Análisis del Potencial Estratégico de la Leña en la Matriz Energética

Transcripción

Análisis del Potencial Estratégico de la Leña en la Matriz Energética
Informe Final
Estudio de “Análisis del Potencial Estratégico de la Leña
en la Matriz Energética Chilena”
elaborado para la
CNE
por
Santiago, diciembre - 2008
2
ACLARACIÓN
Cualquier referencia a una empresa, producto, marca o fabricante, no
constituye en ningún caso una recomendación ni de parte del Gobierno de
Chile ni de la Corporación Chile Ambiente, responsable del estudio.
3
Chile cuenta con alrededor de 2,1 MM de ha de bosques nativos entre la V y la
XI Región, equivalente a una oferta sustentable de biomasa de 10 a 15 millones
de metros cúbicos anuales (equivalente a 6 – 10 millones de toneladas). El
potencial de residuos desde plantaciones alcanza la significativa cifra de 3 a 4
millones de toneladas, entre la V y X regiones. Tales cifras y volúmenes dan
cuenta por entre el 17 y 20 % de la energía primaria chilena y alrededor del 59%
del consumo energético a nivel residencial. (“Análisis del potencial Estratégico de la
Leña en la Matriz Energética Chilena”, Capítulos 1 y 4).
El consumo de leña promedio por hogar, en el 2005, en la ciudad de Temuco era
de 6 m3 valorado en $86.000. El costo en salud (pública y privada) asociado a
ese consumo, se estimó en un poco más de $420.000 anuales (gasto público y
privado). Esto quiere decir que el costo en salud asociado al uso de la leña en los
hogares es 5 veces más que el costo del combustible.
(“Análisis del potencial Estratégico de la Leña en la Matriz Energética Chilena”, Capítulo 5)
La experiencia internacional en países como Suecia, Italia, Suiza, Alemania y
Nueva Zelandia, permite afirmar que para consolidar nuevas tecnologías y
nuevos modelos de negocios en un marco de sustentabilidad en la gestión de la
biomasa es fundamental el rol del Estado en aspectos que van: desde el
conocimiento cabal del recurso, incluyendo su precio (qué se paga y porqué)
hasta el subsidio de nuevas tecnologías menos contaminantes de elevada
rentabilidad social pero de difícil concreción desde el punto de vista privado,
pasando por la adopción de marcos regulatorios que permitan conciliar objetivos
ambientales, de acceso a la energía y de seguridad en el aprovisionamiento de
energía. (“Análisis del potencial Estratégico de la Leña en la Matriz Energética Chilena”,
Resumen Ejecutivo).
4
ÍNDICE
RESUMEN EJECUTIVO .......................................................................................................... 5
PRESENTACIÓN .................................................................................................................. 10 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 154 CAPITULO 1. ANTECEDENTES GENERALES ......................................................................... 25 CAPITULO 2. IMPACTOS AMBIENTALES ASOCIADOS AL USO DE LEÑA ................................. 41 CAPITULO 3. ANTECEDENTES SOCIOCULTURALES ............................................................. 59 CAPÍTULO 4. OPTIMIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y CALIDAD DE LA LEÑA Y DERIVADOS ... 82 CAPITULO 5. TECNOLOGÍAS DE USOS ENERGÉTICOS DE LA LEÑA ..................................... 127 CAPITULO 6. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA DE LAS ACTUALES MEDIDAS PILOTO EN
DESARROLLO POR LA COMISIÓN NACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE (CONAMA). ......... 189 CAPÍTULO 7. ELEMENTOS PARA UN PLAN ESTRATÉGICO BÁSICO SUSTENTABLE DE LA
LEÑA. .............................................................................................................................. 202 GLOSARIO........................................................................................................................ 219 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................. 226 ANEXOS ........................................................................................................................... 238
5
Resumen Ejecutivo
La biomasa representa entre el 17% y 20% del consumo de energía primaria de la matriz
energética de Chile. En el sector residencial, en promedio, el consumo de leña representa el
59%.
La leña proviene fundamentalmente del bosque nativo en volúmenes estimados en 8-9
millones de metros cúbicos al año, sin poder afirmarse, por carecerse de información, si son
producto de bosques bien o mal manejados, aún cuando acorde a los antecedentes
recopilados, es posible suponer que la mayoría no cumple con estándares de
sustentabilidad. El restante 30-40% de la demanda es cubierta de forma creciente por las
plantaciones de especies exóticas y matorrales, lo cual en algunas regiones aminora la
presión por la biomasa del bosque nativo.
Si bien la oferta sustentable de leña supera la demanda residencial en términos generales
(Gráfico más abajo), es posible afirmar que en algunas regiones existe déficit de leña como
sucede en zonas del secano interior y costero de las regiones VII y VIII. En otras, donde
existe superávit, una mayor presión para uso energético podría generar un efecto similar al
que en el pasado ejerció el mercado de astillas sobre el recurso nativo. Es de hacer notar
que luego de las regiones de Los Lagos (X) y de los Ríos (XIV) es la RM la región de
mayor consumo sin, o aparentemente, oferta local. A futuro será indispensable manejar
adecuadamente los renovales, bosques adultos y residuos para responder al un presumible
aumento de de la demanda.
Gráfico: Consumo y oferta de leña por regiones.
3
Balance de leña en millones m3
2
1
0
V
VI
VII
VIII
IX
X y XIV
XI
XII
-1
-2
-3
Consumo Total M3 sólidos
Consumo urbano BN
Balance BN
Oferta leña BN sustentable m3/año
Consumo rural BN
Fuente: Elaboración propia.
RM
6
Se advierte además que el consumo de leña es mayor a medida que se avanza hacia el sur
del país. Calefacción, cocción y calentamiento de agua son los usos finales más importantes
a los cuales ésta es dedicada.
Acorde a los estudios analizados es posible afirmar que a mayor pobreza, mayor el uso de
leña; no obstante, es necesario señalar que no sólo la información relativa a consumos
rurales es incompleta sino que además se carece de información precisa respecto de los
volúmenes de leña obtenidos a partir de la recolección, actividad que dicho sea de paso,
demanda tiempo y frecuentemente asumida por mujeres.
El mayor o menor consumo de leña en el sector residencial y en especial en los sectores
modestos, tiene que ver fundamentalmente con el precio de ésta en un contexto en el que
persisten las dificultades de acceso físico, pero sobre todo económicas, a otras formas de
energía. Es de hacer notar además que, salvo en el norte del país, el aumento de precios de
los energéticos en la última década supera los aumentos reales observados en los ingresos
de más de tres cuartos de la población más modesta.
Los impactos ambientales asociados al consumo de leña húmeda la sindican como el uno de
los factores más importantes en el deterioro de la calidad del aire de la principales ciudades
de la VI a la XI Regiones y, componente importante del conjunto de emisiones
contaminantes de la RM. Al respecto, las estimaciones relativas a gastos en salud, asociado
a la combustión de leña y las emisiones de PM10, se sitúan en alrededor de 364 millones de
dólares al año lo que contrasta con los 85 millones de dólares al año gastados en leña.
Las estimaciones mencionadas sólo consideran los gastos en salud asociados al PM10 y
excluyen (de las señales de precios) aquellos gastos relacionadas con otras externalidades
negativas que se producen en la cadena de la leña tales como: los impactos ambientales
asociados al uso de la leña por incendios, accidentes asociados a la producción y
fraccionamiento de leña, la pérdida por servicios ambientales (funciones ecosistémicas) y las
emisiones de CO2 asociadas a su extracción y transporte.
Aún en condiciones de informalidad y de severos impactos ambientales que han estimulado
incluso evaluar su prohibición en la RM, el uso de la leña generaba, a fines del 2003 un flujo
aproximado de 115 mil millones de pesos anuales, lo que constituye en los hechos un factor
importante de dinamismo en las economías locales y regionales del país. Tales estimaciones,
están estrechamente asociadas al hecho relevante que en tales actividades intervienen miles
de pequeños propietarios para quienes la extracción o producción de la leña constituye una
fuente importante de sus ingresos.
El que la leña posea un precio y sea transado -en su mayor parte de manera informal- no
significa que éste refleje realmente los costos involucrados ni las potencialidades que una
gestión sustentable puede representar. La exclusión de externalidades como las
mencionadas precedentemente, la imprecisión en cuanto a sus características calóricas,
físicas, su contenido de humedad, la dispersión de calidades, orígenes, entre otras, permiten
afirmar que no sólo las señales de precios son imprecisas y equívocas sino que además
impiden o limitan el diseño de una correcta política pública.
7
El fenómeno descrito, además de ciertas experiencias internacionales analizadas, avalan
ampliamente la creación de un observatorio del precio de la leña bajo la tuición y
orientación del Estado. La adopción de esta medida generará o requerirá de un conjunto de
actividades que permitirán establecer las bases para un mercado formal de la leña. Por el
contrario, la ausencia de medidas asociadas a sincerar el precio de la leña y sus costos
asociados, dificultará los desafíos asociados a la sustentabilidad en el manejo del recurso y
aquellos ligados a las potencialidades positivas que representan opciones tecnológicas
innovadoras y ambientalmente sustentables.
La experiencia internacional da cuenta de interesantes casos en la utilización del pellets, la
briqueta, el desarrollo de la calefacción distrital y la producción de artefactos y calderas
apropiadas para la combustión de estos derivados de la leña. Todas éstas opciones
tecnológicas han permitido a países como Suecia, líder en el uso de la biomasa, cubrir cerca
del 20% del consumo de energía primaria, disminuir su dependencia de los hidrocarburos y
externa, y cumplir con sus objetivos y compromisos internacionales ligados a la
disminución de CO2. De las opciones mencionadas, el pellets es el combustible que se ha
convertido en una opción viable en gran parte de Europa y Norteamérica, tanto para el uso
industrial como doméstico, ello gracias a su gran poder energético, menor precio y bajo
impacto ambiental y relativo fácil manejo.
El desarrollo de una fuerte industria del pellets, enfrenta barreras de envergadura. La
primera de ellas es tecnológica y tiene que ver con la dependencia de suministradores de
equipos foráneos. La segunda, tiene que ver con el relativamente elevado precio del
combustible en Chile. La tercera, tiene que ver con un precio también relativamente alto de
los artefactos (calefactores) para viviendas o calderas; relativamente, puesto que es
claramente competitivo respecto y menos contaminante respecto de estufas de doble
cámara, ampliamente difundidas en el mercado nacional. Aparentemente, atendiendo a
objetivos ambientales, energéticos, de eficiencia y de acceso a la energía, el pellets, así
como la briqueta y la producción o la promoción de artefactos ligados a estos combustibles
debe ser abordado como una verdadera potencial industria y para ello contar con el apoyo
del Estado para su despegue. El rol del Estado puede ser clave para colmar en tiempos
razonables la brecha tecnológica en este ámbito.
Las tecnologías relacionadas con el uso de la leña o sus derivados constituyen un punto
clave en la sustentabilidad de la cadena bosque-energía. Las tradicionales tecnologías de
combustión presentan problemas de tipo ambiental que las hacen no sustentables,
especialmente en entornos urbanos. Al respecto y tal cual señalan los estudios desarrollados
por CONAMA y como lo sugiere la normativa internacional, para cerrar la brecha
tecnológica entre la tecnología actual y las tecnologías nuevas de bajas emisiones se
deberán adoptar los instrumentos contemplados en los modelos de recambio que este
estudio sugiere, siendo el subsidio a la inversión inicial uno de los más importantes.
Al respecto, el estudio permite afirmar que, los artefactos promedio a leña, tanto en Chile
como en el extranjero, son incompatibles con la reducción de emisiones al nivel que las
ciudades chilenas lo requieren para poder seguir basando su calefacción en la leña. Los
artefactos a pellets, en cambio, son compatibles con los requerimientos ambientales de las
ciudades chilenas, con emisiones de orden de magnitud inferiores.
8
La superación de la brecha ambiental, es decir reducir los niveles de emisión 4 a 10 veces
respecto de los actuales, sólo es posible con las siguientes opciones: i) la utilización de los
mejores artefactos a leña que existen en el mundo, con emisiones de particulado
aproximadamente 10 veces inferiores a los artefactos actuales, ii) la utilización de
artefactos a pellets, con emisiones equivalentes al promedio europeo o inferiores.
Es necesario señalar que los límites contemplados en el PPDA de la RM (CONAMA-RM
2004) y su revisión en curso no son compatibles con estos objetivos, los que sí son
integrados en el anteproyecto de norma de emisión para artefactos que combustionan leña.
(CONAMA 2007).
En el caso del sector residencial, objeto central de este estudio, y de manera más precisa la
calefacción y el calentamiento de agua, las estimaciones realizadas permiten señalar que el
manejo sustentable de la leña debe considerar de manera prioritaria el mejoramiento de la
eficiencia térmica de las viviendas. Ello no sólo porque permite una gestión más eficiente
del recurso en su conjunto sino además por razones de costo/beneficio. En efecto, la
comparación, bajo estos parámetros, en el caso de Temuco, permite afirmar que los
mayores retornos públicos a eventuales subsidios otorgados por gastos evitados en salud se
obtienen cuando la opción elegida es el reacondicionamiento de la vivienda (de un usuario
de leña) o el cambio de artefacto por uno más eficiente. El subsidio sólo al
reacondicionamiento térmico o sólo al cambio de artefacto produce beneficios netos en
menos de 10 años. La peor opción, bajo los supuestos adoptados en el caso analizado, es
subsidiar el alza del precio del gas como ha sido la tónica en estos últimos años.
La superación de barreras tecnológicas, es necesario reiterarlo, requiere de un claro rol del
Estado para abatir barreras en la inversión inicial, la formación y capacitación de recursos
humanos que asimile nuevas tecnologías y promueva su correcto uso y la introducción de
aplicaciones a mayor escala, que permitan el uso de combustibles de difícil manejo, así
como las técnicas de control de emisiones que se hacen viables en plantas mayores. La
reconversión tecnológica de los actuales usos de biomasa, así como la introducción de
nuevas aplicaciones a nivel industrial, se presentan como oportunidades para reducir la
dependencia de los combustibles importados y para generar una plataforma tecnológica
local, aprovechando las ventajas de las regiones en que el recurso es abundante.
La leña es percibida hoy como un problema pero representa una de las más formidables y
locales posibilidades de disminuir la vulnerabilidad energética La leña, pese a su
informalidad, representa parte importante de las economías locales y regionales. Es el
energético al cual acude de manera creciente la población frente al sostenido aumento de
precios en los derivados del petróleo. El conjunto de aspectos mencionados exige actuar
con precaución estableciendo consensos sociales mínimos al intervenir un mercado como el
de la leña.
Los aspectos sociales, ambientales, económicos, culturales, así como políticos e
institucionales y tecnológicos ligados al tema, hacen que se tenga que actuar en el corto
plazo en al menos dos frentes: el establecimiento de medidas que permiten ir formalizando
el mercado de la leña, por un lado; y en el desarrollo de proyectos demostrativos que
9
permitan enfrentar los problemas ambientales y de acceso a la energía, entre los cuales la
creación de un programa, agencia o departamento en el nuevo Ministerio de Energía es una
necesidad.
10
Presentación
Este estudio: “Análisis del Potencial Estratégico de la Leña en la Matriz Energética
Chilena”, constituye una señal más de parte del Estado por asumir las obligaciones y roles
que le competen en lo relativo a políticas energéticas en general y la biomasa leñosa en
particular.
Chile es un país altamente dependiente de la importación de energía, en particular de
hidrocarburos, no obstante poseer variados y relativamente bien distribuidos recursos
energéticos. Disponer de ellos en plenitud no significa que puedan ser utilizados sin
esfuerzo, de manera automática y evitando o soslayando los conflictos políticos, sociales y
culturales que en general pueden suscitar opciones tecnológicas, en particular cuando se
trata de proyectos de envergadura. En efecto, la relativamente generosa disponibilidad de
biomasa en el país, supone álgidos y recurrentes problemas ambientales, pero también
significativas potencialidades en términos energéticos, en la disminución de la
vulnerabilidad y dependencia de nuestro suministro energético y de acceso a la energía al
conjunto de la población. La puesta en valor de la biomasa en Chile requiere, entre otras
cosas, de disponer de adecuados y precisos estudios como éste, que den cuenta de la cuantía
del recurso, por territorio y especies de origen, de las tecnologías a disposición, de costos los
económicos y ambientales involucrados así como de las opciones de política al respecto.
El objetivo del estudio encomendado por la CNE era desarrollar un plan estratégico básico
respecto al uso de la leña en calefacción y cocción determinando la efectividad de las
medidas y alternativas existentes, y las opciones tecnológicas locales e internacionales que
permitan alcanzar estándares ambientales aceptables.
Para cumplir el objetivo trazado era necesario desarrollar dos tareas centrales: recopilar la
información disponible a la fecha, para luego, a partir del análisis realizado establecer los
elementos centrales del plan estratégico básico de la leña. La primera de las tareas, ha
quedado debidamente documentada en el estudio pero además en el apartado bibliográfico
incluido al final. La segunda de las tareas se concreta en el Capítulo 7 que recoge en buena
medida los aspectos centrales de cada uno de los capítulos previos y, muy especialmente la
opinión de los consultores.
Un apropiado contexto teórico y marco de análisis para el estudio es el desarrollo
sustentable y el uso eficiente de la energía, lo que permitió establecer, por un lado, el sentido
al desarrollo y fomento de un recurso natural, la biomasa o leña, más conocida por los
problemas que por sus potencialidades, y por el otro, establecer también los límites a la
explotación de recursos, que en los hechos alude principalmente al bosque nativo. Ello es
abordado en la Introducción del estudio, en el que se define lo que se entiende por desarrollo
sustentable, los pilares o parámetros que permiten operativizar por así decirlo tal concepto, y
el rol esencial, en dicho contexto del uso eficiente de la energía. No está demás señalar que
en el marco de los objetivos perseguidos por el estudio las estimaciones realizadas dan
cuenta de manera inequívoca la necesidad de mejorar el comportamiento térmico de las
viviendas si se trata de una oferta y demanda sustentables de la leña.
11
El Capítulo 1 es consagrado a una descripción del contexto energético nacional, la
composición la matriz energética nacional, aspectos de su oferta y demanda energética y el
rol de las renovables.
El Capítulo 2, aborda de manera general los aspectos medioambientales ligados a la biomasa
o leña, abarcando desde los problemas asociados a la presión que sobre la masa boscosa
ejerce la creciente demanda, el deterioro de la calidad del aire en un buen número de
ciudades al sur de Santiago, incluyendo ésta, y la vinculación del uso de la leña y el cambio
climático.
El Capítulo 3, se refiere a los aspectos socio-económicos y culturales involucrados en el uso
de la leña. La importancia de estos aspectos en la consideración de opciones de política
pública pero también tecnológicos, tiene directa relación con las determinación de
prioridades y el establecimiento de condiciones esenciales para el éxito de las propuestas,
sean éstas globales, regionales, locales o incluso en el caso de proyectos demostrativos.
El volumen de antecedentes obtenidos y analizados en general en el estudio, son elocuentes
en cuanto a cantidad y calidad del material, como testimonia la bibliografía, establecida al
final de estudio, pero, es en particular respecto de los aspectos culturales y el uso de la leña
en donde la información es cuantiosa y diversa.
Más arraigada en las ciudades del sur, en los sectores rurales y semi rurales y etnias,
paradójicamente, en donde la información es escasa y limitada. Se requiere de esfuerzos
mayores para poder diagnosticar de manera precisa, mejor y más información –cuantitativa
y cualitativa- que permita focalizar esfuerzos de la política pública, tanto por razones de
eficacia de la política pública pero sobre todo por razones de equidad. La leña, como en el
resto del país, según señala el Capítulo, deja de ser una cuestión energética para establecerse
–pese a su informalidad- como una actividad económica importante en las regiones del sur
del país y pivote, en ciertos casos, de la economía de algunas ciudades. La consideración
plena de los aspectos antes señalados sugiere la adopción de diversos mecanismos de
participación informada de la gente con el fin de generar consensos mínimos culturales en
torno a las medidas que se adopten.
El Capítulo 4, posee dos grandes partes. La primera de ellas dedica a la cuantía del recurso
leña en Chile, y la segunda, a establecer en detalle los aspectos relativos al proceso
productivo de la leña, incluyendo sus actores, problemas, normativa, etc.
En el primero de los mencionados, se establece de manera precisa cantidades de hectáreas,
volúmenes de leña disponible acorde a ciertas estimaciones del consumo, territorios,
especialmente de aquella que proviene del bosque nativo, estableciéndose una oferta
sustentable de biomasa de 9,8 a 14,9 millones de metros cúbicos anuales (6,4 – 9,7 millones
de toneladas). Esta oferta debiera ser capaz de sostener la demanda actual. Además, debido a
que la estimación se realiza desde el incremento medio anual maderable, existe otra fracción
de biomasa presente en el follaje y ramas de los árboles potencialmente utilizables mediante
derivados. Se incluye además aquellos volúmenes que tienen su origen en las plantaciones y
residuos de la industria de la madera, cuyo potencial alcanza la significativa cifra de 3,4 a
12
4,1 millones de toneladas, entre la V y X regiones. Un 62,5% de ellos se genera en torno a la
gran empresa. Biomasa que se entiende, en parte importante, cautiva para otros procesos
productivos, cogeneración y generación de las propias empresas.
En cuanto al proceso productivo, la segunda de las parte a las cuales es dedicado este
Capítulo 4, es posible afirmar que desde el bosque hasta el consumidor denota barreras
tecnológicas, económicas, financieras, sociales y culturales, las que se traducen en
incumplimiento de planes de manejo, impactos ambientales, incumplimiento de leyes
laborales, uso de tecnologías y herramientas inapropiadas, salarios insuficientes,
incumplimiento de la normativa de transporte, servicios informales, irregular y baja calidad
de producto. En suma, ineficiencia de todo tipo que se resume en consumidores
insatisfechos y severos impactos sobre el medio ambiente. Un aspecto que destaca, es el
incumplimiento de la obligatoriedad de contar con plan de manejo vigente y la realización
de prácticas inadecuadas que atentan contra la sustentabilidad del recurso. La intervención
de los bosques por pequeños propietarios, dominada por falta de conocimientos, escasa
capacitación ni organización, se ha hecho difícil de controlar por el sistema público.
Situación que sumada a beneficios y rentas marginales, hacen poco probable un
mejoramiento de las conductas actuales.
Con relación a los productos derivados de biomasa, como es el caso de pellets, se identifica
la validez tecnológica de su empleo y potencial para ampliar su utilización en algunas
regiones del país. Especialmente en el ámbito de la calefacción no residencial, esto es en
edificios públicos, comerciales e institucionales, donde es posible a costos razonables, un
reemplazo de sistemas de calefacción central de diesel por pellets de biomasa. Se incluye un
ejercicio de principales variables a considerar en la instalación de una planta de pellets en
Chile y los requerimientos de parte del Estado que se estiman necesario para el fomento de
esta naciente industria.
Para la elaboración del Capítulo 4, se evaluó y se compararon los más importantes estudios
y trabajos realizados a la fecha, todos ellos consignados en el texto y la Bibliografía.
El Capítulo 5, fue dedicado a los aspectos tecnológicos relacionados con principales usos
finales a los que es dedicada la leña en Chile: la calefacción y la cocción de alimentos. Su
análisis cubrió aspectos relativos a la eficiencia térmica de los artefactos, procesos de
transformación acaecidos en la combustión de leña, la disponibilidad de las tecnologías en el
mercado local y extranjero, las emisiones asociadas, así como las normas relativas a las
emisiones ambientales, tanto a nivel nacional como en un grupo de países seleccionados. El
estudio da cuenta del anteproyecto propuesto por CONAMA para la regulación de artefactos
a leña entrega las conclusiones del estudio respecto de esta norma. El Capítulo 5, ofrece
asimismo una propuesta de recambio acelerado de los artefactos a leña, ajustado a las
condiciones del mercado local y a las características locales de la contaminación,
estableciendo para ello ventajas y desventajas de las opciones analizadas.
Acorde a los objetivos del estudio, el Capítulo 5 estableció las principales características de
la calefacción distrital así como requisitos y condiciones para abordar esta opción en Chile
apuntando al sector residencial; abordó además, las tecnologías de uso industrial, dando
cuenta de escalas, costos y eficiencias de plantas. La necesidad de estudiar a fondo las
13
opciones mencionadas, tiene que ver con el hecho que uno de los problemas de ineficiencia
del uso de leña pasa por la excesiva atomización de las fuentes productoras de calor, cada
vivienda tiene uno y a veces más de un calefactor a leña. Para algunos segmentos
poblacionales (ABC1) en ciudades de la zona sur del país tiene sentido estudiar sistemas de
entrega de calor mediante redes (calefacción y agua caliente) con una fuente generadora
única (caldera a biomasa) al igual que otros servicios básicos. Tecnología ampliamente
resuelta en otros países, especialmente en los casos abordados por el estudio como Suecia,
Suiza, Italia y Nueva Zelandia.
En el Capítulo 6, a partir de una exhaustiva revisión bibliográfica se analizaron, las diversas
medidas e iniciativas adoptadas y desarrolladas por la CONAMA en relación a la leña. De
las entidades relacionadas con la leña, CONAMA, es sin duda la institución más activa,
tanto en el estudio de situaciones críticas de la calidad del aire de algunas ciudades como en
la adopción de medidas y propuestas de opciones para enfrentar los problemas derivados del
uso de leña.
En el Capítulo 7, se entrega lo que los consultores consideran los elementos básicos para la
adopción de un Plan Estratégico Sustentable para la leña en Chile. Éste comprende
definiciones de políticas y estratégicas, identificando los principios que deben guiarla,
ciertos aspectos regulatorios apuntando a la formalización de su mercado así como ciertos
aspectos relativos a una institucionalidad ad-hoc. Al respecto, ya sea una agencia específica
o un departamento o programa al interior del nuevo Ministerio de Energía, serán opciones
válidas y consistentes con los desafíos si consideran en su diseño: las características propias
de este combustible y su proceso productivo, la influencia territorial tanto en su oferta como
en el tipo de demanda, los aspectos socio-económicos y culturales involucrados, las
prioridades ambientales (calidad del aire y sustentabilidad del recurso) y la potestad política
para coordinar a numerosos servicios públicos y privados involucrados.
Las experiencias internacionales analizadas: Suecia, Suiza, Italia y Nueva Zelandia
permiten comparar, hasta donde ello es posible, las posibilidades y opciones adoptadas por
países con experiencia en el desarrollo de la biomasa en el contexto del desarrollo
sustentable.
El Capítulo 7, menciona además un conjunto de instrumentos de necesaria adopción y
aplicación, tales como: el modelo de recambio acelerado, el observatorio del precio de la
leña, así como un conjunto de instrumentos esbozados. Esta lista de instrumentos se ve
fortalecida por el conjunto de proyectos demostrativos sugeridas: proyectos comunitarios,
algunos de ellos ya iniciados; proyectos destinados a formalizar el mercado, tecnológicos, de
recambio de grandes fuentes y, finalmente, el desarrollo de proyectos pre-comerciales.
Finalmente, es necesario señalar la necesidad de realizar estudios de carácter prospectivos
que apunten a fortalecer el acopio de información acerca del recurso, de carácter espacial, de
impactos ambientales, entre otros; acerca de las potencialidades de los matorrales, el uso de
los excedentes del manejo forestal usados por la industria y el desarrollo de proyectos
dendroenergéticos.
14
Equipo a cargo del estudio:
Eugenio Collados Baines, responsable del Capítulo 5 del presente estudio, participó
además en el Resumen Ejecutivo. Ingeniero Civil de la Universidad de Chile, acreditado
como Certified Energy Manager de la AEE. Consultor en estudios ambientales, física de la
edificación, uso de energía y acústica aplicada, incluyendo auditorías, monitoreo,
modelamiento, EIA, diseño, ensayos, normativas y certificación. Durante los últimos años
ha dirigido varios estudios técnico-económicos patrocinados por el Programa País de
Eficiencia Energética, para los sectores de Edificios Públicos y de Vivienda, así como
estudios sobre el uso sustentable de leña para la CONAMA.
Jorge Gayoso, Constructor Civil, Universidad Técnica del Estado, Master en Ecoauditorías
y Gestión Ambiental Empresarial, profesor titular en la Facultad de Ciencias Forestales de la
Universidad Austral de Chile, Director del programa de Magíster en Gestión Ambiental de
Proyectos Forestales. Autor de estudios y artículos científicos relativos a la sustentabilidad y
conservación del recurso forestal. Participó en la elaboración del Capítulo 4 y en el resumen
Ejecutivo.
Eduardo Mera Garrido, responsable del capítulo dos del presente estudio, es Ingeniero en
Recursos Naturales Renovables de la Universidad de Chile, Doctorando en Medio
Ambiente, Paisaje y Gestión Ambiental de la Universidad de Barcelona. Docente del
Departamento de Física de la Universidad Tecnológica Metropolitana. Consultor en estudios
ambientales, uso eficiente de energía, percepción remota, sistemas de información
geográfica, ordenamiento territorial, explotación geo-estadística, conservación y
restauración de suelos y EIA.
Andrés Donoso Romo, responsable del capítulo tres del presenteestudio, es Antropólogo
Social y Magíster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile. Como
investigador independiente ha colaborado con distintas universidades públicas en temas de
educación, desarrollo y diversidad cultural. Su producción académica ha sido
publicada en revistas de Chile y América Latina, entre las que secuentan los Cuadernos
Americanos de la Universidad Nacional Autónoma de México. El año 2008 Editorial
Pehuén publica su ensayo titulado: "Educación y nación al sur de la frontera".
Miguel Márquez Díaz, Director del Estudio. Ingeniero Comercial Universidad de
Concepción, DESS en Evaluación de Proyectos y Desarrollo Industrial, Paris I-Sorbonne,
Francia. Ha participado en numerosos estudios relativos al uso eficiente de la energía,
fuentes renovables y economía política de la energía para diversos organismos: CNE,
CONAMA, CEPAL/NU y tiene varias publicaciones al respecto. Actual miembro del
Centro de Energía y Medio Ambiente de la Universidad Diego Portales. Investigador
Asociado en Energía de la Corporación Chile Ambiente. Coordinó y participó en la
redacción y edición de varios capítulos del estudio.
Francois Vuille. Miembro de e4Tech una empresa de consultoría centrada en la energía
sustentable con sede en Suiza e Inglaterra www.e4tech.com. Colaboró con los estudios
internacionales de apoyo y revisión de propuesta inicial y final de este estudio. Licenciado
15
en Física (1995) y en Ingeniería de la Energía (2002) del Instituto Federal Suizo de
Tecnología, así como Doctorado en Astrofísica de la Universidad de Ciudad del Cabo
(1998). Es docente en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en el ámbito de la Energía
(madera, sistemas de energía y energía electro-magnética) y el Análisis de Riesgos y
Gestión. Tiene experiencia en los ámbitos de la energía fotovoltaica, bioenergía, y especial
dedicación a la comprensión técnica, política y socio-económica que se oponen a la
tecnología de despliegue. Posee experiencia en la evaluación técnico-económica de
proyectos de gran escala, en particular en el ámbito de la energía y los innovadores sistemas
de transporte. También posee conocimientos en el ámbito de la evaluación del riesgo de
sistemas complejos y es experto en el campo de la seguridad y la fiabilidad de la Oficina
Federal Suiza de Transporte. Ha trabajado con la industria, el gobierno, organizaciones no
gubernamentales y organizaciones internacionales (Naciones Unidas, Comisión Europea,
Agencia Espacial Europea).
El equipo fue formado al amparo de las actividades que Chile Ambiente desarrolla en el
ámbito de la energía.
16
Introducción
Contexto, marco conceptual y definiciones claves
La leña constituye el pariente pobre de los combustibles en Chile no obstante poseer una
participación relativa cercana al 20% en la matriz energética nacional y contar por
alrededor del 59% del consumo energético del sector residencial. Tales elevados
porcentajes corresponden a estimaciones más o menos cercanas a la realidad pero son sólo
eso, estimaciones, pues aún se carece de estadísticas precisas respecto de su consumo
global, por territorios, regiones o localidades.
La falta de antecedentes y herramientas estadísticas adecuadas, impide asimismo
monitorear correcta y oportunamente las variaciones que experimenta el consumo de leña
en el tiempo y el impacto que tales variaciones conlleva en los presupuestos familiares, así
como sus consecuencias.1 Si tal afirmación resulta ser cierta en tiempos normales, en
tiempos de crisis –económicas o energéticas– las consecuencias pueden ser más regresivas
aún, tanto desde el punto de vista de la economía familiar como para el medio ambiente.
En efecto, el aumento de los precios de los derivados del petróleo, sostenido a partir del
2000, posee a los menos dos consecuencias inmediatas: la disminución en la demanda de
estos combustibles, objetivo normalmente perseguido por los aumentos de precios de los
mismos, en un afán de ajustar oferta y demanda; y, el desplazamiento de parte de esos
consumos o usos finales de la energía a combustibles más baratos. Normalmente tal cambio
de combustibles es hacia la leña y otros combustibles sólidos como acontece en las grandes
ciudades incluida la Región Metropolitana (RM). Desde la perspectiva de la política
pública, y en un contexto de elevadas carencias energéticas, la falta de esos instrumentos a
los que se hace alusión en líneas previas, puede conducir a decisiones erróneas o limitadas,
en la medida en que los impactos sociales y ambientales (por mayores emisiones y presión
suplementaria que se ejerce sobre la masa forestal nativa), son subestimados o soslayados y
las situaciones de crisis y de precariedad, muy probablemente agravadas. Por el contrario,
un adecuado seguimiento y monitoreo de los consumos de leña, fuertemente presente en el
consumo energético de las familias, es necesario insistir, pueden constituir señales
reveladoras para la política pública y, desde ese punto de vista, puntos de inflexión o de
reorientación de medidas que consideren la compleja realidad energética y socioeconómica
de más de 2/3 de la población. Más aún, una adecuada consideración del tema de la leña
puede potenciar y/o mejorar elementos redistributivos presentes en ciertos ámbitos de la
política pública y energética en particular.
1
Pese a la importancia de la leña en los presupuestos familiares y la significativa participación de la leña en
su consumo energético, su precio y sus variaciones es excluido en los cálculos del Indice de Precios al
Consumidor (IPC) que comprende entre los combustibles: el gas ciudad, gas licuado, carbón, parafina. Si a
ello se suma el hecho que en el caso de la electricidad se considera el precio de la Región Metropolitana,
soslayándose los precios de las distribuidoras en regiones, normalmente más altos, el deterioro en los ingresos
y la capacidad adquisitiva de los sectores más vulnerables se torna creciente.. Fuera de consideración se ha
dejado el tiempo que parte de la población rural y semi-rural consagra a recolección del combustible.
http://www.ine.cl/canales/chile_estadistico/estadisticas_precios/ipc/metodologia/metodologia.php.
17
En Chile, la leña cubre parte importante de los usos finales de energía en la vivienda:
calentamiento de agua, cocción de alimentos, calentamiento de agua sanitaria (aseo
personal y de ropa). A diferencia de la casi totalidad de los países de América Latina2,
Chile se distingue por la mayor proporción que de los energéticos, y la leña en particular, se
destina a la calefacción.
Su uso masivo y extendido en el sector residencial en el país tiene que ver con aspectos
culturales, de facilidad de acceso, pero sin duda su precio y la relativa baja inversión que
demanda la adquisición del artefacto.
Acorde a datos establecidos por encuesta realizada en el 20033
En efecto, acorde a estimaciones propias (Cuadro 1), a mediados del 2007, el costo de la
leña era comparativamente hablando, un poco más de 2 veces más barata que el diesel; 2 y
media veces más barata que la parafina y gas natural; 3 veces más barata que el gas licuado
(propano-butano) y 4 y media veces más barata que la electricidad.4 Esta relación de
precios por unidad calórica explica el porqué del sostenido aumento del consumo de la leña
a partir del 2004 tanto en la RM como en el resto del país. Tal afirmación se ve
parcialmente corroborada por un aumento también sostenido de las ventas de estufas de
doble cámara según consignaban las grandes empresas de venta al detalle en el invierno del
2007 y un aumento sostenido de las situaciones ambientales críticas en los últimos
inviernos.
Fuente: Elaboración propia.
Un dato de interés es el cálculo del precio por caloría de los distintos combustibles. El
carbón cuesta $6,62 por caloría, la leña $16,57 por caloría, el gas $24,79 por caloría y la
2
CEPAL/GTZ. Guía para la formulación de política energética en AL. Energía y Desarrollo Sustentable en
América Latina y El Caribe. Santiago de Chile, 2003. Haití, Guyana, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y
Paraguay, son países que ostentan elevada participación de la leña en su matriz energética, los que por su
condición climática y vocaciones productivas utilizan la leña en usos finales distintos a los mencionados.
3
Se trata
4
Estas relaciones “ventajosas” visto desde la leña se incrementaron en el invierno del 2008 respecto de los
otros combustibles por el sostenido aumento de los precios del crudo y de la electricidad.
18
parafina $10,18 por caloría. Sin embargo, hay que señalar que muchos hogares recogen
leña por lo que para ellos el precio es cero para este combustible. (U de Chile, 2005)
Acorde a estimaciones basadas en precios de la leña establecidas en el 2003, La leña
constituye además, fuente importante de ingresos y de trabajo llegando a consagrarse, en
ciertas regiones o ciudades del país, en una de las actividades económicas más importante
pese a su funcionamiento informal o para ser más preciso aún, sin la regulación que poseen
los mercados eléctricos o de los derivados del petróleo.
La leña tiene su origen común en múltiples y pequeños productores, generalmente
encerrados en un círculo poco virtuoso, que comprende la entrega estacional de un producto
heterogéneo, de baja calidad energética, pagado a un relativo bajo precio en el mercado.
Este bajo retorno se debe a la participación de intermediarios los que capitalizan parte
importante del ingreso generado dificultando un mejor retorno al productor. Un productor
sin capital, en un medio de bajo control, lo lleva al incumplimiento de la normativa,
presiona al recurso y le impide un mejoramiento de su calidad de vida. Incentivos al manejo
del bosque nativo, certificación de leña, apoyo financiero, capacitación, y de su
organización, son instrumentos, que dirigidos al inicio de la cadena productiva de leña,
pueden contribuir a mejorar la calidad del producto, la sustentabilidad del recurso y
asegurar ingresos adecuados al productor.
Acorde a ciertas estimaciones, al año 2003, el mercado de la leña generaba un flujo
aproximado de 115 mil millones de pesos anuales, lo que constituye en los hechos un factor
importante de dinamismo en las economías locales y campesinas del país5. Afirmaciones
del mismo tenor pero en otra escalas son las entregadas por el Director Regional de
CONAF IX Región, quien para ese mismo año, 2003, señalaba que sólo en su Región, la
leña tenía un flujo aproximado de 10 mil millones de pesos por año, equivalentes a 17
millones de dólares6. Tales estimaciones, incluyen el hecho relevante que en la mayoría de
los casos se trata de pequeños propietarios que consideran la extracción o producción de la
leña como una fuente importante de sus ingresos.
Por otra parte, el uso de la leña es objetivamente señalado como el factor responsable de la
elevada contaminación del aire en las ciudades del sur de Chile y, su uso intensivo, uno de
los principales factores de presión sobre la masa boscosa.
Las estimaciones relativas a los costos ambientales, incluyendo aquél relativo a gastos en
salud pública y privada atribuibles al uso de la leña son de envergadura y en rigor, no
incorporado en los precios finales de ésta.
A los impactos en salud, cabe agregar la importancia de la masa boscosa en los ciclos
hidrológicos, el uso y manejo de suelos, en la biodiversidad, habitat de especies y
paisajístico, y desde ese punto de vista, lo complejo y amenazante que se torna su
extracción intensiva y no regulada. No menores, pero tampoco cuantificados
5
Heimfeld, Ingo. 2003. “Prólogo”. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile,
Editorial Universitaria, p. 16.
6
Blamey. 2003. Op. Cit., p. 24.
19
adecuadamente, son los impactos que derivan de la actividad del transporte o apertura de
caminos y rutas, no sólo por el hecho que favorece su extracción sino además por el
transporte mismo del producto extraído, actividad que tiende a cubrir distancias cada vez
mayores producto del alejamiento de las fuentes de abastecimiento.
Los comentarios previos, dan cuenta de una realidad compleja que involucra un amplio
universo de actores, públicos y privados, que trasciende el ámbito energético para incluir
aspectos ambientales, socioeconómicos, institucionales, sanitarios y de salud. La
complejidad se agudiza pues como atinadamente se señala en ciertos estudios: “…la leña
[posee] aristas que atraviesan todos los estratos sociales, así como también lo urbano, lo
rural, lo económico, social y cultural, por lo tanto debe ser abordado con una política
integradora, en la que todos los componentes de la sociedad deben estar involucrados.”7
No obstante, el complejo mundo de la leña no significa sólo desafíos y problemas a
solucionar para la política pública chilena. La biomasa en general y en particular la biomasa
maderable o leñosa, representa opciones de desarrollo energético insospechadas habida
cuenta de la disponibilidad del recurso, de la disponibilidad de espacios y territorio, y del
progreso y desarrollo tecnológico alcanzado para un aprovechamiento sustentable del
recurso.
Es la opinión de los consultores de este estudio que las tareas y responsabilidades que
implican el desarrollo y fomento de la biomasa como una de las opciones de la matriz
energética del país, es fundamentalmente rol del Estado y de la adopción de una política
energética que asuma, las dificultades y problemas previamente descrito, por los plazos
implícitamente requeridos para la adopción y puesta en práctica de estrategias y medidas, y
de las debilidades y limitaciones de un mercado energético nacional, hasta la fecha incapaz
de conciliar, medio ambiente, seguridad de suministro y acceso a la energía para el
conjunto de la población, de manera oportuna y a costos y precios razonables.
Tal política de Estado, es también opinión de los autores de este estudio, debe tener como
perspectiva el desarrollo sustentable.
La sustentabilidad desde la perspectiva de la energía
La energía constituye un componente fundamental de las estrategias de desarrollo en
general. Su importancia resulta de la ubicuidad de ésta en toda actividad humana y,
evidentemente, supera con creces aquella que pudiese derivar de una limitada consideración
basada en su aporte económico en las cuentas de contabilidad nacional que restringe la
participación del sector en el producto interno bruto (PIB) a sólo un 4%.
Desde la perspectiva de la CNE, la definición de desarrollo sustentable se entiende a partir
de los pilares expuestos en el cuadro a continuación:
7
Lobos. 2001. Op. Cit., p. 4.
20
Fuente: Diagnóstico Situación Energética en Chile (040205), CNE, Febrero del 2005. Proyecto N° 00040121.
Santiago, Chile.
Bajo una perspectiva algo distinta pero similar a los propósitos de definición de una
estrategia de desarrollo energético sustentable es la que se expone en el ANEXO a la
Introducción al final del estudio.
21
Definiciones claves: el uso eficiente de la energía (UEE) y las energías renovables no
convencionales (ERNC).
El uso eficiente de la energía (UEE)8
En el marco del desarrollo del estudio, el UEE aparece como referencia o parámetro
obligado de considerar al momento de evaluar opciones de líneas de acción y de
instrumentos que permitan enfrentar de manera eficaz, los problemas ambientales y
energéticos derivados del uso de la leña. En ese contexto, es del todo necesario, establecer
que se entiende por uso eficiente o uso racional de la energía.
El uso eficiente de la energía (UEE) aparece vinculado al funcionamiento del sistema
energético9 y en un sentido más amplio al proceso de desarrollo del país en la medida en
que permite: la satisfacción de los requerimientos energéticos de la sociedad al menor
costo económico, energético y ambiental posible; a la sustitución de fuentes energéticas en
función de sus costos sociales relativos; a la “energización” de actividades de baja
productividad o que requieren de energía para realizarse; al mejoramiento del medio
ambiente, de los procesos y productos -y por esta vía de la competitividad- y finalmente, al
aprovisionamiento de energía.
En ese contexto el UEE aparece ligado por un lado, a los aumentos de la eficiencia térmica
o mecánica para producir, transportar o utilizar la energía, y por el otro, como un
componente más del sistema económico y social, el que, en conjunto con otros bienes y
servicios, contribuye a la satisfacción de las necesidades productivas, de servicios y de
calidad de vida de la gente.
Acorde al Consejo Mundial de Energía, WEC según sus siglas en inglés10, el término
eficiencia energética se refiere a todos los cambios que resulten en una reducción de la
cantidad de energía utilizada para producir una unidad de bien o servicio (por ejemplo,
energía utilizada por unidad de PIB o valor agregado) o para alcanzar los requerimientos
energéticos para un nivel de confort dado.
En realidad, el UEE no consiste en racionar, reducir o limitar los servicios que ésta presta
sino en utilizarla mejor. La evidencia de que en los países desarrollados los aumentos de
producción o de servicios, y la reducción de los consumos energéticos por unidad de
producto constituyen facetas de un mismo proceso no deja lugar a dudas. Los programas o
propuestas conocidas como Producción Limpia, de vasta difusión en dichos países y su
incorporación en éstos de medidas de uso eficiente de energía, corroboran tal positiva
vinculación.
8
Márquez, Miguel y Pedro Maldonado. “Bases para un Marco Regulatorio del Uso Eficiente de la Energía en Chile”.
Estudio elaborado para la CNE, 1999.
9
Por sistema energético se alude a las diversas fuentes de energía, sean éstas primarias o secundarias; a las empresas que
participan en la exploración/explotación, transformación, transporte y uso de éstas; a las tecnologías; a los organismos
reguladores e instituciones encargados de diseñar y aplicar la reglamentación y las normas legales vigentes, así como de
su fiscalización; y, finalmente, a los usuarios y/o consumidores grandes y pequeños situados al extremo de la cadena.
10
“Energy Efficiency Policies and Indicators”, WEC, 2001.
22
Si bien el mercado constituye el mecanismo central para que la expansión del sistema
energético pueda realizarse no es menos cierto que es el Estado quien debe asegurar que
ello ocurra en un marco de desarrollo sustentable. Ello supone asumir la tarea indelegable
de proyectar la evolución del sector en el largo plazo y de introducir los mecanismos e
instrumentos de política necesarios para corregir y mejorar el rol del mercado en la
asignación de los recursos en la perspectiva mencionada.
La adopción de una política de UEE tiene que ver con razones de carácter ambiental, de
mejoramiento de procesos y productos de competitividad, de aprovisionamiento de energía
y de seguridad en el suministro.
El mejoramiento en las condiciones bajo las cuales se usa la energía se puede realizar a
nivel de la gestión de procesos o introduciendo cambios tecnológicos; en este caso, se trata,
por ejemplo de la introducción de aparatos, dispositivos, etc., que permitan, por ejemplo,
generar más calor con la misma cantidad de combustible.
La experiencia ha demostrado que los subsidios –aquellos no discriminatorios y destinados
a la oferta– no satisfacen ni uno ni otro objetivo, y que la sustentabilidad del sector energía
requiere de precios que consideren el conjunto de los costos involucrados. Las condiciones
de excepción que pudiesen justificar la determinación de precios subsidiados (pobreza
relativa de grupos sociales, periodos de ajuste, zonas aisladas, energización rural, o
situaciones de sostenido aumento de precios, etc.) deberían, en la medida de lo posible,
estar dirigidos a la demanda, delimitados en el tiempo, y bien definidos y focalizados.
El uso eficiente de la energía (UEE) constituye una verdadera fuente de energía. Una de las
alternativas más rentables asociadas a estrategias de desarrollo energético sustentable. En
Chile, recién se comienzan a dar serios pasos en ese sentido, y desde hace un par de años, la
CNE ha desarrollado sendas actividades, encargado estudios y proyectos destinados a
establecer una política al respecto. La creación del Programa País Eficiencia Energética
obedece a tales orientaciones y afanes.
La eficiencia energética no es sólo un desafío técnico, en muchos casos implica una
correcta gestión de los sistemas energéticos. En este sentido, con frecuencia, resultan más
importantes las medidas que apuntan a mejorar la eficiencia de los servicios en que la
energía se encuentra involucrada, que las medidas técnicas de eficiencia de un proceso o
equipo.
En el contexto antes reseñado, el UEE aparece para Chile una opción insoslayable desde
una perspectiva que asegure un uso óptimo de los recursos leñosos, como es el caso de este
estudio, de funcionamiento del sistema y de un mejoramiento de la calidad de vida de su
población. La correcta gestión del recurso leña obliga a evaluar las opciones tecnológicas
ligadas a la leña desde la perspectiva del UEE reseñada y es sin duda el mejoramiento del
comportamiento térmico de la viviendas la primera de las opciones a considerar al evaluar
las opciones para un manejo sustentable de la leña.
23
Desde la perspectiva de las políticas energéticas, del cumplimiento eficaz de los
compromisos internacionales tanto comerciales como relacionados con el cambio climático,
y de equidad, el UEE aparece como pieza clave y central.
Las Energía Renovables No Convencionales (ERNC).
Las energías renovables suelen clasificarse en convencionales y no convencionales, según
sea el grado de desarrollo de las tecnologías para su aprovechamiento y la penetración en
los mercados energéticos que presenten.
Como energías renovables no convencionales (ERNC), definición adoptada por la CNE, se
consideran la eólica, la solar, la geotérmica y la de los océanos, independientemente de su
dimensión. Además, existe una amplia gama de procesos de aprovechamiento de la energía
proveniente del uso de la biomasa que pueden ser catalogados como tales y en cuyo caso,
su inclusión como no convencional, dependerá del proyecto y del origen de la biomasa. De
igual manera, el aprovechamiento de la energía hidráulica en pequeñas escalas se suele
clasificar en esta categoría. En el caso de de pequeñas centrales se consideran como ERNC
aquellas que no superan los 20 MW.11
Las ERNC son energías originadas en fuentes que permiten un abastecimiento energético
sustentable –con mínimos impactos ambientales y sociales– si se las utiliza con tecnologías
apropiadas. Tal es el caso de la energía eólica, solar, geotérmica, biomasa, pequeñas
centrales hidráulicas y de los océanos.
Las tecnologías para el aprovechamiento de las ERNC se diferencian de aquellas que, pese
a trabajar con fuentes de energía renovable, utilizan el recurso de manera convencional, sus
tecnologías no son de vasta difusión y aplicación en el mercado y cuya adopción se ve
amagada por las barreras de diversa índole que enfrentan.
Adicionalmente, las ERNC pueden ser un aporte de importancia capital en momentos de
escasez de energía, además de promover un desarrollo tecnológico e institucional con miras
a una mayor sustentabilidad energética.
La adopción de una u otra definición respecto de qué se entiende por fuentes renovables de
energía no está exento de controversia; y ello por el hecho que éstas son el blanco escogido
y más emblemático en las propuestas para enfrentar el cambio climático, y desde ese punto
de vista, favorecidas por el flujo de créditos, de apoyo técnico o mecanismos que han
surgido a nivel internacional para su fomento. El más conocido de ellos, el Mecanismos de
Desarrollo Limpio y al amparo de éste, la venta de bonos de dióxido de carbono (CO2)
mitigados o evitados por su utilización. En ese sentido la adopción de una u otra definición,
que incluya (o excluya) por ejemplo las grandes centrales hidráulicas, puede cerrar o abrir
11
En las estimaciones elaboradas se han considerado dentro de las ERNC a todas las hidráulicas menores a 20
MW, excluyendo en los cálculos de indicadores y estimaciones a que tienen años de funcionamiento en el
sistema eléctrico chileno. Similar consideración se ha hecho en el caso de las centrales que generan
electricidad a partir de la biomasa.
24
las posibilidades de financiamiento, apoyo técnico, convenios de cooperación o la
exclusión (o inclusión) en foros, acuerdos, asociaciones que pueden derivar en propuestas
vinculantes como han sido los casos de la Cumbre de Bonn12 o menos recientes como la de
Johannesburgo y de Río en 1992.
La fuente de la bioenergía es aquel material producido directa o indirectamente por la
fotosíntesis, y que se utiliza como materia prima en la producción de combustibles y
energía, substitutos de los productos petroquímicos y otros productos energéticos. Los
desechos de la cosecha del bosque y de la agricultura y la basura sólida municipal se
incluyen en este ítem.
La biomasa es en término simples definida como todo material orgánico que proviene de
las plantas o animales. Las fuentes de biomasa son por lo tanto diversas e incluyen: los
desechos orgánicos, los residuos agrícolas y de la silvicultura, como también las cosechas
destinadas a la producción de calor, combustibles y electricidad (principalmente a través de
plantaciones dendroenergética).
Son muchas las razones de la revalorización de la biomasa como generador de energía
renovable, la principal es que produce menor impacto ambiental en comparación con el uso
de combustibles fósiles, ya que la biomasa posee menores contenidos de azufre y metales.
Además el CO2 procedente del uso de la biomasa se fija en forma natural en el proceso de
renovación de ésta mediante la ordenación y manejo sustentable de las fuentes. De este
modo, se establece un ciclo cerrado donde la contribución al calentamiento global del
planeta es prácticamente nula.
La producción y uso de la biomasa como fuente de energía están íntimamente relacionados
al recurso forestal, ya que su más tradicional y amplia utilización (mayoritariamente en
países en desarrollo) es la leña para cocinar y como calefacción.
12
Durante cuatro días, tuvo lugar en Bonn, Alemania la Conferencia Internacional de Energías Renovables
2004, actividad que contó con la presencia de delegados de 154 países, entre ellos Chile, así como
representantes de parlamentos, instituciones multilaterales y de organizaciones civiles. La Conferencia
Internacional de Energías Renovables 2004, concluyó su trabajo (en Bonn) con un acuerdo de Declaración
Política en cuyos ejes centrales se reafirman los compromisos en torno a aumentar la participación de las
energías renovables en las matrices energéticas, para lo cual se requiere de nuevos mecanismos de
financiamiento, reforzar los procesos de transferencia tecnológica, entre otras materias.
25
Capitulo 1. Antecedentes Generales
Desde el punto de vista energético, Chile es un país importador neto de energía, altamente
vulnerable y su matriz, crecientemente dependiente de los hidrocarburos. El sostenido
aumento de los precios y la inseguridad en el suministro de energía, encarece los servicios
ligados a ella, dificulta su acceso de manera oportuna en condiciones ambientales
aceptables, erosiona la competitividad de la economía y, en el largo plazo, hipoteca las
posibilidades de desarrollo en el sentido más restringido del término.
En este contexto, diversificar las fuentes de energía locales es una necesidad y el fomento
del consumo de la biomasa bajo condiciones de sustentabilidad una oportunidad.
1.1
Contexto energético nacional
Acorde a la clasificación de la CNE, las fuentes renovables de energía (FRE) cuentan por
35% del total de la energía utilizada y el 60% corresponde a fuentes no renovables
(Fig.1.1). Entre las primeras se incluye los recursos hidráulicos y biomasa.
Figura 1.1. Relación energías renovables y no renovables en Chile.
Fuente: Elaboración propia a partir de CNE, 2006.
1.1.1 Crecimiento económico y demanda energética
El sostenido crecimiento económico que ha experimentado el país en los últimos años, se
refleja en un también sostenido crecimiento de su demanda energética (Fig.1.2),
particularmente en la generación de electricidad y transporte. Buena parte de las
dificultades que ha enfrentado Chile en el suministro de energía a lo largo de estas dos
últimas décadas, se explica porque el desarrollo del sector energético nacional ha estado
26
basado en la expansión física del sistema por sobre políticas conducentes a orientar la
demanda y fomentar un uso racional y eficiente de la energía.
En efecto, en Chile crece el producto y más aún lo hace su consumo de energía, a diferencia
de los países de la OCDE en que crece el producto -a ritmos más modestos- y disminuye el
consumo de energía13; esto quiere decir que Chile requiere, por unidad de producto o
servicios generados cada año, un punto o algo más de energía. Tal situación no es
sustentable ni desde el punto energético, ni ambiental, ni económica ni financieramente.
Figura 1.2
Fuente: Elaboración propia a partir de CNE, 2006.
1.1.2 Consumo de energía
Durante las últimas décadas Chile ha consolidado una matriz fuertemente dependiente de
los hidrocarburos y otros combustibles fósiles, los que dan cuenta por un 65% de la energía
primaria del país, mientras que la electricidad y la leña (junto con otras fuentes) aportan el
21% y 16% respectivamente (Fig. 1.3). Es necesario señalar que la participación relativa de
las fuentes se ha visto trastocada con la prácticamente desaparición del gas natural que pasó
de un 25% a prácticamente un 1% en el 2008.
13
Desde 1990, el consumo de energía por unidad de Producto Geográfico Bruto (PGB), a nivel mundial, se
ha reducido a razón de 2% por año. IEA, 2003.
27
Fig. 1.3 Consumo bruto de energía primaria, 2006
Fig.1. 4 Consumo bruto de energía primaria, 1996
Fuente: Elaboración propia a partir de CNE, 2006.
Desde principios de los 80, Chile ha incrementado el consumo de energía primaria en más
de tres veces, pasando de 71.659 teracalorías (tcal) en 1982; a 190.000 en 1996 y a un poco
más de 240.000 en 2006, pese a ello, en algunos casos las participaciones relativas por
fuentes se han mantenido casi inalteradas, como es el caso del petróleo y la leña, y en otros
casos ha variado significativamente: es el caso de la hidroelectricidad y el carbón (Fig.1.4).
Aparentemente, de acuerdo a datos de la CNE, la importancia relativa de la leña pasa de un
17% en 1996 para establecerse en 14% en 2006.
28
1.1.3 Energía y sectores consumidores
El consumo por sectores se ilustra en la Fig. 1.5. A fines del 2006, el consumo de energía lo
lideraba el sector Transporte con un 35%, le sigue Industria y Minería con un 32,7%,
quedando un 28% para el sector Comercial, Público y Residencial (CPR). El mayor
crecimiento en los últimos 10 años corresponde al sector de Industria y Minería con 44%.
El consumo del propio sector energético se estableció en un 4%.
Figura 1.5.
Fuente: Elaboración propia. CNE, 2006
En lo que respecta al consumo del sector CPR (Fig. 1.6), se aprecia que el energético con
mayor incidencia es la leña, cuya participación en el consumo corresponde a un 49%,
duplicando el consumo de la electricidad (23%) y de los derivados del petróleo (19,5%).
29
Figura 1.6
Consumo de energía Sector CPR, 2006
0,1%
petróleo
19,5%
electricidad
48,7%
gas nat
gas corr
22,9%
0,5%
leña
carbón
8,4%
Fuente: Elaboración propia. CNE, 2006.
Desagregando tales participaciones de cada uno de los subsectores considerados en el
sector Comercial (Fig.1.7), predomina el consumo de electricidad (62%) lo sigue derivados
del petróleo (23%, mayoritariamente, gas licuado y diesel), gas natural con 13% y
aparentemente no registra consumo de leña. Algo similar es la situación del sector Público
(Fig. 1.8), en el que se aprecia un elevado uso de la electricidad (73%), menor de derivados
del petróleo (16%) y de gas natural (9%) y una pequeña fracción de carbón.
Figura 1.7
Consum o de energía Sector Com ercial, 2006
2%
13%
23%
petróleo
electricidad
gas nat
62%
gas corr
Fuente: Elaboración propia. CNE, 2006.
30
Figura 1.8
Consum o de energía Sector Público, 2006
9%
2%
16%
petróleo
electricidad
gas nat
carbón
73%
Fuente: Elaboración propia. CNE, 2006.
Por el contrario, en el sector Residencial (Fig.1.9), la leña figura con un 58%
constituyéndose como la base del consumo energético de este sector. El elevado porcentaje
es elocuente de la importancia de la leña en los hogares chilenos. Tal porcentaje revela el
consumo promedio de los hogares en Chile y, esconde el hecho que tal importancia
aumenta desde la VI Región hasta el extremo sur en que su importancia relativa puede
superar fácilmente el 90% del consumo total de energía.
Figura 1.9
Consum o de energía Sector Residencial, 2006
19%
petróleo
electricidad
gas nat
15%
58%
8%
0,3%
Fuente: Elaboración propia. CNE, 2006
gas corr
leña
31
1.2
Recursos energéticos renovables
La fuente primaria de las energías renovables es el sol, pero los flujos energéticos de las
fuentes renovables poseen varias formas14:
• Radiación solar que puede ser convertida en calor, a través de colectores solares
termales, o en electricidad, a través de equipamiento fotovoltaico.
• Calor que fluye desde fuentes geotermales.
• Energía cinética del viento, ríos, olas y marejadas.
• Energía química acumulada en la biomasa por la asimilación de los procesos de las
plantas en una primera transformación (residuos agrícolas, forestales, cultivos
energéticos, etc.) o en una segunda etapa (residuos animales transformados a biogás,
biocarburantes, etc.).
Actualmente, las más importante fuentes de energía renovables son la hidroeléctrica y la
biomasa de origen agrícola y forestal, pero ellas no están equitativamente, ni distribuidas ni
explotadas en el mundo. Es de hacer notar que desde este punto de vista o registro, la
participación de las energías renovables en el consumo mundial es de 22%.
La biomasa es un recurso que está constituido por varios elementos como bosques, residuos
forestales, cultivos energéticos –los que son abordados en detalle en este estudio-, residuos
agrícolas y residuos agroindustriales, abonos orgánicos y biogás. También se incluyen los
residuos municipales sólidos, separándolos en domiciliarios y lodos cloacales. En países en
vías de desarrollo la biomasa entrega el 35% del consumo primario de energía. Su rol es
mucho más modesto en países industrializados.
Aplicada de manera moderna y eficiente, las fuentes de energía renovable son consideradas
como adecuadas opciones de políticas energéticas incluyendo metas ambientales, sociales y
económicas, permitiendo apuntar al desarrollo de los siguientes objetivos15:
• Diversificar la base energética para la producción de calor, combustibles líquidos y
electricidad.
• Mejorar el acceso a fuentes de energías limpias.
• Balancear el uso de combustibles fósiles para otras aplicaciones y para las
generaciones futuras.
• Aumentar la flexibilidad de los sistemas de potencia y los cambios de la demanda
eléctrica.
• Reducir la contaminación y emisiones de los sistemas de energía convencionales.
• Disminuir la dependencia y el gasto de combustibles importados.
14
15
Rodríguez, 2006.
Diversas fuentes, entre otras: Rodríguez, 2006 y Márquez y Miranda, 2007, SEGPRES.
32
• Facilitar el acceso a los servicios energéticos que ésta energía presta a sectores
rurales, semi-rurales y aislados
• El desarrollo de proyectos productivos y servicios en regiones aisladas y remotas
La producción dispersa, su cercanía a los sitios de consumo y la dificultad de monopolizar
sus características podrían hacer de la biomasa una de las fuentes energéticas más
democráticas y equitativas, en marcado contraste con los hidrocarburos o la energía
nuclear.16
Por otra parte mucha de la tecnología asociada a las energías renovables se orienta a
satisfacer pequeñas aplicaciones, en sectores rurales o en áreas remotas, donde la energía
suele ser crucial en el desarrollo de las comunidades. Al mismo tiempo tales sistemas de
energía permiten contribuir a la economía local y a la creación de empleo.
1.3
La biomasa forestal como recurso energético sustentable
Cuando un árbol muere la biomasa se descompone, tanto por pudrición como por
combustión, liberando la energía retenida. Sin embargo, si la descomposición toma lugar
bajo condiciones controladas de incineración en una caldera o hervidor, es posible recobrar
la mayor parte de esta energía. En ambos casos el carbono es devuelto a la atmósfera en
forma de CO2. Bajo condiciones de manejo sustentable de los bosques el carbono es
reciclado y almacenado nuevamente en la biomasa leñosa por ende, la biomasa leñosa no
aumenta la cantidad de CO2 atmosférico.
En el caso de un manejo forestal sustentable el ciclo del carbono esta cerrado, evitando
aumentar la carga atmosférica. Sólo la cosecha y el transporte producen emisiones extras.
Por ende la sustitución de combustibles fósiles por biomasa posee un atractivo para cumplir
las obligaciones del protocolo de Kyoto, recientemente ratificado. Sólo en el caso de la
generación de electricidad, la biomasa leñosa es la que produce mayor cantidad de CO2 que
en la generación de electricidad que otros combustibles, de acuerdo a ciertas
estimaciones.17
1.3.1 Barreras al uso de la madera como combustible
Aunque la madera posee muchas características atractivas como fuente de energía, su
potencial solo es utilizable parcialmente. En aquellas zonas donde otros combustibles están
disponibles, barreras técnicas y no técnicas inhiben el uso de la leña como un combustible
comercial.
La leña es usada en gran escala como fuente de energía en forma de astillas. El
abastecimiento de astillas para por ej: una planta de energía requiere de una logística
16
Bello, 2003; Maldonado y Castillo 2004; Rodríguez, 2006.
Rodríguez, 2006: por MWh producido, este autor le atribuye: 395 kgC02 a leña, 200 al gas natural, 270 al
petróleo y 340 al carbón.
17
33
operacional costosa. La biomasa debe ser cosechada en un gran número de sitios con
diversas características y distancias variables para su transporte. Las entregas deben ser
confiables y oportunas, los requerimientos de calidad deben ser conocidos, y los costos
deben ser lo suficientemente bajos para hacer de las astillas un combustible
económicamente competitivo.
El más serio problema de la madera como combustible es su alto costo de producción. Las
fuentes de biomasa forestal están altamente distribuidas y las distancias de transporte
tienden a ser largas, la única excepción es el procesamiento de los residuos de las industrias
forestales.
Debido a que gran parte de los costos del abastecimiento de leña tiene que ver con su
transporte, su competitividad se ve fuertemente afectada por la mayor o menor
disponibilidad de infraestructura vial.
Otra barrera a su competitividad es su relativa baja capacidad calórica. Además la
proporción de agua en la madera verde es casi la mitad de la masa total, y en temporadas de
cosecha ideal, de casi un tercio.
Ya que las astillas requieren mayor espacio de almacenamiento y complejos sistemas de
descarga, manipulación y almacenamiento, la inversión por ej. en una planta de calor
distrital son altos, llegando a ser 4 ó 5 veces mayor que el de un sistema a gas o petróleo,
como se constará más adelante.
En los Capítulos 3, 4 y 5 se establecen, en detalle, aspectos relativos al consumo de leña en
a nivel país, los principales aspectos económicos ligados a la disponibilidad y extracción
del recurso, así como las principales características que dan cuenta de las tecnologías
disponibles.
1.4 Aspectos económicos del consumo de la leña 18
1.4.1 A nivel residencial e industrial
Acorde a las cifras establecidas en el Capítulo 3, que abunda en detalle respecto del
consumo de leña en el país, éste se establece en: 14,9 m3 de los que 10,4 corresponden al
sector residencial; 3,9 m3 al sector industrial y 0,6 m3 al resto de los sectores. Tales
antecedentes son los aportados por estudios recientes elaborados al respecto19 y coinciden
en buena medida con estimaciones más precisas elaboradas para este estudio, que sitúa la
biomasa sustentable disponible entre las regiones V a X a partir del incremento medio
anual20, en un rango de entre 9,8 y 14,8 millones de m3, para establecerse en 7,3 millones
de m3 sustentablemente extraídos.
18
Centro Micro Datos, Diagnóstico del mercado de la leña en Chile, CNE, 2006.
Gómez-Lobos, 2006.
20
Método de estimación utilizado por Gayoso et al. (2002a), esto es a partir de la información de las parcelas
y conglomerados del Inventario Nacional (UACh, 1999), la aplicación de funciones de volumen escogidas de
19
34
En el sector residencial, mientras más al sur se habita, tanto el porcentaje de hogares que
consumen leña, como el consumo promedio anual de los hogares consumidores, aumenta.
Por su parte, el consumo de leña en el sector industrial y comercial es menor,
concentrándose de forma pareja entre las regiones del Maule y Aysén.
1.4.2 Características de su consumo
El principal uso de la leña en el sector residencial es la calefacción, con proporciones que
varían desde el 99,4% al 51,4% del consumo total de leña por parte de los hogares. El
siguiente uso más común de la leña es la cocción de alimentos.
En cuanto a la distribución del consumo por sector socioeconómico, en Rancagua, el
consumo de leña se concentra principalmente en el nivel socioeconómico medio (52% del
total), en cambio en Chillán, Temuco, Aysén y algunas comunas de la X Región dicho
consumo se concentra principalmente en los niveles socioeconómicos bajos (59%, 48%,
73% y 54% del total respectivamente). El consumo de leña, además, tiene un
comportamiento estacional concentrándose mayormente entre los meses de mayo a agosto,
periodo de invierno.
Con respecto a los artefactos que utilizan y consumen leña en los hogares se advierte un
variado tipo de éstos: cocina de fierro, salamandra, estufa de cámara lenta simple y doble,
chimenea, brasero, estufa y fogón, son los más usados. En Rancagua, por ejemplo, la
mayoría de los hogares posee una estufa de combustión lenta o una salamandra, con 47% y
16% de los hogares respectivamente, en el Gran Concepción, la mayoría de los hogares
posee una cocina de fierro o una estufa de combustión lenta, con 21% y 18% de los hogares
respectivamente. En la comuna de Chillán, al igual que en Rancagua, la mayoría de los
hogares posee una estufa de combustión lenta o una salamandra, con 35% y 18% de los
hogares respectivamente. En Temuco, la mayoría de los hogares posee una cocina de fierro
o una estufa de combustión lenta, con 35%, 30% de los hogares respectivamente. En las
comunas encuestadas de la X Región, la gran mayoría de los hogares posee una cocina de
fierro, con un 57% de los hogares, o una estufa de combustión lenta, con 34% de los
hogares. En la comuna de Aysén, el 69% de los hogares tiene una cocina de fierro, el 60%
tiene una estufa de combustión lenta.
El gasto que representa el consumo de la leña en el gasto familiar, en promedio, varía en
términos absolutos, entre 46 mil pesos anuales para la Ciudad de Rancagua hasta 323 mil
pesos para la comuna de Puerto Aysén21, todas cifras al año 2006.
1.4.3 Características de la oferta
Los principales actores de la cadena de comercialización son: los productores, los
intermediarios y la industria de la madera. Sus características son las siguientes22:
la literatura y funciones alométricas estimadoras de biomasa y coeficientes de expansión determinados por el
estudio de carbono de la UACh (Gayoso et al 2002b). Ver más adelante Capítulo 4.
21
SEGPRES, 2006
35
•
Productores: grupo formado mayoritariamente por propietarios de predios al origen de
la cadena de comercialización. Hay dos formas que son las más comunes mediante las
cuales se realiza esta actividad en una, es el mismo propietario el que se encarga de la
extracción de la leña de su terreno o contrata personal para que realice esta actividad; la
otra forma es mediante la mediería, en la cual un tercero extrae y realiza todo el proceso
para posteriormente dividir con el propietario la producción en alguna proporción
previamente determinada. Los principales sistemas de intervención son las cortas
selectivas y raleos, sin embargo, es común la “limpia” de terrenos, esto implica que
muchas veces los propietarios de bosques no se dedican a la venta de leña como su
actividad principal, sino que ésta es una actividad secundaria que aporta ingresos
adicionales a la actividad principal.
En cuanto a las especies extraídas, éstas cambian dependiendo de la región y la ciudad.
El tiempo de acopio, varía bastante encontrándose que hay productores que no la
almacenan y otros que lo hacen por periodos que van desde 3 hasta 6 meses. Rara vez
se observa un almacenamiento por un periodo superior a un año.
•
Intermediarios: en general, en esta clasificación se observan dos grupos, los
transportistas minoristas y las leñerías; sin embargo, también participan transportistas
mayoristas que actúan como intermediarios entre el productor y el transportista
minorista. Los transportistas minoristas en general, son un número bastante grande.
Tienden a colocarse a la orilla de los caminos, entregan leña a pedido por teléfono o
recorren los barrios de la ciudad para vender leña durante las estaciones de mayor
demanda de leña, es decir, en otoño e invierno. Estos intermediarios funcionan en forma
bastante informal, mientras que las leñerías son locales instalados y especializados en la
venta de leña durante todo el año y muestran un nivel mayor de formalidad. El grupo de
los transportistas se abastece de leña a través de la compra directa a los productores o la
compra a otro transportista que actúa también como mayorista, las leñarías lo hacen
mediante la compra al productor.
