o ciudad griega se basaba en el principio de la autarquía, es decir, de un
sistema de economía, mediante el cual la ciudad se autoabastece de los necesario
para su seguridad, bienestar y buen gobierno. Aristóteles sostenía que la ciudad ideal
no es precisamente la más poblada, antes bien aquélla en la que, por ser corto el
número de los ciudadanos (10.000 mayores a lo más) se conocen entre sí y cada uno
sabe del otro cómo es, conocimiento que da por resultado la creación de un buen
gobierno y una buena política, por haber llevado a la administración de los recursos
comunes a los mejores gestores y además a gente conocida por trato y cercanía. La
polis griega exige a los ciudadanos la entrega de sus vidas a cambio de la garantía de
su existencia, de su formación y perfeccionamiento cívicos. La polis maneja con
dureza los medios coercitivos suficientemente persuasivos la muerte, el destierro, la
atimía o pérdida del buen nombre, para mantener al ciudadano dentro de los límites
de la moral cívica, sin que pueda venir en su defensa ninguna instancia ni dentro ni
fuera de la ciudad; más aún, exiliándose voluntariamente a un país extranjero
(bárbaro), el ciudadano se encuentra en un territorio peligrosamente hostil, totalmente
desprotegido. El castigo político se ensaña no sólo con el infractor, alcanza también a
su descendencia, y no perdona ni el sosiego de los sepulcros. Es una venganza
aniquiladora. Pitágoras, sin embargo opina que el ciudadano, a pesar de haber sido
injustamente tratado, debe tratarla con el mismo afecto y respeto que a su propia
madre natural. La polis acapara un poder absoluto, que anula la libertad individual,
hasta el punto de convertir la milicia en un deber cívico ineludible desde la juventud
hasta el extremo de la vida. Este deber cívico, como los restantes, ha de aprenderse
en las escuelas cantado a coro, con objeto de que se memoricen sus mensajes y no
puedan jamás olvidarse en los momentos que se presenten de llevarlos a la práctica.
Vemos, pues, a la polis divinizada, hasta el extremo de que llega a actuar sobre los
individuos como una pesada losa imposible de remover y de la que, incapacitado, por
el temor, el ciudadano empieza a sentirse molesto y preocupado. Tal sensación de
ahogo origina una situación de soterrada rebeldía, que facilita el paso a una ética
menos estatalista y más humana. El epicureismo, al fin, desdiviniza a la polis y
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establece el principio de que el hombre tiene el derecho de desarrollar su vida lo mejor
posible, evitando el dolor y el sufrimiento.
CIUDAD Y CIUDADANO
¿Cuándo a una ciudad se le debe dar tal nombre? Jacob Beckhardh, en su Historia
de la Cultura Griega, contesta con este ejemplo: “Pánope es una ciudad de los
focenses, si es que se puede hablar de ciudad cuando no existe ningún edificio
público, ni gimnasios, ni teatro, ni ágora, ni caudal de agua que sirva de fuente”. Solían
ser los lugares públicos entre los griegos el Pritaneo, sitio de reunión diaria de las
autoridades locales; el bouleuterio, donde se reunía el Gran Consejo; los gimnasios,
teatros, templos y, sobre todo el ágora auténtico órgano vital de la ciudad, una
especie de gran plaza que acogía a los ciudadanos para que allí conversaran, se
reunieran, o simplemente pasearan, como indican los verbos de los que viene el
vocablo ágora: ageirin (reunir), agorein (hablar), agoráxein (deambular). Aristóteles,
con respecto a la ciudad, dice de ella que es una comunidad establecida para evitar
las injusticias y favorecer los intercambios. Pero, además, si existe la ciudad, hay
igualmente una comunidad de casas y de familias, donde es fácil alcanzar una vida
perfecta y suficiente, beneficios que proporciona la convivencia. En cuanto al hombre
que vive dentro de la ciudad, no a todos ellos los llama ciudadanos. Llamo ciudadano,
viene a decirnos, al que tiene la posibilidad de participar en la función deliberativa o
judicial, y llamamos de forma breve ciudad a la muchedumbre de ciudadanos
suficiente para vivir en autarquía, es decir, bastándose a sí mismos en todo y para
todo. No debemos reconocer la cualidad de ciudadanos puntualizaba a todos
aquellos que son indispensables para la existencia de la ciudad, puesto que los niños
no son ciudadanos de la misma manera que los padres, sino que éstos los son en un
sentido pleno y aquéllos condicionalmente, pues son ciudadanos, pero imperfectos. La
ciudad perfecta no hará ciudadano al menestral o trabajador mecánico, a no ser que
su trabajo no constituya una auténtica necesidad para poder vivir medianamente. He
ahí la trascendental exigencia que debían cumplir “los obreros” de aquel entonces:
carecer de la necesidad de trabajar para que no les faltara la de comer.
CIUDADANO: RAZÓN DE SU PODER
Cuando el habitante de un país democrático se compara individualmente con los
que tiene a su alrededor, siente orgullo por ser igual que ellos; pero, cuando estudia la
totalidad de sus conciudadanos y se coloca contraste con un cuerpo tan inmenso,
queda instantaneamente abrumado por el sentimiento de su propia debilidad e
insignificancia. La misma cualidad que le hace independiente le expone solo e inerme
a la influencia del mayor número. Por lo tanto, el público tiene un singular poder en un
pueblo democrático; un poder inconcebible para las naciones aristocráticas; pues no
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sólo convence de ciertas opiniones, sino que las impone e inculca en las facultades,
mediante la enorme posesión de las mentes de todos sobre la razón de cada uno.
(Tocqueville)
CIUDADES: NACIMIENTO
“Todas las ciudades son edificadas o por los hombres nativos del lugar en que se
erigen, o por extranjeros. Sucede lo primero cuando los habitantes, dispersos en
muchos sitios pequeños, no se sienten seguros para resistir por sí mismos el ímpetu
de los asaltantes; y así, cuando viene un enemigo, deben reunirse para su defensa y
escogen un lugar para vivir juntos, donde la vida sea más cómoda y la defensa más
fácil. De esta forma nacieron, entre otras, Atenas y Venecia. En cuanto a Venecia,
habiéndose asentado muchos pueblos en algunas islillas, en el ,extremo del mar
Adriático, con el fin de huir de las guerras que surgían constantemente en Italia, por la
llegada de nuevos bárbaros tras el declive del Imperio Romano, comenzaron entre
ellos, sin que les guiase ningún príncipe en particular, a vivir bajo aquellas leyes que
les parecieron más adecuadas para mantenerse; lo que les sucedió con toda facilidad
gracias a la prolongaba tranquilidad que les proporcionaba el lugar, que no tenía más
salida que el mar, careciendo todos aquellos pueblos que infestaban Italia de naves
con que poder atacarlo; de modo que, de tan modestos principios, pudieron llegara a
la grandeza en que se encuentran ahora. (Maquiavelo: Discursos sobre la primera
década)
CIUDADES ENTRE LOS GRIEGOS
Las aldeas griegas se asociaron formando agrupaciones de aldeas, que dieron
como resultado las polis. Este fenómeno de asociación de pueblos se designa con el
nombre “sinoiquismo”. Madrid, como otras muchas ciudades modernas, es un ejemplo
de sinoiquismo.
CIUDADES FENICIAS
Es posible que las polis marítimas fenicias ejercieron alguna influencia para la
formación de las polis griegas. Las polis fenicias eran ciudades como unidades
políticas, con sus constituciones, consejos (constituidos por los miembros de las
principales familias), sin casta guerrera, que los fenicios supieron mantener
enérgicamente.
CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL
Los fundamentos de la civilización occidental surgieron de la mezcla de la
experiencia y refinamientos romanos, de la falta de madurez germánicos y de las
nuevas enseñanzas del Cristianismo.
CIVILIZACIONES PRECOLOMBINAS
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Una de las quejas que se dan de la colonización española es haber hecho
desaparecer muchas de las culturas de América. El escritor argentino Ernesto Sabato
se pregunta con respecto a otros países: “¿Los españoles son visigodos, romanos o
iberos ¿... Es justo y legítimo reivindicar las culturas anteriores a la conquista, pero
deja de serlo si con ello se ocultan las riquezas que trajo?
CLERO SERVIL
El papa Adriano VI otorgó a Carlos V (1523) el privilegio de nombramiento de
obispos, lo que en la práctica venía a concretarse en la adjudicación de las diócesis
españolas
a obispos “convenientes” a la corona. El general Franco disfrutó de esta
concesión papal. La Iglesia española estaba sometida, pues, por agradecimiento a los
Jefes del Estado. La sumisión llegó a tal extremo que no hubo resistencia al real
decreto de 1572 por el que prohibía toda jurisdicción extranjera (es decir, del Vaticano)
sobre los españoles en causas eclesiásticas, por ejemplo las que promovían los
cónyuges sobre la conveniencia de la disolución del matrimonio
COACCIÓN LEGAL
“La coacción legal era necesaria como medida contra lo que corrompía el buen
orden de la vida. Quienes se condujesen mal, habían de ser castigados para que ellos
y otros se vierann disuadidos por el miedo. es canon procedente de los decretos
conciliares de la Iglesia de Toledo (Quorumdam saeva temeritas saevioribus poenis
est legaliter ulsciscenda la osadía perversa de ciertos individuos se ha de vengar
legalmente con castigos más terribles)
COCINERO QUE `PRUEBA LA COMIDA
Sosia es el nombre de este cocinero. Su amo es el poeta Ausonio. “Comprueba
le dice si los platos que has preparado están en su punto de sabor. Agita esas
ollas que hierven, meneándolas con las manos; mete rápidamente tus dedos en el
caldo caliente y chúpalos de inmediato con la lengua mojada.” Por lo que se advierte,
en la cocina del opulento galo-romano Ausonio (siglo IV) escasea el “menaje,”y su
cocinero Sosia se pensará dos veces introducir los dedos en el hirviente caldo
CODICIA JUSTIFICADA
“En muchas casas reales y templos consagrados al Sol” escribe El Inca
Garcilaso los arquitectos echaron plomo derretido y plata y oro por mezcla para
mayor majestad. y añade que tal despilfarro fue la causa principal de la total
destrucción de aquellos edificios; porque por haber hallado estos metales en alguno de
ellos, los han derribado todos buscando oro y plata, que los edificios eran de suyo tan
bien labrados y de tan buena piedra, que duraran siglos, si los dejaran vivir.”
Comprobaría nuestro ilustre compatriota peruano en Andalucía, donde se hallaba
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viviendo, que aquí, como en toda la península, se construían en aquellos hermosos
siglos hermosísimos edificios que aún perduran, con buenas y excelentes piedras
también; pero no los cimentaron con oro; ni otros muchos que admiran todavía al
mundo en otras partes de Europa. Aun si abundara en oro y plata, habrían consentido
los maestros de obras ni los albañiles emplearlos en tales menesteres.
COITO SAGRADO
El sexo en la antigüedad se realizaba limpio de toda sospecha de deshonestidad.
Individuos de los dos sexos, reunidos en orgías colectivas, practicaban una especie de
hierogamia o coito sagrado, sin que por ello experimentaran la sensación de estar
incurriendo en un acto desvergonzado; antes todo lo contrario, en una acción grata a
la divinidad. Dentro del mismo templo ofrecíanse las hieródulas o siervas sagradas
para realizar la copulación como acto reverencial, para el que no existía el menor
atisbo de repulsa social.
COLISEO VIENE DE COLOSO
La palabra coloso sirve para designar algo de dimensiones desmesuradas. Los
antiguos romanos representaron al Sol con una descomunal mole de piedra. El
emperador Cómodo, cuya locura le llevó a convivir con los gladiadores porque creía
ser el mejor de ellos, ordenó que se le llamara Hércules y que a un grandísimo
peñasco levantado por los romanos en honor del Sol, nombrado por ellos Coloso, se le
hiciera cortar la parte superior. Los picapedreros reprodujeron en su lugar, también
con dimensiones extraordinarias, la propia cabeza del emperador. El puerto de la isla
de Rodas, a su vez, estaba defendido a la entrada por una monumental estatua,
llamada Coloso, celebrada por los antiguos como una de las maravillas de aquellos
lejanos tiempos.
COMBATID POR AMOR DE DIOS
Los obispos alemanes, que habían abrazado las banderas nazis como si fueran el
símbolo de las cruzadas de Godofredo de Bouillon, infundían el ardor guerrero en los
muchachos que iban a los frentes de Rusia, con estas prometedoras consignas:
“Tomad sobre vosotros todas las calamidades por amor de Dios. Estos sacrificios
serán peldaños de vuestra escala hacia el cielo. En el sacrificio realizáis vuestra
salvación.” Evidentemente resulta imposible conocer si subieron al cielo. Pero sí se
tiene por seguro que la inmensa mayoría de aquellos pobres muchachos se quedaron
para siempre sepultados bajo la nieve de las estepas soviéticas.
COMEDIAS “DE REPENTE”
Las anécdotas del siglo XVII han conservado la memoria de las comedias “de
repente” que en la cámara del rey de España se representaban, sacadas casi siempre
de las Sagradas Escrituras. Tratadas a lo burlesco, hacían papel en ellas los más
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ilustres ingenios de aquella época; y el mismo monarca. Llegaba la befa de los más
altos misterios a tal grado que, ordenado de sacerdote Calderón de la Barca, se
abstuvo por escrúpulos de conciencia de seguir participando de ellas. La respuesta
que en una de esas farsas dio el que hacía de papel de Padre Eterno al que
desempeñaba el papel de Adán, bastará al lector para que se haga una idea del
desacato con que era tratada la Religión en estas concurrencias cortesanas:
Por Cristo crucificado
que, como soy pecador,
me pesa de haber criado
un Adán tan hablador
COMIDAS PÚBLICAS
Entre los espartanos había la costumbre de reunirse los ciudadanos en mesas
comunes para compartir entre todos una comida sencilla y frugal, comidas que
recibían el nombre “phiditía”.
CÓMO BUSCAR MARIDO
Dio ejemplo de esta importantísima búsqueda el sabio y justo emperador Marco
Aurelio. De él cuenta Herodiano: “A sus hijas, cuando llegaron a la núbil edad, las
entregó en matrimonio a los miembros más destacados del Senado, no a patricios con
largas genealogías, ni a hombres ilustres por su riqueza; sino que quiso tener yernos
de carácter ordenado y de vida sobria, pues pensaba que estas cualidades espirituales
eran las únicas verdaderas e indestructibles.”
CÓMO SE CONTABA UN EJÉRCITO
El modo de contar los soldados de un ejército, según nos enseñan las historias
antiguas, consistía en escoger una masa de diez mil soldados, apretarlos lo más
posible, como si se estuviera empacando paja, y construir alrededor una media pared.
Acabada esta triple operación, se mandaba salir del emparedamiento a los soldados, y
se volvía a llenar el espacio vacío con otro contingente. Se tenía una suma
aproximada de 20.000 hombres. De esta manera se procedía, hasta concluir el
proceso. Las historias no hacen mención del tiempo que tardó Jerjes de Persia en
contar por este sistema un ejército de cinco millones de combatientes que congregó
contra Grecia. Aunque sí refieren un fenómeno muy comprensible, producido por una
masa humana agotada por largos itinerarios de a pie y sufridora sobre sus espaldas de
pesadas mochilas de piel de cabra, sin olvidar de añadirle la muchedumbre de bestias
de tiro, bestias de carga, mujeres, niños, concubinas, cocineros, servidumbres
domésticas de los caballeros y nobles que acompañaban al rey en la empresa. Al río o
lago que encontraban a su paso le chupaban hasta las entrañas la última gota.
COMPETIR LOS NIÑOS
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En todos los tiempos, desde que la infancia es infancia, los niños compiten entre sí
señalando para el último en llegar a la meta un baldón que sonrojaba por lo que se
decía de su virilidad: ¡Mariquita el último! Los niños romanos execraban también al
último deseándole las pústulas de la sarna: ¡Que la sarna se coma al último” (Habeas
scabies extremum!)
COMULGAR POR PASCUAL FLORIDA
Fue el general Franco el último gobernante que mandó a los españoles comulgar
por Pascua Florida. Tan raro adefesio se le ocurrió al rey Egica siglos antes
aconsejárselo a los obispos de Toledo reunidos en sus periódicos concilios; los cuales
jerifaltes unánimemente no sólo le impusieron la comunión pascual a los cristianos,
sino que la extendieron incluso a los judíos. Esas pobres gentes, si no querían taza, se
tragaron taza y media.
COMUNISMO DOGMÁTICO
Los planes de desarrollo industrial, social y económico de los países comunistas,
acaban al final de una o dos décadas en cartillas de racionamiento. No es la doctrina
soviética en sí misma la que puede considerarse justamente como un peligro. Es el
modo en que se mantiene esa doctrina. Se mantiene como una verdad sagrada e
inviolable, y el dudar de ella es un pecado merecedor del más severo castigo. El
comunista, igual que el cristiano, cree que su doctrina es esencial para la salvación
CONCILIOS TOLEDANOS VALIENTES
Los concilios toledanos, aunque en muchas ocasiones presididos por los reyes, no
fueron indulgentes con las iniquidades del poder real. En el IV de Toledo San Isidoro
de Sevilla estampó su firma en las actas que anatematizaban los crímenes de Suintila,
su iniquidad y su enriquecimiento a costa de los pobres.
CONDE
El término “conde” se utilizaba mucho por los historiadores desde el siglo II al IV.
Proviene del vocablo latino “comes”, que significa algo así como “compañero en las
tareas de trabajo”. Se trata siempre de una persona a la que se tiene al lado,
acompañando a otra el rey, el emperador en las asuntos delicados. “Comes
Africae, por ejemplo, aludía al delegado imperial en Africa; “comes rei privatae”, al
conde el tesoro real o tesorería privada del monarca
CONFESIÓN
“Espejos de confesión” eran ciertos libros que proporcionaban un interminable
catálogo, donde figuraban todos los pecados imaginables. Para el cura de almas o el
confesor privado de los príncipes consistía en un instrumento de instrucción práctica
de constante uso, como por ejemplo el “vademecum” de los médicos:: dolencia cuyos
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remedios no se tienen al día, al punto se consulta el librito y sale del apuro el médico o
el cura.
CONQUISTA DE AMÉRICA
He aquí el juicio que sobre ella elucubra el P. Feijóo: “No pudiendo los ojos mal
dispuestos de las demás naciones sufrir el resplandor de gloria tan ilustre, han querido
oscurecerla pintando con los más negros colores los desórdenes que los nuestros
cometieron en aquellas conquistas. Pero en vano:
porque, sin negar que los
desórdenes fueron muchos y grandes, subsiste entero el honor que aquellas felices y
heroicas expediciones dieron a nuestras armas. Los excesos a que inducen, ya el
ímpetu de la cólera, ya el ansia de la avaricia, son atenta la fragilidad
humanainseparables de la guerra.
¿Cuál ha habido tan justa, tan sabiamente
conducida, en que no se viesen innumerables insultos? En la de América son sin duda
más disculpables que en otras. “Batallaban los españoles con unos hombres que
apenas creían ser en la naturaleza hombres, viéndoles en las acciones tan brutos.
Tenía alguna apariencia de razón el que fuesen tratados como fieras los que en todo
obran como fieras.” Tal vez hoy el juicioso y prudente P. Feijóo sometería su “Teatro
Crítico Universal” a una revisión más ponderada.
CONSTITUCIÓN DEL 1812
El 19 de Marzo del 1812 se juró y proclamó solemnemente la primera Constitución
española y se eligió tal día por celebrarse el aniversario de la subida al trono del rey
Fernando VII, su más caracterizado enemigo. El pueblo, tan inclinado al chiste y a
confundir el culo con las témporas, motejó la Constitución con la familiar locución La
Pepa”;y el monarca, por su parte, para salir del mal paso político de su oposición,
ordenó a todos los párrocos de España que fuese sacada de las iglesias bajo palio, lo
cierto fue que la Carta Magna no suscitó mucho entusiasmo en sus contemporáneos.
En los primeros años de rodaje los círculos y sociedades ciudadanas surgidos al calor
de la política, al no encontrar con facilidad oradores para sus tribunas al menos, así
lo asegura de la sociedad patriótica de Córdoba Antonio Alcalá Galiano, notable
hombre público por aquellas épocas, hubo necesidad de recurrir a los eclesiásticos
tanto regulares como seculares para que hicieran el panegírico de la Constitución,
intervención incómoda a todas luces a quienes desde los púlpitos lanzaban
incendiarias diatribas contra ella. En una excursión de unos días a Andalucía a fines
de febrero de 1823 escribe el citado patricio en sus “Recuerdos de un anciano” ,
como hiciese noche en Andújar la diligencia, le envió a dicha ciudad una diputación la
sociedad patriótica de Córdoba presidida por el vicario de la diócesis; el cual señor, en
49
charla con el ilustre patricio le dejó espantado el desbordante fervor de su inflamada
oratoria anticonstitucional.
CONSTITUCIÓN Y SOCIEDAD
Creo que toda constitución posee dos elementos que la convierten en preferible o
rechazable en sus cualidades y estructura: estos elementos son las costumbres y las
leyes. De ellas se debe admitir toda aquello que convierte la vida de los hombres en
virtuosa y prudente, y cambia los usos de la ciudad en humanitarios y equitativos; a su
vez, se debe rehusar todo lo contrario. Del mismo modo que, cuando vemos en un
pueblo costumbres y leyes laudables, deducimos sin temor a equivocarnos que sus
ciudadanos y su constitución también han de ser laudables; por el contrario, si
advertimos que la vida privada está llena de ruindad y los asuntos públicos rebosan
injusticia, aseguramos lógicamente que las leyes y costumbres privadas del pueblo en
cuestión, su constitución íntegra, es perversa.
CONTEMPORÁNEO DE JESÚS
La vida de Apolonio de Tiana despierta el máximo interés, porque presenta un
filósofo dentro del perfil que de este tipo de personas de la antigüedad se tiene,
austero, humilde, sencillo, generoso, desprendido, sabio y de una moral irreprensible;
a quien por sus virtudes reconocidas y propagadas por el mundo antiguo, las gentes
atribuyeron milagros de la misma índole que los realizados por Jesús, narrados en los
evangelios. Se llegó en aquella época a contrarrestar la propaganda del cristianismo
primitivo confrontando la virtud y santidad de Jesús con la de este hombre tan
señaladamente singular. Recibía culto en Éfeso, como una divinidad. Para el medio
intelectual y culto de su siglo la vida de Apolonio se encuadraba en el concepto de
“teurgia”. Este excepcional personaje era, pues, un teurgo, es decir, un sabio que, por
la ejemplaridad y pureza de su vida, se comunica con los dioses, de los que es
intermediario para los hombres.
CONTINENCIA
De observar es que los egipcios fueron los autores de la continencia religiosa, que
no permitió el uso de las mujeres en los lugares sagrados, y no admitió en los templos
al que tal acto acaba de cometer, sino purificado con el agua de antemano; al paso
que entre todas las naciones, si se exceptúa la egipcia y la griega, se junta cualquiera
con las mujeres en aquellos lugares y entra en los templos después de dejarlas, sin
cuidarse de baño alguno, persuadidos de que en este punto no debe existir diferencia
entre los hombres y los brutos; los que, cualquiera puede ver, en especial todo género
de pájaros, se unen y mezclan a la luz del día en los templos de los dioses. Así
pensaban los antiguos
CONTRABANDO ARISTOCRÁTICO
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......En su “Historia crítica de la burguesía de Cataluña” defiende Antonio Jutglar, su
autor, que el contrabando y comercio ilegal con las colonias americanas estuvo en
manos de andaluces y castellanos (por algo se dejaban el pellejo en las arduas tareas
de la colonización y conquista); pero no anduvieron comedidos en defraudar la
hacienda del rey los aristócratas y grandes señores, a cuya cabeza en estas poco
nobiliarias actividades estuvo el propio primer ministro de Felipe IV, el poderoso
Conde-Duque de Olivares. Los galeones que regresaban de tierras americanas,
apenas llegaba a las costas gaditanas, no podían defenderse contra los barcos
ingleses, holandeses, franceses, que las acechaban, porque hasta los cañones
servían para tener escondida y camuflada la mercancía del contrabando,
principalmente el oro y la plata.
CONTRABANDO ECLESIÁSTICO
Resulta que Su Católica Majestad el Rey de España Carlos III estaba bastante
quejoso del clero cordobés, porque se dedicaba al contrabando en los ratos libres de
su divino ministerio; y aún peor, a birlarle al monarca los Derechos Reales. No tiene
nada de extraño que también mantuviera la misma quejosa actitud con la restante
porción clerical de sus Estados. Mas concretémonos al de Córdoba. Dirige, pues, un
rapapolvo a dos canónigos que regían la diócesis, entonces “sede vacante”, es decir,
sin obispo. Llamábanse estos señores canónicos Gutiérrez de Vigil y Medina Corella.
Es curioso que este último fundara el Monte de Piedad de la ciudad, casa de empeño
y préstamos. Curioso, naturalmente, porque esta historia huele a bandidaje de dinero
y, aunque los Montes de Piedad son instituciones casi benéficas, evangélicamente
hasta cierto modo humanitarias, no se puede decir lo mismo de los curas
trabucaires y contrabandistas, que los había. A esta gente no se le podía poner coto, y
fue esto lo que les mandó hacer Carlos III a los antedichos canónigos. Así es que
Gutiérrez de Vigil y Medina Corella, autorizados nada menos que por el Concilio de
Trento, ordenan con una circular a todos “nuestros súbditos (sic) de esta Diócesis que
enseñen indistinta y constantemente en el púlpito, cátedra, confesionario y demás
ocasiones el debido respeto que los fieles deben a las autoridades”, como vasallos
que son y que el contrabando y usurpación de los Reales Derechos son ilícitos, por lo
que deben reprobar estos crímenes, pues “cuán de poco serviría la doctrina y
enseñanza de los eclesiásticos a los fieles y vasallos, si enseñaban con sus
operaciones la corrupción más perniciosa y los empeoraban en el perverso ejemplo de
su conducta; por lo tanto, repetimos y mandamos que ningún eclesiástico nuestro,
súbdito de esta Diócesis, se ejercite, mezcle ni introduzca, directa ni indirectamente,
en el perverso uso y trato del contrabando, ni en fraude y usurpación de los Derechos
Reales, por sí ni por supuesta persona, ni pueda dar ni dé con respiciencia a ello, a
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sabiendas de lo que hace, fomento y auxilio; pena de que procederemos contra
cualesquiera con el mayor rigor que experimentarán en sus personas y bienes, sin
alguna remisión ni indulgencia1. Pero el asunto era más peliagudo de lo que parecía a
primera vista, pues estos tonsurados contrabandistas, aprovechándose de la clausura
de las monjas, habían introducido el contrabando hasta en los claustros de las
cándidas vírgenes del Señor, con el pretexto de socorrer la necesidad propia e
indigencia del prójimo, para hacer casa de tan depravado contrato la que es
religiosamente de Dios y conseguir la perversión de la esposas de Jesu-Cristo.”. La
circular de los canónigos proporciona noticias escandalosas que, por otra parte, no
son ajenas al tipo de estos reprobandos trabajos extras de los clérigos: se les obliga a
llevar sotana, vestimenta que lógicamente resulta incómoda para el trapicheo de idas y
venidas por trochas y vericuetos de montañas; a no llevar navajas ni armas de fuego
(también muy congruentes en el género de vida que se les prohíbe) y a que el
peluquero del convento les rape y amplíe ,la coronilla, tal vez para que con la
oscuridad de la noche se les pueda reconocer con
mayor claridad. Los obispos
anteriores, por lo que se lleva leído, estaban hasta las narices de enviar circulares de
esta índole a los clérigos de la provincia eclesiástica, sin el menor resultado favorable.
Corella y Gutiérrez Vigil acaban, finalmente, ordenando que se fije un ejemplar de la
circular en las sacristías, en los conventos, en los hospitales, en las ermitas, so pena
de excomunión mayor latae sententiae ipso facto incurrenda2”. Así se las gastaban con
los curas contrabandistas
COOPERACIÓN (TEORÍA DE FOURIER)
La teoría de la Armonía Universal de Fourier expone que es una fuerza santa que
lleva a cada hombre a actuar de concierto con los demás para el bien común.
COOPERACIÓN Y PARASITISMO
Quien se niega a cooperar en el trabajo común no entiende que renuncia a todas
las ventajas que engendras este trabajo. Y quien vive y se aprovecha de las ventajas,
excluyéndose en participar en crearlas, es un parásito.
COOPERACIÓN: SUS PRINCIPIOS
La sociedad debe basarse en el principio de la cooperación, entendiéndose ésta
como la asociación de los individuos en un mismo plano operativo para conseguir
determinados fines; no, por el contrario, en la utilización de los demás mediante la
coacción y la explotación. en vez de “cada uno para uno, uno para todos.”
CÓRDOBA
1
Por la época de estos hechos la Iglesia aplicaba a los clérigos penas de privación de libertad
y suspensión de beneficios económicos.
2
“Excomunión de la más alta pena en que se incurre por el mismo delito en sí mismo”
52
¿Qué vio Richard Ford en Córdoba para afirmar en su libro Manual para viajeros
por Andalucía “Esta Atenas bajo los moros es ahora un pobre pueblo beocio”? ¿Quiso
decir “beodo” por aquel dicho “Córdoba, ciudad bravía, con más de mil tabernas y una
sola librería? Córdoba, efectivamente, no es muy devota de lecturas y cuando se
conmemoran centenarios de libros famosos, por ejemplo, el IV Centenario de Don
Quijote de la Mancha, el departamento de cultura del ayuntamiento lo celebra
organizando entre los escolares una carrera de sacos y despreciando el regalo de
amenos libros que le hacen algunos de sus ciudadanos escritores. Claro que esas
rarezas no se deben atribuir a los cordobeses, sino a sus ediles municipales Tal vez
Richard Ford al llamarnos beocios aludía a los concejales de cultura.
CORREOS PERSAS
Los correos persas alcanzaron en la antigüedad un prestigio inigualado por su
rapidez y eficacia. Dividido el territorio en trayectos que comprendían el recorrido de
un caballo durante una jornada, los persas instalaron postas a lo largo de todos los
caminos, adonde llegados sudorosos y jadeantes los caballos, eran reemplazados
inmediatamente por hombres y animales de refresco, los cuales reemprendían a
galope el itinerario hasta la posta siguiente. Así y de una manera ininterrumpida se
procedía hasta llegar a Susa, capital del reino.
CORRUPCIÓN PLEBEYA
Con motivo del escandaloso caso del Dioni, al que la Audiencia de Madrid absolvió
del delito de robo imponiéndole, sin embargo, la risible pena de un año de prisión
(cumplida antes de la resolución de la sentencia) se convierte en escandaloso desde
el momento en que este individuo birló cerca de 300 millones de pesetas y gozó de la
libertad, auroleado incluso por gran parte de la opinión pública (47% según sondeos
de prensa), con contratos millonarios para las revistas y televisión y un futuro negocio
con la publicación de sus memorias. La Fiscalía del Estado “ante la alarma que este
hecho originó en la ciudadanía (y el asombro internacional), sugirió al gobierno la
elevación de las penas para este tipo de delitos. Mas cualquiera que se halla
habitualmente al corriente de los programas en los medios de difusión estatales y
privados, está al corriente de que el Dioni formó abundantísima escuela de aprendices
a divertir al personal televidente con toda serie de morbosos entretenimientos, entre
los que descuellan efímeras estrellas de fama por un día, que sacan a las ondas de
cara al anfiteatro de un plató rebosante de un público de aplaudidores gratuitos, los
miserables trapos sucios de sus escándalos a voz en grito, sin el menor pudor y con
las más degradantes chocarrerías arrabaleras.
CORRUPCIÓN POLÍTICA
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Se asemeja mucho a la política de nuestros días lo que el periodista Francos
Rodríguez cuenta de su tiempo en el libro CONTAR VEJECES. “Menudo jollín se
armó! Empezaron las cosas por denuncias formuladas contra la administración
municipal de Madrid; siguieron por ataques directos y duros contra los conservadores,
que a la sazón gobernaban; organizáronse después campañas periodísticas y
manifestaciones públicas; se puso en hervor la conciencia nacional y estuvimos a dos
dedos de una verdadera catástrofe.
Don Julio Urbina, marqués de Cabriñana publicó varios artículos que ardían en un
candil, como suele decirse. En los tales artículos su autor denunciaba inmoralidades y
abusos del Concejo, pegando con tal brío, que se `produjo en al país un
estremecimiento de cólera. Algunos elementos de la Casa de la Villa intentaron al
principio desentenderse del suceso. “¡Bah! —decían—, son cosas de los periódicos.
Cuatro giros y nada más. Pero las chispas se convirtieron en llamas, se formó inmensa
hoguera, y a sus resplandores advertimos muchos fenómenos que pudieron servirnos
de enseñanza. Se puso de moda decir pestes del alcalde y munícipes; el Consistorio
celebró sesiones borrascosas, intervino la Justicia, hubo procesos, varios ediles
viéronse empapelados, por todas partes corrían vientos de tempestad, y Cánovas del
Castillo tuvo que descender de las alturas para oír, algo confuso, las reclamaciones
públicas.
Cabriñana gozó por entonces todas las mieles de la popularidad, pero también
algunas hieles. Una noche, en la calle Felipe IV, por aquellos tiempos extraviada y
solitaria, se vio en verdadero peligro, pues varios desconocidos hicieron sobre su
personas dos o tres disparos. La agresión multiplicó las simpatías por el agredido.
Hacia él fueron adhesiones y ditirambos de todas las Corporaciones españolas. En el
Círculo de la Unión Mercantil celebráronse diferentes y eficaces asambleas. Los
estudiantes convirtieron a Julio Urbina en centro de sus entusiasmos. Los políticos
liberales y republicanos aprovecharon la coyuntura para esparcir sus opiniones, y D.
Francisco Silvela subió a la tribuna de las Cortes y desde ella puso cátedra de
moralidad, flagelando a cuantos utilizan los destinos públicos con inconfesables fines.
En todos los casinos, en todos los cafés, en todos los lugares donde se reunían los
madrileños se hablaba de lo mismo: de las denuncias de Cabriñana, de los efectos
que producían, de la necesidad de una renovación absoluta en la política municipal.
En las provincias repercutieron los sucesos de la Corte, y también temblaron en sus
pedestales los ayuntamientos desparramados por la nación, menos visibles que el del
centro, pero, como él, contaminados por ajenos males.
De cómo fue la agitación de los días que evoco dará idea el siguiente pormenor: se
produjeron contra Cabriñana diversas querellas; el pueblo quiso pagar los gastos
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consiguientes, abriendo para ello suscripciones públicas. Don Julio Urbina se negó a
admitir el concurso ofrecido, pero aceptó la colecta para destinar sus resultados a
obras caritativas. Los periódicos de Madrid recaudaron cantidades, ninguna de las
cuales podía exceder de cincuenta céntimos, y se reunieron muchos miles de pesetas.
Realizóse un verdadero plebiscito, en que los votantes estaban representados por
sumas que oscilaban entre dos reales y una perra gorda. Desfilaron por las columnas
de los diarios todos los centros, oficinas, establecimientos, talleres, comercios, teatros,
escuelas de la capital; los nombres aparecían en relaciones larguísimas, que la
opinión desentrañaba como si estuviese practicando un escrutinio.
Después se convocó una manifestación, que fue realmente grandiosa. A su frente
iban Sagasta, Moret, Salmerón, Silvela, Gamazo, Vázquez de Mella...En la Plaza de
Colón quedó disuelta la masa compacta, constituida por millares de ciudadanos de
todas las clases sociales.
Acerca del número de manifestantes hubo pelea política. El Gobierno dijo que no
pasaba la cifra de ocho mil; los periódicos de la izquierda afirmaron que al ocho mil
había que ponerle un cero. Don Alberto Boch, ministro de Fomento, estuvo haciendo
cálculos desde un punto estratégico por donde transcurrieron los manifestantes; los
amigos de Romero Robledo declararon en los diarios que todo aquello constituía una
tramoya anticanovista; las controversias y las disputas menudearon y luego poco a
poco fue cediendo la agudeza de la irritación. Los Tribunales absolvieron a los
concejales procesados y, tras las convulsiones de unos meses, tornó al reposo la
opinión pública soliviantada.”
COSTUMBRES FUNERARIAS
“El muerto, muerto está” suele decirse en los casos pertinentes, pero entre los
habitantes de una región de Asia (los isalones), cuantos asistían a un duelo fúnebre,
llevaban consigo sus ovejas curiosamente para hacer con ellas una degollina general
y, a continuación de este despilfarrador rito, troceaban las carnes de los sangrientos
animales, acción que repetían con el cadáver del difunto. Mezcladas las aún calientes
de aquéllos con los yertos y helados gajos de éste, toda la carnecería se ponía sobre
una gran mesa, salvo la cabeza del muerto, la cual limpia de piel y convertida en un
aseado cráneo, pintábase de oro y se reservaba para las libaciones anuales que se
celebraban en honor de los muertos.
CREEN MÁS EN LOS SACERDOTES QUE EN DIOS
Morabito es el nombre con el que los bereberes norteafricanos designan a sus
sacerdotes. Gozan del mayor prestigio entre las tribus, apaciguan rencillas, ponen paz
en las familias, administran justicia y recomiendan al pueblo cuál debe ser la persona a
la que se debe elegir para que lo gobierne. “El nombre de Dios afirma un autor
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francés que ha estudiado las costumbres de estas tribus, invocado por un infeliz a
quien se pretende despojar, no le protege; en cambio, el de un venerable morabito le
salva”.
CRIMINALIDAD Y DELINCUENCIA
Hoy, con tantos Estados independientes unos de otros, con sus leyes propias, en
contradicción a veces con
las de los demás, resulta casi imposible perseguir la
delincuencia y la criminalidad. Basta con huir de una nación a otra para que un granuja
encuentre la impunidad de sus delitos. No sucedía lo mismo en el Imperio Romano. He
aquí lo que se lee en el historiador Herodiano: “La ciudad de Roma y casi todo el
Imperio Romano fueron limpiados de criminales; unos fueron castigados, otros,
desterrados; y los que consiguieron escapar, tuvieron el cuidado de no llamar la
atención”
CRISIS DE LA SOCIEDAD
Ante la crisis de la sociedad los marxistas dicen: Cambiando las estructuras, todo
cambiará. Los moralistas, a su vez, afirman que la crisis es al mismo tiempo
económica y espiritual, crisis de estructuras y crisis del hombre.
CRISTIANISMO: PRIMEROS CONTAGIOS
Influencia de la civilización griega en el Cristianismo: En la primera comunidad
cristiana de Jerusalem, los helenistas (así llaman los HECHOS, cap. VI a los adictos a
la cultura griega) representan un factor importante
en el desenvolvimiento de la
comunidad. San Esteban es su jefe y los siete primeros diáconos instituidos por los
apóstoles fueron helenistas. Sobre los helenistas judíos no cristianos se propagó la
nueva doctrina. El helenista era persona con educación griega, dominando la lengua
griega, bien por contacto con los griegos, bien por haber vivido en territorio donde el
griego era el idioma común. Los Evangelios se escribieron en griego. No se extendió el
Cristianismo tan rápidamente como se intenta dar a entender. En el siglo IV, durante
las disputas de Majencio y Constantino por la diadema imperial, se declaró en Roma
un incendio “a cuyas resultas ardió el templo de la Fortuna. Mientras todos corrían a
sofocar las llamas, uno de los soldados de Majencio profirió palabras injuriosas contra
la diosa; a causa de lo cual, abatiéndose sobre él la masa por respeto a la diosa, fue
muerto y ello movió a los soldados a rebelarse. Poco faltó para que llegaran a destruir
la ciudad, violencia que impidió Majencio apresurándose a calmar la ira.”(Zósimo,
N.H.13). El mismo autor emite sobre el mentor de la Iglesia, Constantino, un juicio
adverso: “Cuando todo el poder quedó en manos de Constantino, no ocultó el
emperador por más tiempo su vileza, sino que diose en todo a obrar a su placer.
Practicaba aún los ritos ancestrales, pero más que por respeto, por utilidad. Por la
misma razón prestaba oído a los adivinos, al haber comprobado que, respecto a todas
56
las empresas que coronó con el éxito, le habían predicho la verdad.” Se dice que tuvo
por consejeros áulicos a Eusebio de Cesarea (autor de su biografía), a Ambrosio,
obispo de Milán, y a Osio “el egipcio (mago, adivino) oriundo de España. Gozaba de
mucho predicamento entre las damas de palacio y en particular sobre las mujeres que
trabajaban en las cocinas. Sus artes divinatorias, desplegadas entre la servidumbre, le
llevaron a ser consultado por el emperador. Feijóo en la parte de su “Teatro crítico
universal”, de título
“Glorias de España”, aunque hace un elogio del obispo de
Córdoba —le hace campeón en la lucha contra el arrianismo—, se ve obligado a decir
de él “que flaqueó, no lo disimulemos, al final de sus días, adscribiéndose a algunas
tesis heréticas de aquella herejía. “Es verdad —escribe— lo que Marcelino y Faustino,
cismáticos, citados por San Isidoro, esparcieron contra Osio; esto es, que dos años
que vivió después de la apostasía, permaneció tenaz en ella..Algunos asienten a que
Osio erró con conocimiento.”
CRISTIANISMO PRIMITIVO ESPAÑOL”
Entre los eruditos que han tratado las cosas religiosas antiguas de España no se
encuentra aclarado si los siete varones apostólicos que predicaron el evangelio en
nuestra patria fueron los discípulos que se supone dejó Santiago en ella; o los siete
que se llevó consigo a Jerusalem, a los que parece encargó trajesen su cuerpo a
España. Lo que hay de cierto en este asunto es que, tanto en el Oficio mozárabe,
Leccionario Complutense y La vida de los siete apostólicos, escrita por fray Rodrigo
Cerratense, además del Códice Emilianense, que se guarda en el Real Monasterio del
Escorial, se encuentran relatos que, ciertos o no, hablan de la primera predicación del
Cristianismo en España. Según ellos, uno de los varones discípulos de Santiago,
Cecilio, fue ordenado por San Pedro y por San Pablo, lo mismo que sus restantes
compañeros de apostolado, cuyos nombres son Torcuato, Indalecio, Tesifonte,
Eufrasio y Esicio. Desdeñaron la provincia Tarraconense, porque no les interesaban
las grandes ciudades. Eran peligrosas para su seguridad. ya que en ellas residían las
autoridades del Imperio. Bordearon las aguas del Mediterráneo hasta llegar a Urci, un
puerto cercano a Guadix. Desde este puerto enviaron a algunos de sus discípulos a
comprar víveres a la ciudad, que entonces se hallaba en las fiestas dedicadas a
Júpiter, Mercurio y Juno. Los paganos, al verlos llegar, salieron a su encuentro
enemistosamente y les persiguieron hasta un puente cercano. Ocurre entonces el
milagro de rigor: los pilares del puente se conmueven y toda la construcción se viene
abajo, precipitando en lo profundo del río a los perseguidores. Es de presumir que
hubo ahogados, porque las crónicas citadas hablan del llanto de la gente por la muerte
de sus deudos. Pero parece ser que ya antes habían conocido a Santiago y a Pablo, y
así consideraron más ventajoso no causar enojo a aquellos forasteros y les ofrecieron
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hospedaje, una vez que los salvaron de los escombros del puente. Los santos varones
aceptaron encantados; una rica matrona llamada Luparia1 les construyó un templo con
pila bautismal, donde bautizaron a la dama seguida de todo Guadix. Las órdenes de
los pastores apostólicos de derribar todas las estatuas de las divinidades que antes
habían adorado, se cumplieron con entusiasmo; y sobre los escombros levantaron la
iglesia de San Juan Bautista. A sus puertas los discípulos de Santiago plantaron un
olivo, cuyos frutos, dotados de virtudes curativas, sólo brotaban en mayo; hasta que
con la llegada de los moros, al olivo le dio por no dar más aceitunas y se secó.
CRISTIANISMO ENTRE ÁRABES
Pocos eran los cristianos que en los primeros tiempos del islamismo cohabitaron
con los musulmanes en la península arábica y ni siquiera gozaban de buena
reputación como creyentes, aunque sí inclinados a beber vino más de la cuenta. El
califa Alí decía de una tribu de árabes cristianos, los Taglib, que sólo había tomado del
cristianismo la costumbre de beber vino. A pesar de su corto número contaban con sus
obispos. Estos quisieron cierta vez convertir al rey Mondir de Hira, pero chocaron con
el inconveniente de ser los árabes súbditos de este monarca propensos por naturaleza
a no tomar en serio los milagros, tan abundantísimos como son en las historias del
cristianismo. Estando en esta difícil tarea de llevar a la pila bautismal al soberano, un
criado de éste se le acercó al oído y le susurró algunas palabras. Mondir
inmediatamente se deshizo en lamentos: ¡Ay de mí!¡Qué funesta noticia! Me dicen que
el arcángel San Miguel acaba de morir. ¡Imposible, príncipe, imposible! —se
apresuraron a decirle los obispos—. ¡Un ángel es inmortal! Y el monarca, dando sobre
el brazo de su sillón real un colérico puñetazo, les preguntó indignado: ¿Pues cómo
queréis persuadirme de que ha muerto el mismo Dios?
CRÍTICA
Las gentes de una cultura limitada, pero suficiente para adquirir un falso prestigio,
tienen el temor de que al poner los libros al alcance de todos, el último que manejan
sea motivo para perder aquella fama que justamente adquirieron. Por donde, aunque
haya de tomar sobre mis espaldas los odios y las enemistades de todos esos
gozquejos, no les tengo en un pelo, con tal de que de mis trabajos reciba la República
fruto y contentamiento; y así es que por más que rabie, y aunque hayan de enloquecer
por ello, no dejaré mientras tuviere ocio, de dar luz al vulgo imperito, y sacarle de las
tinieblas de la ignorancia, dándole muchos autores graves, así griegos como latinos,
trasladados en su vulgar español, de cuyas muy claras fuentes puedan beber hasta
1
Entroncado este vocablo con la raíz de la voz latina “lupus” (lobo), no causa extrañeza su
aparición en muchos textos legendarios
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hartarse, no solamente Filosofía y Medicina, pero también Retórica. (De estudios
históricos.- Teófilo Hernando)
CRUZ (LA) Y LA ESPADA
Los Papas solían enviar “espadas benditas” a los reyes para enardecer su espíritu
bélico contra los enemigos de la fe. Calixto III mandó una a Enrique IV de Castilla. Un
artículo en la Revue de lÁrt chretien (1829) tiene per título “Les epées d´honneur
distribuées per les Papes pandant les XIV et XVI siècles ». Eran bendecidas en una
ceremonia pontifical la noche de Navidad ¡la noche que conmemora el nacimiento
del Dios de la Paz !.Será preciso concluir que este obsequio debía contribuir a
animar el sentido belicista de aquellas épocas.
CUARTO DE BANDERAS
En los cuarteles militares hay una sala destinada exclusivamente a los oficiales, a
la que se le suele dar el nombre de “sala de banderas”. Podría ser algo parecido a lo
que en los campamentos de las legiones romanas correspondía al “sacellum”, lugar
donde se conservaban las banderas, símbolos e imágenes del ejército
CUBA (INSURRECCIÓN)
¡Qué lástima! Aquí los graves acontecimientos soliviantan a la gente en las calles
con ruidos, alborotos y gritos. Lejos está la cordura de llevar el problema que suscitan
las revueltas populares a las mesas de negociación, para resolverlas de una manera
pacífica y equitativa. ¿Que los propietarios de los ingenios explotaban a los cubanos y
estos estaban hartos? No se envían tropas para que continúen sumisos a los
empresarios, sino para reconocerles sus derechos, darles garantías de trabajo y
facultad de participar en el gobierno. ¿Por qué se detesta la palabra autonomía? ¿No
hubiera ella de por sí sola haber mantenido para España una isla en vez de haberla
perdido con una guerra? Ni consiguieron la autonomía, que el gobierno les negó, ni
tampoco la libertad, porque cayó Cuba en poder de los Estados Unidos de América.
CUBISMO
¿No puede pensarse que el cubismo ya tiene antecedentes en el Maestro de Ávila,
2ª mitad del siglo XV.? Véase, por gusto, el lienzo “El Calvario”. Museo del Prado
CUEVAS EN LA ANTIGÜEDAD
Las cuevas ejercían en la antigüedad una atracción mágica en los espíritus.
Creíase que eran lugares de afluencia de las almas, una vez muertas las personas. Al
Hades se entraba por una gran puerta abierta en el promontorio de Ténero, cerca de
Lacedemonia. El infierno vendría a ser otra cueva profunda, como las Cuevas de los
Curetes en Creta y la de Eileitia. Las almas que regresaban de una reencarnación se
alojaban allí, como de allí partían para una nueva reencarnación. La vida en las
cuevas denota una importancia capital en muchos aspectos, porque anticipó el
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desarrollo de no pocos acontecimientos, como por ejemplo la génesis y evolución de la
religión en el Mediterráneo y el próximo Oriente. Habitar en cuevas en la isla de
Samos como empezó haciendo Pitágoras con sus discípulos, resultaba chocante.
En realidad, este régimen de vivienda no se había oído antes del acto revolucionario
del filósofo y matemático. Suponía una sicología misántropa, misógina, y una carencia
de espíritu comunitario y solidario. El dramaturgo Eurípides nos aparece como un tipo
antisocial que se retiró a una cueva, actuando posiblemente bajo la influencia de
Pitágoras. Esconderse en una cueva en vida, terminó creando un mito posteriormente
resucitado por sectas curiosas, como los esenios y los ascéticos therapeutai. De este
movimiento procedían Juan Bautista, posiblemente el propio Jesús y, sobre todo los
cristianos que llenaron los desiertos de la Tebaida.
CULTURA ENTRE LOS BÁRBAROS
Aunque desde el bachillerato se nos ha hablado de la incultura de los bárbaros del
norte visigodos, ostrogodos, francosc, etc., sin embargo, parece que ser que la
instrucción elemental en saber leer y escribir no era tan rara. El historiador de estos
pueblos P.D.King habla de leyes de ·scriturae (escritos) de una o de otra clase, y de
testigos que firmaban dichas escrituras en vez de poner una marca en ellas, la cual
solía ser una cruz generalmente embellecida con florituras (evidentibus signis)
CULTURA VICTORIOSA
Vence el más culto. El siguiente verso de Catón indica cómo la vencedora Roma
cayó vencida por la culta Grecia: capta ferum victorem capit (La vencida Grecia se
adueñó del fiero vencedor).
CURAS OBREROS
Los curas obreros, cuya aparición significó una novedad en el seno de la Iglesia
española durante la época de Franco, parece que fue una invención de los antiguos
albigenses, la herejía que fue exterminada a sangre en el mediodía francés por el
Papa Inocencio III. Los curas de esta secta no vivían, como los sacerdotes católicos,
de las limosnas y de los aranceles de los servicios religiosos; sino que, aprendiendo
un oficio mecánico o ejerciendo la medicina, obtenían los ingresos suficientes para
vivir sin depender de sus feligreses. Pero hicieron algo más de trascendental
importancia y fue reclamar un pago en dinero por sus trabajos, de modo que sentaron
un precedente en aquella sociedad en la que el trabajo en el campo o en la mansión
señorial recibía sólo a cambio la comida o el cobertizo donde dormir y un trozo de
tierra en usufructo, cuyos rendimientos en gran parte también engrosaban los
beneficios del señor para el que se trabajaba. En pleno siglo XX el papa Juan XXIII,
siendo nuncio apostólico en París, permitió la existencia de los curas obrero y hasta
los favoreció. Pero cuando subió al solio pontificio, cambió de idea porque creía que
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podría haber un peligro de marxistización. El fenómeno de los curas obreros
desapareció desde entonces. Algo que no hizo bien este papa, querido por su bondad
y sencillez, fue anular la aproximación de las iglesias en aquel inicial intento de unidad
cristiana, pues la postura de Juan XXIII era intransigente: los evangélicos y los
ortodoxos griegos tenían que ingresar en el seno de la Iglesia Católica. No veía otra
forma de unidad nada más que esa, la suya.
CURIOSO MODO DE COMERCIAR
En estos modernos tiempos entra usted en una tienda, pide al comerciante que le
muestre una camisa, palpa la calidad del tejido y, después de fijarse en el precio,
decide, al fin, comprarla o no. Los cartagineses famosos por sus guerras con los
romanosno obraban así. Iban con sus barcos a las riberas del mar, desembarcaban
sus mercancías para exponerlas sobre la arena de la playa y se alejaban de la orilla en
sus barcos. Entonces los indígenas de tierra adentro, valoraban los productos a ojo y
abandonaban el lugar después de haberles puesto al lado un montón adecuado de
oro. Libre la playa, regresan a ella los cartagineses, ven el oro depositado y, en caso
de considerarlo ajustarlo al valor de la mercancía, lo cogen y se van. Por el contrario,
se distancian de la costa con sus barcos. Los indígenas repiten su primer intento y
colocan más oro. La operación, pues, de compraventa se ha realizado en el más
absoluto silencio con plena satisfacción de ambas partes.
CURTIDORES Y FABRICANTES DE GUANTES CORDOBESES
Devotísimos de los Reyes y del patrono de la Ciudad San Rafael, celebran en la
iglesia de San Nicolás y Eulogio de la Axerquía, sede de la hermandad de dicha
profesión, su particular acto solemne por la proclamación de Carlos IV como rey de
España. En “su invocación de oratoria sagrada deséanle desahogar el fuego de su
agradecimiento y amor y encomendarle a algún notorio habitante del cielo, que no
podía ser otro que “el Custodio de la ciudad San Rafael, el más que suficientemente
acreditado protector de la Ciudad, pues alejó de ella pestes, desfogó el furor de
terremotos y ahuyentó toda suerte de calamidades públicas.” Decidido unánimemente
poner al nuevo monarca bajo las celestiales alas del arcángel, va todo el gremio en
procesión al puente romano con el fin de limpiar y abrillantar y traducir la inscripción
que a los pies de la imagen del Custodio se halla medio ilegible ; la cual inscripción, a
causa del hollín con que la ennegrecen las abundantes velas encendidas por los
devotos transeúntes, tradujeron ellos fidelísimamente y dice así: Al beatísimo San
Rafael, Grande entre los Ángeles, custodio vigilantísimo, el cual ha más de trescientos
años, que en tiempos de Pasqual Obispo, y destruyendo la ciudad una peste, predixo
que él había de ser Médico de tanta calamidad. Y él mismo, después, año de 1578,
reveló al Venerable Presbytero Andrés de las Roelas las Reliquias de los Santos
61
Mártires, y últimamente declaró cómo Dios le había encargado la guarda de Córdoba;
por lo cual, para que el debido agradecimiento durase, el Senado y Pueblo de
córdoba, atento y piadoso levantó esta estatua de piedra con gran solicitud de Don
Josef de Valdecañas y Herrera, y don Gonzalo de Zea y de los Rios, Veinticuatros,
siendo Pontífice Inocencia X; Rey de las Españas Felipe IV; Obispo D.Fr. Pedro de
Tapia, Corregidor D. Pedro Alfonso de Flores y Montenegro, año de 1661.”
Sin embargo, la estatua, decapitada, derrotada y corroída por la injuria de los
tiempos requería del picapedrero una nueva cabeza y una mano; lo que con toda
generosidad se realizó, añadiéndose a-demás un medallón de alabrastro sobredorado
con esta inscripción: “San Rafael, ruega a Dios por nuestro Católico amable Monarca
Sr. D.Carlos IV, su augusta amada Esposa y Real Familia” El gremio de curtidores
organizó por la noche una fiesta con farolillos de muchas luces a lo largo del puente y
contrató una orquesta que amenizase la declamación de algunas composiciones
líricas de los no escasos y excelentes poetas que la Ciudad engendra : “Hoy en
aquesta ciudad / con muy devotos esmeros / curtidores y guanteros / ostentan su gran
piedad / pues por la felicidad /que Dios le dé a nuestro Rey / se junta esta corta grey /
a San Rafael rindiendo / estos grandes cultos, siendo/ efectos de su gran ley.”
DIOSES
Desde la más remota antigüedad el sol y la luna adquirieron para los hombres una
importancia excepcional: “Los hombres que nacieron antiguamente en Egipto, cuando
dirigían su mirada al firmamento, admirados e impresionados por la naturaleza del
universo, sostenían que dos dioses eran eternos y principales, el sol y la luna, a los
que llamaron Osiris e Isis. Llamaron al `primero Osiris porque al lanzar sus rayos en
todas direcciones, es como si tuviera muchos ojos, que es lo que significa Osisris: “el
de muchos ojos”; y en cuanto a la luna, cuando es luna creciente, como tienen sus
puntiagudos extremos la apariencia de cuernos, le fue consagrada la vaca a su culto.
DIOSES EN APUROS
Los dioses están en apuros muy serios porque los hombres ni les rinden ofrendas
ni les respetan. Además (y esto es lo más grave) han dejado de creer en ellos.
Proclaman desvegonzadamente que la providencia es pura invención; aunque todavía
algunos, que siguen siendo piadosos, creen que los inmortales dirigen y gobiernan los
asuntos humanos y que en absoluto son fruto de la imaginación desbordante de
Homero. El porvenir, pues, de las divinidades está amenazado, porque, si nadie les
lleva ofrendas, ni les ofrece sacrificios, ni honores, ni riquezas, ni los llevan de un lado
para otro en procesiones ¿de qué van a vivir? Además hay muchos pueblos que han
trivializado lo divino hasta hacerlo descender a los seres más repugnantes de la
naturaleza. Sustituir la majestad de dios con una serpiente o un escarabajo, un buey o
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un perro ¿no es rebajar al escalón más humillante de los seres a las más selectas
creaturas que siempre han estado sentadas en espléndidos tronos de oro? Pero la
locura de los hombres ha llegado hasta el límite de enterrarnos, como si no fuéramos
eternos. En Cnosos de Creta ¡oh demencia! enseñan la tumba del olímpico Zeus,
hasta con la inscripción del venerable nombre en la misma lápida! Y no es el único
dios al que han encerrado en una tumba, pues a Zeus siguió otro no menos célebre,
Jesucristo, al que, por los menos, lo guardaron durante tres días.
DIOS EGIPCIO APIS
Este dios egipcio, sea Apis o Apafo, no es nada más que un novillo cumplido, hijo
de una ternera, que no está todavía en la edad proporcionada de concebir otro feto
alguno ni de retenerlo en el útero. Así lo dicen los egipcios, que a este fin quieren que
baje del cielo sobre la ternera una ráfaga de luz, con la cual conciba y para a su
tiempo al dios novillo. Tiene este Apis sus señales características, cuales son el color
negro con un cuadro blanco en la frente, una como águila pintada en sus espaldas, los
pelos de la cola duplicados, y un escarabajo remedado en su lengua.
DEDICATORIAS ENOJOSAS
Aunque soy amigo de leer las obras que agarro desde el principio hasta el fin, paso
siempre en blanco las dedicatorias, especialmente si éstas empiezan con Ilustrísimo,
Excelentísimo etc, etc. Por consecuencia,, ignoro cuál debe ser el sentido de estas
preciosas piezas, y regularmente lo ignoraré toda mi vida (Abate Marchena, OBRA EN
PROSA, Discurso 1º)
DEDICATORIAS Y MECENAZGO
El ofrecimiento de sus obras que hacían los escritores a los príncipes y poderosos,
obedecían, en parte, a intentar sustraerse de la persecución de la envidia o la
maledicencia, cuando a ponerse a cubierto de la censura rigurosa de los poderes del
Estado. Así dice Cristóbal Pérez de Herrera1en la dedicatoria a Felipe II de su libro
AMPARO DE POBRES: “...siendo yo el autor, cuyo efecto será que, sirviéndose V.A
de admitirlos en su amparo, queden libres y seguros del riesgo que pidieran correr, no
menos por sus faltas que por la envidia, enemiga común de cualquiera persona de
buen celo e inclinación a emprender cosas grandes, por más que lo que dijere sea
bueno, provechoso y necesario, y tanto con peores efectos cuanto más se atreviesen
contra el autor por su poco poder para resistirlo.”
DELATOR
1
Se preocupó de la mendicidad y de los vagabundos, abundantes en la España de los
Austrias, procurándoles alojamientos y lugares de acogida
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Las leyes visigodas castigaban al delator que acusaba en falso con la pena que
hubiera de sufrir el delatado, de ser cierta la acusación, y a serle entregado como
esclavo a su víctima.
DELFÍN
Arión, famoso citarista de la antigüedad, quiso hacer un viaje a Sicilia. Se llevó con
él toda su inmensa fortuna y, sabiéndolo los marineros, decidieron apoderarse de ella.
Para lo cual le propusieron o matarse con sus propias manos o arrojarse al mar.
Arión, que era el músico más afamado de su tiempo, convino en ello si le permitían
antes cantar sobre cubierta una canción melodiosa. La cantó, los marineros se
repartieron sus riquezas, y un delfín se encargó de llevarlo sobre sus espaldas a
Tánaro, donde el rey Periandro , al conocer la historia del delfín y del robo relatado por
el mismo Arión, castigó severamente a los marineros.
DEMOCRACIA
A los cónsules romanos les era imprescindible gozar de popularidad, porque el
pueblo era quien ratificaba los tratados de paz y los pactos. Lo más principal es que al
dejar el cargo deben rendir cuentas de su actuación, de manera que no pueden, en
ningún caso, confiarse y descuidar la adhesión del pueblo o del Senado. Éste, por su
parte, por más que disponga de un poder tan vasto, en las cuestiones públicas debe
tantear al pueblo y atraérselo; si el pueblo no ratifica sus decisiones, no puede realizar
ni aún las investigaciones más graves e importantes concernientes a los delitos contra
la constitución o referentes a asuntos de Estado, castigados con pena de muerte. Lo
mismo para con ciertos asuntos que al Senado le afecta directamente, el pueblo es
soberano de proponer o no leyes que menoscaben de alguna manera sus potestades
personales, las precedencias y honores que los senadores disfrutan e, incluso, ¡por
Zeus!, pueden cercenar sus propiedades personales. Y lo que es más importante: si
un tribuno se opone, el Senado no puede ejecutar sus propios decretos y ni tan
siquiera constituirse en sesión o de reunirse de alguna otra manera. Los tribunos han
de atender siempre al parecer del pueblo o inquirir previamente, en cualquier caso,
cuál es su voluntad. De manera que, según todo lo dicho, el Senado ha de respetar y
tener siempre en cuenta al pueblo. Resulta imposible encontrar una constitución
superior a ésta. Ni la de los socialistas que nos gobiernan, de la que tanto se ufanan.
DEMOCRACIA (ANÉCDOTA DE SU FUNDADOR)
Que la democracia nació en Atenas pertenece al conocimiento general, pero no
tanto que Clístenes fuera quien fundase sus primeros artículos y organizara al pueblo
en “filas” o tribus para hacerlo participar más eficazmente en el gobierno común de la
república. El nacimiento de Clístenes y, por consiguiente, el origen de este sistema de
gobierno. tiene por comienzo una historia de las más alegres y divertidas que cuenta la
64
antigüedad. Resulta que a su abuelo, rey de Sición y de igual nombre que el nieto, le
nació una hija, a la que, al tiempo debido, decidió casar con el griego más distinguido y
notable de todos. Para ello convocó en el reino a cuantos aspirantes a la mano de la
joven dispusiesen de prendas personales atractivas y nobles. A la corte acudieron
jóvenes descendientes de linajudas familias del todo el mundo griego. De Síbaris,
ciudad famosa por el lujo y la molicie de sus ciudadanos, concurrió Smindirites,
apuesto galán que pasaba por ser en aquellos tiempos por el bello Brummel o por
Petronio, “arbiter elegantiarum” de la Roma imperial. Disfrutaron a mesa y mantel de la
hospitalidad de Clístenes, en cuyo palacio les agasajaba a diario con la celebración de
banquetes, fiestas y alegres diversiones. Pero del espléndido anfitrión se apoderó
cierto día la irritación y la vergüenza con las excentricidades de uno de los
pretendientes llamado Hipóclides. Éste, amante en demasía de la danza y de las
piruetas coreográficas, después de los brindis de una de las comidas, salió a bailar
dando él mismo a los flautistas el nombre de las piezas musicales a ejecutar. Ora
danzaba en lugar adecuado, ora subíase a una mesa para, a la vista y asombro de
todos, proseguir sus saltos y contorsiones, que terminaba con alardes de saltabancos
corrillero, con un recorrido a manos, las piernas hacia arriba, encima del tablero.
Clístenes mordíase los puños al ver convertido su salón en una vulgar plaza pública.
Finalizada la extravagante exhibición del bailarín, llamó a éste y le excluyó de entre
sus futuros yernos con estas palabras: Hipoclídes querido, tus artes de saltimbanqui
acaban de birlarte a la novia. A lo que el danzarín replicó con desenfado: ¡Oh,
Clístenes amado de Júpiter, a este saltimbanqui le importa una higa la novia! Con tal
respuesta, la democracia debe a la decisión del abuelo de Clístenes junior no haber
nacido de un padre casquivano chisgarabís y retozón.
DEMOCRACIA Y OSTRACISMO
Severos fueron los atenienses para castigar, incluso a los hombres más
beneméritos, el incumplimiento de las leyes. La ciudad de Atenas debió su salvación al
general Temístocles, que impidió, con la derrota de los persas en la batalla de
Salamina, que le memorable Atenas fuera asaltada, derruida y esclavizados sus
habitantes. No fueron méritos suficientes que le evitaran al ilustre estratega el
ostracismo, durante el cual murió en la corte del rey Artajerjes, lejos de su patria.
DEMOCRACIA Y MAYORÍAS
Se dice que en los sistemas democráticos ganan las mayorías. Efectivamente. La
turbamulta popular acude de cuatro en cuatro años a las urnas y ganan las opciones
políticas votadas por mayoría: el socialismo, el comunismo, el centrismo...Pero
quienes más ganan y se aprovechan del evento son los políticos; los cuales, desde el
momento de su elección, han ingresado en la privilegiada categoría de las profesiones
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vitalicias. No hay forma de que se abandonen sus cargos, después de cumplido su
mandato electoral. Pasan de unas poltronas a otras y, si no las hay, las inventan. Ellos
no se quedan sin despacho. ¿Qué hacen para tanto favor? Leyes. Y las primeras que
han firmado han sido las que se refieren a sus emolumentos presentes y futuros.
Pocas hornadas de políticos ha habido que en sus días iniciales de actividad
parlamentaria no se hayan subido los sueldos. Se ha dado el caso de que, a mano
alzada, los diputados al Congreso que llevaban dos legislaturas seguidas, legislaron
un sueldo excepcional con carácter vitalicio, en su provecho. Con sólo ocho años,
aseguraron una pensión para el resto de sus días y, además, el tratamiento de
Excelentísimo Señor y Excelentísima Señora su esposa, para la futura esquela
mortuoria. ¡En una democracia igualitaria! De nada de eso disfrutan para el resto de
sus días quienes, con tantos y más méritos laborales como Sus Señorías, han dado el
callo no ocho años seguidos, sino cuarenta y cinco. Así piensa estos señores
demócratas para qué sirven las mayorías, y así saben aplicar el principio democrático
de la igualdad de todos ante la ley.
DEMOCRACIA DIRECTA
En las pequeñas poblaciones de España se practicaron hasta bien entrado el siglo
XVII los concejos
generales o cabildos abiertos, de origen medieval (ya
desaparecidos por ese tiempo de las poblaciones urbanas), que a son de campana
convocaban a todos los vecinos del pueblo a acudir a la plaza pública para discutir con
las autoridades municipales aquellos asuntos que concernían a la comunidad vecinal.
El invento es sensacional, sencillamente porque los elegidos son personas a las que
conoce todo el mundo. ¿Quién no es conocido entre sus convecinos o entre sus
conciudadanos? Es la ocasión de seleccionar a los mejores para el gobierno. Hoy, en
pleno siglo XXI los ciudadanos que viven en las democracias actuales no saben quién
es ni de dónde ha salido el fulano que les gobierna desde la lejana capital de la
nación.
DEMOCRACIA TIRÁNICA
Una democracia en la cual la mayoría ejerce sus poderes sin restricción, puede ser
tan tiránica como una dictadura. La tolerancia de las minorías es parte esencial de una
prudente democracia, pero esa parte no se recuerda siempre lo bastante. Cuando el
habitante de un país democrático se compara individualmente con los que tiene a su
alrededor, siente orgullo por ser igual que ellos; pero cuando estudia la totalidad de
sus ciudadanos y se coloca en contraste con un cuerpo tan inmenso, queda
instantáneamente abrumado de su propia debilidad e ineficacia. La misma cualidad
que le hace independiente de cada uno de sus conciudadanos separadamente, le
expone solo e inerme a la in fluencia del mayor número. Por lo tanto, el público tiene
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un singular poder en un pueblo democrático, un poder inconcebible para las naciones
aristocráticas; pues no sólo convence con ciertas opiniones, sino que las impone y las
inculca en las facultades, mediante la enorme presión de las mentes de todos sobre la
razón de cada uno.
DEMOCRACIA-EJÉRCITO
La razón de que Costa Rica tenga la democracia más estable de Hispanoamérica
es porque hace cuarenta años abolimos el ejército. Así lo ha afirmado su presidente
Oscar Arias.
DEMÓCRATA TOTAL
El cónsul Valerio, que recibió el sobrenombre de Publícola (amigo del pueblo)
promulgó también unas leyes sumamente filantrópicas para los plebeyos. Una, en la
que expresamente prohibía que existiera un
magistrado romano que no hubiera
recibido el cargo del pueblo e imponía la pena de muerte para que la violara. Otra, en
la que estaba escrito: Si un magistrado quiere matar, torturar o multar a un romano, el
particular puede citar al magistrado ante el pueblo para que éste le juzgue, sin sufrir
mientras tanto daño alguno hasta que el pueblo haya vitado su caso.
DEMÓCRATA DE TODA LA VIDA
Cuenta Herodoto una reunión de nobles persas con objeto de establecer un
gobierno en la nación. Otanes, uno de ellos, defiende un sistema democrático, que el
resto de sus compañeros rechaza, prefiriendo la monarquía. Otanes, entonces, dice:
Cedo con la expresa condición de no estar yo jamás ni ninguno de mis descendientes
a las órdenes de un soberano. Votada la monarquía, salió Otanes de la reunión y, en
efecto, sola su familia se mantiene hoy libre e independiente entre los persas, no
faltando, por otra parte, a las leyes del Estado persiano.
DEPORTE EN LA CIUDAD DE CROTONA
El deporte se cultivó en Crotona, ciudad situada junto al Mar Jónico, como en pocos
sitios de Oriente. Los atletas que participaban en sus juegos olímpicos, regresaban a
sus países como héroes. Destacó Milón por su fortaleza física y por haber matado a
un toro de un puñetazo en la frente. Este fornido atleta se casó con una hija de
Pitágoras. Algo parecido a la hazaña de Sansón se le atribuye a Milón, el cual sostuvo
con sus brazos el templo donde estaban reunidos los discípulos del filósofo, para
darles tiempo a que salieran del edificio y no se les derrumbara encima.
DERECHO NATURAL
“Yo pienso que el verdadero derecho natural no es otra cosa que los derechos y
deberes de los ciudadanos respecto del estado; del Estado, respecto a los
ciudadanos; y de los ciudadanos entre sí (Abate Marchena)
DERECHOS CIVILES
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En democracia, un ciudadano cumplidor de sus deberes, como tal goza de la
epitimía, es decir, del disfrute de los derechos civiles, y es, por consiguiente, un
ciudadano epítimos o lo que es lo mismo, en el pleno uso de los derechos civiles.
Podría perder el derecho de ciudadanía, ser expulsado de la comunidad cívica,
privándosele de todos sus derechos; tal es el castigo que aplicaba la atimía o de
deshonra, y quien la padecía era un ciudadano átimos o deshonrado, sin derechos
cívicos; de donde era merecedor del desprecio de todos. En la antigüedad clásica no
se conocían los derechos del hombre.
DEROGACIÓN DE LAS LEYES
Aristóteles (POLÍTICA, VIII) hace un análisis de los distintos regímenes políticos y
dice en uno de ellos: “Todos estos argumentos muestran con evidencia que se han de
cambiar algunas leyes y en ciertas ocasiones, pero desde otro punto de vista, este
cambio parecerá exigir mucha prudencia. Cuando la mejora sea pequeña, pero
perjudicial, acostumbrar a los hombres a abrogar fácilmente las leyes, es evidente que
deberán tolerarse algunos errores de los legisladores y de los gobernantes, pues los
beneficios del cambio serán menores que el daño que resultará de la costumbre de
desobedecer a los gobernantes
DESAGRAVIO POR SORTEO
A finales del siglo XVII una gacetilla granadina informaba a sus lectores sobre un
vandalismo callejero cometido por cualquier desaprensivo que había pintarrajeado las
esquinas y cantones de la ciudad con ciertos dicterios contra la pureza original de
María Santísima de la Concepción. Como existían varias iglesias con imágenes de
este purísimo misterio, reuniéronse todos los nobilísimos cabildos, tribunales,
comunidades y congregaciones para rendir un acto de desagravio a la Inmaculada
Concepción. La gacetilla concluía diciendo que “la mayor duda que en este asunto
ocurrió fue el no convenirse sobre a cuál imagen de la Concepción se había de erigir el
desagravio. Sorteáronse todas las que se veneran en las iglesias de Granada, y tocó
la suerte a la iglesia parroquial de Santa Ana; y con mucha razón, porque en casa de
esta Señora Santa Ana fue concebida María Santísima sin la mancha del pecado
original.”
DESAMORTIZACIÓN
Cuando se habla generalmente de la desamortización se apunta a la de
Mendizábal1, es decir, la eclesiástica, y casi se tiene olvidada la civil de Madoz.”Hay un
último aspecto de secularización en la vida política de la época (s.XVI, XVII), que no
suele tenerse en cuenta y del hemos de hacer mención: los comienzos de una
1
Político liberal español (1790) inició la venta pública de los bienes de la Iglesia y de los
municipios
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verdadera desamortización
eclesiástica. Desde muy temprana fecha, el pueblo
castellano había mostrado su oposición a la concentración de propiedades en manos
de la Iglesia. Los decretos de León, de 1118 contienen ya la prohibición de Alfonso IX
de que pasen a poder de aquélla bienes rurales, por cualquier título jurídico. Las cortes
castellano-leonesas de los siglos XIII al XIV siguen protestando enérgicamente de que
las tierras pasen a propiedad de manos muertas1. El tono de esta protesta crece en la
primera mitad del siglo XVI y cabe preguntarse si ello se debe, tanto como a un
efectivo incremento de la propiedad eclesiástica, a una más vigorosa conciencia de
oposición a ella, esto es, oposición a una forma de propiedad que contradecía la
progresiva transformación de ésta bajo el régimen jurídico-privado de incipiente
inspiración burguesa. Cuando los reyes Isabel y Fernando consiguen que, por acuerdo
pontificio, las órdenes militares, con sus ricos y extensos patrimonios, queden afectas
a la Corona, se da un paso eficaz en el proceso que venimos estudiando. Desde ese
momento es posible prever el fenómeno que, sobre la cuarta década del siglo XVI,
tomará grandes vuelos: la venta a particulares laicos de lugares de las órdenes y
vasallos que, por esa vía, se sustraen a la propiedad eclesiástica.” (J.A. Maravall: Las
oposición política bajo los Austrias)
DESFILES MILITARES CON MÚSICA
Real Decreto del Ministerio de la Guerra: “Se hace precisa la publicación de un real
decreto-ley por el cual se ordene, en atención a la austeridad que la situación
económica obliga a vivir a la población, marchen las tropas en los desfiles militares sin
el despilfarro de añafiles, trompetas, cornetas, tambores, tamboriles y otros
instrumentos afines de percusión y viento; y que, en consideración a que el ritmo
marcial es preciso que se mantenga para que los reclutas no pierdan el paso,
sustitúyanse los susodichos instrumentos por un modesto magnetofón portátil, dotado
de la patriótica Marcha de Granaderos.”
DESTINO-HADO
“El destino conduce y guía al que permite ser conducido y guiado, pero arrastra al
que no quiere” asegura Cicerón, pero en frase latina más corta: Ducunt volentem
fata, nolentem trahunt.
DESTRUCCIÓN DE LIBROS EN LA ANTIGÜEDAD
Validos de los decretos imperiales de los Césares favorecedores del Cristianismo,
que, a solicitud
de los obispos, ordenaron quemar y destruir los libros y escritos
paganos, hostiles a la nueva religión, nos han llegado de ellos sólo fragmentos
extractados y copiados por los propios cristianos. ¿Con qué finalidad? Parece
1
Improductivas, como las de la Iglesia
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conjeturarse con cierta evidencia que con el único fin de resultarles más fácil refutar
los argumentos que no les convenían, triquiñuela a la que acompañaban de propina
falsear los escritos contrarios borrándolos y sustituyéndolos por otros acordes con su
nueva
Se conoce
la martingala con el nombre bibliográfico de palimpsesto,
manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior.
DÍA DE LOS DIFUNTOS
El día de los difuntos está consagrado entre todos los pueblos de la humanidad y
en todas las épocas a rendir el homenaje del recuerdo a los familiares y amigos ya
desaparecidos. Se atribuye la institución conmemorativa al antiquísimo rey Numa de
los romanos.
DIÁSPORA
Los hebreos, según los relatos bíblicos, han llevado una vida muy agitada de
guerras con los pueblos vecinos. Les había sido prometida por Dios la tierra de
Canaán. Este territorio ya estaba ocupado por otros pueblos desde antes. Pero tal
caso no sirvió de excusa para desposeérselo. De esta manera la guerra se convirtió en
hábito. A poco de morir Jesucristo, sobre los años del 66 al 70, una asociación de
exaltados nacionalistas, los “zelotes” (muchos de ellos pertenecían a la clase
sacerdotal judía) manifestaron una actitud declaradamente abierta contra los romanos
ocupaban Palestina y decidieron desalojarlos de ahí. El evangelista Lucas alude
a un tal Judas (Judas Zelote), también discípulo de Jesucristo. El mismo sobrenombre
ya invita a pensar que podría haber tenido alguna relación con aquellos fanáticos.
Antes de abrir las hostilidades contra los romanos, emprendieron una degollina de
hebreos pocos favorables a novedades revolucionarias y, a juicio de los zelotes,
patriotas poco fervorosos. Introducíanse en las grandes aglomeraciones de la gente y,
disimulada entre las ropas una daga, llamada sica, apuñalaban por la espalda a su
compatriotas desafectos a la causa de la independencia de Judea. Muy difíciles de
descubrir, se escapaban de rositas del lugar del crimen. Estos sicarios, enardecidos
con la historia heroica de la familia de los Macabeos sostuvo una prolongada guerra
contra los ocupantes extranjeros, lanzaron a los judíos a una confrontación con
Roma, de la que salieron tan malparados que, en el año 70 d.C. muchísimos se
libraron de la muerte con la huída fuera de la patria la Diáspora; y los que no
pudieron huir, perecieron o fueron vendidos como esclavos, después del asalto del
templo de Jerusalem. No se excedieron los romanos en castigo con ellos, puesto que
bien pronto les permitieron regresar a la ciudad santa, les respetaron su culto y hasta
le reedificaron el tempo. Sin embargo no volvieron quienes se habían establecido en
Alejandría, Antioquía, Salamina y otras ciudades del Asia Menor. Se multiplicaron en
70
ellas y desde ellas reiniciaron las rebeliones contra los romanos, ensangrentando de
nuevo las tierras del Imperio. En estas revueltas los judíos no perdonaron
a las
poblaciones vencidas: doscientos mil ciudadanos perecieron en Cirenaica, en cuya
capital, dirigía a los rebeldes un iluminado por nombre Bar Kochba. Esta última
experiencia bélica decidió a Roma a emplearse con mano más dura y, definitivamente
convertido el templo en un montón de escombros sobre un erial, prohibió bajo pena de
muerte el regreso de los judíos a Jerusalem, prohibición que se mantuvo firme hasta el
siglo IV. Pero desde entonces ya no gozaron los judíos de un solar patrio ni pudieron
reconstruirse como nación. Mezclados con las demás etnias de la región, tuvieron que
esperar a que el sionismo anglosajón creara el Estado de Israel en los tiempos
actuales, después de haber vencido en la guerra de los “Siete días” a los árabes
coaligados. Hoy, en los primeros años del segundo milenio, todavía llamea la tea de la
guerra, porque ni el Estado de Israel ni el pueblo palestino llegan a un acuerdo
razonable, que les permita, por fin, vivir en paz cada uno en el sitio que le corresponde
no por la fuerza de las armas, sino por la razón de la justicia.
DICTADURAS
El primer dictador que nombraron los romanos, Larcio
había alborotos
populares antes de que expirara su mandato (6 meses), designó cónsules y abandonó
el cargo sin haber dado muerte ni desterrado de la patria a ningún ciudadano ni haber
causado a nadie ningún otro sufrimiento. Esta conducta digna de admiración iniciada
por aquel hombre fue mantenida por todos los que recibieron este mismo poder hasta
tres generaciones antes de la llegada de Sila, quien fue el primer dictador cruel a partir
del cual el nombre de dictador se hizo odioso y terrible, en opinión del historiador
Polibio. En Roma, el dictador era un magistrado que recibía un poder excepcional
cuando peligraba la existencia de la república. Posteriormente la Historia ha recogido
el nombre de muchos dictadores, cuya elección o autoelección se justificaba por el
riesgo de la existencia hostil de un grupo o sector social determinado.
DIEZMOS Y PRIMICIAS
El Concilio de Roma de 1210 establece la obligación a los labradores cristianos de
entregar la décima parte de los frutos de las cosechas. Los diezmeros generalmente
arrendadores de los diezmosse encargaban de su recepción e incluso de su
distribución para la venta. El catecismo del P. Ripalda, aún vigente en las escuelas
hasta bien entrado el siglo XX cuyos principios cristianos canturreaban a coro los
escolares para facilitar su memorización, aludían “a los diezmos y primicias”debidos a
la Iglesia de Dios.
DIGNIDAD DEL ESPAÑOL
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La idea que el español había llegado a formarse de la dignidad de su persona
impidió compaginarla con cualquier esfuerzo para ponerse al día en contacto con las
fuentes inmediatas de obtener la riqueza y el bienestar individual y colectivo. He aquí
lo que el Guardián del convento de San Francisco, en Buenos Aires, escribía en 1590
a Felipe II: “Quedamos tan pobres y necesitados que no se puede encarecer más, de
que certificamos que cavamos y aramos con nuestros manos...Mujeres españolas,
nobles y de calidad, por su mucha pobreza han ido a traer a cuestas el agua que han
de beber...Los vecinos y moradores hacen sus labores y cuidan sus ganados por sus
propias manos, porque él (el Guardián) lo ha visto ser y pasar así, lo cual es de mucha
lástima...” Durante la guerra civil española del 36 los jornaleros de Baena (Córdoba) y
la servidumbre de las casas de los señoritos del pueblo, obligaron a las mujeres de
éstos a realizar en sus casas las faenas que les tenían encomendadas a los criados, y
a que trajeran con cántaros el agua del río, que necesitaban para los trajines
domésticos, “lo cual es de mucha lástima” podría decirse juntándose a la piedad del
convento argentino.
DIMISIÓN HONROSA
Salmerón , presidente que fue de la 1ª República española, renunció a la
magistratura de Jefe del Estado por no consentir firmar una pena de muerte. También
se dice de Pericles que, estando ya en el lecho de muerte, rodeado de sus amigos y
oyendo a éstos alabar los grandes hechos que había realizado durante el gobierno de
Atenas, se entristeció porque ninguno se refiriese a la mayor y más excelente obra que
había llevado a cabo: “el que por mi causa ningún ateniense ha tenido que ponerse
vestido negro.”
DIOS JUSTO Y MISERICORDIOSO
De Dios escribió el famoso apologista Tertuliano: ”Ha decretado castigos contra los
que ignoran las leyes y las abandonan, así como los premios destinados a los que las
observan. Y lo ha hecho porque, cuando haya acabado este mundo, concederá en
juicio a sus fieles el premio de la vida eterna, y a los impíos, un fuego igualmente
eterno e inextinguible, una vez que haya reanimado, resucitado y revistado a todos los
muertos desde el comienzo del mundo, para remunerar
a cada uno según sus
méritos.”
DIOS MANIPULADO
Los mensajes divinos, las inspiraciones, las profecías, los oráculos, las
interpretaciones místicas de la voluntad de Dios suelen haber experimentado
manipulaciones por intereses humanos particulares desde muy antiguo. Cleomenes,
rey de Esparta, sobornó en su propio interés a la pitonisa de Delfos contra su correy
Demarato. Cuando los ilotas de Mesenias y Esparta se sublevan contra los espartanos
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y ya el Estado griego estaba debilitado, el oráculo de Delfos aconseja (sin duda por
soborno) que “como cumplimiento de un tratado” se dejara marchar al enemigo en
lugar de aniquilarlo o esclavizarlo.”
¡DIOS SALVE AL REY!
Derrotado y con más de la mitad de su ejército caído en los campos de batalla
luchando contra los griegos, regresaba Jerjes en barco a la capital de su reino, cuando
un temporal se levantó en la mar. Consultando a los pilotos de qué manera podrían
salvarse sin perecer ahogados y contestando aquellos que arrojando al agua a los que
iban con él. el rey, entonces se dirigió a los caballeros de su corte y les pidió que, si
realmente apreciaban y amaban la vida de su rey, tuviesen en consideración la sabia
opinión de los expertos pilotos. Los nobles, sin hacerse mucho de rogar y con las
protocolarias reverencias de la corte, se lanzaron de cabeza al agua. Jerjes pudo
arribar sano y salvo gracias a los bien respetados deberes cortesanos de sus súbditos.
DIOSES INDIFERENTES
Os aseguro, amigos, que los dioses existen, pero que les importa un comino lo que
hacen los mortales. ¿Cómo, de no ser así, explicaríais que el bien no sea pagado
siempre con el bien y el mal con el mal? Muy juiciosa la pregunta que les hacía el
autor dramático Ennio a sus admiradores romanos. Pero Vespasiano, que era
emperador y hallábase próximo a la muerte, sabía con disgusto que la ceremonia
consistía en divinizarle. Por eso antes de tiempo exclamó apenado: “¡Ay de mí! Me
parece que ya empiezo a convertirme en Dios! (Vae! Puto deus fío! )
DIOSES CANSADOS DE LOS HOMBRES
Los dioses se han cansado de nosotros, los griegos,
y todo cae y se hunde cada día un poco más.
La Opinión1 general, siendo diosa y mujer,
nos engaña también. Y, cuando conturbándonos,
cualquier rumor terrible anda en todas las bocas,
es verdad. Nos espera un más feroz mañana.
Pues lo peor que viene, vendrá sin anunciarse
Se escribieron estos versos, cargados de negros presentimientos, probablemente
durante la persecución de los paganos bajo el reinado del emperador cristiano
Teodosio. Se advierte en ellos como una premonición del poeta de que se les viene
abajo todo su mundo invadido ya por una feroz marca. El cristianismo, empezando por
combatirse entre sus mismas e innumerables sectas, estaba introduciendo en el
mundo aún pagano el germen de la discordia. (Ant. Palatina. X, 89)
1
El “rumor” u “opinión” eran tenidos por dioses entre los antiguos griegos
73
DISCURSO
Para designar el sermón de los frailes se utilizaba esta maldiciente chocarrería:
Brevis oratio et longa manducatio, que en román paladino viene a decir: El fraile es
breve en el sermón, pero largo en la comida. Soy de los que creen que dicha
maledicencia es malévola, como todas; pero lo cierto es que se aconseja que , `para
hacer una buena digestión, lo más beneficioso es masticar las comidas lentamente, sin
prisas.” Si es así como come el fraile, de alabar es por supuesto.
DISCURSO DE LA CORONA
Es ya una costumbre establecida que las Cortes españolas se abren solemnemente
con la presencia de los reyes y con un discurso que el monarca dirige a la nación (“el
Discurso de la Corona”). Curiosamente el monarca más encarnizadamente enemigo
de los valores democráticos, Fernando VII, se vio en la imperiosa necesidad en 1820
de ser el primer rey en España que inaugurara la costumbre de la ocasional perorata
asamblearia. Parece ser que en esta memorable sesión el susodicho rey pronunció
aquella su famosa frase que tan mal le dejó parado ante la opinión pública:
“Marchemos francamente y yo el primero por la senda constitucional.”
DIVERSIÓN-TRABAJO
“Todos los padres de familia, abandonados la hoz y el arado, nos deslizamos al
interior de los muros de la ciudad, y en los circos y teatros mejor que en medio de las
mieses y viñedos, movemos nuestros cuerpos al son de las diversiones. Polibio.Historia de Roma 1 ” El pueblo necesita diversiones, pero no espectáculos; que se
divierta, no que le diviertan. Creer que los pueblos pueden ser felices sin diversiones
es un absurdo; creer que las necesitan y negárselas es una incongruencia tan absurda
como peligrosa; darles diversiones y prescindir de las influencias que pueden tener en
sus ideas y costumbres, sería una insolencia harto más absurda, cruel y peligrosa que
aquella inconsecuencia. Resulta, pues, que el establecimiento y arreglo de las
diversiones públicas será una de los primeros objetos de toda buena política. De esta
manera pensaba el gran ministro español Jovellanos acerca de
las diversiones
públicas. “Castilla estaba llena de trovadores, juglares, juglaresas, danzantes, mimos,
saltimbanquis y otros bichos de semejante ralea.”
DIVERSIONES VEJATORIAS
El corresponsal de EL PAÍS en Nueva York, Ángel F. Fermoselle, escribía no ha
mucho: El gobernador del Estado de Nueva York Cuomo, decidió el martes prohibir
una diversión un tanto particular de algunos neoyorquinos: el lanzamiento de enanos.
Existen bares en la ciudad, donde hasta el pasado fin de semana se practicaba
1
“Omnes enim patres familiae, falce et aratro relictis, intra murum correpsimus et in circis potius
ac theatris quam in segetibus et vinctis manus movemus. »
74
impunemente este “deporte”, cuyo avance es tan manifiesto que tiene dos
modalidades distintas. La primera, el dwarf tossing,, es la más “pura”; se trata de coger
a un enano, amarrarlo con un tipo especial de cinturón, y arrojarlo lo más lejos posible.
El enano irá a parar a un colchón de plumas para amortiguar el impacto. La segunda,
el dwart bowling, es incluso más pintoresca. Los jugadores atan al enano a un
monopatín y utilizan a ambos como si estuvieran jugando a los bolos.
DIVINIDADES PROTECTORAS DE CIUDADES
Merece la pena no dejar en el olvido el motivo, gracias al cual fue salvada la
ciudad de Atenas, motivo de índole divina y que suscita sentimientos de piedad al ser
conocido. Cuando Alarico marchaba con todo su ejército sobre la ciudad, vio que en
torno a sus murallas paseaba Atenea Defensora. Aparecía, según se la puede
contemplar en sus estatuas, armada y como dispuesta a enfrentarse a los asaltantes,
llevando al héroe Aquiles a su lado. Sin poder resistir semejante visión, renunció
Alarico a toda maniobra contra la ciudad y envió parlamentarios
DIVINIZACIÓN Y APOTEOSIS
Los romanos, cuando se les moría el emperador, lo divinizaban, esto es,
convertíanlo en una divinidad. Por eso, después de muertos, le llamaban “el divino
Augusto”, “el divino César”, etc.; le erigían templos, le ofrecían sacrificios, igual que a
Júpiter Tonante, y le cuidaba el culto sagrado un cuerpo de sacerdotes dedicado
exclusivamente a la realeza. La ejecución de esta divinización se llamaba con la
palabra griega “apoteosis”, o con la latina “consecratio”. Algo ha quedado de tal
endiosamiento en nuestras costumbres, cuando los grandes personajes,banqueros
de simples cajas y montes de piedad, papas, jefes de gobierno, caudillos
inmarcesibles de ínsulas o penínsulas, procuran arroparse en medio de grandes y
enfervorizadas muchedumbres las veces que se dejan ver en público. Las antañonas
apoteosis de los tiempos romanos consistían en ceremonias, para nuestros gustos
actuales, enormemente divertidas. Acudían, como es natural, las más altas dignidades
del Estado y las familias de rancia aristocracia. Como se desarrollaban las solemnes
ceremonias en espacios muy abiertos el Campo de Marte, lugar de alardes de
tropas acudían las masas de pelones de tres menos cuartillo, invitados
imprescindibles al acto, a impulsos del viejo dicho adonde va la gente, va Vicente. Con
anterioridad, los menestrales palaciegos han fabricado una imagen de cera del
emperador fallecido, recubierta de ropajes de oro. Los empleados funerarios le han
dado, a su turno, unos toques de palidez, para que su semejanza con la muerte sea lo
más real posible; hecho lo cual, aparece en el escenario el cortejo palatino de las
magistraturas del Estado y las altas familias, tanto viudas e hijos, como la nobleza; y,
75
cada estamento se sitúa donde el protocolo le tiene designado No llevan trajes negros
ni vestidos de luto, porque para los casos luctuosos las grandes casas tienen el blanco
por el color distintivo de su hidalguía. Tampoco están permitidas las señales de
aflicción ostensivamente ruidosas, que es síntoma de educación poco refinada; más
aún, por mucho que le guste a la gente lucir sus joyas donde más bulle la turba,
quieras que no las joyas se han dejar en casa durante los velatorios, excepto las
lágrimas, que es de rigor enjugarlas con el pico del pañuelo. Siete días, siete,
sentados en derredor del fingido cadáver, son demasiados; por eso, un servicio de
médicos pone cierta nota de animación en medio de tan callado retablo de dolor. Van,
pues, y vienen en torno de la yacente estatua cérea; comprueban clínicamente el
estado del difunto, que para ellos no está allí de cuerpo presente ni para nadie, y
regresan en corporación hasta los sitiales del duelo oficial, a notificar que el emperador
está empeorando y que ellos temen su próximo fin. Se procede al traslado del lecho
mortuorio hasta el foro de Roma, una vez que la ciencia médica ha verificado que el
paro del corazón es ya un hecho absoluto e igualmente la paralización del pulso
definitiva. A hombros de los miembros del más linajudo patriciado recae el honor de la
traslación. Coros de infantiles gargantas entonan himnos de alabanzas a lo largo del
recorrido, alternando con los trenos fúnebres de las damas romanas de mayor
abolengo. Una pirámide de bien distribuidos leños se yergue en estratos superpuestos
cada vez más reducidos de tamaño, que adornan ricos tapices y ramas abundantes
de plantas aromáticas, traídas de todas partes, más pebeteros de incienso. El piso
superior, con capacidad solamente para acoger el cuerpo del fenecido emperador,
remata la singular torre, a la que se le prende fuego desde su amplia base de leña. En
derredor de una crepitante y oscura humareda, iluminada por fugaces y ardientes
pavesas, todo el pueblo, el orden ecuestre, el Senado de Roma, los patricios y el duelo
oficial espera con el aliento en suspenso que levante su vuelo hacia el cielo un águila
allí arriba especialmente sujeta. Apenas el calor de las llamas ascendentes pone en
tensión los mecanismos fisiológicos que poseen los seres vivientes para escapar de
un peligro cierto, la ya inquieta ave se altera con angustias terribles y se afanan sus
patas por desasirse de las amarras; lo que al fin logra y levanta a grandes aletazos el
vuelo hacia las alturas. La plebe sabe, el Senado lo da por cierto y todos por
indiscutible que no es un águila la que ha emprendido el vuelo huyendo de las llamas;
sino el alma del emperador que ha subido al cielo, a formar parte del glorioso cónclave
de las divinidades.
DIVORCIO
Sin saber latín, cualquiera traduciría la frase “a mensa et toro” por su parecido “de
la mesa y del toro”. Es sencillamente una fórmula jurídica entre los romanos para
76
indicar el divorcio y la ruptura definitiva del vínculo conyugal . No se trata, pues, de
ninguna expresión taurina; aunque no pocas veces para los no avisados los cuernos
aparecen aquí como si jugaran un papel no disimulado en este tipo de divergencias
matrimoniales.
DIVORCIO CON INDEMNIZACIÓN
“Señor, ordena a esta mujer que se venga conmigo a mi casa pide un hombre
al juez Said ben Soleiman de Córdoba.
La mujer se pegó al suelo y juró que no se iría con su marido ni un palmo de
terreno, y dijo ella al juez:
 Por aquel Dios que no hay otro que él, si me mandas que vaya con ese hombre, yo
me mato; y tú serás culpable de mi muerte.
Cuando el juez oyó estas palabras de la mujer, volvióse hacia el señor que tenía a
su lado, que era faquí, y le preguntó:
 ¿Qué te parece este caso?
 Si al juez no le consta contestó el faquir que ese marido trata mal a su mujer,
debe obligar a ésta a que se vaya con su marido, quiera o no quiera; a menos Que el
marido se conforme con separarse de ella mediante una indemnización u otra cosa
que ella le ofrezca; pero si él se niega a consentirlo sin que ella le ofrezca
indemnización, puede hacerlo; eso es cosa muy lícita, porque el marido puede
despojar a su mujer hasta de los pendientes que lleva en sus orejas, si no le ha hecho
ningún mal trato.
Al oír este informe del faquí, dijo el marido:
 ¡Por Dios, si ella es pobre y no tiene capital ninguno!
 Y si ella dijo el juez creyera que pudiese librarse de ti, dándote indemnización,
¿la dejarías ir separándote de ti?
 En ese caso sí que lo haría yo con mucho gusto contestó el marido.
El juez entonces le entregó una magnífica pieza de tela blanca de lana, se la
entregó al marido y le dijo al marido: Véndela y con el precio que saques tendrás
dinero para los gastos de transporte de mi cosecha a tu casa. Mi cosecha es el precio
de la indemnización que esta mujer te tiene que pagar.
Y así se hizo. (Historia de los jueces de Córdoba.- Aljoxami)
DOLOR
El dolor que sentimos por la pérdida de alguien muy cercano no se asemeja a la
extracción de un diente. Es un dolor agudo, en efecto; pero extinguible al poco tiempo.
Sólo los vivos mantienen en vilo constante y permanentemente el dolor que producen
a los que tienen al lado también vivos. ¿Quién ha vertido jamás sobre la tumba de su
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amada la mitad, la centésima parte, incluso la milésima de las lágrimas que derramó
diariamente por sus crueldades el tiempo que gozó de vida?
DOÑANA
En Sanlúcar de Barrameda se creó en 1806 el Jardín Botánico de Aclimatación,
con objeto de acomodar animales y plantas de África y Sudamérica. Funcionó a la
perfección hasta 1808, fecha de la caída de Godoy, su fundador y fecha también de su
destrucción. El populacho se precipitó contra él, mató a los animales, arrancó las
plantas y echó abajo los edificios, todo por ser el jardín obra del odiado favorito. El
pueblo es ciego incluso contra sus propios intereses culturales.
DUDA TEOLÓGICA
¡Oh Tomás de Aquino, Vaso de la divina Sabiduría! Ayer contemplé pasmado en la
pantalla de la televisión cómo el General Videla, esa bestia uniformada de las Fuerzas
Armadas Argentinas, recibía la sagrada hostia de manos de un ministro de Dios.
Sábese, entre otros crímenes, que ideó la eliminación de sus enemigos
embarcándolos en aviones, desde los cuales los arrojaban al mar en medio de la
oscuridad de la noche. ¡Oh, Sumo Doctor Angélico!, ¿podríais decirme si la divinidad
de Cristo Nuestro Señor, real y verdaderamente presente en el Pan Sagrado de la
Eucaristía, sigue inalterable al momento de sentirse dentro de la boca del nefando jefe
militar, o no se le ha disuelto abochornada de mezclarse en contacto con tan
repugnante saliva?
ECONOMÍA, DOS SISTEMAS
El sistema monetarista tiene por objetivo hacer prosperar el dinero mediante la
especulación y el análisis de los movimientos financieros. El sistema natural se dirige a
la creación de riqueza poniendo en producción las fuentes originales de la Naturaleza.
EDUCACIÓN O URBANIDAD
La educación es un sello que la ciudad imprime en los que viven en ella. La misma
palabra “urbanitas” o urbanidad, equivalente a educación, recoge este hecho. De una
persona educada se dice indistintamente también que es una persona urbana.
Procede “urbano” del vocablo latino “urbs”. Si derivamos de “villa”, también voz latina,
nos aparecen “villano”, y “villanía”, voces peyorativas con posterioridad; mas no tanto
en tiempos atrás, por más que equivalían a “hechos propios de un villano”, los cuales
comparativamente con los de la ciudad carecían de ciertos refinamientos y
cortesanías. A pesar de que se les ha dado el nombre de villa a capitales de reinos,
de provincias y a pueblos, sin embargo sus habitantes no hubieran oído con agrado
que se les llamara villano. Entonáranse despectivamente o no, se escuchaban con
desagrado por los aludidos como despectivos o injuriosos.
EDUCACIÓN ARISTOCRÁTICA
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La Compañía de Jesús fundó el Colegio Imperial de Madrid, reinando Felipe IV. La
fundación levantó críticas, pero el manifiesto de los fundadores decía, a su vez, que
“las repúblicas bien gobernadas han librado la mayor parte de su felicidad en la buena
educación de sus juventud y, aunque interesa mucho que se extienda a la gente
común, mucho más importa que no les falte a los hijos de los príncipes y gente noble,
porque es la parte más principal de la república; la cual, con sus buenas o malas
costumbres, lleva tras sí todo lo demás y porque con el tiempo viene a parar a sus
manos el gobierno y administración de la república.” Nadie negará que los directores
de los Colegios del Opus Dei, de las Teresianas, de los H.H. de la Salle, etc. argüirían
actualmente con el mismo manifiesto a las críticas de igual contenido que se le hacen
en los tiempos modernos a la enseñanza de sus colegios.
