1.2.- psicología en el descenso de cañones

Transcripción

1.2.- psicología en el descenso de cañones
DESCENSO DE CAÑONES
T écnicas de prevención y autosoc orro
Federación Galega de Espeleoloxía
Escuela Gallega de Espeleología y Vocalía de Cañones
Complejo Deportivo Elviña 15008 A Coruña
Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
SUMARIO
Introducción
I.- RECOMENDACIONES: PREPARACIÓN DE UNA SALIDA
1.1.- Prevención de accidentes
Riesgos
Conducta a seguir
Atención
1.2.- Psicología en el descenso de cañones
Metabolismo energético
Problemas relativos al descenso de cañones
Problemas relativos al agotamiento de las reservas energéticas.
1.3.- El entorno de los cañones
Geología- Hidrogeología
Hidrología
Gargantas, cascadas, cañones: ecosistemas
1.4.- Dietética
Cuestiones a recordar
Antes de la salida
Durante la salida
Después de la salida
1.5.- Preparación física
Principios generales
Propuestas
Aclimatación al frío
1.6.- Preparación de la salida
Antes de la salida
Durante el descenso
Respeto del medio y de los demás
1.7.- Meteorología
1.8.- Principales problemas con que nos podemos encontrar
RECORDATORIOS Y PREVENCIÓN
2,. MATERIAL BÁSICO Y TÉCNICAS DE PROGRESIÓN ELEMENTALES
2.1.- Signos y señales
2.2.- Repasando el material personal
2.3.- El agua en las cascadas
2.4.- Cómo leer los movimientos del agua.
2.5.- Cómo utilizar los movimientos del agua
2.6.- Los saltos y toboganes: técnica y precauciones de seguridad.
2.7.- Cómo portear la saca en las cascadas.
2.8.- Elección del descensor: ocho, piraña, stop, placas de freno...
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2.9.- Cómo instalar el descensor y desanclarse.
2.10.- Bajar una vertical
2.11.- Las diferentes llaves de seguro
2.12.- Cómo asegurar desde abajo
2.13.- Recuperar correctamente la cuerda
3.- TÉCNICAS DE INSTALACIÓN Y PROGRESIÓN EN SEGURIDAD
3.1.- Un repaso a los nudos más usuales
3.2.- El material de seguridad y progresión
3.3.- ¿Qué cuerda utilizar?
3.4.- Guardar la cuerda: cómo utilizar la saca
3.5.- Cómo utilizar los anclajes
3.6.- Cómo instalar los anclajes
3.7.- El descuelgue
3.8.- El autodescuelgue
3.9.- El rápel desembragable simple
3.10.- El rápel desembragable doble
3.11.- Autodesbloqueo de urgencia
3.12.- Pasamanos recuperable sin punto intermedio
3.13.- Rápel en simple regulable desde arriba
3.14.- Rápel en doble regulable desde arriba
3.15.- Descenso del primero de cordada
3.16.- Descenso del último de cordada
3.17.- Nudos y montajes autoblocantes
3.18.- Autoseguro
3.19.- Rápel guiado
3.20.- Ascenso de fortuna sin bloqueadores
3.21.- Descenso de fortuna sin descensor
3.22.- Asegurar desde arriba
3.23.- Ascenso por rápel guiado o tirolina
3.24.- Tirolina oblicua en un río
4.- TÉCNICAS DE SOCORRO Y AUTOSOCORRO
4.1.- Corte de cuerda desde arriba
4.2.- Corte de cuerda con el compañero anclado
4.3.- Cortar la cuerda desde abajo
4.4.- Descenso por cuerda tensa
4.5.- Contrapeso con cabo de anclaje largo
4.6.- Tracción con contrapeso
4.7.- Tracción con polipasto
4.8.- Rescate de un compañero en aguas bravas
BIBLIOGRAFÍA
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INTRODUCCIÓN
Decir que el descenso de cañones ha llegado a su madurez, a pesar del tiempo que se lleva practicando y la
evolución que ha sufrido su técnica, es un arma de doble filo. Por un lado, es evidente que los medios
materiales y las técnicas de instalación y progresión no tienen mucho que ver con los que se empleaban hace
tan sólo 20 años, cuando la técnica de instalación con cuerda doble y el descenso con ocho era lo que
prevalecía. Hoy en día, las marcas, a la vista del éxito de que disfruta esta actividad, se han planteado fabricar
arneses, descensores, cuerdas y otros utensilios más que están pensados específicamente para este deporte.
Las diferentes escuelas (tanto de espeleología como de montaña, e incluso algunas específicas de cañones),
han investigado y probado técnicas nuevas que nos permiten instalar y progresar de una manera mucho más
cómoda, rápida y segura. Hasta aquí la parte positiva del asunto.
Sin embargo, este “boom” que ha sufrido el Barranquismo ha tenido un grave inconveniente, como siempre
ocurre en las masificaciones: no todo el mundo se encuentra preparado para bajar un cañón. Es evidente a la
vista del número de accidentes que ocurren todos los días en las zonas más frecuentadas. La actividad lúdica y
aparentemente sencilla, tal como la ven los que se inician en ella (sea de la mano de un guía o de un amigo),
se convierte en una trampa mortal cuando esta persona quiere realizar un recorrido por su cuenta. No es tan
fácil. Detrás de un guía o una persona experimentada hay un trabajo de planificación, preparación de la salida,
conocimiento del recorrido, capacidad técnica sobrada, y muchas otras cualidades, que le aseguran, en un
altísimo porcentaje (es cierto que nunca estamos libres de un susto, un malentendido o un despiste), el éxito y
la diversión en la salida.
Mientras el público en general no sea consciente de esto, no habremos alcanzado este punto. Nadie en su sano
juicio se pondría a conducir un fórmula 1 sin haber aprendido seriamente a hacerlo de manos de un
profesional, y sin embargo, con el descenso de cañones no ocurre lo mismo.
Quizá los que lo practicamos asiduamente (tanto guías de empresa como monitores de las federaciones)
tengamos la responsabilidad de incidir en el aspecto de la prevención, de descubrir el lado oscuro de este
deporte que, por otro lado, si se sabe llevar adecuadamente, es, en efecto, un auténtico placer. Pongámonos en
marcha.
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BLOQUE 1
RECOMENDACIONES: PREPARACIÓN DE UNA
SALIDA
1.1.- PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Es primordial estar en disposición de practicar un socorro circunstancial, indispensable para una actividad de
riesgo, teniendo en cuenta, además, que la llegada del grupo de socorro puede llevar mucho tiempo.
Así pues, es necesario conocer los riesgos específicos del descenso de cañones, así como las medidas a tomar.
1.- Riesgos:
- Traumatismos:
- Extremidades
- Columna
- Molestias:
- Con pérdida de conocimiento
- Sin pérdida de conocimiento.
- Ahogados
- Choque termodiferencial
- Deshidratación/agotamiento
2.- Conducta a seguir
- Traumatismos: inmovilizar.
- Extremidades: respetar el eje del miembro.
- Columna vertebral: respetar el eje cabeza-tronco.
- Molestias:
- Sin pérdida de conocimiento:
* Reposo
* Sobreelevación de las extremidades inferiores.
* Bebidas azucaradas.
- Con pérdida de conocimiento:
* Posición lateral de seguridad
* Sobreelevación de las extremidades inferiores
* Vigilancia de la ventilación y el pulso.
* Si es necesario, respiración boca a boca y masaje cardíaco externo.
- Ahogamiento:
- Asegurar la ventilación (liberar las vías aéreas, respiración boca a boca).
- Incluir masaje cardíaco externo si el pulso de la carótida no se aprecia.
3.- Atención
- Cualquier traumatismo con pérdida de conocimiento puede dar lugar a una fractura de la columna vertebral.
- No mover nunca inútilmente una accidentado con fractura de columna.
- En medio acuático, síncope equivale a ahogamiento.
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1.2.- PSICOLOGÍA EN EL DESCENSO DE CAÑONES
Se nos hace necesario conocer los principales problemas relativos a la práctica del descenso de cañones.
1.- Metabolismo energético
1.1.- Algunas cuestiones a recordar.
El organismo necesita continuamente energía para cumplir sus numerosas funciones biológicas. El ATP
(Adenosina trifosfato) es la molécula especializada en el transporte y aprovisionamiento de energía,
indispensable en la contracción muscular en la medida en que interviene en todos los procesos energéticos.
Durante el proceso de degradación de los alimentos, la energía liberada solamente se emplea para producir
ATP. Esta liberación de energía por los alimentos puede hacerse en condiciones anaerobias (sin aporte de
oxígeno) o aeróbicas (con aporte de oxígeno). Existen igualmente aportes locales de ATP y de creatinafosfato
(C.P.), que son inmediatamente disponibles, pero cuyas reservas son limitadas. El glucógeno (forma de
almacenamiento de los glúcidos) es el substrato de mayor importancia de los que permiten la formación del
ATP en condiciones anaerobias y aeróbicas. Los lípidos, en condiciones aeróbicas, pueden contribuir
ampliamente al aporte energético, fundamentalmente durante los esfuerzos prolongados. Los prótidos pueden
jugar igualmente un papel energético sin que llegue a ser esencial.
1.2.- Características de la actividad.
La práctica del descenso de cañones se caracteriza por la
presencia de esfuerzos de intensidad moderada, pero de larga
duración, que tienen mucho que ver con el metabolismo
aeróbico. El ATP necesario para la realización de este tipo de
esfuerzo se produce esencialmente por la oxidación de los
substratos energéticos.
2.- Problemas relativos a la función de termorregulación.
El hombre es, como todos los mamíferos, homeotermo, es
decir, que está dotado de un organismo cuya temperatura se
mantiene constante a pesar de las variaciones de la
temperatura exterior. Además de la energía gastada por la
progresión en sí misma, puede ser necesario un suplemento de
energía para luchar contra el frío (termogénesis). A raíz de este
hecho, la función de termorregulación es una de las más
realizadas
en
el
descenso
de
cañones.
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2.1.- Golpe de calor, hipertermia.
La evaporación es el mejor medio para eliminar el calor. Efectivamente, a través de la evaporación del sudor
permitimos al enfriamiento del organismo. Si la evaporación del sudor cutáneo se retrasa por llevar una
combinación térmica en terreno seco, que contribuya a crear un ambiente cálido y húmedo en contacto con la
piel, esto puede conducirnos a un "golpe de calor" (accidente muy grave, pero extraño en los cañones).
La conducta a seguir sería abstenerse de emplear la combinación térmica durante la aproximación, quitarse la
chaquetilla o en su defecto, abrirla durante los tramos de marcha a pie en seco.
2.2.- Deshidratación
Puede ser debida a las condiciones de calor elevado durante la aproximación, que favorecen la sudoración. Si
la deshidratación es importante, puede limitar las capacidades de realización de un esfuerzo físico
determinado. La sensación de sed no aparece hasta que existe un déficit de agua de 500 ml, por lo que es
necesario beber antes de llegar a tener sed.
Conducta a seguir: No olvidarse en ningún momento de aportar líquidos (bebiendo poco y a menudo)
durante la salida, sobre todo si incluye una aproximación prolongada.
2.3.- Enfriamiento y riesgo de hipotermia.
La conductividad térmica del agua es al menos 25 veces superior a la del aire. Por otra parte, el agua está
generalmente a una temperatura inferior a 33º, que es la de la neutralidad térmica.
En cañones, el riesgo de hipotermia es importante, teniendo en cuenta estas condiciones. Para luchar contra el
frío, se activan las reacciones psicológicas: se trata de una limitación de los cambios por vasoconstricción y un
aumento de la termogénesis a través de los temblores. El mejor medio de aumentar la termogénesis de manera
voluntaria es el ejercicio muscular.
La vasoconstricción periférica (disminución del riego sanguíneo) provoca una bajada de la temperatura más
pronunciada en las extremidades, en beneficio de un calentamiento de la parte central del organismo. En las
aguas muy frías, puede llegar a provocar frialdad en las manos y piernas, que tendrán como efecto directo la
disminución de la movilidad de estos miembros. Si la estancia en el agua se prolonga (sobre todo en forma de
largos períodos de espera), el organismo puede ser menos eficaz en la lucha contra el frío. El enfriamiento
puede alcanzar a las partes más profundas del organismo.
Conducta a seguir: necesidad absoluta de un aislamiento adecuado, a través de prendas isotérmicas que
protejan los centros termorreguladores (como la nuca, por ejemplo), protegiendo igualmente las extremidades,
y evitando el inmovilismo en agua fría.
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2.4.- Choque termodiferencial.
Una transición demasiado brusca entre el medio caliente y seco y el acuático, puede dar lugar a una tendencia
al síncope.
Conducta a seguir: Respetar el período de aclimatación entre el medio aéreo y acuático, entrando progresiva
y lentamente en el agua.
3.- Problemas derivados del agotamiento de las reservas energéticas.
En el caso en que la actividad se prolongue, y esto se produce a menudo en los cañones, las reservas de
substratos energéticos pueden verse progresivamente reducidas. Al gasto energético para luchar contra el frío
se une el del ejercicio propiamente dicho. El deportista puede dirigirse progresivamente hacia un estado de
fatiga, incluso a un agotamiento completo (no muy frecuente en cañones).
Conducta a seguir: Alimentación apropiada durante la salida.
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1.3.- DIETÉTICA
1.- Cuestiones a recordar
El organismo recibe la energía necesaria para el mantenimiento de las funciones orgánicas a través de la
alimentación, ya sea para descansar como para realizar actividades físicas.
Recordemos que los alimentos son transformados durante la digestión en compuestos asimilables por el
organismo, llamados nutrientes. Se clasifican en dos grandes categorías:
- Los micro nutrientes: agua, vitaminas y minerales.
- Los macro nutrientes: glúcidos, lípidos y prótidos.
La alimentación cotidiana debe ser variada y equilibrada cuantitativa y cualitativamente (55% de glúcidos,
30% de lípidos y 15% de prótidos).
El descenso de cañones produce un esfuerzo de duración prolongada, practicado generalmente en medio
acuático. El frío es el origen de un gasto de energía suplementario, y de ahí la importancia de la constitución
de reservas energéticas.
2.- Antes de la salida.
La víspera, o algunos días antes, es aconsejable consumir azúcares de asimilación lenta (pasta, arroz,
cereales...) para constituir las reservas de glucógeno.
El mismo día, es preferible alimentarse al menos 3 horas antes de la salida, a base de azúcares lentos
(cereales, pan), para permitir una correcta digestión y absorción de los alimentos. Si la aproximación es larga
y soleada, se puede beber antes del esfuerzo, de forma preventiva, para constituir un capital hídrico suficiente.
3.- Durante la salida.
Se pueden ingerir azúcares de asimilación rápida, regularmente y en pequeñas cantidades, para mantener el
nivel de glucosa, sin olvidar que un aporte excesivo de azúcar puede dar lugar a una hipoglucemia reaccional.
Por otra parte, los lípidos, durante un esfuerzo prolongado, solo pueden ser utilizados en presencia de los
glúcidos. Las bebidas comerciales (soluciones isotónicas o hipertónicas) presentan la ventaja de una solución
líquida azucarada (glucosa o fructosa), fácilmente asimilable por el organismo. El mantenimiento del
equilibrio hídrico es una de las condiciones de realización de un esfuerzo físico prolongado.
4.- Después de la salida.
Es necesario reconstituir las existencias de energía, con un aporte suficiente de macro nutrientes (glúcidos,
lípidos y prótidos) y de agua.
Los principales nutrientes son aportados por medio de una alimentación equilibrada. Para evitar ciertas
carencias, es necesario diversificar los aportes alimenticios (de origen animal y vegetal). Una alimentación
equilibrada debería aportar en condiciones normales las cantidades suficientes de micro nutrientes. Los
suplementos vitamínicos y mineralógicos no parecen estar justificados. Después de un esfuerzo, es necesario
cuidar de que la alimentación pueda compensar las pérdidas hidrominerales debidas al mismo.
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1.4.- ENTRENAMIENTO
El entrenamiento es esencial, puesto que debe permitir al deportista evolucionar en el cañón de forma
adecuada y segura.
1.- Principios generales.
Existen tres grandes principios a respetar:
- La preparación física debe ser progresiva: las cargas deberán ser aumentadas progresivamente después de un
período de inactividad.
- Hay que respetar el principio de la sobrecarga, es decir, no trabajar más allá de nuestras posibilidades
máximas, sino intentar aproximarlas a nuestro ritmo.
- Finalmente, el entrenamiento debe ser específico: hay que adaptar las sesiones a las características de la
actividad y al objetivo a alcanzar.
Para todo ello, el entrenamiento de descompone en dos períodos:
- La toma de contacto, tras un período más o menos largo de inactividad (invierno, por ejemplo). En este caso,
optaremos por una preparación física general.
- Después, según nos acercamos a la actividad propiamente dicha, es necesario que el entrenamiento sea más
específico.
2.- Propuestas.
A cada deporte le corresponde una preparación física diferente. He aquí algunos consejos para el
entrenamiento físico en descenso de cañones.
- Preparación general:
Todas las actividades de resistencia, que hagan trabajar el metabolismo aeróbico: marcha a pie, carrera,
bicicleta, natación, esquí de fondo y de travesía, etc.
- Preparación específica:
Ejercicios con cuerda, espeleología, escalada, andar en terreno accidentado, nadar en aguas vivas, ejercicios
acuáticos (nadar con una saca, apneas, etc.), y por supuesto, descenso de cañones.
3.- Aclimatación al frío.
El organismo se adapta peor al frío que al calor, aunque durante una serie de exposiciones repetidas podemos
conseguir algunas adaptaciones. Así por ejemplo, la inmersión frecuente de las extremidades en agua fría
aumenta progresivamente la tolerancia al frío. El descenso de cañones, en condiciones invernales, puede ser
complementado eficazmente con actividades que provoquen exposiciones al frío, estimulando así la función
de termorregulación (actividades acuáticas de montaña practicadas en invierno).
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1.5.- EL ENTORNO DE LOS CAÑONES
1.- Geología- Hidrogeología.
Es una pena constatar que existen muy pocos documentos en los que se hable de la formación de los cañones.
Esta presentación geológica e hidrogeológica es el fruto de una síntesis de tres documentos. Dos de ellos han
sido realizados por J. Bauer y Michel Douat, uno para el primer curso de monitores de la Federación Francesa
de Espeleología, en 1991 y el otro para el curso de perfeccionamiento técnico, en 1990. El tercer documento
es obra de M. Antrop ("El Gargantismo". Spéléo flash nº 142; marzo 1984).
Es difícil hablar en términos geológicos sin haber facilitado previamente una definición geográfica de un
cañón. Un cañón es un valle estrecho, en forma de corte, con las paredes verticales, que nos encontramos en la
mayor parte de las ocasiones en terrenos sedimentarios con estructura tabular. El agua, recogida en una cuenca
de recepción de una ladera de mayor o menor altitud, forzada por un cuadro morfológico que lo dirige hacia
un paso predispuesto o preexistente, va a buscar la forma de llegar por el camino más corto posible al nivel de
base. Esta terminología geográfica es seguramente mucho más restrictiva de la que nosotros empleamos en
nuestra actividad, pero a pesar de todo abarca a la mayor parte de los cañones.
1.1.- Los diferentes tipos de rocas.
* Rocas sedimentarias:
- Calcáreas (Verdon, Artbuy, Bitet, Olhaduby).
- Margas (algunos afluentes del Verdon).
- Areniscas cementadas (Colorado).
- Conglomerados (algunos cañones de Guara, Lekime y Haraska en el País Vasco).
- Esquistos (Clus del Ratón)
* Rocas plutónicas, volcánicas y metamórficas:
- Granitos/Gneiss (Canigou, Aveyron, Valle de Ossau).
- Basaltos (Isla de Reunión, Hawaii).