•
Industria de la madera: la leña asociada a este comercializador corresponde a los
desechos industriales resultantes del proceso productivo, éstos suelen ser lampazos,
aserrín, viruta y despuntes. Tales desechos son demandados por los estratos bajos de la
población para usarlos en estufas, siendo el principal desecho utilizado el aserrín.
Se debe considerar que el tamaño de la cadena está determinado por el tipo de consumidor,
en general cuando el consumidor es residencial, participa un mayor número de
comercializadores. En el consumo industrial participan un número menor de intermediarios.
Al observar los precios y los márgenes asociados a éstos, se advierte una gran dispersión,
tanto al interior de una comuna como entre comunas. Los precios de venta varían, según
datos del año 200623, desde los $5.500 hasta los $22.088 por m3 sólido, dependiendo de la
22
23
Centro Micro Datos. CNE, 2006, citado previamente.
Centro Micro datos, 2006
36
especie, época del año y el contenido de humedad de la leña. Hecho que también es
observado en los márgenes tanto de los productores como de los intermediarios.
Para analizar la formalidad de la oferta de leña se deben considerar las siguientes variables24:
• la inscripción por parte de los comercializadores de leña en el registro de patentes de
las municipalidades en las cuales éstos funcionan y
• la existencia de un plan de manejo autorizado por la CONAF.
• Existe una tercera variable que actúa como un indicador de la formalidad del sector
de leña, ésta es la entrega de boleta o factura al momento de la compra de la leña.
La formalidad de la oferta de le leña en términos de la inscripción en el registro de patentes
depende de cuales sean los actores involucrados, en general se observa que los
intermediarios transportistas, funcionan en forma informal, es decir, sin inscripción en el
registro debido a que comúnmente operan sin un lugar establecido y sus ventas son
estacionales. En cambio, las leñerías, al ser locales que se encuentran establecidos,
funcionan en términos más formales, encontrándose que parte importante de estos
intermediarios sí opera con una patente municipal.
Para la otra variable que indica el nivel de formalidad, es decir, la presencia o ausencia de
un plan de manejo autorizado por la CONAF, se encuentra que en diversos estudios queda
establecido que muchas veces los sistemas de intervención de los predios no están
autorizados por la CONAF. En particular, en el estudio de la Universidad de Concepción
sobre la ciudad de Temuco25, se indica que sólo el 50% de los productores entrevistados
había tramitado algún tipo de autorización de corta ante CONAF. En otros estudios26 se
plantea la informalidad de los productores en este sentido.
Sobre la entrega de boleta o factura en las transacciones de leña según la encuesta realizada
a las ciudades urbanas en la X Región se encuentra que 94% de las personas a las cuales se
les preguntó si recibían boleta contestó que nunca lo hacían, ante la misma situación27 en
Chillán el mismo porcentaje, es decir, el 94% declara no recibir la boleta, sin embargo en
Rancagua el porcentaje cae a un 52%. En Concepción28 se encuentra que un 90% de los
consumidores de esa ciudad declaran nunca haber recibido una boleta al momento de
comprar leña. Es decir, en la mayoría de las ciudades se observa la inexistencia de la
entrega de boleta o factura.
Es claro, que cada vez que no se entrega boleta o factura, el Estado está perdiendo ingresos
en forma de tributación, debido al IVA no recaudado. En cuanto este hecho, se estima que
en el Gran Concepción, dado el volumen de consumo de 935.078 m3 estéreos, se transan
24
Centro Micro Datos, 2006
Universidad de Concepción (2002), “Priorización de medidas de reducción de emisiones por uso residencial
de leña para la gestión de la calidad del aire en Temuco y Padre Las Casas”.
26
INFOR-CONAMA, (2005a), “Estudio del mercado de la leña en la ciudad de Chillán”, Informe Final.
INFOR-CONAMA, (2005b), “Estudio del mercado de la leña en la ciudad de Rancagua”, Informe Final.
27
Op. Cit 30.
28
Universidad de Concepción-CONAMA (2005), “Análisis del Mercado de la Leña y Carbón en El Gran
Concepción”, I Etapa. Informe Final.
25
37
24,3 millones de dólares al año en el mercado y considerando que un 90,6% de los
consumidores no recibe boleta o factura, se tiene que se transan 22 millones de dólares sin
pagar IVA frente a lo cual, se están perdiendo 4,2 millones de dólares de recaudación29.
Para Temuco y Padre Las Casas, a partir del los niveles de consumo observados en tales
ciudades, se calcula que el monto transado en forma anual en el sector corresponde a MM$
4.540, a partir de lo cual se estima un monto de IVA no recaudado de MM $689,7 al año
para ambas comunas30
A partir de las encuestas existentes y en base a algunos supuestos el estudio del centro
Micro datos de 2005 estimó la pérdida tributaria del Estado asociada a la evasión del IVA,
este valor está determinado por los volúmenes transados de leña y sus derivados, el precio
pagado por éstos y la variación esperada en la demanda si el pago del IVA tiene efectos en
los precios.
La perdida tributaria se calculó sólo en términos de las compras a nivel residencial urbano,
ya que las compras de grandes consumidores en su mayoría tienen asociada la entrega de
boleta ya que estas organizaciones requieren mantener un registro de sus gastos el cual debe
estar avalado por este tipo de documento y el sector rural tiene un mayor acceso a leña a
precio cero debido a la recolección.
El estudio antes mencionado concluyó que la pérdida tributaria por evasión del IVA en el
mercado de la leña es bastante alta, ya que el Estado podría contar con cerca de $8.000
millones de pesos anuales (US$ 14,8 millones) si el IVA fuera pagado por todos los
consumidores.
Entre los diferentes actores se encuentra una gran dispersión en los volúmenes de leña
comercializados, tanto al interior de una ciudad como entre ciudades.
Es posible encontrar dentro de los dos principales grupos de comercializadores, productores
e intermediarios, tanto grandes, como medianos y pequeños comercializadores, al mismo
tiempo que se observa una gran diferencia en los volúmenes de leña al interior de estos
grupos, por ejemplo en el caso de Chillán31, se plantea que aquellos productores de grandes
volúmenes producen alrededor de 1.000 metros estéreos anuales promedio,32 mientras que
los pequeños productores sólo 100 metros estéreos en promedio anuales. Mientras que en
Temuco, según el estudio de Lobos (2001) los volúmenes elaborados por los productores
van desde 10 hasta 7.700 m3 estéreos. Por último para el caso de Puerto Montt33, se
encuentra una dispersión entre los niveles producidos que varía desde las 3 varas al día
hasta las 150 varas al día.
29
Op. Cit 32
Op. Cit. 29
31
Op. Cit. 30
32
1 metro estéreo corresponde a 0,56 m3 sólidos cuando la leña es comercializada en astillas y a 0,68 m3
sólidos cuando es comercializada en trozos de 1 metro de longitud.
33
Reyes, R. 2000. “Caracterización de los sistemas de producción y comercialización de leña para la ciudad
de Puerto Montt, X Región”, Memoria para optar al título profesional de Ingeniero Forestal.
30
38
En el caso de los intermediarios existe menor información con respecto a los niveles
comercializados por este grupo y su variación al interior de éstos, sin embargo, se encuentra
que por ejemplo, para Temuco, al igual que en el caso de los productores también hay una
gran diferencia en los volúmenes comercializados, el estudio citado en el párrafo anterior,
plantea que este grupo concentra sus ventas por temporada entre los 501 y los 1.000 m3
estéreos por temporada. Mientras que para Puerto Montt, el estudio de Reyes encuentra que
las leñerías venden entre 360 y 23.520 varas anuales.34 Para la X Región los
comercializadores venden al año como mínimo 10 m3 estéreos y como máximo 15.000 m3
estéreos, con un promedio de 731 m3 estéreos anuales y una mediana de 200 m3 estéreos
anuales por oferente, sin embargo se observan variaciones importantes en las cuatro
comunas que se estudian (Valdivia, Osorno, La Unión y Río Negro).
1.4.4 Rentabilidad económica asociada al mercado de la leña
Los márgenes asociados al negocio dependen de los costos que tengan que desembolsar los
comercializadores para obtener la leña y de los ingresos que obtengan por la venta de ésta.
Los costos, tienden a ser estables, sin embargo los precios se ven afectados por el número
de actores que se presenten en la cadena de comercialización y por las variaciones
estacionales de los precios. A continuación se presenta el Cuadro 1.1 representativo con la
estandarización de las unidades a metros cúbicos estéreos, esto fue posible para casi todos
los informes mostrados en el cuadro (U de Chile, 2005) Las unidades de conversión
obtenidas de cada estudio son las siguientes:
•
•
•
34
INFOR35: 1 metro estéreo correspondo a 0.56 m3 sólidos.
Universidad de Concepción36: 1 m3 estéreo es igual a 320 astillas.
Reyes (2000a): 1 vara equivale a 0,220448 m3 estéreos.
El volumen de una vara equivale a 0,220448 metros3 cúbicos estéreos y un m3 estéreo equivale a 0,5463 m3
sólidos.
35
Op. Cit. 29
36
Op. Cit. 30
39
Cuadro 1.1: Resumen de precios, costos y márgenes según fuente.
Ciudad
Precio Venta
($/m3 estéreo)
Costo Transporte
($/m3 estéreo)
Margen Productor
($/m3 estéreo)
Margen
Intermediario
($/m3 estéreo)
Mínimo Máximo
17.500(6) 27000(7)
1.143
1.143
3.293(17) 5.557(18)
Fuente
Mínimo
Máximo
Mínimo
Máximo
Mínimo
Máximo
13.215(1)
22.088(2)
1.500(3)
2.000(3)
7.000(4)
13.500(5)
INFOR37
Rancagua
(8)
(9)
(10)
(11)
6.857
12.571
3.429
9.143
INFOR38
Chillán
14.720
14.720
U. Concepción39
Concepción
6.900
8.769
Lobos40
Temuco
7.962
16.700
U. Concepción41
Temuco
5.500
15.700
U. Concepción42
Padre Las Casas
7.771(14)
11.114(15)
630(16)
630(16)
Reyes43
Puerto Montt
Coyhaique y Puerto
10.671(20)
220(21)
751(22)
1.009(23)
2.891(24)
4.651(25) 7.095(26)
INFOR44
8.608(19)
Aysén
Fuente: U. de Chile, 2005
Notas: (1) Precio por m3 estéreo en el mes de febrero, (2) Precio por m3 estéreo en el mes mayo, (3) Valores por carga suponiendo un flete de 50 kilómetros, (4)
Margen por carga de leña con altos contenidos de humedad, (5) Margen por carga de leña con bajos contenidos de humedad, (6) Margen por carga de leña con altos
contenidos de humedad, (7) Margen por carga de leña con bajos contenidos de humedad, (8) Precio en verano, (9) Precio en invierno, (10) Margen por m3 estéreo en
verano, (11) Margen por m3 estéreo en invierno, (12) Precio en verano, (13) Precio en invierno, (14) Precio por m3 estéreo de Broza, (15) Precio por m3 estéreo de Tepú,
(16)
Costo por kilómetro recorrido de flete, (17) Margen por m3 estéreo de Broza, (18) Margen por m3 estéreo de Tepú, (19) Precio de venta de los camioneros en
verano, (20) Precio de venta de los camioneteros en invierno, (21) Costo de trasporte de los camioneros por m3 estéreo, (22) Costo de trasporte de los camioneteros
por m3 estéreo, (23) Margen cuando la leña es vendida en la orilla del camino, (24) Margen cuando la leña es vendida en el bosque, (25) Margen de los camioneros en
base al precio de venta de verano, (26) Margen de los camioneros en base al precio de venta de invierno. Hay que señalar que las cifras monetarias están en valores
nominales por lo que no son directamente comparables los valores de encuestas tomadas en distintos años.
37
Op. Cit. 30
Op. Cit. 31
39
Op. Cit. 32
40
Lobos, M., 2001. “Estudio Preliminar sobre Producción, comercialización y consumo de la Leña en la ciudad de Temuco”. Documento Nº 3, Serie de
Publicaciones, WWF Chile, Programa Ecoregión Valdiviana.
41
Op. Cit. 29
42
Op. Cit. 29
43
Op.Cit. 37
44
INFOR. 2004. “Propuesta de una metodología para el estudio de la oferta de leña en Coyhaique y Puerto Aysén”, Informe Final.
38
1.4.5 Importancia del mercado de leña en las economías regionales
A partir de la información de este capítulo, también es posible estimar la importancia
del mercado de la leña en las economías regionales. La actividad económica regional
agregada se puede medir por el Producto Interno Bruto (PIB) que se genera en cada
región y que indica la contribución de la región al valor agregado nacional. Las
estadísticas del PIB regionalizado pueden obtenerse del Banco Central. El valor
agregado total que genera el mercado de leña se estimó como un 90% del precio
registrado en el Cuadro 1.1 pero multiplicado por el consumo residencial, comercial
e industrial de leña. Se considera como valor agregado sólo el consumo comprado ya
que las actividades auto-producción no se registran en el cálculo del PIB. Por lo
tanto, sólo el consumo residencial que es comprado se utiliza para calcular el valor
agregado de la leña. Se asume que todo el consumo comercial, institucional e
industrial es comprado.
Cuadro1.2: Importancia del mercado de la leña en las economías regionales
Región
PIB regionalizado
(millones de pesos de
1996) (1)
IV
V
VI
VII
VIII
IX(1)
X
XI
XII
RM
Total
830.686
3.124.794
1.537.979
1.334.711
3.421.245
930.130
1.736.068
211.939
493.345
16.780.850
35.133.035
Valor agregado
por venta de leña
(millones de pesos
del 2003)
9.058
8.400
9.150
34.486
39.077
14.404
20.020
5.854
2.688
9.887
153.023
Valor agregado
por venta de leña
(millones de pesos
de 1996)
6.933
6.430
7.004
26.397
29.911
11.025
15.324
4.481
2.057
7.568
117.129
Valor Agregado
leña como
porcentaje del
PIB regional (2)
0,8%
0,2%
0,5%
2,0%
0,9%
1,2%
0,9%
2,1%
0,4%
0,0%
0,3%
Fuente: U. de Chile, 2005.
Notas: (1) PIB regional y nacional no incluye recaudación del IVA ni derechos de importación. Estas
cifras no han sido ajustadas por el valor agregado de las ventas informales de leña. Esto se realiza
antes del cálculo de la columna 4. (2) PIB regional ha sido ajustado por el valor agregado de las ventas
residenciales de leña que no han sido formalmente registradas con boletas o facturas.
Como se puede observar a nivel nacional y a partir de los limitados registros
mencionados, el mercado de la leña pareciera representar sólo un 0,3% de la
actividad económica global. Tal baja cifra no deja de llamar la atención más aún
cuando en algunas regiones, en particular en la IX y XI, el mercado de la leña es una
de las actividades más importante de esas economías locales.
41
Capitulo 2. Impactos ambientales asociados al uso de leña
2.1. Contaminación Atmosférica
La combustión de leña registra aportes de contaminantes atmosféricos los que se
diferencian en dos clases: gases y partículas. Aquellas más peligrosas están
conformadas por especies aerodinámicas de hasta 2.5 μm de diámetro, las que
representan graves problemas para la salud de la población por lo agresivo de sus
formas de estas partículas, al incrustarse en partes del sistema respiratorio45. Por otra
parte, los gases que se conforman corresponden principalmente a especies noxicarbonadas y compuestos órgano volátiles que son especies químicas que generan
a su vez otras denominadas radicales libres y que fomentan procesos cancerígenos46,
las mediciones preliminares de laboratorio47 indican la presencia de especies nnitrogenadas varían en forma drástica en función del número de ciclos de
combustión y tasa de quemado del combustible.
Se ha observado que las variables que influyen drásticamente en la contaminación
atmosférica por las emisiones en la combustión de la leña son las siguientes23:
Equipos de Combustión (1), Modo de Operación, (2) Calidad de la leña (3) y
Aislación Térmica de las viviendas (4).
Respecto al primero, los equipos de combustión múltiple han demostrado que con
quemado diferenciado de combustible se puede alcanzar una gran eficiencia en la
reducción de emisión de sustancias contaminantes. Al respecto, es de hacer notar que
aún incipiente, el emergente mercado de calefactores y calderas a pellets o leña, que
presentan menores emisiones y mayor eficiencia, ha experimentado cierto
crecimiento, debido al alza de precios de combustibles (sobretodo en la zona centro),
superior al 20% anual48.
El uso de la leña para la calefacción se vería optimizada al mejorar el aislamiento
térmico de los hogares, lo que reduciría las emisiones de contaminantes debido a un
uso más racional del combustible.
Según CONAMA, la combustión residencial de leña es una de las principales causas
de contaminación del aire en las ciudades del centro y sur de Chile. Los costos en
salud de la población expuesta a esta contaminación varían se han en rangos que van
entre U$270 y US$364 MM al año49.
45
46
47
48
49
Ulricksen, Pablo. Clases de Física Ambiental, Universidad de Chile, 1998
Morales, Raúl. Clases de Química Atmosférica, Universidad de Chile, 1998.
Universidad Católica de Temuco. Aplicaciones prácticas y de investigación para medir
calefactores que combustionan leña, 2008.
CONAMA, Combustión Residencial de Leña: desafíos para el control de la contaminación, 2008
U. de Chile-DECON 2005, en su rango más bajo y, estimaciones propias basadas en Sanhueza,
2006, que considera los gastos en salud asociado al PM10 en las regiones VI a XI. Para su rango
más elevado.
42
El anteproyecto (gubernamental) de norma de emisión para artefactos de uso
residencial que combustionen leña u otros combustibles de biomasa50, reconoce que
el uso de leña para calefacción es de carácter masivo en toda la zona centro sur del
país y que la tendencia al aumento de la demanda de energía para calefacción con
leña generan o intensifica los problemas de contaminación del aire en numerosas
ciudades de dichas zonas el país.
2.1.1 Emisiones atmosféricas derivadas del uso de biomasa
El uso de la biomasa en reemplazo de los combustibles fósiles puede implicar un
importante beneficio, especialmente una gran reducción en la emisión de CO2 a la
atmósfera, tal como se señalaba en las primeras páginas de este Capítulo.
En particular, las instalaciones térmicas a biomasa permiten una reducción respecto
del petróleo de cerca de 0,772 kg por kWhelect sustituido y cerca de 0,33 kg por
kWhtérm sustituido.
Por otro lado, la biomasa está prácticamente exenta de azufre (0,01-0,15%) y de
cloro (0,01-0,1%).
Los principales componentes de los gases de combustión de biomasa son los óxidos
de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (N2O), los hidrocarburos no
quemados, las sustancias derivadas del ácido clorhídrico y las partículas sólidas.
(Tabla 2.1 Factores de Emisión para Artefactos de Combustión a Leña en Viviendas
en el caso de Canadá).
Los compuestos nitrogenados NOX y N2O son nocivos para la salud humana,
incrementan el efecto invernadero y favorecen la destrucción del ozono.
El porcentaje de nitrógeno en la materia vegetal es en general bajo: 0,1-1,1%. La
formación de estos compuestos nitrogenados es un resultado de la alta temperatura
de combustión en una caldera, que oxida el nitrógeno atmosférico contenido en el
aire de combustión. Las emisiones pueden variar de 25 a 140 mg/MJterm. (25
mg/MJterm equivale a 1,5 mg de NOx/kg de combustible).
Los óxidos de azufre (SOX) se producen debido a la oxidación del azufre total
contenido en el combustible (las emisiones pueden variar de 0,1 a 30-40
mg/MJterm).
El monóxido de carbono (CO) se debe a una incompleta combustión de la biomasa
por insuficiente oxígeno o por insuficiente tiempo de permanencia en la cámara de
combustión a alta temperatura (las emisiones pueden variar de 0,1 a 3 mg/MJterm en
una instalación de alta tecnología bien controlada).
Los hidrocarburos no quemados están constituidos por compuestos parcialmente
oxidados y su formación depende de la calidad de la combustión. En este caso es
necesaria una correcta regulación del aire en la cámara de combustión junto con una
regulación de la temperatura para obtener el mínimo de emisiones que, en general,
son bajas (1 mg por kg de combustible).
Los compuestos de cloro están presentes en bajísima cantidad (ácido clorhídrico,
cloruro de amonio, de calcio y de potasio), del orden de 0,5 mg/kg.
50
Resolución Exenta Nº 1267, CONAMA.
43
La reducción de estos contaminantes, variables según la composición y
características físico-químicas de la biomasa respectiva, puede reducirse por medio
de un diseño y una gestión racional de la planta térmica, orientados a un control
preciso de las cantidades de aire, la mantención de una temperatura optima y un
suficiente tiempo de combustión.
Normalmente, las partículas sólidas se componen principalmente de cenizas, hollín y
compuestos orgánicos generados por fenómenos de combustión incompleta, que son
arrastrados por los gases.
Estas partículas, que pueden ser más o menos nocivas según su composición, se
emiten en cantidades entre decenas a centenas de mg/kg en relación a la masa de
combustible.
Figura 2.1 Factores de emisión para calefactores y calderas domésticas en Europa.
10000
PM (mg/MJ)
1000
Mejores
Resultados
Resultados
Tipicos
100
Peores
Resultados
10
1
Caldera de Pellets
Estufa de Pellet de valvula
de aire forzado
Estufa de Pellet natural
Caldera de Leña con
valvula de aire forzada
descente
Caldera de Leña con
valvula de aire natural
ascendente
Caldera de Leña de un
tipo no especificado
Estufa de Leña no
especificada/Estufa de
Leña convencional con
valvula de aire natural
Estufa de Leña no
especificada/Estufa de
Leña convencional con
valvula de aire natural
(DT/SPC)
Fuente: Survey on Measurements and Emission Factors in IEA Countries, 2008.
Tabla 2.1: Factores de Emisión para Artefactos de Combustión a Leña en Viviendas
(kg/tonne de combustible seco), Canadá.
44
a)
Análisis a nivel local
El consumo de leña a nivel nacional presenta un patrón de aumento en su consumo
desde la zona centro a sur del país51, y se observa que los problemas con las
emisiones de este combustible aparecen en aquellas ciudades en donde se observa
estabilidad atmosférica4, en algunas de las cuales se supera en más de cien
oportunidades los niveles máximos permitidos de concentración52. Entre las ciudades
más afectadas están: Temuco, Rancagua, Talca, Chillán, Valdivia, Coyhaique y
Santiago.
En efecto, en Temuco, en la estación de “Las Encinas” en los últimos ocho años se
ha registrado constantemente la excedencia respecto a la norma de PM10, llegando a
registrar el año 2006 15 episodios, el año 2007 21 episodios3, y durante el presente
año 2008, al 9 de junio, ya se registraban 14 episodios de superación de la norma.
Acorde a la información recogida, en esta región se espera reducir las emisiones a
través del proceso de certificación de leña, educar a la población en la utilización de
los equipos de calefacción y cocina, mejoramiento del nivel tecnológico de éstos y
finalmente, la implementación de un plan de descontaminación ambiental que a la
fecha no ha podido aplicarse.
En Valdivia, en lo que va transcurrido del año 2008 se lleva excedida la norma
PM10 en 8 ocasiones, superando en algunos eventos los 330 mg por metro cúbico.
Esta ciudad no presenta estudios de evaluación de emisiones53 y la inexistencia de un
plan de descontaminación.
En Coyhaique, también el 2008, se instaló una estación medidora de PM10, la que ha
registrado hasta el 9 de junio, 11 casos de superación de la norma, en esta región la
contaminación se debe al inadecuado uso de la leña, cuya humedad supera
normalmente el 40%54, acompañado de factores climatológicos representados en una
baja altitud de inversión térmica registrada. Debe mencionarse que el 97% de los
hogares de Aysén utilizan calefacción o cocinas alimentadas por leña, proveniente
del bosque nativo del lugar, consumiendo 250 m3 de leña sólo en la ciudad de
Coyhaique. Debe tenerse en cuenta que en esta región se están implementando
planes que se enfocan en el buen uso de la madera9.
En la región de O’Higgins, durante los últimos tres años consecutivos 2004 a 2006,
las estaciones de la red de monitoreo de la VI región (Rancagua, San Francisco de
Mostazal, Codegua, Rengo y San Fernando) han registrado la excendencia respecto a
la norma PM10 al menos 7 días por año. Se observa en el inventario de emisiones
presentado el año 200755, que en los meses en los cuales se excede la norma se
51
52
53
54
55
Fuente: Estimation of Emissions of Residential Wood Combustion in Chile. C. Contreras.
2008.
El Mercurio, 9 de junio de 2008.
El Sur, 9 de Junio de 2008.
http://www.minagri.gob.cl/noticias/detallenoticia.php?codnoticia
Estudio realizado por el DICTUC, encargado por CONAMA. 2007.
45
observa una alza en las quemas agrícolas y el uso de la leña residencial, debido a lo
cual, se solicito la declaración de 17 comunas como "zona saturada"9.
En la ciudad de Talca, el informe de la calidad del aire entregado el año 200756,
señala que el período 2004, 2005 y 2007, la ciudad superó 44 veces la norma de
PM10, alcanzando un máximo de 327 microgramos, según los estudios presentados
por la COREMA de Maule, se reconoce que los eventos críticos en los niveles de
polución, se deben principalmente a la utilización de leña para la calefacción57.
En Chillán, el 79% de las viviendas posee calefacción por leña58, con un consumo
promedio de 4,5 metros cúbicos por hogar9. De acuerdo a estudios científicos hechos
en esta ciudad59, se concluye que los problemas de la atmósfera respirable en la
ciudad tienen su origen basado en las emisiones antropogénicas de combustión de
madera para usos residenciales en el área urbana entre los meses de marzo a
diciembre, problema que tiene su mayor expresión en la nube de humo observada en
los días con condiciones de estabilidad atmosférica (baja temperatura, baja velocidad
del viento y alta humedad relativa), que justifica las medidas de control a las
emisiones antes mencionadas.
En la ciudad de Santiago, según el Inventario de Emisiones 200560, la combustión
mediante leña produce 693 toneladas/año de material particulado respirable (PM10),
y 674 toneladas anuales en material articulado fino (PM2.5), lo que representa el
12% de las emisiones anuales totales, pero debe considerarse que realmente lo que
sucede y afirmando lo dicho por los expertos del CENMA61, “la contribución de
cada sector (contaminante) se mide en toneladas/año, y la quema de leña se produce
en un período de cinco meses, durante 5 horas en el día y en horas de mayor
estabilización atmosférica en los meses de abril a agosto", lo cual indicaría un
profundo efecto en la calidad del aire para los meses antes citados.
b)
PDA (Planes de Descontaminación)
La Ley N° 19.300 (Bases Generales del Medio Ambiente) establece, con el objetivo
de resguardar la calidad de vida de los individuos, el concepto de normas de calidad
ambiental primarias y secundarias, las cuales si son vulneradas dan pié a la
declaración de zonas saturadas62, las que, a su vez, hacen operar instrumentos de
56
57
58
59
60
61
62
Secretaria Regional Ministerial de Salud, TALCA. 2007.
Corema del Maule detectó altos índices de contaminación en aire de Talca. Consulta del 06 de
Octubre, 2007, de http://www.cooperativa.cl/
INFOR, 2004 – Estudio encargado por CONAMA
Contaminación del Aire Atmosférico por Material Particulado en una Ciudad Intermedia: El
Caso de Chillán (Chile) José E. Celis(1)*, José R. Morales et all- Información Tecnológica –
Vol. 18 Nº 3 - 2007
Inventario Emisiones 2005 - Pontificia Universidad Católica de Chile.
El Mercurio, 10 de junio de 2008- comunicado 1 junio CENMA
Ley 19.300, Artículo 2°: u) Zona Saturada: aquélla en que una o más normas de calidad
ambiental se encuentran sobrepasadas.
Artículo 43.- La declaración de una zona del territorio como saturada o latente se hará por
decreto supremo que llevará la firma del Ministro Secretario General de la Presidencia y
contendrá la determinación precisa del área geográfica que abarca. Llevará además la firma del
Ministro de Salud, si se trata de la aplicación de normas primarias de calidad ambiental, o del
46
gestión ambiental que tienen como fin el recuperar los niveles de calidad
sobrepasados.
Uno de los mencionados instrumentos son los Planes de Descontaminación,
contemplados por la Ley de Bases y reglamentados a partir del Decreto Supremo
94/95.63 Las normas de relevancia de dicho cuerpo legal son las siguientes:
“Artículo 2°: El Plan de Descontaminación es un instrumento de gestión ambiental
que tiene por finalidad recuperar los niveles señalados en las normas primarias y/o
secundarias de calidad ambiental de una zona saturada.
“Artículo 15: El Plan deberá contener los antecedentes y la identificación,
delimitación y descripción del área afectada, una referencia a los datos de las
mediciones de calidad ambiental que fundaron la respectiva declaración de zona
saturada y los antecedentes relativos a las fuentes emisoras que estuvieren
impactando en dicha zona”.
Actualmente en Chile en las regiones afectadas en mayor medida por las emisiones
derivadas del uso de la leña, son las siguientes:
Temuco: Ya ha sido declarada Zona Saturada por PM10 y cuenta con un
anteproyecto de un Plan de Descontaminación Atmosférico64, que actualmente está
en la espera de ser aprobado como Plan de Descontaminación Ambiental Definitivo.
Éste incluirá la aplicación de 36 medidas en el transcurso de diez años para reducir a
un tercio la polución ambiental. Su aprobación por la CONAMA ha tenido
problemas en la indefinición acerca si la leña es o no un combustible, y de este modo
definir quién fiscaliza su uso9.
63
64
ministro sectorial que corresponda. según la naturaleza de la respectiva norma secundaria de
calidad ambiental. Esta declaración tendrá como fundamento las mediciones, realizadas o
certificadas por los organismos públicos competentes, en las que conste haberse verificado la
condición que la hace procedente. El procedimiento estará a cargo de la Comisión Regional del
Medio Ambiente. Si la zona objeto de la declaración estuviere situada en distintas regiones, el
procedimiento estará a cargo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente.
Ley 19.300, Artículo 44.- Mediante decreto supremo del Ministerio Secretaria General de la
Presidencia, que llevará además la firma del ministro sectorial que corresponda, se establecerán
planes de prevención o de descontaminación, cuyo cumplimiento será obligatorio en las zonas
calificadas como latentes o saturadas, respectivamente. La elaboración de estos planes y su
proposición a la autoridad competente para su establecimiento corresponderá a la Comisión
Nacional del Medio Ambiente, previo informe de la Comisión Regional respectiva. Para estos
efectos se seguirá el mismo procedimiento y etapas establecidos en el inciso tercero del artículo
32 de la presente ley.
Artículo 45.- Los planes de prevención y descontaminación contendrán, a lo menos:
a) La relación que exista entre los niveles de emisión totales y los niveles de contaminantes a
ser regulados;
b) El plazo en que se espera alcanzar la reducción de emisiones materia del plan;
c) La indicación de los responsables de su cumplimiento.
d) La identificación de las autoridades a cargo de su fiscalización;
e) Los instrumentos de gestión ambiental que se usarán para cumplir sus objetivos;
Resolución Exenta Nº 1190 de la CONAMA, del 23 de mayo de 2007.
47
Talca: La autoridad sanitaria del Maule solicitó la declaración de la ciudad como
zona saturada por PM10, el año 200712.
Chillán: La COREMA de la región del Bio Bio solicitó en julio del 2008 a
CONAMA la declaración de zona saturada por emisiones de PM10 a Chillán y
Chillán Viejo9.
Sexta Región: La COREMA solicitó el 27 de mayo del presente año la declaración
de las 17 comunas del valle central de la región (Graneros, Rancagua, Doñihue, El
Olivar, Coltauco, Coínco, Quinta de Tilcoco, San Vicente de Tagua Tagua y Placilla,
y parcialmente a San Francisco de Mostazal, Codegua, Machalí, Malloa, Rengo,
Requínoa, San Fernando y Chimbarongo) como zonas saturadas9,65.
Santiago: En 1996 Santiago es declarado zona saturada por Ozono y Material
Particulado; en 1998, fue aprobado el Plan de Descontaminación de la Región
Metropolitana, actualmente se encuentra en su segunda actualización, e.en cuyo
anteproyecto se propone un enfoque regulatorio, que incluye las siguientes medidas,
reproducidas aquí íntegramente:66
Regulación para calefactores nuevos:
A partir del 1º de marzo de 2009, todo calefactor nuevo que se comercialice en la
Región Metropolitana, deberá contar con un rotulado que entregue información al
consumidor sobre su nivel de emisiones de material particulado.
Para la clasificación por tipo, se podrá presentar certificados internacionales
reportados directamente a CONAMA, los certificados deben estar traducidos al
idioma español, copia legalizada de la original. Acompañando el certificado se debe
adjuntar el informe técnico con los resultados de la medición indicando el modelo de
calefactor representativo medido, los parámetros de ensayo, resultados parciales y
finales del test y de los métodos de ensayo.
CONAMA indicará el contenido y formato del rotulado. Cada fabricante, importador
o distribuidor, a costa suya, deberá rotular cada calefactor nuevo. Los métodos de
medición, el(los) laboratorio(s) autorizado(s) y las especificaciones técnicas del
rotulado de productos se indicarán oficialmente.
Regulación de la leña y pellets de madera
A partir del 1º de marzo de 2010, se controlará que el comercio de leña se ajuste a lo
señalado en la Nch 2907 Of 2005, en cuanto a contenido de humedad, libre de
pigmentos o químicos.
Los procedimientos de control se implementarán a través de ordenanzas municipales.
65
66
http://airepurorancagua.blogspot.com/
Anteproyecto de Revisión, Reformulación y Actualización del Plan de Prevención y
Descontaminación Atmosférica para la Región Metropolitana (PPDA), CONAMA
Metropolitana, julio de 2008.
48
En un plazo de 3 meses desde la oficialización del decreto del Plan, CONAMA
iniciará a través del Instituto Nacional de Normalización (INN), una norma técnica
para fijar requerimientos a los pellets de madera de uso residencial. Además
CONAMA coordinará el desarrollo de los procedimientos para el registro de
calefactores en uso. En un plazo de 6 meses desde la oficialización del decreto del
Plan, se iniciará en conjunto con los Municipios de la Región Metropolitana un plan
de trabajo para implementar lo siguiente registro de calefactores en uso, descripción
del objeto de control en la comercialización de leña y gestión de denuncias.
c)
Información al consumidor
La CONAMA y el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC), mantendrán
actualizada una lista, de uso público, de los modelos de calefactores que cumplen
con la regulación de emisiones. Del mismo modo CONAMA coordinará con
SERNAC la elaboración de un procedimiento para entregar la información al
consumidor en los lugares de venta final del producto entre otros medios de
información.
2.1.2 Contaminación Intradomiciliaria
Se define a la contaminación intradomiciliaria, como aquella que se da al interior de
las habitaciones de casas, departamentos y oficinas producida generalmente para
nuestro objeto de estudio por algunos aparatos utilizados en la calefacción y cocina
del inmueble y sus combustibles, los que producen contaminantes como anhídrido
carbónico (CO), compuestos orgánicos volátiles (COV), en menor medida óxidos de
nitrógeno (NOx) y material particulado respirable (PM10) 67.
Con el fin de entender la relevancia de la contaminación intradomiciliaria, se puede
mencionar lo siguiente " En 1990, la EPA, concluyó que, entre 18 fuentes de riesgo
para la salud, la contaminación intradomiciliaria es la primera en términos del
número de cánceres que dentro del hogar podrían causar a la población de Estados
Unidos y podría representar una de las diez primeras causas de muerte en ese país"68.
Por otra parte, según la OMS (1994): “1,6 millones de personas mueren cada año a
causa de enfermedades provocadas por la inhalación de humo proveniente de
deshechos agrícolas, madera y carbón utilizados en sus hogares para cocinar y
calefaccionarse. Las personas más afectadas son niños, mujeres y adultos mayores
que generalmente habitan en zonas de extrema pobreza y que fallecen de
enfermedades respiratorias, como bronquitis, neumonía, etc.”
a)
Contaminación intradomiciliaria y leña
En múltiples estudios científicos, se constata que la contaminación de interiores en
hogares, representa un riesgo para la población por sus efectos sobre la salud69,
67
CONAMA, article-1200.html
El síndrome de los "edificios enfermos". Ambiente y Desarrollo - Marzo 1993.
69
Fuentes de contaminación intradomiciliaria y enfermedad respiratoria en jardines infantiles y salas
68
49
situación que se acentúa por la permanencia de los individuos en ambientes
interiores (80%-90% del tiempo y de éste un 60% en sus hogares, afectando
principalmente a las dueñas de casa) y la deficiente ventilación en viviendas y
lugares de trabajo. Lo anterior se hace crítico en sectores en los cuales las adversas
condiciones climáticas, hacen indispensable el uso de sistemas de calefacción
basadas en leña dado su bajo costo, acceso y tradición70.
Se ha determinado en algunos casos que la infiltración de aire contaminado del
exterior hacia los hogares potencian los problemas de salud a nivel
intradomiciliario71, el problema crítico es que hay decenas de agentes químicos
generados en espacios interiores por la combustión incompleta de materia orgánica,
además de gas, parafina entre otros, que afectan la salud de las personas y sus efectos
se potencian por la presencia de contaminantes biológicos como: alérgenos,
bacterias, virus, hongos, etc.
Algunas investigaciones han demostrado que el uso de carbón, leña y parafina como
combustibles, incrementan la prevalencia de enfermedades respiratorias72,73. Se tiene
como ejemplo en Santiago, en la comuna de la Pintana, que el 90% de las viviendas
utilizaba algún sistema de calefacción, durante el invierno y los combustibles más
utilizados fueron: parafina (77%), gas licuado (16%), carbón (9%), leña (6%) y
electricidad (3%). El promedio de h/día de calefacción fue 5,5; principalmente a
partir de las 18 h, en los cuales se registró que las emisiones de PM10, asociadas a
las leña fueron mucho mayores que en los demás combustibles, esto implica mayores
problemas asociados con la salud de la población afectada, al verse aumentado el
numero de enfermedades bronquiales en la población, morbilidad la que puede verse
acentuada por condiciones micro climáticas dentro de los hogares que favorezcan la
humedad.
De acuerdo a la encuesta CASEN, que considera el valor 550 como límite de
pobreza, mostró un puntaje promedio de 519 puntos (rango 436 a 616), indico que
91% de las casas encuestadas estaban dentro del tramo considerado como pobres, los
cuales al consultarle el porque de la utilización de este combustible para calefacción,
la respuesta fue por su economía (siendo algunas veces gratuito) y accesibilidad
(basurales (gratuito), escombros de construcciones (gratuito) y arbóreos). En la
evaluación cognitiva a la población afectada, se reconoce que dentro de los
contaminantes intradomiciliarios y calefactores más contaminantes, las madres
70
71
72
73
cunas de Temuco y Padre Las Casas, Chile. Association between indoor contamination and
respiratory diseases in children living in Temuco and Padre Las Casas, Chile. Edith Rivas R, Sara
Barrios C, Anita Dorner P, Ximena Osorio S. Rev. méd. Chile v.136 n.6 Santiago jun. 2008
Servicio de Salud del Medio Ambiente. 2005. Información general. Contaminación puertas
adentro. Disponible en: http//sesma.cl/sitio/pag/aire/Indexjs3aire007.asp [Consultado el 25 de
julio de 2006].
Adonis M, Cáceres D, Moreno G, Gil L. Infiltración de Aire Exterior y su influencia en la
Calidad de Aire de Interiores. En: Calidad de Aire de Interiores. Contaminantes y Efectos en la
Salud Humana 1997; 117-139. Editorial Universitaria
Ostro B, Sánchez JM, Aranda C, Eskeland GS. Air pollution and mortality: results from a study
of Santiago, Chile. J Expo Anal Environ Epidemiol 1996; 6: 97-114.
Román O, Mancilla P, Prieto MJ. Contaminación atmosférica y daño cardiovascular. Rev Méd
Chile 2004; 132: 761-7.
50
identifican en 75,7% al brasero, 24,3% a la cocina de leña y 97,4% identifica estos
elementos que producen daño respiratorio en la salud.
Rivas encontró asociación entre síndrome bronquial obstructivo, etnia y conducta de
cuidado, las madres revelaron déficit en la conducta de cuidado hacia su hijo
(conducta de calefaccionar, ventilar y evitar fuentes de contagio en el hogar) 74.
Sanhueza et al, en un estudio en la región de la Araucanía, mostraron que los sitios
urbanos de Temuco y Padre Las Casas presentan contaminación atmosférica de
material particulado PM10 y una fuerte relación de mortalidad con dichos niveles de
contaminación, principalmente por las emisiones generadas a partir de la combustión
de leña, proveniente de actividades domésticas y industriales75.
Los estudios científicos hechos en Chile corroboran, que en la mayoría de las casas
que utilizaron combustibles contaminantes (leña, carbón, parafina, gas) superaron las
normas de CO y PM10 especialmente durante las horas de calefacción. La
importancia o efecto toxicológico del material particulado no radica sólo en éste
como contaminante, sino que en los cientos de compuestos que se absorben en él76.
Las concentraciones promedio interiores de HAPs en PM5, fueron significativamente
superiores a las obtenidas en exteriores y además las concentraciones de los HAPs
cancerígenos en los interiores de las casas (58 ng/m3) fueron significativamente más
altas que las obtenidas en los interiores de las viviendas del centro de Santiago (37
ng/m3)77. El humo de cigarrillo así como el carbón, y leña resultaron ser fuentes
importantes de HAPs cancerígenos78. La parafina y el gas contribuyeron con HAPs
pero principalmente con los no cancerígenos. Las altas concentraciones de HAPs al
interior de viviendas que utilizaban carbón o leña, fueron concordantes con el alto
potencial mutagénico del material particulado PM5. Esto indica que estos
combustibles utilizados al interior de estas viviendas contribuyen en forma
importante al igual que el hábito de fumar, con mutágenos directos e indirectos como
los HAPs. Al tratarse de agentes genotóxicos, que interactúan con ADN, éstos
representan un riesgo latente de manifestar algún efecto diferido, es decir a largo
plazo aun cuando la exposición haya cesado.
Las investigaciones estudiadas concluyen que la población expuesta a altos niveles
de concentración de contaminantes, generados al interior de sus hogares, pueden
74
75
76
77
78
Rivas E. 2006. Factores asociados a síndrome bronquial obstructivo y neumonía en el lactante
menor de un año con un enfoque de cuidado. Comunicación Personal. Programa de Doctorado en
Enfermería. Universidad Nacional de Tucumán.
Sanhueza P, Vargas C, Mellado P. Impacto de la contaminación del aire por PM10 sobre la
mortalidad diaria en Temuco. Rev Méd Chile 2006; 134: 754-61.
Nussbaum F. Variation in the airborne fungal spore population of the Tuscarawas Valley.
Mycopathology 1991; 116: 181-98.
Adonis M, Cáceres D, Moreno G, Gil L. Infiltración de Aire Exterior y su influencia en la
Calidad de Aire de Interiores. En: Calidad de Aire de Interiores. Contaminantes y Efectos en la
Salud Humana 1997; 117-139. Editorial Universitaria.
Contaminación intradomiciliaria en un sector de extrema pobreza de la comuna de La Pintana.
Indoor air pollution in a zone of extreme poverty of Metropolitan Santiago. Dante Cáceres et al.
Revista médica. Chile v.129 n.1 Santiago, enero. 200.
51
presentar daños a la salud, los cuales dependen del tipo de contaminante al cual
están expuestos, los efectos que se pueden manifestar son del tipo agudo, crónico o
diferido y son por lo tanto una población de alto riesgo, en cuanto a manifestación de
enfermedades asociadas con exposición a contaminantes, aunque los resultados de
los estudios existentes corresponden a un área de extrema pobreza en la región
metropolitana es posible que situaciones semejantes o aún peores se presenten en
otras regiones de país, especialmente en el sur de Chile donde también existen
poblaciones de extrema pobreza, el invierno es más largo y lluvioso y se usan
principalmente combustibles basados en la leña13.
2.2. Impacto en los Ecosistemas Forestales
Como bienes forestales se entiende, a grandes rasgos, los productos forestales
maderables (maderas, leña y residuos) y los productos forestales no maderables
(plantas medicinales, fibra, hongos comestibles, especies ornamentales, etc).
Los servicios de los ecosistemas forestales son el producto de la interrelación de los
componentes bióticos y abióticos del sistema. Los principales son los siguientes79 :
•
Mantener un microclima propio.
•
Regular el balance hídrico.
•
Mantener laderas y suelos.
•
Desarrollar y mantener un hábitat para la fauna y flora silvestres.
•
Desarrollo y mantención del paisaje.
La sustentabilidad mirada desde el punto de vista de los recursos y ecosistemas
forestales en su relación con los seres humanos, se refiere a la mantención de su
potencial de producir la misma cantidad y calidad de bienes y servicios a
perpetuidad80 :
2.2.1 Principales impactos sobre los bosques nativos
Desde la mitad del siglo XIX hasta mediados del XX, el uso del bosque nativo se
basó en la tala selectiva, es decir, de los mejores ejemplares de especies
seleccionadas para uso como leña y madera. Esta tala selectiva llevó al
empobrecimiento y deterioro de la mayor parte de los bosques en el valle central y
zonas cordilleranas accesibles. Aunque se instaló un número muy grande de
aserraderos en el país, no hubo una industria forestal establecida, el trabajo era
79
Donoso, C. y Lara, A. 1999. Silvicultura de los bosques nativos de Chile. Editorial Universitaria. Santiago. 412
pp.
80
Donoso, C. 2007. Leña energía renovable para la conservación de los bosques nativos del Sur de Chile. Bosque
Nativo. n° 42: 19-20
52
principalmente estacional, y no hubo interés en la regeneración de las especies
explotadas. Los grandes fundos, que eran la forma usual de tenencia de la tierra,
condujeron a la expansión de la frontera agrícola81 .
La Ley Forestal de 1931 reglamentó el uso del fuego y permitió la explotación en
tierras fiscales, incluidos los Parques Nacionales existentes, lo que extendió la tala
selectiva y el deterioro de los recursos del bosque hasta los lugares más alejados. La
gran herencia de esta fase fue una gran cantidad de bosques secundarios y
degradados.
La fase industrial, en especial desde 1950 en adelante, se ha caracterizado por
mayores niveles de explotación y destrucción del bosque nativo que en etapas
precedentes. En Aysén, a fines de la década de 1940 y comienzo de la siguiente,
colonos quemaron cientos de miles de hectáreas de bosques dominados por lenga
(Nothofagus pumilio). El madereo selectivo de las especies nativas de mayor valor
maderero o como leña se extendió a las áreas más remotas. La empresa forestal
establecida y con terrenos propios, se inicia sólo en los años '40 del siglo XX, con las
plantaciones de especies introducidas de rápido crecimiento, mayoritariamente el
pino insigne (Pinus radiata). Las plantaciones de pino insigne se iniciaron en
terrenos agrícolas y de pastoreo, abandonados y erosionados, pero pronto se
expandieron a las extensas superficies de bosques nativos secundarios o degradados
por roces o tala selectiva. Según algunas estimaciones, hacia 1940 había alrededor de
1 millón de hectáreas de renovales. Estos renovales, ubicados en terrenos de aptitud
forestal, en lugar de ser manejados, fueron quemados y replantados con pino. El
Estado, a través del Decreto Ley 701 de 1974, comenzó a subsidiar el costo de
establecer plantaciones –principalmente de especies exóticas- en áreas que habían
perdido su cubierta forestal original. Muchas de estas áreas fueron superficies de
bosques nativos degradados. Como consecuencia de esta política de desarrollo
forestal, los bosques nativos prácticamente desaparecieron de las Regiones VII y
VIII. Los terrenos reforestados con pino cubrieron. En los últimos años las
plantaciones de pino han llegado a ocupar cerca de 2 millones de hectáreas en la
región centro-sur de Chile, conjuntamente con el crecimiento económico de la
industria forestal. Actualmente las plantaciones se extienden hacia la Región de Los
Ríos y la Región de Los Lagos82.
2.2.2 Principales impactos de la extracción de leña
Cada año se extraen aproximadamente unos 5,7 millones toneladas de leña desde los
bosques nativos del volumen tota un 11% es para usos tradicionales, un 12 % para
astillas y un 77% para leña. Se puede afirmar que la leña es el principal destino
actual del bosque nativo83.
81
Armesto, J., Villagrán, C. y Donoso, C. 1994. Desde la Era Glacial a la Industrial: la historia del bosque
templado chileno. Ambiente y Desarrollo. # 66
82
Ibidem.
83
Muñoz, A. y Yañez, J. 2003. Aspectos ambientales de la leña. En Burschel, H., Hernandez, A. y Lobos, M.
(eds). Leña: Una Fuente energética renovable para Chile. Editorial Universitaria. Santiago. 172 pp.
53
Este impacto sobre el bosque nativo es importante en la zona sur, ya que desde la V a
la VII región el consumo de leña se concentra en eucaliptus. Pero los matorrales
nativos son consumidos desde la IV a VII regiones, especialmente en los sectores
rurales.
Si se considera que una hectárea de bosque talado, en la X región produce en
promedio 750 m cúbicos de leña se puede inferir que la ciudad de Valdivia se
necesita explotar al 100% unas 400 ha cada año.
Ninguna de las especies habitualmente consumidas tiene problemas de conservación,
pero la explotación de estos bosques ha dado lugar a matorrales secundarios,
praderas antropogénicas y plantaciones forestales, donde el mayor impacto está dado
por la cercanía a centros poblados y redes camineras84 .
Las zonas con balance negativo de leña coinciden con ecosistemas sumamente
frágiles con tendencia a su deterioro. Esto genera un círculo vicioso, ya que al
impactar negativamente el sistema, disminuye la leña accesible. Desde la VII región
al Norte existe un grave riesgo de degradación de toda el área cubierta por el bosque
esclerófilo y de matorrales. La creciente presión por la leña y carbón, impedirá la
regeneración de la vegetación favoreciendo procesos erosivos y posterior
desertificación.
Se debe también indicar los efectos de la fragmentación en los ecosistemas boscosos,
situación en la que mientras más diferente sea la matriz circundante en relación a los
fragmentos de bosque remanente, mayores serán también los impactos,
disminuyendo además la conectividad entre fragmentos85.
Además hay que considerar que las actividades de extracción de leña y madera bajo
las actuales normas de manejo establecidas en la legislación forestal generan
impactos ambientales aunque de menor escala86.
2.2.3 Principales impactos de las plantaciones forestales
La sustitución de bosque nativo ha causado graves daños a la conservación de los
bosques nativos de Chile. Debe considerarse que un tercio de los géneros de plantas
de los bosques lluviosos son endémicos de Chile y Argentina, poniendo en riesgo
además a 6 especies de un total de 11 leñosas catalogadas en peligro de extinción en
Chile. Otras 10 especies vulnerables también son afectadas.
84
Vergara, G. y Gayoso, J. 2004. Efecto de factores físico-sociales sobre la degradación del bosque nativo.
Bosque. Vol 25 # 1: 43-52.
85
Bustamante, R. y Grez. A. 1995. Fragmentación del bosque nativo: ¿en qué estamos?. Ambiente y desarrollo
vol 11 # 2: 89-91.
86
Otero, L. 2003. Bosques, manejo sustentable y leña. En: Burschel, H., Hernandez, A. y Lobos, M. (eds). Leña
Una Fuente energética renovable para Chile. Editorial Universitaria. Santiago. 172 pp.
54
La sustitución también ha producido una reducción importante en la diversidad del
paisaje, afectando a los bienes y servicios que el bosque provee y a la sustentabilidad
de los ecosistemas.
La pérdida de nutrientes y erosión del suelo son importantes durante los primeros
tres a cuatro años de las plantaciones. Por otra parte, las plantaciones de pino radiata
tienen una mayor tasa de evapotranspiración que las praderas naturales o bosques
nativos, afectando a los ciclos hidrológicos de las cuencas en que se desarrolla la
actividad, afectando también la concentración de sedimentos87.
2.2.4 La sostenibilidad y el uso de los recursos forestales
Para dar cumplimiento a los conceptos de sustentabilidad del uso de los recursos
forestales se debe considerar88:
•
El cumplimiento de la condición de que la tasa de extracción del recurso
forestal no supere a la tasa de renovación en bosques nativos en los cuales el
ciclo de rotación puede exceder 80-100 años, implica la cosecha de no más
de un promedio del 1% del bosque al año, sumando la producción de todas
las propiedades forestales de un área de características similares. Mientras
que en algunas propiedades grandes se puede mantener económicamente una
cosecha sostenible, los pequeños propietarios no lo pueden, de tal manera que
la sustentabilidad del recurso forestal no se cumple.
• Las formas de manejo tradicional no aseguran la mantención de la integridad
del bosque como ecosistema, debido a que su enfoque está restringido a
manejo de rodales, con una limitada atención a las otras escalas espaciales de
variación y a la mantención de procesos ecosistémicos vitales.
• El manejo silvícola convencional prolongado ha conducido a la degradación,
fragmentación y simplificación de hábitats críticos para la sobrevivencia de la
vida silvestre.
a)
Contrarrestar las tendencias actuales
87
Gayoso, J. 1996. Costos ambientales de las Plantaciones de Pinus radiata D. Don. Bosque vol 17 # 2: 15-26
Frank, D. y Finkch, M. 1997. Impactos de las plantaciones de pino oregón sobre la vegetación y el suelo en la
zona centro-sur de Chile. Revista Chilena de Historia Natural. Vol 70: 191-211. Bonilla, C., Bonomelli, C. y
Urrutia, G. 2002. Distribución espacial y temporal de la precipitación y la humedad del suelo en tres sitios
forestales de la VIII Región de Chile. Agricultura Técnica. vol.62 # 4. Pizarro, R., Jordán, C. y Farías, C. 2003.
Evaluación de la Escorrentía Superficial en Plantaciones de Pinus Radiata (D. Don) y Bosques Naturales en una
Cuenca de Chile Central (1960 - 2000). XII World Forestry Congress. Quebec City. Canada. Heuber, A. y
Trecaman, R. 2004. Eficiencia del uso del agua en plantaciones de Pinus radiata D. Don en Chile. Bosque. Vol
26 # 1: 77-91. Pizarro, R., Benítez, A., Farías, C., Jordán, C., Santibañez, F., Sanguesa, C., Flores, J., martinez, E.
Y Roman, L. 2005. Influencia de las masa boscosas en el régimen hídrico de una cuenca semiárida, Chile.
Bosque. Vol 26 # 1: 77-91.
88
Donoso, C. y Lara, A. 1999. Silvicultura de los bosques nativos de Chile. Editorial Universitaria. Santiago. 412
pp.
55
Será muy difícil frenar las tendencias actuales de degradación de los ecosistemas
forestales en Chile sin realizar primero cambios en el comportamiento social y
económico. La estrategia debe provenir del lado económico del problema y
organizarse en tres líneas de acción: (i) desarrollo de un mercado y determinación de
precios por los servicios ambientales que proporcionan los bosques; (ii) aumento del
valor comercial de los bosques naturales a través de la certificación y el eco
etiquetado; (iii) forestación, (iv) expansión de medidas de conservación relativas a
los recursos forestales, incluyendo la creación de un mayor número de áreas
protegidas y combinado esto con oportunidades de desarrollo sostenible e
inversiones del sector privado cuando sea posible; y (v) formulación de medidas
administrativas pertinentes89.
b)
Reconocer los servicios ambientales que proporcionan los bosques
Es posible que el manejo forestal para obtener productos maderables y no
maderables no sea rentable para el sector privado bajo las condiciones sociales y
económicas vigentes. Los costos adicionales del manejo forestal, derivados de la
utilización de técnicas que hagan posible la sostenibilidad, lo hacen aún menos
rentable en el corto plazo. Por lo tanto, para que el manejo forestal sostenible se
convierta en realidad es esencial que todos los que se benefician de los servicios o
externalidades ambientales generados por los bosques paguen por ellos. Así, los
bosques serían manejados con cuidado para producir bienes de manera tal que se
logre mantener un nivel elevado de generación de servicios.
Dado el problema del cambio climático global, el servicio económico más
importante que prestan los bosques es el almacenamiento del carbono que de otro
modo iría a parar a la atmósfera. El valor de este servicio se puede calcular con base
en el volumen de carbono capturado por unidad de superficie y por el costo incurrido
en reducir las emisiones.
La captura o fijación de carbono no es, por supuesto, el único servicio que prestan
los bosques. La conservación del ciclo local del agua y la protección de cuencas para
mantener la cantidad y calidad del agua, especialmente para la energía y el consumo
industrial y urbano, son igualmente esenciales. El suministro y la calidad del agua de
una cuenca son servicios que deberían ser estimados para propósitos de valoración.
Aunque la conservación de la biodiversidad de los bosques naturales es un servicio
similar al de la reducción del efecto de invernadero, es mucho más difícil lograr que
la gente pague por él, especialmente debido a que la Convención sobre Diversidad
Biológica establece reglas que son particularmente difíciles de aplicar en lo que se
refiere al acceso de los recursos genéticos, incluyendo todas las complejidades
inherentes en los derechos de propiedad intelectual y las patentes. Además de la
89
Dourojeanni, M. 2000. El Futuro de los bosques naturales de América Latina. En: Políticas forestales de
América Latina. Banco Interamericano de Desarrollo. New York. 317 pp. Y Lara. A. 2004. Conservación de los
ecosistemas boscosos: algunas lecciones de los últimos 20 años. Ambiente y desarrollo vol 20 # 2.
56
fijación de carbono y la conservación de la biodiversidad, los bosques proporcionan
muchos otros beneficios públicos, algunos de los cuales son bastante tangibles como
su capacidad de protección contra avenidas (flood) y deslizamientos de suelo
(landslides), y otros más difíciles de medir como es el valor estético de los paisajes
naturales, su función de refugios de vida silvestre, como recursos para la
investigación científica y otros valores.
La reforestación de ecosistemas degradados puede ofrecer beneficios positivos en
términos ambientales y de conservación de la biodiversidad. Más aún, es posible que
a través de la rehabilitación se recuperen tierras degradadas para la producción de
leña. Esta opción puede ser altamente eficiente en función de los costos ya que
normalmente requiere inversiones modestas comparadas con las que exige la
reforestación total con especies maderables.
c)
Aumentar el valor comercial de los bosques
¿Cómo se pueden aumentar los precios sin distorsionarlos? La escasez de maderas de
alta capacidad calórica y las fuerzas del mercado son factores determinantes. Para
cubrir el valor de un manejo sostenible de los bosques no basta con dejar que las
especies se vuelvan poco comunes. La integración vertical de la producción,
manejada por expertos forestales, es una posibilidad. Otra posibilidad es adoptar, a
través de mecanismos regulatorios de comercio, una política formal de selección de
especies de maderas calóricas, las cuales deberían aparecer asociadas con la
"certificación".
Además del consenso necesario a nivel nacional, esta estrategia tiene cuatro
condiciones: (i) aumentar el número de especies de maderas de alta capacidad
calórica en el mercado, tanto para incrementar la rentabilidad como para reducir las
presiones sobre las especies que se comercializan actualmente; (ii) asegurar que la
mayor parte de los beneficios derivados de los precios más altos se quede en manos
de los productores que manejan los bosques, (iii) aplicar los mismos criterios a los
mercados locales, y (iv) generalizar el eco etiquetado hasta un punto tal que se
elimine la práctica de extraer madera de aquellos bosques que no estén manejados.
d)
Inversión en forestación con fines energéticos.
Las plantaciones dendroenergéticas podrían reducir la presión sobre los bosques
naturales proporcionando madera barata, leña y otras materias primas, permitiendo a
su vez otros usos para la madera proveniente de los bosques naturales. Sin embargo,
el desarrollo de plantaciones no debe ocurrir a costa de los ecosistemas forestales
nativos. La forestación es viable donde hay demanda de productos madereros y
donde existen tierras degradadas disponibles para establecer plantaciones.
57
2.3
Cambio Climático
2.3.1 Análisis efectos a nivel global
Las emisiones de gases provenientes de cualquier combustión alteran la composición
química de la atmósfera, debido al aumento progresivo de las emisiones de GEI, de
especies químicas oxi-carbonados y n-nitrogenados, y la acumulación de éstos en la
atmósfera, indistinto de cuál sea su fuente, está provocando un cambio climático90, el
que en algunas situaciones extrema las condiciones de existencia de los organismos
vivos al adicionarle la variabilidad natural cíclica anual observada en algunos
fenómenos naturales.
El CAIT91 ha estimado que el 62.7% de los GEI provienen de procesos energéticos,
debido a lo cual la IEA92 , menciona la conveniencia que presenta sustituir las
plantas energéticas basadas en combustibles fósiles, por otras basadas en biocombustibles, debido al concepto que el combustible fósil libera a la atmósfera
carbono capturado de tiempos pasados, de forma contraria al bio-combustible, el
cual hace recircular, el carbono accesible libremente en la atmósfera, considerando
que actualmente la bioenergia representa aproximadamente el 11% del consumo de
energía primaria a nivel mundial, lo cual asciende a 44 exajoule (EJ) de consumo por
año, siendo un 84% de esta energía es consumida por los países en desarrollo93 , se
calcula que su potencial mundial de contribución a la matriz energética al año 2005
podría ascender entre los 95 a 280 EJ94 , lo cual podría sustituir la emisión de 1,4 y
4,2 gigatoneladas al año de carbono fósil, lo que implicaría una disminución de GEI
provenientes de fuentes fósiles que oscilaría entre el 5% y 25%.
2.3.2
Análisis de efectos a nivel local
En primer lugar es necesario señalar que los efectos del cambio climático en Chile,
según CONAMA29 deben ser analizados teniendo en cuenta que, Chile es un país
social, económica y ambientalmente vulnerable al cambio climático, ya que cumple
con la tipificación de vulnerabilidad contemplada en el artículo 4.8 de la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, al poseer zonas costeras
bajas; zonas áridas y semiáridas; áreas susceptibles a la deforestación o erosión, a los
desastres naturales, a la sequía y la desertificación; áreas urbanas altamente
contaminadas, y ecosistemas frágiles. En segundo lugar, el Estado no conoce a
ciencia cierta los costos económicos de los impactos esperados del cambio climático
para el territorio nacional y, en tercer lugar, Chile es parte ratificante de la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y de su
90
91
92
93
94
Estrategia nacional de cambio climático – Gobierno de Chile - 2006
Climate Analysis Indicators Tool (CAIT) Vers5.0. (Washington, DC: World Resources Institute,
2008).
International Energy Agency, Comunicado 38.
AIE Estadística, 2000a
Hall, D. O. and Scrase, J. I. (1998) Will biomass be the environmentally friendly fuel of the
future? Biomass and Bioenergy,15, 357–367.
58
Protocolo de Kyoto, por lo cual tiene responsabilidad en el cumplimiento de las
obligaciones adquiridas aunque no posea compromisos de reducción de emisiones.
Los efectos tangibles del cambio climático en el territorio nacional acusados por
grupos científicos nacionales son los siguientes; el Núcleo Científico Milenio
FORECOS (Universidad Austral de Chile), documentó una sostenida tendencia a la
baja en los registros de caudales de ríos de la X Región, cambios en la distribución
de la vegetación de la zona sur austral y variaciones con una tendencia a la
disminución en las precipitaciones, en los últimos 71 años, registradas en las
estaciones meteorológicas ubicadas entre Concepción y Puerto Aysén.
La importancia del uso de la leña y otros combustibles a partir de biomasa en
relación al fenómeno del cambio climático está especialmente asociada a los efectos
de atenuación o intensificación de algunos de los impactos recién mencionados,
específicamente la desertificación y la reducción de recursos hídricos, bajo distintos
escenarios de extracción y manejo de la biomasa, determinantes para a
sustentabilidad local, como se indica en el punto 2.2.
Esto sugiere la necesidad de considerar de manera relevante la extracción y el
manejo sustentables de la biomasa en los planes nacionales, regionales y locales que
nuestro país debe desarrollar en su estrategia para enfrentar el cambio climático.
59
Capitulo 3. Antecedentes socioculturales
3.1 Coordenadas Generales del uso de la leña en Chile
3.1.1 Sobre las perspectivas presentes en el análisis de la leña
En 1995 el antropólogo Francisco Mena identificaba que en Chile las actitudes y
opiniones referentes a la leña y el bosque nativo se articulaban en perspectivas
cerradas que reducían la capacidad de diálogo, tanto entre los especialistas como
entre los especialistas y la opinión pública. Esta cuestión la observó como sensible
pues dificultaba la realización de iniciativas basadas en proyecciones consensuadas.
MENA entendía que estas perspectivas eran las “conservacionistas” y las
“mercantilistas” y, entendía, a su vez, que ambas debían articularse pues sólo así se
darían efectivamente los acuerdos necesarios para enfrentar los desafíos que cada
una por separado se proponían, la conservación del medio ambiente y el desarrollo
socio-económico95.
David Tecklin y Rodrigo Catalán, en una de las principales y más recientes obras
referidas a las implicancias sociales del manejo de recursos naturales del país, en
Bosques y Comunidades del Sur de Chile, señalan que estas dos perspectivas en
pugna se plasman en la práctica priorizando consecuentemente la conservación
ambiental o los aspectos económicos. Ellos advierten, además, que esta estrategia
dual no beneficia a las comunidades que se ven involucradas en su desenvolvimiento
desentendiéndose de una tarea que observan es de primera importancia: superar la
persistente pobreza y marginalidad de las comunidades rurales96.
En el trasfondo de los análisis expuestos se encuentra la comprensión de que es
deseable integrar ambas perspectivas, lo que en la literatura especializada se
consigna como “desarrollo sustentable”. El diagnóstico sobre los cuales se construye
esta comprensión acentúa el hecho de que no es “viable la alternativa de impulsar la
conservación con comunidades sin pensar en el desarrollo local. [Así como]
Tampoco sería sustentable plantear el desarrollo local sin criterios de
conservación”97. Así, se asume como necesaria la planificación de estrategias
integradas que apunten a transformaciones significativas en las dos dimensiones
expuestas.
La importancia de intervenir el curso que ha venido siguiendo en las últimas décadas
la explotación de los recursos forestales se juzga en base a la apreciación de que ella
95
96
97
Mena, Francisco. 1995. “Reflexiones desde la Antropología: El Ser Humano y su Larga Relación con los
Bosques”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. XI, n° 1, p. 68.
“El desarrollo forestal y la conservación de la biodiversidad se han visualizado desde una perspectiva dual o
dicotómica: por una parte, se ha propiciado la industrialización de las plantaciones forestales exóticas, ya
que esto contribuye al crecimiento económico del país y, por otra, se ha fomentado la creación y el manejo
de áreas silvestres protegidas como principal estrategia de conservación.” Tecklin, David y Catalán,
Rodrigo. 2005. “La Gestión Comunitaria de los Bosques Nativos en el Sur de Chile: Situación Actual y
Temas en Discusión”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, p. 19.
Tecklin, D. y Catalán, R. 2005. Op. Cit. p. 37.
60
en el futuro mediato no será rentable ni en lo económico ni en lo ambiental,
perpetuándose así, por añadidura, la precaria situación social de las comunidades
rurales que usufructúan directa o indirectamente con estos recursos. Siendo éste un
diagnóstico que no sólo se ciñe al ámbito chileno, ello en virtud de que la escasez de
leña es un problema ambiental de primera magnitud en gran parte de los países
subdesarrollados98.
Esta perspectiva integrada es la que permitirá ir entendiendo, a lo largo de esta
sección, que las propuestas no deben girar en torno a la comprensión de que las
comunidades rurales son las que arrasan con el bosque nativo producto de la
extracción de leña que de él se hace, ni que lo ideal sería desincentivar el uso de la
leña en la diversidad de espacios en que ella entrega su energía. Se estima que,
asumiendo que existe una escasez relativa de leña, ella con un buen manejo forestal,
un uso apropiado de la leña y una consideración adecuada de los aspectos
socioculturales que intervienen en su uso, permitiría llevar a la práctica
efectivamente un desarrollo sustentable.
3.1.2 El uso de la leña en los sectores residencial, urbano e industrial
El uso de la leña en el país es cuantitativamente importante pues satisface alrededor
del 20% del consumo total de energía y es, según el Balance Nacional de Energía
2007, el segundo combustible en importancia luego del petróleo. El destino de la
leña es mayoritariamente el consumo residencial, comercial y público (65,7%),
siendo el porcentaje restante destinado a fines industriales y mineros99. La cifras
estimadas dan cuenta de cerca de 14,9 millones de m3 sólidos de leña consumidas
cada año en el país (ver Capítulo 4).
Detrás de este significativo consumo de leña se encuentra su bajo costo en
comparación con otros combustibles, lo que la torna incluso capaz de contrarrestar
una serie de desventajas comparativas como sus mayores costos de inversión en lo
referido a la adquisición, uso y mantención de los artefactos requeridos para su
combustión100.
98
Muñoz, Andrés y Yañez, José. 2003. “Aspectos Ambientales de la Leña”. En: Burschel, Heinrich y otros.
Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile, Editorial Universitaria, p. 95.
99
Véase Comisión Nacional de Energía. 2007. Balance Nacional de Energía año 2007, Santiago de Chile. Según
los antecedentes bibliográficos, en el sector industrial la leña se utiliza, entre otros, para la generación de energía
termoeléctrica que surte a complejos madereros y para la producción industrializada de la leche. Véase
respectivamente Bello, Álvaro. 2003. “Aspectos Sociales y Culturales Involucrados en la Producción, Consumo y
Uso de la Leña”. En: Burschel, Heinrich; Hernández, Angélica y Lobos, Mauricio. Leña: Una Fuente Energética
Renovable para Chile, Editorial Universitaria, Santiago, p. 35 y Hoffmann, Adriana y otros. 2001. Enciclopedia
de los Bosques Chilenos: Conservación, Biodiversidad, Sustentabilidad, Defensores del Bosque Chileno,
Santiago, p. 62. En el ámbito urbano de Temuco se ha pesquisado el consumo de leña como combustible en
panaderías y pastelerías, aunque sólo en un tercio de ellas. Con respecto al uso comercial e institucional, también
en la ciudad de Temuco, éste se limita a fines de calefacción, constatándose su uso extensivo en hoteles, bancos y
establecimientos educacionales. No siendo así en los establecimientos relacionados a la salud en donde la
calefacción se genera mediante otras fuentes de energía. Estos últimos antecedentes se encuentran en Lobos,
Mauricio. 2001. Estudio Preliminar sobre Producción, Comercialización y Consumo de Leña en la Ciudad de
Temuco, Documento n° 3, Serie de Publicaciones WWF Chile, Programa Ecoregión Valdiviana, pps. 26 y 27.
100
Kausel, Teodoro y Vergara, Carlos. 2005. “El Uso de la Leña como Combustible en la IX Región. Aspectos
Económicos”. En: Burschel, Heinrich; Hernández, Angélica y Lobos, Mauricio. Leña: Una Fuente Energética
Renovable para Chile, Editorial Universitaria, Santiago, p. 46.
61
Una proporción significativa de la leña que se consume en el país proviene de
especies y/o bosques nativos, no obstante existe cautela por parte de los analistas a la
hora de estimar los números exactos de dicha cantidad. Apreciaciones como las
expresadas por Alejandro Blamey representan esta mesura: “Por provenir en su
mayoría del bosque nativo, especialmente en regiones de la zona sur del país […] es
una de las razones más importantes de destrucción del bosque nativo”101. Patricio
Emanuelli, en un reciente estudio sobre las perspectivas comerciales del manejo del
bosque nativo indica que, según estimaciones del Instituto de Investigaciones
Forestales (INFOR) publicadas en 1999, “el consumo de leña a escala nacional,
durante 1998, se elevó a 10,3 millones de m3; de los cuales 6,3 millones (61%)
corresponderían a bosque nativo. Por lo anterior, el consumo total de maderas
nativas utilizadas, tanto en la industria primaria como en combustible, ascendería a
7,4 millones de m3. Esto implica que del orden del 85% de la madera que se extrae
de los bosques nativos se utiliza como combustible, lo que conlleva un mínimo de
valor agregado y precios de venta muy reducidos”102. Complementando lo expuesto,
Andrés Muñoz y José Yáñez informan, basados en opiniones de la Corporación de la
Madera, que del total del bosque nativo explotado “un 11% es para usos
tradicionales, un 12% para astillas y un 77% para leña”103.