EJÉRCITO
El 12 de abril del 1871, en plena época de la Comuna de París, Marx escribió a
Kugelman: “Si te fijas en mi último capítulo del “18 Brumario”, verás que expongo
como próxima tentativa de la revolución francesa, no hacer pasar de unas manos a
otras la máquina burocrático-militar, como venía sucediendo hasta ahora; sino
“demolerla”, y esta es justamente la condición previa de toda revolución popular en el
continente. En esto, precisamente, consiste la tentativa de nuestros camaradas de
París”. El primer decreto de la Comuna fue la supresión del ejército permanente, para
sustituirlo por el del pueblo armado. Los ejércitos comunistas, lejos de demoler la
máquina burocrático-militar, de la que les habla Marx, la han potenciado al máximo,
creando poderosos y bien pertrechados ejércitos.
EJÉRCITO Y PODER
Los artesanos, los labradores y los que tienen armas participan todos en la
república; pero los labradores no tienen armas, y los artesanos ni tierra ni armas, de
suerte que llegan a ser casi esclavos de los que están armados. Así es imposible que
participen de todos los cargos, pues los estrategas guardianes de la ciudad, y, en
general, los más altos magistrados se nombrarán necesariamente entre los que tienen
armas. Con estas palabras o parecidas dividía Aristóteles a los ciudadanos en una de
sus observaciones sobre los regímenes políticos.
EMBALSAMAR
Es forma que usaban los egipcios no demasiado ricos, que no gustan de excesivo
lujo y primor: Sin abrirle al difunto las entrañas ni extraerle los intestinos, por medio de
unos clístenes llenos de aceite de cedro, se lo introducen por el orificio, hasta llenar el
vientre con este licor, cuidando que no se derrame después y que no vuelva a salir.
Adóbanle durante los días establecidos, y en el último sacan del vientre el aceite antes
introducido, cuya fuerza es tanta que arrastra consigo en su salida tripas, intestinos y
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entrañas ya líquidas y derretidas. Consumida al mismo tiempo la carne por el nitro de
afuera, sólo resta del cadáver la piel y los huesos; y sin cuidarse de más, se restituye
la momia a sus parientes. El tercer método de adobo, de que suelen echar manos los
que sólo disponen de pocos recursos, se reduce a limpiar las tripas del muerto a
fuerza de lavativas, y adobar el cadáver durante sesenta días prefijados,
restituyéndole después al que lo trajo para que lo vuelva a su casa. Así sobre chispa
más o menos presenciaría Herodoto un embalsamamiento popular en el antiguo
Egipto. Con todo lo dicho, la operación no estaba terminada, como no se echara mano
finalmente de la cosmética funeraria egipcia. Usábase en ella de una mano de barniz
que se aplicaba a la momia a manera de capa de yeso, y una serie de colores a fin de
que el muerto adquiriera las apariencias de un ser atractivo; realizado lo cual,
introducíanlo en un tubo hecho de vidrio, de modo que sin echar mal olor ni ofrecer a
los ojos un aspecto desagradable, se le divisara encerrado en su columna
transparente. Se acostumbraba mantener durante un año en la casa familiar estas
urnas, a las que ofrecían las primicias de todo entre sacrificios sagrados. Pasado
algún tiempo, las sacaban de casa y las colocaban en los alrededores de la ciudad.
EMBARAZOS OBLIGATORIOS
La mujer del siglo veintiuno no pasa ya por su condicional tradicional de vientre
obligado por la voluntad divina a estar en constante fecundación y procreación. Ha
dicho en todos los foros internacionales y en las grandes avenidas, con pancartas
desplegadas a los cuatro vientos, que son las únicas dueñas de sus cuerpos y les han
dicho tajantemente a las cámaras legislativas que se abstengan ya de una vez de
prescribir normas sobre las formas legales o no de gozar de los placeres del sexo con
todas sus consecuencias. ¿Quedan embarazadas y les apetece seguir adelante con el
embarazo? Lo deciden ellas. ¿Que no les in teresa el embarazo y sólo buscan el
placer? Lo disponen ellas. Y si un descuido requiere la solución del aborto, ellas lo
determinan. El destino natural que les marcó Lutero de que habían sido creadas para
estar embarazadas sin solución de continuidad, sentenciándolas a “que mueran a
embarazos, que es ésa su única razón de ser” ha quedado como una frase histórica
de las muchas que se pueden aducir para poner al descubierto cuán aberrante ha sido
la religión, en este caso, para la mujer.
EMBAUCADORES
Los hay de toda laya. Sin embargo, un tal Zamolxis, que vivió en tiempos
prehistóricos, llevó a extremos harto reprensibles sus engaños. Como era un hombre
muy culto y sus conciudadanos bastantes zoquetes, les convenció que era inmortal
como un dios y que le causaría un placer gratísimo recibirlos en la otra vida, en el caso
de que tuviesen necesidad de desplazarse hasta allí para pedirle algún beneficio.
80
Como pasado un tiempo los benditos de sus paisanos no le encontrasen en ningún
rincón del país Zamolxis previamente se había quitado de en medio ocultándose tres
años seguidos en un subterráneo, creyeron que, efectivamente, había regresado al
reino de los inmortales; por lo cual, faltos de su divina presencia y de los favores
prometidos, les fue fácil comprender que para entrar
en la otra vida a suplicarle
alguna gracia a su dios, tenían que quitarse la suya en ésta; inmolación que ejecutaba
después de dejarles al dios sus pocos o muchos bienes en la tierra con especial
devoción y piedad.
EMBORRACHARSE
Benéfico consejo del patriarca Isaías, que por ser muy comercial debiera de
patrocinar el Consejo Empresarial de Vinos Montilla-Moriles. “Ven, toma el vino y bebe
hasta embriagarte.”Está dotado, sin duda, de virtudes místicas, como todos los santos
consejos de los profetas. Pero no debe nadie dejarse engatusar, porque Isaías
amonestaba a tranquilos conductores de camellos o borricos, sin más problemas de
que les cayera la noche en los caminos.
ENEMIGOS: CONDUCTA A SEGUIR CON ELLOS
Roma se engrandeció sometiendo a los pueblos vecinos. Pero los samnitas
resistieron con fiereza, aunque sin lograr la victoria. Su general Poncio pidió consejo a
su anciano padre, el cual le dijo más o menos: Para los enemigos sólo existe una
solución: ser con ellos muy severos o ser muy generosos, pues la severidad espanta y
la generosidad agrada. No les humilles, no les hagas daño y déjalos que se marchen
sin quitarles nada de lo que tienen. Entonces, vencidos por tu generosidad, desearán
también ellos mostrarse generosos contigo. De no tomar en cuenta esta manera de
tratarlos, extermínalos a todos sin dejar a ninguno. Pues si alguno escapa con vida a
Roma, ten por seguro que ésta tomará terrible venganza sobre nuestro pueblo, cuando
le llegue el momento de su conveniencia.
El relato es de Apiano, pero no está de más añadir este significativo fragmento,
que atestigua suficientemente la creencia general de que eran los dioses quienes
dirigían los asuntos humanos: A los romanos se les acabó la paciencia ante la dilación
de los samnitas, mediante sus continuas embajadas, de resolver definitivamente su
sometimiento, y decidieron concluirlo con la guerra. Esta decisión le pareció a la
divinidad una arrogancia detestable e, irritada contra Roma, humilló a su ejército a
pasar bajo el yugo de los samnitas. El lector juicioso pensará cuánto bien haría hoy en
el mundo una divinidad que se irrite de verdad contra las arrogancias de ciertas
naciones.
ENSEÑANZA DE LOS DIOSES
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No sintieron apego los dioses paganos por la enseñanza volcada en el exacto
sentido de la relación maestro-discípulo, como por ejemplo Apolonio de Tiana con los
suyos y el propio Jesús de Nazaret con los doce que se le conocen. No obstante, no
pocas divinidades del Olimpo dedicaron gran parte de su tiempo en la práctica de
trabajos eminentemente útiles, que pronto imitaron los hombres en las faenas
agroganaderas y mecánicas; y, en cuanto a las artes, campo que tan eficazmente
cultivaron las musas sin omitir ninguna de sus manifestaciones, fueron devotamente
seguidas por todos los jóvenes de la antigüedad; menos en estos tiempos nuestros, en
los que han desertado de las armoniosas laderas del Parnaso, seducidos por el
acrobatismo y el vociferío de los monos aulladores, de quienes han aprendido
apasionadamente a aturdir y desengoznar el sistema nervioso de los seres humanos,
salvo los de la gente joven de su edad, más propicia al grito y al salto que les pide un
cuerpo no embellecido en la diaria sanidad del temprano quehacer gimnástico.
ENFERMEDADES
El tratamiento de las enfermedades se inició con la magia, sirviendo más tarde de
intermediarias cosas diversas, entre ellas las plantas y ciertas partes y productos de
los animales. Fueron las plantas las más
frecuentemente utilizadas en la acción
curativa. y en ella no sólo influía además de la planta en sí, para lo que se elegía las
de aspecto más apropiado o con virtudes especiales; sino igualmente un conjunto de
reglas que se impartían para escogerlas y conservarlas, junto con las palabras
empleadas en el momento de su administración con todo cuanto acrecentaba su
eficacia. Transcurrido largo tiempo, valiéndose de una mezcla de concepciones
religiosas y prescripciones mágicas, se adquirieron ciertos conocimientos científicos y
se desarrolló una botánica y herboristería astrológica; a lo que, agregamos nosotros,
había de seguir una botánica científica y una farmacología eficaz.
ENVIDIAR A LOS SABIOS
Encerrado en la cárcel el gran poeta renacentista español Fray Luis de León, se
dice que dedicó estos memorables versos a ese amargo trance de su vida:
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el feliz estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con solo Dios se acompasa
y a solas su vida pasa
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ni envidiado ni envidioso.
ÉPICA GRIEGA
Ninguna épica de pueblo alguno ha acuñado de un modo tan completo y alto
aquello que hay de imperecedero, a pesar de todos los progresos, en el estado
heroico de la existencia humana, ni su sentido natural del destino y la verdad
perdurable sobre la vida. Ni tan siquiera poemas como los de los pueblos germánicos,
tan profundamente humanos y tan cercanos a nosotros, pueden compararse por la
amplitud y permanencia de la acción, con los de Homero. La diferencia entre la
significación histórica en la vida de su pueblo y la de la épica medieval, germana o
francesa, se manifiesta por el hecho de que la influencia de Homero se extendió, sin
interrupción, a través de más de un millar de años; mientras que la épica medieval
cortesana fue pronto olvidada, tras la decadencia del mundo caballeresco (W. Jaeger:
Paideia)
EPIGRAMAS
Dos epigramas alusivos a la enfermizo Carlos II de Austria, llamado el Hechizado:
Príncipe, mil mentecatos,
murmuran, sin Dios ni ley,
de que, habiendo de ser rey,
os andéis capando gatos.
El príncipe, al parecer,
por lo endeble y patizambo,
es hijo de contrabando,
pues no se puede tener
ESCUELA DE TOLEDO
La sabiduría en la Castilla militarmente imperante fue la de los moros y los judíos,
que traducida en Toledo o en Sevilla era exportada a Europa sin dejar huella ni rastro
en Castilla, no obstante repetirse en los libros la patriótica inexactitud de que España
transmitió a Europa la ciencia y pensamiento del Oriente. (Sobre el nombre y el quién
de los españoles, Américo Castro)
EXILIO PACTADO
El dictador zaireño Mobuto Sese Seku, en situación de ser de inmediato derribado
del poder por su ejército, trató con éste pactar su exilio. Cabe pensar que con el pacto
intentaba que el general vencedor y seguro próximo dictador del Zaire, le respetase la
posesión de sus enormes propiedades tanto fuera como entro del país. Resulta
imposible encajar la inmensa miseria, pobreza, y hambre del desgraciado pueblo del
Zaire dentro de la opulencia y fortuna personal de Mobuto, considerada como una de
las primeras del mundo
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GASTOS MILITARES
Los gastos militares se cargan hoy día en los presupuestos generales del Estado,
una especie de proyecto de todos los gastos de la nación sobre la base de un estudio
paralelo de ingresos. Véase cómo se procedía en la antigüedad acerca de este asunto
en cuanto a las necesidades de la guerra. Con la debida antelación al inicio de la
actividad bélica, los pregoneros del rey recorrían los territorios por donde las tropas
iban a pasar, reunían a sus pobladores y les ordenaban la preparación del recibimiento
al ejército. No hablaban para nada de arcos de bienvenida ni engalanamiento de calles
ni enramados de banderitas de diversos colorines. Sencillamente se les indicaba que
se desparramaran por las tierras del contorno y arramblaran con toda la caza, pesca,
ganados, gallinas y aves de buen comer; sacar de los graneros sus trigos y multurarlos
hasta convertirlos en harina; prevenir toda clase de frutas y hortalizas y, finalmente,
tener a punto el mobiliario requerido para el hospedaje de varios días destinado al
ejército y en especial las vajillas de oro y plata, que habrían de ponerse en las meses
del rey y de los magnates. Con respecto al servicio a cuyo cargo correspondía repartir
comida y bebidas a la extensa tropa, y el que tenía la hora de servir la mesa real, los
pregoneros recordaban que el rey agradecía de antemano la buena disposición de
todos los habitantes de la región por afanarse durante la breve estancia en atenderlos.
¡Pobres pueblos! Levantados los reales al amanecer para reanudar la marcha y ya
lejano el ejército envuelto en espesas nubes de polvo, los desgraciados moradores de
aquellas tierras se las encontraban al regreso esquilmadas, cubiertas de inmundicias y
ellos mismos desvalijados de muebles, de sus vasos de plata y de sus ganados.
GUERRA MODERNA MEDIO EN BROMA
Con las bombas que tiran
los fanfarrones
se hacían las gaditanas
tirabuzones´
Había esta variante de la copla:
Con las bombas que tira
El farsante Sult
Se hacen las gaditanas
Toquillas de tul.
Por “fanfarrones” se entiende los “franceses” de la invasión de Napoleón; Sult fue
uno de los generales de aquel ejército. Con un magnífico buen humor, los gaditanos,
pese a que la ciudad se hallaba sitiada por las tropas francesas en largo asedio, no
dejaron de divertirse asistiendo a sesiones de teatro, a fiestas al aire libre, a pasear
por los parques y a concurrir por plazas y calles con alegría. No obstante las bombas y
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las granadas de mano estallaba allá y acá, como aconsejándoles que fueran unas
ciudadanos más serios y que no tomasen la guerra por el pito del sereno; pues se hizo
costumbre que, allí donde la bomba o la granada caía, acudiesen las gaditanos para
curiosear y medir los palmos del agujero que había abierto el artefacto explosivo, y
compararlo de esta manera con el de la casa de al lado. Los últimos días del sitio dice
un testigo de aquellos momentos que “fueron una serie de días iguales a los que se
pasan en una feria o en otra serie semejante de diversiones.”.Aún no se habían
inventado las sirenas que ponen sobre aviso a la gente sobre una desgracia
inminente. Pero el campanario de una iglesia en aquellos tiempos suplía la función de
la sirena. Al de la iglesia de San Francisco le correspondió agitar el badajo de sus
campanas, cuando el citado Sult de la copla mandaba a sus soldados soltar unos
cuantos misiles, a ver si aquellos divertidos ciudadanos se ponían serios de una vez.
LEÓN ESPAÑOL
... La América fragante de Cristóbal Colón,
la América católica, la América española...
Tened cuidado: ¡Vive la América española!
Hay mil cachorros sueltos del León Español.
Se necesitaría, Rooselvelt, ser, por Dios mismo,
el Riflero terrible y el fuerte Cazador,
para poder tenernos en vuestras garras.
Y, pues, contáis con todo, falta una sola cosa: ¡Dios!
Suenan hoy los versos de Rubén Darío a bravuconería grandilocuente; aunque ya
preconizaban las grandezas patrias que patrocinaría desde su Ministerio de Educación
Nacional Ibáñez Martín, para la juventud española, que se educaba en un clima de
exaltación imperialista y nacionalista exacerbado
EPITAFIO PARA UN NIÑO
Sólo tenía cinco años cuando vino la muerte por mí;
mas no lloréis: no sentí miedo alguno.
Poco he vivido, es cierto, mas me voy sin saber
de la mentira humana y el humano infortunio
ERMITAÑOS CÉLEBRES
Ermitaños célebres en la Historia de la Iglesia y además tal vez los primeros,
fueron San Pablo y San Antonio. El primero, huyendo de la persecución del emperador
romano Decio del año 228, se refugió en Egipto, sobre todo en la región de Tebaida,
infestada de fieras e inhóspita. Pablo encontró una cueva, cuya puerta estaba
protegida por las ramas de una palmera, las cuales le sirvieron para confeccionarse un
85
hábito con el tapó sus carnes hasta el día de su muerte. Más tarde, el otro ermitaño,
San Antonio, abad de un famoso cenobio de la Tebaida, se revestía con esta vegetal
indumentaria para celebrar los oficios divinos de las grandes solemnidades litúrgicas.
San Pablo obtuvo favores del cielo que, sin duda, no se conoce que haya concedido a
ninguno de sus más fervorosos santos. No consintió, en efecto, que jamás le faltara la
comida hasta los 113 años que vivió, pues Dios ponía diariamente en el pico de un
cuervo medio panlos días de fiesta el pan entero; con el cual y los dátiles de la
palmera satisfacía con creces su hambre. Este abastecimiento milagroso, su extraña
vestimenta y, sobre todo, su soledad durante tantísimos años, le creó una fama tan
grande en el mundo antiguo que de todas partes acudían a venerarle, hasta el mismo
San Antonio; quien, desobediente al refunfuño natural de sus noventa años, cogió su
báculo de caminante y emprendió un fatigoso viaje hasta la cueva de San Pablo, no
sin haber tenido que valerse del poder de la señal de la cruz para quitarse de en medio
un monstruo, mitad hombre y mitad caballo, que le cerraba el paso por orden del
demonio. Cuenta su biógrafo San Jerónimo que este cenobiarca mantuvo con los
demonios, con los monstruos de la naturaleza y con los fantasmas salidos de
ultratumba una feroz e ininterrumpida guerra, de la que siempre salía victorioso
mediante la señal de la cruz, que hacía, invocando al mismo tiempo al Señor. En esta
ocasión de la quimera mitad hombre y mitad caballo, el trazado de la señal de la cruz
fue tan eficaz y rápido que el espantable monstruo, manso como un cordero, levantó
su mano derecha para indicar al ermitaño peregrino el camino más seguro y corto;
aunque se calló, no se sabe si por mandato del demonio, que habrían de esperarle a
continuación otras bestias menos indulgentes y amistosas hasta llegar a su destino.
Afortunadamente una loba, catalogada ya por los más sesudos historiadores en el
número de las lobas bienhechoras 1, le llevó a las puertas mismas de la cueva. El
piadoso San Jerónimo no termina este relato estremecedor sin la conmovedora
conversación entre San Antonio y San Pablo; en la que éste, alejado tantos años del
mundanal ruido, ya no sabía cómo construían los albañiles las casas, ni en qué se
entretenía la gente, ni si la plebe romana había llegado por fin a aburrirse de ver los
festines que en el circo se daban los leones con las delicadas carnes de las castas
doncellas cristianas. Añade el biógrafo un aspecto que pone de manifiesto la exquisita
atención con que Dios sigue la entrevista de sus predestinados: un ligero aleteo deja
en suspenso a los ermitaños. Es el córvido camarero que puntualísimo a la hora de la
pitanza, les trae a ambos en el pico la hogaza de harina de todos los días, en tamaño
1
Habida cuenta que Plauto usa el vocablo “lupa” en el sentido de “ramera” (también Cicerón),
la leyenda le atribuye a este animal haber amamantado, recién nacidos, a los gemelos Rómulo
y Remo, fundadores de Roma
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doble. No me podría perdonar el curioso lector que silencie la portentosa muerte San
Pablo. Este varón, del que nos reveló Jerónimo que apenas tenía cubiertos sus
huesos con las hojas de una palmera, presintiendo el final de sus días, quiso ser
amortajado con el riquísimo manto del obispo de Alejandría, San Atanasio, miembro
poderosísimo en la Iglesia de su tiempo y por ello muy revoltoso e intrigante. Escuchó
este deseo su contertulio y se puso en camino nada menos que para traerle el manto;
pero ya el cielo se había llenado de vivos resplandores y en medio de una gloria de
luz, el alma de Pablo ascendía a recoger el premio de sus virtudes ascéticas. Dos
leones, a falta de sepultureros, ayudaron a San Antonio a cavar con sus potentes uñas
la fosa donde se enterraron los mortales despojos. Hoy, su cuerpo troceado por la
piedad de los reyes, parte se los llevó Luis I de Hungría a la catedral de San Lorenzo;
aunque se reservó la cabeza; y los monjes de Cluny custodian sus otras reliquias, un
buen botín que no dejaron pasar por alto cualquier momento ventajoso de irlas
vendiendo por los monasterios de monjas de toda la tierra.
EROTISMO EN ROMANCE POPULAR
(Fragmento de uno cantado en Andalucía)
Fue don Ginés de Buitrago
un capitán con más güevos
que el caballo de Santiago;
y cuentan de su historia peregrina
que no logró más victoria con su lanza
que los que obtuvo usando la gurrina.
Salió al despuntar la aurora
don Ginés muy bien armado
en busca de una damita
del Duque del Infantado.
Se la encontró en el rastrillo
y al padre por la mesana;
le dio un beso en el carrillo
y dos pollazos con gana.
Una vez los dos a solas,
y entre cojines morunos,
imitan del mar las olas
yendo y viviendo los culos.
En el silencio del cuarto
suena una ventosidad sonora.
¿Qué has hecho tan a deshora
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con ese pedo sencillo?
¡Has labrado tu desdicha,
pues me piro del castillo,
envainándome la picha!
Más culto, es de Menéndez Valdés el siguiente:
¡Ay, cómo el palomillo enamorado,
de dulce amor tocado,
corre tras su paloma,
y con giros amantes la rodea!
Cómo el triste rastrea,
cómo para y asoma,
y en lascivos arrullos susurrante,
ya la sigue constante,
ya para, suspendido,
ya torna su quejido,
ya vuelve a las caricias,
prometiendo de amor dulces delicias.
Entre arrullos suaves,
llámala y, porque tarda, en penas graves,
furioso en torno a ella da mil vueltas
del cuello luminoso y matizado,
las blandas alas sueltas,
los rutilantes ojos encendidos,
embístela, de amor arrebatado,
con mil tiernos suspiros.
Mas la paloma esquiva le resiste;
y vuelve, no desiste;
y amante la rodea,
arrulla y con su arrullo la recrea,
desplegadas las alas la arremete,
la cola barre el suelo,
da alrededor un vuelo
y de nuevo victoria se promete.
Cuando el amor a la paloma tira
una encendida vira,
ella el golpe en el pecho siente luego,
y arde en lascivo fuego,
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que a la garganta suave
sale en acento grave.
No ya del palomillo se desvía
por mucho que él porfía;
mas se para y llama
y sin más detenerse,
por los picos unidos,
gozan con mil caricias
los gustos del amor y sus caricias.
También Espronceda, más bronco y menos cortesano, se declara a la mujer:
¡Oh, mujer, sin igual lindo retoño
de la mujer primera primeriza,
ideal, de chipén, dulce, castiza,
de pelo crespo, levantado moño,
de ojos de cielo, empeine no bisoño,
que, aunque siempre no mojado, bronco iza
Natura misma; tiéndete de prisa
y abriéndote de piernas, dame el coño.
En él te meteré mi ardiente picha,
y, después de movernos breve rato,
verteremos de semen dos cuartillos;
y, a fin de completar tamaña dicha,
preséntame tu ano y arremeto
guardándotela en él ¡gozo sencillo!
Y, como dos chiquillos,
acabarás de gusto medio loca
mamándola y guardándola en la boca.
:No se olvida del amor en solitario:
Solo puedes vivir robusto y sano
y solo darte gusto si tú quieres;
hazte de vez en cuando alguna pera
y nunca busques a la mujer soltera.
ESCLAVA DEL SEÑOR
“He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según su palabra.” Si el Cristianismo
sitúa a María, la Madre de Dios, en la esclavitud, ínfimo escalón del ser humano, ya no
debemos asombrarnos que los Santos Padres de los primeros siglos de la Iglesia
hagan antifeminismo descaradamente. Para ellos la mujer es un ser “subalterno”, “no
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está hecha a la imagen y semejanza de Dios”, es un ser “mutilado”, “malogrado”.
Lutero no fue más benévolo en sus apreciaciones. “El mayor honor que le cabe
dice es el hecho de que, inevitablemente, hemos de nacer de una mujer.” He ahí,
pues, su única misión: tener siempre su vientre a disposición de ser fecundado. La
mujer hace escasamente un siglo ha ido venciendo una por una todas las batallas para
acabar con la absorbente supremacía del hombre.
Si Nuestro Señor tuvo su esclava, también el gran Almanzor, con ser menos, no se
privó de pasar a la historia de los hombres de buen corazón por otra esclava, menos
gloriosa que la Virgen María, pero más desdichada. Llevaba un montón de años de
esclava en una iglesia de Navarra y deseaba con toda el alma recobrar la libertad y
regresar a su tierra. Un día que el emisario de Almanzor regresaba de Navarra a dar
cuenta de su recorrido, le preguntó Almanzor qué había visto de especial. “Si me
apuráis, Señor le respondió una pobre anciana que sirve de esclava en una iglesia
de allí y que me ha suplicado que Vos la devolváis a su tierra.” “¡Vive Dios, que por ahí
debíais de haber empezado!” respondió con mucho enfado Almanzor.” Puso en
movimiento sus tropas hacia Navarra y el rey García, lleno de terror, mandó decirle en
qué le había ofendido. “Me disteis seguridades le contestó Almanzor de que no
había quedado ningún prisionero en vuestro reino, y tengo la plena seguridad de que
hay una desdichada musulmana esclava en tal iglesia. De modo que no he de irme de
Navarra si no me la llevo conmigo.” No sólo le envió a la pobre mujer, también mandó
destruir la iglesia donde había sido esclava. Es una historia muy conmovedora la de
esta sierva de Alá tan lejos de su tierra y de su familia.
ESCLAVITUD (TEORÍA DE ARISTÓTELES)
Escribió Aristóteles: “Mandar y obedecer no sólo son cosas necesarias, sino
convenientes, y ya desde su nacimiento unos seres están destinados a obedecer y
otros a mandar...La Naturaleza quiere establecer una diferencia entre los cuerpos de
los hombres libres y los de las esclavos: unos son fuertes para los trabajos necesarios,
otros erguidos e inútiles para tales actividades, pero útiles para la vida política se
encuentra dividida entre las ocupaciones de la guerra y de la paz. Sin embarago,
muchas veces ocurre lo contrario: esclavos hay con cuerpo de hombres libres, y
hombres libres con almas de esclavos.
ESCLAVITUD APALEADA
A los ilotas esclavos espartanos se les hacía patente su deshonorabilidad, no
sólo con una vestimenta distintiva, sino con una metódica paliza anual, sin causa
alguna, y emborrachándolos para ponerlos en ridículo. Y si alguna excedía el aspecto
de esclavo, era muerto y su amo castigado por no haberlo sabido mantener en su
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puesto. Cuando su número les parecía excesivo, organizaban la “criptía, o sea, una
razzia de asesinatos nocturnos de “tantos como fueran convenientes.”
ESCLAVITUD ABOLIDA
Cuando se discutió en las cortes de Cádiz la abolición de la esclavitud, por lógica
se perjudicaban los intereses de los españoles que en Cuba tenían plantaciones y
empresas con mano de obra esclava. La representación en el Congreso gaditano de
estos propietarios de esclavos manifestó los inconvenientes de una ley que favoreciera
la emancipación. Una de las razones que esgrimieron, y no falta de sentido común, era
“que todo aquel territorio goza hoy de tranquilidad”; por consiguiente la discusión se
debía de hacer a puerta cerrada para no darle publicidad; ya que en aquellas tierras se
alteraría el orden público. Pero el debate se asentó en la tesis de que la ley se dirigiera
a prohibir el comercio o compra y venta de esclavos; mas no a la propiedad de éstos,
dándose como razón el perjuicio que se causaría a sus dueños, a no ser que se les
indemnizara por el Estado o que, permaneciendo en condición servil, con percepción
de un salario laboral, llegase el día que pudiesen comprar su libertad. Se planteó la
cuestión de si debían considerarse españoles con total reconocimiento de los
derechos que por su naturaleza se derivan, los negros nacidos en Cuba, pero cuyo
origen venía de África. Tanto la abolición, como este mencionado derecho de
nacionalidad cupo a aquellas Cortes constitucionales la honra de aprobar
ESCLAVITUD PENAL
La esclavitud, como trabajo penal, se practicaba en las minas de Almadén en
condiciones terribles. A ellas condenaban a negros, gitanos y moriscos. Los blancos
gozaban del discutible privilegio de ir a galeras, menos cuando escaseaba la mano de
obra en Almadén, porque entonces también ellos iban a dar con sus huesos en las
minas, aunque se les reducía la pena. La costumbre con los esclavos consistía en
comprarlos como inversión económica. En este tipo de esclavitud sus amos les
concedían libertad de movimientos, con la condición de que debían de pagarles unas
cantidades fijas. Se les llamaba “esclavos cortados”. En Valencia y Andalucía
abundaban los esclavos (uno por cada cien habitantes). en el norte de España apenas
los había
ESCLAVITUD POR DECRETO DIVINO
Se lee en las “Sentencias, III.4.1-5” de San Isidoro: “El justo Dios decretó el estado
de vida a los hombres, constituyendo a unos como siervos, y a otros como amos; de
modo que la inclinación de los siervos a hacer el mal fuese restringida con el poder de
los señores. Dios solo es el que fija equitativamente sus designios tanto a los amos
como a los siervos. Pues mejor es una esclavitud sumisa que una libertad
encumbrada. Se encuentran muchos que se hallan bajo el dominio de hombres
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malvados, sirviendo libremente a Dios y, aunque sometidos a sus amos en cuerpo, les
son sin embargo superiores en el espíritu.” San Isidoro, como el lector puede
comprobar, pasa por uno de los más excelsos pensadores de la piedad cristiana:
Señores y esclavos le deben un régimen social sin envidias ni rencores.
ESCLAVOS QUE CORREN LA SUERTE DE SUS AMOS
Se les mataba cuando vivían bajo el techo de su amo y éste era asesinado.
¿Razón? Porque, como eran tantos, no le habían defendido convenientemente de sus
asesinos. Con motivo del asesinato de Pedanio Secundo, prefecto de Roma, al
tenerse que cumplir la ley de hacer morir a los esclavos que, al tiempo de morir su
amo, se hallaban bajo el techo de la misma casa, faltó poco para que no degenerase
la medida en un tumulto y sedición. Habíase amotinado gran muchedumbre de pueblo
en defensa de los esclavos, los cuales amenazaban con piedras y fuego.
El esclavo muy inteligente pasaba como individuo molesto y peligroso, sobre todo
si se había apropiado la manera de pensar de los hombres libres. El esclavo solo
debía pensar en comer. La iglesia visigoda no atacó nunca la institución de la
esclavitud en sí misma, pues la consideraba, al modo tradicional, más bien como una
consecuencia necesaria y un freno para la naturaleza del hombre, viciada después del
pecado original. Si se nacía esclavo, había que conformarse con la voluntad de Dios,
que lo había querido así.¿Por qué quejarse de ser esclavo, cuando la misma Madre de
Dios, la Virgen, ya se declaraba voluntariamente esclava del Señor y hasta los mismos
papas llamábanse siervos de los siervos de Dios (“Servus servorum Dei”)?
ESCLAVOS, SU LADO POSITIVO
El lado más positivo de ser propietario de esclavos está en la fecundidad de las
hembras, pues los hijos se vendían al peso. La sociedad esclavista americana, de
profundas creencias cristianas, conocedora de la Biblia renglón por renglón, nunca
tropezó en el libro sagrado con la archiconocida fórmula de Dios de que todos los
hombres son iguales.
ESCLAVOS: CACERÍA
El “exandrapodismo”, término griego que se define por recorrido desde diversas
partes a la búsqueda y caza de hombres, se instituyó oficialmente y se hizo extensivo
e intensivo en el siglo XVIII, aplicable a toda África. Se entraba desde las costas a los
poblados indígenas, sorprendiendo a sus moradores cuando no podían defenderse,
sino simplemente huir. Les echaban un lazo a los hombres adultos, a las mujeres, a
los niños, como si se tratara de fieras; se les ataba en cuerda continua y, finalmente,
se los almacenaba en las bodegas de los barcos que esperaban en la orilla. En
Martinica, Haití, Cuba, en Estados Unidos esperaban los mercados donde se exponía
el material humano en pública subasta al mejor postor.
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ESCRIBIR UNA CARTA
Escribir una carta era hace algún tiempo poco menos que un acto de espionaje. En
la sesión del día 10 de enero del 1811 se discute por primera vez en España el
derecho a la inviolabilidad de la correspondencia de los ciudadanos. En esta sesión de
las Cortes de Cádiz hubo políticos que se opusieron a la proclamación de este
derecho basándose en la teoría de que, estando la nación en guerra contra los
franceses, cabía la posibilidad de que la inviolabilidad fuese una tapadera para mandar
notificaciones al campamento enemigo y desbaratar una estrategia militar. El diputado
que abrió esta sesión afirmó en su discurso ¡ojalá hoy pudiera hacerse una
aseveración igual! que el establecimiento de Correos había llegado a la mayor
perfección en España más que en otras partes de Europa y que había que protegerlo.
Posiblemente en este aspecto convenciera a Fernando VII, quien había concertado
con algunos bandoleros del reino el pago de un peaje de caminos reales, para que
permitieran el tránsito de las diligencias portadoras de la correspondencia epistolar. El
discurso del diputado Herrera nos ofrece algunas noticias referentes a la institución de
Correos, que debieran revitalizarse en la actualidad, pues nos dice que ya se recoge la
inviolabilidad de la correspondencia en la Recapitulación de las Leyes de Indias,
donde se establece que no se podía tocar una carta, sino en el caso de manifiesta
sospecha de ser ofensiva a Dios o de “peligro de tierra”, entiéndase invasión militar o
ataque del enemigo extranjero. Pone, como ejemplo de potestad legal de abrir una
carta el de un reo “cuya carta reclama a Correos el juez, para lo que se requiere una
multitud de formalidades, porque es preciso que el juez recurra a los directores
generales, al subdelegado y al administrador. Si el reo no está incomunicado, el
administrador de Correos debe pasar a la cárcel para poner la carta en sus propias
manos, a fin de que él y no otro la abra en su presencia y la del juez.” El orador afirma
rotundamente que en la legislación que se cita no hay más excepcionalidad que la
citada. Pero lee de la susodicha Recapitulación un texto muy interesante de Felipe II,
que dice: “Y demás de ser ofensa de Dios abrir las cartas, éstas han sido y deben ser
inviolables a todas las gentes, pues no puede haber comercio ni comunicación si las
cartas y pliegos no anduviesen y se pudiesen enviar libremente y sin impedimento; y
conviene no dar lugar ni permitir exceso semejante, pues demás de lo sobredicho, es
opresión, violencia e inurbanidad que no se permite entre gente que vive en cristiana
política.”1
1
A este rey se le escapó al extranjero su secretario particular; llevándose consigo como
garantía de su seguridad personal las cartas del monarca. El juez de Aragón pagó en el
patíbulo no haber sido diligente en detener al fugitivo
93
Tiempos muy atrás, en las Cortes celebradas en Segovia (1386), también se
refiere un acta a la correspondencia epistolar: “Hay muchos que escriben cartas, que
se envían de unas partes a otras de nuestros reinos, en las cuales se envían decir
algunas veces cosas que son en daño y deservicio, con mala intención. Por
consiguiente, mandamos a todos los concejos y oficiales de las dichas ciudades y
villas y lugares de los nuestros reino y señoríos, que pongan de cada día a las puertas
de cada ciudad y villa y lugar guardas para que tomen todas las cartas mensajeras
que a las dichas ciudades y villas y lugares fueren de cualesquiera persona que sean,
salvo si fueren nuestras cartas o albalas, y que las abran dos de los dichos oficiales; y
si hallaren que en las dichas cartas van algunas razones que no cumplen a nuestro
servicio, que se prendan a los que las llevaren, por que no las den a las personas que
las llevaren.” La medida contra la inviolabilidad de la correspondencia es mucho más
restrictiva que las expuestas anteriormente.
ESCRITOR SIN RODEOS
No corresponde al público el derecho de exigir de un escritor cuál es su opinión
sobre una determinada materia; pero sí de que, hablando de ella, diga de verdad lo
que piensa de ellas sin rodeos, tergiversaciones ni miramientos. Cervantes tenía una
postura muy clara como escritor:”Otros, con temor de infamia, no se atreven a publicar
lo que, una vez descubierto, ha de sufrir el juicio del vulgo peligroso y casi siempre
engañado. Yo, no porque tenga razón para ser confiado, he dado muestra de atrevido
en la publicación de este libro, sino porque no sabría determinarme de estos dos
inconvenientes, cuál es el mayor: o el de quien, con ligereza, deseando comunicar el
talento que del cielo ha recibido, temprano se aventura a ofrecer los tributos de su
ingenio a su patria y amigos; o el que, de puruo escrupuloso, perezoso y tardío, jamás
acabando de contentarse con lo que hace entiende, teniendo sólo por acertado lo que
no alcanza, nunca se determina a descubrir y comunicar sus escritos.” (Prólogo de La
Galatea)
ESCRITORES FAMOSOS
Carmen Bacells, la agente literaria que ha puesto en la órbita de la fama a muchos
de los escritores españoles de hoy, ha decidido retirarse del negocio. Una agencia
literaria pertenece a ese mundo de tinglados comerciales, del que la gente corriente no
sabe muy bien de qué va. Se recurre a las agencias inmobiliarias. financieras,
turísticas y fiscales..Pero visitar a un agente matrimonial en busca de pareja, o a un
agente literario para publicar un libro de poesías o una novela ha entrado, entre otras
consultas, en las actividades más novedosas de los últimos tiempos, particularmente
por la dejación que parece hacer el propio individuo de un asunto que cae en el
terreno de la conducta intransferible de una persona. La esposa no se buscaba por
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encargo, y al escritor se le abrían las puertas de la fama si era buen escritor o dando
fe de ello quienes le conocieran. Ahora, pues, tenemos serias dudas sosbre si
efectivamente los poetas traídos y llevados por la publicidad son tal como nos los
elogian en las entrevistas y en sus exhibiciones radiotelevisivas, o se ha elevado al
estrellato merced a los buenos oficios de los agentes literarios en los despachos de las
editoriales.
ESCUELA
La escuela no debe contribuir a la desintegración y disolución de la sociedad. No
puede permitir, por tanto, ningún factor ideológico desintegrador ni disolvente. El
maestro debe descubrir en los niños también factores desintegradores, que los tienen,
y tendencias perjudiciales. La agresividad, la posesividad, la insolidaridad anidan en el
corazón de los niños. No desarraigarlas de ellos implicaría dejarles dentro un germen
maléfico que acabaría por pudrir su espíritu para la sociedad. Socializar al niño desde
la escuela es labor del maestro, consistente en desarraigarle los elementos congénitos
antisociales, y convertir al niño en un sujeto social.
ESCUELA Y DEMOCRACIA
No hay que estudiar el pasado muerto, sino el presente vivo. Como el pasado
concierne de lleno a los afanes de la Historia, hay que eliminar de las disciplinas
escolares la historia. En España ya ha trasmitido en tal sentido la orden el Ministerio
de Educación y Ciencia y los escolares saldrán ahora de las aulas sin saber que los
españoles somos herederos naturales de otros pueblos que se han asentado en la
península y que nos han enseñado muchas cosas, entre las que destacan hablar
todos la misma lengua, pensar bien y conocer los principios de la ciencia para sacar
partido de la Naturaleza circundante. No obstante la zafiedad de la pedagogía actual,
el gobierno de la nación estudia diseñar una ley de huelga para los escolares y, dentro
de la secretaría ministerial de educación la comisión de pedagogía le da vueltas a una
propuesta muy avanzada: sustituir la autoridad del maestro por una autoridad colegial
subordinada al mandato del alumnado; el cual ha tomado con tanto calor su cometido
que se ha votado por unanimidad y aprobado la enseñanza de la danza zulú, la
música punk, y en vez de aulas, reemplazarlas por salas de musculatura y lonas de
boxeo.
ESPADAS FAMOSAS
Desde la escuela sabemos que el Cil inmortalizó su Tizona, Roldán (el héroe
francés), a Durandarte; y Mahoma, para imponer su “cree o muere”, a su Duh´l-Fakar.
ESPAÑA, CAUSAS DE SU ATRASO
Según los arbitristas del siglo XVII presentaban proyectos para impulsar y
mejorar la hacienda pública el atraso de España era debido al excesivo número de
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burócratas, a la especulación del trigo, a los fraudes en el sistema fiscal, a una
nobleza incapaz, a unas universidades ancladas en la Edad Media, a un clero del que
sobraba más de la mitad y a un crecido número de personas que gozaban de
exenciones fiscales. Hoy casi opinarían lo mismo. El pueblo español ha carecido de
creatividad técnica e industrial, debido a su falta de reposo para la paz. Escasos han
sido los intervalos de paz en España. Un pueblo acostumbrado a vivir de las
consecuencias de la guerra robo, rapiña, botín, saqueo no ha aprendido a crear
riqueza, sino a aprovecharse de la que otros han creado, robándola o requisándola.
ESPAÑA, PALADÍN DEL CATOLICISMO
Parece ser que las guerras de Flandes y con Francia, que desangraron a Castilla
y la vendieron a los banqueros genoveses, recibieron la reprobación de algunos
procuradores a Cortes que rogaron a Felipe II se saliese de ellas, exponiéndole la
razón de que “si los herejes se quieren perder, que se pierdan, y que Su Majestad
meta en estos reinos a los naturales de ellos, que en estas ocasiones le están
sirviendo”, para que mejor le sirvan dentro que fuera, aplicados al fomento de las artes
útiles y benéficas para el desarrollo de la producción industrial y comercial.
ESPAÑA (EL HONOR DE)
El santo Padre, en una empresa contra los árabes de Tierra Santa presidida por él,
intenta que los caballeros cristianos reunidos se comprometan a llevarla a cabo. Pero
éstos se hacen los suecos, y Jaime II de Aragón se levanta abochornado de la
reunión, dirigiendo a sus caballeros aragoneses estas majestuosas palabras:
“Barones, ya podemos marcharnos, pues hoy a lo menos hemos dejado bien puesto el
honor de toda España.” El “Libre de Fets” no aclara si el rey español y sus barones
habían previamente alcanzado algún triunfo por su propia cuenta sobre los árabes o si
la arrogante baladronada real era un reproche velado a la cobardía de los restantes
cruzados.
EL ESPAÑOL, ¿UN HARAGÁN?
El historiador Henry Kamen sostiene la tesis, contra la opinión más generalizada,
de que los españoles no han carecido de sentido mercantil, e incluso aporta
documentación para manifestar que desde el gobierno se tendió a fomentar el espíritu
de empresa (Juntas de Comercio). En la España renacentista no bastaba ser noble y
orgulloso, había que ser también rico.” Claro que para serlo había que trabajar, tener
negocios. “Trabajar hasta sudar por adquirir hacienda para sustentar honra”.
La exigencia de pureza de sangre y linaje podría ser para mantener una exclusiva,
un monopolio en la actividad laboral, una lucha contra los advenedizos. En 1677 y en
la década de los ochenta los aragoneses declararon oficialmente que no había
incompatibilidad entre la manufactura y la nobleza. El 13 de diciembre de 1682 la
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corona dio una famosa pragmática que “destruyó todos los obstáculos legales
existentes para la participación de la nobleza en las iniciativas económicas de alto
nivel. ”Así que mantener fábricas y otras empresas de actividad fabril “sin que los
nobles labren en ellas por sus propias manos” no es deshonra. No estaban, pues, los
españoles incapacitados para la empresa capitalista. El que no abundaran hombres en
ella se debía a la falta de incentivos económicos. Era posible trabajar y hacerse rico;
pero ¿de qué servía esto si la inflación se tragaba las ganancias? La seguridad se
encontraba en la posición social, la tierra y una gran mansión. Por otra parte, el
comercio estaba casi su totalidad en manos extranjeras.
ESPAÑOL, DESDE CUÁNDO
Es, desde luego, alarmante síntoma que después de haber sido demostrado en
1948 con todo rigor filológico e histórico que “español” fue palabra provenzal e
importada en el siglo XIII, es muy inquietante que ese decisivo descubrimiento no haya
afectado en 1969 a la historia escrita por los españoles acerca de ellos mismos. En
libros de grueso, mediano y pequeño formato se sigue hablando acerca de “los
españoles en tiempos de Roma”, como si el emperador Teodosio, por haber nacido en
Cauca (hoy Coca) hubiera poseído ideas políticas y precursoras de Carlos V. Los
diccionarios etimológicos excluyen la palabra “español”, a fin de que no se sepa de
dónde procede y cuándo penetró en el castellano..Llamo mitografía a la pretensión de
que ya fueran españoles quienes en la península combatían contra los romanos en el
siglo II a.J., los emperadores romanos nacidos en la provincia romana Hispania, e
incluso a los leoneses y castellanos del siglo XI, todavía desconocedores de que
hubiera un pueblo llamado “español”, un nombre dado por peregrinos del sur de
Francia (a principios del siglo XIII) a los varios y dispares habitantes de los reinos
cristianos que había que cruzar para ir a Santiago de Compostela. Vengo diciendo y
repitiendo una y otra vez que, si el nombre “español” hubiera sido castellano, hubiera
sonado “españuelo”. Primera Crónica General de fines del siglo XIII llama “cristianos” a
quienes combaten contra los moros, y se sirve a veces del extranjerismo “español”,
introducido en aquel siglo, al hablar de las guerras en que los habitantes de la
Hispania anterior a la conquista romana, se oponen a los invasores.” (Américo Castro:
De la España que aún no conocía)
ESPAÑOL, INCAPAZ PARA LA REPÚBLICA
Canovas, el restaurador de la monarquía española, era, equivocado o no,
monárquico por razones históricas, según él mismo declaraba. Lo era, porque no creía
en la capacidad del pueblo español para la república; abominable inmoralidad, porque
cuando un gobernante no cree en su pueblo, debe retirarse de la política. Y, además,
notable estupidez, porque ningún pueblo posee capacidad republicana hasta que la
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adquiere con el uso y ejercicio, como nadie aprenderá a nadar si no se sumerge en el
agua. Francia necesitó cerca de un siglo para adquirir capacidad republicana. Pero,
teóricamente, Canovas era republicano. En la intimidad solía decir: “Los españoles
tenemos, para hacernos perdonar del resto del mundo, cuatro vergüenzas: los
Borbones, la intolerancia religiosa, los pronunciamientos y la viruela”. Es una
declaración republicana por pasiva, en la cual sobran tres miembros. Con enunciar el
primero bastaba. Los otros son sus corolarios
ESPAÑOL, SOLDADO DE LA FE
Es posible que Franco, ya que no frecuentó ni mucho ni poco (salvo Portugal) en
visita de Jefe de Estado alguna que otra nación, ni siquiera el Vaticano, tuviera el
disgusto de no habérsele presentado la ocasión de proclamar públicamente delante de
un consistorio extranjero aquellas bobadas famosas “por el Imperio hacia Dios”, o
“España, Adelantada de la Cristiandad, Reserva Espiritual de Occidente” y otras
parecidas. Pero de Alfonso XIII, de tan infausta memoria para la nación, se recuerda
su visita al papa Pío XI, al que repitió aquello de que “la misión del pueblo español en
la Historia era la de ser soldado de la Religión, la de ser defensor indefectible de la
Iglesia Católica.” “Dios es español y está de parte de la nación estos días” fue el
comentario del Conde Duque de Olivares al tener conocimiento del rendimiento de la
ciudad de Breda y de la victoria de don Fadrique de Toledo sobre los holandeses en
Bahía (Brasil).
ESPAÑOL, ESFORZADO GUERRERO
“Gente de esforzado esfuerzo y grandísimo ánimo en la guerra, rara cosa y
precioso don de la natura, y no vista en otra nación alguna, tan copiosa y
generalmente concedida como a la gente española; porque en Italia, Francia y en los
demás reinos del mundo solamente los nobles y caballeros son especialmente
ejercitados y dados a la guerra, o a los inclinados y dispuestos especialmente para
ella; y las otras gentes populares, y los que son dados a las artes mecánicas y a la
agricultura y gente plebeya, pocos dellos son los que se ocupan en las armas. Pero en
nuestra nación española no parece sino que conmúnmente todos los hombres della
nascieron principal y especialmente dedicados a las armas y a su exercicio; y les son
ellas y la guerra tan apropiada cosa, que todo lo demás les es accesorio, y de todo se
desocupan de grado para la milicia.” (Historia natural y general de las Indias, XVI, cap,
VIII. Fernández de Oviedo)
ESPARTA Y SUS INSTITUCIONES
Los ancianos formaban un Consejo llamado Gerusía. El pueblo se integraba en
una Asamblea Popular (sólo accedían a ella los mayores de treinta años), encargada
de aprobar por aclamación las propuestas de la Gerusía o de los dos reyes. Los éforos
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(fundados para sustituir a los reyes) asumieron el poder de éstos, aunque reforzado.
Los espartanos contaban el tiempo a partir de los primeros éforos. El eforado parece
que surgió de la envidia mantenida por los dorios empobrecidos contra los que se
habían enriquecido desmesuradamente. De esta malquerencia nació el uniformismo
social igualitario en todo: educación, costumbres, matrimonio. Perseguían, por razón
de Estado, el ideal de todos los griegos, la “kalokagatia” (la perfección corporal y
espiritual). El Estado organizaba la vida familiar, la educación de los hijos y la vida
entera del individuo. Se decía que su legislador Licurgo había ordenado que la
procreación de los hijos tenía que ser de una participación colectiva de hombres y
éstos, los mejores, fecundando todos a una misma mujer.
Fueron los espartanos famosos por la sobriedad de sus costumbres, la frugalidad
de sus comidas (la sopa espartana), la vida al aire libre, la virilidad de los ejercicios
físicos desde la infancia hasta la madurez, el desprecio al lujo, su indumentaria al
mínimo, el empleo sólo de las cosas precisas, ajustado exclusivamente a las
necesidades estrictas de la existencia, hasta el punto de ahorrar las palabras
innecesarias, creando un
lenguaje de comunicación social reducido a la mínima
expresión, llamado aún hoy lenguaje lacónico. Lastimosamente en el siglo I de nuestra
era había descendido a los niveles del afeminamiento y de la extravagancia del ornato
personal. “Vi a vuestros hombres
sin barba escribe Apolonio de Tiana a los
éforos, con los muslos y las piernas pulidos y blancos, ataviados con túnicas
afeminadas y finas, acicalados con muchos y variados anillos y calzados con zapatos
jónicos 1 . Filostrato, biógrafo de Apolonio, añade que se comportaban de forma en
exceso pulida, estaban llenos de sibaritismo y lucían cabellos bruñidos. He aquí el
retrato que desde la antigüedad nos llega del pueblo que, durante nuestros estudios
de bachillerato, era realzado en las historias de la época y puesto como modelo a
seguir por la Secretaría del Movimiento Nacional encargada de la educación de la
juventud española.
ESTADO, EXTINCIÓN DEL
El proletariado toma el poder estatal y comienza por convertir los medios de
producción en propiedad del Estado. Pero con este acto se destruye a sí mismo como
proletariado y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clase y, con ello el
Estado como tal. La sociedad, que se ha movido hasta entonces entre antagonismos
de clase, ha tenido necesidad del Estado, o sea, de una organización de la clase
explotadora para mantener las condiciones exteriores de producción (la servidumbre,
el trabajo asalariado), determinadas por el modo de producción existente. El Estado
1
Usados en Atenas por mujeres y hombres de vida libre y dudosa
99
era la representación oficial de toda la sociedad, su síntesis en una corporación visible;
pero lo era tan solo de la clase que en su época representaba a toda la sociedad. En
la antigüedad era el Estado de los ciudadanos esclavistas; en la Edad Media, el de la
nobleza feudal; en nuestros tiempos es el de la burguesía. Cuando el Estado se
convierta, finalmente, en representante efectivo de toda la sociedad, será por sí mismo
superfluo. Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que mantener en la
opresión; cuando desaparezcan los choques y los excesos resultantes de esta lucha
junto con la dominación de clase, junto con la lucha por la existencia individual,
engendrada por la actual anarquía de la producción, entonces no habrá ya nada que
reprimir ni hará falta, por tanto, esa fuerza de represión, el Estado. El primer acto en
que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad (la
toma de posesión de todos los medios de producción en nombre de la sociedad) es a
la par su último acto independiente como Estado. La intervención del poder estatal en
las relaciones sociales se hará inútil y se adormecerá por sí misma. El gobierno sobre
las personas será sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los
procesos de producción. El Estado no será abolido, se extinguirá. Partiendo de esto es
como hay que juzgar el valor de esa frase que habla del “Estado popular libre”, frase
que durante cierto tiempo tuvo derecho a la existencia como consigna de agitación;
pero que, en resumidas cuentas, carece en absoluto de fundamento científico, como
igualmente la exigencia de los llamados anarquistas de que el Estado sea abolido de
la noche a la mañana. (Engels, sobre la extinción del Estado)
ESTADO EMPRESARIO
“Las empresas del Estado escribía en 1930 P. Clerget en la “Técnica de los
negocios ha revelado una vez más los vicios del sistema, bajo el doble punto de
vista técnico y comercial. La ausencia de interés personal directo en la explotación
industrial se halla perjudicada por la inestabilidad del personal directivo y por la
exagerada estabilidad del elemento obrero, por la intervención en la política de
nombramientos, por la ausencia de fiscalización y de responsabilidad y por falta de
elasticidad y de flexibilidad que se oponen a la adopción de iniciativas, privilegio de la
industria privada.” (cita de ABC 7.12.92)
ESTADO PONTIFICIO
Me han dicho que eres rey insinuó Pilatos a Jesús. “Mi reino no es de este
mundo”contestó segurísimo Jesús. Pero le salió al divino Maestro un pontífice
romano muy avispado para los negocios de envergadura y, atreviéndose nada menos
que a destronar al rey de los francos, le entregó el reino al mayordomo, con un pícaro
acuerdo de por medio de que el mayordomo, ya en su nueva función de rey poderoso
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le regalaría Roma al papa bienhechor con todas las tierras comarcanas constituidas en
Estado. Jesús se enteró de la fechoría cuando ya hacía varios siglos que estaba en el
cielo y ¿qué iba a hacer? Se aguantó. ¡A ver! ¿A qué rey no le ocurre lo mismo con un
hijo rebelde, que pretende y consigue destronarle? ¿Va a matarlo o a meterlo en la
cárcel? Menos mal que los cristianos, a fuerza de ver desafueros, casi nos hemos
acostumbrado a ellos. ¿El Papa, rey? Si Dios lo quiere, por qué no. Pero, es que Dios
no lo quiere. “Mi reino no es de este mundo” ¿Qué hace, pues? ¿Estar en mi contra?
No, por supuesto que no. Lleva tiara, no corona. La tiara simboliza la Suprema
Autoridad Sacerdotal. He ahí la diferencia entre papa y rey. La tiara, efectivamente, no
es símbolo de reinos de este mundo. Empezáronla a usar los grandes sacerdotes de
Zoroastro y los solemnes magos que ponen a los hombres en comunicación con el
Más Allá. Por consiguiente, haberla adoptado para los fastuosos ceremoniales
sagrados ha permitido sustraerle a la silla pontificia ese feo y poco decoroso origen
que trae desde los tiempos del rey Pipino. No, no es rey de este mundo el papa,.como
quería Jesús que no lo fuera. Aunque haya defendido la ciudad de Roma con su
ejército; aunque haya participado en guerras de conquista, aunque sea la Autoridad
Suprema Civil y la ejerza sobre un Estado y le escolte una guardia de alabarderos
suizos, aunque haya organizado yihads cristianas contra los infieles.
ESTOICISMO
Máxima fundamental y regla de conducta: Sustine et abstine: Aguanta y abstente,
es decir, soporta los males y abstente de los placeres
ESTORNUDO DE MAL AGÜERO
Antes de enfrentarse los persas con los atenienses en la famosa batalla de
Maratón, al general medo Hipias le sobrevino un estornudo y una tos tan fuerte, que le
saltó un diente, cayéndosele a la arena de la playa. Infructuosos fueron los esfuerzos
de Hipias y su Estado Mayor por encontrarlo. La pérdida de la valiosa pieza dental,
considerada por los circunstantes como un signo de mal agüero, hizo exclamar al
desdichado estratega: “¡Cuánto me apena, por un lado, que la tierra donde reiné lo
decía por Atenas, dé señales de no querérseme entregar; pero, por otro, es una
realidad que mi diente, al menos, ha tomado ya posesión de una parte de ella!”. Loable
concepto de Hipas sobre la propiedad. Bien entendido por los ambiciosos, les haría
más llevaderos los golpes del infortunio.
ESTRATEGIA MILITAR BARATA
Gonzalo de Illescas en su “Jornada de Carlos V en Túnez” escribe del emperador
que “salió al campo de batalla y púsose en orden de pelear, echando delante la gente
vil y de poco precio. Reservaba, como es natural, la de mayor precio para embestirse
101
con los caballeros abencerrajes del rey moro, gente no ruin, como los de a pie y de
primera fila.
ESTRECHO
Muchos estrechos se llaman Bósforos, es decir, trayectos o pasos de bueyes,
porque los bueyes nadan mejor que los demás animales. Así llamaban los antiguos
tales tipos de angosturas marinas.
EUFEMISMOS POLÍTICOS
Se tiene a costumbre desde siempre de minimizar y restar importancia de una
manera intencionada a los sucesos graves, a las desgracias colectivas, con objeto de
no perjudicar los intereses particulares. En la peste que se declaró en Orihuela y
Murcia durante el reinado de Carlos II, los cabildos municipales de ambas ciudades
minusvaloran la gravedad de la situación, intentando ocultar el número exacto de
muertos, para que no afectase al comercio exterior y no se diera la impresión de que
con ellas no había con contar por aquellos momentos. No obstante se utilizaba el
vocablo epidemia en sustitución de “peste”, pues la peste exigía un aislamiento total
de los vecinos, cordones de sanidad y el corte con todo el mundo exterior. Los
cordones sanitarios consistían en filas de guardias en sitios propicios por su especial
situación, para impedir la entrada y salida de gente. Málaga dispuso uno de trescientos
guardias a caballo y quinientos de a pie, con un coste de 29.000 ducados. La
consecuencia de un enclaustramiento impuesto con tan severo rigor desembocaba en
saqueos, pillaje, hambre, escalada de precios, destrucción y quema de ropa, enseres
domésticos y abandono de las casas; además del desamparo de los ciudadanos por
parte de las autoridades, médicos y religiosos que huían de la ciudad, aunque se
daban casos de auténtico heroísmo.
EUHEMERISMO
El hereje Euhemero defendía que los dioses no eran sino hombres divinizados por
medio del mito y la poesía. Sin duda pensaba y con razón que debieron ser hombres
poderosos, ricos y muy orgullosos, que hambrientos de gloria y admiración,
permitieron a su alrededor una bien pagada corte de poetas aduladores, los cuales se
encargaron de sublimarlos a las alturas de la divinidad a golpe de premios y
recompensas.
EUNUCOS, CASTRACIÓN
Castrarse para evitar las tentaciones del demonio era frecuente entre los
ermitaños. Orígenes se castró por ese motivo. Forzábanse a no tener actos sexuales
sometiendo en cruenta y dolorosa cirugía la cercenación del órgano de la entrepierna.
En un arca que se enseña en el monasterio de Valparaíso de Córdoba dice la tradición
que echó el suyo el cronista de Felipe II Ambrosio de Morales. Hombre ocupadísimo
102
en la tarea de registrar un tan prolijo y enrevesado reinado debió considerar que no
podía estar minimamente atento con un perendengue de esa naturaleza.
EVANGELIOS
De un personaje como Jesús, de tan enorme trascendencia en la historia de la
civilización occidental, apenas pueden ofrecerse documentos fidedignos de su paso
por la tierra. Algunos escritos o epístolas de varios de sus discípulos, de dudosa
autoría en bastantes casos, hablaban de él a lo largo de los cien años de muerte. Las
más conocidas de las epístolas las escribió Pablo, el cual ni siquiera conoció en vida a
Jesús. Todo lo que de él sabe, le ha llegado de oídas. Los evangelios, es decir, los
libros que narran los hechos de Jesús, fueron abundantísimos y muy divulgados por
las diversas regiones del mundo antiguo que abarcaron el imperio romano. Pero su
datación está más o menos comprendida entre el año 65 y el 100 de la nueva era. Lo
curioso de todas estas biografías, que constituyeron la base de las lecturas de muchas
comunidades cristianas e incluso que tuvieron en cuenta, para su redacción, las
preferencias culturales de esos grupos (como fueron los evangelios de origen egipcio
o helenístico de tendencias gnósticas, es que están escritas en los idiomas que se
hablaban en el imperio: griego, latín, copto, árabe. Mas ninguno en lengua semítica, la
hablada por Jesús y sus primeros discípulos.
EVOLUCIONISMO Y CREACIONISMO
La teoría pseudocientífica que utiliza los argumentos de la Biblia para explicar la
formación del mundo y de las especies vivientes, que parecía ya muerta, de nuevo
apunta hacia la conquista de los espacios escolares, sobre todo en los Estados Unidos
de América. Un 47 % de estadounidenses creen que el ser humano fue creado por
Dios directa y personalmente hace apenas unos cuantos miles de años.
Mayoritariamente la sociedad vería con agrado que las ciencias biológicas fuesen
sustituidas por los relatos del Génesis, y que más crédito merece Moisés que Darwin.
Los Consejos de Educación de algunos de los Estados han introducido
obligatoriamente en los programas de estudios el creacionismo hebreo, a pesar de que
el Tribunal Supremo, decretando que sólo es una religión y no una ciencia, ha
establecido que no debe enseñarse en las escuelas ni en las universidades. Se ha
desatado una batalla contra la biología y es tal su virulencia que el profesorado desiste
de enseñar esta ciencia y aceptar la catástrofe del Diluvio Universal, como
aniquiladora de las especies creadas por Dios. Se arguye en defensa de esta
sorprendente resurrección de una creencia relegada al olvido, que el evolucionismo es
responsable de la emergencia del comunismo, del fascismo, de las teorías de Freud,
del conductismo, del materialismo, del modernismo y de las religiones neortodoxas. La
teoría, salida de los Estados Unidos, ha invadido Europa.
103
EXCLUSIVISMOS RELIGIOSOS
Es sumamente extraño que, existiendo ritos, ideas y creencias religiosas mucho
antes de la aparición del cristianismo, nunca se manifestaran con fanatismo
exacerbado ni con agresividad brutal unas contra otras, sino que convivieron
armónicamente, hasta que aparecieron el cristianismo y posteriormente el islamismo
enarbolando la tea de la intolerancia, de la persecución y del exterminio del rival.
EXCOMUNIÓN EXTEMPORÁNEA
Un diario de la ciudad de Córdoba1 publicó una noticia que dejó a todo el mundo
con la boca abierta. Resulta que un ciudadano declaró en el rotativo local que, al no
sentirse católico, había dirigido una instancia con acuse de recibo al obispo de la
diócesis para que le excomulgara. Basaba su demanda en la injusticia que cometieron
sus padres, abusando de él cuando le llevaron a la pila del bautismo, con unos solos
días de vida en la tierra. Como al señor obispo le pareció de todo punto disparatado el
asunto de tal demanda los cánones referentes a la excomunión llevan prescritos
desde los tiempos de Maricastaña, se abstuvo de responder. Por dicho motivo,
herida por el despecho la sensibilidad del cristiano renegado, fuése éste a la redacción
del periódico y al primer redactor que encontró, dejó sobre su mesa de trabajo un
escrito de su puño y letra; cuyo comienzo decía más o menos así: Yo, fulano de tal,
etcétera, en pleno uso de mis facultades mentales digo que en un día de tal año fui por
mis padres y convidados bautizado en la parroquia del barrio tal, sin que por ellos se
me consultase estar de acuerdo mi voluntad con la mencionada ceremonia; del cual
atropello, hoy llegado que he a la edad adulta, con perfecto estado de mis facultades
mentales en pleno, abrenuncio del juramento que las susodichas personas por mí
prometieron de ser fiel cristiano y, puesto que la autoridad de la iglesia, que me aceptó
como tal, se ha negado y se niega en no recibir mi detestación del dicho juramento,
siendo como es su afrentosa conducta una conculcación flagrante de mis derechos
constitucional por defectos de fondo y de forma, es mi voluntad y deseo divulgar a los
cuatro vientos la inaudita provocación, para que anden precavidos padres, tutores y
casa-cunas benéficos sobre tropelías semejantes contra los fueros y cartas pueblas
que traen con sus pañales los recién entrados a la vida, sea por caminos rectos o por
caminos torcidos.
EXPÓSITOS
“El número de estos niños expósitos o abandonados a la beneficencia pública por
sus padres, es muy grande en Andalucía, sobre todo en Sevilla. Aparecen
periódicamente nueve meses después de la Semana Santa y de Navidad, cuando toda
1
Diario CÓRDOBA, 4.09.97
104
la ciudad, hombres y mujeres, pasan la noche arrodillados ante reliquias e imágenes.”
“Richard Ford: Manual para viajeros por Andalucía. Kamen añade a este respecto que
en la Casa de Expósitos de Murcia moría el 95% de estos niños.
FALANGE ESPAÑOLA
Se la llamó en su tiempo con el mote “Funeraria Española”, debido a los militantes
que sucumbían en las refriegas callejeras con los partidos radicales de las izquierdas.
FALO
Recuerde el lector que con este cultismo designábase también en la antigüedad el
miembro sexual del varón, como así nos lo cuenta Diodoro Sículo, en el primer libro de
su Historia, el cual toca extensivamente el reino de Egipto. Hablando, pues, de Osiris
rey, escribe que fue asesinado por su hermano Tifón o Sheht; que éste dividió el
cuerpo de su víctima en veintiséis porciones y que las distribuyó entre sus compinches
en el crimen, excepto las partes pudendas, que ninguno quiso aceptar y fueron
arrojadas a un río. Pero Isis, esposa de Osiris y también hermana el incesto entre
los reyes egipcios era legal, persiguió a los asesinos, los castigó con la muerte y,
reuniendo todos los restos, incluso los genitales, les dio honrosa sepultura. Labráronse
imágenes de Osiris, ya divinizado; de modo que todo él, sin olvidar el miembro que
repudiaron los homicidas, recibió solemnes cultos, tanto entre los egipcios como entre
los griegos; quienes, por su parte, lo popularizaron en las fiestas dionisíacas y
orgiásticas, en las que el miembro viril, el falo, convertido en objeto de excepcional
veneración, fue procesionado en concurridas y piadosas faloforias 1 s por calles y
plazas, cantado por los poetas y agasajado en sus danzas no ya por los sátiros, sino
con total y absoluta limpieza de intenciones por la honesta ciudadanía. Mas el falo
egipcio diferenciábase del helénico por su movilidad, puesto que habíaselo construido
en forma de muñeco de un codo de altura, el cual accionaban las mismas mujeres
durante el recorrido, agitando obscenamente un miembro tan grande como la
proporción del propio cuerpo. La acogida del falo adquirió tal difusión que, a más de
estos usos piadosos ya descritos, colocábanlo en figura del dios Hermes en los
dinteles de las puertas, como señal de protección. En cierta ocasión, al parecer por
haber sido estas efigies relacionadas con un patricio de gran influencia política,
llamado Alcibíades, fueron destruídas por la cólera del populacho, ya que corría la voz
de ser el magnate muy aficionado al amor de los muchachos. Tal vez sea esta turba
de iconoclastas la primera que registra la Historia con el nombre de hermokopídes o
destructores de Hermes. Mercurii statuarum mutilatores, mutiladores de las estatuas
de Mercurio (el Hermes latino), data histórica que aparece en las crónicas romanas.
1
Desfile religioso que acompañaba en la antigüedad la imagen del miembro viril
105
Luciano de Samosata ridiculiza el culto fálico inventándose para diversión de sus
lectores los “escalafalos”, especie de imitadores de ciertos anacoretas cristianos
caso de San Simón Estilita que vivieron en lo alto de una enhiesta torre edificada
por ellos mismos, a fin de sustraerse del mundo y de la gente, y estar más cerca del
cielo.
FAMILIA REAL INGLESA
Desde 1760 reina en Inglaterra la Casa de Hannover (posteriormente, se le ha
dado el nombre de Windsor). La familia real inglesa ha protagonizado una sucesión de
escándalos ininterrumpidos, hasta el más sonado de la desgraciada Lady Dy, Diana de
Gales. A pesar de que el primer rey de esta casa de Hannover decretase el “Royal
Marriage Bill”, por el que se prohibía a los miembros de la familia real casarse antes de
los veinticinco años sin el consentimiento previo del rey, ya incumplió la orden real el
primero de sus hijos el Duque de Cumberland, que se casó con la viuda Mrs. Horton.
Junto al matrimonio convivía una hermana de la viuda, lady Isabel Luttrell; la cual,
muerto el Duque, tuvo que buscarse la vida por su cuenta, y escogió el juego de azar.
Llena de deudas y acosada de trampas, cumplió condena en la cárcel y, pagada por
un peluquero la fianza, se casó con él. Condenada igualmente por igual delito, los
jueces le impusieron por insolvencia la obligación de barrer las calles. Este trabajo le
abochornó hasta el punto de que acabó suicidándose. Carolina de Brunswick,
convertida en Princesa de Gales, escandalizó a Europa con sus extravagancias, una
de las cuales consistió en vestirse de Venus en una baile de disfraces, con un velo que
prácticamente la dejaba desnuda a los ojos de todos los participantes. Aprovechó otra
ocasión para atraer sobre ella todas las miradas, cuando apareció en una recepción
tocada la cabeza con una calabaza. Olvidada del Príncipe, se unió con un italiano
llamado Bergami, con el cual y unos cuantos criados de su séquito recorrió Oriente.
Entró en Jerusalem montada en un asno, como Jesucristo.
El reinado de la reina Victoria un paréntesis de honestidad acabó con los
continuos adulterios dentro de la familia y el flirteo con las prostitutas más célebres de
la época. Sin embargo, a pesar de la severidad de la reina y de haberse impuesto el
predominio de la moral pública, la reina victoria se caracterizó por una profesión de
amor tan desmesurada a su esposo el príncipe Alberto que, al morir éste, se encerró
en sus castillos; de donde no había manera de sacarla, sino cuando, necesitada de
dinero, acudía a pedirlo al Parlamento. Estas apariciones en público por tal motivo,
atrajeron sobre ella una impopularidad de tal gravedad que, temerosa del peligro que
significaba para la corona, acabó por mostrarse ante sus súbditos con mayor
frecuencia y alcanzar la popularidad que había perdido.
106
Eduardo VIII, seducido por la divorciada americana Mrs. Simpson se unió con ella,
no sin haber solicitado antes la renuncia al trono que le exigían el Parlamento y el
obispo de Canterbury. Tuvo que desterrarse de Inglaterra y llevó desde entonces el
título de Duque de Windsor, que compartió con la Simpson en todos los lugares de
Europa y del mundo. La actual reina de Inglaterra Isabel II, su sobrina, ostenta la
jefatura de la Casa de Windsor, aunque no ha podido evitar dentro de la familia el
resurgir nuevamente de los pasados desenfrenos, el primero de ellos el de los
devaneos de su hermana Margarita con Peter Townsend; y, finalmente, el casamiento
con el fotógrafo de prensa Armstrong-Jones, a quien hicieron vizconde de Snowdon.
Los matrimonios de sus hijos el príncipe Carlos con Diana de Gales y el del príncipe
Andrés han puesto en entredicho popular a la monarquía inglesa, y las peleas
matrimoniales de ambas parejas han ocupado la prensa de todo el mundo. Entre unos
y otros, han dejado malparado el prestigio real.
FANATISMO E IGNORANCIA
Mojtar, caudillo musulmán, adquirió una silla vieja y desvencijada por una cuantas
insignificantes monedas, la cual hizo cubrir de seda, y desde la engañosa apariencia
de un sillón real, exclamó delante de sus fanáticos soldados: “Este trono que aquí veis
será para vosotros lo que el Arca de la Alianza fue para los israelitas. Ponedlo al frente
del ejército y luchad con vigor para defenderlo. No os importe ser derrotados, porque
entonces Dios vendrá en ayuda vuestra con una legión de sus ángeles, que
aparecerán entre las nubes en forma de pichones blancos.” Se sabe que Motjtar tenía
preparados en su palomar una buena partida de palomos, para el caso de un desastre
militar.
La palabra fanático tiene su origen en el vocablo “fanum”, “lugar sagrado” entre los
romanos. Pro-fano es el espacio que esta fuera del templo. De ahí que profano
designe también “no consagrado”,”no sagrado”. Deriva igualmente del verbo “fanor”, o
“enfurecerse”, “ponerse fuera de sí”, “agitarse furiosamente”, manifestaciones propias
de los sacerdotes de la diosa Belona, Cibeles y otras. Se entregaban estos sacerdotes
a violentas exhibiciones religiosas. De ahí que rozaran la impiedad, lo sacrílego, lo
criminal y lo siniestro. Fanático ha quedado igualmente para nombrar a toda persona
exaltada, delirante y frenética, además del individuo agitado por el furor divino.
FANATISMO MUSULMÁN
El gobierno iraní retiró oficialmente su apoyo a la “fatva”o condena a muerte que
pesaba sobre el autor de los Versos Satánicos Salman Rushdie. Sin embargo la ley
coránica prohíbe levantar dicho castigo, pues está mandado que pese sobre el
culpable toda su vida. Por eso los fanáticos musulmanes tienen las manos libres para
ejecutar la sentencia en cualquier parte del mundo que encuentren al desgraciado
107
autor. Al macabro ayatola Jomeini, que lo condenó, Alá se lo llevó consigo a disfrutar
de las huríes al paraíso hace algún tiempo. Deseamos a Salman que goce mientras
aguante su cuerpo de las huríes de la tierra. Esas sí que son auténticas, Salman
Ryshidie.
FAROS MARINOS
El primero que se erigió fue el de Samos, isla situada cerca de Alejandría de
Egipto, de la que recibió el nombre. Estaba conceptuado de obra excepcional y se
contó entre las maravillas del mundo antiguo. Lo construyó el arquitecto Sóstrato de
Cnido, en tiempos del rey Ptolomeo II Filadelfo.
FASCISMO ESPAÑOL
La banca especialmente el Banco de Bilbao, apoyó los movimientos
totalitarios sosteniendo la actividad propagandística de Ramiro Ledesma Ramos y de
José Antonio Primo de Rivera. (Stanley Payne. Historia del fascismo español)
Sabino Arana
FASCISMO NACIONALISTA DE SABINO ARANA
Lamentos de un orate nacionalista: “El yerro de los vizcaínos del siglo pasado y del
presente, que ha causado la ruina de nuestra patria, es el españolismo. Españolismo
ha habido en nuestros gobernantes, españolismo en nuestros historiadores,
españolismo en nuestros juristas y de españolismo ha estado inadvertidamente
inficionado el pueblo vizcaíno en general. Hay maketismo o españolismo en todas las
esferas de la sociedad vizcaína; lo hay en las autoridades eclesiásticas y civiles, en la
prensa periódica, y no periódica, en las sociedades políticas y de recreo, en las
asociaciones religiosas y profesionales, en las órdenes y congregaciones religiosas,
en el clero, en las industria, en el comercio, en la propiedad, en el trato social y, por
último, en el matrimonio. ¡Un siglo entero de españolismo, de degradación, de miseria,
de ruina, un siglo de aberraciones, de tinieblas, un siglo de esclavitud! Necesario es
que todos los vizcaínos reconozcan sus pasados errores españolistas y destierren
radicalmente de su mente y desarraiguen de su corazón los sentimientos, las
inclinaciones y el modo de ser españolista. ¡Malditos sean los vizcaínos de principios
de siglo, malditos sean porque no supieron imbuir en la mente de nuestros padres
otras ideas que las españolistas! ¿Quién fue el perverso vizcaíno, el traidor a la patria
que ha permitido tan extremo cruzamiento de la raza nacional con la enemiga, tanta
irreligiosidad, tanta corrupción? Entre el cúmulo de terribles desgracias que afligen hoy
a nuestra amada patria, ninguna tan terrible y afectiva como el roce de sus hijos con
los hijos de la nación española. Tanto están obligados los vizcaínos a hablar su lengua
nacional, como no a enseñársela a los maketos españoles. Si a esta nación latina
(España) la viésemos despedazada por una conflagración intestina o una guerra
108
internacional, nosotros lo celebraríamos con fruición y verdadero júbilo, así como
pesaría sobre nosotros la mayor de las desdichas el que España prosperara y se
engrandeciera.” Trascripción fragmentaria del libro “De su alma y de su pluma”, obra
de un auténtico paranoico.
Se le escapa de la boca una mentira que sonrojaría a cualquier persona con la
mente en sus cabales: “¡Este mismo odio nos tienen los españoles! “ No es cierto,
señor Arana. Ni tampoco los vascos a los españoles, según le hemos oído a usted
reprocharles que no los odien, renglones más arriba. ¡Ojalá el Juez de Todo Lo Alto,
en el que usted cree, no le haya registrado sus palabras para tenerlas en cuenta el
Gran Día del Juicio, pues entonces sí que resonarán en toda la tierra las voces de los
hombres civilizados, señalándole a usted con el dedo: ¡Tú eres el que odias, tú eres el
que has imbuido el odio en el corazón de los que empuñan las pistolas para sembrar
la muerte, enarbolando las viles banderas del nacionalismo inhumano! ¡Cuán
perniciosos sois para los pueblos quienes, como las serpientes, sólo generáis ponzoña
en vuestro cuerpo y la inoculáis en los que habéis engañado con vuestras falacias
racistas! En octubre del 1980 España entera se conmocionó con la terrible tragedia de
los escolares de Ortuella, que murieron a causa de la explosión habida en la cocina
del colegio público. Por aquellas fechas el autor de este libro se hallaba en el
Benalmádena. Recuerda que todos los alumnos del Colegio Poeta Salvador Rueda,
chicos y grandes salieron de las clases y se reunieron con sus profesores en derredor
del jardín, donde se procedió a la plantación de un árbol en memoria de los “Niños de
aquella escuela vasca,” Existe en el jardín el árbol, bello y lozano y aún le siguen
contemplando los escolares, ya adultos, con el corazón lleno de sentidos recuerdos.
Murió usted, señor Arana, corroído por el odio. Pero del árbol que fue sembrado como
símbolo de una muerte injusta, sólo brotan hojas, perfume y flores. A quienes
asistieron a su siembra todavía se les enciende en el corazón una inextinguible llama
de nostálgicas memorias. Se renuevan las lágrimas aún de los que en la luctuosa
fecha, siendo niños, estuvieron presentes en el acto y oyeron la lectura de los versos
que siguen:
He aquí el árbol que hemos plantado
hoy, 31 de Octubre del Año 1980
los niños del Colegio Poeta Salvador Rueda
en la tarde de hoy, 31 de Octubre.
Frente al mar azul del Mediterráneo
los niños del Colegio Poeta Salvador Rueda,
frente a su mar azul Mediterráneo,
un árbol siembran hoy los niños del sur
109
para vosotros, niños que fuisteis
pequeñas florecillas de los abrigados valle del norte
Este árbol crecerá por vosotros,
a quien la gélida mano de la muerte no os dejó crecer
para que fuerais nido de voces y gritos de alegría.
Este árbol elevará sus brazos al cielo
para llamar a los pájaros,
por vosotros, que no pudisteis abrirlos ya los otros días
para llenarlos con los colores de las mariposas
ni con los gorrioncillos que acudían a vuestros juegos.
Este árbol echará raíces
en la tierra que os negó tempranamente
el círculo para jugar a la raya y a la comba.
Se agarrará fuertemente a la tierra
con los millares de brazos de nuestra férrea voluntad,
que hoy, 31 de Octubre, se opone inexorablemente
a que vuestro recuerdo
quede archivado para siempre,
tras la huera palabrería
de las necrologías oficiales.
Cada flor que brote en él
será la vida imposible que os arrebató la Muerte,
en una tierra donde inmisericorde también espía
la inocente alegría de los niños que juegan.
Con ademán seco y huraño
la descarnada mano os ha helado la risa,
cuando más gozosa y libre
revoloteaba sobre vuestra candorosa rueda.
En cada hoja, en cada nervio, en cada rama,
en todo el oleaje efervescente de su savia
apretada en el verdor futuro de la copa,
irán empujándose, roncos de gritar,
nuestros no rotundos
al desprecio con que hoy se pisotea
la vida de los humildes,
de los débiles,
de los niños,
110
de todos cuantos aman la vida
entregados a los dulces efluvios del amor.
Niños de Ortuella:
ningún dios, ningún mago, ningún genio,
por conjuros, oraciones o alquimia,
conseguirá que vuestros corazones vibren de nuevo.
Nosotros, que hemos descubierto
al conocer vuestra muerte
que os habíamos amado desde siempre,
tampoco podríamos iros a buscar
a las silenciosas orillas
y traeros aquí, para que siguierais jugando.
Pero hemos plantado este árbol,
hemos plantado una vida.
Él nos recordará
la que perdisteis
una aciaga mañana de Octubre
del Año 1980.
FÁTIMA
Juan Pablo II tuvo que vencer la resistencia de la curia vaticana antes de confiar a
la Humanidad el tercer secreto de Fátima. Cinco cardenales de peso conocieron las
intenciones del Papa un mes antes de viajar al santuario portugués, y le recomendaron
que tuviera bajo llave el último gran enigma de la Iglesia Católica. El papa polaco tuvo
acceso al tercer secreto no bien fue proclamado heredero de Juan Pablo I, pero no
entendió las claves del mensaje hasta que Mehmet Alí Agca le disparó a quemarropa
el 13 de mayo del 1981. Cumplidos diecinueve años del atentado, el pontífice regresó
al santuario de Fátima para beatificar a los pastorcillos y desvelar unilateralmente el
contenido de la última profecía mariana. La interpretó en términos de cuestión
exclusivamente personal: La Virgen de Fátima predijo a los pastorcillos la agresión
criminal de la Plaza de San Pedro. “Un obispo blanco”diana de las balas asesinas
podría haber sido Monseñor Romero, arzobispo de Nicaragua, agujereado a tiros
delante del mismo altar en la catedral americana. Mas, como las profecías son tan
imprecisas, el Papa Woytila reclamó para sí la corona del martirio. Los analistas se
han mostrado preocupados por estos devaneos seniles del pontífice, pues dicen muy
bien que las profecías nunca se deben descubrir a toro pasado. Ya no tienen ni chispa
de interés.
111
FAVORITISMO SIN TAPUJOS
A los dieciséis años un joven está en edad escolar. Pero don Ambrosio Ignacio
Spínola y Guzmán fue una excepción. Con esa edad Felpe IV le nombró Rector de la
Universidad de Salamanca. No debe de asombrar: aún más jovencitos, los hijos de las
familias nobles ocupaban sillas arzobispales de las más linajudas diócesis de la
Corona. Para los cargos alegremente remunerados o las dignidades de elevadas
cumbres la corta edad no constituía un impedimento ni para el solo pontificio. ¡Qué
tiempos aquellos! (Y éstos.)
FECUNDACIÓN IN VITRO
Con objeto de asegurar la corona en un miembro de su familia, Federico el Grande
de Prusia, a quien la Naturaleza no dotó de la necesaria capacidad para fecundar el
vientre de su real esposa, convenció a su cuñada la princesa Fernando 1 , que
socorriese esta necesidad de la dinastía abriendo la puerta de su alcoba las veces que
fuese preciso al caballero Schmettau; el cual cumpliría en la cama con absoluta
garantía la función que le correspondía al propio rey de darse a sí mismo
descendencia. El caballero Schmettau, en el colmo de la ventura que le había
proporcionado su papel de garañón real, no dejaba de felicitarse por ello, ni tampoco
de frecuentar la cámara nupcial más de lo que se le había ordenado, hasta el punto de
que empezaba a temerse que los hijos se reproducían allí dentro con más velocidad
que los hongos. ¡Basta ya de hijos, caballero! le ordenó malhumorado Federico el
Grande. Si mi cuñada queda otra vez embarazada, os encierro por el resto de
vuestra vida en una mazmorra, igual que a la princesa Fernando, a diez mil leguas de
su merced, ¡naturalmente!
FEDERALISMO
“El federalismo es un sistema por el cual los diversos grupos humanos, sin perder
su autonomía particular y peculiar, se asocian y subordinan con otros grupos similares,
para la obtención de objetivos comunes. Constituye, por consiguiente, la forma de
organización más adecuada al carácter de nuestra nación, formada por provincias que
en tiempos fueron reinos independientes y que, incluso hoy día, se encuentran
profundamente divididas por sus diferentes leyes y costumbres. De aquí que en todas
las grandes crisis que la nación ha atravesado desde el comienzo del presente siglo, la
primera cosa que le ha ocurrido ha sido que las provincias han buscado su seguridad y
sus fuerzas dentro de sí mismas, sin peder de vista la unidad esencial de todo el país.”
Pi y Margall
FE ILUSTRADA
1
No es extraño encontrar estas incorrecciones gramaticales en algunas casas reinantes del
norte de Europa y en la Rusia imperial
112
Arfe labró en una de sus custodias eucarísticas una figurilla representando a la Fe
con un libro que sostiene en la mano (la Fe ilustrada). Verdadera y auténtica novedad
para su época. ¡Toda una Fe ilustrada!
FESTIVIDADES RELIGIOSAS QUE SE PROPASAN
“Cualquier tipo de festejos vergonzosos ha de ser extirpado del recinto sagrado de
las iglesias, en el cual Nuestro Redentor Jesús, ante cuyo nombre se dobla toda
rodilla, se inmola por nosotros siempre. Se ha introducido cierta réproba costumbre,
dentro tanto del edificio de nuestra iglesia metropolitana, como en las restantes
iglesias y catedrales de nuestra provincia eclesiástica, en la celebración de las fiestas
de la Navidad de Nuestro Señor Jesucristo, de San Esteban, San Juan y los Santos
Inocentes, y en algunos lugares también en determinados días festivos, incluso en ls
celebraciones de las misas de nuevos sacerdotes, de desarrollar durante la
celebración de los oficios divinos, representaciones teatrales, máscaras y torpes
espectáculos, la mayoría de ellos ficciones escénicas deshonestas. Surgen
desórdenes y revueltas, también se cantan canciones torpes, se escuchan palabras
malsonantes, de tal proporción que obstaculizan el desarrollo de los cultos e impiden
la devoción del pueblo. Con la aprobación del Consejo Sacerdotal y con nuestra mayor
energía Nos prohibimos la celebración de este género de escandalosos espectáculos
introducidos en todas las iglesias de nuestra provincia diocesana, mientras se ofician
los cultos litúrgicos.”Tales fueron la prohibiciones de la Constitución XIX del Concilio
Provincial de Arganda de 1473, presidido por el arzobispo de Toledo Carrillo de
Albornoz.
FEMINISMO
Clodia era en aquellos tiempos la “primera dama” de la ciudad y hacía escuela
sobre las demás mujeres. Era feminista, salía de noche y, cuando encontraba a un
conocido, en vez de bajar púdicamente los ojos como todavía se estilaba, le abrazaba
y le besaba. Invitaba a cenar a los amigos, cuando el marido estaba ausente, afirmaba
el derecho a la poligamia también para las mujeres y lo practicó sin tacañería,
tomando amantes a docenas. Uno de ellos fue Catulo, que desahogó el desafecto de
Clodia en sus versos.
Antifeminismo es un fenómeno social que nos viene de los antiguos, cuando
legislaron que no se llevase mujeres a las tierras de los aliados ni a provincias
extranjeras; que donde están las mujeres, embarazan y estorban muchas veces la paz
con sus excesos y disoluciones y la guerra con el menor temor; que este sexo no es
solamente flaco y poco apto para los trabajos y cruel, ambicioso y deseoso de mandar,
si se le deja la rienda; que lo pensasen bien y hallarían que de todas las quejas de
residencia, las culpas principales se imponen de ordinario a las mujeres.” (Severo
113
Cecina, cónsul, ante el Senado, para que éste no permitiese que ningún gobernador
llevara consigo a su mujer a la provincia). En la misma asamblea Valerio Mesalino
abogaba porque “teniendo que ir el soldado a la guerra sin embarazos ni estorbos,
volviendo de ella, ¿qué recreación y disfrute más honesto puede concedérsele que su
propia mujer? Lo recuerda la conocida frase “ la mujer es el descanso del guerrero”. La
Ley Opia, promulgada el año 341 de Roma por el tribuno C. Oppio, prohibía a las
mujeres poseer para su uso más de media onza de oro, llevar vestidos de varios
policromados y hacerse llevar por Roma en carruaje tirado por caballos.
FEUDALISMO
El rey visigodo hacía concesiones de tierra a aquellos godos que conjuntaban a un
grupo de soldados de a caballo para ayudarles en sus guerras. Se llamaban
gardingus, tal vez con el significado de patrono. El significado de estas concesiones de
tierras es evidente para el conocimiento de los orígenes del feudalismo. Pecaríamos
de prudencia excesiva si no concluyéramos que el rasgo fundamental, en su sentido
más estricto del feudalismo, es militar y existió ya en el reino visigodo del siglo VII.
FEUDALISMO PAPAL
Ya desde el siglo IV el obispo de Roma vive como un auténtico señor feudal. Jesús
y la salvación del alma han pasado a ser un mero formulismo para indicar simplemente
los orígenes divinos de la institución. La mano de obra de esas oscuras épocas de la
historia humana eran los siervos. Los obispos de Roma, conocedores de la figura
jurídica de la manumisión, es decir, de la concesión de la libertad del siervo por la
generosidad de su dueño, no sólo vivieron de espaldas a ella, antes por el contrario se
opusieron tajantemente a su implantación en las dominios territoriales de la Iglesia. No
basaban su argumentación en ningún texto evangélico, pues explicaban que los
siervos son bienes eclesiásticos inalienables, que pasan con la herencia de las
donaciones agrícolas, exactamente igual que los árboles, el ganado y los pozos.
FIESTAS SATURNALES
Caían a mediados de diciembre, y estaban dedicadas a Saturno. Podría afirmarse
que se anticipaban a las cristianas de Navidad. Había permisividad para todo, pero
llama la atención que los amos hacían el papel de siervos y éstos de amos,
sentándose a la mesa los esclavos para ser ellos los servidos. Tal como eran en sus
orígenes paganos, parece que el cristianismo las copió, añadiéndoles un rasgo muy
humano, lavarles el obispo a doce esclavos los pies. Jesucristo que conocía esta
costumbre pagana, se los lavó en la Última Cena a sus doce discípulos.
FIESTAS DE LAS LÁMPARAS
Igual que en nuestros pasados tiempos de la infancia llevábamos en la oquedad de
las sandías una vela encendida, en Atenas se celebraban unas fiestas que consistían
114
en divertirse paseando lámparas por las calles. Se llamaban lyjnokausía, días festivos
en cuyas noches se solazaba la gente yendo por la ciudad con antorchas o lámparas
encendidas. No son escasas las diversiones públicas que nos legaron los antiguos.
FLOR
En el Renacimiento surgió la afición a las plantas. Pronto se tradujo a Teofrasto,
Dioscórides, Plinio1. Fue entonces cuando los artistas empezaron a incorporar flores a
sus cuadros: primeramente Verrocchio y sobre todo el delicioso Boticelli, en cuyos
cuadros se han contado hasta cuarenta clases de flores. Es curioso cómo
anteriormente figuraban con profusión en las orlas de los libros de horas de la Edad
Media; en cambio sólo aparecen de manera tímida en los cuadros del siglo XVI. Aquel
precioso ramo de rosas y azucenas que pone el Greco a los pies de la Virgen en el
extraordinario cuadro de la Asunción; y también del mismo Greco, la margarita en el
pelo de la Dama de la Flor. Más tarde Labrador adorna con flores algunos cuadros y,
avanzando el siglo XVII Antonio Mohedano y Vanderhamen, paran llegar al máximo
esplendor con Arellano en el mismo siglo.
FORMOSO, O LOS PAPAS TORTURADOS
No escasean documentos y testimonios concluyentes, donde los Papas de Roma
aparecen faltos de los principios más elementales de la caridad fraterna. Recuérdese,
si no, aquellos lamentables personajes que, enzarzados mutuamente en sus disputas
por la tiara pontificia, se la ciñeron sin escrúpulos, dividiendo a los cristianos en
contiendas de jefaturas supremas enemigas. Pero uno de los escándalos más
tristemente célebre de cómo el odio teológico alcanza las cotas ínfimas de la
perversión se escribió en las postrimerías del siglo IX, bajo el reinado del papa
Esteban VI. A los nueve meses de inhumado su antecesor Formoso, ordenó que fuera
desenterrado para someterlo al juicio de un tribunal eclesiástico. Una momia en plena
descomposición fue sentada durante tres días en un sillón, revestida de los
ornamentos pontificales y acusada de ambición y prevaricación por unos cuantos
obispos designados arbitrariamente por Esteban. Una vez concluido el necrófilo
cónclave, se destituye de su alta magistratura al esqueleto con enconada avulsión de
las vestiduras sagradas, se le cubre con harapos y, finalmente, se entrega el despojo
fúnebre a la masa popular vociferante. Arrastrado por las calles de Roma entre
risotadas e indecencias, las aguas del Tíber acogieron piadosas el triste pelele de
huesos y carne acartonada, que la chusma le arrojó desde la orilla.
Casi por las mismas calendas se inscribe en los fastos de la crueldad más salvaje
la prisión de un desdichado Juan XVI en el Castillo de Sant´Angelo, cárcel de los
1
Naturalistas de la antigüedad clásica
115
Papas. Preceptor del emperador Otón II, el monarca le recompensó con la silla de San
Pedro, una vez que expulsó de ella al que la ocupaba. Naturalmente, cuando el
emperador cascó, el desterrado regresó a Roma y de nuevo se instaló en el trono del
que le habían echado. Encerró de inmediato en una mazmorra del castillo al papa
Juan, y nadie sabe por qué razones le alargó la vida, si fue porque le repugnaba
ejecutarlo él mismo con sus propias manos o dejarlo a expensas de un suplicio diario a
manos del verdugo. Lo cierto es que convirtióse en mero y gozoso espectador
sometiendo a su enemigo a un estudiado horario de las horas canónicas: al rezo de
maitines, extirpación de las orejas ; al de laudes, cercenamiento de los labios; a las
vísperas, amputación de las manos; finalmente, encegamiento de los ojos, a las
completas. Adobado estaba pues este nuevo Cristo en su coronación de espinas, para
presentarlo al populacho: Ecce homo, he aquí a vuestro rey, Ciego, sordo, manco,
desorejado y monstruoso de rostro, subiólo a lomos de un borrico, lo paseó por la
Ciudad Santa, después de haberle entremetido en los muñones de las manos el propio
rabo del animal, como si fuera el cetro o las llaves de san Pedro. De este guiñapo de
hombre se compadeció un santo cenobita, le pidió al papa el despojo humano que
había quedado y llevóselo consigo a su monasterio, en el que acabó su malaventurado
calvario Juan XVI.
FORNICACIÓN PÚBLICA
La Naturaleza ha privado a la mayoría de los animales de la virtud del pudor. La
actividad fisiológica que el ser humano desarrolla en lugares reservados y a
escondidas de miradas impertinentes, las bestias las ejecutan a la luz del día, allí
donde les pilla. Mas para los ausées, habitantes de las orillas del río Tritón, las
mujeres no eran tan propiedad del marido como para no permitírseles ir por las plazas,
por las calles, por el campo, en lugares públicos o solitarios y ayuntarse a la
intemperie delante de todo el mundo, con el primer varón que tropezaran. Esta libertad
absoluta de rendir devoto culto a Venus doquiera el varón le echase la mano a una hija
de Adán, en presencia o no de mirones curiosos, motivó que trimestralmente los
hombres se reunieran para determinar la paternidad de las hornadas de hijos que,
como es presumible, deberían de fraguarse periódicamente en las generosas entrañas
del vientre femenino.
FRANCO, DOS DÉCADAS DESPUÉS
En una modestísima esquela mortuoria, que no habría desajustado el presupuesto
de su Secretaría de Finanzas “la Junta Provincial de la Hermandad Nacional de
Alféreces Provisionales invita al pueblo de Córdoba a participar en la Santa Misa que,
en sufragio de las almas de estos dos insignes españoles, Franco y José Antonio
Primo de Rivera, se oficiará a las ocho de la tarde de hoy martes día 1 de abril, en la
116
iglesia del Hospital de San Jacinto (Nª Sª de los Dolores).” Exige esta nota informativa
que el lector sea advertido acerca de la incapacidad del templo aludido, donde apenas
un centenar de personas pueden reunirse con relativa comodidad. La realidad de esta
afirmación, fácilmente comprobable, evidencia que los dos insignes españoles, por
cuyas almas se ofrece el sacrificio incruento de la misa, han pasado ya a formar parte
de unas cuantas páginas de la historia de la “España Profunda”, y que sólo en un
reducido número de ancianos despiertan aún añoranzas, perfectamente comprensible
en ellos; pero traérselas a la memoria del “pueblo de Córdoba”, precisamente el 1 de
Abril, festividad de su victoria, produce el efecto de recordarle que las tapias del
Cementerio de la Salud contemplaban horrorizadas cada amanecer el fusilamiento de
cientos de ciudadanos arrastrados a ellas por el odio y por la vil venganza personal.
FRUTA DEL OLVIDO
Un pueblo mítico, los lotófagos, mencionado en la Odisea (IX, 82), se alimentaba
de la flor del loto. Quien, de paso por este pueblo, comiera dicha fruta, se olvidaba de
volver a su patria y se quedaba para siempre allí.
FUEROS VASCOS
Los fueros vascos quedaron derogados en las siguientes sesiones de las Cortes
de Cádiz, desde 1812, como consecuencia ineludible del principio de igualdad de
derechos de todos los ciudadanos.
FUMAR EN EL SIGLO PASADO
(1897) En aquellos tiempos dio lugar a infinitas polémicas algo que preocupó por
igual a todos los concurrentes de espectáculos públicos. En la mayoría de ellos se
estableció la costumbre de fumar dentro de la sala donde se verificaba la
representación, en la que se producía una atmósfera irrespirable,
con el riesgo
consiguiente a los estragos de un incendio. La mala costumbre fue tomando carta de
naturaleza, especialmente en los teatros de carácter popular, los cuales ofrecían
aspecto bien distinto de ser templos del arte, porque el aire enrarecido, sobrecargado
de humos hacia odioso aquel ambiente. La falta de respeto de los aficionados al
tabaco costó ímprobo trabajo desecharla de los salones de espectáculos, y obligó a
las autoridades a adoptar enérgicas medidas.
GAFAS
Llevar anteojos o gafas hace dos o tres siglos era sencillamente una moda. De esta
forma las usaba Quevedo. La moda duró bastante. Se usaba gorra y anteojos, sólo por
ceremonia o por el bien parecer.
GALDÓS
María Guerrero, la gran actriz del teatro español del siglo pasado, estrenó en el
teatro de la Comedia la obra de Galdós “La de San Quintín”. Fue tal el entusiasmo del
117
público asistente al estreno que a duras penas se evitó que invadiera el escenario para
juntarse con el autor en un fervoroso abrazo. Al salir del teatro, imposible le fue
poderse desasir de la muchedumbre que le esperaba en la calle para aclamarle. El
carruaje que le aguardaba tuvo que abrirse paso con la colaboración de los guardias
municipales por entre el ruidoso tumulto. Una noche memorable para Don Benito
Pérez Galdós y para la historia del teatro español.
GALERAS
Además de un tipo de barcos usados en siglos pasados, se daba también este nombre
a las “Casas de trabajo y labor”, en las que se recluía a las mujeres vagabundas para
enseñarles algún oficio propio de su condición: hilar algodón, lino, estopa y estambre,
torcer hilo...
GALLOS CAMUFLADOS DE HUMANOS
En el relato “El sueño o el Gallo” cuenta Luciano que “un joven llamado Alectrion
era amigo del dios Ares, bebía con éste, le acompañaba en las fiesta y participaba de
sus aventuras amorosas. En efecto, cada vez que Ares acudía a mantener relaciones
adúlteras con Afrodita, se llevaba a Alectrion; y, temeroso de que Helios los
sorprendiera y se lo contara a Hefesto, solía dejar siempre en la puerta al joven, para
que le advirtiera de la salida de Helios. Hasta que un día se quedó dormido Alectrión y
traicionó la vigilancia involuntariamente, de manera que Helios se acercó sin ser
advertido junto a Afrodita y Ares, que dormía en la creencia de que Alectrión le avisara
si alguien se aproximaba. Así fue como Hefesto, informado por Helios, atrapó a los
amantes, tras rodearles y darles caza con las redes
que de tiempo atrás había
construido para ellos. En cuanto Ares se vio libre, dio suelta a su cólera contra
Alectrión y lo convirtió en un ave de este género, con armas y todo, de suerte que aún
lleva el penacho del casco sobre la cabeza.
Para la comprensión de esta fábula, Hefesto era el marido de Afrodita y Helios, el
sol, cuya presencia en la escena indicaba que la traición de alcoba terminaba ya
entrado el día. En cuanto a Alectrión es la personificación del gallo. Tal es el
significado de dicho sustantivo.
GALLOS COMBATIVOS
La afición a las peleas de gallos se remonta a los tiempos más antiguos de la
Humanidad. Plinio, que escribió una historia sobre animales, cita una ciudad de Beocia
(Tanagra), que adquirió reputada fama por sus combates de gallos.
GARANTÍA
Su fórmula jurídica: “Lo cual queremos guardar y cumplir e dos e tres veces, una e
dos e tres veces, según fuero e costumbre de España. (Treguas entre el Maestre de
Calatrava y el Condestable de Castilla Miguel Lucas de Iranzo. siglo XV.