- Esquistos (Clus del Ratón)
1.2.- La formación de los cañones:
La formación de los cañones implica dos condiciones esenciales:
- Un contexto rocoso.
- Una evolución geodinámica favorable.
Los cañones europeos son en su mayor parte cañones recientes (cuaternario o un poco más antiguos: fin del
Mioceno).
La erosión que nos asegura la formación de los cañones es esencialmente mecánica (abrasión). Los perfiles
transversales de los cañones dependen, por un lado, de la naturaleza de la roca y de la estratificación, y por
otro de la antigüedad del valle. Se distinguen cuatro formas principales de cañones. Las formas más perfectas,
con las paredes más verticales, se encuentran en las formaciones calcáreas de gran espesor y masivas. Por
ejemplo, los cañones del País Vasco francés, que se desarrollan en la "caliza de cañones". El caso más
evidente es Olhaduby, con paredes de 300 m. de profundidad y una anchura en el fondo de 3 m.
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Existen dos teorías sobre la formación de los cañones:
- Los cañones de los flancos de un valle, dan lugar a un
encajamiento relativo del valle, como consecuencia de
una levantamiento del macizo y el descenso del nivel de
base geográfico, o bien como consecuencia de un relleno
clástico del valle (la desaparición de un glaciar, o la
excavación excesiva de un relleno aluvial). Ejemplos:
Tarn, Verdon, Río Vero.
Los cañones preglaciares excavados por las aguas de
fusión glaciar o aguas abajo del mismo. Ejemplos:
Kakuetta, Ehujarre, Bidet.
- Los cañones resultantes del hundimiento de galerías,
cavidades o meandros. En este caso, se pueden encontrar
en las paredes, con un poco de suerte, formas
testimoniales de la evolución hipogea.
Aunque conozcamos algunos ejemplos de esta segunda
teoría (Eslovenia, Nueva Guinea, China), la mayoría de
los investigadores tiende a inclinarse por la primera.
2.- Hidrología.
Es importante dominar correctamente la noción de cuenca de alimentación, que por sí sola va a permitir
anticiparse a la de volumen de agua y velocidad de traspaso.
Una cuenca de alimentación es una superficie delimitada por un relieve positivo (divisoria de aguas), que
engloba un conjunto de cursos de agua que alimenta un cañón.
La noción de volumen de agua y de velocidad de traspaso está en función de varios elementos:
- La precipitación media anual.
- La litología (estratificación y composición de la roca).
- El gradiente hidráulico (relación entre la altura y la distancia).
A título de ejemplo: una cuenca de alimentación de 10 Km2 por encima de un cañón, que englobe las tres
características importantes (cobertura vegetal débil, gradiente hidráulico fuerte y esquistos que favorezcan la
escorrentía), comportará un importante riesgo de fuertes crecidas y rápidos.
3.- Gargantas-Cascadas-Cañones. Ecosistemas.
De una manera general, en zonas de montaña, los factores principales de influencia sobre el reparto de la flora
y la fauna son la altitud, la pendiente, y la exposición y naturaleza del suelo. Así pues, a medida que ganamos
altitud, la temperatura disminuye y este rigor climático determina aproximadamente la variedad de especies
(vegetales y animales) que viven en una zona determinada. Esta influencia de la altitud es variable según las
laderas (soleadas o sombrías), los microclimas, la constitución de los suelos (cristalinos, metamórficos o
sedimentarios).
Gargantas y cañones rompen con los principios de base. Para abordarlos como sistemas ecológicos en
particular, es necesario tener en cuenta su propia constitución física.
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1.6.- METEOROLOGÍA
Tanto en España el Instituto Nacional de Meteorología, como en Francia Météo France, difunden una
información que es imprescindible consultar antes de practicar nuestra actividad. En efecto, el
empeoramiento de las condiciones meteorológicas puede suponer consecuencias que lleguen a poner en
peligro incluso la vida de los deportistas.
Caída de piedras o bloques como consecuencia de lluvias fuertes.
Subida brusca de las aguas de una cuenca de recepción.
q Aumento de la duración del recorrido, derivado de un empeoramiento de las condiciones
meteorológicas, con todos los riesgos que eso ocasiona: agotamiento, hipotermia, extralimitación de
los horarios y salidas nocturnas, etc.
A pesar de todo, la previsión meteorológica no es fiable al 100%. Se estima que en un plazo de 24 horas la
fiabilidad es superior a un 80%. A mayor plazo, menor fiabilidad. La puesta en servicio de sistemas de
cálculo potentes permite realizar previsiones hasta con 7 días de antelación, lo que puede resultar muy
interesante para programar una semana completa de actividad. Una actualización completa de los
boletines permitirá ajustar las previsiones. Las causas de este ajuste pueden ser diversas:
q
q
Falta de estaciones de observación en nuestro Planeta (en los países desérticos, el mar, etc.) Por tanto,
la falta de información hace que se den algunos fallos en los modelos de predicción.
q Un pequeño error en la toma de datos se convierte en un resultado cada vez más erróneo a medida que
el plazo aumenta.
q La red del modelo utilizado es aún demasiado extensa como para permitir resultados fiables en una
zona reducida.
Las previsiones “de montaña” analizan el tiempo para cada macizo montañoso.
q
En todo caso, hay que admitir que las previsiones tienden a “abrir el paraguas” en situaciones tormentosas.
A pesar de ello, si se desata una tormenta en la vertiente opuesta de la montaña en la que nos encontramos,
y no justamente en la de nuestro cañón, podemos sentir una cierta frustración si hemos cancelado nuestra
visita. Pero hemos de tener en cuenta que una predicción nunca será capaz de decirnos si la tormenta se va
a desatar a las 16:24 h. en la vertiente Sur del Tozal de Guara y no alcanzará a alguno de los barrancos que
dependen de este pico. En ese caso, no nos debe importar haber renunciado a un descenso si hemos podido
evitar la posibilidad de que se produjera algún incidente no deseado.
Seamos razonables y utilicemos las predicciones meteorológicas como son: una excelente e irremplazable
indicación de lo que va a suceder casi con seguridad en un espacio y un plazo relativamente bien
definidos.
En el campo, el mejor analista de la situación eres tú. Si la previsión anuncia riesgo de evolución
tormentosa y a las 10 de la mañana observas cómo entran en la zona del cañón cúmulos amenazantes
¡RENUNCIA! (la convección comienza habitualmente entre las 11 y las 12 h.). Quien dice tormenta, dice
inestabilidad. Observa el cielo.
Consulta la previsión varios días antes de la fecha de la salida, y procura analizar la evolución de la
meteorología para elegir el mejor momento en el que entrar en la película que se está proyectando en la
atmósfera.
Ten sentido común para saber renunciar si es necesario.
Existen excelentes obras de divulgación sobre la meteorología, como:
- “Iniciación a la meteorología aplicada”. Antonio Naya Cristóbal. Ed. Penthalon. Colección “El búho
viajero. Aire libre”, nº 17. Madrid, 1987.
- “Meteorología de montaña”. Antonio Naya Cristóbal. Ed. Penthalon. Madrid.
- “Meteorología: una guía práctica para el excursionista”. Günter D. Roth. Ed. Omega. Barcelona, 1979.
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- “Cómo predecir el tiempo. Guía del meteorólogo aficionado”. S. Dunlop, F. Wilson. CEAC. Libros
Cúpula. Barcelona, 1987.
- “Observar el tiempo”. W.J. Burroghs y otros. Edit. Planeta. (Colección Geo-Planeta). Barcelona,
1998.
Algunos teléfonos de utilidad
En España:
Servicio Teletiempo, del Instituto Nacional de Meteorología: 906-365-365.
Por provincias: 906-365-3 + dos primeras cifras del código postal de la provincia.
Previsiones para zonas de montaña: Pirineos: 906-365-380;Picos de Europa: 906-365-381
Sierra de Madrid:
906-365-382; Sistema Ibérico: 906-365-383; Sierra Nevada: 906-365-384
En Francia:
Previsiones provinciales:
08 36 88 02 + número del departamento (provincia)
Previsiones regionales: 08 36 36 00 00
Previsiones de montaña:
08 36 68 04 04
Previsiones DOM-TOM:
08 36 68 02 00 (para departamentos de ultramar)
En Internet:
El Instituto Nacional de Meteorología tiene una página
web en la que aparecen predicciones a diferentes plazos,
nacionales, internacionales, por comunidades
autónomas, y con diversos aspectos a tener en cuenta,
como precipitaciones, vientos, etc.
Además, existen páginas de clubes y asociaciones que
nos facilitan servicios similares para las zonas de su
ámbito geográfico, como por ejemplo en la Sierra de
Guara o la tienda de deportes Barrabés.
- Instituto Nacional de Meteorología:
http://www.inm.es.
- Información para Cataluña:
http://www.infomet.fcr.es.
- Predicción en la Sierra de Guara: http://www.guaramascun.com/Naturaleza/
- Predicción en Pirineos y otras zonas de montaña:
http://www.barrabes.com.
-
Web cañones y barrancos:
http://www.iespaña.es/barranquismo
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1.7.- PREPARACIÓN DE LA SALIDA
OBJETIVO:
Poner todas las variables de nuestro lado, y responder a las preguntas siguientes (antes de que sea
demasiado tarde)
§ ¿Llevamos todo lo necesario?
§ ¿Hemos salido con tiempo suficiente?
§ ¿Conocemos la preparación de los compañeros a los que llevamos?
§ ¿Qué tiempo va a hacer?
§ ¿Podemos ir o deberíamos renunciar?
Al abordar estos temas hemos de tener en cuenta no sólo a las personas sino el contexto: si se trata de la
primera vez que van a un cañón, si es una salida del club, una salida deportiva, si conocemos o no
previamente el cañón, etc. Pero hay algunas cuestiones que son iguales pase lo que pase.
MATERIAL UTILIZADO:
Mapas topográficos, topoguías, información de los ayuntamientos, policía u oficinas de turismo, e
información meteorológica contrastada (proveniente de distintas fuentes).
1. Antes de la salida, informarse:
1. Sobre la posible normativa (en la consejería de medio ambiente, el ayuntamiento, la policía o la
oficina de turismo).
2. Sobre la presencia de presas cauce arriba del barranco, y la regulación artificial de los caudales.
3. Sobre los servicios de rescate locales: Guardia Civil, bomberos, Protección Civil, etc.
4. Sobre las características del cañón (mapas o topoguías)
o La cuenca de alimentación, el encajamiento, la naturaleza geológica de la roca y la cobertura
vegetal de la zona determinan las opciones que podremos tomar según nos indique el parte
meteorológico y el riesgo de crecida.
o La longitud del recorrido, la aproximación y el regreso. La temperatura del agua y el carácter más
o menos acuático del cañón determinarán la elección de un neopreno u otro, la alimentación y las
bebidas que llevaremos. Tener en cuenta que la temperatura del agua varía en función de las
estaciones, y no tiene porqué estar por fuerza más caliente en verano. Desconfiar de la fusión de la
nieve, puesto que puede hacer crecer el caudal a lo largo del día. Lo mismo ocurre con los afluentes y
resurgencias que pueden, por un lado enfriar el agua y por otro reaccionar unas horas después de una
tormenta
o La topografía y la ficha de instalación del cañón nos indican el material de progresión necesario,
así como el de reserva (en caso de tener que reinstalar algunos pasos) y el de socorro.
o El encajamiento, la presencia y características de los posibles escapes determinan la estrategia a
seguir de cara a una posible retirada y la manera de planear la salida.
5. Sobre las características de los compañeros:
o ¿Todos saben nadar y defenderse en medio acuático?. Si la descripción del cañón nos indica
muchos tramos acuáticos, es aconsejable equiparse con una saca por persona en la que se
introduzcan un par de bidones o una bolsa de látex hinchable, que hará la función de flotador. Para
las personas que no se defiendan bien en el agua, en caso de que el caudal sea fuerte, podemos
incluso llevar un chaleco salvavidas. Pero hay que tener cuidado con él, puesto que dificulta la
natación, sobre todo si no cuenta con una cinta subcutal, que le impide subir. Para los cañones
muy acuáticos o muy fríos, se deben utilizar neoprenos de dos piezas, de un mínimo de 5 mm. de
espesor
o ¿Todos tienen un mínimo de forma física y técnica?
o ¿Alguno tiene algún problema añadido (vértigo, asma, etc.)?
o ¿Alguno de ellos es menor de edad? (problema de responsabilidad).
Preparar un bidón con un pequeño botiquín de primeros auxilios.
Es muy importante, si se trata de una salida de iniciación:
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22
Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
§
§
Reconocer previamente el cañón, para comprobar la instalación y los escapes.
En puntos estratégicos, decidirse por técnicas nuevas en función de los objetivos didácticos
propuestos.
§ Precisar el papel y la posición dentro del grupo de cada uno de los monitores.
- Informarse sobre la meteorología (por diversos medios):
- Del tiempo de la semana anterior, lo que unido a las características vegetales y geológicas del
cañón, nos indicarán el riesgo de crecida o de caídas de piedras si se presenta una tormenta.
- Las previsiones para el día de la salida nos precisarán si se puede o no realizar el descenso.
- Informar a una tercera persona de nuestro objetivo, horarios e itinerarios.
- Antes de entrar en un cañón, verificar por última vez el material, y hacer una especie de "estado de la
cuestión", sobre todo si no conocéis el cañón:
- Verificar el material individual y que tengamos todas las sacas con el material necesario.
- Nombrar un responsable por saca. Esto nos evita el mirarse dudando si era el otro quien debía
llevarla.
- Localizar y acceder al material de socorro y escape.
- Localizar, acceder y comprobar la estanqueidad del botiquín.
- Comprobar dónde está la copia de la topo que nos servirá para guiarnos.
- Mirar el cielo.
- Estimar el caudal.
- Buscar marcas de posibles crecidas para evaluar el margen de seguridad. Buscar restos de
musgos y otras plantas que brotan en los márgenes del río. Ramas y otros indicios
similares enganchados en las rocas o los bordes pueden constituir una buena referencia
del nivel máximo que ha podido alcanzar el agua recientemente.
-
Observar el color del agua: un agua marrón, con gran aporte de ramas y troncos es señal de crecida.
En este caso, es mejor renunciar al descenso.
Finalmente, como última precaución antes de entrar en el agua, y sobre todo después de una
aproximación o una exposición al sol más bien larga, es aconsejable refrescar la temperatura del
cuerpo, mojarse la nuca y entrar progresivamente en el agua. Un choque térmico importante podría
tener consecuencias graves.
Consignas:
- Indicar a varias personas dónde están escondidas las llaves de los coches.
- Mantener un comportamiento adecuado durante la progresión: no saltar en cualquier parte, no hacer
grupitos ni adelantarse, etc.
- Instrucciones técnicas, si fuera necesario: cómo anclarse con los cabos, como llevar e instalar el
descensor, etc.
- Respetar el entorno y al resto de los usuarios del río.
- Tras una aproximación larga en la que nos haya dado mucho el sol, entrar progresivamente en el agua.
OBSERVACIONES:
El mayor de los riesgos en un cañón es el aumento brusco del caudal.
El riesgo de crecida está en función de varios parámetros: situación geográfica, altitud, cuenca de
alimentación, geomorfología y situación climatológica.
¡Cuidado! :
Un torrente de alta montaña alimentado por nieves y glaciares puede aumentar considerablemente de
caudal si hace calor o incluso simplemente con un tiempo soleado.
Cuidado también con las tormentas que caen en un suelo seco y sin vegetación, pues provocan crecidas
muy rápidas.
Después de una crecida, no olvidarse del riesgo de caídas de piedras, hasta el momento en que el suelo
quede de nuevo estabilizado.
No salir ni progresar solo. Hacerlo preferentemente en grupos de 3.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
Ahora que ya tenemos todo previsto, ¿ya estás tú mismo preparado física y técnicamente para la
salida?
2.- Durante el descenso:
- Progresar con seguridad.
- Mantenerse agrupados.
- Alimentarse e hidratarse regularmente durante el descenso, llevando bebidas y alimentos energéticos
(importante en caso de espera forzada o de enfriamiento).
- Controlar los anclajes, por sistema.
- Verificar la longitud de las cuerdas y su estado.
- No saltar nunca en una poza sin haber comprobado su profundidad y si existen obstáculos en el fondo.
- Mantenerse alerta en los tramos de marcha, donde los patinazos y destrepes constituyen un peligro
permanente.
- Utilizar señales claras y convenidas previamente entre los miembros del grupo.
- Vigilar el estado de cansancio de los compañeros.
3.- Respeto del entorno y los demás.
- Bañistas, pescadores y otros aficionados al descenso de
cañones comparten con nosotros estos lugares. Así pues, no
debemos dudar en rodear silenciosamente una poza, y tener
paciencia tanto con los que nos preceden como con quienes
nos sobrepasan.
- Respetar el agua, la fauna y la flora.
- Recoger la basura que generemos en una bolsa, y, porqué
no, la de los demás.
- Respetar los caminos de acceso y regreso, no pisotear las
vallas y cerrar las puertas.
- Aparcar razonablemente los vehículos.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
1.8.- PRINCIPALES PROBLEMAS CON QUE NOS PODEMOS
ENCONTRAR
Origen
Problema o error
Mala
planificación
de la salida
Excesivo número de componentes
Crecidas y sueltas de presas
Quedarse sin cuerda
Hacerse de noche
Animales y picaduras
Hambre y sed
Cansancio
Dificultad técnica mayor que la esperada
Frío (hipotermia) o calor (golpe de calor)
Esperas: prolongación indebida de la duración del recorrido
Desprendimientos
Exceso de confianza
Mal entendimiento con los compañeros (signos)
Relacionados
con el
material
Uso de material de dudosa calidad con la excusa de que “es para abandonar”
Falta de instalación en el cañón: material instalado en mal estado
Fallos varios del material
Falta de material de reserva
Pérdida de un descensor
Material inadecuado (por desconocimiento del medio):
Técnica y
progresión
Desconocimiento de los movimientos del agua
Roces de cuerda: roturas
Caídas, resbalones, saltos sin comprobar,... (saltos y toboganes), por exceso de confianza
o mala estimación
Cuerda larga en recepción en pozas (enredo en los pies y dificultad de sacarla del ocho)
Enganches al recuperar (nudos, enredos, etc) ¿alguien hace el nudo de fin de cuerda?
Bloqueos bajo cascada (nudos, sistemas autoblocantes, alondras, enredos...)
Pérdida, hundimiento, olvido o rotura de una saca con material
Suelta de la cuerda durante el descenso
Mala colocación del descenso: aceleración del descenso por sistema rápido
Paso del nudo en retención por el anclaje
Dificultades de progresión en agua
Volteos bajo cascada
Saca mal colgada: lastre en las recepciones con badina
Ausencia o uso incorrecto del cabo de anclaje
No sabemos hacer la llave de bloqueo correctamente
Pérdida de una cuerda (río abajo o por hundimiento)
Exceso de confianza en algunos anclajes naturales de dudosa resistencia
Puesta en práctica de técnicas nuevas sin tenerlas lo bastante aprendidas
Confusión de montaje entre rápel guiado y tirolina (nudo del lado contrario del anclaje)
Descenso bajo una cascada con mucho caudal, sin desviar, y su recepción
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
BLOQUE 2: RECORDATORIOS Y PREVENCIÓN
MATERIAL BÁSICO Y TÉCNICAS DE
PROGRESIÓN ELEMENTALES
2-01-. SIGNOS Y SEÑALES
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2-02-. EL EQUIPO PERSONAL
IMPORTANTE:
Esta ficha describe el equipo individual mínimo del deportista para abordar un descenso, aunque sea corto,
en situación de “compañero”.
Cuando tengas que ponerte en situación de líder del grupo, remítete a la ficha 2-2 (“El material de progresión
y seguridad”).