Según la perspectiva ambientalista, que se refiriere al principio de este apartado, esta
situación es problemática para la supervivencia del bosque nativo. no obstante, las
perspectivas más progresistas, orientadas por el horizonte del desarrollo sustentable,
advierten que la amenaza sobre el bosque nativo no se debe únicamente a su
usufructo en forma de leña, debiéndose recordar todos los procesos que afectaron y
afectan al bosque como lo son la creación de nuevas áreas de cultivo, su reemplazo a
favor de plantaciones y otros impactos derivados de la expansión de las fronteras
urbanas104.
3.1.3 Constantes en el consumo de leña a nivel nacional
Existen tres constantes en el consumo de la leñan: (a) el consumo de leña en el país
se incrementa a mayor latitud, (b) aumenta según sea urbano o rural el tipo de
asentamiento y (c) se eleva durante la época invernal105. Así lo entiende por ejemplo
Nayaret Gutiérrez quien, en un reciente trabajo, afirma que, “respecto de los
consumos totales de leña y derivados por región, se observa un aumento en sentido
norte-sur. Este aumento se explica básicamente por dos razones: la primera es el
factor climático, pues a mayores latitudes la estación invernal es más prolongada y
rigurosa, lo que incrementa el consumo en calefacción; la segunda razón, es el
101
Blamey, Alejandro. 2003. “Discurso del Director Regional de CONAF IX Región Sr. Alejandro Blamey
Alegría”. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile, Editorial
Universitaria, pp. 23.
102
Emanuelli, Patricio. 2005. “Perspectivas Comerciales del Manejo del Bosque Nativo de Pequeños y Medianos
Propietarios: Una aproximación desde la Experiencia del PCMSBN”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques
y Comunidades del Sur de Chile, Editorial Universitaria, Santiago, p. 93.
103
Muñoz y Yäñez. 2003, Op. Cit., p. 101.
104
Blamey. 2003. Op. Cit. p. 23 y Muñoz y Yáñez. 2003. Op. Cit., p. 96.
105
Véase Díaz, Fernan; Del Valle, Alfredo; Díaz, Álvaro y Saez, Juan Carlos (1984) “Fuente y Usos de Energía
en el Sector Rural Pobre de Chile. Síntesis de Ocho Estudios de Caso”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. I, n° 1,
p. 139; Gómez-Lobo y otros. 2005. Op. Cit., p. XX y Lobos. 2001. Op. Cit., pps. 5 y 19.
62
aumento de la disponibilidad de recursos vegetacionales”106. Otra información
complementaria aporta el equipo de Roberto Murúa que, en 1993, a propósito de la
necesidad de impulsar la plantación de bosques para producir energía, señala que la
leña es “usada a lo largo de todo el territorio y con un marcado incremento de norte a
sur. En el norte su uso es exclusivamente doméstico y en sectores rurales, y en el sur,
en cambio, se agregan el uso urbano, tanto doméstico como industrial”107. Según
estimaciones recientes el consumo de leña en invierno puede incluso llegar a
duplicar el consumo de verano108.
La siguiente tabla apoya los antecedentes aportados hasta el momento respecto del
consumo de leña según regiones y sector.
Tabla 3.1: Proyección del Consumo de Leña y Desechos Industriales, en m3 sólidos,
por región y sector
Fuente: Gómez-Lobo y otros. 2005. Op. Cit., p. xiii.
3.1.4 Principales usos de la leña en el sector residencial
En el sector residencial, la leña es utilizada principalmente para fines de calefacción,
cocción de alimentos y calentamiento de agua109.
Otro aspecto en que hay acuerdo es que en la realidad la calefacción y la cocción de
alimentos son satisfechas de manera simultánea, lo que hace que la leña adquiera un
carácter de combustible multifuncional110.
106
Gutierrez, Nayaret. 2007. Estimación de la Demanda de Leña a Nivel Familiar en dos Comunidades Mapuche
de la Comuna de Melipeuco, IX Región de la Araucanía, Memoria para optar al Título Profesional de Ingeniero
Forestal, Universidad de Chile, Santiago, p. 9.
107
Murua, Roberto; Miranda, Juan Carlos y Ramírez, Carlos. 1993. “Necesidad de una Política de ‘Bosques para
leña’”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. IX, n° 3, p. 75.
108
Díaz, Fernan. 1985. “Consideraciones sobre la Energía en el Sector Rural Chileno”. En: Ambiente y
Desarrollo, Vol. I, n° 2, pp. 31 y Gómez-Lobo y otros. 2005. Op. Cit., p. xvi
109
En el trabajo lidearado por Andrés Goméz-Lobo se determina que, “según las encuestas disponibles, el
principal uso de la leña en el sector residencial es la calefacción, con proporciones que varían desde el 99,4% al
51,4% del consumo total de leña por parte de los hogares. El siguiente uso más común de la leña es para
cocinar.” Gómez-Lobo y otros. 2005. Op. Cit., p. xv.
110
A propósito de esto Belford Portal señala: “La importancia del uso de la leña de los bosques templados
lluviosos en los hogares urbanos, parece basarse en la variedad de funciones sucesivas o bien simultáneas que se
pueden satisfacer como: calefacción, cocción de alimentos, secado de ropa y agua caliente”. Portal, Belford. S/F.
63
Se apunta, además, que para desplegar su funcionalidad la leña se utiliza en distintos
artefactos que van desde un simple fogón hasta una compleja estufa de combustión
controlada. Entre los artefactos que pueden encontrarse en los hogares nacionales se
encuentran desde los tarros hechizos, las cocinas de fierro, las salamandras, las
chimeneas, hasta hornos y calderas. El uso de uno u otro artefacto depende de una
serie de variables como la cultura y la clase social de los usuarios, las cuales podrán
ser sopesadas con detenimiento en la próxima sección. Este panorama general del
uso de la leña a nivel residencial se completa al señalar que sus fines son
compartidos con otros combustibles, apreciándose como usual el hecho de que coexistan distintos modos de calentar ambientes y/o cocer alimentos, los que utilizan
otras fuentes de energía como el gas y la electricidad.
Para articular las dimensiones referidas al uso de la leña se utilizarán algunas
informaciones sugerentes encontradas en las fuentes consultadas. Así por ejemplo
Nayaret Gutiérrez informa que en algunas comunidades mapuche rurales de la
Araucanía el 71,4% de las familias consumen leña como energético exclusivo
mientras que el 28,6% restante consume leña a la vez que le complementa con gas.
Gutiérrez expone, además, que casi el 10% de estas comunidades utiliza todavía el
fogón, que el 5,9% utiliza tarro hechizo y que el 64% tiene únicamente una cocina a
leña111. Por su parte, un estudio realizado por la Universidad de Concepción, en el
año 2002, a propósito del uso residencial de la leña en Temuco y Padre las Casas,
permite entender la complementariedad energética que posee la leña al señalar que
ella comparte sus roles de calefacción y cocción de alimentos con artefactos en base
a gas112.
3.2 Variables que inciden en la complejidad del uso de la leña en Chile
3.2.1 Sobre la complejidad del uso de la leña
Determinar los usos y percepciones asociadas a la leña en Chile adquiere un carácter
complejo porque son muchas las variables las que actúan en dicha realidad. Entre las
principales se encuentran las características culturales, sociales y económicas de los
beneficiarios, el modo de asentamiento en que ellas se desenvuelven así como el
clima a que se ven afectos. A Estos se deben sumar los fines para los cuales se
destina la dendroenergía y todo lo relacionado con el mercado, la forma de
El Impacto Social sobre el Bosque Nativo de Chiloé Insular, Proyecto Fondecyt n° 1020034, Departamento de
Ingeniería Geográfica, Universidad de Santiago de Chile. Obtenido en julio de 2008 en:
http://www.cartografia.cl/download/belfor.pdf, p. 3.
111
Gutiérrez. 2007. Op. Cit., p. 42 y 45.
112
“El principal combustible utilizado para cocinar es el gas licuado (65% para Temuco y 50% para Padre las
Casas), mientras los hogares que sólo cocinan con leña representan una fracción minoritaria en las comunas
señaladas. Sí tiene una mayor relevancia la combinación leña/gas, comparativamente mucho mayor en Padre Las
Casas (35 %) que en Temuco (12 %). Por tanto, el uso de leña en cocinas es prioritariamente para calefaccionar y
no para cocinar, como cabría esperar. Este es un aspecto fundamental a considerar y priorizar en la toma de
decisión para disminuir la contaminación atmosférica por quema de leña en los domicilios en Temuco y Padre las
Casas.” Universidad de Concepción. 2002. Priorización de Medidas de Reducción de Emisiones por Uso
Residencial de Leña para la gestión de Calidad del Aire en Temuco y Padre las Casas, Informe Final,
Universidad de Concepción – CONAMA, p. 5-28.
64
aprovisionamiento o, lo que es lo mismo, el modo de producción y distribución que
posee la leña desde el bosque hasta su destino final.
A la complejidad que otorga la gran cantidad de variables que se conjugan en los
usos y percepciones relativas a la leña se agrega, además, que según la opinión de
destacados especialistas del ramo, la cantidad y calidad de la información
sistematizada no es satisfactoria, lo que hace que, finalmente, esta sección en su
conjunto deba entenderse más como una aproximación bien fundamentada que como
una panorámica exhaustiva de la situación en el país. 113,114
Esta situación no sería exclusiva del país pues así lo entiende también la Oficial
Superior de Silvicultura de la FAO, Katherine Warner, cuando refiere a que, “aunque
se han realizado estudios sobre la leña o sobre productos forestales específicos, los
censos e inventarios no suelen incluir información sobre las actividades familiares
relacionadas con la obtención de una gama completa de productos forestales.”115 El antropólogo Álvaro Bello reafirma lo expuesto y agrega una dimensión
interesante al destacar no sólo que la información es insuficiente sino enfatiza lo
técnico en desmedro de aspectos socioculturales, así: “Una de las principales
limitaciones para el análisis de esta temática se encuentra en la escasa información
que existe sobre el tema de la leña en general. La mayoría de los escasos estudios
conocidos privilegian un análisis técnico de su uso, y sólo se acercan a aspectos
socioculturales cuando se aborda su uso doméstico o su papel en la economía
campesina”116. Esta constatación hizo que Bello, en el principal trabajo al respecto y
que llevó por título Aspectos Sociales y Culturales Involucrados en la Producción,
Consumo y Uso de la Leña, utilizase como una de sus principales fuentes de
información un sondeo exploratorio que adolecía de criterios estadísticos y también
cualitativos, el cual finalmente abarcó sólo a treinta personas117. Pese a que en
términos de volumen y representatividad la información disponible no es
satisfactoria, cierto es también que hay una cantidad suficiente para contornear los
usos y percepciones que posee la leña en el país, para aventurar interpretaciones bien
fundamentadas.
3.2.2 La variable cultural en el uso de la leña
Desde tiempos inmemoriales la leña ha sido usada para satisfacer distintas
necesidades energéticas de las personas, entre ellas las principales han sido la
calefacción, cocción de alimentos y el calentamiento del agua. La estrecha y
113
Kausel y Vergara 2003. Op. Cit., p. 41, entienden que sobre el tema de la leña existe un “conocimiento
fragmentario e incompleto”.
114
Gómez-Lobo y otros. 2005. Op. Cit., p. viii y x, identifican como “precaria” la información sobre el consumo
en zonas rurales y como poco confiables los acercamientos a la situación de los grandes consumidores
comerciales, institucionales e industriales en virtud de la poca rigurosidad técnica de los estudios que se abocan a
dichos ámbitos
115
Warner, Katherine. 2007. “La Actividad Forestal y los Medios de Vida Sostenibles”. En: Unasylva, Vol. 58,
p. 81.
116
Bello. 2003. Op. Cit., p. 27. Al respecto véanse también Tecklin y Catalán. 2005. Op. Cit., p. 25 y Sepúlveda,
Claudia. 1994. “Cultura Campesina y Bosque Nativo: Una Relación Olvidada”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol
X, n° 3, p. 52.
117
Bello. 2003. Op. Cit., p. 36.
65
prolongada relación entre las personas y la leña ha hecho que se configure algo que
tiende a entenderse como “cultura de la leña”, cuestión que implica la existencia de
un conjunto de saberes práctico-teóricos tradicionales que se actualizan diariamente
cada vez que se enciende un madero118.
Cada acervo cultural prescribe diferencias significativas que van desde los modos de
producir la combustión hasta los usos finales que se le da a dicha energía, aspectos
que no tienen que ver únicamente con la maximización de la eficiencia energética,
sino que envuelven una serie de actividades tradicionales, como lo es su utilización
en distintos ritos y conmemoraciones. El profundo arraigo que tiene la leña en las
personas adquiere mayor cercanía si recordamos la atracción que el fuego provoca
cuando se está en presencia de él, por ejemplo en una fogata. Instancia que es
propicia para generar momentos de introspección y/o reflexión trascendental muy
similares a los que provoca la contemplación del agua en movimiento, más
específicamente del mar.
Álvaro Bello ayuda a dimensionar la importancia cultural que posee la leña cuando
recuerda que, entre los mapuches, según consta en testimonios de cronistas y
viajeros, “al interior de las grandes rukas existían tantos fogones como esposas con
hijos poseían los hombres, sobre todo los grandes caciques. [Y] En torno al fogón se
congregaban las familias y se transmitía la historia oral y las enseñanzas ancestrales;
era un espacio de sociabilidad y de socialización, desde donde se reproducía la
cultura.”119
La cultura hace que los distintos colectivos posean acercamientos diversos a los
recursos naturales, lo que hace que ellos, aunque se enfrenten a idénticos
requerimientos, por ejemplo calefacción o nutrición, desplieguen estrategias distintas
basadas en comprensiones particulares. Así por ejemplo cuando se entiende que la
combustión de la leña mediante fogones en la cultura mapuche sea una modalidad
poco eficiente y que debe ser cambiada, o modernizada, es plausible también pensar
que ellos entiendan de la misma manera nuestro sistema de transporte públicoprivado en la ciudad de Santiago, es decir, que es poco eficiente y debe ser
cambiado. La tolerancia y respeto intercultural es una práctica difícil y con pocas
expresiones concretas que hablen de su viabilidad, siendo un ámbito de acción y
reflexión embrionario que no posee más de cinco décadas. En la práctica las
diferencias de apreciación sustentadas en distintos acervos culturales se han usado
para descalificar al otro y para justificar la imposición de los propios criterios
culturales como los únicos válidos, cuestión que trae consigo desavenencias y
conflictos y, a la larga, cimienta procesos de desarrollo con una débil base de
sustentabilidad intercultural.
Lo más significativo de la variable cultural lo explican adecuadamente es en el
trabajo expuesto en “Doce Años Acompañando a los Campesinos Forestales”,
cuando se señala que es necesario entender que las distintas colectividades poseen
118
Véase Kausel y Vergara. 2003. Op. Cit., p. 41; Bello. 2003. Op. Cit., p. 31 y Bello, Álvaro. 2005. “Enfoque de
Género en el Trabajo de Extensión Forestal”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur
de Chile, Editorial Universitaria, Santiago, p. 78.
119
Bello. 2003. Op. Cit., p. 31.
66
una visión compleja, particular y efectiva sobre su entorno sea natural o cultural. Por
lo que cuando se realizan acercamientos a estos espacios de diferencia no se opera
sobre una tabla rasa que habría que llenar con las ideas y comprensiones de los
agentes externos, idea ampliamente extendida en América Latina desde hace más de
100 años. En este sentido Burschel y Rojas, sus autores, entienden que los
campesinos tienen prácticas de manejo forestal particulares pero no por ello
ineficientes o agresivas con el medioambiente120.
El entender que las distintas colectividades tienen sus modos particulares de encarar
las situaciones implica entender, también, que ellos tiene formas propias de
asociatividad, de trabajo colaborativo, de desarrollarse socialmente. Ello ha de ser
una premisa que debe hacer sospechar de quienes piensan que, por ejemplo, los
campesinos tienen una “cultura individualista” y por ello los planes de desarrollo
socioeconómico que se han impulsado desde el Estado u Organismos No
Gubernamentales han fracasado. La base del trabajo asociativo es la confianza y la
reciprocidad, siendo éstos activos que poseen en menor o mayor grado todas las
colectividades, cuestiones que hay que tratar de potenciar antes que reemplazar121.
Por ultimo, entre los aprendizajes que han obtenido las ciencias especializadas en el
análisis de la cultura y las relaciones interculturales se cuenta, además, la necesidad
de entender que, no porque una acción o conocimiento tiene arraigo cultural éste es
deseable e inamovible122.
3.2.3 La variable socioeconómica en el uso de la leña
Diversos estudios dan cuenta de que en todos los estratos socioeconómicos del sur
del país se utiliza a la leña como fuente de energía123. No obstante, la cantidad de
leña consumida y los usos que se le dan a su energía difieren según el estrato de que
se trate. Aquí se referirá al tema en base a un estudio de Mauricio Lobos que tuvo
como universo a la ciudad de Temuco.
120
Burschel, Heinrich y Rojas, Álvaro. 2005. “Doce Años Acompañando a los Campesinos Forestales”. En:
Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial Universitaria, Santiago, p. 130.
121
Durston, John y otros. 2005. Comunidades Campesinas, Agencias Públicas y Clientelismos Políticos en Chile,
Grupo de Investigaciones Agrarias, LOM, Santiago de Chile, p. 57.
122
Un reciente estudio sobre comunidades campesinas en Chile nos provee un testimonio que ejemplifica lo
expuesto: “Antes en el campo imperaba la ley de la selva… el que era más fuerte y más listo tenía todo; el resto,
[sólo lo que tenía] debajo de los pies. Esta comunidad era chica y pasaba en pura guerra así… llena de conflictos,
de odio. Antes era la gente muy rivalista, venía por generación, déle y déle no más, se morían y quedaba el odio
con el otro. Nuestros antepasados pelearon harto y por cosas bien insignificantes: por ejemplo, la explotación de
la leña y carbón, realmente el que era más fuerte con el hacha cortaba todo lo que había a su paso y lo reunía en
miserables monedas.”Durston y otros. 2005. Op. Cit., p. 49.
123
Lobos. 2001. Op. Cit., p. 78 y Murua y otros. 1993. Op. Cit., p. 78.
67
Tabla 3.2 Consumo por hogar de leña en la ciudad de Temuco
Fuente: Lobos. 2001. Op. Cit., p. 22
La tabla 3.2 que da cuenta del consumo de leña en la ciudad de Temuco, entrega
varias informaciones de interés. Por un lado indica que el consumo de leña por
persona es más elevado en los estratos altos y por otro que el consumo en los
sectores bajos es más elevado que en los estratos medios. Tal información, no
obstante, debe procesarse con el hecho que la leña es el combustible más usado de
los energéticos en los sectores pobres y a los cuales estos sectores destinan, en
términos relativos, más ingresos para su adquisición que los estratos de alto ingresos.
Tabla 3.3 Porcentaje de hogares que usa la leña para diversas actividades
Fuente: Lobos. 2001. Op. Cit., p. 21
La tabla anterior muestra que mientras en el estrato alto la leña es utilizada
exclusivamente para calentar ambientes, en los sectores medio y bajo ella se utiliza
con importancia creciente también para cocinar. Se apunta, además, que en el estrato
bajo la leña es relevante también para la satisfacción de otras necesidades como el
secado de la ropa, cuestión que se soluciona con otras tecnologías y combustibles en
los estratos medio y alto, probablemente con secadoras eléctricas. Al respecto,
expertos señalan: “El 100% de las viviendas del estrato alto posee estufa a
combustión lenta, mientras que en el medio disminuye a un 93% y en el bajo la
disminución es aun más significativa, llegando a un 10%. En el estrato social bajo
predomina el uso de la cocina a leña, que se encuentra en el 85% de los hogares
encuestados y de las estufas o salamandras, que se emplean en el 30% de los
hogares. Esto también evidencia que la leña se emplea para cocinar principalmente
en el nivel socioeconómico bajo, donde un 80% de las viviendas usa este sistema;
mientras que el medio, sólo un 12% lo hace y en alto no se emplea leña para
cocinar.”124
124
Lobos. 2001. Op. Cit., p. 20.
68
Tabla 3.4 Número de horas al día que se emplea calefacción a leña
Fuente: Lobos. 2001. Op. Cit., p. 21
Esta tabla indica que son los estratos medios y altos los que mantienen más horas del
día encendidos sus estufas a leña. Diferencia significativa que probablemente tiene
directa relación con la calidad de las tecnologías utilizadas, las que en los sectores
bajos tiene menor eficiencia.
Tabla 3.5 Tipo de combustible usado para calefacción (% de hogares)
Fuente: Lobos. 2001. Op. Cit., p. 20.
La tabla da cuenta que si bien en todos los estratos se ocupan distintos combustibles
para la calefacción, los estratos medio y alto utilizan preferentemente leña seguidos
de gas y electricidad. Mientras que el estrato bajo utiliza también la leña pero con
mucho protagonismo también el gas y, en menor medida, también la parafina. Esto
enseña que en el estrato medio y alto la calefacción se resuelve principalmente
mediante estufas de combustión controlada, en tanto que el estrato bajo adquiere
mayor preponderancia el gas.
Aunque la cantidad de leña consumida a nivel urbano no difiera significativamente,
existen usos diferenciados que tienen que ver con la mayor o menor capacidad de
proveerse de otras fuentes de energía (principalmente por el precio) y con el tamaño
y la calidad de las viviendas. Así por ejemplo en los estratos altos el consumo de
leña se destina exclusivamente a la calefacción, utilizándose una o más estufas de
combustión controlada por largos períodos de tiempo, ello en consideración del
mayor tamaño que poseen sus residencias. Mientras que en el estrato bajo la cantidad
de leña utilizada sería similar debido a que la tecnología que utilizan es menos
eficiente, teniendo más preponderancia las cocinas a leña lo que se suma a los
69
deficientes sistemas de aislación térmica que poseen dichas casas125. Aquí la cocina a
leña no estaría prendida durante todo el día y se usaría tanto para calentar ambientes
como para cocinar alimentos.
La variable socioeconómica también incide en que las formas de aprovisionamiento
de la leña sean distintas. Así mientras una parte importante del estrato bajo urbano y
la totalidad de los estratos medio y alto compran la leña. Una parte del estrato bajo
urbano, el que presenta mayor pobreza, junto a porcentajes significativos de la
población rural, se autoabastece mediante la recolección, cuestión que se aprecia con
más detalle antes de que termine esta sección.
En su estudio sobre el mercado de la leña en la ciudad de Temuco se entrega un dato
fundamental que tiene que ver con las diferencias en las formas de abastecimiento de
leña: no existirían lugares cercanos a la ciudad que puedan proveerle de leña,
quedando todos ellos a 70 kilómetros de distancia o más126. Ello incide en la
formación de una cadena de comercialización entre el leñador y el usuario final en la
que participan varias personas. Aunque todos los estratos socioeconómicos urbanos
se aprovisionarían a través de un trato directo con un camionero que traslada la leña
desde su fuente de origen, el estrato alto se abastece significativamente mediante la
compra en picadurías, locales especializados en la compra-venta de leña y los cuales
presentan la ventaja de permitir que el comprador lo haga conforme a sus
necesidades inmediatas.
Tabla 3.6 Lugares de adquisición de leña (% de hogares)
Fuente: Lobos. 2001. Op. Cit., p. 24
Los datos expuesta en la tabla anterior apoya lo reseñado respecto de las formas de
provisión de la leña, permitiendo sopesar además que los estratos medio y alto tienen
acceso directo a las fuentes de leña ya sea porque tienen un campo propio o bien
porque disponen de medios para ir a buscarle a los sectores rurales periféricos. Se
aprecia, también, la enorme importancia que tiene el camión repartidor en todos los
estratos.
125
“Con respecto a la diferencia entre el consumo de leña por hogar entre Temuco y en Padre Las Casas, ello se
atribuye al hecho de que en la comuna de Padre Las Casas, a diferencia de algunos sectores de Temuco, habitan
preferentemente familias del sector socioeconómico medio- bajo y bajo, los cuales tienden a tener viviendas de
menor superficie habitable, por lo cual consumen menos leña y además disponen de un menor presupuestos para
adquirirla.” UDEC. 2002. Op. Cit., p. 5-40.
126
Lobos. 2001. Op. Cit., p. 33.
70
Si bien la leña se compra durante todo el año, lo usual es tratar de adquirirla durante
el período estival pues los usuarios piensan que así se alcanza un punto aceptable de
secado en la leña lo que reditúa un mayor aprovechamiento de su capacidad calórica.
Según estimaciones el 79% de la compra se verificaría en verano127. Informaciones
coincidentes se aprecian en un estudio reciente elaborado en el 2002, aunque aquí
ellos otorgan mayor importancia a la compra de leña durante la época invernal128. La
forma como los usuarios almacenan la leña, según estudios que comprenden
Temuco, Puerto Cisnes y Lago Verde, estas últimas comunas de la Región de Aysén,
coinciden en que la mayoría lo hace bajo techo y de forma ordenada129.
En cuanto a la población que se autoabastece la que vive en la periferia de pueblos y
ciudades tiene la práctica de salir a recolectarla en los sectores rurales aledaños130.
Cuestión que hace parte importante de los habitantes de los sectores rurales quienes
la recolectan de los lugares públicos de los árboles, ganchos o ramas caídas, y,
también, cortan árboles específicamente para dicho fin. A sabiendas de que la
información sobre el medio rural es incompleta, como se señaló en el principio de
ese apartado, se apuntan cuatro elementos que ayudan a dimensionar mejor la
situación del autoabastecimiento de leña en dicho sector.
127
-
En las zonas rurales del sur del país están quienes producen leña como una
actividad económica principal y quienes la generan para satisfacción de sus
necesidades familiares. Dentro de los primeros se estimó que los porcentajes
producidos se reparten casi en parte iguales para un intermediario (40%),
para el destinatario final (32%) y para uso personal (28%). Asimismo, se
infiere que el porcentaje de uso personal se destina, además, a la provisión de
combustible para la familia ampliada y/o para los amigos131.
-
Las fuentes exponen, además, que una parte de la población que recolecta
leña en terrenos públicos como los caminos y las orillas de playa. Así
también una parte lo hace también de manera ilegal en terrenos de otros, sean
plantaciones forestales o parques nacionales132.
-
Se subraya el hecho que en las comunidades rurales, a diferencia de la década
de 1980 en donde el 100% de la leña podía ser autoabastecida, una parte
significativa tiene que ser comprada debido a la escasez relativa del producto.
Así lo ilustra Nayaret Gutiérrez para dos comunidades mapuche de la
Araucanía las cuales deben comprar en algunos casos hasta el 50% de la leña
que consumen133.
Murúa y otros. 1993. Op. Cit., p. 76.
Véase UDEC. 2002. Op. Cit., p. 5-11. Abordo la ciudad de Temuco y la comuna de Padre las Casas.
129
Véase Lobos. 2001. Op. Cit., p. 25 y Cisternas, Juan y Martín, Karina (S/F) Caracterización del Consumo de
la leña en las Comunas de cisnes y Lago Verde, XI Región, Revisado en agosto de 2008:
http://www.florachilena.cl/links/doc/lena_cisnes_lago_verde.pdf, p. 10.
130
Kausel y Vergara. 2003. Op. Cit., p. 47.
131
Véase UDEC. 2002. Op. Cit., p. 5-6 y Bello. 2003. Op. Cit., p. 30.
132
Callieri, Christian. 1996. “Degradación y Deforestación del Bosque nativo por Extracción de Leña”. En:
Ambiente y Desarrollo, Vol. 12, n° 1, p. 44 y Cisternas y Martín. SF. Op. Cit., p. 7.
133
Véanse Díaz y otros. 1985. Op. Cit., p. 32 y Gutiérrez. 2007. Op. Cit., 42.
128
71
-
La recolección de leña está preferentemente a cargo de los varones jefes de
familia, quienes no obstante descansan en el conjunto de los integrantes del
hogar para satisfacer esta necesidad134. Las distancias que se deben recorrer
para aprovisionarse de leña oscila, dependiendo de la latitud del asentamiento
y la disponibilidad de los recursos forestales, entre 1 y 7 kilómetros135. Según
Gutiérrez el tiempo destinado a la autoprovisión de leña es de entre 1 y 5
horas a la semana para el 66% de las familias de las comunidades mapuche
que estudio, en tanto que el 33% destina más de 5 horas en dicha labor,
llegando en algunos casos a superar las 24 horas136.
3.2.4 El impacto social del mercado de la leña
De acuerdo a ciertas estimaciones, al año 2003 el mercado de la leña generaba un
flujo aproximado de 115 mil millones de pesos anuales, los cuales serían un factor
importante de dinamismo en las economías locales y campesinas del país137. Cifras
concordantes a las manejadas, también en ese año por el Director Regional de
CONAF IX Región, señor Alejandro Blamey, quien sostenía que en su región la leña
tenía un flujo aproximado de 10 mil millones de pesos por año, equivalentes a 17
millones de dólares138. En el estudio liderado por Andrés Gómez-Lobo, en tanto, se
estima que el mercado de la leña representa sólo el 0,3% de la actividad económica
del país. Cuestión que sugiere ha de mirarse con reserva pues en algunas regiones, en
particular en la IX y XI, el mercado de la leña es una de las actividades más
importante dentro de las economías locales. En cuanto a los gastos que cada grupo
familiar realiza por concepto de leña, el mismo autor señala que éste es altamente
variable y fluctúa entre los 46 mil pesos anuales en Rancagua y los 323 mil pesos en
Puerto Aysén139. Precio que varía no sólo por la latitud o disponibilidad del recurso
leña, sino que además lo hace por las características de la leña comprada,
principalmente por su densidad y grado de humedad140.
Hay coincidencia en que el mercado de la leña es altamente informal por lo que no se
ajustaría a normativas ni aportaría impuestos. El consenso en este punto en las
fuentes consultadas es amplio y no abre margen a dobles interpretaciones:
“Las características económicas y los aspectos sociales mencionado van
aparejados con un alto grado de informalidad del mercado de la leña, ya que
en él operan muy pocos productores o intermediarios establecidos
formalmente como empresas. Como consecuencia de esta situación, en este
mercado no se pagan impuestos o permisos municipales, no se realizan
cotizaciones previsionales o de salud, y tampoco se llevan estadísticas que
134
Gutiérrez. 2007. Op. Cit., p. 43.
Díaz y otros. 1985. Op. Cit., p. 32.
136
Gutiérrez. 2007. Op. Cit., p. 43.
137
Heimfeld, Ingo. 2003. “Prólogo”. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente Energética Renovable
para Chile, Editorial Universitaria, p. 16.
138
Blamey. 2003. Op. Cit., p. 24.
139
Véanse Gómez-Lobo y otros. 2005. Op. Cit., pps. xix y xvii.
140
Kausel y Vergara. 2003. Op. Cit., p. 44-45.
135
72
permitan cuantificar y analizar la ocupación y/o los ingresos generados por la
leña, por lo cual son sistemáticamente subestimados.”141
Mauricio Lobos identifica que la informalidad del mercado de la leña no sólo afecta
a los intereses del Estado sino que también a un porcentaje mínimo de empresas que
sí cumplen con las disposiciones y normativas vigentes y deben por tanto encarecer
sus precios con la consecuente merma de su atractivo competitivo142. Cisternas y
Martín, a propósito de la situación de Puerto Cisnes y Lago Verde, entienden que en
el mercado informal se realizan aproximadamente el 70% de las transacciones que
involucran a la leña143, cifra que es aumentada al 90% por el estudio de alcance
nacional a cargo de la Universidad de Chile en el año 2005144. Estas estimaciones
son coincidentes con las realizadas el año 2002 por la Universidad de Concepción en
las ciudades de Temuco y Padre las Casas145.
Tanto en la producción y comercialización de la leña como en la producción de los
artefactos que se utilizan para su combustión, trabajan una gran cantidad de personas
que lo hacen, la mayor parte de las veces, de manera estacional conforme opera la
demanda de leña, la cual como ya se señaló se incrementa durante el verano146.
Según estimaciones de la CONAF IX Región son 6.200 personas las que solamente
en la Araucanía trabajarían de forma directa en su cadena de producción, es decir
sobre un 2% de la fuerza laboral de la región147. De entre ellos, 800 personas serían
exclusivamente distribuidores, “entre los que se encuentran cargadores, conductores
de camión y vehículos repartidores, dueños de picadurías y la gente que troza y pica
la leña”148. Por su parte Adriana Hoffman estima que el número total de personas
que en el país obtiene su principal ingreso de la recolección, transporte y
comercialización de la leña oscila entre los 15.000 y 25.000149.
La leña se extrae “en la mayoría de los casos por pequeños propietarios que
consideran a la actividad una fuente importante de ingresos. El bosque que más se
utiliza para la extracción del recurso es el renoval, por ser el más accesible y de
mayor productividad”150. Se evalúa que los precios con que estos productores venden
la leña son exiguos y dejan márgenes de ganancia estrechos que les impiden tener
una participación más decisiva en los sucesivos procesos de comercialización que
tiene el producto151. Álvaro Bello desarrolla adecuadamente esta idea:
“A la situación antes descrita se agrega que la mayor parte de los campesinos
productores de leña, en la práctica, sólo pueden disponer de su bosque para
decidir si lo convierten en leña o no, concluyendo ahí su participación en el
negocio, pues no poseen medios de transporte propio para su traslado y
141
Kausel y Vergara. 2003. Op. Cit., p. 48.
Lobos. 2001. Op. Cit., p. 12.
143
Cisternas y Marín. SF. Op. Cit., pps. 1 y 13.
144
Gómez-Lobo y otros. 2005. Op. Cit., p. xxi.
145
UDEC. 2002. Op. Cit., p. 5-35.
146
Kausel y Vergara. 2003. Op. Cit., p. 52 y Lobos. 2001. Op. Cit.¸ p. 39.
147
Blamey. 2003. Op. Cit., p. 24.
148
Lobos. 2001. Op. Cit., p. 31.
149
Hoffman. 2001. Op. Cit., p. 62.
150
Lobos. 2001. Op. Cit., p. 3.
151
Lobos. 2001. Op. Cit., pps. 31 y 39.
142
73
distribución ni menos las instalaciones que permitan el acopio y la
comercialización del producto. En la práctica esto genera un negocio de baja
rentabilidad para ellos, en un mercado altamente informalizado y
ambientalmente insustentable en su desarrollo a mediano y largo plazo. La
carencia de medios para la comercialización y distribución significa el
desarrollo de una actividad en condiciones desventajosas para los
campesinos, donde los comerciantes de leña imponen desde el precio hasta
los árboles que desean cortar.”152
3.3 Percepciones asociadas al uso de la leña
3.3.1 Principales percepciones sobre el uso de la leña
Según Álvaro Bello los criterios que inciden en el uso y preferencia de la leña como
fuente energética son variados conforme a la necesidad de sustentar su uso
ampliamente extendido. Son criterios que no tienen como principal atributo su
coherencia ni su veracidad pero que tienen la importancia de gozar de gran asidero
entre la población debido a la gran fuerza argumental que adquieren en la práctica.
Al momento de saber cual es el argumento que más relevancia tiene a la hora
sustentar el uso de la leña es el peso de la tradición el que tiene un lugar destacado:
“porque siempre ha sido así”.
Los principales argumentos identificados como efectivos a la hora de justificar el uso
de la leña como combustible son:
152
-
Se piensa que la leña tiene un precio más económico frente a otros
combustibles. Cómo ya se expusiera anteriormente, más allá de que el costo
de producción primaria de la leña sea subvalorado, en la práctica el precio
final que paga el consumidor es comparativamente más barato que el que
paga por otros combustibles. Inclusive en los sectores rurales, en donde al
menos el 50% de la leña consumida es autoprovista, se tiene la impresión de
que es un recurso gratuito, pues no habría dinero de por medio en su
obtención153. Gratuidad que no es tal, recordando que la inversión de tiempo
y mano de obra utilizada en la recolección tiene un costo-oportunidad
significativo y que una parte de la leña recolectada se extrae, no siempre de
buena manera, de terrenos públicos y/o privados.
-
La leña es un recurso ilimitado, fácil de obtener y sobre el cual se posee
disponibilidad inmediata. Esta percepción, veraz sólo en la medida en que la
leña se obtenga de bosques sujetos a planes de manejo, cuestión que no es lo
usual, se entiende como un raciocinio que se acomoda, de facto, a la forma
desinformada en que se consume actualmente la leña, sobre todo en los
asentamientos urbanos, en donde lo más importante es la satisfacción de las
necesidades personales antes que el cómo éstas se satisfacen, es decir,
privilegiándose el fin por sobre los medios154.
Bello. 2005. Op. Cit., p. 35.
Gutiérrez. 2007. Op. Cit., p. 1.
154
“Algunas de las personas consultadas señalaron que utilizaban leña porque había árboles en abundancia, por
153
74
-
La leña es preferible en función de una supuesta mayor y más duradera
capacidad calorífica frente a otros combustibles. Esta percepción tiene que
ver con un vínculo emotivo y no tiene correlato con lo que realmente ocurre
en la realidad. Es una expresión de sentido común despreocupada de
confirmar dichos supuestos en la práctica, cuestión dificultosa inclusive para
la misma comunidad científica.
-
Otro núcleo argumental relevante señala que el calor que proveería a leña
sería más sano, más natural y que incidiría en que los alimentos quedasen con
un sabor particularmente agradable. Asociado a esta percepción se entiende
que la combustión de otros combustibles, como el gas por ejemplo, generan
emisiones que hacen que, entre otras, cosas duela la cabeza.
Para entregar más pistas de la importancia simbólica que tiene la leña para sus
usuarios y la población en general se expondrán sucintamente algunos núcleos
significativos que directa o indirectamente le involucran. Así se apreciarán los
vínculos que los especialistas han identificado entre leña y bosque, leña y salud, leña
y pobreza, leña y medio ambiente.
3.3.2 Percepciones generales sobre la leña y el bosque
En términos económicos las comunidades campesinas e indígenas valoran el bosque
principalmente como proveedor de leña. No obstante, no es la única percepción
económica que de éste se tiene, así como no es la única apreciación general que se
tiene sobre el mismo.
Desde una perspectiva desarrollista diversos especialistas, analizan que el bosque ha
tendido a verse más como un obstáculo que como un facilitador del desarrollo
económico. Observando que el bosque se ha visto subordinado a fines silvícolas y
agrícolas siendo un destino usual su tala y quema155. La siguiente cita ayuda a
aprehender este argumento:
“el bosque nativo es considerado como un obstáculo para el desarrollo
nacional. Primero fue un obstáculo para el avance de los conquistadores
españoles, luego para el ejército chileno que le prendía fuego para que no
sirviera de escondite para los mapuches. También fue un impedimento para
los colonos que habilitaron tierras para la agricultura y la ganadería.
Finalmente, el bosque nativo es un obstáculo para el crecimiento de las
plantaciones forestales. No obstante, al igual que en las ocasiones anteriores,
lo cual suponen que siempre va a existir disponibilidad para su uso doméstico. Esta idea de la disponibilidad
ilimitada es muy común en las regiones del sur, y es tal vez un punto clave a abordar en los programas de
educación ambiental. No se puede esperar a que las personas hagan un uso racional de recursos como la leña si se
piensa que los bosques son bienes ilimitados. Este es un efecto del predominio hegemónico de la idea de
propiedad privada y uso ilimitado de los bosques nativos, frente a una clara ausencia de criterios de uso e interés
público.” Bello. 2003. Op. Cit., p. 37.
155
Burschel y Rojas. 2005. Op. Cit., p. 120 y Callieri. 1996. Op. Cit., p. 41-42.
75
se han encontrado las formas para abrir paso al mito del progreso a costa de
los bosques del sur de Chile.”156
No obstante, las fuentes permiten apreciar la existencia de otra mirada productiva
sobre el bosque, presente en muchas comunidades campesinas e indígenas, la que
resalta su uso diversificado y sustentable. Bajo esta perspectiva se entiende que la
madera es un elemento de primera necesidad para sus modos de vida y de
producción así, una rápida mirada por el libro que contiene las imágenes
seleccionadas de un taller de fotografía social realizado el año 2004 por una serie de
instituciones aunadas en el proyecto “Preservación y Manejo Sustentable del Bosque
Nativo”, permiten entender que el bosque no sólo da leña, fuego, calor y humo,
también provee madera para la yunta de bueyes, los postes de la cancha de fútbol, los
cercos, los pisos, las murallas y a veces la techumbre de casas y galpones157. Al
enfocar más la mirada se puede entender que el bosque es valorado por proveer a las
comunidades humanas de protección frente a los vientos mientras que otorga cobijo
y alimento a los animales durante el invierno158. Así también se observa que el
bosque es fuente de materiales para la confección de artesanías, de plantas
medicinales, de semillas, frutos y hongos159. Siendo muchos de los productos
mencionados vendidos para generar ingresos, entre ellos “el piñón de araucaria
(Araucaria araucana), la avellana (Gevuina avellana), la murta (Ugni molinae), la
rosa mosqueta (Rosa moschata) y hongos como los digüeñes (Cyttaria spp) [los que]
tienen un mercado estacional pero recurrente. También se comercializan con fines
decorativos: hojas de helechos (Lophosoria quadripinnata, Lycopodium) y de
avellano, barba de palo (Usnea spp), etc.”160.
La literatura especializada destaca además la percepción del bosque como un recurso
al que se puede recurrir en casos de urgencias económicas, como un bien que se sabe
valorado en el mercado pero que se ha de utilizar sólo durante períodos
excepcionales, al igual que como se hace con la venta de animales mayores como
vacas, caballos, chanchos, otros161.
Por último, como bien señala Warner: “la contribución de los bosques no se mide
únicamente por los productos que proporcionan, sino también por los servicios
intangibles que ofrecen.”162. Lo que también puede entenderse como su valoración
en términos turísticos y espirituales debido principalmente a su gran belleza
escénica163.
156
Catalán, Rodrigo y Ramos, Ruperto. 1999. Pueblo Mapuche, Bosque Nativo y Plantaciones Forestales,
Centro de Desarrollo Sustentable, Centro de Educación y Tecnología, CONADI, Ediciones Universidad Católica
de Temuco, Temuco, p. 30.
157
Véase Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica. La Otra Mirada. La Visión del Campo Viene a la
Ciudad, Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica, DED Chile, Santiago de Chile, 2005.
158
Gutiérrez. 2007. Op. Cit., p. 39; Lobos. 2001. Op. Cit., p. 35; Warner. 2007. Op. Cit., p. 82.
159
Catalán y Ramos, 1999. Op. Cit., p. 25 y Hoffman. 2001. Op. Cit., p. 42.
160
Kandzior, Angelika. 2005. “El enfoque de medios de vida sostenibles: un desafío para la extensión forestal
participativa”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial
Universtaria, Santiago, p. 47-48.
161
Catalán y Ramos. 1999. Op. Cit., p. 25; Sepúlveda. 1994. Op. Cit., p. 48; Warner. 2007. Op. Cit., p. 83; FIA.
2001. Bosque Nativo en Chile: Situación Actual y Perspectivas, Fundación para la Innovación Agraria, Santiago,
p. 73.
162
Warner. 2007. Op. Cit., p. 81.
163
Kandzior. 2005. Op. Cit., p. 47-48; Hoffman. 2001. Op. Cit., p. 38; Catalán y Ramos. 1999: Op. Cit., p. 30.
76
3.3.3 Percepciones generales sobre la leña y la salud
Los especialistas coinciden en que la conservación del bosque es beneficiosa para las
sociedades y más aún para las comunidades humanas que viven en sus
inmediaciones pues, éstas últimas, no sólo le utilizan con fines productivos o
espirituales, sino también lo hacen en el ámbito medicinal. Y es que la medicina
popular, altamente extendida y eficaz en las zonas rurales, extrae parte importante de
sus insumos del bosque164.
Desde otro ángulo el escenario de creciente escasez del recurso leña, del que ya se
hablara al principio del primer apartado, tiene consecuencias importantes para las
comunidades más dependientes de este energético, como lo son las rurales y urbanomarginales. Ello porque debido a su carencia relativa se ven en la necesidad de
empobrecer su dieta diaria ajustándola a alimentos que requieren menos tiempo de
cocción165.
Por otro lado, se advierte que quienes utilizan sistemas de combustión abiertos, como
los fogones, que como se apreció aun son utilizados significativamente entre
comunidades mapuche, se ven expuestos a contaminantes producto del humo, el
cual, en muchas oportunidades, contiene gases tóxicos generados por la combustión
de leña de árboles inadecuados166.
3.3.4 Percepciones generales sobre la leña y la pobreza
En el imaginario nacional la leña suele asociarse en un primer momento a la pobreza.
Sea porque se percibe que quienes producen este recurso efectivamente son pobres,
sea porque los productores primarios reciben mal pago por su trabajo y/o por la
persistente pobreza histórica que les aqueja.
Algo que refuerza la asociación entre leña y pobreza es que, como se constató
anteriormente, la leña es utilizada como recurso en casos de emergencia, por tanto su
producción comercial sería indicativa de dicha situación crítica. Si a las causas de
origen histórico se le asocian lo extendido que está el minifundio, la menor
escolaridad de la población rural, la escasez de mano de obra debido a la migración
de la juventud y los bajos ingresos que reciben como familia, los cuales promedian
1,73UF ($32.000) para las comunidades mapuche que estudiase recientemente
Nayaret Gutiérrez en la región de la Araucanía167, el resultado no puede ser muy
alentador. Uno de los análisis más interesantes al respecto lo expone Luis Astorga
cuando señala que la pobreza campesina e indígena está inmersa en un círculo
vicioso que va pauperizando paulatinamente a las personas y los recursos naturales
de que ellas se valen168. Es de hacer en que en el ámbito del programa de
164
Bello. 2003. Op. Cit., p. 32-33.
Catalán y Ramos. 1999. Op. Cit., p. 32.
166
Muñoz y Yañez. 2003. Op. Cit., p. 104; Bello. 2003. Op. Cit., p. 32.
167
Gutiérrez. 2007. Op. Cit., p. 31.
168
"el proceso de empobrecimiento va de la mano con la disminución de la capacidad de decisión del ser humano
respecto a sus recursos naturales; lo que unido a la falta de tecnología, financiamiento, acceso a los mercados y
organizaciones débiles, disminuye su capacidad de gestión productiva […] En resumen, se puede afirmar que la
165
77
electrificación rural, con éxito relativo a lo largo de los noventa y primera mitad del
2000, son las etnias de las regiones X, IX y XIV, los grupos o comunidades más
importantes que aún no tienen acceso a la electricidad y paralelamente, poseen
importantes barreras, físicas y económicas, para el suministro de gas licuado y la
compra de artefactos que funcionan con esto combustibles.
Este círculo vicioso haría, según explica Bello, que a mayor degradación del recurso
forestal se tuviese que invertir mayor tiempo y recursos en la provisión de leña, lo
cual trae como consecuencia una disminución de las posibilidades reales de destinar
dichos recursos a actividades más rentables169.
La leña no solamente se asocia a pobreza en las esferas de la producción, también se
pesquisa en la literatura especializada la idea de que quienes consumen leña, sea en
el campo o la ciudad, serían gente pobre170. Paradojalmente también opera en el
imaginario colectivo la percepción de que la leña es bien vista en los estratos altos
pues se aprecia como un bien de consumo superior que otorga un estatus favorable a
sus usuarios171. Esta aparente contradicción se entiende, según se infiere de lo
descrito más arriba, porque los estratos bajos y la población rural del sur del país
tienen una mayor dependencia de este energético172, asimismo, porque son ellas las
que ocupan la leña no solo para calentar ambientes como lo hacen los estratos altos
sino que también para satisfacer parte importante de sus necesidades culinarias. Por
ello podría suponerse que lo que está asociado a pobreza no es la leña propiamente
tal sino su utilización en la cocción de alimentos.
Cabe subrayar que en términos brutos, si bien hay un alto porcentaje de las familias
urbanas que consumen leña en el sur del país, son las pertenecientes al estrato alto
las que lo hacen en mayor cantidad per cápita, infiriéndose además, que no sólo
consumen dicha energía en mayor cantidad, también dispondrían de otras fuentes
como el gas y la electricidad. A partir de la investigación de Portal así como de los
antecedentes expuestos en este anexo se afirma que la percepción entre consumo de
leña y pobreza no tienen una relación directa de causalidad y tal vez podría ajustarse
más a la realidad la percepción de la leña como algo “no moderno” sobre todo en su
uso como combustible para la cocción de alimentos173.
comunidad campesina e indígena, en áreas forestales, vive un proceso de empobrecimiento y de pérdida de su
poder de decisión en el uso y aprovechamiento de los recursos naturales (tierras, bosques, aguas) y de otros
elementos del sistema productivo, como tecnología, capital, financiamiento, mercados; lo que configura una
situación de dependencia, falta de oportunidades, injusticia y marginación, que son característicos de un sistema
productivo no sustentable.”Astorga, Luis. 2005. “Desarrollo Rural en Áreas Forestales y Metodologías
Participativas”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, p. 56-57.
169
Bello. 2003. Op. Cit., p. 38.
170
Portal. SF. Op. Cit., p. 1.
171
Bello. 2003. Op. Cit., p. 36.
172
Díaz y otros. 1985. Op. Cit., p. 35.
173
Portal. SF. Op. Cit. p. 11.
78
3.3.5 Percepciones generales sobre la leña y el medio ambiente
A grandes rasgos la literatura especializada asocia la leña a dos problemas
medioambientales: la degradación del bosque nativo y la contaminación atmosférica.
Ambos son problemas objetivos pero difieren las percepciones sobre su gravedad y
por ende sus posibles soluciones. Mientras unos se quedan en la denuncia, otros,
aquellos que se ubicarían bajo la perspectiva del desarrollo sustentable, relativizan la
importancia del consumo de la leña en la merma del bosque nativo aludiendo a que
ella se debería a un conjunto de factores históricos, entre los cuales la leña no sería el
más gravitante174. Estos últimos postulan además que, el crecimiento anual de los
bosques nativos sobrepasa con creces los actuales requerimientos de leña del país,
aunque advierten que hay que construir una mirada territorializada porque así como
hay zonas en que el crecimiento de los bosques genera importantes excedentes, en
otras presenta serios déficits175. Tal afirmación se ve ampliamente confirmada por
las estimaciones respecto del recurso, por regiones, establecidas en el Capítulo 4.
Dos estudios coinciden en señalar que parte importante de los usuarios de la leña se
muestran conscientes de los problemas de contaminación atmosférica y degradación
del bosque nativo, señalando a su vez que ellos estarían dispuestos a pagar más por
obtener una leña certificada que proviniese de bosques manejados adecuadamente y
tengan los niveles de humedad óptimos para así reducir la polución. Disposición que
identifican sería más extendida en el estrato socioeconómico alto que en los medio y
bajo176.
3.4 Recapitulación y sugerencias
La importancia del uso de la leña en Chile, se refleja en el hecho en que, en tanto
energético primario, es la segunda fuente de energía luego del petróleo, siendo en el
sector residencial, en promedio, la primera fuente de energía.
La importancia de este energético aumenta de norte a sur, incrementándose en época
invernal y siendo mayor en los hogares rurales que urbanos. La leña cubre parte
buena parte de las necesidades energéticas de los hogares, siendo la calefacción y la
cocción los más importantes; muchas veces, tales funciones o usos son satisfechas
simultáneamente y por medio de artefactos disímiles en cuanto a su tipo y eficiencia
energética.
Lo primero que se desprende de esta información es la necesidad de implementar
una estrategia para utilizar más eficientemente la energía consumida en los hogares,
principalmente en los hogares rurales, lo que tiene que ver con mejorar la calidad de
la construcción y el aislamiento térmico de las viviendas. Ello apella a la creación de
leyes, normas y regulaciones adecuadas así como de los mecanismos efectivos para
174
Blamey. 2003. Op. Cit., p. 23; Burschel y Rojas. 2005. Op. Cit., p. 126; Heimfeld. 2003. Op. Cit., p. 15-16 y
Burschel, Heinrich y otros. 2003. “Presentación”. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente Energética
Renovable para Chile, Editorial Universitaria, p. 12.
175
Callieri. 1996. Op. Cit., p. 47 y Gómez-Lobo y otros. 2005. Op Cit., p. xv.
176
Cisternas y Martín. SF. Op. Cit., pps. 1 y 14 y Lobos. 2001. Op. Cit., p. 25.
79
fiscalizarles. En este mismo sentido se ha de implementar una política diferenciada
de modernización de los aparatos a combustión a leña residencial, considerando que
ellos cumplen distintas funciones según sea el emplazamiento de la morada. Esta
modernización debe ser dual en el sentido de trabajar directamente sobre la
producción u oferta de tecnologías adecuadas, ello mediante normas, fomento en
investigación y al desarrollo productivo.
Las diversas y numerosas variables que influyen en sus usos finales y,
consecuentemente, en sus percepciones (entre ellas las de tipo cultural, social y
económicas), explican el alto grado de complejidad sociocultural que posee el uso de
la leña. Así por ejemplo las tradiciones culturales prescriben distintos modos de
utilizar la leña, los que no siempre se rigen por la búsqueda de la maximización de
los recursos apareciendo funciones que tienen íntima relación con aspectos de
reproducción simbólica y/o cultural de las distintas colectividades.
Para graficar la complejidad que presenta la variable socioeconómica se describió
que, por ejemplo, los estratos altos y bajos (a diferencia de los del medio) son los que
consumen más leña per cápita. Los primeros la usan sólo para calefacción y los
segundos la utilizan también para cocinar. Entendiendo que en términos de cantidad
los estratos bajos son inmensamente más numerosos, se asume que son éstos los que
más consumen leña, siendo los más vulnerables o sensibles a la disponibilidad o no
de la misma.
Que la leña tenga usos diferenciadas según la cultura y/o clase de sus usuarios
impone desafíos significativos a cualquier estrategia del sector. Los cuales dicen
relación principalmente con lograr la adecuación territorial y pertinencia cultural de
las mismas. Para lograr esto los centros de estudios de las reparticiones públicas
involucradas, se piensa, entre otros, en los dependientes del Consejo Nacional de la
Cultura y las Artes y del Ministerio de Planificación, deben confeccionar estudios
que permitan observar con mayor calidad y especificidad las distintas realidades
nacionales. Se subraya que la información cualitativa al respecto es de muy baja
calidad alcanzando sólo para contornear las problemáticas enfrentadas pero no su
conocimiento serio y/o cabal. Lo mismo ocurre con la información cuantitativa
disponible, la cual sólo es confiable para un número reducido de escenarios locales y
que deja en un gran desconocimiento todo lo que tiene que ver con la producción y
consumo rural de este energético. Aquí el Instituto Nacional de Estadísticas en
conjunto nuevamente con el Ministerio de Planificación, entre otros, debería
considerar esta problemática para desplegar herramientas que permitan un
conocimiento más acabado del sector.
En términos económicos el uso de la leña es también compleja porque su mercado es
informal lo que redunda en que el pequeño productor primario vea subvalorado su
trabajo en desmedro de los intermediarios quienes serían los que lucrarían con este
producto.
Este escenario económico informal puede ser revertido con políticas públicas sean
estas relacionadas con medidas de comando y control (planificación y programas) o
de mercado (incentivos de diversa índole). En ambos casos las medidas posibles de
80
tomar deben resguardar los intereses económicos de los productores primarios sin
afectar la provisión de este combustible. Si se opta por medidas en que la
planificación estatal posee mayor protagonismo son las figuras públicas o mixtas las
que adquieren mayor relevancia, levantándose, como prioritaria, la generación de
una instancia única, no necesariamente centralizada, de acopio y distribución de los
recursos leñosos, la cual podría fácilmente asegurar la sustentabilidad ambiental de
la producción y podría ajustarla a las necesidades energéticas locales y nacionales. Si
se opta por aquellas medidas en que el Estado opera como ente regulador y promotor
de la acción de los privados en el mercado, son las distintas medidas de resguardo
laboral y medio ambiental las que adquieren mayor preponderancia.
Aquí los instrumentos como los subsidios y la certificación productiva y
medioambiental se observan como los más acordes a cualquier emprendimiento.
Toda estrategia, no obstante, sugiere una actuación relevante de las instancias
públicas asociadas al sector, las cuales, con una gran inversión de recursos iniciales
puedan dejar funcionando, a mediano plazo, un mercado formal que funcione de
manera autónoma y ajustada a intereses nacionales y de largo plazo.
En cuanto a las percepciones presentes en el país sobre el uso de la leña, se observa
que la población piensa que ella es un recurso ilimitado, barato, más “calorífico” y
sano que otro; percepciones que permiten al usuario consumirla sin prestar
demasiada atención a los aspectos negativos que tendría su uso, sobre todo con
respecto a impacto sobre el medioambiente y la contaminación ambiental que su
imperfecta combustión genera.
La amplia dispersión de percepciones asociadas al consumo de la leña, muchas de las
cuales son contradictorias, son esperables en cualquier escenario que no está afecto a
ningún tipo de política de fomento o protección de este combustible. Los distintos
agentes involucrados utilizan las distintas vertientes simbólicas y culturales desde las
cuales se nutre el sentido común para justificar lo que, en el fondo, corresponde a su
práctica final de este combustible. Así si una persona no utiliza este combustible lo
más probable es que sus percepciones tengan que ver con lo agresiva que resulta el
uso de la leña para la pervivencia de los ecosistemas locales, sea por la degradación
de los bosques o por la contaminación atmosférica. En cambio, otra persona que sí
utiliza este combustible relevará lo sana, natural y rentable que resulta la utilización
de la leña como energía.
Esta diversidad de percepciones ha estudiarse para identificar los principales puntos
de encuentro y desencuentro que poseen los distintos actores involucrados para,
luego de ello, pensar en la generación de los mínimos comunes culturales (los
conocimientos compartidos que tiene y debería tener la población nacional) que
permitan que cualquier política del ramo sea efectiva y no se vea truncada por
resistencias de tipo valórica y/o cultural. Aquí los procesos de sensibilización en los
medios de comunicación de masas a propósito de la importancia de fomentar
sustentablemente el uso de la leña, junto a los procesos de concientización
sistemática mediante la educación sobre sus usos correctos y la capacitación de los
distintos trabajadores involucrados en la cadena de producción, distribución y
comercialización de la leña, son de vital importancia, debiendo estar
81
interrelacionados y prolongados por el tiempo necesario, lo cual exige que la política
sea estatal y no gubernamental, es decir, debe superar los cuatro, cinco, seis años de
extensión para prolongarse hasta los veinte o treinta años al menos. Sólo así se
vaticina un cambio cultural efectivo. Aquí son varias las agencias públicas y
privadas que deberían trabajar en la misma dirección: Ministerio de Educación,
SENCE, CONAF, etc.
Con todo, pese a que los antecedentes sobre los aspectos sociales y culturales
asociados al uso de la leña no son tan abundantes como podría creerse, sí permitieron
realizar este fundamentado acercamiento interpretativo que ayuda a clarificar tres
aspectos fundamentales al respecto:
a) La leña tiene gran importancia como combustible a nivel país, éste se ocupa
con distinta intensidad según la latitud y tipo de asentamiento y se utiliza
para satisfacer distintas necesidades y muchas veces, al mismo tiempo
b) El uso de la leña varía según los acervos culturales, sociales y económicos de
los usuarios, lo cual que hace que su estudio sea variado y complejo. Así por
ejemplo, quienes más dependientes son de su uso, los sectores rurales y
pobres, son también quienes más funciones satisfacen con su uso, como lo
son la calefacción, cocción y calentamiento de agua
c) las percepciones sobre la leña son también reflejo de este complejo escenario,
por una parte están quienes observan que la leña posee sólo atributos
positivos como el ser más sana, entregar más calor y ser más barata e
ilimitada. Mientras que por otra parte, están quienes observan que ella incide
en la contaminación atmosférica y en la degradación del bosque nativo.
82
Capítulo 4. Optimización de la producción y calidad de la leña y
derivados
4.1 Evaluación del potencial de biomasa utilizable
Este análisis se centra en el estudio del potencial de biomasa forestal utilizable desde
el manejo del bosque nativo, las plantaciones forestales comerciales y residuos de la
industria forestal. Excluye por lo tanto otros tipos de biomasa vegetal y orgánica.
Para el análisis mencionado, revisa los estudios y estimaciones que se han realizado
el último tiempo con diversos objetivos y deduce criterios para establecer valores
umbrales de uso permitido que aseguren la sustentabilidad de los recursos forestales.
4.1.1 Potencial del bosque nativo
En los últimos 10 años, luego que se publicara el catastro de vegetación de Chile han
surgido diferentes estimaciones del potencial de biomasa forestal utilizable para
distintos usos. Concordante con objetivos y supuestos no comunes, los resultados
presentan diferencias de importancia que requieren cierto análisis. Entre ellos, las
superficies de bosques productivos, el tipo de uso final, las regiones de interés, las
tasas de incremento anual, la biomasa no maderable, criterios de accesibilidad,
protección y sustentabilidad. Este estudio se centra en la revisión de la evidencia
científica respecto de la disponibilidad de biomasa forestal para uso como leña o
derivados.
Históricamente, a pesar de la disponibilidad del recurso, hay evidencia de prácticas
inapropiadas del uso del recurso nativo y presiones que han conducido a la
destrucción de importantes superficies de bosques. Por ello, se analiza con cierto
detalle la oferta potencial con respecto a su localización, ya que parte importante de
la oferta se encuentra ya sea en sitios frágiles o lugares inaccesibles
económicamente.
a) Superficie total de bosques nativos y matorrales
El punto de partida para las estimaciones de disponibilidad de biomasa forestal
surgen desde el “Catastro y evaluación de recursos vegetacionales nativos de Chile”
(CONAF, CONAMA, BIRF, 1999)177 Este estudio determina la cantidad y
localización de la vegetación, según división administrativa del territorio nacional,
tipo forestal, estructura o estado de desarrollo y categorías de pendiente. En lo
esencial, el catastro de 1999 da un registro de 13,44 millones de hectáreas (ha) de
bosques nativos, Cuadro 4.1. Estas superficies han sido corroboradas por
actualizaciones realizadas en las regiones de mayor probabilidad de cambio. Sin
embargo, para efectos de estimaciones de biomasa, los cambios anotados por las
177
CONAF-CONAMA-BIRF. 1999. Catastro y Evaluación de Recursos Vegetacionales Nativos de
Chile. Universidad Austral de Chile; Pontificia Universidad Católica de Chile; Universidad Católica
de Temuco. Santiago. 89 p.
83
actualizaciones son irrelevantes dado que alcanzan a unas 46.000 ha, lo cual
representa el 0.3% de la superficie total (CONAF 2002a, 2002b, 2006). 178
Cuadro 4.1 Superficie de bosque nativo por regiones (ha)
(*) Fuente: Catastro y Evaluación Recursos Vegetacionales Nativos de Chile
(CONAF-CONAMA-BIRF 1999)
(**) Actualizaciones del catastro (CONAF 2002a, 2002b, 2006)
De la superficie total, 44,54% se encuentra localizada entre las regiones V y X que
concentra el 86,6% de la población nacional. Estas superficies comprenden aquellas
que califican bajo la definición de bosque nativo179 para las estructuras de renoval,
adulto-renoval y adulto, diferenciadas por tipo forestal, sin descontar los bosques
achaparrados180, las áreas silvestres protegidas del Estado, los bosques protegidos en
manos privadas y las áreas con especies con prohibición de corta.
178
CONAF. 2002a. Monitoreo y Actualización Catastro de Uso del Suelo y Vegetación, Quinta
Región. Universidad Austral de Chile; INFOR; Consultora BIOTA. 12 p.
CONAF. 2002b. Monitoreo y Actualización Catastro de Uso del Suelo y Vegetación, Sexta Región.
Universidad Austral de Chile; INFOR; Consultora BIOTA. 12 p.
CONAF- CONAMA- UACH. 2006. Actualización y Monitoreo del Uso del Suelo en la Décimo
Segunda Región de Magallanes y Antártica Chilena. 14 p.
179
Bosque nativo: Ecosistema en el cual el estrato arbóreo, está constituido por especies nativas, tiene
una altura superior a 2 metros y una cobertura de copas mayor al 25%
180
Bosque achaparrado: Bosques adultos que tienen una altura entre 2-8 m. Se caracterizan por su
poco crecimiento en altura o crecimiento reptante por las condiciones ambientales desfavorables en
que crece (altitud, bajas temperaturas, fuertes vientos, aridez, mal drenaje, alta pedregosidad, suelos
delgados, etc.).
84
Por las características de las formaciones vegetales, la biomasa con uso potencial
como leña o derivados es heterogénea y difiere según el tipo de estructura, nivel
cobertura y especies que componen cada tipo forestal, lo que hace compleja su
estimación. Destacan diferencias en la densidad de biomasa por hectárea, densidad
básica de la madera, estado sanitario y poder calorífico por unidad volumétrica.
La mayor parte de los bosques corresponden a los tipos forestales nativos dominados
por latifoliadas, donde los de mayor importancia son los del tipo forestal
siempreverde y el tipo forestal lenga. Excluidas 3.017.262 hectáreas de bosques
achaparrados, la superficie se distribuye en renovales 33,97%, bosques de estructura
adulto-renoval 7,98% y el restante 58,17% a bosques adultos, Cuadro 4.2. Esta
clasificación es importante porque mientras la tasa de incremento en renovales
vigorosos puede llegar a los 18m3ha-1año-1 (Donoso y Lara, 1999)181, en bosques
adultos en proceso de degradación puede ser prácticamente cero.
Para efectos de evaluar el potencial de biomasa, resulta de interés considerar la
superficie ocupada por matorrales182 arborescentes y no arborescentes en el país,
algunos de los que corresponden a las denominadas malezas invasoras. Desde la
información del catastro fue posible reconocer la presencia de más de 1,32 millones
de hectáreas de matorrales densos y semidensos en la zona centro sur de Chile
(Regiones V a X), Cuadro 4.3. De éstos el 55,42% corresponde a matorrales no
arborescentes que incluyen formaciones con especies como espinillo (Ulex
europaeus) y retamilla (Teline monspessulana). Milla et al. (2007)183 estimaron en
70.000 las hectáreas de espinillo entre la VIII y X regiones y aproximadamente
100.000 ha de retamilla en la VIII Región.
181
Donoso C, A Lara. 1999. Silvicultura de los Bosques Nativos de Chile. Santiago. Editorial
Universitaria.
182
Matorral: formación vegetal donde el tipo biológico árbol es menor al 10% el de arbustos puede
ser entre 10 a más del 75% y las herbáceas pueden estar entre 0-100%
Matorral arborescente: Matorral con árboles > 2m de altura en que la cobertura del tipo biológico
árbol está entre 10-25%, el tipo biológico arbusto entre 10 a 100% y el tipo biológico herbáceas entre
0-100%
183
Milla F, P Emanuelli, M Soler. 2007. Plataforma programática para el fomento al uso de
bioenergía a partir de recursos forestales en Chile. Estrategia para contribuir a la superación de la
pobreza rural y aportar a la condición ambiental del país. Proyecto Conservación y Manejo
Sustentable del Bosque Nativo (PCMSBN). 45 p.
85
Cuadro 4.2 Superficie de bosque nativo por tipo forestal y estructura (ha)
Fuente: Catastro vegetación Regiones V a XII, no incluye RM, no incluye
Achaparrados
Cuadro 4.3 Superficie de matorrales excluidas formaciones de
plantas suculentas (ha)
Fuente: Catastro y Evaluación Recursos Vegetacionales Nativos de Chile
(CONAF-CONAMA-BIRF 1999)
86
b) Stock de madera y biomasa de bosques nativos
En el marco del catastro vegetacional se desarrolló el “Inventario Forestal Nacional
Extensivo” de las principales superficies boscosas del país (UACH, 1999)184. Este
inventario entrega información sobre parámetros estructurales del bosque, tablas de
composición volumétrica, área basal y número de árboles por especie. Las
estimaciones de volumen incluyen diferenciaciones por producto: volumen aserrable,
volumen pulpable y leña. Igualmente comprende una estimación del volumen
maderable de las copas de los árboles. La superficie del estudio de inventario
excluye los bosques localizados dentro de Parques Nacionales y Monumentos
Naturales, renovales menores de 4m de altura, bosques achaparrados, renovales con
cobertura de copas inferior a 25%, los ubicados entre la I y IV regiones
administrativas, bosques adulto y adulto renoval con cobertura de copas inferior a
50%.
El volumen bruto del fuste de los árboles alcanza a 1542 millones de metros cúbicos
de madera sólida sin corteza para 5,91 millones de hectáreas, definidas como
bosques inventariables, localizados entre la V y XII regiones, Cuadro 4.4.
Adicionalmente se estima que las copas podrían aportar alrededor de un 30% de
biomasa maderable.
Cuadro 4.4 Volúmenes brutos de madera y biomasa nativa por región
(1) Inventario Forestal Nacional Extensivo (UACh, 1999).
(2) Elaboración indicador del Proceso de Montreal 5ª “Biomasa total de los
ecosistemas forestales y acumulación de carbono” (Gayoso et al. 2002a)185
(s.i.) sin información.
184
UACh, Universidad Austral de Chile. 1999. Inventario Forestal Nacional Extensivo. Catastro y
Evaluación de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile. Proyecto CONAF-CONAMA-BIRF. 40
p.
185
Gayoso J, Alarcón D, Trincado G. 2002a. Elaboración Indicador del Proceso de Montreal 5.A
“Biomasa total de los ecosistemas forestales y acumulación de carbono, si es pertinente por tipo
forestal, clase de edad y etapa de sucesión”. Corporación Nacional Forestal- Universidad Austral de
Chile. 37 p.
87
De acuerdo con Emanuelli (2005)186, de las existencias totales de madera sólida de
bosques nativos, 53% correspondería a madera utilizable como combustible, 34% a
madera aserrable y 13% a madera industrial.
El volumen estimado del inventario representa 1002 millones de toneladas de
biomasa seca, aceptando como 0.65 ton1m-3 la densidad promedio para la madera
nativa (Emanuelli y Milla, 2006)187. Esta estimación de la biomasa es
substancialmente menor que la calculada para el indicador del Proceso de Montreal
(última columna, Cuadro 4.4.), ya que esta última comprende una superficie mayor y
adicionalmente considera el fuste no comercial, la corteza y la biomasa del follaje
(ramas y hojas), componentes que en el tipo forestal siempreverde pueden alcanzar
hasta un 95% de la biomasa del fuste comercial (Gayoso et al. 2002b).188
c) Restricciones que afectan la superficie de bosques productivos
Tanto por restricciones impuestas por la legislación como por criterios técnicos y
económicos, no todos los bosques son utilizables con fines productivos. Este es el
caso de las áreas del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado
(SNASPE), las Áreas Silvestres Protegidas de Propiedad Privada (ASPPP)189, áreas
que comprenden especies forestales declaradas Monumento Natural (Alerce,
Araucaria) y otras áreas adyacentes a caminos, ríos y lagos donde se prohíbe la corta
de árboles, Cuadro 4.5.
En los últimos años la participación del sector privado en iniciativas de conservación
de bosques ha incrementado sustancialmente. Así lo demuestran convenios de la red
de áreas protegidas privadas de CODEFF (RAPP), Parques para Chile y otras
independientes. Aunque no existen registros oficiales, diversos catastros muestran
que habría cerca de de 600 unidades que cubren más de 1,5 millones de hectáreas
(Sepúlveda y Villarroel, 2006).190
186
Emanuelli, 2005. Perspectivas comerciales del manejo de bosque nativo de pequeños y medianos
propietarios: una aproximación desde la experiencia del PCMSBN. En: Catalán et al. 2005. Bosques y
comunidades del Sur de Chile. Ed. Universitaria. 359 p.
187
Emanuelli P y Milla F 2005. Producción de energía a partir de biomasa proveniente de bosque
nativo. Sociedad Alemana para la Cooperación Técnica (GTZ) - Universidad de Concepción. 23 p.
188
Gayoso J, J Guerra, D Alarcón 2002b. Contenido de carbono y funciones de biomasa en especies
nativas y exóticas. Documento Nº1. Proyecto FONDEF Medición de la capacidad de captura de
carbono en bosques de Chile y promoción en el mercado mundial. Universidad Austral de Chile
Instituto Forestal. 53 p. y 8 Anexos.