118
GATO
¡Ay de los gatos si sucede algún incendio, desgracia para ellos fatal y suprema
cuita! Porque los egipcios, que les son supersticiosamente afectos, sin ocuparse de
extinguir el fuego, se colocan de trecho en trecho como centinelas, con el fin de
preservar a los gatos del incendio; pero éstos, por el contrario, asustado de ver tanta
gente por allí, cruzan por entre los hombres, y a veces para huir de ellos, van a
precipitarse en el fuego; desgracia que a los espectadores llena de pesar y
desconsuelo. Cuando fallece algún gato de muerte natural, la gente de la casa se rapa
las cejas a navaja; pero al morir un perro, se rapan la cabeza entera y además lo
restante del cuerpo. Así respetaban a sus perros y gatos los egipcios del tiempo de las
pirámides.
GENEROSIDAD
Siliconte, vecino y natural de Samos, fue a Egipto como solían ir los griegos en la
antigüedad para comerciar, alistarse de mercenario en el ejército, o simplemente por
gusto de viajar y conocer mundo. Silisonte salió de su posada luciendo un hermoso
manto grana, con el que se paseó hasta llegar a la plaza de Menfis, donde le vio
Darío, que a la sazón servía en el cuerpo de alabarderos de Cambises, y se prendó de
la deslumbrante vestidura del joven griego. Le suplicó que se la vendiera; mas el
aludido se desprendió al momento de su bello manto, se lo regaló al que se había
interesado por su compra y continuó su paseo, como si fuese cosa de poco pelo tan
inusitada esplendidez. Con el tiempo Darío llegó a ser rey de Persia, y Siliconte, amigo
de pasear de la Ceca a la Meca, se hallaba esta vez en tierras de Darío y deseó
saludarle. Comunicáronselo al rey, el cual se extrañó de que un griego se interesaba
por él. Haciéndole traer a su presencia, Silisonte le recordó el obsequio de la capa.
Darío, que no había olvidado tan alto grado de generosidad, le ofreció cuanto quisiera
de todos los tesoros reales. Silisonte sólo le pidió que libertara a su patria Samos del
tirano que la dominaba. Darío aprestó un ejército y entró en Grecia, adonde nunca
hasta entonces había intentado ir.
GEOMETRÍA
Herodoto explica su origen: “El propósito que se impuso el monarca Sesostris
construyendo tantos canales de riego desde el cauce del Nilo fue proveer de aguas a
los vasallos que habitaban lejos de las orillas. Atravesado de esta manera el Egipto,
hizo la repartición de los campos, dando a cada egipcio una suerte igual de terreno,
imponiéndole una cierta contribución, con la cual medida arreglaba al mismo tiempo
las rentas anuales de la Corona. En caso de que destruyese parte de algunas suertes,
debía su dueño dar cuenta de ello al rey; el cual, informado del caso, mandaba a sus
peritos medir de nuevo la propiedad, para que, en vista de lo que había desmerecido,
119
su dueño contribuyese menos al erario, a proporción del terreno que le quedaba.
Nacida de tales principios la Geometría, creo pasaría después a Grecia, conjetura que
no es extraña, pues que los griegos aprendieron de los egipcios el reloj de arena, el
gnomon1 y el repartimiento civil de las doce horas del día”
GOBERNANTES (EN BUSCA DE BUENOS...)
Mileto cuna de Tales, uno de los Siete Sabios de Greciaandaba envuelta en
discordias civiles y sumida en el mayor desgobierno. Nombraron sus habitantes una
comisión de ciudadanos de la vecina ciudad de Paros famosa por sus mármoles,
con objeto de que, viniendo a Mileto, observasen el devenir de los acontecimientos
públicos y dieran solución al desorden de la ciudad. Lo que hicieron los parios en
cumplimiento del deseo de los milesios fue muy sencillo: se dedicaron a recorrer los
campos circundantes de la ciudad, de los que apreciaron que unos estaban muy bien
cultivados y florecientes; y otros, no obstante, se hallaban dominados por la maleza y
entregados al más completo abandono. Terminado el recorrido, reunieron a los
milesios y les dieron el consejo de que nombrasen gobernantes a los propietarios de
las tierras bien gobernadas, pues quien administra sabiamente su patrimonio particular
dijeron, sabe también hacer prosperar la riqueza del Estado
GUERRAS Y POBRES
Los pobres no quieren ir a la guerra desde muy antiguo y hasta desobedecían la
llamada a las armas, particularmente cuando la guerra se hacía de una ciudad contra
otra. Es más: algunos de ellos se atrevían a decir que abandonarían la ciudad. Se
exhortaban unos a otros a no permanecer en una ciudad que no les hacía partícipes
de ningún bien. Por aquel entonces aún no habíase descubierto la tan beneficiosa
“objeción de conciencia”, fenómeno netamente natural de repugnancia belicista,
aparecido en las sociedades más avanzadas.
Dionisio de Halicarnaso alaba la forma de solucionar su enfrentamientos la
aristocracia y la plebe, después de la expulsión de los reyes, en un conflicto en el que
sólo la palabra ante el Senado o ante la Asamblea del pueblo dirimió las diferencias
existentes. Cada grupo expuso sus razones, todos votaron unas u otras; y eso que al
final del largo proceso de enfrentamiento nada más que se dictó una sentencia contra
un patricio, accediendo el Senado al respeto de la ley, que permitía a los tribunos de la
plebe citar a juicio público a cualquier senador que delinquiera contra la comunidad.
La guerra ha constituido una especie de diversión, según se puede desprender de
un texto de Tácito en el que describe el asalto de los soldados de Vespasiano sobre
Roma contra las tropas que defendían al emperador Vitelio: “Estaba el pueblo desde
1
Instrumento de astronomía usado para medir la altura del sol
120
las murallas animando a los combatientes, tal cual un espectáculo de juegos de
broma, con voces y aplausos, ya en favor de unos, ya en favor de otros. Y cuando una
de las partes combatientes flojeaba o se escondía en las tiendas de campaña o por las
casas, gritaban detrás de los vencedores diciendo que los sacaran de allí y les
quitasen la vida; y esto, por gozar ellos de la mayor parte de la presa; porque
atendiendo los soldados a la sangre y a la matanza, quedaban al vulgo los despojos.”
Tal vez no fuera para hacer la guerra más divertida, pero es lo cierto que a las
guerras no les faltaba la música, como no sin cierto carácter humorístico la adobaron
los espartanos, que iban al combate no al clamor de las trompetas, sino al acorde de
las flautas, liras y cítaras. Los grandes músicos de la época, durante la Guerra de
Mesenias, Terpandro de Lesbos y Tirteo el ateniense, fueron llamados a Esparta en
momentos de grandes revueltas. ya que la música no podía faltar en manera alguna,
como bien acompañante de las faenas guerreras.
Se necesitaban las guerras hasta tal punto que, para no darles pausas ni
descansos, se acudía al soborno. Por ejemplo, en Roma les untaron las manos a los
pobres y esclavos para desestabilizar a la ciudad con una discordia civil que pondría el
poder en manos de la aristocracia. La abortó el cónsul Sulpicio. No empleó un método
duro y autoritario para ello, mas uno razonable, seguro y consecuente con la forma de
gobierno democrática entonces establecida. En efecto, no quiso que los ciudadanos
fueron apresados ni llevados desde sus casas a la muerte, arrancados de sus
mujeres, hijos y padres, llegando al derramamiento de sangre civil. Preparó una
encerrona a los jefes de la intentona y, sorprendidos en una reunión conspiradora,
ninguno intentó negar nada. Los cónsules se trasladaron al Senado para pedir opinión,
Después volvieron a la asamblea del pueblo y leyeron la opinión del Senado. La
multitud congregada confirmó la decisión de que se les impusiera a los jefes de la
conspiración la pena de muerte.
En el texto de Tácito, que se cita a continuación, se señala la razón de las guerras
exteriores de los romanos. “Era ya usual y acostumbrado que hubiera concordia en la
ciudad cuando Roma se encontraba en guerra con pueblos extranjeros y que
surgieran decisiones propias de tiempos de paz (igualdad de derechos, distribución de
tierras, abolición de deudas). Conociendo esto, los que accedían al Consulado
recibían como algo providencial el hecho de que se originara alguna guerra fuera de la
ciudad. En el caso de que faltara el pretexto, porque los enemigos estuvieran
tranquilos, los mismos cónsules maquinaba acusaciones y motivos para declarar la
guerra, ya que veían que la ciudad se hacía grande y próspera por medio de los
conflictos bélicos y, en cambio, se empequeñecía y debilitaba a causa de las
sediciones internas”
121
GUITARRA Y ORQUESTA
La guitarra se incorpora por vez primera a todas las orquestas desde que se
difunde el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.
HABITANTES DE LA ISLA DEL SOL
Cierto Yámbulo, interesado desde niño por la educación, tras la muerte de su
padre se había hecho comerciante y recorría la zona de Arabia más productora de
especias. Fue asaltado por unos ladrones, junto con sus compañeros y se los llevaron
a la zona costera. Los habitantes de esta tierra, al ser Yámbulo y los suyos
extranjeros, los habían consagrado para la purificación de la isla. Cuando ya se hubo
hecho, les prepararon un barco de tamaño suficiente, colocaron en él comida y, tras
embarcarlos, les ordenaron que navegaran mar adentro conforme al oráculo que
habían consultado previamente. Tras haber navegado por el ancho mar y ser
zarandeados durante cuatro meses por las tormentas, fueron arrastrados a la Isla del
Sol. Algunos nativos salieron a su encuentro y condujeron la nave a tierra. Eran los
habitantes de esta isla de aspecto peculiar y muy diferentes en sus formas con
respecto a los de otros tierras habitadas. Eran de cuerpos extremadamente delicados,
pero mucho más fibrosos que los demás hombres; carecían totalmente de pelos en el
cuerpo, excepto en la cabeza, cejas y párpados, además de la barba; en el resto del
cuerpo eran tan lisos que no aparecía en su cuerpo el más mínimo vello. Eran,
además, de gran belleza y bien proporcionados en sus figuras. Los orificios del oído
eran muy anchos y habían desarrollado unas válvulas como protectoras de la laringe.
Tienen cierta particularidad en relación con la lengua, mezcla de la herencia y del
artificio; pues tienen una lengua doble en cierta extensión, pero la zona interior está
dividida de modo que llega a ser doble hasta la base. Por ello, son muy variados en
sus voces y no sólo imitan cualquier lengua humana articulada, sino también los
cantos de los pájaros; pero lo más paradójico de todo es que pueden hablar al mismo
tiempo con dos personas a la vez, contestando y conversando de manera
conveniente; porque con una parte de la lengua, dialogan con una persona; y del
mismo modo conversan con la otra parte de la lengua con la segunda persona. Los
hombres eran extraordinariamente longevos, viviendo casi ciento cincuenta años y la
mayor parte no padecía enfermedades. Al que quedaba mutilado o al afeado por
alguna malformación en el cuerpo, lo obligaban según la ley a abandonar la vida.
Tenían todos la costumbre de vivir una serie de años determinados y una vez
cumplido ese tiempo, de una manera voluntaria abandonaban la vida; de la cual se
apoderaba una muerte extraña, pues crecía entre ellos una especie botánica que,
cuando alguien dormía sobre ella, era vencido por el sueño de forma imperceptible y
dulce; y entonces moría. El hecho de que pasasen la vida sin revueltas se debía a que
122
las mujeres las tenían comunes y los hijos eran de todos, de tal modo que ni siquiera
las madres los reconocían de ellas. Por todo ello vivían sin disputas ni reyertas entre
ellos. Cuando llegaban a sus costas navegantes perdidos y permanecían entre ellos
unos meses, los dejaban ir, asombrados de lo que habían visto. Yámbulo quiso
quedarse a vivir en la isla del sol, pues era bella, tranquila y feliz: pero sus demás
compañeros le obligaron a regresar; y de nuevo se echaron al ignoto mar de regreso a
la patria.
HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE
En la legislación española los cementerios civiles estaban destinados a enterrar a
los que no habían muerto en el seno de la Iglesia, pues justo es que las leyes de un
país católico, como el nuestro, reservaran a la Dispensadora de las gracias celestiales
el privilegio de separar en cada población de más de seiscientos vecinos a los buenos
de los malos ya en la tierra, anticipándose al terrible día del Juicio Final, en que el
Eterno Juez asuma la enorme tarea de poner a su derecha una mitrad del género
humano y a su izquierda a la otra.
HECHICERO
Siempre que las ceremonias de magia se observen para el bien común, es claro
que el hechicero deja meramente de ser un practicón privado y en cierto modo se
convierte en funcionario público. El desenvolvimiento de tal clase de funcionarios es de
gran importancia para la Evolución, tanto política como religiosa de la ciudad. Por todo
lo cual habría que hacerse un listado de bienes comunes que pueden llegarles a los
pueblos por medio de la magia. Así, porcitar alguno, podría empezarse por el más
conocido en estos pueblos de Andalucía tan secos de lluvias, los rezos mágicos del
“Ad petendam pluviam”,” que entona el señor obispo frente a los campos resecos.
HEREJES
También los franceses quemaron herejes. El consejero Du Bourg (1559) fue
condenado por hereje y llevado solemnemente a la plaza de Grève lugar donde
ejecutaban a los delincuentes, en presencia de los miembros del Consejo Municipal,
vestidos con el atuendo propio de los regidores, acabó sus días en medio de una gran
multitud, achicharrado exactamente como se hacía en la denigrada plaza mayor de
Madrid en casos parecidos,
HEREJÍA PLAUSIBLE
Orígenes, santo padre de la Iglesia primitiva, lanzó una idea no del todo
descabellada, aunque fue reprobada por herética. Afirmó que Dios se reconcilia
totalmente con los hombres, de forma tal que no haya ninguno separado de Él en la
otra vida. La otra vida venía a ser para Orígenes un estar con Dios en un paraíso para
todo el mundo, sin exclusiones. La teoría, o herejía, como le habrán llamado los
123
teólogos ortodoxos, echaba por tierra el dogma del infierno. Fracasó la idea, no obtuvo
en las asambleas de los doctos los votos favorables y el Infierno (¡ay de nos!) continúa
devorando en medio de sus llamas a los pecadores de toda laya. ¡Qué le vamos a
hacer! Seguramente el Cardenal Razinger, ahora papa, convocará un concilio y le
darán al Infierno su finiquito definitivo.
HERNÁN CORTÉS TUVO UN PRECEDENTE
Cuenta Apiano en su Historia Romana (SOBRE Iberia) que, cuando Catón1arribó a
Iberia en el lugar llamado Emporion (Ampurias), se congregaron contra él los
enemigos desde todos los lugares hasta un número de cuarenta mil. Dispuesto a
empezar el combate, envió de regreso a Masalia (Marsella) las naves que le habían
traído, indicando al ejército con esta orden que ya era imposible volverse atrás y que
no existía más forma de salir de allí como no fuera con la victoria. Lo mismo hizo
Hernán Cortés cuando emprendió la conquista de Méjico. Pero Cortés destruyó todas
las naves.
HERODES, EL DE LOS SANTOS INOCENTES
Es inconcebible pensar que al “infanticida” Herodes gozaba de prestigio entre la
buena sociedad de Roma se le ocurriera la torpeza de perder su buen crédito con
una degollina tan vituperable como le endosa el evangelio de Lucas. Seguro que ni el
mismo Lucas se lo creyó. A los romanos les agradaban las fiestas del circo, de feroces
leones y denodados gladiadores, que se mataban entre ellos mismos. Pero jamás
hubieran aceptado como huésped de distinguido de la ciudad a un hombre que había
desnaturalizado su conciencia con la matanza de millares de recién nacidos. No se lo
hubieran perdonado.
HIGIENE URBANA
La acumulación de basuras llega a ser un problema de salud pública, al que
parece no saben dar los municipios la solución adecuada. Excrementos, envases de
plástico, botellas, vasos, papeles, enseres domésticos despanzurrados, colchones
destripados, todo se arroja a la vía pública. La calle se ha convertido en el vertedero
común y el más a la mano. La inmundicia se ha adueñado de ellas y se ha retrocedido
a los tiempos en los que era creencia generalizada y opinión de los médicos que
la porquería de las calles absorbía el aire y contribuía a proteger la ciudad de
epidemias mayores. Todos los intentos, por ejemplo, que hizo el ayuntamiento de
Madrid por dotar de higiene a la ciudad, fracasaron por la costumbre ancestral de
considerarse la calle vaciadero público y por el dictamen de la medicina de la época
1
Marco Porcio Catón general romano; participó en las guerras contra los galos y los pueblos
hispánicos
124
(siglo XVIII) que favoreció el mantenimiento de la creencia de que los estercoleros
urbanos revestían el carácter de un auténtico antídoto contra las epidemias.
He aquí algunas de las normas sobre buen gobierno e higiene que publica en un
bando el ayuntamiento de Córdoba en 842. Empieza, como cabildo integrado por
buenos católicos, por hacer primero una recomendación acerca de la buena higiene y
salud del alma, prohibiendo las irreverencias y las blasfemias contra Dios, la Virgen y
los Santos, las acciones y palabras obscenas e impuras, y toda disputa acalorada
sobre cualquier materia; el estacionamiento de muchachas y mujeres sin motivo
alguno razonable en las inmediaciones de teatros, cafés, bollerías, posadas y
cuarteles; las pedreas y juegos peligrosos en las calles, el maltrato al arbolado a los
jardines. Los sábados y vísperas de días de fiesta se obliga a los vecinos a barrer la
parte de calle que corresponde a sus casas y regarla en los meses de verano; a la
limpieza periódica de caños y desagües de sus domicilios y de las fuentes. No jugar en
las calles, plazas y extramuros de la población a juegos de naipes o chapas y, por lo
general, a ninguno que sea de envite, suerte o azar. Desde las diez de la noche se
cierran todas las tabernas y puestos de bebidas, salvo las noches estivales, en que no
se tomará en consideración un ligero aumento de la hora del cierre. En las ventanas,
balcones o torres no se colocarán macetas paradójicamente se advierte que ha de
esperarse a las horas de la noche para regarlas; no se permite correr caballos y
bestias, a no ser que se les regule el paso para no atropellar a la gente. Los coches de
seis mulas o caballos habrán de llevarlos conducidos por un delantero o zagal. Los
perros de mala presa y mastines no saldrán sin bozal. Monos, osos y otros animales
de mogigangas sólo andarán por las vías públicas con la oportuna licencia. Dentro de
las 24 horas de la llegada de los huéspedes, los posaderos y pupileros darán parte de
su llegada en la oficina de pasaportes, obligación que se extiende a los demás vecinos
en cuyas casas pernocten forasteros. Desde primero de mayo hasta finales de octubre
no se pueden tener cerdos en casa y por su puesto ningún día del año gallinas y gallos
por las calles. Quien traiga del campo leña verde de olivo a su casa habrá de acreditar
su legítima procedencia. En la caza no se utilizarán ni hurones ni otras clases de
alimañas.
Se publican en el mismo bando otras normas muy parecidas a las actuales, pero
con otras exigencias que hoy no se requieren, por ejemplo: el pan tenía que llevar
impreso en la corteza el nombre del panadero, además de estar amasado con harina
pura de trigo; los comestibles experimentaban cada ocho días una inspección técnica
en las mismas tiendas y sitios de despacho; únicamente se expendía carne
procedente del matadero municipal y se rechazaba por insalubre el pescado que no
fuera fresco. En los mesones se extremaba la vigilancia del buen estado de las ollas,
125
sartenes y demás vasijas de estaño, cobre o azófar, desechándose las mal estañadas.
En cuanto a la preparación de la comida, se penaba su cocción aprovechando
conjuntamente la del día con la sobrante del anterior. Hasta se obligaba el cambio
frecuente de agua a quienes vendían bacalao en remojo. El lechero, bien en local
propio, bien en venta callejera, no olvidará entre sus cachivaches el imprescindible
“lactómetro”; igual disposición habrá de observar el vendedor de leche de burra,
aunque la venta de ésta se efectúa a domicilio; pero tanto una como otra (igualmente
los animales) están sujetas a una inspección semanal realizada por el veterinario
municipal. A los infractores se les castigaba con una multa pecuniaria, pero a los
responsables municipales de las inspecciones y vigilancias, con la pérdida de sus
destinos. Es posible que esta última amenaza permitiera a nuestros bisabuelos gozar
de una cierta fiabilidad sobre lo que comían y bebía. Desgraciadamente la echamos
hoy de menos.
HIJOS, TUMORES DE LOS PADRES
“!Ojalá no me hubiera casado, que así moriría sin descendencia! se lamentaba
Augusto de sus nietos, a los que llamaba”sus tres tumores y sus tres cánceres.”
HIJOS VENDIDOS
La venta de los hijos en la Roma imperial estaba contemplada por las leyes. Un
`padre podía vender a su hijo por medio de la figura jurídica llamada “mancipacio” o
compra simbólica que se realizaba en la casa paterna. Este sistema lo utilizaron
algunos emperadores para adoptar a algún muchacho con objeto de que le sucediera
en el trono.
HIMNO NACIONAL
La zarzuela “La Marcha de Cádiz” se estrenó en 1886. Fue escrita por Javier de
Burgos, con música de Chueca y Valverde. Diez años después, con motivo de sentirse
agraviada e indignada la nación por la actitud de los Estados Unidos respecto al
contencioso español con los insurrectos cubanos, volvióse a representar la zarzuela, a
tal punto enardeció los sentimientos patrióticos del público que el Gobierno acordó
conceder a Federico Chueca la Cruz del Mérito Militar. Se representó entonces un
melodrama de D´Ennery con el título de “El soldado de San Marcial” En la obra
necesitábase una marcha militar; la compuso Chueca, y después de interpretada
durante las representaciones dramáticas, la trasplantó a la zarzuela patriótica
mencionada, donde produjo un efecto extraordinario.
Mariano de Cavia quiso que la música de la Marcha de Cádiz tuviese letra
apropiada, escrita expresamente para el caso, y abrió con tal fin un concurso en El
Imparcial, periódico donde escribía entonces el glorioso cronista. Se ofrecía un premio
de mil pesetas a la composición que, adaptándose a la música de Chueca y Valverde,
126
expresara mejor el nombre sentimiento del amor a España. El Jurado para conceder el
premio estuvo constituido por Núñez de Arce, Manuel del Palacio, Ramos Carrión,
Javier de Burgos y los maestros Chueca, Valverde, Chapí y Bretón. A punto estuvieron
de enloquecer leyendo las composiciones que les llegaron. Su dictamen fue negativo y
muy puesto en razón. Se pedía dijeron sobre poco más o menos una canción que
pudiese entonarla el pueblo, llena de naturalidad, salida del corazón, sin arrumacos
retóricos, de alma retórica se entiende; no un himno bélico que enardeciese la sangre,
sino algo confortador que evocara las grandezas de la Patria. Como el Jurado no quiso
conceder las mil pesetas, El Imparcial las envió a Cuba para que se entregaran, como
lo hicieron, a uno de los soldados herido en la campaña e inutilizado por defender la
bandera de la nación.
HIMNO CATALÁN
“Els segadors”, himno patriótico de los catalanes, también puede recordarnos una
turba de indeseables franceses que bajaban a la siega. A causa de la sequía del año,
se hallaban inquietos y produjeron desórdenes. Los catalanes les tenían miedo.
Cuenta este hecho el historiador contemporáneo F.M.Melo. Nada debe de extrañar
que también los franceses cantaran el himno; porque, próximas sus tierras a Cataluña
(con las que habían estado unidos políticamente bajo el Condado de Barcelona),
hablaban el catalán. “Els segadors” entra más bien en la categoría de himno
supranacional, que nacional.
HISPANOAMÉRICA
Lenguas autóctonas
“Otras muchas cosas tiene aquella lengua, diferentísima de la castellana, italiana y
latina, las cuales notarán los mestizos y criollos curiosos, pues son las de su lenguaje,
que yo, harto hago en enseñarles con el dedo desde España los principios de su
lengua, para que la sustenten en su pureza, que cierto es lástima que se pierda o se
corrompa, siendo una lengua tan galana, en la cual han trabajado mucho los padres
de la Santa Compañía de Jesús (como las demás religiones) para saberla bien hablar,
y con su buen ejemplo (que es lo que más importa) han aprovechado mucho.”
(Comentarios Reales. Inca Garcilaso)
HISTORIA USURPADA
La Historia se ha escrito muy a la ligera, por el afán de orientarla al triunfo de los
intereses particulares. El Antiguo Testamento llama a los israelitas “el pueblo escogido
por Dios”. Sin embargo, para el Padre de la Iglesia San Justino, el pueblo de Dios no
es el israelita, sino el cristiano. Este es el nuevo y auténtico Israel para Justino.
Manipula, pues, la Historia porque desvirtúa los conceptos. Se encara con la sinagoga
y le recrimina: “No llaméis a las Escrituras “vuestras Escrituras”, porque son nuestras.”
127
Es un fenómeno enormemente curioso y no se recuerda haberse producido que un
pueblo usurpe a otro su historia particular y la haga suya; ,y, a continuación, hasta casi
en los últimos tiempos, persiga a ese pueblo del que aparece como su continuador en
todo: en el culto al mismo Dios, en la adopción y veneración de sus grandes figuras
humanas y de sus profetas, en la sumisión a sus leyes tanto morales, como religiosas
y familiares. Resulta realmente paradójico que San Ignacio de Antioquía exhorte a sus
fieles: “Cuando alguien venga a hablaros de los judíos, no le creáis, porque las
doctrinas
de
ese
pueblo
son falsas
y
erróneas”.
Afirmación
en
extremo
desconcertante, si se repara que la doctrina del cristianismo rezuma por todos sus
poros el pensamiento judío sobre Dios y sus mandamientos.
Del cristianismo se puede afirmar sin equivocación, que es una secta del judaísmo;
una secta que dinamizó el enérgico advenedizo Pablo, enfrentada en un principio con
la comunidad de Jerusalem presidida por Pedro y después, hasta su muerte, por
Santiago. Apenas rebasó las fronteras de Palestina y se adentró por tierras del
Imperio, empezó a captarse la voluntad de los poderosos y a influir para que en los
círculos romanos se les desligara de connotaciones judías. El judaísmo se convirtió
desde primera hora en un objetivo a abatir. Las leyes restrictivas y coercitivas de
Constantino y Teodosio contra los judíos fueron apareciendo en los edictos imperiales
con mayor virulencia, salvo algunos períodos de mal disimulada tolerancia. Deben, en
parte, su existencia a las influencias ya mencionadas de despegarse los jerarcas de la
nueva religión de su procedencia palestina. Dentro de este núcleo, los sínodos no
ocultaban su propia agresividad antijudía, restrictiva y coercitiva. En 306, el de Elvira
(España) no permite a los cristianos sentarse a la mesa con los judíos, los matrimonios
mixtos, la asistencia a la bendición de los campos y hasta la proximidad del trato
personal. A pesar de esta actividad referida a las relaciones cristiano-judías, la
presencia cristiana no se manifiesta, al menos en Roma, como un colectivo humano
particularmente identificado con nombre específico alguno, ni tampoco abrumadora ni
llamativamente numeroso como se ha venido presentando. Débase quizá a la
circunstancia de que durante algún tiempo prefirieron llamarse galileos, por que no se
les confundiera con los judíos y fueran, como éstos, conminados a salir de la ciudad
por decreto imperial, junto con otros grupos de gentes mal vistas por la población. Se
advierte inequívocamente tal subrepción de presencia viva entre la población urbana
en la extraña carencia de noticias sobre los inicios del cristianismo y la persona de su
fundador en los historiadores de la época, Herodiano en el siglo III y los judíos Flavio
Josefo y Filón de Alejandría, coetáneos y compatriotas de Jesús. El primero ni siquiera
ha oído el nombre de Jesús, a pesar de que afirma no omitir nada en sus escritos que
sea digno de mención o recuerdo; y con respecto a los dos judíos, atañendo las
128
revueltas de su patria a movimientos de exaltación religiosa, extraña que hayan
silenciado de su compatriota nazareno la enorme resonancia de la suya y la
existencia, tras su muerte, de la primera comunidad cristiana en la misma capital de
Judá.
HISTORIA Y EMBAUCAMIENTO
Orosio, historiador hispanolatino s.IV d.C dotado de ojos de visionario, pero no de
escudriñadores de la verdad, nos cuenta cosas del paso del Mar Rojo por los israelitas
que no se las creyó ni él mismo. Así si es, en efecto, cuando nos quiere meter gato por
liebre. Varios miles de años después de ese paso del Mar Rojo, se aproxima Orosio a
asomarse a sus orillas y nos trasmite una relación de lo que contempla
verdaderamente asombrosas: “Todavía quedan ahora evidentes testimonios de esta
singular travesía. Efectivamente, aún se ven con perfecta claridad, no sólo en la ribera,
sino hasta en las profundidades de las aguas, hasta donde alcanza la vista, las
señales del arrastre de los carros y las marcas de las ruedas; y, si por casualidad en
algún momento alguien las borra, ya casualmente ya por curiosidad, al instante y por
intervención de Dios, son restituidas a su antigua forma por las olas y por los vientos.
¿Y por qué y para qué realiza Dios dicho portento? Para que quien no haya aprendido
a temer a Dios tal como enseña la religión cristiana ya divulgada, se aterrorice al
menos ante su ira, teniendo delante ejemplos de pasados castigos.”
HISTORIA, MAESTRA DE LA VIDA
La Historia, maestra para el buen gobierno de los pueblos: “Cuando se trata de
ordenar la república, de mantener el Estado, gobernar el reino, juzgar a los súbditos o
acrecentar el imperio, organizar el ejército y llevar a cabo la guerra, no se encuentra
príncipe o república que recurra a los ejemplos de los antiguos. Esto procede, en mi
opinión, no tanto de la debilidad a que ha conducido al mundo la presente religión, o
del mal que el ocio y la ambición han causado en muchas provincias, como de no
tener verdadero conocimiento de la historia, y de no extraer, al leerla, su sentido, ni
gozar del sabor que encierra.” (Maquiavelo: I.- Proemio)
HITLER Y EL CATOLICISMO
Los católicos vieron con cierta simpatía a Adolfo Hitler bajo la creencia de que el
caudillo alemán representaba al Cristianismo frente al Marxismo.
HOGUERA INQUISITORIAL
Se les puede preguntar a los condenados a muerte antes de su inmediata
ejecución si desean decir alguna cosa, porque los jueces y los verdugos son humanos
y piensan que tal vez al reo se le ha olvidado mandarles el último beso a sus hijos.
Pero los padres dominicos que escribieron el Manual del Inquisidor, Nicolás Emeric y
Francisco Peña, advierten que “es de capital importancia atarles la lengua a los reos,
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cuando están en la hoguera o amordazarles antes de encenderla; pues si conservan la
capacidad de hablar, pueden herir con sus blasfemias la piedad de los que asisten a la
ejecución.” Teniendo en cuenta que la ejecución era un espectáculo público que
congregaba mucha gente, es probable que el amordazamiento se debiera no tanto a la
blasfemia cuanto al peligro de que el desgraciado lanzara a los aires el grito
angustiado de su inocencia y les preguntara a sus verdugos tonsurados de qué Jesús
eran representantes.
HOGUERA INQUISITORIAL FUERA DE ESPAÑA
Se tiene que reconocer que en España la Inquisición arraigó como la institución
más temida, más respetada y duradera de toda Europa. Pero que hogueras
inquisitoriales ya se habían encendido mucho antes fuera de nuestras fronteras nadie
lo pone en duda. Los franceses debían recordar el asesinato del presidente del
parlamento de París, Ménars, que amotinó al pueblo contra el que consideraban el
más eficaz de los hugonotes franceses, Anne du Burg, y exigió la aceleración del
proceso que se le había incoado por hereje con una sentencia condenatoria. Anne du
Burg fue conducido a la hoguera levantada en la plaza de Grève, lugar de ejecución de
todo tipo de delincuentes. Sucedió en 1559
HOMBRE
Soy hombre y nada del hombre me es ajeno (Homo sum, humani a me alienum
puto). Es un dicho famoso de Terencio, el dramaturgo cartaginés. De Platón se conoce
también otra definición muy curiosa: El hombre es un animal bípedo sin plumas. Dio
origen a un chiste de Diógenes el Cínico: Entró con un gallo desplumado en el aula
donde Platón enseñaba a sus discípulos y dijo mostrando al gallo: Ecce homo Platonis
(Ved al hombre de Platón).
HOMBRE, SU CREACIÓN
Prometeo fue el primero que hizo a los hombres con barro, cuyos bloques olían a
piel humana. La segunda creación del hombre ocurre con Deucalión y Pirra. Ambos
hechos constituyen mitos primitivos de Grecia. De la que nadie duda a estas alturas de
los tiempos por su indudable autenticidad es la del Paraíso Terrenal, contra la que los
seres humanos que la creen a pie juntillas aún no han dado una razonable queja a
Dios de que nos diera a una pareja de padres tan insensatamente desobedientes. Por
su culpa nos vino a todos la muerte y el infierno.
HOMBRE CLÁSICO
Ninguna épica de pueblo alguno ha acuñado de un modo tan completo y alto
aquello que hay de imperecedero, a pesar de todos los progresos, en la etapa heroica
de la existencia humana ni su sentido universal del destino y la verdad perdurable
sobre la vida. Ni tan siquiera poemas como los de los pueblos germánicos, tan
130
profundamente humanos y tan cercanos a nosotros, pueden compararse, por la
amplitud y permanencia de la acción, con la de Homero. La diferencia entre la
significación histórica en la vida de su pueblo y la de la épica medieval germana o
francesa, se manifiesta por el hecho de que la influencia de Homero se extendió, sin
interrupción, a través de más de un millar de años, mientras que la épica medieval
cortesana fue pronto olvidada, tras la decadencia del mundo caballeresco.
HOMBRE ALTIVO, PERFECTO y SOCIAL
El hombre altivo lo define Ovidio en su Metamorfosis I, 83-88: “Cuando los demás
seres vivientes están inclinados hacia la tierra, dotó al hombre de figura altiva y quiso
que mirase al cielo y tuviera la frente levantada a las estrellas. ”El hombre perfecto,
según Aristóteles, es “el mejor de los animales; pero separado de la ley y de la justicia
es el peor de todos (Política, II); y del hombre social decía Ortega y Gasset que por si
“ya es todo social. No se pertenece. Los griegos lo entendían también como un ser
político. Pero también antisocial. Es conocida la sentencia latina “homo homini, lupus,
el hombre es un lobo para otro hombre; con la que parece coincidir la de Spinoza:
homines ex natura hostes” los hombres son entre ellos mismos sus propios enemigos.
HOMBRE, LOS ENEMIGOS DEL..
Se ha dicho que los enemigos del hombre son tres: el mundo, el demonio y la
carne. Por eso, muchísimas jovencitas, desde muy temprana edad, eran encerradas
en los monasterios o conventos, para librarlas de tan diabólicos peligros. Por ejemplo:
A Magdalena de la Cruz, así llamada de monja, sus padres la metieron en el convento
de Santa Isabel de Córdoba a la edad de seis años. Sus biógrafos dicen que al punto
comenzó a crecer en tantas muestras de santidad, que causó la admiración en el
mundo entero. Todo era ficción y engaño. De las revelaciones que hubo de efectuar
con el tiempo causó verdadera conmoción su afirmación de que desde los seis años
había tenido de huésped en su tierno cuerpecito a todo un diablo. Se asustaron los
padres y lo mejor que creyeron para librar a la criatura del infernal pupilo fue encerrarla
bajo cuatro llaves en el convento mencionado. A los padres de ahora no hay que
aconsejarles que, en caso parecido, imiten a los de Magdalena de la Cruz, porque sin
duda alguna el remedio es peor que la enfermedad. Pero la niña se las había apañado
para no dejar fuera del convento a tan grato pupilo. Es de saber que por aquellos
entonces se había introducido la costumbre de mantener un criado o esclavo negro
traído de América; y en los conventos los había para las faenas humildes y penosas.
Los esclavos venidos acá se escogían entre los más rollizos y jóvenes de aquellas
lejanas tierras, como es lógico. ¿A qué muchacha, pues, encerrada sola en una celda,
en viéndolo pasar bajo la reja del ventanillo, no se le fueran los ojos tras él? En el
convento se propaló, tal vez con envidia, que Magdalena vivía en éxtasis continuo con
131
un ángel negro, expresión novedosa antes de que le diera publicidad Antonio Machín;
pero la Inquisición, al tener conocimiento de un hecho tan peregrino, tomó cartas en el
asunto de los éxtasis y, averiguado que se averiguó, que no había tal ángel negro,
sino algún aprovechón, que se refocilaba en la cama con la muchacha; confesó ésta
con quién, y la condenaron a emparedamiento, es decir, a reclusión sin comunicación
absoluta con nadie, y además a perpetuidad. Así de rigurosos castigaban a las
muchachas imaginativas.
HOMOSEXUALIDAD CLERICAL
La noticia es reciente. En estos días de julio del 97 el Sínodo de la Iglesia
Anglicana reunido en York, dio por terminados sus trabajos con la aprobación de una
moción presentada por David Gerrad, archidiácono de Londres, que representa un
primer paso hacia la aceptación de la homosexualidad, tanto en los laicos como en los
clérigos. La medida fue muy bien acogida por los colectivos interesados. A este debate
se ha sumado el Partido Laborista, al someter a estudio la aprobación de una ley que
rebaje la edad para mantener relaciones homosexuales de los dieciocho a los dieciséis
años, la misma edad exigida para las relaciones heterosexuales. En la mayoría de los
países europeos los dieciséis años es la edad establecida como límite entre lo
permitido y la prohibido. Al Estado español le ha correspondido en este tipo de
jurisprudencia el alto honor de poner el mingo sobre la mesa, pues ha legislado el
apartado que faltaba: matrimonio homosexual con derecho de adopción filial. Se les ha
ganado la partida al archidiácono David Gerrad y a los sinodales de York.
HORCAS CAUDINAS
Vencidos los romanos por los samnitas, el general de éstos, Poncio, les tomó
juramento y a continuación clavó en el suelo dos lanzas y otra transversal encima de
ellas. Entonces ordenó al ejército romano pasar de uno en uno por debajo de ellas.
Esta humillación ha quedado recogida en la expresión “hacer a alguien pasar bajo el
yugo” y también “horcas caudinas”, pues se desarrolló junto al desfiladero de ese
nombre, en la ciudad samnita de Caudio.
IBERIA
Había dos Iberias en la antigüedad, la española y la rusa (la actual Georgia). Se ha
dicho que se llamó así la Iberia española por ser sus campos abundantes en conejos.
Por el mismo motivo se llamaría la región rusa. Pero el término botánico “lepidum
iberis” es el nombre de la planta “berro”. Sugiere, pues, que abundaba esta planta en
ambas regiones. Sin embargo, existe también una conexión entre la planta y los
animales, pues la raíz griega “lep-“es ambivalente para “liebre (lepus), como para el
concepto “dejar, abandonar la piel”. Costumbre es de no pocos animales renovar la
piel o soltar los pelos restregando el cuerpo entre determinadas clases de plantas.
132
ICONOCLASTAS
Recoge la lengua griega el vocablo hermokopídes, cuyo significado es “mutilador
de las estatuas o imágenes de Hermes (Mercurio). Es curioso que esta divinidad
concitara hacia ella las iras de los ciudadanos. Al menos es lo que se puede deducir
del vocablo griego mencionado. Sin embargo, estas estatuas que fueron mutiladas en
Atenas, había la costumbre de ponerlas delante de la entrada de las casas. Parece
que Alcibíades, sobrino de Pericles fue acusado de la acción, por lo que tuvo que huir
a Frigia, donde fue asesinado por el sátrapa de este reino.
IGLESIA Y LOS CURAS CISMÁTICOS
“Pido a los Tribunales del Santo Oficio que se preste atención especial al caso de
un prebendado de la Iglesia (cura al que se le ha otorgado un beneficio económico
para vivir), que cayera en el cisma o herejía y luego regresara al seno de la Iglesia,
arrepentido: ¿recuperaría su prebenda? Claro que no: la Iglesia puede perdonarle,
pero de ninguna manera alimentarle.”(Del Manual del Inquisidor)
IGLESIA Y SUS ENEMIGOS
La Iglesia Católica ha tenido desde los primeros tiempos enemigos que la
combatieron con los argumentos de la razón. Pero, al amparo de los poderes políticos,
a los que interesadamente protegía, logró hacer desaparecer los escritos hostiles. Los
apologistas e historiadores cristianos, en sus intentos de rechazar las críticas de los
autores paganos, introdujeron afortunadamente en sus obras apologéticas fragmentos
y citas de estos autores y, gracias a ello, se ha obtenido reconstruir el pensamiento
anticristiano de la antigüedad. El historiador Lea, escribe en su Historia de la
Inquisición, algo parecido, hablando de los herejes cátaros; y B. Russell afirma que
desde el Concilio de Trento hasta el día de hoy, todas las mejoras de la Iglesia se
deben a sus enemigos. La mencionada fragmentación de las obras paganas obedecía
a la clara eliminación de la presencia del adversario. El apologista cristiano escoge
aquello que le parece más fácil rebatir: evita la presencia in actu del contrincante,
porque le molesta e inquieta; para ello se vale de la reprobable práctica de eliminar el
libro entero, que es como quitar de delante la misma persona que lo ha escrito, pues
en él ha dejado sus pros y sus contras; lo quita de delante de la vista, o lo mutila. En
resumidas cuentas, trata de ignorar la totalidad, la cual, desde el principio hasta el
final, ha sido estructurada bajo una argumentación sometida a las reglas de la razón y
de la lógica.
IGLESIA ESPAÑOLA
La Iglesia española tiene una vitalidad que no se revela en su conducta. Cuando
uno ha terminado de referirse a su estrechez de espíritu, a su obstinación, a su talento
133
para crearse enemigos, así como su incapacidad para adaptarse a los tiempos
modernos, queda todavía mucho por decir. (G.Brenan. El laberinto español)
IGLESIA: SUS PEQUEÑAS DISPUTAS JURISDISCCIONALES
Ya en el año 619 se tuvo que reunir un concilio en Sevilla nada menos que para
dirimir unas competencias entre San Isidoro, arzobispo de la Sevilla y el obispo de
Córdoba, sobre extensión y límites jurisdisccionales de sus respectivas diócesis. El
caballo de la discordia era Écija, sobre la que el prelado cordobés alegaba derechos y
el de Sevilla se los negaba. Hay que saber que el obispo de Écija, San Fulgencio, era
hermano de San Isidoro, lo que significa que existían dos litigantes contra uno. Y si
esto ya de por sí evidencia una desventaja para el obispo, añádese que los hermanos
gozaban del favor del cielo en razón de la heroicidad de sus virtudes. A pesar de todo,
la contienda se saldó con la decisión pontificia de dejar sin su respectivo pastor al
rebaño ecijano.
IGLESIA Y DINERO
Seguro que en Jerusalem Pedro, Pablo y Santiago necesitaban dinero, los dos
primeros para viajar de un lado a otro del Imperio, y el obispo de Jerusalem para
sustentar las necesidades de su primitiva iglesia. Pedro y Pablo, metidos de lleno en
su misión episcopal de inspección, llevaban de viático las bolsas de dinero que las
comunidades visitadas le entregaban al marcharse del lugar. También quienes
estaban al frente del gobierno de la comunidad, ejercían el magisterio doctrinal o
presidían los oficios litúrgicos, dependían de los recursos económicos que sus propios
fieles les facilitaban para poder vivir ellos y sus familias. Pablo había sido claro en este
sentido: “El ministro del Señor ha de vivir del altar”, acostumbraba a decir, “debe estar
pagado por las propias asambleas de las que son servidores.” Así lo creyeron desde
un principio los interesados y no escasearon las mandas y legados testamentarios, las
cesiones de bienes y patrimonios que, destinados a sufragar las almas de los que
morían o a socorrer las necesidades de los más pobres, cimentaron una base sólida
de bienes y recursos económicos con la que posibilitaron una atención bien
organizada y administrada para que las comunidades cristianas desarrollaran su
actividad religiosa y humanitaria sin penuria de dinero. Una vez que la comunidad
había adquirido una presencia notable e influyente en el ciudad y el obispo de ella era
admitido como miembro prestigioso entre los dirigentes, el papel de la Iglesia fue
determinante en el desarrollo de la propia sociedad y en la atención a los problemas
de
ésta.
Cuando
Roma
fue
sitiada
por
Atila
y
la
habían
abandonado
irresponsablemente las autoridades imperiales, el obispo León salió a las puertas de la
ciudad, entabló un diálogo con el temible bárbaro y logró alejarle de las murallas,
salvando del asalto y de la vejación a sus habitantes. Igual que el obispo citado no
134
faltaron otros dentro de las fronteras del Imperio, que fueron destacadas
personalidades que dieron brillo a ciudades como Antioquía, Alejandría o Aquileya.
Había logrado, pues, la Iglesia cristiana una privilegiada posición, debido a una
administración excelente, a una organización disciplinada y a un poder económico más
que desahogado. Fundábanse iglesias y monasterios, reglamentábanse los cargos y
los servicios y prosperaban las tierras de propiedad. La pequeña comunidad de antes,
cuyo motivo de reunión tendía a recordar las parábolas del Maestro y a confortarse
unos a otros con la caridad mutua y el fervor religioso, habían dado paso a una
perfecta estructura social, fuertemente jerarquizada en sus cargos, dotada de
poderoso recursos económicos, poseedora de edificios, de servidores y con una
autoridad en su cima revestida de poder indiscutible. Sin embargo, a través de este
tupido entramado se deslizaba furtivamente la sierpe de la libido dominandi1 ,cuyos
postulados se encargó de establecer la jurisprudencia eclesiástica con la atribución a
la sagrada Silla de Pedro de la plenitud de poder. Al Sumo Pontífice, se argumentaba,
le ha otorgado Dios la máxima autoridad en la tierra: el poder de los reyes y príncipes
sólo es subdelegado y únicamente desde el momento en que son ungidos por las
manos del Sacerdote Supremo adquieren el sello de la legitimidad. Carlomagno, en la
Nochebuena del año 900 baja a la ciudad de Roma para que el Papa coloque en sus
sienes la corona imperial. En representación de Dios Su Santidad le ha concedido el
nombramiento de sucesor de los antiguos emperadores romanos. Carlomagno le
ofrece en agradecimiento al Papa oficiante de la ceremonia el servicio de su espada
para aplastar a todos los enemigos de la Iglesia. Se habían echado los cimientos de la
Gran Alianza del Trono y el Altar. “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”
Una bula papal, la Licet ecclesiarum (1265), en la que el poder pontificio se extiende a
todo lo creado, deja a discreción exclusiva de los papas el nombramiento de todos los
cargos eclesiásticos. La trascendencia del decreto papal repercutirá en un
escandaloso desarrollo de la corrupción administrativa con la venta de cargos
eclesiásticos, tráfico de influencias y acaparamiento de riquezas en todos los niveles.
Acceden a los altos puestos de dirección cardenalato, abadías, obispados,
canonjías o simples curatos de aldea indignos individuos a quienes acucia la
avaricia. La dispensación de los servicios religiosos, la producción de las tierras, el
rendimiento de la mano de obra servil, el otorgamiento de privilegios, los jubileos, los
diezmos y primicias de los frutos de la tierra, las indulgencias, los pleitos y juicios, la
confiscación de los bienes de los condenados por delitos de fe; cualquier actividad
surgida del seno de la Iglesia se había transformado en una mina de oro. Como en
1
Obsesión placentera del dominio
135
esta sabrosa tarta crematística querían hincar el diente los reyes, se entabla una larga
querella de luchas, negociaciones y pactos que arruinan a ambas partes. Se meten en
la refriega a coger su parte los famosos condottieri1, porque la situación se enrevesa
cada vez más por la disputa de la tiara papal por tres contendientes, a los que apoyan
sus bandos respectivos con el auxilio de las armas. Al fin, los litigantes se reúnen en
concilio para ponerse de acuerdo en sus reclamaciones. El rey de Francia se retira
satisfecho llevándose bajo el brazo su regalismo 2 , el de Inglaterra la potestad de
nombrar por su cuenta a los obispos y abades del reino; y de esta forma cada testa
coronada saca tajada de la contienda, arrancando a la Santa Madre Iglesia los pujos
de dominio universal con los que había soñado. No obstante, sería excesivo asegurar
que quedó en la pobreza más absoluta. Algunas sinecuras tuvo a buen recaudo
prevenir para el futuro; y hoy vemos, satisfactoriamente por cierto, presidiendo
importantes consejos financieros, con los cuales subviene a las necesidades de sus
misiones evangélicas y a los gastos de su propio sostén. Se dijo de ella que en un
principio fue la Iglesia militans, a continuación la Iglesia Triumphans. Hoy es la Iglesia
Financians.
IGLESIA PRIMITIVA ACTUAL
Sobrevive en nuestros tiempos una Iglesia primitiva, encallada prácticamente en la
lectura de arcaicos libros sagrados, en la celebración sencilla de una liturgia
rudimentaria y en un confraternidad altruista y solidaria. Se encuentra situada en las
altiplanicies de la actual Abisinia y se llama Lalibela. Todo en ella refleja una pobreza
suma: sus casas, sus habitantes, su clima, sus campos. Los moradores son
descendientes puros de los antiguos monofisitas, una de las muchas herejías de los
primeros siglos del cristianismo, que defendía haber en Jesucristo sólo una naturaleza,
la divina. Todo su ajuar de leyendas, costumbres, celebraciones conserva la pureza
de los primitivos tiempos. Reviven la pasión de Jesús en una rigurosa cuaresma de
abstención de carnes; guardan entre sus monumentos la tumba de Adán, custodian en
una especie de tabernáculo las tablas de la ley, tienen su Papa, su clero y jóvenes
diáconos. Sus anacoretas y mendigos viven en cuevas, en nichos o en agujeros de las
rocas, sentados en cuclillas y en plena oración, comidos, por supuesto, de suciedad y
vestidos sólo con las greñas de la cabeza. Lalibela es la ciudad santa de los ortodoxos
etíopes o amaras.
IGNORANCIA
1
Capitanes de tropas mercenarias de alquiler, que prestaban sus servicios militares a quien
mejor pagase. Del papa Juan XXII se dice que la ayuda de este tipo de soldados le costaron
400.000 florines en su guerra de Lombardía
2
Principio legal que rechaza la ingerencia de la Iglesia en los asuntos exclusivos del Estado
136
Nicolás de Susa expuso las bases del conocimiento de las gentes sencillas: la
razón, la intuición y la docta ignorancia, sin la cual Dios no practica su función
pedagógica. Él necesita mentes puras, ingenuas, incontaminadas, como las de los dos
pastorcillos portugueses Jacintihno y Francisquihna, beatificados por el papa Woytila.
A ellos descubre los grandes secretos del presente y del porvenir.
IGUALDAD DEMOCRÁTICA
Las ciudades democráticas establecen el ostracismo, porque más que ninguna
parecen perseguir la igualdad; de manera que a los ciudadanos sospechosos de
poseer un poderío excesivo por su riqueza, por el número de sus amigos, o cualquier
otra forma política, los condenan al ostracismo o destierro de la ciudad por un tiempo
determinado. Cuenta el mito que los Argonautas dejaron abandonado a Heracles por
un motivo análogo: la nave Argos no quería llevarlo con los demás, porque era muy
superior a los otros tripulantes. Los tiranos, las oligarquías y las democracias practican
el ostracismo, pues éste posee, en cierto modo, la misma eficacia, ya que reduce y
destierra a los que descuellan
IMPERATIVO CATEGÓRICO
Nos ordena “no hacer aquello que no quisiéramos que nos hicieran a nosotros” o
“hacer aquello que podemos desear que se transforme en ley universal.” Ciertamente,
observado dicho principio ético por cada individuo con extremo rigor, la sociedad sería
una balsa de aceite. “No debo hacerle esta jugarreta a fulano, pues me la puede
devolver doble.” es una buena norma para estar en paz con todo el mundo. Sin
embargo hay quien piensa que es la estratagema de salvaguardarse los débiles.
Quien sabe con toda certeza que es inferior en fuerzas a otro, indefectiblemente es un
devoto ardiente del imperativo categórico. Así, pues, habiendo desigualdades de
fuerzas físicas entre los seres humanos, mejor será que se traslade a una institución la
capacidad de hacer cumplir el imperativo categórico; y establezca la cárcel o la horca
para quien, presumiendo de más guapo, ponga a parir al tímido vecino de al lado.
IMPERIOS
El historiador latino Pompeyo Longo (siglo I) parece ser el autor de la teoría de la
“sucesión de los imperios”. Se podrían entonces enumerar por orden cronológico,
según los conserva la historia, el babilónico, macedónico, cartaginés, romano,
bizantino (inestabilidad durante el lapso de tiempo de las invasiones bárbaras),
carolingio (paréntesis del nacimiento de las nacionalidades), árabe, español, francés,
inglés y ...americano. ¿Está en puertas el chino? Mas, a pesar de un fenómeno tan
duradera y tan claramente visible, nunca jamás ha desaparecido el verdadero imperio,
bajo el que los pueblos sufren esclavitud: el dinero. Poderoso caballero es Don Dinero.
137
Pero es un imperio sin caballerosidad, grosero y despótico. Hasta el de las perras
gordas que se echan en el platillo del mendigo.
IMPORTANCIA DE ESCRIBIR LOS NÚMEROS CON LETRAS
La emperatriz Livia Augusta que sentía especial predilección por Galba (fue
después emperador ) dejó a éste una importantísima cantidad de dinero en su
testamento, hasta el punto de que llegó a enriquecerle; pero apenas le quedó gran
cosa, ya que la cantidad de dinero que le había dejado se hallaba escrita sólo con
números, pero no con letras. La costumbre de servir las cantidades con letras es de
uso corriente todavía, sobre todo en documentos mercantiles. De este emperador
Galba dice Suetonio en la vida que escribió de él que, siendo aún pretor, presentó en
unos juegos circenses en honor de la diosa Flora a unos elefantes funámbulos,
espectáculo aún no visto en aquellos tiempos y parece que ni en éstos.
IMPUESTOS
Así cobraba el Estado sus impuestos durante los Austrias españoles: Por
“arrendamiento” el arrendador adelantaba al Estado el importe del alquiler y luego se
dedicaba a cobrarlo por su cuenta con la colaboración de funcionarios del fisco. Por
“encabezamiento”: las poblaciones acordaban con el Estado una suma global y la
recaudaban por su cuenta los vecinos. Por “administración”: el Estado recaudaban
directamente con su propio personal. Los visigodos cobraban los impuestos a través
de un recaudador local, llamado “numerarius”, elegido por el obispo y el pueblo.
IMPUESTOS A LA TRÁGALA
Los Reyes de la Casa de Austria españoles habían resuelto el problema de la
escasez de dinero con el procedimiento de comunicarles a las poblaciones con voto en
las Cortes el impuesto que pensaban implantar, al mismo tiempo que les hacían saber
que sus cabildos municipales quedarían disueltos, si eran contrarios a la aprobación
del mismo. Esta era práctica común en los territorios que hubieran sido un obstáculo
para la generalizar la imposición: País Vasco, Corona de Aragón.
IMPUESTOS, PERO SIN DESOLLAR A LAS OVEJAS
A los gobernadores de las provincias, que le aconsejaban al emperador
aumentase los impuestos, les envió el gobierno una circular, advirtiéndoles que “era
propio de un buen pastor esquilar sus ovejas, pero no desollarlas.”
INCENDIO DE SINAGOGAS
Antes que los nazis, los cristianos ya en el siglo IV habían practicado la piromanía
contra las sinagogas, con la bendición de sus respectivos obispos.
ÍNCUBOS, SÚCUBOS Y DEMONIOS
Los demonios son hijos de Dios, como Satán, que fue el preferido. Esta teoría la
defienden San Justino, San Clemente de Alejandría, Tertuliano y otros escrituristas.
138
Podrían añadirse incluso los cristianos que afirman, y no sin razón, que fueron también
sus hijos, pero desobedientes y descarriados. Los Santos Padres de la Iglesia
mencionados los llaman “ángeles caídos del cielo, y ya en la tierra, muy lascivos con
las mujeres.” Confirman, además, que los demonios hijos de Dios se unieron en
matrimonio con las hijas de Caín y, por consiguiente, tuvieron descendencia. San
Agustín escribe: “Este hecho ha sido atestiguado por tantas autoridades, que sería una
vergüenza no creerlo.” A pesar de tan sesudos testimonios, creemos con toda clase de
juiciosas prevenciones que es asunto poco estudiado y comprobado. Un hecho es
incuestionablemente seguro: hombres y mujeres, viviendo en soledad, eremitas en
una palabra, han sido atribulados por obsesiones y pesadillas sexuales; dicho de otro
modo: por tentaciones del demonio de la carne. Las mujeres han sido más débiles y se
han entregado en brazos de los demonios; y los hombres se han excitado con visiones
de mujeres desnudas. Las historias de este tipo de relaciones visionarias, que la
fogosa obsesión convertía en situaciones reales, se han contado en todos los tiempos
y han dado trabajo abundante a los tribunales y a los verdugos. Una mujer, acostada
al lado de su marido, podía tener la mala suerte, o la buena tal vez, de verse
acompañada en la cama con un demonio (por el poco caso que el marido le hacía
teniéndola tan cerca); un demonio que se ocupaba intensamente de tratarla con las
más excitantes caricias. Estaba, pues, la mujer contentísima en la cama, pero muy
preocupaba en caso de que se diera cuenta del trajín el marido. El sueño de éste
llegaba a ser tan pesado, que jamás llegó a enterarse de que le ponía los cuernos el
demonio a su mismo lado. Hasta que pasó un día por la ciudad de Nantes el bueno de
San Bernardo de Claraval y, sabido lo que ocurría con aquella descarriada oveja del
rebaño del Señor, le pasó la punta de su bastón de caminante sobre determinado
lugar de su cuerpo y desapareció de él todo lascivo prurito.
Otro caso parecido a éste fue cerrar el órgano femenino con un sello espiritual muy
apto para no ser descubierto a tientas por los maridos y, a continuación, trazar la señal
de la cruz rezando los nombres de la Santísima Trinidad. Se entiende que las
efusiones eróticas entre la mujer y el demonio pasaban absolutamente desapercibidas
con la garantía de la invocación trinitaria. Entre los árabes se dio el caso con las
vírgenes cristianas, las mujeres no podían ser condenadas a muerte, a no ser que
fueran violadas antes. Las mujeres árabes daban un saquito de arroz, señal de dote y
de estar casadas, y entonces se las ejecutaba. Tal práctica parece que se sigue
todavía en algunas regiones musulmanas. Entre las cristianas, siguiendo las
costumbres romanas para estos casos, hubo más de una que fue violada por este
motivo.
139
El diablo puede aparecer en figura de caballo, gato, perro, sapo, simio y oso; pero
también puede adoptar los rasgos de un hombre bien vestido, o de un soldado
elegante, de un campesino vigoroso y de una hermosa muchacha, según afirma con
indudable autoridad San Casiano.
Los demonios recibían el nombre de íncubos, cuando yacían sobre la mujer, o
sobre el hombre en casos de perversión sexual. Desempeñaban, pues, el papel del
macho. Súcubos eran los que, aparentando ser hembras, yacían debajo. Al abad
Equitius los demonios súcubos lo atormentaban con tanta frecuencia que suplicó a
Dios el fin de aquel suplicio nocturno; entonces un ángel, bajado del cielo le seccionó
el pene, según creyó el sufrido abad, pues todavía le parecía verlo aún colgando. Sin
embargo le había desaparecido por completo la capacidad de mantenerse erecto y
sensible. Por ese motivo los demonios que le deseaban se aburrieron y le dejaron en
paz. El remedio de cortarse el pene se contaba entre los más seguros para concluir
definitivamente con las pesadillas del demonio; lo que, dicho sea de paso, no se
puede poner en duda.
INDEPENDENCIA DE LOS SABIOS
Diógenes, gramático griego que daba clases en Roma, fue rogado por el
emperador Tiberio para que le recibiera en su casa a fin de escucharle una
conferencia particular sobre las materias que el sabio enseñaba. Diógenes, a través de
un esclavo, le mandó decir que no podía atenderle cuando el emperador quisiera, y
que por tanto le emplazaba para otro día que pudiera dársela.
INDEPENDENCIA Y LIBERTAD
El paso de las Termópilas se ha señalado entre los acontecimientos heroicos más
insignes de la Historia. Un valentísimo puñados de espartanos, junto con el caudillo
que los mandaba, Leonidas, sucumbieron allí cubiertos de honor, ante un ejército
numerosísimo de persas. Un grupo de lacedemonios, a la pregunta de un gobernador
persa sobre qué ventajas sacaban de su aversión al rey Jerjes, respondió: Sabes por
experiencia el bien que hay en ser vasallo suyo, pero no el que hay en ser libre e
independiente. Hecho tú a servir como criado, no has probado jamás hasta ahora si es
o no dulce la independencia de un hombre libre; si la hubieses alguna vez probado,
seguros estamos que no sólo nos aconsejarías que la mantuviéramos a punta de
lanza, sino a golpe de segur, ofreciendo el cuelo al acero.
ÍNDICE
El Índice es un catálogo de libros, contra cuya lectura la Iglesia decretó en el
Concilio de Trento una absoluta prohibición. En 1966 tuvo que retirar la prohibición,
porque nadie hacía caso de ella.
INDIOS VACUOS
140
Cuando un encomendero moría sin descendencia, el rey tenía la potestad de
transferir la propiedad de los indios de la encomienda. La fórmula de la transferencia
solía ser: Una renta de dos vidas para don o doña Fulana de Tal, de tantos miles de
ducados en indios vacuos.
INFLUENCIAS ASTRALES
A fray Francisco Sánchez de Feria le preocupó en su tiempo el estrago que sobre
la gente vulgar produce la Astrología, (“ciencia” que predice el futuro observando el
movimiento de los astros). El Padre Sánchez anduvo enfrascado en otros asuntos de
mayor trascendencia, por eso el Ayuntamiento de Córdoba consagró al recuerdo de
su nombre una calle de la ciudad: Efectivamente, fue Calificador del Santo Oficio. Por
obligación profesional, leía, pues, todos los libros y papeles que se publicaban, para
ver si contenían doctrinas contrarias a las de la Santa Madre Iglesia, porque si las
hallaba, apañado estaba el libro se mandaba a la hoguera y al autor del libro se le
volvía la música responsos. Oficio meritísimo, pues, el del tonsurado. En realidad él se
consideraba historiador; mas en la causa de la corrupción de las almas sencillas no
quiere ser la espada de Bernardo, que ni pincha ni corta. Así que en este negocio de
los astros, le echa una mano al rey, a quien desea “que Dios prospere, porque ha
contribuido a la salud eterna de las almas de sus vasallos, sellando los labios y
suspendiendo la pluma a la numerosa turba de supersticiosos y vanos astrólogos, que
con sus pronósticos tuvieron mucho tiempo apestado este Reyno, deshonrados los
ministros de la Iglesia, que los sufrieron, y engañado al vulgo que los admiraba.” Es
lógico que, perteneciendo a la clase sacerdotal, deba echar su cuarto a espadas en la
enojosa faena de arrancar las almas de las gentes sencillas de las manos de los
pestilentes astrólogos, curanderos, videntes y visionarios. ”Desde su puericia,
confiesa, sintió el atractivo de esta podredumbre; pero una vez consagrado a Dios, se
emplea en fustigar y enumerar después, desde el púlpito y con la pluma en ristre,
todos los yerros, por los que las descarriadas almas pueden caer en las redes de
Satanás. Acuden las pobrecillas en negocios de escasa o mucha importancia para ver
qué les contesta Marte o Saturno o si las estrellas han torcido su felicidad, y las
despeña ahora por el precipicio de las desgracias. El fraile se pregunta desmoralizado
qué hacer para desimpresionar al vulgo de aquel delirio de que el Judaísmo es obra de
Saturno, el Catolicismo de Júpiter y de Mercurio y el Gentilismo de Marte y de la Luna;
desengañarlo de que Venus no hace adúlteros ni Marte homicidas, ni Saturno
traidores. Es que los astrólogos se habían pasado de rosca poniendo la causa del
judaísmo, del catolicismo y del paganismo nada menos que en los planetas, cuando ya
el gran santo Tomás de Aquino había dejado resueltos estos problemas en su
monumental Suma Teológica.
141
El P. Sánchez de Feria distribuye por su cuenta el ejército de sus argumentos
físico-científicos, estableciendo “la primera línea de combate frente a los antiguos
filósofos Demócrito, Heráclito, Empédocles y toda la secta de los estoicos, que de tal
manera creyeron la existencia de los influjos celestres, que los hicieron causas
necesarias de todos los acontecimientos humanos. Este error debe conocerse y
desecharse por los católicos, como destructivo de la libertad humana, que es el
principio de las operaciones voluntarias, y sin ella no hubiera mérito, premio o castigo,
malo ni bueno, y fuera del mundo un caos en lo moral y un ciego precipicio de
inevitables hados e irremediables fortunas.” Bajo los disparos del buen fraile, cayeron
los enemigos de los católicos. Les destapó sus malvadas teorías, señalándoles que la
secta estoica maniata la libertad humana, convierte al mundo en un caos y ya ni Dios
puede premiar a los buenos ni castigar a los malos; todo, porque Júpiter y Mercurio,
apenas nacemos nos marcan el camino por donde hemos de andar durante nuestra
existencia. Ahora les opone a estos sabios los muy sutiles filósofos de estos últimos
tiempos, cuando ya las ciencias han avanzado a pasos tan rápidos que mencionar a
Demócrito y los demás no es otra cosa que chochear de puro anticuado.
Brevemente y citando sólo a tres elevadísimos filósofos Pico de la Mirandola,
Jorge Agrícola y Pedro Gasendo1, apoyado en su autoridad, traspasa a Dios las
manipulaciones de las conductas humanas y el devenir de las cosas que antes
detentaban los astros, y termina dando una explicación de lo que él entiende por el
influjo celeste el influjo de Júpiter y la Luna en los hombres,”que consiste en unos
efluvios sutilísimos, desprendidos de los cuerpos celestes y mezclados con nuestro
aire, del mismo modo que los hálitos de nuestro globo, se desprenden y pueblan
nuestra atmósfera; todo lo cual se hace mediante la rarefacción (hacerse menos denso
un cuerpo gaseoso) o la elasticidad de que gozan varios celestes.” Y concluye que
“jamás he podido creer que de los Orbes celestes desciendan a nosotros corpúsculos
o efluvios. Cualquiera corpúsculo desprendido de la Luna, volverá a ella, si el conato
elástico o rarefacción que lo elevó se lo permite. Resumiendo: Ni de Mercurio, Venus,
Marte o Jove se desprenden corpúsculos o efluvios que llegan hasta los mortales,
determinando desde la cuna su futura conducta, porque esos corpúsculos
desprendidos de los Orbes celestes regresan de nuevo a ellos por un conato elástico o
rarefacción.”. Desde Séneca ni tampoco desde Ortega y Gasset o Ramón y Cajal se
ha filosofado tan sutil y clarividentemente como lo hace nuestro Calificador del Santo
Oficio acerca de las causas de la conducta del hombre.
1
Pico de la Mirandola, italiano s. XV de vasta erudición; Pierre Gassendi matemático, físico y
filósofo francés XVII; Georgius Agricola, medico y metalúrgico alemán, iniciador de la
mineralogía, s. XVI
142
INFORTUNIOS Y CALAMIDADES PÚBLICAS
Sospecho que la raza de los hombres peligrosos para las repúblicas es una plaga
que debe soportar la humanidad en todos los tiempos. Echemos un vistazo hoy,
metidos ya en el siglo XXI, por cualquier rincón, grande o pequeño, del planeta tierra y
en él nos saltará a la vista un tirano, un dictador, un genocida con bastón de jefe de
Estado perpetuo. Tuvo Roma un emperador, Calígula, que se lamentaba de que
durante su reinado los dioses le privasen del placer de ser espectador de una
catástrofe pública, de un voraz incendio que arrasase casas y habitantes de una
región; de un terremoto que sepultase ciudades, de ríos desbordados sumiendo en la
miseria a los labradores; de su propio ejército pasado a cuchillo en una derrota
sonada, a manos de feroces enemigos. Lamentaba no haber sido agraciado, como lo
fue Tiberio, con el derrumbamiento del anfiteatro de Fidena, en que perecieron todos
los espectadores. Al desdichado emperador le había vuelto la espalda la Fortuna,
sustrayéndole el espectáculo capaz de haberle hecho gozar las mieles del placer.
Deseaba que el pueblo romano tuviera una sola cabeza para poder disfrutar de
cortársela de un tajo. ¿Que ya no paren vientres de madres monstruos infernales
como ése? Echad un vistazo por al globo de la tierra y poned al azar el dedo en
cualquier punto de él. Seguro que os toparéis por lo menos un Mobuto Sese Seko.
INGENIERÍA EN LA ANTIGÜEDAD
Tal vez la obra de alta ingeniería que se va a referir resulte imposible de creer
como realizada en tiempos remotísimos. Pero la Historia cuenta que una reina llamada
Medea mandó acarrear a las orillas del rió Eufrates piedras, asfalto, bronce y material
abundante para realizar un sólido embovedamiento. A continuación ordenó desviar el
río, ahondar aún más el lecho ya seco, que techó y, finalizada toda esta proeza que
había dado como resultado un túnel, trajo finalmente la corriente del Eufrates por el
mismo sitio por donde discurría antes de iniciarse tan extraordinaria empresa. Todo
esto se llevó a cabo para que dos de los palacios que la reina tenía en una y en otra
orilla pudieran ser frecuentados sin necesidad de tenerse que embarcar.
INGLATERRA CATÓLICA
Es bien antiguo el catolicismo romano inglés, como quien no dice nada del año 628
en que Benito de Biscop, miembro de las más ilustres familias de Northumberland,
abandonó las comodidades de su casa y se dirigió a Roma, acompañado del hijo del
rey Oswin, para ingresar de monjes en el monasterio de Werins, muy célebre
entonces. El papa le dio orden de regresar a su patria con el encargo de restituir la
vida monástica en Inglaterra. Fundó el monasterio de San Agustín y el de Durban,
entre otros; donde alcanzaron la santidad Adrian, Teodoro y el Venerable Veda.
Recorrió Italia y Francia buscando los mejores artífices, arquitectos, pintores, músicos
143
y vidrieros, para decorar los monasterios, introduciendo el uso de las vidrieras en las
iglesias de aquél país, el esplendor del culto y el canto gregoriano.
INGLESES Y EMIGRANTES ESPAÑOLES
“Los enemigos del pueblo británico, frío en apariencia, pero caluroso en sus actos,
y si con trazas y actos que a nuestros ojos son de grosería, llevando en su trato
cortesía y respetos sociales a un grado no común de refinamiento, bien harían en
enterarse de la historia de la emigración española, y aprenderían de los pocos que de
ella quedan, que mal pueden hallarse en otra tierra alguna bienhechores y amigos
como lo fueron para nosotros los del gran pueblo que nos dio acogida por largo plazo.”
(“En recuerdos de un anciano”, elogio de un emigrante ilustre, Antonio Alcalá Galiano)
INJUSTICIA ESCANDALOSA
Difícilmente se borrará del recuerdo de los españoles el vasco Ion Idígoras, un
destripaterrones siniestro, al que los electores de Herri Batasuna le mantuvieron dos
legislaturas en el Congreso de los Diputados, para vergüenza de la democracia. A
pesar de ser contadas las sesiones a las que asistió y a las que no desaprovechó
ocasión alguna para envilecer aún más su mandato político ofendiendo al resto de la
nación, una comisión de Sanidad Pública dictaminó a su favor una incapacidad física
que le dio de baja laboral definitivamente y, en consecuencia, le asignó la Seguridad
Social una retribución mensual de 250.000 pesetas, por su calidad de diputado. Miles
de incapacitados, con toda una vida de trabajo cotizando a la Seguridad Social, cobran
mensualidades de miseria. Y además de eso, más incapacitados físicamente que el
diputado mencionado. Miles y miles de trabajadores se retiran al final de sus días con
pensiones que apenas les dan para subsistir. Y este indeseable individuo, harto de
arrojar sus sucios escupitajos a la cara del Estado, denigrándolo dentro y fuera de las
fronteras, azuzador de asesinos, bufonesco abanderado del separatismo vasco e
insensible a todo el dolor que sus incendiarias diatribas contra España ha esparcido en
los hogares de las víctimas de su militante terrorismo de retaguardia; Este
despreciable personajillo que proclama odiar a España, recibe la mayor retribución del
Estado, sin que se le caiga la cara de vergüenza cuando alarga la mano a recogerla. Y
sin que se les caiga la cara tampoco a los que,.desde las leyes, lo han permitido.
INMACULADA CONCEPCIÓN
Es imposible de creer, pero el papa que introdujo en 1476 la festividad de la
Inmaculada Concepción, Sixto IV ( a él se debe la Capilla Sixtina), asediaba
lujuriosamente a su hermana e hijas y recaudaba de las prostitutas públicas de Roma
la bonita cantidad de 20.000 ducados. Nuestro novelista Francisco Regalado, autor de
“La lozana andaluza”, que vivió la vida pagana del Renacimiento, nos ha dejado una
144
fiel pintura de la prostitución de aquel siglo y de su amalgama con el entramado
religioso.
INMORTALIDAD
Una especie de inmortalidad: Nadie muere real ni definitivamente, mientras exista
alguien que le recuerde. Séneca opinaba que, “después de mí, será lo que antes de mí
(Hoc erit post me quod ante me fuit) Nada tenemos inmortal, excepto las muestras de
nuestra generosidad y de nuestro ingenio (Nihil non mortale tenemus, pectoris exceptis
insignique bonis). Y Plauto: No hay que temer nada malo después de la muerte (Post
mortem nihil est quod metuam mali)
INMUNIDAD ECLESIÁSTICA
En 1868 un decreto-ley del gobierno de la nación unificaba todos los fueros
existentes en el país, entre los que se encontraba el privilegio de la inmunidad
eclesiástica, pasando a la jurisdicción civil el conocimiento y causas criminales por los
delitos de los eclesiásticos, previstos en el derecho canónico.
INOLVIDABLE PÍO XII
Era yo un jovenzuelo todavía y aquellas estampitas con la figura ascética de Pío
XII, todo de blanco, elevada la mirada al cielo a través de sus gafas de fina montura de
plata, echada ante sus zapatillas de alba seda una blanca ovejita y acunando en el
hueco de sus huesudas manos una paloma en un ansiado deseo de echarla a volar,
me conmovían y emocionaban tan intensamente que jamás se me ocurrió pensar que
la candorosa visión consistía en un montaje fotográfico, al que el Santo Padre se
prestaba con gusto e incluso proyectaba él mismo la composición escénica. Enseguida
comprendí que se trataba de un farsante inmune a los acicates de la sinceridad. Y digo
esto porque no cuadran con aquel aspecto de santidad las palabras de su telegrama al
“Caudillo Franco”: “Elevando nuestro corazón a Dios, nos alegramos con su excelencia
de la victoria tan anhelada por la Iglesia Católica. Albergamos la esperanza de que su
país, ya restablecida la paz, reanude con energía sus viejas tradiciones cristianas.”
Seguro que al papa no le había susurrado al oído el Espíritu Santo que el dictador, ya
desde las Islas Canarias, había dado a las tropas rebeldes la orden de dejar una
retaguardia limpia de “rojos”. Los descampados y las tapias de todos los cementerios
de España conocen exactamente el número de honrados ciudadanos que cayeron
ante los pelotones de fusilamiento. Tampoco la Divina Paloma le advirtió que no era
evangélico recomendar al salvador de la patria que “reanudase las viejas tradiciones
cristianas”, pues huelen a sangre desde tiempos inmemoriales.
INQUISICIÓN: REVANCHA
Haeretici fregerunt templa, boni nihil fecerunt contra; erego omnes debent
patibulare (Los herejes destruyeron los templos, nada hicieron en contra las personas
145
buenas; así pues, todos deben ser llevados al patíbulo). Así opinaba el revanchista
ideólogo de la Inquisición Juan de Vargas, con respecto de los que asisten a los actos
de barbarie con la boca cerrada; pero, bien entendido que dichos actos sólo son
reprensibles y condenatorios si se realizan contra objetos, personas o doctrinas
sagradas. En igual reprensión caen los espectadores pasivos.
INQUISICIÓN BIENAMADA
El Ayuntamiento de Córdoba suplica al rey (Fernando VII) que restablezca la
Inquisición (22 de febrero del 1824). “porque el Ayuntamiento sabe que la Religión no
puede ya conservarse pura en España sin la Inquisición.” Cuando en España todos
éramos católicos, ¿qué falta hacía la Inquisición? “Pero en una época en que se ha
debilitado la fe y se ha relajado la moral pública, cuando abundan las sectas impías e
irreligiosas, la Monarquía y la Iglesia, estos dos grandes edificios de la sociedad “no
pueden subsistir mucho tiempo. No, no es ya un fantasma forjado por la credulidad la
existencia de la feroz masonería; sus misterios y juramentos nefandos los ponen
regularmente a cubierto de la vigilancia de los guardias municipales y a la sombra de
la impunidad. La triste experiencia que hizo necesaria la Inquisición en España en otro
tiempo, la presentan hoy a los ojos más imparciales como la única tabla para salvarla
del naufragio. Sí, sólo el Tribunal de la Fe, cuyo nombre no más aterra a los
malvados”, apenas sea restablecido, a buen seguro que huirán a otros tierras las
alimañas sectarias, y Córdoba gozará la paz y la religiosidad que le legaron sus
piadosos abuelos.”·
El autor no ha podido encontrar en el Archivo contestación a esta sentida súplica
del Ayuntamiento; pero es muy posible que formara parte de ella, en caso de haberla
habido, un ejemplar del “Directorio para los Inquisidores”, tal vez con destino a los
nombrados por estas fechas en la ciudad, pues les “aclara terminantemente qué debe
hacerse con los condenados y qué tipo de ejecución hay que aplicar a los relapsos
entregados a manos del verdugo. La opinión general en el orbe católico les
recuerda con respecto a si deben morir a hierro o a fuego es que perezcan por el
fuego, quemándoseles vivos en público.”.
A este respecto H. Kamen, en “La España de Carlos II escribe que “el poder
inquisitorial descansaba, no sobre una tiranía consciente, sino sobre una convicción
fundamental entre los españoles de que era necesaria. Creían que había ciertos
aspectos de su sociedad de los que el Santo Oficio era el único garante. El mal
comportamiento, la fe heterodoxa, el contacto con extranjeros, el descuido en el
lenguaje (blasfemias...); en todos estos casos había que acudir al Tribunal. Protegía la
fe, pero de ninguna manera la imponía. Unas veces los denunciantes lo hacían por
obligación moral, otras por malicia; pero el tribunal sabía distinguir y por consiguiente
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no se condenaba a un inocente.”Lamentablemente resulta algo difícil que esto suceda.
No sé de alguien que, llevado ante un tribunal, albergue en su alma una total y
absoluta y absoluta confianza y no invoque antes a la Fortuna a que le asista a su
lado.”
INQUISICIÓN Y MORAL ESPAÑOLA
La inquisición es ciertamente la más villana, la más infame, la más execrable
institución que la historia ofrece de los horrores y torpezas de los pasados y presentes
siglos. A la Inquisición sola debe España el oscuro quietismo1 que con nombre de
“molinismo” fue en la nación tan general, que tiene inficionados los confesionarios, y
desde ellos ha cundido a las familias, haciendo enormes estragos, desarraigando toda
idea de sana moral en los ánimos en que se ha aposentado, y aflojando los vínculos
del pudor, aun en aquellos donde no ha tenido cabida.
Consecuencia natural de tan equivocadas ideas acerca de la esencia de la virtud,
es que aquellos que presenta como dechados de virtud, cometen acciones
reprobables según la máxima de la sana moral. En la “Estrella de Sevilla” Sancho Ortiz
de las Roelas quita la vida a su mejor amigo, que iba a ser su cuñado, sólo porque se
lo manda el Rey, y luego se deja condenar a muerte por no querer descubrir que éste
le había mandado tan culposa acción. Ni el más leve remordimiento embate el alma de
Sancho; siente a par de muerte el habérsela dado a su amigo, al hermano de su
amada; se lamenta, sí; pero no se arrepiente: Tan incomprensible conducta obedece a
la máxima, ya entonces universalmente acreditada, de que es rey el dueño absoluto
de la hacienda y vida de sus vasallos; y que honra el cumplimiento de sus mandatos a
aquel a quien se lo ha dado.
Esta opinión tan diametralmente opuesta a las nociones básicas de la moral
parecía tan inconcusa en la nación que el célebre secretario de Felipe II, Antonio
Pérez, hizo asesinar a Escobedo por mandato del monarca, y confiesa en sus cartas
este abominable delito como la cosa más natural y menos digna de vituperio. A cada
paso se lavan con sangre los agravios recibidos; los más se ejercitan contra los
enemigos del rey y de la fe católica.
Más descabellada es la moral de las comedias de santos. Aquí San Isidro pasa los
días en la iglesia, en vez de hacer la labor que le tiene encomendada su amo; pero no
existe problema, porque ni el amo le echa una ronca, ni Dios tampoco, que le
complace que San Isidro le siga rezando en la iglesia, mientras un ángel, que baja a la
tierra, le abre a ésta los surcos de la siembra. Y si este cuento parece hermosamente
bucólico, le gana en barbarie el de un padre, sabedor de que los moros van a asaltar
1
Creencia de que Dios actúa solamente en una persona cuyo ser está completamente pasivo y
quieto, dejando las acción en las manos divinas
147
Madrid, degüella a todas sus hijas por vía de precaución; sale después a combate,
como buen vecino, y ya de regreso, como han triunfado los cristianos sobre los moros,
al entrar en su casa se encuentra que a sus hijas se las devuelve Dios resucitadas, por
intercesión de Nuestra –Señora de Atocha.
INTENDENCIA DE LOS PLACERES
De sobra es conocido el libertinaje de la Roma imperial y sus costumbres
disolutas. Pero aún no se había atrevido los licenciosos patricios a fundar una
institución destinada a abastecer de lascivas concupiscencias a la sociedad. Fue el
emperador Tiberio al que le correspondió el honor de la creación de una “Intendencia
de los placeres”. Y en verdad que, al menos en la isla de Capri, funcionó sin tregua ni
descanso. Empezó por el adiestramiento de chiquillos de corta edad en la natación y
en el buceo, con objeto de que, ya con el diploma facultativo de saberlo hacer,
nadaran y bucearan en derredor del emperador, durante las horas que pasaba en la
piscina, y sintiera en su cuerpo los breves bocaditos de “sus pequeños pececillos”,
pero de una manera particular formando un enjambre de picoteadoras abispas en
torno a sus genitales. Además de este peculiar cosquilleo reservado exclusivamente a
Tiberio, los acomodadores palaciegos diseminaron por la villa lugares bien
resguardados con muelles divanes, donde bellos jóvenes de ambos sexos se
solazaban en los deleites de Venus y rivalizaban en inventar formas de copulación
excitantemente novedosas, a las que el libertino emperador dio el nombre de sprinties
(el verbo griego sprío significa “atar”), porque los cuerpos de los amantes se movían al
unísono en deliciosos vaivenes eróticos, atados fuertemente el uno con el otro. No se
puede ponderar cuánto gozaba el emperador con un espectáculo de tan vibrantes
emociones. A fin de no perder un momento la contemplación de la bella estampa,
mandó decorar las estancias de la mansión con pinturas de escenas sensuales, por
las que distribuyó los libros de amor de la poetisa Elefántide, en cuyos epigramas se
establecía las reglar para disfrutar de una obscenidad plenamente satisfactoria. Si
alguno de los invitados a la paradisíaca isla, en la que Afrodita había habilitado tan
larga y generosamente el despacho de sus favores, se daba un paseo por entre las
arboledas silenciosas, al atisbo de emocionantes tropiezos, allí esperaban el
zigzagueante paseo hermosos donceles y doncellas, vestidos de silvanos y ninfas,
ofertando generosamente las gracias de sus bellos cuerpos. Roma, como se ve,
aparte de dejarnos al mundo occidental su monumental obra jurídica, nos enseñó qué
habíamos de hacer con el cuerpo, después de maltratarlo con el trabajo del panem
lucrando, como demostraba Tiberio con su propio ejemplo.
De este funesto personaje, que rigió desde Capri todo un imperio, Suetonio, uno
de sus historiadores, no sólo nos habla de su lujuria; también pone unas pinceladas
148
aterradoras de su tiranía. Salía, por ejemplo, un ciudadano de un retrete público en el
había hecho sus necesidades. Si al registrársele, se le encontraba una moneda con la
efigie del emperador, se le condenaba a muerte. La misma pena sufría quien llevara
luto por la muerte de algún familiar. La pena capital fue tan frecuente por nimiedades
tontas, que ya los ciudadanos, sospechosos de algún “delito” de esta especie,
preferían quitarse de en medio con un veneno fulminante. ¡Oh,exclamaba entonces
el emperador, cuando se enteraba de alguna de estas fatalidades. se me ha
escapado Fulano!
Sin embargo, es preciso buscar alguna razón que explique la progresiva
depravación de la conducta en bastantes de estos nefastos engendros humanos.
Tiberio tuvo una infancia desgraciada; le divorciaron de su primera mujer, a la que
amaba, para casarlo con Julia, hija de Augusto, que le fue adúltera. Fastidiado de ella,
buscó la tranquilidad y pidió permiso para marcharse a Grecia. Aquí vivió irreprochable
y virtuosamente. Al ser proclamado emperador, temeroso de las intrigas de la corte y
con miedo a ser asesinado (suceso frecuentísimo en los emperadores), se vio forzado
a aparecer duro e inflexible en prevenir conjuras. La vigilancia constante y personal,
desconfiada y recelosa, al aumentar los peligros, infundieron en él la sospecha de que
estaba rodeado de enemigos. No cuesta trabajo deducir que en la idea de “ellos o yo”
prevaleciera el yo. Y esta decantación decidida por la propia supervivencia se
mostraría en adelante tanto más eficaz y definitiva, cuanto más terrible y abominable
se ejecutara la forma de exterminar a sus adversarios.
INTERIORIDADES PONTIFICIAS
¿Puede ser cierta la observación de San Pío X antes de morir “Creo que aquí se
acaba todo”? En caso de ser cierta, el pontífice se había olvidado que la muerte no
acaba con el cristiano ni en cuanto a su cuerpo ni en lo más mínimo en cuanto a su
alma, porque ambos, según fe dogmática, entran en la vida de la inmortalidad gloriosa,
primero, el alma; el cuerpo, el día de la resurrección de la carne. A la gloria va el
hombre todo entero, en cuerpo y alma, no cada parte por su cuenta y lado. De tal
forma lo define el dogma de la resurrección entre creencias cristianas y musulmanas.
No con igual idea, pero sí muy parecida vaticina León XIII la aproximación de su
muerte: “La catástrofe se avecina”. El angelical Pío XII, tal vez por temperamento
estoico, pidió para sus últimos momentos un ameno concierto de música clásica. Su
protomédico, Galeazzo Lissi reveló el sorprendente deseo de un papa tan santo y fue
expulsado por tal motivo del Colegio Profesional de Italia. A Juan Pablo I, el papa de la
sonrisa, se le apagó ésta sólo al mes de haber sido elegido en la Capilla Sixtina. Al
buen pontífice se le había ocurrido prohibir la costumbre de que el servicio clerical
vaticano se arrodillase ante él. ¿Quién soy yo exclamó molesto para que se me
149
hagan genuflexiones? Pero lo peor es que una de sus mayores preocupaciones de
hombre virtuoso de verdad, la superpoblación del tercer mundo, le aguijoneó para
exponer cuanto antes el remedio usual del preservativo, pero con la prudencia debida.
Al Cardenal Villot le pareció un disparate, tanto la genuflexión como no engendrar por
los procedimientos naturales. Juan Pablo I, al mes de nombrado papa, había ya
cascado. Proclamaron a otro, como es habitual. Hubo en Roma rumores de
descontento, sobre todo por parte de la familia natural, que pidió hacer una autopsia al
cadáver; pretensión que fue desestimada por no ser usual en los fallecimientos de los
papas. Juan Pablo II sucedió al papa muerto. Se pensó que alejaría del Vaticano a dos
molestos personajes, Villot y un Cardenal llamado Marzinkus, que dirigía las finanzas
vaticanas y al que seguían de cerca los carabineros italianos para atraparlo apenas lo
vieran fuera de las fronteras territoriales del Vaticano; el cual, sin embargo, entretenía
el obligado ocio, burlando vigilancias, en un aristocrático Club Deportivo de Golf, cuya
inscripción costaba una fortuna. Juan Pablo II comulgaba con Villot en el asunto de la
procreación, pues estaban convencidos ambos que los niños, cuando vienen al
mundo, les pone Dios bajo el brazo una hogaza de pan. Así, pues, el control de la
natalidad no sería tema de su Pontificado. Él venía a resolver el problema de la
pobreza y el de la injusticia en la Tierra. Lo desplegó a bombo y platillo en las naciones
más humildes de América y en Brazeville de África. En efecto, puso de ejemplo a los
pobres la pobreza de Jesús; y a los maltratados por las injusticias, su mansedumbre,
porque “la violencia, hijos míos, engendra violencia”, y eso es malo. En Brazeville
¡gloria a Dios en las alturas! bendijo la última gran catedral del mundo: costó a la
república africana hipotecar el hambre de su pueblo durante muchos años. Hoy el gran
templo, orgullo de la moderna arquitectura religiosa y espléndido de riqueza, se
encuentra desolado y vacío de todo: altares, candelabros, bancos, imágenes y,
consecuentemente, de clero de servicio. Hállase la hermosa joya religiosa de África en
el abandono más absoluto. Por no dormir al descampado, la ocupa ocasionalmente de
día o de noche. algún que otro destacamento del ejército, fotografiado para la prensa
del mundo en un momento de su descanso.
INTERROGATORIO JUDICIAL
En “El Dictador” del inolvidable Charlie Chaplin (Charlot) se desarrolla una cómica
escena en la que los intérpretes de los dictadores Hitler y Moussolini se acomoda cada
uno en el sillón mecánico de la barbería a que los maestros barberos les afeiten. Pero
Hitler, que no se conforma con tener el sillón a la misma altura que el italiano, le da
una vuelta a la manivela con objeto de subir el suyo un `palmo más. Lo mismo hace el
Duce. Repiten entonces alternativamente la acción, con la evidente intención cada
cual de alzarse a un nivel superior. La secuencia cinematográfica se basa
150
indiscutiblemente en ese principio universal de creerse superior a otro, que cada
individuo lleva agazapado en el alma.
La escuela tradicional, a propósito de este sistema de valores, exteriorizado
mediante la ascensión unos escaños de más, colocaba la cátedra del maestro sobre
elevada tarima, flanqueada por dos o tres escalones de madera. Las salas de las
audiencias de justicia ofrecen el mismo espectáculo de un alto estrado presidencial,
desde el cual los severos jueces sobresalen de los reos tres o cuatro palmos. Se trata,
pues, de empequeñecer al que se tiene parejo o delante, de anonadarlo, de intimidarlo
y crearle en definitiva una profunda sensación de nulidad. No eres nada, amigo;
basura solo. ¡Qué bien lo entendieron aquellos maestros de la tortura, cuando dejaron
escrito en su Directorio: “Durante el interrogatorio conviene que el acusado se siente
en una silla más baja que el sillón del inquisidor.”
INTERVENCIONISMO ESTATAL
En tiempos de los reyes de la Casa de Austria el intervencionismo real descendía
a detalles que parecen sumamente ingenuos, como por ejemplo solicitar del Papa que
levantase la prohibición de tomar chocolate a las monjas carmelitas descalzas, por ser
el chocolate una bebida muy común y, además, muy digestiva para estómagos
dañados por las abstinencias, e incluso medicinal en personas que viven reclusas, ya
que el hecho de tomarlo en reunión con otras personas de condición igual alivia el
desamparo y la tristeza de la soledad.
INTOLERABLE FALTA DE RESPETO A DIOS
Un príncipe beduíno, Amulcais, se dirigió al templo del ídolo de su tribu, donde se
custodiaban las tres flechas mediante las cuales se consultaba al Destino: la del
mandato, la prohibición y la esperanza: Amulcais sacó a suerte la flecha de la
prohibición. En un arrebatado impulso de furor, la hizo pedazos y gritó al ídolo:
¡Miserable, no me hubieras prohibido ir a vengar a tu padre, si él hubiese sido el
muerto! Mucha sangre hubo de derramar Mahoma, no la suya desde luego, para
exterminar la idolatría de las tribus beduinas e implantar el islamismo entre ellas.
INTOLERANCIA PURA Y DURA
El VIII Concilio de Toledo debe ser señalado como fecha negra en la historia de la
intolerancia y el fanatismo. En él se produjo el primer intento sistemático de usar todo
el poder del Estado para eliminar de España el judaísmo. Recesvinto comenzó con
una ley contra todo tipo de herejía. Todo español o extranjero en visita a España, que
hablase contra la fe católica o que tuviera pensamientos heréticos en su corazón, sería
desterrado para siempre y le serían confiscados todos sus bienes. En cuanto a los
judíos, ningún judío bautizado podría abandonar la fe cristiana o atacarla de hecho o
de palabra, ni emigrar para escapar de ella o dar cobijo a alguien que hiciera esto.
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Ningún judío podía celebrar la Pascua Judía, ni el Sábado, o casarse con otro rito que
no fuera el católico. Se prohibió la práctica de la circuncisión. Los judíos no podían
cumplir sus costumbres a la hora de sentarse a la mesa para comer. Ningún judío
podía testificar contra un cristiano, por humilde que fuera, ni siquiera contra un esclavo
cristiano. El quebrantamiento de estas leyes establecía la pena de muerte en la
hoguera o por lapidación a manos de gente de la misma raza. De hecho, ser judío
practicante conllevaba enfrentarse a las consecuencias penales de un delito castigado
con la pérdida de la vida. El viaje de un lugar a otro pasaba por un calvario de
humillaciones. A la llegada al punto de destino, debía presentarse el viajero ante el
obispo local, el sacerdote o el juez. Estas autoridades estaban obligadas a impedir que
el judío cumpliera los deberes religiosos del Sábado. No se le permitía alojarse en
casa que no fuera de cristianos, con quienes había de comer y hasta recibir la
comunión. Al reanudar el viaje, debía de comunicar al obispo o sacerdote el lugar al
que se dirigía, para advertir al próximo sacerdote su llegada. Una vez concluidos los
desplazamientos y ya de regreso al hogar, entregaría todas las cartas de los
sacerdotes de los lugares por donde había pasado, con las anotaciones de la fecha y
del tiempo de duración de la estancia. La celebración del Sábado obligaba a todas las
comunidades judías a congregarse con el obispo o con el juez; pero a los obispos se
les hacía la advertencia de no quedarse a solas con las mujeres, porque un mal deseo
de violación o relación carnal con ellas, les era suficiente motivo para secularizarlos y
desterrarlos. Pero la historia de la represión judía sólo había dado los primeros pasos.
Tiempos vendrían con el Santo Tribunal de por medio, que se anticiparían a la
tristemente célebre “solución final”. Se estaba fraguando, sin embargo, la idea de la
conspiración, es decir, la creación de un clima de animosidad contra los judíos,
además del ya existente, adjudicándoles tenebrosas maniobras con los árabes y
judíos del norte de África, las cuales tendrían como fin la invasión de la península.
Este supuesto intento de provocar la ruina de la “madre patria” merecía, por
consiguiente, el castigo más riguroso; y los obispos lo secundaron “por orden de
nuestro más piadoso y más religioso Príncipe Egica.” Fueron desposeídos de todas
sus propiedades y vendidos como esclavos por todas las provincias de España. Nunca
serían libres; y sus hijos, arrebatados del hogar paterno, serían entregados a cristianos
devotos para su educación e integración en el cuerpo social de la Iglesia Ni siquiera
les sirvió la disolución social y familiar para que, al menos, no se les insultase ya para
siempre con el mote de “marranos” ni con definiciones como las que nos da el “Tesoro
de la Lengua Castellana”: “El recién convertido al cristianismo y tenemos ruin concepto
dél por haberse convertido fingidamente.” ¿Fingidamente o a la trágala?
INTROMISIÓN DEL ESTADO EN LOS ASUNTOS RELIGIOSOS
152
El dominio de la Iglesia sobre la sociedad se ha basado en su sometimiento a la
política de los gobiernos. Tal política, por supuesto, estaba imbuida de los principios
cristianos y en nada difería la moral del Estado de la moral predicada por la propia
Iglesia. Así, pues, aunque existía el regium exequatur o consentimiento real para la
circulación impresa de las ideas religiosas o morales, esta restricción, salvo en casos
muy excepcionales, no provocaba estridencias entre ambas potestades. Sin embargo
existían aspectos de la intimidad personal heredados de tiempos anteriores, de los que
el rey parece que tenía competencias arbitrales. Se sabe la historia de un pobre monje
portugués, de nombre Tarra, expulsado de su monasterio por compartir su jergón con
una prostituta, el cual protestó ante el monarca porque le habían prohibido los
superiores continuar sus relaciones con la mujer. Se ignora cuál fue la contestación
regia, si la hubo; pero el hecho confirma que atañía a la potestad de los príncipes estar
informados de los asuntos reservados de los súbditos eclesiásticos.
IRRACIONALIDAD
Parece que fue el filósofo francés Diderot quien, muy ajustada y razonablemente
hizo más o menos con estas o parecidas palabras la siguiente observación: No se
comprende que Dios nos haya dado la razón y que después nos la quite, al permitirnos
la creencia en el absurdo
ITALIA, POSIBLE ORIGEN DE SU NOMBRE
A Hércules, cuando conducía las vacas de Gerión a Argos, se le escapó un toro o
un ternero. Lo buscó por todas partes, llegando hasta Sicilia. Los habitantes de esta
isla llamaban a las terneras vitulus, de donde parece derivarse, según algunos
antiguos historiadores, el topónimo Vitulia que, por corruptela popular dio el de “Italia”.
ISLAMISMO IMPUESTO POR EL TERROR
Conquistada la Meca, persuadidas las tribus, aún idólatras, de que toda resistencia
era inútil, y amenazadas de una guerra de exterminio, adoptaron el islamismo que
predicaban los generales de Mahoma con el Corán en una mano y el alfanje en la otra.
He aquí a continuación cómo se desarrolló la embajada de los delegados de la tribu de
Takif, que llevaban el encargo de su gente de pedir a Mahoma que respetase a su dios
Lat. Mahoma fue intransigente: Tenéis que abrazar el islamismo pura y simplemente,
sin condicionamientos; de otra manera, preparaos a la guerra.
 Déjanos conservar a Lat al menos tres mesesle suplicaron.
 ¡No!
 Sólo un mes.
 Ni siquiera durante una hora.
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Se tuvieron que convertir ¿qué remedio les quedaba? Muchas conversiones se
debieron a este amenazador lo tomas o lo dejas, y poco de fiar habrían de ser. Para
apostatar, no se esperaba más que la muerte de Mahoma. Muchas provincias no
tuvieron paciencia hasta entonces. “Si los mares de sangre de esta feroz
intransigencia no convencieron a los árabes de verdad de la religión predicada por el
Profeta, reconocieron al menos en el islamismo un poder irresistible y sobrenatural.”
(Dozy: Historia de los musulmanes de España”
ITÁLICA
“Escipión, terminadas sus guerras en el sur de España contra los cartagineses,
empezó la costumbre de designar para los pueblos conquistados pretores en calidad
de gobernadores para mantener la paz. Habiéndoles dejado un pequeño ejército,
adecuado a sus necesidades, estableció a los soldados heridos en una ciudad que
llamó Itálica, tomando el nombre de Italia.”(Apiano: Historia de Roma)
IZQUIERDAS ESPAÑOLAS
Escribe Gerald Brenan en el “Laberinto español” que “eran los hombres de
izquierdas quienes tenían de su parte, en general, el mayor grado de justicia y
honradez.” La hoz y el martillo o un puño con una rosa ha sido y lo siguen siendo sus
símbolos. También la barba, a la que desde el primer momento se adhirieron con gran
entusiasmo y consiguieron que pasase a ser igualmente símbolo, esta vez de hombre
“protestatario” o inconformista. La barba apareció como moda entre la sociedad
helena, con el nombre de pogonoforía. Pogonóforo es el que lleva barba y misopógono
su detractor. Confirman los dos vocablos que la sociedad helena estaba escindida
ante la moda en dos mitades por culpa de la barba, los que se veían bien con ella y
quienes les tildaban de adefesios. Pero no llegaron a las manos.
JACOBINOS
Los jacobinos, famoso partido durante la Revolución Francesa, utilizó para sus
reuniones el convento de los Jacobinos. Por este motivo se les conoció con este
nombre. Pero es el caso que el mismo convento había servido ya antes, en el siglo
XVI, como sede del Consejo de los Dieciséis, también revolucionario, aunque
radicalmente católico, que luchó contra la política calvinista del rey Enrique V.
JESUCRISTO DE MONTFAVET
El “Jesucristo de Montfavet” George Roux en el registro civil, murió en 1891,
en el pueblo de ese mismo nombre, próximo a Avignon. El nombre civil del personaje
así llamado, ha pasado, por cierto, a la historia de las extravagancias humanas.
George Roux, antiguo empleado de Correos, de repente descubrió que era hijo de
Dios reencarnado. Abandonó su empleo, creó la “Iglesia Cristiana Universal”, llegó a
reclutar hasta 15.000 adeptos en Francia, Alemania del Oeste, Holanda y América del
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Norte, se enriqueció y, por fin, a los 78 años de edad, dejó la tierra, tras predecir el fin
del mundo para 1982. Un día se levantó de su asiento y, dirigiéndose a sus
compañeros de trabajo, sentenció: “Alea jacta est”. Abandonó todo lo que es pura
apariencia. Yo no soy George Roux. Yo soy Jesús de Nazaret, dueño del universo. Y
me voy. “ Se marchó, efectivamente, pero a casa de su madre, a la que despertó para
anunciarle: “Alégrate, mamá. Tú no eres una mujer como las otras. Tú eres la Virgen
María, porque yo soy Jesucristo.” La madre tembló, se arrodilló y musitó: “Tienes
razón”. Empezó la aventura de la Iglesia Cristiana Universal.