Cada participante debe llevar (foto 1):
§ Un casco de montaña o de aguas bravas (1)
§ Un neopreno (2) adaptado a la actividad (en cuanto a la ligereza y espesor).
§ Un arnés con punto de anclaje alto (3) (de cañones o escalada).
§ Un cabo de anclaje doble de cuerda dinámica (de 9 mm. de diámetro mínimo), con dos mosquetones
ligeros, bloqueados con una goma o un dispositivo equivalente. Los mosquetones no deben poder
girar en el bucle (foto 2). Los nudos de ocho pueden ser sustituidos por una gaza simple si el cordino
es de 10 u 11 mm. de diámetro.
§ Un mosquetón de seguro, de pera o de gran abertura.
§ Un descensor tipo ocho.
§ Un mosquetón sin seguro de sobra (para freno).
§ Un par de escarpines de neopreno (4).
§ Un par de botas de montaña, que nos protejan el pie y el tobillo.
Eventualmente:
§ Un silbato para comunicarnos.
§ Un par de guantes (de neopreno reforzado o del tipo jardinero, de plástico). En algunos cañones el
agua está saturada de caliza disuelta. La roca caliza recubierta de calcita acaba siendo abrasiva para
los dedos.
§ Un petate que contenga:
§ Un bidón estanco con la comida, una frontal, una manta de supervivencia y un hornillo (foto 4).
§ Un recipiente ligero y consistente para llevar la bebida: cantimplora o botella de plástico.
OBSERVACIONES:
1- Los artículos disponibles en el mercado son conformes, por obligación, con las normas europeas.
2- Dos piezas (peto y chaquetilla) con capucha, es la fórmula más adecuada. En cuanto al espesor, 5 mm. en
total supone un buen equilibrio entre ligereza, libertad de movimientos y aislamiento. Se pueden dar
otras combinaciones según los gustos y las necesidades de cada uno:
Pantalón con tirantes (long john) + chaleco de manga corta de 3 mm.+ chaqueta de 5 mm.
Neopreno completo de 3 mm. + chaqueta de 4 ó 5 mm. (foto 3).
3- Si se utiliza un arnés de espeleología, habrá que aflojar la cinta de la culera, para que el punto de cierre
quede a la altura del ombligo y evite el que nos quedemos cabeza abajo cuando nos empuje el agua de una
cascada.
4 Nos enfriaremos mucho más rápidamente, exponiéndonos a una hipotermia, si realizamos el descenso
sin escarpines.
5 A concretar en función del número de participantes, de la longitud del cañón, del material a portear y
repartir, etc. (ver también la ficha 2-2, “material de seguridad y progresión”)
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2-02.- EL EQUIPO PERSONAL
Foto 2:
Bloquear los mosquetones en los cabos de
anclaje mediante una goma o una lengüeta
especial.
Foto 1:
Hay que adaptar el neopreno a la estación y
la temperatura del agua del cañón: neopreno
monopieza de 3 mm. para cañones
templados.
Foto 4:
Todos los petates, para que floten, deben
contener en su interior un bidón estanco,
donde vayan la comida, la frontal, etc.
Foto 3:
Para un cañón frío, el mismo neopreno y
además una chaqueta o un chaleco de 5 mm.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2-03.- EL AGUA DE LAS CASCADAS
Dentro del terreno de las aguas bravas, vamos a hablar del agua que corre por los ríos. Pero también es
conveniente hablar del problema número uno en el descenso de cañones, que es el agua que nos cae de las
cascadas. En primer lugar, recordemos una regla básica: en un cañón, un atasco en una cascada presenta un
peligro mortal. Hay que prestar atención por lo tanto a la longitud del pelo, la barba o los cordones que
quedan sueltos, y podrían introducirse dentro del descensor. También hay que tener cuidado con la
formación de la presilla de alondra en los descensores de ocho. En el mismo sentido, queda prohibida la
utilización de cualquier sistema autoblocante en los descensos bajo cascada (shunt, descensor de
autobloqueo, etc.). A pesar de que un descenso bajo la ducha de una cascada puede proporcionarnos
sensaciones inigualables, en esto como en todo los juegos tienen un límite. Así pues, vamos a hablar
precisamente de las cascadas en las que se nos darán estas condiciones límite, sin perder de vista que la
mejor seguridad consiste en saber renunciar a tiempo.
En la cabecera de la cascada:
La aproximación a la cabecera constituye el primero de los problemas que hemos de resolver. A menudo los
accesos son deslizantes, y la fuerza de la corriente puede empujarnos a una caída que podría tener graves
consecuencias. La instalación de un pasamanos dentro del agua, o por encima de su nivel (utilizando si es
necesario técnicas de escalada), puede llegar a evitar sustos. Incluso es aconsejable asegurar a un compañero
que progresa por el agua, en determinadas condiciones. Por encima de cierto caudal, las reglas de las aguas
bravas desaconsejan completamente asegurar a un compañero río arriba. En este caso, tendremos que evitar
la base de la cascada, pasando lejos y por encima de ella.
Dependiendo de la configuración del terreno, la caída puede
ser concentrada o extendida No olvidemos que un litro de
agua pesa un Kg, cien litros cien Kg., y un metro cúbico una
tonelada. Cada uno debe juzgar dónde tiene que darse la
vuelta.
Si la caída de agua es concentrada, será más fácil de evitar,
utilizando rápeles guiados, desviados, teleféricos o
fraccionamientos. Si es imposible evitar la cascada durante
el descenso, utilizaremos un pasamanos para instalar una
cabecera lejos de la misma. Desconfiar de los rellanos y
paredes sobre las que rebota el agua, cambiando de
trayectoria.
Si la cascada es extendida, escogeremos para el descenso
una vena de agua (la más pequeña de todas). Puede ser
práctico descender de cara al vacío, apoyando el culo contra
la pared. La fuerza de la corriente o un extraplomo pueden
despegar la cascada de la pared, ofreciéndonos así un lugar
tranquilo para el descenso.
Bajo la cascada, llevar el caso aumenta considerablemente
la resistencia del deportista al peso del agua. La capucha de
neopreno protege eficazmente la nuca, que es una de las
zonas de fuga de calor del cuerpo humano.
La caída de agua:
Hay que tener especial cuidado con las corrientes de aire que se forman en las grandes cascadas. Ni
siquiera una instalación lejana a la caída del agua nos mantendrá a resguardo de una buena ducha. No
resulta extraño encontrar las cascadas de Ruzan o de Moulin Marquis (en el Vercors, con 150 y 400 m. de
desnivel respectivamente), desplazarse más de 40 m. hacia cada lado de la vertical. Este fenómeno puede
ser muy peligroso en invierno, puesto que la cascada deposita una capa de agua que se congela
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
instantáneamente, y se despega al cabo de unos minutos, cuando pasa un compañero. En una cascada de
mucho desnivel, pueden ser cientos de Kg. de hielo los que se nos vienen encima.
Numerosas cascadas (especialmente las
formadas en roca caliza) presentan en su base
una cavidad en la que es posible resguardarse
para quitarse el descensor. Nos encontraremos
este fenómeno siempre que la cabecera de la
cascada se forme por un bloque encajado.
Al pie de las cascadas pueden formarse
movimientos de agua peligrosos. Evitaremos por
cualquier sistema que la cuerda se meta en ellos,
puesto que puede enredarse en las piernas de un
compañero y provocar que se ahogue.
Intentaremos dejar el cabo de cuerda unos cm.
por encima del nivel del agua. Así, el descensor
quedará libre por sí solo, y el nadador se
encontrará más tranquilo. En el mismo sentido,
un remolino en la base de la cascada, una rama o
un bloque podrían impedir la recuperación de la
cuerda. En este caso será necesario llevar una
navaja a mano. La mejor posición para llevarlo
parece ser en el antebrazo. Habría que idear para
ello un sistema de fijación algo mejor que el de
pesca submarina.
En la base de la cascada:
Puesto que cada movimiento de agua representa un grave peligro, tenemos que identificarlo desde la
cabecera de cualquier obstáculo con el fin de evitarlo por medio de la instalación de un anclaje que permita
el descenso superándolo (lo que podría precisar de una progresión en escalada, libre o artificial). Podemos
encontrar el mismo problema en una poza suspendida entre dos cascadas, donde el descenso asistido (si la
corriente no es muy fuerte) o la instalación de un rápel guiado son soluciones a tener en cuenta. Es posible la
instalación de un anclaje fijo separado de la base de la cascada. Y al contrario, podemos llegar a
encontrarnos metidos de forma absurda en el fondo de una poza vacía en un cañón seco, lo que no es extraño
en la Sierra de Guara.
Cuando una cascada deja caer un fuerte caudal de agua, desplaza una importante corriente de aire y vaporiza
parte de su agua. En la base, el deportista está sujeto a un auténtico aerosol de agua vaporizada. La mezcla de
la corriente de aire y el agua nos enfría muy rápidamente, incluso a los mejor equipados. La neblina que
rodea la cascada puede disminuir la visibilidad, constituyendo además una dificultad para la respiración. Si el
cañón es muy encajado, es difícil evitar este fenómeno. Una buena organización entre los miembros del
equipo permite encadenar rápidamente los rápeles. Por el contrario, si el grupo es demasiado numeroso en
estas condiciones es síntoma de imprudencia.
Los obstáculos y los peligros.
Los obstáculos más frecuentes en aguas bravas son los bloques y las ramas. Éstas pueden dar origen a los
movimientos de agua descritos a continuación. Además, en los cañones encontramos cables y ferralla (restos
de coches, por ejemplo). Un nadador arrastrado hacia alguno de estos obstáculos corre el riesgo de lesionarse
o ponerse a horcajadas (una parte del cuerpo pasa por un lado, mientras que la corriente empuja la otra parte
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
del cuerpo hacia el otro lado). Las ramas son peligrosas, puesto que la corriente puede empotrar en ellas al
nadador en dificultades, corriendo el riesgo de dejarlo encajado bajo el agua.
En aguas bravas el principio general es reaccionar de manera dinámica, anticipándose al obstáculo.
Durante el descenso, anclar la saca lo más cerca posible de la cintura, para no ser arrastrados por ella dentro
de la corriente.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2-04.- CÓMO LEER LOS MOVIMIENTOS DEL AGUA.
OBJETIVO:
Identificar los movimientos de agua que pueden ser utilizados para la progresión y los que habrá que evitar,
ya que son peligrosos.
LA CORRIENTE
Se trata del flujo más importante de agua. A este nivel es donde el caudal y la velocidad del agua son más
elevados.
EL REBUFO: ¡PELIGRO!
Se trata de una zona del curso de agua en la que ésta se mueve con una rotación permanente en su eje
horizontal. Se caracteriza por una “seta” o una especie de remolino que hace retroceder el agua superficial
hacia atrás. Un objeto que flote o un nadador podrían perfectamente quedar atrapados en un rebufo. En ellos
el agua está muy emulsionada (tiene muchas burbujas de aire), y por lo tanto es menor su flotabilidad.
Cuando veamos un rebufo utilizaremos una cuerda para llegar con comodidad al final, o, si es posible,
saltaremos por encima de la “seta”. El nadador que ha quedado atrapado en un rebufo tiene varias
posibilidades:
Sumergirse hasta el fondo y en dirección a la cascada, para acercarse a la corriente profunda y dejarse llevar
por ella.
Alcanzar uno de los extremos de la badina, apoyándose en los bloques.
Lo ideal siempre es la asistencia de un compañero.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
EL REMOLINO: ¡PELIGRO!
En un cañón, el agua cae de forma escalonada, hasta llegar a una badina excavada que se llama marmita. En
estas marmitas cilíndricas, la corriente y la contracorriente se mezclan dando lugar a un movimiento rotativo
de gran velocidad (por pequeño que sea el caudal). Para salir de este movimiento, el deportista tendrá que
nadar con la corriente, tomar una velocidad superior a la del agua y darse un impulso de mayor potencia
cuando se acerque a la salida.
LA LAVADORA: ¡PELIGRO!
La lavadora es un movimiento de agua generado por la presión de la corriente en la pared del cañón. El agua
en los recodos del río, al venir con fuerza centrífuga, se acelera hacia el exterior del viraje. Este fenómeno
produce una tendencia a excavar la pared de manera que esta adopta una forma extraplomada. Mientras la
pared no tenga esta forma, la lavadora no presenta ningún riesgo.
Si la pared está excavada por el agua bajo su nivel del caudal normal, la lavadora puede convertirse en una
especie de sifón. Un objeto que flote en la superficie acabará siendo arrastrado hasta el fondo por efecto de la
corriente creada. En el fondo pueden acumularse una cantidad importante de objetos (ramas y otros) que
acaben por retener al nadador e impedir su salida a la superficie.
Para evitar ser arrastrado por una lavadora, tendremos que mantenernos en el interior del recodo del río, o
bien utilizar una técnica de cuerda.
EL SIFÓN: ¡PELIGRO!
El sifón es un lugar del cañón en el que el agua discurre total o parcialmente por debajo de un obstáculo. Se
suelen encontrar a menudo en las lavadoras, en forma de grandes bloques empotrados entre las paredes del
cañón o troncos de grandes dimensiones, generalmente en las zonas de caos de bloques. El peligro que
entrañan consiste en que el nadador es absorbido por la corriente (que en ocasiones es perfectamente
practicable, y sólo hay que dejarse llevar por ella para salir inmediatamente), pudiendo quedar enganchado
por objetos que haya en el fondo, como ramas o estrecheces del propio sifón.
De forma general, debemos evitar los sifones. Pero, ¿qué hacer si nos llega a arrastrar la corriente?
Si el agua pasa completamente por debajo del sifón, podemos saber si hay riesgo de aspiración observando el
remolino que se forma en la superficie, que nos anuncia riesgo de ser absorbido.
Cuando una parte del agua pasa por encima del objeto que forma el sifón y nos permite nadar, podremos
superar el obstáculo, siempre que permanezcamos estirados a favor de la corriente en su superficie, sin dejar
colgar las piernas hacia el fondo, lo que haría que nos arrastrase hacia el interior.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2-04.-CÓMO UTILIZAR LOS MOVIMIENTOS DEL AGUA
OBJETIVO:
Aprovechar los movimientos del agua para nuestra progresión.
REALIZACIÓN:
Tenemos que identificar y analizar el recorrido que podemos efectuar, para:
§ Utilizar lo mejor posible las corrientes de agua, buscando la economía de movimientos y
encontrando los posibles lugares de descanso, que nos permitirán progresar con seguridad y observar
el siguiente tramo de cañón.
§ Evitar los pasos peligrosos, utilizando la pared o técnicas de cuerda.
§ El descenso en grupo se efectuará con una persona en cabeza del mismo, que será la encargada de
proponer la dirección y estudiar previamente los pasos a superar, y el último, cerrando el grupo,
siempre en contacto visual con el primero, garantizando la seguridad de los demás.
Cómo nadar en aguas bravas:
Si no hay cambios bruscos de la pendiente del curso del agua, es decir, mientras la corriente siga un curso
llano y regular, la mejor posición es boca arriba, con los pies hacia delante. De esta manera, los pies nos
protegerán de los choques contra los bloques. Esta postura también nos proporcionará una mejor visión del
recorrido, puesto que la cabeza queda más levantada respecto al nivel del agua. En esta posición hemos de
pensar en recoger todas las cintas, cordinos, cabos de anclaje y demás objetos que cuelguen del arnés y
corran el riesgo de engancharse en los bloques o ramas del fondo. Esta postura nos permite anticipar los
movimientos para la continuación del recorrido, y economizar energía.
Si el recorrido presenta estrechamientos con un perfil irregular es preferible nadar boca abajo, con el pecho
apoyado en la saca. De esta manera evitaremos quedar enganchados con una rama o un bloque por el pie o la
pierna entera en los resaltes, lo que nos haría bascular hacia delante por la inercia, lo cual resulta peligroso.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
Cómo atravesar una corriente. Vadear el río.
Para atravesar la corriente y no dejarse llevar por ella, hay que tener en cuenta la fuerza con la que nos va a
empujar. En este caso, para tirarnos al agua y coger el máximo impulso, nos va a resultar útil tirarnos en
plancha o utilizar la contracorriente. Después tendremos que nadar, tendiendo a remontar hacia el punto que
queramos alcanzar. La orientación del cuerpo será el ángulo de incidencia en relación con la corriente, que
va a generar una fuerza de deriva hacia la otra orilla.
Cómo pararse en aguas bravas.
Para pararse en aguas bravas es inútil luchar contra la corriente. Por lo tanto, es necesario buscar una zona
con poco fondo, o bien una contracorriente, a la que llegaremos mediante un movimiento de anticipación
muy dinámico. Justo antes del punto donde se produce la contracorriente el nadador debe pivotar sobre su
propio vientre, con lo que se encontrará nadando en sentido contrario hacia el obstáculo que provoca la
“contra”.
Cómo reiniciar la travesía:
Para comenzar de nuevo a nadar (después de una parada en una contracorriente, por ejemplo), tendremos que
lanzarnos hacia la corriente mirando al origen de la misma, para una vez en ella girarnos de nuevo hasta
colocarnos en la posición boca arriba descrita con anterioridad.
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2-05/1.- LOS SALTOS: TÉCNICAS Y PRECAUCIONES DE
SEGURIDAD
Los saltos son el aspecto más lúdico del descenso de cañones. Nos permiten, tras un buen reconocimiento del
lugar, superar cascadas sin utilización de cuerda. También nos hacen posible en ocasiones evitar un
movimiento de agua peligroso. Si los realizamos sin tomar las debidas precauciones, son, por desgracia, la
mayor causa de accidentes de este deporte.
OBJETIVO:
Evitar cualquier tipo de traumatismo derivado de un golpe contra la superficie del agua o el fondo del río.
MATERIAL UTILIZADO:
Gafas de bucear y cuerda.
PUESTA EN PRÁCTICA:
Es imprescindible realizar un sondeo minucioso (1) de la badina de recepción con unas gafas de buceo.
Tenemos que evitar el menor riesgo de impacto con el fondo, con un bloque, un tronco de un árbol o con
ramas sueltas.
Aunque se trate de un cañón que conocemos a la perfección, tenemos que tomar esta precaución cada vez
que vayamos. Así pues, uno de los compañeros bajará la cascada con ayuda de una cuerda, y realizará el
sondeo (fig. 1). Si es posible, indicará a los demás la zona de recepción más idónea para el salto. El lugar
desde el que saltemos y tomemos impulso debe ser lo más horizontal posible. El salto se tiene que hacer con
un solo pie, pero sin tomar carrerilla. El impulso con los dos pies presenta un riesgo real de desequilibrarnos
hacia delante o hacia atrás, que puede llevarnos a una mala entrada en el agua.
Durante el tiempo de suspensión (2), el cuerpo debe mantenerse derecho, con los brazos recogidos y pegados
al cuerpo, y los puños delante de la cara. Antes de entrar en el agua, es aconsejable expirar con fuerza (sin
gritar), para endurecer los músculos abdominales. (fig. 2).
La recepción, o entrada en el agua, se hace con las piernas cerradas, ligeramente flexionadas, la boca cerrada
y la cabeza derecha.
TENEMOS QUE PONERNOS SIEMPRE EL CASCO, sea cual fuere la altura de la cascada.
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Los saltos pueden generar traumatismos en los tímpanos. Es aconsejable mojarse la cabeza antes de hacerlos,
para conseguir que los tímpanos se vuelvan más ligeros. Llevando puesta la capucha conseguiremos un
pequeño colchón de aire en su interior, que actuará como amortiguador y disminuirá sensiblemente la
presión que el agua ejerce sobre los tímpanos.
OBSERVACIONES:
1.- En efecto, a la menor crecida o tormenta, la badina puede llenarse de sedimentos provenientes de la
cabecera del río, rocas, árboles caídos de las paredes o de las pendientes extraplomadas de los laterales del
cañón.