189
Las ASPPP son áreas privadas de conservación reconocidas por la ley 19.330. Aunque su
reglamento no ha sido promulgado, se han establecido más de 500 iniciativas que alcanzan a una
superficie aproximada de 1,7 millones de ha. Incluyen las iniciativas PPCh (Parques para Chile) y
RAPP de CODEFF (Red de áreas protegidas privadas). CONAMA 2008 ASPPP
http://www.conama.cl/portal/1301/article-34627.html
190
Sepúlveda C, P Villarroel 2006. Servicios ecosistémicos y financiamiento de la conservación
privada en Chile. Revista Ambiente y Desarrollo 22(1):12-20.
88
Cuadro 4.5. Superficie de bosque afectada por restricciones legales y
ambientales entre las regiones V y XII sin RM
Fuente: elaboración propia en base a diferentes fuentes.
Adicionalmente, bajo una perspectiva de resguardo ambiental, corresponde descontar
los bosques localizados en las regiones I a IV, los bosques achaparrados, los
ubicados en laderas de pendientes sobre 60% y los ubicados como protección de
cursos de agua191. Para la X y XIV regiones, una zona de protección de 30metros a
los cursos de agua de la red hídrica de la carta IGM resulta en un 10% de la
superficie de bosques, a esto hay que agregar una compleja y densa red de cursos de
agua menores que no aparecen en la referida carta que perfectamente pueden
duplicar el porcentaje de protección de cauces192. Estos últimos criterios están siendo
discutidos para ser incluidos en el Reglamento de la recientemente promulgada ley
de Bosque Nativo.
Estas restricciones suman 7,69 millones de hectáreas entre la V y XII regiones.
Además, reconociendo que una parte importante de los bosques se localiza en
sectores precordilleranos y cordilleranos de difícil o nula accesibilidad, es razonable
191
El ancho de protección de los cursos de agua y restricciones de cosecha de vegetación nativa en
terrenos con pendientes sobre el 60% se encuentra aún en etapa de discusión para ser incorporado en
el Reglamento correspondiente de la reciente promulgada Ley de Bosque Nativo.
192
Por ejemplo, si la red de cauces de orden 1,2 y 3 suma 50 m*ha-1, una protección de 15m a cada
lado resulta en 1500m2ha-1 o 15% de la superficie. Esta intensidad de cauces es común en bosques
nativos de las regiones XIV y X.
89
acoger parcialmente (50%), como una primera aproximación, la reducción propuesta
por Gómez-Lobo et al. (2006)193.
Bertrán y Morales (2008)194, aunque con criterios algo diferentes, descuentan 8,3
millones de hectáreas de bosques que categorizan de protección del total de 13,4
millones de hectáreas. Esta cifra comprende 3,9 millones de hectáreas incluidas en el
SNASPE y 4,4 millones de protección de cauces y otros. Los 5,3 millones de
hectáreas restantes son calificados como bosque potencialmente productivo y no
consideran descuentos por inaccesibilidad.
d) Disponibilidad efectiva o potencial de superficie productiva
Para el cálculo de la superficie potencial productiva de bosque nativo se utilizó la
información del Catastro y Evaluación de Recursos Vegetacionales Nativos de Chile,
entre las regiones V y XII excluyendo la Región Metropolitana, y se aplicaron los
descuentos por restricciones legales y ambientales, como se anota en el capítulo
anterior. Este cálculo se realizó por tipo forestal y estructura (renoval, adulto
renoval, adulto) para cada región. Sin embargo, sólo se contó con información
detallada de SNASPE para las regiones X y XIV, para el resto de las regiones se
debió ponderar en base a la existencia regional.195
La superficie disponible potencial o remanente con fines productivos entre la V y
XII regiones se reduce a sólo 4,37 millones de hectáreas de las cuales parte
importante puede resultar completamente inaccesible, Cuadro 4.6.
El potencial remanente de bosque productivo es menor que los 5,9 millones de ha de
bosque comercial señalados por el inventario nacional, 5 millones referidos por
O’Bois Marketing (2002) y 9,54 millones de ha que Milla et al. (2007) indican como
“en manos privadas que pudieran ser intervenidas”. Gómez-Lobo et al. (2006) hace
efectiva una reducción por inaccesibilidad al momento de estimar el volumen de leña
que denomina “asequible”, determinando una superficie productiva de sólo 2,75
millones de hectáreas. Emanuelli y Milla (2005), al descontar las superficies de
bosques localizados en pendientes superiores al 60% y zonas de protección de cursos
de agua, estiman en aproximadamente 3 millones de hectáreas la superficie
productiva de bosques nativos entre la VII y XII regiones y en sólo 1,45 millones de
hectáreas al descontar la XI y XII regiones.
193
Gómez-Lobo A, J Lima, C Hill, M Meneses. 2006. Diagnóstico del Mercado de la Leña en Chile. Informe
Final. Comisión Nacional de Energía. Centro Micro datos. 185 p.+ Anexos 149 p. Este autor propone
reducciones de la disponibilidad de leña por inaccesibilidad que varían de norte a sur, entre 18 y 75 para las
regiones VII a XII. Sin embargo, aquí se redujo en menor proporción porque se estima estas áreas ya están
consideradas en los terrenos con pendientes sobre 60%, protección de cauces y áreas ASPPP.
194
Bertrán J y E Morales. 2008. Potencial de generación de energía por residuos del manejo forestal en Chile.
Proyecto Energías Renovables No Convencionales en Chile (CNE/GTZ) 54 p.
195
Dado que las áreas SNASPE y ASPPP no estaban categorizadas por tipo forestal y estructura, el cálculo
consideró una estimación mediante ponderación de la información regional. Se estima que esta aproximación no
representa un error de importancia en la estimación de la biomasa y será perfeccionada en versiones siguientes.
90
Cuadro 4.6 Superficies de bosque nativo, disponibilidad
potencial por región (ha)
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Catastro Nacional
Una aproximación siguiendo el criterio de inaccesibilidad por lejanía establecido con
resolución comunal permite fijar el remanente efectivo de bosques productivos entre
la V y X regiones en poco más de 2 millones de hectáreas, de los cuales 47% se
ubica en la X y XIV regiones, Cuadro 4.7. La mayor parte de estos bosques
corresponden a los tipos forestales Coihue-Raulí-Tepa, Roble-Raulí-Coihue y
Siempreverde, 61% de los cuales corresponden al estrato renovales, 9% a renoval
adulto y el restante 30% a bosques adultos.
Cuadro 4.7 Superficie de bosque nativo, disponibilidad efectiva
según estructura y región.
Fuente: Elaboración propia.
91
Gráfico 4.1: Total remanente efectivo de bosques productivos
(4.372.739 ha)
Fuente: Elaboración propia
No obstante, existir una superficie importante de bosques nativos productivos,
resulta relevante apreciar con detalle su distribución espacial y relación con los
centros de demanda. No todo el bosque potencialmente productivo será capaz de
suministrar competitivamente leña o derivados.
Hoy en algunas de las ciudades intermedias del Sur de Chile, el radio de
abastecimiento de leña supera los 50 - 60km de distancia por caminos.
Especialmente para leña de aquellas especies nativas preferidas por el consumidor, lo
que refleja el impacto o presión que ha ejercido el consumo y la relativa escasez del
recurso.
Este radio de abastecimiento seguirá expandiéndose mientras los
consumidores estén dispuestos a pagar más, entren nuevas opciones de transporte
(ferroviario) y tecnológicas (eficiencia de equipos y mejoramiento de la calidad del
producto) o los combustibles alternativos sigan incrementando su precio.
Esta revisión no encontró estudios de disponibilidad de volumen de biomasa basados
en costos marginales de producción, lo que permitiría analizar posibles límites de la
oferta. En regiones donde la oferta supera la demanda local, hoy el costo de
transporte se levanta como limitante para transferencias a otras regiones y alcanzar
un aprovechamiento integral de su potencial productivo.
92
e) Disponibilidad efectiva de biomasa de bosque nativo y sustentabilidad
Desde una perspectiva de utilización sustentable de los bosques nativos surgen dos
posibles criterios de apropiación del recurso. Una, con una mirada de largo plazo,
comprende la utilización sólo del incremento vegetativo como consecuencia de
actividades de manejo, del cual una parte tendría uso como leña o derivados. A
futuro, mientras más se acerque al manejo óptimo, mayores serán las opciones de
contar con madera de calidad y por consiguiente menores serán las proporciones de
biomasa utilizable como leña. La otra, más de corto plazo, significa la utilización de
parte del stock, especialmente de árboles de menor calidad, con la finalidad de
posibilitar un mayor crecimiento de los árboles remanentes (especialmente
renovales) o una renovación de bosques adultos sobre maduros.
Bajo la primera perspectiva, para estimar el volumen aprovechable es necesario
concordar la tasa de incremento medio anual (IMA), la cual varía según el tipo
forestal, estado de desarrollo y sitio, entre otros. Algunos autores se refieren a una
tasa promedio de incremento en bosque nativo de 5m3ha-1año-1 (Emanuelli y Milla,
2005; Callieri, 1996; O’Bois Marketing 2002). Gómez-Lobo et al. (2006), propone
una tasa de crecimiento en m3ha-1año-1 de 2 para las regiones V y VI, 3 para la VII, 4
para la VIII y IX, 5 para la X (XIV), y 4 para las regiones XI y XII. Por otra parte,
haciendo referencia a renovales, principalmente de roble y raulí, estos incrementos
no serían inferiores de 7 a 8 m3/ha/año (Kausel y Vergara en Burschel et al. 2003;
Otero,1996) y en algunos casos podrían alcanzar 18 a 20 m3/ha/año (Emanuelli en
Catalán et al. 2005; Donoso y Lara, 1999).
Volviendo la mirada al cuadro 4.7, y aplicando una tasa de incremento de 7-10
m3/ha/año a los renovales, 5 m3/ha/año a los adulto renovales y 0-2 m3/ha/año a los
bosques adultos se tendría un volumen disponible de 9,8 a 14,9 millones de m3
anuales, de los cuales de un 30 a 50% sería biomasa para uso leña, Cuadro 4.8. Esto
significaría manejar más de 1 millón de hectáreas de renovales de forma sustentable.
Este monto se aproxima a lo estudiado por Gómez-Lobo et al. (2006) quienes
estimaron en 14,7 millones de metros cúbicos la oferta potencial sustentable de leña,
algo menos de 10 millones de toneladas anuales.
93
Cuadro 4.8 Oferta biomasa sustentable a partir
del incremento medio anual
Fuente: elaboración propia
(*) Estimado como el 48,76% de la biomasa total 196
Para establecer un monto de utilización del stock, se acepta la disponibilidad de
superficie de bosques nativos productivos (Cuadro 4.7) y calcula la biomasa
acumulada de acuerdo al método utilizado por Gayoso et al. (2002a), esto es a partir
de la información de las parcelas y conglomerados del Inventario Nacional (UACh,
1999), la aplicación de funciones de volumen escogidas de la literatura y funciones
alométricas estimadoras de biomasa y coeficientes de expansión determinados por el
estudio de carbono de la UACh (Gayoso et al 2002b). Es decir, se aplicaron
funciones de volumen o biomasa según disponibilidad diferenciadas por especie y en
los casos que se utilizó funciones de volumen, se aplicó las densidades básicas de la
madera correspondientes a la especie. El resultado proporciona un stock de 1.432
millones de toneladas de biomasa, principalmente acumuladas en los bosques adultos
(66,3%), Cuadro 4.9. y Gráfico 4.1
De la biomasa total, aproximadamente la mitad corresponde a la corteza, fuste no
comercial, ramas y follaje, Gayoso et al. 2002b. De esta mitad, cerca de 400
millones de toneladas corresponden a material leñoso localizado en la copa de los
árboles197.
196
De acuerdo con Gayoso et al. (2002b) se estima que el fuste no comercial representa el 20,11% de
la biomasa aérea; las ramas 24,03%; las hojas 4,28%, la corteza 10,92%. Porcentajes en base a peso
seco.
197
Elaboración propia determinada por tipo forestal y superficie potencial remanente, en base a
94
Cuadro 4.9 Stock de biomasa en bosques potencialmente productivos
(toneladas materia seca)
Fuente: elaboración propia
Gráfico 4.2: Bosque Nativo, superficie según tipo Forestal
8.927.412 ha
Fuente: Elaboración propia.
estimación del volumen de copas realizada por el Inventario Nacional (UACh, 1999).
95
Adicionalmente, la oferta de biomasa para leña y derivados suma otras barreras que
tienen su origen en la gran cantidad de pequeños propietarios, el bajo nivel
tecnológico de las operaciones, la limitada capacidad económica y aspectos
socioculturales que limitan la entrada de sus bosques a esquemas de manejo
sustentable que aseguren la continuidad y calidad en la provisión de leña. Un
esfuerzo desde el lado de las políticas públicas parece más que evidente.
No menos importante es la heterogeneidad del producto leña, que se genera a partir
de las especies, sitios de crecimiento y formas de manejo, lo que se refleja en
grandes diferencias en la densidad básica de la madera y poder calorífico.
f) Demanda de leña de bosque nativo
El consumo de leña será analizado con más detalle en etapas siguientes del estudio
para determinar las regiones deficitarias y los excedentes potencialmente exportables
de otras. Existen estudios detallados para algunas ciudades de Chile y estimaciones
del consumo per cápita para la realidad urbana y rural198. Al año 2003, la demanda
de leña se estimaba en 14,9 millones de metros cúbicos sólidos, de los cuales 10, 4
millones correspondían al consumo residencial (Gómez-Lobo et al. 2006). Callieri
(1996) señala que cerca del 61% del consumo de leña era desde bosques nativos y
2% desde arbustos nativos. Burschel et al. (2003) fija la estimación del consumo
nacional de leña entre 9 y 12 millones de m3 cúbicos y otros en poco más de 12
millones de m3 de los cuales 8 provienen de bosques nativos(SNCF 2005)199. Las
regiones más consumidoras de leña y sus derivados son la VIII y X+XIV, con un
28,7 y 24,3 % del consumo nacional (Bello, 2003). Araucanía tiene un consumo de
leña de 1 a 1,5 millones de m3año-1 (Belmar, 2003) mientras la X y XIV regiones
acumulan sobre 3 millones de m3año-1.
Otra forma de alcanzar una estimación del consumo es a través de los coeficientes de
consumo propuestos por O’Bois Marketing (2002) y de una proyección de la
población según INE para el año 2010. Se obtiene así un consumo total de 14,68
millones de metros cúbicos sólidos de leña para una población de 17 millones de
habitantes, Cuadro 4.10. De este total 36% correspondería a consumo urbano y el
resto a consumo rural. Este mayor consumo rural ha sido referido por diferentes
autores (Bello, 2005; Gómez-Lobo et al. 2006).
198
Casos de Rancagua, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Coyhaique.
Sistema Nacional de Certificación de Leña 2005. Seminario presentación del SNCF. Octubre
5,2005.
199
96
Cuadro 4.10 Proyección del consumo de leña residencial según población al
año 2010200
Región
I y XV
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X y XIV
XI
XII
RM
TOTAL
Población
Urbano
Habitantes
455.877
545.674
263.051
532.529
1.594.348
620.351
681.908
1.728.242
665.385
830.452
83.236
157.941
6.643.585
14.802.590
Consumo
urbano
m3s/hbte
m3s./hbte
0,2
0,2
0,25
0,33
1,13
1,94
1,94
1,94
0,2
Población
Rural
Habitantes
28.786
12.934
24.558
149.594
146.950
262.399
344.988
376.853
317.905
383.073
20.225
12.617
210.527
2.291.410
Consumo
Rural
m3s/hbte
rural [2]
Consumo
Total M3
sólidos
total
m3s./hbte
0,40
0,40
0,50
0,66
1,82
2,89
2,89
2,89
0,40
m3 sólidos
377.650
229.030
342.971
819.043
1.330.250
2.719.874
220.019
342.925
1.412.928
7.794.689
Fuente: elaboración propia.
4.1.2 Potencial de las plantaciones forestales
Los desechos o biomasa residual del manejo de plantaciones están relacionados con
las superficies intervenidas (podas, raleos, cosechas) y éstas con el nivel de actividad
de la industria forestal. Según el reciente estudio sobre “Potencial de Biomasa
Forestal, Potencial de generación de Energía por Residuos del Manejo Forestal en
Chile de Bertrán y Morales (2008)201, los desechos son el resultado de la cosecha de
unas 55.000ha anuales y aprovechamientos intermedios (podas y raleos) en otras
30.000ha anuales. Superficie que de acuerdo con los estudios de disponibilidad de
madera para el año 2020, incrementará hasta alcanzar la situación de régimen, con
una superficie de cosecha final de aproximadamente 110.000ha anuales y otras
60.000ha anuales de aprovechamientos intermedios, Cuadro 4.11.
Los residuos totales de cosecha final, entre la V y X regiones, se estima alcanzarán a
3,4 millones de toneladas anuales más 0,7 millones de toneladas desde cortas
intermedias. El follaje no se contabiliza ya que se estima debiera quedar para
resguardar la recarga de elementos químicos al suelo, proteger suelos de erosión y
servir, entre otros, de hábitat para microfauna.
200
Proyección INE en base a Censo 2002.
Bertrán J y E Morales. 2008. Potencial de generación de energía por residuos del manejo forestal
en Chile. Proyecto Energías Renovables No Convencionales en Chile (CNE/GTZ) 54 p.
201
97
Cuadro 4.11. Proyecciones de superficie de cosecha y residuos de manejo
Cosecha en régimen (ha/año) Residuos cosecha final202
Pino radiata
Eucalyptus
(toneladas/año)203
%
V
690
3002
127602
4
VI
3219
2133
164888
5
VII
15832
2556
523298
15
VIII
27612
17618
1389694
41
IX
12611
11514
760429
22
X
5291
7926
431231
13
XI
s.i.
s.i.
s.i.
XII
s.i.
s.i.
s.i.
Suma
65256
44750
3397142
100
Fuente: elaboración propia a partir de los estudios de disponibilidad de madera del
INFOR204
Región
No obstante las plantaciones forestales ofrecen una alta disponibilidad de biomasa
para usos múltiples, estos son asignados según los precios de mercado. En el pasado
sólo se tomaba la biomasa aserrable y pulpable, que se calificaba como “volumen de
fuste comercial” sobre un índice de utilización de 10cm, dejando el resto como
desechos en el área de cosecha. Hoy, la mayor demanda por fibra y los mayores
precios de la energía presionan por índices de utilización hasta 6cm o menos,
llegándose a utilizar parcialmente la biomasa del fuste no comercial, ramas y copas,
y se estudia la factibilidad de utilizar la madera de tocones y raíces. La decisión de
capturar más o menos biomasa depende de los costos de producción y precios de los
productos, a medida que siga aumentando este último, mayor será la intensidad de la
recogida de biomasa desde el piso forestal, por lo que el concepto de desechos ha
evolucionado para transformarse en un producto más y la disponibilidad pasa a ser
relativa.
Las empresas forestales ante la situación de incrementos de los precios de energía y
temor a la escasez, iniciaron diferentes proyectos de cogeneración para satisfacer sus
demandas de calor y energía, vendiendo algunos, gracias a la entrada de la nueva
regulación eléctrica, sus excedentes al SIC. Además, la venta de bonos de carbono
les ha ofrecido una oportunidad para mejorar la rentabilidad de tales proyectos.
De la superficie de plantaciones, 69% (pino) y 55% (eucalipto) están en manos de las
empresas y por lo tanto, los distintos tipos de biomasa queda preferentemente
202
Incluye estimación del fuste no comercial, ramas y corteza
Estimación a partir de los coeficientes técnicos de biomasa desarrollados por la Universidad
Austral de Chile.
204
INFOR 2005. Disponibilidad de madera de plantaciones de pino radiata en Chile 2003-2032.
Informe Técnico Nº 170. Concepción, 103 p.
INFOR 2007. Disponibilidad de madera de Eucalyptus en Chile 2006-2025. Informe Técnico Nº 173.
Concepción, 57p.
203
98
cautiva para proyectos de cogeneración u otros de las propias empresas, distintos al
uso calefacción/cocción domiciliaria. Por esta razón, no es posible asegurar la
disponibilidad de la biomasa de los desechos de plantaciones para un uso potencial
como leña o derivados, aunque la decisión final dependerá de los precios de leña,
fibra industrial y de la energía entre otros.
Por otra parte, el aporte de leña desde el recurso plantaciones forestales ha ido
cobrando importancia gradual, una vez que culturalmente los consumidores
comienzan a aceptar el empleo de especies como eucalipto y aromo en reemplazo de
especies del bosque nativo y a utilizar sus derivados (briquetas, pellets).
4.1.3 Volumen de residuos industriales
El volumen de estos residuos es proporcional al uso industrial de la madera. En el
Cuadro 4.12 se muestra en forma compendiada los residuos industriales generados
en el procesamiento de las tres principales fuentes de materia prima.
Cuadro 4.12: Balance de residuos de biomasa forestal/industrial
Fuente: Bertrán, J. & Morales, E. 2008. Potencial de generación de energía por residuos de manejo
forestal en Chile. Proyecto energías renovables no convencionales en Chile (CNE / GTZ). Santiago de
Chile.
En la tabla anterior la estrella (celulosa) indica que el volumen de residuos se
expresa en TM (toneladas métricas) en tanto que la materia prima se mide en m3
s.s.c. y los productos o sub productos de la madera sólida en m3.
El análisis de las cifras contenidas en la tabla anterior demuestra que la principal
fuente de residuos de biomasa forestal originada en la industria es el aserrío de pino
radiata. La introducción de aserraderos perfiladores-astilladores, permite que una
gran proporción de la madera exterior que antes se transformaba en cantoneras y
tapas, hoy se transformen en el proceso mismo del aserrío, en astillas cuyo destino
puede ser el comercio de exportación o el abastecimiento de las plantas de celulosa.
En este mismo sentido, el procesamiento de las trozas aserrables hoy en día implica
99
la necesidad de descortezarlas en el aserradero mismo, lo cual permite disponer in
situ de un recurso energético, que en algunos casos se utiliza en la producción de
energía eléctrica.
Se debe considerar que actualmente el aserrín, el residuo que mayores amenazas
ambientales plantea, está siendo utilizado profusamente tanto como combustible en
las calderas de los secadores de los propios aserraderos, como en materia prima en la
industria de los tableros de partículas y los tableros MDF y como complemento en
las plantas de energía de la industria de la celulosa.
Además, los que eventualmente pudieran quedar disponibles, están dispersos y
corresponden en general a los aserraderos de menores tamaños.
Este hecho fundamental hace que la búsqueda de combustibles de biomasa forestal
se oriente a las faenas que se desarrollan en el bosque antes que la materia prima
llegue a las plantas de procesamiento industrial.
4.1.3.3 Residuos del manejo forestal
Los volúmenes de desperdicios de biomasa forestal representados en los residuos del
manejo forestal y de las operaciones de cosecha constituyen un real potencial de
transformación; existiendo hoy la tecnología y los medios para aprovecharlos en
proyectos. El desarrollo de la infraestructura vial, externa e interna, ha eliminado las
principales restricciones de disponibilidad y transporte en las localidades o áreas
circundantes donde se ubican las plantaciones; y además existen los medios de
transporte para alcanzar distancias medias y la tecnología y medios de carga y
descarga.
Los residuos actuales provenientes de la industrialización del bosque nativo son
exiguos, geográficamente, entre las Regiones del Bío-Bío y Aysén, su importancia es
muy pequeña comparada con la de pino radiata. Es comparable con la de eucalipto,
aunque en el caso de esta última especie, su destino es principalmente hacia la pulpa,
por lo que su aprovechamiento industrial es mucho mayor que incluso el de pino
radiata.
4.1.3.4 Determinación de desechos
Como se señaló antes, tres son las actividades de manejo forestal que originan
residuos en el caso de pino radiata: residuos de cosecha, residuos de raleo (comercial
y de desecho) y residuos de poda. Cada una de estas actividades significó una
estimación de volumen particular la que comprendió los siguientes conceptos y
operaciones (Bertrán y Morales, 2007):
a. Pino radiata
i. Residuos de cosecha:
100
Volumen extraído • Factor de expansión – Volumen extraído = Volumen de residuos
Donde:
• Volumen extraído: Corresponde al volumen de cosecha estimado por el
Simulador Radiata utilizando los criterios de disponibilidad que entrega el
estudio de INFOR205.
• Factor de expansión: Las estimaciones de volumen de un árbol se hacen sobre
la base de la madera comercial que contiene. El factor de expansión estima el
volumen total del árbol incluyendo las ramas, acículas, corteza y conos, estos
últimos parámetros en relaciones matemáticas con relación al volumen fustal.
ii. Residuos de raleo comercial:
Volumen extraído • Factor de expansión – Volumen extraído = Volumen de residuos
Donde:
• Volumen extraído: Corresponde al volumen de raleo estimado por el
Simulador Radiata utilizando los criterios de disponibilidad que entrega el
estudio de INFOR.
• Factor de expansión: Utilizando las relaciones matemáticas con relación al
volumen fustal de los árboles extraídos.
iii. Residuos de raleo a desecho:
El raleo a desecho es una intervención silvicultural temprana mediante la cual se
eliminan árboles que por su corta edad no suministran aún volumen pulpable. No
obstante ello, tienen suficiente biomasa como para contabilizarla como volumen para
propósitos energéticos. Se contabiliza directamente el volumen extraído en el raleo
de desecho.
iv. Residuos de poda:
En el estudio citado se calcularon los volúmenes de residuos de poda con la
siguiente función:
Copa removida en m3 estéreo • Factor de transformación a m3 s.s.c. = Volumen de
residuos de poda en m3 s.s.c.
v. Eucalipto
205
Disponibilidad de madera de plantaciones de pino radiata en Chile: 2003 – 2032. Informe Técnico
Nº 170. INFOR, Concepción, Julio 2005. 103 pp.
101
Para el caso de eucalipto sólo se consideró los residuos originados en la cosecha.
Volumen extraído • Factor de expansión – Volumen extraído = Volumen de residuos
Donde:
• Volumen extraído: Corresponde al volumen de cosecha estimado por el
Simulador Radiata utilizando los criterios de disponibilidad que entrega el
estudio de INFOR206.
• Factor de expansión: Las estimaciones de volumen de un árbol se hacen sobre
la base de la madera comercial que contiene. El factor de expansión estima el
volumen total del árbol incluyendo las ramas, hojas corteza, estos últimos
parámetros en relaciones matemáticas con relación al volumen fustal
4.1.4 Balance de oferta y demanda de leña por región.
A partir de los volúmenes entregados por las estimaciones de oferta de leña regional,
los valores de consumo por habitantes rurales y urbanos (en la Figura 4.1 se presenta
el consumo porcentual promedio por hogares de leña y en la Figura 4.2 la relación
entre consumo urbano y rural) y los porcentajes de consumo de acuerdo a las
diferentes fuentes, se construyo el siguiente Cuadro 4.13, en éste se presentan los
consumos urbanos y rurales de cada región, la oferta disponible, y el superávit o
déficit estimado, en la Figura 4.3 se presenta la gráfica de los resultados.
206
Disponibilidad de madera pulpable de eucalipto en Chile: 2001 – 2018. Informe Técnico Nº 163.
INFOR,Valdivia, Julio 2002. 30 pp.
102
Figura 4.1: Porcentaje de hogares que usa leña por provincia.
Fuente: Contreras, 2008.
103
Figura 4.2: Consumo urbano y rural de leña.
Cuadro 4.13: Balance de oferta y demanda de leña por región
Fuente: Elaboración propia.
104
Figura 4.3: Relación entre oferta sustentable, consumo y superávit.
Aún cuando el 60% de la demanda sea por leña de especies nativas, existe además un
consumo de leña industrial y público comercial que superaría los 3 millones de m3,
lo que hace presumir que la demanda superaría la oferta de leña sustentable (Callieri
1996). Esto puede causar una presión sobre la madera de uso industrial y hacia
cosechas no sustentables.
Comparando las cifras de consumo anotadas en los párrafos anteriores con la oferta
sustentable, no parece existir la gran disponibilidad de recurso nativo que algunos
estudios parecen ver para usos intensivos de generación (Pontt, 2008)207. Esto
significa que en algunas regiones existe déficit de leña como sucede en zonas del
secano interior y costero de las regiones VII y VIII. Otras, donde no obstante existe
superávit, una mayor presión para uso energético podría generar un efecto similar al
que en el pasado ejerció el mercado de astillas sobre el recurso nativo. La
vigorización de un mercado de biomasa para usos energéticos podría tener un
especial impacto sobre áreas previamente degradadas (Wilken 1998 citado por
Emanuelli 2005; Callieri 1996). A futuro será indispensable manejar adecuadamente
los renovales y bosques adultos para lograr incrementos que permitan sostener un
incremento de la demanda.
207
Señala que el bosque nativo representa el 77% del potencial bruto para generación del sector
forestal, esto es unos 4.723 MW. Pontt, C. 2008. Potencial de la Biomasa para la Generación Eléctrica
en Chile al 2025. Estudio de contribución de las ERNC al SIC al 2025. Informe Sectorial Final.
Universidad Técnica Federico Santa María. 74 p.
105
Por otra parte, no se puede negar que existe una biomasa utilizable en los bosques
definidos como productivos y espacio para un mejor uso de la biomasa que
actualmente se desecha (corteza, ramas, copa y follaje), que permitirían aumentar la
provisión de leña y derivados. No cabe duda que el potencial no utilizado de biomasa
podría contribuir a satisfacer por largo tiempo la demanda de leña para calefacción y
cocción. Sin embargo, la idea de apropiarse de una parte importante de la biomasa
acumulada en los bosques adultos con el fin de favorecer su manejo probablemente
no es tan compartida socialmente como el manejo de renovales o proveerse desde
plantaciones realizadas para este objeto. De ello, la importancia de establecer
políticas públicas que incentiven el resguardo de la sustentabilidad del recurso y
fomenten la formalización del proceso productivo.
No menos importante, y un alivio a la presión por leña y derivados, puede significar
la oferta de biomasa desde matorrales nativos y de especies invasoras. El caso más
relevante puede ser el de espinillo y retamilla, referidos por Acuña (2008) que
pueden acumular hasta 60-70 toneladas de materia seca por hectárea.208 Igualmente
evaluaciones de diferentes matorrales arborescentes entre la VII y X regiones,
muestran variaciones entre 8,2 y 66,2 toneladas de biomasa aérea por hectárea, según
porcentaje de cobertura y tipo de matorral209. Matorrales de espino (Acacia caven y
otros especies arbustivas asociadas) de la VII Región varían entre 6,3 y 21,7
toneladas de biomasa aérea por hectárea según coberturas de copas entre 5 y 60%
(Gayoso, 2006)210.
Adicionalmente en la VI y VII regiones, donde el recurso nativo es más escaso,
existe una amplia superficie destinada a cultivos frutales cuya dinámica productiva
obliga a reemplazar los árboles transcurrido un cierto número de años, generando
una oferta complementaria de leña (O’Bois Marketing, 2002).211
4.1.5 Conclusiones preliminares respecto de la oferta de biomasa forestal
Este capítulo, en base a información secundaria, analiza la información sobre
disponibilidad de biomasa utilizable como leña y derivados, concentrándose en el
recurso nativo debido a que más del 60% de la demanda se satisface desde este
recurso. Complementariamente se estima el volumen de contribución desde
plantaciones y residuos de industrias de la madera.
En lo esencial, concluye que de los 13,3 millones de hectáreas de bosques nativos
con que cuenta Chile, 2,07 millones serían utilizables con fines productivos entre
la V y X regiones (3,2 millones entre la V y XII), considerando restricciones de
accesibilidad (costos marginales) y descontando las áreas silvestres protegidas del
Estado y privadas (SNASPE y ASPPP), protección de zonas de bosques
208
Acuña (2008). Arbustos y malezas asociadas a plantaciones forestales. En: Seminario “Evaluación
del Rendimiento Económico de Regímenes Silviculturales de Pino Radiata”.
209
UACH, 2002. Inventario de biomasa y contabilidad de carbono. Informe Técnico Nº 2. Proyecto
“Medición de la capacidad de captura de carbono en bosques de Chile”. 36p.
210
Gayoso J 2006. Inventario de carbono en praderas y matorrales para estudio de línea de base
Proyecto SIF Regiones VII y VII. Fundación Chile. 27p.
211
O’ Bois Marketing 2002. El mercado de la leña en las regiones del Sur de Chile. Santiago. 57 p.
106
achaparrados, los ubicados en zonas de altas pendientes (>60%) y bordes de
protección de cursos de agua. El 47% de esta superficie potencial se localiza en la X
y XIV regiones, que consume sólo el 27% del volumen total de demanda de leña.
Esta superficie potencial de bosque nativo estaría en condiciones de aportar una
oferta sustentable de biomasa de 9,8 a 14,9 millones de metros cúbicos anuales (6,4
– 9,7 millones de toneladas). Como la mayor parte de la madera no califica para usos
industriales actuales distintos a leña, esta oferta debiera ser capaz de sostener la
demanda actual. Además, debido a que la estimación se realiza desde el incremento
medio anual maderable, existe otra fracción de biomasa presente en el follaje y
ramas de los árboles potencialmente utilizables mediante derivados.
Resulta difícil aún estimar el impacto que puede generar la Ley de bosque nativo en
la producción de leña, ya sus objetivos son amplios y sólo en algunos casos generará
leña como subproducto. Además, este volumen queda sujeto a limitaciones de acceso
y costos, por lo cual puede no llegar al mercado. No obstante los montos de las
bonificaciones recientemente aprobadas pueden resultar bajos para cubrir los costos
de algunas actividades de manejo (por ejemplo, aquellas que involucren la
construcción de caminos), puede tener un efecto positivo en la economía local de las
regiones XIV y X, especialmente si se considera la opción de derivados.
El aporte de leña desde el recurso plantaciones forestales ha ido cobrando
importancia gradual, una vez que culturalmente comienza a aceptarse el empleo de
especies como eucalipto y aromo en reemplazo de especies del bosque nativo y
comienza a utilizarse derivados (briquetas, pellets). Si bien el potencial de residuos
desde el manejo de plantaciones alcanza la significativa cifra de 3,4 a 4,1 millones de
toneladas, entre la V y X regiones, un 62,5% de ellos se genera en torno a la gran
empresa. Biomasa que se entiende, en parte importante, cautiva para otros procesos
productivos, cogeneración y generación de las propias empresas. Dos terceras partes
se localizan entre la VII y IX regiones.
Una situación semejante ocurre con los desechos de la industria primaria de la
madera, los que son reutilizados por remanufactura u otros procesos industriales de
la madera, celulosa, tableros y cogeneración. Una fracción está siendo utilizada
igualmente para la fabricación de derivados de leña (briquetas, pellets).
Una intensificación del uso de biomasa como leña para calefacción o cocción y
extensión a otros usos como generación, puede resultar en un aumento de la presión
hacia el recurso nativo en algunas zonas del país. Ello obliga a tomar los resguardos
para cautelar la sustentabilidad del recurso o a generar otras opciones de biomasa
como es la utilización de matorrales exóticos, residuos de podas y raleos de
plantaciones forestales y frutales, residuos de la industria secundaria de la madera y
fomentar la forestación con fines energéticos. La certificación de leña y el
mecanismo de incentivo al manejo del bosque nativo pueden contribuir a este
objetivo.
107
4.2
Potenciales derivados de la leña
La dendroenergía o la energía procedente de la biomasa forestal es toda aquella
obtenida a partir de biocombustibles sólidos, líquidos y gaseosos primarios y
secundarios derivados de los bosques, árboles y otra vegetación existente en terrenos
forestales.
Los mecanismos más utilizados para el aprovechamiento energético de la biomasa
son los métodos termoquímicos, los que se basan en la utilización del calor como
fuente de transformación de la biomasa. Hay tres tipos de procesos que dependen de
la cantidad de oxígeno presente en la transformación: combustión, pirólisis y
gasificación. Esto dos últimos se verán con mayor detenimiento en el próximo
capítulo dedicado a las tecnologías de combustión.
La producción de calor doméstico es el uso más extendido de los dendroenergéticos.
La madera tiene que ser trozada antes de ser introducida en las calderas y, según el
tamaño y forma de los trozos resultantes, el biocombustible toma nombres como
leña, astillas, briquetas o pellets. El término leña incluye a toda la madera obtenida
de los bosques o de otro origen en su forma original, es la madera en bruto. Las
astillas son el resultado de reducir el tamaño de la madera, dando lugar a trozos
pequeños de forma irregular.
El carbón vegetal es un residuo sólido que se deriva de la carbonización, destilación
y pirólisis de la madera y de subproductos de ella. Para esto se utilizan hornos de
pozo, ladrillo y metal. Dentro de esta categoría se encuentran las briquetas de carbón
vegetal. Las briquetas son el resultado de moldear el carbón vegetal para producir
piezas homogéneas.
4.2.1 Opciones y potencialidades de pellets y briquetas.
a
Son dos los principales productos elaborados industrialmente a partir de aserrín
destinados a la generación de energía: los pellets y las briquetas.
Este tipo de productos consiste principalmente en aserrín compactado por medio de
la aplicación de alta presión, lo que genera una aglutinación de las partículas gracias
a la acción de la lignina propia de la madera. Durante este proceso por lo general no
es incluido ningún tipo de aglutinante artificial, aunque algunas empresas lo utilizan
en proporciones muy menores, principalmente con el propósito de mejorar la
cohesión de las partículas y la generación de energía al momento de la combustión.
En el caso de las briquetas, éstas son de forma cilíndrica, de 10 cm de diámetro y de
un largo de entre 25-40 cm. Algunos tipos de briquetas son de forma rectangular
(tipo ladrillo), otras son de forma cilíndrica y además huecas, estas últimas logran
una aceleración considerable al momento de la combustión, pese a esto, el modelo
más utilizado es el de briquetas cilíndricas macizas, principalmente por su similitud
visual con la leña. Fabricados a partir de desechos o fibras forestales comprimidas
108
como: carbón residual de desechos, cascarilla de arroz, bagazo de caña de azúcar,
residuos de pulpa de papel, papel o cartón y aserrín de madera.
Se aglomeran con agua y a menudo con otros residuos orgánicos, como por ej.
purines de cerdo. Para compactar el bloque sólido combustible también se pueden
usar aglomerantes como la arcilla, que luego de ser incinerados puede tener
propiedades puzolánicas y ser utilizados para la fabricación de cementos.
Gracias a su gran poder energético, menor precio y bajo impacto ambiental, se han
convertido en una opción viable en gran parte de Europa y Norteamérica, tanto para
el uso industrial como doméstico.
Los pellets son óvulos fabricados a partir de astillas de madera y aserrín. Tienen
forma cilíndrica, miden entre 1 y 2 cm de largo y hasta 8 mm de diámetro. Su
fabricación comienza con la molienda de los chips o desechos forestales hasta que
son transformados en partículas no superiores a 2 mm de longitud. Luego, se
homogeniza su humedad mediante un proceso de secado y finalmente el material es
prensado y reconstituido en pequeños bloques que corresponden al pellet. Al
comprimirse, se produce la cohesión del material gracias a la lignina presente en la
madera. El producto final tiene una humedad promedio de 10% y un 5% de polvo de
madera212
Se caracterizan por su alto poder calorífico. Una tonelada de pellets tiene el poder
calorífico de 5,5 m3 de leña. Expresado en unidades de medida los pellets alcanzan
hasta los 4.063 Mcal/ton, 16,11 MBTU/ton o bien los 4,72 MWh/ton. Debido a que
su combustión es casi total (98,5%) y que prácticamente no se produzcan cenizas
(por 1 kg de pellet se producen menos de 5 gr de ceniza). Los pellets son más
eficientes que la biomasa verde, que generalmente tiene altos contenidos de
humedad.
El poder calorífico de los pellets se sitúa entre 4.200 y 4.500 kcal/kg. Si se compara
con otros combustibles utilizados en el país, en términos de poder calorífico,
tenemos que los pellets equivalen al 64% de la energía del carbón mineral, un 41%
del petróleo crudo nacional y un 48% de la energía del gas natural. Solo el carbón
subbituminoso utilizado principalmente en la generación de energía termoeléctrica,
presenta el mismo poder calorífico que los pellets a base de desechos de aserrín
(4500 kcal/kg).
La forma y tamaño de pellets y briquetas, permiten un eficiente manejo tanto para
efectos de transporte como de almacenamiento, necesitan mucho menos espacio de
almacenamiento que otros combustibles sólidos, cerca de 1,5 m3/ton, facilitando
también su transporte y la carga automática de las calderas mediante sistemas
neumáticos.
Algunas de las principales razones esgrimidas por los fabricantes de pellets en pro de
su utilización como combustible son ( www.pelletheat.org, 2008):
212
Marcos, F.; Núñez, M. 2006. Biomasa forestal: fuente energética. Energética XXI IV (52): 80-85.
109
• Reduce la dependencia en combustibles tales como el carbón, la leña, el
petróleo y sus derivados de origen fósil.
• Constituye una fuente de energía renovable.
• Es producido a partir principalmente de desechos de la industria forestal, por
lo que su elaboración no ejerce presión sobre el medio ambiente y sus
recursos naturales.
• No presenta grandes variaciones en términos de precios de comercialización
en el mercado internacional, a diferencia de lo que ocurre con otros
combustibles de uso más tradicional.
• Produce una baja cantidad de residuos tanto sólidos como gaseosos al
momento de su combustión.
• Constituye una alternativa en la generación de energía y calefacción en
aquellas ciudades en las que existen restricciones en relación con las
emisiones de gases, lo que ha derivado en la prohibición del uso de estufas a
leña o chimeneas.
La combustión de los pellets es más atractiva ambientalmente debido a que reduce
las emanaciones de CO2 en un 50% comparado con la combustión de leña o astillas,
posee bajas concentraciones de azufre y nitrógeno entre 0.004 - 0.007 % y 0.05 0.16 % del peso seco final de cada pellet respectivamente213. La materia prima tiene
un contenido de humedad entre 8 a 12 %, obteniendo una eficiencia energética de
4500 kcal/kg como poder calorífico superior214. En consecuencia la combustión de
pellets contribuye a disminuir las concentraciones de CO2, SOx y NOx causantes del
“efecto invernadero” y el cambio climático.
A pesar de ser considerado un producto nuevo en Chile, los pellets y las briquetas
han sido desarrollados por más de veinte años en Europa, alcanzando una gran
masificación y diversidad de aplicaciones.
Los usos de importancia están relacionados con calefacción domiciliaria, como
también, se emplea junto a otros combustibles fósiles para el funcionamiento de
calderas industriales. Las que a través de plantas térmicas, abastecen de vapor a las
diferentes etapas del proceso donde se requiera.
213
Rojas, M. 2004. Prefactibilidad Técnica y Económica para la instalación de una planta de pellets
para combustibles a partir de desechos de madera. Tesis Ing. Forestal. Santiago, Chile. Universidad de
Chile. Escuela de Ciencias Forestales. 22-26 p.
214
Ortiz, L.; Tejada, A.; Vázquez, A.; Piñeiro, G. 2003. Aprovechamiento de la Biomasa Forestal
producida por la Cadena Monte-Industria. Parte III: Producción de elementos densificados (en línea).
Galicia, España. Disponible en http://www.cismadera.com/downnloads/biomasaiii.php
110
La materia prima factible de usar para la obtención del pellets y briquetas, es variada,
sin embargo, solo algunas favorecen alcanzar la rentabilidad económica esperada de
este tipo de proyectos.
Es así, que la materia prima ideal será aquella que posea un contenido de humedad
cercano al 15% y un tamaño de partícula no superior a cuatro 4 milímetros. Todas
características que cumple satisfactoriamente el aserrín, proveniente de una planta de
re-manufactura, que emplee pino radiata y que haya sido secado previamente.
4.2.1.1 Algunas consideraciones en torno a una evaluación de prefactibilidad
económica para una planta de pelletizado.
Para una pre-evaluación económica de una planta de pellets, se ha considerado para
su abastecimiento tres formas de materia prima: metros ruma, aserrín y virutas. En
los porcentajes indicados (estos porcentajes podrán variar, de acuerdo a
disponibilidad). Donde el aserrín y viruta estarán secos y el metro ruma húmedo.
Así mismo, la capacidad de producción de la planta se ha estimado de acorde a la
factibilidad operativa de abastecimiento y los equipos de combustión necesarios que
requieran de esta producción.
De esta forma, se ha considerado un consumo de 0,6 Kg/hr de pellets (de acuerdo a
especificaciones del fabricante; consumo asociado a equipos domiciliarios de tamaño
medio) durante 20 hrs al día, 24 días al mes durante cinco meses y medio.
Para determinar el número de equipos resulta de la siguiente ecuación:
[8.000 Ton / (0,6 Kg/hr * 20hr * 24 días * 5,5 meses) = 5.050 equipos de combustión]
Para determinar el precio de venta del pellets, se consideró un gasto promedio
mensual domiciliario en calefacción ($30.000); el que está por debajo de valores
internacionales del producto (http://www.woodpelletprice.com/) como también, al
considerar combustibles que otorguen un confort similar (petróleo, kerosene, leña).
Se considerado un valor de residual de la planta en 20% de su costo original.
Respecto al proceso de astillado de metros rumas, consideraron valores de mercado
de pequeñas empresas que prestan este tipo de servicio. Valor que podría variar de
acuerdo al tipo de negociación que se logre.
En el cuadro resumen a continuación se exponen las principales variables del estudio
de pre-factibilidad elaborado. A partir de dicho cuadro es posible afirmar que:
-
a precios actuales de las materias primas y costos de inversión podrían
lograrse flujos netos a partir del año 1 de funcionamiento normal
(considerando el año 0 como año pata instalación de la planta)
111
-
-
las inversiones en maquinaria, normalmente de origen extranjero, supera los 2
millones de dólares, se constituye en la principal barrera, aún cuando parte de
ella sea factible obtenerla en el mercado nacional a precios menores
la obtención de materia prima no es excesivamente cara, no obstante, el flujo
estimado nada dice de la importancia de la seguridad de abastecimiento
Principales indicadores pre-factibilidad
Planta de pellets
Capacidad: 8.000 ton/año
(escalable)
Inversiones:
Gasto operacional 1er año:
Total Ingresos 1er año:
Flujo estimado neto 1er año:
45%
30%
25%
(MUS$)
2.166
1.006
1.256
250
MR
Aserrín (m3)
Viruta (m3)
$24.000
$6.000
$8.000
Precio por venta pellets US$
Tipo de cambio
Tasa Descuento
157
640
10%
Fuente: Elaboración propia a partir de estudio elaborado por Ing. A Grillo, 2008.
El desarrollo de una fuerte industria del pellets enfrenta barreras de importancia. El
primero de ellos es tecnológico y la dependencia que esta naciente industria tiene
objetivamente de suministradores de equipos foráneos. El segundo de ellos tiene que
ver con el precio del combustible, que aunque menos contaminante que sus
competidores o sucedáneos, sigue siendo más elevado que el resto. Tercero, y
estrechamente ligado al precio del pellets es el precio de los artefactos para el uso de
éste, sean estos calefactores para viviendas o calderas de mayores dimensiones.
Ambos precios, del combustible y la materia reducen fuertemente su penetración y la
restringen, en el sector residencial, a sectores económicamente acomodados.
Atendiendo a objetivos ambientales, energéticos y de acceso a la energía, el pellets
debe ser abordado como una industria que requiere del apoyo del Estado para su
despegue. El sector forestal chileno, dispone de recursos humanos y materiales
adecuados, para desarrollar oportunidades de negocio asociado al pellets al mismo
tiempo en que se permite la constitución de una fuente de energía importante y en un
medio para estimular el manejo sustentable del bosque.
112
4.2.1.2 El Mercado de los pellets de madera
En la mayoría de los países desarrollados los pellets de madera son un producto
habitual tanto en hogares como en industrias. La comercialización internacional de
los pellets y briquetas de madera en el 2005, superó los US$ 3.000 millones
Los principales importadores son: EE.UU. (22,5%), Dinamarca (12,6%), ltalia
(1,6%), Bélgica (8,67%) y Suecia (6,8%), mientras que los principales exportadores
mundiales son: Canadá (19,6%), Austria (ll%), Alemania (9,7%), Francia (8,6%) y
Bélgica (7,9%).
En la actualidad, no existen estándares de calidad obligatorios para la elaboración de
pellets en el mundo. Pese a ello, las diferentes empresas productoras han decidido
tomar de manera voluntaria las especificaciones propuestas por el PFI (u otras
similares), con el fin de lograr un producto de alta calidad y de gran eficiencia al
momento de la combustión (Wood Pellet Fuel Manufacturers Association of British
Columbia, www.pellet.org, 2002). Además existe un interés manifiesto, en especial
por parte de la Comunidad Europea, por establecer estándares de calidad obligatorios
para la elaboración y comercialización de este tipo de producto.
4.3
Revisión y evaluación de la cadena de producción y calidad del producto
actual.
Este capítulo revisa la información publicada referida a la cadena de producción de
leña, desde el bosque hasta el consumidor, y evalúa el proceso en base a criterios
técnicos, económicos, sociales y ambientales.
4.3.1 Descripción general y evaluación del proceso productivo
Basta recorrer algunos lugares donde se cortan árboles para producir leña y seguir la
cadena de producción hasta llegar al consumidor para identificar impactos
ambientales, incumplimiento de planes de manejo, incumplimiento de leyes
laborales, uso de tecnologías y herramientas inapropiadas, salarios insuficientes,
incumplimiento de la normativa de transporte, servicios informales, irregular y baja
calidad de producto. En suma ineficiencia de todo tipo y consumidores insatisfechos.
No obstante, resulta difícil cuantificar la magnitud de los problemas por la falta de
estudios específicos.
Este trabajo contribuye a la sistematización de la información disponible para
identificar y categorizar ineficiencias en cada fase productiva, problemas asociados,
actores involucrados, opciones tecnológicas, actividades o medidas remediales.
El proceso productivo de leña, desde la perspectiva tradicional, comprende
mayoritariamente a pequeños productores que son parte de una cadena de
abastecimiento y que sólo en ocasiones logran llegar directamente al consumidor. El
producto final toma forma y dimensiones diferentes según la región, desde trozos de
madera en rajas de metro hasta leños de pequeñas dimensiones, listos para su uso.
113
El producto hasta llegar al usuario contempla comúnmente la fase de producción en
el bosque, la que se realiza por el propio propietario o en mediería con un agente que
hace las operaciones forestales en el bosque hasta dejar la leña a orillas de camino.
Sigue un intermediario, que es un transportista que compra la leña al propietario del
bosque para luego colocarla al detalle, consumidor por consumidor. Finalmente
aparece el agente que apoya al consumidor en el fraccionamiento y almacenamiento
de la leña. Alternativamente están los depósitos o leñerías que igualmente compran
a productores, para almacenar la leña que luego ofrecen al detalle. Una variante son
los productores e intermediarios que preparan leña en embalajes de pequeño
volumen que luego es comercializada en supermercados y comercios.
Esta revisión no encontró evidencia científica que analice de forma sistemática e
integral los procesos productivos de leña. No obstante, a partir de los diferentes
trabajos disponibles, se resume en los párrafos siguientes una caracterización de las
etapas del proceso productivo.
a) Fase de producción en el bosque
Plan de manejo forestal
Con la aprobación del Decreto Ley Nº 701 (1974) y el correspondiente reglamento
técnico D.S. N° 259 (1980), que contemplan la obligatoriedad de contar con Plan de
Manejo para la intervención de bosques, la Corporación Nacional Forestal (CONAF)
ha regulado el uso y aprovechamiento de los bosques, con el fin de cautelar el
máximo beneficio de ellos, asegurando al mismo tiempo la preservación,
conservación, mejoramiento y acrecentamiento de dichos recursos y su
ecosistema215.
El objetivo esencial de los planes de manejo es fomentar el uso racional del recurso y
asegurar la reposición del bosque. Para ello, estos planes exigen un estudio técnico
que debe describir las siguientes acciones: el tipo de intervención a realizar, los
métodos de regeneración contemplados, las medidas de protección contra plagas,
incendios, deterioro de cuencas, tratamiento de residuos y mantenimiento de
caminos1.
El método de corta o explotación del bosque nativo está regulado según el tipo
forestal que se interviene y comprende desde cortas selectivas hasta tala rasa216. Para
215
Corporación Nacional Forestal. Recursos forestales, bosque nativo, planes de manejo. Consultado
14 Octubre 2008. Disponible en:
http://www.conaf.cl/?page=home/contents&seccion_id=081f05d0c367fd0c5ddebec3a43d22d6&unida
d=0&
216
Los métodos de corta de acuerdo con el DS Nº 259 comprenden: Corta a tala rasa: el volteo en una
temporada de todos los árboles de un área definida del rodal. Corta por el método del árbol semillero:
el volteo de todos los árboles del rodal en una temporada, exceptuando los árboles semilleros dejados
para repoblar el área, los que serán de la especie que se desea regenerar. Corta de protección: la
explotación gradual del rodal en una serie de cortas parciales para dar origen a un rodal coetáneo a
través de regeneración natural, la cual se inicia bajo la protección del antiguo rodal. Corta selectiva o
114
ello la regulación reconoce los siguientes tipos forestales217: Alerce, Araucaria,
Ciprés de la Cordillera, Ciprés de las Guaitecas, Coigue de Magallanes, Coigue Raulí – Tepa, Lenga, Roble - Raulí – Coigue, Roble – Hualo, Siempreverde,
Esclerófilo y Palma chilena.
Bajo la perspectiva de producción de leña, generalmente los procesos de
intervención son selectivos, no por cuestiones de manejo sostenible, sino por la
preferencia de los usuarios sobre determinadas especies a las cuales se les atribuyen
mejores características y potencial energético. El 17% de los bosques de la X y XIV
regiones corresponde a bosque nativo alterado dentro de los cuales se encuentran
renovales, bosques floreados y bosques degradados. La principal intervención
silvicultural utilizada en el caso de los renovales es el raleo218, mientras en el caso de
bosques floreados y degradados, el dosel del bosque se interviene a través de cortas
de protección o en fajas219.
En una entrevista realizada a productores de leña en la XIV y X regiones, se obtuvo
que en promedio el 85% utiliza como método de cosecha la extracción selectiva
(floreo) y raleo. El 15% restante emplea tala rasa en terrenos que serán utilizados
para otras actividades productivas como la ganadería y la agrícola4. Los tipos de
corta además son correspondientes con las limitaciones que impone la regulación en
base a la topografía.220
Así, la variabilidad en la producción y consumo de la leña está condicionada por la
presencia y accesibilidad de las especies más apetecidas221. Un trabajo efectuado por
la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN)222 en las
principales ciudades de la XIV y X regiones, señala que el 97% de la leña producida
corresponde a especies del tipo forestal siempreverde y roble-raulí–coigue, entre las
que destacan Eucryphia cordifolia, Amomyrtus luma y Nothofagus obliqua, además
son muy utilizadas para leña Aextoxicum punctatum y Drimys winteri.
entresaca : la extracción individual de árboles o de pequeños grupos en una superficie no superior a
0,3 hectáreas, debiendo mantenerse en este caso una faja boscosa alrededor de lo cortado de, a lo
menos, 50 metros.
217
Donoso C. 1981. Tipos Forestales de los Bosques Nativos de Chile. Documento de Trabajo N°.
38. Investigación y Desarrollo Forestal (CONAF, PNUD-FAO). Publicación FAO. Chile.
218
Otero L, Monfil T. 1994. “Potencialidad de los bosques nativos en el desarrollo de la región de
los lagos”. Revista: Ambiente y Desarrollo 10 (2): 13-20.
219
Lara A, Donoso C, Donoso P, Núñez P, Cavieres A. 1998. Normas de manejo para raleo de
renovales del tipo forestal roble-raulí-coigüe. In Donoso C, Lara A (Eds) Silvicultura de los Bosques
Nativos de Chile, Editorial Universitaria. Santiago, Chile. p. 129-144.
220
Si el bosque se encontrase en terrenos de una pendiente mayor de 45% no se podrán usar los
métodos de tala rasa o de árbol semillero. Si la pendiente fuera entre 30% y 45% y se usare el método
de la tala rasa o del árbol semillero los sectores a cortar no podrán exceder de una superficie de 20
hectáreas, debiendo dejarse entre sectores una faja boscosa de, a lo menos, 100 metros. En pendientes
superiores a 60% sólo podrá usarse el método de corta selectiva
221
Cisternas C, Martín K. Caracterización del consumo de la leña en las comunas de Cisnes y Lago
Verde, XI región Consultado 14 Octubre 2008. Disponible en:
http://www.florachilena.cl/Links/doc/Lena_Cisnes_Lago_Verde.pdf
222
Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN). 2001. “Leña: Una
oportunidad para la conservación de los bosques templados del sur de Chile”. Valdivia, Chile. 14 p.
115
Lo anterior, puede generar situaciones de insostenibilidad del manejo del bosque. La
alta presión sobre algunas especies como ulmo, puede provocar efectos negativos
sobre la conservación y la degradación del bosque223. Además, algunas de estas
especies son parte de bosques que tienen diversos usos no madereros y ofrecen una
oportunidad de servicios ecosistémicos. Para nombrar algunos, la producción de
miel, frutos, uso turístico y paisajístico.
Propietarios y tamaño de las operaciones
De acuerdo con la tipología de INDAP, se estima que 20% del bosque nativo está en
manos de pequeños propietarios, 40% en medianos y el restante en grandes224con
predios de más de 5 mil hectáreas. En Chile, en promedio, un predio de un pequeño
propietario tiene 50 hectáreas de las cuales 30 hectáreas son de bosque225.
Mientras para el DL Nº 701, pequeño propietario forestal es la persona que,
reuniendo los requisitos del pequeño productor agrícola, trabaja y es propietaria de
uno o más predios rústicos, cuya superficie en conjunto no exceda de 12 hectáreas
de riego básico, de acuerdo a su equivalencia por zona. En todo caso se considera
que no exceden de 12 ha de riego básico aquellos predios que tengan una superficie
inferior a 200ha, o a 500ha, cuando éstos se ubiquen en las regiones I a IV, XI y
XII, en la comuna de Lonquimay en la IX Región y en la provincia de Palena en la X
Región.
Lo anterior ubica la producción de leña, mayoritariamente en el segmento de
pequeños propietarios, los que mantienen un total individualismo productivo. Esto es
relevante al momento de evaluar la capacidad de inversión y escala de producción de
los propietarios, siendo generalmente ineficientes las escalas de producción
pequeñas226.
Aún cuando, para el caso de pequeños propietarios, estos son asistidos por CONAF
en la formulación del plan de manejo, la aplicación del mismo y marcaje de árboles
puede resultar una tarea compleja o difícil de cumplir sin entrenamiento y
capacitación de los trabajadores5. En bosques adultos, tipos de corta como árbol
semillero y tala rasa, pueden producir un mayor impacto sobre la degradación del
bosque, la regeneración, el paisaje, la biodiversidad, el suelo y los cursos de agua
que cortas de protección. Estos daños se acentúan si no existe un adecuado manejo
223
Otero L. 1998. “Propuesta para desarrollar una oferta de leña certificada en Valdivia”. Informe
técnico Nº 6. Instituto de Silvicultura, Universidad Austral de Chile. Valdivia, Chile. 12 p.
224
Souter R, Pancel L. 2000. Bosque nativo chileno: Un recurso para el desarrollo. Technische
Zusammenarbeit (GTZ). Chile. 92 p.
225
Otero L. 2003. Bosques, manejo sustentable y leña. In Burschel H; Hernández A; Lobos M Eds.
Leña una fuente de energía renovable para Chile. Editorial Universitaria. Santiago, Chile. p. 111123.
226
Emanuelli P. 2005 “Perspectivas comerciales del manejo de bosque nativo de pequeños y
medianos propietarios: una aproximación desde la experiencia del PCMSBN”; Catalán R, Wilken P,
Kandzior A, Tecklin D, Burschel H. Eds. Bosques y comunidades del sur de Chile. Editorial
Universitaria. Santiago, Chile. p 87-104.
116
de los desechos y no se protege la regeneración del ramoneo producido por el
ganado12.
Los problemas parten de la desinformación y el bajo nivel educacional tanto de los
propietarios como de los trabajadores, también una condición económica deficiente
provoca que el campesino quiera ahorrarse costos incluso fuera de la legalidad13. La
informalidad del mercado sumada al bajo precio del producto leña, produce como
consecuencia una mayor extracción, degradación y agotamiento del recurso, lo que
traerá efectos negativos en la economía del propietario.
Caminos forestales
Concordante con la baja disponibilidad de capital de los pequeños propietarios y
bajos ingresos que genera la leña, los caminos forestales en áreas de producción de
leña son generalmente vías angostas, de tierra o no estabilizados, de baja inversión y
diseño poco elaborado. Esto restringe el acceso de camiones en temporada húmeda y
limita la entrada a camiones de gran capacidad. Lo que afecta toda la cadena desde el
productor al consumidor.
Los caminos de temporada no permiten la extracción de leña en meses húmedos, su
uso en condiciones inadecuadas genera su destrucción, provocando erosión y
sedimentación en los cauces. El productor, quien generalmente no tiene capital para
sostener la producción durante todo el año, concentra su producción en la temporada
de primavera verano y de forma correspondiente percibe ingresos sólo en la época
cuando logran entrar los camiones. Esto dependiendo de la zona climática puede
restringirse a cuatro o cinco meses en el año, lo que afecta la continuidad del empleo,
afecta su economía anual227 y la leña así no alcanza a perder humedad, la que llega
en estado verde al consumidor. Como consecuencia también la oferta de leña se
concentra en pocos meses por lo que los consumidores deben invertir grandes
cantidades de dinero para aprovisionarse para todo el año, afectando la economía de
los meses de verano. Además necesitan invertir en espacio e infraestructura para
almacenar la leña seca durante el invierno.
Tecnología de producción
Los pequeños propietarios productores de leña operan con métodos tradicionales,
manuales o con bajo nivel de mecanización en sus actividades silvícolas, lo que se
traduce en una alta demanda de mano de obra. Las herramientas y equipos utilizados
comúnmente en las actividades de producción en bosque nativo12 comprenden:
motosierra en el volteo y trozado, tractor agrícola y animales en el madereo, hachas y
cuñas en el desrame y rajado de los trozos. Otro aspecto que caracteriza a las
operaciones de los productores de leña es la baja o nula capacitación de los
trabajadores y el empleo de herramientas no adaptadas al biotipo del trabajador
chileno, aumentando el riesgo de accidentabilidad y enfermedades laborales. En
227
Comunicación personal, Vicente Rodríguez, Secretario Técnico COCEL de Los Ríos, Octubre 2008.
117
comparación con operaciones del sector plantaciones, la producción de leña es
generalmente de bajo rendimiento, ineficiente, de mayor esfuerzo físico, mayores
riesgos, menor continuidad y menor retribución.
No obstante, en los últimos años hay que destacar la aparición de productores
formales, comprometidos con el manejo forestal sostenible, respetuosos del
cumplimiento de la normativa vigente, algunos de los cuales son hoy proveedores de
leña certificada.
Ingresos del productor
En general los productores utilizan el bosque como una fuente secundaria de
ingresos, siendo el principal producto obtenido desde éste la leña, debido a que en
muchos de los casos el bosque se encuentra en precarias condiciones. Otero (2003)7
señala que la producción campesina es muy baja y no supera los 3m3/ha por año, por
lo que en superficies de bosque que en promedio no superan las 30ha por campesino,
la producción anual es de 90m3. Una entrevista realizada por AIFBN a pequeños
propietarios, arrojó como estimación grandes diferencias en el nivel sus utilidades,
cuyos volúmenes de producción varían entre 156 y 7920 m3/año, 30% de ellos
obtiene utilidades negativas, donde algunos productores no logran cubrir ni siquiera
sus costos de producción4.
Al contrario propietarios con mayores superficies de bosque, los cuales se
encuentran por lo general bajo menores presiones de extracción, tienen como
objetivo obtener madera de mayor valor económico, como aserrada y pulpable,
siendo el negocio de la leña un ingreso adicional pero no necesario en su economía8.
Los ingresos por la venta de leña son esporádicos durante el año, esto provoca
efectos negativos sobre la calidad de vida del propietario. Bajos ingresos provocan
una disminución en el interés para aplicar un plan de manejo, el campesino busca
ahorrar costos, lo que crea efectos negativos sobre el bosque y el ambiente. Con el
sistema de mediería el comerciante se queda con gran parte de las recaudaciones, y
como a mayor cantidad extraída mayor ganancia (a diferencia de quienes son
contratados por jornales fijos)4, se despreocupa del bosque y provoca su
degradación.
Otro aspecto de común ocurrencia es la desventaja de los productores sobre el
intermediario. Las utilidades de esta actividad recaen mayoritariamente en el
intermediario (especulador) ya sea el transportista o comerciante de leñerías o
centros de acopio. Mientras muchos productores de leña apenas logran cubrir los
costos operacionales de producción de la leña debido al bajo precio que perciben de
los intermediarios, estos últimos traspasan sin dificultad toda variación de sus costos
a los consumidores. En estas condiciones el propietario del bosque no alcanza a
recibir una compensación por el recurso utilizado que le permita mejorar su manejo.
118
b) Fase del productor al consumidor
El costo de transporte es uno de los más relevantes en el proceso productivo de leña.
El trozo es arrastrado desde el tocón hasta una cancha donde se fracciona y almacena
al aire libre con las dimensiones de leña, dando inicio al secado. Producto que luego
de unos meses es transportado hasta el usuario final o centros de acopio hasta
distancias que alcanzan unos 60-80 kilómetros. La primera fase del transporte es
importante porque su costo depende de la distancia de madereo o intensidad de la red
de caminos. Generalmente es realizado mediante tracción animal o tractores
agrícolas. Una vez preparada la leña, ya sea en rajas de metro o fraccionada en leños
o astillas de dimensiones menores queda en espera de compradores o intermediarios
hasta el inicio de la temporada seca, generalmente a orillas de caminos de tierra.
Transporte de leña
El transporte de leña como toda carga debe cumplir la Ley de Tránsito Nº 18.290 y el
Decreto Supremo Nº 94 del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (1991),
normativa que regula entre otros aspectos las dimensiones, aseguramiento de la carga
y transporte de productos forestales. Sin embargo, las disposiciones legales
específicas que regulan el transporte de rollizos de diferentes medidas y el transporte
de chips, astillas y aserrín, no consideran instrucciones adicionales para el transporte
de leña.
En Chile se transportan alrededor de 12 millones de metros cúbicos de leña al año228,
de los cuales un 90 % sería realizado de manera informal, caracterizado por un alto
nivel de precariedad229. Esto hace difícil controlar si los camiones cumplen con la
revisión técnica, permiso de circulación y seguro. En cuanto a las normas de
seguridad para transportar leña, al no estar regulado, se hace imposible fiscalizar.
En la Región de Los Ríos, existen 11 transportistas certificados por el Servicio
Nacional de Certificación de Leña (SNCL)230, lo que representa un pequeño
porcentaje del total de transportistas dedicados a este rubro. Los camiones utilizados
para el transporte de leña, en general son camiones ligeros y medianos (4x2 ó 6x2),
de hasta 20 metros estéreos de capacidad, relativamente antiguos, y que han
quedado obsoletos de las faenas de empresas forestales. Contribuye a la circulación
de camiones con deficiencias que incumplen la regulación el escaso control que se
realiza en caminos comunales.
228
SERNAC, Mayo 2007. Las ventajas de la leña certificada. Consultado 13 Octubre 2008.
Disponible en: http://www.revistadelconsumidor.cl/paginas_pdf_art/2007/mayo_07.pd
http://www.revistadelconsumidor.cl/paginas_pdf_art/2007/mayo_07.pd
229
Portal Puerto Montt, 2008. Bosque nativo y leña certificada. Consultado 15 Octubre 2008.
Disponible en:
http://portalpuertomontt.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=367&Itemid=28
230
Comunicación personal, Vicente Rodríguez, Secretario Técnico COCEL de Los Ríos, Octubre 2008.
119
La continua y creciente demanda por leña proveniente de bosque nativo, debida
principalmente al crecimiento poblacional, ha llevado a agotar los recursos próximos
a las ciudades, alejando cada vez más el recurso. Recurso que se localiza en áreas
menos accesibles (Ambiente y Desarrollo, 1996)231. Estas distancias límites de
abastecimiento, si bien difieren entre ciudades, para las regiones IX a X llegan a
superar los 60 - 80 kilómetros. El incremento del precio de los combustibles
alternativos ha permitido elevar el precio de leña lo que a su vez posibilita aumentar
el radio de abastecimiento, aunque en algunas situaciones con la finalidad de
mantener los costos se aprecia una mayor presión por intensificar las cosechas dentro
de los radios actuales.
Temporalidad del transporte de leña
Parte de la temporalidad de la producción también es debida a la temporalidad de la
demanda, cuestión que tiene un componente cultural y otro de opción. Según un
estudio realizado por PCMSBN (2004)232, se aprecia una clara temporalidad del
consumo, lo que se aprecia en sólo una vez en el período de verano, repitiéndose esta
tendencia en todos los segmentos (domiciliario, comercial e institucional). Los
argumentos que validan esta preferencia, son que la leña es más barata, más seca y el
transporte más expedito. En Chiloé esta tendencia no es tan marcada debido a que
existe una mayor cantidad de leña en los sectores aledaños a la ciudad, por lo tanto
es más fácil acceder a ella233. Se suma a este factor la temporalidad ya explicada de
los caminos forestales y sus consecuencias.
c) Fuerza de trabajo y cumplimiento de regulaciones
Para un pequeño propietario, su primera fuerza de trabajo en el manejo del bosque
nativo son los integrantes de la familia, los cuales obtienen ingresos no sólo del
bosque sino de fuentes extraprediales, como trabajadores forestales en empresas de
servicios, temporeros, salmoneros, colectores de algas marinas, en turismo, en
labores domésticas de verano, en construcción, etc. Algunas características que
comparten muchos pequeños propietarios son: elevados índices de pobreza, bajos
niveles de escolaridad, avanzada edad de jefes de hogar, baja disponibilidad de
fuerza de trabajo, baja capacidad de gestión productiva, deficientes relaciones de
intercambio comercial y un recurso forestal altamente degradado8.
Un mediano propietario ya tiene la capacidad de contratar un mayor número de
trabajadores desde los sectores circundantes a sus predios o comunidades aledañas,
buena parte de estos propietarios poseen recursos financieros que les permitirían
emprender acciones destinadas al manejo sustentable del bosque nativo, si ello
conlleva una rentabilidad. Las condiciones cambian, en el sentido que normalmente
no dependen del recurso nativo para subsistir y en la mayoría de los casos, incluso,
no habitan en el predio sino en la ciudad8.
231
Gómez-Lobo, A. 1996. “Degradación y deforestación del bosque nativo por extracción de leña.”.
Revista Ambiente y Desarrollo. Santiago Chile 21(3): 43-47.
232
Cisternas J, Martín K. Op. Cit.
233
Comunicación personal, Vicente Rodríguez, Secretario Técnico COCEL de Los Ríos, Octubre 2008.
120
Otra opción utilizada por los propietarios es el sistema de mediería, donde un
tercero extrae y realiza todo el proceso del bosque en pie, dividendo posteriormente
la producción de acuerdo a lo acordado previamente4.
Las diferentes modalidades expuestas no están exentas de informalidad, lo que lleva
a incumplimientos de la normativa laboral referida al contrato de trabajo, sueldo
mínimo, extensión de la jornada, descanso, afiliación a un sistema de salud, sistema
previsional y seguro de accidente laboral (Ley 16.744), entre otros. Además, muchas
veces participan menores de edad contraviniendo el artículo 14 del Código del
Trabajo. No obstante existen diferentes organismos de fiscalización en materia
laboral, provisional y de salud (Dirección del Trabajo, Superintendencia de AFP
(SAFP), Superintendencia de Salud, Superintendencia de Seguridad Social), se hace
difícil su tarea por la dificultad de acceso y localización de las faenas, sumado al
desconocimiento de las normativas y baja capacidad de gestión de los empleadores.
Esta situación cruza tanto a la fase productiva en el bosque como al transporte,
comercialización y fragmentación o trozado de la leña.