Roux escribió tres libros, fundó la revista “Lumière”, y con ello dejó asentada la
filosofía de la secta: ni carne, ni bebidas, ni sexo, ni medicinas. Sólo algunas frutas y
legumbres de cuando en cuando, para ir tirando. Sus libros se vendieron por millones,
la revista se encargaron sus discípulos de venderla por las calles. Afluyó, pues, de
todas partes el dinero a raudales y la fama de sus milagros creció vertiginosamente.
Roux pudo comprarse un castillo, que era al mismo tiempo la gruta de Belén, el templo
de Jerusalem y la basílica de San Pedro. Un día tres niños, hijos de sus adeptos,
murieron por negarse a llevarlos al médico. “Poner los enfermos en manos de un
médico es un acto criminal,” había dicho. Este percance le llevó a los tribunales y le
afectó ligeramente; pero no lo bastante para impedirle dirigirse al Papa de Roma por
escrito: “Tú no eres el verdadero Papa. Yo soy Cristo. Pero, si te parece, podemos
entendernos. Tú me reconoces como tu maestro y yo te nombraré mi vicario.”
JESUCRISTO, UN HECHICERO
En la antigüedad cristiana circularon muchas anécdotas de la sagrada familia En
los mitos talmúdicos se cuenta que Jesús era simplemente un hábil hechicero que,
enseñado por una especie de taumaturgo llamado Juan el Bautista, había prometido a
la hija del emperador Tiberio hacerla madre sin intervención masculina. La muchacha,
siguiendo sus instrucciones, consiguió únicamente dar a luz una gran piedra y esto
enfureció tanto a Tiberio que ordenó a Pilatos crucificar al fraudulento profesor de
magia. Según esta versión, el cuerpo de Jesús fue enterrado luego cerca de un
acueducto y las aguas lo arrastraron una noche en que se desbordaron, dando origen
de este modo a las creencias nazarenas respecto a la resurrección.
JESUITAS
Recién fundada la Orden por San Ignacio, ya escribía así de los jesuitas franceses
el embajador florentino: “Corren la posta en todos los camino; trotan a Roma, a
España y otros puntos, y desaprueban algunos aspectos de la conducta de los jefes
de la Liga (Católica, dirigida por la Casa Ducal de los Guisas). ¡Liga fatal a este reino!
El rey ha demostrado mucha paciencia al no expulsarlos de Francia, porque con la
excepción de no ir armados con arcabuces, han hecho el oficio de soldados. Ello ha
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dado por resultado que los gobernadores de los colegios (los directores) hayan
perdido gran parte de la estimación pública y ni siquiera se hace mucho caso de su
general,a pesar de pertenecer a la ilustre casa de Atri.” El atributo, pues de intrigantes
que les ha otorgado la historia incipiente de la Orden no les rebaja injustificadamente
la fama.
JESÚS DESCONOCIDO
La gente no conoce al Jesús de los Evangelios. No ha cogido ese librillo en sus
manos y la ha leído de punta a rabo. De haberlo leído, se haría de él muchas
preguntas, que no deben de contestárselas los sacerdotes, porque las preguntas se
las hacen las gentes cuando desean conocer la verdad y les aplican la razón y el sano
juicio. Jesús, del que se habla en el evangelio desde que nace hasta que muere,
obliga a hacerse muchas preguntas sobre él y, por consiguiente, crea quebraderos de
cabeza, dudas razonables. Por eso, como nadie se quiere complicar la vida, acude a
las veneradas tallas de los altares del Cristo de Medinaceli, del Gran Poder, o de “El
de las Tres Caídas. Se les reza unos padrenuestros, se echan unas monedas en el
cepillo, se le pide por un enfermo y basta. ¿Qué más ha de saberse?
JESÚS Y SUS ENEMIGOS
¿Contra qué luchó Jesús? Precisamente contra la religión en la que había nacido y
a la que se le había consagrado. Luchó contra la sinagoga, contra todo lo
institucionalizado, contra todo lo sacralizado, contra la jerarquización, contra la
ostentación, contra los poderes inmóviles usurpadores de derechos, detentadores de
privilegios; en suma, contra el enorme aparato de la organización teocrática y política.
Se puso al margen desde un principio de toda esa superestructura tan perfectamente
cohesionada en una tupida relación de intereses; y, en colérica reacción, la
superestructura arremete contra el destructor de “lo establecido”, y le crucifica. De no
haberle ejecutado, el sistema y la sociedad que lo sostiene, se hubieran derrumbado.
Ahí se ha de buscar la razón por la que se puede argüir que Jesús es también el
enemigo de su propia “Iglesia”, ya que éste fue la continuadora de la sinagoga de
Jerusalén. Los escribas y fariseos acabaron con Jesús. Pero a su Iglesia no le interesó
crucificarlo, sino transformarlo y metamorfosearlo en algo distinto. Por eso e hizo Dios.
Se dice que, pocos días antes de su muerte, retirado de sus discípulos para orar,
se sintió afligido, y que se malhumoró contra los más cercanos, porque estaban
durmiendo y no podían compartir con él su zozobra. Realmente, si uno reflexiona
sobre tan amargos momentos de Jesús, le vienen a la memoria algunas de sus
enseñanzas, y hay que exclamar. ¡He aquí por qué estaba apenado! Predicó, frente a
la opulencia, la pobreza; frente al orgullo, la humildad; frente a la insaciabilidad, la
moderación; frente a la ostentación, la sencillez; y frente a la avaricia, el
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desprendimiento. A la muerte contrapuso la vida; y a la venganza, el perdón. Ninguna
maldad quedó sin la bondad opuesta. Quizás, imaginando esas ideas para darles
figuración y cuerpo, se le pusieron ante los ojos futuras escenificaciones de templos
suntuosos, de amplias escalinatas y orgullosas cúpulas; desde los cuales
resplandecieran majestuosos personajes apoyados innecesariamente en báculos de
oro y revestidos de capas bordadas de esmeraldas; y quizás oyera de en medio de tan
grande boato, desentonando del conjunto, alguno de sus bellos aleluyas,
”Bienaventurados los que han decapitado la ambición, pues han dado albergue para
siempre en su alma a la paz auténtica.”
JUDÍOS EN LA HISTORIA DE TÁCITO
Tácito dedica la primera parte del libro V de sus “Historias” a hablar de los judíos:
su origen y la salida de Egipto; hace un recorrido breve hasta el asalto de Jerusalem
por Tito. En ese recorrido histórico que abarca hasta el año 70 d. C. no menciona en
absoluto a Jesús. Pinta a los judíos de insociables, rebeldes, adoradores de un asno,
cuya efigie dice que veneran en el interior de su templo (por una manada de asnos
saciaron su sed en el desierto). En el mismo libro refiere que acompañaban a Tito en
su guerra de Judea varios reyes aliados y “una gruesa banda de árabes, grandes
enemigos de los judíos por los aborrecimientos que ordinariamente suele haber entre
los vecinos”. El historiador Apiano escribe que Trajano se desplazó a Egipto con objeto
de exterminar la raza judía, debido a su insurrección. En el prólogo de su Historia
Romana, donde describe los pueblos de la antigüedad, se lee: “En vecindad con los
,palestinos se hallan los fenicios de la costa, y al otro lado etc.” ya no menciona a los
israelitas, a los judíos. Ya no existían, pues, como nación.
Los sefardíes son judíos descendientes de los que fueron expulsados de España.
Y conservan la lengua de Castilla, hablada durante aquellos tiempos en que se
decretó su expulsión (siglo XVI). También fueron obligados a expatriarse, poco tiempo
después, los moriscos. Sin embargo, los inmediatos descendientes de esta raza
olvidaron el castellano, reemplazado totalmente por las lenguas de las tierras que los
acogieron. Uno de los motivos que produjo en los judíos la permanencia y continuidad
del idioma de Castilla hasta nuestros días en los países donde se establecieron, tal
vez sea la sólida cohesión racial que los mantiene fuertemente unidos en sus
tradiciones familiares, históricas y religiosas, a pesar de las distancias geográficas y
las diferentes formas de vida de los pueblos con los que conviven. No ocurrió lo mismo
con los moriscos, diluidos en medio de pueblos cuya idiosincracia y creencias
coincidían plenamente, sin que se sintieran dentro de ellos con una personalidad
radicalmente distinta y disociada de su entorno religioso y social.
JUDÍOS Y CRISTIANOS EN EL MISMO SACO
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El emperador Tiberio prohibió las religiones extranjeras, algo inusual en las
costumbres de Roma. Pero es interesante conocer que tomó medidas contra los
judíos, a cuya juventud distribuyó por las regiones más inhóspitas de imperio, bajo el
pretexto de que era allí donde debían hacer el servicio militar; también expulsó a los
individuos de esa raza junto con otros pueblos de creencias análogas; lo que hace
pensar que el historiador (Suetonio) se refiera a los cristianos. La misma orden de
expulsión se extendía a los astrólogos. Posteriormente los astrólogos serían objeto
definitivamente del mismo trato.
JUECES EGIPCIOS
Los jueces egipcios eran muy bien pagados por el rey, sobre todo el juez supremo.
Este llevaba colgada en el cuello una cadena de oro con una figurilla hecha de piedras
preciosas, a la que llamaban “Verdad”. Cuando el juez supremo se colocaba la imagen
de la Verdad, daban comienzo los procesos. Todas las leyes estaban comprendidas
en ocho libros, y éstos permanecían junto a los jueces. Había la costumbre de que el
acusado escribiera cada una de las acusaciones que invocaba y cómo sucedió el
hecho y la valoración de la justicia o daño; mientras que el demandado, tras tomar el
informe de la otra parte, contestaba a cada uno de los razonamientos. Posteriormente
la ley dictaba que el acusado contestara y a su vez el defensor replicara. Habiendo
entregado ambas partes dos veces sus escritos a los jueces, en ese momento los
treinta jueces resolvían en consejo sus opiniones; mientras, el juez supremo colocaba
la imagen de la Verdad sobre uno de los dos encausados. De esta manera resolvían
los egipcios todos los procesos judiciales, creyendo que los abogados por hablar
mucho oscurecían a los jueces; pues también la técnica de los oradores, su
declamación artificiosa y las lágrimas de los acusados podrían influir mucho en dejar
de lado la severidad de las leyes y de la estricta verdad
JUECES INDIOS
El Inca Garcilaso, hablando de las leyes indias decía que los jueces no eran
legisladores de ellas, sino ejecutores. No podría el juez arbitrar sobre la pena que la
ley mandaba dar, sino que la había de ejecutar por entero, so pena de muerte, por
quebrantador del mandato real. Decían los indios que, como diera licencia al juez para
poder arbitrar, disminuían la majestad de la ley, hecha por el rey con acuerdo y
parecer de hombres tan graves como los que había en el consejo; la cual experiencia
y gravedad faltaba en los jueces particulares; y que era hacer venales los jueces y
abrirles puerta para que, o por cohechos o por ruegos, pudiesen comprarles la justicia;
de donde nacería grandísima confusión en la república, porque cada juez haría lo que
quisiese; y que no era razón que nadie se hiciese legislador, sino ejecutor de lo que
mandaba la ley por rigurosa que fuese.
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JUECES: EL TEMOR A LA RESPONSABILIDAD
En la Córdoba califal los ciudadanos notables solían rechazar la dignidad de juez.
Las graves consecuencias espirituales que de su ejercicio se derivaban, motivaron el
que las opiniones de los hombres reflexivos y sabios fuesen divergentes. Muchos
aceptaron la dignidad de juez por el vivo deseo de la honra mundana, con la
esperanza de que Dios no les privaría de su concurso, y hasta confiando en la
amplitud de su perdón; pero hubo otros que experimentaron miedo de que pudiera
ocurrirles algo desagradable en la vida futura y tuvieron temor de Dios, porque no sólo
habían de responder de su conducta personal en los negocios propios; sino, además,
de los asuntos ajenos, que a su dirección se encomendaban. Hombres distinguidos
por su saber y piedad hubo en Andalucía, sobre todo en la capital, a quienes se les
ofreció el cargo de juez y no quisieron ser nombrados; a quienes se les invitó y se
mostraron propicios a aceptar sólo por temor de Dios, considerando las consecuencias
que podrían sobrevenir a sus almas en la vida futura.
No estaba, entre las competencias de los jueces árabes de la España musulmana,
dirimir cuestiones que no fueran las puramente religiosas, como el cumplimiento de los
preceptos de Corán y su inobservancia. Correspondían al ámbito jurisdisccional del
monarca las causas civiles y penales. Le ordenó el califa a uno de sus jueces que
tuviese muy en la memoria que no lo había elegido para los asuntos puramente
mundanos, ni políticos, pues la investidura de juez, cuyo poder Dios ensalzó e hizo de
él mención honorífica, fue ennoblecida precisamente por habérsele conferido la noble
virtud de decidir y resolver, de parte de Dios, aquellos asuntos que se relacionan
íntimamente con la vida de la religión, la noble misión de hacer cumplir los deberes
religiosos a los musulmanes, de obligar a obedecer los preceptos divinos a aquéllos
que tienen el deber de cumplirlos.
En la “Historia de los jueces de Córdoba” se cuentan no escasas anécdotas de la
rectitud de estos servidores públicos. “Elabás ben Abdala arrancó violentamente un
cortijo a un hombre de Jaén. El hombre murió y dejó varios hijos. Cuando éstos
llegaron a mayor edad y tuvieron notiocias de la rectitud y justicia de Mosab ben Imrán,
se fueron a Córdoba, denunciáronle la injusticia que con ellos se había cometido y
probaron ante el juez su derecho. El juez, en su vista, mandó citar a Elabás ben
Abdala, haciéndole saber lo que aquéllos reclamaban y dándole noticia de los testigos
que se habían presentado a declarar en contra suya. El juez le invitaba en la citación a
que contestase la demanda; fuele concediendo plazo tras plazo para contestar; pero,
al fin, se acabaron los plazos y, visto que desistía de defenderse, el juez le notificó que
iba a dictar sentencia contra él. Entonces Elabás se fué a ver al monarca Alhaquen I y
le pidió que ordenase al juez que se inhibiera en el asunto y fuera el propio soberano
159
quien sustanciase y decidiese el pleito. El monarca llamó a un paje suyo y le encaregó
que dijera a Mosab ben Imrán que se inhibiese. Pero al cumplir el paje la orden del
soberano, Mosab le dijo: “Los demandantes han probado su derecho, para lo cual se
han visto obligados a hacer grandes sacrificios y muy perseverantes trabajos y
molestias, porque viven lejos de Córdoba; y como han probado el derecho que les
asiste en su demanda, yo no puedo dejar de entender en este asunto hasta dictar
sentencia.” El paje volvió a palacio a comunicar al monarca las palabras que le había
dicho el juez. Elabás comenzó entonces a instigar y decir al soberano que el juez
menospreciaba la dignidad del monarca. El soberano, en vista de esto, volvió a enviar
el paje para que dijese al juez: “Es preciso que te abstengas de intervenir en este
pleito; quiero ser yo personalmente el juez que decida.” Pero cuando el paje volvió a
presentarse ante Mosab le ordenó se sentara, e inmediatamente se puso a escribir;
dictó sentencia en favor de los demandantes, diciendo que a ellos pertenecía el cortijo;
luego autorizó la sentencia haciendo firmar a los testigos y, cuando ya todos los
requisitos legales estaban cumplidos, dijo al paje: “Puedes ir a comunicar al soberano
que yo he realizado ya todo lo que de ley me compete, como juez; si él, como
soberano, quiere derogar la sentencia, puede hacer lo que le plazca.”
Las leyes visigodas, establecidas en España unos siglos antes de la llegada de los
musulmanes mostraban también gran inflexibilidad contra la justicia venal y arbitraria.
Castigaban terriblemente a los jueces injustos, les hacía pagar a los víctimas de una
sentencia equivocada todo lo que habían perdido a causa de esa sentencia; igual si
demoraban injustificadamente la celebración de un juicio; con la muerte en caso de
que ejecutaran a un inocente; una absolución venal imponía el pago de siete veces el
soborno; el que cerraba los ojos a las actividades de fraudes de dinero, perdía la
cuarta parte de sus bienes; el juez rural que consentía a la prostituta ejercer su
comercio, era multado y castigado con cien azotes. Como se ve, las leyes de otros
tiempos tenían la mano manca contra los prevaricadores.
JUICIO FINAL Y OTRAS CREENCIAS
Asia Menor ha sido desde siempre semillero de los más encontrados sistemas del
pensamiento humana, tanto en la filosofía como en la religión. Es difícil encontrar allí
una teoría pura y sin influencias de las ideas de las demás. El libro sagrado del
Cristianismo, la Biblia, del que los cristianos dicen haber sido inspirado por Dios a sus
diversos autores, recoge de los pueblos con los que ha estado en contacto conceptos
como el principio del Bien (Dios) y del Mal (Satanás); el Juicio Final, el advenimiento
de un Salvador o Mesías, que se creían habían surgido absolutamente en el seno del
pueblo judío y de él transmitido al Cristianismo, cuando en realidad eran mucho antes
temas básicos de los mazdeístas.
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JULIANO EL APÓSTATA
La pintura que se nos hacía de él en nuestros tiempos de estudiantes por
profesores laicos o eclesiásticos no podía ser más denigrante ni más falsa. Fue
Juliano la bestia negra del cristianismo naciente. Con dos anécdotas daban por
concluido el nefasto retrato. Era cristiano, decían, pero volvió al paganismo; y, para
quitarse la marca del bautismo, hizo que degollaran sobre él un toro, con cuya sangre,
empapándole hasta los huesos, le renació su vieja religión pagana. Su odio contra el
cristianismo se acrecentó aún más, hasta hacerse obsesivo. Al final, Dios le castigó en
la batalla contra los partos, donde caído en tierra, herido de muerte y mirando al cielo,
exclamó: ¡Venciste, Galileo! Así nombraba a Jesús y así eran llamados los cristianos
por propio deseo de ellos, a fin de que no se les confundiera con los judíos, con los
astrólogos y los filósofos, mal vistos por los romanos y expulsados de Roma por
decretos imperiales. La pintura es una mentira mezquina y grosera. No se habían
tomado la molestia de buscar bibliografía sobre el emperador César Augusto Juliano.
Hubieran compartido con sus contemporáneos el altísimo concepto de nobleza y virtud
de que gozó entre ellos. A continuación se exponen algunas muestras de la
“perversidad”de este emperador, el cual se encuentra entre los seis o siete que la
historia de Roma ha alineado como hombres dignos de ser admirados por el mundo
culto y civilizado de todos los tiempos.
En carta a Alipio, escribe: “Sobre la administración de los asuntos nos alegramos
contigo de que te esfuerces en realizar todo con energía y dulzura al mismo tiempo;
porque mezclar la dulzura y la moderación a la valentía y a la fuerza, y valerse de unas
con los más justos y de otras con los malvados inapelablemente para su corrección,
no es obra de naturaleza o virtud pequeña, como estoy convencido. Pedimos que tú,
que tienes tales objetivos, puedas armonizarlos en una solo, el bien.”
La ciudad de Alejandría, en una revuelta popular, dio muerte al obispo arriano
Jorge y a otras autoridades, porque habían destruido los templos paganos. Reprende
a los alejandrinos: “Encolerizados por esto contra Jorge, de nuevo habéis profanado la
ciudad sagrada, cuando podíais haberlo arrojado (al obispo) a los votos de los jueces.
De esta manera el asunto no hubiese sido ni un crimen, ni una ilegalidad, sino
adecuada justicia que castigaba al autor de irreparables impiedades; pero que haría
reflexionar a todos cuantos desprecian a los dioses y se valen de su poder y de su
crueldad contra ellos y las ciudades que los veneran.”
Al gran sacerdote Teodoro le recomienda que “conviene a quien manda, en primer
lugar, la moderación; después, la bondad y la humanidad para los que son dignos de
ellas; porque todo el que hace injusticia a los hombres es impío hacia los dioses,
temerario hacia todos y se le debe enseñar con franqueza o castigar con dureza.”
161
A otro amigo: “No es una gran obra hacer reproches a los otros, sino mostrarse a
sí mismo irreprochable. Si perteneces a este grupo, demuéstranoslo. Marcharse
odiado por los poderosos sin hacer frente a la verdad, no es propio de un hombre
bueno y sensato. Mejor hubiese sido que hicieses a los hombres con los que tratabas
más moderados que nosotros. Hay que contenerse, porque es propio de un hombre
bueno y magnánimo escuchar injurias, pero no decirlas. ¿Qué injuria, qué grosería qué
insulto, qué palabras obscenas se han escrito jamás en mis cartas? Incluso cuando
estuve más irritado contra alguien y se me daba la oportunidad de decirle falsedades,
hablé con más seriedad y moderación que si alguien tratara un tema sagrado. A los
hombres buenos en la vida pública hay que amarlos, incluso aunque en privado no se
hayan comportado debidamente con nosotros; en cambio, a los malvados en los
asuntos del Estado, aunque gocen de nuestro favor, hay que tenerlos en un puño; no
digo que se les odie, ni que se les rechace, sino que se les coloque una cierta
vigilancia para que no puedan causar daño a escondidas; y si fueran demasiado
difíciles de vigilar, prescindir de sus servicios.”
El historiador Amiano (XXV 4-.2) alude a la castidad de Juliano: “En primer lugar se
distinguió por su castidad tan inviolada que, después de perder a su esposa, se sabe
que no tuvo ninguna relación sexual, recordando lo que se lee en Platón de que el
poeta trágico Sófocles, ya anciano, el preguntarle si todavía mantenía relaciones con
mujeres, lo negó y añadió que se alegraba de haber escapado de esta pasión.
Además, para dar mayor fuerza a este propósito, Juliano repetía a menudo el dicho del
poeta lírico Baquílides, a quien leía con placer, de que así como un gran pintor pinta
un rostro hermoso, así la castidad adorna una vida de elevadas aspiraciones.”
Refiriéndose a los cristianos, advierte que su doctrina se vale de la parte del alma
humana que, por infantil e irracional, tiende a la creencia de los mitos. Esta afirmación,
ciertamente, no sólo es imputable al cristianismo, sino a la mayoría de las religiones.
Pero a nadie se le llama Apóstata y se le envilece en las clases de historia, relatando
todas las mentiras que las plumas interesadas en hacerlo, han hecho sin impedimento
alguno hasta estos tiempos de libertad.
JURADOS
Ejercer como de miembro de un jurado en el otorgamiento de premios puede
acarrear consecuencias tragicómicas. Lo prueba la experiencia de Midas. Concurría
Apolo al certamen de un premio, y Midas, que presidía el jurado, concedió el galardón
a Pan, el de la flauta. Apolo, entonces, castigó a Midas dotándole de unas enormes
orejas de asno, que le mantuvieron en el ridículo durante toda la vida. Todavía hoy,
después de muchos siglos de su deforme suerte, arrastra el sambenito de su castigo
JUSTICIA A VECES CONTRAPRODUCENTE
162
Parece que era cierto lo que aseguraban los antiguos filósofos: que las virtudes
morales son medios y no extremos; y, en particular, la justicia; pues por su naturaleza
no sólo se queda lejos de la moderación, sino que también la sobrepasa y no es
ventajosa para sus poseedores, antes más bien es causa de grandes desgracias y los
conduce a muertes lamentables y daños irreparables.
JUSTICIA EXPEDITIVA
“El rey Enrique IV el Impotente se presenta de noche en Jaén, disfrazado y con un
solo criado. Se hospeda en casa de un tal Rincón, y a la mañana siguiente se dirige a
las “Casas del Cabildo” (ayuntamiento), donde halló toda la gente congregada y “en
junta”. Manda cerrar todas las puertas y poner guardas en ellas; pregunta por ciertos
regidores y jurados; le dicen que están allí; hace entrar al verdugo y los manda ahorcar
“por ciertas inobediencias que contra su alteza habían tenido”; y, hecha esta justicia,
luego se partió de Jaén para la corte, donde tenía su asiento.”Así de fácil y sencillo.
(Del Códice de Juan de Azquellada, sobre hechos de Jaén)
JUSTICIA QUE SE ECHA DE MENOS
Cuenta
Suetonio
que,
antes
de
convertirse
Tiberio
en
un
emperador
desnaturalizado y malvado, sentábase junto a los jueces que impartían justicia para
seguir el curso del proceso y que, cuando le llegaba la noticia de que alguien iba a ser
perdonado por influencia de sus poderosas amistades, se presentaba de improviso en
el tribunal y les recordaba a los jueces el cumplimiento tajante de las leyes para que
fuese equitativas y justas.
JUSTO (LO)
Cuando se tiene un problema determinado que hay que resolver, la aplicación
justa, la adecuada a resolverlo será aquella que, entre todas las que se corresponden
con él, lo resuelva mejor que las restantes.
LÁBARO
El lábaro ha sido representado generalmente como una sencilla cruz. Realmente
fue una adaptación que del estandarte de caballería romana hizo el emperador
Constantino. Consistía en una larga lanza, cuya parte superior la remataba una X
coronada con una semicircunferencia, a manera de medio sol. Constantino adoraba al
Sol, cuyo culto se hallaba muy extendido por el mundo antiguo. Debajo de esta figura,
formada por el extremo de la lanza, la X y el arco que concluía el conjunto, atravesaba
la lanza una barra, de la que pendía un riquísimo paño de preciosos bordados.
Armado con esta lanza entró su ejército a entablar batalla contra Majencio junto al
Puente Milvio. Los historiadores cristianos posteriores, siguiendo a Eusebio, dan por
hecho que el lábaro procede de un sueño que la víspera de la batalla tuvo el
emperador, en el que vio esa enseña y oyó unas palabras que le animaban a llevarla,
163
si quería alcanzar la victoria. La “X”, pensaban, no podía ser otra cosa que el
anagrama del nombre griego de Cristo. Por consiguiente, Puente Milvio fue una
victoria concedida por Dios a Constantino para convertirlo en el David de la nueva
religión. Pero en el arco triunfal de Constantino no aparece en los relieves ningún
soldado con este anagrama y la inscripción que, según Eusebio, Constantino hizo
poner en su estatua de Roma, sólo dice: “En virtud de esta señal saludable, que es la
verdadera prueba del valor, he preservado y liberado vuestra ciudad del yugo de la
tiranía. También he puesto en libertad al Senado y al pueblo romano, y les he devuelto
su distinción y esplendor de antaño.” Ni una palabra, como se ve, que aluda al dador
de la victoria, el dios cristiano. Para tener un retrato de Constantino favorable al
cristianismo, es una obligación leer la vida de este emperador, escrita por Eusebio. En
ella se ha manipulado la historia para pergeñar un emperador pragmático, agradecido
al dios de los cristianos, del que se convierte en paladín de la nueva fe contra sus
enemigos.
LADRÓN INTELIGENTE
Había en tiempo de los moros un salteador de caminos tan enormemente famoso,
como temido por viajeros y campesinos. Lo prendían los esbirros de la justicia y, aun
aherrojado de pies, le duraba la custodia menos que un decir amén, pues se les
escapaba de entre las manos como almorzada de agua. Se le conocía en toda la
campiña sevillana con el mote “Halcón Gris”.Pues bien, como quien en mayo come la
sardina en agosto caga la espina, por fin al Halcón Gris lo pilló la justicia y lo colgó de
una cruz en plena carretera. Un día que su mujer y su hija lloraban al pie de la cruz a
moco tendido gritando: “¡Ay de nosotras, ¿quién nos dará de comer, cuando mueras
marido mío; tú, que has sido nuestro sustento y regalo!”, pasó por allí un trajinante con
su mula cargada de mercancías. Apenas le vio Halcón Gris, le gritó:
 ¡Eh, señor! Míreme en qué posición más incómoda me encuentro ¡Hágame usted la
merced de ayudarme!
 Ya me dirá de qué manera, estando como está colgado de ese madero.
 ¿Ve ese pozo de ahí abajo? Pues ha de saber que, cuando hice la tontería de
dejarme prender, eche diez ducados a ese pozo que está seco. Si quisiera hacerme el
favor de sacarlos, te daría la mitad y mi mujer y mi hija te guardarán la mula hasta que
subas.
Cogió el trajinante una cuerda, ató un cabo a la orilla del pozo y se dejó ir al fondo.
Inmediatamente, Halcón Gris les ordenó a su mujer e hija que cortaran la cuerda y,
cogiendo la mula con lo que llevaba a lomos, hurtaran de allí el cuerpo y dieran los
pies por Dios. El trajinante, dejado a buenas noches y más corrido que una mona, todo
era herir los aires desde lo hondo del pozo, sin irle ni venirle a los amodorrados
164
campos del contorno los gritos del burlado y mísero trajinante. Menos mal que al cabo
de un tiempo lo sacaron del pozo dos labriegos y pudieron dar aviso a la justicia. Esta
segunda vez no lo colgaron de la horca y aquí paz y después gloria, como se debiera
de haber hecho desde un principio con un ladrón de ingenio tan despierto; pero
Motamid de Sevilla, conocedor del suceso, llevóselo a palacio y, nombrado jefe de la
policía, logró con este temible asaltador de caminos dar punto a toda la rufianesca
germanía de la ciudad.
LADY DY Y LA REINA ASTRID DE BÉLGICA
La reina Astrid de Bélgica era una adorable mujer querida abrumadoramente por el
pueblo. Muerta en un terrible accidente de automóvil en 1935, su trágica desaparición
llenó de consternación y de dolor a los belgas y a Europa. La muerte, en idénticas
circunstancias, de la Duquesa de Gales (Lady Dy para el pueblo inglés) ha unido en la
tragedia, en casi medio siglos, a dos mujeres que recibieron de sus respectivos
pueblos, en la vida y en la muerte, un homenaje de cariño y devoción, que el tiempo
mismo siente imposibilidad de borrar.
LANGOSTA
Una de las plagas, con que Dios asoló Egipto, por la pertinacia del faraón de no
permitir a los hebreos la salida a la tierra prometida, fue la langosta, insecto que desde
entonces aparece por los campos como un castigo divino. Para los nasamones,
pueblo descrito por el infatigable viajero Herodoto, la langosta, sin embargo esa objeto
de sus correrías venatorias, pues la estimaban en tanto que, una vez secada al sol
como se hace con la uva-pasa, la majaban y, después de convertirla en harina, la
mezclaban con leche. La mezcla así obtenida ocupaba el lugar más apreciado de sus
preferencias culinarias. Loa anacoretas estimábanlas en mucho, no ya por ser por
naturaleza de sabrosa carne, por más que así la considerasen los nasamones citados,
antes por ser el único animal que llevarse a la boca en desolado entorno de sus
cavernas expiatorias.
LATIN
Plutarco ha legado a la Humanidad la vida de los hombres más renombrados de la
antigüedad, al mismo tiempo que un elogio de la lengua, que es el alma mater del
castellano o español. “Lo que es llegar a percibir la belleza y velocidad de la
pronunciación latina, las metáforas de los nombres, la armonía y todo lo demás con lo
que se engalana el discurso, téngolo por útil y agradable; pero el estudio y ejercitación
en este trabajo, como empresa difícil, sólo es para los que tienen ocio y tiempo que
dedicar a tales primores.”
LECHE DE ESCITAS
165
Empecemos por decir que los escitas no conocieron la leche de vaca, sino la de
yegua. Intruducían por los genitales de estas bestias un largo cañuto por el que
soplaban; a cuyo efecto se henchían las ubres. Recogían la leche en vasijas y los
esclavos se dedicaban desde ese momento a agitarla y removerla; acción que
producía sobre la superficie del líquido una capa de espuma cremosa, tan estimada
por los escitas como si se tratase de un exquisito deleite del paladar. Lo inexplicable
de esta técnica láctea era que, para la elaboración de esta leche se requería una
mano de obra privada de la vista; y en aquellos tiempos en que abundaban los
rebaños de cabras como de esclavos, no importaba coger los que hicieran falta,
arrancarles sin más los ojos y, ciegos ya, enviarlos a sus domésticas centrales
lecheras.
LECTOR-LECTURA
Pocos lectores debían de haber en la antigüedad, pues el escritor antiguo se dirige
a “oyentes”, en vez de “lectores. “No tengo intención de extenderme en mis propios
elogios, que sé que resultan ociosos a los oyentes (tois akoúsin)” escribió Dionisio de
Halicarnaso. Se sabe que algunas de las obras famosas de entonces, las “historias”
de Herodoto; por citar un ejemplo, se leyeron en los grandes estadios durante la
celebración de los juegos olímpicos.
LEMA CONTRADICTORIO
La Casa de Austria o los Habsburgo (tanto monta) entró a reinar en España con el
emperador Carlos V, nieto de los Reyes Católicos. Esta familia de aristócratas suizos
de medio pelo inventó un lema de actividad política para su dinastía: “Bella ferant alii;
tu, felix Austria, nube.” No se extrañe el lector que el lema tenga relación con la lluvia.
“Nube” signfica “Tú, dichosa Austria, cásate y deja que los demás hagan las guerras.”
Efectivamente, la Casa de Austria se empleó a fondo en buscarles partidos
matrimoniales a sus vástagos masculinos y femeninos con tan feliz resultados
expansivos que llamábasale popularmente el “harén ded las casas reinantes de
Europa y cuadra de los más hermosos y feraces garañones”. La indudable y certera
fertilidad uterina de sus princesas y la caudalosa y potente ejección de sus
archiduques aseguraban in aeternum la continuidad de las dinastías imperantes en
todo
el
continente.
Pero,
como
ya
nuestros
Austrias
habían
solucionado
satisfactoriamente el problema de la duración en el trono, idearon para ellos un lema
distinto, muy original, muy cartilla del catón y muy mnemotécnico: A.E.I.O.U. Como
cada letra corresponde al comienzo de una palabra, el lema se leería al completo: “Es
propio de Austria dominar en todo el mundo” (Austriae est imperare omni universo)
LENGUA IMPERIAL DE UNAMUNO
La sangre de mi espíritu es mi lengua
166
y mi patria es allí donde resuene
soberano su verbo, que no amengua
su voz por mucho que ambos mundos llene.
Ya Séneca la preludió aún no nacida
y en su austero latín ella se encierra;
Alfonso1 a Europa dio con ella vida,
Colón con ella redobló la tierra.
Y esta mi lengua flota como el arca
de cien pueblos contrarios y distantes,
que las flores en ella hallaron brote
de Juárez y Rizal, pues ella abarca
legión de razas, lengua en que a Cervantes
Dios le dio el evangelio del Quijote.
Aunque Miguel de Unamuno, el gran vasco de la lengua española, hubo de
producir una úlcera estomacal de bilis antiespañola en el atrabiliario exjesuita Sabino
Arana, ideólogo del Partido Nacionalista Vasco, no cabe duda que todos los hombres
que habitan naciones distintas aprendieron con el profesor salmantino una lengua que
les sirvió y les sirve por ser vehículo de culturas, de ideas y de belleza.
LENGUAJE, UN EJEMPLO DE RIQUEZA EXPRESIVA
Se trabó entre ellos primero una amistad discreta y de cumplidos; pasó después a
ser íntima y apasionada; resbaló enseguida hacia el secreteo pecaminoso y, por
último, en boca de todos, traída y llevada en corrillos y comadreos, alcanzó cotas tan
escandalosas como envilecidas.
LENÍN2
Ángel Pestaña asistió, como delegado de la C.N.T. española en el Congreso de la
Tercera Internacional y fue requerido, como los demás participantes, a que diera su
opinión sobre Lenín. Definió el carácter del nuevo amo de Rusia con dos palabras:
autoritario y absorbente. Cuenta Ángel Mª de Lera3 que Lenín leyó todas las opiniones
de los delegados, pero que quedó muy sorprendido por la franqueza del español y
quiso tener un cambio de impresiones con él. Ya en su despacho, Ángel Pestaña no
se mordió la lengua sobre la falta que advertía en la revolución rusa de libertad
individual, de unanimidad obediente en todas las decisiones de las asambleas y de
una democracia de arriba abajo, debiendo de ser, en su opinión, de abajo arriba. A él
1
Alfonso X el Sabio: El libro de Las Siete Partidas, las Cantigas, la Crónica General...todas de
un balbuceante castellano
2
Sindicalista español, que participó activamente en la política de la 2ª República española
3
Novelista español (1812) entre sus obras destaca “Los clarines del miedo”, por ser una amena
narración sobre el popular y tradicional espectáculo de los toros
167
le parecían estos principios alejados de la auténtica revolución que deseaba para
España. El idealista y soñador sindicalista barcelonés se hallaba frente a un hombre
fríamente calculador, que ostentaba la máxima jefatura de un pueblo sumiso, sobre
cuyas espaldas, de toda la vida, sólo habían restallado los látigos de los poderosos.
Para Lenín el pueblo español no guardaba puntos de analogía con el ruso. Lástima
que Ángel Pestaña callara todo lo que sabía de un pueblo servil, que gracias a la
picaresca y a la sopa boba de los conventos había sobrevivido hasta ahora. No refutó
en esta aspecto a Lenín, no le habló de nuestros mujiks andaluces. ¿Para qué? El jefe
ruso ni siquiera se inmutó cuando Pestaña le expuso la extrañeza que le habían
suscitado muchos congresistas bolcheviques, al ver que dejaban a la puerta de sus
habitaciones del hotel los zapatos, para que la servidumbre del establecimiento se los
tuviera limpios para el día siguiente. Lenín y su camarilla tenían otra idea muy distinta
de la revolución comunista que la acariciada por el utópico español.
LESA MAJESTAD
En el alborotado reinado de Sancho IV el Bravo de Castilla, el conde don Lope fue
preso por el rey. Colérico, el conde, le dijo: ¿Preso? ¿Cómo? ¡A la merda! (sic).
(Crónica del reinado de Sancho IV). Posiblemente sea la primera vez que en un texto
histórico se recoja literalmente un exabrupto verbal de esta especie, pronunciado por
un vasallo en ofensa del rey.
LETRAS HUMANAS O HUMANIDADES
Con dichas expresiones suelen designarse particularmente la Literatura, HistoriaGeografía, Filosofía y las Lenguas Clásicas (Latín y Griego). Tengo a la vista la
convocatoria de exámenes del Instituto de la Asunción, de Córdoba, (Imprenta Real.
Septiembre 1831), cuyo preámbulo anuncia: “Exámenes Generales Públicos que,
conforme a lo dispuesto por S. M. (Q.D.G )1., en el Reglamento de los Colegios de
Humanidades, se ha de celebrar en el Real de Córdoba, en los días 14, 15, 16 y 17 de
Setiembre de este año, por la mañana, entre nueve y diez; y por la tarde a las cuatro.
Serán examinados bajo la tutela de sus respectivos maestros los alumnos de primera
letras, latinidad, lengua francesa, matemáticas, lógica y metafísica, física, ética y
dibujo” Las Humanidades engloban todas las disciplinas que se impartían en el
Instituto de la Plaza de las Tendillas, sin hacer distinción de ellas. Así, en el programa
de examen de Matemáticas se lee: “Si la contemplación de los seres naturales ya
existentes es el embeleso de los físicos, no lo es menos de los matemáticos la de
algunas propiedades que se observan en todos ellos; pues ya los consideran
extensos, ya figurables, ya las diferentes relaciones de sus incrementos y
1
Por su Majestad, Que Dios Guarde
168
decrementos, ya en fin reduce a cálculo y medida la multitud de seres, sus
movimientos, elasticidad, fluidez, la naturaleza de la luz. El primer caso es el de las
matemáticas mixtas; el segundo, matemáticas puras.” A continuación de abre el
programa propiamente del examen con las anteriores consideraciones, para acabar
con aquellos conocimientos exigibles al alumno: suma, resta, quebrados, sistema
métricodecimal; examen que se verificará el día 16, pues el 17 por la tarde le toca el
turno al Álgebra.”
Como se imparte también en el Instituto la disciplina de Teología, “dirán los
alumnos qué es providencia y probarán que en Dios hay providencia general y
providencia particular...”. “El examen de Ética consiste en una disputa dialéctica entre
un defensor y dos “argüidores” sobre las siguientes tesis:
1.- Es sumamente impía y perjudicialísima a la sociedad civil la tolerancia de toda falsa
Religión y del Ateísmo.
2—El suicidio voluntario es un acto de rebelión contra Dios, un crimen contra la
sociedad y una crueldad contra sí mismo.
3.- Los combates particulares llamados duelos o desafíos son contrarios a las leyes
divinas, eclesiásticas y civiles.”
Asombra el escaso número de alumnos no suele pasar de 12 los más, a los
que se les cita anteponiéndoles “Sr.Don” al nombre de pila. El examen de Religión se
hacía por el catecismo de Fleuri; y el de lengua francesa por la gramática de Lorenzo
Alemany o los textos más avanzados de Chantreau. El francés contaba sólo con “dos
Señores” alumnos para ser examinados. Aunque se da por supuesto que el profesor
de la asignatura, Don Fausto García Tena, está dotado de la correspondiente
licenciatura académica, sin embargo no se le nombra con ella, pero sí con el de
“Capitán de los Voluntarios Reales”.
Las tesis de ética, que debían someter los examinandos a una contreversia
dialéctica delante de los jueces examinadores; y la presencia del batallón de los
Voluntarios Reales del que es capitán el catedrático de francés, se puede tener
una idea aproximativa sobre qué parámetros de rigor científico sometían a exámenes
de curso escolar a los jóvenes dos siglos atrás.
LEY
Desde muy antiguo se halla establecido que la ley debe servir el interés general y
no el privado. “Fueron elegidas diez personas escribe Dionisio de Halicarnaso
llamadas decemviros, para que gobernaran durante un año, poseyendo la misma
autoridad sobre todos los asuntos de la ciudad que tenían los cónsules y antes los
reyes, y que quedaran abolidas todas las demás magistraturas durante el tiempo en
que los decemviros desempeñaran sus cargos; que estos hombres seleccionaran de
169
entre las costumbres tradicionales y las leyes griegas que habían traídos los
embajadores habían enviado a Grecia una embajada de ciudadanos, las mejores
y más adaptables a la ciudad de Roma y compusieran un código.” Sabemos que estas
leyes se esculpieron en bronce, por que duraran eternamente y que recibieron el
nombre de Código de las Doce Tablas”.
LEY DE EXTRANJERÍA
Existía una ley convencional entre los griegos por la que un acusado era juzgado
en su país y según las leyes de su país; y no en el extranjero donde había delinquido.
Se llamaba “dikodosía o diadikodosía.
LEYES DE INDIAS
Algunas notas tomadas al vuelo, del Padre lasa Casas acerca de la violencia y
desgobierno en las Indias. Sobre la desobediencia a los reyes escribe “que después
de escripto: lo susodicho (toda la relación de atrocidades cometidas por los españoles)
fueron publicadas ciertas leyes y ordenanzas que su Majestad (Carlos V) por aquel
tiempo hizo en la ciudad de Barcelona...por entonces se puso la orden que pareció
convenir, para que cesasen tantas maldades y pecados. Hizo las dichas leyes Su
Majestad después de muchos ayuntamientos de personas de gran autoridad, letras y
conciencia en la Villa de Valladolid, con acuerdo de todos los que más cercanos se
hallaban de la ley de Jesucristo, como verdaderos cristianos, y también libres de
corrupción y ensuciamiento de los tesoros robados de las Indias. Publicadas estas
leyes, hicieron los hacedores de los tiranos que entonces estaban en la Corte muchas
traslados de ellas, porque parecía que se les cerraban las puertas de participar de lo
robado y tiranizado, y enviáronlos a diversas partes de las Indias. Los que allí tenían
cargos de robar, alborotánronse de tal manera que, cuando fueron los buenos jueces a
las ejecutar, acordaron de perder la vergüenza y obediencia a su rey y así acordaron
tomar por renombre traidores, señaladamente en los reinos del Perú, donde hubo
levantamientos contra el rey, bien visto en las demás partes del Nuevo Mundo. No es
poderoso el rey hasta ahora de poder estorbar las desvergüenzas dichas.”
Con referencia a la venalidad en la administración, acusa sin embozo a los
individuos corruptos y a los tiranos. “El año de mil y quinientos veinte y seis fue
proveído otro infelice hombre por gobernador del reino de Yucatán, por nombre
Francisco Montejo, por las mentiras y falsedades que dijo y ofrecimientos que hizo al
rey, como los otros tiranos han hecho hasta ahora, por que les den oficios y cargos
con que robar. Tiranos ha habido a los que la justicia real persiguió, por no haber
acatado la obligación de “residencia” (dar cuenta de la gestión administrativas a las
autoridades competentes); aun huyendo de la residencia que tenían; realizaron
violencias, estragos y estragos y grandes pecados cometidos contra Dios y contra el
170
rey. En estas partes no hay cristianos, sino demonios; no hay servidores de Dios ni del
rey, sino traidores a su ley y a su rey; ladrones, salteadores no castigados por estar
lejos de España. Toda violencia y tiranía, que los cristianos han hecho en las Indias,
es porque del todo han perdido todo temor a Dios y al rey. Nunca quisieron irse de la
tierra (cristianizada por franciscanos y en paz), ni pudo el visorrey con cuanto hizo por
sacarlos de ellas, porque está lejos de la Nueva España (Méjico), aunque los hizo
pregonar por traidores. Acordaron también tales españoles de hacer allí una matanza
o castigo para poner y sembrar su temor y braveza en todos los rincones de aquellas
tierras. Porque siempre fue ésta su determinación en todas las tierras que los
españoles han entrado, conviene a saber, hacer una cruel y señalada matanza,
porque tiemblen dellos aquellas ovejas mansas.”
LIBERTAD
La libertad es una propiedad congénita del ser humano a que le sea respetada por
los demás la vida y los derechos a que es acreedora. La libertad ni se concede ni es
un don gratuito que alguien otorga. Tampoco se alcanza ni hay que hacer méritos para
alcanzarla. Pertenece al ser humano como un atributo más, inherente a su naturaleza
Cuando cualquier tipo de gobierno “concede libertades” potestad que nadie ni
nada puede arrogarse, esa acción no ha de calificarse sino como devolución de una
facultad privativa del hombre, que se le ha arrebatado, bien con el engaño bien por un
acto de violencia.
Se nace dotado de libertad, lo mismo que se nace con las demás propiedades
orgánicas o sensitivas, o como la ciencia afirma ahora, con un código genético en
el que viene inscrita la libertad, al lado de los restantes cromosomas de la vida. El
hombre necesita la libertad para el desarrollo del conjunto de sus facultades mentales
y físicas y de esa manera desenvolverse entre los demás hombres en igualdad de
condiciones, a fin de constituirse en un miembro útil y beneficioso de la colectividad,
en el ejercicio de sus propias actividades.
La libertad de que puede disfrutar y ejercer cualquier persona no significa gozar de
patente de corso, ya que tal derecho humano está restringido en todo momento por la
intangibilidad natural y legal, que cada persona tiene a que le sea respetado y
garantizado dicho derecho.
Con objeto de integrarse cómodamente en la colectividad, debe el hombre ajustar
el uso particular de su libertad con la que ha legislado la sociedad para sí misma. El
hombre no es, pues, omnímodamente libre, puesto que la sociedad se ha atribuido le
ejecución de medidas coercitivas para preservar el derecho a la libertad contra
prácticas mermadoras del mismo, abusivas e irracionales.
171
Tanto es más libre el hombre cuanto más trabaja en hacer libres a los demás.
Mientras otros carezcan de libertad, el hombre encontrará dificultades para desplegar
plenamente la suya. Las facultades sicofísicas del hombre merecen su debida
atención; pero si alguna la requiere en muy alto grado es sin dada la libertad, por ser la
más proclive a deslizarse inconsideradamente a impulsos de la arbitrariedad y del
capricho, entrando sin permiso en corral ajeno. Tanto mayor grado de bienestar
alcanza la sociedad, cuanto cada miembro de ella contiene disciplinadamente sus
impulsos voluntariosos. En realidad, la libertad construye un ámbito ideal de vida
común, cuando cada individuo ha cedido gran parte de su personalísimo talante de
convivir en él.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Dícese de Tiberio, emperador romano, que siendo el blanco de rumores y dichos
satíricos y ofensivos, no se sentía molesto porque, a su juicio, “en un Estado libre, la
palabra y el pensamiento debían ser libres.” Se han necesitado siglos para persuadir a
las personas más ilustradas de que la libertad de publicar las opiniones propias y
discutir todas las cuestiones es una actuación buena y no un injerencia reprochable.
Es evidente que, a fin de reajustar métodos, instituciones y costumbres sociales
conforme a nuevas necesidades y circunstancias tal es el caso presente en este
mundo, ha de concordarse la más ilimitada libertad de crítica y opinión, por muy
impopular y ofensiva que esta opinión sea o pueda parecerlo contra el sentir unánime
reinante. Si la historia de la civilización tiene alguna lección que enseñarnos es ésta:
Existe una condición suprema de progreso moral y mental y es la perfecta libertad de
pensamiento y expresión. El establecimiento de esta libertad puede considerarse
como la conquista más valiosa en el estado actual de la civilización moderna; y en
cuanto condición de progreso social debe juzgarse indestructible y como cimiento de
toda sociedad digna de llamarse civilizada. Las condiciones de utilidad permanente,
sobre las cuales esta libertad descansa, deben ser en todo caso de mayor peso que
los cálculos de ventajas presentes y transitorias que, de raro en raro, pudieran inducir
a suprimirla o violarla temporalmente. “¿Libertad, para qué? preguntaba con
desenfado Lenín a Fernando de los Rios? La respuesta que pide el jerarca ruso alude
a la libertad del escéptico o a la proverbial de pedir peras al olmo. ¿Es necesario
demostrar que quien no cree en la libertad es aquel que necesita conculcar la de su
vecino, o que referirse sólo a la suya propia como un derecho de naturaleza
indiscutible significa en todo caso alejar de ese derecho cualquier pretensión de
ponerlo en duda?
LIBERTAD DE IMPRENTA
172
Durante el mes de octubre del 1812 las Cortes de Cádiz elaboraron una ley de
imprenta. Se expusieron en las distintas intervenciones de los diputados las ideas de
que la libertad de imprenta, es decir, la facultad de hablar y de escribir es el único
medio seguro de conocer la opinión ciudadana, de dirigir el espíritu público, de
gobernar bien, de examinar la conducta de los gobernantes y de los legisladores y
refrenar sus atropellos. Así, fueron saliendo los artículos de la ley, que literalmente
decían: “Artículo 1º. Todos los cuerpos y personas particulares de cualquiera estado y
condición que sean, tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas
sin necesidad de licencia, revisión y aprobación alguna, bajo las restricciones y
responsabilidades que se expresarán en el presente decreto Art. 1º”. “Por tanto,
quedan abolidos todos los actuales Juzgados de Imprenta y la censura de las obras
políticas procedentes de su impresión. Art. 2º”. “Los autores o impresores serán
responsables del abuso de esta libertad.”
Impuso la ley algunas restricciones que se recogen en el artículo 4º: “Los libelos
infamatorios, los escritos calumniosos, los subversivos de las leyes fundamentales de
la Monarquía, los licenciosos y contrarios a la decencia pública y buenas costumbres,
serán castigados con la pena de la ley y las que aquí se señalarán.” Los escritos sobre
materia de religión “quedan sujetos a la previa censura de los ordinarios eclesiásticos,
según los establecido en el Concilio de Trento ”
Con todo, la libertad de imprenta queda, en cierto modo,
recortada
con el
establecimiento de “una Junta Suprema”. Cuando un ordinario eclesiástico niegue a
alguien la licencia de publicar un libro sobre tema religioso, esta Junta deberá
examinar la obra y si la halla digna de aprobación, pasa un dictamen al ordinario, a fin
de que la examine mejor y dé la licencia solicitada.
Como muestra de radicalismo parlamentario, hay la curiosa anotación en el libro
de sesiones de la intervención de un diputado para que se incluya en la ley el derecho
de todo ciudadano de ni siquiera ser molestado “por el abuso que pueda hacer” en el
uso de la palabra. El diputado por Mallorca declara en su intervención que la ley de
imprenta “ No era necesaria ni útil y que en su provincia no se sentía el deseo de
tenerla.”. Otro hubo que se levantó de su escaño para pedir que se cerrase la ley con
una mención institucional ”honorífica y especial” a favor del santo Oficio de la
Inquisición, pincelada de memez tan grande como el poder omnipotente de la
Inquisición para perseguir y castigar los delitos del pensamiento.
Interesa añadir un fragmento del tratado del Congreso de Verona, organizado por
la Alianza del Trono y del Altar para detener el avance de las ideas liberales: Dice
textualmente: “La libertad
de imprenta es el medio más eficaz que emplean los
173
pretendidos defensores de las naciones para perjudicar a los príncipes.” Cierto. ¿Pero
no consigue algo muy importante: liberar el pensamiento?
LIBERTAD EN DEMOCRACIA
Cuando falta el aprendizaje de la libertad, es pura ilusión el establecimiento de un
estado democrático y, en todo caso, puede ser mortal por falta de entrenamiento. La
libertad es un estado de conciencia en el cual un ciudadano no tiene la sensación de
ser gobernado. Saint Simon abogaba por una libertad limitada y razonable: “Si la idea
vaga y metafísica de libertad, tal como hoy prevalece, se tomara como base de un
régimen político, dificultaría la organización del gobierno con sus partes fuertemente
unidas y dependientes unas de otras.” Jovellanos, habla de la libertad como de un
estado en el que se vive en una situación de paz, de comodiad y de alegría; un estado
de sujeción lo es de agitación, de violencia y disgusto; por consiguiente, el primero es
durable, el segundo expuesto a mudanzas.
Hay que defender la libertad y combatir las libertades, porque “las libertades”
significan franquicias, privilegios, acrecentamiento de la libertad del individuo en
perjuicio de la libertad de los demás. Defender la libertad es defender la facultad
humana esencial, la cual radica en ser la persona sola la única en asumir su propia
dirección, sustrayendo de las manos de los otros la dirección inalienable de la propia
conducta y el derecho a organizar la vida común en unión con los demás, sin permitir
que se acoten parcelas de privilegios individuales. A este respecto Marañón hace la
advertencia de que “para los pueblos incapaces de usar de la libertad y de la cultura,
no se ha inventado nada mejor que el despotismo ilustrado”. Transfiere, pues, la
dirección de los pueblos a de los hombres más cultos.
LIBERTAD: SU GUARDIÁN
“Creo que se debe poner como guardianes de una cosa a los que tienen menos
deseos de usurparla. Y, sin duda, observando los propósitos de los nobles y de los
plebeyos, veremos en aquéllos un gran deseo de dominar; y en éstos, tan sólo el
deseo de no ser dominados y, por consiguiente, mayor voluntad de vivir libres,
teniendo menos poder que los grandes para usurpar la libertad. De modo que, si
ponemos al pueblo como guardián de la libertad, nos veremos razonablemente libres
de cuidados; pues, no pudiéndola tomar, no permitirá que otro la tome.” (Maquivelo)
LIBERATO INCONTENIBLE
Liberato Catéctico1 no era de aquí, venía de no sé de qué regiones. Aquí la gente
común no se llama así, sino Rafa, Pepe, Perico y, de tener apellidos que todos los
tienen, Rodríguez, García o Pérez. Liberato, además de venir de latitudes
1
Catéctico: “Inconteniblemente arrollador” (significado de este adjetivo verbal griego)
174
hiperbóreas, dio en los últimos años en aherrojar con anillitas de latón los pliegues
cartilaginosos externos de sus orejas, la punta de la lengua y, con una mayor, el ancho
extremo nasal. Gastóse la “pasta” en la peluquería para que le dejaran liso como la
cáscara de un huevo el cráneo, salvo longitudinalmente desde el centro de la frente
hasta el colodrillo, en el que el peluquero respetóle la orden de perdonarle una arcada
de pelos  a los cuales, por supuesto, el maestro hubo de almidonar para ponerlos
tiesos como husos de hilar. Buscó entre las tiendas de los ropavejeros unas cuantas
prendas, vendidas por sus anteriores dueños en sucesivas necesidades de dinero; y,
finalmente, completó el equipo de ir a la buena Miguel con unas botas y mochila de
trotaprotestas. Todo lo cual, en fin, cerróse con una barba cheguevara, aditamento
imprescindible en todo atuendo libertario.
Como tripas llevan pies, sobre todo cuando se programan penosas marchas
contra las bases de Rota, requería buscar un empleo para sufragar gastos de viático.
Dondequiera se acercaba a solicitarlo, no es que le preguntaran el clásico “¿Trae
usted papeles?, sino que ni siquiera le tomaban en serio, y volvíanle siempre las
espaldas.
Mas un día consiguió hablar con el propietario de un modesto establecimiento de
ropa de confección, hombre dialogante, benévolo e indulgente, el cual le expuso los
motivos que tenía para no contratarle de empleado:
 Mire usted, amigo Liberato: para abrir esa modesta tienda de mi propiedad hube
primero de buscar un albañil, un carpintero y un pintor, quienes cada uno dentro de
los conocimientos de su respectivos oficios me dejasen listo el local con un aspecto
de sencillez elegante, que ni alejara a la gente menos pudiente ni a la pudiente; antes
bien a todos les agradara entrar y se sintieran cómodos, cual en su propia casa. Este
aspecto externo de la tienda caía bien a todo el mundo, pues se conformaba con los
gustos generales. Así, pues, quedé satisfecho, porque ganaba dinero y porque el
diseño acogedor del local representaba también mi deber hacia el respeto que se debe
sentir con las personas. Huelga decir que no entraban en la tienda las empingorotadas
damas de la sociedad ni los caballeros que se visten en los modistos de la Gran Vía;
pero ni tampoco, los que sin ser vagabundos en la mente, sí lo son en las apariencias
de sus ropas y en el desaliño intencionado de los cuidados de su cuerpo, cabeza y
rostro. Ahora, señor Liberato, después de autocontemplarse sus formas de atuendo
externas, séame usted sincero y dígame si, en ofreciéndole a usted el trabajo que me
solicita, no habría de asumir el riesgo de que, tal vez no toda, pero sí una parte de mi
clientela dejaría de entrar en la tienda para ser atendida por una persona que, como
175
usted óigalo bien, por gusto, no por necesidad va equipado de farsante
pordiosero?
LIBERAL (SER...)
“Ser liberal es, precisamente, estas dos cosas: primero, estar dispuesto a
entenderse con el que piensa de otro modo; y segundo, no admitir jamás que el fin
justifica los medios; sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin.”
(Gregorio Marañón)
LIBREROS
Ático, amigo de Cicerón, era inmensamente rico y, dedicado a empresario editorial,
editó muchos libros, entre ellos los de su ilustre amigo y escritor. Había introducido en
la imprenta el pergamino y hacía “volúmenes1” o rollos, con páginas compuestas de
dos o tres columnas de manuscrito. Mantenía esclavos especializados, dedicados a
llenar a mano las páginas, a los que solo les pagaba la comida. Después de Ático
surgieron otras casas editoras, que dieron un fuerte impulso a ese comercio. Hacíanse
ediciones de hasta cinco a diez mil ejemplares, todos escritos a mano, que a los pocos
meses estaban agotados.
LIBROS DE PIADOSA LECTURA
El “Directorium Inquisitorum” (Directorio de Inquisidores”), manual para aplicar
enrevesadas torturas y sacar, a borbotones de sangre y alaridos, fáciles confesiones
con mentiras salvadoras. Dos teólogos, Nicolau Eymerich y Francisco Peña, se
enfrascaron en su cuidadosa elaboración y dio como resultado no haber dejado bicho
viviente de la especie de los herejes.
“De mi alma y de mi pluma”, el tratado de la vesania racista más infame que se ha
escrito en lengua de los hombres e instigador de odios asesinos que ha dado una
tierra, el país vasco, a la que el resto de los españoles ha tratado y trata con simpatía.
En páginas anteriores se recoge parte de un texto, en donde Sabino Arana raya los
ínfimos instintos de un ser degradado por el odio y la perversión.
Al perturbado cerebro de Adolf Hitler se debe “Mi lucha”. La empleó en exponer la
nobleza aria de la raza alemana, los peligros que acechaban en su tiempo su pureza
ancestral y, para poderlos combatir, las ideas precisas para limpiar pueblos, campos y
ciudades de mendigos, de gitanos y de judíos. Los podía haber barrido, echándolos
fuera de las fronteras; pero pensó que, siendo un remedio coyuntural, se reproducirían
pronto y con el tiempo aparecerían de nuevo dentro de la nación. Por eso ideó la
forma de expulsarlos, nihilizándolos en formas vaporosas mediante la construcción de
cámaras de gas con sus respectivas chimeneas. De esa forma tan higiénica y limpia
1
Vocablo derivado del verbo latino “volvo”, dar vueltas
176
se volatilizó en el cielo nada menos que una multitudinaria población de huesudos
esqueletos humanos de niños, adultos y viejos.
Como el lector ha podido comprobar, se han dado algunas ideas sobre la profilaxis
que los Partidos Nazis, Fascistas y Nacionalistas emplean para evitar que las razas
watusis emponzoñen con sus andrajos y miasmas los ámbitos de la ciudad.
LIBROS CONDENADOS A UNA MUERTE PRONTA
Afirma el director jefe del Servicio de Libros y Documentos del Instituto de
Conservación y Restauración y Conservación de Bienes Culturales que en menos de
un siglo la cultura escrita en los libros habrá muerto, porque nacen con cáncer, vienen
a nuestras manos con el cuerpo secreta, pero irremediablemente en vías de
descomposición casi fulminante. La pasta de que están hechos tiene tan poca celulosa
que apenas pueden conservarse.
LIBROS PROHIBIDOS
Es muy interesante el siguiente testimonio de Antonio Alcalá Galiano para
constatar que ya en tiempos de sus tiempos la Inquisición en España había
abandonado en la práctica el rigor perseguidor que anteriormente la había
caracterizado. A esta actitud menos ortodoxa e intransigente contribuían algunos de
los Inquisidores Generales, como Arce, de cultura abierta y costumbres cortesanas. A
él debió el político gaditano haberse librado de unas molestias desagradables que le
habían originado ciertos libros. “En 1808 escribe, viniendo yo de Cádiz a Madrid,
traía unos libros. Entre ellos estaba la Historia de Carlos V, de Robertson, en el
original inglés. Llegado mi corto equipaje a la aduana, se pusieron a examinar los
libros los inquisidores, blando de condición uno, severo el otro. Al tropezar con
Robertson, no entendiendo inglés, me preguntaron qué obra era. Yo, escamado del
gesto de uno, dije el argumento de la obra, pero callé el autor, protextando que iba a
estudiar el inglés, pero que no lo sabía. Oído esto, un inquisidor me dijo que me lo
llevase; pero el otro, casi furioso, exclamó que, siendo de Robertson, era cosa
prohibida. En la duda ofrecí yo entregar el libro, y así lo hice. Enseguida conté lo
ocurrido a mi tío don Vicente Alcalá Galiano, muy estrecho amigo del señor Arce,
inquisidor general y patriarca. A poco me fue devuelta la Historia de Robertson,
aunque yo era un joven y no tenía licencia para leer libros prohibidos. Fui a dar las
gracias en persona al señor Arce, el cual, tuteándome y con rostro y gestos cariñosos,
“Hola, muchacho, me dijo, ¿conque lees esos libros?¡Pues cuidado!” Poco importaba
el aviso, porque hecho le con semejante tono quitaba el carácter de amenaza.”
LIBRO (LAS FERIAS DEL...)
Recojo de la habitual columna de F. Umbral (EL MUNDO, 30.05.00) algunas notas
de su título “Libros y gente”: “A la gente la puso en pie primero la revolución, y ahora el
177
consumo. El libro sólo congrega al gentío cuando previamente él se ha convertido en
gentío, en vulgaridad, en montón. A la gente le gustan los libros amontonados. La
gente va a ver la cola, a “sentirse” cola, a ser ella la cola. La cultura huye de un parque
tan culto como el retiro, cuando llega la Feria del Libro. El ideal de todo escritor fue
siempre el de ser leído por otro hombre silencioso, meditativo, o sea por el colaborador
ideal, que lee comprendiendo y añadiendo, y sin el cual está incompleto todo libro.
Hemos convertido el libro en ocasión de movida, perrito caliente, mano tonta y
curioseo de enciclopedias.”
LIMOSNAS
A quién debe dársele (“Amparo de pobres”, Cristóbal Pérez de Herrera (falsos
pobres)
Pues Dios cargó pensión sobre la hacienda
del rico, y quiso que la goce el pobre,
y a éste le concede que la cobre,
mandando al rico que la mano extienda;
razón ha sido que se ponga rienda
al pobre de oro disfrazado en cobre,
porque al mendigo verdadero sobre
lo que hurta el falso de la sacra ofrenda.
LIMOSNA REAL
Al emperador de Austria Fernando apreciaban mucho sus súbditos, porque era
sencillo, modesto y bondadoso. Tan bondadoso que ya se pasaba de rosca, y hay
quien afirma que rayaba con la idiotez. Una vez se encontró con un falso mendigo que
fingía ceguera y le dio un florín de limosna. ¡Pobre de usted por no ver! exclamó el
príncipe compadecido. ¡Ah, Señor, eso no es todo, por desgracia. También soy
sordomudo. ¡Terrible! ¡Terrible! profirió en el colmo del estupor Fernando I. E
inmediatamente sacó de su purpúrea bolsa otro florín, que entregó casi con lágrimas
en los ojos al sordomudo.
LIMPIEZA DE SANGRE
La crítica sociológica del tiempo de los Austrias atribuye el estado semifebril de la
sociedad española de blasonar de “cristianos viejos” a un desmesurado interés de
todos los conversos de aparecer como aquéllos. Crearon éstos la defensa a ultranza
de un cristianismo sin la menor mezcla de sangre impura. No podían obrar de otra
manera quienes tenían que ocultar, en aquella terrible dicotomía de cristianos nuevos
y cristianos viejos, la pureza de su sangre, como sin duda entraría en los cálculos del
rey católico, Fernando de Aragón, para ocultar que era hijo de cristiana nueva. ¿Llegó
a descubrirle el secreto su esposa la reina Isabel, antes de dedicarse ésta a llevar a
178
cabo una limpieza general de judíos, dentro de los reinos peninsulares, con la
introducción del Santo Oficio? La protección de la ortodoxia judía en igualdad de
condiciones que la ortodoxia cristiana, reflejada en el Fuero Real de la Castilla de los
reyes Alfonso VI, VII VIII, si bien significaba el buen entendimiento entre judíos y
cristianos en aquellos reinados, sentó por otra parte las bases para hacer fructificar
más tarde el espíritu de intolerancia. Los estatutos de limpieza de sangre del Cardenal
Martínez Silíceo para poder pertenecer al clero catedralicio de Toledo se hicieron
extensivos a todas las instituciones religiosas, administrativas, corporativas, gremiales
y monacales de la nueva monarquía española. Tuvieron que esperar los jesuitas que
muriera su fundador para poder sustraerse al afán colectivo de demostrar en todas las
instancias de la vida que se era cristiano de pura cepa, sin mezcla de la “mala raza”.
Lo paradójico de este disparatado afán es que, detestándose cualquier especie de
injerto hebreo en la conciencia española, se hubiera instalado irreductiblemente en el
alma nacional la doctrina de la limpieza de sangre de los libros bíblicos de Esdras y
Nehemías. Sólo a los españoles carcomía tal prurito de higiene genealógica. Si en la
corte pontificia hacían burla de ella, ¡no debe de extrañar que los demás pueblos de
Europa nos hayan tomado por el pito del sereno!
LISTA CIVIL
Así se llamaba la retribución económica que el Estado o Reino asigna al Rey y a
su Familia para su propio uso y administración; en otras palabras, el sueldo de los
reyes y de los príncipes como otros “currantes”más con todo respeto, de acuerdo
con la jerga de estos tiempos.
LOTERÍA
Un premio gordo para Cuba. En efecto: el premio gordo del año 1897 correspondió
al número 13.515, despertando las mismas codicias de siempre, a pesar de su
modestia, en relación con el de los tiempos actuales; entonces ascendía a tres
millones de pesetas. Con la celeridad del rayo cundió la noticia que había caído en
Madrid; pero al día siguiente se supo que había tocado en Cuba. Pareció la
equivocación una mueca trágica de la suerte: estábamos en vísperas de perder para
siempre el hermoso pedazo de tierra que fue española, y el hecho de ir a ella el premio
mayor significaba una especie de despedida desconsoladora, de adiós definitivo.
LOTERÍA PATRIÓTICA
En la lotería que se celebró el 20 de Junio del 1814 se concedió un premio de
2.500 reales a las huérfanas de todos militares y patriotas que murieron “en defensa
de la justa causa de la Nación (durante la invasión francesa); una de las señoras
agraciadas fue doña Incolaza Leredo, hija de don Juan Juan, sargento primero de
179
Granaderos de Reales Guardias Españolas. Bien se supo batir el cobre este soldado
en defensa del palacio real y de la Real Familia.
LOLA MONTES O EL CAPRICHO DE UN REY
El viejo rey de Baviera Luis I tuvo un lío amoroso con la bailarina y aventurera
irlandesa Lola Montes (de apellido Limerik, de origen irlandés). Colmó el vaso de la
indignación de los muniqueses cuando la instaló en una lujosa casa y le concedió el
título de Condesa de Lansfeld. Las altas instituciones del reino encabezaron una
protesta popular, que llegó al extremo de poner término a la aventura amorosa del
monarca obligándole a abdicar. “Ah, las españolas exclamó ya en el destierro el
viejo monarca. Algo sé de ellas. ¡Hay una que incluso me ha costado el trono!”. Un
nieto suyo, Luis II de Baviera, se hizo famoso por su amor a la música de Wagner, el
dios de su vida (se creyó representado en la figura de Lohengrin). Romántico y
extravagante, edificó palacios que embellecen Munich, en los que este solitario Rey
Virgen paseó fantasmalmente su locura, soñando con la belleza y la perfección del
arte. A pesar de su locura, los campesinos, que le admiraban, le arrebataron del
psiquiatra, en cuyas manos le habían puesto los cortesanos para curarle. Murió
ahogado en las aguas del Stamberg, posiblemente, en opinión generalizada,
asesinado por su propio séquito. Luchino Visconti popularizó la imagen de este
excéntrico príncipe en su film “Luis II de Baviera”.
LORETO, LA CASA QUE SOBREVOLÓ TRES VECES
Jesús, José y María, más el resto de la familia, que no fue escasa, vivían en
Nazaret en una modesta casita. Era gente bastante normal, ni abundante en bienes ni
tampoco necesitada de lo más imprescindible para vivir. Casi todos los campesinos de
por allí poseían un borriquillo. Era indispensable. Quiérese decir que, además de las
habitaciones de la vivienda, el asno tenía la suya, una cuadra. Tampoco faltarían los
bardales que cerraban el huerto con la inexcusable higuera y los otros servicios
inexcusables para los desahogos del cuerpo.
Pues esta casita parece que fue el primer templo donde ofició San Pedro la misa
inaugural del cristianismo. Ni de la casa ni del hecho mencionado existe constancia
documental, aunque la exigiera la importancia del acontecimiento. Todo lo relativo a la
vivienda se ha transmitido por vía oral, a través de leyendas. Conviene no perder de
vista el significado etimológico de la palabra “leyenda”, pues se suela hablar mal de
ella, comparándola con “los cuentos chinos”. Lo cual no es cierto del todo. El término
“leyenda” trae su significado de una forma verbal latina del verbo “leer”y se toma
exactamente por “aquellas cosas que se deben de leer, que son de obligada lectura;
igual que el evangelio en cada misa y la epístola, que son “leyendas”, en el sentido
180
que se acaba de dar. Pues bien: lo que se debe y estaba mandado leer sobre la casa
de Nazaret es lo que sigue:
El resultado definitivo de las Cruzadas, aquel enorme despliegue militar de la Baja
Edad Media por rescatar de manos de los musulmanes los Santos Lugares, fue un
fracaso total. De hecho los familiares de la Sagrada Familia, nietos, biznietos,
tataranietos habían pasado a mejor vida. Ninguno parece que superó la quinta
generación. ¿Cómo, pues, se iba a mantener en pie una casita, cuya humilde cuadra
acogió a la bendita borriquilla que se canta en los villancicos navideños? Pues hete
aquí que el párroco de Tersato, un pueblecito de Dalmacia, hallándose postrado en
cama por una incurable enfermedad, vio sorprendido al lado de su curato un pequeño
edificio, que había surgido allí de la noche a la mañana, sin saberse cómo. Caviloso
por desentrañar el misterio de la inesperada casa al lado de la suya, se metió en la
cama y aguardó a que durante el sueño se le revelara la razón del suceso y supo en
sueños que los ángeles habían trasladado desde Palestina a Tesato la morada de la
Sagrada Familia, a fin de que la morisma no la profanase. El milagro, además, de la
inmediata y total curación del cura confirmó a todo el mundo la certeza del contenido
del sueño. No obstante había que asegurarse por medio de una investigación in situ.
Constituyóse, pues, una Comisión de eruditos y técnicos; los cuales, tomando las
medidas al solar y a lo que de pie quedaba en el emplazamiento de la vivienda de
Nazaret, comprobaron que coincidían perfectamente con los detalles y proporciones
de la peregrina vivienda reinstalada en Tesato. La alegría de contar con un huésped
arquitectónico de tan espectacular trascendencia se expandió por todas partes. Pero
sin comprenderse los motivos, con el mismo misterio que se había asentado la casa
en Dalmacia, se largó a Rancanati, población a orillas del Adriático, cerca de Ancona.
Fue el segundo supervuelo de la vivienda. Faltaba el tercero, tratándose de un edificio
que demostraba no hallarse a gusto en ningún lugar. Esta nueva domiciliación, sin
embargo, se había debido al manantial de dinero en que se había transformado la
casa, debido a las numerosas peregrinaciones de fieles que, agradecidos a los favores
recibidos de Nuestra Señora, depositaban abundantes limosnas en las fuentes y
cepillos diseminados por las dependencias domésticas. Los forajidos dieron buena
cuenta de ellas, profanación que evitó el papa Sixto V, creando la Orden Militar de los
Caballeros de Loreto, que se encargó de proteger a los peregrinos y de poner a los
forajidos a buen recaudo.
Hasta el siglo XVIII la casa de Loreto y su Virgen continuaban proveyendo a la
Santa Sede de no pequeños ingresos de dineros, que se acrecentaban, encima, con
los que habían de pagar quienes desearan pertenecer a la nobleza negra del Vaticano.
El ejército del Aire español nombró a Nuestra Señora de Loreto Patrona de su Arma.
181
Es una decisión digna de aplauso, por ser de pura y juiciosa lógica haber colocado a la
aviación nacional bajo la protección de una Virgen tan poderosa, que se permite
trasladar por los aires tan guapamente su hogar doméstico, desafiando la gravidez y el
ímpetu de los enconados vientos.
LUTERO
“Lyterios” o “libertador”es una voz griega, cuya segunda letra (la ipsilon) es en la
“u”.Así, pues, podríamos pronunciar Lutero, con lo que saldríamos al vocablo
castellano mencionado. Históricamente Lutero liberó de la obediencia de Roma a gran
parte de Europa. Y del Luteranismo han derivado las iglesias evangélicas o los
protestantes, por usar el término que se emplea para englobarlas.
MADRE-HIJOS
“Yúsuf El Fihri regaló una joven esclava al juez Moavia ben Sálih, de la cual tuvo
éste un hijo. Cuando subió al trono Abderramán Ie fue reclamada en pleito a Moavia,
pero se declaró que éste tenía derecho a conservar en su poder a la muchacha.
Preguntósele a Moavia acerca de esta cuestión y del motivo o razón que había
alegado para fundar derecho, y contestó:
 He alegado el precedente del juez Abuazahiria ante el cual se sustanció un pleito
sobre un pilar que un hombre había construido para sostener un muro que perteneció
a otro; pilar que se consideró como obra necesaria para que el muro no se
derrumbase. Abuazahiria sentenció en favor de aquél que había construido el pilar,
pues se hizo la siguiente reflexión: “si se quita ese pilar, el muro necesariamente ha de
sufrir daño”. Pues bien, yo creo que, si a este hijo se le quita la madre, sufrirá más
daño que podía haber sufrido aquella pared al quitarle el muro. (Aljoxami: Historia de
los jueces de Córdoba)
MADAMES O SEÑORAS DE ELEGANTES PROSTÍBULOS
Francia, famosa por sus refinamientos exquisitos para hacer la vida agradable,
también se destacó por la alta alcurnia de sus prostitutas. Margaritte Gourdan,
madame que entretenía en sus salones durante el siglos XVIII a la flor y nata de los
almibarados caballeros de la corte de Versalles, al morir dejó entre sus papeles
curiosas peticiones de las abadías monjiles, de adquisición de placenteros
mecanismos manuales de origen griego por nombre parégoros”hoy consoladores;
cuya virtud de excitar deleitosos y dulces orgasmos aliviaba en la soledad y fría celda
a las piadosas mujeres allí enclaustradas. Dióseles a los dichos aparatitos el nombre
deliciosamente encantador de “bijoux de religieuses” o preciosos juguetitos de monjas.
El flirteo en los coventos entre caballeros y monjas, las cartas de amor, los
billetitos de citas, el trasiego de gentiles pisaverdes por claustros y patios de
recogimiento para besar la mano de la bella enamorada; esa febril actividad de
182
pasatiempos mundanos y pecaminosos, en los que bullían los sacros recintos de las
esposas de Cristo, seguía vigoroso y pujante después de las severas bulas elaboradas
por el Concilio de Trento, con que se pretendió suprimir tan graves escándalos en los
mismos reductos de la virtud y la castidad. El hipócrita principio “si non caste, tamen
caute”si no puedes aguantarte, al menos haz ciertas cosas con cautela, ya era
sustituido por una expresión más directa y más clara: “Téngase buen cuidado de que
ello suceda a escondidas.”
MADRES DESPIADAS
Así fue la de Santa Genoveva”, patrona de Paris. La santita, que nació por el año
422, amaba, como es lógico, el culto divino y asistir a las sagradas ceremonias, gusto
que compartía también con su madre. Pero ésta, no dicen las crónicas por qué, se
negó a los ruegos de su pequeña de que la llevase consigo un día a la iglesia; antes
fue cruel propinándole una sonora bofetada. La cosa no era para tanto rigor, pero Dios
llevó bastante mal el castigo materno y dejó ciega fulminantemente a la despiadada
mujer. Fue corriendo a la lavarse los ojos con agua, a ver si recobraba la vista, y su
hija, a quien el Altísimo había subdelegado a tan corta edad la facultad divina de
realizar milagros, trazó sobre los párpados de su madre la señal de la cruz, y le
devolvió la vista. Este suceso, que sólo los incrédulos pueden poner en duda, han de
tenerlo muy presente aquellas madres que no tienen hijas santas, si se les va la mano
con ellas de vez en cuando, por lo que les pueda ocurrir, cuando las corrigen con unos
cachetes. Precisamente la madre de Genoveva, además de no haberle estado
agradecida a su hija por este gran favor, que acabamos de narrar, ni siquiera gastaba
un penique en su manutención, pues la muchacha sólo comía dos veces a la semana
la parca dieta de un mendrugo de pan, aliviado algunas veces de unas pocas
legumbres.
MADRES SOLTERAS
Cuando los lacedemonios luchaban contra Mesenia, y su ciudad estaba sin un
alma humana, las mujeres, sobre todo las doncellas, les suplicaban todas que no
permitieran que se quedaran sin casar. Por ello desde el campamento eran enviados
continuamente y por turnos algunos jóvenes para que tuvieran relaciones sexuales con
las mujeres y se unieran con la primera que encontraran. De estas uniones
indiscriminadas nacieron niños; a los que, cuando se hicieron hombres, insultaron los
lacedemonios, llamándolos entre otras lindezas, “parthenios” o hijos de solteras.
MADRID, CAPITAL DEL IMPERIO ESPAÑOL
Madrid era un caserío pequeño y mezquino. Si el recinto de la Corte española era
ahogado y mezquino, su aspecto interior tenía muy poco de cómodo, majestuoso y
agradable. Apiñábanse en él callejuelas feas, sucias y tortuosas, cuyo tránsito era
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difícil y penoso, como lo atestigua el expresivo título de una de las calles: Sal, si
puedes. Sólo como excepción, se contaban algunas vías transitables y espaciosas,
largas y rectas, como la Calle Mayor y las de Toledo y Atocha.
Los numerosos monasterios y conventos limitaban las alturas de las ventanas y las
comunicaciones de las casas fronterizas y contiguas, para que no los privasen de luz,
ventilación e independencia. No construían casas de varios pisos en la Roma
clásica ya se conocían, casas que eran llamadas de “aposento”, con objeto de eludir
sus propietarios el pesado impuesto denominado “regalía de aposento”, establecido al
fijarse la Corte en Madrid por Felipe II; el cual impuesto consistía en la obligación de
los propietarios de hospedar en sus viviendas a la comitiva y funcionarios de la Corte.
Redimió después la Villa tan pesado tributo con un servicio al rey de 250.000 ducados,
equivalente a la sexta parte de los alquileres de aquellas casas durante diez años.
Los habitantes de Madrid tuvieron que aprender la arquitectura de los topos. La
mayor parte de sus casas no son más que de tierra, a maneras de toperas de un solo
piso. En aquellas más ricas, la mula que llevó los ladrillos tienen tanta parte en la
gloria de la obra como el mismo arquitecto. “Encuentro a esta villa observaba la
notable viajera Madame d’Áulnay, como si tuviera el aspecto de una gran jaula
donde se ceban pollos, pues desde el nivel de la calle hasta el cuarto piso, no se ven
por todas partes más que celosías, cuyos agujeros son muy pequeños; y de igual
modo están los balcones cubiertos con ellas. Siempre se ve detrás de ellas a pobres
mujeres que miran a los transeúntes, y cuando se atreven, abren las celosías y se
asoman con mucho placer”.
MAESTRO
El maestro debe enseñar al discípulo a pasar por el tamiz todas las ideas que le
transmita y procurar que su cabeza no acoja nada por la simple autoridad o crédito.
Tiene el maestro la nobilísima misión de corregir en las generaciones nuevas los vicios
de las viejas. A través de los maestros va alcanzando su perfección la Humanidad.
(Montaigne). Cicerón, por su parte escribe: La autoridad de los que enseñan daña las
más de las veces a los que quieren aprender.
MAESTRO MALVADO
Sitiando el dictador Camilo la ciudad de los Falerios, el maestro de escuela que
educaba a los niños de los ciudadanos más nobles, pretextando llevarlos de paseo
fuera de las murallas, los condujo traidoramente al campamento romano, para
entregarlos a los romanos con rehenes; por lo que sus padres se verían forzados, por
recobrar a sus hijos, a entregar la ciudad. Camilo, ante las murallas de Falerios,
mandó azotar por sus lictores al maestro y dando a cada alumno una vara, los hizo
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entrar en la ciudad azotando ellos mismos al maestro y devolverlos así a sus padres.
La ciudad, agradecida, se entregó a Camilo.
MAGIA HOMEOPATÉTICA
Magia homeopatética o imitativa, y magia contaminante: la primera se rige por la
ley de semejanza (lo semejante produce la semejante). La segunda, por la ley del
contagio o contacto. Las cosas que una vez estuvieron en contacto, se actúan
recíprocamente a distancia, aún después de haber sido cortado todo contacto físico.
Magia positiva: Haz esto para que no te suceda esto otro. Por ejemplo: Antiguamente
estaba prohibido en la mayoría de los lugares de Italia que las mujeres fueran hilando
según caminaban por las carreteras e incluso que llevaran visibles sus husos.
Probablemente la idea obedecía a que las rotaciones del uso harían retroceder las
cañas del grano y que no crecerían erguidas. Hay multitud de prohibiciones
ininteligibles para nosotros, que derivan de estos tipos de magia: no derramar sal en la
mesa, no dar vueltas a los paraguas, no comer ciertos animales. Los malgaches evitan
comer riñones, pues en la lengua malgache “riñón” es lo misma que “disparo”, y
seguramente que el malgache recibirá un disparo si come riñones. (J.G- Frazer: La
rama dorada)
MAGIA NATURALIS
Los primeros científicos del siglo XVI no podían verse libres de la magia, y le
pusieron el apellido “naturalis”. Paracelso, muy estudiado en los últimos años como un
revolucionario de la medicina antigalenista, tampoco pudo desentenderse de la magia.
MAGOS
Los demás persas, teniendo presente a los ojos el embuste de los magos, miraban
todos como un deber de honor y de justicia ejecutar otro tanto de su parte, y con el
puñal en la mano no dejaban con vida a mago alguno que pudiesen hallar. Tanta fue la
carnicería, que si no la hubiese detenido la noche, no quedara ya raza de magos.
(Herodoto: III, LXXXIX)
MAGOS Y MAESTROS
Los magos persas fueron los personajes más importantes de la alta sociedad.
Decidían en la política, en la religión y en la vida en general. Ciro y Darío lanzaron
contra ellos una campaña que los redujo, después de haber matado a muchísimos y
dejar a algunos como muestra de que existieron. Celebrábase en Persia una fecha
conmemorativa de esa degollina, llemada magofonía.
“Mago” proviene del verbo griego “mageuo”, encantar por medio de sortilegios. La
raiíz griega “mag- “tiene el significado general de presionar, imprimir (masso), cuyo
aoristo émaen puede ser el patrón etimológico de maestro (magíster). Amasar,
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presionar con las manos, moldear es la labor de los maestros con el alma de los niños.
De ahí que maestro y magia anden emparentados semánticamente.
MAHOMA
Mahoma, el visionario, empuño las armas, cayó herido, fue vencido, triunfó luego,
mostró crueldad excesiva para aniquilar a los que resistían; vio correr la sangre de
centenares de prisioneros decapitados, ordenó campañas de exterminio contra gentes
que no le habían hecho ningún daño. No menos consideró lícitos toda clase de
crímenes, mucho más allá de lo que permitía el código moral de los árabes. Su
sucesor, Abu-Beker, fue llamado “el acero de Dios”. Y Kalid fue el terrible general a
quien el Islam debe sus primeras conquistas.
Los musulmanes no pagaban tributos; sólo debían dar un diezmo para las obras
de caridad. Sin embargo, las poblaciones de los países conquistados estaba obligadas
a dar dos clases de tributos: uno, según los ingresos; y otro personal cada hombre
hábil; El primero recaía sobre la tierra de cultivos; y el segundo, un encabezamiento
igual por persona, del, que se excluía a las mujeres, niños y ancianos (tributo de
capitación). No deben, pues, extremarse los elogios a la tolerancia religiosa de los
árabes con respecto a las poblaciones con otras creencias, que sometían.
De Alí, otro de los sucesores de Mahoma, se cuenta que en los combates se le
despertaba un furor bélico tan exacerbado que le inducía a acabar el mismo con la
vida del enemigo. Las luchas fratricidas entre ellos mismos fueron frecuentes. El
aniversario del día 10 de octubre del año 680 los musulmanes del mundo entero
recuerdan con horror el martirio de la pequeña banda de Kerbela, lugar donde AlHussein, litigante contra Moavia sobre la sucesión al califato, pereció con sus
acompañantes, familia, mujeres, niños y criados, sacrificados por los omeyas. Para
aplastar la insurrección de las tribus árabes, indóciles a admitir el islamismo, Jalid y
otros generales de Omar sembraron la muerte en la península arábica, inundándola
con mares de sangre. El Islam debe en parte su difusión al terror y a la muerte.
MAHOMA ODIABA LA AGRICULTURA
Viendo Mahoma en la casa de un medinés la reja de un arado, pronunció esta
memorable sentencia: “Jamás entra en una casa este utensilio, sin que entre, al
mismo tiempo que él, la deshonra. Se debe pensar, no sin razón, que los admirables
moriscos, tan excelentes y concienzudos agricultores (fueron defendidos por la
nobleza y el clero terratenientes contra los reales decretos de expulsión de España),
habían hecho caso omiso de esta extraña salida de tono de Mahoma.
MALDAD-VICIO
Dos sentencias de Tácito: Suele suceder que los ruines se parecen de ordinario
unos a otros. Alabo y apruebo las cosas que son mejores; pero sigo las peores.
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MANTILLA ESPAÑOLA
En el año 1894 iniciaron las madrileñas la felicísima costumbre de tocarse con
mantilla los días de Jueves y Viernes Santos. A medida que pasa el tiempo cunde el
empleo de la gentil prenda, resucitada con tanto oportunidad como buen gusto. Las
muchachas actuales han introducido como lamentable modificación la de dejar sueltos
los cabos de la mantilla, que antes se sujetaban sobre el pecho con valiosos broches
de metales preciosos.
MAR AZOTADO
El actual estrecho de Dardanelos en el mundo antiguo Helesponto fue
mandado azotar por el rey Jerjes de Persia, porque, una vez construido un puente
sobre él para que pasaran sus ejércitos, la tempestad se encargó de derruirlo.
Encolerizado el rey, ordenó que al mismo tiempo que sus soldados lo azotaban, le
cubrieran de maldiciones e improperios; por último, que se le encadenara con grilletes,
que se arrojaron al fondo con la cabeza de sus constructores.
MAR QUE FUE OCÉANO
El mar Cantábrico era designado en la antigüedad con el solemne nombre de
Océano Tarbélico
MARRUECOS ESPAÑOL
“Por iniciativa mía se creó en el Ministerio de Estado una llamada Oficina de
Relaciones Culturales. Me preocupaba terriblemente la situación de miseria cultural en
que teníamos al Marruecos español. Fui a inspeccionar las escuelas en Tánger, un
espanto. El ministro González Hontoria no ocultaba su enojo y no sabía cómo
remediar aquella vergüenza. Junto a lo hecho por Francia en Tánger, la obra educativa
de España nos sonrojaba. No teníamos ni dinero, ni tampoco (algo mucho más grave)
personal adecuado en número suficiente. Por otra parte, la verdad es que el asunto
importaba a muy pocos. Pasaron los años, y durante la República continué pensando
en Marruecos. Las familias acomodadas de Melilla mandaban a sus hijos a las
escuelas francesas de Uxda. Ni entonces, ni antes, ni luego se consiguió dar a los
marroquíes de la zona española la impresión de que nuestra lengua y nuestra cultura
merecían ser adoptada por ellos junto a las arábigo-musulmanas. Años más tarde leí
con gran tristeza que el Marruecos, cuya tierra tanta sangre española había
empapado, se desgajaba políticamente de España, y peor que eso, había adoptado
como segunda lengua el francés. (Américo Castro)
MARRUECOS-ESPAÑA
Nunca nos dio el naipe por la política exterior; preferimos vivir en nuestro encierro,
sin enterarnos de cuáles son las tendencias de los demás países. Y eso que a veces
se ventilan en ellos asuntos que nos importan muchísimo. Precisamente en el tiempo
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al que vienen estos pensamientos (1893-1897) hubo en el norte de África algo de
positiva trascendencia para nuestra nación. En junio de 1894 murió Muley Asan,
emperador de Marruecos. Desatáronse entonces las aspiraciones que aún nos traen
revueltos y no supimos adoptar desde el primer instante la postura adecuada para
nuestra conveniencia. La muerte de Muley Asan anunciaba la conclusión del statu
quo en el Magreb; querían sustituir al monarca fallecido dos de sus hijos: Mahomed el
Tuerto y Abd-el-Azis. Triunfó el segundo sobre el primero por las intromisiones
europeas; en las cuales, dicho sea con triste franqueza, estuvimos ausentes. Véase de
qué manera, por apartarnos de los manejos internacionales, sufrimos considerables
reveses.
MÁRTIR
Ni Giordano Bruno, ni Galileo Galilei, ni Vesalio, según San Agustín, podrían haber
sido mártires. Para el obispo de Hipona, mártir es aquel que defiende una idea y por
ella muere. Pero esa idea tiene que ser la fe católica; lo cual no se da en los sabios
mencionados. Escribe San Agustín: “Al mártir no lo hace el suplicio, sino el motivo.”
Mas no se les llama mártires, a no ser que el motivo haya sido la defensa honesta de
una verdad o de una empresa justa. Giordano Bruno murió en defensa de la verdad.
Es, pues, un mártir. Aunque no se comparta su “verdad”. Se piensa que una creencia
es la verdadera cuando alguien da la vida por ella. No es cierto. Un cristiano, a punto
de ser devorado por las fieras del circo, no está demostrando que el cristianismo es la
fe verdadera, sino que él así lo cree. Si me fusilan por ser republicano, con mi muerte
no estoy probando que la república es el mejor de los sistemas políticos. Lo que
demuestro es que yo así lo pienso. Esta opinión se maneja a menudo para probar la
verdad del Cristianismo. La verdad es que sólo prueba que se halla en la misma línea
argumental de tantas religiones habidas en el mundo para explicar la existencia del
hombre en él.
MÁRTIRES MAHOMETANOS
Nacen las religiones e inmediatamente empiezan a desgajarse en sectas. El Islam
tuvo las suyas, chiítas, sunnitas, inconformistas, kelbitas…Los no conformistas
tuvieron algo en común con los cristianos. Piadosos y generosos, se consideraban los
discípulos del primer Mahoma, cuya alma aún estaba henchida de religiosidad y de
virtud. Fueron perseguidos, como todas las almas nobles, hasta dar la vida sin hacer la
menor concesión a sus verdugos, subiendo al cadalso entre el rezo de versículos del
Corán y glorificando a Dios.
MASTURBACIÓN
“Tomó Judá para Er, su primogénito, una mujer llamada Tamar. Er fue malo para
los ojos de Yhaveh, y Yhaveh lo mató. Entonces dijo Judá a Onán: “Entra a la mujer de
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tu hermanon y tómala, como cuñado que eres, para suscitar prole a tu hermano.” Pero
Onán, sabiendo que la prole no sería suya, cuando entraba a la mujer de su hermano,
se derramaba en tierra para no dar prole a su hermano. Era malo a los ojos de Yhaveh
lo que Onán hacía y lo mató también a él.” (Génesis, XXXVII, 6-10).
No hace falta gozar de mucha imaginación para representarse qué se entiende
por “entrar a la mujer de su hermano” y “derramarse en tierra”. Las sagradas escrituras
tienen la virtud de enseñar a los hombres los vicios que suelen practicar. A nadie he
oído llamarlas libro de lecturas edificantes. Este relato bíblico ha originado el término
onanismo, derivado de Onán, para designar igualmente la masturbación.
MATADLOS A TODOS
Durante los siglos XII y XIII la Iglesia llevó a cabo una cruzada contra los
albigenses. Esta secta cristiana, cuya doctrina se basaba en la práctica de la pobreza
y de la sencillez de vida, fue declarada por el papa Inocencio III el objetivo de una
política de exterminio físico o de lo que en estos últimos tiempos se ha llamado “la
solución final”. El saqueo y destrucción de Bèziers (una de las muchas poblaciones
albigenses que fueron cayendo en manos de los cruzados de Inocencio) es una
página más de los pueblos mártires de la Historia, en donde el horror y la ferocidad
procedían (¿se puede creer?) de las tropas que llevaban el estandarse del Papa.
Antes del asalto a la ciudad y, como dentro de ella también había católicos, los
capitanes preguntaron cómo distinguir a los herejes de los que no lo eran. La consigna
fue terrible: ¡Matadlos a todos! ¡Dios se encargará de separar después a los buenos!
MATEMÁTICAS
El Senado de Roma publicó un extraño decreto, aunque vano por su nulo
resultado, por virtud del cual se desterraban de Italia a todos los matemáticos.
MATRIMONIO
El matrimonio entre los romanos se contraía por estas tres modalidades: usu,
coemptione, confarreatione. Por usu: Si una mujer habitaba durante un año con un
hombre, con consentimiento de sus tutores, sin ausentarse más de dos noches, se
hacía esposa suya por prescripción, sin que hubiese necesidad de más formalidades.
Por coemptione: especie de compra simulada, por la cual los dos esposos se
compraban mutuamente. La mujer traía tres ases, uno en la mano (para su marido),
otro, en el zapato (para los lares); y otro que depositabaq en un soportal o cobertizo,
que se llamaba “compitum vecinale”(altar situado en una encrucijada de caminos
próxima). Con el primero compraba al marido, con el segundo, a los Penates o dioses
familiares; con el tercero, el derecho de entrar en casa. La “confarreatione” derivaba su
nombre de una especie de pan hecho de trigo (far), que comían los esposos durante el
sacrificio. Estaba reservado a los patricios, se exigía la presencia de diez testigos y del
189
Sumo Pontítice, flamen (sacerdote) de Júpiter. Las ceremonias duraban varios días.
Era indisoluble, aunque se salía de él por otra ceremonia, la difarreatio.
El soldado no podía contraer el conjugium o matrimonio según las leyes romanas.
Éste sólo podía verificarse entre un ciudadano y una ciudadana, el cual erea el único
por el que se transmitían a los hijos los títulos y los derechos de los padres. A los
soldados se les permitía una especie de unión, llamada matrimonium, acaso porque
los hijos que de él nacían no tenían más estado que el de la madre. A esas mujeres se
las llamaba uxores. Los soldados las podían llevar a sus desplazamientos, los hijos
que de ellas nacían no eran ciudadanos, sino que permanecían extranjeros o
esclavos, sus padres no tenían obligación de mantenerlos, los abandonaban o
vendían.
MATRIMONIOS MORGANÁTICOS
La palabra “morganático” parece de origen alemán “morgen gaben”, cuya
traducción equivaldría a “regalo de la mañana”. El regio heredero o sus regios infantes
han pasado una velada nocturna con la grata compañía de una damisela, que puede
pertenecer a la nobleza del reino o, simplemente, puede ser la bella friegaplatos de la
hospedería. Llegada la mañana, los gentileshombres palaciegos llaman discretamente
a la puerta del dormitorio para advertir a Su Alteza que la carroza o los caballos están
preparados para proseguir la marcha. Sale la real persona, y se larga acompañada de
su séquito, mientras que un criado rezagado entrega una sortija o unas cuantas
monedas de oro a la bella que ha hecho en la cama las delicias de su señor. Una
especie de indemnización, pues, por pérdida de la virginidad, poco probable en
aquellos tiempos con tantas mozas de hospedería.
Sin embargo, historiadores hay que derivan el “marganatismo” de la expresión
“more dánico”, es decir, “según la costumbre danesa”; aludiendo dicha costumbre a los
wikingos que se permitían desposarse con tres mujeres simultáneamente, siempre que
tuviesen los suficientes redaños para dejarlas plenamente satisfechas. Los hijos
resultantes de estos placeres al margen de la ley de Dios se llamaron bastardos. Los
españoles nos podemos sentir orgullosos de tener una reputada colección de
bastardos. Famoso fue el segundo Don Juan de Austria, hijo del rey Felipe IV,
obtenido no de moza hospedera, sino de las de comedia de corral, llamada la
“Calderona.
MAURITANOS
He aquí lo que un historiador romano (Herodiano) dice de los mauritanos o moros:
“Son muy sanguinarios y, por su sencillo desprecio a la muerte y a los peligros, se
atreven a todo como si estuvieran desesperados.” Apenas recibieron el beneplácito del
emperador Níger de castigar a la gran ciudad de Laodicea, émula de la no menos
190
célebre Antioquia, se lanzaron sobre ella y cometieron toda clase de violaciones y de
crueles brutalidades sobre los ciudadanos
MAUSOLEO RENACENTISTA EN LA MEZQUITA DE CÓRDOBA
Construyóselo en la capilla de Santa Paula el obispo Infantes Florido. Hay que
advertir que a la conquista de la ciudad califal bajaron los más reconocidos obispos de
las Españas de entonces. Pero ni al rey, ni a sus más encumbrados guerreros ni
obispos les pasó por las mientes sepultar el cuerpo que se comen los gusanos en
un mausoleo regio, sino que se contentaron con una hoya de tierra y sobre ella una
loza de mármol al mismo nivel del suelo. Ahí yacen, desde los lejanos años de la
conquista de la ciudad, sus heroicos conquistadores y aguerridos obispos, y bajo esa
loza han servido de abundante festín al inevitable deshuese de sabandijas y gusanos.
Hasta el día de la resurrección de la carne, en la que creyeron tan cristianos soldados.
Porque, sin duda, como buenos creyentes, antes de erigirse un suntuoso mausoleo, se
hubieron de preguntar, lo que no se hizo el señor Infantes Florido: Si Dios, llegado el
gran día del Juicio, hace el milagro de resucitar a todos los muertos sin excepción,
¿por qué no dedico o dedican mis familiares en obras de misericordia el cuantioso
dinero de este mausoleo que pretendo fabricarme nada más que por insultante
capricho, por loca vanidad o porque me sobran los dineros que tanta falta les hacen a
otros? ¡Señor, Señor, cómo no llamarles piedras de escándalo a esos suntuosos
mármoles funerarios!
MEDICINA
La terapéutica se encontraba tan atrasada en el siglo XVI que puede decirse no
había dado un solo paso, salvo la introducción del mercurio en el tratamiento de la
sífilis, que desde los tiempos de Dioscórides se venía empleando en las enfermedades
de la piel. La publicación del Dioscórides fue no ya necesaria, sino obligada, pues
constituía, y el hecho es bien importante, un inventario de todos los remedios
utilizados en el tratamiento de las enfermedades. Es cierto que la mayoría de ellos
eran inútiles. Sin embargo, el Dioscórides sirvió de punto de partida en el ensayo de
los remedios, y andando el tiempo, con el nacimiento de la crítica científica, se intentó
comprobar cuanto en el libro se decía, llegándose a deslindar lo útil de la inútil y
perjudicial.