2.- Para la realización de grandes saltos, la posición de entrada en el agua debe ser perfecta. Con este fin se
aconseja, para mantener un buen equilibrio en el aire, mantenerse relajado, con los brazos abiertos la mayor
parte del tiempo que dure la caída (fig. 3). Después, colocarse en la posición de la fig. 2 en el momento de la
entrada.
LAS ZAMBULLIDAS:
Los saltos de cabeza están completamente desaconsejados, salvo en las técnicas de aguas bravas, tal como
hemos visto en las fichas 26 y 27, debido a los riesgos que tienen de impacto en el fondo.
En todo caso, durante la progresión horizontal acuática, para tener cuidado y limitar al máximo el pisoteo del
fondo del río, podremos saltar en plancha en lugar de dar un simple salto de pie para continuar nadando,
sobre todo si llevamos un petate a la espalda. Esta técnica viene bien para pasar pequeños tramos del río o
badinas en las que hay que atravesar a nado.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2-05/2.- LOS TOBOGANES: TÉCNICA Y PRECAUCIONES DE
SEGURIDAD
OBJETIVO:
Utilizar el deslizamiento como medio para franquear regueros y planos inclinados naturales formadas en
ciertas cascadas.
REALIZACIÓN:
Es necesario, al igual que en los saltos, realizar un sondeo minucioso de la badina de recepción con unas
gafas de bucear (1), para suprimir cualquier riesgo de impacto con el fondo, con bloques, troncos de árboles
o ramas.
Aunque se trate de un cañón que conocemos perfectamente, es necesario tomar esta precaución cada vez que
vayamos.
Uno de los participantes bajará la cascada con una cuerda para realizar el sondeo. También tiene que
verificar durante el descenso que la placa que sirve de apoyo al tobogán no tiene asperezas ni salientes
peligrosos, dejándose deslizar suavemente sobre ella, si es necesario.
La posición correcta para el descenso es semiacostado boca arriba. Esta postura evitará que seamos
proyectados hacia delante (en caso de que estuviéramos sentados), permitiéndonos mantener una noción de
nuestra ubicación en el espacio, al contrario de lo que supondría bajar totalmente apoyado en la espalda. Los
brazos deben permanecer estirados a lo largo del cuerpo, con las manos sobre los muslos, o bien en cruz
sobre el pecho, con las manos a la altura de los hombros.
¡Atención! Tenemos que olvidar nuestros hábitos del colegio. Bajar un tobogán natural en posición de
sentado es la mejor garantía de hacerse daño en la llegada, ya que caeremos en plancha en el agua.
Posición de recepción: Las piernas deben estar ligeramente flexionadas, y el cuerpo relajado.
Atención: Al igual que los saltos, los toboganes son causa importante de accidentes. En caso de duda, todo
el mundo utilizará la cuerda.
OBSERVACIÓN:
1.- En efecto, a la menor crecida o tormenta la badina puede rellenarse con sedimentos provenientes de la
cabecera del río, o de árboles caídos de la paredes o de las laderas del cañón.
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Nota: los saltos y toboganes nunca son obligatorios. Todos los obstáculos deben poder ser superados con
técnica de cuerda.
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2.06.- CÓMO PORTEAR LA SACA EN LAS CASCADAS
OBJETIVOS:
Evitar ser desequilibrados por la saca cuando la llevamos a la espalda, con lo que soltaríamos la cuerda
durante el descenso (fig. 1 y 2)
Evitar ser arrastrados por la corriente o aspirados hacia una zona sifonante a causa de un petate anclado a
nuestro cabo de anclaje.
PUESTA EN PRÁCTICA:
1.- Si durante del descenso de una cascada, el rápel nos lleva a que cruzar la caída del agua, lo mejor es
colgar el petate lo más corto posible al arnés de cintura, a nuestro costado.
2.- Si además la recepción se hace en una zona agitada, lo mejor es bajar SIN LA SACA. El último nos la
pasará en teleférico antes de bajar (fig. 6).
Para facilitar el teleférico, el último tendrá que hacer un nudo de retención en la cuerda durante la maniobra
(fig. 7) en el extremo opuesto al de progresión, para que el compañero pueda poner la cuerda tensa.
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2.07.- ELECCIÓN Y UTILIZACIÓN DEL DESCENSOR
El descensor para cañones no existe...¡todavía! El aparato más empleado, ya que es el más adaptado y
polivalente, es el ocho. Es importante que en su uso tengamos en cuenta que debe concebirse como un freno
para el descenso y en caso de caída. Sea como fuere tendremos que elegir una forma de colocar el descensor
en la cuerda que evite a los compañeros que vayan a estrellarse contra la base de la cascada si sueltan la
cuerda. Esto puede llegar a ocurrir con el montaje conocido como “rápido”, que aún se emplea mucho a
pesar de todo (fig. 1)
Descensor en posición rápida: ¡Peligro!
Esta es una utilización peligrosa del ocho. A su uso se le pueden achacar algunos accidentes mortales, y otros
muchos, afortunadamente no tan graves. Esta forma de montar el ocho tenía una justificación durante un
tiempo, en que se pretendía con esta técnica salir lo antes posible de debajo de una cascada, evitando así un
posible caso de ahogamiento. Se hacía así porque la cuerda se instalaba de forma que colgaba
completamente, quedando el sobrante sumergido bajo el agua. Utilizando este sistema bastaba con abrir el
mosquetón para sacar la cuerda, sin necesidad de quitarse el ocho completo para liberarse de ella.
Este montaje favorece también el riesgo de soltar la cuerda bajo una cascada. Cuando el agua nos cae en el
pecho, su peso aparente aumenta notoriamente, lo que puede llevarnos a soltar la mano.
Esta posición deberá ser restringida a casos muy precisos: personas muy ligeras, placa muy inclinada,
autodescuelgue, descenso en doble de grandes cascadas, o rápel guiado.
Hay una variante de este montaje que también resulta peligrosa: es el sistema clásico, que tiene tendencia a
formar el temido nudo de alondra en el ocho (fig. 2 y 3), en el caso en que el descensor entre en contacto con
una arista rocosa (lo que es bastante habitual cuando se supera un extraplomo).
Utilización correcta del descensor:
El ocho siempre debe permitir, en caso de soltar la cuerda, un descenso suficientemente frenado como para
posibilitarnos recuperarla, o por lo menos no poner en peligro nuestra integridad física si llegamos al suelo o
al agua. El montaje a emplear estará en función del peso del deportista y del diámetro de la cuerda. El peso
del deportista puede variar en función de su corpulencia, el caudal de la cascada, el peso de la saca (por
supuesto, medida fuera de la cascada), y en maniobras de socorro, del peso del accidentado que nos
colguemos del arnés.
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- Montaje en simple tipo “vertaco” (fig. 4):
Este es el montaje que se utiliza en el 80% de los casos, puesto que es el más eficaz. Con él no es posible que
se forme el nudo de alondra.
Condiciones PRIORITARIAS de utilización:
Descenso en simple en una cascada con agua. Deportista de más de 50 Kg. y cuerda de 9 mm.
- Montaje en doble con mosquetón de freno (fig. 5):
Se utiliza en descensos en doble de cascadas de pequeñas y medianas dimensiones. Este montaje permite
utilizar el freno suplementario sólo cuando es necesario. Por ejemplo, al final de una cascada, cuando el peso
de la cuerda es menor y se alcanza más velocidad.
- Montaje en simple con mosquetón de freno (fig. 6):
Para descensos en simple con cuerda de 10 mm.
- Montaje rápido en doble con mosquetón de freno (fig. 7):
Para descenso de grandes cascadas con cuerda de 9 ó 10 mm.
5
4
6
7
Montaje para cuerdas de 8 mm.
(fig. 8):
Es el montaje a emplear
SIEMPRE en maniobras de
socorro, cuando tenemos que
colgarnos a un compañero
después de cortar la cuerda. En
esta situación, nos encontramos
dos personas colgadas de una sola
cuerda de 8 mm. y un solo
descensor.
Todas estas soluciones de
montaje tienen la posibilidad de
añadir un freno suplementario.
Basta con levantar la mano que
sujeta la cuerda para regular la
velocidad a la salida del
descensor, con lo que el ángulo
de roce de la cuerda con el
mosquetón de freno. Esta
maniobra es indispensable para
realizar con comodidad y
seguridad la posición de parada y
la llave de descensor.
8
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2-07/2.- ELECCIÓN Y UTILIZACIÓN DEL DESCENSOR
2
4
3
Denominación de las piezas
(1)
Segundo reenvío,
(2)
Caucho de sujeción
(3)
Punto de anclaje
(4)
Primer reenvío
Descripción
El Piraña es un descensor específico para descenso de cañones, que nos
facilita algunas maniobras que podrían resultar dificultosas o nos
podrían poner en apuros.
Algunas de sus ventajas son:
1.- Rapidez de colocación de la cuerda: no es necesario quitar el mosquetón, sino que la cuerda se
coloca abriendo simplemente el mosquetón de seguro, quedando en una posición intermedia entre
la clásica del ocho y la rápida.
Con ello conseguimos sacarla con rapidez debajo del agua o cuando no hacemos pie, con toda
seguridad de no perderlo.
2.- El aparato queda siempre colocado correctamente, gracias a su tope de caucho que lo
inmoviliza, impidiendo que se apoye en el gatillo del mosquetón de seguro, y evitando sustos.
3.- Facilidad de frenado, gracias a sus puntos de reenvío (1 y 4 en la fig.1)
4.- Rapidez y economía de cuerda para la llave de bloqueo.
Sin embargo no deja de tener inconvenientes:
- Es demasiado lento con cuerda doble, sobre todo si es de espeleo.
- Es obligatorio su uso con mosquetones Petzl. Su agujero inferior, de reducidas dimensiones,
no admite mosquetones de otra marca. Al final, el conjunto se dispara, si sumamos el precio
del descensor y del mosquetón.
- No es tan polivalente como el ocho en maniobras de fortuna.
El principio de funcionamiento, aún estando bien pensado para facilitar estas maniobras, ha
quedado un tanto desfasado con la aparición de los sistemas desembragables, que nos evitan tener
que quitarnos el descensor al llegar al agua. Así pues, no parece demasiado justificada su compra,
teniendo en cuenta su precio. Esto no quiere decir que no funcione, sino que poniendo en una
balanza las facilidades que nos ofrece y el precio, no llega a compensar.
Normas de utilización
COLOCACIÓN (Fig. 1)
- Elegiremos un mosquetón de seguridad del tipo HMS y aproximadamente de 12
mm de diámetro (por ejemplo un WILLIAM o un ATTACHE)
- Instalación del mosquetón en el descensor: para zurdos (fig. a), para diestros (fig b).
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1
a
b
¡ATENCIÓN!. Las explicaciones de la ficha se
refieren a una persona diestra.
- Instalación del descensor en el arnés: coloque el
seguro de cierre del mosquetón mirando hacia
usted.
- Instalación de la cuerda: el cabo libre sale por el lado de
la mano derecha.
Es posible instalar el descensor en un cabo de anclaje
para facilitar el paso en algunos puntos mediante, por
ejemplo, un anillo de cinta fijado con un nudo de alondra
o un cabo de cuerda
DESCENSO (Fig. 2)
2A. Posiciones de frenado:
El Piraña dispone de 3 posiciones de frenado diferentes: mínima, intermedia y máxima. Debemos
elegir el tipo de frenado adecuado a la situación antes de comenzar el descenso, en función de
nuestro peso, del tipo y del diámetro de la cuerda, y de la configuración del terreno.
2B. Frenado complementario:
Durante el descenso, el primer y segundo reenvío permiten adaptar el frenado.
2A Posiciones de frenado
2C. Precauciones:
Atención: si lo utilizamos solo, el Piraña no
asegura la función de bloqueo. La mano
debe sujetar siempre el cabo libre. Una
persona puede asegurar el descenso desde el
suelo. El Piraña ha sido diseñado para ser
utilizado siguiendo las posiciones descritas
en la fig.2. Cualquier otra utilización
deteriora el caucho de sujeción y presenta un
riesgo de bloqueo por nudo de alondra.
El Piraña evita la formación del nudo de
alondra, pero no impide que un nudo pueda
bloquear el descenso.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2C. Precauciones en el descenso
2B.Frenado complementario
3.Bloqueo
3A
3B
3C
BLOQUEO (Fig. 3).
3A. La posición de bloqueo
rápido necesita mantener la
mano sujetando el cabo libre.
Esta posición es interesante al
comienzo del rápel o para
desenredar la cuerda durante el
descenso.
3B. Posición de bloqueo de
seguridad sin apoyo en la pared.
3C. Posición de bloqueo de
seguridad con apoyo en la pared.
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8.- CÓMO INSTALAR EL DESCENSOR Y DESANCLARSE
OBJETIVO:
Emplear un método que nos permita evitar:
- La pérdida del descensor durante la instalación.
- Un error en el montaje.
- La formación del nudo de alondra.
COLOCACIÓN Y UTILIZACIÓN: (para diestros)
1.- Anclarse con el cabo de anclaje corto a la instalación, y colgarse de él.
2.- Debemos tener el descensor anclado por el agujero grande.
3.- Introducir la cuerda desde abajo del descensor por el agujero grande, y rodear con ella el agujero
pequeño (fig. 1 y 2).
4.- Desanclar el descensor, darle la vuelta y anclarlo por el agujero pequeño.
Si el montaje es correcto, la parte de la cuerda que pasa por encima del descensor debería quedar hacia
nosotros (en esta posición evitamos el nudo de alondra).
Para desanclarse:
En caso de que tengamos apoyos para los pies:
1.- Ponerse de pie y recoger el sobrante de cuerda entre la instalación y el descensor, tirando de la cuerda
que sale del mismo hacia arriba (fig. 4).
2.- Pasar la cuerda que sale del descensor por el mosquetón de freno o el del propio descensor (posición
Vertaco), cerrando el seguro (fig. 5).
3.- Volver a colgarse del descensor, para comprobar que el montaje está bien realizado (1).
4.- Si está bien, el cabo de anclaje debería quedar flojo, así que podremos desanclarlo sin problemas,
colgándola de una de las cintas portamaterial del arnés (2).
5.- Comenzar el descenso.
En caso de que no dispongamos de apoyos para los pies:
1.- Anclarse con el cabo de anclaje largo a la instalación, como se hace en la situación anterior, con los
dos cabos a la misma altura o más abajo el largo que el corto.
2.- Pasar la cuerda que sale del descensor por el mosquetón de freno o el del ocho, y cerrar el seguro
3.- Sin soltar la cuerda que sale del ocho, agarrarse del anclaje con la mano derecha (con la cuerda en la
mano), superándose hacia arriba a pulso o apoyándose en un estribo o un bucle de la cuerda.
4.- Con la mano izquierda, desanclar el cabo corto (fig. 6), colgándola en la cinta portamaterial del arnés.
5.- Colgarse suavemente del descensor y comprobar el montaje.
6.- Si está bien hecho, desanclar el cabo largo y comenzar el descenso.
OBSERVACIONES:
1.- No comprobar el descensor nos puede llevar a estar realizando el descenso con el ocho atravesado en el
cierre de seguro del mosquetón (fig. 7). Si se rompe, el mosquetón puede abrirse, provocando un
accidente.
2.- Debemos evitar dejar sueltos los cabos de anclaje durante el descenso. Con las prisas, podríamos
agarrarnos a uno de ellos en lugar de a la cuerda de progresión, lo que ha provocado ya muchos
accidentes.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2-08.- CÓMO INSTALAR EL DESCENSOR Y DESANCLARSE
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2-09.- BAJAR UNA VERTICAL
OBJETIVOS:
Facilitar el descenso con total seguridad.
Cuidar la cuerda.
REALIZACIÓN:
1.- Bajar regularmente y sin tirones:
Para limitar al máximo el efecto del roce en los posibles puntos de contacto con la roca.
Para limitar el riesgo de soltar la cuerda.
2.- Mantener las dos manos sujetando la cuerda:
Para conseguir un mejor control de la cuerda, y conseguir apoyarse en la pared con una mano sin tener que
soltar la cuerda en caso de patinarnos.
3.- Mirar alternativamente:
Hacia abajo: para anticipar nuestra trayectoria en el descenso.
Hacia arriba: para comprobar que la cuerda no roza en ningún sitio con aristas de la roca.
4.- Evitar los péndulos y alejarnos del eje de la vertical:
En caso de que al pendulear regresemos al eje vertical del descenso, podríamos dañar la cuerda con el roce
o chocarnos fuertemente contra la pared o incluso con el agua de la cascada.
3
4
2
1
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2-10.- LLAVES DE BLOQUEO
POSICIÓN DE PARADA
OBJETIVOS:
Poder bloquear el descenso de manera eficaz, disponiendo de una
mano libre para cualquier maniobra:
Paso de nudos
Corte de la cuerda de nuestro compañero
Etc...
REALIZACIÓN:
Sujetar fuerte con una sola mano las dos cuerdas por encima del
descensor (fig. 1).
LLAVE DE BLOQUEO
OBJETIVO:
Poder pararse durante el descenso y disponer de las dos manos, para:
§ Deshacer un nudo de la cuerda.
§ Instalar un anclaje de desvío o fraccionamiento.
§ Ayudar a un compañero.
§ Hacer una foto, etc...
MATERIAL UTILIZADO:
Cuerda de progresión y descensor.
REALIZACIÓN:
Hacer un nudo de fuga alrededor del descensor (fig. 2 y 3).
Con la gaza sobrante lo bastante larga, hacer media llave alrededor del descensor (fig. 4 y 5).
Si la maniobra nos va a llevar bastante tiempo, es mejor asegurar el bucle sobrante con el cabo de anclaje
(fig. 6).
Hay otras formas de hacer la llave de bloqueo. ¿Porqué hemos elegido esta?
Este montaje es el único que se llega a desbloquear en cualquier situación, incluida una vertical aérea con
un compañero colgado de nosotros.
Esta llave de bloqueo retoma el principio de bloqueo de la cuerda (nudo de fuga con media llave) utilizado
en el resto de las maniobras.
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2-10.- LLAVES DE BLOQUEO
2
3
Nudo de fuga
4
5
Media llave
6
Llave de bloqueo
completa
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2-11.- ASEGURAR DESDE ABAJO
OBJETIVO:
Asegurar a los compañeros durante un descenso con cuerda.
Parar el descenso de un compañero que haya soltado la cuerda.
MATERIAL UTILIZADO:
Cuerda de progresión.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN.
Para que este método sea realizable y eficaz:
1.- Tendremos que buscar un lugar en el que podernos colocar de pie, de manera estable y relativamente
cerca del pie de la cascada.
2.- El asegurador debe dejar un poco de holgura en la cuerda.
3.- Con los brazos arriba sujetaremos firmemente la cuerda.
4.- La vertical no debe ser demasiado alta y debe ser completamente visible desde abajo.
OBSERVACIONES:
Una misma persona puede asegurar al mismo
tiempo a 2 compañeros que bajen cada uno por
un extremo de la cuerda.
Se aumenta de forma considerable la seguridad y
la prevención en caso de que nuestro compañero
suelte la cuerda si nos colocamos nuestro
descensor para facilitar una frenada más eficaz.
Aún siendo fácil de poner en práctica, esta
técnica sólo resultará eficaz si la persona que
asegura está permanentemente atenta de su
compañero y reacciona de forma inmediata a sus
gestos. Si lo hace demasiado tarde, la persona
que está bajando cogerá demasiada velocidad en
la vertical como para poder parar la bajada.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2-12.- RECUPERAR CORRECTAMENTE LA CUERDA
OBJETIVO:
Recuperar la cuerda de progresión sin esfuerzo (1) y sin riesgo de bloqueo (2) por torsión de la misma.
