Las peligrosas grietas del PP no las arregla ni Soraya por

Las peligrosas grietas del PP no las arregla ni Soraya por

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AL TRASLUZ
Por Enric Sopena*
Las peligrosas grietas del PP
no las arregla ni Soraya
S
oraya Sáenz de Santamaría, la vice, es la favorita del Rey Rajoy.
María Dolores de Cospedal, secretaria general del Partido Popular, ha caído en desgracia. Se veía venir
que esto acabaría sucediendo porque la audacia, osadía o atrevimiento de Cospedal
le están empezando a pasar factura, como
se ha visto en la batalla de Andalucía. Osó
doña María Dolores situar a uno de sus peones en la cúpula de los populares andaluces y le salió el tiro por la culata.
El peón de Cospedal era José Luis Sanz,
secretario general del PP de Andalucía.
Pero en esta ocasión se le cruzó Sáenz de
Santamaría, acompañada de Javier Arenas, intocable perdedor en todas las elecciones a las que concurrió como salvador
de la Andalucía derechista, hundida en las
urnas, una y otra vez. Detrás de Soraya
además estaba Rajoy, ese gallego –acreditado príncipe de las tinieblas–, que, por
cierto, es un fervoroso lector del Marca y
un activo fumador de puros.
Cospedal fue derrotada y perdió los nervios. El líder no será el suyo, sino el de
Sáenz de Santamaría. Habló con un punto
victimista evidente. Cargó contra las “intrigas” internas de la corte, mientras destapaba tensiones dentro del PP. Proclamó con
alguna solemnidad lo siguiente: “No trabajo para determinados dirigentes, sino para
militantes”. En fin, que probablemente estuvo escribiendo su testamento político: “Yo
creo que estoy cumpliendo humildemente
con mi responsabilidad”.
La verdad, en todo caso, es que el elegido fue Juan Manuel Moreno Bonilla, infumable vendedor de humo, cuyo curriculum vitae es agua mojada y remojada.
El Economista lo describió así: “Moreno
Bonilla, o cómo embellecer un currículum para ocultar su inanidad académica”.
Hace dos años, dice, finalizó los estudios
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24 de febrero–2 de marzo de 2014. nº 1052
de Protocolo. Curiosa asignatura que no
valida, al parecer, ninguna carrera universitaria. Convendría, ante semejante situación, que el flamante ministro de Educación y Cultura, Ignacio Wert, le diera al
jefe del PP andaluz lecciones varias con
el bondadoso fin de que Moreno Bonilla
no se parezca demasiado a Botella, alcaldesa de Madrid y alrededores.
¿Podrá superar Sáenz de Santamaría, la
pequeña mujer fuerte de don Mariano, las
trampas de Moreno Bonilla? Su Abogacía
del Estado fue espléndida, según todos los
indicios académicos. Ella incluso está casada en Brasil, y por la vía civil, con un
abogado del Estado, José Ivan Rosa Vallejo. El lobby de estos abogados es decisivo. No en vano es vicepresidenta la abogada Santamaría. Como también es significativo que otro abogado del Estado, Leopoldo González-Echenique, fuera nombrado presidente de RTVE. Su presidencia
es la previsible. Abona, por supuesto, todos los recortes y martingalas que favorezcan al Gobierno Rajoy.
Soraya tiene buena imagen de chica moderna y, al mismo tiempo, de estar por casa. Dispone de sus intervenciones televisivas de los viernes, después del Consejo
de Ministros. En el CIS, las malas lenguas
afirman que le gusta cocinar. En su nombre y en el de Rajoy se adentra con frecuencia en el ámbito mediático. La caída
de Pedro J. Ramirez es un golpe palaciego de gran fortuna para el actual Ejecutivo. Su labor de censora avanza. Pero las
grietas del PP son peligrosas. Ahora el presidente acusa a Iberdrola de destrozar la
imagen de España. De charco en charco
se va al abismo. Las eléctricas se han sublevado contra la ineptitud de Soria, nefasto político de turbio recorrido. Y esto
no lo arregla ni Soraya. l
*Director de El Plural.com
rectores de diario incómodos han sido cesados con pocos días de diferencia, y para los
editores, que con la denominada tasa Google
–los agregadores de Internet deberán pagar a
los autores por publicar noticias– esperan compensar la caída de publicidad [ver en páginas
siguientes: ‘El País’ consuma su giro].
Ahora que el Debate del estado de la Nación da comienzo a una segunda parte de la
legislatura más optimista centrada en las elecciones europeas y en la recuperación económica [ver también: El ‘paso del ecuador’ de
Rajoy], parecería que la vicepresidenta, cuya
imagen no ha acusado la crisis económica ni
Nadal y tres familiares están en el Gobierno.
EUROPA PRESS
la de su propio partido –es uno de los miembros más valorados del Gobierno y, hace unas
semanas, encabezaba por primera vez el panel de influencia de EL SIGLO–, lo tendría aún
más fácil. Pero habrá que estar atentos esta
semana. Rajoy anunciará por dónde va a discurrir ahora la acción del Gobierno, con la
reforma fiscal y la de la Administración encima de la mesa. Después podría haber que reemplazar a algún ministro. Y en los congresos regionales se renovarán los liderazgos autonómicos. Entonces se podrá hacer balance
de legislatura. Y empezar a hablar de las posibilidades de Sáenz de Santamaría en un futuro proceso sucesorio. l