Según estudios234 se calcula que entre 15 y 20 mil personas trabajan en alguna etapa
del proceso de recolección, transporte y comercialización de leña. En su mayoría
estas personas pertenecen al mismo sector donde se produce la leña. Por lo tanto esta
actividad es una forma de sustento familiar en el sector rural. La informalidad de la
producción de leña, afecta sin duda a los trabajadores, sobre todo a los rurales, que a
causa de la difícil situación laboral, soportan condiciones de trabajo paupérrimas y a
veces ilegales, situación que se prevé insostenible.
d) Producto leña. Dimensiones y calidad.
Dimensiones de leños
Las dimensiones en que se comercializa la leña varían entre las diferentes regiones
del país, desde leña de metro, vara y pequeños leños (astillas) de 25 a 33 cm. Según
PCMSBN (2004)235 el 50% de los consumidores compran leña trozada al metro dado
que es más fácil controlar la unidad de venta. El 47% compra la leña trozada en
unidades de 33 centímetros, que es más adecuado tanto para el consumo directo
como para el secado posterior. Sólo un 3% compra su leña en medidas distintas a las
anteriores pero que están dentro de una dimensión intermedia entre el metro y los 33
centímetros.
La leña de metro implica un costo adicional para fraccionarla al tamaño apropiado al
artefacto de combustión, generalmente comprende el trozado con sierra circular de
234
235
El Llanquihue. Frío y lluvias agotaron la leña seca en capital regional. Consultado 06 Octubre
2008. Disponible en:
http://www.ellanquihue.cl/prontus4_nots/antialone.html?page=http://www.ellanquihue.cl/prontus
4_nots/site/artic/20050712/pags/20050712231345.html
Cisternas J, Martín K. Op. Cit.
121
dos o tres cortes por pieza de metro y luego un repicado de los trozos más gruesos
según el tipo de uso final. La leña trozada en unidades de 25 a 33cm tiene como
desventaja la dificultad para controlar y verificar el volumen transado.
Según entrevistas realizadas en Multitiendas de la ciudad de Valdivia, el tamaño de
leña no es una preocupación a la hora de comprar o cambiar el artefacto de
combustión, sino más bien la capacidad calorífica y el espacio físico que ocupa el
artefacto en el hogar236.
Humedad y densidad de la madera
El poder calorífico de la leña depende esencialmente de su contenido de humedad y
densidad de la madera. La densidad varía según la especie y mientras más densa una
madera mayor es su poder calorífico, pero al mismo tiempo, demorará más en
secarse. La leña de roble, coihue, canelo y pino, se seca más rápido que la leña de
luma, ulmo, trevo y eucalipto, puesto que éstas últimas son maderas más densas. En
el Cuadro 4.17 se observa el poder calorífico de distintas especies arbóreas para
distintos contenidos de humedad.
Otro aspecto no menor en ciudades con problemas de ventilación, son las emisiones
contaminantes que genera la combustión incompleta de la leña húmeda. Siendo la
contaminación ambiental un problema de todos, se encuentra en estudio una
propuesta de regulación de las emisiones por quema de biomasa, situación que
tendrán que tener en cuenta los consumidores al momento de comprar leña.
Cuadro 4.17. Poder calorífico de leña según especie y contenido
de humedad
Fuente: Proyecto Sistema de Certificación por el Uso Sustentable
de la Leña en Valdivia, Agrupación de Ingenieros Forestales por
el Bosque Nativo, 2004237.
236
Magazine. 2007. Calefacción a leña. http://www.d
eformas.com/esp/magazine/publicados/magazine_ estudio_mes_publicados_1.htm
237
Corporación Nacional Forestal. “Recomiendan este verano comprar leña seca y certificada”.
Consultado el 08 Octubre 2008. Disponible en:
122
Forma de acopio de la leña
La forma más común de acopio de leña238 es bajo techo ya sea encastillada o
arrumada. Un factor a destacar en este punto es que los consumidores al comprar
leña sólo una vez al año, lo deben hacer por volúmenes mayores que si compran
cantidades de acuerdo a sus necesidades más próximas, por lo tanto es necesario
incurrir en gastos de construcción de leñeras amplias para mantener la leña seca
durante el resto del año.
Como se señalaba en el capítulo anterior, un aspecto importante a tener en cuenta a
la hora de comprar leña es su contenido de humedad. La leña para poder ofrecer un
alto poder calorífico debe estar liberada en su mayor parte de humedad. Por eso es
importante acopiar la leña de forma correcta, para optimizar el secado y respetar los
tiempos de secado condicionados por el método de almacenamiento, Cuadro 4.18.
http://www.conaf.cl/?page=home/contents&seccion_id=007&unidad=0&articulo_unidad=0&articulo
_id=452&maestra=1
238
Cisternas J, Martín K. Op. Cit.
123
Cuadro 4.18. Tiempo de secado de la leña
El acopio de leña significa un costo extra en el que incurre el consumidor, ya sea por
el espacio requerido para almacenar y mantener la leña seca durante los meses
húmedos como por el costo de capital inmovilizado. Los acopios incorrectos de leña
en lugares con ventilación insuficiente retardan el proceso de secado y favorece la
llegada de roedores.
e) Comercialización de leña
La venta de leña al ser una práctica informal, no captura el impuesto al valor
agregado, ahorro que capitaliza actualmente el consumidor. En la mayoría de las
regiones del Sur de Chile donde existe información, se evidencia que más del 90%
de los hogares no reciben boleta o factura de venta por su compra de leña. Según un
estudio de Gómez-Lobo et al. (2006)239 se estimó una pérdida de recaudación del
IVA entre US$14 y US$16 millones al año como consecuencia de esta informalidad.
La formalización del negocio de la leña implica incorporar a los productores de leña,
tanto a los propietarios de bosques como a los intermediarios. El costo adicional de
esta regularización implica aumentar el precio de la leña en un 19% por el IVA que
tendrían que pagar los consumidores. Sin embargo, este aumento de precio podría
mitigarse al obtener un producto de mejor calidad y cantidad justa. El sólo hecho del
mayor poder calorífico de la leña seca implica que se necesita menos cantidad
ahorrando de esta forma hasta un 30% de su costo final (Wagner240, 2006).
En cuanto a los precios y los márgenes asociados a éstos, existe una gran dispersión,
tanto al interior de una comuna como entre comunas del país. Con precios de venta
que varían desde los $5.500 hasta los $22.088 por m3 sólido, dependiendo de la
especie, época del año y el contenido de humedad de la leña. Hecho que también es
observado en los márgenes de utilidad tanto de los productores como de los
intermediarios241.
239
Gomes-Lobo A, et al. 2006. Diagnostico del mercado de la leña en Chile. Preparado por la
Comisión Nacional de Energía.
240
Wagner A. Cooperante DED X Región: En II jornadas de Extensión, La Junta.
241
Andrés Gomes-Lobo, et al. 2006. Diagnótico del mercado de la leña en Chile. Preparado por la
Comisión Nacional de Energía.
124
f) Certificación de leña
Existe una percepción pública generalizada que la mayor parte de la leña proviene de
cortas ilegales o sin plan de manejo vigente, sin embargo esto aún no se a establecido
cuantitativamente. Las cortas ilegales son cortas de bosques no amparadas en un plan
de manejo aprobado por la CONAF14. Entre ellas también debe sumarse las cortas
que ocurren en áreas de acceso libre, como borde de caminos242.
Ya que toda leña de especies nativas que se transporta debe cumplir con la exigencia
de contar con una guía de libre tránsito, la cual es posible de obtener legalmente sólo
si se cuenta con plan de manejo, esto denota la existencia de problemas asociados
con el control, tanto por el diseño de las herramientas como por la ineficacia de los
servicios que tienen la responsabilidad de su control.
Una opción que se ha abierto en los últimos años para asegurar la producción
sostenible desde bosques, son los sistemas de certificación voluntaria de manejo
forestal que operan como mecanismos de mercado, especialmente activados por el
comercio internacional con sociedades ambientalmente más exigentes. No obstante,
siendo leña un producto de consumo doméstico, la certificación ambiental no tiene
aplicación debido a que el consumidor local y la propia sociedad nacional no la
demandan.
Por otra parte, la naciente certificación de leña que comprende tanto aspectos de
certificación de calidad de producto como de certificación forestal puede llegar a
constituir una herramienta de interés en el mercado doméstico. Como certificación
de calidad de producto contribuye al fomento y concienciación de los usuarios para
que demanden productos que entregan mayor poder calorífico, ventajas económicas
y menores emisiones de gases peligrosos para la salud. Como certificación ambiental
puede ser utilizada para un mayor control ambiental de la cadena productiva, esto es
controlar el manejo forestal y la corta de especies con alta presión. La reciente
certificación nacional de leña recomienda, entre otros, que ulmo ocupe menos del
25% del volumen de las especies extraídas y promueve el uso de otras especies con
alto valor energético para disminuir la extracción de especies con alta presión5, como
es el caso de mirtáceas.
Sin embargo, la certificación de leña no alcanzará sus objetivos si se mantiene el alto
grado de incumplimiento de los planes de manejo, las cortas ilegales y la
informalidad del negocio243.
242
Contreras R. Comunicación personal, 1995.
Comunicación personal. Vicente Rodríguez. Secretario técnico del Consejo de Certificación de
leña de Los Ríos. Octubre, 2008.
243
125
4.4
Conclusiones preliminares respecto del sistema productivo de leña
Este capítulo revisó la información publicada referida a la cadena de producción de
leña, desde el bosque hasta el consumidor, y evalúa el proceso en base a criterios
técnicos, económicos, sociales y ambientales.
Identifica las principales debilidades y barreras que caracterizan este proceso
productivo y de forma correspondiente, propone acciones tendientes a mejorar el
sistema productivo.
Se concluye en cuatro líneas estratégicas de actuación público-privada que permitiría
una expansión de la oferta, mejorar el producto actual, contribuir a la formalización
del mercado de leña en el contexto de la sustentabilidad del recurso:
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
incentivar una mayor organización y asociatividad entre propietarios,
disminuir el grado de incumplimiento y cortas ilegales,
establecer centros de producción de leña, y,
mejorar la calidad del producto leña a través del control del contenido de
humedad y estandarización de dimensiones.
En general, el proceso productivo desde el bosque hasta el consumidor denota
barreras tecnológicas, económicas, financieras, sociales y culturales, las que se
traducen en incumplimiento de planes de manejo, impactos ambientales,
incumplimiento de leyes laborales, uso de tecnologías y herramientas inapropiadas,
salarios insuficientes, incumplimiento de la normativa de transporte, servicios
informales, irregular y baja calidad de producto. En suma, ineficiencia de todo tipo
que se resume en consumidores insatisfechos y severos impactos sobre el medio
ambiente.
Una preocupación de importancia es el incumplimiento de la obligatoriedad de
contar con plan de manejo vigente y la realización de prácticas inadecuadas que
atentan contra la sustentabilidad del recurso. La intervención de los bosques por
pequeños propietarios, dominada por falta de conocimientos, escasa capacitación ni
organización, se ha hecho difícil de controlar por el sistema público. Situación que,
sumada a beneficios y rentas marginales, hacen poco probable un mejoramiento de
las conductas actuales.
Dos elementos de política recientemente adoptadas, no obstante, pueden contribuir al
aseguramiento de la sustentabilidad del manejo del bosque nativo.
Uno, la reciente ley para manejo y conservación del bosque nativo, que a través de
incentivos puede llegar a ser un instrumento de importancia si logra masificarse. Este
subsidio permitiría hacer el manejo necesario mientras se obtiene biomasa para usos
múltiples, entre ellos y principalmente leña. Como actúa al inicio de la cadena
productiva afecta de forma positiva a todo el proceso, dando oportunidad de mejores
ingresos, oportunidad para formalización de la producción, cumplimiento de
normativas, mientras se reguarda el recurso forestal. Al final de la cadena también el
126
consumidor podrá recibir beneficios de una oferta amplia y potencialmente
productos de mejor calidad, activados por la competencia.
El segundo instrumento que puede alcanzar relevancia es la certificación de leña. Sin
embargo, pareciera ser que esta medida tendrá mejor éxito en cuanto a garantizar un
producto de mejor calidad más que en la resolución de problemas ligados al manejo
forestal. Esto debido principalmente a la informalidad del negocio y falta de
fiscalización oportuna tanto de los planes de manejo como del transporte de leña.
Otro aspecto que atenta contra una producción más cuidadosa con el ambiente y la
calidad es la insuficiente disponibilidad de capital de operaciones y acceso
inadecuado a mercados. Los productores son individualistas en sus decisiones, lo que
sumado a la micro y pequeña escala de las operaciones, hace casi imposible un
mejoramiento de los procesos productivos. En este sentido, una asociatividad o
integración en clusters productivos podría favorecer el acceso a fuentes de
financiamiento, capacitación, tecnologías y mercado.
La informalidad actual del negocio de leña atenta contra los consumidores, abriendo
oportunidades para ser sorprendidos o engañados con productos de calidad y
cantidad diferente a la ofertada. La formalización del proceso, lejos de significar
costos adicionales por unidad de calor, debiera significar un ahorro y seguridad al
consumidor.
127
Capitulo 5. Tecnologías de usos energéticos de la leña
5.1 Tecnologías de calefacción y cocción doméstica
5.1.1 Características del proceso de combustión en pequeña escala
Los artefactos que combustionan leña realizan diversos procesos destinados a
obtener el máximo de la energía contenida en la leña y producir el mínimo de
residuos. La leña requiere oxígeno como comburente el que es suministrado por el
aire de combustión. Los productos del proceso pueden resumirse como sigue:
CALOR DE GASIFICACIÓN: Calor generado por la propia combustión que
es necesario para mantener el proceso de secado y gasificación de la leña
CALOR UTIL: Calor efectivamente transferido al ambiente calefaccionado
y/o a los elementos de cocción
PÉRDIDAS: Calor transferido al ambiente exterior a través del flujo de
exceso de aire caliente que se descarga por el efluente
RESIDUOS: Vapor de agua, dióxido de carbono, componentes orgánicos
condensables, cenizas y otros compuestos no contaminantes que genera la
combustión
EMISIONES: Material particulado fino, monóxido de carbono, componentes
orgánicos volátiles, óxidos de nitrógeno y otros contaminantes que genera la
combustión.
Figura 5.1. Esquema del flujo de materia y energía en la combustión de leña.
CALOR
CALOR DE GASIFICACIÓN
CALOR UTIL
CALEFACCIÓN, COCCIÓN
AIRE
PÉRDIDAS
CALOR EN GASES
RESIDUOS
VAPOR, CO2, COC, CENIZAS
EMISIONES
MP, CO, COV, OTROS
ARTEFACTO
LEÑA
Fuente: Ambiente Consultores (2007)
Se puede simplificar la función del calefactor diciendo que utilizando el insumo leña,
se busca obtener como producto el calor útil, produciéndose las externalidades que
son las emisiones y residuos. En cuanto a la emisión de CO2, la combustión de leña
es neutra.
128
La leña no es un combustible en sí, sino que es necesaria una transformación térmica
(pirólisis) para ser descompuesta en sustancias combustibles y ser mezcladas con
aire antes de poder ser quemadas. En este proceso (Fig. 2) que se produce dentro del
calefactor es necesario:
• transferir calor a la leña para su gasificación, energía que es obtenida de la
propia combustión, y depende en gran medida del diseño de la cámara de
combustión
• mezclar los gases generados con aire para su combustión
• mantener una temperatura suficientemente elevada y durante un tiempo
suficientemente prolongado para permitir la combustión completa
En caso de no cumplirse estas condiciones, la combustión será incompleta, se
producirán emisiones y la eficiencia energética será inferior.
Figura 5. 2. Esquema del proceso de combustión de leña
Fuente: UDEC, 2002
La eficiencia energética (Fig.5.3) es inferior al 100% por varias razones:
• parte de la energía de combustión es utilizada en evaporar el agua contenida
en la leña
• parte del combustible no es quemado y se emite en forma de partículas o
gases condensables (creosota)
• parte de la energía de los gases de combustión no son transferidos al
ambiente interior y se descargan al exterior
• parte de la energía de combustión es utilizada en calentar el Nitrógeno y el
exceso de Oxígeno del aire de combustión
129
Figura 5. 3. Relación entre el poder calorífico y el contenido de humedad de la leña
Fuente: UDEC, 2002.
La mayor cantidad de aire aumenta la tasa de combustión y la temperatura, pero baja
la eficiencia y el tiempo de tránsito de los gases. La cantidad de aire escasa baja la
tasa de combustión, reduciendo la temperatura y haciendo incompleta la combustión.
En consecuencia, resulta difícil lograr al mismo tiempo una alta eficiencia o bajas
emisiones.
Para lograrlo, los diseños de los calefactores recurren a:
• admitir aire primario en forma muy controlada y precalentado
• concentrar el calor en la zona de gasificación de la leña
• mezclar intensamente los gases combustibles con el aire (turbulencia)
• inyectar aire secundario precalentado en lugares y cantidad controlados
• alcanzar una temperatura elevada, del orden de 700 °C
• evitar superficies frías que apaguen la llama o condensen sólidos volátiles
• prolongar el tiempo de tránsito de los gases
• disipar el máximo de calor desde los gases calientes hacia el ambiente
En este proceso de se pueden distinguir varias etapas, que se ilustran a continuación
en un ejemplo, Fig. 5.4, donde se analiza paso a paso la transformación que sufre un
trozo de leña que se agrega a una estufa encendida.
130
Figura 5.4. Procesos de transformación que sufre una partícula de leña
Fuente: Elaboración propia.
Por lo tanto, las tecnologías de diseño de calefactores tienen por objeto lograr una
máxima eficiencia térmica con el mínimo de emisiones, controlando las
temperaturas, la transferencia de calor, los tiempos de tránsito, las cantidades de aire
y la mezcla aire-gases.
En general, en los artefactos pequeños (menos de 70 kW), la tecnología de
combustión se optimiza para cierto tipo de combustible, por lo que sólo puede usarse
si dicho tipo está disponible. En estos casos se alcanzan eficiencias térmicas sobre
90% y emisiones inferiores a 1g/kg. Generalmente se trata de calderas, es decir,
calefaccionan a través de circuitos de agua caliente. Los combustibles más usados a
nivel doméstico son la leña, los pellets y las astillas, como se muestra en los
siguientes ejemplos.
131
Fig. 5.5. Ejemplo de caldera a leña.
Fig. 5.6. Ejemplo de caldera a pellets.
132
Fig . 5.7 Ejemplo de caldera a astillas.
En general, los equipos más tolerantes a la variabilidad del combustible son de
mucho mayor costo inicial, lo que se compensa con un menor costo de combustible.
Un ejemplo comparativo de costos en Austria, Alemania y Eslovaquia se muestra en
el gráfico siguiente, medidos en Euro por GJoule de energía. Las barras azules
corresponden a leña, las rojas a aserrín, las amarillas a astillas y la celeste a pellets.
Fig 5.8. Comparación de precios por país, tipo de combustible y su tendencia
anual.
Fuente: Grant Ballard-Tremeer, “Opportunities for Biomass Energy
Programmes” Final Report, UNDP-GEF biomass energy projects, May 2007
133
5.1.2. Tecnologías disponible mercado local
5.1.2.1 Construcción y capacidad de los calefactores
Los calefactores que se han establecido en el mercado chileno corresponden, en su
mayoría, al tipo doble combustión (Fig. 5.9) y su popularidad se debe principalmente
al concepto de “combustión lenta” en relación a calefactores y estufas de tecnologías
anteriores. Las potencias típicas están en el rango de 7 a 12 kW y generan calor
directamente, es decir, no producen agua caliente sino que calefaccionan el ambiente
inmediato.
El principal elemento que distingue estas estufas es el denominado “templador”, que
cumple varias funciones. Por una parte, el templador forma una segunda cámara
sobre la cámara principal. El templador deflecta el flujo de gases provocando un
recorrido más largo a través de la segunda cámara.
Por otra parte, el templador alcanza una elevada temperatura al estar en contacto con
los gases en combustión y por efecto de la radiación de la llama. De este modo, el
templador cumple la función de transferir calor desde la combustión primaria,
manteniendo una temperatura más elevada en la etapa de combustión secundaria.
Resulta fundamental en el diseño del templador que logra la mezcla oportuna y
completa del aire secundario con los gases y MP a alta temperatura.
La principal deficiencia de esta configuración es que necesariamente se enfría la
cámara de combustión cada vez que se carga de combustible, dando lugar a un
período de mayores emisiones hasta que se alcanza el régimen normal de
temperaturas.
Figura 5.9. Esquema de una estufa de doble combustión nacional típica
Fuente: Ambiente Consultores (2007)
134
Las estufas de doble combustión típicas tienen una potencia máxima promedio de
9.000 kcal/hr, equivalente a 10 kW y una tasa de quemado de 2,5 a 3 kg de leña por
hora. En su posición “mínimo” o “lenta” la potencia es de 2 a 3 kW y un consumo de
0,6 a 1 kg/hr. Los factores de emisión típicos de material particulado (en laboratorio
y con leña seca) asociados, son de aprox. 2 g/kg para máxima potencia y 6 g/kg a
baja potencia, con una cantidad de leña moderada.
Generalmente, a máxima potencia el aire primario proporciona un elevado exceso de
oxígeno, facilitando una mayor temperatura y mejor combustión, pero reduciendo la
eficiencia energética por el mayor flujo y menor tiempo de intercambio térmico.
Si se llena la cámara a su máxima capacidad de leña, baja la temperatura de la
cámara de combustión y las emisiones pueden ser mucho mayores, como se muestra
en la figura 5.10.
Por lo tanto, existe un compromiso entre la duración de la carga de combustible, el
proceso de recarga de combustible y las emisiones de MP que se producen.
Por lo tanto, un calefactor ideal es aquel que alcanza rápidamente su temperatura
máxima desde el encendido y que, durante la recarga, mantiene elevada dicha
temperatura.
Figura 5.10. Relación entre emisiones de MP y temperatura del hogar
Fuente: Proterm, 2005.
5.1.2.2 Eficiencia térmica de los artefactos del mercado actual
La eficiencia térmica típica de los calefactores en el mercado nacional es de entre
55% y 65 % de la capacidad calorífica de la leña (Fig 5.11; SERPRAM 2006). Al
aumentar la tasa de quemado disminuye la eficiencia térmica, debido al mayor
exceso de aire primario y al menor tiempo de tránsito por las superficies de
intercambio de calor.
135
Figura 5.11. Eficiencia térmica de calefactores del mercado actual
Fuente: SERPRAM, 2006
Los artefactos evaluados por SERPRAM (2006) presentan tasa de quemado entre 0,6
y 3,8 kg/hr, con eficiencias descendentes desde 70% hasta menos de 50%, para sus
diferentes condiciones de operación.
La cocina presenta una alta tasa de quemado y una baja eficiencia, probablemente
debido a las diversas fugas de aire que tienen estos artefactos a través de las uniones
de sus partes y puertas no herméticas.
5.1.2.3 Emisiones típicas de calefactores del mercado actual
En cuanto a emisiones, los artefactos nacionales presentan valores, según los ensayos
de SERPRAM 2006, en el rango 100 a 600 mg/MJ, como se muestra en la Figura
5.12 siguiente.
En estos ensayos, se fijan las condiciones del artefacto y se evalúa un ciclo completo
de combustión de cierta carga de leña. Durante este ciclo las emisiones y la tasa de
quemado varían continuamente y los resultados que se obtienen caracterizan la
totalidad del ciclo, sin representar las emisiones instantáneas.
136
Figura 5.12. Relación entre tasa de emisión energéticas y tasas de quemado para
ejemplos de artefactos nacionales
Fuente: Ambiente Consultores (2007).
En la figura siguiente (Fig 5.13), se aprecia de estos resultados, que no es simple
asignar un valor único como característicos de cada artefacto.
Figura 5.13. Emisión vs. Eficiencia
Fuente: Ambiente Consultores (2007)
137
5.1.3 Tecnologías disponibles en el extranjero
En el mercado neozelandés existe un registro de artefactos, su eficiencia y sus
emisiones de acuerdo a ensayos de laboratorio, como se muestra en la tabla
siguiente:
Cuadro 5.1. Registro artefactos Neozelandeses
Fuente: www.mfe.govt.nz/laws/standards/woodburners/authorisedwoodburners.html#list
Si se compara en la misma escala a los artefactos nacionales con los artefactos
neozelandeses (Fig.5.14), se observa que estos últimos presentan mayor eficiencia
térmica y aproximadamente 10 veces menos emisiones.
Fig. 5.14. Emisiones vs eficiencia térmica de calefactores nacionales y
neozelandeses.
Fuente: Ambiente Consultores (2007)
138
En un estudio publicado en Febrero de 2008, Figura 5.15, siguiente, se muestran los
resultados de varios muestreos realizados en países europeos sobre los factores de
emisión en condiciones reales de operación, los que muestran resultados que varían
entre 50 y 1100 mg/MJ de material particulado. La relación entre emisiones de
laboratorio y operación real puede variar entre 3 a 10 veces.
Fig. 5.15. Relación entre emisiones de laboratorio
Fuente: Nussbaumer et al. (2008)
A su vez, mediciones realizadas en Canadá por el CANMET Energy Technology
Center en 2005 con artefactos en condiciones reales, concluyeron en los siguientes
resultados:
Cuadro 5.2. Mediciones en condiciones reales
Se observa que los calefactores a leña pueden variar sus emisiones en un rango 1:50
y los calefactores a pellets en un rango 1:2, lo que demuestra la importancia en la
calidad y homogeneidad del combustible.
El efecto de la humedad se muestra en la Figura 5.16 siguiente, en el que se observa
que a mayor humedad (barras rojas) mayores emisiones, salvo para el CO:
139
Figura 5.16. Efecto de la humedad
La mayor tasa de quemado (barras azules), a su vez tiene un efecto importante en las
emisiones de material particulado:
Fig. 5.17. Tasa de Quemado
En Australia, el Department of the Environment and Heritage realizó un estudio el
año 2006 sobre el parque de artefactos a leña.
Los resultados de eficiencia energética se muestran en el Figura 5.18 siguiente:
140
Fig. 5.18. Eficiencia y artefactos a leña en Australia
La distribución estadística de los artefactos según sus emisiones de material
particulado se muestra en el gráfico siguiente:
Figura 5.19. Material particulado por artefacto en Australia.
Fig. 5.20. Artefacto neozelandés de bajas emisiones
141
Las especificaciones de un artefacto de bajas emisiones a la venta en Nueva Zelanda
en 2006 se muestran en la Figura 5.20 siguiente:
DIMENSIONES 650 mm de largo 455 mm ancho 625 mm de altura Peso aproximado 140 kg Temperatura 800‐1,000 ° C Salida de Calor útil 2 a 8 kW Consumo de combustible 0,5 ‐ 3.2 kg/hr Tarifa de emisiones 74% Control de inicio Diámetro De combustible 100 mm estándar Fuente: Pyroclassic Plc
5.1.4. Normativa de artefactos residenciales
5.1.4.1. Normas relativas a emisiones ambientales
Las normas de cada país han definido procedimientos estándar por razones
diferentes, generalmente intentando una evaluación no sesgada respecto de los
artefactos que se usan localmente, y los fabricantes han desarrollados tecnologías
que tienden a optimizar los índices de sus productos. En general, los justificados
intentos por reflejar modos de uso específicos han sido criticados porque los
resultados no son comparables con otras normas o porque otras formas de operación
no son cubiertas.
Son tantas las variaciones individuales del uso de artefactos, que no es realista
esperar que un ensayo único cubra la totalidad de dichas variaciones en un ciclo de
operación “típico”. Por lo tanto, es necesario aceptar cierta flexibilización y
renunciar a parte del “realismo” de los ensayos en virtud de la reproducibilidad y
comparabilidad de los resultados.
El método 28 de la EPA considera el uso de pino Douglas como combustible, en
dimensiones y formato específico, representando un uso característico en
Norteamérica. Esta norma está vigente desde 1990 y se orienta a determinar la tasa
de emisión de material particulado en g/hr. Este método fija 4 tasas de quemado, que
no necesariamente representan las tasas en uso en otros países ni aquellas en que
pueden operar todos los artefactos.
142
La medición de material particulado tiene al menos 2 opciones en los métodos EPA
5G y 5H. El primero usa un túnel de dilución y el segundo captura directamente la
muestra del flujo de gases. Este último procedimiento no incluye las partículas
formadas por condensación al enfriarse los gases, por lo que sus resultados son
limitados.
En la figura 5.21 siguiente se muestra una correlación entre los métodos de tomas de
muestras.
El método 5H subvalora las tasas de emisión, con diferencias importantes, por lo que
no se considera apto para la certificación de artefactos.
Los límites fijados por EPA fueron 8,5 g/hr antes de 1992 y 7,5 g/hr desde 1992.
El método de la norma AS/NZS 4013 toma muestras a través de un túnel de dilución,
para tasas de quemado mínima, máxima e intermedia, de acuerdo al rango de
capacidades del artefacto.
Los límites fueron 5,5 g/kg a partir de 1992, reducidos a 4 g/kg en 1999. En Nueva
Zelanda se redujo posteriormente el límite a 1,5 g/kg.
Para comparar ambos métodos es necesario suponer cierta tasa de quemado,
comúnmente 1 kg/hr, pero esta aproximación deja de representar las condiciones de
operación de muchos artefactos.
En algunas localidades de los EE UU se ha criticado esta normativa y se aplican
restricciones más severas, de validez local. La Unión Europea, por su parte formó un
Working Group WG% para elaborar la norma CEN 13240. Esta norma especifica
ensayar los artefactos a potencia nominal, lo que nuevamente incide en ser poco
representativo de todo el rango de tasas de quemado.
Se ha propuesto como límite una concentración de 2500 mg/m3 para CO, 150 mg/m3
para material particulado y 100 mg/m3 para hidrocarburos totales.
La norma canadiense (CSA) B-415 es similar a aquella de la EPA.
La variedad pareciera ser la conducta en Europa. Así, en Dinamarca, se aplica un
límite de 0.3% CO al 7.5% de CO2. El método sueco se basa en la norma SP-1425,
midiendo CO e Hidrocarburos a 3 tasas de quemado. El límite para material
particulado es 40 mg/MJ. El método noruego usa un túnel de dilución similar a EPA
y tiene un límite de 10 g/kg para artefactos no catalíticos. La norma alemana DIN
18891 se basa en concentración de CO al 13% O2, con un límite de 0,4%, lo que
puede ser más bajo en algunas localidades específicas. En Gran Bretaña la norma
aplicable es la BS 7256:1990, con un límite para el factor de emiusión de 5,5 g/kg.
La ISO tiene en preparación la norma ISO 13336, que se aproxima a la norma
AS/NZS 4013 en cuanto a métodos.
Los principales parámetros de la normativa extranjera sobre ensayos de artefactos a
leña se resumen en el cuadro siguiente:
143
Cuadro 5.3. Resumen de normativas sobre ensayos de artefactos a leña.
144
Fuente: Kaisel (2005)
Los métodos de EE UU, Canadá y Noruega son relativamente similares y
compatibles entre sí. Están orientados principalmente a las emisiones de material
particulado, siendo la eficiencia sólo de carácter informativo. Comparten un
protocolo equivalente, pero utilizan diferentes parámetros para evaluar las emisiones
145
de particulado: g/hr y g/kg. En particular, el método 28-A estipula diversas
restricciones para evitar la manipulación indebida de los artefactos por el usuario.
Las normas europeas, en cambio, están orientadas preferentemente a evaluar las
emisiones de CO y en segundo lugar la eficiencia energética. En Austria y Suecia se
consideran indicadores que incluyen la eficiencia energética. La norma armonizada
para la Unión Europea aún no es aprobada, por lo que cada país mantiene su propio
sistema a la fecha.
5.1.4.1 Normas relativas a eficiencia energética
La eficiencia energética puede ser medida indirectamente a través de la medición de
pérdidas energéticas, conociendo el poder calorífico del combustible quemado. Este
método posee la ventaja de que las pérdidas normalmente son menores a la energía
útil, por lo que los errores en la medición de pérdidas afectan menos los resultados.
Un esquema de este método se muestra, para una caldera, en el siguiente diagrama
(Figura 5.22).
En el caso de un calefactor, la aplicación del método es sencilla, por cuanto no
existen circuitos de agua y/o vapor. Las pérdidas consideran el calor en los gases de
combustión, el calor en el aire en exceso, el calor latente del vapor de agua y el calor
de combustión de combustible no quemado.
Figura 5.22. Esquema de medición de pérdidas en una caldera
Los métodos estandarizados indirectos más conocidos son:
• ASME Standard: PTC-4-1 Power Test Code for Steam Generating Units
146
• BS845: 1987
Las variables a medir son:
a) Porcentaje de CO2 o O2 en el flujo de gases
b) Porcentaje de CO en el flujo de gases
c) Tasa de quemado de combustible
d) Temperatura de gases de salida
e) Temperatura de aire de combustión
f) Caudal de gases
5.1.4.3. AGIES anteproyecto para regulación de artefactos a leña (CONAMA,
2007)
De acuerdo al Reglamento para la dictación de Normas de Calidad Ambiental y de
Emisión (DS 93/95 del Minsegpres), el anteproyecto de una norma de emisión para
artefactos de uso residencial que combustionan con leña y otros combustibles de
biomasa da cuenta de los siguientes aspectos:
• La factibilidad técnica y económica de la norma para los distintos emisores,
• Los costos y beneficios de la aplicación de la norma para la población
directamente afectada,
• Los costos y beneficios de la aplicación de la norma para el sector a regular,
• Los costos y beneficios para el estado como responsable de la fiscalización y el
cumplimiento de la norma; y
• Los impactos sociales de la aplicación de la futura norma.
Contenidos del anteproyecto norma
• Objetivo de protección
• Cantidad máxima permitida y plazos para el cumplimiento
• Metodologías de medición propuestas
• Además se establecen criterios para acreditar cumplimiento de norma
Costos y beneficios públicos y privados244
El consumo anual promedio por hogar que usa leña es de 8 m3/año, equivalente a 11
MWh de energía térmica útil de calefacción. El gasto promedio por hogar es US$
296 al año en combustible y la amortización del artefacto es inferior a US$ 60,
considerando una tasa de descuento de 20% (crédito de consumo).
Si existieran alternativas tecnológicas, el costo anual en calefacción se indica en la
Figura 5.23 siguiente, donde se agrega el costo social en salud. Para la alternativa de
244
Todos los datos provienen del estudio citado de CONAMA 2007.
147
gas licuado no se incluye costo social en salud por falta de información, pero se
estima bajo.
El costo de combustible explica la actual tendencia a la migración a leña de los
usuarios de gas licuado, corroborada en una encuesta reciente en la R.M.
Figura 5.23. Comparación de costos para un hogar promedio con diferentes
artefactos, al 2007
Fuente: Ambiente Consultores (2007)
Las 3 opciones de artefactos a leña presentan costos similares, ya que el mayor costo
del artefacto se compensa por el menor consumo de leña. La opción en gas licuado
triplica los costos familiares, para similar energía térmica. Por supuesto, la relación
de costos artefacto/combustible aumenta para menores demandas de calefacción y
viceversa.
Se concluye que con la aplicación de la norma se reducirán sustancialmente los
costos públicos en salud y se incrementarán los costos privados sólo en un 10%,
148
debido a que el mayor costo de los artefactos se compensa casi completamente con
los ahorros en combustible por mayor eficiencia térmica.
Conclusiones del estudio sobre la norma
a) Unidades utilizadas para expresar el valor norma
La norma utiliza la concentración de material particulado en función de la cantidad
de gases de combustión. Esta variable refleja la calidad de la combustión, pero no
refleja las emisiones agregadas por artefacto, ya que estas dependen de la cantidad de
combustible consumido para proveer la calefacción necesaria, la que depende de la
eficiencia térmica del artefacto. Se recomienda que se incluya este factor en el
cálculo.
b) Gradualidad y límites propuestos para calefactores
La gradualidad se traduciría en los siguientes límites, desde la fecha de publicación
del decreto:
• Contado 1 año calendario, desde el 1º de marzo: 320 mg/MJ.
• Contado 2 años calendario, desde el 1º de marzo: 160 mg/MJ.
• Contado 4 años calendario, desde el 1º de marzo: 80 mg/MJ.
• Contado 8 años calendario, desde el 1º de marzo: 40 mg/MJ.
Figura 5.24. Esquema de gradualidad de aplicación de la norma
149
c) Gradualidad y límites propuestos para cocinas
Se recomienda que las cocinas tengan un régimen menos exigente, por ejemplo, una
gradualidad similar, pero con límites superiores en 100% al de los calefactores y con
un tope final de 160 mg/MJ. En caso de tener las cocinas un régimen especial, debe
evitarse que se comercialicen calefactores rotulados como cocinas.
Lo anterior se traduciría en los siguientes límites para las cocinas, a partir de la
fecha del decreto:
• Contado 1 año calendario, desde el 1º de marzo: 640 mg/MJ.
• Contado 2 años calendario, desde el 1º de marzo: 320 mg/MJ.
• Contado 4 años calendario, desde el 1º de marzo: 160 mg/MJ.
d) Necesidad y beneficios de etiquetar o entregar información al consumidor
Se recomienda que la máxima información sea incluida en el etiquetado de los
artefactos con el objeto de:
• estimular al usuario a adquirir productos menos contaminantes
• estimular al usuario a adquirir productos que consumen menos leña
• estimular el uso correcto del artefacto y elección de combustibles
• prohibir el uso de biomasa no apta como combustible (incineración de residuos)
• destacar productos que cumplen con creces los límites
• diferenciar productos que puedan eximirse de restricciones de uso
• desincentivar el uso de equipos no etiquetados u obsoletos
• desincentivar el uso de artefactos de características inadecuadas
e) Criterio para acreditar cumplimiento de norma
Es recomendable que los límites se cumplan para cada una de las tasas de quemado,
por separado, dado que no se conoce la que preferirá el usuario. En cada tasa se
recomienda obtener el promedio, ya que el ensayo no es absolutamente repetitivo.
f) Respecto al método de medición, en particular el CH-28
Se recomienda no usar el método 28, ya que en algunos casos omite la operación en
bajas tasas de quemado y en otros casos omites las mayores tasas de quemado. Se
recomienda el protocolo AS/NZS 4012, que define las tasas de quemado en función
del rango real del artefacto.
g) Respecto a la conveniencia o no de aceptar certificados de emisión internacionales
Si bien esto se desarrollo como una ampliación de los objetivos del presente estudio,
(ver estudio “Ampliación AGIES”), se concluye que no es recomendable considerar
certificados internacionales, como una forma de asegurar equidad y uniformidad.
150
h) Costos
Los costos de los artefactos no son significativos en el ciclo de vida, por cuanto son
muy inferiores a los costos de combustibles. Sin embargo, son una barrera de
entrada, dado que son superiores a los de artefactos que usan otros energéticos. Los
costos de innovación tecnológica pueden triplicar los costos de los artefactos
actuales, pero aún así dichos incrementos serían compensados por los ahorros
derivados del menor consumo de leña. Este efecto es sensible a los hábitos del
consumidor, a las tasas de interés de créditos de consumo y a la demanda anual de
calefacción del hogar que toma la decisión.
Para los consumidores que no pueden acceder a los artefactos que cumplen la norma,
los costos más significativos pueden llegar a ser los combustibles alternativos que
principalmente por sectores de bajos ingresos.
i) Beneficios
Los mayores beneficios sociales provienen de los costos evitados en salud, a nivel
social. Aún cuando la incerteza de estimación de estos costos es elevada, bajo las
condiciones actuales dichos costos superan el valor del combustible, por lo que el
potencial beneficio agregado por costos evitados es muy alto.
El rango de ahorros anuales estimados para el año 2020 por la aplicación del
anteproyecto de norma alcanza entre 26 y 198 millones de US$.
A nivel privado, los beneficios por ahorro de combustible son significativos, de
modo que compensan en gran medida los mayores costos de inversión inicial. Para el
usuario promedio, que consume 11 MWh de energía al año, el incremento de costos
por el uso de artefactos a leña que cumplan todas las metas del anteproyecto sería de
un 14% respecto de los costos actuales, si se trata de un usuario de leña. Si se trata de
un usuario de gas licuado, el ahorro al migrar a artefactos que cumplen dichas metas
sería de un 64%, sin considerar el eventual escalamiento de precios del gas.
En el sector rural existiría una asimetría con respecto a los usuarios urbanos, ya que
los beneficios en la calidad del aire no serían percibidos y los ahorros en combustible
serían menores debido a que este es de bajo costo o recolectado.
5.1.4.4. Plan de Descontaminación Ambiental de Temuco – Padre Las Casas245
El PPDA de las comunas de Temuco y Padre Las Casas contempla una serie de
medidas que, en su conjunto, podrían mitigar las concentraciones de PM10 y
reducirlas bajo los límites compatibles con la salud, en el mediano y largo plazo. Por
razones obvias, dichas medidas no contemplan la eliminación de la leña como
combustible doméstico.
245
En el Capítulo 6 se incluye un detalle de los objetivos y propuestas del Plan de Descontaminación
tanto en la RM como en Temuco y Padre las Casas.
151
Figura 5.25. Esquema de medidas del PDA
Fuente: Sanhueza (2006)
En los cuadros siguientes se resumen las medidas propuestas para el Plan de
Prevención y Descontaminación de Temuco y Padre Las Casas, actualmente en
proceso de aprobación.
152
Cuadro 5.4. Medidas con potencial de reducción de emisiones posibles de calcular.
Fuente: Sanhueza 2006
153
Cuadro 5.5. Medidas sin potencial de reducción de emisiones posibles de calcular.
Fuente: Sanhueza 2006
Cuadro 5.6. Instrumentos económicos.
Fuente: Sanhueza 2006
Cuadro 5.7. Programas complementarios.
Fuente: Sanhueza 2006
154
Cuadro 5.8. Medidas complementarias.
Fuente: Sanhueza 2006
Cuadro 5.8. Medidas con mayor factibilidad.
Fuente: Sanhueza 2006
5.1.5 Recambio Acelerado
5.1.5.1 Objetivos del recambio acelerado
Aún cuando se dispusiera en el mercado de una oferta de artefactos de bajas
emisiones, es probable que la tasa de recambio (número de artefactos que dejan de
usarse por cada artefacto nuevo que entra al stock en uso) sea insuficiente para
reducir los niveles de emisiones en un plazo de pocos años.
Una de las razones es la larga vida útil de este tipo de artefactos, especialmente los
de fundición de hierro, que puede exceder 30 años. Otra razón es el mercado
secundario de los artefactos usados, los que probablemente sigan utilizándose por
otros usuarios, sin reducirse las emisiones.
Se asume el supuesto que las ventajas económicas de artefactos de bajas emisiones y
alta eficiencia térmica, a pesar de su alta rentabilidad privada, no son suficientes para
provocar una tasa de recambio elevada. Se asume también que el costo de la
aceleración del recambio debe ser muy inferior a los costos en salud evitados por
dicho recambio.
El objetivo general de un programa de recambio acelerado es la reducción de las
emisiones atmosféricas por calefacción residencial a niveles compatibles con la
155
calidad del aire en zonas saturadas, forzando la salida del stock de artefactos
mediante el retiro y la destrucción de las unidades contaminantes.
Los objetivos específicos se deben ajustar a las condiciones del mercado local y a las
características locales de la contaminación.
Los resultados esperados de un programa de recambio pueden ser, entre otros:
• reducir las emisiones de material particulado respirable causada por el uso de
artefactos domésticos de baja tecnología
• reducir los impactos sobre la salud por episodios críticos y sus respectivos
costos
• acelerar el avance tecnológico y certificación de los equipos de calefacción
• incentivar la formalización del mercado de leña
• incentivar el uso de leña de mayor calidad
• incentivar los buenos hábitos de uso de leña para calefacción
• informar sobre las ventajas derivadas de la mayor eficiencia energética y
menores emisiones
• mejorar la calidad técnica y seguridad de las instalaciones
• reducir los riesgos de incendio derivados de instalaciones o uso deficientes.
5.1.5.2. Actores y roles
En el contexto de una propuesta de recambio acelerado como la expuesta en líneas
precedentes, en el cuadro siguiente se muestran los roles que pueden cumplir los
diferentes actores en la implementación de programas de recambio de artefactos de
calefacción a leña.
Cuadro 5.9. Entidades reguladoras
156
Cuadro 5.10. Mercado de artefactos
Cuadro 5.11. Consumidores
5.1.5.3. Condiciones que es necesario definir para el recambio
Calidad del artefacto usado
El artefacto usado debe cumplir requisitos que lo califican como “contaminante”, en
base a criterios como:
• edad del artefacto
• tipo de artefacto
• estado de la instalación
• tasa de emisión unitarias estimada
Calidad del artefacto nuevo
El artefacto nuevo debe cumplir alguna de las metas de la norma para artefactos
nuevos.
Por ejemplo: “emisiones de material particulado no superiores a 100 mg/MJ según
norma AS/NZS 4013”.
157
Calificaciones del beneficiario
El beneficiario debe cumplir ciertos requisitos, tales como:
• usuario de calefactor contaminante
• localización en área saturada
• condiciones socio-económicas
• condiciones de la vivienda
Compromisos del beneficiario
El beneficiario debe asumir ciertos compromisos respecto de:
• instalación correcta
• adquisición y almacenamiento de leña
• hábitos de uso
• mejoramiento de la aislación térmica y/o hermeticidad de la vivienda
• mantención periódica
5.1.5.4. Funciones que es necesario definir
Institucionalidad
Es necesario que a nivel regional exista una institución que canalice los recursos y
cumpla las funciones de obtener el financiamiento, definir las reglas y auditar la
gestión, además de las funciones que asuma directamente.
En esta función pueden participar los municipios.
Capacitación
Es necesario fortalecer o crear la capacidad técnica y empresarial para la inspección,
instalación y mantención de los sistemas de calefacción. La actual oferta de estos
servicios es escasa o precaria, y resulta clave para la efectividad en la reducción de
emisiones.
En esta función pueden participar SERCOTEC y SENCE.
Registro de beneficiarios
Es necesario mantener un registro de los hogares en los cuales se retira y se instala
un artefacto nuevo.
En ciertos programas será necesario contar con un mecanismo de postulación o
inscripción previa para acogerse a los beneficios.
158
En lo posible, este registro debe contemplar una cartografía digital y un plan de
seguimiento.
En esta función pueden participar el MINVU, FOSIS, Municipios.
Recolección y destrucción de artefactos usados
Es necesario crear los canales de recolección, los lugares y forma de almacenamiento
y la forma de destrucción de los artefactos dados de baja.
Estas acciones deben ser transparentes y considerar publicidad.
Difusión de buenos hábitos
Es necesario utilizar los diversos medios para crear una “cultura del buen uso de
leña”, como estímulo a las acciones voluntarias tendientes al recambio tecnológico.
Esta función debe ser capaz de superar la barrera y el mito del “mayor costo” de
utilizar mejor tecnología en equipos y combustibles. Las ventajas en confort, salud y
economía para el hogar deben hacerse explícitas, incluyendo ejemplos demostrativos
de los propios programas.
Es deseable que el consumidor disponga de una herramienta en internet que le
permita calcular sus ahorros y comparar diversas opciones de financiamiento.
En esta función pueden participar CONAMA, COCEL, PPEE u otras.
5.1.5.5. Modelos de subsidio
Los modelos de subsidio son muy diversos y dependen del actor a través del cual se
canaliza el instrumento. Este puede ser directamente a la oferta, ya sea el proveedor
o el instalador de artefactos, o bien a la demanda, ya sea a usuarios empadronados o
a cupos que se sortean entre interesados.
Modelo de subsidio directo
El beneficiario es directamente el usuario, con o sin pago de una inscripción base.
1. Una institución estatal licita y adquiere un número de calefactores nuevos
con ciertas características definidas
2. Se hace un llamado a usuarios que cumplen ciertos requisitos o pertenecen a
cierto listado
3. Se adjudica a un número de beneficiarios inscritos según criterios de
prioridad
4. Se licita la instalación de los artefactos a contratistas calificados
159
5. El instalador recolecta los artefactos, que son entregados a la institución y
destruidos
6. El instalador registra la nueva instalación
7. La institución paga el costo de instalación
Modelo en base a un poder comprador
Subsidio a la oferta. El beneficio directo es al proveedor, que lo traspasa al precio de
venta a través de descuentos.
1. Una institución estatal abre un poder de compra por cierto número de
calefactores usados de cierto tipo, origen y características definidas
2. Los proveedores presentan ofertas por cada tipo de artefacto
3. Los proveedores adjudicados recolectan artefactos y empadronan
beneficiarios
4. Los proveedores adjudicados “venden” los paquetes de artefactos una vez
que los han recolectado e informan sobre los beneficiarios.
5. La institución destruye los artefactos
Modelo en base a donaciones y promociones
Se renuncia al valor residual de los artefactos usados a cambio de una donación a
terceros beneficiarios.
1. Entidades público-privadas se comprometen a donar cierta cantidad de dinero
por cada artefacto usado que reciben
2. Entidades de beneficencia recolectan artefactos para acceder a beneficios
3. Usuarios que renuevan su equipo pueden donar individualmente el artefacto
usado a la entidad receptora
4. Proveedores que realizan promociones de sus equipos nuevos recolectan
artefactos usados y los donan a la entidad receptora.
Modelo en base a un bono de leña
Subsidio a la demanda. Se compensa la renuncia al valor residual del artefacto usado
y el mayor costo de la leña certificada mediante una cuota de leña gratuita.
1. Una institución estatal crea un fondo de subsidio al buen uso de leña y
compra leña certificada
2. Se hace un llamado a usuarios que cumplen ciertos requisitos
3. Los usuarios que califican inscriben su instalación nueva y entregan su
artefacto usado
4. Los beneficiarios reciben instrucción y se comprometen con “buenas
prácticas” y/o a un contrato de suministro de leña
5. Los beneficiarios reciben una o varias cuotas gratuitas de leña certificada,
según ciertas condiciones.
Modelo en base a un bono de instalación
Subsidio a la demanda. Se compensa la renuncia al valor residual del artefacto usado
mediante un descuento en el costo de instalación.
1. Una institución estatal crea un fondo de subsidio al buen uso de leña
2. Se capacita a instaladores, los que son acreditados por el fondo
3. Los instaladores ofrecen descuentos a quienes entregan el artefacto usado
160
4. Los instaladores certifican la calidad de la instalación, instruyen al usuario y
formalizan un contrato de mantención
5. Los instaladores venden los artefactos usados al fondo de subsidio
6. Los instaladores se hacen responsables de la calidad de instalación y
mantienen un registro de clientes
Modelo en base a un círculo de uso limpio
Subsidio a la demanda. Se compensa la renuncia al valor residual del artefacto usado
mediante un precio de leña preferencial o un crédito de tasa preferencial.
1. Los potenciales beneficiarios se comprometen con “buenas prácticas” y
forman un círculo de difusión
2. Los miembros del círculo tienen acceso a créditos preferenciales
3. Los miembros del círculo tienen acceso a un precio preferencial a artefactos
no contaminantes, según promociones de los proveedores
4. Los usuarios inscriben su instalación nueva y entregan su artefacto usado
5. Los miembros del círculo tienen acceso a un precio preferencial garantizado
de leña certificada, según promociones de los proveedores
161
Ventajas y desventajas
Cuadro 5.12. Ventajas y desventajas de cada modelo.
162
5.2
Calefacción Distrital
5.2.1 Descripción de la tecnología
La calefacción distrital o “calefacción a distancia” es un sistema de suministro de
calor a través de una red pública de agua caliente, a la cual se conectan los
“suscriptores” que pagan mensualmente por el consumo de calor.
Un esquema típico se muestra en la Figura 5.26 siguiente, en que los componentes
principales son una planta generadora de calor, una red de distribución, generalmente
de 2 cañerías subterráneas y una central de transferencia en cada consumidor.
Una red compleja puede tener varias plantas de suministro de calor y de cientos a
miles de consumidores conectados, ya sean residenciales o comerciales. La
competitividad se basa en la escala de la planta, que es más eficiente que fuentes de
calor individuales, al mismo tiempo que es ambientalmente menos contaminante. Sin
embargo, la tecnología de generación de calor debe ser avanzada, por lo que la
inversión es normalmente muy elevada y contribuye al costo de la energía más que el
combustible.
En algunos casos, la red puede distribuir agua enfriada para refrigeración, la cual se
puede obtener de la biomasa mediante equipos de absorción.
Fig.5.26. Esquema de un sistema distrital
Fuente: Nordman (2008)
Las fuentes de calor que utiliza la planta pueden ser de diferente origen. En algunos
casos se utiliza el calor residual de algún proceso industrial, en otros se genera
electricidad y se usa el calor excedente (co-generación) y en otros se obtiene
directamente de la combustión de biomasa.
163
Fig. 5.27. Planta de Calefacción Distrital.
La planta contiene típicamente una caldera y diferentes sistemas de acopio y
manipulación de la biomasa. En algunos casos, la recolección en origen, el astillado
y toda la logística son parte fundamental del sistema.
Fig. 5.28. Manipulación y Acopio de Biomasa
164
La red puede tener varios kilómetros de longitud y consta de 2 tuberías de acero,
surtidor y retorno, revestidas con material aislante que se instalan enterradas aprox.
0,80 m. bajo el suelo, como se muestra en el esquema.
Fig. 5.29. Esquema instalaciones subterráneas.
Fuente: Nordman (2008)
La tubería de surtidor generalmente está a una temperatura de aprox. 95°C y la de
retorno entre 60°C y 45°C dependiendo de la demanda.
La excavación requiere un terreno blando y libre de otros ductos. Las cañerías se
instalan por tramos prefabricados de 20 m. y se cubren con arena para protección Fig
5.30).
165
Figura 5.30: Ductos de calefacción distrital
Fuente: Nordman (2008)
La central cumple las funciones de:
•
transferir calor al agua potable para suministrar agua caliente
sanitaria (V)
•
transferir calor a un circuito cerrado que distribuye calor a
radiadores u otros elementos de calefacción ambiental (R)
•
controlar los flujos para que el agua caliente tenga las temperaturas
de consigna
•
medir el caudal y la diferencia de temperatura de entrada y salida
de agua
Un esquema e imagen de una central se muestra en las figuras siguientes.
166
Fig. 5.31. Central. Esquema e imagen.
Fuente: Nordman (2008)
5.2.2 Sistemas de distribución
La red de distribución puede adoptar diversas topologías. Por ejemplo, una red tipo
árbol, con sólo una fuente de calor y sólo 1 ruta de conducción a cada punto de
demanda, es el sistema con menor longitud total, pero es inflexible. Es aplicable a
comunidades fijas con una demanda predecible y estable.
167
Fig. 5.32. Ejemplo Red tipo árbol.
Fuente: ENEA 2001
Una red tipo anillo puede tener varias fuentes y al menos 2 rutas, por lo que es más
adaptable a cambios en la demanda.
Fig. 5.33. Ejemplo Red Tipo Anillo.
Fuente: ENEA 2001
Un red tipo malla es más compleja de gestionar, pero se adapta a ampliaciones o a
fallas en tramos específicos, por lo que es el sistema a que tienden las áreas urbanas
de mayor densidad. Este tipo de red puede extenderse indefinidamente.
168
Fig. 5.34. Ejemplo Red Tipo Malla.
Fuente: ENEA 2001
El análisis de la red, tanto para efectos de diseño como de operación, requiere un
modelo de simulación complejo con numerosos datos de entrada hidráulicos y
térmicos, similar a un modelo de transporte, y con una matriz de conectividad que
simula las demandas individuales.
Los sistemas de gestión más avanzados permiten a un agente operador administrar
múltiples proveedores sobre una misma red, de modo que los clientes pueden optar
por distintos proveedores y/o distintos planes tarifarios. A su vez, el modelo no lineal
permite a los agentes distribuidores optimizar el almacenamiento térmico y
responder dinámicamente minimizando la compra de calor.
5.2.3 Condiciones requeridas para un sistema distrital
Para que sea factible un sistema de calefacción distrital, deben cumplirse ciertas
condiciones que, de no cumplirse, hacen remotas la factibilidad del sistema. Entre
estas condiciones se encuentran las siguientes:
• Existe una demanda agregada de viviendas o actividades que requieren energía
térmica en un radio no superior a 2 km
• Se dispone de una o preferiblemente muchas fuente de suministro local de
biomasa, aún cuando sea materia prima para elaborar un combustible de
biomasa
• Existe una seguridad de suministro de biomasa a futuro, en lo posible en
asociación con el proveedor
• La distancia a la fuente de suministro debe ser reducida, ya que puede influir
significativamente en el costo del combustible y en las emisiones de CO2
• Calidad del suelo apta para excavar con facilidad
169
•
•
•
•
La menor distancia permite menor volumen de acopio de combustible en el
lugar de uso, que generalmente dispone de menor espacio que otros lugares de
acopio
Disponibilidad de una superficie libre, próxima a una vía de transporte y a las
demandas de energía térmica, adecuada para construir la planta y el
almacenamiento de combustible
Existencia de combustibles alternativos de alto precio
Instalaciones existentes de calefacción central en viviendas potencialmente
clientes
Figura 5.36. Análisis de competitividad
Fuente: Wernstedt et al (2007)
Es crucial el correcto dimensionamiento de la planta en función de la curva de
demanda, tanto para satisfacer la demanda punta como para cubrir las temporadas de
baja demanda, lo que generalmente se realiza con generadores auxiliares, los que
pueden utilizar diferentes tecnologías y/o combustibles.
170
Figura 5.37. Curva de demanda y generación de calor por varias tecnologías.
Fuente: Wernstedt et al (2007)
Una decisión similar debe adoptarse respecto de la demanda horaria, ya que se
requiere modular la oferta de calor sin reducir la eficiencia energética. Una opción es
utilizar calderas en paralelo, una de las cuales tiene el rol de regulador y la otra el de
eficiencia, por lo puede utilizar combustible de menor valor.
Fig. 5.38. Curva de demanda horaria cubierta por 2 unidades paralelas.
171
5.2.4 Ventajas y desventajas
5.2.4.1. Ventajas de un sistema distrital
• Menores emisiones y mayor eficiencia térmica por el mayor tamaño de la
caldera, que permite un mejor control de la combustión
• Menores emisiones por sustitución de equipos individuales antiguos con menor
rendimiento y mayores emisiones
• Se elimina el costo individual en la compra y mantenimiento de la caldera
convencional
• Se elimina el costo de un combustible caro derivado del petróleo
• Se reduce el efecto de la volatilidad de los precios
• Mayor seguridad de suministro, dependiendo sólo de las condiciones locales y
permitiendo tener una caldera de respaldo en base a otro combustible
• La red de distribución puede ser a prueba de fallas, de manera que pueda operar
en caso de una rotura puntual de la tubería
• Mayor seguridad de operación, concentrándose la combustión en un solo lugar
• Mayor comodidad, sin tener que ocuparse del combustible, las cenizas o la
mantención
• Mayor espacio disponible donde se eliminan estanques o cilindros
5.2.4.2. Desventajas de la calefacción distrital
• Aceptabilidad social, por el impacto visual, paisajístico y ambiental de la
central
• Dificultad de localización de la central por la oposición comunitaria de los
vecinos al lugar
• Bajo porcentaje de conexión a la red si existe oposición al proyecto
• Impacto del transporte de biomasa, especialmente sobre vías de poco tránsito
• Necesidad de grandes volúmenes para almacenamiento dependiendo de la
accesibilidad en invierno
• Necesidad de acopio estacional para adquirir la biomasa en la época de
menores precios
• Sostenibilidad económica para superar períodos de baja demanda
• La red de distribución tiene una elevada proporción (50% a 80%) de la
inversión total, y su construcción presenta importantes inconvenientes, por lo
que es ventajoso planificarla para hacerla coincidir con la reparación de calles
o aceras
• El elevado costo de la red puede reducirse si se comparte la canalización con
otras redes de servicios.
172
5.3
Tecnologías de usos industriales
5.3.1 Tecnologías de combustión directa
De las diferentes tecnologías para uso energético de la biomasa, la combustión es la
más antigua y madura, correspondiendo a la transformación completa de la energía
interna en calor, mediante la oxidación de sus componentes.
El poder calorífico inferior de la biomasa es de alrededor de 19 MJ por kg de masa
seca que se combustiona. Si se considera que en la práctica la biomasa contiene
humedad, el poder calorífico puede descender a 10 MJ por kg de biomasa húmeda.
Fig. 5.39. Relación poder calorífico vs Contenido de humedad.
Las instalaciones industriales que utilizan la combustión de biomasa para generar
energía pueden clasificarse en dos categorías:
•
•
Plantas de producción de energía térmica, generalmente menos de 10
MWterm;
Plantas para la generación de energía eléctrica, eventualmente en cogeneración de calor, con potencias de 2 a 200 MWelect
Las instalaciones del primer tipo son más sencillas y eficientes, pero sólo si es
posible utilizar el calor generado a cortas distancias de la planta.
Las instalaciones inferiores a 0,5 MWterm generalmente operan en uno de los
siguientes modos:
•
combustión de llama invertida con alimentación manual del combustible en
forma de leños
173
•
•
combustión del tipo convencional con alimentación y quemador automáticos,
con briquetas o pellets de bajo contenido de humedad
combustión del tipo convencional o de llama inversa con tolva de
alimentación y quemador automático, ya sea de leños o chips de contenido
medio de humedad
Para instalaciones mayores a 0,5 MWterm se utilizan los siguientes sistemas:
•
•
•
•
•
•
acumulación de material ligno-celulósico triturado con contenido de
humedad variable
sistema de carga mecanizada desde el depósito hasta la tolva
alimentación de la caldera en cantidad dependiente de la temperatura de los
gases y del agua circulante por la misma caldera
inyección de aire de combustión para mantener una cantidad predeterminada
de oxígeno en los gases
sistema de abatimiento de de partículas mediante ciclón separador
otros sistemas de retención de emisiones residuales, tales como filtros de
mangas, filtros electrostáticos o lavadores de gases
Los principales problemas para utilizar esta tecnología son:
•
•
•
•
la logística de suministro de combustible en grandes volúmenes
el costo inicial de una caldera, que es 1,5 a 4 veces el de una caldera a
petróleo
la inversión requerida para una red de distribución de calor
la gestión de la planta para equilibrar la oferta con la demanda de energía
El rendimiento energético ha tenido un desarrollo muy rápido y continúa
incrementándose. Por ejemplo, en Austria se observa un aumento de 60% a 90%
entre 1980 y 2002.
Fig. 5.40. Evolución del rendimiento energético (Austria)
Fuente: Austrian Bioenergy (2004)
Las plantas del tipo anterior, además de la producción de calor, se prestan para
generar también electricidad en pequeña escala, del orden del 15% de la potencia
174
térmica, utilizando una turbina de ciclo Rankine, ya sea con vapor de agua o con un
fluido orgánico (OCR).
Esta última solución utiliza un fluido intermedio de aceite diatérmico a unos 300°C y
aprovecha el calor del condensador para producir agua caliente.
La eficiencia total de estas plantas es elevada, aumentando con el tamaño de la
instalación. Sin embargo, se presentan dificultades que no siempre es posible
resolver:
•
•
•
•
•
problemas tecnológicos que surgen al intentar lograr alta eficiencia y bajas
emisiones
disponibilidad de biomasa suficiente y a precio estable a largo plazo
baja aceptabilidad de la comunidad por el impacto de la planta y el transporte
inestabilidad en la actualidad del marco normativo
dificultad para encontrar lugares en que la cogeneración es compatible con la
conexión a la red eléctrica.
Existen muy diversas tecnologías de combustión dentro de una caldera según el tipo,
tamaño y humedad de la biomasa. Por ejemplo:
•
•
•
•
•
•
combustión en parrilla fija o móvil
combustión en suspensión
combustión en tambor rotatorio
combustión en dos etapas
combustión en lecho fluido
combustión circulante
Fig. 5.41. Tecnologías de combustión dentro de una caldera según el tipo, tamaño y
humedad de la biomasa
TIPO
Biomasa
sólida
Residuos
domiciliarios
Lodos
Características
LECHO FIJO
LECHO MÓVIL
o
o
LECHO
FLUIDIZADO
o
LECHO
ROTATORIO
o
NO APTO
o
o
o
NO APTO
NO APTO
o
o
Compacto
Fácil combustión
Gran tamaño
Alta velocidad de
combustión
Baja velocidad de
combustión
Fuente: Elaboración propia.
175
En la combustión sobre parrilla se distinguen la parrilla fija, que es utilizada en
tamaños menores y la parrilla móvil, utilizado principalmente a escala industrial por
la facilidad de alimentación, mezcla y remoción de ceniza.
Fig. 5.42. Combustión tipo Parrilla.
La combustión en suspensión es una tecnología adecuada en el caso de usar biomasa
en polvo, aserrín, paja, capotillo de arroz u otra de bajo peso. La biomasa se agrega
por la parte superior de la cámara de combustión, cayendo mientras se quema sobre
una rejilla inferior.
La solución de tambor rotatorio es utilizada en aplicaciones en que el combustible
tiene características termo-físicas pobres y/o muy contaminantes. Durante el proceso,
a consecuencia de la continua mezcla de la biomasa por la rotación del tambor, la
combustión lega a ser más completa y reduce las emisiones y residuos.
La tecnología de doble etapa es aquella en que primero se produce una pirólisis y
gasificación en una cámara y la combustión de los componentes gasificados se
produce en una segunda cámara de combustión. De esta segunda cámara se transfiere
el calor que será utilizado al fluido de transporte.
Con el sistema de lecho fluidizado pueden quemarse los más diversos tipos de
biomasa, incluyendo los más difíciles, como lodos biológicos o residuos sólidos
urbanos, incluso con alto contenido de humedad (hasta 60%)
La cámara de combustión está parcialmente llena con material inerte (arena, por
ejemplo) que se fluidiza mediante el aire de combustión inyectado, formando un
lecho bullente en circulación dentro de la cámara de combustión.
176
Todos los sistemas descritos tienen por objeto transferir la máxima cantidad de calor,
ya sea directamente a través de las paredes de la cámara o por intermedio de un
fluido de transporte de calor. En ambos casos, esta fase de transferencia de calor es
un elemento fundamental de un buen diseño para obtener el máximo de energía,
incluyendo el calor de los gases de salida, indispensable también para realizar la fase
de limpieza y tratamiento de emisiones a una temperatura moderada.
5.3.2. Escala, costos y eficiencia de plantas industriales a biomasa
La eficiencia de obtención de energía eléctrica a partir de combustión de biomasa
tiene un límite tecnológico inferior al 30%, lo que es inferior a la eficiencia de otros
combustibles.
Fig. 5.43. Eficiencia de una Planta Típica de Energía Térmica.
Sin embargo, las tecnologías que producen combustibles intermedios a partir de
biomasa tienen eficiencias más elevadas, además de la flexibilidad de uso que
permite utilizar otras tecnologías, como motores de combustión interna o turbinas de
gas.
La principal ventaja de la gasificación y la pirólisis en la producción de electricidad
respecto de la combustión directa es, sin duda, la eficiencia del sistema. El ciclo de
vapor usado por los sistemas de combustión directa opera a una eficiencia inferior a
30%, limitada por las temperaturas del ciclo de vapor, especialmente la temperatura
de entrada a la turbina246.
Los combustibles intermedios formados durante la pirólisis y gasificación permiten
usar turbinas de gas con mucha mayor eficiencia que las de vapor. Los sistemas de
gasificación avanzados superan el 40%, sin considerar el calor excedente.
246
Howes et al., 2002.
177
Estos sistemas deberán jugar un rol importante en el futuro de la bioenergía, sin
perjuicio que la combustión directa siga teniendo ventajas en muchas aplicaciones.
Por el contrario, mientras la pirólisis y la gasificación están en una etapa de
desarrollo incipiente, la combustión directa es una tecnología probada y con una
larga trayectoria. Comparada con sus equivalentes modernos, la combustión directa
es mucho más económica y requiere menos conocimiento técnico para operar.
Se puede concluir que si se dispone de abundante biomasa a corta distancia, es
preferible transportar el combustible sin elaborar. En cambio, si las distancias son
mayores, es conveniente la gasificación intermedia.
En cuanto a plantas de co-generación, un análisis comparativo de tecnologías desde
1991 hasta 2005 muestra un aumento de 29% a 44% en la eficiencia de conversión a
electricidad neta, es decir, después de utilizar electricidad para la propia operación.
Cuadro 5.13. Evolución tecnológica y eficiencia entre 1984 y 2005 en el mundo.
Fuente: Department of Science, Technology and Society, Utrecht University, The
Netherlands
Figura.5.45 Ejemplo de planta de mediana escala (12 MW)
en Drayton Valley, Canadá.
178
Figura 5.46. Ejemplo de planta de biomasa en gran escala (240 MW) en Finlandia.
5.3.3 Competitividad de proyectos en base a biomasa
El factor de escala es decisivo en la rentabilidad de una planta.
A mayor capacidad, el suministro de biomasa incrementará su valor unitario ya que
la distancia media de transporte aumenta, como se indica en el gráfico siguiente:
Fig. 5.47. Costo unitario de la biomasa colocada en la planta en función del tamaño
Por el contrario, tanto el capital inicial como el costo de operación serán menores por
unidad de energía cuanto mayor sea el tamaño de la planta, como se muestra en el
gráfico siguiente.
179
Fig. 5.48. Costo unitario de capital (celeste) y producción en función del tamaño
Fig. 5.49. Costo unitario total de cada unidad de energía producida (negro) en
función del tamaño de la planta
El costo unitario total tendrá un valor mínimo que representa el tamaño óptimo de la
planta dados los costos de materia prima y los de procesamiento.
Por lo tanto, resulta evidente que el tamaño óptimo de una planta está directamente
relacionado con la cantidad y distancia a la que está disponible la biomasa en
determinado lugar.
Esto lleva a que para cada tamaño de planta exista un corte definido por el precio de
la biomasa. A mayor tamaño de planta, el precio de corte es mayor, como se muestra
en la figura siguiente.
180
Fig. 5.50. Precio máximo de la biomasa para diferentes escalas de co-generación.
Ejemplos comparativos de escala, tecnologías y eficiencia se muestra en el cuadro
siguiente.
Cuadro 5.14. Relación Escala, Tecnologías y Eficiencia.
Fuente: Forest Products Laboratory, USA Forest Service.
Tecnologías de gasificación y pirólisis de biomasa
Las diferentes tecnologías de aprovechamiento energético de los gases de biomasa se
resumen en el esquema siguiente:
181
Diagrama 5.1: Usos de gases de la biomasa
El proceso de gasificación, se produce una secuencia de 3 etapas:
•
•
•
deshidratación
pirólisis
procesos de óxido-reducción
La biomasa, una vez que ingresa a la cadena, es calentada para vaporizar su
contenido de agua. Luego, la materia ligno-celulósica sometida a altas temperaturas
en ausencia de oxígeno se descompone en monóxido de carbono, hidrógeno,
alquitranes volatilizados, hidrocarburos y residuos de carbón sólido. Estos
componentes son combustibles y su fracción gaseosa posee un poder calorífico
moderado, según su composición, denominado gas de síntesis. Durante el proceso se
agrega una cantidad controlada de aire que combustiona parte de los productos para
generar la energía necesaria para mantener el proceso de gasificación.
Diagrama 5.2
182
Cuadro 5.15:
En el balance energético del proceso y en los productos resultantes tienen
importancia los siguientes factores:
•
•
•
•
•
•
•
•
flujo másico de biomasa
velocidad de calentamiento de la biomasa
flujo de aire
temperatura del lecho de combustión
contenido de humedad de la biomasa
tiempo de residencia de la biomasa y de los gases
temperatura final de reacción
presencia de catalizadores
A su vez, estas variables son influenciadas por los parámetros de diseño del
gasificador:
•
•
•
•
granulometría óptima del material inerte del lecho fluido
velocidad mínima del vector utilizado en la gasificación
altura óptima del lecho fluidizado
dimensiones del reactor y elementos auxiliares
Según la presión de trabajo del gasificador, se distinguen 2 tipos:
•
•
gasificador atmosférico
gasificador presurizado
El gasificador atmosférico tiene un costo más bajo y es adecuado para menores
potencias. Los gasificadores presurizados tienen mayor eficiencia, pero su mayor
costo sólo se justifica para instalaciones de gran tamaño. La composición del gas
resultante no difiere entre ambos sistemas.