REALIZACIÓN:
Prevención del riesgo de trenzado o torsión:
1.- En el descenso en simple: cuando el primero lanza la saca que contiene la cuerda de progresión, debe
permanecer atento a que el extremo de recuperación no se cruce con el de progresión.
2.- En el descenso en doble: el último, y en su caso todos los anteriores, deben tener cuidado de no trenzar
la cuerda, separando los dos extremos cuando sea necesario.
Si el anclaje no es visible desde la base de la cascada, retrocederemos todo lo posible para abrir el ángulo
respecto a la pared, y reducir así el roce.
Cuando el extremo de la cuerda que remonta despega del suelo, tenemos que comprobar que no tiene
ningún nudo.
No tiraremos de la cuerda de forma rápida ni violenta, para evitar la formación de nudos en la misma.
Si no hay posibilidades de retroceder (fig. 2) tendremos que vigilar permanentemente que las cuerdas no
estén cruzadas ni trenzadas.
Es aconsejable meter la cuerda en la saca poco a poco. Esto nos evitará que se salga por sorpresa y se
escape con la corriente, de forma que al recuperarla se pueda enganchar entre los bloques u otros
obstáculos (fig. 2).
OBSERVACIONES:
1.- En este caso, la localización de la instalación de cabecera es decisiva.
2.- Si no tenemos cuerda de socorro, un bloqueo de la cuerda de progresión podría tener como
consecuencia que nos resulte imposible continuar el descenso, siempre que no podamos realizar un
ascenso por la cuerda en unas mínimas condiciones de seguridad. Esta maniobra solo debe hacerse si
disponemos de los dos extremos de la cuerda en la base de la cascada.
1
Anclaje bien situado: recuperación fácil de la cuerda
2
Anclaje mal situado: Riesgo de enganche
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BLOQUE 3: TÉCNICAS DE INSTALACIÓN Y
PROGRESIÓN EN SEGURIDAD
3-01.- UN REPASO A LOS NUDOS MÁS USUALES EN LOS
CAÑONES
1.- Nudos de instalación:
En cabecera:
1.– Gaza, 2.- Ocho, 3.- Ocho doble, 4.- As de guía.
En medio de la cuerda:
5.- Ballestrinque, 6.- Mariposa.
Anillos de cuerda:
7.- Ocho trenzado, 8.- Pescador doble
Anillos de cinta:
9.- Nudo de cinta.
Carga pesada en socorros:
10.- Anillo de reparto de cargas.
2.- Nudos de unión:
Unión de los dos extremos de la cuerda:
11.- Ocho simple.
Unión de dos tramos de cuerda de progresión:
12.- Ocho triple.
3.- Nudo regulable
Para regular la cuerda tensa:
13.- El nudo dinámico bloqueado con un nudo de fuga y media llave.
4.- Nudos de retención:
Para bloquear un extremo de la cuerda en el anclaje de cabecera:
14.- En un maillón o una anilla metálica. Se elabora mediante un nudo de ocho en el que se coloca un
mosquetón de seguro de gran abertura. Presenta dos ventajas:
1.- No puede pasar a través de los grandes maillones delta (del tipo de los empleados para cierre
del arnés) que encontramos a veces en las instalaciones de cabecera. Eso nos evitará realizar el
montaje de la fig. 16, que puede ocasionar ciertos problemas.
2.- En cualquier caso, sea cual fuere la tensión a la que vayamos a someter a la cuerda (rápel
guiado, tirolina, etc.) el nudo se deshace con facilidad y muy rápidamente.
15.- Si anclamos en un árbol suficientemente sólido, nos podemos permitir la opción de bajar en
simple sin dejar la cinta de anclaje en el árbol.
Un nudo realizado en la cuerda reduce la
resistencia de ésta en un 50%
aproximadamente.
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Elaboración
del
valdostano
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3-01.- UN REPASO A LOS NUDOS MÁS USUALES EN LOS
CAÑONES
Gaza
Ocho
doble
Ocho
As de
guía
Ballestrinque
Mariposa
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3-01/2.- LOS NUDOS
Ocho
trenzado
Pescador doble
Nudo de
cinta
Anillo repartidor de
cargas
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3-01/3.- LOS NUDOS
30-40 cm mínimo
Ocho simple
Ocho triple
Retención
con
mosquetón
Dinámico
Un extremo
bloqueado contra
un árbol
Dinámico con
llave de
bloqueo
Este montaje
debe evitarse
si la cuerda
cruza la
cascada,
puesto que
puede
bloquearse la
resuperación
de la cuerda
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3-02.- EL MATERIAL DE PROGRESIÓN Y SEGURIDAD
ORGANIZAR EL TRANSPORTE Y LA DISTRIBUCIÓN DEL MATERIAL:
¿Qué llevamos puesto y qué va en la saca?
OBJETIVOS:
1.- Definir el material mínimos que debemos llevar en cada equipo.
2.- Organizar racionalmente la distribución del material en función de las necesidades normales de la
progresión (instalación) y de una posible urgencia (autosocorro o desbloqueo de un compañero).
UTILIZACIÓN:
Llevaremos puesto el equipo personal, ya enumerado en la ficha 01 (foto 1). El líder del grupo debe
añadir a esta relación:
§ 2 mosquetones sin seguro, asimétricos e idénticos (posibilidad de hacer un nudo de corazón).
§ 4 mosquetones de seguro (con forma de pera o de gran abertura para realizar nudos regulables), y
alguno más si hay que instalar pasamanos.
§ Una navaja que llevemos a mano, disponible inmediatamente.
§ Si el descenso lo requiere, un silbato, también a mano.
El líder del grupo llevará consigo en su saca, siempre que no la deje de su mano (foto 2):
§ 1 valdostano.
§ 2 bloqueadores mecánicos, de los cuales uno de ellos puede ser un shunt.
§ 1 pedal.
§ 1 arnés de pecho ligero, de cinta.
§ 1 descensor de ocho de repuesto.
§ Anillos de cinta y de cordino (2 ó 3).
En la saca (foto 3):
§ El material de instalación: bolsa de burilar con maza, mandril, llave de métrica 13, spits, placas y
maillones rapide.
§ La cuerda de socorro (en la saca del líder), estática, de 8 mm. de diámetro, y con una longitud
igual a la mayor de las verticales a superar
§ Una polea.
§ Un reloj, en caso de que no lo tengamos puesto.
§ Bebidas.
§ La saca de la cuerda en la que meteremos la cuerda de progresión (foto 4) adaptada al tipo de
salida (ficha 03), de una longitud ligeramente superior al doble de la vertical más alta que
tengamos que bajar. Pueden ser dos cuerdas iguales, que ataremos con un nudo de unión cuando
haga falta. Debe llevarse en la saca bien colocada (ficha 24).
Dentro del bidón estanco (foto 5):
§ Alimentos (no representados en la foto).
§ Un botiquín.
§ Una manta de supervivencia.
§ Una frontal eléctrica.
§ Un mechero.
§ Unas gafas de bucear.
§ La topo del barranco. Si está plastificada, podríamos llevarla en la tapa de la saca.
§ Si el cañón es frío, se puede llevar un hornillo y un cacillo para calentar alguna comida o infusión.
§ Si el cañón es muy acuático, es conveniente llevar una cuerda de socorro de lanzar, de las
empleadas en kayak.
La cuerda se socorro, introducida en su saca flotante, nos facilita mucho las cosas en ciertos momentos
OBSERVACIONES (foto 6):
La saca pequeña de la cuerda de socorro cabe en la saca grande. La cuerda estará siempre preparada para
su utilización.
La saca grande de cuerda, con dos aberturas.
3-02.- EL MATERIAL DE PROGRESIÓN Y SEGURIDAD
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NOTA: Esta ficha no se refiere al material individual (para ello remitirse a la ficha 2-01).
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3-03.- ¿QUÉ CUERDA UTILIZAR?
En la fabricación de cuerdas se pueden utilizar tres materiales distintos:
- Polipropileno: Flota y tiene una densidad de 0,91. No se encoge en el agua, disipa mal el calor
producido por el roce con el descensor, y tiene una pobre resistencia a la abrasión y la rotura.
- Poliamida: No flota, y tiene una densidad de 1,14. Encoge, pero tiene una resistencia a la abrasión
muy superior que la anterior.
- Poliester: pesada, con una densidad de 1,98. Insensible al agua y buena resistencia a la abrasión.
Con el uso, se ha demostrado que el material que mejor se comporta es la poliamida.
¿QUÉ CUALIDADES BUSCAREMOS EN UNA CUERDA DE CAÑONES?:
- Solidez: Debe permitir el ascenso en simple por una cascada. Para ello las normas europeas imponen
una resistencia mínima de 1.800 Kg. y otras condiciones bastante drásticas. Todas las cuerdas de
poliamida de 9 mm. de diámetro cumplen estas condiciones. Las cuerdas flotantes de polipropileno y
poliamida no sólo las cumplen en diámetros superiores a 10 mm.
- Resistencia a los fenómenos de abrasión derivados sobre todo de los roces contra la pared. Las
cuerdas de poliamida son las únicas que responden a este requisito con garantías.
- Ligereza: para facilitar la confección de nudos y su introducción en la saca, con lo que nos evitaremos
ciertas molestias.
- Semiestática: Debe tener entre un 3 y un 5% de elasticidad. Hay que encontrar el equilibrio. Con poca
elasticidad pueden disminuirse los efectos de la abrasión y el uso cuando se produzcan roces contra la
roca. No debe ser tampoco demasiado dinámica, para no resultar molesta en los posibles ascensos con
bloqueadores mecánicos.
- ¿Tiene que flotar para evitar que la perdamos en el fondo de una poza?. Nos hemos dado cuenta con
la experiencia que este nunca ha sido un objetivo importante, ya que por razones de seguridad la
cuerda nunca debe quedarse en el agua, ni bajo una cascada. La cuerda puede ser transportada en una
saca con flotador.
- ¿Buscando los tres pies al gato?. Después de varios años de tanteo salieron al mercado las cuerdas
flotantes (mezcla de poliamida y polipropileno), que a la larga resultan peligrosas (ver la advertencia
de las primeras páginas), puesto que son muy poco resistentes a la abrasión, llegando a la rotura
incluso con maniobras tan simples cono un descenso regulable. Dadas las exigencias contradictorias
de esta actividad, el medio en el que se desarrolla y sus usuarios, un fabricante francés ha lanzado al
mercado una cuerda que responde de manera muy adecuada a este uso. Se trata de una cuerda
semiestática, ligera y manejable, que tiene una muy buena resistencia. Más pesada, ciertamente, pero
también más segura, teniendo en cuenta las exigencias de la actividad: Necesitamos realizar ascensos
por una cuerda en simple en la que se suelen dar roces contra la pared.
UTILIZACIÓN:
1.- Elección de la cuerda:
CUERDA DE PROGRESIÓN:
Cuerda semiestática de espeleo o de cañones (100% poliamida, no flotante). Su diámetro dependerá del
uso que tengamos previsto darle.
- Para un uso deportivo, en pequeños grupos de 3 ó 4 personas, una de 9 mm. de diámetro es suficiente.
Representa un buen equilibrio entre seguridad, peso y volumen que ocupa.
- Para cursillos y uso intensivo recomendamos utilizar una cuerda de 10 o incluso 10,5 mm. de
diámetro. Además del tema de la seguridad, nos encontraremos con que a la larga resulta más
económico.
CUERDA DE SOCORRO:
Debe ser más ligera, absorber menos agua, y de 8 mm. de diámetro semiestática. Se utiliza para
intervenciones rápidas, por supuesto, pero también durante la progresión para instalar pasamanos. En caso
de urgencia, unos pocos segundos bastan para recuperar un pasamanos recuperable.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
2.- Protección:
Para aumentar la duración de la vida de la cuerda y evitar los riesgos de rotura, es indispensable:
- Utilizar con la frecuencia necesaria las fundas de protección para la cuerda en las aristas más vivas.
- Cambiarla de posición después de cada descenso de un compañero (ficha 14)
3.- La longitud:
Cuando preparemos la salida, debemos determinar con cuidado las longitudes de las cuerdas que vamos a
llevar. Para ello hay que tener en cuenta la localización de los anclajes y la distancia que tenemos que
retroceder en la base de la cascada para facilitar la maniobra de la recogida de la cuerda. Una cuerda
estática de poliamida encogerá con el uso entre un 8 y un 10%. Habrá que tenerlo en cuenta cuando
vayamos a comprarla.
Por ejemplo: para una cascada de 95 m., en la que es necesaria una cuerda de 100 m. disponibles,
tendremos que llevar 2 cuerdas de 110 m., ya que al cabo de 6 meses de uso se convertirán en 100.
4.- El marcado de las cuerdas:
Nunca vamos a pegar numeraciones ni cintas adhesivas en los extremos de la cuerda, Tampoco dejaremos
la etiqueta del fabricante, ya que corremos el riesgo de que se nos enganche en el maillón del anclaje a la
hora de recogerla.
El marcado de la longitud se hará en la misma cuerda, con la ayuda de un rotulador indeleble en cada uno
de sus extremos, según el código que figura en el dibujo adjunto.
El marcado del medio de la cuerda es discutible, ya que ésta puede sufrir varios recortes debido al uso.
Tendríamos un peligro de confusión, que nos puede provocar un accidente.
5.- Almacenaje y mantenimiento:
Tenemos que tener un cuidado especial con la cuerda, porque es nuestro seguro de vida. Hay que leer y
respetar escrupulosamente las indicaciones del fabricante. Entre otras cosas, hay que secarla bien y
guardarla en un lugar protegido de la luz (o sea, de los rayos ultravioleta).
10 m
100 m
5m
1m
50 m
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
3-04.- GUARDAR LA CUERDA: CÓMO UTILIZAR LA SACA.
OBJETIVO:
Utilizar una técnica para guardar la cuerda que permita optimizar y hacer más seguras las maniobras en
progresión deportiva.
Ventajas: No sacar más que la cuerda justa y necesaria para bajar una cascada. Ya mida 5 m. o 50,
siempre utilizaremos la misma, que será la que hayamos previsto para el descenso de la cascada más
grande.
Ya no nos hará falta llevar, como nos aconsejan en algunas topoguías, algunas cuerdas más pequeñas para
las cascadas de menor desnivel, con la excusa de ganar tiempo y peso.
En las cascadas grandes, cuando no acertamos a ajustar la cuerda al ras del agua, lanzaremos la(s)
saca(s).(1). Este tipo de material aguanta perfectamente caídas de 50 y 60 m. No nos dará lugar a la
formación de nudos accidentalmente, además de conseguir mayor precisión en el lanzamiento.
Tampoco correremos el riesgo de que la cuerda se enrede en la cabecera cuando montemos un rápel
regulable.
Confort, seguridad y precisión en todas las maniobras de cuerda.
En caso de urgencia, la saca puede servir como protector de cuerda.
MATERIAL UTILIZADO:
Saca para cuerda y kit-boule o saca tipo espeleo, ya sea comprada o hecha a medida. En este caso, la
haremos con flotador, cosiendo o introduciendo en su interior un pedazo de esterilla de camping, de las de
célula cerrada.
La parte superior de la saca debe tener dos anillas para permitirnos atar e identificar en cada una de ellas
los extremos de la cuerda. Aunque esté preparada para ser introducida en la saca de transporte durante los
tramos más largos de marcha a pie, esta saca pequeña para cuerda puede llevar unos tirantes que nos
permitan llevarla aparte, cuando las cascadas se encadenan una tras otra. Su volumen será tal que pueda
caber una longitud de cuerda de 9 mm, de entre 60 y 80 m. En la parte superior, debe tener un anillo de
cuerda o cinta que nos permita colgarla del anclaje o cerca de él.
INSTALACIÓN:
El final de la cuerda se ata a una de las anillas de la parte superior de la saca. Es el extremo de fin de
cuerda (fig. 2). Introducimos la cuerda en la saca, atando el otro extremo a la segunda anilla (fig. 3). De
esta manera, podremos utilizar los dos extremos indistintamente, y sólo sacaremos la longitud de cuerda
realmente necesaria (2).
En una saca con una sola abertura, comenzaremos por introducir algunos metros de cuerda en un lateral de
la misma, y el resto en el fondo. Esta maniobra nos facilitará la utilización del extremo del fondo.
UTILIZACIÓN:
En las fichas técnicas encontramos diferentes utilizaciones de esta maniobra.
Para la instalación de pasamanos, emplearemos normalmente el cabo del fondo.
Para la instalación de verticales, cogeremos el extremo superior.
La saca de cuerda queda siempre colgada del anclaje.
Para hacer llegar el extremo de recuperación hasta la base de la cascada, lo más habitual es lanzar la saca.
OBSERVACIONES:
1.- Evidentemente, para el lanzamiento de la saca hay que asegurarse de que el espacio a nuestro alrededor
está libre y que en la recepción la saca no va a ser arrastrada por la corriente. Si no fuera así, es mejor
renunciar a las ventajas de esta técnica, más adecuada para un lanzamiento en seco.
2.- Los fabricantes empiezan a comercializar sacas con dos aberturas.
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3-04.- GUARDAR LA CUERDA: CÓMO UTILIZAR LA SACA.
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3-05.- CÓMO UTILIZAR Y COLOCAR LOS ANCLAJES
OBJETIVO:
Para progresar en los pasos expuestos o bajar una cascada, hay que utilizar una cuerda y anclarla de
manera fiable, para eliminar el menor riesgo de caída.
Un anclaje debe ser sólido y bien emplazado
UTILIZACIÓN:
Para utilizar un anclaje hay que comprobarlo con anterioridad.
Todos los puntos de anclaje, al igual que los anclajes propiamente dichos deben ser controlados antes de
su utilización.
- Los pitones: Golpearlos para ver si “cantan”, si no trabajan a extracción y si están colocados en su eje
correcto. 1
- Los spits, parabolts y placas: controlar si están apretadas correctamente las tuercas, que los spits no se
muevan en su agujero y que la roca no esté agrietada.
- Las piruletas químicas: comprobar que no hayan sufrido ningún tipo de golpe o torsión.
- Los anillos de cuerda y cinta: comprobar los nudos, que no estén deshilachados, y que el anclaje
trabaje en un eje correcto. Los rayos ultravioletas del sol y los agentes meteorológicos degradan la
cuerda y las cintas. En cuanto tengan un aspecto dudoso, generalmente por decoloración, no
dudaremos en cambiarlos.
- Los mosquetones y maillones: comprobar que trabajen en el eje correcto y que estén completamente
cerrados.
OBSERVACIONES:
No dudar en cambiar un spit, un cordino, una cinta o incluso un maillón. El material que queda instalado
sufre los efectos de la meteorología y de las crecidas.
De ello depende tu seguridad y la de los demás.
IMPORTANTE:
Algunos anclajes de salida de una vertical están formados por dos puntos que no se encuentran unidos
entre sí, puesto que en otro caso estarían demasiado expuestos a las crecidas. Es cierto que las cadenas que
unen dos puntos de anclaje pueden verse sometidas en caso de crecida a una fuerte tensión que tendrán
que soportar cada uno de los anclajes, lo que contribuye a debilitarlos. Así pues, para asegurar su
longevidad, es preferible que no estén unidos. Para evitar el riesgo de rotura de uno de los dos puntos de
anclaje, hemos de proceder como indican las figuras 1 a 5.
NOTA: Los anclajes pueden trabajar a extracción y a cizalladura. En el primer caso, la
tracción de la cuerda se ejerce de forma perpendicular a la superficie de la roca. En el
segundo, la tracción proviene de un eje paralelo a la roca, con lo que ésta misma ejerce una
resistencia a que el anclaje se salga de su emplazamiento, siendo mucho más seguro que el
anterior.