MEDINA-AZAHARA
El Inca Garcilaso nos habla de expolio de ruinas y de edificios nobles. Se puede
aplicar, por concomitancia, esta referencia del Inca al desguace que que él mismo
pudo contemplar de Medina Azahara. “Los españoles, como envidiosos de sus
admirables victorias, debiendo sustentar aquella fortaleza (el torreón de Sállac Marca,
en Perú), aunque fuera reparándola a su costa, para que por ella vieran los siglos
191
venideros cuán grandes habían sido las fuerzas y el ánimo de los que la ganaron, y
fuera eterna la memoria de sus hazañas, no solamente no la sustentaron, mas ellos
propios la derribaron para edificar las casas particulares que hoy tienen en la ciudad
del Cuzco, que por ahorrar la costa y tardanza y pesadumbre con que los indios
labraron las piedras para los edificios, derribaron todo lo que de cantería pulida estaba
edificado dentro de las cercas, que no hay casa en la ciudad que no haya sido labrada
con aquella piedra; a lo menos las que han labrado los españoles.”
MELOMANÍACA RETIRADA DEL MUNDANAL RUIDO
Isabel de Bélgica, tatarabuela política de nuestra compatriota Doña Fabiola de
Mora y Aragón, esposa del rey Balduíno de Bélgica, tuvo que ser rescatada por los
palaciegos del enorme agujero de una bomba (ocurría en su tiempo la segunda guerra
mundial), adonde se había escondido para tocar el violín, sin ser molestada por nadie.
Izada, por fin, a la superficie, exclamó: ¡No he conocido mejores condiciones acústicas
que ahí abajo!”
MEMENTO, HOMO
“Acuérdate, hombre, que eres polvo y en polvo te convertirás”. Más o menos esta
inquietante remembranza constituía el eje de la pedagogía monacal de San Teodosio
el Cenobiarca. Bajo su dirección los monjes se atareaban en la construcción de un
cementerio abovedado, que acogiera a cuantos de ellos iban sucumbiendo en esta
vida, ya por la edad, ya por los rigurosos ayunos. Una vez que hubo concluido la obra,
el abad les dirigió estas perturbadoras palabras: “Hermanos, la sepultura está por fin
abierta, ahora falta quien la pruebe.” Aquellos sencillos ermitaños de la antigüedad
sentían un deseo irresistible de ver a Dios; lo que no se puede decir de ahora, en
primer lugar porque no hay ya ermitaños. Entre los frailes que escuchaban al tétrico
padre Abad se encontraba el humilde Basilio; quien, ofreciéndosele las primicias de
unas facilidades tan inmediatas de presentarse ante el trono del del Señor, se arrojó
dentro de la sepultura, rogando a san Teodosio que se ejecutaran con él todas las
ceremonias litúrgicas propias de un entierro. Así que, terminado el oficio de difuntos,
allí quedó dentro de su tumba Basilio, donde parece ser que se mantuvo bajo las
apariencias de muerto durante un año; al cabo del cual, el día de la conmemoración de
los difuntos, rodearon nuevamente los ermitaños supervivientes el sepulcro del fingido
muerto y le salmodiaron las oraciones establecidas por la Iglesia para los entierros.
Finalizada la ceremonia, se cerraron dulcemente los ojos del bienaventurado monje y
la palidez de la muerte se esparció por su cuerpo. Basilio, pues, sin calenturas, sin
accidentes, sin indisposiciones durmió el sueño de los justos y logró reposar de verdad
de verdad en el Señor. La fama de este prodigio corrió rápidamente por la tierra
habitada y empezaron a llegar a la tumba de Basilio peregrinos de todas las partes del
192
mundo. Pero el muerto, ya en el cielo, realizó un milagro sorprendente, tal vez
agradecido por el favor que le debía al abad Teodosio; y fue que, hallándose los
monjes sin un mendrugo de pan que llevarse a la boca, un rico hombre que se
dedicaba a socorrerlos en situaciones de indigencia, vio maravillado que, al pasar con
sus carros llenos de panes por el cenobio de Teodosio, se detuvieron los mulos de
repente y no bastaron latigazos para proseguir el camino. Allí, a las puertas mismas se
quedaron clavados, hasta que vaciaron todos los panes que traían los carros. Los
mulos, finalmente, decidieron, de común acuerdo, y desde luego, por decisión divina,
reanudar el trote.
MENDIGAR
El arbitrista Cristóbal Pérez de Herrera aconsejaba que se ha de remediar la
pobreza, desarraigando “de estos reinos de España la descendencia y sucesión de los
hijos en aquellos pobres que de viven de mendigar, haciendo en cada lugar grande o
mediano una casa que se llame albergue, adonde se recogerán todos los pobres,
hombres, mujeres, niños y niñas inútiles, a dormir, antes de que anochezca, que es a
la Ave María, mandando Su Majestad que se pregone en todas las ciudades, villas y
lugares de estos reinos, que acudan todos los pobres que piden limosna a las dichas
casas y albergues, que en estas casas se examinen y vean por un administrador o
rector que ha de haber, hombre tal que convenga, y dos personas, una de los cabildos
de las iglesias y otra de los ayuntamientos de las ciudades, villas y lugares1. A estos
tales mendigos se les dé licencia que de aquella casa salgan cada mañana, después
de oír misa, a pedir limosna por los dichos lugares con alguna insignia al cuello, cruz o
imagen de Nuestra Señora, con rosario y armas de aquella ciudad o villa; tendrán gran
cuenta la justicia, el administrador y diputados para corregir a los que no vivieren
virtuosamente; las mujeres y hombres entren en esas casas por distintas puertas y
estén en apartamentos y divisiones cerrados, porque en ninguna manera se
encuentren allí ni se vean y se quiten ocasiones de pecar; confesando y comulgando
por el tiempo que lo manda la Santa Madre Iglesia; y en ocasión de algún Jubileo
plenísimo, que cada año se podrá pedir uno a Su Santidad; estando prohibido pedir las
limosnas dentro de las iglesias, como se manda en la bula del Santo Padre Pío Quinto;
1
Para el albergue de Antón Martín (Madrid) se nombraron doce sacerdotes al ejemplo de los doce
apóstoles, sesenta y dos subalternos y otros más colaboradores divididos en grupos para atender los
distintos sectores de la parroquia; un conjunto directivo y administrativo lo suficientemente alto para
evidenciar que las limosnas que recogían los mendigos amparados por la institución debían ser de
considerable importancia)
193
donde, entre otras prohibiciones, vedó a los pobres mendicantes el andar por las
iglesias e inquietar la gente que con devoción asiste a los divinos oficios.”
El remedio, pues, se convierte en una sapientísima manera de quitar a los pobres
mendicantes por cuenta propia y convertirlos en mendicantes por cuenta ajena. Otras
reformas que se introdujeron por este tiempo para combatir el vagabundismo fue la
institución en cada pueblo de un “padre de pobres”, cuya misión consistía en
proporcionar trabajo a los mendigos. Estos debían estar debidamente registrados y, a
los que no lo estuvieran, se les consideraría delincuentes, aplicándoseles, en
consecuencia, las leyes punitivas del 1567 sobre el particular. Para ello se nombraban
“alguaciles de vagabundos, a quienes por hombre o mujer pordioseros que prendieran,
se les recompensaba con dos reales a costa de los bienes que les encontrasen
encima.
MESÍAS
La idea del Mesías se introduce en la Biblia por influencias extranjeras,
concretamente persas y egipcios.
METEMPSÍCOSIS
Metempsícosis o metemsomátosis resuelve el problema de mucha gente que se
niega a desaparecer por completo cuando mueren. No les agrada decir, cuando les
llega la hora final: se acabó todo, porque quieren seguir viviendo de la forma que sea.
Por lo cual se ha inventado la metempsícosis o la metemsomátosis, que vienen a ser
la misma cosa. Uno muere y nadie sabe ni ha podido saber desde que el mundo es
mundo que su espíritu se ha ido a vivir a otro sitio del universo. Los inventores de la
mentempsícosis afirman que el alma del que ha muerto se introduce sencillamente en
el cuerpo de otro ser, generalmente un animal. Cuando este animal también muere, el
espíritu humano se reencarna en otro animal o en otra persona. Es una inmortalidad
totalmente segura. Sectas ha habido que han hecho discriminaciones en el reino
animal para elegir su futura reencarnación: así los sapos, las lechuzas y las serpientes
se ven libres de onerosos hospedajes. Por eso, a pesar de que no están bien vistos de
la gente, son seres puros y sin mezclas. Lo que no deja de ser un privilegio.
MILAGRERÍAS
El caso de Teresa Neumann, en cuyas manos y costados aparecían las llagas de
Cristo crucificado (milagro muy comentado por los medios de comunicación en la
primera mitad del siglo XX) ha tenido antecedentes en la historia de los portentos
sobrenaturales, como fue el de la monja portuguesa María de la Visitación, quien
causó maravilla y veneración al mismo Papa Gregorio XIII los estigmas de la pasión de
Cristo, que también horadaron manos y pies de la embaucadora. Fray Luis de
Granada (después reconocería su error) calificó a la portuguesa de santa y dio a
194
conocer sus virtudes escribiendo su biografía.
La inmensa credulidad de aquella
época en todo este tipo de fenómenos místicos puede explicar la proliferación de
tantos embustes milagreros y la extraordinaria extensión de sus creyentes más
recalcitrantes. Fray Luis, entre otros sorprendes prodigios, cuenta el siguiente: La
amasadera del convento (a cuyo cargo estaba la cocción del pan) había echado tanto
leña en el horno que el pan “vino a hacerse tan prieto como un carbón”. Acudió
desolada a la Madre María de la Visitación; la cual, calmando a la llorosa sirvienta y
sin darle importancia al asunto, la envió de nuevo al horno y le ordenó “que mandase
al pan que se parase blanco en nombre del Esposo y de Santo Domingo.” El pan, con
tan eficacísimo conjuro, se tornó de inmediato “muy hermoso y muy blanco y muy
sabroso”, y de él comió todo el convento. No hay que olvidar que el milagro es una
veces una ilusión; otras, la mayoría, un rumor; pero nunca una evidencia. Tampoco
que desde el Concilio de Nicea “hay que aceptarlos de buena fe y con todo el corazón
y, si alguien intenta difamarlos como imposibles o malinterpretarlos de acuerdo con su
propia vanidad, ¡sea anatema! ¡quede excomulgado!.” Los milagros son de esas cosas
que no ocurren nunca; sólo las gentes crédulas creen verlos; no se puede citar uno
solo que haya ocurrido ante testigos capaces de comprobarlo. Desde el momento que
se admite lo sobrenatural, se está fuera de la ciencia, se admite una explicación que
nada tiene de científica, una explicación de las que prescinden el astrónomo, el físico,
el químico, el geólogo, el fisiólogo; de la que el historiador debe también prescindir.
Rechazamos lo sobrenatural por la misma razón que nos hace rechazar la existencia
de los centauros y los hipógrifos: esta razón es que nunca se ha visto ninguno...Los
evangelios son leyendas: pueden contener historias; pero ciertamente no todo en ellos
es histórico.”1 Mucha gente cree en los milagros, como Tertuliano, el gran polemicista
cristiano, que solía jugar a las paradojas: “Creo en estas cosas porque son increíbles”
MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS A PERPETUIDAD
“En acción de gracias por la pacífica arribada de los galeones de Tierra Firme (tres
días antes había dado el almirante inglés Sir Cecil la orden de retirada de Cádiz a sus
barcos), el rey dio orden de que se celebrase a perpetuidad una misa en todas las
iglesias del reino cada 29 de noviembre.” Bien merecían una misa las riquezas que
traían los barcos españoles; pero el pueblo se mostraba insensible a toda
manifestación de alegría o de piedad, si los barcos llegaban a puerto sin haber sido
saqueados por los holandeses o ingleses; todo al contrario, en vez de entristecerse
por la captura de la flota española con todas sus riquezas a manos de Holanda e
Inglaterra, se alegraba en el fondo, porque sabía que la plata y el oro que traían los
1
Ernet Renan. Historia de Jesús
195
barcos no se dedicaban al remedio de sus males, sino que se despachaban para
sostener unas guerras imposibles en Europa, donde se desangraba el país.
MISTERIOS
Los misterios y el secretismo de algunas religiones (misterios de Eleuxis,
secretismo pitagórico) podrían ser formas de la propia ciencia, para autoprotegerse de
las chanzas y curiosidad maliciosa de las gentes incultas en contra de los sabios.
MODERACIÓN EN TODO
Esca, potus, labor, somnus, mediocritas cuncta (comida, bebida, trabajo, sueño,
todo de una manera moderada, digno consejo.que nos transmite la cultura romana).
MOLINOS DE VIENTO
Don Quijote, desde la escuela nos enseñó la existencia de los molinos de viento.
Del episodio de su desigual combate con uno de los molinos no se olvidará ningún
niño español. Los descritos por Cervantes en su inmortal novela fueron una imitación
de los que funcionaban en los Países Bajos, instalados en tiempos de Felipe II. En
este tiempo eran nuevos y desconocidos en España. Un siglo más tarde habían
desaparecido. Hoy quedan unos pocos.
MOMIA
Pueden considerarse dentro de la magia los remedios terapéuticos a base de
trozos de cadáveres humanos momificados, muy extendidos durante el Renacimiento,
cuya autorización de adquirir llegaron a legitimar los teólogos para preparación de
recetas medicinales. La momia, o mumia, como entonces se decía, era en aquellos
tiempos uno de los remedios de más prestigio curativo y de los más caros. Digamos,
de paso, que los cadáveres de las matronas más nobles, como los de las mujeres
guapas, no se entregaban demasiado pronto para ser momificados, sino a los cuatro o
cinco días de su fallecimiento. El motivo de esta dilación obedecía al recelo que existía
de que los embalsamadores abusasen criminalmente de la belleza de las difuntas.
MONARCA CONVERTIDO EN PERRO
En 1816 fallecía en el castillo de Fürstenried (Alemania) el rey Otón, el cual, apenas
sentado en el trono real, fue asaltado por una locura tan extraña que le empestilló en
la mente la idea de que era exactamente un perro. Encerrado en una de las
dependencias de la fortaleza, hubo que ablandar la dureza de las piedras de las
paredes con láminas de acolchonadas colgaduras, con objeto de evitar que se
rompiese la cabeza a testarazos. Sus criados, cuando le llevaban la comida, que
engullía lo mismo que las bestias, nunca le privaron del respetuoso tratamiento de
“Majestad” tanto al aproximarse a su presencia como al retirarse.
MONARQUÍA ESPAÑOLA
196
“Los altos fines que justificaban la existencia de la monarquía española eran la
dilatación de la fe católica y la dedicación de todas sus energías a la extirpación de los
enemigos de la Iglesia,” (J.H. Elliot.: El Conde-Duque de Olivares)
MONARQUÍAS HEREDITARIAS
Merece la pena leer este fragmento de la carta que el emperador Macrino, poco
después de su elección por las legiones, escribió al Senado de Roma. Tiene mucho
que ver con todos aquellos que están en la cúspide del poder político: “Que nadie me
desdeñe, ni consideréis un error de la fortuna el hecho de que yo, un miembro del
orden ecuestre, haya alcanzado esta dignidad. Pues, ¿de qué sirve una noble cuna, si
no la acompaña una naturaleza íntegra y humanitaria? Los dones de la fortuna
alcanzan incluso a quienes no los merecen; pero la virtud del corazón humano otorga
a cada persona una fama propia. La nobleza y la riqueza y otros bienes semejantes
son objeto de envidia, pero no de elogio; porque se han recibido de otro persona;
mientras que la honradez y la moderación, a la vez que son objeto de admiración, son
motivo de encomio para el hombre de recta conducta. ¿En qué os benefició,
pongamos por caso, la noble cuna de Cómodo o el hecho de que Antonino sucediera a
su padre? Hombres como éstos toman posesión de Imperio como si se tratara de una
herencia debida, y la derrochan de forma insultante, como si fuera una propiedad
privada que hubieran heredado de la familia. Por el contrario, quienes lo reciben de
vosotros, están siempre en deuda de un favor e intentan corresponder a los beneficios
recibidos. Además, la nobleza de cuna de los emperadores patricios degenera en
orgullo por desprecio a sus súbditos, a quienes consideran muy inferiores; pero
quienes han llegado al Imperio desde una condición modesta, lo tratan con cuidado,
como algo adquirido con esfuerzo.” Mutatis mutandis, pongamos en vez de reyes,
presidentes de gobierno, hijos de linajudas familias o de acaudalados financieros o los
que ascienden al poder por la conspiración y por la venalidad de los que pueden
proporcionárselo; y nos encontraremos de lleno dentro de estas sabias acusaciones
de Macrino.
MONDADIENTES
Ya los usaban los antiguos. Entre los griegos se decía “sjinídsomai” limpiarse los
dientes con cualquier objeto para ese menester (el “odontóglyfon”). Los romanos se
valían de una perífrasis para expresara la misma acción: lentici cuspidibus utor ad
dentes purgandos (uso las cáscaras de las lentejas para limpiarme los dientes). Sea
de ello lo que fuere, lo cierto es que en tan tempranos siglos se conocía la higiene de
la boca. Ya he dicho esto mismo con respecto a los antiguos cántabros, que usaban el
“profidén” de sus propios orines. El resto de la nobleza española aprendió lo mismo
de estos compatriotas suyos.
197
MONEDAS DE ORO
En 1897 empezó una costumbre desgraciadamente interrumpida. Se acuñaron
monedas de oro de cien pesetas y, lógicamente, fueron acogidas con vítores
unánimes. Pero tan rápida fue la aparición como la desaparición, pues duraron lo que
un suspiro. Apenas dieron los primeros vagidos y enmudecieron para siempre. De
infancia mínima y de juventud nonata, sólo han logrado la escasa inmortalidad de
estas líneas.
MONEDA DESHONROSA
El crisárgiro (moneda aleación de plata y oro) prostituyó a gran parte de la juventud
romana. Fue introducido en el 312-315 d.J. y abolido el 498. Con el crisárgiro se
pagaban las extras de los soldados o los gastos de alguna celebración importante. Era
la moneda con la que se pagaban los tributos. Las gentes pobres, cuyo trabajo,
apenas si satisfacía las necesidades más perentorias, jamás podían reunir unos pocos
crisárjiros y mucho menos pagar con ellos a los recaudadores imperiales con tan
costosísima moneda. Así pues, no les quedaba más remedio a las padres que
prostituir a sus hijos o venderlos a los prostíbulos de la ciudad. El obispo Eusebio de
Cesarea, amigo y consejero áulico de Constantino, pudo haber susurrado al oído del
primer emperador medio cristiano, que acuñara monedas menos prostibularias.
MONJES BARBADOS
Las órdenes monásticas estaban tan expandidas y se les daban tantos nombres
teatinos, recoletos, carmelitas, juanistas, franciscanos, capuchinos, camaldolitas y
las ceremonias diferían tan visiblemente entre los descalzos y los portadores de
sandalias, los barbados y los afeitados, los portadores de mitra y demás, que el barón
Born ha intentado clasificarlos de acuerdo con el sistema de Linneo para los animales
y plantas, Así, al abrir su monjelogía encontramos la palabra “benedictino” clasificada
según las siguientes características: cara sin barba, cráneo rasurado; usa sandalias,
una larga sotana negra que le cae hasta las rodillas y un hábito que le llega hasta los
talones...; reza tres o cuatro veces durante el día y a veces en medio de la noche con
voces roncas; come de todo y rara vez ayuna.
MONJES ERMITAÑOS
Las Ermitas de la sierra de Córdoba hasta los años 1958 estuvieron habitadas por
ermitaños, algunos de los cuales (se supone los más jóvenes) bajaban a lomos de un
borrico en busca de provisiones de boca, que subían después al eremitorio. Se
rumoreaba que las noches no solían pasarlas en santa oración y que acudían en
medio de la oscuridad hasta las tapias cierto tipo de mujerzuelas, a quienes se les
facilitaba la entrada, para acompañar en sus duros jergones penitenciales el corto
198
descanso nocturno de los devotos monjes, entregados ellos y ellas, en la soledad de
sus respectivas ermitas, a encender también una vela al diablo de la concupiscencia.
El deán de la Santa Iglesia Catedral, Dr. Blanco Nájera, hombre austero y
profundamente religioso, si los hay, por encargo del obispo acabó con aquella especie
de piadoso lupanar, dispersando a los ermitaños que habían sido fieles a su voto de
castidad, y licenciando a los que habían alternado el rezo de los salmos y la
confección de los artesanales rosarios con el disfrute nocturno de un epitalamio no
bendecido y fraudulento. Las Ermitas, desde entonces, fueron confiadas a los
religiosos Carmelitas Descalzos, los cuales parece ser que rinden culto a Dios y a su
Santa Madre con todos los usuales requisitos de la recta fe.
MONJES INNÚMEROS
¿Quiénes son esa tropa?  Ya lo ves, solitarios.
 Mas. ¿cómo? ¿Por millares? ¡Oh, dioses, cómo en estos
tiempos de decadencia se alteran las palabras1.
(Palladas: Antología Palatsina, XI, 384)2
MONSTRUO
He aquí el resultado de un proceso biológico caótico, disparatado y absurdo: ¿A
quién le echará la culpa este pobre hombre de sus dos jorobas, la dorsal y la pectoral;
de la cojera, de la bizquera, de la hemiplejía facial? ¿A quién responsabilizará de ese
desaguisado de huesos de su deforme cuerpo, de músculos, órganos y funciones? La
madre era una santa y murió el olor de multitudes; su padre, la virtud personificada.
Imposible que hubieran engendrado así. Y si lo engendraron ¿quién lo permitió?
MORAL EVOLUTIVA
La ley moral cambia constantemente. En el incipiente período de la aparición de la
raza humana se practicaba el canibalismo como un sistema habitual de subsistencia,
incluso con miembros de la propia familia. En África se sabe que, aún hoy, constituye,
un ritual de la brujería. En las sociedades modernas la ley moral se modifica
periódicamente, como las modas de los peinados y vestimentas. Las ideas del
contenido de la ley moral dependen en gran parte de la educación y del medio en que
se vive; pero el hombre debe de someterlas a la estimación de su razón, no adoptarlas
sin ton ni son.
1
La penetración del Cristianismo en la sociedad pagana produjo un cambio paulatino y
desconcertante en las costumbres; particularmente con la aparición del anacoretismo, un
género de vida muy en boga; al que, por otro lado, contribuían a su admiración pública los
milagros que dentro de él, se decía, realizaban extravagantes anacoretas
2
Anacoretas que habitaban lejos de la sociedad, en las soledades de los desiertos y bosques.
La gracia de la estrofa reside en la antítesis “solitario” versus “millares”
199
La crueldad, la estupidez, la incapacidad para las relaciones personales
armoniosas y otros muchos defectos tienen su origen, en la mayoría de los casos, en
las enseñanzas morales recibidas durante el período de la infancia. Se ha abierto paso
al convencimiento de que la enseñanza moral convencional, que ha sido causa de
sufrimiento para los muchachos, debe reemplazarse, y se reemplaza ya de hecho, por
algo más benévolo y científico. El sustrato de la moral debe ser una conciencia que se
ha nutrido con un sentimiento enraizado de rectitud y de justicia, y una profunda
comprensión y absorción de la idea de lo que es “lo bueno” y “lo malo”, para conducir
los actos únicamente por el camino de “lo bueno”
Ante las crisis que viene experimentando la sociedad, unos
creen que todo
cambiará, si se cambian las estructuras laborales y sociales; otros opinan que es el
hombre quien ha de cambiar. Pero no son pocos los que aseguran que ambos
cambios han de producirse simultáneamente, de común acuerdo. eliminando cada
parte las aristas de su propia esencia, a fin de que la conjunción
se produzca
armoniosamente y sin estridencias.
MORAL DOGMÁTICA
Se cree que la moral no depende de la religión dogmática. Virtudes importantes
suelen hallarse más entre los que rechazan los dogmas religiosos por incompatibles
con la razón que entre los que los aceptan sin más ni más. Esta opinión se aplica con
una mayor certeza especialmente a la virtud de la sinceridad o integridad intelectual.
La integridad intelectual se manifiesta en un a persona cuando ésta decide por sí
misma, sin
ninguna otra intervención, en aquellas cuestiones o situaciones de
trascendental importancia , después de haber obtenido a través de la reflexión y de
comprobación experimental una respuesta clara y segura sobre la materia que le ha
interesado estudiar; o de dejarlas por decidir cuando di cha comprobación no es
concluyente. Esta virtud suele ser menospreciada por quienes prefieren no molestarse
en pensar y exlaman ¡Qué pienbsen otros!, a los cuales les dejan la solución.
MORIR EXONERANDO EL VIENTRE
El emperador romano Cómodo, de los peores que sufrió Roma, se hallaba en unas
expedición militar contra los partos y sintió necesidad de acudir a dar de vientre.
Ordenó, entonces, a su escolta que se alejara de él, para velarse de miradas curiosas.
Dándose cuenta Marcial, centurión del ejército, de la oportunidad que se le presentaba
de vengar la muerte de un hermano ordenada por Cómodo, siguió al emperador y le
traspasó con la espada, cuando se hallaba haciendo los esfuerzos perentorios.
MORIR EN GRACIA
La Iglesia proponía a los fieles que, estando aún con vida en la tierra, tomasen las
medidas preventivas con respecto a la otra, para que al presentarse ante el Gran Juez,
200
de inmediato ordene éste a sus ángeles abrirle al alma las puertas del Cielo por buena
conducta. Suele suceder que no le damos importancia a ciertas faltillas o pecadillos de
tres al cuarto; pero la Justicia divina no se anda con remilgos y dicta sentencia también
contra ellos. No los castiga con el infierno; pero sí con el Purgatorio; lugar de cuya
topografía existen tan sólo noticias referentes a la duración limitada de sus tormentos.
A pesar de lo cual, menos es nada, comparados con los del infierno.
Hay que agradecer a la Iglesia el que haya puesto un poco de freno a sus teólogos,
pues éstos viven empecinados en la idea de que a la santidad de Dios le repugnan
todos los pecados, los chicos y los grandes. Pero les hace la vista gorda, con tal de
que el cristiano pida el perdón de ellos en el confesionario. Sin embargo, los teólogos,
después de estudiar este asunto en profundidad, aseguran, y hay que darles la razón,
que al ladrón a vía de ejemplo, le perdonamos que nos haya robado la
insignificancia de unas pocas monedas; pero le obligamos a una restitución íntegra de
lo robado, cuando nos ha dejado en cueros, quitándonos hasta la camisa. Entonces
dicen en su lengua oficial aquellos padres de concilio citados: “Non est iustum”. Y
crean el sistema de las indulgencias, que clasifican de sencillas, plenarias y bulas. Las
primeras te perdonan, a ojo de buen cubero, cien días de castigo o trescientos; las
plenarias, te absuelven del castigo entero. No obstante, tocante a tales motus propios 1
se establece el procedimiento comercial del daca y toma, ya que han de comprarse
con un desembolso de dinero más o menos grande, por tener la virtud de conceder
ciertos privilegios y lujos, que un vendedor de categoría no otorga sin que te pida que
aflojes previamente la mosca. Es de justicia advertir que la bula es todo lo contrario a
un mecanismo de sacar los cuartos bajo el lema “la bolsa o la vida” del bandolero de
caminos. Posee la bula en sus orígenes un motivo indudablemente necesario: La
Santa Madre Iglesia ha visto con lágrimas en los ojos cómo desde apenas su
nacimiento le han surgido enemigos irreconciliables en todos los frentes, en los del
pensamiento y en los de las milicias armadas. Sólo podía combatirlos, no ya con
asambleas de sabios varones, antes con ejércitos bien aguerridos y armados. ¿Cómo,
si no, arremeter contra los belicosos sarracenos, que se habían apoderado de los
Santos Lugares? ¿Cómo doblegar la soberbia de Lutero, que le había arrebatado nada
menos que casi la mitad de Europa, mediante sus compinches germanos y
anglicanos? Decididamente había que ponerle precio a la necesidad más apremiante
de todo ser humano: la dieta alimenticia. Y se echó mano del sabroso solomillo. Para
saborear los viernes un buen filete, habías de estar provisto de la Bula de la Santa
Cruzada. Una vez al año se pregonaba por todas partes, con trompetas y atabales,
1
Nombre con que se designa cierto tipo de documentos de las jerarquías eclesiásticas
201
que ya estaba a la venta. Quien podía comprarla, la compraba; quien no, se quedaba
sin probar el solomillo. Parece risible, pero así funcionaba la dieta cristiana. Gracias a
Dios que Don Edel Cámara, el buen obispo brasileño, nos trajo el “aggiornamento”del
Vaticano, y desde entonces el cristiano se da la gran fiesta bien en sus bodas de
Camacho, bien se baste con la pobre mesilla de Fray Luis de León.
MORIR RIENDO
Que muera riendo un cómico es lo más acomodado al carácter de su profesión. Tal
desenlace experimentó Filemón, el cual murió asfixiado por la risa que le provocó un
asno que comía sus higos. Para que el banquete no careciera de buen vino, mandó
que un esclavo le sirviera también al animal el mejor de la bodega; orden que le
arrancó un estruendo de carcajadas tan fuerte, que el extraño ágape puso fin a la vida
del histrión.
MUERTE
......Cuando ya tenía cercana la muerte Demonacte, alguien preguntó al filósofo: ¿Has
dispuesto ya lo relativo a tu entierro? “No os preocupéis contestó Demonacte, el
hedor me enterrará.” Pero, ¿no ves que es ignominioso que una persona de tus
prendas sea relegado a pasto de las aves y perros? Demonacte repuso: “¿Y qué de
particular hay en ello, si una vez muerto, voy a ser útil a unos seres vivos?”
MOROS, DESDICHAS NACIONALES
“Ignorábase en España la verdadera paz pública(1896). La perturbaron primero
los crímenes anarquistas; después seguían conmoviéndonos las guerras en la Gran
Antilla y Filipinas, que multiplicaron nuestro dolor y nuestro desaliento. Por si algo nos
faltaba, tuvimos un retoño pasajero de los sucesos marroquíes, porque los años
pasan, pero en ninguno careceremos de moros que nos desazonen.” Estas quejas
abundaban por los años citados; pero es que por los que corren ahora del segundo
milenio, la pesadilla de Marruecos se ha convertido en un espectro permanente con la
amenaza de extenderse el reino alauita a Ceuta y Melilla. La Marcha Verde aprovechó
la agonía del general Franco para adueñase de las minas de fosfatos del Sahara
español. Hoy, en 2006 mientras las izquierdas y las derechas se obstinan en una
batalla por el poder o, por mejor decir, el poder del mangoneo en los dineros públicos,
el joven rey Hassan se lame la boca de gusto, acechando llevarse el trozo total y
definitivo de Maruecos
MOSQUITOS, ARMAS OFENSIVAS Y DEFENSIVAS
Los habitantes de Hadra ( ciudad asiática) no vieron mejor manera de defenderse
contra los soldados de Severo, que se empeñaban en asaltar la ciudad y degollarlos a
todos, que, encerrando en un recipiente de barro un puñado de mosquitos venenosos,
arrojarlos contra los enemigos. Cuando comenzaron los botes a estrellarse en el suelo
202
y los terribles insectos a liberarse de su encierro, acudieron como enjambres
hambrientos sobre los guerreros asaltantes, los cuales, de resultas de las picaduras,
caían a tierra para no levantarse ya más. La estratagema debe pasar al manual del
Estado Mayor del Ejército, a fin de que no despilfarre su presupuesto en la fabricación
de armas sofisticadas y caras. Unas cuantas centenas de avispas sobran para barrer
un grueso enemigo enfrente y ceñir de laurel victorioso las sienes de cualquier
ambicioso Napoleón.
MOTÍN DE ESQUILACHE
El motín de Esquilache, originado por la orden del ministro español de este
nombre, de prohibir el uso del sombrero gacho y el embozo de la capa, lo terminó de
una vez por todas otro ministro que siguió al anterior, el Conde de Aranda. Ordenó que
sólo el verdugo oficial emplearan dichas vestimentas. De esta manera los madrileños
dejaron de usar ambas prendas, por temor a ser confundidos con tan nefando agente
judicial.
MOTÍN POPULAR
No escaseaban en España los motines populares. La gente del común se echaba
insubordinada a la calle por la falta de pan, por los impuestos o la devaluación de la
moneda. Entonces las autoridades eclesiásticas sacaban de los templos la custodia
con el Santísimo Sacramento y las turbas insubordinadas se apaciguaban al momento.
Este hábito de apaciguamiento debe un sabio gobernante incluirlo en el bagaje de sus
remedios antidisturbios, como los que tiene de fomentar con dineros públicos
espectáculos profanos sanfermines, danzas y coros, concursos de jotas y “palos”
flamencos, el toro del aguardiente, las procesiones de imágenes y disciplinantes y por
supuesto, que no prescriban por desidia los concordatos con Su Santidad, pues este
pueblo nuestro no admite de modo alguno que ni se les escamoteen sus festejos
tradicionales ni que se ande los gobiernos jugando al abejón con las autoridades
eclesiásticas, que tan sabios y grandes recursos han acumulado a lo largo de los
siglos para manejar a las sencillas gentes del común.
MOZALBETES IMPÍOS
¡Vaya por Dios!¡Empezaron las imágenes procesionales de la Semana Santa a
convertirse en monigotes de barraca de pim-pam-pum de ferias!. ¡O tempora, o
mores 1 ! En Bañolas Banyoles para los hablantes catalanes ¡unos cuantos
mozalbetes se dedicaron a disparar con carabinas de balines contra los santos de los
“pasos”!. No importa que protegierana los santos varias parejas de las Fuerzas de
Orden Público, como es costumbre general. Asunto es éste de bastante mal gusto y
1
¡Queja de los antiguos, parecida al “Oír y ver” de las personas de orden de hoy
203
que debe quedar anotado como fecha inicial del calendario del “gamberrismo”
callejero. De proliferar el ejemplo de la malsana muchachada, habrán de imponerse
las cofradías banyolesas, si quieren defender la integridad física de los patronos de
la Hermandad, imitar el ejemplo de las cofradías penitenciales andaluzas. Éstas, por
si las moscas, contratan los días de desfiles un tercio de la legión por barba, es decir,
por su cuenta propia, no por el pelluzgón de pelo con que aterroriza la fiereza de tan
gallardos soldados, que por algo se lo dejan crecer.
Hay que preguntarse preocupados por qué en el temario escolar de la asignatura
llamada “Sociales” no les explican a los educandos la importancia que han adquirido
para la economía del turismo nacional las imágenes piadosas y las afiligranadas andas
que las pasean durante la semana conmemorativa de la tragedia del Gólgota. Se les
encomia a los escolares, por ejemplo, las virtudes del aceite de oliva de Jaén y los
millones de jornales que su cosecha produce a los “aceituneros altivos”, o la dieta
mediterránea con el salterio de alabanzas que le cantan los ancianos por hacerles
longeva sine die la vejez. Pero ¡qué imperdonable descuido olvidarse de las
“Dolorosas” traspasadas de plateados puñales; ceñidas, algunas de ellas, sus cinturas
con fajines de laureados soldados! No sólo las ultrajan, encima las acribillan con sus
carabinas los gamberretes banyoleses, sin que se les den unos palmetazos de castigo
para que no vuelvan más a repetir en su vida una vileza tan repugnante! Y otros
cuantos palmetazos, pero más fuertes, a ese Carod Rovira, bufo desafortunado que
nos ha aparecido en estos últimos tiempos, y a Maragall, su lacayo aprendiz a histrión.
No está de más, ya que se habla aquí de la Semana Mayor, darles un repaso a los dos
estupefacientes individuos estupefacientes por valernos de un término casi
homófono menos infamante, que quisieron hacernos reír invistiéndose de guasa una
“corona de espinas” en el mismo Jerusalem.
MUERTE, FENÓMENO SENCILLO
Algunas ideas que se han vertido sobre la muerte, que la señalan “como un
fenómeno sencillo, que la gente lo complica”, comentario de Nico, hijo del dictador
rumano Ceacescu, citando el pensamiento de un filósofo nacional. “Nadie muere
definitivamente, mientras alguien exista que le recuerde” se atribuye a Séneca. En la
lápida de la tumba de Murillo se lee la inscripción “Vive moriturus”, vive para morir,
final de toda vida, según se puede observar diariamente y a todas horas. “¿Cómo
crees que son las cosas del Hades 1 ? preguntó un curioso al sabio Demonacte.
“Aguarda, y ya te escribiré desde allí”contestó con sorna el filósofo. A Herodes Ático
se le murió su favorito Polideuces y ordenó que se le tuviera preparado siempre un
1
En la cultura grecolatina es el lugar donde se reúnen las sombras de los muertos
204
carruaje con sus caballos, como si estuviera esperándole para emprender un paseo; y
además, que
los esclavos le sirviesen la comida a diario. Al haberse enterado
Demonacte de este desvarío, se le acercó a Herodes y le dijo: “Te traigo un recado de
tu favorito Polideuces”. Brilló de alegría el semblante del patricio. “Dime, Demonacte
preguntó, ¡qué me pide Polideuces?”. El sabio respondió sereno: “”Se queja,
Herodes, de que no hayas ido a su lado”.
MUJERES CAPRICHOSAS
Un día la joven esclava Romaica tropezó de manos a boca con el romántico
Motamid, y el reyezuelo moro de Sevilla desde aquel momento quedó prendido para
siempre en la delicada belleza de la doncella. Habíala dotado la naturaleza de tan gran
sensibilidad artística que, cuando leía sus versos de amor al rendido enamorado,
llenábase la estancia del palacio con los dulces sentimientos de su alma, envueltos en
la fragancia de los jardines del alcázar y el rumor plácido de los surtidores de las
fuentes. Sólo en el dominio de los recursos poéticos igualaba a Romaica la cordobesa
Walada; pero ninguna mujer recibió de un príncipe apasionado mayores muestras de
esplendidez. Mas a Romaica la aturdió tanto rumbo y magnificencia en el regalo, que
perdió la cabeza sobrepasándose con exigencias de dádivas imposibles de conceder.
Pero una de ellas, sin embargo, repite su recuerdo cada primavera en la sierra de
Córdoba. Contemplaba Romaica, de codos en el alféizar de una ventana del alcázar,
pensativa y ensoñadora, el verde telón de fondo de jarales, alcornoques y encinas.
Volvióse enfurecida de pronto a Motamid y emprendió contra él una retahíla de
improperios, que dejaron sorpresivamente anonadado al príncipe: ¡Bárbaro, monstruo,
tirano! No escatimó ningún elogio de ese tenor. “Mira qué linda es la nieve, qué
hermosa, qué magnífica, qué graciosamente se posan sobre las ramas de los árboles
sus blandos copos! Y tú, ingrato, me privas todos los inviernos de contemplar un
espectáculo semejante! ¡Más aún, nunca me has llevado a algún país cubierto por la
hermosa alfombra de la nieve!” Motadid acarició a Romaica, le enjugó las lágrimas que
bañaban sus mejillas y le aseguró que no le faltaría de entonces en adelante la nieve
en la sierra de la ciudad. Y mandó plantar almendros en toda ella. Cada año por
primavera cubren desde entonces los copos de nieve de sus flores los árboles y
prados de las suaves laderas de la sierra que descansan cerca del Guadalquivir.
MULTITUD ATROPELLADA, DELITO DE LESA MAJESTAD
Entre las mujeres de la ilustre familia de los Claudios hubo una tal Claudia, a la
que se sometió a juicio, bajo la acusación de lesa majestad. Yendo en su silla de
manos conducida por los esclavos de su casa y haciéndose imposible avanzar a
causa del abigarramiento de la multitud en el foro, exclamó: “Ojalá viviera mi hermano
Púlquer y, al mando de una flota, desembarazase a Roma de tanta muchedumbre!”.
205
Claudia hubiera deseado hoy que su hermano fuera el almirante de la 3ª flota
americana del Pacífico para que le despejara de gente cualquiera de nuestras
bulliciosas plazas públicas en un día feriado, como llamaban entonces a los
laborables.
MUNICIPIOS: SU PODER
Escribe Henry Kamen que el concepto de “absolutismo” de los Austrias, empleado
a veces por los historiadores, debe haber sido incomprensible para las oligarquías
urbanas, pues el término debe entenderse como un fuerte gobierno central en
competencia con unas municipios débiles. Lo que sucedía es probablemente lo
contrario. En el siglo XVII había que encontrar los rasgos del poder en los municipios,
no en Madrid.” ¡Otra cosa hubiera sido España si dicho “régimen municipalista”
hubiera continuado hasta hoy! Las futuras generaciones deben reflexionar sobre esta
aportación de Kamen a la Historia de España y ver la manera de que sean los
municipios quienes saquen de entre sus propios vecinos a sus gobernantes. Sin duda
que, conociéndose de toda la vida por vivir juntos, saben de qué pie cojea cada uno y
no sentarán en el sillón municipal a ningún granuja con carnet de partido. ¡Lo peor que
ha podido ocurrirnos este siglo XX es habernos dejado guiar, como ciegos, hacia un
régimen de autonomías, que ha creado diecisiete gobiernos centrales, con sus
respectivos presidentes, ministros, parlamentos, parlamentarios constituciones,
fuerzas
públicas,
tribunales
de
justicia
y
organismos
oficiales
propios
e
independientes. Todo ello bajo el amparo de medios de propaganda en manos de la
clase dirigente, para sus fines particulares de perpetuarse en el poder y encima de
todo, se presentan ante los pueblos individuos que no los conoce ni su madre, para
que los vecinos los diputados. ¡Ah, profesores de Historia, cómo os habéis olvidado
que desde la edad Media los reyes de Castilla se las veían y deseaban para que los
diputados de los pueblos y ciudades, reunidos en cualquier lugar del reino otorgaron a
los reyes los dineros que necesitaban en los proyectos públicos. ¡Cuánto no tuvo que
luchar Don Fernando de Antequera, a fin de que se le concedieran dineros con que
pagar a sus tropas nada menos que en el último asalto al reino de Granada!
MÚSICA
Arión era uno de los más famosos citaristas de su tiempo y el primer poeta
ditirámbico de quien se tiene noticia. Fue el inventor del ditirambo, al que después de
darle este nombre, lo enseñó en Corinto, adonde le llevó un delfín a lomo de sus
espaldas.
MÚSICA JUVENIL ACTUAL
Napoleón decía de la música que era el menos molesto de todos los ruidos. Nos
hubiera gustado que aún viviera, siquiera para darle la ocasión de que pudiera
206
someter a nueva reflexión su benévolo criterio, asistiendo a un multitudinario
espectáculo de música actual juvenil.
Allá perdida en el lejano límite de una enorme explanada, se abre la extensa boca
de un indefinible escenario, a medio oscuras siempre, pero azotado de todas partes
por ráfagas de luces de relampagueante policromía. Bajo ellas aparecen,
generalmente dispersos, varios instrumentistas, sólo iluminados fugazmente al azar;
de los que sobresale el protagonista del espectáculo, guitarrista aficionado, volatinero
estruendoso e inquieto destructor despiadado de las cuerdas del músical instrumento.
Lo maltrata con rabia entre brincos, zapatetas, botes rebotes, cabriolas durante el
volatinero recorrido de una punta a otra del tablado, sin saberse si lo que está
haciendo es cantar, rugir, vociferar o bramar. Este retozón saltimbanqui de guitarra en
ristre se apodera, al fin, del proscenio; en donde se detiene bañado de cabeza a pies,
como un dios maltrecho y desaseado, bajo un chorro descendente de cambiantes
luces; y es en ese momento, cuando se apodera también de la enorme muchedumbre
el paroxismo de los gritos, de las brazos lanzados hacia arriba para arrebatar al ídolo
frenético; que, sin duda, caería sobre el inmenso hacinamiento oscuro de la masa
juvenil, absolutamente destrozado por los espasmos de su paseante convulsión.
Señor Napoleón, ¿el menos molesto de los ruidos la música? No padeció la
desgracia de oír la de nuestros desgañitados grammys de Aldea de la Sierra o de
Bollullos de Ríoteñido, que rivalizan en romper tímpanos más duros que el granito de
las pirámides y se disfrazan de vagabundos de sombreros cochambrosos, de los que
deborda pelambre de repulsivas greñas. De la otra música, esa que sabe a dulce
relajamiento y a exquisita embraguez de paz y de amor reposado, los pobrecitos han
nacido con nociones mucho más pobres que las que puedan tener del pentagrama los
jibones de Oceanía.
MÚSICA QUE AMANSA
Pitágoras dio una gran importancia a la música, como parte integrante de la
formación del hombre. Se tropezó cierto día con un joven que se había propuesto
provocar un incendio. Unos momentos antes le había visto tañer con la flauta una
melodía violenta e inmediatamente comprendió que aquel muchacho se hallaba muy
excitado. Le rogó que a continuación tocase otra, pero de ritmo espondaico, más
sereno y dulce. Simplemente este cambio de melodía sirvió para que el joven músico
se arrepintiera del acto que estaba determinado a hacer.
NACIONALSINDICALISMO
207
El Nacionalsindicalismo fue un término que sirvió a Ramiro de Ledesma 1 .
Admirador del sindicalismo español que representaba la CNT deseó “una revolución
obrera realmente nacionalista”, como la base para un Estado autoritario, fuerte y
eficaz, de impulsos constructivos y creadores, y una revalorización de la Universidad,
como soporte de los valores culturales y científicos, anulando el dirigismo central de
Madrid y revitalizando las fuerzas creadoras de las provincias en estrecha
interconexión. (Historia del fascismo español. G. Payne)
NATALIDAD PROTEGIDA
......Después del valor y del esfuerzo militar, el mayor mérito de un persa consiste en
tener muchos hijos. Todos los años el rey le envía regalos al que prueba ser padre de
la familia más numerosa, porque el mayor número de hijos es para ellos la mayor
excelencia. Tácito escribe que los cónsules Papio Mutilo y Quinto Popeo dictaron la ley
Papa Popea para proteger los matrimonios, otorgándoles importantes privilegios si
abundaban en hijos, al mismo tiempo que por la misma ley desposeían de algunos
derechos a los célibes de ambos sexos. Con idéntica finalidad se promulgó la Ley Julia
“de maritandis ordinibus”2, en tiempos de Augusto. Es ley muy del tono político de los
nacionalismos y de los Estados Totalitarios, Estados de razas puras.
NATURALEZA DEL HOMBRE
Pues, dime, ¿con qué hacen tanto mal los hombres, si no les dio la naturaleza
armas, como a las fieras? Ellos no tienen garras como el león, uñas como el tigre,
trompa como el elefante, cuernos como el toro, colmillos como el jabalí, dientes como
el perro y boca como le lobo, ¿pues, cómo dañan tanto?
 Y aún por eso, dijo Critilo, la próvida naturaleza privó a los hombres de las armas
naturales, y como a gentes sospechosa los desarmó, no se fio de su malicia; y si esto
no hubiera prevenido, ¿qué fuera de su crueldad? Ya hubieran acabado con todo;
aunque no les faltan otras armas mucho más terribles y sangrientas que ésas, porque
tienen una lengua más afilada que las navajas de los leones, con que desgarran a las
personas, y despedazan las honras; tienen una mala intención más torcida que los
cuernos de un toro, y que hiere más a ciegas. Tienen una entrañas más dañadas que
las víboras, un aliento más vigoroso que el de los dragones, unos ojos envidiosos y
malévolos más que los de un basilisco; unos dientes de un perro, unas narices
fisgonas, encubridoras de su irrisión, que exceden a las trompas de los elefantes; de
modo que sólo el hombre tiene justas todas las armas ofensivas que se hallaban
repartidas entre las fieras y así él ofende más que todas. Y porque lo entiendas,
1
Fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (J.O.N-S.) para denominar su
doctrina de Estado
2
Ley de las disposiciones sobre engendrar hijos
208
advierte que entre los leones y los tigres no había mas de un peligro, que era perder
esta vida material y perecedera; pero entre los hombres hay muchos más y mayores,
ya que pierden la honra, la paz, la hacienda, el contento, la felicidad, la conciencia y
aún el alma. ¡Qué de engaños, qué de enredos, traiciones, hurtos, homicidios,
adulterios, envidias, injurias, detracciones y falsedades experimentarás entre ellos;
todo lo cual no se halla ni se conoce en las fieras. (Baltasar Gracián)
NAVIDAD Y AÑO NUEVO
Si hay que buscarles a la Navidad y Año Nuevo un origen, véase para ello las
Saturnales celebradas en tiempos de los romanos, a mitad de diciembre y terminadas
con el mismo mes. Se enlazaban con las que honraban al dios Jano, la deidad de las
dos caras, una que indicaba el comienzo del año y otra, su final. Los romanos, durante
estas fiestas, se saludaban mutuamente, deseándose parabienes e intercambiando
regalos, generalmente unas pequeñas estatuillas, llamadas “sigilla”.
NEGROS EN EL BUEN RETIRO
Sobre el año de 1897 fue presentada en Madrid una tribu de negros aschantis.
Exhibidos en los Jardines del Buen Retiro, acudió gente de toda España a verlos,
causando admiración en el público por el intenso color negro de la piel, y la pelusa
crespa de las cabezas. Hoy un negro es vecino nuestro del piso contiguo, y los del
baloncesto ya no llaman la atención, ni por su número ni por su elevada estatura.
NIÑOS EXPÓSITOS
Entre los romanos, si el paterfamilias, cuando le nacía un hijo, lo tomaba en brazos
(liberum tollere o suscipere: levantar en alto al hijo y aceptarlo) el niño pasaba a
formara parte de la familia y a ser reconocido legalmente como tal. En cambio, si
consideraba que ya tenía demasiados y le sobraba el recién nacido, era libre de
“exponerlo”; acción que prácticamente consistía en su abandono, a merced de quien
quisiera cogerlo. Junto al templo de la diosa Pietas se levantaba una columna
(columna lactaria), donde se depositaban dichos niños y en donde, por lo común, los
recogían personas de pocos escrúpulos, para explotarlos en la mendicidad, en los
prostíbulos o en la esclavitud. También el Estado se preocupaba de esa problema,
pagando la permanencia de una nodriza junto a la columna de lactantes, a fin de
hacerse cargo de ellos, cuando fuesen allí depositados.
NIÑOS: ALGUNOS CONSEJOS PARA EDUCARLOS
Es en los niños donde se manifiestan más claramente las tendencias ancestrales
del ser humano, que las circunstancias suelen depurar en los adultos. La agresividad,
la posesividad, la insolidaridad anidan en el corazón de los niños. No desarraigarlas de
ellos implicaría dejarles dentro un gusano que acabaría por pudrirles el corazón.
209
Socializar al niño consistiría en desarraigarle los factores congénitos antisociales
enumerados y convertirlos en virtudes sociales de las personas.
El hogar es, en general, un mal medio físico para el niño. Como los árboles
jóvenes, los niños necesitan tierra, luz, aire, y una vecindad afín. Los niños debieran
estar en el campo, donde pueden gozar de la libertad, sin excitación. La atmósfera
psicológica de un pequeño departamento urbano es tan mala como la física.
Consideremos, por ejemplo, el ruido. Los adultos atareados no pueden soportar un
ruido continuo en torno suyo; pero decir a un niño que no haga ruido es imponerle una
crueldad que producirá en él una exasperación conducente a graves daños. Esto se
aplica también a la necesidad de avisarle que no rompa cosas. Cuando un niño se
encarama a los estantes de la cocina y rompe la porcelana, los padres suelen
enfadarse. Sin embargo, la actividad es esencial en el niño para su desarrollo físico.
En un medio expresamente proyectado para los niños, tales impulsos sanos y
naturales no necesitan ser contenidos. Cuando se tiene delante a los niños, parece
que estamos contemplando un mundo nuevo. Lo que ocurre, realmente, es que
estamos ante una tragedia que vuelve a empezar.
NIÑOS MALTRATADOS
Es muy posible que la muerte de un niño en Bujalance (Córdoba) , a finales del siglo
XVIII, se debiera a un abuso deshonesto, seguido de asesinato. Los medios de
noticias de hoy no escasean en este tipo de hechos. En el tiempo referido la ciencia
de la autopsia forense ni siquiera estaba en mantillas y cualquier suceso con resultado
de muerte se achacaba más de una vez a circunstancias sobrenaturales. Este caso
parece ir por esa dirección: “Carta del Rvdo. Padre Fray Lázaro de Santa María,
religioso descalzo del Orden de Nuestro Seráfico Padre San Francisco, en la Villa de
la Puente de Don Gonzalo, en el obispado de Córdoba, al Hermano Fray Francisco
Pérez de San Joseph, Limosnero de Pan en el Convento del Señor San Diego,
extramuros de la Ciudad de Sevilla. Hermano Fray Francisco: Las Hermanas de
Vuestra Caridad quedan buenas y me dicen escriba a Vuestra Caridad la novedad
singular de que le hago relación.
Un niño, hijo y nieto de Diego de los Ríos, llamado comúnmente Diego el Barbero,
lo enviaba su madre a un mandado cerca de su casa, que es la calle de Aguilar, y este
niño inocente desapareció. Y, habiendo hecho exquisitas diligencias, no sólo en este
lugar, sino en todos los convecinos hasta el Lugar de Bujalance, no hallaron la menor
noticias. El día cuatro del corriente, y octavo de los Inocentes1, permitiéndolo Dios, se
halló de esta suerte: en el monte más alto y más encumbrado del que está junto a
1
Comienza la interpretación milagrosa del suceso
210
Malconado se han subido cuatro perros, que estaban guardando ovejas y yeguas; y
subiéndolos a buscar, los hallaron rendidos en el suelo con las manos cruzadas,
cercando el cuerpo de este Angelito difunto, con el rostro al Oriente y los pies a
Occidente. El primero que lo halló fue Sebastián de León, primo hermano del padre de
dicho niño, a quien le avisó, y en una espuerta lo trajo a casa del abuelo del niño, por
el gran dolor que la madre tendría, si a su casa lo llevara, porque lo habían martirizado
a fuego lento. En la frente y parte de la cabeza estaba como si le hubiesen aplicado
fuego ardiendo; una mejilla cárdena o morada; una oreja algo despegada, la del
mismo lado; la boca y ojitos como si le hubieran aplicado fuego; y lo que más tostado
tenía eran las plantas de las manos y pies; otras partes de su cuerpecito tenía
moradas el día que se halló, y yo lo vi; pero al siguiente día estaban de color
rubicundo, tan flexible como cuando vivía y sin corrupción ni mal olor. No se sabe el
día que se hizo el sacrificio; pero al siguiente de su hallazgo, lo sangraron y corrió la
sangre, que recogieron en pañuelos, y distintas personas que padecían dolencias
confiesan llorosas que, al contacto de la sangre, o del cuerpecito, sanaron o se les
mitigaron los dolores. A los nueve horas de haberle sangrado, se le cerró la cisura, de
modo que fue necesario picarle el otro brazo, y fue más copiosa la sangría. El domingo
en la tarde, tercero día del hallazgo, se hizo procesión general de todo el clero,
comunidades y villa, aun mucha gente de la comarca, y se llevó en manos de
sacerdotes y de los más principales. Yo tuve la dicha de llevarlo la mitad de la plaza de
Don Diego Gálvez, y se depositó en la capilla dorada de la parroquia. Acompañaron la
función, que fue la más lucida, todos los soldados y cabos de compañía, que está aquí
alojados, y al entrar el cuerpecito en la iglesia, hicieron salva. El niño dicho y dichoso,
se llamaba Alonso Ropero, nació el 28 de marzo del año de setecientos veinte y ocho,
Sábado Santo, en ocasión que llevaban en procesión al santísimo Cristo del Calvario,
que sirve al Descendimiento de la Cruz, por ser de gonces1. Toda su vida este niño ha
andado descalcito, unas veces por pobreza de sus padres Diego de los Ríos y Palos y
Ana Sánchez; o porque se los quitaban o se le perdían los zapatos. Ahora se van
haciendo misteriosas otras circunstancias que yo, porque no hay lugar, omito. El niño
ruegue por nosotros a Dios Nuestro Señor, quien guarde a V. Caridad. Puente de Don
Gonzalo y enero nueve de mil setecientos y treinta y dos. Afecto a Vuestra Caridad
Fray Lázaro de Santa María. Con Licencia. En Córdoba.”
NIÑOS FANTASMAS DE CHINA
Debieran de existir, pero no existen. En la China de hoy, donde las parejas sólo
pueden tener un hijo, cada vez más padres guardan uno, dos e incluso tres pequeños,
1
Herraje articulado con el que parece que se alude a un “paso” de varias imágenes
211
secretos y apartados en sus casas. Son hijos nacidos fuera de la ley y futuros alumnos
fantasmas de China. Esos chicos deben vivir ocultos a los ojos de las autoridades y,
como oficialmente no han nacido, no tienen derecho a ir al colegio. La solución han
sido la creación de pequeñas escuelas clandestinas, a menudo escondidas en
huertos, bosques o establos, en las que los alumnos aprenden a escribir.
Basta con una docena de rudimentarios pupitres, tallados en madera por los
propios padres, un muro grisáceo que hace de pizarra y treinta niños y niñas
hacinados en un espacio de más de veinte metros cuadrados.
En los últimos años el número de familias que eluden la legislación y deciden tener
más hijos ha aumentado hasta escandalizar al propio Gobierno. El número total de
niños fantasmas puede alcanzar los treinta y cinco millones. Los demás se encuentran
sin escolarizar y corren el riesgo de crecer completamente analfabetos. (Del
corresponsal de EL MUNDO, David Jiménez)
NOBLES Y PLEBEYOS
El Orden de la Nobleza es tan antiguo como el mundo. Los primeros pimpollos de
la Humanidad, según la Biblia, fueron Caín y Abel. Este fue virtuoso y justo, y por eso
noble; fue Caín malo y por los mismo plebeyo y ruin. Así, pues, en aquella primera
edad del mundo sólo hubo dos linajes: buenos y malos, nobles y plebeyos, hijos de
Dios e hijos de los hombres. Después del Diluvio sigue contando la Bibliase
dividió el mundo en tres órdenes: el primero, reyes y príncipes, siendo escogido para
ello Sem; el segundo, los nobles, que al servicio de estos príncipes tuviesen autoridad
y gozasen de exenciones y prerrogativas, para lo cual fue escogido Jafet. El tercero
fue de plebeyos y gente vil, que no sólo sirviesen a las reyes, sino a los nobles,
siéndoles en todo inferiores; y para esto fue señalado el abominable Caín y toda su
posteridad.
NOBLEZA CULTA
Se ha dicho que la Nobleza castellana adolecía de ignorancia e incultura. No se
podría achacar esa mancha al 9º Marqués de Mondéjar. Sólo la biblioteca de El
Escorial la superaba en fama.
NOBLEZA Y CIUDADANÍA
Los nobles son más ciudadanos que los hombres de bajo nacimiento, y el buen
linaje es un honor en el propio país; y, además, porque es natural que los hijos de
padres mejores sean mejores, ya que la nobleza es una virtud de la raza. Lo dijo
Aristóteles, uno de los siete sabios de Grecia.
NOMENCLÁTOR
Los patricios romanos iban acompañados de sus clientes cuando salían de
mañana al foro. Los clientes eran unas cuantas personas dependientes del noble por
212
vínculos laborales o de servicio. Camino, pues, del foro y delante de su amo, un
esclavo gritaba el nombre de los viandantes que, por respeto o servilismo, saludaban
al patricio a su paso por la calle. Esta salutación de cortesía inflaba de orgullo al
nombre romano. El término “nomenclátor” es hoy el nombre apelativo de cualquier
clase de catálogo de nombres de personas, calles o pueblos. Aunque se hace derivar
el mencionado vocablo del latín nomen-calo (llamar por el nombre), no es descartable
su derivación léxica de nomen-clangor (gritar el nombre), necesidad impuesta por un
foro abarrotado de público y de ruidosa actividad.
NOVIO SIN REFERENCIAS
¿No es bueno enterarse, antes de dar en matrimonio a una joven, tomar
referencias del novio? Por haber omitido esta prudente investigación, el rey persa
Artabano experimentó el siguiente chasco.Tenía una hija en edad de merecer. La
historia no dice que fuera una deslumbrante Venus por su belleza, pero sí que era un
buen partido para el emperador romano Antonino; el cual, poniendo los ojos en la
muchacha, le escribió una carta al padre, donde ensalzaba hasta ponerla en las nubes
la conveniencia de su matrimonio con ella. Aducía que reinaba en el mayor imperio del
mundo, además del más rico. Estas razones, sin embargo, no convencieron a
Artabano, particularmente porque presentía que un casamiento entre dos personas de
distintas costumbres, idioma y países no daría buen resultado. Pero con tanto
entusiasmo insistió en celebrarlo Antonino que, al fin, logró su propósito. Llegaron los
partos desde todos los rincones de su nación, con sus hermosos caballos y sus
aljabas bien repletas de flechas, las que tuvieron que dejar fuera del lugar de la
celebración de la boda, ya que en opinión del emperador no podían festejar el
acontecimiento cargados con el habitual equipo bélico. Libres, pues, los partos se
entregaron con ímpetu desenfrenado a efectuar copiosas libaciones, a tal punto que
los dejaron al poco tiempo más borrachos que una cuba. Fue el momento que
esperaba Antonino para que sus tropas ejecutaran el plan que les había ordenado:
acuchillar a mansalva a toda aquella muchedumbre de beodos. Terminada la universal
carnicería, se esparcieron los valientes soldados del emperador con flameantes teas
por todas las cabañas que encontraron por el lugar, agrupadas o no, y las incendiaron
a su paso. Antonino transmitió al Senado de Roma la noticia de su victoria sobre los
partos y, si no se la concedió el Senado, se la otorgó él mismo el heroico nombre de
Antonino Pártico. Muy instructiva la anécdota y muy rica en connotaciones: Desde
entonces se sabe que todos los nombres honoríficos concedidos a los próceres han de
someterse a examen, no vaya a suceder que traigan su origen de la misma granujada
del emperador.
NOMBRE
213
Habían establecido los romanos, desde muy antiguo la costumbre de llamar a las
personas con un nombre propio, exclusivo para ella (el praenomen); a continuación le
añadían el nombre de la tribu o lugar donde habitaban las familias del mismo origen o
tronco común (nomen); por último se le daba el nombre de su propia familia
(cognomen). Se sabe que Nerón rechazó el nombre de Lucio, porque dos de sus
antepasados, llamados así, uno se distinguió por un robo y otro por un asesinato.
Bien que se cuidaron los descendientes de Nerón en la familia imperial de ostentar su
nombre entre los apellidos. ¡Tan grande hedor concentró en las páginas negras de la
Historia!
OBEDIENCIA DEBIDA
Cuando San Ignacio de Loyola fundó su Compañía, pensó muy cuerdamente
conforme al dechado de un mecanismo militar que lo primero e imprescindible era
cercenar en cada uno de sus seguidores hasta la más insignificante y escondida
raicilla que diera el tufo de ser persona con tendencia a la crítica y a escuchar los
dictados de su voluntad. San Ignacio quería contrarrestar la Reforma luterana, que
había asentado el Europa el dogma del libre examen y erigía la conciencia individual
en soberana de la conducta. A fin de lograr ese absoluto renunciamiento intelectual, al
estilo militarista, exigía la obediencia pasiva y perfecta. “Perinde ac cadáver” era la
máxima suprema: Debes obedecer como un cadáver. El cadáver no puede obedecer
como un hombre vivo, pero un hombre vivo puede obedecer como un cadáver.
Sacrificio voluntario de la vida, disciplina jerárquica, obediencia ciega (un griego
clásico la negaría, expresada en forma autoritaria) son actitudes consideradas por lo
común como las normas sustantivas de un ejército. Sin embargo, San Ignacio calaba
más hondo. Estas tres virtudes son lo adjetivo de la conducta, la añadidura. Lo
sustantivo, lo primitivo y fundamental radicaba en la abdicación definitiva del propio
juicio.
OBISPOS “EXPOLIADOS”
Muerto ya y amortajado un obispo, el rey y Roma litigaban por sus riquezas. La
razón de que fueran los obispos tan magnánimos y generosos en vida se debía a esta
costumbre. Posiblemente se dirían “Para que se los repartan otros, lo reparto yo.”
Había un individuo de gran importancia en la disputada rapiña de estos despajos
llamado “colector de expolios”. Se encargaba este alto funcionario de inventariarlos
riquezas del obispo difunto, a fin que los dos grandes litigantes supieran a qué
atenerse.
OBISPOS VISIGODOS
Tenían las leyes visigodas la facultad, entre otras, de proteger a los que eran
injustamente inculpados por un juez. Si llegaba al conocimiento de una persona alguna
214
injusticia cometida contra ella por un juez, el obispo debía citar al magistrado en
cuestión y tratar de convencerle para que enmendase su veredicto, de modo que
pudiesen los dos conjuntamente acordar otra sentencia.
OBISPOS SIN VACACIONES ESTIVALES
Llega el verano y la gente acostumbra en general pasar un tiempo de ocio en la
costa o en el campo. Así se huye del trabajo y del calor. Los obispos católicos de los
siglos VI, VII y VIII, al menos los de la capital de España (Toledo en aquellas fechas),
no podían alejarse de sus sedes en tiempos de la recolección de las cosechas. Se
practicaba, así parece, un barrunto de lo que poco más tarde vendría en llamarse
“pagar diezmos y primicias a la Iglesia de Dios”, es decir, entregar a la Iglesia la
décima parte de la recolección de los frutos del año, separando la parte alícuota que
correspondía al rey. Así se hacía entonces, como así siguen haciéndolo todos los
comerciantes y recaudadores del mundo: llegan unos días o meses del año en los que
los balances y las cuentas de los beneficios requieren concentrar toda la atención de
los dueños. No debían, pues, ausentarse de sus diócesis los prelados en el período de
confección del balance económico del otoño
OBJETORES DE CONCIENCIA E INSUMISOS
Resulta paradójico que, habiendo España alcanzado en Europa el número más
elevado de objetores de conciencia e insumisos, se contemplen las amplias avenidas y
plazas por donde desfilan varias compañías de la Legión, invadidas por muchedumbre
de gentes que salen de todos los barrios de la ciudad. Le encanta al “personal” el
ejército. Y a la gente moza más que a nadie. Díganlo, si no, los que confeccionan
prendas de vestir: imitaciones incluso de los colores de la vestimenta militar, sobre
todo los de camuflaje, botas de soldado, herrajes y cabeza pelada al cero. Esta pasión
por cuanto atañe al espectáculos militar, particularmente por la aguerrida tropa que
pasa el Estrecho con sus tambores, trompetas y el carnero mascota, ocurre una vez al
año, extrañamente en los días que el piadoso pueblo cristiano conmemora la muerte
de Jesucristo, enemigo número 1 de toda guerra y lo que con ésta se relaciona. ¡Qué
pensará el pobre Señor, de todo este barullo de sus fieles! Sencillamente que la
turbamulta sigue y seguirá siendo tan rucha como siempre.
OFENSA
El portentoso invento de replicar el ofendido por una bofetada de otro,
devolviéndosela con tres seguidas, incluso más sonoras, es un sistema de
contrarréplica, cuyos resultados sólo se pueden calcular observando la complexión
física de los dos que se las zurran. Esto prevención cautelar se le ocurrió no a
Jesucristo, sino mucho antes al sabio Cicerón. “Recibir la injuria es mejor que
hacerla.”.Jesús se expresó de manera más gráfica: “Si te dan un guantazo, presenta la
215
otra mejilla para que te arreen dos más.” Así es como debes ir por la vida, no con
tantas ínfulas de hombretón rompebroqueles.
OFRENDAS RELIGIOSAS
Los sacerdotes del santuario de Apolo Pitio abogan por las donaciones y ofrendas
al templo de Apolo, porque significan la mayor forma de salir de la pobreza de la tierra,
donde sólo hay peñascales. Los sacrificantes y devotos de las tierras llanas de Delfos
son su fuente de ingresos y, sin siembras ni labores, nos crían de todo, con el dios
como labrador. Él no sólo otorga los bienes que hallamos entre los helenos, sino todo
lo de los frigios, lidios, persas, asirios, italiotas y hasta de los hiperbóreos llega a
Delfos. Y, después del dios, nosotros recibimos honores de todos y vivimos prósperos
y felices. Así fue en el pasado, así es hoy y ojalá nunca se nos acabe este género de
vida. (Sátira de Luciano: Fálaris, II). ¿Acaso han modificado los siglos posteriores este
concepto economicista propio del funcionariado sacerdotal?
OJOS DE CRISTAL
A los mejicanos les impusieron las potencias europeas un emperador, Maximiliano
de Austria. Pero el mestizo Benito Juárez soliviantó a las masas en su contra y, a
pesar de los buenos propósitos del advenedizo monarca, ganó la partida el pueblo.
Apresado el austriaco, fue fusilado, pese al clamor de protesta de todas las casas
reinantes en Europa. Sin embargo, un disparo desafortunado a la cabeza, le vació un
ojo a la víctima y, como tenían que enviar el cadáver a la familia imperial austriaca, les
dio vergüenza a los mejicanos entregarlo con la cuenca del ojo vacía. Así es que se
olvidaron de su Virgen de Querétano, la bajaron del altar y, con los debidos respetos
que la santa virgen
les merecía, le extrajeron uno de sus ojos de cristal, que
repusieron en el respectivo agujero de la cabeza del emperador. La momia, pues, de
Maximiliano de Austria no puede estar mejor bendecida y, por supuesto, el difunto
poseedor del ojo virginal, por muy pecador que hubiera sido en vida (que no le fue) es
imposible que Dios le hubiera dejado caer en los infiernos con un ojo de su divina
Madre.
OLIGARQUÍA Y PUEBLO
El pueblo ha sido y es utilizado por las oligarquías y cualquier laya de
todopoderosos, cuando les interesa derrocar un régimen. En España se propaló la
especie de que debajo del terrible atentado del 11 de Marzo del año 2004 jugaron un
papel muy activo en su elaboración las oligarquías políticas. Sobre la expulsión de los
reyes Tarquinios escribe Maquiavelo “que parecía haber en Roma, tras la expulsión de
los Tarquinios, una grandísima unión entre la plebe y el Senado, como si los nobles
hubiesen depuesto su soberbia y se hubiesen vuelto de espíritu popular, tolerables
para cualquiera, por ínfimo que fuese. Este impresión engañosa nacía de causas que
216
permanecieron ocultas mientras vivieron los Tarquinios; pues la nobleza, temiendo a
éstos, por un lado, y.temerosa también por otro de que la plebe no se le uniese si era
maltratada, se portaba humanamente con ella. Pero, apenas murieron los Tarquinios y
se desvaneció el temor de los nobles, comenzaron a escupir contra ´la plebe el veneno
que habían escondido en su pecho, y le ofendían de todas las maneras posibles.” (1ª
Década)
OPINIÓN
Mi modo de pensar es tan extravagante que, en viendo que muchos hombres
adoptan una opinión, comienzo al instante a desconfiar de ella, por cierta que me haya
parecido hasta entonces. (Abate Marchena)
ORÁCULOS, LOS DE ANTES Y LOS DE AHORA
Los oráculos han sido consultados en todos los tiempos, muchísimo en los
antiguos, desplazándose los consultantes a los mismos templos; muchísimo ahora,
haciéndose la consulta a la pitonisa de la televisión desde el sofá del salón. En todos,
según Plutarco, se “filipiza” de acuerdo con los deseos y recomendaciones de los
consultantes. El oráculo vaticinaba a favor del rey Filipo de Macedonia, en la guerra
que emprendería contra los griegos, sin duda porque éstos le habrían pagado menos.
Nuestros pitonisas y pitonisas de los diversos canales de televisión imitan en sus
respuestas a la Pitia de Delos, que sirve la mismo para un fregado como para un
barrido; y además, cobran el tiempo a peso de oro, por eso lo alargan con rodeos y
circunloquios ambiguos para chupar del bote. Es frecuente oírles decir a las
angustiadas madres, que preguntan por la salud de la hija enferma, “que el sol sale
todos los días, aunque no lo veamos”. Hay en la respuesta más razón que un santo;
Pero el consuelo del sol tiene que ver con la salud de la hija lo que el tocino con la
velocidad. O todo lo más, caso de que le den al consejo del charlatán vueltas y más
vueltas, puede que el ingenio y la cultura de la madre obtenga de la respuesta algún
beneficio, como los aconteció a Temístocles, el estratega griego: Le preguntó a la Pitia
cómo defendería a Atenas del ataque de los persas; y aquélla le contestó “con una
muralla de madera”. El inteligente Temístocles mandó construir una armada naval. Las
pobres gentes que acuden a la vidente harto tienen con sus desgracias para
andárselas en honduras de cavilaciones y silogismos lógicos. Ilustrativo como el de
Temístocles, sin duda es el que se cuenta de los habitantes de Eubea, pues
consultado el oráculo sobre qué habían de hacer durante la guerra entre persas y
griegos, recibieron en verso esta contestación: “Cuando el bárbaro imponga al mar un
yugo de biblos, haréis que balen vuestras cabras lejos de Eubea. ”Fácilmente se
comprende que los bárbaros eran los persas, ya que los griegos llamaban bárbaros a
los pueblos extranjeros; y que con el vocablo “biblos” se aludía a las hebras de papiro
217
con las que se fabricaba toda clase de cordajes, sobre todo el naval. ¿Qué obtendrían
los persas con este cordaje, cuando el obstáculo que se les presentaba era un brazo
de mar que impedía el paso de las tropas contra Grecia? Pues construir un puente
como se solía en aquel tiempo: con barcas fuertemente enlazadas y sujetas entre sí
con cuerdas para unir ambas orillas. En definitiva: que los griegos, pueblo que ha dado
al mundo muchos ingenios y talentos, estaban en condiciones de juicio tales, que
podían permitirse el lujo de ir a los oráculos, ya que para llegar al fondo de la verdad
de las respuestas se exigía en los consultantes una buena y respetable ración de
erudición. Por tal motivo les daban los oráculos buen resultado. Inténtelo el lector con
las videntes de la pantalla casera y se reirá hasta de su sombra con los tontarrones
pronósticos de las redichas agoreras.
ORATORIA FORENSE Y POLÍTICA
La oratoria forense o política era una ocupación remunerada que los oradores de
la antigüedad ofrecían cual una profesión, a aquellas personas que acudían a ellos
para una causa ante los tribunales. Demóstenes no fue una excepción. “Dícese que la
oración contra el general Timoteo, que sirvió a Apolodoro para hacer que fuera
condenado por aquéllos como deudor a la república, fue escrita para el gran orador, lo
mismo que las oraciones contra Formión y Estéfano. Y no fueron éstas las únicas. .No
estudiaban Derecho quienes abogaban de oficio ante los tribunales. Sólo sabían
reflexionar sobre los hechos que les exponían los posibles clientes y sacar
conclusiones razonables, además de dotar a su lenguaje de claridad, corrección y
arrojo.
ORATORIA SAGRADA
“Qué atrasada se halla entre nosotros la elocuencia, especialmente la sagrada, sin
embargo de los desvelos del Padre o Abate Isla1. Diría que el Gerundio es un libro que
debiera de andar en manos de todos, pese a las varias prohibiciones dimanadas de la
autoridad superior, que tienden a prohibir su lectura. Tremenda equivocación ésta,
pues impide a los católicos que vean muchas veces profanada con necedades la
Cátedra del Espíritu Santo. Ejemplo de ello fue esta cuaresma en un sermón
predicado nada menos que en la Iglesia Catedral de esta ciudad de Córdoba, en
donde se dijo que los pecadores impunes tiran del carro de Venus y que Dios no se
atufa con ellos porque tiene las narices muy largas. ¿Habrá paciencia que aguante?
(Queja de un forastero manifestada en “Compendio Semanal” de noticias de Córdoba,
año 1790)
ORDEN DE LA MERCED
1
Su novela humorística “Fray Gerundio de Campazas” Ridiculiza la oratoria sagrada de su
época
218
Fue fundada por san Raimundo de Peñafort, san Pedro Nolasco y el rey de Aragón
en 1218, para obtener limosnas de los pueblos cristianos y con el dinero recogido irse
a tierras de moros a redimir a los fieles cautivos que padecían en ellas. Hoy día, como
entre moros y cristianos se ha sellado la paz (menos el presidente Wilson de los
Estados Unidos de América con Sadam Hussein), benditos religiosos de san
Raimundo y del rey de Aragón prácticamente se han quedado sin misión apostólica
específica. Se ignora en qué los emplea el Papa en estos tiempos. Habría de sugerirle
a su Padre General que podrían los mercedarios dedicarse a divulgar el milagro del
santo fundador. De esta forma contrarrestarían los asombrosos prodigios que nos
cuentan en sus comparecencias televisivas tantísima proliferación de curanderos
videntes. La maravilla de San
Raimundo deja boquiabierto a quien la oiga con
seriedad, pues refiere que, habiendo el santo la necesidad de navegar a Mallorca,
donde estaba la Corte del rey aragonés, trataba éste de impedírselo con guardias en
todos los puertos de la isla. Entonces san Raimundo se desprendió de su manto
monacal, lo extendió sobre las aguas y colocó sobre él a manera de mástil el bastón
de caminante. No bastándole con esto y por mejor asegurar la navegación, añudó al
fingido mástil el santo escapulario y se adentró, por fin, en el mar sobre esta ficción de
barco, hasta llegar a Mallorca. Una enorme y enfervorizada muchedumbre le esperaba
arrodillada ya, conocedora de la inaudita travesía.
ORGANILLOS MECÁNICOS
Ha desaparecido de algunas ciudades españolas los organillos callejeros, en cuyo
repertorio de músicas abundaban los aires zarzueleros más en boga de la época. La
insistente e invariable cantinela de las mismas composiciones musicales se hacían
insoportables a los vecinos que debían oírlas todos los días, por muy populachera y
folklórica que resultara a los forasteros su estampa al borde del acerado. A veces,
arrastrados por un borriquillo cansino y viejo, el aspecto resignado y peludo del animal
se convertía en el objetivo de las primeras máquinas fotográficas de los visitantes
extraños. En Madrid era el manolo “chulapón” quien conducía la orquestina ambulante;
en Córdoba, durante muchos años una mujer que, huérfana de una pierna, pasaba el
platillo de las monedas zanqueando con una muleta bajo el brazo. La llamaban “María
la Coja”.
ORGÍAS ANTIGUAS Y BACANALES MODERNAS
......En la antigüedad celebrábanse ceremonias para la fecundación de la tierra, en las
que la pareja humana intervenía entregándose al coito en medio de los campos y de
los bosques, principalmente en primavera, en una especie de rito sexual. De donde
puede inferirse que en las fiestas dionisíacas de la vendimia las bacantes se rendían al
paroxismo del sexo no obedeciendo impulsos de efusión física, sino más bien
219
experimentando como una especie de transmutación psíquica, bajo la consideración
de estar poseídas sexualmente por el dios Dionisos.
Parece que la gente muy joven, los adolescentes, no participaban en las
mencionadas bacanales, lógicamente por la inmadurez propia de la edad. Bajo la
tutela de la diosa Hebe ( Juventud), se reunían en sitios específicamente para
muchachos y muchachas, los llamados ebeterios, lugares al aire libre de diversión
juvenil. Los entretenían el baile, la danza, la canción, acompañadas de la música de la
flauta, del arpa y de la lira, juntamente con las representaciones jocosas de momos
aficionados y juglares improvisados, que declamaban poemas propios o de autores
consagrados.
De aquellos viejos siglos a éstos nuestros tan avanzados, no se puede afirmar
“zamarra y chaquetón, iguales son”, pues la gente joven de hoy ha cambiado de
bisiesto. Se reúne, ciertamente, igual que la de hace miles de años, pero se la expulsa
de todas partes. Encima de que no tienen “ebeterios” fijos, tampoco califican sus sitios
ni siquiera con tan hermoso nombre. Más les agrada designarlos “botellón”, que es
nombre de borrachera barata. Juventud beoda, acaba sus orgías enfangada en sus
propios detritus de vino de garrafa. No la preside una diosa juvenil, llena de encantos
naturales y dulce; antes más bien la ponzoñera Lacusta, que les ha devorado la
alegría de los floridos años con la marchitez pálida y vieja de un cuerpo avinagrado y
tambaleante de hediondos vómitos de salchichas macdonalds. Pasad por donde se
han engolfado durante toda la noche en la más baja abyección humana y tendréis que
ir sorteando montones de basuras de bolsas despanzurradas, botellas hechas añicos,
vasos abandonados sobre los techos de los automóviles, en los poyetes de las
ventanas, en mitad de las calles, en los asientos y bancos públicos. Una sórdida
marea de desperdicios de comidas putrefactas lo llena todo con su inmundicia en
descomposición, mezclada entre cristales rotos y envases de plásticos. Huelga decir
que el lunes muy de mañana decenas de empleados de la limpieza cargan a paletadas
las varias tandas de camiones que aguardan uno tras otros llevarse a los vaciaderos
de la ciudad las toneladas de cochambre, mientras los chorros de las mangueras de
agua limpian y desinfectan de orines, vómitos y hasta excrementos esquinas,
fachadas, puertas y zaguanes de las casas de toda una barriada. Sufrido vecindario el
que intenta conciliar el sueño con la rabia. Es la víctima de las noches locas de
sábados o domingos de una sinrazón para la que no existe explicación, salvo la
rechazable, a ojos vista, de un sector de la sociedad, el de los jóvenes, que se ha
puesto el mundo por montera.
ORGULLO DE SER ESPAÑOL
220
Realmente un español se tiene que sentir a la fuerza orgulloso de serlo, porque es
que los hechos maravillosos que han ocurrido desde los inicios de los tiempos en su
España del corazón no les pueden haber sucedido a las naciones más privilegiadas
del planeta. A ninguna de ellas, por ejemplo, ha amado Dios ni su Santísima Madre
con la predilección que a esta tierra. No en balde se la llama tierra de María Santísima.
Nos dejan boquiabiertos las historias que han escrito las plumas más doctas de
nuestros antepasados, acerca de los asombrosos acontecimientos que han
conmocionado nuestro suelo patrio. ¿Se imaginan a Adán y a Eva dándose un garbeo
por la península de nuestros amores? Pues hay sabios historiadores que nos dan
pelos y señales de la excursión, aunque sin ponerse de acuerdo si en estado de gracia
todavía nuestros primeros padres o ya con el pecado en el alma de haber
desobedecido a Dios probando la manzana prohibida. Y si les parece increíble que un
paraíso terrenal tan abundantísimo de placeres fuese sólo por unos días sustituido por
un suelo tan calcinado como el nuestro, alguno de sus descendientes no mucho
después lo prefirió para habitarlo definitivamente con toda su familia. Fue el hijo de
Noé, llamado Tubal. Se avecindó en el país vasco. De ahí que en aquella tierra sientan
sus gentes tan grande ufanía de su antigüedad y deriven con toda justicia de ella su
asumida preeminencia sobre el resto de los pobladores de la península, oriundos de
bereberes y migraciones afroasiáticas los pobrecillos. Pues si desgracia tal les
pareciera bien poca a nuestros queridos vascones, tienen por allí un título todavía más
preciado que airear ante el acomplejamiento de los demás neardenthales hispanos, el
de su “hecho diferencial” de haber aprendido a hablar del propio Tubal, inaugurador
excepcional de las primeras ikastolas. Evidentemente Tubal no traía en su bagaje un
idioma perfecto del todo, porque los humanoides que fueron surgiendo de la primera
`pareja no habían tenido tiempo todavía de transformar un sistema fonético de
gruñidos en un conjunto armonioso de sapientes voces diferenciadoras de todos los
seres viviente o no de la tierra. De esos tiempos antiquísimos hay memorias muy
lúcidas que nos dan con total precisión una lista detallada de la variedad de los reyes
que gobernaron el solar ibérico. Gerión, uno de ellos al sur, poseía cuadras de
caballos de epopéyicas dimensiones. De vez en cuando necesitaba el auxilio de
héroes extranjeros para asearlas del estiércol, los cuales no sólo estaba dotados de
mucha imaginación para un trabajo de tal naturaleza, sino que también de una
capacidad física desmedida. Para dicho menester escogió Gerión al hombre más
fuerte entonces de la ecumene o tierra habitada, por nombre Hércules, pues dado que
para la limpieza no había fuentes suficientes, tenía que traerse el agua desviando el
curso de los grandes ríos. Si no de todos, sí se nos asegura que desvió el
Guadalquivir. Por aquellos siglos el río aún no se había hecho cargo del nombre Betis
221
que le otorgaron los romanos. Posteriormente los moros, que no sabían mucho de
latines, lo mudaron al habla de su tierra, encargándose desde entonces las “cantaoras”
folklóricas de pasearlo por el mundo, prendido al castañeteo de los crótalos y al
revuelo de los faralaes. El encargo de Gerión fue doble, porque puso en manos del
forzudo forastero, ahí es nada, abrir un brazo de mar entre África y España, empresa
que Hércules, asentando sólidamente una de sus enormes piernas en una porción del
extremo sur de España y la otra, en el trozo frontero de África, a manera de compás a
todo abrir, hinchó los pulmones con una gruesa inspiración de aire y logró que,
desgajándose ambas regiones, se dieran un fraternal abrazo las aguas del Atlántico y
las del Mediterráneo. Naturalmente esta portentosa hazaña estaba ya diseñada en los
cálculos divinos, como dicen los Santos Padres de la Iglesia, para que en el momento
oportuno Cristóbal Colón, nacido como se sabe a orillas del Mediterráneo, pudiera
atravesar el tenebroso Océano y llevar la enseña de la Cruz al Nuevo Mundo.
Pero las hombradas de Hércules narradas ni el periplo de Tubal, hasta llegar a
nuestras tierras a convertirlas en la semilla primigenia de la raza hispánica, son en
nada comparables con las sorpresivas noticias acerca de los primeros asentamientos
humanos en la provincia granadina. ¡Quién iba a sospechar que cientos de siglos
antes de que los españoles entablaran una guerra a brazo partido con los árabes, ya
vivían éstos en los sitios donde mucho después los románticos abencerrajes y zegríes
levantaran fragantes generalifes y alhambras de ensueño! ¡Y quién también, aún años
y años antes de que Tito les destruyera el templo a los judíos y los mandara a tomar
viento por todas las partes del mundo, iban los profetas de Jhavé a sugerirles la
imperial Toledo por el lugar ideal para una sinagoga lejos de su tierra! Pues aquí los
teníamos ya a unos y a otros, esperando ¡que si quieres! a Santiago, un apóstol de
Jesucristo. Con respecto a la misión apostólica de Santiago, estábamos equivocados.
No fue primero a Zaragoza, no. Dirigió los peregrinos pasos a Granada, simplemente
porque le cogió más cerca que el Pilar. La investigación histórica sobre este cambio de
itinerario ha lanzado la idea, que no es descabellada, de que Santiago desembarcó
por el sur, porque se fiaba más de los árabes que de los judíos. Esta opinión no se
queda manca de razón, puesto que los plomos descubiertos en el Sacromonte ya
afirman de los primeros discípulos de Santiago “que eran gentes de las más
excelentes criaturas en el linaje de Adán, árabes de pura cepa: Maronio, Panucio,
Centurio y Thesiphón”, el cual alcanzó la silla episcopal y los tres restantes la palma
de martirio a fuego lento, por orden de Nerón. No se vislumbra fácilmente qué interés
sintió el paranoico emperador por Panucio y sus compañeros. Lo de cierto que hay en
este asunto es que los españoles debemos nuestra inconmovible lealtad a la fe
católica a tres árabes, aunque sea esto tan fuerte paradoja; cuya vigencia se aplazaría
222
hasta el año 711, cuando en nombre de Alá, y bajo la égida de Tarik y Muza
desembarcaron los moros, decididos a extirpar las predicaciones de Thesiphon,
Maronio, Panucio y Centurio.
Pero todavía produce pasmo mayor el hecho de que los judíos de Toledo enviaran
mensajeros a Jerusalem, con objeto de que el senado cristiano de Pedro y sus
compañeros delegasen de allí a quienes les trajesen el nombre de Jesús y sus santos
evangelios para convertirse a la nueva fe; encargo, sin duda, que cumplió por su
propia cuenta Santiago, sin haber sido rogado a ello, que se sepa. Realmente es idiota
la extrañeza de los extranjeros, cuando nos ven a los españoles alelados con la boca
abierta, contemplando en la inmensa nave de la catedral santiaguesa el portentoso
bamboleo de un lado a otro del botafumeiro con sus generosas oleadas a manos
llenas del aromático incienso. ¿Pues cómo no comprenden que se trata de una
estupefacción de enorme gratitud nacional a su celestial Patrono?
ORINA:SU VIRTUD Y PODER
Sesoosis fue un rey egipcio constructor de grandes obras públicas; pero su hijo
Ferón, que le sucedió, no alcanzó la gloria del padre y además cometió una piedad
contra el río Nilo, al que arrojó coléricamente su lanza, por haber sido víctima de una
tormenta en sus aguas. Los dioses se disgustaron con él, le retiraron su favor y
anduvo después tras ellos mendigándoles una gracia. A los diez años recibió el
oráculo de que honrara al dios de Heliópolis y de lavarse su cara con orina de una
mujer que no hubiera tenido relación con otro hombre que no fuera su marido. Aunque
examinó a muchas mujeres, comenzando con la suya propia, a ninguna encontró sin
culpa, excepto la de cierto jardinero, a la que casó cuando estuvo sano; a las demás
las quemó vivas en cierto pueblo, al que los egipcios han denominado por esto “sierra
sagrada”
ORO Y JUDÍOS
Desde los comienzos del mundo el oro ha sido el dios más adorado de la tierra y
los judíos sus proféticos portavoces. Eso se dice de ellos, aunque no es cierto del
todo. En el pasado hasta los Evangelios se escribían en letras del preciado metal, para
inspirar respeto a los fieles. Estúpida paradoja, pues listos están los cristianos para ser
buenos de verdad , si necesitan pasear la vista por letras de oro, más que reposarla en
la santidad de los divinos consejos que aquéllos transmiten. No todo el mundo es
judío, pero si todo el mundo realmente lo fuera, llegado el caso, imitaríamos a los
judíos  ¡ay, si no lo hiciéramos! ocultando en las entrañas de la casa el dinero
preciso y objetos queridos de algún valor. En el supuesto de tener que salir huyendo
nos apresuraríamos entonces a salir con lo puesto, dejando atrás las pertenencias a
meced de los salteadores. Pensad que el fanatismo azuzaba desde los púlpitos al
223
asalto de las juderías, al degüello, a la expulsión de la tierra donde había nacido
también esta gentes sencillas humildes, trabajadoras y por lo mismo, ahorradoras.
Pensad que desde los púlpitos se azuzaban a las turbas a invadir las juderías cuchillo
en mano. Tal atropello se cometía con frecuencia. ¡Como si no hubieran en el contorno
otras mansiones y palacios más llenos de riquezas que las mezquinas casas de los
convecinos judíos! Quienes desdichadamente están señalados con el dedo de la
persecución y del crimen como enemigos estigmatizados de indignos de vivir con los
demás, no esconden ni acumulan en el secreto de la oscuridad montones de dineros
ni riquezas, para estar siempre de arrimón, con el ojo avizor, compuestos para
abandonar una casa a la que ya no volverán en la vida ni ellos ni sus descendientes.
Encima de que han de escapar del degüello general, les dejan de regalo a sus
asesinos el tesoro de sus dineros y joyas con las puertas de la alacena de par en par
para su más cómodo acopio! ¡Por el dios de sus profetas, o son muy requetontos los
judíos o lo son quienes se han creído que nos han educado con embustes históricos
tan grandes como la copa de un pino!
OSIO, OBISPO DE CORDOBA
“Y cuando dicen lo adivinos (a Constantino) que no conocen remedio alguno que
pueda purificar de semejantes atrocidades” había mandado el emperador matar a su
propio hijo Crispo y sumergir hasta sacarla cadáver a Fausta, su madrastra, con quien
el hijo se “entendía, ”un egipcio que, llegado a Roma desde Iberia, se había
convertido en confidente y persona familiar para las mujeres de palacio, aseguró en
presencia de Constantino que la doctrina de los cristianos suprimía cualquier yerro y
aportaba el mensaje según el cual los impíos que tomaban parte en ella, quedaban al
instante purificados de cualquier falta. Constantino recibe con la mayor complacencia
semejantes palabras y abandona las creencias ancestrales, para acogerse a lo que
proponía el egipcio.” (Zósimo. Nueva historia). Osio no era nativo de Egipto, sino
hispano, “ibérico”. Con el apelativo de “egipcio” solían designarse a magos,
embaucadores, echadores de cartas o gitanos. Al parecer, antes de que ciñera mitra
en Córdoba, no gozaba de alto aprecio en la sociedad romana el gran obispo Osio, ni
por los sitios que concurría ”tinelos” y “magereios, cocinas de las grandes casas,
ni por la gente de servicio que frecuentaba dichos sitios, esclavos su mayoría; tal vez
porque sus primeros pasos los daba como cualquier otro pegadillo de fogones, a los
que llamaban los romanos “odores persequentes”, gorrones o parásitos, en román
paladino.
OTRA NUMANCIA
A nuestra inmortal Numancia precedió Babilonia en el siglo V antes de Cristo.
Temían los babilonios un largo y terrorífico asedio de los persa y decidieron
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estrangular a las mujeres, salvo a las más amada y a la propia madre, con objeto de
ahorrar los alimentos. Las beneficiadas de la cruel excepción debían encargarse de la
elaboración del pan y la comida, en tanto que los hombres se disponían a las cosas de
la guerra. Herodoto, que cuenta este asedio, guarda silencio sobre la suerte que
reservaron los babilonios a los niños y ancianos. No sirviendo ni para hacer el pan ni la
comida, salvo para estorbar, y significando unas bocas que habrían de atenderse
igualmente en las colas del reparto del rancho, el silencio que guardó el historiador
sobre los ancianos y los niños debe atribuirse a un sentimiento de pudor de contar las
terribles imposibilidades y complicaciones que les crean los asedios a sus apretados y
heroicos defensores.
OTRA SAFO DE LA ANTIGÜEDAD
El nombre de Safo ha pasado a la posteridad como el de mujer de gran
sensibilidad poética y, particularmente, porque amó a las jóvenes que acudían a ella
atraídas por la belleza de sus versos. También Demófila alcanzó fama de poetisa en la
antigüedad. Del mismo modo que Safo, sintió un especial amor por las muchachas
que tuvo de compañeras.
PACTOS DURADEROS
Los medos sellaban sus pactos haciéndose los pactantes una incisión en los
brazos y lamiéndose la sangre. El pacto firmado el 493 por Roma, después de ser
derrotada por las ciudades latinas confederadas contra ella, decía: “Haya paz entre los
romanos y todas las ciudades latinas, mientras la posición del cielo y de la tierra siga
siendo la misma”
Los medos mantendrían posiblemente durante más tiempo los términos pactados,
por tal de no infringir un sistema conciliador basado en derramamiento de sangre,
incómodo siempre y delicado. Pero el sistema conciliador de los romanos y sus
confederados, acude a dos “posicionamientos” que son irreconciliables, pues la
posición de uno es la de estar arriba y la del otro la de estar debajo. Así vemos al cielo
todos los días, mirando a lo alto y miramos bajo nuestros pies la tierra, sobre la cual
andamos. La historia confirma que, pasado algún tiempo de la buena amistad y
concordia entre confederados y romanos, acabaron éstos por engullirse de un solo
bocado todo el Latio, es decir, todas los pueblos que los vencieron por primera vez.
Vieron los definitivos vencedores que se había utilizado para el pacto un argumento
consistente en un simple flatus vocis,es decir, una simplicidad.
PADRENUESTRO
El Condestable de Montmorency rezaba el padrenuestro a todas horas y en
cualquier sitio, hasta montado a caballo. Pero las buenas gentes que tenían la
desgracia de conocerle y tratarle, desconfiaban de sus ininterrumpidas salmodias,
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porque mientras las mascullaba, mandaba a sus criados traerle del pescuezo a algún
pobre campesino que se había atrasado en las rentas; o ceñir a un árbol a otro para
templarle las carnes con unos azotes; o hacer picadillo a un tercero, al que poco antes
había mandado descuartizar; o, finalmente, prenderle fuego a la aldea de sus vasallos,
como un Nerón menos glorioso.
PADRES
Era frecuente entre los antiguos, una vez cumplidas las funciones de la paternidad,
tomar un hábito monacal y retirarse a vivir en la paz de los claustros. Así hicieron
Lucía y Berenguer, padres de Abelardo, tal vez demasiado pronto para su hijo, pues
bien hubiera necesitado tenerlos a su lado cuando empezaron a despuntar aquellos
arrebatados amores por Eloísa, que lo condujeron casi al delirio.
PADRES DE POBRES
“Padres de pobres” y “Padres de mozos” son expresiones que usa el arbitrista
Cristóbal Pérez de Herrera, para sugerir al rey Felipe II que sean nombradas en los
ayuntamientos “personas cuidadoras de los vecinos, de quien se tenga satisfacción”,
para que el padre de mozos coloque con amos a los jóvenes vagabundos y
pordioseros, librándolos de las ociosidad; el de trabajadores, para concertar con
labradores a los jornaleros, que en las plazas de los pueblos esperan la llegada de
aquellos para ser contratados; pero que, sin ánimo de trabajar, sino de emplearse en
la mendicidad, eluden el contrato, poniendo precio elevado a su alquiler, por lo cual los
labradores pasan de largo de ellos.
A quinientos años, aproximadamente, de distancia del hecho que denuncia
Cristóbal Pérez de Herrera, y ya en los albores del siglo XXI, los vagabundos,
pordioseros y mendigos les salen a bandadas por todas partes a los ciudadanos; unos,
pidiendo a viva voz; otros, sentados sin decir esta boca es mía; no pocos, arrodillados
en silencio, firmes, ascéticos y tensos, en la mano la escudilla o un vaso de coca cola
o una gorra para depositar las monedas; y de vez en cuando, como broche que cierra
el espectáculo, se ve acomodado en el suelo, en despreocupada y cómoda tertulia, de
espaldas a los transeúntes, algún que otro grupito de mocetones pordioseros, sucios y
desgreñados, dándoseles un rábano de la gente, al lado de esta triple cartelera que
descansa en el suelo sobre unos platillos de limosnas: “PARA GÜISKI”, ”PARA
"VODKA, PARA GINEBRA"
Si el Ayuntamiento de una ciudad permite en sus plazas y calles una
desvergüenza del tamaño y envergadura descritos, ha fracasado como garante de la
decencia pública. No se sabe si el de Córdoba, como ya lo han hechos no pocos,
comenzará a enseñar inadvertidamente trapos más o menos sucios. El de la
mendicidad, por citar uno, le es ya imposible ocultarlo: le rebosa por todas las
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esquinas y ha superado el listón de aguante de los ciudadanos.
La mendicidad ya no va por libre, ni es la del tullido auténtico, ni la del desahuciado
social, laboral o enfermo, a los que la extrema necesidad obliga a pedir ayuda a la
gente que tropieza en la calle. Ahora ha surgido la mendicidad organizada en clanes,
con tres equipos laborales diferenciados por sexos y actividad, consagrados ambos
por la tradición patriarcal: de un lado, el equipo de los machos, a “cubrir” al equipo de
las hembras fértiles por ciclos anuales periódicos, de forma que el nacimiento de la
especie
esté
garantizado
cada
año,
en
hornadas
que
vienen
al
mundo
simultáneamente; por otro lado, el equipo de las hembras en edad climatérica, que
atiende las faenas domésticas propias del aduar. Sometida a un puntualísimo horario,
justo a las diez de la mañana la ubérrima sección de doncellas fértiles (¿dieciséis,
dieciocho añitos?), se esparce a mendigar por el centro de la ciudad en tandas de tres,
con un crío en brazos cada una, al parecer su primer retoño. Paradójicamente este
equipo “joya de la corona”del aduar.podría decirse que constituye la artillería
pesada del grupo, pues la delicada y angelical estampa de una casi niña, convertida
en madre prematura, pulveriza los corazones más duros e insensibles de los
viandantes.
PADRINAZGO RESPONSABLE
Acostumbraban los califas de Córdoba nombrar a los jueces que debían
administrar justicia. No todas las personas a las que el monarca ofrecía el cargo
aceptaban de buen grado. Un moro notable que rechazó la oferta, al pedirle el rey que
le recomendara al menos a alguien para el puesto de cadí, contestó que ni siquiera en
esto podría complacerle; porque, en caso de que la persona recomendada para juez
dictara alguna sentencia injusta, recaería sobre su propia conciencia la maldad
cometida por su recomendado.
PAGANISMO EN ESPAÑA
Cuando vino Santiago a España, pasaba cierta vez por Zaragoza, donde le salió la
Virgen a su encuentro. De niño nos hemos hecho las preguntas tontas que se hacen
siempre los niños, porque nunca los chiquillos se han mostrado de acuerdo con lo que
les cuentan las personas mayores; y si de Nuestra Señora nos dijeron que había
descendido del cielo de pie sobre una columna, tal vez la misma en la que solemos
venerarla desde los primeros tiempos, los niños todos nos quedábamos un poco
alelados. Un cura catalán que teníamos en la escuela, sin duda por proximidad de
tierras, sabía más del Pilar que los niños andaluces, y nos aseguró que no bajó la
Virgen erguida en la columna, y no porque se fuera a caer, que hubiera sido lo más
probable de no haber sido la Madre de Dios; sino porque simplemente iba andando
por el camino y topó con Santiago. Se reconocieron, se saludaron y, después de todas
227
las preguntas de rigor que se hace la gente cuando se encuentra en tierras extrañas
después de no haberse visto desde mucho tiempo antes, Santiago le contó a a la
madre de su Maestro que estaba muy disgustado, porque no se comía una rosca en la
predicación del Evangelio. La Virgen le animó entonces a proseguir sin desmayo la
predicación, prometiéndole para ello su ayuda. Al dar por concluido el encuentro, la
Virgen vio una columna que había por allí cerca, encaramóse a ella e hipnotizándose a
sí misma, quedóse de pie encima del pedestal, convertida en una imagen de piedra
muy bella, a la cual se venera desde entonces por bienhechora y patrona de la nación.
Este suceso asombroso debió de ser muy alentador para el buen discípulo de
Jesucristo, ya que ni con mucho había en la península la cantidad de cristianos que
ahora hay; antes, al contrario, todo el mundo era más pagano que los hordas de Atila.