El poder calorífico del gas es significativamente menor que los gases de origen fósil,
por lo que las tecnologías de conversión: calderas, motores o turbinas, deben ser
adaptadas especialmente para estos combustibles gaseosos.
Sin embargo, nuevas tecnologías de gasificación permiten obtener una mezcla de
mayor poder calorífico, cercano al del gas natural, por lo que podría llegar a ser un
183
sustituto para abastecer las redes existentes. Estas tecnologías reducen el uso de aire
y, por lo tanto, el contenido de nitrógeno en el gas, con lo cual se evita la dilución.
En el Cuadro 5.16 siguiente se muestran los parámetros de instalaciones de última
generación en Europa para gasificación de biomasa.
Cuadro 5.16: Parámetros para gasificación de biomasa en Europa
Figura 5.52: Planta de cogeneración en Skive, con potencias de 5,5 MWel y
11,5 MWtérm
Fuente: Patel, J. “Skive BGGE/CHP Plant Project (2006) Carbona Corporation
El rendimiento energético del proceso de gasificación alcanza entre 70% y 90% con
las actuales tecnologías.
Otros procesos de pirólisis típicos son:
•
•
•
•
carbonización
pirólisis convencional
pirólisis rápida
pirólisis flash
184
El siguiente Cuadro 5.17 muestra los productos resultantes:
Cuadro 5.17: Pirólisis y productos resultantes
Las propiedades relativas de las fracciones combustibles líquida y sólida son las
siguientes, en comparación a otros combustibles se presentan en el Cuadro 5.18:
Cuadro 5.18: Algunos parámetros comparados entre combustibles y leña
5.4
Emisiones atmosféricas derivadas del uso de biomasa
El uso de la biomasa en reemplazo de los combustibles fósiles puede implicar un
importante beneficio, especialmente una gran reducción en la emisión de CO2 a la
atmósfera, tal como se señalaba en el Capítulo 2 y las primeras páginas de éste.
En particular, las instalaciones térmicas a biomasa permiten una reducción respecto
del petróleo de cerca de 0,772 kg por kWhelect sustituido y cerca de 0,33 kg por
kWhtérm sustituido.
Los principales componentes de los gases de combustión de biomasa son los óxidos
de nitrógeno, el monóxido de carbono, los hidrocarburos no quemados, las sustancias
derivadas del ácido clorhídrico y las partículas sólidas. Las concentraciones se
muestran en el cuadro siguiente.
185
Cuadro 5.19. Concentraciones de gases.
Efecto de escala de los impactos ambientales.
Los impactos ambientales son altamente sensibles al tamaño de las instalaciones que
combustionan biomasa, como se muestra en el cuadro siguiente.
Cuadro 5.20. Impactos ambientales según tamaño de instalaciones.
5.5.1. Control de emisiones derivadas del uso de biomasa
Las principales tecnologías de control de emisiones son las siguientes:
- cámara de precipitación por gravedad: funciona simplemente en base a la
gravedad que actúa con bajas velocidades de los gases. Permite retener
partículas de dimensiones entre 50 y 10 µm
- ciclón centrífugo: el principio de funcionamiento es la fuerza centrífuga
que tiende a separar las partículas de los gases. La eficiencia de retención
es cerca del 90% para partículas de tamaño superior a 25 µm y de un 60%
para partículas de tamaño superior a 6 µm. Sistemas avanzados
multiciclónicos permiten reducir este tamaño de corte a diámetros de 3-5
µm.
186
- filtros porosos: se basan en mangas de tejidos que pueden alcanzar una
eficiencia del 99% para partículas con diámetro inferior a 1 µm. Estos
filtros tienen elevada pérdida de carga, requieren limpieza frecuente y no se
pueden utilizar con gases a temperatura sobre 250°C
- filtros electrostáticos: el principio es la atracción de las partículas
cargadas entre 2 electrodos de polaridad opuesta. Estos filtros tienen una
alta eficacia de captación (90-95% para partículas con diámetro superior a 1
µm), elevada capacidad de tratamiento volumétrico, bajo consumo de
energía y baja pérdida de carga. Pueden operar con altas temperaturas, son
voluminosos y costosos.
Otra técnica de control de emisiones es reinyectar los gases de escape a la cámara de
combustión, con lo cual disminuye considerablemente el tamaño y cantidad de
partículas emitidas, como se aprecia en la figura 5.53 siguiente:
Fig. 5.53. Efecto de reducción de número y tamaño de partículas por recirculación de
gases
187
5.6 Conclusiones preliminares acerca de las tecnologías de uso de energético de
la leña.
Las tecnologías de uso de la leña o sus derivados constituyen un punto clave en la
sustentabilidad de la cadena bosque-energía. Así como la leña es un combustible de
bajo costo, al mismo tiempo presenta una variabilidad en su composición y
características que hace más difícil utilizarlo en forma limpia, en relación a los
combustibles fósiles.
Las tradicionales tecnologías de combustión, fabricación de carbón vegetal, fogones,
cocinas u hornos, todas ellas presentan limitaciones de tipo ambiental que las hacen
no sustentables, especialmente en entornos urbanos.
Estas tecnologías se caracterizan por un bajo costo de capital y el uso de materiales y
recursos fácilmente disponibles en cualquier localidad, pero esta facilidad es una
barrera para la innovación y la introducción de eficiencia energética y de tecnologías
de bajas emisiones. Al mismo tiempo, estas tecnologías se caracterizan por ser de
pequeña escala, por lo que responden a las necesidades individuales con escasa
participación de técnicos especialistas u operadores capacitados.
En cifras, las brechas tecnológicas entre tecnologías nuevas de bajas emisiones con
respecto a la tecnología actual son:
•
•
•
•
•
una mayor eficiencia térmica permitiría obtener 50% más de energía
utilizando los mismos recursos
la mayor eficiencia podría compensar los mayores costos de
combustibles en base a leña de mejor calidad
las emisiones podrían reducirse, entre 1 y 2 órdenes de magnitud (10 a
100 veces) con un impacto equivalente o claramente inferior a los
actuales costos en salud (PM10).
se podría generar electricidad equivalente al menos a un 20% de la
energía térmica generada, con la misma materia prima
aún incluyendo la amortización de elevadas inversiones, la energía de
biomasa sería competitiva frente a combustibles fósiles,
aproximadamente un 50% del costo, para satisfacer demandas de
energía térmica
La superación de estas limitaciones o barreras tecnológicas requiere de:
•
•
•
una inversión inicial varias veces mayor que la actual, compensada a
mediano plazo por una mayor eficiencia térmica y el correspondiente
ahorro de combustible
un claro rol del Estado para abatir barreras en la inversión inicial
una formación y capacitación de recursos humanos que asimile nuevas
tecnologías y promueva su correcto uso
188
•
la introducción de aplicaciones de mayor escala, que permiten el uso de
combustibles de difícil manejo, así como las técnicas de control de
emisiones que se hacen viables en plantas mayores
A pesar de la brecha tecnológica entre las actuales aplicaciones y las más avanzadas
en el extranjero, es perfectamente factible transferir dichas tecnologías al medio
local, reconociendo la diversidad de composición de la biomasa y optimizando la
compleja relación entre el procesamiento, transporte, conversión y uso final de la
energía. Esta optimización está fuertemente ligada a que exista un balance local
(menos de 50 km) entre oferta de biomasa y demanda de calor.
Finalmente, es posible afirmar además que la reconversión tecnológica de los
actuales usos de biomasa, así como la introducción de nuevas aplicaciones, se
presentan como oportunidades para reducir la dependencia de los combustibles
importados y para generar una plataforma tecnológica local, aprovechando las
ventajas de las regiones en que el recurso es abundante.
189
Capitulo 6. Revisión bibliográfica de las actuales medidas piloto en
desarrollo por la Comisión Nacional del Medio Ambiente
(CONAMA).
6.1. Objetivos de CONAMA en relación al uso de Leña.247
En el 2005, la CONAMA presentó su iniciativa “Uso Eficiente de la Energía de la
Leña”248, dónde reconoce la importancia de este energético dentro del país y los
efectos causados por su consumo. En él, se plantearon los siguientes objetivos:
Generales:
- Reducir el consumo de leña en las grandes urbes
- Mejorar los sistemas de aislamiento térmico de las viviendas
- Cambio de equipos por tecnologías más eficientes (Equipos Certificados)
- Disminución de la Contaminación (PDA)
- Disminuir los costos en Salud
- Cambio cultural (en lo referido al uso de la leña)
Calidad de la Leña:
- Disminuir el contenido de humedad
- Establecer certificaciones
- Dictación de normativas del INN para los procedimientos relacionados con la
evaluación de la calidad de la Leña.
- Oferta de sustitutos (Pellets)
Tecnologías de Combustión:
- Mejorar sistemas de Calefacción
- Normas de Emisión
- Reconversión y reemplazo por sistemas centralizados a leña, más eficiencia,
menos contaminación
Educación e Información:
- Educación Ambiental sobre los beneficios de una Energía Renovable y el uso
responsable de la leña
En el presente capítulo se exponen solamente los temas relativos a Planes de
Descontaminación, Normativas e Investigación en Tecnologías. El resto de los temas
se encuentran incorporados como anexo.
247
Willumsen, H. 2005. Planes y Normas: Instrumentos de Gestión Ambiental como incentivos para
el mejoramiento tecnológico para el control de la contaminación por leña. Presentación Seminario
“Gestión Pública e iniciativas tecnológicas para el control de la contaminación por leña” Concepción,
9 de Julio de 2008.
248
CONAMA. 2005. Energía y Medioambiente. Presentación Seminario Foro sobre Bio Energía. 25
de Abril 2005.
190
6.2. Medidas de Reducción de la Contaminación Atmosférica.
6.2.1. Antecedentes Generales
En la actualidad, más de trece millones de chilenos viven en zonas urbanas, es decir
casi el 87% de la población del país. Su distribución no es homogénea: de los trece
millones, 5.5 millones habitan en la Región Metropolitana, 804 mil en el Gran
Valparaíso, 660 mil en el Gran Concepción, 300 mil en la conurbación Coquimbo La Serena y 260 mil en el "Gran Temuco", por nombrar aquellas zonas más
habitadas, de las cuales, a excepción de La Serena, todas presentan problemas de
contaminación atmosférica.
Si bien la densidad poblacional es un factor importante (aunque no determinante), el
tipo de actividad que en ellas se desarrolla y sus emisiones, así como la topografía y
el clima, son factores también importantes, de cuyo equilibrio dependen los niveles
de calidad atmosférica.
A comienzos de los años '90, los problemas de contaminación del aire en Chile, que
se arrastraban por décadas, estaban directamente asociados a las emisiones de
diversas fuentes contaminantes: industriales, móviles, etc. Los principales focos de
contaminación urbana se situaban en Santiago, Talcahuano y en pueblos y ciudades
de la zona sur debido al uso intensivo de la leña como combustible.
Una de las prioridades gubernamentales a nivel ambiental en los últimos quince años
ha sido recuperar la calidad del aire en los centros urbanos, para lo cual se han
desarrollado diagnósticos e inventarios de emisiones en las principales ciudades del
país, permitiendo con ello detectar los principales problemas (como la
contaminación producto de la combustión de leña y la intensa actividad industrial) e
iniciar programas que lleven a resolverlos.
Una de las herramientas implementadas son los Planes de Prevención y
Descontaminación Atmosférica, además de actualizar al mismo tiempo el marco
normativo de forma de disponer de los instrumentos necesarios para facilitar la
gestión ambiental que solucione y prevenga el resurgimiento de los problemas
detectados.249
249
CONAMA, 2007. Descontaminación atmosférica en centros urbanos.
191
6.2.2. Planes de Prevención y Descontaminación Atmosférica.
Región Metropolitana.250
En el caso de la Región Metropolitana, la contaminación comenzó a experimentar
una reducción debido en gran medida a la puesta en marcha de diversas acciones
orientadas al control de las fuentes fijas y móviles: Planes de Prevención y
Descontaminación, la aplicación de un sistema de medición de contaminantes, la
elaboración de instrumentos de control, la introducción de mejoras tecnológicas en el
transporte público y privado, el cambio a combustibles menos contaminantes, el
desarrollo de normativa e instrumentos económicos y el cambio en la matriz
energética industrial.
El primer plan de descontaminación formal se promulgó con el D.S. Nº16/98 que
aprobó el Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) de la Región
Metropolitana. Este Plan contempló medidas destinadas a reducir, en un horizonte de
doce años, las emisiones de las múltiples fuentes existentes en la ciudad (fijas y
móviles, principalmente), para de esa manera disminuir la exposición de las personas
a niveles preocupantes de contaminación, reduciendo los eventos de alta
contaminación típicos del invierno y estableciéndose como meta el cumplimiento de
las normas de calidad del aire para el año 2010.
A dos años de su puesta en marcha, el Plan es analizado por una serie de expertos
internacionales y la participación ciudadana (talleres y consulta pública coordinados
por CONAMA Región Metropolitana), produciéndose la reformulación del plan
original en cuanto a sus lineamientos y estrategias. El fruto de este trabajo finalizó
con el D.S. Nº58/2004, que aprobó el Plan de Prevención y Descontaminación
Atmosférica (PPDA) actualizado, y que se encuentra en una nueva fase de
actualización.
Dentro de las nuevas medidas incorporadas al nuevo anteproyecto se encuentra el
Control de emisiones provenientes de equipos de calefacción a leña y pellets de
madera, debido al incremento de este tipo de artefactos en la Región Metropolitana.
Además se ha constatado dentro de los equipos disponibles en la actualidad en el
mercado, existe un número considerable que no estaría cumpliendo con las normas
de calidad vigentes. Entre las modificaciones propuestas se destaca la necesidad de
contar con una norma específica para el MP2,5 y menores a esta graduación, que
establezca los valores a cumplir para la debida protección de la salud de la población
y para la medición de la eficacia de las medidas contenidas en el anteproyecto. Esta
norma se encuentra actualmente en tramitación.251
250
251
CONAMA, 2007.
CONAMA Metropolitana de Santiago, 2008.
192
En relación al Plan de Fiscalización del PPDA vigente, ante la necesidad del control
permanente de las medidas existentes y propuestas, el anteproyecto presenta las
siguientes actividades referidas a la fiscalización:
• CONAMA y los Servicios competentes desarrollarán e implementarán un
plan de fiscalización que contemplará la elaboración de indicadores de
cumplimiento de las medidas del PPDA, dando cuenta de cada una de las
medidas establecidas.
• Cada Servicio deberá solicitar anualmente los requerimientos de presupuesto,
fiscalización, inspección y medición asociados al PPDA, estableciendo los
mecanismos de aseguramiento de calidad y cumplimiento de las actividades
desarrolladas.
Las actividades de fiscalización y los organismos responsables serán:
• Combustibles: Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC)
• Fuentes Móviles: Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones
• Fuentes Fijas: Autoridad Sanitaria Región Metropolitana (ASRM)
• Quemas Agrícolas: Ministerio de Agricultura, a través de la Corporación
Nacional Forestal
(CONAF) y Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)
Se presenta como prioridad la fiscalización del sector industrial denominado
“mayores emisores” y además se reconocen las dificultades de establecer una
fiscalización eficiente para el control de emisiones de artefactos de calefacción
por combustión de leña, indicando que la participación y la gestión ambiental
local son claves para conseguir los objetivos planteados.
Temuco252
En el caso de Temuco, el PDA busca disminuir los niveles de MP10 por debajo de lo
que se define peligroso para la salud de la población de Temuco y Padre las Casas a
través de recuperar la norma de calidad ambiental. El PDA de Temuco y Padre las
Casas tiene una característica que lo hace diferente al de la Región Metropolitana, la
principal fuente emisora contaminante es la leña. Por esta razón se pretende que este
plan sirva de modelo a otras ciudades de la región o del sur de Chile que enfrentan
problemas similares.
El Plan de Descontaminación Atmosférica de Temuco y Padre Las Casas cuenta con
cuatro líneas estructurales de acción y que sustentan el cumplimiento de la meta de
reducción de emisiones contaminantes, las cuales son:
ƒ
ƒ
252
Mejoramiento de la calidad de la leña / Usar solo leña seca.
Mejoramiento tecnológico de calefactores a leña.
PDA Temuco y Padre las Casas, 2007. http://www.pdatemucopadrelascasas.cl
193
ƒ
ƒ
Mejoramiento energético de la vivienda.
Difusión y educación a consumidores de leña.
Para que las cuatro líneas estructurales del Plan de Descontaminación Atmosférica
de Temuco y Padre Las Casas puedan cumplir su función, se plantean diferentes
medidas para cada línea de acción:
1. Para el mejoramiento de la calidad de la leña: relativas al contenido de humedad
de la leña que se comercializa y la difusión de los puntos de venta de leña seca,
además de la generación por parte de la autoridad competente de instrumentos de
gestión local para formalizar la comercialización de leña en las áreas urbanas.
2. Para el mejoramiento tecnológico de los calefactores a leña: establecer un registro
de los artefactos residenciales de combustión a leña, de carácter obligatorio
(SEREMI Salud); establecimiento de instrumentos económicos que incentiven el
recambio de artefactos. A estas medidas se suma la prohibición del uso en zonas
urbanas y de expansión urbana de chimeneas de hogar abierto.
3. Para el mejoramiento térmico de la vivienda: el MINVU deberá establecer
subsidios especiales para el mejorar el confort térmico de las viviendas existentes.
Además, en conjunto con CORFO, deberán promover la eficiencia energética en la
construcción. Por otra parte SERVIU deberá evaluar la aplicación de un subsidio
para mejorar la aislación térmica de las viviendas nuevas.
4. Para la difusión y educación de los consumidores: la Seremi de Educación deberá
implementar estrategias para incorporar en los Proyectos Educativos Institucionales
la generación de capacidades para mejorar y conservar la calidad del aire de su
ciudad. Además de potenciar y dar relevancia a la temática “Mejoramiento y
Conservación de la Calidad del Aire” en todos los niveles educativos. Junto con ello
deberá capacitar a los profesores en el mejoramiento y conservación de la calidad del
aire de Temuco y Padre Las Casas. CONAMA deberá incorporar las líneas del PDA
en el Club Forjadores y en el Sistema Nacional de Certificación Ambiental de
Escuelas, establecer campañas y mecanismos de difusión, implementar un sistema de
información ciudadana de los avances del PDA y realizar una cuenta pública anual
relativa a los avances y logros del Plan
5. Otras Medidas Relevantes:
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
Norma de emisión para fuentes industriales (puntuales, grupales y calderas de
calefacción) nuevas y existentes. Exigencias de monitoreo de Material
Particulado.
Prohibición de quemas agrícolas y forestales en el período comprendido entre
el 1° de Abril y el 30 de Septiembre de cada año.
Programa destinado a que el sector transporte público no incremente sus
emisiones tomando como base el año 2007.
Inclusión de condiciones especiales en el marco del SEIA para proyectos que
deseen instalarse en la zona saturada. Modificación del artículo 3, letra h de
su reglamento.
194
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
Implementación de metodología de pronóstico. Medidas de carácter
voluntario y preventivo.
Incorporación de la medición de MP2,5 en la red de monitoreo.
Programa de apoyo a la producción de leña seca (CONAF).
Apoyo y promoción del Sistema Nacional de Certificación de leña.
Programa de arborización urbana (3.000 árboles/año).
6.3. Medidas para la reducción de emisiones por combustión de Leña.
6.3.1. Antecedentes Generales
El uso de leña como medio de calefacción (y cocción en algunas regiones) ha
experimentado un crecimiento constante principalmente en la zona centro y sur del
país, lo que considerando el escenario energético mundial, seguirá en aumento. Esta
situación tiene como consecuencia la intensificación de los problemas de
contaminación atmosférica en algunos centros poblados, en particular producto de
las emisiones de MP10 derivadas de la combustión de leña.
Frente a este escenario, las autoridades competentes consideraron la importancia de
contar con un instrumento de gestión ambiental, de alcance nacional que regule los
artefactos nuevos de uso residencial que combustión en leña o biomasa, controlando
las emisiones de MP10.
De esta forma surge la “Norma de Emisión para Artefactos de Uso Residencial que
Combustion en leña u otros combustibles de Biomasa”, cuyo proceso de dictación se
inició en el año 2005 y que actualmente se encuentra con Anteproyecto aprobado y
en las últimas etapas de revisión.
6.3.2. Anteproyecto de Norma de Emisión para Artefactos de Uso Residencial
que Combustion en leña u otros Combustibles de Biomasa.253
Los aspectos más relevantes del Anteproyecto de Norma de Emisión para Artefactos
de Uso Residencial que usen leña u otros combustibles de biomasa que afectarán a
todo el territorio nacional son:
a. La norma de emisión tiene por objeto proteger a la salud de las personas (norma
primaria), mediante el control de las emisiones de MP10 producidas por la
combustión de leña u otros combustibles de biomasa en artefactos de uso
residencial en todo el territorio nacional.
b. Será aplicable a todos los artefactos que se fabriquen, armen o importen, y a los
artefactos que se encuentren en stock de fábrica o en bodegas, excepto los
sistemas centralizados o calderas de calefacción con una potencia menor a 20
253
CONAMA. 2007. Aprueba Anteproyecto de Norma de Emisión para Artefactos de Uso
Residencial que Combustionen leña u otros Combustibles de Biomasa. Resolución Excenta Nº 1267.
195
kw; chimeneas de albañilería empotradas a la pared, braseros y parrillas usadas
con fines de esparcimiento.
c. Los artefactos tipo calefactor podrán emitir hasta 320 mg/MJ de MP10, a contar
del 1 de marzo siguiente a la fecha de publicación del decreto. En el plazo de 7
años la emisión máxima permitida de MP10 para este tipo de artefactos será de
40 mg/MJ.
d. Para artefactos tipo cocina el máximo permitido será de 640 mg/MJ, a contar de
un año de la publicación del decreto. En el plazo de 4 años la emisión máxima
permitida de MP10 para este tipo de artefactos será de 160 mg/MJ.
e. El método oficial de medición de las emisiones será el CH-5G (túnel de dilución)
y para determinar la eficiencia de la combustión se deberá utilizar el método
ANSI PTC 4.1 de 1985.
f. Se establece un procedimiento para dar cumplimiento a las disposiciones del
futuro Decreto, el cual será controlado por el organismo competente (aún por
definir), considerando lo siguiente:
-
-
El fabricante o representante de la empresa o importador deberá encargar la
medición de un artefacto representativo a un laboratorio autorizado.
El fabricante o representante de la empresa o importador deberá declarar bajo
juramento que todos los artefactos que conforman una partida, del artefacto
sometido a análisis, tienen las mismas características constructivas,
dimensiones y materiales que el artefacto medido.
Los laboratorios deberán comunicar a la autoridad las fechas de la medición,
los resultados de su análisis y revisión a través de un informe y revisar los
aspectos constructivos del artefacto corroborando los antecedentes
entregados por el fabricante. En el caso de encontrar incongruencia entre la
información entregada, por el fabricante o importador, y las características
reales del artefacto representativo deberá informar a la autoridad competente.
g. Al organismo competente le corresponderá entregar un número único al informe
entregado por el laboratorio, emitir una resolución que de cuenta del
cumplimiento o no de la presente norma por parte del artefacto representativo y
notificar al fabricante, representante o importador de dicha resolución.
h. El fabricante o importador deberá informar de dicha resolución con una placa en
cada artefacto que forme parte de la partida del artefacto representativo, además
de incluir una copia en los manuales de uso e instalación de cada artefacto.
i. El organismo público competente deberá mantener actualizado un registro
nacional de modelos cuyos artefactos representativos cuente con resolución de
cumplimiento de emisiones. Este será en formato electrónico.
j. El organismo competente, podrá pedir la medición de un artefacto al azar en el
stock de la partida del artefacto representativo, con el propósito de verificar el
196
cumplimiento de emisiones según el procedimiento establecido en la norma de
emisión.
Este anteproyecto aún no define temas relativos a la fiscalización y certificación.
Respecto al primero de estos puntos, siguiendo la lógica de otros combustibles, la
fiscalización debería estar en manos de la Superintendencia de Electricidad y
Combustibles (SEC), sin embargo, este organismo no cuenta con atribuciones sobre
combustibles sólidos y sus equipos, por lo que el primer paso sería ampliar el rango
de acción de este servicio.
Por otra parte, en cuanto a la certificación no sólo es necesario que los equipos
cumplan con la norma de emisión, sino que además se debe establecer por medio del
Instituto Nacional de Normalización (INN) las normas que establezcan
procedimientos y requerimientos de certificación, para lo cual será necesario
seleccionar experiencias internacionales de normativas similares e incorporar
organismos certificadores (que a su vez deberán estar acreditados por otra
organización, probablemente extranjera).
Relevante es destacar que las emisiones de los equipos son por lo general medidas en
condiciones ideales de operación (principalmente carga y calidad del combustible),
lo cual tiende a diferir de la operación de los equipos instalados, lo que implica
diferencias en los niveles de emisión en operación.
6.4. Recambio de equipos.
Desde siempre, la leña ha sido el principal combustible para cocción y calefacción de
los sectores de escasos recursos, particularmente en la zona centro sur del país. Si
bien los equipos han ido evolucionando a través de los años en cuanto a diseño,
eficiencia y utilidad, por precio se encuentran fuera del alcance de gran parte de la
población.
Los efectos negativos producto de la combustión de leña, obedecen principalmente a
la calidad de los equipos que se utilizan en este proceso, lo que sumado al uso de
leña húmeda intensifica los efectos contaminantes, por lo cual impulsar un sistema
de certificación de leña (que promueve el uso de leña seca) sin realizar el recambio
de equipos correspondiente, sería insuficiente.
Por estas razones, CONAMA ha encargado a expertos en el área de biomasa la
revisión de los equipos disponibles en el mercado en cuanto a su eficiencia y a las
emisiones generadas, además de evaluar nuevas alternativas para el recambio de
artefactos. Estos estudios han sido desarrollados principalmente en una de las zonas
críticas (y clave) en cuanto a los efectos de la contaminación por combustión de leña:
Temuco y Padre Las Casas.
Desde el año 2005, CONAMA propuso como medida para descontaminar el aire de
Temuco y Padre Las Casas el cambio de todos los artefactos a leña usados en 55 mil
197
hogares en ambas ciudades. Esta iniciativa hoy forma parte del Plan de
Descontaminación de ambas comunas (declaradas saturadas de contaminación en
marzo de 2005).
Para dar cuenta de la necesidad del recambio de equipos, en el año 2006 se
desarrollaron en Suiza mediciones de emisiones bajo diferentes formas de operación
comparando entre una estufa chilena (Figura 6.1), una estufa típica suiza y el
prototipo Sirius (véase en Anexo 6 Cooperación Internacional).
Los resultados de este estudio se tradujeron en recomendaciones entre las cuales se
indica que las estufas chilenas deben ser utilizadas con 1/3 de carga, con leña con un
máximo de 12% de humedad para tener emisiones de 20 mg/m3 en funcionamiento
(bajo malas condiciones operativas las emisiones se multiplicarían por 2000) en caso
de no cumplir con esta condición de operación debería prohibirse el uso de estas
estufas en sectores saturados.254 (Medida que tendría un impacto social de tal
dimensión que la hace inaplicable como opción única).
Figura 6.1. Estufa chilena
sometida a ensayos en Suiza.
Ensayos y Mediciones
El cambio de los artefactos -principalmente estufas de combustión lenta y cocinaspor otros con nuevas tecnologías, que podrían ser a gas o eléctricos, en el año 2005
se planteaba como una meta a 5 años plazo. Sin embargo, el plan no contempla una
erradicación total del uso de la leña, ya que también se ha potenciado el desarrollo de
investigaciones de artefactos que produzcan una combustión más eficiente y con
menos emisión de partículas contaminantes.
254
Nussbaumer, T. 2006. Results from Tests on Wood Stoves and revised Recommendations for
Emission Limit Values for Chile. Report for CONAMA and COSUDE. 10 pp.
198
CONAMA (a través de COREMA Araucanía) ha establecido un convenio con la
Universidad Católica de Temuco (UCT) ha desarrollado desde el 2005 un trabajo de
investigación en relación a los equipos y su eficiencia, lo que se ha fortalecido con
la adjudicación (2007) del proyecto FNDR “Adquisición de equipos para medir
estufas a leña” que se tradujo en la instalación de un laboratorio de evaluación de
emisiones de artefactos residenciales que combustionan leña, que se encuentra a
disposición de los fabricantes de estufas y/o cocinas a leña para que puedan evaluar
el desempeño de sus productos. Además, la UCT cuenta con un laboratorio con un
túnel de dilución, con lo cual se consolidó el Laboratorio de Emisiones Generadas
por Equipos de Combustión, que ya está desarrollando pruebas a los diferentes
modelos de estufas disponibles en el mercado.255
El martes 5 de agosto del presente año, la COREMA Araucanía informó a los
fabricantes de calefactores de combustión de leña de la Región respecto del proceso
de medición de sus prototipos, dejando establecido que no realizará certificación de
sus equipos sino que el objetivo de estas mediciones será entregar información para
que los fabricantes puedan comercializar sus equipos cumpliendo con la normativa
ambiental. De acuerdo al convenio realizado entre la CONAMA, el Gobierno
Regional y la Universidad Católica de Temuco, el laboratorio de emisiones medirá
de manera gratuita en tres ocasiones el prototipo que presenten 12 fabricantes. Estas
tres mediciones por cada prototipo pretenden entregar a los empresarios una valiosa
información, de tal forma de optimizar la forma de decisiones respecto de las
mejoras que efectúen en sus equipos.256
6.5
Comentarios finales respecto de la brecha que falta para alcanzar la
sustentabilidad ambiental de la calefacción a leña.
Las concentraciones actuales de PM10 durante el invierno en Temuco alcanzan
promedios diarios entre 200 y 250 ug/m3, excediendo frecuentemente la norma
chilena de 150 ug/m3. Si consideramos que el 96% del material particulado
producido durante la combustión de leña en las viviendas corresponde a partículas
PM10 y 93% a la fracción fina PM2.5 (UDEC, 2002), entonces tenemos muchos días
en que el promedio diario de PM2.5 excede el valor 200 ug/m3. Esta situación se
repite en numerosas ciudades entre Rancagua y Coyhaique.
Más grave aún es la situación al interior de las viviendas, en las que se ha observado
un 24% más de concentración de PM10 que en el exterior, en horas de calefacción.
(Medwave, 2009)
255
Universidad Católica de Temuco. 2008. [En línea]. Contaminación Atmosférica un problema de
todos. El Nuevo Centinela. 1(1). Temuco, Chile. Disponible en el WWW: http://
www.uctemuco.cl/aire /El%20Nuevo%20Centinela%20N%201.pdf
256
CONAMA. 2008. [En línea]. Fabricantes se informan sobre medición de Laboratorio de Estufas.
Disponible en el www: http://www.conama.cl/portal/1301/printer-43803.html
199
CONCENTRACIÓN PM10 INTERIOR
600
500
ug/m3
400
300
200
100
0
Leña
Carbón
Parafina
Gas
Sin calef. o
electricidad
Fuente: Medwave, 2009.
Por otra parte, aún cuando no se ha definido el límite para PM2.5 en la norma
chilena de calidad de aire en estudio, dicho límite deberá corresponder a los valores
típicos recomendados internacionalmente. Probablemente estará entre el límite
europeo actual de 50 ug/m3 y el de 20 ug/m3 establecido a partir de 2010. Es decir,
será necesario reducir, entre 4 y 10 veces las actuales emisiones, evaluadas por el
promedio exterior en 24 horas de PM2.5. Dado que la dispersión de PM10 no es
controlable, será necesario reducir las emisiones en la misma proporción, para
reducir las concentraciones.
En un escenario optimista, podríamos asumir que el futuro crecimiento del número
de artefactos a leña será compensado por una mayor eficiencia térmica de las
viviendas y de los artefactos mismos, de modo que no debiera incrementarse el
consumo agregado de leña, medido en m3. Por lo tanto, sería necesario reducir la
emisión unitaria de los artefactos entre 4 y 10 veces para cubrir la brecha ambiental
por calefacción a leña.
La variabilidad de las emisiones de particulado para diferentes artefactos a leña es
enorme, pudiendo ser 50 a 1 la relación entre el peor y el mejor, aún bajo
condiciones óptimas de combustible y operación. En mediciones realizadas en
artefactos nacionales en 2006, se obtuvieron valores entre 190 y 2030 mg/MJ, con un
promedio de 508 ug/MJ (SERPRAM, 2006). A su vez, resultados de muestreo de
estufas en 8 países europeos durante 2007 obtuvieron valores entre 43 y 950 mg/MJ,
con un promedio de 400 ug/MJ (IEA, 2008).
El mismo estudio de la IEA muestra que las normativas de los diferentes países son
muy variables. Esto se debe a que la incidencia de las estufas a leña como medio de
calefacción no es importante en grandes ciudades y los problemas se limitan a
localidades pequeñas en zonas de abundante biomasa. Por el contrario, el uso de
pellets se ha incrementado fuertemente, presentando emisiones entre 20 y 80 mg/MJ,
con un promedio de 35 ug/MJ. (IEA, 2008)
200
PM10 en mg/MJ
EMISIONES UNITARIAS
2100
1950
1800
1650
1500
1350
1200
1050
900
750
600
450
300
150
0
MINIMO
PROMEDIO
MÁXIMO
LEÑA CHILE
LEÑA EUROPA
PELLETS
Fuente: Elaboración propia en base a IEA, 2008 y SERPRAM 2006.
Por lo tanto, los artefactos promedio a leña, tanto en Chile como en el extranjero, son
incompatibles con la reducción de emisiones al nivel que las ciudades chilenas lo
requieren para poder seguir basando su calefacción en la leña. Los artefactos a
pellets, en cambio, son compatibles con los requerimientos ambientales de las
ciudades chilenas, con emisiones de orden de magnitud inferiores.
La superación de la brecha ambiental, es decir reducir los niveles de emisión 4 a 10
veces respecto de los actuales, sólo es posible con las siguientes opciones:
•
utilizar los mejores artefactos a leña que existen en el mundo, con
emisones de particulado aproximadamente 10 veces inferiores a los
artefactos actuales,
•
utilizar artefactos a pellets, con emisiones equivalentes al promedio
europeo o inferiores.
Los límites contemplados en el PPDA de la RM (CONAMA RM 2004) y su revisión
en curso no son compatibles con estos objetivos, los que sí son integrados en el
anteproyecto de norma de emisión para artefactos que combustionan leña.
(CONAMA 2007)
La simple aplicación de normativas extranjeras para artefactos no es suficiente para
superar la brecha. Esto se debe a que las condiciones geográficas locales, con más de
50 fuentes emisoras por ha, junto con la necesidad de utilizar un recurso accesible,
nacional y renovable, requieren una drástica reducción de las emisiones unitarias.
Además, será necesario adoptar las medidas respectivas para mejorar la calidad de la
leña y la eficiencia térmica de estufas y viviendas.
201
202
Capítulo 7. Elementos para un Plan Estratégico Básico sustentable
de la Leña.
7.1 Los principios
La leña en Chile, o mejor aún, su uso está relacionado con serios problemas
ambientales en el país, pero, simultáneamente, es posible afirmar que en la medida
en que sea manejada sustentablemente, representa importantes potencialidades, tanto
desde el punto de vista de la oferta energética, de la disminución de la vulnerabilidad
y dependencia energética, de mayor disponibilidad en su oferta, de acceso a la
energía a vastos sectores carenciados de la población, de desarrollo tecnológico y de
nuevos negocios para el sector privado. Para que ello suceda, no obstante, se requiere
de la adopción de estrategias, políticas y normativas que den soporte a un
combustible que representa el 20% de la matriz energética y el 59% del consumo de
energía en promedio de las viviendas en el país.
Tal soporte se entiende como otorgar sostenibilidad y sustentabilidad para fortalecer
aquellas opciones tecnológicas que mitiguen o minimicen los problemas ambientales
asociados a su uso, especialmente en lo que respecta a la calidad del aire, y asociados
a la presión sobre la masa boscosa, pero también a una actividad que permite el
desarrollo de buena parte de las economías locales y regionales y, cuyo uso
constituye la fuente de energía más importante de las viviendas de la VI a la XI
regiones con claro perfiles sociales y culturales asociados a su consumo.
El presente capítulo tiene como objetivo establecer las condiciones mínimas de un
Plan, cuyos objetivos pueden ser parcialmente establecidos desde el subsector, esto
es a partir del estudio y análisis del recurso, pero también, cuya adopción y posible
éxito descansa en percepciones y condiciones estructurales de la economía y del
desarrollo energético nacional, sus mercados, estructurales institucionales y por
ende, del grado de involucramiento del Estado.
Una propuesta de un plan estratégico básico sustentable para la leña debería tener
como objetivos:
•
•
•
•
•
•
•
•
contribuir al mejoramiento de las condiciones ambientales,
mejorar el proceso de extracción, uso y transformación del recurso,
permitir y mejorar las condiciones de acceso al consumo del combustible
al conjunto de la población,
identificar los mecanismos sociales y políticos que permitan sensibilizar
a la población respecto de los límites, posibilidades y potencialidades
relacionados con el recurso,
establecer las condiciones para un mercado formal de la leña,
crear una agencia o programa específico para la biomasa en el país, con
expresión en regiones,
adoptar y mejorar la información de base relacionada con el recurso y
desarrollar proyectos demostrativos.
203
El Plan debe contemplar acciones mínimas requeridas para racionalizar el uso de la
biomasa asegurando la eficiente utilización de los recursos naturales, humanos,
económicos y financieros involucrados. Para que ello sea posible, la propuesta debe
considerar el uso eficiente de la energía y la gestión de la demanda como el marco y
contexto básico para sus propósitos y objetivos.
La adopción de un Plan como el mencionado debe ser concebido en un marco de
crecimiento de la demanda de energía, generado tanto por el ritmo de crecimiento
económico como por la satisfacción creciente de los déficit en servicios energéticos
de sectores importantes de la población y actividades productivas de bienes y
servicios, en especial de los sectores pobres, rurales y aislados.
En términos ambientales, la propuesta debería identificar los instrumentos que
otorguen el necesario respaldo legal e institucional, por un lado; y por el otro, el
estímulo y fomento de las tecnologías energéticamente eficientes tanto desde el
punto de vista ambiental como energético.
En términos de acceso y equidad, la propuesta debería sugerir programas y/o
medidas que permitan a la población incorporar, bajo condiciones económicas
razonables, las diversas opciones tecnológicas ambientalmente sustentables. El
fomento de tecnologías y de procesos menos contaminantes concierne directamente
la calidad de vida de la gente, y al mismo tiempo, propende a una explotación más
racional, en el largo plazo, de los recursos naturales involucrados.
Es de hacer notar, no obstante, que una propuesta como ésta, podrá desarrollarse de
manera correcta si y sólo si, se incorporan progresivamente las externalidades que
derivan de cada etapa de la cadena energética, tanto en la evaluación de las distintas
alternativas energéticas (frente a la biomasa) como, eventualmente, en los esquemas
de precios y tarifas e incluso en la explotación de los recursos provenientes de la
propia biomasa.
En términos institucionales, el Plan debería identificar las opciones que desde el
punto de vista del Estado éste posee, para enfrentar los problemas ambientales
asociados al uso de la leña, por un lado, y por el otro, fomentar y estimular su uso y
producción bajo condiciones ambiental y socialmente apropiadas. Las opciones, en
lo posible, deben ser cotejadas e integradas con aquellas de similar propósito que
actualmente han sido presentadas al Congreso en relación a la creación de Ministerio
y en particular del fomento al uso eficiente de la energía y de las fuentes renovables
de energía. En ese sentido, la experiencia internacional analizada permite afirmar
que el desarrollo de propuestas con objetivos similares tienden a consolidar desde el
punto de vista normativo en la adopción de leyes, ordenanzas, programas, o
agencias, dedicadas al tema, que a su vez asumen la tarea de definir en detalle la
institucionalidad correspondiente, los mecanismos (incentivos, normativas y
procedimientos generales), los instrumentos así como los roles de actores, los
objetivos de programas específicos y los medios para su consecución.
204
En términos sociales y políticos, finalmente, la propuesta debería hacer esfuerzos por
identificar los mecanismos que permitan difundir y evaluar aspectos de la propuesta
con el fin de establecer consensos mínimos en torno a su adopción.
7.2
El medio ambiente como elemento ordenador y orientador de una
propuesta.
El pasado reciente, el presente y muy posiblemente también el futuro en el manejo
de la biomasa en Chile estará determinado por los temas o restricciones
ambientales, como factor movilizador de la política pública nacional con respecto
a los recursos naturales. A diferencia de los países analizados en este estudio, en
que la biomasa representa fundamentalmente opciones tecnológicas innovadoras,
de vías para hacer frente al cambio climático y enfrentar la incertidumbre asociada
a la volatilidad de los mercados de los hidrocarburos, en Chile, por el contrario,
son los problemas ambientales asociados a la explotación, transporte y uso de la
leña los que han motivado respuestas de política pública. El deterioro de la calidad
del aire en ciudades del sur del país pero también en la RM, han determinado el
desarrollo de iniciativas, a veces contradictorias, desde el Estado. Las
potencialidades que representa un manejo racional y sustentable de la biomasa, no
pareciera ser aún una opción, incluso dentro de las opciones de las fuentes
renovables de energía, salvo en círculos muy restringidos de estudiosos del tema.
Los elevados costos ambientales asociados al uso de la leña, en especial el gasto
en salud, pública y privada, han sido los detonantes para la evaluación de opciones
que consulta a la biomasa como una de las más interesantes.
Bajo ciertos supuestos razonables, expuestos todos en el Recuadro 7.1, el costo total
anual en salud, asociado al uso de la leña alcanza a 364 millones de US$ en las
regiones VI y XI, 4 veces más que el costo en leña.
Aún cuando los supuestos utilizados pueden parecer arbitrarios, pues, por ejemplo,
los costos evitados en salud no pueden ser aplicados linealmente porque las
condiciones climáticas, geográficas y de tamaños no son las mismas entre ciudades,
localidades, etc., es un hecho que éstas permiten establecer rangos, en este caso de
considerables disparidad entre lo que cuesta hoy día “quemar leña” y el gasto en
salud asociado.
Es de hacer notar, por otro lado, que las estimaciones sólo consideran los gastos en
salud asociados al PM10 y excluyen los impactos ambientales asociados al uso de
la leña por incendios, accidentes asociados a la producción fraccionamiento de
leña, la pérdida por servicios ambientales (funciones ecosistémicas) y las
emisiones de CO2 asociadas a la extracción y transporte de la leña,
205
Cuadro 7.1
Relación de gastos en leña vs gastos en salud (PM10) en las regiones VI a XI.
Según cálculos, los consumos urbanos entre VI y XI regiones alcanza 3,39 millones de
m3 sólidos al año (asumiendo que son las regiones donde existen problemas ambientales
por calefacción a leña).
CONSUMO URBANO (según cuadro 4.13, US$ = $650)
Fuente: Microdatos, U de Chile, 2005.
Consumo
Precio
Gasto
regional
regional
regional
millones
Región
miles m3/año
$/m3 sólido
$/año
VI
124,0
25.834
3.203
VII
170,5
25.834
4.405
VIII
570,2
18.910
10.783
IX
752,6
14.253
10.727
X
1.610,2
14.652
23.593
XI
161,0
14.706
2.368
TOTAL
3.388,5
16.254
55.078
Gasto
regional
millones
US$/año
4,9
6,8
16,6
16,5
36,3
3,6
84,7
Convirtiendo a toneladas y considerando 1 m3 sólido = 650 kg = 0,65 ton; en dichas
regiones, en áreas urbanas, se consumen 2,2 millones de ton de leña.
Considerando un factor de emisión = 10,7 kg/ton; se emiten en áreas urbanas entre VI y
XI regiones 23.500 ton/año de PM10 al año.
El costo en salud estimado para la ciudad de Temuco, y para 1 ton de PM10 se
estableció en 15.500 US$/ton PM10 (valor bajo dentro de las diferentes estimaciones
publicadas, Sanhueza 2006). Acorde a tales cifras el costo anual en salud alcanza a US$
364 millones, en las 6 regiones aludidas.
Por lo tanto, en áreas urbanas, entre las regiones VI a XI se gastan 84,7 millones de US$
en leña y 364 millones de US$ en salud por las emisiones de dicha leña.
En particular, considerando un consumo de leña promedio en un hogar en Temuco, las
cifras son:
Gastos en leña y salud en un hogar promedio en Temuco
Consumo
anual
m3
Consumo
anual
ton
Emisión
anual
ton
Costo leña
anual
(privado)
miles $
6
3,9
0,04173
85.518
Costo
emisión
anual
(público)
miles $
420.430
Nota: La R.M. tiene problemas serios de PM10, pero la multiplicidad de fuentes no permite
evaluar claramente el impacto de la calefacción por leña, por lo que no se considera en el
análisis.
206
Las estimaciones respecto de costos ambientales asociados al consumo de leña en
el país permiten afirmar la necesidad de establecer la necesidad de intervención de
parte del Estado y los rangos y límites a dicha intervención
7.3
Líneas de acción propuestas
El aseguramiento de una oferta sostenida de volúmenes de biomasa iguales o
superiores a los actuales requiere la consideración de ciertas iniciativas tendientes a
resguardar el recurso nativo mientras se satisface la creciente demanda por este
energético.
El desarrollo de las líneas de acción propuesta en páginas siguientes sólo tienen
sentido si las iniciativas de política pública con respecto a la biomasa tienen como
objetivo central el desarrollar una normativa o marco regulatorio que la consagre
como un combustible al mismo nivel que los derivados del petróleo o que de la
electricidad.
Las iniciativas a este respecto parecieran tender a ello257, no obstante mantenerse
cierta percepción limitada respecto de la amplitud y profundidad, puesto que deja
fuera de tales definiciones, aspectos trascendentales como el precio y el
funcionamiento de los mercados, lo que en el caso de la leña pudiese restar eficacia a
los propósitos perseguidos.
7.3.1 Fomento del uso de la leña por territorio
Ni la problemática ni las potencialidades son las mismas en los territorios, por lo
que cualquier propuesta y línea de acción debe considerar las particularidades a lo
largo de Chile. En el cuadro sinóptico a continuación, se establece, por especie o
tipo, y acorde a ha y volúmenes maderables, aquellas regiones en donde la
biomasa resulta desde el punto de vista potencial y de la sustentabilidad, un
recurso cuya extracción, uso y consumo debe ser: fomentado (+++), estimulado
bajo ciertas condiciones (++), restringido (+) y en la que no se advierten señales
propicias para su fomento (- y --).
Cuadro 7.1
257
“…la utilización de la leña u otros productos de biomasa como combustible no ha sido regulada de modo
específico, a diferencia de lo que ocurre con la generalidad de los demás combustibles, los que, sea por sus
características de peligrosidad o por las particularidades de su combustión, han sido objeto de amplias normativas
técnicas y de seguridad. Así ocurre con el gas licuado, el gas natural o el kerosene. “Asesoría para la
formulación de un anteproyecto de ley que establezca el marco legal para la reglamentación y fiscalización de
aspectos técnicos de la leña y combustibles de biomasa y de los artefactos de uso industrial que los utilicen como
combustibles”. M. Susana Rioseco Z. Marzo del 2008.
207
POTENCIAL BIOMASA LEÑOSA
REGIONES
I y XIII II
ORIGEN
Tipo
Renoval
Bosque Nativo Renoval Adulto
Efectivo
Adulto
Total V y X
Disponible a)
Bosque Nativo
Potencial b)
Residuos
Plantaciones
Plantaciones
Energéticas
a)
b)
c)
d)
e)
f)
Indicador
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X y XIV
XI
RM
+
+
--
-----
-----
-----
-----
-----
--
-
+
+
++
+
+
+
+
+
++
+++
+++
+++
+
+++
--
Restringido c)
Forestales d)
Agricolas e)
----
-----
-----
----
+
-+
++
-+++
+++
+++
++
+
+
+++
++
+
++
+++
++
-
+++ +
+++ +++
-
Exóticas f)
--
--
--
--
-
+
+
++
++
+
Potencial
+
--
-----
Cuadro 4.7 Superficie de bosque nativo. Informe Leña y Matriz Energética
Cuadro 4.6 Superficie de bosque nativo, disponibilidad potencial por región (há). Informe Leña y Matriz Energética
Restringido respecto al potencial acorde a Informe Leña y Matriz Energética
Estudio: "Residuos de la industria primaria de la madera, disponibilidad para uso energéticos”.CNE e INFOR (González et al.
O’Bois Marketing, 2002. MINAGRI 2008
MINAGRI. VII Censo agropecuario, 2007.
--
No se advierte
-
< Al 10% de la superficie total o volumen total etc…..
+
Entre el 10% y 20% de la superficie total o volumen total estimado.
++
Entre el 20% y 30% de la superficie total o volumen total.
+++
> Mayor al 30% de la superficie total o volumen total.
Acorde al cuadro, el fomento en el uso de la biomasa cuyo origen es el bosque
nativo disponible se concentra en las regiones X y XIV y esencialmente a partir
del bosque adulto.
En cuanto al bosque nativo potencial, las medidas de fomento para el consumo de
la biomasa pero de manera restringida, abarca desde las regiones VII a la XII.
Los residuos de plantaciones, especialmente de origen agrícola, aparentemente
presentan condiciones favorables en las regiones VI y VII. Por su parte, el
desarrollo de plantaciones dendroenergéticas pareciera presentar condiciones
auspiciosas en las regiones VIII y IX. Para mayor detalle véase el Anexo al
Capítulo 7 en relación a plantaciones dendroenergéticas de corta rotación.
Es necesario señalar no obstante, que las políticas de fomento en el uso de la leña
debe considerarse la necesidad de contrarrestar las tendencias de degradación de
los ecosistemas forestales. Esto sólo será posible si se adoptan las siguientes tres
líneas de acción: (i) desarrollo de un mercado y determinación de precios por los
servicios ambientales que proporcionan los bosques; (ii) aumento del valor
comercial de los bosques naturales a través de la certificación y el eco etiquetado;
y, (iii) forestación.258 A estas tres líneas de acción deben sumarse medidas e
instrumentos relativos a la expansión de medidas de conservación relativas a los
258
XII
Ver en Anexo Comentarios precisos relativos a estas tres líneas de acción.
208
recursos forestales, incluyendo la creación de un mayor número de áreas
protegidas y combinado esto con oportunidades de desarrollo sostenible e
inversiones del sector privado cuando sea posible; y (v) la formulación de medidas
administrativas pertinentes259.
7.3.2 El desarrollo de las opciones tecnológicas de corto y largo plazo
Las líneas de acción deben estar enfocadas al levantamiento de barreras del
proceso productivo de la leña para aquellas opciones que permiten optimizarlo.
a) Modelo de recambio acelerado: algunos ejemplos de aplicación
La opción para materializar estas opciones se concretan en un plan de recambio
acelerado cuyo objetivo central es la reducción de las emisiones atmosféricas por
calefacción residencial a niveles compatibles con la calidad del aire en zonas
saturadas, forzando la salida del stock de artefactos mediante el retiro y la
destrucción de las unidades contaminantes. El modelo es descrito en detalle en el
Capítulo 5, esto quiere decir: rol de actores, condiciones técnicas y tecnológicas
previas a definir en relación a artefactos modelos de subsidios funciones e
institucionalidad entre otras.
En las líneas a continuación se exponen ejemplos de posibles programas en el
contexto de la aplicación del modelo:
Programa para vivienda social
Beneficiario Postulante que se ha adjudicado un subsidio MINVU de 3PF (o de
vivienda nueva) cuya vivienda está localizada en zona saturada y
actualmente utiliza un artefacto contaminante
Actores que • CONAMA Regional define los requerimientos técnicos del
participan y
recambio
acciones
• El gobierno regional o municipio obtienen financiamiento
anualmente
• El gobierno regional o municipio designa y/o contrata una unidad
ejecutora del programa que tendrá un rol fiscalizador y certificador
que garantice la transparencia y la efectividad de todo el proceso
• La unidad ejecutora realiza una licitación internacional por un
volumen determinado de artefactos certificados y su respectiva
instalación
• El MINVU pone a disposición sus listados de programas de
vivienda en el área definida
• La unidad ejecutora ofrece inscripciones a adjudicatarios de
programas MINVU, directamente o a través de comités
• La unidad ejecutora selecciona y/o sortea los postulantes
259
Douroujeanni, 2000.
209
beneficiados. Se crea y mantiene un registro.
• CONAMA Regional realiza un programa de educación ambiental
y energética para los hogares adjudicados
• La unidad ejecutora recibe las instalaciones y autoriza los estados
de pago.
• La unidad ejecutora organiza la recolección y destrucción de los
artefactos
Costo para Entrega del artefacto usado
el
Pago del equivalente a un calefactor básico a gas o parafina: aprox. 2
beneficiario UF y compromiso escrito de aceptación de condiciones
Costo de la gestión del programa: aprox. 1 UF
Subsidio
(por equipo) Costo del artefacto (mayorista): aprox. 12 UF
Costo de instalación y certificación: aprox. 5 UF
Registro de beneficiarios
Acciones
adicionales
Instrucción sobre buen uso de los equipos
Seguimiento
Información a los proveedores de leña
210
Programa para todo tipo de viviendas
Beneficiario Todo hogar localizado en zona saturada y que actualmente utiliza un
artefacto contaminante
Actores que • CONAMA Regional define los requerimientos técnicos del
participan y
recambio
acciones
• El gobierno regional o municipio obtienen financiamiento
anualmente
• El gobierno regional o municipio designa y/o contrata una unidad
ejecutora del programa que tendrá un rol fiscalizador y certificador
que garantice la transparencia y la efectividad de todo el proceso
• La unidad ejecutora realiza un llamado a registro de instaladores
interesados en formalizar una empresa acreditada
• La unidad ejecutora realiza cursos de capacitación y otorga
acreditación técnica y empresarial a las empresas seleccionadas
• La empresa instaladora acreditada recibe capital de trabajo,
garantías y créditos blandos para traspasar a sus clientes
• La empresa instaladora acreditada negocia con proveedores que
dispongan de artefactos que califiquen
• La empresa instaladora acreditada ofrece planes especiales a
hogares que están dispuestos a entregar su artefacto usado y
celebra contratos a plazo con condiciones preferenciales,
incluyendo un descuento por subsidio
• La unidad ejecutora toma conocimiento de estos contratos y cursa
estados de pago de los subsidios y los créditos
• La empresa instaladora acreditada certifica la calidad del artefacto
usado, instala el artefacto nuevo, certifica la operación correcta del
equipo, instruye al usuario y ofrece planes de mantención
• La empresa instaladora acreditada realiza la cobranza periódica de
cuotas
• La unidad ejecutora organiza la recolección y destrucción de los
artefactos
Entrega
del artefacto usado
Costo para
el
Compra del artefacto nuevo con facilidades de pago
beneficiario Diferencia del costo de instalación por sobre 5 UF y compromiso
escrito de aceptación de condiciones (reventa)
Costo de la gestión del programa: aprox. 2 UF
Subsidio
(por equipo) Subsidio de instalación y certificación: aprox. 5 UF
Posibles contratos de mantención
Acciones
adicionales
Posibles contratos de suministro de leña
211
Programa para viviendas o instituciones de gran consumo
Beneficiario Todo hogar localizado en zona saturada y que actualmente utiliza un
artefacto contaminante de gran consumo
Actores que • CONAMA Regional define los requerimientos técnicos del
participan y
recambio
acciones
• El gobierno regional obtiene financiamiento para un proyecto
piloto
• CONAMA Regional realiza un llamado a proveedores de
combustibles y equipos de tecnologías avanzadas para suministrar
instalaciones demostrativas con precios preferenciales
• CONAMA Regional y algunos proveedores establecen un
convenio definiendo las condiciones y alcance del programa de
recambio
• CONAMA Regional y la Autoridad Sanitaria realizan una
selección de fuentes emisoras y ofrecen el recambio al costo
• CONAMA Regional y la Autoridad Sanitaria establecen
convenios con algunas fuentes y realizan un monitoreo de las
emisiones antes del recambio
• Los proveedores hacen contratos, instalan los sistemas y
suministran combustible.
• CONAMA Regional y la Autoridad Sanitaria realizan un
monitoreo de las emisiones después del recambio
• CONAMA Regional difunde resultados de las mediciones
Costo para Entrega del artefacto usado
el
Compra del artefacto nuevo en condiciones preferenciales
beneficiario
Costo de la gestión del programa: aprox. 25 UF
Subsidio
(por equipo) Costo de eventos de difusión
Publicaciones
Acciones
adicionales
b) Observatorio del precio de la leña
La experiencia internacional da cuenta que un elemento clave para la adopción de
políticas públicas en relación a la leña su fomento o desestímulo, es la gestión y
manejo de su precio. En el caso de Chile, interrogantes tales como: ¿cuál precio?,
¿qué calidad? (niveles de humedad, densidad, etc.), ¿de qué origen? (se trata de leña
certificada), en función de ¿qué costos?, etc.; son respuestas extremadamente
complicadas de asumir y responder, lo que, probablemente en los hechos restringe
las posibilidades de establecer una política de estímulo (o de freno en ciertas
localidades) frente al uso de la leña.
Desde el punto de vista de la política pública, el diseño y adopción de instrumentos
dedicados al monitoreo del precio de la leña es condición esencial para la
comparación de opciones, evaluación de impacto de medidas adoptadas y, por
212
definición, para la correcta generación de señales para consumidores, productores e
inversionistas involucrados. Los precios de la leña actualmente, no reflejan, ni las
realidades sociales, productivas ni menos ambientales en las que se produce,
transporta y es obtenida la leña.
La generación de precios de la leña que responda y asuma adecuadamente tales
realidades, es condición sine qua non para su formalización, el establecimiento de
condiciones mínimas de transparencia en el mercado de la leña y la correcta
administración de medidas tendientes a fomentar la penetración de opciones
tecnológicas sustentables.
La creación de un observatorio del precio de la leña, como es la propuesta de este
estudio, es tal vez, el objetivo de llegada de tareas que involucra previamente, el
desarrollo entre otras, de tareas de recolección y sistematización de información
cualitativa y cuantitativa al respecto.
c)
Fomento al desarrollo de opciones tecnologías ligadas al uso de la leña: el
mejoramiento del comportamiento térmico de la vivienda, la calefacción distrital y el
pellets.
Las tecnologías de uso de la leña o sus derivados constituyen un punto clave en la
sustentabilidad de la cadena bosque-energía. Aún cuando el costo de los artefactos
no es significativo en relación al costo de los combustibles, sigue siendo una barrera
al ser más caro que otros artefactos. Desde el punto de vista de la política pública, los
mayores beneficios provienen de los costos evitados en salud.
En el fomento de opciones que apuntan al mejor uso de la leña en función de
consideraciones energéticas, destacan el pellets, el uso de la briqueta la calefacción
distrital y el mejoramiento en el comportamiento térmico de la vivienda.
7.4.
Algunos instrumentos
a) Para la sustentabilidad del manejo del recurso:
Dos son los ejes más relevantes en la construcción de la solución para el
aseguramiento de la sustentabilidad del manejo del bosque nativo: i) la reciente Ley
para manejo y conservación del bosque nativo y ii) la certificación de leña260.
i)
260
la reciente ley para manejo y conservación del bosque nativo, que a
través de incentivos puede llegar a ser un instrumento de importancia
si logra masificarse. Este subsidio permitiría hacer el manejo
necesario mientras se obtiene biomasa para usos múltiples, entre ellos
principalmente leña. Como actúa al inicio de la cadena productiva
afecta de forma positiva a todo el proceso, dando oportunidad de
Gómez-Lobo, A. 2005. El consumo de la leña en el sur de Chile: ¿Por qué nos debe preocupar y
qué se puede hacer? Ambiente y desarrollo. Santiago, Chile. 2(3) p 43-47
213
mejores ingresos, oportunidad para formalización de la producción,
cumplimiento de normativas, mientras se reguarda el recurso forestal.
Al final de la cadena también el consumidor podrá recibir beneficios
de una oferta amplia y potencialmente productos de mejor calidad,
activados por la competencia.
ii)
El segundo instrumento que puede alcanzar relevancia es Sin
embargo, pareciera tendrá mejor éxito en cuanto a garantizar un
producto de mejor calidad más que a resolver problemas de manejo
forestal. Esto debido principalmente a la informalidad del negocio y
falta de fiscalización oportuna tanto de los planes de manejo como del
transporte de leña. La disponibilidad de información también puede
contribuir a este aspecto de control. Hoy las nuevas tecnologías de
imágenes permitirían un control prácticamente en tiempo real de
cualquier intervención.
b) Disponibilidad de capital de operaciones y acceso a mercados.
Los productores son individualistas en sus decisiones, lo cual sumado a la micro y
pequeña escala de las operaciones, hace casi imposible un mejoramiento de los
procesos productivos. En este sentido se aprecia que una asociatividad o integración
en clusters productivos podría favorecer el acceso al financiamiento, capacitación,
tecnologías y mercado. De ello existen ejemplos externos y locales exitosos261.
Otro aspecto relevante al que puede conducir una asociatividad de productores es la
posible eliminación de intermediarios a través de la colocación de la leña en centros
de acopio administrados por los propios productores. Centro donde se puede no sólo
almacenar y canjear leña, sino donde es posible incorporar mayor valor al producto,
ya sea por secado, aprovechamiento de residuos o elaboración de derivados.
De igual forma, estos centros ofrecen múltiples ventajas al consumidor, quien podrá
adquirir productos certificados, en las cantidades y oportunidad requeridas.
c) Acceso al conocimiento y capacitación.
Iniciativas público privadas, la integración de universidades y otros centros de
formación, sumado al impulso que dará la ley de bosque nativo, pueden resultar en
mecanismos de transferencia adecuada de métodos sencillos de manejo apropiados a
situaciones locales que garantice la aplicación de buenas prácticas para favorecer la
regeneración del bosque, protección de zonas buffer, manejo de desechos, entre
otros.
d) Estímulo a la oferta local
261
Callieri, C. 1996. Degradación y deforestación del bosque nativo por extracción de leña.
Ambiente y desarrollo. Santiago, Chile. 12(1) p 41-48
214
En áreas donde el recurso está muy alejado de los centros de consumo o es
insuficiente para atender la demanda, aparece como viable el desarrollo de
plantaciones con fines energéticos (dendroenergía), ya sea por iniciativa de privados
o por sistemas mixtos donde los municipios pueden aportar el recurso suelo y mano
de obra.
En tales iniciativas o instrumentos, el apoyo y soporte del Instituciones como el
INFOR o INIA pueden ser de vital importancia.
7.5 Proyectos Demostrativos
En los cuadros siguientes se establece un conjunto de proyectos demostrativos que
tienen como base el uso de la leña:
7.5.1 Proyectos comunitarios
-
Comunidades marginales o indígenas en zonas aisladas
Proveer pequeñas fuentes energéticas eficientes y sustentables
Objetivo
localmente a sectores vulnerables o socialmente excluidos
Comunidades que no tienen acceso y/o no tienen capacidad de pago y
Alcance
disponen de recursos de leña
Descripción Experimentación de tecnologías con aplicaciones de micro-cogeneración en base a leña que suministren del orden de 5000 W
térmicos y 500 W eléctricos por familia o potencias superiores para
operación de talleres productivos
Mejoramiento del acceso a la energía, mejor aprovechamiento de los
Impactos
recursos naturales, independencia local del mercado de electricidad y
combustibles, aumento de la salubridad y calidad de vida, aumento de
la capacidad productiva. Cuidado y manejo sustentable del recurso.
- Áreas urbanas periféricas (ej. La Pintana)
Conversión de residuos urbanos leñosos en combustibles
Objetivo
económicamente competitivos y ambientalmente sustentables
Áreas urbanas periféricas sin fuentes naturales de leña
Alcance
Descripción Modelos de gestión y organización de vecinos y microempresas para
separación, recolección, procesamiento y comercialización de
residuos susceptibles de ser utilizados como combustibles para
calefacción
Generación de valor agregado a residuos, eliminación de residuos,
Impactos
generación de empleo, reducción de quemas y otras formas de
combustión contaminantes
- Proyectos dendroenergéticos
Producción local de energía en forma desacoplada del mercado
Objetivo
215
Pequeñas áreas y comunidades que dispongan de suelos no
productivos y presenten ventajas para producción de energía con
suministro propio de biomasa
Descripción Plantas de generación de electricidad y/o calor basadas en la
existencia de una oferta y una demanda, circunscritas a un radio
viable de suministro de biomasa. Las posibles tecnologías versus los
posibles modelos de negocio serían las variables a explorar para ser
replicadas
Generación de negocios locales, independencia energética, desarrollo
Impactos
tecnológico y capacitación, uso de recursos subutilizados,
información sobre cultivos no tradicionales
Alcance
7.5.2 Proyectos de formalización del mercado:
-
Centros de acopio y financiamiento
Regulación de la estacionalidad de oferta y demanda, superando las
Objetivo
barreras de capital de trabajo, ofreciendo espacio y tiempo de secado
Zonas rurales con abundancia de microproductores, con cercanía a
Alcance
centros urbanos de alta demanda de leña
Descripción Centros que abren poder de compra de leña, financian el desfase entre
cosecha y venta, proveen capacidad de acopio y comercializan leña
certificada
Mejoramiento del producto final, continuidad del ciclo anual,
Impactos
posibilidad de iniciar una capitalización de microempresas
incipientes, empresarización de los microproductores
- Centros de canje
Subsidiar directamente el valor de la leña, a cambio de garantizar una
Objetivo
cadena sustentable y formal de suministro
Zonas donde predomina el mercado informal y existe demanda por
Alcance
leña seca de mayor precio y eficiencia
Descripción Mecanismo de subsidio a través de canje, es decir, sin dinero, que
permite a productores vender leña seca certificada inmediatamente
después de producirla, abasteciendo el mismo mercado actual. El
subsidio financia el tiempo de almacenamiento y requiere un capital
correspondiente a adquirir por 1 vez el volumen de leña.
Formalización de microproductores que no tienen alternativa a vender
Impactos
leña húmeda, mayor oferta de leña seca,
- Tecnologías de secado
Desarrollar tecnologías de secado apropiadas para condiciones locales
Objetivo
Zonas donde el secado natural es insuficiente o se requiere leña y/o
Alcance
astillas de menor humedad
Descripción Experimentación con monitoreo de procesos de secado que generen
información sobre tamaños, rendimientos, tiempos y efectividad,
especies y producción optimizada
216
Impactos
Información sobre rendimientos de secado, adaptación local de
técnicas de secado, oferta de leña de muy bajo contenido de humedad,
disponibilidad de biomasa seca para pellets o briquetas, mejoramiento
de la calidad de las astillas
7.5.3 Proyectos tecnológicos
- Concurso de artefactos
Proveer información al mercado y a los propios proveedores sobre la
Objetivo
calidad de los productos, transparentando la oferta de artefactos
Un cierto cupo anual de productos postulantes
Alcance
Descripción Programa de concursos periódicos que evalúa técnicamente los
parámetros, emisiones, eficiencia, etc. de artefactos del mercado
Información sobre los impactos y eficiencia reales de los artefactos,
Impactos
estímulo al desarrollo tecnológico, valoración de productos
innovativos
- Encuesta con mediciones in situ de artefactos
Obtener información sobre factores de emisión reales de artefactos en
Objetivo
uso para inventarios de emisiones
Áreas con alta densidad de artefactos a leña y con necesidad de
Alcance
información para gestión de la calidad del aire
Descripción Encuesta periódica con metodología para muestreo de emisiones
adecuada a acceder a chimeneas
Información local que incluye variables de hábitos, combustibles,
Impactos
grupo familiar, horarios, eficiencia, entre otras.
-
Centro de ensayo de leña y derivados
Base de investigación, desarrollo e innovación en combustibles y
Objetivo
tecnologías de combustión asociadas a leña
Tecnologías aún no maduras en el mercado nacional y tecnologías en
Alcance
desarrollo a nivel mundial
Descripción Centro experimental de estudios de la leña, su producción, sus
propiedades como combustible, los equipos que utilizan leña, la
generación de derivados combustibles y no combustibles
Información sobre factibilidad técnica, rendimientos, curvas de
Impactos
desempeño y otros a nivel de prototipos, experiencia en métodos de
evaluación, medición y ensayos, apoyo a formación de especialistas
7.5.4 Recambio de grandes fuentes:
-
Hospital(es) regional(es) u otro edifico público de gran demanda de calor
Dar ejemplo de voluntad de acción de instituciones públicas
Objetivo
Un edifico público contaminante por año, reconocido y visible
Alcance
Descripción Reemplazo de grandes fuentes con consumo significativo de leña y
emisiones significativas de material particulado
217
Impactos
Eliminación grandes fuentes generadoras de material particulado,
ejemplo de factibilidad de conversión, información de eficiencia,
costos de operación, mantenimiento
7.5.5 Proyectos pre-comerciales:
-
Calefacción distrital
Explorar la existencia de nichos con viabilidad para calefacción
Objetivo
distrital, competitiva y sustentable a largo plazo
Zonas urbanas de alta densidad de demanda y/o alta densidad de
Alcance
emisiones
Descripción Mapeo de variables que viabilizan o impiden la aplicación de
calefacción distrital, seguido del diseño de modelos de negocio y un
análisis económico de las posibles cadenas
Promoción de proyectos y modelos innovativos ante inversionistas,
Impactos
verificación de los rendimientos efectivos y factibilidad de acople
entre oferta y demanda en casos específicos
- Co-generación por gasificación
Generación eléctrica autónoma utilizando ofertas de biomasa
Objetivo
disponible
Zonas con suministro asegurado de biomasa a un precio bajo y estable
Alcance
y con demanda significativa de calor
Descripción Plantas de generación en base a biomasa, utilizando tecnologías
avanzadas de combustión, filtros y motores de generación
Escala que permite sistemas avanzados de control de emisiones,
Impactos
producción competitiva y a precio estable de energía, desarrollo de
tecnología y capacitación local, venta simultánea de calor y
electricidad aumenta competitividad
-
Tecnologías híbridas solar-biomasa
Compensar ciclos de oferta estacionales y horarios de energía solar
Objetivo
térmica
Zonas donde existe disponibilidad solar y de biomasa de volumen
Alcance
interesante
Descripción Plantas híbridas con precalentamiento solar y calor complementario
en base a biomasa, de tamaño mediano, para abastecer, por ejemplo,
un campus de varios edificios
Compatibilizar una curva de demanda horaria y anual con una oferta
Impactos
solar variable, viabilizar sistemas solares de calefacción
7. 6.
Estudios futuros
ƒ
ƒ
Desarrollo y levantamiento de información cuantitativa (recurso, espacial,
impactos ambiental)
Observatorio de precios
218
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
262
Biomasa de matorrales
Uso de excedentes del manejo forestal no usados por la industria
Impacto en PYME de desechos de libre disposición (cuantía, impositivo
social, económico, viabilidad, etc.)
Proyectos dendroenergéticos.
Diseño de instrumentos estadístico para monitoreo del consumo y de la
demanda de leña
Adopción de una estrategia que permita una adecuación territorial y
cultural a cualquier medida adoptada y estrechamente asociado a ello, el
establecimiento de los mínimos comunes culturales actuales y deseables
que permitan a las iniciativas emprendidas ser entendidas y aceptadas.262
Véase en Anexo al Capítulo 7, una propuesta de programa para establecer los mínimos comunes
culturales en relación a nuevas tecnologías y leña.
219
Glosario
Aire de Dilución: Aire que ingresa a un cortatiro o a un regulador de tiro y se
mezcla con los gases de chimenea.
Aire primario: aire que se introduce al artefacto en contacto directo con el
combustible, antes de producirse la combustión.
Aire secundario: aire que se introduce al artefacto en la zona de combustión.
Área libre de ventilación: Área no obstruida de la sección transversal de una
ventilación, que se calcula por la suma aritmética de las áreas de las aberturas
individuales que posee el elemento protector; se expresa en cm2.
Artefacto a leña. Artefacto que libera energía utilizando leña como combustible por
combinación con aire comburente a presión atmosférica. Estos artefactos pueden ser
de uso doméstico o de uso colectivo.