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3-05.- CÓMO UTILIZAR Y COLOCAR LOS ANCLAJES
Cómo instalar con seguridad cuando hay dos puntos
de anclaje sin unir entre sí
Descenso del último
Atención, peligro: Estos anclajes deben ser cambiados o
reequipados
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3-05/2.- CÓMO UTILIZAR Y COLOCAR LOS ANCLAJES
OBJETIVO:
Cualquier practicante de este deporte debería saber instalar un anclaje, puesto que en cualquier momento
puede verse obligado a ello, ya sea porque va abriendo el cañón, porque éste sea ya conocido pero poco
frecuentado, o porque lo estemos bajando justo después de una crecida, que ha podido estropear los
anclajes existentes.
DEFINICIÓN:
Al igual que una reunión en escalada, un anclaje debe ser capaz de soportar con un margen importante el
peso de varias personas y resistir los esfuerzos generados durante las posibles maniobras de rescate que se
lleguen a producir. Para responder a estas necesidades, el anclaje debe estar siempre compuesto por:
Un punto de anclaje natural, fiable al 100%: un árbol lo suficientemente grueso o un bloque de grandes
dimensiones, rodeados con una cinta o un anillo de cordino, y con un maillón (fig. 1).
Dos puntos artificiales (spits o parabolts en roca compacta) unidos entre sí por un anillo de cuerda, de
cinta o una cadena (figuras 2 y 3).
Podemos encontrar anclajes en Y, en los que los dos puntos están unidos entre sí por dos anillos
independientes de cuerda, cinta o cadenas en forma de Y. En el punto más bajo del anclaje, se coloca un
maillón que será en el que se coloque la cuerda y si es necesario el mosquetón del rápel regulable (fig. 2).
La separación de los extremos de la Y no debe superar los 120º, puesto que si lo hace la fuerza transmitida
a los puntos de anclaje aumentarán considerablemente, de forma muy superior al peso ejercido sobre la
propia cuerda. El objetivo normalmente es que ni siquiera alcance los 90º.
Se pueden encontrar también anclajes en línea, en los que los dos puntos de anclaje se encuentran uno
encima del otro, constituyendo el de arriba el seguro del de abajo (fig. 3)
Los nudos de unión de los anillos de cuerda y de cinta:
El nudo de cinta (ficha 04, fig. 9) es el único que permite realizar un anillo de cinta con seguridad.
Los anillos de cuerda o cordino se cierran mediante un nudo de ocho trenzado (ficha 04, fig. 7) o un nudo
de pescador doble (ficha 04, fig. 8).
INSTALACIÓN:
1.- Anclajes naturales:
Suele tratarse de árboles, bloques empotrados o de agujeros en la roca. Hay que comprobar siempre muy
cuidadosamente su solidez antes de confiar nuestra vida a uno de ellos. La unión con la cuerda se realizará
mediante un anillo de cinta o cordino y un maillón rapide.
¡CUIDADO! Si el rápel se equipa directamente en la cinta o el cordino del anclaje natural, la cuerda
podría quemar el anillo hasta llegar a romperlo. Cuando encontremos un anillo en este estado, debemos
cambiarlo por sistema. Además, estos materiales son muy sensibles a los rayos ultravioletas del sol, por lo
que siempre hay que desconfiar de ellos. Una sola cinta nueva siempre nos resultará de más confianza que
varias juntas en mal estado.
No debemos dudar en recuperar las cintas y cordinos viejos que vayamos encontrando a nuestro paso,
dejando las nuestras nuevas. Siempre estarán mejor en el cubo de la basura que formando graciosas
guirnaldas navideñas en la cabecera de una cascada. Nunca utilizaremos un anclaje natural con el que
corramos el riesgo de que el anillo de cuerda o cinta se vaya a cortar (por ejemplo, un bloque con aristas
muy vivas).
2.- Los pitones:
Podemos utilizar todos los tipos de pitones posibles para anclar una cuerda en un cañón. A pesar de todo,
existen varios modelos, y cada uno de ellos se adapta a las características de las fisuras en las que
podemos instalarlos. La tracción de la cuerda siempre deberá hacer pivotar al pitón en el interior de la
fisura que lo aloja. Esta torsión es la que va a proporcionar la resistencia adecuada al anclaje. A pesar de
todo, hay que resaltar que un pitón tiene unos límites. El primero de ellos es su propia naturaleza. Como es
evidente, no podremos poner un pitón en otro lugar que no sea una fisura, y no siempre vamos a encontrar
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
la fisura adecuada en el mejor emplazamiento para el anclaje que buscamos. Además, con el uso un pitón
acaba cogiendo juego. Así pues, es mejor comprobar su estado siempre antes de colgarse de él, con lo que
vamos a necesitar llevar en el equipo una maza.
Por todos estos motivos reservaremos el uso de los pitones a cañones poco frecuentados o a las
exploraciones. Siempre es interesante llevar algunos encima, ya que la rapidez de su instalación nos va a
permitir escapar de situaciones delicadas (crecidas, anclajes deteriorados, etc.)
Para instalar un pitón, se le coloca en la fisura introduciéndolo un tercio de su longitud aproximadamente,
y se golpea con la maza, de forma que el sonido que produce sea cada vez más agudo. Diremos entonces
que el pitón “canta”. Tendremos que utilizar siempre el pitón del tamaño y forma más adecuados a la
fisura en cuestión.
OBSERVACIONES:
Este tipo de instalaciones, empleadas muy corrientemente en exploración, suelen resultar bastante frágiles.
Los pitones deben ser controlados y sus cintas cambiadas por sistema.
3.- Los tacos autoperforantes o de expansión:
Los tacos nos van a permitir realizar un anclaje sólido en roca compacta, mediante el uso de un material
ligero:
1 Mandril
1 Maza
1 Llave
Spits, placas y maillones.
Más conocidos bajo su denominación comercial de SPITS, su colocación es relativamente fácil. Se realiza
de forma manual, con la ayuda de una maza y un mandril bastante ligeros para su transporte, y muy
sencillos de usar.
La colocación: Se utiliza una herramienta denominada mandril, en uno de cuyos extremos se rosca el taco,
golpeando con la maza en el otro. Se instala en una superficie previamente preparada con la maza. Se
golpea en sentido perpendicular a la roca, dando primero golpes de pequeña intensidad para que ésta no
salte en esquirlas. A continuación se va perforando un agujero girando el taco tras cada golpe de la maza.
Es necesario vaciar el agujero del taco regularmente, para sacar los restos de polvo de roca que se
introducen en su interior. En roca caliza, tendremos el agujero hecho en unos diez minutos
aproximadamente. En granito este tiempo se alarga un poco más.
A continuación, colocaremos el cono en el extremo dentado del taco. Después de limpiar el agujero de la
roca, introduciremos el taco en su interior, y golpeamos con la maza, para conseguir que el cono expanda
el taco, y lo desenroscaremos inmediatamente. Una vez instalado el taco, se rosca en él una placa.
Cuando vayamos a instalar un taco de expansión, no hay que olvidar que el mismo ejerce una fuerza
importante sobre la roca a su alrededor, en un radio aproximado de 20 cm. La roca debe ser de buena
calidad. Así pues, hay que tener cuidado con las fisuras y aristas, y será necesario probar la roca a base de
golpes de maza, evitando las zonas que suenen a hueco.
4.- Las placas.
Constituyen el medio de unión imprescindible entre el spit y la cuerda, con la ayuda de un mosquetón o un
maillón rapide, que son los únicos que facilitan con garantías el deslizamiento de la cuerda en la maniobra
recuperación.
Hay dos tipos de placas:
Las reviradas, que son las adecuadas para lugares en los que el maillón queda en aéreo, o para salientes de
la roca.
Las acodadas, que se instalan cuando el sistema queda pegado a la pared.
Menos habitual es el caso de las anillas para los extraplomos. A pesar de todo, se pueden utilizar también
las placas “coeur” de acero inoxidable, pues son las más polivalentes.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
OBSERVACIONES:
Todo este material tiene una duración limitada en el tiempo. Las placas tienen cierta tendencia a
desenroscarse. Además, suele ocurrir que ciertas personas malintencionadas se las lleven...
3-05/2.- CÓMO UTILIZAR Y COLOCAR LOS ANCLAJES
Anclaje
en Y
Elegir árboles de
gran diámetro y con
buenas raíces
2 anillos de cordino
independientes son
más sólidos que uno
sólo
Anclaje
en línea
El anillo de cordino
tiene que pasar por la
placa y no por el
maillón
Pitones
Empotradores
o fisureros
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
3-06.- EL DESCUELGUE
OBJETIVOS:
1.- Realizar el descenso de un compañero (fig. 1 y 2).
2.- Bajar al primero del grupo para regular la longitud de la cuerda al ras del agua (fig. 3).
MATERIAL UTILIZADO:
La cuerda de progresión.
Un mosquetón para realizar un nudo dinámico o colocar un descensor tipo ocho.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- La persona que va a controlar la cuerda debe asegurarse con el cabo de anclaje a la instalación de
cabecera.
2.- A continuación, instala el sistema de freno: nudo dinámico o descensor tipo ocho.
3.- El compañero que va a bajar se ancla a la cuerda mediante un nudo de ocho y un mosquetón de seguro
a su arnés.
4.- Se realiza el descuelgue, a una velocidad lenta y regular.
5.- Una vez en la base de la vertical, el compañero de desancla de la cuerda , y si ésta debe ser recuperada
deshace el nudo de fin de cuerda.
OBSERVACIONES:
Este método supone que el control del
descenso lo va a realizar la persona que
se encuentra arriba. No debe ser
utilizado más que como un último
recurso, sobre todo en cursos de
iniciación. Un debutante debe aprender
a controlar el descenso por sí mismo.
Ocho instalado
Nudo dinámico
La cuerda se instala en la vertical de
forma que quede corta una tercera o una
cuarta parte, aproximadamente. El
compañero que baja de primero
comienza el descenso, y en cuanto vea
dónde llega el extremo y puede estimar
la longitud de cuerda que falta, pide a
sus colegas que lo bajen hasta que la
cuerda quede ajustada al ras del agua
(ver ficha 12)
Ocho en retención para
el descenso del primero
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
3-07.- EL AUTO DESCUELGUE
OBJETIVO:
Utilizar un medio de descenso que permita colocar la cuerda en doble sin lanzarla (1):
§ Para la colocación de pasamanos recuperables (Ficha 17).
§ Para la instalación de una reunión separada.
§ Para la instalación de un fraccionamiento.
§ Para el descenso de una vertical en la que la vegetación estorba.
MATERIAL UTILIZADO:
La cuerda de progresión en una saca de cuerda colgada del arnés (3).
Un descensor
Un anclaje.
COLOCACIÓN:
1.- Pasar la cuerda por el anclaje y anclar su extremo al arnés mediante un nudo de ocho y un mosquetón
de seguro.
2.- Instalar el descensor (2) en la cuerda, en el extremo que va hacia la saca que nos hemos colgado.
3.- Comenzar el descenso dándonos cuerda. Hay que tener en cuenta que la velocidad del descenso se
divide por dos, puesto que la cuerda pasa en doble por el anclaje.
OBSERVACIONES:
1.- Este sistema sólo se puede utilizar en verticales secas o con
muy poco agua.
2.- Al producirse un roce de la cuerda en el mosquetón del
anclaje, se produce un efecto de freno, con lo cual podemos
colocarnos el descensor en posición rápida (ficha 7, fig. 1), para
no realizar una frenada demasiado brusca.
3.- La cuerda siempre estará atada a la saca con un nudo bien
sólido. Así, en el caso de que la cuerda resulte demasiado corta, el
descenso se detiene automáticamente.
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51
Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
3-08.- AUTODESBLOQUEO DE URGENCIA
OBJETIVO:
Desbloquearse muy rápidamente en una situación crítica bajo una vertical con agua (1), debido a cualquier
circunstancia (formación de nudo de alondra en el descensor, o un nudo fortuito en la cuerda).
COLOCACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- Comprobar antes de realizar cualquier manipulación que la causa del bloqueo no se puede deshacer
con facilidad.
2.- Colocar un mosquetón de seguro en el cabo de anclaje corto.
3.- Realizar un nudo dinámico justo debajo del nudo, y colocar en él el mosquetón de seguro (fig. 2).
4.- Dar 3 ó 4 vueltas con la cuerda alrededor del pie, con la pierna flexionada.
5.- Superarse apoyándose en el bucle realizado en la cuerda, sin soltar la parte sobrante de la misma.
6.- Con la otra mano, soltar el mosquetón de seguro del ocho, y anclarlo en el que hemos colocado para el
nudo dinámico (fig. 3).
7.- Coger el extremo inferior de la cuerda, soltar el pie del bucle y continuar el descenso (fig. 4)
OBSERVACIÓN:
Es prácticamente
imposible que se
nos dé esta
situación siempre
que realicemos las
maniobras de
descenso tal y
como se explican
en este manual.
No obstante, este
ejercicio resulta
muy práctico si se
toma como una
manera de mejorar
el control de la
técnica de
descenso, con lo
cual
recomendamos
realizarlo de vez en
cuando como
entrenamiento.
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3-09.- PASAMANOS RECUPERABLE sin puntos intermedios
OBJETIVO:
Instalar un pasamanos recuperable que nos permita alcanzar el anclaje de cabecera de un rápel con toda
seguridad.
MATERIAL UTILIZADO:
La cuerda de socorro o la de progresión (extremo del fondo de la saca).
Descensor.
COLOCACIÓN:
Tenemos dos posibilidades:
A/ Autoasegurado: Es la solución más sencilla si el acceso al anclaje de cabecera del rápel es fácil y
descendente.
1.- Pasar la cuerda por los dos anclajes de cabecera del pasamanos e instalar el ocho como en la ficha L 09
(autodescuelgue) (fig. 1 y 2 de la página siguiente).
2.- Una vez en el anclaje principal del rápel, anclarse a él.
3.- Anclar los dos cabos de la cuerda al anclaje del rápel mediante un mosquetón de seguro.
B/ Asegurado: Es la mejor solución si la progresión hasta alcanzar el punto de anclaje principal está
delicada, expuesta o ascendente.
1.- El primero pasa la saca de la cuerda a su compañero.
2.- A continuación, pasa la cuerda por los anclajes de cabecera del pasamanos.
3.- Coloca la cuerda en su arnés, mediante un nudo de ocho y un mosquetón de seguro, o directamente con
el nudo al mosquetón de cierre del arnés.
4.- El compañero, que se habrá anclado a la instalación previamente, instala su ocho y comienza a darle
cuerda (fig. 3).
5.- Una vez llegado al anclaje del rápel, el primero se ancla a él.
6.- Su compañero libera la cuerda de su descensor.
7.- El primero suelta su cabo de cuerda del arnés y la instala en el anclaje del rápel mediante un
mosquetón de seguro.
8.- El asegurador hace un nudo de retención al principio del pasamanos para bloquear la cuerda, y se reúne
con su compañero llevando la saca y dejando salir la cuerda que sea necesaria.
9.- El primero cuelga la saca del anclaje del rápel, recoge el otro extremo de la cuerda y lo coloca en el
mosquetón de seguro que colocó anteriormente en el anclaje (fig. 4).
UTILIZACIÓN. Para los demás compañeros, la progresión debe hacerse anclados con los dos cabos.
OBSERVACIÓN: Cuando toque recoger la cuerda del pasamanos, no olvidarse de deshacer el nudo de
fin de cuerda.
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3-09.- PASAMANOS RECUPERABLE sin puntos intermedios
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3-10.- RÁPEL EN SIMPLE DESEMBRAGABLE DESDE ARRIBA.
Esta técnica, que es la más utilizada en la mayoría de los casos en que hay que bajar por una cascada, sólo
debe practicarse con cuerdas semiestáticas que permitan el descenso en simple (ver ficha 3).
OBJETIVO:
Realizar una instalación que nos permita:
1.- Desplazar los puntos de roce de la cuerda de progresión.
2.- Mantener la posibilidad de regular el sistema en caso de bloqueo de una persona en una vertical con
agua (1), y tomar el mando de su descenso.
INSTALACIÓN: (Hay dos montajes posibles).
Sistema desembragable con un nudo dinámico:
1.- Colgar la saca de la cuerda al lado del anclaje principal.
2.- Introducir el cabo de la cuerda de progresión por la anilla del rápel (fig. 1)
3.- Bajar el extremo hasta la altura que se desee, para regularlo después al ras del agua.
4.- Instalar un mosquetón por debajo de la cuerda (entre ésta y la pared, ya que si se coloca por encima
bloquearía el sistema). O mejor aún, colocar el mosquetón en otro punto de anclaje si es posible (fig. 2).
5.- Mientras la mano derecha mantiene la cuerda a la longitud adecuada, coger la cuerda de progresión con
la izquierda justo por debajo de la anilla del rápel (fig. 3).
6.- Tirar 2 m. de cuerda hacia abajo (fig. 3).
7.- Hacer un nudo dinámico (fig. 4): seguimos teniendo 2 m. de gaza por encima de la instalación.
8.-. Bloquear el dinámico con un nudo de fuga (fig.5) y media llave (fig. 6), dejando una gaza larga que
introduciremos de nuevo en el mosquetón del anclaje (fig. 7).
1
4
2
3
5
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
7
8
9
9.- Si se nos presenta algún problema (un compañero bloqueado en la cuerda, etc.), basta con deshacer la
llave y tirar para deshacer el nudo de fuga que bloquea al dinámico (figs. 8 y 9).
Sistema desembragable con descensor tipo ocho en retención:
1.- Colgar la saca de la cuerda al lado del anclaje.
2.- Introducir la cuerda de progresión por la anilla del rápel.
3.- Tirar la longitud de cuerda adecuada.
4.- Instalar un ocho el la cuerda que sale de la saca (fig. 7 y 8).
5.- Hacer un nudo de fuga en el ocho (fig 9 y 10), asegurándolo con media llave (fig. 11 y 12). (3).
NOTA: Para el descenso del último, si no cree necesario bajar por un sistema regulable, dejaremos la
instalación tal como está, puesto que utilizando el sistema del ocho, es recuperable mediante una simple
tracción del cabo de recuperación. Este sistema representa un ahorro de tiempo en relación con el anterior
(nudo regulable), ya que el último deberá desmontarlo antes de comenzar su descenso con un nudo de
retención (ver también la ficha 13).
UTILIZACIÓN:
En caso de roce: antes de bajar, cada compañero tendrá que regular unos 10 ó 20 cm. el sistema, para
desplazar así la cuerda de los puntos de roce.
En caso de bloqueo (4) de uno de los compañeros, deshacer la media llave y el nudo de fuga y realizar el
descuelgue desde arriba de la persona bloqueada.
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OBSERVACIONES:
1.- ¡Cuidado!: Si la cascada tiene mucha agua, un sistema como este no resuelve nada, sino todo lo
contrario. Imaginemos el caso de una persona que, a los 5 m. de comenzar el descenso en una cascada de
20, pide que lo bajen desde arriba. Probablemente se enredaría los pies en la cuerda sobrante al intentar
nadar en la poza, y se ahogaría.
2.- ¡Cuidado!: Si el maillón está paralelo a la pared, colocar la cuerda por debajo (entre la roca y el
maillón).
3.- ¡Cuidado!: Un compañero inexperto podría anclarse directamente al ocho. Para evitarlo, podemos
asegurar el montaje uniendo el agujero pequeño del ocho al anclaje mediante un anillo de cordino, una
cinta o una cadena de mosquetones.
4.- ¡Cuidado!: Un desbloqueo repentino (por supresión de la causa del bloqueo) puede suponernos ciertos
riesgos. Además, si el accidente sucede por encima de un punto peligroso, en caso de caída los
compañeros de abajo tendrán que asegurar al bloqueado (ficha. 22), al que tendremos que descender
tirando de la cuerda, para dirigirlo a una zona segura.
Descenso desembragable desde abajo
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3-11.- RÁPEL EN DOBLE DESEMBRAGABLE DESDE ARRIBA.