En pleno siglo VI la creencia en los ídolos y en la magia campeaba a sus anchas por
todo el país, hasta en los mismísimos reductos menos concebibles, por ejemplo, en las
casas de los señores obispos y de los señores jueces. Cánones conciliares hubo de
dictarse contra estos magistrados, por no haber desechado todavía su mala costumbre
de consultar con los adivinos y asistir a sesiones de brujería. Si esto es cierto, no lo es
menos que el 1 de Enero se celebraba al estilo de las bacanales impías, con
pantomimas, vestimentas mujeriles o cubiertos de pieles de animales. La gente acudía
a los augures, por saber su porvenir, y hombres y mujeres se mezclaban para cantar y
emborracharse. San Isidoro de Sevilla no podía concentrarse en su capilla para rezar
con sosiego, a causa del grandísimo alboroto de iniquidades; particularmente por serle
del todo imposible hacerles volver de los campos a sus diocesanos, adonde acudían a
venerar árboles y fuentes, poderosas divinidades desde tiempos de sus tatarabuelos,
tanto como después lo serían el Cristo del Gran Poder y la Macarena de San Gil. Ya le
dieron los Concilios para peras a tantísimo pagano y le apretaron bien la golilla. Pero,
¡que si quieres!, cuando arribaron los moros a las costas gaditanas y en un quítame
allá esas pajas se adueñaron de España, se admiraron los invasores de que hubiesen
tan pocos cristianos y mucho más de que apenas si había algún que otro que se les
presentara a los cadíes con ansias de martirio y el insulto a Mahoma en la boca, con el
idea de encabritarlos para que le cortaran la cabeza en castigo. No mucho después
cambiaron las tornas, pues Santiago tomó cartas en la general desidia cristiana de los
pobladores, llevándose a todo el mundo de los cabezones a la fe cristiana y
metiéndolos en cintura. Ocurrió el cambio en la batalla de Clavijo. Aquel denodado
guerrero que cortaba a mandoble cabezas de moros montado en un fantasmal caballo
blanco era ¡Santiago y cierra España! Desde entonces no se ha pasado por alto la
importantísima Fiesta de la Ofrenda del Voto de Santiago en la gran basílica gallega.
PAIDEIA, LA EDUCACIÓN GRIEGA
228
Los griegos encerraban el concepto de pedagogía en este máxima: “Hay para
todos los hombres un puerto seguro donde acogerse, que es la educación. Estimulaba
la construcción de un hombre ideal. Ninguna de las expresiones usuales de
civilización, cultura, tradición, literatura, educación coincide con lo que los griegos
entendían por “paideía”. Cada uno de estos términos se reduce a expresar un aspecto
de aquel concepto general y, para abarcar el campo de conjunto del concepto griego,
sería necesario emplearlos todos a la vez. ¡Qué hermoso, pues, es, recibir desde
pequeños tan espléndida gama de valores e ir fortaleciendo con ellos el espíritu al
mismo tiempo que el cuerpo!
PAPA
En los primeros siglos del cristianismo los jefes o pastores de las primitivas
comunidades cristianas solían llamarse con el nombre griego “epíscopo”, que
designaba en general la acción de vigilar, observar supervisar, o inspeccionar desde
una posición excepcional cualquier aspecto del acaecer humano; mas en el caso del
cristianismo, hacer de protector, guía y director de la comunidad. Se puede decir de
una persona que “episcopea” la armada, cuando está al frente de la que tiene el rey en
sus costas; que “episcopea” o supervisa los rebaños, cuando le echa un ojo a sus
rabadanes; e incluso del buen samaritano, ya convertido en oficio, si ayuda a curar al
herido en el camino. El obispo, pues, “episcopea” a los sacerdotes de su diócesis o
provincia. Con frecuencia, estos “amir Al Muslismin”1 gobiernan porciones de hombres
y acostumbran, por no ir solos, llevar a su lado a alguien, no por que les dé compaña,
sino como emblema de autoridad, como hacían los lictores romanos. Dicha persona no
se verá nunca a la izquierda, sino a la derecha del “epíscopo”, pues, yendo a su
izquierda, le añade prestigio y autoridad. Se la llamaba con buen tino “addextrator” o
“adiestrador”, “el que va abriéndome el paso, despejándome el camino a mi diestra
mano, por si surgen inconvenientes al paso. En el fondo no pueden disimular estos
jefes sus pujos de grandezas y, por mucho que lo intentan, pónense y quítanse prefijos
de excepcionalidad. Así por ejemplo “arzobispo”, con ese aditivo arz- descendiente
léxico del verbo griego “mandar”, nos está indicando que es un superobispo, bajo
cuya mitra caen otros de menor categoría. Si echamos la mirada a tiempos más
remotos, entró el título de “patriarca”o, lo que es lo mismo “jefe máximo” de una región.
Esta danza de privilegiarse con vistosas pomposidades de nombres, produjo en la
iglesia griega una verdadera guerra entre San Juan Crisóstomo y San Atanasio,
disputantes de la silla patriarcal de Bizancio. El obispo de Roma procuró no decir esta
boca es mía en el tira y afloja de los dos jerarcas bizantinos, porque andaba
1
Jefe de todos los que creen en lo que él les ha mandado que crean
229
acariciando el de “papa”; el cual consiguió después de una fútil disputa, entre los que
discutían que fuera mejor decir “epíscopus inter. epíscopos” que no “episcopus
episcoporum”, pues la significación de esta última titularidad, “obispo de los obispos”
sometía a las órdenes del de Roma a todos los del “mundo mundial”, como ahora se
dice. Así se entiende que entre los perjudicados cundió una pícara frase que definía
las tres actividades del Papa: Accipe, cape, rape, sunt tria verba Papae. Las tres
palabras del Papa son: recibe, coge, roba. Y las inventaron quien sabían de latines
PAPA, PRÍNCIPE UNIVERSAL
Los inquisidores del Santo Oficio pretendieron extender su jurisdicción , además de
los cristianos, también sobre judíos, mahometanos e infieles en general. El sólido
argumento del que se valieron era que, siendo el Papa el vicario de Cristo en la Tierra
y Cristo, confirmado con toda claridad soberano de todos los hombres por el salmo 71
“Oh, Dios, da al rey tu juicio, al Hijo del Rey tu justicia; Luego el Papa recibió, por
consiguiente, idéntica potestad.
PAPÁ
Los niños griegos abrumaban de caricias a sus padres, como suelen hacer todos
los niños, y los besuqueaban por obtener de ellos algunas golosinas. Exclamaban:
¡Papádso! ¡Oh, papaíto!, y los romanos “Pappa” adblandiabantur patri vocando
pappam enternecían a sus padres llamándoles “papá”. He ahí una de las primeras
expresiones de cariño filial que se registra en el lengua común de todos los pueblos.
Fácil de pronunciar y llena de amor o de súplica.
PAPANATAS
Homero pinta a los feacios como la gente más ingenua del mundo y proclive a
creerse cualquier clase de historia, por inverosímil que sea. Así lo experimentó Ulises
cuando los tuvo pendientes de sus labios durante las fabulosas mentiras que les
contó, advirtiendo pasmado que se les caía la baba de gusto. Luciano escribió
“Contamos de modo convincente y verosímil mentiras de todos los colores.” ¡Cuántos
libros se han escrito por hombres que parecen convencidos de lo que han escrito y
han puesto en ello todas las apariencias de la verdad y resultan una verdadera sarta
de disparates y tonterías! Mas hay feacios a quienes hacen felices estas mentiras
amañadas con cendales de beatíficos misterios.
PAPISA JUANA
Platina, bibliotecario de Julio II nos habla de un tal Juan III, híbrido humano,
oriundo de Inglaterra, pero nacido en Mertz (Francia), y que llegó al Papado por artes
diabólicas. Asegura que, siendo mujer como parecía ser en efecto, se disfrazó de
hombre y fué a Atenas con un compañero suyo, persona muy instruida en la cultura
griega. Realizó en Atenas tales progresos en sabiduría bajo los doctores que allí había
230
que, al llegar de regreso a Roma, encontró pocos que pudieran igualarla y mucho
menos sobrepasarla, incluso en el conocimiento de las Escrituras. Por medio de su
gran inteligencia, sus continuas lecturas y sus controversias, alcanzó grandísimo
respeto y autoridad; y tan fue así que, al morir el papa reinante, fue elegido para
reemplazarlo. Pero acaeció que, yendo una vez a la iglesia de Letrán, entre el Coliseo
y la iglesia de San Clemente, le asaltaron dolores de parto, murió en el lugar y fue
enterrado sin pompa, tras haber permanecido dos años, un mes y cuatro días en el
Pontificado. Esta historia es conocida vulgarmente, aunque ha sido contada por
autores muy inciertos y oscuros. Por lo tanto se ha referido al desnudo y brevemente,
para no ser obstinado y pertinaz al admitir lo que generalmente se cuenta. Preferible
es haberse equivocado en este extraño relato con el resto del mundo; no obstante
parezca increíble del todo lo que se ha contado. La siguiente pulla medieval recuerda
de forma muy ingeniosa el suceso: “Papa, pater patrum peperit papisa papellum.”( El
papa, padre de los padres, dio a luz un papito, siendo papisa).
PARADOS SOLICITAN TRABAJO
En 1814 un individuo solicitaba empleo con este anuncio en el “Diario Madrid” del
21 de Marzo: “ Sirviente: Un sujeto de buena educación, edad 29 años, instruido
medianamente en el manejo de papeles, y del mismo modo instruido en la agricultura
y en lo respectivo de una hacienda de campo, desea acomodarse en la casa de algún
señor o particular en esta Corte; o en defecto de no encontrar dicho acomodo, sabe
peinar y cortar el pelo, pudiendo entrar de ayuda de cámara en cualquier casa; tiene
personas que abonan su conducta. Darán razón en el almacén de sombreros sito en
Calle de la Cruz, entrando por la Plazuela del Ángel, primera puerta a mano derecha.”
En “Noticias Extraordinarias”, gacetilla que se publicaba por las mismas fechas en
Granada, una mozuela venida de Madrid apuntaba su nombre, Ana de Priego, y lo que
ofertaba: “Grande habilidad para coser y bordar con primor. En la Cerería, frente a la
calle Lucena, darán razón.” En el citado medio, un buscavidas con ínfulas de
sacapotras milagrero, llamaba sobre sí la atención con este pregón rimbombante: “Se
da noticia como D. Pablo Mauricio, danés, oculista y dentista de la Academia de
Ciencias de París, aprobado por la Corte de Madrid, hace toda clase de operación
perteneciente al arte quirúrgico. Tiene secretos particulares para diferentes
enfermedades que, hablando con él mismo, luego le desengaña si tiene cura o no;
tiene una invención de bragueros a la inglesa nunca vistos, tanto para hombres, como
para mujeres o niños, sin que tengan dolor o calentura. Vive en el Mesón de Patazas,
en la Puerta Real.” Por esta época los anuncios aparecían sueltos en cualquier página
de diario. Hoy aparecen en los diarios en la sección llamada “Bolsa de Trabajo”. Pero,
231
tarifándose su precio por palabras y costando cada una los ojos de la cara, hay que
inventarse un lenguaje sinóptico y apocopado.
PARAÍSO CELESTIAL
La felicidad de los santos (del cielo) se basa simplemente en ver a Dios,
contemplarle, tenerle delante de los ojos a cada hora y momento de los ocios
celestiales. No sé cómo explicar con ejemplos prácticos y objetivos de qué manera se
puede acceder a esa contemplación; pero mirándola de tejas abajo vendría a
realizarse la visión o contemplación de Dios poniéndose en presencia de los
celestiales videntes algo así como una hermosa e inmensa embocadura de escenario
donde se realizase toda clase de actuaciones líricas: declamaciones de piadosas
poesías, emocionados motetes, representaciones de autos sacramentales escritos por
algún ingenio de la corte bienaventurada. La razón es porque no todos los benditos
residentes allí congregados, posiblemente también difieran de gustos artísticos como
en la tierra. Así Dios, por no dejar insatisfecho a nadie, promocionará la variedad. Lo
que significaría que el propio Dios acabase con el fin, para el que premió a los
hombres con la gloria: verlo a Él en todas las manifestaciones de la belleza y del buen
gusto. Que es lo que le dice el apóstol a los de arriba; y a los de abajo cuando suban
allá: Alegraos en el Señor. ¡En quién, si no!
PARÍS BIEN VALE UNA MISA
El rey francés Enrique IV, que era hugonote, abjuró de esta secta para poder
acceder al vacante trono de Francia, suprema aspiración que le hizo proferir una
sentencia muy acomodaticia, “París bien vale una misa”.Pero fue más explicito en
embajador florentino Cavriana, el cual escribió: Si el rey de Navarra se decide a
hacerse católico, la guerra contra los hugonotes terminará por sí misma y en eso es en
lo que se está trabajando. La reina madre le ha enviado varios teólogos, entre otros al
obispo de Auxerre, monseñor Lenoncourt y un “determinado personaje” que le dirá al
oído que más vale ser rey de Francia y no comer carne los viernes, que pobre Duque
de Guisa con permiso de comerla a qué quieres, boca.
PARLAMENTO MUY FORMAL
Todos los senadores tenían obligación de asistir a las asambleas del Senado y en
los días de reunión no podían dedicarse a ningún negocio particular. Se imponía una
multa a los que sin justa causa dejaban de asistir. Cuando el número de ausentes
fuese crecido, se echaba suerte entre ellos para no quedar el castigo impune,
multándose a uno por cada cinco. Estas normas fueron establecidas por el emperador
Augusto.
PARO Y DESEMPLEO
232
Atenas había llegado a convertirse en una ciudad opulenta. El gobernante que
había conseguido enriquecer la hacienda pública era Pericles. Este hombre excelente
dedicó gran parte de los caudales del Estado en embellecer la ciudad con obras de
arquitectura que causaran la admiración y el respeto entre las ciudades de Grecia,
cuyos restos aún hoy proclaman la magnificencia de entonces. La construcción de
obras tan admirables, una de las cuales es el Partenón, dio de comer a muchísima
gente: canteros, pintores, escultores, transportistas, albañiles, maestros de obras,
madereros, herreros, fundidores de metales, orfebres. La ciudad vivió años de febril
agitación artesanal y laboral, alcanzándose la culminación y final de las variadas
edificaciones y monumentos en el corto tiempo de la vida de Pericles.
PARRICIDA Y PATRIA
“Parricidium” entre los romanos equivalía a deslealtad a la patria. Quien tal delito
cometía era arrojado al mar metido dentro de un saco de cuero, cosido con un gallo,
un perro, una víbora y una avispa.
PARTIDOS POLÍTICOS
Adoptar el sistema de algarada callejera, de las barricadas, del destrozo del
mobiliario urbano, de la quema de edificios de interés social o administrativo, de los
medios de transporte colectivo, que los partidos de la oposición toleran echando la
vista para otro lado, y los radicales aplauden e incluso ponen la gasolina o la mecha,
invita a pensar que los partidos sobran, que el parlamento sobra y que la democracia
también está demás.
PATERNIDAD PROVECTA
Los patriarcas antediluvianos no se daban mucha prisa, al parecer, en engendrar a
sus primogénitos. Nos lo revela el Génesis (5. I-32). A los 130 años Adán recibió de
Eva el primer regalos de la paternidad. Fue llamado Set. Set también dejó para más
tarde, a los 105 años, disfrutar las caricias de su primer vástago. Yérek, a los 160;
Matusalén (casi vivió un milenio), alcanza la paternidad a los 180. En dos le supera
Lamek. Pero Noé apabulló a los anteriores. En su quingentésimo cumpleaños dejó
embarazada a su mujer. La ciencia biológica moderna analiza los genomas de los
dinosaurios en un intento de descubrir, entre otros, los misterios de su longevidad y
sacar conclusiones aplicables al ser humano. ¡Ojalá la arqueología topara con alguno
de los fósiles de todos estos patriarcas y se develaran, a través del estudio, las
razones genéticas de unas vidas tan largas!
PATRIA Y FIDELIDAD
“El que legítimamente es transferido a otro dominio distinto de aquel en que ha
nacido, y se avecina en él, contrae respecto de aquella república la misma obligación
que antes tenía con la que le dio cuna y la debe mirar como patria suya. Esto no
233
entendieron muchos grandes hombres de la antigüedad, por cuya razón se hallan
celebradas en varios escritores como heroicas algunas acciones que debieron
condenarse como infames. Demarato rey de Esparta, arrojado injustamente del solio y
de la patria por los suyos, fue acogido benignamente por los persas. Avecindado entre
ellos y sujeto a aquel imperio, añadió el vínculo de vasallaje a la obligación del
agradecimiento. Mas, meditando los persas una expedición militar contra los
lacedemonios o espartanos, sabedor Demarato de la deliberación, se la revela a los de
Esparta para que se prevengan. Celebra Herodoto y con éste otros muchos escritores
esta acción, como pacto glorioso del heroico amor que Demarato profesaba a su
patria. Pero, en realidad, fue una acción pérfida, ruin, indigna, alevosa, porque en
virtud de las circunstancias antecedentes, la deuda de su lealtad se había transferido
de Lacedomonia a Persia, juntamente con la persona.
PATRIA POTESTAD
Entre los romanos la patria potestad alcanzaba hasta muy avanzada la edad de los
hijos. La desobediencia era castigada incluso con la muerte, como la que ordenó
Manlio Torcuato contra su hijo, que desobedeció el mandato de ir contra los enemigos,
antes de que el general romano diera la orden para ello. Mandó matarle de inmediato.
PATRICIO
Maquiavelo explica el origen del nombre “Venecia”: “En Venecia todos los que
pueden encargarse de la administración se unen bajo el apelativo de “patricios”, pues
habiéndose refugiado muchos habitantes en las lagunas donde ahora está la ciudad,
como su número había crecido tanto que necesitaban unas leyes, si querían vivir
juntos, convinieron en una forma de gobierno; y, juntándose a menudo en consejo
para deliberar sobre los asuntos de la ciudad, cuando les pareció que eran suficientes
para establecer un orden político, cerraron el acceso al gobierno de todos los que se
incorporaron posteriormente a la comunidad. Con el tiempo llegó a haber muchos
habitantes fuera del gobierno; de modo que, por dar honra a los que gobernaban, los
llamaron patricios, y a los otros, populares. Este tipo de gobierno puede nacer y
mantenerse sin tumulto, porque cuando nació, todos los que vivían en Venecia
formaban parte del gobierno y así ninguno podía lamentarse; y los que vinieron
después a vivir allí, encontraron un Estado firme, pero cuyo acceso estaba cerrado,
por lo que no tenían causa ni facilidad para sublevarse.” Esta es la opinión sobre los
patricios mostrada por Maquiavelo; mas hay otros historiadores que arguyen que
fueron llamados patricios porque eran los únicos que podrían proclamar que tenían
padres, con lo que daban a entender que los restantes eran fugitivos y no podían
llamar libres a sus padres. Para prueba de este argumento aducen que a los patricios,
cuando los reyes decidían convocarlos, los llamaban los heraldos por sus nombres y el
234
de sus padres; sin embargo, a los plebeyos los conducían a la asamblea en masa
haciendo resonar cuernos de bueyes.
PATRIOTISMO-NACIONALISMO
Los nacionalismos y el patriotismo se construyen sobre la base de grandes
victorias y acontecimientos en los que han participado todos mancomunadamente y se
han repartido beneficios. Cuando ya no hay victorias y , por el contrario, los desastres
se suceden unos detrás de otros, cunde la desmoralización junto con le sentimiento
pesimista de que ha desaparecido la solidaridad, que los aupó a los grandes hechos.
Cada uno, entonces, se aísla en sí mismo, desentendiéndose de los demás. Surgen,
pues, los individualismos, los fraccionamientos y los pequeños nacionalismos de
campanario.
PAVÍA, UN GENERAL QUE...
Según nos cuenta la historia del Siglo XIX español, desalojó con sus tropas a los
diputados del Congreso, que estaba en asamblea, dándolo por clausurado hasta tanto
no se pusiese orden en la nación, fatigada por el desconcierto del cantonalismo traído
de la mano de la República federalista. Esto ocurría el 3 de enero de 1894. Se dice del
general que era un hombre de trato agradable, aficionado a frecuentar los sitios de
distracción de la capital de España, pero sobre todo militar obediente y disciplinado. El
gobierno, después de nombrarle comandante en jefe del ejército de Andalucía, le
confió la misión de acabar con el cantonalismo de la región, en la que este movimiento
había triunfado en Málaga, Sevilla, Huelva y Córdoba. Lástima que, para facilitar el
movimiento de sus tropas por los campos, diera órdenes de talar árboles, tal como las
dieron los Reyes Católicos en la conquista de Granada, despoblando las sierras de
toda vegetación.
PAZ
El buen rey de Roma Tarquinio merece el recuerdo perenne de la humanidad.
Afirmaba que no era admirador de los monumentos antiguos, por ejemplo las
pirámides, porque sólo los habían levantado sus erectores para conquistar alabanzas
y habían olvidado que la mejor obra de que debe dejar constancia no sólo un rey, sino
todo hombre, sea producto de la inteligencia. Ponía por vía de ejemplo las ligas
anfictiónicas de las ciudades griegas; las cuales se reunían en torno a una divinidad,
compitiendo en actividades deportivas y musicales y recibiendo pruebas de amistad
unas de otras. Si, por acaso, se habían producido desavenencias entre ellas, actuaban
los jueces como árbitros.¡Qué bien! ¡Ojalá la tierra volviera a estar gobernado por una
especie tan sabia de reyes, de ligas anfictiónicas y de jueces moderadores y
obedecidos!
PAZ, PERO NO GUERRA
235
Teodoreto de Ciros escribió que la realidad histórica enseña que la guerra nos
aporta mayor utilidad que la paz. Cuéntense, al menos desde las Cruzadas, en
cuántas guerras en nombre de Cristo y para la propagación de la fe, cabalgaron
guarnecidos de coraza y yelmo, papas, obispos, abades y frailes, al unísono de sus
confederados reyes y príncipes. ¡Y el digno de todo aplauso inventor de la consigna
“No hagas la guerra, sino la paz” fue el mismo que les dio estandarte a todos esos
soldados!
PECADOS RESERVADOS
“Pecado escribía B. Russell es lo que desagrada a los que dirigen la
educación”. Pero en la Córdoba del 1662 la buena educación, en realidad, equivalía al
eufemismo “piedad cristiana”. Esta piedad cristiana ocupó el cónclave o sínodo
eclesiástico en el citado 1662 reflexionándose en él si progresaba o retrocedía. En los
sínodos se hacía un diagnóstico de la salud del alma social con la finalidad de
comprobar la existencia de graves dolencias espirituales y prevenir los remedios
oportunos. El principal de ellos, acudir al confesionario. Claro está que había pecados
rebosantes de virulencia demoníaca, que no todos los confesores tenían atribuciones
de perdonar, salvo el Papa y los prelados. Por ello, tales pecados calificábanse de
“reservados papales”o, “reservados sinodales”, según la jerarquía absolutoria. En el
año mencionado fueron declarados “sinodales”: el perjurio; el acceso carnal con infiel,
con moro, con judío y con monja novicia o profesa; guardarse la décima parte de lo
que se ganaba con el sudor de la frente y los primeros frutos del año diezmos y
primicias llamábase tal autorrobo; ser ordenado cura “per saltum”, es decir,
“saltándose a la torera el escalafón reglamentario. Por ejemplo: que el obispo
consagrase sacerdote o diácono a una persona varón, por supuesto, sin haber
pasado antes por la escala inferior de “ostiario1” o clérigo. El oficio del ostiario consistía
en cerrar las puertas de la iglesia a los siguientes malhechores “sobrenaturales”: los
faltos de apetito eucarístico; los blasfemos; fornicadores bajo techo sagrado;
homicidas voluntarios; feticidas voluntarias; zurradores de padres o abuelos;
bujarrones, zoofílicos; falsificadores y, finalmente, los confesores que les susurran
torpes citas a sus confesandas.
Alguno de los pecados reservados citados requiere un pequeño comentario, como
la equívoca expresión “acceso carnal con infiel” por ejemplo. “Infiel” canónicamente es
la persona que no ha llegado a la fe, porque no se la han enseñado. Tal infiel llámase
“negativo”. Sin embargo,. al que se la han enseñado y se obstina en no creerla, se le
nombra canónicamente “infiel positivo”. Pues bien: ni con el negativo ni con el positivo
1
Proviene del término latino “ostium” o puerta; no de “hostia” u ofrenda
236
se puede echar una cana al aire, en sentido pecaminoso. Y si se echa, hay que ir al
obispo a pedir el perdón. Pero existen aún diversos pormenores algo turbios, que
encienden de pudor las mejillas sólo con oírlos: “El pecado que se reserva con infiel,
monja novicia o profesa no basta que sea por cópula inchoada (iniciada) seminando
(derramando semen) extra vas naturae foeminae (fuera del vaso natural o vagina de la
mujer) o procurando la polución inter crura vel ceteras partes foeminae (efusión de
semen voluntaria o en sueños, entre las piernas u otras partes del cuerpo de la mujer).
En la ronda voluptuosa del cuerpo se descubre, además del vas foeminae, otro vas
que topográficamente el sínodo denomina praepostero por estar situado en sentido
contrario al vas foeminae antedicho. El placer obtenido en dicho vas ha recibido los
mayores denuestos de las personas virtuosas en todas las épocas y pueblos, y no
pocos censores de mucha gravedad lo han designado de nefando, sobre todo si el ars
amandi se practica de varón a varón o de varón a animal .
Dicho todo lo cual de tan aberrantes regodeos sexuales, cabe preguntarse con no
escasa perplejidad cómo han debido de sufrir no pocos sacerdotes el aprendizaje y la
pedagogía de un vocabulario absolutamente expecífico, claro y rotundo, habiendo
vivido desde muy jóvenes en la virginidad y hecho voto de castidad rigurosamente
cumplido. El sínodo cordobés del año 1662 acerca de la buena educación de los fieles
hubo de provocar, sin duda, en sus doctrineros no pocos tartamudeos y rectificaciones
de “Donde dije digo digo Diego”.Y no ya por la materia de la que tenían que adoctrinar,
sino porque el catecumenado sabía más de ella que Calepino de arameo.
PEDAGOGÍA
Luciano de Samosata opina que el alma humana es como un blanco de tiro. El
arquero apunta hacia él con la aljaba de sus palabras. Si el arco se tensa con exceso,
la flecha, por la violencia del disparo, traspasa en blanco y deja heridas. Si no se la
tensa en su debido punto, la flecha se cae por falta de fuerza. Un buen arquero debe
de examinar el blanco, antes de arrojar el dardo, para ver la forma de que su disparo
sea certero y se mantenga la flecha en el blanco, al mismo tiempo que se ha untado
su punta de bálsamo para que, al adherirse la flecha, se difunda por el, blanco la
dulzura del ungüento. Naturalmente, la flecha representa la palabra y el arquero una
especie de educador.
PEDERASTIA
“Ninguna gente adopta las costumbres y modas extranjeras con más facilidad que
los persas. Procuran lograr todos los deleites que llegan a su noticia; y esto en tanto
grado que, por el mal ejemplo de los griegos, abusan de su familiaridad con los niños.
(Herodoto, I, cap. 35). Suetonio nos recuerda del emperadopr Tiberio las mismas
complacencias.
237
Filón de Alejandría criticaba a los griegos por emplear en el servicio de los
banquetes a bellos muchachos esclavos, de barba incipiente, bañados y depilados,
con la cara pintada, los ojos alcoholados; 1 el cabello recogido en trenzas y sólo
cubierto el cuerpo con unas breves pampanillas de translúcida gasa desde la cintura
hasta las ingles.
No es de extrañar que los banquetes de griegos y romanos fuesen servidos con un
plantel de bellos esclavos o esclavas. En el Olimpo le servía el vino a Zeus el guapo
Ganimedes, del que se había enamorado perdidamente. Lo raptó al estilo zíngaro,
cuando vio al muchacho por vez primera pastoreando en el prado los rebaños de su
padre. Apolo y el poeta Támiris  el primer pederasta de la historia humana, según se
cuenta, se disputaron el amor de Hiacinto, que se inclinó como es lógico, por el dios.
Jugando al arco con Apolo, una flecha que sacó éste de su carcaj acabó con la vida
del jovenzuelo. Apenadísimo Apolo compensó su inmenso dolor con el gozo que dio a
los hombres al convertir a Hiacinto en una de las flores más hermosas que embellecen
los jardines.
En uno de los diálogos de Platón, titulado el Banquete, a continuación de haberse
expuesto el mito de los “andróginos”, se llega a afirmar que por encima del amor del
hombre por la mujer está el de la mujer hacia la misma mujer y el del hombre hacia el
mismo hombre. Dicho con otros términos: se expone la teoría de la homosexualidad,
que se sintetiza precisamente en el vocablo andrógino, unidad conceptual construida
con los antónimos griegos hombre-mujer. Manifiesta dicha teoría que en los primeros
tiempos de la humanidad hubo tres tipos de seres humanos dobles, unidos por la piel
del vientre: un varón pegado con una mujer, un varón con otro varón e igualmente
ensambladas dos mujeres. Engendraban mediante las semillas que dejaban caer a
tierra. Pero la soberbia se apoderó infundadamente de estos encolados humanos e
intentaron escalar el trono de los dioses. Así es que los dioses decidieron cortarlos en
dos, de forma tal que la cara quedó delante y los órganos de la procreación detrás. Por
lo cual la fornicación se transformó en un enredo tan grave que, si Zeus no interviene
de nuevo, la raza humana se hubiera desde aquel momento extinguido. Zeus colocó
sabiamente los órganos delante, y el amor surgió de nuevo entre unos y otras. Claro
está que la que había estado soldada a una mujer echábala de menos cuando le
acuciaban los deseos amorosos y lo mismo le ocurría al hombre que se hallaba
hermanado con el suyo, ya que también lo deseaba en los asaltos del ardor lascivo.
Así es como se ha explicado desde los tiempos en que estas cosas dicen que
sucedieron, y que no han conocido el remedio, sino al punto y hora del acceso al
1
Solían las mujeres teñirse con alcohol los ojos para destacar la oscuridad de las cejas y las
pupilas.
238
poder en el 2004 de los socialistas españoles, con su ley del matrimonio per
contubernium,1 completísimo remedio, pues origina solo familia de hijos “adopcionales”
y no “generationales”, método por el que usted y mi persona aparecimos en la tierra,
pero que impone los dolores del parto, terribles y engorrosos, y evidentemente
injustos, como se queja el refrán de la gallina, la cual alumbra cantando, pero la mujer
llorando.
PÉRDIDAS IRRECUPERABLES
“En la tarde del 17 del corriente se perdió desde el Paseo de Prado hasta el de las
Delicias una cruz grande de brillantes de la Real Orden de Carlos III. Se suplica al que
la halla encontrado la entregue en Casa del Marqués de Santiago al general Downie,
quien dará una buena gratificación.” “El día del presente mes se `perdió en los portales
del arco de la Plaza Mayor un collar de pelo, envuelto en un papel, entrelazado de
eslabones de oro, con una pieza en medio figurando un corazón, guarnecida de perlas
y broches de oro. Quien la hubiere encontrado, se servirá presentarla a Doña Ana
Francos, que vive calle de San Miguel, Casa del Duque de Arión, quarto baxo, y se le
dará un buen hallazgo.” (Diario Madrid del 21 de junio del 1814)
PENAS DEL INFIERNO
El mayor teólogo que ha dado a luz la Iglesia Católica, Santo Tomás de Aquino, sin
explicarnos cómo llegó a saberlo, asegura que el mayor placer que disfrutan los
bienaventurados en el cielo es contemplar desde este teatro de felicidad cómo los
impíos se retuercen en el infierno atormentados en medio de las llamas. Con el
irrefutable testimonio de su sabiduría nos confirma que la bondad de Dios es infinita;
aunque se abstiene de dar una respuesta comprensible a la razón de que el castigo
infinito, que ha infligido a los condenados no procede de bondad alguna, sino de una
cólera irreprimible y cruelmente duradera. La severidad y la cólera ni siquiera se
acostumbra entre los mortales tenerlas todo la vida contra nadie. ¿Por qué la mantiene
Dios por toda la eternidad?.
PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS
En el rezo del padrenuestro única oración autorizada para sus creyentes por
Jesús, se suplica “por el perdón de nuestras deudas”, a condición de que
condonemos a los demás las que tienen contraídas con nosotros. Los reyes persas, ya
mucho antes que el fundador del Cristianismo estableciera la práctica del perdón
mutuo de las deudas, dieron un paso mucho más digno de agradecer y la razón es
buen sencilla: subían al trono al ser proclamados reyes e ipso facto los pregoneros
reales recorrían el imperio anunciando la buena nueva de que todos los débitos al
1
Unidos por una familiaridad y camaradería muy íntimas, que comparte habitación y cama
(cohabitatio concubinatio).
239
monarca quedaban cancelados de inmediato, sin contrapartida de ninguna especie.
¿A ver qué rey cristiano, ungido con los óleos santos, ha tenido hasta la fecha un
rasgo de generosidad y de justicia hacia sus súbditos como el que se acaba de
relatar?
PEREZA ESPAÑOLA
“Hablar de la pereza del español sin explicarla equivale a no decir nada. El sistema
de trabajo en toda sociedad queda determinado mucho menos por el proletariado que
por las clases dirigentes. Donde la clase media es industriosa, el pueblo sabe cómo
trabajar. Si conseguimos que trabajasen las clases privilegiadas, habremos resuelto la
clave del problema.” (Joaquín Aguilera, secretario de El Fomento, asociación de
industriales catalanes,-1910)
PERFECCIÓN
Todos los hombres disponen de dos métodos para perfeccionarse, bien mediante
lo que les ocurre a ellos mismos, o mediante lo que les ocurre a los demás. El método
más eficaz es el de las peripecias personales; pero el más inofensivo, el de las ajenas.
Por eso el primero no debe ser elegido jamás voluntariamente, puesto que logra la
perfección a base de grandes sufrimientos y peligros; hay que perseguir siempre el
otro, porque en él es posible ver mejor sin sufrir más.
PERIODISMO
Podría situarse históricamente los orígenes del periodismo en las acta diurna del
Senado de Roma sobre sus actividades de la jornada, que nada tenían que ver con el
quehacer cotidiano de la gente común. En la Corte española de los Austria aparece un
periodismo alimentado de rumores y hablillas de los mentideros de la ciudad, en sus
principios de forma muy irregular, bajo el aspecto de boletines de noticias locales. Por
iniciativa propia de Don Juan José de Austria, hijo natural de Felipe IV, salen las
llamadas “gazetas”, alguna de ellas de carácter oficial y de aparición regular, bien
acogidas por el público, a causa del interés que despertaban las tirantes relaciones de
don Juan José de Austria con la familia real. El monarca Carlos II frenó el desarrollo de
este embrión de información pública con un decreto en el que se prohibían todos los
noticieros semejantes. No podía ser la comidilla de la gente un rey enfermizo,
sometido a vejaciones de exorcismos en manos de entrometidos eclesiásticos y un
primer ministro escasamente simpático a las camarillas cortesanas del rey y de la
reina
Ya desde entonces se viene pensando en la necesidad de que el escondido
tejemaneje tras los bastidores del Poder se escenifique delante del público; pero es en
estos tiempos más modernos, cuando la escenificación la exige el público como
derecho propio, con el añadido de que no quiere ver en el tablado público farsas ni
240
actores con caretas y disfraces. Aún no se puede afirmar que en semejante empeño la
sociedad haya conseguido rico o pinjado, como suele decirse de un suceso de
afortunado final; pero la Prensa escrita y audiovisual tienen el dedo señalando
enérgicamente por objetivo tal final. “El periodista tiene como norma deontológica la
función social de aclarar lo que pasa a diario, informando no solamente de la noticia,
sino también lo que hay detrás de la misma. El periodista debe exponer en esa plaza
pública que es un periódico, una emisora de radio o una cadena de televisión, aquellos
hechos noticiables que afectan especialmente a la sociedad .y que interesa resaltar,
sin olvidar las irregularidades o desafueros que conviene destapar y airear” Rotunda y
valiente proclamación. Y nos viene no de un mercachifle plumífero, pues Manuel
Piedrahita, su definidor, disfruta de carta de naturaleza en el senado de los grandes
periodistas españoles desde que Larra lo fundara. El citado corresponsal de la
Televisión Española en la capital de la República Federal Alemana deleitó en la Real
Academia de Córdoba a la concurrencia con una conferencia, de la que forzosamente,
hablando de lo que se debe entender por periodismo, hay que transcribir aquí algunas
de las advertencias con las que dio de lleno en el blanco de la esencia y razón de ser
de la prensa profesional. La ineludible obligación de ésta converge exclusivamente en
informar a la sociedad, de manera objetiva, veraz y libre, sobre los hechos de interés
público. “Cuando no cumple con esta función social, camufla, oculta, manipula,
tergiversa, silencia, banaliza y exagera, mediante el partidismo y el sensacionalismo
también llamado amarillismo... El amarillismo se ha introducido hoy día en los hogares
gracias a la televisión; el partidismo, idem de lo idem; en ambos casos no se informa ni
se actúa como verdadero periodista, sino como otra cosa. Y llámenlo como ustedes
quieran, no considero que sean periodistas, en el sentido de misión social, las
personas que aparecen en programas de televisión para sacar a relucir las
calamidades, las impudicias, y lo morboso del ser humano. Vivimos en un mundo
atiborrado de comunicación, pero escaso en información, en saber realmente lo que
pasa; un mundo, además, reacio a lo que ennoblece. La información no es una dádiva
generosa que reparten a su antojo las empresas de comunicación de masas, sean
públicas o privadas. Es una exigencia ligada a la condición humana, a la dignidad del
hombre.... Quien tiene las llaves de la información mueve el mundo como un nuevo
Arquímedes. Por eso los guardianes de esas llaves son tan celosos de su posesión,
para que no esté la información al alcance de todo el mundo. Ellos se encargan de
dosificarnos la información o de manipularla a su conveniencia. No existe ya la
censura burda, aquella del lápiz rojo y tachadura. Ahora se vuelca sobre la sociedad
deseosa de conocer, un ingente montón de comunicaciones, que muchas veces
esconde la necesaria información. Es lo que podía llamarse "censura democrática",
241
según la feliz expresión del director de "Le monde diplomatique", Ignacio Ramonet.
Ahora, al igual que en los albores del periodismo norteamericano, "hay que saber
disparar". Como metáfora no está mal, pues el periodista que se asoma a un puesto
de trabajo con su título universitario en la mano, puede ser objeto de caza y captura.
Se le intenta embaucar para así neutralizar su ideal de función social, que no debería
consistir exclusivamente en conseguir cuotas de audiencia lectores, oyentes y
televidentes-, al precio que sea. El periodista con instinto para la noticia debe
prevalecer frente al periodista-robot, capaz de bucear en el interés morboso porque lo
ordenan las estadísticas de prospección, y no para ayudar a resolver los problemas de
la sociedad.”
Manuel Piedrahita toca un aspecto de especial relevancia, que incide directamente
en el empleo de un lenguaje periodístico “sui generis” y que se acomoda a la
inundación de tantísimos inventos técnicos radio, televisión, video, casete, cable,
ordenadores, juegos programados, que tienen como soporte de comunicación la
palabra: Sin embargo, en cualesquiera de los medios técnicos mencionados, advierte
de la responsabilidad del periodista en el buen uso de la lengua, herramienta hoy por
hoy insustituible. Con todo, es en la televisión donde se advierte con mayor evidencia
su claudicación o no en los principios éticos del buen periodismo.
Reconoce Manuel Piedrahita que la televisión “contribuye a elevar el nivel
democrático de la sociedad, a elevar el nivel cultural, a reforzar la identidad de un país,
de una región y de una autonomia, porque contribuye a informar, si no con objetividad
total, sí al menos con honestidad; porque contribuye a crear hábitos de lectura, hábitos
de oír buena música; hábitos de rechazo de lo chabacano; hábitos de ver toda clase
de deportes y no solo fútbol; hábitos, en resumen, para ver buenos programas de toda
índole, sean buenos documentales o de mero entretenimiento. Pero lo que prima en
las seudotelevisiones publicas es la banalidad del espectáculo televisivo, la
propaganda política y la machacona publicidad que hace interminable la mejor de las
películas. Y no hace falta insistir mucho lo que prima en las televisiones comerciales.
Se puede resumir en dos palabras: puro negocio, incluso disfrazado de ideología.”
Naturalmente que una cadena de televisión comercial no puede lanzarse al vació de la
bancarrota, a costa de perder su audiencia. Pero tampoco debe tener como meta
primordial hacer negocio a cambio de desentenderse de su responsabilidad social. Es
una falacia decir que las privadas pueden emitir lo que quieran, pero las publicas no.
Como si los destinatarios, los televidentes, fueran distintos. Se dice “cuanto mas
espectacular es la información, cuanto mas sucesos morbosos demos, mas dinero
podemos ganar”. Priman los beneficios empresariales o los beneficios políticos, por
242
encima de otras muchas consideraciones. No somos unos ingenuos y sabemos muy
bien que hoy día la televisión se apoya más en los índices de audiencia y mucho
menos en la calidad. Lo comercial se impone y la banalidad morbosa convierte el
invento maravilloso en un moderno patio de vecindad, ”Pero qué maravilla de invento
cuando conecto con Televisión Española y me asomo al mundo exterior gracias a un
excelente documental comprado a la BBC, o aquel documental realizado por un
equipo de TV Española, titulado “Yoyes” que ganó un premio en el festival de Mónaco
y tuve el honor de recoger el Kinder Kanal, canal infantil, de la ZDF alemana, un
ejemplo de cómo entretener a los niños, a la vez que se les forma e informa del mundo
que nos rodea. Programación infantil no es sólo dibujos animados, agresivos,
chirriantes. Qué mal invento es en ese caso la televisión. Es una niñera electrónica, a
la que muchos padres entregan sus hijos para que no les molesten.¡Que error¡ y ¡Qué
horror!
Concluye Piedrahita su magistral conferencia: La exigencia de un talante más
humano, como advierte Claude Durieux, es hoy necesario como antídoto para
aliviarnos del poder de la televisión, cuando tan a menudo deja de ser un invento
maravilloso.”
PERRO
El perro no disfrutaba de simpatía entre el pueblo heleno. Acciones abyectas,
lenguaje indecente, comparaciones odiosas usaban el nombre del perro como prefijo.
Así, queriéndose expresar la idea de un acto torpe y vergonzoso, se empleaba el
verbo kynologéo, cuyo prefijo kyno- significa “perro”. Los romanos, menos despectivos
con este animal, sin embargo no consideraban de buen gusto tomar y llevar en brazos
perritos o monos pequeños, como acostumbraban ciertos forasteros ricos, de los que
criticaban que sus mujeres no parieran niños, para llevarlos en brazos con todo cariño.
En realidad los romanos, con mucha razón, reprendían a quienes trasladan el afecto
de los miembros de la familia a las bestias
PERSIA: SUS INFLUENCIAS RELIGIOSAS Y ÉTICAS
Persia influyó en los griegos. No en balde recorrieron sus tierras desde los tiempos
de Alejandro Magno. De su diosa Isthar salió Afrodita o Venus; Marduk equivalía a
Júpiter o Zeus. Allí aprendió Pitágoras la teoría de los números, que él después
desarrolló. Los babilonios los usaban para señalar con ellos los planetas: Shamath (el
sol), con el 20; Sin (la luna) con el 30. Fueron los persas los primeros ecologistas del
mundo. Rehuían mancillar las aguas de sus ríos. Por eso no lanzaban a ellos sus
excrementos, sino que los arrojaban a los corrales dentro de vasijas cerradas. Creían
que nacer era arrancar de la nada una vida, que debía transitar en ésta por el camino
243
de la perfección. Así es que no necesitaban a los dioses para nada, ya que el deber
del hombre consistía en buscar la senda de un hermoso ideal por los propios medios.
PERVERSIÓN INCREÍBLE
La antigüedad recoge el terrible tormento al que sometía el tirano Falaris a sus
víctimas. Las introducía en el hueco interior de un toro de bronce; el cual, superpuesto
en una pira de leños ardientes, al poco tiempo, a través de sus belfos, transformaba el
suplicio del desgraciado que se cocía dentro, en espantosos bufidos de dolor. De esa
forma asentaba el tirano la paz pública y su propia seguridad. Con torturas menos
aparatosas, aunque más ingeniosas, las cámaras de los verdugos modernos saben
poner a buen recaudo su intangibilidad física y la tranquilidad de la buena y respetable
sociedad.
PERSEGUIDOR DE CRISTIANOS
Se ha creído que el emperador Juliano, a quien los cristianos le añadieron el
insultante mote de “Apóstata”, fue una reproducción exacta del matricida Nerón. El
texto de una de sus cartas ofrece una imagen bien distinta: “Yo, por los dioses, no
quiero ni matar a los galileos, ni golpearlos injustamente, ni que sufran ningún otro tipo
de desgracia; sin embargo, afirmo rotundamente que hay que preferir a quienes
veneran a los dioses, pues por la locura de los galileos ha estado a punto de
subvertirse todo.” Alude el emperador a las terribles luchas entre los cristianos, que
fraccionaron su doctrina en sectas irreconciliables y conmocionaron la paz pública en
las ciudades y regiones del imperio. Llegaron los enconos hasta el derramamiento de
sangre y la aniquilación mutua de sus textos doctrinales. De la iglesia arriana no quedó
en el siglo VI ni el libro más insignificante. Los quemaron todos. Las quemas de libros
se siguen produciendo en los tiempos modernos. En Córdoba fue la Plaza de las
Tendillas el crematorio escogido por los predicadores cuaresmales, para celebrar el
auto de fe contra el libro prohibido. ¡Bien que se recuerda aquel frenesí de sermones y
llamas! Nos ha llegado del siglo XIII un libro que no debió de haber escapado ni
siquiera de las llamas infernales, el “Manual del Inquisidor”de Nicolau Emeric y
Francisco Peña1, vademecum de dictadores genocidas, que fundaron, para espanto
de los pueblos, cámaras de gas, campos de trabajos forzados y lejanas siberias de
absoluto desamparo. Cualquier alucinado salvador de esencias nacionales o religiosas
encuentra en sus páginas estructurado un detallado y minucioso formulario de técnicas
destructivas para anonadar a un ser humano, convirtiéndole en un guiñapo
despreciable. Detállase en él cómo se incentiva la delación, la apropiación de los
bienes de la víctima bajo pautas falsamente legales, exhumación de cadáveres de
1
Ambos teólogos españoles del siglo XIII, autores del libro “Directorium Inquisitorum”
244
individuos que en vida se han escapado de las manos de los feroces tribunales, para
juzgarlos y condenarlos de nuevo; persecución de la descendencia incluida la cuarta
generación; siembra de cal y sal en el ya derruido hogar de la familia, porque en él no
crezca más ni una brizna de mala yerba; exposición a la vergüenza pública de los
nombres en canceles de templos o en picotas públicas; castigo ejemplar de cuantos,
han dirigido una mirada de compasión al perseguido, o han sido amigos o vecinos;
aprehensión y entrega a las autoridades de la fe o de la amada nación no sólo de los
que huyen del terror, sino también de los sospechosos; pregón de escarmiento público
en plaza abierta, con todo el pueblo de oyente, enmudecido por el pánico. Este libro no
se publica nunca ni se edita. Produce desasosiegos en los que desearían darlo a la
estampa. Sus autores lo escribieron y fue derecho a las manos que, con el odio
imposiblemente reprimido y desbordado de las entrañas. ya lo esperaban para poner
por obra sus inquisitoriales y represores enunciados. No obstante, de los nombres de
Nicolau Eimeric y Francisco Peña, ya conocidos, se sacan como hilado de ovillo el
Mein Kampf de Hitler y De mi alma y de mi pluma de Sabino Arana, tan tristemente
célebres ambos en estos últimos tiempos.
PIEL DE UN TORO FUNDADORA DE UNA CIUDAD
Dido, reina de Tiro, tuvo que huir con grandes riquezas y hombres, para escapar
de la tiranía de Pigmalión1. Llegó a aquellas partes de África, donde hoy se asienta
Túnez. Repelidos por los africanos, les pidieron para su asentamiento un trozo de
tierra tan grande como pudiera contenerse en una piel de toro. Ellos se echaron a reír
por la insignificancia de la petición fenicia y sintieron vergüenza de negar un favor tan
exiguo. Por otra parte, no podían imaginarse cómo podría construirse una ciudad en
una porción de terreno tan pequeña. Consintieron, en fin, mediante un juramento. Los
fenicios cortaron la piel en tiras finísimas y las colocaron delimitando lo que en realidad
sería su ciudad, la acrópolis de Cartago. Con el transcurso del tiempo, siendo mejores
que sus vecinos en la guerra y en los negocios marítimos, levantaron otra ciudad
exterior. En definitiva, se habían adueñado de una gran parte del mar que baña las
costas de África. Esto es lo que nos cuenta el historiador Apiano sobre la ciudad de
Cartago, poderosísima rival de Roma en los tiempos antiguos.
PIRINEOS
Los llaman así por creer que viene el nombre de la voz griega pyr (fiuego) y que les
fue aplicada por un memorable incendio. Ya Platón lo cita en su Timeo. También los
historiadores hispanos antiguos. Esteban de Garibay da noticias del incendio diciendo
que lo provocaron dos pastores por los años 800 antes de Cristo. Pero la Crónica del
1
Rey también de tiro, ciudad Fenicia a orillas del Mediterráneo, en tierras de Asia Menor
245
rey Alfonso alude a un rey fabuloso, que gobernó sobre los españoles, llamado Pyrros;
el cual se retiró a aquellos montes después de haber poblado muchas tierras de
España
PITONISA DE DELFOS
Es de conocimiento general que la portavoz de las respuestas de Apolo a los
devotos consultantes fue llamada “pitonisa1, vocablo que sirve incluso para nombrar a
las personas que poseen el raro don de escudriñar el porvenir, por adelantar cómo
habrán de presentarse en un futuro los acontecimientos privados o públicos. Es menos
frecuente llamarla “pythia”; como así mismo tampoco es corriente el término
“promántida”, referido a la persona encargada de formular al oráculo la consulta. No
estaba al alcance de todos los bolsillos la tarifa de pago por vaticinio solicitado. Las
ciudades griegas mantenían como empleados públicos dos consultores, a los que con
toda probabilidad gratificaría el consultante con una “propina”. Delfos, el más
acreditado santuario de la antigüedad, atraía gentes de todo el mundo y exigía en el
peregrino un desembolso de dinero cuantioso y un riesgo indudable durante el viaje.
De este oráculo de Delfos se había apoderado la serpiente Pitón; hasta que el dios
Apolo, después de haberle dado muerte, nombró a una sacerdotisa para que
transmitiera los oráculos que él le inspirara. El nombre “pitonisa” derivó del de la
serpiente.
POBREZA NO ES DESHONRA
La pobreza no es una deshonra sino cuando se la sufre resignadamente
PODER
“El ejercicio del poder es agradable, especialmente cuando lo ejerce un hombre
oscuro sobre uno encumbrado”, afirmó Bertrand Russell. El ilustre filósofo inglés no ha
podido llegar a conocer las noticias que los “medios de información”dan con frecuencia
sobre no pocos alcaldes y concejales procedentes de los “niveles oscuros”. Se
congratulan del cargo, como el famoso papa Médicis, recién nombrado para el suyo:
“Dios nos ha dado el papado. Disfrutemos de él”. Marbella 2006 puede corroborar esta
opinión.
PODER Y TRUHANERÍA
El emperador romano Calígula, que ha pasado al catálogo de los bufones en el
Poder, dio orden de decapitar las estatuas de los dioses que adornaban templos y
foros, para reemplazar sus cabezas con la suya. Entre decapitaciones y degüellos,
este megalómano emperador acostumbraba sacar motivos para retorcerse de risa.
Hallábase un día en el triclinio rodeado de respetables comensales, cuando le
1
Posiblemente “serpiente excitada” o “ventríloco excitado”o “serpiente vencida”, por el
victorioso Apolo
246
sobrevino un golpe de carcajadas estruendosas e irreprimibles. Todos (era obligatorio
seguirle al personaje la corriente) le imitaron hasta ponerse rojos por el esfuerzo. Uno
de ellos, con todo, se atrevió a preguntarle la causa del tumultuoso regocijo. Calígula,
a punto de que le ahogaran las carcajadas, respondió: “Pero, ¿no es dais cuenta de
que con un solo movimiento de mi cabeza puedo en este mismo momento mandar que
os degüellen?”. Al jocundo círculo de tertulianos se les paró de pronto el corazón y,
hecho un silencio de muerte, una pálida lividez se apoderó de las facciones de todos.
POETAS: ASUNTOS BALADÍES
Como los poetas suelen hablar sutilmente de cosas pequeñas e insignificantes
para el resto de la gente, los griegos aludían a ellos con la expresión verbal
katasmikrologeo (hablar solamente de cosas de poca entidad). El grotesco emperador
Calígula, que convocó un concurso literario en Lyon, obligó a los malos poetas que se
presentaron, a que borrasen con la propia lengua sus malos versos, si es que no les
agradaba que les mandase arrojar al río más cercano o darles una tunda de azotes.
De vivir este emperador en nuestros días y en Córdoba, arrojaría al Guadalquivir a
cierto inquieto poeta, el cual en unos cuadernillos de Sandua ha dicho alevosamente
de este río “Sé que navega repleto de cadáveres”. ¿De dónde se saca usted esa
espantosa afirmación, don Antonio? Sí que es verdad que se ha de tener en cuenta
que los poetas acostumbran expresar sus ideas mediante comparaciones abreviadas,
llamadas comúnmente “metáforas”. Pero ¡ por Cástor y Pólux!, que ya es demasiado
“metaforicear” con el río, achacándole que trae en sus aguas una epidemia de
cadáveres putrefactos. Los cordobeses jamás han visto las aguas de su río
abarrotadas de muertos. Tan enormemente pérfida es la metáfora, que ni siquiera la
hubiera lanzado contra don Lope de Vega su mortal enemigo, el mordaz,y no por eso
excelso poeta don Luis de Góngora.
POETAS MERECEDORES DEL APLAUSO PÚBLICO
Fue necesario Pablo Neruda en un Chile socialmente convulsionado, y fuera de su
patria también; y seguirá instando urgencias, mientras en el mundo haya una gran
parte de la humanidad oprimida. En cada uno de sus versos resuena poderosa,
enérgica y valiente la voz que clama contra la injusticia, el despotismo y la soberbia. Y
no debiera decirse que clama en el desierto, porque en la conciencia de las clases
tiranizadas ya no son voces los versos, sino clamor formidable y torrente desbordado
que arrasa mordazas y barreras.
Piden algunos que a este asunto humano
no lo dé la escritura de mis versos,
no lo trate en las hojas de mis libros,
dicen algunos que no debo hacerlo.
247
La verdad es que siento no agradarles, /
les saludo y les saco mi sombrero /
y los dejo viajando en el Parnaso
como ratas alegres en el queso.
Yo pertenezco a otra categoría
y sólo un hombre soy de carne y hueso;
y cada una de mis líneas lleva
un peligro de pólvora y de hierro;
con mi lámpara busco a los que caen
alivio sus heridas y las cierro;
y estos son los oficios del poeta,
del aviador y del picapedrero,
Hay que arreglar las cosas de los hombres
porque no somos pájaros ni perros.
Tengo un pacto de amor con la hermosura,
tengo un pacto de sangre con mi pueblo.
Cumplió con su oficio humano Pablo Neruda y con su oficio de poeta, de excelso
poeta además. Con tono socarrón en los paréntesis el popularísimo Nicolás Guillén
sumó su nombre de gran poeta del pueblo en Sóngoro Cosongo:
Yo vi a Sabás, el negro sin veneno,
pedir su pan de puerta en puerta.
¿Por qué, Sabás, la mano abierta?
(¡Este Sabás es un negro muy bueno)
Aunque te den el pan, el pan es poco,
y menos ese pan de puerta en puerta.
¿Por qué, Sabás, la mano abierta?
(Este Sabás es un negro loco)
Yo vi a Sabás, el negro hirsuto,
pedir por dios para su muerta.
¿Por qué, Sabás, la mano abierta?
(Esta Sabás es un negro bruto)
Coge tu pan, pero no lo pidas;
coge tu luz, coge tu esperaza cierta,
como a un caballo por las bridas.
Plántate en medio de la puerta,
pero no con la mano abierta
ni con tu cordura de loco.
248
Aunque te den el pan, el pan es poco,
y menos ese pan de puerta en puerta.
La palabra poética de Carlos Clementson cobra en sus poemas vigorosas
resonancias de cincel renacentista, esculpe majestad de olímpicos dioses o modela
sólidos pliegues de excelsos peplos, mientras deja en el alma sonoras huellas como
de haber pasado Virgilio y el divino Herrera, con el silencio que impone la grandeza,
conjugando dáctilos y espondeos en mutuo trueque de exquisitez y galanura:
Y fue pasando el tiempo
igual que pasa el río bajo las viejas piedras,
igual que pasa el río bajo los viejos arcos
con su corriente mansa, casi sin darnos cuenta,
imperceptiblemente,
como si una pisada dejara sobre el mármol,
como cantó el poeta.
Y allí el pìntor seguía anclado en su paisaje
de cal y de silencio y de callejas blancas,
en su taller secreto, de peristilo esbelto
y de morisca fuente,
en cuya arquitectura
fundíase el recuerdo de su natal Toscaza,
y el esplendor omeya de su adoptiva tierra
a la sombra sonora del alminar cristiano.
E iban surgiendo sus doradas figuras,
en Italia aprendidas, desplegando en sus magnas
composiciones múltiples la solemne belleza
del Quinientos,
las doncellas de antaño,
los patricios retratos y otras gentiles damas
y escultóricas formas nimbadas por un halo
de nostalgia o ensueño, como si desde el lienzo
entrevieran el hondo misterio de la vida y el tiempo.
(De una ciudad y un pintor)
POLÍTICA PRECIPITADA
La precipitación en la política, al querer ir muy de prisa en los cambios, da malos
resultados y al traste con las mejores expectativas. Refirièndose a la restauración
borbónica escribe Antonio Jutglar (Historia Crítica de la burguesía de Cataluña): “Las
ingenuidades federalistas, las radicalizaciones intransigentes del Pacto de Tortosa, los
249
movimientos reivindicativos antifiscales y antimilitares, los obreros internacionalistas
(anarquistas), también que los republicanos no estaban preparados para asumir un
cambio de régimen, ya que la república les llegó por un pacto de transacción y se les
agotaron enseguida las soluciones; todo esto dejó anonadada a la gente “bien
pensante” de la república, y sobre todo la burguesía catalana buscó poner las cosas
como estaban antes de septiembre (1868), apoyando la solución de la restauración
borbónica.”
POLÍTICA REPRESIVA
Teodosio, por un insulto hecho a su majestad de emperador, castigó a ser llevado
a sangre y fuego al pueblo de Tesalónica. Al hacer alusión a este castigo exclama B.J
Feijóo: “¡Oh sangre humana!¡Qué licor tan vil eres para los que no tienen más religión
que la política!”
POLÍTICO
Ideal del político romano, cuando abandona el cargo: Otium cum dignitate
(Descanso con libertad). Desgraciadamente no pasa así con los políticos que nos han
tocado en estos tiempos. No descansan, siguen in aeternum de políticos, hasta que.
las circunstancias les son desfavorables y les fuerzan a irse a su casa. Pero ya van
solos, no los acompaña la dignidad.
POLÍTICOS INCOMBUSTIBLES
Si echamos un recorrido por las páginas de nuestra historia personal, la que
constituye todo el acervo de nuestros recuerdos íntimos, de nuestras memorias no
sólo familiares, también sociales, también políticas, pero de esa parcela de la política
que corresponde al ciudadano, circunscrita solamente a la elección de los
gobernantes; si retrocedemos la vista a ese conjunto de páginas de historia personal,
hemos de confesar que sólo ha habido un único gobernante que afirmó el día de ser
elegido: “Sólo estaré dos legislaturas en el gobierno” y lo cumplió. Ábrase la historia de
España desde que nuestra nación gozó por vez primera de una Constitución, hasta el
día de la fecha; y no se encontrará ningún presidente de gobierno anunciando, al
principio de su mandato, la irrevocable duración del mismo por un período razonable
de tiempo. En caso de que hayamos formulado una afirmación gratuita,
agradeceremos que se nos comunique, para corregirla de inmediato públicamente.
Cuarenta años es tiempo de dictadores, con apoteosis de Valle de los Caídos
incluida. En una democracia sana, no corrompida, el poder está limitado en las
funciones y en el tiempo: ni es omnímodo ni es eterno. Si esto no es así, falla algo en
el candidato a gobernar o en el cuerpo elector. En el canditato, porque piensa que la
política va a proporcionarle mejor sueldo que el que obtiene de su trabajo. Esto ocurre
en no pocos políticos en activo. Siguen en ella cuanto más tiempo pueden mejor, ya
250
que en su caso se trata de haber sustituido una profesión de escaso rendimiento
económico, por otra de mayores y tal vez más duradera en cierto modo. Es habitual y
además legal, en tanto les sigan votando los electores. Pero puede ocurrir que el
candidato goza de tal bienestar económico, que el considerable sueldo de político es
para él tan insignificante como una gota de agua; y que él entra en la política por hacer
triunfar un proyecto social o humanitario o cultural; cumplido el cual, se retira a sus
obligaciones particulares.
En cuanto al pueblo elector, vienen al caso estas palabras de Etienne de La
Poëtie: “No es explicable cómo el pueblo, desde el momento en que es sometido, cae
rápidamente en una especie tan profunda de olvido de la independencia, que no es
posible que se despierte para volverla a recuperar, sirviendo tan franca y
voluntariamente que se diría, al verle, que no ha perdido su libertad, sino su esclavitud.
Los hombres nacen bajo el yugo, y después, nutridos y educados en la servidumbre,
sin mirar más allá, se contentan con vivir como han nacido, y no piensan jamás en
tener otro derecho ni otro bien que éste que han encontrado y consideran como
natural la situación de su nacimiento.”
El pueblo que nos describe el gran humanista Etienne de La Boëtie no ha pasado
por la escuela y está falto de lo más elemental en un hombre: haber nacido y vivido en
la libertad. Ha vivido y vive, sujeto siempre al criterio ajeno, porque no ha tenido la
ocasión ni la ha buscado, de aprender a tener criterio propio. Besando la mano de
quien le da unas mezquinas migajas de pan, le creerá como si fuera su bendito Cristo
del gran poder.
POLÍTICOS UNIDOS
En la mayoría de las ocasiones los políticos de todos los partidos se unen
tácitamente para evitar que se sepa cualquier cosa que dañe su profesión. De esta
manera la gente puede conservar la, imagen amable de los prohombres de la nación,
y a los niños de las escuelas se les puede hacer creer que la eminencia sólo se
alcanza mediante grandes virtudes. La carencia de “grandes virtudes” suele
denostarse con el feísimo vocablo “corrupción”. Dionisio de Halicarnaso, eminente
historiador, nos habla de un tal Publio Valerio, el cual fue uno de los primeros cónsules
de la naciente república romana. Nos cuenta que llevó una vida sobria, independiente
y libre de todo deseo, viviendo de la pequeña hacienda heredada de sus antepasados
y criando a sus hijos con un pequeño capital. Así demostró a todos que no es rico el
que más tiene, sino el que menos necesita. ¡Y habíansele presentado felices
oportunidades para certificar en su provecho el dicho “Con solo rocíos no crecen los
ríos”! Una prueba segura e irrefutable de la templanza que este hombre demostró
durante toda su vida es la pobreza que se reveló tras su muerte. No había en su
251
peculio lo suficiente para sufragar el funeral, y su familia pensaba sacar el cadáver de
la ciudad y enterrarlo modestamente. Mas el Senado, enterado de la penuria
económica, le ofreció un funeral honroso. Algo parecido narra Dionisio de Halicarnaso
sobre Lucio Quincio Cincinato. Uno de tantos días labraba con su yunta de bueyes su
humilde heredad, cuando se le presentaron varios senadores a requerirle que aceptara
el nombramiento de cónsul; y hubo de aceptar, contra su voluntad. Lo desempeñó y,
apenas concluido el mandato, se opuso a ser reelegido para un segundo consulado y
regresó a su pequeña cabaña a llevar la vida de campesino de antes.
Los dirigentes de la ciudad de Roma en aquella primera época vivían del trabajo
de sus manos, eran modestos, les iba bien con su pobreza honrada y no perseguían
poderes reales, sino que rechazaban los que les ofrecían. Por supuesto que no fueron
pocos los que llegaron a la política para tener este mundo y el otro. De Muciano,
legado de Vespasiano y muñidor de la elevación de éste al trono, escribía Tácito que
acudía a las necesidades de la guerra con su propia hacienda, “dando voluntariamente
lo particular para poder después con menos freno robar lo público”.
POLÍTICOS INCORRUPTOS
Es elogio que no niegan nuestros enemigos a los hombres de aquella época
(primer tercio del siglo XVIII) que salieron de los más altos destinos con las manos
puras. Así es que en octubre y noviembre de 1823, tras la persecución de Fernando
VII contra los constitucionalistas, se llenó la plaza de Gibraltar de personajes de esta
categoría, que eran verdaderos indigentes. Muchísimos de estos compatriotas que
tuvieron que exiliarse, recibieron en Inglaterra una acogida generosa y magnánima.
Allí se creó una comisión, presidida por altas personalidades españolas (Espoz y Mina,
Torrijos, Cayetano Valdés, Argüelles...), encargada de distribuir entre la emigración
española una notable asignación pecuniaria, que el Gobierno inglés había establecido
para su subsistencia diaria. Se recuerda el caso curioso de un banderillero, por mote
Muselina, malagueño y analfabeto, pero exaltado liberal, que capitaneó la plebe de
Málaga en las algaradas antifernandinas; el cual, en la lista de los socorridos por la
mencionada comisión, había sido incluido en la cuarta clase, que comprendía a los
literatos y escritores. El día de cobranza se presentó a recibir su prebenda de tres
libras esterlinas. El encargado inglés de los pagos, le rogó que firmara en el libro de
contaduría reservado a los poetas y escritores. El banderillero cogió la pluma y, en vez
de nombre y firma, garapateó una cruz. Se quedó viendo visiones el inglés, pues para
él Muselina era como una especie de Lope de Vega, y ni siquiera sabía poner su
nombre. Parece ser que el notable suceso, lejos de poner a prueba la flema de los
ingleses, los conmovió durante algún tiempo en un jolgorio de risas.
PONTÍFICE Y PUENTE
252
Los pontífices deben su nombre a una de sus más importantes tareas; la
reparación del puente Sublicius, puente de pilares de madera en el Tíber y el único en
Roma durante siglos.
PONTÍFICE Y CÓNCLAVES
En el siglo IX el nombre del nuevo papa se sacaba a elección en plena plaza
pública, con el sol en el cenit y la sangre y el vino corriendo abundantemente
alrededor, mientras las distintas facciones peleaban por sus candidatos con piedras,
garrotes y no con intrigas privadas. El pontífice era entonces un representante del
pueblo, como los tribunos de la antigua Roma, por lo cual el pueblo desempeñaba un
papel importante en la elección. Los sufragios eran comprados a la luz del día con oro
y vino, o con la ayuda de las mujeres, que recorrían la plaza cambiando besos por
votos.
POBREZA
El Nobel portugués José Saramago se pregunta: ¿Por qué San Francisco se ha
presentado como defensor del reparto de las riquezas entre los pobres, si la pobreza
en si es un estado positivo del hombre y hasta recomendable, tal como el propio santo
parece que la vivió?
POBREZA RELATIVA
La pobreza es relativa. Si vives entre gente opulenta, siendo tus bienes de fortuna
tan justos que sólo te permiten vivir con modestia, eres un hombre pobre entre tus
opulentos vecinos; pero, si te hallas junto a gente a la que no le alcanza su sueldo
nada más que para acallar el hambre, tus humildes ingresos no impedirán que seas
considerado por hombre afortunadamente rico en tu medio social.
PORTUGAL Y ESPAÑA
El semanario “Expreso” de Lisboa publicaba una encuesta en 1983 que daba un
26% de portugueses favorables a la unión política con España. Posteriormente dio a
conocer otra sobre el mismo asunto, y el porcentaje de favorables subió al 55%; un
50,7% consideraba a los españoles como “hermanos”, el34 % no se inclinaba ni por lo
uno ni por lo otro; mientras que el 9,3% los cree enemigos.
PRECIO ESCOLÁSTICO
Preocupación medieval fue el escolástico “justo precio”, como criterio para regular
el abastecimiento de ciudades y pueblos. Para Aristóteles el ·”justo precio” garantiza la
justicia conmutativa; para Santo Tomás, el precio normal de competencia. El conocido
“índice de precios al consumo” de nuestros días ya fue estudiado para su aplicación en
el reinado de Enrique II de Castilla, el cual dictó resoluciones respecto a los salarios de
los campesinos para que fijaran “según que los precios de las vituallas valiesen”.
PREMIOS OLÍMPICOS
253
Una estatua, el nombre del vencedor para denominar con él la olimpíada, una
corona de olivo y la fama derivada de la misma victoria, por supuesto. El poeta galolatino Ausonio escribe que su padre vivió veintidós olimpíadas, es decir, a la edad de
88 años, según el período de años que cuenta una olimpíada. En Roma eran
frecuentes los espectáculos para diversión de los ciudadanos, organizados por los
emperadores y a veces por los particulares. Vencedor en uno de ellos Nonio
Asprenias, ciudadano de ilustre familia, fue galardonado por el emperador con un
collar. Como en lengua latina el vocablo “torquis” significa collar, concedió también el
emperador a los descendientes de Asprenias el uso del sobrenombre “Torcuati”,
“familia de los Torcuatos” y origen, también del apelativo “Torcuato”.
PRÉSTAMO
Castigo por no cancelarlo
En tiempos del faraón Asiquis hubo gran falta de fe pública en el trato y el
comercio por la escasez de dinero. Para obviar este desequilibrio dicen que se publicó
una ley por la cual se ordenaba que cualquiera que quisiese tomar dinero prestado,
hubiera de dar en prenda el cadáver de su propio padre. Y se añadió más todavía,
“que el que diera un préstamo, fuera árbitro del sepulcro del que lo tomaba; además, el
que empeñase la dicha prenda y no quisiese satisfacer a su acreedor, se impuso la
pena de no poder ser enterrado, al morir, en la tumba de sus mayores u otra alguna,
ni dar sepultura a ninguno de los suyos, que durante aquel tiempo falleciera.”
PRESTIGIO DE UNA INFANTA
Arrojar monedas contra alguien, en un acto impulsivo de indignación, ocurre con
frecuencia en determinadas ocasiones. Hartos estamos de ver a los energúmenos
arrojar objetos a los árbitros o jugadores en los estadios de fútbol. Pero es el caso que
pasaba lo mismo en los teatros de hace un siglo. Cuenta el periodista Francos
Rodríguez que los morenos público del piso alto o paraíso, que asistía de pie, por no
haber asientos levantaron cierto día una gritería de no te menees al mismo tiempo
que hacían llover andanadas de “perras chicas”monedas de cinco céntimos contra
el escenario y los músicos, simplemente por haber cambiado el empresario una obra
del cartel por otra, cogiéndole al público de sorpresa. En la ocasión que menciona el
periodista apareció por fortuna en una de los palcos la infanta doña Isabel, y aquella
algarabía se acalló de repente. Entonces se consiguió proseguir la representación de
la obra, sin más sobresaltos.
PRESUMIR DE BIEN VESTIDO
Al ver el sabio Demonacte que un aristócrata presumía de la anchura de su toga
de púrpura, tejida con lana, le dijo al oído, al tiempo que cogía su vestido y le indicaba:
“Esto lo llevaba una oveja antes que tú, y era...una oveja.”
254
PRIAPISMO DE ORIGEN FARMACOLÓGICO
La famosa píldora “Viagra”, por cuya virtud se vence la impotencia masculina, ha
ocasionado ya una prolongada y preocupante persistencia de su poder eréctil; a tal
grado que, de no tomarse el fenómeno a chanza, habrían los laboratorios de poner los
remedios a las posibles salidas de tono de su producto. Un señor de por ahí requirió
angustiado los servicios de urgencia de un hospital, porque llevaba ¡136 horas! de
concluido el acto con su pareja y el miembro se le había quedado en un rígido
“presenten armas”, imposible de ser obedecido.
PRIMER PROGROM ESPAÑOL
Entre los cánones eclesiásticos que se fueron votando en la magna asamblea del
III Concilio de Toledo, ya empezaron los obispos católicos a dar muestras de su
enemistad hacia la “raza depravada”, cuando obedecieron la sugerencia del rey Flavio
Recaredo de que la conversión al cristianismo de los judíos fuese un “imperium legis”,
un mandato legal. No obstante, de los reyes visigodos más encarnizados contra los
judíos no debe dejarse de destacar a Sisebuto. Para este piadoso rey fundó la
iglesia de santa Leocadia de Toledo un judío no podía legalmente convertir al
judaísmo a un cristiano el caso contrario merecía toda clase de bendiciones,
porque la ley era implacable: se le juzgaba al momento y se le confiscaban los bienes.
Y si el cristiano “judaizado”, pese a todos los sermones que le dirigieran los
sacerdotes, no volvía al seno de la Iglesia, se le azotaba públicamente, sufría la
decalvación y se le reducía a la esclavitud.
PRÍNCIPES SENCILLOTES
Algunos principados alemanes, respetados por la voracidad usurpadora de
Napoleón, apenas si llegaban a tener un millar de habitantes. Sus príncipes,
bonachones e ingenuas almas de Dios andaban entre sus vasallos en democrática
promiscuidad. Eso sí, cuando algún campesino, quejándose por cualquier motivo,
dirigía la palabra a alguno de los miembros de la familia principesca, lo hacia gorra en
mano y con reverenciales formulismos cortesanos: “Vuestras cerdas serenísimas se
han dignado comerse mis humildes patatas.”
PRISIONES A TOPE
Durante la guerra miguelista portuguesa primer cuarto del siglo XVIII replicó el
gobernador Telles Testao al jefe de una cárcel, que le advertía ser imposible meter a
más gente dentro, pues estaba a rebosar. Testao le preguntó encolerizado: “¿Llegan
los presos hasta el tejado?” “No, excelencia”, responde el carcelero.” El gobernador
añade entonces, fulminante: ¿Por qué, pues, mentecato, te atreves a decirme que está
llena? ¡Meted en ella más gente!
255
PRIVILEGIO DE LAS CADENAS
Existen todavía en pueblos y ciudades de España casas señoriales, cuyos
portalones de viejas piedras se hallan defendidos por dos columnas de mármol que
sujetan, con gruesas argollas de hierro, una larga y poderosa cadena. Su existencia
obedece al privilegio del derecho de asilo que ciertos nobles de la más rancia
aristocracia habían obtenido de los reyes y príncipes, tal vez porque en la mansión han
permanecido los monarcas hospedados, bien para dedicarse a cazar por los montes
cercanos, bien por descansar del traqueteo de los coches de viaje u otros motivos.
Algunos ayuntamientos, fastidiados por la presencia de estos vetustos caserones,
lejos de restaurarlos y reservarlos para nuevos destinos dependencias municipales
de cultura o servicios sociales, se empeñan en dejar que se vayan desmoronando
poco a poco y obtener, con tal desidia y abandono, un hermoso solar que entrará en el
juego sucio de la especulación.
PRIVILEGIOS REALES
Los espartanos, tan parcos como es sabido en alimentarse como en hablar, no lo
fueron con darse reyes, puesto que, lejos de contentarse con uno, se nombraron dos.
Ahora bien: no los dotaron con sueldos superabundantes, sino que su emolumentos
consistían en especies. Así, debiendo alguien ofrecer un sacrificio de víctimas a los
dioses, había de reservar para la mesa y el vestuario de los dos reyes los lomos y las
pieles; celebraba cualquiera un banquete público, estaban dentro de sus obligaciones
la de preservar el asiento de honor a los reyes. Las neomenias y hebdómadas de cada
mes es decir, el primero y el séptimo día, que estaban dedicados al dios Apolo,
los espartanos les entregaban un buey, harina y trigo. En las koinisitias o comidas
públicas participaban todos los ciudadanos se le servían a los monarcas dos
raciones por una servida a todos los demás. Con posterioridad a estos tiempos de los
que hablamos, los monarcas europeos, por ejemplo, han variado las costumbres
espartanas. Bastaría sólo echar un vistazo al talonario de la reina de Inglaterra si no
hubieran impedimentos, y a sus posesiones territoriales, para comprender la
mezquindad del pueblo lacedemonio, a pesar de las no despreciables sinecuras que
obtenían para sus despensas..
PROBAR A LA NOVIA
Ha sido costumbre entre algunos pueblos, desaparecidos ya, que los invitados al
convite de una boda pasen a la cámara nupcial la primera noche, para probar
personalmente con la recién desposada las primicias del tálamo. Después de este
gozoso preámbulo, los favorecidos con el “ius primae noctis”  derecho de la primera
256
noche han de ofrecer a la novia un regalo, que iguale por lo menos tan placentera
costumbre.
PROCESIONES MUNICIPALES
Las procesiones municipales suelen ir precedidas de los maceros, empleados
edilicios que, ataviados a la vieja usanza, llevan una reluciente maza plateada sobre el
hombro. Estas mazas recuerdan las hachas y los haces de leña que portaban los
lictores de Roma delante de los reyes y, al derogarse la monarquía, delante de los
cónsules. Las hachas, por representar un poder tiránico, fueron sustituidas por las
mazas.
PROCESO A LA CULTURA
El proceso de Fray Luis de León, a quien la Inquisición acusó, y condenó por ello,
de haber traducido a la lengua vernácula el libro bíblico de “El Cantar de los
Cantares”prohibido por la Iglesia, movió la pluma del jesuita Juan de Mariana,
para dar testimonio personal de la situación intelectual de la época. “Tuvo aquella
causa con ansiedad a muchos, hasta saber cuál fuese su resultado; sucedía, en
efecto, que personas ilustres por su saber y su reputación tenían que defenderse
desde la cárcel de un peligro no leve para la vida y el buen nombre. ¡Triste condición
la del virtuoso! En pago de haber realizado supremos esfuerzos, verse obligados a
soportar animosidades, acusaciones e injurias de aquellos mismos que hubiesen
debido ser sus defensores. El asunto, en cuestión, deprimió el ánimo de muchos de
los que contemplaban el ajeno peligro y cuánta tormenta amenazaba a los que
sostenían la libre circulación de las ideas.”
PRODIGIOS Y PRESAGIOS
Es frecuente entre los historiadores de la antigüedad narrar relatos de prodigios
que se producen en momentos críticos y graves, como pueden ser la muerte de un
rey, un descalabro militar o el asalto de la ciudad por tropas enemigas. Los autores
cristianos no van a ser menos y utilizan el mismo sistema de preanuncio de terribles o
especiales acontecimientos, sea en el cielo o en la tierra. Los evangelios hablan de la
aparición de una estrella antes del nacimiento de Cristo. En nuestros tiempos ocurren
incendios devastadores, desbordamientos de ríos, erupciones, que siembran el pánico
entre las poblaciones y las exterminan bajo la riada de sus aludes. Hay quienes hacen
creer que tales hechos ocurren porque los dioses están encolerizados por los pecados
de los hombres; pero tal afirmación es totalmente gratuita, pues no escasas veces las
víctimas suelen ser gentes sencillas, humildes y piadosas. Bastaría observar
atentamente los fenómenos naturales de la tierra, las épocas de su aparición, sus
formas de manifestarse y cómo suceden por la propia geodinámica de la Naturaleza,
siempre sometida al ritmo enorme de sus procesos evolutivos. Todos los seres vivos,
257
como también las ingentes masas de materia, que se agitan con estruendo y se
convulsionan con desgarradores espasmos, participan en la misma caótica
trepidación; aunque los seres humanos sufren intensa, terriblemente los cataclismos,
porque, dotados de razón y de sentimientos, perciben con su inteligencia la dimensión
de la desgracia, el intenso dolor de la muerte de los hijos e idear cómo ha de
reconstruir su entorno familiar y social sobre las ruinas de la general conmoción..No
sabemos si los animales lloran la muerte de sus crías, si se las llevan heridas para
curarlas, si les dan sepultura o si las buscan entre los escombros para recobrarlas. El
hombre sí las llora, las recuerda siempre con nostalgia y levanta estelas fúnebres de
su memoria.
PROFECÍA Y AMBIGÜEDAD
Ninguna profecía es clara, además de que no puede serlo por razón de su
naturaleza. Se pueden espigar ejemplos en todos los profetas y adivinos habidos y por
haber. El oráculo de Delfos vaticinó a Pirro, rey del Epiro en estos términos: “Aio,
aecida, Romanos vincere posse”. El vaticinio es pura anfibología : lo mismo significa:
“Digo, ¡oh hijo de Eaco!, que tú puedes vencer a los romanos” o que “·...los Romanos
pueden vencer”. Las dos traducciones son correctas. Podría aducirse otra anécdota de
la antigüedad sobre el mismo asunto y también el mismo lugar. Consultaba al oráculo
el estratega Temístocles antes de la derrota de Salamina. La pitonisa profetizó: “¡Oh
sagrada Salamina! tú darás muerte a hijos de mujeres.” Como esas mujeres tanto
podían ser persas como helenas, el general optó por no hacerle acaso al oráculo, y
resolvió establecer con sus naves un muro de madera, que desbarató el ataque naval
del enemigo. El mismo Apolo Pitio anunció a Creso que, al cruzar el río Halis,
destruiría un gran ejército. Creso se quedó con las ganas de saber claramente si sería
él quien destruyera a su propio ejército llevándolo a la derrota, o al ejército persa,
venciéndolo en la batalla. Repásense los enunciados divinatorios de otras religiones y
de los videntes televisivos, y se observarán que comulgan con ruedas de molino.
Todas son confusas, evasivas, imprecisas y equívocas. Los oráculos o profecías
metacrónicos, es decir, que no concretan el tiempo de realización del hecho
profetizado, flotan en la nebulosa de la indeterminación y dan lugar a una aplicación
polivalente. Y los autófonos, aquéllos proferidos oralmente por la misma divinidad, no
por intermediario alguno y sólo audibles por el consultante, carecerían de crédito, si no
fuera porque todo descubrimiento del porvenir lejano por revelación es en sí mismo
una falacia.
PROHIBIDO HABLAR
La ciudad de Amiclas (tal vez la actual Sperlonza) debe su fama al hecho de haber
sido destruida por tener sus habitantes prohibido anunciar la llegada del enemigo. En
258
algunas ocasiones habían dado alarmas en falso, obligando a las tropas del imperio a
regresar a sus campamentos burladas y cansadas. Pero la última vez llegó el enemigo
y, al estarles a los habitantes prohibido dar las anteriores voces de alarma, fueron tan
sumisos a la obediencia imperial, que les costó la vida a todos y la desaparición para
siempre de la ciudad de la faz de la tierra.
PROPIEDAD DE LA TIERRA
¿Hallar hoy tierras sin propietario, despobladas, vacías? Por supuesto, pero no en
países civilizados o en vías de civilización, con una superficie nacional detallada y
registrada oficialmente palmo a palmo. Pero, después del largo desconcierto que
padeció nuestro país con motivo de las invasiones de los pueblos bárbaros y del
desmoronamiento de las instituciones jurídicas y administrativas del Imperio Romano,
quedaron zonas del territorio peninsular abandonadas y desiertas. Fue la ocasión para
muchas familias de ocupar las tierras vacías, asentarse en ellas (hecho que se llamó
en su tiempo “pressura”apropiación, apoderamiento, en español, y proclamar la
propiedad, en caso de que se demostrara que esas tierras estaban en plena
explotación (scalio). Los reyes que participaron en la Reconquista, cuando se
apoderaban de algún reino moro o de alguna ciudad, repartían las casas, las tierras y
las fincas de los moros derrotados entre los vasallos que le habían ayudado en la
reconquista. Las dos formas de ocupación de propiedad subsisten; véanse, si no, esos
pueblos abandonados de algunas regiones de España, en los que se han establecido
“comunas”·de “hyppies” con la vista gorda de las autoridades más próximas, o,
sencillamente, de gentes que desean otro género de vida más natural y menos
convencional. Algo parecido, pero sin distribución de tierras conquistadas, ocurre tras
una derrota electoral con los vencedores. En este caso se distribuyen pingües
canonjías en la administración, donde se cría panza y se engendra a todo gas un buen
patrimonio para toda la vida.
PROPIEDAD REGULADA POR LA FORTUNA
Algunas ideas de Aristóteles sobre la propiedad
Opinan algunos que lo más importante es regular bien la propiedad, ya que
dicen todas las revoluciones nacen de ella. Faleas de Calcedonia introdujo por
vez primera esta cuestión, al afirmar que las posesiones de los ciudadanos deben ser
iguales. Creía que esto no era difícil de realizar en las ciudades recién fundadas, pero
que en las ya constituidas producía más embarazos. Los que proponen esta
legislación no deben de omitir un punto que de hecho olvidan: que si han de
determinar el total de una fortuna, deben también regular el número de hijos, ya que si
el número de hijos supera la cuantía de la riqueza, es necesario anular la ley. Así, por
ejemplo, los estableció Solón en su legislación; y en otras partes existe también una
259
ley que prohíbe adquirir toda la tierra que se quiera. Pero, aun cuando se fijara para
todos una riqueza moderada, de nada serviría, porque es más necesario igualar los
deseos que los bienes, y eso no es posible, si no se da por medio de las leyes una
educación suficiente.
Además, las revueltas nacen no sólo por la disparidad de las propiedad, sino
también por la de los honores. Las masas se rebelan por la desigualdad de las
propiedades; los selectos, por la desigualdad en los honores. Los nobles se
indignarían con el pretexto de que no es justo que fueran iguales los ciudadanos, y por
ello se les ve con frecuencia atacar y rebelarse. Además, la avaricia de los hombres es
insaciable: primero basta con dos óbolos se los da la ciudad parta asistir a las
representaciones teatrales, pero cuando el óbolo constituye una costumbre
sólidamente establecida, piden entonces más, hasta el infinito; pues la naturaleza de la
ambición es ilimitada y la mayoría de los hombres viven para colmarla. El principio de
la reforma radica, pues, más que en igualar las fortunas, en dar una formación tal que
los ciudadanos naturalmente superiores no quieran poseer más; y que las clases bajas
no puedan, es decir, que sea inferiores, sin sufrir injusticias.
PROPIEDAD: SU JUSTIFICACIÓN
La necesidad es lo único que puede justificar la propiedad. En consecuencia, no es
lícito poseer más de lo que se necesita. La medida de nuestras necesidades debe ser
la de nuestras fortunas, y si cuarenta escudos bastan para mantenernos, poseer veinte
equivale a un robo. (Brisset)
PROSÉLITOS
Se llamaba prosélitos, entre los griegos, a los extranjeros establecidos en un país.
Tertuliano, que desprecia a los judíos, les da ese nombre, cuando se han convertido al
cristianismo, como si les motejara de extraños dentro de la misma religión. No caía en
la cuenta el desconcertante polemicista que los cristianos, quid pro quo, son también
unos extranjeros o prosélitos en la religión judías, de la que no se puede refutar que
son, aún dentro de ella, una secta.
PROSTITUCIÓN MASCULINA
Se designa con el nombre de puto, además de otros, al muchacho que comercia
con su cuerpo. Los antiguos les daban el nombre de institor libidinis o mercader de
ganas sexuales.
PROTECCIÓN AL BURRO
Una asociación británica protectora de los derechos de los animales pide “a la
gente de todo el mundo” que acuda a Villanueva de la Vera (Cáceres) para tratar de
impedir una fiesta, en la que un burro es el protagonista y supuestamente recibe malos
tratos durante el transcurso de la misma. En la fiesta, que se celebra cada martes de
260
Carnaval, el asno debe soportar el peso de los hombres más corpulentos del pueblo,
encaramados a sus lomos, mientras que otros vecinos tiran de él con una larga soga,
que lleva atada al cuello, según comenta la asociación en The Times. Así mismo, el
burro, en tanto es paseado por las estrechas y empedradas calles del pueblo, recibe
golpes y patadas de la multitud. Afortunadamente los actuales legisladores españoles,
muy propicios a instituir leyes que mejoren la sensibilidad hacia los seres
desprotegidos, una vez que han puesto con cartas franquicias en la órbita de la
decencia los usos y modos homosexuales y que pasan los monos a la categoría de
familiar colateral del hombre, es de esperar que al asno de Villanueva de la Vera le
dejen en el establo comer su ración de cebada los martes de Carnaval, sin sobresaltos
callejeros.
PRUEBA DEL FUEGO
La prueba para poder demostrar que una persona era o no culpable de algún delito
consistía en que cogiera con la mano un hierro candente. Si la mano se achicharraba,
lo que ocurría indefectiblemente, tal persona era acusada del delito que se le
inculpaba. Parece que el fundamento jurídico de la prueba si debe llamarse así el
criterio en que se sustentaba la sentencia, era que Dios no podía desamparar
injustamente al reo. Sobre este mentecato sistema de justicia, el Fuero de Cuenca
(data del siglo XIII, como el de Córdoba) dice textualmente, según Américo Castro,
“Luego de haber sido cogido por el reo el hierro candente, el juez cúbrale la mano con
cera. Y sobre la cera ponga estopa de lino; y después sea ligada limpiamente con un
paño. Y, esto hecho, adúgalo (condúzcalo) el juez a su casa, y al cabo de tres días,
cátele el juez la mano. Y si la mano le hallare quemada, quemen a ella o sufra la pena
que es juzgada.”
PSICÓPATAS
Según cálculos de la Organización Mundial de la salud, el 2% de la población
padece este trastorno. En España se cuenta un millón de psicópatas. Pero detectados
por la Justicia solamente mil. El resto anda suelto por todas partes. Padres, jefes,
maridos, empresarios, compañeros de trabajo, gentes todas de aspecto normal, bajo
el cual se esconde una psicopatía. Esta enfermedad encuentra su caldo de cultivo en
la sociedad actual, en la medida en que ésta se asienta en valores y creencias que
contribuyen al desarrollo de la insolidaridad y el egocentrismo. Este peligroso tipo de
conductas ha de vigilarse de un modo especial en los niños. Síntomas de la patología
son la fácil propensión a la irritación ante menudencias que se les reprochan o que se
les niega; o el pataleo, la gritería y la destrucción a puntapiés de cuanto se les pone
delante. Sus padres acceden a sus exigencias, para que la temperatura del furibundo
arrapiezo no suba a más alto grado. Mal servicio se le hace, pues pronto acabará por
261
atemorizar a sus desconcertados progenitores, e incluso a amenazarles gravemente,
proyectando sombras de tragedia sobre el cuadro familiar.
PUEBLO-DEMOCRACIA
“Seríais más estúpidos que nadie si, después de considerar inadmisible ser
gobernados por un solo tirano, ahora os pusierais vosotros mismos en manos del
pueblo, tirano de muchas cabezas”. Así habló Apio Claudio, patricio defensor acérrimo
de la aristocracia ante el Senado, después de las tumultuosas sesiones que
debatieron el problema planteado por la masa popular, que había abandonado la
ciudad retirándose al Monte Sacro, por estar asfixiada por las deudas, sometida a la
esclavitad y arrogancia de los patricios.
PUEBLOS ANGLOSAJONES Y PUEBLOS HISPÁNICOS
“Todos los pueblos, cuya lengua nacional es el inglés, desde Escocia a Nueva
Zelanda, viven hoy con regímenes democráticos. Es, en cambio, muy raro que las
naciones hispano-lusas no vivan bajo regímenes autoritarios. No hace al caso que en
tal pueblo sin democracia política haya valores (por ejemplo, de arte o de literatura) no
existentes en los que eligen sin coacción a sus gobernantes. Ahora sólo pienso en el
hecho de vivir sin mordaza, con prensa en donde se analice la marcha de los asuntos
públicos, o sea posible publicar libros, tanto a favor como en contra de estas o las
otras creencias religiosas; o exponer en la cátedra doctrinas políticas gratas o no
gratas para quienes mandan. Y más importante que todo eso, en donde no se
resuelva con las armas y el asesinato a mansalva el problema de quién haya de
gobernar el país.” (Américo Castro: De la España que aún no conocía)
PROVIDENCIA
Diálogo entre dos sabios
Damis. ¿Qué te ha persuadido a creer, Timocles, en la providencia de los
dioses?
Timocles:  En primer lugar que me ha persuadido el orden de los fenómenos
naturales: el sol realiza siempre su mismo camino al igual que la luna; las estaciones
en su ciclo; las plantas creciendo; los animales reproduciéndose; todo ello ajustado a
tanta precisión, que se crían, se mueven, piensan, caminan, construyen viviendas,
calzado y todo lo demás. Todo esto, a mi parecer, es obra de la providencia.
Damis.  Precisamente tomas en bloque lo que estamos investigando, Temístocles,
pues aún no está claro que
cada uno de estos hechos se deba a la providencia.
Que, efectivamente, así acontecen los fenómenos naturales, yo también lo diría; pero
no es obligado creer acto seguido que ocurren en virtud de cierta providencia, pues
también es posible que hayan comenzado al azar y se hayan conformado de este
modo; y tú llamas orden en ellos a lo que es necesidad. Luego evidentemente te
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enfadarás con quien no te dé la razón, cuando enumeras y ensalzas los fenómenos
que ocurren, en la creencia de que ellos son la demostración de que cada uno en
particular es regido por la providencia. Pero como dice el cómico, “eso es bastante
pobre; dime otra cosa”
Temístocles.  Yo no creo que sea precisa otra demostración aparte de ésta. Sin
embargo, la expondré. Contéstame: ¿crees que Homero es un poeta excelente?
Damis.  Por supuesto.
Timocles  Pues él me ha persuadido, al mostrarme la providencia de los dioses.
Damis. Pero, excelente, amigo: que Homero fue un gran poeta todos te lo
concederán; mas testimonio de verdad acerca de estas cuestiones no es ni él ni
ningún otro poeta. En efecto, a ellos no les importa la verdad, en mi opinión; sino
cautivar a los oyentes; por eso realizan encantamientos en verso, cuentan fábulas
altisonantes y, en una palabra, todo lo supeditan al placer. (Luciano Obras I Zeus
trágico 38.- Gredos)
RAMERA FAMOSA
Lo fue en la antigüedad clásica Aspasia. Tuvo por su más rendido amante a un
hombre que elevó a Atenas al rango de la ciudad más bella de los antiguos tiempos,
Pericles. Parece que este gran hombre se inclinó a Aspasia por ser mujer sabia y de
gran disposición para el gobierno. Sócrates acudía con frecuencia a su casa,
acompañado de otros personajes importantes de la ciudad. Si esta mujer fue
inteligente para los asuntos políticos, no descuidó descollar en los de su propia casa,
pues mantenía bellas esclavas para deleite de sus famosos contertulios, con lo que su
mansión podría muy bien ser comparada como un burdel de tono distinguido y
elegante.
REENCARNACIÓN, PALINGENESIA, MENTEMPSÍCOSIS
Entre una reencarnación y otra  la reencarnación es creencia también en nuestro
tiempo, hay un paréntesis de inactividad o quietud del alma, que en opinión de sus
creyentes dura aproximadamente 216 años; pasados los cuales, el alma busca una
nueva reencarnación en una persona muerta, siempre que dicha persona haya pagado
en la otra vida las culpas contraídas en ésta. Cuando se habla de este tema, es
recurrente la mención del filósofo Pitágoras, a cuyos contemporáneos les había
contado las suyas, y tuvo quienes le creyeron y quienes no. En la última de la que se
tiene noticia le concedió el habitáculo de su cuerpo un pescador de la isla de Delos,
llamado Pirro. De ser la reencarnación tan cierta como la sucesión de los días y las
noches, nosotros las gentes de ahora le hemos perdido la pista al filósofo; o el propio
filósofo prefiere pasar inadvertido, sabedor de que abundan en nuestros días los
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descreídos más que en los tiempos antiguos. Se pensará que tal vez ha dejado de ser
filósofo, que ejerce alguna profesión a tono con su grande inteligencia y que figura
quién sabe si en un equipo científico de altas tecnologías. Tal sugerencia sería lógica,
pues durante las reencarnaciones parece que no se desmemorian las anteriores
experiencias vividas. A este respecto Pitágoras cuenta que, viendo un día colgado en
el templo de Delos el escudo del héroe troyano Euforbo, se dio una palmada en la
frente y exclamó: ¡Por Hércules! ¿Pues no me estoy mirando de nuevo?
Los egipcios sentían un gran respeto por los animales y los motivos de tal
sensibilidad no son otros que también su cuerpo constituía lugar de alojamiento, del
que nadie estaba seguro se libraría de ser inquilino. Por eso las leyes para no matarlos
se observaban con extremo rigor. No tiene nada de particular que los legisladores,
previendo la posibilidad de vivir una larga temporada dentro de un gato o de un ratón
hubieran sentado la mano contra los transgresores con fuertes sanciones. Herodoto
dice en su Historia que un día presenciaba el incendio de un gran edificio en medio de
una numerosa afluencia de gente, y refiere que le admiró cómo el público hacía todo
cuanto estaba en sus manos con objeto de que los gatos, los perros, las ratas, que
salían huyendo de ser escaldados, encontraran resquicios para poder escapar por
entre la muchedumbre de espectadores. Esta colaboración no significaba, tal vez, que
obedeciera a sentimentalismo, sino al hecho de que periódicamente se obligaban los
egipcios a una especie de anamnesis o vuelta de los recuerdos, con la intención de
ver si han cometido algún parricidio, matando a un ratón en cuyo cuerpo habitara un
hombre. ¡Qué tremendo atraso llevaría la ciencia en el mundo si Pitágoras en vez de
haber sido Euforbo, como fue, hubiera ido a parar al cuerpo de un mono.
En el Libro de los Muertos la mentempsícosis o trasmigración del alma, recogía
una serie de conceptos que aludían a la situación del alma en sus periódicas
mutaciones. Por ejemplo, se la designaba “ba” en tanto se encontraba dentro de un
ser vivo; pero una vez muerto éste, denominábase “ka”. En este tipo de reencarnación
adquiría la forma de gavilán con cabeza humana, y de esa guisa esperaba durante
216 años regresar a la vida y purgar sus faltas. Surgen preguntas que desconcertarían
a los creadores del sistema, como es el caso de la tunda de azotes que recibió de su
amo un siervo que dispersó a escobazos al ratón que roía todas las noches los quesos
de la despensa del amo. Tal ratón había descubierto durante su vida humana la
manera de cuajar la leche para convertirla en requesón. En Ténaro, un promontorio
cercano a Lacedemonia, esperaban las almas su próxima palingenesia en las
numerosas cuevas que se abrían en las rocas.
Después de haber leído esta complicada teoría, no es de extrañar que fuera muy
solicitado el caballo de Janto para profetizar aconteceres futuros. Perteneció a
264
Aquiles, que le enseñó el habla humana con la idea competitiva de que superara los
frecuentes errores de la pitonisa de Apolo, totalmente desacreditada al cabo del
tiempo.
REGÍMENES CARCELARIOS
La primera República española orientó sus principales actuaciones hacia las
mejoras disciplinarias y de reclusión de las cárceles. Se echaban de menos en
nuestros establecimientos penitenciarios desde mucho tiempo atrás. El Presidente de
la República, Don Emilio Castelar le metió mano a ese asunto en 1873, imitando en
cierto modo a los romanos, cuando éstos andaban a vueltas también con la
implantación de su propia república. Se sabe que enviaron a la sabia Grecia una
embajada compuesta de patricios y plebeyos, a ver cómo se había organizado allí ese
negocio. Indudablemente nuestro Presidente, como el Senado de Roma, adopta la
buena costumbre de ver cómo hacen otras gentes las cosas y emprenden imitarlos en
todo aquello que tengan de bueno. Don Emilio Castelar se valió para una embajada
parecida de Don Andrés Borrego, persona altamente adecuada para la misión, quien
se puso en viaje camino de Francia: Al bueno de Don Andrés no se le habló de dineros
y fue desembolsando acá y allá los modestos suyos, en costearse los coches de
postas, los hospedajes y las demás menudencias que alivian la pesadumbre de la
ausencia del hogar. De regreso, presentó su informe y la nota de los gastos. Pero,
como de todos es sabido que desde los tiempos del rey que rabió, en España se hace
la gente remolona en pagar las deudas cuando se pagan, que ese es otro cantar;
Don Andrés, precavido del refrán “Hombre adeudado, cada año apedreado”, por no
dar lanzadas de moro zurdo, imprimió su testimonio sobre las centros carcelarios y
éste se divulgó inmediatamente, despertando en la sociedad de su tiempo un enorme
interés por la novedad de las noticias. En efecto, casi acostumbrada la gente a los
horrores que se contaban de las prisiones, tan cercanas a la terrible realidad que el
propio Cervantes había experimentado en la real de Triana, la descripción que Don
Andrés hacía del Sistema Filadelfia, a pesar de sus defectos, significó una auténtica
revolución en los métodos de la disciplina interna y de la reclusión. Los colonos
americanos prácticamente iniciadores de la idea. y la nueva sociedad, aglutinada
a su calor dentro de unos principios morales ya diseñados en la Biblia, entendían la
reclusión de los delincuentes como una ventaja al servicio de su mejoramiento social;
de modo tal que el aislamiento les permitía entregarse a la reflexión y a la lectura de la
Biblia que, completadas con las enseñanzas moralizadoras de los capellanes y
reforzadas por el trabajo individual, harían de él un hombre nuevo. Al Sistema
Filadelfia añadióse el de Auburn, consistente en mantener en aislamiento al penado,
menos a la hora del trabajo, al que acudía en talleres comunes. En ambos, el silencio
265
era declarado obligatorio, sin condiciones. Los dos sistemas se aplicaron con
independencia el uno del otro en unas cárceles; en otras, se prefirió una combinación
de los dos; en todas, no cabe duda, se extendió el cumplimiento de normas menos
severas y más humanitarias, a partir del ensayo de ambos modelos. No solamente
empezaron ya entonces a clasificarse los menores de edad y a ser recluidos en
establecimientos separados, medida que se aplica igualmente a las mujeres; sino que
las innovaciones se suceden a continuación en cascada, como se puede observar:
Se firman contratas con las empresas industriales para la venta del producto del
trabajo de los internos, intercambio que proporciona a las autoridades la aportación
económica para el sostenimiento del centro penitenciario; se atiende la mejora de la
alimentación, del vestido y calzado; aún más, los reclusos disponen de peculio propio,
ganado con el trabajo en la cárcel, el cual emplean parte de él en atender su cuidado
persona; se incorpora al horario un espacio nada despreciable para la educación a
través de la escuela y las bibliotecas; se implanta la abolición del castigo corporal y la
utilización de los grilletes, no obstante manteniendo el castigo especial en celdas
aisladas, privación del paseo diario y reducción de la ración alimenticia; la misma
sociedad crea instituciones sociales con el fin de acoger a los que han cumplido la
pena y buscarles trabajo; se instituyen gratificaciones pecuniarias por buen
comportamiento y, simultáneamente, se establece un funcionariado exclusivo,
encargado de la inspección y del cumplimiento de las ordenanzas, con sanciones para
los empleados prevaricadores; se instalan retretes inodoros en las celdas individuales,
con la finalidad de evitar la salida del preso a satisfacer sus necesidades corporales;
en la pared de las celdas o en la puerta dotada de un resorte sonoro para caso de
necesidad grave, se fijan las reglas que rigen en el establecimiento y el precio de los
artículos de la cantina; se abren granjas o colonias agrícolas para el aprendizaje de las
técnicas del campo y establecimientos exclusivos para prostitutas y muchachas
extraviadas; se adaptan amplios espacios dentro del centro, en los que, colocados
bancos corridos a lo largo de las paredes y colocados en ellos jofainas de barro, se
lavan los internos y se secan el cuerpo con una gran toalla, que da vueltas desde el
techo hasta medio metro antes de tocar el suelo, girando sobre un tórculo de madera.