Artefactos de uso Colectivo. Artefactos que se utilizan en instalaciones comerciales
e industriales, ya sea para cocinar como para calefacción (calderas de baja presión,
otros).
Artefacto de uso Doméstico. Artefacto de uso normalmente residencial, que se
utiliza en vivienda con el fin de cocinar, calentar u otros usos; ejemplos son: cocina,
estufa, y otros.
Aserrín: Residuo de la industrialización de la madera generado por las sierras.
Aserrín seco: Residuo de la industrialización de la madera generado por las sierras
proveniente del procesamiento de madera seca. Alternativamente aserrín almacenado
por mucho tiempo no expuesto a la intemperie.
Aserrín verde: O simplemente aserrín, es el residuo de la industrialización de la
madera generado por las sierras proveniente del procesamiento de trozas o de madera
verde. Alternativamente aserrín almacenado por mucho tiempo expuesto a la
intemperie.
Astillas: También conocidas ampliamente como chips o wood chips. Subproducto
de la madera generado por el picado de trozas o residuos de madera.
Blank: Nombre genérico dado a un trozo de madera remanufacturado de madera de
medidas específicas, exportables y crecientemente utilizadas en el país como materia
prima en la fabricación de elaborados de madera y muebles.
Block: Nombre genérico dado a un trozo de madera remanufacturas de madera de
medidas aleatorias, exportables y crecientemente utilizadas en el país como materia
prima en la fabricación de elaborados de madera y muebles.
220
Caldera, de Baja Presión. Artefacto que se diseña en forma exclusiva para proveer
agua caliente para calefacción o para suministro de este fluido, a temperatura hasta
de 121 °C (250 °F) y a presión menor o igual que 1.100 kPa (160 psig) o,
alternativamente, se diseña para generar vapor de agua a presión menor o igual a
100kPa (15 psig).
Calefacción central. Sistema de calefacción que permite calentar el ambiente de
varios recintos o todo un edificio a partir de una unidad generadora de calor.
Calentador de Agua. Un artefacto para proveer agua caliente con fines domésticos
o comerciales.
Cámara de combustión. Lugar de un artefacto donde se produce la combustión.
Cantonera: Residuo del aserrío de la madera, corresponde al corte lateral de un
tablón para eliminar una arista faltante o para escuadrar una pieza de madera.
Carbonización: efecto provocado por una combustión incompleta, que consiste en
la producción de hollín.
Carbón vegetal: según la CNE, se le asigna un poder calorífico superior de 6500
kcal/kg. No se especifica su densidad.
Celulosa:
Principal componente de la madera. La celulosa está formada de
largas cadenas (alrededor de 10.000 unidades) de moléculas de glucosa.
Certificado de aprobación. Documento otorgado por un laboratorio o entidad de
certificación autorizado por la SEC, que acredita que un artefacto cumple
determinadas exigencias de seguridad y calidad establecidas en las normas o
especificaciones técnicas asignadas, y en consecuencia, puede ser comercializado en
el país.
CNE: Comisión Nacional de Energía
Cocina. Artefacto para cocción, compuesto por una cubierta que comprende uno o
varios quemadores y, eventualmente, uno o varios hornos y/o asadores por radiación
o contacto.
Collarín: Parte de un artefacto a gas que se diseña para conectar el artefacto con el
conducto de evacuación de los gases de la combustión.
Combustión: Oxidación de una sustancia por acción del oxígeno del aire, con
desprendimiento de calor y, normalmente, luz. Dependiendo de la mezcla entre
combustible y aire, se puede tener:
Combustión completa: Aquella en que los productos generados por la combustión
son, solamente, agua y dióxido de carbono (CO2).
221
Combustión higiénica: Aquella en que el contenido de material particulado,
monóxido de carbono (CO) u otros gases (CO2, NOx, HC) en los gases de
combustión, es menor o igual al límite máximo que permiten las normas particulares
del artefacto.
Combustión incompleta: Aquella en que los productos generados por la
combustión son, agua, monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2) y
eventualmente, hollín u otros residuos.
Consumo másico: Masa de leña consumida por el artefacto durante la unidad de
tiempo. Normalmente se mide en kg/h.
Consumo nominal: Valor de designación del consumo másico o del consumo
volumétrico, indicado por el fabricante del artefacto. Se expresa en kg/h o m3/h.
Consumo Térmico: Cantidad de energía consumida por el artefacto, en la unidad de
tiempo. Este se calcula mediante el producto del consumo másico por el poder
calorífico (inferior o superior), según se establece en las normas particulares de los
artefactos.
Consumo Térmico Nominal (CTN ): Valor del consumo térmico en condiciones de
referencia que indica el fabricante del artefacto.
Corteza: Residuo del procesamiento de los trozos, que corresponde a la cáscara que
recubre superficialmente las trozas de madera de árboles sin procesar.
Cut Stock: Nombre genérico dado a trozos de madera procesados a una misma
escuadría pero a largos aleatorios. Remanufactura de madera exportable y
crecientemente utilizada en el país como materia prima en la fabricación de
elaborados de madera y muebles.
Deflector: dispositivo que se instala en un artefacto para cambiar la dirección o
retardar el flujo de un fluido.
Despunte: Residuo del aserrío o del procesamiento de la madera aserrada,
corresponde a un corte transversal en una o en ambas puntas de una
pieza de madrera destinada a determinar el largo de una pieza de
madera.
Envolvente: conjunto de elementos que separa el interior del artefacto del ambiente
circundante.
Estanco. Condición de un circuito o cámara que no permite el paso de fluidos, desde
su interior a lugares no deseados o desde el exterior al interior de ellos.
Estufa. Artefacto destinado a elevar la temperatura del ambiente en que está
colocado. También se conoce como calefactor.
222
Extinción de la llama: Fenómeno que consiste en la detención de la continuidad de
la reacción de combustión de la mezcla combustible-aire.
Fotosíntesis: Elaboración de azúcares simples por las células de plantas verdes
usando energía solar. Las azúcares son formadas a partir de dióxido de carbono y
agua. El oxígeno es subproducto.
HAP: Hidrocarburos poli cíclicos aromáticos, contaminantes ampliamente
distribuidos en la naturaleza. se emiten en la combustión incompleta de materia
orgánica HAPs y sus nitro derivados conocidos como mutagénicos y/o carcinógenos
a humanos han sido identificados en material particulado respirable en ambientes
interiores y exteriores esta demostrado que la exposición a HAPs y sus derivados
puede representar un alto riesgo para la salud.
Humedad bruta: es la cantidad de agua que el combustible pierde al desecarlo a la
temperatura ambiente o en las condiciones fijadas en la NCh46.
Humedad higroscópica: es la cantidad de agua que pierde el combustible
desprovisto de su humedad bruta y que se determina conforme a lo establecido en la
NCh48.
Humedad de Leña: Contenido de agua en la leña. En este caso particular es
aplicable tanto el concepto habitual en madera (Humedad en base seca) como en
combustibles sólidos (Humedad base húmeda). Como ambas formas de expresar
humedad coexisten, debe procurarse siempre de indicar si una un dato dado es en
base seca o húmeda. En el marco del presente estudio, salvo que se señale en forma
explícita lo contrario, los datos consignados se refieren a humedad en base seca.
Humedad en Base Húmeda: Relación porcentual entre la masa de agua presente en
un trozo de leña, la cual se evapora por secado en estufa a 103 ± 2 °C y la masa total
del trozo de leña antes de haberlo secado. Como en este caso, el contenido de agua se
expresa con respecto a la masa total de la muestra sin secar, la humedad en base
húmeda no puede sobrepasar el 100 %.
Humedad en Base Seca: Relación porcentual entre la masa de agua presente en un
trozo de leña, la cual se evapora por secado en estufa a 103 ± 2 °C y la masa seca
remanente de dicho trozo después de haberlo secado. Como la fracción de agua en
un leño verde puede ser mayor que la no volátil, las humedades expresadas en base
seca pueden sobrepasar el 100 %.
Humedad Relativa: La razón entre la humedad en el aire y la máxima humedad que
podría contener el aire a esa temperatura.
Humedad total: es la totalidad del agua que pierde el combustible a la temperatura
de 105 ºC a 110 ºC, determinada según uno de los métodos establecidos en NCh46 y
NCh48.
223
Humedad de equilibrio: es el agua que retiene el combustible, en contacto con una
atmósfera de 96% a 97% de humedad relativa a 30 ºC y presión de 30 mmHg
(NCh56).
Krummholz: Bosque retorcido y bajo que crece en el límite altitudinal o en
condiciones ecológicas adversas.
Leña: según la CNE, se define como energético renovable que para efectos de
balances de energía se le asigna un poder calorífico superior de 3500 kcal/kg. Su
densidad no se especifica.
Lumen: Cavidad de las células de la madera donde se contiene al agua libre.
Materia volátil: corresponde a la pérdida que sufre el combustible al calentarlo en
ausencia de aire según el método indicado en NCh48 después de descontar la
humedad que contiene la muestra ensayada.
MDF: Medium Density Fiberboard: Planchas de madera fabricadas a base
de fibra de madera densificada.
OSB: Oriented Strand Board: Planchas de madera fabricadas a base de
virutas gruesas de madera orientadas en el plano de la plancha y
material aglomerante
Pellets: consisten en madera seca picada u otros desechos de biomasa comprimidos
en pequeños cilindros de alrededor 6 mm de diámetro y 25 mm de largo. La presión
y calor generados durante la producción une los pellets sin necesidad de usar
aditivos.
Poda: Intervención silvicultural intermedia, destinada a eliminar ramas de
árboles en pie y que origina residuos en el bosque o plantación forestal.
Poder calorífico superior: es el calor producido por la combustión completa de la
unidad de peso del combustible, a volumen constante en una atmósfera de oxígeno
en condiciones tales, que el agua contenida en el combustible y el agua que se forma
en la combustión quede en forma líquida después de ella (NCh51).
Poder calorífico inferior: es el calor producido por la combustión completa de la
unidad de peso del combustible a presión constante (presión atmosférica) en tales
condiciones que el agua quede en forma gaseosa después de la combustión. Su valor
se calcula del poder calorífico superior descontando 572 cal por gramo de agua
proveniente de la unidad de peso del combustible, incluyendo tanto el agua de la
humedad como la que se forme del hidrógeno durante la combustión (NCh51).
Polvo de lija: Residuo del procesamiento de maderas, paneles o tableros originado
por el lijado de piezas o estructuras de madera.
224
Potencia nominal: valor de la potencia declarada por el fabricante, según las
disposiciones declaradas en las normas particulares; se expresa en kW.
Potencia útil: cantidad de calor producida por el artefacto, por la unidad de tiempo,
aprovechada para el uso al cual está destinado el artefacto.
Punto de Saturación de Fibra: La etapa en el secado o humedecido de la leña
cuando las paredes celulares están saturadas con agua ligada, y las cavidades
celulares están libres de agua líquida. El punto de saturación de fibra para la mayoría
de las especies ocurre a contenidos de humedad entre 25 y 30%.
Quemador: Conjunto de mecanismos que permite mezclar un combustible y un
comburente para producir una reacción de combustión con características
determinadas.
Radicales Libres: son átomos o grupos de átomos que tienen un electrón
desapareado en capacidad de aparearse, altamente reactivos, los cuales cuando entran
en descontrol liberan electrones en nuestra sangre que generan moléculas inestables
las cuales originarían cáncer, los hidrocarburos aromáticos poli nucleares, así como
aldehídos producen distintos tipos de radicales libres en nuestro organismo (vea ISIWEB).
Raleo comercial: Intervención silvicultural intermedia, destinada a extraer árboles
en pie con el objeto de favorecer los árboles mas promisorios, originando usualmente
materia prima pulpable destinada a la industria de la pulpa o los tableros y
ocasionalmente madera aserrable.
Raleo a desecho: Intervención silvicultural intermedia, destinada a extraer árboles
en pie con el objeto de favorecer los árboles mas promisorios. Realizada
a temprana edad y que no produce materia prima industrial pero si
residuos en el bosque.
Rendimiento del artefacto: cuociente entre la potencia útil y el consumo térmico,
medidos ambos en las mismas condiciones de referencia.
Regulador de flujo de aire: elemento destinado a graduar la cantidad de aire,
necesario para lograr una combustión completa.
s.s.c.: Sólido sin corteza
+S9 y -S9: Detector de mecanismo de mutación génica.
Tala rasa: Intervención silvicultural de corta y regeneración del rodal mediante
la cual se extrae simultáneamente toda la masa arbórea de un rodal o un confín.
47
Tapa: Residuo maderero originado por el primer corte de una sierra en la parte
lateral de un trozo, mediante la cual se origina una pieza de madera de una cara plana
y otra curva.
225
Tiro. Diferencia de presión que se genera entre los extremos de un conducto de
evacuación, produciendo la circulación de los productos de la combustión través de
éste hacia el exterior. Se mide en Pascal (Pa) o milímetros de agua (mm H2O). Puede
ser: natural, inducido o forzado, según se detalla a continuación.
Tiro Natural: Tiro causado por diferencia de densidades. Ello es producto de la
diferencia de temperaturas entre los gases calientes, de combustión, y la atmósfera
externa, provocándose un empuje ascendente de los gases de combustión, de menor
densidad, con la consiguiente depresión o presión negativa en la cámara de
combustión.
Tiro Inducido o Extractor: Tiro generado por la acción de un ventilador ubicado
por sobre la cámara de combustión, que succiona los gases producto de la
combustión, produciendo una depresión o presión negativa en la cámara de
combustión.
Tiro Forzado o Impulsor: Tiro generado por la acción de un ventilador ubicado por
debajo de la cámara de combustión, que impulsa el aire para la combustión y barre
los gases producto de la combustión, produciendo una sobrepresión o presión
positiva en la cámara de combustión
TM: Tonelada métrica.
Ventilación. Se define como aquel espacio en el muro perimetral de la edificación
cuyo propósito es permitir el paso de aire en forma permanente desde el exterior al
recinto donde se encuentra instalado un artefacto a gas. Las celosías o rejillas que
protejan las aberturas deberán llevar la siguiente advertencia "Por su Seguridad no
Tapar esta Ventilación".
Virutas: Residuo maderero originado por el cepillado o viruteado de la madera.
Corresponde a trocitos u hojuelas muy delgados de madera, que normalmente se
enroscan como consecuencia de la estructura de la madera.
226
Bibliografía
Acuña. 2008. Arbustos y malezas asociadas a plantaciones forestales. En: Seminario
“Evaluación del Rendimiento Económico de Regímenes Silviculturales de Pino
Radiata”.
Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN). 2001. Leña:
Una oportunidad para la conservación de los bosques templados del sur de Chile.
Valdivia, Chile. 14 p.
Astorga, L. 2005.
Desarrollo Rural en Áreas Forestales y Metodologías
Participativas. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de
Chile, Editorial Universitaria, Santiago, p. 56-57.
Bello, A. 2003. Aspectos Sociales y Culturales Involucrados en la Producción,
Consumo y Uso de la Leña. En: Burschel, Heinrich; Hernández, Angélica y Lobos,
Mauricio. Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, p. 35
Bello, A. 2005. Enfoque de Género en el Trabajo de Extensión Forestal. En:
Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, p. 78.
Bertrán, J. y E. Morales. 2008. Potencial de generación de energía por residuos del
manejo forestal en Chile. Proyecto Energías Renovables No Convencionales en
Chile (CNE/GTZ) 54 p.
Blamey, A. 2003. Discurso del Director Regional de CONAF IX Región Sr.
Alejandro Blamey Alegría. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente
Energética Renovable para Chile, Editorial Universitaria, pp. 23.
Burschel, H. y otros. 2003. Presentación. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una
Fuente Energética Renovable para Chile, Editorial Universitaria, p. 12.
Burschel, H. y Rojas, A. 2005. Doce Años Acompañando a los Campesinos
Forestales. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de
Chile, Editorial Universitaria, Santiago, p. 130.
Catalán, R. y Ramos, R. 1999. Pueblo Mapuche, Bosque Nativo y Plantaciones
Forestales, Centro de Desarrollo Sustentable, Centro de Educación y Tecnología,
CONADI, Ediciones Universidad Católica de Temuco, Temuco, p. 30.
Callieri, C. 1996. Degradación y deforestación del bosque nativo por extracción de
leña. Ambiente y desarrollo. Santiago, Chile. 12(1) p 41-48
Celis, J. y J. Morales. 2007. Contaminación del Aire Atmosférico por Material
227
Particulado en una Ciudad Intermedia: El Caso de Chillán (Chile). 18(3).
Cisternas, J. y Martín, K. Sin año. Caracterización del Consumo de la leña en las
Comunas de cisnes y Lago Verde, XI Región, Revisado en agosto de 2008:
http://www.florachilena.cl/links/doc/lena_cisnes_lago_verde.pdf, p. 10.
Cisternas, C. y Martín, K. Sin año. [En línea]. Caracterización del consumo de la
leña en las comunas de Cisnes y Lago Verde, XI región Consultado 14 Octubre
2008. Disponible en:
http://www.florachilena.cl/Links/doc/Lena_Cisnes_Lago_Verde.pdf
CNE (Comisión Nacional de Energía). 2007. Balance Nacional de Energía año 2007,
Santiago de Chile
CONAF (Corporación Nacional Forestal). 2002a. Monitoreo y Actualización
Catastro de Uso del Suelo y Vegetación, Quinta Región. Universidad Austral de
Chile; INFOR; Consultora BIOTA. 12 p.
CONAF. 2002b. Monitoreo y Actualización Catastro de Uso del Suelo y Vegetación,
Sexta Región. Universidad Austral de Chile; INFOR; Consultora BIOTA. 12 p.
CONAF. [En línea]. “Recomiendan este verano comprar leña seca y certificada”.
Consultado
el
08
Octubre
2008.
Disponible
en:
http://www.conaf.cl/?page=home/contents&seccion_id=007&unidad=0&articulo_un
idad=0&articulo_id=452&maestra=1
CONAF. [En línea]. Recursos forestales, bosque nativo, planes de manejo.
Consultado
14
Octubre
2008.
Disponible
en
el
WWW:
http://www.conaf.cl/?page=home/contents&seccion_id=081f05d0c367fd0c5ddebec3
a43d22d6&unidad=0&
CONAF-CONAMA-BIRF. 1999. Catastro y Evaluación de Recursos Vegetacionales
Nativos de Chile. Universidad Austral de Chile; Pontificia Universidad Católica de
Chile; Universidad Católica de Temuco. Santiago. 89 p.
CONAF- CONAMA- UACH. 2006. Actualización y Monitoreo del Uso del Suelo
en la Décimo Segunda Región de Magallanes y Antártica Chilena. 14 p.
CONAMA.1999. Primera Comunicación Nacional bajo la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
CONAMA. 2005. Energía y Medioambiente. Presentación Seminario Foro sobre
Bioenergía. 25 de Abril 2005.
CONAMA. 2007. Aprueba Anteproyecto de Norma de Emisión para Artefactos de
Uso Residencial que Combustionen leña u otros Combustibles de Biomasa.
Resolución Excenta Nº 1267.
228
CONAMA. 2008. [En línea]. Fabricantes se informan sobre medición de Laboratorio
de Estufas. Disponible en el WWW: http://www.conama.cl/portal/1301/printer43803.html
CONAMA. 2008. Conferencia “Recomendaciones para una estrategia para el
control de la contaminación atmosférica producto de la combustión de leña.
Conferencia sobre experiencia internacional de Suiza en el manejo y gestión de la
calidad del Aire” Actividad realizada el día 10 de octubre de 2008, Auditorium
CORFO. Santiago, Chile.
CONAMA. 2008. [En línea]. Expertos suizos analizaron gestión de la calidad del
aire
en
Región
de
la
Araucanía.
Disponible
en
el
WWW:
http://www.conama.cl/portal/1301/article-44227.htm
CONAMA. 2008. Combustión Residencial de Leña: desafíos para el control de la
contaminación.
Contreras, C. 2008. Estimation of Emissions of Residential Wood Combustion in
Chile.
COREMA Temuco. 2007. [En línea]. PDA Temuco y Padre las Casas. Disponible
en el WWW: http://www.pdatemucopadrelascasas.cl
DECON-CNE. 2007. Diagnostico del Mercado de Leña en Chile. Departamento de
Economía, Universidad de Chile, Informe Final.
Díaz, F., Del Valle, A., Díaz, A. y Sáez, J. 1984. Fuente y Usos de Energía en el
Sector Rural Pobre de Chile. Síntesis de Ocho Estudios de Caso. En: Ambiente y
Desarrollo, 1(1):139.
Díaz, F. 1985. Consideraciones sobre la Energía en el Sector Rural Chileno. En:
Ambiente y Desarrollo, 1(2): 31 y Gómez-Lobo y otros. 2005. Op. Cit., p. xvi
Donoso, C. 1981. Tipos Forestales de los Bosques Nativos de Chile. Documento
de Trabajo N°. 38. Investigación y Desarrollo Forestal (CONAF, PNUD-FAO).
Publicación FAO. Chile.
Durston, J. y otros. 2005. Comunidades Campesinas, Agencias Públicas y
Clientelismos Políticos en Chile, Grupo de Investigaciones Agrarias, LOM, Santiago
de Chile, p. 57.
El Llanquihue. [En línea]. Frío y lluvias agotaron la leña seca en capital regional.
Consultado
06
Octubre
2008.
Disponible
en
el
WWW:
http://www.ellanquihue.cl/prontus4_nots/antialone.html?page=http://www.ellanquih
ue.cl/prontus4_nots/site/artic/20050712/pags/20050712231345.html
Emanuelli, P. 2005.
Perspectivas comerciales del manejo de bosque nativo de
229
pequeños y medianos propietarios: una aproximación desde la experiencia del
PCMSBN. En: Catalán et al. 2005. Bosques y comunidades del Sur de Chile. Ed.
Universitaria. 359 p.
Emanuelli, P. y Milla, F. 2005. Producción de energía a partir de biomasa
proveniente de bosque nativo. Sociedad Alemana para la Cooperación Técnica
(GTZ) - Universidad de Concepción. 23 p.
FIA. 2001. Bosque Nativo en Chile: Situación Actual y Perspectivas, Fundación para
la Innovación Agraria, Santiago, p. 73.
Gayoso, J., Alarcón, D. y Trincado, G. 2002a. Elaboración Indicador del Proceso de
Montreal 5.A “Biomasa total de los ecosistemas forestales y acumulación de
carbono, si es pertinente por tipo forestal, clase de edad y etapa de sucesión”.
Corporación Nacional Forestal- Universidad Austral de Chile. 37 p.
Gayoso, J., Guerra, J. y D. Alarcón. 2002b. Contenido de carbono y funciones de
biomasa en especies nativas y exóticas. Documento Nº1. Proyecto FONDEF
Medición de la capacidad de captura de carbono en bosques de Chile y promoción en
el mercado mundial. Universidad Austral de Chile Instituto Forestal. 53 p. y 8
Anexos.
Gayoso, J. 2006. Inventario de carbono en praderas y matorrales para estudio de
línea de base Proyecto SIF Regiones VII y VII. Fundación Chile. 27p.
Gómez-Lobo, A. 1996. Degradación y deforestación del bosque nativo por
extracción de leña. Revista Ambiente y Desarrollo. Santiago Chile 21(3): 43-47.
Gómez-Lobo, A. 2005. El consumo de la leña en el sur de Chile: ¿Por qué nos debe
preocupar y qué se puede hacer? Ambiente y desarrollo. Santiago, Chile. 2(3) p 4347
Gómez-Lobo A, et al. 2006. Diagnostico del mercado de la leña en Chile. Preparado
por la Comisión Nacional de Energía.
Gómez-Lobo, A., J. Lima, C. Hill y M. Meneses. 2006. Diagnóstico del Mercado de
la Leña en Chile. Informe Final. Comisión Nacional de Energía. Centro Micro datos.
185 p.+ Anexos 149 p.
González, P., V. Álvarez, M. Stange, C. Herrera, M. Cohen y E. Pardo. 2007.
Residuos de la industria primaria de la madera • Disponibilidad para uso energético.
Comisión Nacional de Energía (CNE); Instituto Forestal (INFOR); Deutsche
Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ) GMBH. 90 p.
Gutierrez, Nayaret. 2007. Estimación de la Demanda de Leña a Nivel Familiar en
dos Comunidades Mapuche de la Comuna de Melipeuco, IX Región de la Araucanía,
Memoria para optar al Título Profesional de Ingeniero Forestal, Universidad de
Chile, Santiago, p. 9.
230
Hall, D. O. y Scrase, J. I. 1998. Will biomass be the environmentally friendly fuel
of the future? Biomass and Bioenergy,15, 357–367.
Heimfeld, I. 2003. Prólogo. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente
Energética Renovable para Chile, Editorial Universitaria, p. 16.
Hoffmann, A.et al. 2001. Enciclopedia de los Bosques Chilenos: Conservación,
Biodiversidad, Sustentabilidad, Defensores del Bosque Chileno, Santiago, p. 62.
INFOR. 2002. Disponibilidad de madera pulpable de eucalipto en Chile: 2001 –
2018. Informe Técnico Nº 163. Valdivia, Julio 2002. 30 pp.
INFOR. 2005. Disponibilidad de madera de plantaciones de pino radiata en Chile:
2003 – 2032. Informe Técnico Nº 170. Concepción. 103 pp.
Kandzior, A. 2005. El enfoque de medios de vida sostenibles: un desafío para la
extensión forestal participativa. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y
Comunidades del Sur de Chile, Editorial Universtaria, Santiago, p. 47-48.
Kausel, T.y Vergara, C. 2005. El Uso de la Leña como Combustible en la IX
Región. Aspectos Económicos. En: Burschel, Heinrich; Hernández, Angélica y
Lobos, Mauricio. Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, p. 46.
Lara, A., C. Donoso, P. Donoso, P. Núñez y Cavieres, A. 1998. Normas de manejo
para raleo de renovales del tipo forestal roble-raulí-coigüe. In Donoso C, Lara A
(Eds) Silvicultura de los Bosques Nativos de Chile, Editorial Universitaria.
Santiago, Chile. p. 129-144.
Lobos, M. 2001. Estudio Preliminar sobre Producción, Comercialización y
Consumo de Leña en la Ciudad de Temuco, Documento n° 3, Serie de Publicaciones
WWF Chile, Programa Ecoregión Valdiviana, pps. 26 y 27.
Magazine. 2007. [En línea]. Calefacción a leña. Disponible en el WWW:
http://www.d-reformas.com/esp/magazine/publicados/magazine_
estudio_mes_publicados_1.htm
Márquez Miguel, Rolando Miranda y ASERTA: “Una estimación de los impactos en
los presupuestos familiares derivados del sostenido aumento en los precios y tarifas
de la energía”, Energía e Inclusión, sept – enero 2007. Elaborado para la Secretaría
General de la Presidencia de la República (SEGPRES).
Márquez, Miguel. Director del Estudio: “Estimación del potencial de ahorro de
energía mediante mejoramientos de la eficiencia energética de los distintos sectores
del consumo en Chile”; e, “Identificación, análisis y propuesta de medidas de uso
eficiente de energía e instrumentos para distintos segmentos consumidores en Chile”.
231
Para la Comisión Nacional de Energía (CNE) en equipo con Santiago Consultores e
INAP, Universidad de Chile.
Marcos, F.; Núñez, M. 2006. Biomasa forestal: fuente energética. Energética XXI IV
(52): 80-85.
Mena, F. 1995. Reflexiones desde la Antropología: El Ser Humano y su Larga
Relación con los Bosques. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. XI, n° 1, p. 68.
Milla, F., Emanuelli, P, y M. Soler. 2007. Plataforma programática para el fomento
al uso de bioenergía a partir de recursos forestales en Chile. Estrategia para
contribuir a la superación de la pobreza rural y aportar a la condición ambiental del
país. Proyecto Conservación y Manejo Sustentable del Bosque Nativo (PCMSBN).
45 p.
Morales, R. 1998. Clases de Química Atmosférica. Universidad de Chile.
Universidad Católica de Temuco. 2008. Aplicaciones prácticas y de investigación
para medir calefactores que combustionan leña.
Muñoz, A. y J. Yáñez. 2003. Aspectos Ambientales de la Leña. En: Burschel,
Heinrich y otros. Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile, Editorial
Universitaria, p. 95.
Murúa, Roberto; Miranda, Juan Carlos y Ramírez, Carlos. 1993. “Necesidad de una
Política de ‘Bosques para leña’”. En: Ambiente y Desarrollo, 9(3):75.
Nussbaumer, T. 2006.
Results from Tests on Wood Stoves and revised
Recommendations for Emission Limit Values for Chile. Report for CONAMA and
COSUDE. 10 pp.
O’Bois Marketing 2002. El mercado de la leña en las regiones del Sur de Chile. 57p.
Ortiz, L.; Tejada, A.; Vázquez, A.; Piñeiro, G. 2003. Aprovechamiento de la
Biomasa Forestal producida por la Cadena Monte-Industria. Parte III: Producción de
elementos densificados (en línea). Galicia, España. Disponible en
http://www.cismadera.com/downnloads/biomasaiii.php
Otero, L. y T. Monfil. 1994. Potencialidad de los bosques nativos en el desarrollo
de la región de los lagos. Revista: Ambiente y Desarrollo 10 (2): 13-20.
Otero, L. 1998. Propuesta para desarrollar una oferta de leña certificada en
Valdivia. Informe técnico Nº 6. Instituto de Silvicultura, Universidad Austral de
Chile. Valdivia, Chile. 12 p.
Otero, L. 2003. Bosques, manejo sustentable y leña. In Burschel H; Hernández A;
Lobos M Eds. Leña una fuente de energía renovable para Chile. Editorial
Universitaria. Santiago, Chile. p. 111-123.
232
Pontt, C. 2008. Potencial de la Biomasa para la Generación Eléctrica en Chile al
2025. Estudio de contribución de las ERNC al SIC al 2025. Informe Sectorial Final.
Universidad Técnica Federico Santa María. 74 p.
Portal, Belford. Sin año. El Impacto Social sobre el Bosque Nativo de Chiloé Insular.
Proyecto Fondecyt n° 1020034, Departamento de Ingeniería Geográfica,
Universidad de Santiago de Chile. Obtenido en julio de 2008 en:
http://www.cartografia.cl/download/belfor.pdf, p. 3.
Portal Puerto Montt. 2008. [En línea]. Bosque nativo y leña certificada. Consultado
15
Octubre
2008.
Disponible
en
los
WWW:
http://portalpuertomontt.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=367&Ite
mid=28
http://portalpuertomontt.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=367&Ite
mid=28
Rojas, M. 2004. Prefactibilidad Técnica y Económica para la instalación de una
planta de pellets para combustibles a partir de desechos de madera. Tesis Ing.
Forestal. Santiago, Chile. Universidad de Chile. Escuela de Ciencias Forestales. 2226 p.
Radio Cooperativa. 2007. “Corema del Maule detectó altos índices de contaminación
en aire de Talca” Consulta del 06 de Octubre, 2007, de http://www.cooperativa.cl/
Sepúlveda, C. 1994. Cultura Campesina y Bosque Nativo: Una Relación Olvidada.
En: Ambiente y Desarrollo, Vol 10(3):52.
Sepúlveda, C. y otros. 2005. Conservación en Tierras Privadas de la Décima
Región: La Importancia de los Pequeños y Medianos Productores. En: Catalán,
Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, p. 164-165.
Sepúlveda, C. y P. Villarroel. 2006. Servicios ecosistémicos y financiamiento de la
conservación privada en Chile. Revista Ambiente y Desarrollo 22(1):12-20.
Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica. 2005. La Otra Mirada. La Visión
del Campo Viene a la Ciudad, DED Chile, Santiago de Chile, 2005.
Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC). 2007. [En línea]. Las ventajas de la
leña certificada. Consultado 13 Octubre 2008. Disponible en:
http://www.revistadelconsumidor.cl/paginas_pdf_art/2007/mayo_07.pdf
Sistema Nacional de Certificación de Leña 2005. Seminario presentación del SNCF.
Octubre 5,2005.
Smith-Ramírez, C.1994. Usos Artesanales del Bosque Nativo: La Extracción
Silenciosa. En: Ambiente y Desarrollo, 10(2): 71.
233
Souter, R. y Pancel, L. 2000. Bosque nativo chileno: Un recurso para el desarrollo.
Technische Zusammenarbeit (GTZ). Chile. 92 p.
SWISSLATIN. 2008. [En línea]. Tecnología helvética para mejorar la combustión
de
los
calefactores
chilenos.
Disponible
en
el
WWW:
http://www.swisslatin.ch/quintasuiza-0702.html
Tecklin, D. y R. Catalán. 2005. La Gestión Comunitaria de los Bosques Nativos en
el Sur de Chile: Situación Actual y Temas en Discusión. En: Catalán, Rodrigo y
otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial Universitaria,
Santiago, p. 19.
Ulricksen, P. 1998. Clases de Física Ambiental. Universidad de Chile.
Universidad Austral de Chile. 1999. Inventario Forestal Nacional Extensivo.
Catastro y Evaluación de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile. Proyecto
CONAF-CONAMA-BIRF. 40 p.
Universidad Austral de Chile. 2002. Inventario de biomasa y contabilidad de
carbono. Informe Técnico Nº 2. Proyecto “Medición de la capacidad de captura de
carbono en bosques de Chile”. 36p.
Universidad Católica de Temuco. 2008. [En línea]. Contaminación Atmosférica un
problema de todos. El Nuevo Centinela. 1(1). Temuco, Chile. Disponible en el
WWW: http:// www.uctemuco.cl/aire /El%20Nuevo%20Centinela%20N%201.pdf
Universidad de Chile. 2005. Variabilidad climática en el territorio chileno en el
siglo XXI.
Universidad de Chile. 2006. Informe País Estado del Medio Ambiente en Chile
2005. Centro de Análisis de Políticas Públicas Universidad de Chile, Comisión
nacional de Medio Ambiente; Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente; Comisión Económica América Latina y el Caribe. 371 p.
Universidad de Concepción. 2002. Priorización de Medidas de Reducción de
Emisiones por Uso Residencial de Leña para la gestión de Calidad del Aire en
Temuco y Padre las Casas, Informe Final, Universidad de Concepción – CONAMA,
p. 5-28.
Warner, K. 2007. La Actividad Forestal y los Medios de Vida Sostenibles. En:
Unasylva, 58:81.
Willumsen, H. 2005. Planes y Normas: Instrumentos de Gestión Ambiental como
incentivos para el mejoramiento tecnológico para el control de la contaminación por
leña. Presentación Seminario “Gestión Pública e iniciativas tecnológicas para el
control de la contaminación por leña” Concepción, 9 de Julio de 2008.
World Resources Institute. 2008. Climate Analysis Indicators Tool (CAIT) Vers5.0.
234
(Washington, DC). International Energy Agency, Comunicado 38.
Astorga, Luis (2005) “Desarrollo Rural en Áreas Forestales y Metodologías
Participativas”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur
de Chile, Editorial Universitaria, Santiago, pp. 53-66.
Bello, Álvaro (2003) “Aspectos Sociales y Culturales Involucrados en la Producción,
Consumo y Uso de la Leña”. En: Burschel, Heinrich; Hernández, Angélica y Lobos,
Mauricio. Leña: Una Fuente Enerética Renovable para Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, pp. 27-40
Bello, Álvaro (2005) “Enfoque de Género en el Trabajo de Extensión Forestal”. En:
Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, pp. 73-86.
Blamey, Alejandro (2003) “Discurso del Director Regional de CONAF IX Región
Sr. Alejandro Blamey Alegría”. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente
Energética Renovable para Chile, Editorial Universitaria, pp. 23-24.
Burschel, Heinrich y otros (2003) “Presentación”. En: Burschel, Heinrich y otros.
Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile, Editorial Universitaria, pp. 1113.
Burschel, Heinrich y Rojas, Álvaro (2005) “Doce Años Acompañando a los
Campesinos Forestales”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades
del Sur de Chile, Editorial Universitaria, Santiago, pp. 119-136.
Callieri, Christian (1996) “Degradación y Deforestación del Bosque nativo por
Extracción de Leña”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. 12, n° 1, pp. 41-48.
Catalán, Rodrigo y Ramos, Ruperto (1999) Pueblo Mapuche, Bosque Nativo y
Plantaciones Forestales, Centro de Desarrollo Sustentable, Centro de Educación y
Tecnología, CONADI, Ediciones Universidad Católica de Temuco, Temuco.
Cisternas, Juan y Martín, Karina (S/F) Caracterización del Consumo de la leña en
las Comunas de cisnes y Lago Verde, XI Región, Revisado en agosto de 2008:
http://www.florachilena.cl/links/doc/lena_cisnes_lago_verde.pdf
Comisión Nacional de Energía. 2007. Balance Nacional de Energía año 2007,
Santiago de Chile.
Díaz, Fernan (1985) “Consideraciones sobre la Energía en el Sector Rural Chileno”.
En: Ambiente y Desarrollo, Vol. I, n° 2, pp. 25-44.
Díaz, Fernan; Del Valle, Alfredo; Díaz, Álvaro y Saez, Juan Carlos (1984) “Fuente y
Usos de Energía en el Sector Rural Pobre de Chile. Síntesis de Ocho Estudios de
Caso”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. I, n° 1, pp. 137-142.
235
Durston, John y otros (2005) Comunidades Campesinas, Agencias Públicas y
Clientelismos Políticos en Chile, Grupo de Investigaciones Agrarias, LOM, Santiago
de Chile.
Emanuelli, Patricio (2005) “Perspectivas Comerciales del Manejo del Bosque Nativo
de Pequeños y Medianos Propietarios: Una aproximación desde la Experiencia del
PCMSBN”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de
Chile, Editorial Universitaria, Santiago, pp. 87-104.
FIA (2001) Bosque Nativo en Chile: Situación Actual y Perspectivas, Fundación
para la Innovación Agraria, Santiago.
Gómez-Lobo, Andrés; Lima, José Luis y Hill, Constanza (2005) “Diagnóstico del
Mercado de la Leña en Chile”, Informe Final preparado para la Comisión Nacional
de Energía, Universidad de Chile.
Gutierrez, Nayaret (2007) Estimación de la Demanda de Leña a Nivel Familiar en
dos Comunidades Mapuche de la Comuna de Melipeuco, IX Región de la Araucanía,
Memoria para optar al Título Profesional de Ingeniero Forestal, Universidad de
Chile, Santiago.
Heimfeld, Ingo (2003) “Prólogo”. En: Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente
Energética Renovable para Chile, Editorial Universitaria, pp. 15-16.
Hoffmann, Adriana y otros (2001) Enciclopedia de los Bosques Chilenos:
Conservación, Biodiversidad, Sustentabilidad, Defensores del Bosque Chileno,
Santiago.
Kandzior, Angelika (2005) “El enfoque de medios de vida sostenibles: un desafío
para la extensión forestal participativa”. En: Catalán, Rodrigo y otros [ed.] Bosques
y Comunidades del Sur de Chile, Editorial Universtaria, Santiago, pp. 41-52.
Kausel, Teodoro y Vergara, Carlos (2005) “El Uso de la Leña como Combustible en
la IX Región. Aspectos Económicos”. En: Burschel, Heinrich; Hernández, Angélica
y Lobos, Mauricio. Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, pp. 41-54.
Lobos, Mauricio (2001) Estudio Preliminar sobre Producción, Comercialización y
Consumo de Leña en la Ciudad de Temuco, Documento n° 3, Serie de Publicaciones
WWF Chile, Programa Ecoregión Valdiviana.
Mena, Francisco (1995) “Reflexiones desde la Antropología: El Ser Humano y su
Larga Relación con los Bosques”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. XI, n° 1, pp. 6369.
Muñoz, Andrés y Yañez, José (2003) “Aspectos Ambientales de la Leña”. En:
Burschel, Heinrich y otros. Leña: Una Fuente Energética Renovable para Chile,
Editorial Universitaria, pp. 95-109.
236
Murua, Roberto; Miranda, Juan Carlos y Ramírez, Carlos (1993) “Necesidad de una
Política de ‘Bosques para leña’”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. IX, n° 3, pp. 7580.
Portal, Belford (S/F) El Impacto Social sobre el Bosque Nativo de Chiloé Insular,
Proyecto Fondecyt n° 1020034, Departamento de Ingeniería Geográfica,
Universidad de Santiago de Chile. Obtenido en julio de 2008 en:
http://www.cartografia.cl/download/belfor.pdf
Sepúlveda, Claudia (1994) “Cultura Campesina y Bosque Nativo: Una Relación
Olvidada”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol X, n° 3, pp. 48-53.
Sepúlveda, Claudia y otros (2005) “Conservación en Tierras Privadas de la Décima
Región: La Importancia de los Pequeños y Medianos Productores”. En: Catalán,
Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, pp. 163-176.
Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica. La Otra Mirada. La Visión del
Campo Viene a la Ciudad, Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica, DED
Chile, Santiago de Chile, 2005.
Smith-Ramírez, Cecilia (1994) “Usos Artesanales del Bosque Nativo: La Extracción
Silenciosa”. En: Ambiente y Desarrollo, Vol. X, n° 2, pp. 71-76.
Tecklin, David y Catalán, Rodrigo (2005) “La Gestión Comunitaria de los Bosques
Nativos en el Sur de Chile: Situación Actual y Temas en Discusión”. En: Catalán,
Rodrigo y otros [ed.] Bosques y Comunidades del Sur de Chile, Editorial
Universitaria, Santiago, pp. 19-39.
UDEC (2002) Priorización de Medidas de Reducción de Emisiones por Uso
Residencial de Leña para la gestión de Calidad del Aire en Temuco y Padre las
Casas, Informe Final, Universidad de Concepción - CONAMA.
Warner, Katherine (2007) “La Actividad Forestal y los Medios de Vida Sostenibles”.
En: Unasylva, Vol. 58, pp. 80-87.
CONAMA RM (2004) “Control de emisiones asociadas a la calefacción residencial
en la Región Metropolitana”, CAPITULO VII, Artículo 53, PPDA RM
CONAMA (2007) “Anteproyecto de la norma de emisión para artefactos de
combustión
residencial de leña y otros combustibles de biomasa”, Res. Exenta N° 1267, 4 junio
2007
IEA, (2008) “Particulate Emissions from Biomass Combustion in IEA Countries”,
International Energy Agency Bioenergy Task 32
237
Medwave (2009) “Contaminación Intradomiciliaria”. Dra. Marcela Linares,
Medwave Año IX, No. 1, Enero 2009
SERPRAM, (2006) “Medición de artefactos de uso residencial que operan con
biomasa para apoyar procesos regulatorios ambientales"
UDEC, (2002) “Priorización de Medidas de Reducción de Emisiones por Uso
Residencial de Leña para la Gestión de la Calidad del Aire en Temuco y Padre Las
Casas”
238
ANEXOS
239
ANEXO A LA INTRODUCCIÓN
Los pilares del desarrollo sustentable elegidos por el equipo de trabajo son:
i) abastecimiento oportuno, continuo, de calidad y a costo razonable
El sistema energético deberá satisfacer a costo razonable, oportunamente y sin fallas
los requerimientos energéticos de la actividad productiva, de los servicios y de los
hogares. El cumplimiento inadecuado de alguno de estos requisitos mina el progreso
económico, la competitividad global del país, la calidad de vida de las personas y la
equidad.
La autoridad debe velar por el adecuado funcionamiento del mercado energético y para
ello el Estado debe adoptar las medidas que correspondan a fin de conciliar intereses
privados, públicos y ciudadanos. Un inadecuado funcionamiento del mercado o la
instalación de señales equívocas o ambiguas respecto de costos, precios y rentabilidad
pueden inhibir o mal orientar las conductas de inversionistas de los consumidores y del
propio Estado. Desde este punto de vista, el marco regulatorio no sólo debe asegurar
que los precios sean adecuados sino que además, se realicen oportunamente las
inversiones que demanda el proceso de desarrollo. Aquello, incluye el abastecimiento
de los sectores aislados, incluso en la perspectiva de que existan opciones de inversión
más atractivas desde el punto de vista privado.
ii) dependencia energética, vulnerabilidad del desarrollo e independencia
energética
Chile es un país que frente a su condición de neto importador de energía, pareciera
estar en condiciones de importarla merced a su floreciente economía y saneada balanza
de pagos. Esta restringida percepción de la dependencia energética, o en su defecto, en
una preeminencia casi exclusiva de los aspectos económicos y financieros por sobre los
aspectos que dicen relación con el mayor o menor grado de autodeterminación del país
en la definición de las políticas energéticas y ambientales, supera ampliamente el
problema derivado de la mayor o menor disponibilidad en recursos energéticos. En los
hechos, la vulnerabilidad de la matriz energética frente a la volatilidad de los precios
del petróleo en los mercados internacionales, los problemas suscitados por los cortes en
el suministro de gas natural argentino, por mencionar un par de ejemplos, parecieran
tener, en general, un impacto no sólo económico en empresas y consumidores sino que
además en la confianza puesta en las perspectivas económicas y de desarrollo.
El tema de la dependencia energética, en el marco del desarrollo sustentable, debe ser
asumido como la necesidad de generar espacios cada vez más amplios a fin de
disminuir el grado de vulnerabilidad energética, y responder a cuestiones tales como:
¿qué tipo de perfil energético es deseable establecer?, ¿cuál es la opción energética
que permite obtener dicho perfil?, ¿cuáles son las condiciones que permiten establecer
tales opciones?, ¿qué precio -ambiental y económico- se está dispuesto a pagar por
ellas?, y en ese marco, finalmente, ¿cuáles son los grados de dependencia aceptables,
cuales son los mecanismos que permiten, razonablemente, resguardarlos y en fin, cómo
y de qué manera diversificar la matriz energética?
240
En este contexto la búsqueda de condiciones de desarrollo de fuentes de energía locales
como la biomasa es no sólo necesaria sino además oportuna, en la medida en que bajo
condiciones económicas, ambientales y de mercado adecuados, contribuirá a la
disminución de la vulnerabilidad y de la dependencia energética.
iii) energía y medio ambiente
En la producción y uso de la energía se producen impactos ambientales de importancia.
El aumento de la contaminación atmosférica en grandes ciudades de Chile, así como la
discusión y resistencia a la construcción de grandes centrales hidroeléctricas, la
utilización del petcoque o carbón en zonas saturadas o latentes, o el cambio de algunas
centrales a gas natural por diesel o carbón dada las restricciones de gas natural, no son
sino parciales manifestaciones de la inquietud ciudadana al respecto e, incluso, de una
creciente resistencia hacia los (mega) proyectos energéticos.263
En términos generales, si el país no establece una clara y mejor regulación, ni se dota
de las condiciones ni capacidades efectivas para aplicar dicha regulación, los usos de
energía en el transporte urbano o de combustibles fósiles en la industria, agudizarán los
problemas de contaminación, con una intensidad que dependerá de la tecnología
utilizada, de la calidad del combustible y del estado de los equipos; a su vez, la
deficiente calidad térmica de las viviendas y de los artefactos utilizados para la cocción
de alimentos y calefacción continuarán afectando la calidad de vida y la salud de las
personas.
El efecto invernadero y su influencia sobre el cambio climático global, pero sobre todo
los problemas de contaminación local o regional, constituirá probablemente un
detonante a mediano plazo, para forzar el cambio de combustibles y una mayor
introducción de fuentes y combustibles modernos en las actividades domésticas y
productivas.
Los recursos energéticos son limitados, así como lo es el resto de los recursos
naturales. El virtual agotamiento de los recursos energéticos no renovables y la
explotación intensiva de los recursos renovables -hidroeléctricos y biomasa-,
constituye otros de los desafíos a los cuales deberá atender una estrategia energética
sustentable. Ello no sólo por consideraciones de carácter ético (o de equidad)
transgeneracional sino porque aún cuando el virtual agotamiento de los recursos no
signifique desabastecimiento o penuria, las soluciones alternativas que se impondrán
serán económica y ambientalmente onerosas.
Referirse a los desafíos de la energía en su relación con el medio ambiente, supone
necesariamente abordar el tema de la internalización de los costos externos derivados
de la explotación y uso de los energéticos; vale decir, de los impactos causados a
263
No sólo se trata de proyectos relacionados con la generación de electricidad a partir del carbón o de
mega centrales en ambientes prístinos, sino también aquellos ligados a los problemas de
contaminación de las grandes ciudades del sur por el uso de la leña, la presión sobre el bosque nativo
por su uso como leña; el uso de combustibles en el sector transporte y su incidencia en la calidad del
aire de las ciudades, etc.
241
terceros o a la sociedad en su conjunto, pero que no son asumidos cabalmente por
quienes producen dichos impactos. La inclusión de dichas externalidades debiera
permitir seleccionar las opciones energéticas en función de los costos ambientales que
ellas tienen para la sociedad. Por el contrario, el uso indiscriminado y permanente de
subsidios a las energías convencionales, no sólo distorsiona el proceso de toma de
decisiones sino que además posterga en el tiempo la penetración masiva de las fuentes
menos contaminantes y de medidas tendientes a hacer un mejor uso de la energía.
iv) energía y equidad
En Chile persisten problemas de equidad. Si bien ello constituye un problema
ineludible desde el punto de vista social, también supone serios obstáculos para la
obtención de ritmos de crecimiento económico sostenibles en el largo plazo.
La pobreza y la falta de equidad, son problemas de dimensiones globales. Una de las
áreas donde las desigualdades se hacen manifiestas, es en la satisfacción de las
necesidades vinculadas al uso de la energía.
Esta relación entre energía y equidad es posible analizarla, ya sea a partir de: su dispar
distribución o facilidad de acceso, de la relación entre los requerimientos y las
carencias energéticas, y de las políticas públicas destinadas a reducir los problemas de
equidad.264
La disponibilidad de energía condiciona tanto la calidad de vida de la población como
su productividad. El desabastecimiento absoluto o intermitente de este insumo afecta
gravemente la calidad de vida de una colectividad -tanto a nivel doméstico como
comunitario- marginándola de ciertos usos considerados esenciales. Igualmente, dicho
desabastecimiento limita la productividad de estos agentes económicos y, por ende, los
ingresos que obtienen por su trabajo.
Desde la perspectiva de la equidad, el proceso de energización debería apuntar a los
sectores que tienen mayores dificultades para acceder a la energía o para satisfacer sus
requerimientos energéticos. En Chile, son los sectores rurales los que padecen en
mayor grado este tipo de carencias, pero de manera especial son las etnias, establecidas
en las regiones IX, X, VIII y IV, las que mayores dificultades poseen para el acceso a
la energía.
La escasa energización de las actividades económicas rurales, atenta contra la
productividad de los campesinos o de los pescadores artesanales, o contra la
posibilidad de desarrollar las potencialidades productivas o de diversificar éstas en las
zonas aisladas. Tal fenómeno se traduce en un bajo valor agregado, menor rendimiento
en los cultivos, pérdidas o deterioro de productos superiores a los normales y una
264
Maldonado, Pedro y Miguel Márquez. Energía y Equidad. División de Recursos Naturales y
Energía, CEPAL, Santiago de Chile, octubre de 1994. Véase también: “Una estimación de los
impactos en los presupuestos familiares derivados del sostenido aumento en los precios de la
energía” (Energía e Inclusión). Miguel Márquez, Rolando Miranda y ASERTA Consultores,
Programa de Energía Universidad Austral de Chile. Estudio elaborado para el Ministerio Secretaría
General de la Presidencia; Santiago de Chile, abril del 2007.
242
insatisfactoria provisión de servicios rurales, para los cuales la energía es
indispensable.
Dadas las condiciones de aislamiento que caracterizan, en general, a los sectores de
la sociedad que sufren de desabastecimiento energético, las formas convencionales
de proveer la energía resultan onerosas. Ello obliga, en muchos casos, a recurrir a las
energías renovables o no convencionales que encuentran aquí un nicho privilegiado
como es el caso de la biomasa.
El sostenido precio de la energía eléctrica y de los derivados del petróleo supone por
un lado, un aumento persistente de las carencias energéticas, no sólo en los sectores
rurales, y por el otro, ceteris paribus, de mayores y crecientes posibilidades para el
desarrollo de las FRE y de medidas de UE.
v) energía y participación
Las decisiones concernientes a las opciones energéticas globales poseen
consecuencias positivas y negativas que involucran a la ciudadanía, ya sea como
beneficiaria, por los servicios energéticos que de la expansión de los servicios
energéticos resultan, o como "perdedora", por los impactos negativos resultantes de
la misma.
Las grandes centrales hidroeléctricas, térmicas o incluso nucleares, son opciones que
modifican, en algunos casos, drásticamente las condiciones de vida de la gente y de
las futuras generaciones por lo que requieren de ser debatidas. No obstante, el
cambio tecnológico, a pesar de ser un factor influyente y en ocasiones decisivo en las
condiciones de vida de la población, escapa largamente al control de la sociedad.
Desde el particular campo de la energía, sucede lo mismo con las soluciones
tecnológicas para enfrentar los requerimientos energéticos. Desde esta perspectiva es
deseable fomentar la participación de la gente en las decisiones relativas a la
implementación de proyectos energéticos, en condiciones tales que no entrabe el
proceso de desarrollo.
Dicha participación, debe ser informada, única forma en que ésta pueda ejercerse y
aplicarse de manera efectiva. Pero dicha participación debe ser además, responsable.
Esto quiere decir, ejercida a través de grupos o instancias lo más representativa
posible que permitan su concreción e interlocución. Especialmente en lo que respecta
a la implantación de megaproyectos energéticos.
Pero no es en la única esfera en la cual se requiere fomentar la participación de la
gente. Existen otras dimensiones y áreas en las cuales es posible y deseable su
participación. Respecto de la planificación del sector eléctrico, por ejemplo, es
probable que a semejanza de lo que ocurre en mucho países desarrollados e incluso
en algunos de América del Sur, sea conveniente para la estabilidad y funcionamiento
de los sistemas que los consumidores puedan participar en organismos como el
CDEC o similares, cuya tarea es la de velar por el funcionamiento del sector
eléctrico.
243
vi) rol y funcionamiento del Estado, de las instituciones y actores
En el desarrollo y expansión del sector energético, le cabe un especial rol al Estado y
a las instituciones que de él dependen para asegurar las tareas y desafíos previamente
analizados. Si ello pudiera parecer controvertido baste con señalar que ningún país
desarrollado carece de planes o políticas energéticas de largo plazo, verificables, y
con mayor o menor intervención de los mercados. Es el Estado el encargado de velar
por el bien común. Es él responsable además de conciliar intereses públicos y
privados, concebir estrategias integrales, y a fortiori sustentables, en que se conjugue
energía, medio ambiente y crecimiento. A él le competen por definición, la adopción
de propuestas y opciones tecnológicas más eficaces para asegurar el suministro de
energía y prever futuras necesidades o dificultades. En ese contexto, las estrategias
de sustentabilidad exigen un rol de liderazgo de parte del Estado y de inclusión de
ciudadanos en la adopción de tales estrategias y luego, a consumidores e
inversionistas.
En el breve contexto antes descrito, el Estado debe dotar de los recursos adecuados y
necesarios para que las instituciones asuman plenamente sus funciones y deberes
establecidos por norma.
La importancia del sistema energético, en tanto agente económico relevante, y sus
imbricaciones con el resto de los sectores de la sociedad, requieren que el Estado
cautele y se porte garante de la competitividad en el sector. La expansión del sector
energético nacional, mantiene tendencias preocupantes en cuanto a procesos de
concentración de falta de competitividad265 y de distribución de la riqueza. Una
mayor influencia del poder económico sobre el poder político conspira no sólo
contra la competitividad sino que además contra la sustentabilidad del sistema
democrático y contra la eficiencia del sistema para responder a los desafíos del
desarrollo sustentable.
265
CEPAL. Herfindahl-Hirshman Index.
244
ANEXO AL CAPITULO 2
Proyectos de Mitigación ligados al Cambio Climático (Captura
Carbono)
De los 75,7 millones de hectáreas de uso actual de suelo266, 53% de los suelos están
cubiertos por bosques, praderas, matorrales y terrenos agrícolas, lo cual transforma a
nuestro país en un sumidero de carbono para el mundo. La tercera conferencia de las
partes realizado el año 1997 en Kyoto, establece en su protocolo, instrumentos
económicos que aparentemente permiten cumplir las metas de reducción de
emisiones267 (RE) de los países desarrollados, por medio de los Mecanismos de
Desarrollo Limpio (MDL)268,.
Por su parte el Banco Mundial el año 1999, estableció el Fondo Prototipo de
Carbono (PCF)269 , financiado por países con metas de reducción de emisiones que
pretende ayudar al establecimiento del mercado de carbono que financia proyectos
que reducen emisiones de CO2 y privilegia proyectos en energía y captación de
metano270, con recursos económicos por US$ 180 MM, que finaliza el año 2012.
Por lo anteriormente mencionado los proyectos de RE de GEI, en principio,
convierte a Chile, en una alternativa de inversión para que los países
industrializados, puedan reducir emisiones de CO2e en un país en desarrollo, el
cual, no está obligado a RE, captura de manera natural más carbono del que emite,
presenta potencialidades alternativas de RE271 y presenta ventajas económicas como
ser clasificado como Bajo riesgo país, posee tratados comerciales con países
industrializados, y presenta una institucionalidad acorde con el protocolo de
Kyoto272.
Los proyectos contemplados como RE de GEI son eficiencia energética y energías
renovables,
cogeneración,
plantaciones agrícolas y forestales. Residuos
(recuperación de metano) y transporte. En Chile se tiene la experiencia del proyecto
hidroeléctrico Chacabuquito (V Región de Chile), la cual reemplazó generación
térmica equivalente y por lo cual redujo 1,7 millones de toneladas GEI (CO2), las
cuales fueron compradas por MITSUBISHI International a 3,5 dólares la tonelada
reducida273. En Chile el Fondo Prototipo de Carbono estableció la siguiente lista de
proyectos MDL: 10 proyectos de co-generación impulsados por METROGAS274, 2
266
Catastro y evaluación de los recursos vegetacionales nativos de Chile, CONAF- CHILE, 1994 a
1997.
267
Gases de efecto invernadero verificables CO2, CH4, N2O, SF6, CFC, PCF.
268
http://unfccc.int/cdm
269
http://www.prototypecarbonfund.org
270
Captación de Metano de las fuentes de residuos domiciliarios.
271
Área de energía, eficiencia energética, cogeneración, recuperación de metano y transporte
272
Oportunidades para Chile en el marco del protocolo de Kyoto: El mecanismo de desarrollo limpio
(MDL), CONAMA, 2003.
273
Los US$ 37 millones que costó la inversión en la Central de Paso de 26 MW; 7 millones de dólares
fueron aportados por la venta de los certificados de reducción de los gases de efecto invernadero.
274
2,5 millones de toneladas CO2-e reducidas
245
proyectos de generación a través de centrales hidroeléctricas de paso275, 20
proyectos de generación eólica276, renovación del Sistema de Transporte Público
(Transantiago)277. Relleno Sanitario Lomas Los Colorados278. Procesos
agropecuarios279, Transformación de 500 hornos de panadería a electricidad,
Proyectos Green Building280, Vertedero de Lepanto281, El programa de securitización
forestal SIF Fundación Chile282, “Reforestación con bosque nativo”283.
En agosto del 2008, el mercado de bonos de carbono presenta precios vigentes que
oscilan entre US$ 25 a US$ 30 por ton CO2-e 284 y el precio promedio proyectado al
año es de €S$ 22 tonelada CO2-e285.
Cabe mencionar finalmente que Chile posee un potencial de captación de carbono en
plantaciones de Pino Radiata y Pino Oregón, que en un periodo de 9 años de
plantaciones con superficie de 202.000 has, ascendería a 61.3 MM ton CO2 286.
275
6 millones de toneladas GEI reducidas
5 millones de toneladas GEI reducidas
277
1 millón de toneladas GEI reducidas
278
186.000 toneladas de CO2-e, de recuperación de Metano, si en el 2003 hubiese estado operativa el
relleno
279
600.000 toneladas de CO2-e
280
Reducción de emisiones en el sector inmobiliario
281
3.000.000 toneladas de CO2-e
282
600.000 toneladas de CO2-e
283
100 millones de toneladas CO2 reducidas
284
Valor observado en la Bolsa Brasileña., primera semana Agosto 2008
285
http://web.educastur.princast.es/ies/llanera/wp/?cat=7
286
Forestación y Reforestación e integración con la Estrategia de Protección de la Naturaleza,
CONAMA 2003,
276
246
ANEXO AL CAPITULO 4
Antecedentes técnicos para la certificación de la leña en su fase producto
Aspectos generales sobre el uso de la leña
Se define la leña, como aquella madera en bruto de troncos, ramas, y otras partes de
árboles y arbustos que se utilizan como combustible para cocinar, así como para
fines de calefacción y generación de energía, mediante combustión directa, no sólo
en los hogares, sino también en las industrias rurales, incluyendo madera destinada a
la producción de carbón vegetal y residuos agrícolas leñosos (FAO, 1981)
Las preferencias por el uso de leña se basan en lo siguiente: es menos peligroso su
uso que el gas o parafina, el calor de la madera llena mejor el espacio, los costos son
entre 30 a 50% mas baratos que otros combustibles, es un recurso renovable, la leña
es carbono neutro porque la cantidad de carbono liberado no es mayor que el fijado
por el crecimiento de los árboles (Oregon, Departament of Agriculture, 2003).
En Chile la leña representa más de el 16% de la matriz energética nacional, y su uso
se concentra en las regiones del sur de Chile, donde se ubican los bosques naturales,
que tienen una fuerte presión de uso para este fin. Quizás la única alternativa de
acceso para los estratos sociales bajos y medios bajos a un combustible de bajo costo
y alta calidad, es la leña.
En Chile el año 1992 el uso de la leña como energético aportaba el 21% del
abastecimiento (Serrano, 2001), hoy en día representa el 16% de la matriz energética
nacional con 9 millones de m3 (CNE, 2007). Al respecto INFOR (1994) indicaba
que el 32% de la corta de madera en el país se consume como leña. Las regiones mas
consumidoras de leña y sus derivados son la VIII y la X con un 28.7% y 24.3%
respectivamente, en la VIII Región el mayor consumo pertenece al sector industrial
(Ábalos, 1997; INFOR, 1994). En los sectores urbanos de la IX y X regiones la leña
representa el energético mas importante con cifras de 93,2% y 99.2%
respectivamente (Burschel, H.; Hernández, A.; Lobos, M.; 2003).
El consumo de leña en términos de volumen corresponden a 6.9 millones de
toneladas de leña consumidas a nivel nacional (74%), equivalente a 9.2 millones de
metros cúbicos de madera sólida, considerando un aprovechamiento del 90%,
equivalen a una corta total de 10 millones de metros cúbicos sólidos en pie,
correspondiendo un 61% a especies del bosque nativo, un 22% a Eucalipto, un 15%
a Plantaciones de Pino radiata y un 2% a matorral nativo (Reyes, 2000).
Las leñas que se consumen desde la zona centro hasta la VII región provienen del
bosque esclerófilo y en menor grado del matorral nativo y plantaciones de
Eucaliptos, desde la VIII región al sur la leña proviene de los Tipos Forestales
Coigue-Rauli-Tepa, Roble-Raulí-Coigue y Siempreverde.
247
En la IX-Región la especie Roble explica el 80% del Consumo de leña, ello de
acuerdo al estudio desarrollado por la Universidad de Concepción y CONAMA
(2001).
Además, Roble participa de aproximadamente 300.000 hectáreas de renovales, de las
cuales un alto porcentaje pertenece a pequeños propietarios, quienes no tienen acceso
a tecnologías de secado artificial, por tal motivo los tratamientos que se
experimentan consideran métodos naturales de secado natural de bajo costo,
implementables por los propietarios de este tipo de bosques.
Contenido de humedad en la leña.
Debido a que el árbol en pie contiene savia, la madera recién extraída de él
generalmente posee un alto contenido de humedad. La relación entre la masa del
agua contenida en una muestra de madera y la masa de la misma muestra en estado
de secado al horno se denomina contenido de humedad de la madera o leña y se
expresa en porcentaje (% de H2O).
El agua puede encontrarse en la madera bajo tres formas diferentes:
• Agua de constitución, o aquella que forma parte de su naturaleza.
• Agua libre, que es el agua de imbibición contenida en el lumen de las células,
es decir llenando las cavidades de las células, ésta no se puede captar de la
atmósfera y una vez que se elimina sólo se pude recuperar por inmersión.
• Agua de impregnación, la que está contenida en las paredes celulares que se
mantiene en equilibrio dinámico con la del medio ambiente que rodea a la
madera.
La madera es un material higroscópico, absorbe o entrega agua según sean las
condiciones de temperatura y humedad relativa del ambiente que la rodea. En la zona
centro sur de Chile el equilibrio alcanza un valor de 16% teórico y 18% experimental
como promedio anual, siendo este último referente para estudios de secado natural,
en época invernal aumenta en 1 a 2 puntos porcentuales. Esto indica que estudios de
secado natural podrían alcanzar un valor mínimo de agua de 18%, reducir aún más la
humedad significa incorporar tecnologías de secado artificial.
La Norma Chilena de Cálculo de Construcciones en Madera (NCh 1198) define
como madera en estado verde aquélla cuyo contenido de humedad es superior al 30
% y como madera seca cuyo contenido de humedad no es superior al 20 %.
Como la leña es un material higroscópico, siempre contiene agua, cuando la leña está
verde o recién cortada la savia corre por sus fibras y puede contener valores muy
altos de agua – savia, con cifras que van desde 60 % a 130 % de contenido de
humedad en maderas duras y el doble en maderas muy porosas o suaves, esto
significa que la leña puede pesar más por su contenido de agua absorbida que por el
248
peso de sus fibras. (Medrano, 2004). Estas cifras pueden variar entre un 40 % a 400
%, esta ultima cifra se da generalmente en especies de crecimiento rápido.
El contenido de humedad de la leña se determina mediante el uso de
xilohigrómetros, que son instrumentos que se basan en las propiedades eléctricas de
la madera, las que varían con el contenido de humedad.
Otro método para determinar el contenido de humedad en la leña es el método
gravimétrico. Implica pesar la muestra antes y después de secarla a un horno a una
temperatura mayor a 100 ºC
La importancia del contenido de humedad en la leña focalizada en el proceso de
combustión, posee tres etapas básicas:
• Etapa 1 (Evaporación): la energía desprendida se utiliza para evaporar el
exceso agua de la madera. Se calientan las partículas de madera, el agua se
desprende y los combustibles se secan.
• Etapa 2 (Pirolisis): gasificación y combustión de volátiles. A 260 ºC
comienza la pirolisis, donde se forman los gases volátiles y compuestos
sólidos carbonizados. Los volátiles contienen entre el 50 a 60 % del poder
calorífico de la leña. A los 590 ºC éstos gases mezclados con aire dan origen
a las llamas.
• Etapa 3 (Carbón vegetal): cuando la mayoría del alquitrán y los gases se han
quemado la sustancia restante es carbón de leña. Este material remanente se
quema a temperaturas sobre los 590 ºC, generando como residuo una
pequeña cantidad de ceniza.
El contenido de humedad en exceso que se encuentra en la leña afecta a la eficiencia
de la combustión y contribuye a la emisión de partículas contaminantes.
Los estudios indican que humedades de 20% e inferiores reducen drásticamente
la emisión de material particulado y mejoran la eficiencia energética de la
combustión. Lo cual es alcanzable con métodos de secado natural.
Altos contenidos de agua en la madera requieren mayor cantidad de energía para la
evaporación, primera etapa de la combustión. El usuario pierde la energía requerida
para completar bien este proceso. (Healion, K. 2002).
La madera fresca contiene un alto contenido de humedad (sobre un 80%), y que para
una eficiente combustión la humedad debe ser reducida a un 20 - 25%. Si el
contenido de humedad se encuentra entre un 25 a 50%, la mitad del poder calorífico
se pierde.
Al respecto Gould (1990), señala que gran parte del potencial calórico que se
encuentra en los gases volátiles, que se encienden a los 600º C, se pierde debido a
que la madera húmeda mantiene durante la combustión una baja temperatura.
249
La emisión de partículas contaminantes por combustión de leña húmeda:
El humo producido por las estufas es, básicamente, combustible de la leña que no se
ha quemado completamente y se convierte en contaminación atmosférica, la que está
compuesta principalmente por:
• MP10: material particulado de menos de 10 micrones de diámetro. Estas
partículas son tan pequeñas que los mecanismos naturales de defensa del
cuerpo humano no pueden evitar que se internen en los pulmones, donde
pueden dañar sus tejidos y estructura causando serios problemas
respiratorios.
• CO2: dióxido de carbono, reduce la capacidad sanguínea de entregar oxigeno
a los tejidos más extremos del cuerpo.
• NOx: óxidos de nitrógeno, disminuye la resistencia natural de los niños a
contraer infecciones pulmonares.
• HC: hidrocarburos
Farias, O. (2003), señala que la problemática radica en el material particulado (MP),
proveniente de la combustión de madera, que emite 140 veces el MP generado con
gas natural.
Cabe destacar la importancia de incluir en un apolítica dendroenergética los
siguientes conceptos:
• Cumplir a cabalidad los estándares de emisiones permitidos y reducir los
factores máximos.
• Promover el cambio de estufas en los hogares por aquellas de mejor
tecnología (menos emisión de partículas), mediante programas y subsidios
del estado.
• Regular el contenido de agua en la leña que se vende en las ciudades.
• Educar a los usuarios en la correcta manipulación de los calefactores
considerando todos los factores asociados a la reducción de contaminantes.
• Regular la altura mínima de los cañones para asegurar una mejor dispersión
del humo. Esta medida es la única que no se ha considerado en estudios para
su implementación en nuestro país.
• Mejorar el funcionamiento termal de los hogares, de tal manera de reducir las
necesidades de calefacción.
Secado de leña.
Dada la escasa bibliografía en Chile respecto al secado de leña, se presentan
experiencias de otros países que son transferibles e implementables. Sin embargo, en
el último tiempo se han desarrollado dos experiencias, una en la ciudad de Valdivia
liderada por la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo y la otra
que corresponde al estudio realizado por la U. Católica de Temuco (2005), que
experimentan técnicas de secado natural en especies nativas, donde se analizan los
factores tamaño del trozo y cobertura.
250
Es común encontrar en la bibliografía de habla inglesa el concepto “Season Wood”,
este se refiere a la leña preparada o lista para ser utilizada en la calefacción hogareña.
Esto implica que la leña debe tener un contenido de humedad que permita una
combustión eficiente y menor emisión de partículas contaminantes.
Wallis, C. (2003) establece que los síntomas de una leña incorrectamente preparada
y sin buenas prestaciones son los siguientes:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Dificultad para encenderse y mantenerse quemando.
Fuego con poca llama y alta cantidad de humo.
Cristal de la estufa sucio.
Rápida formación de creosota en el cañón.
Bajo poder calórico.
Alto olor a humo en la casa.
Tiempos cortos de quemado.
Excesivo consumo de combustible.
Humo azul-gris de la chimenea o cañón.
Para lograr “Season Wood” o leña preparada muchos autores coinciden en que ésta
no debe contener más de un 20 a 25% de agua en base seca. Esta condición se puede
lograr mediante una adecuada técnica de secado la que debe considerar los siguientes
aspectos:
Momento de extracción de la leña del bosque: el momento más adecuado para
intervenir un bosque con el fin de extraer madera para leña es a fines de invierno
cuando la actividad fisiológica del árbol es baja y en general la madera tiene un
menor contenido de agua, a su vez se considera un buen momento ya que se
aprovechan los meses de primavera y verano para secarla completamente.
Dimensiones: recomienda secar la leña picada, ya que aumenta la superficie
expuesta al aire y la velocidad de secado se incrementa sustancialmente. Las fibras
expuestas de la madera permiten que la humedad escape con mayor facilidad que
cuando existe corteza. (Giardina, L .1992) Cutter, B (1996), explica que antes de
picar la leña se debe decidir acerca del tamaño de la astilla, y ésta dimensión debe
ser levemente menor al tamaño de la puerta de la estufa. En general es recomendable
un tamaño que este en función del tamaño de las estufas. En Chile generalmente la
leña se pica de 33 cm de largo y entre 10 a 15 cm de grosor.