OBJETIVO:
Este rápel es idéntico al de la ficha anterior, pero resulta mejor cuando hay roces más fuertes.
Sólo debe utilizarse como último recurso, si las características de la cascada lo permiten, teniendo en
cuenta que el nudo (fig. 1-2-3) puede llegar a engancharse en una fisura cuando se baje a uno de los
compañeros. Sin embargo, el rápel en simple no presenta este inconveniente (ficha L 12).
INSTALACIÓN:
1.- Pasar la cuerda por el anclaje.
2.- Mantener el extremo de la cuerda en la mano y bajar el bucle que se forma hasta el ras del agua (1).
3.- Anudar el otro extremo en la cuerda de progresión, mediante un as de guía y una vuelta de seguro (fig.
1, 2 y 3) o un ocho triple, que aunque es más voluminoso es más fácil de hacer.
4.- Instalar un sistema regulable en simple igual al de la ficha anterior, con un nudo dinámico o un ocho en
retención; montar el descensor en doble (fig. 4 y 5)
DESMONTAJE:
1.- Antes de bajar, el último deshace el as de guía o el ocho triple y manda el extremo de la cuerda hacia
sus compañeros (2).
2.- Se coloca el descensor en la cuerda de progresión que queda instalada.
3.- Para la continuación, ver la ficha L15 (fig. 1 ó .
OBSERVACIONES:
1.- Cuidado: No enredarse
una pierna con el bucle al
llegar a la base de la
vertical.
2.- Los compañeros
sujetarán el extremo de la
cuerda desde abajo, para
separar al que baja de la
caída del agua.
Si no tenemos una cuerda
de una longitud igual al
triple de la altura de la
cascada, podemos unirla a
la de socorro.
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Técnicas de prevención y autosocorro para descenso de cañones
3-12.- DESCENSO DEL PRIMERO
OBJETIVO:
Permitirle escapar de una zona de agua revuelta en la llegada a una poza, ajustando la cuerda al ras del
agua, aunque no veamos la base del rápel desde su cabecera.
MATERIAL UTILIZADO:
La cuerda de progresión.
Un dispositivo regulable montado en la cabecera.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
Si el líder del grupo, una vez asegurado al anclaje, logra ver la base de la cascada, no tendrá problema para
ajustar la cuerda un poco por encima del agua, realizando desde el primer momento una instalación
adecuada.
Si no consigue ver la base de la cascada, lanzará una longitud de cuerda inferior a la necesaria (1/3 o ¼
menos), y regulará el sistema según le indique el primero en bajar.
En cuanto éste alcance a ver la base de la cascada, podrá pedir a los compañeros que regulen la cuerda
hasta donde sea necesario.
Antes de comenzar tendrán que convenir un código de comunicación si la distancia y el ruido son
importantes. Por ejemplo:
Ce-der: 2 silbidos.
Stop: 1 silbido.
OBSERVACIONES:
Si el cañón está instalado correctamente, el
pie de la cascada será visible desde el
anclaje principal o en todo caso la mayor
parte de las veces el primero sólo tendrá que
bajar un poco para poder darle al líder las
consignas para la regulación.
¡Cuidado!: Si la cascada tiene mucha agua,
un sistema como este no resuelve nada, sino
todo lo contrario. Imaginemos el caso de
una persona que, a los 5 m. de comenzar el
descenso en una cascada de 20, pide que lo
bajen desde arriba. Probablemente se
enredaría los pies en la cuerda sobrante al
intentar nadar en la poza, y se ahogaría.
En este caso, para garantizar la seguridad
del primero hay que evitar por todos los
medios colocarse bajo el chorro de la
cascada y la zona de agua revuelta en la
poza. Podemos utilizar un pasamanos más
largo, un desviador, rodear la zona con una
escalada, un ancla flotante, etc. En cuanto el
primero está abajo, el descenso de los
demás es fácil utilizando un rápel guiado.
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59
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3-13.- DESCENSO DEL ÚLTIMO
OBJETIVO:
Permitir que el último baje por una cascada con agua, mediante una instalación en simple, colocada al ras
del agua con un sistema no regulable. Generalmente se trata del líder, si estima que no hay riesgo de
bloqueo.
MATERIAL UTILIZADO:
Cuerda de progresión y descensor.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
Una vez que todos los compañeros han bajado, tenemos dos opciones:
Si el sistema regulable es un ocho en retención (ver ficha 20):
1.- Instalar el descensor en la cuerda de progresión (1) (fig. 1).
2.- Lanzar la saca de cuerda al compañero situado en la base de la cascada, teniendo cuidado de no cruzar
los dos extremos (fig. 2).
3.- Los compañeros recuperan la saca y separan el extremo de progresión del de recuperación, para que no
moleste al que baja (fig. 6)
4.- El último baja.
Si el sistema regulable es un nudo dinámico (ver ficha 20):
1.- Instalar el descensor en la cuerda de progresión. Es aconsejable hacerlo antes, pues presenta dos
ventajas desde el punto de vista de la seguridad:
- No tendremos que modificar la regulación de la cuerda de progresión al ras del agua.
- Después de lanzar la cuerda de recuperación, no hay riesgo de confusión entre ambas.
2.- Desmontar el sistema regulable (fig. 4)
3.- Realizar un nudo de retención (ficha 4, fig. 14) en el lado opuesto al de descenso (2).
4.- Lanzar la saca de la cuerda al compañero que está abajo, teniendo cuidado de no cruzar los dos cabos
(fig. 5).
5.- Los compañeros recuperan la saca y separan la cuerda de recuperación, para que no moleste al que
baja.
6.- Bajar.
OBSERVACIONES:
1.- Cuidado: El descensor tiene que estar SIEMPRE instalado en la cuerda de progresión ANTES de
lanzar la saca, para evitar la confusión entre los dos extremos de la cuerda, que podría llegar a tener
consecuencias fatales.
2.- En caso de que exista riesgo de bloqueo del último de la cuerda, no hacer nudo, o desmontar el
descensor de retención. Después de lanzar la saca, colocar el extremo de recuperación en el descensor de
un compañero, para que haga contrapeso. De esta manera, el sistema se convierte en regulable desde
abajo. Para ello necesitaremos una cuerda de una longitud igual al triple de la altura de la cascada, o la
utilización de la cuerda de socorro atada. El líder se la hará llegar a sus compañeros con un teleférico.
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3-13.- DESCENSO DEL ÚLTIMO
Con ocho en retención
Con nudo
desembragable
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3-14.- NUDOS Y MONTAJES AUTOBLOCANTES
DEFINICIÓN:
Un nudo autoblocante es generalmente un montaje que desliza por la cuerda al empujarlo con la mano, y
que se bloquea cuando está sometido a una carga.
El nudo autoblocante puede sustituir a un bloqueador mecánico, aunque sea menos funcional que éste. Por
eso se dice que es un método “de fortuna”: sin bloqueadores mecánicos.
UTILIZACIÓN:
En descenso de cañones se utilizan cuatro nudos autoblocantes:
Valdostano (fig. 1 y 2):
Se elabora con un pedazo de cuerda dinámica de 1,60 m., de 9 ó 10 mm. de diámetro. Para hacerlo hay
que “aligerarlo”, es decir, retirar dos de los hilos interiores del alma. Es un nudo muy polivalente. Un líder
o un monitor tienen que llevarlo siempre consigo.
Tiene la ventaja, respecto al resto de los autoblocantes (incluidos los mecánicos), de poderse desbloquear
cargado. Por este motivo es un nudo insustituible en las muchas maniobras. Para que funcione bien, tiene
que estar mojado y confeccionado perfectamente.
Nudo corazón: (fig. 3 y 4)
Elaborado con dos mosquetones sin seguro (1) asimétricos e idénticos, se utiliza especialmente en las
técnicas de ascenso de fortuna. Funciona también con cuerda doble, aunque sea más difícil moverlo. Se
adapta muy bien a la técnica de cañones, pues se coloca muy rápidamente, y en especial para los ascensos
cortos.
Nudo con mosquetón o Marchard con mosquetón (fig. 5 y 6):
Se realiza con un anillo de cordino de 5 mm. y un mosquetón de seguro, y puede ser utilizado para un
ascenso como bloqueador de pedal, en autoseguro, etc.
Descensor de ocho con montaje autoblocante (llamado también “a la italiana”) (fig. 7, 8 y 9):
Se ancla el ocho por su agujero grande en el arnés, con un mosquetón de seguro. Poner el agujero pequeño
a la derecha. Meter la cuerda en el agujero grande por detrás, y hacer un bucle cruzado con la cuerda,
colocándolo alrededor del agujero pequeño.
Este sistema es rápido de colocar, y se utiliza para ascensos cortos y una conversión rápida.
OBSERVACIONES:
1.- Funciona algo peor con mosquetones de seguro, ya que las roscas se apoyan una contra otra y
provocan que el sistema se deshaga.
NOTA: El valdostano es una herramienta personal que debe ser probada antes de utilizarla en situación
real. El número de vueltas y de trenzados depende de la morfología del usuario.
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3-14.- NUDOS Y MONTAJES AUTOBLOCANTES
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3-15.- AUTOSEGURO
OBJETIVO:
Asegurarse uno mismo durante el descenso de una cascada con poco agua o sin ella.
MATERIAL UTILIZADO:
La cuerda de progresión, un descensor, un cabo de anclaje corto un mosquetón y un anillo de cordino.
INSTALACIÓN:
Cuidado: la utilización de un sistema de autoseguro durante el descenso no está exento de riesgos (1) en
cascadas con mucha agua, y sólo debe practicarse por los barranquistas más experimentados, y siempre en
las condiciones que aquí se indican (2).
Quedarse bloqueado en una cascada por el mal funcionamiento de un sistema de autoseguro puede ser
muy fastidioso.
El nudo autoblocante se ancla en corto al arnés, y el descensor (2) al cabo de anclaje corto (fig. 1 y 2).
Nudo Marchard con mosquetón (fig. 6 de la ficha anterior)
OBSERVACIONES:
1.- Por este motivo es
preferible utilizar el
descensor de manera que la
cuerda se frene lo más
posible por sí misma, de
forma que sea más difícil
soltarla, en lugar de
generalizar el uso del
autoseguro.
2.- Un nudo autoblocante
instalado por debajo del
descensor acabará
soportando una fuerza
máxima de bloqueo 20 Kg.
si el deportista pesa 80 Kg.
En estas condiciones, será
fácil desbloquearlo. Si se
coloca el sistema por
encima, sufrirá una tensión
de 80 Kg. y será casi
imposible desbloquearlo con
rapidez. Si nos encontramos
bajo una cascada, esta
situación puede resultar muy
peligrosa.
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3-16.- ASCENSO DE FORTUNA SIN BLOQUEADORES
OBJETIVOS:
Remontar en simple o en doble, ya sea para desbloquear un rápel (1) o durante una maniobra de socorro.
MATERIAL:
Según el disponible (ver ficha de los nudos autoblocantes L 16):
- Un valdostano, do s mosquetones, un anillo de cordino, un descensor tipo ocho
- Un pedal, que podemos confeccionar con el extremo de la cuerda sobrante.
- Los cabos de anclaje.
- La cuerda de progresión.
INSTALACIÓN:
Tanto en simple como en doble, se pueden hacer varias maniobras (2), pero el montaje más eficaz y el que
menos nos cansará es el siguiente: (fig. 1):
- Para el pedal: valdostano o nudo marchard con mosquetón (3).
- Para el arnés: nudo de corazón (1).
UTILIZACIÓN:
Hay que hacer el mismo movimiento que con los bloqueadores, pero además tendremos que:
- Asegurarnos la tensión hacia arriba de la cuerda que sale del nudo corazón, para que funcione
perfectamente (fig. 1).
- Empujar de abajo arriba el nudo autoblocante del pedal, para que deslice con facilidad.
- Agarrarse a la cuerda y no al nudo autoblocante cuando subimos el pedal.
¡Es mucho más cansado que con bloqueadores!
OBSERVACIONES:
1.- Si la cascada tiene agua, es muy aconsejable sustituir el nudo corazón por el descensor de ocho en
posición de autobloqueo (fig. 2), para poder, simplemente dándole media vuelta, pasar a la posición de
descenso y hacer una conversión rápida.
2.- Se instala en doble si el roce es importante.
3.- Cuidado: no olvidarse de anclar el cabo largo al mosquetón del pedal, como medida preventiva en caso
de que el bloqueador ventral se desbloquee por cualquier motivo.
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3-16.- ASCENSO DE FORTUNA SIN BLOQUEADORES
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3-17.- ACENSO DE FORTUNA SIN DESCENSOR
OBJETIVO:
Sustituir un descensor por un mosquetón, debido a una pérdida o a la falta de material.
MATERIAL UTILIZADO:
- Mosquetón de seguro.
- La cuerda de progresión.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
Hacer un nudo dinámico en el mosquetón con seguro, que estará anclado al mosquetón de cierre o la cinta
de anclaje del arnés (fig. 1).
Durante el descenso, mantener la cuerda que sale del mosquetón hacia arriba, en contacto con la cuerda
superior, con una o las dos manos (fig. 2).
Ventajas del sistema:
- La cuerda que baja no roza en la rosca del mosquetón, y no se riza.
- La frenada es mucho más eficaz.
Llave de bloqueo:
Se hace una nudo de fuga con media llave con la cuerda de abajo estrangulando la que entra en el
mosquetón (fig. 3).
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OBSERVACIÓN:
Si utilizamos una
cuerda de 9 mm. y
queremos tener un
sistema de frenado
eficaz, hay que dar
una vuelta de más en
el mosquetón y
después hacer el nudo
dinámico, según se ha
descrito anteriormente
(fig. 4 y 5)
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3-18.- ASEGURAR DESDE ARRIBA
OBJETIVO:
Asegurar a los compañeros durante un descenso en una vertical seca o con poco agua (1).
1.- Seguro “en bucle”:
MATERIAL UTILIZADO:
La cuerda de progresión.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
Asegurar el descenso sujetando la cuerda desde abajo (fig. 1). Este método permite asegurar el descenso,
al menos durante su primera mitad si se ha regulado la cuerda al ras del agua, y hasta abajo si tenemos
más cuerda instalada.
Condiciones de utilización: Hay que montar el descensor en posición “vertaco” (fig. 2) o con un
mosquetón de freno (fig. 3).
2.- Con cuerda de seguro
MATERIAL UTILIZADO:
La cuerda de socorro o la cuerda de progresión.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
Anclarse la cuerda de seguro al arnés mediante un nudo de ocho y un mosquetón de seguro.
Asegurar el descenso con un nudo dinámico
Cuando el compañero llegue abajo, deshará el nudo.
OBSERVACIONES:
En caso de descenso
con agua es
aconsejable no utilizar
seguro
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3-19.- ASCENSO POR RÁPEL GUIADO O CON TIROLINA
OBJETIVO:
1.- En caso de que el monitor no tenga ayudante, este método le permite volver a remontar hasta la
cabecera una vez instalada la tirolina. (fig. 2).
2.- En caso de que un compañero se encuentre bloqueado en el descenso de un rápel guiado, el sistema
permite al monitor llegar a su altura para ayudarle a desbloquearse.
MATERIAL UTILIZADO:
El material normal de ascenso:
- 2 bloqueadores.
- 1 pedal.
- 2 mosquetones.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- Colocar un bloqueador en la cuerda y anclar en él un mosquetón simétrico teniendo cuidado de dejar
dentro la cuerda (fig. 3 y 4).
2.- Anclar este mosquetón al cierre del arnés.
3.- Colocar en la cuerda el bloqueador del pedal unido al cabo de anclaje largo.
OBSERVACIONES:
El hecho de pasar el
pedal por el
mosquetón simétrico
y colocar un
mosquetón en el bucle
del pedal a la cuerda
mejora la comodidad
en las zonas más
oblicuas (fig. 1).
Para pasar a la
posición de descenso
durante el ascenso:
1.- Instalar un
valdostano en la
cuerda.
2.- Superarse en el
pedal y abrir el
bloqueador ventral.
3.- Abrir el
bloqueador del pedal.
4.- Comenzar el
descenso con el
valdostano.
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3-20.- TIROLINA OBLICUA EN UN RÍO
OBJETIVO:
Facilitar el paso de un río a un grupo con total seguridad.
MATERIAL UTILIZADO:
La cuerda, un anclaje, un bloqueador, un mosquetón grande o dos mosquetones por persona.
INSTALACIÓN:
1.- Instalar la cuerda, ya sea en un maillón unido a un punto de anclaje, o en un árbol bastante sólido.
2.- El monitor cruza el río el primero, nadando y utilizando las técnicas descritas en las fichas E 03 y E 04.
Pide que le envíen los dos cabos de la cuerda. Para que el lanzamiento sea más eficaz, es mejor meterla en
la saca en doble.
3.- El monitor elige un punto de anclaje sólido, aguas abajo del punto de anclaje ya instalado. Esta
distancia debe ser aproximadamente el doble o el triple del ancho del río. Cuanto más oblicua esté
dispuesta la cuerda, la progresión por la tirolina será más segura y cómoda, con un menor esfuerzo por
parte de los compañeros.
4.- Tensar la tirolina como en un caso normal (ficha L 24).
UTILIZACIÓN:
Los compañeros utilizarán la tirolina como un pasamanos, pero sin anclarse a ella. No se anclarán a la
tirolina, puesto que si hay algún problema durante la maniobra (la cuerda podría soltarse o destensarse),
bastará con soltar la mano para posibilitar el rescate en el agua, mientras que si están anclados resultaría
más dificultoso. Pasarán uno a uno el río, sin esfuerzo, estirándose boca arriba en posición de flotación
con los pies a favor de la corriente y sujetándose a la cuerda con un mosquetón de seguro grande, que irá
deslizándose por ella.
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RECUPERACIÓN DEL
MATERIAL:
No plantea problemas particulares,
puesto que es una tirolina
recuperable.
OBSERVACIONES:
Si la longitud de la cuerda no es
suficiente para instalar una tirolina
recuperable lo bastante oblicua, es
mejor instalarla en simple. Lo más
importante es que sea muy oblicua
y que esté muy tensa.
Después de haber destensado la
cuerda, el monitor pedirá a último
que desmonte la instalación de
cabecera. Éste se tirará al agua sin
anclarse y con el bucle de la
cuerda pasado por la muñeca. Los
compañeros traccionarán con
fuerza, para conseguir que llegue
al mismo punto en el que ellos se
encuentran.
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BLOQUE 4: TÉCNICAS DE AUTOSOCORRO
4.1.- CORTE DE CUERDA DESDE ARRIBA. INTERVENCIÓN
INDIRECTA.
OBJETIVO:
Desbloquear urgentemente a un compañero bloqueado en una cascada en la que no está instalado un
sistema regulable, cuando las condiciones del caudal no permiten una intervención directa a su lado.
MATERIAL UTILIZADO:
- 1 cuerda de socorro.
- 1 navaja.
- 2 mosquetones.
- Un sistema autoblocante: valdostano, uno o dos bloqueadores mecánicos, o directamente la cuerda de
seguro.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- Anclarse en largo al anclaje.
2.- Colocar un sistema autoblocante lo más abajo posible en la/s cuerda/s que vayamos a cortar:
valdostano, bloqueadores mecánicos (fig. 1),o nudo autoblocante en la cuerda de socorro, muy eficaz con
cuerda de 8 mm. (fig. 3-4).
3.- Unir la cuerda de socorro a este dispositivo si es necesario, y pasarla por un mosquetón de reenvío
anclado a la instalación de cabecera.
4.- Colocar esta cuerda en el descensor personal.
5.- Acercarse lo más posible al anclaje, recoger el bucle sobrante hacer una llave y colgarse
completamente del descensor, para poner en funcionamiento un contrapeso que nos permita apretar y
verificar la resistencia dl sistema autoblocante.