Finalmente, los arquitectos presentan proyectos de edificios de líneas rectas y evitan
las encrucijadas y los ángulos de los edificios antiguos; el director de la prisión, por su
parte, junto con los capellanes abren sus despachos a los penados, con los que
intercambian entrevistas que ayudan a su mutuo conocimiento.
Como se ve, se expone un invento auténticamente revolucionario, no ya en el
campo de las ideas al respecto, sino que también genuinamente novedoso en la
concepción de los edificios, sus dependencias, sus empleados y, en cuanto a la
266
sociedad de su tiempo, en la radical desviación de la mirada hacia una gran parcela de
la sociedad, que delinque sin posibilidad de redención.
A mediados, pues, del siglo XIX, Don Andrés Borrego en su largo informe sobre el
sistema carcelario señala con el dedo extendido la gravísima culpa de la sociedad y de
sus gobiernos de haber vivido en la ignorancia más absoluta de una inmensa ciénaga
de desgraciados sumidos en el olvido total, cuyos ayes de dolor y cuya extrema
miseria se desvanecían exánimes, sin ni siquiera llegar a los muros de las zahúrdas de
sus prisiones.
En la Imprenta y Fundición de J. Antonio García, situada en la Calle Campomanes
de Madrd, nº 6, Don Andrés Borrego pagó a su costa la impresión del Informe, para
conocimiento público. Cara le salió la excursión por cárceles francesas y cuán barato
el servicio prestado al Gobierno de la nación. ¡Para tan mal señor, qué gran vasallo!
REGÍMENES POLÍTICOS
“Recordaré que algunos han escrito, refiriéndose al gobierno, que puede ser de
tres clases: monárquico, aristocrático y popular. Otros opinan que las clases de
gobierno son seis; de las cuales, tres son pésimas; y las otras tres, buenas en sí
mismas; aunque se corrompen tan fácilmente que llegan a resultar perniciosas. Los
buenas son las que enunciábamos antes; las malas, otras tres que dependen de ellas,
y son tan semejantes y cercanas, que
es fácil pasar de una a otra; porque el
principado fácilmente se vuelve tiránico, la aristocracia igualmente evoluciona en
oligarquía, y el gobierno popular se convierte en licencioso sin dificultad” (Maquiavelo)
REGLA DE FE
He aquí su regla de oro: Credo quia absurdum: Creo lo que me dices, porque es
duro de ser oído o entenderse, porque es un disparate. Obsérvese que no hay ningún
ejemplo de “obra maravillosa” que se sostenga, si se le aplica en buen análisis
racional. Credo quia absurdum se atribuye a San Agustín de Hipona.
REINO DE LAS SOMBRAS
Braquílides de Tiro, amigo que fue y contertulio de Sócrates, le describía su bajada
al reino de las sombras: a un alma peregrina que también sendereaba por el etéreo
camino de la otra vida, que ambos recorrían:“Cuando, ya despojado del cuerpo mortal,
me acerqué a la orilla del Leteo, no aparecía Caronte por parte alguna, estaba su
barca varada y sola; Hermes, ayudante del ausente barquero, aprovechaba la ocasión
para darse un garbeo. Así, pues, no me entretuve en buscarles y decidí entrar
directamente en el reino de Plutón con total libertad, pues hasta el feroz Cancerbero
dormía a patas tendidas bajo la sombra de un árbol. Ya dentro, ni me encontré con
Plutón, a pesar de que lo invoqué con grandes voces, ni con Perséfone, la diosa de
flagrantes ojos. Encontrábase absolutamente vacía la gran antesala de la entrada, a
267
excepción de la imponente mesa judicial, de la que habíanse largado los magistrados
Radamantis y Eaco. Ni siquiera habían tenido el decoro de esperarme a la hora de mi
muerte, para juzgarme con ecuanimidad y justicia.. Así pues, todo aquel tenebroso
sitio se reducía a una negra y profunda concavidad caliginosa, sobre la que flotaba
una blanquecina bruma, donde borboneaban, como grumos de una inmensa cazuela,
las sombras que, abotargadas por la asfixia, se esforzaban angustiosamente por sacar
la cabeza de aquel magma bullente bajo el que yacían. Por consiguiente, retrocedí con
espanto sobre mis pasos y me alejé de la boca de la enorme gruta, dentro de cuyas
fauces presentía, además, que iba a aburrirme soberanamente durante toda la
eternidad.” Dicho lo cual, intervino a su vez el compañero peregrino: “A varias almas
heme topado antes que a su merced, y todas se quejan de la absoluta desactividad y
soledad de estos parajes, a los que la muerte nos destina. Hace apenas nada he
saludado por le camino a unos caminantes oriundos de Turquía y me confesaron que
regresaban muy molestos de que, apenas entrados en el Paraíso, no les salieran a
recibir las huríes prometidas para llevárselos con ellas a los placenteros divanes del
Amor eterno, ni se toparan de manos a boca por los contornos alma viviente de
eunucos ni cadíes, a quienes denunciarles la descortés desatención. Yo, señor mío,
soy descendiente de rancios abolengos cristianos, pero me he visto obligado a hacerle
una higa a la misma puerta de los Cielos, aburrido de aguardar con dos palmos de
narices que se presentara al recibimiento quien dicen ser su portero. Éntrase por ellos
su merced, más solo de acompañamiento que perro con sarna, y todo es desolación y
silencio. Esa creencia de que se hallan andurreando por él ángeles y querubines,
pendientes de cogerte en volandas y llevarte ante el trono de Dios, o tiene achaques
de tomadura de pelo, o nos hemos desviado, por equivocación, a otro territorio
distinto.” A lo que replicó sabiamente Baquílides de Tiro, dándole al acompañante
unas palmadas en la invisible espaldilla: “Amigo mío, no venimos equivocados de
camino ni de sitio: Este es el desierto e inhóspito lugar de la Nada, del Gran Vacío,
adonde la muerte arroja su cargamento diario de almas y, no bien descarga el
contenido su capacha, todo él se volatiliza como humo de paja en menos de decir
amen.” “¡Claro! Por eso no vemos ni papa. ¡Qué cochinada habernos vendido gato por
liebre!!”, concluyó el otro.
RELACIONES PREMATRIMONIALES
Tanto en “La Gitanilla”, de Lope; como en Liñán y Verdugo (Guía de forasteros en
la Villa y Corte” aparece ya la idea de la experiencia prematrimonial. “Como la
experiencia es maestra de las cosas, dígale vuesa merced a don Berenguel de mi
parte que doña Luisa queda por suya y que seré su mujer, pero que ha de ser con esta
condición: que yo tengo hecho por curiosidad mía de mi propia mano un arancel y de
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cómo ha de ser un buen marido; que se venga a mi casa y estemos un mes juntos
como hermanos; y si le estuviesen bien las condiciones y capítulos de mi cartapacio,
nos casaremos en haz y en paz de la Iglesia; y donde no, cada uno se quedará para
quien es.”
RELIGIÓN Y OTROS ASPECTOS
Religión para la masa. Según Polibio: “Creo que el gobierno ha hecho aposta para
las masas el boato o pompa litúrgica. No sería necesario, si un pueblo estuviese
compuesto exclusivamente de gente ilustrada; mas para las multitudes, que siempre
son obtusas y fáciles a las pasiones ciegas, es bueno para tenerlas sujetas que por lo
menos exista esa temeroso asombro que le produce la majestad de los grandes
espectáculos”
Religión, asignatura escolar: Hace algunos años, según revelaba la prensa del
tiempo, cierta alumna de bachillerato de un colegio religioso fue suspendida en el
examen de religión, porque de 14 preguntas sólo dejó sin contestar la significación del
vocablo “enerrancia”, por desconocerla.. A pesar de quemarse las cejas todo el mundo
hojeando diccionario va y diccionario viene, ni siquiera el de la Real Academia
Española recogía el término. Se protestó ante las autoridades competentes, incluso el
Tribunal Constitucional, ya que “enerrancia” además de ser, por estrambótico,
antipodio de lexicólogos y escrúpulos de monja gargajo, largaba a la muchacha un
nuevo suspenso cada vez que se presentaba al examen. Por fin, un erudito
eclesiástico, doctor conspicuo en Sagradas Escrituras, descubrió el misterio del
extravagante aborto de la lengua, definiéndolo “virtud por la cual las Sagradas
Escrituras no yerran”. ¡Por el hábito de San Francisco, medrados estamos con las
Sagradas Escrituras! Han desaparecido de los libros de texto y encima catean a los
alumnos por su culpa! Pero lo más peregrino de esta historia es la renuencia de los
que desde el facistol del altar leen a los fieles en la misa del domingo relatos
maravillosos, como el de Moisés, por ejemplo, que con los ojos y los brazos alzados
hacia cielo, le ordena al sol detener su curso, a fin de que las tropas hebreas pasen
cómodamente a degüello a los amonitas, antes de que se vaya la luz del día. “Palabra
de Dios”, contestan al término de la epístola los fieles al misacantano, expresión
equivalente a esta otra: ¡Eso que su reverencia ha cantado es rotundamente así y no
se le puede contraponer un pero” El sentido, pues, de “enerrancia” se acomoda muy a
su gusto dentro de un sistema de criptología, a propósito para catecumenado de
iniciados y prosélitos de ciencias esotéricas.
Pobreza y Religión:- Precisamente en los países más pobres, con más hambre y
más parados, se levantan en la actualidad los templos más ricos y más costosos. En
1993 Hassan de Marruecos inaugura la Mezquita de Fez, que costó 800 millones de
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pesetas; en tanto que las famélicos vasallos, los espaldas mojadas, se arriesgan al
paso del estrecho en pateras para escapar de la pobreza. A su vez, el Papa Juan
Pablo II ya está en curso su proceso de beatificación inaugura y bendice por las
mismas fechas en África, en el corazón del continente más pobre del mundo, la
basílica de Yamasukro, embellecida con 7.363 metros cuadrados de vidriera francesa,
11,000 de mármol rosa italiano y ¡24 mil millones de pesetas de coste! Con tan
imponente cúlmulo de grandezas, hasta los humildes y santos papas quedan
abrumados y bendicen al Señor por el abundatísimo derroche de dineros. ¡Cómo si a
Dios le hiciera falta basílicas!
RELIGIÓN, INFLUENCIA SOBRE LOS DIOSES
Si le religión implica, primero la creencia en seres sobrenaturales que rigen el
mundo; y segundo, la pretensión de atraer su favor, se deduce claramente de ello que
el curso de la naturaleza es en alguna forma elástico o variable; y que nosotros
podemos inducir o persuadir a los poderosos seres que lo gobiernan a que desvíen en
nuestro beneficio la corriente de hechos del canal por el que de otro modo fluirían.
Ahora bien, esta implícita elasticidad o variabilidad de la naturaleza se opone
directamente tanto a los principios de la magia como a los de la ciencia, pues ambas
presuponen que los procesos naturales son rígidos e invariables en sus operaciones, y
que no pueden ser desviados de su curso ni por persuasión, ni por súplica, ni por
amenaza e intimidación. El radical conflicto de principios entre la magia y la religión
explica suficientemente la hostilidad implacable con la que en la historia el sacerdote
ha perseguido con frecuencia al mago. La magia se ha mezclado de religión y la
religión de magia. Por ejemplo: los campesinos franceses estaban y quizás estén
persuadidos todavía de que los sacerdotes podían celebrar, con ciertos ritos
especiales, una Misa del Espíritu Santo, cuya eficacia era tan milagrosa que jamás
produciría oposición en la voluntad divina...También los campesinos gascones creen
que para vengarse las malas personas de sus enemigos inducirán en ocasiones a
decir unas misa llamada de San Secario. Nadie, sino un sacerdote perverso, se
atrevería a decirla.
RELIQUIAS INAGOTABLES E INTERCAMBIABLES
Huellas, objetos personales, recuerdos, trozos de cosas, hasta cuerpos y partes de
cuerpos enteros de personas se han depositado y venerado en lugares adecuados,
sarcófagos, relicarios, templos, como señales de su paso por esta tierra,
conservándose con respeto y piedad. Su custodia se remonta a los siglos más
primitivos y se puede asegurar que muy pocas son las religiones en el mundo que no
hayan acumulado a lo largo de su historia restos de los fundadores y conductores. Ha
de hacerse una excepción con el judaísmo, en virtud de una ley bíblica que obliga a la
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purificación de la persona, en caso de que toque un cuerpo muerto; lo que supondría
su expulsión de la Casa de Israel.
Con tales antecedentes, el Cristianismo no podía desaprovechar una costumbre
que, bien vista, siempre proporciona abundantes recursos económicos. Los romanos y
los moros le dieron las primeras oportunidades para formalizar negocios y contratos.
Nerón abasteció de mártires a la Iglesia. No se quedó atrás Abderramán. Desde esas
épocas empiezan a registrarse en los libros de cuentas las entradas más voluminosas
de reliquias. Ante la abrumadora avalancha, el emperador Teodosio el Grande, se vio
precisado a prohibir en un edicto el tráfico comercial de tantísimo cambalacheo de
amuletos. Se libraron batallas encarnizadas entre ciudades y pueblos limítrofes, por
adueñarse de la posesión de un cadáver benemérito. Hasta se dio el caso de santos
que pusieron pies en polvorosa a tierras desconocidas, para evitar que los
descuartizaran antes de tiempo sus devotos y les pusieran delante de los trozos un
garabito de cirios.
El ya voluminoso depósito de tan excepcionales objetos había que organizarlo de
una manera jerárquica, en atención a la categoría de las reliquias. Empiézanse, pues,
a dividir en grandes, medianas y menores, aunque todas valiosísimas, siendo el
muestrario tan amplio que, desde los cuerpos enteros incorruptos muy solicitados y,
por ende, muy caros, hasta una porcioncita insignificante por su tamaño de cualquier
sitio del cuerpo, dos o tres pelos de la cabeza, un paño con negros cuajarones de
sangre; nada se desperdicia sea del cuerpo, sea de la vestimenta que lo cubre, salvo
la ropa interior contraindicada por ser de mucha intimidad.; cualquier menudencia
cobra un valor incalculable, no ya de objeto digno de veneración, sino de sacarlo al
mercado de la especulación monetaria. Reyes, príncipes, abades, prelados, frailes
descalzos y calzados, peregrinos, monjes e incluso monjas andantes han recorrido
Oriente, Italia, Andalucía, Berbería, llenando las alforjas de reliquias, fueran las que
fueran. Se las pagaban a precio de oro, pues de regreso las vendían por el quíntuplo.Otras veces las intercambiaban los reyes en sus trueques y pactos. Así es como está
en la catedral de Oviedo el cuerpo de San Eulogio, regalado a Alfonso el Magno de
León por Mohamad de Córdoba, como precio de la paz firmada por ambos. El mismo
cambalacheo hay entre Mothadid de Sevilla y Fernando I de León, cuyos obispos
Alvito y Ordoño conciertan un tributo anual, más el cuerpo de Santa Justa a cambio de
una tregua.
En los anhelosos rastreos de reliquias no se ha dado uno más curioso que el de
Santa Justa de Sevilla, virgen y mártir de los tiempos de Nerón. Por decisión divina, no
hubo piedra ni tierras que no levantaran dentro de Sevilla, sin que diera el resultado
apetecido de hallar debajo el venerable cuerpo. Los obispos Alvito y Ordoño,
271
desalentados, acuden al ayuno y a las oraciones durante tres días con sus respectivas
noches, a fin de que Dios satisfaga su piadoso empeño; al cabo de los cuales Alvito
revela al rey León el siguiente sueño: “Un venerable anciano vestido de blanco hábito
se me ha presentado esta noche mientras dormía y me ha dicho que los vecinos de
esta ciudad, tanto moros como cristianos, le han pedido a Dios que no los desampare
de Santa Justa; y que Dios, apiadado de ellos, la ha escondido. Pero tampoco quiere
que nos vayamos con las manos vacías. Y mirad qué alegría, quien me hablaba en
sueños era el mismo San Isidoro, doctor de las Españas y “archiobispo” de los
sacerdotes de Sevilla en tiempos pasados; el cual, con el permiso de Dios, nos ofrece
su cuerpo para que regresemos con él a León y allí lo poseamos por toda la
eternidad.”. Eso me dijo el anciano del sueño. Mas, como yo quería cerciorarme que la
visión provenía de Dios, recé con fervor tres veces y otras tantas se me apareció San
Isidoro, repitiéndome lo mismo de pe a pa. Y me dijo aún más, por ser preciso en todo:
“Mirad, mirad esta tumba, que en ella me hallaréis.” Señalaba un sepulcro de piedra
con una varilla en la mano. Finalmente añadió: “Es conveniente, por tu propio bien,
que me creas de verdad y, por que no te figures que soy un fantasma, he aquí la
prueba de la certeza de todo lo dicho: No bien hayáis desenterrado mi cuerpo, oh
Alvito, repentino beriberi se adueñará de ti y entonces abandonarás tu cuerpo en un
hoyo de la tierra, para subir a la corte de Dios a reunirte con las almas de los
bienaventurados.”Dicho esto, desapareció igual que como vino. Los obispos se
dirigieron, pues, al alcázar y, recibidos amablemente por Motadhid, se les otorgó
licencia para llevarse a san Isidoro, en vez de Santa Justa . Cuando ya la comitiva
salía por la puerta de Carmona, apresurábase por alcanzarla Motadhid. “¡Oh mi
venerable amigo Isidoro exclama ante las parihuelas con vos lastimera, tú sabes
cuánto me agradaba tenerte conmigo!. Pero Alá, grande y misericordioso, te me lleva
lejos. Goza también allá de la paz que te hemos dado en mi reino, como bien merece
tu santidad.” Al mismo tiempo que cubría con brocados principescos los restos de san
Isidoro, el obispo Alvito empezó a palidecer y a sentir cómo se le retiraban del cuerpo
las fuerzas. El tiempo que canta un gallo tardó en caer redondo al suelo, en
cumplimiento del vaticinado beriberi. Enterrado está en Sevilla. Sin duda por haber
sido menos ilustre que Isidoro, su tumba yazga desde entonces en la más profunda
ignorancia.
Pero a Córdoba, ciudad acariciada, como Sevilla, por el plácido curso del
Guadalquivir, el cielo la llamó a ser la perla de Mahoma y La Meca de las reliquias más
venerables. Imposible resultaría citar a todos sus santos propietarios; pero Pomposa,
Abundancio Januario Sagiboto, Argentea, Sisenando y Servideo nos agradecerá el
lector que se los recordemos, por si tiene que bautizar a un nuevo retoño familiar, que
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evite los nombres desconcertantes. Todas las iglesias de la ciudad presumen de
alguna que otra reliquia; pero San Pedro guarda las suyas en una urna de plata que,
por indicación de San Rafael, fue sacada por los albañiles de un agujero donde se
hallaba escondida. De muchos años acá, esta urna han dejado de llevarla en
procesión, no por haberla desposeído Dios de sus poderes milagrosos; antes más bien
porque, en el segundo milenio que llevamos inaugurado, podría el mismo Dios hallarse
dudoso de conceder favores a las almas necesitadas, ante los nuevos azotes que
afligen a las ciudades españolas, tan desconocidos como perniciosos: la “navaja en la
faja y el cuchillo en la liga”, la muerte esperando su presa a la puerta de las tabernas
"pub" en el argot de la vagancia degradante de los sábados noche, las toneladas
de basuras en los sitios de “movida” y la hediondez de las aceras, emporcadas con los
vómitos mañaneros de la resaca. Y, puesto que hablamos sobre reliquias, al menos
para mostrarles a los que creen que todo el monte es orégano, aplaudiríamos que
volvieran a recobrar sus virtudes mágicas algunos instrumentos en extremo
persuadivos, como el larago bastón de Moisés, el báculo de San Pedro o la garrocha
de San Isidro Labrador..
RENACER DE LA CULTURA
Los hombres que hemos nacido en el primer cuarto del siglo XX nos encontramos
en las postrimerías de éste y en los primeros años del segundo milenio en una
situación muy parecida a la que vivieron Paulino de Nola, Símmaco o Ausonio. Veían
desmoronarse el imperio romano, tambalearse las antiguas tradiciones de Roma, base
de la estabilidad social, administrativa, política y religiosa de todas las generaciones
precedentes, e irrumpir con fuerza arrolladora y excluyente un nuevo concepto de
sociedad y de espiritualidad que traía el cristianismo, convulsionando a su paso
trágicamente los dos primeros siglos de la nueva era, y que implantó sobre el tejido de
la vieja sociedad con ayuda del Edicto de Tesalónica. A pesar de la conmoción
profunda y del desquiciamiento total, brotó de las olvidadas raíces de la cultura
grecolatina la nueva sofística y se llenó de nombres prestigiosos el mundo de las letras
del siglo IV. En él brillaron el emperador Flavio Juliano, Himerio de Prusa, Temiscio,
Nicómaco, Libonio de Antioquia, entre los paganos; Juan Damasceno, Gregorio de
Nisa, Basilio de Cesárea, Juan Crisóstomo, entre los cristianos. Algo parecido a lo que
sucedió .con la aparición del Renacimiento a finales del siglo XV.
RENTA (DECLARACIÓN)
El faraón Amasis es mirado entre los egipcios como el autor de la ley que obligaba
a cada uno a que, en presencia de su respectivo nomarca o prefecto de provincia,
declarase cada año su modo de vivir y oficio, so pena de muerte al desobediente o no
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lo mostraba justo y legítimo. Esta ley la impuso Solón a sus ciudadanos atenienses, no
obstante la creyesen loable y justificada, y la mantuvieron en todo tiempo en vigor.
REPRESIÓN POLÍTICA
Carrero Blanco, presidente del gobierno durante la Dictadura de Franco, voló por
los aires al explosionarle una bomba en diciembre del año 1973, cuando se dirigía en
su automóvil oficial a oír misa. A él se deben las normas de represión más severas en
las postrimerías del régimen. “La represión tiene que ser dura (decía); las fuerzas de
orden público, numerosas, bien dotadas y adiestradas; los códigos penales también
deben de endurecerse y los jueces han de ser enérgicos. Los que sientan en el fondo
de su conciencia una insignificante tendencia liberal o marxista, no podrán ser un buen
juez. Respecto a la calle, hay que moralizarla, desinfectándola de drogadictos,
melenudos y maricas. De las Universidades y de las escuelas hay que erradicar a
todos los enemigos del Régimen. España tiene que defender a la Iglesia, a sus
numerosos sacerdotes beneméritos; pero el Régimen ha de ser muy severo contra los
malos curas y algunas jerarquías descarriadas.“ Así pensaba el almirante Carrero
Blanco, que se volatilizó por los aires igual que una pompa de jabón, como unos años
después el Régimen, al que sirvió.
REPRODUCCIÓN
En general, las especies animales para reproducirse, salvo el hombre, se valen de
un solo huevo. (Sofisma)
REPÚBLICA DE FILÓSOFOS
El tirano de Siracusa, Dionisio, magnánimo y generoso con los artistas, filósofos,
poetas y científicos, no reparaba en gastos para hacerles agradable la vida en Sicilia.
El fundador del hedonismo Aristipo de Sirene (defendió que la única filosofía aceptable
es la que tienda a que el hombre elimine el dolor y lo sustituya por el placer) fue
acogido y agasajado por Dionisio. También Platón, aunque este filósofo no fue allí en
busca de dinero ni de comodidades; sólo para poder ensayar en la práctica su
República de Filósofos. Si el experimento de Platón hubiera dado los primeros pasos
y triunfado (no ocurrió desgraciadamente así) todos los siracusanos hubieran llevado
una vida intachable y, sin desconfiar el tirano de nadie, hubiera librado a sus hijas de
rasurarle la barba. También desconfiaba de ellas: los utensilios para esa tarea que les
permitió fueron los rueznos de las nueces muy calientes. Así le chamuscaban los
pelos.
REPÚBLICA IDEAL
“Si hubiera tenido que escoger el lugar de mi nacimiento, hubiera escogido una
sociedad de tamaño limitado, habitada por gente culta; que esto basta para ser bien
gobernada; donde, bastándose cada uno a sí mismo, nadie se hubiera visto obligado a
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delegar en otros el ejercicio de las funciones que le competen; un Estado en el que,
conociéndose todos los particulares, ni las maniobras oscuras del vicio, ni la modestia
de la virtud hubieran podido sustraerse a las miradas y al juicio del público y donde
este agradable hábito de verse y conocerse, hiciese del amor a la patria el amor por
los ciudadanos, antes que el amor por la tierra.” Russeau.- Discurso sobre el origen y
fundamentos de la desigualdad de los hombres
RESISTENCIA
El rey persa Darío quería castigar a los lidios, porque se habían levantado contra
él. Creso, su rey (famosísimo en la antigüedad por su riqueza), aconseja al persa que
los perdone y, a fin de que no vuelvan a darle más cuidados, le comunica que les ha
ordenado no llevar armas; vestir túnica talar debajo de los vestidos a la manera de
enaguas; calzar coturnos; aprender a tocar la cítara y a cantar; y con respecto a la
educación de sus hijos, sólo enseñarles el ejercicio de mercader. Con todas estas
providencias, poderoso Darío, los verás convertidos de hombres a mujeres y cesará
todo peligro de que se rebelen contra ti.”
RESPETABLES TONTERÍAS
Hay tonterías que se respetan, porque afectan a cosas respetables.
RESPONSABILIDAD DE LOS JUECES
“Dice Jalid ben Sad: Persona fidedigna me ha referido que Yahia ben Zacaría
contaba lo siguiente, por habérselo oído narrar a Mohámed ben Guadak: “Después
que el monarca cordobés invitó con insistencia a Yahia a que aceptara el cargo de
juez, al ver que éste decididamente rehusaba, díjole:
— Indícame, al menos, algún candidato para que pueda nombrarle.
— Eso no haré, replicó Yahia, porque, de hacerlo, vendría yo a ser culpable, en parte,
de sus injusticias, si es que las cometía. “ (ALXOXAMI: Historias de los jueces de
Andalucía)
RESPOSABILIDAD PERSONAL
Era costumbre de los antiguos pueblos germanos pasar también a la familia el
castigo impuesto a un delincuente. El derecho romano responsabilizaba del delito
únicamente a quien lo cometía. Este principio no lo tuvo en cuenta la Inquisición, que
persiguió hasta la tercera generación a los familiares descendientes; como tampoco
parece ser
que lo respetan los actuales judíos de Israel, de quienes la prensa
últimamente ha dado cuenta de cómo arrasan las viviendas de aquellos palestinos que
comenten atentados suicidas, dejando a sus padres, a sus hermanos o a sus hijos sin
un techo bajo el que cobijarse.
RESURRECCIÓN
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San Ambrosio habla de la resurrección de Cristo con estas palabras: “Anunció
también este profeta (Oseas) que al tercer día había de tener lugar la resurrección de
Cristo y lo hizo con la altura profética que correspondía a un hecho tan importante: “Él
nos sanará a los dos días y al tercero resurgiremos.” Parece evidente que no se
refieren estas palabras de Oseas a Cristo. Antes a los hombres de buena voluntad, tal
vez.
RESURRECCIÓN DE LA CARNE
Anonadados por las tribulaciones del desierto, pensaban los judíos “en la
esperanza de una compensación en el más allá de esta vida, como una necesidad
equitativa y como la consolidación indispensable de la fe en la justicia de Yahvé. Los
judíos alejandrinos (entre ellos también Filón) aceptaron la doctrina de la inmortalidad
del alma, como habían de hacerlo los esenios en Palestina, probablemente bajo una
influencia griega.” (Guignebert: El mundo judío)
REVOLUCIÓN
“Jesús Pabón y Sánchez de Urbina pensaban, como Maestre, que si la revolución
es el resultado de un proceso de descomposición, la solución contrarrevolucionaria no
puede ser nunca la pura reacción (el regreso a los “orígenes”, que implicaría la
repetición inexorable del proceso), sino la eliminación del germen que puso en marcha
la crisis revolucionaria.” (Carlos Seco: Prólogo de Narváez y su época)
REYES Y DESCENDENCIA
Una de las funciones primordiales de la función real se orienta a crear una
descendencia segura, capaz de mantener la dinastía por los siglos de los siglos.
Catalina de Médicis, reina de Francia, decía con respecto a sus hijos, que necesitaba
dos varones, para que, en caso de morir uno, quedara otro; y cuatro o cinco hembras,
con objeto de establecer alianza con otros príncipes. De esta forma pensaba afianzar
la continuidad de la monarquía. En las postrimerías de su vida comprobó con
amargura que los Valois (familia real francesa) hacían mutis para siempre por el foro
del escenario de la historia.
REYES MAGOS DE MADRID
Gente jaranera y amiga de divertirse juntábase en Madrid la Noche de Reyes,
fingiendo la superchería de que los monarcas de oriente con toda certeza pasaban por
tal o cual calle. Uníase a la tropa bullanguera los simples y bobalicones, que dan por
seguro que los burros vuelan. Éstos eran los encargados por los listos de llevar las
escaleras, a fin de subir a los balcones para poner en los zapatos de los niños los
regalos depositados por la real comitiva. Pero los balcones que les señalaban se sabía
de antemano estaban totalmente vacíos. Así es que, cuando los tontos bajaban de
vuelta cargados con los regalos, se organizaba en las calles, a cuenta del chasco, una
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gritería y alboroto tan escandalosos, que los vecinos protestaron enérgicamente y
exigieron a las autoridades municipales la supresión de una burla, que les costaba a
ellos la quietud y el descanso.
REYES MAGOS DE ORIENTE
Los historiadores de menudencias evangélicas anduvieron enzarzados en la
disputa de si los regios personajes ofrecieron al recién nacido del portal de Belén unas
sonajeras y juguetitos por el estilo, o bien “oro, incienso y mirra”. Muy oportunos el
incienso y la mirra para mitigar el natural olor de un establo, y es probable que la
misma escolta de los reyes se diera prisa de pegarle fuego, por evitarles a sus amos
respirar tufos malsanos. Pero, en un establo semiabandonado y casi a la intemperie, el
oro tuvo que haber creado a los santos cónyuges el terrible desasosiego de buscar
casi un imposible escondite, donde guardarlo de la codicia ajena. Ni San Lucas ni San
Mateo aluden este inconveniente; y su silencio al respecto se deba, según
interpretación muy acertada, a que los reyes, sabedores como nadie de cómo
solivianta el oro a la gente desalmada, pensaran mejor darles a José y María un
puñado de monedas. Pasan más desapercibidas en cualesquiera de los bolsillos y
pocos ladrones se aventuran a que los ahorquen por un quítame allá esas pajas.
En otros aspectos los historiadores citados tampoco se ponen de acuerdo y, sin
llegar al extremo de disputar sobre el sexo de los ángeles como se ha referido antes
con el oro, tiran de la espada cuando hablan no ya tres reyes, sino más del doble.
Júzguese, si no, examinando el texto sobre el que se basan para tan atrevida
afirmación, nada menos que una profecía del rey David: “Los reyes de Tharsis y de las
islas, los reyes de Arabia y Sabá, vendrán a ofrecerles dones”.Los antiguos geógrafos
nombran por Tharsis a las tierras andaluzas, y por Tartessos, a su capital; a las islas
Canarias; simplemente “las islas”; y, como pensamos con certeza que la península
arábica, junto con las tierras de Sabá, se las tendrían repartidas entre varios, habrá de
inferirse que la comitiva real descrita acaparaba una muy cumplida representación de
la realeza de Oriente y de Occidente, con sus respectivas caravanas de dromedarios y
acémilas diversas. Estas circunstancias constreñirían a las autoridades de Belén a
cambiarle el establo a la familia Jesús, José y María por una vivienda más decente,
con objeto de prevenir otra cabalgada de la realeza extranjera con más higiénico
reecimiento.
Los relatores de estos hechos nos descubren que la Biblia, es decir, el libro
sagrado acérrimamente privativo de los judíos, pueblo incrustado entre otros muchos
en tierras palestinas y apenas sin relieve en el concierto de las etnias de entonces; la
Biblia había alcanzado la fama fuera de sus fronteras y competido en el número de
lectores tanto o más que la Ilíada y la Odisea. Probablemente se deban estas noticias
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al buen deseo de que gozara el libro sagrado del aprecio general del público y del gran
honor de hallarse en las bibliotecas particulares de los príncipes y grandes señores de
Oriente y Occidente. Ante esta posibilidad, podría admitirse que en él leyeran la
profecía de David, que los condujo a Belén.
Uno de los autores de la historia que se cuenta aquí exclama con estupor cuán
necios fueron los judíos. Les nació de su raza el Salvador del mundo y ni siquiera se
enteraron ni dieron un paso para reconocerlo. Tuvieron que hacerlo los paganos, los
infieles. Por eso Dios los premió. En efecto: como murieron en tierras de Asia, sin
haber podido regresar a sus países de origen, sus huesos fueron desenterrados por
orden de Santa Elena, madre del emperador Constantino, y trasladados desde Persia
a honrosa tumba en Constantinopla, en donde permanecieron hasta el tiempo de las
Cruzadas; y de Constantinopla pasaron a Milán, cedidas por el emperador Comneno.
Pese a este ajetreo funerario, no alcanzaron el descanso definitivo sino en Colonia. En
la cripta de la catedral yacen sus cuerpos desde que se los trajo a Europa Federico
Barbarroja. Por supuesto, de nuestros reyes tartessos ni canarios se tienen noticias
sobre sus enterramientos. Descubrirlos debiera constituir, por patriotismo, el reto de la
ciencia histórica española, ya que nuestros escolares pedirían en adelante juguetes a
sus propios reyes magos. Serían juguetes, sin duda, auténticos y en consonancia con
los gustos de la chiquillería hispana.
REZAR EL CREDO COMUNITARIAMENTE
El primer rey católico que la Divina Providencia regaló a España fue Flavio
Recaredo. Esta dádiva celestial se concedió en el año 559 y habría de convertirse un
día en martillo de herejes y espada de la fe. Flavio propuso en el III Concilio del Toledo
que se estableciera la costumbre oriental de cantar comunitariamente el “Creo en Dios
Padre Todopoderoso..”. Esta salmodia, cantada a coro por todos los cristianos en el
recinto sagrado, les facilitaría conservar los principales principios de la fe, sin que el
deterioro de la memoria pudiera mermar ni en una sílaba el más insignificante de los
intangibles preceptos.
RICOS Y POBRES EN LA OTRA VIDA
En la otra vida se encontraron Creso, el rey que cuanto tocaban sus manos se
convertía en oro, y Diógenes, un filósofo tan pobre que sólo poseía un zurrón y una
cazoletilla de barro para beber en las fuentes del camino un día la arrojó lejos de sí,
cuando se dio cuenta que, para beber, bastaba hacer un cuenco con las palmas de la
mano. “Nada conservas de lo tuyo, Creso dijo el espíritu de Diógenes al de
Creso; en cambio, yo tengo todo lo mío. Estaba desnudo y así sigo. Nada tuve, eso
tengo ahora.” Creso contestó: “No estuve necesitado cuando tú, un mendigo, carecías
de todo. ¿y voy a carecer ahora cuando nada se necesita?” Los dos espíritus tenían
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razón; pero el de Diógenes tampoco necesitó nada en la vida; y lo que necesitaba, se
lo iba ofreciendo la naturaleza gratuitamente.
RIQUEZA Y POBREZA DE UN PAÍS
“Las riqueza de un país no se calculan por la suma total de riquezas individuales,
sino por la forma de distribución de las riquezas y de los instrumentos de producción,
junto con la libertad y las posibilidades de trabajo. Esto es, cuando la riqueza y los
instrumentos de producción son pertenencia de una minoría exigua; la cual, en virtud
de esta situación privilegiada, fija las condiciones de trabajo, aquéllas que le vienen en
gana, las más onerosas para el resto de la comunidad, y allí donde para el trabajador
sin capital todas las posibilidades de lucro y de futuros derroteros de producción están
cerrados, por hallarse ya adscritos mediante derecho en propiedad de aquella minoría
exigua; ese país es más pobre que otro, en donde los recursos naturales y posibles
rendimientos no están todavía acotados, sino que son de libre explotación. Más pobre,
porque la libertad política no florece, sino después de la manumisión económica.”
(Pérez de Ayala: Escritos económicos)
RIQUEZAS DE CRESO
Habiendo ido de parte de Creso una embajada de lidios a consultar el oráculo de
Delfos, un rico magnate ateniense por nombre Alcmeón, les dio hospedaje y los colmó
de regalos. Cuando el fabuloso rey tuvo conocimiento de la esplendidez del ateniense,
quedó tan complacido que le invitó a venir a su reino; donde abiertas las puertas que
defendían sus incalculables tesoros, le exhortó a llevarse cuanto oro pudiera. Alcmeón
vistióse entonces anchos vestidos y se calzó zapatos que le llegaban a las rodillas;
entró en la cámara de los tesoros, se revolcó de intento sobre los montones del
precioso metal y llenó las oquedades de su amplia indumentaria con todas las
monedas que dentro de ella cupieran. Ahito y tambaleante con el peso, llegó dando
traspiés a presencia del opulento Creso, que no pudo contener la risa. Añadióle más
riquezas a las que ya llevaba encima y le despachó a su patria. Poseedor en ella de
carros y caballos, alcanzó fama en todos los juegos olímpicos que se celebraron
desde entonces.
RISA (RISUM TENEATIS =AGUANTAD LA RISA)
Un catedrático de la Universidad de Barcelona, rizando el rizo de sus magistrales
divagaciones (mejor extravagancias), nos dejó boquiabiertos desde la pequeña
pantalla del televisor, cuando aseguró que la liturgia católica está saturada de gestos y
connotaciones sexuales. Para confirmar su aserto, citó el cirio pascual como ejemplo
de falo y las puertas de las catedrales góticas, como muestra de los genitales
femeninos. El ocurrente humorista José Luis Coll sentenció entonces a continuación:
Genitales como una catedral.
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ROBO SACRÍLEGO
Robar en una iglesia provocaba en tiempos pasados una conmoción popular,
sobre todo si se tocaba lo más venerables y sagrado de la religión: el sagrario. En
Valencia, los ladrones tuvieron el atrevimiento de forzar la cerradura de este místico
habitáculo, de donde sustrajeron nada menos que el copón con las hostias. Las
autoridades públicas, el virrey, la Diputación (no se sabe si el arzobispo) ofrecieron
relucientes montones de ducados a quienes dieran pistas sobre los sacrílegos
ladrones. Se decretó luto público, fue suspendida la música en las iglesias, todo el
mundo estaba sobrecogido de terror religioso. Pero un clamor de júbilo inundó la
ciudad, tan pronto como se supo que había sido, por fin, encontrado el venerando
vaso. Las procesiones de agradecimiento recorrieron las calles de la ciudad, alabando
a Dios y desagraviándole, como corresponde a todo buen pueblo cristiano.
ROMA: INFLUENCIA SOBRE LOS PUEBLOS BÁRBAROS
Por lo que se conserva del Codex Euricianus, queda ampliamente demostrado que
los godos adoptaron muchos de los principios y disposiciones del derecho romano. No
puede uno por menos de sentirse impresionado por el carácter práctico, maduro y
justo del derecho visigodo, relativo a los procedimientos judiciales y a las pruebas,
especialmente si se lo compara con los gobiernos vigentes en otros reinos bárbaros.
Ha de verse aquí muy claramente la herencia de Roma. Opina P.D. King que los
visigodos, divididos con respecto a Roma por ser desafectos a su influencia política y
religiosa, o al contrario, por ser sus aliados, mantuvieron entre ellos discordias
continuas, en las que el asesinato se implantó como sistema de competir por el trono.
Clodoveo, apoyado por los obispos católicos galos, sostuvo una guerra contra Alarico,
defensor de la identidad nacional visigoda. La promulgación de su Breviario tuvo por
finalidad atraerse a los católicos o romanos en su lucha con Clodoveo.
Se nos decía a los escolares de mi tiempo que las hordas de los bárbaros, al punto
que se disponían al saqueo y asalto de la ciudad de Roma, paralizaban su intento,
llenas de terror ante la presencia en las murallas del obispo, revestido de los
ornamentos pontificales, báculo en mano y cohorte de clérigos y monjes en derredor.
De esta forma los papas de entonces aplacaban el furor del asalto y los bárbaros se
avenían a razones con el obispo, mediando desde luego una gruesa cantidad de
dinero por la retirada. Sin embargo, un historiador honesto, como Zósimo (Nueva
Historia) menciona por dos veces a Alarico en el sitio de Roma y no relata intervención
de papas ni obispos algunos. Por el contrario, afirma que se reunía el Senado (todavía
funcionaba), para discutir algún tipo de concierto con el ejército asaltante. “Se reunió,
entonces, el Senado en pleno y, después de tratar el plan que había de seguirse,
accedió a todo cuanto había exigido Alarico. Tras acoger su embajada, le convocaron
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ante la ciudad y, siguiendo sus indicaciones, elevan a Átalo al trono, revistiéndole
previamente de púrpura y corona. Estaban los habitantes muy contentos. Sólo a la
casa de los llamados Anicios (poderosa familia convertida al cristianismo) afligía la
alegría que a todo el pueblo embargaba, pues al detentar dicha familia las riquezas de
todos, soportaban del malgrado la prosperidad de los demás.” Piénsese el alborozo de
los romanos con el levantamiento del asedio, que permitía por fin la entrada en la
ciudad de los alimentos habituales. Aún bien entrado el siglo V el poder de la ciudad
residía en el Senado, y el paganismo no había sido barrido por el cristianismo, como
se ha pensado. Los cristianos eran minoritarios, aunque económicamente poderosos.
ROMA, UNA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA, PERO...
Roma fue, efectivamente, una república democrática, en la que los ciudadanos
desempeñaban un papel imprescindible. Pero...era un pueblo sumiso, con la cerviz
dispuesta siempre a humillarse, incluso en asuntos de auténtico prestigio de clase.
Véase lo que dice sobre este particular Plutarco (Vidas paralelas: Cicerón): “Otra
prueba de su gracia y poder (de Cicerón) en sus discursos es lo que sucedió siendo
cónsul con motivo de la ley de espectáculos; porque antes, los del orden ecuestre
estaban en los teatros confundidos con la muchedumbre, sentándose con ésta donde
cada uno podía, y el primero que separó a los caballeros de los demás ciudadanos fue
el pretor Marco Otón, asignándoles lugar determinado y distinguido, que es el que
todavía conservan. Túvolo el pueblo a desprecio y, al presentarse Otón en el teatro,
empezó por insulto a silbarle, y los caballeros, por el contrario, lo recibieron con
grandes aplausos y palmadas. Continuó el pueblo con los silbidos y aquéllos de nuevo
con sus vítores; de lo cual se siguió el volverse unos contra otros, lanzándose
mutuamente injurias y denuestos, con tal confusión y alboroto que se conmovió todo el
teatro. Compareció Cicerón, luego que fue notificado de lo que ocurría y como,
habiendo convocado al pueblo al templo de Belona (antigua divinidad latina de la
guerra), le hubiese increpado el hecho y exhortado a la obediencia, una vez que se
restituyeron todos al teatro, aplaudieron a Otón y compitieron con los caballeros en
darles muestras de honor. Democracia, pero ganaban los poderosos.
ROSARIO CON CUENTAS DE MARFIL
Reconozco que las tonadillas de Juanito Valderrama (que en gloria esté)
conmueven los genes de los andaluces con emociones muy intensas. A pesar de esta
debilidad, también mía, confieso ser un espíritu enormemente materialista y realista,
que no ha llegado a comprender algunas de las ocurrencias inverosímiles que
aparecen en las coplas. No me refiero a las metáforas, galanuras del lenguaje poético
muy socorridas. De verdad que no. Sino a imposibilidades reales. En una estupenda
canción, cuyos primeros versos comienzan con la promesa de que va a hacerle un
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rosario a su novia (supongo), se incurre en un dislate morrocotudo, pues dice
textualmente:“ Te voy a hacer un rosario con tus dientes de marfil” etc. He consultado
con un experto en coplas andaluzas sobre si se propone Juanito Valderrama
confeccionar un rosario con los dientes de la mujer. “No podría hacerlo el “cantaor” ni
con los suyos propios ni con los de la mujer, porque las cuentas del rosario pasan de
las cincuenta, y todavía no ha salido a este mundo una boca humana con más de
cincuenta dientes; de los que, en todo caso, habrían de rechazar los orfebres los
molares, por ser más feos de hechura y menos líricos.” Tal fue la opinión del experto
Valderramista. A Juanito Valderrama se le deben aplaudir muchas canciones que
superan en sentido común y belleza a las poesías de los herederos del Grupo Cántico
de Córdoba; pero podría haber arreglado los dos primeros versos con estos otros,
alusivos igualmente a dentaduras:
¡Por mi mare, que he de irme
a un safari por marfil;
pues quiero hacerte un rosario
para que reces por mí!
RUSIA SOVIÉTICA
Fernando de los Ríos, en su libro “Mi viaje a Rusia” cita el siguientes texto de
Lenín: “Cuando la resistencia de los capitalistas haya sido definitivamente rota; cuando
los capitalistas hayan desaparecido; cuando no hayan clases, es decir, cuando no
haya distinción entre los miembros de la sociedad, sólo entonces desaparece el
Estado y se puede hablar de libertad.” Al que puso una apostilla Fernando de los Rios:
“El régimen político ruso, tal como se hallaba al final del 1920, época de nuestra
estancia, no dejaba, por consiguiente, salida a alguna opinión.” Y prosigue con estos
sabrosos comentarios: “¿Adónde iríamos a comer llegada la hora de hacerlo? Puesto
que no hay un restaurante accesible al que se sienta acuciado por la necesidad.
¿Cómo buscar un café, si no existe; o un almacén de comestibles, si los que están
abiertos no disponen de lo necesario para el que trabaja, y aún éste ha de menester
infinidad de formalidades para recibir la ración que le corresponde? No cabe tomar
iniciativa sin producirnos un inmenso cansancio nervioso, y nos da la sensación, por
vez primera, de la subversión profunda que en la organización de nuestra vida
representa este régimen ruso. Hemos nacido bajo la advocación del principio de la
iniciativa individual. ¿Cuál es la función que en el nuevo mundo representa hoy este
principio?”
“Al andar por Moscú échase de ver cuán abundantes son las iglesias, y el
extranjero que ha leído, sin duda, algunas narraciones truculentas sobre la Revolución
rusa, se sorprende al notar que las iglesias repican invitando a sus fieles a
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congregarse, como nos aconteció a nosotros, que presencié en medio del mayor
orden y respeto una procesión, en la que no pocos creyentes rodeaban a una imagen
adornada con los vivos colores que tanto ama el pueblo ruso; colores más encendidos
aún que los usados en algunos pueblos del sur de España.”
“El interior de los templos es infinitamente más suntuoso y rico en decoración e
imágenes que los templos católicos. Son más pequeños; por lo común las paredes
están revestidas de decorado. Al culto acude gente, a veces mucha, existiendo aún
una iglesia de buen tono, en la que se congrega todos los domingos gran parte del
antiguo señorío. Entre los fieles abundan los hombres tanto como las mujeres. Al
pasar por delante de las iglesias subsiste aún, en mucha parte del público, el hábito de
santiguarse. El culto lo sostiene la acción privada.”
“Moscú está aún lleno de iconos, de imágenes sagradas, frecuentemente de gran
belleza, que en ocasiones penden del intradós de un arco y en otras están adosadas a
la paredes; imágenes siempre enmarcadas lujosamente y en las que, como en los
templos, y en general en todo el decorado ruso, se pone de relieve el influjo del arte y
del gusto bizantino.”
“Puede suceder que las propias necesidades del Gobierno obliguen a éste a tomar
medidas que vayan dilatando la posibilidad de la socialización: repartición de las
tierras en pequeñas propiedades, concesiones especiales a grandes empresas, etc; y
puede y debe así mismo acontecer que jamás se sometan las personas a las
privaciones de libertad, y surjan revueltas contra el Gobierno, las cuales ha de
juzgarlas él está obligado a hacerlo, gracias a sus ideas, pruebas inequívocas del
despertar de la conciencia burguesa y contrarrevolucionaria, que seguirían
justificando, por tanto, la dictadura. ¿Cuándo terminará esta situación? O con la
rebeldía violenta, o con el apagamiento total de la conciencia. Tal es la desventurada
disyuntiva a que ha conducido a la Revolución rusa la concepción de la dictadura del
partido, “vanguardia consciente” que ha de conservar la dirección del Poder hasta
alcanzar fines que se pierden en un futuro remoto.”
SABIDURÍA
Le preguntaron a Simónides de Ceos qué era más estimable, la riqueza o la
sabiduría. Y contestó el sabio: Perplejo estoy, porque más veo ir detrás del féretro de
los poderosos a los sabios, que no a los poderosos detrás del féretro del sabio.
Hay una sabiduría de meras apariencias, vana, vacía, de solo barniz. Inanis
sapientia, diríase en latín. Los griegos le dieron el nombre de “kenosofía”. Los sabios
no suelen hacer ruido.” Los ríos más profundos discurren con el menor ruido posible
“Altísima quaeque flumina minimo labuntur sono”.
SACRAMENTOS
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En los piadosos siglos medievales los sacramentos de la Iglesia apenas se
recibían. Por la bula “Utriusque sexus” se imponía obligatoriamente la confesión una
vez al año. La extremaunción sólo se la permitían los ricos; la comunión, los más
devotos. Y la confirmación, casi ni se practicaba. Sobre sacramentos y sacerdotes se
ha hablado mucho últimamente. Tres episodios podemos contar, los tres ocurridos en
las tierras del sur, Granada y Málaga. De la parroquia de Estepona fue nombrado
párroco un joven tonsurado, anteriormente "jockey" (pincha-discos en lenguaje vulgar)
de una discoteca. Para que todos vieran las ceremonias del altar bodas, primeras
comuniones, misas solemnes, instaló un equipo de videos en toda la iglesia, por
medio de los cuales ningún feligrés se perdía detalles de las ceremonias del
presbiterio. Un montón de pasta (también lenguaje vulgar). Además, encima del altar y
próximos a su mano, otro equipo musical de disquetes y cederoms para amenizar los
actos del culto. Música, desde luego, para todos los gustos, primando por supuesto los
ritmos modernos.
En dos pueblos de la diócesis de Granada, el cura de uno de ellos, presente el
difunto dentro de la caja y en los primeros bancos sentados los familiares del duelo, se
dirige con esta reprimenda al muerto (un hombre alegre y divertido en vida, mas
pecador por ello para el cura): "Y tú, fulanito, ¿qué me dices del infierno, donde estás
por tus pecados? ¿Dime qué puedo hacer yo por tí, sino pedir que las llamas no te
hagan sufrir demasiado? Mas esa plegaria no servirá de nada, porque el Dios
justiciero ha dicho: ¡Ay de vosotros, que pediréis unas gotitas de agua y nadie os las
podrá poner sobre los labios quemados!" Por ese camino iba más o menos la homilía
fúnebre; hasta que se hartó la gente, que sin pedir su permiso al descompuesto
orador, lo dejó con el muerto en la caja y sus cuatro o cinco incondicionales familiares.
En el segundo pueblo granadino, muy pequeño y de difícil acceso por carretera, los
padres de un recién nacido le llevan a bautizar, acompañados de familiares y amigos.
El cura les pregunta de sopetón a los padres:
¿Están ustedes dos confirmados?
 ¿Eso qué es, padre cura?
- Hijos, un sacramento de la Iglesia, que sólo lo imparte el obispo.
 Nosotros no hemos visto por aquí nunca al obispo ni sabemos quién es.
 Pues sin el requisito de la confirmación no puedo cristianarles al niño.
 ¿Qué hacemos entonces, padre cura.
 Pues que les confirme primero el obispo.
Como ni pueden bajar a la curia ni saben cómo acceder al prelado, protestan ante
éste mediante una carta. El obispo mantiene la postura del párroco y así se lo
284
comunica al matrimonio.
Los tres casos han sido aireados por las televisiones públicas. Está el catolicismo
español como para estas rigideces. No debe de extrañar que la deserción de los fieles
crezca cada día.
SAGUNTO Y NUMANCIA
-Sagunto y Numancia están escritas en el libro de oro de las ciudades heroicas de
la Humanidad. Sagunto, sitiada por Aníbal y perdida la esperanza de ser auxiliada por
Roma tenían ambas un tratado de alianza, al borde ya de la desesperación por la
falta de alimentos, reunieron sus habitantes en la plaza pública el oro y la plata, tanto
público como privado, y lo mezclaron con bronce y plomo fundidos, para que resultara
inútil a Aníbal. Y ellos mismos, prefiriendo morir en combate antes que por hambre, se
lanzaron a la carrera, de noche todavía, contra los puestos de guardia de los africanos,
que aún dormían y no sospechaban el ataque. Por lo cual, los mataron cuando se
levantaban del lecho. En el combate murieron muchos, pero los saguntinos, todos. Las
mujeres, al ver desde las murallas el fin de sus hombres, se arrojaron unas desde los
tejados, otras se ahorcaron y las demás, incluso degollaron a sus propios hijos. Aníbal,
tan pronto se percató de lo que había pasado con el oro, movido por la ira, dio muerte
a aquellos saguntinos que quedaban y eran adultos, después de torturarlos.
En cuanto a los numantinos. el pueblo romano cansado ya de la guerra con ellos,
porque se alargaba demasiado y resultaba más difícil de lo que había parecido, eligió
a Cornelio Escipión. Apenas llegó a Iberia, expulsó del ejército romano a todos los
mercaderes y prostitutas, así como a los adivinos y sacrificadores (sacerdotes que
sacrificaban víctimas para atraer el favor de los dioses). Ordenó que fueran vendidos
los carros y la totalidad de los objetos innecesarios que contuvieran y las bestias de
tiro. A nadie le fue autorizado tener utensilios para su vida cotidiana, exceptuando un
asador, una marmita de bronce y una sola taza. Prohibió que tuvieran camas, impidió
que cabalgaran sobre mulas cuando iban de marcha. Tuvieron que lavarse y untarse
con aceite por sí solos, diciendo en son de burla Escipión que únicamente las mulas,
al carecer de manos, tenían necesidad de que las frotaran. De esta forma los reintegró
a la disciplina. Una vez que hubo sometido al ejército a todo tipo de penalidades y
esfuerzos y preparado para efectuar el asalto a Numancia con absoluta garantía de
éxito, circunvaló la ciudad con una alta muralla; y, para cortarle toda entrada de
provisiones, hizo obras en el río Ebro, a través del cual los numantinos recibían
subsistencias. Copados de esta manera y además, sin mostrar Escipión señales de
impaciencia, los numantinos se convencieron de que así no podían durar mucho
tiempo, intentaron sin conseguirlo pactar con Escipión. Al faltarles la totalidad de los
comestibles, sin trigo, sin ganado, sin yerba, comenzaron a lamer pieles cocidas, a
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comer carne humana, en primer lugar la de aquellos que habían muerto, troceada en
las cocinas; después menospreciaron a los que estaba enfermos, y los más fuertes
causaron violencia a los más débiles. Ningún tipo de miseria estuvo ausente. Se
volvieron salvajes de espíritu a causa de los alimentos y semejantes a las fieras, en
sus cuerpos, por culpa del hambre, de la peste, del cabello largo y del tiempo
transcurrido.
Como se encontraban en tan lastimosa situación, se entregaron a Escipión. Éste
les ordenó que entregaran sus armas y que al día siguiente acudieran a otro lugar.
Ellos, en cambio, dejaron transcurrir el día, pues acordaron que muchos aún gozaban
de libertad y querían poner fin a sus vidas. Por consiguiente, solicitaron un día para
disponerse a morir. Así de grande fue el amor a la libertad y el valor existentes en esta
pequeña ciudad bárbara. Pues a pesar de no haber en ella en tiempos de paz más de
ocho mil hombres ¡cuántas y qué terribles derrotas infligieron a los romanos!
Espectáculo espantoso y prodigioso, cuando se presentaron a solicitar de Escipión
una día para prepararse a morir: sus cuerpos estaban sucios, llenos de porquería, con
las uñas crecidas, cubiertos de vello, despedían un olor fétido; las ropas que colgaban
de ellos estaban mugrientas y no menos malolientes. Por estas razones aparecieron
ante sus enemigos dignos de compasión; pero temibles en su mirada, pues aún
mostraban en los rostros la cólera, el dolor, la fatiga y la conciencia de haberse
devorado los unos a los otros. Escipión arrasó hasta los cimientos la ciudad.
A pesar de las calamidades ya descritas, en Andalucía las cosas no iban mejor.
Resulta que Estepa, ciudad de Sevilla, posee una historia tan trágica, como las
señaladas anteriormente. Los estapenses Estapa, se llamaba en la antigüedad,
sitiados igualmente por los romanos, sólo cincuenta quedaron vivos después de la
lucha. Estos supervivientes degollaron a sus mujeres y a los niños, prendieron una
gran hoguera y se arrojaron a ella, dejando al enemigo una victoria sin provecho. El
general romano, sobrecogido por el valor de los estapenses, no cometió ningún acto
de violencia contra sus casas.
SALONES LITERARIOS FEMENINOS
Del siglo II d.C. hay constancia histórica del salón literario que mantuvo abierto
Julia Domna para algunos, cortesana de alto “standing” como ahora se dice; pero
lo cierto es que, casada con el emperador Septimio, fue una emperatriz culta, a cuyo
alrededor, en palacio, reunía a los hombres más eruditos de su tiempo, en las ciencias
y en las artes literarias.
SALUDARSE CON BESOS
El saludo con un par de besos en la mejilla (el número no importa) ha sido y es la
forma de bienvenida o despedida más generalizada entre los humanos en todas las
286
épocas de la historia. En la Roma imperial fue prohibido por ley sólo se
acostumbraba entre los nobles, porque se achacó al beso la transmisión de una
enfermedad en la piel. Fue una medida, como todas las de la misma clase, de carácter
excepcional y ocasional.
Los musulmanes se valen del beso en los recibimientos de personalidades.
Protocolariamente este beso es triple en distintos sitios del rostro. En cuanto a los
jóvenes de ambos sexos, salen de los lugares secretos de sus efusiones
sentimentales íntimas, cambiándolos por sitios al aire libre; en medio de la gente y en
cualquier sitio de la calle; donde se besuquean de pie, sentados o reclinados sobre el
capó de un automóvil; actividad a la que había que ponerle el nombre
“demosioglitismo”, pues si bien se observa, se compone de dos términos muy
conocidos “demos” o “demósios (pueblo, público) y “·glossa” (lengua) y sus adictos,
aunque muy generalizados, pertenecen en gran parte al gremio universitario, pues es
en este entorno, donde el espectáculo del beso público es candorosamente
entercedor.
SAN JOSÉ Y SU PRIMO EL REY BRAGAT
El gran duque Wladimiro de Rusia contrajo matrimonio con la princesa Leónida
Bragation. Se cuenta que entre los ascendientes ilustres de la princesa se encuentra el
rey Bragat I, primo de San José. Tal acaudalado parentesco no le valió de mucho al
humilde artesano de Judea a la hora de nacerle su hijo, el Salvador del mundo. Por
fortuna en aquella ocasión no le faltaron reyes. En este libro se cuentan que fueron
más de cinco. Así es que tampoco hay que echar de menos a Bragat I. Además, es un
nombre tan rarito que el mismo niño Jesús, jugando con sus amiguillos, tal vez no le
hubiera agradado que éstos, por hacerle rabiar, se lo recordaran.
SAN JUAN CRISÓSTOMO
El historiador Zósimo habla de la corrupción de la corte de Constantinopla en
tiempos de Arcadio y Eudoxia, “donde mangoneaban los aunucos áulicos y se
arrebataban contra todo derecho herencias y riquezas privadas. La emperatriz se hizo
detestable y el pueblo se hallaba enfurecido. Como si ello no bastara, se vio la ciudad
arrastrada a un gravísimo peligro, a causa del siguiente hecho: Cuando el patriarca
Juan Crisóstomo hubo regresado del exilio, se empleó en soliviantar al pueblo contra
Eudoxia mediante sus habituales sermones; por lo que fue de nuevo expulsado de su
sede episcopal y también de la ciudad. Juan se embarcó para el destierro, pero sus
partidarios se pusieron en movimiento, a fin de que nadie más después de él ocupase
la silla episcopal de Constantinopla. Para lo cual decidieron acabar con la ciudad
incendiándola. Durante la noche prendieron fuego ocultamente a la iglesia de Santa
Sofía, que ardió entera y con ella los edificios vecinos. Las llamas llegaron a abatirse
287
sobre la casa que solía dar cabida al Senado, ubicada ante el palacio imperial, en cuya
construcción se habían alcanzado las máximas cotas de belleza y magnificencia.”
Teófilo, patriarca de Alejandría (los obispos de esta ciudad africana pretendían
tener la primacía sobre todo el oriente cristiano, por lo que se llamaban “papas”)
declaró contra Juan Crisóstomo una feroz lucha por arrebatarle el obispado y dárselo a
un obispo favorito suyo. Mas la razón principal de esta hostilidad tan encarnizada entre
las dos Iglesias y los partidarios de uno y de otro, sobre todo los monjes, se basaba en
la controversia suscitada por las audacias teológicas de Orígenes; de las cuales Juan
Crisóstomo se había constituido en defensor acérrimo. Estas discordias llevaron al
exilio a Juan; el cual, pidiendo ayuda al obispo de Roma, sólo recibió de éste el
consuelo de unas mansas palabras. San Jerónimo intervino contra el de
Constantinopla con una inapropiada virulencia, que no fue tenida en cuenta cuando se
le elevó a los altares.
“Vio Juan que los votos favorables a su persona no iban a igualar a los de su
adversario (Teófilo), y abandonó voluntariamente Constantinopla. A consecuencia de
ello, la turbulencia se apoderó del pueblo, pues era persona capaz de arrastrar tras sí
a muchedumbres analfabetas; con lo cual quedó la ciudad sumida en el desorden y la
iglesia de los cristianos fue ocupada por los monjes. Son éstos gentes contrarias al
matrimonio según ley, sin ser de más utilidad y provecho para la república. Viven en
nutridas asociaciones de solteros, al estilo de ciudades y aldeas, pese a lo cual han
progresado en su senda desde entonces a hoy, hasta apoderarse de la mayor parte de
la tierra; y, con la excusa de compartirlo todo con los pobres, reducen prácticamente a
todo el mundo a la indigencia. Dueños de la iglesia, impedían a la multitud concurrir a
sus oraciones habituales. Disgustados por la situación, tanto hombres del pueblo como
soldados, pedían que se atajase la insolencia de los monjes. Cuando esto les fue
concedido, procedieron sin restricciones, acuchillándolos a todos indistintamente,
hasta que llenaron la iglesia de cadáveres; y en cuanto a los que habían huido, se
pusieron a perseguirlos, para acribillar a todo aquél que, vestido de ropas oscuras, se
toparan a su paso. Al regresar Juan, recurrió a los mismos procedimientos que habían
dado lugar a estos sangrientos alborotos, reunudándose en la ciudad idénticos
tumultos.” (Del mismo historiador).
SANGRE DEL SALVADOR
Todo el mundo sabe que el Salvador derramó sangre de su costado abierto por la
lanzada del centurión romano. A ningún devoto de excepción le ha negado Cristo
reabrir la famosa herida y regalarle alguna de sus preciosas gotas. María de la
Visitación, esposa de Jesucristo en el monasterio de la Visitación de Lisboa, recibió el
don de la divina lanzada en su costado y la efusión de cinco gotas de sangre, cinco,
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que justísimas en número, no lo fueron en reproducción, puesto que se multiplicaron
en multitud de pañuelos que se distribuyeron piadosamente en la ciudad y fuera de la
ciudad con la taumatúrgica virtud algunos de ellos de que, al ser arrojados a las olas
de un mar en bullente tempestad, el cielo y las aguas al punto aplacaran su furor y la
nave pudiera llegar al puerto sana y salva.
SANTIGUARSE
Theonas explicaba a Juana los intrincamientos de la liturgia de la Iglesia ortodoxa,
señalando que, en Oriente, la señal de la cruz se hace con tres dedos, para simbolizar
la Trinidad, y que se toca primero la frente, en reconocimiento de la Deidad en el cielo;
después, el estómago para indicar que, Jesús había descendido a los infiernos; a
continuación, el hombro derecho, porque el Hijo está sentado a la derecha de Dios
Padre; y, finalmente, el hombro izquierdo, para expulsar del corazón a Satanás.
SANTO GRIAL
La leyenda cristiana ha transmitido la creencia de que el Santo Grial fue la copa o
cáliz que Jesucristo usó en la Última Cena. Se cuenta que José de Arimatea recogió la
sangre que vertió en la crucifixión. La reliquia del Grial se conservó con la veneración
que merecía y se supone que también la sangre, por supuesto más importante para
los cristianos que la misma copa. Las persecuciones, que en los primeros tiempos
sufrieron, les obligó a dispersarse y, como es lógico, a llevar con ellos los objetos de
su mayor estima. Así, el Santo Crial —con el que están relacionados los Caballeros de
la Tabla Redonda y el Rey Arturo— fué de ciudad en ciudad a la búsqueda de
asentamiento definitivo, sin lograr que ninguna cesara en la interminable disputa por
quedarse con su posesión. Hay, pues, un Santo Grial en Inglaterra, descubierto en
unas excavaciones realizadas en Glastonbury; otro se conserva en la catedral de
Génova; y España no podía por menos de tener el suyo propio en la catedral de
Valencia. El papa Sixto II se lo entregó a San Lorenzo que, como buen amante de su
patria chica, Huesca, lo dejó en esta ciudad. Pero de todos es sabido que los moros
llegaron hasta Huesca en sus correrías, y aquella estupenda reliquia, como no se
podía abandonar en las manos de los enemigos de la Cruz, fue salvada y llegó a
Valencia por voluntad del rey aragonés Alfonso el Magnánimo. Refiere esta historia del
Grial Carter Scout (Los Cátaros); pero, o los valencianos dan mucha importancia a las
Fallas o el santo Grial que Carter dice que tienen, deben haberlo puesto a buen
recaudo y se lo tienen muy callado. Se ignora por qué. La actitud de no vanagloriarse
con una reliquia tan valiosa no llegan a explicársela los turineses de la Sábana Santa,
ni los napolitanos con su Sangre de San Genaro.
SANTOS ATORMENTADOS
289
He aquí cómo combatían algunos santos el ardor pecaminoso de la carne: San
Agustín, cuando sentía que le aguijoneaba el apetito de la concupiscencia, se
revolcaba en cualesquiera inmundicias, como si disfrutara de un delicioso baño; Santa
Genoveva derramaba lágrimas tan rápidas que se veía obligada a cambiarse de blusa;
San Francisco acariciaba estatuas de nieve; Santa Libania se desgarraba las carnes
con un peine de hierro; Santa Luitberga tragaba agujas; y Orígenes, al que imitaron
otros muchos, inmoló a la castidad el órgano que la escandaliza. La cirugía
cercenadora apaga desde sus raíces los ardores del erotismo. Ni cenizas de él.
SANTOS IMPOSIBLES.
Resultan también imposibles de imaginar. Veamos, si no, el caso de san Simón
Stylita —“Stylos” es un vocablo griego, que significa “columna”—. Vivió, pues, sobre el
cimacio de una columna. A los trece años de su edad, interesado por saber qué quiso
decir Jesucristo glorificando a “los bienaventurados que lloran”, un viejo le contestó, no
muy certeramente, “que son afortunados, porque se dedican a buscar la felicidad”. El
jovenzuelo no le entendió muy bien del todo y, abandonando las ovejas de su padre,
se retiró al desierto. En él se pasó días y días sin comer, pero llorando a moco tendido.
Desde este momento se sucedieron las extravagancias ininterrumpidamente:
encerróse en un cenobio, se salió de él, bajó al fondo de un pozo, donde se aisló. No
satisfecho aún con semejante soledad, vivió sepultado en una cueva durante tres
años, la mayor parte olvidado de comer, a tal extremo que ya había dejado de ladrarle
por falta de fuerzas el estómago. Por suerte pasó por allí un sacerdote y, como le viera
a las puertas de la muerte por descuidar sus deberes con el pan nuestro de cada día,
le puso una hostia consagrada en los labios y el divino manjar, aun con ser flaco de
tamaño, tan grande apetito despertó en Simón que, entregándose a contentarlo en
abundancia, recobró la vida de inmediato. Pero, no habiendo escarmentado totalmente
de las consecuencias fatales de los rigurosos ayunos, volvió de nuevo a entregarse a
ellos y no se llevó en el desierto ni una rosquilla a la boca, para imitar los cuarenta
días que en en él permaeció Jesucristo. Poca penitencia era aquella, se censuró.
Ascendió entonces a la cumbre de un monte solitario, construyó una valla circular, se
encerró dentro de ella y a continuación se inmovilizó en aquel estrecho recinto,
atándose a los tobillos una cadena de diez metros de largo. Le acompañó esta vez la
fortuna de que se topara con él otro santo varón, por nombre Melecio, quien al punto le
ordenó desatarse de la cadena y que se amarrara mejor con la del amor de Cristo,
consuelo absolutamente inútil, pues los mismos grilletes ya demostraban que había
perdido completamente el juicio por amor del Redentor.
La fama de sus inauditos aislamientos produjeron el efecto contrario, debido a que
de todas partes, de Asia, de África, del mundo entero acudían a verle las gentes. Le
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resultaba imposible, pues, evadirse del contacto con los seres humanos. De ahí que
se le ocurriera encaramarse a una columna de poco más de un metro de altura,
tomándola como vivienda. Sin embargo, como la gente que se juntaba a su alrededor
para admirarle casi le tocaba las manos, ascendió a otro de tres metros. Al no disfrutar
del aislamiento que deseaba, construyóse otra de siete. El gentío cada vez era mayor
y hubo que añadir a la columna unos palmos más de altura; la cuarta, que superó por
consiguiente, los cuarenta metros, tanta para aquellos tiempos, como la de la torre
Eiffel en los actuales. En las dos primera columnas pasó la friolera de veinticuatro
años. En la última, el resto de su vida. Pero, ¡qué vida! ¿Se la puede usted imaginar?
Dejemos a un lado la cuestión de la comida, pues dicho está que Simón no se sentía
acuciado por ella. No obstante tendría que sentir la sed y, por consecuencia fisiológica,
experimentar la necesidad de expulsar parte del líquido bebido. ¿Cómo lo hacía sin
convertir la acción en espectáculo? Se podría responder que, estando tan alto, se
harían indistinguibles los tamaños de las cosas del cuerpo, y burlada la morbosa
curiosidad que podrían despertar por conocerlos, a cuantas gentes pululaban bajo el
pedestal. Por otra parte, algún tentempié tendría que echarse a la boca; el cual
engendraría la respectiva expulsión intestinal; que, salvo excepcionales casos de
irrupción intempestiva, por lo común, se exonera en cuclillas. Hay que figurarse que la
operación evacuativa se inscribía en el número estrella del anacoreta, sin lugar a
dudas pregonado a voces de unos a otros, a fin de que nadie no se hallara ausente.
Realmente, allí, hacia lo alto, se reunirían todas las miradas por ver al anacoreta en
pleno éxtasis; o bien en un ir de un lado para otro en el breve suelo del cimacio,
buscando anhelosamente pillar distraídos a tantos mirones y poder desalojar del
vientre las escasas sobras. Consumió cuarenta años Simón Stylita encaramado en el
minarete. No pisó la tierra de abajo. Afirman algunos curiosos y debe acogerse por
certeza absoluta, que el estrambótico anacoreta había transformado los alrededores
del lugar y aún las tierras a la redondo en un espacio pestilencial, envuelto en la
atmósfera asfixiante del hedor de las inmundicias. Del fin de este hombre, nada se
supo. Nadie sintió lástima de él, y si un enajenado mental desaseado y famélico,
irrisión de la gente, se incluye en el catálogo de los hombres virtuosos, es porque se
desconoce el sentido de la virtud. “Es propio del hombre equivocarse; pero de
ninguno, excepto del necio, perseverar en el error.”
SANTUARIOS DE PEREGRINACIÓN
Como Fátima y como Lourdes en nuestros días, la antigüedad también tenía
santuarios de peregrinación, adonde acudían tullidos, enfermos desahuciados de la
medicina y toda clase de gentes en busca de consuelo y salud. Estaban perfectamente
dotados para recibir a los peregrinos, atenderlos en las hospederías próximas al
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recinto sagrado, con empleados y auxiliares terapeutas, protegidos por los
magistrados públicos. Uno de los más visitados fue el de Esculapio, donde se
cuidaban esmeradamente las dietas de los enfermos, los baños y las purificaciones.
Pasaban varias noches los peregrinos durmiendo en el santuario; y Esculapio, dios de
la Medicina, venerado en el santuario, se dejaba ver en sueños al paciente y le
recomendaba el tratamiento que había de seguir para su curación. Se llamaba
“incubatio” a este tipo de residencia hospitalaria. A la mañana siguiente, el sacerdote
interpretaba al huésped doliente el sueño del dios Esculapio. Como se ve, todo este
asunto se llevaba de una manera muy regulada y metódica, al igual que en Fátima y
Lourdes; en las cuales iglesias, aparte de las famosas apariciones marianas, que
pusieron a estas dos ciudades en la órbita de los grandes prodigios divinos de los
últimos tiempos, hay enfermos que ven apariciones, y junto a ellos, sacerdotes para
interpretarlas. La caridad cristiana comprendió desde un principio cuánto bien
espiritual reciben los fieles de estos servicios hospitalarios y el no menos insignificante
de su economía monástica.
Últimamente, con motivo de la visita del Papa Woytila a Fátima, se ha hablado
largo y tendido de las finanzas boyantes de este santuario. “El propio rector, Monseñor
Luciano Guerra, declaró el 4 de mayo del 2000 en el periódico EL MUNDO, que, en
efecto, tuvo lingotes de oro del III Reich en una de sus cuentas corrientes entre 1976 y
1986; pero resta importancia al asunto, asegurando que, si las barras estuvieran
todavía en su poder, le parecería razonable intentar preservar alguna al menos, como
memoria auténtica de aquel horrible período de la Historia de la Humanidad. Monseñor
Guerra añade que el santuario vendió una cantidad considerable de ese oro entre
1982 y 1986, para hacer frente a los gastos de las nuevas construcciones de Fátima.
Nunca se planteó ningún problema de conciencia por la posesión de esa riqueza. El
rector de Fátima admite que anualmente reciben entre 10 y 20 millones de kilos de oro
y plata en limosnas y donaciones de los fieles, que se usan algunas veces para
confeccionar ornamentos y objetos litúrgicos, como cálices y copones; otros son
vendidos para formar una reserva de caudal, y no pocos son conservados. Los autores
de la investigación estiman que los más de seis millones de peregrinos que visitan
anualmente Fátima podrían dejar en sus arcas un total cercano a los 500 millones de
pesetas. Monseñor Guerra termina aclarando que los peregrinos no acostumbran a
exigir cuentas. ¿Por qué, Dios santo, se nos dice entonces en las sagradas escrituras
que debemos de dar cuentas hasta de un grano de algarroba?
SARDANÁPALO, EL GRAN REY DE ASIRIA
Fue el último monarca de los asirios y superó a todos los anteriores en lujo y vida
muelle. Porque, sin ser contemplado por nadie de fuera del palacio, vivió una vida de
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mujer y pasaba el tiempo con las concubinas, hilando púrpura y lo más delicado de la
lana; llevaba vestimenta femenina y había recubierto el rostro y su cuerpo entero con
albayalde y demás cuidados de las cortesanas, siendo más delicado que el de
cualquier voluptuosa mujer. Se cuidó también de tener una voz femenina y en relación
con las bebidas no sólo degustaba especialmente las bebidas y comidas que
proporcionaban cotinuadamente placer, sino también perseguía los placeres carnales
con hombres y con mujeres de maneras indistintas, pues practicaba los contactos
sexuales libremente en ambos sentidos, sin percibir de modo alguno sentimiento de
vergüenza acerca de su proceder. A tal grado de lujuria, de infamante sensualidad y
desgobierno llegó, que compuso su propio funeral y ordenó a sus sucesores en el
trono que tras su muerte hicieran inscribir sobre la tumba lo compuesto por aquel en
lengua bárbara, traducido posteriormente por cierto griego: Sabiendo bien que naciste
de naturaleza mortal, tu ánimo creció disfrutando de las fiestas;pero al morirte ya no
existe felicidad. Porque también yo soy polvo. Estoy contento de cuanto comí, cuanta
licencia me tomé y cuanto experimenté en los placeres del amor; pero muchas cosas
felices han quedado atrás.
SÁTIRA
La letrilla satírica que sigue se divulgó contra Mª Luisa de Orleáns, primera esposa
de Carlos II. La impotencia del monarca no pudo fecundarla:
Parid, bella flor de lis,
En fortuna tan extraña.
Si parís, parís a España;
Si no parís, a París.
SECTA “PUERTA DEL PARAÍSO”
El suicidio colectivo de los treinta y nueve miembros de la secta “Puerta del
Paraíso, sucedido en San Diego (California) conmocionó al mundo. Algunos
previamente se habían castrado, bebían cicuta mezclada con alcohol y se vestían de
luto antes de reposar en la cama, pues esperaban que de ella les recogiera un platillo
volante, para trasbordarlos a su vez al cometa Hale-Bopp, el cual definitivamente les
trasladaría al Paraíso. Tras este suicidio colectivo, el mundo se enteraba consternado
en 1998 que en Tenerife (España) acababa de producirse otro fenómeno igual al de
San Diego. Una treintena de personas, entre ellas niños, tenían preparado para usarlo
de inmediato un veneno mortal de necesidad, el cual no llegaron a ingerir porque,
alertada la policía por los vecinos, logróse impedirlo. Mantenían estos desgraciados la
esperanza de que, trasegado el bebedizo, pasaría un “ovni” por Tenerife para
recogerlos y llevarlos a su paraíso particular. Este tipo de suicidios colectivos y los
trastornos emocionales que padecen tantísimas personas adscritas a sectas
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esotéricas, hacen pensar en la peligrosidad social de dichas agrupaciones
Hay gentes tan increíblemente ingenuas y crédulas que rayan con el infantilismo y
son para los pseudoevangelistas de supercherías e imposturas una presa de fácil
captura.¡25,000 apariciones de la Virgen en el mundo se inventaron el año 1967!.
Andalucía es la región donde este tipo de bobadas suceden con preocupante
frecuencia. Se han multiplicado los y las videntes, intermediarios entre el cielo y la
tierra desde las pantallas de televisión. Un hombre ya mayor, aureolado de cierta
ancianidad paternal y bondadosa, diluye su discurso en una charla paciente, amable y
sentenciosa con su consultante y, después de unos momentos de cariñoso palique,
tienta el poder del cielo haciendo girar sobre cierto vaso de torneado vidrio un brillante
crucifijo colgado de su mano, mientras espera que le descienda de lo alto la deseada
inspiración. Por lo común, el espíritu o genio auspiciador no suele dar remedios
inmediatos, sino que delega las soluciones al calendario de los días y de los meses,
advirtiendo sabiamente que a su tiempo maduran las uvas. Quienquiera puede asistir
todas las noches en el saloncillo del televisor a este asombroso espectáculo
mencionado y comprobar la vaciedad cultural de los comecocos de turno. Otro
personaje “visionador”, de tierras jienenses, muy joven para charlatanerías que
presuponen mucha experiencia y trato de gentes, vimos que acunaba en sus brazos al
niño Jesús, cuya divina madre le había permitido coger .y acariciar en la aparición.
Habría que felicitarle con el “Fortunate adolescens! latino “(¡oh afortunado
adolescente!), pues el espectáculo se emitía desde el interior de una pequeña ermita,
que el fervor de sus devotos le había sufragado con limosnas. Las apariciones
públicas de la Virgen a Carmen la de Pedrera (Sevilla) mantuvieron en vilo a
muchísimos televidentes, con la respiración suspendida y el ánimo encogido, pues
parece que otra advocación mariana de las inmediaciones, también muy aficionada a
apariciones públicas, se negaba a simultanearlas con las aledañas. Hubo una noche
en la pantalla cierta refriega de truenos y relámpagos en el cielo, que asustó a muchas
personas y que Carmen de Pedrera debió de haber explicado, sin duda, dada la
imposibilidad inadmisible de confrontaciones y enemistades entre los habitantes del
cielo.
Muy conocida fue en su tiempo en toda España una distinguida dama de alto
copete social, llamada cariñosamente Pitita Ridruejo, cuyo meritorio prestigio de
erudición sobre “apariciones marianas” le otorgaron la calificación de “meritissima cum
laude”. La presencia de Pitita Ridruejo concedió a la aparición de la Virgen de
Aranjuez el necesario nihil obstat, para ser venerada por auténtica Madre de Dios. Se
comprende que, habiéndose desbaratado todo el escenario de rezos que se asoció al
caso, y desvanecida con él la misma fantasmagoría, se haya llegado a afirmar que, o
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se estuviera promocionando una entelequia malévolamente intencionada, o que la
aparición de la Virgen sólo obedeciera a una alucinación momentánea, originada por
cualquier trastorno ocasional de la mente. Por este tiempo igualmente la Virgen dejóse
ver a unas colegialas en la sierra de Córdoba, y quedó como señal de la visión una
efímera fontezuela surgida de la tierra milagrosamente, que manó un cierto tiempo
agua con “virtudes curativas”. Congregábanse allí durante algún tiempo muchísimas
personas a rezar el rosario y a beber el agua; mas como no producía los saludables
efectos esperados en cuantos la ingerían, intervinieron las autoridades sanitarias.
Realizaron los análisis convenientes y clausuraron la ocasional fuente con el cartel
“Peligro: Aguas malsanas. No potables”
SEGURIDAD SOCIAL
Numerosos
fueron
los
tumultos
originados
por
los
pobres
y
esclavos
(consecuencia de las deudas) en los primeros años de la república romana. En uno de
ellos el cónsul Servilio calmó a la multitud prometiendo una forma de gobierno
equitativa “en la que hubiera asistencia estatal para los pobres.”
SEMBRAR NIÑOS
A San Agustín sólo le agradaba el matrimonio de San José y la Virgen María,
porque fue de una total abstinencia; ya que, como todo buen cristiano sabe, Jesucristo
fue engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo. El nacimiento de los niños, según
el obispo de Hipona, debía consistir en echar el semen masculino a voleo, como se
hace con la siembra del trigo. Hasta nacerían más niños.
SEMINARIOS CRISTIANOS
Desde muy antiguo la Iglesia se proveyó de sacerdotes formándolos en
seminarios. En la Córdoba califal hizo sus estudios en el siglo IX san Gumersindo,
natural de Toledo, y el abad Servideo. Ambos imitaron la dudosa conducta de algunos
cristianos de entonces de presentarse sin necesidad evidente ante las autoridades
musulmanas simplemente por insultar a Mahoma; motivo, como es lógico, que irritaba
a los mahometanos y, en consecuencia, no sin repugnancia de los magistrados y
hasta con desagrado, debían éstos condenarlos a muerte. Posteriormente, en el siglo
XVI, los sacerdotes se formaban en centros más disciplinados, que habían surgido con
las reformas del Concilio de Trento (seminarios conciliares), cuyos escolares, ya
sacerdotes y ya sin habitantes musulmanes con quienes compartir las calles y plazas
de la ciudad, no sintieron las acometidas injuriosas de sus correligionarios de los
tiempos califales.
SÉNECA ESPAÑOL
En España empezó a hablarse de Séneca en el siglo XIII, en relación con el
reavivamiento de la obra de esta filósofo en Europa. La ingenua fábula de ser Séneca
295
un “español”, un romano nacido en Córdoba, que para los cordobeses significa el
colmo de la sabiduría, motivó que Kart Alfred Brühel escribiera a Américo Castro estas
palabras: “ Estoy totalmente de acuerdo con su concepción de que Séneca no puede
ser llamado filósofo “español, sino estoico romano.”
SEPARATISMO VASCO
Pasaba el político Sagasta unos días de descanso en San Sebastián y, cayendo
uno de esos días en domingo, la banda de música distraía al público del paseo donde
se levantaba el hotel. Llegó un momento en que parte del auditorio quería que los
músicos interpretasen el patriótico “Guernica Arbola”; otro sector, que siguieran con las
piezas señaladas en el programa del repertorio. Se enzarzaron todos en una disputa
con alboroto tan serio que hubo hasta un intento de asaltar el hotel donde residía el
ministro español. Acudió al tumulto la Guardia Civil y la Caballería, oyéronse disparos
y hubo gente contusionada con las cargas de los soldados de a caballo. Ahora que
hemos salido del siglo XX y entrado en el XXI, después de contemplar que nuestros
compatriotas los vascos ya no disfrutan en paz y sosiego en sus alegres fiestas, pues
suelen acaba entre bastonazos y gritos, quién no se pregunta con tristeza cuándo
volverán la paz y la alegría a esas hermosas tierras de Euskadi.
SEQUÍA Y ROGATIVAS
Las sequías se abaten sobre el país como un mal endémico. La del 1896 alcanzó
tales dimensiones de perjuicios públicos, que hubo necesidad de recurrir a los auxilios
divinos, bajando a los santos de los altares para pasearlos por plazas y calles, entre
rezos plañideros y salmodias angustiosas. Había que ablandar el corazón de la divina
misericordia para que abriese las compuertas del cielo. San Isidro, el santo más
entendido en cuestiones agrícolas y por consiguiente el más sensible al dolor de los
campesinos, fue llevado y traído por todo el país. Pero, siendo el patrón de Madrid, la
capital de la sufrida nación tenía que honrarlo con procesión más lucida y solemne. Así
es que la encabezaron las autoridades, la aristocracia, los altos dignatarios del ejército
y de las Cortes, millares de ciudadanos, multitud de frailes, cientos de estandartes y
simpecados y resonaron incansables las lastimeras estrofas del “¡Perdona a tu pueblo,
perdónalo, Señor!”. Y es que, cuando no llueve como es debido, creemos que se debe
a nuestros pecados. Mas parece que la cosa no va por ahí. Estos últimos tiempos se
peca a mansalva y llueve con satisfactoria regularidad. A veces, hasta demasiado,
incluso con inundaciones y achiques de agua en las viviendas. No se debe ni
renunciar a la devoción de nuestros sanisidros ni disminuirla, pero junto a estos
buenos patronos deben los ingenieros de obras públicas ponerse a planificar pantanos
y embalses y los gobiernos a incluir su construcción en los presupuestos generales del
Estado. Arrimando los cuartos, no se fatigará al cielo con rosarios y padrenuestros por
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la obtenbción de dádivas celestiales.
SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO
El emperador Augusto mandó vender en pública subasta a un ciudadano del orden
ecuestre, porque había cortado a sus dos hijos los pulgares para evitar que fueran
llamados a formar parte del ejército. Ya estuviera Roma en estado de guerra o
simplemente necesitara tropas para mantener incólumes las fronteras de la república y
del imperio, el ejército (formado por veteranos) en parte era obligatorio, de acuerdo
con la necesidad; y se acudía a todas partes para hacer las levas de soldados. En
nuestra historia fue Narváez el general que exigió y constituyó en la nación el servicio
militar obligatorio.
SEXO
Los habitantes de las orillas del Mar Caspio se dice que usan en público de sus
mujeres a manera de brutos. Es una observación de Herodoto. La Universidad de
Barcelona desarrolló en 1993 una campaña contra el SIDA en la que aludió a “talleres
de sexo seguro”. Debió suponerse (la propaganda no fue muy explícita) que en tales
talleres se debería tal vez adiestrar en un aprendizaje práctico del acto sexual a los
que en ellos se inscribieran; sin embargo esta idea fue rechazada, por considerarse
fomentadora de una fornicación dura y pura, con todas las variantes que ofrecen los
libros sagrados de las religiones indias; a no ser que las personas integradas en los
susodichos talleres se hubieran inscrito en ellos con fines exclusivamente
santificantes. Naturalmente que en este supuesto, el repudio se levantaría, pues los
alumnos y alumnas parecen proponerse la meta de la perfección espiritual. El Estado,
pues, ha de vigilar por que, en efecto, en los “talleres del sexo” impartan la docencia
licenciados y licenciadas en la docrtrina sexual del hinduismo tántrico, por ser fuente
de placeres espirituales, que nada tienen que ver con el ayuntamiento carnal de las
bestias salvajes.
SEXO EN CONFESIÓN
Revista LUI, Nov. 1973. Micrófonos ocultos en el confesionario. C: sacerdote confesor;
P. Penitente:
C. Alabado sea Jesucristo
P. Alabado sea.
C. ¿Cuánto tiempo hace que no se ha confesado?
P. Desde…desde hace tres meses, creo.
C. ¿Tres meses? Es mucho. ¿Qué ha pasado?
P. Yo no sé. Quizá…Yo no sé…Estoy pasando por una crisis, padre. No era confesar
lo que yo quería, sino pedirle consejo.
C. Bien. Te escucho.
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P. Yo tengo novio y hemos decidido mi novio y yo tener encuentros ‘intimos. Yo creo
que eso me situaría fuera de la Iglesia. He aquí, padre, cuál es mi problema
C. Es seguro que si tomas una deliberación de este tipo vas a perder la gracia, querida
niña. ¿Has tenido ya este tipo de relaciones?
P. No, aún no del todo completas.
C. ¿Has ido, de todas formas, más allá de lo permitido?
P. ¿Qué entiende usted, padre, por más allá de lo permitido? Yo no sé lo que es
permitido o no a los ojos de la Iglesia.
C. ¿Os habéis limitado a abrazaros?
P. Pues…no.
C. Cuéntame, hija mía, lo que habéis hecho?
P. Pues las cosas que se suelen hacer cuando se tiene novio.
C. Es decir ¿caricias?
P. Sí, padre.
C. ¿No hay nadie más que él que te las hace?
P. No le entiendo.
C. Si sólo es tu novio el que te hace las caricias.
P. Los dos juntos.
C. ¿Pero os acariciáis sin pensar mal, afectuosamente, o de manera lasciva?
P. Le confieso, padre, que no me he parado a pensarlo nunca. Lo hacemos
instintivamente, porque nos amamos.
C. Yo quería decir si él te toca las partes sensibles…el pecho…el sexo.
P. ¿Qué importancia tiene eso?
C. Mucha, querida niña, mucha importancia. Porque los contactos de este tipo son
lascivos, no tienen nada que ver con el amor que sentís el uno por el otro.
P. ¿Eso son pecados?
C. Seguros, e incluso pecados graves, querida niña.
P. ¿Entonces?
C. Pero…¿tú también le tocas todo?
P. Sí.
C. ¿Con las manos sólo o también con la boca?
P. Padre, me molesta hablar de estas cosas. El amor es eso también y nosotros nos
amamos. Precisamente por esta razón no me he confesado durante mucho tiempo.
¿Ve usted? Yo pensaba que usted me iba a condenar, mientras que nosotros no
veíamos nada sucio en eso…Para nosotros es una cosa natural, como también para
todos los novios.
C. Mi querida niña, eso no son cosas naturales, como tú dices. Esos palpamientos,
298
esas caricias no están permitidas más que como preparación para el acto sexual
completo y vosotros no podéis hacer ese acto sexual completo, hasta que no estéis
unidos por los lazos del matrimonio.
P. No lo comprendo.
C. El hecho de acariciar y manosear el sexo de tu novio no es…cómo diría yo…una
manifestación
de
afecto,
sino
una
manifestación
animal
de
los
sentidos.
¿Comprendes, querida niña? Él se excita, ¿comprendes? Eso le estimula el instinto
animal. El mismo instinto que impulsa a los animales a procrear. No sois marido y
mujer. Pero quizás queréis tener un hijo.
P. No, no queremos niños de momento. Queremos simplemente enriquecer nuestro
amor con nuevas experiencias. Padre, ¿es el matrimonio a sus ojos una cosa seria?
C. Evidentemente.
P. Pues bien, nosotros lo consideramos como una cosa seria también. Por eso
queríamos llegar a él después de comprobar si nuestros sentidos están en armonía o
no.
C. Pero Dios no puede permitir eso, querida niña. Tú has transgredido gravemente los
límites del amor cristiano, abandonándote a los instintos más bajos de tu novio y
dando tú misma curso libre a sus instintos. Pero…¿tú no has sentido vergüenza? ¿No
has sentido, cuando las manos y la boca de tu novio han explorado tu cuerpo
desnudo, entregado a tu deseo? Y tú has hecho lo mismo con él, contribuyendo a
excitar su miembro y quizás a verter su semen…¿ha habido emisión de semen en
vuestras efusiones?
P. Pues…sí.
C. ¿Y eres tú la que lo has llevado a ese estado por medio de tus toques?
P. Cuando nos amamos, lo hacemos recíprocamente, padre.
C. Pero Dios no quiere eso, querida niña. Solamente en el matrimonio está permitido
el orgasmo, el acto de la procreación. Tú eres libre de actuar como creas conveniente,
pero no puedes pretender la aprobación de Dios cuando te convenga.
P. Pues bien: eso era lo que yo quería saber, padre. No, no pienso que los contactos
con mi novio no “me convengan”. Yo pienso, por el contrario, que es una cosa natural.
Si me hubiera dejado caer en sus brazos el primer día, sin saber quién era, no digo
que no; pero ahora existe entre nosotros un lazo afectivo sólido.
C. Hija mía, no hay forma de entendernos. Dios nos ha dado leyes y tú quieres que yo
te autorice a transgredirlas. Es absolutamente imposible.
P. Pero usted dice, padre, que la Iglesia no autoriza las caricias, sino el acto sexual.
C. No, yo no he dicho eso, hija mía. He dicho que no se admiten los actos demasiado
atrevidos, lascivos…¿comprendes? Justamente para prevenir la tentación de la
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entrega total. Podéis muy bien con todo cariño abrazaros, acariciaros…con los rostros.
He ahí.
P. Ya lo veo. Lo que pasa es que la Iglesia no autorizaba a los novios a abrazarse y
después ha autorizado una serie de cosas. Yo creía que no existía fronteras precisas
entre lo que era permitido y no permitido. Es decir, que esas fronteras se fijaban con la
buena fe y buena voluntad de los interesados.
C. La Iglesia, querida niña, no puede establecer leyes para cada caso particular. No
hará falta más que eso.
P. Comprendo. Pero el confesor podría autorizar cada caso, ¿no cree?
C. No, no. Yo no sé…Puedes incluso tener razón en ese punto; pero por ahora no
tengo ninguna autoridad para hacer lo que me pides, querida niña. Pero si tú me
prometes arrepentirte de tus intenciones y si tienes el firme propósito de conducirte
bien con tu novio, te puedo dar la absolución. De otra forma, de otra forma…estoy
desolado, pero no puedo hacer nada.
P. Bien. Muchas gracias, padre. Reflexionaré sobre ello.
C. Sí, hija mía, reflexiona y vuelve a verme. Siempre te hará bien hablar y confiarte a
alguien. Te espero y te doy mi bendición.
SIGNOS ORTOGRÁFICOS: SU IMPORTANCIA
Júzguese por estos breves ejemplos la importancia que tienen los signos
ortográficos:
1.-El rey dijo que no; debe morir. 2.- El rey dijo que no debe morir.
En la frase 1ª Un desgraciado muere por orden del rey.- En la frase 2ª Una persona
debe al rey haber salvado la vida.
SÍBARIS Y SIBARITAS
Síbaris, afamada ciudad de la antigüedad, con una población de 300.000
habitantes, se distinguió por su vida placentera y acomodada. Embellecíanla hermosos
edificios y lujosas mansiones; lo que unido a la buena vida y delicias a que se
entregaban sus moradores convirtieron a Síbaris en el trasunto más lejano del París
frívolo y divertido de los tiempos antiguos. He aquí la vida ordinaria de un sibarita o
“bon vivant” de entonces: los esclavos que encargaban de proporcionar riqueza con su
trabajo en los campos, molinos o comercio. Por supuesto que los ciudadanos de
mayor prestigio y consideración social eran los cocineros. El bienestar llegó a imponer
la prohibición de toda clase de ruidos en las calles, para no molestar a los contertulios
de los banquetes. Los herreros no existían allí, precisamente porque son obreros muy
ruidosos. Y por si faltaba alguien a quien cerrar el pico, se ordenó desterrar al gallo,
porque esta ave practica la enojosa costumbre de importunarnos con los buenos días
a la hora en que mejor se duerme
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SIERVOS MOLINEROS
Era los que, castigados por algún delito, lo cumplían dando vueltas a la rueda del
molino. Plauto, el gran comediógrafo latino, sufrió tan humillante castigo.
SILENCIO NECESARIO PARA EL ESCRITOR
Preguntándole una vez el poeta Euxeno a Apolunio de Tiana por qué no escribía,
poseyendo hermosos pensamientos y elegante palabra, contestó: Porque todavía no
he aprendido a guardar silencio.
SILOGISMO MORTIFICANTE
“Se tiene lo que no se ha perdido. Usted no ha perdido los cuernos. Luego los
tiene”. El silogismo que concluye con un disparate, recibe en filosofía el nombre
“barocco”.
SINDICATOS
La idea que enarboló el Partido sindicalista de Ángel Pestaña sus tiempos de
mayor actividad propagandista se centraba en la constitución de un sindicato
autónomo capacitado para alcanzar las reivindicaciones obreras, lograr la dignificación
del trabajador e implantar una nueva sociedad humana, donde la explotación del
hombre por el hombre no fuera posible. En resumen: crear las condiciones para
suplantar el sistema económico capitalista por una organización de la producción, en
la que todos los factores que concurren en ella lleguen a decisiones consensuales en
un plano de igualdad. La política del sindicato debe orientarse hacia unos objetivos
que no son la conquista del poder político ni económico, sino simplemente hacia el
reparto equitativo de la riqueza generada por el trabajo en general, cuya mano de obra
se halla en un pie de igualdad con el poder económico y el Estado, garante éste de las
concertaciones entre ambas fuerzas. El Partido Sindicalista debe desarrollar una
acción fuera de los cauces del electoralismo político, tanto para la conquista de un
escaño del Parlamento como de un municipio.
SOBACOS
Los sobacos, en verano y en todas las estaciones del año, suelen oler mal, cuando
no se cuida el cuerpo con la debida higiene. Para los griegos este olor tenía cierto tufo
parecido al que desprenden las cabras. Por eso se valían del verbo “hypertragídso”
(“trágos”, cabra en lengua griega) para expresar que alguien descuidaba la limpieza de
sus axilas.
SOBRENATURAL
El salvaje concibe con dificultad la distinción entre lo natural y lo sobrenatural
comúnmente aceptada por los pueblos ya más avanzados. Para él está funcionando el
mundo en gran parte merced a ciertos agentes sobrenaturales, que son seres
personales, que actúan por impulsos y motivos semejantes a los suyos propios y que,
301
como él, son propensos a modificarlos por apelaciones a su piedad, a sus deseos y
temores.
SOCIALISMO Y PARADOJA
El Partido socialista Obrero Español se reunió en su trigésimo tercer congreso
(marzo 1994), cercado por una multitud vociferante de obreros (sus votantes) repelidos
rigurosamente por las Fuerzas de Seguridad del Estado. Anótese que desde la
implantación de la democracia, no pocos arribistas han engrosado las filas de una
nueva "clase" de ricos, que bien podrían designarse, por ser ricos, las derechas del
oportunismo. "Tonto quien no se enriquezca ahora", vino a animar un politico metido a
predicador de la buena vida; y, además, con concimiento de causa, pues fue ministro
de Hacienda. El escándalo del Ayuntamiento de Marbella puede aducirse como prueba
de la práctica rápida de redondear el caudal, puesto el ojo avizor en los negocios
pingües, bajo el concepto que encierra el antiguo refrán "Ahora que tengo potro, pongo
la vista en otro."