Apilado: el apilado de la leña para su secado debe ser lo suficientemente práctico,
considerando las unidades de comercialización. En Estados Unidos, Europa,
Australia y Nueva Zelanda se utiliza la cuerda como unidad de volumen y de
apilamiento de leña, una cuerda son 4 pies de alto por 4 pies de ancho por 8 pies de
largo (128 pies cúbicos). En Chile se utiliza el metro cúbico estéreo (1m.x1m.x1m.),
como unidad de apilado y comercialización de leña. Estos volúmenes, sin embargo,
incluyen el espacio de aire entre los palillos de la madera. La cantidad de madera
sólida es absolutamente variable y depende de la habilidad del apilador, de la rectitud
y del tamaño de los trozos, y de la manera de partirlos.
251
Vientos: la madera se debe secar en un lugar en donde el sol la pueda calentar y el
viento pueda soplar a través de ella. Pues el sol calienta y evapora el agua de la pila
de madera y el viento la desplaza (Wallis, C. 2003).
Cubierta y aislamiento de la pila: En 2002 el Departamento de Energía de Canadá
publicó el artículo “wood heating tips”, donde se recomienda cubrir y aislar del suelo
la pila de leña para un secado más rápido, ordenando la pila de tal forma que el aire
pueda fluir libremente por debajo y entre las rumas de leña. Una cubierta de
polietileno sobre la pila permite aumentar la temperatura en la leña y promueve el
secado (Giardina, L. 1992). El polietileno protege la pila de la lluvia y nieve; el
aislante sobre el cual se monta la ruma de leña le otorga protección de la humedad
del suelo. Al respecto, Wallis, C. (2003) señala que más importarte que una cubierta
protectora es cortar y picar la leña a tiempo, apilarla y dejarla secar durante la
primavera y verano.
Tiempo de secado: En el año 2003 el Departamento de Calidad del Aire del Estado
de Oregon (DEQ), en Estados Unidos, presenta una pauta para la elección de leña de
9 especies distintas, donde se destaca los tiempos de secado para que la leña alcance
un contenido de humedad cercano al 20% base seca, que varía entre 6 a 12 meses.
Gould, K. (1990) señala que para lograr un 20 % de contenido de humedad en la
leña, ésta se debe secar al aire libre al menos 9 meses. Al respecto, Giardina,
L.(1992), establece que para obtener leña con contenidos de humedad de 20%, se
requiere de un tiempo de secado entre 6 a 8 meses, dependiendo de las condiciones
climáticas, del tipo de madera (maderas duras o densas requieren de más tiempo que
las maderas blandas), y depende de una adecuada preparación y apilado. Otros
autores como Healion, K. (2000) destaca que se debe secar la leña por al menos un
año, preferentemente 2 para alcanzar estándares adecuados de humedad.
En resumen el tiempo de secado para lograr contenidos de humedad de un 20%,
dependerá básicamente de la especie y las características físicas de su madera, del
momento en que se corta y se dispone a secar la leña; de la preparación adecuada
(picado, apilado, cubierta, aislamiento), y de las condiciones climáticas. En general,
la bibliografía menciona tiempos que oscilan entre los 6 a 24 meses. Otro factor que
influye en el contenido de humedad que posee la leña en proceso de secado natural,
es la humedad de equilibrio higroscópico. Al respecto, Medrano, S. (2004) señala
que una vez que la madera o leña se ha secado, la humedad residual que se mantiene
en ella dependerá del constante intercambio por difusión – evaporación de vapor de
agua entre la madera y el aire, hasta lograr el equilibrio higroscópico, considerando
que el valor máximo de humedad que se puede contener en la madera seca es cuando
se llega al punto de saturación de la fibra, valores que oscilan de 22% a 35% de
contenido de agua.
Para el caso de la zona centr sur de Chile, la Humedad de equilibrio experimental
promedio es de 18% (aumenta 1 a 2 puntos porcentuales en época invernal) y
corresponde a la zona sur valle longitudinal. Esta cifra está bajo la humedad límite
de una leña limpia, lo que valida las técnicas naturales de secado.
252
Simpson, W. et al. (1987), realizó un estudio para determinar los tiempos de secado
de leña picada de Roble Americano en un horno típico de secado de madera para la
construcción. Este estudio se realizó con el objetivo de ayudar a los productores a
evaluar la factibilidad del secado artificial de leña. Alrededor de 22 m³ de leña
picada, entre 35 y 45 cm de largo se montaron sobre 12 plataformas en envases
abiertos que permitían la circulación del aire entre las pilas. El secado se realizó a
tres temperaturas diferentes 60, 82 y 104º C y la leña se apiló de dos formas:
paralelas a la circulación del aire y en forma aleatoria. Una vez comenzado el secado
se tomaron muestras periódicamente para pesarlas y determinar su contenido de
humedad. Los resultados del estudio indican que se logra una reducción de humedad
de 52 a un 20% en 260, 90, y 30 horas de secado en horno a 60, 82, y 104º C
respectivamente y la diferencia al ordenar la leña paralela a la circulación del aire, o
en forma aleatoria es leve, o poco significativa.
En Chile los costos de secado artificial promedio de madera aserrada es de 20
US$/m3 sólido. En un escenario hipotético, donde se asume esta cifra como
referencia para el costo de secado de leña, el precio de venta de leña seca alcanzaría
un precio de 20.000 a 25.000 pesos en las diferentes épocas de venta, cifra alta pero
comercializable dada las ventajas de la mejora del producto. En este mismo sentido
la incorporación de tecnologías de secado como secadores solares tipo invernadero
podrían reducir este precio, y transformarse en una alternativa real para los
productores, permitiéndoles alargar la cadena de producción de leña en el bosque.
Equivalencias de unidades de medida.
Uno de los aspectos mas importantes a considerar para establecer una adecuada
regulación del mercado de la leña es el estudio y normalización de las distintas
unidades de venta de éste producto. En la mayoría de los casos el comprador final de
leña manifiesta una confusión o poca claridad en relación a las dimensiones,
equivalencias y precios de los formatos de venta al que accede u opta. A esto se
suma que en distintas ciudades del país se utilizan distintas unidades de
comercialización de acuerdo a costumbres practicadas por años, por ejemplo, en la
ciudad de Puerto Montt la unidad mas popular de venta de leña es la vara, sin
embargo en la ciudad de Temuco esta modalidad de venta no se practica y más aún,
ni siquiera se conoce.
Un aspecto en común de las unidades de venta de leña es que todas se pueden medir
por su espacio tridimensional que ocupan o volumen. Algunas medidas
convencionales de volumen son el centímetro cúbico (cm3), que se puede representar
por un cubo de un centímetro de ancho por un centímetro de alto y por un centímetro
de largo y el metro cúbico (m3), que se puede representar por un cubo de un metro
de ancho por un metro de alto y por un metro de largo. (Prodan, M. et al. 1997).
En nuestro país en el caso de la leña, la unidad básica de medida y comercialización
es el metro cúbico estéreo que corresponde a una pila, de un metro de alto, por un
metro de largo y un metro de ancho.
253
En este sentido Lobos, M. (2001), en el “Estudio preliminar sobre producción,
comercialización y consumo de leña en la ciudad de Temuco”, utiliza el metro
cúbico estéreo y señala que es una unidad de uso casi universal tanto en las zonas
rurales como en la ciudad. Al respecto se puede agregar que el metro cúbico estéreo
está inserto en el sistema de cosecha y apilado de leña.
Sin embargo se debe considerar que la cantidad de madera sólida que contiene un
metro estéreo es absolutamente variable y depende de la habilidad del apilador, de la
rectitud y del tamaño de las astillas, y de la manera de partirlos. Un metro cúbico de
leña estéreo puede contener entre un 47% a un 85 % de un metro cúbico de leña
sólido (Marcouiller, D; Anderson, S. 1998). A partir de un metro cúbico estéreo
surgen una serie de formatos de comercialización de leña. Al respecto, Lobos, M.
(2001) define la unidad canasto, que corresponde a una cierta cantidad de astillas
picadas de leña que caben en el interior de un canasto de 50 cm de diámetro y 30 cm
de alto, y cuyo volumen es de 0,02 m³ aproximadamente.
En este sentido es relevante destacar el estudio: “Priorización de medidas de
reducción de emisiones por uso residencial de leña para la gestión de la calidad del
aire en Temuco y Padre las Casas”, realizado por la Universidad de Concepción el
año 2002, en el cual se determinó una tabla de conversión de distintas unidades de
medida de leña usadas comúnmente en Temuco y Padre las casas, y sus precios
normalizados al m³.
En este estudio se comprobó mediante encuestas a distribuidores de leña y
mediciones en picadurías, que existe una alta heterogeneidad de volúmenes para
iguales unidades de venta. A su vez queda de manifiesto cuales son las principales
unidades de comercialización.
Hoy en día en la ciudad la leña se comercializa en los siguientes formatos
principalmente:
• Metro cúbico estéreo sin trozar: corresponde a una pila de leña formada por
trozos de un metro de largo ordenadas en forma paralela completando un
metro de alto por un metro de ancho.
• Metro cúbico estéreo trozado: corresponde a una pila de leña de un metro
cúbico estéreo trozado a 33 cm. para combustión.
• Metro cúbico trozado y picado: corresponde a una pila de leña de un metro
cúbico trozado y picado para estufa.
• Saco 25 kg: corresponde a una cierta cantidad de astillas de leña seca (o
verde) introducidas en forma ordenada en un saco de nylon hasta completar
un peso de 25 kg.
• Saco 15 kg: corresponde a una cierta cantidad de astillas de leña seca (o
verde) introducidas en forma ordenada en un saco de nylon hasta completar
un peso de 15 kg.
254
• Canasto grande: es la cantidad de astillas de leña seca (o verde) que ocupan
el volumen de un canasto de 48 cm de diámetro y 35 cm de alto, hasta
completar un peso aproximado neto de 15 kg.
Es recomendable evaluar otras técnicas de apilado que permitan una mejor
circulación del aire entre los trozos, sin perder la perspectiva que deben ser formas
prácticas de apilado y fáciles de medir. A ello es importante incorporar tecnologías
alternativas de secado como secadores solares.
En relación a las unidades de comercialización de leña:
• En general las mediciones del volumen efectuadas en las rumas de las
unidades: metro cúbico estéreo sin trozar, metro cúbico estéreo trozado a 33
cm. para combustión y metro cúbico estéreo trozado y picado para cocina, se
presentan homogéneas, lo que se evidencia al observar los coeficientes de
variación cuyos valores son inferiores al 10%.
• En el caso de las mediciones del número de astillas registradas para el metro
cúbico estéreo sin trozar y metro cúbico estéreo trozado a 33 cm. para
combustión, se observa una mayor variabilidad, con coeficientes de
variación, incluso mayores al 15%, esto se explica principalmente por la
heterogeneidad de tamaños y formas factibles de encontrar en los leños.
• Los factores de conversión calculados y recomendados para transformar de la
unidad metro cúbico estéreo trozado y picado para cocina a las unidades saco
de 25 kg., saco de 15 kg., y canasto grande son 15.19, 25.33 y 21.64
respectivamente.
• Los factores de conversión calculados y recomendados para transformar de
un metro cúbico estéreo sin trozar a las unidades metro cúbico estéreo
trozado a 33 cm. para combustión y metro cúbico estéreo trozado y picado
para cocina, son 0.92 y 0.97 respectivamente.
• Para transformar las unidades de comercialización de leña consideradas en
este estudio a la unidad metro cúbico estéreo trozado a 33 cm. para
combustión, se recomienda utilizar los factores expuestos en la siguiente
tabla,
• La disminución del volumen que experimenta el metro cúbico estéreo al
trozarlo a 33 cm. debido a las pérdidas por corte, en este caso la reducción
del volumen alcanza una cifra promedio de 9.8 %. Luego al picar los leños
para cocina, el aumento que experimenta el volumen, explicable por el mayor
volumen de vacío de esta unidad, alcanzando una cifra promedio de 5.4 % .
255
ANEXO AL CAPITULO 5
I Antecedentes de las tecnologías de cocción y calefacción
El uso residencial de leña, es decir, para cocinar y calefacción a nivel doméstico,
presenta en Chile varias características propias que lo hacen particularmente
complejo:
•
•
•
•
un patrón de uso fuertemente arraigado culturalmente por su tradición
ancestral como fuente de calefacción y cocción de alimentos.
utiliza un recurso energético local, de creciente competitividad comercial
frente a combustibles foráneos no renovables.
sus impactos sobre la salud están fuertemente asociados a la
concentración urbana por la saturación de la capacidad de dispersión
atmosférica.
la distribución territorial tiene un fuerte sesgo social y regional,
concentrándose especialmente donde la leña es el combustible más barato
o el único accesible para muchos hogares
En consecuencia, no existe un modelo simple que represente la dinámica de estos
componentes ni la reacción ante medidas reguladoras.
La tendencia histórica de disminución del consumo de leña en el contexto urbano,
que relega el uso tradicional a los sectores rurales, a favor de artefactos “modernos”
se ha revertido bruscamente a partir de la crisis del gas de 2003 y del escalamiento
de precios de otros combustibles, mostrando un incremento en la matriz energética.
Por otra parte, la tecnología de los artefactos y los hábitos de uso de la leña presentan
enormes diferencias en cuanto a emisiones de material particulado, en un rango del
orden de 1 a 1.000.
Por lo tanto, existe un amplio margen tecnológico que permite esperar una
disminución substancial de las emisiones futuras, si se logra vencer la resistencia
cultural a cambiar los hábitos tradicionales y se acelera la lenta tasa de recambio de
los artefactos a leña, dificultada por la larga vida útil de los artefactos.
Además, la norma tendrá otros efectos positivos indirectos, que se relacionan con:
•
•
•
la sustentabilidad ambiental, al estimular el desarrollo de tecnologías más
limpias
la sustentabilidad energética, al estimular la eficiencia energética y
mejorar el uso de un recurso renovable, no dependiente de otros países
la competitividad en el sector, al mejorar la información de los productos
en el mercado de artefactos.
El universo de usuarios son los hogares que usan alguno de los artefactos de uso
residencial que combustionan leña.
256
La siguiente tabla y gráfico muestran la distribución regional de los hogares que usan
leña.
Cuadro 1: Hogares totales y hogares que usan leña, por uso y Región, en miles
REGION
IV
V
RM
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
Hogares totales
167
441
1.657
214
252
503
238
296
26
43
Hogares que cocinan
con leña
10,5
7,5
11,6
20,5
29,5
90,5
121,9
190,3
18,7
1,9
% Hogares que cocinan
con leña
6,3
1,7
0,7
9,6
11,7
18,0
51,2
62,3
71,9
4,4
Hogares que
calefaccionan con leña
42,5
55,2
70,2
167,1
174,5
223,3
91,4
140,6
18,2
15,3
% Hogares que
calefaccionan con leña
25,5
12,5
4,2
78,1
69,2
44,4
38,4
47,5
70,0
35,6
Fuente: Estudio Univ. de Chile 2005
HOGARES QUE USAN LEÑA
1800
1600
MILES DE HOGARES
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
IV
V
RM
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
REGION
COCINAN
CALEFACCIONAN
NO USAN LEÑA
Figura 6. Participación de la leña en los hogares chilenos por región
Fuente: Univ. de Chile, 2005
En algunas de estas regiones se cuenta con información sobre el gasto anual que
realizan los hogares en combustible leña. A pesar que el precio de la leña disminuye
hacia el Sur, el gasto anual aumenta.
257
Cuadro 1: Gasto medio por hogar en leña de las encuestas disponibles
(en miles de pesos de 2003)
REGION
MILES $/AÑO
VI
46
VIII
93
IX
94
X
108
XI
277
Fuente: Estudio U. de Chile, 2005
Cuadro 3. Procesos de transformación de la leña durante la quema en un calefactor
TEMPERATURA
INICIAL-FINAL
ENERGÍA
PROCESO
MASA SÓLIDA
FINAL
PROCESO
10 a 100°C
Absorbe 0,2 MJ
Calentar la leña húmeda 1000 g
hasta 100 °C
100 °C
Absorbe 0,5 MJ
Vaporizar 200 g de agua 800 g
100 a 250 °C
Absorbe 0,2 MJ
Calentamiento de la leña 800 g
250 a 350 °C
Absorbe 1,7 MJ Despolimerización de la 700 g aprox.
(depende de rapidez celulosa, gasificación sin
de quemado)
llama
350 °C
Ignición de gases
350 a 850 °C (depende Genera aprox. 10 MJ Gasificación de volátiles y 300 g aprox.
de la rapidez de (parte se absorbe en separación de sólidos
quemado)
la gasificación)
(carbonización)
Combustión parcial de
volátiles
500 a 600 °C (depende Genera aprox. 6 MJ Combustión de sólidos 30 g aprox.
de la rapidez de
(carbón)
quemado)
650 a 700 °C
Genera aprox. 0,3 MJ Combustión secundaria 10 g aprox.
(reduce las emisiones)
Emisión de MP y cenizas 5 g
600 a 200 °C
Disipa aprox. 8,4 MJ Enfriamiento de gases por
al entorno (energía convección y radiación
útil)
200 a 10 °C
Disipa aprox. 5,3 MJ Descarga de gases a la
a la atmósfera
atmósfera, condensación
(pérdida)
de vapor de agua y
residuos
volátiles
condensables
258
Fuente: Elaboración propia
259
II.
Mercado de artefactos
Según los estudios realizados por CONAMA, existen 3 industrias grandes que
fabrican cerca del 75% de los calefactores. Otras 50 a 80 empresas pequeñas cubren
el resto del mercado, localizadas principalmente en la IX Región, con una
producción de máximo 2.000 unidades/año, en total.
Mayor incertidumbre existe sobre los volúmenes de ventas de cocinas a leña, ya que
los fabricantes se encuentran dispersos y no se conocen los canales de distribución.
Según una encuesta reciente de Gamma Ingenieros (2006) la producción de las
microempresas y las importaciones no representa más del 10% del mercado. La
producción declarada por los 4 mayores productores para la temporada 2006 es la
siguiente.
Cuadro 4. Producción declarada por fabricantes de calefactores el año 2006
PRODUCTOR
PRODUCCIÓN 2006
Bosca
36.000
Amesti
45.000
Calefactores Pucón
12.000
Fundición Pirque
300
Albin Trotter
2.000
Comercial Jiménez
250
Total
645
Fuente: Gamma Ingenieros 2006
El mismo estudio indica que probablemente estas cifras pueden estar sobreestimadas,
por lo que se estima que la cifra real de calefactores comercializados formalmente en
2006 es de aprox. 84.000 calefactores.
Comparando con el 2004, en que se declaran ventas por 58.000 calefactores para los
3 productores, las ventas han tenido un aumento importante (sobre 20% anual). En
este mismo período se observa una reducción de precios a público del orden de 4%.
Las causas atribuidas a este fuerte aumento son dos:
•
•
aumento de competitividad de la leña frente a otros combustibles
acceso a crédito que otorga la distribución de calefactores a través de
grandes cadenas de retail
260
Los precios característicos de los artefactos se muestran en los valores declarados
por los fabricantes:
Cuadro 5: Rangos de precios según fabricantes, con IVA, 2004
RANGO DE PRECIOS
bajo $ 125.000
$ 125.000 a 165.000
$ 165.000 a $ 210.000
$ 210.000 a 300.000
sobre $ 300.000
% ESTUFAS
41,2
47,4
6,1
3,8
1,6
% VENTAS
29,9
50,0
8,3
7,0
4,6
Fuente: Fabricantes
III.
Consumo de leña residencial
El consumo de leña dista mucho de ser representado por estadísticas periódicas. A su
vez, los datos presentan la dificultad de que existen diversas unidades de medida
para cuantificar este recurso. Una estimación de la equivalencia de unidades de
volumen se muestra en la Fig 2 siguiente:
Figura 2: Equivalencia de unidades en volumen Fuente: Estudio UDEC 2002
Un m3 estéreo equivale a aprox. 0,4 Ton de masa seca de leña.
Las estadísticas de consumo de leña se resumen en las Figuras 5.3 y 5.4 siguientes.
El consumo supera las 100.000 toneladas por año entre las VI y XII regiones, para
cocinar y las 100.000 toneladas por año entre la VI y la XI regiones, para
calefacción.
261
Fig. 3: Distribución del consumo de leña por uso y región
CONSUMO DE LEÑA RESIDENCIAL
1.200.000
1.000.000
TON / AÑO
800.000
600.000
400.000
200.000
0
IV
V
RM
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
REGIÓN
COCINAR CALEFACCIÓN
Fuente: U. de Chile, 2005
Figura 4: Consumo por hogar para diferentes ciudades
25,0
m3 sólidos por año
20,0
15,0
10,0
5,0
G
ra
n
V
re
gi
Sa
ón
nt
(
ia
go 1 99
2)
(1
Ra
9
9
nc
a g 0/9
1
u
Lo a (2 )
ta
00
(p
4)
re
Ch
1
illá 99 7
Co
)
n
nc
e p ( 20
04
ció
)
IX
n
Re ( 20
0
gi
ón 4 )
Te
(1
m
99
uc
2
Te o (2 )
m
00
uc
0
)
Te o (2
00
m
uc
2)
o
Vi
(2
lla
0
rri
c a 0 2)
X
(2
R
00
eg
4)
ió
Va n (
19
ld
94
ivi
a
)
Va
(1
99
ld
ivi
3)
a
Va
(2
00
ld
ivi
2)
O
a
so
(2
rn
00
o
4)
(1
99
O
3/
so
94
Rí rno
)
o
(
Ne 200
4)
gr
o
L
a
An
(2
00
Pu U n
cu
ió
4)
d,
er
n
to
C
(
20
as
M
04
tro
on
)
t
,Q
t
ue ( 19
97
Co llon
)
(2
y
Pu ha
00
iq
er
Pu
ue 4 )
t
o
er
Ay (20
to
se
03
Ch
n
)
ac
(2
ab
00
uc
3)
o
(2
00
3)
-
Fuente: CONAMA, 2006
El consumo es creciente con la latitud, lo que está directamente asociado al uso
calefacción, independientemente del artefacto usado.
Considerando la encuesta CASEN 2006 se obtuvieron resultados para Santiago al
Sur, como se muestra en el gráfico y mapas siguientes.
262
120%
% de uso urbano según CASEN
% de uso rural según CASEN
100%
80%
60%
40%
Figura 5: Porcentaje de hogares que usa leña por provincia zona rural (rojo) y urbana (verde). Fuente:
Contreras, 2008.
Figura 6. Porcentaje de hogares que usa leña por provincia. Fuente: Contreras, 2008.
Además de esta variación geográfica, existen fuertes diferencias en la cantidad que
consumen los diferentes hogares de una localidad. Por ejemplo en Temuco y Padre
Las Casas la distribución es la siguiente.
Figura 7.: Distribución de consumos anuales. Fuente: Estudio UDEC, 2002
A su vez, la venta de leña presenta una fuerte estacionalidad, como se muestra en el
gráfico siguiente:
Santiago
Antártica Chilena
Chañaral
Antofagasta
Elqui
Última Esperanza
Huasco
Quillota
Copiapó
Tocopilla
Valparaíso
Iquique
Talagante
San Antonio
General Carrera
Maipo
Petorca
Melipilla
San Felipe de Aconcagua
Limarí
El Loa
Choapa
Cordillera
Arica
Chacabuco
Los Andes
Curicó
Cachapoal
Colchagua
Cauquenes
Talca
Cardenal Caro
Linares
Parinacota
Ñuble
Arauco
Biobío
Concepción
Magallanes
Cautín
Valdivia
Coihaique
Capitán Prat
Aisén
Palena
Chiloé
Malleco
Osorno
Tierra del Fuego
0%
Llanquihue
20%
263
Figura 8: Consumo mensual
Fuente: Estudio UDEC, 2002
Las emisiones que contribuyen a bajar los niveles de calidad del aire son,
principalmente, aquellas que ocurren en áreas urbanas, por lo que es necesario
distinguir los consumos que se producen en áreas urbanas y rurales.
Cuadro 6. Proyección de Consumo de leña residencial para el año 2003 (m3 cúbicos sólidos) (
Fuente: SINIA 2004)
REGION
URBANO
DESV EST
RURAL
DESV EST
TOTAL
DESV EST
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
RM
24.735
13.356
100.690
433.309
798.465
461.674
1.272.355
356.234
257.738
82.470
1.344
444
4.254
9.509
23.305
24.956
23.376
9.689
14.204
1.650
134.025
55.775
368.193
1.303.929
1.542.549
1.023.390
2.030.572
103.045
23.740
7.663
3.672
2.656
10.598
25.558
53.312
35.439
33.250
2.870
1.054
384
158.760
69.131
468.883
1.737.238
2.341.014
1.485.064
3.302.928
459.280
281.477
90.133
3.910
2.693
11.420
27.270
58.183
43.344
40.645
10.105
14.243
1.694
Nacional
3.801.027
46.056
6.592.881
77.455
10.393.908
90.114
El consumo de leña se destina principalmente a calefacción y, en las regiones del
Sur, a ambos usos, posiblemente con el mismo artefacto.
Cuadro 7: Distribución del usos de leña en el hogar para Gran Concepción y Temuco (en
número de hogares encuestados) (Fuente: U. de Chile, 2006)
264
Gran Concepción
Utiliza leña para
No de
Hogares
Temuco
No de
Hogares
Proporcion
Proporcion
Cocinar
Calentar agua
Calefacción
Cocinar y Calentar
Cocinar y Calefacción
Calentar y Calefacción
Todo
6
0
780
0
138
7
22
0,6%
0,0%
81,8%
0,0%
14,5%
0,7%
2,3%
1.187
102
25.812
161
6.579
1.979
5.342
2,9%
0,2%
62,7%
0,4%
16,0%
4,8%
13,0%
Total
953
100,0%
41.162
100,0%
Otras encuestas en ciudades de menor tamaño arrojan los siguientes resultados:
Cuadro 8. Distribución de usos de leña en el hogar para Rancagua, Chillán, algunas comunas
de la X Región y Aysén (U. de Chile, 2006)
Rancagua
Utiliza leña para
Chillán
Valdivia, Osorno, etc.
Aysén
m3 sol
m3 sol
m3 sol
m3 sol
Proporcion
Proporcion
Proporcion
Proporcion
consumidos
consumidos
consumidos
consumidos
Cocinar
Calentar agua
Calefacción
3
0
473
0,6%
0,0%
99,4%
56
39
827
6,1%
4,3%
89,7%
245.249
217.587
484.276
25,9%
23,0%
51,1%
2.420
1.265
6.655
23,4%
12,2%
64,4%
Total
476
100,0%
922
100,0%
947.111
100,0%
10.341
100,0%
Cuadro 9. Distribución del consumo de leña entre los distintos artefactos para las distintas
encuestas disponibles (U. de Chile 2006)
Rancagua
Artefacto que utiliza leña
Gran Concepción
Chillán
Temuco
Valdivia, Osorno, etc.
Aysén
m3 sólidos
m3 sólidos
m3 sólidos
m3 sólidos
m3 sólidos
m3 sólidos
Proporcion
Proporcion
Proporcion
Proporcion
Proporcion
Proporcion
consumidos
consumidos
consumidos
consumidos
consumidos
consumidos
Cocina de fierro
Salamandra
Estufa Combustión simple
Estufa Combustión doble entrada de aire
Chimenea
Brasero
Estufa
Fogón
Otro
4
68
140
189
59
5
3
0
5
0.8%
14.4%
29.6%
39.8%
12.4%
1.0%
0.7%
0.0%
1.1%
4,133
922
2,204
2,211
510
18
13
8
0
41.3%
9.2%
22.0%
22.1%
5.1%
0.2%
0.1%
0.1%
0.0%
142
192
284
236
21
4
33
0
10
15.4%
20.9%
30.8%
25.6%
2.3%
0.5%
3.5%
0.0%
1.0%
83,249
19,196
31,507
55,323
0
0
0
0
0
44.0%
10.1%
16.6%
29.2%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
298,242
36,460
72,227
96,496
13,787
2,014
0
0
9,226
56.4%
6.9%
13.7%
18.3%
2.6%
0.4%
0.0%
0.0%
1.7%
2,171
147
982
806
59
12
20
0
0
51.7%
3.5%
23.4%
19.2%
1.4%
0.3%
0.5%
0.0%
0.0%
Total
474
100.0%
10,019
100.0%
922
100.0%
189,275
100.0%
528,452
100.0%
4,198
100.0%
Entre los artefactos para calefacción, estufa de doble combustión es la de mayor uso.
Entre la VI y IX regiones, la leña se consume prioritariamente para calefaccionar.
En la X y XI regiones, aparece un consumo mayoritariamente para cocinar. Sin
embargo, si se consideran los consumos por hogar, estos son notoriamente mayores
hacia el Sur, lo que indica que las cocinas se usan para el doble propósito de cocinar
y calefaccionar.
265
IV Mercado de la leña para cocinar y calefacción
Considerando una equivalencia de 1 m3 estéreo = 400 kg, el consumo de leña a nivel
residencial equivale a las siguientes cantidades, en miles de toneladas, ya sea por
compra formal, compra informal o recolección.
Cuadro 10. Consumo de leña por uso y Región
REGION
IV
V
RM
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
Total en miles ton
64
28
188
695
36
936
594
1.321
184
112
Cocinar
6
3
18
67
6
205
212
634
116
71
calefacción
57
25
169
627
31
731
382
688
67
41
Fuente: Estudio Univ. de Chile 2005
De este volumen de leña consumida, una parte importante no se comercializa por
canales formales, por lo que no está sujeta a ninguna posibilidad de control de
calidad.
Los porcentajes de compras formales se muestran en el cuadro siguiente:
Cuadro 11: Porcentaje de compra formal de leña por Región
REGION
% de hogares que reciben
documento legal (compradores)
IV
48.29%
V
48.29%
RM
48.29%
VI
48.29%
VII
48.29%
VIII
5.76%
IX
17.00%
X
4.52%
XI
9.07%
XII
9.07%
Fuente: Estudio de leña U. de Chile 2005
266
Cuadro 12: Precio promedio de la leña, real
Precio medio por hogar
REGION
(pesos del 2003 por m3 sólido)
IV
25.834
V
25.834
RM
25.834
VI
25.834
VII
25.834
VIII
18.910(1)
IX
14.253
X
14.652
XI
14.706
XII
14.706
Fuente: Estudio de leña U. de Chile 2005
Respecto de la forma de adquirir la leña, sólo se cuenta con información de Temuco,
como muestra el gráfico siguiente:
Fig. 6: Distribución por Proveedor de leña en Temuco (Fuente: UDEC 2002)
267
V Revisión de tecnologías de cocción de alimentos
Tecnologías disponibles en el mercado local
Al año 2006, el parque de calefactores entre las regiones IV a XII es del orden de 1
millón de unidades, distribuida también en forma muy concentrada entre las regiones
VIII y X.
Figura 7: Distribución por Región de cocinas de fierro (Fuente: U. de Chile 2005)
HOGARES CON COCINA DE FIERRO EN USO (2003)
180
160
140
Miles
120
100
80
60
40
20
0
IV
V
RM
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
Región
Para los artefactos cocina la distribución es más concentrada, teniendo las regiones
VIII a X más del 80% de los artefactos cocina, como se detalla en la tabla siguiente.
Cuadro 13. Distribución por Región de cocinas de fierro (en miles en uso al año 2003)
REGION
IV
V
RM
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
Hogares con cocina de fierro
6,3
4,5
11,6
7,1
17,8
106,6
84,0
169,0
17,9
1,9
Fuente: U. de Chile 2005
El total de cocinas de leña al año 2003 es de 427.000 en el país.
Se presume que el número de cocinas en uso y el número de horas de uso para
cocinar por cada cocina están disminuyendo progresivamente. Entre el Censo 1992 y
el Censo 2002 se produjo una disminución de 19,3 a 12,5 en el porcentaje de hogares
que declararon cocinar con leña.
268
VI Revisión de tecnologías de calefacción domestica
Universo de artefactos para calefacción
Al año 2006, el parque de calefactores entre las regiones IV a XII es del orden de 1
millón de unidades, distribuida principalmente entre las regiones VI y X.
Figura 8: Distribución por tipo y Región de artefactos de calefacción
ARTEFACTOS DE CALEFACCIÓN A LEÑA EN USO (2003)
200
180
160
140
MILES
120
COMB. DOBLE
COMB. SIMPLE
SALAMANDRA
100
80
60
40
20
0
IV
V
RM
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
REGION
(Fuente: Para la Región Metropolitana se utilizan datos del estudio Gamma 2006. En la encuesta de la Región Metropolitana
no se declararon artefactos de combustión simple, posiblemente por efecto de la prohibición de uso durante emergencias
ambientales. Se asume que no se utilizan artefactos sin doble cámara. Para otras regiones se usan datos U. Chile 2005)
En la XII Región se asume que los artefactos para calefaccionar se distribuyen en los
3 tipos por igual, por falta de información desagregada.
Cuadro 14. Artefactos para calefacción en uso que combustionan leña, por tipo y Región, en
miles
REGION
IV
V
RM
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
Hogares con salamandra
15,3
10,9
-
35,1
43,0
54,8
20,2
28,1
1,7
5,2
Hogares con combustión
simple
17,1
12,2
-
39,4
48,0
90,5
30,7
45,9
8,4
5,2
Hogares con combustión
doble
19,9
14,2
56,3
62,5
55,8
50,3
40,5
53,0
7,3
5,2
Fuente: U. Chile 2005. y Gamma Ingenieros 2006 para RM.
Respecto del número de hogares que tiene más de una estufa, se cuenta con la
información de la encuesta sobre “Comportamiento del Consumidor”, U. de Chile
2005, en que se deduce que un 15% de los hogares usuarios de leña tiene más de un
269
artefacto, ponderando distintos estratos socioeconómicos y distintas ciudades. En la
R.M. este porcentaje baja al 2% de los hogares que usan leña.
Tasa de quemado
Además de la variación durante el ciclo de quemado, la combustión depende del
ajuste de aire que se utilice para regular la potencia, a través de la limitación de la
velocidad de combustión por el aire disponible. Esta regulación modifica las tasas
relativas entre los parámetros.
Se muestran en el gráfico siguiente las variables, para la mínima tasa de quemado:
•
en color azul la Temperatura de gases, en escala de 0 a 500 °C
•
en color verde la Potencia disipada, en escala de 0 a 8 kW
•
en color rojo la Eficiencia Térmica bruta, en escala de 0 a 100 %
•
en color negro, la relación CO/CO2, en escala de 0 a 0,25
Figura 8. Temperatura, Potencia, eficiencia y emisión de
CO en un ciclo a tasa mínima
Se observa que los parámetros de eficiencia y emisiones cambian substancialmente,
empeorando con respecto a la tasa alta. Esta variación es una característica de la
“combustión lenta” regulada por la disminución del aire de combustión en
calefactores atmosféricos.
270
Por lo tanto, toda evaluación del desempeño de un artefacto a leña debe considerar el
rango completo de tasas de quemado en que es posible operar el artefacto.
Características del combustible
Además de la dificultad de definir un ciclo estándar y diferentes tasas de quemado,
se requiere definir un combustible estándar, el cual presenta variaciones en sus
propiedades, al menos:
•
contenido de humedad
•
especie
•
poder calorífico
•
contenido elemental
•
compuestos volátiles
•
contenido no orgánico
•
tamaño
•
forma
•
agrupación
El contenido de humedad afecta directamente la temperatura de combustión, la
eficiencia térmica y las emisiones de material particulado. Lamentablemente, el
consumo de leña en Chile se caracteriza por un elevado contenido de humedad,
como se muestra en el ejemplo de Temuco el año 2002.
Figura 9. Contenido de humedad de la leña en venta.
Fuente: UDEC 2002)
271
Emisiones
Las emisiones ambientales de la combustión de leña generan varios contaminantes
dañinos para la salud. Lamentablemente, los contaminantes más abundantes no están
en directa relación con su peligrosidad, por lo que resulta difícil utilizar uno de ellos
para representar el riesgo. Por lo tanto, el monitoreo y las regulaciones a las
emisiones deben orientarse hacia aquellos contaminantes que son, a la vez, de mayor
incidencia en la salud y fáciles de medir.
En el caso de la combustión de leña el contaminante que es a la vez abundante y
dañino es el material particulado (MP), que está compuesto por partículas de hollín y
gotas de compuestos orgánicos condensables, junto con las cuales se encuentran
otros compuestos.
El contaminante más fácil de medir y que es indicador de combustión incompleta es
el monóxido de carbono. Lamentablemente, el CO presenta una débil correlación
con el MP, como se muestra en el gráfico siguiente. Este parámetro se puede utilizar
como un indicador de riesgo de altas emisiones de MP, paro no puede sustituir la
medición de MP.
Figura 10. Relación entre CO y factor de emisión de MP
Por lo tanto, es necesaria, al menos, una medición completa del material particulado,
que incluya tanto la fracción sólida como condensable.
Como mediciones complementarias, serían deseables mediciones de CO, VOC, NOx
y PAH, para una mejor evaluación de los riesgos para la salud.
Las emisiones están asociadas al contenido de humedad de la leña, como se muestra
en la tabla siguiente.
272
Fig. 11. Emisiones en función del contenido de humedad.
Fuente: Prien. Universidad de Chile.
273
Emisiones por área geográfica en Chile
Figura 13. Emisiones de PM 2,5 en Ton/año por provincia. Fuente: Contreras, 2008.
274
ANEXO AL CAPITULO 6
Medidas piloto en desarrollo por la Comisión Nacional del Medio Ambiente
(CONAMA) y otros organismos.
A Educación ambiental.
A.1. Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA)
La Educación Ambiental es un proceso permanente de carácter interdisciplinario,
destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valores, aclare conceptos
y desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una convivencia armónica
entre seres humanos, su cultura y su medio biofísico circundante.
En las últimas décadas, la educación ambiental se ha convertido en una de las
herramientas más utilizadas para la incorporación de conceptos relativos al
medioambiente en la vida de las personas, tanto a nivel estudiantil como
comunitario. Además, constituye un importante instrumento de gestión ambiental,
consignado en la Ley de Bases como un proceso educativo, en sus diversos niveles,
ya que promueve la transmisión de conocimientos y enseñanza de conceptos
modernos de protección ambiental, orientados a la comprensión y toma de
conciencia de los problemas ambientales.
En Chile, uno de los organismos que ha incorporado esta herramienta en su quehacer
es la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) quienes a través de la
creación de diferentes programas se ha dedicado principalmente a promover la
gestión ambiental a nivel escolar y local o comunitario.
A nivel escolar, CONAMA ha creado dos instancias de alcance nacional para
incorporar las temáticas medioambientales a los planes tradicionales de estudio de
forma participativa, estas son el
Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educativos
(SNCAE), desarrolla líneas de acción complementarias para fortalecer la educación
ambiental, el cuidado y protección del medio ambiente y la generación de redes
asociativas para la gestión ambiental local; y el Programa Club de Forjadores
Ambientales cuyo propósito fue fortalecer el liderazgo infantil en torno al
mejoramiento medioambiental, promoviendo el desarrollo de una cultura ambiental
en sus establecimientos educacionales, hogares y comunidades. Impulsando a que las
personas cada día mejoren sus hábitos cotidianos para hacer de Chile un país con
habitantes más responsables en sus acciones.287
Dentro de las acciones a nivel comunitario se destaca el Fondo de Protección
Ambiental, un fondo concursable de alcance nacional, destinado a organizaciones
287
CONAMA, 2007. Educación Ambiental para la Sustentabilidad.
275
sociales comunitarias y organismos no gubernamentales con personalidad jurídica,
que presenten proyectos ambientales de carácter local. Por ello, es un mecanismo
concreto de participación ciudadana, que fomenta el compromiso de las personas con
el cuidado de su entorno inmediato, a través del diseño y ejecución de iniciativas
ambientales.288
Cada año, existen temáticas específicas que delimitan el perfil de los proyectos que
pueden acceder al Fondo de Protección Ambiental, particularmente en los últimos
dos años las líneas temáticas principales han sido la Gestión para la Conservación
Ambiental, Eficiencia energética y Cambio Climático. Entre los proyectos
favorecidos en estas instancias, muchos de ellos apuntan a conseguir estos fines a
través de medidas para la reducción de la contaminación atmosférica y el uso
eficiente de la leña. A continuación, a modo de ejemplo, se presentan algunas de las
iniciativas seleccionadas en estos ámbitos que han sido financiadas y apoyadas por
CONAMA.289
Título del Proyecto: "Protejamos los humedales de agua salada y dulce de Chepu:
senderos terrestres y fluviales para la conservación" (2007)
Descripción del Proyecto: Este proyecto busca la protección de especies de flora y
fauna amenazadas en las zonas de humedales de Chepu en Chiloé a través de la
protección de áreas silvestres y realizando conectividad entre áreas protegidas
privadas y públicas. Asimismo promueve prácticas productivas sustentables al
desarrollar infraestructura y focalizar en el área, actividades de ecoturismo,
desarrollar estudios pilotos para manejo de leña y posible certificación, y el uso de
energías renovables (solar/eólica). Además promueve la educación ambiental y
capacitación para la conservación y usos sustentables de los recursos naturales al
trabajar con la escuela del lugar y organizaciones locales como centros de padres,
agricultores, pescadores, emprendedores en turismo y privados interesados a través
de la promoción de senderos fluviales, implementación de senderos interpretativos,
miradores, materiales y actividades en la naturaleza, además de los estudios pilotos
para manejo de leña y energía renovable.
Titulo del proyecto:"Energía Solar para el Desarrollo Sustentable en la Comunidad
y la Escuela de Almirante Latorre" (2006).
Objetivos: Introducir el uso de la Energía Solar y así evitar la destrucción de la flora
nativa como leña para uso doméstico, flora ya muy disminuida por la existencia de
ganado caprino. Transferir conocimientos sobre el uso de la energía solar a 35
familias y a los integrantes de la escuela de Almirante Latorre. Incorporar el
concepto del uso de la energía solar como contenido del currículo escolar a los 17
alumnos/as de la Escuela Almirante Latorre (5 subsectores). Difundir el uso de
artefactos que utilicen energía solar en las 35 familias de la Escuela y familias de la
Comunidad Olla de Caldera en las localidades de Condoriaco, San Antonio, La Laja
288
289
CONAMA, 2007. Participación Ciudadana. FPA.
CONAMA, 2008. Participación Ciudadana, FPA, Proyectos.
276
y El Durazno. Incorporar las cocinas solares básicas al uso doméstico a las 35
familias de Almirante Latorre. Disminuir la explotación y extracción de leña para
fines energéticos en el entorno de la localidad de Almirante Latorre.
Título del Proyecto: "Las Vizcachas, Avanza en la Sustentabilidad Ambiental
Utilizando la Energía Solar y Contribuye a Disminuir el Calentamiento Global desde
lo Local" (2007)
Descripción del Proyecto: En esta zona tan alterada y tan vulnerable, el guayacán y
el espino han sufrido serias alteraciones producto de la minería, el pastoreo y su tala
para uso como leña y carbón vegetal. Con este proyecto se quiere abordar el manejo
eficiente de la energía, expresado fundamentalmente en la extracción de masa
vegetal para uso domestico de leña y producción de carbón de espino, incrementando
y fomentando el uso de tecnologías alternativas para disminuir el alto consumo de
leña y aportar a la disminución de contaminantes de efecto invernadero.
Título del Proyecto: "Programa de capacitación y asociación dirigido a
comerciantes finales de leña de la comuna de Padre las Casas" (2007)
Descripción del Proyecto: El proyecto pretende promover y fortalecer la asociación
de comerciantes finales de leña, para contribuir paulatinamente en la regularización
del mercad de leña, garantizando un producto de calidad para los consumidores
finales y por consiguiente contribuir a mejorar las condiciones de contaminación
atmosférica de Padre las Casas y comunas aledañas; de modo de incentivar,
involucrar y beneficiar a los diferentes actores sociales existentes en la comuna e
incorporar todas las voluntades, recursos humanos, físicos, naturales y financieros
existentes.
Título del proyecto: "Hacia la Certificación de leña en la Región del Maule" (2008)
Objetivos: Apoyar el trabajo del futuro Consejo Local de Certificación de Leña en
Talca, y en Curicó y en Linares generar una base de dialogo en torno a las
problemáticas locales de uso y comercialización de la leña. Implementar un plan
regional de capacitación para productores, comerciantes y consumidores de leña.
Actualizar la información de los mercados locales de leña en las ciudades de Talca,
Curicó y Linares.
Título del proyecto: "Sensibilización y Educación Ambiental en el Uso Eficiente de
Leña Seca" (Llanquihue, 2008)
Objetivos: Informar y educar sobre beneficios de uso de leña seca a nivel
domiciliario a grupos familiares y productores. Promover la organización y
asociatividad de productores de leña seca en la carretera austral. Promover técnicas
de secado y comercialización de leña seca.
Título del Proyecto: "Educación de estudiantes en el uso responsable de leña como
energía renovable, Comuna de Dalcahue"
277
Objetivos: Educar en relación al bosque nativo y su utilización sustentable, para
proteger y conservar la biodiversidad de Chiloé. Educar sobre los efectos del uso no
responsable de la leña. Fomentar el uso eficiente de la leña.
A.2. Otros organismos que participan en Educación Ambiental.
Corporación Nacional Forestal (CONAF). Esta es otra de las instituciones nacionales
que ha desarrollado el concepto de educación ambiental a través de los años. Con su
personaje característico “Forestín” inició su labor promoviendo la prevención de los
incendios forestales y el cuidado del bosque, hoy en día asociado a colegios, grupos
scouts y el “Club Forestín” en conjunto con CONAMA ha participado de proyectos
de difusión del adecuado uso de la leña a lo largo del país.
Sistema Nacional de Certificación de Leña (SNCL): Este organismo, a través de su
programa de Sensibilización Pública y con su personaje “Leñito” ha desarrollado
actividades de difusión en las ciudades que forman parte del sistema, además de la
edición de material educativo y de extensión dirigido a todos los niveles de la
comunidad (niños, adultos, comerciantes, etc.) para dar a conocer las características
y ventajas del uso adecuado de la leña, mantención de los artefactos para
combustión, difusión de la certificación, etc. Gran parte de este material ha sido
desarrollado con el apoyo de CONAMA.
B. Buenas Prácticas
B.1. Manejo Forestal Sustentable
El concepto de manejo forestal sustentable empieza a cobrar importancia a partir de
la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992. En términos simples se puede
decir que, con éste, se apunta a un uso de los bosques sin destruirlos y sin afectar sus
múltiples funciones ambientales, como la protección del agua, suelo, biodiversidad;
sociales, como la generación de empleo para el mantenimiento del sustento de las
familias campesinas; y las funciones económicas, como producción de madera,
bienes y servicios. 290
El manejo forestal sustentable se masifica entre los propietarios en la medida que se
generen ingresos a partir del bosque. Dada la condición actual de los bosques en los
cuales se trabaja actualmente con proyectos de manejo sustentable, el producto que
más se genera hoy es la leña. Cabe destacar que desde el punto de vista del manejo
forestal sustentable, la leña es un producto necesario, que se obtiene de las cortas
intermedias que se realizan en los renovales para producir madera de valor en el
futuro.
290
CONAF, 2006.
278
Dentro de la recientemente promulgada Ley de Recuperación de Bosque Nativo y
Fomento Forestal, el manejo forestal sustentable se verá potenciado por las
bonificaciones que ofrecidas por el Estado a través de concursos para diferentes
niveles de propietarios (pequeños, medianos y grandes), para diversos tipos de
actividades entre las cuales se encuentra la recuperación del bosque para producción
de madera, leña y otros productos forestales, concursos para los cuales será requisito
la existencia de un plan de manejo adecuado y aprobado. 291
B.2. Promoción del Buen Uso de los artefactos.
En este tema la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), el Sistema
Nacional de Certificación de Leña (SNCL) y otros organismos públicos como los
Municipios, han desarrollado campañas relacionadas con la información a los
usuarios de artefactos a leña para promover el buen uso de ellos, con el fin de
aumentar la eficiencia de la energía proporcionada por este combustible y disminuir
la contaminación atmosférica.292
CONAMA, dentro del programa de Difusión de la Calidad del Aire ha desarrollado
diversas charlas en las comunas de O’Higgins y Temuco proporcionando
información para la instalación y uso adecuado de estufas y cocinas a leña, además,
en conjunto con el SNCL y su personaje “Leñito” han desarrollado material de
difusión para estos efectos. De forma independiente el SNCL a través de su
programa de sensibilización pública enseña a los consumidores las ventajas de la
leña como combustible (en particular de la leña certificada), cómo consumir leña y
conservar el bosque, cuánta energía produce la leña, entrega recomendaciones para
su compra y almacenamiento, etc.
C. Certificación de leña.
C.1. Antecedentes Generales.
Una de las principales causas de los problemas tanto ambientales como sociales
asociados a la leña radica en la informalidad del mercado de este producto. Dentro
de las medidas para enfrentar la situación, surgió la posibilidad de aplicar exigencias
legales a la comercialización de leña por parte del Estado, bajo el riesgo de las
dificultades de adaptación por parte de los comerciantes a estas nuevas normas,
generando con esto una amenaza al abastecimiento de leña.
Considerando estas razones, se instaura el Sistema Nacional de Certificación de Leña
(SNCL), que es una iniciativa público privada de carácter voluntario que ha fijado
estándares de calidad y origen para la comercialización de la leña en Chile, con el
objeto de disminuir el deterioro de los bosques y la contaminación atmosférica. Este
291
MINAGRI, 2007.
CONAMA, 2006. Para prevenir la contaminación atmosférica, recomendaciones para el buen uso
de estufas y de leña seca.
292
279
sistema de certificación tiene como objetivo regular el mercado de la leña de forma
paulatina, garantizando al consumidor un producto de calidad, que proviene de
bosques bajo manejo adecuado y promueve la transparencia del proceso de venta,
agregando además valor al producto e incrementando la rentabilidad del manejo
forestal. 293
El SNCL, tiene como objetivo principal la certificación del comerciante final de
leña, que corresponde a quien llega con el producto al destino final que es el
consumidor.
C.2. Organización del SNCL294
A nivel administrativo, el SNCL se encuentra dividido en diferentes entidades u
organismos que facilitan su acción coordinada tanto a nivel regional como nacional.
Estas son:
• Corporación Nacional de Certificación de Leña: Entidad con personalidad
jurídica, que tiene como función contratar y asignar el presupuesto respectivo
a la secretaria nacional y las secretarias locales, además inscribe el sello de
certificación, procedimientos y reglamentos.
• Consejo Nacional de Certificación de Leña (CONACEL): Organismo que
coordina el SNCL Sistema de Certificación de Leña a nivel nacional,
compuesto por los representantes de los consejos locales, reconocidos por el
SNCL, e instituciones públicas y privadas invitadas.
• Secretaría Técnica CONACEL (SECONACEL): Institución contratada
por la Corporación Nacional de Certificación de Leña, que administra el uso
del sello y el cumplimiento adecuado de los procedimientos y reglamentos, y
es representante del CONACEL para apoyar su labor en términos operativos,
administrativos y logísticos.
• Consejo Local de Certificación de Leña (COCEL): Organismo que
coordina el uso del Sistema Nacional de Certificación de Leña a nivel
provincial o regional, compuesto por instituciones públicas y privadas.
• Secretaría COCEL (SECOCEL): Institución contratada por de la
Corporación Nacional de Certificación de Leña, que administra el uso del
sello y el cumplimiento adecuado de los procedimientos a nivel local.
• Evaluador Acreditado: Persona natural o jurídica, acreditada por el COCEL
para evaluar y acompañar a comerciantes de leña, en virtud del estándar de
certificación, con la finalidad de proponer su certificación o en su defecto
realizar las recomendaciones necesarias para alcanzar este objetivo. El
Evaluador debe contar con un certificado de acreditación entregado por el
COCEL, donde se sometió al proceso de acreditación, pero sin embargo su
ámbito de acción es todo el territorio nacional donde existan COCEL
reconocidos por el SNCL.
• Auditor: Consultor externo contratado por la Secretaría CONACEL para
293
294
SNCL, 2007.
Leña Certificada, 2007.
280
realizar las auditorias a los comerciantes certificados, a los evaluadores ya los
COCEL.
C.3. Estándar de certificación 295
El estándar de certificación está compuesto por 4 principios, 12 criterios y 20
indicadores, los cuales son verificados a través de documentos, mediciones,
registros, entre otros medios de prueba.
El primer principio se enfoca al cumplimiento de la legislación forestal, ambiental,
tributaria, laboral y sanitaria vigente, además de las normas municipales y de
transporte. El segundo principio hace énfasis en el origen de la leña, exigiendo el
cumplimiento del plan de manejo. El tercer principio se refiere a la calidad del
producto, principalmente al contenido de humedad, estableciendo un máximo de
25%. El cuarto principio exige informar al consumidor adecuadamente acerca de lo
que esta comprando (especie, contenido de humedad, y volumen etc.).
Al momento de solicitar la certificación el comerciante de leña debe cumplir todos
los indicadores del estándar, a excepción de dos: a) La extracción de madera y leña
no debe sobrepasar la tasa de extracción autorizada en el plan de manejo y b) La leña
es sometida a un plan de secado, que permite asegurar que el producto
comercializado tendrá un contenido de humedad menor o igual a un 25% en base
seca. Para cumplir el primero se da un plazo de 12 meses, y para el segundo de 24
meses. De esta forma se espera facilitar el proceso de certificación.
C.4. Programas vigentes296
Considerando que este sistema de certificación apunta a un sector económico que a
lo largo del tiempo no ha podido ser formalizado a nivel de productores, para
potenciar el éxito de esta iniciativa se plantean tres programas para su
funcionamiento:
a) Programa de sensibilización pública y educación,
b) Programa de apoyo para productores y comerciantes,
c) Programa de fiscalización.
Programa de Sensibilización Pública
Para conseguir el involucramiento de la ciudadanía en este proceso es necesario dar a
conocer los problemas asociados al uso de leña y enseñar a hacer un uso eficiente y
responsable de este combustible y los equipos de combustión. Este programa de
295
296
SNCL, 2007.
SNCL, 2007.
281
apoyo a los consumidores de leña es indispensable para el lograr un sistema de
certificación de leña exitoso.
Ya desde el año 2002 se han desarrollado campañas masivas de sensibilización
sobre el correcto uso de la leña en ciudades como Chillán, Temuco, Valdivia,
Osorno, Puerto Montt y Coyhaique. Éstas consisten en:
· Revalorizar a la leña como energía y destacar su origen renovable
· Enseñar y promover su uso eficiente y responsable
· Influir en las decisiones del Poder Legislativo y Ejecutivo con respecto a la leña
como energía.
· Promover el consumo de leña certificada.
Programa de apoyo a Productores y Comerciantes
Para lograr formalizar el mercado de la leña en Chile, se requiere, además del
Sistema Nacional de Certificación de Leña, de programas complementarios para
capacitar a los productores de leña en el buen manejo de sus bosques y en la
producción de leña seca.
Es por ello que el año 2004 se desarrolló un programa de apoyo a productores de
leña en localidades rurales de Chillán, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt y
Coyhaique y desde 2008 en Castro. Hoy son 208 los beneficiarios a lo largo del país,
entre comunidades indígenas, y pequeños y medianos productores de leña, muchos
de los cuales viven en economías de subsistencia.
El apoyo y asistencia técnica consiste en:
· Elaboración de planes de manejo en bosque nativo
· Supervisión y seguimiento de las actividades de manejo
· Apoyo a la comercialización de la leña
· Planes de secado de leña
En cuanto a los comerciantes, para lograr formalizar el mercado de la leña en Chile,
se requiere de programas complementarios para capacitar a los comerciantes de leña
en la formalización de su negocio, que complementan y favorecen el Sistema
Nacional de Certificación de Leña.
El programa de apoyo a comerciantes de leña se desarrolla desde 2004 en las
ciudades de Chillán, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Castro y Coyhaique,
y ha beneficiado a más de 400 pequeños y medianos comerciantes a lo largo del país.
Éste consiste en:
·
·
·
·
Estudio y diagnóstico del mercado de la leña.
Cursos de capacitación para la formalización
Estrategias de marketing en la comercialización de leña.
Posicionamiento de los comerciantes certificados.
282
Programa de Fiscalización
El programa de fiscalización es clave para lograr el éxito de un sistema de
certificación de leña. Su finalidad es combatir el mercado negro a través de
fiscalizaciones coordinadas de los servicios públicos pertinentes, como Carabineros
de Chile, el Servicio de Impuestos Internos, la Corporación Nacional Forestal y los
respectivos municipios.
Desde el año 2004 se vienen aplicando planes de fiscalización en las ciudades de
Chillán, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Castro y Coyhaique con distinta
intensidad y excelentes resultados. Estos planes comprenden:
·
·
Controles carreteros a camiones que transportan leña
Fiscalización a locales comerciales
283
ANEXO AL CAPÍTULO 6
Asistencia Extranjera.297
Desde 1996, se desarrolla en Chile el Proyecto Internacional de Cooperación
Ambiental COSUDE, convenio de cooperación entre CONAMA y la Agencia Suiza
para la cooperación y el desarrollo (COSUDE) cuya finalidad es aportar a la
reducción de la contaminación atmosférica mediante transferencia tecnológica,
asistencia técnica y recomendaciones basadas en las experiencias desarrolladas en
Suiza. Este proyecto trajo a Chile expertos Hansjorg Sommer y Thomas
Nussbaumer, los cuales han desarrollado investigaciones y talleres para evaluar y
proponer medidas para la descontaminación atmosférica, trabajo particularmente
reflejado en lo desarrollado en relación a la contaminación por leña. Estos
investigadores, desarrollaron un prototipo tipo de estufa a la leña que puede reducir
hasta la mitad la emisión de contaminantes, generando una mayor eficiencia
energética a un menor consumo de combustible: “Sirius”.
El prototipo “Sirius” en Chile.298, 299
En el año 2006 el gobierno suizo había donado los planos y licencias comerciales
para fabricar un calefactor, denominado Sirius, el que podía ser reproducido por
fabricantes locales y comercializado en cualquier punto de Latinoamérica. A
comienzos del 2007, el jefe del departamento de la calidad del aire del cantón de
Zürich, Hansjörg Sommer, viajó hasta la ciudad de Temuco para hacer entrega
personalmente del nuevo prototipo de calefacción que solamente ocupa leña seca,
tiene un alto rendimiento y genera una baja cantidad de emisiones contaminantes.
De las pruebas comparativas realizadas en Suiza a diversas estufas de combustión de
leña. Dentro de las ventajas de este modelo, el prototipo de estufa suiza presenta una
eficiencia de un 70% y una emisión de monóxido de carbono de 30 miligramos por
centímetro cúbico, utilizando un kilógramo de leña. En el caso de los calefactores
chilenos, la proporción es de 25% de eficiencia con una emisión de 50 milígramos de
monóxido de carbono por centímetro cúbico utilizando 300 gramos de madera.300
Considerando estas características, el prototipo cumplía con los requerimientos
nacionales de alternativas para el recambio de estufas, así los expertos suizos
realizaron una transferencia conceptual y de diseño de un calefactor que cumple con
los criterios y estándares de calidad de un modelo donado por la cooperación suiza,
297
SWISSLATIN. 2008. [En línea]. Tecnología helvética para mejorar la combustión de los
calefactores chilenos. Disponible en el www: http://www.swisslatin.ch/quintasuiza-0702.html
298
Conferencia “Recomendaciones para una estrategia para el control de la contaminación
atmosférica producto de la combustión de leña. Conferencia sobre experiencia internacional de Suiza
en el manejo y gestión de la calidad del Aire” Actividad realizada el día 10 de octubre de 2008,
Auditorium CORFO. Santiago, Chile.
299
CONAMA. 2008. [En línea]. Expertos suizos analizaron gestión de la calidad del aire en Región
de la Araucanía. Disponible en el www: http://www.conama.cl/portal/1301/article-44227.htm
300
Nussbaumer, T. 2006. Results from Tests on Wood Stoves and revised Recommendations for
Emission Limit Values for Chile. Report for CONAMA and COSUDE. 10 pp.
284
pero dadas las características constructivas nacionales, elevó los costos diez veces
superior a una estufa convencional, haciendo impracticable su introducción en el
mercado nacional y latinoamericano.
Figura 6.2.
Estufa Sirius.
A pesar de que la estufa Sirius resultó ser excesivamente costosa, los principios de
eficiencia energética a bajísimos niveles de contaminación, continuaron
desarrollándose, hasta lograr un modelo más acorde a la realidad económica local.
En ese contexto, el especialista en biomasa Thomas Nussbaumer desarrolló un
modelo simplificado que traspasó a fabricantes locales y académicos de tal forma
que éstos sean capaces de desarrollarla comercialmente. En el mes de octubre del
presente año, el Gobierno de Suiza entregó gratuitamente a la COREMA Araucanía,
una estufa Sirius para fortalecer los estudios de adaptación del prototipo al mercado
nacional.
285
ANEXO AL CAPÍTULO 7
ANEXO 7.1
i)
Reconocer los servicios ambientales que proporcionan los bosques
Es posible que el manejo forestal para obtener productos maderables y no
maderables no sea rentable para el sector privado bajo las condiciones sociales y
económicas vigentes. Los costos adicionales del manejo forestal, derivados de la
utilización de técnicas que hagan posible la sostenibilidad, lo hacen aún menos
rentable en el corto plazo. Por lo tanto, para que el manejo forestal sostenible se
convierta en realidad es esencial que todos los que se benefician de los servicios o
externalidades ambientales generados por los bosques paguen por ello. Así, los
bosques serían manejados con cuidado para producir bienes de manera tal que se
logre mantener un nivel elevado de generación de servicios.
Dado el problema del calentamiento global, el servicio económico más importante
que prestan los bosques es el almacenamiento del carbono que de otro modo iría a
parar a la atmósfera. El valor de este servicio se puede calcular con base en el
volumen de carbono capturado por unidad de superficie y por el costo incurrido en
reducir las emisiones.
La captura o fijación de carbono no es, por supuesto, el único servicio que prestan
los bosques. La conservación del ciclo local del agua y la protección de cuencas para
mantener la cantidad y calidad del agua, especialmente para la energía y el consumo
industrial y urbano, son igualmente esenciales. El suministro y la calidad del agua de
una cuenca son servicios que deberían ser estimados para propósitos de valoración.
Aunque la conservación de la biodiversidad de los bosques naturales es un servicio
similar al de la reducción del efecto de invernadero, es mucho más difícil lograr que
la gente pague por él, especialmente debido a que la Convención sobre Diversidad
Biológica establece reglas que son particularmente difíciles de aplicar en lo que se
refiere al acceso de los recursos genéticos, incluyendo todas las complejidades
inherentes en los derechos de propiedad intelectual y las patentes. Además de la
fijación de carbono y la conservación de la biodiversidad, los bosques proporcionan
muchos otros beneficios públicos, algunos de los cuales son bastante tangibles como
su capacidad de protección contra avenidas (landslides), y otros más difíciles de
medir como es el valor estético de los paisajes naturales, su función de refugios de
vida silvestre, como recursos para la investigación científica y otros valores.
La reforestación de ecosistemas degradados puede ofrecer beneficios positivos en
términos ambientales y de conservación de la biodiversidad. Más aún, es posible que
a través de la rehabilitación se recuperen tierras degradadas para la producción de
leña. Esta opción puede ser altamente eficiente en función de los costos ya que
normalmente requiere inversiones modestas comparadas con las que exige la
reforestación total con especies maderables.
ii)
Aumentar el valor comercial de los bosques naturales
286
¿Cómo se pueden aumentar los precios sin distorsionarlos? La escasez de maderas de
alta capacidad calórica y las fuerzas del mercado son factores determinantes. Para
cubrir el valor de un manejo sostenible de los bosques no basta con dejar que las
especies se vuelvan poco comunes. La integración vertical de la producción,
manejada por expertos forestales, es una posibilidad. Otra posibilidad es adoptar, a
través de mecanismos regulatorios de comercio, una política formal de selección de
especies de maderas calóricas, las cuales deberían aparecer asociadas con la
"certificación".
Además del consenso necesario a nivel nacional, esta estrategia tiene cuatro
condiciones: (i) aumentar el número de especies de maderas de alta capacidad
calórica en el mercado, tanto para incrementar la rentabilidad como para reducir las
presiones sobre las especies que se comercializan actualmente; (ii) asegurar que la
mayor parte de los beneficios derivados de los precios más altos se quede en manos
de los productores que manejan los bosques, (iii) aplicar los mismos criterios a los
mercados locales, y (iv) generalizar el eco etiquetado hasta un punto tal que se
elimine la práctica de extraer madera de aquellos bosques que no estén manejados.
iii)
Inversión en forestación
Las plantaciones dendroenergéticas podrían reducir la presión sobre los bosques
naturales proporcionando madera barata, leña y otras materias primas, permitiendo a
su vez otros usos para la madera proveniente de los bosques naturales. Sin embargo,
el desarrollo de plantaciones no debe ocurrir a costa de los bosques naturales. La
forestación es viable donde hay demanda de productos madereros y donde existen
tierras degradadas disponibles para establecer plantaciones.
287
ANEXO 7.2. Plantaciones dendroenergéticas de ciclo corto
Esta propuesta tiene como objetivo la optimización de la obtención de biomasa
desarrollando “plantaciones energéticas” de leñosas de alta precocidad y rendimiento
destinadas a la producción de biocombustibles sólidos a través de:
•
Producción de chips o pequeñas astillas para centrales de generación
eléctrica.
•
Producción de pellets o madera triturad y densificada para su uso en calderas
de biomasa para energía térmica (calefacción y agua caliente de viviendas,
edificios públicos, hospitales, centros comunitarios, colegios, distritos
industriales y residenciales, etc.) o en estufas domesticas.
Mercados
El suministro de combustibles (chips fundamentalmente) a centrales de biomasa para
la producción de energía eléctrica, no puede localizarse a gran distancia (no más de
50-60 km), pero un factor positivo es que el volumen de biomasa a bastecer es
importante: de ordenes de magnitud 50.000 a 100.000 Tm por ej. de chips como
materia prima para una central de 15 MW producidos en 1.200 a 2.500 ha de
plantaciones
Otros clientes son plantas pelletizadoras, cuya implementación en Chile está en fase
expansiva. Almacenadores, distribuidores e instalaciones de energía térmica
(calderas de biomasa para calefacción y agua caliente sanitaria en edificios, centros
deportivos y culturales, industrias, distrito industriales y residenciales) son sus
posibles usuarios.
Especificaciones técnicas
Una plantación rentable de biomasa requiere la disponibilidad de especies leñosas
que cumplan todos los requisitos necesarios de competitividad para su mayor
rendimiento energético y económico.
Los procesos de selección clonal han permitido alcanzar altos rendimientos de
biomasa por hectárea y año, empleando clones de leñosas (por ej.: poulownia, sauce
mimbre, chopo, alamo, etc.) seleccionados por su precocidad y rendimiento que
constituyen eco-tipos específicos para determinadas condiciones de sitio.
Para la obtención de mejores resultados se debe considerar que:
288
• Antes de iniciar la plantación en regiones sin antecedentes o sin referencias
sobre plantaciones de leñosas, resulta recomendable contrastar y confirmar
los rendimientos para cada zona realizando plantaciones pilotodemostrativas que permitan confirmar y ajustar el plazo de negocios (13 -14
meses de duración).
• La
aclimatación in Vitro de clones seleccionados permite abaratar
significativamente el coste de la planta que supone la principal inversión por
lo que os proyectos deben incluir laboratorios para la propagación in vitro,
ligados a la plantación.
Estructura de proyecto
Se diferencian dos etapas:
• Primera etapa de 13 a 14 meses de duración consiste en una plantaciónpiloto demostrativa para confirmar los rendimientos en la zona de producción
y ajustar el plan de negocio.
• Segunda etapa constituye la explotación comercial de chips producidos a
partir de plantaciones de leñosas que darán cosechas anuales para la
producción de combustibles sólidos, la primera etapa actúa como preinversión de la segunda.
Primera etapa: plantación piloto-demostrativa
Se debe considerar:
• Selección de las zonas más apropiadas para plantaciones de biomasa de
distintas especies en función de las condiciones edafológicas y climáticas
mas adecuadas.
• Diseño de tecnologías de micro-propagación orientadas a obtener en
laboratorio plantas de especies leñosas que después de su aclimatación e
trasladan a campo para su desarrollo productivo. Esta tecnología se basa en
una multiplicación controlada en cámaras de cultivo estériles donde las
nuevas plantas crecen en recipientes de vidrio y después de su ciclo
vegetativo inicial son llevadas a una aclimatación en bandeja hasta alcanzar
su tamaño para plantación.
• Instalación de modulo de laboratorio, ampliable para pasar a la segunda etapa
del proyecto.
289
• Desarrollo de plantaciones durante 1 año, después de dos meses de
preparación de plantas en laboratorio y preparación del sitio para la
plantación.
• Para la plantación se realizaran labores características, preparación del suelo,
abonado, puesta a punto de riego por goteo, plantación, escardada mecánica o
química y finalmente corta del tronco con eliminación del penacho de hojas,
los troncos pasaran a la fase de oreo antes de convertirlos en chips.
• Elaboración de chips.
• Evaluación de resultados de la primera etapa conclusiones y
recomendaciones para la segunda, donde se comprobaran los rendimientos
obtenidos, se realizara la analítica de emisiones, se establecerán los
parámetros críticos: humedad, densidad, poder calorífico y en función de
ello, el precio de mercado del producto obtenido en cada unidad
demostrativa. Los resultados permitirán ajustar la viabilidad para cado caso y
zona y confirmar los antecedentes económicos y el interés del negocio.
Las plantaciones piloto y el laboratorio de micro-propagación pueden ser llevadas a
cabo por centros de estudio, universidades, agencias gubernamentales del área
forestal, agrícola o energética, corporaciones gremiales, gobiernos regionales, etc.
Produciendo la asistencia técnica necesaria para la puesta en marcha de
emprendimientos comerciales
Segunda etapa: explotación comercial
Se iniciará tras la confirmación de los resultados de la primera etapa, que se
constituye como una pre-inversión de la segunda.
290
Propuesta mínima para el establecimiento de Consenso mínimos:
Actores a considerar en el estudio sobre los mínimos comunes culturales
actuales y deseables sobre el tema de la leña.
Actores
Gubernamentales, políticos y
Asociados a la cadena de
De gran impacto social y
empresariales
producción y
cultural
comercialización
Ministerios y reparticiones Leñadores o productores Jardines, escuelas y liceos
tanto
públicos
como
públicas (CNE, CONAMA, primarios de leña
particulares.
CONAF, entre otras)
Industrias
y
empresas Intermediarios (camioneros
Radios
comunitarias
y
forestales
de
pequeño,
comerciales
mediano y gran alcance.
Universidades
Entes
reguladores
y Diarios y periódicos locales
fiscalizadores
y nacionales, virtuales e
impresos
Centros
de
estudios, Comerciantes finales
Canales de televisión locales
fundaciones y corporaciones
y de cobertura nacional.
medioambientales
Organizaciones
no Usuarios finales
Iglesias
gubernamentales
Etapas, actividades y duración del estudio sobre los mínimos comunes culturales
actuales y deseables.
Etapa
Actividad
Duración
estimada en
meses*
I. Determinación de los
1.1 Identificación de las agencias y agentes relevantes 1
mínimos comunes
de incluir en el estudio
culturales actuales y
1.2 Implementación de técnicas cualitativas de 1
deseables en torno a la leña recogida de la información (cuestionarios, entrevistas
en Chile
personales y/o colectivas, etc.)
1.3 Sistematización y análisis de la información 1
generada
1.4 Elaboración de documento final de la etapa
1
II. Validación participativa
2.1 Implementación de estrategias de socialización 2
de los resultados de la
participativa de los mínimos comunes culturales
investigación
determinados en la etapa previa
2.2 Evaluación del proceso participativo de 1
socialización de resultados y adecuación de los
mismos.
2.3 Elaboración de documento final de etapa
1
III. Generación de una
3.1 Socialización de los resultados de la etapa anterior 1
estrategia de
con un equipo técnico y de especialistas en el área.
sensibilización, educación y 3.2 Generación de propuestas comunicacionales, 1
capacitación nacional
educativas y de capacitación
* Duración estimada con un equipo investigador compuesto por dos profesionales con
dedicación exclusiva.

Documentos relacionados