6.- Cortar la cuerda.
7.- IMPORTANTE: hay que hacer un nudo en los extremos que hayamos cortado, para que no se escurra
la cuerda por el sistema autoblocante o el bloqueador.
8.- Deshacer la llave y bajar al compañero hasta debajo de la cascada.
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4.1.- CORTE DE CUERDA DESDE ARRIBA. INTERVENCIÓN
INDIRECTA.
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4-02 CORTE DE CUERDA CON UN COMPAÑERO ANCLADO.
OBJETIVO:
Desbloquear a un compañero en problemas en una cuerda. Las condiciones del caudal y la situación deben
ser compatibles con la intervención directa junto al compañero, sin que nos obliguen a asumir riesgos
suplementarios.
MATERIAL UTILIZADO:
- 1 cuerda de socorro.
- 1 navaja.
- 2 cabos de anclaje.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- Instalar la cuerda de socorro en el anclaje. Lanzar la saca a la vertical, siempre que no haya problemas
de agua en la recepción (1).
2.- Instalar el descensor con un freno suplementario (2).
3.- Bajar hasta el compañero, y pararse lo más alto posible.
4.- Ajustar la posición para colgar su cabo de anclaje largo del cierre de nuestro arnés. El cabo debe
quedar casi tenso, para evitar el tirón en el momento del corte. Si no es posible ajustar la distancia, utilizar
el cabo corto (3).
5.- Bloquear el descensor.
6.- Cortar la cuerda por encima de la cabeza de la víctima, para evitar darle con la navaja o con la misma
cuerda al saltar. Cuidado con la trayectoria de la navaja, no vaya a cortar también cuerda de seguro.
7.- Guardar la navaja.
8.- Bajar al compañero.
OBSERVACIONES:
1.- Hay que tener cuidado si la recepción se realiza en una zona de agua revuelta y profunda. En ese caso,
utilizar el sistema de la ficha 4-01, cortando la cuerda desde arriba.
2.- Prever un sistema de frenado más eficaz si utilizamos una cuerda de socorro de 8 mm: una vuelta de
más en el mosquetón de freno del descensor.
3.- Cuidado con el golpe al cortar la cuerda si el cabo de anclaje no está lo bastante tenso. Bloquear
enérgicamente la mano izquierda en posición de parada.
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4-02 CORTE DE CUERDA CON UN COMPAÑERO ANCLADO.
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4-03.- CORTE DE LA CUERDA DESDE ABAJO
OBJETIVO:
Desbloquear a un compañero que se encuentra en dificultades más arriba que nosotros (1).
MATERIAL UTILIZADO:
- 2 bloqueadores mecánicos.
- 1 descensor.
- 2 cabos de anclaje.
- 1 navaja.
- La cuerda de progresión.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- Hacer un nudo de ocho al final de la cuerda, colocando en él un mosquetón.
2.- Debajo del nudo, colocar un ocho con un mosquetón de seguro, en posición “vertaco” (fig. 4, ficha E
08), y colgarnos el sistema en la cinta portamaterial del arnés.
3.- Subir hasta el compañero.
4.- Anclarse en corto a él con dos mosquetones o un cabo de anclaje recortado.
5.- Pasar el bloqueador del pedal por encima del compañero, y colgar de él el sistema con el descensor.
6.- Si el compañero está bloqueado en cuerda doble, colocar un bloqueador en cada una, y colgar en ellos
el sistema.
7.- Poner el descensor en el arnés del compañero.
8.- Bloquear la cuerda con firmeza (ficha E 11) por encima del descensor.
9.- Quitar el cabo de anclaje del bloqueador.
10.- Empujar el bloqueador hacia arriba para tensar todo el sistema.
11.- Cortar la cuerda justo por encima del descensor del compañero, para evitar cualquier confusión con la
nueva cuerda de progresión (cuidado con la trayectoria de la navaja).
12.- Bajar con el compañero.
OBSERVACIÓN:
1.- Este es un método de desbloqueo de urgencia. Antes de ponerlo en práctica analizar el peligro que
puede suponer un ascenso bajo una cascada, si se diese el caso.
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4-03.- CORTE DE LA CUERDA DESDE ABAJO
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4-04.- DESCENSO POR CUERDA TENSA
OBJETIVO:
Bajar por cuerda tensa (1).
MATERIAL UTILIZADO:
- 1 valdostano.
- 4 mosquetones de seguro.
- 2 cabos de anclaje.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN.
1.- Colgarse del anclaje con el cabo corto.
2.- Colocar el valdostano en la cuerda de progresión, ya sea ésta simple o doble (ficha 3-14).
3.- Unir los cabos del valdostano con un mosquetón de seguro, dejando la cuerda de progresión por el
interior de este mosquetón.
4.- Anclarse en corto a la cuerda con dos mosquetones de seguro por encima del mosquetón que cierra el
valdostano (2).
5.- Anclar el cabo largo al arnés y una vez recortado el cabo de anclaje unirlo al cierre del valdostano con
otro mosquetón de seguro más.
Este montaje nos permite:
- Quedar autoasegurado en caso de que la tensión de la cuerda disminuya de repente.
- Contar con un contrapeso listo para desbloquear a un compañero en cualquier momento.
6.- Quitar el cabo de anclaje corto de la instalación.
7.- Ejercer una LIGERA tracción en la parte superior del valdostano para comenzar el descenso.
OBSERVACIONES:
1.- Esta maniobra debe ser algo excepcional, ya que siempre debemos tener a mano una cuerda de socorro.
A pesar de todo, esta técnica debe ser conocida a la perfección por los deportistas experimentados y los
monitores. Como todos los métodos de descenso por cuerda tensa, debe ponerse en práctica con las
debidas precauciones.
2.- Estos dos mosquetones son los que va a absorber el mayor rozamiento, y por tanto se calentarán.
El descenso con un valdostano solo (sin los dos mosquetones) es peligroso, debido al desgaste de la
cuerda que lo forma, por el calentamiento y el roce.
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4-04.- DESCENSO POR CUERDA TENSA
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4-05 CONTRAPESO CON EL CABO DE ANCLAJE LARGO.
OBJETIVO:
Desbloquear a un compañero en problemas en la cuerda.
Este método presenta la ventaja de que podemos recuperar todo el material, aunque necesita una técnica
depurada y que la situación no sea crítica (vertical seca o con poco agua).
MATERIAL UTILIZADO:
Si el desbloqueo se hace desde arriba:
- Cuerda de socorro o un valdostano si se hace el descenso por la cuerda tensa.
- El descensor del compañero.
- 2 cabos de anclaje.
Si se realiza desde abajo:
- Material de ascenso.
- El descensor del compañero.
- 2 cabos de anclaje.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
Desde arriba:
1.- Llegar hasta el compañero con la cuerda de socorro (1) o con la cuerda de progresión ya instalada
(ficha S 04).
2.- Parar el descenso cuando lleguemos a tocar con los pies al compañero.
3.- Apoyarse encima de él. Coger el mosquetón del cabo de anclaje largo (que estaba anclado al
mosquetón de cierre del arnés) y colocarlo en el arnés del compañero.
4.- Soltar los dos mosquetones de seguro que llevábamos puestos del arnés a la cuerda de progresión.
5.- Colgarse del cabo de anclaje largo, y contrapesar al compañero.
6.- Solucionar la causa del bloqueo, recoger la cuerda sobrante y pasarla en posición vertaco (fig. 1, ficha
E 08), haciendo una llave de bloqueo (ficha E 11).
7.- Volver a apoyarse en el compañero para desbloquear el valdostano.
8.- Anclarse lo más corto posible al compañero (si es posible con dos mosquetones).
9.- Deshacer la llave de bloqueo y bajar con el descensor del compañero.
Desde abajo:
1.- Llegar hasta el compañero mediante un método de ascenso por cuerda (fichas L 25 y L 26). Anclarse a
su arnés con el cabo corto y pasar el bloqueador por encima de él.
2.- Apoyarse en el compañero, pasando nuestro cabo de anclaje largo por dentro del mosquetón del
bloqueador, para después anclarlo al arnés del compañero.
3.- Levantar al compañero haciendo un contrapeso.
4.- Remediar la causa del bloqueo; recoger la cuerda sobrante y pasar el descensor a la posición vertaco
(ficha E 08), haciéndole una llave (ficha E 11).
5.- Volver a apoyarse en el compañero, anclarse lo más corto posible a él y soltar el cabo largo.
6.- Deshacer la llave del ocho y bajar con el descensor del compañero.
OBSERVACIONES:
1.- El líder puede llegar hasta un compañero bloqueado con la ayuda de una cuerda de socorro. Se puede
remediar con el contrapeso el motivo del bloqueo y dejarle seguir el descenso solo.
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4-05.- CONTRAPESO CON EL CABO DE ANCLAJE LARGO.
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4-06 TRACCIÓN CON CONTRAPESO
OBJETIVO:
Crear una fuerza de tracción suficiente en una cuerda como para evacuar a un herido.
Este sistema es muy eficaz y con un principio de funcionamiento muy simple. Para ejecutarlo es preciso
un número de personas menor que en el polipasto, pero también mucho mayor rigor.
MATERIAL UTILIZADO:
- 1 mosquetón de seguro, y si es posible una polea (1).
- Una cuerda.
- El material completo de ascenso: bloqueador de pedal, bloqueador ventral, arnés de pecho, pedal y
cabos de anclaje.
- El descensor del accidentado.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- Anclar el cabo de la cuerda de progresión al maillón de cierre del arnés del accidentado, o en el caso de
un cacolet italiano, al socorrista que lleva a la víctima.
2.- Pasar esta cuerda por un mosquetón de reenvío o una polea que se han instalado previamente en la
cabecera de la cascada.
3.- El socorrista se ancla a la instalación con los aparatos de ascenso (ficha L 25) en el extremo que sale de
la polea, es decir, el lado opuesto del que cuelga la víctima.
4.- Manteniéndose anclado, realizará el movimiento de ascenso, para recuperar cuerda.
5.- Cuando la cuerda esté tensa por la carga del accidentado, otro socorrista se ancla también a la cabecera,
para regular la velocidad de la maniobra (2). El socorrista que va a hacer el contrapeso se desancla.
6.- La acción combinada del que regula la maniobra y el contrapeso, incluso con la ayuda del propio
herido si puede, es lo que hace que sea posible remontar a la víctima.
7.- Cuando el socorrista contrapeso llega debajo de la cascada, es muy posible que la víctima aún no haya
llegado arriba. En este caso, el socorrista tendrá que volver a subir un poco, para seguir haciendo el
movimiento de contrapeso.
8.- Cuando la víctima se encuentra por fin en la cabecera, se le ancla a la instalación, y el socorrista hará
una conversión de aparatos ascenso/descenso (ver ficha L 25), para poder liberar la cuerda
progresivamente, sin dejar de asegurar la salida de la víctima de la vertical (3).
OBSERVACIONES:
1.- Es preferible utilizar poleas con placas fijas (de una resistencia mínima de 22 Kn.). En otro caso,
reasegurar la cuerda con dos mosquetones.
2.- En el caso de un contrapeso en cuerda guía o tirolina (ficha 4-10), si éstas tienen bastante pendiente, el
socorrista contrapeso corre el riesgo de bajar demasiado rápido y golpearse al llegar abajo. El socorrista
que regula el sistema será el encargado de frenar su descenso.
3.- Atención: en la fase final de la maniobra, controlar perfectamente:
- Que la víctima esté bien asegurada.
- Que el socorrista contrapeso haya llegado al suelo.
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4-06.- TRACCIÓN CON CONTRAPESO
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4-07.- TRACCIÓN CON POLIPASTO
OBJETIVO:
Aumentar la fuerza de tracción en una cuerda para evacuar un herido, tirar de una cuerda enganchada, etc.
MATERIAL UTILIZADO:
- 4 mosquetones con seguro (2 de ellos por lo menos serán simétricos).
- 1 polea.
- 1 cuerda.
- 1 bloqueador mecánico.
- Otro sistema autoblocante (shunt, nudo autoblocante, o mejor aún un segundo sistema poleabloqueador).
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- Instalar el conjunto polea-bloqueador (polifreno) en la cuerda y anclarla a la instalación de cabecera.
2.- Instalar el segundo polifreno en el lado de tracción de la cuerda, colocando un mosquetón.
3.- Pasar por este mosquetón la cuerda libre que sale del polifreno colgado del anclaje.
4.- Tirar del cabo libre.
5.- Cuando el sistema autoblocante de abajo llega hasta arriba, se para la tracción y se vuelve a colocar el
polifreno inferior donde se desee, comenzando de nuevo la tracción.
OBSERVACIONES:
Este sistema, fácil de instalar, necesita poca cualificación por parte de las personas que ayudan a ponerlo
en marcha. La mecánica consiste en tirar, soltar, bajar el sistema, volver a tirar, y así repetidamente.
Sin embargo, exige un buen número de personas, sobre todo si la víctima viene acompañada de un
socorrista, según el método del cacolet italiano.
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4-08.- DESPLAZAR A UN HERIDO EN UN RÁPEL GUIADO O
UNA TIROLINA
OBJETIVO:
Guiar el desplazamiento de un herido por fuera de la trayectoria del agua, para hacerle superar un
obstáculo vertical con agua.
MATERIAL UTILIZADO:
- Una cuerda que nos permita superar el obstáculo (si se instala un sistema recuperable, tener en cuenta
que hará falta el doble de cuerda).
- Una cuerda de tracción o de freno, ligeramente superior a la longitud a salvar.
- Material específico según el modo de tracción elegido:
- Para el ascenso, polipasto (ficha 4-07) o contrapeso (ficha 4-06).
- Para el descenso: descenso dirigido (ficha 3-06).
INSTALACIÓN Y
UTILIZACIÓN:
1.- Instalar una cuerda guía o una
tirolina, según el tipo de obstáculo
a superar.
2.- Anclar a la víctima en la cuerda.
3.- Instalar el sistema de tracción o
de frenado elegido en la cabecera, y
colgar de él a la víctima.
4.- Si se trata de una tirolina o un
cuerda guía para el ascenso,
traccionar.
Si es un descenso, rapelar y frenar a
la víctima.
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4-09.- RESCATE DE UN COMPAÑERO EN AGUAS BRAVAS
MATERIAL UTILIZADO:
Una cuerda de socorro de deportes acuáticos, que casi nunca se suele llevar, o si no, la cuerda de socorro
de 8 mm. en su saca flotante, que tenemos que llevar en todas las ocasiones.
Para que podamos utilizar correctamente ésta última habrá que prepararla un poco. Si, por ejemplo,
evaluamos que la longitud máxima que vamos a lanzar son 10 ó 15 m., teniendo en cuenta en ancho del
río, y si la cuerda que está en la saca mide 40 m., tendremos que sacar los 10 ó 15 m., atar la saca en este
punto, y volverlos a meter en la saca. Comprobaremos siempre que la cuerda no tenga nudos, y que pueda
salir libremente de la saca. De este modo, tendremos 10 ó 15 m. de cuerda dispuestos para lanzar,
sirviéndolos la saca y el resto de la cuerda como lastre, con lo que el lanzamiento será más eficaz y
preciso.
INSTALACIÓN Y UTILIZACIÓN:
1.- Asistencia:
En un paso revuelto, el primero supera el obstáculo y se prepara para ayudar a sus compañeros. Se coloca
en una zona de menos corriente, para dar la mano a su compañero o lanzarle la cuerda de socorro.
2.- Rescate sin cuerda:
Remolcado:
El remolcado de un compañero en dificultades se realizará nadando boca arriba, con la víctima estirada
encima de nuestro pecho, y mirando también boca arriba. Mantendremos siempre los pies a favor de la
corriente, para amortiguar los posibles choques contra obstáculos en el río. Sujetamos a la víctima con un
brazo, y mantenemos nuestra mejilla cerca de su cabeza.
Aproximación de un compañero en dificultades:
Las personas presas del pánico se agarran con fuerza al socorrista desde el mismo momento en que éste
llega a su lado. Esto supone un riesgo importante para un socorrista inexperto.
3.- Rescate con cuerda:
Protección de una travesía de un río por su lado inferior. Los compañeros se anclarán a la cuerda uno a
uno, para vadear el río.
Lanzar la cuerda de socorro:
- Tenemos que ser precisos y rápidos, y llamar a la víctima antes de lanzar la cuerda.
- Lanzaremos la saca a volea, desde la altura de los hombros para distancias cortas, y “a cuchara”, de
abajo arriba para las más largas.
- El lanzador debe estar situado en un lugar cómodo, de forma que no pueda ser arrastrado por la
tracción. Si fuera necesario, anclarse o pedir a los compañeros que nos sujeten. El lanzamiento no es
algo de una exactitud matemática, y la mejor manera de acertar es practicar con regularidad. Es fácil
que tengamos que lanzar una segunda vez, por lo que debemos también entrenar la rapidez en recoger
la cuerda.
Zambullirse encordado (1):
Este rescate se realiza entre dos personas. El socorrista saltará o se tirará en plancha al lado del compañero
en dificultades, sujetando la cuerda por un bucle que se mete en la muñeca. Así tendrá posibilidades de
soltarse con facilidad de la cuerda si ésta se llega a enganchar. El otro compañero, bien situado en la orilla
y en una posición estable, sujeta la cuerda. Tendrá que dejar una longitud de cuerda disponible para
realizar el salto, y prever la que va a arrastrar la corriente.
OBSERVACIONES:
Para todas las maniobras de rescate encordado, en las que el socorrista estará anclado a la cuerda, hay que
pensar en llevar un chaleco salvavidas de piragüismo, para poder liberarse de la cuerda en caso de que ésta
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se enganche. Este chaleco permite encordarse en fijo por la espalda, y dispone de un sistema de apertura
de urgencia en el pecho.
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BIBLIOGRAFÍA:
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Française de Spéléologie et Université Paris 7.
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- LAMIDEY, Pascal: “Bibliographie Commission Canyon”
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- MARBACH, Jo y ROCOURT, Jean Louis: “Técnicas de la espeleología alpina”. Ed. Desnivel.
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Direcciones y páginas de Internet:
- École Française de Descente de Canyon: 28, rue Délandine. 69002 LYON (Francia). Tel. 34 04 72
56 09 63. Fax: 34 04 78 42 15 98; e-mail: [email protected].
http://www.perso.wanadoo.fr/ecole.francaise.de.canyon
- Federación Española de Espeleología: Ayala, 160, 4º dcha. 28009. Madrid. Tel: 91-309 36 74.
E-mail: [email protected]. http://www.fedespeleo.com
- Federación Aragonesa de Montañismo: http://www.pirineos.net/fam.
- Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada: Floridablanca, 75- entlo. 2ª. 08015
Barcelona.
Tel. 93-426 42 67 / 902 11 25 25. Fax: 93-426 33 87. E-mail: [email protected];
http://www.arrakis.es/∼fmrm.fedme.htm
- Escuela Española de Alta Montaña. Centro de Formación de Benasque: Campalet, s/n. 22440
Benasque (Huesca). Tel. 974-55 21 13; Fax: 974-55 20 19. E-mail: [email protected].
- Cañones y barrancos (página con gran cantidad de reseñas de cañones en España y otros países,
enlaces e informaciones de interés): http://www.iespaña.es/barranquismo
Meteorología
-
Instituto Nacional de Meteorología: http://www.inm.es.
Servei de Meteorologia de Catalunya (infomet): http://www.infomet.fcr.es
Barrabés, deportes de montaña: http://www.barrabes.com
Camping Mascún: http://www.guara-mascun.com/Naturaleza
Cañones y barrancos: http://www.iespaña.es/barranquismo
Normativa en parques nacionales:
Organismo autónomo Parques Nacionales: http://mma.es/docs/conservnat/parn/index.htm
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