SODOMÍA Y BESTIALIDAD
Así definía la “sodomía”el sínodo de 1662, celebrado en Córdoba, bajo la
presidencia mitrada del sr. Alarcón: “Luxuria contra naturam, concubitus ad diversum
sexum” (lujuria contranatural, coito en sentido distinto al que está establecido por la
naturaleza). La bestialidad, sin embargo, se enunciaba como “cuncubitus ad rem
diversae speciei” (una cópula con objeto de diversa especie). Se ofrecen en el sínodo
variedades para todos los gustos: masculi ad masculum” (de macho a macho);
foeminae ad foeminam (de hembra a hembra); “masculi ad foeminam in vase
praepostero (de macho a hembra, pero por el conducto posterior); pecados todos que
condenan el derecho canónico y el civil. Éste, además, lo considera “pecado de lesa
Majestad” o lo que es lo mismo, perpetrado sobre la Realeza misma. Como no se
puede decir “de esta agua no beberé”, se reservaba para pasto de crepitante hoguera,
a quien se atreviera a desafuero de tal índole, previa indemnización a la Majestad
ofendida de todos los bienes. El Fuero Juzgo le impone también la castración. En la
bula del Papa Pio V (1568) “Horrendum crimen” la sodomía es completa y total cuando
hay “emissio seminis viriles intra vas praeposterum pueri” (cuando hay emisión del
semen viril dentro del ·conducto posterior del jovenzuelo). Eufemismo rebuscado, pero
suficientemente comprensible. Igual que el siguiente: “qui coierit cum jumento, morte
moriatur” (quien copule con un asno, castíguese con la muerte). Es sentencia del
ëxodo, 20 y 22 , donde se ordena tajantemente a los presentes en la escena: “Pecus
etiam occidite” (¡Matad también al asno!) Para poner fin a esta secuencia de
patologías sexuales, vamos a presentar a la desconsolada fémina “quae accesserit ad
omne pecus et vult ascendit ab eo” (que se arrima a claquier clase de animal (ya no le
302
importa cuál, tan grande es su deseo) y le permite que la cubra.” El Derecho Canónico
grita entonces horrorizado ¡No!¡No! “Interficietis mulierem et pecus” (Tenéis que matar
a la mujer y a la bestia). Se percibe que el furor sagrado del canonista ha llegado a un
paroxismo tal, que ya se ha olvidado por completo de que estaba haciendo un tratado
de pecados reservados, por donde se mueve benévola la misericordia de Dios, pero
no un código de delitos de pena capital.
SOLARIEGO
El profesor Miguel Artolá define al solariego como “el beneficiario de una cesión de
tierras (solar) por parte de un donante (rey, noble, monasterio) a perpetuidad, con
obligación de trabajarlas, no despoblarlas y pagar un renta en especie, implícita la
propiedad de ellas y la transmisión de las mismas a sus herederos.” “E solariego tanto
quiere decir como ome que es poblado en suelo de otro” (Título 25, Part. 4ª, Código de
las Siete Partidas). El abad de Oña entregó a Martín Borovano y a su mujer Eugenia la
tierra que se describe en este texto traducido de la lengua latina: “Aquel solar que
tenemos allí con su huerta y con su era y con aquella tierra que está junto a la era;
todo esto damos bajo esta condición: que vosotros y vuestros hijos y los hijos de
vuestros hijos lo poseáis y anualmente entreguéis al abad de Oña dos tablas (medida
agraria de la época) de cebada y una tabla de trigo y cuatro octavillas de vino y un
tocino cuyo valor sea de dos sólidos y no menos.”
SOLDADOS EN REBELDÍA
El rey Psamético tuvo necesitad de realizar una gran campaña militar en Siria y
quiso premiar a los solados mercenarios, colocándolos en el ala derecha; en cambio, a
los nativos, tratándolos de modo menos honorable, los emplazó en flanco izquierdo de
la falange. Los egipcios, encolerizados por la afrenta y siendo en número de
doscientos mil, se rebelaron; entonces el rey y sus generales les suplicaron que
cambiaran de idea y se acordaran de sus templos, los lugares patrios y todavía más,
de sus mujeres e hijos. Todos ellos, gritando al unísono y golpeando con furia las
lanzas contra los escudos, declararon que, mientras tuvieran sus armas, fácilmente
encontrarían lugar para vivir; tras levantar sus túnicas y mostrar las partes pudendas
de sus cuerpos, dijeron que teniendo estos atributos, no les iban a faltar ni mujeres ni
hijos. Con tal manifestación de arrogancia y desdén de aquello que para los demás es
lo más apreciado, conquistaron las mejores partes de Etiopía y se repartieron en lotes
una extensa parte y se establecieron en ella.
Constantino se aprovechó de las facilidades que le dio la primitiva iglesia cristiana,
cuando los soldados cristianos, deseosos de cumplir con el mandato de Jesús del
amor fraterno entre los hombres, desertaban del ejército del emperador. Agradecida la
Iglesia al edicto del emperador, por el que conseguía ciertas libertades y beneficios,
303
decretó la excomunión contra los soldados desertores. Los gestos de ayuda mutua
entre la Iglesia y el Poder habían empezado a funcionar a pedir de boca para ambas
potestades.
SOLIDARIDAD ENTRE PERSEGUIDOS
Los miembros de algunas religiones y sociedades, señalados por las autoridades
como dignos de ser perseguidos, establecieron un sistema de signos secretos para
prestarse mutuo auxilio. Los cristianos utilizaban el pez dibujado en cualquier parte.
Habían aprendido el sistema ya empleado por los discípulos del Templo de las Musas,
y también de Pitágoras, que igualmente sufrían de persecuciones. Idearon, pues, para
socorrerse cierto método de claves para intercomunicarse. El pitagórico Clintas de
Tarento se sintió enfermo en una hospedería, a cuyos dueños adeudaba el precio del
hospedaje. Fuera ya de ella, en la pared de una casa escribió determinados símbolos,
que un recién llegado a la localidad leyó e interpretó completamente. Pedía Clintas
que cualquier hermano pitagórico le pagase la deuda contraída. Los mensajes que hoy
contemplamos pintarrajeados en las paredes de las calles incitan a la revuelta, a la
desobediencia civil, también al asesinato. ¿Qué, si no, quiere significar “Al paredón”?
¿Hemos podido interpretar parte de los letreros de ahora con el mismo sentido
fraternal de Clintias? ¡Fraternal! Lema de la Revolución francesa, lema de las
izquierdas. Pero qué fraternalmente se empezó a servir. El asalto a las Tullerías, la
guerra civil española, los crímenes del nacionalismo a ultranza, el de “Por Dios, por la
Patria y el Rey” o el de “fuera los maketos” de Sabino Arana: Exterminar al enemigo.
No hay más partido ni más régimen que el mío. O lo tomas o te vas, y si no te vas, voy
por ti, donde quiera que sea. Si se trasladara a las Comunidades de Vecinos igual
procedimiento de liarse a tiros contra los disidentes o los disidentes contra los que no
lo son, sin duda que a los pistoleros se les haría en ellas la vida insoportable y
acabarían por irse a vivir a la selva; lugar, por cierto, donde pueden hallar amplio
campo de acción para desplegar sus instintos de cafres indomables. Bienvenidas a los
tiempos modernos las Comunidades de Propietarios, las chicas y las grandes. Nos
están educando a ser civilizados.
SOLIDARIDAD INTERESADA
Mientras más seguro me encuentro, menos necesito de los demás; soy, por
consiguiente, un ser individualista. Pero, cuando mi seguridad no es tan sólida y
empieza a tambalearse, busco apoyos en los otros. Entonces siento propensión hacia
lo colectivo, me hago más social.
SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
Polibio habla del Terremoto de Rodas (217 a.C.), en el que quedó destruido su
conocido Coloso (32 metros de bronce), las murallas, etc.; y, cómo todos los reyes de
304
la época enviaron y dieron grandes donativos para la reconstrucción, franquicias en
sus puertos para las naves y toda clase de ayuda.
SOLÓN
Sardes era en la antigüedad una ciudad famosa por su opulencia y esplendor.
Todos los varones sabios que a la sazón vivían en Grecia emprendían viaje para
visitarla. Entre todos ellos el más célebre fue Solón; el cual, después de haber
compuesto un código de leyes por orden de sus conciudadanos, se ausentó de su
patria durante diez años, so color de navegar y recorrer diversos países; pero, en
realidad, fue por no tener que abrogar ninguna ley de las que dejaba establecidas.
SOPLONES REALES
Los reyes persas estaban al corriente de lo que ocurría hasta en los confines más
alejados de su imperio y ello se debía a que contaban con un buen servicio de “ojos
del rey” y “oídos del rey”. Tanta claridad muestran estas expresiones que no necesitan
explicación. Carlomagno fue menos objetivo y específico que los persas, pues por algo
era cristiano. Él llamaba a sus soplones “missi dominici”, los ”enviados del rey”..
SUEÑO, SU INTERPRETACIÓN
Desde muy antiguo se da importancia a la interpretación de los sueños. Los
adivinadores de sueños estaban en las plantillas de los palacios reales y de las casas
acomodadas. La fama del obispo Osio en la corte de Constantino se debía a ser
“adivinador” de un sueño que le interpretó al emperador, atormentado por haber
pasaportado al otro mundo a su mujer. Osio le consoló con una interpretación muy
benévola. De ahí arrancó su suerte en copresidir el emperador y él el Concilio de
Nicea tan famoso. ¡Quién diría que murió el santo varón en la herejía arriana, sin
querer dar su brazo a torcer! "Hay sueños que no se cumplen, sino que se roncan",
decía jocosa y agudamente el humorista Jadiel Portela.
SUFRAGAR LOS GASTOS PÚBLICOS
En los primeros años del siglo XVIII era gobernador de Cádiz —y también Capitán
General de Andalucía— Don Francisco Solano. Este personaje, aun hallándose la
ciudad sitiada por las tropas francesas, organizaba saraos y diversiones de sociedad
sin motivos aparentes, en los cuales participaba la burguesía y la numerosa oficialidad
de la guarnición. Para cubrir el coste de estas alegres fiestas, mandó el general
descontar de la paga de los mílites un tanto por ciento caprichoso, del que no se
libraban tampoco los comerciantes ricos. Antonio Alcalá Galiano, que narra esta
anécdota (Recuerdos de un anciano) no se extiende a más consideraciones sobre el
resto de las exacciones que, sin duda, cargaba a los bolsillos de los ciudadanos de a
pie, nunca invitados a los ocios de los acaudalados burgueses.
SUFRIR POR JESÚS
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Parece ser que el sufrimiento por Jesús a base de disciplinar el cuerpo con las
monacales correas, se había convertido en una práctica usual entre las señoras de la
alta sociedad, aunque sea difícil de creer. Propinaban la ascética zurribanda severos
eclesiásticos que, considerada la embarazosa situación de verse junto a una dama
desnuda desde las nalgas a los tobillos, esgrimían el lacerante instrumento bajo la
amonestación canónica “disciplina sub”, disciplina bajo ciertas condiciones; una de
ellas la de que debían salir los clérigos del penitente vapuleamiento más puros y
castos que los mismísimos ángeles.
SUPERCHERÍA Y FILOSOFÍA
La historia de la cultura ha rendido siempre a Grecia y en particular a Atenas, un
tributo de admiración mayor que el que se haya otorgado a cualquier otro pueblo.
Pero, aunque florecían en ella los sabios y los artistas, no pudo desterrar la
superstición ni la creencia en las supercherías. Viene esto a cuento de que, antes de
enfrentarse los griegos y los persas en la famosa batalla naval de Salamina,
decidieron los atenienses poner a sus hijos y mujeres a buen recaudo, a fin de que no
cayeran en manos de los enemigos. Y pusieron en práctica esta resolución, basado en
el hecho de haber observado que había aparecido intacta una torta de miel, que solían
poner a diario delante del templo de Minerva, para alimento de una gran serpiente
compañera de la diosa. Lo excepcional era que nunca antes había desdeñado la
serpiente un bocado tan exquisito. La intangibilidad del alimento demostraba, pues,
que la diosa Minerva, protectora de la ciudad, también temía al enemigo y había
puesto pies en polvorosa hacia el Olimpo, llevándose con ella al gran reptil. Los
atenienses, entonces, imitaron a la deidad y abandonaron Atenas.
SUPERSTICIÓN EN EL SIGLO IX
Como Feijóo en su tiempo, el español Egobardo (siglo IX), arzobispo de Lyon,
combatió y refutó las supersticiones de su época. Este hombre creía que, como Jesús
es eterno y omnipresente, todos aquellos que siguen sus mandamientos, nacidos
antes de su encarnación o no, son cristianos y, por consiguiente, herederos del reino
de los cielos. Dicho con otros términos: que Abrahán o Noé ya eran cristianos y, por
tanto, habían subido al cielo antes que hubiera nacido el Señor. Eso era lo que creía
Egobardo. Mas no paraban ahí sus deducciones religiosas, ya que se oponía a que se
rindiera homenaje a las imágenes sagradas, porque consideraba impío representar a
Dios, que es inmaterial, bajo cualquier forma corpórea. Sin embargo, admitía los
retratos. Así, por ejemplo, copias de un retrato que hizo de Jesucristo el rey Abgaro —
entretenía sus ocios en la pintura— se difundieron por toda la ecumene cristiana y el
que pintó San Lucas de la Santísima Virgen —se desconoce si de cuerpo entero —
obtuvo muchísima divulgación. Naturalmente que se les podía rendir homenaje, pues
306
la Virgen y el Señor no fueron inmateriales, como Dios. Egobardo anduvo muy atrevido
en cuantas observaciones hizo acerca de las cosas divinas. Consideró ridículo creer
que el Altísimo había dictado cada una de las palabras de la sagrada Biblia, como lo
mismo ciertos hechos, aludiendo principalmente al burro del profeta Balaán, que a
veces sustituía a su amo en la emisión de los vaticinios. Arremetió contra los fieles
reprochándoles que se dedicaban más a las genuflexiones, que a aflojar la bolsa para
dar limosnas. No soportaba, por otra parte, que mientras tanta gente se veía privada
de comer un mendrugo de pan, los sacerdotes recibieran oro para encender velas al
mediodía en honor de las imágenes. ¡Muchas influencias debió de tener el arzobispo
Egobardo para que no pudiera el papa mandar que lo quemaran por hereje.
Al lado de estas supercherías, existían las que tenían virtudes terapéuticas, como
la creencia de que el excremento del lobo cura la rabia; y las hemorroides sentarse
con la ropa puesta en una piedra, en la que se suponía solía sentarse a meditar San
Fiacro. Egobardo nada ha dejado escrito sobre la capacidad de Dios de suspender las
leyes de la naturaleza, de acuerdo con los divinos designios de su sabiduría. Pero San
Alfonso Maria de Liborio escribió un libro en honor de la Virgen María, en el cual nos
narra algunos. Véase el de cierta mujer, que se ganaba la vida vendiendo su cuerpo y
se le aparece la Señora celestial recomendándole que rece el rosario, para dejar la
mala vida. Compra la mujer el rosario, lo reza varias veces y ni por esas se aparta en
absoluto de su vida pecadora. Ya muy vieja de edad y próxima a la muerte, algunas
personas que la rodean le ven salir de la boca el alma en figura de paloma muy
hermosa, volando hacia el cielo. Algo parecido cuenta el abad san Zoísmo, superior de
un monasterio contiguo a la cueva en donde hacía terrible vida de penitencia Santa
María Egipcíaca, gran pecadora que vivió a costa de alquilar su cuerpo al mejor
postor. Un día fue san Zoísmo a verla y se la encuentra muerta; con un papel agarrado
en su huesuda mano. Decía:: “Entierra aquí el cadáver de esta pecadora y pide a Dios
por su alma.”.Del desierto llega corriendo un león, que no aterra con su rugido al
piadoso cenobita, porque lo envía la Virgen y pónese por orden de la bendita Madre a
cavarle una sepultura a María Egipcíaca con sus potentes garras. San Zoísmo, en
presencia del benéfico león, entierra a la vieja penitente en el hoyo que había abierto
el león y se fue al cenobio a contar lo sucedido con aquella mujer. De todas partes
acuden, entonces, a venerar a la santa, la cual, fiel cumplidora de los deberes de la
santidad limpió de ciegos, mancos, cojos y leprosos cien millas a la redonda.
El portento que se refiere a continuación tiene una pizca de humor. Sucedió a un
clérigo que, de tanto oír hablar de la admirable hermosura de la Virgen, deseó
ardientemente verla al menos una vez en la vida. Le envía la Virgen un ángel con el
encargo de comunicarle que la vería, con tal de que se conformase con quedarse
307
ciego. Accede el clérigo y se le aparece la Virgen. El clérigo, sin embargo, con un poco
de pillería, la mira sólo con un ojo, cerrando el otro, con objeto de no perder la vista de
los dos. Mas, siendo la Virgen es tan bella, se dice el clérigo para sí, ¿cómo me voy a
perder contemplarla a todo mi placer? Y abrió el otro ojo, cuando ya la hermosa Virgen
había desaparecido. El clérigo, pues, se quedó bizco y, encima, muy entristecido.
Vuelve de nuevo a la carga, aun con el peligro de perder el único ojo con visión, que le
quedaba. La bellísima Señora le complace otra vez con una segunda aparición. Mas,
como su belleza corre pareja con su misericordia, al regresar a la celestial morada su
anhelante vidente gozaba de visión absoluta. Consuelos de esta naturaleza cuenta
muchísimos San Alfonso Mª de Liborio y, sin duda, de haber entre los hombres
piadosos algún varón de más, que haya escrito tan extraordinarias suspensiones de
las leyes naturales,.no podría superar a Liborio. Aunque éste no haya sido el narrador
de la más sorprendente suspensión de una caída irremediable, la de un albañil desde
la alto de un tejado a la calle. En efecto, cuando se hallaba a mitad del sensacional
descenso, pasaba por la calle, fortuitamente, Fray Pascual Bailón, el cual levanta las
manos al cielo, musita una oración con lágrimas en los ojos y, al momento el albañil se
queda detenido en el aire. “Espérame, hermano, vuelvo enseguida con el permiso de
mi superior para recogerte en mis brazos.” ¡Vaya que si regresó! La gente estaba
boquiabierta. Apenas se había puesto bajo el albañil, fray Pascual Bailón le gritó: ¡Ya
puedes bajar, hermano! Y bajó el albañil, en medio de atronadores aplausos y,
también de abundantes lágdrimas del numerosísimo público allí congregado. Habían
visto la poderosa mano de Dios y su divina misericordia.
TEATRO EDUCATIVO
Los prólogos que el actor recitaba en el proscenio antes de que se alzase el telón
contenían pintorescas recomendaciones a las mamás, por ejemplo, para que les
sonasen las narices a los niños antes de que empezase el espectáculo; o de que se
llevasen a casa a los gimoteadores. Las autoridades permitían cualquier obscenidad
(en la obra) con tal de que los actores no expresasen críticas al gobierno o a los
ciudadanos de posición. Pero en Roma el emperador Augusto iba más lejos con su
severidad. A un actor de comedias romanas, que se había hecho una peluca con la
cabellera de una matrona e imitó con ella el pelado corto de los mozalbetes, le mandó
azotar en tres escenarios distintos, y después le envió al destierro. A otro, que se
había sentido ofendido por el silbido de un espectador y, señalándolo con el dedo, le
recriminó la acción, tampoco fue con él indulgente Augusto, pues lo expulsó de Roma
y hasta de Italia. El público merecía todo respeto
TEATRO ESTATAL
308
Júzguese cómo se entendía lo que en el siglo XVIII, el siglo de las luces, se
entendía que debía de ser el teatro. El gobierno no debe considerar el teatro
solamente como una diversión pública, sino como un espectáculo capaz de instruir y
de perfeccionar o corromper el corazón de los ciudadanos. Ved los vicios que deben
desterrarse del teatro: fuga de doncellas, escalamientos de casas nobles, resistencias
a las justicias, duelos y desafíos, robos autorizados, violencias intentadas y cumplidas,
bufones insolentes y criados que hacen gala y ganancia de sus infames tercerías.
Ahora ved el teatro deseable: ejemplos heroicos de reverencia al Ser Supremo y a
la Religión de nuestros padres, amor a la Patria, al Soberano, a la Constitución,
respeto a las jerarquías, a las leyes y a los depositarios de la autoridad; fidelidad
conyugal, amor paterno, ternura y obediencia filial; un teatro que presente príncipes
buenos y magnánimos, magistrados humanos e incorruptibles, ciudadanos llenos de
virtud y patriotismo, prudentes y celosos padres de familia, amigos fieles y constantes.
El teatro ha de ser lo que debe, esto es, una escuela de educación para la gente
rica y acomodada. El elevado precio de las entradas alejará del teatro al pueblo
.Conviene dificultar la entrada a la gente pobre, que vive de su trabajo, para la cual el
tiempo es dinero.
TENTACIONES DE GOYA
Habían finalizado las obras de restauración de la cartuja de Aula Dei en Aragón y
con ellas el rejuvenecimiento de los frescos de Goya. A todo el mundo autorizaron los
monjes la entrada, menos a las mujeres. Hasta entonces se había respetado la
prohibición de acceso de las mujeres al monasterio, contenida en las reglas
monacales. Mas las mujeres protestaron porque lo que se exponían era unas pinturas
de Goya, restauradas con dinero público, y ante esta circunstancia los monjes debían
darse punto en boca. Un jueves por la tarde las mujeres se dirigieron a la entrada de la
abadía con la intención de fotografiarse para el reportaje de un periódico local. Sin que
mediara provocación o petición alguna de entrar por parte de ellas, un grupo de
cartujos salió a la puerta para asegurarles que no lograrían pasar al interior. El misterio
que rodea al inexpugnable monasterio está empezando a crear leyendas: “Corre el
rumor de que han sido retiradas las baldosas que ha pisado la restauradora, se
asegura. La restauradora ha sido la única mujer, que junto con la Reina Doña Sofía,
ha entrado en el recinto desde 1901, y para lograrlo tuvo que pedir una bula papal.
TEOLOGÍA
La teología es una ciencia que trata de demostrar la existencia de Dios, sus
relaciones con la creación, su naturaleza y atributos. La teología, pues, es una ciencia
especulativa y su objeto de estudio no se puede someter a la experimentación. La
gente puede entender qué es un teólogo o un arqueólogo, porque los objetos de sus
309
investigaciones se tienen a la vista y hasta se les palpa. Pero, ¿qué ofrece el teólogo?
Una elucubración metafísica, basada en la subjetividad, pero no en la objetividad de lo
real. Dios es sencillamente una invención humana, a la que se ha acudido para
explicar fenómenos de la naturaleza, cuyos motivos un escolar de primaria de hoy
explica con toda lucidez. En las edades históricas, cuando todavía el hombre no había
dado los pasos para tener del mundo un conocimiento científico, el fragor de la
tormenta y el fulgor de los rayos los atribuía al enojo de la divinidad. Un chico de
nuestros días baraja una serie de teorías científicas sobre meteorología, en las que no
aparece para nada, ni hace falta, la autoría divina.
En la teología del siglo II todavía no aparece el Espíritu Santo. A partir del IV los
teólogos casi llegan a las manos, unos para demostrar su existencia, otros para
negarla. En el siglo II las comunidades cristianas aún desconocían que Jesucristo era
Dios, como tampoco sus seguidores, cuando aún vivía. Él nunca dijo: Yo soy Dios. La
única respuesta categórica que dio sobre la importancia de su personalidad fue
delante de Pilatos. “Sí, soy rey; pero mi reino no es de este mundo.” Pues durante el
siglo IV las especulaciones sobre la naturaleza divina se lanzan con desenfreno a
diseccionar
la
sustancia
de
Dios
(“ousía”),
dividiéndola
en
tres
personas
(“hypostáseis”), que derivan de dos procesos (o “processiones”): una, la “generatio” o
generación del Hijo, proveniente del Padre; otra, la “spiratio” o exhalación del Espíritu,
producida entre la Padre y el Hijo. Así, pues, la sustancia Dios “genera” una persona,
el Hijo; y entre estos dos seres metafísicos se realiza una expulsión de aire, que,
aunque sale de ellos, no puede llamarse “hijo”, como en buena lógica generacional
debiera, sino Espíritu, pues surge de una espiración.
Mas este tipo de encadenamiento de sustancias o emanaciones divinas sucede
simultáneamente y, aunque nuestra mente las analiza como dependiente la tercera de
la segunda y ésta de la primera (por donde tendríamos que deducir el establecimiento
de una jerarquía), este razonamiento humano no vale en el proceso de Dios, pues en
él ocurre lo contrario que en los hombres: el padre, en este caso posee la autoridad, el
hijo está subordinado al padre y, por consiguiente, carece de aquel tributo nada
desdeñable; en tercer lugar, por muy juntos que se hallen padre e hijo, el aliento de
sus pulmones que entre ellos se entrecruza está exento de personalidad.
Hay que reconocer que este razonamiento resulta inapropiado para aplicarlo al
triple fenómeno que se opera en la “ousía” o sustancia divina, pues en ésta se incluyen
las otras dos, siendo todas consustanciales, y, sin llegar a firmar un mismo ser, sino
tres, hasta tal punto se compenetran que, en esencia son uno, uno y trino, por muy
incomprensible que parezca. No quiere decir esto que tres sea igual que uno, porque
310
afirmar tal cosa sería un disparate; pero sí quiere decir que tres personas son un
mismo ser, lo que tampoco deja de ser un disparate.
Se ha de admitir que no cabe en modo alguna este razonamiento en la limitada
capacidad intelectual de todas las personas, pues no todos poseemos la capacidad
intelectual de Santo Tomás de Aquino, quien no vio en todo este asunto del “tres en
uno” ningún embrollo. Sí pareció que lo hubo en San Agustín (otro pilar de la teología
católica), pero un ángel se lo resolvió en la playa, con una demostración que le dejó
boquiabierto, por lo fácil que era de comprender. “Mira, Agustín, he aquí un hoyo que
he formado en la arena. Trae agua del mar y llénalo”. “Jamás lo llenaría” exclamó el
obispo.” Pues igual ocurre con la inteligencia. Es insuficiente para que en ella quepa la
magnitud de este misterio. ”La Trinidad necesitó de un ángel para su comprensión;
ángel, por otra parte, cuya existencia tan inverosímil es como todo lo que aquí se
discurre. Se cree que el santo de Hipona, desde entonces repetía ante cualquier
dogma que no entendiera: “Credo quia absurdum” (Creo, porque los disparates han de
creerse). Más aceptable hubiera sido, también dentro de un razonamiento de altos
vuelos metafísicos, explicar el misterio como otras personas han hecho de una manera
más natural. Han definido a Dios como un ser con las siguientes prerrogativas:
creador, bienhechor e inspirador de buenas acciones. Pero en el transcurso del tiempo
tales cualidades se han ido configurando en tres seres divinos con existencia propia: el
dios creador, el dios bienhechor y el dios inspirador. Semejante teología atacaba el eje
vertebrador del monoteísmo.
Esto es, precisamente lo que nos recomiendan los teólogos con respecto a sus
teorías metafísicas: creerlas, porque son absurdas, coincidentes con la opinión de San
Agustín. Parece que fue Diderot el que nos hizo esta observación tan cabal y aguda:
“No se comprende que Dios nos haya dado la razón y que después nos la haya
quitado para admitir el absurdo”
Durante el siglo IV los cristianos ortodoxos y los arrianos (heterodoxos, es decir,
herejes) se enzarzan en esta disputa teológica sobre la naturaleza de Dios, que
incluso deriva en una guerra física entre los dos bandos, que se odian a muerte. Como
se ha visto desde un principio, parece que los arrianos estaban más cerca del
cristianismo primitivo y del mismo Jesús, que los cristianos episcopales. Para las
comunidades cristianas primitivas Jesús era diferente al Padre, aunque una
personalidad excelsa. Para los ortodoxos (el fanático obispo Atanasio al frente), Padre
e Hijo eran “homousios”, dicho de otro modo, de la misma naturaleza, pero no
“anomoios” o diferente. Aún no resueltos estos bizantinismos, es consecuente referirse
a ella como discusión de solución imposible, discurso de sordos.
311
El maestro teólogo Alejo Venegas enmaraña más la teoría, ampliándola a la
exégesis del famoso “In principio erat Verbum”. Examinando cada palabra, dice de
ella: “Principio” significa “Padre Eterno”; “Verbum”, noticia o conocimiento que el Padre
eterno tiene de sí mismo; y “erat”, no se debe interpretar por situación temporal, sino el
“Ser eterno de la segunda Persona de las santísima Trinidad.” Así, pues, queda
aclarado el lío
TEOLOGÍA MORAL PECAMINOSA
Oiga usted una discusión teológica entre cogollados teólogos sobre las formas y
maneras en las que el hombre debe o no debe realizar el sexo y se preguntará
escandalizado de esa evidente procacidad, si los severos tonsurados, reunidos en
sínodo para tratar de semejantes temas son realmente unos auténticos obsesos
sexuales que, en tertulia repelente, pormenorizan acerca de cuestiones íntimas del
placer sensual.
Preguntas como las siguientes son sometidas a sus dictámenes,
apoyados como siempre suelen hacer, en citas bíblicas o de los Santos Padres de la
Iglesia.: ¿Se peca efectuando el coito con el cadáver de una mujer? ¿Se peca en febril
erección del pene, abrazado a la estatua de una doncella desnuda? ¿Se peca
excitando la salacidad de un animal para introducirse en el propio cuerpo la
endurecida verga? ¿Es permisible el concúbito de la mujer echada sobre el hombre?
¿Saben sus reverencias a ciencia cierta si así les placía practicar el amor a Abrahán
con su sierva Agar, o a San Agustín en los años de disipación juvenil, antes de que se
convirtiera? ¿Dicen algo las santas Escrituras sobre los eunucos de si disfrutan de
capacidad de placer venéreo careciendo de los testículos, o les basta con uno solo?
¿Se ha pronunciado Santo Tomás de Aquino, a pesar de sentir angelical repulsión
desde su infancia hacia el erotismo, con referencia a la eyaculación, en el sentido de
que con una basta para ser grato a Dios y cómo con algunas de añadidura se gana
merecidamente el infierno? Y pasar deleitosamente la mirada por los apretados
muslos de una dama dotada aún de encantos femeninos, ¿constituye, según sus
reverencias, algunas de las infracciones que se le olvidaron a Moisés esculpir en las
Tablas de la Ley? ¿Se halla determinada por las leyes de lo sagrado cuál es la postura
concubital más adecuada para que la honestidad matrimonial se realice, sin que la
mirada de las innumerables vírgenes del cielo tenga que desviarse encendidas de
pudor hacia otro lado? ¿Es pecado mortal o simplemente venial, o ni siquiera pecado,
la utilización del consolador, a falta de varón, cuando la mujer se encuentra
eróticamente excitada? Aun castigada tan bárbaramente la sodomía, ¿contraviene la
esposa sus deberes conyugales, si rechaza al marido que la desea practicar? ¿Fue
en la epístola a los gálatas o a los cristianos de Antioquia, en donde ya se establecen
las famosas preguntas: cur, quándo, quómodo cum quipus, ubi, etc (por qué, cuándo,
312
cómo, con quiénes, dónde etc), que, tras la pequeña celosía del confesionario,
susurraba al cura, para que le descubriera el penitente por qué se masturba, cómo lo
hace, con quiénes ..., enumerando, en fin, una serie de circunstancias tan morbosas
que, de no haber sido niños ingenuos los penitentes, les hubieran obligado a pensar
que el individuo revestido con la morada estola o era un pervertido sexual o
sencillamente un necio sin dos dedos de luces.
He ahí, pues, algunas muestras de la teología moral, en cuya elaboración se han
quemado las cejas a la escasa luz de unas velas los frailes desde la antigüedad; y por
la que se han reunido en asambleas sinodales, para regular las normas de la
honestidad cristiana, en una materia tan importante como el sexo. Afortunadamente
los criterios relativos a la práctica del placer sexual, olvidados ya los mencionados
nombres reprobatorios, han dejado de torturar la conciencia de muchísimos cristianos.
TERCERA INTERNACIONAL Y EL SINDICALISMO ESPAÑOL
El famoso Tercer Congreso Internacional Comunista, celebrado en Rusia en
tiempos de Lenín, dejó bien a las claras su verdadero rostro de dictadura del
proletariado con un fin en absoluto ambiguo: la Conquista del Estado. Cualesquiera de
los delegados al Congreso, si alimentaban concepciones políticas distintas a la oficial
propuesta por las autoridades soviéticas, podrían ir dándolas al olvido. Leyendo en
Ángel Mª de Lera (“Retrato de un anarquista”) cómo se llegaba a las conclusiones de
las comisiones de estudio —que se convertían en dogmas, después del debate
asambleario final—, se siente un enorme alivio de que al menos el Partido Sindicalista
de España no las incluyera en su praxis revolucionaria. La mesa presidencia del
Congreso de la Tercera Internacional imponía los temas, daba las directrices para
enfocarlos, deshacía las propuestas de las comisiones no coincidentes con las tesis
oficiales, concedía o retiraba a capricho el uso de la palabra a los congresistas; cuyo
tiempo de intervención no podía sobrepasar los diez minutos, salvo el del orador
representante del partido bolchevique. “La revolución, camaradas —Ángel Pestaña
pudo hacerse oír y no se quedó ni corto ni claro en exponer su criterio—, no es, no
puede ser la obra de un partido. Un partido no va más allá de organizar un golpe de
Estado, y un golpe de Estado no es una revolución. Decir que sin partido, ni sin
ejército rojo, ni sin conquista del poder, ni sin dictadura no se destruye la burguesía, es
hacer afirmaciones, cuyas pruebas nadie puede aportar.” Ángel Pestaña se
comprende que desde aquel momento no gozara del beneplácito del Presidium
Supremo; no pudo hablar más, se le negó la palabra en cuantas intervenciones la
pidió, y regresó a España desengañado del comunismo ruso. “El dogmatismo
intransigente y cerrado —escribía poco después—, el desprecio por la libertad del
individuo y el sacrificio de la persona a la divinidad todopoderosa del Estado, yo no los
313
podía aceptar.” Memorables palabras que han de tenerse en cuenta aún todavía,
siempre que se advierta que se abre paso en la sociedad una tendencia que pone al
Estado y a sus instituciones por encima de los ciudadanos.
TIRANÍA
¡Vivan las caenas! “Es poderosísima la fuerza de la costumbre para hacer no sólo
tratables, pero dulces, las mayores asperezas." Quien no estuviese enterado de esta
verdad tendrá por increíble lo que pasó a Esteban Bateri, rey de Polonia, con los
paisanos de la provincia de Livonia. Noticioso este glorioso príncipe de que aquellos
pobres eran cruelmente maltratados por los nobles, juntándolos, les propuso que,
condolido de su miseria, quería hacer más tolerable su sujeción, conteniendo a trato
más benigno la nobleza. ¡Cosa admirable! Bien lejos ellos de estimar el beneficio,
echándose a los pies del rey, le suplicaron no alterase sus costumbres, con las cuales
estaban bien hallados. ¿Qué no vencerá la fuerza del hábito, cuando llega a hacer
agradable la tiranía?
TOREROS (ALTERNATIVA)
Desangrándose el país con la insurrección de Cuba y la guerra de Filipinas, a
mediados del año 1897 discutióse mucho cómo causaban estado social y profesional
las alternativas de los toreros, y hubo disputas respecto de si debía ser o no la capital
de España la que otorgara el doctorado en tauromaquia. No se tereaba entonces en
más circos taurinos que en los de Madrid y Sevilla. El trascendental asunto de la
concesión de semejante galardón llegó a producir reclamaciones, varias protestas
airadas y tal cual reproche que amargó la vida de los toreros.
TORMENTOS INCREÍBLES
Bellísima era Inés. Pero no creía en los dioses paganos y estos dioses pagaban
muy cara la incredulidad. Con cadenas, grillos y argollas la mandó arrastrar el
gobernador hasta el altar de las divinidades y, cogiéndole el brazo los verdugos con
sus descomunales músculos, intentaron forzarla a quemar al menos un par de granos
de incienso. Les fue imposible conseguirlo, porque la valerosa heroína se negó
rotundamente con todo el poder que pudo sacar de su cuerpo. Su novio, hijo del cruel
gobernador, llegó hasta ella para suplicarle de rodillas que no se anduviera con tantos
remilgos; y un rayo divino, en castigo, lo dejó tendido a sus pies. El padre, llorando de
dolor, obtuvo de la joven que suplicara al verdadero Dios la devolución de la vida al
desgraciado muchacho, y Dios puso en pie al jovenzuelo. Había que ser duros de
entrañas y, además, desagradecidos, .para no caer de hinojos ante un Dios tan
evidentemente resolutivo. Pues así de villanamente se comportaron el gobernador, los
verdugos y hasta el mismo público que asistía insensible al espantoso espectáculo.
¡Qué digo, incluso se atrevieron a encender una hoguera para quemarla! Esto sí que
314
no lo podía consentir el Dios protector de la hermosa mártir, y a todos los que estaban
alrededor del fuego mandó que los barrieran las llamas, llevándoselos achicharrados
al Orco, que era el infierno en el que creía aquella gente. Lástima que el divino
defensor de Inés no perfeccionara su salvífica obra sobre la santa, cuya cabeza cayó
rodando por los suelos al golpe del hacha justiciera.
Este terrible encarnizamiento con el ser humano sobrepasó los límites de la
ferocidad, pues a Vicente, compatriota nuestro, lo tendieron sobre una catasta o
máquina de tormento, le aplicaron unos cordeles a los pies y a las manos y, tirando de
ellos, le dislocaron los miembros. Sólo se le veían ya los tendones y los huesos. Mas
en los labios de Vicente permanecía una plácida sonrisa que llegó a exasperar a los
sayones. El tirano que dirigía el desgarramiento ordenó que con unas uñas de hierro le
desgarran las espaldas. Al poco tiempo el espinazo quedó al descubierto, manando de
él a borbotones la sangre. Vicente se había convertido en un pavoroso esqueleto, mas
no flaqueaba su fortaleza e irritados los verdugos, le arrancaron a pedazos las carnes
que le quedaban. ¡Entrégame los libros de tu fe! le gritó el empecinado gobernador.
¡No!replicó rotundo el indomable mártir de Huesca. Ahora le tienden en una cama de
ardiente hierro, y la aplican láminas al rojo vivo. Vicente seguía sonriendo. Pásanlo a
unas parrillas, bajo las cuales centellean leños convertidos ya en carbón. El cuerpo del
héroe chorreaba grasa por todas partes, que aumentaba la irritación de las llamas. Sin
embargo, la fortaleza del santo no se doblegaba. Vencido, pues, el gobernador, le
encierra en un calabozo. Todo el mundo pudo escuchar las celestiales melodías y
percibir los suavísimos perfumes que se entremezclaban en el aire inundando de
resplandeciente luz. Entran, entonces, en el calabozo y con templan a Vicente radiante
de hermosura. No podía suceder de otra manera: los corazones de todo el mundo se
enternecieron, colocan al santo en un lecho de rosas, llévanlo a la vista del pueblo
que, subyugado por el valor inquebrantable de Vicente y tocado por el dedo de Dios,
se convierte en masa a la fe cristiana.
TOROS
Momo, dios de la burla, decía que el toro había de tener los cuernos debajo de los
ojos, para ver a la perfección de qué manera podría valerse más eficazmente de ellos..
Se sabe que ya en tiempos del emperador Claudio los caballeros tesalianos acosaban
en la arena del circo a los toros salvajes y, después de haberlos cansado (lo que en
nuestros tiempos hacen a la perfección los subalternos) saltaban sobre ellos y,
derribándolos al suelo, los sujetaban por los cuernos. Pero más curioso es lo que nos
cuenta del cura de Llerena Richard Ford, viajero por España. En la festividad de San
Marcos este cura seleccionaba del rebaño un toro al que llevaban los vecinos a misa
ese día, bautizándole a continuación con el nombre de Marcos. Después lo paseaban
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por la aldea con los cuernos adornados de flores y cintas. Si el toro corría y se
mostraba inquieto, y no tranquilo como era el deseo de los vecinos, se le echaba la
culpa al cura, bajo el supuesto de que estaba en pecado mortal, y los maridos lo
miraban con malos ojos; si se paraba delante de una casa, sus habitantes caían bajo
la sospecha de herejía o judaísmo. Ricardo de la Vega hace cantar en una de sus
zarzuelas esta letrilla sobre los toros:
Es una fiesta española
que viene de prole en prole,
y ni el gobierno la abole
ni habrá nadie que la abola.
“Abolir”, como verbo defectivo carece de conjugación, pero Ricardo de la Vega
humorísticamente usa “abola”. Tratóse de abolirlas. Carlos III las prohibió en 1785; el
Códidgo de las siete Partidas, menciona a “los infamados”, es decir aquellas personas
viles que se ejercitaban en el juego de los toros. No fueron tan viles en los tiempos de
las Austrias, pues la nobleza protagonizaba los espectáculos taurinos, rejoneando a
los toros a caballo, mientras sus criados hacían de peones de briega, ayudando a
poner en suerte a los toros. Américo Castro apunta la idea de que la intervención
exclusiva de la aristocracia en este tipo de festejos obedecía a un impulso íntimo de
alejar cualquier sospecha de ascendencia judía, al ser la nota distintiva de la lidia el
valor, del cual se excluía a los judíos, por creerlos de natural cobardía. Hay quien la
extiende a la misma corrida. “Se ve en el correr toros una cosa: que cuando no hubiera
otros inconvenientes en correrlos, no se habrían de permitir, siquiera por no enseñar a
huir a los hombres, de que se habría de correr la nación española tan poco
acostumbrada a criar hijos que volviesen las espaldas a enemigos, cuanto más a una
bestia.” Así piensa el escritor Liñán y Verdugo en su libro “Viajero en la Corte”. En fin,
que la fiesta nacional ha concitado sobre ella mucha animadversión y hasta
prohibiciones de las más altas instancias religiosas, porque es mucha desgracia para
una nación “que mueran cada año más de trescientos hombres en cuernos de toros,
en edad juvenil y fuerte; además de producir un efecto malísimo en el extranjero que
se tenga en España por fiesta y regocijo ver tanta carnicería”, aviso lanzado en el siglo
XVI por el médico de Felipe III, Cristóbal Pérez de Herrera.
TOROS Y RELIGIÓN
Toda la España del año 1893 experimentó la fuerte sacudida de un espasmo de
dolor indescriptible. Las minervas de las imprentas capitalinas y provinciales mandaron
a paseo los negros nubarrones que cubrían el país por los cuatro costados: las
sangrientas agresiones a las plazas y tropas españolas en Marruecos, las
negociaciones de paz del general Martínez Campos, los inquietantes presagios de
316
acontecimientos separatistas de Cuba, las referencias periodísticas a las sucesivas
ediciones de los “Episodios Nacionales” de Galdós (leídos por entonces con
voracidad), los debates necesarios sobre la regeneración de España, iniciados por
Joaquín Costa, los laureles que ganaba para la investigación científica de nuestra
Universidad don Ramón y Cajal, el hambre del jornalero andaluz. ¿Cómo se podían
comparar todos esos acontecimientos con el anonadante notición de que el califa de
los toreros españoles, el gran Lagartijo, se cortaría la coleta plaza por plaza, dando
una vuelta al ruedo por todas las de España, para terminar en la de Madrid? Apenas
se corrió la voz, cuando los revendedores pusieron el listón de sus particulares precios
por las nubes y suprimieron tres cocidos de la semana para ahorrar los veinte duros de
una modesta localidad. Mas ¡ay! La ansiada corrida del corte de la coleta tropezaba
con una dificultad insuperable: coincidía con el día del Corpus Cristo, ¡con la
procesión! A este pobre pueblo español se le amarga siempre un dulce por culpa de
algún santo. Hubo idas y venidas apresuradas al palacio del Nuncio y de éste al del
Primado de las Españas. Las Infantas y las damas de la Corte pusieron en movimiento
a sus directores espirituales, y en las dehesas andaluzas dejaron los marqueses la
garrocha para acudir al Palacio Real. A Rafael Molina “Lagartijo” se le demudó el color
de la cara, pues no era para menos con lo supersticiosos que son los “toreadores”.
Había que buscar una solución. Por fortuna la Iglesia, como madre bondadosa y
compasiva, cambió su horario religioso. Jesús Sacramentado haría por la mañana el
“paseíllo eucarístico”, valga la expresión, por las calles madrileña, y Lagartijo el
“paseíllo taurino” por el coso madrileño a las cinco de la tarde, tal como fijó para
siempre el reloj de Federico García Lorca.
TRABAJO
“Levantaos, señor, que tenéis grandes cosas que hacer”—advertía a Saint-Simón
su criado, cuando el famoso filósofo aún tenía 17 años.
TRABAJO Y DERECHOS
Ya entre los egipcios se reconocían derechos que hoy son habituales: trabajaban
ocho días y descansaban uno; la ausencia laboral estaba justificada por enfermedad,
por la fiesta de la madre, por ausencia de la esposa e incluso conflictos familiares.
Cada cuadrilla de obreros disponía de un médico, que vigilaba la higiene en el trabajo
y podía exigir que se mejorara, si el trabajo era peligroso y fuera de las normas. Hay
documentación que recogen la inobservancia de los derechos del trabajador y su
denuncia, como el de una joven tejedora, que fue expulsada del trabajo por el capataz,
acusada de inexperiencia. La madre de la muchacha denunció el hecho al visir, el
cual examinó el caso y ordenó la inmediata readmisión. Los abusos de los capataces,
si no eran remediados por la ley, terminaban en huelgas, Los papiros cuentan cómo
317
los obreros se “tumbaban”, cuando no estaban de acuerdo con el trato, el trabajo, los
salarios y los alimentos. Esta mejora alcanzó también al campesinado. No se le
aligeraban las cargas fiscales, pero, al menos, podían recurrir contra el embargo de los
aperos de labranza, la casa o la prisión, como no pudiera pagar los tributos.
TRABAJOS SERVILES
“Como sabía (Rómulo) que la mayoría llega a las virtudes por fuerza, más que por
decisión y, si nada lo impide, caen de nuevo en su natural disposición, confió a
esclavos y extranjeros el ejercicio de los trabajos sedentarios, artesanales e
incitadores de malos deseos, por pensar que destruyen y corrompen los cuerpos y los
espíritus de quienes los practican. Y durante mucho tiempo se siguieron considerando
entre los romanos tales trabajos, como vergonzantes, y no eran ejercidos por ningún
nativo.” (Dionisio de Halicarnaso)
TRADICIÓN, TRADICIÓN...
Se hizo famosísima en su tiempo la canción “Tradición, Tradición” de la película “El
violinista en el tejado”. El protagonista representaba en la narración cinematográfica el
papel del sencillo aldeano, fervoroso defensor de las tradiciones populares. Lo que
admira de semejante sentimiento patriótico es que las tradiciones se mantengan hasta
el fin de los siglos, a pesar de que se repiten gestos o palabras, tan incomprensibles y
a veces ridículos como buscar el pelo al huevo. Refiere Américo Castro los tiquis que
observó en los colegios universitarios de Cambridge. Los estudiantes comían en
mesas bajas y el rector con los catedráticos en otras, dos palmos más altas; así
mismo, cuando concluía el yantar, un sirviente le acercaba al rector magnífico una
jofaina de plata, jarro y toalla. El señor rector, a continuación, con solemnidad de rito,
afectaba lavarse la boca, pero de un modo especialmente llamativo se mojaba también
la parte posterior de las orejas con la yema del dedo índice. Una vez finalizada la
breve liturgia de la abluciones rectorales, el senado catedralicio se traslada a un
saloncito severamente aristocrático, a darle oportunidad a la digestión de dar unos
eructos disimulados y a los pulmones la de arrojar unos cuantas bocanadas de humos
de los cigarros. Poco después y no porque la salita se haya llenado de gases
malsanos, sino porque lo ordena la normativa del almuerzo universitario, se pasan
dichos señores a otro saloncillo, donde saborean unos tragos de los mejores vinos
elaborados en Oporto y Jerez. Estas delicadezas académicas duran desde los tiempos
del rey que rabió, aunque la historia no confirme haber extendido su poder hasta el
mismo Cambridge.
Sobre las tradiciones extravagantes que conservan los pueblos escribía Feijóo que
son cosa para perderse de risa en este, en aquel y en el otro país oír a rústicos y
niños, pero aún a venerables sacerdotes, que en tal o cual parte hay una mora
318
encantada, que se ha aparecido en diferentes ocasiones. Así lo oyeron a sus padres y
abuelas, y no es menester más. Son siempre felices los embustes que dan ilustre
origen a cualesquiera naciones. Un adulador los forja. El pueblo, si no los cree, quiere
por lo menos que se crean. Esto basta para que nadie se atreva a impugnarlos y para
que muchos los vayan transcribiendo como verdades inconcusas. Conque, a la vuelta
de dos o tres siglos, si alguno quiere escribir con desengaño o mostrarse dubitante en
la materia, es despreciado como un temerario, que se opone a una posesión
inmemorial y a una constante tradición.
TRAGEDIAS NACIONALES
Guárdense los autores dramáticos de escribir tragedias que recuerden al pueblo
un desastre nacional, no les vaya a ocurrir lo que a un dramaturgo, el cual, poniendo la
caída de Mileto y el exilio a Persia de todos sus habitantes,.excitó en el público
ateniense, asistente al espectáculo, un llanto general por la desgraciada suerte de sus
compatriotas, que no se calmó hasta que fue castigado al autor de la obra con una
elevada multa, por haber renovado al pueblo un episodio nacional tan doloroso.
TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN
En 1820 el rey Fernando VII tuvo que proscribir, muy a su pesar, el Tribunal de la
Inquisición. La medida, mal vista por la sociedad española de fuerte arraigo religioso,
promovió en las Instituciones públicas gobernadas por las clases sociales privilegiadas
la iniciativa de elevar al Soberano representaciones y escritos, suplicándole el
restablecimiento del Tribunal derogado. El Ayuntamiento de Córdoba dirigió el suyo,
firmado por conocidos miembros del Cabildo. El núcleo del escrito establecía la idea
básica de que los pueblos de España habían vivido felices bajo la atenta mirada de los
Inquisidores, mientras que en Europa, la falta de un tribunal de esa naturaleza había
provocado la ruina y la desolación. “El Ayuntamiento sabe que la Inquisición no es de
la esencia de la Religión, pero debe asegurar que la Religión no puede conservarse ya
pura en España sin la Inquisición.” Reconoce implícitamente el consistorio municipal
que los métodos y el sistema represivo de la Inquisición no tienen nada de cristiano y
que le falta la médula del espíritu evangélico, pero se necesita su policía para
conservar la Religión y el régimen absolutista en España. Añade en otra parte del
escrito: “Es preciso confesarlo: las medidas política serán muy útiles, pero no
alcanzan; el mal está arraigado en demasía y la triste experiencia que hizo necesaria
la Inquisición en España en otro tiempo, la presentan hoy los ojos más imparciales
como la única tabla para salvarla del naufragio. Sí, ciertamente, sólo el Tribunal Santo
de la Fe, cuyo nombre no aterra más que a los malvados, y cuya policía es
exclusivamente a propósito para descubrirlo todo, es el que puede vigilar con fruto
para frustrar los planes de la irreligión, enemiga de los tronos y de la felicidad de los
319
Estados, especialmente aquéllos que cifran su dicha en ser católicos e intolerantes,
como lo es la España por sus antiguas leyes.” En otro lugar: “ahora, pues, si hemos de
ser católicos a medias, renunciemos al nombre de españoles. La Religión de
Jesucristo ha de ser única y pura en España.” Pero, si acaso estas reflexiones no
alcanzan todavía a estimular a Vuestra Majestad, observe, si quiere, y fije su atención
en la diferencia de sensaciones que causa la idea de este Tribunal, y encontrará una
lección sencilla, pero eficaz, a que no puede resistirse. Advierta Su Majestad quiénes
son los que lo quieren y lo piden, y los que lo contrarían y aborrecen; quiénes los que
tiemblan y se llenan sólo de horror al oírlo, y los que regocijan y alegran por la
memoria y esperanza sola de su restablecimiento. Los primeros son leales y amantes
Pueblos y los más decididos defensores de la Religión y de la Monarquía; los
segundos o son hombres positivamente malos, impíos y rebeldes; o son agentes
equívocos, cuyas ideas misteriosas obligan a recelar mucho. Señor, el Ayuntamiento
de Córdoba suplica a Vuestra Majestad rendidamente y con las ansias más vivas, se
sirva no dilatar por más tiempo el restablecimiento de la Inquisición.”
TRILLIZOS HORACIOS
En memoria de los trillizos Horacios, que mataron en desafío militar a los trillizos
Curiacios (ambas familias muy conocidas del patriciado romano) se estableció una ley
que decía: Esta ley ordena a los que tengan hijos trillizos, se les costee del erario
público la crianza de los niños hasta la pubertad.”
TRINIDAD
Alí Ibn Hazm, “el sabio más grande de su época y el escritor más fecundo que la
España musulmana haya producido nunca” (Dozy), en su: “Tratado sobre las
religiones” dejó escritas unas invectivas que, leídas atentamente por una persona
medianamente inteligente, descubren cierta dosis de verdad, a pesar de estar
literariamente envueltas con evidente aliento irónico. Refiérense al misterio de la
Santísima Trinidad cristiana, que ha producido con toda justicia reticencias y no
disimuladas sonrisas irónicas en tirios y troyanos: “Nunca debemos admirarnos
escribe de la superstición de los hombres. Los pueblos más numerosos y más
civilizados están sujetos a ella, ¡Ved los cristianos! Son tan numerosos que sólo su
Creador puede contarlos: hay entre ellos sabios ilustres y príncipes de rara sagacidad,
y, sin embargo, creen que uno es tres, y que tres son uno; que uno de los tres es
padre, el otro el hijo, y el tercero el espíritu; que el padre es el hijo y que no es el hijo;
que un hombre es Dios y que no es Dios; que el Mesías es Dios enteramente y que,
sin embargo, no es el mismo que Dios; que el que ha existido de toda la eternidad ha
sido creado. La secta que se llama de los jacobitas, y que comprende centenas de
millares, cree también que el Creador ha sido azotado, abofeteado, crucificado y
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muerto; en fin, ¡que el universo ha estado privado durante tres días de aquel que lo
gobierna!” A veces este texto nos ha remitido a los Evangelios, por rastrear en ellos si
Jesús hace alguna alusión a su identidad filial dentro de la divina genealogía cristiana.
Y nos hemos quedado boquiabierto de que, perteneciendo a ella y salido de ella,
oculte su existencia, al menos como misterio y no diga ni una palabra sobre su filiación
“trinitaria”.
TRUCULENTAS INNOVACIONES LÉXICAS
Don Luis de Viguri era amigo de Don Diego Godoy, el hermano del favorito de la
reina española María Luisa del Parma (recuérdesela en el famoso retrato de la familia
de Carlos IV, de Goya). Este señor Viguri tuvo la mala ocurrencia de maltratar a un su
esclavo negro y que éste atrajera con los gritos de la paliza a la gente del común; por
lo que se originó a continuación un alboroto popular, en defensa del maltrecho
esclavo. No paró ahí la cosa, antes echándole mano la turba al tal Viguri, le ató una
soga al cuello y, arrastrado frenéticamente por Madrid, moría el desgraciado amo,
después de haber dejado sobre la tierra de las calles las tiras del pellejo y el reguero
de su sangre. Este suceso, repulsivo por su crueldad, sirvió para añadir un verbo al
idioma castellano, “vigurizar”, con el que se recoge el acto de asesinar a una pesona y
arrastrarla exánime por doquier.
TUMULTO FEMENINO
La prensa diaria nos trae estos últimos años del siglo XX noticias de suicidios de
gente joven por desengaños y desaires amorosos; o bien, porque los padres se
oponen a unas relaciones que no consideran convenientes. A veces los chicos y
chicas cogen las de Villadiego y no hay forma de encontrarlos por ningún rincón del
país. Los familiares aparecen llenos de angustia en las pantallas de televisión, desde
donde solicitan la ayuda de los ciudadanos, para poder dar con el paradero de los
muchachos, huidos del hogar paterno. Unas veces son encontrados y devueltos al
regazo de la familia; otras, los padres son menos afortunados y tienen que sufrir un
trago muy doloroso. El periodista madrileño Francos Rodríguez relató un tumulto
femenino, que se registró en el barrio madrileño de Embajadores en 1897. Una pareja
juvenil, guapo él y guapa ella, pero pobres y sin recursos para poderse casar,
disgustados por el consejo de sus respectivos padres de que renunciaran a su
empeño, adoptaron de común acuerdo quitarse la vida. Pero, ante los cuerpos
exánimes de los jóvenes, formáronse corrillos indignados de vecinas que pusieron el
grito en el cielo por no habérseles provisto a los dos amantes de los medios
necesarios para el logro de su felicidad. Y se difundió la especie de que la familia de
los desdichados había determinado enterrarlos en cementerios distintos, precisamente
cuando la ilusión de los dos jóvenes era la de estar juntos de por vida y de por muerte.
321
La indignación popular, entonces, aumentó se enteró la gente que los padres de la
muchacha, de acomodado bienestar económico, sepultaría el cadáver en el distinguido
cementerio de San Lorenzo; y que los del muchacho, pobres de solemnidad, llevaraían
el de su hijo al de la Almudena, enterramiento por lo común para quienes no disponen
de una situación económica desahogada. ¡Aquella injusta desigualdad no se debía
permitir en absoluto! Por consiguiente, apenas los dos cortejos fúnebres se pusieron
en marcha, el griterío que los acompañó conmovió a medio Madrid. ¡Juntos!¡Juntos!,
coreaba a voz pelada la multitud. Se presagiaba el estallido de un motín. Los
incipientes teléfonos de la época dieron la voz de la alarma a las autoridades, que
acudieron con un aluvión de guardias, los cuales efectuaron cargas disuasorias sobre
las enfurecidas mujeres, sin que disolvieran el tumultuoso revuelo. Los carros
fúnebres, quietos en medio de la encrespada muchedumbre, esperaban la solución del
conflicto. Llamóse al gobernador civil. Se consultó al presidente del Consejo de
Ministros, que lo era por entonces Cánovas del Castillo. Después de muchos cabildeos
entre los allegados al problema, las autoridades y las vecinas más descaradas y
desgreñadas, allí mismo, en derredor de las carrozas funerarias, se tomó la decisión
de proseguir el duelo hasta una sola iglesia, la de San Lorenzo; donde, por fin, ajenos
los amantes al motín popular que había suscitado su última voluntad, descansaron en
paz ellos, las vecinas de Embajadores y los desconsolados padres.
TURISMO EN TIEMPOS PASADOS
Visitar los monumentos antiguos es el recorrido que efectúan los turistas modernos
por las ruinas de los egipcios, fenicios y griegos. Pero, ¿qué era lo que objetivamente
enseñaban los guías de la antigüedad, llamados “xenagétes”? Parada obligatoria en la
tumba de Aquiles; las pirámides, alguna que otra ciudad famosa (Síbaris,
partricularmente, por ser la ciudad hedonista por excelencia), el templo de Apolo en
Éfeso, el famoso sepulcro de Mausolo, aún con las evidentes muestras de su antigua
opulencia.
Los hombres de la Edad Media fueron también grandes viajeros. Leyendo los
“Cuentos de Cantórbery”, vemos que los peregrinos de los que habla pertenecían a un
tipo de gentes que se desvivía por andar de romerías en romerías. Los “turistas” de
esa época viajaban relativamente más que la de ahora por motivos de educación. El
extraño grupo de los “escolares errantes”, con el ingenio agudizado por los viajes y los
certámenes, desempeñó un papel notabilísimo en el auge del conocimiento general de
los clásicos
UNIÓN
“E pluribus, unum”, (Uno, hecho de muchos). Es una de las consignas que figuran
en el escudo de los Estados Unidos de América. Las otras: “Novus ordo seclorum” (Un
322
nuevo orden de los pueblos) y “Annuit coeptis (No abandones las cosas comenzadas)
La última consigna agrada y agradará siempre a todos aquellos que desean hacer bien
las cosas.
UNIVERSIDAD
Antes del año 1300 eran los alumnos y profesores los que se reunían para
establecerlas, sin cuidarse del lugar. A veces bastaban las orillas del Sena. Desde
1300 en adelante se construía primero el edificio y después venían los estudiantes.
Mas interesa resaltar que la primera época la universidad esencialmente consistía en
una reunión de personas, unas doctas, otras con deseos de oírlas y guardar sus
enseñanzas. No había más. ¿Acaso carecieron de eficacia? ¿Adolecieron de calidad
doctrinal? ¿Salieron de ellas individuos de escasa formación moral, cívica e
intelectual?
Cualquiera puede responder a estas preguntas enumerando sabios,
reseñando libros, mencionando no escasos sistemas, en los que el inquieto
pensamiento de los estudiosos amplió las fronteras del saber humano.
VAGABUNDOS Y OCIOSOS DELINCUENTES
No se andaban con paños calientes por los tiempos de Cervantes en el castigo de
los vagabundos y ociosos. Se los deportaba a los presidios de África; a los ociosos y a
los que faltaban a las buenas costumbres se les detenía en la cárcel, hasta que,
reunido un número suficiente, se les enviaba al ejército. Los castigos más graves eran
las galeras y las minas de Almacén. Aunque se los llamaba “castigos de por vida”, no
pasaban de los diez años, porque en España ninguna pena podía sobrepasar ese
tiempo. En los procesos la tortura se aplicaba con regularidad, al ser un elemento
esencial en el proceso. También sacar a alguien a la vergüenza pública (azotar a los
delincuentes en la calle) constituía una pena gravísima.
VALOR DE LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS
“Los sultanes han vendido la ley al caíd, y éste ha vendido la justicia; han vendido
el altar al sacerdote, y éste ha vendido el cielo; han vendido la recaudación de tributos,
el mando de la tropa, la administración de los pueblos; y siendo efímero todo cargo, ha
ido el robo cundiendo en todos los empleos, tan violento como rápido.” (Volney:
Ruinas de Palmira”)
Podríamos en esta cita sustituir el término “sultanes”, por
gobernantes, para generalizar la corrupción que dimana del poder
VALORES TRADICIONALES
Se ha pensado y se tiene por hecho cierto que las familias españolas eran
prolíficas, así como que eran inexistentes las relaciones prematrimoniales entre las
parejas jóvenes. Henry Kamen (La España de Carlos II) opina lo contrario: la familia
española no era numerosa. Solía tener un promedio de 4 a 5 hijos. Un censo de
Córdoba recoge el dato de que un 58% sólo engendraba dos hijos y otro 32% no más
323
de cuatro. Un 40% de los niños moría antes de haber llegado a los diez años; más del
54% no pasaba los veinte. Los obispos, sin embargo, en sus cartas pastorales,
denuncian la frecuencia de las relaciones prematrimoniales entre los más jóvenes.
Tales datos no hablan muy bien del tan traido y llevado catolicisicmo a ultranza de la
España Imperial.
VASCOS Y CONSTITUCIÓN
El Partido Nacionalista Vasco y los vascos no españolistas aseguran (y es cierto)
que ellos no han votado la Constitución actual del Estado. También la Junta General
del Señorío de Vizcaya en Octubre del 1812 se resistió a jurar la Constitución de esta
fecha. En el fondo, ambos casos defienden con dichas actitudes los fueros y ventajas
que habían alcanzado a lo largo de los tiempos. La construcción de navíos
transoceánicos para el intercambio comercial con América se concedió a los vascos,
pues las embarcaciones andaluzas —habían iniciado la gran aventura del
Descubrimiento—, no pasaban de las 113 toneladas, mientras las vascas andaban
alrededor de las 934 y a veces algo más. Eran tiempos en los que no se hablaba tanto
de “agravios comparativos” entre los pueblos de la península.
VENALIDAD ESPAÑOLA
La venalidad de la administración pública española viene desde muy antiguo y no
lleva camino de enmendarse. Sólo hay que echar un rato en las hemerotecas desde
comienzos de la tan cacareada democracia para darse cuenta de que la venalidad se
ha enquistado en el cuerpo de la administración como un cáncer endémico. Pues a
pesar de lo cual aún no se han alcanzado los escándalos de otras épocas, de las que
se habla de grandes heroicidades. A los dieciséis años se podía comprar un cargo en
la administración muy lucrativo, el de alcalde por ejemplo. “Se compraban “facultades”
de obispados, de escribanías, de farmacia. Un colegio de Navarra adquirió el privilegio
de otorgar la licenciatura de Medicina a los alumnos, a pesar de que carecía de
facultad de Medicina.
VALLE DE JOSAFAT:
El Valle de Josafat fue y es el cementerio en el que se han enterrado desde siempre
los judíos que han podido pagarse en él la tierra para la tumba. Es el cementerio de
todos los judíos del mundo. También podría ser el de los cristianos, porque así no
tendrían que viajar largos caminos para enterrarse, ya que el juicio final se celebrará
solemnemente en él, según el profeta Joel, el cual le dio el destino de gran sala de
juicios donde Dios administrará la justicia sobre los hombres al fin de los tiempos
(“Congregabo omnes gentes et deducam eas in vallem Josaphat et decertabo cum eis
ibi “ Congregaré a todos los pueblos y los llevaré al valle de Josafat y allí contenderé
con ellos” Profeta Joel III)
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VALLE DE LÁGRIMAS
Algunos miles de años antes de que en la catequesis nos enseñaran a salmodiar
el “in hac lacrimarum valle” de la Salve Regina, los trausos vivían en Asia Menor,
cuando les nacía un hijo, lloraban a moco tendido alrededor de su cuna, lamentando la
maldita suerte que tenía el bebé de abrir los ojos a un mundo tan poblado de
calamidades y desdichas. Pese a ello, a la hora de la muerte, en torno al cadáver,
todos se daban albricias y parabienes, como si estuviesen en pascua florida,
ponderando el buen fin del fallecido por escapar de una vez para siempre de este valle
de lágrimas que es el mundo.
VEGETARIANOS
Verdaderamente asombroso: La pirámide de Queops tiene entre sus inscripciones
una sobre la comida vegetariana, a la que tenían acostumbrados a sus obreros:
Trescientos mil rábanos y verduras diversas
VENENO
Los príncipes se han valido para eliminar a sus enemigos de un arma silenciosa e
imperceptible, el veneno. Le dio fama la familia Borgia, uno de cuyos miembros fue el
tristemente célebre Alejandro VI, papa “nepotista” por excelencia, es decir, favorecedor
de su prole. El Diccionario de Autoridades define “nepote” muy esclarecedoramente:
“Es voz italiana y se usa para significar el pariente que declara el Sumo Pontífice con
este título y es como primer Ministro o Privado suyo”. Los nepotes de este papa
nombrado usaron el veneno más que la espada. En la antigüedad nadie superó a la
vieja Lacusta en el arte de confeccionar ponzoñas mortales de necesidad. Abastecía
los abundantes pedidos del patriciado, necesitado siempre de valedores tan modosos
e inadvertidos.
VENGANZA DE SAN PRUDENCIO
San Prudencio de Garray (un santo de los muchos falsificados), como obispo de
Tarazona (también falsificación) acudió con el de Toledo y otros prelados más a la
guerra que Alfonso VI de Castilla llevaba a cabo contra los moros. El rey se llevó
cuantos hombres pudo de toda la región, incluido Garray, el pueblecito de San
Prudencio. Como las guerras entonces duraban tanto tiempo, de regreso los que
habían ido de Garray para el servicio del rey, se encontraron con la sorpresa de que
multitud de niños que les salieron al encuentro no podían haberlos hecho desde tan
luengas y distantes tierras. Es lógico que se liaran a garrotazos con sus infieles
mujeres. El obispo, que venía cansado de una guerra fuera del pueblo, quería la paz
en el suyo. Así que llamó a sus compañeros los obispos, para que le ayudaran a
restablecer la concordia entre hombres y mujeres. Pero los habitantes varones de
Garray no se habían aplacado de sus rencores y, cuando los cocineros del obispo
325
fueron a comprar la carne para cocinar la comida, les vendieron carne de perro y de
gato. Puestos manteles y manjar y San Prudencio de `pie para bendecir la mesa; los
animales redivivos de pronto, saltaron de los platos de acá para allá, dejando
horrorizados a los bienaventurados comensales. San Prudencio, montó en santa
cólera y subió al monte más cercano, desde donde, en solemne actitud bíblica, maldijo
al pueblo, enviándole en castigo una plaga de garrapatas, a efectos de la cual el
pueblo de Garray desapareció del mapa de España.
VENGANZA DEL EMPERADOR BAJITO
Antonino soportaba mal la cortedad de su estatura. Los ciudadanos conocían la
aversión del emperador por su escasa talla; pero, por recelar del emperador, se
guardaban muy mucho de mostrar la menor atención de fijarse en ella. Sin embargo,
los alejandrinos, dados de natural a tomar las cosas a chunga, con ocasión de la visita
del emperador —viajaba a depositar una corona en la tumba de Alejandro Magno—,
se divirtieron con pullas y chanzas relativas a la estatura del emperador. Antonino, no
obstante, reunido con la población en alegres festejos, se mostraba ante todos con
rostro risueño y complaciente; mas sin descubrir que en su interior maduraba infligir un
escarmiento a los ciudadanos. Aprovechó que la ciudad rebosaba de gente para
pregonar un edicto, mediante el cual invitaba a los jóvenes a reunirse en un lugar
abierto, a fin de seleccionar de entre ellos los más capacitados, con los que fundaría
una falange bajo el nombre de Alejandro. Los muchachos, acompañados de sus
padres y hermanos, acudieron al lugar designado, se pusieron en fila con objeto de ser
examinados por el propio emperador, mientras que el ejército imperial los iba
rodeando sin sospecha de la gente. Terminada la revista, Antonino se retiró rodeado
de su guardia personal y, a una señal suya, los soldados se lanzaron desde todas
partes sobre los jóvenes, a los que acuchillaron ferozmente. Se excavaron grandes
fosas, adonde en montones fueron arrojados los cadáveres.
VENI CREATOR SPIRITUS
“Veni, Creador Spiritua” y “Te Deum laudamus” son dos himnos creados por el
cristianismo, el primero para pedir inspiración a Dios ante la ejecución de una obra
importante; y el segundo, para darle las gracias pòr una personal intervención divina,
que ha solucionado un gran conflicto bélico, religioso o social entre los cristianos. Así,
cuando a éstos se les ha planteado la necesidad de acabar con sus enemigos, se
arrodillan y cantan las estrofas del Veni, Creador, a fin de que Dios les inspire qué
deben hacer. Como la mejor manera de que un enemigo no te moleste más,. consiste
en quitarlo de en medio, tal ha sido la inspiración. Han pasaportado, pues, al otro
mundo a sus enemigos; se arrodillan de nuevo y entonces entonan “Laudamus, te,
domine” o “Te alabamos, Señor, por el triunfo que nos has dado contra nuestros
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enemigos.” Siempre les ha dado un resultado excelente este perfecto sistema de pedir
y obtener lo pedido
VENTAS Y MESONES.
Los viajeros que han recorrido España y recogido en un libro de relatos sus
impresiones sobre las cosas y gentes del país, no suelen callar el desagrado que le
causaban las ventas y mesones a lo largo de los caminos. Al ser preguntados los
venteros por el huésped qué era lo que tenían para llevarse a la boca, contestaban
generalmente “lo que vuesa merced traiga”.Esto, que lo sabía todo el mundo, menos
algún que otro viajero despistado, obligaba a que dentro de los bártulos de viaje nadie
descuidara meter pan, queso, morcilla o un pernil de cabrito que, una vez llegados a
su destino, pudieran ponerse sobre la mesa o sobre las trébedes del hogar.
VENTOSEAR
Cuéntase que el emperador Claudio llegó a pensar en la conveniencia de publicar
un bando, por el que se permitiese a la gente invitada a los convites ventosear, cuando
sintiera irreprimibles ganas de hacerlo. La habían dicho que cierto comensal había
estado a punto de irse al otro mundo por aguantar por decoro un pedo.
VERDAD
A veces la verdad es el resultado de una opinión estable. Esta observación ayuda
a creer en la existencia de no pocas opiniones que, sin modificarse en el transcurso de
los tiempos e incluso perseguidas las contrarias, han llegado a convertirse en
verdades de fe y dogmas.
VESTIDOS CÓMODOS
Los ideó Saint-Simón, filósofo frances del siglo XVIII creador de la doctrina
socialista, llamada en su honor “saintsimonismo”. Pero, además se le debe una forma
de vestir —la difundió con su propio uso personal— cómoda, ligera, sencilla y
sumamente práctica, como fueron sus modelos saintsimonianos. Así, pues, pasaron al
baúl de los recuerdos las gorras de terciopelo, los tabardos con forros de mangas
acuchilladas y el jubón hasta el cuello blanco de la camisa, alto y vuelto.
VIACRUCIS DE AMOR
Su Santidad Pablo III simultaneaba su excelso oficio de padre de la Cristiandad
con el no menos responsable de progenitor de su hijo adulterino Pedro Luis. ¿Qué
padre no se preocupa del porvenir de su descendencia? Pablo III, miembro de la
aristocrática familia de los Farnesios, creó en el año de gracia del 1545 el Ducado de
Parma para Pedro Luis. Un vástago de éste, el duque Felipe de Farnesio, igual que su
pontificio abuelo, encendía una vela a Dios y otra a Venus. Para rendir el debido culto
a esta deidad pagana, mandó construir en su castillo de Colorno un calvario, en el que
cada estación ofrecía la ocasión de disfrutar los placeres de la carne y los afectos de
327
la piedad cristiana. En efecto doce lindas mozas —número de las estaciones o caídas
de Jesucristo en la vía dolorosa—, le esperaban de estación en estación, para hacerle
la vía, más que dolorosa, venturosa y deleitable en sus brazos; salvo la última
doncella, con la que engendra una criatura “en conmemoración de la muerte del
Salvador”, según anota el cronista de la época.
VIAJES INSEGUROS
“Este camino (Cádiz Jerez), si se ha de dar crédito a la crónica local, es muy
peligroso. Con frecuencia se encuentran rateros, es decir, campesinos que, sin ser
bandoleros profesionales, no dejan pasar la ocasión cuando ésta se presenta. y ceden
al placer de desvalijar al viajero solitario. Estos rateros son más de temer que los
verdaderos bandidos, que proceden con la regularidad de una tropa organizada,
sometida a un jefe, y ahorran a los viajeros tener que pasar por un nuevo asalto en
otro camino. Por otra parte, a nadie se le ocurre ofrecer resistencia a una banda de
veinte o veinticinco hombres a caballo, bien equipados y armados hasta los dientes; y,
en cambio, si se lucha con dos rateros, se corre el riesgo de caer muerto o al menos
de salir malherido. Y, además, el ratero es quizá ese boyero que pasa, ese labrador
que os saluda, ese muchacho desarrapado y bronceado que duerme o aparenta
dormir bajo una débil franja de sombra, en cualquier rincón de un barranco; o tal vez
vuestro propio cochero que os está conduciendo a una emboscada. No se sabe, el
peligro está en todas partes y en ninguna. De vez en cuando la policía hace matar por
sus agentes a los más peligrosos y más conocidos de estos miserables en peleas de
taberna, provocadas a propósito; y esta justicia, aunque un poco expeditiva y bárbara,
es la única que puede ser adoptada, dada la falta de pruebas y de testigos y la
dificultad de coger a los culpables en un país en el que sería necesario todo un ejército
para detener a un hombre, y donde la contrapolicía está organizada con tanta
inteligencia y tanta pasión por un pueblo que sobre lo tuyo y lo mío apenas tiene ideas
más avanzadas que las que puedan tener los beduinos de África.” (Théofile Gautier:
Viaje a España)
Los viajes ahora están más que protegidos, siempre que no se introduzcan en los
medios de locomoción “terroristas” islámicos y nacionalistas. En cuanto al
bandolerismo, el de hoy cuenta con más medios, además muy sofisticados y
poderosos. Rumanos, bandas del Este y “sudacas”, como en estos meses de primeros
de año 2006, hacen de las suyas en villas de campo y grandes mansiones rústicas.
VIDA (LA ) DEPENDE DE UN HILO
Que la vida depende de un hilo se sabe desde los tiempos más remotos. Y que de
ese hilo se ocupaban tres deidades (las Morias o las Parcas) fue también del dominio
público más allá de los tiempos de Matusalem. Abrotos hilaba el hilo de la existencia;
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Cloto hacía con él un ovillo; y, cuando ya no convenía seguir hilando para hacer más
grueso el ovillo, se acercaba Láquesis con su tijera y lo cortaba. Entonces se abría la
escotilla de la muerte y desaparecía uno descendiendo de cabeza al Tártaro, el lugar
de las sombras, donde sólo había eso: sombras nada más.
VIDA (LA), UNA DESGRACIA
“Presagio es de miserias el llorar al nacer, que aunque el más dichoso cae de pie,
triste posición toma y el clarín con que este hombre-rey entra en el mundo no es otro
que el llanto, señal que su reinado todo ha de ser de penas; pero, ¿cuál puede ser una
vida que comienza entre los gritos de la madre y los lloros del hijo que la recibe?”
(Baltasar Gracián.- El criticón)
VINO
Los antiguos persas, después de haber empinado bien el codo, solían deliberar
acerca de los negocios públicos de la mayor importancia. Lo que entonces resuelven,
se propone otra vez al día siguiente; cuando están serenos; y si lo acordado les
parece bien en ayunas, lo ponen en ejecución; y si no, lo revocan.
VIOLACIÓN
Mal lo tenía en Egipto el violador de una mujer. Por de pronto le cortaban los
genitales, pues consideraban que con una sola acción ilegal había cometido los tres
mayores males: violencia, corrupción y confusión de hijos; y si alguien cometiera
adulterio consentido, se establecía que el hombre recibiera mil azotes con el bastón, y
que la nariz de la mujer fuese cortada, juzgando que, respecto a la imperdonable
debilidad, era preciso privar del órgano que más adorna su belleza
VIRGEN DEL CARMEN
Parece que devoción de los marineros y el Patronazgo de la Virgen del Carmen
sobre la Marina Española tiene su origen en la Orden de los Carmelitas, cuyos
miembros solían formar parte de la tripulación de los españoles, costumbre que
empezó en 1527, cuando embarcaron para Méjico desde Sanlúcar de Barrameda
frailes carmelitas, como capellanes. María Cristina de Habsburgo en 1901 proclamó a
la Virgen del Carmen Patrona de la Marina Española.
VIRGEN MADRE SILENCIOSA
La virgen María adquiere en el principio de los relatos sagrados el protagonismo de
toda madre, dar a luz. Después del parto, desaparece del escenario evangélico casi
por completo, sumida por los relatores canónicos en un vacío de silencio, en el que,
cualquier madre jamás cae, apartada de su hogar e hijos, mientras vive. Un extraño
Jesús pasa por las calles, rodeado de sus discípulos, sensible a la pobreza, a la
enfermedad, a los desvalidos, a los niños, pero sin su madre, sin su familia,
acompañado de otras gentes distintas. La madre no se desplaza de Nazaret, para
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acompañarle, como hacen éstos. La entretienen las tareas de la casa. De vez en vez,
mientras trajina de acá para allá, se acuerda de su primer hijo, que anda por ahí
hablando a todos aquellos que tienen curiosidad por escucharle. No le siguen grandes
turbas. En cierta ocasión se había entretenido más de la cuenta hablando y se hizo la
hora de comer, cogiéndoles apartados de su hogar a los que le siguieron. Dicen que
un muchacho distribuyó unos cuantos peces y panes, pocos, que llevaba para sí; y,
comieron de ellos los más afortunados de tan escaso tentempié. Sin duda que Jesús
hubiera deseado en aquella situación haber tenido junto a sí, cientos y cientos de
espuertas con panes y peces que repartir. Sin embargo, su discurso hermoso y lleno
de bondad satisfaría plenamente a quienes les placía oír palabras de generosidad y
misericordia, como las que aquel nuevo profeta de Israel no se cansaba de predicar:
“Amaos los unos a los otros”,”Dad lo que os sobra”, “Quien desee ser feliz, expulse de
su corazón toda ambición y avaricia”.Tenía que andar con mucho cuidado, porque los
sacerdotes ya estaban en guardia contra las cosas que de ellos decía: “·¡Raza de
víboras, os quedáis con los dineros del templo del Señor y os repartís entre vosotros
las carnes de las víctimas de los sacrificios;! A pesar de tanta soberbia y falsedad,
pensáis ser hombres virtuosos y honestos, superiores a los otros! ¡Pero sólo sois
sepulcros blanqueados por fuera, mas repletos de podredumbre por dentro!” Los
sacerdotes y escribas juraron vengarse y le acusaron por conspirador y agitador
peligroso ante el pretor romano. Éste le condenó a morir en la cruz, porque era su
deber mantener la ciudad libre de desórdenes y revueltas. En una de las cruces del
monte Gólgota lo colgaron para que muriera en ella. ¡Cuán solo le dejaron cuantos
habían sido sus compañeros de andanzas por Galilea y se cobijaron bajo su amistad!
Tres mujeres nada más, que le habían ido tras sus pasos a todas partes, estaban a los
pies de la cruz, sin poder hacer otra cosa que cubrir con las manos el llanto que
brotaba de sus ojos! Nadie más. Un grupo alejado de familiares, María y los hermanos,
se hallaban al fondo en silencio. Una vez que hubo expirado, parece que pudieron
librarle que le arrojaran a la fosa común de los ajusticiados, gracias a que un influyente
judío llamado José de Arimatea obtuvo del gobernador llevarlo a un sepulcro de su
propiedad. ¿Qué sentiría Jesús, en medio de tan terribles sufrimientos, al no ver
cercano al madero del suplicio a sus discípulos? ¿Hay mayor dolor que el verse en el
desamparo total, en el abandono más cobarde? Cuando se reflexiona sobre el suplicio
del Gólgota, tampoco se encuentran palabras para justificar el olvido absoluto de una
tumba que debió de haber merecido los honores perpetuos que obtuvieron en la
antigüedad las de Alejandro y Aquiles. ¡Cuatro siglos nada menos permaneció
ignorada la de Jesús! Pedro y Pablo debieron conocer el sitio donde yació el cadáver
del maestro, y estaba en su deber velar por la dignidad del lugar y convertirlo en centro
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espiritual del cristianismo! Prefirieron olvidar el del maestro y asegurarse el suyo
propio en Roma. Sus tumbas, desde luego, no se extraviaron ni fueron descubiertas al
azar al cabo de mucho tiempo después. Tal vez se debiera al haberse preferido la
interpretación que a partir de ellos se le dio al mensaje de Jesús y no a insistir en sus
cuatro o cinco sencillas y simples verdades, que entendieron todos hombres de buena
fe que le escucharon y todavía le escuchan.
VIRGINIDAD DE PAULA
He aquí una cancioncilla universitaria, que cantan los estudiantes alemanes en sus
comedores. Tal como está escrita, en perfecto latín, sin ni siquiera una falta
ortográfica, la escribieron unos estudiantes:
Paula erat pulcra virgo,
Paula era una hermosa doncella,
virgo sine hymine;
una virgen sin himen;
hymen semel perforatum
el himen, una vez perforado,
nunca reparabile
nunca es ya reparable
Aliquando homo venir
Una vez llegó un hombre
cuius nomen Maiero;
de nombre Maier;.
coitabat, coitabat
coitaba, coitaba,
coitabat lentulo.
coitaba con ella en la cama.
Septem mensibus peractis,
Pasados siete meses,
movit se in utero
movióse en el útero
embrio quem Maier fecit
el embrión que hizo Maier
sine ullo dubio.
sin lugar a dudas.
Novem mensibus peractis,
Pasados los nueve días
pulcra Paula peperit.
parió la bella Paula.
Maier, alimenta timens,
Maier, temiendo la alimentación,
illum locum efusit.
huyó de aquel lugar.
Virgines, hoc est quod docet,
Doncellas, esta es la enseñanza
hoc per tristem fabulam
esto lo que dice la triste fábula:
Nunquam, nunquam praesbitote
Nunca, nunca ofrezcáis
Vestra genitalia.
Vuestros genitales.
VIRTUD: INFLUENCIA EN LOS DEMÁS
“La virtud es tal en sus obras, que con el admirarlas va unido al punto el deseo de
imitar a los que las ejecutan; porque en las cosas de la fortuna lo que nos complace es
la posesión y el disfrute; pero en las de la virtud, la ejecución; y aquéllas queremos
más que nos vengan de los otros; y éstas, por el contrario, que las reciban los otros de
nuestras propias manos; y es que lo honesto mueve en la práctica y produce al punto
un conato de acción moral, infundiendo un propósito saludable en el espectador, no
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precisamente por la imitación, sino por la sola relación de los hechos. (Plutarco: Vidas
paralelas)
VIRTUD: NO ES PRIVATIVA DE INSTITUTOS RELIGIOSOS NI DE PERSONAS
Filóstrato, historiador del siglo III dC., nos presenta en su biografía de Apolonio de
Tiana a este personaje de los primeros años de la Era Cristiana (murió probablemente
entre el 96-98 dC. como un hombre extraordinariamente virtuoso; al que según la
costumbre de la época con respecto a este tipo de personas, incluso se le atribuían
hechos portentosos. Hay quien ha comparado a Apolonio con Jesús. La lectura de su
biógrafo inclina al lector a considerar que, efectivamente, a quien dio su nombre al
Cristianismo le surgió unos años después otro ser humano, dotado de virtudes
excelsas y de enseñanzas morales imprescriptibles. Ya de joven reparte sus bienes,
reservándose una mínima porción para su propia subsistencia. Se entrega a una vida
dedicada a la virtud y a la piedad en el templo de Asclepio de Egas. Practicó la
abstinencia sexual, afirmando que “ni se casaría ni entablaría nunca relaciones
sexuales, aventajando el ejemplo de Sófocles.”. Al ser preguntado cierta vez por qué
no escribía, como hacían los demás hombres de su misma categoría, dio una
respuesta que debería servir de lema a todo el que lo hace, pues dijo: “No escribo
porque todavía no he guardado silencio”. Su ascendiente sobre los poderosos le
facilita obligarles al cumplimiento de sus deberes sociales. En Aspendo de Panfilia los
grandes propietarios de tierra habían acaparado el trigo, no quedándole al pueblo otra
cosa que comer sino algarrobas. Se soliviantó la multitud que, cercando al gobernador
romano ante la estatua de Tiberio y decidida a quemarlo vivo, detuvo silenciosa su
inminente acción ante la presencia de Apolonio. Este se acerca al tembloroso jerarca y
le pregunta por la razón de aquel alboroto. Delató el amedrentado gobernador los
nombres de los acaparadores del trigo, y Apolonio, que pide una tablilla para escribir,
se la devuelve diciéndole: “Lee esta acusación contra los grandes terratenientes:
Apolonio, a los mercaderes de trigo de Aspendo: La tierra es madre de todos, pues es
justa. Pero vosotros, como injustos que sois, la habéis hecho madre de vosotros solos
y, si no cejáis, no os dejaré sosteneros sobre ella.”. Al llegar un día a la aduana de
Mesopotamia, le preguntó el aduanero qué llevaba consigo. Apolonio respondió:
Constancia, Templanza, Justicia, Virtud, Continencia, Hombría y Disciplina.“
Pues
registra entonces esas esclavas, insistió el hombre. No son esclavas, son señoras.
VIVIR CON PRUDENCIA
Para Platón hay tres virtudes: el valor, la piedad con nuestros mayores y la
prudencia. Y en la prudencia resplandeció un emperador: Marco Aurelio. Fue el único
emperador que dio credibilidad a su filosofía (el estoicismo), no por sus palabras, sino
por la dignidad de su comportamiento y por su prudente forma de vivir.
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VIVIR POR OLIMPÍADAS
Contar la vida por olimpíadas era lo normal en la antigüedad. Así, por ejemplo, un
hombre muerto a la edad de ochenta y ocho años, podría muy bien llevar inscrito en su
estela fúnebre “Vivió 22 olimpíadas”. Echando la cuenta, si las olimpíadas se
celebraban de cuatro en cuatro años, multiplíquese veintidós por cuatro y salen
ochenta y ocho años. Podría reeditarse la costumbre en nuestros tiempos, ya que aún
gozamos cada cuatro años del mismo espectáculo deportivo. Igualmente se podría
contar como implantaron los romanos, que utilizaron el año de la fundación de Roma
como el 1º de su era. El día del nacimiento de Jesucristo Roma había cumplido ya
753 años de existencia. Pero el cristianismo contó tal día como principio de su era, la
era cristiana; y la costumbre cundió, promulgada por el nuevo poder que se establecía
en Europa. De no habérsele dado importancia al nacimiento de Cristo y hubieran
sucedido los días uno tras otro como desde antiguo, hoy se fecharían las cartas o los
libros, o los acontecimientos, tal como lo hiciera un patricio o plebeyo hace cientos de
siglos: Goza de buena salud. Fulano de Tal, en Roma año 2759 “de su fundación..
VOLADIZO O BALCÓN
El vocablo balcón es procedencia germánica (balken), de la que deriva el italiano
“balcone”. Consiste en un voladizo exterior abierto en la fachada de las casas. Los
romanos solían construir esta especie de voladizos que, o remataban el muro del
edificio o se abrían como una galería exterior; de ahí que se llamaran “moeniana”. El
arquitecto Vitrubio, Cicerón y Suetonio suelen usar este término con el significado de
balcón o galería externa de la casa. Parece que un tal Menio construyó su casa
dotándola de un voladizo, de donde tomó cuerpo entre los romanos la voz “moeniana”.
VOTACIONES
Las votaciones, conocidas desde muy antiguo, las designa el historiador Tácito con
la expresión “facta discessio (hecha la retirada)”. La “discessio” o retirada en una
votación consistía en irse pasando los senadores al ,lado del asiento del que ha
propuesto a votación un asunto, para manifestar, juntándose a su lado y levantando la
mano, que están a su favor en la proposición. Cuando había comicios, la propaganda
electoral de los carteles salía a la calle, igual que hacemos ahora; pero con este
respetuoso ruego: “Oro faciatis…” os pido que hagáis la votación a favor…(y aparecía
a continuación el nombre del candidato)
VOTO CENSITARIO
Ya no existe, pero cuando estuvo en vigor sólo podían ser elegidos diputados a
Cortes aquellos ciudadanos que disfrutaran de una renta procedente de sus bienes
propios. Evidencia la medida que el dinero abre las puertas de los cargos públicos,
porque quien tiene dinero ha procurado emplearlo también en adquirir una cultura.
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VOTO DE SANTIAGO
Todos los años, llegada la festividad de Santiago, se llena la catedral de Santiago
de Compostela con un inmenso gentío, dispuesto a oír un extraño discurso del Rey, de
algún miembro de su Familia o de algún alto miembro del Estado. En esta peroración
entre lo religioso y lo patriótico se le dan al Patrono de España las gracias por haber
favorecido el bienestar y la prosperidad de la nación y rogarle continúe favoreciéndolos
en adelante. El arzobispo de la ciudad contesta en nombre del Apóstol y, en seguida,
en recuerdo de una peste que diezmó a los piadosos peregrinos que llenaban la
región, unos fornidos gallegos, contratados por el Cabildo de la Catedral, agarran
fortísimas sogas de las que pende de la bóveda un enorme incensario —se le llama
botafumeiro—, y, con impulsos hercúleos, lo agitan jadeantes, en un balanceo de un
extremo al otro a lo largo de la nave central, por medio del cual se esparce por todo el
templo olorosas fumaradas de incienso.
Las razones históricas de una congregación y afluencia de tantísima gente en
Santiago para asistir a este ceremonial anual se remontan al año 834. Ya antes de
esta fecha hay que confesar que los cristianos sufrían derrota tras derrota frente a los
moros; hasta el punto que, tras una de ellas, hubieron se transigir con un deshonroso
tributo anual de: cien doncellas vírgenes, cincuenta pertenecientes a la clase de los
nobles, otras cincuenta al vulgo. Todos habían de ser hermosas. El arzobispo don
Rodrigo, que simultaneaba la función pastoral con la militar y escribía historia entre
ambas, descubre en ésta, para admiración de los venideros siglos, un milagro de los
que hacen época; pues lavó las humillaciones de tantas derrotas sufridas por las
huestes cristianas ante la morisma y puso fin al vergonzoso tributo de las cien
doncellas. La cosa sucedió de esta manera, según el cronicón de don Rodrigo: El rey
Ramiro I de León, después de haber sufrido un varapalo de no te menees en una
batalla frente al califa Abderramán, se retiró al cerro de Clavijo con las escasas tropas
que habían logrado escapar vivas de la refriega. El sueño se apoderó de él y Santiago
aprovechó la ocasión para presentársele y ordenarle que al día siguiente saliera de
nuevo al campo de batalla, pues el resto ya lo haría él. Súpolo la tropa e inflamóse de
entusiasmo por la certeza de que esta vez serían ellos quienes les mojaran a los
moros las orejas. Apenas despuntado el día, oyen misa, comulgan y salen después al
campo de batalla. Como ven que en la primera fila, sobre fogoso caballo, Santiago les
acaudilla; entonces, al grito de “¡Santiago, cierra España!”, arremeten contra las
escuadras de los mahometanos. ¡60.000 moros fueron degollados! Y no fue Santiago
quien menos trafagó en el baño de sangre, pues blandió como el primero la espada y
recibió por su valiosa ayuda el merecido sobretítulo de “Santiago Matamoros.
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Con todo, el asunto no acaba aquí, sino en los Tribunales de Justicia de la época.
Algo que parece incompresible y que se va a explicar. Resulta que los personajes de
la corte celestial no hacen los favores gratis. Ramiro, pues, prometió mediante decreto
firmado por su real mano en la ciudad de Calahorra el 25 de Mayo del año 834, pagar
la nación española, es decir, todos los ciudadanos, por cada yugada de tierra cierta
medida de trigo; y de las viñas, otras de vino. Además, en caso de que, al finalizar una
batalla, hubiera que repartir el botín entre los soldados, Santiago, por haberlo sido, no
quedaría excluido de su porción. La Santa Sede dio su aprobación al Voto de Ramiro,
llamado desde entonces Voto de Santiago. Los reyes posteriores añadieron un
privilegio al Voto y así concedieron, quien, tres millas de tierras; quien, seis; y quien,
doce, aparte de villas y lugares. A los leoneses (de ellos era rey Ramiro) con el tiempo
esas sacaliñas de trigo, vino y tierra no les fueron gustando como el primer día. Así es
que empezaron las murmuraciones. Pero, cuando con el tiempo los reyes de León se
proclamaron también reyes de Castilla, Alfonso VI confirmó el Voto en Toledo y
extendió su obligatoriedad a todos los pueblos de Castilla. Los concejos o
ayuntamientos de este reino se negaron a pagarlo, a pesar de que el papa Calixto III
había dado su consentimiento al rey para imponerlo también en estas tierras. Surgió,
pues, un pleito con la Iglesia de Santiago, recaudadora y beneficiaria, cuyos sucesivos
obispos y canónigos veían mermados sus ingresos. Santiago argumentaba que el
Voto era a perpetuidad; Castilla sostenía que sólo concernía a los leoneses. Felipe II,
entonces, llamó a su cronista Ambrosio de Morales para que terciara en el asunto, en
razón de sus profundos conocimientos de los papeles del Estado. Pero Ambrosio de
Morales se escabulló del rifirrafe judicial, dando fe de la autenticidad del decreto de
Ramiro, a fin de sustraerse de una disputa histórica, que iba a poner en peligro la
tranquilidad de su ancianidad (tenía ya 74 años). La causa terminó con un Decreto Ley
del 6 de Noviembre de 1834 que abolió definitivamente “las prestaciones de pan y
vino, cualesquiera que sean la dignidad, corporación, establecimiento o persona que
las perciban.”.En la actualidad, la conmemoración del voto de Santiago en el día del
Apóstol, con asistencia del Rey y de altos dignatarios del Estado en la Catedral, podría
considerársela, en realidad, como una especie de Discurso de la Corona pronunciado
en una iglesia, en vez del Congreso de los Diputados.
VOTOS RELIGIOSOS
Los animales (entre los egipcios) sean o no domésticos, gozan del privilegio de ser
cosas sagradas. Suelen hacérsele en las ciudades votos y ofrendas, del modo
siguiente: Ofrécese el voto al dios, a quien la bestia se juzga consagrada y, al llegar la
ocasión de cumplirlo, rapa cada padre de familia la cabeza de sus hijos o la mitad de
ella; coloca en un platillo de una balanza el pelo cortado y en el otro tanta plata como
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pesa el cabello. Después entrega la plata al cuidador de los animales para que les
compre el pescado, su alimento legítimo. De esta manera cumplen con el voto
religioso los egipcios.
VULCANIA O FIESTAS DE VULCANO
Además de celebrar los romanos la festividad de Vulcano con una procesión de la
divinidad (caía la fiesta el 23 de agosto), observaba la gente la costumbre de encender
fuego y arrojar pececillos y otras especies de animales en él. Creían que estos
animalillos eran encarnaciones de las vidas humanas. Echándolos al fuego, la
divinidad se encargaba de conservarles la vida.
VULGO, PUEBLO
Preguntado una vez el papa Juan XXIII qué cosa era la que distaba más de la
verdad, respondió que el dictamen del vulgo. Tan persuadido estaba de lo mismo el
severísimo estratega Foción, que orando en cierta ocasión en Atenas, como viese que
todo el pueblo levantaba la voz en común consentimiento en su aplauso, preguntó a
los amigos que tenía cerca de sí, en qué había errado, pareciéndole que en la ceguera
del vulgo no cabía sino aplaudir los desaciertos. No me acuerdo qué sabio compara el
vulgo con la luna, en razón a su inconstancia. También tenía explicación la
comparación, porque jamás el vulgo resplandece con luz propia. Decía Tulio: En el
vulgo no hay sensatez, ni razón, ni discernimiento, ni diligencia (Non consilio in vulgo,
non discrimen, non diligentia”)
WATER CLOSET, WW.C
Sucedió que una familia inglesa pasada sus vacaciones en Escocia, y en uno de
sus muchos paseos observaron una preciosa casa de campo, que inmediatamente les
pareció cautivadora para el próximo verano. El propietario era un pastor protestante
muy amable y le enseño a la familia toda la casa. Los ingleses, de regreso de
vacaciones, le escribieron: “Estimado pastor: Soy miembro de la familia que hace unos
días visitó su finca con deseos de alquilarla durante el próximo verano y, como
queremos enterarnos de un detalle, quiero que nos indique dónde queda el W.C.”
Al recibir esta carta, el pastor, que desconocía la abreviatura W.C , creyendo que
se trataba de la Capilla Anglicana (en inglés, Wells Chapel), contestó: “Estimada
señora: Tengo el agrado de informarle que el lugar al que usted se refiere está a doce
kilómetros de su casa. No es molestia, si tienen la costumbre de ir con frecuencia.
Pero algunas pesonas llevan consigo la comida y permanecen en el citado lugar todo
el día. Algunos llegan a pie y otros en tranvía, y todos llegan en el momento justo. Hay
lugar para cuatrocientas personas sentadas cómodamente en sofá de terciopelo de
púrpura y cien de pie. Tiene aire acondicionado para evitar las asfixias en caso de
aglomeración. Se recomienda llegar temprano para coger sitio. Los niños de ambos
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sexos se sientan y cantan juntos a coro. A la entrada se le da a cada uno un papel y
aquel al que no le alcanza el reparto, puede utilizar el de su compañero de asiento.
Pero al salir, debe devolver el papel, para seguir utilizándolo durante todo el mes.
Todo lo que se deje allí depositado, será para darles de comer a los huerfanitos del
hospicio. Muchos sacan fotografías para que todo el mundo pueda conocer a las altas
personalidades en el momento de realizar acto tan humano. Su affmo.---“
YO
Entiéndase bien que el “yo” no es el sujeto físico, sino el más alto ideal del hombre
que es capaz de forjar nuestro espíritu y que todo lo noble aspira a realizar en sí
mismo. Sólo el más alto amor a este “yo”, en el cual se halla implícita la más alta
“areté” (virtud), es capaz de apropiarse de la belleza.” Paideia,. W.Jaeger
YO SOY JESUCRISTO
Cuéntase del rey Christian IV de Dinamarca que, dando un paseo por los verdes
campos de los alrededores de su palacio en compañía de sus familiares el Príncipe de
Gales y el rey de Grecia, se les acercó un sencillo campesino; el cual, al ver que iban
modestamente vestidos, no sospechó de su alta alcurnia y les preguntó por dónde
podría ir a un determinado lugar, cuyo camino desconocía. Christian IV, bonachón y
amable, trabó con el labriego conversación que, dado el distanciamiento de educación
de los tres personajes y el campesino, produjo en éste la curiosidad de saber quiénes
eran, pues sospechaba que debían de ser gentes de palacio. El rey de Dinamarca hizo
las presentaciones: “Mira, yo soy tu rey. Éste, es mi hijo, el rey de Grecia y este otro,
mi yerno el príncipe de Gales.” El campesino, en la creencia de que le estaban
tomando el pelo, respondió: “Pues bien, señores, visto quiénes sois, aquí tienen
ustedes al mismo Jesucristo.
YUGO Y FLECHAS
Es curioso que fuera un socialista, Fernando de los Rios, quien pusiera en manos
de la naciente Falange Española el emblema del yugo y las flechas durante unas
clases en la Universidad de Granada, a la que asistía Juan Aparicio, uno de los
primeros compañeros de José Antonio Primo de Rivera.
YUGO (PASAR POR…)
“Pasar por el yugo” es una expresión que se usa para indicar que alguien se
humilla o es humillado. Obedece a esta costumbre militar de los romanos, que refiere
Dionisio de Halicarnaso: “Es costumbre entre los romanos, cuando los enemigos
deponen las armas y ellos quedan como soberanos, clavar en tierra dos maderos
rectos y ajustarles encima un tercero transversal; luego conducir debajo a los cautivos
y una vez que lo atraviesan, mandarlos libres a sus casas.”
ZOOFILIA
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En el nomo Mendesio (Egipto) sucedió en mis días la monstruosidad de juntarse
en público un cabrón con una mujer, bestialidad sabida de todos y aplaudida.
(Herodoto)
ZORRILLA
Nuestro gran poeta del romanticismo murió en la indigencia. Doña Juana Pacheco,
su viuda, se vio en la necesidad de desprenderse de la corona con la que la nación
española le había ceñido en Granada, proclamándolo el gran poeta de la nación. Esta
corona se fabricó con pepitas de oro recogidas en el Darro. Gracias a la Reina
Regente, doña María Cristiana de Borbón se detuvo la venta de los pocos bienes del
poeta, y la generosidad real salvó de la miseria a la mujer.
i
ii
Diccionario español-griego-latino, del autor
El nombre es un compuesto de la voz griega élios y el toponimico Gabales, ciudad de Siria
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